debate dosis minima

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\;r Autor: Saút Hernández O üA ¿ z t{ \ Es curioso, cuando menos, que quienes pretenden dirimir el tema de ia penalizaciFn de la dosis mínima son ' consurnidores que se favorecen con el perlniso de comprarla, portarlá y meterla sin ser molestados por las -.7,. autoridades. Algo similar ocurre con el drástico Pico y Placá de Éogota, 4qElgg-qryos que le v_e! !¡_q¡ltaias son -=-, loq-glt_g_e$gn qrl vehigqlg !ficial, y ios-que.-nq tienen carro. A este paso, quienes valád'eóldir b del referendo ile prision irerpetua para violEdor"es de niños va-n á ser e-lmonstruo de Ma$gfg V Lryltr*9lG"tgy!t," (ah, .y , Valencia Co,?.:1g). * ..Ei ,. , --' '\.- , ,,*"':;-.''."-- i*:_Tf: .ayg se prg.ufa. restringir la venta de alcohol a menores, controlar su consumo en espacio público, ¿ Vm - - l.t 4 erradicar el. humo. del tabaco hasta d.e los estadios, impedir que se reviva la publicidad de cigarrillo's en la, I El debate de la dosb mínima eltiempo.com Sección: Editorial - opinión i Fecha de publicación: 30 de mar¿o de 2009 colisiones... Además, el cuento de que el mundo entero avanza a que qurere tmplementar Y si hay algo cierto en todo esto es que este debate no lo Eso es lo que no quieren reconocer los defensores del pucho, que estas sustancias Son de un altísimo grado de nocividad y que no porque a ellos les vaya muy bien con su uso 'recreativo' se pueden ocultar e ignbrql sus consecuencias. Es oue no tod-os c-orren la ryrsma suerte. No están igual de expuesios a buscáiél3uc?Oánéo-?e _+¿f las droEas fos {ijos del doctor Carlos Gavifia;pad¡e de la despenalización- que unos müchachos de barriada sin pasado nifuturo)--- - -/ Ss*e ffit¡ '? no es del todo cierto. En Suecia se con la mlsme aqui: se.!'ttg¡qjjrfl{o al cgnsumidoi no a prisión sino a que e[ número de consumidores de droga crece o y el toxicólogo Ulf Rydberg, .del instituto Karolinska, ,,J;FJHfJJ"[1* 5 J:[':"0:""[*iffi€L"n: ",ilJ",#Xl fuT?n Fñfu no h.¡'r¡n¿er¡'9Ollgar a c.urarse, y-que et adicto ño ¡g'hace Oano a nálielúOo e$'eñél rñ¿?io-¡áú6 r) \rif 'djtnelnos derecno a darnos'en H üaDeza,_que las drq$Fb. son una marqv¡llalquft$l-qno*e.p*qlAdicto{iJ'sEAryü t-'- .' . -5 21vü S{"''If:Sf"l^q*}=basta óon legalizar para que las penurias asociadas con el 'business; se derruinben como un castillo de naip5sr- A^^^+^^^/';-^ ^-^^ -* ' Aceptgmal-en gracia de discusión. que losFqnsumiforeÉlfocasionales?)lue han escrito en la prensa sendae, -.'',':9teñ-s.asdelabaretayelperico.noSonviciuicioscontralasdrogqs.1s-[9o.ügla -3 Aceptgm€g en gracia de discus¡ón. que los Fplsgrni@g,s*fulgqsignales?)lue han escrito en la prensa sendas Eefuñ.sasdelabaretayelpericonoSonviciuicioscontralasdrogqs.1s-[9o.ügla - : --/'*^..^-í^ ^^ l^- ¡^-^--^ ^^-¡-^ !l ^¡^^L^r ,, -r ¿^L^-^ ñ:- ----L-,-- :+' /m3yolq.Rgloslese¡r.¡os contra-91 alcohoi y 9! tgb-agg.-sin embargól no poi$ifo puedé ñégarse queáátCóñéi y er i' cigárTillo producen aciiccién y destiuyén-miles de vidas y de familias. Y matan de cirrosis, cáncer, enfisema, riñas, I ..¡i r "!'\ t; '' F tA Vau rehabilitació_¡- É5 raññáble suponer que un g-dlqig 1ro-.-gs-un criminal, sino un enfermo, pero es inaceplahte el argumento de que el adicto tiene derecho a mañiánér su enferrygdad, a negarse al tratamiento. eslo¡e.éggcl*o¡at, porque el adicto no sélo se hace daño á si m¡smÑño álG démás. tina cosa.es n",g*"rru "iñi"mientos que prolonguen la vldelilrT]e[1fn iñéñdsaábo de la dignidad humaná, y otra es negá]sb?*iilCüperar ta dignidad. Jeconocer sqp¡g[fe¡qa. En cambio, las mamés,loj;- por=t tluá vamo's-Él siquiatra sueco¡NJFiffi disminuye según el grado de @ermisiviüft1-üe-1? afirma que está cornprobado qudTlacer dífíci¡'ó-B! arriesgado el acceso a la droga hace que renuncie a u sa rl a e I 5, -O_por c€!lo_-d.e.lp"S_ gc 119 u,mi! o ¡es oca s i on a I es". especialistas-.ltambién coinciden en que para prevenir debe haber control social, "...un claro mensaje de coñ6umo", pero aquí estamos en el mundo de sub-uso: el que fumabareta lo hace do¡de qu¡ere*el* qg_elur.r¡a.ptglrqj? pUe.{e_; yra t.o lo dejan ni acompañar un tinto.

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DOSIS MINIMA

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  • \;r Autor: Sat Hernndez

    O A zt{ \ Es curioso, cuando menos, que quienes pretenden dirimir el tema de ia penalizaciFn de la dosis mnima son' consurnidores que se favorecen con el perlniso de comprarla, portarl y meterla sin ser molestados por las

    -.7,. autoridades. Algo similar ocurre con el drstico Pico y Plac de ogota, 4qElgg-qryos que le v_e! !_qltaias son-=-, loq-glt_g_e$gn qrl vehigqlg !ficial, y ios-que.-nq tienen carro. A este paso, quienes vald'eldir b del referendoile prision irerpetua para violEdor"es de nios va-n ser e-lmonstruo de Ma$gfg V Lryltr*9lG"tgy!t," (ah, .y, Valencia Co,?.:1g). *

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    El debate de la dosb mnima

    eltiempo.com

    Seccin: Editorial - opinin

    i Fecha de publicacin: 30 de maro de 2009

    colisiones...

    Adems, el cuento de que el mundo entero avanzaa

    que qurere tmplementar

    Y si hay algo cierto en todo esto es que este debate no lo

    Eso es lo que no quieren reconocer los defensores del pucho, que estas sustancias Son de un altsimo grado denocividad y que no porque a ellos les vaya muy bien con su uso 'recreativo' se pueden ocultar e ignbrql susconsecuencias. Es oue no tod-os c-orren la ryrsma suerte. No estn igual de expuesios a buscil3uc?Ono-?e_+flas droEas fos {ijos del doctor Carlos Gavifia;pade de la despenalizacin- que unos mchachos de barriada sinpasado nifuturo)--- - -/

    Ss*effit '?

    no es del todo cierto. En Suecia secon la mlsme

    aqui: se.!'ttgqjjrfl{o al cgnsumidoi no a prisin sino a

    que e[ nmero de consumidores de droga crece oy el toxiclogo Ulf Rydberg, .del instituto Karolinska,

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    -5 21vS{"''If:Sf"l^q*}=basta on legalizar para que las penurias asociadas con el 'business; se derruinben como uncastillo de naip5sr-A^^^+^^^/';-^ ^-^^-* ' Aceptgmal-en gracia de discusin. que losFqnsumiforelfocasionales?)lue han escrito en la prensa sendae,

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    Eefu.sasdelabaretayelpericonoSonviciuicioscontralasdrogqs.1s-[9o.gla- : --/'*^..^-^ ^^ l^- ^-^--^ ^^--^ !l ^^^L^r ,, -r ^L^-^ :- ----L-,--:+' /m3yolq.Rglosleser.os contra-91 alcohoi y 9! tgb-agg.-sin embargl no poi$ifo pued garse quetCi y eri' cigrTillo producen aciiccin y destiuyn-miles de vidas y de familias. Y matan de cirrosis, cncer, enfisema, rias,

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    vldelilrT]e[1fn idsabo de la dignidad human, y otra es neg]sb?*iilCperar ta dignidad.

    Jeconocer sqpg[feqa. En cambio, las mams,loj;-por=t tlu vamo's-l siquiatra suecoNJFiffidisminuye segn el grado de @ermisivift1-e-1?afirma que est cornprobado qudTlacer dfci'-B! arriesgado el acceso a la droga hace que renuncie au sa rl a e I 5,

    -O_por c!lo_-d.e.lp"S_ gc 119 u,mi! o es oca s i on a I es".

    especialistas-.ltambin coinciden en que para prevenir debe haber control social, "...un claro mensaje deco6umo", pero aqu estamos en el mundo de sub-uso: el que fumabareta lo hace dode quere*el*

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