derecho a la indignación, protesta y rebelión

H A B L E M O S D E P A Z

Noviembre 2011 Grulla:Boletín de Paz 1

Grulla Boletín de paz

Derecho a la indignación

Por David Velasco

El sábado 15 de octubre fue celebrado el Día Internacional de los Indignados. Quizá la mayor movilización realizada en más de 950 ciudades – incluida la aparentemente pasiva Guadalajara – de más de 80 países en todo el mundo.

Quién iba a decir que un jovencito de 94 años, Stéphane Hessel, iba a tener un influjo entre todos aquellos y aquellas que tienen razones de sobra para indignarse con un sistema que sólo beneficia al 1% de la humanidad. Un pequeño librito, “Indígnate!”, que apareció en Europa justo hace un año, puesto a la venta por sólo 3 euros, ha tenido un tiraje de millones de ejemplares en todo el mundo y es tema de conversación entre los cientos de miles de indignados que han salido a las calles y se han manifestado contra la codicia y a favor de la dignidad humana.

Stéphane Hessel nace en Berlín en 1917. Militó en la resistencia francesa contra la ocupación alemana. Prisionero de los alemanes, sobrevive milagrosamente a los campos de concentración. Se alistó en el servicio diplomático francés y participó con Henri Lougier, secretario general adjunto de las Naciones Unidas y

secretario de la Comisión de los derechos del hombre, encargada de elaborar lo que sería la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. En tiempo de la guerra de Argelia, apoyó su

independencia. Es diplomático especializado en cooperación multilateral. Apoya a los palestinos de la franja de Gaza y declara: “Yo siempre me he situado del lado de los disidentes”.

Desde su experiencia en la resistencia francesa, durante la II Guerra Mundial, Hessel estaba convencido de que el interés general debe primar sobre el interés particular y de que el justo

reparto de las riquezas creadas por el mundo del trabajo debe primar sobre el poder del dinero. De ahí que, 60 años después se pregunte, ¿cómo puede faltar hoy dinero para mantener y prolongar estas conquistas si la producción de r i q u e z a s h a a u m e n t a d o considerablemente después de la Liberación, período en el que Europa estaba arruinada?

A partir de estas sencillas reflexiones, Stéphane Hessel se dirige a los jóvenes. “Nosotros, veteranos de los movimientos de resistencia y de las fuerzas combatientes de la Francia libre, llamamos a las jóvenes generaciones a hacer vivir, a transmitir, la herencia de la Resistencia y sus ideas. Nosotros decimos: ¡Tomen el relevo, indígnense! Los responsables políticos, económicos, intelectuales y el conjunto de la sociedad no deben

renunciar, ni dejarse impresionar por la actual dictadura internacional de los mercados financieros que amenaza la paz y la democracia”.

ConversacionesAutonomía y desobediencia: dos formas de construir la justicia social

Miguel Castro Página 4

Paz y problemáticas del mundoMujeres en movimiento

Carmen Díaz Página 3

Crisol

De la revolución y la gripa

Miguel Angel TorresPágina 7

Educando para la PazEducación para la desobediencia

Gerardo PérezPágina 5

Un boletín mensual Número 2 Noviembre 2011

Paz, palabras y algo más.Poema para Javier SiciliaGuadalupe MorfínPágina 6

Pintando con luzImagen del mes Página 8

FOTO Alejandra Martínez

(Continúa en la página 3)

Especiales Derecho a la indignación David Velasco Página 1

Paz por las mujeres Ana María Vázquez Página 3

C L U B S E Q U O I A


G R U L L A : B O L E T Í N D E P A Z

EditorialTenemos ya el segundo pliegue de nuestro Boletín de Paz cuyo tema central es el derecho a la rebelión: la resistencia y los movimientos sociales como alternativas en el mundo global.

En este segundo vuelo, contamos con la participación de David Velasco, quien nos plantea que motivos para indignarnos en nuestro mundo, no nos faltan. Y es a partir de estos motivos donde se gestan cada vez más propuestas fuera de las estrategias predominantes, y que buscan generar modelos alternativos frente a las formas habituales de cómo vivimos.

Carmen Díaz, nos comparte de su experiencia en el análisis del género y las movilizaciones de mujeres como una fuerza central que ha generado, impulsado e inspirado movimientos sociales y de resistencia.

El diálogo sobre las mujeres y su lucha noviolenta continúa con la reflexión sobre el significado que tiene el hecho histórico de que tres mujeres del Medio Oriente y África ganaran el premio nobel de la paz este año.

La navegación en el mar de alternativas se dirige al comentario sobre un texto escrito por el activista ghandiano Pietro Ameglio en el cual plantea la autonomía y desobediencia como estrategias para construir justicia. La insistencia con nuestra rebeldía continúa con las aportaciones de Gerardo Pérez, quien nos invita a educarnos... pero desobedeciendo.

Para ahondar en el análisis, Miguel Ángel Torres nos comparte sus reflexiones en torno al Día Mundial de los indignados (15O), día en que salimos a la calle a expresar nuestro derecho a un mundo distinto. FInalmente, como paz y palabras son una misma, Guadalupe Morfín nos recita de forma escrita, un poema que le escribió a Javier Sicilia.

Si las violencias que estamos viviendo se esconden en los pequeños detalles y luego nos devoran, como dice el activista Le Barón; resistir significa no aceptar lo que habitualmente es visto

como normal, pero que en realidad resulta inaceptable.

Aprovechamos este número para recordar que una de las formas más sutiles de violencia, es la indiferencia y la sumisión. Por lo tanto, invitamos a la rebeldía, preguntándonos primero a qué somos obedientes, y si somos rebeldes, a qué nos rebelamos y cómo lo hacemos.

Paz por las mujeres

Por Ana María Vázquez

Son tres y son mujeres. Este año el Premio Nobel de la Paz fue otorgado a

tres mujeres activistas de África y el Mundo Árabe cuyo trabajo está basado en el uso de medios noviolentos para la promoción de la paz, la democracia y la equidad de género: Ellen Johnson Sirleaf, Presidenta de Liberia, la activista libia Leymah Gbowee, y la activista pro-demócrata yemení Tawakkol Karman.

En varias ocasiones el premio se ha otorgado a personas cuyas acciones están más bien orientadas a contener la violencia o la guerra. Es decir, han partido de la lógica de la paz en mera oposición a la violencia. Sin embargo en esta ocasión el trabajo de las tres mujeres premiadas ha contribuido

desde distintos ámbitos a que la Paz se viva y se construya de manera efectiva en sus comunidades, al cultivar otros ejes que son claves en el trabajo por la paz y la resolución de conflictos. Con ello, no sólo exaltan las causas de las mujeres y de la lucha social por la igualdad de oportunidades, sino que dibujan caminos hacia el futuro.

La lucha de Tawakkol Karman representa a las mujeres y jóvenes árabes que luchan intensamente y de manera pacífica para cambiar y mejorar las condiciones políticas de sus países. Es, de esa manera, un reconocimiento a las revoluciones pacíficas de este 2011 y a la reivindicación del mundo árabe y el papel de las mujeres en esa región. Por otro lado, tanto Sirleaf como Gbowee representan dos luchas por la dignidad y la reconciliación entre hombres y mujeres que han sufrido la división

é t n i c a y r e l i g i o s a después de una larga guerra, así como para la participación de las mujeres en la política.

L a s t r e s encabezan una lucha por causas que se tejen a partir de la esperanza y convicción de q u e n a d a determina por sí mismo lo

que podemos o no lograr. Si bien somos objeto de nuestra condición de género, religión o historia, cada uno de nosotros podemos establecer el alcance que queremos dalre a nuestras acciones. También, la causa que defienden va más allá del discurso de los derechos humanos, la equidad y la democracia. Su labor representa que, sólo a través de la participación activa y la igualdad de oportunidades para todos, es posible la paz. Su trabajo y el premio que han recibido es una señal para el mundo desde la voz de las mujeres.

FOTO Patricia Karenina



(Continuación de página 1)

Hessel es consciente de que la peor de las actitudes es la indiferencia. Por eso mismo, se dirige a los jóvenes: “¡Busquen un poco, van a encontrar! La peor de las actitudes es la indiferencia, decir ‘yo no puedo hacer nada, qué estoy haciendo’. Al comportarse así, pierden uno de los componentes esenciales que hace al humano. Uno de los componentes indispensables: la facultad de indignación y el compromiso en el que está la consecuencia”. Y planteaba los dos grandes desafíos, uno, la inmensa brecha que existe entre los muy pobres y los muy ricos; otro, los derechos humanos y la situación del planeta.

En Jalisco no hay que buscar mucho para encontrar motivos de indignación. Ahí está el desacato de las autoridades que continúan las obras de la presa El Zapotillo, a pesar de las protestas, movilizaciones y plantones de sus pobladores; o el despojo de tierras de la comunidad de Mezcala y otras comunidades campesinas e indígenas como el supuesto conflicto de límites entre Colima y Jalisco; o la realización de obras públicas sin consulta popular; o la falta de atención a quienes se manifiestan y protestan, como los exbraceros, los que denuncian operativos de limpieza social; y sin ir demasiado lejos, el clima de inseguridad y violencia, la corrupción y la impunidad. El derecho a la indignación, es un derecho que, como dice Stéphene Hessel, nos hace más humanos.

Conversaciones

Reseña: “Autonomía y desobediencia: dos formas de construir la justicia social”. De Pietro Ameglio. Por Miguel Castro Rodríguez

En el mundo se presentan actualmente una serie de movilizaciones que buscan generar cambios políticos, sociales, económicos y educativos. El derecho a la rebelión supone la desobediencia o resistencia social, a c c i o n e s q u e promueven la no-cooperación en la búsqueda por la autonomía individual, primero, para después dar lugar a la autonomía colectiva.

Las enseñanzas de Mahatma Gandhi son claro ejemplo de la puesta en práctica de dichos preceptos. Sin e m b a r g o , s u concepción se da bajo la lupa de movimientos pacíficos en la búsqueda de autonomía y empoderamiento social de los individuos a través de la ruptura gradual con la cooperación y la autoridad impuestas, legitimadas por la pérdida de la autoridad personal.

La no-cooperación gandhiana se teje bajo la dinámica de la verdad, es decir, en la recuperación de la responsabilidad personal mediante el ejercicio de los derechos propios, entre estos el derecho a la rebelión. Para lograrlo, es necesario un análisis introspectivo en el individuo y su relación con la sociedad y la religión, pues en palabras de Gandhi “no hay política sin religión”. De ahí que pueda darse uno de los preceptos más importantes de Gandhi, el desarrollo aldeano comunitario, en el que cada aldea es autónoma y como tal, debe buscar los medios para defenderse y buscar el crecimiento igualitario de sus pobladores.

El modelo descentraliza el poder del Estado, limitándolo a unas cuantas funciones del tipo administrativo, pero lograrlo dentro de los ideales del Mahatma supone una gran capacidad de sacrificio, por un lado, y por el otro, de un alto nivel de desobediencia sobre las mecánicas actuales que fortalecen las instituciones y el poder del Estado. Este modelo no pretende regresar al pasado, sino reformular a partir del presente, las concepciones sobre la autonomía enfocadas al Estado-Nación para permitir el surgimiento de la verdad mediante el fortalecimiento de la responsabilidad individual.

La resistencia civil no sólo la podemos encontrar en movimientos sociales, sino

en la cultura misma. Según Gandhi, ésta es una de las herramientas más poderosas para fortalecer la no-cooperación a través de la autonomía. La adopción de la cultura propia, por encima de la(s) cultura(s) i m p u e s t a ( s ) imposibilita el

dominio de modelos extranjeros que debilitan el desarrollo interno mediante el desquebrajamiento de la identidad comunitaria.

Más allá de la necesidad de encontrar la verdad, el deber moral de los individuos es la herramienta más importante si se pretende seguir los preceptos que Gandhi ha dejado como legado. La desobediencia hacia la cooperación y un alto sentido de la justicia comunitaria son el camino a seguir como fundamentación y hacia el empoderamiento de la sociedad civil desde su núcleo, la comunidad. Por ello la verdad y un fuerte arraigo a la cultura son las claves del éxito en el pensamiento gandhiano.

Ameglio, P. (1998). Autonomía y desobediencia: dos formas de construir la justicia social. IXTUS. No.1, año VI pp 98-109

Consulta el texto de Pietro Ameglio en:http://www.dh.iteso.mx/textos/


La no-cooperac ión gandhiana se teje bajo la dinámica de la verdad, es decir, en la recuperación de la responsabilidad personal mediante el ejercicio de los derechos propios, entre estos el derecho a la rebelión.


http://www.dh.iteso.mx/textos/Noviolencia_GandhiAutonomia.pdf






En todo el mundo y desde hace ya muchos años, las mujeres han estado jugando un papel muy importante en las luchas por la calidad de vida, la defensa de los territorios, y la construcción de comunidades más justas. Ya sea en las movilizaciones en torno a la defensa del agua, por la salud de sus familias, por el derecho a participar en la toma de decisiones, cada vez con más fuerza, las mujeres defienden sus derechos y trabajan junto con otras mujeres y hombres por una vida digna.

Dice la Comandanta Esther, mujer indígena quien en 2001 dirigió las palabras de los zapatistas al Congreso de la Unión durante la Marcha del Color de la Tierra: "A las mujeres de todo el país, les decimos que luchemos todas juntas. Nosotras tenemos que luchar más porque como indígenas estamos triplemente despreciadas: como mujer indígena, como mujer y como mujer pobre. Pero las mujeres que no son indígenas también sufren, por eso las vamos a invitar a todas a que luchen para que ya no sigamos sufriendo. No es cierto que la mujer no sabe, que nada más sirve para estar en la casa, eso no sólo pasa en las comunidades indígenas sino también en las ciudades".

En México, y en Jalisco en particular, hay muchos ejemplos de mujeres que se movilizan por sus derechos: en la colonia La Huizachera, grupos de mujeres se están organizando para resolver los problemas por falta de agua potable. En los municipios de El Salto y Juanacatlán, por donde pasa el contaminado río Santiago, las mujeres exigen solución a los problemas ambientales y de salud generados por la

irresponsabilidad de las industrias y el gobierno. Y por supuesto, el caso de Guadalupe Lara, mujer ejemplar que resistió en contra de la presa de Arcediano y que sigue en lucha por la reparación del daño que le causaron al desalojarla de su pueblo.

La lucha de Temacamulín en contra de la presa El Zapotillo tiene también mujeres f u e r t e s y comprometidas que llevan la voz cantante en a s a m b l e a s , acciones y como portavoces del movimiento de d e f e n s a d e Temaca. Hay que reconocer la valentía de estas mujeres, pues ellas, como muchas otras, enfrentan además de los problemas por los cuales se organizan, otros problemas, precisamente, por ser mujeres. Porque aún no estamos acostumbrados a ver que una mujer tome la palabra y participe activamente en las discusiones. Porque a veces el marido, el padre, el hermano, el hijo, o incluso otras mujeres, no entienden que las mujeres tienen derecho a organizarse y participar y las obligan a quedarse en

su casa, pues creen que “ese es su lugar”, se burlan de ellas o las acusan de “mitoteras” o de “andar en el chisme”. Ahí es donde las mujeres tenemos que d a r u n a “ d o b l e batalla” para convencernos

primero a nosotras mismas de que nuestra participación en las luchas es importante y después para que las condiciones en la casa permitan desarrollar nuestro trabajo, repartiendo más equitativamente las tareas domésticas, la cocina, el cuidado de niñ@s y ancian@s, que culturalmente se esperan de las mujeres. Es una lucha

c o t i d i a n a y complicada, pues quienes a veces ponen obstáculos son nuestros seres queridos y cercanos.

L a s m u j e r e s organizadas en el m o v i m i e n t o f e m i n i s t a y movimientos de luchas más amplias están demostrando que ellas pueden y

deben participar en la construcción de los mundos que queremos ver, donde no haya injusticias, donde no se impongan los intereses de los poderosos y adinerados por encima de los derechos de las comunidades, pero también, donde haya relaciones de respeto y equidad entre hombres y mujeres. Juntos, hombres y mujeres, podemos trabajar para encontrar soluciones a los problemas que nos afectan.

Las mujeres organizadas en el movimiento

feminista y movimientos de luchas más amplias están demostrando que

ellas pueden y deben participar en la

construcción de los mundos que queremos ver

Paz y Problemáticas del mundo

Mujeres en movimientoPor Carmen Díaz



5 Grulla:Boletín de Paz Noviembre 2011


Uno de los aspectos centrales de la Educación para la Paz y la Noviolencia es capacitar a las personas en el ejercicio de la virtud de la desobediencia. Pero, ¿en qué se fundamenta esta idea, contraria a la forma convencional de entender la Educación? Revisando la literatura, encontramos una larga tradición que cuestiona el valor social que se le atribuye a la obediencia. Con la intención de aportar elementos para una Educación para la Paz crítica y transformadora, se expone a continuación una visión panorámica de autores que plantean por qué es importante educarnos en la práctica de la desobediencia.

La desobediencia es una virtud, aclara Pepe Beunza, uno de los "objetores de conciencia" que se negó a hacer servicio militar en España durante la dictadura franquista. Más que contribuir al fortalecimiento de las fuerzas armadas, Beunza proponía hacer un servicio civil, dando clases en una escuela nocturna u organizando una guardería en un barrio marginado. Sin embargo, sus convicciones para no enrolarse en “la mili”, no lo libraron de ir a la cárcel en varias ocasiones. La obediencia es valorada y la desobediencia no –aclara Beunza. Sin embargo, si queremos tener un futuro de dignidad y libertad, debemos enseñar a la gente a desobedecer. Muchos crímenes que se han cometido a lo largo de la historia se han realizado, no por malicia de la gente, sino por su obediencia. El culto que le tenemos, es una de las herramientas que utiliza el poder para someternos. Debemos valorar la dignidad que representa una desobediencia madura, crítica y propositiva.

Estas ideas, no surgieron en Beunza por casualidad. Fueron el fruto de los encuentros que tuvo con Lanza del Vasto en la Comunidad El Arca donde se han

puesto en práctica algunas enseñanzas de Gandhi. En uno de sus discursos, Lanza del Vasto señalaba que existen buenas razones para oponerse a las leyes, así como otras tantas para someterse a ellas; y añadía: es perfectamente estúpido estar siempre en contra de la ley y del poder, así como lo es también ser siempre obedientes. El hombre libre es aquél que sabe obedecer e igualmente sabe decir que no.

Pero, ¿con qué criterios se puede decidir cuándo hay que cumplir la ley o en qué circunstancias hay que transgredir sus mandatos y prescripciones?

Cuando un Estado se ha organizado alrededor de la violencia, olvidando que una de sus funciones es mediar entre los intereses que están presentes en una sociedad para hacerlos converger hacia el bienestar colectivo, se hace necesario transformar ese Estado –planteaba Gandhi. Puesto que uno de los cimientos del Estado es establecer y hacer cumplir lo que es legal, la desobediencia a las leyes es una manera de trastocar el corazón mismo del poder dominante.

Educando para la Paz

Educar para no obedecerPor Gerardo Pérez


(Continúa en la siguiente página )



Pero para practicar esta virtud hay que transformar una idea muy arraigada en la sociedad: que la autoridad es siempre necesaria. El poder está en la gente y es confiado a sus representantes sólo de manera momentánea. Más que obediencia, lo que hay que consolidar es una autonomía consciente y crítica que permita establecer nuevas relaciones e instituciones para la autogestión política y la autosuficiencia económica –consideraba Gandhi. El autogobierno sólo se alcanza con la capacidad de las masas para resistir la autoridad abusiva y actuar de manera independiente.Este pensamiento sobre la desobediencia para poder transformar las estructuras de dominación, no termina ni comienza con Gandhi. Henry Thoreau, a mediados del siglo XIX y a propósito de la invasión de Estados Unidos a México, planteaba el deber de desobedecer a un Estado que utiliza las armas en contra de otro país. Antes que súbditos, somos seres humanos –decía. Más que respetar la ley, se debe respetar lo que es correcto. La única obligación que tengo como individuo es a hacer siempre lo que considero correcto –escribía Thoreau. Si cada uno de nosotros contáramos con un gobierno digno de respeto, habríamos dado un gran paso como sociedad. Cuando un gobierno rige a la mayoría, en todas las circunstancias, no puede darse la justicia, porque el Estado no confronta a conciencia la razón de las personas, sólo controla su cuerpo y sus sentidos mediante el uso de la fuerza.

Previo a Thoreau, en el siglo XVI, Etienne de la Boétie ya se cuestionaba las causas que mantienen la servidumbre voluntaria: "¿Acaso no es vergonzoso ver a tantas y tantas personas, no tan sólo obedecer, sino arrastrarse?". Los propios pueblos son los que se dejan esclavizar y se hacen encadenar –argumentaba. No comprenden que con sólo dejar de servir romperían las cadenas que los atan. Ningún ser humano puede mantenerse en la servidumbre sin

hacerle grave dañarlo. Nada hay más contrario a su naturaleza. Si los hombres realmente desearan la libertad, lo serían. Sin libertad, el resto de bienes se corrompen, pierden su gusto y su sabor. Para ser libre, sólo hay que decidirse a abandonar la servidumbre. No sólo nacemos con la libertad, sino también con la voluntad de defenderla. Todo ser humano, consciente de su existencia, siente la desgracia de la sumisión y busca liberarse. El ser humano busca obedecer tan sólo a su propia razón. No podemos terminar esta reseña sin mencionar las ideas con las que el párroco de Barbiana, Lorenzo Milani, organizaba la escuela que dirigía cerca de Florencia en la segunda mitad del siglo XX. Antes de morir, en su Carta a los jueces, busca defenderse de las críticas que se le hacen por el trabajo que realiza con los jóvenes argumentando: la escuela en que me formé preparaba soldados obedientes a las órdenes de Mussolini. Ahora que soy maestro, siento la obligación de desenmascarar el engaño en que fui formado. La muerte de millones de personas durante la guerra es una responsabilidad colectiva. Esa responsabilidad se expresa en un refrán popular: "Peca quien mata a la vaca como el que le detiene la pata". Lo que sucedió en Hiroshima, para llevarse a cabo, requirió la participación de miles de personas: políticos, científicos, técnicos, aviadores. Quien llenaba el depósito de los aviones que poco después desintegrarían a miles de japoneses, no se considera responsable de tales hechos. Los teóricos de la obediencia considerarían que sólo Hitler fue el responsable de los judíos que fueron asesinados en los campos de concentración. Pero Hitler estaba loco –aclara Milani. Para salir de este dilema señala: hay que dejarle claro a los jóvenes que todos somos soberanos, que la obediencia ya no es una virtud, sino la más sutil de las tentaciones. Cada uno de nosotros somos en parte responsables por el mal que se mantiene con nuestra obediencia.

Paz,palabras y algo más

Poema para Javier SiciliaGuadalupe Morfín

Para consolarte amigo no existen las palabraslo supo bien el Cirineo en otra Cuaresmacuando ayudó a cargar un célebre madero

una pesada cruz de quien tampoco pudo hablar mucho ese día

sino subir a tientas y cayendo para ser uno por siempre con nosotros

que sin subir caemos y caemos

lo supo bien María en su impotenciade madre que nada pudo hacer por impedirlo

y sin embargo estuvo allídolida como tú con tu muchacho

y adoptándonos a todos como hijos

nada puedo decirte que no conozcas bientú que tan bien conoces los caminos de la luz

que hacen brillar lo oscuro

callo contigo, amigo, y que la luz te guíey nos alumbre

y en el dolor sepamos ser enternecida multitudque se toma las manos y sabe

comenzar a pronunciar la palabra hermanoallí donde los justos caídos

como tu muchachocomienzan a emerger

como árboles poderososy nos abrazan con su aire limpio.

(Continuación de la página anterior )




Pareciera que en fechas recientes el mundo recordó que la calle puede ser de la gente, que las cosas no tienen que ser como son, que la ciudadanía existe y se puede ejercer, que hay formas distintas de organización, de tomar decisiones, de construir la democracia, que es posible reivindicar el derecho a la protesta y a la participación en la vida pública. Así, diferentes plazas del mundo se fueron llenando de los rostros más disímiles pero que en el fondo se reconocen por compartir la misma indignación (para usar el argot del momento), por tratar de construir algo distinto. En Madrid se toman las plazas, en Chile los estudiantes salen a la calle, Wall Street está ocupado, en el Magreb los gobiernos autoritarios que parecían no tener fin caen uno tras otro en revoluciones organizadas vía

Facebook y Twitter. Pronto, todos los movimientos encontraron un espacio común de comunicación y de promoción en los medios electrónicos que los conjugó bajo una misma consigna: somos nosotros contra el sistema, ¿finalmente?

Con ese escenario de fondo, y por las nuevas formas de (re)encontrarse con el otro distante, el ciudadano del mundo, se empezó a hablar de la revolución global (cosmopolita), en la cual uno fácilmente, y desde su c o m p u t a d o r a , p u e d e simpatizar tanto con los Indignados como con los rebeldes sirios, con los ocupantes de Wall Street como con los estudiantes chilenos, como si todos fueran una y la misma cosa. En ese sentido, se convocó a todos los inconformes del planeta a indignarse, a salir a la calle y a la plaza, a mostrarle al

sistema su hartazgo, a ser parte del movimiento. Sin embargo, se pasó por alto un punto fundamental: ni los unos ni los otros son una y la misma cosa, la revolución no es una epidemia, sino el resultado de sus propios procesos (con coincidencias de fondo, claro está) que los llevaron a indignarse y a tomar la calle, a querer cambiar su realidad que se convirtió en la realidad del mundo vía Facebook pero que, en todo caso, es imposible de considerarla como tal (esto no significa que no se pueda empatizar con las diferentes causas)

Así pues, al ver imágenes de cualquier movilización en cualquier parte del mundo surge la interrogante (que todos nos hacemos) de qué es lo que falta en nuestro país para que prenda la mecha si en el mundo todo parece reconfigurarse. Quizá la

respuesta esté ahí: en los procesos y en la complejidad de los mismos, en las especificidades nacionales que llevaron a miles a movilizarse, a que la revolución no se hace dándole “like” al indignamiento. El 15 de octubre se llamó a la sociedad global a tomar la calle y seguir el camino de los indignados, a mí me surgió una pregunta: si importar modelos económicos y políticos no es funcional ¿por qué importar modelos de resistencia habría de serlo? Así pues, si pensamos en la indignación como algo que se contagia, como la gripa, el tiempo la curará, pero si la construimos desde dentro quizá finalmente….

CrisolDe la revolución y la gripa

— Miguel Ángel Torres



Agenda

Consejo Editorial

María Ana del Valle — EditoraAna María Vázquez María Fernanda Peña Gerardo Pérez Viramontes

Colaboradores:

Omar Galván, Mariana Zaragoza, Julia Isabel Amador, María del Mar Bricio, Fabián Ramírez, Camila Pérez, Miguel Castro

Agradecimientos

Alejandra Martínez, María del Mar Bricio, Guadalupe Morfín, Humberto Orozco, Karina Osorno, Carmen Díaz, David Velasco, Patricia Karenina, Miguel Ángel Torres, Resurrección Rodríguez

ITESO

Periférico Sur Manuel Gómez Morín #8585 CP 45604

Tlaquepaque, Jalisco, México

Si quieres escribir o participar en este boletín contáctanos a [email protected] y comenta en nuestro grupo en Facebook: Hablemos de Paz

Imagen de la SemanaG R U L L A : B O L E T Í N D E P A Z

Una de las cosas más valiosas de "La lucha" es que se conforma de la intersubjetividad de ideales, sueños y convicciones de un conjunto de individuos unidos bajo la premisa de querer un contexto y sociedad más pacíficas, justas y equitativas. Quizá estos ideales suenen utópicos al enmarcarse en el contexto de desequilibrio en el que vivimos actualmente, pero es importante que caigamos en la cuenta de que esa unidad es el motor real de la movilidad social, y la base para la gestación de cambios reales. Sin duda es uno de los mejores regalos que podemos dejarle a las nuevas generaciones y los resultados nos darán vida incluso cuando ya no los podamos disfrutar físicamente.

XXV Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, del 26 de noviembre al 4 de diciembre.Porque ¡Somos lectores! Asiste a este evento que tanto esperamos en todo el año. Consulta el programa de actividades en: http://www.fil.com.mx/prog/programa_indice.asp

Corre Ramona corre. Monólogo panamericano en un acto. Dirección de Verónica LópezAcorralada por el sinsentido a la política, la guerra contra el narco, el casting amañanado en el Golden, las campañas para el 2010 y la impunidad, Ramona corre, escapa del caos y busca medalla en los Panamericanos.No te pierdas de esta gran obra la cual se realiza todos los miércoles de noviembre hasta el día 23, a las 20:30 hrs en el teatro Diana.

Conferencia Magistral CNDH JaliscoEste 17 de noviembre el Mtro. Oscar Elizundia Treviño actual Director del Programa de Agravios a Periodístas y Defensores Civiles de Derechos Humanos de la CNDH

estará impartiendo una Conferencia llamada “Medidas Cautelares, un mecanismo de prevención y protección. El evento será gratuito, cupo limitado.Más información: www.cedhj.org.mx

Exposición fotográfica Mujeres flores de Eunice AdornoAsiste a la inauguración este jueves 17 de noviembre de esta aproximación estética a la comunidad menonita, y en particular a la visión del cotidiano femenino, a partir de una serie de códigos visuales, sutiles, respetuosos y de gran belleza”. El lugar será en la Casa Escorza a las 20:30http://euniceadorno.net/


Por María del Mar Bricio

mailto:[email protected]

mailto:[email protected]

http://euniceadorno.net/

http://euniceadorno.net/

derecho a la indignación, protesta y rebelión

Documents