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BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES LICENCIATURA EN CONSULTORÍA JURÍDICA ALUMNA: ERIKA ROSAS CASTILLO MATRICULA: 201515763 PROFESOR: NICOLÁS CID LÓPEZ MATERIA: HISTORIA DEL DERECHO BIOGRAFÍA DE MARÍA LAVALLE URBINA 16 de octubre de 2015 ÍNDICE

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BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALESLICENCIATURA EN CONSULTORÍA JURÍDICA

ALUMNA: ERIKA ROSAS CASTILLOMATRICULA: 201515763

PROFESOR: NICOLÁS CID LÓPEZMATERIA: HISTORIA DEL DERECHO

BIOGRAFÍA DE MARÍA LAVALLE URBINA16 de octubre de 2015

ÍNDICE

Paginas 1. Índice ……………………………………………………….2

2. Introducción…………………………………………………3-4

3. Desarrollo…………………………………………………...5-84

4. Conclusión…………………………………………………..84-85

5. Bibliografía…………………………………………………..85

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INTRODUCCIÓN

“El amado solar rinde a su hija predilecta, en esta solemne ocasión, un tributo fervoroso de elogio, de admiración y también de agradecimiento”.

Palabras del Lic. Manuel Samperio pronunciadas en uno de los tantos, de los muchos homenajes que en vida reconocieron la brillante trayectoria de quien desde hoy, con justa moción, es Benemérita del Estado, de este Campeche suyo, que adentrado en su corazón fue su “matria” como citara Mistral, y al que elevó a las más altas esferas del orbe.

María Lavalle Urbina: Mujer universal, porque la grandeza de su espíritu, le llevó a traspasar las fronteras de las disensiones, sacudir el marasmo de las decepciones, transformar los esquemas sincrónicos y así, entregar a la humanidad entera su connotada y generosa labor.

Esta cronología intenta plasmar la trayectoria valiosa y valiente de quien luchó por hacer de lo ideal, lo real; lo inexistente, tangible y posible lo anhelado. Situar el contexto social de su tiempo nos permite vislumbrar los factores que concibieron su idiosincrasia y la eminente importancia de sus logros. La narrativa inicia citando los antecedentes históricos de la situación socio política de una nación que luchaba por forjar una identidad, por determinar un rumbo que proveyera a sus hijos de aquellas justas condiciones para lograr el bienestar colectivo; de un Estado de grandes diferencias sociales, que buscaba crear una coincidencia coherente, sumándose a los vientos de libertad y reivindicaciones sociales que soplaban en todos los rincones de la patria.

Mujer que a lo largo de los años logro que la condición social y jurídica de las mujeres, los orígenes de los movimientos femeniles y la participación destacada de las mujeres mexicanas en sucesos trascendentales en la conformación del país, son parte de esta relatoría, y que permiten apreciar la importancia de su trayectoria en el ámbito público y su influencia en la redefinición de los rituales, símbolos, contenidos y valores de cada uno de los sectores en los que incursionó.

Y que a pesar de que creció al calor de la Revolución Mexicana, en una sociedad que buscaba instaurar los objetivos históricos que justificaban esta lucha, así lo asumió doña María desde un esquema de confinamiento de la mujer al ámbito privado, del que rompió paradigmas y retos y que finalmente la llevaron a la dimensión de su estatura humana. María, adelantada de su tiempo, supo vislumbrar un país donde la mujer ocupara el centro de las acciones inmediatas, no sólo en el sentido de la equidad de género, sino como fundamento natural de que la mujer, debe ser corresponsable de los destinos

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históricos de la humanidad, quienes reconocieron su justo lugar en las responsabilidades encomendadas: fue trascendente como maestra, fue justa como magistrado, tuvo la sensibilidad para transformar en leyes las necesidades de los mexicanos, y la valentía y el talento necesario para brillar en los foros internacionales cuando los temas estaban vinculados a la democracia, a la familia, a la mujer, a la educación, pero sobre todo a la confiabilidad humana.

María, más allá de la mujer primera, es ella, la primera por las mujeres. Fue quien abrió la brecha para tantas más. Es el gran cobijo que iluminó el sendero de otras tantas brillantes y talentosas mujeres que han aportado su inteligencia al servicio de la república. Cabrían pues, todos los adjetivos para exaltar la vida de María Lavalle Urbina en el recuento de sus actos, de sus cargos, de sus reconocimientos, todos ellos, merecimientos, pero fue una por más, su distinción característica: fue una mujer esplendida y generosa, porque quien comparte su sapiencia y reconoce y proclama excelencias en otro ser humano en la emisión de su juicio, da muestra de grandeza, de generosidad, de nobleza. Se alza, y con mucho, por sobre el mezquino nivel del egoísta. Honrar, honra… aseveró, y hoy, una vez más nos permite ser campechanos de privilegio al poder honrar su vida.

A continuación expondremos algunos episodios importantes de este personaje que lucho hasta llegar a tener adelante sus metas, ya que el reconocimiento está de por más decir que fue en lo último que ella como social-demócrata pensó, adelante.

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ANTECEDENTES HISTORICOSLa primera década del siglo XX estremeció la vida política, económica y social del país y por ende del Estado. El desarrollo de las políticas públicas iniciadas durante los gobiernos de Benito Juárez (1858-1867, 1867-1872) y de Sebastián Lerdo de Tejada (1872- 1876) las cuales pretendían establecer la diversificación de la agricultura, la instalación de industrias, iniciar el proceso para solidificar la infraestructura de comunicaciones y sobre todo, implantar en lo general, el acceso a la enseñanza, pretendían instaurar para la población, mejores condiciones de vida. Cierto es que no todos estos anhelos lograron materializarse; se consiguió el inicio de la construcción de ferrocarriles; se instauró la enseñanza elemental, gratuita, obligatoria y laica; las condiciones sociales de los peones agrícolas alcanzaron cierto nivel de mejoramiento; se promovieron asociaciones de trabajadores y la estabilidad política se consiguió parcialmente en el país. La ardua tarea de accionar por los menos favorecidos aún iniciaba su curso, cuando las condiciones políticas cambiaron favoreciendo la aparición de otros actores en el ámbito de la vida nacional y estatal. La etapa liberal terminó con el inicio del régiPanorama de Campeche al Oriente desde Boca del Río, a finales del Siglo XIX 15 men porfirista, causal de la revolución de 1910, que lo llevaría a su fin. El gobierno del Gral. Porfirio Díaz inició acciones de represión de las tentativas insurreccionales y del bandolerismo; propició políticas para reivindicar la cuestión indígena, como medida para lograr la pacificación del país, y estableció una serie de medidas gubernamentales para impulsar el desarrollo de la economía caracterizada por el lento crecimiento, que alternaba con períodos de contracción e inmovilización. Al arribo del Gral. Díaz al ejercicio del poder, el Estado mexicano era débil, deteriorado por la disensión interna y por los efectos de las amenazas de las intervenciones extranjeras, el cambió en las políticas económicas produjo un crecimiento económico acelerado y el concomitante desarrollo de un Estado mexicano fuerte y centralizado. Como en tiempos coloniales, México volvió a ser un destacado país minero, y petrolero a partir de 1900. Se establecieron en el país numerosas plantas industriales y se fomentó la producción y uso de energía hidroeléctrica; la Hacienda pública se consolidó con la entrada masiva de capitales estadounidenses; las inversiones en materia de infraestructura de comunicaciones originó que el comercio interno se multiplicara y el comercio exterior se incrementó cuatro veces su valor, entre los años 1895 y 1906, orientado principalmente hacia el mercado estadounidense. Aún con los avances en materia económica, las condiciones sociales de la mayoría de los mexicanos no alcanzaban grados ciertos de beneficio, por el contrario, en materia agrícola, la extensión de los latifundios privó de su tierras a numerosos pequeños y medianos propietarios, las libertades políticas, de prensa y de trabajo sufrieron grandes mermas, las asociaciones de trabajadores y artesanos fueron combatidas y en el campo volvió a generalizarse el peonaje. La mejoría económica se realizó a costa del empeoramiento de la situación de los asalariados. La población se encontraba al margen de los beneficios de la clase gobernante. La clase

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media carecía de los mecanismos de financiamiento que le permitieran su incursión al desarrollo y percibían la estructura política y económica del porfiriato como una limitante para sus aspiraciones. El descontento de los campesinos causado por el despojo de tierras, que de manera sistemática se venía dando desde 1883, en que empezó a aplicarse la ley de deslinde y colonización de tierras baldías, fue en incremento. Para la mayoría de los poseedores de tierras que no pudieron comprobar por medio de títulos, la legítima posesión de sus terrenos, estas acciones les resultaron por demás perjudiciales, ya que perdieron a manos de las compañías deslindadoras, sus posesiones, incrementándose el latifundismo iniciado desde los tiempos de la reforma liberal. El sector obrero sufrió la represión de las huelgas de Cananea y Río Blanco, lo que se interpretó como una vaga intención del régimen por mejorar las condiciones laborales y como firme acción, el dar continuidad a la sobre explotación e inequidad que padecían los trabajadores nacionales respecto de los extranjeros. La depresión económica de 1907, acentuó el descontento y las clases medias se incorporaron a grupos de oposición, la clase intelectual hasta entonces al servicio del porfiriano, alza la voz en contra del colonialismo económico, de la falta de libertades y de las costumbres del régimen. Dentro de esta corriente opositora, el papel de la mujeres encuentra los causes de arraigo para iniciar su ya imparable proceso de expresión, que contaba con acciones desde las últimas décadas del siglo XIX Las mujeres inician su incursión al ámbito público. Lo público y lo privado, términos de descripción de las esferas en las que se desarrollan las diferentes acciones de participación de los géneros. El ámbito público en donde se desarrolla la acción colectiva, en donde se realizan las acciones propias de la ciudadanía, había estado reservado al género masculino, y la mujer, confinada al ámbito privado. La decisión de las mujeres por iniciar su participación en el ámbito público conlleva el interés y la responsabilidad de mejorar las condiciones de vida de la familia, de satisfacer sus necesidades básicas y de procurar mejoras en sus coLas integrantes del Club liberal "Las Hijas de Cuauhtemoc" en compañía de Francisco I. Madero.

1910 17 munidades, el arraigo de grupo se hace presente en las acciones emprendidas por aquellas primeras líderes de los movimientos femeniles. En 1900, en San Luís Potosí se constituye el “Club Liberal Ponciano Arriaga”, opositor al régimen porfirista y promotor de los derechos de las mujeres, pugna por incrementar la creciente adhesión de otros grupos de mujeres en todo el país, destacándose de entre ellos la organización de Zitacuaro, Michoacán, presidida por Aurora y Elvira Colín; en Veracruz, encabezaban la asociación Josefa Arjona de Pinedo y Donaciana Salas; en Coatzacoalcos, Veracruz, Josefa Tolentino y Rafaela Alor; en Chihuahua, Silvia Rembao de Trejo; en la Ciudad de México, Concepción Valdéz, Modesta Abascal, Otilia y Eulalia Martínez Nuñez. Contagiadas por las acciones realizadas por la asociación y en comunión con sus ideas, se crean otras asociaciones femeniles, naciendo en Veracruz el “Club Liberal de Señoras y Señoritas discípulas de Juárez”; en Matehuala, San Luís Potosí el “Club Liberal de Señoras y Señoritas”, presidido por Antiania Nava. Otros tantos sucesos son

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propiciados por diversas instituciones femeniles entre 1904 y 1909; la “Sociedad Protectora de la Mujer”, cuyas fundadoras, María Sandoval de Zarco y Laura Méndez de Cuenca, inician la publicación de un órgano de difusión “La Mujer Mexicana”, editado por Dolores Correa Zapata, que difundía temas de superación y las acciones que se realizaban en favor de la emancipación de la mujer y el logro del reconocimiento a sus derechos. En 1906, la igualdad de la Mujer y la reglamentación del trabajo doméstico son planteados en el programa del Partido Liberal Mexicano y en el “Manifiesto a la Nación” de Ricardo Flores Magón. En Ciudad Victoria, Tamaulipas, se funda la “Sociedad Femenil Cooperativa”, presidida por Irene Passemente de Argüelles y Josefa C. de Guerra. Se constituye formalmente la Agrupación “Admiradoras de Juárez” cuyo objetivo era la obtención del sufragio y estaba encabezada por Eulalia Guzmán, Hermila Galindo y Luz Vera. En Chihuahua, la señora Flores de Andrade establece el club “Hijas de Cuauhtémoc”, con la finalidad de apoyar al Partido Liberal de México . En Campeche, al igual que en el resto del país, los primeros años del siglo XX se caracterizaron por la dominación política y económica de un pequeño grupo que ejerció el poder local. La economía se basaba primordialmente en procesos agrícolas y forestales. Los cultivos de maíz, caña de azúcar y henequén eran los de principal explotación; en lo referente a la explotación forestal las maderas tintóreas, principalmente el “palo de tinte”, recurso natural casi extinto y por lo que su rentabilidad se encontraba disminuida; Se buscaba la alternativa en otro recurso natural: las resinas de zapote. Por otra parte, el cultivo del henequén, no logró ser dominante en la economía local, y la caña de azúcar al dejarse de exportar, solo se comercializaba en el mercado interno de la península. Estas condiciones en materia agrícola acrecentaron la debilidad de la economía estatal y de las condiciones generales de la población. En el área de la educación, el 80 % de la población era analfabeta; de los niños en edad escolar solo asistían a la escuela el 26 %, ocupando Campeche el vigésimo lugar, en relación con los demás Estados de la República. Estas son las condiciones socio políticas que enmarcan los primeros años de vida de la Lic. María Lavalle Urbina, quien el 24 de mayo de 1908, nace en la ciudad de Campeche.

LA FAMILIA LAVALLE URBINALa familia Lavalle Urbina, se forma con la unión del Sr. Don Manuel Lavalle Covián y de la Srita. Esperanza Urbina Alfaro. Al nacimiento de María, la familia Lavalle Urbina contaba ya con su primogénito: Carlos Manuel, nacido en 1904, y después, nacería el menor de los hermanos: Eduardo José en 1910. Don Manuel Lavalle Covián, nació en la ciudad de Campeche, en 1875. Farmacéutico, Abogado y Escritor. Graduado en Farmacia y Derecho, adquirió una amplia cultura que lo distinguió en la sociedad de entonces; ejerció el periodismo en la primera época de “El Reproductor Campechano”; fue Diputado local, miembro del Poder Judicial y Director del Periódico Oficial; ejerció la cátedra en el Instituto Campechano y fue corresponsal del Diario de Yucatán. Doña Esperanza, mujer tradicional más no conservadora, dueña de un carácter tenaz, alegre a quien le caracterizaba su gran don de gente, adjetivo propio de entonces. La

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personalidad de Doña María, mujer de gran inteligencia, de un profundo e inmenso humanismo, de una visión que aún rebasa lo contemporáneo y de aquellos valores que pueden conjuntarse en un ser humano excepcional, nos hace mirar hacia las personas que moldearon y forjaron su espíritu. Citamos a Don Manuel Samperio – amigo fraterno de doña María- para describir las cualidades de su origen: Cuantas veces es menester que los elogios vengan envueltos en nieblas misteriosas. No así en este homenaje, cordial y transparente a la insigne mexicana, de limpio abolengo, honra de su Patria y de su sexo. Recordamos a los padres: Aquel inteligente y donairoso Lavalle Covián, cultísimo, con dos títulos universitarios, escritor y periodista pulido, elegante y fácil orador, critico sagaz, a veces irónico y hombre cabal de honradez estricta y simpatía irresistible; y la encantadora Esperanza Urbina, prototipo de la matrona campechana, por su belleza y abnegación, por su gracia y su señoría, por su firmeza y su dulzura, dama ejemplar, espejo de todas las virtudes. Y de ahí surgió la hija queridísima, hija también predilecta del terruño. Educada con cuidadoso esmero basta evocar aquella paternidad para saber que las dotes excepcionales de la ilustre campechana: talento, carácter, rectitud, distinción, nobleza, hermosura, y bondad las lleva en la sangre como preciosa herencia.

NIÑEZ Y JUVENTUDEn aquellos primeros años del Siglo XX, la nación seguía envuelta en los episodios que intentaban derrocar al régimen porfirísta. Francisco I. Madero, surge en la escena nacional, como el principal opositor al régimen de Porfirio Díaz, Madero, hijo de terrateniente, lo que le brindó la oportunidad de cursar estudios en el extranjero, que como causa originó dotarlo de una visión humanista que no concebía las condiciones de la generalidad de la población. Aunados a esta moción, sus ideas democráticas y de reforma social, para conseguir las modificaciones necesarias que dieran a los ciudadanos de México, mejores condiciones de vida y posibilidades de desarrollo, lo hacen incursionar en el accionar político. El 15 de abril de 1910, Madero es nombrado candidato por el partido antirreleccionista y el naciente Partido Nacional Democrático, para contender en el proceso electoral que definiría la sucesión presidencial. El proceso electoral de 1910, fue considerado fraudulento lo que fortalece la unión de Conmemoración del Centenario del Inicio del Movimiento de Independencia. Los grupos opositores en torno a Madero. Las irregularidades del proceso son interpretadas como la falta de voluntad política del Gral. Díaz para impulsar un cambio democrático. Por su oposición al régimen, Madero es arrestado en la ciudad de Monterrey, el 4 de junio de 1910 y encarcelado en la Ciudad de San Luis Potosí, en donde redactaría el Plan de San Luis. Durante el mes de septiembre el General Porfirio Díaz celebra en la capital del país las fiestas conmemorativas al centenario de la independencia, el día 27 del mismo Porfirio Díaz es nombrado Presidente electo de México. La mayoría de las diversas fuerzas sociales opuestas al régimen, se integraron al movimiento encabezado por Francisco I. Madero. El ejército gubernamental no pudo derrotar a las huestes

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revolucionarias y, ante el deterioro generalizado de la situación, el Gral. Díaz renuncia a la presidencia el 25 de mayo de 1911, abandonando el país el día 31 de los mismos.

LA MUJER MEXICANA, PROTAGONISMO HISTÓRICO La mujer mexicana adquirió un nuevo protagonismo durante la Revolución, donde algunas mujeres identificadas en este período son las Adelitas, quienes eran parte fundamental de las acciones revolucionarias, desempeñaban funciones de enfermeras, despachadoras de trenes, correos, espías, enlaces, abastecedoras de armas, telegrafistas, propagandistas de las ideas revolucionarias, combatientes y también ocuparon puestos de mando, como las coronelas Carmen Alanis, la cual se levantó en armas en Casas Grandes, Chihuahua y participó en la toma de Ciudad Juárez, con 300 hombres a su mando; la Coronela Juana Gutiérrez de Mendoza, y la “China” que comandaba un batallón formado por las viudas, hijas y hermanas de los combatientes muertos, finalmente, Dolores Jiménez y Muro, coronela, redactora del plan político y social que desconoció al régimen porfirista; redactora del diario liberal “Diario del hogar” y participante de la sociedad femenil “Las Hijas de Cuauhtemoc”. En Campeche, en mayo de 1911, Manuel Castilla Brito triunfa en las elecciones para gobernador. En septiembre del mismo año, tomó posesión de su cargo, acto al que asistieron Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, quienes el 2 de noviembre de 1911 son nombrados 35 por la Cámara de Diputados, Presidente y Vicepresidente de México, respectivamente. Madero intento restaurar el ideal liberal que fuese manipulado por Díaz, pero los cambios en la estructura social y política lo hicieron irrealizable. Los empresarios estadounidenses veían peligrar sus inversiones, el alto clero temió los brotes anticlericales, y los campesinos y los obreros tras años de sojuzgamiento, no comulgaban ya con los viejos preceptos liberales. Emiliano Zapata quien desde 1909, accionaba en favor de la causa agraria y el reparto de tierras, había participado en diversas campañas contra el régimen de Díaz y reclamaba el inmediato reparto de las tierras, entre los campesinos, por su parte, el presidente Madero, exigía el desarme de las guerrillas, lo que originó que surgieran discrepancias entre ellos. Zapata cede y acepta el desarme de sus tropas, con la esperanza de que la gestión de Madero llevaría al país a las puertas de una reforma que cumpliera con las expectativas revolucionarias, pero estas no encontraron la respuesta esperada, por lo que reinicia la guerrilla y el 25 de noviembre de 1911, proclama el Plan de Ayala, en donde plasma sus ideales agraristas, causa y fundamento de su lucha y declara a Madero incapaz de cumplir los objetivos de la revolución. En Morelos, los campesinos liderados por Emiliano Zapata y al grito de “¡Tierra y Libertad!” se levantaron en armas, los líderes revolucionarios que se adhirieron al plan de Ayala nombran jefe de la revolución a Pascual Orozco, quien accionaba en el norte del país, para combatir estas acciones el 11 de febrero de 1913, el presidente Madero nombra jefe de las Fuerzas Armadas a Victoriano Huerta. El ejército logró controlar las insurrecciones campesinas, pero Madero fue rebasado por la sedición

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de Huerta, quién lo arresta en Palacio Nacional el 18 de febrero, irrumpiendo al poder al día siguiente. El 22 de los mismos, Madero y Pino Suárez son asesinados cuando eran trasladados de Palacio Nacional hacia la penitenciaria. El gobierno de Huerta es desconocido por el Plan de Guadalupe proclamado por el gobernador maderista del Estado de Coahuila, Venustiano Carranza el 26 de marzo de 1913, en torno a este movimiento se unieron los jefes revolucionarios y algunos gobernadores de los Estados, para combatir la usurpación del poder que cometiera Huerta. El gobernador de Campeche, Manuel Castilla Brito, brindó su apoyo al ejército constitucionalista, al pronunciarse a favor de Carranza el 10 de junio de 1913. Castilla, accionó militarmente con las tropas que formaban el batallón “Aquiles Serdán” acantonadas en Hecelchakán y Calkiní, y los destacamentos de policía. Los revolucionarios marcharon a terrenos idóneos para sus fines, con dirección al sur, dirigiendo la vía del ferrocarril campechano hasta la finca de “Huayamón” y continuaron su marcha hasta el 36 poblado de “Juan Cantemó”. El 4 de julio de 1913, la gubernatura del Estado fue ocupada por el general Manuel Rivera, nombrado gobernador interino por el Gral. Huerta. Las reacciones al movimiento revolucionario fueron en incremento, la sociedad ansiaba la estabilidad social y política. Las organizaciones de mujeres mexicanas, que luchaban por el reconocimiento a su participación en lo social, se unifican en torno del Comité Femenil Pacificador, liderado por Isabel Medina, María Hernández Hoyo y Concepción Durán, grupo que proponía la unión de los grupos femeniles del país, en un Alianza que significase la voluntad de las mujeres para la deposición de las armas. Al asesinato de Madero y Pino Suárez, Adela Arca, reorganiza a “Las hijas de Cuauhtémoc”, tomando como nuevo nombre “Hijas de la Revolución”, que en conjunto con asociaciones de gran parte del país luchaban contra el gobierno huertista. Otras acciones en contra del régimen de Huerta, las efectuaban Dolores Jiménez y Aurora Martínez, mediante la denuncia a través del periódico “La voz de Juárez”. Los revolucionarios campechanos se organizaron en la ranchería “El Pital”, partido del Carmen, en los márgenes del rio Mamantel. Ahí consiguieron las fuerzas revolucionarias campechanas su primer triunfo, dirigiéndose después a la finca “Sacakal”, lugar del segundo encuentro con las tropas federales, pereciendo más de 300 hombres. Fue en Chunchintok, donde se dio la tercera acción de combate y en la que triunfaron los federales. El 30 de Octubre de 1913, en la estación de San Lorenzo, se reunieron los coroneles Manuel Barragán y Lorenzo Sámano y el capitán Jesús Carranza, representantes del gobierno federal huertista, con José B. Duffó y Pedro Alfaro Cáceres, quienes en común acuerdo levantaron el acta en la que se dio por concluido el levantamiento revolucionario de Campeche. Posteriormente, Castilla Brito se exilió en Colombia. En febrero de 1914, el gobernador interino Manuel Rivera se haría elegir en las condiciones irregulares de entonces, gobernador constitucional, y quien ante la inminente llegada de los carrancistas, abandona el Estado, en septiembre de 1914, dejando el poder en manos del Lic. Eduardo Hurtado Aubry. Revolucionarios en el Fuerte de San Miguel Punta de Diamante. Cruce de las calles 10 y 10 B. Barrio de Guadalupe. En 1914, formado el Ejército Libertador del Centro y del Sur, Zapata controlaba todo el Estado de Morelos y

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había extendido su influencia a otras entidades. Derrotado Huerta, los carrancistas cortaron el paso de los zapatistas hacia el Distrito Federal, cuando ya se encontraban en las inmediaciones de Milpa Alta. Carranza rechazó las pretensiones agrarias de Zapata y en su carácter de Jefe del Ejército Constitucionalista convoca a la Gran Convención de Jefes militares con mando de fuerzas y gobernadores de los Estados, conocida como Convención de Aguascalientes, en la que Carranza pretendía discutir con los demás jefes revolucionarios el programa político y los asuntos de gobierno y cumplir con el pacto de renunciar a la jefatura del ejército. Ante el auge revolucionario Huerta presenta su dimisión como Presidente y abandona el país. Los representantes de Zapata en la Convención no reconocían la autoridad de Carranza, y al estar dominada por los delegados villistas, que distaban de concordar con el plan carrancista, declaran soberana la convención, eligiendo al Gral. Eulalio Gutiérrez Ortiz, como Presidente de la República y a Francisco Villa como jefe del ejército convencionista, instruido para combatir al ejército constitucionalista de Carranza. Villa y Zapata habían dirimido sus diferencias y se dirigen a la capital del país, sede por antonomasia de los poderes de la unión, mientras Carranza marchó al puerto de Veracruz, donde estableció su gobierno, combatiendo los acuerdos de la convención, con el general Álvaro Obregón, al frente del ejército, quien combatió a los convencionistas con éxito, logrando establecer de nuevo el gobierno de Carranza en la capital de la República. A su llegada Hermila Galindo pronuncia el discurso de bienvenida. La maestra Galindo, quien contaba con 18 años había participado ya en el movimiento que apoyó a Francisco I. Madero en Durango de donde era originaria, en 1911 se traslada a la capital del país en donde colabora con el Presidente Madero y durante los días de la Decena Trágica colabora con el gobierno en contra del Gral. Huerta. Por su prestancia durante el recibimiento al ejército constitucionalista, el Presidente Carranza la invita a colaborar en su gobierno, trabajando por la reconstrucción política de México.

CAMPECHE, TRAS EL ADVENIMIENTO DEL GOBIERNO CONSTITUCIONALISTA. El Coronel Joaquín Mucel, investido de facultades extraordinarias y nombrado gobernador preconstitucional de Campeche y comandante militar, asumió el poder el 9 de septiembre de 1914 e inició su mandato con el Decreto número 6 de fecha 22 de septiembre de 1914, que declaró nulas las deudas de los peones y canceladas las cartas de cuentas; hizo valer los preceptos consagrados en la Constitución y reconociendo la libertad de asentamiento de los peones y sus familias, acabó con la simulada esclavitud; decretó la Ley de Administración interior que estipulaba el régimen del Municipio libre; instaló el Congreso del Estado, con el carácter de Constituyente. Mucel propició la reforma del Código Civil, reglamentando la Ley del divorcio, señalando al matrimonio como un contrato civil y estableció un Tribunal Superior de Justicia. En materia agraria, instaló la Comisión Local Agraria, iniciando la dotación de tierras que, al finalizar su régimen, sumaron 18,814 las hectáreas distribuidas entre la población. En lo referente a la instrucción pública, expidió el decreto que estableció, en la capital del Estado, una Escuela Normal de Profesores. Impulsó la creación de la Ley de Enseñanza

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Rural, que sería impartida en las fincas rústicas, teniendo el carácter de gratuita, laica y obligatoria, nacional y eminentemente práctica. Autorizó el establecimiento de la Escuela Libre de Medicina y Farmacia, a instancias del Dr. Nazario Víctor Montejo Godoy. Subvencionó la creación de escuelas primarias, así como su funcionamiento, de acuerdo con la expedición de la Ley de Instrucción Primaria. Su administración, en claro concepto visionario, becó a estudiantes de agricultura para que realizaran estudios en la ciudad de México. Hacia finales de su administración, funcionaban en el Estado 43 escuelas rurales y 72 primarias completas. En materia de trabajo decretó la obligación del descanso dominical y en días de fiesta nacional, así como el Código de Trabajo del Estado de Campeche. Su política siempre se mantuvo fiel al régimen de Carranza y desconoció los acuerdos de la Convención de Aguascalientes. Las acciones emprendidas por el gobernador Joaquín Mucel, contribuyeron al inicio de los esfuerzos por mejorar las condiciones de vida de la población. Mucel creó el Partido Liberal Juvenil, para apoyar la candidatura de Enrique Arias Solís, quien fue Secretario de Gobierno, durante su régimen; permitió la existencia del Partido Agrario Pro – Campeche, el cual por causas de su divisionismo dio origen al Partido Socialista Agrario Pro – Campeche, (PSA) encabezado por Ramón Félix Flores. La inestabilidad política era un estado generalizado del país; cada provincia vivía su propia y muy distinta realidad; luchaban, independientemente por sustentar sus economías, por establecer políticas públicas ordenadas que otorgasen a sus pobladores estabilidad y certidumbre y que pudiesen mantener la paz y el orden social. Las prácticas políticas, tampoco detenían su cauce, los diversos actores y grupos, emergían defendiendo sus ideas, pugnando por sus causas y accionando por sus convicciones. Se expide la Ley de Relaciones Familiares, según la cual los hombres y las mujeres tienen derecho a considerarse iguales dentro del seno del hogar. Con esta ley, la mujer quedaba en condiciones de ejercer la patria potestad de los hijos; de concurrir al sostenimiento de la familia; de administrar, tanto bienes comunes como propios; de contratar y de obligarse.

LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LA MUJER EN BUSCA DEL RECONOCIMIENTO DE SUS DERECHOS. Uno de los sucesos que refleja la gran diversidad de ideales que encontraban eco, por la multiplicidad de condiciones que se presentaban en las aisladas provincias, fue el Primer Congreso Feminista, efectuado en enero de 1916, en la Ciudad de Mérida, Yucatán y que fuera presidido por el entonces gobernador carrancista del Estado, General Salvador Alvarado. En este congreso se acordó gestionar ante el gobierno federal, la modificación de la legislación vigente, para otorgar a la mujer más libertad y derechos. El congreso da origen al decreto que establece en el Estado de Yucatán, la mayoría de edad para las mujeres a los 21 años, cuando anteriormente se le otorgaba a los 30. "Queremos para la mujer, en nuestro medio nacional, derechos y funciones similares a los del varón en la educación, la vida y la democracia, de acuerdo con el programa de la revolución mexicana". El constituyente sesionó del 1 de diciembre de 1916 al 31 de enero de 1917, promulgando la Constitución el 5 de febrero de 1917, que entraría en

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vigor el 1 de mayo del mismo año, fue entonces que Venustiano Carranza Garza toma posesión como Presidente Constitucional de México. El debate en torno a la igualdad de los derechos políticos entre los géneros, se hizo presente en el Congreso, durante los trabajos del constituyente, el 12 de diciembre de 1916, Hernilla Galindo, quien era secretaria particular del presidente Carranza, subió a la tribuna y presentó la propuesta para otorgar el voto a la mujer, a fin de tener derecho de participar en las elecciones para diputados próximas a realizarse. Su lucha en la tribuna constitucionalista no fructificó, ya que el Congreso se negó a otorgar el sufragio a las mujeres mexicanas, fundamentando la decisión en que sus actividades habían estado restringidas tradicionalmente al hogar y a la familia, y por lo tanto no habían desarrollado conciencia política, ni tenían la capacidad de participar en asuntos públicos, puesto que no se encontraban organizadas para luchar por ese derecho. Seguía vigente y así lo pusieron de manifiesto, el estereotipo mujer-madre-esposa-ama de casa. La Constitución de 1917 se promulgó sin reconocer el derecho ciudadano a la mujer. […] Es de estricta justicia que la mujer tenga voto en las elecciones de las autoridades, porque si ella tiene obligaciones para con el grupo social, razonable es que no carezca de derechos. Las leyes se aplican por igual a hombres y mujeres; la mujer paga contribuciones, la mujer, independientemente, ayuda a los gastos de la comunidad, obedece las disposiciones gubernativas y, por si acaso delinque, sufre las mismas penas que el hombre culpado. Así pues, para las obligaciones, la ley la considera igual que al hombre, solamente al tratarse de prerrogativas, la desconoce y no le concede ninguna de las que goza el varón”. Hermila Galindo Congreso Constituyente, 12 de diciembre de 1916.- Querétaro. Protesta de los Legisladores Integrantes del Constituyente, Querétaro. 1916. En 1917, El Congreso Constituyente, dictó la nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dando a la Revolución un carácter legal, que transformó la vida mexicana. El Presidente Carranza, liquidó los bancos nacionales, para crear el Banco de México, único autorizado para emitir el papel moneda, y durante su gobierno quebrantó al militarismo y a los caciques políticos; inició la protección de las riquezas naturales, especialmente el petróleo, preparando la adjudicación del mismo en favor de los mexicanos. La Constitución de 1917, promulgada el 5 de Febrero, no contempló entonces, el derecho al sufragio femenino, pero inaugura los derechos sociales de las mujeres: el derecho al trabajo, al estudio y el derecho a la salud. Los ahora llamados Derechos Humanos de segunda generación inician su reconocimiento en el México Constitucionalista. El primero de noviembre de 1918 promulgó la Doctrina Carranza, que sostiene la igualdad entre los Estados y desaprueba toda intervención de los asuntos internos de otra nación así como la equivalencia de derechos de nacionales y extranjeros ante las leyes de un país, así mismo propone que la diplomacia no debe estar al servicio de los intereses particulares, ni tampoco ejercer presiones sobre los países débiles con el objeto de que modifiquen las leyes que no les convienen a los países poderosos. Una de las más destacadas movilizaciones de mujeres la constituyó en 1919, la fundación del CONSEJO FEMINISTA MEXICANO, dirigido por las maestras Elena Torres y Refugio García, proponiéndose la emancipación económica, social y

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política de la mujer. Para estos años al tener algunos derechos, otorgados en 1915, con la expedición de la Ley de Relaciones Familiares, las mujeres pudieron participar en la Administración Pública así encontramos a Esperanza Velásquez Bringas – Primera Magistrada del Tribunal Superior de Justicia de la Nación; Guadalupe Zúñiga de González –Juez del Tribunal de Menores; Amalia Guerrero de Castillo Ledón – Jefa del Departamento de Acción Cívica del Departamento del Distrito Federal y fundadora del Ateneo de Mujeres; María Luisa Ros –Directora General de Bibliotecas y del Periódico El Universal Ilustrado. En 1919, asume la gubernatura del Estado de Campeche, Enrique Arias Solís, debiendo de concluir su gestión en 1923, pero debido al pronunciamiento de Agua Prieta, el 15 de mayo de 1920, asume el cargo con carácter provisional Eduardo Arceo Zumárraga, a quien semanas más tarde reemplazó Gonzalo Sales Guerrero; sin embargo, la rápida movilidad de los grupos consiguió que el 3 de enero de 1921, se designara nuevamente como gobernador a Eduardo Arceo, ahora con carácter de provisional. Diversos intereses suscitaron el hecho de que la Cámara nombrara a Enrique Gómez Briceño, gobernador constitucional, el día 16 de febrero; quien protestó el día 18, para renunciar el 11 de agosto de 1921, designándose a Guillermo Ferrer Vega, gobernador constitucional. Ferrer convoco a elecciones, realizándose estas en Noviembre, dando el triunfo a Ramón Félix Flores, el 23 de noviembre de 1921, para que concluyese el periodo 1919 - 1923 correspondiente a Enrique Arias Solís. Una vez concluido este periodo de gran inestabilidad política, el gobernador Flores llevó a la práctica su política agraria, la que pugnaba por la erradicación del monopolio de la tierra; alcanzar la libertad económica del campesino; crear la pequeña propiedad y lograr la redención de los indígenas. Este régimen dio especial atención a la instrucción pública rural; se estableció una escuela granja, sostenida por el gobierno del Estado, además de casas escuelas adjuntas a los ayuntamientos. Al finalizar su gestión se protocolizó un convenio para el sostenimiento de las escuelas primarias y normales, por parte de la federación. En estos tiempos Tomás Garrido Canabal y Felipe Carrillo Puerto, gobernaban los Estados de Tabasco y Yucatán, respectivamente; gobernantes con los que Flores mantenía estrechas relaciones. El 23 de abril de 1920, se proclamó el Plan de Agua Prieta, en Sonora, que desconoció a Carranza, el efugio del plan era una supuesta disputa entre la Federación y el Estado de Sonora, respecto a la potestad del río Sonora; otra retórica referida a los actos incluye numerosos argumentos e intereses de los seguidores de Obregón y el Partido Laborista, derrotados en el proceso electoral, Carranza abandona la ciudad de México, para dirigirse a Veracruz, donde tenía amigos seguros. Salió de México el 7 de mayo, y se internó en la sierra de Puebla, en la noche del 21 de mayo, fue asesinado en la ranchería de Tlaxcalantongo, por los soldados de Rodolfo Herrero, quien obedecía órdenes de Álvaro Obregón. Álvaro Obregón Salido asume la Presidencia de la República el 1 de diciembre de 1920. La presidencia de Obregón (1920 – 1924) puso en marcha la reforma de la educación, especialmente en las áreas rurales. Destaca la creación de la Secretaría de Educación Pública, el fomento de las tradiciones populares se reflejó en una intensa vida cultural y, en el aspecto social, se favoreció a los pequeños propietarios con la entrega de ejidos a los pueblos, a

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la vez que se impulsaba la formación de sindicatos para proteger los derechos de la clase obrera. En este año y con José Vasconcelos al frente de la Secretaría de Educación Pública, la mujer obtuvo un espacio de participación tanto en el campo profesional, como en el ámbito de la política, esto aun cuando Vasconcelos, concebía al magisterio “como una extensión natural de la maternidad”; algunas maestras que participaron activamente por sustentar la acertada decisión del entonces secretario, de incrementar los espacios de oportunidad para las mujeres fueron Elena Torres, Eulalia Guzmán, Elvira Vargas y Adelina Zendejas, Luz Uribe y Elena Lanzázuri. En septiembre de 1921 se festeja el Primer Centenario de la Consumación de la Independencia de México. Entre otros acontecimientos, se realiza la Primera Semana Educativa del Niño, que tuvo por objetivo sembrar un sentido patriótico en esta parte de la población, pero excluyó lo referente al análisis de la problemática educativa. Las acciones en pro de los derechos de las mujeres, encontraban eco en algunos dirigentes, hombres visionarios que vislumbraban la equidad entre los géneros, y apoyando las causas de estas, implementaban propuestas para la consecución de las libertades, garantías y derechos que demandaban. Cabe la mención como muestra de lo tratado, el acontecimiento que en 1922, protagoniza el gobernador de Yucatán Felipe Carrillo Puerto, quien envía al Congreso del Estado una iniciativa para que le sea concedido el derecho de voto a la mujer. Durante el gobierno de Carrillo Puerto, se lograron importantes avances respecto a los derechos de las mujeres, con la creación de las Ligas Feministas, cuya función era gestionar beneficios y mejoras en las condiciones sociales y políticas de la mujer ante las diversas autoridades e instituciones respectivas. El primer cargo de elección popular en la República que obtiene una mujer, se da como consecuencia de estas acciones, la profesora Rosa Torres G. es electa Primera Regidora del Ayuntamiento de la ciudad de Mérida. 43 El Partido Socialista del Sureste encabezado por Carrillo Puerto postula como candidatas a diputadas propietarias a Elvia Carrillo Puerto, Beatriz Peniche y Raquel Dzib Cicero, aunque resultaron electas ninguna de ellas pudo ejercer en su totalidad el cargo, ya que tras el asesinato de Carrillo Puerto, las elecciones fueron anuladas. El Estado de Campeche seguía inmerso en las revueltas políticas, consecuencia de los acontecimientos nacionales. Tras el levantamiento de Adolfo de la Huerta, en contra de Álvaro Obregón, el gobernador constitucional de Estado Ángel Castillo Lanz, es sustituido en el cargo por el coronel de la huertista José María Vallejos, cuyo nombramiento era Gobernador Comandante Militar del Estado, quien a su vez es relevado en la administración por el Lic. Rodolfo Brito Foucher, de igual filiación. En abril de 1924, De la Huerta es derrotado y al asumir Plutarco Elías Calles la presidencia del país, Castillo Lanz retoma la conducción del poder ejecutivo del Estado. El continuar de la vida nacional nos refiere al período del presidente Plutarco Elías Calles (1924 – 1928) en la que se lleva a cabo una reforma anticlerical, basada en el nacimiento de una iglesia apostólica mexicana y en la reducción de los sacerdotes. Estas acciones de Plutarco Elías Calles, provocaron la rebelión de los “cristeros”, que duró de 1926 a 1929. Calles impulsó la institucionalización social de la revolución, con la creación del Partido Nacional Revolucionario, en 1929. Durante su gobierno se fundó el Banco de México.

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Como resultado de la continua lucha de las mujeres en pro de sus derechos en cada una de las provincias del país, en 1924, en San Luís Potosí y en 1925, en Chiapas se reconoció la igualdad de los derechos políticos entre el hombre y la mujer. En Campeche, la gestión de Castillo Lanz, estimuló el fomento y desarrollo de la agricultura; la explotación forestal se centró en el chicle, siendo Campeche el principal productor a nivel internacional. En materia de educación, se creó la Escuela Normal de Profesores del Instituto Campechano, y continuó el apoyo a la educación primaria rural; al finalizar su administración en 1927, el 67 % de los niños en edad escolar se encontraban en la escuela, lo que significó un incremento del 135 % con relación al año de 1907. Aún con todos los esfuerzos por incrementar los resultados en los procesos económicos, la pobreza en la entidad seguía siendo notoria, esto provocó el éxodo de las familias hacia otros lugares que tuvieran alguna esperanza de prosperidad. En 1926, “El Demócrata”, queriendo ofrecer un elogio de cada entidad, solo pudo publicar un rarísimo trabajo de Girón sobre los prosistas, y acerca de la agricultura, se tuvo que ocupar del casi extinto palo de tinte, que más que un cultivo era un recurso natural. Los otros cultivos eran pobres, no había minería, tampoco industria, sólo una maltrecha vía férrea y una capital con 17,000 habitantes. Mencionó que las condiciones culturales no podían definirse concretamente por lo disímbolo de la población; el idioma era casi ininteligible para los extraños, ya que “es una rara mezcla de maya y castellano” ( mayañol ). El viajero Frederick L. Hoffman publicó en el Boston Herald de ese año: “pocas son las personas que, abandonando el camino trillado, se dirigían a la encantadora e histórica ciudad de Campeche, el puerto abandonado y olvidado de México”. En 1926, María Lavalle Urbina, a la edad de 18 años, se titula de Profesora de Educación Primaria Elemental y Superior, asignándosele la cédula profesional número 11355 del título 37 del Libro III de Maestros de Educación Primaria. En 1927, la profesora María Lavalle Urbina, ingresa al sector educativo y se desempeña como maestra ayudante en la Casa Escuela del barrio de San Francisco de la ciudad de Campeche. La Casa – Escuela, era un modelo de proyecto educativo que data de 1905, promovido por el eminente maestro veracruzano Don Luis A. Beauregard, cuyo nombre se reconoce y distingue en varios Estados de la República, donde realizó su valiosa labor educativa. El maestro Beauregard llega a nuestro Estado en 1902, recomendado por el prestigiado maestro Enrique Rebsamen, a petición expresa del entonces gobernador interino Don José Castellot, quien buscaba un maestro competente para organizar los servicios de educación primaria y normal, con un sentido de modernidad y ciencia pedagógica. Operaba ya, la Escuela Modelo No. 1, que tanto por su ubicación, como por su capacidad, apenas bastaba para cubrir los requerimientos educativos, de los pobladores del centro de la ciudad, por lo que se proyecta la construcción de este modelo escolar en el centro de las barriadas más populosas, escogiendo al efecto la Plaza de San Francisco. Este proyecto contemplaba mejorar en lo posible, el servicio de instrucción pública, de construir edificios escolares con las condiciones requeridas por la pedagogía regional, de proporcionar una instrucción sólida a los niños de los barrios pobres y lejanos, de rodear tales edificios de jardines, para el esparcimiento de los educandos durante el día y para entretenimiento y

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culturización de la población adulta por la noche. Un edificio funcional para servir a una extensa zona de la ciudad, para favorecer a los educandos más pobres y carentes, hasta entonces, de la oportunidad de recibir la educación primaria completa. Este modelo escolar no se concluyó en la época del maestro Beauregard, pero fue posible su instauración en años posteriores, logrando implementar los planes y proyectos para los que fue concebido.

1926 Se titula como Profesora de Educación Primaria Elemental y Superior, en la Escuela Normal de Profesores del Estado. “con título de profesora inicié mis funciones en el Barrio de San Francisco, habitado en su mayoría por familias de pescadores con grandes limitaciones económicas, allí descubrí un mundo nuevo, señoreado por un angustioso panorama de dramáticas carencias, a pesar de realizar un trabajo tan duro y peligroso. Desde ese momento tomé partido con todo el ímpetu de mi juventud, formulando interiormente la promesa de luchar por procurarles una vida mejor, y aquella promesa se transformó en rumbo. El propósito se convirtió en actitud esencial. Y estimo providencial, por lo afortunada para mí, el haberme integrado, a los 18 años, al sistema educativo de Campeche”1 1 Palabras pronunciadas por la Lic. María Lavalle Urbina, el 30 de octubre de 1985, en la Sede del Senado de la República, al recibir la Medalla “Belisario Domínguez”. Estado Unidos Mexicanos. = Un sello que ostenta el Escudo Nacional. = Gobierno Constitucional del Estado de Campeche. = Por cuanto la Señorita María Lavalle Urbina, ha comprobado que ha sido examinada con notas aprobatorias en todos las asignaturas comprendidas en vigente plan de estudios de la Escuela Normal de Profesores del Estado y que ha sustentado así como en el propio plantel, con resultados aprobatorio el examen profesional representativo, como consta del acta relativa de fecha 24 de Mayo de 1926 este Gobierno en uso de sus facultades que le confiere el articulo 63 reformado del reglamento de la Ley de Enseñanza Normal del Estado, le expide el Título de Profesora de Educación Primaria Elemental y Superior, que la autoriza para ejercer la profesión y gozar de las prerrogativas que las leyes y reglamentos conceden a los profesionales investidos con título oficial. Dado en Campeche, a los 24 días del mes de mayo del año de 1926. El Gobernador Constitucional del Estado Benjamín Romero E.- Rúbrica.- El Oficial Mayor en funciones de Secretario General de Gobierno.- Pedro Tello.- Rubrica. El Director de la Escuela Normal de Profesores del Estado Lic. Perfecto Baranda Mc Gregor.- Rubrica.- Titulo de Profesora de Educación Primaria Elemental y Superior expedido a favor de la Secretaria. María Lavalle Urbina.- Queda tomada razón del presente título de Profesora de Educación Primaria Elemental y Superior expedido a favor de la Secretaria. María Lavalle Urbina a fojas 26 bajo la partida No. 51 del libro respectivo No. 6. Campeche mayo 24 de 1933. El Oficial Mayor en funciones de Secretario General de Gobierno. Con la toma de razón que antecede correspondiente al título de profesora de Educación Primaria Elemental y Superior expedido a favor de la Señorita María Lavalle Urbina queda cerrado el presente libro en toma de razón de títulos profesionales. Campeche,

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mayo 24 de 1933. El oficial mayor investido en funciones de secretario general de gobierno. 48 1927 - 1937 Silvestre Pavón Silva resultó electo gobernador para el periodo 1927 – 1931, quien solo Gobernó 15 meses. Siendo sucedido en el poder por Ramiro Bojórquez Castillo, de cuya gestión al frente del gobierno del Estado, no podemos omitir sus logros en materia de educación, al establecerse la Escuela de Jurisprudencia, anexa al Instituto Campechano e instituir la Escuela Normal Rural de Hecelchakán. Para Campeche fueron años aciagos, y no solamente por el despoblamiento y la pobreza, sino también debido a que las condiciones políticas no permitían el avance en los procesos de desarrollo que propiciaran el mejoramiento en las condiciones económicas en la entidad, como escribió el periodista Carlos Noriega Hope, en 1928: Para el que, en rápido viaje, conozca toda una rica región que muerde la Península, la visión de Campeche contrastará fuertemente con la de Tabasco y Yucatán. Mientras Tabasco semeja vivir a punto de oxígeno, debido al dinamismo de sus habitantes, y Yucatán tiene el claro prestigio del triunfador, Campeche es una incrustación del pasado, que parece descentrada, fuera de tono dentro de la riqueza y la actividad de la Península. Parece mentira, dentro de la vida mexicana, que pueda en estos años encontrarse una ciudad atrasada dos centurias de la marcha urgente de los siglos. Dos años más tarde en 1930, llegó otro extranjero, el doctor Siegfried Askinasy, quien también se impresionó con la pobreza de la ciudad y su grandioso pasado. A diferencia de los comentaristas anteriores, presintió que algún día la ciudad adormilada despertaría para emprender un nuevo camino Cuando un viajero llega a la capital de Campeche, la primera impresión que le sobrecoge es la miseria y completa decadencia, la mayoría de las calles están escabrosas y completamente destruidas, con charcos donde se estanca el agua de las lluvias. Las casas con muros sucios y descascarados de color indefinible y hasta negro como si hubiese sufrido un incendio, miran como la cara de un lazarino [...] Al ver todos esos vestigios de decadencia y pobreza adquiere uno la impresión de que esta ciudad está muerta, muerta sin resurrección, Y muerta, además, después de un pasado de prosperidad y riqueza [...] Pascual Ortiz Rubio asume la presidencia del país. Durante su gobierno se promulga la Ley Federal del Trabajo y otro acontecimiento relevante es el ingreso de México a la Liga de las Naciones. Se celebra en la ciudad de México el Primer Congreso de Obreras Campesinas, efectuándose también en los años de 1931 y 1933. Asume la gubernatura Benjamín Romero Esquivel, como Gobernador Constitucional, para el periodo 1931 – 1935. En materia económica, creo con carácter consultivo, el Consejo Local de Economía; impulsó el proceso de diversificación de la agricultura; fomentó la pequeña industria. Respectivo a las comunicaciones. Romero Esquivel creó la Junta Local de Caminos, llevándose a cabo la primera etapa de la carretera Campeche – Chenes y en materia de comunicaciones, fomentó la instalación de teléfonos urbanos. Entra en vigor el Código Civil, que había sido aprobado en 1928, en este se reconoce la libertad que tiene la mujer sobre su persona y sus bienes, sin restricción alguna en la adquisición y ejercicio de sus derechos, se reconocieron los derechos dentro de la familia con autoridad igual a la del hombre; se le otorgó la patria potestad de los hijos en caso de divorcio. Durante el gobierno del Gral. Cárdenas las

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organizaciones de mujeres se fortalecieron y se formó el Frente Único Pro Derechos de la Mujer, contando con más de cincuenta mil mujeres afiliadas: mujeres de diversas organizaciones, profesiones e idearios, cuya causa principal era lograr el derecho al voto, para ello era necesario modificar la Constitución por lo que establecieron una presión sistemática mediante mítines, conferencias, manifestaciones, llegando inclusive a declararse en huelga de hambre ante la casa del presidente. Los tiempos aún no eran los idóneos según los hombres de la política, representaban las mujeres el 54% de la población por lo se hacía necesario e impostergable el encontrar los mecanismos que propiciaran la inclusión de la mujer en la participación política del país. El Partido Nacional Revolucionario, hoy Partido Revolucionario Institucional, incorpora a las mujeres afiliadas al Frente en sectores, así se suman a las filas partidistas la Liga Orientadora de Acción Femenina, fundada desde 1927, dirigido por Elvia Carrillo Puerto; el Bloque Nacional de Mujeres Revolucionarias creado en 1929, presidido por Florinda Lazos León; el Partido Feminista Revolucionario fundado también en 1929, liderado por Edelmira Rojas, quien sería más adelante, la primera dirigente del Sector Femenil del PNR. El Frente Único Pro Derechos de la Mujer desapareció debido a la integración de las organizaciones a diversos sectores del partido, lo que ocasionaba que atendiesen intereses propios del sector, y se segregara la unidad en torno a su objetivo común que era el reconocimiento del derecho al voto. Eduardo Mena Córdova es electo gobernador constitucional para el periodo 1935 – 1939, quien en materia laboral logró reconocidos avances. En septiembre de 1935 implanta el reglamento para la duración de la jornada de trabajo en los comercios y oficinas y se fijaron los salarios mínimos; en junio de 1936, Mena Córdova expidió el reglamento del pago de un día de descanso semanal remunerado por cada seis días de trabajo. En el campo de las comunicaciones se avanzó con la construcción de las carreteras a Los Chenes y el tendido de vías férreas de acuerdo con el sistema nacional de ferrocarriles. Mena Córdova, también decretó la Ley y Reglamento para el establecimiento del Centro Cultural de Obreros y Campesinos; Fundó el Comité Pro Redención de la Deuda Petrolera Nacional, del que la licenciada Lavalle fue Tesorera, y declaró institución oficial al Club Ah Kim Pech, para celebrar el IV Centenario de la Fundación de Campeche y difundir las riquezas históricas monumentales, iniciándose en esa administración el fomento al turismo, rubro olvidado hasta aquel entonces. En el discurso que el presidente Cárdenas pronuncia al rendir su Primer Informe de gobierno, señala la necesidad de incrementar la participación del Sector Femenil, por lo que el PNR transforma la sección femenil en una oficina de Acción Femenil cuya primera directora es Margarita Robles de Mendoza. En 1936, el PNR postula a María Tinoco como candidata a la diputación local, cuyo registro no fue aprobado por el Departamento Electoral Nacional, debido a que la Ley en la materia no incluía ningún apartado sobre la participación electoral de la mujer. También se conquista el derecho partidista de participar en las elecciones internas del partido para elegir candidatos. La profesora Lavalle participaba activamente en el sector educativo, su inquietud por desarrollar condiciones propicias que mejoraran la calidad de vida de sus educandos, seguían latentes. Cualquier oportunidad era idónea para participar en

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actividades, que le permitieran incrementar el acervo de conocimientos en materia educativa y cuya consecuencia fuese su incorporación al sistema pedagógico. Se realiza en Yucatán el Primer Congreso Pedagógico de Orientación Socialista y la profesora Lavalle es nombrada Delegada efectiva, en representación de Campeche. A los 29 años de edad, y en reconocimiento a sus aptitudes y pleno conocimiento de las condiciones del sector educativo en el Estado, así como del sistema y sus aplicaciones, es nombrada Delegada a la Tercera Conferencia Interamericana de Educación, realizada en la ciudad de México, en 1937.

1939 – 1943El desempeño de administración del Dr. Héctor Pérez Martínez (1939 – 1943) es reconocido como prospero, ya que fueron notorios los beneficios en materia económica, política, social y cultural. La explotación del chicle consolido la economía estatal; progresó la industria y el comercio; se consolida una era de tranquilidad política. En materia educativa promulgó la Ley de Educación Secundaria y Preparatoria del Estado que instituyó el Consejo del Instituto Campechano, órgano que integraría los sectores involucrados en la educación. Al rendir su primer informe de Gobierno, notificó que en el Estado funcionaban 135 escuelas primarias de las cuales el Gobierno Estatal estaba a cargo del mantenimiento de 21 de ellas, con 322 maestros a cargo del erario. Pérez Martínez propició una abundante literatura histórica de Campeche, en la que incluso él fue autor prolífico; creó el archivo público, el Museo Etnográfico y Arqueológico de Campeche; promovió la creación de bibliotecas y estableció el seguro del maestro; fomento la construcción de viviendas populares y creó un comité pro turismo; Estableció la Dirección de Educación Física en el Estado. En diciembre de 1940, toma posesión de la Presidencia de la República Manuel Ávila Camacho, para el período 1940 – 1946. Administración en la cual, la educación recibió un gran impulso. Se canceló la educación socialista, la CNC agrupó al magisterio rural; se creó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE, que agrupó a la totalidad del personal que laboraba dentro del sistema educativo nacional. Así, la educación y la instrucción 51 fortalecieron la economía, al preparar a individuos para el trabajo eficiente y productivo. El gobierno permitió instituciones educativas privadas y con tendencias religiosas, que proliferaban; se incrementó la matrícula así como las instalaciones en todos los niveles educativos.

1943 OBTIENE EL NOMBRAMIENTO DE DIRECTORA DE ESCUELA PRIMARIA. Las mujeres que militaban dentro del Partido de la Revolución Mexicana, con el fin de restablecer el desaparecido Frente Pro Derechos, integran el Bloque Nacional de mujeres Revolucionarias, retomando los postulados del Frente y significando su presencia con diversas acciones en pro del reconocimiento del sufragio femenino. Acudieron al Congreso de la Unión solicitando se modificara la Constitución con el fin del reconocimiento ciudadano de la mujer, recibiendo como respuesta que la situación de

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guerra por la que atravesaba el país impedía que ese tema se debatiera en la Cámara, exhortándolas a no intervenir en cuestiones públicas ya que su deber para con la patria se limitaba a atender su hogar y a sus familias. Como un paliativo a este entorno, se reconoció oficialmente el día de las madres y se implementaron festejos para otorgar enseres y muebles domésticos a las mujeres de ciertos estratos. En Campeche, Eduardo Lavalle Urbina, asume la gubernatura para encabezar el primer régimen sexenal del Estado de 1943 a 1949. La política de Eduardo Lavalle fue orientada hacia las clases populares, experimentando el cauce gubernamental un giro de 360 grados, no por ello se descuidó el fomento a la industria. Lavalle logró atraer y motivar la inversión de capitales. En materia agrícola se puso especial atención al cultivo del maíz, a través de una comisión procuradora de créditos; en materia de servicios urbanos inicio los trabajos de abastecimiento de agua potable y alcantarillado y en materia de fomento a los sectores productivos, decretó la Ley Ganadera. La lucha contra el analfabetismo se convirtió en la bandera de la administración lavallista, se realizó un censo general para conocer el índice de analfabetismo en el Estado, permitiéndole, con el resultado de este trabajo, dividir al Estado en cinco zonas para implementar labores de alfabetización indígena. Proyecto que resulto por demás exitoso. La cultura recibió gran apoyo; se creó el Departamento cultural del Estado, propiciando la publicación de la segunda época de “El Reproductor Campechano”, que dirigió Rafael Perera Castellot, él que incluía trabajos de investigación, historia y composiciones literarias. Patrocinó el primer Diccionario biográfico, histórico y geográfico, de Juan de Dios Pérez Galaz, así como la Cronología maya, de Raúl Pavón Abreu. El auge cultural permite la edición de la revista “Huella”, publicación de circulación bimestral de egregio contenido, en la cual colaboraban connotados campechanos, firmaban como “redactores fundadores” los Señores Rafael Alcalá Dondé, Perfecto Baranda Berrón, Francisco de la Cabada Vera, Pedro Martínez Guerrero, Julio Macossay Negrín, José E. Narváez Márquez, Eduardo Negrín Baeza, Raúl Pavón Abreu, Mario Rivas Cervera y la profesora María 52 Lavalle Urbina, cada uno de ellos participaba como articulista, tratando temas de amplia diversidad, en los que se hace evidente por qué trascendieron a los anales de la cultura campechana.

Los artículos de la profesora Lavalle en la revista “Huella” Revista Huella. No. 1 Abril de 1944La mujer ante la guerra actual Por María Lavalle Urbina Horas de intensa, desoladora amargura son las que ha tocado vivir a la humanidad de nuestros días… El incendio que prendiera en la Europa Central la soberbia insolente y ambiciosa del fascismo alemán, abrazó con rapidez fantástica el continente y se extendió por los ámbitos todos de nuestro planeta, en forma tal, que aún las tierras más recónditas y los mares más escondidos conocen ya el estremecimiento pavoroso que produce la furia destructora de esta implacable guerra mecanizada. Es una lucha absorbente, totalizadora: como en atracción de abismo han caído en su sima uno tras otro, pueblos de todas las razas; y no se trata de ejércitos organizados que se

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enfrentan en batallas de acuerdo con las tácticas militares de antaño; no: en la contienda actual son las ciudades más populosas, ricas e industrializadas, los más frecuentes objetivos de los bombardeos y es la población entera, sin distingos, la que queda expuesta a sus estragos, trátese de elementos militarizados, o de indefensos ancianos, mujeres o niños. Vemos obras que han logrado la cultura a través de siglos de esfuerzo: monumentos, estatuas, cuadros, jardines, museos, bibliotecas, todo consumido por la fiebre de destrucción que domina esta hora vital; ciudades enteras arrasadas y supervivientes desolados en medio de ruinas humeantes, en amargo retornar a épocas primitivas, rotos en unos cuantos momentos los recios vínculos que los unían al plácido vivir contemporáneo. Y en cuanto a pérdida de vidas, la nueva Torre de Babel que podría levantarse con los cadáveres de los seres humanos —hombres, mujeres, niños— todas las lenguas, que han caído víctimas de esta hecatombe, alcanzaría perspectivas positivamente aterradoras. En respuesta a este nuevo tipo de agresión que es el más bárbaro de todos los tiempos, la Mujer ha respondido gallardamente porque a la llamada del Dolor, no ha sido el obligado cortejo de lágrimas y lamentos con estéril depresión de ánimo; su reacción ha sido más noble, más valiente, más fecunda: trabajar... servir; y lo ha hecho con tal eficacia, que puede asegurarse que en la actualidad constituye un factor decisivo en la contienda armada. Antes de la guerra, eran contadas las labores que en las fábricas de armamentos se confiaba a las mujeres, más el imperativo de aumentar la producción y el de retirar individuos del sexo masculino indispensables para otros servicios, facilitaron el ingreso de las primeras a modo de ensayo y no sin ciertas reservas y limitaciones; pero el éxito obtenido fue tan halagador, que han sido admitidas sucesivamente a tareas cada vez más difíciles y delicadas y en un número siempre creciente. Sus faenas son variadísimas: en la construcción de aviones, piedra angular en la actual conflagración, las mujeres intervienen en la fabricación de todos los tipos, desde el ligero de escuela hasta el gran cuadrimotor de bombardeo, y hay que subrayar el hecho de que en los mismos trabajos el índice de producción aumentó considerablemente en relación a los elementos sustituidos. Los capataces de las fábricas reconocen en las mujeres una mayor eficacia en todas las tareas que se ejecutan a base de repetir una misma operación, y se explica: son dedos sutiles, ligeros con aptitudes creadas por siglos de bordados, tejidos y costuras a base de increíble paciencia y habilidad. Pero no es tan sólo en este aspecto un tanto rutinario en el que se han destacado; hay mujeres dedicadas a especialidades delicadísimas como calibrar el estriado de los cañones, trabajo en el que un error infinitesimal sería desastroso. Y las encontramos dueñas de sí, dominando la difícil y variada técnica de los abastecimientos de guerra, construyendo y conduciendo autos de campaña, tanques o camiones; probando materiales, inclusive cañones de grueso calibre; manejando explosivos peligrosísimos; en comunicaciones, transmisiones, radio, alarmas; en los aeródromos, en los astilleros, en campos militares de entrenamiento, en las labores agrícolas, donde quiera que las órdenes cada vez estrictas de reclutamiento hayan dejado un hueco qué llenar. En las oficinas militares ha logrado hacer innecesaria la presencia de los hombres en las labores tales como las de secretaría, archivos, dibujos, gráficas, concentraciones

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de datos y todo el papeleo indispensable, que maneja a maravilla. Pero donde su intervención se agiganta y adquiere luminosos perfiles de apostolado, es en el aspecto de la enfermería: encontramos cuerpos militarizados de esta índole lo mismo en la campaña de las Islas Filipinas, que en Islandia, la India, en las selvas de las Islas Salomón, en Australia, en África, en la invasión de Italia: dondequiera que van los soldados los acompañan por aire, mar o tierra, sufriendo con ellos el cansancio de penosas jornadas, las privaciones y el peligro inminente; en el fragor de los combates o en la desolación de los bombardeos, alivia dolores con su ciencia y conforta espíritus con su ternura cálida y cordial. Esta contribución ha sido proporcionada en una gran mayoría por mujeres de coeficiente intelectual “medio’’ dado que, aunque las hay con preparación de tipo universitario, abundan los casos en que no tienen más antecedente cultural que la instrucción primaria; pero existen además mujeres de excepcional capacidad, la cual ha sido puesta, asimismo, al servicio de tan nobles anhelos para no citar muchas, recordaremos tan sólo tres: la Sra. Roosevelt, vida agitada, desasosegada, febril, en cumplimiento de los altos deberes que se ha impuesto; es el tipo de la mujer de su raza: serena, tesonera y laboriosa; la Sra. Kolontai, figura importante en las negociaciones de paz ruso-finesas, producto del concepto de absoluta igualdad que la Unión Soviética ha establecido en sus fronteras para la mujer y que agrega a las labores que hemos apuntado, otras más atrevidas, como pilotos aviadores, paracaidistas, ametralladoristas, etc., y, por último, la Sra. Chiang-Kai-Shek que obtuvo durante su valiente viaje a los Estados Unidos mayores triunfos que muchos diplomáticos de carrera, y que es digna representativa de la mujer china que ha llevado su heroísmo a tomar las armas integrando guerrillas para oponerse al invasor nipón. Ante estas realidades que estamos confrontando, nadie que procediera con justicia podría negar a la Mujer la oportunidad de ser escuchada en las deliberaciones de la postguerra, de donde debe salir un nuevo concepto del mundo, con bases más firmes y más humanos procedimientos; un mundo nuevo que sepa emplear dignamente las libertades conquistadas a base de tanta sangre, tanto dolor, tanta amargura; un mundo generoso, justo, alegre, feliz. Si la mujer ha ayudado a los hombres en forma tan decisiva en los momentos más difíciles; si ha mantenido su serenidad ahogando atávicas debilidades para conservar la fe y la confianza de los suyos: si ha ofrendado su esfuerzo y su sangre misma, y ha sentido en su propia carne el horror de esta hecatombe, le asiste ineludiblemente el derecho de opinar en la conformación de la humanidad del futuro, y pueda que sus sugestiones por más humanas, por la forma eminentemente femenina de considerar los problemas, diéranle a esta paz una duración que la inflexibilidad de los tratados anteriores no supo o no pudo darle.

Revista Huella. No. 2 Junio de 1944 HACIA UNA MAYOR COMPRENSIÓN PARA LOS NIÑOS Por María Lavalle Urbina Una de las preocupaciones que más frecuentemente y con mayor hondura han acongojado a la humanidad en todos los tiempos es la que se refiere a los niños. Y se

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explica: constituyen preciada arcilla cósmica que los dedos sutiles del tiempo moldearán, recibiendo el curso de su complicada tarea influencias varias e ineludibles (factores de herencia psicopatológica, del medio ambiente, de educación, etc.) para crear seres nuevos con perspectivas casi insospechadas. Significando reservas vitales en toda sociedad, no hay proyección hacia el futuro que no se apoye en la infancia, que es, pues, símbolo de fe, de aliento, de esperanza. Estudiar y controlar en lo posible los importantes factores a que nos hemos referido, constituye fundamentalmente la ineludible obligación de los padres, maestros y en general de todos aquellos que desempeñan la delicada misión de formar a esos legionarios del porvenir procurando ante todo un mayor conocimiento de la psicología infantil, a fin de señalar nuevos rumbos a la técnica educativa, ya que en muchos aspectos la generalmente aplicada, hoy por hoy, adolece de gravísimos defectos.-La autorizada voz del doctor Elmer von Karmán, ilustre penalista y pedagogo vienés, la crítica en esta forma harto concluyente “una educación como la actual de concepción típicamente mediocre al que entiende por cultura acumulación de conocimientos y no la orientación de los impulsos humanos creadores y productores, tiene por fuerza que dar malos resultados”. Desde luego al niño debe consagrarse una constante, profunda e inteligente atención, vigilando tanto su aspecto físico como el espiritual que están estrechamente vinculados, al grado de que la deficiencia en uno, generalmente provoca trastornos en el otro. Para 55 reafirmar este aserto, recordaremos tan sólo los casos de niños clasificados como retardados en las escuelas a que concurren, situación que obedece únicamente a que presentan anomalías tales como miopía, sordera, raquitismo, etc. Ahora bien, los padres en lo general serían capaces de darse cuenta de un padecimiento físico de su hijo y captarían sin esfuerzo los síntomas que se refieren a ciertas afecciones de esta índole, acudiendo al médico frecuente y oportunamente; pero no presentan la misma facilidad de comprensión cuando las dolencias son de tipo psicológico, campo desconocido aún para personas regularmente preparadas y cuyo estudio es indispensable para orientar con firmeza la formación de estos pequeños seres. Así como nos son conocidas muchas manifestaciones de anomalías físicas (elevación de temperatura. Inapetencia, erupciones, etc.), debemos esforzarnos para conocer las que se refieren a las psicológicas, estudiando cuidadosamente y consultando cuando fuera necesario, cuáles son las formas de conducta que indican la propensión a estados patológicos, que actitudes constituyen síntomas graves, como se originan, se desenvuelven y por último, como han llegado a producirse y como podrían curarse, atenuarse o modificarse esas enfermedades, resultado de perturbaciones experimentadas con antelación. Para esto necesitamos comenzar por establecer que en la constitución del espíritu humano encontramos un nutrido haz de instintos, de los cuales resultan posteriormente actividades, costumbres, la conducta en general; son ellos factores determinantes y reguladores de las reacciones del ser frente a los diversos estímulos que lo solicitan constantemente. Cuando esos elementos estructurales logran mantener entre sí la necesaria colaboración, el debido equilibrio, “la sinergia conveniente”, en expresión del doctor Von Karmán, el individuo es espiritualmente normal y sano. Resulta interesante

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acercarse al mecanismo que se pone en juego para determinar la reacción del individuo ante los diversos estímulos; la disyuntiva entre los “impulsos” que la nebulosa subconsciencia ofrece, y los “frenos” que correlativamente se presentan. Es la eterna lucha entre el Bien y el Mal, que desde tiempos remotos captó la fina intuición humana. Y cuando el individuo es espiritualmente normal, aquellos “frenos” ahogan tales impulsos, con o sin esfuerzo, manteniendo el equilibrio en el espíritu humano y una armoniosa conformidad con el ambiente social. El Lic. José Almaraz, en documentado artículo que es una primicia de su libro “La Ciencia Penal” en preparación, llama “funciones inhibitorias” a ese proceso de los “frenos”, conscientes o inconscientes, que se oponen a los impulsos criminógenos, y explica: “En la deliberación (consideración inteligente) la razón pesa la tendencia y la inhibición y puede resolverse el complejo psíquico que impele a exteriorizarse, tan pronto como lo ilegal, lo injusto, lo indebido o aún lo perjudicial para el sujeto, llega a la conciencia y alcanza predominio mental. Por la deliberación —y más aún por lo subconsciente de la vida psíquica— puede no formarse un impulso criminógeno, nacer tan débil que no llegue a la conciencia quedar en el subconsciente por la censura automática de la personalidad” —En este último caso, muy frecuente por cierto, se trata de un fenómeno al que Freud ha consagrado gran atención: es un impulso criminógeno reprimido. —”La inhibición, continua el Dr. Almaraz, puede brotar de sentimientos religiosos, éticos o justos (inhibición autónoma) o de órdenes y prohibiciones impuestas por una autoridad y que exteriormente se aceptan (inhibición heterónoma)”. Pues bien; los instintos, tanto los que determinan reacciones saludables como los que las originan normales y enfermizas, como predisposiciones naturales, aparece con el nacimiento, pero son susceptibles de afirmarse o modificarse en el transcurso de la vida. Por eso precisa determinar qué aspectos de la conducta del menor obedecen a disposiciones naturales que han de cultivarse y cuáles son perjudiciales para procurar su transformación y reforma mediante una educación conveniente, que para serlo ha de tener como base una amplia comprensión y respeto a la personalidad infantil, evitando el tan grave como frecuente error que consiste en pugnar porque el niño se comporte como mayor, ahogando despiadadamente los impulsos propios de su edad, lo que le acarrea serios trastornos ya que entre ambos media un abismo cavado por la diferencia de intereses, y al asimilarlos-por la fuerza, creamos frecuentemente esos tristes seres sin infancia, cuya melancolía presidirá de por siempre los actos de su vida. Veamos algún caso: el pequeño juega por instinto, y al hacerlo, a más de experimentar placer adquiere experiencias y aptitudes preciosas para su evolución tanto material como mental; por análoga razón busca la sociedad con seres de su edad que tengan sus mismas inclinaciones y con quienes se entiende a maravilla. Pero desgraciadamente hay personas mayores a quienes les parece mejor no procurar a su niño más compañía ni distracciones que las suyas o las de personas de mayor edad. Errores estos y tantos otros similares que aparentemente insignificantes, al caer en la complicada trama de las funciones psicológicas del niño y en a medida que su propia personalidad en formación lo permita, le dejará su imborrable huella. Hay que dejar, pues, al pequeño que disfrute una auténtica vida de niño con todos los placeres propios

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de su edad, tales como entregarse a las delicias del juego con sus compañeros aunque en alguna ocasión se les llenen de barros los zapatos, se desgarren sus ropas, o sus gritos estentóreos interrumpan con desagradable brusquedad la paz de nuestro descanso, crispando nuestros suprasensibles nervios de civilizados. Claro que esto no quiere decir, ni con mucho, que caigamos en la indiferencia que antes hemos condenado: habrá que proceder discreta e inteligentemente para influir en la selección que el niño hace de sus amigos, así como de sus horas, formas de juego, y, en general, nuestra atención se dirigirá a encauzar esas reacciones infantiles dentro de su propio marco, cuidando, eso sí, y con gran interés, de mantener un principio de cariñosa autoridad por parte del educador, porque si el abandono ha causado gravísimos daños a la infancia, no los causa menores el amor excesivo de los padres que crean, cegados por su loca pasión, seres psíquicamente tarados. La labor de educar es ardua, callada, difícil, pero a pesar de ello o quizá precisamente por serlo, presenta perfiles de gran atracción y compensaciones íntimas muy gratas: forjar espíritus es tarea de dioses y para merecerla debemos mejorar en todo momento nuestra pobre condición humana. Distendamos, pues, vigorosa, inteligente, atinadamente el arco de la vida, para que la flecha a nosotros confiada —el niño— hienda las distancias, rompiendo nuestros actuales estrechos horizontes y vaya a clavarse —plena de anhelos de superación— al propio corazón del porvenir.

Revista Huella. No. 3 Agosto de 1944 CORRIENTES FILOSÓFICAS DE LA EDUCACIÓN Por María Lavalle UrbinaLa conquista del preciado acervo cultural con que cuenta la humanidad en nuestros días, ha sido tarea larga, fatigosa, dolorosa, difícil; cada generación ha recibido su legado de las anteriores y acrecentada con su sudor y su sangre, la ha transmitido a las posteriores observándose que el ritmo acelerado de enriquecimiento, significa una aportación más rotunda cada vez. De tiempo en tiempo surge una luminaria en la mente de algún hombre excepcional, y sus vivísimos destellos, alumbran por todo un período las sombras en que se debaten sus contemporáneos, creyendo los hombres, engreídos con su obra, que se ha arrancado a la Esfinge su secreto; que ha quedado el enigma de la vida sujeto para siempre a la humana voluntad, para encontrarse más adelante con que se trata únicamente de un poquito de verdad, y que los principios que en forma general y absoluta adoptaran los complejos problemas de la vida humana, tienen aún muchos capítulos sin escribir. Así, en lo que se refiere al niño y a su educación, ilustres pensadores han formulado en diversas épocas teorías que han parecido significar lo definitivo sobre esa cuestión. Para no citar sino a los tres últimos, comenzaremos por Juan Jacobo Rousseau, (1712-1778), que fundamentalmente estableció que todo niño, siendo bueno en su origen, es la vida en sociedad la que lo corrompe. Posteriormente surge César Lombroso (1835-1909) quien fundándose en sus audaces especulaciones, llega a un concepto opuesto al del filósofo ginebrino, al afirmar que el niño es un pequeño delincuente nato. Por último, Sigmund Freud, (1856-1939) con opuestas ideas

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y atrevidas argumentaciones, pone de relieve la influencia definitiva que en el ser psíquico tienen las tendencias instintivas, especialmente la sexual, que él llama de la “líbido”. Escuela Modelo No. 1. 1926. Discípulos del célebre médico vienés entre ellos Alfred Adler, han orientado el estudio de tales reacciones instintivas hacia otros rumbos y han logrado establecer toda una teoría alrededor de lo que ellos denominaban “Complejos de Inferioridad”. Es claro que ninguno de estos ilustres pensadores agotó el tema que nos ocupa, por más que pudiera haberlo parecido así en determinado momento histórico; pero indiscutiblemente significaron fecundas concepciones que abrieron nuevas y ricas perspectivas a la mente humana. Tenemos al insigne filósofo ginebrino, autor del “Emilio”, que clama contra las deficiencias de la torpe y artificiosa educación de su época, y su genial exigencia de que se conserve el niño en contacto con la naturaleza, continúa siendo actual y lo será por mucho tiempo aún. En cuanto al notable antropólogo y criminalista italiano, creador de la antropología criminal, aparte de sus discutidas concepciones, tiene el relevante mérito de haber hecho fijar la atención de los estudiosos en el delincuente y no sólo en el delito como se acostumbraba entonces. Y por lo que se refiere al genial psiquiatra austriaco, que es una de las figuras de mayor lustre y que más apasionados debates ha provocado en nuestros días, sin considerar que sus especulaciones constituyen la última palabra sobre el tema, sino aceptando con cautela sus generalizaciones e inducciones, debemos reconocer, y lo hacemos con positivo agrado e íntima admiración, que su método del psicoanálisis ha contribuido poderosísimamente al progreso de los estudios de psicolofisiología mental, básicos en nuestra época. Habiendo abrevado originalmente en la fuente freudiana, Adler, también vienés, se separa para explorar por cuenta propia una nueva dirección: la tragedia que para el menor constituye los sentimientos de inferioridad. Es un cauce de investigación muy socorrido por los estudiosos norteamericanos y que contiene valiosas sugestiones pedagógicas, con grandes posibilidades para su estudio y aplicación inmediata, condiciones que precisamente hacen más importante y de mayor utilidad práctica su difusión. Brevemente expondremos algunos lineamientos de estas teorías, que, por lo demás, son tan sólo facetas de la “Psicología Diferencial del Individuo” de creación adleriana. Comenzaremos estableciendo en expresión del propio famoso neuropsiquiatra. Se forma un sentimiento de inferioridad durante los primeros cinco años de la infancia; como fenómeno estrechamente ligado a ello, una falta de sentimiento de solidaridad y ánimo, una búsqueda de comprobaciones más fuertes de la superioridad, algún problema nuevo que infunde miedo al paciente y su distancia a él, como asimismo su desviación hacia la mera apariencia de la superioridad y no hacia la superación real de las dificultades, “(De Alfred Adler, Individual psychologie und Wissenschaft). Para Adler, los sentimientos de inferioridad que algunos órganos, imperfectos o deficientes, inspiran al individuo, se convierten en un factor permanente de su desarrollo psíquico. Instintivamente la sensación de inseguridad engendra el deseo de buscar objetivos, compensaciones en la vida; el niño feo, el consentido o el maltratado, busca la huida ante los constantes desagrados que le produce su “minusvalía”, con mucha mayor frecuencia que el niño sano. Toda esta psicología parte de ese sentimiento de

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inferioridad que impulsa al individuo a asegurar por todos los medios psíquicos que tiene a su disposición (fuerza verdadera, orgullo o neurosis) su dominación. Estas “minusvalías” pueden agruparse en dos grandes clasificaciones: A.— Las objetivas, que son de orden corporal (somático) y B.— Las de orden psicológico y caracterológico. Por tanto, la tarea del educador: los padres y maestros, o bien del médico o del 59 psicólogo, consiste esencialmente en hacer un cuidadoso “balance” de las posibilidades del pequeño ser o impedir la utilización defectuosa de estas fuerzas mal orientadas, en forma de reacciones mórbidas y de neurosis. Desde luego hemos anticipado que no suponemos que se hayan encontrado definitivas, pero si los educadores lograran como lo desea Oliver Bracete, distinguido discípulo de Adler, lo. Prevenir la formación de sentimiento de inferioridad, 2o. Combatir los ya existentes mediante la reanimación de los descorazonados y 3o. Crear, tanto para los individuos como para las colectividades, el mínimo de seguridad del que todos estamos necesitados; ese triple anhelo contribuiría con positiva eficacia a la felicidad de la niñez.

Revista Huella. No.4 Octubre de 1944INTERROGANTES DE NUESTRA ÉPOCA Por María Lavalle Urbina ¡Qué época tan contradictoria tan desconcertante, la que nos ha cabido en suerte vivir! Ennoblecida por grandes hazañas, es también maculada por atroces crímenes; claroscuros grandiosos que nos elevan y nos deprimen en febril sucesión, abriendo interrogaciones de temor y de angustia respecto de un devenir tan nebuloso e incierto. Asistimos al espectacular naufragio de las normas morales consagradas como dogmas por la adhesión general de la humanidad a través de los siglos. Los hombres corren desenfrenadamente tras el becerro de oro, suponiendo esa, la única meta capaz de proporcionarles felicidad. Y como para tal propósito no son propiamente la inteligencia, ni la cultura, ni la solvencia moral, los factores determinantes, con desoladora frecuencia resulta que los triunfadores son casi siempre aquellos que más carecen de tales atributos, con lo que el triunfo representa una selección negativa, y, lo que es más grave aún, el concepto corriente del fracaso de los valores culturales y morales frente a los imperativos de la civilización, lo que, fatalmente, conduce al menosprecio de tan preclaros timbres. Las manifestaciones de descomposición social surgen con celeridad creciente, invadiendo todos los órdenes de la vida humana, porque muestra de ella no es tan solo el funcionario prevaricador que desdora su investidura, lo es también el comerciante que lucra con el hambre del pueblo, el industrial que capitaliza el dolor de la guerra, el médico que transforma su ciencia en mercadería, el abogado que prostituye la justicia, el militar que alquila su espada al mejor postor, el periodista que cotiza halagos y censuras, y, así, sucesivamente, en todas las formas del saber y del hacer humanos. Claro está que en todas las épocas han existido apetitos desenfrenados y procedimientos tortuosos pero eran casos esporádicos que recibían de inmediato la repulsa unánime del núcleo social en que brotaban como parasitarias perniciosas, en tanto que en nuestros días se van generalizando, y lo que es más significativo aun,

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constituyen el objetivo más o menos confesado de la juventud, siendo recibidos los desbordamientos de tales pasiones como naturales, si es que no se califican como un producto lógico de habilidad o ingenio. Ante panorama tan desconcertante, cabe preguntarse: ¿hacia dónde debe orientarse la educación de nuestros hijos? ¿A la salvaguardia y consolidación de esos valores, o a su total abandono? Porque el dilema es terminante: en el primer caso se corre el peligro de que, imbuido en conceptos tales como la generosidad, el altruismo, el amor a la ciencia, etc., el niño, hecho hombre, se encuentre indefenso para desenvolverse en ese hervidero de pasiones en que se verá obligado a actuar, con el doloroso desencanto por su incapacidad de acomodamiento; y en el segundo, ahogado todo impulse elevado y generoso, llegaría a su mayoría de edad dominado por un egoísmo brutal y agresivo que lo llevaría a los mayores extremos, afirmando fuertemente la preponderancia de la opaca materialidad reinante. Y generalizando más el problema, surge otro interrogante: ¿Será que tales normas, consideradas durante tantos siglos como inmutables, no lo son? ¿Será que, producto de la educación moral de una sociedad en determinado límite de evolución, carecen de validez en otros, que como los que estamos viviendo, merecen calificativo de anormales? Indudablemente que, en su proceso evolutivo, la sociedad va rectificando su concepto de la vida y adoptando las nuevas, correlativas formas de conducta y actuación; pero hay principios que estamos acostumbrados a considerar inmutables, como los valores éticos, la justicia, etc., y que, por tanto, constituyen la esencia misma de la vida en sociedad. Esos son como símbolos que se mantienen erguidos cuando la iconoclasta echa por tierra todo lo demás. Y podrán menospreciarse y aún negarse en determinados momentos históricos, pero resurgen después en todo su vigor, y, si cabe, con mayor fuerza aún. Observemos que esos derrumbamientos han correspondido siempre a las más trascendentales modificaciones en la estructura social, como cuando la caída del imperio romano, pongamos por caso, en que todos los historiadores convienen en la corrupción ambiente, o en la revolución francesa, con todos los excesos de una nobleza abyecta y disoluta en plena decadencia. Por tanto, bien podríamos explicarnos que ocurran ahora, cuando nos encontramos frente a frente al acontecimiento más definitiva que registra la historia de la humanidad, cual es la revolución mundial que confrontamos, y de la que tiene que surgir una sociedad que, purificada por el dolor, sea el resultante de un sistema de organización basado en principios de absoluta justicia. Cuando menos, así lo esperamos quienes confiamos en la rehabilitación de los valores morales y culturales. Sin embargo, no debe ser ésta una simple postura de pasividad estéril, por el contrario, precisa sentirse combatiente activo en la lucha por la liquidación de ese estado caótico y absurdo que permite el fácil triunfo de la ignorancia ensoberbecida, que consagra la supremacía de la simulación y la audacia, frente a la cultura y la bondad auténticas, uncidas a su cara triunfal. Y no hay que pensar en un triunfo fácil e inmediato: la lucha es contra la corriente, y demanda cualidades de tenacidad y reciedumbre moral, con un valor a toda prueba. De lo contrario, la vorágine incontrastable devorará todos los buenos propósitos y los hundirá para siempre en los fangosos bajo fondos de abismo.

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LA CAMPAÑA DE ALFABETIZACIÓN. INICIO DE LOGROS. En 1944, el gobierno federal del presidente Ávila Camacho establece la Campaña Nacional contra el Analfabetismo, en un gran esfuerzo alfabetizador se editaron diez millones de cartillas e igual número de piezas de cuadernos de escritura que se distribuyeron en todo el territorio nacional, significándose con estas acciones la imperiosa necesidad de atender el rezago educativo en la que se encontraba inmersa la población del país. La profesora Lavalle Urbina quien desempeñaba ya, un cargo de directora de escuela primaria y quien desde 1927, desarrollaba acciones dentro del sistema educativo, presenta un plan a la junta estadual del gobierno constitucional del Estado de Campeche, para desarrollar en éste, las acciones de la campaña que a nivel nacional, instituyera el presidente Ávila Camacho. Aceptando el gobierno estatal la propuesta presentada, la profesora Lavalle asume la jefatura estatal de la Campaña Nacional contra el Analfabetismo, que se desarrolla en el estado de 1944 a 1947, obteniendo el primer lugar a nivel nacional en la erradicación del analfabetismo. Campaña nacional contra El analfabetismo plan presentado a la junta Estadual para realizar En El Estado de Campeche Grabado publicado En "El reproductor campechano" año ii vol. i y ii. Enero febrero y marzo-abril. 1945. La Ley de Emergencia que establece la Campaña Nacional contra el Analfabetismo expedida por el señor Presidente de la República, está inspirada en los más nobles y generosos propósitos a la vez que en una certera visión de los problemas que han venido estorbando sistemáticamente, la evolución de nuestro país, que si bien es cierto que en algunos aspectos como en el renglón de los recursos naturales, presenta muy halagadoras perspectivas, éstas se ensombrecen hasta la tragedia cuando se tropieza con lacras como el analfabetismo, que a más de su propio contenido, se encuentra en el fondo de los más graves problemas de México. Combatirlo, pues, es servir a la Patria y hacia tal finalidad deben orientarse en la escala estadual las voluntades de los buenos campechanos, sostenedores por abolengo de las más nobles causas. Para encauzar tales actividades se ha formulado el Plan que expondremos a continuación, y que, con sus múltiples imperfecciones, no tiene sino la aspiración de servir de guía, aceptando desde luego las modificaciones, rectificaciones y enmendaduras que la experiencia fuera señalando en el terreno de la realizaciones. De primera intención puede parecer demasiado extenso, pero hay que tener en cuenta que se ha detallado a efecto de hacer más claros y comprensibles los problemas, así como de prever y resolver el mayor número de ellos, con objeto de facilitar la labor de las Juntas Foráneas, También podría observarse la falta de tareas específicas a sectores como los estudiantiles, los de empleados públicos, los profesionistas etc., pero esta omisión intencionada ha tenido como causa el considerarlos elementos capaces y aptos para múltiples tareas, de modo que, a juicio de los directores, lo mismo pueden utilizarse para la propaganda en sus diverso aspectos, como en la integración de brigadas alfabetizadoras, para colaborar en los Centros colectivos, etc.

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ASPECTO ECONÓMICO El espíritu de la Ley de Emergencia multicitada, es clara y terminante en el sentido de establecer una cooperación de “todos los mexicanos que residen en territorio nacional sin distinción de sexo u ocupación”. . . Estamos en guerra contra el analfabetismo y esta es, pues, una movilización general que abarca y precisa de todos. En Campeche, que es una entidad de escasos recursos, menos puede ni debe permitirse que la indolencia o el egoísmo por una parte, y por otra, circunstancias tales como la escasez de analfabetos en los centros mejor poblados, priven a causa tan generosa de la valiosa cooperación de esos elementos. Y así como en los ejércitos modernos, además de los combatientes activos existe un segundo frente vital de abastecimientos, en la lucha contra el analfabetismo urge la formación del segundo frente que proporcione elementos para el sostenimiento de la lucha. Una Comisión Auxiliar de Hacienda, integrada por el Presidente de la Cámara de Comercio, el de la Unión de Productores de Chicle, y tres elementos más, tendrá a su cuidado el arbitrio de fondos en alguna forma claramente controlable como mediante certificados de aportación, manteniendo esa Comisión el carácter de dependencia de la Junta Estadual, la que empleará tales donativos en la fundación y sostenimiento de Centros Colectivos, Brigadas Alfabetizadoras, etc., que difundieran hasta el más olvidado rincón del Estado, la hermosa clarinada de liberación, piedra angular que podrá sustentar con firmeza, la proyección hacia el futuro de los más vastos y atrevidos planes de reivindicación en todos los órdenes. Aún al frente de tan importante labor, la profesora Lavalle cursaba la carrera de Abogacía en la Escuela de Jurisprudencia del Estado, obteniendo el 24 de mayo de 1945 el título de Abogada, siendo la primera mujer en recibirlo. Su tesis profesional “DELINCUENCIA INFANTIL” le hace merecedora de la Mención Honorífica, otorgada por el H. Cuerpo de Sinodales, la segunda que expidiera en su historia la Escuela de Derecho; su título de abogada quedó inscrito a fojas 23 vuelta del Libro de Exámenes Profesionales, con fecha 24 de Mayo de

1945. Le fue conferida la Cedula Profesional 5562 del título 23, del Libro IV de Licenciados en Derecho.De la tesis presentada por la profesora Lavalle y que le mereció la Mención Honorífica otorgada por el sínodo, el Sr. Profe. Santiago Burgos Brito, integrante del mismo, comentó Ante un tema de tal categoría, precisa andar con cuidado sumo y con mil y una precauciones. Ante un asunto de tanta trascendencia, en una tesis profesional precisamente, no es posible pasar con prisas lamentables, que sólo sirven para llenar requisito, una obligación ineludible que se cumple a regañadientes, en esta clase de los malos estudiantes que apenas sí por arte de birlibirloque consiguen llegar a la meta, sin importarles un comino el inicio de su personalidad Desarrollar una tesis en un examen profesional, no debe ser, como muchos creen, reunir una media docena de autores que

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se ocupen del tema elegido, y copiarlos sabrosa y frescamente, con el único empeño de poder imprimir quince o veinte páginas del menor tamaño, con cuales poder llenar el expediente. Y, sin embargo, en nuestros medios provincianos es lo que regularmente se acostumbra. Por tradición, por flojera, o por falta de elementos suficientes para poder completar un trabajo que valga la pena. Y también acaso por falta de estímulo, cuando no por falta de respeto a la seriedad del acto mismo de la graduación. Por eso, cuando una tesis se sale de lo acostumbrado, rompe los moldes vulgares, y asoma en plan de cosa seria a la palestra de las discusiones, reconocemos que aún hay espíritus selectos que no persiguen el diploma sólo por vanidad o por puro negocio, sino que van en su busca como un estímulo para actividades intelectuales de mayor calibre. No son espíritus de machote, inapetentes de ideal y ahítos de ambiciones bastardas, sino juventudes que van en pos de las realidades más candentes de la vida, aunque éstas les quemen las manos hasta el alma. Para esta clase de espíritus, formados en la lucha diaria, no se acepta la labor que pasa inadvertida, del trabajo que se cumple con el mismo entusiasmo con que se ingiere un frasco de aceite de ricino. El trabajo ha de ser eficaz, productivo para la colectividad, benéfico en sus resultados, y, sobre todo, que acuse una personalidad, distintivo de las buenas obras. Que el asunto elegido marque desde luego una orientación en las futuras actividades del profesionista, que señale la ruta de sus preferencias, el más ferviente de sus anhelos y de sus aspiraciones. Que su tesis haga saber urbi et orbe que no se está ante uno de tantos, ante uno de los muchos que se conforman con muy poco; con la posesión del título, adquirido aun cuando fuese a paso de banderillas o a la media vuelta. Que para eso sobra tiempo, y un espíritu digno rechaza siquiera la intención de caer en delito semejante. Se nos ocurrieron las consideraciones anteriores cuando, en un alto de nuestras ocupaciones habituales, pudimos leer detenidamente la interesante tesis que escribiera la señorita María Lavalle Urbina, para el acto solemne de su graduación de abogado. Todas esas condiciones que atribuimos a los espíritus dilectos, están reunidas superabundantemente en la distinguida intelectual campechana. Talento, dedicación incesante al estudio, amor al trabajo, y amplísima cultura. Una tesis de nutrida información, de autores modernísimos, de estadísticas concluyentes, y enfocada especialmente al medio campechano, con brillante claridad de exposición, contundente lógica jurídica, y agudas intuiciones psicológicas y sociológicas, puede ser un motivo de orgullo para el más exigente. La Secretaria. Lavalle Urbina no se limitó a demostrar la bastedad de sus conocimientos, sino que quiso proyectarlos en el sentido de sus predilecciones; en la ruta de sus actividades cotidianas: la niñez. No podía ser de otro modo, ya que antes de encaminarse por las rutas del Derecho, la Secretaria. Lavalle Urbina regó con el sudor de su trabajo honorable y competente los áridos caminos de la Pedagogía. Maestra de gran experiencia y de una vocación irresistible, al optar por la carrera del Derecho para ampliar el campo de sus actividades, se dedicó preferentemente al Derecho Penal y a la Criminología, firme en su propósito de continuar al servicio del niño en su nueva profesión. Por eso es lógico que su tesis la dedicara a la Delincuencia Infantil, y pusiera en ella todos sus esfuerzos para realizar algo que más o menos pronto pueda llevarse a

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cabo en beneficio de la infancia delincuente, y para prevenir su existencia lamentable. En el libro que nos ocupa, que así puede llamarse sin ninguna hipérbole, nada de lo que a la materia se refiere dejó de ser visto y comentado por la Secretaria. Lavalle Urbina con a veces un criterio personal y originalísimo. El lector preparado se encuentra ante una obra que no tiene desperdicio. Todo, hasta la estructura erudita de la misma, está manejado con suma habilidad, y, sobre todo, con criterio moderno, y un amor a la patria grande y a la patria chica que conmueve. Porque al preocuparse de la infancia delincuente la distinguida colega en la forma que lo ha hecho ha llevado a cabo un trabajo de trascendental importancia para nuestro futuro, ya que ha tocado con raro acierto una de las llagas de nuestros medios sociales, como de los de casi todo el mundo. Nadie mejor preparada que ella para dar cima a tarea tan meritoria. Porque cuando la pedagogía, la paidología, el Derecho Penal y la Criminología se funden en el alma de una mujer inteligente, se puede esperar un resultado incomparable. En el futuro de este Campeche que hoy se levanta con gallardías insospechadas, la obra teórica y práctica de la Secretaria. Lavalle Urbina tendrá un lugar preponderante. Porque no es poca cosa cambiar las frivolidades femeniles por estos trotes abstrusos y espinosos de la docencia y del Derecho […]

LA DELINCUENCIA INFANTIL, PREOCUPACIÓN DE LOS HOMBRES DE CIENCIAEl tema de los menores inadaptados ha ocupado la atención de numerosos hombres de ciencia: médicos, juristas, psicólogos, pedagogos, estadistas, etc., quienes han encerrado sus largos desvelos en diversas e interesantes fórmulas para combatir esa lacra que corroe y aniquila el organismo social. Tan apasionado interés por parte de los estudiosos, así como 78 de los políticos y hombres de Estado más capaces y progresistas, se explica si consideramos que el niño significa las reservas vitales de toda sociedad, y por tanto, no hay proyección hacia el futuro que no se apoye en ellas; en esas manecitas temblorosas al presente, se encuentra, ineludiblemente, la clave del humano devenir. Por otra parte, un número considerable de delincuentes inicia sus errores precisamente con una infancia de abandono y perdición, por lo que cabe pensar que cada uno de esos pequeños infelices que hoy se perfilan en la sociedad como entes para sociales, si son abandonados a sus propias fuerzas, pronto resbalarán por la empinada pendiente que los hará convertirse, en un mañana próximo, en seres antisociales, perennes reincidentes, destinados a las cárceles, los manicomios y los hospitales. En cambio, con un tratamiento adecuado, es muy posible que se lograra la readaptación de esos menores a la vida social, con el saldo favorable para el futuro, de hombres útiles, en vez del pesado y peligroso lastre de los infractores.

DEBE CREARSE UN SOLO ORGANISMO QUE UNIFIQUE LA ACCIÓN ESTATAL Y PRIVADA CONTRA LA DELINCUENCIADesgraciadamente, y aun cuando sea doloroso, precisa reconocer con vistas a una fecunda política de prevención, que la atención a la infancia, en lo general, deja mucho que desear en nuestra patria; cierto que México es un país pobre que confronta grandes

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tragedias; 89 cierto también que en los últimos años se ha advertido un firme deseo del gobierno para salvaguardar los intereses infantiles; pero a las escasez de recursos económicos a que nos hemos referido hay que agregar cierta falta de cohesión que consume esfuerzos, dispersando energías y debilitando los objetivos finales. Así tenemos instituciones que con finalidades similares y conexas, dependen del Departamento de Prevención Social, del Gobierno del Distrito, de la Secretaría de Asistencia, de la Beneficencia Pública, etc., amén de los que dependen de la iniciativa privada, elementos que podían canalizarse en un sólo sentido, concentrándose en un organismo director que encauzara, inclusive, las actividades de las instituciones estaduales correlativas, y todos esos elementos, bajo una dirección única, seguramente producirían una acción más fecunda y más eficaz. Y no sólo el Estado, también los particulares deben sumarse a esta obra: precisa romper el cómodo aislamiento que entraña una tremenda responsabilidad en que se ha encastillado la indiferencia fría y estéril, para señalar tareas concretas a cada uno de los componentes del núcleo social, que la de atender a la infancia forjando el porvenir es función que a todos compete y obliga. Hay que sacudir el marasmo de las decepciones, romper el hielo del egoísmo imperante, y acudir en defensa de la infancia con la convicción de que trabajamos en una tarea con las más nobles, altas y limpias finalidades. La ahora Licenciada Lavalle Urbina, se desempeñaba también como catedrática en Ciencias de la Educación y Observación Escolar en la Escuela Normal para Maestros, incorporada al Instituto Campechano y fungía como Maestra de Educación Social, en los cursos de mejoramiento para maestros organizados por la Secretaría de Educación Pública, en la ciudad de Campeche. El 1 de diciembre de 1946, el presidente Ávila Camacho, entregaría el poder a quien resultare triunfador en el proceso electoral a realizarse durante ese año. El gobierno de Ávila Camacho llevó a cabo una tarea de unidad nacional y aunque éste era militar, su régimen tuvo acendradas características civilistas. Algunas de las acciones más destacadas de Ávila Camacho fueron la reanudación de las relaciones diplomáticas con Gran Bretaña y la entonces Unión Soviética; los Departamentos de Marina y Trabajo se convirtieron en Secretarías de Estado; la Secretaría de Guerra cambió su nombre a Secretaría de la Defensa Nacional, mismo que conserva actualmente; se decretó la congelación de rentas en beneficio de las clases populares; continuó con la reforma agraria y el reparto de tierras y se fundó el Instituto Mexicano del Seguro Social. Las mujeres del Bloque Nacional Revolucionario tomaron la valiosa oportunidad que el proceso electoral les ofrecía, participaron activamente en la campaña presidencial del candidato postulado por el ya Partido Revolucionario Institucional, Lic. Miguel Alemán Valdez. Las mujeres revolucionarias además de luchar por la igualdad de los derechos civiles y políticos, integraron un programa que contenía tres aspectos centrales: el social, cuya premisa fundamental era la asistencia social de la mujer y los infantes; en lo económico, lo primordial era propiciar e incrementar la educación de la mujer para su incorporación al sistema productivo; y el cultural, cuyo principal objetivo era la alfabetización de las mujeres, además de su participación en actividades culturales. Las mujeres del Bloque formaron grupos de 90

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orientación cívica a favor del candidato Alemán, realizando visitas domiciliarias en colonias populares, ejidos y rancherías, este trabajo les valió su participación en la integración de los municipios, por lo que en el mitin del 27 de julio de 1945 realizado en la Arena México, el Lic. Alemán ofreció que de ocupar la presidencia, les concedería todos los derechos cívicos en la vida municipal y otorgar puestos de responsabilidad en la administración. El Lic. Alemán en su gira de proselitismo visita el Estado de Campeche en el mes de abril de 1946. El gobernador Lavalle realizó grandes acciones en pro de la educación, la cultura, la infraestructura de servicios y el fomento a los sectores productivos, aún con todos estos esfuerzos realizados en las materias citadas, el Estado presentaba condiciones desfavorables en lo que respecta al desarrollo humano. La Licenciada María Lavalle Urbina presenta al candidato Alemán, durante una Sesión de Mesa Redonda sobre Problemas de la Entidad, una ponencia sobre las condiciones poblacionales, demográficas y las relativas al sector salud, sus causas y propuestas para la solución de la problemática en estos sectores, titulada “Demografía campechana”, documento que nos permite estimar las condiciones que presentaba el Estado.

DEMOGRAFÍA CAMPECHANA La importancia del factor demográfico en relación con la economía de una región cualquiera, se encuentra ya al margen de toda duda, pues precisa considerar los núcleos humanos que conjugan el esfuerzo de su inteligencia con las posibilidades que el medio ambiente les ofrece. La escasez de población -índice de pobreza- es padecida, en términos generales, por toda nuestra patria. (10 h. por km. 2) Pero el problema toma tintes de tragedia cuando se fija la atención en el estado de Campeche, que con 90,460 habitantes repartidos en una extensión territorial de 50,952 km. 2 determina la desoladora densidad de 1.78 personas por km. 2, (censo de 1940) y la sitúa, en unión del de Colima, a la zaga de las restantes entidades federativas, con la única excepción de los territorios federales. El Estado de Campeche está integrado por ocho municipios que, en conjunto, comprenden 868 localidades. La más importante de éstas es la ciudad de Campeche, donde radican los poderes públicos, y cuya población es de 23,277 habitantes. Le siguen en importancia demográfica las ciudades del Carmen y Calkiní, con 7 ,687 y 4,491 habitantes respectivamente, siendo asimismo cabeceras de los municipios de su nombre. Para dar una idea más clara de la exigüidad de población que se observa en la Entidad, subrayamos que solamente existen 16 poblaciones que cuentan con más de un millar de habitantes; que son 209 las localidades que ofrecen un promedio de 11 a 50 habitantes, y que 345, cuentan con menos de 10, complementando este cuadro desolador el dato de que existen 184, totalmente deshabitadas. Conviene tener presente que la población no forma un todo homogéneo y macizo, sino que se encuentra dividida, y por consecuencia, debilitada en su lucha contra un medio hostil por la barrera del idioma. Son cuatro los municipios en los que más del 80 por ciento de sus pobladores tienen como lenguaje único el maya, respondiendo a su pensamiento, que es asimismo maya, con todas sus peculiaridades, y que preponderan de un modo definitivo

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en aquellos lugares, espiritualmente desvinculados de la nacionalidad mexicana. Y el problema de la lengua repercute con fuerza en el nivel cultural medio del pueblo, dado que cada individuo que se sirve con exclusividad del idioma aborigen, es un analfabeto en español, absolutamente ajeno a ese mínimo de conocimientos y aptitudes que caracterizan a la cultura media mexicana. Existen, pues, 23,265 personas, de 6 a 40 años, que no saben leer ni escribir, frente a 24,206, de 18 a 60 años, que son letradas.

PROPOSICIONES Con fundamento en el minucioso examen de los antecedentes expuestos, proponemos concretamente lo que sigue: En lo relativo a insalubridad: a).-Intensificar la política asistencial que con bastante éxito han venido desarrollando los servicios sanitarios coordinados, multiplicando sus unidades en todo el Estado a efecto de que no quede poblado alguno fuera del radio de su acción; b).-La construcción del hospital general de Campeche, que afortunadamente parece un hecho, con todos los adelantos que en la materia pudieran proporcionársele, y un funcionamiento a base de especializaciones, a efecto de que pudiera brindar un servicio positivamente eficiente, que, a la vez, elevara el índice cultural de la medicina en Campeche; c).-Extender los beneficios del agua potable y drenaje, que comienzan a establecerse en la capital del Estado, al mayor número posible de poblados y; d).-La fundación de una dependencia del Instituto Nacional de Enfermedades Tropicales, para que actuara en el terreno de la realidad, en estas latitudes tan azotadas por tales padecimientos. Por lo que a contener la corriente de emigración se refiere: a).-Planes definidos por parte de las instituciones oficiales para acentuar lo que ahora se esboza en materia de estructuración de la economía regional otorgando facilidades y elementos (técnica, crédito, comunicaciones, maquinaria, etc.), para procurar la explotación de los recursos naturales de la Entidad; b).-El establecimiento de nuevas carreras universitarias que recojan los continentes juveniles, cuyos propósitos tienden a capacitarse, profesionalmente y la creación de una institución adecuada, que respondiendo a una de las más fuertes demandas de la época, que es la preparación de técnicos, contribuyera a formarlos, con procedimientos adecuados para la determinación vocacional, planes concursos en relación con las características del medio para lograr un máximo aprovechamiento de los recursos naturales, así como la utilización, tanto del estudiante que deserta como de los graduados de los establecimientos. De esta escuela técnica podrían salir, por ejemplo, los expertos necesarios para una explotación racional, inteligente y patriótica, de los recursos forestales de la región, y C).-Por último, con vistas a superar las fórmulas que hemos venido planeando, encaminadas todas, al aumento de población por una cuidadosa conservación de los diversos elementos que la integran, proponemos una, más audaz por menos ensayada en nuestro medio, aunque positivamente salvadora: la inmigración, que podría provenir, ya de los 95 campos patrios, partiendo de regiones superpobladas, en las que la tierra es incapaz de sustentar ya nuevos elementos, o bien de fuera del país, de la hambrienta y desolada Europa. En ambos casos se armonizaría brillantemente el sentido de solidaridad social con el apremio de brazos para Campeche,

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que abunda en tierras vírgenes ansiosas de entregarse a quien las cultive con amor, fecundando sus entrañas en las que se halla ineludiblemente, el porvenir de la Entidad y de la Patria. Lic. María Lavalle UrbinaEl 1 de diciembre de 1946, el Licenciado Miguel Alemán Valdez toma posesión como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, periodo 1946 – 1952. El 24 de diciembre de ese mismo año, la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa de ley enviada por el Ejecutivo, en la que se concedía a la mujer, el voto en elecciones municipales, modificando así la fracción I del artículo 115 de la Constitución. En 1947, la Licenciada Lavalle Urbina es nombrada por el Presidente Alemán, Magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito y Territorio Federales, cargo que por primera vez es desempeñado por una mujer. Este cargo lo ocupa de abril de 1947 a febrero de 1951, cumpliendo el presidente, su compromiso de incorporar a la administración gubernamental a mayor número de mujeres. Para desempeñar cargos en la administración pública son nombradas también dos delegadas del Distrito Federal, Aurora Fernández en Milpa Alta y Guadalupe Ramírez en Xochimilco. Otros nombramientos de importancia fueron el de Dolores Heduán como Ministra del Tribunal Fiscal de la Federación y el de Elvira Vargas, como directora del periódico “El Nacional”, órgano de difusión del Gobierno Mexicano.

1947“Yo pensé que mi destino quedaría encerrado entre las murallas de mi ciudad natal pero no fue así. Cuando el licenciado Alemán visitó Campeche en una de sus campañas, a mí

me tocó sustentar el tema “Demografía”, y conversé con él. Después cuando ya era Presidente, el licenciado Alemán me invitó a colaborar con él y me nombró Magistrado.

Esta invitación rompió la muralla y tuve que venir a vivir a México”. María Lavalle Urbina

De la reacción de los Magistrados comentó:“Los Magistrados eran gente muy caballerosa, muy competente y de una gran probidad económica, pero claro, en choque abierto con medida tan audaz como la que tomó el licenciado Alemán. Con dificultad, angustia y desazón de mi parte, logré salir adelante e, inclusive, al término del año, conseguí que el ambiente cambiara totalmente a mi favor. Yo creo que ellos pensaron, tal vez por falta de costumbre de tener una mujer ahí, que yo no era persona que pudiera prestigiar al Tribunal y quizá querían evitar que esto fuera motivo de crítica. Sin embargo, cuando se convencieron de que yo ponía todo mi empeño en trabajar, cambiaron y tuve el honor de ir como representante al Congreso de Sociología en Monterrey”El congreso al que la licenciada Lavalle hace referencia, fue el Congreso Nacional de Sociología Criminal, realizado en Monterrey, Nuevo León, en 1953, en el cual le fue entregada la Mención Honorífica, por su ponencia titulada “Menores infractores”. Los reconocimientos a la calidad humana y profesional de Doña María, son ostensibles

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desde noviembre de 1947, cuando un aula de la Casa – Escuela de San Francisco, es denominada “Aula Profra. María Lavalle Urbina”.

EL INICIO DEL RECONOCIMIENTO A LA IGUALDAD. En 1948, la Organización de las Naciones Unidas promulga la Declaración Universal de los Derechos Humanos en la que se reconoce la igualdad entre los hombres y las mujeres, en esta fue primordial la participación de las feministas que integraban la Comisión sobre la condición jurídica y social de la mujer, constituida en el seno de la ONU en 1946, ante la cual la Licenciada Lavalle sería representante de México desde 1957 hasta 1968. En ese año se conmemoró el Centenario del natalicio del ilustre campechano Don Justo Sierra Méndez, maestro de América, asistiendo la Licenciada Lavalle como oradora en el evento.

CENTENARIO DEL NATALICIO DEL MAESTRO JUSTO SIERRA MÉNDEZ Discurso en su honor pronunciado por la Lic. Lavalle enero 26 de 1948. Cd. De CampecheSeñor representante del señor Presidente de la República, Señor representante del señor Ministro de Gobernación, Señoras y Señores: Campeche, la bella durmiente del Golfo, como fuera llamada en alguna ocasión nuestra ciudad, se despierta y se despereza al conjuro de un acontecimiento que la llena de legítimo orgullo: el centenario del natalicio de uno de sus hijos más distinguidos: ¡Justo Sierra Méndez! Es la matria, como llamara a la provincia el gran Mistral, que con conmovedoras ternuras de auténtica madre, se engalana, dulce y amorosa remozando su modesto aspecto de provinciana sencillez y acelerando el ritmo de su vida, normalmente apacible, con estremecimientos de intensa satisfacción. Fue a este mismo paisaje que nosotros contemplamos, al que abrió los ojos Justo Sierra, llenándose sus pupilas de azul de inmensidad; el de este cielo opulento y el de ese mar quieto y apacible; dilatados horizontes que agigantan el pensamiento, estimulando la concepción de los sueños más atrevidos. ¡Y dentro de tan amplias perspectivas, construcciones de piedras centenarias que rezuman leyendas de piratería y de amor! Es quizá en este ambiente vivido en el ayer recóndito donde podemos situar el germen del poeta y del historiador; y es posible también que la simiente que fructificara un día en reciedumbres y excelsitudes espirituales de Maestro, se encontrara, no sólo en el ilustrado ambiente de familia en que se desenvolvió sino también en el que le ofreciera este pueblo noble pacífico 103 y tranquilo, en el que el cultivo de las gayas letras ha constituido, tradicionalmente, la preocupación más honda y el anhelo mejor. Apuntaba apenas la adolescencia en Justo Sierra cuando, forzado por las turbulencias políticas de la época y por el dolor y el desamparo de la orfandad, abandona la provincia natal y se radica en la capital de la Republica, dedicándose con gran entusiasmo a los estudios, especialmente a la historia y al francés; su vocación literaria y su gran talento, le llevan, posteriormente, a frecuentar el más distinguido de los cenáculos de aquellos días, el liceo Hidalgo, en el que se pone en contacto con toda esa

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pléyade de hombres de la reforma, que a su vez constituyen brillantes representativos de la cultura mexicana del último tercio del siglo XIX: Ramírez, Prieto, Ortega, Payno, Chavero, y tantos otros entre los que destaca, como centro de un sistema solar, la recia figura del gran Altamirano, al que Justo Sierra convierte en guía espiritual distinguiéndole desde entonces con filial cariño. En este ambiente va adquiriendo perfiles definitivos en cada espíritu selecto, ofreciendo brillantez y pulimento excepcionales en cada uno de los aspectos de su polifacética personalidad: poeta, historiador, orador, pero esencial y fundamentalmente Maestro. Ya lo ha dicho Urbina, el discípulo predilecto, refiriéndose al período de retraimiento que vivió a la muerte de su hermano Santiago: —Justo Sierra rehízo su educación, la afirmó, la amplificó y de ella salió el poeta, el escritor, el soñador del Canto a Colón y de los Cuentos Románticos, hecho un pensador profundo, un historiador, un sociólogo, y como coronamiento de la obra, un educador... A partir de su reaparición, el pensamiento de Justo Sierra fue como una mano que levanta una antorcha en la sombra, como un promontorio que sostiene un faro en el mar. Poeta por temperamento, es considerado el maestro de la literatura durante dos o tres generaciones, y no porque él creara una forma literaria propia, sino porque señalaba con maestría los rumbos a seguir. Su tribuna fueron las revistas Nacional de Letras y Ciencias, El Renacimiento, la Revista Moderna y la Revista Azul, a través de las cuales influyó, en forma definitiva, en la orientación de la literatura mexicana de esa época, completando su elevado papel de guía con sesudas opiniones emitidas en diversos momentos y circunstancias, como su notable prólogo a los versos del Duque Job y su magnífico juicio sobre Rubén Darío. En el historiador se advierte, con mayor diafanidad y precisión aún, al Maestro. Heredero de la cátedra que desempeñaba Altamirano en la Preparatoria, Justo Sierra dio a la historia un nuevo sentido, profundamente humano, que unido a su magnífica facultad de síntesis y a su excepcional elocuencia, hizo de esta clase la más grata de la escuela, dejando desde luego tales enseñanzas fecundo sedimento en las ávidas mentes juveniles. Es la comprensión de esta actitud de Justo Sierra con todos sus alcances, la que hace exclamar a Alfonso Reyes: —Maestro igual de la historia humana, ¿cuándo volveremos a tenerle? Recogió sus lecciones en un tomo que llamó Historia General, y en cuanto a la historia patria, dejó su manual, que ha sido muy elogiado; escribió también una brillante monografía que se publicó en la obra monumental México, su Evolución Social, y por último, y en otra edición monumental, su magnífico estudio Juárez, su Obra y su Tiempo que ratificando su postura de Maestro, dedica a la juventud, porque la vida de Juárez es una lección, una suprema lección de moral cívica. Para situar al orador en el elevado plano del magisterio, nos atenemos al juicio de 104 una escritora americana, la señorita Kress, quien opina que era un orador académico que enseñaba a medida que hablaba. Y en efecto, en sus discursos, que constituyeron algo de lo más brillante de su obra, aunaba la belleza impecable de la forma a la hondura en el concepto y a la intención fecunda, y todo, dicho con hermosa voz y majestuoso ademán. Sus palabras abrían de par en par las puertas del intelecto a la meditación, y encendían los más nobles anhelos de superación en todos los órdenes; en ellos se encuentra la médula, y la intención de muchas de sus tareas de dirigente de

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la educación nacional. El indiscutible prestigio de Maestro que aureolaba su nombre, le llevó primero a la Subsecretaría y posteriormente a la Secretaría de Instrucción Pública. Era el hombre indicado, porque para obra tan trascendental como la de forjar el alma nacional, no bastaba el talento natural, ni aun la cultura, si se trata de una preparación académica, fría y altiva; precisaba fundamentalmente, una amplitud de espíritu que permitiera la comprensión generosa de los obscuros antecedentes que gestan las tragedias seculares de nuestro pueblo, en el fondo de las cuales palpita siempre la ignorancia; y en este delicado cargo fue donde pudo prestar sus más eminentes servicios a la patria. Estructuró la educación nacional desde la escuela primaria hasta la preparatoria, en forma tan lógica y tan coherente, que continúa siendo el andamiaje que sostiene el sistema educativo del país. Pero su noble espíritu de visionero le hizo anticipar épocas, proyectándose hacia el futuro como flecha que hiende el azul en dirección al infinito: busca el remate a ambos extremos del sistema creado, realizando por una parte las primeras experiencias en materia de jardines de niños, y por la otra, coronando magníficamente su obra con la fundación de escuelas normales, y, muy especialmente, de la Universidad, alma mater de la cultura nacional. La garrida juventud de su tiempo reconocía y proclamaba con entusiasmo y con cariño a Justo Sierra, como su guía, como su Maestro; a su alrededor, se formaban los mayores prestigios de la época: Urbina, Urueta. Contreras, Valenzuela, Izaguirre; su obra rompió los estrechos límites de la nacionalidad y se proyectó pujante y luminosa, a toda la América, considerándosele en Europa como el exponente más distinguido de la intelectualidad hispanoamericana de aquellos días. Un literato eminente le sitúa, certeramente, entre los creadores de la tradición hispanoamericana, con Bello, Sarmiento, Montalvo, Hostos, Martí, Rodó, para los que escribir fue una forma de bien social. Recogiendo esa hermosa tradición, la Universidad de La Habana le proclama Maestro de América y otras casas de estudio de allende el sur, acogen la iniciativa; y son las potentes voces juveniles del continente, las más gratas al Maestro, las que se elevan en clamoroso vocerío que borre fronteras, para rendir el homenaje de admiración y de amor a aquel abuelo blanco que en las postrimerías del siglo pasado, laborara infatigablemente por legarles una limpia y honrosa tradición cultural universitaria. Tocó en suerte a esta romántica ciudad, mecer la cuna del gran hombre, y consciente de la responsabilidad moral que tamaño honor trae aparejado, Campeche ha realizado encomiable esfuerzo por hacer de la conmemoración un decoroso homenaje, al que se han sumado con férvido entusiasmo todos sus buenos hijos. Esta casona prócer recogió las primeras manifestaciones de vida del Maestro, y ha sido otro campechano, el doctor Héctor Pérez Martínez, también representativo muy distinguido del nativo solar, el que registró en bronce este acontecimiento, donando la hermosa tarja que acaba de descubrirse. Resulta un tanto extraño, pero no por eso menos grato, este espectáculo reconfortante en una época como la que vivimos, atormentada por todas las incertidumbres, dominada por las más bastardas ambiciones, obscurecida por los más crueles egoísmos; y destacándose en ese fondo de desoladora miseria espiritual, este acontecimiento de fraternidad, de concordia, de altruismo, y, fundamentalmente, de amor, refulgente con

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límpidas e iridiscencias de estrella de primera magnitud, dándole mayor brillo aún el hecho de que altos dignatarios del Estado mexicano, así como los más destacados representativos de la cultura nacional, se desplacen de la metrópoli hacia este lejano rincón provinciano, para darle contenido de apoteosis al homenaje dedicado a este héroe civil, el primero y más grande de México.Lic. María Lavalle Urbina

LA MISIÓN DE LA MUJER MEXICANA EN EL MAGISTERIO. Discurso pronunciado en la clausura del Primer Congreso de Educación Rural, julio 8 de 1948. México D.F. Sr. Representante del Sr. Presidente de la República, Secretario de Educación Pública.Distinguidos visitantes, Compañeros congresistas Las Mujeres forman más del 60% del material humano que, dentro de las fronteras de nuestro país, se dedica a la noble tarea del magisterio; las encontramos aportando su contribución de servicio, en los diversos tipos y grados en que se estructura el sistema educativo nacional, y las encontramos también, en unión de los maestros rurales, desafiando valerosamente las más difíciles condiciones de vida en medios alejados, incomunicados y en ocasiones hasta hostiles. El reconocimiento de esta realidad ha hecho que en una asamblea del más puro contenido democrático como es la nuestra, no solamente no hubiera sido objeto de discriminaciones humillantes las maestras, sino que, por el contrario, se haya estimulado en todo momento su intervención y su participación relevante en Congreso. A este propósito de estímulo y no a méritos propios, es a lo que debo la oportunidad de ocupar esta tribuna y el privilegio de dirigirles la palabra en esta ocasión. Este Primer Congreso de Educación Rural constituye, a mi juicio, un evento cultural de excepcional trascendencia que se caracteriza por el vigoroso contenido de servicio social que lo informa. Su tarea fundamental ha sido revisar, tanto la tesis doctrinaria como las técnicas a seguir en materia de Educación Rural, a fin de ajustarías al momento histórico que vivimos, dentro del marco de las normas jurídicas correspondientes. En efecto, la definida de Educación que aquí ha sido aceptada como válida, es en el sentido de que se trata de un complejo proceso social, condicionado por el desarrollo económico y político de los pueblos, para que un grupo humano transmita a la nuevas generaciones, su cultura e ideales. Al condicionarla a tales factores, se le otorga una flexibilidad tal, que le permite renovada vigencia al adaptarse a las características esenciales de las diversas etapas que en su evolución, va presentando el pueblo mexicano. La consigna del momento presente se refiere a un aprovechamiento integral de nuestros recursos naturales, con consiguiente fortalecimiento de la economía nacional; es éste, propósito y médula de la política del régimen progresista del Lic. Alemán, y es, así mismo, la aspiración más honda y el anhelo mejor de nuestro pueblo. Así lo ha entendido esta asamblea y en las resoluciones presentadas en cada uno de los temas a estudio, encontramos una firme decisión de trabajo y de cooperación, vaciada en recomendaciones concretas; además, se confirma al maestro rural en su función trascendental de agente de mejoramiento económico, social y cultural en las

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comunidades en que actúa. Justo es reconocer que el éxito tan halagador que se ha obtenido en esta reunión, se debió, fundamentalmente, al entendimiento cordial que pudo establecerse entre la Secretaría de Educación Pública y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación así como a la capacidad y tino con que procedieron las personas designadas por ambas instituciones para intervenir en él. Para el Sr. Presidente de la República y su representante Lic. Adolfo Ruiz Cortines, y el Sr. Ministro del Ramo, Lic. Manuel Gual Vidal, nuestro reconocimiento porque a los actos de amistad de que han hecho objeto a los Maestros, cabe agregar la gentileza de subsistencia a nuestra sesión de clausura, a la que su presencia otorga relevancia especial. Y para ustedes, compañeros congresistas, mis votos porque dondequiera que el deber los ubicara, llevaran a sus mentes el pensamiento de que la Escuela tiene como misión esencial, la estructuración de un nuevo tipo de hombre, con nuevas aptitudes, y con nuevas capacidades, pero muy especialmente con mayores y más altas virtudes cívicas; un tipo de hombre que sea el "ciudadano ejemplar", el creador y el realizador de la patria grande y luminosa del futuro. A la Educación consagré más de quince años de mi vida, y el refrendo más efectivo y más cordial de la sinceridad de mi vocación y de mi interés por los problemas educativos, es mi presencia entre ustedes; pienso que después de ejercer tan noble apostolado por largos años, la actitud de maestro, inicialmente buscada, se convierte en reacción propia y personal frente a la vida, y ya no se deja nunca de ser maestro, cualesquiera que fuera la función que se desempeñara. Y me parece misión tan noble y tan elevada ésta de modelar espíritus, que se me antoja propia de dioses y no de nuestra pobre condición humana tan llena de imperfecciones y de limitaciones; por eso maestros, necesitamos superarnos en todos los órdenes en el estudio, en la dedicación al trabajo, en nuestro respeto por los valores morales, en el ejemplo de nuestras propias vidas que deben tender a esa ciudad ejemplar de que hablábamos, sólo así seremos dignos manejar esa preciada arcilla espiritual, y sólo así podremos cumplir con eficacia y con lealtad, la tarea patriótica de echar los cimientos capaces de sustentar con firmeza la proyección hacia el futuro de los anhelos de reivindicación que en todos los órdenes abriga el pueblo mexicano.Lic. María Lavalle Urbina

EL PROBLEMA DE LA INFANCIA ABANDONADA Discurso Pronunciado en la Sesión de la Unión Femenina Iberoamericana dedicada a Campeche julio 20 de 1948.México, D.F. La Unión Femenina Iberoamericana, es una institución nobilísima que por espacio de más de dos lustros ha desarrollado una labor callada y fecunda, con singular desinterés y alteza de miras, en favor de la benemérita causa de la cultura. Estas tareas han adquirido perfiles más definidos y más vigorosos, al ser encauzadas por la capacidad indiscutible de su actual presidenta, la talentosa académica Mathilde Gómez. La sesión de hoy ha sido dedicada a Campeche, y esta determinación gentil nos llena de satisfacción, y trae a nuestra mente con mayor fuerza, la imagen de la provincia amada,

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la “matria” de que hablara el gran Mistral. Rememorando el paisaje del nativo solar, nuestro espíritu se llena de paz y se satura de ese su azul de inmensidad: el de su cielo opulento y el de su mar tranquilo y apacible, dilatados horizontes que agigantan el pensamiento, estilando la concepción de los sueños más atrevidos; y dentro de tan amplias perspectivas, construcciones de piedras centenarias que resuman leyendas de piratería y de amor. Y para que este cordial homenaje a Campeche tuviera dentro de su sencillez, el gran contenido de cariño y de emoción que todos constatamos, hubo de ser solamente una coterránea, sino precisamente que esa coterránea fuera la escritora Mercedes Mayans Espínola, que a sus relevantes cualidades de organizadora, une un dinamismo inagotable, y un acendrado amor a la provincia. Dejo constancia emocionada de mi satisfacción y mi gratitud como campechana, tanto a la institución cultural patrocinadora, como a quien con tanto entusiasmo logró esta feliz realización. Fueron tales circunstancias las que me llevaron a la audaz resolución de tomar parte en este acto, trayendo para ustedes algunos puntos de vista en relación con un tema de positiva trascendencia, como es el de la infancia abandonada. Constituyen los niños preciada arcilla cósmica que los dedos sutiles del tiempo van modelando bajo la influencia de factores ineludibles, entre otros, la herencia psicopatológica, el medio ambiente, y la educación, para producir como fruto de su delicada tarea, bien sea seres socialmente normales, o bien, individuos inadaptados socialmente. Son estos últimos los desdichados que, agrupados en el capítulo de la delincuencia infantil, constituyen hoy día muchas de las más dolorosas páginas del tremendo drama de la delincuencia general. El tema de los menores inadaptados ha ocupado la atención de numerosos hombres de ciencia: médicos, juristas, psicólogos, pedagogos, estadistas, quienes han encerrado sus largos desvelos en diversas e interesantes fórmulas para combatir esa lacra que corroe y aniquila el organismo social. Tan apasionado interés por parte de los estudiosos, así como de los políticos y hombres de Estado más capaces y progresistas, se explica si consideramos que el niño significa las reservas vitales de toda sociedad, y por tanto, no hay proyección hacia el futuro que no se apoye en ella; en esas manecitas temblorosas al presente, se encuentra, ineludiblemente, la clave del devenir. Por otra parte, un número considerable de delincuencias inicia sus errores precisamente con una infancia de abandono y perdición, por lo que cabe pensar que cada uno de esos pequeños infelices que hoy se perfilan en la sociedad como entes para sociales, si son abandonados a sus propias fuerzas, pronto resbalarán por la empinada pendiente que los hará convertirse, en un mañana próximo, en seres antisociales, perennes reincidentes, destinados a las cárceles, los manicomios y los hospitales. En cambio, con un tratamiento adecuado, es muy posible que se lograra la readaptación de esos menores a la vida social, con el saldo favorable para el futuro, de hombres útiles, en vez del pesado y peligroso lastre de los infractores. Desgraciadamente, y aun cuando sea doloroso, precisa reconocer con vistas a una fecunda política de prevención, que la atención a la infancia, en lo general, deja mucho que desear en nuestra patria; cierto que México es un país pobre que confronta grandes tragedias; cierto también que en los últimos años se ha advertido un firme deseo del gobierno para salvaguardar los

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intereses infantiles; pero a la escasez de recursos económicos a que nos hemos referido hay que agregar cierta falta de cohesión que consume esfuerzos, dispersando energías y debilitando los objetivos finales. Así tenemos instituciones que con finalidades similares o conexas, dependen del Departamento de Previsión Social, del Gobierno del Distrito, de la Secretaría de Asistencia, de la Beneficencia Pública, amén de los que dependen de la iniciativa privada, elementos que podían canalizarse en un solo sentido, concentrándose en un organismo director que encauzara, inclusive, las actividades de las instituciones estaduales correlativas, y todos esos elementos, bajo una dirección única, seguramente producirían una acción más fecunda y más eficaz. Refiriéndonos concretamente a los tribunales para menores, que son las instituciones que conocen de la infancia delincuente, es justo reconocer que han sido planeados con gran tino en cuanto a su organización y funcionamiento, y en el Distrito Federal cuentan con material humano, técnico y moral, de primerísima categoría, lo que ha determinado un éxito muy halagador, especialmente por el personal propio de los tribunales y de las secciones investigadoras, que presentan ya una destreza y una experiencia valiosísimas. Desgraciadamente no puede decirse lo mismo de las instituciones que, dictada la sentencia, se encargan de la aplicación del tratamiento. La periodista Carmen Madrigal publicó a este respecto, hace algún tiempo, una serie de informaciones en la revista semanaria "Hoy", que produjo un calosfrío de horror en los lectores, al describir la dolorosa y precaria situación de aquellas instituciones que entonces fueron calificadas como “antros de inmundicia, de inmoralidad y de oprobio en un pueblo civilizado”. Han pasado años y a pesar de los esfuerzos loables de muchos funcionarios, se advierte todavía cierta insuficiencia, cierta falla en el engranaje general de los tribunales, debido precisamente a estas instituciones de reeducación. Personalmente los hemos visitado, uno a uno, pudiendo constatar tal deficiencia; se observa en todos ellos cierta escasez de recursos económicos, y en algunos casos, hasta deficiencia en el personal técnico encargado de los mismos, falla gravísima en estos Tribunales porque para producir frutos integralmente halagadores, se necesita que a la magnífica labor realizada por los técnicos encargados de señalar el tratamiento a seguir, corresponda la de otro grupo, también de técnicos pero en psicopedagogía, que completen la obra con el aspecto, desde luego no menos importante, de aplicar ese tratamiento. Y no sólo el Estado, también los particulares deben sumarse a esta obra: precisa 109 romper el cómodo aislamiento que entraña una tremenda responsabilidad en que se ha encastillado la indiferencia fría y estéril, para señalar tareas concretas a cada uno de los componentes del núcleo social, que la de atender a la infancia forjando el porvenir, es función que a todos compete y obliga. Al respecto, son los padres los que en primer término deben asumir el papel pleno de renunciaciones, asperezas y responsabilidades que les corresponde, porque entre los padres desalmados que abandonan y aún explotan a los niños, y los que positivamente los educan (que son una considerable minoría), existe toda una riquísima gama de estados intermedios, que comprenden a las madres que dividen su tiempo entre los salones de belleza y las fiestas, a aquellas abnegadas mujeres que estiman haber cumplido íntegramente su función maternal, cuando

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procuran al niño alimentos propios, vestidos adecuados, tiernas y solícitas atenciones y buenas maneras, y a un número considerable de padres que, defendidos sus prejuicios por una coraza de egoísmo, la estiman saldada cuando subvienen a las imperiosas necesidades materiales de los pequeños, sintiéndose más generosos aún al responder a imperativos de la infancia, proporcionando dulces, juguetes, diversiones o viajes, pero dentro de un absoluto divorcio espiritual, porque descuidan su función vital, que es la dirección constante, inteligente y eficaz encaminada al perfeccionamiento progresivo de su personalidad en formación; hay que sacudir la modorre de las decepciones, romper el hielo del egoísmo imperante, y acudir en defensa de la infancia con la convicción de que trabajamos en una tarea con las más nobles, altas y limpias finalidades. Lic. María Lavalle Urbina

La Organización de los Estados Americanos, OEA reúne a los países del hemisferio occidental para fortalecer la cooperación mutua y defender los intereses comunes. Es el principal foro de la región para el diálogo multilateral y la acción concertada. La misión de la OEA se basa en su inequívoco compromiso con la democracia, como lo afirma la Carta Democrática Interamericana: “Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla”. Sobre esta premisa, la OEA trabaja para promover la buena gobernabilidad, fortalecer los derechos humanos, fomentar la paz y la seguridad, expandir el comercio y abordar los complejos problemas causados por la pobreza, las drogas y la corrupción. Por medio de las decisiones de sus 110 organismos políticos y los programas ejecutados por la Secretaría General, la OEA promueve la colaboración y el entendimiento entre los países americanos. Para que las acciones de la OEA, permeen hasta los individuos, ciudadanos de las Américas, los jefes de estado y de gobierno de los países miembros, asisten a reuniones llamadas “Cumbres de las Américas”, para discutir sobre consensos comunes, búsqueda de soluciones y desarrollo de una visión compartida en las áreas económicas, sociales y políticas. La Comisión Interamericana de Mujeres, CIM, convoca a Ministras y otras altas autoridades de gobierno responsables de las políticas para promover la equidad e igualdad entre géneros. Estas reuniones ayudan a los países a coordinar estrategias sobre el tema en específico y aseguran que las políticas establecidas por medio del proceso de “Cumbres de las Américas” lleguen al ámbito nacional y sean implementados los acuerdos establecidos en éstas.

DELEGADA ADJUNTA DE LA CIM Discurso pronunciado con motivo de su nombramiento febrero 4 de 1950. México, D.F. Señoras y Señores, Todos muy estimados amigos míos: Ha sido el espíritu siempre generoso y siempre cordial de los campechanos, el que ha inspirado este acto, que en tanto me parece más excesivo para mis escasos merecimientos, me lleva a sentirme en la misma proporción, más cálida y rendidamente agradecida. Y para que no faltara esa característica de respeto a las jerarquías del talento de la cultura, que en nuestra entidad han imperado por ha sido el forjador de una brillante generación de campechanos, el

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Maestro Don Manuel R. Samperio, distinguido jurisconsulto y cumplido caballero, el que en el uso de la palabra derrochara elocuencia y gentileza; y en su función de animadora y alma de esta reunión, la señora Mercedes Mayans Espínola, toda dinamismo y simpatía, que lleva en el corazón una lámpara votiva, perennemente encendida en aras de la amistad: y al influjo de estas dos figuras, representativas de la hidalguía campechana, me parece como si estuviéramos en aquella tierra plena de tradiciones caballerosas y de añosas costumbres, y que a las puertas del nativo solar, tal como manda la tradición, nos esperaran el caballero y la dama para darnos la bienvenida y brindarnos esa hospitalidad tan llena de refinamientos y al mismo tiempo tan natural y tan espontánea, en una palabra, tan campechana. *** A más de mi gratitud a la Colonia Campechana, quiero significar mi reconocimiento por su asistencia, a los Lics. Alfonso Francisco Ramírez y Agapito Pozo, Ministros de la Suprema Corte de Justicia, al señor Alfredo del Mazo, Gobernador del Estado de México y dilecto amigo, al señor Lic. Salomón González Blanco, Oficial Mayor de la Secretaría del Trabajo y Especialista muy destacado en la materia, a los miembros del poder judicial local, a los estudiantes de la Universidad Nacional, y en general a todos los asistentes, entre los que se encuentran personas muy distinguidas en mis afectos. Al señor Ministro Ramírez mi gratitud por sus palabras y mi admiración, porque no obstante la abrumadora tarea que significa administrar justicia desde el más alto Tribunal de la Nación, con extraordinaria calidad humana se prodiga en obras de extensión cultural y de comprensión humana, tales como el Instituto México Israel. A los Magistrados, en general, a los componentes de los Tribunales de Justicia del Fuero Común, de los que aquí se encuentran muy dignos representativos, y compañeros de trabajo muy estimados para mí, gracias, no tan sólo por su bondadosa asistencia, sino también por la actitud generosa con que en un ayer, todavía próximo, me tendieron la mano en señal de simpatía que hoy se ha trocado en calor de solidaridad y de afecto, especialmente por parte de su Presidente el Lic. Luis Cataño Morlett, hombre de merecimientos muy distinguidos, probo y talentoso, que frente al peligro que significa el naufragio de los valores morales, levanta su voz, incansablemente, en defensa de los más puros ideales de justicia y equidad. Y en cuanto a los estudiantes, gracias también por haber venido a ofrecer su grata nota de optimismo y de entusiasmos a nuestra mesa. Volcando en honor nuestro las expresiones cálidas de su alma generosa y desinteresada, a cuyo conjuro, nos sentimos rejuvenecer espiritualmente y volvemos a vivir aquella época en que nos acogíamos cabe la sombra prócer del Instituto Campechano y sus arquerías seculares recogían, al par que nuestras risas, las ansias de saber, siempre en aumento, y nuestra más limpias y fecundas inquietudes espirituales. Por lo que se refiere al contingente de damas que aquí se encuentran, podremos aquilatar cumplidamente lo importante de su presencia, si recordamos que el hecho que originó esta reunión, no por inmerecida menos grata, fue la designación que el señor Presidente de la República hiciera en mi favor, como Delegada Alterna de México ante la Comisión Interamericana de Mujeres, de la Organización de Estados Americanos; y el estímulo más vigoroso que pudiera haber recibido en el desempeño de tales tareas, me ha sido ofrecido precisamente en este

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acto, organizado bajo el gentil patrocinio de importantes organizaciones de mujeres, en el que en forma tan espontánea, voces, de las más destacadas del movimiento femenino de México, han acudido a expresar su sentir. Así, hemos tenido la satisfacción de escuchar a la señora Tina Vasconcelos de Borges, distinguida crítica musical, periodista, y escritora, que en la actualidad preside con gran talento y actividad, la Liga Panamericana de Mujeres. A la novelista señorita Profra. Mathilde Gómez, hija de la Sorbona que por sus profundos conocimientos y acendrado amor a la prócer cultura gala se hizo acreedora a que el Gobierno de la República Francesa le otorgara recientemente, el preciado galardón de las “Palmas Académicas”. A la señora María de los Ángeles de León Ortega, luchadora infatigable de la causa de la mujer, y presidente de la Alianza de Agrupaciones Femeninas, Culturales y de Acción Social, que es sin duda alguna, una de las instituciones más importantes del país dentro del ámbito en que ésta se mueve. Y por último hemos escuchado a la señorita abogada Guillermina Llach, que divide su tiempo entre los serios estudios de su especialidad, que es la prevención de la criminalidad enfocada esencialmente a los menores y la organización y orientación de las mujeres universitarias del país, agrupadas en una asociación de la que la señorita Llach es dirigente muy importante. De labios de cada una de ellas, nos han llegado interesantes puntos de vista, sugestiones, anhelos, propósito de trabajo, o generosos ofrecimientos de cooperación, que demuestran fehacientemente, el avance y la madurez del pensamiento de la mujer mexicana.Debemos reconocer que en el mundo entero, las instituciones, normas, leyes, costumbres y usos, dan testimonio de la situación privilegiada del sexo masculino, con las variantes de un mayor o menor margen de concesiones que cada país otorga a sus mujeres. La igualdad jurídica y social que la Comisión Interamericana de Mujeres persigue, se encuentra distante, a pesar del firme respaldo que a sus trabajos otorga tanto la Organización de Estados Americanos, como la de las Naciones Unidas, porque a su plena obtención se oponen costumbres arraigadas, educación deficiente y falta de comprensión para el problema. Los esfuerzos definidos por conseguir esta igualdad son, probablemente, dos veces centenarios, pero el primer documento público de que se tiene noticias a este respecto, es la Declaración de los Derechos de la Mujer, ofrecido por la Revolución Francesa, y fechada en 1792. A partir de entonces, encontramos esfuerzos aislados, ya fueran de tipo personal o de agrupaciones organizadas con tal finalidad, pero sin lograr que sus arduas labores se tradujeran en conquistas apreciables para la mujer, siendo probablemente su función más importante, llamar la atención sobre el problema y formar corrientes de opinión favorables a su solución. Han sido las terribles conmociones de las dos últimas conflagraciones universales, las que han marcado progresos definidos a este respecto. En 1919 el Pacto de la Sociedad de las Naciones declaraba categóricamente que los puestos de toda índole en esta organización, aún los de máxima importancia, podían ser ocupados por igual por hombres o mujeres. Pero realmente fue en la Conferencia de San Francisco, a raíz de la segunda guerra mundial, donde puede apreciarse con mayor vigor eficacia, el esfuerzo para otorgar igualdad de derechos a ambos sexos. El documento allí redactado, que se

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conoce con el nombre de “Carta de San Francisco”, comienza estableciendo categóricamente la decisión de los pueblos miembros de la ONU de “reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y de las naciones grandes y pequeñas” Entretanto, el joven continente americano, a más de participar en estas actividades de proyecciones universales, se preocupaba por resolver los problemas propios del Nuevo Mundo, e inspirado en el inmarcesible ideario bolivariano de la unidad americana, y anticipándose a los derroteros que habrían de adoptarse universalmente, celebró su primera histórica reunión de Panamá, en el año de 1826, continuándose estas asambleas interamericanas a intervalos aproximados de un lustro y convirtiéndose desde entonces en preciada tribuna de América, en la que resonaban clamorosamente los anhelos de respeto para la inviolable dignidad de la persona humana y de los derechos de los pueblos, independientemente de su calidad de débiles o fuertes. En este clima, propicio a las reivindicaciones, tenía que surgir el problema de la discriminación por razón de sexos, como en efecto surgió, encontrándonos que la V Conferencia Internacional Americana, efectuada en Santiago de Chile, en 1923, aprobó una recomendación en el sentido de que se estudiaran los medios de abolir las incapacidades constitucionales y legales por razón de sexo, y a partir de entonces, en todas estas reuniones fue atendido con interés ese tópico tan trascendente; así, la VI Conferencia, celebrada en la Habana en el año de 1928, resolvió crear la Comisión Interamericana de Mujeres, confirmando tal resolución la VII, realizada en 1933 en Montevideo; a la VIII que se reuniera en Lima, en 1938, tocó otorgarle bases permanentes a la IX, que en 1948 tuviera su asiento en Bogotá, aprobó el Estatuto Orgánico que se situaba definitivamente a la Comisión Interamericana de Mujeres, como una entidad permanente que funciona adscrita a la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos, señalándole como tarea básica, trabajar por la extensión a la mujer de América, de los derechos civiles, políticos, económicos y sociales. 114 Y es llegado el momento de rendir un tributo de admiración, de reconocimiento y de estímulo a la señora Amalia Caballero de Castillo Ledón, que tanto en las Asambleas Interamericanas, como en las de la ONU, ha llevado la voz de México en forma tan brillante y prestigiosa que en la asamblea extraordinaria, celebrada en la ciudad de Buenos Aires, en agosto del año pasado, fue electa por aclamación Presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres, alto encargo que desempeña en la actualidad. En el terreno nacional, un examen sereno del movimiento femenino, nos hace observar muy serias fallas, tales como una completa desorientación y una multiplicación infinita de asociaciones diseminadas en todo nuestro territorio, totalmente desconectadas si no rivales entre sí, al lado de las cuales encontramos síntomas muy importantes de progreso, tal es la madurez del pensamiento que antes apuntábamos y que corresponde a un sector importante de la mujer mexicana, así como un claro anhelo de unidad, con vistas al fortalecimiento de sus grupos y de su causa. Por fortuna, nosotras hemos superado ya la postura estéril de la lucha de sexos, aquella actitud con que las sufragistas inglesas buscaban imponer modificaciones definitivas en los destinos

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de la mujer y que dio tema al mundo para que riera, cruelmente, durante varios lustros. Nosotras preconizamos, por el contrario, la cooperación de los sexos, como fórmula que ha de llevarnos al triunfo; no pensamos que somos superiores al hombre, pero tampoco inferiores a él, somos simplemente distintos: en el aspecto biológico, en nuestras reacciones psíquicas y emocionales, como elementos activos del núcleo social, somos diferentes, pero en todos los aspectos sólo puede aspirarse a la suprema perfección, por la armonía de los sexos, por el engranaje perfecto de la función propia y específica que a cada uno corresponde, encontrando, que siendo elementos potencialmente de igual importancia, aunque distintos entre sí, se adunan y se complementan maravillosamente. En la organización secular de nuestras sociedades, el papel fundamental de la mujer ha sido conservar el fuego sagrado del hogar y estrechar fuertemente los vínculos de la familia, y las mujeres mexicanas, que en ese aspecto tienen una tradición que no vacilo en llamar heroica, no pueden ni deben abandonar tal tradición que mucho las honran: hay que aceptarla gozosamente como la tarea básica de nuestras vidas; ya Martínez Sierra ha dicho que toda mujer lleva un hijo escondido dentro del corazón; pero las sociedades evolucionan y con ella los conceptos, precisando, pues, una revaloración del papel de la mujer en la familia y en la sociedad, que la lleve a una situación de mayores responsabilidades si fuera necesario, pero al mismo tiempo con una mayor intervención, más consiente, más justa y más equitativa en el ritmo del humano convivir. Afortunadamente, la ocasión es sumamente propicia. ya que el propio señor Presidente de la República ha comprendido el anhelo de la mujer mexicana y con actitud serena y mesurada, hábilmente equidistante tanto de la postura demagógica siempre peligrosa, como de la indiferencia fría a un justo clamor, ha propiciado en forma relevante la intervención del sexo femenino en los destinos de la Patria; prueba de ello ha sido la reforma constitucional que promoviera el Ejecutivo y que otorga el derecho de voto a la mujer para las elecciones municipales, aspecto muy importante, si consideramos que el municipio, base de nuestra organización política, es una prolongación de la familia, y que sus problemas más apremiantes encuentran allí su planteamiento adecuado y su solución; tales son los problemas de agua, de educación, de electrificación, de drenaje, etc. Por otra parte, ha designado a varias mujeres en puestos relevantes para formar parte de su régimen ofreciéndoles en esa forma la oportunidad de cooperar en la estructuración de los destinos del país, y hemos de recalcar a este respecto que quienes hemos sido honradas en tal forma, consideramos que la distinción trae aparejada una grave responsabilidad: la de demostrar que somos capaces de desempeñar la misión a nosotras confiada, no con miras de provecho personal o sectario, sino con el propósito elevado de poner todas nuestras capacidades al servicio de tales tareas dentro de un marco de absoluta probidad, con un anhelo definido de superación, al servicio de los más altos intereses nacionales. Considero causa trascendente y justa lucha por la elevación, cultural, social, moral y económica de la mujer, no con fines egoístas ni sectarios, como antes apuntaba, sino con la convicción plena de que contribuimos al progreso de México; mientras nuestras campesinas sufran esclavitudes como la del metate, y tragedias seculares como la sed, mientras a nuestras obreras se les infame

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con salarios desiguales o se les explote en talleres clandestinos, mientras se cierren puertas y se obstaculice la libre actividad de nuestras trabajadoras intelectuales, y por encima de todo mientras las mujeres, que construyen el futuro, al modelar el alma de sus hijos, no cuenten con elementos de mejoramiento cultural, no podremos permanecer indiferentes, porque esas circunstancias frenan el progreso general de las sociedades, y al respecto, tengo la certidumbre más absoluta de que sólo existe una fórmula capaz de garantizar plenamente el avance del movimiento femenino nacional y es la unidad; unidos todos, mujeres y hombres de buena voluntad, en ese esfuerzo tan noble y tan levantado, marcaremos jalones fecundos y definitivos en bien de la mujer mexicana, que es bien de la patria, y en bien del movimiento femenino internacional, que es bien para la humanidad. Lic. María Lavalle Urbina

LA MUJER ANTE LA ONU Marzo 13 de 1950. MÉXICO, D.F. Debemos reconocer que en el mundo entero, las instituciones, normas, leyes, costumbres y usos, dan testimonio de la situación privilegiada del sexo masculino, con las variantes de un mayor o menor margen de concesiones que cada país otorga a sus mujeres. La igualdad jurídica y social que constituyen el más caro anhelo de las mujeres organizadas del mundo, que la Comisión Interamericana de Mujeres persigue, con el firme respaldo de la Organización de las Naciones Unidas se encuentra bastante distante, porque a su plena obtención se oponen costumbres arraigadas, educación deficiente y falta de comprensión para el problema. Los esfuerzos definidos por conseguir esta igualdad son, probablemente, dos veces centenarios, pero el primer documento público de que se tiene noticias a este respecto, es la Declaración de los Derechos de la Mujer, ofrecido por la Revolución Francesa, y fechado en 1792. A partir de entonces, encontramos esfuerzos aislados, ya fueran de tipo personal 116 o de agrupaciones organizadas con tal finalidad, pero sin lograr que sus arduas labores se tradujeran en conquistas apreciables para la Mujer, siendo probablemente su función más importante, llamar la atención sobre el problema y formar corrientes de opinión favorables a su solución. Han sido las terribles conmociones de las dos últimas conflagraciones universales, las que han marcado progresos definidos a este respecto. En 1919 el Pacto de la Sociedad de las Naciones declaraba categóricamente que los puestos de toda índole en esta organización, aún los de máxima importancia, podían ser ocupadas por igual por hombres y mujeres. El 30 de septiembre de 1937, la Asamblea de la Sociedad de las Naciones pronunció una resolución en el sentido de que se hiciera un estudio que proporcionara una información minuciosa sobre la condición jurídica y social de las mujeres en todos países y las normas establecidas por las leyes nacionales y su aplicación. Pero realmente fue en la Conferencia de San Francisco, a raíz de la segunda guerra mundial, donde puede apreciarse con mayor vigor y eficiencia, el esfuerzo para otorgar igualdad de derechos a ambos sexos. El documento allí redactado, que se conoce el nombre de Carta de San Francisco, comienza estableciendo categóricamente la decisión de los pueblos miembros de la ONU de

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“reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y de las naciones grandes y pequeñas”. Fueron cuatro delegadas latinoamericanas, representantes de Brasil, República Dominicana, Uruguay y la de México, señora de Castillo Ledón, las que en la magna asamblea tremolaron la bandera de la no discriminación por razón de sexo, así como el otorgamiento de iguales oportunidades para la mujer, en puestos de responsabilidad de la ONU, y tres de las delegadas antes mencionadas, entre las que para honor nuestro se encontraba asimismo, la Sra. Castillo Ledón, eficazmente secundadas por la representante de Australia. promovieron y obtuvieron el acuerdo para la creación de un organismo totalmente integrado por mujeres, que se encargara de estudiar la situación de la mujer en el Mundo, siendo ese el origen del organismo que ahora nos ocupa, creado para defensa de nuestro sexo, y que originalmente muy modesto, con la denominación de “Sub Comisión del Status de la Mujer” fue posteriormente elevado por resolución del 21 de junio de 1946, a la categoría de “Comisión de la Condición Social y Jurídica de la Mujer”, constituyendo en la actualidad uno de los cuerpos de consulta más importante del Consejo Económico y Social de la ONU, cuyas funciones consisten en preparar recomendaciones e informes que sirvan para promover los derechos de la mujer en lo político, económico, social y educativo. En la Primera reunión que la Comisión celebrara en febrero de 1947, se enunciaron los principios en que se basaría la obra futura y que establecía: “La libertad y la igualdad son esenciales al desarrollo humano, y puesto que la mujer es tan ser humano como el hombre, tiene derecho a compartirlas con él”. “El bienestar y el progreso de la sociedad depende de la medida en que, tanto el hombre como la mujer, desarrollen plenamente su personalidad, y se compenetren de sus responsabilidades para consigo mismos y para con sus semejantes”. “La mujer tiene un papel esencial que desempeñar en la creación de una sociedad libre, sana, próspera y moral y sólo podrá llenarlo como miembro responsable y libre de esa sociedad” “Las mujeres tomarán parte activa en la lucha por eliminar la ideología fascista y por lograr la colaboración internacional encaminada a establecer una paz democrática entre los pueblos del mundo, y a prevenir una nueva agresión” “Para lograr este fin, la Comisión se propone elevar la condición de la mujer al mismo nivel que la del hombre, sin distingos de nacionalidad, raza, idioma o religión, en todos los ramos de la actividad humana, y suprimir toda discriminación contra ella, en las disposiciones de los códigos y reglamentos que interpretan la ley consuetudinaria”. “En cuanto a los derechos políticos, la Comisión recomendó para la mujer adulta, sufragio universal, igualdad de derechos para votar y ser electa, para ejercer cargos púb1icos, participar en las funciones de gobierno y para gozar de todos los derechos y cumplir con todos los deberes inherentes a la ciudadanía sin distinción de raza, idioma o religión” La Comisión definió sus aspiraciones en el campo civil: paridad de derechos civiles sin excepciones de nacionalidad, credo, idioma o raza. En el matrimonio, la Comisión auspició el respeto por la libertad de elección del cónyuge, por la dignidad de la esposa, la monogamia y la igualdad de derechos en la disolución del vínculo matrimonia1. Consideró que la mujer debía gozar de iguales derechos que el

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varón en la custodia y tutela de los menores, en el privilegio de retener su nacionalidad al casarse, y en permitir que sus hijos optasen libremente por la nacionalidad de cualquiera de los padres, al llegar a la mayoría de edad. Examinó también la Comisión la capacidad legal de la mujer, casada o soltera, para suscribir contratos y adquirir, poseer, administrar y heredar bienes. Y para evitar toda discriminación en lo social y lo económico contra la mujer, la Comisión sugirió que se le concediese paridad en derechos con el hombre en el goce de salarios, subsidios, vacaciones, etc. A igual trabajo, igual remuneración. Tal debía ser el objetivo. Si bien la mujer debe alcanzar la igualdad económica social con el hombre, la Comisión estimó que le corresponde proteger legalmente la maternidad y la infancia. Señaló como ideal en esta materia, la salvaguarda de los intereses de la madre y del hijo, concediéndole a la mujer, antes y después del alumbramiento, vacaciones pagadas y, durante la lactancia, períodos de reposo para amamantar al niño sin merma de sueldo. Pidió, para ello, la instalación de salas especiales de lactancia, y de todo un sistema de centros de consulta médica, casas cunas, jardines de infantes y otras facilidades. La Comisión auspició también el establecimiento de un régimen legislativo de salubridad y seguros sociales que proporcionara por igual, a hombres y mujeres, los beneficios de la medicina preventiva y terapéutica, además de incluir provisiones especiales de protección a la maternidad y cuidado del niño. Señaló los males sombríos de la prostitución y los estragos causados por las enfermedades venéreas, y sugirió que la Comisión Social y la Organización Mundial de la Salud, les prestaran atención. La instrucción obligatoria libre y amplia, el fácil acceso a1 estudio de disciplinas especializadas y el derecho a usufructuar de los descubrimientos científicos aplicados al desarrollo y mejora del género humano, fueron los ideales educativos patrocinados por la Comisión. Para lograr tales fines, la Comisión aspira a encauzar el interés de la opinión pública hacia el ideal de elevar la condición de la mujer, como un medio de afianzar a un tiempo los derechos humanos y la paz. Tal es el ideario que informa las actividades de la Comisión de la Condición Social y 118 Jurídica de la Mujer, de la Organización de las Naciones Unidas. En cuanto a la tarea que para la consecución de tales principios, precisamos realizar en la escala nacional tengo la certidumbre más absoluta de que sólo existe una fórmula, y es la unidad; unidos todos, mujeres y hombres de buena voluntad, en este esfuerzo tan noble y tan levantado, marcaremos jalones fecundos y definitivos en bien de la mujer mexicana, que es bien de la patria, y en bien del movimiento femenino internacional, que es bien para la humanidad. Lic. María Lavalle Urbina

LA ALIANZA DE MUJERES DE MÉXICO. Su significación en el logro del sufragio femenino Desde 1950 se realizaron diversas acciones con la finalidad de lograr la unificación de las agrupaciones femeniles existentes, a mediados de ese año se constituyó el Consejo de Mujeres de México con el objetivo de orientar e impulsar a la mujer mexicana en sus actividades cívicas, políticas, económicas, culturales y sociales, así como para el logro de la reforma y derogación de las leyes y disposiciones lesivas a la mujer. Un año después surge la

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Confederación de Mujeres de México cuyos postulados eran similares a los del Consejo, y otra 129 asociación más nace en el contexto de las organizaciones femeniles, la Alianza Nacional Femenina, sin embargo ninguna de ellas logró una verdadera unificación, ni un accionar de verdadero liderazgo que obtuviera lo que sus principios postulaban. Es hasta 1952, cuando se forma la Alianza de Mujeres de México, conceptualizada desde el 51. Amalia de Castillo Ledón quien era Delegada de México ante la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA y residía en Washington, D.C. promovía su formación en unión de muchas otras mexicanas integrantes de las asociaciones mencionadas. Se reconoce a la Lic. Lavalle Urbina como la organizadora de esta importante asociación femenil. La Sra. Amalia González Caballero envía a la Lic. Lavalle una carta en la que se aprecia el impulso que daba a la organización y la responsabilidad que emprendió la Lic. María Lavalle

1953, EL SUFRAGIO FEMENINO EN MÉXICO. En Agosto de 1953, son reconocidos a plenitud los derechos de la mujer, el decreto publicado en el Diario Oficial establece: El Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, en uso de la facultad que le confiere el artículo 135 de la Constitución General de la República Mexicana y previa la aprobación de la mayoría de las Honorables Legislaturas de los Estados, declara reformados los artículos 34 y 115, fracción 1ª de la propia Constitución, para quedar como sigue: Artículo 34. Son ciudadanos de la República los varones y las mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos: 1º Haber cumplido 18 años siendo casados, o 21 si no lo son y 2º Tener un modo honesto de vivir. Artículo 115. Los Estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de gobierno republicano, representativo popular, teniendo como base de su división territorial y de su organización política administrativa, el municipio libre conforme a las bases en que cada municipio será administrado por un ayuntamiento de elección popular directa y no habrá ninguna autoridad intermedia entre éste y el gobierno del Estado.

DEPARTAMENTO DE PREVENCIÓN SOCIAL DE LA SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN En el plan sexenal del Gral. Lázaro Cárdenas, la política social impulsó la unificación de las legislaciones penales en México. En 1935, el Departamento de Prevención Social ya se había reorganizado y su objetivo era cumplir y generar una real atención de la delincuencia infantil y juvenil, tema recurrente de análisis y estudio de la Lic. Lavalle. Basado en tal objetivo, se desarrollaron las labores relacionadas al tratamiento de menores y el control que llevaba también abarcaba la consideración y resolución de su externación, para lo cual integraba un expediente que contemplaba el examen social del medio familiar, el estudio médico y pedagógico del menor, al momento de solicitar su salida de los centros de reclusión. Dada la problemática que aquejaba al sistema penitenciario en 1936, se realizó la Convención Nacional para la Unificación de la Legislación Penal e intensificación de la Lucha contra la Delincuencia. En esta reunión,

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los delegados penitenciarios de los Estados y del Gobierno Federal, llegaron a los siguientes acuerdos: 1. Correspondería a los Estados la creación inmediata de los Tribunales para Menores, mejorar los existentes y abolir la pena de muerte. 2. Reconocieron la urgencia de emprender una reforma penitenciaria Utilizar la “Islas Marías” como institución de Readaptación Social Designar al personal directivo de los recursos. Posteriormente, el Departamento de Prevención Social, realizó un estudio de los reos contemplando los aspectos médico, económico, social, pedagógico y condiciones laborales, para integrar los expedientes, mismos que eran utilizados para el otorgamiento de la libertad anticipada o el indulto y para clasificar a los grupos de reos que debían ser enviados a las Islas Marías para compurgar sus sentencias. En 1940, al Departamento de Prevención Social también le fue encomendada la vigilancia de los menores externados y de los reos liberados que gozaban de una libertad condicional. Durante el sexenio del General Manuel Ávila Camacho (1940-1946) las principales actividades del Departamento de Prevención Social de la Secretaría de Gobernación fueron la expedición de disposiciones, leyes y reglamentos encaminados a la “prevención y represión del delito” Se creó la delegación del Departamento de Prevención Social en la Penitenciaría del D.F., que se encargaría de hacer los estudios médico-psiquiátrico y social de los reos. En la administración del presidente Miguel Alemán Valdez (1946-1952) las instituciones que controlaba el Departamento de Prevención Social de la Secretaría de Gobernación eran: 1. Los Tribunales para Menores e Instituciones Auxiliares de Tratamiento 2. Policía tutelar 3. Colonia Penal de Islas Marías 4. Delegaciones en la Penitenciaría del D.F. y en los territorios Norte y Sur de Baja California Para el sexenio del Presidente Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958), período en el cual es nombrada la Lic. Lavalle titular del Departamento (1956 hasta 1965), los servicios fueron ampliados y entonces se incluyó la atención de las necesidades de la Penitenciaría, de la Cárcel de Mujeres y del Tribunal para Menores del D.F., Colonia Penal de Islas Marías y de las prisiones de Quintana Roo y de Baja California; consolidó sus delegaciones en la Penitenciaría del D.F. y en la Cárcel de Mujeres y se inició el “Registro de reos sentenciados”, mismo que se concluyó con una organización general del casillero de Sentenciados, su objetivo era contar con los antecedentes de los reos. En 1956 el Departamento fue reorganizado en las secciones denominadas: jurídico, médico-criminológica, trabajo social, estadística e investigación y clínica de conducta, policía 152 tutelar, tratamiento de menores infractores y casillero nacional de sentenciados. En 1954 se construyó la Cárcel de Mujeres en la Ciudad de México, dando inicio a una nueva etapa del penitenciarismo moderno, y en 1957 la Penitenciaría del Distrito Federal en Santa Martha Acatitla, permitiendo un descongestionamiento y separación de procesados y sentenciados, así como de hombres y mujeres. Para 1956 el Casillero de Sentenciados contaba con información de 211 mil 329 sujetos con antecedentes penales y estadísticas de los delitos. De 1957 a 1958 se construyó la Penitenciaría de Santa Martha Acatitla, con una capacidad instalada para 1,500 reos. México tomaba como base las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos, establecidos por la ONU, aprobadas al 31 de julio de 1975,

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esta es la propuesta cuyas bases son la respuesta a la necesidad de una dignificación en pro de los derechos humanos, y expone un nuevo proyecto penitenciario. Durante la gestión del Presidente Adolfo López Mateos (1958-1964) se resaltan dos aportaciones a la innovación del sistema penal, la creación del Patronato de reos liberados, el cual quedó adscrito al Departamento de Prevención Social y la iniciativa de reforma al artículo 18 Constitucional que envió el 1º de octubre de 1964, a la Cámara de Diputados, que consistía en proveer la adecuada organización del trabajo en los reclusorios. Esta reforma Constitucional fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados y dieciocho Legislaturas Estatales y publicadas el 23 de febrero de 1956 en el Diario Oficial de la Federación., así el Departamento de Prevención Social diversificó sus funciones abarcando principalmente la ejecución de sanciones de reos sentenciados, el tratamiento de menores y el gobierno de la Colonia Penal Federal “Islas Marías; así como la ejecución de las sentencias de los reos federales en todas las entidades de la república y del Fuero Común para reos del D.F., territorios federales y entidades con las que hubiera suscrito convenio. Con la publicación del Reglamento de la Secretaría de Seguridad Pública en el Diario Oficial de la Federación el 6 de febrero de 2001, se creó el Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social que en principio asumió las funciones y actividades de las Direcciones Generales de Prevención y Readaptación Social, Prevención y Tratamiento de Menores y del Patronato para la Reincorporación Social por el Empleo en el D.F. mismas que hasta el mes de noviembre del 2000 dependían de la Secretaría de Gobernación.

DISCURSO POR SU NOMBRAMIENTO COMO JEFA DEL DEPARTAMENTO DE PREVENCIÓN SOCIAL DE LA SECRETARIA DE GOBERNACIÓN Noviembre 13 de 1954. México, D.F.Mis primeras palabras han de ser un férvido y emocionado homenaje a la amistad, esa manifestación de aristocracia espiritual que me permite disfrutar en esta ocasión del gratísimo e inolvidable acontecimiento de encontrar reunidos alrededor de esta mesa, a personas de las más gratas para mi mundo emocional: unas, rendidamente admiradas: otras, hondamente estimadas; las más, cordialmente predilectas en mis afectos. Querría referirme a algunos de los asistentes en lo personal, reconociendo que existen en ellos méritos relevantes que sería de justicia reconocer, pero no lo hago, porque temo deshacer el sortilegio que crea el conjunto, rompiendo el ambiente solidario del grupo en su integridad; en cambio, desearía proclamar con profunda emoción, que mi agradecimiento es para todos y cada uno de los asistentes que, dando muestra de una singular calidad humana, han superado el asfixiante ambiente de egoísmos y mezquindades que nos ofrece el vivir y el luchar cotidianos, acudiendo generosa y desinteresadamente a rendir culto a la amistad y a ofrecer el valioso estímulo de su comprensión y de su simpatía, a la amiga que acomete una nueva empresa desde la Jefatura del Departamento de Prevención Social de la Secretaría de Gobernación, en la que y otra mujer, la Dra. Rodríguez Cabo, dejó honda huella de su paso. No habré de

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referirme pues, en especial, sino a los oradores, que dejándose llevar por una extraordinaria gentileza, al par que por su afectuosa estimación, han vertido conceptos que no por inmerecidos resultan menos gratos para mí; así, he de agradecer los de la abogada Cristina Salmorán de Tamayo, dirigente de la Alianza Mujeres de México de la que yo misma formo parte, y que es una distinguida especialista en Derecho del Trabajo, que desde la Presidencia de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, puesto ocupado por vez primera por una mujer, ha actuado con positiva brillantez. Mi gratitud también a Lucha Vera, de la Benemérita Asociación de Profesionistas, esa recia luchadora de movimiento femenino nacional, que es un ejemplo vivo un auténtico y muy estimado símbolo para todas nosotras. Expreso asimismo mi reconocimiento a la Profra. Martha Andrade del R., inteligente y dinámica dirigente femenil del Partido Revolucionario Institucional, cuyas banderas cobijan a nutridos contingentes de mujeres nuestro país; Martha fue una de las organizadoras del memorable acto patrocinado por el propio Instituto Político, en el que el entonces candidato a la Presidencia la República, Don Adolfo Ruiz Cortines hizo formal promesa de conceder los derechos políticos a la mujer mexicana. Gracias emocionadas, para el Maestro Don Juan González Bustamante figura destacada del foro mexicano que a su solvencia científica y moral une extraordinaria calidad humana, que es a mi juicio su mayor galardón. Y gracias también al Sr. Lic. Don Alberto R. Vela talentoso y probo Magistrado del Tribunal Superior y amigo cordialísimo que constituyó en todo momento uno de los apoyos más firmes y afectuosos con que contara durante mi permanencia en esa prestigiosa Institución, haciendo extensivas estas expresiones de complacencia amistosa hasta el Lic. Sala Contreras, inteligente discreto caballeroso Juez de lo Civil, con cuya amistad me he honrado desde hace más de un lustro. Mi gratitud para Martha Cándano, maestra capaz, brillante exponente de la intelectualidad femenina de nuestro país y una extraordinaria amiga a quien me unen lazos de afecto cordialísimo, y mi gratitud también, para la Dra. Eugenia Hoffs, que en unión del Grupo Israelita, se ha consagrado a la encomiable tarea de servicio social en favor de los desheredados de México constituyendo en sus actividades un verdadero ejemplo y también mis agradecimientos para Otilia Zambrano incansable luchadora al servicio de la noble causa de la mujer mexicana y en lo personal una excelente amiga. Y en cuanto a la postrer oradora, la gentil Sra. Doña Adela Formoso de Obregón Santacilia, cuya característica esencial es el dinamismo y que desde hace largos años es un espíritu encendido con la más clara llama de servicio social, he de hacerle presente mi singular reconocimiento y las expresiones de mi cordial amistad. Sinceramente estimo que la designación con que se me ha honrado, más que a méritos de carácter personal, constituye una muestra más de la profunda simpatía y de la reiterada fe que el Sr. Presidente de la República ha depositado en la mujer mexicana y que el Sr. Secretario de Gobernación, fiel intérprete de la política ruizcortinista ha practicado con efectiva decisión; creo, pues, en esencia, se trata de ofrecer una nueva oportunidad a la mujer mexicana, de aportar su contribución a la magna tarea de forjar el futuro de la Patria. En cuanto a mi sentir personal, desde luego que inicialmente me causó pesadumbre abandonar el sitio que ocupaba en el Tribunal Superior,

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desempeñando la alta e importante función de administrar justicia, encargo en que en todo momento fui objeto de consideraciones y distinciones que mucho agradezco, tanto de la totalidad de Magistrados y Jueces como de los empleados de toda categoría, y también de parte de los abogados litigantes y de las asociaciones de profesionistas; pero estimo que si aquellos que tienen en sus manos la dirección de los destinos de nuestro país, consideran que puedo ser más úti1 en el desempeño de otra misión que ofrece características de mayor dinamismo y de una intervención más personal y directa, distinguiéndome al poner su confianza en mis modestas posibilidades, tengo el deber ineludible de corresponder, ocupando ese sitio con la consiguiente satisfacción y gratitud y ofrecer todas mis capacidades al servicio de esa nueva misión que se me encomienda. En estas condiciones, considero que este es el momento de poner, confiada y alegremente los conocimientos y las experiencias adquiridas, al servicio de la nueva empresa que presenta muy amplias y fecundas perspectivas de servicio, dado que esta dependencia del Ejecutivo tiene como cauces fundamentales la prevención general de la delincuencia en el Distrito y Territorios Federales y la prevención especial, consistente en la vigilancia de la ejecución de sanciones, ámbito de acción de enormes proporciones y de profundas e inmediatas resonancias en el desenvolvimiento integral y ascendente del Estado Mexicano. Ahora bien, como antes expresara en forma categórica, considero que con mi nombramiento se persigue fundamentalmente honrar a la mujer mexicana, por tanto, creo que ésta se encuentra, en cierto modo, ligada a la obra por realizar, y en tales condiciones me propongo apoyarla en forma decidida en las organizaciones femeniles, especialmente del Distrito Federal. Hago pues, un llamado a estos grupos o a quienes en lo personal así lo desearan, para cooperar en forma organizada y efectiva en la labor de servicio social que emprenderemos, segura de que independientemente de las tareas de carácter técnico administrativo que se encuentran al cuidado de quienes oficialmente son responsables, existe un amplio campo de acción para la buena voluntad. Para no citar sino un aspecto, que además considero el más caro a la exquisita sensibilidad femenina, me referiré someramente al problema de los menores infractores, esos pequeños desdichados que a partir de una infracción, frecuentemente leve, van descendiendo fatalmente por la pendiente que los conduce al crimen; y en estos casos, desgraciadamente muy numerosos, encontramos con aterradora frecuencia como factor decisivo la miseria: la encentramos palpitando en el fondo de los problemas familiares y de la habitación, de la alimentación escasa y mala para el niño, de 155 la ropa sucia e inadecuada, de la falta de distracciones sanas y propias para su edad, y por último, del ambiente de miseria intelectual y moral que estos sitios se respira; intelectual porque nadie (ni los pequeños ni los mayores) pueden pensar en instruirse y en cultivarse intelectualmente, cuando ocupa todo su tiempo la resolución del apremiante problema del sustento diario; y moral, porque los actos de su propia vida, tendientes exclusivamente a dar satisfacción a imperativos biológicos, sin aspiraciones ni ideales, van encalleciendo todo sentido moral hasta aniquilarlo. El factor económico es causa primordial, asimismo, de que desde temprana edad se lance el menor en busca de medios económica para su subsistencia, haciéndolo caer en manos de explotadores

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profesionales, que empujan al niño a conseguir dinero en cualquier forma, con tal de librarse de los malos tratos y de los insultos de estas gentes. El trabajo prematuro en los niños tiene muy graves consecuencias pues independientemente de que los aleja de la escuela, negándoles así su preparación aunque fuera mínima para el porvenir, los pone en contacto con la vía pública, eficiente mentora de achaques delictivos. Es a este conglomerado humano hacia el que querría encauzar el precioso legado de las virtudes tradicional de nuestras mujeres, proponiendo como una de tan fórmulas de cooperación, la creación de un grupo al que podríamos denominar de madrinas, que de acuerdo el respectivo Juez de Menores, tomara a su cargo la atención de alguno de estos niños y los amparara moral y económicamente en la medida de sus posibilidades a fin de incorporarlos a la sociedad como elementos útiles y como seres felices; en la seguridad de que el interés y la ternura que pudiera ofrecérseles constituiría la pedagogía más eficaz para su salvación. Creo, por otra parte, que se trata de un deber patriótico, porque la infancia y la adolescencia constituyen el patrimonio más preciado de una nación, significan las reservas vitales de toda sociedad y por tanto, no hay proyección hacia el futuro que no se apoye en ellos; defenderlos, pues, es defender a México y procurar su salvación demostraría que la mujer mexicana tiene una clara conciencia de sus responsabilidades y sabe responder plenamente a las esperanzas en ella depositadas y hacer honor a su gloriosa tradición de patriotismo y de servicio social. Para terminar deseo expresar que si inicialmente esta reunión se planeó como un acto en mi honor, mi convicción es en el sentido de que son ustedes, todos los asistentes, quienes merecen el homenaje de mi admiración y de mi gratitud: vaya pues la expresión de mi rendido reconocimiento a las voces amigas que con su actitud han sabido dulcificar las asperezas que toda tarea humana trae consigo, significando motivos de aliento que sostienen mis propias convicciones y mi fe en mis pobres capacidades y que determinan en mi fuero interno, fecundos y renovados anhelos de superación. Y a falta de palabras revestidas de la brillantez y elocuencia que yo querría para ustedes como correspondencia de su exquisita generosidad, les entrego la ofrenda de mi propia, de mi íntima, de mi auténtica emoción.Lic. María Lavalle Urbina

1955 Delegada Alterna de México a la X Asamblea de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), de la Organización de Estados Americanos. OEA. Realizada en la ciudad de San Juan, Puerto Rico, del 29 de mayo al 15 de junio de 1955. Es nombrada representante de la Secretaría de Gobernación ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, en octubre de 1955 cargo que desempeñó hasta marzo de 1964. Corresponsal de México para la Secretaría de las Naciones Unidas, en el ramo de Prevención del Delito y el Tratamiento de los Delincuentes.

CLAUSURA DE LA X ASAMBLEA DE LA CIM Discurso pronunciado por la Lic. Lavalle junio 16 de 1955, san juan, puerto rico.

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Excmo. Sr. Secretario de Estado; Excmo. Sr. Presidente del Senado; Sra. Presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres; Sra. Presidenta de la Décima Asamblea, Señoras Delegadas, Señoras y Señores: A la simpatía que mi país le merece a las Delegadas de esta Asamblea de la Comisión Interamericana de Mujeres, felizmente conjugada con su bondadosa actitud hacia mi persona, debo el honor y la satisfacción de dirigirles la palabra. La Décima Asamblea de nuestra organización celebra su acto postrero, y como el fin de toda jornada es siempre propicio para los balances, hecho un somero examen de nuestras labores podemos asegurar con la íntima satisfacción del deber cumplido, que se ha cubierto victoriosamente una etapa más del camino que hacia luminosas metas de superación, va cubriendo la Comisión Interamericana de Mujeres. El medio ambiente ha influido desde los tiempos más remotos en la determinación de las características del ser humano que en él se desenvuelve y aun cuando en nuestros días el avance de la técnica permite modificar ese ambiente físico, los hombres, terriblemente cansados del vivir civilizado, se acogen a los paisajes cuya hermosura constituye al par que un sedante, el disfrute pleno del espíritu ante la belleza en todo su esplendor. Es esta la importancia de que nuestra Asamblea pudiera realizarse en este sitio privilegiado en el que el paisaje y la calidad magnífica del puertorriqueño, se combinan armoniosamente para ejercer su benéfico influjo en el ánimo del visitante; aquel lejano Borinquen que se entregó a los conquistadores hispánicos, en la persona de Juan Ponce de León, el hidalgo legendario que tanto anheló la fuente de la eterna juventud, nos muestra claras huellas de la Colonia en su sistema de fortificaciones, con sus castillos y sus murallas en los que cada piedra evoca una leyenda de piratería y de amor; nos rodea un verdor opulento, claro exponente de fecundidad, y nos alegra la visión magnífica de un Caribe manso, luminoso e intensamente azul. Para la América nuestra, el Caribe es el mar clave de sus destinos; Arciniegas lo expresa con galanura, cuando dice que el drama del descubrimiento de América se vivió, tanto o más que en ningún otro sitio del planeta, en el Mar Caribe; allí ocurrió el descubrimiento, se inició la conquista, se formó la Academia de los aventureros; cuanto hombre o mujer grande hubo en Europa, se vinculó a la aventura central del Mar Caribe; la historia del Caribe en el Siglo XVI hay que verla como un campo de batalla donde se juegan, con los dados de los piratas, las coronas de los reyes de Europa. Sabemos que data de largo tiempo atrás, la situación de inferioridad que ha venido sufriendo la mujer en el mundo entero; diversos acontecimientos de repercusiones universales, tales como el advenimiento del maquinismo o las grandes hecatombes de las guerras mundiales, han significado avances en la condición de la mujer, por cuanto estas etapas angustiosas le han ofrecido la oportunidad de mostrar igual capacidad en tareas antes sólo desempeñadas por el hombre. En la actualidad se observa en favor de las reivindicaciones femeninas un movimiento que avanza incontenible por todas aquellas rutas que va iluminando el progreso, como lo demuestra el hecho de que los más importantes documentos de carácter internacional recogen y consagran tales demandas. América, tierra generosa, abierta y propicia a toda demanda de justicia social, va superando ese proceso evolutivo y en la actualidad presenta un

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clima adecuado para impartir justicia plena a la mujer; hemos de reconocer con gratitud que, fundamentalmente, es este el fruto del esfuerzo denodado de varias generaciones de mujeres valerosas que han cumplido en su hora con la dura faena do enfrentarse a un ambiente hostil, en franca lucha con arraigados prejuicios e inveterados convencionalismos sociales. La Comisión Interamericana de Mujeres ha luchado por más de cinco lustros por la superación de la mujer en todos los órdenes: el fuego de la antorcha que la fe de mujeres decididas y valerosas encendiera en la Primera Asamblea de La Habana, ha sido celosamente transmitido de mano a mano y de corazón a corazón, recorriendo etapas que han culminado triunfalmente en esta Décima reunión celebrada bajo los mejores auspicios cuando se acoge a la hidalga hospitalidad de la cuatro veces centenaria ciudad de San Juan de Puerto Rico. A nombre de las Delegadas asistentes, ofrezco las expresiones de su sentida gratitud al ilustrado Gobierno de los Estados Unidos, al ilustrado Gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, a la Administradora de la Capital, nuestra admirada amiga Felisa Rincón de Gautier, a todas aquellas personas que nos ofrecieron el preciado don de su amistad, y en general, al esforzado y generoso pueblo de Puerto Rico; para todos nuestra cordial, nuestra sincera, nuestra emocionada gratitud. Lic. María Lavalle Urbina Delegada de México.

Dictamen por el cual se concede permiso para aceptar y usar una condecoración otorgada por gobierno extranjero a la C. licenciada María Lavalle Urbina.Legislatura XLIII - Año I - Período Comisión Permanente - Fecha 19560831 - Número de Diario 63 Núm. Diario: 63ENCABEZADO MÉXICO, D. F., VIERNES 31 DE AGOSTO DE 1956 DIARIO DE LOS DEBATES DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOSRegistrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.AÑO I. - PERIODO ORDINARIO XLIII LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 63 SESIÓN DE LA COMISIÓN PERMANENTE EFECTUADA EL DÍA 31 DE AGOSTO DE 1956 SUMARIO1. - Se abre la sesión. Lectura de la Orden del Día. Lectura y aprobación del acta de la sesión anterior.2. - Cartera. Se aprueba el dictamen por el cual se concede permiso para aceptar y usar una condecoración otorgada por gobierno extranjero a la C. licenciada María Lavalle Urbina. Pasa al Ejecutivo para efectos constitucionales.3. - Informe del Presidente de la Comisión Permanente relacionado con las labores desarrolladas por la misma. Habla el C. Baltasar Dromundo Chorné, sobre la actuación del Presidente de la Comisión Permanente.4. - Nombramiento de comisiones para participar la clausura de esta H. Comisión Permanente: al C. Presidente de la República y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

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5. - Declaratoria de clausura. Se lee y aprueba el acta de la presente sesión y se levanta ésta.DEBATEPresidencia del C. ROSENDO TOPETE IBÁÑEZ (Asistencia de 26 ciudadanos representantes).El C. Presidente (a las 12.10 horas): se abre la sesión.- El C. secretario Román Celis Carlos (leyendo):"Orden del Día."31 de agosto de 1956."Acta de la sesión anterior."Dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales por el cual se concede permiso a la C. licenciada María Lavalle Urbina para aceptar y usar una condecoración del Gobierno de la República Dominicana. "Informe del C. Presidente de la Comisión Permanente relacionado con las labores desarrolladas por la misma. "Designación de comisiones para participar la clausura de la Comisión Permanente: al C.Presidente de la República y a la Suprema Corte de Justicia."Declaratoria de Clausura."Acta de esta sesión."Acta de la sesión celebrada por la H. Comisión Permanente del XLIII Congreso de la Unión, el día dieciséis de agosto de mil novecientos cincuenta y seis."Presidencia del C. Rosendo Topete Ibáñez."En la ciudad de México, a las doce horas y treinta y cinco minutos del jueves dieciséis de agosto de mil novecientos cincuenta y seis, se abre la sesión con asistencia de veinte ciudadanos representantes, según declaró la Secretaría, después de haber pasado lista."Se da lectura a la Orden del Día."Sin que motive discusión se aprueba el acta de la sesión anterior, celebrada el día dos del presente mes."La Secretaría da cuenta con los asuntos en cartera:"Oficio de la Secretaría de Gobernación en que transcribe uno de la de Relaciones Exteriores, por el cual se solicita la autorización constitucional para que la C. licenciada María LavalleUrbina pueda aceptar y usar una condecoración del gobierno de la República Dominicana. Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales."Puestos a discusión los dictámenes y sin que ninguno de ellos motive objeciones, se reservan para la votación nominal. Tomada ésta; los tres proyectos de decreto resultan aprobados por unanimidad de veinte votos. Pasan al Ejecutivo para efectos constitucionales."A las trece horas se levanta la sesión y se cita para el jueves veintitrés de los corrientes a las doce horas".Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba.

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Los ciudadanos representantes que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada.- El C. secretario Coronado Organista Saturnino (leyendo):"Comisión de Puntos Constitucionales."Honorable Asamblea:"La Secretaría de Relaciones Exteriores a través de la Gobernación ha solicitado el permiso constitucional correspondiente para que la C. licenciada María Lavalle Urbina, sin perder la ciudadanía mexicana, pueda aceptar y usar la condecoración de la Orden del Mérito deDuarte, Sánchez y Mella que en el grado de Gran Oficial le confirió el gobierno de la República Dominicana."La suscrita Comisión estima que se encuentran satisfechos los requisitos necesarios para conceder el permiso que se solicita, y, en tal virtud, se permite someter a vuestra consideración, en relación con lo que sobre el particular establece el inciso III de la fracción B del artículo 37 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el siguiente proyecto de decreto:"Artículo Único. Se concede permiso a la C. licenciada María Lavalle Urbina, para que, sin perder la ciudadanía mexicana, pueda aceptar y usar la condecoración de la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, que el Gran Oficial le confirió el gobierno de la República Dominicana."Sala de Comisiones de la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión. - México, D. F., a 20 de agosto de 1956. - Alfonso Pérez Gasga. - Gonzalo Maldonado Cervantes. – Guillermo Castillo Fernández".Está a discusión el dictamen. No habiendo quien haga uso de la palabra, se va a proceder a la votación nominal de este proyecto de decreto. Por la afirmativa. El C. secretario Román Celis Carlos: Por la negativa. (Votación).El C. secretario Coronado Organista Saturnino: ¿Falta algún ciudadano representante de votar por la afirmativa?El C. secretario Román Celis Carlos: ¿Falta algún ciudadano representante de votar por la negativa? Se va a proceder a recoger la votación de la Mesa.(Votación)El C. secretario coronado Organista Saturnino: Fue aprobado el proyecto de decreto por unanimidad de 28 votos por los componentes de esta H. Comisión Permanente y pasa al Ejecutivo para efectos constitucionales."Dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales por el cual se concede permiso a la ciudadana licenciada María Lavalle Urbina, para que pueda aceptar y usar la condecoración de la Orden de Mérito de Duarte, Sánchez y Mella que el Gran Oficial le confirió el gobierno de la República Dominicana. Sin discusión se aprobó el proyecto de decreto respectivo y pasa al Ejecutivo para efectos constitucionales."Informe del Presidente de esta H. Comisión Permanente relacionado con las labores desarrolladas por la misma.

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"La Presidencia designó las Comisiones para participar la clausura de esta H. Comisión Permanente al C. Presidente de la República y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación."Puestos de pie todos los presentes, el C. Presidente hizo la siguiente declaratoria: "LaComisión Permanente que funcionó durante el receso del primer año de ejercicio del XLIIICongreso de la Unión cierra hoy, treinta y uno de agosto de mil novecientos cincuenta y seis, el período de sus sesiones".Se dio lectura a la presenta acta.Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los ciudadanos representantes que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada. - El C. Presidente (12:30): Se levanta la sesión.

CAMPAÑA DEL CANDIDATO LIC. ADOLFO LÓPEZ MATEOS Discurso de la Lic. Lavalle pronunciado en el acto diciembre 11 de 1957. Ciudad de Campeche. El hecho de que el candidato a la Primera Magistratura del país, Lic. Adolfo López Mateos, hubiera iniciado su gira cívico política por el Sureste del país, crea un ambiente de optimismo y de anhelo de superación, que bien puede significar para aquellas regiones por tanto tiempo olvidadas, el inicio de una nueva era plena de fecundas realizaciones, especialmente si tenemos en cuenta que tal decisión no fue circunstancial, ni obedeció a motivos sentimentales, sino al propósito decidido de llevar adelante un plan de acción integral en el Sureste. Esta corriente vivificadora, que ofrece nuevos cauces a la desesperanza, al conformismo o a la indiferencia, adquiere perfiles más definidos y vigorosos cuando se conoce el texto de los discursos pronunciados por el Lic. López Mateos, porque demuestran un conocimiento cabal de cada una de las entidades federativas visitadas, y lo que es más trascendente, revelan una comprensión sumamente atinada de sus problemas fundamentales. En lo que a Campeche se refiere, el candidato presenta la situación general en acertada síntesis, cuando establece que “el panorama físico y económico del Estado se ofrece en un movimiento pendular, que va de la selva al mar y del mar a la selva; es decir, del aprovechamiento de recursos marítimos al de recursos forestales, y de éstos a aquéllos, ya que ambos integran lo fundamental de los ingresos”; la sensibilidad siempre alerta del Lic. López Mateos le permitió dibujar con gran fidelidad al panorama honda y cordialmente observado; en efecto, no solamente el presente, sino el pasado de Campeche y también su futuro, están estrechamente ligados con su mar y con su selva; en el pasado, barcos procedentes de los astilleros campechanos pasearon orgullosamente su matrícula por los más importantes puertos europeos, y durante la era del Palo de Tinte, llamado de Campeche, numerosos buques transportaban el preciado cargamento retornando del Viejo Mundo con sus enormes vientres repletos de mármoles italianos, porcelanas francesas, y sedas, encajes, vinos y comestibles del Viejo Continente. Toda una casta

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de valerosos y ameritados marinos se forjó al calor de esta apasionada entrega a las actividades del mar, desde la figura prócer de Don Pedro Sainz de Baranda, héroe de Trafalgar y de San Juan de Ulúa, y el símbolo más alto de aquella pléyade de esforzados marinos que en forma anónima contribuyeron para que el idioma castellano se enriqueciera con el vocablo “campechano”, como sinónimo de sinceridad, franqueza y generosidad. Pero cuando las anilinas alemanas ponen fin a la era del Palo de Campeche, con el consiguiente colapso económico, los ojos angustiados de los habitantes de aquel girón de nuestra Patria, plenos aún de azul del mar, se vuelven angustiados hacia el verdor de la selva exuberante y magnífica, y es la explotación del chicle y la madera, una fórmula de salvación. Desde entonces, el progreso del Estado ha sido difícil, lento y doloroso; su desenvolvimiento se ha visto sistemáticamente estorbado por grandes obstáculos, tales como la impresionante pobreza demográfica (2.4 habitantes por Km2) falta de comunicaciones, insalubridad y en síntesis, una permanente y desoladora escasez de recursos económicos; pero la riqueza potencial que ha esperado largamente su aprovechamiento, tiene ahora perspectivas magníficas con las fórmulas señaladas por el propio Lic. López Mateos, que preconiza la explotación organizada de las riquezas marítimas como contribución para el robustecimiento de la economía y la elevación del nivel de la alimentación popular; para la explotación forestal reclama su racionalización, su aprovechamiento adecuado y la industrialización de sus productos; y en cuanto a la explotación agrícola, ruta ineludible hacia futuros mejores, el Candidato señala las causas de su limitación e inseguridad, al estimar que se debe principalmente a la gran porción de zonas selváticas insalubres, a la excesiva humedad y a los métodos rudimentarios de cultivo; pero al propio tiempo que determina y analiza las causas negativas, sabe abrir las compuertas de la esperanza más fundada, cuando afirma que la expectación principal en materia agrícola e industrial, seguramente derivará de las obras de irrigación que se proyectan en los ríos Grijalva y Usumacinta, cuyos resultados serán de gran trascendencia para el sureste, al irrigar zonas y proporcionar la energía eléctrica necesaria para el desarrollo de la industria. Por último, cabe destacar dos aspectos del discurso, en los que el candidato presidencial ratifica con galanura, tanto su devoción por los valores de la cultura, a los que rinde merecidos honores, como a sus convicciones revolucionarias, al ofrecer a la mujer el tributo cívico de su admiración. Al aludir a la brillante tradición cultural campechana, el ex-Rector de la Universidad de su Estado natal afirma que resulta Campeche una entidad ejemplar en lo que se refiere a las elevadas tareas del espíritu, agregando que desde viejos tiempos alentó allí un núcleo de cultura superior que mantuvo las mejores tradiciones de nuestra nacionalidad. Al calor de esta grata evocación, recordemos que de Campeche es oriundo ese varón preclaro, Justo Sierra, proclamado Maestro de América y figura señera de la intelectualidad de nuestro país y recordemos también, con encendido fervor, que las arcadas seculares del venerable Instituto Campechano, cobijaron amorosamente inquietudes y ansias de saber de muchas generaciones de estudiantes, que al correr de los años, sabrían honrar y servir a su Patria con la contribución de su talento y de sus especulaciones científicas. Y en cuanto al tributo de

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admiración, pleno de contenido cívico, y revolucionario, que en la mujer campechana rindió el Lic. López Mateos a la mujer del país, seguramente constituirá el más valioso incentivo para que la población femenina, con renovados entusiasmos, acreciente sus esfuerzos en las tareas domésticas, culturales, de servicio social y de contribución cívica y política. La mujer campechana ha ofrecido sin regateos, su aportación magnífica a la obra de buscar mejores formas de vida a la comunidad, y lo ha hecho fundamentalmente desde dos sitios igualmente venerables y fecundos: el hogar y la escuela; ha sido, secularmente, la vestal que se consagra con amor sin límites, a mantener el fuego sagrado del hogar y el de los más altos y limpios valores del espíritu. En esta hora difícil, la mujer de nuestro país sabe que su posición debe responder a imperativos y formas de ser eminentemente mexicanas; que tal posición se nutre en la noble tradición de la mujer mexicana, piedra angular de la institución familiar y se fortalece con la clara conciencia de los deberes que acarrea un presente, con históricas responsabilidades; conjugando pasado presente, la actitud ineludible es consagrarse con dignidad , entusiasmo y desinterés, al servicio de los más altos intereses de la Patria. Lic. María Lavalle Urbina

COMENTARIO SOBRE LAS LEYES DE REFORMA Julio 19 de 1959 La situación de la mujer en la sociedad de aquella época era bastante limitada, su intervención en la vida pública del país, más bien marginal, con gran timidez y su actuación consistía esencialmente en la influencia que podía ejercer en el círculo familiar o amistoso en el que se movía. Las excepciones que pudiera haber, sólo pueden considerarse con el carácter específico de excepciones. Dentro de este limitado marco, podemos examinar a la mujer mexicana de esa época dentro de dos órdenes de ideas: una de carácter general, como integrante de la sociedad y otra de carácter particular, como mujer específicamente. En lo general, las repercusiones del movimiento liberal que culminaron con la expedición de las Leyes de Reforma, constituyeron un acontecimiento definitivo en el presente y en el futuro del pueblo de México hombres y mujeres, dado que la mujer como integrante de la sociedad, recibía indiscutiblemente tal influencia. Ahora bien, particularmente, pueden señalarse diversos aspectos en los que la presencia de la mujer se advierte con significación propia y específica en los acontecimientos y con influencia directa para el futuro del movimiento femenino de México. En el aspecto que hemos llamado general, permítaseme rendir un tributo de cálida y ferviente admiración a Don Benito Juárez, el gran revolucionario civil de aquella década tan tormentosa como fecunda de 1857 a 1867. Hemos de venerar a Juárez como factor definitivo en la consolidación de nuestra nacionalidad, como el promotor de una obra legislativa, monumental y definitiva en los destinos de México y como el germen del civilismo en nuestra política interna; y también como la simiente de la doctrina internacional que México sostiene con inusitada brillantez y que se condensa en los principios de no intervención, igualdad jurídica de los países (grandes o pequeños) y en el derecho de autodeterminación de los pueblos. En lo que al sector femenino se

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refiere, recordaremos que el decreto de Juárez del 23 de julio de 1859 sobre matrimonio civil, y los que se refieren a los jueces del estado civil, al estado civil de las personas, con las circulares respectivas y otros documentos, fueron las bases para la estructuración jurídica de la institución familiar de nuestros días; incluso podemos encontrar cierta secuencia en la Ley de Relaciones Familiares de Carranza y en las reformas que en materia civil se han realizado, posterior y sucesivamente. La preocupación del ilustre Patricio por la educación de la mujer, se pone de relieve cuando afirmaba que: “formar a la mujer, con ‘todas las recomendaciones que exigen su necesaria y elevada misión, es formar el germen fecundo de regeneración y mejora social. Por esto es que su educación, jamás debe descuidarse”. A cien años de la expedición de las Leyes de Reforma, hemos de reconocer que la Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma, son los antecedentes directos de la Revolución de 1910 y de la Constitución de 1917, de modo que las conquistas jurídicas de que disfruta la mujer en la actualidad, tienen su raíz nutricia en aquel movimiento de Reforma que pasando por diversas etapas, toma una expresión triunfal cuando el Presidente Ruiz Cortines le reconoce plenitud de derechos políticos y al presente, ideario del régimen lopezmateísta, la estimula a tomar una creciente intervención en la vida pública del país. En cuanto a la participación de la mujer en lo particular, actuando individualmente en este período, citaremos a Dña. Margarita Maza de Juárez, la ilustre esposa del Benemérito, que siguiendo la tradición de la mujer mexicana, piedra angular de la institución familiar, se convierte en su compañera abnegada, y comparte las más grandes vicisitudes significando una fuente permanente de comprensión, de sostén y de estímulo. Para comprender la grandeza de alma de esta mujer hay que recordar que perteneció a una familia acomodada, y en su educación, de acuerdo con la época y su posición, ha de haber tenido fuerte influencia la religión y los convencionalismos sociales. Dura prueba ha de haber sido para ella el enterramiento del cadáver de su hija Guadalupe en el cementerio de la ciudad, en vez de hacerlo en el templo, como se acostumbraba; pero seguramente el respeto a la voluntad del esposo, predominó en su ánimo, por encima de luchas interiores que posiblemente hubo de sostener. Otro ejemplo es el de Dña. Josefa Ocampo de Mata, hija del ilustre Don. Melchor Ocampo y esposa del destacado contribuyente Don. José Ma. Mata, que frente al problema de la inasistencia de los diputados, logró que un grupo de constituyentes empeñara su palabra de honor para asistir puntual e ininterrumpidamente a las sesiones hasta que fuera aprobado el proyecto de Constitución de 1857, y su intervención, hace posible el buen éxito del documento. Lic. María Lavalle Urbina

1960 Participante en el Pleno del Consejo Nacional Consultivo del Gobierno Mexicano ante la UNESCO . Febrero 15 Miembro de número del Instituto Mexicano de Cultura. Marzo Asesora de la Comisión Especial de Orientación Vocacional y Profesional de Consejo Nacional Técnico de la Educación. Mayo Representante de México en el período de

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Sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, de la Organización de las Naciones Unidas, realizada en Buenos Aires, Argentina, del 28 de marzo al 14 de abril de 1960. Presidenta de la Academia de Derecho de la Familia de la Asociación Nacional de Abogados. Agosto

1961 Representante de México en el período de Sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, de la Organización de las Naciones Unidas, realizada en Ginebra, Suiza, del 15 al 30 de marzo de 1961; elegida primera vicepresidenta. Delegada titular de México a la Asamblea de la Comisión Interamericana de Mujeres ( CIM ), de la Organización de Estados Americanos. OEA. Realizada en la ciudad de Washington, D.C. , Estados Unidos de Norteamérica, del 17 al 28 de abril de 1961. Recibiendo el Voto de aplauso y reconocimiento “por la forma brillante, abnegada, inteligente y eficaz con que condujo los debates relativos a las reformas del Estatuto Orgánico de la Comisión”. Comisión interamericana de Mujeres, Washington, D.C. Resolución IV aprobada por aclamación en la Asamblea Extraordinaria. Delegada del Seminario sobre Amparo, Habeas Corpus y otros Recursos Similares, organizado por la Organización de las Naciones Unidas. ONU. Realizado en México, D.F., del 15 al 28 de agosto de 1961.

1962 Representante de México en el período de Sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, de la Organización de las Naciones Unidas, realizada en Nueva York, N.Y., del 19 de marzo de 1962; electa Primera Vicepresidenta. Integrante del Consejo Consultivo del Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales del PRI – México, D.F., agosto de 1962.

1963 Presidenta del 17º Período de Sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU, Realizado en Nueva York, N. Y. del 19 de marzo al 6 de abril de 1963, al que acude en representación de México. Mesa Directiva del XVII Período de Sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU. Asiste como integrante de la Delegación Mexicana al Seminario sobre la Condición de la Mujer en el Derecho de Familia, convocado por la ONU, efectuado en Bogotá, Colombia, en diciembre de 1963 y en el que recibe “Voto de Aplauso” por el documento que elabora sobre la Situación de la Mujer en el Derecho de Familia Latinoamericano, mismo que sirvió de base de trabajo al Seminario.

1964 En homenaje celebrado el 13 de febrero de 1964 recibe el diploma que la acredita como Mujer del año 1963 por el Club Zonta de la Ciudad de México y la revista femenina Kena. Este nombramiento se instituyó con el fin de estimular la labor femenina

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desarrollada en beneficio de la comunidad o como reconocimiento a las más altas virtudes de la mujer contemporánea de México. Representante de México en el período de Sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, de la Organización de las Naciones Unidas, realizada en Nueva York, N.Y., del 11 al 29 de marzo de 1964. Electa Senadora de la República por el Estado de Campeche para el período 1964 - 1970, Legislaturas XLVI y XLVII. Integrante de la Gran Comisión del Poder Legislativo durante el Sexenio 1964-1970. Presidenta de la Comisión de Justicia en el Senado.Durante su campaña político-electoral al Senado de la República, le acompañan el Lic. Carlos Pérez Cámara, el Lic. Carlos Sansores Pérez y el Lic. Rafael Rodríguez Barrera.

1965 Representante de México en el período de Sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, de la Organización de las Naciones Unidas, realizada en Teherán, Irán, del 1o. al 20 de marzo de 1965. Directora Nacional Femenil del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, desde mayo de 1965 hasta febrero de 1971. Electa Presidenta del H. Senado de la República durante el mes de diciembre de 1965, cargo que por vez primera ocupara una mujer. Es integrante de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión. Receso de 1965.

1966 Recibe la Medalla de la Cultura, conferida por la Fraternidad de Amigas Gabriela Mistral, en ocasión al Día de la Mujer. (México, D.F., febrero de 1966). Delegada del H. Senado de la República a la Sexta Reunión Anual Parlamentaria México-Estados Unidos de Norteamérica. Realizada en Washington, D.C., del 9 al 15 de febrero de 1966; Fungió como relatora del Comité I de Asuntos Políticos. Representante de México en el período de Sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la Organización de las Naciones Unidas, realizada en Ginebra, Suiza, del 21 de febrero al 11 de marzo de 1966.

CONFERENCIA SOBRE LA COMISIÓN DE LA CONDICIÓN JURÍDICA Y SOCIAL DE LA MUJER De largo tiempo atrás data la lucha por la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, pero toma perfiles más definidos en las últimas décadas del siglo XVIII. La primera Declaración sobre los derechos de la mujer, la encontramos en documentos de la Revolución Francesa en 1792. Diversos acontecimientos de repercusiones universales, tales como el advenimiento del maquinismo y las grandes hecatombes de las guerras mundiales, han significado avances decisivos en la condición de la mujer, por cuanto estas etapas angustiosas le han ofrecido la oportunidad de mostrar igual capacidad en tareas antes sólo desempeñadas por el hombre. En la actualidad, se observa en favor de las reivindicaciones femeninas un movimiento que avanza incontenible por todas aquellas rutas que va iluminando el progreso, como lo demuestra

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el hecho de que los más importantes documentos de carácter internacional, recogen y consagran tales demandas; en apoyo de este aserto citaremos la Carta de las Naciones Unidas, firmada en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos de América, el 26 de junio de 1945; la Declaración Universal de los derechos Humanos, aprobada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948; y en el ámbito de nuestro Continente, la Carta de la Organización de los Estados Americanos suscrita en la 9a. Conferencia Internacional Americana, celebrada en Bogotá, Colombia, el 30 de abril de 1948. La Carta otorgó al Consejo Económico y Social la responsabilidad de fomentar el respeto universal por los derechos humanos y las libertades fundamentales y a cumplirlos sin distinción de raza, sexo, idioma o religión. Cuando este Consejo se reunió por primera vez en febrero de 1946, creó cuerpos subsidiarios para que le asesoraran sobre el tipo de organismos periciales que se necesitaban, y sobre las funciones que habrían de asumir en los diversos campos de la competencia del Consejo. Uno de estos cuerpos constituyó luego el núcleo de la primera Comisión de Derechos Humanos, de la cual dependió la primera Subcomisión de la Condición Social y Jurídica de la Mujer. El propio Consejo Económico y Social adoptó en su segunda reunión realizada el 21 de junio de 1946, la decisión de elevar la Subcomisión nuclear a la categoría de Comisión. Compuesta primero de quince y ahora de 18 miembros de otros tantos Estados, sus funciones consisten en preparar recomendaciones e informes que sirvan para promover los derechos de la mujer en lo político, económico, social y educativo. Actualmente la Comisión está integrada por 18 representantes de Estados Miembros de las Naciones Unidas, que son los siguientes: Argentina, Australia, Colombia, Checoslovaquia, China, Estados Unidos de América, Filipinas, Finlandia, Francia, Grecia, Israel, Japón, México, Países Bajos, Polonia, Reino Unido de Gran Breña e Irlanda del Norte y Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Con motivo del número considerable de países que han logrado su independencia política en los últimos tiempos y que han ingresado en calidad de Estados Miembros a la ONU, la Comisión realiza esfuerzos al parecer muy venturosos, porque se aumente de 18 a 21 el número de sus miembros. Los Miembros de la Comisión son nombrados por el Consejo Económico y Social a propuesta de los Estados Miembros y duran en su encargo 3 años. Con objeto de completar este esbozo que tanto en cuanto a antecedentes como a funcionamiento de la COMISION DE LA CONDICION JURIDICA Y SOCIAL DE LA MUJER he ofrecido, me referiré a algunos de sus logros, dentro de las limitaciones naturales de nuestra charla. Derechos Políticos La COMISION DE LA CONDICION JURIDICA Y SOCIAL DE LA MUJER ha examinado la cuestión de los derechos políticos de la mujer en todos los períodos de sesiones, y ha recomendado en muchas ocasiones que se concedan a la mujer plenos derechos políticos. La Asamblea General y el Consejo Económico y Social han aprobado también resoluciones al respecto. Las actividades de las Naciones Unidas en este campo culminaron al aprobar la Asamblea General, en su séptimo período de sesiones (1952), la “Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer”, que proclama la igualdad derechos de hombres y mujeres en materia de sufragio, elegibilidad y derecho de ocupar cargos y funciones

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públicos. Al 15 de noviembre de 1960, 42 Estados habían firmado esta Convención y 34 la habían ratificado o habían adherido a ella. (México firmó el documento fecha 31 de marzo de 1953 con una reserva, pero no la ha ratificado). Desde que se firmó la Carta de las Naciones Unidas en 1945, 59 países han concedido derechos políticos plenos o limitados a la mujer, además de los países donde ya disfrutaba de tales derechos. De acuerdo con el último balance son sólo 10 los países integrantes de la ONU en los que a la mujer no se le reconoce derechos políticos. Asistencia Técnica y Servicios de Asesoramiento Materia de Derechos Humanos Después de examinar los programas de asistencia técnica de las Naciones Unidas, la Comisión estimó que la Condición Jurídica y Social de la Mujer mejoraría mediante la aplicación práctica de estos programas. Ulteriormente, el Consejo Económico y Social y la Asamblea General autorizaron al Secretario General para que a solicitud de los Estados Miembros, prestara servicios especiales para ayudarles a promover y proteger los derechos de la mujer. La Asamblea General consolidó los programas de asistencia técnica en materia de derechos humanos en una resolución aprobada en su décimo período de sesiones, en 1955, titulada “Servicios de asesoramiento en materia de derechos humanos”. Estos servicios habían de facilitarse, interalia, en forma de seminarios. De conformidad con esta resolución, se han organizado tres seminarios relativos al tema de la “Participación de la mujer en la vida pública” que se celebraron en Bangkok, Tailandia, en 57; en Bogotá, Colombia, en 1959; y en Addis Abeba, Etiopía en 1960. Educación La COMISION DE LA CONDICION JURIDICA Y SOCIAL DE LA MUJER ha prestado siempre gran atención a las posibilidades de instrucción que se ofrecen a la mujer. Los estudios e informes preparados por el Secretario General por la UNESCO, o, en algunos casos, por la OIT, trataron del acceso de la mujer a la educación en general en todos sus niveles, así como de la instrucción de los altos y de la formación profesional y técnica. La Comisión y el Consejo Económico y Social formularon recomendaciones encaminadas a suprimir toda clase de discriminaciones contra la mujer en materia de educación, y a promover la adopción de medidas para aumentar las posibilidades de instrucción. La Conferencia General de la UNESCO ha tenido en cuenta estas recomendaciones y ha hecho hincapié repetidas veces en el derecho de todos a la enseñanza, sin distinciones de sexo, y en la necesidad de adoptar medidas especiales para asegurar la instrucción de la mujer.

Derechos Económicos El principal objetivo de la COMISION DE LA CONDICIÓN JURIDICA Y SOCIAL DE LA MUJER en materia de derechos económicos fue la obtención de la igualdad de derechos y oportunidades con respecto al acceso de la mujer a los diversos empleos y ocupaciones, y a las condiciones de trabajo, inclusive la remuneración. Sin embargo, la cuestión del salario igual por trabajo igual se ha considerado siempre por separado. En el curso de sus estudios la Comisión advirtió que ciertos aspectos del trabajo de la mujer exigían atención especial. Estos son el trabajo de jornada parcial, el empleo de las trabajadoras de más edad, inclusive la edad de jubilación y el derecho a pensión, la

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artesanía y las industrias domésticas independientes, y los problemas especiales de las trabajadoras con obligaciones familiares. El Secretario General y la Oficina Internacional del Trabajo prepararon muchos estudios que motivaron diversas recomendaciones del Consejo Económico y Social, formuladas por iniciativa de la COMISION DE LA CONDICION JURIDICA Y SOCIA.. DE LA MUJER. Salario Igual por Trabajo Igual La cuestión del salario igual por trabajo igual ha figurado en el programa de todos los períodos de sesiones de la COMISION DE LA CONDICION JURIDICA Y SOCIAL DE LA MUJER a partir de 1948. En 1951 la Conferencia Internacional del Trabajo aprobó el Convenio No. 100 y la Recomendación No. 90 relativos a la igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra femenina por un trabajo de igual valor, que contiene disposiciones para aplicar a todos los trabajadores el principio de la igualdad de remuneración. Hasta el 20 de octubre de 1960 ese Convenio había sido ratificado por 34 países. Derecho Privado La COMISION DE LA CONDICION JURIDICA Y SOCIAL DE LA MUJER ha estudiado la condición de la mujer en el derecho privado, incluso en lo que se refiere al derecho de familia y a los derechos patrimoniales, basándose en la información que los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales reconocidas como entidades consultivas han enviado en respuesta a los cuestionarios detallados que preparó y distribuyó el Secretario General a solicitud de la Comisión. Como resultado de estos estudios, y por iniciativa de la Comisión, el Consejo Económico y Social recomendó a los gobiernos que adoptasen todas las medidas posibles para asegurar la igualdad de derechos y obligaciones del marido y de la mujer en las materias relativas a la familia, y en particular con respecto al domicilio y a la residencia, a los derechos y obligaciones de los padres y a las relaciones patrimoniales de los cónyuges. Reconociendo la situación especial de la mujer en las zonas menos desarrolladas del mundo, la Comisión estimó que ciertas prácticas, tales como el matrimonio de los niños, el precio de la novia y ciertas operaciones rituales, afectaban a la dignidad de la mujer y debían ser suprimidas. Por iniciativa de la Comisión, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración Fiduciaria y la Asamblea General aprobaron resoluciones por las que se pedía a los gobiernos que suprimiesen esas prácticas. Con el mismo fin, la Comisión preparó un proyecto de convención y un proyecto recomendación sobre la edad mínima para contraer matrimonio, el libre consentimiento para el matrimonio y el registro de los matrimonios. Estos proyectos 226 han sido distribuidos a los gobiernos para que formulen observaciones.

Nacionalidad de la MujerDesde que inició su labor, la Comisión se ha preocupado por los efectos que tiene sobre la nacionalidad de la mujer el matrimonio contraído con un nacional de país diferente. El Secretario General preparó al respecto estudios e informes detallados, y como resultado del examen de esta documentación la Comisión recomendó al Consejo Económico y Social que aprobara una Convención Internacional sobre la Nacionalidad de la Mujer Casada, destinada a eliminar todos los efectos automáticos del matrimonio sobre la

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nacionalidad de la mujer. La Asamblea General aprobó la Convención en su undécimo período de sesiones, celebrado en 1956. Hasta el 20 de octubre 1960, 25 países habían firmado la Convención y 23, la habían ratificado o se habían adherido a ella. Lic. María Lavalle Urbina

1967 Delegada del H. Senado de la República a la Séptima Reunión Anual Parlamentaria México-Estados Unidos de Norteamérica, realizada en Oaxaca, Oaxaca, del 8 al 11 de febrero. Fungió como relatora del Comité I de Asuntos Políticos. Representante de México en el período de Sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, de la Organización de las Naciones Unidas, realizada en Nueva York, N.Y., del 13 de febrero al 6 de marzo. Recibe la “Gran Cruz de la Orden de Honor Forense” impuesta por la Asociación Nacional de Abogados, “teniendo en cuenta la opinión de la judicatura”. Día del Abogado. México, D.F., 12 de julio.

1968 Representante de México en el período de Sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, de la Organización de las Naciones Unidas, realizada en Nueva York, N.Y. Marzo. Delegada del H. Senado de la República a la Octava Reunión Anual Parlamentaria México-Estados Unidos de Norteamérica, realizada en Honolulu, Hawai; del 11 al 17 de abril. Fungió como relatora del Comité 1 de Asuntos Políticos.

1969 Presidenta de la Primera Sesión plenaria del Congreso Penitenciario (Toluca, México, agosto). Componente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión. Receso de 1969.

1970 Copa de plata obsequiada en recuerdo de la Reunión Nacional sobre Problemas de la Familia, realizada en Saltillo, Coahuila, en abril 18 Componente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión. Receso de 1970. 255 Es nombrada Directora del Registro Civil del Departamento del Distrito Federal, cargo que desempeño de diciembre de 1970 a noviembre de 1976.

Al inicio de la década de los 70, se constituyó el concepto de género como categoría de análisis para explicar los mecanismos de opresión y a partir de ahí se abrió la posibilidad de superarlos, lo que en la práctica sembró la semilla de la democracia, entendida como la igualdad de los géneros, conservando la diferencia sexual.

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Representante de México en el 27º período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas. Ginebra, Suiza, del 22 de febrero al 26 de marzo.

1972 El 19 de febrero de 1972, recibe la Condecoración de la Orden de “Vasco Nuñez de Balboa” en el grado de Gran Oficial conferida por el gobierno de la República de Panamá, en evento realizado en México, Distrito Federal Representante de México en el 28º período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas. Realizado en Nueva York, N.Y., del 6 de marzo al 7 de abril de 1972. Fungió como Vicepresidenta de la Comisión. Organizadora y Delegada al Seminario sobre Problemas de la Mujer Indígena, efectuada del 18 al 23 de junio de 1972 en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. Componente de la primera de las seis comisiones nacionales consultivas del PRI: Ideología y Programa; Capacitación política; Acción social, Organización; Estatutos y Acción política (junio 28 de 1972). Delegada titular de México a la Asamblea Extraordinaria de la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de Estados Americanos, OEA. Realizada en la ciudad de Washington, D.C. Estados Unidos de Norteamérica, del 20 al 29 de septiembre de 1972. Fungió como Vicepresidenta de la Comisión.

1973 Representante de México en el 29º período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas. Ginebra. Suiza, de febrero 26 a abril 6 Organizadora y Directora del 9º. Curso del Programa de Adiestramiento para Mujeres Dirigentes CIM-OEA-México. Junio 28 a julio 12. Bandeja de plata obsequiada por las participantes en el noveno Curso de Adiestramiento para mujeres dirigentes (CIM – OEA) en reconocimiento a la labor llevada al cabo. Julio de 1973. Recibe el PREMIO DE LAS NACIONES UNIDAS POR SERVICIOS EMINENTES PRESTADOS A LA CAUSA DE LOS DERECHOS HUMANOS Nueva York, N.Y., Diciembre

TELEGRAMA DE NOTIFICACIÓN ENVIADOPOR EL PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU Srita. María Lavalle Urbina Cuvier 45 México 5. D.F., México Me es sumamente grato informarle que usted ha sido escogida por el Comité Especial para el otorgamiento de premios de la Naciones Unidas para Actividades Destacadas en el Campo de los Derechos Humanos establecido de acuerdo con resolución 2217 A (XXI) de la Asamblea General, para recibir uno de los premios en ocasión del vigésimo quinto aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Los premios serán formalmente presentados en reunión especial de la Asamblea General que tendrá lugar el 10 de diciembre de 1973 a las 10:30 a.m. en la sede de las Naciones Unidas, a la que me complazco en invitarla a asistir. Mucho le agradecería su respuesta urgente de si le

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va a ser posible aceptar esta invitación para que las Naciones Unidas puedan hacer los arreglos relativos a su viaje a Nueva York. Leopoldo Benítez, Presidente de la Asamblea General de la ONU

TELEGRAMA DE FELICITACIÓN ENVIADO POR EL SECRETARIO GENERAL DE LA ONU Srita. María Lavalle Urbina Cuvier 45 México 5. D.F., México. La felicito muy sinceramente por el otorgamiento del Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas con el que tan adecuadamente se reconoce su extraordinaria contribución a la promoción y protección de los Derechos Humanos y libertades fundamentales consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Reciba mis más cordiales saludos. Kurt Waldheim, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas DISCURSO PRONUNCIADO AL RECIBIR EL PREMIO OTORGADO POR LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS POR SERVICIOS EMINENTES PRESTADOS A LA CAUSA DE LOS DERECHOS HUMANOS diciembre 10 de 1973. sede de las naciones unidas. nueva york. Sesión 2195ª. - El Sr. Leopoldo Benítez, Presidente del 28º Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU. La Profesora María Lavalle Urbina ha indicado que aceptaría complacida hacer uso de la palabra ante la Asamblea General para expresar su agradecimiento. La invito a pasar a la tribuna para dirigirse a la Asamblea General. -Profesora María Lavalle Urbina: Excelentísimo señor Presidente de la Asamblea General; Excelentísimo señor Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas; Excelentísimos señores representantes de los Estados que forman la extensa familia de las Naciones Unidas; señoras y señores, en especial señores recipiendarios de premios de las Naciones Unidas por actividades destacadas en el campo de los derechos humanos: Con la mayor atención acudo a las figuras señeras del Presidente de la Asamblea y del Secretario General en su carácter de rectores eminentes de las relaciones internacionales, para ofrecerles las expresiones de mi más conmovido reconocimiento por la relevante distinción de que he sido objeto y para rogarles, asimismo, que sean el gentil conducto para transmitir estas manifestaciones de gratitud a todas aquellas personas que en grupo o individualmente participaron en las labores relativas al otorgamiento de los premios. Para todos, mi emocionada gratitud. Deseo asimismo dejar constancia de la placentera satisfacción y el vigoroso estimulo que significa para mí acompañar a personas tan distinguidas como las seleccionadas para recibir estos premios. Sus hechos, dentro de la difícil sencillez de la vida cotidiana, los sitúa como seres de selección que han consagrado su vida entera —punto de partida y puerto de arribo— a la noble y limpia causa de servir a los demás. No quiero soslayar mi profunda emoción ni creo que deba recatar el limpio orgullo —sin el menor asomo de torpe vanidad— que este acontecimiento despierta en mí, porque estimo que los frutos de mi modesto esfuerzo constituyen floración y ejemplo del acontecer histórico de mi Patria. En efecto, México es un país que a lo largo de su historia dramática y atormentada, ha luchado denodadamente por la libertad y por la justicia social. Por tanto, nuestra idiosincrasia hinca sus raíces en tales antecedentes y deriva de ellos la doctrina de progreso con

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justicia social que ahora se practica. Son, pues, esa historia de mi país y esa idiosincrasia del mexicano las que, repito, han proporcionado postura ideológica y escenario propicio, terreno fértil para la fructificación de las más promisorias semillas. Por otra parte, existe una concatenación definitiva entre la política interna de México y su política internacional; prueba de esta relación entre el ámbito interno y el exterior, la constituyen sus aportaciones, tales como el Tratado de Tlatelolco para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados que el Presidente Echeverría sometió a la consideración mundial como medida de justicia social internacional. Un día como hoy, un 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos. En ese día, la pesada puerta de la historia universal se abrió majestuosa e imponente para dar cabida y expresión a uno de los documentos más trascendentales y significativos de la historia contemporánea en las relaciones internacionales. En el transcurso de 25 años de empeños por ennoblecer y dignificar la persona humana, encontramos como signos positivos entre otros, la incorporación de sus esencias a las propias legislaciones internas de diversos Estados, en especial aquellos recién independizados, y frecuentemente a nivel del más alto rango constitucional. Porque el cambio es la esencia de la vida; cada época, cada problema, cada situación, requiere fórmulas nuevas. Por eso vivimos en un perpetuo cambio. Personalmente deseo proclamar mi fe en las Naciones Unidas y específicamente en la Declaración Universal de Derechos Humanos, y agregar que no se trata de una postura romántica o utópica, sino de una actitud realista con conciencia plena de sus logros y también de las grandes limitaciones que padece. Con la serenidad de la perspectiva que ofrece un cuarto de siglo de distancia, quiero rendir un encendido homenaje a sus forjadores de ayer y a sus sostenedores de hoy. En cuanto al futuro, formulo votos porque encuentre los hombres y los caminos que ese futuro promisorio requiere: mentes lúcidas que respondan al reto de la lucha por los derechos humanos y que señalen caminos nuevos, fórmulas audaces de probada eficacia, o nunca antes ensayadas o previamente desechadas por el conformismo o por el temor. Creo interesante subrayar que la Comisión encargada de adjudicar los premios conjugó sabiamente áreas trascendentales de discriminación en cuanto a derechos humanos con las sobresalientes cualidades ya probadas en el diario acontecer por mis respetables compañeros premiados. A mi juicio, donde este evento toma una dimensión concreta de grandeza y estímulo es en cuanto a la mujer se refiere. Ella vive en perpetua lucha en favor de sus derechos a la no discriminación por razón de sexo que consagra la Carta, pero, además, hace suyas las más nobles causas de la comunidad en la que actúa, con un manifiesto y encendido afán de servicio. Me atrevo a hacer este elogio porque, en mi caso, personalmente me considero y me proclamo como el modesto conducto para hacer llegar a las mujeres del mundo entero que trabajan, que estudian, que crean el reconocimiento y el estímulo de las organizaciones internacionales. Las mujeres diseminadas por la faz de la Tierra, aún en los más apartados y hostiles rincones, con extraordinaria pasión laboran por los derechos humanos agrupados en asociaciones o

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en lo individual, en ocasiones quizás sin una conciencia precisa, pero con gran eficacia y lo que es más conmovedor, con una gran sencillez, con una limpia y auténtica humildad, en toda una gloriosa gama de servicios trascendentales o modestos; porque la grandeza no se halla solamente en la dimensión o en la brillantez de la obra sino en el aliento que la inspira, en la fe que la ilumina y en la decisión reiterada e inquebrantable de realizarla. Muchas gracias. Lic. María Lavalle Urbina

1975 Delegada por México a la Reunión de la Comisión de Estudios y Recomendaciones de la Comisión Interamericana de Mujeres (CEER/CIM), para la Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer. Electa Primera Vicepresidenta e integrante de la Comisión de Coordinación.- Washington, D.C., AÑO INTERNACIONAL DE LA MUJER.- Miembro de la Delegación de nuestro país, con el rango de Embajadora, al evento organizado por la Organización de las Naciones Unidas. Cuya sede fue México, D.F., octubre.

LA PRESIDENTA DEL SENADO DE LA REPÚBLICA MEXICANA Fue un nombramiento con el que me sentí profundamente honrada. Ser Presidenta del Senado tenía gran relevancia, sobre todo porque fui la primera mujer que ocupó ese puesto. “Fueron seis años muy gratos para mí porque los senadores tenían una gran hidalguía para tratarnos, a nosotras, a las mujeres que trabajábamos entonces en el Senado. (Alicia Arellano Tapia y yo). Además siempre fuimos consideradas de acuerdo a nuestra posición de senadoras y se nos dio ese lugar sin regateos. María afirma esto enérgicamente, con gesto de ganadora, orgullosa. Y Fin …María ya no recuerda cuánto tiempo estuvo en cada puesto, en cada lugar —“se me hace corto el tiempo en todos lados y en realidad son años y años”—, pero aún no olvida que terminó la Normal contra la voluntad de su madre —“bondadosa pero conservadora”. También recuerda el modesto barrio de pescadores, el de San Francisco, donde fue maestra de banquillo, por primera vez. Esta vocación, con la que más se identifica, se afirmó al dar clases al sexto año de primaria; al final del curso descubrió, en los emotivos y turbulentos muchachos, gestos y actitudes de ella misma: “como de una maternidad espiritual”. Dejamos fuera, por falta de espacio, la historia de muchas de las actividades de María en los Foros internacionales que la han hecho merecedora del respeto de la Comisión Interamericana de Mujeres, de los Estados Americanos; de la Comisión Jurídica y Social de la Mujer —de Naciones Unidas— donde participó en la elaboración del documento contra la discriminación de la mujer y del Consejo Económico y Social de la ONU que, junto con la Comisión de Derechos Humanos, es una de las que se consideran más conflictivas y más difíciles de esta organización... — Última pregunta, licenciada. ¿Es indispensable que la mujer estudie Derecho para llegar a ocupar un lugar destacado dentro de la política? —No, no es indispensable, hemos observado que profesionales de otras materias —economía, ingeniería, etcétera— pueden abrirse paso; pero además, afortunadamente, encontramos mujeres que no tienen título pero sí capacidades

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políticas o de servicio social. La senadora Millán, por ejemplo, es profesora. — ¿Resulta muy difícil abrirse paso en la política? —Como en todo, es difícil al principio; luego la experiencia que uno va acumulando facilita el trabajo.Entrevista de Marina

1976Es nombrada Subsecretaria de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública, cargo que desempeña de diciembre de 1976 a julio de 1980.

1977Electa miembro del Comité Directivo de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) con reuniones trimestrales en Washington, D.C. (1977-1980).

1978 Delegada de México al Simposio sobre: La Mujer: Nueva Dimensión en el Liderato (sic) Nacional. CIM de la OEA. Córdoba, Argentina, Mayo. Recibe la Insignia de la Orden de Honor impuesta por la Asociación de Abogados. Día del Abogado. México, D.F. 12 de Julio, Presidenta de la Delegación de México a la Segunda Reunión de Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la integración de la Mujer en el Desarrollo Económico y Social de la América Latina. México, D.F., Agosto. Representante de México a la 20ª. Reunión de la Conferencia General de la UNESCO. París, Francia, Octubre.

1979 Miembro de la Delegación de México, con calidad de Observadora a la Reunión de Expertos, preparatoria de la Conferencia Regional de Ministros de Educación y de Ministros Encargados de la Planificación Económica de los Estados miembros de América Latina y el Caribe realizada en Caracas, Venezuela, del 2 al 6 de Abril. Recibe la Medalla de Honor al Mérito Jurídico que otorga la Asociación de Abogados. Entregada con motivo del Día del Abogado. México, D.F. 12 de Julio 1980 Asume el puesto como Asesora del C. Secretario de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en julio. Representante de México y Coordinadora de la Delegación a la Conferencia Mundial del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer. Del 14 al 30 de julio. Copenhague, Dinamarca.

Delegada de México a la 21a. Reunión de la Conferencia General de la UNESCO, del 20 de septiembre al 8 de octubre de 1980, Belgrado, Yugoslavia. MUJER DE LA DECADA.- La Revista Claudia, con motivo de su XI aniversario, en un gran evento la designó una de las DIEZ MUJERES de la década.

1981

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Recibe la Medalla “JUSTO SIERRA MENDEZ”, que es entregada por el Gobierno Constitucional del Estado de Campeche. Siendo la primera galardonada con este premio. Dada en la ciudad de Campeche, el día 26 de enero. La Casa de Campeche, A.C. le rinde merecido homenaje por haber recibido la Medalla “JUSTO SIERRA MÉNDEZ”, 287 otorgándole a la vez el Trofeo de la Casa de Campeche, el “Faro de Oro”, en magno evento realizado en México, D.F. el día 14 de marzo. Delegada de México al Seminario Interamericano sobre Participación de la Mujer en la Cooperación para el Desarrollo. CIM de la OEA, realizado del 19 al 23 de octubre, en Montevideo, Uruguay.

1982 Acto en su honor por el grupo de Trabajo sobre Planificación de la Subdirección de Estrategia y Desarrollo de IEPES, 26 de octubre. Directora de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos de la Secretaría de Educación Pública, del 5 de diciembre de 1982 cargo que ocupara hasta el 1o. de octubre de 1984, al que renunció por prescripción médica.

1983 Representante de México y de América Latina como Consejera del Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer de las Naciones Unidas. Agosto

1984 Recibe la Presea al Mérito Revolucionario, otorgada por vez primera por el Partido Revolucionario Institucional, por su larga trayectoria al servicio público. Puebla, Puebla. 17 de noviembre

1985 Recibe la Medalla de Honor “BELISARIO DOMINGUEZ” conferida por el H. Senado de la República por su lucha en pro de la integración de la mujer al desarrollo de México y como reconocimiento a los servicios prestados a la Patria. México, D.F., 30 de octubre de 1985.

CONDECORACIÓN DE LA C. LIC. MARÍA LAVALLE URBINA El C. Presidente del Senado: El C. Presidente del Senado: Ciudadano licenciado Miguel de la Madrid HurtadoPresidente de los Estados Unidos Mexicanos: la Cámara de Senadores le ruega a usted concederle el honor de imponer a la ciudadana María Lavalle Urbina, La Medalla de honor "Belisario Domínguez" del Senado de la República, así como hacerle entrega del diploma correspondiente. (Todos de pie, el ciudadano Presidente de la República impone la Medalla y hace entrega del diploma correspondiente, a la ciudadana María Lavalle Urbina) El C. Presidente del Senado: Se concede el uso de la palabra a la ciudadana María Lavalle Urbina, quien ha manifestado su deseo de agradecer la altísima

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distinción de que ha sido objeto al otorgársele la Medalla "Belisario Domínguez" del Senado de la República. Se le ruega pasar a la tribuna. DISCURSO DE LA C. LIC. MARÍA LAVALLE URBINA MEDALLA "BELISARIO DOMÍNGUEZ", 1985 Ciudadano Presidente de la República; Ciudadano Presidente de la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación; Ciudadano Presidente de la Cámara de Senadores; Ciudadana Presidenta de la Cámara de Diputados; Ciudadanos Senadores; Ciudadanos Diputados; Distinguida señora Paloma Cordero de la Madrid, muchas gracias por su presencia; Señoras y Señores: Mis expresiones de profunda gratitud, en primer lugar, para el Honorable Senado de la República, por haberme otorgado la preciada Medalla "Belisario Domínguez" que recibo con rendido reconocimiento de manos del Primer Magistrado de la Nación, cuya presencia enaltece en forma relevante el elevado honor que hoy me confiere en Senado. México, nuestro querido México, no había sufrido durante largos años una tragedia tan dolorosa, como el sismo que recientemente sacudió, con inusitada crueldad, nuestra hermosa y señorial ciudad capital. Esta hecatombe, que si bien es cierto desquició totalmente el acontecer normal de la metrópoli, tuvo sin embargo, como efecto positivo, el de despertar la más cálida y vibrante solidaridad del pueblo. Fue una gigantesca movilización a nivel ciudadano, como gigantesco fue el desastre. Se acuño y popularizó la denominación de "topos que con instrumentos elementales, picos y palas, o con sus propias manos ensangrentadas, retiraban incansablemente escombros, aún con peligro de sus propias vidas, para extraer cuerpos heridos o sin vida, en largas y 316 angustiosas jornadas. Frente el edificio caído a al inmueble que albergaba como trampa mortal seres humanos, se situaban grupos que desesperadamente trataban de ayudar. Otros grupos -principalmente de mujeres y jóvenes y aún a niños- llevaron comida y en anafres improvisados que traían de sus propios hogares, elaboraban "tacos" y "tortas", preparaban café y calentaban agua para lavar heridas. Médicos y camilleros trabajaron sin descanso, apoyados por grupos voluntarios. Lo mismo edificios de varios pisos con recursos arquitectónicos costosos, que modestos hogares de una sola pieza, sucumbieron ante la fuerza devastadora del fenómeno, sepultando en sus entrañas numerosas víctimas y provocando la destrucción de predios que constituían el albergue de millares de compatriotas. Como poseedora de tan estimable presea, desearía solidarizarme con la iniciativa de hacer un reconocimiento público a los héroes anónimos de las esforzadas jornadas de salvamento. Quiero ofrecer juntamente con todos los presentes un homenaje a la prístina y ejemplar labor de los voluntarios, que sin otro reclamo que la voz interna de sus conciencias, fueron más allá de sus deberes ciudadanos y en un acto de solidaridad espontánea, sin paralelo, pusieron su mejor empeño de la vida, el don más elevado que ha producido el universo. No obstante, todos sabemos que ningún homenaje que se rinda a los ejemplares voluntarios, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, civiles o militares, nacionales o extranjeros, puede igualar a la satisfacción profunda, inconmensurable y perenne, de saberse victoriosas salvadores de la vida, el don más elevado que ha producido el universo. No es la ambición desmedida la que nos une a los seres humanos en la vida social; justo es reconocer que, históricamente, a pesar de que la mayoría de los hombres nunca han podido

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satisfacer íntegramente sus necesidades reales o imaginarias, permanentes o eventuales, la sociedad subsiste, la familia se mantiene unida, la nación continúa su desarrollo, la humanidad toda evoluciona, así sea lenta y penosamente; finalmente, la sociedad de las naciones sobrevive aunque sea deficiente y perfectible. Sigamos el ejemplo de los héroes anónimos que iluminaron con su valor el desastre y redimieron con sus acciones la confianza deliberada de toda una sociedad. No es necesario que emulemos sus conductas en la misma forma y medida; pero es en cambio imprescindible que enfáticamente insistamos con nuestras palabras y nuestras acciones en proclamar la verdad de la solidaridad y no del egoísmo. El egoísmo del individuo nunca ha sido ni será el firme soporte de la estructura social. De la misma manera que el egoísmo de los pueblos no será nunca el firme fundamento en que se finque la sociedad de las naciones. La enfermiza ambición y el egoísmo ciego de individuos y naciones nunca ha desembocado victoriosamente en la concordia a la armonía. No nos engañemos como individuos, no perseveremos en nuestro error como pueblos, no persistamos en el equívoco de pensar que la rapiña y el despojo, practicados de cualquier forma, a nivel individual, nacional o internacional, ha de generar algo más que miseria, hambre, resentimiento, esclavitud y muerte. No debe causarnos sorpresa que la solidaridad de los mexicanos haya promovido y encontrado en la solidaridad mundial su fiel reflejo. La solidaridad es un impulso innato. 317 Su carácter ejemplar es indudable y espontáneo, como que es el resorte mismo de la convivencia humana. México, a través de los años ha mantenido inalterable y constante su posición den los foros internacional del mutuo respeto y tolerancia entre los pueblos y de la proporción de la violencia y el despojo en el ámbito internacional. No es pues de extrañar que nuestro país haya logrado en torno suyo la solidaridad internacional que tanto y en tantas veces ha demandado para otros pueblos y de otros pueblos. México, denodado e infatigable adversario del sometimiento de pueblos y de individuos a una condición de abyecta servidumbre y despiadada explotación, ya sea por los sutiles mecanismos del intercambio desigual o la abierta y franca intervención armada, ha recibido en sus momentos difíciles, y especialmente en forma reciente, el testimonio innegable del reconocimiento de la comunidad internacional hace el valor indiscutible de la posición que México, invariablemente ha sustentado. En manera especial quiero referirme a una de las lacerantes injusticias que el sismo puso al descubierto: la inicua y solapada explotación de que han venido siendo víctimas una gran cantidad de mujeres mexicanas, madres, hijas y hermanas de nuestro pueblo a las que se les negó la más elemental de las protecciones, inclusive las que otorgan nuestra propia Carta Magna y nuestras leyes, desde la Constitución de 1917. Mujeres mexicanas que fueron reducidas a condiciones de trabajo comparables a las que padecían los explotados obreros manufactureros y textiles de los albores de la industrialización; condiciones que podemos calificar como ilegales, inmorales y repulsivas. Quienes hemos luchado por la dignidad de la mujer y por su emancipación, no podemos menos que sentirnos profundamente conmovidas ante el trato degradante e inmisericorde al que han sido sometidas. El estado de virtual servidumbre al que se les había reducido no sólo es una

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afrenta a las mujeres, sino también a quienes en diversas formas han luchado por el respeto a su condición y la reivindicación de su papel como ciudadanas profesionistas y titulares de las mismas expectativas, derechos y satisfactores que sus padres, hijos y hermanos. Mujeres operarias de la industria textil: las mujeres de México estamos con ustedes, el reconocimiento de sus derechos es el resultado de su lucha y determinación, su ejemplo nos alienta a continuar en la denodada consecución de una posición de igualdad y respeto. Estamos seguras de que su ejemplo alentará a todas aquellas mujeres que todavía se encuentran en condiciones similares de privación e indefensión; ustedes les han encontrado el camino a seguir. A la par que testigos del catastrófico sismo y sus penosas consecuencias lo hemos sido también de actos de magnánimo heroísmo y generosa entrega ciudadana. De entre tantas acciones ejemplares, la de la juventud destaca notablemente. Podemos estar orgullosos de nuestros jóvenes; si el presente inmediato nos ha parecido incierto, el futuro se muestra prometedor, ya que la juventud entusiasta y poseedora de un acendrado valor civil es una garantía para el porvenir de México. Como maestra, no pudo menos que emocionarme profundamente ante la formidable lección que nos ha dado la juventud. Han aprendido más de lo que hemos podido enseñarles y prometen superar a sus maestros, por el bien de todos. La educación que han recibido, por perfectible que sea, han contribuido, a formar en ellos ciudadanos responsables y solidarios Con todas sus deficiencias y carencias, el sistema nacional de educación ha demostrado su eficiencia, su contribución a la educación de los jóvenes. Educación que se ha impartido mayormente a través de la educación formal, pero que se asienta sobre las bases de la educación familiar. Educación que como muchas veces se ha repetido y muchas más se deberá insistir, no puede imitarse a la mera información, sino a la formación integral del individuo, profesional, social moralmente. En mi calidad de integrante del Magisterio Nacional no puedo menos que preocuparme por el difícil momento por el que atraviesa la educación. Cientos de escuelas fueron dañadas, muchas no han podido ser reparadas. Más de medio millón de alumnos de todas las edades se encuentran privados de locales adecuados para recibir el inapreciable beneficio de la educación, así sea por un periodo transitorio. Atinadamente se le ha dado el carácter prioritario a la reconstrucción escolar. Después de la conducta ejemplar que asumió la juventud es lo menos que podemos hacer por ella. Me solidarizo con las maestras y maestros que, juntos con los padres de familia y los propios escolares, angustiosamente, claman por la normalización de la impartición de la educación pública, a todos los niveles y en todos los vecindarios de nuestra aún maltrecha ciudad. Apoyemos todos los esfuerzos de la Secretaría de Educación Pública y los realizan los alumnos, sus padres y maestros, para normalizar el funcionamiento de la educación. De entre los muchos y variados ejemplos que han dado la juventud, se destaca el que han realizado los universitarios. La educación universitaria por muchos años se había considerado como una actividad de privilegio, reservada a un número limitado de individuos, cuyas labores transcurrían a la especulación y la práctica de conocimientos que parecían completamente alejados de la realidad social que los envolvía. Sin embargo, podemos afirmar que nunca como ahora la comunidad

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universitaria de ha manifestado interesada en volcar sus torrente de conocimientos y energía al servicio de su sociedad. Durante las apremiantes jornadas de la emergencia, maestros y alumnos, hombro con hombro, laboraron exhaustivamente, prestaron los servicios que sus conocimientos y experiencia le permitieron prodigar. Los profesores y alumnos de ingeniería y arquitectura intervinieron para inspeccionar las construcciones y asesorar los trabajos de salvamento, los de medicina pusieron sus mentes y brazos al servicio de heridos, los psicólogos prestaron su valioso apoyo a los ciudadanos confundidos por la tragedia. Todos trataron de que su esfuerzo fuera articulado eficaz. En particular, al Universidad Autónoma de México llevó a cabo un esfuerzo institucional coordinado y permanente Ha sido profundamente conmovedor presenciar como la Universidad Nacional respondió con la conciencia y responsabilidad social de una institución plenamente al servicio de su comunidad. Verdaderamente y como nunca antes por su espíritu de entrega habló el profundo y acendrado caudal de solidaridad que forma parte entrañable de la cultura de nuestro pueblo. No podemos esperar que sea la naturaleza la que cambie para evitar las desgracias que han provocado, somos nosotros, en lugar, quienes debemos cambiar para no volverlas a sufrir. Después del penoso sitio que sufrió la gran Tenochtitlan y de la destrucción que se produjo al caer, en el año de 1521, nunca desastre natural o destrucción de enemigo alguno había afectado a nuestra ciudad como lo ha hecho el terremoto antes la población de la ciudad de México había tenido una respuesta de tan vasta magnitud y tan profundo significado. Podemos afirmarlo con verdad: La población ha estado a la altura de las circunstancias. Para terminar permítaseme una evocación y un homenaje al nativo solar: con título 319 profesional inicie mis funciones en el barrio de San Francisco, habitado en su mayoría por familias de pescadores con grandes limitaciones económicas, allí descubrí un mundo nuevo, señoreado por un angustioso panorama de dramáticas carencias, a pesar de realizar un trabajo duro y peligroso. Desde ese momento tomé partido con todo el ímpetu de mi juventud, formulando interiormente la promesa de luchar para procurarles una vida mejor, y aquella promesa se transformó en rumbo. El propósito se convirtió en actitud esencial. Y estimo providencial, por lo afortunado para mí, el haberme integrado, a los 18 años, al sistema educativo de Campeche. También es grato recordar que mis estudios superiores los realicé en el glorioso Instituto Campechano, y que el ambiente de cultura de Campeche ha sido característica reconocida y encomiada por propios y extraños. El destacado intelectual y político José Vasconcelos en su interesante obra autobiográfica "El Ulises Criollo" nos ofrece una visión derivada de su calidad opinaba que "los profesores eran en general superiores a todo lo que antes había conocido..."y también se refiere con cálida admiración al doctor Patricio Trueba, director del Instituto, señalando que era venerado por los estudiantes como ejemplo de sabiduría y rectitud. Por otra parte, un pundoroso coterráneo, el licenciado Manuel Samperio Méndez, con acento de limpio orgullo campechano, nos recuerda: “No fue nunca Campeche emporio de riquezas, ni ciudad grandemente populosa; pero su prestancia llegó a tal altura que todas las aguas de la costa occidental de Yucatán, y de Tabasco y Veracruz, únicas que hoy son en realidad el Mare Nostrum, se denominaron Golfo de Campeche; y los

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arrecifes del septentrión, erizados de galápagos, de langostas y de coral: Bancos de Campeche; y la suave resma que cubría los ricos panales de las vírgenes florestas: Cera de Campeche, y las maderas tintoreas no sólo de sus bosques sino de los remotos de Chiapas y Centroamérica: Palo de Campeche; y la sonda cubierta de algas marinas como cabelleras de sirenas, y pobladas de peces más sabrosos que los del Acuario de Lúculo: Sonda de Campeche y la pequeña vela, creación de nuestros marineros que tornaban más alígeros los bergantines, se tituló en todos los mares La Campechana; y dos nuevos vocablos transpusieron los limpios umbrales de la real academia, con sus connotaciones levantadas y nobles: Campechano, campechanía. Señoras y señores, perdonadme la vanidosa evocación a mi amado Campeche, así sea en aras de mi entrañable cariño por él. Muchas gracias a todos. Lic. María Lavalle Urbina

1987 La Federación Nacional de Abogados al Servicio del Estado le confiere la Medalla “Francisco Primo Verdad y Ramos”. Julio 12

Murió el 23 de abril de 1996 a consecuencia de un accidente vascular cerebral. Las autoridades de la SEP le rindieron homenaje en una ceremonia de cuerpo presente.

2006 El Gobierno del Estado de Campeche devela una estatua en honor a la Lic. María Lavalle Urbina.

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CONCLUSIÓN

El contenido de la siguiente recopilación es en esencia el pensamiento visionario de la licenciada Lavalle Urbina, reproducido en los discursos que pronunció en cada una de las ocasiones en las que su incesante actuar le situó en la palestra, sea como profesora sembradora de ideales, motor y guía de la niñez; como articulista que analiza y cuestiona el porqué de la perdida de los valores humanos; como abogada convencida de que la prevención es el manto que protegerá a la niñez y juventud de la sombra de la delincuencia; como mujer campechana comprometida con su Estado al proponer, en la ponencia “Demografía”, 8 solución a la problemática estatal; como magistrado que se esfuerza por difundir en la sociedad, el conocimiento de su situación jurídica; como la activista social que pugna por el sufragio femenino y el reconocimiento a su igualdad; como la funcionaria que propone e instituye practicas humanistas en los centros de reclusión; como la feminista que reconoce por igual, las virtudes de los géneros; como militante partidista que enarbolando su fe en la revolución, se entregó con honor y honestidad a trabajar por la patria; como internacionalista que eleva el nombre de México, al destacarse en las reuniones en que lo representa; como política al presidir la institución en la que incursiona; como mujer comprometida con la causa de las mujeres; como galardonada por todas estas causas.

En alguna ocasión el periodista Félix Palavicini, acompañó a Francisco I. Madero y a Pino Suárez, en su gira político electoral por el Estado de Campeche, y pronunció una de las frases más demoledoras e inquietantes para un pueblo que se había distinguido por ser cuna de hombres ilustres:

“Campeche es un cementerio de espíritus”

haciendo referencia a que sólo un puñado de jóvenes se habían atrevido a asistir al mitin encabezado por Madero, con María Lavalle Urbina este testimonio mítico fue vencido por su incursión a la escena pública, porque como mujer, siempre tuvo presente que la participación de ésta en la política y su decidida connotación en el ámbito de la democracia, superaba por mucho este impío testimonio de Palavicini.

Como internacionalista supo mantener la posición de México como un país adelantado en el ámbito del respeto al derecho ajeno que aprendió de Juárez y que ilustró sin medida en los foros donde estuvo presente:, en el seno de la ONU, en la OEA o como

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portavoz de la política exterior de México, doña María refrendo los más elementales principios de la convivencia internacional entre los pueblos y su libre autodeterminación, y también, cuando tornó su voz alta y profunda en la defensa de los derechos humanos y sus causas fundamentales.

Como internacionalista supo mantener la posición de México como un país adelantado en el ámbito del respeto al derecho ajeno que aprendió de Juárez y que ilustró sin medida en los foros donde estuvo presente:, en el seno de la ONU, en la OEA o como portavoz de la política exterior de México, doña María refrendo los más elementales principios de la convivencia internacional entre los pueblos y su libre autodeterminación, y también, cuando tornó su voz alta y profunda en la defensa de los derechos humanos y sus causas fundamentales.

En mi opinión pienso que es importante que cada uno de nosotros tomemos muy en cuenta cada aspecto que fue gracias a la cualidad de María Lavalle Urbina, ya que el saber qué es lo que quieres en la vida te impulsa llevar a cabo y termina metas que te propondrás más adelante, cada acción que hizo este personaje es signo de valentía y honradez, ya que el tiempo y el género es alguien que no tenía muchos puntos a su favor supo el cómo llegar a grandes lugares y encontrarse con la gente apropiada, de acuerdo a tu crítica y tu visión encontraras aspectos que den un rumbo mejor a tu vida, busca y encontraras.

FUENTES: http://marialavalleurbina.org/Cronologia_de_una_mujer_Universal_2008.pdf

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