construcción de políticas para corredores biológicos: ¿hacia un co- manejo adaptativo

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Construcción de políticas para corredores biológicos: ¿Hacia un co-manejo adaptativo? Celia Ruiz de Oña Plaza 1 Federico Morales Barragán 2 Resumen La gobernanza ambiental promete un manejo de los recursos adaptado a la naturaleza compleja de la gestión ambiental, así como una conducción política más participativa, legítima e incluyente de una gran variedad de visiones e intereses. Aquí se presenta una experiencia inspirada en la perspectiva de la gobernanza ambiental con el afán de explorar los anteriores supuestos. Se trata de una iniciativa de definición colectiva de política pública para corredores biológicos en Honduras que se enmarca en un programa de cooperación sur-sur entre México y Honduras y que financia la Agencia de Cooperación Internacional Japonesa (JICA). Como resultado de esta iniciativa, un nutrido grupo de actores sociales construyeron una propuesta de gestión ambiental para corredores biológicos en Honduras. En este trabajo analizamos qué tanto se acerca esta propuesta a las claves del manejo adaptativo, cuyo fundamento es la gestión ambiental compleja. Para ello 1 PROIMMSE UNAM IIA. [email protected] ; [email protected] ; teléfonos: 967 67 8 29 97, 967 67 8 14 91. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. 2 PROIMMSE UNAM IIA. [email protected] . 1

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Construcción de políticas para

corredores biológicos: ¿Hacia un

co-manejo adaptativo? Celia Ruiz de Oña Plaza1

Federico Morales Barragán2

Resumen

La gobernanza ambiental promete un manejo de los recursos adaptado

a la naturaleza compleja de la gestión ambiental, así como una

conducción política más participativa, legítima e incluyente de

una gran variedad de visiones e intereses. Aquí se presenta una

experiencia inspirada en la perspectiva de la gobernanza

ambiental con el afán de explorar los anteriores supuestos. Se

trata de una iniciativa de definición colectiva de política

pública para corredores biológicos en Honduras que se enmarca en

un programa de cooperación sur-sur entre México y Honduras y que

financia la Agencia de Cooperación Internacional Japonesa (JICA).

Como resultado de esta iniciativa, un nutrido grupo de actores

sociales construyeron una propuesta de gestión ambiental para

corredores biológicos en Honduras. En este trabajo analizamos qué

tanto se acerca esta propuesta a las claves del manejo adaptativo,

cuyo fundamento es la gestión ambiental compleja. Para ello

1 PROIMMSE UNAM IIA. [email protected] ; [email protected] ;

teléfonos: 967 67 8 29 97, 967 67 8 14 91. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.2 PROIMMSE UNAM IIA. [email protected] .

1

contrastamos las características básicas del manejo adaptativo

con los lineamientos de la propuesta de gestión ambiental para

corredores en Honduras. A continuación, se presenta un breve

panorama de las formas políticas predominantes en Honduras.

Se observa una tensión entre el carácter adaptativo, incluyente y

multidimensional de la propuesta y las formas de hacer política

ambiental en Honduras, más cercanas al tipo de regulación de

comando y control, vertical y centralizado. El caso de estudio

pone de manifiesto las limitaciones del enfoque de co-manejo

adaptativo cuando se inserta en un ambiente institucional poco

receptivo a sus propuestas, a la vez que cuestiona la promesa de la

gobernanza ambiental.

Introducción: corredores biológicos como sistemas dinámicos y

complejos

La gestión de corredores biológicos es una de las estrategias de

conservación ambiental que más desafíos plantea a la hora de

armonizar las dimensiones sociales, políticas, económicas y

ecológicas de los territorios que los comprenden. Aumentar la

conectividad del paisaje implica identificar y delimitar

porciones de terreno de acuerdo a parámetros ecológicos con el fin

de que enlacen ecosistemas fragmentados . A pesar del discurso que

plantea una construcción participativa e integral de la política

que trascienda el conservacionismo biologicista, la prevención de

la extinción de especies y la promoción de una cobertura vegetal

continua han sido, hasta fechas recientes, los principales

objetivos de gestión dentro de los corredores biológicos (Crooks &

Sanjayan, 2006, pp. 2-3) .

2

De igual forma, el proceso de definición de un corredor biológico

se ha sustentado en una visión restrictiva, puramente

biologicista, dejando fuera consideraciones sociales y

económicas (Holling, Gunderson & Ludwig, 2002, pp. 8-9) .

Desde esta visión reduccionista no es posible dar cuenta del alto

grado de complejidad inherente a los corredores biológicos, fruto

de la heterogeneidad espacial, social y económica. Una

alternativa es entenderlos desde la perspectiva de los sistemas

dinámicos complejos, caracterizados por dinámicas no-lineales,

cambios abruptos y espontáneos, múltiples equilibrios y ciclos de

retroalimentación positiva y negativa (Boyd & Folke, 2012a, p. 3;

Karkkainen, 2002, pp. 3-4; Pahl-Wostl, 2007, p. 563; Plummer &

Armitage, 2010, pp. 10-11).

Este acercamiento permite visualizar los corredores biológicos

como sistemas socio-ecológicos de alta complejidad, en los que el

componente ecológico y el social se perciben como

inextricablemente unidos y afectándose mutuamente (Westley et al.

2002).

Lo anterior tiene importantes implicaciones tanto en el ámbito

operativo de la gestión como en el de la definición de políticas

públicas que contemplen el carácter complejo de estos espacios

(Pahl-Wostl, 2007, p. 568; Plummer & Armitage, 2010, pp. 4-5).

Esto significa tomar en consideración la heterogeneidad espacial

y social reflejada en el amplio rango de hábitats que comprenden

los corredores biológicos, sometidos a diversos usos de tierra en

competencia y escenario de profundos conflictos de intereses;

implica, también, considerar cómo las acciones llevadas a cabo en

los corredores biológicos se manifiestan a diferentes escalas

3

ecológicas y a través de diferentes límites administrativos

(Armitage et al., 2009; Norberg & Cumming, 2008, p. 17) .

Una aproximación dinámica y compleja de la gestión ambiental es

especialmente idónea para los países de América Latina, en los que

muchas de las áreas designadas como corredores biológicos están

manejadas por poblaciones campesinas pobres o en poder de grandes

propietarios, cuyos patrones de uso de la tierra, en ambos casos y

por circunstancias diferenciadas, obedecen, a menudo, a una

lógica de producción disociada del uso sostenible de los recursos

naturales. Este enfoque permite reconocer e integrar la asimetría

extrema que caracteriza la distribución de la tierra en América

Latina, la cual tiene severas consecuencias económicas,

políticas, sociales y ambientales (Norberg & Cumming, 2008, p.

26).

Con las consideraciones arriba expuestas, este documento se

enfoca en una experiencia de definición conjunta de política

pública para corredores biológicos en Honduras, que contó con el

apoyo financiero y logístico de la Agencia de Cooperación

Internacional Japonesa (JICA) y que se configuró como un proyecto

de cooperación triangular entre México, Honduras y Japón.

El primer objetivo de este trabajo es identificar rasgos de una

visión compleja de la gestión ambiental en los lineamientos de

política pública para corredores biológicos. El segundo es

valorar si las condiciones del contexto político más amplio están

en consonancia con la propuesta de política y permiten su puesta en

práctica. Se pretende entender un poco más cómo funcionan estas

experiencias de gobernanza ambiental, que desde la cooperación

internacional se promueven cada vez más.

4

Con este fin, en la primera parte de este trabajo se revisa una de

las perspectivas de gestión ambiental que más explícitamente

trata de abordar la complejidad ambiental, como es el co-manejo

adaptativo. A continuación se liga este enfoque operativo con el

ámbito político, a partir de los enfoques de la gobernanza

ambiental. A partir de esta revisión teórica, identificamos

cuales son las características básicas de una gestión co-

adaptativa y caracterizamos los lineamientos de política para

corredores biológicos. Esta caracterización permite dar cuenta

del tipo de manejo ambiental que promueven los lineamientos y de

qué tanto ésta se acerca a una gestión compleja de tipo adaptativo.

Finalmente, se destacan los rasgos más predominantes del contexto

político general hondureño para ver si entran en contradicción o

no con las formas de gestión ambiental propuesta en los

lineamientos.

La gestión ambiental adaptativa y su enlace con la gobernanza

ambiental

Por gestión de los recursos ambientales se entiende un conjunto de

actividades de análisis y monitoreo, de desarrollo e

implementación de medidas para mantener el estado de los recursos

en niveles óptimos (Pahl-Wostl, 2009, p. 355) . Tradicionalmente,

la gestión de los recursos naturales y la protección del entorno se

ha llevado a cabo bajo el enfoque de “comando y control” (Armitage

et al., 2009, p. 95; Pahl-Wostl, 2007, p. 561) . El modelo de

comando y control, también conocido como top-down, emerge antes de

los años 60 y se caracteriza por una gestión ambiental

preservacionista que prohíbe la presencia de poblaciones en las

5

áreas de reserva así como el aprovechamiento de sus recursos

naturales, los cuales son sujetos de una regulación exclusiva por

parte del Estado (Romero et al., 2012). Este modelo aborda la

complejidad fragmentando el sistema en pequeñas piezas inconexas

que no toman en cuenta sinergias e interdependencias

ecosistémicas (Karkkainen, 2004, pp. 78-79). De esta forma, el

carácter tecnocrático y mecanicista de la gestión ambiental desde

el comando y control niega la complejidad de los sistemas socio-

ambientales así como la dimensión humana de los mismos (Armitage

et al., 2009, p. 95; Pahl-Wostl, 2009, p. 354).

Las principales críticas a la gestión por comando y control tienen

que ver con la incapacidad de las burocracias centralizadas para

responder a las rápidas transformaciones socio-ambientales que

están teniendo lugar a todas las escalas; con su limitación para

abordar la incertidumbre inherente a los sistemas socio-

ambientales; con la persistencia de asunciones convencionales

sobre la certidumbre científica y el lugar relevante de los

expertos en la toma de decisiones; con los elevados costos

económicos asociados al cumplimiento y a la aplicación de

regulaciones ambientales y finalmente con la falta de abordaje de

los conflictos políticos, la mayoría de los cuales se

caracterizan por la polarización de posiciones de los actores

involucrados (Armitage et al., 2009, p. 95; Karkkainen, 2004, p.

79; Plummer & Armitage, 2010, p. 4).

A pesar de la persistencia del enfoque de comando y control, sus

limitaciones están bien documentadas en la literatura, a partir

sobre todo del trabajo seminal de Holling y Meffe (1996). Holling y

Meffe demuestran como el enfoque de comando y control acaba

6

reduciendo la variación natural del ecosistema, lo que a su vez

repercute su resiliencia.

Modelos subsecuentes de gestión ambiental fueron desarrollándose

con la inclusión del tema de la participación social y de la

integración con objetivos de desarrollo (Romero et al., 2012,).

Hoy en día s e argumenta que nos encontramos en transición hacia un

nuevo paradigma que sea capaz de tratar con la incertidumbre y los

acelerados cambios sorpresivos de los sistemas complejos: el co-

manejo adaptativo (Allan, Curtis, Stankey & Shindler, 2008, p.

168) .

Esta perspectiva toma por un lado, del enfoque de co-manejo

colaborativo, la propuesta de incluir en la gestión ambiental y en

la toma de decisiones a los actores involucrados en un asunto

ambiental, de tal forma que se comparta con el gobierno y otros

gestores, derechos y responsabilidades (Armitage, Berkes &

Doubleday, 2007, p. 2) . Entre las diversas formas que toma esta

perspectiva se encuentran el enfoque de conservación y desarrollo

integrado, gestión participativa de los recursos naturales,

investigación-acción participativa, descentralización y

devolución o gestión comunal de los recursos locales (Boyd &

Folke, 2012, p. 2; Romero et al., 2012).

Por otro lado, fusiona la idea de co-manejo con las propuestas del

manejo adaptativo que enfatizan el aprender-haciendo, en el

sentido de aprender de experiencias de manejo pasadas; trata de

aplicar los patrones de análisis de los sistemas dinámicos

complejos a los ecosistemas con el objeto de fomentar la capacidad

de resiliencia, asumiendo influencias tanto de abajo a arriba como

viceversa (panarquía) y comprendiendo que los procesos y las

7

dinámicas de un sistema están ligados a través de escalas (Holling

et al., 2002; Walker et al., 2006, p. 14) ; entiende la gestión como

un proceso de experimentación de ensayo y error que no necesita de

una planificación exhaustiva que la enmarque y la someta a un curso

de acción determinado, si no que permita reestructurar acciones

programadas de acuerdo a las necesidades del momento (Allan et

al., 2008, p. 168) .

Esta fusión de perspectivas, brevemente presentadas, pretende

asumir la incertidumbre, la inestabilidad de los sistemas socio-

ambientales, la necesidad de combinar conocimiento científico no-

reduccionista y experiencia local, así como la promoción de reglas

flexibles definidas conjuntamente, todo ello para generar

aprendizaje social. El enfoque de co-manejo adaptativo es

entonces un enfoque de gestión de los recursos naturales flexible,

que opera a través de múltiples niveles y con un amplio espectro de

organizaciones locales y no locales (Armitage et al., 2007, p. 5).

Gobernanza ambiental reflexiva: incierta, interactiva,

multidimensional y conflictiva

La gestión de la complejidad requiere de sistemas de gobernanza

capaces de lidiar con la incertidumbre y la inestabilidad (Boyd &

Folke, 2012, pp. 2-3; Pahl-Wostl, 2007, pp. 563-564) . De acuerdo a

Armitage y colaboradores (2009: 96) , la incertidumbre ecológica y

social es inherente a la gobernanza, y la mejor forma de abordarla

es a través de procesos colaborativos y desde la inclusión de

múltiples fuentes y tipos de conocimiento como elementos básicos

para la resolución de conflictos. Esta perspectiva de la

gobernanza ambiental recibe el nombre de gobernanza reflexiva. El

8

manejo adaptativo es uno de los diseños operativos específicos del

giro deliberativo y reflexivo de la gobernanza (Voß & Bornemann,

2011, pp. 2) . Bajo este enfoque, los procesos de gobernanza

ambiental tienen que ver con la habilidad de involucrar a los

actores sociales en coaliciones efectivas, caracterizadas por un

flujo regular de información, por la capacidad de compartir

conocimiento y de construir una visión conjunta del problema a

enfrentar que lleve, finalmente, a un proceso de aprendizaje

social (Voss & Kemp, 2006, p. 20) .

No obstante, conviene señalar que el concepto de gobernanza

(ambiental) se entiende de diferentes maneras, dependiendo del

enfoque normativo, teórico y disciplinario elegido (Lemos &

Agrawal, 2006, pp. 298-299; Plummer & Armitage, 2010, pp. 4-5;

Rhodes, 1996, pp. 653-659; Treib, Bähr & Falkner, 2007, pp. 5-6).

En este trabajo se elige una definición amplia del término

gobernanza que subraya la multiplicidad de procesos políticos y de

relaciones a través de las cuales el Estado y los actores no

estatales interaccionan, dando lugar a una variedad de

implicaciones políticas:

“Gobernanza es un concepto usado para subrayar lanaturaleza cambiante del proceso político en décadasrecientes. En particular, nos sensibiliza ante lavariedad de escenarios y de actores involucrados en ladefinición de política pública. Así, la gobernanzademanda que tomemos en cuenta a todos los actores y susáreas de influencia en la hechura de políticas allá delgobierno central. “ (Richards and Smith 2002 in Leach, Scoones & Stirling, 2010, pp 68)

Implícita en esta definición, está el reconocimiento de que en la

gobernanza moderna el Estado no es capaz de lidiar por sí mismo con

la naturaleza compleja de los asuntos sociales, especialmente de

9

los ambientales (Mayntz, 2001, pp. 2-3) . Más que una “gobernanza

sin gobierno” (Rhodes, 1996, p. 667) , se apunta aquí a un cambio en

la forma de conducción de los asuntos públicos y en el papel jugado

por el Estado. Un nuevo estilo de conducción que no tiene una única

expresión y que depende, en gran manera, de los asuntos a dirigir y

de los contextos institucionales y políticos de origen (Voß &

Bornemann, 2011, p. 2).

De lo anterior se deriva que la diversidad institucional y

organizacional puede ser el modo más efectivo de acercarse a la

complejidad. Esta idea toma forma en la denominada “hipótesis de

la diversidad”, según la cual, aquellos sistemas de gobernanza

configurados de manera policéntrica e híbrida en articulaciones

de actores heterogéneos que operan a través de múltiples escalas,

tienen mayores probabilidades de enfrentar la incertidumbre y la

inestabilidad características de los sistemas socio-ambientales

(Duit, Galaz, Eckerberg & Ebbesson, 2010, p. 367; Newig & Fritsch,

2009, pp. 199-200).

Dentro de esta diversidad organizacional, la emergencia de nuevos

modos de gobernanza ambiental, como la gobernanza en red o los

partenariados de actores públicos y privados, se consideran más

flexibles y adaptables a circunstancias inesperadas y sorpresivas

(Dedeurwaerdere, 2005, pp. 11-12; Duit et al., 2010, p. 366; Klijn

& Koppenjan, 2006, pp. 154-155; Pahl-Wostl, 2009, p. 357) .

Se asume, también, que estas nuevas formas de gobernanza ambiental

promueven mayores niveles de transparencia, rendición de cuentas

y efectividad, asunción que se inscribe bajo la etiqueta de “la

promesa de la gobernanza ambiental” (Bäckstrand, Khan, Kronsell &

Lövbrand, 2010, p. 15; Glasbergen, 2007, p. 12; Hahn, 2011)

10

Existe un fuerte componente normativo en esta aproximación a la

gobernanza ambiental, que asume una profundización de la práctica

democrática basada en el giro reflexivo y deliberativo señalado

arriba (Bäckstrand et al., 2010, pp. 10-11) . Más que ofrecer

soluciones en relación a cómo los gestores deben lidiar con

problemas de gobernanza complejos, el acercamiento de la

gobernanza reflexiva y deliberativa empieza por tratar de

entender el comportamiento de los actores y las formas con las que

se enfrentan a estos problemas, imbuidos en los contextos

políticos particulares (Voß & Bornemann, 2011). Se valora la

presencia de una pluralidad de valores y visiones (Smith, 2003, p.

5) , se asume la incertidumbre y la existencia de objetivos

ambivalentes, se enfatiza la desigualdad en la distribución del

poder y se entiende cualquier proceso como una oportunidad para

generar aprendizajes colectivos; (Leach, Scoones & Stirling,

2010, p. 74; Voss, Newig, Kastens, Monstadt & Nölting, 2007, pp.

194-196) . Componentes, todos ellos, inevitables de los procesos

de gobernanza ambiental. Cómo tomarlos en cuenta e integrarlos a

la toma de decisiones, es el gran reto de los procesos de

definición conjunta de política pública.

El ámbito de lo político y su vinculación con el co-manejo

adaptativo: dimensiones, escalas y parámetros generales

Los procesos de gobernanza reflexiva interaccionan con la

realidad política de los contextos donde se desarrollan, los

cuales influencian su funcionalidad y afectan su efectividad. Sin

embargo y de acuerdo a Voβ y Bornemann (2011) , la dimensión

política no está contemplada en el diseño de estrategias de manejo

11

adaptativo, así como tampoco lo está el hecho de que estos procesos

se insertan en contextos políticos más amplios. De ahí, que estos

autores desarrollen un marco analítico de dimensiones y niveles de

política que permite dar cuenta de la naturaleza trans-escalar de

nuestro caso de estudio, así como contextualizarlo. La figura 1 es

una adaptación de este marco analítico acorde a las dimensiones de

política y sus niveles correspondientes abordados en este

trabajo.

Fig. 1 Marco analítico delimitando niveles de análisis y dimensiones para cada nivel.

Los círculos concéntricos representan la interconexión entre escalas y dimensiones.

(Adaptado de Voß, Jan-Peter y B. Bornemann 2011).

Por su parte y hasta la fecha, los m arcos elaborados para evaluar

el co-manejo adaptativo son bastantes generales y poco

desarrollados (Armitage et al., 2009; Pahl-Wostl, 2009; Plummer &

Armitage, 2007) . A partir de las propuestas de los anteriores

autores construimos un esquema de valoración de corte cualitativo

12

que señala presencia o ausencia de características relacionadas

con el co-manejo adaptativo, explicitadas en la tabla 1.

Tabla 1 Dominios y parámetros genéricos para valorar presencia de

características del co-manejo adaptativo en los lineamientos de política

pública para corredores biológicos de Honduras. (Fuente: adaptado de R.

Plummer & D. Armitage, 2007)

EJES ANALÍTICOS DEL CO-MANEJO ADAPTATIVODominios Parámetros Genéricos

Sistema ecológico Interrelación entre componentes del sistema Resiliencia ambiental

Visión ecosistémica trans-escalar Diversidad funcional

Memoria ecológica y continuidad Sistemas de producción local

Socioeconómico y medios de vida Aumentar la renta Aumentar bienestar

Reducción de pobreza Disminución vulnerabilidad

Uso sostenible recursos Instituciones y procesos Comunicación, educación y negociación

Toma de decisiones transactiva Aprendizaje social

Múltiples tipos de actores Conexiones a través de múltiples escalas Desarrollo de visiones compartidas

Acciones compartidas trans-escalas Coordinación intersectorial Coordinación en red

Fomento del diálogo y del intercambio de saberes y visiones

Múltiples tipos de información y de sistemas de conocimiento

Equidad y eficiencia

Finalmente, este trabajo retoma el concepto de instituciones

desde la perspectiva evolucionista que desarrolla el campo de la

economía institucional y que concibe las instituciones como

sistemas de reglas sociales establecidos e interiorizados, que

estructuran la interacción social. La agencia humana se concibe

13

como un proceso de selección a través de hábitos y rutinas, algunos

de las cuales son retenidos, adaptados y transformados, mientras

que otros son desechados (Hodgson, 2006, p. 18) . El aprendizaje es

central a esta perspectiva y se entiende como un proceso de

transformación y reconstrucción de nuevos hábitos, rutinas y

marcos mentales (Hodgson, 1998, p. 175) . La historia y la cultura

son entonces parte constitutiva de las instituciones por lo que es

necesario revelar como grupos particulares de hábitos se insertan

y refuerzan por instituciones sociales específicas (Hodgson,

2006, p. 7).

El proceso deliberativo de la definición conjunta de

lineamientos de política pública para Corredores Biológicos

en Honduras

Uno de los esfuerzos más complejos y ambiciosos para conectar

paisajes fragmentados es el Corredor Biológico Mesoamericano

(CBM), conformado oficialmente en el año 1997 durante la XIX

Cumbre Presidencial de Centroamérica. El CBM es una iniciativa de

conservación transnacional y regional integrada por los siete

países centroamericanos y los tres estados sureños de México

(Chiapas, Tabasco y Yucatán). El objetivo de la iniciativa era

lograr la interconexión de los ecosistemas que integran el Sistema

Centroamericano de Áreas Naturales Protegidas, con el fin de

conservar la biodiversidad y de promover un uso sustentable de los

recursos naturales (CCAD, GEF, GTZ & PNUD, 2005, pp. 6-7).

El Global Environmental Facility (GEF) y la Agencia Alemana de

Cooperación Internacional (GIZ) financiaron esta iniciativa por 6

años consecutivos. La coordinación quedó en manos de la Comisión

14

Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), agencia que

aglutina a los ministros de medio ambiente de los países

centroamericanos y de México, y la representante de los asuntos

ambientales del Sistema de Integración de Centroamérica (SICA).

El papel de la CCAD era el fomento de la cooperación y de

estrategias sinérgicas a lo largo de los territorios del CBM

(Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo, 2009, p. 11).

Como resultado de este proceso, en Honduras, se definieron diez

macro corredores biológicos. En el 2001, se ejecuta el “Programa

de Consolidación del CBM” (PPCBM) en el Corredor del Atlántico

Hondureño (CAH) 3 (CCAD et al., 2005, p. 9) . Posteriormente, entre

el año 2009 y 2012, otro importante proyecto se desarrolla en el

mismo corredor, el Proyecto PROCORREDOR, una iniciativa

3 El Corredor Biológico del Caribe Hondureño- CBCH, es un espacio geográfico limitado, con una superficie de 656,483.12 h ectáreas y se extiende desde las

márgenes del Río Chamelecón, en el Parque Nacional Janeth Kawas,  hasta el Río Aguán, en la Reserva de Vida Silvestre Laguna Guaimoreto. Abarca los 8

municipios de Atlántida y parte de 9 municipios de los departamentos de Cortés, Yoro y Colón, en el noreste de Honduras.

Alberga 10 áreas protegidas que significan un 45 % del CBCH, que fomentan la conectividad biológica, económica y social que caracteriza los corredores

biológicos. En el CBCH hay especies únicas en el mundo, peces como el Cuyamel - Juturus

Picharbii , especie endémica,  como el Manatí, mamífero acuático que está en peligro de extinción, encontrado en el Refugio de Vida Silvestre Cuero y Salado,

aves como el Oreol,  una de las aves migratorias que vienen a pasar el invierno de Canadá para asentarse en la Mosquitia hondureña pasando por el corredor del

Caribe . Se considera que es el corredor biológico del país con mayor biodiversidad biológica. Dentro de su demarcación está representada una amplia

gama de ecosistemas y ecorregiones que van desde bosque latifoliado, manglares, humedales, campos de algas, marismas salinas, playa arenosa, bosque inundable, costa rocosa, estuarios, dunas, marisma costera, cuevas de caliza y

arrecife en parche principalmente. Caracterización del Corredor Biológico del Caribe Hondureño en www.rehdes.jimdo.org (Red Ecologista Hondureña para el Desarrollo

Sostenible) accedido en agosto del 2011; y www.procorredor.org , accedido en marzo del 2013).

15

financiada por la Unión Europea (www.procorredor.org).

PROCORREDOR es el punto de partida para la experiencia de

definición de política pública que despega en el año 2011 y que

busca integrar las estrategias de gestión de éste y de otros

proyectos de corredores biológicos en Honduras a través de una

definición participativa de lineamientos que tomaran la forma de

una política pública para corredores.

En enero del 2011 y a petición de los gestores de PROCORREDOR, la

sede hondureña de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón

(JICA) comenzó un proceso de cooperación Sur-Sur entre México y

Honduras, a través de su Programa de Partenariado Japón-México

(PPJM). Bajo este programa, la JICA envía expertos mexicanos en la

gestión de corredores biológicos para colaborar con sus homólogos

hondureños en el fortalecimiento institucional de los corredores

hondureños. En una primera visita, y tras un diagnóstico rápido

por parte de expertos de la Comisión Nacional para el Conocimiento

y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), ambas partes coinciden con la

necesidad de contar con un sustento político que integrara las

iniciativas divergentes que en distintos corredores biológicos de

Honduras estaban sucediéndose (Martha Rosas, Directora de

Vinculación y Cooperación de la Coordinación General de

Corredores y Recursos Biológicos, comunicación personal, 5 de

septiembre, 2013). La tabla 2 detalla las diferentes fases que se

desarrollan a partir de este primer diagnóstico.

16

Tabla 2 Programa de Partenariado Japón-México (JMPP por sus siglas en inglés):

“Especialistas Mexicanos en apoyo al Proyecto PROCORREDOR”. Pasos hacia la definición

conjunta de una propuesta de política pública para corredores biológicos en Honduras

(Fuente: preparado por los autores).

“EXPECIALISTAS MEXICANOS EN APOYO AL PROYECTO PROCORREDOR” en el marcodel Programa de Partenariado Japón-México (JMPP en inglés).

Etapas y actividades Resultados por etapa

Actores responsables en cada etapa

1. Diagnóstico de la gestión del Corredores Biológico del Atlántico Hondureño: PROCORREDOREnero, 2011

Se identifica la necesidad de estandarizar la gestión de CB, sustentado en una política pública o encomponentes de la misma

CBM-HON Y CBM-MEX

2. Seminarios de “Gobernanza Ambiental” fomentar un proceso participativo para definir lineamientos de política para corredoresAgosto, 2011 y diciembre,2011

Armonización de intereses, visiones yestrategiasDefinición de lineamientos básicos para propuesta de política pública.

Programa Multidisciplinario para Mesoamérica y elSudeste (PROIMMSE) dela Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

3. Análisis comparativo de legislación ambiental de Honduras y MéxicoMarzo, 2012 a Junio, 2012

Identificada posibilidad de reajuste legislativa mediante norma técnica de forma rápida y efectiva para la gestión de corredores biológicosen Honduras

Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CENDA)

Ronda de entrevistas de incidencia y comunicaciónMarzo, 2012

Comunicar resultados de los seminarios al Ministro de la SERNA y de ICFInformar e involucrara actores clave identificados durantelos seminarios de La Ceiba AMONH: Asociación Nacional de Municipios de

Experto hondureño en gestión ambiental y consultor de JICA, UNAM y CENDA

17

HondurasCOHEP: Consejo Hondureño de la Empresa PrivadaSEPLAN: Secretaría Técnica de Planificación y Cooperación ExternaOtros expertos en el tema

4. Socialización del borrador de lineamientos definidos en el Corredor Biológico del CaribeFebrero, 2012 a Abril, 2012

Cuatro corredores biológicos explorados

Especialista hondureño en gestión ambiental y consultorde JICA

5. Proceso interactivo para ajustar y desarrollar norma técnicapara corredores biológicosJunio-2012 a Noviembre, 2012

Reglamento para corredores biológicos Abogada ambiental

hondureña, consultorade JICA

6. SistematizaciónAgosto, 2012 a Marzo, 2013

Ronda de entrevistas en La Ceiba: agosto 2012Ronda de entrevistas en Tegucigalpa: enero-febrero 20132 cuestionarios para cada fase del proyecto

PROIMMSE UNAM

Comienza, entonces, un proceso de definición conjunta de política

pública que se focaliza inicialmente en el Corredor Biológico del

Atlántico Hondureño, a partir de ahora Corredor del Caribe

Hondureño. La iniciativa se configura como un proceso

deliberativo en la que investigadores de la Universidad Nacional

Autónoma de México (UNAM) actúan como mediadores y facilitadores.

Entre julio del 2011 y marzo del 2012 tuvieron lugar una serie de

18

sesiones de trabajo en los que participaron representantes de

diversos sectores sociales y de diferentes escalas

administrativas. La composición de los participantes queda

reflejada en la figura 2. Fig. 2 Tipos de actores por sector participantes en el proceso de definición de política

pública

En un primer momento las sesiones de trabajo se centraron en

sensibilizar a los participantes con el significado de los

procesos de gobernanza ambiental y sus desafíos, como la gestión y

la coordinación en red. A partir de ahí, y haciendo uso de

dinámicas participativas, se construye una visión común sobre la

problemática de los corredores biológicos; se realiza también un

mapeo de actores valorando su influencia, su poder y su interés;

finalmente se configura una posible red de coordinación y

monitoreo de acciones, así como para la incidencia política. Se

procede entonces a estructurar los lineamientos de política

partiendo de la definición de un objetivo general, problemas

claves, objetivos específicos por problema y líneas de acción para

cada objetivo específicos (ver tabla 3). Lo anterior conforma el

19

primer borrador de lineamientos de política que debería

socializarse en el resto de los corredores biológicos.

A pesar del desequilibrio en la representación de los sectores

participantes, (predominio de los actores gubernamentales y

escasez de representantes de los sectores productivos y de

asociaciones afro-caribeñas), se conformó una propuesta que

aspiraba a representar los diversos intereses presentes en los

territorios del Corredor del Caribe Hondureño (ver tabla 3).

El proceso de socialización de estos lineamientos tuvo lugar entre

febrero y abril del 2012 y quedó ya en manos hondureñas. Se

socializaron los resultados de las sesiones de trabajo en cuatro

corredores de los ocho que estaban contemplados. Dificultades

administrativas y la coincidencia con diversas actividades

políticas impidieron completar la ronda de socialización (Sergio

Midence, consultor externo de JICA, comunicación personal, 15 de

marzo, 2012).

De manera simultánea, el proyecto designa a un equipo de abogados

ambientales mexicanos para elaborar una síntesis comparativa de

la legislación ambiental de Honduras y México con el fin

esclarecer el apoyo legislativo vigente para los corredores en

ambos países.

Los resultados preliminares de esta evaluación legislativa

mostraron que Honduras tenía incluido en su legislación el

concepto de corredor biológico, aunque no estaba desarrollado,

mientras que en la legislación mexicana estaba ausente (Anaid

Velasco, Centro de Derecho Ambiental, comunicación personal,

marzo 2012).

20

A partir de ahí, directivos de la Secretaría de Recursos Naturales

y Ambiente (SERNA) deciden enfocarse en el componente

legislativo. El proyecto toma un giro diferente que reduce todo el

proceso de definición de política a un ajuste de la legislación a

partir de la definición de una norma técnica, que aclare

competencias y funciones de las agencias gubernamentales a cargo

de la gestión ambiental. El proceso participativo de definición de

política pública queda relegado a un segundo plano. Toda la

iniciativa se traslada de la ciudad de La Ceiba, en la región del

Corredor del Caribe Hondureño donde se venía desarrollando, a la

capital del país, Tegucigalpa, quedando en manos casi

exclusivamente de los actores gubernamentales del nivel nacional.

La naturaleza competitiva de las instituciones para la

gestión ambiental en Honduras: factores macro y meso

influenciando el nivel micro

El ejercicio reflexivo y deliberativo del proyecto de cooperación

triangular pretendió desarrollar marcos de resolución conjunta de

problemas así como revelar y enfatizar posibles obstáculos a la

coordinación entre actores para la gestión conjunta de corredores

biológicos.

Este ejercicio deliberativo se enmarcaba en un ambiente político

inestable, derivado del, todavía, reciente golpe de estado del

2009, y teñido por la tradicional desconfianza enraizada en la

historia política de Honduras (Membreño-Cedillo, 2008) . El golpe

sacó a la luz pública la persistencia de prácticas no-democráticas

encapsuladas en una democracia formal, que ha abrazado la retórica

de la participación social en su discurso político (Pérez,

21

Argueta & Seligson, 2010) . Revelaba, también, la existencia de

obstáculos en la consolidación del régimen democrático formal

hacia una democracia real4 (Meza et al., 2010, pp. 14-20),

precondición para ejercer una gobernanza ambiental moderna, de

acuerdo a la literatura sobre el tema (Robertson & Choi, 2010, p.

92).

Según el historiador y analista político Membreño-Cedillo (2010,

28), las formas políticas de Honduras y su régimen político se

caracterizan por cinco características estructurales, todas

ellas heredadas de la Colonia: 1) Presidencialismo, operando a

través de un sector público altamente centralizado, que concentra

la toma de decisiones y favorece a las élites en el poder. 2)

Caudillismo, que implica un profundo culto a la personalidad y que

se alimenta del clientelismo político y de la corrupción. 3)

Bipartidismo, que favorece el status quo al excluir otras opciones

políticas. 4) Electoralismo, que reduce el ejercicio de votar a

una mera formalidad y que conduce a la abstención y a la falta de

confianza política. 5) Autoritarismo, que impone ideas y formas de

gobernar que profundizan la exclusión y la falta de rendición de

cuentas.

Siguiendo el estudio sobre la corrupción en Honduras de Membreño-

Cedillo, muchos de los hábitos políticos actuales son parte de un

legado histórico y de una cultura política caracterizada por la

4 De acuerdo al Latin American Opinion Project (LAPOP), una ONG especializada en opinión pública sobre perspectivas políticas de América

Latina, “ en relación a la crisis política del 2009 , nuestro estudio encontró que una gran mayoría de hondureños no apoyaba los planes políticos del ex-

presidente Zelaya, pero tampoco aprobó la manera en que fue retirado de su cargo” en Pérez, Orlando J., Jose Rene Argueta, y Mitchel A Seligson. 2010.

Cultura Política De La Democracia En Honduras, 2010.Consolidación Democrática En Las Américas En Tiempos Difíciles. LAPOP, FORPIDEH, pág. xxvi.

22

fragmentación, las guerras, la falta de solidaridad, la

indolencia y el irrespeto por la ley, impidiendo el ejercicio de

una participación política inclusiva (Membreño-Cedillo, 2008, p.

17) .

No obstante, estos rasgos tradicionales de la cultura política se

ven confrontados con la emergencia de una propuesta de política de

Estado basada en la construcción de una democracia participativa e

inclusiva, plasmada en el documento rector del país “Visión de

País 2010-2038 y Plan de Nación 2010-2022” (Visión de País 2010-

2038, 2010). En este documento se reconoce abiertamente el déficit

de legitimidad y transparencia de la democracia hondureña y se

plantean indicadores concretos para avanzar hacia “una democracia

que transite claramente a la ampliación de la inclusión social de

los ciudadanos, una democracia que abra las puertas del ascenso

social al bienestar mediante una redistribución más equitativa

del poder económico, social, político y cultural (Visión de País

2010-2038, 2010, pág. 44 y siguientes).

El discurso de la participación está bien desarrollado en la

retórica de la política ambiental hondureña y la inclusión de la

ciudadanía en la gestión ambiental deviene en una de las metas

específicas para el lineamiento 7 de Desarrollo Regional,

Recursos Naturales y Ambiente del Plan de Nación 2010-2022 (Visión

de País 2010-2038, pág.86).

Pero más allá del discurso, la legislación ambiental y,

recientemente, la Ley de Ordenamiento Territorial, decreta la

obligación de establecer espacios de concertación local como

comités consultivos y mesas de desarrollo local, entre otros

mecanismos de participación, que apenas empiezan a desarrollarse

23

(comunicación personal con oficiales y técnicos de la SEPLAN,

marzo 2012 y con el jefe de la sección ambiental y de recursos

naturales de la Asociación de Municipios de Honduras -AMHON). De

igual modo, el país cuenta con un Consejo Consultivo Nacional del

Ambiente, el COCONA.

Sobre el funcionamiento de estos espacios, el documento “Visión de

País 2010-2038” reconoce abiertamente “la ausencia de instancias

funcionales de coordinación institucional a lo interno del Estado

y la falta de operativización del Consejo Consultivo Nacional del

Ambiente como espacio generador de diálogo y acuerdos entre el

Gobierno, la Sociedad Civil y la Empresa Privada” (Visión de País,

2010-2038, pág. 98).

En relación a la gestión de las áreas protegidas también se

reconoce la “casi total imposibilidad de dar fiel cumplimiento a

las declaraciones del Decreto No.87-87, en atención a la

formulación y puesta en servicio de planes de manejo para las áreas

protegidas” (Visión de País, 2010-2038, pág. 88).

En cuanto al CBM, el origen del mismo, compartido por todos los

países centroamericanos y México, pudo haber contribuido a formar

una perspectiva unificada del concepto de corredor biológico y de

su necesidad. Sin embargo, cada país tomó una ruta diferente hacia

su desarrollo y alcanzó grados diferenciados de

institucionalización (Comisión Centroamericana de Ambiente y

Desarrollo, 2009, p. 26).

En Honduras, esta ruta estuvo y está hoy en día marcada por la

competencia entre dos agencias gubernamentales encargadas

originariamente de la gestión del CBM-HON: la división de

Biodiversidad de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente

24

(DIBIO-SERNA) y de la División de Áreas Naturales Protegidas y

Vida Silvestre (DAPVS) del Instituto de Conservación Forestal

(ICF).

Esta competitividad surge de la ambigüedad de las leyes que

legislan los temas de biodiversidad y conservación: La Ley General

del Ambiente (República de Honduras & Secretaría de Recursos

Naturales y Ambiente, 1993) , que legisla las competencias de la

SERNA; y la Ley Forestal, de Áreas Protegidas y Vida Salvaje (Poder

Legislativo & Congreso Nacional, 2007) , que rige las atribuciones

del ICF. Estos dos cuerpos legislativos entran en

incompatibilidad constitucional puesto que ambos legislan la

misma figura jurídica, las áreas naturales y los espacios de

conservación, como puedan ser los corredores biológicos. Esta

sobrerregulación deviene en ambigüedad y en, algunos casos, en

duplicidad de facultades y competencias entre la SERNA y el ICF

(Anaid Velasco, Centro de Derecho Ambiental, comunicación

personal, marzo, 2012).

Un nuevo actor viene a complicar todavía más este panorama

institucional, con la entrada en operación de la recientemente

establecida Secretaría de Planificación y de Cooperación Externa

(SEPLAN). La SEPLAN concentra ahora importantes recursos

financieros y humanos y se encuentra desarrollando nuevas

estrategias de gestión sostenible como son las mesas de desarrollo

regional, espacios de gestión concertada para involucrar a las

comunidades rurales en la planificación territorial del

desarrollo; desarrolla también nuevas estrategias de gestión de

la información, como nuevas bases de datos de las áreas protegidas

sin retomar los datos de ICF y de SERNA (comunicación personal con

25

oficiales y técnicos de la SEPLAN, marzo 2012). Así, la SEPLAN

trabaja, sobre todo, de manera independiente de los esfuerzos de

gestión de la SERNA y del ICF y sin una estrategia oficial que

coordine iniciativas operando en el mismo territorio y escalas de

información. Como resultado de esta descoordinación y

solapamiento, la acciones básicas de gestión ambiental y

territorial pierden efectividad y orientación. Al mismo tiempo,

se recrudece la competencia sobre los escasos recursos públicos,

agravando la dispersión de acciones5 .

La acción de un sector clave en la gestión ambiental de Honduras,

las ONGs co-manejadoras, también queda seriamente comprometida,

al quedar atrapada en medio de este conflicto legislativo. En

Honduras, gran parte de la operación de la gestión y protección

ambiental está en manos de estas ONGs, agrupadas en redes o

coaliciones como REDHES (Red Ecologista Hondureña para el

Desarrollo Sostenible) o REMBLA (Red de Manejo del Bosque

Latifoliado), que realizan acciones de gestión ambiental y

conservación en coordinación con la SERNA y el ICF.

La asociación entre gobierno y ONGs para la protección y la gestión

ambiental se concibió inicialmente como una estrategia

cooperativa con el fin de compartir esfuerzos y conocimiento sobre

la gestión de los ecosistemas. Sin embargo, ha derivado en un

sistema en el cual las agencias de gobierno dictan el curso de

acción y delegan las tareas operativas a las ONGs en términos

5 SERNA tiene un presupuesto equivalente al 1.1% del total del presupuesto

nacional, mientras que el ICF recibe a penas un 0.21%. Mientras que el sector

social y ambiental cuenta con un 5% del presupuesto global, el poder ejecutivo

acapara hasta un 96% (http://www.sefin.gob.hn, accessed March 2012).

26

ambiguos, puesto que no hay una partida presupuestaria específica

para la gestión de corredores y de las áreas protegidas: “No hay ningún convenio de cofinanciamiento previo, ahí es donde tiene la co-manejadora,

en este caso FUPNAPID, que agenciarse los fondos para su propia autosostenibilidad, es el mayor problema que tenemos, es bien difícil”. V. M. Director de REHDES, agosto 2012.

Además, los recursos públicos para la operación de la gestión

ambiental desempeñada por las ONGs son a menudo escasos

(comunicación personal con funcionarios superiores del ICF,

marzo 2012) y se concentran en un único fondo, el Fondo de Áreas

Protegidas del ICF.“ Para que ese fondo tengamos acceso a él, tenemos que hacer una propuesta, y si esa

propuesta no es bien vista por los que están manejando los fondos, pues se quedó en papel; mientras tanto esa área quedó abandonada”. V.M. Director de REHDES, agosto

2012.

Sin embargo, la asignación de estos recursos no es transparente y

genera a su vez competencia entre las ONGs “caso especial es AMITIGRA o la gente de CODEFAGOL, sí que tienen un apoyo por parte del

Estado, pero lo hizo el que hoy es presidente del congreso nacional por cuestiones políticas, verdá, le pidió al fondo de Áreas Protegidas tres millones de lempiras (…) pero ese

no era el procedimiento (…). El hecho de que ellos saquen dinero para sí, sin que haya una propuesta, eso perjudica al fondo grandemente”. V.M. Director de REHDES, agosto 2012.

La búsqueda de fuentes de financiamiento externa se convierte para

las redes de ONGs co-manejadoras en la principal de sus tareas y en

la base de su supervivencia.

“El caso nuestro de REHDES tenemos 8 ONGs pero estamos todos inmersos en problemas económicos y que no nos dejan llegar a dónde realmente queremos llegar; Sugiero que el

Estado ponga prioridades dentro de su presupuesto, verdad, y asignarle a las organizaciones que estamos en esto (…) que el Estado asuma su rol, porque en este

momento la responsabilidad la asumimos nosotros y tenemos que buscar como sobrevivir porque el Estado no nos facilita el sustento económico”. V.M. Director de REHDES, agosto

2012.

27

Como resultado de este diseño institucional, la lucha por los

escasos recursos se traslada desde la arena pública a la privada,

al ámbito de las ONGs co-manejadoras.

Nivel micro: la tensión centro-periferia

El fuerte centralismo político tiene consecuencias inesperadas en

la gestión ambiental a nivel regional. Los actores del nivel

regional, independientemente de su sector de adscripción

comparten la visión de ser relegados en la toma de decisiones por

parte de sus contrapartes centrales, a las que consideran

desconocedoras de los problemas inmediatos de las comunidades y de

los ecosistemas del Corredor Biológico del Caribe “Muchas veces se toman decisiones a nivel nacional sin consultar, verdá, la parte regional,

o sin conocer también las áreas y no son las mejores decisiones. Nosotros a nivel regional tenemos una política diferente que a nivel nacional porque acá es muy singular (…) Nosotros trabajamos con las comunidades y estamos in situ. A nivel central uno mira las

normas y políticas pero no las acciones, quienes las ejecutamos en conjunto acá no solamente es el ICF a nivel regional, sino también la SERNA regional”. A.V. coordinador

regional de la SERNA, agosto 2012.

En la región del Corredor Biológico del Caribe hondureño, las

relaciones entre los actores sociales están basadas en la

confianza y en la solidaridad. “Yo pude observar que la reunión fue bastante participativa y eso sirvió de mucho, pues

porque casi todos nos conocemos, verdá, y todos nos conocemos nuestros propios problemas, entonces todos estamos así como quien dice pidiendo auxilio, porque todos

estamos en la misma situación (…) particularmente en el caso nuestro, de las ONGs [que carecemos] de una solvencia económica mas sólida.” I.M. FUPNAPI, agosto 2012.

Hay un fuerte sentimiento de responsabilidad frente a las

comunidades en las que se trabaja así como un intercambio

frecuente de información y de los escasos recursos con los que se

cuenta al nivel regional.

28

“Aquí hemos llegado a tener un ambiente de interrelación tanto profesional como también de compromiso y conciencia de proteger estas áreas, cosa que a nivel de Tegucigalpa, lo

que se busca allá es el liderazgo y es el prestigio, así hablando claro (…) por lo menos en este litoral atlántico andamos bien, no le veo ni un conflicto, porque cuando vienen de

Tegucigalpa están todos divididos”. G.M. coordinación regional ICF, agosto 2012.

La falta de recursos y la lejanía de las autoridades centrales

propician cierta auto-organización y solidaridad entre las

organizaciones que trabajan en la zona del Corredor del Caribe

Hondureño, independientemente del sector y la organización de

adscripción. Esta auto-organización está basada en relaciones

personales de largo tiempo, establecidas sobre la base de

compartir la cotidianidad de los problemas de gestión ambiental en

el territorio del Corredor.

De ahí el alto grado de consenso logrado entre los sectores

participantes a nivel regional, sobre cómo tratar el tema de los

corredores biológicos. La comprensión de estos como espacios

sociales, ecológicos y económicos fue unánime, y las visiones

puramente conservacionistas estuvieron ausentes. Esto apunta a la

existencia de espacios potenciales para el diálogo en el nivel

regional, al menos en relación al asunto de los corredores

biológicos. “Yo creo que con este proceso hemos venido participando y están los compañeros del nivel

central y estamos nosotros en las regionales, entonces la información ha fluido”. A.G. coordinación regional ICF, agosto 2012.

Lineamientos de política para corredores biológicos:

coherencia con las claves el co-manejo adaptativo

Finalmente, cabe preguntarse por el estilo de manejo que emerge de

la propuesta de política construida en conjunto. En el anterior

apartado se pone de manifiesto como al interacción y la

29

cooperación son las notas predominantes en la operación de la

gestión ambiental del Corredor del Caribe hondureño entre los

actores regionales. Los lineamientos de política definidos a

partir del proyecto de JICA emergen a partir de un amplio consenso

en torno a las visiones sobre lo qué es un corredor biológico y cuál

es la mejor forma de manejo ambiental de los territorios que lo

comprenden.

La definición de los asuntos prioritarios a abordar en la gestión

del corredor biológico y las principales acciones asociadas a

estos asuntos fueron construidos con un alto grado de consenso

durante las sesiones de trabajo de los seminarios. Sin embargo, la

experiencia de campo de los actores del nivel regional sirvió de

guía para la definición de objetivos y líneas de acción. Estos

aluden a cuestiones de debilidad institucional y de

descoordinación en los esfuerzos de gestión ambiental,

especialmente desde el sector gubernamental. El resultado final

de estas sesiones de trabajo se muestra en la tabla 3. Las acciones

estratégicas definidas por los actores se caracterizan de acuerdo

a los ejes analíticos del co-manejo adaptativo recogidos en al

tabla 2. Esta caracterización pone de manifiesto el hecho de que la

propuesta de política pública se base principalmente en

estrategias de diseño institucional innovador y de gestión del

conocimiento, más que centrarse en aspectos técnicos y ecológicos

(ver tabla 3).

30

Tabla 3 Valoración de los lineamientos de política pública para la gestión de

corredores biológicos construidos en el proyecto de cooperación sur-sur entre

México y Honduras, a partir de las claves del co-manejo adaptativo. La columna

de la derecha (y subdivisiones) presenta los lineamientos de política. La

columna de la izquierda (y subdivisiones) cataloga estos lineamientos de

acuerdo a dimensiones de co-manejo adaptativo

IDENTIFICACIÓN DE CLAVES DEL MANEJO ADAPTATIVO EN LA PROPUESTA DE GESTIÓN DE CORREDORES BIOLÓGICOS PARA HONDURAS

PROPUESTA DE POLÍTICA PÚBLICA PARA LA GESTIÓN AMBIENTAL DE CORREDORES

BIOLÓGICOS

DOMINIOS Y PARÁMETROS DE CO-MANEJOADAPTATIVO

INSTITUCIO- NALIDAD Y

PROCESOS

SOCIO- ECONÓMICO Y

MEDIOS DEVIDA

SISTEMAECOLÓGICO

Problema: Ordenamiento territorial débilObjetivo específico 1. Fomentar una

planificación ordenada del territorio tomando como base el paisaje que genere

oportunidades para mejorar la calidad de vida de la población y contribuir la

conectividad biológica

Los tres dominios integrados: concepción de sistemas socio-

ambientales

Acciones estratégicas:

1.1 Impulsar la elaboración e

implementación de los Planes de Ordenamiento

Territorial para fortalecer acciones de

sostenibilidad de los recursos existentes en los

límites de los territorios de los corredores

biológicos

Disminuirvulnerabilidad

Resilienciaecológica

1.2 Fomentar la gestión ambiental comunitaria

eficaz y equitativa

Equidad yeficiencia

Usos sostenible de

recursos

Resilienciaecológica

1.3 Desarrollar estrategias productivas

que mantengan la estabilidad del uso de los

recursos de los corredoresbiológicos.

Aumentar seguridad

alimentaria

Resilienciaecológica

1.4 Desarrollar capacidades en el tema de

ordenamiento territorial con el enfoque de manejo de

Acciones de manejo

compartidas Múltiples

Conexiones a través deescalas

31

corredores biológicos, mismo que debe de

implementarse en los diferentes niveles de los

actores que se ubican dentro y aledaños a los

corredores biológicos.

tipos actores

Problema: Marco legal limitado

Objetivo específico 2. Revisar y adecuar el marco legal existente para

que se congruente con la visión y agenda común de manejo de los

Corredores Biológicos

Dominio de institucionalidad y procesos: énfasis en el Aprendizaje

Social

Acciones estratégicas:

2.1 Elaborar normativas participativas y

científicas para definir y establecer el manejo de

los Corredores Biológicos

Cuestionamien- to de normas de

gobierno yprotocolos

Diersos inputs presentes en la

toma dedecisiones

2.2 Armonizar la normativa existente para el manejo

de los diferentes recursos existentes con la

normativa que se defina para el manejo de

corredores biológicos.

Coordinación sectorial

2.3 Definición de roles institucionales, en el

marco de las competencias de las diferentes

instituciones de estado para que no exista

dispersión de los esfuerzos que el gobierno

realiza.

Coordinacióninterinstitucional

Problema: Fragmentación de corredoresObjetivo específico 3. Contribuir a la

conectividad biológica, social y económica en los corredores biológicos

a través de la conservación de sus recursos naturales y de su manejo

sustentable, valorizando los servicios y bienes ambientales

Dominio socio-económico y dominio del sistema ecológico: concepción de la gestión ambiental como gestión socio-

ambiental

Acciones estratégicas:

3.1 Diseñar y aplicar unsistema de monitoreo multipropósito que de

cuenta de la efectividad de las leyes, políticas y

Equidad y eficiencia

Acciones compartidas

32

acciones de desarrollo sostenible en los Corredores Biológicos.

3.2 Implementar observatorios del desarrollo sostenible de los corredores, que midan el avance de las acciones realizadas y a la vez divulguen la información de manera amplia entre la población.

Comunicación ynegociación

Múltiples tipos de

actores Desarrollo de

visionescompartidas

Usos sostenible de

los recursos

3.3. Fomentar la forestaría comunitaria

para el óptimo aprovechamiento de los

recursos naturales que mejore el nivel de vida de

las comunidades.

Múltiplesactores

Toma de decisiones

compartida

Uso sostenible de

los recursos Aumento del

bienestar

Resilienciaambiental

3.4. Promover esquemas de pago por servicios ambientales (PSA) que contribuyan a financiar los procesos de desarrollosostenible

3.5. Fortalecer la unificación de incentivos

y otros esquemas de financiamiento que se

puedan generar para los propietarios y

comunidades organizadas Problema: Pobreza

Objetivo especifico 4. Incidir en la aplicación de procesos de desarrollo

económico local, que partan de las experiencias existentes, buscando

acciones que contribuyan a reducir lapobreza.

Dominio de institucionalidad y procesos y socio-económico:

desarrollo de una institucionalidad innovadora y basada en el aprendizaje

de experiencias previas

Acciones estratégicas:

4.1 Capitalizar las experiencias exitosas en desarrollo económico local y cadenas de valor realizadas en corredores biológicos del país.

Aprendizaje yexperimenta-ción

Aumentarrenta

Aumentarbienestar

4.2. Posibilitar el desarrollo de las que más

se adapten a la visión y agenda común de cada corredor

Aprendizaje yexperimenta-ción

33

Problema: Falta de Agenda ComúnObjetivo específico 5. Promover una

visión compartida de los corredores biológicos y sus beneficios, tanto a

nivel gubernamental como a nivel de la sociedad civil, sobre la que construir

una agenda común e incluyente

Dominio institucional y de procesos: toma de decisiones incluyente y trans-

escala, fomento de la intersectorialidad y transversalidad;

fomento de estrategias de comunicación

Acciones estratégicas:

5.1 Fortalecer los conocimientos

gubernamentales y de los actores locales en el tema

de CB

Desarrollo de visiones

compartidas Intercambio de

perspectivas5.2 Diseñar y aplicar una

estrategia de gestión del conocimiento sobre la problemática de los

corredores, que difunda el tema a todos los niveles y

genere una corriente de opinión pública

Comunicación, educación y

negociación

5.3 Definir agendas comunes con las Mesas

Regionales de Desarrollo, Organizaciones

Comunitarias, entre otras, que concreticen las

acciones comunes en los corredores biológicos.

Toma de decisiones compartida y

transescala Acciones

compartidas

Problema: Descoordinación y debilidad institucional

Objetivo específico 6. Establecer mecanismos institucionales

específicos que posibiliten la armonización de políticas

intersectoriales para generar una acción colectiva interinstitucional

efectiva y eficiente en los corredoresbiológicos.

Dominio institucional y procesos: comunicación y negociación;

aprendizaje social; fomento de la intersectorialidad y transversalidad

Accionesestratégicas

6.1. Incidencia en los espacios de concertación

social (Consejos de Ministros, Consejos Regionales de Desarrollo,

Consejos Consultivos, CREDIA y otros en cada una

de las regiones), para la coordinación en la

implementación de políticas que afectan a

los corredores

Toma de decisiones compartida y

trans-escala

34

6.2. Crear un programa nacional de corredores

biológicos para canalizar recursos financieros y

humanos 6.3. Creación de comité

Interinstitucional que trabaje en los corredores

biológicos del país y que estos converjan y

coordinen con el programa nacional de corredores

biológicos

Coordinaciónintersectoria

l Múltiples

actores

6.4. Promover la integración de

propietarios y comunidades organizadas

en redes que les permitan acceder a los incentivos

de manejo sostenible de los corredores biológicos

Múltiplesactores

Coordinación en red

6.5. Fortalecer espacios de concertación

institucional iniciados al nivel de ICF y la SERNA,

que generen una estrategia de acción única coordinada

a nivel estatal, regional y local.

Fomento del diálogo y del

intercambio de saberes y

visiones Acciones

compartidas ytrans-escala

6.6. Crear una estructura técnica con todas las

capacidades, al nivel Central y Regional, que impulse el manejo de los

Corredores Biológicos y mantenga el monitoreo de

esta iniciativa

Múltiples tipos de

información y de sistemas de

conocimiento

La caracterización de la propuesta de lineamientos de política a

partir de los criterios del co-manejo adaptativo pone de

relevancia que la concepción de política ambiental planteada en

ésta es claramente de tipo deliberativo y reflexivo. Se fundamenta

en la participación efectiva de los actores en la toma de

decisiones así como en el apoyo a una gestión ambiental basada en

35

la coordinación de acciones y en la negociación de visiones. Es una

propuesta de política pública que sienta las bases para abrir los

espacios de toma de decisiones, desconcentrar el poder y

distribuirlo.

En gran congruencia con el tipo de conducción política basado en la

participación y en la corresponsabilidad, también las estrategias

de acción especificadas en los lineamientos son características

del enfoque de co-manejo adaptativo, y aunque hay cierto

desbalance entre las dimensiones ambientales y las

institucionales, la apuesta por un tipo de gestión ambiental que

promueve la resiliencia ambiental y social es evidente (ver tabla

3).

La naturaleza de los conflictos que rodean a los corredores

biológicos, tal y como se concibe por los actores involucrados en

el proyecto de cooperación sur-sur, es de carácter institucional y

político. Esto constituye la piedra angular sobre la que se

edifica la propuesta de política pública y apunta a factores macro

y meso como fuente principal de obstáculos hacia una gestión

eficiente del Corredor del Caribe Hondureño y por extensión al

resto de corredores biológicos en Honduras.

Comentarios finales

Los lineamientos de política pública para corredores biológicos

en Honduras incorporan muchas de las características cercanas a un

manejo de sistemas complejos adaptativos. Sin embargo, el

análisis –somero- del politics and polity hondureño pone de relevancia

el verticalismo y la exclusión en la toma de decisiones,

característicos de las formas más tradicionales de hacer política

36

ambiental en Honduras al nivel nacional. La posibilidad de

desarrollar una gestión ambiental compleja de los corredores

biológicos se reduce ante las condicionantes contextuales. Se

advierte una tensión entre el modus operandi de los actores

regionales y locales frente a las de los actores nacionales

derivada, sobre todo, de un diseño institucional que no fomenta la

coordinación centro-región, y que es fuente de competencia, tanto

por los recursos escasos, como por la ambigüedad en la definición

de competencias sobre la gestión ambiental de los corredores

biológicos.

Todo el proceso de definición de lineamientos de política pública

para corredores biológicos, construido en la zona regional y entre

una considerable diversidad de sectores sociales, se traslada a la

capital y queda en manos de las instituciones gubernamentales a

nivel central. El componente deliberativo del proyecto se reduce,

así como su ámbito de fortalecimiento local, que queda

definitivamente abandonado, ante la sorpresa de los actores del

nivel regional. “Nosotros iniciamos acá (…) porque estábamos en el sitio donde está la mayoría de las

áreas, pero cuando ya las reuniones se pasan a Tegucigalpa entonces estábamos como desconectados, como que nos hicieron a un lado y cuando vino la consultora a presentar

avances, nos quedamos viendo, “¿pero y te acordás que habíamos quedado que los insumos que habíamos sacado iban a servir para base? Yo no miro que están ahí incluidos

¡Qué pasó aquí pues! ¿Nos perdimos en el camino?”. A.V. coordinación regional de la SERNA, agosto 2012.

Este resultado sugiere que las inercias institucionales derivadas

del contexto histórico y político hondureño acaban imponiéndose.

Esto no es exclusivo de países con estados de derecho endebles.

Pahl-Wost (2009, p.362) reporta similares resultados para

contextos diferenciados.

37

El hecho de haber definido unos lineamientos de política pública

altamente pertinentes para abordar la gestión ambiental compleja

y asociada de los corredores biológicos de Honduras, y

fundamentados en la experiencia de los actores que los definieron,

es un logro considerable. Sin embargo, extender la acción

conjunta y la concertación un paso más allá de la definición de

política pública, hacia la implementación a través de una gestión

asociada, expresada en forma de red, presenta desafíos

importantes. El punto de quiebre del proceso tiene lugar cuando se

requiere una distribución del poder, mismo que conlleva un cambio

en las estructuras de poder así como una descentralización del

mismo. Esto implicaría ceder y compartir espacios para la toma de

decisiones a instancias descentralizadas y a actores no

gubernamentales, así como redefinir un marco institucional que

fomente la cooperación y no la competencia, como es el caso aquí.

En términos de gobernanza ambiental implica la construcción de

sistemas policéntricos en contextos, tradicionalmente, de fuerte

centralización política como es el hondureño.

El caso aquí tratado pone de manifiesto como la estructura afecta a

los procesos (Pahl-Wostl, 200, p.362) . Sin embargo, por el momento

no es posible determinar como el proceso afecta la estructura lo

que impide registrar el componente de aprendizaje institucional

inherente al enfoque de manejo adaptativo y a la gobernanza

reflexiva.

Desde el punto de vista conceptual, la visión de los procesos de

gobernanza ambiental como escenario de coexistencia de tendencias

contrapuestas y operando al mismo tiempo, contribuye a una

comprensión más compleja y profunda de cómo estos procesos podrían

38

evolucionar de un ambiente institucional resistente a delegar y

compartir poder político, hacia actitudes más colaborativas que

lentamente van emergiendo fruto de la inercia externa.

El co-manejo adaptativo asume de manera automática la posibilidad

de poner en práctica una gestión ambiental incluyente de tipo

horizontal, pero olvida las condicionantes contextuales externas

a éste. Conviene entonces situar las premisas del co-manejo

adaptativo en relación con los contextos políticos donde se

insertan. Ésta ha sido la principal tarea de este documento. Los

autores consideramos que tal acercamiento analítico permite

revelar el grado de aceptación o de conflicto que enfrentarán las

premisas del co-manejo adaptativo. Esto, a su vez, puede ayudar a

decidir la conveniencia o no de poner en marcha un proceso de

gobernanza ambiental interactiva.

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