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BALANCED SCORECARD APLICADO AL MANTENIMIENTO FERNANDO ESPINOSA FUENTES

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BALANCED SCORECARD APLICADO AL MANTENIMIENTO

FERNANDO ESPINOSA FUENTES

INTRODUCCIÓN

Desde hace ya varios años, las compañías se dieron cuenta de que si querían gestionar el

mantenimiento de una forma adecuada, era necesario incluirlo en el régimen general de la

organización para su gestión e interacción con otras funciones. Una vez logrado esto, el

mantenimiento puede recibir la importancia que merece y desarrollarse como una función más de la

organización, que genera "productos" para satisfacer a los clientes internos, y que contribuye al logro

de los objetivos específicos de la organización.

Por lo tanto, el reto de "diseñar" el modelo ideal para conducir las actividades de mantenimiento

se ha convertido en un tema de investigación y una cuestión fundamental para alcanzar la eficacia y

la eficiencia de la gestión de mantenimiento para cumplir los objetivos de la empresa.

El proceso de gestión del mantenimiento puede ser dividido en dos partes: la definición de la

estrategia y la implementación de dicha estrategia. Para la primera parte se requiere la definición de

los objetivos del mantenimiento como insumo de entrada, el cual es derivado directamente de los

planes de la empresa. Esta parte inicial del proceso de gestión del mantenimiento condiciona el éxito

del mantenimiento en una organización y determina la eficacia de la subsecuente implementación del

plan de mantenimiento, programación, control y mejoramiento. La eficacia muestra qué tan bien un

departamento o función cumple sus objetivos o las necesidades de la empresa, y con frecuencia se

discute en términos de la calidad del servicio prestado, visto desde la perspectiva del cliente. Esto

permitirá llegar a una posición en la que será capaz de reducir al mínimo los costos indirectos del

mantenimiento, los costos derivados de las pérdidas de producción y, en definitiva, con la

insatisfacción de los clientes. En el caso del mantenimiento, la eficacia puede representar la

satisfacción global de la empresa con la capacidad y el estado de sus activos, o la reducción del costo

global de la empresa obtenida por la capacidad de producción que está disponible cuando sea

necesaria. La eficacia se concentra entonces en la corrección del proceso y si el proceso produce el

resultado requerido.

La segunda parte del proceso, la aplicación de la estrategia seleccionada, tiene un nivel de

significación diferente. Tiene relación con la capacidad para hacer la aplicación de la gestión del

mantenimiento frente al problema (por ejemplo, la capacidad para garantizar un nivel adecuado de

calificación de la fuerza de trabajo, preparación para el trabajo adecuado, las herramientas adecuadas

y el cumplimiento de cronograma), esto permitirá minimizar el costo de mantenimiento directo

(mano de obra y de otros recursos necesarios para el mantenimiento). La eficiencia es actuar o

producir con un desperdicio mínimo, gastos o esfuerzos innecesarios. La eficiencia se entiende

entonces como proporcionar el mantenimiento igual o mejor por el mismo costo.

La ejecución de las actividades de mantenimiento, una vez planificadas y programadas

utilizando las técnicas más adecuadas a la realidad de la empresa tienen que ser evaluadas y las

desviaciones controladas para orientarse continuamente hacia los objetivos de negocio y los valores

de referencia para los principales indicadores de rendimiento del mantenimiento seleccionados por la

organización. Muchos de los KPI (indicadores clave de rendimiento) de mantenimiento de alto nivel,

están construidos o compuestos de otros indicadores técnicos y económicos de nivel básico. Por lo

tanto, es muy importante asegurarse de que la organización captura los datos adecuados y que los

datos estén correctamente agregados/desagregados según el nivel requerido de análisis del

rendimiento del mantenimiento.

En cuanto a la definición de los objetivos de mantenimiento y los indicadores clave de

rendimiento - KPI's, es común que los objetivos operativos y la estrategia, así como las medidas de

desempeño, se pueden definir mediante la introducción del cuadro de mando integral o BSC. El BSC

es específico para la organización para la que se desarrolla y permite la creación de indicadores clave

de rendimiento para evaluar los resultados de gestión de mantenimiento y que están alineados con los

objetivos estratégicos de la organización

El Cuadro de mando Integral (CMI) o Balanced Scorecard (BSC) ofrece una hoja de ruta

sistemática e integral para las organizaciones a seguir en la traducción de sus declaraciones de

misión en un conjunto coherente de medidas de desempeño. Estas medidas no se utilizan

simplemente para controlar la conducta, sino más bien "para articular la estrategia de la empresa,

para comunicar la estrategia del negocio, y para ayudar a alinear las iniciativas individuales,

organizacionales e interdepartamental para lograr un objetivo común."

EL SISTEMA DE MEDICIONES

En una empresa todos los activos tienen un propósito. Esto es así para los activos físicos,

humanos, mecánicos, electrónicos o intangibles tales como habilidades, conocimientos y experiencia.

La forma de cómo esos activos hacen lo que de ellos se espera o se requiere a menudo es

generalmente referida a su rendimiento. Rendimiento se define como la proporción entre el producto

o el resultado obtenido y los medios utilizados, y es aquí donde se debe destacar que esta relación

apunta, en el caso de un equipo productivo, a que el equipo entregue lo que se le solicita aunque esté

capacitado para entregar más de esa cantidad y su rendimiento se debe medir en ese escenario.

También el rendimiento debe referirse a una unidad de tiempo, ya que es importante este factor,

como por ejemplo en la evaluación de la disponibilidad que es la medida de la capacidad del activo

de ser usado para operaciones durante un tiempo específico, o para el riesgo que debe ser gestionado

con respecto a la probabilidad de que un evento se presente dentro de un cierto tiempo y en

circunstancias dadas.

Dentro de la gestión del mantenimiento, y más específicamente del CMIM (Cuadro de Mando

Integral para el Mantenimiento) el rendimiento es definido como el resultado del esfuerzo aplicado

para obtener una salida deseada dentro de un esquema de tiempo deseado. El esfuerzo puede ser

referido a cualquier acción tal como aquellas realizadas por mantenedores, personal de operaciones,

gestión del sistema de información o ingenieros a cargo del diseño.

Las medidas en ingeniería se manejan en un sistema ya sea formal o informal. Donde no hay un

sistema formal de medición del rendimiento se clasifica en el espectro desde muy bueno a muy malo.

Estos conceptos a menudo están basados en un rendimiento observado y está contrastado contra una

percepción de lo que se requiere en la operación. Un sistema de medición formal produce

información regular refiriéndose a un criterio de eficiencia clave de una planta, instalación, ítem o

equipo o bien otras facetas de las salidas de un trabajo.

Sin embargo, sin una referencia cuantificada sobre lo que es requerido para un activo en un

determinado período, los esfuerzos pueden ser los inadecuados o bien son mal aprovechados.

Definiendo el nivel deseado de rendimiento provee una comprensión de cómo el equipo, las personas

u otro tipo de activo se están aprovechando o utilizando.

El nivel deseado necesita ser determinado basado en lo que la empresa requiere de su activo y no

basado en la capacidad de diseño del activo. Basando el objetivo y metas en lo que es requerido, más

bien que en lo que actualmente pueda conseguir el activo, es el primer paso en la planificación

estratégica y es el elemento central del modelo de CMIM (Fig. 1)

El sistema de medición destaca el nivel de mejoras que es requerido para cambiar desde el estado

actual del nivel de rendimiento al estado del nivel deseado de rendimiento. Para que un sistema de

medición sea exitoso es necesario conocer:

que el nivel deseado de rendimiento esté dado en términos cuantificables

como el nivel actual de rendimiento es capaz de ser determinado

que acciones pueden ser tomadas para mejorar el rendimiento desde el nivel actual al nivel

deseado de rendimiento

Mediante la medición de la diferencia entre el nivel deseado y el actual estado de rendimiento,

las organizaciones son capaces de determinar las acciones, estrategias o adquisiciones que se

necesitan tener en cuenta. Ellos también son capaces de aclarar las limitaciones o la sobre-exigencia

de los activos actualmente en uso.

Fig. 1: Sistema de medición del rendimiento

IMPLEMENTANDO EL CUADRO DE MANDO PARA MANTENIMIENTO

El comienzo de cualquier régimen de mediciones es primero entender que es lo que se quiere

medir y porqué. Estos son los estándares de rendimiento los cuales deben ser alineados con las metas

y objetivos de la organización para respaldar las ventajas competitivas que la empresa desea sostener

en el tiempo.

La implementación del CMIM necesita ser flexible e inclusiva. Mientras mejor sea aplicada

desde el punto de vista organizacional puede ser también aplicada a nivel departamental, a un

proyecto específico o a nivel de una máquina específica. En efecto, una vez que CMIM ha sido

desarrollado e impregnado dentro de la organización, aparece a menudo la necesidad de desarrollar

indicadores específicos para aplicaciones específicas, asegurándose que siempre todas estas están

amarradas al CMIM original. El proceso de implementación del CMIM se realiza en tres pasos que

son:

1. Desarrollo: como cualquier cambio en la forma de hacer las cosas primero hay que cambiar la

forma como las personas piensan acerca de los que están haciendo. La fase de desarrollo de la

propuesta requiere de los participantes entender cómo crear una estructura de indicadores

focalizada, reconocer cuales son los mitos comunes en la medición del mantenimiento y como

asegurar que los beneficios se están obteniendo.

La fase de desarrollo comienza con la definición del estado deseado de rendimiento requerido

para alcanzar las metas corporativas y los objetivos. La salida de esta acción es una serie de

medidas cuantificables, metas y declaraciones que representan los objetivos corporativos.

2. Creación: la fase de creación del proyecto necesita ser gerenciada de la misma manera que

cualquier proyecto de innovación. Durante esta fase la mayor parte de los trabajos definidos en

la etapa de desarrollo se llevan a cabo. En particular la fase de creación se focaliza en la

definición de que se obtiene con la información que es requerida para sustentar el CMIM. Esta

fase típicamente incluye: la creación de los reportes, implementación computacional para la

elaboración de los reportes, definición de los procedimientos administrativos e instancias de

análisis de la información y preparación para la fase de apropiación.

3. Apropiación: esta fase es la más importante del proyecto y su objetivo es asegurar el éxito

como una iniciativa estratégica permanente. Es conveniente comenzar esta fase lo más temprano

posible. La fase de apropiación involucra tres acciones básicas. La primera es comunicar la

importancia del trabajo que se está planificando a fin de dar a conocer las ventajas de contar con

un sistema de esta clase y comprometer la entrega de la información necesaria desde los

distintos estamentos de la organización que serán usuarios del análisis de rendimiento o bien que

son imprescindibles dentro del esquema de elaboración de los indicadores.

La segunda acción es la implementación del proceso y de las iniciativas requeridas para alcanzar

la ventaja competitiva que fue inicialmente definida, analizar en detalle los resultados que

arrojan la evolución de los indicadores y proponer e implementar estrategias para conseguir las

metas ya previamente definidas. La tercera acción es el monitoreamiento de los resultados de las

iniciativas administrativas y la comunicación de los resultados del logro de quienes están

involucrados, hacia el resto de la organización, además de corregir deficiencias ya sea en el

proceso de implementación o bien en la definición de los indicadores claves.

SELECCIONANDO LAS PERSPECTIVAS

Para que la jerarquización de los objetivos sea útil a la empresa necesita ser expresada en medida

y metas. La figura 2 muestra la relación entre niveles y ventajas estratégicas que la organización

debe desarrollar y las que deben ser evaluadas y controladas a través de indicadores claves de

rendimiento.

La estructura en métricas es mejor representada por indicadores de nivel corporativo,

indicadores de nivel estratégico y por ultimo indicadores de nivel funcional. Cada uno de estos

grupos representa metas que deben ser determinadas en la etapa de planificación estratégica del

proceso.

Fig. 2: Niveles y ventajas a desarrollar

Este proceso entrega muchos beneficios, sin embargo, los más importantes son:

Facilitar la creación de objetivos corporativos o niveles deseados de rendimiento.

Facilitar la medición del actual nivel de rendimiento.

Proveer un medio para focalizar a la organización en las iniciativas de mejoramiento que son

necesarias para alcanzar las metas y objetivos corporativos.

Permitir un análisis fácil e informado de cualquier desviación desde lo planificado para

alcanzar el nivel deseado de rendimiento

Lo más importante de todo este proceso es que la definición de los indicadores es focalizada y

entrega a la organización información detallada sobre las verdaderas causas del porque no se está

alcanzando las metas de rendimiento o bien si aún se puede elevar más el nivel deseado, lo que no

siempre se consigue con indicadores genéricos.

La definición de las ventajas competitivas, dentro del contexto del CMIM, se refiere a un

conjunto único o capacidades, habilidades o competencias difíciles de ser duplicadas que están al

interior de la organización lo que permite una mejor forma de competir en el mercado.

La tarea de definir como los activos pueden contribuir a conseguir la ventaja competitiva de la

empresa es una tarea que no está exenta de complejidad, ya que a pesar de la necesidad de mejorar el

aspecto financiero, este no puede ser ganado en detrimento de otros importantes factores. Más que

cualquier otra disciplina administrativa, la gestión de activos se centra en conseguir un balance

sustentable, como ser la decisión de comprar un activo de bajo costo necesita ser balanceada contra

el costo potencial más alto de mantenimiento durante su ciclo de vida, similarmente la decisión de

aumentar los niveles de seguridad necesita ser balanceado contra un aumento adicional de los costos,

en general una variación de costos a corto plazo debe ser balanceada con una variación de costos a

largo plazo, lo cual implica un conocimiento profundo de la realidad en cuanto a la evolución de los

costos actuales y futuros y de los cambios en la tecnología.

Este proceso de toma de decisiones ha conducido a la necesidad de tener una estructura para

apoyar el proceso de gestión de los activos, una estructura que entregue los mecanismos para

asegurar la competitividad en el corto y largo plazo. El CMIM provee una estructura para apoyar a

las empresas para entender cómo hacer de la gestión de activos una fuente de ventaja competitiva.

Una definición muy usada para el objetivo de Mantenimiento es1: asegurar la competitividad de

la empresa por medio de:

Garantizar la disponibilidad y confiabilidad planeadas de la función deseada,

Satisfacer todos los requisitos del sistema de calidad de la empresa,

Cumplir todas las normas de seguridad y medio ambiente, y

Maximizar el beneficio global.

de donde se puede apreciar que la definición de las perspectivas es particular para la gestión de

activos, como tal, la aplicación de los principios de CMIM comienza primero definiendo los cambios

a los cuales una organización enfrenta en su mercado escogido, y segundo respondiendo las seis

preguntas fundamentales que nacen de la definición del objetivo del mantenimiento, (ver figura 3),

las cuales en determinadas situaciones no se tienen necesidad de ser todas respondidas.

Perspectiva Productividad. La industria manufacturera se ha visto enfrentada a una intensa

competencia y se expresa en términos de bajar costos, mejorar la calidad y diversidad de productos

con un rendimiento superior. Los cambios en el entorno empresarial se caracterizan por una fuerte

competencia en el lado de la oferta y la volatilidad de las necesidades y aumento de la demanda del

cliente en el lado de la demanda.

Ante la fuerte competencia global, las empresas están bajo gran presión para mejorar sus

competencias y crear valor a los clientes y mejorar la rentabilidad de sus operaciones de forma

continua. Por otra parte, la necesidad de alcanzar tiempos de entrega más cortos, más cortos los

tiempos para la innovación y la reducción de inventarios han conducido a la creciente demanda en la

gente de la organización, de adaptabilidad, versatilidad y flexibilidad. Estos cambios han dejado su

huella inconfundible en las diferentes facetas de las organizaciones productivas.

1 http://www.mantenimientomundial.com/sites/mmnew/her/tip.asp

Fig. 3: Un modelo para el cuadro de mando integral para el mantenimiento

Las presiones competitivas y el cambio de paradigmas en la gestión de la producción, en los

últimos años, han aumentado la importancia de contar con un equipo de producción confiable. De

hecho, la competencia ha estado presionando en reconsiderar el impacto y la importancia de

aumentar la disponibilidad y la utilización de los equipos, de la productividad del mantenimiento, la

utilización de recursos, y mejorar la calidad y capacidad de respuesta de los servicios de

mantenimiento para alcanzar las metas fijadas, sumándose a lo anterior que durante los últimos años

en la industria manufacturera, debido al dinamismo del mercado, se ha encarecido el costo de los

bienes de capital. La tecnología de los equipos y las capacidades de desarrollo se han convertido en

factores importantes que demuestran la fortaleza de una organización y que la distinguen de las

demás.

Con la tendencia de la producción JIT, de manufactura flexible y ágil, es vital que se integre al

mantenimiento en la estrategia empresarial para asegurar la disponibilidad de equipos, productos de

calidad, entregas a tiempo y precios competitivos. Las necesidades cambiantes de los activos

materiales y equipos a través del tiempo han estado poniendo una enorme presión sobre las empresas

para adaptar las estrategias proactivas para satisfacer las necesidades en rápida evolución de los

sistemas de producción. La ola de cambio ha transformado drásticamente el papel de la función de

mantenimiento en las organizaciones.

La alta competitividad ahora conduce los cambios en como se ve la gestión de mantenimiento

para el crecimiento y la supervivencia. Un departamento de mantenimiento de clase mundial mejora

la capacidad de la organización para ofrecer sus productos o servicios.

Perspectiva Seguridad. La evaluación del riesgo laboral se ha basado tradicionalmente en la

identificación de los peligros en el lugar de trabajo. Dado que los servicios de mantenimiento pueden

ser tanto de subcontratación como de servicios propios, el foco de la evaluación de riesgos debe

cubrir todas las particularidades que ello conlleva. En el caso de subcontratación, los trabajadores

enfrentan una variedad de tareas y de riesgos en los distintos entornos de trabajo y organizaciones no

familiares para ellos, por lo tanto, hay una necesidad permanente de gestionar los riesgos

relacionados con el mantenimiento.

Este nuevo escenario plantea desafíos, como ser, la colaboración entre el prestador de servicios y

sus clientes para la generar condiciones efectivas de seguridad para los trabajadores en las

instalaciones del cliente. Por ejemplo, la identificación de peligros en los sitios en la práctica puede

seguir siendo tarea de los trabajadores cuando éstos están situados a gran distancia del administrador

o del control de los supervisores. Además, el cambio en las instalaciones del cliente puede implicar

nuevos riesgos que el trabajador debe tener en cuenta.

Ya se sabe que en las operaciones de mantenimiento algunos tipos de factores de riesgo son los

que aumentan. Estos riesgos son, por ejemplo, trabajando bajo la presión del tiempo, trabajo por

turnos (es decir, también durante las noches), trabajando solo y trabajo en estrecho contacto con

maquinaria complicada.

En el CMIM se pueden usar diferentes aproximaciones para determinar un nivel de tolerancia

desde el principio del proceso. De esta manera se crea un perfil de aceptación del riesgo y se usa para

administrar las decisiones claves a través de la gestión de los activos. Con cada acción proactiva está

la necesidad de conocer la probabilidad de sucesos que aún no han ocurrido y esto es un desafío para

la parte ingeniería del mantenimiento.

Perspectiva calidad. El mantenimiento de un sistema es a menudo visto como una simple

cuestión de la reparación de una falla o la prevención de esta en el sistema. Sin embargo, se requiere

un gran esfuerzo y una gran parte del presupuesto de la organización durante la vida útil del sistema.

Además, está actividad está estrechamente relacionada con el rendimiento general, el que a su vez se

relaciona con el desempeño y la calidad del servicio entregado por la organización para el

mantenimiento.

Relacionada con la calidad del producto, el deterioro de una máquina de producción es uno de los

principales factores que causan las salidas de productos defectuosos. Para reducir el número de

unidades defectuosas producidas, se puede tratar las acciones desde dos enfoques. Uno de ellos es

llevar a cabo el mantenimiento preventivo de rutina en el equipo de producción que es para mantener

la máquina en buen estado (el estado bajo control). Otro enfoque, está basado en la teoría de control

de calidad estadístico para relacionar las causas que hacen de una unidad producida sea considerada

defectuosa. Normalmente, estos dos enfoques deberían ser aplicados al sistema en conjunto. Al

aplicar estos dos enfoques, el efecto del estado de la máquina en el número de unidades defectuosas

genera que se incluya la causa en el diseño del plan de muestreo, y esa información sobre el estado

de la máquina obtenidos a partir de los resultados de la toma de muestras deberían ser incluidos en el

diseño del plan de mantenimiento para la máquina.

En cuanto a la calidad de la gestión, se reconoce hoy que las políticas de mantenimiento

preventivo pueden ser muy eficaces para mejorar la fiabilidad de los equipos y minimizar los costos

relacionados con el mantenimiento.

El propósito de esta perspectiva es investigar la estructura y propiedades de las políticas de

mantenimiento preventivo en los procesos de producción (equipos) que están sujetos tanto a

deterioro de la calidad como de fallas. Más específicamente, desarrollar, analizar y optimizar un

modelo económico para el mantenimiento preventivo en la siguiente configuración:

Hay dos estados calidad posible durante la operación (un estado en el control y otro fuera de

control).

La tasa de fallas depende tanto del estado de la calidad del proceso y la edad del equipo.

El funcionamiento de cualquiera de los estados de calidad genera ingresos, que son superiores

en el estado bajo control.

Los tiempos de inactividad económicamente no son despreciables.

Los procesos de producción, equipos comerciales e incluso productos de consumo con la

operación anterior y las características de falla son comúnmente encontradas en la práctica, y es tarea

de la gestión del mantenimiento recoger esta información y convertirla en acciones preventivas.

Perspectiva ambiental. En general, para las características de una planta compleja se enfatiza una

fuerte integración vertical de las divisiones integrantes de los tres niveles funcionales de la empresa.

Si existe un obstáculo en cualquier conexión, su impacto se extendería verticalmente a todas las

áreas. Por ejemplo, una variación de los factores económicos, decisiones de manufactura, catástrofes,

fallas en el abastecimiento, seguridad de la zona, entre otros, de alguna manera, directa o

indirectamente influyen en el éxito, incluso la decadencia, de la planta. Por tanto, una falla de

relativa magnitud en la instalación de la planta puede ser el peor problema que podría ocurrir durante

la vida útil productiva. Esta falla también podría tener graves repercusiones sobre la seguridad para

la producción y protección del medio ambiente. En consecuencia, para minimizar el riesgo de

accidentes en la planta y centrar el foco en la protección del medio ambiente, es importante mejorar

la eficiencia del mantenimiento de la planta, tener un sistema de información completo para la

gestión del mantenimiento, y profundizar los conocimientos profesionales y técnicos en la planta.

El riesgo es una medida de la probabilidad de ocurrencia y la severidad de los efectos negativos

de un evento indeseado. Las instalaciones reales no pueden ser diseñadas y operadas bajo la

suposición "sin riesgo". Se reconoce que un cierto nivel de riesgo debe ser aceptado y esos niveles

aceptables de riesgo deben ser definidos, reconociendo el hecho de que no todas las fallas conducen

a consecuencias graves, y del mismo modo los incidentes con consecuencias muy graves pueden

ocurrir con una probabilidad muy baja. La evaluación, gestión y comunicación de riesgo constituyen

el proceso de análisis de riesgos.

La creciente complejidad de las instalaciones y sus operaciones, además de la creciente

conciencia pública de la necesidad de garantizar mayores niveles de seguridad han puesto gran

presión sobre los diseñadores y operadores para encontrar soluciones innovadoras para garantizar un

ambiente seguro, así como una operación económicamente viable.

Perspectiva aprendizaje. El aprendizaje y el comportamiento humano es el resultado de los

conceptos construidos por las personas a través de sus continuas interacciones recíprocas entre ellas

y las influencias ambientales de sus contextos. El aprendizaje por lo tanto se puede considerar

profundamente vinculado a las personas y sus acciones y las condiciones en que se genera. Esta

perspectiva lleva a entender el proceso de aprendizaje a través de experiencias e interacciones de los

participantes en el proyecto, en el que los individuos dan sentido a las actividades del proyecto y

desarrollan sus propios procesos de aprendizaje en la interacción con sus específicos (y cambiantes)

entornos del proyecto.

En la actualidad existe la necesidad de centrar fuertemente la atención en el desarrollo del

aprendizaje de los individuos y organizaciones que les permitan competir con éxito en entornos de

operaciones dinámicos, junto con el uso y posterior desarrollo de equipos y estructuras de proyecto

para el mejoramiento y la innovación y así lograr los objetivos organizacionales.

Desde una perspectiva de la gestión, una mejor comprensión del proceso de aprendizaje dentro

de la configuración del equipo del proyecto es una ayuda importante en el desarrollo de proyectos y

sus resultados, así como del desarrollo del aprendizaje y las capacidades de los individuos dentro de

los proyectos. De hecho, el aprendizaje es una variable estratégica clave para la gestión de proyectos

y por lo tanto la Gestión de Activos debe centrarse en que ese aprendizaje continuo este volcado

principalmente en el manejo cuidadoso de los procesos internos, junto con los procesos relacionados

con el mantenimiento, en particular mediante la mejora de su eficiencia y eficacia, que son hoy más

necesarios que nunca.

Perspectiva efectividad en el costo. El impacto del mantenimiento de la competitividad y la

rentabilidad de las empresas ha sido comprobado como significativo. La importancia del

mantenimiento también ha sido destacado a causa del mayor uso de sistemas automatizados y la

aplicación de sistemas gestión y filosofías como ser Just in Time (JIT) y manufactura esbelta (lean

production), donde las consecuencias de los problemas y alteraciones en el proceso de producción

son diversas y graves. Cuando se toman decisiones relacionadas con la efectividad en el costo en el

mantenimiento, por ejemplo, invertir recursos en los activos que dan el mayor beneficio por la

cantidad invertida, es necesario contar con la información y los datos relativos a todos los ámbitos

que afectan o son afectados por la decisión del mantenimiento, tales como producción, logística,

calidad, y Costos del Ciclo de Vida (LCC).

Las industrias productivas se han dado cuenta de la importancia del seguimiento (monitoreo) de

los resultados utilizando medidas financieras o técnicas e indicadores. La supervisión y seguimiento

establece un puente, por un lado, entre el nivel operativo en términos de, por ejemplo, la

productividad, eficiencia, rendimiento, tasa de la calidad, disponibilidad o costo de producción y, por

otro lado, el nivel estratégico en términos de beneficios de la empresa y la competitividad.

Tradicionalmente, los programas de mantenimiento preventivo han sido obtenidos usando

modelos, deterministas o probabilísticos, que consiste en la minimización de los costos totales

incurridos en relación con las actividades de mantenimiento. Hay otros objetivos además del

económico, que pueden influir en la programación de mantenimiento preventivo. Por ejemplo, la

seguridad (del operario o ambiente) es un objetivo si las combinaciones de fallas en el equipo pueden

causar un evento peligroso, y si el mantenimiento preventivo puede reducir el número de fallas. Hoy

en día el ambiente competitivo requiere que la industria trate de mantener toda su capacidad de

producción, mientras maximiza la confiabilidad de su equipo incluyendo la prolongación de la vida

útil económica del equipo, después de todo la meta de la organización es aumentar sus ganancias.

El mantenimiento y la función de la gestión de activos pueden aumentar las ganancias de dos

maneras, como ser, disminuyendo los costos de operación y aumentando la capacidad. Si el costo

anual de mantenimiento excede el 5% del valor del activo productivo, la organización seguramente

estará en dificultades financieras. El costo total del mantenimiento depende de la calidad del

equipamiento, la forma como es usado, las políticas de mantenimiento y la estrategia de los negocios.

Las condiciones ambientales y de operación tales como la velocidad y la carga, la preparación

del operador, la calidad del mantenimiento y los métodos de producción tienen influencia sobre la

vida del equipo. Entonces, la evaluación de las condiciones y el impacto de los mejoramientos en la

efectividad del mantenimiento y en la precisión en las actividades de la planta deben ser conseguidas

efectivamente si la información de las áreas de trabajo relevantes tales como producción,

mantenimiento, calidad y contabilidad son consideradas simultáneamente. Además, los

mejoramientos en la productividad y eficiencia de las máquinas, calidad del producto, etc., puede en

muchos casos ser ejecutados efectivamente cuando se considera la acción de mantenimiento

involucrada con el parámetro de calidad. Hay que enfatizar en la aplicación del mantenimiento

basado en la condición, con el cual se puede apoyar las decisiones en el mantenimiento usando la

información de las medidas de la condición y reducir los mantenimientos innecesarios.

Para guiar la introducción de mejoramientos en el mantenimiento en vista de mejorar la

eficiencia en el costo del proceso de manufactura hay que tener los medios para medir el impacto de

cómo la inversión en el mantenimiento se transfiere al conocimiento técnico, de cómo este

conocimiento impacta en la producción, calidad y el ciclo de vida del equipo. Además hay que

evaluar cómo este mayor conocimiento técnico impacta en el aspecto financiero.

Una máquina que no es bien mantenida a menudo sufre fallas y sufre pérdidas de velocidad y

falta de precisión, los cuales dan como resultados una reducción parcial de la efectividad y la moral

del personal. Asociados con las fallas de la máquina a menudo producen ítems con defectos y estos

combinados con demoras en la entrega debido a disturbios en la producción aumenta los costos de

producción, reduce las ganancias y aumenta el riesgo de perder el cliente.

Alineando los objetivos corporativos

Una de las capacidades del cuadro de mando integral es que permite, en efecto obliga, a las

personas a entender la relación entre los objetivos corporativos. La creación de un régimen de

medición es a menudo visto como algo vertical, esto es, derivado en una forma jerárquica desde los

objetivos corporativos y aplicados a través de la organización. Sin embargo también hay que alinear

esos objetivos en una forma horizontal.

El alineamiento de los objetivos permite una visión de la causalidad entre los objetivos, esto es,

cuales objetivos contribuyen y tiene una sinergia hacia los otros. Cuando se desarrollan los temas de

las estrategias en el CMIM, es importante recordar que cada indicador no tiene que tener relaciones

con los otros, sin embargo, a menudo esta relación se da. Por ejemplo, la eliminación de los defectos

de seguridad aumenta el rendimiento por la reducción de paros por razones de seguridad, o, un

aumento en le eficiencia del uso de la energía en la planta puede contribuir a la eficiencia

permitiendo a la planta producir más cuando se requiere producir más.

Cada CMIM puede tener varios temas para las estrategias dependiendo de la estructura de la

compañía. Estas pueden incluir áreas tales como mejora en el rendimiento, mejoramiento de la

información para la toma de decisiones, mejoramiento en la calidad de la gestión del riesgo,

optimización del gasto del capital y muchas otras áreas.

Cada vez que una estrategia es definida, puede haber uno o más indicadores claves de eficiencia

para cada tema, esto es, indicadores que dan una visión del rendimiento de las iniciativas

emprendidas para conseguir alcanzar las metas originalmente propuestas. Si todos los indicadores

están relacionados y dan soporte a un indicador dominante, entonces este se transforma en el

indicador clave (KPI) para el tema de la estrategia.

La ejecución de la estrategia debe tener un seguimiento a través de un marco de medición del

desempeño interno con una serie de objetivos, conductores e indicadores agrupados en cada una de

las seis (o las que se definan) perspectivas.

El otro objetivo clave de un CMIM es que pueda reconstruir la historia de la estrategia de la

organización. Tres criterios ayudan a determinar si este objetivo se ha logrado:

La relación de Causa y Efecto: todas las medidas seleccionadas debería formar parte de una

relación de causa y efecto (la cadena de relación de causalidad), que representa la estrategia.

La ejecución de conductores: los controladores del desempeño (indicadores clave) tienden a ser

único, ya que reflejan lo que es diferente acerca de la estrategia de una empresa.

Los enlaces a los indicadores financieros: los diversos objetivos estratégicos (como la calidad, la

satisfacción del cliente y la innovación) también debe traducirse en medidas que son en última

instancia, vinculados a las medidas financieras.

Una característica distintiva de los sistemas de medición del desempeño estratégico es que están

diseñados para apoyar administraciones con medidas financieras y no financieras que cubren las

diferentes perspectivas que, combinadas, proporcionan una manera de traducir la estrategia en un

conjunto coherente de medidas de desempeño. Las perspectivas que son relevantes para las empresas

orientadas con fines de lucro a menudo incluyen financieras, clientes, procesos internos y la

innovación a largo plazo. Este sistema de medidas asociadas tiene el potencial para identificar los

vínculos de causa – efecto que describen las maneras como las operaciones están relacionadas con la

estrategia de la organización. El objetivo es proporcionar un marco racional para formular y aplicar

estrategias.

Se afirma que un sistema de medición del desempeño estratégico mejora la capacidad de la

organización para ser competitivos, en términos de sus prioridades estratégicas específicas. El

sistema de medición del desempeño ayuda en el desarrollo de una estrategia que de ventajas

comparativas, mediante la formulación y aplicación de estrategias de manera que aseguren que la

cadena de valor es compatible con las estrategias. Es importante destacar que, el sistema de medición

tiene un papel en asegurar que la organización aprende de modo que pueda mantener su

competitividad en el futuro.

En la organización hay que fortalecer el concepto de que un sistema de medición del desempeño

estratégico integrado introduce mejoras en la competitividad estratégica de la empresa ya que se

presentan asociaciones positivas entre el sistema de medición del desempeño y los resultados

estratégicos competitivos relacionando la diferenciación de los productos y las estrategias de precio –

costo, provee una ruta de alineación para que la manufactura y el mantenimiento estén asociados con

los resultados estratégicos competitivos, y además muestra un camino para que el aprendizaje

organizacional se relacione con los resultados estratégicos esperados. En la Fig. 4 se describe la

naturaleza de estas relaciones.

Para el uso eficaz del sistema de mediciones hay que tener presente, en primer lugar, que el uso

del cuadro de mando integral no mejora automáticamente el rendimiento de la organización. Bajo la

misma etiqueta de BSC diferentes maneras de interpretación y de uso son posibles, cada uno con sus

propios fracasos y éxitos lo que pone de relieve la importancia de la estrategia para el uso del BSC,

y si este complementa la estrategia de las empresas tendrá un alto impacto. Sin embargo, el uso

mecanicista sin un vínculo claro con la estrategia corporativa va a afectar al rendimiento y puede

incluso disminuirlo. En otras palabras, si el foco está en la medición de resultados en lugar de la

gestión del rendimiento impedirá la realización de los objetivos de la organización e incluso puede

resultar contraproducente porque perjudica el progreso de la compañía.

La traducción de la visión y la estrategia en medidas operativas es un proceso complejo y

dinámico. Para estructurar este proceso el CMIM debe ser continuamente revisado, evaluado y

actualizado para reflejar los nuevos mercados, competidores y condiciones tecnológicas. Por otra

parte, hay que tener presente el factor humano, ya que la introducción del CMIM puede traer

consecuencias imprevistas disfuncionales. Las personas pueden sentirse amenazados por el sistema

de vigilancia estrecha, dando lugar a sentimientos de desconfianza hacia la dirección de la empresa.

Para superar estos sentimientos, la alta dirección debe involucrarse en la creación de una cultura de

confianza, y la ratificación de la apertura y transparencia en favor de la eficacia global de la empresa

y la eficiencia.

Sistema de medición

estratégico integrado

Resultados

estratégicos

competitivos

Aprendizaje

organizacional

Alineamiento

estratégico de

manufactura y

mantenimiento

Existe una relación directa entre un

sistema integrado de medición y los

resultados competitivos asociados

tanto a la diferenciación del

producto y la relación precio - costo.

Hay una relación directa entre el

alineamiento estratégico de

manufactura y mantenimiento y los

resultados competitivos asociados

tanto a la diferenciación del producto

y a la estrategia de precio – costo.

Hay una relación directa entre el

sistema integrado de medición y

el alineamiento estratégico de

manufactura y mantenimiento.

Hay una relación directa entre el

aprendizaje de la organización y los

resultados competitivos asociados

tanto a la diferenciación del producto

y la estrategia precio - costo.

Hay una relación positiva entre

el sistema integrado de

medición y el aprendizaje de la

organización.

Fig. 4: Relaciones de un sistema estratégico de mediciones integrado.

Desarrollando las estrategias

Un mapa estratégico es un componente de un cuadro de mando integral que representa las

relaciones de causa – efecto entre los objetivos estratégicos, donde las medidas de eficiencia están

definidas para cada objetivo estratégico. Además, el mapa es una herramienta de gestión empresarial

dirigido a identificar un vínculo entre las estrategias de largo plazo de la organización y sus

actividades operacionales a corto plazo. El enfoque principal de esta herramienta está en el principio

de "lo que no se puede medir, no se puede describir" que muestra la forma de utilizar mejor los

activos intangibles de las empresas para que les ayuden a alcanzar sus objetivos.

En el CMIM, los objetivos estratégicos se desprenden de la visión y la estrategia de la

organización y, a continuación, se clasifican en las seis perspectivas definidas para esta aplicación:

productividad, seguridad, calidad, ambiental, aprendizaje y perspectiva efectividad en el costo.

Los mapas estratégicos tienen como objetivo ilustrar cómo una compañía vincula sus objetivos

estratégicos macro con sus principales elementos operacionales del día a día desde las diferentes

perspectivas que son consideradas. El elemento financiero se centra principalmente en la mejora de

la estructura de costos y la utilización de activos para una mayor productividad, mientras que los

elementos destinados a satisfacer a sus clientes (los activos relacionados con la producción de la

empresa) ayudan a entender lo que los distingue como proveedores confiables de servicios. Los

elementos del objetivo de la estrategia están destinados a mejorar áreas tales como las actitudes hacia

la calidad, el servicio, asociaciones, y sello distintivo de la función mantenimiento, los elementos de

los procesos internos tienen como objetivo desarrollar las características de un mejor producto y

servicio. Los otros elementos tienen como objetivo que las organizaciones consideren las

capacidades y tecnologías que se necesitan para apoyar la estrategia de la compañía. En todos los

casos, el proceso de presentar un mapa estratégico busca relacionar la apreciación de la causa y

efecto. El qué se puede mejorar en un "nivel del día a día" significa como, acumulativamente, las

mejoras pueden ayudar para que las actividades operativas diarias, contribuyan a lograr los objetivos

estratégicos a largo plazo.

Una metodología que puede ser usada para elaborar un mapa estratégico para la organización,

tiene los siguientes pasos:

1. Definición de la visión y la misión: en este paso la organización para el mantenimiento

establece su identidad (visión) y dónde quiere ir (misión).

2. La identificación de los aspectos estratégicos: proporcionan vínculos verticales a través de las

seis dimensiones del CMIM, teniendo la estrategia como un aspecto paralelo y

complementario.

3. Definición de objetivos generales: ellos son generados a partir de la visión y misión de la

empresa.

4. Análisis interno y externo: los análisis estratégicos internos y externos se llevan a cabo a

través de un análisis de fortalezas y debilidades.

5. Generación de objetivos específicos: objetivos específicos son derivados del análisis de

fortalezas y debilidades. La coherencia entre los objetivos estratégicos específicos con la

estrategia de la organización y los objetivos generales derivados de la visión y la misión debe

ser revisada continuamente.

6. Generación del mapa estratégico: el mapa de estrategias se genera mediante el establecimiento

de la relación causa - efecto entre los objetivos generales y específicos.

7. Generación de indicadores de eficiencia: los indicadores de eficiencia se obtienen para cada

objetivo estratégico.

Este proceso está representado en la figura 5.

Visión y misión

Aspectos estratégicos Análisis externo e

interno

Objetivos estratégicosAnálisis de fortalezas y

debilidades

Objetivos específicos

Mapa estratégico

Indicadores de

eficiencia

Fig. 5: Procedimiento para elaborar un mapa estratégico

Pensar en una estrategia requiere pensar verticalmente, desde lo más alto (el objetivo principal) a

lo más básico (los objetivos específicos de cada nivel operativo). Una estrategia tiene en

consideración la eficacia y el éxito a través de los ojos de los clientes y otras partes interesadas que

reciben un producto o servicio (clientes) o a quien impacta la entrega de un producto o servicio (los

interesados). Una estrategia coherente enlaza una visión compartida del futuro de productos

estratégicamente importantes, programas, servicios y actividades.

Cuando se inicia la propuesta estratégica hay que comenzar con los elementos finales necesarios

para crear estrategia eficaz que incluyen: la visión, misión, valores esenciales (principios rectores),

debilidades y fortalezas de la organización, propuesta de valor para el cliente, perspectivas, y que

factores ambientales externos afectan a la organización (reglamentos, necesidades de los clientes y

de los interesados, competencia, el crecimiento del negocio, y otros datos).

La estrategia está presente en los diferentes niveles en una organización. En primer lugar es la de

alto nivel, la estrategia para toda la organización. A partir de la misión y visión, en esta estrategia se

puede definir un conjunto de pocos (es decir, tres o cuatro) temas de alto nivel que se disgregan en

una visión compartida en áreas de acción de interés. Estos temas estratégicos son complementarios,

y, en conjunto, estos aspectos estratégicos representan los "pilares de la excelencia" de la

organización. Algunos ejemplos comunes de los aspectos estratégicos son la excelencia operacional,

la asociación estratégica, excelencia en el servicio, un lugar atractivo para trabajar, entre otros.

El siguiente paso en el proceso de convertirse en una estrategia más centrada organización es

determinar las perspectivas estratégicas, o las dimensiones de rendimiento, que pueden ayudar a

transformar la misión de la organización y la visión en la estrategia de acciones concretas. Se

necesitan varias perspectivas para comprender una organización como un sistema, compuesto por

capital humano, infraestructura y procesos que están unidos entre sí para crear valor para el cliente.

En una planificación estratégica del mantenimiento basada en la gestión y el sistema, la estrategia es

analizada a través de cuatro a seis perspectivas. Una vez que los temas estratégicos, resultados y las

perspectivas se han desarrollado, los objetivos estratégicos se desarrollan para los temas definidos.

Los objetivos estratégicos se expresan en acciones de mejora continua, y pueden ser documentados,

medidos y hecho realidad a través de iniciativas y proyectos.

Uno de los aspectos importantes de la metodología del CMIM, tiene relación con que la

"estrategia no se puede aplicar sino se comprende y no se comprende, si no se puede describir", y

esto es uno de los propósitos del mapa estratégico, la descripción clara de la estrategia. Ese mapa

estratégico debe ser capaz de explicar los resultados que se van a lograr y cómo cada aspecto apoya

con sus resultados a otro que está relacionado. También se le conoce como diagrama de causa efecto

pues identifica ese tipo de relación entre las diferentes perspectivas y los objetivos planteados en

cada una de ellas.

El mapa estratégico de un cuadro del CMIM debe ser explícito en mostrar cuál es la hipótesis de

la estrategia. Cada uno de los indicadores del CMIM forma parte de una cadena de relaciones causa

efecto que conecta los resultados deseados de la estrategia con los inductores que los harán posibles.

El mapa estratégico describe el proceso de transformación de los activos intangibles en resultados

tangibles con respecto al cliente y a los accionistas (ver figura 6).

Perspectiva Productividad

Perspectiva Seguridad

Perspectiva calidad

Perspectiva ambiental

Perspectiva aprendizaje

Perspectiva efectividad en el costo

Crecer de forma sustentable

garantizando un servicio rentable para

la organización

Controlar los costos de

inventario de repuestos

Controlar los costos de

ejecución del mantenimiento

Ejecutar las acciones de

mantenimiento en el plazo

estimado

Evaluar continuamente el uso y

necesidades de repuestos

Aumentar los periodos de

disponibilidad de equipamiento

Minimizar el número de fallas

imprevistas

Efectuar evaluaciones

permanentes de los servicios

tercerizados

Poseer un sistema de

información efectivoGenerar políticas de

mejoramiento continuo basado

en el análisis de los indicadores

Medir y evaluar en forma

periódica variables asociadas a

fallas catastróficas

Promover acciones de

eliminación de residuos,

vibraciones y contaminantes

Aumentar la satisfacción y el

compromiso de todos los

colaboradores

Desarrollar y fortalecer las

competencias técnicas en

gestión

Educar la fuerza de trabajo para la

responsabilidad social y ambiental

Utilizar tecnologías avanzadas en

las acciones de mantenimiento

Realizar periódicamente el

chequeo y reparación de los

elementos de protecciónTener un calendario de pruebas

para elementos con probabilidad

de fallas ocultas

Alcanzar patrones de excelencia

en responsabilidad social y

ambiental

Acciones para crear un

mejor ambiente de trabajo

Acciones para que los

colaboradores crezcan

Aumentar la tasa de producción

de los equipos

Se evitan accidentes

de personas y fallas

de equipos

Se minimiza el

riesgo de fallas

catastróficas

Se aumenta el

periodo entre

fallas

Se eliminan

aquellos que no

cumplen los

estándares de

calidad

Se introduce

ingeniería en la línea

de producción

Para mantener un

stock de repuestos

en el nivel preciso

Con datos

estadísticos

analizar ocurrencia

de las fallas

Se generan

programas

equilibrados

Se validan las

políticas de

mantenimiento

preventivo

Se mejora la

mantenibilidad

Permite ajustarse

al presupuesto

Permite mantener el

diferencial competitivo

Permite mantener el

diferencial competitivo

Permite mantener el

diferencial competitivo

Fig.6: Ejemplo de cuadro de mando para una estrategia del mantenimiento

Toda estrategia que se traslada a acciones debe ser medida, evaluada y redefinida si es necesario,

y para tal efecto, se debe definir un conjunto de indicadores que si aporten información para la

creación de valor con el mantenimiento. A pesar de que el mantenimiento es importante, pocos

gerentes de mantenimiento son capaces de responder a la pregunta de cómo crear valor para el

mantenimiento de manera convincente.

Lo más probable es que se diga: "Este enfoque de evaluación de proyectos teórico está muy

bien, pero lo bueno que es para mí, como encargado, en la práctica el valor de mantenimiento viene

de la entrega de la máxima disponibilidad a un costo mínimo, o sea que se tiene que dar prioridad,

¿quieres reducir costos o aumentar el tiempo de disponibilidad?

Hoy en día los gerentes de mantenimiento tienen que tener en constante equilibrio la más alta

disponibilidad de la máquina (la utilización de activos) y los menores costos de mantenimiento

(control de costos). Al hacerlo, deben tener en cuenta el creciente número de leyes y regulaciones de

seguridad, salud y del medio ambiente. Para que todo funcione, es necesario disponer de las técnicas

y herramientas correctas, partes y piezas de repuesto, el conocimiento y los contratistas (asignación

de recursos) como se muestra en la Fig. 7.

Fig. 7: Impulsores del valor del mantenimiento

Con los cuatro impulsores de valor, el mantenimiento puede ayudar a aumentar el valor

económico de una empresa. En un mercado donde hay más demanda que oferta, una mayor

disponibilidad de la máquina resulta en más productos, más ingresos y el valor más alto. Por otra

parte, reducir los costos de mantenimiento produce mayor valor al evitar gastos. Lo mismo se aplica

a la asignación de recursos, un ejemplo es un pañol de repuestos, donde la gestión inteligente del

inventario de piezas de repuesto puede aumentar enormemente el valor para una empresa. Los daños

causados al personal, al medio ambiente y a la imagen de la empresa también aumentan el gasto.

Estos conceptos hay que tener en mente cuando se definan los indicadores de eficiencia, o sea,

que el análisis de ellos entregue información valiosa para detectar que parte del sistema de

mantenimiento no está cumpliendo con su cometido.

Tener un enfoque estratégico para la gestión de mantenimiento se ha convertido en algo

esencial, especialmente en las industrias intensivas en capital. La influencia de las acciones de

mantenimiento no puede ser visto sólo por su efecto en el propio departamento de mantenimiento, ya

que las consecuencias de las acciones del mantenimiento pueden afectar fuertemente a otras unidades

de la organización. Mirando sólo a los costos directos de mantenimiento no se puede mostrar el

impacto completo del mantenimiento. En realidad, es necesario tener un sistema de medición del

desempeño integral que pueda:

Evaluar la contribución de la función de mantenimiento a los objetivos estratégicos del negocio.

Identificar las debilidades y fortalezas de la estrategia de mantenimiento en práctica.

Establecer una base sólida para una estrategia integral de mejora del mantenimiento a partir de

datos cuantitativos y cualitativos.

Re-evaluar los criterios que se emplean en la práctica el mantenimiento y la evaluación

comparativa de rendimiento con las mejores prácticas dentro y fuera de la misma rama de la

industria.

A diferencia del modelo BSC tradicional que se limita a los aspectos financieros, de procesos de

negocio internos, la innovación y el crecimiento, en el enfoque propuesto en este documento se

examinan otras partes de la gestión ampliada del mantenimiento. Además de los indicadores clave

(KPI) de resultados bien elegidos que deben ser identificados en un proceso de dos direcciones

(arriba-abajo y abajo-arriba), los indicadores de rendimiento se deben utilizar para controlar el

rendimiento de la organización y ser un punto de referencia del rendimiento empresarial comparados

con las mejores prácticas dentro del mismo sector. Esto proporciona la información de

retroalimentación, que es necesaria para concentrar los esfuerzos de mejora continua (ver Fig. 8).

Perspectiva Productividad

Perspectiva Seguridad

Perspectiva calidad

Perspectiva ambiental

Perspectiva aprendizaje

Perspectiva efectividad en el costo

Crecer de forma sustentable

ROI = (beneficio obtenido - inversión) / inversión

Rotación del stock de

ítems en inventarioCosto del mantenimiento

comparado con la nueva

condición de valor

Tasa de realización de las

actividades de mantenimiento

preventivo

Disponibilidad de stock de ítems

Disponibilidad

MTBF (tiempo medio entre

fallas)

Evaluación de contratistas Evaluación de las políticas

Atendimiento a las

recomendaciones de la

inspección

Certificación del personal

Aplicación de normas de

seguridad

Tasa de producción de los

equipos

Porcentaje de inspecciones realizadas con aplicación

de resultados sobre el total de inspecciones

planificadas

Tiempo promedio entre dos

fallas para una instalación sobre

un período de tiempo dado

Porcentaje de contratistas

evaluados anualmente

Relación entre tasa actual

de producción y tasa

nominal del equipo

Porcentaje de ítems en stock para

mantenimiento sobre el total de ítems

solicitados por mantenimiento

Porcentaje de indicadores

analizados y documentados en su

resultado trimestralmente

Tiempo promedio entre el momento

cuando ocurre la falla y el momento

cuando esta es reparada (MTTR)

Porcentaje de actividades

llevadas a cabo sobre el número

de actividades previstas

Relación entre el costo de

mantenimiento y el valor del

activo en las nuevas condiciones

Relación entre el consumo de

ítems industriales y el

valor del stocks de ítems

(MTBF)/(MTBF + MTTR)

Porcentaje de las recomendaciones

atendidas del total de las solicitadas

Porcentaje del personal certificado sobre el total

de personal con relación directa a los activos

Fig. 8: Relación de indicadores para los aspectos claves definidos en el mapa estrategico

Al medir el desempeño del mantenimiento utilizando las sugerencias de las perspectivas del

CMIM hay que tener presente que el rendimiento de la función de mantenimiento no sólo depende de

la eficiencia y la eficacia de la organización de mantenimiento, sino también de factores como la

fiabilidad de los diseños y de la mantenibilidad del sistema de producción.

Utilizando el enfoque del CMIM que se ha propuesto proporciona una guía para traducir la

estrategia de la función mantenimiento en el marco de la empresa en términos operacionales y medir

el impacto en el desempeño general del negocio. Una condición que es muy necesaria es que la

comunicación se hace más fácil para el personal de mantenimiento y personal de producción, que

están técnicamente orientados, que para conversar con la alta dirección hay que hacerlo en el idioma

que los gerentes comprenden, es decir, el lenguaje del dinero. Así, utilizando los factores económicos

correctos, se pueden estimar los ahorros esperados de las sugerencias para mejorar la productividad,

se compara con las inversiones necesarias y se toman decisiones con un costo efectivo.

Por otra parte, mediante la selección de medidas adecuadas de rendimiento en cada área que el

CMIM sugiere, es posible detectar las desviaciones en una fase temprana, y para identificar y

encontrar la causa raíz de la desviación, y así lograr mejoras rentables y continuas. Además, este

modelo puede ser utilizado estratégicamente, para comparar la unidad de mantenimiento, el

rendimiento con las mejores prácticas, y controlar su desempeño en la empresa, mediante la

identificación de las fortalezas, sino que también las oportunidades de mejora. El modelo también

establece una base sólida de datos cuantitativos y cualitativos para una estrategia de mejora global

del mantenimiento. Hay que tomar nota de que la aplicación del modelo propuesto presenta una serie

de requisitos previos, tales como la existencia de un sistema bien diseñado de Tecnologías de la

Información en la empresa, que proporcionará los datos necesarios y un personal preparado para el

análisis de estos y la transformación en acciones.

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