dificultades de la reflexión sobre la comunicación

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Capfrul-oj'

I

Les DIFICULTADES DE UNA REFLEXTN soBRE LA coMUNrcACrNTriuialidades, denuncias, profetismos y utopasEste captulo se dirige a pblicos principiantes y aportan 1 l. . tl l.

los elementos definitorios indispensables para un estudio de los medios contemporneos. Se inicia con un pequeo juego que permite tambin sealar las dificultades de una reflexin sociol 6gica en este campo: la mirada que dirigimos hacia los mundos de la comunicacin est llena de presupuestos y de preiuicios que es necesario identificar y mantener a distancia si se desea realizar su exploracin. El

origen de estos imaginarios estructurados de la comunicacin, optimistas o pesimistas: eue nos parecen tan trivia[es, proviene de una oposicin que data de varios milenios entre raz6n y tcnica, renovada por la llustracir, y de una estigm atizacin de la "masa" qt. naci en el siglo XIX conlos progresos de la democracia.33

Mercnnr

,nrc

SoCtolocf n pB LA CoMUNICACII{ v DE LoS

MEDIOS

i LA MAs

coux

DE LAs cosAS

y", "lobotomizad^" r "dbil" ..., aun cuando se ar.,.rchan algunos ms positivos: "feliz" , "sociable,,. . . vuelvan a empezar con el mundo de los computadores y del Internet ("La inform tica convierte a la gente en ...") y observ arn con frecuencia una inversin d las tenden."r, adjedvos como "abier ta" , "inteligente", predominan mientras disminuyen las acusaciones de pasividad y de asociabilidad. Hagan caer en cuenta a sus "ntrevistados" que tienen una visin ampliamente negativa de la televisin y de su papel, pero que siguen frecuentando este medio sin sentirse personalmente implicados en los efectos nefastos que descri!.t. Hagan nfasis en la oposicin con la inforrrrti.a y el Internet tan valori zadosa pesar de no practicarlos mucho. . . Con este jueguito2 ustedes podrn poner en evidencia cierto nmero de problemas pi"ttt.ados por el estudio de los medios y de sus pblicos. Este estudio confronra problemas muy particulares, d. los cuales el menos grave no e s la ilusin de una supuesta facilidad para anal izr lo que es ms trivi al, ms corriente: ver la teievisin, hojear una revista' escuchar la radio... Por su familiarid"d .ltidiana con este campo"todo el mundo suele tener opiniones, j,ricios espontneos, eue no son forzosamente infundados ni2. Tomado de Michel Souchon en cuanro al ejemplo de aplicarlo tambin a los compuradores y al Internet.

estables. Con frecuencia aparec ern adjetivos poco halagadoes para este medio como: "pasiva", "violen ta" "esclar

mente los mismos resultados con proporciones bastante

diantes que compleren en una hoja de pap.I ,rrr" frase que empiece as: "La televisin vuelve alagente..,,,.Al hacer el recuento de las respuestas se obtendn casi invariable-

Soliciten a todos los miembros ,Ce un grupo de esru-

incoherentes pero 9Ue, expresados con certeza, Se basan ante todo en iuicios de valor que nada tienen que ver con un proceso de anlisis cientfico cualquiera. Casi nunca nos permitimos dar nuestra opinin sobre problemas especialzados en ffsica o en qumica, pero muchas veces nos senrimos aptos para decidir sobre el estatus global de la comunicacin en nue stras sociedade s. Ahora bien, qu sabemos de la realidad de los medios en la vida de los individuos y en el funcionamiento de la sociedad I

L,t ILEGITIMIDAD CULTURAL, PO LITICA Y ECOI{MICA DE LOS GRANDES MEDIOSEl enorme descrdito histrico que afect a los medios masivos (1" televisin sigue siendo hoy en da el eiemploemblemtico) explica los juicios espontneamente negativos que se hacen sobre ellos. A pesar de que los tenemos siempre cerca, los desvalorizamos todo el tiempo, aun cuando los encontramos triviales, les atribuimos poderes misteriosos, extraordinarios, muchas veces malficos. Desde su aparicin, su vulgaridad y su nocividad se consideran como algo normal a travs de una especie de ecuacin enrre parricipacin de la mayora y disminucin del nivel individual. Este fenmeno tiene origen en la ierarquiza' cin de nuestras sociedades y especialmente en las distinciones entre productos culturales que se elaboraron durante el siglo XIX: [a cultura se redefini ampliamente en esta poca como exigencia de rar eza y de distancia intelectual, como diferenciacin de 1o comn en beneficio de los hoppy few en torno a ciertas formas iuzgadas intrnsicamente superiores (el libro, las artes pictricas). La desconfia nzaexpres adapor las instituciones escolares arr aig6 ese descrdito aadindole durante mucho tiempo una hostitidad respecto al entretenimiento, incluso respecto a35

la televisin.

Recomiendo

34

RIc MAIGRET

SocroI-ocle pn LA coMUNICACTN y DE Los MEDros

la imagen, y un rechazo a la mediacin indirecta que compite con la mediacin escolar. Pero este rechazo r. explica adems por un miedo ms poltico a la multitud, alamasificacin que parece estar representada por el desarrollo de las herramientas de comunicacin el cual puede desembocar en un sometimiento, un adoctrinamiento de los individuos por el Big Brother meditico (con todas las desviacio* nes psquicas y colectivas posibles). Finalmente, el miedo a

en el hogar, a las personas de edad, es decir a quienes parecen carecer de dinamismo o de libertad; para los adultos o las personas de edad, el disco, las radios FM y los gneros musicales rock y luego rap, remiten en cambio a la afirmacin ruidos a y violenta de adolescentes desvirolados; todo el mundo est de acuerdo en condenar los efectos negativos de la televisin sobre los ms dbiles, los nios.

o salchichas, tuvo mucha influencia al acimpaar la imagen de los consumidores fantasmas, tambin condicionados. Existe una relacin muy clara entre demo cratizacin cc, cultural, poltica, econmlca y desva lorizacin de los ', {\ medios: a la irrupcin desordenada de los p"66 d; Ias c' tn' Tirqrai so,ci4lg, .r, y ;;;- ."""les esrrechos de l.r;;: djos, generados a su vez por una t.yohcin i"ttrial y \* , ,J' '*r" civil an fresca en las memorias y e; ioi Lebirotro.i"i.r, t " respondido un imaginario de las masas qu-e* crilica su .,r* *i,'i carcter gregario, ' !' vulgar . ftg.rponiable. Fste imaginario .r gt;rir"t. p.ro tambin ha esrallado en mltiples direcciones, en funcin de las identidades de quienes juzgan. De esta mane ra la denuncia de los medios se convierte en sus efectos sobre los grupos "vulnerables" gt. supuestamente los encarnan por su consumo: para la burguesa de la Bella po.a, l" prensa puede aparecer como una amen aza porque engaa con sus mediocres medios de comunicacion ; las J"r., obreras volvindolas en ,t".orrtra; para los jvenes estudiantes y trab"iadores, la televisin remite ala infancia, a 1", -jeres* Ersatz: trmino alemn que significa sucedneo. (Diccionario del Espaol Actual, Manuel Seco, 1999). (N. del T.).

la industria y a la tcn ica, es dec ir, a un cierto mercantilismo de los medios que fabrican en cadena ersat z* d,ecultura y de pensamientos, tal como se fabrican piezas mecnicas

Lns FoRMAS EXTREMAS DE LA cRfrrcAUna forma de sacerdocio intelectual, especialmente letrado, se especi aliz6 as a 1o largo de todo el siglo en la condena habitual de las diferentes formas mediticas, recurriendo cada vez ms a los propios medios de comunicacin para difundir su mensaje, a travs de columnas de peridicos o de emisiones de televisin. El Estado por su parte, particularmente en Francia, se abrog un derecho de fisc alizacin, incluso un dominio de los grandes instrumentos de comunicacin con una preocupacin por lo "educativo" o lo "pblico". Desde el origen los discursos de especialistas estn impregnados de denuncia porque concuerda con ciertas corrientes de pensamiento, en particular con las corrientes racionalistas marxistas que quieren ser herederas de la Ilustracin (pero otras ideologas diferentes tambin son compatibles con ella). Su for taleza radica en la confirmacin de ese sentimiento difuso que sentimos todos desde cuando nos constituimos en sujetos ilustrados, de tener siempre que critica r y iuzgar puesto que evidentemente ningn organismo, ninguna institucin debe estar fuera del alcance de un anlisis de sus extravos e imperfecciones, incluyendo los medios y sus producciones. Sin embargo, el derecho e incluso el deber legtimo de criticar, se erigieron como condena de principio por un tribunal

36

E

nlc M.qtcRET

Socror-ocf A DE LA coMUNIcACI'N v DE Los MEDIoS

inflexible. Las problemticas llamadas de cukura de madel siglo XX por la Escuela de Frankfurt, en cierto modo sistem atizaron y racion alizaron una denuncia bastante instintiva, cayendo en un profetismo sociolgico que desde entonces monopoli za frecuentesas, desarrolladas a mediados

I,AS FORMAS EXTREMAS DE LA APOLOGfAEl ltimo gran obstculo par-a un estudio de los medios de discursos optimistas, simtricos de loq cs la "p"ii.in rliscursos anteriores, igualmente excesivos en su apologa. l,.ios de ser c_og-1idgada 9lo como una amena zut la comurricacirr meditica tambin fue valor ada por los patidarios de un populismo cultur al, que alaban sus supue stas cualidades participativas y festiyas: acercndo-tg [o,s ho]: " Irres, ofreqifndo[gs mitgp ggmunes, un3 magia {.gnov ?da, Ios medios reanudaran los vnculos de la comunidad (de Ios cuales se supone que siempre desmeioran como en las tcoras de la E,scuela de Frankfurt). Estos discursos minoritarios y limitados a la defensa de la idea de una cultura npular compartida, de un folclor (o la de una homogenir,aci6n de una sociedad media) han perdurado pero fueron cclipsados por las tesis tecnicistas, fascinadas por el poder rle los nuevos medios de comunicacin, vistos como tantas soluciones inmediatas al problema del funcionamiento poltico, econmico y social. En la interseccin del comunitarismo y del tecnicismo, las reflexiones de Marshall Mcluhan sobre e[ audiovisual y sobre sus consecuencias (.1 nacinriento de una aldea "global", el desarrollo del tribalismo) representaron durante mucho tiempo la referencia misma tlcl profctismo comunicacional. Los sueos de Norbert Wiener, inventor de la ciberntica encargada de meiorar a la humanidad dotndola de "cerebros electrnicos" qt. climinen el error y la barbarie con la perfccta transmisin dc la informacin, tambin se unive rsalizarotl. La promesa de un mundo tran'sparente, fundado en la interactividad, que se libra de la incomprensin a travs de una meior tcnica (sondeos, videos, informtica) es en muclros puntos complementaria de la angustia racionalista y t:rmbin puede reclamarse de la llustracin: si por ejemplo

mente los debates pblicos sobre los medios. Esre profetismoanuncia la desagregacin de las relaciones sociales y la tirana sobre las mentes, el fin del pensamiento libre, incluso de la inteligencia, consecuencias de la espectacular zaci6n, de la

'Este

mercantili-acin y de la americanzacin de la cultur... rechazo ciego a la comunicacin por parte de los grandes medios toma la forma de una distop a o anti-utopa que describe un mundo muy pronto sometido a un poder totalitario, que poco a poco expulsa cualquier sentido humallo. Sufre de un sesgo elitista y miserabilism puesro que parte de la hiptesis de que el pueblo est oprimido, embrutecido, y que una minora de intelectuales, nica en ser consciente, debe salvarlo de su miseria moral sin conrar consu aprobacin.

En sus expresiones ms sombras, esta corriente se acerpor su parte deploran el vaco perverso de los mundos contemporneos, emp,ezando por el que han creado los medios, entidades malficas que se peg aran con su lenguaie al mundo real para falsearlo, borrarlo, substituirlo. En ciertos autores semeiante crtica alcanza incluso una forma casi mstica por su rechazo activo a un mundo entregado a la tcnica, al comercio despreciable y a la representacin incontrolada, integralmente lleno de ilusiones, de menriras y de mal.ca a las corrientes irracionalistas, nihilistas, que

38

,nrc MnlcRET

Socrolocf e on LA

CoMUNICACTN

y

DE LoS MEDIOS

se valo rizala info rmatizacin de lo social, es porque aparece como sinnimo de revolucin de la inteligencia, de dominio individual, y por ende, de retorno a una sociedad consensual (pero no masificada) de personas ms responsables, ms abiertas. Es compatible con opciones ideoigi.", variadas -tecnocracia, anarquismo, liberalismo, inclusive

LnS FORMAS EXTREMAS DE DENUNCIAY DE APol-ocf n DE Los MEDtos3

DnwUNCIAS DE Los MEDIoS

Apolocfes

DE Los MEDIoS

ultraliberalismo y comunitarismo socialisra- puesro que su ncleo consiste solamente en la creencia en una relacin simple entre progreso de las tcnicas, progreso de las con. cienci"t y progreso social. Las profecas comunicacionales, que invocan mundos perfectos, utpicos, existen desde hace ms de un siglo (ya acompaaban la invencin del telgrafo, del telfono, etc.) pero alcanzaron una amplitud sin igual al final del siglo XX con el desarrollo del Interner y de sectores enteros de la economa consagrados a las "nuevas tecnologas". A partir de ese momento fueron relevadas por los discursos de todos aquellos que, cada vez ms numerosos, tienen inters en reivindicar la centralidad de su posicin en el campo meditico o en soar con una ingeniera de lo social: profesionales de la comunicacin, periodistas, ingenieros, expe rtos tecncratas, institutos de sondeo, especialistas de la prospectiva. . . Invadieron entonces el campo poltico y estatal, affapados por el frenes de la asimilacin inform tica/moderniad, luego al conjunto de la sociedad con la celebracin de la circulacin instantnea de las informaciones y del inrercambio de puntos de vista y forjaron un mundo forzosamente nuevo, radicalmente rhejor. [Jna mstica vino a completar este paisaje' magnetizada por el universo de la tcnica, predica la embriague z de la contemplacin incluso de la inmersin en un cibermundo o en un universo virtual, ms interesante que la realidad humana y marerial.40

(provienen ms que todo de losfllsofos, escritores, intelectuales, educadores, investigadores, etc.)

(provienen ms que todo de profesionale s de la comunicacin, ingenieros, tecncratas, institutosde sondeo y de prospectiva, inves-

tigadores, etc.)

"sacerdotes": rechazo letrado a los medios, expresiones de la dominacin econmico-poltica y de la vulgaridad humana. "Profetas" (distpicos y miserabilistas): anuncio de una esclavitud colectiva por medio de la cultura de masas, del fin de la "verdadera" cultura, de la libertad y de la poltica racional.

"sacerdotes": apologa dei rolliberador de los medios, expresiones de la democracia en acto o de

una cultura popular."Profe

tas" (utopistas y populiscultura

tas): advenimiento de una

para todos, retorno a la magiacompartida, advenimiento de una comunicacin electrnica transparente y universal ("aldea global").

"Msticos ascetas": miedo frente

a

un mundo supue stamente

Per-

verso, ilusorio, vaco, rechazo nit hilista a la imagen y ala tcnica.

"Msticos contemplativos": xtasis de la de smat erializacin supuesta del mundo (universo "virtual", fascinacin tcnica y visual,anarquismo del sentido.

3.

Las formas de profe ca y utopa evocadas son bastantes impuras puesto que

sus

autores tienen a veces una cierta irona respecto a mundos que proyectan o rechazan. Las formas de misticismo son, por su parte, muy metafricas porque los autores rara vez hacen concordar la conducta de su existencia cotidiana con ellas. Adems se emiten en sociedades complejas en las cuales [a creencia es fluctuante.

4l

,nrc

Mercnnr

Socrolocf A DE LA coMuNrcecrN y DE Los MEDIoS

DpNUNCIAS DE LoS MEDIoS

Aporocfns

DE Los MEDros

DnNUNCIAS DE LoS MEDIOS

Aporocnsde

DE Los MEDros

"La televisin presenta una alter-

nativa bastante primitiva

pe

ro

irresistible a Ia lgica lineal y secuencial de la palabra impresa y tiende a volver obsoletos los rigo-

"Los peridicos y la radio organizan el debate pblico relacionado con las problemticas nacionales,

"Toda la arquitectura actual

los medios se fundamenta en esta

ltima' definicin: son aquelloque prohbe para siempre la respuesta, lo que hace imposible cual-

suministran las informaciones ypresentan los argumentos de ambas partes, exactamente como lo haca la propia gente en el andguo toutn meeting. Y finalmente, gracias a la tcnica del referendo por muestreo, el pueblo, despus de haber escuchado los argumentos de los dos campos sobre cada una de las problemticas, puedehacer conocer su voluntad".

"Por medio de los computadores y de las redes, la gente ms diversa puede entrar en contacto, darse la mano alrededor del mundo. Antes que construirse sobre laidentidad del sentido, lo Universal nuevo se experimenta por inme rsin. Estamos todos en lamisma agua, en el mismo diluvio de comunicacin. Ya no se trata de encierro'semntico o de totalizaci6n. (. ..) Cada conexin adicional agrega ms heterogeneidad,

res de una educacin lite raria. (...) Ver la televisin no slo norequiere talento alguno sino queno desarrolla ninguno".

quier

proce

so de intercambio

(salvo baio formas de simulacin

Neil

Posrman,

Il n'y a

plus

de respuesta, e llas mismas integradas al proceso de emisin, loque no altera en nada la unilateralidad de la comunicacin). All est su verdadera abstraccin". fean Baudrillard, Pour une critique de l'conomie politique dusigne, 1972.

d'enfance, 1982.

George Gallup, Public Opinion in a Democracy, 1939, trad. Herms, 31,2001.

"La televisin no dice nada distinto a: soy una imagen, todoes

"El efecto de conjunro de la industria cukural es el de unaanti-desmistificacin, el de anriAuJftlarog; (...) la dominacintecnica progresiva se convierte en engaos a las masas, es decir, en

"La traduccin actual de toda nuestra vida a esta forma espiritual que es la informacin podrahacer del globo enrero y de la familia humana una conciencianica".

imagen. Internet y el computador no dicen nada distinto a: soy informacin, todo es informacin. (...) Hoy en da, es lo inhumano que nos piensa. Y no de manera metafrica sino por medio de una especie de homologa viral, por la

nuevas fuentes de informacin, nuevas lneas de perspectiva, de tal manera que el sentido global es cada vez menos legible, cada vez ms difcil de circunscribir, de clausurar, de dominar. Este Universal da acceso a un goce de lo mundi al, a la inteligencia co-

lectiva por parte de la

e

specie.

Nos hace participar ms intensamente en la humanidad viviente,pero sin que esto sea contradictorio, por el contrario, con las multiplicacin de las singularidades y ' el aumento del desorden" .

los medios de amorda zar la conciencia".

Marshall Mcluhan, Pour comprendre les mdias, 1962.

Theodor Adorno, L'Industrieculturelle, 1962.

infiltracin directa de un pensamiento viral, contaminador, virtual, inhumano. Somos los objetos fetiches de un pe nsamiento que ya no es nuestro o que es la excrecencia incontrolable delnuestrott.f ean Baudrillard, Le indffirent, 1997.

Pierre Lvy, "f-llJniversel

sans

Paroxyste

totalit, essence de la cyberculture" in Sicard, M-N., Besnier, fM., (dir). Les Technologies de l'information et de la communication:pour quelle socit?, 1997.

43

Entc MntcRET

Soclot-ocf n oE LA coMUNICACIN v DE Los MEDIoS

Ln rENSrx

RA

zNlrcNrcA

EN EL CORAZX DEL ASUNTO DE LA coMUNICACTxEl imaginario determinado por los medios es un imaginario de la modernidad tcnica y social. Mry flexible, permite todos los cambios posibles: alabada por su poder liberador, la inform rica puede muy bien convertirse, a partir de la comprobacin de problemas (fichaje, pornografa), en una fuente de inquietud y de denuncia global de una sociedad de vigilancia y de perversidad. Ms all del contexto histrico preciso que lo moldea sin cesar endirecciones variadas, se arraiga en una oposicin profunda puesta de manifiesto por la filosofa a partir de la Antigedad griega.La tensin entre razn -considerada como comprensin inmediata de lo verdadero, desaparicin de

lrlrneo se reconocen porque convocan a una relacin inrrrediata, a una comunicacin autntica (si los hombres co-

y tcnica -considerada como mediacin exterior, efi caca pero desviacin, imaginacin- explica la polisemia del trmin o comunicacin y las profundas divergencias de anlisis que le conciernen. Desde Scrates y Platn, el campo del idealismo agrupa a todos aquellos que estiman que los hombres se deben liberar de las condiciones concretas de expresin del pensamiento, convencidos de que la inteligencia es un dilogo consigo mismo y con las dems inteligencias en el seno de una comunidad de razn, que se deg rada en todo lo que lo materializa, como tantos ersatz de palabra autntica (por lo que Scrates se niega a utili zar el escrito para expresar su pensamiento). En el mito de la caverna, el sol no forma sino una sola raz6n y las sombras que proyecta slo son deformaciones que nos engaan. Los hombres deben salir de la caverna, deben tambin expulsar de la Ciudad a quienes introducen la mediacin, los poetas, porque sus historias son engaosas. Las formas del idealismo contemlas ilusiones44

nrunicaran de verdad, si no existiera esta falta de comunicacin -es decir, si entendieran y compartieran la misma raz6n- no haran la gue rra) o a un rechazo de los medios como mquinas diablicas (1" "verdadera" poltica no se ruede hacer por televisin, solamente en las reuniones de xrrtidos, las instituciones, los meetings, los "verdaderos" lugares de comunicacin directa; el miedo a los efectos nefastos de los medios sobre los nios es el mismo que lleva a expulsar a los poetas, como lo se ala Buckingham ,1993). l'or su exigencia de verdad tambin constituyen un poderoso e stimulante para las ciencias humanas. Crticos del logocentrismo, de esta tenden cia a considerar la razn como anterior al lenguaje, como sede del ser, los sofistas en cambio desarrollaron la retrica, el anlisis