101 caserios vascos - 101 basque farmhouses

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MONOGRAFIAS DE 101 CASERIOS VASCOS Alberto Santana Nombre: Urbina Barrio: Abezia Municipio: Urkabustaiz Territorio: Araba Mapa: 111-II-D Descripción: El caserío Urbina es un gran edificio ubicado en el centro del barrio Bajo de Abezia, en una altiplanicie situada a más de 600 metros de altura sobre el nivel del mar. Este pequeño valle constituye una de las fronteras geográficas de la expansión del caserío, pero al mismo tiempo el propio caserío Urbina es una prueba de que se difundió aquí en épocas muy tempranas. Es una casa exenta, de planta cuadrada ligeramente irregular, como corresponde a un edificio que se ha construido en varias fases, por sucesivas adiciones de cuerpos a un núcleo original. Dispone de una era con cerca de piedra y antuzano enlosado delante del portalón principal. Es un edificio de planta baja y una amplia altura de bajocubierta; es asimétrico, ya que se ordena en cuatro crujías longitudinales, con estructura mixta de postes, pies derechos y muros de carga interiores, y con cubierta de correas y caballetes a dos aguas. La casa tiene un amplio acceso histórico bajo soportal abierto al Sur, definido entre postes y protegido por un espolón de muro que prolonga la fachada occidental, la más castigada por el viento y la lluvia. Desde él se pasa al núcleo central donde se encuentran dos cocinas, de las que sobresale la vieja, situada en el corazón interior de la casa y que responde al modelo de fuego bajo centralizado con pescante de llares giratorio y una gran campana troncopiramidal de ladrillo alzada sobre él. Entorno a este núcleo organizador se desarrollan en forma de L las cuadras, ocuapando la pocilga el flanco norte y el establo de las vacas el lado oriental. Precisamente en la esquina de contacto entre ambos se situaban el troje para almacenar el grano y el viejo horno de pan, hoy en desuso. En la planta primera el espacio situado sobre el soportal se transformó en salón familiar y a lo largo de la crujía Oeste se ganó espacio para habilitar tres dormitorios, que vuelan parcialmente sobre la calle, generando bajo ellos un pequeño pórtico corrido sostenido por pies derechos con ensamblajes de quijera. Todo el resto del piso alto se dedica a pajar y almacenaje, salvo un pequeño habitáculo bajo el piñón donde está el palomar. Tipología e historia: Aunque el lugar de Abezia está documentado como asentamiento estable de población dependiente del monasterio de San Millán de la Cogolla desde el año 937, nada hay en el caserío Urbina que pueda remontarse a fechas tan antiguas. La construcción del edificio actual puede situarse hacia el año 1530, y de aquel momento se conservan restos tan elocuentes como un dintel en arco conopial en la entrada de una de las habitaciones o la propia estructura de postes de la mitad occidental del edificio.

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MONOGRAFIAS DE 101 CASERIOS VASCOS

Alberto Santana

Nombre: Urbina

Barrio: Abezia

Municipio: Urkabustaiz

Territorio: Araba

Mapa: 111-II-D

Descripción: El caserío Urbina es un gran edificio ubicado en el centro del barrio Bajo de Abezia, en una altiplanicie situada a más de 600 metros de altura sobre el nivel del mar. Este pequeño valle constituye una de las fronteras geográficas de la expansión del caserío, pero al mismo tiempo el propio caserío Urbina es una prueba de que se difundió aquí en épocas muy tempranas.

Es una casa exenta, de planta cuadrada ligeramente irregular, como corresponde a un edificio que se ha construido en varias fases, por sucesivas adiciones de cuerpos a un núcleo original. Dispone de una era con cerca de piedra y antuzano enlosado delante del portalón principal. Es un edificio de planta baja y una amplia altura de bajocubierta; es asimétrico, ya que se ordena en cuatro crujías longitudinales, con estructura mixta de postes, pies derechos y muros de carga interiores, y con cubierta de correas y caballetes a dos aguas.

La casa tiene un amplio acceso histórico bajo soportal abierto al Sur, definido entre postes y protegido por un espolón de muro que prolonga la fachada occidental, la más castigada por el viento y la lluvia. Desde él se pasa al núcleo central donde se encuentran dos cocinas, de las que sobresale la vieja, situada en el corazón interior de la casa y que responde al modelo de fuego bajo centralizado con pescante de llares giratorio y una gran campana troncopiramidal de ladrillo alzada sobre él.

Entorno a este núcleo organizador se desarrollan en forma de L las cuadras, ocuapando la pocilga el flanco norte y el establo de las vacas el lado oriental. Precisamente en la esquina de contacto entre ambos se situaban el troje para almacenar el grano y el viejo horno de pan, hoy en desuso.

En la planta primera el espacio situado sobre el soportal se transformó en salón familiar y a lo largo de la crujía Oeste se ganó espacio para habilitar tres dormitorios, que vuelan parcialmente sobre la calle, generando bajo ellos un pequeño pórtico corrido sostenido por pies derechos con ensamblajes de quijera. Todo el resto del piso alto se dedica a pajar y almacenaje, salvo un pequeño habitáculo bajo el piñón donde está el palomar.

Tipología e historia: Aunque el lugar de Abezia está documentado como asentamiento estable de población dependiente del monasterio de San Millán de la Cogolla desde el año 937, nada hay en el caserío Urbina que pueda remontarse a fechas tan antiguas. La construcción del edificio actual puede situarse hacia el año 1530, y de aquel momento se conservan restos tan elocuentes como un dintel en arco conopial en la entrada de una de las habitaciones o la propia estructura de postes de la mitad occidental del edificio.

Sin embargo, tanto la crujía trasera, como el flanco oriental pueden considerarse añadidos, producto de una importante reforma de época barroca, de calidad inferior al proyecto original. Estos elementos, al igual que la cocina antigua y las originales habitaciones en voladizo tienen fábrica de entramado y se aparejan con ladrillo o mampostería, siguiendo la tradición constructiva de mediados del siglo XVII.

Las reformas más recientes tienen apenas un siglo de vida, y han afectado a la instalación de la cocina nueva y a la creación de la sala en un espacio que originalmente debió de estar destinado a granero.

Nombre: Agarre Bekoa

Barrio: Iñurritza

Municipio: Zarautz

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-I-C

Descripción: El barrio de Iñurritza es un pequeño núcleo de caseríos de origen medieval que se encuentra situado en tierras bajas, al borde de una zona inundable de marismas y arenales en la desembocadura de la ría de Iñurritza. Este asentamiento en el extremo oriental de la playa de Zarautz ha sido recientemente absorbido por el crecimiento urbano de la villa, pero aun mantiene alguna de sus construcciones históricas, entre las cuales el caserío Agarre Bekoa ha sobrevivido como el edificio más antiguo.

Agarre Bekoa es un caserío de dos viviendas perfectamente simétricas, divididas por el eje del edificio que coincide con la línea de cumbrera. Es una construcción de planta cuadrada a la que se han añadido cuerpos adosados de menor entidad para completar sus necesidades de almacenaje y establos. La estructura interior se plantea al modo tradicional, en tres crujías longitudinales y dos alturas, cubriéndose con armadura de correas a tres vertientes, con el caballete perpendicular a la fachada principal, que se orienta al Sur, dándole la espalda al mar.

La casa está construida con paramentos de mampostería en planta baja y con entramado de madera vista en el piso superior. El aparejo es de mejor calidad en la antigua cara norte, hoy enmascarada por el adosamiento de una cuadra zaguera suplementaria. En este paño de muro constituido por sillarejos góticos se abre un arco ojival de dos grandes dovelas, que sería la antigua entrada de la cuadra, y dos ventanas con dintel en arco de medio punto, que tendrían la función de facilitar la ventilación del pajar.

En la planta baja hay sendas cocinas, situadas en los ángulos externos de la fachada principal, y un amplio espacio de cuadras. La fachada carece de soportal y desde las dos puertas que se situan en su centro se accede a las escaleras interiores que permiten subir al piso de vivienda, en el que las habitaciones se concentran en la parte delantera y abren sus ventanas aprovechando el ritmo de los tramones y puentes de la estructura de madera. El camarote, situado bajo el piñón y encima de estas dependencias, se cierra con tablas desordenadas.

Tipología e historia: Agarre Bekoa es un edificio antiguo que ha sufrido dos intervenciones históricas que alteraron completamente su estructura original. El caserío actual debió de construirse durante el primer cuarto del siglo XVI. Era entonces una vivienda unifamiliar, con cubierta a dos aguas y estructura interior de lagar, pero debió de sufrir un incendio importante a mediados del siglo XVII, porque fue reedificado integramente conservando la planta y el muro trasero, pero sin rastros de la estructura original.

La reconstrucción aun debió mantener el uso unifamiliar del edificio durante varias generaciones, hasta que un siglo más tarde los propietarios decidieron abandonar la explotación directa de la casa y la reformaron internamente para acoger a dos familias de colonos arrendatarios. En esta intervención del siglo XVIII se reformaría la armadura para darle una tercera agua en la vertiente trasera, que debido a la ubicación tan expuesta del caserío frente al Cantábrico, estaba sujeta a sufrir frecuentes daños en las tejas. También fue entonces cuando se alzó el muro medianil que divide longitudinalmente la casa y cuando se habilitaron las habitaciones de la planta primera. A medio plazo el reparto de la cuadra en dos explotaciones independientes motivó la necesidad de realizar ampliaciones exteriores para alojar los aperos de labranza, el carro y el ganado. Estas ampliaciones tomaron la forma de tejavanas adosadas que se cubrían con una prolongación del faldón del tejado en la cara Norte y un cuerpo más bajo en la Oeste.

Nombre: Albisua

Barrio: Basalgo

Municipio: Bergara

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 88-I-B

Descripción: Albisua es un gran caserío situado en un soleado rellano a media ladera, aislado respecto al antiguo núcleo de Basalgo del cual depende, pero dominando desde su posición elevada la cuenca media del rio Deba y la villa de Bergara.

El edificio histórico es una construcción de planta cuadrada de 370 metros cuadrados de superficie aproximadamente, estructurado en tres crujías por dos muros de carga interiores que se disponen en paralelo a la fachada principal, y ordenado verticalmente en planta baja, primera y un espacio de bajocubierta que sólo es utilizable con comodidad en el tramo central de la casa.

En la actualidad todo el caserío Albisua ha sido rehabilitado como vivienda y los antiguos espacios dedicados al pajar y los establos han sido acondicionados para nuevos usos o simplemente se utilizan como almacén, ya que se ha abandonado por completo la actividad agropecuria.

En la planta baja destaca especialmente el gran soportal corrido que ocupa la primera crujía, un espacio noble con pavimento de losas que se abre al exterior por medio de cuatro amplios arcos de medio punto con cortas dovelas de sillería que voltean sobre pilares de piedra. Los arcos de esta hera están descentrados respecto al eje de simetría de la fachada Sur. Tres de ellos aparecen en la esquina oriental de la misma y el cuarto, que hoy está tapiado para evitar las corrientes de aire, se percibe a la vuelta del mismo ángulo, perforando la cara Este.

Desde el pórtico y por puertas separadas se accedía a la cuadra y la cocina, respectivamente. La vieja cocina tenía fuego central y aun conserva parte del mobiliario histórico, así como el hueco de la fregadera empotrado en el muro oriental y con canal de desague al exterior. El paso entre la crujía central y la zaguera se realiza a través de un grueso muro cortafuegos defendido por una puerta blindada de flejes de hierro remachados, a prueba de incendios.

En la planta habitable la reforma moderna ha hecho desaparecer el muro de separación entre las crujías delanteras y su lugar lo ocupa hoy un largo pasillo que distribuye a sus lados los dormitorios, sala y cocina de la casa.

Tipología e historia: Los propietarios de Albisua, que durante siglos ostentaron el apellido del propio caserío hasta que a fines del siglo XVIII lo cambiaron, por matrimonio de la heredera, por el de Aguirreceteaga, forman parte del grupo de labradores acomodados de Bergara que han conseguido mantener la explotación autónoma de su heredad a través de los siglos.

El caserío actual es un edificio que se construyó en los primeros años del siglo XVI y que aun conserva en el muro de la cuadra los restos de un arco ojival de largas dovelas, así como los postes de un desaparecido lagar de viga con zapatas talladas y el muro cortafuegos de la mitad trasera con su puerta metálica a prueba de incendios. Ha de entenderse que los dos tercios de la planta en su flanco oriental pertenecen a la obra original, aunque hoy se encuentren muy alterados.

En los años finales del siglo XVII la casa se ennobleció con una reforma integral que sustituyó la vieja fachada por el gran soportal de arcos múltiples que luce en la actualidad. Era el modelo de casa de mayor calidad que se ejecutaba en la comarca del Alto Deba en la época, y en su diseño destacaban maestros constructores como el bergarés Andrés de Garitano Aldaeta, aunque no puede confirmarse su intervención directa en el proyecto de Albisua.

El adosamiento de un cuerpo auxiliar zaguero en el siglo XIX y la reciente remodelación residencial de la casa han terminado por conformar la imagen actual del caserío.

Nombre: Aldamuño

Barrio: Eldua

Municipio: Berastegi

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 89-II-A

Descripción: El caserío Aldamuño está ubicado en el centro del compacto barrio de Eldua, que aunque pertenece al municipio de Berastegi se encuentra aislado del mismo y ha mantenido siempre una identidad propia como asentamiento histórico. Situado en un rellano de media ladera, orientado al Sur y bien protegido de los vientos frios ésta es sin duda una aldea antigua de origen medieval.

Aldamuño es un edificio de dimensiones y apariencia modestas pero que esconde importantes sorpresas en su interior. Se estructura en cuatro crujías longitudinales por tan solo dos en sentido transversal, lo que hace que resulte una planta de poca profundidad. En altura dispone de baja, primera y un estrecho bajocubierta utilizable tan solo en el tramo central.

La estructura interior es un lagar de sidra del que aun se conservan las dos bernias delanteras alzadas sobre un poste terminado en horquilla. Otros dos postes de superior escuadría alineados con éste delimitan la división en crujías de la planta. El forjado de la masera de la antigua prensa ha desaparecido, pero los gruesos sobigaños que soprotaban la bandeja de prensado aun se conservan, pese a que no coinciden con su ubicación original.

La fachada actual es de mampostería, sin soportal, pero con una puerta descentrada de falso dintel adovelado y recercos de buena sillería en las dos únicas ventanas antiguas del piso primero.

Sin embargo en el interior aun sobreviven tabicajes originales de tablazón e incluso pasos de entrada a alcobas en los que la puerta ha sido recortada en arco en las terminaciones de las tablas.

Todo el edificio ha sido sometido a una reciente rehabilitación integral y se ha acondicionado como vivienda.

Tipología e historia: Con su estructura de lagar y doble cumbrera, así como por los mamparos de tabla interiores, no hay dudas de que Aldamuño es un caserío que debió de erigirse en los años centrales del siglo XVI, y que probablemente, dada su pobreza, también la fachada principal sería de madera.

A finales del siglo XVIII sería profundamente reformado, se eliminarían el lagar y las bernias traseras y se habilitarían espacios de habitación en la planta primera. La fachada se rehizo entonces integramente, incorporando el paso de falso dintel de sabor neoclásico y los huecos de piedra altos.

La rerforma actual ha respetado la estructura histórica del caserío e incluso la armadura de correas de la cubierta sigue desempeñando sus funciones originales. El espacio de ventilacion de pajar de la parte alta de la fachada principal, cerrado tan solo con cristales recupera también su justificación primitiva.

Nombre: Aliri

Barrio: Zubieta

Municipio: Donostia

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-I-D

Descripción: Estrategicamente situada en el seno del primer meandro que describe el rio Oria antes de su desembocadura, la comunidad de caseríos de Zubieta está asentada sobre fértiles tierras de aluvión y se ha distinguido históricamente por sus excelentes condiciones para los cultivos de huerta.

Aliri es uno de los caseríos más antiguos y relevantes de este enclave y desde su posición controla el puente histórico que une este valle con el camino de Donostia. Es un edificio de planta casi cuadrada, ligeramente más ancho que profundo, con una organización estructural en tres crujías y una distribución en altura consistente en planta baja, primera y bajocubierta utilizable en la crujía central.

Ofrece una magnífica fachada de estructura entramada sin soportal, en la que resalta con claridad el valor de la estructura de grandes postes verticales de roble que ascienden desde muy cerca del suelo hasta la cubierta, para sostener las correas de la armadura y que reciben lateralmente las carreras horizontales sobre las que se forjan los pisos. Estas piezas verticales se ayudan de tornapuntas ensamblados a cara para soportar las correas y las carreras, y los nudos adoptan las complejas y sinuosas formas de “golondrina” que identifican a las mejores carpinterías del siglo XVI.

Los materiales constructivos de Aliri son variados: mampostería vista de cantos rodados para los muros de la planta baja y ladrillo macizo o mampuesto enfoscado para cuajar los paños de entramado de las plantas superiores.

El edificio sigue manteniendo sus instalaciones ganaderas, pero ha sido acondicionado tanto en el área de vivienda como en las cuadras. Estas ocupan los dos tercios traseros de la planta baja, mientras que en el tramo delantero se ha habilitado un amplísimo salón familiar del que se ha segregado una dependencia para la cocina. De este modo, todos los dormitorios han sido instalados en el primer piso, ocupando dos terceras partes de la fachada principal y dejando libre para alamcenaje una gran L envolvente, así como el camarote y granero superior.

Tipología e historia: La existencia de un caserío Aliri, situado probablemene en el mismo emplazamiento que el actual, está bien documentada desde el siglo XIV, y en numerosas relaciones posteriores se le reconoce la condición de casa solariega antigua. Aliri es uno de los miembros fundadores de la comunidad de campesinos independientes de Zubieta -una de las tradicionalmente denominadas “casas pobladoras” originarias de Gipuzkoa- que en 1379 se agregaron a la villa de San Sebastian para ponerse bajo la protección de su fuero. Los habitantes de Aliri, junto a las rentas obtenidas de sus explotaciones agropecuarias completaban sus ingresos arrendando ocasionalmente el vecino molino de Iruzubieta desde el siglo XV. Gracias a estos y otros recursos algunos de sus miembros hicieron carrera militar y alcanzaron grados de almirante en las flotas americanas.

El caserío actual debió de construirse durante la primera mitad del siglo XVI, por iniciativa del anciano Martín Pérez de Aliri o, más probablemente de su sucesor Juan López de Aliri, y resulta ser uno de los más tempranos y mejores representantes del tipo de casa sin soportal y con fachadas de entramado de todo Gipuzkoa. Tiene mejor carpintería que cantería, y en él resaltan las delicadas soluciones de los ensamblajes ejecutados al estilo suavo.

Además de las obras de acondicionamiento reciente y del añadimiento de una tejavana adosada al flanco occidental, el caserío parece haber conocido una importante reforma a mediados del siglo XVII. Es esa la época a la que se remontan las habitaciones del piso alto y sus característicos cerramientos de ladrillo a cara vista.

Nombre: Amilleta

Barrio: Basalde

Municipio: Antzuola

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 88-I-D

Descripción: Situado en un paraje apartado y solitario de media montaña, a cuatrocientos metros de altura, en la vertiente solana del monte Irimo, el caserío Amilleta es un edificio de enormes dimensiones proyectado para acoger una rica explotación agropecuaria puesta en manos de varias familias de colonos arrendatarios.

Está erigido en un terreno de marcada pendiente, con caidas hacia el Sur y el Oeste, y alinea el eje de la cumbrera con las curvas de nivel. La planta es rectangular, con fachada en uno de los lados cortos, orientada al Este. Toda la obra exterior es de mamposteria encubierta bajo una consistente capa de revoco, salvo las piezas de piedra labrada que definen los vanos y cadenas esquineras.

La pendiente del terreno se aprovechó deliberadamente para recabar un bodega en semisótano situada bajo la esquina de mayor desnivel que sirvió al mismo tiempo para igualar la cota de asentamiento del caserío. Este es un gran bloque regular divido interiormente en toda su altura por un sólido muro cortafuegos sobre el que descansa la viga cumbrera y que segrega el edificio en dos mitades practicamente independientes, incluso a nivel de cubierta.

Además de la bodega la casa dispone de planta baja, primera y bajocubierta utilizable como desván y secadero. Se cubre a tres aguas y el faldón trasero se prolonga para proteger a un cuerpo añadido a la parte posterior de la vivienda en toda su anchura. La estructura de soportes se articula en base a dos alineaciones de potentes pies derechos que dividen cada una de las mitades de la casa en dos crujías longitudinales. Las zonas de vivienda se situan al Sur del medianil, en el frente más soleado y mirando al valle, mientras que los establos ocupan la cara Norte, que resulta ser totalmente ciega.

La fachada principal es de composición simétrica, con un acceso de doble arco de medio punto que no genera soportal, y seis ventanas ordenadamente dispuestas a ambos lados del cortafuegos en la planta superior.

Tipología e historia: El nombre histórico de este caserío debió de ser Amuleta y existe la certeza de que el edificio actual se construyó en el siglo XVIII en el mismo solar que ocupaba una casa anterior, que ya cien años antes estaba considerada una de las más antiguas de Antzuola.

El éxito social de algunos de los descendientes de este caserío les permitió abandonar definitivamente la labranza y explotar los recursos de sus tierras con la colaboración de campesinos arrendatarios. La reconstrucción y ampliación del caserío familiar se llevó a efecto a principios del siglo XVIII y tenía un doble objetivo. Por una parte ennoblecer la imagen del solar familiar con una arquitectura de prestigio y por otra habilitar un espacio de vivienda y cuadras lo suficientemente amplio como para acoger simultaneamente a varias familias de colonos. El proyecto era ambicioso, netamente barroco en sus formas y en buena parte, también ilustrado en sus aspiraciones de rentabilidad económica.

Posteriormente, ya a fines del siglo XIX, se añadiría el cuerpo trasero con una nueva vivienda, que no estaría a la altura de calidad del resto del caserío.

Nombre: Amuskibar

Barrio:

Municipio: Bergara

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 88-I-C

Descripción: Situado en una vaguada resguardada y llana, al pie de las pendientes que ascienden al barrio de montaña de Angiozar y en un vallejo lateral de la ribera izquierda del rio Deba, el caserío Amuskibar disfruta de un buen emplazamiento histórico en el que se encuentra solitario pero al mismo tiempo próximo a otros vecinos y a las vías de comunicación naturales de la comarca.

Es un caserío de dimensiones muy amplias, con planta rectangular, en la que la profundidad del edificio es apenas dos terceras partes de la anchura del mismo. Construido con muros de piedra sólidos pero de modesta mampostería, tiene una estructura de planta baja, primera y bajocubierta parcialmente utilizable en su tramo central. Los soportes interiores son dos filas paralelas de pies derechos que generan una ordenación del espacio en tres crujías paralelas a la fachada principal, que se orienta al Sureste.

Se cubre con armadura de correas a doble vertiente, tres correas en cada faldón, dispuestas entre la cumbrera y la zapata de coronación de muros.

La zona de vivienda adopta un planta en escuadra, ocupando las dos alturas de las caras de más calidad, la Este y la Sur.

La fachada principal reune los elementos de mayor compromiso constructivo, en particular un soportal de tres arcos de medio punto que ocupa toda la mitad derecha de la misma, alzándose sobre pilares de sección cuadrada. El arco más extremo parece responder a una servidumbre de paso respecto al viejo camino de Angiozar y se prolonga a modo de galería por todo el flanco lateral de la casa hasta salir por la cara trasera bajo otro arco de idénticas características.

Todos los demás huecos del caserío son vanos adintelados regulares, de piedra los originales, y con cargaderos de madera los abiertos en épocas posteriores. Entre ventana y ventana aparecen empotrados en los muros perrotes o ganchos de piedra que sirvieron para apoyar en ellos los largueros de una parra de vid.

Tipología e historia: La historia de Amuskibar es más antigua que la del propio edificio. El caserío actual es basicamente una construcción barroca de 1732, aunque reutilice piezas de carpintería y mampuestos poco reconocibles de otras construcciones anteriores.

Ya en el siglo XVI se registraba a Amuskibar como una de las casas de labranza con mayores recursos, y por tanto mayor capacidad contributiva del término de Bergara, y este mismo prestigio se mantuvo durante la centuria siguiente. Cuando se reedificó, tal vez después de un incendio, pudo recuperar piezas de viguería con cajas de ensamblajes a cara, pero acometió un proyecto de excepcional calidad y de gran coste económico, el de casa con soportal de múltiples arcos, que tan de moda se puso entre los campesinos acomodados del Alto Deba desde la última década del siglo XVII.

La situación actual no se corresponde con el planteamiento original, ya que el edificio ha sido segregado en dos viviendas independientes, aunque de distribución y disponibilidad de instalaciones desigualmente repartida.

Nombre: Anguru

Barrio: Anguru

Municipio: Orozko

Territorio: Bizkaia

Mapa: 86-II-D

Descripción: Anguru es un pequeño y aislado núcleo de caseríos del valle de Zeberio y se encuentra situado en un rellano herboso, cómodo, amplio y soleado a media ladera.

El caserío identificado con el número 5 del barrio es un edificio de dimensiones medias, aproximadamente de 250 metros cuadrados de planta, imperceptiblemente más ancho que profundo en sus medidas. Construido con piedra de mampostería pobre en la planta baja, el edificio tiene una estructura de postes enterizos de roble y cerramientos de entramado en la fachada delantera y en el tercio superior de los muros en sus caras laterales y zaguera. La cubierta es a tres aguas y la organización interna de los soportes se estructura de forma muy regular, en cuatro crujías longitudinales por tres transversales.

Parece evidente que el caserío tuvo soportal central y probablemente las principales funciones de la vivienda se aglutinaban en la planta baja. Sin embargo en la situación actual el portal apararece segregado en dos mitades y cerrado con portones. La razón es que todo el piso bajo ha sido dedicado exclusivamente a cuadras de ganado y los espacios de caracter residencial han conquistado, también en exclusividad, la práctica totalidad del piso primero. A esta planta superior se asciende hoy directamente desde el exterior de la casa, por unas escaleras abiertas a la calle situadas en la esquina sudeste de la fachada, al par de una tejavana adosada en la que también está instalada la pequeña cúpula del horno de pan.

La supresión del soportal de Anguru probablemente será también la causa del gran vuelo que se ha dado a los aleros delanteros del caserío, sostenidos por largos jabalcones y tratando de ofrecer un espacio al abrigo de la lluvia ante la casa.

La estructura del entramado de la fachada principal es una verdadera radiografía de la distribución interior de la casa, y en ella resalta la diferencia de alturas existente entre la opresiva primera planta de los cuerpos laterales y el tercio central, que resulta mucho más holgado. Esta diferencia se debe a la necesidad de ganar espacios útiles para secaderos y almacenaje en los flancos del bajocubierta.

Tipología e historia: En Anguru resulta tan interesante el proyecto inicial del caserío como sus adaptaciones posteriores orientadas a mejorar su funcionalidad. El modelo estructural corresponde al tipo clásico vizcaino de caserío con soportal central y alzado superior de fachada en entramado, que tiene plantas de dedicación mixta. Esta casa es una versión tardía pero correcta del tipo, en la que la existencia de una tercera agua y sobre todo la técnica constructiva de la madera invitan a situar la edificación durante la primera mitad del siglo XVII.

La especialización ganadera de la explotación debió de ser un proceso que se aceleró a partir del siglo XVIII, y con él la necesidad de ampliar el espacio disponible en los establos, hasta el punto de forzar a la familia a desplazarse al piso de arriba, en el que en momentos sucesivos se habilitaron dos cocinas y varios dormitorios.

Nombre: Antxieta Goikoa

Barrio: Urrestilla

Municipio: Azpeitia

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 88-II-B

Descripción: Situado sobre una eminencia rocosa del terreno, pero a pocos metros de distancia de los campos de cultivo de la vega del rio Urrestilla, el caserío Antxieta Goikoa es un edificio cuyo porte, materiales constructivos y elementos compositivos se distancian por su superior calidad de la media de los caseríos de su generación.

En una primera aproximación se percibe que está compuesto por dos unidades, un gran edificio gótico de planta rectangular con su eje mayor orientado en sentido Este-Oeste y un moderno cuerpo adosado de dimensiones mucho más reducidas que forma una escuadra con el mismo uniendose al su cara Sur.

El edificio antiguo es de sólida consistencia y aparece construido con excelentes paramentos de sillarejo gótico bien cortado y asentado. La planta aprovecha, o mas bien busca deliberadamente, un solar en talud para situar una bodega en semisótano en la cara Este, que es la que mira a valle. Lo singular es que esta es una de las caras cortas de la casa y que a diferencia de otros caseríos posteriores el caballete de la cubierta, que es a dos aguas, se dispone en sentido ortogonal a la línea de pendiente, en vez de situarse en paralelo a las curvas de nivel. Esto le da la casa una apariencia exageradamente vertical.

Internamente el caserío está organizado en cuatro largas crujías longitudinales y cinco transversales, la última de las cuales está escindida del resto por un muro cortafuegos y debía de corresponder a los aposentos familiares. El resto del edificio responde al modelo de caserío lagar y conserva aun las cuatro bernias y la contrabernia trasera de la vieja prensa de sidra emplazada en la planta primera.

La casa dispone de dos acceso muy rústicos en arco ojival de dos gruesas dovelas en las fachadas Sur y Oeste, y un vano de asiento geminado en la planta primera de la cara oriental. El resto de los huecos, así como la distribución de los espacios interiores parece muy alterado respecto al plan original.

Tipología e historia: Antxieta Goikoa es un edificio complejo del periodo gótico tardío, que algunos han querido identificar con una casa torre por la potencia y altura de su cara oriental y por los arcos ojivales o de medio punto de las fachadas, pero que sin embargo reune muchos más elementos originales de caracter agropecuario que defensivos o militares, como debiera de esperarse de la casa de un escudero dedicado a la guerra.

Es un caserío construido en los primeros años del siglo XVI y perteneció a una familia solariega de importantes recursos económicos y sólida posición social, pero al fin y al cabo campesina. Su aspecto aristocrático está en parte condicionado por su construcción en piedra, pero es probable que allí donde hay mampostería, en la parte correspondiente al bajocubierta, hubiese sólo entramado de madera y tablas, lo que le daría una imagen mucho más rústica. En cualquier caso, parece un auténtico precursor en cuanto a la disposición y estructura interna que muy pronto adoptarían cientos de caseríos por todo Gipuzkoa, aunque con pequeñas correcciones en la orientación topográfica de la planta y con materiales más modestos.

Nombre: Aranburu Zahar

Barrio: Elkano

Municipio: Aia

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-I-C

Descripción: El barrio de Elkano, como otros núclos rurales del extenso municipio de Aia, se encuentra muy distante del centro rector del mismo y no dispone en la actualidad de comunicaciones cómodas con el conjunto donde se reunen el ayuntamiento, la plaza y la iglesia parroquial. El caserío Aranburu Zahar está edificado sobre las pendientes que descienden a la villa de Zarautz, en una ladera orientada al Norte pero lo sufientemente abierta como para conseguir una buena exposición al sol.

La propia parcela en la que se asentó la casa está dispuesta en un claro talud y la diferencia de cota entre sus fachadas laterales fue aprovechada para habilitar una bodega semienterrada bajo el flanco oriental de la casa.

Es una granja compacta de planta aproximadamente cuadrada, con fábricas de mampostería en tres de sus caras y de entramado en la fachada principal, que se cuaja con paños de mampuesto, ladrillo y tabla de roble. Se cubre a dos aguas y tiene una estructura interior de postes y pies derechos que definen cuatro crujías irregulares ortogonales al eje de la cumbrera. La rigidización de la unión de las correas y postes se realizan mediante tornapuntas con complejos ensamblajes de golondrinas.

Ecluyendo la bodega, el caserío tiene dos alturas y dedica menos de una cuarta parte del espacio disponible en el interior a albergar la vivienda familiar. Las dependencias habitables de la casa se disponen formando una L alineadas a lo largo de la fachada Este y ocupando una parte del frontis. En la planta baja la cocina, flanqueada por dos cuartos de respeto ocupa una posición preeminente en la cara delantera, mientras que en la cara lateral existe un amplio dormitorio colectivo con cuatro alcobas de tipo camarote, ocupando nichos alineados y cerrados con cortinajes, en los que tan solo hay espacio para las respectivas camas. Todo el resto del piso bajo está dedicado a cuadra a la que se accede a nivel de calle desde el antuzano delantero. A la zona de estricta vivienda se llegá por un patín lateral cubierto.

Aunque el caserío es asimétrico, la crujía situada bajo la cumbrera presenta señales inequívodas de haber contenido una vieja prensa de sidra, hoy desaparecida. Los gruesos postes laterales que la definen y las grandes vigas carreras del espacio central son indicativas que que allí estuvo situada la masera del lagar. Hoy toda la plata alta está destinada a pajar y desván, salvo un pequeño dormitorio delantero de reciente factura.

Tipología e historia: La estructura interna de Aramburu Zahar responde a una construcción de pleno siglo XVI, que sin embargo parece haber sido ampliada y modificada integramente a mediados del siglo XVII. La presencia de la viguería horizontal del lagar y la de la bodega lateral, aunque muy alteradas ambas, son un claro síntoma de que el caserío tuvo una importante dedicación sidrera en su origen.

El caserío actual es un ejemplo clásico del tipo de entramado sin soportal, tan frecuente en Gipuzkoa desde el siglo XVI. Ha sido restaurado recientemente sin perder en el proceso sus elementos históricos más singulares, como es el caso de las alcobas de camarote, un añadido que en Aramburu Zahar parece remontarse al siglo XIX, pero que practicamente han desaparecido de todos los caseríos antiguos.

Nombre: Arandi Zahar

Municipio: Ormaiztegi

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 88-IV-B/D

Descripción: El caserío Arandi Zahar está situado en un emplazamiento solitario, al fondo de una hondonada angosta y sombría, regada por un arroyo. No es en apariencia el lugar adecuado para una fundación antigua, pero precisamente Arandi Zahar destaca por la vetusta apariencia de su fachada de madera y su situación de abandono.

El asentamiento es en pendiente, con caida hacia el Oeste, que ha requerido ser desmontada y que ha pesar de ello ha ocasionado corrimientos de tierra que han ahogado algunos muros y agrietado otros.

Es un caserío con planta rectangular, más profundo que ancho, como resultado del recrecimiento parcial que sufrio en una fase antigua de su vida. Hoy se ordena en cuatro crujías perpendiculares al eje del caballete, de las cuales la primera alberga un soportal corrido sobre postes de roble en planta baja y un amplio granero o pajar en la primera. La estructura portante interior es también de postes enterizos, entre los que se incluye alguna bernia de un lagar de sidra desaparecido, la cual, al igual que casi todos los demás soportes verticales, parece desplazada de su ubicación original.

La cubierta, que es a dos aguas , tiene armadura de correas que ha sido recientemente consolidada, y aun mantiene la doble correa sobre yugos que sostienen la viga cumbrera, señal característica de un sistema de prensa del siglo XVI.

Todas las funciones de vivienda se concentraban en el tercio occidental de la casa, a nivel de planta baja, con la cocina ubicada en el ángulo más meridional del edificio. El resto de esta planta era cuadra, con entrada directa desde el frontis, mientras que el piso superior combinaba las funciones de pajar, granero y secadero de maiz.

La fachada original, que es la interior del portico, debió de ser también de tabla en la parte alta, aunque sin soportal. Hoy sin embargo presenta un característica fábrica de entramado con ladrillo y algunos huecos triangulares del tipo de palomar. Sin embargo los muros Norte y Oeste son de mampostería con cercos de ventanas de correcta piedra labrada.

Tipología e historia: Una tradición local atribuye a Arandi Zahar la condición de solar natal del general carlista del siglo XIX Tomás de Zumalacarregui, aunque sin duda el caserío era ya muy viejo cuando nació el famoso caudillo. De hecho aparece nombrada entre las casas solariegas de Ormaiztegi en 1625.

El tipo de caserío de modestos recursos construido con abundantes cerramientos de madera en la fachada principal estuvo muy difundido en todo el valle que va desde Zumarraga a Beasain, aunque hoy practicamente ha desaparecido, más por su dificil habitabilidad que por su supuesta fragilidad.

Arandi Zahar es fruto de dos momentos de iniciativa constructiva bien diferenciados. Su crujía delantera con postes y tablazón, así como los muros de cerramiento de piedra de las caras zaguera y la crujía occidental son un añadido de la primera mitad del siglo XVII que estará relacionado con la necesidad de disponer de secaderos para el maiz. La estructura interior, sin embargo corresponde a un caserío lagar de mediados del siglo precedente, un caserío que probablemente tuvo más riqueza de vacas y manzanas que de campos de cereal.

Nombre: Aristegieta

Barrio: Igara

Municipio: Donostia

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-I-B

Descripción: El gran escudo de armas de gusto rococó que la casa Aristegieta luce en el centro de su fachada principal proclama explicitamente que ésta no es una simple casa de labranza. Estamos ante el proyecto de un palacete rural que, sin embargo, se presenta publicamente con todos los elementos compositivos propios de un caserío vasco, del tipo más frecuente en las comarcas orientales de Bizkaia.

El emplazamiento, en un rellano a media ladera, en la vertiente solana de Igeldo, aislado en medio de sus propiedades agrícolas que se disponen en coto redondo a su alrededor, se corresponde con un verdadero caserío, con una ocupación anterior al edificio actual.

Este caserón es un edificio compacto de planta rectangular con dos alturas y bajocubierta muy holgado para ser utilizado como granero y desván. Los paramentos son de mampostería raseada pero hay un uso generoso de la sillería labrada que parece en todos los vanos, en el arco del soportal, en una típica imposta corrida de estilo barroco que marca al exterior los niveles de forjados y, sobre todo, en cuatro potentes estribos o machones angulares situados en las esquinas de la casa.

Aristegieta se ordena interiormente en cuatro crujías longitudinales, con un sólido muro de carga central sobre el que descansa la cumbrera, y que actua como cortafuegos y eje de simetría de la composición de espacios. Todos los apoyos y elementos de modulación de planta baja son muros o pilares de piedra, mientras que la estructura de los pisos altos es de pies derechos que soportan las jácenas y carreras de la solibería, así como una armadura de correas a tres aguas.

El elemento central de la fachada es un amplio soportal en arco carpanel que protege el acceso a las cocinas laterales y a dos cajas de escaleras simétricas situadas a ambos lados del medianil. Sobre él se encuentra una gran sala familiar flanqueada por los dos dormitorios principales y asomada a la calle por un amplio balcón de piedra con barandal de forja. Tres quintas partes del caserío están dedicadas a vivienda, y el resto, en la parte posterior, son cuadras y pajares. En la actualidad está repartido en dos unidades de habitación diferenciadas, pero en su origen fue la residencia de una sola familia de propietarios auxiliada por un grupo de criados de servicio doméstico.

Todas las puertas y vanos de luz son adintelados y de generosas dimensiones, salvo unas aspilleras muy abocinadas situadas en la zona zaguera de la planta baja.

Tipología e historia: Las aspilleras de ventilación de cuadra y el muro que las acoge son el testimonio visible de que la casa Aristegieta está edificada sobre las ruinas de un caserío precedente, datado a comienzos del siglo XVII. La obra actual, sin embargo, corresponde a un proyecto plenamente barroco del último cuarto del siglo XVIII, con vocación más residencial que estrictamente agropecuaria, pero sin renunciar a los rasgos de identidad propios de los mejores caseríos de la época.

La idea de construir residencias acomodadas situadas en un entorno rural e incorporar a ellas los elementos formales propios del caserío no es nueva. Se remonta al menos al siglo XVI, con ejemplos espectaculares como Garai Goitia (1573, Bizkaia), y Aristegieta representa la continuidad de esta tradición ruralista, así como la permeabilidad y facilidad de prestamos recíprocos entre la arquitectura culta y la rural. Su promotor fue un acaudalado armador y comerciante, enriquecido con las actividades de importación de productos americanos que desarrollaba la Real Compañía de Caracas.

Nombre: Arretxe

Barrio: Altzo Muño

Municipio: Altzo

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 89-I-D

Descripción: El caserío Arretxe está situado en el corazón de Altzo Muño y constituye una de las viviendas históricas originales de este antiguo asentamiento que destaca por su ubicación panorámica en un amplio hombro prácticamente llano, situado a mitad del recorrido entre los bosques de montaña y la vega baja del rio Oria. Los caseríos de esta barriada se disponen desordenadamente, formando un enjambre disperso en un area reducida, en la que cada casa busca tan solo la mejor orientación solar para abrir su fachada principal.

Arretxe ha sido destruido por un incendio provocado en un asalto en 1999 y está siendo reconstruido en la actualidad. Conserva el perímetro externo de muros de mampostería con refuerzos de sillería, que definen una planta rectángular de gran anchura y escasa profundidad, en la que curiosamente la fachada con el acceso principal estaba ubicada en uno de los lados largos del caserío. En nuestras visitas previas al indendio pudimos comprobar que tenía una estructura muy ordenada de grandes postes enterizos de roble que, alineados en dos filas, generaban una planta de tres crujías paralelas al frontis, por cuatro en el sentido ortogonal.

El edificio era de planta baja dedicada establos, primera para vivienda y un reducido espacio de almacenaje en el bajocubierta. La armadura, debido al sentido de la planta, era a cuatro aguas con una breve cumbrera que afectaba al tramo central, y con cuadrales esquineros para auxiliar en su vuelo a las limatesas y rigidizar la jaula de viguería. Se ha preservado el acceso en rampa exterior que permite subir directamente a la planta noble, y en la misma, al fondo de un amplio distribuidor flanqueado por el salón y los dormitorios se encontraba una cocina con campana adosada al muro perfectamente conservada. Las entradas a la planta baja son un arco rebajado sobre capiteles de placa y un postigo en arco de medio punto abierto en la cara Sureste

Tipología e historia: La estructura de muros y viguería del caserío Arretxe corresponden a un edificio construido a mediados del siglo XVII, pero la distribución y funciones de los espacios internos que había llegado hasta la actualidad apenas tenía nada que ver con el proyecto original.

La cocina primitiva debió estar situada en la planta baja, en la esquina Norte de la misma, donde aun se perciben en la pared restos del tiro de una chimenea desaparecida. Junto a ella se dispondrían al menos dos dormitorios. En el piso alto, sin embargo, el mayor protagonismo estaría reservado a un lagar de elaboración de sidra de tecnología barroca, es decir, con tres tornillos de madera de presión directa. La masera, o bandeja de prensado, ocuparía toda la extensión de los dos tramos centrales de la crujía trasera. En la zona delantera estaría habilitado el espacio para los trojes de grano y el secado de maíz.

La casa sufrió una transformación radical durante la segunda mitad del siglo XIX. Fue entonces cuando se abandonó la planta baja, se eliminó el lagar y en la zaguera se cosntruyó la nueva cocina con chimenea colgada y hornillas, en una estancia con techo de bovedillas. Entonces también se crearon la sala de estar y los balconcillos de fachada. La reconstrucción pretende recuperar la estructura histórica de la casa.

Nombre: Artabene

Barrio: Eroso

Municipio: Bedia

Territorio: Bizkaia

Mapa: 62-III-C

Descripción: Es un caserío modesto, situado en un terreno de vega fertil y llana en la ribera izquierda del rio Ibaizabal, formando un conjunto abierto e irregular con otras viviendas rurales del barrio de Eroso.

La casa tiene una planta regular, casi cuadrada, aunque con una profundidad ligeramente superior a la anchura de fachada. Está ordenada por una estructura de potentes postes de roble enterizos, que se disponen en cuadrícula formando una malla de tres por tres crujías. Los postes delanteros se manifiestan en el plano de fachada y la alineación lateral del flanco Oeste aparece embebida en el muro exterior, que cumple funciones de estricto cerramiento. Los paramentos de las caras laterales y zaguera son de mampostería arenisca y canto rodado de mediocre calidad, excepto en la crujía posterior, que presenta esquinazos, ventanas y puerta de buena piedra labrada.

La fachada principal de Artabene es el elemento con mayor poder de evocación de antiguedad entre todos los caseríos de la zona. Es de tres alturas, como todo el edificio, y se cierra con aparejos de mampuesto en la planta baja, con entramado revocado en la primera y con tablazón machihembrada en el tercio superior, correspondiente al granero y a los secaderos del bajocubierta.

En su distribución actual Artabene dedica toda la planta inferior a cuadra de animales, y reserva como planta noble de vivienda los dos tercios delanteros del piso superior, manteniendo como pajar el resto. El acceso a la zona residencial es exterior, mediante un patín o escalinata de piedra adosado.

Tipología e historia: El caserío Artabene, cuyos nombres históricos parecen haber sido Arteabaso y Arteabaroene, es una vivienda construida a fines del siglo XVI conforme a la técnica tradicional vizcaina de alzar un esqueleto de postes exentos y cuajar posteriormente con muros los espacios intermedios.

En aquella época no tendría patín y es probable que la planta primera no fuese habitable de forma permanente. Es más factible que tuviese un soporal central en toda la anchura de la crujía y que a sus lados estuviesen situadas las depencias de uso doméstico. El caserío sería también notoriamente más corto que en la actualidad.

Artabene, que se ha mantenido a través de la historia en manos de una familia de propietarios independientes, fue profundamente reformado en su volumen y organización funcional en 1820. La motivación fundamental parece haber sido la necesidad de ampliar el espacio de estabulación de la cabaña ganadera, dentro de un esfuerzo de especialización de la economía familiar. En aquel momento se añadió la crujía trasera, con una cubierta que en vez de prolongar las dos aguas previas añadió una cola de milano; se trasladó la vivienda a la planta primera y se adosó el patín delantero, reservado a partir de entonces para los animales todo el espacio del piso inferior.

Nombre: Auzokoa

Barrio: Izpizua

Municipio: Ajangiz

Territorio: Bizkaia

Mapa: 62-II-A

Descripción: El barrio de Ispizua es un antiguo enclave de caseríos situado en un rellano soleado a media ladera, en las colinas de la orilla derecha de la cuenca de Urdaibai, dominando la vega de Gernika y a escasa distancia del núcleo central de Ajangiz.

En el barrio destaca entre todas las demás construcciones el mágnífico caserío Auzokoa, un edificio exento y monumental erigido con piedra arenisca dorada y cuya fachada desborda los niveles de calidad habituales en otras casas de labranza del País Vasco. La planta es un rectángulo de proporción diágona y en la composición del resto del caserío se percibe que el arquitecto tuvo en cuenta diversas reglas de proporción armónica.

La estructura es de muros de carga complementados en la cuadra y los pisos superiores por pies derechos con zapatas. La trama estructural define espacios cuadrangulares muy ordenados, dividos en cinco crujías transversales de dimensiones desiguales o en tres crujías longitudinales, con la central más ancha que las laterales. Se cubre con armadura de correas a tres aguas.

En la actualidad Auzokoa está segregado en dos viviendas, pero fue concebido inicialmente para alojar comodamente a una sola familia, que aun disponiendo de espacios de carácter agropecuario gozase también de una notable calidad de equipamientos residenciales. La fachada es de rígida composición neoclásica, con amplios vanos ordenados en cinco ejes y un notable soportal central en arco carpanel que avanza del plano de fachada enmarcado por sólidas pilastras y soporta el vuelo de un gran balcón de piedra

La vivienda ocupa dos tercios del volumen del caserío, concentrándose en la zona delantera, orientada hacia el sudeste. En la planta baja tras el soportal se alza una escalinata de piedra de gran protagonismo y la cocina original aparece situada en el flanco occidental, delante del carrejo de los pesebres del ganado. Estos últimos están empotrados en el muro medianil, siguiendo el modelo clásico vizcaino.

En la planta noble el salón con balcón, aun de gusto barroco, ocupa un lugar preeminente, flanqueado por los dos dormitorios principales, y en el interior se reparten nuevas alcobas y una letrina situada sobre el estercolero de los establos.

Tipología e historia: La existencia de un caserío denominado Ispizua Auzokoa es bien conocida en los documentos históricos de Ajangiz al menos desde el siglo XVII. Sin embargo aquella vivienda fue reedificada integramente desde sus cimientos hacia el año 1820, alzandose en su lugar la casa actual.

Aunque el caserío Auzokoa repropone el modelo clásico del barroco vizcaino de casa con soportal en arco, la cuidadosa selección y preparación de los materiales, su composición académica y las amplias dimensiones del edificio, con vocación eminentemente residencial, hace de él una construcción de identidad híbrida, tan próxima a un palacete rural neoclásico como a una auténtica casa de labranza.

La casa pertenecía a Félix Pertica que intervino decisivamente en la gestión de las licencias necesarias para edificar la parroquia local en 1819, y fue la comunidad de vecinos de Ajangiz la que contribuyó después, colectivamente, a la reedificación del caserío Auzokoa como muestra de reconocimiento. Por coincidencias de cronología y de recursos compositivos, entra dentro de lo probable que el arquitecto de la iglesia y el del caserío fuese el mismo, el vecino de Andoain Juan Bautista Belaunzaran, formado en la Academia de San Fernando.

Nombre: Axpegorta

Barrio: San Martín.

Municipio: Orozko

Territorio: Bizkaia

Mapa: 86-II-D

Descripción: El emplazamiento de Axpegorta hace honor a la etimología de su nombre, pues se trata de un caserío fundado en un antiguo sel ganadero de montaña situado bajo las peñas de Arrizuri y Arrugaeta, en la zona alta de una de las barrancas laterales del estrecho valle de Larraondo. Es una ladera orientada al sol, con buenas posibilidades pecuarias y forestales, pero con terrenos demasiado pendientes para practicar una labranza productiva.

Son precisamente las modestas posibilidades económicas de Axpegorta las que han motivado su actual abandono y al mismo tiempo, han permitido que se conserve interiormente en unas condiciones muy similares a las de su proyecto fundacional.

Es un edificio de mampostería ordenado en tres crujías perpendiculares a la fachada principal. La estructura portante diferencia los distintos ambientes y espacios funcionales de la casa. Un muro cortafuegos longitudinal aisla la crujía Sur del resto del edificio, permitiendole acoger en su interior la zona residencial de la familia, al reparo de cualquier incendio que pudiera originarse en la cuadra o en el pajar. Este área de vivienda consta de una cocina delantera y tres habitaciones alineadas a continuación, con puertas en enfilada y sin pasillo exterior de conexión.

El establo ocupa el resto de la planta baja y en él están presentes tanto los postes enterizos que delimitan las dos crujías septentrionales, como dos pares de bernias corrrespondientes a un lagar de viga y tornillo situado en la zona zaguera del caserío.

La casa dispone de bodega semienterrada bajo la zona de vivienda y un hueco en el muro cortafuegos permite que descienda la sidra por canales de madera directamente al semisótano donde se encontraban las barricas de fermentación.

En la planta alta el tramo central de la fachada corresponde a una estancia dedicada a granero, cerrada integramente con mamparos de tabla machihembrada para aislarla de los roedores. El resto son espacios para el almacenaje de la paja y una excelente masera de prensado situada entre las bernias, con un largo canal de desague del mosto de manzana tallado en madera.

La fachada principal no denota la verdadera antiguedad del caserío. Carece de soportal y el portón de entrada se abre bajo un rudimentario arco de medio punto con dovelaje de lajas bastas. Los demás huecos son adintelados, definidos por gruesas piezas de sillería caliza, salvo la entrada a la bodega, que tiene cargadero de madera.

Tipología e historia: Axpegorta es basicamente un caserío de la segunda mitad del siglo XVI en su definición estructural, aun cuando hoy aparezca enmascarado por una modesta fachada de piedra armada a comienzos del siglo XIX, probablemente para sustituir a un frontis aun más pobre, o más fragil, de mamparos de tabla y viguería.

Tipológicamente este caserío reune características mixtas: el tradicional lagar de palanca de los modelos guipuzcoanos, reducido en sus dimensiones, y la organización en tres crujías habitual en las casas vizcainas. La prensa de sidra tiene aquí menos protagonismo estructural que en Gipuzkoa, pero lo cierto es que se trata de uno de los ejemplares más occidentales que conocemos de casa-lagar.

Nombre: Benatenea

Municipio: Ainhoa

Territorio: Lapurdi

Mapa: IGN

Descripción: La casa Benatenea se alza en un rellano de ribera, al comienzo de la alineación de casas históricas que componen la calle principal de Ainhoa. Está situada en el extremo meridional de la acera o ringlera occidental, es decir, aquella cuyas casas reciben todo el sol de la mañana y que forman el conjunto más antiguo de la población.

Esta casa de dimensiones reducidas es un edificio compacto de planta rectangular con dos alturas y bajocubierta muy holgado para ser utilizado como granero y desván. Siguiendo el modelo tradicional de Laburdi la fábrica envolvente de muros es de piedra enfoscada, salvo los paramentos de la fachada delantera, que son de entramado de madera pintado de rojo y cuajado de mampostería raseada. En Benatenea se hace también un uso generoso de la sillería labrada de arenisca rojiza, que parece en todos los vanos, en el portal y, sobre todo, en los dos potentes espolones angulares que enmarcan el frontis de la casa, entre los cuales se tienden los pisos altos en ligero voladizo.

El entramado, de paños rectangulares, verticales y muy estrechos, utiliza los puentes como alféizares y cargaderos y los decora al gusto clasicista del siglo XVII, con dentellones. Las contracarreras también se adornan con cajeados y volutas vegetales en los extremos.

La planta baja de la casa muestra la estructura portante articulada en base a dos muros dispuestos en T. Uno longitudinal que divide el amplio zaguán de la cocina, espacios que se comunican mediante una puerta en arco de medio punto, y otro transversal que separa las dos mitades delanteras de la cuadra, que ocupa el tercio zaguero del edificio. El cortafuegos longitudinal se prolonga en altura al piso primero, aunque sin manifestarse en la fachada como un goterón. Su función es la de fraccionar el espacio a forjar y recoger las gruesas carreras transversales sobre las que se tiende la solibería. En el bajocubierta los apoyos se limitan a tres alineaciones de pies derechos que soportan la cumbrera y las correas laterales. Tres cuartas partes de este espacio superior se dedican a pajar, mientras que el antiguo granero, al que se reservaba la zona delantera, está hoy ocupado por dos habitaciones.

La caja de escaleras está ubicada al fondo del zaguán y asciende en cómodos tramos de dos tiros, con descansillo intermedio a cada uno de los pisos superiores.

Tipología e historia: Como es habitual en todas las casas de Ainhoa y en muchas otras viviendas tradicionales de Iparralde, Benatenea luce en el exterior una inscripción en la que manifiesta la fecha de su construcción y la personalidad de su promotor. Así, en el goterón occidental se lee: “CEST MAISON A ESTE BASTI PAR DOMINGO DE BEROET, SIEUR D BENAUTENEA. FAICTE L’AN 1640”. Es decir: Esta casa ha sido construida por Domingo de Beroet, señor de Benatenea. Hecha el año 1640.

Este caserío labortano clásico, de dos crujías y alineado en calle, debió de edificarse inmediatamente después del gran incendio que destruyó Ainhoa en octubre de 1636, provocado por las tropas de Felipe IV en guerra contra Richelieu. Tan solo dos de las casas del pueblo parecen haber escapado a aquella tragedia, pero el señor de Benatenea debió de ser el primer vecino en acometer de manera eficaz la reconstrucción y su vivienda marca el comienzo de la alineación que ordena el urbanismo municipal.

Nombre: Beobide Azpi

Municipio: Larraul

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-III-D.

Descripción:

Una antigua senda medieval que descendía abruptamente desde la parroquia de Larraul hacia el arroyo de Usarrabi, donde está situada la calle principal del municipio de Asteasu, dio el nombre de Beobide, que significa “el camino de abajo”, a un minúsculo barrio de tres caseríos que aprovecharon para su asentamiento un pequeño rellano a media ladera, equidistante entre los dos núcleos. La ubicación es incómoda, no sólo porque todas sus tierras de labor están en pendiente y resultan difíciles de trabajar, sino porque la orientación de la cuesta mantiene una directriz norte, lo que reduce considerablemente las horas de insolación necesarias para la buena maduración de los frutos.

Pese a estos inconvenientes, lo cierto es que tanto Beobide Azpi, como su vecino Beobide Erdikoa y el desaparecido Beobide Garaikoa, son caseríos antiguos y arrastran una reputación secular de contarse entre los más productivos del valle.

Beobide Azpi es, en efecto, una granja unifamiliar de notables dimensiones, con larga planta rectangular de cinco crujías obtenida por sucesivas ampliaciones de una vivienda primitiva, cuya construcción se remonta a la primera mitad del siglo XVI. Sus anodinas fachadas exteriores, de huecos modernos y desordenados, y paramentos cubiertos por una gruesa capa de revocos, difícilmente permiten imaginar semejante antigüedad, ni tampoco percibir la verdadera naturaleza de su estructura interior, que no es otra que la de un gran caserío lagar, con alguno de sus elementos excepcionalmente conservados. Tan solo la presencia de dos correas centrales aflorando en el piñón de la fachada principal, a ambos lados de la cumbrera, previene sobre la tipología estructural del edificio.

Tanto la primera como la última crujía son adicciones a la casa matriz, aunque no son simultaneas entre sí. El edificio viejo, reconocible en el interior, está ordenado en cuatro crujías longitudinales, al modo clásico guipuzcoano, y probablemente dedicaba la parte delantera a vivienda y los dos tercios traseros a cuadra, lagar y pajar. Los monumentales postes del esqueleto portante se conservan en su integridad, así como las cuatro bernias del lagar entre las que se dispondría la viga palanca para apretar la masa de manzanas. En Beobide Azpi no existía ninguna piedra o contrapeso colgado del tornillo, sino un sistema de anclaje del eje a la base del poste central de la antigua fachada, que ha dejado las cajas de encepado como testimonio incompleto de su presencia.

En la actualidad casi todas las funciones residenciales se concentran en la crujía posterior, en tres alturas que incluyen, sucesivamente, espacios para zaguán y almacenes, cocina con tres habitaciones, y desván superior abuhardillado. Sin embargo, de los tiempos en que la vivienda estuvo ubicada entre las crujías delantera y oriental se conservan huellas elocuentes, tales como una alacena excavada en uno de los postes estructurales, perteneciente a una cocina desaparecida o la vieja salida a la huerta, por una puerta con dintel labrado en arco conopial. Todavía hoy sobre este acceso hay dos niveles de dormitorios, y junto a él una cocina, que serán espacios más soleados que las dependencias de nueva planta zagueras, aunque sin las vistas directas sobre la plaza de Asteasu.

La cubierta de Beobide Azpi es a tres aguas. Sin duda una modificación de la antigua armadura a doble vertiente, que aun pervive en su estructura esencial. El bajocubierta sigue siendo tanto un espacio de secaderos y almacenaje, como un lagar de sidra, aunque ya con un artilugio mecanizado de presión directa. A este espacio se accede por dos rampas exteriores adosadas a las fachadas Sur y Oeste, habilitadas para el paso de carros de bueyes o pequeños vehículos.

Tipología e historia: La casa original se construyó hacia 1530 siguiendo el modelo de caserío lagar unánimemente implantado en todo el territorio de Gipuzkoa. Sería un caserío sin soportal, con planta baja cerrada con muros de mampostería y las superiores con forro de tablas y entramado. La ampliación de la crujía delantera es una obra barroca, del siglo XVIII, aunque la rampa de carga del pajar es un añadido mucho más moderno. Como reciente es también, del siglo XX, la vivienda, casi autónoma, que se unió a la cara posterior de Beobide Azpi.

Nombre: Bernaola Bekoa

Barrio: Indusi

Municipio: Dima

Territorio: Bizkaia

Mapa: 87-I-D

Descripción: Situado en una pequeña vaguada llana del arroyo de Indusi, en una de las barriadas más apartadas y de mayor altura de Dima, el caserío Bernaola reúne algunos de los elementos arquitectónicos que mejor caracterizan a la vivienda arratiana de los siglos XVIII y XIX. En Bernaola Bekoa el perímetro externo de muros de mampostería con refuerzos de sillería define una planta rectangular de gran anchura y escasa profundidad, en la que la fachada con el acceso principal está ubicada en uno de los lados largos del caserío. Esto se debe a que el edificio está planteado como una célula bifamiliar muy ordenada, con dos viviendas independientes de distribución simétrica, separadas por un muro de carga que actúa como eje de la composición.

El edificio tiene la planta baja dedicada establos, la primera para vivienda y un amplio espacio diáfano de almacenaje en el bajocubierta. La armadura, debido a las dimensiones de la planta, es a cuatro aguas con una larga cumbrera transversal que afecta al tramo central, y con cuadrales esquineros para auxiliar en su vuelo a las limatesas y rigidizar la jaula de viguería. Si la estructura de apoyos verticales de los forjados es de cuatro pies derechos en los pisos inferiores, en el bajocubierta son seis, alineados en dos filas que soportan los caballos de la crujía central y los tirantes laterales inclinados que llegan hasta la zapata de muros; todos ellos son piezas con curvatura natural, según la tradición de la carpintería barroca local. El muro medianil separa y aísla las dos viviendas, evitando la comunicación de posibles incendios.

Se han preservado los accesos en patín exterior de madera: dos escaleras con tejaroz que permiten subir directamente a la planta principal. En la misma, flanqueando la entrada a un amplio distribuidor, se encuentran las cocinas con campana adosada al muro y el dormitorio matrimonial, relegando a las habitaciones secundarias las caras externas de la vivienda y a un almacén o secadero agrícola las internas. Las entradas a la planta baja son adinteladas con cargadero de madera, como el resto de los vanos del edificio, que a pesar de su modestia resuelve correctamente las necesidades higiénicas y funcionales de una explotación prioritariamente ganadera.

Tipología e historia: Bernaola Bekoa puede considerarse como el arquetipo del caserío bifamiliar arratiano de fines del XVIII, un ejemplo de la especialización social y funcional de la casa rural vasca con el que se logra satisfacer, por un lado, la necesidad de crear viviendas multifamiliares para ser explotadas en régimen de arrendamiento, y por otro, la exigencia de más espacio para estabular el ganado mayor sin que ello suponga una merma de las estancias de uso familiar.

La ocasión para abordar este proyecto surgió a principios del siglo XIX, cuando la herencia de la propiedad de un viejo caserío recayó en manos de un sacerdote que, obviamente renunció a su explotación directa. Derribó la casa antigua, que a juzgar por algunos de los pies derechos reutilizados en el bajocubierta era una construcción de principios del siglo XVII, y encargó un proyecto de reducido coste pero eficaz rendimiento. El recuerdo del linaje familiar quedaría sin embargo impreso para siempre en la fachada de la casa, por medio del escudo de armas de la familia Bernaola, recuperado del caserío desaparecido.

Nombre: Berridi

Barrio: Zubieta

Municipio: Donostia

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-I-D

Descripción:

En la comunidad de Zubieta, que ocupa el interior de un meandro del río Oria, con suelos de fértiles tierras de aluvión, la casi totalidad de los caseríos ocupa las zonas bajas y llanas de la vega, en alturas que no superan los 30 metros sobre el nivel de las mareas. Una de la excepciones a esta regla es el caserío Berridi, que se alza en un rellano de la ladera a 90 metros de cota, orientando su fachada principal hacia el noreste, es decir, hacia el resto de sus vecinos; a consecuencia de lo cual ésta permanece en sombra durante la mayor parte del día, al mismo tiempo que queda expuesta a los vientos marinos. Es un comportamiento poco habitual entre los caseríos y sólo cabe explicarlo por causas sociales y por la buena calidad de las tierras de labor de su entorno.

Berridi es un gran edificio de planta cuadrada y tres alturas, con cubierta a tres aguas. Construido con sólidos muros de mampostería en sus caras laterales y zaguera, prolonga la salida de una de las paredes para formar un fraile cortavientos, un sólido machón de sillería que protege la fachada principal del embate del aire y de la lluvia.

El frontis se presenta como un plano liso sin soportal, con paramentos de piedra en la planta baja y un entramado cuajado de ladrillo a cara vista en el desarrollo superior. La disposición de las piezas del entramado transparenta la organización espacial y la estructura interior del caserío. En ella no hay prácticamente ninguna pieza oblicua y el maderamen vertical y horizontal se entrecruza formando paños rectangulares altos y estrechos separados por tramones. Los dos niveles de forjados se reconocen en las alineaciones de solibos encepados entre las carreras y contracarreras, y dos pares de postes y pies derechos definen las crujías longitudinales interiores, al tiempo que soportan las correas de la cubierta.

El caserío tuvo un espacioso soportal ocupando toda la crujía central, pero la mala orientación solar del edificio haría imposible disfrutar de su utilización, por lo que se decidió tapiarlo y reducirlo a un simple portón con jambas de sillería rematadas en impostas de placa lisa, que no son otras que las antiguas esquinas del pórtico. Por lo demás, en la planta baja tan solo se ubican las dependencias de vida diurna, aprovechando la esquina sudeste, que es la más cálida, mientras que el resto del espacio está dedicado a una gran cuadra que ocupa toda la mitad posterior del caserío y una estancia de bodega con lagar mecanizado.

Es en la planta primera donde se desarrollan los ambientes nocturnos y de vida privada de la casa, ocupando toda la crujía delantera y una parte de la segunda, y organizándose en torno a una gran sala familiar larga y luminosa a la que se abren cuatro ventanales de la fachada principal y uno de la lateral. En correspondencia con la vertical de los establos, dos tercios de la superficie útil de esta planta se dedican a pajar para el forraje de los animales; un espacio de almacenaje que se completa en el bajocubierta con áreas diferenciadas para servir de pajar, granero y secadero. La estructura de la armadura del tejado es de faldones laterales de dos correas y una tercera agua con cuadrales esquineros para rigidizar las zapatas de muro y fraccionar la luz de las limas.

Tipología e historia: . Berridi fue uno de los caseríos fundacionales de Zubieta que se adhirieron a Donostia en 1379, pero nada queda de aquella cabaña medieval ni del caserío que le sucedió en el siglo XVI. El edificio actual, que se encuadra en una tipología muy difundida en el periodo barroco, de casas con soportal y fachadas de entramado, con habitaciones en el piso superior, tiene elementos que son específicos de la costa guipuzcoana, como el anta cortavientos. Se reedificó a mediados del siglo XVIII, en un momento en el que ya no era ocupado por sus propietarios, sino que se explotaba en régimen de colonato por un labrador arrendatario.

Nombre: Berrizbeitia

Barrio: Olakoeta

Municipio: Berriz

Territorio: Bizkaia

Mapa: 62-IV-D.

Descripción: El caserío Berrizbeitia se alza sobre una loma despejada, orientada al Sur y a la vega del río Zaldu, un afluente de la cuenca alta del Ibaizabal. Desde su posición dominante y soleada disfruta de la visión de un amplio panorama y controla un histórico cruce de caminos comarcales, así como el antiguo barrio bajo del pueblo de Berriz, denominado Olakoeta y convertido hoy en un denso aglomerado de grandes bloques de viviendas.

Es un edificio de planta casi cuadrada, con dos alturas habitables y un área delantera bajo la armadura de cubierta que se utilizó como granero. La caja de muros es de mampostería en toda la planta baja, salvo en el frontis, donde se requirió el trabajo de un cantero experimentado para realizar un excelente paramento de sillería arenisca, bien cortada y realzada con molduras en los cantos y vanos. El resto del alzado de los muros de cierre, tanto en la fachada delantera como en las laterales, es de entramado de madera cuajado con ladrillo y aplacado con el mismo material, promoviendo la que luego sería práctica habitual en muchos caseríos del Duranguesado.

La estructura interior está formada por postes y pies derechos de roble que se ordenan en una cuadrícula perfectamente regular, generando cuatro crujías longitudinales y otras tantas transversales. Hasta su reciente restauración, la mitad delantera del caserío se dedicaba a vivienda, mientras que la cuadra ocupaba toda la zona posterior. Sin embargo es probable que esta organización de espacios e incluso la propia estructura de Berrizbeitia sean sólo el resultado de una antigua intervención de reforma de la segunda mitad del siglo XVII, y que el proyecto original de la casa, fechado con precisión en 1572, fuese el de un edificio con estructura de lagar, al estilo guipuzcoano. La presencia de una bernia y de otras piezas reutilizadas son signos de estas modificaciones, que por lo demás apenas son perceptibles.

El cuerpo frontal de la casa está presidido por un magnífico soportal enlosado al que se abren las puertas de paso al corredor que conduce a la cuadra y al zaguán interior. La cocina estaba situada en el flanco occidental y se asomaba al exterior por una notable ventana adintelada, moldurada con placas lisas en derrame y presidida por una cartela de estilo manierista en la que se hizo tallar el nombre de los promotores de la obra y la fecha de construcción. Desde el interior de la cocina la boca de un fogón abierta en el muro permitía el acceso al horno de cocer pan, cuya cúpula de ladrillos se adosaba a la cara oeste de la casa.

La mayor parte de las habitaciones, amplias y soleadas, estaba situada en la planta primera y disponían de cuatro ventanas cuadradas para su iluminación. Sobre ellas se encontraba el granero y el palomar, dotados de pequeñas ventanitas triangulares de ladrillo para su ventilación.

Tipología e historia: Berrizbeitia es un caserío de fines del siglo XVI, construido por el notario o escribano local Bartolomé de Berriz y su mujer María, tal y como puede leerse sobre una de las ventanas: “Esta obra izieron azer Bartolome de Berriz e Maria, sv mvger. 1572”. Es una vivienda acomodada que se resuelve con un nivel de calidad constructiva poco común para la generalidad de las viviendas campesinas de la época, proponiendo un modelo que se divulgará a mediados del siglo XVII. Pero, sin embargo, hay que reconocer que es una casa de labranza completa y compleja, y que contiene todos los elementos identificativos de la arquitectura popular vizcaína, aunque llevados a una expresión refinada y eficiente.

Aparentemente Berrizbeitia se adelanta al tipo más habitual de caserío de la comarca, por el extenso uso de los paramentos de ladrillo e incluso por la ausencia de postes enterizos en el soportal. Pero la constatación de que algunas piezas de la estructura interna responden a un

modelo de caserío con prensa de sidra, debiera hacer pensar que buena parte de la obra no se ejecutó hasta después de haber pasado un siglo de la construcción original. Estos aspectos de su biografía resultan hoy en día difíciles de aclarar, pues la casa ha sido restaurada hace apenas una década, tras varios años de abandono.

Nombre: Bitoriano 17

Barrio: Bitoriano

Municipio: Zuia

Territorio: Araba

Mapa: 112-I-C

Descripción: La localidad histórica de Bitoriano, regada por el río Ugalde, está formada por tres barriadas muy próximas entre sí, en las que se integran sin ningún criterio de ordenación preestablecido un pequeño enjambre de caseríos familiares de notable antigüedad. En el barrio de Abajo de esta población, situado en terreno llano, a 600 metros de altitud sobre el mar, se alza este caserío de amplio frente de fachada, pero escaso de profundidad y de altura reducida.

Es un caserío exento que recientemente ha sido completamente reformado como vivienda y ha perdido el carácter de todos los espacios que antaño dedicaba a las tareas agropecuarias. Consta de un edificio principal que constituía la vieja casa con sus establos, a la cual se fueron adosando en distintos momentos sendos cuerpos laterales dedicados a funciones auxiliares, tales como el pajar y un horno para cocer pan.

El cuerpo original del caserío es de dos plantas nítidamente diferenciables desde el exterior, ya que el piso bajo aparece construido con muros de mampostería y piedra labrada, mientras que el superior cierra su fachada con un delgado paño de entramado de madera con ladrillo macizo. El plano de fachada de este piso alto está notoriamente retranqueado respecto a la planta baja y aparece protegido por un alero de amplísimo vuelo sostenido por largos jabalcones; un alero que de algún modo consigue paliar la ausencia de soportal y crear una franja de terreno cubierta delante de las puertas de entrada. Para reforzar aun más esta protección del antuzano y la era se permitía al muro lateral Este avanzar a modo de anta para frenar los vientos fríos procedentes del vecino Gorbea.

La estructura de carpintería de la casa estaba formada por postes enterizos y pies derechos y se ordenaba en dos cortas crujías transversales al eje de la cubierta. Las cuadras, dispuestas en forma de L, ocupaban el flanco occidental y casi toda la mitad trasera de la casa, mientras que la zona residencial encajaba como otra L invertida, reservando a la cocina el ángulo exterior de la planta. Vivienda y establos disponían de entradas independientes que aun se conservan: una puerta con dintel sobre mochetas para los animales y un paso de aspecto más noble, en arco de medio punto muy rebajado, para las personas.

La zona delantera del primer piso ya se utilizaba como dormitorio antes de las obras de rehabilitación, pero no parece que esa fuera su función en el proyecto original. Antes bien, toda esta parte del caserío debió de servir exclusivamente como granero y secadero, de manera que nunca fue necesario cerrar por completo el tramo alto del piñón e incluso se dispusieron algunos vanos con celosías caladas para favorecer la ventilación.

El crecimiento de la cabaña o pajar de la casa se produjo de manera orgánica por el simple procedimiento de extender uno de los faldones del tejado en una crujía lateral añadida, también de muros de mampostería y con un amplio arco de dovelas de laja abierto en la cara zaguera para facilitar la carga de los carros, mientras que la delantera se dejaba abierta y libre, como una sencilla tejavana. En el lateral opuesto, el horno dispuso de su propia techumbre protectora, pero actualmente ha sido suprimida y aparece como un pequeño volumen cónico parcialmente empotrado en los muros de la vivienda.

Tipología e historia: Este caserío, construido durante la segunda mitad del siglo XVI, responde a una variedad local alavesa que sólo es frecuente encontrar en las localidades situadas en la vertiente meridional del Gorbea. Son casas compactas de piedra y sin soportal, al que renuncian por la rigurosidad del clima invernal en esta comarca, pero que habitualmente se cierran sólo con tablas, celosías o ventanitas talladas en el vértice superior del piñón.

La transformación del granero en vivienda y dormitorios debió de producirse a fines del siglo XIX. Más o menos en el mismo momento en el que se construyó la cabaña lateral, que tenía como misión aumentar la capacidad de almacenar reservas de paja y forraje para el ganado mayor, en un momento en el que se estaban restringiendo los antiguos pastos comunales.

Nombre: Casa de Vía

Barrio: El Peso

Municipio: Arcentales

Territorio: Bizkaia

Mapa: 60-IV-B.

Descripción: El barrio de El Peso, donde está situada la casa de la familia Vía, se encuentra en un falso llano o pequeño collado de paso obligado entre los valles de Traslaviña y Trucios. Justo donde se inicia el pronunciado descenso de la pendiente hacia el Oeste se alza este caserío de planta rectangular desproporcionadamente alargada, que debido a su estrechez adquiere una clara dominante vertical que se justifica por la distribución interior de espacios y funciones.

Es una casa compacta de piedra, con muros de mampostería y buena sillería labrada en los vanos y cadenas esquineras. Organizada en planta baja, primera y una holgado espacio en el bajocubierta dedicado a granero, desván y secadero, la casa aparece y caracterizada por sus largos muros laterales que se prolongan como antas arropando la fachada y acogiendo dos niveles superpuestos de balcones de madera. Estos machones, llamados popularmente pipianos, se adelgazan en dos dejas sucesivas para servir de asiento a los solibos de las balconadas y se coronan con molduras para resaltar su condición de pilares estructurales.

La planta baja se dedica íntegramente a establo para los animales, como corresponde a la dedicación arriera y ganadera de los habitantes de la casa y, en general, de toda la comarca occidental de las Encartaciones vizcaínas. En un lateral con entrada propia, en la zona trasera, se encuentra la caja de escaleras que permite ascender al piso noble, ocupado en la zona Sur por la cocina , la sala y los dormitorios, alineados a ampos lados de un pasillo central.

Ni la cuadra, ni el pajar original debieron de resultar suficientes para satisfacer las necesidades de los propietarios, porque al edificio fundacional se añadió pocas décadas más tarde un cuerpo posterior bien soldado tanto en materiales como en dimensiones a la casa matriz.

El caserío de Vía se cubre con una armadura de correas a tres vertientes, soportada por dos alineaciones de pies derechos. Entre las correas se tienden cortas vigas caballo sobre las que descansa la cumbrera. La tercera agua acoge la crujía ampliada, la trasera, pero la estructura de la cubierta primitiva, que también era de triple vertiente, aun sobrevive, con sus limas marcando los ángulos de la casa antigua. Un elemento característico de la región es el uso de la morisca, el plano de tejado que desciende sobre el piñón de la fachada principal para proteger de la lluvia el vano central del balcón superior, donde se secaba la ropa de la colada y, sobre todo, productos agrícolas como el maíz, los pimientos y las alubias.

Tipología e historia: La familia Palacio promovió en los años finales del siglo XVIII la construcción de esta y otras casas de la comarca, tomando como base una tipología local que para entonces ya estaba profundamente arraigada en los valles del Oeste de Bizkaia y del Este de Cantabria. Es una variante de caserío ganadero, exento y con balcones protegidos por pipianos que gracias a su jerarquización vertical de usos permite un aprovechamiento ordenado y racional del espacio doméstico.

La ampliación de la crujía posterior tiene todos los rasgos de ser una obra popular del periodo neoclásico de mediados del siglo XIX y es una muestra del modelo más habitual de crecimiento este tipo de casas, que se produce siempre por prolongaciones sucesivas del eje longitudinal del edificio, y nunca por adosamiento de cuerpos laterales protegidos por una extensión de los faldones de la cubierta.

Nombre: Dorronsolo

Barrio: Axpe

Municipio: Atxondo

Territorio: Bizkaia

Mapa: 87-II-D

Descripción:

El barrio de Axpe está situado, como indica su propia etimología, al pie de las grandes peñas de la sierra de Amboto, en un paraje de colinas y vaguadas de escasa altitud, adecuado para combinar los prados y cultivos de vega con la crianza de rebaños de yeguas, vacas y ovejas en los pastos comunales de las inmediatas montañas. El poblamiento tradicional es disperso y espontáneo, y sólo en época reciente se han ido configurando pequeñas concentraciones de edificios en el entorno de las iglesias parroquiales que organizan el valle desde la Edad Media. La buena piedra caliza es un material de construcción sobradamente abundante en la zona, pero su resistencia a la labra ha provocado que no se utilizase de manera generalizada en los caseríos del valle.

Dorronsolo es un gran caserío de modulo bifamiliar erigido sobre una suave loma a escasa distancia del arroyo que desciende de Axpe hasta las aguas de la regata de Arrazola. Con su fachada principal orientada al Sur y abierta en un elaborado soportal de doble arcada, es un edificio barroco de volumen muy tendido, de planta rectangular más ancha que profunda y con una cubierta de largos faldones a dos aguas de inclinación muy moderada.

Un medianil divide longitudinalmente el caserío en dos mitades de similares dimensiones, pero que no coinciden exactamente en su distribución interior. Este muro de carga y las paredes perimetrales están aparejados en mampostería reforzada con sillares en los contornos de vanos y esquinazos y se bastan para soportar la estructura del edificio. Las plantas bajas dedican su tercio delantero a zaguán y cocina, con puerta lateral de salida a huerta desde el carrejo, estando ocupado el resto del espacio por la cuadra.

En la planta primera la modulación se plantea en los términos habituales del caserío vizcaíno, con pajar trasero y dormitorios delanteros, estando ausente la sala por lo reducido del espacio disponible, y manteniéndose los flancos laterales como secaderos, por la imposibilidad de utilizarlos como vivienda dada su escasa altura.

El soportal con pilar central y roscas finamente molduradas, con zapata cartón en la clave, es lo más refinado del conjunto, un auténtico esfuerzo de escenografía decorativa barroca que dialoga perfectamente con la arnaga auxiliar del caserío, situada frente a él. Es precisamente en este edificio secundario, proyectado inicialmente como complemento de la cuadra y el pajar –aunque más tarde llegara a desarrollarse como vivienda independiente- donde el cantero que ejecutó la obra desplegó todo su ingenio en un variado repertorio de recursos ornamentales tomados de la arquitectura aristocrática, con vanos recercados con orejetas, espejos, motivos vegetales, cajeados, etc.

Tipología e historia: El conjunto actual del caserío Dorronsolo y su artística arnaga esta fechado por una inscripción de la fachada en el año 1763, y encaja perfectamente con el planteamiento de las grandes granjas barrocas de caseríos con soportales de arcos difundidas por el Duranguesado a lo largo del siglo XVIII.

Su condición de caserío bifamiliar oculta sin embargo una fórmula de vida y explotación de los recursos agropecuarios poco frecuente en el País Vasco. Hasta comienzos del siglo XVIII el viejo Dorronsolo había sido una casa habitada por la familia de ese nombre, pero a mediados de siglo, y sin que el propietario abandonara la finca, una familia de colonos entró a convivir en la casa a cambio de un contrato de arrendamiento. El antiguo edificio, hoy desaparecido sin dejar huella, resultaría demasiado pequeño para los dos ocupantes y ello motivó su derribo y la construcción de la casa actual, en la que el derroche ornamental, excesivo para una vivienda de

simples inquilinos, puede estar justificado por el capricho de un propietario que trataba de revestir de prestigio social su peculiar situación de labrador y rentista simultáneamente.

Abandonado hace escasas fechas para la agricultura y la ganadería, Dorronsolo se encuentra hoy sometido a una rehabilitación integral de cubierta y distribución interna.

Nombre: Eduegi

Barrio: Angiozar

Municipio: Bergara

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 88-I-C.

Descripción:

En el estrecho valle que desciende desde Angiozar hacia el río Deba no hay riberas planas en las que crear asentamientos estables. Por este motivo los caseríos de la zona han preferido históricamente trepar por las laderas para buscar en los aterrazamientos situados en cotas superiores el sol y las tierras necesarios para su supervivencia. Casi todos optaron por la solana, salvo Eduegi, que desafiando a las abruptas pendientes de la ladera meridional consiguió crear una próspera explotación agrícola colgada en un estrecho y solitario balcón del terreno.

El caserío, reconocido desde el siglo XVI como uno de los más productivos del municipio de Bergara, hace uso de la pendiente para implantarse en sentido transversal a la misma y poder habilitar en la cara que mira al valle una espaciosa bodega semienterrada. Esta bodega cobra pleno significado si se repara en los manzanales que florecen en las laderas del entorno y en el hecho de que en su interior Eduegi conserve la estructura de un antiguo lagar de sidra prácticamente íntegro y con casi quinientos años de vida.

La imagen externa no permite imaginar estos detalles. Lo que ofrece la fachada principal es la estampa de un gran caserío barroco con una era porticada de tres arcos de medio punto sobre pilares (uno de ellos tapiado), con una crujía lateral dedicada a vivienda y el tercio delantero de la planta alta ocupado por un gran secadero de maíz y granero. Todo este cuerpo frontal es en realidad un añadido tardío a un núcleo primitivo ordenado en cuatro crujías con estructura de postes enterizos y dobles bernias para el lagar. La masera, que aun se mantiene, es de gruesos tablones asentados sobre formidables sovigaños, y se ilumina por una pequeña ventana ojival abierta en el muro zaguero.

En la estructura actual tienen gran protagonismo los muros de carga. Tanto los perimetrales como un cortafuegos longitudinal que aísla la crujía occidental del resto de la casa, evitando la propagación de incendios. Este muro tiene tan solo un paso franqueable: una puerta con arco de medio punto y hoja de flejes de hierro roblonados, que se cierra con un pesado pasador metálico. Los cuatro dormitorios del caserío están ubicados a un lado del muro, cada uno con su propia ventana de asiento abierta hacia el valle, en un diseño que combina calidad residencial con seguridad funcional. La vieja cocina, que estaría situada en el actual zaguán, quedaría situada del lado de la cuadra y el pajar, sin que su fuego central pudiera poner en peligro la vida de los moradores durante su descanso nocturno.

El desarrollo más reciente de Eduegi fue la habilitación de una rampa de acceso directo al pajar desde el lado Oeste, para facilitar la carga mediante carros o tractores.

Tipología e historia: La obra inicial de Eduegi se remonta a la década de 1520 a 1530 y debió ser realizada por Miguel de Eduegi, quien creó un caserío lagar con bodega siguiendo el modelo al uso en el alto valle del Deba.

La casa permaneció prácticamente intacta durante casi dos siglos y sobre ella se instituyó un vínculo de mayorazgo al que se alude en la leyenda que acompaña al escudo de su fachada principal. Sin embargo, esta familia de hombres orgullosos y pleitistas vió como su apellido se extinguía temporalmente en el siglo XVII por falta de sucesión masculina. Hacia 1638 Catalina de Eduegi, la última heredera, contrajo matrimonio con un vecino de la ladera de enfrente, Pedro Sáez de Garitano, y fue el hijo de ambos, Pedro Saez de Garitano Eduegi quien de forma algo tortuosa contribuyó a recuperar la saga familiar.

A él hay que atribuir la reforma y ampliación de la casa materna, ennobleciéndola con el mejor diseño arquitectónico del mercado local: el de los caseríos con soportal de arcos múltiples,

así como la colocación del blasón armero. Este escudo no tenía una finalidad meramente decorativa o de prestigio nobiliario, sino que formaba parte de una estrategia –que logró completar con éxito hacia 1717- de lograr legitimar a su hijo bastardo, Juan Sáez de Eduegi, para que pudiese heredar el mayorazgo familiar.

Las reformas posteriores del caserío son más evidentes. El traslado de la cocina a uno de los vanos del soportal y el puente de carga del pajar son intervenciones recientes que buscan mejorar las comodidades de uso en un edificio que, por lo demás, se ha mantenido fiel a su historia.

Nombre: Elorregi Haundi

Barrio: Elorregi

Municipio: Oñati

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 88-III-C.

Descripción:

En el límite septentrional del valle de Oñati, en el paraje denominado San Prudencio, donde el río Artixa confluye con el Deba, se encontraban los antiguos seles de Elorregi, donde a fines de la Edad Media se fue fundando un grupo de caseríos dispersos, limítrofes entre los municipios del Bergara y Oñati. Aunque nacieron como granjas de propiedad libre, por una u otra vía casi todos fueron cayendo en manos del conde del Valle que llegó a administrar un pequeño latifundio rural desde su palacio bregares de Errotalde.

El caserío Elorregi Haundi es el más próximo a la ribera fluvial de todo el conjunto, pero a pesar de ello no dispone de una parcela plana como lugar de asentamiento, sino que tiene que adecuar su planta a una ladera de pronunciada pendiente. El desnivel es tan acusado que se traduce en dos plantas de diferencia entre las caras laterales, lo que no deja de tener su utilidad práctica, ya que permite establecer una organización funcional por alturas y garantizar un acceso independiente y directo a cada uno de los espacios.

De acuerdo con este criterio, en el nivel inferior, y ocupando tan solo una crujía, se ubica la antigua bodega, con huecos de ventilación abiertos hacia el valle y entrada principal orientada al sur, en el frontis de la casa. En esta misma fachada, a un nivel intermedio, se disponen los accesos a la cuadra y la vivienda, ambos reunidos en un amplio soportal lateral de doble arco de sillería. Finalmente, al pajar y granero situados en el bajocubierta se penetra por un puente a cota con la pendiente, por un portón moderno habilitado para el paso de carros.

Los materiales constructivos, que hoy están a la vista tras la eliminación del enfoscado, son pobres: muros de mampostería de bolos en su mayor parte, salvo el recerco de los vanos, todos ellos adintelados y formados por piezas de correcta sillería arenisca, al igual que los arcos de medio punto y el pilar del soportal.

Elorregi Haundi tiene una planta articulada que resulta de la ampliación parcial de un núcleo histórico rectangular, más ancho que profundo, como casi todos los caseríos con bodega, al que se agregó el soportal delantero con su granero superior. Este núcleo antiguo estaba dividido por un muro cortafuegos longitudinal que aun separa las habitaciones situadas sobre la bodega del resto de los espacios laborales o de vida diurna del edificio. El resto del caserío, de tan solo dos crujías de profundidad, respondía al tipo tradicional guipuzcoano de casa lagar, con la cocina y la cuadra en planta baja y la masera de sidra, utilizada en invierno como pajar, en el piso superior.

Las reformas han provocado la desaparición de las bernias y la mayor parte de los postes originales que soportaban la armadura de correas de la cubierta, introduciendo muros y pilares en sustitución del viejo esqueleto de madera.

Tipología e historia: En la arquitectura de Elorregi Haundi se sintetizan con claridad dos tipologías de caserío propias del Alto Deba: la casa lagar con bodega, del siglo XVI y la casa con soportal descentrado de arcos múltiples propia de fines del siglo XVII. Estas parecen ser, en efecto, las dos fases históricas de evolución del caserío, hasta las intervenciones recientes que en parte han desfigurado su identidad. Resulta probable que el impulso de la gran ampliación de la última década del siglo XVII deba de atribuirse a Miguel Ignacio de Elorregi Andía, que sería también quien mandó colocar el escudo de armas del mayorazgo familiar en posición preeminente en la fachada.

Nombre: Elorreta

Barrio: Jainko

Municipio: Arrieta

Territorio: Bizkaia

Mapa: 38-III-D.

Descripción: El caserío Elorreta se alzaba en solitario sobre un promontorio de extraordinaria potencia visual y paisajística. Un emplazamiento privilegiado, muy próximo al núcleo del histórico barrio de Jainko y que reúne todas las condiciones para sospechar que ha podido prestarse a asentamientos humanos previos a la edificación de la casa actual. La casa, situada en una cota moderada, de 190 metros de altitud, protegida de los húmedos vientos marinos por la mole del monte Sollube y con la fachada principal orientada a sudeste, disfruta de luz y calor solar directos durante toda la jornada y constituye un verdadero arquetipo del poblamiento disperso de los caseríos vascos de los valles costeros.

Es un viejo edificio, con una biografía complicada y en precarias condiciones de conservación, que se presenta, además, parcialmente enmascarado por distintos cuerpos auxiliares que se le han agregado a lo largo de su historia. Tiene planta rectangular, con más longitud de fondo que anchura de fachada, y en la actualidad aparece simétricamente dividido en dos viviendas.

Es un caserío construido con muros exteriores de mampostería, así como está dotado de un medianil transversal que separa la vivienda de los establos con el mismo paramento. Sin embargo su estructura portante es de gruesos postes enterizos de roble que soportan una armadura de dos correas con contracorreas y tirantes en la crujía central; es decir, que se corresponde con un tipo estructural que sigue el modelo vizcaíno clásico del siglo XVI. La fachada aparece enmarcada por antas laterales que sirven de cortavientos y que constituyen un rasgo distintivo de los caseríos más antiguos de la zona costera vizcaína.

Elorreta tiene soportal central que da acceso a los zaguanes de distribución internos, en los que se ponen en contacto tanto las cocinas y los establos, como las escaleras de ascenso al piso superior. Sobre el soportal estuvo situado el granero cerrado con mamparos de tabla machihembrada, del que aun se conservan restos elocuentes, pero toda la planta alta ha sido modificada para acoger alcobas familiares . Bajo la cumbrera, tras el piñón abierto, se dispone ahora un angosto espacio de secadero de frutas y desván, una función que desarrollaba de manera complementaria el balcón de madera que se añadió cubriendo casi toda la anchura de la fachada.

El volumen nítido que tuvo en el pasado Elorreta se fue encubriendo por el añadido de tejavanas y cabañas laterales que tenían como misión dotar a las dos familias que habitaban en la casa de mayor espacio de almacenaje de paja y de nuevas zonas de pesebres para estabular a un ganado que no cabía en la cuadra desde que ésta se redujo a la mitad. Hay una de estas construcciones recientes, de dos alturas, en la esquina sudoeste, y dos casillas más en el flanco norte, éstas del siglo XIX, pero igualmente de ínfima calidad constructiva.

Tipología e historia: La construcción de Elorreta, o Elorrieta, que tal era su nombre original, se remonta a la segunda mitad del siglo XVI y sigue el modelo más tradicional de Bizkaia en aquella época: la casa de postes de tres crujías, con la central más ancha y un holgado soportal en la parte delantera de la misma. No parece que se realizaran cambios significativos en el edificio hasta el siglo XVIII, momento en el que al agotarse la sucesión masculina de la familia Elorrieta desapareció el apellido que identificaba a los habitantes de la casa con el solar. Fue durante la segunda mitad de aquel siglo cuando los propietarios decidieron abandonar la explotación directa y arrendar el caserío a dos familias de inquilinos, para quienes se habilitó el edificio realizando las reformas correspondientes. Fruto de aquellas reformas fueron la cocina con campana cónica que aun se conserva en una de las viviendas y también la sustitución del granero por habitaciones.

En el siglo XIX llegarían las primeras ampliaciones y a principios del XX la instalación del balcón, el pajar anejo trasero y, ya más recientemente, el abandono casi total en el que está hundiéndose.

Nombre: EREÑOZU (HERNANI) 64-IV-A.

Barrio:

Municipio:

Territorio:

Mapa:

Descripción: NO PUBLICAR

Tipología e historia: Palacete rural tardogótico de tipo atlántico, con planta baja de cuadras y planta primera residencial muy enfatizada por las galerías de ventanas conopiales geminadas. Todo de hacia 1530.

Nombre: Erranda Zahar

Barrio: Guadalupe

Municipio: Hondarribia

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 41-III-C

Descripción: El paraje donde se encuentra ubicado el viejo caserío de Erranda Zahar está a punto de ser plenamente absorbido por la rápida expansión urbana de la villa de Hondarribia, pero en el pasado existía una nítida distinción de poblamiento entre la ciudad amurallada y las prósperas granjas rurales que la rodeaban, punteando las zonas bajas de la ladera oriental del monte Jaizkibel. En uno de los primeros rellanos de la línea ascendente que une el puerto pesquero y la cresta de Guadalupe, en una posición seca, soleada y reparada del viento noroeste, se levanta desde hace cinco siglos este caserío, que estuvo rodeado de fértiles huertas y tierras de labor.

Aunque ha sido profundamente reformado en fechas recientes y no conserva su estructura original de carpintería, Erranda Zahar mantiene su volumen original y destaca por la imponente factura de sus muros perimetrales, realizados con un robusto aparejo de sillarejo de triple hoja. Estos muros definen una planta casi cuadrada organizada en tres crujías, en la que adquiere un notable protagonismo el soportal central adintelado con una gruesa viga carrera. Al fondo de este pórtico, aunque descentrado respecto al eje de composición de la casa, se abre un rústico arco ojival formado por tan solo dos dovelas recortadas en curva.

Este potente aparejo de piedra tan solo se extiende a la planta baja del edificio. Por encima de este nivel los muros laterales se completan en mampostería y la fachada en entramado de madera, aunque puede presumirse que muchos de los cerramientos superiores del frontis serían de tablazón en el proyecto original.

La casa no desarrolla en la actualidad ninguna actividad ganadera, de modo que todos los espacios de la planta baja y primera han adquirido una función estrictamente residencial. Sin embargo la ausencia de muros cortafuego interiores que compartimentasen rígidamente las crujías, así como las proporciones del edificio hacen sospechar que históricamente tuvo una estructura de lagar de sidra, con bernias, palanca y contrapeso, como todos los caseríos de su entorno.

Erranda Zahar es una casa de dimensiones reducidas y ha precisado de dos añadidos recientes para completar sus instalaciones. Uno es una simple tejavana adosada a la trasera y el otro un cuerpo bajo de vivienda, que prolonga en una crujía todo el flanco septentrional del caserío, aunque tiene cubierta propia, a un nivel inferior a la del cuerpo principal.

Tipología e historia: La silueta robusta y primitiva del arco apuntado que da acceso al zaguán de este caserío es un signo estilístico que permite situar la construcción del edificio en los años de transición entre los siglos XV y XVI. Esta “Casa Vieja de Hernando”, que sería la traducción aproximada del nombre original: Errandonea Zahar, es en verdad uno de los caseríos góticos más antiguos de Gipuzkoa, aunque no pueda considerarse representativo de la tipología más habitual en la región. La presencia del soportal, más frecuente en Bizkaia e incluso en Navarra, constituye un elemento exótico en la zona.

La casa tuvo un acabado de cantería de excelente calidad, que probablemente estará justificado por la abundancia de mano de obra especializada que trabajaba por aquellos años en las múltiples obras religiosas, privadas y de fortificación militar que estaban abiertas en la vecina Hondarribia. Esta exigencia de calidad no acompañó a las intervenciones posteriores, en particular a los trabajos que a fines del siglo XIX se emprendieron para ganar espacio habitable en el bajocubierta levantando los muros laterales de la casa y reduciendo las pendientes de la armadura del tejado. Fue entonces cuando se habilitaron los dormitorios de la planta alta y se abrieron las ventanas. El balcón central, las ventanas laterales y los cuerpos adosados son todo obras

recientes que distorsionan la imagen cerrada y compacta que tuvo la casa en su origen, pero que hacen de ésta un espacio más cómodo y habitable para sus ocupantes.

Nombre: Erregiñanea

Municipio: Gaztelu

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 89-I-D.

Descripción:

Gaztelu es un pequeño municipio de caseríos diseminados situado a 450 metros de altitud, en un terreno que apenas tiene capacidad de producir maíz u otro cereal, pero que históricamente ha ofrecido a sus vecinos abundantes recursos forestales y buenas posibilidades de explotación ganadera. Sobre una loma herbosa, a poca distancia del núcleo de la población, se alza el caserío Erregiñanea, en una posición panorámica y soleada, aunque demasiado expuesta al viento.

Es un edificio de aspecto sobrio y elegante, con muros de mampostería desnuda ennoblecida con piezas de buena sillería caliza en los esquinazos y cerco de vanos, que son todos adintelados salvo un arco de medio punto que define el portón de entrada y un ojo de buey circular que facilita la ventilación del granero superior.

Este caserío de planta rectangular, más ancha que profunda, se asienta en pendiente para poder ubicar en el semisótano, en la cara de Mediodía, una antigua bodega que hoy se utiliza como cuadra y gallinero. Sobre este nivel se dispone la planta principal que se reparten la vivienda y el establo, y encima de ella una planta superior utilizada como granero y pajar.

La estructura interna de Erregiñanea aparece desorganizada y falta de cohesión, con evidentes señales de haber sido intervenida y de estar en parte condicionada por la reutilización de un armazón preexistente. De manera aproximativa se pueden definir en ella cinco crujías longitudinales de dimensiones diferentes, divididas por filas de postes y pies derechos. La situada en el flanco sudoeste, la más ancha, es la que acoge las estancias domésticas: una cocina y tres habitaciones ubicadas sobre la cantina, con la que se comunican por una escalera interior. La crujía opuesta, la única que aparece segregada por un muro de carga, forma una caballeriza independiente. En medio de ambas se dispone el corazón de la cuadra, con dos bandas de pesebres modernos que ocupan parcialmente el espacio que debió de pertenecer al zaguán de entrada del caserío antes de que se degradase hasta su condición actual. Los postes de la cuadra y una de las carreras del forjado superior son restos de un lagar de viga reutilizados, como aún puede apreciarse por los orificios circulares de una vieja bernia, en los que se introducirían las trancas de regulación.

La cubierta es a doble vertiente, con armadura de dos correas por faldón, a la que se ha añadido algún caballo moderno en una intervención del siglo XIX.

Tipología e historia: Como la mayor parte de los caseríos de Gaztelu, Erregiñanea se alza sobre el emplazamiento de una cabaña medieval desaparecida que fue íntegramente renovada a mediados del siglo XVI. De aquella reconstrucción han quedado como testigos las bernias de la prensa de sidra y la pervivencia del modelo de casa con bodega; un elemento, éste último, que ya estaba desfasado en 1722, la fecha en la que –según puede leerse en una inscripción de la fachada- la granja fue reedificada al gusto barroco. A pesar del esfuerzo constructivo y de composición que se realizó en el siglo XVIII para ampliar la casa con la nueva crujía del flanco noreste y dotarla de elementos estilísticos de calidad en su fachada principal, Erregiñanea se ha visto desvirtuado por su progresiva transformación en una simple cuadra de ganado.

Nombre: Etxaburu

Barrio: Aldebarrena

Municipio: Mañaria

Territorio: Bizkaia

Mapa: 87-II-A.

Descripción:

Al pie del monte Mugarra la vega del río Mañaria se ensancha por primera vez para recibir las aguas del arroyo de Etxaburu desde su ribera izquierda, creando en el barrio de Aldebarrena un rellano soleado y protegido en el que se asienta un conjunto de caseríos diseminados. La casa Etxaburu, situada al par del camino que desde la calzada principal conduce a la vieja casa torre del mismo nombre, es una de las granjas más características de este asentamiento.

Etxaburu es un compacto caserío barroco de piedra repartido actualmente en dos viviendas pertenecientes a un mismo tronco familiar. Tiene planta rectangular, más profunda que ancha, y su estructura portante es de muros de carga complementados en la cuadra y los pisos superiores por pies derechos con zapatas. La trama estructural define espacios cuadrangulares muy ordenados, divididos en cuatro crujías transversales de dimensiones prácticamente iguales o en tres crujías longitudinales, con la central más ancha que las laterales. Un sólido medianil cortafuegos segrega nítidamente el espacio posterior, dedicado a cuadra y pajar, del delantero, donde se ubican los espacios residenciales. Se cubre con losa de hormigón a dos aguas.

Toda la fábrica de Etxaburu es de piedra caliza procedente de las inmediatas canteras de Mugarra: mampostería descarnada en los paramentos y sillería labrada en las cadenas esquineras, en las jambas y dinteles de las ventanas y en el gran arco carpanel del soportal. La rosca de entrada al pórtico es el elemento más elaborado de la cantería, pues aparece labrado en las impostas y dovelas con cajeados y puntas de diamante, recordando la vieja decoración manierista. La fachada estuvo cubierta de parras, como aun recuerdan los perrotes de piedra que sustentaban el emparrillado de largueros por los que trepaban las vides.

El reparto actual de los espacios interiores, muy alterado respecto al proyecto unifamiliar original, reserva para dos amplias cocinas las estancias adyacentes al soportal, en las dos esquinas de la fachada. A sus espaldas se ha invadido el corredor de comunicación con los pesebres y se ha hecho desparecer el viejo zaguán para habilitar dormitorios, cuartos de baño y dos cajas de escaleras. El muro medianil está perforado por un paso central y por dos pesebres dobles encastrados bajo arcosólios de rosca rebajada.

El establo tiene hoy solera y forjado superior de hormigón, y está habilitado con más de una veintena de pesebres para ganado vacuno. El pajar situado encima tiene acceso externo por una amplia rampa de carga.

En la planta principal toda la crujía de fachada se ha dedicado a dormitorios, relegando la sala a una de las caras laterales. Sobre ella, en el bajocubierta, se abren sendos pajares diáfanos.

El caserío Etxaburu ha reorientado su actividad agropecuaria tradicional hacia un nuevo oficio, la panadería industrial, que se desarrolla en instalaciones adosadas a la propia casa, en su flanco septentrional. Otro volumen adherido recientemente es el garaje trasero

Tipología e historia: Etxaburu es hoy un ejemplo clásico de la tipología de caserío barroco con soportal de arco que caracteriza, sobre todo, al área del Duranguesado vizcaíno. Sin embargo ésta es solo una de las fases intermedias de su biografía constructiva. Se ignora si el asentamiento de Etxaburu tiene un origen medieval, que pudiera estar vinculado al linaje local del mismo nombre, pero de lo que no hay duda es de la existencia de una casa y una familia de labradores con ese apellido durante los siglos XVI y XVII. Fue precisamente a fines de este siglo cuando el matrimonio de la última Echaburu con un Baraia condujo al divorcio entre la denominación del caserío y la de su propietario, Pedro Baraia Echaburu.

El edificio actual es una obra de la década de 1780 y fue promovido María Capanaga. Se acababa de abrir el camino carretil de Urkiola que comunicaba el corazón de Bizkaia con el mercado de Vitoria y el tránsito generaba buenos beneficios para los labradores de la zona, que podían poner sus yuntas de bueyes al servicio de los comerciantes. Al mismo tiempo las canteras locales de caliza y jaspe se encontraban a pleno rendimiento, enviando partidas de piedra labrada incluso al Palacio Real de Madrid, lo que garantizaba la abundancia de profesionales cualificados en el entorno. En este contexto se reedificaron no solo Etxaburu, sino también su vecino Ormaetxe y otros muchos caseríos de Mañaria e Izurtza, todos ellos con características arquitectónicas tan afines que hacen pensar en una autoría común.

La renovación del caserío, su segregación en dos viviendas y las nuevas actividades productivas que acoge son intervenciones recientes, con poco más de una década de vida.

Nombre: Etxebarria

Barrio: Zeberiogana

Municipio: Zeberio

Territorio: Bizkaia

Mapa: 87-I-A.

Descripción:

Etxebarria es un caserío pastoril de construcción humilde, situado en un paraje abrupto y solitario de media montaña, en la ladera que desciende desde el cordal de colinas de Zeberiogana hacia el sombrío arroyo de Gorostika. Es un emplazamiento con fuertes pendientes, alejado de los núcleos de población históricos del valle, Zubiaur y Olabarrieta, que se encuentran situados casi 200 metros más abajo. Tan solo la cría de ganado lanar y vacuno, y los aprovechamientos forestales pueden garantizar la supervivencia en este entorno tan poco apto para la agricultura.

El caserío Etxebarria es un edificio de planta cuadrada y composición regular, muy medida, pero la peculiar topografía del terreno en el que se encuentra condiciona mucho su organización vertical y la distribución de funciones. La casa se organiza a tras niveles: el inferior para cuadra , el intermedio para vivienda y el bajocubierta para secadero, pajar y granero.

La construcción es de piedra en la planta inferior y de entramado de madera cuajado de mampostería en las superiores. No tiene otros muros de carga que los que forman la caja perimetral.

La planta de la cuadra, semienterrada bajo la casa, aprovechando la diferencia de cota entre la fachada principal y la trasera, es más reducida que la del piso principal. Los techos son aquí muy bajos y el espacio se utiliza fundamentalmente como redil de ovejas. Dispone de entrada propia en la esquina meridional y carece e escaleras de comunicación interna con la vivienda. La ventilación de este espacio se realiza a través de tres aspilleras alineadas en la cara que mira al valle. Dos pies derechos alzados sobre altos poyos troncopiramidales soportan una viga carrera sobre la que se forja el piso superior.

Enrasada a nivel de calle con el camino de acceso se dispone la planta principal, organizada en tres crujía. El tramo delantero está dividido en dos unidades, una es un amplio soportal enlosado abierto a dos fachadas, sostenido por una columna angular de orden dórico toscano, y la otra una caballeriza y almacén al que se accede desde el pórtico.

La vivienda es de dimensiones muy reducidas. Tiene un espacio distribuidor central que se asoma a un balcón que mira a occidente, y a ambos lados se abren sendas parejas de estancias, una de ellas dedicada a cocina con fuego bajo y campana adosada al muro.

El bajocubierta ofrece aprovechamientos limitados, que en la practica se reducen a los dos tercios delanteros, ya que la armadura de correas a tres aguas baja mucho en el faldón de la cara posterior. Un balcón de secado de productos agrícolas aligera la presencia de este espacio en la fachada.

Los entramados de Etxebarria son regulares, con un despiece en damero de cuadrados reducidos que se ven secados por cuatro largas tornapuntas que convergen a los postes. La carpintería desarrolla algunos motivos ornamentales típicos del entorno de Arratia y los valles del Gorbea, tales como los jabalcones con fileteado.

Tipología e historia: Tipológicamente Etxebarria se encuadra en la extensa familia de caseríos barrocos con fachadas de entramado, aunque forma parte de una reducida subespecie de casas con soportal lateralizado o en esquina que en modo alguno puede calificarse de frecuente. A pesar de ello, en el propio municipio de Zeberio hay varios ejemplares que utilizan con éxito el mismo elemento compositivo, que es un eficaz articulador de la distribución de planta. A todos ellos les conviene una ubicación cronológica en los años centrales del siglo XVII.

En el caso de Etxebarria el proyecto original presenta señales de haber sufrido una intervención importante dos siglos más tarde, en pleno siglo XIX, tal vez motivada por un derrumbe parcial de la fachada zaguera, afectada por problemas de asentamiento. La reconstrucción reforzaría los paramentos de esta zona y aprovecharía para abrir nuevos vanos, tanto de piedra como con cargadero de madera, así como se procedería a la modernización de la cocina con la actual chimenea. La especialización laboral, sin embargo, apenas ha sufrido cambios, ya que la casa sigue siendo sede de una pequeña explotación pastoril.

Nombre: Etxeberri

Barrio: Bolibar

Municipio: Eskoriatza

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 88-III-C.

Descripción:

El barrio de Bolibar tiene su centro de referencia en la iglesia de origen románico de San Miguel, pero lejos de concentrarse en las proximidades del templo, el poblamiento se compone de numerosos caseríos dispersos que ocupan las laderas y vaguadas que descienden desde esta cota hacia la ribera oriental del río Deba, donde se encuentra la villa de Eskoriatza. En una de estas hondonadas, bien protegida y no excesivamente húmeda ni sombría, se encuentra la casa Etxeberri.

Es un edificio antiguo y de composición severa, pero su volumen actual es el producto de una macla de cuerpos adosados recientemente, que desvirtúan el núcleo original y generan una planta desordenada y de contornos irregulares.

Está construido con paramentos de mampostería, hoy oculta bajo una gruesa capa de mortero raseado, pero tiene las cadenas esquineras y los cercos de arcos, puertas y ventanas labrados en buena sillería arenisca. La planta fundacional era un rectángulo de poca profundidad, ordenado internamente en tres crujías paralelas al plano de fachada y modulado por muros de carga y antiguos postes enterizos de roble reutilizados.

Etxeberri es un caserío de dos plantas y un estrecho bajocubierta que sólo resulta funcional bajo el eje del caballete. El elemento que centra la composición de la fachada es el soportal de acceso de la planta baja: un atrio enlosado al que se penetra por dos arcos de medio punto apeados en un pilar, con el capitel, las impostas de las jambas y la arista de las roscas moldurados. Desde él se accede por puertas independientes al vestíbulo de la vivienda, a la cuadra y a un taller lateral.

Funcionalmente las plantas se distribuyen en dos áreas diferenciadas separadas por una bisectriz diagonal, situandose la cocina, sala y dormitorio de planta baja en la mitad sudoeste y la cuadra, de dimensiones reducidas, propias de un caserío de vocación hortícola, en el ángulo opuesto. El mismo esquema se calca en la planta superior, con el pajar situado sobre el establo, los dormitorios principales en fachada y el flanco lateral con desvanes, secadero y granero.

La cubierta es una armadura de correas a dos aguas, en uno de cuyos faldones intervienen tirantes oblicuos barrocos.

Los nuevos volúmenes agregados enmascaran y ocasionalmente rompen la fachada oeste. Son tejavanas de garaje, taller o almacén, así como ampliaciones de la cocina y el baño logradas rasgando el perímetro de muros primitivos.

Tipología e historia: Etxeberri es un caserío barroco de doble arcada, del tipo habitual en el oriente de Bizkaia y en menor medida en el Alto Deba guipuzcoano. Una placa conmemorativa fecha su reedificación en 1757, que es el momento en el que la casa adquirió su plena identidad arquitectónica. Sin embargo se trata efectivamente de la reconstrucción de un edificio preexistente; destruido, pero del que aun quedan huellas identificables en el interior. La primera construcción debía de ser un caserío lagar de grandes postes, y alguno de ellos aun es visible en la cuadra, con su característica caja de ensamblaje de jabalcones con alas de golondrina. Estas pervivencias resultan menos legibles en los muros, debido al recubrimiento que oculta las fábricas.

Nombre: Etxeberri

Barrio: Altzo Muño

Municipio: Altzo

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 89-I-D.

Descripción:

El barrio de Altzo Muño agrupa un conjunto de caseríos muy próximos entre sí, que forman una alineación sobre el dorso de la loma soleada que se extiende desde la iglesia parroquial hasta la ermita de Santa Bárbara. Aunque el terreno de este cabezo es casi llano, el caserío Etxeberri, que ocupa una posición central en el pueblo, escogió para su emplazamiento el borde de la vertiente oriental, donde la ladera desciende pronunciadamente hacia el arroyo de Irisoro.

Es una ubicación en la que la topografía juega un papel determinante para poder dotar a la casa de todas las instalaciones que desde el siglo XVI se consideraban necesarias para la vida agrícola. En concreto se trataba de aprovechar las diferencias de cota para poder encajar una bodega de almacenamiento de sidra en el punto más bajo de la parcela edificada.

En consecuencia la planta es muy tendida y, aunque el volumen es unitario y compacto, el edificio se escalona en la ladera adaptándose al perfil de la tierra. Pero aunque el proyecto es compositiva y funcionalmente correcto, ello no ha evitado que la falta de una cimentación adecuada provocase el deslizamiento del plano de sustentación de los muros y su agrietamiento, que ha tenido que ser paliado con tres potentes estribos de obra.

Sobre la cantina se extiende la planta principal enrasada con el camino público, y sobre ésta, sucesivamente, el piso de almacenaje y el bajocubierta utilizable como granero. La fábrica constructiva de Etxeberri es de mampostería de piezas gruesas hasta la planta baja, y de entramado visto en la superior. Un entramado cuajado con lajas regulares de toba, un material que aun no siendo habitual tampoco puede considerarse excepcional en la comarca.

La organización estructural de Etxeberri define un cuerpo principal de tres crujías trasversales al eje del edificio y una cuarta crujía, lateral, dispuesta en paralelo al mismo. Esta crujía lateral, compactada entre el muro de cierre y un cortafuegos interior, es la que acoge en el bajo a la bodega y en la planta superior a las habitaciones familiares, protegidas durante el sueño de los posibles incendios. Se articula como una unidad autónoma respecto al resto de la vivienda, con cotas de forjados a distinta altura y diferentes sistemas de soportes.

El cuerpo central está ordenado por dos filas de postes de escuadrías colosales, entre los que se tienden jácenas y carreras de similares proporciones. Algunas de estas últimas presentan huellas inequívocas de haber pertenecido a la masera de un lagar desaparecido. La rigidización de la estructura de carpintería se realiza con tornapuntas unidos por ensamblajes de golondrina. La cubierta es una armadura de correas a dos aguas, aunque intervenida con piezas tipología barroca, como un tirante inclinado y un pie derecho en horquilla invertida.

La entrada principal de Etxeberri es un soportal enlosado con dos arcos carpaneles muy tendidos que voltean sobre un pilar. La bodega, por su parte, tiene un acceso en arco de medio punto dovelado de tipo renacentista.

Etxeberri ha sido sometido recientemente a una rehabilitación integral, que ha preservado la estructura original pero ha reorganizado por completo la distribución de usos interiores, eliminando todos los espacios de carácter agropecuario y segregando el edificio en varias unidades residenciales.

Tipología e historia: El caserío Etxeberri tiene una biografía arquitectónica compleja y de difícil lectura en la actualidad. Nacido como gran caserío lagar con bodega, a mediados del siglo XVI, con una poderosa estructura exenta de postes, sufrió una profunda reforma a principios del

siglo XVIII, en la que ganó altura y se dotó de un amplio soportal lateralizado de doble arcada que le daba una apariencia barroca acorde con los tiempos, aunque muy poco habitual en la comarca. En consecuencia la reforma actual es al menos la tercera fase de vida conocida del edificio, al que hay que suponerle una fundación previa de origen medieval, pues en el siglo XVI ya tenía reputación de ser una de las casas solares más arraigadas en el municipio. Una historia, en definitiva, demasiado larga para un edificio que se llama a sí mismo “casa nueva”.

Nombre: Etxezabal

Barrio: Astigarribia

Municipio: Mutriku

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 63-I-D.

Descripción:

El barrio de Astigarribia está ubicado en una pequeña nava entre montañas con características históricas y topográficas muy singulares. Es un conjunto de ocho caseríos que se distribuyen en torno a la pequeña iglesia de San Andrés, la más antigua de Gipuzkoa, ocupando un rellano de ribera oculto entre colinas de elevación reducida, pero cuya pendiente las hace inabordables para la agricultura. Sin embargo este paraje recóndito tuvo un gran protagonismo histórico en el pasado pues aquí se encontraba el primer vado practicable del río Deba en la ruta costera que unía Gipuzkoa con Bizkaia. Además, hasta este lugar llega el influjo de las mareas y gracias a él llegó a existir un pequeño puerto fluvial e incluso un astillero.

El caserío Etxezabal es hoy la última explotación agropecuaria activa del barrio, pero sus rasgos constructivos le sitúan como uno de los caseríos más arcaicos del País Vasco. Es un edificio muy bajo y de planta casi cuadrada, con cubierta a doble vertiente y formidables aparejos murarios de piedra. La fábrica de muros, visible en la planta baja de la cara delantera y en la totalidad de la trasera, es en efecto un magnífico paramento de sillarejo gótico de triple hoja en el que se abren rudos vanos ojivales de su época. El caserío está asentado sobre un afloramiento natural de la roca madre muy estable, y por ello resultan desproporcionados sus aparejos, que incluyen en los esquinazos piezas de carácter verdaderamente ciclópeo.

La organización de espacios se articula en planta baja y primera, estructurados internamente en tres crujías paralelas al plano de fachada. Un muro cortafuegos separa la primera crujía de las dos posteriores, delimitando los usos domésticos a la parte delantera y los de carácter pecuario a la zaguera. La carpintería portante del tramo de cuadra se apoya en cuatro grandes postes de roble, de los cuales dos de ellos corresponden a las bernias de una lagar de sidra desaparecido. Una escalera interior, con banzos adornados con mondaduras del siglo XVI, comunica el establo con el pajar superior, que dispone de una puerta de carga en la fachada posterior en arco apuntado.

Las puertas de entrada a la vivienda y la cuadra, ambas con arcos ojivales de tan sólo dos dovelas, aparecen alineadas entre si, en fachadas opuestas y descentradas respecto al eje de simetría del caserío.

La fachada delantera y el espacio residencial están muy transformados. En la planta baja se han abierto huecos de piedra adintelados y en la superior cuatro ventanas simples para los dormitorios. Bajo el piñón, dos sencillos huecos cuadrados facilitan la ventilación del camarote.

Tipología e historia:

Es probable que la iglesia de San Andrés de Astigarribia, fundada en el siglo XI, contase entre sus feligreses con los antepasados del caserío Etxezabal y algunos de sus vecinos cuyas cabañas de habitación no se han conservado, pero ello no le resta méritos a la antigüedad del propio caserío, cuyos muros y estructura interna pueden remontarse a la última década del siglo XV. Por su proximidad a la casa Jáuregui, de la que es prácticamente coetáneo, cabe suponer una relación de dependencia entre ambas.

Responde al tipo de caserío gótico de piedra sin soportal y con estructura de lagar a la guipuzcoana y parece que se mantuvo sin cambios importantes hasta mediados del siglo XIX. De entonces data una intervención importante que eliminó la prensa de sidra y acondicionó la crujía de vivienda aumentando los vanos de luz y ventilación. Etxezabal se ha mantenido hasta 1988 en régimen de explotación por arrendamiento, pero al redimirse la propiedad por parte de sus

moradores éstos han podido llevar adelante las obras de rehabilitación interior y reparación de cubierta que se habían pospuesto durante muchos años.

Nombre: Emaldi Garai

Barrio: Emaldi

Municipio: Zeanuri

Territorio: Bizkaia

Mapa: 87-I-D

Descripción:

La barriada de Emaldi está situada en una estrecha barranca lateral de la cuenca superior del río Arratia, en un exiguo rellano a media ladera. Es un asentamiento difícil, sombrío y de pendientes muy pronunciadas, en el que la práctica de una agricultura rentable presenta limitaciones insuperables.

La situación de asilamiento, la reducida viabilidad económica y la explotación del caserío Emaldi Garai en régimen de arrendamiento con rentas bajas han propiciado que su evolución arquitectónica reciente se haya visto ralentizada, llegando casi a congelarse durante la última generación; lo que ha permitido mantener algunas formas de vida que en la actualidad resultan imposibles de encontrar en otros lugares del País Vasco. En concreto, en Emaldi Garai puede verse el último fuego de cocina sin chimenea en uso de todo Bizkaia.

Pero tras el humo evocador de esta imagen que parece surgida del pasado, un examen detenido de Emaldi Garai revela que el caserío ha vivido tres etapas constructivas históricas y que su imagen actual dista mucho de parecerse al proyecto original.

La casa es de planta irregular, aproximadamente rectangular, pero con discontinuidades y faltas de alineación en los muros perimetrales. Estos tienen fábricas de mampostería de gruesas piezas, en lo que parece ser una versión pobre del aparejo gótico. El muro sin embargo no alcanza a los pisos altos de la fachada principal, ni a los de la mitad delantera del flanco Este, que se cierran con entramado cuajado con piezas menudas y escoria.

La estructura interna está ordenada en cuatro crujías longitudinales de anchuras variables, aunque se aprecia que la del lateral Oeste es un añadido que está en desacuerdo con el resto del conjunto en proporciones y técnica constructiva. El resto del edificio resulta más homogéneo, pues en él domina una estructura de grandes postes enterizos que soportan una armadura de tipo renacentista vizcaíno, es decir, con correas y contracorreas. La evidente desorganización de las plantas se debe a que el caserío, que había nacido como unifamiliar, se repartió en dos viviendas, incorporando en la ampliación de la nueva crujía lateral la cocina y tres habitaciones en planta baja.

En el proyecto fundacional Emaldi tenía un amplio soportal adintelado con viga, que hoy aparece reducido a menos de la mitad de su extensión y reutilizado en el tramo tapiado como leñera. Sobre él, en la primera planta, donde hoy se encuentran las alcobas de la otra vivienda y un balcón, estaría el granero cerrado con mamparos en vez de con entramado. La carrera exterior del forjado alto, tallada y con acanaladura en el papo, aun recuerda estos cerramientos de tablazón machihembrada. El camarote superior, colgado en ligero voladizo bajo el piñón, todavía conserva este tipo de acabado externo.

La cocina, situada en el segundo tramo de la crujía central, probablemente mantiene su ubicación primitiva, aunque la posición del hogar y la organización de las estancias que le rodean haya cambiado. Es un espacio diáfano delimitado por tabiques de tabla ennegrecidos por el humo que, careciendo de campana, escapa con dificultades a través de la escalera y la baranda que lleva al piso alto. A su lado está el lagar y tras él la cuadra, muy amplia y completada con un pajar superior de idénticas dimensiones.

Tipología e historia:

Emaldi Garai es en esencia un caserío construido a mediados del siglo XVI que responde externamente a la tipología vizcaína de soportal central y cerramientos superiores de madera.

Tuvo también estructura de lagar de viga y contrapeso, del que se conserva al menos una de las bernias acanaladas reutilizada como poste, lo que refuerza la convicción de que este tipo de máquinas estuvo bien implantado en los barrios altos de Zeanuri.

La prensa debió de desaparecer a mediados del siglo XVII, en el curso de un importante proceso de reformas que incluyó también la implantación de las alcobas superiores con cerramientos más aislantes y la reducción del soportal. Por aquella época el caserío comenzaba a ser explotado en régimen de inquilinato y sus rentas se canalizaban al vínculo familiar de Bildosola, que luego sería Sierra Gortazar, y a principios del siglo XIX pasaría a Juan Antonio de Sierrasesumaga y sus herederos del mismo apellido.

Las inversiones para incorporar una segunda vivienda en la nueva crujía lateral añadida y la reforma de la cubierta, en la que hoy aparecen caballos y tirantes curvos, son también de mediados del siglo XIX y lograron conformar definitivamente la estructura del caserío actual.

Nombre: Gaztañaga Goikoa

Municipio: Loiu

Territorio: Bizkaia

Mapa: 61-II-B.

Descripción:

El valle del río Asua forma entre los municipios de Zamudio y Erandio una de las pocas vegas planas y despejadas de toda la geografía vizcaína. En este entorno de tierras arcillosas y de escasa elevación, abierto al influjo próximo del mar, los caseríos se han asentado desde la Edad Media de manera espontánea, creando un paisaje de granjas dispersas que hoy se pierden o desaparecen definitivamente entre las nuevas instalaciones industriales y grandes obras de infraestructura.

Gaztañaga Goikoa ocupa una posición central en el valle, rodeada de sus huertas y tierras de cultivo. Es un edificio en fase de abandono, pero que ha tenido una intensa participación histórica en la comunidad de Loiu. Reconstruido íntegramente sobre una casa anterior, se presenta como una vivienda campesina de estilo severamente neoclásico utilizada por dos familias.

De planta rectangular más profunda que ancha, de composición muy medida y armónicamente proporcionada (1:√2), está dividido en dos áreas desiguales por un muro cortafuegos transversal que separa la cuadra trasera de la vivienda familiar. Esta no es una comarca ganadera, de modo que los establos tienen una presencia limitada en el caserío y sus dimensiones son inferiores a las del espacio residencial. Verticalmente se organiza en dos alturas, y concentra las estancias habitables de uso nocturno en la crujía delantera de la planta superior.

El caserío Gaztañaga está construido con muros de mampostería enfoscada que dan paso a paramentos de sillería arenisca abujardada en todos los vanos y cadenas esquineras. Su fachada principal aparece enmarcada por los muros laterales que se prolongan como antas cortavientos compactando el edificio. Entre éstas se tiende un balcón corrido de madera en toda la anchura del frontis. Se compone en cinco ejes verticales de vanos adintelados, todos de amplia luz, y concentrados con un ritmo más denso en torno al eje de simetría de la casa. La entrada principal es también una puerta adintelada situada en el centro de la fachada, pero que lleva tan sólo al vestíbulo de una de las viviendas, la situada en la mitad occidental. A su vecina se accede por una fachada lateral, demostrando que el reparto de espacios no estaba previsto en el proyecto inicial y que tuvo claros problemas de encaje en la planta.

La estructura de carpintería es ordenada y racional, formada por pies derechos con zapatas que delimitan cuatro crujías longitudinales y soportan una armadura de tres correas por faldón, haciendo uso de mozos y caballos para el asentamiento de las mismas.

El bajocubierta se utiliza como pajar en la mitad posterior y como secadero o desván en el tramo previo al medianil. Dispone de amplios respiraderos oblongos de sillería, huecos alargados de sillería situados bajo la protección del alero, a salvo de la humedad.

La casa tiene tejavanas y edificios auxiliares de factura reciente adosados a los muros laterales, que tratan de suplir la escasez de espacio útil que provocó el reparto del edificio en dos viviendas.

Tipología e historia: Gaztañaga Goikoa es un claro ejemplo de diseño académico de la primera mitad del siglo XIX aplicado a la arquitectura de carácter agropecuario. Su planta medida, su ordenada estructura, su armonioso planteamiento de fachada e higiénico reparto interior implican una intelectualización de la tradición constructiva campesina y una reinterpretación culta de las tipología clásicas. Los propios huecos de ventilación del granero, aun siendo un elemento

menor, son un signo de este esfuerzo por diseñar nuevos componentes de calidad funcional para mejorar la eficacia del caserío. El de Gaztañaga es un academicismo estructural y no de lenguaje.

La construcción de la casa actual sobre el solar del antiguo caserío familiar fue promovida por un labrador independiente, probablemente por Miguel de Gaztañaga, hacia 1840; pero después de haber sido utilizada por sus dueños durante tres generaciones, la vivienda fue cedida en arrendamiento y posteriormente, a raíz de las obras de ampliación del aeropuerto, expropiada y abandonada para la labranza.

Nombre: Goikoetxea

Barrio: Isasi

Municipio: Laudio

Territorio: Araba

Mapa: 86-II-A.

Descripción:

El barrio de Isasi es un pequeño conjunto de caseríos de montaña situado a 460 metros de altitud, en las proximidades del santuario medieval de Santa Lucía del Yermo, muy por encima del fondo de valle donde se ubica el núcleo central de Llodio, apenas a 125 metros de cota. En la ocupación histórica de Isasi ha resultado determinante la proximidad de los pastizales que se extienden hacia el monte Ganekogorta y la ganadería ha condicionado el tipo de caseríos que allí se construyeron.

Goikoetxea es el más antiguo de ellos y, aunque se encuentra en mal estado de conservación, aun mantiene plenamente reconocibles las características de su arquitectura original. Es un edificio de planta cuadrada y composición simétrica, organizado en planta baja, primera y bajocubierta. Sus muros son de mampostería, salvo los de las plantas altas de la fachada principal, que se aparejan con un vistoso entramado de madera cuajado con ladrillo, formando un damero de paños cuadrados en el que tan sólo aparecen un par de tornapuntas oblicuos.

La estructura portante es de carpintería y está constituida por pies derechos y postes enterizos de roble que definen tres crujías transversales, paralelas al plano de fachada. En la delantera se abre un amplio soportal centrado, adintelado con una delgada viga carrera que ha necesitado en momentos distintos de hasta dos pies derechos para recortar su luz e impedir su fractura. Uno de estos pies, el central, está tallado imitando la silueta de un capitel avolutado.

La casa está deshabitada y hoy se utiliza como establo auxiliar de un caserío vecino, de modo que toda la planta baja sirve de cuadra y parte del propio soportal es utilizado incluso como redil. En origen algunas de las funciones de vivienda, concretamente la cocina y al menos una habitación estaban situadas en el piso inferior, pero tras una importante reforma realizada en el siglo XVIII los dormitorios se multiplicaron y pasaron a extenderse por toda la crujía delantera de la primera planta. Hoy también este espacio ha quedado degradado y sirve únicamente como pajar y secadero agrícola.

La cubierta de Goikoetxea es de dos aguas, con armadura de correas, y se quiebra con una “cola de milano” en la zona posterior, que se prolonga con un pequeño tejaroz para proteger el acceso a la puerta de carga del pajar, situado en la planta primera, pero al que se entra a nivel del terreno aprovechando la diferencia de cota existente entre las fachadas delantera y trasera del caserío.

Tipología e historia: Por la proximidad de Llodio a Bizkaia y por la continuidad de rasgos de poblamiento y formas de vida que se aprecia en toda la cuenca superior del Nervión, no resulta extraño que el caserío Goikoetxea sea asimilable al tipo de caserío más frecuente en la zona central de Bizkaia durante la segunda mitad del siglo XVII. La presencia del soportal y los entramados de ladrillo a cara vista son habituales en toda la región y eran un signo distintivo de las edificaciones rurales de buena calidad, lo que contrasta en parte con la presencia de los grandes postes que enmarcan el pórtico, representantes de un sistema constructivo que resultaba anticuado para la época.

El caserío fue reformado en 1738, como puede leerse en una inscripción labrada sobre la puerta principal. A aquel momento puede atribuirse la organización de los dormitorios de la primera planta, cuyos marcos y contraventanas se adornan con cuarterones barrocos. Fue una apuesta para mejorar la calidad residencial de la casa y permitió a sus ocupantes disfrutar de cuartos espaciosos y regulares hasta que llegó el momento del abandono definitivo de la vivienda.

Nombre: Goskotxe

Barrio: Zarra

Municipio: Mendata

Territorio: Bizkaia

Mapa: 62-II-C.

Descripción:

El río Golako forma hacia la mitad de su curso un cerrado meandro en cuyo seno se eleva una colina cónica de empinadas laderas. Coronando su cima se alzan los restos de la singular torre pentagonal de Montalban, y a lo largo de la única vía de ascenso practicable se alinean los caseríos del barrio de Zarra, en una posición soleada orientada hacia el Sur.

Gosketxe es el edificio más relevante del conjunto: un gran caserío de planta rectangular y dos alturas, con amplia cubierta a doble vertiente y fachada con soportal central y entramado superior. Nació como una casa de módulo unifamiliar, pero recientemente ha sido sometida a una rehabilitación integral y en la actualidad acoge a dos viviendas de organización simétrica.

En el proyecto original Gosketxe estaba dividido internamente en cuatro unidades funcionales de dimensiones prácticamente idénticas. En la planta baja la mitad delantera estaba ocupada por habitaciones, vestíbulo y cocina, y la trasera, separada de ésta por un tabique de mampostería en el que se abrían portezuelas de pesebres, se dedicaba a cuadra. El muro divisorio marcaba en la planta superior la partición entre el pajar zaguero y los graneros, secaderos y palomar delantero.

La estructura arquitectónica del caserío expresa de manera muy elocuente el planteamiento tradicional del proceso constructivo de la casa en el siglo XVI y comienzos del XVII en Bizkaia. Gosketxe tiene un cerramiento exterior de muros de mampostería de lajas que envuelve toda la planta baja y la integridad de los alzados en la mitad posterior del edificio. Pero este paramento resulta ser tan sólo el forro externo de un armazón interior formado por veinticinco grandes postes de madera dispuestos en una cuadrícula ortogonal de cuatro por cuatro crujías. Sobre ellos descansa una armadura de correas y a sus caras se entregan las espigas de jácenas y carreras afianzadas mediante clavijas de roble. En cada crujía los postes se rigidizan entre sí mediante largos tornapuntas inclinados hacia el eje de la casa.

Esta estructura de soportes responde de manera tan eficiente y es tan autónoma de los muros que durante la restauración del caserío fue posible desmontar completamente las paredes y mantener la techumbre literalmente pilotada sobre los postes. Ello no obsta para tener que constatar que el sistema resultaba ya un tanto anticuado en la época de construcción de la casa.

En la fachada principal la altura de los postes queda oculta en su mitad inferior por los muros de cierre y su presencia sólo puede apreciarse en el interior del soportal. El atrio es un acogedor espacio enlosado presidido por una columna toscana que actúa como parteluz de la viga carrera central. Sobre el discurre un balcón de madera que afecta a dos tercios de la planta superior y que se protege de la lluvia bajo el amplio vuelo de un alero sostenido por jabalcones. El entramado que cierra el piso alto de la mitad delantera de la casa, incluso en sus fachadas laterales, se cuaja con ladrillo a cara vista dispuesto en hiladas regulares y a sardinel. Los paños definidos por la trama de puentes y tramones son cuadriláteros muy homogéneos, que daban a la fachada un aspecto de damero.

Tipología e historia: No se conoce con certeza la vinculación que mantuvieron Gosketxe y otros caseríos antiguos del barrio de Zarra con los señores de la torre de Montalban, pero dada la proximidad de la misma parece imposible que hubiesen podido escapar de su influencia a fines de la Edad Media. Antes bien, lo más probable es que estas granjas fuesen fundaciones promovidas directamente por los antepasados del conde de Baños. En cualquier caso cuando el caserío Goskoetxe se construyó, casi a mediados del siglo XVII, ya era una explotación agrícola autónoma.

Este caserío representa al tipo de arquitectura vizcaína de transición entre la casa de entramado renacentista y la barroca, con rasgos arcaizantes de la primera –como lo es la propia estructura de postes exentos- y atisbos de modernidad que sólo se generalizarían en las décadas sucesivas, tales como el sistema de entramados, el tipo de armadura de correas simples, sin tirantes ni contracorreas, e incluso la presencia de la columna.

La reforma ha variado sustancialmente el programa de usos del edificio, pero ha sabido conservar todos estos rasgos esenciales de su biografía constructiva.

Nombre: Guardia

Barrio: Guardia

Municipio: Idiazabal

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 88-IV-D.

Descripción: El emplazamiento del caserío Guardi en un rellano a media ladera, en la vertiente solana que mira al valle de Segura, aislado en medio de unas propiedades agrícolas que se disponían en coto redondo a su alrededor, se corresponde con una ocupación anterior al edificio actual. Las características originales de este asentamiento resultan hoy difíciles de percibir por los desmontes y grandes movimientos de tierra que se han efectuado en su entorno para instalar un polígono industrial al que el caserío ha prestado su nombre.

Este caserón es un edificio compacto de planta cuadrada con tan solo dos alturas, en la que la superior es un espacio muy holgado que se utiliza como granero y desván, y la inferior comparte los usos de cuadra y vivienda. Los paramentos son de mampostería de escasa calidad y la piedra labrada ni siquiera está presente en la mayor parte de los huecos. En contrapartida, la estructura de carpintería es magnífica y compleja, la obra de un maestro experimentado en cubrir palacios o mansiones aristocráticas.

Guardi se planeó como un caserío bifamiliar, aunque posteriormente fuese utilizado por una sola familia. Se ordena interiormente en cuatro crujías longitudinales, con un sólido muro de carga central que actúa como cortafuegos de la planta baja y eje de simetría de la composición de espacios. Todos los apoyos y elementos de modulación de planta baja son muros de piedra, que soportan las carreras sobre las que forja la solibería, mientras que la estructura del piso alto es de pies derechos sobre los que se desarrolla una armadura de pabellón a cuatro aguas.

La cubierta es piramidal y tiene como eje central de su estructura un gran árbol que sostiene en la cúspide una cruceta a la que se entregan las limatesas. Una jaula de postes intermedios atirantados entre sí se dispone entre el eje y los muros para repartir los esfuerzos, y toda la estructura se hace solidaria mediante tirantes jabalconados que van desde el poste central a la jaula intermedia, y desde ésta a la zapata de muros. La acumulación de tensiones en las esquinas de la jaula de postes y en las de la caja de muros se reduce mediante la clásica solución de cuadrales y aguilones. Toda esta armadura de oscuras piezas de roble se ensambla con soluciones a caja y espiga y embarbillados, y se cose con largas clavijas de madera.

Todas las puertas y vanos de luz de Guardi son adintelados y de amplias dimensiones, salvo las ventanitas de ventilación del pajar. En su mayor parte los huecos tienen cargaderos simples de madera y se disponen desordenadamente, como abiertos de dentro hacia fuera para resolver problemas puntuales de iluminación. Sólo unos pocos pertenecen a la fábrica original y tienen jambas y dintel de sillería. Además de estas reformas, que en su mayor parte datan de fines del siglo XIX, al caserío se le añadió un cabaña delantera de dos alturas, con espacio para carros o tractores en la planta inferior y un pequeño almacén en la superior.

Tipología e historia: A pesar de su modesto aspecto exterior el caserío Guardi es un interesante edificio barroco de mediados del siglo XVIII, que se alza en el mismo solar de una vivienda precedente, que ya gozaba de gran prestigio local por su posición entre Idiazabal y la villa de Segura desde el siglo XVI. La construcción resalta por su sofisticada estructura de carpintería de armar, vinculada al modelo de techumbres que por la misma época estaban experimentando los palacios vascos para cubrir su grandes volúmenes cúbicos. Las reformas posteriores y ampliaciones del edificio no han mantenido el mismo tono de calidad proyectual y se han ejecutado con la única intención de satisfacer necesidades inmediatas.

Nombre: Harrillaga Haundi

Municipio: Usurbil

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-I-D.

Descripción: El emplazamiento de Harrillaga Haundi, solitario en un rellano a media ladera, en la vertiente solana de Usurbil, aislado en medio de sus propiedades agrícolas que se disponen en coto redondo a su alrededor, se corresponde con una ocupación anterior al edificio actual. Es una ubicación heredada de una casa precedente, probablemente de dimensiones más reducidas y dispuesta con otra orientación, lo cual obligó al edificio actual a un complicado planteamiento de adaptación al terreno.

Desde su posición, a 150 metros de altitud, domina el meandro de Aginaga y la ría del Oria, al mismo tiempo que las cimas de Arratxain protegen al caserío de la influencia directa de los vientos marinos del Cantábrico. Sin embargo la pendiente es aquí muy pronunciada y Harrillaga Haundi, que optó por disponerse en paralelo a la misma, para lograr la máxima exposición solar, se encuentra con una diferencia de cota tan acusada entre la fachada delantera y la posterior que tanto la zona de vivienda y almacenes situados en la planta primera, como el zaguán y la cocina ubicados en la planta baja tienen ambos su propio acceso directo a nivel de calle.

Este gran caserío de excelente construcción barroca es un edificio compacto de planta rectangular, con dos alturas y bajocubierta muy holgado para ser utilizado como granero, pajar y desván. Los paramentos son de mampostería raseada pero hay un uso generoso de la sillería labrada que parece en todos los vanos y esquinazos, así como en un soportal, a modo de galería baja o belvedere con columnas, que se sitúa mirando al valle y que hoy aparece parcialmente tapiada y en desuso.

Harrillaga se ordena interiormente en cuatro crujías longitudinales. Todos los apoyos y elementos de estructura y modulación de planta baja son muros o pilares de piedra, mientras que la estructura de los pisos altos es de pies derechos que soportan las jácenas y carreras de la solibería, así como una excepcional armadura de correas a tres aguas, con imaginativos sistemas de tornapuntas de lira y tirantes oblicuos afianzados con chavetas. Un gran repertorio de marcas de ensamblaje en todas las piezas de esta carpintería es la prueba de lo complejo que debió resultar el proceso de diseño y montaje de esta estructura.

En contra de lo que suele ser habitual, la tercera agua de la cubierta se sitúa sobre la fachada principal, mientras que en la zaguera la parte superior del piñón permanece abierta para facilitar la ventilación de los almacenes de la cosecha. Precisamente en esta zona, la cumbrera del tejado, terminada en volutas artísticamente labradas, aparece sostenida por una buztarda u horquilla tallada con un rostro humano, junto al que se puede leer la fecha de edificación de la casa.

El elemento más significativo de la fachada Sur es la galería baja, en la que tras una breve escalinata se abre una puerta partida que protege el acceso a las cocinas laterales y a una buena caja de escaleras con barandales torneados. Todo el resto del piso inferior se dedica a establos y dispone de entrada propia desde un lateral del caserío.

En la planta primera la superficie disponible es sobradamente holgada para acoger no solo las alcobas y la sala familiar, sino también diversas estancias dedicadas a secaderos, graneros y desván de la casa. Todos estos espacios disponen de sólidas puertas y vanos de luz, siempre adintelados y de generosas dimensiones, pero los ambientes internos resultan un tanto opresivos por la escasa altura de los techos.

El pajar es sin duda el ambiente más espectacular del conjunto, por sus amplísimas dimensiones y por el trabajo de carpintería de armar, que desarrolla un lenguaje de formas escultóricas que desborda por completo las necesidades funcionales de la estructura y se adentra en el ámbito de la pura expresividad artística.

Tipología e historia:

La existencia de la casa Harrillaga, considerada como una de las de mayor raigambre en el municipio de Usurbil, está bien documentada desde fines de la Edad Media, pero sin embargo no existen dudas para fechar la construcción del edificio actual en el año 1740.

Aunque se trata de un auténtico caserío y nunca ha tenido pretensiones palaciegas, Harrillaga Haundi resulta atípico entre las granjas de su generación. La galería mirador, las elaboradas escaleras y la configuración de toda la carpintería estructural, con sus originales soluciones formales, son elementos que indican la existencia de un proyecto individual muy elaborado y un deseo de experimentación personal de una intensidad poco frecuente en el mundo rural. Es cierto, sin embargo, que se parte de un buen conocimiento de la tipología del caserío y que los elementos compositivos con los que se juega libremente pertenecen al bagaje de la generación de los maestros barrocos de mediados del siglo XVIII

Nombre: Idarreta

Barrio: Elexalde

Municipio: Amoroto

Territorio: Bizkaia

Mapa: 63-I-A.

Descripción:

En la cuenca del río Lea los valles son estrechos y sombríos, sin apenas espacio de vega en sus riberas en el que puedan establecerse agrupaciones de granjas y tierras de cultivo. Por este motivo los caseríos han preferido históricamente buscar terrenos de media altura o lomas bien drenadas en las que poder beneficiarse del sol y la luz. La posición de Idarreta a más de 120 metros de altura sobre el cauce fluvial, instalado en la suave colina de Gaztinaizarra, a breve distancia del núcleo municipal de Amoroto, constituye el arquetipo ideal del poblamiento rural de la franja costera vizcaína.

El caserío Idarreta, al que antiguamente se denominaba Irarreta, es una construcción de época barroca que ha sufrido hace tan solo una década una reforma que ha alterado sustancialmente su volumen, pero que aun mantiene sus rasgos de identidad esenciales. Es un edificio construido con buena piedra caliza, de la que hay abundantes canteras en toda la comarca; aparejada como mampostería revocada en los muros y labrada con esmero en todos los vanos, esquinazos y elementos ornamentales de la composición.

La planta es rectangular, más profunda que ancha, y está dividida en dos mitades prácticamente idénticas por un muro cortafuegos que separaba la cuadra y el pajar traseros, de la zona residencial delantera. La mitad anterior se conserva íntegra, pero en la zaguera se han eliminado el antiguo henil y la cubierta, transformando el forjado en una enorme terraza abierta de hormigón.

La zona residencial se articula en planta baja, primera y desván de bajocubierta. Un soportal enlosado de dos arcos muy rebajados que voltean sobre una rudimentaria columna toscana centra la composición visual. Sobre él se encuentra la sala familiar iluminada por dos ventanas con sólidos antepechos de piedra, y completando el desarrollo de este eje vertical se abren dos ventanitas de ventilación del antiguo granero. Prácticamente todas las ventanas situadas fuera de este eje son aperturas modernas, más amplias y luminosas, pero desordenadas. La cocina y las dependencias de almacén, vestíbulo y estancias de uso diurno se localizan en la planta baja, mientras que los dormitorios se disponen alrededor de la sala. Hoy incluso las habitaciones interiores disponen de luz natural, porque se han rasgado ventanas en el cortafuegos que se asoman a la terraza trasera.

El medianil está perforado por cuatro amplios pesebres dobles para ganado vacuno, dispuestos simétricamente a ambos lados de una puerta central que comunicaba el establo con el vestíbulo de la casa. Desaparecida hoy la actividad pecuaria, los pesebres han quedado en desuso y la puerta se ha condenado.

La cubierta del tramo de casa conservado es todavía de madera, con armadura de dos correas por faldón y a dos aguas.

Tipología e historia: Idarreta es uno de los representantes más septentrionales del modelo clásico de caserío barroco vizcaíno, con soportal de doble arcada y sala sobre el mismo. No caben dudas a la hora de datar su construcción e identificar su autoría porque como ocurre con muchos otros caseríos vascos de su generación Idarreta es una verdadera arquitectura parlante a la que por una combinación de razones de conciencia histórica familiar, prestigio social o simple ánimo decorativo, se añadieron epígrafes conmemorativos. Así, en el salmer común a los dos arcos del portal puede leerse: “EGVITEN BADOC BIERRA JANGO DOC OGIA. AÑO 1754” una frase que además de fechar la obra evoca que el caserío era ante todo una herramienta de

producción agrícola y que exigía un esfuerzo continuado de toda la familia para sobrevivir, recordando a sus moradores la máxima de San Pablo: “Si trabajas, comerás pan”.

Sobre las ventanas del salón, tres figuras de tenentes torpemente esculpidos sostienen un disco con una cruz protectora y a sus pies se grabó la frase siguiente: “OBRA HAV EGUIN EBAN JUANE COSCORRAZA ETA IRARRETACOC”. Fue efectivamente Juan, el hijo del viudo Domingo de Coscorraza quien promovió la reconstrucción integral del solar materno y diseñó toda la escenografía barroca de la fachada, sin menoscabo del orden y funcionalidad de los espacios internos.

Nombre: Idarreta

Barrio: Elizmendi

Municipio: Asteasu

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-III-D.

Descripción: El valle de Asteasu, y en particular los sistemas de lomas y colinas herbosas que se extienden al norte de la ribera izquierda del río, constituye uno de los entornos más adecuados para el asentamiento de una población de caseríos dispersos de Gipuzkoa. Son terrenos soleados, situados por encima de los 100 metros de altura sobre el mar, protegidos del viento del noroeste y bien drenados, a pesar de que el suelo resulte a veces excesivamente arcilloso. En estos parajes son muchos los caseríos con antecedentes históricos medievales y hay una concentración inusualmente alta de edificios rurales que pueden vanagloriarse de tener más de cuatrocientos años de antigüedad.

Uno de estos caseríos erigidos en pleno siglo XVI es Idarreta, o Irarreta que parece haber sido su nombre histórico. Situado en el área de influencia de Elizmendi, aparece sin embargo aislado en medio de sus prados, huerta y terrenos de frutales, con su fachada principal orientada al sol de la mañana. En su fase de vida más reciente ha conocido diversas actuaciones que han alterado sus caras exteriores tapiando huecos, recubriendo sus paramentos con mortero y adosando edificaciones auxiliares de escasa calidad, pero en su interior aun conserva intacta la estructura original del que fue uno de los mejores caseríos de la comarca.

El núcleo histórico de Idarreta es un edificio de planta rectangular ordenado en cuatro crujías paralelas al plano de fachada y estructurado en dos alturas de vivienda y un bajocubierta habilitado como secadero agrícola. Es sobre todo la crujía delantera la que aglutina las funciones residenciales, aunque en la planta primera éstas se extienden a dos habitaciones laterales en la segunda crujía. Este primer módulo, sin embargo, resulta ser un añadido antiguo adosado a la cara delantera del caserío fundacional. Con él se incorporaba una gran era cubierta por un soportal de cuatro arcos de sillería en la planta baja, que hoy ha quedado reducido a un vestíbulo cerrado con paso a la cocina de la casa, al tapiarse las tres arcadas frontales y la situada en la cara noreste. Sobre él se sitúa la sala y a sus lados las alcobas que sustituyeron a otras dependencias más antiguas y reducidas que antes se encontraban en la planta baja.

Los muros perimetrales de Idarreta son de mampostería arenisca, pero la verdadera estructura de la casa está formada por los grandes postes enterizos de un imponente lagar de palanca. La viga prensadora no tenía contrapeso, sino un anclaje de sujeción del tornillo empotrado en el poste central de la primitiva fachada. Las bernias tienen perforaciones circulares para las trancas de regulación y, contra lo que suele ser habitual, no soportan directamente las correas de la cubierta, sino que sobre ellas se alzan pies derechos empernados –horquillas naturales de árbol en posición invertida- que se convierten en los verdaderos soportes de la armadura.

Hoy en día sigue habiendo un lagar en Idarreta, aunque es más reducido y tiene cubeta de hormigón y tornillo con mecanismo metálico. Ocupa un lateral del pajar, al par de la puerta de carga del mismo, que se abre a una rampa exterior habilitada para vehículos. No es la única novedad de la casa, porque tanto en la cara norte como en la oriental ha sido necesario adosar a Idarreta nuevas construcciones, como un almacén suplementario y un silo de hierba para el ganado.

Tipología e historia: El plan original de Idarreta respondía al modelo clásico de caserío lagar guipuzcoano de hacia 1540, resuelto con generosas proporciones y materiales de calidad. Las manzanas, que aun siguen recogiéndose en abundancia en sus terrenos, justificaron la estructura de un edificio en el que el brazo de palanca medía 11 metros de longitud y la masera de prensado tenía casi 40 metros cuadrados de superficie. Sin embargo el caserío era entonces más bajo y más corto que en la actualidad.

La ampliación se produjo a fines del siglo XVII y debió de ser promovida por Ignacio de Irarreta, quien rehizo la cubierta introduciendo las buztardas y ampliando el espacio de secadero de maíz, al mismo tiempo que edificó todo el cuerpo de fachada con el gran pórtico barroco de arcos múltiples, imitado de los modelos de caserío en boga en la comarca de Alto Deba. De la misma iniciativa partió la propuesta de cerrar con entramado el tramo superior de fachada de las crujías delanteras y la supresión de la antigua cocina de fuego central que presumiblemente estaría ubicada en el centro de la que hoy es segunda crujía. Las obras modernas han ocultado parcialmente esta historia, pero no han llegado a destruir los testimonios arquitectónicos de la misma.

Nombre: Ierobi Haundi

Barrio: Iturriotz

Municipio: Oiartzun

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-II-B.

Descripción:

El poblamiento de viejos caseríos se extiende como un enjambre diseminado por las cotas bajas del valle de Oiartzun, ocupando las vegas y las laderas solanas, y llegando a agruparse a veces en pequeñas barriadas ordenadas en calle como Iturriotz. Son más numerosos, sin embargo, los caseríos aislados que reivindican su propio espacio autónomo a pesar de encontrarse a muy poca distancia de estas barriadas o del casco de la villa medieval. Esta es la situación de Ierobi Haundi, situado al par del camino de ribera que recorría la orilla izquierda del río Oiartzun, en un terreno completamente llano, y a la vista de la villa amurallada a la cual abastecía con sus productos.

A pesar de su apellido, “Haundi”, que significa “grande”, Ierobi es un pequeño caserío periurbano unifamiliar que apenas llega a los 200 metros cuadrados de superficie en planta. Tiene dos alturas y un amplio bajocubierta utilizable como almacén y secadero, y en su distribución actual de usos resulta determinante su condición de cosechero y expendedor de sidra, con establecimiento abierto al público. Por este motivo toda la planta baja se dedica a bodega de grandes tinos de madera y la residencia familiar ha sido transferida a la planta superior. Ierobi no tiene hoy en su interior cuadra, lagar, ni pajar, pero la identidad de estos espacios aun resulta perfectamente legible en la estructura del edificio.

Ierobi está construido con paramentos de mampostería raseada que se refuerzan con sillería arenisca en los esquinazos y vanos de la planta baja. Todos los huecos son adintelados y la casa carece de soportal, entrándose a ella por un portón abierto en el tramo central de la fachada que comunica con el vestíbulo distribuidor. Las plantas superiores del frontis se cierran con entramado de madera cuajado de ladrillo a cara vista. Es una malla de tramones que compartimentan el espacio entre los forjados en paños estrechos y verticales; no hay puentes intermedios, pero las entrecalles de la trama se aprovechan para encajar en ellas cinco ventanas regulares con alfeizares denticulados de madera. Los elementos esquineros de la fachada son postes montados sobre la contracarrera del primer forjado que reciben a las carreras del piso superior con un ensamblaje de espiga y chaveta exterior rigidizado con tornapuntas.

La estructura interna de Ierobi Haundi es de tres crujías longitudinales, con la central más ancha que las laterales; están definidas por dos alineaciones de postes auxiliados por tornapuntas ensamblados a cara con las carreras. La carrera superior forma un pórtico en cuyos extremos descansan las correas de la cubierta y sobre cuyo centro se alza un mozo para sostener la cumbrera. Esta carrera también tiene ensamblajes laterales con los postes a base de espiga y chaveta, al modo clásico labortano.

Históricamente el actual zaguán de Ierobi Haundi debió de estar fraccionado en cocina, vestíbulo y almacén, y la gran bodega actual compartiría esta función con la de establo para el ganado. En la planta principal las habitaciones y sala ocuparían tan sólo la mitad delantera del edificio, no toda la planta como ocurre ahora, ya que en la zona posterior debió de situarse un lagar barroco de presión directa con varios tornillos de madera; un espacio que también serviría como pajar o secadero durante la mayor parte del año. En el bajocubierta, que hoy dispone de balcón exterior, estarían el granero, el desván y nuevos espacios de secado agrícola.

La prensa de sidra y el almacén de manzanas de Ierobi Haundi se encuentran hoy en una pequeña construcción exenta , situada delante de la casa.

Tipología e historia:

Ierobi Haundi es un precursor de una variedad específica de caseríos de entramado sin soportal que se construyeron en las proximidades de las villas costeras de la zona oriental de Gipuzkoa durante los siglos XVII y XVIII. Edificios de dimensiones reducidas pero de arquitectura muy estudiada, que responden a un intento de especialización productiva en el que se renuncia a la ganadería y a la producción cerealera para concentrar las fuerzas disponibles en la producción hortofrutícola y sidrera orientada a abastecer los mercados urbanos.

En Ierobi hay también numerosas referencias tanto ornamentales, como estructurales, a la proximidad de los grandes caseríos labortanos, cuyas tallas clasicistas y soluciones de carpintería se imitan aquí a fines de la primera mitad del siglo XVII.

Nombre: Igartubeiti

Barrio: Ezkio

Municipio: Ezkio-Itsaso

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 88-IV-A.

Descripción: El caserío Igartubeiti está situado en un rellano de media ladera orientado al sur, sobre la dorsal de uno de los contrafuertes inferiores del macizo de Beotegi. Es un caserío de dos alturas y cubierta a doble vertiente, con estructura portante de postes de roble. Está formado por dos unidades arquitectónicas bien integradas, aunque construidas en épocas distintas y con características estructurales diferenciadas.

El núcleo fundacional es un edificio erigido a mediados del siglo XVI, ordenado en tres crujías transversales y cuatro longitudinales. Sin embargo las fachadas externas corresponden a un proyecto de ampliación del caserío ejecutado durante la primera mitad del siglo XVII, que consistió en el adosamiento de una crujía delantera y dos laterales al cuerpo primitivo, manteniendo la misma altura de cumbrera y prolongando los faldones de la cubierta.

El edificio primitivo responde a la tipología de caserío-lagar, y tanto su estructura como sus dimensiones están determinadas por la presencia de una monumental prensa de sidra.

El lagar ocupaba el eje de simetría y las dos alturas del caserío y estuvo formado por un brazo de palanca horizontal de 9,50 metros de longitud, accionado mediante el giro de un tornillo vertical de gran altura que, a su vez, podía estar lastrado mediante un gran contrapeso de piedra o retenido mediante una gruesa mordaza de madera anclada al poste delantero. Todos estos elementos, de los que puede afirmarse que sobrevivieron a las obras de ampliación del siglo XVII, desaparecieron posteriormente sin dejar rastro. En Igartubeiti, como en muchos otros caseríos de su generación, se habían conservado sin embargo las bernias de reglaje del lagar, así como el sobigaño, el poste de tope de la viga y la abrazadera o guía del tornillo. Elementos estructurales esenciales que permitieron conjeturar con mucha precisión la ubicación exacta de las piezas perdidas y que han posibilitado que la Diputación Foral de Gipuzkoa lo reconstruya íntegramente devolviendo el edificio a un estado muy similar al que pudiera encontrarse a mediados del siglo XVII.

De los espacios recuperados, además del lagar, destacan el pórtico delantero, el granero y la cocina. El amplio soportal corrido a lo largo de toda la crujía delantera, con cuatro vanos centrales abiertos entre los postes y los dos tramos de los extremos cerrados con muro de mampostería vino a ocultar una fachada plana de entramado cerrada con tablazón machihembrado. Sobre esta era cubierta está situado el granero y secadero de maíz, cerrado también con entramado y tablas, pero esta vez clavadas y colocadas a tope; en el flanco oriental, en estancias separadas se ubicaban un obrador, o taller de carpintería, y un reducido espacio abuhardillado utilizable como palomar o colmenar.

La cocina original de Igartubeiti era en realidad un amplio espacio de usos múltiples en el además de ubicarse el fuego central sin chimenea y el ajuar doméstico, se accionaba el mecanismo del lagar, se vigilaba a las vacas a través de las ventanas de sus pesebres o se distribuían los recorridos interiores de la casa mediante pasos a la cuadra, a la habitación trasera o a las escaleras de ascenso al bajocubierta.

Tipología e historia:

Tras su reciente restauración Igartubeiti se ha convertido en el único arquetipo completo de los miles de caseríos lagar que se edificaron en el País Vasco durante el siglo XVI. Sin embargo la historia de este caserío se remonta mucho más lejos, como han demostrado las investigaciones arqueológicas realizadas en su interior, que han exhumado un fondo de cabaña bajo el suelo de la cocina, cuyas medidas han resultado ser idénticas al módulo básico de las crujías actuales. La existencia medieval de la casa está también documentada desde el siglo XIV.

Igartubieti se amplio hacia 1630 con la crujía delantera de fachada que incluye soportal corrido en todo el frente y granero en la planta primera, todo ello con estructura y cerramientos de madera, siguiendo una fórmula que estuvo muy difundida en toda la comarca, pero de la que cada vez quedan menos testimonios en pie. La misma intervención supuso el añadido de las dos crujías laterales, una para alcobas y la otra como suplemento de la cuadra. En esta situación el caserío se mantuvo sin cambios hasta 1944, momento en que se hicieron algunas obras menores, sobre todo en la cocina, para mejorar las condiciones de vida de sus moradores.

En la actualidad, tras haber sido adquirido y restaurado por la Diputación de Gipuzkoa, para evitar su destrucción, se ha convertido en un extraordinario museo de sí mismo y, por extensión, de la vida rural vasca en el pasado.

Nombre: Isasi Arrugalde

Barrio: Isasi

Municipio: Lezama

Territorio: Araba

Mapa: 86-IV-C.

Descripción:

El caserío Arrugalde se encuentra situado sobre la suave loma de La Magdalena, que se destaca sobre el fondo casi plano del valle alavés de Lezama. El poblamiento rural es aquí aislado y disperso, y el barrio de Isasi o Bideko, en el que se integra, no tiene consistencia urbanística ni un núcleo central de referencia. Arrugadle se alza por tanto en solitario, en medio de sus tierras de labor y sin vecinos inmediatos, condicionado únicamente en su emplazamiento por la mejor exposición solar y por la presencia de un viejo camino vecinal que tan sólo presta servicio a otros dos caseríos.

La casa, que ha conocido importantes modificaciones a lo largo de su historia, presenta hoy una planta rectangular, más ancha que profunda, pero éste es sólo el resultado de la agregación de una crujía lateral al cuerpo principal del edificio que, en su origen, sería prácticamente cuadrado.

Es un caserío modesto, tanto en sus dimensiones como en la calidad de sus fábricas constructivas, pero resulta muy representativo del tipo de granjas agrícolas que proliferaron en la región cantábrica alavesa durante los siglos XVII y XVIII. Tiene muros perimetrales de mampostería someramente revocada y una fachada principal, orientada al Este, que se apareja en las plantas primera y de bajocubierta con un sencillo entramado de madera cuajado con ladrillo. La estructura de carpintería, formada por alineaciones de pies derechos superpuestos, organiza el espacio interior en una cuadrícula de tres por tres crujías, a las que hay que sumar el cuerpo lateral que se adosó externamente al muro de carga septentrional.

La casa carece de soportal y se accede a ella por un sencillo portón que utiliza como dintel la carrera del entramado exterior, sobre la que descansan las cabezas de la solibería del primer forjado. El zaguán distribuye el paso a la cocina lateral, al tiro de escaleras y a la cuadra, que ocupa toda la mitad posterior del edificio. En el piso primero los dormitorios se disponen ocupando la primera crujía de fachada y, nuevamente, sus ventanas se abren utilizando los tramones del frontis como jambas. El bajocubierta cumple las funciones de granero y secadero, y para ello dispone de un pequeño balcón descentrado; un añadido moderno que compensa el hecho de que se hayan cerrado los vanos de ventilación superiores.

El entramado de fachada es casi regular y de estructura muy simplificada, con paños rectangulares y sin ningún tornapuntas que rigidice la trama. Sin embargo en esta estructura se advierte la presencia discordante de un gran poste enterizo con la huella de una caja de ensamblaje de una antigua viga oblicua, una errezuma, hoy perdida. Este y otros elementos reutilizados que se encuentran en la carpintería interior prueban que el caserío actual es sólo producto de la reforma integral de una casa antigua que ha perdido casi todos sus rasgos de identidad.

Arrugalde posee una arnaga o cabaña auxiliar situada frente a él, justo al otro lado del camino. Es un edificio menor y casi arruinado, que fue erigido al mismo tiempo que la casa principal, pero que precisamente por su carácter secundario no fue objeto de tantas atenciones y ha mantenido hasta la actualidad su estructura original. Es de dos plantas y tiene fachada de entramado relleno con ladrillo y dos largos tornapuntas que convergen en el poste central, todo ello construido al modo característico del siglo XVII.

Tipología e historia: Arrugalde fue construido a mediados del siglo XVII y en su origen fue probablemente un caserío de entramado con soportal. Sin embargo a comienzos del siglo XIX

sufrió una reconstrucción que afectó a toda su estructura, e incluso a la distribución funcional de la casa. En ese momento perdió la mayor parte de los postes de su esqueleto interior y toda la viguería oblicua de la fachada principal, pero ganó los nuevos espacios de habitación de la planta primera y abrió nuevas ventanas de sólidas piezas de piedra, al estilo neoclásico; tanto en la fachada delantera como en la posterior. De manera simultánea, o casi inmediatamente, fue ampliado con un cuerpo lateral dedicado a cuadra y pajar que desde entonces, y con la ayuda complementaria de una pequeña cabaña delantera han configurado el volumen de la casa hasta la actualidad

Nombre: Isuntza Goikoa

Barrio: Eitua

Municipio: Berriz

Territorio: Bizkaia

Mapa: 62-IV-D.

Descripción: El caserío Isuntza Goikoa está situado en un paraje muy próximo al fondo de valle, en una de las laderas herbosas que descendiendo desde el monte Oiz se transforman en suaves vaguadas poco antes de entregarse al río Ibaizabal. Es un caserío aislado, como casi todos los de su entorno inmediato, en el que predomina el poblamiento disperso, frente a las barriadas de caseríos más concentradas, que en el propio término municipal de Berriz y en todo el Duranguesado son propias de cotas de altura más elevadas.

Es un edificio de dimensiones monumentales, muy superior en volumen a la media habitual de la casa rural vizcaína; con una planta casi cuadrada a la que se han añadido pequeñas tejavanas laterales o construcciones auxiliares que no llegan a desdibujar su imponente silueta. Caserío de planta cuadrada, organizada estructuralmente en una cuadrícula de cuatro crujías longitudinales por cinco en el sentido transversal, construido con muros de mampostería arenisca en la planta baja y con paramentos de entramado cuajado con ladrillo en los pisos superiores, Isuntza Goikoa responde a un proyecto muy controlado, en el que se lleva a una de las cimas más altas de calidad y expresividad el modelo clásico de caserío barroco de entramado.

La casa está asentada deliberadamente en pendiente, y se dispone en sentido perpendicular a la misma para poder lograr un semisótano dedicado a bodega en el flanco oriental. Precisamente en el desarrollo vertical de esta crujía, en las dos plantas superiores, se situarán los dormitorios, la cocina y la mayor parte de las dependencias residenciales de la vivienda.

La planta baja acoge la entrada principal en forma de gran soportal enlosado, adintelado con una gruesa carrera que descansa sobre jambas de sillería y que se auxilia de una columna toscana que actúa como parteluz. Sobre él se desarrolla todo el paño liso del entramado, en el que puentes, carreras, tramones y tornapuntas se placan con ladrillo colocados a bofetón y sujetos a las vigas mediante clavos especiales con cabeza de doble ala. Los paños resultantes de la malla estructural son apaisados, aunque aparecen cruzados por las largas errezumas que rigidizan entre sí a los grandes postes verticales. Son estos postes los elementos externos que completan el sistema de soportes de la armadura de cubierta: una estructura de cuatro correas, con faldones a doble vertiente y una cola de milano en la parte posterior. Las dos correas superiores, las situadas a ambos lados de la cumbrera, no cuenta con un sistema de apoyos verticales simple, pero lo suplen mediante triangulaciones que permiten descargar cualquier desequilibrio de empuje hacia las alineaciones de postes laterales. Todas las correspondencias de empalmes y ensamblajes de las piezas de la carpintería de armar de Isuntza Goikoa están marcadas individualmente para garantizar un correcto montaje, después de haber sido diseñadas y presentadas a pie de obra.

La cuadra, el pajar y los graneros o secaderos tienen un protagonismo dominante en el reparto de los espacios interiores del caserío, pero para la áreas de vivienda se reserva un tratamiento plástico y ornamental que resalta su importancia social: vanos con alfeizar, dinteles con tallas decorativas e inscripciones, molduras de recerco,... La cocina actual, que está encajada en el ángulo zaguero, dispone de un patín de escaleras para descender a la huerta y tiene un horno de pan adosado al exterior de la casa.

Tipología e historia: Isuntza Goikoa es uno de los caseríos más significativos de Bizkaia y puede considerarse el arquetipo que mejor representa a las grandes granjas barrocas de fábricas de entramado y soportal de acceso. Fue construido en 1678, como puede leerse en un epígrafe labrado sobre la ventana principal de la fachada, en un fecundo momento de transición entre la tradición de carpintería gótico-renacentista de grandes piezas y ensamblajes a cara, y la nueva técnica constructiva que se especializará en los diseños realizados con maderas cortas, y consigue ejecutar una excelente síntesis de lo mejor de ambas escuelas.

El caserío tiene también rasgos de sabor local, o más bien comarcal, como el uso de los aplacados de ladrillo cubriendo la red del entramado o la propia existencia de la bodega. Ambos elementos le delatan como edificio arraigado en la zona oriental del Bizkaia, único territorio donde estas práctica estuvieron difundidas.

Nombre: Iturregia

Barrio: Errazu

Municipio: Baztan

Territorio: Navarra

Mapa: IGN

Descripción:

El caserío Iturregia está situado en el corazón del pueblo de Errazu, una de las catorce poblaciones que integran el valle navarro del Baztan. En toda la comarca es habitual que las casas de labranza convivan en núcleos concentrados con otros edificios de diferente identidad, como torres de linaje, iglesia y casas de servicios o palacetes aristocráticos. El caserío aislado es minoritario en esta zona, y frecuentemente su presencia se limita a antiguas bordas ganaderas que estuvieron vinculadas a una casa matriz del pueblo y que con el tiempo se transformaron en viviendas permanentes y autónomas. Errazu, sin embargo, representa bien el modelo de poblamiento histórico baztanés, de casas muy próximas entre sí, que se ordenan en calles alineándose sobre los cruces de caminos, pero sin ningún criterio urbanístico planificado.

Iturregia orienta su fachada principal a Mediodía, pero dispone uno de sus flancos en paralelo a la carretera. Es un edificio de tres alturas con planta aproximadamente cuadrada que como es frecuente en la comarca está precedido por un larrain semicircular: una era enlosada o antuzano, cercada en parte por un murete de piedra y protegida del viento por una casilla auxiliar.

La casa tiene una sólida estructura de muros de carga en planta baja que definen tres crujías longitudinales, con la central más ancha que las laterales. Sobre estos muros montan en los pisos superiores dos filas de gruesos postes de roble atirantados por parejas en el bajocubierta, que soportan la armadura de correas de un tejado a doble vertiente.

La fachada principal tiene la clásica composición tripartita propia de la región, con los cuerpos laterales de piedra labrada y el central acogiendo un amplio soportal en arco escarzano en la planta baja, y cerramientos de entramado con ladrillo en los pisos superiores, en los que se abren un pequeño balcón de varales torneados al servicio del salón principal y una amplia balconada corrida en el granero, utilizada como secadero de productos agrícolas.

En la planta baja la gran escuadra formada por las crujías Norte y Este está dedicada a cuadra, y dispone de un acceso diferenciado a la era y de una aspillera abocinada de ventilación que parece sugerir la posibilidad de que en el pasado estuviese ubicada aquí la bodega familiar. Desde el soportal, sin embargo, se penetra directamente al zaguán de la vivienda, al fondo del cual ascienden las escaleras que llevan a la planta noble, donde se disponen la cocina, la sala delantera y los dormitorios, alrededor de un amplio espacio central distribuidor. En el bajocubierta, con usos múltiples de almacenaje, se hace visible la estructura de carpintería portante, con los postes, correas, tirantes con chaveta, puentes y tornapuntas de rigidización de la jaula de vigas.

Tipología e historia: El caserío Iturregia se plantea estructuralmente como una versión evolucionada del modelo clásico labortano, con su amplia crujía central de pórticos de carpintería. Sin embargo resulta evidente que no todo el edificio fue construido al unísono. El bloque original de la casa, con sus excelentes muros de cantería en los que se advierte una especial sensibilidad por la ornamentación de los vanos, así como el armazón de carpintería, debieron de erigirse en los primeros años del siglo XVII. Pero en aquella época el soportal era adintelado con viga de madera y es poco probable que la sala tuviera el mismo protagonismo que en la actualidad.

En realidad, tanto el arco de entrada, como las balconadas superiores y la ordenación interna de los espacios de la planta de habitación son el resultado de una importante reforma acometida durante la primera mitad del siglo XVIII, que impuso un modelo de vida barroco a los hábitos tradicionales de la familia. Las propias casillas de la era son un añadido aun más tardío, de pleno siglo XIX, pero el conjunto de todas estas aportaciones a logrado crear una unidad de vida armoniosa y bien integrada.

Nombre: Izaga

Barrio: San Román

Municipio: Okendo

Territorio: Araba

Mapa: 86-II-A.

Descripción:

El barrio de San Román, en Okendo Goiena, surge en un entorno orográficamente difícil, de valles cerrados y pendientes muy pronunciadas, en el que sus caseríos no tienen otra opción que alinearse sobre las riberas de un arroyo, el Ubalde, que se abre camino con esfuerzo entre los contrafuertes de la vertiente meridional del monte Ganekogorta. Sin embargo, en estos parajes abrigados y distanciados de las vías de comunicación, han florecido desde la Edad Media numerosas granjas que cultivaron con éxito una fórmula de economía mixta basada en la ganadería y la agricultura de montaña. Izaga fue una de las más notables y por sus pretensiones arquitectónicas puede asegurarse que aspiraba a contar con el respeto y la admiración de todos sus vecinos, lo que lamentablemente contrasta con su precaria conservación actual.

Izaga es un caserío de planta rectangular, con mayor desarrollo en profundidad que en anchura de fachada, construido con paramentos de mampostería en sus muros laterales y zaguero y con entramado de carpintería en la cara delantera. Se articula en tres crujías paralelas a la línea de cumbrera y se organiza verticalmente en planta baja, principal y bajocubierta.

La estructura de la casa es de carpintería de armar exenta, despegada de los muros perimetrales, y formada por postes enterizos dispuestos en una cuadrícula regular. Algunos pies derechos que rompen la simetría del conjunto son en realidad incorporaciones tardías que no estaban presentes en el proyecto inicial. Los forjados de la primera planta se disponen todos a la misma cota de altura, a diferencia de lo que ocurre en el bajocubierta, donde la nave central tiene el suelo más elevado que las laterales.

El caserío está deshabitado y la planta baja se ha venido utilizando en la última etapa de su vida íntegramente como cuadra. En el piso noble el centro de la crujía de fachada estaba ocupado por la sala, con techos más elevados y espaciosos que las dos alcobas que se abrían a los lados y las que se disponían alineadas en la crujía oriental. La cocina es un espacio de suelo enlosado que se sitúa en la zona trasera, en el ángulo noroeste.

En la planta superior los espacios dedicados a granero, secadero y desván avanzan en voladizo sobre el plano de la fachada delantera, protegidos por un alero de gran salida colgado de jabalcones. También hubo un voladizo central en la cara trasera, pero hoy se encuentra arruinado.

El frontis de Izaga está enmarcado entre espolones pinjantes de sillería, uno de ellos con un escudo de armas labrado, que soportan el voladizo de los camarotes del bajocubierta. Toda esta fachada debió de tener una gran presencia visual reforzada por una rica ornamentación aplicada, de la que hoy apenas se percibe una mínima parte de lo que fue. En vez de los dos portones de acceso que hoy presenta, debió de tener un amplio soportal adintelado con una gruesa carrera, mientras que en la planta noble el entramado se articulaba en paños cuadrados arriostrados con cruces de San Andrés y las amplias ventanas cuadradas de la sala y las habitaciones de prestigio se enriquecían con anchos marcos de yesería aplicada, adornados con motivos vegetales y tracerías.

Tipología e historia:

Izaga constituye un ejemplo de casa rural de calidad superior a la media y al mismo tiempo de tipología exótica en su entorno. Pertenece al grupo de caseríos con muros fraileros, soportal y entramado en fachada, que nunca llegó a difundirse suficientemente en los territorios occidentales del País Vasco. Pero además se sirve de entramados con refuerzos en aspa, frecuentes en la arquitectura de madera francesa y germánica, pero que fueron ignorados casi por completo en los caseríos vascos.

La obra data de los años centrales del siglo XVI, aunque debió de sufrir numerosas reformas antes de llegar a su estado de abandono actual. En el siglo XVII se intervino en la sala y en los accesos y ventanas de la cuadra y pajar, y en el siglo XIX se tapió el soportal y se modernizó el aislamiento de las habitaciones con techos de bovedillas.

Nombre: Jangorena

Municipio: Etsain

Territorio: Navarra

Mapa: IGN

Descripción: La casa Jangorena se alza en un rellano a media ladera, al fondo de la cuenca formada por la regata de Oialde. Es un valle estrecho orientado de Este a Oeste, pero de fondo plano y soleado, que termina precisamente en el barrio alto de Etsain: un conjunto de grandes caseríos dispuestos sin ordenación urbanística, en el centro del cual se integra con su imponente volumen este compacto edificio unifamiliar, que aun mantiene su explotación ganadera

Es un caserón muy severo de planta rectangular, con tres alturas y bajocubierta muy holgado para ser utilizado como granero y desván. Los paramentos son de mampostería raseada pero hay un uso selectivo de la sillería labrada que aparece en todos los vanos y esquinazos, y se concentra en un amplio paño de piedra lisa y blanca en la mitad inferior de la fachada principal, en torno al portal de acceso. La casa se articula en tres unidades diferenciadas: el edificio central de establo, vivienda y almacén, un cuerpo de dos alturas adosado a todo lo largo de la fachada Sur, y un redil de una sola planta que se adhiere a la cara trasera. Todo ello circundado por una cerca de piedra.

El módulo principal se compone siguiendo un rígido principio de ordenación neoclásica, tanto en su estructura como en sus distribución funcional. Tiene un único acceso central en arco de medio punto y, tras un breve zaguán, la totalidad de la planta baja se dedica a establo de vacuno, utilizando como soportes dos alineaciones de pilares de piedra que delimitan naves de idéntica anchura. El piso noble, al que se asciende por una escalera lateralizada de tramos contrapuestos, acoge las habitaciones y la sala, ubicados a los lados de un gran pasillo central. En esta planta y en las sucesivas los apoyos son pies derechos con zapatas, que soportan las grandes vigas carreras transversales sobre las que se forja el suelo superior. El tercer nivel tiene funciones mixtas, pues aunque reserva espacio para dos habitaciones en la fachada delantera, prácticamente la totalidad de su superficie está habilitada como pajar. Finalmente, en el bajocubierta el espacio es diáfano, sin tabicajes de modulación, pero ello no impide que se organicen en zonas diferenciadas el secado de pieles, de productos agrícolas, el granero y el trastero o desván de aperos, muebles o herramientas de escasa utilización. La cubierta es una armadura de correas sobre caballos curvos.

El cuerpo meridional aparece ligeramente retranqueado respecto al plano de la fachada principal, con la intención de no interferir en la perfecta composición simétrica de ésta. Tiene una crujía única, estrecha y alargada, que se emplea en la planta baja como prolongación de la cuadra, aunque especializada preferentemente en alojar al rebaño de ovejas de la familia. Sobre él, al nivel de la planta principal de la casa, se sitúa una amplia terraza cubierta: una galería solana que mira al valle y cuyo vuelo de cubierta es sostenido por pilares de sillería. Está cerrada por sus flancos para evitar corrientes de aire y tiene más importancia como secadero de cosechas que como espacio de solaz doméstico. En el extremo anterior de la galería se encuentra la cocina, a la que sólo se accede desde el interior de la casa; es un espacio cuadrado que se prolonga hacia la fachada con la bóveda de un horno de pan colgado sobre una repisa exterior de vigas, para evitar incendios en el interior de la casa. Tanto el horno suspendido como la solana fueron elementos frecuentes en los caseríos navarros de la vertiente mediterránea.

Tipología e historia: El gran desarrollo vertical y la especialización funcional por plantas son características identificativas de muchos caseríos ganaderos navarros construidos en los siglos XVIII y XIX, y Jangorena es un representante maduro de esta tipología. Se erigió en 1781, como señala una inscripción conmemorativa que puede verse sobre el arco de entrada, y representa el estadio final de una evolución cuyos antecedentes pueden seguirse en las mismas casas de Etsain, construidas escalonadamente desde el siglo XVI y en las que se aprecia el momento de aparición de elementos como la solana, los hornos exteriores, el desarrollo de los

establos hasta desalojar de la planta baja las dependencias familiares y el consiguiente crecimiento en altura del caserío.

Nombre: Jauregi

Barrio: Plazalde

Municipio: Zerain

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 88-IV-C.

Descripción:

El barrio de Plazalde está situado sobre el dorso de una loma de laderas empinadas desde la que se domina el valle de Segura y constituye el centro de Zerain, un municipio que hasta época reciente estaba habitado por labradores y pastores dispersos. La plaza que da nombre a este lugar es un espacio llano que media entre los dos edificios más emblemáticos del pueblo: la iglesia de Santa María y la casa Jauregi, residencia histórica del señor de Zerain.

El emplazamiento de Jauregi no es por tanto el propio de un caserío, sino el de un pequeño centro de poder local, la vivienda de un linaje de guerreros que al menos durante el siglo XV participó intensamente en las guerras de bandos que asolaron a la región. Uno de sus dueños en aquella época, Juan García de Zerain, que tiene su sepulcro monumental en la iglesia, participó en 1456, apenas un año antes de morir, en el desafío colectivo de los parientes mayores a la Hermandad de Gipuzkoa, declarando la guerra, entre otros, a la propia villa de Segura que divisaba nítidamente desde su ventana.

Nada se ha conservado de aquella torre señorial, que fue reedificada como un pequeño palacete rural y sometida posteriormente a numerosas reformas y ampliaciones hasta llegar a su estado actual, con un aspecto general próximo al de los caseríos, pero también con muchos elementos heredados del pasado que la distancian de las verdaderas granjas labradoras.

Jauregi es hoy un gran edificio de planta rectangular, con más anchura de fachada que profundidad, que se articula interiormente en tres unidades diferenciadas y que se ordena en planta baja, piso noble y bajocubierta. Conviven en su construcción materiales de diverso género, aportados en diferentes momentos de su biografía.

La zona más antigua de Jauregi corresponde al cuerpo que mira a la plaza, aparejado en buena sillería arenisca en la planta baja y recrecido con entramado de madera cuajado de ladrillo en las dos caras públicas de los pisos superiores. Este muro se construye sin cimentación, directamente apoyado sobre una afloración natural de cayuela, a cuyo perfil se amoldan las hiladas inferiores. La estructura del entramado está formada por grandes postes de roble asentados sobre una zapata de coronación del muro, a la cual se arriostraban con tornapuntas inferiores, hoy desaparecidos, pero que han dejado como huella las características cajas de ensamblaje con silueta de golondrina. No hay tramones de compartimentación de los paños y el único puente que se conserva tiene la arista tallada y el papo acanalado propios de un cerramiento de tablazón machihembrada del siglo XVI.

La planta baja de este cuerpo septentrional se utiliza como bodega y almacén, y a ella se accede por una puerta de arco ojival que luce inscripciones conmemorativas en letra gótica en ambas jambas y un escudo de armas de estilo romanista sobre la clave. La planta noble tiene como pieza central un gran salón a cuyos lados se abren dos pares de espaciosas habitaciones. La entrada a estas estancias se practica a través de puertas con un alto zócalo o batiporte inferior de madera.

El tramo intermedio de Jauregi actúa como distribuidor general de la casa. La entrada principal está ubicada aquí, bajo un gran portón de piedra, y desde el vestíbulo se puede optar entre avanzar hacia la bodega trasera, penetrar en el cuerpo original del palacio a través de un vano gótico con arco apuntado o dirigirse a los establos situados en la zona sur del edificio. También es factible ascender por una escalera acodada del siglo XVI al rellano de reparto de la planta de servicio, desde el que se pasa tanto a la sala principal, como a las habitaciones de menor relevancia o a la antigua cocina con fuego central, situada en la zona posterior y que se

proyecta en voladizo de piedra a través de la fachada trasera. En el bajocubierta, utilizado como desván y camarote, se aprecia la potencia de los grandes postes de la estructura vertical, auxiliados por jabalcones que sostienen las correas de la armadura a doble vertiente. Las compartimentaciones de este espacio son también mamparos de tablas machihembradas.

El último tramo de la casa comparte rasgos de fachada con la zona media: fábrica de mampostería con huecos adintelados de piedra arenisca en las plantas inferiores de la fachada delantera, entramado de paños estrechos y verticales en el bajocubierta y mampostería gruesa con huecos abocinados en arco de medio punto o rectangulares en la cara trasera. El interior, sin embargo, carece de tabicajes de modulación y alberga tan solo una cuadra baja y una planta intermedia prácticamente diáfana.

Tipología e historia:

La torre de los Zerain bien pudo ser derribada por la Hermandad de Gipuzkoa o reedificada por decisión de sus propietarios, pero los muros de sillería de Jauregi y la puerta ojival de la casa actual no pertenecen a ella. En el borroso epígrafe de las jambas aun puede leerse una invocación a la Virgen y una fecha que parece ser 1524. De ser cierta, habría que atribuir la construcción del palacio a un Juan García de Zerain que vivió en aquellos años y que aun mantenía buena parte de la autoridad de sus antepasados. Sin embargo, la vivienda que construyó resultaba excesivamente modesta para ser calificada de auténtico palacio, y tenía muchos rasgos arquitectónicos en común con los caseríos de la época, tales como la estratificación de materiales en altura: piedra abajo y tablazón en el piso alto, así como la propia técnica constructiva de los paramentos murarios y la carpintería con despiece y ensamblajes al estilo zuavo. Su aspecto original se parecería al de la torre de Jauzarrea en Arriaoz (Navarra), aunque con un volumen alargado en vez de cúbico.

Muy pronto, a fines del siglo XVI, se ampliaría la casa hasta su volumen actual transformándose en un caserío en el que probablemente no residirían los verdaderos propietarios, sino sus guardas o administradores. La extensión del muro trasero pertenece a esta época, lo mismo que la sustitución de los cerramientos de tabla por paramentos de ladrillo, así como el encastramiento del escudo sobre la vieja puerta de acceso.

El patrimonio de los Zerain acabó en manos de la familia tolosarra Barrenechea, y ésta, por vía de un matrimonio entre primos celebrado en 1797, accedió al título nobiliario del marquesado de Vargas, que es quien detenta en este momento la propiedad. Fue el marqués José Manuel de Barrenechea y Lapaza quien promovió la última gran reforma del edificio hacia 1

830, lo que supuso el vaciado del cuerpo meridional y la reconstrucción de la mayor parte de la fachada delantera, excepto en el tramo que afecta al palacio primitivo. Fue una obra de gusto neoclásico que al parecer no llegó a concluirse plenamente. La casa pasó por épocas de semiabandono durante la segunda mitad del segunda mitad del siglo XIX y sólo volvió a resurgir a lo largo del siglo XX, al cederse en arrendamiento a una familia que la revitalizó como segunda residencia.

Nombre: Jauregi

Barrio: Astigarribia

Municipio: Mutriku

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 63-I-D.

Descripción: La casa Jauregi, a pesar de su nombre, que significa “palacio”, es un edificio de dimensiones y apariencia modestas, pero de notable antigüedad y con una biografía problemática. Hoy en día es un caserío en un pequeño barrio rural apartado de las vías de comunicación rápida que atraviesan el valle del río Deba, pero cuando se construyó, en los años de transición del siglo XV al XVI Astigarribia era un paraje en el que se desarrollaba una actividad incesante y variada. Tenía un astillero y un puerto fluvial para alas y barcazas cargadas de hierro o lana, aquí se situaba una rentería de almacenamiento de mercancias y a este vado acudían también los viajeros que recorrían la ruta de la costa para poder cruzar el río sin riesgo.

Las dos casas principales de Astigarribia eran la torre del mismo nombre y Jáuregui, a la que se supone estar construida sobre los restos de otra torre. La casa Etxezabal, coetánea de ambas, era un caserío con menor relevancia social, probablemente dependiente de Jáuregui.

Resulta sencillo reconocer el pasado tardomedieval de Jáuregui, pues está construido con muros de robusto aparejo gótico de sillarejos calizos y en ellos se abren dos puertas secundarias con arcos ojivales fechables hacia el año 1500; pero tanto la fachada principal, como la estructura interior se encuentran tan transformadas que no es fácil definir su verdadera identidad.

Es un edificio de dos alturas, con asentamiento en desnivel, sobre afloraciones naturales de la roca madre, en el que la cimentación de la planta se adapta a la topografía del terreno. Se presenta como una macla de volúmenes en forma de T, en la que uno de los brazos es una simple cabaña moderna adosada, pero el otro corresponde a la estructura histórica de la casa. El conjunto antiguo está formado por tres unidades arquitectónicas separadas por gruesos muros de carga: un núcleo central en el que se ubica la vivienda actual, una larga nave trasera de dos crujías en la que se emplaza la cuadra y un agregado lateral en la cara Este en el que hoy se ha dispuesto un gallinero.

La zona residencial dispone de vestíbulo, cocina y dormitorios en la planta baja, así como de un amplio salón con habitaciones auxiliares en la planta alta. Toda su fachada es producto de una reconstrucción reciente y luce amplios vanos cuadrados, una entrada adintelada y un balcón central. Lo singular de este tramo de la edificación es la desmesurada potencia de sus muros, con un grosor superior a un metro, lo que ha sugerido que pudiera tratarse de una pequeña casa torre exenta, a la que posteriormente se agregaron los otros cuerpos del edificio. Se podría argumentar, sin embargo, que sus dimensiones son excesivamente reducidas y que teniendo accesos a nivel de planta baja apenas tendría ninguna operatividad defensiva como torre, así como que los supuestos cuerpos adosados tienen aproximadamente la misma cronología que este núcleo central, lo que invita a pensar que se trata de un conjunto unitario, pero con espacios especializados.

Existen, efectivamente, otros caseríos góticos con planta en L, incluso en el propio valle del Deba, como Zupide de Bergara, aunque no fueron muy frecuentes. Se trata siempre de edificios con cierta preeminencia social pero que no podrían subsistir sin el complemento de la labranza y la ganadería, aunque tengan otras fuentes de renta.

En Jáuregui no hay huellas de la existencia de lagar, ni se entiende qué encaje pudo haber tenido, ya que la planta de la cuadra es demasiado estrecha y está dividida en dos crujías longitudinales; así que hay que suponer que las manzanas se prensarían en el vecino Etxezabal. En el piso alto se dispone el pajar, con acceso por rampa desde la cara occidental, y cubierto con una armadura a tres vertientes.

Tipología e historia:

Aunque Jáuregui ha sido durante los últimos siglos un simple caserío resulta complejo encuadrarle entre las tipologías habituales de casa de labranza vasca. La planta articulada y la ausencia de prensa de sidra hacen de él un extraño en el borde de las tierras de Gipuzkoa, aunque de manera muy genérica estaría emparentado con la extensa familia de los caseríos de piedra sin soportal.

Su evolución histórica, sin embargo, resulta más legible. La planta básica con forma de L estaba ya definida poco después del año 1500, y al cuerpo de la vivienda no puede presumírsele una antigüedad que exceda a una década respecto a esta fecha, si es que toda la obra no es estrictamente coetánea. El desarrollo de la parte superior de los muros en la zona del pajar, aparejado en mampostería desnuda, corresponde a una reforma del mismo fechable en el siglo XVIII, y la ampliación del cuerpo de fachada, así como la rehabilitación de la vivienda son obras del siglo XX que se han completado hace tan solo una década.

Nombre: Katxola

Barrio: Aiete

Municipio: Donostia

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-II-A/C.

Descripción: El caserío Katxola Berri se encontraba ubicado en la loma de Oriamendi, perteneciente al

barrio de Aiete de Donostia. No formaba parte de ninguna agrupación o barriada cohesionada de edificios, sino que se alzaba de manera autónoma formando parte de un poblamiento disperso en nebulosa, aunque alineado al borde de un viejo camino. Tenía una posición dominante y amplias perspectivas panorámicas sobre el entorno.

Aunque en origen fuese una explotación agropecuaria solitaria, al final se vio inmerso en un área periurbana de carácter residencial en expansión y tuvo que ser desmontado piedra a piedra y trasladado a su actual emplazamiento, doscientos metros al norte.

Katxola Berri es un caserío de planta rectangular estructurado en dos alturas y bajocubierta, con la fachada en uno de los lados cortos, el Sur, y armadura de cubierta a dos aguas, con vertido sobre los flancos laterales. Es un edificio exento y compacto, que presenta dos volúmenes adosados: un retrete en la cara Norte y una cuadra-gallinero en la Este.

La estructura del edificio es mixta, con muros de carga combinados con carpintería portante. La disposición de los soportes de madera, en dos alineaciones simétricas perpendiculares a la fachada organiza el espacio en tres calles longitudinales y en cuatro crujías transversales de anchura desigual.

La mitad delantera de Katxola se dedica a funciones residenciales y la mitad posterior a usos de carácter agropecuario o de transformación. En la planta baja la mitad oriental de la primera crujía alberga una amplia cocina delimitada por tabiques de mampostería entramada. El resto de la planta constituye un espacio unitario, sin compartimentaciones intermedias, aunque muy condicionado en sus aprovechamientos por la estructura de pies derechos. Las dos primeras crujías pueden considerarse funcionalmente un zaguán, mientras que las traseras sólo pueden asumir funciones de establo o bodega. En la tercera crujía se dispone el cuerpo de escaleras de dos tiros, sin meseta intermedia.

En planta primera las dos crujías delanteras acogen el área habitable del inmueble, formada en la primera según el esquema clásico de salón central flanqueado por habitaciones con alcoba, y en la segunda por dormitorios casi ciegos dispuestos a los lados de un corto pasillo longitudinal. La tercera crujía actúa como corredor distribuidor y zona bisagra, donde desembocan las escaleras. A este ámbito se abren ventanas de ventilación de las alcobas internas. En la crujía trasera, la más amplia, el elemento de mayor protagonismo es una masera o cubeta de prensado perteneciente a un gran lagar de sidra, que ocupa un posición central, ligeramente desplazada hacia el Oeste.

En la planta alta, de techos marcadamente abuhardillados, la crujía delantera, delimitada por tabiques de entramado de ladrillo a panderete, se dedica a granero y secadero de frutos. Las crujías segunda y tercera son espacios abiertos de pajar y desván, y la cuarta, por su parte, es en casi toda su extensión un plano de trabajo para el almacenaje de manzana sobre el lagar.

El frontis de Katxola aparece enmarcado entre espolones paravientos de sillería con una deja a la altura del primer nivel de forjados. Carece de soportal y tiene accesos y ventanas adinteladas: de piedra en la planta baja y de madera abiertos en las entrecalles del entramado en las superiores.

La estructura de soportes verticales de madera está formada por pies derechos en las primeras crujías y por postes combinados con pies derechos en el sector del lagar, en correspondencia con las solicitudes de la armadura de cubierta, que es una estructura de dos correas.

El lagar es la pieza esencial que define la mitad zaguera del edificio. Es un mecanismo de prensado de manzanas estructurado en tres alturas para facilitar la carga de fruta y la recogida de la sidra por pura gravedad. En el bajocubierta se situaba el almacén de manzana, en el primer

piso la masera con tres tornillos de presión directa, que fue mecanizada posteriormente, y en la planta baja se recogía y envasaba el mosto.

Tipología e historia: El caserío Katxola Berri se fundó durante el segundo cuarto del siglo XVIII segregándose

de los pertenecidos del viejo caserío Katxola, que a partir de entonces comenzaría a llamarse Zaharra. Nació como una vivienda al servicio del mercado y la clientela urbana de San Sebastián. La apuesta fundamental de los propietarios fue diseñar el edificio como una gran máquina de transformación en la que casi la mitad del volumen construido estaba dedicado al lagar para abastecer de sidra a la ciudad.

Este lagar seguía el modelo mecánico de presión directa que se había comenzado a difundir en el País Vasco a mediados del siglo XVII. Este artilugio, que sustituía a los viejos lagares de viga, era un mecanismo de dimensiones más reducidas que sus predecesores, y por tanto con menos capacidad de producción.

El caserío Katxola siguió funcionando como una simple granja familiar que ocasionalmente vendía sidra y otros productos en el mercado donostiarra hasta mediados de la segunda década del siglo XX, cuando su propietario, Serapio Erdozia Azkune, decidió convertir la casa en una sidrería abierta al público que funcionó con gran éxito hasta la Guerra Civil española. Después la planta baja volvió a llenarse de vacas de leche y la casa languideció hasta su traslado final.

Nombre: Landaluze

Barrio: Urdaibai

Municipio: Forua

Territorio: Bizkaia

Mapa: 62-II-A.

Descripción:

El caserío Landaluce, o Landaluzeta, que parece haber sido su nombre completo, está situado en los terrenos llanos de la ribera izquierda de la ría de Urdaibai, a una cota de altura inferior a 20 metros, que le garantiza encontrarse a salvo del influjo directo de las marismas. Aunque se halla enclavado en término de Forua ha mantenido siempre una especial vinculación histórica con la vecina villa de Gernika, lugar en el que residían sus propietarios y a cuyo mercado concurría habitualmente con sus productos.

Landaluce es un caserío neoclásico de dos viviendas, con una planta rectangular y simétrica obtenida por la repetición de un módulo básico multiplicado cuatro veces. La estructura de muros de carga perimetrales se completa así con la cruz interior formada por un medianil longitudinal que segrega las dos unidades de habitación y un cortafuegos transversal que separa los establos traseros de la zona residencial.

Se ordena verticalmente en planta baja, piso principal y bajocubierta con aprovechamientos de almacenaje. La fábrica de muros es de mampostería enfoscada pero la sillería de arenisca limpiamente labrada tiene un gran protagonismo en la composición de los vanos y cadenas esquineras. La estructura de carpintería es de pies derechos con zapatas que soportan las carreras transversales definiendo dos crujías en cada vivienda, y contribuyendo al sostén de una armadura de correas con caballos en las naves laterales. La cumbrera de esta techumbre descansa directamente sobre el medianil central.

La fachada está compuesta con un rígido criterio de ordenación académico, en cinco ejes verticales de vanos y tres registros horizontales. Los huecos son todos adintelados y de tales dimensiones que la proporción de muro macizo entre ellos es inferior a la luz de las aperturas. Landaluze carece de soportal, pero subraya el eje de simetría del frontis con un amplio acceso central rematado con un arco de descarga que simula ser un vano termal cegado; sobre ellos se abren dos falsos huecos de ventana, también tapiados, porque se corresponden con la línea de tabicaje del medianil. La construcción es aquí esclava del diseño, y el maestro se sintió obligado a añadir este eje neoclásico que no tiene encaje posible con la distribución espacial interior.

El zaguán compartido por las dos viviendas es amplio y luminoso, y desde él se accede a dos carrejos o vestíbulos distribuidores desde los que parten el tiro de escaleras, las puertas de paso a la cuadra y de salida lateral a la huerta, la entrada a la cocina y las ventanas de control de los pesebres de las vacas. En la planta noble los dormitorios se ubican en las crujías laterales y el tramo de fachada se reserva para una sala con balcón.

Tipología e historia:

La fundación de Landaluce se remonta a la primera mitad del siglo XVIII y fue promovida por Juan Bautista Elizalde, propietario y comerciante guerniqués que había hecho fortuna en el comercio colonial con Cádiz y Perú. Fueron sin embargo sus sucesores quienes hacia 1830 derribaron el caserío anterior y construyeron la obra actual, siempre con la intención de explotar la granja en régimen de arrendamiento. La corrección académica del proyecto y los elementos nítidamente neoclásicos de su composición hacen sospechar que el autor de este caserío pudiera ser Antonio de Echevarria o alguno de los maestros en aquellos años colaboraban con él en a construcción de la vecina Casa de Juntas de Gernika, con la que Landaluce, desde su modestia como casa de labranza, guarda muchas semejanzas.

Nombre: Landetxo Goikoa

Barrio: Atxuri

Municipio: Mungia

Territorio: Bizkaia

Mapa: 37-IV-D.

Descripción:

Landetxo Goikoa, situado en una vega amplia y soleada, en las proximidades de la villa de Mungia, es uno de los caseríos más antiguos y valiosos de Bizkaia. Es un edificio de planta muy larga y frontis simétrico, conformado por tres módulos diferenciados: los dos laterales aparejados en sillería de buen corte, contrastando con el pobre mampuesto del resto de las fachadas, aparecen adelantados, abriéndose en ellos sendas ventanas ojivales geminadas. El cuerpo central acoge al soportal adintelado y un magnífico granero en el piso superior que se cierra con una ingeniosa galería formada por un sistema de paneles, arquillos, pilares tallados y tablas machihembradas. Es un admirable trabajo de carpintería, al igual que el esqueleto portante del edificio, formado por postes completamente exentos que definen una estructura de tres crujías longitudinales, con una armadura de correas dotada de numerosos tirantes encepados entre la correa y la contracorrea.

El caserío consta de dos plantas, una baja en la que se alojaba la vivienda, y la planta primera en la que se encuentran el pajar, el almacén y distintos espacios de granero más o menos estancos, que con posterioridad se usaron como secaderos. Probablemente tuvo cocina central en la segunda crujía, con campana a doble altura. Está dividido transversalmente por un medianil cortafuegos, que segregaba los establos de la zona de vivienda, y que, puesto a prueba por un incendio en los primeros años noventa de este siglo, ha permitido sobrevivir a las dos crujías delanteras, salvándolas de las llamas que destruyeron por completo la cuadra.

La modulación de espacios en ambas plantas de la mitad anterior se realiza mediante mamparos de tablazón machihembrada encajados entre puentes y zócalos horizontales recorridos por una acanaladura. Resulta sorprendente el número de estancias para una época tan temprana, ya que existen tres habitaciones en cada una de las crujías laterales, a las que ocasionalmente podrían sumarse los cuartos de verano de la planta alta: espacios nobles dotados de elegantes vanos de asiento, a pesar de encontrarse directamente bajo la cubierta y tener techos muy abuhardillados.

Tipología e historia: Landetxo Goikoa puede considerarse el arquetipo fundacional del caserío vizcaíno, con su fachada tripartita de gran soportal y dos cuerpos laterales de piedra. Sin embargo no es probable que el Landetxo fuese el modelo habitual de caserío de la época, pues es una célula de habitación que se resuelve con un nivel de calidad constructiva impensable para la generalidad de las viviendas campesinas del siglo XVI. Lo que no impide reconocer que es una auténtica casa de labranza, y que contiene todos los elementos identificativos de la arquitectura popular vizcaína, aunque llevados a una expresión refinada y sumamente precoz.

Construido hacia 1510, en los últimos compases del mundo gótico, como aun puede reconocerse por sus ventanas ojivales, fue la residencia de una familia de campesinos acomodados. Posiblemente con buenos recursos, pero sin suficiente desahogo económico como para prescindir de la dedicación cotidiana a la labranza y la cría de ganado.

El inmueble sufrió una importante intervención a comienzos del siglo XVIII, que permitió fraccionar los amplios y especializados espacios originales en unidades menores, para que pudiera acoger a dos familias de inquilinos arrendatarios más pobres. El muro occidental se desmontó y se desplazó hacia el interior de la casa, eliminando los postes de ese flanco; se destruyó el hogar central y se habilitaron dos nuevas cocinas, mucho más reducidas, en las crujías laterales, se tabicó la planta baja siguiendo el eje de simetría y se instalaron nuevas escaleras para que ambos inquilinos tuvieran acceso a la planta superior, sin embargo la cuadra y el granero nunca llegaron a dividirse.

Los últimos Landechos abandonaron la casa en manos de sus colonos en el siglo XVIII y su patrimonio terminó por recaer finalmente en manos de la familia Careaga, que durante la última época de vida del caserío lo mantuvo ocupado por su administrador. A fines de los años ochenta Landetxo Goikoa quedó definitivamente deshabitado y entró en un acelerado proceso de ruina que culminó con dos incendios sucesivos. Estando en trance de desaparecer se ha iniciado una restauración histórica que trata de devolver a la parte salvada del edificio a su época de mayor esplendor y de recuperarlo para el pueblo de Mungia.

Nombre: Larramendia

Barrio: Doniane

Municipio: Sueskun

Territorio: Baja Navarra

Mapa: IGN

Descripción:

El caserío Larramendia está situado en el valle de Sueskun, en una zona de transición entre los paisajes de montaña meridionales y los territorios del norte, en los que la Baja Navarra se dulcifica en una geografía de colinas. El poblamiento histórico de la zona, del que Larramendia es uno de los representantes con raíces más profundas, es disperso, con pequeñas concentraciones de caseríos en torno a los núcleos de población, pero con gran predominio de las granjas aisladas.

La casa es de planta cuadra y se estructura en dos alturas, más un espacio de granero en el bajocubierta que tan solo es utilizable en el tramo central, directamente bajo la cumbrera. Se ordena internamente en tres crujías longitudinales, de las que la central es más alta y ancha que las laterales. Un muro cortafuegos transversal separa y aísla la zona posterior, dedicada a cuadras y pajar, de la mitad delantera, donde se concentran las funciones de vivienda. La modulación de espacios en la planta baja se realiza mediante muros de mampostería, pero toda la estructura portante es de grandes postes enterizos de roble que forman tres pórticos de doble altura, rigidizados por las carreras y los tirantes. El caserío se cubre con una armadura de correas a doble vertiente, y la cumbrera de esta estructura descansa sobre mozos plantados en el centro de los tirantes.

Los muros de carga de la planta inferior afloran en el plano de fachada en forma de espolones moldurados. Son cuatro: dos pertenecientes a los muros laterales y otros dos a los lienzos de delimitación de crujías. En el frontis estos espolones sirven de ménsulas y anclajes de apoyo para un cierre de entramado en voladizo.

Larramendia no tiene soportal, aunque tal vez lo tuviera en alguna fase temprana de su existencia. La puerta central de acceso es un vano adintelado que se adorna con una larga inscripción dedicatoria del matrimonio que promovió la edificación, siguiendo una tradición muy difundida en toda la Baja Navarra. Por él se penetra en un amplio zaguán distribuidor, delimitado al fondo por el muro de los establos y flanqueado por la cocina y las antiguas habitaciones de la familia.

En la planta noble resulta perceptible, ya desde el exterior, que el forjado de las crujías laterales se encuentra a un nivel más bajo que el de la central. Este planteamiento resuelve simultáneamente un necesidad funcional y un problema constructivo. Por una parte permite mejorar el aprovechamiento de estos espacios abuhardillados al darles mayor altura útil, y por otra facilita la configuración del nudo de ensamblaje de dos vigas carreras que introducen sus espigas en caras opuestas del mismo poste. De este modo en los espacios bajocubierta de las naves laterales se han creado sendas habitaciones, para acceder a las cuales es preciso descender unos peldaños desde el nivel del rellano distribuidor de la planta primera. En medio de ellas, en la parte delantera, se dispone de espacio suficiente para una amplia sala con dos ventanas con crucetas de madera y, sobre ella, un estrecho secadero ventilado por vanos triangulares de palomar.

La fachada es de una gran expresividad plástica, por su articulación de planos en voladizo y por el contraste y tratamiento ornamental de los materiales constructivos. Sobre la planta baja de mampostería enfoscada resalta el cerramiento de entramado en el que las piezas de la viguería aparecen talladas: las carreras con arquillos conopiales en las entrecalles de los solibos, y los postes con tallos vegetales sinuosos. El ladrillo se dispone a cara vista, aparejado a sardinel y ordenado en largos paños verticales, sin apenas ninguna viga oblicua; siguiendo en esto una tradición que en el País Vasco es casi exclusiva del norte de la Baja Navarra.

Tipología e historia:

La estructura constructiva y el esqueleto de carpintería del caserío Larramendia corresponde al modelo más difundido en Iparralde en el siglo XVI y puede fecharse aproximativamente en los años centrales de la centuria. Sin embargo la fachada entre espolones y con los cuerpos laterales avanzando en voladizo en la planta primera son poco frecuentes en la región, aunque no faltan precedentes históricos en la vertiente atlántica europea, y en particular en las Wealden Houses inglesas del XV. La casa adquirió su plena identidad arquitectónica en el año 1608, después de una reforma en la que probablemente perdió el soportal y en la que se replantearon los usos del espacio interior, aunque sin modificar la estructura principal.

Nombre: Larrañaga

Barrio: Urrestilla

Municipio: Azpeitia

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 88-II-B.

Descripción:

El caserío Larrañaga está situado a orillas del río Aratz, en las proximidades del barrio de Urrestilla, en un entorno que fue rural y estuvo dominado por la presencia de caserío dispersos, pero al que la existencia de una vía de comunicación comarcal y la proximidad de la villa de Azpeitia están transformando rápidamente en zona de nuevos asentamientos industriales.

Larrañaga es hoy un pequeño y atractivo hotel, pero hasta los años ochenta fue un caserío convencional vinculado a una explotación agropecuaria familiar. Pese a este pasado no hay nada convencional en la arquitectura de este edificio, en cuyo interior se descubre una estructura constructiva única, sin paralelismos en ningún otro caserío del País Vasco y probablemente en toda la arquitectura rural europea.

Larrañaga es en apariencia un caserío barroco tradicional, con planta rectangular y volumen compacto, dos alturas, cubierta a tres aguas y fachada con soportal de arco carpanel. Sin embargo su estructura interior se aparta por completo de la normalidad al disponerse como una trama de gruesos pilares que soportan un complejo sistema de bóvedas de piedra superpuestas en dos niveles.

En el proyecto original los espacios respondían a un esquema funcional muy habitual en los caseríos contemporáneos, ordenándose en tres naves longitudinales y cuatro transversales al eje de cubierta, en las que el tercio occidental de la casa estaba ocupado por las dependencias residenciales y el resto por la cuadra y almacén. Nada hay de novedoso en estos usos, necesarios por otra parte para desarrollar una actividad productiva normal, pero sí en la fórmula utilizada para resolverlos. El soportal se cubre con una bóveda doble, la bodega y la leñera con bóvedas de rincón de claustro, la cocina con dos pseudoterceletes de arista, y la cuadra con seis tramos de bóveda vaída. En la planta alta la crujía central se techa con una larga bóveda de medio cañón que se quiebra en sus extremos con falsos lunetos, y las dependencias laterales utilizan ocho bóvedas vaídas de ejecución prácticamente canónica. Es un repertorio de recursos, muchos de ellos originales, cuya variedad no responde a necesidades constructivas diferentes, sino que debe atribuirse a un deseo expreso de amenidad y virtuosismo.

Toda la fábrica de plementería está aparejada con sillería arenisca, el mismo material que se utiliza en los vanos exteriores y en la cornisa de gola que remata la caja de muros. Los pilares son de canon corto y robusta sección cuadrada, y aparecen coronados por un salmer-capitel del que arrancan los arcos de modulación de las bóvedas.

Tipología e historia:

La excepcionalidad de Larrañaga es fruto de una peculiar peripecia histórica y de la voluntad personal de su propietario. El caserío Larrañaga era una fundación medieval propiedad del mayorazgo de Alzaga, bien documentada desde el siglo XVI y que tradicionalmente venía siendo explotada en régimen de arrendamiento. Sin embargo en febrero de 1711 un incendio fortuito destruyó por completo el viejo edificio y puso a su dueño, el maestro cantero Martín de Abaría, ante la necesidad de tener que afrontar la reedificación íntegra de la casa.

El proyecto parece haber estado condicionado por esta doble circunstancia: el oficio del propietario y su ambición de crear un caserío que nunca más pudiera ser atacado por el fuego. Pero aun hay un tercer factor a tener en cuenta: la proximidad de Urrestilla a las grandes tareas de construcción que la Compañía de Jesús estaba impulsando en el colegio y la basílica de Loyola, que habían convertido a la comarca en un vivero de canteros y a la obra en una auténtica universidad de arquitectura práctica de varias generaciones de maestros vascos. Uno de estos

maestros, el cántabro afincado en Azpeitia Lázaro de Laincera, recibió el encargo de preparar el proyecto de edificación de Larrañaga en 1712, y otro, llamado Andrés de Iriondo, acabaría por completar los trabajos catorce años más tarde. El capricho costó más de 29.000 reales, que Abaría pagó con la herencia de un tío enriquecido en las colonias americanas.

Nombre: Larre

Municipio: Billabona

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-III-D.

Descripción:

Larre es un antiguo caserío aislado, situado junto al río Oria pero en un emplazamiento seguro, elevado una decena de metros por encima de la ribera fluvial y sus avenidas. Así mismo está muy próximo al centro urbano de Billabona, al cual pertenece, pero da la espalda a la población para poder orientar su fachada al Sur, buscando la posición más soleada.

Es un edificio que se ha ido desarrollando en varias fases históricas, pero cuyo núcleo fundacional, que se remonta a los años finales del siglo XV, sigue siendo perfectamente reconocible. La planta básica de Larre es rectangular y su volumen compacto, pero resulta parcialmente encubierto por dos adosados que enmascaran la cara trasera y una de las laterales. Se estructura verticalmente en planta baja, primera y bajocubierta de almacenaje y está construido con paramentos de sillarejo gótico en la mitad inferior del desarrollo de los muros y con mampostería simple en el levante superior.

El edificio principal se ordena interiormente en tres crujías paralelas al plano de fachada. En las dos delanteras la estructura es de postes exentos y bernias, asociados a un gran lagar de viga que aun conserva las grandes piezas horizontales de soporte de la masera. La escuadría de estos postes es tan generosa que en uno de ellos se excavó un armario, vaciando la sección sin que la madera se resintiera; sin embargo no tienen suficiente altura como para soportar la armadura de cubierta, como suele ser habitual, sino que se interrumpen en el forjado superior y a partir de ese nivel se replantea una estructura simple de pies derechos que apean la cumbrera y las correas.

La fachada de Larre es lisa, con un acceso descentrado en arco ojival que luce el símbolo de un caldero tallado en la clave, y con ventanas adinteladas de piedra en los pisos superiores. Sin embargo este frontis presenta dos registros de ménsulas de piedra que recuerdan que el tejado tuvo un alero de vuelo mucho más prolongado que el actual y que necesitaba de largos jabalcones para sostenerlo.

La distribución de funciones internas no concuerda con el pasado de la casa. La vivienda moderna se trasladó al anexo zaguero y prácticamente todo el edificio viejo quedo relegado a usos agropecuarios. En la planta baja se mantuvo una cocina situada en el ángulo sudoeste, pero el resto se dedicó a pesebres de vacuno, establo de caballo, gallinero y conejeras. En la planta primera existen habitaciones con techos de bovedillas habilitadas en la crujía delantera y en los laterales del segundo tramo, pero también se degradaron hasta convertirse en secaderos y almacenes, dedicándose el resto a pajar con tabicajes de atablado.

Tipología e historia:

Larre forma parte de la generación más antigua de caseríos del País Vasco y se define, como todas las granjas guipuzcoanas de aquella etapa, como un caserío lagar con fachadas de piedra y sin soportal. En el momento de su construcción debía de resaltar entre las cabañas de otros campesinos del entorno y el símbolo del caldero colocado sobre la entrada principal habla de esta posición de preeminencia social: el caldero significa abundancia y señorío, y representa la capacidad de económica de alimentar y sentar “mesnaderos” a la mesa del dueño.

Sin embargo la casa original era distinta de la actual y no tan lujosa como su propietario pretendía. Tenía un piso menos, pocas o ninguna ventana y todas las funciones residenciales concentradas en la zona delantera de la planta baja, con una gran cocina zaguán a la izquierda y las habitaciones en la parte oriental. Esta estructura se reformó por completo a mediados del siglo XIX, con un levante de la cubierta y la habilitación de las nuevas dependencias familiares en la planta primera: dignas, ordenadas y limpias, con sus techos de bovedillas y sus amplias ventanas.

El añadido de la vivienda zaguera y de la cabaña lateral son obras aun más recientes, de comienzos del siglo XX y provocaron el definitivo abandono del caserío primitivo. Larre ha sido nuevamente restaurado hace tan solo un año, modificándose la cubierta y los revocos exteriores.

Nombre: Lekoia Bekoa

Barrio: Milloi

Municipio: Berriatua

Territorio: Bizkaia

Mapa: 63-I-A.

Descripción:

Situado en un balcón natural a media ladera del Kalamendi, con amplias perspectivas abiertas hacia el Sur, sobre la vega del río Artibai, Lekoia Bekoa domina desde la altura el núcleo de Berriatua, pero se distancia del fondo del valle para evitar la humedad del mismo y tener mejor acceso al bosque y a los pastos de altura.

Es un caserío de planta cuadrada y notable desarrollo vertical, edificado con buenas fábricas de piedra, en las que se perciben distintas intervenciones y estilos, signo de una biografía constructiva compleja. Resulta patente, sin embargo, que a través de las diversas remodelaciones que ha sufrido ha existido siempre un criterio orientador guiado por la búsqueda de calidad, tanto en el proyecto compositivo, como en la naturaleza de los materiales empleados. Lekoia contiene elementos innovadores para su época y experimentos de adaptación a la arquitectura rural poco frecuentes en el entorno.

La casa se articula en planta baja de uso predominantemente agropecuario, planta noble dedicada a funciones residenciales en su mitad delantera y a pajar en la trasera, y bajocubierta empleado como secadero; todo ello ordenado en cinco crujías longitudinales largas y estrechas, definidas por alineaciones de postes y pies derechos. La cubierta es a dos aguas, con armadura de correas.

La entrada principal se realiza por un soportal centrado de arco de rebajado sobre pilastras, labrado con molduras de estilo manierista que se corresponden en el tiempo con el gran escudo de armas que preside el frontis, sostenido por figuras femeninas desnudas. Existe además una entrada secundaria en la fachada zaguera: un arco de medio punto que permite el acceso directo a la cuadra. Todos estos elementos se abre en un sólido muro de aparejo gótico renacentista, cuyo despiece de sillarejos se trasparenta bajo el encalado. Este paramento tan característico llega sólo hasta la primera altura, y continúa a partir de ese nivel con una factura más pobre de sencilla mampostería.

Sobre el soportal, en la planta principal, ocupando dos tercios de la crujía delantera, se dispone un amplio salón barroco literalmente rodeado por seis alcobas de distintas dimensiones. A esta dependencia representativa pertenecen tres de las cuatro amplias ventanas rectangulares que se abren en el frontis, unos vanos cultos con guarnición de alfeizares y guardapolvos de molduras rectas. Cultos en su concepción y diseño son también los dos ojos de buey abocinados que permiten la ventilación de los secaderos del bajocubierta, defendidos con rejas de forja formando una cruz, idénticos a otro vano también circular que se perforó en la planta baja, para airear una estancia situada junto al portal y que debió utilizarse como despensa o granero familiar.

Tipología e historia:

Lekoia Bekoa es un caserío que plantea propuestas atípicas para su tiempo. Es uno de los precursores en la utilización del arco de piedra para definir la entrada del soportal de las granjas vascas, y lo hace utilizando un diseño refinado que sin duda tiene sus precedentes en la arquitectura renacentista palaciega. La fecha de este elemento, así como la de los muros perimetrales y buena parte de la carpintería, en la que son claramente reconocibles las técnicas de ordenación de piezas y ensamblajes de origen germánico, pueden situarse a fines del siglo XVI.

Aunque la dedicación de la casa y de sus ocupantes era en su origen nítidamente campesina, la familia consiguió enlazar principios del siglo XVIII con la nobleza de título y el caserío se integró en el patrimonio de los vizcondes de Santo Domingo. Fueron ellos los que promovieron a fines del mismo siglo la reforma integral del edificio adaptándolo a un lenguaje

barroco severo, ya casi neoclásico, que en rigor se correspondía mejor con un caserío que nunca dejó de serlo, pues fue explotado por dos familias de colonos arrendatarios.

Nombre: Luperena

Barrio: Gordón

Municipio: Trucios

Territorio: Bizkaia

Mapa: 60-II-D.

Descripción:

La casa Luperena está situada en el barrio de media montaña de Gordón, asentado a más de trescientos metros de altitud sobre el fondo del valle del río Agüera, en un rellano orientado al Sur y con las espaldas protegidas de los vientos dominantes por las crestas calizas de Las Berezosas. Es un poblamiento concentrado que agrupa a una decena de caseríos entorno a una ermita y una pequeña plaza de toros, con terrenos de muy limitadas potencialidades agrícolas, pero que disponen de un acceso inmediato a los pastizales de Betaio, donde se crían en libertad yeguas, ovejas y vacas.

Este caserón es un edificio compacto de planta rectangular, con dos alturas y bajocubierta muy holgado para ser utilizado como granero y desván. Los paramentos son de mampostería raseada pero no se escatima tampoco la sillería labrada que aparece en todos los vanos, en el portal y, sobre todo, en dos potentes antas laterales que enmarcan la fachada de la casa, y entre las cuales se tienden dos registros superpuestos de balcones corridos de hormigón. Estos pipianos, con dejas escalonadas para recibir los balcones que en el pasado fueron de madera, se rematan como si fueran pilastras, con capiteles moldurados a los que se entrega una falsa cornisa o colomadura de losas que corona los muros laterales. Un amplio antuzano enlosado delimita el espacio de trabajo delantero de la casa al mismo tiempo que enriquece su presencia pública en el barrio.

El caserío Luperena se ordena interiormente en tres estrechas crujías longitudinales. Todos los apoyos y elementos de modulación de planta baja son de piedra, mientras que la estructura de los pisos altos es de pies derechos que soportan las jácenas y carreras de la solibería, así como una armadura de correas a dos aguas que se completa con una visera, o morisca, sobre el piñón .

Luperena fue proyectado para satisfacer una dedicación prioritariamente ganadera de sus moradores, y con ese objetivo dedicaba toda la planta baja a cuadra. El calor de los animales en el establo se transmitía a los dos tercios de la primera planta dedicados a vivienda y sin embargo el bajocubierta utilizado como granero, secadero, desván y almacén, se mantenía seco y aireado. Tenía un único acceso frontal centrado y las escaleras de comunicación estaban desplazadas a un lateral. Todas las puertas y vanos de luz son adintelados y de generosas dimensiones. En la actualidad ha sido reformado y se ha intentado acomodar las instalaciones a un uso puramente residencial, para lo que ha sido necesario remodelar la planta baja y dotarla de amplias ventanas laterales.

Tipología e historia:

Tanto por el modelo de poblamiento como por su tipología arquitectónica la casa Luperena representa muy bien las formas de vida rural tradicionales en los valles del occidente de Bizkaia. En ella se compaginan el valor del barrio como unidad aglutinadora de los vecinos, frente a la dispersión de otras comarcas y, sin que ello suponga una contradicción, la importancia de la sede familiar exenta, diferenciada y separada de otros núcleos colindantes.

El tipo específico de vivienda ganadera con balconadas entre pipianos tiene en Trucios más difusión y arraigo que en otros pueblos del entorno, y aunque Luperena cambiase sus galerías de madera por otras más modernas y haya renunciado finalmente a la ganadería, sigue manteniendo los rasgos fundamentales de su proyecto original, que data de los años finales del siglo XVIII.

Nombre: Mendeletxe

Barrio: Altamira

Municipio: Busturia

Territorio: Bizkaia

Mapa: 38-III-D.

Descripción:

El caserío Mendeletxe, o Mendiritxaga que fue su nombre histórico, se distancia de las tierras bajas y de la concentración de viviendas del barrio de Altamira de Busturia para buscar una pequeña eminencia herbosa del terreno desde la que logra una inmejorable insolación, al tiempo que elude el riesgo de encharcamiento de sus parcelas agrícolas.

Es una casa de fundación antigua, lo que no impide que tenga unas dimensiones muy notables, superiores a las de casi todos sus vecinos de construcción más reciente. Al mismo tiempo es un edificio destacado por la excelente calidad constructiva de su fábrica original, que contrasta vivamente con el mediocre esfuerzo de las sucesivas reformas que ha conocido, en especial las de los siglos más recientes.

Es un edificio de módulo bifamiliar, dividido longitudinalmente por un medianil que se desarrolla en las dos primeras plantas, pero que no interfiere en el espacio diáfano del bajocubierta. Tiene planta rectangular ordenada en cinco crujías transversales, de las cuales las tres primeras se dedican a usos residenciales y las dos traseras a establos y pajar. La proporción es significativa, pues indica que no es una explotación que apueste por una nutrida cabaña ganadera. Un grueso muro cortafuegos delimita con claridad las dos grandes áreas funcionales de ambas viviendas.

El caserío tiene los muros laterales y el zaguero aparejados en mampostería de canto rodado. Los primeros avanzan sobre la fachada generando sendos espolones pinjantes que debieron soportar una primera planta en voladizo, o al menos dos cuerpos laterales abalconados sobre el piso inferior. La fachada principal, aunque está muy transformada por haber perdido estos elementos, llama la atención por el poderoso aparejo de sillería caliza de época gótico renacentista de la planta baja, en la que se abre un profundo soportal adintelado con una carrera de roble. La parte superior del frontis es de ladrillo revocado y en ella se abren cuatro sencillas ventanas y dos balconcillos neoclásicos –uno por vivienda- que reutilizan como mesetas grandes lajas monolíticas grabadas con inscripciones que conmemoran un apeo de las tierras del caserío realizado a comienzos del siglo XIX.

En el muro trasero se abren puertas de carga del pajar y en los laterales accesos independientes para los establos. En estos flancos aparecen adosados simétricamente dos pequeños cuerpos de mampostería que alojan las letrinas.

En la estructura de carpintería interior conviven dos tradiciones constructivas diferentes. La de los grandes postes enterizos que soportan a las correas centrales de la armadura de cubierta auxiliados por jabalcones con viejos ensamblajes de golondrina y, la de los pies derechos y los aztazaldi, o tirantes curvos, sobre los que descansan las correas laterales.

Tipología e historia: El proyecto inicial de Mendeletxe es el de un gran caserío unifamiliar edificado durante el segundo cuarto del siglo XVI por el capitán Juan de Mendirichaga, que entonces debió de carecer de muros de carga o medianiles internos y confiar todas las competencias de sustentación a una red de postes exentos. Desde principios del siglo XVIII, sin embargo, su explotación productiva estaba ya en manos de dos familias de labradores arrendatarios, aunque no parece que las obras de acondicionamiento realizadas para alojarlas superasen a un simple tabicaje y un reparto de posesiones.

La gran reforma, que confirió a Mendeletxe su identidad actual tuvo que esperar casi a mediados del siglo XIX, y cabe pensar que estuviera forzada por una destrucción parcial o un derrumbe fortuito, ya que afectó a la cubierta y a todas las fachadas del caserío. Fue entonces cuando se desmontaron los voladizos del frontis y se les sustituyó por el paño liso y anodino actual. También entonces se remodeló la cubierta añadiendo nuevas correas y sus soportes; se levantaron el medianil y el cortafuegos, y abrieron nuevos vanos para los dormitorios laterales y el pajar. A principios del siglo XIX se adosaron las letrinas, obedeciendo a un plan de higienización de las viviendas rurales promovido por la administración local.

Nombre: Mikellor

Barrio: Arraioz

Municipio: Baztan

Territorio: Navarra

Mapa: IGN

Descripción:

El caserío Mikelaberroa, conocido popularmente como Mikellor, esta situado en los primeros peldaños de la ladera norte del pueblo de Arraioz, eludiendo las tierras bajas de la ribera del Baztán y la concentración de viviendas que se fue formando históricamente sobre la antigua carretera. Situado en la vertiente meridional y sin obstáculos naturales ante su fachada, disfruta de una excelente insolación matutina y consigue evitar las nieblas bajas que se forman junto a la corriente.

La posición dominante que ocupa hace resaltar su volumen vertical y el peso de su gran masa arquitectónica. Es un edificio compacto de planta rectangular, con más desarrollo en profundidad que en anchura de fachada, con tres plantas habitables y un entrepiso utilizado como pajar en el bajocubierta. Sus muros son de buena mampostería oculta por sucesivas capas de revoco, pero en las puertas, esquinas y ventanas se identifica con la ancestral tradición baztanesa de utilizar sillares de calcoarenita de tono rojizo, que dan una clara unidad de estilo a la arquitectura rural del valle.

Es un caserío con explotación ganadera en plena actividad, que cría cabezas de vacuno y aun mantiene su propio rebaño de ovejas, y como tal dedica dos terceras partes de la planta baja a cuadras, redil y estercolero, aunque diferenciando los accesos de personas y de animales. En efecto, en la fachada lisa se abren dos vanos de paso: un arco central de medio punto que acoge la entrada principal a un zaguán distribuidor y posteriormente al tiro central de escaleras, y un paso lateral adintelado por el que penetran los rebaños. Ambos huecos comparten una plazoleta cercada o era descubierta delantera en la que se plantan metas de helecho para las camas de los animales.

La estructura portante de Mikellor se organiza en tres crujías longitudinales definidas por muros de dos plantas de altura, que tienen su continuidad en los pisos superiores en pies derechos que soportan una armadura de correas, con tirantes y pendolón en la crujía central y caballos en las naves laterales.

La planta noble es la primera, con una sala con pequeño balcón en el centro del frontis y los dormitorios alineados en las caras laterales. Cada una de estas dependencias familiares dispone de su propia ventana de iluminación amplia y cuadrada, y para completar la secuencia regular de vanos exteriores se ha recurrido ocasionalmente al trampantojo de pintar un hueco figurado.

La planta segunda es un inmenso espacio diáfano jalonado por pies derechos, algunos de ellos reutilizados, al que se accede por una gran rampa de carga trasera. En el eje central de las ventanas de esta planta se encuentra una talla con el escudo ajedrezado de los baztaneses. En la escuadra noreste de la casa este almacén, granero y pajar es de doble altura, porque el nivel superior, que se utiliza como secadero ventilado, limitada sus forjados a dos tercios de la planta. Este secadero superior dispone en la fachada principal de un balcón corrido protegido por el alero del tejado, de uso estrictamente agrícola: un elemento muy frecuente en la arquitectura del caserío del Baztán.

Tipología e historia:

Mikellor es un gran caserío ganadero baztanés que aun conserva en sus muros y piezas de carpintería restos de su fundación en la segunda mitad del siglo XVI, pero que posteriormente fue completamente rehecho y adecuado al tipo de vivienda de la montaña navarra de pleno siglo XVIII. Como tal reúne todos los atributos clásicos: la jerarquización de usos por alturas, dando

prioridad al ganado y su alimento invernal, la entrada en arco, sin soportal, pero con un cómodo vestíbulo interno, e incluso el gran balcón secadero propio de un clima lluvioso, a falta de la solana lateral cubierta típica de los valles con menores precipitaciones.

Nombre: Mikeltegia

Barrio: Lehenbizkai

Municipio: Sara

Territorio: Lapurdi

Mapa: IGN

Descripción:

El valle de Xareta, donde se encuentra ubicado el caserío Mikeltegia, es un territorio bajo y suavemente acolinado, abierto a las influencias oceánicas y que se cierra al Sur por las primeras cimas del Pirineo: la cadena de Larrun y Aitzuria. En la zona meridional del valle menudean las antiguas bordas ganaderas, convertidas en caseríos dispersos con el paso de los siglos, pero en el término de Sara el poblamiento original combina las granjas aisladas con algunos núcleos concentrados en los que se agrupan hasta una decena de viviendas. La loma de Lehenbizkai es uno de los conjuntos de caseríos mejor caracterizados de la zona, pues ofrece una posición asequible, inmejorablemente orientada al sol y muy próxima al centro de población donde se sitúa la iglesia parroquial.

El caserío Mikeltegia es un edificio de planta rectangular asentado en una parcela de pendiente moderada, cuyo desnivel natural ha sido aprovechado expresamente para encajar las diferentes funciones de la casa. Es una construcción de volumen asimétrico en la que resultan fácilmente perceptibles dos fases sucesivas de obra: la fundacional del siglo XVII, en la que se creó un caserío de dimensiones modestas y planta cuadrada, y la de ampliación, que siguiendo la moda difundida en Lapurdi a partir del siglo XVIII se realizó agregando una crujía lateral cuya cubierta prolonga uno de los faldones del tejado de la casa matriz.

La parte antigua del caserío está construida con muros de carga de mampostería y fachada principal de entramado de madera, con la viguería vista y profusamente ornamentada con tallas clasicistas, y los entrepaños raseados. Es un edificio de dos crujía longitudinales separadas por un muro cortafuegos en sus alturas inferiores, pero que presenta una planta diáfana en el bajocubierta. En la crujía septentrional, aprovechando la cota más baja del terreno, está situada una antigua bodega de sidra con entrada independiente, y sobre ella una entreplanta de vivienda a la que se accede por un patín exterior.

La crujía central es la más ancha del caserío y aloja en su planta baja el establo para los animales, al que se superponen en la parte delantera una vieja sala que hoy aparece fraccionada en dos dormitorios, y en la trasera el pajar. Por la única puerta abierta en el cortafuegos se accede a las habitaciones que se alineaban en la crujía lateral.

La cubierta tiene una armadura de correas soportadas por pies derechos, y las testas de estas grandes vigas afloran bajo el alero de fachada mostrando un rico repertorio barroco de tallas avolutadas. El granero y desván del bajocubierta disponen de una amplia balconada corrida que se desarrolla bajo el piñón, en toda la anchura de la fachada.

El cuerpo adosado en el flanco meridional de la casa responde a la intención de ampliar la cabaña ganadera de la casa, y sobre todo a la de aumentar la duración de los periodos de estabulación. Se compone de cuadra y pajar y para facilitar la conexión interna con el cuerpo principal exigió el desmonte parcial del antiguo muro de cierre del caserío.

Tipología e historia: Mikeltegia es un buen representante del tipo de caserío barroco labortano de dos crujías, aunque presenta algunos elementos poco habituales en la región, que no llegaron a difundirse por su difícil encaje, como son la bodega y la entreplanta con patín externo. La construcción actual se remonta al año 1688, aunque tanto la casa como el apellido Miqueleteguia, vinculado a ella, son bien conocidos en Sara desde varias generaciones anteriores. Se trata por lo tanto de la reedificación de un caserío más antiguo que estaría ubicado en la misma parcela. La ampliación lateral, así como el gran balcón superior y la reordenación de las

estancias de la planta principal son aun más recientes, de pleno siglo XIX, aunque se plantearon con una intención mimética, pretendiendo integrarse en la imagen previa del conjunto

Nombre: Minkura

Municipio: Lezo

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-II-B.

Descripción:

Al pie de la vertiente sur del monte Jaizkibel se extiende un territorio ondulado de suaves colinas que enlaza al puerto de Pasajes y Lezo con las marismas de Hondarribia. Es una zona muy transitada desde la antigüedad, en la que floreció un poblamiento de caseríos dispersos con dedicación huertana y frutícola, que hoy en día están desapareciendo por la expansión urbana e industrial que se extiende por toda la zona.

El caserío Minkura es uno de los supervivientes con más raigambre histórica, aun cuando no ha podido sustraerse a ciertas modificaciones fundamentales en sus funciones y en su propia arquitectura. Es un edificio que habiendo tenido una planta convencional cuadrada y una cubierta a tres aguas, presenta hoy un volumen articulado en L fruto de una mutilación reciente, y que además ha abandonado las tareas agropecuarias que daban sentido a sus instalaciones.

Aparentemente se plantea como un caserío de corte clásico con fachada sin soportal y cerramientos de entramado cuajado de ladrillo, al que le hubiese correspondido una trama estructural de pies derechos superpuestos organizando el espacio en cuatro crujías longitudinales. Sin embargo la crujía oriental no llega a completarse en su mitad trasera, posiblemente como resultado de un derrumbe parcial de la casa que se aceptó como hecho consumado y se incorporó a un nuevo programa de distribución funcional, ya que el diedro formado se ha aprovechado para insertar una escalera exterior de acceso a la planta alta.

Los materiales constructivos de Minkura son gruesos bolos concertados en un aparejo de mampostería sin revocar, que se contienen entre las cadenas esquinera de piedra arenisca labrada. En la fachada delantera el entramado es de postes y tramones, creando paños alternos de ventanas y muro de cierre. Un elemento singular de esta carpintería exterior es la presencia de jabalcones en lira para soportar el vuelo de las correas de cubierta. En el interior las piezas están movidas o apeadas, pero cuando la armadura estuvo completa debía presentar un diseño organizado y simétrico, y disponer de cuadrales en las esquinas traseras para repartir los esfuerzos de las limas.

En la actualidad todo el edificio se dedica a vivienda, pero en el proyecto se advierte que en el pasado sólo la mitad delantera de la primera planta acogía habitaciones y sala central con balcón, mientras que toda la mitad posterior -de dimensiones reducidas, como corresponde a un caserío sin ambiciones ganaderas- estaba ocupada por establos y pajar. Tan solo el bajocubierta mantiene su aspecto original, con un amplio balcón corrido para el secado de productos agrícolas y numeroso vanos menores, incluyendo algunos de palomar, para facilitar la ventilación interior.

Tipología e historia: Minkura es un buen caserío barroco guipuzcoano construido hacia 1770, de dimensiones reducidas, como corresponde a las casas de labranza periurbanas, y con un diseño compositivo que le emparenta con otras variedades de caseríos situadas más al Este. Entre otros rasgos significativos de esta identidad híbrida son reconocibles las afinidades con los caseríos del Baztán y las Cinco Villas por la superposición de balcones, dando mayor presencia al superior, y también resulta sintomático de un intercambio cultural con los vecinos el sistema de ordenación del entramado, muy similar a la tradición labortana. Los elementos de carpintería barrocos, como los tornapuntas curvos, que además montan sobre placas chorreadas recortadas en tabla, no tienen sin embargo mejores paralelismos en ningún lugar que no sea la franja costera de Gipuzkoa.

Nombre: Momoitio Goikoa

Barrio: Momoitio

Municipio: Garai

Territorio: Bizkaia

Mapa: 62-IV-C.

Descripción:

El paraje de Momoitio, situado a 350 metros de altura en la ladera solana del monte Oiz, constituye un excelente balcón natural sobre el valle superior del río Ibaizabal y existen testimonios arqueológicos que demuestran que ha servido de asentamiento permanente a una pequeña comunidad de pastores y labradores al menos desde el siglo IX. Los restos de las viviendas de aquellas familias no han sido localizados, pero resulta tentadora la hipótesis de que pudieran estar situadas bajo el suelo de los caseríos actuales, como Momoitio Goikoa.

El edificio en sí mismo es el producto de una complicada historia constructiva, que ha dado como resultado una planta irregular y una estructura desordenada en la que se yuxtaponen elementos de distintas épocas. Es una casa aislada, situada en uno de los bordes de sus heredades de cultivo, con planta baja y primera habitable, y una compartimentación interior someramente organizada en cuatro crujías longitudinales asimétricas.

Su fisonomía corresponde de manera general con el tipo de caserío barroco con soportal adintelado. Tiene muros portantes fabricados en mampostería, que se refuerza con gruesos sillares labrados en torno a los vanos y en las cadenas esquineras, salvo el tramo central de la fachada: un paño ligeramente retranqueado que se cierra con ladrillo revocado y en el que se encaja un balcón.

En la planta baja, a ambos lados del portal enlosado, se sitúan los espacios comunes de vida diurna: la sala y la cocina comedor, a la que se agregó un cuerpo adosado de dos plantas que cierra y protege uno de los flancos del antuzano. Toda la mitad posterior está ocupada por las cuadras de ganado vacuno, a las que se puede acceder tanto por el portón central del pórtico como por una de las fachadas laterales.

En el piso superior se calca el reparto funcional y los dormitorios se alinean a lo largo del frontis distribuidos desde un largo pasillo interior que arranca desde las escaleras de la cocina y la sala alta. Todo el resto de la planta lo ocupan el pajar y un secadero o camarote lateral de techos abuhardillados situado en el flanco occidental.

La carpintería estructural de Momoitio Goikoa aun permite distinguir lo que fue una distribución de tipo clásico vizcaíno, con sólo tres crujías definidas por grandes postes enterizos, más ancha la central que las laterales, y con una armadura de dos correas con contracorreas. Desordenados y recortados esos postes todavía son visibles y en algunos casos preservan las cajas vacías de ensamblajes de tornapuntas con formas de golondrina. Hoy, sin embargo, la mayor parte de los soportes son pies derechos coronados con zapatas simples.

Tipología e historia:

El núcleo central de Momoitio Goikoa es una casa de la segunda mitad del siglo XVI, de planteamiento simétrico y planta compacta, prácticamente cuadrada, en el que casi todas las funciones residenciales se concentrarían en el piso inferior y la madera tendría un protagonismo esencial en la estructura. Esa fue la casa familiar de la familia Momoitío hasta principios del siglo XVIII, momento en el cual, por causas mal aclaradas, la estirpe se extinguió y el caserío entró en un acelerado proceso de decadencia hasta que se resolvió el traspaso de propiedad y el nuevo régimen de explotación al que estaría sometido.

La situación dio un vuelco a fines del mismo siglo y la casa no sólo fue rehabilitada, sino que se amplió con una crujía lateral y se replanteó toda la estructura interna, aprovechando los despojos utilizables del propio edificio. En el siglo XIX se añadió el cuerpo suplementario a la

cocina y ya en época más reciente se habilitaron como dormitorios independientes las estancias del piso alto.

Nombre: Muñozabal

Barrio: Igara

Municipio: Donostia

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-I-B.

Descripción:

El caserío Muñozabal está situado en la vertiente meridional de Mendizorrotz, en una loma de suave perfil a medio camino entre las crestas que la separan del mar y el sombrío arroyo de Artikula. Este paraje de las laderas de Ibaeta, bien orientado al sol y próximo a la bahía de Donostia, ha sido históricamente un entorno ideal para el asentamiento de caseríos dispersos de reducidas dimensiones, cuya economía y propiedad han terminado por vincularse tarde o temprano a las familias residentes en la ciudad.

Muñozabal no ha escapado a esta realidad. Es un edificio de dimensiones muy modestas edificado para alojar a una familia de agricultores arrendatarios especializados en el cultivo de frutales y la producción de sidra. Tiene planta rectangular y tan solo dos alturas, está construido en mampostería arenisca y se techa con una cubierta a dos aguas.

Pese a sus dimensiones, Muñozabal responde a un programa de usos perfectamente encajado y muy racional, y está resuelto con buenos materiales de construcción. Su planta se ordena en tres crujías transversales al eje de cumbrera, dedicándose el tercio delantero a usos de carácter residencial, el intermedio a elementos de tránsito y distribución, y el trasero a tareas de producción agropecuaria. La estructura de soportes está formada por dos alineaciones de pies derechos con zapatas, que soportan un forjado a dos niveles de cota, más alto en la zona de vivienda y más bajo en la posterior, debido a la existencia de un lagar de sidra en este tramo de la casa. La armadura de cubierta está constituida por sendas correas por faldón, y tanto la cumbrera como las correas laterales descansan sobre caballos o tirantes curvos.

La fachada principal del caserío está ordenada simétricamente en tres ejes, con una puerta central y cinco ventanas de amplias dimensiones, ejecutadas con dinteles, jambas y antepechos de buena sillería arenisca procedente de las vecinas canteras de Orio.

En la planta baja, nada más franquear la entrada se abre un pequeño zaguán flanqueado por la cocina y un almacén, y sin interrupciones ni tabicajes; dejando a un lado el tiro de escaleras que es de ubicación central, se prosigue hasta la cuadra y bodega de la casa, apta sólo para un reducidísimo número de cabezas de ganado, estrictamente pensada para garantizar el consumo doméstico. En la planta superior la crujía delantera está ocupada por tres habitaciones y en la trasera se encuentran los restos de una prensa con una amplia masera abierta entre dos postes con horquilla superior que soportan una pareja de vigas pórtico en las que estarían encajadas las tuercas de madera necesarias para roscar los ejes que comprimirían la masa de manzanas.

Tipología e historia:

Muñozabal es un edificio que desciende de una larga saga de caseríos sin vocación ganadera y escasas tierras de labor, pero que se especializaron en abastecer de sidra los mercados urbanos y establecimientos portuarios de la costa guipuzcoana. Fue construido en los años de transición del siglo XVIII al XIX, y en su estructura y composición de fachadas es ya una casa neoclásica; sin embargo en el aspecto tecnológico es todavía deudor de los modelos de lagar barrocos de múltiples tornillos de madera difundidos en el siglo XVII, un sistema que sería abandonado pocas décadas más tarde por los cosecheros de la región

Nombre: Murua

Barrio: Santa María

Municipio: Getxo

Territorio: Bizkaia

Mapa: 37-IV-C.

Descripción:

A pesar de tener un amplísimo frente costero, el poblamiento histórico de Getxo está formado por un enjambre de caseríos que se dispersan por la zona llana de la anteiglesia de Santa María dándole la espalda al mar, interconectados por una red de estradas y caminos vecinales. Son terrenos de suelos delgados y vegetación rala, pero en los que en contrapartida resulta fácil el asentamiento y no faltan los buenos materiales constructivos, en particular la blanda piedra arenisca de las canteras de Berango.

Murua es una de las últimas granjas supervivientes de la época dorada de los caseríos locales, situada en el siglo XVI, aunque ha sufrido numerosos cambios y se encuentra en precario estado de conservación. Es un edificio formado por dos cuerpos bien diferenciados, aunque alineados en un mismo eje: el delantero, dedicado a vivienda, es más alto, más ancho y más antiguo que el trasero, que tuvo funciones de cuadra y hoy se encuentra semiderruido. Ambos son construcciones de mampostería con refuerzos de piedra labrada en los esquinazos, tienen estructura interna de madera y se cubren con armaduras a dos aguas, pero aquí terminan sus analogías básicas.

El cuerpo delantero es simétrico y está estructurado en tres crujías, con claro predominio de la central, cuya anchura es casi doble que las laterales. Son dos alineaciones de tres grandes postes enterizos que se alzan sin interrupción desde el suelo a la cubierta las que definen las tres naves. Entre estos elementos verticales se tienden jácenas y carreras que soportan la solibería: la pieza de mayores dimensiones es la robusta carrera que define un amplio soportal central adintelado, pero a pesar de su escuadría ha necesitado el auxilio de un pilar reciente.

Los postes soportan, ensamblados sobre las testas, un sistema de cubierta con correas y contracorreas, con tirantes encepados entre ellas y dobles tornapuntas dispuestos en el sentido del eje de la casa, siguiendo el esquema estructural básico de los primeros caseríos vizcaínos. Los jabalcones del alero aparecen adornados con un rico repertorio de tallas populares, como rollos, dameros, puntas de diamante y temas vegetales.

La estructura de postes aparece en Murua enrasada con el plano de fachada, sin muros delanteros que la encubran. Los cerramientos de este paño son de mampostería en la planta baja y de entramado vertical cuajado de ladrillo en la planta baja. El número y la amplitud de los huecos son limitados, encajándose entre los tramones que les sirven de jambas, pero la casa llegó a tener un balcón corrido en toda la anchura del frontis, del cual aun se conservan los canes de madera de la repisa. La fachada aparece enmarcada entre antas de buena sillería que siguiendo una tradición muy habitual en los pueblos de la costa occidental vizcaína actúan como eficaces paravientos.

La distribución de la planta baja ha sido fragmentada y remodelada, modificando la ubicación original de la cocina central y las habitaciones, que debieron alinearse en las crujías laterales. Sin embargo la planta superior mantiene todavía sus tabicajes de tablas machihembradas, que definen el espacio de lo que fue un magnífico granero situado sobre el soportal y diversos secaderos y estancias de almacenaje acomodados en los flancos.

Tipología e historia: Murua es un buen modelo del estado de evolución de los primeros caseríos vizcaínos en los años centrales del siglo XVI. Aunque se adecua plenamente a la tradición constructiva de piezas de carpintería de enormes dimensiones, la estructura de postes ya no es completamente exenta de la fábrica de muros, sino que ambas se complementan recíprocamente en sus funciones. La distribución de espacios sigue siendo arcaica, con gran

protagonismo de los graneros estancos de tablazón en la planta superior y un fuego central en la inferior.

La cuadra sin embargo no corresponde al proyecto original. El establo primitivo debió arder a comienzos del siglo XIX y el muro cortafuegos, como en tantas ocasiones, salvó de la destrucción la porción delantera del caserío. Sin embargo al tomar la decisión de reedificarla se optó por reducir sus dimensiones, aunque reutilizando los cascotes y sillares como material de la nueva construcción. Casi al mismo tiempo se reformó por completo la fachada y se añadió el balcón como secadero de alubias, pimientos y otros productos agrícolas. Es casi seguro que la fachada original tendría un cierre exterior atablado, y muy probable que dispondría de una galería de ventanas de madera en el granero central.

Nombre: Olabide

Municipio: Zerain

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 88-IV-D.

Descripción: Situado sobre una loma soleada y de excelente visibilidad, solitario y rodeado por sus tierras de labor en coto redondo, el caserío Olabide ostenta desde hace siglos la condición de ser una de las diez casas solariegas originarias del municipio de Zerain. Sus propiedades en estas colinas de la cuenca alta del Oria, al pie de la sombría cara norte de Aizkorri, han ido reduciéndose con los siglos, y la tradición afirma que la propia casa consistorial de Zerain fue edificada en tierras de Olabide.

La casa es de planta casi cuadrada, ligeramente irregular, pero su volumen original aparece enmascarado por tejavanas y cobertizos laterales añadidos en época reciente. Es un edificio cuya imagen está caracterizada por un amplio soportal central adintelado con viga de madera, apeada en dos pies derechos, que interiormente se ordena en cuatro crujías transversales, con estructura mixta de postes y muros de carga. La fábrica de los aparejos es de mampostería de escasa calidad apenas encalada, aunque con refuerzos de excelente piedra labrada en las cadenas esquineras.

Se articula en planta baja, primera y un estrecho secadero o desván delantero bajo la línea de cumbrera del tejado, un espacio éste que se ventila por dos “ojos de buey” o ventanas circulares. La cubierta es a dos aguas asimétricas, con doble correa aflorando en el piñón, lo que revela su antigua condición de caserío lagar.

El soportal, orientado al Sudeste, dispone de accesos diferenciados para la cocina y el zaguán que da paso a la cuadra trasera, así como de un ángulo reservado para una prensa de sidra de husillo metálico. En la planta baja dos tercios del espacio se dedican a funciones agropecuarias, incluyendo el establo y un lago o masera de fermentación de manzanas para sidra. El resto son habitaciones y una cocina central.

La disposición de usos se invierte en el piso superior, donde tan solo la crujía delantera tiene funciones residenciales, dedicándose el todo el espacio restante a pajar y secaderos.

La estructura interior del tramo de la cuadra y el pajar corresponde a un viejo lagar de sidra del siglo XVI, del que aun se conservan las dos bernias delanteras alzadas sobre un poste terminado en horquilla, e incluso las guías del tornillo que accionaba la palanca de prensado.

Tipología e historia: Olabide se alza con toda probabilidad sobre el emplazamiento de una de las cabañas medievales de labradores de Zerain que en 1384 se agregaron a la villa de Segura en busque de protección ante los ataques de los Lazkano y otros banderizos locales. Los elementos más antiguos de su estructura actual pertenecen, sin embargo, a una reedificación integral que debió de producirse a mediados del siglo XVI. El caserío construido entonces, siguiendo el modelo guipuzcoano de casa-lagar, dispondría tan sólo de tres crujías transversales y cuatro longitudinales, y carecía de soportal.

Tanto el pórtico, con las luminosas habitaciones que se ubican sobre él en la planta superior, como los dormitorios situados en el flanco oriental de la planta baja, parecen el resultado de una profunda reforma acometida en torno a 1790, que además de mejorar la habitabilidad de la vieja casa, la dotó de una nueva cocina. El resto son añadidos modernos.

Nombre: Olazarre

Barrio: Garaioltza

Municipio: Lezama

Territorio: Bizkaia

Mapa: 62-I-C.

Descripción:

Olazarre está situado en un terreno deprimido, en la vaguada que forma el arroyo de Basobaltza antes de entregar sus aguas al Asua. Forma parte de un pequeño conjunto de edificaciones que nacieron en torno a una antigua ferrería hidráulica de la que el caserío tomó su nombre, y en el que se combinaban los trabajos siderúrgicos, con la molinería y la labranza de tierras: una explotación de origen señorial dirigida por un administrador al servicio del marqués de Mortara.

El caserío Olazarra es un edificio muy transformado, dividido en dos cuerpos diferenciados a partir de la remodelación de una antigua casa unitaria y compacta. La planta conjunta es rectangular, más profunda que ancha, segregada por el viejo medianil de separación de cuadra y vivienda en dos mitades desiguales. La trasera, que es la más reducida, sufrió el derrumbe de la cubierta y al rehacerse perdió una altura, mientras que la delantera se estructura verticalmente en planta baja de usos agropecuarios, primera para vivienda y almacén, y bajocubierta habilitado como desván y secadero. El adosamiento de tejavanas auxiliares en el flanco oriental ha contribuido a paliar la perdida de espacios útiles provocada por la reconstrucción, pero enmascara el volumen compacto del caserío.

Los materiales constructivos de Olazarre se jerarquizan por altura y presencia pública. Los muros son de mampostería irregular, pero los vanos y esquinazos se aparejan en buena sillería arenisca, que se concentra con especial densidad en la planta baja de la fachada principal. Las plantas superiores del frontis tienen estructura de entramado con largos tornapuntas convergentes a un poste central, pero la malla de viguería resulta invisible por el consistente revoco que la cubre, aunque la ubicación de los vanos orienta con claridad sobre la disposición de la trama.

La fachada principal, compuesta al estilo tradicional vizcaíno, dispone de un acogedor soportal adintelado con viga carrera, con una columna toscana monolítica como parteluz y apoyo de la misma. Delanté de él, en el antuzano se encuentra el horno de pan en una casilla aislada.

La estructura de la planta baja es de muros de carga sobre los que se ha tendido un forjado de hormigón. Sobre este nivel se mantiene sin embargo la estructura original de dos alineaciones de postes que soportan las correas de la cubierta y ordenan el espacio en tres crujías.

Tipología e historia:

Olazarre sigue los planteamientos convencionales del caserío barroco vizcaíno con amplio soportal y nítida división entre las áreas de uso doméstico y las de estabulación y almacenaje, más restringidas éstas por la ausencia de una tradición ganadera en la comarca. La casa, como el resto de las instalaciones fluviales a las que acompaña, forma un centro de producción que perteneció al patrimonio del conde de Aramayona, cuyos títulos y mayorazgos heredó el marqués de Mortara en el siglo XVIII. Fue en ese momento cuando un edificio anterior fue derruido y en su lugar se erigió la casa actual.

Esta se mantuvo sin cambios hasta la reciente pérdida del pajar trasero y la renovación integral del interior con una estructura mixta de hormigón y madera.

Nombre: Omagoieazkoa

Barrio: Oma

Municipio: Kortezubi

Territorio: Bizkaia

Mapa: 38-IV-C.

Descripción:

El valle de Oma es una pequeña cubeta sin fáciles salidas naturales y que ha sido siempre orillada por la vías de comunicación comarcales. El propio arroyo que la riega y mueve las ruedas de sus molinos desaparece bajo tierra para no volver aflorar hasta el borde de la ría de Urdaibai. Este paraje discreto y retirado, con tierras de labor limitadas y mínimos pastizales, ha permitido sin embargo garantizar la supervivencia de una comunidad cerrada de labradores independientes al menos desde época medieval.

En el barrio destaca por su gran volumen edificado y excelente construcción el caserío Omagoieazkoa: una granja unifamiliar de tres plantas que suman 1.100 metros cuadrados de superficie útil. Es un soberbio caserón de piedra con muros de mampostería y esquinazos de sillería, que lleva el trabajo de cantería a su máxima expresión de calidad en la ejecución de la fachada principal, en la que la planta baja se apareja con sillares de caliza gris abujardada y en las superiores este mismo material se alterna en el recerco de vanos con magníficas piezas de jaspe rosado procedentes de las vecinas canteras de Ereño.

La casa está dividida transversalmente en dos mitades por un sólido muro de carga que separa el área de vivienda de la zona trasera dedicada a establos y pajar. En este medianil se encastran cuatro pesebres dobles en arcosolio, situados simétricamente a los lados de un gran portón de dintel adovelado.

La estructura portante se completa con pies derechos superpuestos, coronados por zapatas, que reciben a las carreras del forjado y sobre los que descansan en última instancia las correas superiores de la armadura de cubierta y el tirante en el que se asienta el mozo de cumbrera. La techumbre tiene dos correas por faldón y las laterales descansan sobre caballos inclinados, que atan los pies derechos con las zapatas de coronación de muros. El tejado es de doble vertiente con cola de milano en el extremo posterior.

Omagoieazkoa lleva a sus últimas consecuencias las propuestas del tipo clásico vizcaíno de caserío barroco con soportal de arco, sin innovar, pese a lo tardío de su fecha de construcción y al obvio esfuerzo constructivo y de diseño implica el proyecto. Su apuesta se ciñe a una fórmula de probada eficacia, que él mejora en calidad de materiales y sobredimensionando los espacios, aunque manteniéndolos siempre bajo el control de las reglas de proporción geométrica.

La distribución de usos internos se ha alterado por obras recientes, potenciando los espacios residenciales en detrimento de las dependencias de carácter pecuario. Así, en la primera crujía se han tapiado los accesos a las estancias de almacenaje situadas a ambos lados del soportal y en la segunda se ha fraccionado el carrejo de vigilancia de los pesebres cediendo su amplitud a la nueva cocina; del mismo modo que un tercio de la cuadra se ha incorporado a la vivienda tras eliminarse los comederos del ganado de la mitad occidental.

El nivel de los forjados de la planta noble tiene su traducción en fachada en una imposta corrida de placa lisa y sobre él se subraya el prestigio del grupo familiar mediante un amplio balcón de forja sobre ménsulas de piedra, que servía originalmente a un salón central pero que hoy se reparte entre tres estancias independientes. La segunda crujía es un amplio distribuidor, espacioso y diáfano, en el que desembarcan las escaleras y al que se abre un arco rebajado de entrada al pajar, a través del medianil. La planta alta acoge un secadero y granero sin compartimentaciones internas, y de dimensiones tan generosas que parece poco probable que pudiera llenarse jamás con el trabajo de una sola familia.

Tipología e historia:

Aunque tipologicamente Omagoieazkoa se identifica con la inercia de los grandes caseríos barrocos con arcos, el maestro que proyectó la obra no pudo evitar delatar su pertenencia a otra época. Una placa de mármol rosa situada en la parte alta de la fachada conmemora la fecha de construcción: “POR JUAN DE OMAGOIAZKOA SE EDIFICO EN EL AÑO 1846”. Se trata por tanto de una interpretación neoclásica de las viejas pautas barrocas, pero que sabe incorporar una organización más racional de los sistemas constructivos, mejores y más ordenados espacios residenciales y mayor luminosidad en el interior de la vivienda, lograda mediante cinco ejes de ventanas de amplio tamaño. El apego por la tipología antigua no es tanto una señal de incapacidad o conservadurismo, como una apuesta por el prestigio de las formas más suntuosas conocidas en el entorno rural.

Nombre: Ormaetxe

Barrio: Aldebarrena

Municipio: Mañaria

Territorio: Bizkaia

Mapa: 87-II-A.

Descripción:

El conjunto de caseríos semidispersos que forman el barrio de Aldebarrena está situado a los pies de la arista del monte Mugarra, en el primer ensanchamiento espacioso que conoce el río Mañaria desde su nacimiento, justo donde sus aguas reciben la afluencia de un arroyo que desciende desde la casa torre de Etxaburu, dominadora de este paraje desde la Edad Media.

Brevemente distanciado del camino real, pero casi coetáneo de él en términos de antigüedad, se alza el caserío Ormaetxe, un monumental edificio de piedra de tres plantas y gran volumen compacto que se asienta en una parcela con leve pendiente lateral. Es una casa de planta casi cuadrada, de 80 por 70 pies castellanos en medidas de la época, lo que resulta una superficie construida de 475 metros cuadrados, que habría que multiplicar por tres pisos para obtener el total del espacio disponible para una sola familia de labradores.

La planta se ordena en cuatro crujías transversales y está dividida en dos mitades por un robusto muro cortafuegos que separa la cuadra posterior de la vivienda delantera. La estructura de soportes complementaria es de muros de carga en planta baja de la primera crujía y de pies derechos con tornapuntas superpuestos en el resto del edificio. Son estos los que soportan las correas centrales de la armadura de cubierta, mientras que las laterales descansan sobre caballos inclinados que se atirantan a los pies mediante ensamblajes de espiga y chaveta. La cumbrera, por su parte, es sostenida por pies derechos con jabalcones y tirantes oblicuos. Ormaetxe tiene tejado a dos aguas con cola de milano trasera.

La piedra caliza de las canteras vecinas es el material constructivo esencial de Ormaetxe. En forma de bolos de mampostería para los paramentos de muros, de sillería para los vanos y cadenas esquineras, y de piezas molduradas para el gran arco carpanel del soportal. Este arco, cuyos rasgos ornamentales se encuentran repetidos en varios caseríos de la zona, arranca de dos impostas talladas con lingotes y presenta todas su dovelas cajeadas y talladas con puntas de diamante, tanto en la rosca como en el intradós. Los otros vanos son de factura mucho más simple: sencillos huecos adintelados ordenados en cinco ejes, que por sus reducidas dimensiones se pierden en la inmensidad pétrea del plano de fachada. Destacan en este frontis los perrotes o ménsulas de piedra destinados a soportar una parra de txakoli que recientemente ha sido arrancada.

La distribución interna arranca del soportal, al que se abren dos puertas originales de paso al corredor de la cuadra y a un zaguán enlosado que conduce a la cocina vieja y a la salida lateral de la huerta. En el flanco opuesto de la casa las funciones se han duplicado, con una cocina mejor equipada, dos habitaciones delanteras y el tiro de escaleras domésticas.

En la planta primera los dormitorios se alinean en la crujía delantera para disfrutar del sol, situándose a ambos lados de una sala central con alcoba interior y balconcillo. En la segunda crujía se dispone un largo distribuidor iluminado lateralmente que ha sido fraccionado en dos tramos asimétricos. El gran pajar, que está situado al otro lado del cortafuegos, no tiene comunicación con esta planta, de modo que la zona ganadera de la casa resulta casi por completo segregada del área residencial. Este pajar es un espacio de doble altura en el que en caso de necesidad se pueden armar entrepisos de palos y tablas para el almacenaje de la hierba. En la mitad delantera, sin embargo, el desván, granero y secadero disponen de un buen suelo entarimado.

Tipología e historia:

Ormaetxe representa la tipología más tradicional y decantada de caserío del Duranguesado en los años finales del barroco, en torno a 1780, que es la fecha aproximada en la que fue erigido por su dueño Domingo Ormaechea: un labrador acomodado que también era propietario del caserío vecino, que explotaba en régimen de inquilinato. El modelo de casa de piedra con gran soportal en arco tenía por entonces un siglo de vida y los excelentes canteros de Mañaria lo reproducían con virtuosismo y asiduidad en versiones que apenas diferían entre sí, salvo por las dimensiones y número de vanos. Este de Ormaetxe es uno de los más maduros y de mayor tamaño de su generación.

Nombre: Ortilopitz

Municipio: Sara

Territorio: Lapurdi

Mapa: IGN

Descripción:

La cuenca de Sara es un territorio de suaves colinas cerrado al sur por las cumbres de Larrun y Aitxuria, y que se delimita al norte por un sistema de lomas de bosque y prado salpicadas de caseríos dispersos que forman el barrio de Helbarrun. Es precisamente en las laderas de Suhalmendi, en las proximidades del collado de San Ignacio, donde se encuentra el caserío Ortilopitz Gaina, uno de los más altos del pueblo, asentado en pendiente y con su fachada principal orientada al nacimiento del sol, dominando el valle.

La fundación es antigua y el caserío aun conserva restos elocuentes de su pasado, pero el edificio actual, que ha sido recientemente restaurado como museo de la casa rural vasca, es un representante magnífico y completo de la buena arquitectura labortana de los siglos barrocos.

Ortilopitz es un caserío de planta estrecha y alargada, dividido en dos crujías y con marcado desarrollo vertical. Está rodeado por sus campos de labor, con terrenos de huerta al pie de la fachada sur y con la entrada principal abierta a una era enlosada cerrada con cercas de piedra.

La construcción de Ortilopitz se vale de paramentos de mampostería revocada para los muros de carga, reforzados con sillería en los cantos del edificio, en los vanos de las fachadas laterales y en los espolones del frontis. En los pisos altos de la fachada y en los tabiques de modulación interior, sin embargo, el cerramiento es de entramado de madera formado solamente por tramones, sin piezas horizontales ni oblicuas.

En la estructura del edificio resulta fundamental el muro cortafuegos que divide longitudinalmente la casa en dos mitades asimétricas. A él y a los muros laterales se entregan cinco pares de vigas carreras que soportan los forjados de cada planta. Sin embargo la cubierta descansa sobre tres alineaciones de pies derechos con zapatas que sustentan la cumbrera y las dos correas de la armadura: largas piezas de roble empalmadas que sobrevuelan en volutas sobre la fachada sosteniendo un amplio alero.

La organización interna de Ortiliopitz obedece a un plan ordenado de notable eficacia funcional. En la planta baja se abre un soportal adintelado que ocupa la crujía norte, desde el que se accede por puertas independientes a una cuadra que se desarrolla en toda la mitad sur y a un pequeño zaguán desde el que pasar a la bodega inferior o ascender por la caja de escaleras, muy comodas y ordenadas en tiros de dirección alterna.

En la planta noble las dependencias familiares ocupan todo el flanco meridional, beneficiándose del calor que generan los establos situados bajo la tarima. En este cuerpo se dispone en fachada una amplia cocina con gran campana de chimenea de rincón, en cuyo interior se abre la boca de un horno de pan suspendido en el exterior de la vivienda sobre un pilar de obra. La fregadera con ventana, tradicional en el entorno del Bidasoa, aparece también empotrada en el muro, con repisas para cántaros y con piedra de colada a sus pies, ambas con desagües a través de la pared. Desde la cocina se accede a un pasillo interior con tres dormitorios independientes.

Compartiendo fachada y balcón corrido con la cocina se encuentra la sala de recibimiento, que durante algún tiempo ha sido utilizada como habitación autónoma del resto de la casa. Y tras las escaleras se disponen estancias que servían tanto como secaderos y almacenes, como de dormitorios auxiliares.

En el bajocubierta los dos tercios zagueros constituyen un espacio diáfano que sirve como pajar, favorecido por la ventilación permanente que proveen los grandes huecos dejados sin cerrar en el remate de los muros laterales.

Ortilopitz tiene también una tejavana trasera, coetánea del resto del edificio, que se comunica con la bodega por una pequeña ventanita, y en la que estuvo alojado un lagar de sidra de husillos múltiples y masera de piedra.

Tipología e historia:

El Ortilopitz actual fue construido durante la segunda mitad del siglo XVII, coincidiendo con una de las fases de mayor auge de la arquitectura rural labortana. De las varias tipologías de caserío que se desarrollaron en aquella época, Ortilopitz encaja entre las viviendas con espolón central de cantería y fachada entramada, propia de las explotaciones agrarias que practicaban una economía mixta aunque sin gran compromiso ganadero.

La restauración ha puesto al descubierto restos de vigas y piedras talladas que confirman la existencia de un caserío más antiguo –probablemente de la primera mitad del siglo XVI- construido en este mismo emplazamiento.

Nombre: Osingone

Municipio: Gaztelu

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 89-I-D.

Descripción:

La pequeña localidad de Gaztelu está situada en un valle colgado a 350 metros de altitud sobre la cuenca del río Araxes, en un paraje de media montaña, casi fronterizo con Navarra, pobre en agricultura pero con una larga tradición de explotación de recursos forestales y ganaderos que se remonta a la Edad Media. Los caseríos de Gaztelu forman una agrupación desordenada: dispersos, pero no aislados, buscando cada uno su pequeña eminencia del terreno o su rellano protegido en el que poder gozar de la máxima insolación y cultivar algunas parcelas de huerta o, en el pasado, de trigo, pero sin distanciarse entre sí, como ocurre habitualmente en las majadas pastoriles de las montañas vascas.

El caserío Osingone se construyó en una de estas parcelas llanas, en una vaguada de Gaztelu, en la que plantó su sólido volumen cúbico de piedra caliza del que resalta su silueta compacta y su marcado desarrollo vertical.

Es, en efecto, una casa de cuatro alturas jerarquizadas verticalmente, en la que la planta baja fue concebida para ser utilizada prioritariamente como establo de vacas y ovejas, la primera como residencia familiar, la segunda como pajar y el piso bajocubierta como espacioso granero y desván. Esta distribución ha sido completamente modificada en la actualidad, tras abandonarse la actividad agropecuaria y remodelarse su interior para alojar nuevas viviendas.

El gran caserón de Osigone se construye con paramentos exteriores de mampostería vista y piedra labrada en los esquinazos y la definición de vanos. Sus fachadas son lisas, excepto la zaguera, que dispone de dos añadidos externos al servicio de la primera y segunda planta. El frontis se compone en una rígida cuadrícula de tres ejes de huecos; los dos laterales eran simples ventanas cuadradas, mientras que en el central se abren un paso de acceso en arco de medio punto, sin soportal, y una antigua puerta de carga de pajar, a la que se accedía mediante cuerdas y poleas, en la planta segunda.

La estructura portante interior es de carpintería, formada por la superposición de dos parejas de pies derechos que sustentan las jácenas y carreras de los forjados y, en última instancia, las correas centrales de una armadura de cubierta a dos aguas. La armadura combina esta solución con los caballos o tirantes curvos para soportar la cumbrera y las correas laterales.

Con este sistema estructural de cargas puntuales las plantas aparecen limpias y diáfanas, sin otros elementos que condicionen su modulación y reparto que la presencia de la caja de escaleras, una pieza notable, de tiros alternos, que se ubica al fondo de la crujía central, contra el muro trasero. También en la zona posterior de la casa se dispone la cocina, en el ángulo noreste, con un horno de pan exterior, cuya cúpula de ladrillo aparece suspendida sobre un pilar de obra adosado al muro. Un añadido de factura más reciente a esta fachada zaguera es el puente de carga del pajar, una rampa montada sobre un gran arco de laja de medio punto que permite mantener libre el recorrido en torno al perímetro exterior de la vivienda.

Tipología e historia:

Osingone es un caserío de clara vocación ganadera construido a fines del siglo XVIII, y pese a estar situado en Gipuzkoa responde a un modelo tipológico que tiene su origen y máximo ámbito de difusión en el oeste de Navarra. Es un edificio de dimensiones ambiciosas, buenos materiales y notable esfuerzo constructivo, que por el orden y sobriedad de su composición sintoniza con los mejores principios del neoclasicismo en su vertiente rural.

La casa se había mantenido prácticamente sin cambios hasta la actualidad, salvo por el adosamiento del puente de carga trasero, que vino a sustituir al laborioso procedimiento de izar balas de hierba o paja desde el carro por la fachada principal. La reciente remodelación, sin

embargo, aun preservando los rasgos de identidad estructural de Osingone, ha alterado por completo los espacios originales.

Nombre: Oteiza Murueta

Barrio: Matiena

Municipio: Abadiño

Territorio: Bizkaia

Mapa: 62-IV-C.

Descripción:

La expansión urbana contemporánea ha acabado por unificar los arrabales de Durango con el barrio de Matiena, perteneciente a Abadiano, ocultando la imagen original de la vega del río Ibaizabal que antaño fue un ameno paraje de campos, huertas y pequeñas instalaciones artesanales movidas con la fuerza del agua. Los caseríos tradicionales nunca fueron demasiado abundantes en este entorno. En parte preferían las medias laderas como espacio más adecuado para desarrollar una economía mixta agropecuaria, pero lo cierto es que tampoco tuvieron nunca oportunidades de acceder a las ricas tierras bajas, que estaban dominadas por la pequeña aristocracia local.

La casa Oteiza Murueta gozaba de un emplazamiento privilegiado en un terreno llano de la ribera, al borde del camino y con buenas tierras en su entorno. Sin embargo, y a pesar de su apariencia, nunca fue un verdadero caserío. Aunque disponga de instalaciones de carácter pecuario y copie en su composición numerosos elementos propios de la casa rural, en realidad era un pequeño palacete vinculado a la administración de una ferrería y de otras casas menores en manos de labradores arrendatarios.

Su emplazamiento, casi urbano en la actualidad, ha provocado numerosos cambios en el interior de Oteiza Murueta, pero aun resultan legibles sus rasgos de identidad esenciales. Es un gran caserón de planta rectangular, más profundo que ancho; compacto, aunque con una cabaña auxiliar adosada a una de sus caras laterales; y estructurado verticalmente en dos alturas y amplia planta bajocubierta utilizable como almacén.

La construcción se ejecutó con muros de mampostería, con presencia de abundantes cantos rodados, pero reservando un protagonismo especial a las piezas de sillería arenisca labradas y molduradas para resaltar los vanos y esquinazos del edificio. En la fachada principal los materiales se jerarquizan en altura por peso y prestigio: mientras en la entrada y las estancias de la planta noble domina la presencia del sillar, en el bajocubierta el cierre es de entramado de madera cuajado de ladrillo visto, formando una cuadrícula regular que cruzan dos pares de largos tornapuntas.

El frontis está compuesto al modo barroco, realzando el valor simbólico del eje central, en el que se acumulan los elementos de mayor potencia visual. En la planta baja se abre un amplio soportal de dos arcos carpaneles que voltean sobre un pilar central, flanqueado por dos amplias ventanas adinteladas con guarnición de placas lisas quebradas en orejetas angulares. Este es el tratamiento plástico que reciben todos los huecos de importancia de la casa. En la planta principal hay un balconcillo central a ras de fachada en el centro, al servicio del salón familiar, lo mismo que las dos ventanas que lo flanquean, y sobre él, encastrado en el entramado superior, un gran escudo de armas.

En el proyecto original la planta baja alojaba la cuadra, un almacén y la cocina de la casa, mientras que en el primer piso el espacio aparecía dividido en dos mitades: la trasera para pajar y la delantera para cuatro habitaciones emparejadas a ambos lados del salón barroco. El bajocubierta es un espacio también tabicado por su mitad, con la zona delantera utilizada como granero y secadero y la zaguera como prolongación del henil. La estructura de Oteiza Murueta, que es de muros de carga en la planta inferior, se desarrolla con pies derechos en los pisos altos y soporta una armadura de correas a doble vertiente, con la cúspide trasera quebrada con cola de milano.

La casa siempre ha estado ocupada por inquilinos, ya fuesen estos administradores o labradores arrendatarios del dueño. Para ellos se reformó todo el ala oriental, encajando un cuerpo de escaleras de hormigón y dependencias modernas.

Tipología e historia: Tipologicamente Oteiza Murueta es un híbrido de caserío tradicional de tipo durangués y palacio barroco. Del primero toma las dependencias de estabulación y almacenaje, así como elementos tan significativos de la fachada como el soportal de doble arcada o el remate del piñón con entramado de madera. De la arquitectura aristocrática recibe la concepción de su gran volumen vertical, inhabitual entre las granjas de la región, así como el desarrollo de la sala central y los elementos ornamentales que enriquecen las fachadas, incluyendo entre ellos el blasón del linaje.

Los documentos del siglo XVIII, en cuya primera mitad se construyó el edificio, se refieren a él como” Murueta Mayor” o” Murueta Palacio”, destacando que no se trataba de un caserío convencional. Integrado, junto con la ferrería, en el patrimonio de la familia Maguna, este lo transmitió por herencia al marquesado de Ampuero a fines del mismo siglo XVIII, y en él ha permanecido hasta la actualidad.

Nombre: Oxangoiti

Barrio: Garaioltza

Municipio: Lezama

Territorio: Bizkaia

Mapa: 62-I-C.

Descripción:

El valle superior del río Asua discurre entre dos cordales montañosos paralelos y de baja altitud, el Ganguren y el Gaztelumendi, formando una cubeta de riberas bajas, neblinosa, frecuentemente encharcada y fácilmente inundable. Por este motivo muchos asentamientos antiguos han preferido alejarse del curso fluvial y buscar una ubicación seca y soleada en las primeras lomas del entorno. El arranque de la colina de Iruregi ofrece unas condiciones óptimas para este propósito, y en él creció el barrio de Garaioltza, formado por caseríos diseminados que ocasionalmente forman pequeñas agrupaciones en torno a una casa matriz, más antigua que las demás. Este es el caso del núcleo de Oxangoiti, donde hubo un Oxangoiti Zar, “el Viejo”, y fueron surgiendo otras granjas que completaban su nombre con la posición topográfica que ocupaban respecto a la casa fundacional.

El caserío Oxangoiti tiene una complicada biografía constructiva, representativa de los diferentes cambios que han afectado a muchos caseríos antiguos supervivientes en un entorno social en transformación. Nació como explotación agropecuaria unifamiliar promovida por un labrador independiente, fue abandonada por su dueño en manos de campesinos arrendatarios y finalmente vio como se desechaban los trabajos del campo para segregarse interiormente en tres viviendas autónomas; todo ello sin grandes alteraciones externas del contenedor arquitectónico.

El proyecto original definió un edificio de planta rectangular dividido transversalmente por un muro cortafuegos que separaba la zona delantera, habitable, de la trasera, dedicada a estabular el ganado. Los muros perimetrales son de mampostería descarnada, salvo los refuerzos esquineros y algunos cercos de vanos, que son de sillería arenisca. La diferenciación de materiales constructivos resulta más compleja en la fachada principal, en la que la planta baja se apareja en piedra y la superior en entramado de madera cuajado de ladrillo a cara vista, con una imposta moldurada separando ambos niveles y con una clara diferencia entre el flanco oriental de gruesos sillares y el occidental, de simples mampuestos.

La estructura fundacional estaba definida por dos alineaciones de postes enterizos que definían una ancha crujía central y dos laterales más estrechas. A estos postes se entregaban jácenas y carreras laterales para formar los forjados, y sobre sus testas descansaba una armadura de corte clásico vizcaíno: con correa y contracorrea que encepan entre ambas una densa alineación de tirantes sobre los que se apoyan los mozos de soporte de la cumbrera. En la actualidad esta armadura simple a dos aguas se completa con una cola de milano en el extremo zaguero.

La distribución funcional de Oxangoiti parte de una distinción básica: la planta baja es para los seres vivos, personas o animales, y sobre las cabezas de ambos grupos –separados por el cortafuegos- deben de almacenarse sus respectivas reservas de alimentos. Aun cuando éste no sea el actual principio de reparto de usos, aun puede leerse en los muros del caserío. La planta baja esta presidida por un amplio soportal en el que la carrera que actúa como dintel descansa en jambas con ménsulas molduradas y se auxilia con una columna toscana de arenisca, a modo de parteluz. Rodeando a este espacio estaban la primitiva cocina y las habitaciones familiares. Sobre el portal están los restos del viejo granero con mamparos de tabicaje machihembrado, que probablemente también se cerraba con tablas en la fachada principal. A sus lados se dispondrían los secaderos ocasionalmente utilizables como cuartos de verano.

La división actual de Oxangoiti ha permitido que una sola vivienda ocupe toda la mitad oriental del caserío, con cuadra en planta baja y su estructura original aun reconocible. La mitad

occidental, por el contrario, está ocupada por dos viviendas separadas por el cortafuegos que se desarrollan aprovechando las dos alturas del edificio.

Tipología e historia:

El volumen básico de Oxangoiti, al igual que su estructura de postes, la armadura y los restos de tabicajes de tablazón pertenecen a un caserío renacentista vizcaíno con soportal, edificado a mediados del siglo XVI. Un pequeño escudo de armas reutilizado sobre una de las ventanas de fachada tiene el mismo origen y cronología. La primera gran reforma de la casa tuvo lugar poco antes del año 1700 y significó el replanteamiento general de la fachada y una readecuación de usos: Se eliminaron los cerramientos de tabla, que fueron sustituidos por ladrillo, se rehizo el soportal, sin postes y con columna de piedra, y se habilitaron dormitorios en la planta primera, que tras las obras quedaba más aislada.

Durante el siglo XVIII los Ugarte, propietarios de Oxangoiti, ya no vivían en la casa sino que cobraban las rentas de su explotación cómodamente instalados en la ciudad de Bilbao. Finalmente, tras tres siglos de arrendamiento, el caserío fue vendido y sometido a una completa remodelación interna por sus recientes ocupantes.

Nombre: ARNAGA DE PALAZIO (IURRETA) 62-IV-C.

Barrio:

Municipio:

Territorio:

Mapa:

Descripción: NO PUBLICAR

Tipología e historia: Arnaga de hacia 1690 reutilizada como humilde caserío desde el siglo XIX para una familia de inquilinos, conserva la planta baja de cuadra-redil en piedra y la planta primera, convertida en habitaciones cerrada con entramado de ladrillo, con las viguetas placadas y todo raseado.

Nombre: Sorarrain

Municipio: Larraul

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-III-C.

Descripción:

El arroyo de Usarrabi mana de las campas de Zelatun, al pie de las paredes septentrionales del Monte Ernio y forma un valle estrecho y oscuro de laderas muy pendientes, sin fondo de vega en el que sean posibles los asentamientos agrícolas. Sin embargo, en su parte inferior, aprovechando mínimos rellanos en la falda solana de la montaña, se asentó desde la Edad Media un conjunto de caseríos muy diseminados que se conocen con el nombre colectivo de Sorarrain. La ganadería, practicada con éxito en los frescos pastos de Sagain, y las actividades madereras vinculadas al abastecimiento de la ferrería de Ibeltz y otras instalaciones del entorno proporcionaron ingresos suplementarios para sus subsistencia, completando lo que el campo les negaba.

No todos lo caseríos de Sorarrain sobrevivieron, pero el que antaño se conoció como Usandizaga y hoy se ha apropiado del nombre genérico de toda la barriada es todavía un excelente edificio que sorprende encontrar en tan recóndita ubicación.

Sorarrain es un gran caserío de planta cuadrada, construido en pendiente y con una marcada diferencia de cota de cimentación entre su fachada delantera, que mira al valle, y la trasera, que aparece semienterrada en la ladera. Se cubre a dos aguas, con la línea de cumbrera perpendicular a las curvas de nivel, y aunque dispone de acceso practicable en el frontis, sobre una terraza moderna, lo cierto es que sus entradas históricas están situadas en una cara lateral.

La casa consta de planta baja utilizada como cuadra y taller, primera con usos de vivienda y pajar, y un amplio espacio bajocubierta con funciones múltiples de granero, secadero, desván y almacén. Los muros son de mampostería enfoscada, con sectores de grandes bolos en la zona posterior y paramentos de piezas menudas en la delantera; todo ello combinado con la sillería arenisca tradicional de esquinazos y cerco de vanos.

La fachada delantera, sin embargo, presenta un gran alzado de entramado con la estructura vista, definido por cuatro grandes árboles con tornapuntas, que soportan las carreras de los forjados y las correas de la cubierta. La malla está formada por tramones verticales, sin puentes ni piezas oblicuas, y las entrecalles son utilizadas en el bajocubierta para la apertura de huecos de ventilación. Sin embargo, las ventanas de la planta noble, más amplias y recientes, no se ajustan al ritmo del entramado.

La estructura de Sorarrain se organiza en cuatro crujías transversales al eje del edificio. Toda la crujía delantera es un añadido que se comporta de manera autónoma respecto al resto del caserío, del que está separada en planta baja por un sólido muro de carga. Es la zona habitable, con espacios de carpintería, cocina y dormitorio en la planta baja, y con habitaciones y comedor familiar en la planta principal, alineados en fachada y conectados por un largo pasillo interior. Un portón en gran arco rebajado, abierto en la cara occidental del caserío, es la entrada natural a esta crujía.

El cuerpo formado por las tres crujías traseras se dedica exclusivamente a usos pecuarios, con amplios establos inferiores y un espacioso pajar en el primer piso. El acceso histórico se realiza por una puerta de arco de medio punto, con la rosca dovelada y la arista nacelada, que se abre en la crujía más alta. En el interior no hay diferencias en lo que se refiere a la estructura de carpintería de ambas secciones del caserío, formada por pies derechos superpuestos, con brazos para soportar las carreras de los forjados y ordenados para recibir las correas de la armadura.

Tipología e historia:

Sorarrain es un caserío que ha tenido al menos dos vidas. Sin tomar en consideración que probablemente se trata de una fundación medieval, las tres crujías traseras del edificio pertenecen

a un caserío lagar de tipo guipuzcoano, que debió de construirse durante el segundo cuarto del siglo XVI. Aquella casa, que colmataba todo el espacio llano disponible, resultaría incómoda para sus ocupantes, propietarios libres con iniciativa y recursos suficientes para acometer una gran reforma.

Las limitaciones del espacio residencial fueron solucionadas hacia 1700 con una ampliación que tuvo que acometer el desmonte y cimentación del escarpe situado delante de la vivienda y que permitió añadir todo el cuerpo de vivienda actual. Es muy probable que la decisión de realizar la ampliación surgiese en circunstancias dramáticas, tras un incendio o derrumbe fortuito, ya que contra lo que suele ser habitual apenas llegaron a reutilizarse los materiales de carpintería de la casa vieja. Toda la estructura tuvo que rehacerse y el edificio adquirió un carácter unitario. Además de mejorar las comodidades de la familia debe resaltarse que la obra permitió, ante todo, reafirmar la histórica vocación ganadera de Sorarrain, dotado ahora de una cuadra de más de 270 metros cuadrados que no debía compartir con la vivienda.

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Nombre: Sorregieta

Municipio: Elduain

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 89-II-A.

Descripción: Es un edificio de planta casi cuadrada, ligeramente más ancho que profundo, con una organización estructural en tres crujías y una distribución en altura consistente en planta baja, primera y bajocubierta utilizable en la crujía central.

Tipología e historia: Aunque tiene reputación de torre, nunca lo ha sido, y sí un gran caserío o caserón de notable rural con claras prestaciones agropecuarias. La caja básica del edificio es renacentista, de hacia 1540, y de esta época son tanto la bodega, como la base de los muros y los accesos en arco de medio punto situados a diversas alturas. Sin embargo el resto del edifico es fruto de una intervención barroca de la primera mitad del siglo XVIII, que produce una estructura en jaula para una gran cubierta a cuatro vertientes, y diferencia las distintas fachadas, manteniendo entramados en la delantera. Se vuelve a intervenir hacia 1800, aunque a escala menor.

Nombre: Telletxe Zahar

Barrio: Zalain

Municipio: Lesaka

Territorio: Navarra

Mapa: IGN

Descripción:

El barrio de Zalain pertenece al término de Lesaka, pero se encuentra lejos de su casco urbano, asentado sobre la misma orilla del río Bidasoa en el área de influencia de Vera. Ocupa el último tramo de ribera llana antes de que las aguas se adentren en el angosto paso de Endarlatza y son precisamente esas características las que han atraido a este lugar grandes naves industriales que se han asentado en las tierras de labor de viejos caseríos como Telletxe Zahar.

Telletxe es una casa de planta rectangular con mayor desarrollo en profundidad que en anchura, construida con paramentos de mampostería revocada que se refuerzan con sillería arenisca en los esquinazos y en las piezas de definición de vanos. La naturaleza del aparejo es distinta en la fachada principal, donde los materiales se ordenan en altura por peso y calidad, limitándose la piedra a la planta baja y cerrándose los pisos superiores con entramados: enfoscados los de la planta principal y cuajados de ladrillo a cara vista los del bajocubierta.

La estructura de Telletxe se ordena en tres crujías longitudinales simétricas divididas en cinco tramos, con mayor desarrollo en anchura de la crujía central. En la planta baja la estructura vertical es de muros de carga completados con dos pilares exentos en la zona trasera de la cuadra, pero en los niveles superiores los elementos portantes son postes de roble auxiliados por tornapuntas y zapatas, que reciben las carreras de los forjados y las correas de la armadura de cubierta. Las piezas que forman el pórtico central son de superior escuadría que las de las crujías laterales, lo que provoca que en la planta superior no coincidan los niveles entre las naves.

En la actualidad toda la planta baja de Telletxe está comprometida con usos de carácter pecuario. En el centro de la fachada se abre un amplio soportal adintelado flanqueado por dos largas estancias utilizadas como corrales y almacenes, aunque es probable que en el origen hayan compartido funciones de bodega y cocina. Desde el portal se pasa por puertas independientes al corredor de la cuadra y al vestíbulo de escaleras de la vivienda. Toda la planta inferior dispone de aspilleras de ventilación, aunque las de fachada tienen huecos biselados más cultos que el resto del edificio.

En la planta principal las habitaciones se sitúan alineadas en las crujías perimetrales, extendiéndose a lo largo de la fachada delantera y la oriental, con un balcón de madera que afecta sólo al tramo central. En esta planta, encajado al fondo de la vivienda, se encontraba el lagar de sidra, que dispone de un acceso auxiliar en la fachada zaguera al que se asciende por un patín.

El bajocubierta es una plana sin tabicajes de modulación, un almacén de todo tipo de productos que combina las funciones de pajar, granero, desván y secadero de la casa. La ventilación permanente está garantizada por varias series de ventanitas triangulares de ladrillo, que completan a las ventanas y puertas delanteras que se abren a un balcón, utilizado también como secadero.

Tipología e historia:

Telletxe Zahar es un caserío que fue construido durante la primera mitad del siglo XVII y en el que se conjugan dos tradiciones tipológicas diferentes. Por su estructura vertical formada por grandes pórticos centrales que montan sobre muros de carga puede considerarse una versión tardía del modelo básico labortano que en el siglo XVI se difundió también por las Cinco Villas y el Baztán, pero sin embargo el planteamiento de fachada es más moderno y responde a las innovaciones de los primeros caseríos barrocos con soportal central y frentes de entramado.

La casa ha sido sometida a una rehabilitación integral reciente, que ha afectado a sus equipamientos, soleras, tratamiento de fachada, nuevos balcones e incluso a la aparición de una terraza trasera de hormigón, pero las características fundamentales del edificio histórico están todavía intactas.

Nombre: Torre Sagasti

Barrio: Markina

Municipio: Markina

Territorio: Araba

Mapa: 112-I-A.

Descripción:

La localidad alavesa de Markina está situada en la vertiente meridional del Gorbea, justo en el punto donde la pendiente de la montaña se remansa en un llano de altura regado por el arroyo Ugalde. Los caseríos se asientan de manera espontánea, sin formar un núcleo definido, aunque aceptado el eje de alineación marcado por el riachuelo y el camino que recorre sus riberas.

La vivienda más antigua del pueblo es Torre Sagasti que, a pesar de su nombre, no tiene ningún rasgo que pueda identificarse con una torre de linaje o un edificio defensivo medieval. Por el contrario, Torre Sagasti ha sido utilizado como sede de una explotación agropecuaria hasta época reciente, y aunque es posible que en el momento de su construcción destacase por su superior calidad entre las granjas del entorno, también es verdad que su opción fue siempre la de una arquitectura residencial y productiva vinculada a la labranza.

Es un caserío de dimensiones reducidas y planta irregular. Tiene un núcleo gótico de planta trapezoidal con su eje mayor orientado en sentido Este-Oeste, al que se unen dos cuerpos adosados: una cabaña auxiliar que prolonga el faldón de la cubierta y el plano de la fachada principal hacia el Este y un almacén abierto de dos plantas ortogonal al eje de la casa, enlazado con el muro posterior y desarrollado hacia en Oeste.

La casa principal se construyó con muros de mampostería rejunteada a boca de paleta con abundante argamasa y reforzada con piezas de buena sillería en los vanos de fachada y en los esquinales. Sólo en el piñón del frontis la fábrica es de entramado cuajado de ladrillo, retranqueado respecto al plano del muro.

La estructura interior está muy alterada por sucesivas intervenciones y cambios de uso, pero comparte la presencia de muros de carga en planta baja en la mitad delantera, con tres postes alineados en la zona trasera.

La distribución funcional de Torre Sagasti delata una preferencia por los espacios de uso ganadero frente a los de tipo agrícola o estrictamente residencial. Los establos se disponen en forma de L ocupando toda la zona trasera de la casa y el lateral oriental, contando con un acceso propio en la fachada delantera, además de un paso de conexión con el pajar adosado posterior. En el espacio restante se ubican un zaguán distribuidor, un espacio de almacenaje y una cocina interior que incluye una dependencia contigua de recocina con horno. Los dormitorios, por su parte, se disponen en un lateral de la planta primera, como alcobas conectadas con una sala central, mientras que todo la zona trasera se dedica a pajar. Sobre la sala hay un rellano situado bajo la cumbrera, que se utiliza como secadero de la cosecha.

La fachada principal se compone al modo tradicional de las casas rurales de época renacentista alavesas, con una asociación de elementos de prestigio alineados en el eje de simetría de la misma: un gran arco ojival de largas dovelas, con un escudo coriáceo sobre el ápice y una ventana cuadrada con alfeizar moldurado rematando el conjunto. En la planta baja se abre también el paso a la cuadra, un simple portón moderno; mientras que en el piso noble dos ventanas adinteladas, muy abocinadas hacia el interior, flanquean al hueco principal.

Tipología e historia:

El arco gótico de entrada a Torre Sagasti, que podría ser el único elemento que avalase su antigua condición de torre, es un paso construido en torno al año 1500 y tanto por su amplio tamaño, como por su ubicación a ras del suelo y por la potencia del muro en que se inscribe

desmiente esa posibilidad. Torre Sagasti fue un caserío tardogótico de piedra que conoció una importante reforma en una etapa temprana de su vida. El blasón armero, con las armas de los Zarate, con quienes esta casa estuvo emparentada, fue añadido al igual que las ventanas que mejoraron las comodidades residenciales de la planta alta a fines del siglo XVI.

Con el paso del tiempo el interior se fue degradando sin reformas y ya en el siglo XIX se optó por concentrar todos los esfuerzos en habilitar una explotación ganadera viable, sin mejorar las dependencias familiares. Para ello se edificaron la cabaña y el pajar adosados y se abrió la nueva puerta de cuadra delantera.

Nombre: Txirrita

Municipio: Renteria

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-II-B

Descripción:

La casa Txirrita se alza en un falso llano abalconado de media ladera, en la periferia inmediata del casco histórico de Renteria, pero ya en área rural. Es un hombro herboso y aislado, situado en las estribaciones del monte San Marcos y definido por la confluencia de los arroyos Saguane y Monontxo.

Este caserío es un edificio pequeño y compacto de planta rectangular, con dos alturas y bajocubierta suficientemente holgado como para ser utilizado de granero y desván. Los paramentos de fachada son de entramado cuajado de ladrillo raseado pero hay un uso generoso de la sillería labrada que parece en todos los vanos de la planta baja, así como en los dos espolones laterales que enmarcan la fachada principal. Los muros perimetrales del edificio se completan con mampostería revocada, salvo las cadenas esquineras.

La estructura soportante de carpintería se ordena en tres crujías longitudinales, definidas por alineaciones de pies derechos superpuestos y restos de algunos postes primitivos que mediante ensamblajes en quijera y tornapuntas con uniones de golondrina sostienen las carreras de los forjados y la armadura de cubierta. Esta armadura fue inicialmente de dos correas, pero tras sufrir un incendio se suplemento con una sencilla cercha triangulada con pendolón central.

La casa se encuentra actualmente en proceso de reforma y reorganización de sus dependencias interiores, pero en el proyecto original dedicaba la práctica totalidad de la planta baja a funciones agropecuarias y concentraba en la mitad delantera de la planta superior los usos residenciales. La pendiente en la que está construida Txirrita condiciona mucho los aprovechamientos del espacio, y provoca que la zona trasera aparezca semienterrada en la ladera y que el acceso situado en la cara posterior se encuentre casi a nivel con el pajar de la primera planta. En este área casi oculta de la casa debió estar instalado el primitivo lagar de la vivienda: un mecanismo con palanca de viga, pero de dimensiones reducidas, que ocupaba una sola crujía, como era frecuente en muchas viviendas antiguas situadas entre las cuencas del Urumea y el Bidasoa.

La fachada principal de Txirrita tiene planta baja de piedra, en la que se abren un acceso en arco de medio punto adovelado y una ventana de iluminación del zaguán, también con arco. Este tipo de huecos renacentistas trabajados en buena piedra labrada a picón se extienden a la pequeña puerta de lagar situada en la fachada trasera y a un amplio paso lateral de entrada a la cuadra y bodega. La entrada noble aparece protegida de la lluvia y el viento por las antas laterales y por el vuelo de un amplio balcón que cruza toda la anchura de la fachada, con el empalme de su carrera aliviado por un pie derecho con jabalcones.

En los pisos superiores los vanos se abren ordenadamente en el entramado, aunque sin ajustarse a las entrecalles de los tramones verticales. El bajocubierta se cierra también con este tipo de estructuras ligeras, con plementería de ladrillo en la que se abren ventanas regulares en la crujía central y pequeños huecos triangulares de ventilación en las laterales.

Tipología e historia: Aunque Txirrita es un caserío antiguo y de buena construcción, nunca tuvo consideración de casa solariega y tradicionalmente se explotó en régimen de colonato. Su construcción actual data de la segunda mitad del siglo XVI, y aunque de manera genérica pueda clasificarse entre las diversas familias de caseríos de entramado con espolones, presenta rasgos de especificidad puramente comarcales, propios de la zona de transición entre los valles navarros, la zona de influencia labortana y el caserío tradicional guipuzcoano, que a partir de la ribera derecha del Urumea adquiere una personalidad diferente. Además del incendio reseñado, que ha dejado huellas en la viguería, y de las obras de remodelación actuales, Txirrita tuvo una importante intervención a fines del siglo XVII, en la que perdió en lagar de viga y en la que se

remodeló en entramado de fachada, al tiempo que se mejoraban las condiciones de habitabilidad de la primera planta.

Nombre: Ugarte

Barrio: Beko Ballara

Municipio: Asteasu

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 64-III-D.

Descripción:

Todo el valle de Asteasu está salpicado por un poblamiento disperso de caseríos que se escalonan en altura desde el fondo de la vega fluvial hasta una franja de terreno que nunca supera los 350 metros de altitud respecto al río. Las laderas y rellanos intermedios son los emplazamientos preferidos, pero aquí no faltan las antiguas fundaciones de granjas situadas a poca distancia de la ribera.

Ugarte es uno de los caseríos más bajos de la zona, aunque mantiene un alejamiento prudencial respecto a las ocasionales avenidas del río, situándose en un ribazo próximo y seco, de espaldas al valle. Ante su fachada discurre el arroyo Ugarte y esta posición topográfica debió ser la causa del nombre que ostenta, que significa precisamente “Entre aguas”.

Ugarte es en la actualidad un caserío de planta casi cuadrada, aunque ésta es el resultado de la ampliación histórica de un edificio más reducido que aun se conserva prácticamente íntegro en el interior. La estructura de soportes está organizada en cinco crujías longitudinales y cuatro transversales, pero tanto la delantera como la del flanco oriental son añadidos perfectamente separables del núcleo primitivo. La misma ley se puede aplicar al alzado de Ugarte: hoy en día se ordena en planta baja, primera y camarote bajocubierta, pero en el proyecto fundacional disponía tan solo de dos alturas útiles.

La estructura de la casa antigua está formada por grandes postes enterizos ordenados en cuadrícula, con dos pares de bernias situadas a eje con la línea de la cumbrera. Las bernias tienen perforaciones circulares para las llaves y están unidas entre sí por yugos de madera. Sin embargo tanto estas piezas, como los otros postes se quedan cortos, sin llegar a contactar directamente con las correas o la viga cimera de la cubierta; ha sido necesario que se les agreguen enanos y tornapuntas para resolver el peralte de la nueva armadura, más elevada y de diseño más simple que la original. Resulta curioso descubrir que uno de estos jabalcones es en realidad un fragmento reaprovechado del gran tornillo de madera que accionaba la prensa de sidra.

El caserío Ugarte está construido con muros de mampostería, reforzada con sillares esquineros y con piezas de piedra labrada en los vanos principales, que son todos adintelados. Sólo los pisos superiores de la fachada delantera se cierran con entramado, con dos postes principales para las correas y una buztarda, o pie derecho en horquilla invertida, para sostener la cumbrera.

El volumen de Ugarte es asimétrico, debido a la crujía lateral adosada, que se utiliza como almacén complementario de la casa y para acoger a la nueva cocina. También la entrada principal está descentrada y carece de relieve. La planta baja se utiliza en casi toda su extensión como cuadra, con un breve ámbito empleado en dar acceso a la vivienda, mediante un vestíbulo, un distribuidor interior para los establos y las distintas escaleras de comunicación interior.

La crujía delantera ha acogido en su planta superior las habitaciones familiares, permitiendo el abandono de otros dormitorios interiores y sin luz que hoy se consideran unidos al pajar, como secaderos y lugares de almacenaje. La masera del lagar conserva tan solo las vigas soportantes, pero no la bandeja de prensado, que tan sólo sirve en la actualidad como pajar. En los tabicajes interiores de este espacio aun perviven muchos mamparos de tablazón. Una rampa exterior permite el acceso directo a este espacio trasero del caserío, más amplio de lo habitual porque en Ugarte existía desde su origen una crujía de almacenaje situada detrás de la gran prensa de manzanas.

Tipología e historia:

La visión exterior del caserío Ugarte, transformada y anodina, no permite sospechar que este edificio es en realidad un magnífico caserío lagar construido durante la primera mitad del siglo XVI. La propia utilización extensiva de la planta baja como cuadra –en la actualidad- también resulta engañosa respecto a la verdadera dedicación de sus ocupantes en la época fundacional. Los promotores de la construcción de esta casa fueron Juan y Domingo Ugarte y por lo que se conoce de ellos desarrollaban una economía mixta en la que junto a la explotación de las tierras bajas con cultivos de huerta, manzanales y campos de cereal, se hallaban implicados en la próspera actividad ferrona del valle, trabajando como arrendatarios de la vecina ferrería de Urzelaieta, situada en Sorabilla. Su hija María Miguel heredó la casa pero no el oficio complementario de sus antepasados y fue a partir de los años finales del siglo XVI cuando Ugarte tuvo que esforzarse en rendir como caserío agrícola.

Tras años de decadencia el caserío fue radicalmente transformado poco antes del año 1700, buscando un reforzamiento de sus instalaciones agropecuarias. Fue entonces cuando se levantó la cubierta para ampliar los espacios de almacenaje y se agregaron las nuevas crujías para desahogar la planta baja de modo que pudiera admitir más cabezas de ganado, al tiempo que se garantizaba a los moradores unas habitaciones más amplias y confortables.

Nombre: Ugarte Zahar

Barrio: Elizalde

Municipio: Zegama

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 113-II-A.

Descripción:

La población de Zegama está situada en la cabecera del río Oria, al pie de la sierra de Aizkorri, en un valle húmedo y sombrío que sin embargo ha tenido una importancia estratégica de primer orden en la red de comunicaciones entre los distintos territorios del País Vasco. Durante siglos discurrió por este paraje el camino real que unía Alava con Gipuzkoa, siguiendo un itinerario antiguo que se reactivó a partir del siglo XIII y que alcanzaba en el túnel de San Adrián un paso legendario para los viajeros procedentes de Europa o de Castilla.

La casa Ugarte Zahar está situada junto al río, al borde de ese camino, y ofrecía su cara principal a las recuas y caminantes procedentes del Sur. Desde el siglo XVI era la primera casa guipuzcoana que encontraban después de completar el durísimo descenso de la montaña. Este hecho es determinante en la configuración de Ugarte, que nunca pretendió ser un verdadero caserío familiar con dedicación agropecuaria, sino una pequeña casa solariega que vivía del tráfico de hombres y mercancías ante sus puertas.

El edificio ha sufrido importantes modificaciones históricas y se encuentra en estado de suma decadencia, pero aun permite adivinar que el proyecto original, a pesar de sus modestas dimensiones, entrañaba un esfuerzo de construcción y diseño que le diferenciaba de las viviendas de los labradores locales. Es una casa de planta estrecha y muy alargada, a la que se ha adosado modernamente una construcción auxiliar más baja en una de las caras laterales. Se ordena interiormente en dos largas crujías y tiene un desarrollo vertical de planta baja, primera y camarote bajocubierta. La estructura portante de planta baja es de muros de carga y en las superiores de pies derechos que sustentan una cubierta de correas a doble vertiente.

La construcción es de mampostería, con restos de grandes bolos de aparejo tardogótico en los niveles inferiores de los muros y piezas menudas y desordenadas en las zonas altas. Sin embargo los vanos originales de la planta inferior están labrados en buena sillería arenisca de excelente corte y asentamiento. El acceso es un elemento singular consistente en dos arcos de medio punto enlazados, que tienen distinta luz pero comparten el salmer de la rosca. Una de las puertas es sumamente estrecha, tan solo apta para el paso de personas a una bodega o almacén, mientras que la otra es suficientemente espaciosa para un acceso público, aunque no para cabalgaduras. El espacio al que conduce esta última debió de ser un vestíbulo con cocina abierta y tiene en su fachada al río un rico vano geminado de asiento, con huecos ojivales, hoy tapiado y oculto bajo la escalera.

Los espacios traseros de la casa sirvieron de caballerizas, tanto para el dueño de Ugarte como para los transeúntes que se beneficiasen de su hospitalidad, mientras que la verdadera vivienda estaba situada en la mitad delantera de la planta primera. La trasera, como es habitual, se utilizaría como pajar. El bajocubierta es un espacio completamente diáfano, con vocación de secadero, granero y desván, aunque muy deteriorado.

Tipología e historia:

La construcción de Ugarte Zahar debe de situarse plausiblemente en los años treinta del siglo XVI y goza desde entonces de una identidad ambigua. Su condición de casa solar está reconocida por la documentación histórica, e incluso se la ha calificado de casa torre sin que tenga ningún atributo defensivo o consistencia constructiva suficiente que permita justificar tal posibilidad. Es un caserón con pequeñas ambiciones señoriales que decayó en caserío muy pronto, y en instalación de apoyo a los viajeros que utilizaban el camino de San Adrián. Tanto la cubierta como la distribución de vanos y funciones fueron profundamente transformados a

comienzos del siglo XIX y posteriormente intervenidos a mediados del siglo XX, una generación antes de caer en su postración actual.

Nombre: Undajauregi

Barrio: Ibarruri

Municipio: Muxika

Territorio: Bizkaia

Mapa: 62-IV-A.

Descripción:

El barrio de Unda es un pequeño conjunto de caseríos muy próximos entre sí que ocupan un rellano despejado a media ladera en un paraje solitario y apartado, alejado de cualquier centro de población aunque equidistante del valle del Ibaizabal y de la ría de Urdaibai. Es un asentamiento de origen medieval rodeado de terrenos de fuerte pendiente, que ofrece pocas facilidades a la labranza, pero que no carece de buenos aprovechamientos forestales ni de accesos a las zonas de pasto de altura. Sorprendentemente todos los caseríos aquí instalados son edificios de grandes dimensiones y de buena construcción, ejecutados con un nivel de calidad superior a la media de las granjas vascas.

Undajauregi es un ejemplo de la elevada estatura que lograron alcanzar los mejores caseríos vizcaínos de la primera generación del siglo XVI. Ha sufrido dos intervenciones de gran trascendencia a lo largo de su vida, pero aun mantiene los rasgos esenciales del proyecto inicial así como elementos muy elocuentes de sus posteriores etapas de vida.

La obra de Undajauregi fue realizada por profesionales de la arquitectura. Fueron ellos quienes trazaron su planta rectangular utilizando la proporción 4:3 para decidir las dimensiones de los lados, basándose en la receta del viejo triángulo egipcio, tan fácil de trazar con una cuerda de doce nudos, y tan del gusto, por ese motivo, de muchos maestros constructores góticos. Esta planta está definida por gruesos muros perimetrales de aparejo gótico y dividida transversalmente en dos mitades por un sólido medianil cortafuegos que ha sido puesto a prueba en un incendio reciente. Por lo que se refiere a los materiales constructivos, en el frontis se percibe un cambio de obra importante, que afecta al tramo central del mismo, ejecutado en buena sillería arenisca, a diferencia de los cuerpos laterales, más pobres.

El medianil separa la zona residencial delantera del sector trasero que se dedica a cuadra y pajar, en plantas superpuestas. Es la zona posterior la que ha tenido que ser reconstruida tras el fuego, perdiendo en la operación toda su estructura de soportes originales. En la mitad meridional, sin embargo, aun subsisten los postes enterizos de un esqueleto de madera ordenado en tres crujías, con la central más ancha que las dos laterales, y una armadura de cubierta con correas y contracorreas rigidizada con numerosos tirantes.

El caserío tiene sólo dos alturas, que en la actualidad diferencian entre los ambientes de vida diurna y los de descanso nocturno, pero que en plan inicial debieron de tener diferente contenido. En el centro de la fachada se abre un soportal de dos arcos muy rebajados separados por un pilar, sin embargo el pórtico antiguo debió de ser adintelado con una gran viga carrera y estaría ligeramente retranqueado respecto al plano de los cuerpos laterales, enmarcado además por los dos postes delanteros de la estructura. A sus lados se encuentran hoy la cocina y un almacén y al fondo un vestíbulo distribuidor separado del corredor de paso a la cuadra.

En la planta noble todo el tramo central está ocupado por una segunda cocina flanqueada por tres pares de dormitorios alineados en las crujías laterales. Las dos habitaciones delanteras tienen lujosas ventanas geminadas de asiento con arcos conopiales. También en este caso resulta probable que en el proyecto original el puesto de la cocina alta sería la ubicación de un amplio granero con tabicajes y cierres exteriores de tablas machihembradas, y que a sus lados hubiese sobre todo secaderos agrícolas, sin excluir el uso estacional de las estancias con ventana como dormitorio.

La cuadra tenía dos buenos accesos propios, que evitaban el paso de los animales por la zona noble de la casa. Eran dos grandes arcos ojivales abiertos en la fachada trasera y una de las laterales, de los cuales sólo éste último ha sobrevivido a las últimas intervenciones.

Tipología e historia:

Undajauregi fue siempre un caserío. Un buen caserío, pero ello no significa que sus propietarios vivieran única y exclusivamente de la labranza de los campos y la crianza de ganado mayor. El origen del asentamiento es muy antiguo y una prueba de su prestigio es que desde 1406 a la casería de Unda estuvo vinculado el oficio de alcalde de la merindad de Durango, por concesión directa del rey Enrique III de Castilla.

El edificio actual debió de construirse hacia 1525 y gozó de todas las atenciones necesarias por ser el solar originario de la familia, pero ya para entonces algunos de sus miembros habían iniciado sus carreras militares, funcionariales o mercantiles y residían más tiempo en Durango que en el caserío. En el año 1664 lo heredó junto con otros bienes del mayorazgo materno Pedro de Salinas y Unda, un rico caballero de Santiago que vivía permanentemente en Vitoria, pero que no dudó en invertir parte de sus rentas en una reforma que diera mayor dignidad a la casa. A él hay que atribuir la eliminación del granero de madera y la construcción del muro central de la fachada, con arcos de piedra en el soportal y el escudo familiar a la vista. A partir de aquel momento se añadió la denominación de jauregi, que significa “palacio”, al nombre de Unda, aunque siguió siendo un caserío gestionado por labradores arrendatarios.

Hace menos de quince años el caserío fue víctima de un incendio que comenzó en los establos. La mitad delantera pudo salvarse, pero la zona posterior quedó definitivamente desvirtuada con la reconstrucción.

Nombre: Upategi

Barrio: Aldape

Municipio: Elorrio

Territorio: Bizkaia

Mapa: 87-II-B.

Descripción:

El barrio de Aldape está formado por un pequeño y desordenado enjambre de caseríos dispuestos en pendiente en una vaguada lateral del valle de Elorrio. Esta reducida comunidad aldeana de apenas una docena de familias es una fundación medieval que ocupa tierras bajas, aptas para los cultivos de huerta, frutales y cereal, y que ha mantenido hasta época reciente el uso comunal de algunas instalaciones, como el molino harinero situado sobre el arroyo.

El caserío Upategi es uno los más altos de la barriada y parece haber buscado deliberadamente para su ubicación una parcela con escarpe natural en la que poder disponer el eje de la casa en sentido paralelo a las curvas de nivel. El propio nombre de la casa, que se traduce por “Bodega”, justifica sobradamente esta elección, pues se trata de una granja con cantina de sidra en semisótano.

El edificio tiene una lectura compleja ya que tanto su planta actual como el volumen construido y las propias fachadas públicas de la casa son fruto de ampliaciones y reformas de un núcleo original que sólo puede ser apreciado en su estructura interior.

La planta de Upategi es un imperceptible trapecio con un cuerpo cuadrado adosado a la esquina sur de la fachada principal. Está organizada en cuatro crujías longitudinales, entre las cuales la que mira al valle aparece segregada del resto por un muro de carga que actúa de cortafuegos, pues es en ese flanco del caserío donde se refugian todas las funciones residenciales del mismo.

La fábrica del edificio es de mampostería revocada, con un uso selectivo de la sillería labrada para resaltar los vanos principales de las fachadas delantera y lateral Este, así como para reforzar los esquinazos. En el interior, sin embargo, superada la primera crujía, la estructura portante original es de grandes postes enterizos de madera de roble oscurecida, entre los que se cuentan dos bernias de un antiguo lagar de viga con largos tornapuntas que soportan las medias correas de la cubierta. La armadura, en efecto, es de correas y escurre las aguas a doble vertiente.

La fachada actual es lisa, con soportal en arco carpanel presidido por un escudo de armas y con dos amplios vanos rectangulares de ventilación del granero en la planta primera. Pero se percibe que éste es en realidad un cuerpo añadido, pues al interior aun se conserva la estructura de puentes y carreras con acanaladuras de una antigua fachada de madera cerrada con mamparos de atablado. La casa dispone también de otros accesos secundarios: un portón con tejaroz en la cara alta, para permitir acceder con vehículos de carga al nivel del pajar, y una puerta vieja y estrecha con dintel en arco de medio punto que posibilita entrar desde la huerta a la bodega inferior. Sobre esta cantina están la cocina y las habitaciones, y el resto de la planta baja se dedica establos, pero existe todavía un sifón abierto en la base del cortafuegos por el que se transvasaba la sidra desde las tinas de recogida hasta los toneles de la bodega.

En la planta superior todo el antiguo espacio de la prensa de manzanas se dedica hoy henil y la crujía delantera a secadero agrícola. El cuerpo que se agregó a la fachada completa algunas de estas funciones, con una cuadra en planta baja y un almacén de fardos en la planta superior.

Tipología e historia:

En Upategi puede seguirse la evolución histórica de la casa en tres fases diferenciadas que corresponden a proyectos tipológicos y funcionales diversos. En origen, a comienzos de la segunda mitad del siglo XVI, éste fue un caserío lagar de tipo guipuzcoano, de la variedad con bodega y fachada de entramado sin soportal. Con la única peculiaridad de tener el acceso a la cantina en una fachada lateral, en vez de tenerlo en el frontis.

Dos siglo más tarde, coincidiendo con el cambio de apellido de los propietarios, que pasó de ser Upategui a Iturriaga, por matrimonio de la última heredera, se optó por incorporar el soportal barroco de un arco y el secadero de maíz superior, abandonando probablemente la fabricación de sidra. Y finalmente, ya en el siglo XX, se quiso reforzar la producción ganadera de la explotación y se amplió el espacio de estabulación de animales, así como las facilidades de almacenamiento de alimento.

Nombre: URDAIAGA (USURBIL) 64-I-D.

Barrio:

Municipio:

Territorio:

Mapa:

Descripción: NO PUBLICAR

Tipología e historia: Este no es un verdadero caserío, aunque se utilice como tal. Es una caserón solariego, sin llegar a ser torre, muy estrecho y profundo, con gruesos muros de aparejo gótico de hacia 1510 o 20, pero sin apenas vanos originales. Se estructura en tres crujías largas y deja toda la planta baja a cuadra, mientras que en la planta primera la vivienda se modula en espina de pez.

Nombre: Urrutume

Barrio: Aizkorri Haundi

Municipio: Albiztur

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: D.F.G. 89-10

Descripción:

En las faldas del viejo castillo fronterizo de Mendikute fue creciendo durante los siglos finales de la Edad Media una red de caseríos dispersos que colonizaron la franja de terreno libre entre el estrecho valle de Albistur y los pastos de altura. Aquí se alzó el caserío Urrutume, en un emplazamiento de media ladera orientada al Sur, en una parcela de fuerte pendiente que ha generado graves problemas de asentamientos a través de la historia.

Urrutume es un gran caserón, solitario y actualmente deshabitado, al que todavía hoy no llega la carretera asfaltada; un edificio de dimensiones monumentales, encerrado en un bloque compacto sin construcciones anejas. Está erigido en un terreno en cuesta con numerosos afloramientos de roca caliza que fueron parcialmente aprovechados para cimentar la obra y alinea el eje de la cumbrera con las curvas de nivel. La planta es ligeramente trapezoide, con fachada en el lado más corto, orientada al Oeste.

La variedad de materiales constructivos de Urrutume da testimonio de una historia compleja y muy dilatada en el tiempo. En las zonas bajas de las caras Norte y Sur hay amplios lienzos de aparejo gótico, con grandes bolos someramente regularizados por hiladas. El frontis, sin embargo está construido con mampostería revocada en la que se hace resaltar el uso normativo de elementos de sillería caliza: impostas corridas de placa para señalar los niveles del forjado, cadenas esquineras, soportal con arcos labrados y huecos de ventana cuadrangulares definidos por sólidos bloques de piedra; todo ello compuesto en un lenguaje barroco sobrio y clasicista. En las caras Sur y Este el desarrollo de las alturas superiores de ejecutó con muros de entramado que utilizan grandes pies derechos como ordenadores de la estructura y dejan una franja de ventilación abierta bajo la línea de sombra del alero; pero los paños originales están incompletos o han sido reemplazados por muros de mampostería burda en torno a la esquina de ambas fachadas.

Urrutume se ordena en tres alturas: baja, primera y bajocubierta parcialmente utilizable como secadero y granero. Cabe pensar que la pendiente del terreno se aprovechase deliberadamente para recabar una bodega en semisótano situada bajo la crujía meridional, que sirviese al mismo tiempo para igualar la cota de asentamiento del caserío, pero este espacio resulta hoy inaccesible. En el interior del caserío la estructura portante es de carpintería, con gruesos postes, algunos de ellos con claros signos de reutilización, que articulan el espacio en cuatro crujías. Los postes se disponen en una jaula central ligada por jácenas, puentes y cuadrales, que soporta las correas y dos cuchillos simples de par y puente sobre los que descansa la corta cumbrera de una armadura a cuatro vertientes.

La fachada principal es de composición simétrica, con un acceso de doble arco de medio punto que generaba soportal, aunque hoy esté tapiado y segregado interiormente en varias estancias. En esta primera crujía de fachada se encuentra la cocina con chimenea de fuego bajo, en la esquina más cálida de la casa, pero es probable que en el proyecto original de Urrutume estuviese situada en el segundo tramo y careciese de campana de humos. El resto de la planta baja se dedica a establos de ganado, compartimentándose en áreas por especies.

La zona privada de vivienda está articulada en forma de escuadra, ocupando toda la fachada delantera y la mitad de la cara de Mediodía. Ofrece habitaciones muy amplias y regulares, todas ellas exteriores y dotadas de buenas ventanas. El resto de la planta noble sirve como pajar, que en la crujía posterior se desarrolla en dos alturas.

Tipología e historia:

Los restos de viejos muros góticos y de postes reaprovechados indican que Urrutume fue construido a principios del siglo XVI como un gran caserío lagar, con las mismas dimensiones de planta que en la actualidad. A pesar de su complicado acceso y aparente aislamiento, estaba considerado como una de las casas fundadoras de Albistur y gozaba de un gran prestigio en la localidad. Tal vez por ello fue radicalmente renovado en 1690 transformándose en un sólido caserío barroco con soportal de doble arcada –de una calidad inusual en la comarca- y se le colocó un buen escudo con las armas de la familia. A pesar de su noble aspecto, y de la desaparición de la prensa de sidra, nunca dejó de ser una explotación agropecuaria.

Los problemas crónicos de asentamiento de Urrutume, en esta parcela tan complicada, desembocaron en un derrumbe parcial de toda la mitad posterior del edificio a fines del siglo XIX. El caserío había entrado en una fase irreversible de languidecimiento económico y la reconstrucción se realizó con pocos medios, eliminando la estructura de entramado, alterando con poco conocimiento el sistema de soportes de la última crujía y abriendo nuevos huecos de paso y ventilación de cuadra.

Nombre: Urtza Goikoa

Barrio: Merika

Municipio: Nabarniz

Territorio: Bizkaia

Mapa: 62-II-B.

Descripción:

Entre Ereño y el barrio de Narea de Aulestia se extiende un sistema de terrazas con amplios rellanos aptos para el cultivo, situado a media altura de la ladera occidental del monte Illuntzar. En estos bancales naturales se deja sentir la influencia del mar, que está muy próximo, pero la altitud, siempre superior a 300 metros de cota, es un factor que determina la escasez de frutales y la abundancia de prados que en otro tiempo estuvieron sembrados de cereal. Este es un territorio ocupado desde la Edad Media por barrios de caseríos apiñados, separados entre sí por distancias que raramente superan un kilómetro.

En el barrio de Merika uno de los edificios más antiguos es Urtza Goikoa: un gran caserío unifamiliar, de planta muy larga y fachada de estilo tradicional vizcaíno, con profundo soportal abierto a un antuzano delantero, alzado al borde del camino vecinal, sobre un afloramiento de roca caliza.

El volumen de Urtza resulta desproporcionadamente alargado, pero si se prescinde de un cuerpo añadido de factura más moderna, que prolonga la cara trasera, la planta original resulta ser un rectángulo diágono, proporcionado según la fórmula tan querida por los maestros góticos de 1:√2. Como éste es un rectángulo dinámico que tiene la virtud de poderse subdividir en mitades de proporción armónica, no debe resultar extraño que quien proyectó Urtza lo utilizase también para separar en dos porciones idénticas el espacio dedicado a vivienda del ámbito de la cuadra y pajar.

La fábrica de muros del caserío es de mampostería gruesa, que en algunos paños puede identificarse con el tradicional aparejo gótico. Sin embargo en la fachada principal el alzado de estos paramentos no llega más que hasta la primera planta en las crujías laterales. Por encima de este nivel y en el tramo central el cerramiento es de entramado de madera encalado con plementería de ladrillo, formando una cuadrícula de entrepaños cuadrados. La presencia de antiguos puentes con tallas sogueadas reutilizados en el entramado hace suponer que esta no fue la solución original del caserío, sino que se trata de una sustitución del antiguo cerramiento de tablas machihembradas.

La estructura portante de carpintería de Urtza Goikoa está formada por dos alineaciones de postes enterizos que definen una amplia crujía central formada por cinco pórticos, sobre los que se ensamblan las correas y contracorreas de la armadura de cubierta. Entre las correas se tienden tirantes sobre los que descansa la cumbrera apoyada en enanos.

En la planta baja el soportal, con una fina columna que alivia a la carrera delantera, es el paso a dos puertas que conducen al vestíbulo interior, en el que confluyen las entradas a dos habitaciones laterales, una cocina, el tiro de escaleras y el pasillo de control de los pesebres. Tras un muro cortafuegos se sitúa la cuadra, parcialmente compartimentada por un muro central.

En la planta primera las escaleras desembarcan en un espacioso distribuidor rodeado por seis habitaciones interconectadas entre sí, algunas de ellas con puertas en enfilada. El dormitorio del ángulo sudeste conserva una ventanita original con dintel en arco conopial. Sobre las estancias familiares hay un granero y secadero de techos muy bajos, que tan solo afecta a la mitad delantera del caserío, ya que en la zona posterior se desarrolla un pajar de doble altura. Los tabiques de modulación del granero son de verganazo manteado.

Los establos disponen de accesos propios abiertos a las fachadas laterales, definidos como puertas de falso dintel adovelado, y mantienen una conexión interna con el cuerpo añadido a la cara trasera que es una ampliación de cuadra y pajar dividida en dos compartimentos autónomos.

Tipología e historia: El nombre histórico de este caserío fue Urzaga Goikoa, y a veces Kurtziaga, y su construcción se remonta al segundo cuarto del siglo XVI, aun cuando resulta evidente que ha sufrido algunas reformas importantes a lo largo de su vida. La estructura original, que apenas ha cambiado, es la de un caserío renacentista con soportal en su fase intermedia de evolución tipológica, con postes pero no con esqueleto exento de los muros de carga. Debió de tener un granero estanco cerrado con tablas en el centro de la fachada, profusamente adornado según la tradición local, pero en el siglo XVII la demanda de habitaciones para los moradores provocó su eliminación y la aparición de los cerramientos de entramado visto. Los recursos a las proporciones armónicas para controlar el proyecto indican que se trata de una obra de buenos profesionales de la construcción.

De la familia Urza, propietaria independiente del caserío a través de los siglos, se sabe que contó con varios profesionales de la cantería, un oficio muy difundido entre los habitantes de esta comarca tan rica en buenas vetas de piedra utilizadas en la arquitectura. Su actividad completaría los ingresos de la agricultura y la crianza de ganado mayor.

A fines del siglo XVIII Santiago Urzaá promovió una segunda reforma de los accesos a la cuadra y de las instalaciones ganaderas del caserío, abriendo nuevos vanos y reforzando la armadura de cubierta, y todavía un siglo más tarde Urtza Goikoa fue ampliado con el cuerpo zaguero para alojar más animales, en un momento en el que los oficios tradicionales externos se habían extinguido y la casa tenía que valerse de sus propios medios para sobrevivir.

Nombre: Uzkategi

Barrio: Ugarte

Municipio: Amurrio

Territorio: Araba

Mapa: 86-IV-A

Descripción:

Dominando el valle de Amurrio desde la ribera derecha del Nervión se alza la colina de Altarraketa, de pendientes suaves y soleadas y con un amplio campo visual en su entorno. A media ladera, en las faldas occidentales de esta loma, se sitúa el caserío Uzkategi formando parte de una pequeña barriada rural de edificios desconectados entre sí.

El propio Uzkategi escogió para su asentamiento una parcela con escarpe y caída lateral que le permitió disponer la planta de sus instalaciones a dos cotas de nivel diferenciadas. Es un caserío de planta casi cuadrada, aunque imperceptiblemente más ancho que profundo, como conviene a las granjas que optan por un programa funcional que incluya la bodega. Se edificó con muros de mampostería reforzada con sillería en los esquinazos y algunos huecos de mayor prestigio, salvo por los cerramientos de las plantas superiores de la fachada principal, que se ejecutaron en entramado cuajado con plementería de ladrillo, dispuesto en paños verticales separados por tramones y postes estructurales.

El plano de ordenación de Uzkategi dispone la casa en tres crujías longitudinales de anchuras desiguales, con una trama estructural formada por muros de carga, postes enterizos y pies derechos; estos últimos fruto de intervenciones no previstas en el proyecto original. La casa tiene un amplio soportal asimétrico, que ocupa dos crujías y tiene salida libre a una de las fachadas laterales. El interior del pórtico se enlosó para elevar el pavimento respecto al nivel del antuzano delantero en el que se alza una arnaga o cabaña auxiliar.

La distribución de funciones por crujías obedece a un plan poco habitual en los caseríos alaveses. La crujía lateral sudoeste aparece prácticamente segregada del resto de la casa, por un muro cortafuegos paralelo al eje de la cumbrera y por mantener niveles propios en sus forjados. La planta inferior, que tiene carácter de semisótano, fue diseñada como cantina, pero como es frecuente el tiempo la ha transformado en cuadra, redil o estercolero. Sobre ella se disponen los cuatro dormitorios originales de la casa unidos entre sí por puertas en enfilada. En el resto del caserío el plan de usos tiene una organización en L, condicionada por la presencia de la cuadra que ocupa un flanco lateral y toda la crujía trasera. Arropados entre esta escuadra y el cortafuegos se disponen un pequeño vestíbulo con tiro de escaleras y la cocina de planta baja. En la superior el lateral se dedica a pajar y en la crujía central se disponen secaderos, almacenes y nuevas habitaciones de complicado encaje con techos de bovedillas.

Tipología e historia:

Uzkategi forma parte de la generación de caseríos barrocos de entramado con soportal lateralizado que se difundió –en términos siempre limitados- en los siglos XVII y XVIII por la cuenca superior del Nervión, en los valles de contacto entre Bizkaia y Alava. Este es uno de los representantes más precoces de aquella fórmula, pues debió construirse antes de 1650, lo que se trasluce en algunos arcaicismos de su estructura, como los postes enterizos o la propia disposición de la bodega. En cualquier caso, la fundación del solar es anterior a este edificio, ya que existe memoria documental de la familia Uscategui, su casa y sus actividades como labradores, y ocasionalmente funcionarios de la administración desde principios del siglo XVI.

La casa tuvo una importante reforma interior a mediados del siglo XIX, en la que se habilitaron nuevos dormitorios, se aislaron los ya existentes y se reforzó una estructura de cubierta que había sufrido muchos daños previos.

Nombre: Yandenea

Municipio: Goizueta

Territorio: Navarra

Mapa: IGN

Descripción:

La villa medieval de Goizueta ocupa una posición completamente apartada de otros núcleos de población, en la frontera de Navarra con Gipuzkoa, en el curso superior del valle del Urumea. No dispone de buenas tierras de labor porque está rodeada por montañas escarpadas de pendientes inabordables, pero a cambio tiene fácil acceso a los pastos de altura de Arano y unos recursos forestales prácticamente inagotables que durante siglos proporcionaron combustible para los hornos de siete ferrerías de las que se obtuvieron beneficios que garantizaron la prosperidad de todos los vecinos, como aun se refleja en la riqueza de sus antiguas casas de entramado. El poblamiento es aquí muy concentrado, sin hábitat disperso, con las casas exentas pero formando calles y plazoletas, aunque sin una ordenación urbana consistente.

El río divide a la población en dos núcleos, el de Santa María y el de Sancti Spiritus, unidos por un puente gótico. En el segundo de estos barrios se alza la casa Yandenea que destaca por su esbelta silueta vertical y su fachada de entramado orientada hacia la plaza. No es uno de los edificios más antiguos del pueblo, pero sí se cuenta entre los que mejor han preservado sus características arquitectónicas originales. Tampoco puede considerarse un simple caserío, aun cuando se proyectó para desarrollar tareas agropecuarias, complementarias a otros oficios desempeñados por sus moradores.

Es un edificio de planta rectangular desproporcionadamente alargada, fruto de sucesivos recrecimientos zagueros agregados al cuerpo original. Se estructura en dos crujías longitudinales y verticalmente se compone de planta baja, planta principal y lo que fue un espacioso granero y secadero bajocubierta que hoy ha sido habilitado como vivienda. La armadura es de cabrios a dos aguas.

La fachada principal está delimitada por potentes espolones pinjantes de sillería que acogen dos niveles sucesivos de voladizos, creando en la planta baja un soportal corrido o gorape en el que un grueso poste de roble ayudado por jabalcones alivia a la viga carrera que soporta la solibería del primer forjado, también ésta auxiliada por pequeños tornapuntas en su vuelo exterior. Los muros perimetrales de Yandenea son de mampostería enfoscada, salvo los cerramientos de los cuerpos volados, que utilizan un entramado de madera ligero de paños cuadriculados por puentes y tramones, entre los que se abren amplias ventanas cuadradas.

El porche acoge dos puertas en arco de medio punto y una puerta rectangular defendida con reja barroca. El portón central, de amplias dimensiones, conduce al pasillo de entrada a las caballerizas, que ocupan casi la totalidad de la planta original de la casa. Por su parte, la puerta lateral es la entrada a un pequeño zaguán del que arranca el tiro de escaleras que asciende a la planta noble. La ventana enrejada corresponde a la única estancia delimitada por muros de carga de toda la casa, proyectada plausiblemente como almacén o depósito de uso comercial.

La planta primera está segregada hoy en dos viviendas, pero la estructura de la zona doméstica de la casa antigua aun resulta reconocible en la mitad delantera del edificio. Tiene un plan en espina de pez, con la escalera y la cocina lateralizadas en la parte trasera de la vivienda y la crujía de fachada ocupada por una sala central a la que se abren las dos habitaciones de respeto de Yandenea, seguidas por otros dos dormitorios secundarios que flanquean al pasillo distribuidor central.

La amplitud del bajocubierta ha posibilitado acomodar en la mitad delantera del mismo otra vivienda de planteamiento similar a la del piso principal, dejando como reserva toda la zona posterior para ser utilizada como desván y secadero.

Tipología e historia: La casa Juanenea o Youdenea, como al parecer se denominó en la antigüedad, es un caserío cuasiurbano construido hacia 1600 de acuerdo con una tipología arquitectónica que aun inscribiéndose en la familia genérica de las granjas renacentistas con espolones y voladizos tiene unas características específicas que tan solo son propias de la cuenca del Urumea y el bajo Bidasoa. Es un modelo de vivienda más alto y esbelto que la mayoría de las casas antiguas del mismo Goizueta, que le preceden en el tiempo en dos y tres generaciones, y presenta como novedad respecto a sus antecesoras la decisión de trasladar todas las funciones residenciales a la planta primera, abandonando la baja para los animales y otros usos de almacenaje que en esta localidad bien pudieron estar vinculados al comercio de productos siderúrgicos.

La casa ha sido profundamente modificada durante la segunda mitad del siglo XX, con progresivas ampliaciones traseras y acondicionamiento de viviendas suplementarias en los espacios de almacenaje superiores, pero su fachada principal y toda la mitad delantera apenas han sufrido alteraciones estructurales.

Nombre: Zabala

Barrio: Bitaño

Municipio: Izurtza

Territorio: Bizkaia

Mapa: 87-II-A.

Descripción:

Bitaño es un barrio rural formado por ocho caseríos diseminados que ocupan un extraordinario asentamiento sobre un altozano en las faldas del monte Mugarra, dominando a sus pies toda la vega del río Ibaizabal, con la ciudad de Durango en su centro.

El caserío Zabala ocupa una posición excéntrica respecto al núcleo de granjas de Bitaño, situándose en el comienzo de la vertiente norte de la colina, aunque orienta su fachada principal hacia el sol de Mediodía. Es un edificio de proporciones armoniosas generado a partir de una planta rectangular de 60 por 75 pies castellanos, es decir, proporcionada según la regla tradicional de 4:5. Se articula en cinco crujías transversales y su desarrollo en altura contiene una planta baja, planta primera habitable y un reducido espacio de granero, palomar y secadero bajocubierta. La línea de pendiente natural de la montaña pervive en el caserío produciendo una clara diferencia de cotas entre el nivel de entrada y el asentamiento del muro de cierre posterior.

La fábrica de Zabala es de muros de mampostería que se refuerzan con sillares de piedra arenisca en los esquinazos y cercos de vanos principales, salvo en los pisos superiores de la fachada principal, que se cierran con entramado de madera y plementería de ladrillo a cara vista, aplacándose las propias piezas de la trama con ladrillos a bofetón sujetos con clavos de mariposa.

La casa se encuentra en proceso de rehabilitación integral pero la estructura original sigue siendo perfectamente legible, lo mismo que la distribución funcional de los espacios interiores. En la planta baja las dos primeras crujías acogían las áreas diurnas de la vivienda, dedicándose el resto de la planta a establo de ganado vacuno. La entrada principal se ubica al fondo de un amplio soportal adintelado que ofrece una columna toscana de arenisca como parteluz para aliviar la carrera; a sus lados estaban situadas la cocina antigua y una habitación, ambas con ventanas defendidas por rejas barrocas con crestería de forja. Dos puertas, de diferentes tamaños señalaban el paso al zaguán doméstico y al corredor de entrada a la cuadra.

En la planta principal los cuatro dormitorios de la casa se alineaban en el frente de fachada, la segunda crujía servía de distribuidor y las restantes se utilizaban como almacén de forraje para los animales. El bajocubierta sólo ofrecía posibilidades de uso efectivo en el tramo central situado bajo la cumbrera y aun así se veía muy condicionado para el tránsito por la presencia de puentes, tirantes y errezumas oblicuos. A pesar de estos inconvenientes tenía un papel importante como secadero y palomar, ventilándose a través de vanos triangulares de ladrillo.

La estructura portante de carpintería de Zabala está formada por alineaciones de postes enterizos a los que se ensamblan las jácenas y correas que soportan los forjados, y que a su vez sustentan las correas de una armadura de cubierta a tres aguas. Largos tornapuntas colaboran para recortar la luz de estas correas y de la cumbrera, y cada uno de los tramos se rigidiza mediante errezumas de triangulación.

Tipología e historia:

El nombre original de este caserío fue Bitaño Barrenengoa, que hace referencia a su posición topográfica dentro de la barriada. Sin embargo adoptó las denominaciones de Zabala y Palazio cuando la vieja casa gótica que existía en este mismo emplazamiento fue derruida por Nicolás Ibáñez de Zabala y reemplazada por este magnífico caserío en el que hizo colocar en posición bien visible su escudo de armas familiar.

Nicolás Ibáñez de Zabala promovió la obra como inversión y con la intención de revalorizar su patrimonio, pero nunca tuvo intención de residir en este caserío. Eran los años ochenta del siglo XVII y este acaudalado funcionario que había servido como gobernador en las Indias y desempeñaba el cargo de alcalde de Tabira tenía fijada su residencia en un palacio de las afueras de Durango. El caserío sería explotado en régimen de inquilinato por una familia de labradores y pasaría a engrosar el patrimonio de su hijo recién nacido, Bruno Mauricio, que alcanzaría la fama como militar y fundador de la ciudad de Montevideo, pero que apenas pudo disfrutar de su herencia. Al morir sin testamento ni descendencia la casa pasó a su pariente Martín de Maguna Zabala que llegó a poseer todos los caseríos del barrio.

Tipologicamente Zabala es un arquetipo de los caseríos barrocos de entramado con soportal, en su variedad típica del Duranguesado, que contempla los paramentos de ladrillo y el aplacado de la viguería con propósitos ornamentales.

Nombre: Zamora

Barrio: Sagarribai

Municipio: Amurrio

Territorio: Araba

Mapa: 86-IV-A.

Descripción:

El caserío Zamora es un edificio aislado que se sitúa en una amplia vega llana en la ribera derecha del Nervión, en una zona de suaves meandros localizada al norte de la población de Amurrio, frente al camino real que unía Burgos con Bilbao. Un buen puente de piedra enlaza al caserío con esta transitada vía de comunicación y con las otras granjas del barrio de Sagarribai. Esta fue una zona de tierras ricas para los cultivos de huerta y los árboles frutales, pero al mismo tiempo la ubicación de Zamora en el seno de un meandro entrañaba un peligro cierto de inundación que otros caseríos no se mostraron dispuestos a afrontar.

Zamora es un edificio de dimensión mediana, con una planta irregular, casi romboide, y un volumen compacto que se refuerza por la ausencia de soportal, voladizos u otros cuerpos adosados. Está construido con fábricas de mampostería parcialmente enfoscada, salvo en los pisos superiores de la fachada principal, que se aparejan con entramados de madera y plementería de ladrillo revocada.

El caserío dispone de planta baja, primera y una planta bajocubierta de dimensiones suficientes como para desempeñar funciones de almacenaje. La estructura portante de carpintería está formada por tres filas de pies derechos que soportan las carreras del forjado y en la planta alta las correas y la cumbrera de una armadura de cubierta a tres aguas, con alero de gran vuelo en la fachada delantera.

La organización interna de Zamora se articula en cinco crujías paralelas al plano de fachada, con la primera de mayor amplitud que las demás. Es precisamente el tramo delantero de la casa el que concentra todas las funciones residenciales de la misma. En la planta baja se encuentran aquí los espacios de vida diurna: sala y cocina, flanqueando un estrecho pasillo que desde la entrada conduce a la cuadra trasera y otras dependencias interiores de carácter auxiliar, como la despensa y el almacén.

En la planta noble los espacios residenciales han ganado terreno a costa de reducir el pajar. Éste ocupa tan solo las dos crujías traseras, mientras que en la zona habitada, en torno a la caja central de escaleras, se disponen una segunda sala de representación, con los dormitorios principales a sus lados, ocupando el frente de fachada; así como otra cocina alta y dos habitaciones secundarias asomadas a una cara lateral.

El bajocubierta se utiliza como granero, secadero y desván en su tramo central, ya que los laterales resultan demasiado abuhardillados.

La fachada de Zamora resulta anodina bajo el grueso revestimiento que oculta la naturaleza de los materiales. Es de composición asimétrica, con vanos cuadrangulares de diversa factura: un acceso descentrado entre dos amplias ventanas modernas en la planta baja, un balconcillo de fundición del siglo XIX para la sala alta y ventanas de ventilación del camarote con falsos arcos rectilíneos de ladrillo.

La cuadra dispone de entrada independiente a través de una fachada lateral, por un paso adintelado moderno.

Tipología e historia:

Zamora pertenece al tipo de caseríos de entramado sin soportal que se construyeron en los años finales del siglo XVIII: en su mayoría edificios modestos que colonizaron espacios que hasta entonces habían estado fuera del mercado de propiedades agrícolas. No obstante este caserío se encuentra próximo al modelo alavés de casa ganadera de media montaña en cuanto a

la distribución de espacios y funciones, pero sin la misma calidad de materiales constructivos que sus congéneres meridionales.

La casa conoció una importante intervención a fines del siglo XIX en la que se remodelaron los espacios de habitación, ganando nuevos dormitorios y mejorando las prestaciones de la sala, así como habilitando una nueva cocina en la planta noble.

Nombre: Zelaia

Barrio: Illekueta

Municipio: Vera de Bidasoa

Territorio: Navarra

Mapa: IGN

Descripción:

El barrio de Illekueta constituye una prolongación natural del casco urbano de Vera de Bidasoa, con sus casas alineadas frente al río, sobre el camino histórico que conduce a “la raya de Francia”: Esto es, al paso del Lizuniaga, por el que se desciende cómodamente al valle labortano de Sara. Pese a esta consideración de calle o calzada, aquí comienzan a aparecer los primeros caseríos, o al menos edificios que históricamente han combinado la agricultura y la crianza de ganado, con otros oficios vinculados al comercio o la arriería.

Zelaia es uno de los primeros caseríos exentos, aunque ofrece su fachada principal al paso de viajeros y a un puentecillo por el que se conectaba con la antigua torre de los señores de Alzate. Es un edificio de aspecto noble y volumen compacto, que no llega a desvirtuar una cabaña adosada en su cara zaguera en la que posiblemente estuvo ubicado el lagar.

El caserío tiene planta casi cuadrada, definida por muros de mampostería de bolos y cantos rodados oculta por el enfoscado. Este aparejo rústico se transforma en el frontis en paramentos de sillería arenisca de excelente corte en toda la planta baja, así como en los espolones que enmarcan los pisos superiores, cuya fábrica de cierre es de entramado cuajado de ladrillo. La casa se articula en tres crujías longitudinales definidas por muros de carga, con la central de anchura doble que las laterales, y se estructura verticalmente en tres niveles.

Aunque los espacios originales de Zelaya apenas se han modificado, si ha variado notablemente el uso de los mismos, con una tendencia a homogenizar lo que antes fueron estancias de utilización especializada y a expandir las dependencias de carácter residencial.

En la planta baja el espacio central está ocupado por un gran vestíbulo distribuidor, flanqueado por caballerizas, cochiqueras y un largo espacio utilizado como almacén y bodega. El área de vivienda se concentra en la planta noble, con las habitaciones principales asomadas con balcones a la fachada delantera y la cocina relegada a uno de los laterales, articulando la circulación mediante dos pasillos longitudinales. La zona trasera todavía está habilitada como pajar o almacén. El desván bajocubierta dispone de un amplio espacio de secadero y granero dotado de balcón abierto en toda la amplitud de la crujía central, y de dos compartimentos de almacenaje cerrados, situados respectivamente sobre una de las crujías laterales y en el extremo posterior de la casa.

La cubierta de Zelaia es a dos aguas y la armadura de cabrios descansa sobre una estructura de dos correas y cumbrera sostenidas por pies derechos alineados y por el muro de carga longitudinal que delimita la crujía oriental. Los aleros delanteros despliegan un amplio vuelo sobre jabalcones para proteger la fachada delantera y sus balcones, así como la entrada a la casa, que carece de soportal o gorape.

La fachada delantera concentra los elementos compositivos y artísticos más elaborados del caserío. En la planta baja se abre una gran puerta en arco de medio punto manierista: con dovelas en abanico, rosca de molduras concéntricas y clave con escudo de armas. Es el paso al zaguán y hoy entrada única, pero a sus lados, convertidos en ventanas, se abren entradas a las crujías laterales: una en arco muy rebajado y la otra adintelada. En la planta noble los espolones modulan el ritmo de los entramados y los vanos se abrían utilizando los tramones como jambas e incorporando alfeizares y cargaderos de madera moldurados. La sensación de ritmo regular se ha perdido al cegarse algunas ventanas y los balcones con barandales torneados con columnillas han roto aun más la simetría del frontis.

Tipología e historia:

El gran arco renacentista de la puerta principal de Zelaya sitúa su construcción inicial en la segunda mitad del siglo XVI, pero el caserío fue íntegramente reconstruido a principios del siglo XVIII siguiendo el modelo clásico labortano de tres crujías con espolones y cierres de entramado en voladizo, que no son mas que la afloración de los muros de carga interiores. También los balcones torneados y las puertas secundarias son de naturaleza barroca, así como la opción de trasladar todas las funciones residenciales a la planta superior. Las intervenciones recientes no han hecho sino acentuar esta tendencia de evolución del caserío hacia su conversión en una vivienda acomodada.

Nombre: Zierre

Barrio: Oma

Municipio: Kortezubi

Territorio: Bizkaia

Mapa: 38-IV-C.

Descripción:

El barrio de Oma es una pequeña aldea de caseríos apiñados en el fondo de una hondonada situada al margen de las vías tradicionales de comunicación de la comarca. Es un terreno kárstico propicio para la aparición de grutas y afloraciones de roca caliza, en el que las aguas de los arroyos terminan por filtrarse bajo la superficie buscando una salida al mar que el relieve les impide. Con tierras y recursos limitados, pero ajenos a la presión de los aristócratas rurales y las ciudades, los vecinos de Oma han logrado mantener durante siglos la propiedad libre de sus casas y un elevado nivel de autonomía comunitaria.

Zierre es uno de los pobladores históricos del valle y también uno de los caseríos que ha sufrido menos transformaciones, a pesar de que en la actualidad haya abandonado toda actividad agrícola o pecuaria y sólo sea habitado ocasionalmente.

Es una casa de planta casi cuadrada, imperceptiblemente más larga que ancha, construida con buenos muros de gruesa mampostería caliza en tres de sus caras, y con una combinación de este material y paños de entramado en la fachada delantera. Su estructura portante, sin embargo, es fundamentalmente de carpintería, formada por grandes postes enterizos de roble, dispuestos en cuadrícula, que ordenan las plantas en cuatro crujías longitudinales y otras tantas transversales.

En el frontis los materiales constructivos de Zierre son variados: mampostería vista de gruesos bolos para los muros de la planta baja y ladrillo macizo o mampuesto enfoscado para cuajar los paños de entramado de las plantas superiores. En conjunto ofrece una magnífica fachada de estructura entramada con soportal, en la que resalta con claridad el valor de la estructura vertical, con postes que ascienden desde basas de piedra hasta la cubierta, para sostener las correas de la armadura y que reciben lateralmente las carreras horizontales sobre las que se forjan los pisos. El entramado básico se ordena a modo de damero, pero las cuadrículas aparecen cruzadas por cuatro largas errezumas que arriostran los postes estructurales. La testa de la cumbrera y los tornapuntas del alero aparecen ricamente tallados con motivos denticulados y los ensamblajes se afianzan con clavijas de madera de gruesas cabezas poliédricas.

El plan de distribución interior de Zierre distingue entre las dos crujías delanteras, que tienen función residencial, y la mitad trasera, dedicada íntegramente a establo de ganado, hoy en doble altura, pero inicialmente dotada de pajar en la primera planta. La puerta original de acceso al caserío era única para personas y animales, a través del soportal y de un amplio zaguán interior que ocupa casi la totalidad de la segunda crujía, desempeñando simultáneamente funciones de taller doméstico, distribuidor, almacén y carrejo de control de pesebres. En un ángulo del portal está la cocina, amplia y luminosa, y con una boca abierta en el muro lateral que permite acceder al horno de pan adosado en el exterior. También en la planta primera la crujía de fachada acoge la sala con habitaciones laterales que constituye el ambiente de vida familiar del caserío, dejando a la segunda crujía funciones de simple distribución. Sobre ellas se encuentra el camarote bajocubierta, dedicado a granero, secadero y desván, y por este motivo sin cerramientos en el piñón de fachada, para favorecer la ventilación permanente.

Tipología e historia: Este caserío se denominaba historicamente Oma Zearra y también Zirarra, y hasta mediados del XVIII éste fue también el apellido de sus moradores, que mantuvieron la propiedad independiente de la casa. El edificio fue erigido en los años finales del siglo XVI y demuestra en su construcción todos los ingredientes propios de un periodo de transición entre dos épocas diferenciadas. Rasgos de arcaicismo eran ya en aquel tiempo los

grandes postes enterizos de la estructura, pero tanto el modelo de entramado con largas riostras, como el diseño de la armadura de cubierta con correas simples y, sobre todo, el desarrollo vertical que permitió alojar estancias residenciales en la planta superior, significaban un indudable avance histórico y tipológico respecto a los modelos clásicos de caserío vizcaíno del siglo XVI.

Nombre: Zuazola

Barrio: Mandiola

Municipio: Eibar

Territorio: Gipuzkoa

Mapa: 63III-C

Descripción: El caserío Zuazola está situado en uno de los contrafuertes del monte Urko, en la dorsal de un espolón delimitado por los arroyos de Kortatxo y Abontza, a más de 150 metros de altitud sobre el fondo del valle y la población de Eibar. El río Ego corre a sus pies encajonado y oscuro, sin ofrecer posibilidades reales para un asentamiento agrícola fructífero, y Zuazola, al igual que otros muchos caseríos diseminados que salpican la ladera solana de esta cuenca, aprovechan cualquier rellano a media altura para instalar sus explotaciones, en tierras difíciles de mecanizar, pero en las que la ganadería ha tenido un papel muy relevante.

El edificio se ubica en una ladera de gran pendiente, con su parte zaguera, semienterrada, orientada al norte, ejerciendo de contrafuerte, y las restantes fachadas abiertas al espacio circundante. Su planta y volumen son complejos, fruto de sucesivas transformaciones sufridas en su historia. El volumen central consiste en un cuerpo de dos alturas, con el caballete de cubierta orientado en la dirección norte-sur; en su planta baja se sitúan la cuadra, al oeste, y el vestíbulo y la cocina de la vivienda principal, al este. Su planta alta está dedicada a pajar y almacén de maquinaria.

La primera crujía del lado sur se alza con una mayor altura, y con niveles diferentes a los del edificio central. Su planta baja se destina también a cuadra y a salón de la vivienda junto a la cocina. La planta primera son los actuales dormitorios de la vivienda principal, y la planta bajo cubierta sirve de camarote y almacén de pequeño material. Se cubre a cuatro aguas, con el caballete de cubierta colocado en sentido opuesto al del cuerpo central del edificio.

El lateral del nordeste fue reformado en época reciente, utilizando restos de algún anexo, para el uso de horno, en planta baja, y vivienda secundaria en las plantas altas. Tiene asimismo adherido un cobertizo en el lateral orientado al suroeste.

En su disposición actual, el acceso principal al edificio se efectúa por el lado este, desde un pequeño pórtico obtenido entre el camino de acceso y los diferentes cuerpos edificados. El zaguán continúa en el distribuidor, o askaurre, que sirve al mismo tiempo como lugar desde el que se relaciona con la totalidad de los espacios del caserío, a través de escaleras colocadas en los espacios entre muros, y para la alimentación del ganado en los pesebres abiertos en el muro lateral medianero. El acceso principal a la cuadra está en la fachada sur, y dispone de otra entrada secundaria en la fachada oeste. El acceso al pajar de la planta alta se efectúa a través de una rampa obtenida aprovechando el desnivel del terreno.

El edificio está construido fundamentalmente a base de muros de laja de piedra caliza, tanto en su perímetro como en los muros interiores de partición de los distintos espacios principales. En la cuadra, el paso desde la zona de acceso sur a la posterior se abre con arcos de rosca elaborada con el mismo tipo de laja de piedra; de la misma manera están abiertos los pesebres construidos en el muro medianil. El único elemento estructural vertical no murario del edificio consiste en un pilar del mismo tipo de piedra situado en medio de la cuadra, que en la planta alta se transforma en un pilar de madera.

Tipología e historia: El caserío Zuazola , o Sosola, tal como se denomina actualmente, procede de un asentamiento rural medieval bien documentado pero del que no se encuentra restos. El actual edificio tiene su origen aproximadamente a mediados del siglo XVI, e inicialmente tendría la disposición habitual de los caseríos guipuzcoanos de lagar, en este caso en un edificio situado en una ladera de gran pendiente. Cabe pensar que se trataba de un caserío de menores dimensiones, con su fachada principal orientada al sur y el caballete de la cubierta en dirección

ortogonal a ella, tal como aparece actualmente en el cuerpo central del conjunto. Una de las bernias de este antiguo caserío se usa ahora como de viga cumbrera de este cuerpo central en el tramo en que la cumbre no se apoya directamente sobre el muro medianil.

A finales del siglo XVIII es objeto de una reconstrucción integral, de la que proviene en gran medida su aspecto actual. La reconstrucción se realiza utilizando sobre todo muros de mampostería de laja caliza, colocada con muy poca junta, que constituye el aspecto visual fundamental del actual caserío. En este momento se le cambia probablemente la orientación del acceso hacia el oeste, por la zona en la que ya en el edificio antiguo se situarían la cocina y el dormitorio. Se alza asimismo la crujía del sur, cambiando la disposición de la cumbrera a la dirección este-oeste, y obteniendo un mayor espacio que permite ubicar los dormitorios en la primera planta de este cuerpo del edificio.

El cuerpo anexo de vivienda secundaria del nordeste y otros varios anexos proceden de épocas recientes. Actualmente se están transformando la cuadra y el pajar para uso de turismo rural.

Nombre: Zurinaga

Barrio: Elgezua

Municipio: Dima

Territorio: Bizkaia

Mapa: 87-I-B.

Descripción:

La línea divisoria que separa los municipios de Igorre y Dima discurre a pocos metros de distancia del caserío Zurinaga dejando a éste incluido en la jurisdicción de la segunda localidad. Sin embargo históricamente el caserío ha estado siempre vinculado a la barriada de Elgezua y durante siglos ha figurado entre los caseríos de mayor arraigo de Igorre.

Zurinaga ocupa un asentamiento solitario y panorámico, en una terraza a media ladera orientada al Oeste desde la que se domina la confluencia de los ríos Indusi y Arratia. La ocupación continuada de este rellano por familias de labradores y pastores está documentada desde hace un milenio y no debe excluirse que sus cabañas estuviesen instaladas en los mismos emplazamientos que algunos de los caseríos actuales.

La casa Zúñiga es uno de los edificios más antiguos del barrio, aunque ha sufrido modificaciones trascendentales, tanto de orden estructural como de distribución funcional, que han alterado por completo su identidad originaria. En la actualidad es un caserío bifamiliar de planta rectangular dividido por su eje longitudinal. Construido inicialmente en una parcela con moderada caída hacia la cara trasera, el caserío fue ampliado precisamente por ese frente, y además de prolongarse longitudinalmente con una nueva crujía se excavó una cuadra en semisótano bajo el antiguo nivel de la planta baja. De este modo la secuencia de alturas de Zurinaga cuenta en la actualidad con un establo semienterrado, una planta superior de uso doméstico y un desván bajocubierta dedicado a funciones de almacenaje.

El plan fundacional del caserío estaba diseñado para una sola familia y se organizaba en dos alturas ordenadas en tres crujías longitudinales por el sistema de soportes, que aun sobrevive parcialmente y que consiste en un robusto esqueleto exento de postes enterizos de roble forrado externamente con muros de mampostería. En la mitad delantera de la planta baja se concentraban las estancias de vida familiar, entorno al soportal adintelado que aun hoy acoge las dos entradas de la casa. La mitad posterior estaba ocupada por el ganado vacuno y otros animales domésticos y sobre sus cabezas se almacenaba el forraje necesario para su alimentación. El piso superior de la zona delantera custodiaba las reservas alimenticias de la familia en un granero cerrado con tablas situado en el centro de la fachada, allí donde hoy están los desvanes con escalera exterior de las dos viviendas; flanqueando a este espacio se encontraban los secaderos de productos agrícolas y pieles, directamente ventilados a través de los huecos libres dejados bajo el alero, que a lo sumo se protegían con barrotes de madera.

En el programa de usos actual la entrada a las viviendas se practica a través de las cocinas que flanquean al soportal, y desde ellas se accede a la sala interior para posteriormente alcanzar los dormitorios siguiendo un largo pasillo. Algunas de estas habitaciones habilitadas en lo que antes fue la cuadra son completamente ciegas, sin posibilidad de conseguir ninguna ventana exterior.

Tipología e historia:

La tipología fundacional de Zurinaga es característica de un caserío vizcaíno de mediados del siglo XVI con soportal central y estructura de postes exentos, y corresponde a un modelo de vivienda agrícola unifamiliar que practicaba una economía mixta. Sin embargo esta casa –denominada ocasionalmente Zuriaga, Zúñiga o Zuina- no sobrevivió mucho tiempo como propiedad independiente. Muy pronto cayó en las manos de su acaudalado vecino Ortuño de Urizar, quién al regresar de Flandes, donde se había enriquecido como proveedor general de la armada invirtió sus recursos en construirse un respetable patrimonio de rentas rurales, en el que

además del patronazgo de la parroquia de San Pedro de Dima figuraban numerosos caseríos de Dima, Igorre y Artea. Al morir en 1616 el mayorazgo quedó consolidado y Zurinaga comenzó a explotarse en régimen de colonato.

Introducir un segundo arrendatario en la misma casa fue una decisión tomada en el siglo XIX, y al quedar tan mermado el espacio útil para la crianza de ganado fue necesario excavar una nueva cuadra trasera. Con las reformas y mutilaciones interiores la estructura original quedó muy deteriorada y se produjo la fractura de los tirantes superiores que aun hoy se encuentran en estado de alto riesgo de ruina.