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Combatiendo los TLCs: la creciente resistencia a los tratados bilaterales de comercioe inversiónPublicado en enero de 2008 por bilaterals.org, BIOTHAI y GRAIN (editores).Diseño por Kate KirkwoodDisponible en inglés, francés, español y tailandés. En linea en http://www.combatiendolostlc.org. Para recibir una copia de la versión impresa, escríbanos [email protected]. Este material se puede reproducir y traducir libremente.

Contactos

fightingftas.org | combatiendolostlc.org es un sitio Web construido en forma colectiva. Varias personas mantienen el sitio, lamayoría pertenece al equipo de bilaterals.org.

Página Web: http://www.fightingftas.org | http://www.combatiendolostlc.orgCorreo electrónico: [email protected]

bilaterals.orgbilaterals.org es un esfuerzo de colaboración conjunta para compartir información yestimular la colaboración entre movimientos y organizaciones que luchan en contrade los tratados bilaterales de libre comercio e inversión. Fue lanzado en el año 2004como un sitio de publicación abierta. Un pequeño colectivo de personas se ocupa dela actualización y el mantenimiento diarios. El sitio contiene alrededor de 10.000artículos referidos a las presiones a favor y a las luchas en contra de los TLCs,atrayendo a 6.000 visitantes diariamente. Su colaboración es necesaria y será muybienvenida.

Sitio Web: http://www.bilaterals.orgCorreo electrónico: [email protected]

BIOTHAIBIOTHAI (Biodiversity Action Thailand) fue creada en 1995 para estimular elcrecimiento de la conciencia pública y la lucha por mejores políticas en torno a labiodiversidad, central para las formas de vida comunitarias en Tailandia. Actualmentela integran 7 personas y opera como organización y como red. BIOTHAI fue miembrofundador de FTA Watch y está profundamente involucrada en las luchas populares encontra de los TLCs, los OGMs y la creciente industrialización y absorción corporativade la alimentación y la agricultura, no sólo en Tailandia sino en toda Asia.

Página Web: http://www.biothai.orgTeléfono: +66 2 9853637Correo electrónico: [email protected]

GRAINGRAIN es un pequeña organización internacional que trabaja para apoyar a losmovimientos en sus luchas contra la privatización y el control corporativo en lasáreas de la alimentación, la biodiversidad y la agricultura. La organización fue creadaen 1990 y cuenta con 15 miembros distribuidos en África, Asia, Europa, AméricaLatina y América del Norte. GRAIN ha estado involucrada en la lucha contra los TLCsdesde fines de los años noventa, cuando comenzó a verse claramente que los acuer-dos bilaterales de comercio e inversión estaban convirtiéndose en la nueva her-ramienta para el avance del control corporativo sobre la biodiversidad agrícola, conmás alcance y mayor velocidad que la OMC u otro foro internacional.

Página Web: http://www.grain.orgTeléfono: +34 93 3011381 Correo electrónico: [email protected]

AutoresPara contactarse con alguno de los autores en particular, escriba [email protected] y enviaremos su dirección.

Dedicatoria 2Sobre esta publicación 3

1 TLCs: el panorama global (bilaterals.org y GRAIN) 5

La recolonización: nuevos acuerdos, viejas jugarretas 5

El actual frenesí por los TLCs 12

TLCs y biodiversidad 22

¿Qué está ocurriendo y donde? 24

Cambios en las dinámicas de comercio e inversión Sur-Sur 28

Activismo social en torno a los TLCs 32

2 Impactos y resistencias 35

Asia y Pacifico 35

El Tratado de libre comercio Australia–EE.UU – ¿comercio justo o comercio sucio? (Jemma Bailey) 35

La lucha contra los TLCs: la experiencia de Tailandia (BIOTHAI) 40

Sellando el JPEPA: en secreto y por la fuerza (Sandra Nicolas) 48

La lucha contra el neoliberalismo en Corea del Sur: historia

y lecciones (KoA) 54

El “libre” comercio letal para los agricultores en India 61

(Devinder Sharma)

Africa y Oriente Medio 67

La fiebre del TLC en Marruecos (GRAIN) 67

Acuerdos de Asociación Económica UE-ACP: las preguntas clave (GRAIN) 70

América Latina y El Caribe 73

Catorce años del TLCAN y la crisis de la tortilla (Ana de Ita) 73

La resistencia al TLC en Colombia (entrevista con Aurelio Suárez) 81

¿La (in)seguridad jurídica: respecto de qué? (Margarita Florez) 84

Institucionalización del movimiento social: la oposición al TLC en Costa Rica (María Eugenia Trejos con la colaboración de Eva Carazo, Isaac Rojas, Silvia Rodríguez y Luis Paulino Vargas) 88

Dos años de CAFTA: profundos impactos en Centroamérica y

República Dominicana (GRAIN) 95

¿Integración o libre comercio? Poca voluntad para superar los escollos (Raúl Zibechi) 97

Colonialismo sobre los recursos y el tratado minero

Chile–Argentina (GRAIN) 101

Mujeres contra el CAFTA: declaración de las "Mujeres del NO"

(Mujeres del NO) 103

3 Aprendizajes estratégicos (bilaterals.org, BIOTHAI y GRAIN) 106

Aprendizajales de las luchas contra los TLCs 106

Glosario 112

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Dedicamos esta publicación a OscarLeonardo Salas Angel, Heo Se-wook ymuchísimos otros cuyas vidas hanfinalizado demasiado pronto en lalucha contra los TLCs (Tratados deLibre Comercio)

Heo Se-wook, de 54 años de edad, taxista y miembro de laConfederación de Sindicatos de Corea, se inmoló a sí mismo,el 1 de abril de 2007 en frente del Hotel Hyatt, Seúl, enprotesta contra el acuerdo de libre comercio entre EE.UU. yCorea del Sur. Quemado en el 70% de su cuerpo, Heo fallecióa causa de sus heridas dos semanas más tarde. (Foto: Alianza contra Corea KORUS TLC)

Dedicatoria

Oscar Salas (segundo por la izquierda), de 20 años de edad,estudiante de la lingüística, fue fusilado por el EscuadrónMóvil Anti Disturbios (Esmad) durante una movilización estudi-antil contra el TLC EE.UU.-Colombia, en Bogotá, el 8 de marzode 2006. Murió dos días después. (Foto: Indymedia Colombia)

En Julio del 2006, en Bangkok, FTA Watch, una extensapero flexible Coalición Tailandesa, organizó el PrimerTaller Internacional de Estrategias entre activistas debase que luchan contra los Tratados Bilaterales de LibreComercio e inversión (TLCs). Para la realización delencuentro contaron con el apoyo de Médicos SinFronteras, bilaterals.org y GRAIN. Ese taller de tres días,llamado “Combatiendo los TLCs”, fue un evento únicopara muchos de los participantes (1). Algunos dicen queprocesamos en forma colectiva gran cantidad de asun-tos cruciales de las estrategias que más tarde llegaron aser importantes en sus luchas nacionales. Otros consi-deraron que fue un respaldo significativo para los movi-mientos sociales. Otros todavía continúan cultivando losvínculos establecidos durante el taller, especialmente ensus escenarios regionales.

Aunque el taller nunca pretendió establecer ningún tipode plataforma permanente, varios de los organizadoresdecidieron a comienzos del 2007 avanzar trabajandojuntos sobre más instrumentos que permitieran compar-tir experiencias y lograr mayor comprensión acerca delos TLCs y las crecientes luchas alrededor de ellos.GRAIN y bilaterals.org acordaron inicialmente redactarun documento que proporcionara un “panorama gene-ral” sobre estos tratados desde una perspectiva políticacompartida. A ellos pronto se les unió BIOTHAI, unmiembro de FTA Watch, que también quería dar un pasoadelante en facilitar ayuda para compartir experienciasdesde las luchas nacionales. De este modo, el proyectose convirtió en la realización de una publicación coope-rativa. Las tres organizaciones invitaron a muchas de laspersonas que estuvieron en el taller de Bangkok, asícomo a otros para unirse en este empeño. La respuestafue muy positiva y reunimos una colección tan ampliacomo fue posible de materiales audiovisuales y escritos,con experiencias de pueblos de todo el mundo sobre elimpacto que producen en sus vidas los tratados de librecomercio e inversión y también en las luchas de resis-tencia a los mismos.

Esta publicación se propone tres objetivos. En primerlugar, intenta proveer una comprensión sólida del “fre-nesí por los TLC” en el que están atrapados gran númerode gobiernos. Con frecuencia la gente no entiende muybien los tratados bilaterales de libre comercio e inver-sión hasta que sus gobiernos están a punto de firmaruno. Además hay diferencias significativas entre un TLCestadounidense, un TLC japonés y uno entre países delsur. El primer capítulo intenta examinar detenidamentey encontrarle sentido a todo esto.

En segundo lugar, reúne las experiencias de los pueblosen sus luchas contra los TLCs en sus propios países dediferentes partes del mundo. A pesar de que existe unaenorme diversidad en estas luchas, tienen tambiénmuchas coincidencias, como podrán apreciar a lo largodel capítulo. Para las experiencias que no podían com-partirse por escrito, creamos un sitio web de la publica-ción en el que reunimos entrevistas en audio. Están dis-ponibles en http://www.fightingftas.org (también acce-sible desde www.combatiendolostlc.org). Finalmente, elúltimo capítulo se propone rescatar algunos aprendiza-jes de las experiencias de los pueblos hasta el presente,los que pueden ayudar a aquellos que todavía tienenque comprometerse en la lucha contra los TLCs.

Algunos comentarios prácticos. El material presentadoen esta publicación y el sitio web que lo acompaña es elfruto de un esfuerzo colectivo en el que estuvo involu-crada gran cantidad de gente. No está sujeto a derechosde autor ni a otras formas de propiedad, y pedimos dis-culpas por las fotos y otros materiales de los que nopudimos mencionar la fuente original.(2) Desearíamosapuntar también que la publicación se produjo a lo largodel 2007 y algunos materiales perdieron vigenciadurante la etapa de impresión. Por último, avisarles queeste material y el sitio web podrían ser incorporadosmás adelante dentro de bilaterals.org para guardarlo“bajo techo”, dado que bilaterals.org ya proporciona unaabundante colección de noticias y análisis sobre los

Combatiendo los TLCs | 3

1 Un resumen del informe está disponible en inglés, español y francésen el sitio www.bilaterals.org

2 Podemos corregir con facilidad estas omisiones en el sitio web de la

publicación. Si usted quisiera proponer algún cambio en la presenta-ción en el sitio web, por favor contáctese [email protected]

Sobra esta publicación

Participantes del TallerInternacional de Estrategias

"Combatiendo los TLC", Bangkok,julio de 2006 (Foto: GRAIN)

TLCs y las luchas de los pueblos y es actualizado diaria-mente desde septiembre de 2004.

Gran cantidad de gente ha participado de este proyectode una manera u otra, con frecuencia contribuyeron enforma directa para la producción de estos materiales, ynosotros les estamos profundamente agradecidos atodos: Christine Ahn, Anthony Akunzule, RupertoAleroza, Jemma Bailey, Andrés Barreda, Marisa Berry,Nicolás Botteghelz, Silvana Buján, Nick Buxton, ByunJeong-pil, Eva Carazo, Laura Carlsen, Cecilia Cherrez,Choi Sejin, Stefan Christoff, Gabi Cob, Leigh Cookson,Margarita Florez, Sarrah Gasendo, DawoodHammoudeh, Fernando Hicap, John Hilary, MaríaEugenia Jeria, Jo Dongwon, Jamal Juma, Beverly Keen,Kole Kilibarda, Aehwa Kim, Chee-hyung Kim, KateKirkwood, Ingrid Kossmann, Marie-Eve Lamy, Wol-sanLiem, Marc Maes, Min Kyung-woo, Camila Montecinos,Jennifer Moore, Movimiento Cultura contra el TLC,Kwanchai Muenying, Sandra Nicolas, Raquel Nuñez,Armin Paasch, Fabian Pacheco, Rubén Pagura, PaulPantastico, Charly Poppe, Annette Ramos, FranciscaRodríguez, Silvia Rodríguez, Isaac Rojas, Maria Roof,

Wallie Roux, Manuel Rozental, Azra Talat Sayeed,Devinder Sharma, Burke Stansbury, Aurelio Suarez,Maria Eugenia Trejos, Luis Paulino Vargas, Ramón Vera,Alberto Villareal, Dennis Villeareal, Marjorie Yerushalmi,Raul Zibechi, y todo el staff de GRAIN. Nuestro recono-cimiento final para Brot für alle (Suiza), Brot für die Welt(Germany), Christian World Service (New Zealand),Misereor (Germany), XminusY (Netherlands) y otrosquienes brindaron apoyo monetario para publicar estematerial en papel y on line..

Si bien esta publicación se presenta primero en inglés,español y francés, damos la bienvenida a las organiza-ciones que quieran traducirla a otros idiomas o agre-garla a sus propios sitios web. Por favor no duden enusar estos materiales de acuerdo a sus deseos.

Aziz Choudry por bilaterals.orgRenée Vellvé y Carlos Vicente por GRAIN

Witoon Lianchamroon por BIOTHAI

Diciembre de 2007

4 | Combatiendo los TLCs

Combatiendo los TLCs | 5

La naturaleza cada vez más integral y la envergadura de muchos de los tra-tados de inversiones y libre comercio (TLC) bilaterales contemporáneos esasombrosa. Estos acuerdos abarcan generalmente una gama creciente-mente amplia –y preocupante- de áreas y temas, que hacen que los impac-tos que generan en todas las sociedades y sectores se multipliquen, moti-vando el surgimiento de movimientos generalizados de resistencia en sucontra en muchos países. Estados Unidos (EEUU) firmó su primer TLC bila-teral con Israel en 1985. La Unión Europea (UE) viene forjando acuerdos de“cooperación comercial” blandos desde la terminación formal de su

1 Nos referimos a la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA por sus siglas en inglés):Suiza, Lichenstein, Noruega e Islandia.

1 TLCs: el Panorama global(bilaterals.org and GRAIN)

La recolonización: nuevos acuerdos, viejas jugarretasbilaterals.org y GRAIN (Septiembre 2007)

“Los leopardos coloniales rara vez cambian sus manchas. Solo asechan a sus presas de distintas formas”.Moana Jackson, Ngati Porou/Ngati Kahungunu, abogada maorí, 1995

“Los TLC y los agricultores no pueden convivir bajo el mismo cielo”.Choi Jae-Kwan, Liga de Campesinos Coreanos, julio 2006

régimen colonial a finales de ladécada de 1960, avanzando gra-dualmente hacia TLC más durosdesde la década de 1990, a menudosiguiendo las huellas de EstadosUnidos. Lo mismo vale para los paí-ses de Europa Occidental que nointegran la UE, que han estado cose-chando en forma sistemática suspropios TLC desde que firmaron elprimero con Turquía en 1991.1

Australia, Japón y otros países indus-

Para los movimientos populares core-anos, la introducción de las políticas delFMI en Corea del Sur en 1987, laentrada de la Nación en la OCDE y laOMC a mediados de los años 1990 y lapresión por los TLC en los 2000 signifi-can una continuidad en la neoliberal-ización que provocó estragos en el país,especialmente en los agricultores y tra-bajadores. (Foto: Chamsaesang)

trializados han sido algo más lentos en subirse al trende los TLC, aunque el Acuerdo Comercial de RelacionesMás Estrechas que celebraron Nueva Zelanda y Australiaen 1983 es un ejemplo temprano de un TLC integral.Pero los gobiernos del Sur han puesto históricamente unmayor énfasis en la formación de bloques regionales,2 apesar de que en la década de 1980 varios Estados lati-noamericanos firmaron gran cantidad de pequeños tra-tados de comercio preferencial entre ellos. Los tratadosbilaterales de inversiones (TBI) surgieron en 1959, peroson el resultado de una historia aún más larga de acuer-dos de “comercio y amistad” que se remonta al siglo XIX.

Raíces de la presión en pos de los TLC

Si bien algunos pueden ver la desconcertante prolifera-ción de TLC bilaterales y TBI en todo el mundo como unfenómeno relativamente nuevo, sus raíces son muy pro-fundas. Es posible rastrearlas hasta una época muy ante-rior a la creación del Banco Mundial y el FondoMonetario Internacional (FMI), por no mencionar a orga-nismos internacionales como la Organización Mundialdel Comercio (OMC) o su antecesor Acuerdo Generalsobre Aranceles y Comercio (GATT por sus siglas eninglés). Los orígenes de la actual manía por los TLC seremontan a una larga historia de explotación colonial,capitalismo e imperialismo –de la misma manera quemuchos de los movimientos populares contra los TLChoy tienen sus orígenes en las generaciones anterioresde resistencia anti-colonial y antiimperialista y las luchaspor la autodeterminación.

Los antecesores de las primeras empresas transnaciona-

les (ETN) que hoy dominan las economías nacionales yla economía mundial –e inciden decididamente en lapropagación, el alcance y las prioridades de los TLC-conjugaron los intereses del Estado y los intereses pri-vados capitalistas, tal como fue el caso de la relaciónentre la British East India Company y el Parlamento y laCorona británicos, y los acuerdos tejidos por las poten-cias coloniales y sus compañías con los nuevos paísesindependientes del Sur.

La estrecha interrelación entre el poder estatal, la geo-política y la explotación empresarial capitalista no espor lo tanto nada nuevo. Los opositores al Tratado deLibre Comercio entre América Central, RepúblicaDominicana y Estados Unidos (CAFTA por sus siglas eninglés) por ejemplo, nos recuerdan que debemos volvera escudriñar la historia para entender a cabalidad losintereses geopolíticos y económicos que llevan aWashington a imponerles los TLC a los países del conti-nente americano. En la Doctrina Monroe de 1823,Estados Unidos declaró que el ‘hemisferio occidental’ [elcontinente americano. NT] era su propia esfera deinfluencia. Cualquier intento de parte de las potenciaseuropeas de “ampliar su sistema a cualquier porción deeste hemisferio” se considera “peligroso para nuestrapaz y seguridad”. Estos conceptos fueron reforzados en1904 con el Corolario Roosevelt, que sostuvo queEstados Unidos como “nación civilizada” tenía el derechode intervenir en los asuntos de sus vecinos del sur comoun “poder policial internacional”. La agenda de comerciode George W. Bush y la ayuda militar de Washington aColombia y México en apoyo a los intereses empresaria-les y geopolíticos estadounidenses, no hacen más quecontinuar esta tradición imperialista.

El Estado colonial clásico estaba estructurado para laexplotación y extracción de recursos. Más reciente-mente, la globalización neoliberal ha obligado a los paí-ses a transformarse en fuentes de saqueo para las trans-nacionales y facilitarles el flujo sin trabas de capitalfinanciero volátil en distintas formas. En el centro de latáctica y la estrategia de las “negociaciones” de los TLC–especialmente aquellos entre países del Norte y paísesdel Sur—nos topamos con un plan de juego despiadadoque consiste en “dividir para reinar”, luchas intestinasentre los poderosos, sean Estados o corporaciones (inclu-sive las potencias emergentes como Sudáfrica, China,Brasil e India) por ampliar sus “esferas de influencia”, yuna visión del mundo que mercantiliza la naturaleza, laspersonas y las relaciones humanas en aras de la explo-tación comercial y el control monopólico. A la par deesto podemos advertir luchas y contradicciones entreformas contrastantes de organización capitalista, y nue-vas guerras por los recursos como la energía, los mine-rales y el agua, entre otros. En los últimos años estosprocesos se han intensificado de manera exponencial.

El polítólogo argentino Atilio Borón describe esta etapadel imperialismo como

“signada, hoy con mayor contundencia que en elpasado por la concentración del capital, el abrumadorpredominio de los monopolios, el acrecentado papeldel capital financiero, la exportación de capitales y elreparto del mundo en distintas “esferas de influen-cia”. La aceleración de la mundialización acontecidaen el último cuarto de siglo, lejos de atenuar o disol-ver las estructuras imperialistas de la economía mun-dial, no hizo sino potenciar extraordinariamente lasasimetrías estructurales que definen la inserción delos distintos países en ella. Mientras un puñado de

6 | Combatiendo los TLCs

2 Quizá algunos puedan reconocer alguno de estos en la sopa deletras: Mercosur, ASEAN, CAN, SADC, COMESA, SAARC, UEMOA, GCC,y demás.

"No queremos esta anexión-NO al CAFTA!”, desde las calles de Costa Rica en el 2007

Combatiendo los TLCs | 7

naciones del capitalismo desarrollado, reforzó sucapacidad para controlar, al menos parcialmente, losprocesos productivos a escala mundial, la financiari-zación de la economía internacional y la creciente cir-culación de mercancías y servicios, la enorme mayo-ría de los países vio profundizar su dependenciaexterna y ensanchar hasta niveles escandalosos elhiato que los separaba de la metrópolis”.3

Desde el fin de la Guerra Fría, se ha vendido en todo elmundo la idea de que los modelos capitalistas neolibe-rales de “desarrollo” son la única alternativa posible. Sinembargo, la evidente ascendencia de las transnacionalesy el “triunfo” del capitalismo no ha estado exento de tro-piezos para quienes promueven el neoliberalismo. Lastensiones internas entre y dentro de las elites políticas yeconómicas, así como la presión externa de las crecien-tes y diversas luchas populares de masas contra diferen-tes rostros de la globalización neoliberal, han obligadoa sus promotores a adoptar una postura defensiva. Almismo tiempo, hay tensiones entre las distintas formasde regionalismo y de globalismo. En los días a menudoinciertos de las negociaciones de la Ronda Uruguay delGATT (1986-94) a nivel multilateral, muchos gobiernosse propusieron el establecimiento de iniciativas regiona-les paralelas como el Tratado de Libre Comercio deAmérica del Norte (TLCAN o NAFTA por sus siglas eninglés) y el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico(APEC). En ese entonces, tales iniciativas estaban vistascomo una opción de retaguardia, en caso que la RondaUruguay fracasara.

Los intentos de los partidarios de la globalización neoli-beral de minimizar o negar los vínculos entre la devas-tadora crisis financiera que azotó a Asia en 1997-98 y laimposición de la liberalización económica, fueron recha-zados con creciente escepticismo. Sin embargo, las ins-tituciones financieras y los gobiernos les prescribieron alos países más afectados más de la misma amarga medi-cina como solución. En el contexto de una resistenciacreciente al neoliberalismo, el ex Director General de laOMC Supachai Panitchpakdi llegó a sostener que el 11

de septiembre era una “bendición disfrazada” para losglobalizadores.4 De hecho, esa fecha ha sido utilizadadesde entonces cínicamente como garrote para mango-near y hostilizar a los países del Sur e impulsar la ofen-siva neoliberal. Mientras la OMC anda a los tumbos deuna crisis de legitimidad y credibilidad a otra, y lasnegociaciones multilaterales de comercio avanzan rápi-damente hacia la nada, las cumbres internacionales sehan transformado en terreno fértil para concertar TLCbilaterales. La posición oficial de la OMC sobre el creci-miento explosivo de los TLC pasó de una actitud desobrada confianza y negación a una de patética deses-peración. Su actual Director General, Pascal Lamy,insiste: “considero que un poco de pimienta bilateral enel aderezo multilateral lo hace más sabroso. Pero comobien sabemos, un plato de pimienta no es una grancomida”.5

4 “Supachai: Tragedy a blessing in disguise”, Bangkok Post, 22 denoviembre de 2001

5 WTO etraining session, 29 de marzo de 2007,https://etraining.wto.org/chat/archive/29mar2007.htm

Activistas denuncian la realidad dellibre comercio en la Cumbre de la APECen Sydney, septiembre de 2007. Laciudad estaba bajo una intenso bloqueode seguridad para que las negocia-ciones del TLC entre los delegadosoficiales pudieran continuar sin pertur-baciones. (Foto: Selwyn Manning)

3 Atilio Borón, “Imperio e Imperialismo: una lectura crítica de MichaelHardt y Antonio Negri”, CLACSO, Argentina, ver enhttp://www.clacso.org.ar/difusion/institucional/difusion/Publicaciones/catalogo/coleccion-secretaria-ejecutiva/publicacion.2006-05-27.2726886327

“Va a ser un sí, así que pueden olvidarse de la letra pequeña”

8 | Combatiendo los TLCs

De compras

Detrás de cada uno de los TLCpodemos apreciar la mano de losempresarios capitalistas. Amedida que las transnacionales yotras compañías nacionales sehan ido fusionando, reestructu-rando, diversificando y lanzán-dose a la conquista de nuevosmercados y fuentes de gananciasdurante el proceso de transnacio-nalización (a menudo con elapoyo de los gobiernos naciona-les), su capacidad de cabildeo ysu peso político a nivel nacionalse ha multiplicado, al igual quesus exigencias de marcos legalesde mayores libertades respectode cualquier tipo de regulacionesque les pudieran resultar perjudi-ciales. Las transnacionales - y susaliados políticos recompensadoseconómicamente- han estado decompras, de foro en foro. Si noencuentran lo que buscaban enun lugar, siguen y se van paraotro. Las empresas han impul-sado agresivamente la aceptaciónde disciplinas vinculantes queredefinen y/o arrastran áreas delo que hasta el momento se consi-deraban áreas de política nacionalsoberana –como la agricultura,los servicios y la propiedad inte-lectual- para llevarlas al terrenode las reglas del comercio inter-nacional formuladas a través deacuerdos mundiales como los queadministra la OMC. Dos ejemplos–inversiones y propiedad intelec-tual- ilustran cómo las transnacio-nales han ido de foro en foro enlas últimas décadas intentandoconseguir su objetivo, y cómo losTLC se han convertido en suúltima arma preferida.

Inversiones: En la década de1960, la Organización para laCooperación y el DesarrolloEconómico (OCDE) adoptó doscódigos no vinculantes en materiade liberalización de las inversio-nes: el Código de la Liberalizaciónde los Movimientos de Capital y elCódigo de Liberalización de lasOperaciones Corrientes deInvisibles. La aplicación dependíade la presión entre pares. Luego,durante la Ronda Uruguay delGATT, Estados Unidos, la UE yJapón intentaron dar un paso másen esa dirección, impulsando unacuerdo sobre inversiones de apli-cación obligatoria. Pero encontra-ron oposición. Entre 1995 y 1998hubo igualmente nuevos intentos

para crear un Acuerdo Multilateralde Inversiones (MAI por sus siglasen inglés) de carácter vinculanteen el marco de la OCDE, queincluía medidas similares a las delCapítulo 11 del TLCAN. Despuésdel fracaso de la propuesta delMAI en 1998 debido tanto a laoposición externa como a diferen-cias internas entre los gobiernos,los intentos renovados de lograrun acuerdo sobre inversiones enla OMC no han rendido fruto.Muchos países – especialmentedel Sur – se opusieron firmementea cualquier resurrección del MAIen la OMC. Pero los países indus-triales han logrado ampliar la libe-ralización de las inversiones a tra-vés de los TLC y los TBI. Losacuerdos bilaterales ofrecen uncamino gradual que puede trans-formarse en plataforma de lanza-miento para acuerdos multilatera-les más integrales. Una vez quelos países se hayan envuelto enredes de tratados bilaterales deinversiones, será más difícil resis-tir un acuerdo tipo MAI a nivelmultilateral, si acaso lleganalguna vez a reanudarse allí lasnegociaciones seriamente.

Propiedad intelectual: Lo mismose aplica a los Derechos dePropiedad Intelectual. En ladécada de 1970, los gobiernosdel Norte vieron frustrados susintentos de impulsar reglas depropiedad intelectual más estric-tas a través de la OrganizaciónMundial de la Propiedad Intelec-tual de Naciones Unidas. Los paí-ses del Sur, conscientes de lospeligros de los regímenes mono-pólicos fuertes, especialmentegracias a la orientación políticaproveniente de la Conferencia delas Naciones Unidas sobreComercio y Desarrollo (UNCTADpor sus siglas en inglés), utiliza-ron el mecanismo de “un país unvoto” de Naciones Unidas parabloquear la presión del Norte, quebuscaba obtener mayores rentasde la propiedad intelectual en fun-ción de la naturaleza cambiantede los activos empresariales ensus países. En la década de 1980,fueron al GATT y colocaron a lapropiedad intelectual en laagenda de la Ronda Uruguay. Elacuerdo propuesto sobre losAspectos de los Derechos dePropiedad Intelectual relaciona-dos con el Comercio (ADPIC) sepresentó como una herramientapara ayudar a las transnacionales

a frenar el flujo de ropas, músicay videos de marca falsificados.6

Pero preparó el terreno paraampliar agresivamente los dere-chos de patente sobre microorga-nismos, semillas y medicamentosvitales. En ese momento, la mayorparte de los países no permitía laspatentes sobre alimentos, pro-ductos farmacéuticos y otros pro-ductos considerados básicos paralas necesidades humanas. ElComité de Propiedad Intelectual deEstados Unidos (US IntellectualProperty Committee) –una coali-ción de 13 grandes empresas esta-dounidenses entre las que seencuentran DuPOnt, Pfizer, Bristol-Myers y Merck- trabajó en conjuntocon los representantes de comer-cio estadounidenses para redactarun texto que estandarizara lasleyes de DPI a nivel mundial segúnlos criterios estadounidenses, ypara hacerlas de aplicación obli-gatoria en el marco de lo queluego devendría como la OMC.Este activismo empresarial fue engran parte el que le dio forma alos ADPIC: un total de 96 de los111 integrantes de la fuerte dele-gación estadounidense que nego-ció el texto durante la RondaUruguay provenía del sector pri-vado.7

Los ADPIC se transformaron asíen el primer acuerdo internacio-nal vinculante en permitir mono-polios empresariales sobre seresvivos. Sin embargo, en virtud desus concesiones mutuas con laUE, Estados Unidos no pudo con-seguir todo lo que quería. En vezde exigir patentes para las varie-dades vegetales –es decir, lassemillas que plantan los agricul-tores- el acuerdo dejó este puntoabierto para que los países opta-ran por patentes o alguna otraforma de propiedad sobre lasvariedades vegetales. Desdeentonces, Estados Unidos, la UE yJapón han estado trabajando

6 Los ADPIC abarcan también los derechosde autor y los derechos relacionados, eldiseño físico de circuitos integrados, lasindicaciones geográficas (como en el casode vinos y quesos), las marcas registradasy los diseños industriales.

7 Rob Weissman, “Patent Plunder: TRIPpingthe Third World”, Multinational Monitor,noviembre 1990; ver también AzizChoudry, “Biotechnology, IntellectualProperty Rights and the WTO” en BrianTokar (ed.), Gene Traders: Biotechnology,World Trade and the Globalization ofHunger, Toward Freedom, Burlington, VT,2004.

Combatiendo los TLCs | 9

Patrick Cronin, primer vice presidente del Centro deEstudios Estratégicos e Internacionales (Center forStrategic and Internacional Studies) de Washington,escogió una mejor analogía en 2004: “ante el retrocesode la reforma de la OMC en Cancún, la administración[Bush] se concentra ahora como un rayo láser en losacuerdos comerciales regionales y particularmente, enlos bilaterales”.8 La liberalización quirúrgica con láser- osea, el bilateralismo a través de los TLC- le permite a laspotencias mundiales como EEUU y la UE mantener bajocontrol a países seleccionados y reducir la posibilidadde que algunos de sus aliados se alcen contra el mango-neo, los atropellos y el doble discurso de Occidente enlos foros como la OMC. A través de los tratados bilate-rales, estas potencias han podido enfocar la mira y enfi-lar sus baterías con mayor precisión contra las políticasu otras medidas gubernamentales que les desagradan,recortando seriamente los derechos y capacidades delos gobiernos nacionales para mantener marcos de polí-ticas económicas, sociales y ambientales soberanas.

Perpetuar y consolidar el neoliberalismo

Los TLC son hoy la herramienta preferida para perpetuary expandir el desacreditado modelo social y ecológica-mente destructivo que el Banco Mundial, el FMI y las ins-tituciones financieras regionales le han impuesto a granparte del mundo en nombre del “desarrollo”. Los progra-mas de ajuste estructural, cuya misión era encarrilar alos países por el camino correcto, implican la privatiza-ción de las empresas y servicios estatales, el recorteabrupto del gasto público, el desarrollo de economíasorientadas a la exportación, el aumento de las tasas deinterés y los impuestos, y la reducción drástica de lossubsidios a los productos de consumo básico como ali-mentos, medicamentos y combustibles. Aunque estemodelo ha funcionado sumamente bien para el capitaltransnacional, para la mayoría de los pueblos del mundoha sido una catástrofe indescriptible. El llamado modelodel libre mercado generó un aumento de las desigualda-des al interior de los países y entre distintos países. ElBanco Mundial, el FMI, el Banco Interamericano deDesarrollo y el Banco Asiático de Desarrollo les impusie-ron durante décadas la “asistencia técnica” y los présta-mos a los países deudores para prepararlos y acondicio-

narlos para la liberalización total de las inversiones y elcomercio, con el Banco Mundial aumentando drástica-mente los fondos destinados a actividades relacionadascon el comercio, apuntando especialmente a los paísesmenos adelantados, las economías en transición y lospaíses en proceso de ingreso a la OMC. En realidad setrata de ayuda para la liberalización del comercio.

De manera similar, las políticas de cooperación para eldesarrollo también funcionan en el mismo sentido. Losvínculos entre el comercio y la cooperación han sido uti-lizados por los gobiernos donantes como un medio parapromover el avance general del neoliberalismo y refor-mas de políticas específicas a través de acuerdos decomercio e inversiones multilaterales, regionales y bila-terales. USAID, por ejemplo, es uno de los principalespromotores de la biotecnología en el Tercer Mundo –sutrabajo va de la mano con las agendas de las grandescompañías estadounidenses y las prioridades deWashington en materia de comercio internacional.Ofrece “asistencia técnica” a los países que tienen TLCcon Estados Unidos.9 Los cambios legislativos realizadosen Vietnam en materia de legislación sobre derechos depropiedad intelectual (DPI) contaron con la asistenciatécnica del proyecto STAR-VIETNAM financiado porUSAID, que está apoyando la implementación delacuerdo de comercio bilateral Vietnam – EEUU. Otrosgobiernos tienen programas similares de “asistenciapara la generación de capacidad comercial”, como es elcaso de la asistencia técnica en asuntos comerciales quebrinda la Agencia Canadiense de Desarrollo Inter-

arduamente para elevar esa“norma mínima” a un escalón másalto de exigencia a través de susTLC bilaterales. Mientras EstadosUnidos impone patentes sobreplantas y animales en sus TLC, laUE y Japón, en beneficio de suspropias compañías de biotecnolo-gía, imponen el Convenio UPOV(Unión Internacional para laProtección de las ObtencionesVegetales), que consiste en ungrupo de reglas similares a laspatentes que impiden a los agri-cultores guardar semillas.

Con los medicamentos, el escena-rio es similar aunque aún mássiniestro. En la OMC, los gruposde presión de la industria farma-céutica tampoco consiguierontodo lo que querían; en particularlos ha enervado una batalla por lainterpretación de las condicionesque se aplican al otorgamiento delicencias obligatorias y a la impor-tación paralela de drogas patenta-das. La industria por eso ha recu-rrido agresivamente a los TLCcomo herramienta para imponerreglas mucho más estrictas que

impidan la fabricación y el comer-cio de los medicamentos genéri-cos. Sea en materia de semillas ode medicamentos, la idea esfrenar la competencia y hacersede mayores ganancias en base amonopolios más prolongados yestrictos –no importa en absolutoque se trate de alimentos o de lasalud. Los TLC son en estemomento el camino más fácil yefectivo para que las transnacio-nales obtengan lo que quieren enel momento.

8 Daily Yomiuri, Tokio, 1 de enero de 2004.9 Ver el sitio web del Consejo de Comercio Estados Unidos-Vietnam

(US–Vietnam Trade Council ).http:// www.usvtc.org/trade/ipr/STAR_ IPR_28apr05.pdf

"Libre comercio, al fin!" Estados Unidos corporativo frente alos trabajadores de todo el mundo.

nacional (CIDA por sussiglas en inglés) y otrosprogramas similares de losgobiernos de Australia,Europa y Nueva Zelanda. ElMinisterio de Economía,Comercio e Industria deJapón también ha desarro-llado acuerdos de asisten-cia relacionados con losTLC, destinados a la coo-peración técnica y la capa-citación de personal en lossectores de la industriaautomotriz y el acero enMalasia y Tailandia.

Entretanto, en muchos paí-ses del Norte, las reformaseconómicas nacionales amenudo reflejan las mis-mas tendencias neolibera-les, con olas de privatiza-ción, desregulación y libe-ralización en nombre del crecimiento económico y lacompetitividad. Nueva Zelanda, Australia y Canadá, porejemplo, cuyos gobiernos son activos participantes enlos TLC, han promovido agresivamente las políticas delibre comercio a nivel internacional, al mismo tiempoque todos, en diferente grado, han llevado sus propiaseconomías hacia modelos corporativos, privatizados ydesregulados. Como en cualquier otro lugar, adherir al“libre comercio” significa aplicar un paquete de refor-mas: controles mínimos a las grandes empresas; inver-sión extranjera sin restricciones; exportación ilimitadade las ganancias; privatización de bienes, empresas yservicios del Estado; apertura plena de los mercadosnacionales a las importaciones baratas; infraestructurafinanciada por privados y de propiedad privada, queopera a través de mercados desregulados; sectores deservicios regidos por el mercado, incluyendo los servi-cios de carácter social como la educación, el transportey la salud; mercados laborales competitivos (o sea, conun costo bajo, y procesos de des-sindicalización) y flexi-bles (aplicando sistemas de contrato temporal y demedio tiempo); y libertad de movimiento para los inver-sionistas extranjeros (a la vez que se mantienen contro-les estrictos sobre trabajadores extranjeros y refugia-dos). El fin último es crear un régimen neoliberal hipe-rextendido a escala mundial, firme y perennementeentramado, con una maquinaria de aplicación obligato-ria plenamente funcional.

De compras

Detrás de cada uno de los TLC podemos apreciar lamano de los empresarios capitalistas. A medida que lastransnacionales y otras compañías nacionales se han idofusionando, reestructurando, diversificando y lanzán-dose a la conquista de nuevos mercados y fuentes deganancias durante el proceso de transnacionalización (amenudo con el apoyo de los gobiernos nacionales), sucapacidad de cabildeo y su peso político a nivel nacionalse ha multiplicado, al igual que sus exigencias de mar-cos legales de mayores libertades respecto de cualquiertipo de regulaciones que les pudieran resultar perjudi-ciales. Las transnacionales – y sus aliados políticosrecompensados económicamente – han estado de com-pras, de foro en foro. Si no encuentran lo que buscaban

en un lugar, siguen y se van para otro. Las empresas hanimpulsado agresivamente la aceptación de disciplinasvinculantes que redefinen y/o arrastran áreas de lo quehasta el momento se consideraban áreas de políticanacional soberana – como la agricultura, los servicios yla propiedad intelectual – para llevarlas al terreno de lasreglas del comercio internacional formuladas a través deacuerdos mundiales como los que administra la OMC.Dos ejemplos –inversiones y propiedad intelectual- ilus-tran cómo las transnacionales han ido de foro en foro enlas últimas décadas intentando conseguir su objetivo, ycómo los TLC se han convertido en su última arma pre-ferida.

Inversiones: En la década de 1960, la Organización parala Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) adoptódos códigos no vinculantes en materia de liberalizaciónde las inversiones: el Código de la Liberalización de losMovimientos de Capital y el Código de Liberalización delas Operaciones Corrientes de Invisibles. La aplicacióndependía de la presión entre pares. Luego, durante laRonda Uruguay del GATT, Estados Unidos, la UE y Japónintentaron dar un paso más en esa dirección, impul-sando un acuerdo sobre inversiones de aplicación obli-gatoria. Pero encontraron oposición. Entre 1995 y 1998hubo igualmente nuevos intentos para crear un AcuerdoMultilateral de Inversiones (MAI por sus siglas en inglés)de carácter vinculante en el marco de la OCDE, queincluía medidas similares a las del Capítulo 11 delTLCAN. Después del fracaso de la propuesta del MAI en1998 debido tanto a la oposición externa como a dife-rencias internas entre los gobiernos, los intentos reno-vados de lograr un acuerdo sobre inversiones en la OMCno han rendido fruto. Muchos países –especialmente delSur– se opusieron firmemente a cualquier resurreccióndel MAI en la OMC. Pero los países industriales hanlogrado ampliar la liberalización de las inversiones a tra-vés de los TLC y los TBI. Los acuerdos bilaterales ofre-cen un camino gradual que puede transformarse en pla-taforma de lanzamiento para acuerdos multilateralesmás integrales. Una vez que los países se hayanenvuelto en redes de tratados bilaterales de inversiones,será más difícil resistir un acuerdo tipo MAI a nivel mul-tilateral, si acaso llegan alguna vez a reanudarse allí lasnegociaciones seriamente.

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TLC significa muerte por patentes para las personas con HIV/SIDA y otras enfermedadesdijeron los manifestantes en la XVI Conferencia Internacional sobre el SIDA en Toronto en2006 (Foto: Riekhavoc)

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Propiedad intelectual: Lo mismo se aplica a losDerechos de Propiedad Intelectual. En la década de1970, los gobiernos del Norte vieron frustrados susintentos de impulsar reglas de propiedad intelectualmás estrictas a través de la Organización Mundial de laPropiedad Intelectual de Naciones Unidas. Los países delSur, conscientes de los peligros de los regímenes mono-pólicos fuertes, especialmente gracias a la orientaciónpolítica proveniente de la Conferencia de las NacionesUnidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sussiglas en inglés), utilizaron el mecanismo de “un país unvoto” de Naciones Unidas para bloquear la presión delNorte, que buscaba obtener mayores rentas de la pro-piedad intelectual en función de la naturaleza cambiantede los activos empresariales en sus países. En la décadade 1980, fueron al GATT y colocaron a la propiedad inte-lectual en la agenda de la Ronda Uruguay. El acuerdopropuesto sobre los Aspectos de los Derechos dePropiedad Intelectual relacionados con el Comercio(ADPIC) se presentó como una herramienta para ayudara las transnacionales a frenar el flujo de ropas, música yvideos de marca falsificados. Pero preparó el terrenopara ampliar agresivamente los derechos de patentesobre microorganismos, semillas y medicamentos vita-les. En ese momento, la mayor parte de los países nopermitía las patentes sobre alimentos, productos farma-céuticos y otros productos considerados básicos paralas necesidades humanas. El Comité de PropiedadIntelectual de Estados Unidos (US Intellectual PropertyCommittee) –una coalición de 13 grandes empresasestadounidenses entre las que se encuentran DuPOnt,Pfizer, Bristol-Myers y Merck– trabajó en conjunto conlos representantes de comercio estadounidenses pararedactar un texto que estandarizara las leyes de DPI anivel mundial según los criterios estadounidenses, ypara hacerlas de aplicación obligatoria en el marco de loque luego devendría como la OMC. Este activismoempresarial fue en gran parte el que le dio forma a losADPIC: un total de 96 de los 111 integrantes de la fuertedelegación estadounidense que negoció el texto

durante la Ronda Uruguay provenía del sector privado.

Los ADPIC se transformaron así en el primer acuerdointernacional vinculante en permitir monopolios empre-sariales sobre seres vivos. Sin embargo, en virtud de susconcesiones mutuas con la UE, Estados Unidos no pudoconseguir todo lo que quería. En vez de exigir patentespara las variedades vegetales – es decir, las semillas queplantan los agricultores- el acuerdo dejó este puntoabierto para que los países optaran por patentes oalguna otra forma de propiedad sobre las variedadesvegetales. Desde entonces, Estados Unidos, la UE yJapón han estado trabajando arduamente para elevaresa “norma mínima” a un escalón más alto de exigenciaa través de sus TLC bilaterales. Mientras Estados Unidosimpone patentes sobre plantas y animales en sus TLC, laUE y Japón, en beneficio de sus propias compañías debiotecnología, imponen el Convenio UPOV (UniónInternacional para la Protección de las ObtencionesVegetales), que consiste en un grupo de reglas similaresa las patentes que impiden a los agricultores guardarsemillas.

Con los medicamentos, el escenario es similar aunqueaún más siniestro. En la OMC, los grupos de presión dela industria farmacéutica tampoco consiguieron todo loque querían; en particular los ha enervado una batallapor la interpretación de las condiciones que se aplican alotorgamiento de licencias obligatorias y a la importa-ción paralela de drogas patentadas. La industria por esoha recurrido agresivamente a los TLC como herramientapara imponer reglas mucho más estrictas que impidan lafabricación y el comercio de los medicamentos genéri-cos. Sea en materia de semillas o de medicamentos, laidea es frenar la competencia y hacerse de mayoresganancias en base a monopolios más prolongados yestrictos – no importa en absoluto que se trate de ali-mentos o de la salud. Los TLC son en este momento elcamino más fácil y efectivo para que las transnacionalesobtengan lo que quieren en el momento.

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El TLCAN firmado por México,Canadá y Estados Unidos en 1992fue una ampliación del TLC entreCanadá y Estados Unidos que entróen vigor en 1989. Debido a su con-tenido y a su dinámica política y eco-nómica Norte-Sur, el TLCAN se con-virtió en un modelo para la siguienteola de acuerdos comerciales bilate-rales. El TLCAN abrió camino endiversos aspectos:

• Tiró abajo los aranceles a lasimportaciones de productos agrí-colas estadounidenses. El maíz, la

leche y otros productos estadou-nidenses pasaron a ser tan bara-tos al sur del Río Grande quepudieron venderse a precios másbajos que los productos mexica-nos. Como consecuencia, más deun millón de campesinos mexica-nos se vieron obligados a aban-donar sus tierras, incapaces decompetir con la agroindustriaestadounidense subsidiada.

• Le brindó mayores facilidades alas empresas estadounidensespara establecer fábricas en

México, para ensamblar y manu-facturar allí sus productos yluego mandarlos a bajo costo devuelta a Estados Unidos. Los tra-bajadores mexicanos estánpagando el costo: eliminación delos derechos laborales, mayorviolencia social (especialmentecontra las mujeres) y la gran pre-sión emigratoria.

• Otorgó a las empresas estadouni-denses y canadienses el derechoefectivo a demandar al gobiernomexicano por cualquier decisiónu omisión en materia de políticasque directa o indirectamenteafecte sus expectativas de obte-ner ganancias por sus inversionesen México. Desde 1996, elgobierno mexicano ha sidodemandado por un monto quesupera los US$1.700 millones, através de 15 controversias inver-sionista-Estado amparadas en elTLCAN.1

• Proveyó al gobierno de EstadosUnidos con una plataforma paraimponerle a México (como partede la “asociación”) políticas deseguridad e inmigración, ademásde normas ambientales y labora-les al servicio de los intereses delas empresas estadounidenses.Un ejemplo claro de lo que estosignifica puede verse en el campode la biotecnología, dondeMéxico ha asumido el liderazgoen promover la preeminencialegal de lo que dicen los TLC enmateria de etiquetado de los ali-mentos genéticamente modifica-dos, en el seno (y en contra) delProtocolo de Bioseguridad delConvenio de las Naciones Unidassobre la Diversidad Biológica.2

1 Para más detalles, ver Scott Sinclair, “NAFTAdispute table”, Canadian Centre for PolicyAlternatives, marzo 2007, en: http://policyalternatives.ca/documents/Nat iona l _Of f i ce_Pubs/2007/NAFTA_Dispute_Table_March2007.pdf

2 Ver GRAIN y African Centre for Biosafety,“Bilateral biosafety bullies”, octubre 2006,http://www.grain.org/briefings/?id=199.

La opción de los TLC bilaterales como herramienta preferida para impulsar el neoliberalismo hoyen día descansa en dos pilares históricos: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte(TLCAN o NAFTA por sus siglas en inglés), que demostró de qué manera un TLC puede jalonarla expansión de la globalización capitalista; y el fracaso de la Ronda de Doha de la OrganizaciónMundial del Comercio (OMC), que dejó el camino abierto para muchos más TLCAN.

El actual frenesí por los TLCsbilaterals.org y GRAIN (Septiembre 2007)

Comunidades tailandesas han protestado fuertemente en contra de los TRIPS-plusincluidos en el TLC propuesto entre EE.UU.- Tailandia, por sus implicaciones para losagricultores y las personas que viven con HIV/SIDA.

En una palabra, el TLCAN estableció un nuevo para-digma en términos de los beneficios que pueden brin-darle los TLC a las trasnacionales.

Aunque los tremendos impactos del TLCAN todavía nohan terminado de revelarse en toda su extensión, el sis-tema de comercio multilateral entró en un grave estadode inercia que la ha dado un ímpetu sin precedentes alos TLC como vía para imponer la liberalización delcomercio y las inversiones. La ronda actual de negocia-ciones comerciales de la OMC – cuya meta es reducir losaranceles de los productos agrícolas y manufacturadosimportados, abrir el comercio de servicios, desregular lapesca, etc – prácticamente no ha obtenido nada. Su lan-zamiento en Seattle en noviembre de 1999 fracasódebido a las tensiones internas entre los miembros de laOMC respecto del ritmo y el alcance de las conversacio-nes, el resentimiento creciente frente al predominio deun puñado de gobiernos del Norte, y la presión externade las protestas callejeras masivas que conmovieron laciudad durante los días de reunión de los miembros dela OMC. Poco tiempo después de iniciada en Doha ennoviembre de 2001, la ronda toco fondo en Cancún enseptiembre de 2003, cuando la exasperación políticaque suscitó la negativa de Estados Unidos y la UE a redu-cir los subsidios agrícolas internos – al mismo tiempoque exigían a los países abrir nuevas áreas de sus eco-nomías a la liberalización – colmó la paciencia de losgobiernos del Sur liderados por la India y Brasil. Lasnegociaciones volvieron a fracasar en Ginebra en juliode 2006. Los intentos posteriores de revivirlas han sidoinfructuosos hasta ahora, aunque sería poco inteligentedescartar totalmente una nueva revitalización de laOMC.

Se destacan dos momentos en esta serie de crisis:

• Cancún desencadenó un vuelco significativo de lamira y la presión enfocada desde entonces en losTLC. Robert Zoellick, que en ese momento se desem-peñaba como Representante Comercial de EstadosUnidos, respondió inmediatamente con su programade “liberalización competitiva”, mediante el cualEstados Unidos pondría a los países del Sur a compe-tir entre sí en la lucha por acceder a los mercadosestadounidenses a través de acuerdos bilateralesexclusivos negociados uno a uno. Washington anun-ció inmediatamente la negociación de varios TLC conTailandia, Ecuador, Perú, Colombia y poco despuéscon cinco países de América Central. Japón, China ymuchos otros gobiernos de Asia y el Pacífico tambiéncomenzaron a mostrarse mucho más interesados enlos TLC y se dispusieron afanosamente a entrar ennegociaciones. En este período muchas personashicieron suya la frase del economista de laUniversidad de Columbia Jagdish Bhagwati, que serefirió al “efecto del recipiente de spaghetti” para des-cribir los peligros implícitos al establecimiento deuna red intrincada de reglas de comercio bilateralesdivergentes en sustitución de un régimen multilateralmás coherente, que sólo un foro mundial como laOMC estaría en condiciones de mantener.

• La suspensión de la Ronda de Doha en julio de 2006le imprimió nuevos bríos al viraje en pos de los TLC.Si bien Estados Unidos no inició nuevas negociacio-nes, la UE se abalanzó a entablar conversaciones ten-dientes a establecer nuevos e importantes TLC con 21países de América Latina y Asia. Sin embargo, paraentonces ya mucho había cambiado desde Cancún.

Los países latinoamericanos habían poco menos que“enterrado” la iniciativa de un Área de Libre Comerciode las Américas (ALCA), y algunos de ellos lideradospor Venezuela se embarcaron en una AlternativaBolivariana para las Américas (ALBA) que rivalizabacon aquella. Venezuela ya había abandonado laComunidad Andina e ingresado al Mercosur, en pro-testa contra los TLC de varios países andinos conWashington. Los 77 países del África, el Caribe y elPacífico miembros del grupo ACP estaban ingresandoen la última fase de negociaciones con Bruselas parafirmar acuerdos de asociación económica (EPA porsus siglas en inglés). Y China –que ya se había asegu-rado acuerdos parciales pero trascendentes conTailandia y ASEAN en sus conjunto, además decomenzar su periplo con Occidente dando inicio aconversaciones para un TLC general con NuevaZelanda y luego con Australia- ya se estaba embar-cando en una estrategia multifacética de TLC másamplios.

Cumplir con los acuerdos de la OMC ha sido tremenda-mente difícil, pero los acuerdos bilaterales con disposi-ciones “OMC plus” a menudo resultan incluso más exi-gentes. La estrategia de los negociadores comercialesde Estados Unidos y la UE en materia de acuerdos bila-terales es muy clara, y consiste en presionar a los demásgobiernos a avanzar más lejos y más rápido mientras nopuedan conseguir lo que ellos quieren en la OMC.

La relación entre los TLC y la OMC

Aunque pudiera parecer que apuntan en distinta direc-ción, los TLC bilaterales y la OMC multilateral compartenmucho y se complementan de muchas maneras entre sí.

• Los TLC parecen más limitados que la OMC en tér-minos de a quiénes afectan –pero esto es sólo enapariencia. Un TLC Canadá – Corea por ejemplo,afectará principalmente las oportunidades de nego-cios –y por ende de empleo, derechos sociales y todasuerte de marcos regulatorios que se apliquen a losmercados- entre Canadá y Corea. Pero gracias al prin-cipio de la “nación más favorecida” que todos losmiembros de la OMC tienen que respetar, cualquierprivilegio que Corea le conceda a Canadá en el marcodel TLC deberá extenderse a otros países que tenganacuerdos similares con Corea. De modo que aunquelos TLC se limitan a los países implicados, existe unefecto dominó incorporado que le extiende a otrospaíses los privilegios de mercado bilaterales. Esto faci-lita mucho el establecimiento de nuevas reglas y nor-mas internacionales de abajo hacia arriba. Más quenegociar políticas o mejores prácticas –por ejemplo,para derribar las barreras a las inversiones- a nivelmundial (de manera visible y lenta), los gobiernos pue-den generar una serie de hechos consumados, disemi-nándolos a través de acuerdos bilaterales. Este efectoviral representa una ventaja muy importante de losTLC para potencias como Estados Unidos, Suiza, Japóny la UE. Las grandes potencias pueden hablar efectiva-mente de “normas internacionales emergentes” –porejemplo sobre derechos de transmisión televisada oradial, cláusulas sobre derechos de autor o protecciónde datos de la industria farmacéutica- y luego obligara todos los demás a aceptarlas.

• Los TLC Norte – Sur avanzan mucho más allá quela OMC. Los TLC entre los países industrializados y

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los países del Sur contienen por lo general disposicio-nes más onerosas para éstos últimos que las estipu-ladas por la OMC (por eso se las denomina OMCplus). Adoptan los acuerdos de la OMC como normamínima y sobre esa base avanzan más lejos. Estosucede en las áreas de la propiedad intelectual(ADPIC), las inversiones, y los servicios (AGCS o GATSpor sus siglas en inglés) – las tres áreas en que lospaíses industrializados tienen mayor interés de refor-mas que beneficien a sus empresas. Estados Unidos,la UE y la EFTA han sido los más adeptos a utilizar losTLC con ese objetivo. Japón se ha mostrado hastaahora más propenso a ceder en las negociacionesante las protestas de sus socios, por ejemplo enmateria de derechos de propiedad intelectual (DPI),aunque esto puede cambiar en cualquier momento.3

Los TLC entre países del Sur generalmente no impo-nen cambios mutuos trascendentes en materia depolíticas, mucho menos políticas que vayan más alláde la OMC (“OMC plus”). Una excepción importante alcarácter “OMC plus” de los TLC Norte – Sur se da enmateria de migración. El capital del primer mundodebe tener libertad de movimiento a través de lasfronteras, pero la movilidad de los trabajadores delTercer Mundo sigue siendo un tema delicado.4

• Los TLC hacen caso omiso si la OMC cumple o nocon sus objetivos. La OMC permite la existencia delos TLC bajo ciertas condiciones.5 Los TLC están con-siderados por la OMC, en el mejor de los casos, como“excepciones” a la regla de no discriminación en lasrelaciones comerciales. Se los tolera como iniciativasextracurriculares, en tanto que el “verdadero nego-cio” de reformar las reglas del comercio mundial tieneque llevarse a cabo en el ámbito multilateral másabarcador. Los políticos y los expertos polemizan entorno a si los TLC perjudican a la OMC (al dispersar lacapacidad de negociación y desviar el comercio), o sipor el contrario la benefician (al fomentar efectiva-mente la liberalización del comercio). Lo que estáclaro es que se está dedicando mucha energía aldiseño de acuerdos de comercio fragmentarios porfuera y a mucha distancia de la lenta marcha de laOMC.6 Entretanto, algunos de los principales paísesdel Sur como China, India y Brasil están incremen-tando cada vez más sus cuotas respectivas del mer-cado mundial (no como consecuencia de los TLC sinogracias a la aplicación de programas nacionales agre-sivos). Los TLC permiten que los países elijan a dis-creción sus socios comerciales privilegiados (merca-dos), en momentos en que el poderío comercial estácambiando de manos.

• Los TLC cumplen funciones mucho más ampliasque la OMC. Aunque los TLC hacen a la vez menos ymás que la OMC y la retrasan en el logro de nuevosniveles de consenso sobre la reforma del comercio, lacomparación entre ambos termina allí. Si bien es

cierto que uno de sus componentes centrales es elimpulso al comercio -sea a partir de la competencia,la cooperación o ambos- los TLC son fundamental-mente una herramienta para profundizar las relacio-nes. En el caso de los acuerdos Norte - Sur, éstas sonen general relaciones de dominación. Estados Unidos,por ejemplo, reduce sus aranceles para algunasexportaciones colombianas (“acceso al mercado”) y acambio obtiene soberanía y libertades indescriptiblespara que sus empresas operen en Colombia. Un paíscomo Estados Unidos no elige a un país comoColombia para un TLC porque lo considere un gransocio comercial, sino por razones geopolíticas: porejemplo, para asegurar su presencia en AméricaLatina, aislar y debilitar al presidente Chávez en lavecina Venezuela, para aumentar su influencia enColombia y permitirle fumigar con avionetas los culti-vos de coca; para operar más de cerca en la guerracontra las guerrillas de las FARC, etc. En los acuerdosSur-Sur, siempre hay un componente de demostra-ción de poder, pero la mayoría de ellos se desarrollanen un contexto regional en el que es necesario gene-rar cierto grado de cooperación. Los TLC son a la vezherramientas de política exterior e instrumentos eco-nómicos que usan los gobiernos de los países indivi-duales (o agrupamientos regionales de Estados).

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3 Ver GRAIN, “Japan digs its claws into biodiversity through FTAs”,Against the Grain, agosto 2007, http://www.grain.org/articles/?id=29

4 Hay actualmente 192 millones de emigrantes en el mundo, la mayoríaciudadanos de países del Tercer Mundo que han emigrado a paísesindustrializados en busca de trabajo.

5 Estas condiciones se describen en el Artículo XXIV del GATT. Allí diceque los miembros de la OMC pueden establecer TLC suplementariossiempre que: (a) eliminen, y no simplemente reduzcan, los aranceles ybarreras no arancelarias (b) en un período de tiempo razonable (habi-tualmente interpretado como entre 10 y 12 años) y (c) cubran “sustan-cialmente todo el comercio” entre las partes (habitualmente interpre-tado como entre 85 y 90%). El Artículo XXIV del GATT se aplica sola-mente al comercio de bienes y, en ese entendido, no permite ningún

trato “especial y diferenciado” entre los países. Los TLC que abarcan elcomercio de servicios tienen que ceñirse al Artículo 5 del Acuerdo delAGCS, que permite trato especial y diferenciado, así como algunasotras flexibilidades.

6 A pesar de todas sus reglas y burocracia, la OMC no vigila en realidadlos TLC. Se supone que hay un comité que los revisa, para asegurar quese cumpla lo dispuesto por el artículo XXIV y demás. Pero aunque elcomité se reúne, su tarea prácticamente es inexistente desde quecomenzó a operar la OMC en 1994. De los 194 TLC que se presenta-ron al comité para ser revisados hasta marzo de 2007, solamente 19pasaron por todo el procedimiento de análisis –apenas un 9%.

7 Trascripción de la entrevista a Susan Schwab, Financial Times, Londres,17 de noviembre de 2006. http://www.bilaterals.org/article.php3?id_ article=6505

(Photo: Chamsaesang)

“Los TLC bilaterales y regionales en la zonadel Asia y el Pacífico son la expresiónformal de hasta dónde nos han llevadonuestros respectivos sectores privados...son en realidad una manifestación del tra-bajo mancomunado de las empresas y elgobierno”.Susan Schwab, Oficina del Representante Comercialde Estados Unidos, 2006 7

Las empresas fijan la agenda

Los objetivos de la negociación de un TLC son formula-dos por las empresas y los gobiernos en estrecha colab-oración. Por ejemplo, la agroindustria y las empresasfarmacéuticas estadounidenses han sido guionistas ypromotores de las disposiciones “ADPIC plus” en losTLC. En su informe de abril de 2004 sobre las disposi-ciones relativas a los DPI en el TLC Estados Unidos –Marruecos, el Comité Funcional Asesor de la Industria enmateria de Derechos de Propiedad Intelectual paraAsuntos de Política Comercial del gobierno esta-dounidense (IFAC-3), declara que “saluda con satisfac-ción el compromiso de Marruecos de proporcionar pro-tección de patentes a plantas y animales y la confirma-ción de ambas Partes de que se dispondrá de patentespara cualesquier nuevos usos y métodos de uso de unproducto ya conocido para el tratamiento de sereshumanos y animales. Esto permite contar con la protec-ción de las patentes para las plantas y animales trans-génicos que sean nuevos, que impliquen actividadinventiva y que sean aptos para una aplicaciónindustrial”. Y luego sigue destacando que “esto repre-senta una mejora significativa respecto de los compro-misos realizados por Chile y el CAFTA en sus TLC conEstados Unidos, que obliga a los negociadores esta-dounidenses a insistir en todos los futuros TLC para quese permitan las patentes tanto para plantas como paraanimales”.8

Está meridianamente claro que se trata de una estrate-gia mundial –no caso a caso- de la industria estadouni-dense. El IFAC-3 es una auténtica usina de las empresastitanes de Estados Unidos. Entre sus miembros estánPfitzer y Merck, Eli Lilly, la Organización de la IndustriaBiotecnológica (Biotechnology Industry Organisation), laAsociación de Fabricantes e Investigadores Farmacéuti-cos de EEUU (Pharmaceutical Research and Manu-facturers of America -PhRMA), Time Warner, Anheuser-Busch, y la Alianza Internacional de la PropiedadIntelectual (Internacional Intellectual Property Alliance),que es la coalición de industrias privadas de EstadosUnidos fundadas en los derechos de autor.9 Al decir delexperto en Propiedad Intelectual Peter Drahos: “El IFACes un comité que se ensucia las manos revisando yredactando acuerdos específicos. Hace este trabajo téc-nico para todas las iniciativas de comercio estadouni-

denses en materia de propiedad intelectual, sean bilate-rales, regionales o multilaterales. Por lo tanto, es capazde coordinar a nivel técnico el trabajo desplegado en losdistintos foros, y asegura así que las iniciativas comer-ciales que Estados Unidos negocia promuevan normasde propiedad intelectual que sean de conveniencia parala industria estadounidense. La experticia técnica delIFAC, así como la experticia que tiene a su disposición através de los departamentos jurídicos del sector privadoque lo integra, implica que, por ejemplo, puede evaluarminuciosamente las normas de propiedad intelectual deun país que esté solicitando ingreso a la OMC, y puedeproporcionar recomendaciones detalladas sobre las nor-mas que los negociadores de la oficina delRepresentante Comercial de Estados Unidos (USTR)deben conseguir que se incluyan en una negociación”.10

La Secretaría de la Coalición de Empresas del TLCEstados Unidos-Tailandia está compuesta por el ConsejoEmpresarial de Estados Unidos – ASEAN que representaa las empresas estadounidenses con intereses en ASEAN,y la Asociación Nacional de Fabricantes (NationalAssociation of Manufacturers – NAM), el grupo de pre-sión más importante de la industria estadounidense enmateria comercial. La NAM se ufana de que “Nuestra vozno está comprometida por intereses que no sean los dela industria”.11 FedEx, General Electric, New York Life,Time Warner y Unocal componen la presidencia empre-sarial de la coalición. Su Comisión Directiva incluye a:AIG, Cargill, Caterpillar, Citigroup, la Asociación deRefinadores de Maíz (Corn Refiners Association), laCoalición de Industrias de Servicios (Coalition of ServicesIndustries), Dow Chemical, Ford, el Consejo Nacional deProductores Porcinos (National Pork Producers Council),PhRMA, PriceWaterhouseCoopers, la Asociación deIndustria de Valores (Securities Industry Association),United Parcel Service (UPS) y la Cámara de Comercio deEstados Unidos (US Chamber of Commerce).12

Estas coaliciones empresariales desempeñan un papelpreponderante en la formulación de los objetivos de lasnegociaciones de los TLC de Estados Unidos, y recono-cen bastante abiertamente sus intereses creados y suafán de levantar las apuestas y obtener cada vez may-ores beneficios. El TLC recientemente firmado entreEstados Unidos y Corea, por ejemplo, contó con fuerterespaldo de la Asociación Estadounidense de Seguros(American Insurance Association) que busca abrir eloctavo mercado de seguros más grande del mundo.BusinessEurope (anteriormente conocida como la Uniónde las Confederaciones Industriales y de Empleadoresde Europa –UNICE) también expresa con franqueza susobjetivos respecto de los TLC: “Dada la importancia cre-ciente que tienen los servicios en las exportaciones de laUE, cualquier TLC futuro debe asegurar la más amplialiberalización de sectores claves como los serviciosfinancieros, las telecomunicaciones, los servicios profe-sionales y empresariales y los servicios de correos deentrega inmediata…La UE tiene ventajas comparativasevidentes en el área de los servicios, y es necesario ase-gurar que esas ventajas queden cristalizadas en losfuturos TLC”.13

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8 The Free Trade Agreement (FTA) US-Morroco: The Intellectual PropertyProvisions. Report of the Industry Functional Advisory Committee onIntellectual Property Rights for Trade Policy Matters (IFAC-3), 6 de abrilde 2004. http://www.ustr.gov/assets/Trade_Agreements/Bilateral/Morocco_FTA/Reports/asset_upload_file164_3139.pdf

9 Informe IFAC-3, 6 de abril de2004, ibid.

10Peter Drahos, “Expanding intellectual property’s empire: the role ofFTAs”, Research School of Social Sciences, Universidad NacionalAustraliana, Canberra, noviembre 2003. http://www.grain.org/ rights/tripsplus.cfm?id=28

11NAM at a Glance. Sitio web de la NAM: www.nam.org/s_nam/ doc1.asp?CID=53&DID=224181

12 Sitio web de la Coalición de Empresas del TLC Estados Unidos-Tailandia. http://www.us-asean.org/us-thai-fta/

(Photo: Courtesy Health Gap)

16 | Combatiendo los TLCs

Nippon Keidanren – la federación empresarial másgrande del Japón – resultó un grupo de presión clave enla formulación de las ambiciones de Tokio respecto delos TLC con Singapur, México, Corea del Sur e Indonesia.El conglomerado de la industria láctea de NuevaZelanda, Fonterra, creado a partir de la fusión de las doscooperativas lecheras más grandes del país y laDirección de la Industria Láctea de Nueva Zelanda, man-tiene una relación estrecha con los funcionarios decomercio neocelandeses y es un partidario agresivo dela liberalización del comercio agrícola. Fonterra es unode los principales promotores de un TLC China-NuevaZelanda, porque quiere sacar provecho de la crecientedemanda china de productos lácteos. El ConsejoEmpresarial Australia - China (Australia-China BusinessCouncil), que está cabildeando activamente a favor deun TLC China – Australia, tiene como vicepresidentes alos presidentes de la empresa Australia/Asia Gas y BHPBilliton Petroleum, y su ejecutivo de relaciones corpora-tivas viene de la empresa Rio Tinto.

Pero las transnacionales del Sur como la tailandesaCharoen Pokphand (CP), también han incidido protagó-nicamente en las negociaciones de los TLC para defen-der sus propios intereses, que a menudo se contrapo-nen a los de los campesinos y pequeños agricultores.“Nuestro Primer Ministro Thaksin Shinawatra acordó conel Primer Ministro de Japón que Tailandia no insistirámás en retirar el arroz de la mesa de negociaciones [delTLC Japón – Tailandia] para permitir que las negociacio-nes puedan avanzar. Creo que Japón debería demostrarsu buena voluntad no retirando otros productos, comoel camarón, el pollo y los frutos del mar”, declaróPornsilpa Patcharintanakul, alto ejecutivo de CP y subse-cretario de la Cámara Tailandesa”.14

Elementos clave para entender los TLC

Para entender el juego y la estrategia general de los TLCes necesario analizar todos los diferentes procesos yextraer los rasgos clave de estos acuerdos. No es algodifícil de hacer –y es imprescindible hacerlo si se quieredilucidar su poderío y saber cómo enfrentarlos.

Los TLC son sólo una de las herramientas: A pesar delfuerte énfasis actual en los TLC, nadie pone todos loshuevos en la misma canasta. Las grandes potenciascomo Estados Unidos y la UE suelen utilizar una gamaamplia de instrumentos para presionar a los países máschicos a adoptar sus prescripciones en materia de polí-tica económica. Utilizan las agencias de las NacionesUnidas, las instituciones financieras internacionales (elBanco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, losbancos de desarrollo regionales), la OMC, sus propiosaparatos de cooperación para el desarrollo, las políticasunilaterales y los viejos y conocidos acuerdos regidospor el garrote y los incentivos, para construir alianzas yasegurar cambios en las políticas. Aunque los TLCpermiten avances en profundidad, es importante noconsiderarlos como la única pieza del engranaje.

No todos los TLC son iguales: Algunos TLC son esencial-mente elementos de dominación.15 Otros son más biende cooperación. La mayoría presentan inevitablementeuna combinación de ambos aspectos, pero con mezclasdistintas.

Los TLC Norte-Sur están pensados, en general, paraabrir los países del Sur a las empresas privadas delNorte y permitir que éstas puedan operar libremente.Eso se logra fundamentalmente a través de las disposi-ciones sobre inversiones, propiedad intelectual y servi-cios (los tratados bilaterales de inversión funcionan dela misma manera), que constituyen los tres capítulos demayor interés para los países industrializados en unTLC, aunque existen además muchos otros que tambiénson importantes (ver el cuadro: Anatomía de un TLC).Los países del Sur supuestamente obtienen mayoracceso a los mercados: supuestamente pueden vendermás al país “desarrollado”, ya que la rebaja de arancelesharía que sus productos (y servicios, si es que exportanalguno) sean más competitivos. La reciprocidad entredos socios desiguales no los convierte en iguales, por elcontrario, refuerza las relaciones de dominación inequi-tativas. Para que todo este esquema funcione, los paísesdel Norte incluyen a menudo algún aporte directo defondos destinados a generar capacidad para el comercioo a la cooperación para el desarrollo –un refresco “dulce”para que los países del Sur se traguen más fácilmente laamarga “medicina” de la dominación.

Los TLC Sur–Sur, que florecen actualmente como hon-gos, son acuerdos invariablemente más débiles. Hastaahora han sido esencialmente programas de reducciónarancelaria: las dos (o más) partes acuerdan bajar losaranceles que se aplican a las exportaciones respectivas,y sólo para una lista limitada de productos.16 Los gobier-nos de América Latina establecieron muchos acuerdosde este tipo cuando abandonaron en la década de 1980la estrategia de sustitución de importaciones y adopta-ron la del desarrollo orientado a las exportaciones. Últi-mamente, este tipo de TLC simple se ha vuelto popularentre los gobiernos de Asia, como forma de reavivar elcomercio regional y seguir evaluando las posibilidades

siglas en inglés), acuerdos de asociación económica reforzada (CEPApor sus siglas en inglés), acuerdos de asociación económica estraté-gica (SEPA por sus siglas en inglés), acuerdos de cooperación econó-mica reforzada (CECA por sus siglas en inglés), acuerdos comercialesregionales (RTA por sus siglas en inglés), acuerdos de asociación (AA),etc.

16Habitualmente se los denomina “Acuerdos de comercio preferencial”(ACP o PTA por sus siglas en inglés) o incluso acuerdos preferenciales“parciales”.

13“UNICE strategy on an EU approach to free trade agreements”, Union ofIndustrial and Employers’ Confederations of Europe, Bruselas, 7 dediciembre de 2006, http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=7265

14Citado en el SiamRath Daily del 27 de octubre de 2004.15Además de la gama ‘dominación – cooperación’, los TLC difieren

mucho en su nombre y detalles. Tenemos tratados de libre comercio(TLC), acuerdos de comercio preferencial (ACP), acuerdos de coopera-ción económica (ACE), acuerdos de asociación económica (EPA por sus

¿Qué quieren decir con eso de una relación equilibrada?

de la integración económica, que a pesar de años deconversaciones oficiales sigue sin rendir muchos resul-tados en el continente. Hoy en día, sin embargo, los TLCSur-Sur están comenzando a tener un carácter másamplio, dejando de ser meros programas de reducciónarancelaria para pasar a ser pactos de liberalización eco-nómica más amplios, incluyendo servicios e inversiones.Pero todavía no les dictan cambios de política a los paí-ses firmantes, como sí lo hacen los acuerdos Norte-Sur.

Los TLC tienen motivaciones más amplias que el “comer-cio”: Están mayoritariamente orientados por una mezclade intereses geopolíticos, de seguridad y económicos.Los intereses geopolíticos –las relaciones de poder entrelos países- son bastante evidentes en los TLC tanto deEstados Unidos como de la UE, no solamente por la selec-ción de países con los que buscan establecer TLC, sinotambién por sus contenidos. Veamos algunos ejemplos:

• Estados Unidos está utilizando los TLC para socavarla oposición social y política a Israel en el MedioOriente y el mundo árabe en general. Los siguientesson ejemplos de esta estrategia: los TLC acordadoscon Jordania, Bahrein y Marruecos; el componente

palestino del TLC Estados Unidos-Israel; las ZonasIndustriales Calificadas Israel-Egipto, auspiciadas porEstados Unidos; el juego al que ha sometido a Egipto(Estados Unidos tienta a Egipto con la zanahoria delTLC y luego la esconde, se la muestra otra vez y lavuelve a esconder dependiendo de la situación delmomento); y el proyecto general de un TLC entreEstados Unidos y el Medio Oriente en su conjunto.

• Los TLC con Estados Unidos han generado problemasserios para las alianzas regionales del mundo árabecomo el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC porsus siglas en inglés) y la Liga Árabe. Una de las reglasdel GCC es que ninguno de sus miembros puedeentablar independientemente un TLC con un paísextra-bloque. Bahrein violó esa regla al firmar un TLCcon Estados Unidos, un hecho que generó gran ten-sión al interior del grupo durante varios años. Elnuevo acuerdo de Estados Unidos con Omán y lasnegociaciones que mantiene con los Estados ÁrabesUnidos han generado un “hecho consumado” que elGCC –especialmente Arabia Saudita- no tuvo másremedio que aceptar. A consecuencia del TLC conWashington, Bahrein se vio obligado a abandonar el

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Anatomia de un TLC delos EE.UU.

Un típico TLC “integral” puede cubrir20 puntos.

• Inversión: un conjunto de derechospara garantizar que las empresas deuna de las partes pueden instalarsey operar en el otro país sin interfer-encia por parte del Estado; incluye laobservancia de esos derechos, elderecho de los inversionistas extran-jeros a demandar al gobierno y unmecanismo de solución de contro-versias independiente que se basaen el arbitraje a puerta cerrada en elBanco Mundial en lugar de los tri-bunales nacionales.

• Propiedad intelectual: un conjuntode derechos para garantizar que lasempresas de una de las partespuedan poseer, como propiedadexclusiva y por el periodo más largode tiempo posible, cualquier tipo deconocimiento o información (mar-cas, variedades de plantas y ani-males, fórmulas de drogas, transmi-siones por satélite, páginas webdescargadas en los ordenadores,métodos comerciales, etc) en el otropaís; incluye la observancia de esosderechos por medio de legislaciónpenal, en lugar de civil. General-mente incluye el cumplimientoobligatorio de una serie de tratadosinternacionales de propiedad int-electual

• Servicios: el derecho de las empre-sas de una de las partes de poseer yoperar en todas las industrias deservicios del otro país: banca, dere-cho, servicios contables, salud, edu-

cación, agua, energía, cultura,comunicaciones, transporte, etc (Un“servicio”, se ha dicho, es algo queno se puede tirar con el pie)

• Servicios financieros: disposicionesespecíficas para liberalizar losseguros, pensiones y servicios rela-cionados con la banca, la elimi-nación de los controles de capital encaso de que existan.

• Medio ambiente: las dos partes secomprometen a aplicar sus propiasleyes sobre medio ambiente; puedeincluir el cumplimiento obligado dealgunos tratados internacionales demedio ambiente.

• Contratación pública: el derecho delas empresas de una de las partes asuministrar el gobierno (nacional,provincial o estatal y municipal) de laotra en su adquisición o utilizaciónde bienes y servicios a fines guber-namentales

• Medidas sanitarias y fitosani-tarias: se aplicarán las normas delos EE.UU. (por ejemplo, no puedehaber barreras a la comercializaciónde OGMs)

• Obstáculos técnicos al comercio:se aplicarán las normas de losEE.UU.(por ejemplo, no puede haberetiquetado de OGMs)

• Acceso a los mercados: arancelesespecíficos y cuotas, especialmenteen agricultura, pesca y productostextiles.

• Transparencia: el derecho de lasempresas de una de las partes a serinformadas de las nuevas leyes quese están redactando en el otro país yel derecho a hacer observaciones

sobre las leyes antes de su adop-ción, a fin de que no sean desfavor-ables al inversionista extranjero.

• Trabajo: ambas partes se comprom-eten a aplicar sus propias leyes lab-orales, podrán incluir un compro-miso de aplicar una serie de normasde la Organización Internacional delTrabajo (pero no los convenios de laOIT)

• Comercio electrónico: prevenciónde los impuestos sobre las transac-ciones comerciales realizadas através de Internet.

• Normas de origen: umbrales paradeterminar cuándo un productopuede ser considerado “hecho en___” para el acceso a los mercados;para productos textiles los EE.UU.aplica una regla de “el hilo delante”(el hilo en sí debe ser de los EE.UU.)

• Política de competencia: las dospartes se comprometen a aplicar suspropias leyes anti-monopolio

• Aduanas: medidas acordadas paraacelerar aduanas .

• Medidas de defensa comercial:permisos limitados para salva-guardias temporales en caso deaumento de las importacionescomo consecuencia de la aper-tura de los mercados.

• Solución de controversias: arbitrajeen un foro a elección; considera elpago de tasas como remedio cuandola queja se refiere a leyes laborales oambientales.

Varias de estas cuestiones han sidodeclarados “no negociables” por losgobiernos del Sur en la OMC.

18 | Combatiendo los TLCs

boicot a Israel que desde hace muchos años lleva ade-lante la Liga Árabe. El acuerdo entre Estados Unidos yMarruecos le impide a Marruecos aplicar preferenciascomerciales a terceros países no exportadores netosde ciertos productos agrícolas. Por este motivo,Marruecos no puede cumplir a cabalidad sus compro-misos en el marco del Acuerdo de Agadir, un TLCentre los países árabes cuyo propósito es servir deplataforma de lanzamiento para un TLC de toda laLiga Árabe. Y a todo esto se suma la alharaca de queel “capitalismo detiene al terrorismo”. Al anunciar elinicio de las negociaciones para el Tratado Bilateralde Inversiones (TBI) de Estados Unidos y Pakistán enseptiembre de 2004, Robert Zoellick afirmó: “Pakistány Estados Unidos son socios en el combate al terro-rismo mundial. Un TBI fundado en los elevados están-dares normativos que contiene nuestro texto modelo,puede jugar un papel importante en el fortaleci-miento de la economía de Pakistán y generar de estaforma nuevas oportunidades para los exportadores einversionistas de ambos países, y contribuir asi-mismo a lograr las condiciones económicas que con-trarresten el terrorismo”.17

• En América Latina, Washington ha utilizado los TLCpara alcanzar diversas metas geopolíticas: controlarla frontera con México (a través del TLCAN), crear unazona de amortiguación contra Chávez (ofreciéndoleun Acuerdo Marco sobre Comercio e Inversiones–TIFA por sus siglas en inglés—, un TBI y un TLC aUruguay, dividiendo así al Mercosur, un pilar econó-mico en el que Chávez quisiera poder apoyarse), paraaislar a Brasil (nuevamente cortejando a Uruguay ydesestabilizando al Mercosur) y para mantener supredominio económico (por ejemplo a través delCanal de Panamá) y militar en la región (en particular,en Colombia, dónde los asesores militares estadouni-denses están instalados cerca de la frontera venezo-lana, ayudando al ejército colombiano en la luchacontra las FARC. Del mismo modo que en el MedioOriente, la ofensiva de Washington en pos de TLC enAmérica Latina también ha generado grandes tensio-nes en los bloques regionales –no solamente en elMercosur, sino también en la Comunidad Andina.Cuando el Senado estadounidense dio el visto buenoal TLC Estados Unidos – Perú, el mundo empresarialmanifestó alborozado: “En la medida que los perua-nos [ahora] han conquistado nuevas opciones para sufuturo, no tendrán que recurrir a Chávez para obtenerrespuestas”.18 Bush está ahora cabildeando en elCongreso para que éste ratifique el acuerdo conColombia como “la principal herramienta políticaestadounidense” para frenar a Chávez.19

• Los TLC de la UE abordan de manera explícita lostemas militares. El acuerdo iniciado con Siria contiene

una cláusula especial que compromete a Damasco asumarse a la empresa de establecer en toda la regiónuna “zona verificable de Medio Oriente libre de armasde destrucción masiva, nucleares, biológicas y quími-cas y sus sistemas de lanzamiento”.20 La UE ha estadobuscando lo mismo con Irán, y ha logrado inclusodetener (al menos provisoriamente) el programa deenriquecimiento de uranio de Teherán, como condi-ción para reanudar las conversaciones sobre unTLC.21 Entretanto, Bruselas ha estado vacilando siincluirá o eliminará la cláusula sobre las armas dedestrucción masiva en su TLC con la India comopotencia nuclear,22 mientras que en los TLC que estánegociando con América Central y la ComunidadAndina, en cambio, avanza hacia un compromiso másamplio, que no sólo habla de impedir la “proliferaciónde armas de destrucción masiva” sino de “lucharcontra el terrorismo”.23

• La estrategia del gobierno australiano en materia deTLC está empezando a mezclarse descaradamentecon sus objetivos militares. Antes de iniciar conversa-ciones para un TLC con Japón en 2007, firmó unpacto de cooperación de seguridad conjunta con estepaís oficialmente desmilitarizado.24 Los planes paraun TLC Australia – Israel, que estaría concluido justoa tiempo para las celebraciones del sexagésimo ani-versario de Israel en 2008, están estrechamente liga-dos a los planes de cooperación conjunta en materiade defensa, además de las oportunidades de nego-cios para la venta de armas de alta tecnología que sesupone generará el acuerdo.25

Los fuertes intereses de política exterior que subyacen enlos TLC de Estados Unidos ayudan a explicar porquéWashington elige países con los que comercia muy pocopara firmar TLC. Es difícil desenredar la madeja de

17“United States, Pakistan Begin Bilateral Investment TreatyNegotiations”, comunicado de prensa del Representante Comercial deEstados Unidos, 28 de septiembre de 2004, http://www.state.gov/ e/eb/rls/prsrl/2004/36573.htm

18“Peru is in, now where’s Colombia?” Business Investor’s Daily, Editorial,4 de diciembre de 2007. http://www.investors.com/editorial/editorialcontent.asp?secid=1501&status=article&id=281664179614983

19Agencia France-Presse, “Bush wields Colombia trade deal to haltVenezuela” (Bush esgrime el acuerdo comercial con Colombia para fre-nar a Venezuela), Washington DC, 8 de diciembre de 2007,http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=10626

20Acuerdo de Asociación UE–Siria de 2004, Artículo 4, enhttp://www.bilaterals.org/IMG/pdf/com2004_0808en01.pdf

21Dilip Hiro, “No Carrots, All Stick”, Mother Jones, 8 de noviembre de2004, http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=941

22“EU aide worried by calls to drop India WMD clause”, Reuters, 2 de

marzo de 2007, en http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=7311

23Proyecto de directiva de negociación UE-CAN en http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=8334 y Proyecto de directiva de negocia-ción UE-América Central en http://www.bilaterals.org/ article.php3?id_article=8336. No hay ninguna mención al terrorismo ni a las armas dedestrucción masiva en el proyecto de directiva de negociación UE-ASEAN.

24Kyodo, “Japan, Australia strike strategic security cooperation agree-ment”, Tokio, 13 de marzo de 2007. http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=9759

25Mark Dodd, “Israeli deal to boost defence”, The Australian, 26 de sep-tiembre de 2007. http://www.theaustralian.news.com.au/story/0,25197,22483470-15084,00.html

26Sidney Weintraub, “The politics of US trade policy”, BBC, 3 de septiem-bre de 2003. http://news.bbc.co.uk/1/hi/business/3169649.stm

“El mensaje que se le está transmitiendo atodo el mundo es que la política de EEUU esfirmar TLC con otros países sólo si éstosestán dispuestos a adherir a las posicionesde Estados Unidos en materia de políticaexterior. En otras palabras, un TLC no esnecesariamente un acuerdo por el cual laspartes se benefician de la expansión delcomercio, sino más bien un favor que seotorga a cambio del respaldo a la políticaexterior estadounidense”.26

Sydney Weintraub, Centro de Estudios Estratégicos e

Internacionales.

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intereses geopolíticos y consideracio-nes relativas a la seguridad que danvida a los TLC. Las preocupacionesasociadas a la seguridad no abarcansolamente las armas y las fronteras.Las agendas de seguridad que seproyectan en los TLC se extiendenhoy visiblemente a la energía y la ali-mentación, incluso aunque ambasdependan del comercio.

• Países como China, Japón,Estados Unidos y la UE –todosellos grandes promotores de losTLC- dependen en gran medidade otros países extranjeros parasatisfacer sus necesidades deenergía. En su acuerdo pendientecon Brunei, Japón incluyó por pri-mera vez un capítulo sobre ener-gía, que le asegura a Tokio elsuministro garantizado de petró-leo y gas. Lo mismo ocurrió en elTLC Japón – Indonesia. El TLC lar-gamente pendiente entre la UE yel GCC, que se está negociandodesde 1990, supuestamente per-mitirá que empresas de la UEsean propietarias de compañíaspetroquímicas en los Estados delGolfo. Los aranceles que aplica laIndia al aceite de palma, que seutiliza para producir agrocom-bustibles, han sido una preocupa-ción central que ha detenido elTLC India – ASEAN.

• Japón y China dependen aguda-mente del mundo exterior parasu seguridad alimentaria, y estose refleja en sus estrategias decara a los TLC. Los TLC son unaherramienta que le permite alJapón asegurarse el suministro dealgunos alimentos, sobre los cua-les le puede imponer al país pro-veedor normas de salud e inocui-dad específicas. Con los países deASEAN, Japón ha negociado cláu-sulas para las frutas tropicales ylos frutos del mar; con Australianegociará normas para la carne ylos lácteos; y cualquier TLC quepueda firmar con China cierta-mente abarcará las verduras y lasoleaginosas. La preocupaciónjaponesa por su seguridad ali-mentaria se traduce también ensu actitud sistemática de excluirel arroz en los TLC para poderconservar los aranceles altos queaplica a las importaciones de esteproducto (más de 500%) – permi-

tiéndole así preservar la viabilidadde la industria arrocera nacional –y en su afán de negociación demayor acceso a las aguas depesca. La agenda de seguridadalimentaria de China se apreciaclaramente en Asia, donde sepuede ver cómo los chinos estántrabajando a largo plazo paraconstruir un sistema tercerizadode suministro de alimentos derespaldo desde el exterior. Laliberalización del comercio agrí-cola ha sido el primer efecto delos TLC firmados por China conASEAN y con Tailandia y los acuer-dos de China con Filipinas.27 Partede ese impacto ha sido la inunda-ción de los mercados locales confrutas y verduras chinas baratas,lo que ha ocasionado grandesproblemas a los campesinos tai-landeses y filipinos. Pero la otraparte es el efecto que han tenidolas compras de tierras con capita-les chinos y sus inversionesempresariales para desarrollar laproducción de alimentos a nivellocal para la exportación a China,en particular de alimentos bási-cos como el arroz.28

Lo económico es básico – peropotente: Los TLC y TBI Norte – Surson en realidad herramientas paraampliar los derechos de inversión,las oportunidades y los ambientespropicios para las transnacionalesdel Norte. Dentro de este marco, los

derechos de propiedad – y muyespecialmente los derechos de pro-piedad intelectual- son un factorcrucial. Los derechos de inversión ylos derechos de propiedad son prác-ticamente dos caras de la mismamoneda: lo que está en juego es enmanos de quién están los bienes.Muchos TLC y TBI específicamenteincluyen los DPI en sus definicionesde “inversión”. Esto significa controlprivado de bienes privados, porencima y en contra del interéspúblico y las ideas previamente rei-vindicadas acerca del papel delEstado. A esto se reducen la mayoríade los TLC Norte- Sur: expandir elcontrol y la propiedad de los recur-sos productivos en manos de lastransnacionales con raíces históricasen el Norte.

Los TLC proporcionan este control alestablecer reglas y normas – impul-sadas por el Norte – que son final-mente acordadas por ambas partes.Una vez acordadas, los gobiernosdel Sur a menudo deben rescribirvarias de sus leyes nacionales parareflejar estas normas, y ambas par-tes establecen organismos conjuntospara vigilar la aplicación del acuerdo.Para asegurarse que todo funcione,se incorporan una serie de mecanis-mos de solución de controversias.

Varios estudios del Banco Mundial yla UNCTAD demuestran que noexiste una relación directa de causa-

28GRAIN, “China–Philippines hybrid rice tie-up”, 29 de octubre de 2002en http://www.grain.org/hybridrice/?lid=18 y “Hybrid rice and China’sexpanding empire”, 6 de febrero de 2007 en http://www.grain.org/hybridrice/?lid=176. Ver también TJ Burgonio, “Probe sought on bio-fuels pacts between RP and China”, Philippine Daily Inquirer, 20 demayo de 2007, en http://newsinfo.inquirer.net/ breakingnews/nation/view_article.php?article_id=67037

27Ver la sección sobre China–ASEAN del sitio web bilaterals.org enhttp://www.bilaterals.org/rubrique.php3?id_rubrique=95; KingkornNarintarakul, “Thai–China free trade agreement for whose benefit?”,Asia Pacific Network on Food Sovereignty (APNFS), 2004 enhttp://www.apnfs.org/docs/apnfs2004kingkorn.pdf; NatividadBernadino, “The ASEAN–China free trade area: issues & prospects”,APNFS, 2004 en http://www.apnfs.org/docs/apnfs2004naty.pdf

Bush "negociando" con Toledo. (Imagen: Carlin)

20 | Combatiendo los TLCs

lidad entre la firma de un acuerdo de inversiones y elingreso de flujos mayores de inversión extranjera.China, Sudáfrica y Brasil son claros ejemplos de paísesque capturaron grandes flujos de inversión en los últi-mos años sin contar con ese tipo de acuerdos. Es más,la firma de dichos acuerdos puede acarrear costosas dis-putas legales por no garantizar un ambiente o condicio-nes adecuadas para las inversiones, dejando como saldopérdidas financieras netas.

Los derechos que obtienen las transnacionales a travésde estos acuerdos incluyen los siguientes:

• recibir un trato no menos favorable que el de lasempresas nacionales (“trato nacional”)

• recibir el “mejor” trato que se le ofrezca a las transna-cionales en el marco de otros acuerdos comerciales(“nación más favorecida”)

• seguridad en la propiedad de todos sus bienes: nohay expropiación (ni directa ni indirecta); no haynacionalización, y el Estado cuenta con menos posibi-lidades para establecer licencias obligatorias porrazones de interés público.

• devengar las ganancias previstas –y demandar alEstado si cualquier medida o decisión de políticapública se interpone a la obtención de las mismas.

• conducir sus negocios con mínima interferencia delgobierno: no hay exigencias de contratación de traba-jadores locales, ninguna obligación de transferir tecno-logía; libertad total para sacar el dinero del país y engeneral pocas restricciones al movimiento del capital.

• acceso directo a los procesos de elaboración de polí-ticas a nivel nacional.

• ampliar sus monopolios comerciales mediante unmenú de derechos de propiedad intelectual másamplio (marcas registradas de sonidos y aromas;patentes de plantas y animales; mayor duración delos derechos de propiedad intelectual y los plazos delas patentes; extensión de las patentes farmacéuticasa los datos de los ensayos, para impedir la comercia-lización de medicamentos genéricos; nuevas indica-ciones geográficas, emitidas según el orden de regis-tro de la solicitud correspondiente a quien primerocumpla con las condiciones; extensión de los dere-chos de autor a las transmisiones satelitales encripta-das; etc.) y compromisos del Estado en el sentido degarantizar la aplicación y respeto de estos derechos.

En segundo lugar detrás del afán prioritario por el con-trol [geopolítico y sobre los recursos] se ubica la aper-tura de nuevos mercados. Los TLC están desbrozando elcamino a medida que avanzan en áreas sensibles en quelos gobiernos no han podido lograr acuerdos en la OMC:servicios, inversiones, comercio electrónico, e inclusopartes del comercio agrícola y de la pesca. Todos losTLC Norte-Sur abarcan el comercio no sólo de bienessino también de servicios. Los servicios representanentre el 60 y 70 % de las economías industriales en tér-minos de empleo e ingresos, y han sido el sector de cre-cimiento más rápido del comercio mundial en los últi-mos 15 años. La UE es el mayor exportador mundial deservicios (52%), seguido de Estados Unidos, China yJapón.29

Hay muchos países que tienen previsto basar su riquezafutura en el comercio creciente de servicios. Los TLC jue-gan un papel clave en ese sentido, ya que comprometen

a los países a “abrir” –desregulando y privatizando- elcomercio de servicios más allá de los niveles que exigela OMC. Eso significa permitir que las empresas extran-jeras hagan negocios en sectores que de otra manera lesestarían vedados, tales como la educación, la banca, ser-vicios contables, asesoría legal, seguros, pensiones,medios de comunicación (revistas y periódicos, radio ytelevisión) y entretenimiento, telecomunicaciones, servi-cios de transporte y correos (postales y de mensajería),servicios de agua potable y energía eléctrica, serviciosde salud (hospitales), comercio minorista de alimentos eincluso servicios de vigilancia y seguridad. En el marcode los TLC Norte – Sur más fuertes, esto es una invita-ción a las empresas occidentales a venir y hacerse cargode enormes áreas que antes eran consideradas serviciospúblicos y parte integral del rol del Estado. Como lodemuestran muchas experiencias –especialmente en laprivatización del agua- la consecuencia es una degrada-ción de los niveles de vida, en particular de los sectoresmás pobres, en la medida que las tarifas aumentan (tor-nando inasequibles los servicios) al mismo tiempo quela rendición de cuentas y la responsabilidad de lasempresas privatizadas ante la sociedad disminuye.

El principal interés de los países del Sur en los TLC es laposibilidad de obtener mayor acceso a los mercados.Pero si lo obtienen es a un costo enorme.

• En el marco de los TLC Norte -Sur, el acceso a los mer-cados para el Sur es generalmente muy reducido. Enel caso del Acuerdo de Asociación Económica Japón –Filipinas (JPEPA), Japón mejoró su acceso al mercadofilipino de automóviles, a nuevas oportunidades depesca en mares filipinos (para sustituir importacio-nes), a mayores garantías para sus inversiones, yobtuvo incluso autorización para la exportación dedesechos tóxicos; en contraste, Filipinas sólo obtuvouna reducción de los aranceles para unas pocas fru-tas de exportación y un cupo arancelario para enviar100 enfermeras por año al Japón. En el acuerdo entreJapón y Tailandia, Japón obtuvo nuevas oportunida-des de inversión en los sectores automotriz y de aten-ción a la salud,30 mientras que Tailandia obtuvo uncupo exiguo para enviar chefs de cocina y masajistasal Japón.

• En agricultura el desequilibrio es pasmoso. En gene-ral, los países del Tercer Mundo son obligados adesmantelar sus protecciones agrícolas en materia dearanceles y controles de precios, mientras que lospaíses industrializados no tienen que tocar ningunode los subsidios a su agricultura, que son la base deldumping. El acuerdo Estados Unidos – Colombia es unejemplo extremo. Se estima que durante el primer añodel TLC las exportaciones agrícolas de Estados Unidosa Colombia crecerán 73 veces más que las exportacio-nes agrícolas de Colombia a Estados Unidos.31

• Muchos TLC Norte–Sur incitan a los países del Sur acompetir entre sí por pequeñas cuotas de apertura demercado para unos pocos productos. Japón, porejemplo, le ha prometido individualmente a Filipinas,Tailandia e Indonesia, en sus respectivas negociacio-nes de TLC, nuevas y mayores aperturas de sumercado para las exportaciones de mango y cama-rón. Pero los japoneses solamente pueden consumiruna cierta cantidad de mango y camarón. Sin

29OMC, “Informe sobre el Comercio Mundial 2006” (World Trade Report2006), p. 12.

embargo, a los exportadores de los tres países se lesha hizo creer que estaban logrando acuerdos especia-les privilegiados. Lo mismo está ocurriendo enAmérica Latina, donde Estados Unidos prometió aColombia, Ecuador y Perú que obtendrían mayoresoportunidades para la exportación de mango, a cam-bio de lo que, en los hechos, será la destrucción desu producción nacional de cereales, carne, lácteos yoleaginosas.

Si bien existen excepciones, el acceso a los mercadospara los países del Tercer Mundo en el marco de los TLCNorte - Sur es más que nada un espejismo. Muchos paí-ses del Sur se especializaron en unas pocas exportacio-nes de materias primas que están crecientemente yestructuralmente controladas por las transnacionales.Los TLC los embretan aún más en esa trampa, en vez defomentar la diversificación –mucho menos la soberaníaalimentaria. Los gobiernos del Sur tienden cada vez mása tratar de aplicar la misma fórmula en los acuerdos decomercio regionales entre sí, lo que los lleva a una com-petencia sin sentido en la medida que no necesaria-mente abordan el problema de sus similitudes estructu-rales.

Evitando el escrutinio público: Los TLC están invariable-mente envueltos bajo un manto de secreto y falta detransparencia. Se negocian a puertas cerradas, sola-mente participa un pequeño grupo de expertos nombra-dos por los gobiernos, los textos se mantienen ensecreto hasta que se firman, y en la mayoría de los

casos, los representantes electos tienen poca o ningunaingerencia en el asunto. Porqué negocian los países, quénegocian, quiénes participan del sector empresarial, quéimpactos tendrán, son algunas de las preguntas que sur-gen todo el tiempo y las respuestas son siempre las mis-mas. Se nos dice que todos lo hacen y que no podemosquedar afuera, que no podemos conocer los detalles delo que se negocia porque son temas sensibles, pero queconfiemos porque veremos como finalmente se traducenen más empleo y nuevas oportunidades de negocios.

En última instancia, el problema más grave del secretoque rodea a las negociaciones de los TLC no es tanto lafalta de conocimiento público o de participación en elproceso. Es más bien el hecho de que muchos TLC sub-vierten las leyes nacionales, restándole autoridad ypotestades a los sistemas legales nacionales, y socavanprincipios establecidos en las constituciones nacionales.

El bombo de la economía, el lenguaje de la lucha contrael terrorismo a través de la liberalización del comercio ylas inversiones, y la cantinela sobre la defensa de lademocracia que acompaña estos acuerdos bilaterales,nos hace recordar que el neoliberalismo y la fuerzabruta del imperialismo marchan juntos de la mano en elsiglo XXI. Con la demonización y criminalización demuchos movimientos populares contra los TLC comoenemigos del Estado, y la represión y brutales operacio-nes de seguridad que eso conlleva, este tipo de conexio-nes no son muy ajenas a las muchas luchas cotidianaspor la justicia, la dignidad y la supervivencia.

Combatiendo los TLCs | 21

32Aurelio Suárez Montoya, “La CAN obtiene nichos para comida exóticay entrega todos sus mercados masivos de cereales”, BolPress, 5 denoviembre de 2005, en http://www.bolpress.com/art.php? Cod=2006051132

30Se espera que Japón invierta fuertemente en la industria de turismo ysalud en Tailandia para los japoneses ricos y de edad avanzada.

31Aurelio Suárez Montoya, “Agrio balance del agro en el TLC”, RECALCA,Marzo 2007, en http://www.recalca.org.co/AAdoceducativos/4_AGRIO_BALANCE_AGRO_TLC.pdf

Movilización contra el TLC Japón-Filipinas, delante de la Embajada de Japón en Manila, noviembre de 2006

22 | Combatiendo los TLCs

Los tratados bilaterales de librecomercio e inversiones (TLC) faci-litan la privatización, explotacióny contaminación de la biodiversi-dad a manos de las grandesempresas transnacionales globali-zadas. La biodiversidad es tancentralmente importante para elsustento de los pueblos en lascomunidades y para cualesquier“alternativas” a los modelos dedesarrollo predominantes – y estátan intrínsecamente ligada a lasculturas locales – que los impac-tos de los TLC son motivo de pre-ocupación vital para muchosmovimientos populares.

PrivatizaciónLos TLC imponen la privatizaciónde la biodiversidad, forzando a lospaíses a modificar sus normas depropiedad intelectual para permi-tir un mayor grado de apropiaciónprivada de los seres vivos y suscomponentes, que la que esta-blece la OMC. De modo que lospaíses a menudo tienen que cam-biar sus leyes nacionales paraposibilitar la obtención de paten-tes sobre plantas y animales; esta-blecer condiciones que garanticenla propiedad privada de las obten-ciones vegetales o variedades deplantas (semillas) en manos de lasgrandes empresas, sumándose atal efecto a la UPOV (Unión Inter-nacional para la Protección de lasObtenciones Vegetales); y facilitarel patentamiento de micro-organismos adhiriendo para elloal Tratado de Budapest. Algunosgobiernos del Sur están tratandode utilizar los TLC para establecerderechos de propiedad intelectual(DPI) sobre el saber tradicionalasociado a la biodiversidad.

Estos cambios en las legislacio-nes nacionales convierten lo quealguna vez “perteneció” a lascomunidades en propiedad exclu-siva de las empresas transnacio-nales (ETN). De modo tal que lospueblos se ven obligados a pagarregalías por utilizar “sus” produc-tos. Guardar e intercambiar semi-llas cosechadas de cultivos queson de “propiedad intelectual” dealguna empresa o titular indivi-

dual, se convierte así en unaacción ilegal. Los campesinos pue-den ser llevados a juicio si losgenes patentados son encontra-dos en sus predios, aun cuandoellos no hayan comprado ni sem-brado semillas patentadas. Elobjetivo es incrementar las ganan-cias y el control de los mercadosen manos de las agroempresastransnacionales y sus accionistas.Estados Unidos no firmará ningúnTLC que no incluya estas cláusu-las. La Unión Europea (UE) tam-bién promueve la mayoría de ellascon ahínco. Los gobiernos de laAsociación Europea de LibreComercio (EFTA/AELC) y Japóntambién utilizan los TLC paraobtener derechos más rigurososde propiedad intelectual sobre labiodiversidad en otros países.

ExplotaciónLos TLC le facilitan a las ETN laexplotación de la biodiversidad deotros países de variadas maneras.La bioprospección – la exploracióne investigación de la biodiversidad

en busca de genes útiles y rasgoso procesos genéticos para nuevosproductos comerciales – estáincluida en estos acuerdos, gene-ralmente como un componente delas normas sobre servicios e inver-siones. Allí se modelan muchosnuevos derechos y libertades paralas empresas extranjeras: elderecho a ingresar y llevar a caboinvestigaciones, exportar los mate-riales biológicos recolectados,obtener derechos de propiedadintelectual sobre los resultados delas investigaciones, no tener quecontar con un domicilio legal en elpaís donde se realiza la biopros-pección, etcétera. Estas disposicio-nes pueden ser incompatibles conla legislación nacional sobre bio-diversidad y pese a eso imponersepor encima de ella.

Costa Rica, por ejemplo – elpaís que le dio nombre a la bio-prospección en 1991, cuando laempresa farmacéutica Merck firmóun acuerdo de 1 millón de dólarescon INBio (el Instituto Nacional deBiodiversidad) para surcar los bos-ques del país en busca de nuevasmedicinas – tiene normas muyminuciosas sobre el ingreso deextranjeros para recolectar especi-menes biológicos. Pero estas dis-posiciones fueron arrojadas alviento por el Tratado de LibreComercio de América Central(TLCAC o CAFTA por sus siglas eninglés), cuyas libertades para losinversionistas estadounidensesserán las que se apliquen en lugarde la legislación nacional sobre bio-diversidad. El gobierno malayoestaba preocupado que eso mismole sucediera con su TLC con elJapón, y por eso excluyó de las nor-mas sobre inversiones para la bio-prospección, generalmente inclui-das en los TLC, los asuntos regula-dos por su legislación federal oestatal al respecto.

A nivel global, los TLC tambiénle facilitan a las agroempresastransnacionales el estableci-miento de instalaciones de pro-ducción, procesamiento y/oexportación. Esto ocurre no sólocon la expansión de las empresasdel Norte, sino también de ETNdel Sur, tales como CharoenPokphand (CP) en Asia. Al brin-darle a estas transnacionales nue-vos derechos y libertades paraoperar, y otros incentivos finan-cieros, se alienta a las empresas aoperar localmente. En la agricul-tura y la ganadería, eso general-mente significa inducir a los agri-cultores a abandonar sus siste-

TLCs y biodiversidad

bilaterals.org y GRAIN

(Septiembre 2007)

Campesinos de Araypalla, Peru, en2006: "Otro aspecto que se liberalizacon el TLC es la circulación de semil-las y productos transgénicos. La lle-gada masiva del maíz transgénicodesde EE UU impedirá a los agricul-tores latinoamericanos proteger suscultivos contra la contaminacióngenética y se negará a la población elderecho a saber qué esta comiendo."(Photo: Francisco Molino)

Los acuerdos de libre comercio son laprimera línea del impulso por permitirpatentes sobre la vida en la actuali-dad. Las consecuencias para losagricultores y para la soberaníaalimentaria, son enormes. Patentarsemillas significa un profundo controlcorporativo sobre el suministro dealimentos. (Foto: Daniel Schwen)

mas tradicionales y adoptar semi-llas o variedades específicas adap-tadas a condiciones de mono-cultivo y homogenización de altatecnología. En el caso de la pesca,significa que las empresas extran-jeras adquieren derechos paraexplotar las pesquerías locales, locual es una preocupación centraldel TLC entre Japón y Filipinas(JPEPA, por sus siglas en inglés). Laexpansión de la producción indus-trial de alimentos destruye la bio-diversidad local, ya sea erosionán-dola o sustituyéndola por unaspocas variedades comercialesaprobadas por las empresas, muyrentables y de gran potencial demercado.

ContaminaciónLos TLC son crecientemente utili-zados para garantizar que los paí-ses no puedan impedir los ensa-yos, la liberación comercial y elconsumo masivo de transgénicos.Sus disposiciones sanitarias y fito-sanitarias determinan qué tipo denormas de seguridad pueden“interferir con” el comercio agro-pecuario, que no debería tenerningún tipo de trabas. A medidaque la producción mundial de ali-mentos se hace cada vez más des-localizada y el comercio agrícolacrece, los países quieren preser-var ansiosamente sus propiasnormas de salud y seguridad.Pero Estados Unidos insiste vehe-

mentemente en que sus normassean aplicables a sus socios deTLC. La UE comparte la mismapostura con relación a sus propiasnormas sanitarias y fitosanitarias,que califica como “no negocia-bles”. Entre tanto, las disposicio-nes sobre “obstáculos técnicos alcomercio” imponen límites a lasnormas de etiquetado.

Washington le exige cada vezmás a sus socios de TLC aprobarla autorización automática de lasimportaciones de cualquier pro-ducto alimenticio o agrícola deorigen estadounidense aprobadopara la exportación en ese país.Estados Unidos realiza todas laspruebas aplicando sus propioscriterios, y el otro gobierno tieneque avenirse a confiar en ellas. (Nisiquiera se admiten disputas alrespecto). Pero EUA no cuenta conun sistema nacional (muchomenos uno confiable) de inocui-dad de los alimentos, aunquepractica una agricultura suma-mente dependiente de agrotóxi-cos, transgénicos y otras tecnolo-gías polémicas como la irradia-ción. Corea del Sur prohibió laimportación de carnes de origenestadounidense tan pronto comose detectó la enfermedad de lasvaca locas o Encefalopatía espon-giforme bovina (EEB) en EUA, peroWashington impuso la reaperturadel mercado de carne surcoreanocomo condición previa a cualquier

TLC con ese país.Entretanto, los movimientos de

consumidores, las organizacionescampesinas y muchos otros inten-tan impedir que los sistemas ali-mentarios y agrícolas sean conta-minados con transgénicos. Bajo lapresión de Monsanto y otrasempresas, el gobierno de EUA uti-liza las puertas traseras que leofrecen las negociaciones de losTLC para imponer la aceptaciónde los transgénicos en aquellospaíses que aún oponen resisten-cia. Esta presión la ha ejercidosobre Australia, Ecuador,Tailandia, Malasia y Corea del Sur,entre otros. La presión pública enAustralia impidió la aperturainmediata del mercado a los pro-ductos transgénicos de EUA, peroambos gobiernos acordaron crearuna comisión para continuar conlas negociaciones. Washington ySeúl firmaron aparentemente unmemorando de entendimiento enque Corea del Sur acepta no dis-criminar los productos estadouni-denses en su aplicación delProtocolo de Bioseguridad delConvenio de Diversidad Biológica.Eso significa que los alimentostransgénicos de EUA no deberían,en la medida de lo posible, seretiquetados como tales al sercomercializados en Corea del Sur,ya que eso podría afectar lasventas de productos estadouni-denses.

Combatiendo los TLCs | 23

La amenaza de la enfermedad de la vaca loca es un componente importante de la oposición pública al TLC de EE.UU.-Corea. Washington está utilizando agresivamente el TLC para volver a abrir el mercado para las exportaciones de carnebovina de EE.UU.. (Foto: Chamsaesang)

Según la OMC, un total de 194 TLC habían sido “notifi-cados” a la organización hasta marzo de 2007.2 Éstosrepresentan sólo un subconjunto del total de los TLC. LaOMC exige que sus miembros informen cualquieracuerdo de comercio externo que firmen, de maneraque la organización pueda analizar si los mismos soncompatibles con las reglas de la OMC. La realidad indicaque no todos los miembros de la OMC lo hacen, ni lohacen para todos los TLC que firman. Numerosos paísesque no son miembros de la OMC tienen TLC.

Según el Banco Asiático de Desarrollo, a fines de 2006había, tan sólo en Asia y el Pacífico, 192 TLC – 84 yaconcluidos, 57 que se estaban negociando y 51 en etapade propuesta.3 En América Latina, la Organización deEstados Americanos habla de 81 TLC (de todo tipo)vigentes desde Canadá hasta Chile.4

UNCTAD afirma que a comienzos de 2007 había unos 5500 acuerdos internacionales referidos a inversionesfuncionando – una cifra que se multiplica a un ritmo detres por semana.5 Ahí se incluyen no sólo los TBI y losTLC que cuentan con un capítulo sobre inversiones, sinotambién los tratados de doble tributación (acuerdosentre dos países para no gravar dos veces a la mismaentidad, sea ésta una empresa o un trabajador). Por otraparte, hay unos 2 500 TBI en funcionamiento. Cerca de644 de éstos son TBI entre países del Sur, el segmento queha crecido más activamente en los últimos diez años.6

Son muchos los procesos y las lógicas en juego. Parapoder comprender las diferentes dinámicas, propone-mos analizar a los grandes protagonistas, región porregión.

Asia y el Pacífico

En términos de la dinámica Norte-Sur, la Unión Europea(UE), la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC oEFTA por sus siglas en inglés), Japón, Australia y NuevaZelanda están trabajando activamente para asegurarseTLC bilaterales en Asia.

Estados Unidos juega varias cartas a la vez. Mientras vany vienen las conversaciones sobre la creación de un áreade libre comercio en el espacio del APEC (Foro deCooperación Económica de Asia Pacífico) que abarque

todo el Pacífico, Washington concentra su ofensiva enalgunos otros ámbitos. Aspira a un TLC con ASEAN(Asociación de las Naciones del Sureste Asiático), y conese fin aplica la táctica de sumar de abajo hacia arriba:primero firma TLC bilaterales con cada uno de los distin-tos miembros, y luego un TLC distinto con ASEAN en suconjunto. Tras haber logrado un TLC de gran alcancecon Singapur, los estadounidenses fueron por Tailandiay Malasia. Las negociaciones con Tailandia se interrum-pieron debido a las protestas populares y el golpe mili-tar que las siguió, en tanto que (a los ojos deWashington) Indonesia y Filipinas todavía no están listaspara comenzar las negociaciones, así que esta parte delplan avanza lentamente. Entre tanto, EUA consiguió unacuerdo un tanto incierto con Corea del Sur – un sociocomercial muy fuerte y un enclave geopolítico muyimportante para Washington – ya que aún no se ha rati-ficado. En el sur de Asia, EUA avanza paso a paso conIndia – tratando de asegurarse primero un acuerdo enmateria de energía nuclear, para poder pasar luego auna cooperación agrícola más fuerte – y con astucia apa-renta no tener mucho apuro. Con Pakistán y Bangladesh

24 | Combatiendo los TLCs

1 Denis Medvedev, “Preferential Trade Agreements and Their Role inWorld Trade”, Documento de Trabajo de Investigación en Políticas delBanco Mundial No. 4038, octubre de 2006, http://go.worldbank.org/ 2KKER5K7O0.

2 Ver http://www.wto.org/english/tratop_e/region_e/summary_e.xls.3 Se puede acceder a la base de datos sobre TLC en el sitio web del

Centro de Integración Regional de Asia, iniciado por el ADB en octubrede 2006: http://aric.adb.org/FTAbyCountryAll.php

4 Ver la base de datos de SICE en http://www.sice.oas.org/agreements_e.asp. Excluimos el acuerdo multilateral del conteo peromantuvimos el resto.

5 Ver http://www.unctad.org/Templates/meeting.asp?intItemID=1942&lang=1&m=13507.

6 UNCTAD, “World Investment Report 2006”, disponible en:http://www.unctad.org/Templates/WebFlyer.asp?intItemID=3968&lang=1

Según el Banco Mundial, a mediados de 2004 había un total de 229 TLC vigentes en todo elmundo, y 174 países habían firmado al menos uno.1 Se trata de una cifra evidentemente con-servadora y ya vieja, aunque es la última que se ha publicado. No toma en cuenta los TLCfirmados pero que aún no entran en vigor, ni los que están siendo negociados o están en pro-ceso previo de discusión.

¿Qué está ocurriendo y donde?bilaterals.org y GRAIN (Septiembre 2007)

El frenesí por los TLC: todos los gobiernos del mundo parecenquerer uno - si no, se sienten dejados atrás (atrás de qué?)

está buscando establecer, primero, relaciones claras enmateria empresarial, mediante Tratados Bilaterales deInversión (TBI). En lo que respecta a China, los muchosproblemas apremiantes que tiene Washington conBeijing – un déficit comercial colosal y la necesidad deconseguir que el yuan se devalúe – hacen que ni siquieraesté a consideración un TLC bilateral.

Europa en cambio ha tenido una actitud algo más dis-tante. La EFTA ha firmado varios acuerdos con algunospaíses, y la UE ha prometido firmar un TLC con ASEANcomo el de EUA. Pero la UE desvió su atención haciaotros frentes en los últimos años,7 y recién ahoracomienza reacomodar su juego. La UE espera concluiracuerdos en 2008 con Corea del Sur, ASEAN e India.También ha comenzado a trabajar con China para con-solidar las bases de sus relaciones bilaterales de comer-cio e inversiones.

Australia y Nueva Zelanda han estado intentando sumaracuerdos en forma selectiva con otros países de laregión. En su mira ha estado el menú típico: Tailandia,Malasia, Corea e India. Ambos países van por los pecesgordos: China y Japón. El gobierno laborista australiano,elegido a fines de 2007, está profundamente abocado allibre comercio.

Pese a su aguda dependencia del comercio para prove-erse de alimentos y energía, y de su posición geopolíticaclave, Tokio jamás ha contado realmente con una estra-tegia de fomento de los TLC. Su sector empresarial,representado formalmente por su propia federación, laNipon Keidanren, ha estado presionando al gobiernodurante años, pero las sucesivas administracionesdemócrata-liberales no han mostrado suficiente pujanzay lo único que han conseguido son tratados de amistaddisfrazados de TLC. México, Singapur, Malasia,Tailandia y Filipinas fueron algunas de las primerasincursiones japonesas en materia de TLC – y no sonacuerdos inofensivos. Pero ahora que su rival enWashington ha logrado un acuerdo con Seúl que tienerepercusiones evidentes e inmediatas sobre algunosconglomerados japoneses, Tokio intenta adoptar unaactitud más audaz y agresiva,8 cuyo objetivo último esorquestar un TLC que abarque toda Asia, incluyendoIndia, China, ASEAN y Corea del Sur. A menos que algocambie en sus relaciones con China y Corea del Sur, estoseguirá siendo un sueño lejano. Es de esperar que Japón

aumente el nivel de profundidad y envergadura de susTLC. Eso ya se hace evidente en sus acuerdos másrecientes con Bangkok, Manila y Kuala Lumpur.

En el eje Sur-Sur, los actores principales de los TLC en laregión son China, India, Corea del Sur, Singapur,Tailandia y Taiwán. Todos quieren un acuerdo conASEAN, aunque la secretaría de ASEAN apenas comienzaa aceptar la idea de que los TLC puedan compensar elfracaso de la OMC. Según se ve directamente en elterreno, hay acuerdos serios en proceso de concreciónentre China y ASEAN, India y ASEAN, y Corea-ASEAN.Singapur, Corea, Tailandia y Taiwán están cerrandoacuerdos con una serie de países, y Singapur emprendeun programa de TLC muy agresivo. India ya tiene variosTLC, con Sri Lanka, Singapur y Mauricio y, fuera de laregión, está en tratos con el Mercosur, el Consejo deCooperación del Golfo (GCC por sus siglas en inglés) yla UE; sin embargo, no parece tener un plan muy claro.China e India son las grandes potencias asiáticas queestán convencidas de que los TLC son necesarios y tra-bajan activamente para ampliar sus redes.

En términos de bloques regionales no ocurre dema-siado. La ASEAN, la South Asian Association for RegionalCooperation (SAARC o asociación sudasiática para lacooperación regional) y la Bay of Bengal Initiative forMulti-Sectoral Technical and Economic Cooperation(BIMSTEC, una iniciativa multisectorial de cooperacióntécnica y económica para la Bahía de Bengala) tienen pla-nes de crear mercados comunes, pero o no son fuertes(como el área de libre comercio de ASEAN – AFTA porsus siglas en inglés – o el TLC de BIMSTEC) o bien nologran despegar (como el acuerdo de libre comercio delSur de Asia – o SAFTA, por sus siglas en inglés).

Asia Occidental y África del Norte

En términos de política Norte-Sur, el Medio Oriente es uncruce de caminos en la competencia por celebrar acuer-dos bilaterales, debido a dos razones obvias: el petróleoe Israel. Tanto Estados Unidos como la UE tienen gran-des planes de emprender TLC diferenciados, de alcanceregional. El de Washington es conocido como MEFTA porsus siglas en inglés (TLC Medio Oriente-Estados Unidos)y según el cronograma establecido se concretaría para2013. El de Bruselas, conocido como EMFTA por sus

Combatiendo los TLCs | 25

7 Dedicó más energía a América Latina, los países del Golfo, la regiónmediterránea y la OMC.

8 Ver MITI, “Japan Releases 2007 Report on Compliance by Major Trading

Partners with Trade Agreements – WTO, FTA/EPA, and BIT”, 16 de abril de2007, wikificado en

http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=7911

Puntuación del TLC de Japón,a partir de octubre de 2007(Imagen: Ministerio de Relaciones

Exteriores de Japón)

siglas en inglés (TLC Euro-Mediterráneo),se plantea que empiece a aplicarse en2010. De concretarse, los dos acuerdosdiferirán en los aspectos en que típica-mente difieren los TLC de EstadosUnidos con los de la UE: el MEFTA haráhincapié en las reglas pragmáticas delcomercio y eliminará cualquier discrimi-nación con respecto a Israel; el EMFTAimpulsará una armonización política dela región con la UE. Pero ambos abarca-rán los mismos países (con excepción deLibia y Turquía), a los que someterán afuertes presiones para que se adecúen alas agendas geopolíticas y empresarialesde Occidente, mediante sendas ofertasde mercados competitivas entre sí.9 LaUE está bien avanzada en su mapa deruta hacia el EMFTA, aunque enfrentaproblemas en su TLC con Israel debidoal incumplimiento de la cláusula de dere-chos humanos incluida, y todavía no hapodido firmar el acuerdo con Siria. Estados Unidos estáalgo más retrasado en su plan de un MEFTA. Tiene TLCya vigentes con Israel, Bahrein, Jordania y Marruecos; yallegó a un acuerdo con Omán; pero el acuerdo EstadosUnidos-Emiratos Árabes Unidos se trancó debido a laparanoia de la seguridad en Estados Unidos; el restoestá en proceso de construcción.

Donde el EMFTA y el MEFTA no se chocan geográfica-mente, la UE procura establecer acuerdos separados.Esto sucede en Irán, Irak y los Estados del Golfo, con losque la UE ha estado negociando un TLC de bloque a blo-que desde 1990. La firma de un acuerdo UE-GCC se hademorado debido a las vacilaciones de los países delGolfo que no se deciden a otorgarle a las empresas de laUE los derechos de propiedad de las compañías petroquí-micas de la región.

Como ya ocurre en otras partes del mundo, la EFTA, lide-rada por Suiza y Noruega, está apenas un paso atrás deEUA y la UE. EFTA tiene sus propios TLC con la mayoríade los países de la región.

La mayor parte de las demás economías poderosasestán intentando sellar sus propios TLC bilaterales conel GCC. Japón, EFTA, Australia y Nueva Zelanda ya inicia-ron conversaciones con el GCC o están a punto de lan-zarlas.

Existen varias iniciativas regionales importantes decreación de bloques comerciales Sur-Sur: la Unión delMagreb Árabe (Argelia, Libia, Mauritania, Marruecos yTúnez), el Acuerdo de Agadir (Egipto, Jordania, Líbano,Marruecos), el Área de Libre Comercio Árabe (por sussiglas en inglés: Greater Arab Free Trade Area – GAFTA,integrado por los países de la Liga Árabe) y el GCC. ElGCC es el que atrae la mayoría de las ofertas de TLC de

fuera de la región, debido a su petróleo.China, el Mercosur (Argentina, Brasil,Paraguay, Uruguay y Venezuela), Coreadel Sur, Pakistán y Singapur son los pri-meros de la lista. En el plano bilateral,Egipto, Israel y Marruecos son los quehan establecido mayor número de TLCcon otros países.

África sub-Sahariana

La escena del comercio en África pareceuna competencia de estira y afloje de lacuerda entre los Acuerdos de AsociaciónEconómica de la UE (EPA por sus siglasen inglés), la lucha por fortalecer la inte-gración regional y sus diversas configu-raciones, y la creciente e importantepenetración de China en el continente.

Los Acuerdos de Asociación Económicade la UE son el principal tema de discusión, ya que pro-meten sacudir masiva y devastadoramente las econo-mías africanas.10 Estos acuerdos son básicamente TLCentre la UE y cuatro regiones diferentes de África, quehan sido definidas crudamente por Bruselas con fines denegociación: África Occidental, África Central, ÁfricaOriental y del Sur, y la Comunidad para el Desarrollo deÁfrica Meridional (Southern Africa DevelopementCommunity o SADC).11 La idea de la UE era terminar deacordar los EPA a fines de 2007 y obtener así una cober-tura de TLC en toda África.12 Con ellos se pretende sus-tituir la relación comercial preferente que existe hoyentre Europa y África (que le permite al África obteneracceso libre de aranceles al mercado europeo), por unrégimen de liberalización recíproco generalizado(mediante el cual Europa adquirirá acceso libre de aran-celes al África en toda la línea): inversiones, servicios,agricultura, derechos de propiedad intelectual (DPI),pesca, obras. Si se aprueban los EPA, África será inun-dada por productos y compañías europeas que vendrány tomarán control de todo. Los Estados africanos perde-rán sus principales fuentes de ingresos y toda posibili-dad de competencia.

La sola amenaza que representan los EPA ha empujadoa los gobiernos africanos a tomar más en serio la posi-bilidad de reforzar sus propios bloques comercialesregionales. África está cubierta por una colcha de reta-zos constituida por formaciones subregionales – SADC,SACU, COMESA, ECOWAS, CEMAC, COMESSA, WAEMU,13

etcétera – que están en distintas etapas de integración,incluso a través de los TLC. SADC y SACU cuentansupuestamente con mercados libres, COMESA está porinstrumentar uno, y ECOWAS avanza en ese camino (porintermedio del cual se fusionará con WAEMU). El pro-blema que tienen entre manos los pueblos africanos essi seguir avanzando o no, y cómo, hacia una integración

26 | Combatiendo los TLCs

De ronda: casi ningún país noestá involucrado en algúnTLC, o habla sobre estos, aldía de hoy.

12Anteriormente, la UE tenía un TLC solamente con Sudáfrica.13Southern African Development Community (SADC o comunidad para el

desarrollo de África meridional); Southern African Customs Union (SACU

o unión aduanera de África meridional; Common Market of Eastern andSouthern Africa (COMESA o mercado común de África meridional y orien-tal); Economic Community of West African States (ECOWAS o comunidadeconómica de los Estados del África occidental); Economic andMonetary Union of central Africa (CEMAC o comunidad económica ymonetaria de África central); Community of Sahel-Saharan States(Comessa o comunidad de Estados del Sahara y del Sahel) West AfricanEconomy and Monetary Union (WAEMU o unión monetaria y económicade África occidental.

9 El nivel de competitividad dependerá de lo que decida Estados Unidossobre las reglas de origen: si respeta el sistema de la UE, que reconocea todos los países de la región como un único país de origen (reglas“acumulativas”) o si continuará imponiendo las suyas.

10Para tener un panorama general, ver el documento de la ComisiónEconómica de Naciones Unidas para África, “The Economic and WelfareImplications of the EU–Africa Economic Partnership Agreements”, ATPC

Briefing núm 6, mayo 2005, en http://www.uneca.org/atpc/Briefing_papers/6.pdf

11La composición actual de estos grupos presenta varios conflictos conlos organismos locales de integración regional. Por ejemplo, Zambia esparte del grupo ESA en las conversaciones con la UE aunque en África esmiembro formal de la SADC.

Combatiendo los TLCs | 27

regional a través de estas comunidades económicasdébiles de cara a los Acuerdos de Asociación Económicade la UE.

Estados Unidos no ha sido muy exitoso en concretaracuerdos de libre comercio en África. Durante muchosaños lo intentó con SACU (Botswana, Lesotho, Namibia,Sudáfrica, Suazilandia), buscando equiparar el peso dela UE en Sudáfrica, pero fracasó, fundamentalmentedebido a las demandas excesivas de Washington enmateria de DPI. (EFTA, en cambio, rebajó sus demandasen torno a los DPI con SACU y sí obtuvo un TLC).Washington confía en que la Ley de Crecimiento yOportunidades para África (African Growth andOpportunities Act-AGOA) le permitirá ganar el corazón yla cabeza de los gobiernos africanos mientras intentaevaluar las posibilidades de establecimiento de TLC bila-terales, y entre tanto negocia acuerdos marco de comer-cio e inversiones (TIFA por sus siglas en ingles, un pre-rrequisito para un TLC con Estados Unidos) y TratadosBilaterales de Inversiones (TBI) con países individuales.14

Además de la UE y Estados Unidos, la mayoría de los paí-ses que intentan firmar TLC con los países africanos vandirectamente por la potencia regional, Sudáfrica, y launión aduanera que ha conformado, SACU. China ySingapur están negociando actualmente sendos TLC conSACU. EFTA y Mercosur ya firmaron cada uno el suyo.India se prepara para ofrecer algo. Los TLC de China eIndia con SACU son importantes ya que ambos paísesestán invirtiendo fuertemente en África en estosmomentos. China se asegura fundamentalmente la pro-visión de petróleo y minerales, en tanto que Indiaingresa en el área de minería, automóviles y textiles.Aunque la UE es el socio comercial histórico de África,China y en alguna medida India son los que están aga-rrando la mayor parte de la torta. La formalización de

estas relaciones a través de TLC – y lapolítica que los acompaña – parece serel próximo paso obvio.

América Latina y el Caribe

América Latina muestra un escenariomuy diferente al de Asia y África enmateria de acuerdos de libre comercio.La región fue demasiado golpeada porla excesiva presión neoliberalimpuesta por Estados Unidos. Esto engran parte se llevó a cabo histórica-mente a través del Banco Mundial y elFMI, y más recientemente a través delos TLC y otros acuerdos bilaterales.Además del TLCAN, Estados Unidos halogrado firmar TLC con Chile, Perú,Colombia, Costa Rica, Guatemala,Honduras, Nicaragua, RepúblicaDominicana, El Salvador y Panamá. Lasnegociaciones con Ecuador naufraga-ron después que Quito insistió en queOccidental Petroleum pagara susimpuestos. Estados Unidos está inten-

tando ahora romper la cohesión del Mercosur, dondereinan los gigantes comerciales de la región – Argentinay Brasil—, tentando a Uruguay para que ingrese a laesfera de Washington. Muchos de estos acuerdos bilate-rales fueron consecuencia del fracaso de Estados Unidosen lograr el Área de Libre Comercio de las Américas(ALCA) que abarcaría toda América del Norte, Américadel Sur y América Central con la excepción de Cuba.

La UE ha seguido los pasos de Estados Unidos en laregión en materia de TLC. Luego de firmado el TLCAN,negoció su propio acuerdo con México. La misma histo-ria se repite con Chile, América Central y la regiónandina. La diferencia es que la UE viene negociando unTLC con el Mercosur, algo que es políticamente imposi-ble para Estados Unidos.

EFTA, al igual que Estados Unidos y la UE tiene unacuerdo de comercio con México y Chile y prepara con-versaciones con Colombia y Perú. Japón tiene un TLCcon México y Chile, pero nada más en vistas por ahora.Australia empieza a moverse en torno a Chile y posible-mente México, en tanto que Canadá tiene un tratado conChile y Costa Rica y espera armar algo más grande conAmérica Central. Nueva Zelanda, Chile, Singapur yBrunei han firmado un TLC de cuatro denominado elAcuerdo P4 o Acuerdo Estratégico Transpacífico deAsociación Económica.

Aparte posiblemente de Uruguay y el Caribe, es pocoprobable que Estados Unidos consiga avanzar más porahora en el frente de los TLC en América Latina. La ten-dencia de los gobiernos es a priorizar preferentementeel comercio y las inversiones regionales, ya sea a travésde la Comunidad Andina, el Mercosur, la Comunidad delCaribe (Caricom) o el ALBA (la Alternativa Bolivarianapara las Américas y el Caribe, el programa anti-ALCA deChávez). La mayoría Demócrata en el Capitolio y la norenovación de la ‘vía rápida’ de Bush, han dejado a laCasa Blanca con menos libertad para jugar fuerte con suagenda comercial.

La administración Bush terminará con una pesada herencia en el frente delimpulso al comercio bilateral y la inversión. (Fuente: GRAIN)

14Según el International Trade Daily, Washington está intentando desar-rollar una “matriz” para negociar TLC en la región, especialmenteteniendo en cuenta que, aparte de los países de la SACU, tambiénMozambique y Ghana han expresado interés en negociar acuerdos delibre comercio con Estados Unidos. (Ver Gary Yerkey, “US, Five AfricanNations Set New Talks on Free Trade accord for February, April”, ITD,Washington DC, 18 de enero de 2006.) Desde entonces, EstadosUnidos firmó un TIFA

La mayoría de la gente piensa en las políticas comercia-les internacionales generalmente en términos de unadinámica Norte-Sur: el Norte imperialista y rico seimpone sobre el Sur pobre y oprimido. No obstante, auncuando los TLC y los tratados de inversión Norte-Surcontinúan siendo los vehículos con mayor potencia parahacer del mundo un lugar mejor para las transnaciona-les del Norte, los TLC Sur-Sur y el surgimiento de trans-nacionales del Sur constituyen nuevas realidades impor-tantes que nos obligan a cambiar la forma en que mira-mos la economía y las relaciones de poder mundiales,especialmente desde la óptica del Sur.

El nuevo eje Sur-Sur

Mundialmente, el comercio Sur-Sur representa sólo un6% del comercio total de bienes y 10% del total delcomercio de servicios. Pero crece relativamente rápido,a 11% por año, a partir de un nivel inicial bajo, no hacetanto tiempo.1 El 27% de las exportaciones de África vanahora a Asia, casi a la par con sus exportaciones a laUnión Europea (32%) o a Estados Unidos (29%).2 La mitaddel total del comercio de los países asieaticos en des-arrollo se efectúa entre ellos.3 De manera que no pode-mos mirar todo a través de un prisma Norte-Sur.

Por otra parte, es en la inversión Sur-Sur donde las cosasrealmente se están moviendo.4 No pasa prácticamenteun día en que no haya documentos locales en Mumbai oSão Paulo que dan cuenta de nuevos acuerdos de inver-sión entre transnacionales de un país en desarrollo ogobiernos que actúan en su nombre, en otros países endesarrollo. A menudo se trata de grandes proyectos deinfraestructura, extracción, manufactura o procesa-miento: el rey de la soja de Argentina instala plantacio-nes en Venezuela, China firma un megapréstamo con laRepública Democrática del Congo que será pagado concobalto, los malayos deforestan para plantar palma acei-tera encaminada a producir aceite de palma enMindanao, Filipinas; la compañía estatal de suministrode electricidad de Zambia firma un acuerdo de 150millones de dólares con el imperio Tata de India paraconstruir una nueva central energética. A veces esosproyectos se centran puramente en reestructurar finan-ciamientos, como la creación del nuevo Banco del Sur,en América Latina, o la reciente cancelación de China de1 300 millones de dólares de deuda africana. Peroaparte de las finanzas, los acuerdos comerciales Sur-Sur

orientados a la producción se multiplican por razonessimples: brindan acceso más fácil al crédito, la tecnolo-gía no resulta tan complicado transferirla, las empresasentienden las condiciones de trabajo de otros países endesarrollo y brindan por lo menos alguna apariencia desoberanía o control nacional. Por encima de todo, hayuna clara y fuerte motivación política por parte de las éli-tes nacionales para que esos proyectos funcionen. Conmás y más dinero concentrado en manos de los capitalis-tas del Sur —sean consorcios privados, dinastías familia-res o empresas estatales—, esta fuerte tendencia generala aumentar las transacciones comerciales Sur-Surcomienza a cambiar la forma de la economía mundial.

El ascenso de las transnacionales del sur (y de nopocos capitalistas estatales)

Lo que surge de las últimas estadísticas de la UNCTAD(2006):5

• Un 25% de todas las transnacionales del mundo es depaíses en desarrollo y en transición. En 1990 apare-cieron 19 en la lista Fortune 500 de las empresas másimportantes del mundo. En 2006, había 57 en la lista.

• Dejando fuera las economías de transición comoRusia y Turquía, actualmente los países en desarrolloque tienen más transnacionales originarias del paísson México, Brasil, Sudáfrica, China, India, Tailandia yMalasia. De hecho, en México reside la tercera per-sona más rica del mundo, Carlos Slim Helu, quienhizo una fortuna comprando compañías de telecomu-nicaciones en América Latina.

• 80 de las 100 mayores transnacionales de países endesarrollo actualmente son asiáticas. Muchas de ellastiene sus raíces en la diáspora china.

La mayoría de las operaciones de esas nuevas empresasdel Sur se realizan dentro de sus respectivas regiones.Las trasnacionales chilenas invierten en gran medida enAmérica Latina, mientras que las transnacionales tailan-

28 | Combatiendo los TLCs

1 Organisation for Economic Cooperation and Development, “South-South trade: vital for development”, OCDE, París, 2006.https://www.oecd.org/dataoecd/30/50/37400725.pdf

2 Harry G. Broadman, “Africa’s Silk Road: China and India’s NewEconomic Frontier”, Banco Mundial, Washington DC, 2007. Comoseñala Broadman, la participación de la UE en las exportaciones deÁfrica se ha reducido a la mitad en los últimos años. http://go.worldbank.org/PKNA9OP5E0

3 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo,Informe sobre el Comercio y el Desarrollo 2007, UNCTAD, Ginebra, 2007.http://www.unctad.org/Templates/WebFlyer.asp?intItemID=4330&lang=3. La cifra es 20% para América Latina y 10% para África.

4 Ver Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo,Trade and Development Report 2007 (Informe sobre las inversiones en

el mundo 2006), UNCTAD, Ginebra, 2006, http://www.unctad.org/ en/docs//wir2006_en.pdf (en inglés)

5 Ibid.

Cambios en las dinámicas de comercio einversión Sur–Sur bilaterals.org y GRAIN (Septiembre 2007)

Un fondo de inversión de los Emiratos Árabes Unidos se haconvertido en uno de los mayores accionistas de Citigroup(Foto: AFP)

desas intentan crear sus propios feudos en los paísesasiáticos vecinos. En algunos casos, esto aviva la percep-ción de liderazgos regionales, especialmente cuando lasmayores economías neurálgicas como India, China,Brasil y Sudáfrica, hacen importantes incursiones en paí-ses vecinos, instalando negocios, obteniendo acceso a latierra y asumiendo una participación cada vez mayor enindustrias nacionales sensibles como las de construc-ción de infraestructura. Se producen tensiones cuandode esos tratados surgen cuestiones de soberanía sobrelos recursos naturales, contaminación, reclamacioneslaborales y prebendas políticas. La reciente protestapopular en Filipinas por varios tratados del país conChina, desde telecomunicaciones hasta agricultura, esun buen ejemplo de esto.

Así que ¿cuántos tratados empresariales Sur-Sur se fir-man al año? Es difícil decirlo.6 En todo el mundo, seduplicó la cantidad de fusiones y adquisiciones trans-fronterizas concluidas entre 1990 y 2004. (Hubo aproxi-madamente 2 500 tratados firmados en 1990 y 5 mil en2004.) La participación de países en desarrollo en estefuror inversionista se acrecentó seis veces. (La partecompradora representó 5% de todas las adquisicionescomerciales extranjeras en 1990 y 16% en 2004. Laparte vendedora representó 7% de todos los tratadostransfronterizos de 1990 y el 20% en 2004). El problemaes que estos datos no reflejan solamente los capitalesprocedentes del Sur. Gran parte de estos negocios serealiza a través de filiales locales de transnacionales delNorte. Los datos tampoco distinguen entre operacionespúblicas y privadas. Gran parte de las principales empre-sas transnacionales del Sur siguen siendo, a pesar de lastendencias privatizadoras, propiedad del Estado.

Según la OCDE, el mayor inversionista de las fusiones yadquisiciones Sur-Sur es Singapur, seguido de China,Malasia y Sudáfrica.7

El factor China…

China sola se recorta muy visiblemente en el auge actualde los tratados comerciales y de inversión Sur-Sur. Es elsegundo mayor inversionista de África, luego de EstadosUnidos, y está forjando una mayor presencia en muchospaíses de Asia y América Latina. No es tan sólo por inun-dar los mercados con juguetes de plástico o camisetastriviales a precios con los que muchos países no puedencompetir debido a los bajos costos de la mano de obra.El gran motor detrás de la expansión china hacia el exte-rior es su enorme necesidad de importar energía y otras

materias primas para alimentar su crecimiento econó-mico. La sed de petróleo y gas de China, seguida de lased de minerales, es la principal razón que explica porqué invierte tanto en África en estos momentos —y estávolcando vastas sumas de dinero para construir lainfraestructura que le permita mover físicamente losproductos, especialmente a través de países vecinos deAsia central y el sudeste asiático.8 China tambiéninvierte mucho en plantar cultivos alimenticios en paísesvecinos como fuente de agrocombustible para su propiaproducción de energía. Los chinos han firmado acuerdospara producir caña de azúcar y mandioca en Indonesia9

con este propósito; arroz híbrido, mandioca, maíz ycaña de azúcar en Filipinas10 y comienzan a exploraroportunidades para desarrollar la producción agrícola —junto con cinco zonas de procesado de exportaciones—en África.11 La firma del TLC entre China y Tailandia sig-nificó un gran salto para la inversión china en el nortede Tailandia: ahora operan 100 empresas chinas en ellugar12 que han comprometido 277 millones de dólaresde capital en esta región otrora calma.13 Los bancos chi-nos, especialmente el Banco de Desarrollo de China (CDBpor sus siglas en inglés) y otros actores chinos tambiénhan invertido en una serie de bancos y compañías finan-cieras extranjeros. Numerosas transnacionales chinassurgieron de compañías estatales y/o se expandieron através de la adquisición de compañías estatales.

China, que durante mucho tiempo fuera el destinonúmero uno de la inversión extranjera con destino alSur, se convierte ahora en importante inversionistaextranjero, especialmente en otros países en desarrollo.Esto se debe no solamente al crecimiento drástico de laacumulación de capital en China sino a cambios radica-les en la política estatal: el Partido Comunista anunciósu programa para potenciar su inversión en el exterior(“Go Out”) para dejar de depender del crecimiento orien-tado a la exportación y promover la inversión extranjerachina en 2002.14 Es muy difícil conseguir cifras confia-bles y no contradictorias, pero según el Ministerio deComercio de Pekín, las compañías chinas invirtieron enel exterior 21 mil millones de dólares tan sólo en 2006,de los cuales 17 mil millones se destinaron al sector nofinanciero.15 Esto suma 5 mil compañías chinas encarga-das de 10 mil operaciones comerciales en 172 países,con una inversión externa acumulada de 50 mil a 70 milmillones de dólares.

En cuanto al futuro, una encuesta de 2006 realizada porel Banco Mundial16 muestra que 60% de las compañíaschinas consultadas planeaba realizar nuevas inversionesen el exterior en los años siguientes, y Asia del Sur, Asia

6 Los datos siguientes provienen de la base de datos del Sistema deDistribución Inalámbrico (o WDS, por su sigla en inglés) “Beyond 20/20”de la UNCTAD: http://stats.unctad.org/FDI/ (en inglés)

7 Hans Christiansen y otros, “Trends and Recent Developments inForeign Direct Investment”, OCDE, París, junio de 2007, pág. 15.http://www.oecd.org/dataoecd/62/43/38818788.pdf

8 Ver, por ejemplo, Marwaan Macan-Markar, “China turns Mekong intooil-shipping route”, IPS, Bangkok, 5 de enero de 2007, http://ipsnews.net/news.asp?idnews=36074 y Raphael Minder e Isabel Gorst,“Historic Asia trade route to be rebuilt”, Financial Times, Londres, 18de setiembre de 2007, http://www.ft.com/cms/s/0/8c7b80e8-6604-11dc-9fbb-0000779fd2ac.html

9 “China’s Bright Food ties with Salim to grow abroad”, Reuters, 18 deenero 2008.http://www.flexnews.com/pages/10258/China/Dairy/chinas_bright_food_ties_salim_grow_abroad.html

10GRAIN, "Hybrid rice and China's expanding empire", 6 de febrero 2007,http://www.grain.org/hybridrice/?lid=176.

11Cole Mallard, "China continues gaining economic equity in Africathrough agricultural investment", Voice of America, Washington DC, 23de agosto 2007,

http://www.voanews.com/english/Africa/2007-08-23-voa26.cfm.12Stephen Frost, "Chinese outward direct investment in Southeast Asia:

How much and what are the regional implications?", Southeast AsiaResearch Centre, City University of Hong Kong, Working Papers SeriesNo. 67, julio 2004, http://www.cityu.edu.hk/searc/WP67_04_Frost.pdf

13Junta de Inversiones de Tailandia, citado por Lorine Schaeferhttp://www.interdependence.org/Outward%20Direct%20Investment-China%20in%20Africa,%20Southeast%20Asia,%20and%20Brazil.doc

14 Yuen Pau Woo and Kenny Zhang, “China Goes Global: the Implicationsof Outward Direct Investment”, Asia Pacific Foundation of Canada,2006, http://economics.ca/2006/papers/0892.pdf. Según el grupoestadounidense de consultoría, Accenture, en parte la política de salirfuera del país que emprende Pekín, tiene como motivación nutrir a los10-20 “campeones nacionales” – firmas clave, propiedad del Estado,que hay que impulsar y adosar. en el impulso económico exterior deChina. Ver “China Spreads its Wings”, Accenture, 2005 enhttp://www.accenture.com/NR/rdonlyres/6A4C9C07-8C84-4287-9417-203DF3E6A3D1/0/Chinaspreadsitswings.pdf

15 “China Invests Billions Abroad”, Manufacturing.net, 17 de septiembrede 2007, http://www.manufacturing.net/China-Invests-Billions-Abroad.aspx

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oriental y África ocupan los primeros lugares de la listade destinos preferidos. ¿Sus principales motivaciones?Acceso a los mercados, acceso a “bienes estratégicos” yestrategias mundiales competitivas.

… Pero también el Golfo y otros

Los Estados árabes del Golfo, que tienen su propio pro-yecto de integración regional a través del Consejo deCooperación del Golfo (CCG) y fuertes compromisos conel desarrollo tanto de la Liga Árabe como de laOrganización de la Conferencia Islámica (OCI), son otrodestino clave del acelerado fortalecimiento del mapa delcomercio y la inversión Sur-Sur. Por un lado, todos enestos días parecen querer hacer negocio con los estadosmiembros del CCG, o dentro de ellos.17

Para muchos, el Golfo ofrece grandes posibilidades dehacer mucho dinero, especialmente si se puede obteneracceso privilegiado a las inversiones en el marco de unTLC. La fila para cerrar TLC con el CCG crece día a día.Pero los Estados del Golfo también se están convirtiendoen inversionistas expansionistas hacia el exterior —lamayoría compra no solamente pedacitos de grandesoperadores de mercados en países desarrollados sinoque también inyectan dinero en países en desarrollo. En2006, los Estados del Golfo invirtieron 30 800 millonesde dólares en el exterior. A partir de 2007, en septiem-bre ya habían duplicado la cifra de 2006 y gastaron 64mil millones de dólares en inversión extranjera.18 Losmáximos inversionistas del Golfo en el exterior en tér-minos de dólares son los Emiratos Árabes Unidos,Kuwait, Arabia Saudita y Bahrain. Algunas instantáneasdan una idea de qué está ocurriendo:

• Las principales empresas del mercado inmobiliario –Emaar, Dubai Holding y Dubai World, todas predomi-nantemente de propiedad de la familia Maktoum –construyen a escala masiva para mercados elitistas deSiria, Pakistán, Jordania, Egipto, Líbano, Libia,Marruecos y media docena de otros países en des-arrollo en todo el mundo.19

• La inversión transfronteriza entre países de la OCIestá creciendo. Los Emiratos Árabes Unidos son porlejos el mayor inversionista de los Estados socios dela OCI (ver figura 1), mientras que los principalesreceptores de la inversión intra-OCI son ArabiaSaudita, Jordania, Siria, Indonesia y Líbano. Cada unorecibió aproximadamente 25 proyectos de otrosEstados de la OCI entre 2002 y 2007.20 La OCI esimportante porque es una comunidad de países en sumayoría en desarrollo unidos en torno a una agendapolítica común, con una fuerte capacidad de solidari-dad.

• A medida que los Estados del Golfo intentan capitalizarlos precios récord del petróleo, a la vez que enfrentanla necesidad de diversificarse de los ingresos petrole-ros, hay una gran cantidad de inversiones transfron-terizas que van a sectores como la banca y las teleco-municaciones, tanto entre sí como alcanzando a veci-nos de Medio Oriente, como Egipto y Siria.

Pero hay mucho más. Según un estudio de marzo de2007 realizado por Assocham (Associated Chambers ofCommerce and Industry of India ), las cámaras asociadasde comercio e industria en India, una renombrada plata-forma empresarial, se esperaba que las salidas de inver-siones de India alcanzaran los 15 mil millones de dóla-res en el año calendario 2007, aventajando los flujos deinversión hacia India.21 La federación de cámaras decomercio e industria en India (FICCI, por sus siglas eninglés) y Ernst & Young presentaron otro informe enjunio de 2007 aduciendo que la cifra llegará a los 35 milmillones de dólares para el año fiscal 2007–2008.22 Lamayor parte de la inversión externa de India – concen-trada en los sectores de la tecnología de la información,automovilístico y farmacéutico – va a Estados Unidos oEuropa. Pero África viene en tercer lugar y el ritmo decambio es rápido. Mientras que los préstamos de hipo-tecas de alto riesgo pudieron haber sacudido a losEstados Unidos, resulta claro que ¡en India no hayrecesión alguna del crédito!

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16 Joe Battat, “China’s Outward Investment”, 13 de abril de 2006, enhttp://psdblog.worldbank.org/psdblog/2006/04/chinas_outward_.html

17Halliburton, el contratista de la defensa de los Estados Unidos, consede en Houston, en marzo de 2007 trasladó su sede central a Dubai.

18Andrew Ross Sorkin, “The Mideast Money Flows”, New York Times, 27de septiembre de 2007.

19Emily Flynn Vencat, “Dubai’s Glitz goes Global”, Newsweek, 30 deoctubre de 2006 enhttp://www.msnbc.msn.com/id/15359298/site/newsweek

20Sajjad Chowdhry, “Foreign Direct Investment (FDI) on the Rise in OIC

Economies”, DinarStandard, 10 de abril de 2007, enhttp://www.dinarstandard.com/current/OIC_FDI040907.htm

21“FDI Outflow of $15 Billion Likely in 2007”, News behind the news, 19de marzo de 2007. http://www.news.indiamart.com/news-analysis/fdi-outflow-of-15-bi-15100.html

22“FDI Outflow May Touch $35 bn: Study”, Financial Express, 18 de juniode 2007. http://www.ficci.com/news/viewnews1.asp?news_id=1195

Los inversionistas empresariales más activos Sur-Sur, solamente en Fusiones y Adquisiciones, porpaís de origen (1990-mayo de 2007)

País de origen Valores invertidos (miles de milliones de $EEUU)

Singapur 35.8

China 18.3

Malasia 12.7

Sudáfrica 11.6

Emiratos Árabes Unidos 7.2

Brasil 6.7

Chile 6.1

India 4.7

Qatar 4.7

Fuente: Adaptado de ocde, “Recent trends in foreign direct investment” (Tendencias

recientes en la inversión extranjera directa), junio de 2007

Figura 1

En América Latina, la inversión en el exterior de lastransnacionales y empresas estatales en la región saltó115% a 41 mil millones de dólares en 2006. La mayoríase atribuye a la rápida internacionalización de algunasimportantes empresas de Brasil y México23 —en sumayor parte volcada a Estados vecinos de AméricaLatina y el Caribe.

La tabla siguiente resume los principales escalones de laactividad de inversiones Sur-Sur en los últimos 17 años,por país de origen.

¿Nuevos socios o nuevos rivales?

Con la cantidad creciente de dinero que circula entre lospaíses en desarrollo es posible que ocurran dos cosas.Primero, que el papel de los capitales del Norte —ya seaque provengan del FMI o de organismos de cooperaciónpara el desarrollo como USAID o ministerios de asuntosexteriores— seguramente disminuirá un poco. Enmuchos casos, esto es deliberado. El Banco del Sur enAmérica Latina pretende reemplazar al BancoInteramericano de Desarrollo y al FMI en la prestación depréstamos y otras formas de capital circulante en laregión. Y China tiene una firme agenda política parabrindar no solamente inversión sino créditos blandoscon condiciones muy diferentes a las que imponen lospaíses del Norte, como forma de construir su base dealianzas políticas.24 En gran medida, esto es bueno. Perosería tonto creer que porque es Sur-Sur es inherente-mente mejor. La clave es hasta qué punto los gobiernosde los países en desarrollo impulsan y afianzan aún másel neoliberalismo en sus acuerdos transfronterizos decomercio e inversión. Aparte de Chávez (¡y tal vez no!)pueden llegar a ser tan malos como los de cualquiergobierno del Norte.

En segundo lugar, seguramente surgirán rivalidades yresentimientos. Esto resulta claro en América Latina,donde las diferencias ideológicas y los intereses comer-

ciales en competencia están detrás de varias tensionesen los proyectos transfronterizos de comercio e in-versión. En Asia, India y China hay intereses importantesen competencia y en conflicto, aún cuando a menudo esose juega en las esferas diplomáticas. Tanto Pakistáncomo Bangladesh son escenarios destacados de estarivalidad, y a medida que crecen las inversiones chinasen esos países, la tensión política con Delhi tambiénpuede aumentar. En África hay numerosos problemassociales e incluso gubernamentales con el crecientepapel económico de China, en especial porque Chinatiende a traer a su propia mano de obra para llevar acabo los proyectos que financia. Si bien China está tra-tando de resolver esto, su énfasis estratégico en la ins-talación de zonas de procesamiento de exportaciones —que vienen con una serie de problemas intrínsecos—puede llegar a pesar más que algunos de los esfuerzospaliativos por reducir la importación de mano de obrachina.

La forma de las fuerzas económicas mundiales cambiarápidamente hoy en día. El comercio y la inversión Sur-Sur comienzan a crecer rápidamente en momentos enque los gobiernos de los países en desarrollo respondencon más entusiasmo a los TLC bilaterales y a los esfuer-zos de integración económica regional. Queda por veradónde nos llevará todo esto. No obstante, lo cierto esque el crecimiento de la riqueza y el poder de las trans-nacionales del Sur, así como el agrupamiento agresivode gobiernos de países en desarrollo para reformular lascorrientes financieras y de inversión entre ellos, cambia-rán las economías nacionales del Sur en los años venide-ros. De seguro que habrá un mayor análisis de las diná-micas de las corrientes de los mercados accionarios delSur, de las consecuencias de la venta que hagan las com-pañías del Sur de sus acciones públicas y de los nivelesde integración con los capitales del Norte. La verdaderapregunta es cuánto de esto sirve para profundizar lasdivisiones de clase, el desmantelamiento de modelosque son redistributivos y paradigmas neoliberales deprivatización irrestricta.

Combatiendo los TLCs | 31

23 “Latam and Caribbean Show Huge FDI Outflow Increase”, Foreign DirectInvestment Magazine, 6 de agosto de 2007.http://www.fdimagazine.com/news/fullstory.php/aid/2067/Latam_and_Caribbean_show_huge_FDI_outflow_increase.html

24 Por ejemplo, se espera que los países que se benefician de la generosi-dad neoliberal de Pekín adhieran a la política de “una sola China” —quesupone no tener relaciones formales con Taiwán. Dada la historia delperiodo de la Guerra Fría, también podría esperarse que la red dereceptores de inversiones y préstamos de China apoyaran a la

República Popular China en sus posiciones políticas en el Consejo deSeguridad de la ONU. Además, las inversiones de China en África hangenerado una oleada de consejos de asesoramiento presidencial enmateria de inversión, que son foros nacionales de alto nivel a través delos cuales Pekín puede interactuar directamente con los directivoslocales de la industria, sea ésta nacional o filiales de transnacionales,para discutir y hasta asesorar la introducción de cambios en el con-texto empresarial local, e incluso en las políticas nacionales. (VerBroadman, Africa’s Silk Road, Banco Mundial, Washington

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Los movimientos sociales y las organizaciones populares hanluchado contra los TLC durante décadas. La movilización enfo-cada en este tema surgió en América Latina en la década de1990, cuando Washington comenzó a presionar a determinadosgobiernos para que adoptaran una serie de tratados bilateralesque ampliaban el poder de las empresas estadounidenses en laregión: acuerdos de propiedad intelectual, tratados de inversióny finalmente los TLC. Grupos de Colombia, Ecuador, Nicaragua yotros lugares comprendieron rápidamente el poder de los trata-dos bilaterales a medida que en los parlamentos comenzaron acaer votaciones de emergencia relativas a tratados sorpresa deministerios de finanzas o de comercio, que comprometían a suspaíses a asumir nuevas obligaciones tales como el patenta-miento de semillas o el derecho de las compañías estadouniden-ses a entablarles juicio a sus gobiernos. La gente vio que se sub-vertía de manera deliberada la maquinaria de la democracia y elderecho público –congresos, constituciones y tribunales- paradar nuevos poderes a las empresas estadounidenses, desdeEnron a Occidental Petroleum. No fue por casualidad que elEjército Zapatista de Liberación Nacional inició su levantamientocontra el neoliberalismo en Chiapas, al sur de México, el mismodía que entró en vigor el TLCAN (o NAFTA, por su sigla en inglés)el 1º de enero de 1994.

América Latina ha sido escenario de luchas socialesmuy importantes contra el comercio bilateral y lostratados de inversión:

• la actual lucha contra el TLCA o NAFTA -en especial por partede las comunidades campesinas e indígenas mexicanas-como la campaña “El campo no aguanta más”, sin mencionarlas luchas por justicia y dignidad libradas por los trabajado-res y trabajadoras de las maquiladoras, en el norte del país,cerca de la frontera con los Estados Unidos

Activismo social en torno alos TLCs

bilaterals.org y GRAIN (Septiembre 2007)

(Foto: jinbo.net)

"Somos un desafío al neoliberalismo. Hemosvenido a mostrar que es posible rebelarse, y quevale la pena." (Imágen: Ejército Zapatista de Liberación Nacional)

• la fuerte resistencia comunitaria enBuenos Aires, Argentina, contra la privati-zación de los sistemas de suministro deagua y alcantarillado por parte de Azurix,una filial de Enron, en el marco de unTratado Bilateral de Inversión entreEstados Unidos y Argentina (1999-2001)

• el levantamiento popular de Cocha-bamba, Bolivia, contra una filial deBechtel que se adueñó del sistemapúblico de suministro de agua en elmarco de un Tratado Bilateral deInversión entre Holanda y Bolivia (2001)

• la campaña continental contra el ALCA(Acuerdo de libre comercio de lasAméricas), que generó una poderosa con-ciencia acerca del comercio bilateralgeneral y la agenda de inversiones deWashington en América Latina (en espe-cial durante el periodo 2001-2005)

• la lucha de las comunidades locales con-tra la construcción de las fábricas de celu-losa de la española ENCE y la finlandesaBotnia en el margen uruguayo del río quesepara Uruguay y Argentina, en el marcodel Tratado Bilateral de Inversión entreMontevideo y los países europeos sedede las empresas (2003-2006)

• la organización de referendos popularesy asambleas constituyentes en las que lospueblos de Colombia y Ecuador se pro-nunciaron en contra de los TLC deEstados Unidos (2006)

• nuevas luchas en la cordillera andina con-tra la expansión de las operaciones mine-ras argentinas en Chile en el marco de un

Tratado Bilateral de Inversiónentre los dos gobiernos

• resistencia popular en El Salvadorcontra el intento de privatizacióndel agua mediante un cambio dela legislación nacional para ade-cuarse al CAFTA, lo que reciente-mente provocó que 13 personasfueras acusadas de terroristaspor la ley antiterrorismo, quetambién se considera un resul-tado del CAFTA (2006-2007)

En África y el mundo árabehan aparecido varios focos delucha contra los TLC:

• Sudáfrica fue una víctima tem-prana (2000) de un TLC con laUnión Europea, cuyos efectos sehan ido haciendo sentir con eltiempo. Si bien no ha habido unmovimiento propiamente anti-TLCo anti-Tratado Bilateral deInversión en el país, la políticaneoliberal que impuso a Sudáfricael TLC con la Unión Europeaengendró importantes luchassociales urbanas, especialmentecontra la privatización del agua yla electricidad y por el acceso amedicinas esenciales (contra laspatentes)

• En la región meridional de África,la mayor conciencia de los trata-dos bilaterales y regionales deinversión provocó una gran dosisde investigación sindical coopera-tivo y trabajo educativo (a princi-pios de la década de 2000)

• Marruecos fue escenario de unalucha social muy importante con-tra el TLC entre los EstadosUnidos y ese país, donde algunosde los temas motivo de las movi-lizaciones fueron las consecuen-cias del acuerdo en la salud, ladiversidad cultural, la autonomíapolítica y económica de Marrue-cos y el proceso de negociacionesen general (2003-2005)

• Más recientemente, a lo largo delÁfrica subsahariana se ha creadoun amplio frente social de oposi-ción a los Acuerdos deCooperación Económica (EPA, porsu sigla en inglés), que debíanestar firmados para el 31 dediciembre de 2007. Esos acuer-dos cambiarían por completo lasrelaciones económicas de Áfricacon Europa, y las consecuenciasque tendrán han convocado anumerosos sectores diferentesque luchan por detener o por lo

menos demorar los acuerdos, enparte actuando conjuntamentecon ONGs europeas (2005–2007).

Combatiendo los TLCs | 33

Una campesina de Burkina Faso dice "No a los acuerdos de asociación económica sin soberanía alimentaria"(Foto: ABC Burkina)

Agricultores coreanos cruzaron el marhasta la isla de Jeju, donde los negoci-adores del TLC de EE.UU. y Corea esta-ban escondiéndose para su cuartaronda de conversaciones en octubre de2006. Las movilizaciones en Corea encontra del libre comercio fueron masi-vas, con más de 100000 personas enlas calles. (Foto: Chamsaesang)

En Asia y el Pacífico, la luchasocial contra los TLC ha sidoirregular hasta ahora:

• Hubo una reacción relativamente tem-prana a los TLC en Nueva Zelanda,donde una serie de grupos y sindicatosse opusieron a un TLC con Singapur yayudaron a parar las conversaciones entorno a un TLC entre Nueva Zelanda yHong Kong.

• Los coreanos han llevado adelante losmovimientos nacionales más fuertescontra los TLC, comenzando por el tra-tado entre Corea y Chile, al cual seopusieron firmemente agricultores ytrabajadores (2001-2003). A esto lesiguió una resistencia popular masivacontra el TLC entre Estados Unidos yCorea (2005-2007) –el mayor movi-miento organizado de Corea desde ellevantamiento estudiantil de 1987.Ahora intentan detener el TLC entre laUnión Europea y Corea.

• En la sociedad australiana hubo unalucha turbulenta contra el TLC deEstados Unidos y Australia (2003). Apartir de los primeros debates sobrelas consecuencias para el sistema desalud y los sistemas alimentarios deAustralia, el TLC se convirtió en untema electoral importante sobre lasoberanía de Australia.

• A partir de las negociaciones de los tra-tados entre Australia y Tailandia, yEstados Unidos y Tailandia (2005-2006), surgió un fuerte movimientotailandés contra los TLC. Esto dio lugara la formación de una coalición nacio-nal anti-TLC que también ha estadocombatiendo los TLC Japón-Tailandia,China-Tailandia, Nueva Zelanda-Tailandia y ahora el TLC entre la UniónEuropea y la ASEAN. Los temas motivode preocupación han sido diferentesen los diversos tratados, pero las for-mas de vida de los agricultores, elacceso a los medicamentos y el temade quién se beneficia con estos trata-dos han sido cuestiones claves de lamovilización.

• En Malasia ha surgido un pequeñofrente social de oposición al TLC entreEstados Unidos y Malasia (2006-2007).

• En Filipinas, diversos sectores hanestado trabajando para detener elAcuerdo de Asociación Económicaentre Japón y Filipinas (2005-2007).

• En torno a las negociaciones del TLCentre la Unión Europea y la ASEAN hacomenzado a darse una solidaridad enla región, así como un trabajo en red(2007).

34 | Combatiendo los TLCs

Las personas que viven con el HIV/SIDA han sido una de las fuerzas más acti-vas de la oposición al TLC de EE.UU. con Malasia a causa de las implicanciasde amenaza a la vida de las demandas de Washington sobre patentes de dro-gas. (Foto: cortesía de la Red del Tercer Mundo)

Protestas de trabajadores contra el CAFTA, Washington DC, 2005

2 Impactos y resistencias

El tratado de libre comercio Australia–EE.UU –¿comercio justo, o comercio sucio?Jemma Bailey (Septiembre 2007)

Asia y Pacifico

La caricatura mostraba a un koala (representando aAustralia) parado sobre una silla y estirando su cuellopara ver por encima de la mesa. Del otro lado de la mesase veía al Tío Sam (Estados Unidos) vestido de rojo,blanco y azul. Sobre la mesa, el koala y el Tío Sam son-ríen y se dan la mano. Por debajo de la mesa, el Tío Samempuña un arma contra la barriga del koala.

En realidad, la historia del AUSFTA no es tan simplecomo eso. El partido político que gobernaba Australiadurante las negociaciones –el conservador partidoLiberal- apostaba fuerte al libre comercio y estaba dema-siado interesado en estrechar las relaciones y acomo-darse a los intereses estadounidenses. Pero como sueleocurrir en la mayoría de las negociaciones comercialescon Estados Unidos, el gobierno australiano no era paranada un par con igualdad de condiciones y poder denegociación que su socio. A la postre se firmó unacuerdo muy malo para el pueblo australiano.

La ruta de la campaña contra el AUSFTA

Las negociaciones del AUSFTA comenzaron en marzo de2003. En febrero de 2004 el texto había sido acordadotras puertas cerradas, y una versión final –de 800 pági-nas- salió a la luz pública.

La disparidad de poder en las negociaciones resultó evi-dente –la economía australiana es apenas el 4 % de laestadounidense. Sin embargo, el gobierno australianoentró a las negociaciones con poco más que su sinceroapego al libre comercio y al neoliberalismo, la falsa

La portada del famoso libro "Cómo matar a un País" (Allen & Unwin, Sydney, 2004)

Una imagen que perdura de la campaña contra el Tratado de Libre Comercio entre Australia yEstados Unidos (AUSFTA por sus siglas en inglés) es una caricatura que apareció en la tapa deun libro sobre las negociaciones titulado ‘Cómo matar a un país’ (“How to Kill a Country”).

Combatiendo los TLCs | 35

expectativa de que Estados Unidos abriría sus mercadosagrícolas, y con la convicción equivocada de que EstadosUnidos era un “amigo” que se preocuparía por nosotrosen las negociaciones.

El gobierno australiano, con la ayuda de los grupos depresión empresariales y los medios de comunicación deRupert Murdock, infló rabiosamente la valía del acuerdo.El Primer Ministro John Howard describió el AUSFTAcomo “una alineación de los astros...que no volverá aocurrir en una generación o más”. Para el SecretarioParlamentario de la Ministra de Comercio De-Anne Kelly,el AUSFTA era la “copa mundial del comercio”.

Una campaña enérgica de corte comunitario se opuso alcarácter antidemocrático de las negociaciones y exigióque las políticas de salud, sociales y ambientales queda-ran excluidas del AUSFTA. En sus etapas finales, la cam-paña centró sus esfuerzos en el partido más progresistade la oposición, el Partido Laborista Australiano (ALP porsus siglas en inglés), con la esperanza de que éste blo-queara en el Parlamento cualesquier cambios a la legis-lación australiana como consecuencia del AUSFTA.

El acuerdo fue aprobado en el Parlamento en agosto de2004. Para lograr su aprobación, la facción más conser-vadora del ALP usó su condición de mayoría interna den-tro del partido para forzar el apoyo al acuerdo –aunquecon enmiendas que consagraron la penalización delabuso de las patentes por parte de las empresas farma-céuticas, y el mantenimiento de las protecciones paralos medios de comunicación actuales.

Las exportaciones más competitivas de Australia, entrelas que se incluyen los trasbordadores (ferries) rápidos,las frutas con carozo, pepa o hueso y los vinos, siguenteniendo vedado, o muy restringido, su ingreso aEstados Unidos. El azúcar está completamente excluidodel acuerdo, y la reducción de los aranceles para lacarne y los lácteos ocurrirá en forma progresiva a lolargo de un período de 18 años.

Identificación de los objetivos – Impactos del AUSFTA

En 2002, el ex Representante Comercial de EstadosUnidos Robert Zoellick escribió al Congreso presen-tando una lista de las políticas sociales clave deAustralia que habían sido identificadas como “barrerasal comercio” onerosas. Esa carta fue un documentoimportante que permitió identificar las áreas clave de lacampaña contra el AUSFTA.

• Medicamentos asequibles: el Programa deBeneficios FarmacéuticosLos negociadores estadounidenses identificaron elPrograma de Beneficios Farmacéuticos australiano(PBS por sus siglas en ingles) como un obstáculo alcomercio. En el marco del PBS, el gobierno austra-liano compra a precios mayoristas grandes cantida-des de los medicamentos aprobados, y de ese modogarantiza que esos medicamentos tengan preciosasequibles. Los medicamentos son entre 3 y 10 vecesmás baratos que en Estados Unidos. No debe sor-prender entonces que las grandes compañías farma-céuticas estadounidenses desearan que el AUSFTA lesotorgara mayores derechos...y por supuesto, medica-mentos más caros. La campaña que llevó adelante lacomunidad logró salvar la mayor parte del PBS. Noobstante, los pequeños cambios introducidos, comopor ejemplo el que permite ampliar el plazo de vigen-cia de las patentes para los medicamentos, probable-mente tengan consecuencias negativas para el PBS yretrasen la disponibilidad de los medicamentos gené-ricos más baratos.

• Etiquetado de los alimentos transgénicosGracias a las campañas de los consumidores denun-ciando los impactos de los alimentos transgénicossobre la salud y el medioambiente, la legislación aus-traliana exige su etiquetado. Los negociadores esta-dounidenses pretendían debilitar las leyes australia-nas en este campo, armonizándolas con los requisi-tos de etiquetado más laxos de Estados Unidos. Laenérgica campaña realizada por los agricultores y losgrupos ecologistas en Australia frenó los intentosestadounidenses de eliminar el sistema de etique-tado.

• Adopción de la legislación estadounidense sobrederechos de autorEstados Unidos pretendía que Australia cambiara susleyes sobre derechos de autor y adoptara las estadou-nidenses. El capítulo del AUSFTA sobre propiedadintelectual es básicamente una copia de retazos delas leyes estadounidenses. Entre otras cosas, amplíael plazo de vigencia de los derechos de autor de 50 a70 años. Las bibliotecas y los organismos de la edu-cación pública australiana hicieron fuertes campañassobre este punto, ya que implicaría costos más altos

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El TLC entre los EE.UU. y Australia fue visto por el pueblo aus-traliano como una traición en favor de los EE.UU. y supoderoso sector empresarial

La compensación involucrada en el TLC EE.UU.-Australia.(Imágen: Andrew Weldon)

para sacar copias de materiales, incluso con fineseducativos.

• Reglas sobre contenido local en los medios decomunicaciónLa legislación australiana sobre contenido local exigeque se reserve un horario mínimo para obras de cine,televisión y radio realizados en Australia. La legisla-ción sobre contenido local apoya a la industria nacio-nal de los medios de comunicación y garantiza que sepueda escuchar una diversidad de voces australianas.Las empresas estadounidenses de medios de comuni-cación ya dominan el mercado local, y sin esta exi-gencia de contenido local, la industria de los mediosaustraliana se vería en dificultades para sobrevivir. Lacampaña de la comunidad logró mantener las reglassobre contenido local para los medios de comunica-ción existentes, pero no para medios emergentes onuevos. Esto significa que se perderá esta protecciónen la medida en que se produzcan avances tecnológi-cos en el cine, la televisión y la radio.

• CuarentenaAustralia tiene leyes de cuarentena bastante estrictas,y éstas fueron identificadas por los negociadoresestadounidenses como una barrera al comercio. Losproductores australianos de vino, cerdos y pollosdenunciaron que una legislación de cuarentena másdébil los haría vulnerables a los brotes de enfermeda-des, virus y plagas estadounidenses que no existenen Australia. Después de una fuerte campaña pública,la mayor parte de la legislación en materia de cuaren-tena se mantuvo.

• Restricciones a la inversión extranjeraLa Dirección de Supervisión de la Inversión Extranjerade Australia es el organismo que supervisa las inver-siones que se proponen hacer las compañías extran-jeras en el país. Estados Unidos quería eliminar estos

controles para obtener así acceso a nuestras indus-trias estratégicas como los medios de comunicación,las telecomunicaciones, las líneas áreas y la banca.Estados Unidos logró elevar el límite para la super-visión de inversiones de US$50 millones a US$800millones.

• Reglamentación de los servicios y las inversionesEstados Unidos intentó modificar la legislación aus-traliana para que las compañías estadounidensesrecibieran un trato similar al de las compañías austra-lianas. La campaña se centró en los servicios esencia-les. Algunos servicios públicos claves como la salud,la educación y los medios de comunicación públicosquedaron excluidos del AUSFTA. La energía, el agua yel transporte público, sin embargo, quedaron dentrodel acuerdo.

• Aranceles en las industrias manufactureras claveAustralia ha mantenido aranceles altos en textiles yen las industrias de la vestimenta y el calzado, aligual que en la automotriz. Según el Sindicato deTrabajadores Industriales de Australia (AustralianManufacturing Workers Union), la reducción de losaranceles por intermedio del AUSFTA significaría enlos hechos el cierre de estos sectores y la pérdida demás de 130.000 puestos de trabajo, principalmenteen las comunidades regionales.

• El mecanismo de solución de diferencias inversio-nista-EstadoEstados Unidos quería un mecanismo de solución dediferencias inversionista – Estado en el AUSFTA. Estole habría permitido a las empresas estadounidensesimpugnar varias leyes australianas como incom-patibles con el AUSFTA y perjudiciales para susganancias. Esto habría atado de manos al gobiernoaustraliano a la hora de formular leyes que pudieranafectar a compañías estadounidenses. En el marco de

El AUSFTA fue decididamente unmal negocio para Australia -lamayoría de los australianos seopusieron y fue cuestionado porlos principales economistas.Según dicen los rumores, los pro-pios burócratas del gobierno aus-traliano expertos en comerciorecomendaron que no se lo fir-mara. Entonces, ¿qué razones lle-varon al gobierno australiano afirmarlo?

La ideología: El gobierno conser-vador de Howard estaba ideológi-camente comprometido con elneoliberalismo. Todo indica queel AUSFTA le serviría de excusapara consolidar y perpetuar suagenda desreguladora y privatiza-dora.

Los grupos de presión empresa-riales: Varios grupos de presiónempresariales muy bien financia-dos jugaron un papel clave de

impulso al AUSFTA. En particular:

• AUSTA – La coalición empresa-rial que dirige Alan Oxley, queincluye a la Cámara Australianade Comercio e Industria(Australian Chamber of Com-merce and Industry) y laCámara de Comercio deEstados Unidos en Australia(American Chamber of Com-merce in Australia)

• El Consejo Empresarial deAustralia (Business Council ofAustralia)- integrado por com-pañías llamadas “australianas”,aunque muchas empresas delas más grandes de Australiason de propiedad extranjera.

• Medicines Australia: Repre-senta a las empresas farma-céuticas en Australia, e incluyefiliales locales de las compa-ñías farmacéuticas estadouni-denses

El gobierno australiano tambiéntuvo cuidado de indemnizar aalgunas de las industrias impor-tantes que perdieron con el AUS-FTA. Por ejemplo, los cultivadoresde azúcar recibieron un paquetede ajuste de $444 millones dedólares australianos. ¿Para com-prar su silencio, quizá?

La Guerra: El AUSFTA fue nego-ciado a la sombra de la llamadaguerra contra el terror y el apoyodel gobierno australiano -sinmandato del pueblo australiano-a la invasión de Afganistán e Irak.El AUSFTA devino crecientementevinculado a los intereses militaresde Australia. Habiendo engan-chado el vagón australiano tanestrechamente a Estados Unidosen la 'Coalición de los Dispuestos'('Coalition of the Willing'), elPrimer Ministro australiano noparecía estar en condiciones derechazar el AUSFTA.

Los que manejan los hilos detrás del AUSFTA

Combatiendo los TLCs | 37

un litigio inversionista-Estado, las demandas son pre-sentadas ante un panel de expertos en un tribunalinternacional, en audiencias cerradas para el público.

La sólida campaña contra el AUSFTA utilizó ejemplos delTratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCANo NAFTA por sus siglas en inglés), al amparo del cualdistintas compañías impugnaron las leyes nacionales. Lacampaña logró su objetivo y el mecanismo de soluciónde diferencias inversionista – Estado no fue incluido enel AUSFTA.

La campaña

La campaña contra el AUSFTA reunió a una variada gamade organizaciones y movimientos en Australia, entreellos sindicatos, grupos religiosos, grupos ecologistas,defensores de la salud y la educación pública, bibliote-carios, jubilados y estudiantes. Muchos de estos gruposnunca antes habían trabajado juntos – ni tampocohabían trabajado en temas relativos al comercio- y lasalianzas que conformaron han perdurado más allá delAUSFTA.

Esos grupos se congregaron principalmente en torno ala Red Australiana de Inversiones y Comercio Justo(Australian Fair Trade and Investment Network – AFTI-NET). AFTINET coordinó muchas acciones conjuntasdurante la campaña.

¿Cuáles fueron entonces los ejes centrales de la cam-paña?

Educación comunitaria: fue uno de los ejes centrales. Alcomienzo de la campaña muchas personas todavía nosabían qué era un TLC, mucho menos porqué debíanpreocuparse por los TLC. Se realizaron foros públicos,asambleas públicas y manifestaciones comunitarias entodas las ciudades capitales y en muchas ciudades demenor tamaño. Se difundieron distintas publicacionesde educación popular, caricaturas y animaciones, dondese denunciaban distintos aspectos del AUSFTA. Mira laanimación sobre contenido local de los medios que ela-boró la Asociación de Productores de Cine y Televisión(Screen Producers Association) de Australia enhttp://www.spaa.org.au/freetrade.html

Movilización y construcción de movimientos: un pasomás allá de la educación, la campaña buscó involucrar ymovilizar a la gente. Se realizaron manifestacionespúblicas en la mayoría de las ciudades capitales. Lasorganizaciones realizaron campañas y talleres paraescribir cartas. Hubo jornadas enteras de seminarioseducativos (teach-ins) en Sydney y Melbourne y sesionesde capacitación para educadores sobre el AUSFTA.

Cabildeo: Las negociaciones del AUSFTA se llevaron acabo en la etapa previa a las elecciones nacionales enAustralia, y por eso la campaña también centró esfuer-zos en el cabildeo con los políticos, especialmente lospolíticos del ALP y otros partidos minoritarios simpati-zantes. Durante la campaña se le enviaron miles de car-tas y correos electrónicos a los políticos, y AFTINETcoordinó las visitas y el cabildeo con los políticos loca-les. La campaña obligó a que se realizaran dos investi-gaciones parlamentarias, que recibieron 700 remisionespúblicas. A nivel de los consejos locales se presentarony aprobaron mociones contra el AUSFTA.

Medios de comunicación: la campaña concitó muchaatención de los medios, tanto convencionales comocomunitarios. El sindicato de los medios trajo a variosactores de gran popularidad (y cantantes de protesta)como Toni Collette y Russell Crowe para levantar el per-fil de la campaña.

Hubo algunas acciones conjuntas de activistas estadou-nidenses y australianos. Por ejemplo, el ConsejoAustraliano de Sindicatos (Australian Council of TradeUnions) y la Federación de Trabajadores y Congreso deOrganizaciones Industriales de Estados Unidos (AFL-CIO)hicieron una declaración conjunta, y lo mismo hicieronlas organizaciones ecologistas. Lamentablemente, lamayor parte de esta campaña conjunta se realizó a tra-vés de organizaciones de mayor porte y no fue muy sos-tenida.

Un aspecto importante de la campaña fue la realizaciónde investigaciones que permitieron desenmascarar laretórica del gobierno de que el AUSFTA sería muy bene-ficioso para la economía australiana. El gobierno seapoyó en los estudios realizados por el Centro deEconomía Internacional (Centre for InternationalEconomics) para sostener que el TLC generaría benefi-cios económicos por un valor de US$2.000 millones enun plazo de 10 años. Pero el detalle tramposo de esosestudios es que suponían que el comercio agrícola que-daría plenamente liberalizado –que es algo que nuncaiba a ocurrir. Los grupos integrantes de la campañaencargaron sus propias investigaciones que anunciabanpérdidas y socavaron las afirmaciones del gobierno.

Las grandes cosas crecen desde el pie – la medida delos logros de la campaña

A pesar de la fuerza de la campaña, el AUSFTA se firmó.Algunos pueden decir que perdimos por un pelo. Pero lacampaña sí tuvo éxito en generar un auténtico giro en eldebate público sobre el libre comercio. En la políticaaustraliana, el libre comercio se había transformado enuna vaca sagrada; no era posible cuestionarlo. Se dabapor cierto que el libre comercio traería mayor riqueza yprosperidad para todos. Y en este aspecto, el partidolaborista (ALP) cantaba con la misma partitura que elgobierno conservador del Partido Liberal.

La campaña contra el AUSFTA desató el debate de mayorenvergadura que jamás se haya visto en Australia sobreun acuerdo comercial. El debate a nivel de la comunidad–e incluso en los medios masivos convencionales- secuestionaba si el propósito de los acuerdos de librecomercio es abrir más el comercio y los mercados, o sisu objetivo es más bien garantizar mayores derechospara las grandes empresas y debilitar el control públicode las políticas sociales.

La campaña consiguió cambiar la opinión pública. Alcomienzo de la campaña el apoyo al AUSFTA era del65%, pero al momento de su firma había caído al 35%.Incluso a pesar de haberse firmado, es universalmenteaceptado en Australia que éste fue un mal negocio. Lacampaña también tuvo éxito al lograr que un mal nego-cio...resultara menos malo que lo que de otro modohubiera sido. No incluyó ningún mecanismo de soluciónde diferencias inversionista-Estado, la legislación austra-liana sobre cuarentena se mantuvo relativamenteintacta, al igual que las leyes de etiquetado de los ali-mentos transgénicos. Se logró conservar las reglas de

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contenido local para los medios de comunicación cono-cidos en la actualidad, y las restricciones existentes parala inversión extranjera en Qantas, Telstra y la propiedadde los medios de comunicación también se mantuvieron.

En el área clave de los medicamentos, la campaña pre-sionó al partido laborista (ALP) para que obligara a rea-lizar una enmienda que permitiese salvaguardar la polí-tica de medicamentos de Australia contra la práctica de‘perpetuación’ (‘evergreening’) de las patentes de laindustria farmacéutica. “Evergreening” o “perpetuación”es el término con el cual se designa la práctica de laindustria de interponer reclamos de patente ficticios queresponden a modificaciones mínimas sobre productosconocidos, como forma de dilatar la comercialización demedicamentos genéricos más baratos tras la expiraciónde sus patentes.

El aguijón en la cola del alacrán es que en las áreas enlas que Estados Unidos no logró sus metas, consiguióque se crearan comités conjuntos Australia-EstadosUnidos para poder incidir de forma permanente en laformulación de políticas en Australia, sin rendirle cuen-tas a nadie. El AUSFTA estableció comités conjuntos enmedicamentos, cuarentena y normas técnicas incluyendoel etiquetado de alimentos. Tres años más tarde, todavíano hemos podido conocer los nombres de quiénes inte-gran estos comités, cuándo se reúnen o qué discuten.

El koala y el arma en perspectiva

Es importante poner al AUSFTA en el contexto de otrasnegociaciones comerciales de Australia. Aunque en elAUSFTA hace el papel del koala amenazado con un armaapuntándole a la barriga, el gobierno australiano estálejos de ser una inocente paloma. Un rápido análisis delas negociaciones comerciales de Australia con Tailandia

y los países del Pacífico demuestra que el gobierno aus-traliano también es en sí mismo bastante proclive aempuñar un arma por debajo de la mesa y negociar suspropios acuerdos de comercio que imponen políticasneoliberales perjudiciales.

El desafío que enfrenta el movimiento en Australia esaprovechar el ímpetu generado por la campaña contra elAUSFTA para pedirle cuentas al gobierno australiano poractuar como un matón en sus negociaciones comercia-les con otros países.

Fuentes de información

Australian Fair Trade and Investment Network AFTINETwww.aftinet.org.au. AFTINET reunió 80 organizaciones durante lacampaña contra el AUSFTA. Este sitio tiene un gran archivo con losboletines de la campaña. Por más detalles sobre los impactos del AUS-FTA, ver el volante “10 devils in the detail”.

Global Trade Watch Australia http://tradewatchoz.org/. Este sitio tieneun registro muy amplio de prensa sobre la campaña contra el AUSFTA.

Australian Manufacturing Workers Union, Campaña por el NO al USFTAhttp://www.amwu.asn.au/default.asp?Action=Category&id=68

Amigos de la Tierra (FoE) Australia, página web de la campaña contra elAUSFTA http://www.foe.org.au/trade/learning-resources/australia-2013-united-states-free-trade-agreement/

Pat Ranald, The Australia-US Free Trade Agreement: a contest of inte-rests, Journal of Australian Political Economy, No. 57, junio 2006.www.jape.org. Un buen análisis de las fuerzas sociales y empresaria-les a favor y en contra del AUSFTA.

Un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del TLC con Estados Unidoshttp://www.OzProspect.org

Entrevista con John Matthews en la Radio ABC sobre los impactos delAUSFTA dos años después. John Mathews es co-autor del libro How toKill a Country http://bilaterals.org/article.php3?id_article=7828

Declaración conjunta de grupos australianos solicitando al Senado deAustralia que detenga la legislación del AUSFTAhttp://aftinet.org.au/campaigns/US_FTA/usftasignonstatement.html

Combatiendo los TLCs | 39

40 | Combatiendo los TLCs

En rondas anteriores se habían resuelto numerosas dife-rencias entre las posiciones negociadoras, salvo lascuestiones de la propiedad intelectual y las inversiones.La mayoría de los manifestantes provenían de personasafectadas por VIH/SIDA y grupos de agricultores.Aproximadamente unos cincuenta manifestantes, conuna tela negra atada alrededor del cuello, nadaron a tra-vés del caudaloso río en un intento por entrar por laparte posterior del hotel. En la entrada principal, unamultitud trató de empujar las vallas de hierro sostenidaspor mil efectivos policiales. Como los manifestantessuperábamos en número a la policía, finalmente logra-mos derribar el vallado y nos dirigimos a la entrada prin-cipal del edificio. Sitiamos el hotel toda la noche, y losnegociadores estadounidenses y tailandeses – entreellos Barbara Weisen, jefa del equipo estadounidense denegociación – tuvieron que salir a hurtadillas en mitadde la noche. Esa pasó a ser la última ronda de negocia-ciones del TLC hasta ahora.

Los intentos del gobierno del entonces primer ministroThaksin Shinawatra por impedir que la prensa dieracobertura a la campaña contra el TLC fueron en vano. Latelevisión estatal informó sobre el evento a todo color y,de ocupar un pequeño espacio en la sección comercial,la noticia pasó a estar en los titulares de los periódicosque se dedicaron de lleno al movimiento anti-TLC. Lasorpresa de que se uniera más gente en el segundo ytercer día de manifestaciones no fue sólo para elMinistro del Interior, estrecho aliado de la familiaShinawatra, sino también para los propios manifestantesde la organización “Once Redes Populares contra elTLC”, encabezada por FTA Watch [Observatorio del TLC].Chiang Mai era la ciudad natal de Thaksin Shinawatra yun baluarte de su partido, que obtuviera una victoriaaplastante en la elección anterior. Sin embargo, en los

caminos que conducían al hotel numerosas personasnos vitoreaban e incluso algunas nos invitaban a entrara sus casas por comida y bebidas. Ante tanta presión,Nittaya Piboosongkram, el jefe de negociaciones deTailandia, renunció a su puesto una semana después.

El movimiento anti-TLC fue creciendo junto a un senti-miento antigubernamental entre la clase media. A partirde esto, FTA Watch se sumó a la campaña para derribaral gobierno junto con People’s Alliance for Democracy(PAD) [la alianza popular por la democracia]. En la pri-mera mitad de 2006, cientos de miles de personas salie-ron diariamente a las calles de Sanamluang y otrosvarios barrios comerciales de Bangkok, exigiendo la des-titución del gobierno. Si bien el golpe militar del 11 deseptiembre puso fin a las protestas, la campaña llevadaadelante por los sectores populares, especialmente elmovimiento contra el TLC y otros tratados comerciales,abrió un espacio político importante y en el futuro ten-drá un peso sustancial en las políticas de liberalizacióndel comercio.

El inicio de la campaña contra el TLC

El movimiento popular contra el TLC comenzó cuandoen la reunión de líderes de la Cooperación EconómicaAsia Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) realizadaen octubre de 2003 en Bangkok, Thaksin y el presidenteBush de los Estados Unidos declararon que sus gobier-nos comenzarían las negociaciones en pos de un TLCbilateral. Esto fue a continuación de la culminación deun TLC entre Estados Unidos y Singapur.

Thaksin y su Partido Rak Thai de Tailandia (TRT) acaba-ban de alcanzar una victoria aplastante en las elecciones

La lucha contra los TLCs:la experiencia de Tailandia(BIOTHAI) Octubre de 2007

El 11 de enero de 2006, entre 15 mil y 20 mil personas sitiaron el Hotel Sheraton, ubi-cado junto al río Ping en la provincia de Chiang Mai, lugar de la sexta ronda de nego-ciaciones del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Tailandia.

El movimiento popular contra el TLCha abierto un espacio políticoimportante en Tailandia.

Combatiendo los TLCs | 41

generales y fue así que logró ser primer ministro porsegunda vez, con más de dos tercios de parlamentariosen la Cámara de Representantes. Thaksin se convirtió enel primer ministro más poderoso de la historia democrá-tica tailandesa. Su gobierno utilizaba tácticas sutiles paracontener y socavar el disenso. Por un lado intentó ganarpopularidad entre los sectores rurales pobres creandofondos locales para darles dinero directamente y ayudara los pobres a tener mayor acceso a los servicios públi-cos de salud. Por otro lado intentó controlar a la prensay a las organizaciones de derechos humanos, como laComisión Nacional de Derechos Humanos (NHRC, por sussiglas en inglés), e incluso a la mayoría de los senadores.

El gobierno anunció sus planes de establecer TLC conmás de diez países, entre ellos China, Australia, NuevaZelanda, Bahréin, Perú, Chile, Japón, Estados Unidos yalgunos países de la llamada BIMSTEC (por sus siglas eninglés o iniciativa para la cooperación multisectorial,técnica y económica de la bahía de Bengala), que com-prende a Bangladesh, Bután, Birmania, Sri Lanka, India,Nepal y Tailandia) y de la Asociación Europea de LibreComercio (AELC) (que actualmente incluye sólo a Suiza,Noruega, Liechtenstein e Islandia), así como la liberali-zación unilateral parcial del mercado agrícola a paísesde Indochina en el marco de la ACMECS (por sus siglasen inglés o Estrategia de Cooperación EconómicaAyeyawady-Chao Phraya-Mekong, los tres ríos que cru-zan Tailandia, Camboya, Birmania, Laos y Vietnam). Lalógica de Thaksin detrás de estos TLC era abrir el mer-cado del país ya que Tailandia iba a firmar un tratadocon los dos países más poblados del mundo, es decirChina e India, con total de más de 2 mil millones dehabitantes, un tercio de la población mundial.Estábamos por hacer acuerdos con países que tenían elmayor poder adquisitivo del mundo y eran la primera ysegunda mayores economías del planeta: EstadosUnidos y Japón. Thaksin trató de vender grandes sueñosy lanzó varias promesas vacías. La gente fue llevada acreer que ningún otro líder nacional podía compararsecon él y que él conduciría al país por un camino de des-arrollo para estar a la par de otros grandes países des-arrollados como Corea del Sur, Taiwán y Singapur.

Si bien el gobierno tailandés organizó una gran recep-ción para la reunión de la APEC y agasajó a los huéspe-des con una espectacular procesión real de barcazas, larecién fundada FTA Watch emitió una declaración enprotesta por el inicio de las negociaciones comercialescon Estados Unidos. Muy poca prensa prestó atención anuestra campaña durante la APEC. Nuestras reunionespara la campaña contra la globalización y la guerra fue-ron más bien pequeñas y no pudieron atraer a más per-sonas. Una encuesta independiente reveló que más del90 por ciento de la gente encuestada no estaba deacuerdo con que se hiciera una campaña al mismotiempo que el país recibía a la APEC.

FTA Watch

En medio de la creciente popularidad de Thaksin, el sec-tor popular comenzó lentamente a denunciar las cues-tiones del TLC con grandes dificultades y cautela, espe-rando ganar el apoyo de las masas. Tras discusiones yanálisis entre organizaciones populares, ONG y unpequeño grupo de académicos, en diciembre de 2003 sefundó FTA Watch, integrada por ONG, organizacionespopulares y académicos activos en temas de recursosbiológicos, propiedad intelectual, salud pública y protec-ción a los consumidores, así como grupos que seguíanlos movimientos de oposición a la Organización Mundialde Comercio (OMC) y la globalización, las redes de agri-cultores que trabajan en agricultura sustentable y lasredes de afectados por VIH/SIDA. Nuestros miembrostambién provinieron de funcionarios y miembros deorganizaciones independientes tales como la NHRC y elconsejo nacional de asesoramiento económico y social(NESAC por sus siglas en inglés).

El objetivo de FTA Watch es ayudar a coordinar el análi-sis y la defensa de las cuestiones vinculadas al comerciointernacional entre los sectores populares y las diversasalianzas que carecen de una sede permanente. Lostreinta o cuarenta miembros básicos provinieron deunas veinte organizaciones. Nos comunicábamos einformábamos de los distintos sucesos a través de una

Policía tailandesareprimiendo lamovilizaciónpopular en ChiangMai, enero de2006. (Foto: cortesía BIOTHAI )

lista de correos electrónicos y tomábamos muchas deci-siones a través de las comunicaciones electrónicas. Lascuestiones más delicadas y las decisiones importantes seadoptaron en reuniones regulares llevadas a cabo alter-nativamente entre varias organizaciones participantes.

FTA Watch creó la página electrónica www.ftawatch.orgpara que fuera el portavoz oficial del grupo y sirvierapara divulgar información. Se recopilaron los informessobre cuestiones del TLC de diversos periódicos tailan-deses, junto con artículos relacionados, análisis de losimpactos de la liberalización en diversos ámbitos asícomo informes de investigaciones relativas a debatesentre representantes de la sociedad civil y el gobiernodirigidas por el grupo de negociaciones. Se sacaron másde 20 mil artículos en la página electrónica, en su mayorparte en tailandés. La página electrónica llegó a tenermás de tres millones de visitas. También realizamostransmisiones de radio por internet durante las discusio-nes académicas públicas que atrajeron a más de 500participantes, y las manifestaciones de Chiang Mai, porejemplo.

El grupo también publica numerosos libros para divul-gar los análisis de los impactos del TLC realizados poracadémicos y activistas (Sovereignty Not for Sale: AnAnalysis of Impacts of Thailand-USA FTA y Exposing theHidden Agenda in the Thailand-Japan FTA Agreement,por ejemplo), además de pequeñas publicaciones y folle-tos dirigidos a diversos públicos. Comenzamos conpequeños debates públicos a los que asistían de treintaa cuarenta personas, que se ampliaron hasta convertirseen seminarios nacionales con trescientos y hasta sete-cientos participantes. Las discusiones abordaban diver-sos sectores, incluidos los impactos sobre los agriculto-res y pacientes de SIDA, así como análisis de los acuer-dos relacionados con las disposiciones sobre propiedadintelectual, cláusulas de inversión y un análisis generalde aspectos del TLC como la falta de transparencia delproceso de negociación, los conflictos de interés y elpapel que cumplían las compañías transnacionales.

Una vez que el grupo se hizo más conocido y la prensay la opinión pública se informó más acerca de los análi-sis e impactos, FTA Watch se convirtió en un centro decoordinación entre activistas que trabajaban cuestionesasociadas. Comenzamos con una manifestación contrala firma del TLC entre Tailandia y Australia en 2003,frente a la Casa de Gobierno, en la que participaronunos mil manifestantes, luego una manifestación contrala tercera ronda de negociaciones del TLC entre EstadosUnidos y Tailandia, en Pattaya, del 4 al 8 de abril de2005, y la protesta masiva en Chiang Mai. También nossumamos al PAD para protestar contra el TLC, la privati-zación de las empresas del Estado, y para derrocar algobierno de Thaksin. Esta campaña congregó a cientosde miles de manifestantes. (No obstante, varios mesesantes del golpe que derrocó a Thaksin, FTA Watch se fueretirando gradualmente del movimiento que actuaba enel escenario político nacional y recuperó su misión deservir los propósitos políticos de los sectores populares).

Los miembros de FTA Watch dieron igual importancia alcabildeo que a los análisis de los impactos y las movili-zaciones de masas. Algunos de nuestros miembros for-maron parte de diversos comités del Senado —sobreAsuntos Exteriores y sobre Seguridad Humana delDesarrollo Social. Otros miembros participaron en sub-comités nombrados por organizaciones de regulaciónindependientes como NESAC y NHRC, etcétera. También

algunos de nuestros representantes se reunieron oficial-mente con el primer ministro, el viceprimer ministro ylos líderes de todos los partidos políticos de la oposi-ción, y enviamos nuestros informes a diversos comitésde la Cámara de Representantes.

Después del golpe de Estado, nuestros miembros conti-nuaron activos en el cabildeo de nuestras propuestas conmiembros de la Asamblea Legislativa Nacional e impulsa-ron cláusulas en la nueva Constitución que garantizan latransparencia y la democracia en el proceso para estab-lecer acuerdos comerciales internacionales y para que serinda cuentas del proceso ante la gente.

Un análisis de los temas del TLC

FTA Watch considera que la imposición de los TLC haestado dirigida principalmente por intereses creadosentre las grandes potencias del mundo, especialmenteEstados Unidos y el gobierno tailandés y sus compin-ches, que pretenden ganar con la liberalización delcomercio.

El gobierno se da cuenta de que los intentos de liberali-zar el comercio y la inversión a través de la OMC haenfrentado más dificultades, particularmente despuésque varios países en desarrollo importantes comoChina, India, Brasil y otros pequeños países en desarro-llo se unieron entre ellos. Mientras tanto, en el mundose está dando un movimiento creciente contra la globa-lización. Por lo tanto, el gobierno estadounidense haimpulsado TLC bilaterales con economías importantesen vez de las negociaciones en la OMC. En el sudesteasiático comenzó con Singapur, luego Tailandia,Malasia, Filipinas e Indonesia, respectivamente.

En Tailandia, el mayor impulso en favor del TLC provinode Thaksin, mediante el Charoen Pokphand Group (CP),una de las mayores agroindustrias de la región, consede en Tailandia, y de otros grupos comerciales relacio-nados con miembros del gabinete, entre ellos la indus-trias de repuestos automovilísticos.

La firma del TLC con China significó un desastre para losagricultores tailandeses que cultivan vegetales y frutosde clima templado en el norte del país. Vegetales y fru-tos como el ajo, el brócoli, la berza, la manzana y losduraznos inundaron el mercado tailandés a preciosentre 2 y 4 veces más baratos que la producción local.Como consecuencia, cientos de miles de familias queda-ron en bancarrota.

Mientras tanto, el TLC firmado en julio de 2004 entreTailandia y Australia provocó graves problemas a losproductores de productos lácteos. Ingresaron aTailandia productos lácteos más baratos, especialmenteleche en polvo. Las 100 mil familias del sector lácteo enpequeña escala no pudieron competir con las granjasaustralianas porque los costos de producción de los pro-ductos australianos eran apenas la mitad de los deTailandia. Un tercio de las granjas lácteas tailandesas sederrumbó a un año de la entrada en vigor del acuerdo.

Diversos grupos comerciales tailandeses se beneficiaroncon los TLC, en especial los capitalistas dentro delgobierno, como los del negocio de las telecomunicacio-nes, propiedad de la familia de Thaksin, que se benefi-ciará de los TLC con China, Australia y Nueva Zelanda.Los exportadores de camarones y mariscos, como el

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Grupo CP, se beneficiaron del incremento de 50 porciento de las exportaciones tan sólo en el primer año deaplicación del TLC con Australia. Las industrias automo-vilísticas, una de ellas propiedad del ministro deTransporte, Suriya Jungrungruengkit, se beneficiarondel aumento de 75 por ciento de las exportaciones deautopartes a Australia.

Aparte de este conflicto de intereses, el proceso denegociación del TLC transcurre rodeado de secreto ycarece de toda transparencia y democracia. Los conteni-dos y las posiciones asumidas han sido objeto de lamanipulación exclusiva del mundo de la gran empresa ylos funcionarios de gobierno. El contenido de las nego-ciaciones y los documentos relacionados fueron escon-didos del público y salieron a luz apenas después de quese firmó el acuerdo. El pueblo tailandés pudo ver los TLCfirmados con Australia y Japón luego de las ceremoniaspara la firma de los mismos. El gobierno se negó a pre-sentar los textos del TLC para su discusión y aprobaciónpor la Cámara de Representantes aun cuando tieneimpactos amplios en la población. Thaksin explicó queno se justificaba hacerlo ya que los “miembros delParlamento no tienen el conocimiento suficiente comopara deliberar sobre el tema” (aun cuando dos tercios delos miembros del parlamento eran de su partido TRT).

Un TLC con Estados Unidos habría tenido un impactoaún mayor y más profundo que los tratados con China yAustralia, ya que el marco de negociaciones era bastanteamplio y abarcaba numerosas cuestiones, entre ellas lapropiedad intelectual y la liberalización de la inversión.La movilización de Chiang Mai contra el TLC con EstadosUnidos tuvo gran repercusión en la opinión pública ytambién puso nerviosos a los funcionarios de gobierno.

La Red de Agricultura Alternativa, una red de académi-cos y ONG que trabajan en recursos biológicos y propie-dad intelectual, concluyó que la inclusión de las cláusu-las referidas a las patentes sobre la vida y la liberaliza-ción de los productos modificados genéticamente(transgénicos) sienta las bases para el dominio de losrecursos biológicos y el control monopólico de las varie-dades vegetales utilizadas por los agricultores y suscomunidades locales en todo el país. De igual modo, alaceptar el patentamiento de medicamentos de acuerdo

con las normas estadounidenses, los pacientes y consu-midores tailandeses tendrán que comprar los medica-mentos a precios más altos, desde un 30 por ciento hastamuchas veces más caros para diversos medicamentos.Los impactos serán muy agudos entre quienes dependenperiódicamente de medicamentos, como es el caso de laspersonas afectadas por VIH/SIDA. Los impactos del TLCrecaerán sobre los agricultores, los pobres y los despose-ídos, que constituyen la mayoría de la población, soca-vando más profundamente la soberanía nacional.

La estrategia de movilización

Durante el gobierno de Thaksin, la movilización entrelos sectores populares enfrentó numerosas dificultades.Aparte de repartir dinero, principalmente en el mediorural, el primer ministro también tenía de su lado acti-vistas sociales, trabajadores de ONG, académicos y algu-nos líderes comunitarios como asesores. Eran bastanteexpertos y sutiles para interferir con la prensa y lasorganizaciones reguladoras independientes. Por lotanto, en los primeros cuatro años del primer periodo deThaksin y durante el primer año de su segundo periodo,casi no hubo una movilización popular sustancial, comohabía ocurrido en el pasado.

Antes, los movimientos populares como las manifesta-ciones de la Asamblea de los Pobres de 1997, llegaron aconvocar hasta 30 mil personas, y las protestas durarontres meses. Esas movilizaciones lograron que se cum-plieran varios objetivos y reivindicaciones del movi-miento que implicaban su urgente atención y procura-ban cambios de políticas. Pero durante el gobierno deThaksin casi no hubo manifestaciones importantes.Cuando las hubo, pronto se disolvieron ya que Thaksinutilizaba su capacidad personal mediática basándose enla experiencia de sus ayudantes cercanos. Un ejemplofue la manifestación masiva del sindicato de la ElectricityGenerating Authority of Thailand (EGAT) (la autoridaddel suministro eléctrico en el país), en protesta contra laprivatización de los servicios. Al principio se sumaronmás de 30 mil personas. Pero después de que elgobierno propuso repartir acciones gratuitas de la nuevacompañía, numerosos trabajadores cambiaron su pos-tura y la oposición a la privatización se derrumbó.

En Chiang Mai los negociadores de

Tailandia y EE.UU. estuvieron

literalmente bajo asedio en el Hotel

Sheraton.

A Thaksin no le complacían los movimientos popularesque no podía controlar. Hizo todo lo posible para quelos grupos de base sucumbieran a su poder. Por tanto,cualquier movimiento realizado por el sector popularliderado por intelectuales y ONG quedaba prácticamenteempantanado y se buscaba desacreditar a los líderescalificándolos de “agentes que explotan la pobreza”.

La manifestación contra la sexta ronda de las negocia-ciones del TLC en Chiang Mai fue una reactivación de unsector popular que se había dispersado. Con anteriori-dad a la protesta, la opinión pública y los medios dedifusión habían sido informados hasta cierto puntosobre los impactos de los TLC, en especial porque losefectos del TLC con China comenzaron a sentirse pro-fundamente entre los agricultores que cultivaban cebo-llas, ajo y vegetales en el norte de Tailandia. También seestaban sintiendo los impactos sobre los productoreslácteos y los ganaderos después del TLC con Australia.

A pesar de esto a nuestro favor, sabíamos que las estra-tegias de movilización debían ser cuidadosamente pla-nificadas ya que Chiang Mai era la ciudad de origen delprimer ministro y su partido había tenido una victoriaholgada en las elecciones. Además, los medios de difu-sión, especialmente la prensa y los canales de televisióncontrolados por el Estado, estaban bajo su férreocontrol.

Las manifestaciones de Chiang Mai buscaron atacar a lascompañías multinacionales de medicamentos y a lasagroindustrias que habían intentado imponer sus cláu-sulas sobre propiedad intelectual. Esto empeoraría elacceso de los pacientes a la medicación necesaria ysocavaría la soberanía alimentaria de los agricultores.Las cláusulas de inversión afectarían a los inversionistasy empresarios a pequeña escala así como a los comer-ciantes nacionales. Si bien el proceso de negociacionesdel TLC obviamente careció de transparencia e implicóconflictos de interés entre los miembros del gabinete,decidimos que este aspecto ocupara un segundo lugar,priorizando los impactos.

Esta estrategia y la sola cantidad de manifestantes enChiang Mai hizo que todos los medios, tanto guberna-mentales como privados, dedicaran más espacio a nues-tros movimientos. Fue la primera vez que FTA Watch ylos académicos aliados tuvimos la oportunidad de expli-car los problemas e impactos y durante los tres días deprotesta dejamos en claro nuestra posición sobre el TLCante los 65 millones de tailandeses.

El levantamiento de Chiang Mai tuvo lugar al mismotiempo que las clases medias de Bangkok y las principa-les ciudades comenzaban a molestarse por la gestióndel gobierno. La popularidad de Thaksin alcanzó sunivel más bajo, exacerbado por su decisión de vendersus negocios familiares de telefonía móvil, televisión,comunicación satelital y aerolíneas al Grupo Temasak deSingapur, sin impuestos.

Según una encuesta independiente (la encuesta ABAC)relativa a los TLC firmados con diversos países, la canti-dad de personas que se oponían a los tratados comer-ciales era cinco veces mayor que las que los aceptaban.

Las Once Redes Populares contra el TLC

Normalmente FTA Watch funciona como un centro coor-dinado para los movimientos populares en torno a lasactividades relacionadas con el TLC y el comercio inter-nacional. Pero durante las movilizaciones necesitába-mos una organización más fuerte y aglutinante. Por lotanto se formó la Red de Once Redes Populares contra elTLC, poco antes de la sexta ronda de negociaciones delTLC.

Dentro de la Red de Once Redes Populares contra el TLCestaban: la red tailandesa de personas afectas porVIH/SIDA o TNP+; Alternative Agriculture Network(AAN); la Confederation of Consumer Organisations(confederación de organizaciones de consumidores);Northern Peasant Federation (federación de campesinosdel norte); Fourth Region Slum Network (red de lasbarriadas de la cuarta región); Council of Networks ofPeople’s Organisations in Thailand (consejo de redes deorganizaciones populares de Tailandia); Assembly of thePoor (AOP) (asamblea de los pobres); Student Federationof Thailand (federación de estudiantes de Tailandia);Land Reform Action Network for the Poor (red de acciónpor la reforma agraria para los pobres); SouthernCommunity Forest Network (red de bosques comunita-rios del Sur); Federation of Labour Unions and Alliancesof Labour Movements (federación de sindicatos yalianzas de movimientos gremiales), y FTA Watch. Losmiembros de TNP+ y la AAN conformaron la mayoría delos manifestantes de Chiang Mai.

Una fuerte organización popular, los miembros deTNP+, provenían de más de mil organizaciones, más de100 mil personas. La población total de personas afec-tadas por VIH/SIDA en Tailandia es aproximadamente

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En Chiang Mai los negociadores de Tailandia y EE.UU. estu-vieron literalmente bajo asedio en el Hotel Sheraton.

Las personas que viven con el HIV/SIDA en la primera línea dela lucha contra el TLC en Chiang Mai. (Foto: cortesía BIOTHAI)

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900 mil. La red fue fundada en 1997 y ha estado muyactiva en la defensa de los derechos y acceso al trata-miento y a medicamentos, así como otros derechos delas personas afectas por VIH/SIDA. Trabajan muy estre-chamente con ONG de SIDA en Tailandia. Un TLC entreTailandia y Estados Unidos impactaría más profunda yconcretamente a las personas afectadas por VIH/SIDA.Según el tratado, es probable que el gasto médico men-sual para cada persona afectada por VIH/SIDA aumenta-ría de 2 500 baht (unos 80 dólares) a 5 mil y hasta 20mil baht(160-650 dólares) debido a la extensión de laprotección de las patentes de los medicamentos y lascláusulas que ofrecen exclusividad en materia de datosasí como el otorgamiento obligatorio de licencias.Aproximadamente 3 mil miembros del TNP+ se nossumaron durante las manifestaciones en Chiang Mai.

La AAN se fundó en 1989 y tiene como miembros a másde 50 mil hogares de todo el país. Aproximadamente 2mil miembros de la AAN se unieron a la protesta deChiang Mai. Esta red ha tenido mucha experiencia en ladefensa de las cuestiones de política relacionadas con laagricultura sustentable y seguridad alimentaria. Entresus principales logros anteriores figuraban la reivindica-ción de que el gobierno cambiara la meta de transforma-ción agrícola para alcanzar el objetivo de 25 por cientode agricultura sustentable como mínimo para 1997.También tuvieron buenos resultados en campañas condiversas ONG que trabajaban en biodiversidad para pre-sionar al gobierno, hasta que lograron que emitiera unamoratoria a los ensayos de campo de los cultivos trans-génicos desde 2001. La AAN se opone firmemente a lasleyes de protección de las variedades vegetales y paten-tes sobre las formas de vida que exacerbarían el accesoy el intercambio de recursos biológicos que son la basede la seguridad y la soberanía alimentarias. La aperturadel mercado de productos básicos agrícolas provocaríaun rápido aumento de las importaciones y el dumpingde productos altamente subsidiados y baratos deEstados Unidos.

Otras redes populares, entre ellas la Confederation ofConsumer Organisations, Northern Peasant Federation,

Four Region Slum Network y AOP, habían tenido muchaexperiencia a nivel nacional y compartían posicionespolíticas similares. También trabajaron juntas en varioslevantamientos.

Las decisiones relacionadas con el accionar en las callesse adoptaban colectivamente por representantes detodos los grupos. FTA Watch simplemente brindabainformación y ayudaba al análisis general así como enlas relaciones públicas. Los miembros de AOP desempe-ñaron una función fundamental en la logística de lamanifestación. Tenían más experiencia para situacionesen las que teníamos que enfrentarnos a las autoridadesestatales.

Llevar la movilización a las calles trasladó el debatesobre el comercio internacional de la sección comercialde los periódicos al debate público y político. Abrióespacios en la prensa para las redes populares y le hizodifícil al gobierno controlar los medios de difusión. Loséxitos de la campaña se basaron principalmente en lareacción pública, ya que ganar mayor apoyo era vitalpara el futuro de la movilización.

Logros del sector popular en el trabajo contra el TLC

en Tailandia

Cambios en las disposiciones de los tratados

Cuando se firmó el TLC con China, FTA Watch no sehabía creado aún. Estábamos comenzando cuando tuvolugar la firma del TLC con Australia, en 2003. No habíamucho que pudiéramos hacer para presionar por laintroducción de cambios en los detalles.

Pero durante la negociación del TLC entre Tailandia yJapón, el movimiento popular aprendió algunas leccio-nes de las movilizaciones anteriores. Presionamos pormayor acceso a los contenidos del tratado, por ejemplo.(El equipo de negociación tailandés permitió quenuestro representante viera el contrato en un determi-nado lugar y con cierto límite de tiempo.) Fue útil paranuestro análisis de los impactos del contrato preliminar,

(Foto: courtesy Biothai)

especialmente en lo relativo a residuos tóxicos y patenta-miento de microorganismos que se presentan de formanatural. FTA Watch divulgó ampliamente la informaciónobtenida, a través de los mecanismos de la AsambleaLegislativa Nacional, NESAC, NHRC, etcétera. Marchamoshasta la estación ITV para presionarlos a que pasaraninformación de los sectores populares y más tarde intro-dujimos una demanda judicial ante el Tribunal Adminis-trativo por errores en la audiencia pública de este TLC conJapón.

Las campañas hicieron que el gobierno firmara unacuerdo complementario y los representantes de Japóntuvieron que firmarlo para asegurar que la interpretaciónde las cláusulas sobre residuos tóxicos y patentamientode microorganismos presentes naturalmente no se haríade manera que pudiera perjudicar a Tailandia. Si bien secuestiona que la fuerza jurídica del documento comple-mentario es débil en la medida que no se cambia el textoprincipal, ésta es la primera vez que la gente se diocuenta de que es posible cambiar el tratado comercial.

La reforma del proceso legislativo

Después que Thaksin Shinawatra fue derrocado de sucargo de primer ministro, la clase media y los militares,FTA Watch, la red de académicos progresistas y las orga-nizaciones populares iniciaron una campaña para intro-ducir una enmienda constitucional relativa al proceso defirma de tratados comerciales internacionales. El artículo190 de la nueva Constitución establece diversos detallesimpulsados por los sectores populares procurando quehaya transparencia en el proceso, tal como sigue:

1. El parlamento debe estar informado del proceso deavances y negociaciones relacionados con tratadoscomerciales internacionales.

2. Debe realizarse una audiencia pública previa a lanegociación.

3. En caso de que los tratados comerciales tenganimpactos en la gente, deben establecerse medidas dereparación y compensación.

4. Los contenidos de los contratos deben darse a cono-cer públicamente de antemano.

5. Los tratados deben ser aprobados por el Parlamento.

6. Debe promulgarse una ley que estipule los procedi-mientos y detalles de cómo proceder en los avances deun tratado internacional de comercio de ese tipo.

El éxito que tuvimos en lograr que esas cláusulas fueranincluidas en la nueva Constitución se debió a diversasformas de campañas, desde cabildeo en materia de polí-ticas, hasta generación de conciencia, relaciones públi-cas y permanente accionar político 3 o 4 años antes.

El crecimiento de las organizaciones populares

En la tensa batalla en nombre del libre comercio porparte de las empresas transnacionales para expandir suexplotación de los recursos y los mercados en todo elmundo, las instituciones políticas nacionales no hicieronsu tarea. Aun cuando pudiéramos no estar totalmentede acuerdo con el insulto que le hizo Thaksin Shinawatraal Parlamento cuando dijo que los parlamentarios notenían el conocimiento suficiente como para leer los tra-tados comerciales, sin duda refleja parte de la realidad.Las instituciones políticas actuales no son capaces demanejar las tendencias de la globalización neoliberal.

Por un lado, el surgimiento de FTA Watch señaló la debi-lidad de las instituciones políticas, del sistema burocrá-tico, de las instituciones educativas y de diversas insti-tuciones sociales importantes. Por otro lado indica queen el futuro la única fuerza que puede poner freno alpoder de las empresas transnacionales saldrá de las coa-liciones de los movimientos populares y la opiniónpública, que tienen una gran desilusión con el papel quehan cumplido las principales instituciones. Esas organi-zaciones tendrán un protagonismo destacado en fijar elcurso de la evolución democrática en Tailandia.

Mirando en retrospectiva la planificación de los TLC condiversos países desde 2003 hasta ahora, lo que se ve esque el gobierno ha fracasado totalmente en la protec-ción de los intereses populares. No pudo impedir que lamayoría de la gente resultara lesionada por el sistemacomercial, y se ha vuelto incluso parte del problema. Lospartidos de la oposición fueron demasiado débiles pararespaldar las críticas y la oposición, ya que todos lospartidos políticos lucraron del apoyo de grandes gruposcapitalistas como CP. El gobierno habla de su lucha con-tra la corrupción, pero todavía mantiene muy buenasrelaciones con grandes grupos empresariales.

Las instituciones académicas que solían tener un papelprotagónico en arrojar luz sobre diversos temas para lasociedad, ahora se han convertido en portavoces quepromueven las virtudes del libre comercio sin considerarsus impactos sobre la calidad de vida, la desigualdadsocial, los impactos en el ambiente y el deterioro de losrecursos naturales.

Lecciones aprendidas y sugerencias

Articulación de todos los grupos que trabajan en lostemas del TLC

Los éxitos del movimiento tailandés contra el TLC pue-den atribuirse a la articulación de las organizaciones delos sectores populares, ONG, académicos de diversoscampos, organismos reguladores independientes y algu-nos individuos de instituciones políticas oficiales. Cadauno cumplió su papel, a veces juntos y otras veces porseparado, en ciertos temas. Trabajaron unidos en el

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Adiós, TLC... Un globo aerostático tradicional lanzado duranteuna mobilización en Tailandia (Foto: cortesía de BIOTHAI)

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intercambio de información y la planificación estratégica.

En lugar de centrarse en un solo aspecto particular, laarticulación de la gente afectada de distintos sectores(entre ellos agricultores y personas afectadas porVIH/SIDA) permite un aprendizaje mutuo y fortalece elmovimiento. De hecho, esa consolidación de esfuerzosentre diversos grupos se ha hecho antes, como en elcaso de la AOP, que es una coalición de más de cien gru-pos que fueron perjudicados de diversas formas. Unadiferencia es que las acciones sobre el libre comercio serefieren a un tema más amplio.

Una debilidad de los movimientos contra el libre comer-cio en Tailandia que hay que destacar es que las organi-zaciones populares que actúan como un movimiento, hantrabajado en gran medida en estrecho contacto con ONG.Las ONG tienen ciertas limitaciones para llegar a otrasorganizaciones populares, como los sindicatos y los gru-pos de agricultores que están directamente afectados porel TLC (como las cooperativas lácteas y ganaderas).

Numerosos movimientos sindicales y grupos de agricul-tores sufrieron la injerencia de políticos que procurabanapoyo en su carrera, y de grandes empresas (como CP yMonsanto, que están trabajando mucho en diversos paí-ses para organizar grupos de agricultores que apoyenlos intereses empresariales). También hubo injerenciadel American Centre for International Labour Solidarity(ACILS, por sus siglas en inglés), de la central sindicalestadounidense AFL-CIO, que trabaja muy de cerca conla embajada de los Estados Unidos en Tailandia.Intentaron hacer creer a los trabajadores que el TLC sig-nifica comida más barata y una mejora de los derechosde los trabajadores, así como una calidad de vida com-parable a la de los trabajadores estadounidenses. Esimportante que las organizaciones populares esténlibres de interferencias políticas y así puedan trabajarmejor en el futuro.

Alternativas a los TLC y al libre comercio

El gobierno, grandes compañías y algunos académicosde Tailandia han sido los impulsores de los TLC. Paraluchar contra los TLC tenemos que enfrentarnos algobierno y a todos esos grupos de interés así como afuerzas de fuera del país. No es una tarea fácil. Mientrastanto, la ideología del desarrollo influenciada por el librecomercio y dirigida por la OMC y otras instituciones eco-nómicas y políticas de poder, se ha convertido en un dis-curso que domina otras ideas sociales y políticas. Estohace que la tarea de luchar contra los TLC sea aún másdifícil, ya que tenemos que luchar también contra la doc-trina del libre comercio impulsada por la OMC.

Desde la crisis económica de 1997, Su Majestad el Reyde Tailandia ha promovido la idea de la “economía desuficiencia”, que se interpreta como un modelo econó-mico que se enfrenta al neoliberalismo. (La “economía desuficiencia” subraya el camino de enmedio como princi-pio rector de una conducta apropiada a todos los niveles.Esto se aplica a la conducta a la escala individual, fami-liar y comunitaria, así como a la opción de una estrategiade desarrollo equilibrado para la nación de manera demodernizarla acorde con las fuerzas de la globalización,pero protegiéndola de las conmociones y los excesosque inevitablemente surgen. Por “suficiencia” se entiendemoderación y consideración debida en todos los modosde la conducta, así como la necesidad de una protecciónsuficiente ante las crisis internas y externas. (ThailandDevelopment Research Institute, 1999, material de laconferencia de finales de año). Pero el concepto haestado sujeto a diversas interpretaciones y ha sido utili-zado por diversas empresas. ¡Coca Cola —el símboloemblemático del capitalismo— utiliza este concepto de“economía de suficiencia” para promover sus refrescos!

Las organizaciones populares de Tailandia vienen demovimientos que intentaron explorar un desarrolloalternativo, como la red de agricultura alternativa, la redde bosques comunitarios, la medicina alternativa, eldesarrollo orientado a la comunidad y la salud, etcétera.Pero por ahora la articulación de las soluciones a nivelde la comunidad y de la esfera de las políticas no hagenerado una “nueva imaginación” o una “nueva ideolo-gía social” para la mayoría de la gente del país en elcorto plazo.

Vinculación con grupos anti TLC internacionales

En los últimos años, los sectores populares de todo elmundo han sumado fuerzas en la OMC para oponerse ala liberalización del comercio. Actualmente, los movi-mientos contra las negociaciones comerciales bilatera-les han logrado mayor visibilidad. Pero otras formas derelaciones comerciales, tales como los TLC, los acuerdosde cooperación económica u otros acuerdos de inver-sión, así como los programas unilaterales de liberaliza-ción del comercio, al estilo de ACMECS, han recibidomenor atención. Es necesario que trabajemos en estostemas a la par de hacer campañas contra la OMC y lograrque sean más conocidos entre la opinión pública. Lossectores populares de Tailandia deben consolidarrelaciones para intercambiar información y análisis ypara aprender mutuamente a crear estrategias para lalucha contra los TLC en diversos contextos, junto conmovimientos similares del sudeste asiático, de Corea delSur y de América Latina. La opción más probable seríaestablecer un movimiento asiático anti TLC.

Diseño de camiseta: "Paulo Angelo Veluz"

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Ese relato dice que las conversaciones en torno al JPEPAse han prolongado a lo largo de seis años debido a unafuerte oposición y que hasta sus proponentes reconocenlas dificultades y están a la defensiva. La versión es opti-mista y, por desgracia, también inexacta. Además, eli-mina toda posibilidad de sacar conclusiones importan-tes de esta particular experiencia filipina de oposición alos tratados de libre comercio (TLC).

La resistencia al JPEPA ciertamente ha cobrado fuerza yes un factor fundamental para detener el acuerdo, cuyasnegociaciones se han prolongado casi tanto como las dela Ronda de Doha en la Organización Mundial delComercio (OMC). En realidad, la oposición comenzó ape-nas a cobrar fuerza en la última parte de 2006, cuatroaños después de que el acuerdo comenzara a confor-marse. También es reciente que los defensores del JPEPAen el ámbito gubernamental parezcan estar perdiendo eldebate en las audiencias parlamentarias. Pero aunquelos argumentos de la oposición han sido claros, es tam-bién pura suerte que el gobierno haya sido negligente,falto de autocrítica e increíblemente inepto y mal prepa-rado para argumentar a favor del tratado.

Si bien el JPEPA amenaza con desmantelar las políticaseconómicas filipinas como intentó OMC hasta que se viofinalmente obligada a retroceder, en general ha recibido

mucha menor atención pública que la institución multi-lateral mundialmente cuestionada. Fuera de artículosocasionales y protestas esporádicas en la capital nacio-nal, a la opinión pública en general le resultaría difícildecir que el país está listo para aceptar uno de los acuer-dos económicos de mayor alcance de su historia post-colonial.

Nada de esto implica subestimar la importancia y elpapel fundamental de la pujante oposición al JPEPA. Enverdad a ella se debe que su análisis sea lo suficiente-mente firme como para que incluso la respuesta tardíahaya sido tan efectiva. Sin embargo, queda mucho porhacer en términos del JPEPA y otros acuerdos comercia-les que enfrenta el pueblo filipino. Aun cuando la luchacontra el JPEPA permanezca hasta ahora, de un modo uotro sin solución, la experiencia recogida arroja luzsobre algunas de las dificultades que tiene la organiza-ción contra los TLC y subraya cómo al final lo másimportante es la preparación de los movimientos socia-les y su determinación.

Protestas desmovilizadoras

Parte importante de que la reacción hay sido tardía tieneque ver con el proceso JPEPA y también con el modo enque el tratado impacta el país. Los contenidos delacuerdo se mantuvieron en secreto hasta después que elacuerdo se firmó, de manera que durante mucho tiempolos grupos anti-JPEPA no tenían nada con qué concretarsus posiciones en la campaña. Por otro lado, la econo-

Sellando el JPEPA:en secreto y por la fuerzaSandra Nicolas* (Octubre de 2007)

Es fácil presentar un guión sencillo para historiar el Acuerdo de CooperaciónEconómica Japón-Filipinas (conocido ampliamente como JPEPA por las siglas en inglésdel Japan-Philippines Economic Partnership Agreement) de modo que, a primera vista,parezca plausible.

"JPEPA a la basura!" es un lema para muchosmovimientos sociales de la lucha contra elAcuerdo de Asociación Económica de Japón-Filipinas

* Sandra Nicolas es una periodista independiente cuyo trabajo abordaasuntos de política y economía en Filipinas. Ha escrito para el sema-nario electrónico Bulatlat, la revista Philippine Graphic y en otraspublicaciones.

mía filipina está tan rezagada y subordinada a la deJapón, que a pesar del enorme perjuicio estratégico deltratado, hay relativamente pocos sectores afectados enlo inmediato.

La idea del acuerdo comenzó a gestarse a principios deenero de 2002, como parte de la propuesta del PrimerMinistro japonés Junichiro Koizumi, de una “Iniciativa deCooperación Económica Amplia entre Japón y la ASEAN[Association of Southeast Asian Nations o Asociación deNaciones del Sudeste Asiático]”. La presidenta filipinaGloria Macapagal-Arroyo, una economista, dio amplioapoyo a la propuesta aun cuando no se sabían todavíalos detalles. Pocos meses después dio impulso a ungrupo de trabajo que estudiara el JPEPA. Una serie deconsultas, un comité conjunto y reuniones del grupo detrabajo a partir de fines de 2002 prepararon el caminopara el lanzamiento de las conversaciones formales endiciembre de 2003 y su inicio real en febrero del añosiguiente. Las negociaciones duraron hasta julio de2005, seguidas de una evaluación jurídica hasta octubrede 2005.

El JPEPA fue firmado finalmente en septiembre de 2006por los respectivos Jefes de Estado de los países,durante las actividades suplementarias de la cumbreAsia-Europa (conocida como Asia Europe Meeting oAsem) realizada en Helsinki. Fue ratificado rápidamentetres meses después, en diciembre, por el parlamentojaponés y sólo requiere la ratificación del senado filipinopara entrar en vigor.

Los contenidos del JPEPA eran prácticamente desconoci-dos fuera de las partes negociadoras, hasta su firma en2006. Mientras que los términos generales se revelaronen un principio, nunca se dieron a conocer los detallessustanciales, de los cuales podrían evaluarse sus efec-tos. El gobierno filipino aduce haber realizado “consul-tas públicas” en octubre de 2002, agosto de 2004 y sep-tiembre de 2004, y haber concurrido a algunas audien-cias del Comité Especial sobre la Globalización en laCámara de Representantes (Filipinas tiene una legisla-tura bicameral compuesta por el Senado y la Cámara deRepresentantes). Sin embargo, los negociadores senegaron sistemáticamente a hacer públicos los borrado-res del JPEPA con el argumento de que eso alteraría suposición negociadora. Regularmente se hicieron declara-ciones de prensa de avances o importantes puntos delacuerdo pero, otra vez, sin entrar en detalles.

La única fuente real de presión política en torno al JPEPAprovino entonces de algunos grupos propensos a laizquierda en el parlamento que, por ejemplo, fueronactivos en el Comité Especial sobre la Globalización.Entre esas preciosas y escasas voces críticas contra laspolíticas del “libre mercado” de la “globalización” esta-ban representantes de las listas partidarias de BayanMuna, Anakpawis, el Partido de Mujeres Gabriela yAkbayan. Estos legisladores trabajaron muy de cercacon organizaciones populares y organizaciones nogubernamentales. Ya en 2004 se elevaron solicitudesformales de copias del borrador del JPEPA ante elDepartamento de Industria y Comercio y luego durantelas audiencias de la Cámara de Representantes, perotodo se ignoró o lisa y llanamente se rechazó. El trabajoen alianzas dentro del parlamento también fue limitadoy no fue suficiente para lograr que el Vocero de laCámara, un estrecho aliado de la presidenta, diera a lassolicitudes un mayor peso parlamentario.

Frustrados, los legisladores de Akbayan y algunas ONGfueron a la Suprema Corte en diciembre de 2005 en pro-cura de una orden precautoria para impedir que elgobierno firmara el tratado sin antes haber dado a cono-cer públicamente la totalidad de sus disposiciones. ElProcurador General a su vez argumentó que la Corte notenía jurisdicción para emitir una resolución sobre lapetición. Sin duda en numerosas ocasiones el antece-dente de la Corte es que decide no solamente en funciónde razones estrictamente jurídicas sino también a partirde realidades políticas. La desafortunada realidad polí-tica en este caso, sin embargo, fue la falta de protestapública generalizada contra el JPEPA (que tambiénpodría haberse utilizado para incidir en los parlamenta-rios). Pero todo esto resultó debatible ante la posiblefirma y revelación del tratado.

En todo el periodo previo a la firma del tratado, a losnegociadores gubernamentales favorables al JPEPA lesresultó fácil llevar la delantera. En realidad las conversa-ciones se demoraron a pesar de la ausencia de una opo-sición fuerte y no debido a ella. Las comunidades debase y las organizaciones de masas fueron práctica-mente invisibles en el tema JPEPA. El éxito del gobiernoen mantener en secreto los contenidos del acuerdocoartó con mucha eficacia la oposición al JPEPA, que fueprivada así de puntos concretos para su campaña. Hubomuy poca oposición y grupos como el FTA (Alianza porel Comercio Justo), entre otros, terminaron desviándosea luchas defensivas y tangenciales sobre la falta detransparencia y de acceso a la información. A pesar deser cuestiones legítimas y motivo de agitación entrealgunos intelectuales, parlamentarios y ONG, lamenta-blemente no fueron preocupaciones cercanas para lossectores básicos del país y resultaron temas sin fuerzaen torno a los cuales pudieran movilizarse.

La firma del tratado en septiembre de 2006 y la revela-ción del acuerdo permitió que la oposición al JPEPAcobrara fuerza. Pudieron hacerse proyecciones más defi-nidas, pudieron identificarse los grupos afectados y losgrupos movilizados se pusieron en marcha. Los activis-tas filipinos que participaban del Foro de los PueblosAsia-Europa [Asia Europe People’s Forum (AEFP)] reac-cionaron de inmediato a la firma denunciando el aspectosecreto de las negociaciones. De los primeros en reac-cionar acerca del impacto del JPEPA, en las semanassiguientes a la firma fueron grupos sindicales comoKilusang Mayo Uno (KMU), preocupado por la reducciónde puestos de trabajo en los sectores automotriz y side-rúrgico, el Kilusang Magbubukid ng Pilipinas (KMP) quetemía el desplazamiento de campesinos y la conversiónde zonas rurales en basureros, y el Pambansang Lakasng Kilusang Mamamalakaya ng Pilipinas (Pamalakaya)que se oponía a la pesca del atún local por pesquerosjaponeses.

También ayudó que ahora hubiera un sitio definitivodonde concentrar la atención: el Senado filipino, que erael que faltaba ratificar el JPEPA para que el tratado final-mente entrara en vigor. Las acciones de protesta en elSenado filipino y también en la embajada japonesa pasa-ron de convocar a unas pocas docenas de personas, areunir varios cientos y seguramente continuarán aumen-tando. La Magkaisa Junk JPEPA Coalition fue la primerafusión amplia multisectorial y específica contra el JPEPAe inició una serie de protestas enfocadas especialmenteen el tema de los residuos tóxicos y peligrosos. Entre losgrupos más activos están IDEALS [Initiatives forDialogue & Empowerment through Alternative Legal

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Services Inc., o Iniciativas para el Diálogo y elEmpoderamiento a través de los Servicios JurídicosAlternativos], Abogados por el Ambiente, IniciativasEcológicas, Ecowaste Coalition y la Asociación deEnfermeras Filipinas (PNA). La coalición también se vin-culó con algunos funcionarios gubernamentales y parla-mentarios.

La red multisectorial Bayan también tomó el tema de losresiduos tóxicos pero desde un principio destacó ade-más la expoliación de los recursos filipinos por parte deJapón. El think-tank IBON Foundation, a su vez, destacólos términos desiguales del tratado y la pérdida de sobe-ranía en materia de política económica – donde Filipinasliberaliza más que Japón y se le impide utilizar herra-mientas de política comercial e inversión vitales para eldesarrollo nacional. En el parlamento, los grupos deizquierda de la Cámara de Representantes nuevamenteexpresaron su oposición pero el campo de batalla pasódel Senado a las calles.

Los ambientalistas se oponían a que Japón vertiera susresiduos tóxicos en el país, los pescadores se oponían adar a los pesqueros comerciales japoneses mayoracceso a sus recursos locales de pesca, los agricultoresprotestaban como consecuencia de las presiones de lagran agroindustria que los desplazaba, los trabajadoresfabriles de las industrias automovilística y siderúrgicaprotestaban por los posibles despidos y bancarrotas, ylas enfermeras y trabajadores de la salud impugnabanlos supuestos beneficios que les anunciaba el tratado.Pero incluso entonces todo esto era esporádico por unaserie de razones.

Finalmente, tener el texto completo y los detalles delacuerdo permitió un análisis más sustancial de susimpactos adversos. Esto brindó bases más claras paraidentificar sectores afectados específicos y otros gruposde interés que se podrían movilizar, lo que desembocóen crecientes acciones de masa – típicamente plantones,pequeñas manifestaciones o sesiones de fotos en laprensa. Los grupos de apoyo publicaron análisis en laspáginas de internet y circularon copias electrónicas através de listas y grupos electrónicos. La prensa y laradio recibieron un flujo constante de breves comunica-dos de prensa en puntos específicos de atención. Se dis-

tribuyeron los resultados de investigaciones, tantoexhaustivas como en estilo más popular, y se realizaronforos públicos. Se inició una campaña electrónica de fir-mas con una petición en línea. El papel de los senadoresalineados a las fuerzas de resistencia fue particular-mente importante.

Sin embargo, también hubo factores no relacionadosdirectamente con el tratado que retrasaron el proceso. Elciclo electoral filipino fue importante y gran parte deltiempo y de los recursos fueron absorbidos por las elec-ciones de 2007. El Senado, por ejemplo, asumió el JPEPAcomo parte de su proceso de ratificación a fines de 2006pero rápidamente lo aplazó cuando se acercó la épocade las elecciones. El tema permaneció inactivo desdeprincipios de 2007, a lo largo del primer periodo de lacampaña, hasta las elecciones de mayo y posterior-mente a ellas. El tratado volvió como tema de carácternacional justo después de haber sido enviado al nuevoSenado, poco después de la apertura del Congreso enjulio de 2007.

El secreto con que se negoció el JPEPA llegó lejos enimpedir la oposición y contener la protesta. Aun así, acasi más de un año de que fuera dado a conocer en sutotalidad, la oposición popular al JPEPA sigue en procesode formación plena. Tal vez haya una condición objetivaespecial subyacente que es útil destacar: la economíafilipina se ha devastado tanto después de casi tres déca-das de “globalización” que el JPEPA, casi paradójica-mente, tiene muy poco qué destruir. La economía tam-bién ha estado progresivamente subordinada, en espe-cial a Japón desde fines de la década de 1980.

La base más confiable y amplia de oposición a los TLCtales como el JPEPA no puede más que provenir de laspoblaciones pobres y mayoritarias de los países: losagricultores, los trabajadores, los pequeños empresa-rios, los profesionales de bajos ingresos y otros secto-res por el estilo. De ellos, los más importantes paramovilizar son aquéllos cuyas vidas y formas de sustentosufren los efectos directos de la aplicación de un TLC. ElJPEPA, sin embargo, llega en un momento muy especialde la historia económica del país.

Desde el comienzo de la era de la “globalización” en la

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Pescadores quemaron inciensodurante una manifestación el 3 deoctubre de 2007 en Manila paraahuyentar malos espíritus que tra-bajan para la ratificación de JPEPA.En la protesta machacaron el men-saje de que si pasa JPEPA, lasempresas japonesas estarán pes-cando atún en aguas filipinas con laentrada de grandes buques depesca que agotarán los caladerosde las pequeñas comunidades depescadores filipinas. (Foto: Pat Roque / AP)

década de 1980, sucesivos gobiernos filipinos hanimpuesto políticas de “libre mercado” a los filipinos. Elpaís está ahora entre las economías más abiertas delsudeste asiático y tiene los aranceles más bajos y lasmenores restricciones a la inversión extranjera despuésde Singapur. Esas medidas han erosionado gradual-mente a los sectores productivos del país y la devasta-ción acumulada es grave. La manufactura constituye unaparte mucho menor de la economía de lo que era en ladécada de 1960, y la dominación extranjera que sufre esla mayor de toda su historia. La agricultura está en nive-les históricamente bajos, el déficit comercial de la agri-cultura ha aumentado desde mediados de la década de1990, y el país es más dependiente que nunca de ali-mentos importados. El desempleo tiene índices nuncaantes alcanzados.

Las medidas de liberalización del JPEPA se impondrán enun régimen económico que ya se ha entregado muchodebido a las recientes décadas de “globalización” furi-bunda. Esto explica también por qué Filipinas se libera-liza mucho más con el JPEPA de lo que lo hacen Malasia,Indonesia o Tailandia con sus tratados equivalentes conJapón – es que parte de una base ya muy liberalizada.

En términos del impacto inmediato, el país tiene escasasindustrias existentes de las que pueda decirse que seránafectadas negativamente. Apenas el nueve por ciento dela fuerza de trabajo está en el sector manufacturero, loque incluye aun quienes trabajan en empresas japone-sas radicadas en las zonas francas del país, dentro deuna cadena de producción que abarca toda la región.También ocurre que Japón no es como sus paresEstados Unidos y la Unión Europea y hasta ahora no sub-venciona exportaciones agrícolas importantes que ame-nacen la producción agrícola nacional. El sector que pro-bablemente se vea perjudicado en lo inmediato es el delos pescadores nacionales a pequeña escala que podríanenfrentar la penetración y absorción de grandes pesca-dores comerciales japoneses, que gozan de elevadassubvenciones.

El JPEPA es, además, el primer tratado económico bilate-ral propiamente dicho desde la era colonial estadouni-dense hace más de un siglo atrás. Ser el primer tratadosignifica que la oposición al JPEPA no tiene el beneficio

de una experiencia negativa de un TLC previo con el cualrefutar los beneficios proclamados por el gobierno. Porel otro lado, el grupo pro-JPEPA que se ha beneficiado dela “globalización” del país augura con bombos y platillosentusiastas cifras de inversión extranjera y exportacio-nes. Entre los que más se escuchan están los mayoresgrupos comerciales del país: Electronics Industries ofthe Philippines, Inc. (SEIPI, industrias de semiconducto-res y electrónica), Philippine Chamber of Commerce(PCCI, la cámara de comercio e industria de Filipinas) yla Philippine Exporters Confederation (confederación deexportadores de Filipinas).

Sin embargo, ésas no son en modo alguno limitacionesinsuperables, en especial porque el JPEPA causa perjui-cios tanto inmediatos como estratégicos a largo plazoespecialmente graves. El tratado en efecto cierra lapuerta al desarrollo filipino al impedirle utilizar herra-mientas de política económica de protección y apoyoque prácticamente todas las naciones adelantadas,incluido Japón, necesitaron utilizar en sus primerosestadios de desarrollo. Los movimientos sociales y demasas de carácter ideológico del país tienen una largatrayectoria como para saber que no pueden enfrentarlos peligros únicamente con agitación. Las campañasanti OMC de mediados de la década de 1990, por ejem-plo, fueron un hito importante en la movilización de sec-tores básicos en torno a temas de comercio e inversiónque hubieran podido considerarse abstractos y técnicos.

Sin embargo, esas limitaciones influyeron. Incluso luegoque los detalles del JPEPA se hicieron públicos y casi unaño después, una parte importante de la oposición alJPEPA todavía opta por agitar el tema de la liberalizaciónde las importaciones de residuos tóxicos. Se trata deuna preocupación válida y tácticamente importante quela convierte en un punto de entrada para senadores quetal vez de otra forma no se preocuparían por un tratadobilateral. También para la prensa, que se inclina portemas de fácil “enganche”. Pero por toda la demora queprovoca es poco probable que impida el tratado y en elmejor de los casos es probable que provoque modifica-ciones al mismo. La elección del tema en parte reflejatambién la naturaleza de las fuerzas políticas que pudie-ron movilizarse, cuando tal vez una campaña más deagricultores, trabajadores o comunidades habría dado

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El movimiento filipino "No altratado!" en lucha contra JPEPA

mayor énfasis a una preocupación menos restringida. Sibien se formó una coalición multisectorial que elevó lavisibilidad mediática del JPEPA con bastante eficacia, sucaballito de batalla sigue siendo el de los residuos tóxi-cos, que tampoco es probable que conmueva demasiadoa la opinión pública de las clases medias o, muchomenos, de los sectores básicos.

La reciente coalición multisectorial No Deal: MovementAgainst Unequal Free Trade Agreements (No al tratado:movimiento contra acuerdos de libre comercio desigua-les) aborda el JPEPA desde un ángulo diferente. Apuntaa ampliar el debate social sobre el tratado para incluirtambién sus aspectos de más largo alcance, tales comola encerrona del subdesarrollo de Filipinas, el interés delargo plazo de los filipinos por una economía que pro-vea formas de sustento suficientes, la explotación de lamano de obra y los recursos naturales del país porempresas japonesas, y las ambiciones hegemónicas deJapón en Asia oriental. Derrotar la ratificación del JPEPAes un objetivo central pero también significa hacerlo demanera que atraiga el mayor número de sectores bási-cos, les explique las cuestiones más importantes yconcretas de su interés, y contribuya sustancialmente ala lucha anti-globalización general. O, dicho de otramanera, desde la perspectiva de construir no solamentegrupos anti- JPEPA sino movimientos sociales y de masasque se opongan a la “globalización” y que luchen por lasoberanía nacional.

Sofocar la oposición

La trayectoria de la oposición al JPEPA ha recibidoinfluencias de varios lados. Pero en la medida en quecualquier campaña anti-TLC enfrenta una serie de situa-ciones imprevisibles y difíciles, al final lo más decisivoes el estado del aparato organizativo con el cual iniciar,movilizar y sostener la protesta popular. Es aquí dondela potencial oposición al JPEPA en Filipinas ha enfrentadolos mayores obstáculos.

La represión política del gobierno es el principal factorque ha lentificado el crecimiento de una protesta popu-lar más amplia contra el JPEPA. La campaña represiva haimplicado ataques a las fuerzas y grupos políticos pro-gresistas de la oposición que, como parte de sus luchaspor democracia y desarrollo, hubieran estado al frente deltema JPEPA. La represión a la oposición de los principalesgrupos de la izquierda – a los que el gobierno convirtió enblanco de sus ataques mientras dejaba fuera a la mayoríade los demás grupos de la sociedad civil – ha sido parti-cularmente severa. Las filas de los grupos de agricultores,trabajadores, de derechos humanos, de la iglesia y otros,han sufrido alrededor de 1 500 asesinatos, atentados ydesapariciones forzadas desde 2001. El tema es lo sufi-cientemente serio como para haberlo presentado ya antela Asamblea General de las Naciones Unidas.

La campaña anti JPEPA fue una de las numerosas movili-zaciones inevitablemente afectadas. Los restringidosrecursos destinados a investigación, aspectos jurídicos,organización, alianzas y movilización se desviaron aesfuerzos más urgentes para la supervivencia organiza-tiva. Se montó una contraofensiva política para evitaruna postura puramente defensiva que pudiera resultarparalizante; se priorizaron las campañas sobre derechoshumanos, en contra de los asesinatos políticos y de unaley “antiterrorismo” draconiana.

Aparte de esta desviación de recursos, hubo alteracio-

nes en los métodos de trabajo habituales. Las organiza-ciones comenzaron a adoptar numerosas medidas deseguridad – tales como cambiar de oficina, mayor cui-dado en las comunicaciones, variaciones en las rutas deviaje y la no concurrencia a lugares habituales – lo queinevitablemente alteró las rutinas. El vilipendio y la pro-paganda negra también espantaron a algunos aliadosmientras que la dispersión y el acoso físico dificultaronlas acciones de masas y las reuniones. A pesar de todoeso, el movimiento trató de continuar con su trabajoorganizativo y de movilizaciones toda vez que la situa-ción lo permitía.

La represión política continúa pero los esfuerzos paracontrarrestarla han disipado el clima de temor y permi-tieron que la red afectada prosiga, si bien algo tardía-mente, con sus esfuerzos por construir una coaliciónamplia y multitemática. Eso incluye la creación de alian-zas con los restantes sectores de la industria manufac-turera, tales como los de repuestos automovilísticos,hierro y acero, y artículos electrónicos y eléctricos, cuyadesaparición se precipitaría por las importaciones japo-nesas en el marco del JPEPA. También con los pescado-res pequeños y medianos de atún, que todavía no tienenacceso al mercado japonés y al mismo tiempo temen laincursión de grandes grupos de pesca japoneses.

También se inició una campaña de educación popular enla Región de la Capital Nacional (NCR, por su sigla eninglés) con la distribución de folletos populares en fili-pino, debates educativos para líderes de comunidades yde organizaciones sociales, y foros en pequeñas comu-nidades. El tema del JPEPA es manejado consciente-mente de forma tal de vincularlo con las anteriores cam-pañas anti-globalización para sostener la resistenciacontinuada al neoliberalismo, y se centra en cuestionesconcretas de falta de empleo y condiciones de trabajo.

Hay debilidad, no obstante, en términos de un materialde análisis más amplio y detallado, adecuado para par-lamentarios, funcionarios de gobierno, académicos yprofesionales. Eso sería útil no solamente para la cons-trucción de alianzas en general, sino en particular en elSenado, donde se está por ratificar el JPEPA. Las audien-cias allí han demostrado que los senadores en generalcarecen de capacidad e interés en asuntos económicostécnicos y se basan en gran medida en los aportes queles acercan fuentes invitadas. Esto significa que lasaudiencias abren la posibilidad de incidir en los senado-res o, por lo menos, utilizarlas como una plataformamuy visible para elaborar posiciones. La increíble faltade preparación de los negociadores del gobierno – posi-blemente cebados en la autocomplacencia que les per-mitieron las negociaciones secretas del JPEPA – diomayor brillo a esas oportunidades.

Sin embargo, los intereses a favor del JPEPA se están rea-grupando para incidir en el Senado. Después de la deba-cle sufrida en las audiencias iniciales en el Senado, lapresidenta Arroyo creó un grupo de trabajo inter-orga-nismos con miembros de 16 agencias gubernamentalesque incluye los departamentos de asuntos exteriores,comercio e industria, agricultura, energía, medioambiente y recursos naturales, presupuesto y gestión,finanzas y otros. La élite de grandes grupos comercialesdel país con vínculos estrechos con el capital extranjerotambién sacó un manifiesto conjunto exhortando alSenado a que ratifique el tratado. No hay que subesti-mar la influencia de esos grupos, especialmente envarios senadores que tienen aspiraciones presidenciales

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para 2010 – ya que los grandes negocios siempre sonuna fuente valiosa de fondos para la campaña electoral.

La ronda inicial de las audiencias del Senado pareciócontribuir a la oposición al JPEPA. Los grupos delgobierno no pudieron presentar argumentos convincen-tes de los beneficios del tratado. Por otro lado, la oposi-ción dio argumentos lúcidos sobre sus efectos adversosen aspectos específicos tales como importaciones deresiduos tóxicos y desenmascaró los supuestos benefi-cios para enfermeras y trabajadores de la salud. Unargumento muy esgrimido fue que el JPEPA concede pri-vilegios indebidos a los inversionistas japoneses y violavarias disposiciones económicas nacionalistas de laConstitución filipina de 1987.

A pesar de todo esto todavía no hay en el Senado un blo-que visible que esté claramente en contra del JPEPA yque pueda llegar a parar la ratificación del tratado;mucho menos hay un bloque anti-globalización. Cuandose les presionó para conocer sus comentarios, los sena-dores se mostraron cuidadosos y el tono general ha sidoque todavía podían ser convencidos y que las audien-cias, aún después de la presentación de ambas partes,no habían sido concluyentes. Aun la cuestión potencial-mente decisiva de la inconstitucionalidad del JPEPA, alser un asunto principalmente jurídico, en realidad eludeel tema central de que las políticas de “libre mercado” dela globalización son destructivas para la economía, elambiente y el bienestar de la gente. El peligro es que tal

vez haya que hacer algo más para superar la inercia delos intereses de las élites así como el conservadurismopolítico y judicial, y que el JPEPA, o algún otro tratado deese tipo, logre imponerse de una forma u otra.

La trayectoria de la oposición al JPEPA es una historia delucha sobre un tema complejo en condiciones políticas yeconómicas muy por debajo de lo ideal. Los movimien-tos sociales y de masas filipinos tienen muchos años deexperiencia de lucha en los temas económicos y políti-cos más urgentes que enfrenta el pueblo filipino, lo queincluye una amplia y enérgica resistencia desde ladécada de 1990 a los acuerdos extremadamente técni-cos de la OMC, lo cual se vincula Directamente vinculadoa la actual lucha contra el TLC. De alguna forma esoséxitos promovieron la reciente contracampaña de repre-sión que dificulta el despegue de la amplia oposición alJPEPA.

El JPEPA enfrenta algunas demoras pero es posible queigualmente se concrete – el compromiso de los econo-mistas del gobierno con su ideología de “libre mercado”y de las poderosas élites comerciales con sus gananciasrara vez se inmuta por preocupaciones en torno a lapobreza o el subdesarrollo. Aun así, la oposición alJPEPA crece con esfuerzos que se van sumando, espe-cialmente en las bases. Esto, más que nada, ofrece bue-nos augurios a la resistencia, no solamente al JPEPA sinoa otros tratados similares y a la agresión neoliberal, entodas sus formas, contra el pueblo.

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La transformación neoliberal de la sociedad surcore-ana y la resistencia

El gobierno militar de la década de los ochentaEl gobierno de Chun Doo Hwan, que llegó al poder trasla masacre de ciudadanos surcoreanos en Gwangju enmayo de 1980, impuso una política de apertura de mer-cados y liberalización económica. Esto representó uncambio radical respecto del modelo económico del pre-sidente anterior, Park Chung Hee, que se basaba en unmercado de capitales cerrado, la protección del mercadointerno y el control gubernamental de las tasas de inte-rés y las finanzas. Chun en cambio enfatizó la aperturade la economía al capital extranjero y el libre funciona-miento del mercado sin controles del gobierno.

A partir de 1986-89, los gobiernos militares de Chun yRoh Tae-woo lograron instrumentar políticas económi-cas exitosas gracias al antecedente generado por las“tres condiciones de prosperidad”. Estas tres condicio-nes favorables de la economía surcoreana del momento– devaluación del won, tasas bajas de interés y un pre-cio bajo del petróleo – fueron importantes para que seprodujera un florecimiento económico de dimensionesnunca vistas antes. Si la economía de exportación ante-rior se había basado en los bajos salarios y la explota-ción, estas tres condiciones de prosperidad hicieronposible que por primera vez en 45 años de historia de laeconomía surcoreana, se produjera un excedentecomercial favorable en el primer periodo de cuatro años.En este proceso, grandes empresas capitalistas comoHyundai Motors y Samsung Electronics se expandieron,y los frutos del auge explosivo de las exportacionescomenzaron a repercutir en el país, posibilitaron elaumento de salarios, y generaron así un ciclo positivo:expansión de las exportaciones – retorno de gananciasal país – crecimiento nacional y de las inversiones: unauge económico explosivo.

Por la misma época comenzó a crecer también unintenso movimiento democratizador, que emergió en elcontexto de una huelga de trabajadores. Durante esahuelga que tuvo lugar entre julio y agosto de 1987, secrearon muchos sindicatos (el número de sindicatos cre-ció de 2675 a 4103 y la tasa de sindicalización pasó de12.3% a 13.8%); en 1989 nuevamente tuvo lugar unperiodo de crecimiento importante de la actividad sindi-cal (7 883 sindicatos, 1 932 000 trabajadores sindicali-zados y una tasa de sindicalización de 18.7%). LaFederación de Sindicatos Coreanos, apadrinada por elgobierno, que fuera hasta entonces la única central sin-dical, fue rechazada y se crearon las bases para el sur-gimiento de una alianza sindical democrática indepen-diente. Se crearon sindicatos que incluyeron mujeres yobreros de la industria manufacturera, grandes sindica-tos fabriles y de empleados administrativos, y se elevóla condición y prestigio social de la clase trabajadora.

Sin embargo, tras muchas fases de lucha, se llegó a unasolución de compromiso que incluía un retiro parcial delos militares del gobierno, y la participación de políticosciviles conservadores en los asuntos del Estado. El rolcentral que asumieron las autoridades militares y lasfuerzas civiles conservadoras en esta moderada reformademocrática fue una demostración evidente de sus limi-taciones, propias de un orden capitalista de democracialiberal. En realidad, según lo confirmó luego el procesode la lucha contra el TLC, esta reforma terminó impli-cando un debilitamiento de la democracia.

La política de apertura de mercados llevada adelante porlos militares tuvo dos consecuencias. Primero, vino unmovimiento de resistencia de los agricultores. En lossetenta, Park Chung Hee había aplicado una política derevolución verde y de aumento de la producción agrícolabajo el principio de la autosuficiencia. Aunque su polí-tica de desarrollo equilibrado entre la ciudad y el campo

La lucha contra el neoliberalismoen Corea del Sur: historia y leccionesKorean Alliance against the Korea-US FTA (KoA) (Alianza coreana contra el TLC Corea-EEUU) (Julio de 2007)

(Foto: Chamsaesang)

resultó, en los hechos, contraria a los agricultores yfavoreció a la ciudad y al capital, el haber restringido laapertura del mercado agrícola contribuyó efectivamentea aumentar la producción del campo. Pero la políticaagrícola del gobierno militar tuvo, por el contrario, unperfil decididamente anti-campesino. Abrir el mercadoagrícola nacional implicó sacrificar los productos agríco-las en aras de asegurarle mercados de exportación a losgrandes capitalistas. Los campesinos opusieron resis-tencia a este proceso, realizando protestas y manifesta-ciones de diversa envergadura en todas las regionesagrícolas del país, luchando contra las fluctuaciones deprecios de la carne y los pimientos. Las protestas cam-pesinas avanzaron lentamente y llegaron a constituiruno de los baluartes del movimiento democratizador,desarrollándose hasta transformarse en un combatefrontal y generalizado contra el gobierno, conduciendoa manifestaciones nacionales de protesta en el centro deSeúl entre 1987 y 1988. Los frutos de esa lucha genera-ron las condiciones para la conformación de una organi-zación de masas del movimiento campesino, de carácterindependiente, la Liga de Campesinos Coreanos (KPL oKorean Peasant’s League).

Otro elemento importante fue la fricción generada a raízde que EUA exigiera abrir el mercado surcoreano a lasimportaciones. La política de liberalización de mercadosaplicada por las administraciones militares sí expandióla liberalización en el área de la importación de produc-tos industriales. Pero el gobierno de Reagan, que sufriódéficit gemelos (fiscal y de las cuentas corrientes de labalanza de pagos) sin precedentes, presionóenérgicamente por mercados abiertos para losproductos industriales en que EUA tenía fuer-zas competitivas. La fricción comercial relacio-nada con la apertura de mercados entre ambospaíses se agudizó.

Periodo post-Guerra Fría y advenimiento delgobierno de Kim Young Sam

Dos cambios importantes tuvieron lugar en lasociedad surcoreana a comienzos de la décadade 1990. El primero fue la caída del socialismotras el colapso de la Unión Soviética, que tuvopor consecuencia un debilitamiento de la luchaideológica progresista. El segundo fue un debi-litamiento del movimiento democratizador conel advenimiento del gobierno de Kim YoungSam. Como resultado de estos cambios, se

debilitó el movimiento progresista por el desarrollonacional, y surgió una tendencia pro estadounidense ypro capitalista que se presentó como la única alterna-tiva. Es éste el contexto en que, a partir de 1993, se pro-dujo la ofensiva del gobierno de Kim Young Sam en posdel neoliberalismo con la consigna de la globalización.

Al mismo tiempo que Kim Young Sam asumía elpoder, concluyó la Ronda Uruguay del Acuerdo Generalsobre Aranceles y Comercio (GATT por sus siglas eninglés) que dio origen a la OMC, lo que acarreó la exigen-cia de abrir del mercado financiero y de capitales deCorea del Sur a la economía mundial. El gobierno de KimYoung Sam buscó incansablemente el ingreso de Corea ala OMC y a la OCDE. También desarrolló el discurso de laglobalización. El sector de grandes empresas coreanasaceptó con entusiasmo este discurso adornándolo conexpresiones del tipo “humanidad mundial” (Samsung) y“gestión mundial” (Daewoo) como mecanismos paraarrancarles concesiones laborales a los trabajadores.

Advenimiento de la OMC y apertura de los mercadosfinancierosA lo largo de 1994, ya en vísperas de la creación de laOMC en enero de 1995, hubo en el país protestas gene-ralizadas contra las negociaciones de la Ronda Uruguay.En el periodo posterior al lanzamiento de la OMC, elnúcleo fundamental de la política general de apertura demercados fue la apertura de los mercados financieros.Mientras que en el modelo de Park Chung Hee el mer-cado de capitales estaba cerrado, la política de aperturade mercados de Kim Young Sam condujo a un debilita-miento general de las regulaciones del sector financieroque, por ejemplo, le permitió a las compañías y a losbancos atraer préstamos del exterior. Esto llevó a que, amediados y fines de los noventa, ingresaran al país 100mil millones de dólares originados en préstamos delexterior. Eso provocó una reacción en cadena en que eseflujo súbito de capitales transnacionales primero llevó aun sobrecalentamiento de la economía y a una burbujainmobiliaria, luego a la fuga rápida de capitales y final-mente a una crisis cambiaria. La crisis económica surco-reana tuvo raíces similares a las crisis que tuvieron queenfrentar muchos otros países del sudeste asiático. Enese proceso, EUA impidió que Corea recibiera ayuda ypréstamos del Japón y forzó la intervención del FondoMonetario Internacional (FMI) para ejecutar la rápidareestructura de la economía surcoreana.

Aunque la injusta intervención de EUA y el FMI condujoa la adopción apresurada de los preceptos subyacentes

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Manifestación contra el TLC en Seúl, durante la 6 ª ronda deconversaciones de EE.UU. – gobierno de Corea. (Foto:

Chamsaesang)

Lanzando el zapato de un policía anti-motines durante una mobilizacióncontra el TLC en Seúl, el 11 de noviembre del 2007. (Foto: Ahn Young-joon, AP)

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del neoliberalismo para la economía surcoreana, esto nogeneró una resistencia de masas en el país, ya que noexistía una conciencia desarrollada sobre el sistemaneoliberal.

En particular, la Confederación de Sindicatos Coreanosque había liderado las manifestaciones de protesta másmultitudinarias en la historia del movimiento obrerocontra el empeoramiento de la legislación laboral a finesde 1996 y comienzos de 1997, no se alzó en masacuando se introdujo el sistema de administración delFMI menos de un año después. Esto demuestra clara-mente la debilidad del movimiento sindical y de las fuer-zas progresistas.

Los actores más fuertes y más poderosos a mediados delos noventa eran los campesinos. A lo largo de todo1994, los agricultores y campesinos coreanos se movili-zaron contra la apertura de los mercados agrícolas. Enaquel momento los estudiantes, que también podíansostener un nivel de movilización muy alto, apoyaron lalucha de los campesinos. Muchos intelectuales progre-sistas participaron también. La apertura del mercado delarroz fue el nudo de las luchas campesinas. El arroz,símbolo de la sociedad coreana desde hace miles deaños, es además el centro de la agricultura surcoreana.La envergadura de la lucha por la protección del mer-cado del arroz fue equiparable a la fuerza del valor sim-bólico del arroz. No obstante, ante la falta de apoyo enlas grandes ciudades y el sentir general de la opiniónpública que consideraba inevitable la apertura del mer-cado, el movimiento campesino no pudo superar losobstáculos y finalmente se debilitó.

Un movimiento de gran vuelo contra el neoliberalismoLa crisis asiática de 1997, que arrojó a la sociedad sur-coreana en un mar de confusión y penurias, es una dra-mática expresión de la poderosa influencia que puedeejercer la globalización sobre un Estado-nación. El sis-tema de administración introducido por el FMI en Coreadel Sur como resultado de la crisis cambiaria tuvo unainfluencia directa y total sobre la economía, e indirecta-mente afectó profundamente otras áreas de la sociedad.La lucha contra el neoliberalismo maduró y se genera-lizó cuando se implantó el sistema del FMI en 1997, ygradualmente afectó a toda la sociedad.

Resistencia popular diversa contra el neoliberalismo

La lucha de los trabajadores.El sistema del FMI acarreónecesariamente la liberalización de los mercados agríco-las, de los mercados financieros y de toda la sociedad,la privatización de las empresas públicas y el ajusteestructural acompañado por despidos masivos. El resul-tado de estas transformaciones en la economía fue evi-dente: un deterioro de las condiciones de vida de traba-jadores y campesinos que los llevó paulatinamente a ladestrucción.

En el proceso de liquidación de empresas y de ajusteestructural, un número muy grande de trabajadoresquedó sin empleo. Eso generó un movimiento de resis-tencia. Un ejemplo representativo de ese movimientofue la lucha por bloquear la venta de DaewooAutomotores a capitales extranjeros. Tras la crisis delFMI, el Grupo Daewoo enfrentó una crisis de insolvenciay necesitaba liquidez monetaria para salvarse. Trató deobtener el dinero mediante la venta de sus activos pococonfiables. Pero no fue fácil encontrar comprador, yDaewoo terminó vendiéndose a una compañía estadou-nidense, la General Motors, por un monto mucho menoral valor real. Para debilitar las actividades del sindicatode trabajadores de Daewoo Automotores, reconocidocomo un sindicato fuerte, y al mismo tiempo aumentarla productividad a través de la reducción de personal,GM exigió que se realizaran despidos masivos antes decomprar Daewoo. El resultado fue que una mañana unos1740 trabajadores se encontraron con que ya no teníanempleo, por lo que se unieron para emprender unalucha a gran escala.

La lucha por impedir la venta de Daewoo Automotores,que llegó a su punto álgido en 2001, terminó con ungran número de personas encarceladas y 1740 desem-pleados, pero también significó el despertar de los tra-bajadores surcoreanos a las inclemencias de la globali-zación neoliberal. Al mismo tiempo, sirvió para motivarla participación activa de los trabajadores en la luchacontra el neoliberalismo. El inicio de una lucha de enver-gadura contra la privatización de las empresas públicaspuede remitirse al anuncio del gobierno que en 2002explicitó su intención de privatizar las empresas públi-cas. Tras la crisis del FMI, el gobierno surcoreano

Manifestación contra el TLC enSeúl, durante la 6 ª ronda de con-versaciones de EE.UU. - gobiernode Corea. (Foto: Chamsaesang)

pretendió dividir la empresa pública de electricidadKorea Electric Power Corporation y vender las partes unavez que hubiese completado la división. También anun-ció sus planes de dividir la industria ferrocarrilera en unsector de instalaciones y otro de administración y priva-tizarlos, así como su intención de privatizar la empresapública del gas Korea Gas Corporation.

En respuesta a estos anuncios, los sindicatos de KoreaRailroad Corporation, Korea Electric Power Corporation yKorea Gas Corporation se declararon simultáneamenteen huelga en febrero de 2002 para frenar las privatiza-ciones, y llevaron a cabo una lucha histórica. El sindicatode la usina de generación eléctrica estuvo en huelgadurante 37 días. La huelga se transformó en una opor-tunidad importante para hacer conocer los efectos nega-tivos de las privatizaciones al conjunto de la sociedadsurcoreana. Si no se hubiera desarrollado esa lucha, hoyprácticamente todas las empresas públicas surcoreanasestarían privatizadas.

Otro de los efectos negativos del neoliberalismo sobrelos trabajadores es el aumento de la precariedad delempleo; las protestas abarcaron también este problema.En el periodo previo al programa del FMI, el término“empleo irregular” era algo poco común, pero en 2007los trabajadores irregulares ascendieron a 8.6 millonesde un total de 13 millones. Estos trabajadores irregula-res perciben cerca de la mitad del salario de los trabaja-dores regulares, y se ven obligados a padecer jornadaslaborales muy extensas. La porción del mercado laboralque ocupan los trabajadores irregulares sigue creciendoa ritmo acelerado, aunque no así el porcentaje de traba-jadores sindicalizados, y la solidaridad con los trabaja-dores regulares no está muy extendida. No obstante, lalucha de los trabajadores irregulares ha despegado rápi-damente.

Esta lucha obrera comenzó no como una ofensiva dirigidaal conjunto de la globalización neoliberal, sino como unaprotesta defensiva contra la amenaza que ésta represen-taba para el derecho a la vida de los trabajadores. Sinembargo, en el curso de la lucha creció la conciencia deque pelear contra las privatizaciones de las empresaspúblicas, la lucha por detener la expansión del empleoirregular y otras formas de trabajo precario, la lucha con-tra la absorción de empresas surcoreanas a manos deempresas extranjeras y la lucha contra los despidosmasivos no son problemas separados, sino partes cons-titutivas del movimiento contra el neoliberalismo.

La lucha de los trabajadores de la industria del cine y losintelectuales. Desde comienzos de los noventa, los tra-bajadores de la industria cinematográfica se resistierona su apertura y emprendieron protestas populares con-tra la reducción de la ‘cuota de pantalla’, que exigía alos dueños de los cines proyectar películas coreanas almenos 146 días del año. Esta lucha marca un renaci-miento de la industria cinematográfica surcoreana, y laenorme popularidad de estos trabajadores del cine sur-coreano tuvo por resultado una capacidad de moviliza-ción considerable y una creciente influencia en la socie-dad. Los intelectuales también concretaron su resisten-cia al neoliberalismo. Después de la crisis del FMI, con lacreciente antipatía de la ciudadanía ante la conductainmoral y el carácter meramente lucrativo del capitaltransnacional, aparecieron formas de resistencia teóri-cas y materiales contra el capital especulativo. Lainfluencia expansiva de esos grupos de intelectualesdejó al descubierto las condiciones nocivas de las inver-

siones nocivas en la economía surcoreana y la normali-zación de los ajustes estructurales, señalando una direc-ción de lucha.

La lucha de los agricultores creció enormemente endimensión. Debido a la política de apoyos a la produc-ción agrícola del gobierno en los comienzos de la crisisdel FMI, el movimiento campesino que estaba estancadocomenzó a retomar fuerzas en 2000, y la lucha del sec-tor irrumpió como lucha de masas nuevamente. En 2000lucharon por la anulación de las deudas de la agriculturafamiliar y en 2002, con la elección presidencial a la vista,el movimiento reunió 130 mil personas en Seúl con labandera de la oposición a la apertura del mercado delarroz. Surgió así un gran movimiento para proteger laexistencia del campesinado y la agricultura surcoreana,amenazados por la globalización neoliberal.

Las luchas conjuntas y contra la globalización neoliberalse fortalecieron. Comenzando por el KCTU y la KPL, losdistintos movimientos progresistas se unieron para con-formar la “Solidaridad del Pueblo Coreano” (KoreanPeople’s Solidarity) que articuló la lucha conjunta entorno a distintos temas, y realizó actividades conjuntasde oposición a los organismos internacionales ejecuto-res del neoliberalismo, tales como la reunión ministerialde la OMC, la Cooperación Económica del Asia-Pacífico(APEC) o el Programa de Doha para el Desarrollo (DDApor sus siglas en inglés), por ejemplo. Estas luchas soli-darias contra el neoliberalismo, realizadas bajo distintasconsignas tales como “contra la liberalización del arroz/y del mercado de servicios en la OMC”, “contra el TLCCorea-Japón y contra el Tratado Bilateral de InversionesCorea-EUA”, “contra la globalización neoliberal”; “por elaumento de lo público en la sociedad”, fueron llevadas acabo como actividades colectivas de la lucha contra elneoliberalismo.

Se extiende nacionalmente la resistencia contra lasorganizaciones económicas globales y aumentan lasactividades internacionales de solidaridad. Además dela resistencia a las políticas y al régimen nacional neoli-beral dentro de Corea del Sur, ha surgido también unmovimiento popular contra los cuarteles generales delas instituciones del sistema económico mundial. Lasorganizaciones populares participaron en las protestasde masas contra las reuniones ministeriales de la OMC

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Movilización de campesinos en Jeju, octubre de 2006. (Foto: Chamsaesang)

en Cancún (2003) y Hong Kong (2005). Más aún, lasluchas contra el Foro Económico Mundial y la APECemprendidas por las organizaciones sociales de masasen Corea del Sur demuestran el crecimiento de la con-ciencia política que conecta los intereses del pueblo sur-coreano y los problemas globales.

La experiencia de esta serie de protestas de masas setransformó en la fuerza motivadora y motriz que sus-tentó la lucha contra los tratados bilaterales de librecomercio, en particular la vigorosa batalla de casi dosaños contra el TLC Corea-EUA. La oposición a la globali-zación neoliberal, a la OMC/DDA/ FMI y a otras reunio-nes de organismos mundiales, y a los TLC bilateralesocurre en el mismo contexto dentro de la sociedad sur-coreana.

Las luchas contra los TLC

Tras la instauración del programa de administración delFMI en 1997, la opinión pública surcoreana pudo sentirde manera tangible el impacto de los principios de laglobalización neoliberal en la sociedad surcoreana. Enmedio de la oposición popular, el gobierno de Noh Moo-hyun comenzó a impulsar la negociación de TLC bilate-rales a comienzos de febrero de 2003, con el pretextode transformar Corea del Sur en una nación avanzada enmateria de comercio. Por tanto, la lucha contra los TLCsigue estando intrínsecamente unida a la lucha másamplia contra la globalización neoliberal. Esta ofensivadel gobierno coreano en pos de los TLC ha conducido ala concreción de acuerdos con Chile (en vigor desdeabril de 2004), con Singapur (en vigor desde marzo de2006), EFTA (en vigor desde septiembre de 2006),ASEAN (en vigor desde junio de 2007), y a la negociacióny conclusión de un TLC con EUA (en abril de 2007).Corea del Sur se encuentra en este momento en nego-ciaciones con 41 países, entre ellos la UE, ASEAN (sobreservicios e inversiones), Canadá, India, México y Japón.

La lucha contra el TLC Corea–Chile

El TLC Corea-Chile marcó el inicio de las luchas anti-TLC.La firma de este TLC prometía asestarle un golpe muchomás fuerte al sector agrícola surcoreano que a los secto-res industriales y de servicios. Por eso se reanudó laconfrontación entre los agricultores y el gobierno, queimpulsó un TLC menos gravoso antes de abordar seria-mente otros TLC con los países avanzados. Justo antesde que asumiera el gobierno Noh Moo-hyun en enero de2003, el presidente Kim Dae-Jung concluyó repentina-mente el TLC Corea-Chile, que había sido objeto de lar-gas y lentas negociaciones durante varios años. Desdeese momento hasta el día de su ratificación por laAsamblea Nacional el 16 de febrero de 2004, tuvieronlugar 114 manifestaciones en Seúl, incluida la granmanifestación sobre el puente del río Han y la ocupaciónde la autopista el 20 de junio, que lograron postergartres veces la ratificación del TLC.

Como esto sucedió durante el periodo inmediatamenteprevio a las elecciones generales de 2004, la lucha delos campesinos concitó la oposición de más de la mitadde los miembros de la Asamblea Nacional contra eseTLC. Sin embargo, en enero de 2004 la prensa chilenainformó que Corea del Sur se esforzaba por lograr unTLC con Chile porque recientemente EUA había firmadoun TLC con Chile. En ese momento el embajador core-ano en EUA, Han Seung-Joo, alertó al presidente del GranPartido Nacional (Grand National Party-GNP), un partido

de ultra-derecha conservadora y mayoritario, que EUAsolicitaba la aprobación inmediata del TLC Corea-Chile.El presidente del GNP llamó entonces a todos los miem-bros del partido integrantes de la Asamblea Nacional ylos amenazó con retirar sus candidaturas para la elec-ción nacional si no adoptaban unánimemente la plata-forma partidaria de apoyo al TLC. Con la aprobaciónabrumadora de los miembros del GNP, el TLC Corea-Chile fue ratificado por la Asamblea Nacional el 16 defebrero.

En 2004, las negociaciones de la OMC sobre el arrozacarrearon un aumento del 8% en las importaciones deeste cereal, y un acuerdo para la apertura total del mer-cado surcoreano de arroz a partir del 2015 a más tardar.El voto contra la apertura del mercado de arroz organi-zado en 2004 por activistas campesinos contó con laparticipación de 230 mil personas, y el 10 de septiem-bre se llevó a cabo una protesta nacional en 100 distri-tos urbanos donde participaron 170 mil personas. Apesar de la enérgica resistencia campesina, los resulta-dos de las negociaciones de 2005 sobre el arroz fueronaprobados por la Asamblea Nacional. Además, la policíaabatió a golpes al mártir Jun Yong-Chul el 15 de noviem-bre, y una delegación de 2 mil personas incluyendo 1500 campesinos viajó a Hong Kong para participar delas protestas contra la 5ª Conferencia Ministerial de laOMC. Esa delegación fue muy elogiada por la comunidadinternacional en virtud de su estilo de protesta conocidocomo Samboilbae (tres pasos adelante, una reverencia,y así sucesivamente) y sus esfuerzos para impedir la reu-

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En mayo de 2007, campesinos de Corea fueron a París paraexpresar su desafío ante la Organización Mundial de SanidadAnimal (OIE), que establece normas para la inocuidad de losalimentos en el comercio de la carne. Los coreanos han estadotratando de mantener el sector de la carne de EE.UU. fuera desu país debido a la preocupación por la enfermedad de la vacaloca, pero el TLC de EE.UU. insiste en tener este mercadoabierto.

nión ministerial. Pese a todo, no obstante, el acuerdosobre el arroz fue finalmente ratificado por la AsambleaNacional.

La lucha por frenar el TLC Corea-EUA

En febrero de 2006, el gobierno surcoreano anunció queavanzaría en pos de un TLC con EUA. El TLC Corea-EUAera prioritario no sólo por razones económicas, sinocomo un intento de aprovechar la estrategia políticomilitar estadounidense de bloquear a China. El gobiernode Noh Moo-hyun alega que una de las razones que loimpulsaron a firmar un TLC Corea-EUA fue controlar elcrecimiento de China, y que para eso debía alinearse conEUA. Esto demuestra que existió un motivo políticopoderoso para impulsar un TLC con EUA. La ofensivainesperada para conseguir la firma del TLC Corea-EUAfue denunciada como una negociación vergonzosa yprecipitada. No sólo no fueron debidamente preparadaslas negociaciones, sino que desde el inicio se llevaron acabo de prisa con tal de concluirlas a fines de junio,antes que venciera la vigencia de la Ley de Autoridad dePromoción del Comercio (conocida como Fast Track) delCongreso estadounidense. Por este motivo, en apenas11 meses, se firmó el TLC tras ocho rondas de negocia-ciones.

El gobierno surcoreano se avino a las cuatro precondi-ciones fijadas por EUA para iniciar las negociaciones,incluida una reducción de la cuota de pantalla, la reanu-dación de las importaciones de carne, cambios en lasreformas del sistema de fijación de precios de los medi-camentos y una mayor laxitud en la norma de emisionesde los automóviles para permitir la importación de másautos estadounidenses. Ésta no fue una negociaciónnormal entre Estados sino una muestra simbólica de laposición humillante del gobierno surcoreano ante lasdemandas coercitivas de EUA. Estos elementos centralesdel TLC fueron objeto de una gran oposición por partedel movimiento anti- TLC.

El TLC Corea-EUA unificó al movimiento contra la globa-lización neoliberal que había actuado de manera dis-persa desde la crisis del FMI. El 28 de marzo, obreros,campesinos, intelectuales, profesionales del cine, ymovimientos sociales progresistas que luchaban solida-ria y decididamente contra la globalización, se unieron

para conformar la Korean Alliance Against the Kor-USFTA o Alianza Coreana contra el TLC Corea-EUA (KoA).Fiel a su nombre, la KoA se transformó en el marco paralas luchas colectivas contra el neoliberalismo. Estaalianza incluye subcomités para distintos sectores comoconsumidores, finanzas y salud. Ella ha trascendido lasfacciones políticas y las condiciones de clase, para trans-formarse en una organización paraguas para los movi-mientos sociales y de masas de carácter progresista enla sociedad surcoreana. La KoA organizó expedicionesde protesta para coincidir con las negociaciones del TLCen EUA y convocó manifestaciones de gran escala enCorea del Sur. Al mismo tiempo, ha desplegado unagama variada de actividades, entre ellas distintos even-tos publicitarios y conferencias públicas que han conci-tado participación masiva.

El gobierno se movió con rapidez, inaugurando la pri-mera ronda de negociaciones el 5 de junio de 2006mientras las fuerzas anti-TLC se abocaban a acumularfuerzas. A comienzos de julio, cuando se realizaron lasconversaciones de la segunda ronda, la opinión públicatenía ya una posición mayoritariamente crítica, contrariaal TLC. Ante esto, el gobierno creó el Comité de Apoyoal TLC Corea-EUA y fortaleció su control sobre la opiniónpública y la represión contra el movimiento anti-TLC. Larepresión contra las fuerzas anti-TLC recrudeció de talmanera que cuando se realizó la tercera ronda de con-versaciones en la isla de Jeju, más de diez mil efectivospoliciales fueron destacados en la isla, lo que de hechosignificó que la isla estuviera bajo ley marcial. Además,desde el otoño (boreal) de 2006 y hasta la primavera de2007, el gobierno le bloqueó el ingreso a los campesi-nos desde las zonas rurales hasta Seúl para que nopudieran participar en manifestaciones de protestas enla ciudad, denegó autorización para cualquier tipo demanifestación y censuró la propaganda contraria al TLC.Estos actos de prepotencia demuestran la naturalezafascista del gobierno de Roh Moo-hyun, que ha preten-dido ser representante de las fuerzas de la democracia.Además arrestó y encarceló a Oh Jong-ryul y a JungGwang-hoon, dos líderes simbólicos de la KoA, ymuchos campesinos y trabajadores que luchaban contrael TLC fueron también arrestados en todas las regionesdel país.

Tras muchos vaivenes, el TLC Corea- EUA finalmente se

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La represión contra el movimiento,incluyendo el encarcelamiento de

dirigentes como Oh Jong-ryul, ha sido fuerte.

firmó el 2 de abril de 2007. Después de concluido, laopinión pública favorable al acuerdo superó a la oposi-ción. Eso significó un aumento importante en el porcen-taje de personas a favor del acuerdo en comparacióncon 2006, cuando las opiniones a favor y en contra esta-ban parejas. Este cambio se explica porque la plata-forma clave de la lucha anti-TLC se había centrado en elcarácter precipitado de las negociaciones, de modo queuna vez concluido el acuerdo se impuso un sentimientogeneral de resignación. Uno de los elementos quedetuvo el avance del movimiento anti-TLC antes de lafirma del acuerdo fue la particular configuración ideoló-gica de la sociedad surcoreana. Después que Kim YoungSam profesó la adopción oficial de la globalización, latendencia general del pensamiento dominante fue con-siderar la apertura de mercados y la globalización comoinevitables.

Ese es en parte el resultado de haber vivido bajo lainfluencia de la economía orientada a la exportaciónimpuesta por Park Chung Hee entre 1961 y 1979. Laconsecuencia ha sido el desarrollo de una fuertecorriente de pensamiento que dice que aunque el TLC

Corea-EUA tenga problemas, igualmente hay quefirmarlo. Otra razón es la particular actitud de la socie-dad surcoreana respecto de la relación con EstadosUnidos. La mayoría de los ciudadanos surcoreanos con-sidera que el TLC Corea-EUA implica daños de algún tipopara Corea del Sur, y que EUA lleva las de ganar. Sinembargo, entre esa mayoría, hay una gran mayoría deellos que consideran que tratándose de un acuerdo conEUA, hay que firmarlo. Esto se debe a la gran influenciaque tiene Estados Unidos sobre la sociedad surcoreana,y a que a la luz de esa influencia se ha constituido unaideología favorable a Estados Unidos. Se puede decirque el poder de Estados Unidos en Corea del Sur esabsoluto. La razón por la cual pudo concluirse el TLC apesar de contener disposiciones perjudiciales sin prece-dentes, es que se cree en la supremacía de EstadosUnidos e impera la idea resignada de que el TLC es inevi-table para mantener la alianza Corea del Sur-EstadosUnidos. Esta situación es aún más difícil ya que son pre-cisamente los grupos más influyentes de la sociedad losque muestran una mayor tendencia a aceptar esas cre-encias.

Conclusión

El TLC Corea-EUA es la consumación de los avances dela globalización neoliberal que está en curso desde1980. Este TLC Corea-EUA y otros TLC constituyen elcorazón de la política neoliberal. Eso se hace más evi-dente a medida que la gente común sigue teniendo queenfrentar penurias cada vez mayores como resultado dela globalización neoliberal. Las consecuencias del TLCCorea-EUA tendrán un impacto decisivo de aquí en ade-lante sobre el camino de la economía surcoreana. Ahorael único paso pendiente es que la Asamblea Nacionalratifique el TLC Corea-EUA. Hoy se hace imprescindiblefortalecer y enfocar más efectivamente el movimiento demasas que lleva ya un año de existencia, y utilizar laselecciones presidenciales y generales como una nuevaoportunidad para hacer avanzar el mapa político surco-reano en una dirección más progresista.

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Vigilia con velas, el 11 de mayo del 2007. (Foto: cortesía de la KoA)

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El proceso de eliminación de las aldeas rurales existen-tes –base del sustento de las economías en desarrollo-ya ha comenzado. Los agricultores están desapare-ciendo de los Estados Unidos y la Unión Europea le siguelos pasos, así que ahora es el turno de los países en des-arrollo. No causa sorpresa, pues, que las economías delos países en desarrollo enfrentaran un ataque sin pre-cedentes procedente de diversas direcciones. Despuésde todo, el mundo se ha transformado en una aldea glo-bal. El trastorno social, económico y político que acom-paña la rápida transformación de las aldeas para inte-grarse al mundo determinará el futuro de la India, consus aproximadamente 600.000 aldeas rurales, proba-blemente la mayor congregación de aldeas del mundo.La vida de la India transcurre en sus aldeas.

Detrás de las duras realidades económicas y tal vezcomo expresión de la más degradante y humillante delas desigualdades humanas se encuentra la manera enque en los países ricos se trata al ganado, a costa demillones de agricultores de la India. Cuando comparépor primera vez el estilo de vida de las vacas occidenta-les con el de los agricultores de la India, no me di cuentaque esto heriría la sensibilidad de por lo menos algunosde los economistas y autoridades políticas principales.La Unión Europea brinda una subvención diaria de 2,7dólares por vaca y la que ofrece Japón es el triple de lade los Estados Unidos, que asciende a 8 dólares porvaca, mientras que el 77 por ciento de la India sobrevivecon menos de medio dólar diario.1

El camino hacia el crecimiento y a través de él, apoyán-

dose en esas descarnadas desigualdades, lo marca lalibertad económica. Para la Organización para laCooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de lospaíses ricos, libertad significa mercados “libres”, “libre”comercio e inversión. Esa libertad en realidad ofrece alcapital de los Estados Unidos acceso mundial sin limita-ciones para hacer lo que quiera, donde quiera y toda vezque quiera. Esa libertad implica el menoscabo de lademocracia, la usurpación de los recursos naturales y elescamoteo de los derechos de los pueblos en la mayorparte del mundo para asegurar que los ricos sigansiendo ricos.

La supervivencia del mundo empresarial depende deléxito del “libre” comercio y la inversión. En ningún otrolado ha golpeado tanto al mundo como en la agricultura.Llama la atención que a partir de 1995 –el año en que secreó la Organización Mundial del Comercio (OMC)- losagricultores de todo el mundo sean un grupo bajoacoso. Están desvalidos ante los productos con los quesus pares de otros países inundan los mercados a pre-cios artificialmente bajos. Esos agricultores son víctimasde los mercados “libres” que desencadenan la liberaliza-ción desleal del comercio, que en su camino destruyeformas de vida y sustento.

El paradigma del libre comercio ha procedido con inteli-gencia, enfrentando entre sí a comunidades agrícolas dedistintos países. Los agricultores jamaiquinos están pre-ocupados por las importaciones lácteas del Reino Unido,que llegan a precios más baratos; los agricultores filipi-nos están preocupados por las importaciones más bara-tas de arroz provenientes de los Estados Unidos; a losagricultores indonesios les preocupa el precio másbarato del arroz proveniente de Estados Unidos y

El “libre” comercio letal para los agricultores de la India

(Diciembre de 2007) Devinda Sharma

“Si quieren convertir al mundo en una aldea global tendrán que eliminar todas lasaldeas existentes”, dice un dicho del Punjab.

Tanto EE.UU. como China quieren una mayorparticipación en el sector del mercado de fru-

tas de la India (Foto: Thomas Wahl)

1 Informe de la Comisión Nacional sobre Empresas del Sector Informal,2007

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Vietnam; a los productores de manzanas de los EstadosUnidos les preocupa la importación de manzanas másbaratas de China; y los agricultores de la India están pre-ocupados por los aceites comestibles más baratos deIndonesia, Malasia, Brasil y Argentina, y el té más baratoproveniente de Sri Lanka. La lista es interminable.

Un giro de 180 grados en la autosuficienciaalimentaria

Hace cuarenta años, la difunta primera ministra indiaIndira Gandhi emitió un sello postal para conmemoraruna cosecha récord de trigo de 17 millones de toneladas– un aumento de cinco millones de toneladas de la mejorcosecha alcanzada hasta entonces y un salto asombrosocon respecto a la grave escasez de alimentos de 1965-66 – que sentó las bases de la “Revolución Verde”. Fuela introducción de una era de autosuficiencia alimenta-ria, y en virtud de la seguridad alimentaria se instaurabauna verdadera soberanía nacional.

El cuento de la Revolución Verde forma ahora parte de lahistoria, pero lo que hizo salir al país de una existenciade déficit alimentario perpetuo después de laIndependencia fue una combinación de factores: unafuerte voluntad política de que el país dependiera de suspropios alimentos, una comunidad científica activa, unaserie de medidas políticas proteccionistas y sobre todouna comunidad rural heroica.

Hoy, a 60 años de la independencia de India, un giro de180 grados en las políticas agrícolas nacionales estállevando al país nuevamente a los días de déficit ali-mentario. El mercado es el nuevo mantra agrícola, y laagricultura es sacrificada en el altar de la liberalizacióneconómica. De ahí que las importaciones de productosbásicos agrícolas se multiplicaron a lo largo de losaños. En el periodo post-globalización, entre 1996-97 y2003-04, las importaciones aumentaron 270 por cientoen volumen y 300 por ciento en términos de valor.2 Parauna economía agraria, la importación de alimentosequivale a la importación de desempleo.

India importó 5,5 millones de toneladas de trigo en2006 y espera importar otros cinco millones de tonela-

das de trigo en 2007-08 en lo que parece ser unesfuerzo por integrar la agricultura india a la economíamundial. Sin responsabilidad aparente de los agriculto-res y sin haber mediado escasez alguna en materia deproducción, esto convirtió al país en el mayor importa-dor mundial de trigo. La decisión de importar trigo esabsurda: el gobierno permite que las compañías agríco-las privadas compren trigo nacional a precios más bajos(probablemente los más bajos del mundo) y luegoimporta trigo extranjero a un precio mucho mayor. Ellibre comercio y las políticas que lo acompañan estáarrastrando así al país a la dependencia.

Esa importación de trigo a gran escala guarda reminis-cencia con la Gran Hambruna de Bengala de 1943, elmayor desastre alimentario del mundo registrado hastaahora. Se estima que cuatro millones de personas murie-ron de inanición en tiempos en que no había escasez deproducción de alimentos. Unos 65 años después, impul-sada por políticas mundiales de libre comercio, Indiaparece seguir el mismo camino. En una época en que nohay falta de producción, el sector privado acapara ali-mentos. Todo indica que la embarazosa historia deltrigo se replicará con el arroz.

Desde el comienzo de la liberalización económica de1991 se ha revelado una serie de nuevas políticas indus-trializadoras. Habiendo establecido el marco políticoque permite el control privado de los recursos comuni-tarios –agua, biodiversidad, bosques, semillas, merca-dos agrícolas y recursos minerales– sucesivos gobiernoshan sentado las bases de una política de expulsión delos agricultores. La crisis se exacerba con iniciativas quepromueven la privatización de los recursos naturales, laapropiación de tierras agrícolas, integrando a la agricul-tura india con la economía mundial y erradicando a losagricultores de la agricultura –en esencia, el sello delmodelo neoliberal. En 2000, el gobierno introdujo unapolítica para establecer las Zonas Económicas Especialescomo un tipo de espacio extraterritorial con relación areglamentaciones, aranceles, derechos y actividadescomerciales nacionales. El objetivo es incrementar lainversión nacional, atraer la inversión extranjera directa(IED) y promover la producción con destino a la exporta-ción como motor del crecimiento económico. A partir dejunio de 2007 se propusieron más de 500 Zonas

2 Prakash, T.N: Documentopresentado en una con-sulta regional sobre “Agri-cultura a pequeña escalaen una era de global-ización” Dhaka, Bangla-desh, 17–18 enero de2005

Agricultores de algodónprotestan contra el librecomercio enPandharkawada,Maharashta, mayo de2007 (Foto: Vidarbha

Janandolan Samiti)

Económicas Especiales que requieren unas 41.700 hec-táreas de tierra, en gran parte tierra cultivada deprimera.3, 4

En la agricultura, la IED también llega en nombre de latecnología. La Iniciativa para el Conocimiento enInvestigación, Educación y Comercialización Agrícolaentre India y los Estados Unidos, lanzada formalmentepor el Presidente Bush en Hyderabad el 3 de marzo de2006, es a los efectos prácticos el lanzamiento de unasegunda Revolución Verde. Se está poniendo en prácticasin establecer primero las razones que hay detrás de laterrible crisis agrícola. Dos de las transnacionales esta-dounidenses que se sientan en el directorio que rige laIniciativa indo-estadounidense, Monsanto y Wal-Mart, yadijeron que no tienen interés en la investigación sino envender sus productos.

Pensando en el objetivo de transferir la indeseable yriesgosa tecnología de la ingeniería genética aplicada aplantas y animales, que no encuentra en el mundodemasiados adeptos, Estados Unidos considera que laIndia es un basurero fácil. Visto a la luz de la agriculturacontractual, de la agroindustria, de las zonas económi-cas especiales, de la IED en los productos básicos y enla venta al público de productos agrícolas, así como delempuje de la agroindustria, todo el énfasis de la políticaestá claramente dirigido a permitir el control privadosobre la cadena alimentaria.

Armadas con leyes de propiedad intelectual más pode-rosas y tecnologías ambientalmente perniciosas, comolos cultivos modificados genéticamente, esas transna-cionales ya han iniciado una operación internacionalpara apropiarse de la agricultura mundial. Toda lacadena alimentaria ha pasado lenta y sistemáticamentea manos de tres tipos de conglomerados mundiales–Monsanto/Syngenta como compañías de la tecnología,Cargill/ADM como comerciantes de alimentos y Wal-Mart/Texco como vendedores al público de alimentos-con el argumento de que la agricultura a pequeña escalase ha convertido en una carga para la nación y quecuanto más pronto el país se desembarace de la claserural, mejor será para el crecimiento económico. Lasnormas de comercio e inversión les resultan ideales parafortalecer el control de las transnacionales sobre lacadena alimentaria.

Las reformas agrícolas se introducen con el argumentode aumentar la producción de alimentos y minimizar losriesgos que en materia de precios enfrentan los agricul-tores. Pero están destruyendo la capacidad productivade las tierras agrícolas y expulsando a los agricultoresde la agricultura. Algunas de esas reformas son elfomento de la agricultura contractual, la transacción defuturos en los productos agrícolas básicos, el arrenda-miento de tierras, la formación de compañías parapoder ocupar más tierras, y la compra directa de los pro-ductos agrícolas básicos mediante la enmienda de la Leyde Comité de Productos y Mercados Agrícolas (APMC,por su sigla en inglés). Actualmente, 16 estados hanreformado dicha ley, algunos totalmente y otros parcial-mente, y el gobierno procura desmantelar a corto plazoel sistema de compra de alimentos y distribuciónpública. La enmienda de la Ley APMC fomenta la crea-ción de vínculos con los mercados a través de una varie-dad de instrumentos, entre ellos la agricultura contrac-

tual y la agricultura empresarial. Ese tipo de sistema yaha causado estragos en la compra de trigo, obligando alpaís a convertirse en el mayor importador de trigo delmundo. Expulsará a la mayoría de los agricultores de laagricultura.

El mantra dice que es necesario que los agricultoresqueden a merced de las fuerzas del mercado. En lamedida que sean productores “ineficientes”, deben serreemplazados por la agroindustria. Por lo tanto, elmundo pronto tendrá dos tipos de sistemas agrícolas:los países ricos producirán alimentos básicos para losmás de 6.000 millones de habitantes del planeta, y lospaíses en desarrollo producirán cultivos comercialescomo tomate, flores, guisantes, girasol, fresas y vegeta-les. Los dólares que los países en desarrollo obtengande la exportación de esos cultivos finalmente serán uti-lizados para comprar granos alimenticios a los paísesdesarrollados. En realidad, volvemos a los días de défi-cit alimentario.

Enfrentados a la OMC

Aún antes de que surgiera la OMC el 1º de enero de1995, los agricultores indios estaban al frente de la cam-paña mundial contra las injustas normas comercialesque se estaban pergeñando, de lo cual dan cuenta lasmovilizaciones contra el Proyecto de Dunkel (ArthurDunkel era el presidente del Comité de NegociacionesComerciales del GATT). Lo que esencialmente comenzócomo protestas contra el ingreso de grandes transnacio-nales al sector de semillas de la India, para impedir elcontrol empresarial de las semillas a través del Acuerdosobre los Derechos de Propiedad Intelectual relaciona-dos con el Comercio (ADPIC, o TRIPs por su sigla eninglés), posteriormente creció hasta convertirse en unade las mayores oposiciones al paradigma del librecomercio.

Ya en diciembre de 1992 el movimiento Karnataka RajyaRayota Sangha, dirigido por el difunto Profesor M. D. NNanjudaswamy, había llevado a los agricultores a irrum-pir en la oficina de Cargill en el Estado de Karnataka,tirando a su paso todos los documentos y semillas quepodían agarrar. El asalto de la oficina de Cargill Seedstrae también el recuerdo de las fuertes protestas de la

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3 Economic growth without social justice: EU-India trade negotiationsand their implications for social development and gender justice(2007); Christa Wichterich et al www.wide-network.org

4 Por un análisis más detallado de la política de las Zonas EconómicasEspeciales: The New Maharajas http://www.indiatogether.org/ 2006/dec/dsh-mahasez.htm

En la década de los 90, los hindúes pusieron en marcha unmovimiento de acción directa para sacar a Cargill fuera de supaís. (Foto: Thomas Schlijper)

Embajada de los Estados Unidos, que llevaron al enton-ces Primer Ministro P. V. Narasimha Rao a ofrecer discul-pas incondicionales.

En marzo de 1993, más de 50.000 agricultores llevarona cabo una manifestación multitudinaria en Nueva Delhicontra el Proyecto de Dunkel. Tal vez en esa épocapocos de los agricultores que participaban en la pro-testa entendían lo intrincado del Proyecto de Dunkel,pero eran suficientemente concientes de que las pro-puestas los perjudicarían. Los dirigentes de la “satya-grah” (resistencia pacífica) de la semilla,como se llamó a la movilización, alerta-ron al gobierno que no adoptara medi-das que pudieran suponer una transfe-rencia del control de las semillas a lastransnacionales.

El movimiento que se opone a la inclu-sión de la agricultura en la OMC ha con-tinuado. Después de los agricultores,los sindicatos, las ONGs y otros variosgrupos de la sociedad civil tomaron lascalles. Gradualmente, los partidos polí-ticos comprendieron las complejidadese intereses en juego en las negociacio-nes en curso, como resultado de lo cual“OMC” pronto se convirtió en un acró-nimo familiar. El movimiento contra laOMC se esparció a todos los rinconesdel país, abarcando a partidos políticosde todos los matices.

Los líderes de la oposición han acusadoreiteradamente al gobierno de falta desensibilidad ante la opinión pública yde comprometerse sin tomar en cuentaal Parlamento. La OMC surgió comouno de los temas de comercio interna-cional más controvertidos que captó la atención delpaís. Gradualmente la vehemencia de las basescomenzó a extenderse al sistema político. Ex primerosministros, personalidades eminentes, figuras literarias yvarios movimientos de masas engrosaron posterior-mente las filas del movimiento nacional.

Ante todo, debido a esa vehemencia generada dentrodel país, la posición de la India en la OMC se endureciócon los años. Sabiendo que cada movimiento en la sedede la OMC en Ginebra o en las reuniones ministerialesde la OMC es observado y analizado minuciosamente,los negociadores de India han tenido en cuenta hastaahora los intereses nacionales a la hora de negociar.Pero con los años, el cansancio que ha comenzado ainvadir a las organizaciones de masas ofrece a los nego-ciadores amplio espacio para ceder. La oposición a laOMC también generó nuevas protestas contra las zonaseconómicas especiales, las adquisiciones de tierra y laIED en la venta de alimentos al público. Tal ha sido laintensidad de esas protestas que el gobierno ha tenidoque introducir una nueva política de rehabilitación paralos desplazados por las adquisiciones de tierras y haconformado un grupo de expertos para supervisar lapolítica de distribución de la tierra.

Sin embargo, el camino haciaa la liberalización econó-mica continúa. Después de la suspensión de las negocia-ciones de la ronda de Doha a mediados de 2006, NuevaDelhi ha sufrido presiones que procuran obligarla aabandonar su oposición férrea. El Director de la OMC,

Pascal Lamy, ha visitado India de vez en cuando, y encada una de las oportunidades ha tratado de ejercer pre-sión en nombre de los países desarrollados. Sabiendobien que la postura “dura” de Kamal Nath apunta sola-mente a los medios crédulos, Lamy ha dejado reiterada-mente en claro que es necesario llegar a un acuerdosobre Doha lo más rápidamente posible. Lo que es másimportante, sabiendo que toda la atención del país con-tinúa centrada en la OMC, Nueva Delhi se ha dispuestoagresivamente a firmar tratados de libre comercio (TLC)bilaterales y regionales.

Los TLCs que liquidan a los agricultores

La liberalización del comercio ya ha expuesto a los agri-cultores de los países en desarrollo a una competenciafunesta, bajando a pique los precios, deteriorando lossalarios rurales y exacerbando el desempleo. Unos 20años atrás, cuando el Banco Mundial y el FMI claramentevincularon el crédito en el marco de las políticas deajuste estructural con la diversificación de los cultivos,las políticas agrícolas comenzaron a cambiar. En el pro-ceso, los países en desarrollo se han visto forzados adesmantelar el apoyo estatal a la compra de alimentos,retirar las ayudas en materia de precios a los agriculto-res y suavizar las leyes que fijaban restricciones a la tie-rra para permitir que el sector empresarial se introdu-jera en la agricultura. El proceso de encaminar la pro-ducción de los alimentos básicos y los principales pro-ductos básicos comerciales hacia los países ricos eindustrializados fue legitimado finalmente en la OMC. Ladiversificación de los cultivos es el nuevo mantra agrí-cola para los países en desarrollo. El fortalecimiento dela fuerte muralla armada en torno a la agricultura alta-mente subvencionada de los países desarrollados repre-senta un sombrío futuro para los países en desarrollo.Con la inundación de productos agrícolas baratos en lospaíses en desarrollo el mundo pronto será testigo delmayor desplazamiento ambiental: no por la construc-ción de grandes represas y proyectos hidroeléctricos,sino por la agricultura.

A diferencia de la agricultura de los países de la OCDE,

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Los hombres al volante: el presidente de la Confederación de la Industria de laIndia Sunil Bharti Mittal, el Secretario General de BusinessEurope Phillippe de

Buck, el Comisario de Comercio de la Unión Europea Peter Mandelson y elMinistro Indio de Comercio e Industria Kamal Nath celebrando el lanzamiento

de la negociaciones para un TLC entre la UE y la India, en Nueva Delhi, ennoviembre de 2007. (Foto: Raveendran, AFP)

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la agricultura india es diversa y se basa en la riqueza debiodiversidad disponible. India produce 260 cultivostodos los años mientras que Europa y los EstadosUnidos no cuentan más de 30 cultivos, aproximada-mente 10 de los cuales son comercialmente importan-tes. En India, cada uno de los 260 cultivos está vincu-lado a millones de formas de sustento.

Para un país que tiene casi una cuarta parte de la pobla-ción agraria del mundo –unos 650 millones de agricul-tores- la agricultura sustentable es la única forma debrindar sustentos viables. Ahora ha comenzado a reco-nocerse el vínculo existente entre los suicidios de losagricultores y el impacto de las importaciones baratas ysubvencionadas (el gobierno admite que más de150.000 agricultores fueron empujados al suicidio entre1997 y 2007, y el número aumenta rápidamente, regis-trándose un suicidio cada media hora), y la evidenciaseñala que la disminución de los precios de las importa-ciones conduce a una rebaja de los precios domésticosy la erosión de los ingresos de los agricultores.

El persistente estancamiento de la OMC ha impulsado aIndia a reorientar las políticas comerciales de los acuer-dos multilaterales a los tratados bilaterales. Indiacomenzó por explorar la posibilidad de estableceracuerdos amplios de cooperación económica con 16países del este asiático, entre ellos los 10 miembros dela Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático(ASEAN, por su sigla en inglés): China, Japón, Corea,Australia y Nueva Zelanda. Desde1992 India había prio-rizado estrechar vínculos con sus vecinos de Asia orien-tal con el objetivo primordial de que en la medida quelos países desarrollados habían formado bloquescomerciales regionales, India debería formar asociacio-nes similares con los aliados naturales de la región.

India también procura establecer TLCs transcontinenta-les. Ya está en marcha un tratado bilateral de comerciocon la Unión Europea y ya han comenzado las conversa-ciones con Sudáfrica y el Mercosur (Brasil, Argentina,Uruguay y Paraguay). India también apunta a iniciaracuerdos comerciales preferenciales con la UniónAduanera de África del Sur (Sudáfrica, Botswana,Namibia, Lesotho y Swazilandia).

Estos acuerdos bilaterales o TLCs tienen el propósito deeliminar los obstáculos arancelarios en los próximosdiez años o aproximadamente, y eliminar los obstáculostécnicos a las importaciones. Se han establecido garan-tías explícitas para el tratamiento que se da a los inver-sionistas y proveedores de servicios extranjeros. Seestán eliminando los obstáculos existentes a la biotec-nología agrícola. Se están instrumentando compromisosespecíficos para desactivar las leyes y compromisosnacionales referidos a disciplinas severas y transparen-tes en materia de procedimientos para compras del sec-tor público, normas de origen y aplicación efectiva demano de obra nacional y leyes ambientales. En suma, seha despejado todo lo que impida el libre funcionamientode las transnacionales.

Los agricultores de la India siguen pagando el precio deesas políticas. Por casi siete años ya, Kerala, en el sur dela India, sufre una crisis agraria sin precedentes. Losprecios de casi todos los cultivos comerciales, entreellos el caucho, se han venido abajo principalmentedebido a la política de exportación-importación resul-tante de la liberalización económica y de las condicionesimpuestas como parte de los TLC: el TLC entre India y

Sri Lanka, el TLC entre India y Tailandia y el Acuerdo deLibre Comercio del Asia meridional. Eso ocurre enmomentos en que más del 80 por ciento del productoagrícola de Kerala es exportado.

En 2006, los aranceles a la importación para el aceitecomestible se redujeron tres veces. Desde entonces, elprecio en el mercado de la copra, el aceite de coco y elcoco fresco ha caído drásticamente. En 2007, el arancelpara la importación del aceite de palma refinado seredujo de 67,5% a 57,5%, y para el aceite de palma crudode 60% a 50%. Como resultado de esto, los agricultoressólo obtienen un promedio de 3,80 rupias (US$ 0,09)por cada coco fresco. En el mercado al por mayor, el pre-cio de la copra es de 3.200 rupias (US$ 81,7) por quin-tal (100 kilos) y el del aceite de coco es de 4.750 rupias(US$ 121) por quintal.5 Las importaciones de aceite decoco, mientras tanto, aumentaron de 7.291 toneladasmétricas en 2004–05 a 22.307 toneladas métricas en2005–06. Cuatro millones de agricultores de coco deKerala se han visto perjudicados por este repentinoaumento de las importaciones.

De manera similar, la eliminación de la subvención a laexportación para la pimienta y el aumento del número

5 Thomas Varghese (2007): Asean trade agreement will hurt Kerala farm-ers http://www.indiatogether.org/2007/jul/agr-tradefarm.htm

Acuerdos bilaterales de comercio

de India

Acuerdo de Comercio e Inversión India-Unión Europea Acuerdo de Comercio India-Pakistán Acuerdo Comercial India-Bután Acuerdo Comercial India-Bangladesh Acuerdo de Cooperación Comercial India-Chile Foro de Política Comercial India-Estados Unidos Acuerdo Comercial Asia-Pacífico Plan de Acción Conjunto de Asociación EstratégicaIndia-Unión EuropeaCooperación Económica Amplia entre la República dela India y la República de Singapur Acuerdo Marco con Chile Grupo de Estudio Conjunto India-Corea Acuerdo Marco con Estados del Consejo deCooperación para los Estados Árabes del GolfoPérsico (GCC) Acuerdo Comercial Preferencial India-MERCOSUR Acuerdo Marco con Tailandia Acuerdo Marco con ASEANAcuerdo Comercial Preferencial India-Afganistán Diálogo Comercial India-Estados Unidos Tratado de Libre Comercio India-Sri Lanka Acuerdo Comercial India-Mongolia Tratado Comercial India-Nepal Acuerdo Comercial India-China Acuerdo Comercial India-Maldivas Acuerdo Comercial India-RPD de Corea Acuerdo Comercial India-Ceilán Acuerdo Comercial India-Japón

Fuente: Ministerio de Comercio, Gobierno de India (http://commerce.nic.in)

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de días (de 120 a 180) para conservar la pimienta impor-tada para la extracción de oleorresina, se han convertidoen otra amenaza para los cultivadores de pimienta. Lasimportaciones de pimienta aumentaron de 2.186,3toneladas en 1995-96 a 17.725,3 toneladas en 2004-05.No es de extrañar que los dos distritos de Kerala queregistran los mayores índices de suicidio produzcan pre-dominantemente pimienta y café.Casi todos los cultivos de Kerala – caucho, pimienta, car-damomo, jengibre, cúrcuma, café, té y vainilla – enfren-tarán una crisis similar a la del coco. Como dice ThomasVarghese, quizás la mayor amenaza a los cultivoscomerciales de Kerala sea el TLC entre India y la ASEAN,por el cual India tendrá que reducir drásticamente losaranceles al aceite comestible, la pimienta, el té y el caféy para 2018 debe llevarlos a cero.6

Los países de la ASEAN también exigen la inclusión demás productos agrícolas en la lista de arancel-cero. Nohan aceptado la oferta de India de rebajar los arancelesaplicados a los cuatro productos básicos agrícolas men-cionados en un 50% de manera gradual para 2022.

Pero Kerala no es el único Estado Indio que se ha vistoperjudicado. Durante el periodo 1990-2005, la importa-ción de pelusa de algodón aumentó a una tasa de creci-miento compuesto por encima del 75%. Las importacio-nes más baratas tiran abajo los precios locales, lo queda como resultado que la producción de algodón setorna económicamente inviable. La mayoría de los suici-dios de los agricultores ocurre entre los productores dealgodón. Mientras tanto, India es el mayor productor deleche del mundo. La producción láctea de la India secaracterizaba por cooperativas en las que participabanmillones de hombres y mujeres. Y sin embargo, lasimportaciones lácteas registraron un aumento del 292%durante 2001 y 2003.7 De un nivel prácticamente deautosuficiencia en 1994-95, India es ahora también elmayor importador del mundo de aceites comestibles, ylas importaciones más baratas expulsan a los agriculto-

res nacionales del cultivo de semillas oleaginosas.

India es además uno de los mayores productores devegetales del mundo. Mientras que casi el 40% de losvegetales producidos se pudrieron como consecuenciade un mal manejo post-cosecha, la importación de vege-tales casi se duplicó en apenas un año – de 92,8 millo-nes de rupias (US$ 2,3 millones) en 2001-02 a 171 millo-nes de rupias (US$ 4,3 millones) en 2002-03.8 Lasimportaciones superaron los 2,7 millones de toneladasvaloradas en 480 millones de rupias (US$ 12,2 millones)en 2003-04. Irónicamente, lo que se importa – guisan-tes, papas, ajos, anacardos o castañas de Cajú, dátiles,pepinillos – son cultivos en los cuales el país tiene unexcedente y una ventaja comparativa. Mientras que lasexportaciones indias son rechazadas por obstáculos noarancelarios, las importaciones de vegetales continúaninundando el mercado.

Con los TLC, por encima de la OMC y los programas deajuste estructural del Banco Mundial y el FMI, destinadosa convertir a los países en desarrollo en países importa-dores netos de alimentos, aparentemente se condena alos agricultores a abandonar la agricultura. El Dr. IsmailSerageldin, ex vicepresidente del Banco Mundial y expresidente del Grupo Consultivo para la InvestigaciónAgrícola Internacional -los financiadores de laRevolución Verde- había advertido hace algunos añosque la cantidad de personas que se estimaba emigraríandel medio rural al medio urbano en India para 2015sería igual al doble de la población del Reino Unido,Francia y Alemania juntos. Esto equivale a 400 millonesde personas – refugiados agrícolas – que llegan a las ciu-dades desde hace ocho años. Otrora reverenciados yrespetados por alimentar a la nación, resulta claro quelos héroes de la India están siendo abandonados.

Una vez dejadas las aldeas desiertas, seguramente elmundo se convertirá en una verdadera gran aldea mun-dial.

6 Thomas Varghese (2007): Asean trade agreement will hurt Kerala farm-ers, http://www.indiatogether.org/2007/jul/agr-tradefarm.htm

7 Resultado computarizado utilizando FAOSTAT

8 Mishra, S. 2003. Foreign fruits and vegetables imports at what cost,Hindustan Times, 1 de julio

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Las negociaciones comenzaron formalmente a princi-pios de 2003 y culminaron aproximadamente un añodespués. En julio de 2004 el texto fue aprobado por elCongreso de Estados Unidos, y en enero de 2005 fueratificado por el parlamento de Marruecos. Aunque losgobiernos de EUA y Marruecos mantienen visiones diver-gentes respecto de si es aplicable o no al SaharaOccidental, el TLC entró en vigor el 1 de enero de 2006.1

El TLC EUA-Marruecos ha sido polémico e importantepor varias razones.

En primer lugar, a pesar de su nombre, la iniciativa tienepoco que ver con el comercio. El principal objetivo deEUA era político: acercar a un reino nor-africano amis-toso a su “esfera de influencia” aún más, y como talintroducir una cuña de discordia en el mundo árabe. Eltratado con Marruecos fue orgullosamente proclamadoen Washington como el segundo TLC con una naciónmusulmana, y como un paso de trascendental importan-cia hacia un Tratado de Libre Comercio del MedioOriente (MEFTA, por sus siglas en inglés) de gran enver-gadura, cuya culminación está prevista para el 2013. Unacuerdo regional de este tipo reuniría todas las grandesvertientes de la política de EUA en el Medio Oriente. Elmismo “democratizaría” la gobernanza de los países ára-bes, los abriría a la penetración estadounidense, y even-tualmente neutralizaría toda agresión hacia Israel. Talcomo lo planteó la Comisión del 11 de septiembre delgobierno de EUA, qué mejor manera de luchar contra el“terrorismo” – que insidiosamente vincula al Islam – queimpulsar una reforma económica y política mediante unTLC. Marruecos vende muy poco a Estados Unidos. EsteTLC responde a la necesidad de garantizar una base mássólida para la dominación y control del África del Norteen manos estadounidenses.

Pero África del Norte no es tan sólo una esquina delmundo árabe; también se encuentra en frente de lacosta mediterránea europea. Un interés estratégicoparalelo de EUA era posicionarse mejor en la región, res-pecto de la Unión Europea. Marruecos es una ex-coloniafrancesa con fuertes vínculos con Francia. Tiene accesopreferencial al mercado de la UE mediante un TLC bila-teral, y EUA no lo tiene. Las empresas transnacionalesfrancesas y españolas son actores centrales en los agro-negocios, las finanzas, los automóviles y la energía. Alasegurarse un comercio y condiciones de comercio einversión privilegiadas mediante este TLC, EUA ganó

además una mejor puerta de entrada al mercado de laUE, así como un margen competitivo contra las empre-sas europeas que operan a lo largo y ancho deMarruecos.

En segundo lugar, las proyecciones sobre las consecuen-cias sociales y económicas del acuerdo eran bastanteoscuras para Marruecos. Varios estudios demostraronque los impactos de un TLC para Marruecos serían mar-ginales en el mejor escenario, y perjudiciales – incre-mento de la pobreza – en el peor de los casos.2 Unavasta gama de asuntos sensibles estaban a negociaciónsobre mesa: la apertura del mercado de Marruecos almaíz subsidiado de EUA, la imposición de las normas deorigen de EUA a las exportaciones textiles de Marruecos,el incremento proyectado de los precios de los medica-mentos locales, y otros más. Si bien los negociadoresmarroquíes consiguieron instalar algunas redes de segu-ridad provisorias para contener las amenazas al trigo yla vestimenta, el mensaje subyacente de las investigacio-nes meramente econométricas era que sin un flujo

1 El gobierno de Marruecos considera el Sahara Occidental como partedel territorio soberano de Marruecos, pero el gobierno de EUA no loreconoce así.

2 Ver por ejemplo, Ahmed Galal y Robert Lawrence, “Egypt-US andMorocco-US Free Trade Agreements”, documento de trabajo núm. 87,Egyptian Centre for Economic Studies, Cairo, julio 2003,http://www.cgdev.org/doc/event%20docs/10.23.03%20GDN%20Conf/g a l a l % 2 0 - % 2 0 E g y p t - U S % 2 0 a n d % 2 0 M o r o c c o -

US%20Free%20Trade%20Agreements.pdf, y Nathan Associates Inc,“Assessment of Morocco’s Technical Assistance Needs in Negotiatingand Implementing a Free Trade Agreement with the United States”,Arlington, 2003, http://www.nathaninc.com/NATHAN/files/ccPageContentdocfilename140890705546Morocco_English_(dst).pdf.

3 Y esto en un momento en que la amortización marroquí de la ayudafinanciera estadounidense excedía lo facturado por Marruecos. (VerGalal y Lawrence, op cit, p. 21.)

La fiebre del TLC en MarruecosGRAIN (Septiembre 2007)

A principios de 2003, cuando el gobierno de Bush estaba a punto de desatar su guerra contra Irak, EUA le propuso un tratado de libre comercio al reino de Marruecos.

"¿Estás listo (a tomar tus votos del TLC)?" "Todavía no!" Para laadministración Bush, la operación EE.UU.– Marruecos fue todoun movimiento político para introducirse en el Norte de África,ya que trata de garantizar un TLC de EE.UU. y Oriente Mediode aquí al 2013.

Africa y Oriente Medio

adicional significativo de ayuda de EUA, el reino marro-quí no podría cumplir con sus compromisos en el marcodel tratado sin sufrir importantes reveses sociales.3 Ensíntesis, la relación costo-beneficio era sumamente des-equilibrada, y las preocupaciones económicas teníanmucho fundamento. Entre 2004 – año en que se firmó elacuerdo – y 2006 – el último año del que existen esta-dísticas completas – el superávit comercial de EstadosUnidos con Marruecos pasó de una modesta cifra de 9millones de dólares a 354 millones de dólares.4 Esoimplica un incremento del 4 mil %. Marruecos sencilla-mente no está ganando con este Tratado.

En tercer lugar, hubo una oposición significativa a estasnegociaciones en nuestro país, que desafortunadamentemucha gente en todo el mundo desconoce. Diversasorganizaciones sociales, políticas, artísticas, de agricul-tores, científicas e incluso industriales, se movilizaroncontra una gama de problemas planteados por el TLC.Un tema central del debate y movilización fue el accesoa los medicamentos, puesto en jaque por las normasextremas de propiedad intelectual estipuladas en el tra-tado. Otro fue lo que los marroquíes denominaban lapérdida del pluralismo cultural: la transferencia inmi-nente del control de la prensa local y el sector cultural amanos de Walt Disney, la Voz de América y CNN. Otroproblema más general fue la negativa total del gobiernoa hacerle caso a los reclamos de consultas, debates y

participación, y a los llamados a que escuchara los cues-tionamientos – ya sea que provinieran de las calles (lasprotestas de activistas contra el SIDA y productores decine fueron violentamente reprimidas), el Parlamento(los partidos de oposición tuvieron que organizar suspropias audiencias sobre el proyecto de tratado con lasONG) o el sector empresarial (los fabricantes nacionalesde medicamentos estaban disconformes por haber sidoexcluidos del proceso). Los únicos que parecían estarcontentos con todo esto en Marruecos eran algunaspocas personas del equipo negociador.

En cuarto lugar, el TLC EUA-Marruecos termina rom-piendo la unidad árabe. El gobierno de Marruecos hasido un actor entusiasta de los numerosos procesospara desarrollar la cohesión y la solidaridad entre losEstados árabes. Eso incluye una serie de proyectos paraalcanzar la integración política y económica, incluso unaaún lejana zona de libre comercio entre todos los miem-bros de la Liga Árabe. Se suponía que un paso muy con-creto hacia esta integración era el establecimiento de unárea inicial de libre comercio entre Marruecos, Túnez,Egipto y Jordania. El Acuerdo de Agadir es un TLC entrelos cuatro países. Su conclusión llevó años, y una vez fir-mado, pasaron aún más años antes que entrara envigor. Cuando el Tratado – que reduce los arancelesentre los cuatro países como una herramienta para esti-mular el comercio entre ellos, en lugar de depender de

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4 En 2007, superará los 460 millones de dólares, que es la cifra a la queascendió ese superávit hasta septiembre, sólo por concepto de comer-

cio de bienes. (Ver la base de datos comerciales de la Comisión deComercio Internacional de EUA en http://dataweb.usitc.gov.)

La lucha en Marruecos

Benzekri Abdelkhalek, Asociación Marroquí deDerechos Humanos, grabado por Jo Dongwon deMediaCulture Action, en julio de 2006.

La gente en Marruecos ya ha sentido los impactosnegativos del libre comercio. ¿De qué manera? Estostratados imponen la liberalización de todos los servi-cios, incluida la educación, la salud, el transporte, elagua potable y la electricidad. Eso significa que ahorahay que pagar por los servicios públicos que anterior-mente eran de acceso gratuito. La población deMarruecos es pobre, y no tiene los medios parapagarlos. Lo que reclamamos es que dichos serviciosbásicos sigan siendo gratuitos, especialmente en lamedida en que, con estos TLC, habrá que pagar porellos, por lo que las necesidades del pueblo en todoel país no serán cubiertas.

Hemos estado liderando una campaña en Marruecoscontra estos TLC que atentan contra los intereses dela población. Varios movimientos en Marruecos hanestado luchando conjuntamente contra el neolibera-lismo que imponen estos TLC. Por el momentohemos logrado detener su ejecución, pero es sólouna interrupción. Quienes están en el poder buscanotras formas de aplicar esta política de liberalización.Nosotros peleamos primero a nivel nacional, alinterior de Marruecos, y luego con el apoyo de otrasorganizaciones que comparten los mismos ideales,también hemos luchado contra esta política a nivelinternacional. El neoliberalismo destruye todo aquelloque los pueblos han ganado, y divide la sociedad endos clases: una clase alta de gente súper rica, y unaclase de gente sumamente pobre. Por lo tanto es con-tra el neoliberalismo, contra la ley de la selva, queestamos luchando en Marruecos.

El 28 de enero de 2004, la policíamarroquí irrumpió violentamenteuna sentada en Rabat de laCoalición Nacional contra el TLC deEE.UU. y Marruecos, que se realizópara defender el derecho a la saludpública amenazada por la normasde propiedad intelectual del pendi-ente tratado de comercio con losEE.UU. Al día siguiente, los miem-bros de ACT-UP París, un grupo delucha contra el HIV/SIDA, protes-taron en la Embajada de Marruecos,denunciando la "muerte porpatente" de la que el Gobiernomarroquí sería cómplice de firmarel TLC. (Foto: ACT UP Paris).

Combatiendo los TLCs | 69

la UE y EUA – entró en efecto, los funcionarios aduane-ros de Marruecos no lo pudieron aplicar. ¿Por qué?Porque tenían una copia del TLC EUA-Marruecos queRabat había firmado unos años atrás, y sabían lo quedecía. Washington había introducido una cláusula en elTLC que le impide a Marruecos comerciar productosagrícolas con aranceles preferenciales con cualquierotro país que no sea “un exportador neto” de esos pro-ductos (es decir, que vende más que lo que compra).5

Esto, en efecto, le impide a Marruecos comprarle a sussocios del Agadir productos comestibles importantescomo el cuscus – tal y como se había comprometido–con aranceles bajos. En esas condiciones el acuerdo lesreporta muy pocos beneficios a todos los socios, y sig-nifica de hecho la desarticulación del Acuerdo de Agadir,que representaba ese ansiado paso hacia la integracióndel mercado árabe.

El gobierno de Marruecos es, no obstante, un promo-tor agresivo de los TLC. No satisfecho con hacerle eljuego a los “benefactores” estadounidenses y europeos–inversionistas de Arizona que vienen a construir paraí-sos de cinco estrellas para los turistas extranjeros y losburócratas de la cooperación para el desarrollo conabultadas chequeras que les asegurarán una parte delos contratos de defensa del próximo año – Rabat hacealarde y pregona sus artes en todo el continente afri-cano.6 Los operadores marroquíes están avanzandoestratégicamente en pos de un lugar en el sector finan-

ciero y de las telecomunicaciones de Senegal, y el Reinode Marruecos ha propuesto formalmente un TLC con laUnión Económica y Monetaria del África Occidental(UEMAO), un grupo de nueve Estados francófonos delÁfrica Occidental. Marruecos asumió el liderazgo delAcuerdo de Agadir para procurar que empiece a funcio-nar, y es el anfitrión de la Unión del Magreb Árabe (UMA)– formada por Argelia, Libia, Mauritania, Marruecos yTúnez – que aspira a tener su propio TLC, así como unocon la UEMAO, y la Unión Aduanera de África del Sur(SACU). Y mientras que la UMA ha sido catalogada como“un camello de papel” porque no avanza por razonespolíticas, los directores ejecutivos de los cinco paísescrearon recientemente la Unión Árabe de Empleadorespara darle impulso al proyecto del TLC.7 Incluso sin untratado propio de la UMA, Marruecos está presionando aMauritania y otros en pos de un acuerdo bilateral.

Si las reformas neoliberales canalizadas a través delos TLC con EUA y la UE avanzan – lo que depende engran parte de que se consiga el dinero para pagar por suimplementación – y si más capitalistas extranjerostoman control de la economía de Marruecos creciente-mente privatizada, estos grupos serán finalmente quie-nes penetren en otras partes del África amparándose enel fanatismo pro TLC de Marruecos. ¿Pero quién se harácargo de los impactos sociales en cada uno de los paí-ses implicados?

5 Saâd Benmansour, “Télescopages entre les accords de libre-échangedu Maroc”, La Vie Eco, 10 de abril 2007, http://www.yabiladi.com/article-economie-1100.html

6 “L’ALE Maroc-USA: Un premier investissement”, L’Economiste,Marruecos, 9 de noviembre 2006, http://www.leconomiste.com/article.html?a=74127

7 “Les patrons du Maghreb créent leur union”, L’Economiste, Marruecos,19 de febrero 2007, http://www.kompass.ma/actualite/ detail.php?ida=10665http://www.kompass.ma/&menu=1&src=eco&niveau=1

70 | Combatiendo los TLCs

Los debates sobre los Acuerdos de Asociación Económica(AAE o EPA, por su sigla en inglés) entre la Unión Europea(UE) y los 77 países del grupo ACP – más que nada ex-colonias europeas en África, el Caribe y el Pacífico – hanpuesto de manifiesto muchos temas importantes. EsosAAE se diferencian de otros tratados de libre comercio(TLC) europeos, porque surgen de una secuencia histó-rica de convenios previos, conocidos por los nombres delas ciudades donde fueron firmados: Yaounde (1959-1974), Lomé (1975-1995) y Cotonou (2000–). Dichos con-venios establecieron, entre otras cosas, regímenes espe-ciales de comercio para los pocos cultivos comerciales enlos que se habían especializado las ex-colonias europeas:banano, azúcar, algodón, cacao, té y otros. Como tales,esos convenios perpetuaron las relaciones neocolonialesmediante las cuales los pueblos pobres del Sur continúanproduciendo “materias primas” que los capitalistas ricosdel Norte siguen comprando, a precios especiales garan-tizados. Ése ha sido un vínculo muy paternalista, pero lesha servido a los antiguos señores europeos como instru-mento para mantener un pie adentro de los países queconformaban sus imperios.2

Nada ha cambiado, cuarenta años más tarde, con losAAE de la nueva época. Claro que el lenguaje es distinto

y hay muchos nuevos actores en su entorno. Perocuando rasguñas un poco para ver qué es lo que se estádebatiendo y negociando, te encuentras con los mismosenfoques y problemas estructurales que aún persisten.Son acuerdos aterradores.

No hay prácticamente ninguna discusión de fondoacerca de cuál debería ser la relación con Europa.Aunque hay libertad de movimiento en nuevas direccio-nes, nadie parece estar cuestionándose si los AAE noconstituyen acaso una nueva fase, más despiadada, decolonialismo.

• El concepto general de “asociación” es aceptado en sutotalidad como meta compartida, a pesar de las gran-des disparidades en las que está fundada la relaciónUE-ACP. Lo que está en disputa y se discute, en cam-bio, es el grado de asimetría – o desequilibrio – quedebe aplicarse dentro de la asociación, en vista de lasdesigualdades subyacentes. En lugar de transformaresa situación, este enfoque perpetuará las desigual-dades.

• También se acepta aparentemente el argumento deque, según las reglas de la OMC, la UE y sus sociosdel ACP tendrían que abandonar el sistema unilateralde preferencias (que implica recortes de aranceles

Acuerdos de Associación Económica UE–ACP:las preguntas claveGRAIN (Mayo de 2007)*

Si no conoces el programa de inversiones de Unilever para los próximos tres años,esbozar un plan nacional se convierte sólo en un ejercicio fantasioso– J.H.Mensah, ex ministro de Economía y Finanzas, Ghana1

Los Acuerdos de Asociación Económica de la UEtienen por objeto bloquear a las naciones deÁfrica, el Caribe e islas del Pacífico en unaposición de subordinación geopolítica yeconómica frente a Europa. (Foto: Alexandre Seron, de enero de 2007).

* Comenzando alrededor de septiembre 2007, y especialmente des-pués de las prisas por firmar o no firmar los Acuerdos de AsociaciónEconómica para el 31 de diciembre de 2007, algunas de las cuestio-nes planteadas en el presente comentario se hicieron más prominen-tes en los debates.

1 BBC World Service, “Inside the Global Giants”, sin fecha, pero alrede-dor de enero/febrero de 2003, http://www.bbc.co.uk/worldservice/specials/151_globalgiants/page3.shtml

2 Los franceses, en particular, han utilizado ese tipo de relación para supropio beneficio, especialmente en África Occidental, donde conser-van una influencia enorme – un juego de doble vía donde las élites

africanas desempeñan un papel – e incluso el control económico de laregión. A manera de ejemplo, aunque sólo sea de muestra, Dagris,una empresa con participación del gobierno francés, compró paque-tes accionarios en la mayoría de las antiguas empresas estatales decomercialización del algodón de la región. En febrero de 2007, la pro-pia Dagris fue vendida a dos empresas francesas: Sofiproteol, un grupofinanciero que es uno de los principales actores de la industria de acei-tes comestibles (son dueños por ejemplo de Lesieur), así como de laindustria de alimentos para animales, la industria de semillas y, juntocon Bunge, de la industria de los agrocombustibles; e IDI, una casa deinversiones especializada en la creación de medianas empresas.

Combatiendo los TLCs | 71

solamente en Europa) y adoptar en su lugar un sis-tema bilateral (según el cual los países del ACP tam-bién tendrían que recortar ahora sus aranceles, des-truyendo sus economías como consecuencia), a pesarde todas las evidencias que indican cuán difícil de tra-gar será ese bocado. Hay más de media docena desistemas de preferencias unilaterales que funcionanen la actualidad, ninguno de los cuales es cuestio-nado como incompatible con las reglas de la OMC.3

Es cierto que Ecuador y otros países ganaron contro-versias en la OMC en torno a las preferencias que laUE le otorgaba a sus ex-colonias en materia delcomercio de banano y azúcar. Pero en vez de buscaruna solución aceptable para esos productos, la UE uti-liza ese antecedente como excusa para someter arevisión la totalidad de la relación comercial, aña-diendo nuevos componentes al proceso (la aperturadel mercado de inversiones y servicios). La UE y lospaíses ACP podrían haber negociado también unaextensión de esa licencia (que les permitiera mante-ner su sistema unilateral de preferencias como excep-ción a las reglas de la OMC). Además, ni la UE ni EUAsuelen hacer nada cuando pierden controversias en laOMC.4 ¿Por qué hacer algo en este caso entonces? Endefinitiva, la UE no necesita someterse a “la excusa dela OMC”, pero su sometimiento en este caso amplifi-cará enormemente su poder en los países ACP. Demodo que se trata de un “sometimiento” bastantedeliberado.

• El debate sobre los AAE es corto de vista y ha sufridode miopía al enfocarse exclusivamente en la UE y elACP. En el caso de África, por ejemplo, sería impen-sable negociar el vínculo comercial con Europa sintener en cuenta además la dirección en que avanzanlas relaciones con China, EUA, Sudáfrica, India eincluso Brasil, que son todas grandes potencias inver-sionistas y comerciales, con poderosos intereses rea-les y crecientes en toda el África. Las inversiones deChina en África se están multiplicando a ritmo explo-sivo, EUA tiene interés de establecer sus propios TLC

con varios países africanos, India tiene mucho enjuego en todo el continente… Pero todos estos temasse encuentran de algún modo compartimentados,eludiendo por lo tanto el análisis crucial del “contextogeneral”. De manera semejante, sufre de miopía laestrategia que procura fomentar la integración regio-nal como condición indispensable para cualquier tipode AAE con Europa. Esa estrategia se centra dema-siado a menudo en la integración interna, sin tener encuenta las relaciones inter-regionales (por ejemplo,entre África Occidental y África del Norte).

• Pretender orientar estos acuerdos hacia la meta del“desarrollo”, sin tener debidamente en cuenta laestructura real empresarial, es también problemático.El Convenio de Cotonou compromete a las partes aobrar con arreglo a una agenda de “desarrollo” en elmarco de su cooperación general. Hay organizacio-nes sociales que han presionado enérgicamente paraque esa agenda de prioridades sirva de amortigua-ción contra un posible funcionamiento de los AAEnetamente neoliberalizante. Ese reclamo se ha topadocon la oposición total de Bruselas, lo que provoca unasensación muy fuerte de traición (y crisis, por ende)en las negociaciones. Pero en vista del papel que jue-gan las empresas transnacionales en la economía delos países ACP – y específicamente en los sectoresexportadores del ACP, ya que de lo que se trata es derevisar un régimen comercial – es difícil congeniar losreclamos en pos del desarrollo con una realidad sig-nada por el control de las economías del ACP enmanos de grandes empresas extranjeras. Lo que noslleva al segundo gran problema estructural.

Las economías ACP todavía siguen presas de una grandependencia en un puñado de exportacionesprimarias. Para todo lo que se habla sobre la agriculturaen estos acuerdos – tema crucial, dado que de elladepende el sustento de muchísima gente en esos países– el comercio agropecuario entre los países ACP y la UEes en realidad un negocio muy constreñido, concentrado

3 La Iniciativa de la Cuenca del Caribe, entre EUA y los países del Caribe;el Sistema General de Preferencias de EUA; la ley de crecimiento yoportunidades para África, de Estados Unidos [US African Growth andOpportunities Act], que fue renovada en 2005; la ley de preferenciascomerciales andinas, renovada en diciembre de 2006 [Andean Tradeand Development Preferences Act]; el acuerdo de comercio Caribe-Canadá [Caribbean-Canada Trade Agreement]; y el Acuerdo Regional

de Cooperación Comercial y Económica del Pacífico Sur, entreAustralia y Nueva Zelanda [New Zealand and Australia’s South PacificRegional Trade and Economic Cooperation Agreement] .

4 Carne con hormonas, Boeing, transgénicos, paraísos fiscales, apues-tas por la internet…La cantidad de controversias que han perdido yasea EUA o la UE en la OMC, y cuyos dictámenes no han cumplido, noes de despreciar.

Las mujeres agricultoras de laConfédération Paysanne du Faso(Confederación Campesina de BurkinaFaso) en protesta contra el Acuerdo deAsociación Económica UE-CEDEAO enUagadugú, a mediados del 2007 (Foto:

ABC Burkina).

72 | Combatiendo los TLCs

en unos pocos países y algunos pocos cultivos. En todosestos años, la relación con Europa en conjunto no haarrojado mucho en términos de diversificación, y muchomenos en términos de “ascenso en la cadena de valor”respecto del papel de esos países como productores dematerias primas.

Según las redes de agricultores del ACP, más de 66% detodo el comercio agropecuario del ACP con Europa seconcentra en sólo cuatro de los 77 países que confor-man ese bloque. Desde el punto de vista de las expor-taciones, venden más que nada cacao (sobre todo Costade Marfil y Ghana), pescado (Namibia lidera), azúcar(Mauricio es el principal proveedor), café (Etiopía, Kenia yTanzania) y banano (Camerún y República Dominicanason los más implicados). Prácticamente ninguno de estoscultivos está sujeto a ningún tipo de procesamientoantes de ser embarcado camino a Europa, de manera quelos ingresos que generan a nivel local son limitados.

Peor aún, gracias a las reformas de neoliberales impues-tas por el Banco Mundial y el Fondo MonetarioInternacional en la década de 1980, el mercado paramuchos de esos productos está hoy estructuralmentecontrolado por un número muy reducido de grandesempresas transnacionales.

• Cuatro empresas – la suiza Barry Callebaut, la ale-mana Hosta y las estadounidenses Cargill y ArthurDaniel Midland (ADM) – controlan el mercado mundialde cacao. Estos comerciantes son a su vez proveedo-res de una industria de procesamiento sumamenteconcentrada, en la que cerca del 45% de la moliendase encuentra en manos de Cargill, ADM y BarryCallebaut. Al final de la cadena, la mitad de la produc-ción mundial de chocolate, que se consume mayorita-riamente en Europa, recae tan sólo en seis fabrican-tes que actualmente se disputan con las grandescadenas de ventas al consumidor cualesquier márge-nes de ganancia que aún se le pueda extraer a losproductos del cacao. Los cultivadores de cacao africa-nos y sus gobiernos no tienen prácticamente ningunainfluencia en la fijación de los precios, incluso aunqueuna proporción cada vez mayor de la molienda seesté trasladando a sus territorios.

• Cuatro empresas – la alemana NK, la suiza Volcafe, lasuizo-española Ecom y la francesa Dreyfus – contro-lan 40% del mercado mundial de café. Estas empresasabastecen a una industria de tostado aún más con-centrada: la suiza Nestlé, más las tres estadouniden-ses Kraft, Procter&Gamble y Sara Lee controlan 45%del procesamiento.

• Cinco empresas – las estadounidenses Dole, Chiquitay Del Monte, la irlandesa Fyffes y la ecuatorianaNoboa—controlan el 80% del negocio del banano.

• En la industria pesquera, las empresas transnaciona-les europeas fuertemente subsidiadas comoPescanova se embolsan la mayor parte de las ganan-cias.

• Hasta las hortalizas de exportación de Kenia, que sonuna industria a menudo presentada como empresalocal exitosa, se encuentran en manos de no más quecinco grandes compañías (entre ellas Sunripe Ltd,controlada por la familia del Sha de Irán, y Home-grown Kenya que ahora es propiedad de la FlamingoHoldings del Reino Unido). Eso significa que la mayor

parte del valor generado por el comercio agropecua-rio está intencionalmente acaparado y bajo el controlde algunas pocas agroempresas, fundamentalmenteestadounidenses y europeas.

El verdadero problema es éste de orden estructural. Enlo que hace al comercio agropecuario, los países ACPson muy dependientes de un número muy reducido deproductos que están bajo el control de un puñado deempresas estadounidenses y europeas. Los campesinosy agricultores no van a sacar ningún provecho de losacuerdos comerciales – y el desarrollo, por lo tanto, nova a significar gran cosa—hasta que no se modifiqueesta estructura de dominio del mercado en manos degrandes conglomerados empresariales. Aunque los pre-cios y los ingresos captados por los distintos segmen-tos de la cadena de valor pueden subir o bajar por un sinfin de motivos, la obstrucción al largo plazo reside enque los campesinos y agricultores carecen de poder denegociación en esa estructura. Por eso reviste tantaimportancia hacerle frente a la estructura de esas indus-trias y su concentración cada vez más intrincada, antesque enfocar la atención en los aranceles, las tecnologíaso la competitividad – que generan ganancias que termi-nan en su mayoría engrosando las cuentas bancarias deunas pocas empresas.

La necesidad de cuestionar y combatir la estructuraempresarial corporativa en que se cimientan las expor-taciones agropecuarias y pesqueras de los países ACP esurgente, ya que los AAE son esencialmente un instru-mento para incrementar el acceso de Europa a los mer-cados ACP, no a la inversa. Los países ACP han podidoingresar al mercado europeo prácticamente sin impues-tos durante cuarenta años. Se supone que los AAEhabrán de generar ahora una situación recíproca, elimi-nando los aranceles del ACP. Pero también implican laliberalización de las inversiones, que son la llave doradade la que disponen las empresas transnacionales paraextraerle más ganancias a los mercados del ACP, a lavez que amarran a los países del África, el Caribe y elPacífico, con mayor rigor aún, en un tipo de explotacióncolonial reformulada.

5 EAFF, PROPAC, ROPPA, SACAU y WINFA, “Midterm Review of theEconomic Partnership Agreements: Independent Contribution of the

Africanos de diferentes rincones del continente se encontrarony realizaron manifestaciones en las calles de Nairobi, donde sereunieron para formular estrategias contra los Acuerdos deAsociación Económica de la UE-África durante el Foro SocialMundial en enero de 2007.

Regional Networks of Farmers’ Organisations”, síntesis de evaluacio-nes regionales, documento de trabajo, 10 de diciembre, 2006, p.17.

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Catorce años del TLCANy la crisis de la tortillaAna de Ita (Agosto 2007)

América Latina y El Caribe

El Tratado de Libre Comercio de Norteamérica firmadoentre Estados Unidos, Canadá y México, inició su opera-ción el 1º de enero de 1994. El acuerdo agrícolaæCapítulo VIIæ promueve la liberalización total delcomercio del sector agropecuario y forestal en la región.Entre todos los acuerdos comerciales internacionales, loscompromisos para la agricultura, establecidos en elTLCAN entre México y Estados Unidos son los más radi-cales, pues incluyen la liberalización de todo el comer-cio agrícola y agroalimentario en un plazo máximo decatorce años.

El TLCAN es el primer Tratado que asocia como igualesa dos países desarrollados y a uno subdesarrollado. Elsector agrícola de México presenta grandes asimetríaseconómicas, tecnológicas, de factores de producción y depolíticas agrícolas y recursos de apoyo a la agricultura,frente a sus homólogos de Estados Unidos y Canadá.

Los compromisos del capítulo agrícola en el TLCAN sondeterminantes para México pues aún antes de su firmase destinaban el 75.4 por ciento de las exportacionessectoriales a Estados Unidos y provenían de este país el69 por ciento de las importaciones.2 Estados Unidosimportó casi todos los productos que México destinó ala exportación y aportó más de tres cuartos de lasimportaciones mexicanas. El comercio exterior deMéxico ha estado fuertemente orientado hacia EstadosUnidos. En contraparte México proveía sólo el 12 porciento de las importaciones agrícolas de Estados Unidosy compraba el equivalente al 7 por ciento de sus expor-taciones. Las exportaciones agrícolas de Canadá aMéxico representan el 28 por ciento de sus exportacio-nes totales y las exportaciones de México a Canadárepresentan el 8 por ciento de las importaciones cana-dienses.

En México la negociación del TLCAN se dio sin conside-rar a la sociedad civil. La incorporación del sector agro-

pecuario y forestal fue uno de los temas más polémicosdebido a las profundas asimetrías entre la agriculturamexicana y la de Estados Unidos y Canadá.

Desde 1989, México había iniciado un proceso demodernización de la agricultura “a golpes de mercado”.La apertura comercial, el retiro del Estado de la mayoríade las actividades económicas, la reducción de los sub-sidios, la privatización o eliminación de la mayoría delas empresas estatales, fueron los objetivos que orienta-ron la política agrícola. Todas las reformas neoliberalesimpulsadas desembocaron en el Tratado de LibreComercio de Norteamérica, puesto en operación a partirde 1994. El Tratado se convirtió en “el candado que cie-rra la puerta e impide dar marcha atrás a las reformas”.3

Separar los efectos de las reformas de los efectos delTratado es prácticamente imposible.

Estados Unidos promovió el TLCAN como una medidade seguridad en sus relaciones con México y Canadápara reforzar la estabilidad económica en ambos paísesy garantizar la permanencia de las reformas de políticasy comercio logradas desde mediados de los ochenta.4

Según la primera evaluación del USDA, uno de los prin-cipales logros del Tratado fue impedir a México la ten-tación de recurrir a políticas proteccionistas durante lacrisis de 1995.5

El Tratado garantizó que las drásticas reformas estruc-turales impulsadas en la agricultura se mantuvierandurante los catorce años de su vigencia y se consolida-rán como políticas agrícolas institucionales, a pesar desus efectos devastadores para los productores, princi-palmente para los campesinos.

México es un ejemplo histórico de los efectos que causala liberalización agrícola a ultranza, en un mercado agrí-cola internacional organizado a partir de la protecciónestatal y los subsidios, en donde los precios se igualansin importar las diferencias en costos de producción,

El próximo enero del 2008, se liberará totalmente el comercio agropecuario entreMéxico, Estados Unidos y Canadá, al concluir el periodo de transición del Tratado deLibre Comercio de Norteamérica (TLCAN).1 Todos los productos provenientes deEstados Unidos y la mayoría de los de Canadá podrán entrar al país sin ningún tipo deprotección, ni condicionamiento. Lo mismo debe ocurrir con las exportaciones deMéxico hacia los otros dos países.

1 El TLCAN está integrado por tres Tratados: el de Estados Unidos yCanadá; el de México y Estados Unidos; y el de Canadá y México.Canadá dejó fuera de los Tratados con Estados Unidos y México, lossectores de lácteos, aves y huevo que mantienen un sistema de admi-nistración de la oferta.

2 Shwedel, Kenneth, “El TLC y el cambio estructural” en: Encinas, A, J.de la Fuente y H. Mackinlay, (coords.), La disputa por los mercados.

TLC y sector agropecuario, México, editorial Diana, 1992.3 Luis Hernández, “TLC, Corte de caja”, en Cuadernos del Ceccam No.7,

México, 1996. 4 USDA, ERS, Leaders T., T. Craford y Link, J. Coord. NAFTA Inter-

national Agriculture and Trade, op. cit., septiembre de 1997. p. 8.5 Ibíd. p. 7.

rendimientos o subsidios a la agricultura y dan rentasextraordinarias a quienes pueden producir al menorcosto.

Los efectos del Acuerdo Agrícola del TLCAN: 1994-2006

Comercio exterior y crecimiento económico

Los diseñadores de las políticas neoliberales parten delsupuesto de que el aumento del comercio internacionalprovoca un mayor desarrollo económico y que la aper-tura comercial resulta en ganancias para todos los acto-res si se especializan en las áreas en las que tienen ven-tajas comparativas.6 Sin embargo las profundasasimetrías de la agricultura mexicana frente a la deEstados Unidos y la de Canadá provocan que en térmi-nos generales los principales sectores productivos ægra-nos básicos y oleaginosas, ganado, con excepción deaves, y forestalæ no tengan ninguna ventaja frente a losde sus competidores.

La mayoria de los productos agropecuarios fueron libe-ralizados en el año 2003, pero los productos “sensibles”æque en el caso de México son el maíz, frijol y leche enpolvo descremadaæ cuentan con una protección“extraordinaria” hasta el 2007. Sin embargo, como vere-mos posteriormente el gobierno mexicano decidió favo-recer a los importadores y en muchos años no utilizó laprotección a la que tienen derecho estos tres produc-tos.7 También deberán abrirse las importaciones de azú-car y alta fructosa de maíz, que fueron objeto de unacontroversia comercial en el panel de la OMC y las depierna y muslo de pollo, que obtuvieron una salva-guarda especial entre 2003 y 2007.

Al terminar el periodo de transición también termina elplazo para establecer salvaguardas bilaterales, que ope-rarían cuando una de las partes pudiera probar que lasimportaciones de otra de las partes causan un perjuicioa la industria nacional.8

Desde el 2003 se venció la posibilidad de utilizar salva-guardas especiales con las que contaban algunos pro-ductos agropecuarios. Las salvaguardas operaban

cuando las importaciones rebasaban las cuotas defini-das y permitían aplicar el arancel existente antes delTLCAN.9 México tenía salvaguardas especiales para lasimportaciones de cerdos vivos, carne de puerco, jamo-nes, manteca, tocinos, aves, pastas de pavo y pollo,huevo, productos de papa, manzanas frescas, extractode café y jugo de naranja. Estados Unidos podía aplicarsalvaguardas especiales para productos hortícolas sobrebases estacionales.

El comercio exterior agropecuario ha crecido cerca detres veces a partir de la apertura comercial. Debido aque México había iniciado un proceso unilateral de aper-tura del sector agropecuario desde mediados de losaños 80 , entre 1993 y 2002 las importaciones crecierona una mayor velocidad que las exportaciones, (con unatasa media de crecimiento anual de 7.3 por ciento, con-tra 4.4 por ciento) y fue sólo a partir del 2003, al cum-plirse el periodo de desgravación de diez años, que lasexportaciones mexicanas aumentaron cerrando la bre-cha. Desde el TLCAN México se ha convertido en el ter-cer mercado para los productos agropecuarios deEstados Unidos.

La balanza comercial agropecuaria y alimentaria hansido deficitarias en todos los años del TLCAN, exceptoen 1995, cuando la agropecuaria tuvo un saldo positivogracias a que la devaluación del peso y la recesión fun-cionaron como el mejor arancel. Las importaciones dis-minuyeron y pasaron de 3 mil millones de dólares en1994, a 2.5 mil millones en 1995. El superávit durómientras la inflación alcanzó a la devaluación y para1996 la balanza agropecuaria volvió a ser deficitaria.

Entre 2001 y 2004 el déficit comercial agropecuario pro-medió alrededor de mil millones de dólares anuales. Sinembargo, para el 2005 hubo una reducción significativadel déficit (-385 millones de dólares), que disminuyóaún más para 2006. En el TLCAN las asimetrías del sec-tor agropecuario mexicano permitían un plazo máslargo de desgravación para algunos productos sensi-bles, sin embargo el gobierno eliminó unilateralmenteesta protección y abrió el sector más rápido que losotros dos países. Por esta razón, entre 2004 y 2006 eldéficit agropecuario empieza a reducirse al crecer máslas exportaciones (36.4 por ciento) que las importacio-nes (16.3 por ciento) pues habían aumentado durante

74 | Combatiendo los TLCs

6 Alejandro Díaz Bautista, “El TLCAN y el crecimiento económico de lafrontera norte de México”, en Revista Comercio exterior, Vol. 53, No.12, México, diciembre 2003 p. 1090.

7 Secofi, TLCAN, texto oficial, Capítulo VIII.

8 Secofi, TLCAN, Texto oficial, Artículo 703.9 México ingresó al GATT en 1986. A partir de este momento cambió

drásticamente su política de protección a los sectores productivosnacionales. Incluye agricultura, ganaderia, silvicultura, caza y pesca.

"El maíz y el frijol fuera del TLCAN – Soberanía alimentaria concampesinos"

(Foto: Universidad Nacional Autónoma de México)

los años previos. La balanza agropecuaria se acerca eneste último año a un equilibrio precario.

El déficit de la balanza alimentaria durante los años delTLCAN promedia los 1,300 millones de dólares y desdeel 2001 se mantiene entre los 2,000 y 2,500 millones dedólares. En 2003 el déficit alimentario alcanzó los 2,700millones de dólares. A partir del 2004, al finalizar elperiodo de transición para la mayoría de los productos,el déficit empezó a reducirse como resultado de la aper-tura del mercado de Estados Unidos y Canadá a lasexportaciones mexicanas. El valor de las exportacionesaumentó en 70 por ciento, mientras las importacionescrecieron en 42.5 por ciento entre 2003 y 2006.

Sin embargo, el crecimiento del comercio exterior agro-pecuario no ha significado un mayor crecimiento delsector como lo planteaban los neoliberales. Entre 1989y 1993, el sector creció a una tasa promedio anualmayor que durante el periodo TLCAN (2.5 por cientoanual, contra 1.9 por ciento).

En ambos periodos el sector agropecuario creció porabajo del conjunto de la economía, (3.1 y 2 por cientorespectivamente) pero la brecha se amplió a partir de1996. El sector agropecuario redujo su participacióndentro del PIB total de 5.8 por ciento en 1993, a 5 porciento trece años después.

La población ocupada en el sector primario se redujodrásticamente, al pasar de 8.2 millones de personas en1991, a 6.1 millones en el 2006, acorde con la intenciónde los diseñadores de las políticas neoliberales quienespensaban que el desarrollo del país pasaba por la reduc-ción de la población dedicada a las actividades económi-cas del sector agropecuario y forestal. La población ocu-pada en el sector primario representaba el 26.8 porciento de la población ocupada total en 1991, pero seredujo a representar sólo el 14.6 por ciento en el2006.10

Según una evaluación encargada por el gobierno , entre1992 y 2002 hubo un vaciamiento de la población quedepende de las actividades agrícolas. El número dehogares agrícolas disminuyó de 2.3 millones en 1992 a575 mil en el 2002, y los que tienen ingresos mixtospasaron de 1.5 millones a 900 mil en el mismo período.11

La incapacidad de México para competir con EstadosUnidos en el sector agroalimentario ha provocado larecurrente migración de los trabajadores del campo yamenaza con extinguir la generación de reemplazo delos actuales campesinos.

Intercambio comercial agropecuario y soberaníaalimentaria

El TLCAN se firmó buscando aprovechar las oportunida-des del comercio internacional en los productos agrope-cuarios con ventajas comparativas para mejorar labalanza comercial deficitaria durante los últimos años.Estados Unidos y Canadá son dos de los mayores y más

eficientes exportadores de granos en el mundo, mien-tras México es un exportador competitivo de productoshortofrutícolas. Sin embargo, esto no implica una com-plementariedad entre los sectores de la región. ParaMéxico la negociación implicaba un cambio en el patrónde cultivos.

Del total de la superficie nacional sólo un 12.3 porciento se dedica a la agricultura, alrededor de un 54 porciento se orienta a la producción ganadera y un 26 porciento a la producción forestal. 71 por ciento de lasuperficie dedicada a la agricultura se destina al cultivode granos básicos y oleaginosas. En términos generalesMéxico no tiene ventajas comparativas con la produc-ción ganadera, con la de granos básicos y oleaginosas,ni con la producción forestal de Estados Unidos. Lasfrutas, las hortalizas y los productos tropicales como lapiña, la caña de azúcar, el café, son los únicos que pue-den tener alguna ventaja, sin embargo las frutas única-mente absorben el 6 por ciento de la superficie dedicadaa la agricultura y las hortalizas el 3 por ciento.

Los granos básicos y oleaginosas son los principalescultivos de la mayoría de los productores æ3.1 millones,de los cuales 85 por ciento son campesinos con parce-las menores a cinco hectáreas12 æ mientras que sólo sededican a la producción de hortalizas y frutas cerca de500 mil productores, principalmente medianos y gran-des productores pues los elevados costos de inversiónno la hace factible para los campesinos.

El comercio agroalimentario de México con EstadosUnidos se fundamenta en la importación de alimentosbásicos —maíz, soya, arroz, trigo, sorgo, leche, aceitesy grasas, carnes de bovino, porcino y pollo— a cambiode la exportación de jitomate, pimiento, frutas y hortali-zas, ganado vacuno para engorda, camarón, pero sobretodo cerveza y tequila.

Combatiendo los TLCs | 75

10 INEGI, Anuario Estadístico de los Estados Unidos Mexicanos, 2006.Hasta 2004 los datos se refieren a la población de 12 años o más ypara el 2005 se refieren a la población de 14 años y más lo queimpide la comparación en los años recientes.

11 Romero José y Alicia Puyana, Diez años con el TLCAN, las experienciasdel sector agropecuario mexicano, El Colegio de México. p. 227.

12 Aserca, Número de productores de acuerdo al Procampo, 2001. (Poster, EZLN)

En el 2006, cuatro productos representaron el 73 porciento de las exportaciones agropecuarias de México:jitomate, legumbres y hortalizas, frutas frescas, y ganadovacuno en pie.

Las importaciones de productos básicosæ maíz, soya yoleaginosas, sorgo, trigo, arroz y algodón representa-ron el 60 por ciento de las importaciones agropecuarias.Las importaciones de maíz aumentaron exponencial-mente a raíz del TLCAN.

En el caso de los alimentos, para el 2006, más de lamitad de las exportaciones mexicanas están concentra-das en cuatro productos: cerveza, tequila, camarón yconservas de frutas y legumbres. La cerveza y el tequilarepresentan el 26 y 10 por ciento. Para el 2006 lasexportaciones de cerveza alcanzaron los 1,138 millonesde dólares. El azúcar y el jugo de naranja, consideradoscomo ganadores de la negociación del TLCAN perdieronimportancia y redujeron su participación en las exporta-ciones de 11.7 y 5.3 por ciento respectivamente a sólo2 y 1 por ciento en el 2006.

Las importaciones principales son carnes de bovino,porcino y aves, leche en polvo, aceites y grasas, cerea-les, malta y extracto de malta. A partir del TLCAN losproductores de puerco de Estados Unidos aumentaronsu participación en el mercado mexicano en 130 porciento y las importaciones de México de carne de res yternera se quintuplicaron.

Así mientras las exportaciones agropecuarias y alimen-tarias de México se concentran en un reducido númerode productos suntuarios para las élites de EstadosUnidos, México ha perdido la capacidad de alimentar asu población y aumentado su dependencia de las impor-taciones de productos básicos.

Integración de mercados: concentración ydesplazamientos

Uno de los efectos más evidentes del TLCAN fue la con-centración e integración regional de la producción y losmercados. En México, sin regulaciones estatales, ni pro-tección, muchas de las pequeñas unidades campesinasde producción sucumbieron frente a la competencia conlas exportaciones que inundaron el mercado doméstico.Los grandes productores, mejor dotados de tierra,riego, insumos, crédito, aprovecharon las ventajas de laapertura para modernizarse y absorber una mayor pro-porción de los mercados internos.

El gobierno mexicano eliminó las empresas estatales deregulación que operaban en el sector agropecuario. Elvacío que dejó el Estado fue aprovechado por empresastrasnacionales subsidiarias de firmas estadounidenses,muchas de las cuales se vincularon a partir de fusioneso compra de acciones con las empresas mexicanas másfuertes. La integración del mercado norteamericano afavor de las transnacionales es un hecho sin preceden-tes, que se llevó a cabo siguiendo distintos patrones deacuerdo al tipo de producción, pero que en todos loscasos significó una transferencia de renta del sectorcampesino al sector empresarial, con la mediación delEstado.

Los mercados de los granos básicos como el maíz, eltrigo, el arroz, la soya están controlados por muy pocasempresas transnacionales, subsidiarias de empresas

estadounidenses, que participan en ambos lados de lafrontera. Además de incidir en la fijación de los preciosal productor y participar en las importaciones, puedenactuar como monopolios, tal como lo hicieron durante lacrisis de la tortilla del 2007.

Después de la crisis económica de 1995 a la que muypocos ganaderos y avicultores pequeños sobrevivieron,la producción doméstica de ganado vacuno y porcino, yla de aves se modernizó concentrándose en un pequeñonúmero de grandes empresas, muchas de ellas transna-cionales con base en Estados Unidos. El gobierno mexi-cano decidió apoyarlos eliminando la protección a lasimportaciones de granos básicos que utilizan comoinsumos, y apoyo la integración del mercado regional denorteamérica.

Inversión extranjera directa

Uno de los principales compromisos del TLCAN fue el“trato nacional” a los inversionistas extranjeros (CapítuloXI), que obligó a México a cambiar su legislación sobreinversión. El TLCAN fortaleció los derechos de los inver-sionistas extranjeros para retener las ganancias de susinversiones iniciales.

Los diseñadores neoliberales de las políticas dieron a lainversión extranjera directa el papel de motor del des-arrollo económico, sin embargo y a pesar de las refor-mas la inversión extranjera no llegó al campo. Segúndatos oficiales en 1994 la inversión extranjera directa enel sector agropecuario ascendía a 10.8 millones de dóla-res, mientras que para el 2004 era de 16.3 millones.13

Una situación diferente ocurre en la rama de alimentosy bebidas, en donde el TLCAN ha impulsado una mayorinversión extranjera directa, la mitad de la cual provienede Estados Unidos. En 2005 la inversión directa deEstados Unidos en las industrias de procesamiento dealimentos alcanzó los 2.9 miles de millones de dólares,mientras que la inversión mexicana en Estados Unidosfue de 1 mil millones de dólares.14

Aún más, las ventas de alimentos en México asociadascon la inversión directa de Estados Unidos, ascendierona 6 mil millones de dólares en el 2003, cifra mayor al delas exportaciones de alimentos de Estados Unidos aMéxico.15 Se venden en México las principales marcas dealimentos procesados de Estados Unidos.

En productos intermedios la inversión extranjera deEstados Unidos juega un papel importante en lamolienda de harina, el comercio de granos y el procesa-miento de carne. Algunas pocas de las mayores compa-ñías mexicanas del sector agroalimentario, también hanfortalecido su presencia en el mercado de EstadosUnidos, tal es el caso de Gruma, en el mercado de harinade maíz y tortilla.

En el campo mexicano se ha fortalecido la presencia yparticipación en el mercado interno de las principalesempresas transnacionales de base estadounidense queabsorben porciones importantes de los mercados de

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13 Los métodos para reportar IED en México han tenido variaciones loque dificulta su comparación entre años, sin embargo y a pesar desustanciales variaciones en el periodo 1994-2004, la IED nunca fuemayor a los 93 millones de dólares. Secretaría de Economía, RegistroNacional de Inversión Extranjera.

14 Zahniser Steven, NAFTA at 13. Implementation nears completion,Economic Research Service, USDA, March 2007. p. 9.

15 Ibid, p. 10.

maíz, soya, trigo, arroz, carne de ave y huevo y carne depuerco. El mercado mundial agropecuario y alimentarioes uno de los más concentrados, los procesos de inte-gración vertical y horizontal han tenido gran importan-cia a partir de la década de los ochenta.

Balance por productos granos básicos y oleaginosas

El TLCAN implicó sacrificar la producción de granosbásicos, a cambio del acceso a mercados para la produc-ción de hortalizas y frutas tropicales. La producción degranos básicos y oleaginosas y los productores que aella se dedican son los perdedores netos del capítuloagrícola del Tratado.

Entre 1991 y 2001, el número de productores de granosbásicos se ha reducido en cerca de un millón, al pasarde 4.1 millones de productores a 3.1 millones.16 Estoconcuerda con la disminución de 852 mil hectáreas desuperficie dedicada a su producción entre 2000 y2005.17

México es considerado un país importador neto de ali-mentos. Más de un 80 por ciento de las importacionesagropecuarias son de granos básicos, oleaginosas y pro-ductos derivados. Las importaciones han aumentadoconsistentemente a partir del TLCAN y para 2006 sehabían más que duplicado. Anualmente México gasta enpromedio más de cuatro mil millones de dólares enimportaciones de granos básicos y oleaginosas. Méxicoes el primer mercado para las exportaciones de algodóny sorgo de Estados Unidos, el segundo mercado para elmaíz, después de Japón y el tercer mercado para el trigoy para la soya.

La apertura del mercado provocó que las importacionesde todos los granos básicos aumentaran y compitieranpor el mercado doméstico, presionando los precios a labaja. A partir de las reformas (1989) los precios internosde los granos se han reducido en una banda del 50 porciento.

El gobierno mexicano en el TLCAN se comprometió aliberalizar la mayoría de los granos básicos y oleagino-sas en un plazo no mayor de diez años, que se vencie-ron en 2003. Únicamente el maíz y el frijol mantendríanuna protección extraordinaria hasta el 2007.

Para el arroz estableció sólo un 10 por ciento de arancelque se eliminaría gradualmente hasta desaparecer en el2003. Antes de la apertura 4 de cada 10 toneladas dearroz era importado, pero en el 2006, 7 de cada 10toneladas consumidas son importadas. La producción se

redujo casi a la mitad y la mayoría de los pequeños pro-ductores quebraron pues sus los precios domésticos seredujeron en 55 por ciento entre 1989 y 2006.

En el Tratado se negoció la liberalización inmediata delarancel estacional de 15 por ciento que mantenía elsorgo, principal alimento del ganado. La producción desorgo tuvo una drástica caída al eliminar su protección,pero a partir de 1997 inició su recuperación y alcanzólos niveles previos a la apertura. El crecimiento de laganadería ha sido cubierto con importaciones.Actualmente un tercio del consumo nacional aparenteproviene de importaciones. A la par los precios delsorgo se redujeron en 57 por ciento entre 1989 y 2005.Para 2006 se recuperan ligeramente empujados por elalza de los precios internacionales del maíz.

El trigo era el único producto que en cuanto rendimien-tos tenía niveles de competencia con la producción deEstados Unidos. Contaba con protección a sus importa-ciones a partir de un permiso previo, que al iniciar elTLCAN fue cambiado por un raquítico arancel del 15por ciento, a reducirse hasta el 2003. Las importacionesde trigo pasaron de absorber el 9 por ciento del con-sumo nacional antes de la apertura comercial de 1989,a representar más de la mitad en el año 2006. La pro-ducción de trigo dejó de ser rentable para muchos pro-ductores y se redujo en un 27 por ciento, al reducirsesus precios en 48 por ciento presionados por las impor-taciones.

Maíz

El caso del maíz en el TLCAN es paradigmático, puesilustra el comportamiento del gobierno y de las empre-sas transnacionales que se han beneficiado con la libe-ralización.

El maíz es el cultivo más importante de México, encuanto volumen de producción, superficie sembrada,valor de la producción y número de productores. En lanegociación del TLCAN –con base en la teoría de las ven-tajas comparativas– el maíz era uno de los principalesproblemas pues no podía competir con la producción deEstados Unidos y Canadá. Desde el enfoque de los dise-ñadores de las políticas la actividad de 85 por ciento delos productores, con predios de menos de cinco hectá-reas no sería competitiva; 4.7 millones de hectáreasdeberían ser reconvertidas a otro cultivo y se dejarían deproducir 7.1 millones de toneladas de maíz en esasuperficie. La pequeña producción campesina de maízdebía desaparecer, a pesar de que aportaba más de lamitad de la producción nacional, aunque destinaba lamitad de ella para autoconsumo.

La realidad fue diferente, las políticas diferenciadas paralos granos básicos y oleaginosas durante 1989 y 1993,provocaron la sustitución de cultivos a favor del maíz.Los otros granos y las oleaginosas, habían sufrido unproceso de apertura y desregulación previo a partir de1989. La agricultura mexicana sufrió un fenómeno demaicificación provocado por la desprotección de otroscultivos. La producción de maíz entre 1989 y 1993aumentó en un 65 por ciento, al pasar de 11 millones detoneladas a 18.1 millones de toneladas.

El aumento del cultivo de maíz se dio en superficies deriego, en los estados del noroeste, principalmente enSinaloa, dedicadas tradicionalmente a cultivos comercia-les muchos de ellos de exportación. La superficie dedi-

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16 INEGI, Censo Agrícola y Ganadero, 1991 y Aserca, Procampo, 2001.17 Sagarpa, las hectáreas sembradas con granos básicos y oelaginosas

pasaron de 14.2 millones en el 2000 a 13.3 millones en el 2005.

cada al maíz en superficies de temporal se mantuvo rela-tivamente constante.

Sin el consenso de la sociedad civil, el gobierno mexi-cano acordó la liberalización del maíz en el Tratado.Bajo sus supuestos, la apertura comercial forzaría lareconversión de cultivos hacia productos con mayorcompetitividad en el mercado internacional.

En el TLCAN para el maíz se acordó una protección a tra-vés de aranceles-cuota, por el plazo más largo de des-gravación æquince añosæ próximos a vencerse en el2008, que según los negociadores permitiría a los pro-ductores adecuarse a una economía abierta.18

Durante el periodo TLCAN el aumento de la producciónde maíz no ha registrado reducciones, si no que por elcontrario ha aumentado y actualmente sobrepasa los 20millones de toneladas. Estos indicadores sugieren queno existen otras alternativas de producción para los neo-maiceros de los años noventa.

Las importaciones de maíz en el periodo TLCAN

El maíz es el perdedor neto de la negociación del TLCANen la agricultura. Después de catorce años de operaciónla supuesta protección extraordinaria para el cultivo, hasido eliminada sistemáticamente desde 1996, (conexcepción de 1994 Y 1997), por decisión unilateral delgobierno mexicano. Para la producción de maíz no haexistido periodo de tránsito, sino que en los hechos seencuentra en el mercado abierto. Las importaciones demaíz sistemáticamente han rebasado la cuota negociaday las excedentes no han pagado el arancel correspon-diente. Ello implicó la eliminación de la protección paraalrededor de 3.2 millones de productores æla mayoríade los pequeños productores del país.

El aumento de las importaciones, no respondió a unafalta de producción o a precios internos mayores a losinternacionales. En varios años los precios pagados porel maíz importado fueron más altos que los del maízmexicano. El corazón del asunto se encuentra en losprogramas de apoyo a las exportaciones agropecuariasque impulsa el gobierno de Estados Unidos a través dela Commodity Credit Corporation (CCC),19 a partir de loscuales los importadores de maíz obtienen créditos blan-dos a largos plazos de recuperación. La importación degranos se convierte así en un negocio financiero.20

En sólo un año, entre 1995 y 1996 el consumo de maízaumentó en 3 millones de toneladas. Hasta 1990, enMéxico estaba prohibido alimentar con maíz al ganado,por ser el alimento básico para la población, pero a par-tir de las reformas esta prohibición se eliminó y a partirde 1996, el sector ganadero es el principal destinatariode las importaciones de maíz.

Los consumidores del grano,21 establecieron las relacio-nes y el poder político necesario para incidir en la polí-tica agrícola y comercial: evitaron que se les cobraran

los altos aranceles permitidos por el TLCAN y liberaronel mercado en su beneficio. El gobierno mexicano realizódumping en contra de los productores nacionales demaíz al eliminar los aranceles que protegían su produc-ción.

La política de asignación de cupos por arriba de losnegociados en el TLCAN carga con los costos del ajustey liberalización del principal cultivo de México, a loscampesinos, para beneficiar a los importadores inte-grantes de eslabones secundarios de la cadena de pro-ducción, entre los que se encuentran algunas de lasmayores empresas transnacionales.

A partir de 1999, el gobierno mexicano eliminó laempresa estatal Conasupo, encargada de regular el mer-cado de los granos básicos en apoyo a productores yconsumidores. El maíz era el único producto que después

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18 La protección a través de aranceles -cuota consiste en determinar unacuota de imortación que entrará al país libre de aranceles, perocualquier volumen por arriba de la cuota está sujeto a aranceles altos.Para el maíz la cuota inicial estipulada para Estados Unidos fue de 2.5millones de toneladas y para Canadá de 50 mil toneladas. Estos vol-umenes aumentarían un 3 por ciento cada año. El arancel inicial fuede 215 por ciento, este arancel se reduciría gradualmente hasta llegara cero en el año 2008.

19 CCC Export Credit Guarantee Program (GSM-102) y CCC Intermediate

Export Credit Guarantee Program (GSM-103).20 Ver: de Ita Ana, Schwentesiuss Ruta, ¿Cuánta liberalización aguanta la

agricultura? Impacto del tlcan en el sector agroalimentario, Cámara deDiputados, LXII Legislatura, Comisión de Agricultura, México, 2000.

21 Del total de importaciones de maíz en 1996, al sector pecuario le cor-respondieron el 46 por ciento; a Conasupo 20 por ciento; a la indus-tria harinera 16 por ciento; a la industria almidonera 11por ciento; ya las empresas comercializadoras 7 por ciento. La Conasupo importó1 millón 270 mil toneladas durante este año.

El precio de las tortillas ha estado subiendo de manera espec-tacular en México debido a la estructura monopolíca de laindustria que el TLCAN ha impulsado y no a la falta de maíz.(Foto: Universidad Nacional Autónoma de México, enero de 2007)

de la puesta en marcha del TLCAN seguía siendo comer-cializado por esta empresa. La desaparición de Conasupodejó a los productores en manos de un reducido númerode grandes empresas transnacionales, únicas comprado-ras de sus cosechas: Maseca, Minsa, Cargill, Arancia,Archer Daniels Midland. Estas empresas son también lasprincipales importadoras y las principales exportadorasde Estados Unidos. Cargill, ADM y Zen Noh controlan el81 por ciento de las exportaciones de maíz de EstadosUnidos.22 En los últimos años absorbieron una buena pro-porción de los subsidios que otorga el gobierno mexicanopara la comercialización de excedentes de maíz. El mer-cado privado de maíz se consolida velozmente, a la parque las transnacionales de los dos países fortalecen suintegración, a costa de los productores.

Al eliminarse las restricciones, las exportaciones deEstados Unidos se incrementaron dramáticamente. Lamayoría de las exportaciones son de maíz amarillo, quese utiliza como forraje para ganado. Las exportacionesde maíz blanco para consumo humano no son significa-tivas e incluso se redujeron a partir del año 2000. Elamplio acceso al maíz de Estados Unidos redujo los pre-cios internos del maíz en un 59 por ciento entre 1991 y2006, para permitir la expansión de las industrias aví-cola y porcícola. Además las mayores dos compañíasmexicanas fabricantes de harina de maíz æMaseca yMinsaæ se han posicionado en el mercado mexicano yextranjero.

Para el año 2001, 189 empresas importaron 6.1 millo-nes de toneladas de maíz.23 El sector pecuario absorbióel 47.1 por ciento del volumen; a su interior las empre-sas fabricantes de alimentos balanceados para ganado,son quienes absorbieron un mayor porcentaje, mientraslos engordadores únicamente adquirieron el 4 porciento. El sector almidonero absorbió el 31.2 por cientode las importaciones, a su interior destaca Arancia-CornProducts International como la primera empresa impor-tadora de maíz; el sector harinero adquirió el 11 porciento de las importaciones y de estas Maseca absorbióla mayor proporción. Diconsa la única filial del sistemaConasupo, absorbió el 3.7 por ciento de las importacio-nes, en lugar de cumplir su función social de apoyar lascompras directas a los productores nacionales. A partirdel año 2003, debido a la presión ejercida por las orga-nizaciones campesinas a través del Movimiento ElCampo No Aguanta Más y de la opinión pública, Diconsadejó de importar maíz y únicamente se abasteció de lascosechas nacionales, una vez comprobada su participa-ción en la contaminación transgénica del maíz nativo.24

La mitad de las importaciones récord del año 2001, lasabsorbieron nueve grandes empresas de capital mexi-cano o estadounidense: Arancia, Corn ProductsInternational, Minsa, Maseca, Archer Daniels Midland(ADM), Diconsa, Cargill, Bachoco, Pilgrims Pride yPurina. Varias de ellas están vinculadas entre sí a travésde asociaciones, o coinversiones en un proceso de con-centración e integración continua.

La distribución y el procesamiento primario de granosson los eslabones de la cadena de abasto de alimentos

mundial que se encuentran mas concentrados.25 Operanen México tres de los mayores carteles mundiales en elsector comercializador de granos básicos: el formado porCargill-Continental; el integrado por ADM-Maseca y el for-mado por Minsa-Arancia-Corn Products International.Diconsa importa muchas veces a través de ADM.

La crisis neoliberal de la tortilla.

Al iniciar el año 2007, la tortilla registró una abruptaalza de precios (entre un 42 y un 67 por ciento) al pasarde 6 pesos, a un mínimo de 8.50 pesos, que desplomóel poder de compra de los salarios. La crisis de la torti-lla es la muestra del fracaso de las políticas neoliberalespara la agricultura y la alimentación, que han impulsadodesde hace 25 años los sucesivos gobiernos.

Para el caso del maíz en el modelo de sustitución deimportaciones, el Estado había impulsado una políticaagrícola que tendía hacia la autosuficiencia alimentaria.Para ello había construido alrededor de los productosbásicos un sistema de acopio y compra a los producto-res, de transformación, comercialización y distribuciónde productos básicos. El sistema Conasupo æinstituciónfundada desde el cardenismo (1936-1941) para evitar elcontrol monopólico y la especulación con los productosbásicosæ tenía entre sus funciones ser el único y poste-riormente el principal importador y exportador de pro-ductos básicos, en un sistema de economía cerrada, endonde la agricultura estaba protegida por permisos pre-vios de importación. También era su función manejaruna reserva reguladora que garantizaba el abasto deproductos básicos para cerca de tres meses. Conasupofuncionaba como el principal abastecedor de la industriade molinos y masa nixtamalizada para la fabricación detortillas. El esquema permitía asegurar el control delprecio de la tortilla, elemento central en un país consalarios muy bajos. En este sistema a los productores seles garantizaba un precio de garantía y a los consumido-res un precio máximo de venta, ambos precios se apo-yaban con subsidios.

Pero las políticas neoliberales que el TLCAN instituciona-liza, modificaron de raíz las funciones de regulacióndel Estado y eliminaron las instituciones que la hacíanposible, partiendo del supuesto de que el mercado seautoregula. Como parte de la negociación del TLCAN,antes de su puesta en marcha, se eliminaron los preciosde garantía y en 1999 Conasupo fue liquidada. Tambiénen este año los consumidores pobres recibieron un durogolpe pues el subsidio a la tortilla que llegaba a 1.2millones de familias fue eliminado.

La escasez de maíz en los primeros meses del año 2007fue producto de tres factores:

1. La especulación de los grandes monopolios quedominan actualmente el mercado del maíz y la torti-lla en México.

2. Los compromisos del Tratado de Libre Comercio deNorteamérica de abrir totalmente el sector agrope-cuario a las importaciones de Estados Unidos partirdel 1 de enero del 2008 y que para el 2007 han pro-

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gasolina”, en: Muñoz Julio, Alimentos trasngénicos, México, Siglo XXIeditores, 2003.

25 Ver: de Ita Ana, “El control transnacional del mercado de maíz enMéxico y su responsabilidad en la contaminación transgénica delmaíz nativo” en RAPAL, UACH, Memoria del Foro, México, agosto2002.

22 Ver: de Ita Ana, El control transnacional del mercado de maíz enMéxico y su responsabilidad en la contaminación transgénica delmaíz nativo” en RAPAL, UACH, Memoria del Foro, México, agosto2002.

23 según la información del Comité de Cupos de Importación de Maíz,Aserca, Sagarpa.

24 Ver, de Ita Ana, “Maíz transgénico en México: apagar el fuego con

vocado el aumento de la dependencia alimentaria delas importaciones de Estados Unidos.

3. El aumento de precios del maíz en el mercado inter-nacional debido al aumento de la demanda paraproducir etanol, pero que en una economía abiertatienen gran influencia en el mercado doméstico.

El aumento de precios en México no fue por una falta deproducción nacional, ya que en el 2006 se produjeron21.9 millones de toneladas que puede considerarse unaproducción récord. También se importaron volúmenesrécord de maíz. 7.3 millones de toneladas de maíz ama-rillo y 254 mil toneladas de maíz blanco, que llegan a10. 3 millones de toneladas si se toman en cuenta lasimportaciones de maíz quebrado. En el año de crisis pordesabasto de maíz, las existencias de maíz alcanzaronlos mayores volúmenes.

Las comercializadoras acapararon las cosechas del año2006 y a principios del 2007, pretextando escasez delgrano en un momento de aumento de los precios inter-nacionales y de bajos inventarios, elevaron especulativa-mente los precios.

Las empresas obtuvieron ganancias extraordinariaspues compraron el maíz de la cosecha otoño-invierno2005-2006, que inicia en abril a los productores deSinaloa y Tamaulipas en 1,450 pesos y a los producto-res del ciclo primavera verano 2006, que inicia en sep-tiembre en 1,760 pesos, pero a finales de diciembre lopodían vender entre 3 mil y 3,500 pesos, provocandoque el precio de la tortilla se disparara. Ni siquiera tuvie-ron que costear el pago de los costos financieros, ni dealmacenamiento, ya que el programa de subsidios parala comercialización de excedentes,26 operado por laSecretaría de Agricultura, es destinado casi exclusiva-mente a las grandes comercializadoras como Cargill,Maseca, Minsa, Arancia, y les otorga subsidios para lapignoración, el almacenamiento, las maniobras, fletes,cabotaje y exportación. Las organizaciones campesinasacusaron el uso que de estos programas hicieron lascomercializadoras para “secar” artificialmente elmercado.

Las organizaciones denunciaron que Cargill compró yalmacenó 600 mil toneladas de maíz de Sinaloa.27 LaSecretaría de Economía, la de Agricultura y ASERCA, apo-yaron para que 1.5 millones de toneladas de maíz de lacosecha de otoño invierno de Sinaloa se exportaran consubsidios a Estados Unidos, Centro y Sudamérica o seutilizaran para el consumo de ganado por las grandesempresas como Bachoco en Sonora, también con subsi-dios, lo que provocó una escasez artificial de maízblanco para consumo humano.

En Estados Unidos al aumentar la demanda de maízamarillo para la producción de etanol, la superficie dedi-cada a la siembra de maíz blanco se redujo, las empre-

sas transnacionales con base en México aprovecharonla coyuntura para exportar maíz blanco a sus plantas deEstados Unidos y Sudamérica. La estadística oficial úni-camente registró la exportación de 174 mil 413 tonela-das de maíz en el 2006,28 por lo que queda la duda deldestino de grandes volúmenes de maíz.

Durante el ciclo otoño – invierno 2006-2007, Cargill noacudió a comprar maíz en Sinaloa como normalmenteacostumbra, lo cual permite suponer que contaba coninventarios de maíz en su poder.

El precio del maíz en el mercado mundial aumentó porel crecimiento de su demanda para la elaboración deetanol, pero ese incremento no tuvo relación con el pre-cio al que se vendió en México.

La crisis de la tortilla benefició con una mayor propor-ción del mercado a las dos grandes empresas producto-ras de harina de maíz: Maseca y Minsa. En México la tor-tilla se elabora mediante dos métodos diferentes. Eltradicional proceso de nixamalización absorbe la mitaddel mercado (51 por ciento) y es realizado por cerca detres mil pequeños molineros, (muchos de ellos actual-mente clientes de Cargill). El restante 49 por ciento delas tortillas se fabrica con harina de maíz. La industriade la harina de maíz es sumamente concentrada enMéxico ya que sólo cuatro empresas dominan el mer-cado, siendo el Grupo Industrial Maseca la número uno,con un 73 por ciento de participación de mercado,mientras Minsa, Agroinsa y Harimasa se dividen el resto.Las tortillas fabricadas con harina de maíz se distribu-yen principalmente en las grandes tiendas de autoservi-cio como WalMart. La crisis de la tortilla ampliará la pro-porción del mercado para las tortillas fabricadas conharina de maíz, pues las grandes empresas y cadenas dedistribución pueden reducir sus márgenes y venden latortilla en un precio 30 por ciento menor, al preciomáximo establecido de manera concertada entre elgobierno y los industriales.

Los productores pecuarios que utilizan como insumos elmaíz y que se han beneficiado estos últimos catorceaños de la eliminación de la protección a los campesi-nos, se proponen elevar los precios de la carne, la leche,el huevo y el pollo, todos ellos alimentos básicos,debido al aumento de los costos del maíz.

El último año de vigencia del periodo de transición delTLCAN, las empresas transnacionales que controlan elmercado de los productos básicos en México, muestransu capacidad monopólica y actúan en contra de produc-tores y consumidores.

La crisis de la tortilla muestra que uno de los supuestosbásicos del TLCAN, el de beneficiar a los consumidores,sin importar el sacrificio de los campesinos es una fala-cia macabra.

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26 Programa de Apoyos Directos al Productor por Excedentes deComercilización para Reconversión Productiva, Integración de CadenasAgroalimentarias y Atención a Factores Críticos, que incluyen entre lasmodalidades de apoyo los subisidios para: acceso a granos forrajeros,cabotaje, pignoración, exportación, flete terrestre.

27 Hernández Luis, Cargill “el maíz de sus tortillas”, en La Jornada, 30 deenero, 2007.

28 Datos de Sagarpa.

¿Cuál es el grado de organización de la resistenciaen Colombia al Tratado de Libre Comercio?

En Colombia, desde hace tres años y algo más -cuandoapareció el ALCA en su octava ronda de negociación-varios centenares de organizaciones sociales, sindicales,ambientalistas, agrarias, centros de investigación inde-pendientes, construimos la Red Colombiana de Acciónfrente al Libre Comercio y el ALCA, RECALCA. Esa orga-nización se ha convertido en el núcleo de la lucha por laresistencia contra el Tratado de Libre Comercio. Allí enRECALCA se han organizado los estudios, los foros, losseminarios y también ha apoyado las distintas moviliza-ciones de los diversos sectores sociales que de algunamanera se han manifestado contra el Tratado de LibreComercio. Esas expresiones van desde la participaciónactiva en los debates que se dieron en el Congreso deColombia, tanto en el Senado como en la Cámara derepresentantes, el apoyo a las consultas ciudadanas quelas comunidades indígenas, agrarias, juveniles y de tra-bajadores hicieron en torno a la conveniencia o no delTLC y que resultaron altamente contrarias a la implanta-ción de ese Tratado, así como también las jornadas múl-tiples de movilización que, de manera coordinada y porseparado, desarrollaron las distintas organizaciones quehemos estado en el frente de lucha contra el Tratado deLibre Comercio de Colombia con los Estados Unidos.

¿En qué se halla trabajando hoy esta RedColombiana de Acción frente al Libre Comercio y elALCA, RECALCA?

En los nuevos tratados que se están negociando y quese quieren firmar. En el caso de Colombia, me refiero alTratado de Libre Comercio de Colombia con Chile, al tra-tado del triángulo del Norte de Centroamérica, alTratado de Libre Comercio de Colombia con Canadá, alTratado con el área de libre comercio europea, com-puesta por Islandia, Noruega, Liechtenstein y Suiza y alllamado Acuerdo de Asociación que no es otra cosa queel Tratado de Libre Comercio entre la ComunidadAndina de Naciones y la Unión Europea.

¿Qué tipo de respuesta han tenido del gobiernocolombiano ante tanta movilización?

El gobierno colombiano, que es claramente neoliberal yautoritario, de naturaleza extremadamente anti-demo-crática, ha hecho oídos sordos, no sólo a las distintasexpresiones de tan inmenso conjunto de organizaciones-porque allí han estado involucradas todas las organiza-ciones campesinas y de pequeños y medianos producto-res, incluso algunas empresariales del campo, todas lascentrales obreras, las organizaciones ambientalistas,todas las comunidades indígenas, las comunidades afrocolombianas-, el gobierno colombiano simplemente hasuplantado al pueblo y a la sociedad colombiana por loque ellos llaman su propia sociedad civil, organizacio-nes de bolsillo que han inventado para validar la partici-pación social en torno a la negociación, e incluso no

solamente ha desoído a las organizaciones sociales, alos analistas independientes que son muchísimos y dedistintas universidades, sino a los Senadores y a losrepresentantes de la Cámara de la oposición. Digamosque el grueso del Tratado – antes del protocolo modifi-catorio negociado entre la administración Bush y elPartido Demócrata- apenas recibió, en el caso delSenado de la República, el voto afirmativo de 55 de 102Senadores. Esa aprobación se hizo sobre la base de queese era el texto definitivo, que después no lo fue. Estees un Tratado aprobado de espaldas a la nación.Quienes nos opusimos al Tratado en los debates públi-cos en el Congreso de la República, claramente demos-tramos que la negociación era una negociación quelesionaba enormemente a la soberanía de Colombia enmúltiples áreas, incluidas la soberanía territorial, jurí-dica, económica y alimentaria, y que, pese a todo esto,el gobierno ha apoyado, valido de la mayorías parlamen-tarias de las cuales goza, e hizo aprobar el Tratado.

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La resistencia al TLC en Colombia(Noviembre 2007) Entrevista a Aurelio Suérez Montoya

por Silvana Buján

Campesinoscolombianos,

maestros yotros que

luchan por lasoberanía con-tra el TLC (Foto:

Indymedia Colombia)

¿Cuál es la relación entre el tratado y la soberanía ali-mentaria en Colombia?

El Tratado de Libre Comercio se negoció sobre la basede dos criterios. Uno, que Colombia sometía a llegar aarancel cero para todos los productos agropecuariosnorteamericanos. En cinco años, el 89% del universoarancelario norteamericano llegará a Colombia sin tenerque pagar ningún arancel, y en término de diez años ungrupo ya más importante, y a los dieciocho años todoslos productos agropecuarios norteamericanos llegaránsin arancel a Colombia. Pero mientras Colombia nego-ciaba de esta manera, los Estados Unidos no eliminaronsu sistema agrícola de subsidios que le permite expor-tar sus excedentes, especialmente de cereales, oleagino-sas, cárnicos, lácteos, frutas y hortalizas de clima tem-plado a precios por debajo del costo de producción, osea, en término de dumping. De tal manera que lo quehizo Colombia fue legalizar el dumping a la agriculturanorteamericana; en ese sentido nuestro país, desde laimplantación del modelo neoliberal y la llamada aper-tura económica, ha incrementado su dependencia ali-mentaria de los extranjeros. De hecho, el 51% de las pro-teínas y las calorías de origen vegetal y el 33% de lasgrasas de origen vegetal, provienen de afuera. Entonces,se va a incrementar esa dependencia alimentaria y por lotanto se va a disminuir nuestra autosuficiencia en mate-ria de producción de los alimentos básicos.

¿Cómo se ramifican los problemas asociados?

Eso conlleva no solamente a un problema de soberanía,sino que además va a producir la ruina y el desplaza-miento de millones de hogares campesinos y de peque-ños y medianos productores que son quienes estáninvolucrados en la producción para el mercado nacional.Por ejemplo, la capital de Colombia, Bogotá, consume el80% de sus alimentos de la producción agraria y campe-sina a 300km a la redonda en regiones que van a estarmuy afectadas cuando venga el diluvio o la invasión degéneros agropecuarios norteamericanos. Por lo cual lasgrandes comercializadoras que hoy tienen casi un con-trol oligopólico de la comercialización de la mayoría deestos bienes preferirán la adquisición de los productosamericanos a menor costo y desecharán la compra delos productos nacionales, que verán afectados su pro-

ducción de autoabastecimiento, la autodeterminación yla seguridad alimentaria de los hogares y la soberaníaalimentaria de la nación.

Ahora, impedir que el campesino cultive alimentos, ¿noes empujarlo al cultivo de especies de empleo ilícito?

Hace 15 años en el departamento de Nariño, uno de losdepartamentos de mayor tradición en la producción tri-guera, había apenas 100 hectáreas de coca. Hoy haymás de 15.000 hectáreas de coca. Es lo previsible. Obien se produce desplazamiento, o bien se generan con-diciones muy favorables para que los campesinos y lascomunidades indígenas y los sectores mas empobreci-dos se inclinen a la producción de cultivos que despuésvan a tener uso ilícito, como es el caso de la coca y laamapola.

¿Qué relación hay entre el Tratado de Libre Comercioy los ecosistemas?

El Tratado de Libre Comercio, en su capítulo ambiental,cuando se lee con detalle, define que lo ambiental nopodrá oponerse al comercio, de tal forma que el comer-cio tiene prioridad sobre las normas ambientales. Lanormatividad ambiental de los países queda supeditadaa las normas que se establecen en materia supranacio-nal en estos tipos de tratados. No hay ningún controlque impida que los ecosistemas de agua, de biodiversi-dad, etc., puedan recibir alguna consideración o conser-vación por parte de los inversionistas, que podrán haceruso de los llamados servicios ambientales con criteriocomercial y ánimo de lucro en detrimento de lo quetodos anhelamos, tener una relación amable y sosteni-ble con el medio ambiente y el hombre y el desarrollohumano.

¿Cuáles son las expectativas a futuro?

Aun falta la aprobación del Tratado en el Congreso delos Estados Unidos. Hasta ahora, Estados Unidos aprobóel Tratado con Perú en la Cámara de representantes yaun no lo ha hecho en el Senado. Y en el caso deColombia, está varado por la oposición del PartidoDemócrata, ahora mayoritario en las dos Cámaras, frente

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El TLC de EE.UU. enlos ojos de un estu-diante colombiano

(Image: Rene Elkin)

El horrible historial en la violación de los derechos de lostrabajadores y humanos de Colombia ha sido un importanteescollo para la elite política de los EE.UU. que quiere aprobarel acuerdo.

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a los múltiples reclamos que la comunidad nacional einternacional está presentado frente al gobierno deÁlvaro Uribe por la estrecha relación de este régimengubernamental con los grupos paramilitares y narcotra-ficantes que han contribuido a la intensificación de laviolencia, especialmente en las zonas rurales deColombia. Hay una especie de paréntesis en la aproba-ción de este Tratado. La principal candidata al PartidoDemócrata de la presidencia de la República, la señoraHillary Clinton, ha dicho que no está de acuerdo con elTLC con Colombia y hay expectativa, no está en lascuentas de nadie que el 2007 pueda terminar con suaprobación en el Congreso de los Estados Unidos. Y qui-zás el año 2008 tampoco se vaya a mostrar favorable enmedio de una coyuntura electoral donde también en losEstados Unidos amplios sectores de la opinión son muysensibles al libre comercio. Hoy a una situación de sus-penso frente a esto. No obstante, en Colombia nuestraRed y nuestras organizaciones se han venido prepa-rando para librar la última batalla que es la batalla jurí-dica frente a la Corte constitucional, que debe revisar sieste Tratado respetó las normas que establece nuestraCarta máxima para su aprobación. Pero, digámoslo deuna vez, cuando entre el Tratado en su aplicación, loque va a aumentar es la resistencia. Cuando comiencena verse las políticas públicas y las políticas privadaspues seguramente que la resistencia va a incrementarse.La resistencia no acaba con la aprobación del tratadosino que, por el contrario, comienza en forma con laaprobación del Tratado.

Era Aurelio Suárez Montoya, director ejecutivo de laAsociación Nacional por la Salvación Agropecuaria de

Colombia, coalición de más de 100.000 agricultores deeconomía campesina, miembro de RECALCA.

Más información: www.salvacionagropecuaria.net o www.recalca.org.co

Movilización contra el TLC y Uribe, el 22 de Septiembre 2005.(Foto: Global Exchange)

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Estos procesos se inician con los Tratados Bilaterales deProtección de Inversiones (Bits), amplían su cobertura enel Tratado y en los acuerdos que integran la OMC,Organización Mundial del Comercio, y se expanden através de los TLC, Tratados de Libre Comercio. Y en uncaso extremo a través de ellos se garantiza que la legis-lación interna de los Estados no se pliegue a sus obliga-ciones, así estas sean bilaterales. Nos referimos a lasupremacía de la legislación estadoudinense sobre elpropio bilateral, tal como se consagra en la ley aproba-toria del CAFTA, numeral 102, que asegura que ningunade sus normas podrá estar por encima de su legislacióninterna. Con todos estos dispositivos lo que se pretendees favorecer a ultranza el derecho del inversionista, endesmedro de los demás ciudadanos.

Frente a esa ola de seguridad, observamos que otro tipode legislaciones provenientes del campo de Naciones,Unidas, NNUU: normas de DDHH, ambientales, laboralesse llevan a un segundo plano, produciéndose la para-doja de que la seguridad de un tipo de leyes, somete ala inseguridad a los otros tipos de legislación.

En nuestro sentir se disminuye el alcance de los múlti-ples compromisos de carácter multilateral en materiamedioambiental y de los tratados de derechos humanosque instan a los gobiernos a garantizar la calidad de vidade las personas. Y el discurso se construye sobre unaespiral que parte de la necesidad de crear un clima ade-

cuado a la inversión, el respeto por ella, el consecuentecrecimiento económico, y por último el bienestar de laspersonas, es decir colocar las aspiraciones en un ordeninverso al previsto en legislaciones no comerciales. Ellibre comercio regulado de manera taxativa se asegurade un dispositivo en materia de cumplimiento, y resolu-ción de controversias erigiéndose como el ideal de cual-quier norma de derecho internacional, pero al no poseereste dispositivo las otras garantías, se plantea una des-igual competencia.

Derechos humanos

Las Constituciones nacionales en América latina hansido pródigas en incluir las obligaciones de derechoshumanos en sus textos, y para su ejercicio han consa-gran acciones que amparen los derechos colectivos queson su fundamento. Pero el ejercicio precario que hantenido estos derechos, se ve aún mas recortado con lasuscripción de tratados de libre comercio, sean estosmultilaterales, o bilaterales.Se considera que se ha vulnerado el derecho a la saludcuando la definición de servicios provenientes de losacuerdos comerciales incluye a todos los que se prestan,incluso los obligatorios, aquellos a los cuales el Estadoestá obligado para cumplir con su compromisos enmateria de DDHH. En efecto la noción según la cual lasalud es un servicio que sólo puede ser prestado porcompañías, dentro de una lógica e lucro, impide o difi-culta la prestación de servicios primarios, de por sí muymenguados, para aquellos sectores más carenciados. Si

¿La (in)seguridad juridica: respecto de qué?Margarita Flórez, ILSA1 (Agusto 2007)

(Photo: Patricio, notlc.com)

En este trabajo presentamos algunas consideraciones sobre el tema de la (in)seguridad jurídica que se predica como causa, y fin último para llevar adelanteprocesos normativos que garanticen los intereses de los inversionistas. Se trata deadoptar normas homogéneas, durables, con poder de coerción, y que asegurentransparencia. Lo cual convertiría a todas las legislaciones en algo confiable, pero sudesarrollo ha sido en una sola dirección.

1 Texto de comunicación enviada en enero de 2005, por el Ministeriode Comercio a una lista de correo dentro de la cual está la autora.

consideramos que hoy cerca de la mitad de la poblaciónde América Latino está debajo de la línea de la pobrezaabsoluta, podemos darnos cuenta que si tiene que pagarobligatoriamente por recibir la mínima atención, esto setraduce en una inasistencia permanente.El otro punto es el acceso a tratamientos de enfermeda-des graves a bajo costo, ya que se dificulta o impide lafacultad que tienen los gobiernos para que las empresasconcedan licencias obligatorias. O se permita el uso degenéricos, puesto que lo que se consolida es la protec-ción mayor en el plazo para las patentes de medicamen-tos, o la imposibilidad de que durante éste se elaborengenéricos, lo cual anula la posibilidad de tener fármacospara atender enfermedades mortales como el sida.Asimismo, no permite que los países puedan hacerimportaciones paralelas de productos patentados.

Lo mismo acontece con la educación, que en contextoscomo los de los países en desarrollo el Estado debedotar de una educación básica y universal a la mayoríade la población, a adultos, a alumnos especiales, entreotros sectores prioritarios. Pero al adoptar la privatiza-ción de los servicios educativos la cobertura universal seminimiza, y los costos educativos se disparan haciendoimposible el acceso a este derecho humano, a lo cual sesuma que por la precaria situación económica se regis-tran numerosos casos de deserción escolar, pues lospadres no pueden ni siquiera mantener el gasto de ali-mentación y transporte que garantice que los alumnossigan sus estudios.

Derechos ambientales

En un segundo lugar nos interesa mostrar la reducciónen el alcance de normas medioambientales, lo cual tieneimportancia significativa en el caso de América Latina, yen particular en Colombia donde se presenta uno de losmás altos índices de firma y ratificación de Conveniossobre medio ambiente, y buena parte de las políticas ynormas internas que se han implementado se basan enel acatamiento a sus disposiciones.2

Respecto de la vigencia de los Acuerdos Multilateralesde Medio Ambiente, AMUMAS, los países que han fir-mado y ratificado la mayor parte de ellos, cuando serelacionan con otros Estados que no los suscriben, casoEstados Unidos, presentan dos facetas: una de índolemultilateral, amplia, y otra restrictiva. Y puede presen-tarse el caso de que si se cumple con las obligacionesemanadas de los convenios multilaterales, se incumplecon el acuerdo bilateral, o viceversa.

Nos referimos en especial a las obligaciones relativas ala diversidad biológica frente a nociones comercialescomo son los derechos de propiedad intelectual. A másde 15 años del Convenio sobre la Diversidad Biológica(CDB), la intención de los Estados de países en desarro-llo de alcanzar ventajas por una adecuada valoración desus recursos genéticos, ya se vulneró porque la legisla-ción comercial, en especial los TLC consideran comoservicio transfronterizo3 la bioprospección, y por otrolado, los derechos de propiedad intelectual se ha exten-dido a los recursos vivos tal como se encuentran en lanaturaleza, con lo cual la pretendida soberanía sobreestos recursos se recorta, por no decir que se elimina.

Otro aspecto crucial de la discusión es el de los dere-chos de propiedad intelectual relacionados con elcomercio, y la soberanía sobre los recursos genéticosque se expresa en regímenes de acceso nacionales. Deun lado se afirma que los recursos genéticos y biológi-cos en su estado natural no son protegibles por mediode Derechos de Propiedad Intelectual (DPI) puesto queno se realiza ninguna tarea innovativa sobre ellos, sinembargo en los Estados Unidos un material biológicoque no ha sido modificado, una secuencia genética natu-ral descrita, puede cumplir con los requerimientos bási-cos de la protección por patentes,4 mientras que en elcaso andino no se permite. Ante esto el dilema es ¿sedeberán derogar legislaciones que sean contrarias alTLC?

El CAFTA,5 empeora el panorama por cuanto los TLC,además, casi reemplazan a los Congresos pues entrandirectamente a ser adoptados, sin necesidad de ratifica-ción nacional, Tratados y Acuerdos sobre PropiedadIntelectual.6,7,8,9,10

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2 Ver: Decreto 2811 de 1974 y decretos reglamentarios, MAVDT, 2002;ley 99 de 1993 Ministerio del Medio Ambiente, 1994; Tratados Inter-nacionales firmados y ratificados por Colombia, Políticas Ambientalesy Sectoriales, Ministerio del Medio Ambiente, 1998.

3 Ibídem, (arts. 10.13.1 y 11.6.1 del TLC EUCA), Capítulo 2: La estruc-tura y las potestades del estado social de derecho..

4 Ibídem, Nota. El impacto en los procesos políticos nacionales de estalógica impuesta también en los acuerdos de la OMC como el GATS harecibido fuertes cuestionamientos que son plenamente aplicables alTLC, ya que “dondequiera que exista un consenso multipartidarionacional, es concebible que perduren las excepciones específicasnacionales (para los servicios). Pero dondequiera que existan divisio-nes ideológicas serias sobre temas contenciosos, es probable queperduren limitaciones específicas nacionales que protejan (ciertosservicios nacionales) hasta que un único gobierno comprometidocon un enfoque hacia el mercado los elimine, obligando a todos losgobiernos futuros. De esta manera, el GATS interfiere en el vaivénhabitual de la vida política en una sociedad democrática.” Citizens’Network on Essential Services 2003. “Los servicios públicos en peli-gro: El GATS y la agenda privatizadora.” En: Los pobres y el mercado,Informe Social Watch, p. 17.

5 Public citizen, Capítulo 11 del TLCAN y los litigios de inversionistas

contra Estados. Lecciones para los tratados de libre comercio en lasAméricas, octubre 2005.

6 En el Decreto se instruye a la Oficina del Representante Comercial delos Estados Unidos (USTR) y al Consejo sobre la Calidad Ambiental(CEQ) a que elabore las directrices para la implementación del mismo,y se encarga al Comité Interagencial de Política Comercial (TPSC),coordinado por USTR y que se compone por 17 agencias y oficinasfederales, llevar a cabo la evaluación. http://www.inca.or.cr/noticias/docs/20001004.00121.htm

7 EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL DE LOS ACUERDOS COMERCIA-LES. INFORME. CONCLUSIONES, CLAES, FARN, 2002. www.claes.org.uy

8 La Comisión Europea (CE) lanzó en el 2002 un programa para realizarevaluaciones del impacto sobre la sostenibilidad (EISs), como funda-mento de las negociaciones en todos sus acuerdos comerciales bila-terales y multilaterales, en uno de los primeros intentos por fijar deantemano marcos conceptuales y técnicos que permitan determinarlos impactos potenciales del comercio en el medio ambiente.

Pancarta de la Unión Nacional de Empleados del Banco (UNEB)durante una movilización en Bogotá, octubre de 2005 (Foto: Indymedia Colombia)

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Otro ejemplo concreto de la aplicación de nociones pro-venientes de la normatividad ambiental internacionalque tendría que prevalecer frente a los TLC es el princi-pio de precaución, por el que se deberían permitirexcepciones nacionales por razones ambientales sinque se tomara como factor restrictivo del comercio yexigir prueba científica completa siguiendo los precep-tos comerciales.11 En el caso colombiano este principioes pilar de la legislación ambiental. Pero lo que seadvierte es que se acude al principio de precaución quetiene fundamento en el GATT, y que prescribe que serequiere la absoluta certeza para que se aplique, o dejede aplicarse la norma.

En cuanto a la definición de legislación ambiental, a pesarde que se dice que cada uno de los Estados puede formu-lar su propia legislación ambiental y ser soberano etc, lanoción de legislación ambiental se redefine.12 En el casode Colombia13 se menciona que se pueda excluir de ladefinición de legislación ambiental la explotación comer-cial de recursos naturales. [subrayado fuera del texto].Esto colocaría por fuera de legislación ambiental, el uso yaprovechamiento de los recursos naturales renovables, yal uso sostenible de los recursos naturales no renovablesconsiderando sus impactos ambientales, como sería elcódigo minero y el de hidrocarburos , con lo cual se des-

conocería el mandato de que en Colombia todos los sec-tores deben encuadrarse dentro de los objetivos del “des-arrollo sostenible”, base del desarrollo en el país.

Hay otras implicaciones que aparecen, incluso antes defirmar el Tratado de Libre Comercio, como lo es la obli-gación de derogar o modificar leyes nacionales existen-tes o de aprobar nuevas. Se han adoptado leyes de pro-tección a la inversión que amparan a los inversionistasaún sino se llega a suscribir el Tratado. O la restriccióna las posibilidades de modificar las leyes, ya que ellegislativo no podría cambiar nada que no muestre un“grado de conformidad” con las obligaciones contenidasen el Tratado . Es decir, sólo podría modificarse unanorma si se no está conforme al Tratado,15 pero no alrevés. Cualquier reforma en contraria, acorde con lateoría de la “seguridad jurídica” puede asimilarse a vio-lación de las obligaciones del Tratado.16

Pero cuál es la base del derecho del inversionista?

Como se ha anotado son numerosos los ejemplos en loscuales la seguridad jurídica de la inversión se manifiestaen inseguridad jurídica de otro tipo de leyes internacio-nales y nacionales. En el Capítulo 11 del NAFTA, génesisde esta clase de tratados, se avala el derecho de losinversionistas de acudir al arbitraje internacional siconsideraban que cualquier parte del Estado, pudieradesconocer sus derechos. Pero esto reemplaza la rela-ción Estado – Estado que es propia del derecho inter-nacional, y la circunscribe a una Inversionista – Estado,que permite reclamar directamente a un particular,dejando por fuera el trámite de notas diplomáticas ydemás parafernalia que ha acompañado las disputasentre países, y facilitando la lluvia de pleitos por obliga-ciones futuras, es decir sin aún haberse causado. Seestablecieron respecto de la adquisición, propiedad yoperación dentro de un amplio concepto de la inversión.

Estos proceso de arbitraje son secretos por lo cual la par-ticipación ciudadana no ocurre, y se presenta el caso deque sus acciones involucran leyes y políticas públicas apartir de negocios privados, lo cual extiende las normasdel arbitraje, de carácter privado a disputas que debieranventilarse a la luz de procedimientos públicos. En sumase trata de colocar el interés privado corporativo porencima aún de la soberanía e independencia nacional.

Examinados los casos presentados ante los tribunalesdel NAFTA,17 un estudio sostiene que en los 45 casos

9 Art. 15.5 El Convenio Internacional para la Protección de lasObtenciones Vegetales (1991) (Convenio UPOV) antes del 1 de enerodel 2006, o, en el caso de Costa Rica, al 1 de Junio, 2007.

10 Las partes harán todos los esfuerzos razonables para ratificar: (a) elTratado sobre el Derecho de Patentes (2000); (b) Arreglo de la Hayasobre el Depósito Internacional de Diseños Industriales (1999); y (c) elProtocolo al Arreglo de Madrid sobre el Registro Internacional deMarcas (1989).

11 Traducción de la solicitud de comentario público sobre el Acuerdo deLibre Comercio entre EEUU y Chile de enero 15 de 2001, presentadapor el Center for Environmental Law, Defenders of Wildlife, Friends ofthe Earth, Humanes Society of the United States, Sierra Club, naturalResources Defense Council, Pacific Environment, y Public Citizen,Sección 1: Asuntos legales y reguladores, B. Principio de precaución.

12 El libre comercio y el medio ambiente: la imagen se aclara, docu-mento de la Comisión para la Cooperación Ambiental de América delNorte, 2002. Página 11. Esta publicación acompaña y hace referenciaa la información contenida en: Efectos ambientales del libre comercio:Ponencias presentadas en el Simposio de América del Norte sobreAnálisis de los Vínculos entre Comercio y Medio Ambiente (octubre de2000), CCA, 200, página 15,.http://www.cec.org

13 Texto de comunicación enviada en enero de 2005, por el Ministeriode Comercio a una lista de correo dentro de la cual está la autora.

14 Ver: Decreto 2811 de 1974 y decretos reglamentarios, MAVDT, 2002;

ley 99 de 1993 Ministerio del Medio Ambiente, 1994; TratadosInternacionales firmados y ratificados por Colombia, PolíticasAmbientales y Sectoriales, Ministerio del Medio Ambiente, 1998

15 Ibídem, (arts. 10.13.1 y 11.6.1 del TLC EUCA), Capítulo 2: La estruc-tura y las potestades del estado social de derecho

16 Ibídem, Nota. El impacto en los procesos políticos nacionales de estalógica impuesta también en los acuerdos de la OMC como el GATS harecibido fuertes cuestionamientos que son plenamente aplicables alTLC, ya que “dondequiera que exista un consenso multipartidarionacional, es concebible que perduren las excepciones específicasnacionales (para los servicios). Pero dondequiera que existan divisio-nes ideológicas serias sobre temas contenciosos, es probable queperduren limitaciones específicas nacionales que protejan (ciertosservicios nacionales) hasta que un único gobierno comprometido conun enfoque hacia el mercado los elimine, obligando a todos losgobiernos futuros. De esta manera, el GATS interfiere en el vaivénhabitual de la vida política en una sociedad democrática.” Citizens'Network on Essential Services 2003. “Los servicios públicos en peli-gro: El GATS y la agenda privatizadora.” En: Los pobres y el mercado,Informe Social Watch, p. 17.

17 Public citizen, Capítulo 11 del TLCAN y los litigios de inversionistascontra Estados. Lecciones para los tratados de libre comercio en lasAméricas, octubre 2005

Teatro callejero para realizar educación popular acerca deUPOV, un tipo de derecho de patentes diseñado especialmentepara las semillas que el gobierno ahora tiene que aprobardebido al CAFTA, en Costa Rica, en noviembre de 2007. Laintroducción de este sistema de monopolio para las empresasen Costa Rica significa que los campesinos y las comunidadesindígenas ya no podrán almacenar e intercambiar librementesemillas. (Foto: Bloque Verde)

que a esa fecha se habían presentado, en algunos deellos se carecía de información por cuanto los procedi-mientos son secretos. Se había obligado a los gobiernosa cancelar una suma de cerca 35 millones de dólares,según esta entidad, en la mayoría por causas que nohubieran sido aceptadas en el nivel nacional. Las deman-das que estaban pendientes sumaban cerca de 28.000millones de dólares, y estas sumas se les debe añadir losgastos de abogados que han tenido que ser sufragadospor los Estados, es decir por los contribuyentes es decirpor los y las ciudadano(a)s.

Dentro de las características de las causas, y los juiciosse anotan: (i) pérdida de la inmunidad soberana de los Estados, es

decir cualquier privado los puede llevar a juicio arbi-tral demandando el pago de indemnizaciones, por elsólo hecho de haber dictado alguna ley o política quea juicio de aquel le menoscabe el derecho. Se cita elcaso de Canadá que por haber dictado una normaque prohibía la importación de una sustancia tóxica,actuanod en el marco del convenio de Basilea, un tri-bunal privado lo condenó por “pérdida de oportuni-dad comercial sufrida”, es decir probabilidad inciertay futura. En otro caso fueron los ganaderos cana-dienses que pretendían que la medida de EstadosUnidos de cierre de fronteras por causa de la llamadaenfermedad de las vacas locas, pudiera habermenoscabado las inversiones que tenían en Canadápues no les permitían vender su ganado.

(ii) Utilización de nociones más amplias de derechoscomo propiedad relacionada con la posibilidad deexpropiación, con lo cual las políticas y normas quese expidan pueden vulnerar ese “derecho”, y se pideindemnización por “asumir el riesgo”, “expectativade ganancias”, etc.

(iii)Otro aspecto es el mayor alcance de la expropiaciónque va más allá de lo permitido por la legislaciónnacional, incluso la de los Estados Unidos. Por ejem-plo se cita que en el NAFTA, se admite que elimpacto de la medida que se alega como expropia-ción, sea “sustantivo”, “significativo”, y no como en lalegislación estadoudinense, que exige que la expro-piación afecte la propiedad en un 100 x 100% de suvalor.

(iv) No existe protección para las normas ambientalesfrente al mecanismo inversionista – Estado, ya queen numerosos casos a pesar de existir y de ser exa-minados los alcances de las normas ambientales,finalmente ceden ante el derecho del inversionista.

Con estas notas dejamos sentado, que en nuestroconcepto la pretendida seguridad jurídica lo que estáproduciendo es una inseguridad jurídica para otrostipos de normas, las de derechos humanos y las medio-ambientales.

Propuestas

Creemos que debe propenderse a concretar la compati-bilidad que se pretende exista entre las legislaciones, yde manera clara señalar que existen asimetrías entre lasleyes. Que hay mecanismos que anulan o dejan en

segundo plano aspiraciones de la humanidad, esto conel fin de que no sigan los Gobiernos con una agendadual que pretende ser suscrita por Gobiernos soberanoscuando en realidad mucha de esta soberanía esta sujetaal derecho del inversionista, que no es un Estado pero sicasi un superestado.

La prédica sobre la supremacía de la agenda ambiental,y la búsqueda del desarrollo sostenible queda pendientede que sus escasos mecanismos de ejecución puedansiquiera enfrentar la resolución de conflictos. Se estánperdiendo, o poniendo en entredicho muchos de loslogros de promoción del desarrollo sostenible, de losderechos humanos, y nos preguntamos si en estos paí-ses podemos darnos el lujo de debilitar los compromi-sos internacionales, dada la responsabilidades adquiri-das, las cuales llevan implícita la condicionalidad, quecorre en contra nuestra.

Debe adoptarse una norma como el Decreto Ejecutivo13141 de 16 de noviembre de 1999,18 el cual disponeque todos los acuerdos comerciales que Estados Unidossuscriba, y en algunos casos es retroactivo, deben pasarun proceso de evaluación de impacto ambiental. El obje-tivo general del proceso de revisión es asegurar que lasconsideraciones ambientales sean parte integral en eldesarrollo de posiciones de EEUU en negociacionescomerciales.

Asimismo, establecer procesos de revisión ambientalcomo los de la Unión Europea denominado “Enfoque dela Comisión de Comunidades Europeas para al RevisiónAmbiental de la Acta Europea Única” y que se adoptódesde 1993, que se orienta hacia la distribución espa-cial, y sectorial de los impactos ambientales generadospor la actividad económica ligada con el MercadoInterno Europeo.

Y por último no deberíamos permitir que los mecanis-mos efectivos de participación ciudadana desaparezcanen el seguimiento de los resultados de los acuerdossobre medio ambiente.

Bibliografía

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CAFTA, Art. 15.2, Art. 15.3, Art. 15.4, Art. 15.5. ANEXO I. Lista de CostaRica ANEXO I, Lista de Costa Rica. I-CR-29; Art. 19.11Art. 15.1.7art.17.1.5.www.comex.go.cr/acuerdos/comerciales/CAFTA/default.htm – 11k

Principio 10. Iniciativa de Acceso a la información, http://:wwww.inicitivaacceso.org

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18 En el Decreto se instruye a la Oficina del Representante Comercial delos Estados Unidos (USTR) y al Consejo sobre la Calidad Ambiental(CEQ) a que elabore las directrices para la implementación del mismo,y se encarga al Comité Interagencial de Política Comercial (TPSC),coordinado por USTR y que se compone por 17 agencias y oficinasfederales, llevar a cabo la evaluación. http://www.inca.or.cr/noti-cias/docs/20001004.00121.htm

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El proceso de negociación y decisión sobre el TLC

El Tratado de Libre Comercio Estados Unidos-Centroamérica-República Dominicana (en adelante TLC)se negoció durante el año 2003 y los primeros mesesdel 2004. Inicialmente participaron 5 países centroame-ricanos (Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua yCosta Rica). Luego se unió República Dominicana, quenegoció primero con Estados Unidos y luego se adhirie-ron el resto de los países.

La negociación de Costa Rica fue encabezada por unequipo de profesionales del Ministerio de ComercioExterior (COMEX) vinculados a los intereses de grandescorporaciones transnacionales y que, en varios casos,como después se sabría, recibieron jugosos comple-mentos salariales de la fundación Costa Rica-EstadosUnidos (CR-USA), heredera de la Agencia Estadunidensepara el Desarrollo (USAID por sus siglas en inglés). Elpaís depositó así una negociación estratégica en perso-nal pagado por la contraparte.

Esta etapa no fue para nada sencilla. Desde un iniciodiversos sectores reclamaron la posibilidad de participaren la definición de al menos los pisos mínimos o techosmáximos de negociación, y de dar un seguimiento cer-cano al proceso. El COMEX estableció un mecanismo de“consulta” con el cual hacía aparecer como partícipes delproceso a las organizaciones invitadas. Sin embargo sehicieron cientos de recomendaciones y promesas sinque éste se comprometiera definitivamente conninguna. Es decir, el mecanismo de consulta fue pura-mente formal en cuanto a los representantes de los sec-tores populares. Consistió en: la publicación de anun-cios, en algunos periódicos de circulación nacional,

llamando a diversos sectores productivos a dar a cono-cer su opinión sin decir cómo se iba a tramitar la misma;la realización de foros de información sobre el procesode negociación con consultas de representantes dediversas organizaciones; y la constitución de un llamado“cuarto adjunto”, que era un espacio donde los negocia-dores podían conversar con las organizaciones y empre-sas (que pudieran costear su participación) sobre elrumbo de las negociaciones en el momento en que éstasse daban. Igual que en el caso anterior, no existió nin-gún procedimiento que hiciera vinculante o permitiera,al menos, lograr algún acuerdo entre organizacionessociales y negociadores.

Con este tipo de mecanismos informativos, los movi-mientos populares fueron tratados como meros recepto-res. Sus argumentos, suficientemente fundamentados,nunca fueron tomados en cuenta. Esto se hizo más evi-dente cuando se publicó el texto del TLC, tiempo des-pués de que las negociaciones habían finalizado, puesen el proceso los textos se habían declarado “confiden-ciales” “para no divulgar la estrategia nacional”, inclusopara diputados que demandaron el acceso a los textosoficiales. Por ejemplo, en una reunión con la viceminis-tra Gabriela Llobet, encargada además de la temáticaambiental, a dos organizaciones se les dio copia de loscapítulos ambientales de los tratado de libre comercioentre Estados Unidos y Chile, Estados Unidos y Singapur–en inglés además- para opinar sobre el TLC entreCentroamérica y Estados Unidos pese a que su asistentehabía manifestado que ya existía la propuesta de capí-tulo elaborada por Estados Unidos y que ella no veía pro-blema alguno en que esas organizaciones pudierantener acceso a la misma para brindar su opinión.2

Institucionalización del movimiento social:la oposición al TLC en Costa RicaMaría Eugenia Trejos1 (Noviembre de 2007)

1 Con la colaboración de Eva Carazo, Isaac Rojas, Silvia Rodríguez yLuis Paulino Vargas (orden alfabético)

2 En esa reunión participó Isaac Rojas representando a FECON y ManuelLópez representando a COECOCEIBA–Amigos de la Tierra Costa Rica.

Aún después de finalizada la negociación no fue posibleconocer la documentación correspondiente a la misma,pues se afirmó que “se extravió” con el cambio de minis-tros en la pasada administración. De hecho, los únicosque sí tuvieron acceso al proceso de negociación, comoasesores del gobierno, fueron los representantes de lascámaras empresariales. Tanto que actualmente uno deesos dirigentes empresariales es Ministro de ComercioExterior.

Si bien la negociación concluyó en enero de 2004 y elTLC fue suscrito por el Presidente en agosto de esemismo año, el texto no fue enviado a la AsambleaLegislativa para su aprobación sino hasta octubre de2005, debido a la creciente resistencia popular queexpresaba diversos tipos de contradicciones entre elmovimiento popular y el gobierno; entre éste y un sec-tor del empresariado; y al interior del mismo gobierno.Lo último culminó con la renuncia de prácticamente latotalidad del equipo negociador.

El impulso definitivo al TLC viene del actual gobierno deOscar Arias, que asumieron el poder en mayo de 2006en medio de una gran marcha de rechazo -por primeravez en la historia electoral costarricense- y después deun ajustadísimo resultado electoral (cerca de 1% de dife-rencia respecto al Partido Acción Ciudadana) y de enor-mes cuestionamientos sobre dicho resultado y sobre lafigura de la reelección presidencial, reinstaurada por laSala Constitucional al anular una decisión legislativa de1969 (Arias ya había sido presidente en el período 1986-1990). Para este gobierno el TLC fue desde un principioun tema central y, como así lo hizo, estuvo dispuesto aconseguir su aprobación de cualquier forma.

La discusión en el Congreso inició en junio de 2006, conun procedimiento que ha sido calificado de antidemo-crático y elevado a otras instancias, como la SalaConstitucional, entre otras cosas porque la comisiónque dictaminó el TLC, si bien recibió a algunos gruposcontrarios al tratado, se negó a recibir a más de 60 gru-pos que habían solicitado audiencia, rechazó consultara los pueblos indígenas tal y como fue recomendado porla asesoría técnica legislativa en cumplimiento delConvenio 169 de la Organización Internacional delTrabajo (OIT), y elaboró el dictamen sin haber discutidoy votado más de 300 mociones pendientes y sin haber

entrado a la discusión del fondo del tratado.

Los diversos sectores de oposición vieron frustrados susintentos de ser escuchados, ya que aún los que tuvieronacceso a las sesiones de la comisión encontraron que nose discutía ni había ningún interés por profundizar enlos contenidos del tratado. El esfuerzo estaba puesto enseñalar los tiempos disponibles para hablar y los/as mis-mos/as legisladores/as tenían limitaciones para poderintervenir, ya que se les medía el tiempo de sus partici-paciones y dentro de ellas estaba el tiempo para las res-puestas. La farsa “democrática” en que se discutió elproyecto puso, una vez más, de manifiesto el cambio derumbo que tomaba el país: se había terminado la insti-tucionalidad democrática que antes había obstaculizadola aprobación del tratado y se recurría continuamente aprocedimientos amañados y autoritarios.

El creciente movimiento de oposición al TLC, a pesar dela multimillonaria campaña realizada por sus defenso-res, llevó a una creciente polarización del país entrequienes defendieron y quienes adversaron el tratado.Sin embargo, de las mismas filas del movimiento oposi-tor salió la propuesta que parece haber sido retomadapor sus defensores como el camino para la superacióndel estancamiento: la realización de un referendo quetuvo lugar el 7 de octubre de 2007.

Las razones de la resistencia en Costa Rica: ampliodesarrollo del estado social

Amplia cobertura de los servicios públicos

El desarrollo del estado social en Costa Rica, desde ladécada de los años 40 hasta la década de los años

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El 21 de agosto de 2007, unos 800 estudiantes y profesoresprotestaron contra la resolución del 12 de julio del TribunalSupremo Electoral, que estableció que el personal de laUniversidad no podía utilizar fondos públicos para hacer cam-paña en contra del CAFTA. (Foto: Juan Carlos Ulate, Reuters)

Trabajador con la compañia estatal de energía y telecomunica-ciones, Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), que ofrece

sus servicios a bajo precio. Es cierto que el ICE serádesmantelado y privatizado bajo CAFTA.

setenta del siglo veinte, condujo a una importanteexpansión de los servicios públicos, comparativamentemejor que la alcanzada en otros países de la región. Apesar de la aplicación de políticas neoliberales, que seiniciaron en la década de los ochenta,3 aún se conservaníndices sociales altos: el índice de desarrollo humano esde 0.838 (correspondiente al lugar 47 en todo elmundo), el analfabetismo es apenas del 4%, la coberturadel seguro de salud abarca aproximadamente a un 82%de la población, la esperanza de vida al nacer es de 78años, la población con acceso a agua potable es de un75%, la cobertura de energía eléctrica es de 97% y la detelefonía de 31.6 líneas por cada 100 habitantes.Además, el país tiene unas de las tarifas más bajas en elcontinente para la electricidad, telefonía fija, celular einternet.4 Esto ha sido posible en el contexto de un pro-yecto de sociedad que garantiza que ciertos serviciosestratégicos sean ofrecidos por el Estado, bajo unalógica solidaria y con amplia cobertura.

Esta expansión de los servicios públicos constituyó yconstituye un elemento central de la actual resistencia:la población que ha tenido acceso a estos servicios sabeclaramente lo que puede perder y ha demostrado sudeterminación a defenderlos.

Amplio y prestigioso sector intelectual

Como parte del Estado Social se desarrolló en el país unsistema universitario de alto nivel y, sobre todo, con laautonomía suficiente para permitir el surgimiento de unpensamiento crítico en un importante sector de profe-sionales. Este sector se dio a la tarea de analizar el TLCpara poder tomar posición frente al mismo. Con ello, laoposición no sólo ha superado el mero discurso y se habasado en el análisis específico del texto, sino que con-forme se fue conociendo más el contenido del tratado sefue ampliando la crítica, creciendo la preocupación

sobre sus implicaciones y aumentando el compromisodel sector intelectual en la lucha para impedir su apro-bación. Desde el mismo año en que concluyó la negocia-ción se inició la producción de materiales de todo tipodesde una gran cantidad de libros y mucho más de artí-culos, varios videos y material de audio, folletos de divul-gación, volantes, canciones, poemas, retahílas, afiches,teatro, etc. que han permitido difundir el análisis sobrelos contenidos del TLC. La producción de materiales fueacompañada de una amplia divulgación y diálogo concomunidades desde las más cercanas a la meseta centralhasta las más alejadas comunidades rurales y pueblosindígenas. Se utilizaron diversas metodologías de educa-ción popular para “bajar” el contenido sumamente densoy confuso de las casi tres mil páginas del TLC y se contócon el apoyo de cientos de activistas dispuestos a cedertiempo, dinero y conocimiento en estas acciones.

La población, ya de por sí inquieta y desconfiada por laenorme propaganda de los defensores del tratado fueconociendo contenidos que le han permitido compren-der las implicaciones del tratado y tomar posición encontra. Al mismo tiempo se fue creando el gérmen de laorganización aglutinada después en los más de 130comités patrióticos establecidos espontáneamente a lolargo y ancho del país.

Institucionalidad democrática con cierto nivel de fun-cionamiento

Hasta antes del gobierno actual, que se inició en 2006,la institucionalidad democrática funcionaba relativa-mente. Los procedimientos parlamentarios impedían laaprobación de leyes o tratados internacionales demanera precipitada y se contaba con la presencia de unsector numeroso, en el parlamento, que se oponía a laaprobación del TLC. El control del ejecutivo lo tenía unsector que conservaba el estilo de gobierno tradicionalen el país, tendiente a favorecer el consenso y a buscarmecanismos de entendimiento cuando se enfrenta laposibilidad de un estallido social. Así, el tratado semantuvo sin siquiera iniciar la discusión parlamentariapor mucho tiempo.

Esto cambió con la administración Arias, como veremosmás adelante. Pero durante el período que va de princi-pios del 2004 a principios del 2006, las reglas puestaspor los mismos sectores gobernantes les impedían avan-zar en la aprobación del tratado. Por ejemplo, el ejecu-tivo instaló una “comisión de notables”, que tardó enemitir una ambivalente declaración. Todo esto diotiempo a que se divulgaran más los impactos fundamen-tales que éste tendría de ser aprobado, y permitió unamplio crecimiento del movimiento de oposición.

Variedad y heterogeneidad de la participación

El movimiento contra el TLC condujo a la confluencia deamplios y variados sectores de la población. Por un lado,participaron representantes de todo el movimientosocial: sindicatos, campesinos, estudiantes, indígenas,cooperativistas, ecologistas, profesionales, mujeres,algunos sectores de diversas iglesias, artistas. Por otrolado, hubo pronunciamientos de instituciones de presti-gio en contra de la aprobación del tratado: tres de lasuniversidades públicas hicieron pronunciamientos fun-damentados en análisis a fondo y en las cuatro se for-maron frentes de lucha contra el TLC. La Defensoría delos Habitantes también se pronunció en contra y elaboró

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3 Desde la década de los ochenta del siglo veinte se inició la aplicaciónde políticas neoliberales que han ido modificando esta orientación,aunque la resistencia social, el estilo de gobierno y el “colchón” queha dejado la política social previa permiten que aún, a nivel de indica-dores, no se enfrente una situación social muy deteriorada. Sinembargo, como resultado de estas políticas, hay un marcado dete-rioro en la calidad de los servicios públicos, así como en la distribu-ción del ingreso y en la presencia de lo que se ha llamado “flexibili-dad” laboral.

4 Datos de: Foro Mundial sobre Educación, Educación para Todos,informe de país. En www.unesco.org; Programa Estado de la Nación.En: www.estadonacion.or.cr; Fumero Paniagua, Gerardo. “El Estadosolidario frente a la globalización. Debate sobre el TLC y el ICE”, SanJosé, Costa Rica, 2006.

El muro de la dignidad, donde las personas eran libres depublicar sus puntos de vista sobre el CAFTA. (Foto: Julia Ardón)

otro amplio y detallado informe. Finalmente, se formóun Frente de apoyo a la lucha contra el TLC, encabezadopor el rector de una de las universidades públicas.

También se sumaron, activamente, al movimiento desta-cadas figuras en el campo artístico e intelectual (variospremios nacionales, por ejemplo) y muchos/as artistasde gran reconocimiento. Desde el campo político parti-ciparon dos expresidentes, varios ex candidatos a presi-dente (de partidos grandes), varios ex jerarcas de insti-tuciones públicas, ex ministros, ex primeras damas.Incluso dentro del Partido Liberación Nacional (actual-mente en el gobierno) formó un frente contra la aproba-ción del tratado. Por último, un sector de empresariostuvieron una participación muy destacada, entre ellosproductores arroceros, de productos genéricos, pecua-rios, etc. y se formó una Organización de Empresariospor Costa Rica que se opone a la aprobación del TLC.

Estos hechos dieron una gran legitimidad al movimientode rechazo al TLC y, lograron frenar la intensa campañamediática que centró sus ataques en algunos dirigentessindicales, creyendo que con ello logrararían despresti-giar el movimiento. Lo cierto es que un sector crecientede la población percibió la participación de todas aque-llas personas y reconocieron también que son losgrandes empresarios y el gobierno los que defienden eltratado. A esto se sumó un nivel de desconfianza quetienen los/as costarricenses cuando algo se les intentaimponer: parte del rechazo se generó, precisamente, enla multimillonaria campaña publicitaria y en la insisten-cia del gobierno en que se requería la aprobación delTLC para sacar adelante al país. Hay que recordar queeste gobierno inició su gestión, en medio de cuestiona-mientos sobre la reelección presidencial y sobre el resul-tado de las elecciones, con el apoyo de sólo una cuartaparte de los/as votantes.

A la variedad de los sectores que participaron en elmovimiento hay que agregar la diversidad de formas departicipación y de expresión que se han utilizado. Se for-maron comités y frentes de lucha en todo el territorionacional, y éstos organizaron diferentes tipos de activi-dades, casi siempre en contacto más personal con lagente y, en ese sentido, muy distante de la maneraimpersonal en que los defensores del TLC se relacionan,ya que es, sobre todo, a través de los medios.5 Estetrabajo fue creciendo de manera que cada semana apa-recían nuevos comités o frentes de lucha en diferentescomunidades.

Organización de la resistencia

Consideramos que la resistencia frente a la aprobacióndel TLC tuvo cuatro momentos iniciales:

Antes de la firma del TLC

En este período, durante el 2003 y principios del 2004,el movimiento estaba dividido sobre todo entre dos sec-tores: el que se oponía a cualquier tratado de librecomercio con Estados Unidos y el que buscaba incorpo-rar algunas disposiciones en el tratado que se estaba

negociando. Así, había mucha división y dispersión y sehacían esfuerzos separados para enfrentar el proceso denegociación.

Ninguno de los sectores conocía realmente lo queestaba quedando el tratado, ya que sólo se tenía accesoa los informes de COMEX y no a los documentos queiban saliendo de la negociación. Ni siquiera quienes bus-caban incorporar disposiciones y participaban en el lla-mado “cuarto adjunto” tenían acceso a los documentosni a la evolución de la negociación, pues el equipo nego-ciador buscaba asesoría y acuerdos con el sector empre-sarial y ocultaba información al resto de los/as partici-pantes.

Entre la firma y las elecciones de febrero de 2006

Al finalizar la negociación del tratado y, finalmente,publicarse sus contenidos, quienes habían venido parti-cipando con diversas posiciones y expectativas pudieronconocer sus verdaderos alcances. Con ello, quieneshabían intentado incorporar algunas disposicionesmenos desfavorables, en cualquiera de los temas, com-prendieron que nada en el TLC favorecía a ningún sectorque no fuera el capital transnacional y sus representan-tes internos. Por ello, la posición de los sectores oposi-tores adquirió una mayor unidad pues todos se oponíana la aprobación de este tratado. La diferencia era ahoraentre quienes planteaban que debía renegociarse orechazarse de plano. Entre los primeros están quienes,en la última etapa, conducen el movimiento a la realiza-ción del referendo.

Aún así, se realizaron esfuerzos unitarios con mejoresresultados que en la etapa anterior y se formó una comi-sión de enlace donde se establecían algunos mecanis-mos de vinculación entre los diferentes sectores oposi-tores al tratado. Estos instrumentos unitarios noabarcaron la totalidad del movimiento, pero permitieronrealizar acciones con la participación de todos. Siemprese mantuvo el espacio para las acciones que surgían dediferentes comunidades o sectores, con amplios desplie-gues de creatividad, mucho trabajo personal y muchaproducción intelectual y de material de divulgación.

Después de las elecciones de 2006

Las elecciones de 2006 conducen al inicio de la adminis-tración Arias, que define como eje de su proyecto la

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5 No hay que ignorar su presencia en algunas empresas donde dancharlas a un público cautivo al que atemorizan con que perderán sutrabajo si no se aprueba el TLC. Como en Costa Rica no existe sindi-calismo en el sector privado (no hay libertad sindical) sólo los defen-sores del TLC tienen acceso a estas empresas, que son sobre todo lasde zonas francas.

Costarricenses utilizan una enorme variedad de medios paraexpresarse en contra del CAFTA (febrero de 2007)

aprobación del TLC y de las leyes complementarias a suejecución. Esto facilitó la unidad del movimiento en con-tra del TLC porque no había negociación posible con elgobierno y no había renegociación posible del tratado.La lucha se definió como la lucha contra el TLC sin cali-ficativos.

El gobierno amplía su campaña y se hacen movimientoslegislativos para la aprobación del tratado y de las leyescomplementarias. El proyecto avanza en la comisión deasuntos internacionales –con las deficiencias que semencionaron antes– que, finalmente, lo dictamina y loenvía al plenario.

El movimiento de rechazo crece, se forman nuevas coor-dinadoras y frentes de lucha y se realizan las dos mani-festaciones más grandes en contra de la aprobación deltratado: una en octubre de 2006 y otra en febrero de2007. Las manifestaciones tenían una expresión centralen el centro de San José, pero había movimientos simul-táneos en varios puntos del país. La polarización delpaís se ampliaba y, con ella, la tensión social.

Fue entonces cuando se pasó a la cuarta etapa.

Institucionalización del movimiento

Dentro del mismo frente opositor al tratado surgió ungrupo de ciudadanos que propuso la realización de unreferendo. Cuando se inició el planteamiento, antes delas elecciones de 2006, podía haber algunos argumen-tos a su favor, aunque éste también era un tema quedividía al movimiento. Sin embargo, cuando se presentaante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) una peti-ción para la realización de un referendo que definiera elfuturo del TLC, ya se había pasado por un proceso elec-toral en el cual el papel de dicho tribunal había sido

sumamente cuestionado. Esta petición fue, inicialmente,rechazada por el TSE.

No obstante, después de la manifestación multitudinariade febrero de 2007, y en un aparente acuerdo con elgobierno, el TSE aprueba la realización de un referendo,solicitado por el poder ejecutivo y aprobado por el legis-lativo, que se realizó en octubre de 2007. Con esta reso-lución, a nuestro juicio, se institucionalizó el movi-miento y los gobernantes se apropiaron de la lucha quepasó, ahora, a su propio campo.

Las condiciones en que se realizó el referendo en CostaRica no garantizaron, como algunos/as previeron, unaparticipación equilibrada. Primero, los medios de mayordifusión en su mayoría tuvieron una posición claramentefavorable a la aprobación del tratado y no informaron nipermitieron el acceso del movimiento opositor.Segundo, el TSE no garantizó el acceso equilibrado delos dos sectores a los medios ni entregó recursos paraser utilizados en la difusión de las posicionesm por loque los defensores del tratado contaron con recursosmultimillonarios otorgados por sectores empresariales,mientras los opositores tuvieron que continuar con eltrabajo personal o en espacios pequeños. Tercero, elTSE dispuso que los fiscales del referendo fueran nom-brados por los partidos políticos, lo que también difi-cultó el trabajo del movimiento opositor, que no estabainscrito en ningún de ellos. Cuarto, el TSE dictó disposi-ciones que pretendieron impedir la participación de lasuniversidades públicas, alegando que usan recursospúblicos, pero en una clara y peligrosa violación de laautonomía universitaria, mientras acepta que el presi-dente y sus ministros utilicen su tiempo –y los recursospúblicos- para hacer campaña a favor del tratado.“Vamos a hacer un trato”, dijo sin ambages el PresidenteArias en reunión oficial con ciudadanos de una alejada

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El 26 de febrero de 2007, unos 200.000 costarricensessalieron a la calles de San José para decir NO al TLC.

Cartel pidiendo un masivo voto del “NO” en el referéndum(Foto: cortesía de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados, ANEP)

comunidad de la zona el sur del país, “ustedes votan porel TLC y nosotros les construimos un gran aeropuerto”.

Así, el futuro del TLC fue definido en un proceso electo-ral amañado y no en la lucha social que se había venidodesarrollando. Pero peor aún, ese proceso electoral notuvo las condiciones mínimas para garantizar que lapoblación accediera a la información de ambas posicio-nes y las dudas fundamentadas sobre la imparcialidaddel TSE fueron hechos consumados.

Sin embargo, hay que destacar que el movimiento y laorganización se multiplicaron ante la perspectiva del,con la creación de más de comités y la multiplicación deformas de divulgación de los contenidos del tratado.Este movimiento podría ser el germen de un procesoque, más allá de la aprobación o el rechazo del TLC,conduzca a una transformación social de carácter másradical.

Síntesis de la etapa antes del referendo

En Costa Rica se generó un amplio movimiento derechazo al tratado de libre comercio, entre otras cosasporque en el país existió un estado social con un rela-tivo desarrollo. Esto permitió la expansión de los servi-cios públicos, que hicieron que la población quiera con-servarlos; la presencia de un importante sectorintelectual que condujo a que el tratado no se combatierasimplemente con discursos, sino con análisis de sus con-tenidos y el reconocimiento de sus verdaderos alcances;la existencia de una institucionalidad democrática que,hasta antes del 2006, funcionaba hasta cierto punto yobstaculizaba la aprobación del tratado sin una discu-sión parlamentaria más o menos prolongada.

El movimiento del NO logró incorporar a sectoresamplios y variados de la población, dificultando a susdefensores la ofensiva por la presencia de muchas figu-ras prestigiosas en diferentes ámbitos intelectuales, cul-turales, artísticos y políticos, así como por la participa-ción de instituciones prestigiosas como lasuniversidades públicas y la defensoría de los habitantes.

El movimiento del NO mostró que es posible enfrentar elpoder económico y mediático con el trabajo más perso-nalizado, sistemático y bien fundamentado.

El movimiento del NO evolucionó desde una oposición

dividida hasta una gran unidad, desde una oposición “dela calle” hasta la institucionalización del movimiento.Esto condujo a la definición sobre el futuro del TLC enun referendo dirigido por un tribunal de eleccionescuestionado en el último proceso electoral y con reglasque no garantizan el equilibrio.

El movimiento del NO permitió el surgimiento de diver-sas expresiones sociales y de formas organizativas y departicipación que, podemos esperar, serán el germen dela construcción de una sociedad opuesta a la queimpulsa el TLC: donde se conserva la soberanía sobrelos recursos naturales, el territorio, las decisiones, laaplicación de la justicia, el derecho a legislar. Donde lavida sea más importante que el comercio y las personassean más importantes que las ganancias. Donde losesfuerzos se orienten al desarrollo solidario de laspotencialidades humanas y no a la competencia y el for-talecimiento de las grandes corporaciones.

El desenlace frustrante y esperanzador

Como es sabido, el TLC consiguió el 7 de octubre unavotación mayor a su favor. Si bien técnica y aparente-mente podemos decir que no hubo fraude directo en lasurnas, sí podemos hablar con certeza de condicionesasimétricas de las partes y de un fraude mediático.También podemos hablar de que, en el futuro, elgobierno estará bajo la mira cercana del movimientosocial gestado en esta lucha que permitió abrir espaciospara imaginar un modelo de sociedad diferente en lostérminos preliminares expuestos en los párrafos ante-riores. ¿Cuál es el balance de la situación a un mes delaturdimiento inicial que los resultados provocaron enlas filas del NO?6

El referendo: legitimador del proyecto neoliberal

El movimiento del NO, con su riqueza social y cultural,con sus formas alternativas de participar en el accionarpolítico nacional, tenía su espacio fuera de la institucio-nalidad controlada por los sectores gobernantes, como

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6 Invitamos a los y las lectoras a leer algunos otros artículos que se hanescrito como evaluación de la situación luego del referendo. Entreotros: Vargas Solis, Luis Paulino. El Movimiento Ciudadano más alládel referendo | Noviembre 17, 2007.www.tribunademocratica.com/2007/11/el_movimiento_ciudadano_mas_alla_del_referendo.htmlGallardo, Helio. Análisis de la coyuntura actual costarricense.Noviembre, 2007.

Las (no tan secretas) papeletas del referéndum (Foto: internet)Votando en el referéndum sobre el TLC, el 7 de octubre del2007

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había sido hasta ese momento. Sin embargo, la convo-catoria del referendo utilizó los argumentos ideológicosmás arraigados en nuestro pueblo y fueron muy pocaslas voces que señalaron su carácter desmovilizador ytramposo.

Oscar Arias ya había utilizado los mecanismos de la“democracia electoral” en contra del movimiento popu-lar, cuando “salvó” la guerra de Estados Unidos contra elgobierno sandinista, al proponer unas elecciones gene-rales. Su experiencia en estos campos y la elaboraciónde una estrategia, aparentemente en conjunto con elTSE, las cámaras empresariales, la embajada de EstadosUnidos y los medios de comunicación nacionales e inter-nacionales, no podían conducir sino a la legitimación delTLC, ahora aprobado por la “mayoría” electoral del país.Incluso la Sala Constitucional participó en la estrategiaal abstenerse de señalar las clarísimas inconstitucionali-dades del tratado.

El proceso del referendo estuvo, al igual que las eleccio-nes nacionales, viciado de nulidad. Primero porque elTSE no fue imparcial:

• no aplicó ninguna norma que garantizara la igualdadde oportunidades para los dos bandos en disputa;publicó en los principales diarios nacionales y como“resumen del TLC” un texto elaborado por el grupoEstado de la Nación, totalmente parcializado a favordel Sí;

• no impidió irregularidades como las amenazas y cam-pañas del miedo que se desataron en las empresas;

• permitió la injerencia de sectores que no debían par-ticipar, como figuras públicas de la administraciónBush y del embajador de Estados Unidos que perso-nalmente participó en campañas de publicidad y visi-tas a empresas, incluso durante los días de tregua.

• Durante estos mismos días, el TSE también permitióla participación por televisión a favor del SI del presi-dente de la república y de su hermano, el ministro dela presidencia, en clara violación legal del artículo 24del reglamento de la Ley del Referéndum.

Segundo, porque los medios no permitieron el acceso,

no digamos a las posiciones de ambos sectores, sino ala información que la población tenía derecho a conocer.

Tercero, porque el gobierno participó de lleno y conrecursos de todos/as nosotros/as en la campaña del Sí,utilizando todos los mecanismos de amenaza y genera-ción del miedo, también a la vista y permiso del TSE.

En estas condiciones no podía esperarse un resultadofavorable al NO y, de haberlo habido ¿lo hubo? nisiquiera lo sabríamos porque no hubo representaciónadecuada en todas las mesas electorales.

Los comités patrióticos: germen de una sociedad alter-nativa

En el terreno de la institucionalidad desgastada ycorrupta de nuestro país, la lucha contra el TLC yaestaba perdida desde que se aceptó participar en el refe-rendo. Sin embargo, fue en el proceso del referendo enel que los llamados comités patrióticos adquirieronmayor fuerza y dinamismo.

La mayoría de estos comités han participado no sólo conlos medios alternativos que se han señalado sino, sobretodo, con autonomía y horizontalidad, con creatividad yespacios para los/as distintos participantes, sin regula-ciones asfixiantes ni dirigentes auto ungidos/as y con lavoluntad y determinación que se requiere para recons-truir la sociedad. Son, entonces, potenciales sustitutosde la institucionalidad existente.

Pero no podemos esperar que todos los comités patrió-ticos sigan el mismo rumbo. Los habrá (o los hay) con-trolados por los/as dirigentes autoproclamados o porlos partidos políticos que los orientan según sus propiosintereses. Los habrá (o los hay) enredados en la institu-cionalidad existente y sin la capacidad necesaria parasacar las lecciones de la experiencia pasada. Pero algu-nos serán capaces de reconocer el momento en que serealizan sus acciones y podrán constituirse en el basa-mento de una nueva institucionalidad en la cual sean losdiversos sectores populares los que definan y controlenel rumbo que debe seguir el país.

(Foto: Julia Ardón)

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Quizás es en el ámbito de la producción industrial yagrícola donde los impactos sobre la sociedad son yamás visibles. Pero no se debe dejar de lado todas aque-llas transformaciones que el DR-CAFTA ha traido con-sigo y que tendrán impactos a largo plazo sobre cadauna de las sociedades: los cambios legislativos, laimposición de legislación sobre derechos de propiedadintelectual, el “trato nacional” para las empresas trans-nacionales, etc..

Honduras: fue uno de los países más afectados por elimpacto fiscal por las políticas de desgravación arance-laria que promueve el Tratado ya que aceptó en formainmediata la desgravación total del 74,4% a las importa-ciones estadounidenses, ello ha implicado una dismin-ución de ingresos tributarios de 148 millones dedólares (1).

• Honduras invadida de transgénicos: La posiciónasumida en un principio por la Secretaría deAgricultura y ganadería (SAG) a mediados del 2007 defrenar la producción de maíz transgénicos en el país,fue modificada dadas las presiones de las transna-cionales agroindustriales y de la Secretaria deRecursos Naturales (SERNA) que invocaron al Tratadode Libre Comercio con Estados Unidos (CAFTA) parasuspender la iniciativa de la SAG (8)

• Honduras: las importaciones de mercancías se incre-mentaron durante el primer trimestre del 2007 en 24por ciento en relación al año anterior, al pasar de1,177 a 1,459 millones de dólares mientras lasexportaciones observaron una caída de 6.1 porciento, al pasar de 178.1 a 167.2millones de dólares (9).

• República Dominicana: En el caso deRepública Dominicana ha habido unareducción de ingresos tributarios de un2,91% (727 millones dólares), lo que hahecho que el Gobierno promueva refor-mas fiscales orientadas a incrementar elmonto de los impuestos a las y los con-tribuyentes (1).

• El Salvador: una de las promesas delTLC, es que este propiciaría un incre-mento de las exportaciones que permi-tiría reducir el déficit de la balanza com-ercial. Después de un año de aplicacióndel TLC, las exportaciones crecieron un3.8%, mientras que las importaciones un11% produciendo un aumento del déficitcomercial de 19%, llegando este a másde 4,100 millones de dólares (3).

• Nicaragua: los mercados nicaragüenses fueron inun-dados de productos industriales de Estados Unidos.En el período abril/2006 – marzo/2007 el montoimportado de bienes desde los Estados Unidos deAmérica alcanzó USD649.7 millones, lo que refleja uncrecimiento de 27.5% con respecto al período abril/2005 – marzo/2006 (USD509.4 millones).

• Guatemala: El sector textilero cerró durante el año2007 35 fábricas y perdió más de 17 mil empleos,pese a las promesas de una reactivación tras la vigen-cia del Tratado de Libre Comercio (TLC) con EstadosUnidos. Aunque la rama textil fue una de las que máspropugnó por la firma del pacto, en la práctica noobtuvo ninguno de los presuntos beneficios atribui-dos al tratado (4).

En términos regionales algunos de los hechos compro-bados son:

• Las importaciones provenientes de Estados Unidoshan crecido en todos los países: El Salvador (11.7%);Honduras (26%); Nicaragua (27.5%); RepúblicaDominicana (13.5%) (1).

• Todos los países que han ratificado el TLC han vistocrecer el endeudamiento nacional con los EstadosUnidos, y también han visto inundarse sus mercadosnacionales de bienes, servicios y materias primasimportadas de dicho país” (5).

• La inversión extranjera también disminuyó de manerasignificativa, durante el primer año de vigencia delTLC: cayó un 42% (-$180 millones) en El Salvador; -

Dos años de CAFTA:profundos impactos producidos en América Central y República Dominicana

GRAIN (Noviember 2007)

“Si Nicaragua está mejor que nosotros [bajo el TLC] ¿porque sevienen los nicarageünses para acá?” dicen en este periodico

costarricense del 3 de septiembre del 2007 (Foto: Quest-Nicanet)

Una recorrida por los distintos países que ya han firmado y tienen el DR-CAFTA envigencia es suficiente para observar como a casi dos años de su firma no solo no sehan producido ninguno de los supuestos efectos benéficos que traería sino que por elcontrario en amplios ámbitos de la sociedad ya se sienten sus impactos negativos.

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$182 millones en Honduras; un 3.8% (-$23.4 mil-lones) en República Dominicana, y en Nicaragua solose recibieron $57.8 millones, en el 2006 (5).

• También se encontró que “se consolida el desmante-lamiento de la economía campesina” en la región. “Encada uno de los países, el déficit de la balanza com-ercial agrícola se ha acrecentado, pues las importa-ciones de granos básicos aumentaron, y los preciosde éstos se han incrementado de manera drástica, alser estas importaciones controladas por unos cuan-tos grupos que concentran el mercado y se dedican ala especulación.” (5)

• En lo que respecta al derecho al conocimiento y a lasalud, el balance encontró que “bajo las reglas delTLC se limita ya, y prohíbe, la producción de medici-nas genéricas, con lo que el encarecimiento de losproductos está empezando a atentar contra el dere-cho a la salud de las personas, así como a afectar alas industrias farmacéuticas nacionales” (5).

• Las restricciones a los medicamentos genéricos limi-tan el acceso a medicamentos baratos, tomando encuenta que las diferencias en precios entre los pro-ductos patentados y genéricos son abismales, siendolos primeros superiores hasta en más de un 300 %, locual se traduce en un evidente perjuicio en contra delas personas de bajos ingresos (7).

• Un Informe elaborado por la Red Regional deMonitoreo DR-CAFTA añade que “mediante las reglas

de propiedad intelectual, que prohíben el uso de mar-cas, videos, sonidos y hasta olores, se está afectandotambién el derecho al trabajo de miles de personasque dependen de los mercados informales para sub-sistir, dado el desempleo al que el mismo TLC con-tribuye, por ejemplo, en el campo. Esta prohibiciónha ido acompañada de un aumento desmedido deacciones represivas y violatorias de la dignidad de laspersonas y de sus derechos humanos.” (5)

• El 2 de julio del 2007 en El Salvador se realizó unaprotesta popular pacífica contra el lanzamiento de laPolítica Nacional de Descentralización y la inaugu-ración de un proyecto de agua que significaba lapuerta de entrada a la privatización del agua a nivelnacional (5). Esta manifestación fue brutalmentereprimida con dirigentes detenidos y decenas de heri-dos. Toda esta situación parte de que para el CAFTA-DR el agua es una una mercancía, susceptible decomercio. A partir de la ratificación del CAFTA-DR seafectan las posibilidades de implementar medidastendientes a la conservación del recurso, y a través dela concesión de los servicios se potencia el procesode privatización de los servicios de agua potable ysaneamiento (6).

El panorama es claro, como en todos los TLCs el obje-tivo del CAFTA-DR es poner todo el patrimonio de lospueblos de Centroamérica y R. Dominicana bajo el con-trol de las grandes corporaciones y en poco tiempo losefectos se han hecho evidentes. Por supuesto que todosestos impactos están llevando a una nueva ola de movi-lización popular para la resistencia en la región, que sesuma a la positiva experiencia de la Sociedad Civil enCosta Rica, que en estos momentos está siendo compar-tida por los movimientos. Los dos frentes en los que sevislumbran acciones son la denuncia de los impactos yel rechazo al CAFTA así como también la lucha contralos nuevos TLC en marcha (fundamentalmente elacuerdo UE-Centroamérica).

Notas

1- TLC deja saldo negativo en Centroamérica y República Dominicana ht tp ://www. in forma- t i co .com/php/expat .php? id=17-09-07012632&esPrimerArticulo=&ed=166&fecha=17-09-07&foro=

2- Informe Preliminar de Monitoreo del TLC a un año de entrada envigenciawww.informa-tico.com/attachs/17-09-070126321652474.doc

3 Comunicado del Bloque Popular Social a un año del CAFTAhttp://www.simpatizantesfmln.org/index.php?name=News&file=arti-cle&sid=2641

4 Textileros guatemaltecos en crisis tras TLC con Estados Unidos, http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=10492&lang=es

5 Hacen balance regional del primer añohttp://resonoco.nireblog.com/post/2007/09/26/hacen-balance-regional-del-primer-ano

6 Reprimen salvajemente manifestación contra privatización del aguaen El Salvadorhttp://www.radiomundoreal.fm/rmr/?q=es/node/23038

7 CAFTA-DR y los Derechos Económicos, Sociales y Culturales en ElSalvadorhttp://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=9182&lang=es

8 Honduras: los Hijos y las Hijas del Maíz y la Tierra: “exigimos sedetenga la invasión transgénica”http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/35807

9 Cafta dispara importacioneshttp://www.laprensahn.com/ediciones/2007/05/28/cafta_dispara_importaciones

En marzo de 2005, como parte de la lucha, el Bloque Anti-imperialista pintó un mural denunciando los TLC y a los queestán vendiendo Guatemala a los Yankees. (Foto: Indymedia)

(Photo: Quest-Nicanet)

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En los últimos años se han venido acumulando en elCono Sur, una de las zonas donde han surgido gobier-nos progresistas y de izquierda, un conjunto de hechosque suponen la profundización del modelo neoliberalpero ahora de la mano de gobiernos que se reclamancontrarios al Consenso de Washington.

Esta profundización del modelo asume varias caracterís-ticas: la conversión de los países del Mercosur en una“república soyera” con una producción superior a los100 millones de toneladas de soya; la creciente alianzade los gobiernos de Uruguay y Brasil con los EstadosUndios para avanzar hacia la liberalización comercial; laopción por el etanol y el monocultivo de caña de azúcarrealizada por Luiz Inacio Lula da Silva, que profundizaráel carácter subimperial de su país. Por otro lado, la pro-fundización del modelo neoliberal no hace más queinsuflarle fuerza política y social a las derechas, comoquedó en evidencia en las elecciones de la capital argen-tina con el triunfo del empresario Mauricio Macri.

Con el proyecto del etanol la extranjerización de la eco-nomía brasileña, y con ella la de toda la región, subiráun nuevo peldaño. Cuando Lula llegó al gobierno, el 1de enero de 2003, la participación de filiales extranjerasen la industria había trepado del 31% en 1985 al 40%,según un estudio divulgado por el ex presidente delBanco Nacional de Desarrollo, Carlos Lessa. De las 500mayores empresas del agronegocio, que controlan casitodo el PIB agrícola de Brasil, seis son estatales, 388 bra-sileñas y 106 extranjeras. Pero entre las 50 mayores haysólo 22 brasileñas y 28 extranjeras. Sólo la empresaAdecoagro, que pertenece a George Soros, va a invertir800 millones de dólares en usinas de etanol. Cargillcompró el 63% de Cevasa, la mayor usina de etanol delpaís. Según el Banco Central sólo en lo que va de 2007ingresaron a Brasil 6.500 millones de dólares para serinvertidos en la producción de etanol.

A mediados de 2007 se supo que los grandes bancos deBrasil siguen acumulando las mayores ganancias de suhistoria. La contracara de esta amistosa apertura al capi-tal financiero es la creciente militarización de las favelasde Rio de Janeiro. Con la excusa de los JuegosPanamericanos celebrados en julio en Rio, se expulsóviolentamentea miles de familias de sus hogares por elúnico delito de vivir en los alrededores de los localesdeportivos, se persiguió como nunca a los vendedoresambulantes y a los que viven en las calles. Esta verda-dera “limpieza social” va de la mano de una inversión de2.600 millones de dólares en los Juegos. La criminaliza-ción de la pobreza no es más que el anverso de laalianza con el capital financiero.

Lo que sucede en Brasil es fotocopia de lo que vienepasando hace 17 años en Chile bajo un gobierno dealianza entre la democracia cristiana y los socialistas. Yno está muy lejos de la política que promueve elgobierno uruguayo, cuya ministra del Interior prometiómano dura con los manifestantes radicales mientras elpresidente Tabaré Vázquez estrecha su alianza conWashington. En Argentina, organismos de derechoshumanos denuncian que el “gatillo fácil” (la muerte dejóvenes pobres a manos de la policía) sigue creciendopese al discurso de Néstor Kirchner contra el genocidiode la dictadura militar.

Contradicciones regionales

Lula alcanzó a comienzos de julio acuerdos estratégicoscon la Unión Europea. La I Cumbre UE-Brasil, en Lisboa,tuvo en el cambio climático uno de sus ejes que se tra-duce en el impulso a los agrocombustibles. En la reu-nión empresarial paralela a la cumbre se firmó la asocia-ción de Petrobras y la portuguesa Galp para laproducción de 600 mil toneladas anuales de aceitesvegetales en Brasil para su comercialización en Europauna vez transformadas en biodiesel. Este tipo de acuer-dos alejan la posibilidad de que el Mercosur caminehacia la soberanía y la seguridad alimentarias.

El presidente brasileño apuesta a una integración sobrela base de la Iniciativa de Integración de laInfraestructura de la Región de América del Sur (IIRSA),que consiste en 300 megaproyectos para la conexiónfísica del continente. Financiado por el Banco Inter-americano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina deFomento (CAF) y el Banco Nacional de DesarrolloEconómico y Social (BNDES) de Brasil, cuenta con sufi-cientes recursos (más de 30 mil millones de dólares)como para impulsar grandes obras (represas, gasoduc-tos, carreteras, puertos) con la finalidad de impulsar elcomercio Atlántico-Pacífico, colocando los recursos natu-rales sudamericanos a disposición del mercado global.

Tal vez por eso las diferencias entre Chávez y Lula pasa-

¿Integración o libre comercio?Poca voluntad para superar los escollos

Raúl Zibechi (Agosto 2007)

El año 2007 puede pasar a la historia como el del fin de las esperanzas de una integra-ción regional diferente a la que pregonan los mercados y el capital transnacional.

ron de la diplomacia a las declaraciones públicas. El pre-sidente venezolano aseguró que no está interesado en el“viejo” Mercosur. Las diferencias entre ambos países soncada vez mayores. Brasil está interesado en los negociosy en posicionarse como potencia regional y global, perono hace el menor gesto hacia la integración y, sobretodo, no está dispuesto a pagar ningún precio para con-cretarla. En tanto, Venezuela no deja de tomar iniciativasy hacer a un lado los negocios con tal de fortalecer lasalianzas regionales.

El Banco del Sur es otro de los temas en los que no hayacuerdo. Iba a lanzarse en julio durante la Copa Américade fútbol en Caracas, pero debió postergarse sin fechadebido a las diferencias de Brasilia. Del Gasoducto delSur ya ni se habla, pero el gobierno de Lula sigue intere-sado en un gasoducto entre Venezuela y el Nordestepara favorecer la expansión industrial de esa zona pos-tergada de Brasil. Dos iniciativas necesarias para todoslos países de la región muestran a los dos países enfren-tados. El gran problema es que las grandes iniciativas novan a avanzar si Brasil, que seguirá siendo el país clavede la región, no deja de poner por delante sus estrechosintereses nacionales.

La forma como el gobierno Lula está abordando las rela-ciones con sus vecinos más pequeños son una claramuestra de ello. Fernando Lugo, candidato progresista ala presidencia de Paraguay, recordó en una entrevista enFolha de Sao Paulo que su país está subvencionando a laindustria paulista. El 98% de la energía que produceItaipú es vendida a Brasil a precios irrisorios, con lo que

este cubre más del 20% de sus necesidades energéticas.Paraguay percibe apenas 250 millones de dólares por laenergía que vende, pero al precio del mercado deberíaingresar 3.500 millones de dólares.

Lugo apuesta a rever el contrato y aumentar el precio ala mitad de lo que se paga en el mercado. Pero el canci-ller Celso Amorim se niega a revisar un acuerdo firmadocuando ambos países eran gobernados por dictadurasmilitares. Paraguay debe importar petróleo pagando pre-cios superiores a los que recibe por vender su energía aBrasil. Por otro lado, Itaipú generó una deuda espúrea, aligual que la represa de Yacyretá construida con Argen-tina. Pero mientras Kirchner estsá dispuesto a a revisarlas cuentas, Brasil se sigue negando. Si esto sucede bajoel gobierno de Lula, se puede imaginar lo que pasaráluego de 2010 cuando la derecha retorne a Brasilia.

Con Ecuador las cosas no son mejores. Un informeencargado por el ministro Alberto Acosta estableció quePetrobras incurrió en delitos por la venta de acciones ala japonesa Teikoku y por la apropiación ilegal de unpozo de la estatal Petroecuador. Un delito similar al quellevó a la anulación del contrato con la estadounidneseOXY. El gobierno, presionado por los movimientossociales, estudia la anulación del contrato de Petrobras.Pero el gobierno de Lula presiona a Ecuador a favor dePetrobras, pese a que no es una empresa estatal sinomixta.

Bolivia debió llevar al Parlamento Amazónico su litigiocon Brasil por la construcción de dos represas en el fron-

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Las iniciativas de integración regional, como el IIRSA, pueden significar más trastornos sociales y ambientales. (Imagen: FOBOMADE)

terizo río Madera que forman parte de la IIRSA. Elgobierno de Evo Morales solicitó una reunión a Brasilpara abordar el conflicto, pero el canciller Ceso Amorim,que considera las represas como “estratégicas”, nisiquiera tuvo la gentileza de responder a su par DavidChoquehuanca. Lo cierto es que las obras inundaránmás de 500 kilómetros cuadrados de la Amazonia boli-viana y que el gobierno Lula adelantó que no está dis-puesto a dar marcha atrás. Brasil se molestó por eldecreto de Evo que en junio obligó a Petrobras a ven-derle dos refinerías de petróleo a Bolivia. Brasil aban-donó a Bolivia sin la menor intención de cooperar paraque pueda industrializar sus recursos naturales y salirasí de la postración neocolonial. Lula sigue siendo pri-sionero de las multinacionales, del sector financiero y dela ambición de elevar a Brasil al rango de potencia.

Venezuela y Brasil

A comienzos de agosto los presidentes Lula y Chávezrealizaron dos giras que muestran las contradiccionesinsalvables existentes en la región. Lula visitó cinco paí-ses: México, Honduras, Nicaragua, Panamá y Jamaica,con el objetivo de promover los agrocombustibles.Chávez visitó en las mismas fechas Argentina, Uruguay,Ecuador y Bolivia, para firmar acuerdos que impulsen laintegración.

La de Lula podría llamarse la “segunda gira del etanol”.La primera, recordemos, la realizó George W. Bush aprincipios de marzo de este año, cuando llegó a acuer-dos de largo plazo con Lula para promover los agrocom-bustibles. Ahora el presidente de Brasil viajó para pro-mover que empresarios de su país instalen plantas deetanol de caña de azúcar en los países centroamerica-nos. En México, primera etapa de su viaje, Lula impulsóun acuerdo entre la estatal Pemex y la trasnacionalPetrobras para la exploración y explotación de petróleoen aguas del Golfo de México. El acuerdo es interesantepara Petrobras ya que la empresa es líder mundial enextracción de crudo en aguas profundas, tecnología quela empresa mexicana no posee.

La izquierda mexicana reaccionó duro. Andrés ManuelLópez Obrador, víctima de un fraude electoral en laselecciones de 2006 que benefició al actual presidente

Felipe Calderón, advirtió que se puede usar a Petrobrascomo “punta de lanza” para privatizar Pemex, un obje-tivo largamente acariciado por las multinacionales. “Lorespeto mucho, pero el movimiento que represento, unaoposición real, verdadera, no acepta que se entregue lariqueza petrolera mexicana a extranjeros, bajo ningunamodalidad”, dijo López Obrador sobre las gestiones deLula,. según La Jornada del 6 de agosto. Según el líderde controizquierda, se pretende que Petrobras busquepetróleo en el Caribe y a cambio se quede con una partede los hidrocarburos encontrados, lo que no implica nin-gún riesgo porque se sabe dónde están los yacimientos.Detrás de Petrobas, argumenta, llegarían las demás mul-tinacionales.

Sobre los agrocombustibles, Lula dijo que cuenta con elapoyo de México “en la campaña para establecer unmercado mundial de combustibles más limpios, baratosy renovables. Tenemos la oportunidad de democratizarel acceso a nuevas fuentes de energía multiplicando lageneración de empleos y diversificando la matriz ener-gética”. Es evidente que el presidente de Brasil no se diopor enterado de los argumentos esgrimidos estos úti-mos meses por Fidel Castro, entre muchos otros, contraesas energías. En Nicaragua, Lula ofreció a DanielOrtega apoyo para que ese país se convierta en pionerode los agrocombustibles en la región. “Es completa-mente inadminsible y un crimen producir etanol deri-vado del cultivo de maíz”, le respondió el nicaragüense.

En Jamaica inauguró una planta de deshidratación deetanol propiedad de inversores jamaicanos y brasileños,y en Honduras y Panamá firmó acuerdos para el desarro-llo de los combustibles a partir de caña de azúcar. El dia-rio Folha de Sao Paulo, el 5 de agosto, recordó los moti-vos del interés de Brasil en expandir el etanol en esaregión. “El interés es usar América Central como plata-forma de exportación a etanol a Estados Unidos; esospaíses tienen acuerdo de libre comercio con los ameri-canos y no tienen límites para la exportación de etanol”.Brasil aporta la teconología y los capitales, los centroa-mericanos ponen el trabajo semiesclavo en los cañave-rales y así la potencia emergente consigue abrir un mer-cado protegido al que tiene enorme dificultades paraacceder. La forma de pensar de Lula es trasparente:“Juntos podemos constituir una potencia económicamundial”, le dijo al derechista Felipe Calderón enMéxico.

La gira de Chávez fue muy diferente. En Argentina firmóun acuerdo con Néstor Kirchner para la compra de 500millones de dólares en bonos argentinos y se compro-metió a comprar una cantidad similar en unos meses.Este acuerdo es vital ya que luego del default de 2001Argentina no tiene acceso a créditos internacionales.

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Los pueblos indígenas protestan en el Ecuador: "Muerte alTLC, Oxy y Estado"

(Foto: Indymedia Colombia)

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Además, firmó un acuerdo para la construcción de unaplanta regasificadora de gas licuado venezolano enBahía Blanca, ya que Argentina sufre una seria crisisenergética. En Uruguay firmó un Tratado de SeguridadEnergética con Tabaré Vázquez, por el que las estatalesAncap y Pdvsa trabajarán para duplicar la capacidad deproducción de la refinería uruguaya y se crea unaempresa mixta para extraer crudo de la Faja delOrinoco, considerada la primera reserva mundial. Conello Uruguay se asegura energía en el largo plazo.

Esta vez Vázquez y Kirchner coincidieron. “¿Qué otrogobierno del mundo ha hecho otro ofrecimiento de talmagnitud y grandeza?”, dijo el uruguayo. “Los argenti-nos deberíamos, y debemos, estarle reconcidos, porquesiempre que lo hemos necesitado ha estado”, dijo unministro muy cercano a Kirchner.

Ya en Ecuador, Chávez suscribió una inversión de 5.000millones de dólares con Rafael Correa para la construc-ción de una refinería en la provincia de Manabí, paraprocesar 300 mil barriles de crudo diario. En Bolivia,Chávez, Kirchner y Evo Morales, reunidos en Tarija, lan-zan la construcción de una planta regasificadora en elpaís andino y un pacto de integración energética.

Las dificultades para que Venezuela ingrese al Mercosur

estuvieron presentes en la gira. Hasta ahora los parla-mentos de Argentina y Uruguay ratificacon la adhesióndel país de Chávez al bloque. Paraguay y Brasil lo vienendemorando. Se sabe que el parlamento de Brasilia noquiere aprobar el ingreso, ya que tiene una mayoría decentro-derecha, aunque el gobierno puede hacer valersus alianzas. En Buenos Aires, Chávez dijo en un reuniónrestringida, recogida por Página 12, el 8 de agosto, quelos roces de Venezuela y Brasil no se deben a “una dis-puta de liderazgos” sino a “un confrontación de mode-los energéticos”.

El problema de fondo es la enorme capacidad del librecomercio para modelar las relaciones entre los países dela región. Al hacerlo, introduce asimetrías y contradic-ciones que producen un doble efecto: establecen rela-ciones verticales entre los países y los organismos finan-cieros internacionales, las grandes empresas y lospaíses del Norte y, paralelamente, impiden o dificultanlas relaciones horizontales de integración comercial ypolítica entre ellos. En este escenario, los pequeños paí-ses tienen aún muchas más dificultades que los grandespara abrirse espacios en unas relaciones internacionalescanibalizadas. No es casualidad, por tanto, que ante elfracaso del ALCA la opción de Washington haya sido lade comenzar a negociar TLCs con los pequeños y media-nos países.

Actualmente, 2007, existen más de veinte textos legales-incluido un Tratado para la Promoción y ProtecciónRecíproca de las Inversiones - que complementan el tra-tado minero y constituyen una maraña cada vez máscompleja de cláusulas legales destinadas a facilitar lasactividades mineras.

El Tratado Minero permite por primera vez la explota-ción transfronteriza de yacimientos minerales y cubreun área de más de 200000 kilómetros cuadrados. Tantoel texto del tratado como su justificación ante los res-pectivos congresos lo presentan como una oportunidadúnica para que ambos países exploten sus recursosmineros, cooperen en la investigación y desarrollo denuevas tecnologías mineras, promuevan la “inversiónmutua” y protejan la “utilidad pública” y el “interés nacio-nal”. En ninguna parte de menciona que el tratadopudiese ser utilizado por las empresas transnacionalespara acceder a los recursos binacionales y explotarlos.

A menos de una década desde su ratificación, ha que-dado claro que el tratado es una herramienta exclusivay poderosa para las transnacionales; hasta el momento,ninguna inversión nacional –pública o privada- ha sidoaprobada bajo el paraguas de este acuerdo.

Lo anterior no debiera sorprender a nadie. El tratado fuede hecho el resultado de años de presión política porparte de algunas de las empresas mineras más grandesdel mundo. Río Grande, Barrick Gold, Flaconbridge, TenkeMining montaron oficinas nacionales , se unieron a lasCámaras de Minería de cada país y /o desplegaron susaparatos de presión política. Inicialmente, la presión polí-tica produjo “protocolos de facilitación” específicos paracada empresa, los que concedían privilegios y garantíasespecialmente a Barrick Gold y Falconbridge. Pero el tra-tado finalmente entregó un marco general que abre laregión transfronteriza a cualquier transnacional minera.

Aparentemente, esto no fue suficiente. Se han añadidotodo tipo de cláusulas a través de nuevos protocoloscuyos objetivos específicos son facilitar las actividadesde las empresas mineras y concederles privilegios yexcepciones. Dado que los privilegios pueden ser trans-feridos a través de la venta de derechos mineros, ellosestán plenamente cubiertos por las normas de protec-ción a la inversión. Chile y Argentina deberán montarcontroles fronterizos especiales, conceder a las empre-sas mineras acceso a “todo tipo de recursos naturales” –lo que incluye el agua- , permitir aeropuertos privadosen la frontera y conceder un conjunto de excepciones asus leyes de migración, salud, trabajo y protección sani-taria. Aún más, deberán conceder nuevos privilegios enel futuro. En el caso chileno, todo lo que sea concedidoa través del tratado minero queda reforzado y protegidopor los múltiples tratados de libre comercio que el paísha firmado. En el caso argentino, cumplen hasta elmomento esta función principalmente el Código Mineroaprobado en 1999 y la Ley de Inversiones Mineras del2004. Es profundamente irónico que un tratado de pazque puso fin a años de tensiones durante los cualesambos países estuvieron al borde de la guerra por lasdisputas por territorios fronterizos haya sido utilizadocomo excusa para entregar los mismos territorios a lasmineras transnacionales.

Las empresas mineras transnacionales no han tenidogran presencia en Argentina, con excepción de lasempresas petroleras y de gas natural, pero son bienconocidas en Chile. Ellas se han caracterizado por nosólo exigir todo tipo de garantías y privilegios, sino tam-bién por ser hábiles manipuladoras de la ley con el finde expandir sus ganancias. Barrick Gold, por ejemplo,

Colonialismo sobre los recursos y el Tratado Minero Chile–ArgentinaGRAIN (Noviembre 2007)

El Tratado Bilateral de Minería entre Chile y Argentina fue firmado en 1997 por losgobiernos y ratificado en el 2000 por ambos parlamentos. Es parte de un conjunto deleyes y normas diseñadas y aprobadas para implementar y hacer efectivo un Acuerdode Complementación Económica firmado por ambos países en 1991, al que a su vezse le presenta como parte de la implementación del Tratado de Paz firmado en 1984.

Convocatoria a movilización el 21 de diciembre de 2006 encontra de Pascua Lama y el "Tratado internacional de destruc-ción natural" forjado entre los gobiernos de Chile y Argentina

Combatiendo los TLCs | 101

ha operado una mina de oro en Chilepor más de quince años sin pagar unpeso en impuestos. Año tras añohan declarado pérdidas gracias aluso de manipulaciones contables,como la de declarar haber operadomediante préstamos con tasas deinterés altísimas o haber vendido losminerales extraídos a precios bajísi-mos a sus propias subsidiarias.Debido a este tipo de maniobrasChile no ha recibido casi ningúningreso proveniente de las explota-ciones mineras extranjeras, a pesarque ellas extraen y comercializancasi la mitad de la producciónminera del país.

El impacto del tratado minero y lamaraña legal que lo acompaña ya seestá sintiendo. Ya hay cuatro megaproyectos mineros transfronterizosaprobados: Pascua Lama (BarrickGold), El Pachón (Falconbridge),Vicuña (Rio Tinto) y Amos-Andres(también de Río Tinto). En Argen-tina, los proyectos mineros en manos de transnaciona-les han pasado de tres en el 2002 a 150 hacia fines del2005. Los minerales explotados son principalmentecobre y oro, pero también son importantes el molibdenoy la plata. Hasta el momento, los proyectos se sitúan enlas altas montañas del norte de Chile y Argentina, asícomo en el extremo sur, donde los territorios son prin-cipalmente de cerros de altura media. Ambas áreas sonregiones claves para la cosecha natural del agua que ali-menta a comunidades rurales en la zonas más cercanasy a diversas ciudades en las zonas más bajas. El tratadominero cubre más del 95% de la frontera entre Chile yArgentina, una de las más extensas del mundo. Los pro-yectos futuros sin duda se situarán en zonas más cen-trales de la frontera, cerca de los lugares donde se des-arrolla la mayor parte de la agricultura y de donde vivela mayor parte de la población chilena y una parteimportante de la población argentina.

Las tecnologías de extracción que se utilizarán son eltajo abierto y la lixiviación, ambas extremadamente con-taminantes y consumidoras de agua. “Tajo abierto” sig-nifica que montañas completas serán dinamitadas paraconvertirlas en fracciones pequeñas y extraerles el mine-ral. Se calcula que se producirán miles de toneladas depolvo y residuos cada día y se consumirán varios milesde litros de agua por minuto, además de la contamina-ción con cianuro y diversos ácidos. El abastecimiento deagua de comunidades rurales y ciudades está en seriopeligro. La actividad de Pascua Lama, por ejemplo,puede destruir tres glaciares que han alimentado acomunidades indígenas por siglos y les han permitidohacer agricultura en las cercanías del desierto más secodel mundo. También pondrá en peligro el abasteci-miento de agua de varias ciudades medianas.

Todas las empresas involucradas tiene conciencia delimpacto ambiental que causarán, y por tanto han indi-cado en sus informes anuales y sus sitios de internetque la protección ambiental es su prioridad máxima. Sin

embargo, han utilizado todas las formas posibles parano cumplir con la ley. Las leyes ambientales de Chile yArgentina exigen Estudios de Impacto Ambiental paratodos los proyectos mineros. Las empresas por lo tantohan solicitado permisos “provisorios” que les permiteniniciar construcciones y avanzar en la prospección. Perouna vez que los permisos provisorios han sido concedi-dos, estos son incorporados como bienes con valor eco-nómico por parte de las empresas y quedan entoncesprotegidos mediante los acuerdos de libre comercio ode protección a las inversiones. Por lo tanto, si un estu-dio ambiental muestra impactos inaceptables y los per-misos son revocados, ambos países enfrentan la posibi-lidad de ser llevados a los tribunales del CIADI y tenerque pagar multas multimillonarias. Esta posibilidad y laintensa actividad de presión política por parte de lastransnacionales han desarrollado en autoridades y buró-cratas una asombrosa capacidad de manipulación legal.El proyecto Pascua Lama, por ejemplo, continúa ade-lante, a pesar de su obvio y tremendo impacto ambien-tal negativo. En Chile, la Comisión Nacional del MedioAmbiente (CONAMA), cuyo mandato legal es proteger elmedio ambiente, está trabajando codo a codo conBarrick Gold para “resolver” las barreras legales y hacerposible el proyecto minero.

Las organizaciones locales y sociales de ambos lados dela frontera se han opuesto con fuerza a los diferentesproyectos mineros. Las empresas mineras han utilizadotodo tipo de mecanismos para detener la resistencia:sobornos, promesas de trabajo futuro, “proyectos dedesarrollo”, amenazas físicas y sicológicas. La resisten-cia continúa. La presión política por parte de las empre-sas también ha continuado, con éxito. Un proyecto deley que protege los glaciares de la actividad minera hadormido en el parlamento chileno desde el 2004, perootro proyecto recientemente presentado para permitir laexplotación de yacimientos de agua subterráneosavanza sin obstáculos aparentes.

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"El agua vale más que el oro" dice la pancarta en la presente acción popular en con-tra del Tratado (Foto: noapascualama.org)

Somos las gestoras de la Manta de Nuestros Sueños, enla cual miles de personas han plasmado su rechazo alTLC y a la imposición de políticas neoliberales aventur-eras, que entregan servicios y bienes que nospertenecen a toda la población, a grupos de negociosprivados, para que lucren a su antojo con necesidadesbásicas de las personas. Políticas que afectan con mayorfuerza a las mujeres, principales encargadas de las tar-eas de la reproducción y cuido de la vida sobre la tierra.Políticas que ponen en peligro nuestro Estado Social deDerecho que aún sinser perfecto, nos hapermitido sobreviviren mejores condi-ciones que nuestrashermanas centroamer-icanas.

“Mujeres del NO” fueel nombre de nuestroprograma diario enRadio Actual, que nospermitió ser parte delas fuerzas que luchancontra la dictaduramediática desatada enel planeta en las últi-mas décadas, cuyo fines silenciar millonesde voces diversas quese oponen a la imposi-ción de políticasneoliberales, que con-vierten en negocio pri-

vado lo que antes fue bien común. En este programa lehemos dado voz a decenas de mujeres de diversosámbitos porque estamos convencidas de que todas lasvoces tienen verdades y razones que divulgar y porquequisimos visibilizar la resistencia de las mujeres contrael TLC y su modelo de desarrollo.

Conscientes de la histórica marginación que por siglosse ha hecho de nuestra participación en todos losmovimientos emancipadores, organizamos la Jornada

“La Fuerza delNO” el 29 desetiembre, lev-antando carpaspara, entreotras, facilitarlea las partici-pantes la opor-tunidad dei n t e r p o n e rc u a l q u i e rdenuncia sobrelas irregulari-dades y abusosde poder que seestaban dandoen el procesohacia el referén-dum, denunciasque hoy estánsiendo anal-izadas y ampli-adas medianteun estudio

Mujeres contra el CAFTA:declaración de las “Mujeres del NO”Mujeres del NO (Octubre 2007)

“Mujeres contra el TLC” fue el nombre que nos dimos durante la valiente etapa delucha que la historia recordará como la Campaña del NO al TLC.

La manta de los sueños,una inspiración para lalucha contra el CAFTA

(Foto: Mujeres contra el TLC)

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jurídico para su presentación en la vía nacional e inter-nacional.

También se levantaron las carpas de capacitación elec-toral para fiscales, la de difusión radial; de intercambiocon mujeres de Centroamérica y México que ya viven encarne propia los embates del TLC y, por supuesto, lacarpa para seguir plasmando nuestro rechazo al TLC enla Manta de Nuestros Sueños. Y al final del día, un granconcierto para celebrar la creatividad política de un NOque va más allá del repudio al TLC porque brota deldeseo de cuidar, alimentar y proteger la vida en estePlaneta.

Nuestro trabajo comunicacional en la región contribuyóa crear conciencia internacional entre una gran cantidadde organizaciones e instituciones sobre lo que el diarioLa Jornada de México, llama con preocupación en uneditorial reciente, “La vulneración de la Democracia enCosta Rica”, en alusión a las irregularidades que seexpresaron en el proceso. También con nuestroesfuerzo conectamos esta lucha local con organiza-ciones y movimientos internacionales que luchan por lapaz, la igualdad y la justicia, logrando que cinco MujeresPremios Nóbel de la Paz hicieran una proclama denun-ciando entre otras, su decepción ante un proceso elec-toral que pudo haber sido un ejemplo a seguir por elmundo, pero que al contrario, se convirtió en un ejem-plo más del abuso de poder de altos funcionarios públi-cos.

Nuestras acciones contra las políticas implícitas en elTLC no son de ahora. En el 2000 fuimos parte de“Mujeres contra el Combo” y en el 2002, muchas de

nosotras participamos en la organización del IXEncuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe que,con el tema “Resistencia frente a la GlobalizaciónNeoliberal”, reunió en nuestro país a más de 800 femi-nistas de la región, que se pronunciaron contra esaspolíticas por su impacto no sólo en la vida de lasmujeres, sino en el planeta mismo.

Hoy, después de la culminación de ese proceso de abusoy violación de tantos de nuestros derechos humanos,queremos manifestar que nos mantenemos alertas y a laexpectativa del resultado del conteo manual de votosexigido por amplios sectores sociales, ante anomalíasque vieron en su trabajo fiscales, guías y votantes; y quevan desde intentos arbitrarios de anulación de votos,señales de compra de los mismos, hasta la impugnaciónlegal de un ciudadano sobre la inconstitucionalidad dela propia ley de referéndum unas semanas antes de larealización del mismo.

Nos oponemos rotundamente a las Leyes deImplementación que por insistencia del propio gob-ierno, no formaron parte del Referéndum. Consider-amos que aún antes de discutir éstas y otras leyes quenos quieren imponer a golpe de tambor, tenemos queponernos de acuerdo sobre el modelo de sociedad quequeremos para Costa Rica. Como feministas luchare-mos porque ese modelo no descanse en el trabajo noreconocido o mal pagado de las mujeres más pobres,sin olvidar que esta forma de explotación está enmar-cada en un contexto de discriminación y subordinaciónde todas las mujeres.

Seguimos preocupadas por las actitudes triunfalistas deun gobierno que habiendo sido electo por un pequeñomargen hace dos años y que ahora pareciera que haganado un referéndum por un 3% más o menos, asumeque tiene un mandato inequívoco para echar adelanteun TLC que ha sido rechazado por al menos la mitad dela población que votó. Una mitad que no se dejó ame-drentar por las bien documentadas amenazas de laAdministración Bush y las políticas del Memorando delVicepresidente Casas y el Diputado Sánchez. Una mitadque con convicción, pasión y creatividad, se opuso alTLC porque estudió y analizó las consecuencias que suimplementación tendrá en los servicios de salud, edu-cación, telefonía, electricidad, agua, etc. además de laexplotación desmedida de la riqueza humana, marina yterrestre del país.

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(Foto: Mujeres contra el TLC)

(Foto: Mujeres contra el TLC)

Las feministas siempre nos hemos opuesto a que laexplotación y discriminación que sufrimos todas lasmujeres, se amplíe hacia sectores menos poderosos dehombres o hacia nuestra Madre Tierra. Por eso vamos ainsistir en que la negociación de las leyes de imple-mentación no corresponde a la Asamblea Legislativasolamente, sino a todas las fuerzas vivas del país.

No aceptamos un referendo alterado por actuacionesparciales, ilegales y abusivas que están bien documenta-das. Así como por milenios hemos resistido el derechoque se arrogaron los hombres a controlar nuestros cuer-pos y nuestra voluntad a través de las relaciones des-iguales de poder entre los géneros, hoy nos resistimosa aceptar que quienes detentan el poder económico ypolítico tienen, por esa sola razón, el derecho de violarla voluntad de las grandes mayorías que no queremos loque implica este tratado.

Porque las mujeres reconocemos la desigualdad y lahemos combatido durante milenios, no nos quedaremoscalladas ante la evidencia de que las reglas emitidas porel TSE no garantizaron que en el referendo hubieseigualdad. En las transmisiones de radio y televisión nose aseguró la igualdad con la excusa de que la ley nodecía nada al respecto. No se adoptaron normas legalespara asegurar que todos los participantes tuvieran unacceso mínimo a los medios ni se regularon los gastosde ambas tendencias para garantizar la igualdad deoportunidades.

Como mujeres también sabemos cuando se nos coac-

ciona la libertad porque llevamos milenios tratando derecuperarla. Por eso insistiremos en que no se garantizóla libre formación de la voluntad de cada elector/a yaque el TSE permitió que hasta el presidente hiciera cam-paña a favor del Sí. No se puede hablar de eleccioneslibres bajo amenazas: de los empresarios de dejar sintrabajo a miles de costarricenses; del presidente de unsuicidio colectivo y del embajador de los Estados Unidosy hasta de la Casa Blanca de que nunca más Costa Ricatendría posibilidades de comerciar con los EstadosUnidos.

Como mujeres conocemos la frustración que se sienteante la impunidad de quienes violan nuestros cuerpos ypor eso no vamos a quedarnos calladas ante el hecho deque no hubo sanciones efectivas y oportunas del TSE enlos casos de violación de la veda de propaganda, comoocurrió en los dos días anteriores a la consulta. En con-secuencia, insistiremos en que el proceso mismo dereferendo fue un proceso viciado, y estos vicios atacanel propio corazón de la voluntad de cada persona queemitió su voto. Como feministas siempre le hemos dichoNO a la violación y por eso le decimos no a esta viola-ción de nuestra voluntad como pueblo que dice NO alTLC.

De ahora en adelante, “Mujeres contra el TLC” asume elnombre de “Mujeres del NO”.• Un NO a las leyes de implementación y al abuso del

poder, ya sea en nuestras casas o en el país.• NO a la violencia pública y privada, ya sea ejercida por

el Presidente de la República o por el padre de lafamilia.

• NO a aquello que ciegamente se llama desarrollo; • NO a un modelo de sociedad centrado en la produc-

ción de cosas a costas de la reproducción de la vida; • NO a un sistema basado en la codicia y la competen-

cia como valores supremos;• NO a la discriminación contra las mujeres;• NO a la invisibilización de nuestra resistencia mile-

naria.

Anunciamos a la ciudadanía que la Manta de NuestrosSueños continuará recorriendo Costa Rica y el mundopara que mujeres y hombres denuncien la imposición deeste modelo neoliberal, pero también para que plasmensus demandas como lo han hecho ya miles de costarri-censes. La Manta seguirá ofreciendo su espacio para quetodas y todos podamos soñar con un mundo en el cualtodo el arco iris humano tenga espacio para exigir encondiciones dignas, sin la esclavitud de la producción yel consumo desmedido de bienes inertes e innecesarios,un planeta lleno de poesía, belleza y alegría.

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"Nosotras decimos no al TLC" (Diseño: Mujeres del NO)

"Los Maleku dicen NO al CAFTA", en la movilización del30 de septiembre de 2007. Los Maleku son una comu-nidad indígena de Costa Rica. (Foto: Mujeres contra el TLC)

“Como feministas siempre le hemosdicho NO a la violación y por eso ledecimos no a esta violación de nuestravoluntad como pueblo que dice NO alTLC.”

Fuente: http://www.radiofeminista.net/oct07/notas/proclama.htm

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A pesar de la exclusividad y diversi-dad que presentan las numerosasluchas contra los tratados bilatera-les de libre comercio e inversión, esposible encontrar una serie deelementos en común.1

• Los TLC y los Tratados de Inver-sión son parte de una estrategiade “divide y vencerás” por partede las élites económicas y políti-cas que buscan nuevos aliados,nuevos mercados y mayor podery control. Esto a menudo fuerza ala gente a luchar contra negocia-ciones y acuerdos específicos, enlos que participan dos gobiernos(o, en el caso de TLC subregiona-les o interregionales, algunosmás). Es posible que el resultadosea la creación de movimientosfragmentados y aislados, auncuando los acuerdos en sí seanmuy similares.

• Los TLC abarcan y tienen efectossobre tantos aspectos que suelehaber una tendencia a la forma-ción de coaliciones nacionalesque provienen de varios sectores:agricultores, trabajadores del sec-tor público, pueblos indígenas,pescadores tradicionales, artistas,científicos, iglesias, trabajadoresde los medios de difusión, gentecon VIH/SIDA, maestros, mujeres,estudiantes universitarios y aca-démicos, políticos y otros.

• El sigilo de las negociaciones bila-terales en materia de comercio e

inversión distorsiona los proce-sos democráticos nacionales y amenudo provoca problemas polí-ticos internos relacionados con lainconstitucionalidad de los acuer-dos, con quién tiene autoridadpara aprobarlos, con la jurisdic-ción de los tribunales, con lasconsecuencias para los gobiernoslocales.

• En muchos casos, la adopción oel rechazo de un TLC se convierteen una cuestión nacional electo-ral (por ejemplo Perú, Colombia,Ecuador, Costa Rica, Australia).

En algunos casos ha formadoparte de movimientos para depo-ner a dirigentes nacionales (porejemplo, Thaksin en Tailandia oGutiérrez en Ecuador).

3 Aprendizales a partir de las luchas

Aprendizajes de las luchascontra los TLCsbilaterals.org, BIOTHAI and GRAIN (Noviembre 2007)

Si eliges constantementeel menor

de dos males, igualeliges el mal

Jerry Garcia, músico2

1 Un análisis más amplio y colectivo de simila-ridades y diferencias entre las luchas:“Fighting FTAs: workshop summary report”,

2 Cita que figura en la firma de correo electró-nico de alguien involucrada en la lucha con-tra el TLCAN (o NAFTA) en México.

(en ingles) septiembre de 2006,http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=5803

Desafíos de las campañas y procesos paraparar los TLC

De las distintas luchas contra los TLC surgen una seriede desafíos importantes.

Resistir vs participar: si bien muchas personas com-parten la idea común de que los TLC son esencialmenteun instrumento para expandir el neoliberalismo, algu-nas ONG y otros grupos que participan en campañascontra los TLC a menudo adoptan un criterio reformista.En algunos países, representantes de ONG u otros gru-pos de la “sociedad civil” participan en equipos de nego-ciaciones, asesoran a los gobiernos en cuanto a las“mejores” condiciones que se pueden lograr, cabildeanpara excluir o incluir tal o cual elemento, y así sucesiva-mente. Esto no es exclusivo de las luchas contra los TLCo las políticas comerciales, pero puede considerarse quedebilita los movimientos más amplios que buscan uncambio social, en la medida que atenúa la resistencia yconduce a la cooptación.

“Alternativas”: en numerosas campañas y luchas contralos TLC, los activistas se enfrentan a la pregunta “¿Cuáles tu alternativa?”, formulada especialmente por losgobiernos, que se sienten afectados por el cuestiona-miento que le hacen los movimientos sociales.3 Paraquienes entienden que el propósito general de un TLCes incrementar el dominio y el control de, digamos,Washington y las transnacionales estadounidensessobre sus países, esta pregunta tiene poco sentido: ¿porqué las organizaciones populares van a considerar quees necesario proponer una ruta alternativa a este obje-tivo? Para otras personas, poder formular relacionescomerciales o de inversión alternativas – más justas omás beneficiosas – con potencias como Estados Unidos

o la Unión Europea es fundamental para la credibilidad,la dirección y el propósito de los movimientos popula-res. A menudo las actitudes hacia las “alternativas” sue-len reducirse a si uno cree que es posible lograr la justi-cia social dentro del neoliberalismo o bajo la opresióndel capitalismo. Para algunos no parece haber necesidadde salir de este marco – o como alguna gente lamenta,no tenemos otro marco así que hay que seguir con loque tenemos. Para otros no hay alternativa dentro deeste marco y debemos encontrar otro distinto. En suma,el viejo dilema de “reforma o revolución” está muypresente en el activismo social de hoy contra los TLC.

Integración regional: los gobiernos del Sur han inten-tado durante mucho tiempo formar bloques para contra-rrestar el peso de las ex potencias colonialistas y buscarsus propias estrategias de “desarrollo” en cooperacióncon los países vecinos. Actualmente, la integraciónregional se ha convertido en una forma idealizada decontrarrestar la presión de los TLC de las potenciasimperialistas, especialmente Estados Unidos, Japón y laUnión Europea. La elección de dirigentes supuestamenteprogresistas en varios países de América Latina, y enespecial el papel activo de Hugo Chávez, ha iniciado, nosolamente entre los gobiernos sino también entre lasONG y otros grupos, una ola de renovado interés porforjar vínculos entre países latinoamericanos comoforma de avanzar. Ideológicamente, gran parte del dis-curso de los dirigentes habla de construir nuevas rela-ciones comerciales basadas en la complementariedadmás que en la competencia. En la práctica, muchos deesos proyectos son acuerdos de gigantescos gruposcomerciales nuevos liderados por capitales “latinoameri-canos”. Parece ser el mismo viejo programa de expan-sión agroindustrial, concesiones mineras, autopistas yacuerdos de telecomunicaciones, el reciclaje de petrodó-lares o la fiebre de los agrocombustibles, pero esta vezliderados por las élites de la región, sean públicas o pri-vadas. En subregiones de África, Asia y entre los nuevosgigantes del Sur, como es el caso de la alianza India-Brasil-Sudáfrica, el destello de los acuerdos comercialesSur-Sur se usa como salida para promover la indepen-dencia con respecto al Norte.4 Hasta ahora, el compo-nente “popular” de esta oleada de integración regionalha resultado escurridizo, verticalista o directamenteinexistente. Pero numerosas ONG y otros grupos estánintrigados por la promesa que la cooperación Sur-Surofrece para contrarrestar las relaciones imperialistasinherentes a los TLC Norte-Sur. Sin embargo, esto plan-tea un problema recurrente: la relación entre Estados ypueblos. Actualmente, dejando de lado la retórica, nohay prácticamente un solo Estado que no esté penetradopor valores neoliberales.

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3 La Comisión Europea adopta una actitud aun más defensiva cuandoafirma una y otra vez que “no hay alternativa” a los Acuerdos deCooperación Económica que trata de imponer en los Estados deÁfrica, el Caribe y el Pacífico.

4 Los acuerdos comerciales – desde empresas conjuntas a contratos deinversión directa – se complementan con una gran cantidad de présta-mos preferenciales, programas de ayuda y otras medidas financieras.¡Pronto veremos el surgimiento de una industria filantrópica Sur-Sur!

(Foto: Ricardo Stricher)

Trabajadores de EE.UU. movilizándose contra el CAFTA en elaño 2005. (Foto: Indymedia Portland)

Algunas lecciones claves

Sería imposible resumir todo lo que se ha aprendido delos años de luchas populares contra los TLC y los acuer-dos de inversión en todo el mundo. Sin embargo, esposible destacar algunos aspectos importantes.

1. La lucha contra los TLC es una lucha contra el neo-liberalismo. Los tratados bilaterales de libre comercio einversión son tan sólo una cara del capitalismo y elimperialismo contemporáneos, que avanzan a través dedistintos medios a escala local, nacional, regional ymundial. El alcance de numerosos TLC, que afectan tan-tas facetas de nuestras sociedades y economías, y lanaturaleza multisectorial y diversa de numerosas luchascontra los TLC, son testimonio de esta dinámica. Lasexperiencias de Corea y de numerosos países latinoame-ricanos son una muestra de que los TLC y los tratadosde inversión no son meros pactos comerciales sino ins-trumentos estructurales de un “cambio de régimen”general que aspira a consolidar una base muy profundapara establecer nuevas relaciones de poder en sus paí-ses. Esas relaciones no son tan sólo económicas sinoque reformulan las normas de manera que las transna-cionales puedan hacer lo que quieran, toda vez que loquieran. También son relaciones geopolíticas, queempujan a los países a luchas mucho más grandes entrelos Estados por el poder y la influencia, se trate de hege-monías antiguas o incipientes.

2. Superar criterios fragmentarios. En la lucha contralos TLC y los tratados de inversión, deberíamos tenercautela con los criterios que tienden a fragmentar oburocratizar los análisis o las luchas. Puede resultar ten-tador enmarcar las campañas contra los TLC dentro delas condiciones que establecen los propios acuerdos.Pero en ese caso se puede pasar por alto la amenazasubyacente que plantea la totalidad del acuerdo. LasONG suelen tender a enfocar su trabajo y sus campañasen “cuestiones” definidas de manera restringida. Esacompartimentación puede llevar a posiciones que argu-mentan que enmendar una determinada estipulación deun TLC constituye una victoria. O puede conducir a cues-tionamientos del proceso de las negociaciones comercia-les por considerarlo antidemocrático si requiere que seescuche solamente a ciertas ONG o grupos sectoriales,en lugar de centrarse en las injusticias fundamentales delcontenido de esos acuerdos. De manera similar, la buro-cratización de las luchas populares puede provocar rápi-damente un debilitamiento de la resistencia y alentaruna forma de pragmatismo ideológico por parte de lasONG y los sindicatos más grandes que sea fácilmentecooptado por los gobiernos y el sector empresarial.

3. Nuevos significados de lo público y lo privado.Numerosas luchas sociales contra los TLC apuntan, deuna u otra forma, al Estado o a las instituciones estata-les. Después de todo, son los gobiernos los que firmanlos TLC. Politizar las acciones del Estado con relación ala firma de tratados internacionales es una forma deelevar la conciencia pública y movilizar a la gente con-tra esos acuerdos. Pero los movimientos populares con-tra los TLC a menudo plantean y defienden una nociónde “soberanía” contra la nueva ola de privatización yprofundización de la integración con el capital transna-cional que prometen esos acuerdos. De manera similar,siempre aparecen acciones dirigidas a defender lasconstituciones nacionales, que las utilizan como ciertotipo de prueba de fuego para lo que sería un juego lim-pio en el proceso de un TLC, o para bloquear o modifi-car determinadas disposiciones. Pero habría que pre-guntarse: ¿quién es el Estado? ¿de qué tipo de sobera-nía hablamos? ¿quién defiende o representa los intere-ses públicos? ¿para quién está trabajando realmente elgobierno? Si Corea, por ejemplo, realmente debería serllamada la República de Samsung, como dicen los acti-vistas contra el TLC de ahí, ¿a qué nos enfrentamos? LosEstados nunca han permanecido fuera del capitalismo.Son actores claves, y la línea entre los intereses de losEstados y el sector privado está tan difusa que es difícilconsiderarlos separados. La transnacionalización delcapital y el surgimiento actual de nuevos y poderososimperios empresariales en países como China, Brasil,México, Singapur o India ponen aún más en tela de jui-

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Cartografía de territorios en lucha contra TLCs

“No al miedo” a decir no a los TLC. Y, lo más importante, “noa la intimidación” creada por los poderes que impulsan estostratados. Un mensaje desde la lucha en Costa Rica. (Foto tomada justo antes de referéndum de octubre de 2007.)

cio nuestra percepción de quiénes luchan realmentecontra los TLC y por qué. Numerosas experiencias deresistencia a los TLC ilustran que el Estado no es “elpueblo” sino más bien un instrumento de las élites depoder, del capital nacional o extranjero o de interesespolíticos. Además, las empresas que procuran benefi-ciarse con los TLC no son tan sólo estadounidenses ojaponesas; cada vez más son transnacionales del “TercerMundo” deseosas de ampliar el control de sus mercadosy los márgenes de ganancia. Los zapatistas nos enseña-ron a adoptar una posición crítica con relación al Estadocuando entró en vigor el TLCAN (o NAFTA, por sus siglasen inglés). Quince años más tarde, numerosos movi-mientos de resistencia al neoliberalismo continúan tra-tando de resolver las tensiones que aparecen en torno alpoder y los grupos estatales.

4. Con base en las luchas locales. Las luchas contra losTLC subrayan la importancia de la resistencia cuandoésta se asienta firmemente en los contextos locales ynacionales, pero se conecta con perspectivas regionalesy mundiales. Enmarcar los TLC en contextos bilaterales,regionales o subregionales por no hablar la plétora denombres diferentes que se les dan (Acuerdos deCooperación Económica) puede desviar la atención delpanorama mayor, ya sea en el contexto de tratadosNorte-Sur o Sur-Sur. Las estrategias que surgen de unafuerte organización local son las que tienen mayor capa-cidad para mapear el terreno de la lucha, identificar losactores locales e internacionales clave que impulsanacuerdos específicos (y disposiciones específicas de losacuerdos), conocer sus puntos débiles, sus historias,sus modos de actuar y cómo se conectan, y oponerse,exponer y cuestionar a quienes impulsan los TLC y susestrategias. Junto con esto, los análisis políticos técni-cos deben informar y estar conectados a las realidadesde las luchas populares, y no al revés. Esas formas deconocimiento son cada vez más importantes comorecursos para otros movimientos que se enfrentan a lasmismas estrategias y actores en distintas partes delmundo.

5. Evitar el escollo de la cooptación. Los gobiernos, lasempresas y algunas organizaciones llamadas de la“sociedad civil” que básicamente están a favor del libremercado, han aprendido de campañas anteriores contrael poder empresarial, los programas de ajuste estructu-ral y los acuerdos de libre comercio e inversión.Procuran evitar la confrontación y mantener el controlde los parámetros de la conciencia pública sobre esosacuerdos. Cada vez más utilizan el lenguaje, la estrate-gia y las tácticas del “diálogo”, la “consulta” y la “partici-pación” para socavar —y dividir y vencer— a quienes seoponen a los TLC. Esos procesos se designan con fre-cuencia como válvulas de escape que permiten que crí-ticas “responsables” o “constructivas” aflojen el vapor, ymarginan —y muy a menudo criminalizan— a los opo-nentes más militantes o críticos. Sirven para dar legitimi-dad a procesos básicamente injustos y antidemocráticosy para enmascarar la influencia desproporcionada de lastransnacionales y las élites nacionales en la imposiciónde esos acuerdos. Al combatir tales métodos, los grupospueden dirigir la atención a las relaciones de poder des-iguales que subyacen en los TLC, y a la fragilidad de losargumentos a favor de regímenes capitalistas neolibera-les. En varias luchas contra los TLC se han denunciadolas tentativas del Estado y las grandes empresas porlimitar los términos del debate, y los movimientos hanenmarcado sus luchas en sus propias plataformas, y noen el espacio restringido por el montaje de una “con-sulta con la sociedad civil”.

6. La lucha post-TLC. Si entendemos la lucha contra losTLC como una lucha contra los nuevos instrumentos deprocesos mucho más antiguos de invasión capitalista eimperialista, entonces sabemos que la lucha no terminacuando se firma o entra en vigor un TLC. Los TLC amenudo apuntan a avanzar y consolidar modelos econó-micos y políticos del neoliberalismo extremo, y en lamayoría de los países hay numerosas luchas en cursocontra tales políticas – tales como la lucha por el accesoal agua, por una atención de la salud y una educaciónpúblicas, por una reforma agraria genuina, por el acceso

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Activistas europeos y coreanos unen fuerzas en la lucha contra el TLC Corea-UE en Bruselas el 17 de septiembre de 2007 (Foto: Amigos de la Tierra Europa)

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a medicamentos a precios módicos, o contra la penetra-ción de la empresas y la privatización de la biodiversi-dad agrícola. Esas luchas son a largo plazo y no finali-zan cuando un gobierno adopta un TLC. La experienciade México es bastante clara al respecto. El TLCAN sesigue aplicando y desarrollando; no es tan sólo un trozode papel. Con los años, los agricultores, trabajadorestextiles, comunidades indígenas, grupos políticos y deotro tipo de México, en lugar de adaptarse han conti-nuado la lucha y la han llevado a nuevos niveles en uncontexto agravado de pobreza y pérdida de soberanía.La experiencia de Costa Rica demuestra que la luchacontra los TLC a través de procesos nacionales ampliospuede mostrar la dimensión y profundidad que da lugara nuevas formas de solidaridad y poder popular en ellargo plazo. Además, los efectos de los TLC y losTratados de Inversión se expanden no solamente a tra-vés de una aplicación progresiva sino también a travésde sucesivas interpretaciones que brindan una protec-ción aun mayor a los intereses del gran capital. Estoresulta especialmente claro con las disposiciones de losTLC de la Unión Europea, que son abiertos y vagos yestán sujetos a “interpretación” cada tres o cinco años.Ésta es otra razón por la cual la lucha contra esos acuer-dos debe continuar.

7. Aprovechar las contradicciones. Sin minimizar lospoderes que se oponen a los movimientos sociales queluchan contra los TLC, es importante reconocer y politi-zar las contradicciones que existen entre las fuerzas quehay detrás de estos acuerdos. Los Estados y los intere-ses comerciales están cargados de contradicciones yson más frágiles de lo que parecen. Es fácil ver la globa-

lización neoliberal como unafuerza imparable que se mueveen una sola dirección. Pero enlas geografías y argumentacio-nes de las distintas fuerzas queimpulsan los TLC hay muchasrealidades contradictorias y aveces en conflicto, que puedenadoptar la forma de desacuerdosentre los ministerios u organis-

mos gubernamentales con relación a las partes de unacuerdo. Esas contradicciones pueden aparecer en lacompetencia entre las transnacionales por los merca-dos, el acceso a los recursos o las garantías de las inver-siones. Hay conflictos entre grupos comerciales ygobiernos sobre la primacía de los intereses empresaria-les versus los llamados aspectos de seguridad nacional.De igual forma, mucho se ha hecho por resaltar las dis-paridades entre los supuestos beneficios de los acuer-dos y sus impactos reales. Las fuerzas sociales puedenresaltar más esas contradicciones y utilizarlas más.

8. La necesidad de aprender mutuamente. Los trata-dos bilaterales de libre comercio e inversión siembrandivisiones deliberadamente. Uno de los ejemplos másimportantes de esto es la división entre los pueblos deambas partes de los países directamente afectados porun determinado TLC. Otro es la división entre las luchascontra los TLC en diferentes países. Es necesario hacermucho más para zanjar esas diferencias. La gente deTailandia, por ejemplo, se movilizó contra el TLC entreTailandia y China cuando quedó claro el daño que cau-saría a los agricultores tailandeses, especialmente a losproductores de frutas y de ajo en el norte del país. Perola realidad de la lucha adoptó una dimensión diferentecuando fueron a China y hablaron con los agricultoresde ajo de allí. Contrariamente a lo que se imaginaron, elTLC, que había dejado en bancarrota a muchos produc-tores de ajo tailandeses, no benefició en nada a los pro-ductores de ajo chinos. Fueron los intermediarios, loscomerciantes, quienes hicieron dinero. Tenemos quecompartir experiencias, aprender mutuamente demanera más profunda y construir frentes de accióncomunes. Lo mismo se cumple a escala mundial.América Latina tuvo la mala suerte de ser la vanguardiade la lucha contra los TLC por la agresividad de EstadosUnidos en lo que considera su patio trasero. Muchagente de otras partes del mundo ha aprendido enorme-mente de los movimientos latinoamericanos y está dis-puesta a aprender más de ellos. Necesitamos intensifi-car este aprendizaje —desde la base, no desde las éli-tes— para fortalecer la lucha. Mucho se ha compartidoen términos de historias y análisis, comprensión de losimpactos y las situaciones. Pero todavía no lo suficienteen el trabajo real y la lucha conjunta, sea a través de lafrontera Tailandia-China como de los pueblos de Perú ySenegal en la lucha en común.

Hacia delante

Los acuerdos de libre comercio e inversión, y el Estado,el sector privado y otros actores que los promueven,deben ser analizados críticamente y cuestionados en loscontextos nacional, regional e internacional. Para situareste trabajo es necesario comprender la naturaleza de lareestructuración capitalista, las historias de colonia-lismo e imperialismo, así como el cambio de las priori-dades geopolíticas de los actores estatales y empresaria-les. En la creación de una estrategia contra los TLCpodemos aprender de los recursos conceptuales y lasestrategias de historias antiguas de resistencia a otrasformas de imperialismo —luchas locales contra la priva-tización, movimientos antibélicos, movimientos feminis-tas, luchas de pueblos indígenas por la autodetermina-ción, resistencia a los programas de ajuste estructuraldel Banco Mundial y el FMI u oposición a la OMC. Si bientodos esos procesos están interrelacionados y tienensus propias características específicas, los movimientosde resistencia a los TLC deben confrontar a todo el sis-tema general que subyace por debajo de todos ellos.

En las luchas contra los TLC, también debemos estarmás alertas a las amenazas invisibles planteadas pordiversas formas de liberalización financiera y el surgi-miento de instrumentos financieros relativamente nue-vos, en un contexto en que gran parte de la economíamundial se convierte cada vez más en una economíafinanciera. Actualmente la movilidad del capital esenorme y crece cada vez más a través de la liberaliza-ción financiera. Esto hace que para los movimientossociales sea más difícil rastrear y dejar al descubierto lasestructuras de la propiedad y el control empresarial.

"Distribución de la riqueza ya!" Las Madres de la Plaza deMayo, una asociación de madres cuyos hijos argentinos "desa-parecieron" durante la dictadura militar entre 1976 y 1983,nos recuerdan constantemente que nuestras luchas debenunirse. (Foto: Asociación Madres de Plaza de Mayo)

Numerosos TLC, como el de Estados Unidos-Chile, ata-can abiertamente los controles de capital donde éstosexistan. Y el TLCCA (o CAFTA por sus siglas en inglés)se aparta radicalmente de acuerdos anteriores, como elTLCAN, aplicando normas de inversión estadounidensesa la deuda soberana, lo que supone una grave amenazaa la capacidad de los países centroamericanos de evitaro hacer frente a las crisis financieras.5

Los TLC pueden ser instrumentos potentes y eficien-tes para imponer el poder de las transnacionales juntocon los intereses geopolíticos y de otro tipo, de losgobiernos. La guerra tercerizada, la ocupación y el pro-grama de reestructuración en Irak del gobierno de Bushes un claro ejemplo de esto, vinculado como está con laspolíticas agresivas de libre comercio e inversión deWashington en el mundo árabe, que apunta a lograr la“normalización” de las relaciones de la región con Israel.Las principales potencias – el Estado y las empresas tra-bajando juntos muy estrechamente, sea en Beijing o enBruselas – utilizan los TLC como fórmula para rehacer elmundo en nuevas o renovadas esferas de influencia. De

manera que mientras cuestionamos críticamente a“nuestros” gobiernos por los tratados de libre comercio,no podemos depender de su voluntad política para dete-nerlos. Por el contrario, numerosas luchas popularescontra los TLC han puesto en cuestionamiento losmodelos “democráticos” occidentales de gobierno,demostrando que esas democracias son meramenteformales. Esto nos enfrenta cada vez más al desafío decómo construir otros órdenes sociales. Debemos cons-truir un contrapoder tanto de los Estados como delcapital empresarial a través de la consolidación, el forta-lecimiento y la ampliación de los movimientos popula-res. Para que eso tenga éxito necesitamos trabajar másjuntos y construir relaciones más estrechas entre losmovimientos populares en la lucha contra el neolibera-lismo – comenzando desde la base.

Combatiendo los TLCs | 111

5 La deuda soberana se refiere a los bonos, préstamos y otros títulosemitidos o garantizados por los gobiernos nacionales.

(Foto: cortesía

BIOTHAI)

AAES Acuerdo de Asociación EconómicaEstratégica

AAN Red de Agricultura Alternativa (Tailandia)ACMECS Estrategia de Asociación Económica

Ayeyawady-Chao Phraya-MekongACP (paises del/grupo) Africa-Caribe-PacificoADB Banco Asiático para el DesarrolloADM Arthur Daniel Midland (EE.UU.)ADPIC Aspectos de los Derechos de Propiedad

Intelectual relacionados con el Comercio(Acuerdo sobre los) (OMC)

AELC Acuerdo Europeo de Libre Comercio(Suiza, Lichtenstein, Noruega, Islandia)

AEPF Foro de los Pueblos Asia-EuropaAFL-CIO Federación Americana del Trabajo -

Congreso de Organizaciones Industriales AFTA Tratado de Libre Comercio de la ASEANAFTINET Red de Comercio justo e Inversión de

AustraliaAGCS Acuerdo general sobre el Comercio de los

Servicios (OMC)AGOA Ley sobre Crecimiento y Oportunidades

para África (EEUU)AIG Grupo Internacional AmericanoALBA Alternativa Bolivariana para los Pueblos

de Nuestra AméricaALCA Área de Libre Comercio de las AméricasALP Partido Laborista de AustraliaAMDH Asociación Marroquí por los Derechos

HumanosAMI Acuerdos Multilaterales de Inversión

(OECD)AMU Unión del Maghreb Árabe (Algeria, Libia,

Mauritania, Marruecos, Tunez)AoP Asamblea de los Pobres (Tailandia)APE Acuerdo de Asociación EconómicaAPEC Cooperación Económica Asia-PacíficoAPMC Comité de Productos y Mercados

Agrícolas (India)AsA Acuerdo sobre la agricultura (OMC)ASEAN Asociación de Naciones del Sudeste

AsiáticoASEM Encuentro Asia-EuropaASSOCHAM Asociación de Cámaras de Comercio e

Industria de la IndiaAUSFTA Tratado de Libre Comercio Australia EE.UU.BAD Banco Africano para el DesarrolloBID Banco Interamericano de Desarrollo BIMSTEC Iniciativa Multisectorial para la

Cooperación Técnica y Económica de laBahía de Bengala

BNDES Banco Nacional para el DesarrolloEconómico y Social (Brasil)

BSE Encefalopatía Espongiforme Bovina (malde la vaca loca)

CAF Corporación Andina de FomentoCAFTA Tratado de Libre Comercio EEUU-America

Central-Republica DominicanaCAN Comunidad Andina de Naciones CARICOM Comunidad del CaribeCCC Corporación de Crédito de Cosechas

(EE.UU.)

CCG Consejo de la Cooperación del GolfoCDB Banco para el Desarrollo de ChinaCEDEAO Comunidad Económica de Estados del

África del OesteCEO Funcionario Ejecutivo PrincipalCEPA Acuerdo de Asociación Económica CEPAL Comsión Económica para América Latina

y el CaribeCIADI Centro Internacional para el Arreglo de

Disputas en el area de la Inversión (BancoMundial)

COMESA Mercado comun de África del Este yAustral

COMESSA Comunidad de Estados Sahel-SaharianosCOMEX Ministerio de Comercio Exterior (Costa

Rica) CONASUPO Compañía Nacional de Subsistencias

Populares (México)CP Charoen Pokphand (Tailandia) DDA Agenda de Desarrollo de Doha (OMC)DPI Derechos de Propiedad IntelectualDTI Departamento de Comercio e Industria

(Filipinas)EAFF Federación de Agricultores de los Estados

del Este de ÁfricaEGAT PLC Autoridad para la Generación de

Electricidad de TailandiaEIA Evaluación del impacto ambiental EMFTA Acuerdo de libre comercio UE-

MediterráneoENCE Empresa Nacional de Celulosa España FARC Fuerzas Armadas Revolucionarias de

ColombiaFDI inversión extranjera directa FICCI Federación de Cámaras de Comercio e

Industria de la IndiaFIRE Radio Internacional Feminista FMI Fondo Monetario InternacionalGATT Acuerdo General sobre Aranceles

Aduaneros y ComercioGNP Gran Partido Nacional (Corea)HIV/SIDA Virus de inmunodeficiencia humana / sín-

drome de inmunodeficiencia adquiridaHOR Cámara de RepresentantesIBSA India-Brasil-Sur AfricaIDEALS Iniciativas para el Diálogo y el

Empodearmiento a través de ServiciosLegales Alternativos Inc. (Filipinas)

IFAC Comisión Consultiva Funcional de laIndustria

IIRSA Integración de la Infraestructura RegionalSudamericana

ILSA Instituto de Servicios Legales Alternativos(Colombia)

JPEPA Tratado de libre comercio Japón-FilipinasJTEPA Acuerdo de Asociación Económica Japón-

TailandiaKCTU Confederación de Sindicatos de Corea KMP Kilusang Magbubukid ng Pilipinas

(Movimiento Campesino de Filipinas)KMU Kilusang Mayo Uno (Movimiento Primero

de Mayo) (Filipinas)

112 | Combatiendo los TLCs

Glosario

KoA Alianza Coreana contra el TLC Corea-EEUU

KPL Liga Campesina CoreanaMEFTA Tratado de Libre Comercio EEUU-Medio

OrienteMERCOSUR Mercado Común del Sur (Argentina,

Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela) MITI Ministerio de Comercio Internacional e

Industria (Japón) MP Miembro del Parlamento

multinacionalesNAM Asociación Nacional de Industriales

(EE.UU.) NCR Región de la Capital Nacional (Filipinas)NESAC Consejo Consultivo Nacional Económico y

Social, (Tailandia) NHRC Comisión Nacional de Derechos Humanos

(Tailandia) NLA Asamblea Legislativa Nacional (Tailandia) OCDE Organización para la Cooperación y

Desarrollo EconómicosOCS organizaciones de la sociedad civilOGM (organismo) genéticamente modificadoOIC Organización de la Conferencia IslámicaOMC Organización Mundial del ComercioOMPI Organización Mundial de la Propiedad

IntelectualOMS Organización Mundial de la SaludONG organizaciones no gubernamentalesONU Organización de las Naciones UnidasPAD Alianza Popular para la Democracia

(Tailandia) PBI Producto Bruto InternoPBS Plan de Beneficios Farmacéuticos

(Australia) PCCI Cámara de Comercio e Industria de

Filipinas PDVSA Petróleos de Venezuela S.A. PhRMA Investigadores y Fabricantes

Farmacéuticos de América PLWHA personas que viven con HIV/SIDA PM Primer MinistroPNA Asociación de Enfermeras de Filipinas PO organización socialPROPAC Plataforma Sub-regional de

Organizaciones Campesinas de ÁfricaCentral

PTA tratado de comercio preferencialRECALCA Red Colombiana de Acción frente al Libre

Comercio y el ALCA

ROPPA Red de Campesinos y Organizaciones deProductores Agrícolas de ÁfricaOccidental

RTA tratado de comercio regionalSAARC Associación para la cooperación regional

en Asia del SurSACAU Confederación de Sindicatos Agrícolas de

África del Sur SACU Union Aduanera de África AustralSADC Comunidad para el Desarrollo del África

AustralSAFTA Tratado de Libre Comercio de Asia del

Sur (SAARC)SAG Ministerio de Agricultura y Ganadería

(Honduras) SEIPI Industrias de Semiconductores y

Electrónica de Filipinas, IncSEZ Zona Económica EspecialSPS Normas sanitarias y fitosanitariasTAFTA Tratado de libre comercio Tailandia-

AustraliaTBT Barreras técnicas al comercioTDRI Instituto de Investigaciones para el

Desarrollo de TailandiaTIFA Tratado Marco sobre el Comercio y la

Inversion (EEUU)TLC Tratado de Libre ComercioTLCAN Tratado de Libre Comercio de América

del Norte (Canada, EEUU, Mexico)TNP+ Red Tailandesa de Personas que Viven

con el HIV/SIDA TPPI Tratado de Protección y de Promoción de

la InversiónTRT Thai Rak Thai Party (Thailand) TSE Tribunal Supremo Electoral (Costa Rica) UAE Emiratos Árabes UnidosUE Unión EuropeaUEMAO Union Económica y Monetaria de África

OccidentalUNCTAD Conferencia de las Naciones Unidas sobre

el Comercio y el DesarrolloUNICE Unión de Confederaciones Industriales y

de Empleadores de Europa (UE)UPOV Union para la Protección de Variedades

VegetalesUSAID Agencia de EE.UU. para el Desarrollo

Internacional WEF Foro Económico MundialWINFA Asociación de Agricultores de Islas

Winward (Caribe)

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