de quién es la ciudadanía

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¿De quién es la ciudadanía? Author(s): Rosa María Rodríguez Magda Source: Cuadernos de Pensamiento Político, No. 20 (Oct. - Dec., 2008), pp. 253-263 Published by: FAES, Fundacion para el Analisis y los Estudios Sociales Stable URL: http://www.jstor.org/stable/25597171 . Accessed: 04/02/2015 19:45 Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at . http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp . JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. . FAES, Fundacion para el Analisis y los Estudios Sociales is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Cuadernos de Pensamiento Político. http://www.jstor.org This content downloaded from 168.176.5.118 on Wed, 4 Feb 2015 19:45:36 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

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¿De quién es la ciudadanía?Author(s): Rosa María Rodríguez MagdaSource: Cuadernos de Pensamiento Político, No. 20 (Oct. - Dec., 2008), pp. 253-263Published by: FAES, Fundacion para el Analisis y los Estudios SocialesStable URL: http://www.jstor.org/stable/25597171 .

Accessed: 04/02/2015 19:45

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Rosa Maria Rodriguez Magda

i,DE QUIEN ES LA CIUDADANIA?*

La notion de ciudadania vuelve hoy como un concepto reivindicado

desde multiples opciones teoricas, las mas de las veces enfrentadas,

que buscan en la genealogia del concepto lograr la legitimidad de sus

posiciones ideologicas. Pero <ide que hablamos cuando hablamos de ciu

dadania? iQue subtexto pretendemos reivindicar? IQue entendemos por ella? JUn bien universal? d'Una adscripcion limitativa? Si en el panorama

politico en el que las naciones, convertidas ahora en sociedades cada vez

mas multiculturales, multietnicas y multirreligiosas, se debate con denuedo

el derecho de ciudadania, no es menos cierto que, en el piano de su fun

damentacion teorica, las escuelas liberales, comunitaristas y republicanas reclaman para si la comprension de la verdadera ciudadania, rechazando

como torcidas las interpretaciones de las demas.

En principio podemos concordar que ciudadania es la condition de

ciudadano, y este es aquel que pertenece a una comunidad politica, su

jeto a una serie de derechos y deberes, y con la facultad de participar en

dicha comunidad. En un sentido clasico comporta la "isonomia" o dere

cho de igualdad ante la ley, y la "isegoria" o derecho a intervenir en la

asamblea.

Rosa Marfa Rodrfguez Magda es filosofa. Directora de DEBATS. Autora de La Espana convertida al Islam e Inexistente Al Andalus. Directora del Aula del Pensamiento de la Institucion Alfonso el

Magn^nimo. * Este texto fue presentado por la autora en el curso "Libres e iguales. El constitucionalismo

espanol", del Campus FAES 2008 (Navacerrada, 5-VII-2008).

<^<tr-^> T36S Octubre / Diciembre 2008 253 fundaci6n para el analisis y los estudios sociales

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^DE QUIEN ES LA CIUDADANIA? / ROSA MARIA RODRIGUEZ MAGDA

Segun acentuemos cada una de estas condiciones obtendremos la

priorizacion de cada una de las tendencias expuestas. Si consideramos

que lo relevante es la pertenencia a una comunidad, con el arraigo en

una cultura, tradition, lengua y costumbres, nos acercaremos al comuni

tarismo. Si creemos que la libertad individual esta garantizada funda

mentalmente en el respeto del derecho y la justicia, haciendo abstraction

de las creencias personales, nos inclinaremos hacia una interpretation liberal. Si pensamos que la participation en los asuntos publicos es una

virtud civica, que necesariamente debe promoverse, confluiremos con

el republicanismo.

Realmente solo las posturas mas radicales, o su simplification por parte de sus detractores, pretenden invocar de forma exclusiva una de estas ca

racteristicas. Mas alia de las polemicas academicistas, el acercamiento a los

diversos autores en litigio nos ofrece un panorama mas matizado en el que encontramos opciones hibridas: frente a las posturas extremas del liberta

rianismo y el comunitarismo conservador o etnico, hallamos el liberalismo

clasico, el comunitarismo nacionalista, el nacionalismo liberal, el republi canismo liberal... Dejemos pues a la academia la cuestion de las etiquetas

y vayamos al analisis de los conceptos y sus derivas.

Con respecto a su dimension, podemos entender la ciudadania como:

ciudadania cosmopolita, ciudadania nacional, ciudadania transnacional,

ciudadania mundial...

CIUDADANIA COSMOPOLITA

La notion de ciudadania cosmopolita nace en el seno de la Ilustracion, en

tendida no tanto como epoca historica cuanto como el espiritu que pro movio el ejercicio critico y autonomo de la Razon, en su proceso de

secularization de la tutela religiosa. Emancipation que, en su sentido kan

tiano, nos llevaria a dicha ciudadania cosmopolita, a traves del uso publico de la razon, que, desarrollando los principios del derecho y de la moralidad,

posibilita a los individuos el logro de una constitucion civil justa y el pro

greso continuado hacia lo mejor.

254 Octubre / Diciembre 2008 <~<*A^> T36S fundacion para el analisis y los estudios sociales

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CUADERNOS de pensamiento politico

El marco de esta ciudadania es claramente universalista. A pesar de las

diferencias entre Hobbes, Locke, Hume o Kant, en torno al pacto frente

a intereses rivales, la limitation de la autoridad, la fiindamentacion de la

sociedad en practicas compartidas, en creencias comunes o en principios, el horizonte ilustrado es un proyecto humano universalista (mas acen

tuado este caracter universalista en Locke y Kant, mas difiiso como coe

xistencia en Hobbes y Hume). Ahora bien, ipodemos hacer una simple traslacion del ciudadano cosmopolita del siglo xvm al "ciudadano del

mundo" del siglo XXI? Sencillamente: no. Se le ha criticado al universa

lismo ilustrado su eurocentrismo, y ciertamente lo era, en las mentes de los

filosofos citados no cabia pensar que el modelo de principios universales

estuviera en contradiction con lo que hoy denominariamos la

notion de "vida buena" occidental. A partir del romanticismo se ha tema

tizado profusamente esa vision de civilization universal, oponiendole la

de culturas como representation del Volksgeist. Mas recientemente la cri

tica postmoderna ha propiciado la visibilidad de un pluralismo de la he

terogeneidad, tambien el comunitarismo ha criticado el universalismo

liberal de un Rawls como neutro y falsamente desarraigado. Por ello, cuando hoy se reclama la ciudadania mundial incorporando el derecho a

la interculturalidad estamos a la vez ampliando y traicionando el cosmo

politismo ilustrado. La interculturalidad socava, por pretendidamente es

trechos, los principios y valores universales, al situarlos como producto de una cultura, que deberia abrirse a otras, propiciando una nueva slnte

sis cultural, esta si ya plenamente cosmopolita, esto es: mundial. Pero Jque ocurre cuando determinadas culturas rechazan el marco general -ponga mos de la Declaration Universal de Derechos Humanos- como base de

entendimiento? Puede ser que estemos dispuestos a aceptar que dichos

valores no son universales en el sentido fiierte y metafisico de la palabra,

pero tampoco que sean negociables desde el relativismo cultural o fran

camente imperialistas, como pretenden quienes buscan en la etnia o en la

religion un fiindamento mas alto y mas restrictivo.

Las nuevas versiones de cosmopolitismo, al estilo por ejemplo de Marta

C. Nussbaum, se enfrentan con estas mismas contradicciones: la renovada

acusacion de universalismo desentranado o su mera enunciation buenista,

fragmentada en la practica por las reivindicaciones comunitarias. Las apor

^---ss5> T96S Octubre / Diciembre 2008 255 fundaci6n para el analisis y los estudios sociales

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?DE QUIEN ES LA CIUDADANIA? / ROSA MARIA RODRIGUEZ MAGDA

taciones de los diversos participates en su libro Los limites del patriotismo. Identidady pertenencia y "ciudadania mundial"1, nos muestran un panorama

complejo frente a ambos extremos, ddebemos elegir entre el cosmopoli tismo o el patriotismo? d'Que ganamos o que traicionamos en cada caso?

En el fondo late la cuadratura del circulo que nos propone Adela Cortina

con su apuesta por "un cosmopolitismo arraigado, que trate de integrar en su seno lo mejor del cosmopolitismo abstracto y del particularismo

arraigado"2.

CIUDADANIA NACIONAL, POSTNACIONAL YTRANSNACIONAL

La necesidad de arraigo nos lleva a la ciudadania inscrita en una comunidad.

La nation moderna surge en el marco de una soberania, basada en el contrato

social en torno a unos principios que se requieren universales. Esta ciudada

nia nacional implica la notion de patriotismo. Tras la eclosion radicalizada de

los nacionalismos, cuyo desarrollo conflictivo origino las dos guerras mun

diales, las naciones buscaron pactos internacionales que fiindamentaran alian

zas de convivencia, organismos supranacionales que, respetando la soberania

nacional, frenaran cualquier conato expansionists El nacionalismo sufrio todo

un proceso de demonizacion, ejemplificado en el justificado rechazo frontal

al totalitarismo del nacionalsotialismo y del fascismo. La propia dinamica de

desarrollo y consolidation de los organismos transnational y el fenomeno

de la globalizacion han debilitado el papel de los Estados-nacion. Por otro

lado, y a nivel teorico, la critica de la modernidad ha legitimado ese mismo

declive, dando por sentado el fin de su hegemonia con una alegria a veces sos

pechosa, pues <ia que intereses sirve su acta de definition? La fragmentation de los Estados nacionales des realmente un hecho indubitable? d'Resulta de

seable? Unicamente para los que apuestan por una Europa de las regiones, unicamente para aquellos que ven en el multiculturalismo no solo la descrip

1 Vease Marta C. Nussbaum, Los limites del patriotismo. Identidad, pertenencia y "ciudadania

mundial", Barcelona, Paidos, 1999, donde se analiza dicho concepto, incluyendo textos de au

tores como Benjamin R. Barber, Hilary Putnam, Amartya Sen, Charles Taylor, Michael Walzer... 2 Adela Cortina, "El protagonismo de los ciudadanos. Dimensiones de la ciudadanfa" en Edu

car en la ciudadanfa, Adela Cortina y Jesus Conill (editores), Valencia, Institucio Alfons el Mag nanim, 2001, p. 28.

256 Octubre / Diciembre 2008 <~~*^r=*> T96S fundaci6n para el anSlisis y los estudios sociales

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CUADERNOS de pensamiento politico

cion de un hecho -la multiculturalidad- sino un ideal normativo. Pero si la re

alidad nos impone la aceptacion de naciones cada vez menos homogeneas y mas multiculturales, ello no implica la aceptacion del multiculturalismo como

ideologia. Frente a la notion de multiculturalismo para describir la actual si

tuacion europea como postnacional, me parece necesario proponer otra con

ceptualization, que recogeria el hecho de la heterogeneidad sin adherirse al

ideal normativo del multiculturalismo. No deseamos la desmembracion pos tnacional sino la construction de la transnacionalidad, esto es: el manteni

miento de los Estados nacionales y su interconexion supranational. Reivindicar lo transnational en la Union Europea implica la constatation de

la libre circulation de los ciudadanos comunitarios, el fenomeno transcultu

ral que conlleva los flujos migratorios, pero tambien, y esto es lo relevante, la

perduracion y defensa de valores transnacionales por encima de la identida

des endogamicas. Y estos valores transnacionales son los propios de la tradi

tion a la que responden las naciones, en nuestro caso de Europa, con su

legitimo derecho a la preservation de su identidad cultural, la que emana de

la tradition grecolatina, la aportacion historica cristiana y la secularization

ilustrada, por solo citar sus raices mas sefieras.

Esta vision implica dejar de demonizar el patriotismo, tanto el nacional

como el transnacional, lo que en este ultimo caso conformaria un senti

miento patriotico europeo. En este sentido, a pesar de mis diferencias en

otros aspectos, comparto para los europeos -y para los espanoles por su

puesto- la recomendacion que Richard Rorty realizara a los estadouniden ses de no desdenar el valor del patriotismo, reconocer la importancia como

elemento cohesionador a "la emotion del orgullo nacional" y "al sentimiento

de identidad nacional compartida"3, en una dimension que implica, pero va

mas alia, de la "lealtad constitucional" reclamada por Habermas.

GENEALOGIA DEL PLURALISMO FILOSOFICO RECIENTE

Como vamos viendo, diversas tendencias pretenden hacer desembocar la

ciudadania cosmopolita y la postnacional en el multiculturalismo. El ca

3 New York Times, 13, febrero, 1994.

<^j?is&> T96S Octubre / Diciembre 2008 257 fundacifin para el analisis y los estudios sociales

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i,DE QUIEN ES LA CIUDADANIA? / ROSA MARIA RODRIGUEZ MAGDA

mino hacia el multiculturalismo ha sido tambien teoricamente preparado

por las tres corrientes que se disputaban la autentica ciudadania: libera

lismo, comunitarismo y republicanismo. Y ahora la mayoria no sabe que hacer con la ciudadania multicultural, el monstruo que indeseadamente ha

contribuido a alumbrar.

Para llegar a ello bueno sera detenerse en la reformulation reciente del

pluralismo como paradigma correcto de nuestro pensamiento.

Volviendo a citar a un autor con quien no comparto su vision global,

pero si la apreciacion que recojo, la puesta en valor actual del pluralismo,

segun Jose Manuel Bermudo, estaria ligada a "la crisis de lo universal, a la

interpretation de verdad como voluntad de poder... De este modo, el plu ralismo se convierte en la autentica metafisica de nuestro tiempo, se eleva

a elemento de identification de nuestra epoca, sea en el orden politico, es

tetico u ontologico"4.

La actual emergencia del pluralismo como paradigma ontologico de

nuestro presente arranca de las lecturas nietzscheanas, postestructuralistas

y postmodernas. Con Nietzsche la verdad se convierte en metafora y vo

luntad de poder, con el estructuralismo y postestructuralismo el mundo

deja de ser wittgenstenianamente "lo que acaece" -un conjunto de feno

menos fisicos- para convertirse, tras el llamado "giro linguistico", en un

lenguaje, conjunto de significantes que anuncian la "muerte del sujeto" como origen del sentido. Foucault desarrollara estas ideas denunciando el

origen disciplinario de las ciencias humanas, describiendo la microfisica

del poder que penetra los cuerpos y las pretensiones de verdad. Derrida

pondra de manifiesto el Falogocentrismo de una metafisica sentenciada a

muerte. Vattimo abanderara el "pensamiento debil" hermeneutico frente a

las nociones esencialistas de verdad. Finalmente Lyotard dictaminara el fin

de los Grandes Relatos o teorias sistematicas omniexplicativas, celebrando

la emergencia de los microrrelatos, la fragmentariedad y la multiplicidad. Todas estas criticas gnoseologicas tienen su contrapartida practica y poll

4 "Individualismo, universalismo, pluralismo" en Pluralismo filosofico y pluralismo politico, Jose

Manuel Bermudo (Coord.), Barcelona, Horsori editorial, 2003. p. 19.

258 Octubre / Diciembre 2008 <^*r-^> T96S fundaci6n para el analisis y los estudios sociales

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CUADERNOS de pensamiento politico

tica con la emergencia de los "otros" invisibilizados por los discursos he

gemonicos: mujeres, homosexuales, minorias culturales... La creation de

los Estudios Culturales en EE.UU. promueve esta "insurrection de los sa

beres sometidos" en contra del "canon occidental", lo que se concreta en

la apuesta postcolonial del multiculturalismo.

Este brevisimo repaso completa un trayecto que, en apenas cuarenta

anos, va de la generacion de un pluralismo gnoseologico y vital, con evi

dentes logros, hasta un repliegue identitario; del multiculturalismo como

apertura a lo multiple a la guetificacion comunitaria, al chantaje multi

cultural, al revanchismo, a lo que Robert Hughes denominara "cultura

de la queja".

DEL PLURALISMO POLITICO AL PLURALISMO CULTURAL

El pluralismo politico liberal tiene su mayor mentor en Rawls. Como es de

sobra conocido, el filosofo americano defiende un liberdlismo prvcedimental que, haciendo abstraction de las creencias personaies, garantiza un plura lismo razonable basado en un consenso superpuesto. El individuo tiene la po

testad, que no la obligation como sostienen los republicanos, de participar en la actividad publica, acatando las leyes consensuadas como justas. El plu ralismo liberal contemporaneo emanado de Rawls y de la herencia ilustrada

postula su neutralidad axioldgica pensando en un consenso universalizable, en un contexto cultural homogeneo, en un nivel general de los valores, que

podria agrupar sin radicales fricciones las creencias o morales personaies.

Supone pues, de forma implicita, un marco cultural comun, que ya no es el

que encontramos en las sociedades heterogeneas contemporaneas. Aun

cuando Rawls o Hayek intentan preservar el criterio universal, la apuesta

por un pluralismo Uevado hasta sus ultimas consecuencias en la situacion so

cial actual conlleva una paradoja autonegadora. El pluralismo, que en prin

cipio garantizaba la libertad frente a diversas creencias, convierte al

liberalismo en una mas de las creencias y estilos de vida, junto a otros que se enfrentan claramente a el defendiendo valores comunitarios. De esta de

riva, conscientemente o no, no escapan pensadores liberates que atenuan la

importancia del consenso y la election rational, como Isaiah Berlin o Mi

^-!___^> T9GS Octubre / Diciembre 2008 259 fundacion para el analisis y los estudios sociales

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<5,DE QUIEN ES LA CIUDADANIA? / ROSA MARIA RODRIGUEZ MAGDA

chael Oakeshott, a favor del pluralismo entendido como coexistencia de

modos de vida. Tal es tambien la option de John Gray5, quien sentencia

que si el liberalismo tiene fiituro es abandonando "la busqueda de un con

senso racional sobre el mejor modo de vida posible", aceptando que los

conflictos de valores no unicamente tienen una solution correcta, pues la di

versidad de modos de vida seria el verdadero baremo de la libertad.

De nuevo parece que, partamos de donde partamos, siempre arribamos al

mismo punto de Uegada: el multiculturalismo como imposition normativa.

Si en la sociedad moderna el liberalismo, por medio de la neutralidad

axiologica, intentaba garantizar el pluralismo que salvaguardaba la liber

tad de creencias, en la sociedad postmoderna, postnacional y postcolonial, el pluralismo nos lleva al multiculturalismo, en el que la pretendida emer

gencia de la diversidad se ha convertido en lo que Amartya Sen denomina

"pluralismo monocultural", con su conformation de guetos identitarios.

Por todo ello me parece que es hora de preguntarnos si un mero libe

ralismo procedimental, que acepta la neutralidad axiologica y la separa tion entre el derecho y la moral, no nos torna vulnerables ante quienes se

sirven del pluralismo para afirmar su comunitarismo identitario. La uni

versalidad, que constituia el telon de fondo de ese pluralismo, ha sido du

ramente criticada incluso desde los sectores liberates; atenuada esta, el

desarrollo del pluralismo lleva en su seno un relativismo peligroso. Del plu ralismo politico pasamos al pluralismo cultural y ello acaba restando legi timidad a los valores en los que pretendia basarse el liberalismo: libertad,

justicia, autonomia del individuo frente a las instancias comunitarias...

Pareceria que las criticas republicanas tendentes a que el Estado pro mueva determinadas virtudes civicas podria paliar este camino hacia el re

lativismo, pues en ultima instancia el ideal republicano no deja de defender

cierta universalidad, la que estaria plasmada en un "humanismo civico" (al estilo por ejemplo de Pocock). Pero no nos engafiemos, el ideal republicano de "ciudadania" conlleva la obligation moral de la participation por en

5 Vease su obra Las cfos caras del liberalismo, Barcelona, Paidos, 2001.

260 Octubre / Diciembre 2008 <3sis^> T9GS fundaci6n para el analisis y los estudios sociales

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CUADERNOS de pensamiento politico

cima y como correctivo de una supuesta, egoista y denostable libertad in

dividual; lo que implica una option politica y alternativa al liberalismo, y convierte la "ciudadania" en un concepto pretendidamente adscrito a las

corrientes socialdemocratas, como claramente se ha manifestado en el

apoyo prestado por Pettit a la politica de Rodriguez Zapatero. Por otro

lado, desde la option republicana del humanismo civico se esta defen

diendo una determinada conception de la "vida buena", la que el Estado

debe a toda costa promover a traves de la inculcation a los ciudadanos de

determinadas virtudes, concretada en una ideologizada "education para la

ciudadania". Curiosamente, frente a la notion fiierte de "ciudadania" -di

gamos patriotica- al estilo frances o norteamericano, asistimos en otros pa

ises, como Canada, Inglaterra y tambien Espana, a una notion blanda de

ciudadania que, basada en conceptos en principio intachables, como soli

daridad, respeto, antirracismo..., sesgadamente nos vuelve a Uevar por otro

camino a la misma meta: el multiculturalismo como ideal normativo.

El socialismo, adoptando como nuevo alimento ideologico el republi canism? tras su abandono del marxismo, pretende neutralizar a dos de sus

enemigos: el liberalismo y la confesionalidad.

a) El liberalismo axiologicamente neutro queda presentado como neoli

beralismo desentranado, logica del mercado y la explotacion, imperia lismo frente al cual es necesaria una regeneration moral.

b) El laicismo, en Espana, tiene como fin, mas o menos oculto, acabar con

los supuestos privilegios de la Iglesia catolica en su identification con el

pensamiento conservador, a traves del lema de que todas las creencias

tienen los mismos derechos, minimizando el peso historico de la cris

tiandad en la tradition cultural europea.

Si antes habia seiialado la paradoja del liberalismo, el socialismo no esta

libre de su propio devenir paradojico. Al intentar atacar los valores libera

tes occidentales, el socialismo cae en el relativismo cultural; al defender los

derechos identitarios de las "comunidades oprimidas", el socialismo da co

artada a quienes niegan las virtudes civicas de la democracia, como puede

apreciarse en ese confiiso maridaje de un creciente islamoizquierdismo,

^-___^ IGiGS Octubre / Diciembre 2008 261 fundaci6n para el analisis y los estudios sociales

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^DE QUIEN ES LA CIUDADANIA? / ROSA MARIA RODRIGUEZ MAGDA

pretendidamente legitimado en la lucha contra el imperialismo americano

y el sionismo. La participation civica como garantia de una ciudadania

igualitaria puede, a pesar de sus ventajas, conllevar el igualitarismo de todas

las opciones culturales. Asi pues, la paradoja del socialismo se plasma en

que, por un lado, defiende las virtudes civicas, una conception de la vida

buena, lo que desemboca en un dirigismo estatalista; mientras que, a la vez,

por medio del enfasis en el corolario de dichas virtudes: la solidaridad, el

respeto y el antirracismo, a traves de un buenismo multicultural, cae en el

relativismo, en el pluralismo no axiologico que criticaba en el liberalismo.

Volvamos pues a la pregunta que postulaba mas atras, des hoy efectivo

un mero liberalismo procedimental en una sociedad multicultural con un

claro avance de los comunitarismos nacionalistas y los comunitarismos

identitarios, sobre todo presentes estos ultimos en las comunidades mu

sulmanas radicadas en Europa?

El pluralismo liberal de los origenes, me remito a Kant y Stuart Mill, par tia, como he senalado, de un marco comun de valores universales. Ese

marco comun se ha mantenido, para el pensamiento contemporaneo, in

cluso durante la epoca de la Guerra Fria, situado en el enfrentamiento de

mocracia/totalitarismo, con el supuesto izquierdista de que la democracia

liberal no era una real democracia y el comunismo constituia un garante de la igualdad. Tampoco estamos ya en la situacion en la que los enfrenta

mientos academico-politicos entre liberates y comunitaristas eran formas

revisadas y criticas de profundizar en la libertad y el arraigo de los indivi

duos en pos de la verdadera democracia. Ese marco comun de racionalidad

y valores se ha roto con el llamado choque de civilizaciones Occi

dente/Islam, en el que la dialectica se juega entre democracia/teocracia, y donde incluso las declaraciones islamicas de derechos del hombre juzgan la

Declaracion Universal de Derechos Humanos como producto sesgado al

servicio de intereses occidentales, frente a la sharia como fiindamentacion

superior, negando la separation entre el Estado y la religion, base inapela ble del Estado de Derecho en Occidente. Frente al comunitarismo islamico,

que utiliza en beneficio propio los argumentos del comunitarismo filoso

fico y del multiculturalismo, la critica postcolonial al imperialismo de Oc

cidente y el sentido de culpa que este mismo ha introyectado, necesitamos

262 Octubre / Diciembre 2008 <^r^ T96S fundacion para el analisis y los estudios sociales

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CUADERNOS de pensamiento politico

una version fiierte del liberalismo que sepa oponer sus valores como con

tenidos innegociables y no como mera metodologia de gestion del plura lismo. Y mas aun, si, como he pretendido demostrar, desde el liberalismo, el republicanismo y el pluralismo postmoderno todos los caminos nos He

van a un enaltecimiento del multiculturalismo normativo. Pues si bien ha se

iialado Sartori, el multiculturalismo acaba con el pluralismo, es preciso

poner de manifiesto como el desarrollo dirigido del pluralismo ha dado

lugar a un multiculturalismo que es su misma negation.

Desde postulados estrictamente rawlsianos, la ensenanza de las virtudes

civicas deberia inculcar unicamente las condiciones de un liberalismo po

litico, pero no los elementos de un liberalismo como doctrina comprensiva. Con ello se pretende sortear el dirigismo republicanista. Pero considero

que, dada la actual situacion, negarnos a inculcar incluso los valores de la

autonomia y de la individualidad, para no caer en la defensa de una deter

minada conception de la vida buena, torna a las sociedades occidentales

extremadamente debiles frente a chantajes multiculturalistas. El liberalismo

no debe tener miedo a defender sus valores como ideales comprensivos; la

autonomia y la libertad no son meras reglas de juego: componen un ideal

moral y politico que hunde sus raices en la imagen y la fiierza que Occi

dente ha creado de si. Hay que pensar en cual es la identidad comunitaria

occidental, europea, espanola, con un patriotismo ligado no solo a la na

tion, sino incluso a la civilization propia. La neutralidad axiologica con la

que Occidente ha pretendido construirse nos torna fragiles ante quienes se sirven del pluralismo para afirmar su comunitarismo identitario. Si un

pais, si un continente, quiere defender sus senas de identidad, debe enten

der el pluralismo dentro de estas no como un pluralismo cultural que re

lativiza e iguala su cultura a cualquier otra. Se es ciudadano de una nation, se es ciudadano -en nuestro caso- de la Union Europea, y se es ciudadano

por el compromiso y el ejercicio de los valores de libertad, autonomia y jus ticia, que se enmarcan en los principios universales que hemos deseado

otorgarnos en la herencia de nuestra propia historia.

<~~<*r^> T96S Octubre / Diciembre 2008 263 fundaci6n para el analisis y los estudios sociales

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