DE FALENCIAS A EXCELENCIAS.(Jn. 21:15-19)

INTRODUCCION:Jesús se había vuelto a aparecer por tercera vez después de su resurrección (21:14), a siete de

sus discípulos, entre los que se encontraban Pedro. Se les apareció cuando estos estaban pescando y nuevamente causo uno pesca milagrosa. Si bien, en primera instancia los discípulos no se percataron de que era el maestro quien se encontraba en la playa, seguramente por la apariencia glorificada de este, posteriormente le reconocieron. Después de haber comido, Jesús interroga a Pedro con una pregunta inquietante.

I) Me amas? Esta es una pregunta que Pedro no debe haberla esperado. Esto ya que él por haber negado al

maestro tres veces en el patio del sumo sacerdote la noche de su encarcelamiento, lo más probable es que esperara un reproche de Jesús, pero este le realiza la pregunta más importante ¿Me amas? Y no se la realiza una vez sino tres veces. Notemos la diferencia de las tres:

a) V.15: ¿me amas más que a estos?... Aquí el maestro le pregunta a SIMON si lo ama en forma incondicional y por sobre todos y todas las cosas (amor AGAPE). La respuesta de Pedro es: “Sí señor; tú sabes que te amo….” Pero esta respuesta fue con un amor FILIAL.

b) V.16: ¿me amas?....: Nuevamente Jesús le pregunta a SIMON si lo ama con amor incondicional (AGAPE). La respuesta de Pedro es la misma: “Sí señor; tú sabes que te amo….”, diciendo con amor FRATERNAL.

c) V.17: ¿me amas?....: Aquí Jesús vuelve a realizar la misma pregunta pero con una intensidad de amor FRATERNAL. La respuesta de Pedro es distinta esta vez ya que se entristece al ver que el maestro le pregunta por tercera vez y el responde: “Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo”. Si bien estaba triste, su respuesta va implícita de reconocimiento y señorío de Jesús sobre su vida.

II) Apacienta…, Pastorea.Notemos que para cada respuesta de Pedro a la pregunta de Jesús referente si lo amaba, el

maestro le solicitaba a Pedro que realizara algo.a) Apacienta mis corderos: A la primera respuesta positiva de Pedro de que amaba al

maestro, Jesús le pide que “Apaciente sus corderos”. Nótese que son los corderos de Jesús y no los de Pedro. Cuando el pastor apacentaba a estos animales, cuidaba de que se alimentaran con la leche de sus madres, ya que eran los más jóvenes de la manada (menores de un año). Es esto mismo lo que Jesús le pide a Pedro, que cuide y alimente a todos esos pequeños que necesitan de la enseñanza de la palabra de Dios.

b) Pastorea mis ovejas: Después de la segunda respuesta de Pedro, Jesús le pide a este que “Pastoree sus ovejas”. El pastor cuando pastorea, guía a sus ovejas (mayores de un año) por buen camino para que estas no sufran daños. De la misma forma Jesús le encarga a Pedro que cuando esos corderos pasen a ser ovejas, los guie por el buen camino del evangelio.

c) Apacienta mis ovejas: Aquí el maestro le encarga una tercera tarea a Pedro que es de “Apacentar las ovejas”. El pastor cuando guía a sus ovejas siempre las guía a buenos pastos y agua limpia, de la misma forma le encomienda a Pedro que alimente a las ovejas con la buena comida que es la palabra de Dios.

III) Martirio de Pedro (VV 18-19)Después de haber re instaurado Pedro en el ministerio, Jesús le hace ver que de ahora en

adelante no será toda tan fácil. Si bien antes el hacía como le placía, ahora su voluntad debía ser guiada por la dirección de Dios. Además, le profetiza como iba a ser su muerte: “mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará donde no quieras”

CONCLUSIÓN

El apóstol Pedro tendía a hacer y decir lo que le parecía mejor en el momento. Se le ha denominado un “impetuoso metedor de pata”. Después del arresto de Jesús, Pedro, por temor, ¡declaró tres veces que no lo conocía! Sin embargo, más tarde, sobre la base de las tres declaraciones de amor de Pedro, Jesús convirtió su humillante negación en una oportunidad maravillosa de restauración. A pesar de los errores de Pedro en el pasado, el Señor lo reincorporo al ministerio con estas palabras “Apacienta mis ovejas” (V 17).

Si has cometido una “metida de pata” tan grande que parece irreversible, lo más importante es que ames a Jesús, ya que, si lo amas, Él puede convertir las falencias más graves en excelencias asombrosas.

Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…”