a 30 años de la guerra de malvinas: haciendo frente a los estereotipos
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A 30 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS: NUEVAMENTE HACIENDO FRENTE A LOS
ESTEREOTIPOS
Cnl VGM Guillermo Horacio Eduardo Lafferriere
Los treinta años del inicio de la Guerra de Malvinas que se
conmemoran el 02 de abril de 2012 han sido sin lugar a dudas una
circunstancia propicia para que el “tema Malvinas” vuelva a tener una
vigencia más difundida entre nosotros, y seguramente lo será para
quienes fueron nuestros circunstanciales enemigos de entonces. Hace
cinco años, en ocasión de recordarse el aniversario 25 de la guerra,
publiqué en Argentina y en España un trabajo titulado “A 25 años de la
Guerra de Malvinas: Haciendo frente a los estereotipos”, 1 En el traté de
desarrollar, dentro de lo que estuvo a mi alcance, los que
consideraba eran los estereotipos más difundidos relacionados a la
acción militar en la guerra y en particular a la que llevó adelante
el Ejército Argentino. Hoy, vuelvo a la carga con la misma empresa,
presentando los estereotipos que desarrollé en aquella ocasión,
apelando a que haya muchos lectores que no los leyeron o que quizás
deseen tener la oportunidad de leerlos nuevamente para buscar
argumentos para rebatirlos o confirmarlos. A ello sumo una
estereotipo más, el cual tiene su origen en bibliografía de
relativamente reciente data, y que creo al menos, servirá para
generar más polémica sobre la Guerra.
1 La Real Academia Española de la Lengua define estereotipo como: Imagen o ideaaceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable (http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=estereotipo).
1
Quisiera dejar algo claramente establecido para el lector que no
ha leído trabajos anteriores míos o directamente no me conoce. No
tengo una aproximación chauvinista a la Guerra de Malvinas. Veo a
la misma como una guerra donde ambos bandos trataron de aplicar el
poder militar para imponer lo que consideraban salvaguardaba mejor
sus intereses nacionales. Por lo tanto, creo que la objetividad es
el punto de vista que debe guiarnos, especialmente a los militares en
nuestro análisis de la guerra, precisamente para extraer de ella las
mejores experiencias posibles. Y esto debe hacerse reconociendo
tanto los aciertos como los errores cometidos por ambos bandos.
La postura antes mencionada, sin embargo, muchas veces no ha
sido puesta de manifiesto entre nosotros. Muy posiblemente debido
a que la guerra se llevó a cabo durante un gobierno militar, el cual
se encontraba en un claro proceso de declinación de su poder, ha
hecho que la derrota en la guerra sea asociada a la debacle política
que signó al mismo inmediatamente después del 14 de junio de 1982.
Para buena parte de la ciudadanía, ajena por completo a la profesión
militar, todo lo relativo a la guerra se resumía a una acción donde
los militares no estuvieron a la altura de las circunstancias,
posibilitando con su inoperancia que el país sufriera una derrota
deshonrosa. Esa es, al menos en mi opinión, la visión que muchos
compatriotas han tenido sobre la guerra, para los cuales Malvinas es
una suerte de sinónimo de falta de liderazgo de los oficiales,
carencias alimentarias, impericia militar, falta total de accionar
conjunto de las FF.AA., los que podríamos considerar como aspectos
encuadrados dentro del ámbito estrictamente militar de la guerra.
Pero además, otro convencimiento es muy difundido entre nosotros.
Aquel que dice que era casi infantil creer que el Reino Unido no
desplegaría una fuerza militar para recuperar el archipiélago. De
2
los primeros aspectos traté en ese viejo artículo del año 2007, y hoy
a los mismos, le agrego este último relativo a la reacción militar
británica.
Adelanto al lector que en modo alguno pretendo convencerlo que
todo lo que expreso es “la verdad” de los hechos. Ese concepto es a
mi criterio muy difícil de ser alcanzado por la propia naturaleza de
la condición humana. Tan solamente pretendo llegar al lector con
aspectos que creo en cierta medida refutan o cuestionan los
estereotipos más relevantes de la guerra de Malvinas. Y esto es muy
importante, por dos aspectos principalmente. El primero, como antes
expresé por la necesidad de extraer enseñanzas. Estas deben
obtenerse de hechos, o al menos de lo que las fuentes permiten
entender que estamos en presencia de los mismos. Si así no lo
hiciéramos, crearíamos conocimiento sobre bases falsas, y por lo
tanto sin valor para nuestro perfeccionamiento como profesionales.
Y finalmente, porque los militares deben entender que es muy
importante cuestionar los estereotipos, más aún aquellos que como
responsables de la conducción de nuestras organizaciones mayor
rechazo nos crean. No con ánimo de polemizar por la necesidad de
imponer nuestras visiones. No. Lo que deberíamos buscar al desafiar
los estereotipos es echar luz sobre lo que permanece oculto, sobre lo
que se ignora, para de esa manera entender mejor las razones de lo
sucedido y tener una visión más fundada de los hechos, y no descansar
en lo que la tradición oral nos indica que debe ser entendido como
explicación final de las cosas. Aspecto este último que trasunta una
adscripción dogmática al conocimiento, que está bien alejada de la
que es deseable esperar de un profesional militar, responsable de
conducir los medios más destructivos de la República en la guerra.
Con ese espíritu, invito al lector a encarar el desafío de descubrir
3
algunas perspectivas diferentes a esa guerra de Malvinas que tanto
significó para nuestro país en su historia reciente.
ERA EVIDENTE QUE EL REINO UNIDO IBA A OPERAR MILITARMENTE CONTRA LA
ARGENTINA LUEGO DEL DESEMBARCO DEL 02 DE ABRIL DE 1982
Entre nosotros, es una costumbre harto arraigada la de tomar
como verdadera una explicación que nos parece fácilmente
comprensible, y rápidamente difundirla a quien quiera escucharla,
convirtiéndola a ella en una explanación incuestionable. La que
estamos ahora tratando es una de las más diseminadas entre nosotros.
Sin embargo, quienes la propagan, por lo general no toman en cuenta
un dato, que a mi juicio es muy importante: Los hechos de la historia
no están “congelados”. Quien esto escribe no es un historiador, me
he servido de ella a lo largo de muchos años para tratar de encontrar
enseñanzas para comprender un poco mejor esta profesión nuestra.
Pero sin ser historiador, sé como cualquier profesional de la
historia, que la misma posee la interesante característica que en
cualquier momento, y esto cada vez ocurre con mayor frecuencia,
pueden aparecer documentos, testimonios u otras fuentes que
posibiliten obtener una perspectiva diferente de lo que hasta el
momento previo a su aparición, se consideraba como un hecho.
Permítaseme un ejemplo. Durante buena parte del año 2010 y 2011
estuve concentrado en la investigación de mi tesis para un Master en
Geopolítica de una Universidad argentina. El tema de la misma estaba
relacionado con Pakistán y un capítulo de la misma estaba dedicado a
la relación de ese país con la India. Uno de los puntos eran las
guerras que ambos países desarrollaron, y particularmente, la de
1971, en la que la por entonces provincia de Pakistán Oriental desata
4
una rebelión contra el gobierno pakistaní buscando su independencia.
Bien, el “hecho” que existía por aquel entonces era que el gobierno
de Washington había sido relativamente imparcial en la guerra,
limitándose a enviar una flota al Golfo de Bengala para “morigerar”
las acciones de la India en su lucha en Pakistán Oriental en apoyo a
los rebeldes bengalíes. Sin embargo, y gracias a la muy buena
política de desclasificación de documentos que el gobierno de EE.UU.
posee, hoy tenemos acceso a desgrabaciones de conversaciones del
entonces Presidente Nixon con su Secretario de Estado, el Doctor
Kissinger, donde queda demostrado que Washington apoyaba plenamente
al gobierno de Pakistán, y que esa acción que se buscaba mantener
encubierta, incluía también a otros países tan interesados como los
EE.UU. en que Pakistán, su gobierno al menos, no saliera tan mal
parado de la guerra con la India. Este ejemplo es válido de hasta
que punto debe serse extremadamente cauto al formular explicaciones
finales sobre hechos de alta política, máxime si quienes los formulan
no poseen acceso no digo a documentación clasificada, sino a
bibliografía que está disponible en su propio país y por supuesto en
Internet.
En nuestro caso, abundan entre nosotros los analistas que dan
por sentado que la reacción militar del Reino Unido era obvia para
cualquiera, y no se han cansado de difundir este criterio, al punto
que es plenamente aceptado. Pero, sucede que a pesar que rige en el
Reino Unido una norma que niega el acceso a documentos oficiales del
período de la Guerra de Malvinas, eso no ha impedido que aparezcan
autores británicos que nos aportan un dato que pone claramente en
duda este estereotipo. Nos referimos a los libros publicados por el
5
General (Ejército Británico) Sir Michael Jackson,2 y al que escribiera
el muy reconocido historiador Hugh Bicheno,3 quien además se desempeñó
en el Servicio Secreto de Su Majestad en la Embajada Argentina en
Buenos Aires pocos años antes de la guerra. Estos autores, y me
permito a partir de estas líneas hacer una suerte de racconto de sus
escritos, nos cuentan que una vez producido el desembarco en lo que
por entonces denominábamos los argentinos Puerto Stanley, la Primera
Ministra, señora Margaret Thatcher, estaba en una reunión en el
famoso 10 Downing Street, discutiendo la crisis con dos de sus
asesores más relevantes: El secretario de Defensa, señor John Nott y
miembros del Foreign Office. Estas personas, estaban asesorando a la
Primer Ministro a no reaccionar por las armas ante la acción
argentina. Al tiempo que esto sucedía, el First Sea Lord,4 Almirante
Sir Henry Leach, enterado de la reunión que acabamos de comentar, se
hace presente en la sede del gobierno británico, y hace que le avisen
a la Primer Ministro de su presencia allí, ante lo cual ella accede a
que ingrese a la reunión. El Almirante Leach, ignorando a los altos
funcionarios que asesoraban a la señora Thatcher, le dirige la
palabra, diciéndole que la Royal Navy podía hacerse cargo de la
situación.
Esta historia, es altamente importante, pues nos pone de
manifiesto que en la cúspide del poder político británico existían
2 Jackson, Michael Sir Grl Ej Británico (2007). Soldier; Bantam Press. London.United Kingdom. p. 130.3 Bicheno, Hugh (2009). Al filo de la navaja; Debate, Buernos Aires, Argentina.p.119. Cabe agregar que más allá de la visión que el señor Bicheno tiene sobrela Argentina, su cultura e instituciones es cuanto menos opinable, es dedestacar el trabajo de detalle que ha tomado en la descripción de las accionesmilitares desarrolladas en la guerra, donde la imparcialidad de sus juicios y laabundante cantidad de detalles que sus relatos poseen, hacen de la lectura deeste libro un hecho muy necesario. 4 First Sea Lord: Nombre tradicional con que se conoce al equivalente argentino del Jefe de Estado Mayor de la Armada.
6
posiciones que eran claramente opuestas a tomar una acción militar
contra la operación llevada a cabo por la Argentina. Es más, uno de
los autores, el General Jackson sostiene que ¡¡¡la idea de no
reaccionar militarmente contra una operación militar argentina era
compartida por el Foreign Office y el Ministerio de Defensa aún antes
de los hechos del 02 de Abril!!! Todo esto, al menos nos debería
de hacer pensar que existió un momento en que el Gobierno Británico
pudo haber adoptado otro curso de acción, y que no sucedió por el
poder de persuasión que evidentemente debe de haber tenido el
Almirante Leach para que la señora Thatcher valorara más su
asesoramiento por sobre el de sus colaboradores políticos más
cercanos.
Queda para otra oportunidad el estudio de un nuevo aspecto que
el historiador Hugh Bicheno desarrolla, y que guarda relación con la
activa participación que la Argentina tenía en esos días en las
operaciones encubiertas que se llevaban a cabo en América Central
contra los irregulares de izquierda y el gobierno Sandinista. Un
profundo estudio de ese tema, quizás, solamente quizás, pueda darnos
algunas pistas más de porque algunos sectores del gobierno de
Washington de ese entonces miraban con cercana simpatía las acciones
llevadas a cabo ese hoy lejano 02 de Abril. Nuevamente, hay mucho
por analizar aun hoy sobre las consideraciones políticas del más alto
nivel que llevaron a la decisión de la guerra. Seguramente, llevarán
tiempo, pero muy probablemente serán muy útiles para conocer los
hechos que la repetición sin mas de un estereotipo.
NO HUBO ACCIONAR CONJUNTO EN LA GUERRA DE MALVINAS
7
En todos los países, el accionar conjunto de sus respectivas
FF.AA. ha presentado siempre dificultades. Esto se debe no solamente
a lo que a primera vista pueden parecer excesos en celos
profesionales, sino que se encuentra enraizada en las culturas que
son propias a organizaciones que se estructuran y preparan para hacer
la guerra en un campo específico de la misma; y que en ciertas
cuestiones, poseen capacidades que, correctamente conducidas,
posibilitan al accionar con una o más FF.AA. crear la sinergia que
hace muchas veces la diferencia que lleva a la victoria en la
batalla. Y es aquí donde creo que hubo serios inconvenientes en el
accionar conjunto de las FF.AA., especialmente a nivel del comando
del Teatro de Operaciones En efecto, se advirtió, una profunda
falta de autoridad de parte de ese nivel de conducción para ejercer a
pleno las potestades que un comandante conjunto de ese nivel posee.
Cada Fuerza Armada se desenvolvió por su cuenta, y ese nivel
centralizado y conjunto de comando no se hizo notar en la práctica.
Cabe recordar que a ese nivel y de acuerdo a la doctrina que en esos
años regía, el Comandante del Teatro de Operaciones debía ejercer la
conducción de todos los componentes de las FF.AA. que en el mismo
actuaban. Eso no sucedió así y una complicada y por momentos
ininteligible cadena de comando prevaleció por sobre lo que la
doctrina militar establecía. Sin embargo, y pese a esa enorme
falencia antes mencionada, la guerra de Malvinas esta repleta de
experiencias de accionar conjunto de las FF.AA. Vamos a detallar
algunos:
- La Operación Rosario, la toma de las Islas Malvinas, es en si misma
una muestra de accionar conjunto de las FF.AA.: La Armada, con
representación de sus componentes (buques de superficie, submarinos,
infantes de marina), el Ejército y la Fuerza Aérea, desarrollaron
8
operaciones en la casi totalidad del espectro posible del accionar
conjunto. Tropas del Ejército desembarcaron con el apoyo de la
Armada, y esas mismas tropas, posibilitaron a la Fuerza Aérea operar
el aeropuerto existente, para que los aviones de transporte
descargaran a la masa del entonces Regimiento de Infantería 25 en la
Isla Soledad.
- La Armada facilitó a la Fuerza Aérea el empleo de sus destructores
Tipo 42 (similares al Shefield), para que los pilotos pudieran
familiarizarse en todo lo relativo al ataque contra las naves
británicas; desarrollando intensas prácticas en el litoral marítimo
continental.
- La Fuerza Aérea y la Armada coordinaron varias operaciones
conjuntas contra distintos blancos enemigos; como por ejemplo el
ataque contra el Shefield, el no reconocido contra uno de los
portaviones enemigos, y una infinidad de otras acciones en que por
ejemplo, los medios de exploración de una de las fuerzas compartía
con la otra la información obtenida.
- En la noche del 12 de junio, en horas de la madrugada, se hizo
fuego con un misil Exocet sobre la fragata Glamorgan, 5 que se
encontraba próxima al sector Este del aeropuerto. La acción en si
misma fue una demostración plena de "conjuntez". El misil, operado
por la Armada, el cual había sido diseñado para ser disparado desde
la plataforma que un buque de guerra poseía, fue transportado a
Malvinas en un avión de la Fuerza Aérea, y se empleó para apoyar el
dispositivo de lanzamiento, un camión Unimog del Ejército. Asimismo,
5 El impacto causó 13 muertos y 14 heridos, así como severos daños en el
sector de popa de la nave, especialmente en la Santa Bárbara del buque, que
sufrió un importante ingreso de agua de mar. Ver
http://www.hmsglamorgan.co.uk/html/diary_of_events.html
9
para el tiro, se usaron los datos que aportara un radar Rasit del
Ejército. 6
- En la zona del aeropuerto, donde el autor de este trabajo prestó
servicios, estaban estacionados, dando protección al aeropuerto, la
Agrupación de Artillería de Defensa Aérea del Ejército, junto con
elementos de menor magnitud pero importantes de la Armada y la Fuerza
Aérea. Todos ellos coordinaron sus actividades, y se mostraron
sumamente eficientes en su misión, toda vez que el componente aéreo
enemigo resultó incapaz de impedir la operación casi diaria de la
pista.
- En el monte Low, ubicado a pocos kilómetros al norte del
aeropuerto, el autor se encontraba con una patrulla del RI 25 dando
seguridad a un puesto de observación de la Fuerza Aérea, el cual
cubría por las vistas los sectores que el radar de Puerto Argentino
no podía barrer. Con el correr de los días, un radar de origen
israelí fue colocado en la mencionada altura, operado por personal de
la Fuerza Aérea. El 01 de mayo, en horas de la tarde, con miembros de
mi patrulla, detectamos sobre la línea del horizonte a tres buques
enemigos que navegaban en dirección hacia el sector sur del
aeropuerto. Muñido de una brújula de campaña, sacaba rumbos del
blanco, los que eran pasados al Comando de las fuerzas terrestres en
Puerto Argentino. De allí, se derivaron a la Fuerza Aérea, la que
dispuso de inmediato una acción aérea sobre los buques antes
mencionados; siendo esta el primer ataque aéreo que se desarrollo
sobre la flota enemiga, y del cual fueron testigos muchos de los que
6 Esa madrugada me encontraba de guardia en la zona de posiciones de la Ca I"A" del RI 25 en el sector norte del aeropuerto, y pude tanto escuchar como ver ellanzamiento de ese Exocet. Algunos días antes, había llamado mi atención el extrañolanzador montado en un camión Unimog. No imaginaba que ese sistema iba a seroperativo.
10
allí estuvimos ese día7. Este pequeño ejemplo, no fue el único, pues
también se materializó actividad conjunta en los ingenieros de la
Infantería de Marina que concurrían habitualmente al sector del
aeropuerto a hacer detonar bombas enemigas no explotadas, así como
fracciones de ametralladoras pesadas de ese cuerpo naval prestando
servicio con elementos de infantería del Ejército. Estos sencillos
ejemplos, ilustran que aún en niveles muy menores, existió la
posibilidad de realizar actividades conjuntas.
Los ejemplos antes citados, nos sirven para comprender que en
Malvinas, no faltaron acciones conjuntas. Las hubo, tanto de diversa
importancia, como dirigidas a satisfacer necesidades de distintos
niveles de conducción. En mi particular opinión, son más que
destacables, teniendo en cuenta la circunstancia de FF.AA. que no
tenían experiencia de guerra relativamente reciente. Obviamente se
debe avanzar y mucho más en todo lo que hace a la actividad conjunta;
especialmente en lo relativo al sostenimiento logístico de
operaciones, con atención marcada a los componentes con menor
capacidad de transporte; pero sin olvidar las cosas que bien se
hicieron en las operaciones desarrolladas en Malvinas. No tener en
cuenta lo que se hizo bien, puede llevarnos a la errónea idea que no
poseemos aptitud para operar al unísono entre las FF.AA., cuestión
que considero los ejemplos dados claramente expresan lo contrario.
Para finalizar con este tema, me permito recomendar la lectura del
trabajo "Argentine Jointness and the Malvinas" escrito por Robert
Sheina en la revista del Estado Mayor Conjunto de los EE.UU. 8 En el
mismo, se refiere a las acciones conjuntas desarrolladas por nuestras7 Posteriormente a ese ataque, con mi patrulla nos tiroteamos con unhelicóptero de la Royal Navy que hasta antes de la acción de la Fuerza AéreaArgentina, cubría misiones de observación al tiro de artillería que los buqueshacían sobre el aeropuerto de Puerto Argentino. Durante el ataque, el helicópterobuscó refugio al pie del cerro donde nos encontrábamos, circunstancia que"aprovechamos" para dispararle.
11
FF.AA. en Malvinas, cuya lectura podrá servir para corroborar lo
anteriormente expresado.
LAS TROPAS DEL EJERCITO NO OFRECIERON RESISTENCIA AL
ENEMIGO
Este es uno de los estereotipos más arraigados en buena parte de
la opinión pública, y quizás sea el que con mayor facilidad puede
demostrarse la falacia que la misma encierra. Para analizar este
estereotipo, hemos recurrido a la página que el Ministerio de Defensa
Británico posee, y más precisamente al sector que la misma dedica a
la Guerra de Malvinas. 9 En esa página, y bajo el rótulo "Roll of
Honour", figuran los nombres de la totalidad de los caídos británicos
en la guerra. De la lista, he puesto atención en aquellos que
pertenecían tanto al Ejército como a los Royal Marines, pero
atendiendo con exclusividad a los que sirvieron en elementos en
contacto directo con el enemigo, es decir contra las tropas
argentinas. El número de hombres caídos es de 107. Ahora bien,
tengamos en cuenta las operaciones concretas de combate desarrolladas
por los británicos desde el desembarco del 21 de mayo en San Carlos.
Básicamente, las acciones más importantes se desarrollaron en Goose
Green y en lo que podemos denominar como la Batalla de Puerto
Argentino, desarrollada por el control de las estribaciones al Oeste
de la capital del archipiélago. El combate de Goose Green dura
aproximadamente cuarenta y ocho horas, entre el 27 y el 29 de Mayo de
1982. Por su parte, la Batalla por Puerto Argentino, puede decirse
8 Robert L Sheina (1994). Argentine Jointness And The Malvinas; Joint Forces Quadrenial,Washington, United States of America. p. 95
9 http://www.raf.mod.uk/falklands/rollofhonour.html.
12
que dura de manera intermitente entre la noche del 11 de Junio y las
primeras luces del 14 del mismo mes. En total, observamos que se
desarrollaron acciones de combate directo de carácter intenso durante
un total de cinco días aproximadamente. Dividiendo la cifra de
muertos antes especificada, que mencionamos era de 107 por los días
de combate, nos da que prácticamente en promedio caían muertos 21
soldados del Reino Unido por día, a los que deben agregarse los
heridos que toda acción militar trae aparejada.10 Cabe aquí que nos
preguntemos ¿Qué acción producía que esos hombres se constituyeran en
bajas?. Y esto debe ser respondido, toda vez que tanto la Fuerza
Aérea como la Aviación Naval, no estaban en condiciones de dar apoyo
de fuego cercano a las tropas terrestres en Malvinas. Aspecto este
que tiene su respuesta en el hecho que el poco tiempo disponible que
las aeronaves propias tenían para operar sobre el archipiélago, era
el mínimo como para alcanzar objetivos navales de envergadura, pero
absolutamente insuficiente para localizar un blanco tan difícil de
delimitar sobre el campo como es el que ofrecen las tropas
diseminadas en operaciones de combate. 11 Ineludiblemente, esas bajas
eran causadas por el accionar de las tropas terrestres del Ejército
Argentino y de la Infantería de Marina. Ahora bien, según cifras
oficiales británicas, la totalidad de muertos en la guerra fueron de
255. Esta cifra incluye a los que cayeron tanto en tierra como en el
10 El renombrado historiador militar británico Sir Lawrence Freedman destaca quelos muertos británicos en los combates terrestres fueron 22 para los Royal Marine y58 para el Ejército. Esto hace un total de 80, los que divididos los cinco díasantes mencionados da un promedio de 16 muertos por jornada. Estas cifras no cuentanlos 45 muertos en las acciones de Bahía Agradable (42 en el Sir Galahad y 3 en elSir Tristan), ni los 20 muertos (uno de ellos un Royal Marine) en un accidente conun Sea King. Freedman, Sir Lawrence (2005). The Official History of the Falkllands Campaign;Routledge. London. United Kingdom. Vol II, Tabla 7, p. 772.11 Cabe aquí mencionar la acción de bombardeo llevada a cabo por dos CanberraMK-62 de la Fuerza Aérea llevada a cabo sobre un presunto puesto de comando enemigoen la noche del 13 de Junio, donde ofrendara su vida el Capitán Casado.
13
mar o el aire. Veamos a continuación algunos datos oficiales
británicos de otras guerras: 12
Guerra Duración Muertos
Palestina 1945 - 1948 223
Corea 1950 - 1953 537
Malaya 1958 - 1961 525
Malvinas 01 May - 14 Jun
1982
255
Irak 20 Mar 03 – 12
Feb 09
17913
Detengámonos ahora en el cuadro, y recordemos que de los 255
muertos hay 107 que cayeron en acciones de combate contra las tropas
terrestres argentinas. Muertes que se producen en el tiempo que
demandan las operaciones de combate directo en Malvinas. Comparemos
estas cifras con las que los británicos sufrieron en campañas tan
duras como las de Corea, enfrentando durante tres años a Norcoreanos
y Chinos, y las que sufrieron en tres años de lucha contra los
insurgentes malayos. La sola comparación nos debe reafirmar lo duro
que resultó el combate para las tropas británicas. Esto en modo
alguno significa que todas las tropas terrestres argentinas
combatieron bien, ni que no se hayan producido graves errores en la
12 http://www.fuerzaaerea.mil.ar/conflicto/las_cifras.html.13 Fuente BBC http://news.bbc.co.uk/2/hi/uk_news/3847051.stm (consultado el 31 Mar 09).
14
disposición de tropas y en el planeamiento previo de las acciones a
desarrollar. Sin embargo, aun con esos aspectos ponderados, no puede
dejar de concluirse que las tropas argentinas enfrentaron al enemigo
circunstancial y le ofrecieron pelea, en la medida de sus
posibilidades, haciendo a mi juicio un esfuerzo honroso de su
tradición militar. Este último aspecto nos lleva a enfrentar el
siguiente estereotipo.
LOS SOLDADOS FUERON ABANDONADOS A SU SUERTE POR SUS
SUPERIORES
El presente es un estereotipo que bien podría se rebatido
empleando exclusivamente la lógica. Invito al lector a imaginarse la
situación que describiré a continuación, para lo cual, deberá
trasladarse mentalmente a los días de las acciones terrestres en
Malvinas, sean estos los de Goose Green o la batalla de Puerto
Argentino. Piense en miles de jóvenes conscriptos, en muchos casos
con escasa preparación militar previa, quienes son de buenas a
primeras abandonados a su suerte por todos sus superiores, es decir
que quedan sin ninguna referencia para ser conducidos en el combate.
Esa masa de hombres, naturalmente hubiera tendido a replegarse
totalmente sobre la retaguardia, sin retener en modo alguno las
posiciones que ocupaban, y mucho menos es razonable que, obedeciendo
a liderazgos aparecidos ad hoc, desarrollaran masivamente acciones de
combate contra el enemigo. Si ese caso es el que hubiese ocurrido en
Malvinas, me permito preguntar al lector ¿Quién produjo las bajas en
las tropas británicas empeñadas en combate terrestre?. Además, si tal
hubiera sido la situación, ¿Por qué causa distintos autores,
15
especialmente de habla inglesa, hacen mención en sus trabajos sobre
la Guerra de Malvinas a la dura resistencia que en muchos lugares
sufrieron las tropas británicas de parte de las fuerzas terrestres
argentinas? 14 Evidentemente, el presente estereotipo carece de
razonabilidad. Sin embargo, el hecho que carezca de sentido, no
significa en modo alguno que no pudiera haberse cometido hechos que
puedan estar comprendidos en algunos de los delitos que el propio
Código de Justicia Militar contempla. Los mismos, dignos de castigo
si fueran comprobados, en modo alguno pudieron ser generalizados, ya
que como ha sido expresado con anterioridad, de haberse concretado
tal situación la campaña terrestre británica en Malvinas debió haber
hecho sufrir un número de bajas sensiblemente inferior al que
oficialmente aceptan.15
Creemos por otra parte que una falencia importante, que hace a
la cohesión de las tropas, especialmente a las de menor nivel,
aquellas que en definitiva llevan el peso del combate en contacto
14 David Aldea es un historiador militar australiano, prácticamente desconocidopor el gran público argentino. Ha escrito gran cantidad de trabajos sobre la guerrade Malvinas, caracterizándose los mismos por el nivel de detalle de la informaciónque emplea en ellos. Los siguientes, son cuatro artículos que dedicó a combatesdesarrollados por los argentinos. Su lectura, por si sola sirve para refutar decuajo el estereotipo del abandono masivo de los soldados conscriptos. Asimismo, esde destacar, que los mismos figuran en el site www.britains-smallwars.com, el cualestá dedicado a todas las campañas efectuadas por las tropas británicas conposterioridad a la 2da Guerra Mundial.
http://www.britains-smallwars.com/Falklands/David/Mount-Harriet.htm
http://www.britains-smallwars.com/Falklands/David/Longdon.htmhttp://www.britains-smallwars.com/Falklands/David/Tumbledown.htm
http://www.britains-smallwars.com/Falklands/David/WirelessRidge.htm.15 El libro de Hugh Bicheno, en su descripción de los combates en Malvinas es otra prueba más de la dura lucha que los efectivos del Ejército Argentino ofrecieronallí a sus contrapartes Británicos.
16
directo con el enemigo,16 se hizo evidente en la Guerra de Malvinas. Y
nos referimos a la falta que el Ejército Argentino tenía en ese
tiempo de un cuadro de suboficiales dispuesto a ejercer con amplitud
la iniciativa en el campo de combate. Esto no significa una crítica
negativa al valor bajo fuego de los mismos, a lo que intento
referirme, es que la cultura organizacional de la fuerza de aquellos
tiempos no priorizaba el ejercicio responsable de la iniciativa por
parte de los suboficiales, haciendo de su accionar más propio del de
auxiliares de los oficiales en la conducción que la de líderes que
tenían responsabilidades específicas de mando sobre sus propias
organizaciones.17 Por el contrario, el Ejército Británico ha tenido un
enfoque muy diferente a esta cuestión, más notable quizás desde el
fin de la 2da Guerra Mundial, en que la propia naturaleza de los
conflictos donde ellos participaron, luchas coloniales en su mayoría,
hacían del empleo de las fracciones menores un punto importante de su
desempeño táctico; y son precisamente esas fracciones las que se
encuentran al mando de suboficiales. En años posteriores a la Guerra
de Malvinas, nuestro propio Ejército ha comenzado a comprender el
tema, e inició un proceso de jerarquización de las funciones de los
16 Tan importante son estas fracciones, que los propios EE.UU. durante eldesarrollo de la 2da Guerra Mundial, designaron un equipo de estudio para evaluar elcomportamiento de las tropas de primera línea en el combate. Ese estudio, unverdadero clásico, se denomina MEN AGAINST FIRE, siendo su autor el Grl S.L.A.MARSHALL, Editorial Byrrd Enterprises Inc; siendo su primera edición del año 1947.Quizás el aspecto detectado más notable es que la masa de los soldados tienden a nodisparar sobre sus enemigos, ya que sienten muy arraigado el "tabú" de matar otroser humano. Más tarde en el año 2003, John Whiteclay CHAMBERS, publicó un análisisdel libro de Marshall, que critica algunos de sus enfoques, básicamente la manera enque la información fue obtenida para el libro. Ese trabajo fue publicado porPARAMETERS, en la edición Autumn 2003, páginas 113 y subsiguientes.17 En mi artículo EL CRITERIO CERO DEFECTO, publicado por la Revista EJERCITOdel Ejército de Tierra Español, me he referido en profundidad a la cuestión de la notolerancia a errores, aspecto que creo se encuentra en el núcleo del problemaorganizacional que impidió al Ejército contar con un cuadro de suboficialesdispuesto a tomar iniciativas relevantes durante la Guerra de Malvinas.
17
suboficiales. Este camino no ha finalizado aún, y es mucho lo que hay
que avanzar todavía, especialmente por parte del Cuerpo de Oficiales,
que debe delegar mayores responsabilidades en los suboficiales.18
Asimismo, la más alta conducción del Ejército de ese entonces decidió
enviar a combatir junto a soldados que poseían cierto nivel de
instrucción (Clase 1962) a los de la Clase 1963, los que apenas
habían recibido una instrucción militar básica. Tal tuvo su
contraparte en el personal de Cuadros, ya que se hizo egresar antes
de tiempo a los Aspirantes a suboficial de las Escuelas de
Suboficiales y a los Cadetes de IVto año del Colegio Militar.19 Esa
decisión, estuvo sin lugar movida más por el criterio de privilegiar
la "cantidad" por sobre la "calidad". Fue una determinación
equivocada, pues creó mayores inconvenientes en los elementos de
combate, toda vez que es muy distinto el esfuerzo necesario para
conducir hombres con experiencia militar que aquel que se necesita
para obtener rendimientos acordes de personas prácticamente
inexpertas.
A MODO DE CIERRE
¿Por qué aceptamos estereotipos? Probablemente porque nos
ofrecen explicaciones sencillas a hechos sumamente complejos, y de
esa manera nos posibilitan creer que entendemos el mundo en el cual
nos desenvolvemos. Además, los estereotipos en cierta forma, al
tener casi una categoría dogmática, nos liberan de la responsabilidad
de cuestionarnos su validez, creando en nosotros una cierta pereza18 El señor Alejandro L. CORBACHO, académico de la Universidad del CEMA, hapublicado un excelente trabajo sobre el desempeño de las tropas compuestas porconscriptos en Malvinas. El mismo puede accederse en la siguiente dirección:http://www.cema.edu.ar/publicaciones/download/documentos/271.pdf.19 El autor de este trabajo es uno de aquellos cadetes...
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intelectual, la que resulta a mi juicio inaceptable en alguien que
aspira a liderar hombres en combate o a asesorar sobre el empleo
adecuado del recurso militar en una crisis. Todo esto se ve
potenciado porque desafortunadamente, la realidad normalmente es muy
compleja y más cuando el asunto a tratar tiene que ver con la guerra,
actividad humana donde el engaño, la propaganda y la desinformación
son algunas de sus herramientas más usadas. Permítaseme insistir con
algo que mencioné al principio: Puede aceptarse que alguien ajeno a
estos temas tienda a inclinarse por las explicaciones sencillas, pero
resulta inaceptable en un profesional que tiene la responsabilidad de
poseer una natural inclinación por la búsqueda de los hechos que
respalden a las afirmaciones.
Es más que conocida la frase militar que palabras más o menos
expresa que "quien menos errores comete, gana las guerras". Británicos y
argentinos cometieron una gran cantidad de errores, muchos de
carácter político, otros alcanzan el nivel estratégico y operativo y
no pocos el táctico. Por igual sus soldados, de todas las jerarquías
enfrentaron los padecimientos propios de toda guerra; el riesgo
omnipresente de muerte o mutilación, los padecimientos físicos
(fatiga extrema, escaso sueño, dormir a la intemperie bajo severas
condiciones climáticas) y psíquicos. Un dato poco difundido entre
nosotros, quizás porque nuestra visión para analizar la guerra está
muy influida por aspectos totalmente ajenos al específico de la
contienda, es el que indica que los veteranos de guerra británicos
han sufrido tantos suicidios como sus camaradas de armas argentinos.
En efecto, ya en el año 2002, la BBC informaba que se habían
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suicidado 264 hombres, recordemos la cifra de 255 muertos en
combate.20 Según relatan los propios británicos, el estrés
postraumático sería la causa de tales suicidios.21
Resulta evidente que los errores británicos o fueron menores o
menos significativos, que los que su contraparte argentina
cometieron, y que la victoria fue alcanzada merced a la tenacidad que
sus tropas han hecho gala a lo largo de su dilatada historia militar.
Por nuestra parte, y más allá de las consideraciones políticas sobre
la guerra, creemos que el análisis de la Guerra de Malvinas (la
primera de significación desarrollada por nuestras FF.AA. desde la
Guerra de la Triple Alianza), y más precisamente del desempeño de las
tropas terrestres argentinas en ella, merece una aproximación que se
haga alejada de preconceptos, los que seguramente serán ajenos a un
criterio que quiera tener en la objetividad su mayor respaldo. Quizás
esa sea una deuda que tenemos para quienes en el terreno hicieron lo
mejor que pudieron en una situación harto complicada, y para aquellos
que ya en la paz, no pudieron soportar los efectos que la guerra ya
lejana causó en sus almas.
20 Ver la nota de la BBC completa en la siguiente dirección:http://news.bbc.co.uk/2/hi/uk_news/1758301.stm. Asimismo The Guardian publicó sobre eltema aún antes, en el 2001: http://www.guardian.co.uk/print/0,,4198879-103690,00.html21 Cabe aquí que nos preguntemos ¿Qué tipo de estrés podrían haber sufrido dado elestereotipo de la falta de valor combativo de las tropas argentinas?
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