diseÑo capitulo i final literatura puneÑa corregido final

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AGRADECIMIENTOS

A cada autor que autoriz se colocaran sus textos para el presente libro, gracias por consentirlo, del mismo modo a los herederos de quienes a la fecha no se encuentran entre nosotros, Puno y la cultura les agradece. A los artistas Wilson Moyas, Benigno Aguilar Paucar, David Fras Chvez por la autorizacin para emplear sus pinturas para la osamenta de este libro y a Pedro Pineda Aragn (por las fotografas de Gamaliel Churata, Alejandro Peralta y las Pinturas de Diego Kunurana). A Paulino Mamani Arce (trabajador de la Biblioteca Municipal Gamaliel Churata), que con un tesn indesmayable me ayud a localizar algunas obras inhallables; as tambin a Yanina de la Riva (responsable del CENDOC) por sus atenciones en el tiempo que permanec en esta institucin revisando documentos para organizar el proceso histrico de la Literatura Punea; a la encargada de la seccin del Archivo Histrico del Archivo General Sra. Sonia Sotomayor y a los responsables de las bibliotecas municipales de San Romn Juliaca, Lampa, Ayaviri y Azngaro, sin su ayuda el tiempo para lograr algunas obras habra sido mayor y hasta imposible, gracias nuevamente. A Moiss Bustincio Cahui, un artista del espacio y de la dimensin grfica, por el tiempo y las noches dedicadas a este libro, que ojala llegue a buen recaudo. A CARE PERU, por apostar por la cultura de nuestro pueblo.

PALABRAS NECESARIAS

Puno es una tierra en donde las voces y los colores danzan en cada imagen que dibuja su literatura, se trata de una tierra de verdaderos alarifes de la palabra que siembran alicantos de tradicin literaria. Frente a lo que se dijo cmo atreverse a seleccionar textos literarios, para incluirlos en algo que pretende ser lo ms selecto de la literatura punea? Es el primer problema que tiene un investigador cuando piensa en la literatura de Puno, el riesgo es grande, pero alguien tiene que asumirlo. Durante el ao 2005, tiempo en que fui contratado por la Universidad Nacional del Altiplano, para dictar cursos de literatura universal, durante el perodo de reestructuracin curricular present un proyecto para la creacin del curso de Literatura Regional, en ese entonces hicieron odos sordos y por cuestiones polticas enviaron el proyecto a una cinaga en donde el olvido cosechaba caros, un ao ms tarde recib la noticia que el distinguido escritor Feliciano Padilla puso nuevamente en tapete el proyecto de crear dicho curso, esta vez con mayores xitos, juntos festejamos el logro que no slo era nuestro sino que se trataba de una apuesta para el estudio, la investigacin de nuestra cultura escrita, el mrito era suyo. La Universidad de Puno no consideraba un curso de esa dimensin en su plan de estudios, y lo peor de todo era que muchos profesores de la especialidad pensaban que no era necesario y que si se creaba servira slo para quien dicte ese curso, ya que no tendra qu contenidos ensear. Todas las universidades del pas que poseen la especialidad de Literatura desarrollan cursos sobre literatura regional, es ms, todos los Institutos Superiores lo hacen, la Universidad estaba llamada a liderar esa investigacin y no lo hizo. Hoy en da estos estudios estn en boga, porque a travs suyo no slo se estudia la literatura, sino los imaginarios locales, las costumbres, las racionalidades con las que diversas comunidades desarrollan su visin sobre el mundo y sobre sus diversas actividades. Se estudia la funcin social que cumple el mito, el relato, la tradicin; las formas cmo se construyen las concepciones estticas a travs de la poesa, las capacidades que se desarrollan al asumir roles distintos en una sociedad mediante el teatro, se ensea a ser ms humanos a travs de estos contenidos que nos ayudan a identificarnos como nicos en un medio que globaliza no siempre lo bueno, sino aquello que nos hace dependientes y dominados. De este modo la buena literatura debe servir para ensearnos a ser mejores y sobre todo ms humanos. El criterio empleado para este libro ha sido el crticoselectivo (como dije bajo mi responsabilidad) y es que los destinatarios de este libro sern los maestros y los jvenes de nuestra regin y no se les puede ofrecer algo que es todo menos literatura, por eso en este trabajo se considera el respeto por la palabra y por la humanidad. En el primer captulo se tocan los puntos referentes a literatura oral tradicional (para ello se ha efectuado una investigacin con informantes de la mayora de las provincias que constituyen la regin de Puno, del mismo modo se han recurrido a las versiones, que sobre las mismas existen). El segundo captulo se refiere a la literatura escrita (el relato, la tradicin y el cuento) se han recurrido a fuentes bibliogrficas y hemerogrficas

existentes, como se podr notar, en el presente trabajo, se han seleccionado nombres de escritores cuya obra eran desconocidos, por primera vez se presenta a Narciso Arstegui como narrador puneo, a Telsforo Catacora, y otros tantos (se trata de una gran tradicin literaria). En relacin a la novela se ha preferido trabajar con fragmentos, eso posibilita desarrollar una visin sobre el estilo y el manejo de la estructura, es verdad que en forma segmentada no se puede determinar mayores rasgos, sin embargo es la nica forma de mostrar este gnero. En la poesa el estro potico de Alberto Mostajo, Emilio Armaza, Carlos Oquendo, Omar Aramayo, Jos Luis Ayala, Percy Zaga, Jos Velarde, Alfredo Herrera, Lolo Palza, Simn Rodrguez, Edy Sayritupac, Filonilo Catalina y los jvenes Mendoza, Castellanos e Incacutipa constituyen toda una genealoga oquendiana; por otra parte Alejandro Peralta constituye tambin su propia genealoga: Emilio Vasquez, Luis de Rodrigo, Efran Miranda. Ms tarde Omar Aramayo fusionar las dos tendencias (en los dioses), otras ramas de la poesa punea la constituyen los insulares Dante Nava, Jos Paniagua Nuez, Jorge Florezybar y Jovn Valdez Pearanda. En teatro, se descubre una veta que no ha sido estudiada con anterioridad, este es un aporte al conocimiento de este gnero. Servir en el futuro, no slo para el conocimiento de los escolares sino de especialistas en la materia. Este trabajo es un complemento y un homenaje a los desarrollados por Moiss Yuychud (Ensayos literarios 1913), Gilberto Salas Perea (el lbum de mis cholas 1935), Alfredo Macedo Arguedas (antologa de las letras puneas 1949), Jos Portugal Catacora (el cuento puneo 1955), Juan Luis Cceres Monroy (tres representantes de la poesa indigenista 1974) , Manuel Suarez Miraval (Poesa Indigenista 1959), Samuel Frisancho Pineda (antologa de la poesa punea - 1978), Teobaldo Loayza Obando (literatura punea 1996), Omar Aramayo (antologa de la poesa punea 1999), Feliciano Padilla Chalco (antologa comentada de la literatura punea 2005), Walter Bedregal Paz (indito), como se observa el nmero de estudios sobre literatura Ante esto slo se intenta crear un espacio en el que sea posible desarrollar un dilogo de la comprensin del otro, por ello la temtica es diversa, es ms que un muestrario, es la emergencia de todo un proceso que tiene mucho que ver con la formacin de imaginarios mltiples, su eje es el de la afirmacin cultural, su norte, la conciencia crtica que el puneo debe desarrollar en su cultura. Saber quienes somos leyendo lo que somos, es la nica va para reconocernos como iguales y diferentes. Este libro no intenta ser totalitario, por razones didcticas obvia muchos nombres que quiz debieron mencionarse; sin embargo, se apuesta por la imagen y la orfebrera de la palabra, por el decantamiento, por el verdadero trabajo literario que es funcin de alarifes que conocen la arquitectura semntica. Por ello se prescinde de consejas populares, panfletos versificados, rimas forzadas y se apuesta por la literatura.

Jos Luis Velsquez Garambel Puno, febrero del 2008

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LITERATURA ORAL TRADICIONAL

EL MITO, LA LEYENDA, EL RELATO Y LA TRADICIN ORAL

En las orillas de la imaginacin, una mano se extiende por los velos de la memoria y un amasijo de sueos es rememorado por un grupo de hombres salidos del imaginario colectivo. La forma en que estos pueblos construyeron sus saberes y el cmo llegaron a transmitirlos encierran una complejidad en la construccin de sus discursos (por variados que estos sean), esa misma complejidad es notoria en sus diversas manifestaciones culturales (en la que se circunscribe la literatura). En verdad, como dice Cassirer, el trmino mito puede ser una ambigua etiqueta para hablar de todo y de nada a la vez, puesto que es un trmino que adquiere mltiples connotaciones (significaciones diversas), incluso en su etimologa es ambigua (mythos), ya que en un inicio estuvo muy ligada con la filosofa (en donde se la empleaba para interpretar lo que se construa en el discurso de los filsofos como Platn, el mismo que entenda la razn como un logos, que lo nico que hace es decir, expresar una cosa diferente, heterognea), es por eso que la teora actual prefiere referirse al mito en su forma simblica; pero esto no debe confundirse con el mito y el relato (pero tampoco debe mantenerse en su forma esttica), en tal sentido fue (el mito) medio e instrumento para desentraar las interpretaciones accesibles a la razn, es as que mito y filosofa devendran de una misma raz. (1) Otro aspecto importante que debe considerarse es el mito del sentido y el sentido del mito: el mito es un engao promovido por el lenguaje. Spencer, acatando esta tesis, defiende que el primer culto fue el de los muertos y fue el poder metafrico del lenguaje el que hizo posible el trnsito de este culto de antepasados al culto de los dioses personales, como engao, para qu se construye un mito? Y Quines lo hacen?: un mito se construye para esconder la verdadera forma simblica de lo que los sentidos no pudieron captar, registrar, de aquello que se perdi en el horizonte (como deca Ortega: las ideas se tienen; en las creencias se est), y cuya creencia no es fiable, se crea para aclarar la vida de una comunidad, para hacer de esa creencia su fe, su significacin, por eso cuando se habla de que algo o esto es mitolgico estamos afirmando que esto tiene un significado oculto, y es conocido slo por aquellos que lo estudian, y esto que es un mito es considerado como tal, por todos quienes viven fuera de l, por aquellos que se desvincularon de esa realidad (en tal sentido cuando alguien relata el mito, no lo relata para dar a conocer el contenido, sino que lo hace para que quien oye el mito lo analice, lo interprete, le encuentre su significacin), puesto que quienes aceptan ese mito como verdad son slo quienes viven en la misma comunidad (si viven junto), se impone en la comunidad y desarrolla su vida en ella, guiando al resto de habitantes. El mito, como el lenguaje, la historia, la literatura es un smbolo (ya que encierran en s mundos propios de sentidos y significaciones) adems de ofrecer imgenes, y formas simblicas accesibles slo a la visin intelectual, es por eso que Quezada Machiavello conviene en que el mito merecera una lgica especial (mito loga), para esclarecer las representaciones que se desarrollan en ella. Y es que

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esta fuente simblica no puede resolverse por medios cientficos, no se pueden objetivar de ese modo, por ello se conviene que: sea como fuere, la forma simblica tiene dos furtivos: el contenido espiritual de significado y el signo sensible concreto (2). El mito se expresa a travs del lenguaje, la lengua que una comunidad comparte, por ello tambin encierra su ideologa (ya que la ideologa se expresa tambin en el lenguaje y adems la ideologa forma a la lengua) y esta ideologa forma el contenido espiritual que una comunidad posee y cultiva en el tiempo: y as continuamente ese espritu cambia de acuerdo a los intereses que esa comunidad persigue, ya que los contenido se renuevan continuamente en la historia de dicha comunidad, y es en estos ciclos en que el mito aparece con mayor fuerza en el espritu de la comunidad y adquiere autonoma (a pesar de la complejidad con la que se la construy por el grupo). Este mito luego es parte de la conciencia del poblador comn, quien busca su fuerza en sus creencias (mitos). Esta conciencia mtica posee ms fuerza cuando el grupo es grafo (como es el caso nuestro, al tiempo en que llegaron los espaoles), despus de todo la palabra es imagen acstica (3) y como tal pasible de decodificarse slo por quienes comparten los mismos referentes culturales. Nuestra cultura es precisamente una cultura en donde las formas simblicas se desarrollaron con plenitud, son innumerables las crnicas en las que se recogieron mltiples tradiciones, relatos y mitos, en donde gran parte de los historiadores han tratado de reconstruir nuestra historia mediante los mismo, el grado de recurrencia fue en aumento con los prototipos crticos desarrollados por quienes trataron de rescatar la imagen del indgena peruano (quienes intentaron al mismo tiempo cuestionar el discurso oficial de la historia, en donde se niega al indio de todo protagonismo). Esto a partir de 1865 (fecha en que se crea la Sociedad Amiga de los Indios), en las ltimas dcadas del siglo XIX y en las primeras dcadas del siglo XX las crnicas empezaron a ser rescatadas por estudiosos de diversas posturas, ello a permitido desarrollar una interpretacin ms plural de los discursos histricos sobre las culturas peruanas, y sobre todo problematizar cuestiones referentes a luchas reivindicacionistas por parte de los indgenas de las diversas provincias del pas, en donde se nota la sobresaliente participacin del Qollasuyu desde los levantamientos tupacamaristas, pasando por Juan Bustamante Dueas (1867), Los conflictivos sucesos de Pomata (1896 1900), Ilave (1904), Platera (1912), San Jos (1916, con la participacin de Rumi Maki), y Huancho Lima (1923), en todos estos movimientos sociales el espritu del poblador del altiplano se ha mantenido inalterable, as tambin sus costumbres, sus ritos religiosos, y hasta cada una de sus manifestaciones culturales, entre las que se pueden identificar claramente sus tradiciones orales. As encontramos tradiciones, relatos y mitos como: la leyenda del Dios Taapac, Tunupa, Creacin del Mundo, Los Orgenes y el Diluvio, El Diluvio Aymara, El Diluvio de la Viracocha, Origen y Reconstruccin de la Humanidad, Nuevas versiones y otros mitos, El Templo de la Isla del Titicaca, El Origen de los Incas, Manko Qapax y Mama Oxllo, El Templo en la Isla del Titicaca, Divisin del mundo: las lenguas, Inkarri Qollari, Inkariy y Qollariy en el altiplano, Qollarey Qanchirey, Origen del Arco Iris, El Gran da del Viento, Supaya, Auqinaqama Jiwayasiri, El Pleito entre el gallo y el pucu pucu, Ipi Puqo Kkepi, El Condor Warmi Lunthata, Acero Ppatjata, Khapiya Kota, Kota Anchancho, El Anchancho, El Catecate, El Henca, Octavario Fnebre y de Venganza, Mito del Camiri, EL Ratn Y el Zorro, Ceremonia de las papas y la pareja de adolescentes, la desfiguracin del sapo, Titi Cacha, El Viento Agorero, El Triunfo de los Ashuankkaris, Jani Yqthapiri Wawanaqa, Auka Konkori, Las Tradiciones del Huajsapata en Puno, Huaccsapata. Los

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anteriores son los considerados en el captulo correspondiente, lo que no significa que sean los nicos, puesto que el altiplano puneo es un territorio culturalmente vasto, y en donde las tradiciones, las leyendas, los relatos y los mitos corren por los manantiales, por los ojos de agua que nutren a su poblacin entera. Ahora fijmonos en que: los pocos rezos e himnos que han llegado a nosotros fueron recogidos por Cristbal de Molina, Juan Santa Cruz Pachacuti y Guaman Poma de Ayala. En ellos aparecen mezclados problemas morales y materiales, como es el siguiente (por ejemplo): oh seor! Antiguo seor, diligente seor, gran seor, Tarapac seor, quien dice: haya reyes, haya incas, guarda en paz y seguridad al rey que t has puesto, al inca que t has creado. Que aumente su gente, sus sirvientes, que derrote a cada uno de sus enemigos. Para siempre y jams. Sin interrupcin guarda sus hijos y sus descendientes tambin, en paz, oh seor! Pero hasta que punto es creble lo que nos mostraron como parte de nuestra memoria?, como sabemos la memoria es frgil, uno olvida fcilmente lo que aconteci ayer (si el caso fuera,se olvida lo que ocurri en aos anteriores, en dcadas pasadas) y cmo no olvidar lo que ocurri hace cientos de aos, ya que nuestra cultura no cre un instrumento de registro que sobreviva a estos siglos de dominacin. Ya que la memoria colectiva es susceptible a degenerar en nuevas interpretaciones y, lo que es ms, nuevos contenidos. Cmo manifestar que la moral de los pobladores de Tawantinsuyu (y entre ellos los Qollas) se pareca a la moral de los Otros (los occidentales) y es ms cuestionable todava el termino Rey ya que esto implica una concepcin eminentemente occidental (un Rey no era igual a un Inca, no puede existir analoga), el origen divino del poder no puede ser aplicado a esos referentes, menos su capacidad de heredar el poder (por supuesto mandato divino), recordemos la funcin de las panacas, o la preeminencia del principio de las dualidades y de los seqes, y es que el imaginario local fue tergiversado por los cronistas, manipulados los mitos y las leyendas para la conversin a la religin cristiana, esto implica que la extirpacin de idolatras no slo actu sobre vestigios y centros fsicos, sino que atac al espritu del pueblo, a su conciencia crtica y los sumi en la ms completa sumisin de creencia, extirp su cultura. Y obviamente, para lograrlo, emple las propias tradiciones orales que se transmitan de poblador a poblador. As pronto, los mitos, los relatos, las leyendas y las tradiciones fueron portadoras de la ideologa dominante, los dioses tutelares andinos pronto se tornaron en santos de la iglesia cristiana, la Pachamama fue remplazada por la Virgen Mara y la Cruz Andina (la chacana) se torn ya no en smbolo del dualismo andino; sino en un smbolo cristiano (el del padecimiento de cristo en la cruz y de su sacrificio por la humanidad). A esto se suma algo ms grave, el del cambio y manipulacin de los imaginarios locales, el de las degeneraciones en la conciencia de los pueblos que conformaron el antiguo seoro Qolla (y fuera de ella el tawantinsuyu entero) por parte de las doctrinas y que ha devenido en un desvanecimiento total de identidad, nadie en el mundo andino contemporneo actual sabe de su ser, de su relacin con su entorno y de su responsabilidad cultural. Y la literatura, en parte ha sido un instrumento de manipulacin, un instrumento que ha permitido que estas concepciones sean degeneradas.

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En poesa es muy tierna y expresiva la amorosa, a la que apreciaban de sobremanera. En ella evocan la nostalgia por la amada ausente y lamentan al que ama sin esperanzas. A tales piezas. Por lo frecuente, tambin las cantaban con notas pentatnicas. Como los pueblos andinos no tuvieron escritura no dejaron testimonios escritos de sus composiciones literarias, de modo que no se sabe de manera fehaciente si sus himnos sagrados adquiran la forma de la prosa o tal vez la de las estrofas poticas, los cronistas, cuando coleccionaron algunos los trascribieron en prosa sin que sea prueba concluyente de que sus referidos himnos hayan tenido ese modelo; por cuanto en el siglo XVI y primeros aos del XVII, quienes redactaban en el Per, sobre todo los indgenas (Santa Cruz Pachacuti y Guaman Poma) desconocan las reglas pertinentes, y ni siquiera por entonces habanse establecido pautas ortogrficas. (ESPINOZA SORIANO: 1997.) Y que son los cantos sino poesa, meloda que aletea en los odos de quienes las ejecutan. Esas preocupaciones (de si las recogieron en verso o en prosa) son superficiales, la verdadera preocupacin es cmo se variaron las imgenes en el momento en que se iban registrando, qu ideologa discursiva posean en cada momento histrico. Y si no bastar recoger las canciones actuales y analizarlas con presupuestos tericos pertinentes que nos den su testimonio crtico sobre ellas. Y sobre el primer poeta (si hubo) se nos presenta la siguiente versin: virtualmente el Inca Manco Capac en adelante ser el primer poeta peruano que consagra uncin, ejerci sus himnos invocando la proteccin de sus Dioses supremos. Todo hace indicar que este haylli religioso e himno litrgico invoca al Dios Wiracocha o creador del mundo que se liga al destino d elos hombres del imperio incaico. Reitero por cronologa literaria sealamos que el primer poeta peruano en ejercicio de sus dominios sera Manco Capac (TORO MONTALVO: 2000).

Y Cules son los ejercicio de sus dominios a los que alude el Dr. Csar Toro Montalvo? Y Desde cuando un haylli litrgico es un himno? Ocurre que se intenta analizar la literatura andina desde una postura occidental, desde una posicin, con un espritu ajeno? Es aceptable que se emplee metodologa desarrollada en occidente pero la postura debe ser andina (o de lo contrario se poseer una sola visin cultural y se propondr un monoculturalismo, y se aceptar cierta hegemona), el aporte deber ser ese. Sin embargo: la literatura de esta poca (la literatura autnoma) se caracteriz por ser agrario-colectivista; y, sobre todo, annima; pero la incursin de los invasores rompi esa lianealidad creadora. Desde entonces, hasta hoy, pese a su marginacin (literaria) la literatura pre-hispnica se ha convertido en sustrato importantsimo de las literaturas del Per (Flrez-ybar: 1999)

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Sus caractersticas: Oral : no fue escrita Annima : es colectiva y plstica. Agrarista : se practicaba en las siembras y en las cosechas. Pantesta : se muestra en su comunin con su entorno. Oficial : porque se expres en el mbito de la corte, la cultivaron los amautas. Popular : se expres en el sentimiento del pueblo Slo se practicaba como ritual agrario? Fue realmente pantesta por su comunin con su entorno? una de las principales caractersticas de esta literatura es que trat de dar una explicacin sagrada, revelacin verdadera, profunda de la realidad, expresin de la humanidad por la visin occidental a falta de una forma escrituraria, y como muestra de ello tenemos los texto recogidos por Francisco de vila: Cuniraya Wiraqocha, Cuniraya Cavillaca (Dioses y Hombres de Huarochir en la traduccin y versin de Gerald Taylor y la versin literaria/ traduccin de Jos Mara Arguedas). Pero esta literatura posee una clasificacin (es valorable la postura que asume Mario Florian en La pica Inkaika). (1) Perodo literario Inkaiko o clsico: es de creacin propia, oral, sin influencias extraas, autntica de expresin viva, con alma propia, est ligada al canto, la msica, al baile y a la coreografa, es espontnea y sobria, carece de reglas literarias, es para un pblico de oyentes. Se desarroll en los gneros: poesa (pica, semi-lrica y lrica), prosa (didctica y prosa fantstica y ldica) y teatro (representaciones mmico-coreogrficas, de accin guerrera, agrcola y religiosa). Y sus sujetos de accin fueron: los dioses, los hombres, los animales, la tierra y las fuerzas de la naturaleza (siempre personificados). (2) Periodo colonial: desde 1532 a 1780, los temas fueron cristiano indgenas y de intencin moralizante, de propsito alienizante y de dominacin poltica, sus creadores fueron bilinges (espaoles y mestizos) con gran carga religiosa catlica. A esto se desarrollaron en oposicin mitos cosmognicos de honda significacin social indgena (como es el Inkarri), sus cultores fueron indgenas de cepa que no deseaban ser dominados. (3) Periodo literario contemporneo: desde 1780 hasta la fecha, desde la rebelin de Tupac Amaru en el que el sentimiento de lograr una autonoma ha ido creciendo. La oralidad se vio incrustada con frases castellanas, es una literatura que ironiza con los no indgenas, es casi siempre didctica y moralizadora, y sus compositores son los ms pobres y olvidados del pas. En oposicin a ella se desarroll una literatura culta, de tema indgena, pero de forma espaola, con reglas e imgenes espaolas. Ahora, Qu diferencias existen entre Mito, leyenda y el relato? Sobre el mito, hemos vertido ya algunas ideas; sin embargo existen algunas percepciones que a continuacin mostramos: EL MITO: como relato encierra y preserva en s, la tradicin (de tiempos heroicos y fabulosos) con alegoras que tienen por base un hecho real, histrico o

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filosfico y que esconden siempre el verdadero significado de lo que refieren o relatan. La explicacin del origen de los mitos ha seguido diversos sistemas, pero en todos ello sus actantes han sido Dioses, Hombre cuya existencia no est demostrada y han tenido siempre un carcter didctico. Los filsofos jnicos formularon una explicacin e interpretacin alegrica segn la cual los Dioses personificaban fuerzas fsicas y elementos como el agua, el trueno, el sol, etc. O ideas morales. El pensador griego Evemero explic en el siglo IV a. de C. que los mitos eran el recuerdo idealizado de hombres divinizados tras su muerte. Tal fue la teora adaptada por la iglesia en la edad media; que propona una fcil explicacin del paganismo. Actualmente se concibe como una forma de expresin costumbrista, tradicional de una cultura o situacin psicolgica atribuida a los fenmenos. Sobre el respecto opina tambin Italo Calvino: el mito es la parte oculta de cada historia, la parte subterrnea, la zona an sin explorar, porque an faltan las palabras que nos llevan hasta ella. Para contar el mito no basta la voz del narrador en la reunin tribal de cada da; se requieren lugares y pocas especiales, reuniones reservadas; la palabra no basta, es necesario el concurso de un conjunto de signos polivalentes, o sea, de un rito. En la constitucin del mito participan los rituales religiosos y la magia. Esta se basa en la atribucin de poderes ocultos a objetos y personas, en tanto que el rito es la repeticin de gestos y ceremonias para conseguir algo en concreto. Los mismos poseen tambin una clasificacin (Salvat Editores): Cosmognicos : Teognicos : Antropognicos : Etiolgicos : Morales explican la creacin del mundo. explican el origen de los dioses. explican la aparicin del Hombre. explican las situaciones polticas, sociales y religiosas. : explican los principios contrarios: el bien y el mal, los ngeles y los demonios.

Vladimir Propp emplea la denominacin de relato maravilloso, el mismo que presenta un cierto nexo con el mbito de los cultos, con la religin. En rigor, del culto, de la religin puede decirse que son una institucin, afirma tambin que, el caso ms simple es el representado por la completa coincidencia del rito y de la costumbre con el relato maravilloso. Donde su aclaracin es contundente: por mito entenderemos aqu un relato sobre la divinidad o seres divinos en cuya realidad cree el pueblo. La fe es considerada aqu no como un factor psicolgico, sino como factor histrico. El mito y el relato no se diferencian por la forma, ni por la estructura sino por su funcin social (la funcin social del mito no siempre es la misma y depende del grado de cultura del pueblo). Formalmente un mito no puede distinguirse de un relato, slo en su funcin social, en relacin a la economa (si por ejemplo la gente baila y compone cantos para que llueva). Propp es tajante cuando dice que tanto los ritos, los mitos y relatos folklricos son anteriores al cuento y dan lugar a las leyendas. En oposicin: LA LEYENDA: es una narracin breve que se caracteriza por relatar un hecho ocurrido en un pasado lejano y en el cual se alienta lo sobrenatural, su naturaleza es histrica. Si se pregunta porque no es lo mismo una leyenda que un cuento fantstico, podemos aclarar las diferencias. En el cuento fantstico, lo extraordinario se da como sobrenatural, como algo que no puede explicarse, pero que es reconocido como extraordinario. Adems de esto, la leyenda ocurre en el pasado y cuenta un acontecimiento que se supone ha tenido un gran impacto entre quienes

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han tenido noticias de l y cuyo recuerdo han perdurado, no slo en la memoria sino que han marcado la psicologa de todo un pueblo o una cultura. (Alma Ada Flor de La Fuente: 1975).

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EL CUENTO EN LA LITERATURA ORAL: En general, refleja, describe con ms exactitud que un tratado especialmente dedicado a este tema, la realidad social de un pueblo: sus preocupaciones, lo que considera como valioso y como negativo, lo que constituye xito o desventura para l, adems que describe casi todo el aspecto externo de cada grupo humano: sus trajes, sus utensilios, la forma de sus cosasen fin, el cuento oral, como ya dijimos, puede servir de material que permita el estudio de una sociedad dada en toda su extensin y hondura: lo moral, lo espiritual y lo material; cuando el hombre haya hecho para vivir organizadamente formando un conjunto social: lo que haya hecho en el campo llamado espiritual: normas, creencias; y lo que haya hecho con sus manos para vivir con la mayor comodidad posible: trajes, muebles, instrumentos (Jos Maria Arguedas: 1956). La oralidad posee sus propios cdigos (como lo mantiene Cornejo Polar), sus propias histricas e inclusive remiten a dos racionalidades fuertemente deiferenciadas (en relacin a la escritura) ya que entre una y otra hay una ancha y complicada franja de interacciones, las mismas que no han sido desentraadas. La multiplicidad de los sujetos, la diversidad de los discursos hacen que se trate de una amalgama de racionalidades que conforman toda una red compleja de relacionalidad entre la literatura oral y la escrita, no existen divorcios entre ambas sino una relacin umbilical entre uno y otro (o lo uno y lo otro) si preeminencia de situaciones homogeneizantes que lindan con problemas de identidad, se trata de hacer que estas literaturas sean una sola madeja, un mismo reflejo en la imagen del espejo que constituyen nuestras diversidades. Se trata de crear un espacio dialgico, con respeto a cada una de las nacionalidades y de las racionalidades, de las costumbres, de los ritos y de las formas de vivir, todo esto a travs de la literatura. Dadas estas diferencias se presentan el captulo pertinente.

NOTAS (1) Oscar Quezada Macchiavello, desarrolla una visin mayor en relacin a la significancia de los mitos, su capacidad de referencia. (2) Se manifiesta que el funcionamiento de esos furtivos son trminos que remiten a una energa del espritu, y de contexto, es decir el mito es conciencia uniforme de una comunidad, todos aceptan el mito como unidad de dominio espiritual tomando en cuenta la funcin que va a cumplir en esa comunidad (como lo afirmara Cassirer). (3) Las sociedad creen en la magia de la palabra, ya que con ella se construyen imgenes (que son representadas por el que comunica y por quien decepciona y decodifica el mensaje), por eso es que los jeroglficos, los ideogramas guardan una relacin cercana con los sonidos que representan. (Quezada Macchiavello).

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CREACIN DEL MUNDO(*)

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Muchos milenios atrs no exista vida por largo tiempo, no haba tierra, ni lago, ni cielo, ni luna, ni sol; en su lugar, solamente haba un espacio donde se encontraba Apu Kollana Awqui (Seor, Padre Divino). Cierto tiempo, este SER que ocupaba el espacio, decidi crear el Universo y tom el transparente infinito, juntndole con un soplo dijo: Este ser el cielo. Y se hizo el cielo tomando la forma bella de color azul. Posteriormente, cuando ya exista el cielo, dijo: Que se hagan las estrellas. Escupi en el aire, botando saliva en muchas partculas y, stas, tomaron la forma de estrellas y cometas. Luego, Apu Kollana Awqui, empez a juntar la parte gaseosa que haba en el cielo y la amas en su mano resultando la tierra slida, sin el lquido ni las plantas. Entonces, viendo que la tierra era rida y seca, escupi sobre ella diciendo: Que la tierra produzca plantas y rboles, que tenga su parte lquida, y se formaron los ros, el lago y mares; del suelo tambin brotaron muchas plantas y rboles. Siguiendo su paciente trabajo de creacin, Apu Kollana Awqui hizo muchas variedades de animales, entre los que haban un par de llamas, vicuas, zorros, zorrinos, animales acuticos, pjaros que volaban por el aire, etc. A cada grupo dio su respectivo dominio: los animales cuadrpedos deban estar al dominio de la tierra, los pjaros y dems aves deban dominar el aire, los peces el agua.

Despus de haberlo creado, maravillado, admir el Universo; pero, de pronto, advirti que le faltaba algo; algn otro ser que estara a cargo de todas las maravillas creadas: model en piedra una imagen a su semejanza y, cuando estaba terminado, cogi el agua y la puso dentro del cuerpo de la imagen y, con un soplo de aliento, cre al ser. A ste le llam Jake (hombre). Apu Kollana Awqui, para instalar su trono, escogi el lugar del altiplano desde donde guiaba y continuaba su plan de creacin. Jake, los animales y dems seres vivan en el paraso del altiplano entregado por Dios. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, vio que Jake estaba solo, no tena con quin dialogar, y a la peticin de este hombre, Apu Kollana Awqui tom parte de las plantas ms maravillosas y, de sus savias, amas y model a la imagen del hombre; luego tom el Kallu jaraphi (costilla ms pequea) del hombre, la sac y la puso dentro del modelado y, con un soplo en la nariz, cre a la pareja, a este nuevo ser la llam warmi (mujer). Cuando haba creado al hombre y la mujer, les dijo: vayan y pueblen todo el universo; Ustedes sern awqui y tayca (padre y madre) de todas las generaciones posteriores. Les ense todo el paraso que haba en el altiplano y les dijo: ste ser el lugar ms sagrado y, por que me he complacido, de haber creado y visto mis maravillas en esta tierra, ser

NOTASEste es uno de los mitos ms comunes que existen sobre la creacin del mundo; aunque hay ciertas variaciones pequeas de sector a sector y hasta de informante a informante. Por ejemplo, en el sector de Juli, la gente dice que el Dios creador del mundo fue Achachila (Abuelo, reconocido como el Ser Superior del cielo). Dicen que fue este Ser el que cre todo lo que existe en el Universo; pero, en este tiempo, el habitante del mundo y los dems seres estuvieron durante mucho tiempo en oscuridad, es decir, en tiempos de chiamac pacha (tiempos oscuros), no haba sol ni luna. Con el tiempo, a causa del pecado de la gente, Dios se incoleriz y cre al sol y a la luna a fin de poner fin con la maldad del mundo. Los hombres de buena voluntad, que eran los mensajeros del Dios Achachila, al llegar a saber lo que iba a pesar despus de la creacin del sol y la luna, hicieron conocer a los hombres predicando en todos los lugares el mensaje de Dios. Estos hombres, mensajeros de Dios, decan: arrepintanse de todas las maldades que estn haciendo; no hagamos enojar a nuestro Seor, Achachila... pues. El crear el sol y la luna para quemar y arruinar el mundo. La gente crey que el sol y la luna saldran del lado del oeste (la puesta del sol) y empezaron a construir sus casas con materiales impenetrables por los rayos del sol para evitar que no sean quemados, las puertas de las casas de piedra estaban dirigidas hada el este. (Vctor Ochoa Villanueva).

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llamado Kollana (divino, en medicina), dando honor a mi nombre.

LITERATURA ORAL TRADICIONAL

As naci el pueblo de Apu Kollana Awqui; despus de esto, se fue a una montaa bien alta a fin de continuar con la ordenacin de las maneras de vivir, dems costumbres y leyes que deban tener los hombres creados.

La comunin del cielo y el lago hacen que la cultura andina posea ciertos rasgos que la caracterizan como nica, en ella el hombre a hecho lo posible por adecuarse asu medio geogrfico y climtico, en ella se ha constituido como un verdadero demiurgo, al crear cultura en este medio (J.L.V.G). Fotografa cortesa de Ecler Mamani Vilca.

Cuando se cre el sol y la luna, stos salieron en la direccin opuesta al pensamiento de los hombres malvados, es decir, en vez de salir del oeste (pronosticado por la gente) sali del este (que era considerado como la puesta). Entonces, la gente que haban construido sus casas con la puerta hacia el este quedaron petrificados hacia el interior de sus habitaciones, muchos fueron sorprendidos en la superficie de la tierra; otros apenas pudieron fugarse al escondite construido. Estos fugitivos son los Jentiles que dicen que todava viven dentro de las chullpas. Sin embargo, algunos aymaras, dicen que cada creacin dur mucho tiempo; es decir, para crear el Universo, Dios demor muchos aos, de la misma manera para crear el cielo y los dems seres. De tal manera que, cuando ya exista el universo con todos los seres vivientes, para crear el sol y la luna Dios demor miles de aos; entonces, durante este tiempo, la gente y dems seres tuvieron que vivir en oscuridad. A este tiempo lo llaman, los aymaras, Chamac pacha (tiempos oscuros). Otra de las variaciones que hacen referencia los habitantes de las orillas del lago Titicaca es que la creacin del mundo dur muchos siglos. Durante este tiempo cre todos los seres vivientes, los mares, los rboles frutales y dems plantas que producan vestidos para los hombres, el sol y la luna, las

estrellas, etc. Todo lo que hoy est ocupado por el lago era un valle muy hermoso que albergaba a los habitantes del altiplano. No haba odio, ni hambre ni la menor ria entre los hombres. Todo era alegra y felicidad; lo nico que tenan que hacer los hombres era la de cumplir con la ley de Apu Kollana Awqui que deca: no subirn a la colina alta, lugar santo, donde est instalado el trono de tu Dios; ni intentarn escalar esta montaa... porque el da que intenten escalar esta montaa indudablemente, morirn.... Sin embargo, un da, los hombres instados por el awka (demonio) trataron de subir a esta, colina que protega a todo el valle sagrado. Apu Kollana Awqui, al ver esta desobediencia hizo salir de las cuevas de esta montaa, muchos pumas que devoraron a la gente del valle. Todo fue una carnicera que hizo correr lagunas de sangre. Viendo esto, el sol llor inconsolablemente durante cuarenta das y cuarenta noches, y las lgrimas del sol haban formado una inmensa laguna que ahog a todos los pumas que haban matado a la gente. De esta destruccin se salvaron pocos hombres que nuevamente empezaron a habitar el altiplano, as se cre el lago.(*)

Versin de Vctor Ochoa Villanueva.

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LOS ORGENES Y EL DILUVIO(*)

LITERATURA ORAL TRADICIONAL

Porque la Relacin que a V. S. Illma. di del trato, del origen, vida y costumbres de los Incas, seores que fueron de esta tierra, y cuntos fueron, y quines fueron sus mujeres, y las leyes que dieron y guerras que tuvieron, y gentes y naciones que conquistaron; y en algunos lugares de la relacin trato de las ceremonias y cultos que inventaron, aunque no muy especificadamente, parecime ahora principalmente, por mandrmelo V.S.R., tomar algn tanto de trabajo para que V.S.R. vea las ceremonias, cultos e idolatra que estos indios tuvieron. Para lo cual, hizo juntar cantidad de algunos viejos antiguos que vieron e hicieron en tiempo de Huayna Capac y el de Huscar Inca y Manco Inca; hacer las dichas ceremonias y cultos, y algunos maestros y sacerdotes de los que en aquel tiempo eran. Y para entender dnde tuvieron origen sus idolatra, porque es as que estos no usaron de escritura y tenan en una casa del Sol llamado Poquen Cancha1, que es junto al Cuzco; la vida de cada uno de los Incas y de las tierras que conquist, pintado por sus figuras de unas tablas, y qu origen tuvieron, y entre las dichas pinturas tenan asimismo pintada la fbula siguiente: en la vida de Manco Capac, que fue el primer Inca de donde empezaron a jactarse y llamarse hijos del Sol, y a tener principio la idolatra y adoracin del Sol, y tuvieron gran noticia del diluvio2; y dicen que en l perecieron todas las gentes y todas las cosas creadas, de tal manera que las aguas subieron sobre los ms altos cerros

que en el mundo haban, que no qued cosa viva, excepto un hombre y una mujer que quedaron en una caja de un tambor; y que al mismo tiempo que se recogieron las aguas, el viento ech a stos en tierra Huanaco, que ser el Cuzco ms de setenta leguas, poco ms o menos, y que el Hacedor empez a hacer las gentes y naciones que en esta tierra hay; y haciendo de embargo cada nacin, pintando les los trajes investidos que cada uno haba de tener y traer; y los que habran de traer cabellos con cabellos los que cortado, cortado el cabello; y que concluida, a cada nacin dio la lengua que haba de hablar, y los cantos que saban de cantar, y las simientes y comidas que habran de sembrar. Y acabado de pintar y hacer las dichas naciones y bultos de barro, dio ser y anima a cada uno por s, as a los hombres como las mujeres, y les mando sumiesen debajo de tierra, cada nacin por s; y que de all cada nacin fuese a salir a las partes y lugares que l les mandase; y as dicen que los unos salieron de cuevas, los otros de cerros, y otros de fuentes, y otros de lagunas y otros de pies de rboles, y otros desatinos desta manera; y que por haber salido y empezaba multiplicar destos lugares, en memoria del primero de su linaje que de all procedi, y as cada nacin se vistes y traer el traje con que a su huaca vestan. Y dicen que el primero que de aquel lugar nacin all se volva a convertir en piedra, otros en halcones y cndores y otros animales y aves; y as son de diferentes figuras las huacas que adoran y que usan.

Poquen Cancah Pokoy-cancha, tiempo del otoo, lugar donde probablemente se hacan las fiestas en las pocas de la maduracin de los frutos, pues Poquen, voz desconocida en los vocabularios, parece derivadas del verbo Pokoni: madurar frutos o sembrados. Segn Vicente Fidel Lpez, deriva del snscritopac: coser, madurar, y el sufijo sansescrito ku: Les races arienes du Prou. Acerca del diluvio y noticias que de este cataclismo universal tenan los indios, encontramos numerosos datos en casi todos los primitivos cronistas. De estas relaciones ninguna es tan interesante y original como la que se inserta en la Historia ndica de Sarmiento de Gamboa. Cap. 6, pgs.23 y 24, y que fue hecha por declaracin de los indios quipocamayos en 1572. Segn ella, los indios tenida noticias de un diluvio al que llamaban unupachacuti, que significara destruccin del mundo por el agua. Hoy se dice en quechua Lloclla uno, el diluvio, ya que Llocla esta avenida torrentosa, abundante. Los vocabularios de Mossi y Holgun le dan la misma acencin. Relata asimismo Sarmiento, la tradicin del diluvio entre los quitos, y cuenta las curiosas leyendas de Ataorupaqui y Cusicayo, nico sobrevivientes del2

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Otras naciones hay, que dicen que cuando el diluvio se acab por las aguas, la gente, excepto aquellos que en algunos cerros, cuevas, rboles se pudieron escapar, y que estos fueron muy poquitos, y que de all empezaron a multiplicar; y que por haber escapdose y procedido de aqullos lugares, en memoria del primero que de all sali, ponan dolos, dndoles el nombre a cada huaca que ellos entendan haba tenido aquel de quien se jactaba proceder; y as los adoraban y ofrecan sus sacrificios de aquellas cosas que cada nacin usaba, no obstante que hubo algunas naciones que tuvieron noticia, antes que el Inca los sujetase, que haba un Hacedor de todas las cosas, al cual, aunque le hacan algunos sacrificios, no eran en tanto cantidad ni con tanta veneracin como a sus huacas. Y prosiguiendo la dicha fbula, dicen que al tiempo que el Hacedor estaba en Tiahuanaco, porque dicen que aqul era su principal asiento, y as all hay unos edificios soberbios de grande admiracin, en los cuales estaban pintados muchos trajes de estos indios y muchos bultos de piedra de hombres y mujeres, que por no obedecer el

LITERATURA ORAL TRADICIONAL

El lago en la magnitud de su grandeza: Cortesa de Moises Bustincio mandato del Hacedor dicen que los convirti en piedras; dicen que era de noche y que all hizo el Sol y la Luna y estrellas, y que mand al Sol y Luna y estrellas fuesen a la isla de Titicaca, que est all cerca, y que desde all subiesen al cielo3. Y al tiempo que se quera subir el sol en figura de un hombre muy resplandeciente, llam a los Incas y a Manco Capac les dio por insignias y armas el suntur paucar4 y el champi5 y otras insignias de que ellos usaban, que es a manera de cetro, y que todos ellos por insignias y armas hubieron, y que en aquel puno mand al Sol, luna y estrellas se subiesen parecieron a ponerse cada uno en su lugares, y as subieron y se pusieron; y que luego en aquel instante Manco Capac y sus hermanos y hermanas, por mandato del Hacedor, se subieron debajo de tierra y vinieron a salir a la cueva de Pacari-tambo6, donde se jactaban proceder, aunque de la dicha cueva dicen los salieron otras naciones y

Viracocha mand que luego saliesen el sol, luna y estrellas y se fuesen al cielo para dar luz al mundo y as fue hecho, y dicen que cri la luna con ms claridad que el sol, y por eso el sol envidioso al tiempo que iban a subir al cielo, le dio con un puado de cenizas en la cara y que de all qued oscurecida de la color que agora parece. Sarmiento de Gamboa. Od. Cit. 7. 4 Es napa, insignia principal de los seores, un carnero de los de esta tierra, blanco, que llevaba una gualdrapa colorada, y encima unas orejeras de oro y en el pecho un pretal de veneras coloradas, que llevaban los ricos Ingas cuando salan fuera de casa, llevando delante de todo en un palo, una como manda de cruz de columna y a que llaman sunturpaucar. Sarmiento de Gamboa, ob. cit. cap. 12 y tambin en los cap. 14 y 42. 5 El champi era cierto gnero de arma con que peleaban en la guerra. Delante del Inca, a los lados del estandarte real, llevaban siempre dos champis en dos astas largas y l mismo Inca, en lugar de cetro trara en la mano un champi corto como bastn, con el hierro de oro. Sarmiento de Gamboa. Ob. cit., cap. 31. 6 Pacari-tambo, la casa que nace. Pakaric el que amanece, el que nace; tampu venta, mesn, lugar de hospedaje, casa de forasteros o viajeros. Pacaric-tampo se podra traducir literalmente as: venta que nace, pero en el simbolismo de las lenguas aglutinantes primitivas, significaba lugar donde aparecen unas en los forasteros. 7 Yumay mama Viracocha: yumay el semen gobernador; mama, madre o matriz; viracocha, Dios, el divino principio generador, o la divinidad madre de lo creado; especie de Maya ind. Tocapo Viracocha, Ticcsi Capac Viracocha; poderoso principio de todo lo creado. En antiguas gentes en Per, atribuido a Las Casas, encontramos que Viracocha (que estaba en el cabo postrero del mundo y de all lo miraba todo) tuvo un hijo muy malo antes en la creacin; se llamaba este hijo Tahua pica Viracocha, y parece ser el Tocapo Viracocha de esta relacin, ya que la leyenda es semejante, lo que corrobora la opinin de ser la obra de Las Casas una traslacin de la Relacin perdida de Molina.

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Nacimiento del sol en el lago de vida, en el lago en el que los pumas se detienen a beber y se comnvierten en peces puma (j.l.v.g.). Fotografa cortesa de Ecler Mamani Vilca que salieron al punto que el Sol, el primer da despus de haber dividido la noche del da el Hacedor; y as de aqu les qued de llamarse hijos del Sol, y como padre adorable y reverenciarle. Tienen tambin otra fbula, entre dicen que el Hacedor tuvo dos hijos, que uno llamaron Yinay mama Viracoha y el otro Tocapo Viracocha7, y que concluido el Hacedor las gentes y naciones y la trazas y lenguas y haber enviado al cielo el Sol y Luna y estrellas, cada uno a su lugar de este tierra Huanaco, como est dicho, el Hacedor, a quien en lengua de stos lo llamaban Pacha yachachi, y por otro nombre Tecsi Viracocha, que quiere decir incomprensible Dios, vino por el camino de la Sierra visitando y viniendo a todas las acciones cmo haban comenzado a multiplicar y cumplir lo que se les haba mandado; y que algunas naciones que hall rebeldes y que no haban cumplido su mandado, a gran parte dellos convirti en piedras en figuras de hombres y mujeres con el mismo traje que traan. Fue la conversin en piedras en los lugares siguientes: Tiahuanaco, y en Pucar y Jauja, donde dicen convirti la huaca 8 llamada Huarivilca en piedra, y en 9 Pachamama y en Cajamarca10 y en otras partes, y hoy en da estn en los dichos lugares unos bultos gigantes que antiqusimamente debieron ser hechos por manos de hombres; y por falta de la memoria y escritura tomaron esta fbula de decir que por mandato del Hacedor, por no haber cumplido sus mandamientos, se tornaron en piedras y en Pucara11, que es cuarenta leguas de la ciudad del Cuzco, por el camino del Collao; dicen que baj fuego del cielo y quem gran parte dellos, y que los que iban huyendo se convirtieron en piedras, y que el Hacedor, a quien ellos decan que era el padre de Ymai mama y de Tocapo Viracocha, mando que desde all se partiese el mayor de sus hijos, llamado Ymai mama Viracocha, en cuyo poder y mano estaban todas las cosas, y que fuese en el camino de los Andes y montaas de toda la tierra; y que fuese dando y poniendo nombres a todos los rboles, grandes y pequeas, y a las flores y frutas que haban de tener, y mostrando a las gentes las que eran para comer y las que no, y a las que eran buenas para medicinas; y asimismo puso nombre a todas las yerbas y flores, y el

tiempo en que haban de producir sus frutos y flores, y que ste mostr a las gentes las yerbas que tenan virtud para curar y las flores que podan matar. Y al hijo llamado Tocapo Viracocha, que quiere decir en lengua Hacedor en que se incluyen todas las cosas, le mando fuese por el camino de los llanos visitando las gentes y poniendo nombres a los ros y rboles que en ellos hubiese, y dndoles sus frutos y flores por la orden dicha, y que as se fuese bajando hasta lo ms bajo de esta tierra y de all se subiera al cielo, despus de haber acabado de hacer lo que haba en la tierra.

LITERATURA ORAL TRADICIONAL

Dicen tambin en esta misma fbula, que en que Tiahuanaco, donde dicen que hizo todas las gentes, hizo todas las diferencias de aves, machos y hembras de cada uno, y dndoles cantos que haban de cantar cada uno, y a los que haban de resistir en las montaas que se fuesen a ellas, y a los que en una tierra, cada uno de sus partes y lugares que haban de residir; y que asimismo hizo todas las diferencias de animales de cada uno, machos y hembra, y todas las dems diferencias de culebras y dems sabandijas tienen la tierra all, mandando a cada una de los que haban de ir a las montaas fuesen a ellas y los dems fuesen a la tierra; y que all manifest a las gentes los nombres y propiedades que las andes y animales y dems sabandijas tenan.De Ritos y Fbulas de los Incas. Prlogo de Ernesto Morales. Buenos Aires, Editorial Futuro, 1947. (*) Cristbal de Molina.

NOTASHuarivilca o huarihuillca: casa del sol; tambin adoratorio o huaca del Dios de la fuerza. Huari o Dios de las fuerzas; vilca, sol; adoratorio de creado al sol o a otros dolos. 9 Pachacmac, el fecundador de la tierra, el vivificador del mundo. Vase para esta etimolgica nuestro estudio referente. El PerBocetos Histricos, pg. 79. Garcilaso le da una traduccin semejante. Ob. cit. I. Lib. II, Cip. II. 10 Caxamarca regin de hielo, en quechua: caja marca, pueblo abierto, regin amplia en aymar. Nosotros aceptamos esta ltima etimolgica. 11 Fortaleza, lugar de defensa.8

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LITERATURA ORAL TRADICIONAL

EL DILUVIO AYMARA(*)Efectivamente: un mundo de dioses, hroes y hombres surgi en los andes peruanos alrededor de l siglo XIV de nuestra era, del mismo modo la forma de explicarse sus orgenes y sus dems cuestionamientos; sin embargo una vez llegado los espaoles y entre ellos los sacerdotes, la iglesia y su fe cristiana muchos de estas explicaciones cobraron matices catlicos, los dioses andinos fueron reemplazados por santos cristianos segn los intereses de los doctrineros y los de la misma iglesia, segn sus prototipos de extirparcin de idolatras. Las complejas explicaciones sobre sus orgenes (las motivadas por los p o b l a d o re s v e r n c u l o s ) f u e ro n asemejados a los pasajes bblicos (parbolas). (J.l.v.g)

El recuerdo del diluvio bblico perdur entre los pueblos aborgenes de Amrica: en Mjico, en Centroamrica, en Cundinamarca; y a esas tradiciones no ceden en belleza e inters las leyendas de los aymaras, que todava hoy pueblan del altiplano boliviano. Cuentan ellos que en el principio del mundo, el Dios Khunu o Con, irritado por los vicios de los primeros hombres, envi contra ellos la plaga de una desoladora sequa, que convirti los campos en inmensos desiertos, y adems trasmud a los hombres en abyectos animales, como a Nabucodonosor. Otro Dios, llamado Pachacmaj, comparecise de ellos y los destituy a su natural condicin, y sobre eso, dot de nueva fertilidad y revisti de tierna vegetacin toda la tierra. Ms los hombres con el tiempo turnaron a sus perversas andanzas y maquinaciones, con lo que nuevamente se desat redoblada contra ellos la clera del Dios Khunu, quien descarg sobre la tierra un diluvio persistente, acompaado de pavorosas tinieblas, donde casi todos los vivientes perecieron. Los pocos que sobrevivieron en aquel nunca visto cataclismo, elevaron contritos plegarias, y alaridos al siglo y he aqu que vieron rasgarse las tinieblas y apareci riente el Sol por detrs de la pea de Yuti-karka, situada en la mayor isla del lago Titicaca. Un gran profeta, por nombre Tuapaca, recorri el mundo operando prodigios y predicando la virtud y el trabajo. Escondi el oro y la plata y las alhajas y piedras preciosas en un recndito

desierto, para que en lo sucesivo no volvieran a corromper a los hombres y les hicieran prevaricar. Todos alinearon conmovidos tan bellas enseanzas; pero a la larga, no hubo remedio contra la inconstante y tornadizada voluntad de los hombres. Olvidaron las saludables enseanzas del profeta y volvieron a pervertirse y a tramar unos contra otros. Fue entonces cuando Dios suscit otro profeta, llamado Tunupa, una especie de Elas Tesbita, el cual, viendo que los medios suaves no surtan ningn buen resultado, hizo llover fuego del cielo en Cancha y convirti en piedras a todos los habitantes del Tiahuanaco; todava pueden contemplar all los viajeros un conglomerado de columnas, portadas, estatuas y relieves de piedra. Tan horribles castigos no fueron parte para que los dems hombres escarmentasen. Al contrario, los isleos deYuti-karka prendieron al fogoso profeta y empalaron, y su cadver lo abandonaron sobre una balsa, la cual arrib sola a Chaca-marca, donde la tierra se abri, para dejar de paso libre, hasta el lago Poop, y all desapareci para siempre con el sagrado cadver. Pero abierto permanece hasta el da de hoy el canal, por el que todava desagua el primer lago en el segundo (1). Sorprende en esta leyenda el ingenio de aquellos hombres prehistricos, que tan perfecto conocimiento tenan del corazn humano, y cancha verosimilitud rompieron por eso dar a sus ficciones. Siempre ha sido verbal

Templo colonial del altiplano puneo. Las rosas cambian de colores, en ningn otro lugar florecen rosas negras como en este jardn de sueo y esperanza (Moho). Fotografa cortesa de Moises Bustincio.

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que ni los milagros ni las virtudes de los santos son suficientes para convertir a los hombres perversos o corrompidos. Slo los que buscan con sencillez y sinceridad la verdad la hallan, y slo los puros de corazn de aquellos. Admirables tambin el ingenio de los aimaraes, porque ningn destino ms

digno supieron atribuir a aquel austero y santo varn, que el horripilante suplicio del empalamiento. Ni que hubieran conocido por la Historia de Elas; a Isaas aserrado vivo por orden del perverso Manass; a Zacaras, hijo de Baraquas, asesinado entre el templo y el altar; a Juan Bautista, decapitado por el incestuoso Herodes; y, finalmente a

Jesucristo clavado en el madero de la Cruz, despus de haber pasado por el mundo haciendo bien a todos.J. LUIS PERICOT GARCA: Los Pueblos de Amrica, en Las Razas Humanas, tomo II, Barcelona, ao 1928. De mitologa americana. Seleccin de los mitos aborgenes en Amrica. Madrid, Ediciones Guadarrama, 1956, pp. 223-325. (*) Mariano Izquierdo Gallo.

LITERATURA ORAL TRADICIONAL

Tomado del libro 150 aos de Universidad en Puno. Jos Luis Velsquez. Hasta 1910 funcionaba en la Isla Esteves una prisin, en donde se encontraban recluidos los presos polticos que se oponian a los regimes de gobierno. As tenemos noticias (en el Archivo Histrico de Puno) que algunos presidentes derrocados iban a parar a esta prisin, en 1916 un grupo de federalistas que declararon a Puno como Repblica Federal Independiente fueron conducidos a este prisin, en donde fueron fusilados todos a excepcin del Dr. Adrian Cceres Olazo. (J.l.v.g.)

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En el mundo andino, en esas concepciones desarrolladas pos sus pobladores existen una multiplicidad de tradiciones referidas al diluvio, as por ejemplo en el centro de la serrania peruana se cuenta que un hombre llevaba cargado sus sueos en una llama, este animal compaero de la soledad, se haba espantado hacia las cumbres ms altas de la sierra, el dueo en busca de su llama tuvo que subir hacia estas cumbres donde el Dios Kon hacia temblar la tierra con sus cataclismos. Asustado se acerc hacia su llama que se encontraba dormida, trat de despertarla mas no pudo hacerlo, la terquedad de ese animal venci al hombre, mas ste not pronto que todos los animales se dirigian hacia esas cumbres, pronto se desat una tormenta que no tardo en inundar al mundo entero. El zorro fue el ltimo animal en llegar a la cumbre, es por eso que se dice que el nivel del agua lleg a remojarle la punta de la cola, que dicho sea de paso es comn en todos los zorros. (J.l.v.g.) Pintura cortesa del artista Jos Luis Barriga.

LITERATURA ORAL TRADICIONAL

EL DILUVIO DE LA VIRACOCHA(*)

Saberlo lo que los mismos indios suelen contar de sus principios y origen, no es cosa que importa mucho, pues ms parecen sueos los que refieren, de historias. All entre ellos comnmente gran noticia y mucha prctica del diluvio; pero no se puede bien determinadas si el diluvio que estos refieren ese universal que cuenta la divina escritura, o si fue algn otro diluvio o inundacin particular de las regiones entre ellos moran, ms de que en aquellas tierras hombres expertos dicen que se ven seales claras de haber habido algn habrn de inundacin. Yo ms me llego al parecer de los que sienten, que los rastros y seales que hay de diluvio no son del de No, sino de algn otro particular, como el que cuenta Platn, por el que los poetas cantan de Deucalion.

Como quiera que sea, dicen los indios que con aquel su diluvio se abordaron todos los hombres y cuentan, que de la gran laguna Titicaca sali un Viracocha, el cual hizo asiento en Tuaguanaco, donde se ven hoy ruinas y pedazos de edificios antiguos y muy extraos, y que le all vinieron al Cuzco, y as torno a multiplicarse el gnero humano. Muestran en la misma laguna una isleta, donde fingen que se escondi y conserv el sol y por eso antiguamente le hacan all muchos sacrificios, no slo de ovejas, sino de hombres tambin.

Historia natural y moral de las Indias, en Obras del P. Jos de Acosta, BAE, 75, Madrid, 1954, p. 38. (*) Jos de Acosta.

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LEYENDA DEL DIOS TAAPAC(*)

LITERATURA ORAL TRADICIONAL

Celebrbase una gran fiesta en el Titicaca, cuando todos los participantes vieron bajar del cielo a un hombre blanco y zarco, vestido a la usanza de la sierra, el cual se qued a vivir all por unos das, predicando la creencia de un dios universal, creador y causa primera de todas las cosas, pero no obtuvo fruto ninguno, porque las gentes no le prestaban atencin. Entonces Taapac, llamado as, y que quiere decir hijo del criador los reprendi severamente, engendrando odio en cuantos le escuchaban. Trataron de corromperlo, tentndolo con riquezas, y al no obtener aceptacin de Taapac, resolvieron darle muerte; y as fue cmo un da lo empalaron con una chonta, cruelmente. Su cadver fue puesto en

una balsa y echado al agua, y cuntase que el viento lo llev rpido a Chacamarca, donde ahora es el Desaguadero que antes no haba y que lo abri la balsa con su proa, dando suficiente lugar para que corriesen las aguas y sobre ellas fue navegando hasta los Aullagas, donde se hunden las aguas en las entraas de la tierra, y all qued el santo cuerpo que cada ao se ve una fresca y verde palma por el tiempo de las pascuas, aunque otros dicen que esta palma aparece en una pequea isla del Desaguadero sin que la acompae algn otro rbol. El padre Oliva presenta el mismo mito, discrepando en algunos detalles, como los siguientes: Taapac era de cabello crespo; vesta tnica morada y manta carmes; sale del mar; perseguido, lo apedrean; huye y reaparece en Hilavaya y los que los maltrataron quedan mudos y lisiados; a poco hay una pestilencia y hambruna; aparece en Copacabana, donde lo matan y llevan su cuerpo en canoa por el lago; pero naufragan y perecen todos. El padre Calancha, citando a Alonso Ramos Gaviln, llama a Taapac el hijo del criador.

Fotografa del nevado de Allin Qhapaq, provincia de Carabaya, distrito de Macusani. Tierra en donde el hombre del altiplano, domestic a los camlidos sudamericanos, como lo atestiguan las pinturas rupestres dejadas por los primeros hombres que poblaron esta regin (Cortesa de la OUPSE).

Nadie podra negar la naturaleza, la evolucin de la literatura oral, no slo altiplnica, sino de todas las latitudes en general. El caso peruano, no escapa a ello, se nota claramentente una diferencia en el tiempo en que fueron registradas: la incursin de la iglesia en el imaginario del colectivo fue determinante. Hasta antes de la llegada de los espaoles tuvo un carcter (esta literatura) ritualista, festivo, fnebre; ya de alegra y dolor, como podemos observar con los haravies, hayllis, ccajchas y dems, luego se torn en portadora de la ideologa que los invasores deseaban en los dominados (indgenas), la aparicin de elementos muy cercanos a la visin cristiana se generalizaron, los personajes (propios de la visin andina) fueron asemejados a los apstoles de Cristo, su parbolas fueron tomadas y adaptadas a los referentes culturales de la sierra sur, ya que en ningn mito andino, los hombres bajan del cielo como en la leyenda del Dios Taapac y mucho menos estos hombres son de color blanco. Esta imposicin del color, este hecho de bajar del cielo representa la imposicin del imaginario occidental sobre el imaginario andino. (J.L.V.G.)

(*)

Versiones de Alonso Ramos Gaviln.

Pintura del artista plstico Jos Luis Barriga

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LITERATURA ORAL TRADICIONAL

TUNUPA(*)

Agrega el P. Ramos Gaviln lo siguiente: El Licenciado Bernab Sedeo, cura y beneficiado de Carabuco, gran indagador de las antigedades de este reino, tratando de esta cruz y del santo cuya era, me vino a decir haba hallado que el nombre de Tunupa de que hoy usan los indios, nombrando el santo milagro que haban visto sus antepasados, era verdaderamente nombre de un gran mago o hechicero contrario del santo. (La tradicin de este personaje est mezclada y confundida con elementos post-colombinos que lo relacionan y hasta identifican con el apstol San Bartolom, unas veces, y otras con Santo Toms). De los datos recogidos por Ramos Gaviln se puede obtener un cuadro de este mito. Ciertos indios ancianos informaron al Arzobispo Toribio Alonso de Mogrovejo de la presencia de un hombre vestido a la manera de los peregrinos o ermitaos, con larga barba, tez blanca, elevada estatura y ojos zarcos que predicaba y no dorma. Segn otra fuente, este misterioso personaje habra venido por el Brasil, Paraguay y Tucumn, llegando a Copacabana, donde se detuvo y ms tarde pas a Chachapoyas, a los valles de Trujillo y a los de Caete.

Aparecen los siguientes fragmentos en los captulos VII y VIII de la historia de Nuestra Seora de Copacabana del padre Alfonso Ramos Gaviln. Por casi inmemorial tradicin tienen los naturales de este Piru, en especial los serranos, que anduvo en l un hombre jams visto otra vez predicando el verdadero dios.... ... bien se debe entender haber llegado en esta parte, y ser as pues tan constante es a esto lo que entre estos indios se trata de que se vio un hombre nuevo y jams otra vez visto, el cual haca grandes milagros y maravillas, por lo cual le pusieron de nombre (segn afirman algunos indios antiqusimos) Tunupa, que es lo mismo que decir gran sabio y seor. Pues aqueste glorioso santo por su predicacin fue perseguido y finalmente martirizado de la manera que se sigue. De creer es que el santo discpulo trabaj en el ministerio de su predicacin lo posible y que vista la mucha mies, los pocos obreros y el menos fruto que haca, traera quebrantadsimo el corazn. ... (el santo discpulo) no cesando de predicar, hasta que un da en pago de su deseo lo quisieron apedrear en el asiento de Cacha, cinco o seis jornadas de Cusco, camino del Collao, donde an en este tiempo, segn deponen los

naturales, se ven ciertas penas abrasadas, dicen, que con fuego del cielo, que quiso vengar tan atrevida desvergenza, y tamaa demasa, dejando al santo libre de aquella sacrlegas manos, que tan atrozmente pretendan quitarle la vida. Pas adelante el santo varn y saliendo a tierra del Collao, traa inquieto el pecho de un celoso deseo de ver aquel famoso altar y adoratorio que los Collas tenan en la isla de Titicaca, y destruirlos si pudiese y por reparar aquel dao grande pidi a Dios determinarse en aquel caso lo que ms era en orden a su servicio. ... pues como estos naturales dicen que estando los indios moradores de Titicaca con otros que de la provincia haban acudido a una gran fiesta y solemnidad del adoratorio del sol, muy ocupados en los sacrificios, vieron como que bajara del cielo un hombre blanco. Lo que puedo afirmar es haber odo a los indios ancianos de este asiento de Copacabana y en especial a uno que en el mismo convento sirve hoy da de ensear a leer y cantar a los muchachos del pueblo para ministerio del coro y en servicio de la Santa Virgen, el cual dice que oy a sus antepasados que en la misma isla Titicaca quedaban impresas en las peas las plantas de los pies de Tunupa que as llamaban al glorioso santo por ser milagroso.

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En el distrito de Sicasica se conserva la tradicin de la llegada de un varn santo de presencia muy venerable y con las dems caractersticas ya indicadas. Este personaje predicaba una religin nueva e hizo edificar un templo. Dorma al raso sobre un montn de paja ichu y una noche mientras descansaba alguien lo prendi fuego, saliendo el santo ileso con asombro de los indios. Sucedi como castigo una gran tempestad. Los autores del atentado resultaron violentamente arrojados a una alta pea. Pero ni la prdica ni el castigo hizo cambiar a los infieles, y el santo se march a Carabuco donde haba dejado una cruz, y all los habitantes rebelados lo aprisionaron y atndolo de pies y manos lo arrojaron al agua en una balsa, la cual sigui el curso del ro Desaguadero desapareciendo. En Puno haba el recuerdo de que all se celebraba la fiesta durante la cual apareci el santo, quien viva en una cueva que hoy la llaman con su nombre. Igualmente en Carabuco existe la denominada fuente del santo. Los Ancoraymes azotaron al misterioso personaje, quien pudo huir hacia el lago, donde tendiendo su manto, naveg hasta Copacabana por entre un callejn de totora. Ramos Gaviln relaciona a Tunupa con una serie de losas con petroglifos: as, habla de tres piedras en tringulo donde fue azotado el santo, de la cruz de Carabuco que constaba de tres piezas y una plancha de cobre, de una losa grande de piedra blanca en la cual aparecen estampados dos pies humanos juntos y unas concavidades delante como para arrodillarse en ellas y cerca a estos signos el trazo de un bordn de un largo de dos varas, con sus nudos, esta ltima encontrada en el pueblo de Conilap (Cuelap?), a cinco leguas de Chachapoyas, corregimiento de los Chillao. Dcese que un gobernador (llamado Colatupa Colancha) de Huscar Inga se propuso extraer aquella losa; pero no pudieron moverla. Se cita tambin otra gran losa existente en Calango, en la cual estn impresos los pies de un hombre de gran estatura y unos caracteres indescifrables. Por ltimo, en el Collao le fue mostrada al Virrey Francisco de Toledo una gran losa en que estaba esculpida una figura de un hombre que en tiempos pasados haban visto en estas partes. El padre Calancha trata extensamente de estos mismos temas y se refiere a una piedra sobre la cual dorma Tunupa, en la cual qued estampado todo su cuerpo por la espalda, cerebro y pantorrillas y que en otra piedra dej la huella del pie izquierdo y unas como letras que pint con el dedo.

Dice que Tunupa quiere decir gran sabio, seor y criador.

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Volviendo a la bsqueda de otras losas semejantes a las ya mencionadas, dice que en un sitio que est a 15 leguas de Lima, 10 de Pachacamac y a tres de Mala, llamado tambin Calampo (Calango), existe una gran pea que se levanta sobre unos andenes, que tiene una superficie blanca muy lisa y que cuando la iluminan el sol o la luna resplandece como si fuera de plata, que tiene una huella de 14 puntos, muchas letras en renglones, unas griegas y otras hebreas. Calancha dice que l vio estas inscripciones en 1615 y mand su reproduccin a Lima. Otra piedra, valle arriba, en la misma regin donde los indios siembran coca, presenta la impresin de los pies hundidos y marcados los carcaales as como los muslos, las posaderas, las espaldas, los codos, el pescuezo y la cabeza; dicha piedra parece ser la misma o muy semejante a la anteriormente descrita, pues da la impresin de una persona que se ha echado en materia blanda, de espaldas. Agrega que en 1625 el licenciado Duarte Fernndez mand picar las piedras. El mismo padre Calancha, citando a Betanzos y al padre Gregorio Garca, se refiere al mismo personaje mtico; pero con notable variante. As, el hombre alto, destocado, vesta de blanco, tena un corte de corona como de sacerdote, vino de Puerto Viejo, navegando sin barcos ni navo, estuvo en Parinacocha, Collaguas y Arequipa, donde qued una de sus sandalias; pas a Pachacamac y all lo apedrearon. Se intern en el mar, flotando sobre su manto, como si fuera navo de alto bordo, desapareci en alta mar, dejando asombrados a los vecinos de Pachacamac que edificaron en su honor un templo. Recuerda la estada del personaje en una cueva de Puno. Hace alusin a haber predicado en el Cusco y cita la referencia de Garcilaso, quien lo caracteriza como hombre de buena estatura, barba larga y tnica hasta los pies, con la figura de un animal con garras, amarrado del cuello y el ramal en una mano. Toda esta caracterizacin corresponde a una escultura de piedra, que ms bien representa al dios Viracocha.

(*)

Versin de Alonso Ramos Gaviln.

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ORIGEN Y RECONSTITUCIN DE LA HUMANIDAD(*)

Haba un tiempo donde las llamados Jentiles, vivan oscuridad, vivan alrededor y de los cerros. No haba sol, estrellas como hay hoy en da.

gentes, en la encima luna ni

Los Jentiles presintieron que se aproximaba el fin de sus tiempos, y se enteraron que vendra un fuego y que les quemara a todos y de cual lado vendra este fuego. Entonces empezaron a construir sus chozas con puertas hacia el poniente, para que ese fuego no les hiciera dao.

Cuando empez a salir el sol, la luna y las estrellas, los Jentiles desesperados trataron de salvarse. Algunos se ocultaron en las cuevas de los cerros, porque este sol que sali quemaba y derriti como barro a las piedras. Ahora estos Jentiles estn dentro de los cerros, ocultos en las cuevas. Viven todava y se escucha la bulla que hacen por la media noche y en horas malas. Cantan, lloran, gritan. Entonces nuestro Creador, el que hizo salir el sol, la luna y las estrellas, vio que no haba gente en esta tierra. Y cre a sus hijos, Manco Capac y su pareja Mama Ocllo, en el Lago Titicaca. Les orden a esta pareja que trabajaran la tierra y fundaran pueblos, les recomend que se recordaran de su Creador. Salieron del lago Titicaca con una barilla de oro que era poder. Caminando de cerro en cerro, buscando un lugar dnde adorar a su Creador, llegaron al cerro Melocachani (Huancan), y descansaron a las faldas de este cerro. Hasta hoy da se ven las huellas de sus pies en piedra y el lugar donde se sentaron. Siguieron caminando, muy lejos, y fundaron un pueblo. Hicieron un templo donde daban culto a su Creador el Dios. Y empez a trabajar la

tierra Manco Capac y, ense a los hombres, por su parte Mama Ocllo ense a las mujeres a tejer, a cocinar. Vivieron felices. Nadie se muri de hambre. Todos trabajaban y todos coman. Hasta que un da llegaron hijos de otro Dios con igual poder. Pero sus hijos eran de color blanco y muy malos. Mataban a la gente como animales. Se mezclaron los hijos de los dos dioses y convivieron. Pero esos hombres blancos empezaron a crear desorden y envidia. Dicen que el Creador de Manco Capac y Mama Ocllo est enojado, y pensando dar un castigo, porque va ha hacer caer el sol y no habr da. Y har salir de nuevo a los Jentiles que estn viviendo dentro de las cuevas de los cerros. Pero no va a ser un castigo total, porque la luna y las estrellas seguirn caminando. Y dicen tambin que hombres y Jentiles convivirn. Si con este castigo vuelven a sus costumbres de Manco Capac y Mama Ocllo, dicen que har salir de nuevo el sol y todos trabajarn y comern, nadie pelear.

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Informante: Ventura Luque (Huancan) Versin de Rodolfo Coaquira (Huancan).

El encantador pintura del artista Jos Luis Barriga.

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NUEVAS VERSIONES Y OTROS MITOS

LITERATURA ORAL TRADICIONAL

Cieza de Len nos trasmite estas tradiciones mticas: Un tiempo de tinieblas en que se padeci gran trabajo por la falta de luz. Los hombres dirigieron grandes plegarias y votos a sus dioses, pidindole la lumbre de que carecan. De pronto sali de la isla de Titicaca un sol muy resplandeciente con que todos se alegraron. De la parte sur lleg un hombre blanco de crecido cuerpo, de mucha autoridad que inspiraba veneracin, el cual tena gran poder, pues de los cerros haca llanuras y de las llanuras haca cerros grandes, de las piedras vivas haca brotar fuentes, y con todas estas maravillas llambanle hacedor de todas las cosas y su principio, y padre del sol. Di ser a los hombres y animales y les indic el orden como deban vivir, hablndoles con gran mansedumbre y amonestndoles para que fuesen buenos y no se hiciesen dao los unos a los otros. Este personaje abandon el lugar, dirigindose hacia el norte. Generalmente le recuerdan con el nombre de Ticiviracocha y en la provincia del Collao con el de Tuapaca y en otros lugares con el de Arnauan. Furonle levantados muchos templos y en ellos pusieron bultos de piedra a

su semejanza, a los cuales hacan sacrificios. Muchos de estos bultos estn en el pueblo de Tiahuanaco. Dicen que, pasado algn tiempo, volvieron a ver otro hombre semejante, el cual curaba a los enfermos, devolva la vista a los ciegos, con solamente la palabra y que por todo esto era muy amado; pero que olvidaron su nombre. Que tal personaje sigui su marcha y al llegar a la provincia de las Canas, en el pueblo llamado Cacha, los naturales se levantaron contra l y le apedrearon, y l por toda respuesta se puso de rodillas y alzadas las manos al cielo, pareca invocar el favor divino y que poco despus apareci en el cielo un gran fuego que aterroriz a las gentes al pensar que seran por l abrasadas. Vistos en tal aprieto y para librarse de l no tuvieron otro remedio que pedirle perdn, reconociendo su pecado. Ces el fuego despus de haber consumido muchos campos y calcinado las piedras, y hecho este milagro sigui su camino hasta llegar a la costa del mar, adonde, tendiendo su manto, se fue por entre sus ondas, y que nunca ms apareci ni le vieron; y como se fue le pusieron por nombre Viracocha que quiere decir espuma de la mar.

Kon, Dios del cataclismo, se trata de uno de los dioses del olimpo andino, creador de la primera humanidad que pobl al mundo. Esta humanidad se espaci a partir del altiplano; esta creacin fue destruida por un Dios costeo (Pachacamac), quien espantado al ver tanto salvajismo destruy a la primera humanidad. (J.l.v.g.)

Pintura del Dios Kon (padre de los dioses andinos) perteneciente al artista Jos Luis Barriga.

La leyenda de Taapac, Tunupa y las nuevas versiones, son compilaciones de Luis E.

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LITERATURA ORAL TRADICIONAL

EL TEMPLO EN LA ISLA DEL TITICACA(*)

n. Hay quienes dan al vocablo Titicaca otra interpretacin distinta a la del Padre Blas Varela. Anello Oliva, en su obra Historia del Reino y provincias del Per, pgina 33 (Lima-1918): y Ludovico Bertonio, en Vocablos de la Lengua Aimara, pgina 353 (Julio -1922), aseguran que Titicaca significa Pea del Gato. Probablemente el padre Blas Valera, adems de ser un gran kechwista, algo conoca de esa lengua particular y misteriosa que nicamente posean los emperadores inkaicos y los de su real linaje y que hablaban nicamente entre ellos. De all que en varias interpretaciones de vocablos inkaicos, no hacer indicacin alguna al kechwa, al idioma general, al runa simi. (Francisco A. Loayza)

Entre otros templos famosos que en Per haba dedicado al sol que en ornamento y riqueza de oro y plata podan competir con el del Cuzco, hubo uno en la isla llamada Titicaca, que quiere decir sierra de plomo; es compuesto de titi, que es plomo, y de caca, que es sierra, hnse de pronunciar ambas slabas, caca en lo interior de la garganta, porque pronunciadas como suenan las letras espaolas, quiere decir to, hermano de madre(n). El largo llamado Titicaca, donde est la isla, tom el mismo nombre della, la cual est de tierras firme poco ms de dos tiros de arcabuz: tiene de circuito de cinco a seis mil pasos, donde dicen los Incas que el sol puso aquellos sus dos hijos varn y mujer, cuando les envi a la tierra para que doctrinasen y enseasen la vida humana a la gente barbarsima que entonces haba en aquella tierra. A esta fbula aaden otra de siglos ms antiguos. Dicen que despus del diluvio vieron los rayos del sol en aquella isla y enLos Uros en su fortaleza de agua se mantienen hasta hoy resistiendo la dominacin cultural impuesta por occidente. Fotografa cortesa de Ecler Mamani Vilca.

aquel gran lago primero que en otra parte alguna. El cual tiene por partes setenta y ochenta brazas de fondo, y ochenta leguas de contorno. De la riqueza de aquel templo, y de lo mucho que fuera dl haba sobrado y amontonado, los indios trasplantados (que llaman mitmac) que viven en Copacavana certificaron que era tanto lo que haba sobrado de oro y plata que pudieron hacer dello otro templo desde los fundamentos hasta la cumbre, sin mezcla de otro material; y que luego que los indios supieron la entrada de los espaoles en aquella tierra, y que iban tomando para s cuanta riqueza hallaban, la echaron todo aquella a aquel gran lago. (Tom. I, pgs. 228 y 229)

De Las Costumbres Antiguas del Per y La Historia de los Incas (siglo XVI). Introduccin, ediciones, notas y comentarios de Francisco A. Loayza. Lima, Librera e Imprenta Miranda, 1995, pp. 90-91. (*) Blas Valera.

De estas espumas naci Wiracocha Pacha Yachachiq Dios tutelar andino. Fotografa cortesa de Moises Bustincio

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ORIGEN DE LOS INCAS(*)

LITERATURA ORAL TRADICIONAL

De muchas maneras cuentan los indios peruanos el origen y principio de los incas sus reyes, envolviendo tan gran confusin y variedad de desatinos que por su relacin no es posible averiguar cosa cierta. Unos confunden su origen con el del linaje de los hombres, atribuyendo a los Incas haber sido ellos los primeros pobladores del mundo. Otros cuentan, que habiendo en el Diluvio Universal perecido todos los hombres, solos los Incas se salvaron y restauraron el universo; y a este tono refieren un mundo de disparates y los apoyan con tan flacas razones, como lo son las mismas opiniones. Pero, dejando por agora para su propio lugar la que acerca del Diluvio y poblacin de la tierra tenan, referir aqu no ms de tres o cuatro fbulas y ficciones las ms recibidas de casi todas, de donde procedieron los reyes Incas. La primera de esta suerte: que desde la laguna de Titicaca vinieron hasta Pacarictambo, lugar distante del Cuzco siete leguas, ciertos indios llamados Incas, hombres de prudencia y valor, vestidos de muy diferente traje del que usaban los de la comarca del Cuzco, con las orejas horadadas y puestos pedazos de oro en los agujeros; y que el principal dellos, que se deca Manco-Cpac, haciendo estirar dos planchas de plata muy delgadas y gruidas, se puso la una en los pechos y la otra en las espaldas y una diadema de lo mismo en la cabeza, y partiendo con este adorno para el valle del Cuzco, envi delante sus mensajeros que hiciesen saber a los moradores dl cmo era hijos del sol, y

que si queran certificarse dello, saliesen a ver, que l se les mostrara en un alto cerro de las que cercan aquel valle del Cuzco. All fu visto de los naturales en la cumbre de un monte, y como los rayos del sol reverberaban en las lminas de plata y diadema se le cubra la cabeza, se mostr tan resplandeciente, que no fu menester otro argumento para que los indios, como gente simple, lo tuviesen desde luego por lo que l de si publicada, y como a hijo del sol y cosa divina lo reverenciasen y obedeciesen. Con este embeleco se vino a seorear de aquel valle, desde donde comenz a conquistar los pueblos de su contorno.De Historia del nuevo mundo, en obras del P. Bernab Cobo, II. BAE, 92, Madrid. 1956, pp. 6162. (*) Bernab Cobo.

Entre los relatos y las leyendas, ha lleagado una hasta nuestros odos, se trata del origen de los Incas. De las espumas de las aguas mgicas del lago Titicaca emergi una pareja (hijos del Sol, lupi jake - hombres de luz, de sol), ellos desarrollaron cultura, es por eso que aqu, en este altiplano naci el hombre, naci la cultura de los Incas. (J.l.v.g.) Pintura: El espritu del lago por el artista David Fras Chvez.

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LITERATURA ORAL TRADICIONAL

MANKO QAPAX Y MAMA OXLLO(*)

El Inca Garcilaso de la Vega, mestizo de abolengo, lleg a entender el dualismo andino (uno de los principios que rigen el universo y la lgica de la racionalidad de los pobladores de estas regiones), es por eso que ste mestizo impregnado del sentimiento quechua escribi esa monumental obra: Comentarios Reales de los Incas. (J.l.v.g.) Pintura: El dualismo, cortesa del Artista Jos Luis Barriga.

Nuestro Padre el Sol, viendo los hombres tales como te he dicho, se apiad y hubo lstima de ellos y envi del cielo a la tierra un hijo y una hija de los suyos para que los doctrinasen en el conocimiento de Nuestro Padre el Sol, para que lo adorasen y tuviesen por su Dios y para que les diesen preceptos y leyes en que viviesen como hombres en razn y urbanidad, para que habitasen en casas y pueblos poblados, supiesen labrar las tierras, cultivar las plantas y mieses, criar los ganados y gozar de ellos y de los frutos de la tierra como hombres racionales y no como bestias. Con esta orden y mandato puso Nuestro Padre el Sol estos dos hijos suyos en la laguna Titicaca, que est ochenta leguas de aqu, y les dijo que fuesen por do quisiesen y, doquiera que parasen a comer o a dormir, procurasen hincar en el suelo una barilla de oro de media vara en largo y dos dedos en grueso que les dio para seal y muestra, que, donde aquella barra se les hundiese con solo un golpe que con ella diesen en tierra, all quera el Sol Nuestro Padre que parasen e hiciesen su asiento y corte. A lo ltimo les dijo: Cuando hayis reducido esas gentes a nuestro servicio, los mantendris en razn y justicia, con piedad, clemencia y mansedumbre, haciendo en todo oficio de padre piadoso para con sus hijos tiernos y amados, a imitacin y semejanza ma, que a todo el mundo hago bien, que les doy mi luz y claridad para que vean y hagan sus haciendas y les caliento cuando han fro y cro sus pastos y sementeras, hago fructificar sus rboles y multiplico sus ganados, lluevo y sereno a sus tiempos y tengo

cuidado de dar una vuelta cada da al mundo por ver las necesidades que en la tierra se ofrecen, para las proveer y socorrer como sustentador y bienhechor de las gentes. Quiero que vosotros imitis este ejemplo como hijos mos, enviados a la tierra slo para la doctrina y beneficio de esos hombres, que viven como bestias. Y desde luego os constituyo y nombro por Reyes y seores de todas las gentes que as doctrinredes con vuestras buenas razones, obras y gobierno. Habiendo declarado su voluntad Nuestro Padre el Sol a sus dos hijos, los despidi de s. Ellos salieron de Titicaca y caminaron al septentrin, y por todo el camino, doquiera que paraban, tentaban hincar la barra de oro y nunca se les hundi. As entraron en una venta o dormitorio pequeo, que est siete u ocho leguas al medioda de esta ciudad, que hoy llaman Pacrec Tampu, que quiere decir venta o dormida que amanece. Psole este nombre el Inca porque sali de aquella dormida al tiempo que amaneca. Es uno de los pueblos que este prncipe mand poblar despus, y sus moradores se jactan hoy grandemente del nombre, porque lo impuso nuestro Inca. De all llegaron l y su mujer, nuestra Reina, a este valle del Cuzco, que entonces todo l estaba hecho montaa brava.

Versin de Garcilaso de la Vega. (*) Garcilaso de la Vega, El Inca - Comentarios Reales de los Incas (1609). Edicin y Prlogo de Aurelio Mir Quesada; Biblioteca Ayacucho, Caracas 1976, Vol. I, pgs. 37-42.

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EL TEMPLO EN LA ISLA DEL TITICACA(*)

LITERATURA ORAL TRADICIONAL

En este rreyno ubo cinco seores Yngas hasta la hera que los espaoles entramos en ella, los quales empecaron a ganarle y sujetar esta tierra hazindose rreyes de toda ella, porque antes de estos seores la suxetasen, hera todo behetrias, aunque aua algunos seores que tenan subjetos algunos pueblos pequeos cercanos a ellos, y estos heran pocos; y as en la behetrias trayan guerras unos con otros. Dizen pues estos yndios que se leuant un yndio, el primer seor; unos dizen que sali de la ysla del Titicaca, que es una isla que est en una laguna en el Collao, que tenr sesenta leguas de torno. Ay en ella tormentas a tiempos, como en la mar. Crase en ella un pescado pequeo, de palmo u poco ms, en el agua, ques un poco salobre. Esta laguna desagua en

otro que se haze en la prouincia de los Carangas y Quillacas, casi tan grande como estotra. No se halla desaguadero ni por dnde desage: entindese por deuaxo de tierra sale a la mar, porque segn la gran cantidad de agua que en ella entra, no puede ser menos. En esta laguna hay una ysla que se dize Titicaca, donde tenan por ydolo una muger, de la cinta arriua de oro y de la cinta auaxo de plata, de la estatura de una muger mediana. Esta uide yo que latruxeron dall, de quien dizen los yndios auia salido del primer seor deste rreyno.

La memoria de los hombres es un amacijo de construcciones y reacomodos contnuos, es as que muchos de los cronistas, a pesar de haber tenido contacto con los indgenas que hicieron el papel de informantes jams los llegaron a enterder plenamente, registraron lo que creyeron haber entendido; del mismo modo los informantes creyeron responder a las preguntas que los cronistas los formulaban. As se construy la imagen de nuestra historia en su periodo autonomo (antes de la llegada de los espaoles). Uno de esos cronistas fue Pedro Pizarro , cuando lleg al Tahuantinsuyo tena poco mas de once aos y era el paje de su to el Marquez (Francisco Pizarro), escribi su obra Relacin del descubrimiento y conquista de los reynos del Per a una edad muy avanzada, por orden del Virrey Toledo, es decir que muchas de las referencias que efectua pudieron haber sido trastornadas por los aos que su memoria guardaba, la tradicin oral sobre el templo en la isla del Titicaca es de su autoria. (J.l.v.g.) Pintura cortesa de Jos Luis Barriga.

De Relacin del descubrimiento y conquista de los reinos del Per. Ed. G. Lohmann Villena. Lima. 1976, pp. 45-46. (*) Pedro Pizarro.

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LITERATURA ORAL TRADICIONAL

DIVISIN DEL MUNDO: LAS LENGUAS(*)

De las lenguas que estaban sujetas al principio del Inca. El tronco, y progenitor de las gentes desde Reino y de quien se cuenta en sus fbulas que procedieron los incas, fu Manco Cpac: dicen algunos que este Rey sali con su familia de la cueva de Pacari Tampu, habindose escapado del diluvio por mandato del Cmac, ques el Hacedor, o criador; y el podero deste Reino vino a dar por sucesin en el poderoso inca, quien tuvo por su corte y cabeza de su Reino al Cusco, y sujet cuatro suyos como pequeos Reinos: que fueron Colla suyu, Chinchay suyu, Anti suyu, Cunti suyu, a los cuales mand supiesen la lengua de su corte del Cusco, por ser differente la de cada nacin. Colla Suyo Este Reino cae entre el Cusco y Potos, los Collas gente muy estimada, y querida del Inca por estar fundados los suntuosos edificios del Tiaguanacu en el rin de los collas, y tener por su tradicin, que en ellos hizo el Cmac todas las cosas; por lo cual le hicieron los gigantes aquellos grandiosos edificios, y duran hasta hoy. La lengua materna de estos, es la aymara, en cuya imprenta gastaron en Roma los impresores muchas aes: la general es poco usada entre ellos, y sta slo corre en Chuqui apu, y otros lugares con quien comunica, y con los del Cusco y su comarca. Chinchay Suyo Esta provincia es desde Guamanga hasta ms adelante de Quito, donde se incluyen cuatro obispados, y aunque en

algunas partes usan la lengua materna, como son los valles de Truxillo, Lima, Chachapoyas, Guamachuco, Conchucos, con todo, saben la general: los de los valles saben la espaola porque comunicaron de ordinario con los chapetones; estos son los pescadores y olmos que hablan su materna y no la general, aunque se les entiende algo. L