dejon mujika in música que - bilbao.eus · masacre. la última matanza aca ... single, single...

2
78 AISIA Deia - Domingo, 1 de julio de 2018 5 % $ s Hoy bajan las aguas tranquilas junto a la que fue conocida como Casa Galera, vieja prisión y sede de BilbaoMusika en la actualidad. Foto: Borja Guerrero Allá en el número 8 de lacafleSorkunde, hoy todo transcurre con tranquilidad. No siempre trie así. La Casa Galera, hoyen día sede de BübaoMiisíka,tu\ ( ) su huella negra con una matanza cuando era prisión Un reportaje deJon Mujika In música que calíalos horrores A QUEL poeta inglés, Robert Browning, supo ver que aquel que escucha músi ca siente que su soledad, de repen te, se puebla. Cuántas veces no habremos recordado al viejo Víc tor Hugo y su soberana idea de que la música expresa aquello que no puede decirse con palabras pero no puede permanecer en silencio. La música como argumento para repoblar soledades para romper las cadenas del silencio; soledad y silencio, dos de los castigos mayús culos de una prisión. Valgan estas reflexiones del arranque para entrar, de su mano, en las actuales instalaciones de Bil baoMusika, un organismo autóno mo local dependiente del Ayunta miento de Bilbao que se encarga de la gestión de la Escuela Municipal de Música y de las bandas munici pales de música y txistularis. Están enclavadas en el edificio ubicado junto a la cuesta de Zabalbide y en el entorno de Solokoetxe, allá en el número 8 de la calle Sorkunde, un edificio con aires del primer modernismo que fue construido en 1897 por Enrique Epalza, quien recibió el encargo de construir un pabellón en Larrinaga con destino a mujeres. Este nuevo edificio en Zabalbide se conoció como La Casa Galera. La historia pide recordar que hubo una primera casa galera, ubi cada en un antiguo polvorín cons truido en el año 1671, húmedo, lóbrego y sombrío, en la calle Ura- zurrutia que, pese a su carácter provisional, no fue clausurada has ta los principios del siglo XX, cuan do el municipio construyó el mag nífico edificio que hoy alberga a la banda de música municipal. La Casa de la Pólvora, se le llamaba por aquel entonces. La atención de las reclusas dependía, según cuen tan las crónicas, directamente de las Hermanitas de la Caridad. Fue la Casa Galera un centro de reclusión para mujeres de mal vivir, según se decía en el argot de la época, y que no convenía que estuviesen mezcladas con otros reos en la cárcel común que tenía la Villa en el Portal de Zamudio. Mil y un usos y vicisitudes después, en 1897, Enrique Epalza recibe el encargo de preparar los trabajos para la nueva Casa Galera, al tiem po que redacta los proyectos de la Casa de Socorro del Ensanche, pre para el definitivo diseño de la ampliación del puente del Arenal y es designado para llevar a cabo la realización del futuro Hospital Civil de Basurto. Era, como ven, uno de los grandes arquitectos de la época en Bilbao. Hay que recordar que el nombre de Galera o Casa Galera, hace refe rencia a la privación de libertad. La pena de galeras respondía al con cepto medieval de expulsión de los delincuentes de la comunidad, a la vez que se utilizaba su potencial como fuente de trabajo para reali zar un servicio público como podía ser el duro trabajo de los remeros de la flota española. Las mujeres no se embarcaron en ninguna gale ra para expiar sus culpas, sin embargo, el nombre Galera, sirvió para denominar una forma de cas tigo muy dura, la privación de libertad, en un espacio considera do público aunque recogido y apar tado de la sociedad. La llamada Galera o cárcel de mujeres tuvo su origen en las Casas de Arrepenti das que comenzaron a fundarse en la segunda mitad del siglo XVI a imagen y semejanza de las abier tas en Roma por San Ignacio de Loyola. La influencia de la Contra-

Upload: vantuyen

Post on 04-Oct-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: deJon Mujika In música que - bilbao.eus · masacre. La última matanza aca ... single, single lady. Tremendo, tremendo. —Gracias. También estamos con la de No te vayas de Navarra

78 AISIA Deia - Domingo, 1 de julio de 2018

5

%

$

s

Hoy bajan las aguas tranquilas junto a la que fue conocida como Casa Galera, vieja prisión y sede de BilbaoMusika en la actualidad. Foto: Borja Guerrero

Allá en el número 8 de lacafleSorkunde, hoy todo transcurre con tranquilidad. No siempre trie así. La Casa Galera, hoyen día sede de

BübaoMiisíka,tu\ ( ) su huella negra con una matanza cuando era prisiónUn reportaje deJon Mujika

In música quecalíalos horrores

AQUEL poeta inglés, Robert Browning, supo ver que aquel que escucha músi­ca siente que su soledad, de repen­

te, se puebla. Cuántas veces no habremos recordado al viejo Víc­tor Hugo y su soberana idea de que la música expresa aquello que no puede decirse con palabras pero no puede permanecer en silencio. La música como argumento para repoblar soledades para romper las cadenas del silencio; soledad y silencio, dos de los castigos mayús­culos de una prisión.

Valgan estas reflexiones del arranque para entrar, de su mano, en las actuales instalaciones de Bil­baoMusika, un organismo autóno­mo local dependiente del Ayunta­miento de Bilbao que se encarga de la gestión de la Escuela Municipal de Música y de las bandas munici­pales de música y txistularis. Están enclavadas en el edificio ubicado junto a la cuesta de Zabalbide y en el entorno de Solokoetxe, allá en el número 8 de la calle Sorkunde, un edificio con aires del primer modernismo que fue construido en

1897 por Enrique Epalza, quien recibió el encargo de construir un pabellón en Larrinaga con destino a mujeres. Este nuevo edificio en Zabalbide se conoció como La Casa Galera.

La historia pide recordar que hubo una primera casa galera, ubi­cada en un antiguo polvorín cons­truido en el año 1671, húmedo, lóbrego y sombrío, en la calle Ura- zurrutia que, pese a su carácter provisional, no fue clausurada has­ta los principios del siglo XX, cuan­do el municipio construyó el mag­

nífico edificio que hoy alberga a la banda de música municipal. La Casa de la Pólvora, se le llamaba por aquel entonces. La atención de las reclusas dependía, según cuen­tan las crónicas, directamente de las Hermanitas de la Caridad.

Fue la Casa Galera un centro de reclusión para mujeres de mal vivir, según se decía en el argot de la época, y que no convenía que estuviesen mezcladas con otros reos en la cárcel común que tenía la Villa en el Portal de Zamudio. Mil y un usos y vicisitudes después, en

1897, Enrique Epalza recibe el encargo de preparar los trabajos para la nueva Casa Galera, al tiem­po que redacta los proyectos de la Casa de Socorro del Ensanche, pre­para el definitivo diseño de la ampliación del puente del Arenal y es designado para llevar a cabo la realización del futuro Hospital Civil de Basurto. Era, como ven, uno de los grandes arquitectos de la época en Bilbao.

Hay que recordar que el nombre de Galera o Casa Galera, hace refe­rencia a la privación de libertad. La pena de galeras respondía al con­cepto medieval de expulsión de los delincuentes de la comunidad, a la vez que se utilizaba su potencial como fuente de trabajo para reali­zar un servicio público como podía ser el duro trabajo de los remeros de la flota española. Las mujeres no se embarcaron en ninguna gale­ra para expiar sus culpas, sin embargo, el nombre Galera, sirvió para denominar una forma de cas­tigo muy dura, la privación de libertad, en un espacio considera­do público aunque recogido y apar­tado de la sociedad. La llamada Galera o cárcel de mujeres tuvo su origen en las Casas de Arrepenti­das que comenzaron a fundarse en la segunda mitad del siglo XVI a imagen y semejanza de las abier­tas en Roma por San Ignacio de Loyola. La influencia de la Contra-

Page 2: deJon Mujika In música que - bilbao.eus · masacre. La última matanza aca ... single, single lady. Tremendo, tremendo. —Gracias. También estamos con la de No te vayas de Navarra

Deia — Igandea, 2018ko uztailaren la AISIA 79

rreforma católica se dejó sentir en una nueva doctrina mucho más intolerante con respecto a las con­ductas desordenadas de las muje­res. La idea imperante era que las mujeres perdidas, de vida sin nor­te necesitan ser recogidas y se les quiere dar la posibilidad de que aprendan un oficio voluntariamen­te para llevar una vida honesta.

Hay que recordar que a la entrada de las tropas franquistas en Bilbao no existía una prisión de mujeres como tal. Sí existía la ya citada Casa Galera, reminiscencia de aquellos establecimientos creados para inter­nar mujeres que se habían desvia­do del camino que la moralidad cris­tiana marcaba para ellas. Esta Casa Galera que se encontraba ubicada en Solokoetxe desde finales del sigloXIX había ido reorientando su labor marcadamente moralizante hacia lugar de internamiento de demen­tes. De hecho, para inicios del sigloXX pasa a ser denominada como Casa Galera y Asilo de Dementes y Asilo Nocturno de Transeúntes. Cuenta la historia que en ella esta­ba instalado el Patronato Real para la Represión de la Trata de Blancas y las mujeres eran atendidas por las Hermanas de la Caridad.

SÍFILIS Pero viajemos en la máqui­na del tiempo atrás, mucho más atrás. Ya en el año 1502 encontra­mos la primera referencia, a raíz de un escándalo en Bilbao por los con­tactos de las prostitutas con los veci­nos. En los años posteriores siguie­ron apareciendo normas restricti­vas, como la del Regimiento Gene­ral de Vizcaya de enero de 1621. A nivel de los territorios de la Corona española, Felipe IV dictó una Prag­mática del 10 de febrero de 1623 que prohibía las casas de mancebía y acababa con una etapa anterior más tolerante. Por otra parte, el hospital de Atxuri negaba desde el año 1661 el ingreso a los enfermos de gálico (sífilis), por lo que las personas afec­tadas por este mal quedaban sin ningún control. Preocupado por este problema, el Ayuntamiento bil­baíno, en sesión del 23 de septiem­bre de 1774, resolvió construir una cárcel galera para internar a las prostitutas afectas de enfermedades venéreas que creaban problemas en la cárcel común o se fugaban de otras reclusiones. Esos fueron, por tanto, los orígenes.

Más allá de los avalares propios de una prisión y de su arquitectura que aún hoy perdura, la prisión fue escenario y testigo de una crónica negra de Bilbao en guerra. Conver­tida en prisión en tiempos de gue­rra, pese a que Telesforo Monzón, desde la Sociedad Bilbaína, invocó a la templanza; la cárcel fue asalta­da sobre las seis y media de la tar­de por el resto de milicianos de la segunda compañía del batallón Asturias el 4 de enero de 1937. Los asaltantes, igual que había ocurri­do en las demás cárceles, se preo­cuparon de su botín, llevándose a cabo un saqueo de los efectos per­sonales de los presos. Poco antes de las nueve de la noche terminó la masacre. La última matanza aca­baría con la vida de cincuenta y tres personas. Una triste huella. •

II

3 vi

CANTANTE

“Este año ganaré seguro el concurso de jotas de fiestas de Tudela”

Una entrevista inventada porJavier Gamboa

BILBAO-Beyoncé Knowles pasea de incógnito por La Salvaje de Sopelana. Viste un diminuto tan­ga de precio inversamente pro­porcional a los milímetros cua­drados de fina seda empleados en su confección. “Voy bastante recatada, teniendo en cuenta que estamos en una playa nudis­ta”, comenta la artista. La Cruz Roja atiende a varios señores de mediana edad víctimas de sín­copes en el entorno de la con­tundente cantante norteameri­cana (Houston, Texas, 1981). “No sé qué les pasa, es imposible que me reconozcan”, afirma seña­lándose el pañuelo que le cubre la cabeza y unas enormes gafas de sol que le tapan el rostro. ¿Cómo así por aquí?—Llevo unos días en casa de La Otxoa. Me encanta salir a dar una vuelta por la playa a primera hora. La pena es que cada vez se llevan a un par de señores en la ambulancia con temas de subi­das de tensión, sofocos, taquicar­dias... Hay mucha gente delicada en la zona, todo hombres.¿Qué es lo que está haciendo exactamente?—Preparo el concurso de jotas de fiestas de Tudela de este año. Se trata de un desafío que me moti­va muchísimo. Voy a ganarlo seguro. Y después, mi marido, Jay-Z, y yo editaremos un DVD con las mejores jotas y distintas versiones con baile y todo. Esta­mos trabajando en un nuevo tipo de mestizaje musical que hemos denominado Hip-Jot.

¿El concurso de jotas de Tude­la? ¿Es preferible a seguir arra­sando en los Grammy, Billboard, etcétera?—A estas alturas me deja fría. Mi marido hasta se ha hecho un collar, de esos de rapero que tan­to le gustan, con los Grammy que llevo en este año. El cuerpo me pide experiencias nuevas.

Madonna me contó que ella había probado con la txalapar- ta y me dije: “pues yo, las jotas”.La jota es un estilo muy exigen­te ¿Cómo se está adaptando?—Bueno, ahora llevo un par de días en casa de La Otxoa porque somos amigas. Pero hace meses que vivo discretamente en Tafa­lla. Ensayo todos los días con los

hermanos Txopitena y su madre. Ellos tocan la dulzaina y la mandolina y ella canta jotas muy bien, sobre todo después del segundo clarete. Además, la señora es tremenda cocinera. Mi Jay se está poniendo ciego a ajoarriero y txilindron.¿Se compenetran bien?—A la perfección. Incluso mi Jay anda dándole vueltas a la idea de realizar un vídeo con ellos y David Getta para la MTV. Sería Bcyoncé & David Getta feat Txo­pitena Family. A lo mejor lo tenemos listo para el fiestón de noviembre en Bilbao. Me haría mucha ilusión.¿Puede cantarme algo de lo que esté preparando para el próximo concurso de jotas de fiestas de Tudela?—¿Sí o qué? ¿Le echo una can- tadica aquí mismo?Dele, dele...—Espere, que me quito el pañue- lico de la cabeza, me lo ato al cuello, pongo los brazos en jarras y voy... Jummmmm, jum. Tm a single ladyyyyyyyyyyyyy (tran, tran, tran, tran). I’m a sin­gle ladyyyyyy (tran, tran). I’m a single, single lady.Tremendo, tremendo.—Gracias. También estamos con la de No te vayas de Navarra. Pero dice mi Jay que es mejor que no nos metamos en políti­ca.Por cierto, ¿por qué no le acompaña Jay?—No le gusta venir a Bizkaia. Es muy despistado, se pierde fácil. Y, cuando me pongo a buscarle, grito: Jay, Jaaaaay ¿dónde estás, bonito? Y llegan como una doce­na de perrillos antes que él. No sabemos la razón. Eso le mos­quea mucho.Es que aquí Jay no es nombre habitual para las personas. Le deseo toda la suerte del mun­do en el concurso de jotas. Y en sus próximos proyectos. —Gracias, salao.Beyoncé prosigue su caminata en tanga al sol de Sopelana. Los trabajadores de la funeraria entran a la playa a levantar el cadáver de uno de los afectados por la manera de caminar de la diva estadounidense. Descanse en paz. El Hip-Jot puede conver­tirse en la tendencia musical se los próximos años. Y Tudela, sede de un macrofestival inter­nacional. •

067267
Rectángulo