(2010) género y status en la manufactura del papel: los maceradores arqueológicos del norte de...

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I II 1111111111

/

IDENTIDADES Y CULTURA MATERIAL EN LA REGI6N MAYA

Hector Hernandez Alvarez y Marcos Noe Pool Cab ED ITO RES

PRIORI-UADY Fomento a la Producci6n Editorial

Convocatoria 2009

----- - · --········-· ---•••••·····•• ••••••••• •••••··--••••••••••••tllltu.uotUUolouUUIIIIIIIllllll lllllllllllllllllllllo.~~JhJ.Iioi•AIIJHI£"hi-U!UUWUU~JIUU£UIIilli l .. ------~

IDENTIDADES Y CULTURA MATERIAL EN LA REGION MAYA

-.c....-t"J"\r Hernandez Alvarez y Marcos Noe Pool Cab ED ITO RES

· o es de la Universidad Aut6noma de Yucatan Merida, Yucatan, Mexico

2010

I

INDICE

IDENTIDADES Y CULTURA MATERIAL EN LA REGION MAYA: UNAINTRODUCCI6N ___________ ___ 9

Marcos Noe Pool Cab y Hector Hernandez Alvarez

ETNICIDAD EN ARQUEOLOGfA. UNAAPROXIMACI6N TE6RICO-METODOL6GICA PARAEL AREA MAYA ______ 17 Marcos Noe Pool Cab

GENERO Y ESTATUS EN LA MANUFACTURA DEL PAPEL: LOS MACERADORES ARQUEOL6GICOS DEL NORTE DE YUCATAN 31 Nancy Peniche May

OFRENDAS INFANTILES E IDENTIDAD DE LOS NINOS MAYAS EN EL PERIODO CLASICO DE CHI CHEN ITZA 47 Traci Ardren

SER 0 NO SER: CULTURA MATERIAL E IDENTIDAD INDIVIDUAL ENTRE LOS MAYAS DEL CLASICO 57 Lilia Fernandez Souza

ATAVIANDO SU IDENTIDAD: LA MUJER PREHISPANICA DE JONUTA, TABASCO, MEXICO ______ _ ____ 69

Miriam Judith Gallegos G6mora

UNA MIRADA ZOOARQUEOL6GICAA LOS MODOS ALIMENTICIOS DE LOS MAYAS DE LAS TIERRAS BAJAS DEL NORTE 89 Christopher M. Gotz

LA DEFORMACI6N CRANEANA COMO EMBLEMA DE IDENTIDAD, ETNICIDAD Y REPRODUCCI6N CULTURAL ENTRE LOS MAYAS DEL CLASICO 111 Vera Tiesler y Andrea Cucina

TEXTO, VOZ, ESPACIO Y CONTINUIDAD CULTURAL EN YUCATAN, MEXIC0 ________ _ ___ _ 135

Fernando Armstrong-Fumero

IDENTIDAD SOCIAL Y CULTURA MATERIAL DE LOS GRUPOS DOMESTICOS DE YAXUNA, YUCATAN 147 Hector Hernandez Alvarez

EL LAK: CONTINUIDAD CULTURAL E IDENTIDAD ENTRE LOS MAYAS YUCATECOS ___ _ _ _____ 169

Julio Cesar Hoil Gutierrez

COMENTARIOS SOBRE LA CULTURA MATERIAL YLAIDENTIDAD SOCIAL _ _ _ _ ___ _ ___ _ 183

Julia A. Hendon

IDENTIDAD Y CULTURAMATERIAL EN EL AREA MAYA: UN COMENTARI0 ______ ________ 191

Rani T. Alexander

BIBLIOGRAFfA _ _ _ _ ___________ 201

ACERCADELOSAUTORES _____ ___ _ ___ 245

GENERO Y ESTATUS EN LA MANUFACTURA DEL PAPEL: LOS MACERADORES ARQUEOLOGICOS DEL NORTE DE YUCATAN

Nancy Peniche May

Introduccion Entre las multiples actividades artesanales que realizaron los antiguos meso­arnericanos se encuentra la manufactura del papel a partir de las cortezas internas de diversos arboles. La seleccion de la materia prima dependfa de -u disponibilidad en las diferentes regiones en donde se elaboraba el papel corteza. Sin embargo, los arboles principalmente empleados pertenecieron a os generos Ficus (Ficus cotinifolia, Ficus podifolia, Ficus petiolaris), Morus (Mo­

rus celtidifolia) y Agave (Agave americana) (Lenz 1973; Vander Meeren 1997). En el area maya, el Ficus cotinifolia o kop6 fue la materia prima empleada para a elaboracion del papel.

Este papel denominado amatl en nahuatl o hu'un en maya fue emplea­do para una variedad de propositos, tales como ofrendas rituales; atavfos de dioses1 de personas importantes y de personas destinadas al sacrificio; pago de tributo y como soporte para la elaboracion de codices. A pesar de la importancia politica, economica o religiosa que pudo haber tenido, los d iferentes aspectos de su manufactura, identificada en el registro arqueo­logico mediante los maceradores, se encuentran pobremente estudiados, principalmente en las tierras bajas mayas del norte. Esto se debe en parte a la pauperrima preservacion del papel, a la escasez de informacion etnohis­torica y etnografica sabre los diversos aspectos del proceso de manufactura y de sus usos -especialmente en el area maya- y principalmente a la baja frecuencia en el registro arqueologico de los implementos con los cuales se procesaban las fibras de corteza para obtener la hoja de papel. Sabiendo de esta carencia de informacion, nos hemos dado la tarea de reunir y analizar

31

32 I NANCY PENICHE MAY

una muestra de 40 maceradores de piedra procedentes de trece sitios de la peninsula de Yucatan, especfficamente de los estados de Yucatan y Cam­peche. Algunos de estos especfmenes son ineditos, mientras que otros han sido mencionados en otras publicaciones (figura 1).

Figura 1. Sitios arqueol6gicos de donde proceden los maceradores que componen !a muestra.

El objetivo principal del capitulo es presentar una propuesta de iden­tificaci6n de los actores sociales, en terminos de genero y estatus, asociadas a las diversas tareas relacionadas con la elaboraci6n y el uso del papel, asi como los contextos en los cuales fueron realizadas tales actividades. Para ello, se emplea un enfoque multiple que incluye informacion arqueol6gica, etnohist6rica y etnografica.

G~NERO v ESTATus EN LA MANUFAcrURA DEL PAPEL: LOS ~CERADORES ARQUEOLdGrc os DEL NORTE DE Y ucATAN / 33

Los maceradores arqueol6gicos del norte de la peninsula de Yucatan El principal rasgo de los maceradores es ser herramientas liticas de secci6n oval o rectangular con superficies inferiores planas, de las cuales al menos una presenta una serie de estrias longitudinales. En el caso de exhibir es­trfas en ambas superficies, generalmente en una de las facetas, las ranuras ~on gruesas y separadas, mientras que en la otra son delgadas y juntas. Adicionalmente, estos implementos tienen una acanaladura mas ancha

ue corre a lo largo de su circunferencia ecuatorial, espedficamente en los d os lados mas largos y en uno angosto, aunque en ocasiones se presenta en toda su extension. Esta hendidura provee un media para enmangar la pieza con el objetivo de habilitarla para un mejor manejo durante el ma­cerado (Clark 1989; Lenz 1973; Nelson 2001; Rovner y Lewenstein 1997). En cuanto a la materia prima con la cual se manufacturaban predominan los materiales liticos, como la caliza, el basalto, la andesita, el granito, la diorita, entre otros. En sitios arqueol6gicos de Chiapas se han recuperado maceradores elaborados en madera (Clark 1988). Asimismo, en Veracruz e ha reportado que el macerado de las fibras se puede realizar con olotes Lenz 1973). Tanto los maceradores de madera como los olotes no dejan

huella en el registro arqueol6gico lo que genera un problema de represen-atividad al momenta de estudiar esta actividad que es importante tener

en cuenta. A continuaci6n, se describiran los maceradores que componen 'a colecci6n, que incluye 40 ejemplares procedentes de exploraciones ar­queol6gicas efectuadas en trece sitios del norte de la peninsula de Yucatan figura 2; tabla 1).

Chicannti (Campeche). En este sitio se recuperaron cinco maceradores du­rante las exploraciones de edificios principales, los cuales han sido data-

as para el periodo Clasico. Los cinco elementos fueron recuperados en el mismo contexte y se considera que ellos representan un conjunto de herra­mientas o menos probablemente un escondite (Rovner y Lewenstein 1997). Por desgracia, se desconocen las funciones de los edificios intervenidos; sin embargo, lo que si se puede afirmar es que estos fueron estructuras perte­:lecientes a la elite.

----------~···-··-····

34 I NANCY PENIGIE MAY

Ciudad Caucel (Yucatan). En la colecci6n de artefactos de caliza del area de Ciudad Caucel se registraron once maceradores, tres completos y ocho frag­mentos, de los cuales tres fueron reutilizados como alisadores. En cuanto a su temporalidad, cuatro de los implementos datan para el periodo Preclasico Medio, los otros elementos proceden de contextos mezclados de los perio­dos Prechisico Medio-Clasico Temprano, Preclasico Medio-Clasico Tardio y Clasico Temprano-Clasico Tardio (Peniche 2008). En cuanto al contexto de los elementos, de manera preliminar se puede mencionar que estos proce­dieron de estructuras principalmente domesticas de elite o de estatus medio, aunque al menos uno de ellos que data en el periodo Preclasico Medio fue hallado en una estructura de probable caracter administrativo.

A

B c

D

Figura 2. Maceradores del norte de !a peninsula de Yucatan: A) Ciudad Caucel (Peniche 2008); B) Ek' Balam (Peniche 2007); C) Flor de Mayo (Peniche 2008); D) Isla de Jaina (Peniche, et al. 2005);

E) Sih6 (Fernandez y Peniche 2005).

G£NERO Y £STATUS EN LA MANUFACTURA DEL PAFEL: LOS MACERADORES ARQUEOLOGICOS DEL NORTE DE YucATAN / 35

Dzibilchaltun (Yucatan). Un total de cinco maceradores se han reportado durante las intervenciones realizadas en este sitio, todos ellos manufactura­d os en caliza densa. De tales artefactos, cuatro de ellos fueron hallados du­:ante las exploraciones efectuadas por el-Middle American Research Institute en el centro del asentamiento. En cuanto a su temporalidad, un especimen aparece en un contexto del Preclasico Tardio, pero los otros tres pertene­cen al Clasico Terminal (Rovner y Lewenstein 1997). El quinto elemento

rocede de la Estructura 3 la cual forma parte de una unidad habitacional bicada al centro de la Plaza Sur o Grupo del Palacio, esta unidad habita­

cional es una reutilizaci6n de este grupo durante el Posclasico Temprano. La ubicaci6n del grupo, los materiales culturales recuperados, asi como las caracteristicas arquitect6nicas del edificio indican un estatus "alto" (San­tiago Lastra 2004).

Flor de Mayo (Yucatan). En este sitio se han reportado dos fragmentos de maceradores y uno completo procedentes de las estructuras 29, 70 y 385, edi­iicios habitacionales del periodo Clasico Tardio, habitado probablemente por gente de estatus alto en la jerarquia del sitio (Hernandez Hernandez 2006).

no de estos artefactos se caracteriza por haber sido reutilizado como un ali­ador, de hecho aun conserva restos de estuco en las facetas que funcionaron ara los trabajos de albafiileria.

Ek Balam (Yucatan). La colecci6n de artefactos de este sitio cuenta con tres maceradores, un especimen completo y dos fragmentos. Los tres ejemplares fueron recuperados durante las exploraciones de la Estructura 1 o Acropolis y probablemente datan para el periodo Clasico Tardio (Peniche 2007).

Kabah (Yucatan). En el edificio Manos Rojas se hallaron tres macerado­res de caliza, los cuales probablemente daten para el Clasico Terminal o el Posclasico Temprano (Perez de Heredia 2001). Aunque un analisis fun­donal no se encuentra disponible, con base en los materiales artefactuales :ecuperados durante las exploraciones esta estruc~ra debi6 fungir como habitaci6n de elite.

36 I NANCY PENICHE MAY

Isla Cerritos (Yucatan). Un solo macerador de caliza densa fue hallado du­rante las exploraciones de la estructura 15, espedficamente en la capa 5 del pozo de prueba 4. Este artefacto data en el periodo Clasico Terminal (Cervera Rivero 1996).

Isla de Jaina (Campeche). Dos maceradores fueron hallados en este sitio, uno en el Juego de Pelota y otro en el pozo de prueba 8. Estos implementos datan en el periodo Clasico Tardio-Terminal (Peniche, et al. 2005).

Isla Piedras (Campeche). En este sitio se recuper6 un macerador durante las actividades de prospecci6n. Por desgracia, este material fue recuperado en superficie por lo cual no es posible hablar mucho acerca de su contexto de procedencia (Peniche 2004).

Oxkintok (Yucatan). En el Chultun 4 del Grupo Ah Canul se recuper6 un fragmento de macerador cuya temporalidad no es clara. El Grupo Ah Canul, claramente se trata de un grupo de elite (Hurtado Cen 2003). Cabe sefialar que durante las intervenciones en el grupo May no se report6 ningun mace­radar (Fernandez 1993).

Sih6 (Yucatan). Tres maceradores se hallaron en este sitio. Uno completo y uno fragmentado fueron recuperados en la Estructura 5D2, mientras que en 5D16 se recuper6 un artefacto de este tipo. Las investigaciones realiza­das en tales estructuras han arrojado evidencia de que se trata de edificios de caracter habitacional de elite. Asimismo, se ha podido determinar que los tres implementos datan para el periodo Clasico Terminal (Fernandez y Peniche 2005).

Uaymil (Campeche). En la Estructura 5, una columnata, se recuper6 un ma­cerador que data para el periodo Clasico Terminal. Esta estructura es de caracter no domestico, de hecho se ha considerado que este edificio pudo haber servido como un espacio en donde personas dedicadas al intercam­bio, quienes arribaban a la isla, eran recibidas y homenajeadas con bebidas y alimentos cocinados en otra parte (Cobos Palma, et al. 2005).

G~NERO Y ESTATUS EN LA MANUFACfURA DEL PAPEL: LOS MACERADORES ARQUEOLOGicos DEL NORTE DE Y ucATAN / 37

' ochkax (Yucatan). En la superficie del chulrun del conjunto XCOCH-C14 recuper6 un macerador de caliza. Este conjunto se ha considerado como conjunto habitacional de mediana importancia en la jerarqufa del sitio que

e habitado durante el lapso de 750 I 800-1000 d. C. (Michelet, et al. 2000:438).

SITIO N

Chic anna 5

Ciudad Caucel 11

DzibilchaltUn 5

FlordeMayo 3

EkBalam 2

Kabah 3

Isla Cerritos 2

Isla de J aina 2

Isla Piedras 1

Oxkintok 1

Sih6 3

Uaymil 1

Xcochkax 1

TOTAL 40

Tabla 1. Maceradores del norte de Ia peninsula de Yucatan.

Discusi6n pesar de que la muestra de maceradores con la que se cuenta actualmente

_ muy pequefia, existen ciertas tendencias que es posible observar cuando ~ ternan en cuenta la temporalidad y los contextos de procedencia de los

plementos. En primera Iugar, podemos sugerir con base en la muestra recuperada

Ciudad Caucel que, al igual que en los sitios del norte de Belice como - axob (McAnany y Ebersole 2004) y Cuello (Hammond 1991), en el norte

-----. ..

38 I NANCY PENICHE MAY

de la peninsula de Yucatan la tecnologia de manufactura de papel apareci6 tan temprano como el Preclasico Medio y no hasta el Preclasico Tardio como se ha planteado previamente (Lenz 1973; Gaber 2001 en McAnany y Ebersole 2004; Rovner y Lewenstein 1997).

La muestra tambien nos permite corroborar la persistencia de esta tec­nologia hasta el periodo Clasico Terminal. La muestra de Chicanna, Dzibil­chaltun (Rovner y Lewenstein 1997), Flor de Mayo (Hernandez Hernandez 2006), Xcochkax (Michelet, et al. 2000) y Sih6 (Fernandez y Peniche 2005) son ejemplos de maceradores del periodo Clasico. Cabe mencionar que con base en los registros etnohist6ricos (Landa 2003) y la muestra de Dzibilchal­tun (Rovner y Lewenstein 1997; Santiago Lastra 2004), se puede afirmar la presencia de la manufactura de papel corteza en el norte de Yucatan hasta el periodo Posclasico (tabla 2) .

Sitio Preclasico Preclasico Clasico Clasico Clasico Posclasico Total Medio Tardio Temprano Tardio Terminal

Chicanna --- ~--- ---- ---- 5 ---- 5

Ciudad Caucel 3 ---- ---- ---- ---- ---- 3

Dzibilchaltun ---- 1 ---- ---- 3 1 5

Florde Mayo --- ---- - 3 --- ---- 3

Ek' Balam -- ---- --- 3 --- ---- 3

Kabah ---- ---- ---- ---- ---- ---- 0

Isla Cerritos ---- ---- ---- ---- 1 ---- 1

Isla de Jaina --- ---- ---- 2 ---- ---- 2

Isla Piedras ---- ---- ---- ---- ---- ---- 0

Oxkintok ---- ---- --- ---- ---- ---- 0

Sih6 ---- ---- ---- ---- 3 ---- 3

Uaymil ---- ---- --- ---- 1 ---- 1

Xcochkax ---- ---- ---- 1 ---- ---- 1

Total 3 1 0 9 13 1 27

Tabla 2. Maceradores por temporalidad.

G£NERO y ESTATus EN LA MANUFACfURA DEL PAPEL: LOS MACERAOORES ARQUEOLOGICos DEL NORTE DE Y u cATAN / 39

Como se puede observar en todos los sitios, excepto en Ciudad Cau­cel, se reportaron pocos espedmenes. Sin embargo, hay que considerar la posibilidad de que la pequefta cantidad de maceradores se deba al tamafto de las areas exploradas en cada asentamiento, aunque en otros sitios del area maya se ha reportado una tendencia similar de baja frecuencia de este tipo de elementos. Por ejemplo, en los sitios guatemaltecos de Piedras Negras (Nelson 2001) y Aguateca (Inomata y Stiver 1998) unicamente se han recu­perado dos ejemplares en cada sitio a pesar de las excavaciones extensivas que se han realizado; del mismo modo en Cancuen solo se han reportado tres espedmenes (Kovacevich 2006). En el sitio hondurefto de Copan tambien se :egistran pocos maceradores, ya que en el Grupo 6-2 de Copan, Honduras, se recuperaron solo dos (Fung 1995) y en los basureros del palacio del rey decimosexto Yax Pasah se reportaron tambien en bajas cantidades (Doonan :996). Esto contrasta con la cantidad de maceradores de Cuello, Belice, en

onde se hallo un total de diez maceradores (Hammond 1991). Yaxchilan arece ser otra gran excepcion ya que ahi se han reportado 39 objetos datan­o para el Clasico Tardio (Kaneko 2003). La baja frecuencia de ejemplares en

a mayoria de los sitios nos permite sugerir que la manufactura de papel era una actividad practicada con poca frecuencia y probablemente el volumen _;e papel manufacturado era limitado (Nelson 2001). Una de las razones de a baja intensidad de produccion pudo ser que el conocimiento para manu­

:acturar el papel corteza era controlado por pocas personas o grupos domes-cos, siendo tal conocimiento transmitido unicamente de madre a hija, tal

como lo reporto Lenz (1973) en Veracruz. Asimismo, este conocimiento pudo :.aber sido controlado por cierto estrato de la poblacion, como se evidencio

Ixhuatlan de Madero (Veracruz), en donde el papel corteza era hecho uni­.::amente por las mujeres de los brujos (Lenz 1973).

Por otra parte, la baja produccion del papel corteza pudo estar rela­onada con sus usos, los cuales estuvieron limitados a diversas actividades ligiosas y rituales, asi como ala elaboracion de codices (Lenz 1973; Vander leeren 1997). Los mexicas, por ejemplo, consumian grandes cantidades de

_a pel, pero la mayo ria era empleado como ornamento en rituales y atavios _ara dioses, sacerdotes, humanos destinados al sacrificio o cadaveres de _ rsonas muertas en circunstancias especiales. El papel goteado con hule,

40 I NANCY PENICHE MAY

llamado amateteuitl, podia ser empleado para representar a los dioses y fue usado, al mismo tiempo, como ofrenda y como ornamento. Igualmente, el papel amate era dado como ofrenda en determinadas ceremonias. Los tlax­caltecas y los otomfes tambien ofrendaban papel corteza (Lenz 1973; Moto­linfa 2001; Sahagun 1999). De manera similar, en el area maya se quemaban rollos de papel que servfan de receptaculos para la sangre en los rituales para llamar a la Serpiente Vision, tal y como se aprecia en algunos monumentos de Yaxchilan (Benavides 1998; Schele y Freidel1990). En tiempos mas recien­tes, desde la decada de 1970 y hasta finales de lade 1990, el papel corteza que era producido en poblaciones otomfes se empleaba casi exclusivamente en la "brujerfa" o ceremonias de curacion (Christensen y Marti 1971 en Clark 1988; Hernandez 1959 en Lenz 1973; Lopez 2003; Vander Meeren 1997). Los lacandones, en la decada de 1940, tambien utilizaban el papel corteza duran­te el "culto", aunque en forma de bandas para rodear sus cabezas, vasijas sagradas y sonajas que utilizan sus sacerdotes. De manera similar, en las Relaciones de Yucatan se reporta que un sacerdote maya empleaba bandas de papel hecho del arbol "copo" (Lenz 1973). Tanto la informacion etnohisto­rica, iconografica y etnografica sefiala que el papel corteza tuvo un caracter sagrado ya que actuo como un "tipo de mensajero o nexo, proveyendo un medio de comunicacion entre los humanos y el mundo espiritual" (Sands­trom y Sandstrom 1986 en Tate 1999).

Otro factor que afectaba la intensidad de produccion de papel es el estatus de los consumidores. Se ha propuesto que gente no perteneciente a la elite pudo haber empleado ropas hechas de papel corteza (McAnany y Plank 2001). Los cakchiqueles, por ejemplo, usaban ropa de papel corteza en epocas de carestfa (Recinos y Goetz 1953 en Clark 1988), y se sabe que los lacandones tambien la empleaban a principios del siglo XX (Clark 1988). El empleo del papel corteza por parte de gente maya no de la elite lo sugiere la presencia de maceradores en contextos fuera de la elite (McAnany y Plank 2001). Conlin (2007 en Kovacevich 2006) propone que pueden ser represen­tativos de rituales domesticos no pertenecientes a la elite. Sin embargo, con base en la muestra analizada en el presente trabajo podemos observar que los maceradores aparecen predominantemente en contextos domesticos de elite o de estatus medio, aunque en ciertas ocasiones pueden recuperarse en

G~NERO y ESTATUS EN LA MANUFACTURA DEL PAFEL: LOS MACERADORES ARQUEOL6GJCos DEL NORTE DE YucATAN / 41

estructuras de carcicter no habitacional, como es en el caso de Uaymil (Cobos Palma, et al. 2005), en Ciudad Caucel (Peniche 2008) e Isla de Jaina (Peniche, et al. 2005). En Aguateca (Inomata y Stiver 1998), Cancuen (Kovacevich 2006), Copan (Doonan 1996; Fung 1995), Pjedras Negras (Nelson 2001) y Yaxchilan (Kaneko 2003) tambien se reporta una tendencia semejante ya que en esos sitios se han registrado maceradores procedentes unicamente de estructuras habitacionales de elite. Lo anterior parece indicar que la manufactura de pa­pel era una actividad realizada ya sea por la elite misma o bajo su supervi-i6n. De hecho, con base en la evidencia obtenida en Cancuen se ha sugerido

que los maceradores -y, por lo tanto, la manufactura de papel- fueron un marcador de elite relacionado con rituales domesticos exclusivos de la elite Kovacevich 2006). En ese sentido, el papel deberfa considerarse como un

· ien de prestigio. Algo semejante sucedfa en el centro de Mexico, en donde se ha propuesto que el papel era ofrendado unicamente por personas "con ·erto poder adquisitivo" (Oliver 1997). El papel era codiciado en el centro

.:e Mexico, ya que cerca de 40 pueblos - la mayorfa en el actual estado de _ orelos- lo tributaban ala Triple Alianza (Lenz 1973; Lopez 2003). El sector :-eal era el encargado de distribuirlo y era empleado como regalo en ocasio-

es especiales, como recompensas a guerreros, como parte del suministro a templos y sacerdotes o como soportes para los codices (Lopez 2003).

Aunque las fuentes etnohist6ricas no mencionan quien estuvo a cargo -e la manufactura ode si la labor estuvo dividida de acuerdo con los dife­

tes estadios del proceso, el contexto de procedencia de los maceradores sefiala el genero de quienes manufacturaban el papel. El hecho de que

recuperen principalmente en contextos domesticos sugiere que eran las :1jeres las encargadas de la elaboraci6n de este bien. Como Tate (1999) men­na, los maceradores raramente son encontrados en entierros masculinos elite o en escondites, y el hecho de que hay a una ausencia de imagenes de ? roduccion sustenta la idea de que fue un trabajo femenino. Sin embargo,

":.- que considerar que la imagen pudo haber sido mas compleja de lo que se - planteado ya que cada etapa del proceso de manufactura pudo haber sido .:W.zada por actores sociales diferentes si se toman en cuenta los aspectos

o de gepero como de estatus.

42 I NANCY PENICHE MAY

De acuerdo con la evidencia etnohistorica y etnografica, el proceso de manufactura del papel comienza con la recoleccion de la materia prima, para lo cual se cortaban unicamente las ramas gruesas de los arboles de­jando los renuevos (Hernandez 1959 en Lenz 1973; Vander Meeren 1997). De acuerdo con Christensen y Marti (1971 en Clark 1988), esto se hada en primavera preferentemente cuando la luna es nueva, debido a que esto fa­cilita el trabajo y dana menos a los arboles. El registro etnohistorico sefiala que posteriormente se reblandedan las cortezas con el objetivo de separar la corteza interna de la externa (Hernandez 1959 en Lenz 1973). El registro etnografico, sin embargo, menciona procesos diferentes en los que se sepa­raba la corteza interna y posteriormente se codan en agua con cal o ceniza; luego, se procedia a enjuagarlas y se dejaban reposar en recipientes con agua (Lenz 1973; Lopez 2003; Vander Meeren 1997). Cualquiera que haya sido el procedimiento empleado, la evidencia etnografica sefiala que hom­bres y mujeres pudieron haber realizado esta etapa del proceso de manu­factura. Por ejemplo, los otomies del pueblo de San Pablito (Puebla) dicen que hombres y mujeres por igual recolectan la materia prima; sin embargo, Lopez (2003) encuentra que la recoleccion de la materia prima la realizan unicamente los hombres, aunque Lenz (1973) sefialo que, en la decada de 1940, en todo el proceso de fabricacion solo intervenian las mujeresl. En los otros lugares visitados por Lenz (1973) en Veracruz, Hidalgo y Puebla, era exclusivamente la mujer quien recolectaba la corteza. Por otra parte, el es­tatus de quienes realizaban este proceso en tiempos prehispanicos es algo mas dificil de establecer, pero hay que considerar la posibilidad de que mujeres u hombres de otros grupos domesticos de estatus inferior pudie­ran haber realizado la recoleccion de la corteza y los primeros estadios de la manufactura del papel; en este caso, las mujeres de elite pudieron haber

A partir de la decada de 1970, hay registros de que en San Pablito hombres ajenos a los grupos domesticos eran quienes recolectaban Ia corteza y realizaban su separaci6n en in­terna y externa para posteriormente vendersela a las mujeres. Sin embargo, en este caso los niveles de producci6n del papel son mas altos que en tiempos prehispanicos (Christen­sen y Marti 1971 en Clark 1988; Vander Meeren 1997) ya que por politicas gubernamenta­les se incentiv6 a aumentar la producci6n como un media de supervivencia alternativo a las labores agrfcolas.

II

G~NERO Y ESTATUS EN LA MANUFACTURA DEL PAFEL: LOS MACERAOORES ARQUEOLOGICOS DEL NORTE DE YucATAN / 43

actuado como supervisoras tal y como sefi.ala McAnany y Plank (2001) para el procesamiento de alimentos. En el registro arqueologico estas etapas del proceso de manufactura podrian ser evidenciadas por la presencia de las­cas casuales empleadas para separar la corteza de las ramas y para raspar as fibras, asi como por jarras con cuello empleadas para almacenar agua

~ dispensable para el remojo (Fung 1995).

La segunda etapa del proceso de manufactura del papel corteza 'era a elaboracion en sf de la hoja. Para ello, se empleaba una tabla de madera

.: bre la cual se depositaban haces de fibra formando una cuadricula. Estas -bras eran golpeadas con un macerador con el objetivo de entrelazarlas. Pos­

riormente, las hojas eran puestas a secar al sol (Lopez 2003; Vander Meeren 7). En todos los registros etnognificos, las mujeres son las encargadas de

alizar esta etapa (Lenz 1973; Lopez 2003; Starr 1898 en Tate 1999; Vander eeren 1997), aunque Lenz (1973) evidencio un caso en Amatepec (Vera­:.:.z) en el que un hombre, quien lo aprendio de su padre, manufacturaba

el corteza. Como Starr (1898 en Tate 1999) sefi.alo, "el trabajo es hecho por - mujeres y usualmente en las casas con cierto grado de secreto2" (traduc­

de la autora), lo cual puede estar relacionado con la funcion sagrada que ;-apel corteza tuvo (Tate 1999). Debido a lo sagrado del papel corteza, el

cimiento de su manufactura debio ser celosamente guardado y posible­te estuvo restringido a mujeres de la elite.

Cabe sefi.alar que esta division de las etapas del proceso de manufac­por estatus ya ha sido planteada para la manufactura de ornamentos de en Cancuen. La evidencia recuperada en este sitio ha permitido sugerir

::-rimeros estadios de produccion de los ornamentos se realizaron no de la elite, pero las etapas finales se llevaron a cabo por la elite

.;;ebido a que para ello era necesario cierto conocimiento restringido usivo de la elite (Kovacevich 2006).

Finalmente, podemos sefi.alar que eran hombres principalmente ...,,......lPc:: empleaban este material tanto en practicas rituales - ya sea como

:.:- el trabajo de Lenz (1973) se puede observar que Starr se refiere unicamente al proceso elaboraci6n de la hoja del papel y no a la recolecci6n de la corteza ni a su separaci6n y pieza.

44 / NANCY PENICHE MAv

ofrendas o como atavios u ornamentos- como en la elaboracion de codices (Inomata 2001; Inomata y Triadan 2000). En San Pablito, por ejemplo, eran y son los chamanes los unicos quienes tienen el conocimiento para utilizar el poder procedente del papel corteza cortado en figurillas representando a "dioses" (Lenz 1973; Lopez 2003). Sin embargo, existe evidencia iconografica y etnografica que indica que las mujeres tambien pudieron haber empleado el papel durante los rituales de autosacrificio (Benavides 1998; Tate 1999), en ofrendas (Lenz 1973), y se ha propuesto que inclusive en la elaboracion de codices (Coggins 1998).

Consideraciones finales El estudio de los maceradores arqueologicos aun esta en sus inicios. Sin em­bargo, conjuntando la informacion arqueologica, etnohistorica y etnografica sobre los implementos y el proceso de elaboracion del papel se ha podido proponer que actores sociales estuvieron asociados a las diversas tareas rela­cionadas con la elaboracion y el uso del papel, tradicion que se remonta en el norte de la peninsula de Yucatan desde el periodo Preclasico Medio.

Por el momento, se puede establecer que la baja frecuencia en la que se presentan los maceradores en las colecciones artefactuales parece indicar que la intensidad de produccion del papel fue generalmente baja. No obstan­te, el relativamente alto numero de maceradores en algunos sitios implican­do niveles intensos de produccion puede estar relacionado con una mayor disponibilidad de arboles convenientes para la elaboracion de papel corteza o quiza al uso de este bien como forma de intercambio (Fung 1995).

En la mayoria de los sitios, sin embargo, la baja frecuencia de los mace­r adores puede indicar que las personas con el conocimiento de la manera de procesar las cortezas para convertirlas en hojas de papel o hu'un eran pocas y, por lo tanto, este era privilegiado. Con base en el registro etnografico se ha propuesto que estas personas fueron predominante mujeres y con base en los contextos de procedencia de los implementos de manufactura, los mace­radores, se sugiere que estas mujeres pertenedan a la elite, aunque rnujeres y, de manera secundaria, hombres de estatus inferior pudieron haber partici­pado en esta actividad durante las etapas de recoleccion de la materia prima

G~NERO y ESTATUS EN LA MANUFACruRA DEL PAPEL: LOS MACERAOORES ARQUEOLOGICOS DEL NORTE DE Y ucATAN / 45

~- la separacion y limpieza de las cortezas, por lo que estarfamos hablando ~e relaciones de subordinacion. La integracion de la informacion proporcio­-.ada por los analisis de los maceradores con la obtenida de otros artefactos, - mo las clases de vasijas ceramicas y los tipos tecnologicos de artefactos de -nex y obsidiana, asf como los contextos de recuperacion, podrfa ayudar a

larecer esta incognita. La division de labor por estatus ha sido planteada :ambien para la produccion de ornamentos de jade en Cancuen (Kovacevich :J06). El hecho de que las mujeres de elite hayan sido las encargadas de la

anufactura del papel refuerza la idea de que las elites tuvieron diversas entidades, estando entre ellas la de artesanos (Inomata 2001).

Por otra parte, se puede plantear que las mujeres mediante la manu­crura del papel contribuyeron a practicas importantes consideradas pre­

.;ominantemente masculinas, como es la elaboracion de codices por parte -e los artistas I escribanos. Asimismo, mediante la elaboracion del papel, las

ujeres de elite participaban de algun modo en las diversas practicas religio-en las cuales este objeto de prestigio era empleado, aunque tambien ellas

emplearon en sus rituales de autosacrificio y ofrendas. De esa manera, las ujeres tuvieron un papel relevante manufacturando objetos que eran utili­des por los hombres para reforzar su estatus, lo que habla finalmente <;le la mplementariedad que existfa entre los generos.

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