a 30 años de la guerra de malvinas: haciendo frente a los estereotipos

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A 30 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS: NUEVAMENTE HACIENDO FRENTE A LOS ESTEREOTIPOS Cnl VGM Guillermo Horacio Eduardo Lafferriere Los treinta años del inicio de la Guerra de Malvinas que se conmemoran el 02 de abril de 2012 han sido sin lugar a dudas una circunstancia propicia para que el “tema Malvinas” vuelva a tener una vigencia más difundida entre nosotros, y seguramente lo será para quienes fueron nuestros circunstanciales enemigos de entonces. Hace cinco años, en ocasión de recordarse el aniversario 25 de la guerra, publiqué en Argentina y en España un trabajo titulado “A 25 años de la Guerra de Malvinas: Haciendo frente a los estereotipos” , 1 En el traté de desarrollar, dentro de lo que estuvo a mi alcance, los que consideraba eran los estereotipos más difundidos relacionados a la acción militar en la guerra y en particular a la que llevó adelante el Ejército Argentino. Hoy, vuelvo a la carga con la misma empresa, presentando los estereotipos que desarrollé en aquella ocasión, apelando a que haya muchos lectores que no los leyeron o que quizás deseen tener la oportunidad de leerlos nuevamente para buscar argumentos para rebatirlos o confirmarlos. A ello sumo una estereotipo más, el cual tiene su origen en bibliografía de relativamente reciente data, y que creo al menos, servirá para generar más polémica sobre la Guerra. 1 La Real Academia Española de la Lengua define estereotipo como: Imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable (http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta? TIPO_BUS=3&LEMA=estereotipo). 1

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A 30 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS: NUEVAMENTE HACIENDO FRENTE A LOS

ESTEREOTIPOS

Cnl VGM Guillermo Horacio Eduardo Lafferriere

Los treinta años del inicio de la Guerra de Malvinas que se

conmemoran el 02 de abril de 2012 han sido sin lugar a dudas una

circunstancia propicia para que el “tema Malvinas” vuelva a tener una

vigencia más difundida entre nosotros, y seguramente lo será para

quienes fueron nuestros circunstanciales enemigos de entonces. Hace

cinco años, en ocasión de recordarse el aniversario 25 de la guerra,

publiqué en Argentina y en España un trabajo titulado “A 25 años de la

Guerra de Malvinas: Haciendo frente a los estereotipos”, 1 En el traté de

desarrollar, dentro de lo que estuvo a mi alcance, los que

consideraba eran los estereotipos más difundidos relacionados a la

acción militar en la guerra y en particular a la que llevó adelante

el Ejército Argentino. Hoy, vuelvo a la carga con la misma empresa,

presentando los estereotipos que desarrollé en aquella ocasión,

apelando a que haya muchos lectores que no los leyeron o que quizás

deseen tener la oportunidad de leerlos nuevamente para buscar

argumentos para rebatirlos o confirmarlos. A ello sumo una

estereotipo más, el cual tiene su origen en bibliografía de

relativamente reciente data, y que creo al menos, servirá para

generar más polémica sobre la Guerra.

1 La Real Academia Española de la Lengua define estereotipo como: Imagen o ideaaceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable (http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=estereotipo).

1

Quisiera dejar algo claramente establecido para el lector que no

ha leído trabajos anteriores míos o directamente no me conoce. No

tengo una aproximación chauvinista a la Guerra de Malvinas. Veo a

la misma como una guerra donde ambos bandos trataron de aplicar el

poder militar para imponer lo que consideraban salvaguardaba mejor

sus intereses nacionales. Por lo tanto, creo que la objetividad es

el punto de vista que debe guiarnos, especialmente a los militares en

nuestro análisis de la guerra, precisamente para extraer de ella las

mejores experiencias posibles. Y esto debe hacerse reconociendo

tanto los aciertos como los errores cometidos por ambos bandos.

La postura antes mencionada, sin embargo, muchas veces no ha

sido puesta de manifiesto entre nosotros. Muy posiblemente debido

a que la guerra se llevó a cabo durante un gobierno militar, el cual

se encontraba en un claro proceso de declinación de su poder, ha

hecho que la derrota en la guerra sea asociada a la debacle política

que signó al mismo inmediatamente después del 14 de junio de 1982.

Para buena parte de la ciudadanía, ajena por completo a la profesión

militar, todo lo relativo a la guerra se resumía a una acción donde

los militares no estuvieron a la altura de las circunstancias,

posibilitando con su inoperancia que el país sufriera una derrota

deshonrosa. Esa es, al menos en mi opinión, la visión que muchos

compatriotas han tenido sobre la guerra, para los cuales Malvinas es

una suerte de sinónimo de falta de liderazgo de los oficiales,

carencias alimentarias, impericia militar, falta total de accionar

conjunto de las FF.AA., los que podríamos considerar como aspectos

encuadrados dentro del ámbito estrictamente militar de la guerra.

Pero además, otro convencimiento es muy difundido entre nosotros.

Aquel que dice que era casi infantil creer que el Reino Unido no

desplegaría una fuerza militar para recuperar el archipiélago. De

2

los primeros aspectos traté en ese viejo artículo del año 2007, y hoy

a los mismos, le agrego este último relativo a la reacción militar

británica.

Adelanto al lector que en modo alguno pretendo convencerlo que

todo lo que expreso es “la verdad” de los hechos. Ese concepto es a

mi criterio muy difícil de ser alcanzado por la propia naturaleza de

la condición humana. Tan solamente pretendo llegar al lector con

aspectos que creo en cierta medida refutan o cuestionan los

estereotipos más relevantes de la guerra de Malvinas. Y esto es muy

importante, por dos aspectos principalmente. El primero, como antes

expresé por la necesidad de extraer enseñanzas. Estas deben

obtenerse de hechos, o al menos de lo que las fuentes permiten

entender que estamos en presencia de los mismos. Si así no lo

hiciéramos, crearíamos conocimiento sobre bases falsas, y por lo

tanto sin valor para nuestro perfeccionamiento como profesionales.

Y finalmente, porque los militares deben entender que es muy

importante cuestionar los estereotipos, más aún aquellos que como

responsables de la conducción de nuestras organizaciones mayor

rechazo nos crean. No con ánimo de polemizar por la necesidad de

imponer nuestras visiones. No. Lo que deberíamos buscar al desafiar

los estereotipos es echar luz sobre lo que permanece oculto, sobre lo

que se ignora, para de esa manera entender mejor las razones de lo

sucedido y tener una visión más fundada de los hechos, y no descansar

en lo que la tradición oral nos indica que debe ser entendido como

explicación final de las cosas. Aspecto este último que trasunta una

adscripción dogmática al conocimiento, que está bien alejada de la

que es deseable esperar de un profesional militar, responsable de

conducir los medios más destructivos de la República en la guerra.

Con ese espíritu, invito al lector a encarar el desafío de descubrir

3

algunas perspectivas diferentes a esa guerra de Malvinas que tanto

significó para nuestro país en su historia reciente.

ERA EVIDENTE QUE EL REINO UNIDO IBA A OPERAR MILITARMENTE CONTRA LA

ARGENTINA LUEGO DEL DESEMBARCO DEL 02 DE ABRIL DE 1982 

Entre nosotros, es una costumbre harto arraigada la de tomar

como verdadera una explicación que nos parece fácilmente

comprensible, y rápidamente difundirla a quien quiera escucharla,

convirtiéndola a ella en una explanación incuestionable. La que

estamos ahora tratando es una de las más diseminadas entre nosotros.

Sin embargo, quienes la propagan, por lo general no toman en cuenta

un dato, que a mi juicio es muy importante: Los hechos de la historia

no están “congelados”. Quien esto escribe no es un historiador, me

he servido de ella a lo largo de muchos años para tratar de encontrar

enseñanzas para comprender un poco mejor esta profesión nuestra.

Pero sin ser historiador, sé como cualquier profesional de la

historia, que la misma posee la interesante característica que en

cualquier momento, y esto cada vez ocurre con mayor frecuencia,

pueden aparecer documentos, testimonios u otras fuentes que

posibiliten obtener una perspectiva diferente de lo que hasta el

momento previo a su aparición, se consideraba como un hecho.

Permítaseme un ejemplo. Durante buena parte del año 2010 y 2011

estuve concentrado en la investigación de mi tesis para un Master en

Geopolítica de una Universidad argentina. El tema de la misma estaba

relacionado con Pakistán y un capítulo de la misma estaba dedicado a

la relación de ese país con la India. Uno de los puntos eran las

guerras que ambos países desarrollaron, y particularmente, la de

1971, en la que la por entonces provincia de Pakistán Oriental desata

4

una rebelión contra el gobierno pakistaní buscando su independencia.

Bien, el “hecho” que existía por aquel entonces era que el gobierno

de Washington había sido relativamente imparcial en la guerra,

limitándose a enviar una flota al Golfo de Bengala para “morigerar”

las acciones de la India en su lucha en Pakistán Oriental en apoyo a

los rebeldes bengalíes. Sin embargo, y gracias a la muy buena

política de desclasificación de documentos que el gobierno de EE.UU.

posee, hoy tenemos acceso a desgrabaciones de conversaciones del

entonces Presidente Nixon con su Secretario de Estado, el Doctor

Kissinger, donde queda demostrado que Washington apoyaba plenamente

al gobierno de Pakistán, y que esa acción que se buscaba mantener

encubierta, incluía también a otros países tan interesados como los

EE.UU. en que Pakistán, su gobierno al menos, no saliera tan mal

parado de la guerra con la India. Este ejemplo es válido de hasta

que punto debe serse extremadamente cauto al formular explicaciones

finales sobre hechos de alta política, máxime si quienes los formulan

no poseen acceso no digo a documentación clasificada, sino a

bibliografía que está disponible en su propio país y por supuesto en

Internet.

En nuestro caso, abundan entre nosotros los analistas que dan

por sentado que la reacción militar del Reino Unido era obvia para

cualquiera, y no se han cansado de difundir este criterio, al punto

que es plenamente aceptado. Pero, sucede que a pesar que rige en el

Reino Unido una norma que niega el acceso a documentos oficiales del

período de la Guerra de Malvinas, eso no ha impedido que aparezcan

autores británicos que nos aportan un dato que pone claramente en

duda este estereotipo. Nos referimos a los libros publicados por el

5

General (Ejército Británico) Sir Michael Jackson,2 y al que escribiera

el muy reconocido historiador Hugh Bicheno,3 quien además se desempeñó

en el Servicio Secreto de Su Majestad en la Embajada Argentina en

Buenos Aires pocos años antes de la guerra. Estos autores, y me

permito a partir de estas líneas hacer una suerte de racconto de sus

escritos, nos cuentan que una vez producido el desembarco en lo que

por entonces denominábamos los argentinos Puerto Stanley, la Primera

Ministra, señora Margaret Thatcher, estaba en una reunión en el

famoso 10 Downing Street, discutiendo la crisis con dos de sus

asesores más relevantes: El secretario de Defensa, señor John Nott y

miembros del Foreign Office. Estas personas, estaban asesorando a la

Primer Ministro a no reaccionar por las armas ante la acción

argentina. Al tiempo que esto sucedía, el First Sea Lord,4 Almirante

Sir Henry Leach, enterado de la reunión que acabamos de comentar, se

hace presente en la sede del gobierno británico, y hace que le avisen

a la Primer Ministro de su presencia allí, ante lo cual ella accede a

que ingrese a la reunión. El Almirante Leach, ignorando a los altos

funcionarios que asesoraban a la señora Thatcher, le dirige la

palabra, diciéndole que la Royal Navy podía hacerse cargo de la

situación.

Esta historia, es altamente importante, pues nos pone de

manifiesto que en la cúspide del poder político británico existían

2 Jackson, Michael Sir Grl Ej Británico (2007). Soldier; Bantam Press. London.United Kingdom. p. 130.3 Bicheno, Hugh (2009). Al filo de la navaja; Debate, Buernos Aires, Argentina.p.119. Cabe agregar que más allá de la visión que el señor Bicheno tiene sobrela Argentina, su cultura e instituciones es cuanto menos opinable, es dedestacar el trabajo de detalle que ha tomado en la descripción de las accionesmilitares desarrolladas en la guerra, donde la imparcialidad de sus juicios y laabundante cantidad de detalles que sus relatos poseen, hacen de la lectura deeste libro un hecho muy necesario. 4 First Sea Lord: Nombre tradicional con que se conoce al equivalente argentino del Jefe de Estado Mayor de la Armada.

6

posiciones que eran claramente opuestas a tomar una acción militar

contra la operación llevada a cabo por la Argentina. Es más, uno de

los autores, el General Jackson sostiene que ¡¡¡la idea de no

reaccionar militarmente contra una operación militar argentina era

compartida por el Foreign Office y el Ministerio de Defensa aún antes

de los hechos del 02 de Abril!!! Todo esto, al menos nos debería

de hacer pensar que existió un momento en que el Gobierno Británico

pudo haber adoptado otro curso de acción, y que no sucedió por el

poder de persuasión que evidentemente debe de haber tenido el

Almirante Leach para que la señora Thatcher valorara más su

asesoramiento por sobre el de sus colaboradores políticos más

cercanos.

Queda para otra oportunidad el estudio de un nuevo aspecto que

el historiador Hugh Bicheno desarrolla, y que guarda relación con la

activa participación que la Argentina tenía en esos días en las

operaciones encubiertas que se llevaban a cabo en América Central

contra los irregulares de izquierda y el gobierno Sandinista. Un

profundo estudio de ese tema, quizás, solamente quizás, pueda darnos

algunas pistas más de porque algunos sectores del gobierno de

Washington de ese entonces miraban con cercana simpatía las acciones

llevadas a cabo ese hoy lejano 02 de Abril. Nuevamente, hay mucho

por analizar aun hoy sobre las consideraciones políticas del más alto

nivel que llevaron a la decisión de la guerra. Seguramente, llevarán

tiempo, pero muy probablemente serán muy útiles para conocer los

hechos que la repetición sin mas de un estereotipo.

NO HUBO ACCIONAR CONJUNTO EN LA GUERRA DE MALVINAS

7

En todos los países, el accionar conjunto de sus respectivas

FF.AA. ha presentado siempre dificultades. Esto se debe no solamente

a lo que a primera vista pueden parecer excesos en celos

profesionales, sino que se encuentra enraizada en las culturas que

son propias a organizaciones que se estructuran y preparan para hacer

la guerra en un campo específico de la misma; y que en ciertas

cuestiones, poseen capacidades que, correctamente conducidas,

posibilitan al accionar con una o más FF.AA. crear la sinergia que

hace muchas veces la diferencia que lleva a la victoria en la

batalla. Y es aquí donde creo que hubo serios inconvenientes en el

accionar conjunto de las FF.AA., especialmente a nivel del comando

del Teatro de Operaciones En efecto, se advirtió, una profunda

falta de autoridad de parte de ese nivel de conducción para ejercer a

pleno las potestades que un comandante conjunto de ese nivel posee.

Cada Fuerza Armada se desenvolvió por su cuenta, y ese nivel

centralizado y conjunto de comando no se hizo notar en la práctica.

Cabe recordar que a ese nivel y de acuerdo a la doctrina que en esos

años regía, el Comandante del Teatro de Operaciones debía ejercer la

conducción de todos los componentes de las FF.AA. que en el mismo

actuaban. Eso no sucedió así y una complicada y por momentos

ininteligible cadena de comando prevaleció por sobre lo que la

doctrina militar establecía. Sin embargo, y pese a esa enorme

falencia antes mencionada, la guerra de Malvinas esta repleta de

experiencias de accionar conjunto de las FF.AA. Vamos a detallar

algunos:

- La Operación Rosario, la toma de las Islas Malvinas, es en si misma

una muestra de accionar conjunto de las FF.AA.: La Armada, con

representación de sus componentes (buques de superficie, submarinos,

infantes de marina), el Ejército y la Fuerza Aérea, desarrollaron

8

operaciones en la casi totalidad del espectro posible del accionar

conjunto. Tropas del Ejército desembarcaron con el apoyo de la

Armada, y esas mismas tropas, posibilitaron a la Fuerza Aérea operar

el aeropuerto existente, para que los aviones de transporte

descargaran a la masa del entonces Regimiento de Infantería 25 en la

Isla Soledad.

- La Armada facilitó a la Fuerza Aérea el empleo de sus destructores

Tipo 42 (similares al Shefield), para que los pilotos pudieran

familiarizarse en todo lo relativo al ataque contra las naves

británicas; desarrollando intensas prácticas en el litoral marítimo

continental.

- La Fuerza Aérea y la Armada coordinaron varias operaciones

conjuntas contra distintos blancos enemigos; como por ejemplo el

ataque contra el Shefield, el no reconocido contra uno de los

portaviones enemigos, y una infinidad de otras acciones en que por

ejemplo, los medios de exploración de una de las fuerzas compartía

con la otra la información obtenida.

- En la noche del 12 de junio, en horas de la madrugada, se hizo

fuego con un misil Exocet sobre la fragata Glamorgan, 5 que se

encontraba próxima al sector Este del aeropuerto. La acción en si

misma fue una demostración plena de "conjuntez". El misil, operado

por la Armada, el cual había sido diseñado para ser disparado desde

la plataforma que un buque de guerra poseía, fue transportado a

Malvinas en un avión de la Fuerza Aérea, y se empleó para apoyar el

dispositivo de lanzamiento, un camión Unimog del Ejército. Asimismo,

5 El impacto causó 13 muertos y 14 heridos, así como severos daños en el

sector de popa de la nave, especialmente en la Santa Bárbara del buque, que

sufrió un importante ingreso de agua de mar. Ver

http://www.hmsglamorgan.co.uk/html/diary_of_events.html

9

para el tiro, se usaron los datos que aportara un radar Rasit del

Ejército. 6

- En la zona del aeropuerto, donde el autor de este trabajo prestó

servicios, estaban estacionados, dando protección al aeropuerto, la

Agrupación de Artillería de Defensa Aérea del Ejército, junto con

elementos de menor magnitud pero importantes de la Armada y la Fuerza

Aérea. Todos ellos coordinaron sus actividades, y se mostraron

sumamente eficientes en su misión, toda vez que el componente aéreo

enemigo resultó incapaz de impedir la operación casi diaria de la

pista.

- En el monte Low, ubicado a pocos kilómetros al norte del

aeropuerto, el autor se encontraba con una patrulla del RI 25 dando

seguridad a un puesto de observación de la Fuerza Aérea, el cual

cubría por las vistas los sectores que el radar de Puerto Argentino

no podía barrer. Con el correr de los días, un radar de origen

israelí fue colocado en la mencionada altura, operado por personal de

la Fuerza Aérea. El 01 de mayo, en horas de la tarde, con miembros de

mi patrulla, detectamos sobre la línea del horizonte a tres buques

enemigos que navegaban en dirección hacia el sector sur del

aeropuerto. Muñido de una brújula de campaña, sacaba rumbos del

blanco, los que eran pasados al Comando de las fuerzas terrestres en

Puerto Argentino. De allí, se derivaron a la Fuerza Aérea, la que

dispuso de inmediato una acción aérea sobre los buques antes

mencionados; siendo esta el primer ataque aéreo que se desarrollo

sobre la flota enemiga, y del cual fueron testigos muchos de los que

6 Esa madrugada me encontraba de guardia en la zona de posiciones de la Ca I"A" del RI 25 en el sector norte del aeropuerto, y pude tanto escuchar como ver ellanzamiento de ese Exocet. Algunos días antes, había llamado mi atención el extrañolanzador montado en un camión Unimog. No imaginaba que ese sistema iba a seroperativo.

10

allí estuvimos ese día7. Este pequeño ejemplo, no fue el único, pues

también se materializó actividad conjunta en los ingenieros de la

Infantería de Marina que concurrían habitualmente al sector del

aeropuerto a hacer detonar bombas enemigas no explotadas, así como

fracciones de ametralladoras pesadas de ese cuerpo naval prestando

servicio con elementos de infantería del Ejército. Estos sencillos

ejemplos, ilustran que aún en niveles muy menores, existió la

posibilidad de realizar actividades conjuntas.

Los ejemplos antes citados, nos sirven para comprender que en

Malvinas, no faltaron acciones conjuntas. Las hubo, tanto de diversa

importancia, como dirigidas a satisfacer necesidades de distintos

niveles de conducción. En mi particular opinión, son más que

destacables, teniendo en cuenta la circunstancia de FF.AA. que no

tenían experiencia de guerra relativamente reciente. Obviamente se

debe avanzar y mucho más en todo lo que hace a la actividad conjunta;

especialmente en lo relativo al sostenimiento logístico de

operaciones, con atención marcada a los componentes con menor

capacidad de transporte; pero sin olvidar las cosas que bien se

hicieron en las operaciones desarrolladas en Malvinas. No tener en

cuenta lo que se hizo bien, puede llevarnos a la errónea idea que no

poseemos aptitud para operar al unísono entre las FF.AA., cuestión

que considero los ejemplos dados claramente expresan lo contrario.

Para finalizar con este tema, me permito recomendar la lectura del

trabajo "Argentine Jointness and the Malvinas" escrito por Robert

Sheina en la revista del Estado Mayor Conjunto de los EE.UU. 8 En el

mismo, se refiere a las acciones conjuntas desarrolladas por nuestras7 Posteriormente a ese ataque, con mi patrulla nos tiroteamos con unhelicóptero de la Royal Navy que hasta antes de la acción de la Fuerza AéreaArgentina, cubría misiones de observación al tiro de artillería que los buqueshacían sobre el aeropuerto de Puerto Argentino. Durante el ataque, el helicópterobuscó refugio al pie del cerro donde nos encontrábamos, circunstancia que"aprovechamos" para dispararle.

11

FF.AA. en Malvinas, cuya lectura podrá servir para corroborar lo

anteriormente expresado.

 

LAS TROPAS DEL EJERCITO NO OFRECIERON RESISTENCIA AL

ENEMIGO

Este es uno de los estereotipos más arraigados en buena parte de

la opinión pública, y quizás sea el que con mayor facilidad puede

demostrarse la falacia que la misma encierra. Para analizar este

estereotipo, hemos recurrido a la página que el Ministerio de Defensa

Británico posee, y más precisamente al sector que la misma dedica a

la Guerra de Malvinas. 9 En esa página, y bajo el rótulo "Roll of

Honour", figuran los nombres de la totalidad de los caídos británicos

en la guerra. De la lista, he puesto atención en aquellos que

pertenecían tanto al Ejército como a los Royal Marines, pero

atendiendo con exclusividad a los que sirvieron en elementos en

contacto directo con el enemigo, es decir contra las tropas

argentinas. El número de hombres caídos es de 107. Ahora bien,

tengamos en cuenta las operaciones concretas de combate desarrolladas

por los británicos desde el desembarco del 21 de mayo en San Carlos.

Básicamente, las acciones más importantes se desarrollaron en Goose

Green y en lo que podemos denominar como la Batalla de Puerto

Argentino, desarrollada por el control de las estribaciones al Oeste

de la capital del archipiélago. El combate de Goose Green dura

aproximadamente cuarenta y ocho horas, entre el 27 y el 29 de Mayo de

1982. Por su parte, la Batalla por Puerto Argentino, puede decirse

8 Robert L Sheina (1994). Argentine Jointness And The Malvinas; Joint Forces Quadrenial,Washington, United States of America. p. 95

9 http://www.raf.mod.uk/falklands/rollofhonour.html.

12

que dura de manera intermitente entre la noche del 11 de Junio y las

primeras luces del 14 del mismo mes. En total, observamos que se

desarrollaron acciones de combate directo de carácter intenso durante

un total de cinco días aproximadamente. Dividiendo la cifra de

muertos antes especificada, que mencionamos era de 107 por los días

de combate, nos da que prácticamente en promedio caían muertos 21

soldados del Reino Unido por día, a los que deben agregarse los

heridos que toda acción militar trae aparejada.10 Cabe aquí que nos

preguntemos ¿Qué acción producía que esos hombres se constituyeran en

bajas?. Y esto debe ser respondido, toda vez que tanto la Fuerza

Aérea como la Aviación Naval, no estaban en condiciones de dar apoyo

de fuego cercano a las tropas terrestres en Malvinas. Aspecto este

que tiene su respuesta en el hecho que el poco tiempo disponible que

las aeronaves propias tenían para operar sobre el archipiélago, era

el mínimo como para alcanzar objetivos navales de envergadura, pero

absolutamente insuficiente para localizar un blanco tan difícil de

delimitar sobre el campo como es el que ofrecen las tropas

diseminadas en operaciones de combate. 11 Ineludiblemente, esas bajas

eran causadas por el accionar de las tropas terrestres del Ejército

Argentino y de la Infantería de Marina. Ahora bien, según cifras

oficiales británicas, la totalidad de muertos en la guerra fueron de

255. Esta cifra incluye a los que cayeron tanto en tierra como en el

10 El renombrado historiador militar británico Sir Lawrence Freedman destaca quelos muertos británicos en los combates terrestres fueron 22 para los Royal Marine y58 para el Ejército. Esto hace un total de 80, los que divididos los cinco díasantes mencionados da un promedio de 16 muertos por jornada. Estas cifras no cuentanlos 45 muertos en las acciones de Bahía Agradable (42 en el Sir Galahad y 3 en elSir Tristan), ni los 20 muertos (uno de ellos un Royal Marine) en un accidente conun Sea King. Freedman, Sir Lawrence (2005). The Official History of the Falkllands Campaign;Routledge. London. United Kingdom. Vol II, Tabla 7, p. 772.11 Cabe aquí mencionar la acción de bombardeo llevada a cabo por dos CanberraMK-62 de la Fuerza Aérea llevada a cabo sobre un presunto puesto de comando enemigoen la noche del 13 de Junio, donde ofrendara su vida el Capitán Casado.

13

mar o el aire. Veamos a continuación algunos datos oficiales

británicos de otras guerras: 12

Guerra Duración Muertos

Palestina 1945 - 1948 223

Corea 1950 - 1953 537

Malaya 1958 - 1961 525

Malvinas 01 May - 14 Jun

1982

255

Irak 20 Mar 03 – 12

Feb 09

17913

Detengámonos ahora en el cuadro, y recordemos que de los 255

muertos hay 107 que cayeron en acciones de combate contra las tropas

terrestres argentinas. Muertes que se producen en el tiempo que

demandan las operaciones de combate directo en Malvinas. Comparemos

estas cifras con las que los británicos sufrieron en campañas tan

duras como las de Corea, enfrentando durante tres años a Norcoreanos

y Chinos, y las que sufrieron en tres años de lucha contra los

insurgentes malayos. La sola comparación nos debe reafirmar lo duro

que resultó el combate para las tropas británicas. Esto en modo

alguno significa que todas las tropas terrestres argentinas

combatieron bien, ni que no se hayan producido graves errores en la

12 http://www.fuerzaaerea.mil.ar/conflicto/las_cifras.html.13 Fuente BBC http://news.bbc.co.uk/2/hi/uk_news/3847051.stm (consultado el 31 Mar 09).

14

disposición de tropas y en el planeamiento previo de las acciones a

desarrollar. Sin embargo, aun con esos aspectos ponderados, no puede

dejar de concluirse que las tropas argentinas enfrentaron al enemigo

circunstancial y le ofrecieron pelea, en la medida de sus

posibilidades, haciendo a mi juicio un esfuerzo honroso de su

tradición militar. Este último aspecto nos lleva a enfrentar el

siguiente estereotipo.

 

LOS SOLDADOS FUERON ABANDONADOS A SU SUERTE POR SUS

SUPERIORES

El presente es un estereotipo que bien podría se rebatido

empleando exclusivamente la lógica. Invito al lector a imaginarse la

situación que describiré a continuación, para lo cual, deberá

trasladarse mentalmente a los días de las acciones terrestres en

Malvinas, sean estos los de Goose Green o la batalla de Puerto

Argentino. Piense en miles de jóvenes conscriptos, en muchos casos

con escasa preparación militar previa, quienes son de buenas a

primeras abandonados a su suerte por todos sus superiores, es decir

que quedan sin ninguna referencia para ser conducidos en el combate.

Esa masa de hombres, naturalmente hubiera tendido a replegarse

totalmente sobre la retaguardia, sin retener en modo alguno las

posiciones que ocupaban, y mucho menos es razonable que, obedeciendo

a liderazgos aparecidos ad hoc, desarrollaran masivamente acciones de

combate contra el enemigo. Si ese caso es el que hubiese ocurrido en

Malvinas, me permito preguntar al lector ¿Quién produjo las bajas en

las tropas británicas empeñadas en combate terrestre?. Además, si tal

hubiera sido la situación, ¿Por qué causa distintos autores,

15

especialmente de habla inglesa, hacen mención en sus trabajos sobre

la Guerra de Malvinas a la dura resistencia que en muchos lugares

sufrieron las tropas británicas de parte de las fuerzas terrestres

argentinas? 14 Evidentemente, el presente estereotipo carece de

razonabilidad. Sin embargo, el hecho que carezca de sentido, no

significa en modo alguno que no pudiera haberse cometido hechos que

puedan estar comprendidos en algunos de los delitos que el propio

Código de Justicia Militar contempla. Los mismos, dignos de castigo

si fueran comprobados, en modo alguno pudieron ser generalizados, ya

que como ha sido expresado con anterioridad, de haberse concretado

tal situación la campaña terrestre británica en Malvinas debió haber

hecho sufrir un número de bajas sensiblemente inferior al que

oficialmente aceptan.15

Creemos por otra parte que una falencia importante, que hace a

la cohesión de las tropas, especialmente a las de menor nivel,

aquellas que en definitiva llevan el peso del combate en contacto

14 David Aldea es un historiador militar australiano, prácticamente desconocidopor el gran público argentino. Ha escrito gran cantidad de trabajos sobre la guerrade Malvinas, caracterizándose los mismos por el nivel de detalle de la informaciónque emplea en ellos. Los siguientes, son cuatro artículos que dedicó a combatesdesarrollados por los argentinos. Su lectura, por si sola sirve para refutar decuajo el estereotipo del abandono masivo de los soldados conscriptos. Asimismo, esde destacar, que los mismos figuran en el site www.britains-smallwars.com, el cualestá dedicado a todas las campañas efectuadas por las tropas británicas conposterioridad a la 2da Guerra Mundial.

http://www.britains-smallwars.com/Falklands/David/Mount-Harriet.htm

http://www.britains-smallwars.com/Falklands/David/Longdon.htmhttp://www.britains-smallwars.com/Falklands/David/Tumbledown.htm

http://www.britains-smallwars.com/Falklands/David/WirelessRidge.htm.15 El libro de Hugh Bicheno, en su descripción de los combates en Malvinas es otra prueba más de la dura lucha que los efectivos del Ejército Argentino ofrecieronallí a sus contrapartes Británicos.

16

directo con el enemigo,16 se hizo evidente en la Guerra de Malvinas. Y

nos referimos a la falta que el Ejército Argentino tenía en ese

tiempo de un cuadro de suboficiales dispuesto a ejercer con amplitud

la iniciativa en el campo de combate. Esto no significa una crítica

negativa al valor bajo fuego de los mismos, a lo que intento

referirme, es que la cultura organizacional de la fuerza de aquellos

tiempos no priorizaba el ejercicio responsable de la iniciativa por

parte de los suboficiales, haciendo de su accionar más propio del de

auxiliares de los oficiales en la conducción que la de líderes que

tenían responsabilidades específicas de mando sobre sus propias

organizaciones.17 Por el contrario, el Ejército Británico ha tenido un

enfoque muy diferente a esta cuestión, más notable quizás desde el

fin de la 2da Guerra Mundial, en que la propia naturaleza de los

conflictos donde ellos participaron, luchas coloniales en su mayoría,

hacían del empleo de las fracciones menores un punto importante de su

desempeño táctico; y son precisamente esas fracciones las que se

encuentran al mando de suboficiales. En años posteriores a la Guerra

de Malvinas, nuestro propio Ejército ha comenzado a comprender el

tema, e inició un proceso de jerarquización de las funciones de los

16 Tan importante son estas fracciones, que los propios EE.UU. durante eldesarrollo de la 2da Guerra Mundial, designaron un equipo de estudio para evaluar elcomportamiento de las tropas de primera línea en el combate. Ese estudio, unverdadero clásico, se denomina MEN AGAINST FIRE, siendo su autor el Grl S.L.A.MARSHALL, Editorial Byrrd Enterprises Inc; siendo su primera edición del año 1947.Quizás el aspecto detectado más notable es que la masa de los soldados tienden a nodisparar sobre sus enemigos, ya que sienten muy arraigado el "tabú" de matar otroser humano. Más tarde en el año 2003, John Whiteclay CHAMBERS, publicó un análisisdel libro de Marshall, que critica algunos de sus enfoques, básicamente la manera enque la información fue obtenida para el libro. Ese trabajo fue publicado porPARAMETERS, en la edición Autumn 2003, páginas 113 y subsiguientes.17 En mi artículo EL CRITERIO CERO DEFECTO, publicado por la Revista EJERCITOdel Ejército de Tierra Español, me he referido en profundidad a la cuestión de la notolerancia a errores, aspecto que creo se encuentra en el núcleo del problemaorganizacional que impidió al Ejército contar con un cuadro de suboficialesdispuesto a tomar iniciativas relevantes durante la Guerra de Malvinas.

17

suboficiales. Este camino no ha finalizado aún, y es mucho lo que hay

que avanzar todavía, especialmente por parte del Cuerpo de Oficiales,

que debe delegar mayores responsabilidades en los suboficiales.18

Asimismo, la más alta conducción del Ejército de ese entonces decidió

enviar a combatir junto a soldados que poseían cierto nivel de

instrucción (Clase 1962) a los de la Clase 1963, los que apenas

habían recibido una instrucción militar básica. Tal tuvo su

contraparte en el personal de Cuadros, ya que se hizo egresar antes

de tiempo a los Aspirantes a suboficial de las Escuelas de

Suboficiales y a los Cadetes de IVto año del Colegio Militar.19 Esa

decisión, estuvo sin lugar movida más por el criterio de privilegiar

la "cantidad" por sobre la "calidad". Fue una determinación

equivocada, pues creó mayores inconvenientes en los elementos de

combate, toda vez que es muy distinto el esfuerzo necesario para

conducir hombres con experiencia militar que aquel que se necesita

para obtener rendimientos acordes de personas prácticamente

inexpertas.

 

A MODO DE CIERRE

¿Por qué aceptamos estereotipos? Probablemente porque nos

ofrecen explicaciones sencillas a hechos sumamente complejos, y de

esa manera nos posibilitan creer que entendemos el mundo en el cual

nos desenvolvemos. Además, los estereotipos en cierta forma, al

tener casi una categoría dogmática, nos liberan de la responsabilidad

de cuestionarnos su validez, creando en nosotros una cierta pereza18 El señor Alejandro L. CORBACHO, académico de la Universidad del CEMA, hapublicado un excelente trabajo sobre el desempeño de las tropas compuestas porconscriptos en Malvinas. El mismo puede accederse en la siguiente dirección:http://www.cema.edu.ar/publicaciones/download/documentos/271.pdf.19 El autor de este trabajo es uno de aquellos cadetes...

18

intelectual, la que resulta a mi juicio inaceptable en alguien que

aspira a liderar hombres en combate o a asesorar sobre el empleo

adecuado del recurso militar en una crisis. Todo esto se ve

potenciado porque desafortunadamente, la realidad normalmente es muy

compleja y más cuando el asunto a tratar tiene que ver con la guerra,

actividad humana donde el engaño, la propaganda y la desinformación

son algunas de sus herramientas más usadas. Permítaseme insistir con

algo que mencioné al principio: Puede aceptarse que alguien ajeno a

estos temas tienda a inclinarse por las explicaciones sencillas, pero

resulta inaceptable en un profesional que tiene la responsabilidad de

poseer una natural inclinación por la búsqueda de los hechos que

respalden a las afirmaciones.

Es más que conocida la frase militar que palabras más o menos

expresa que "quien menos errores comete, gana las guerras". Británicos y

argentinos cometieron una gran cantidad de errores, muchos de

carácter político, otros alcanzan el nivel estratégico y operativo y

no pocos el táctico. Por igual sus soldados, de todas las jerarquías

enfrentaron los padecimientos propios de toda guerra; el riesgo

omnipresente de muerte o mutilación, los padecimientos físicos

(fatiga extrema, escaso sueño, dormir a la intemperie bajo severas

condiciones climáticas) y psíquicos. Un dato poco difundido entre

nosotros, quizás porque nuestra visión para analizar la guerra está

muy influida por aspectos totalmente ajenos al específico de la

contienda, es el que indica que los veteranos de guerra británicos

han sufrido tantos suicidios como sus camaradas de armas argentinos.

En efecto, ya en el año 2002, la BBC informaba que se habían

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suicidado 264 hombres, recordemos la cifra de 255 muertos en

combate.20 Según relatan los propios británicos, el estrés

postraumático sería la causa de tales suicidios.21

Resulta evidente que los errores británicos o fueron menores o

menos significativos, que los que su contraparte argentina

cometieron, y que la victoria fue alcanzada merced a la tenacidad que

sus tropas han hecho gala a lo largo de su dilatada historia militar.

Por nuestra parte, y más allá de las consideraciones políticas sobre

la guerra, creemos que el análisis de la Guerra de Malvinas (la

primera de significación desarrollada por nuestras FF.AA. desde la

Guerra de la Triple Alianza), y más precisamente del desempeño de las

tropas terrestres argentinas en ella, merece una aproximación que se

haga alejada de preconceptos, los que seguramente serán ajenos a un

criterio que quiera tener en la objetividad su mayor respaldo. Quizás

esa sea una deuda que tenemos para quienes en el terreno hicieron lo

mejor que pudieron en una situación harto complicada, y para aquellos

que ya en la paz, no pudieron soportar los efectos que la guerra ya

lejana causó en sus almas.

 

 

 

 

 

 

 

20 Ver la nota de la BBC completa en la siguiente dirección:http://news.bbc.co.uk/2/hi/uk_news/1758301.stm. Asimismo The Guardian publicó sobre eltema aún antes, en el 2001: http://www.guardian.co.uk/print/0,,4198879-103690,00.html21 Cabe aquí que nos preguntemos ¿Qué tipo de estrés podrían haber sufrido dado elestereotipo de la falta de valor combativo de las tropas argentinas?

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