dauben historia de la matematica

Upload: jorge-enrique-martinez

Post on 24-Feb-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    1/19

    LLULL vol. 16 1993 2341

    MATEMATICAS: LA

    PERSPECTIVA DE

    U

    HISTORIADOR

    JOSEPH W. DAUBEN

    City University of New York

    RESUMEN

    Quin debera escribir la

    historia de la matemticas? Qu

    intereses y norm as deberan aplicarse

    en la definicin de la disciplina?

    5 on los matemticos los

    nicos

    cualificados para abordar la historia

    de las matemticas y acaso slo los

    mejores de entre ellos estn en

    situacin de escribir con autoridad

    sobre este tema como ha sugerido

    Andr Weil? Este artculo sostiene

    que esta limitadsima versin del

    tema es errnea no slo para la

    propia historia de las matemticas

    sino tambin para las matemticas

    ABSTRACT

    Who should write the history of

    mathematics? What interests and

    standards should generally be applied

    in defining the discipline? A re

    mathematicians alone qualified to

    discuss history of mathematics and

    are perhaps only the very best of

    them in a position to write

    authoritatively on this demanding

    subject as Andr Weil has

    suggested? This paper argues that

    this very limited view of the subject

    is mistaken not only for the history

    of mathematics itself but for

    mathematics as well

    Palabras clave: Matemticas Historiografa Newton Leibniz Abraham

    Robinson Andr Weil Istvn Szabd George Sarton James Fetzer Jon

    arwise

    Si la historia de la ciencia es una historia

    secreta entonces la historia de las

    matemticas es doblemente secreta un

    secreto dentro de un secreto

    G. Sarton

    Versin castellana de Esteban Azpeitia.

    Recibido el 21 de diciembre de 1992

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    2/19

    24

    OSEPH W. DAUBEN

    LULL 16

    El arte de la historia m atem tica puede ser

    m ejor practicado por aqullos de no sotros

    que son o han sido m atem ticos activos.

    A. Weil

    Historia de las M atem ticas.. . dem asiado

    m temtic p r los histori dores y

    dem asiado histrica para los m atem ticos.

    I. Grattan-G uinness

    Este artculo se basa en notas prepa radas originalmente para el Simposio

    de H istoria de las Matem ticas de Tokio celebrado en la Universidad de Tokio,

    del 31 de agosto al 1 de septiembre de 1990, en conjuncin con el Con greso

    Internacional de Matemticos celebrado en Kyoto la semana anterior.

    Considerando el inters que la Unin M atemtica Internacional

    International

    Mathematical

    Union,

    IMU ) ha dem ostrado por la historia de las matemticas,

    en virtud de su reciente voto unnime para reconocer oficialmente a la

    Com isin Intemacional de H istor ia de las M atemticas como una comisin

    IMU conjunta con la Unin Internacional de Historia y Filosofa de la

    Ciencia, pareca apropiado con siderar una cuestin que no es de ning

    n modo

    nueva, pero que ha provocado a menu do una considerable controversia tanto

    entre los matem t icos como en tre los his toriadores de las ma tem t icas , a

    saber: el objeto de la historia de las matemticas qu debera incluir la

    disciplina y q uin d ebera ser incluido al definir la disciplina.

    Es sta una cuestin especialmen te pertinente en relacin con la posicin

    defendida no hace mu cho en el Congreso Intemacional de Ma temticos de

    H elsinki en 1978) por el em inente matem tico An dr W eil, que se ocup de

    este tema en su conferencia plenaria invitada

    Weil hablando como

    m atem tico, aprove ch la ocasin para afinnar enrgicam ente que slo los

    ma temticos com o l mismo e staban cua lificados para escribir historia de las

    ma temticas y que, cuanto mejor fuera el matem tico, probablemen te mejor

    ser a la h is tor ia . Esto puede parecer en un p r incipio tan obvio que a du das

    penas m erezca discusin. Pero en lo que sigue, sugerir algunas de las razones

    por las que creo que la visin de W eil no slo no es correcta desde el punto de

    vis ta de la his tor ia de las m atem ticas , s ino que es igualmen te per judicia l

    estratgicamente desde la perspectiva m s sublime de las propias matem ticas.

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    3/19

    LLULL 16

    A T E M A IC A S L A P ER S P EC T IV A D E UN H IS T O R I A D O R

    5

    a promocin de la historia de las matemticas

    Aunque es

    posible rastrear las raices de estos estudios hasta la

    An tigiedad, hasta la poc a en la que el autor griego E udem o de Ro das escribi

    la prim era histori

    de las matem ticas, puede decirse que su aparicin como

    discipl ina pro fesional se produjo en e l s iglo XIX. Incluso hoy, a pesar de l

    creciente inters por la historia de las ma temticas, sigue siendo el terreno de

    un n

    mero relativamente pequetio de especialistas Como seal Judith

    Grabiner

    en

    un sem inar io sobre la evolucin de las matem ticas m odernas

    patrocinado por la Ac adem ia Am ericana de A rtes y Ciencias en Boston en

    19742:

    Hay en la actualidad dem asiados pocos histor iadores de las matem ticas . El

    cam ino para el historiador d e las matem ticas es difci l; necesi ta la prepa racin del

    his tor iador , pero tambin nec esi ta con ocer m uchas m atemticas . La his tor ia de la

    ciencia es e l la m isma u na profesin joven y re la t ivamente pe quea; e l n

    mero de

    historiadores de las matemticas, a causa de los tipos de conocimiento

    necesi tados , es incluso m s pequeo. Sin emb argo, la necesidad de ta les personas

    es evidente .

    Claramente, tanto los matemticos como los historiadores de las

    m atem t icas neces i tan prom over m s que l im i tar e l n

    m ero de es tudiosos

    in teresados en la m ater ia . Pero los matem ticos , que aportan u na part icular

    visin de las cuestiones histricas a cau sa de su ca pacidad tcnica, usualm ente

    aportan tambin intereses muy particulares. Como dice Grabiner, el

    matemtico3

    est orientado hacia el presente, y hacia las matemticas pasadas

    principalmente en cuanto han conducido a temas matemticos de importancia

    actual .. .. La his tor ia de las ma temticas ta l y com o es e scr i ta po r los m atem ticos

    t iende a ser tcnica y a conc entrarse en el contenido de a rt culos especficos .

    W eil considera la historia de las matem ticas ante todo desde esta l imitada

    perspectiva. Se trata de

    una m atcria destinada sobre todo a los matem ticos, de

    ent re los cuales s lo los m ejores es tn rea lm ente en buenas condic iones ,

    seg

    n l, de escribir la historia de esta materia notoriamente exigente.

    Em pieza su discusin ci tando a Leibniz, uno de los primeros m atemticos que

    justific los m otivos de l inters de la historia de la m ateria4:

    Su uso no es slo que la His tor ia puede dar a cada uno lo que mcrece y que

    otros puedan esperar obtener un a alabanza sem ejante, s ino tam bin que el ar te del

    descubrimiento sea promovido y sus mtodos conocidos a travs de ejcmplos

    i lustrat ivos .

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    4/19

    26

    OSEPII W. DAUBEN

    LULI, 16

    W eil interpreta esto en el sentido de que L eibniz quera que el historiador

    de la ciencia escribiera antes que nada pa ra cientficos creativos o que aspiran a

    l legar a serlo: Este era el p

    blico q ue L eibniz tena en m ente, seg

    n W ei l,

    cuando esc ribi retrospectivamente

    obre su

    ms noble invencin

    el clculo.

    Pero es ste un ejemplo muy curioso para expl icar el inters de la

    historia de las matemticas, especialmente teniendo en cuenta la idea

    subyacente en W ei l de qu e los matemt icos es tn m ejor preparados para

    emprender esta tarea Porque hay muy buenas razones para creer que el

    significado que Leibniz daba a sus comentarios sobre la historia de las

    matem ticas, cuando escribi lo anterior, no era tan sen ci llo como W eil nos

    querra hacer creer.

    j Quin debera escribir la historia de las matemti

    as? El caso

    de Newton y Leibniz

    W eil contesta a la pregunta sobre quin deb era escribir historia de las

    matemticas con una respuesta muy restrictiva:

    el arte de la historia

    matemtica puede ser mejor practicado por aqullos de nosotros que son o han

    sido matemticos activos.

    Si sto fuera c ierto, i,qu mejores ejemplos de este

    principio podramo s considerar que los de dos matem ticos de la ta l la de

    Leibniz o New ton? De hech o, estamos en condiciones de evaluar la asercin

    de W eil, porqu e New ton escribi, y Leibniz esboz, lo que am bos l lamaron

    historias

    de su famoso co-descu brimiento, esto es, e l clculo infini tesimal o

    diferencial.

    Resumiendo b revemente, la reclamacin de am bos sobre la prioridad en

    el descub rimiento del clculo prioridad que al principio Le ibniz pens que

    poda comp art ir con N ewton y que m s tarde reclam directamente en vir tud

    de su pr ior idad en la publicacin) llev a un sp ero deba te . Es te movi a

    Le ibniz a solicitar que la

    oyal Society

    investigara sus reclam acione s frente a

    New ton. La Royal Society accedi, y un ao m s tarde present una

    historia

    del clculo, en realidad koco ms que una coleccin de documentos reunidos y

    comentados secretamente por el propio Newton . No sorprende que el

    resultado, t i tulado

    Commercium Epistolicum

    1712), fallara inequvocamente

    a favor de Newton.

    L eibniz fue ins tado por sus dec ididos par t idar ios Johann Be rnoull i y

    Christian W olf a oponerse a la doctr ina histrica presentada por N ewton en el

    Commercium Epistolicum.

    Deseaban que Leibniz publicase su propia

    narracin histrica sobre la evolucin del

    clculo genuino

    y Leibniz ,

    reconoc iendo la prudencia de este consejo, habl a menudo d e llevarlo a cabo.

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    5/19

    LLULL 16

    A T E M A T IC A S L A P E R S P E C T I A D E U N H IS T OR IA D OR

    Logr distribuir un folleto o

    Charta Volans,

    hoja volante, como la llam

    Newton) fechado el 29 de julio de 1713, en el que censuraba el

    Commercium

    Epistolicum

    y repasaba el p

    blico registro de cuanto l haba

    publicado

    sobre

    el clculo, frente a los documentos hasta entonces inditos que Newton haba

    recopilado para el

    Commercium Epistolicum.

    Un ao despus, Leibniz

    empez a trabajar en su propia

    Historia y origen del clculo diferencial,

    que

    sin embargo se qued en un simple fragmento, nada ms que un borrador

    preliminar.

    Mientras Bernoulli calificaba al

    Commercium Epistolicum de col

    recalentada,

    el bulldog de Newton, John Keill, reprenda al rival de Newton

    por su deslabazado trabajo con el clculo. Fue particularmente duro con el

    Tentamen de Leibniz de 1689. Este, seg

    n la crtica, era prueba de que

    Leibniz no entenda realmente el clculo y de que no haba podido inventarlo

    independientemente. Por el contrario, Leibniz haba debido sin duda tomarlo

    de Newton pero sin haberlo entendido completame ntes.

    La obra pstuma de Joseph Raphson,

    History of Fluxions 1715),

    aadi ms lea al fuego al que los newtonianos pretendan arrojar las

    pretensiones de Leibniz sobre el clculo. En su prefacio deja claro que el

    objeto del libro

    era adjudicar las Principales Invenciones de este Mtodo a sus

    Primeros y Genuinos Autores; especialmente las de Sir Isaac Newton.

    La

    prioridad de Leibniz en la publicacin especialmente su primer artcuto en las

    Acta Eruditorum de 1684 era descartado porque revelaba cunto menos apto

    y ms laborioso es el mtodo de notacin, que simboliza en modo

    inverosmil insignificantes novedades quizs con el propsito de distinguirse

    del simple y fcil mtodo que le fue comunicado a l), seg

    n el cual l lo ha

    publicado al M undo6

    En el caso de la controversia Newton-Leibniz, ning

    n matem

    co de la

    poca hubiera podido hacer justicia en el debate, o haber escrito una historia

    objetiva. A pesar de la insistencia de Weil en que Leibniz esperaba que la

    historia de la ciencia ilustrara el

    arte del descubrimiento, en realidad Leibniz

    fue ms honesto al decir en primer lugar que la historia deba ser escrita para

    dar a cada uno

    lo suyo

    Este es a menudo el problema cuando los matemticos

    apelan a la historia, frecuentemente con cuchillos de prioridad que afilar. Su

    inters histrico en tales casos suele estar limitado casi enteramente a

    cuestiones del tipo de quin hizo qu el primero.

    Quizs el caso Newton-Leibniz sea un caso extremo. Podra argiiirse que

    los tiempos han cambiado y que los matemticos de hoy, ms sofisticados,

    pueden ser ms objetivos y, ms que usar la historia

    nicamente para su

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    6/19

    JOSEPH W. DAUBEN

    LULL 16

    propia conveniencia -cualquiera que sta sea- est.ln en condiciones de

    escribirla para ejem plificar los mejores m todos del pasado.

    debera escribir historia de las matemticas El caso de

    Abraham Robinson

    Consideremos entonces desde este punto de vista el ejemplo

    contemporneo de un m atemt ico de pr im era c lase , Abraham Robinson, que

    tuvo tam bin un apreciable inters por la historia de las matem ticas, estando

    muy bien informado y siendo entendido en la materia. Los editores del

    D ictionary of S c ienti f ic iography

    le encom endaron la redaccin de var ios

    ar t culos sobre importantes matem t icos todos los cuales haban tra tado de

    un m odo u o tro la cuestin de los infinitsim os) y l se ofreci incluso para

    escribir el artculo sobre Carnot que desgraciadamente ya haba sido

    asignado7.

    Sin em barg o, el m ejor indicad or del inters de Ro binson por la historia

    de las m atem ticas es el cap tulo que escribi al final de su conocido l ibro d e

    anlisis no estndar en el que la atencin se centra en las cuestiones

    histricas relativas a los infinitsimo s

    . Entre los e jem plos considerados por

    Rob inson est el caso d el t rabajo de Cauchy en series infini tas, incluyendo el

    famoso teorema de Cauchy que af irma que una ser ie convergente de funciones

    continuas es continua. Robinson no fue tan lejos como el filsofo de la

    c iencia Im r Lakatos , quien m s t a rde af i rm ar a , basndose en e l p rop io

    anl is is de Ro binson, que la dem ostracin de Cauchy e ra toda el la co rrecta

    Robinson slo haba dicho que una dem ostracin no estndar del teorem a de

    Cauchy m ostraba que ste era correcto, basndose en una interpretacin de los

    infinitsimos de Cauchy que los haca equivalentes a los propios

    infinitsimo s no estndar de Robinson)9.

    La historia desde la perspectiva de un matemtico

    En cualquier caso el planteamiento de Robinson en relacin con la

    historia de las matem ticas no era diferente del de muchos m atem ticos. Es un

    enfoque perfectamente natural: en cfccto es ms probable que un

    m atemtico/a est interesado/a principalm ente en la historia de la ram a o rea

    de las m atem t icas en que m s ha t raba jado. Tpico de es te enfoque es la

    explicacin que el propio Weil ofrece sobre cmo entender mejor los

    Elementos

    de Euclides. Seg

    n

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    7/19

    LLULL 16

    ATEMATICAS LA PERSPECTIVA DE UN HISTORIADOR

    Para nosotros es imposible analizar debidamente los contenidos de los

    Libros V y Vll de Euclides sin el concepto de grupo e incluso sin el de grupos co n

    operadores, ya que las razones de magnitudes se tratan como un grupo

    multiplicativo que opera sobre el grupo aditivo

    de las magnitudes mismas. En

    cuanto se adopta ese punto de vista esos libros de Euclides pierden su carcter

    misterioso, y se hace fcil seguir la lnea que lleva directam ente de ellos a Oresm e

    y Chuque t, y luego a Neper y los logaritmos .

    Pero, i,en qu consiste esta especie de

    historia m atem tica ll como W eil

    la llam a? Parece claro que sea lo que sea su

    historia m atem tica

    no slo es

    anacrnica, sino que adems lleva a plantear una cuestin fundam ental que

    aclara ms su planteamiento: es decir, se trata de matem ticas con ejemplos

    histricos (MHE) y

    no de un ejemplo de la historia de las matemticas

    (EHM). De nuevo aqu, MHE EHM .

    A pesar de no tratarse de historia el ejemplo de W eil es muy interesante

    en s mismo como ejemplo de cmo tiende a pensar de modo natural un

    matem tico sobre un problema matem tico. Dados los resultados de Euclides,

    Weil los examina con un vasto repertorio de conocimientos de los que

    Euclides no dispona, y observa que toda la estructura del pensam iento de

    Euclides funciona grac ias a ciertos principios subyacen tes de teora de grupos.

    Pero la perspectiva es

    matemtica

    y en realidad no va ms all de lo que W eil

    sabe en aq uel momento sobre grupos m ultiplicativos y aditivos. Tal anlisis,

    sin embargo, no ofrece nuevas perspectivas histricas.

    Puede decirse que esto es cierto igualmente en relacin con el anlisis de

    A braham R obinson sobre el uso de infinitsimos por C auchy, basado en una

    reconstruccin que usa anlisis no estndar. Esto es muy interesante

    matemticamente, pero, de nueve,no es en realidad

    historia

    de las

    matemticas. De m anera similar, si Rob inson crea que el anlisis no estndar

    haca posible explicar por qu Le ibniz se equivoc usando infinitsimos, la

    perspectiva si hay realmente alguna es matemtica no una perspectiva

    histrica sobre lo que Leibniz hizo con -o cm o concibi- su propio clculo

    diferencial.

    Las grandes ideas en matemticas la teora del

    ol to

    Si la visin de Weil de

    por qu

    se debera escribir historia de las

    matemticas

    -registrar la historia

    lo llamara yo en busca de

    ejemplos

    heursticos ilustrativos-

    plantea problemas, tambin pa rece equivocarse en su

    idea de cm o se debera delimitar la historia de las ma temticas. Si la historia

    de las ma temticas debe estar constituida por las

    grandes ideas

    de la disciplina,

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    8/19

    30

    OSEPH W. DAUBEN

    LULL 16

    entonces es necesario conven ir qu constituye una

    idea matemtica.

    En este

    punto W eil adopta la

    teora del olfato

    nose theory) de las ma temticas: el

    matemtico

    puede no ser capaz de definir qu es una idea matemtica pero le

    gusta pensar que cuando olfatea una la reconoce12.

    El infinito, por ejem plo, slo oli com o una idea m atem tica

    despus de

    que Cantor definiera los conjuntos equipotentes y probara algunos teoremas

    sobre ellos

    Esto e xcluye, insiste We il, todo lo que se ha dicho del infinito

    como parte de las matemticas ya en los filsofos griegos y m edievales, o en

    cualquier autor anterior aproximadamente a 1880. Las opiniones de los

    filsofos g riegos sobre el infinito pueden se r de inters para los

    filsofos

    dice, pero se r

    ega a aceptar que tuvieran una gran influencia en la obra de los

    matem ticos griegos.

    Si se piensa en los presocrticos, por ejemplo, como A naximan dro y sus

    ideas ms bien vagas so bre el

    apeiron

    entonces W eil puede estar en lo cierto.

    Pero i no estn las paradojas del movimiento de Zenn intimamente

    elacionadas con e l problema m atem tico del infinito, como lo estaban los

    esfuerzos de los pitagricos para tratar el descubrimiento de m agnitudes

    inconm ensurables y la consiguiente resolucin por Eudoxo del dilem a de los

    inconmensurables por medio de su teora de la proporcin?

    Slo porque el infinito puede no haber sido tratado con total rigor

    matemtico hasta Georg Cantor i quiere esto decir que anteriormente el

    infinito no era considerado un problema m atem tico serio? i,Y qu debera

    hacer el historiador de las matemticas con toda la historia de los

    infinitsimos? i,Es razonable afirmar que este tema ha entrado a formar parte de

    la historia de las matem ticas slo despus de la obra de Abraham Ro binson y

    de la aparicin del anlisis no estndar o con los varios otros pretendientes al

    mrito de haber desarrollado sistemas no arquimedianos rigurosos, admitiendo

    los infinitsimos bajo enfoque s matem ticamente rigurosas, como du Bois-

    Rey mond, Verone se, o ms recienterhente, Schm ieden y Laugw itz)?

    igundo podemos decir que los infinitsimos se convierten en una parte

    aceptable del registro histrico? La impresin es que W eil ha confu ndido de

    nuevo m atemticas con historia de las matem ticas: una cosa es decir que los

    infmitsimos no llegaron a ser una parte aceptable de las

    matemticas

    hasta el

    siglo XX , pero es ciertam ente errneo c oncluir que no han sido una parte

    importante de la

    historia

    de las matemticas hasta qu e no ha sido establecida

    su rigurosa validez

    14.

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    9/19

    LLULL

    ATEMAT1CAS: LA PERSPEC77VA DE UN H1STORIADOR

    1

    Qu es lo que hace

    historia?

    La res

    trictiva interpretacin de Weil de lo que constituye una

    idea

    matemtica

    en relacin con la tayea de escribir historia de las m atemticas

    tiene su paralelo en un debate qu e se desat no hace mu cho en relacin con la

    historia de la m ecnica y con la cuestin de q uin d eba escribirla. Istvn

    Szab, sucesor de M ax von Laue en la ctedra de mecnica de la U niversidad

    Tznica de Berln entre 1948 y 1975 escribi un libro

    Geschichte der

    mechanischen Prinzipien que fue publicado en 1976.

    Poco despus de que von Laue escribiera su prop ia

    Geschichte der Physik

    en 19 46 , Albert Einstein le escribi alabando el libro que

    con maestra haba

    escogido lo ms importante. Es verdaderamente

    til continuaba Einstein, q ue

    alguien que examina todo el panorama con tal inteligencia sustraiga la

    historia del pensamiento humano de las manos de los fillogos y los

    popularizadores y presente el gran drama limpio del polvo de detalles

    insignificantes 5

    Lo m ism o p odra decirse del libro de S zab,

    mutatis mutandi, seg

    n

    Armin H ermann, profesor de H istoria de la Ciencia y de la Tecnologa de la

    U niversidad de Stuttgart. Y a

    n as, amotiesta Hermann , la cualificacin de

    Szab com o fsico no es suficiente para asegurar que tenga una com prensin

    apropiada de la historia

    de la disciplina.

    Para empezar, la historia de S zab se inicia en Galileo, porque, como l

    mismo exp lica, slo se va a ocup ar de

    lo que, en el desarrollo de la mecnica

    clsica, hizo realmente historia

    .

    Nada anterior a Galileo afirma fue

    suficientemente c ientfico p ara poder calificarlo com o p arte de la verdadera

    historia de la m ecnica. Esta afirmacin. suena ahora familiar: es virtualmente

    lo mism o en lo que insiste W eil respecto a la historia de las matemticas. El

    infinito, por ejemplo, no tiene ning

    n lugar en la historia de las matem ticas

    hasta Georg Cantor.

    Todo esto es semejante a decir qu e la teora del flogisto no tiene sitio en

    la historia de la qu mica, o que los epiciclos, deferentes y ecuantes no tienen

    lugar alguno en la historia de la astronom a. A nlogam ente, i,puede u no

    imaginar la historia de la astronoma sin Ptolomeo o Coprnico o de la

    m ecnica celeste sin Descartes (isea lo qu e fuera lo qu e pensara sobre los

    vrtices )? El problema en am bos casos, en el de Szab y en el de W eil, es

    que ambos parecen asumir qu e la historia debera servir slo a los intereses de

    lo que ha tenido xito -seg

    n lo qu e ellos entienden por xito-. Esto significa,

    retroceder partiendo de lo qu e los cientficos en activo hoy consideran valioso

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    10/19

    32

    OSEPH W. DAUBFN

    LULL 16

    o correcto y juzgar entonces todo el pasado con los patrones de medida

    actuales.

    Historia de las matemticas: la visin

    w i

    Una ve z discutida la idea tan limitada de W eil segn la cua l la historia de

    las matem ticas debera escudrifiar el pasado pa ra obtener ejem plos ilustrativos

    y se debera ocupar slo de ideas matem ticas reales

    i ,hay alguna razn para

    poner en tela de juicio su p retensin de qu e los matem ticos deberan ocup arse

    de escribirla y de que en realidad estn en la mejor posicin para hacerlo)? Por

    m uy razonable que pued,a parec er esta idea, s i ste fuera de verdad e l caso, es

    improbable que se Ilegara nunca a escribir mu cho.

    La m ayor parte de los ma tem ticos activos tienen otros intereses distintos

    de la his toria , que c onsisten precisamente en probar teorem as. George M ackey,

    a causa de las

    presione s de su d isc ipl ina

    recon oce su inters por la historia ,

    pero no t iene t iempo pa ra hacerla . Ade m s, para aqu el los ma tem ticos que s

    encuentran tiempo la historia es muchas veces poco ms que una cosa

    anecdtica. Y tam poco es tan imp ortante la exacti tud, especialmente si se est

    pensando slo en el valor heurstico de los ejemplos histricos. Por otra parte,

    seg n Mackey ni la ex act i tud de tal lada de lo s his tor iado res n i la de los

    f i l so f o s e s be n e f i c i o sa p e d a gg ica m e n t e . Un poco de historia es ya

    st ificiente . Como a dmite M acke y, debido a las presione s de su d isc ipl ina

    no

    est interesado en

    u n a h i s t o r i a d e t n a s ia d o d e t a l l ad a 7

    Pongam os por caso, s in emb argo, que un m atem t ico con

    olfato para la

    historia

    com o dice W eil, es serio escribiendo historia con vistas a dilucidar los

    grandes resultados y mtodos del pasado. Lo que p uede esperarase en la m ayor

    par te de casos es la aproximac in

    retroactiva

    -o, de hec ho, la ret irada- a la

    historia . Este m todo es intr insec am ente a histrico, y trae c onsigo el pel igro

    inherente de esc ribir historia m uy

    whig

    -en el sentido de que el progreso d e las

    ma temticas que condu ce al presente estado de cosas era casi inevitable-.

    Com o ha dicho Ivor Grat tan-Guinness , quizs ms exp res ivam ente , los

    matemticos18

    suelen ver la historia como el registro de un 'camino real hasta mr, esto es,

    urta estudio de c mo tma teora modema particular surgi a partir de las antiguas

    teorfas, en lugar de ser un e studio de esas teoras antiguas por su propio derecho. En

    otras palabras, confunden la pregunta j,cmo llegamos hasta aqu? con una

    pregunta diferente t,qu sucedi6 en el pasadoe.

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    11/19

    A

    A 1 B 1 A 1 B 1 A 1 B 1 A 1 B 1 A 1 B 1 A 1 1 3 1 A 1 B 1

    L__J L__J L__J L__J L__J L__J L__J L__J

    l

    3

    l

    l

    B 1

    3

    3

    imen

    Dirichlet

    Fennat

    B;

    B 4

    4

    LLULL 6

    ATEMATICAS LA PERSPECTIVA DE UN HISTORIADOR

    3

    H aciendo es ta clase de retrocesos, la historia

    whig

    l leva tambin co nsigo

    otro peligro inhere nte. Este est relacionado con el com prensible sentido de la

    propiedad que un ma temtico puede tener sobre resultados que conducen a su

    propio t rabajo o rea de e special inters . En el correspondiente del rbol

    genealgico de las matem ticas, del ahora al entonces, slo los predecesores

    conocidos o supuestos de la propia obra que fueron

    significativos sern

    incluidos.

    George Sarton

    i lustr este problem a de la visin del m atemtico de la

    historia con una m etfora genealgica grfica:

    A

    A

    Euclid

    Figiva 1

    Suponiendo n gener ciones

    de predecesores, de los 1 1 1

    cam inos posibles

    desde la primera a la n+/ )-sima, el mtodo

    retroactivo

    ex min r n

    predecesores e ignorar

    n 1

    De jando aparte los n

    meros y los diagramas,

    no cab e pens ar, siendo re alistas, que el rbol de las m atem ticas y la historia

    de su crecimiento y desarrollo pueda ser tratado adecuadam ente de una form a

    tan arbitraria y pa rcial.

    Co mo contraejem plos sencillos a la idea de que pueda haber a lg

    n camino

    recto que Ileve d el pasado h istrico al presente en cada una

    de las direcciones,

    considrense los diagrarnas que algunos historiadores de las m atemticas han

    intentado traza r para m ostrar las principales vas de influenc ia en la historia de

    la te ,ora de redes Figura 2, de H erbert Mehrtens) y en la his toria de las

    relaciones deduc tivas entre el axiom a de e leccin, la hiptesis del continuo y

    los conjuntos no m edibles Figura 3 , de Gregory Moore) , por dar slo dos

    ejem plos. En ca da caso los diagramas pretenden dar una idea de la comp leja

    interaccin de diferentes individuos o ideas en m

    l tiples direcciones, a vec es

    simultnearnente, a men udo indirectam ente2.

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    12/19

    au

    ade Irkunys

    1 e n

    rlenri lk

    x.areemma

    e

    I 1 1 4

    P IWYJ

    CM35

    1 72 1

    Ularedel

    I 09 31

    Anhars

    INr1r

    11.1.1

    a 2 .

    Or M

    Lrell

    r o m b l e

    I

    Itoa/

    nersan

    NreellIne

    .1011

    e 1 re

    .01

    ichrtan

    P771

    IliMMased

    _J

    34

    OSEPH W. DAUBE4

    LULL 16

    Figura

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    13/19

    T h e r e o a o s r t

    srds t i t ag

    A s u o m 4 4 C b a c e

    I - argate . of 42 5 Kt 1

    . ., ..,,,,...,, ... . .

    1 1 5 1 1 T h e r e n s e m

    s o c h t h a r K

    II 5 2 1

    4

    C011~111111

    H y p o d a t u s

    la 6. tWIN

    a s w o u n t a b k

    a r t

    15.5

    p e r k s a w a d a t i

    1 2 1

    as s 111, or

    s t I

    14 1111ten n a

    f u n c o o n a s a t i p u n g

    f u n d a r n e n u l

    u n i a a n k s e t o

    < v o n l o n o

    o r d r o o d

    e4 l 3 an

    s laa h as p rmar

    LLULL 16

    ATEMATICAS: LA PERSPECTIVA DE UN HISTORIADOR

    5

    31 h

    p p cnd :a 2

    T vide

    5. Dedwive Itelati~ ma-eralas

    e a - M e a v o r a b i e S a h a a i e l or L a i r r e a t e a r

    W e l l k O r d a d a s for u

    52 5 f

    j

    in T

    1 . Iherc

    3 f 2 br d of

    r ..

    d.. s

    t o n s w n i a h l r

    1 1 d e n s r o a r r a t t

    i

    o f d e r s t o n t r a h l t

    el 1.011.11 4

    r a 1 5 . 5

    ordsmi .

    e r f o r t s e s h a r t

    5.5

    romer ?"

    l lo s a r a m o r a i a m e c i a l a t

    R

    Figura

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    14/19

    36

    OSEPH W. DAUBEN

    LULL 16

    scribir historia de las matemticas

    La habilidad creativa en matemticas es claramente un don con el que

    pocos son favorecidos. Pero no se necesita ser un Andr Weil o un ganador de

    la Medalla Fields para entender y aprec iar las maternticas, habilidad sta de un

    tipo totalmente diferente del lado creativo de las matemticas, donde las nuevas

    tcnicas, teoremas y demostraciones son apreciados por encima de todo. Weil

    no distingue suficientemente la una de la otra.

    Precisamente sobre esta cuestin se viene dearrollando, desde hace alg

    n

    tiempo, un debate de tonos similares entre ciertos filsofos y la comunidad

    interesada en las fronteras de la 16gica y la ciencia de la computacin. La

    controversia fue lanzada por el filsofo James Fetzer, quien recientemente

    atac la idea bsica de verificacin de programas, diciendo que era imposible

    obtener demostraciones matemticas de la correccin de un sistema

    computacional

    . El tema en s ya se planteaba en 1969: de entonces data un

    artculo escrito por C. A. R. Hoare titulado

    Una base. axiomtica para la

    program acin de ordenadores22

    No entraremos aqu en los detalles de este debate sobre si es posible o no

    obtener demostraciones de la correccin de un programa pero la naturaleza

    ad

    hominem

    de un aspecto al menos del debate es relevante. Gran parte de la

    constem acin produc ida por la posicin de Fetzer entre cientficos especialistas

    en computacin est relacionada con el hecho de que este autor es un fil

    sofo

    y no un matemtico. Lase

    historiador de las matemticas donde

    pone filsofo

    en el siguiente resumen de la situacin escrito por Jon Barwise, y el aspecto

    ad hominem

    de la posicin de Weil sobre el tema de los historiadores de las

    matemticas se aclara mucho:

    Muchas de las acusaciones dirigidas cntra el artculo de Fetzer son tpicas de

    los choques entre los cientficos activos en un campo X cualquiera y los fil6sofos

    de X. E l fil6sofo necesariamente intenta ofrecer un anlisis de X en su estado ac tual

    al profano informado. El cientfico activo cree que el filsofo no ha captado un (o

    el) punto principal de X. Por frustraci6n, demasiado a menudo se ve tentado a

    afirmar que simplemente no se puede entender X sin hacer X. C omo matemticos

    sean X las matemticas), podemos todos sin ninguna duda reconocer esta

    tentaci6n. Pero tales reacciones no dicen realmente mucho contra el mensaje

    sostenido por el filsofo; simplemente intentan suscitar duda o ridfculo sobre el

    mensajero 23.

    Weil, sin embargo, no ha resistido a la tentacin.

    Afirma

    efectivamente

    que uno no puede entender las matem ticas sin

    hacerlas

    y seguidamente pasa

    a

    suscitar duda o ridculo

    sobre los que escriben historia de las matemticas sin

    ser preferentemente m atemticos como l.

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    15/19

    L L U L L 1 6

    ATEMAT1CAS: LA PERSPECTIVA DE UN H1STORIADOR

    7

    Bar.vise, ms moderado, prefiere ignorar tales reacciones y, como l dice,

    llegar a la sustancia del debate En este caso, la sustancia fue expresad a del

    m odo m s bril lante por Ken M ay:

    Yo creo que la historia puede y debera ser socialmente

    til, para los

    historiadores de la ciencia, para quienes hacen poltica, para los estudiantes y

    usuar ios de las matem t icas , para e l lego en la m ater ia cul to , y sobre todo p ara los

    ma temt icos, que son sus m s genuinos consumidores y los creadores de su materia

    prima.

    L a h is t or ia de l as m at em t icas par ece h ab er l legado a u n pu nt o de d espegu e

    hacia el estudio serio d e los de sarrol los recientes, y un vuelo afortunado requiere la

    colaboracin de los his tor iadores y los m atemt icos creat ivos 24.

    Weil deftende bsicamente algo que corresponde a una visin muy

    anticuada de las matem ticas , aceptada s in duda durante la ma yor parte de su

    historia , pero que ya a f inales del siglo pasad o em pezaba a decaer. En esto, su

    confianza (al menos en su conferencia de Helsinki sobre quin debera escribir

    la his tor ia de las matem t icas y p ara quin) en autoridades no m s recientes

    que Moritz Cantor (1829-1920), Paul Tannery (1843-1904), y Gustav

    Enestr t im (1852-1923 ) , puede haber contr ibuido al problema, porque lo que

    W e i l p a r e c e t e n e r e n m e n t e e s e l m o d e l o

    acumulativo de la historia de las

    matemticas. Desde este punto de vista las matemticas son consideradas un

    almacn de teoras y teoremas

    correctos.

    La tarea del historiador es

    s im plemen te tomar lo me jor de es to com o grandes ejemp los de resul tados y

    mtodos y mosuar cmo llegaron a ser obtenidos. Los errores, los

    experimentos fa l l idos o los razonamientos defectuosos son todos barr idos

    debajo de la alfombra.

    Historia de las matemticas la perspectiva del historiador

    Pero las matemticas no son slo matemticas esto es, no son

    simplemente un depsito de resultados correctos. Si Weil estuviera ms

    favorablem ente dispuesto hacia la f tlosofa de las matem ticas , creo que algo

    co m o e l li bro

    Proofs and Refutations

    d e I m r e L a lc a to s p o d r a a c la r a r e s te

    punto. Las matemiticas consideradas intelectualmente como la resolucin de

    puzzles t ienen a lgo en com

    n con las c iencias exper imen ta les . Cuand o los

    m at em t ico s h acen rea l m en t e m at em t icas , co n s i d eran v ar i as hi p t es is y

    posibilidades, hallan lo que funciona y lo que no f unciona y m u c ha s v e c e s

    m ejoran sus resultados gracias a la interaccin social con otros matem ticos.

    El Congreso de K yoto recin celebrado es un claro ejem plo de este fenmeno

    en accin. En resumen las matem

    cas son una actividad mucho ms

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    16/19

    38

    OSEPH W. DAUBEN

    LULL 16

    com pleja -y m ucho m s sugestiva y l lena de desafos- de lo que luego aparece

    en libros o artculos como

    matemticas

    El reciente anlisis de He rbert Meh rten de los orgenes y de sarrollo de la

    teor a de redes conf irma esta

    l tima af ima cin de form a m odlica. Como

    mu estra M ehrtens, la teora de redes apareci de m uchas m aneras diferentes,

    com o resultado de diversos m otivos y diferentes aproximaciones. La definitiva

    aceptacin de la teora de redes y su emergencia com o una ram a reconocida de

    las matem t icas en los aos 30 del siglo X X fue un proc eso social , af i rm a

    este autor, a la vez que un a cuestin de matem ticas tcnicas25.

    En conclusin, prefiero ado ptar una visin m s am plia de la historia de

    las matem ticas antes

    que a las estrechas miras de Gustav En estrbm o An dr

    W eil. En esto creo que G eorge Sarton estaba en lo cierto cuando escribi que

    realmente la historia de las matemticas deberia ser el n

    cleo de la historia de

    la cultura

    6

    Pero si es escr ita slo por m atem ticos con los ojos puestos

    nicam ente en la ut i lidad de los descubrimientos o m todos pasados para la

    formacin o el uso de la generacin actual de m atemticos, esto nunc a podr

    llegar a ser a s.

    Este objetivo exclusivo resultara v erdaderam ente limitado, especialmen te

    porque los mtodos y aproximaciones a las matem t icas m odernas se es tn

    volviendo cada vez ms especializados y con menos conexin con los

    problemas y mtodos que fueron tratados por los matemticos de las

    generaciones anteriores. Los co ntenidos y mtodos antiguos resultan a m enudo

    extraos e incluso i rrelevantes para e l t rabajo actual de los ma tem t icos, y

    esto es sin duda cierto para la historia de la disciplina ha sta, digam os, 1800,

    pero incluso tambin para am plios sectores de las m atemticas del siglo XIX.

    Ha y todava otro aspecto de la idea de Sar ton de que las ma temticas

    deberan ocup ar una po sicin central en la historia de la cultura que m erece

    atencin. Es el triste hecho de qu e si la historia de las m atem ticas se lim ita a

    los intereses de los matemticos como si se tratase bsicamente de un

    instrume nto heurstico para la prepara cin de quienes practican la disciplina, la

    historia de la ciencia (y a su vez la historia de la cultura) sufrir m ucho. Un a

    vez m s hay que recordar, como Ge orge Sarton saba m uy bienn:

    Sepa ra los desarrollos ma tem ticos de la historia de la ciencia y suprimirs

    el esqueleto que soportaba y m antena unido todo lo derns .

    Hace p oco m s de cincuenta aos, Sarton pub lic su gua para

    The S tudy

    of the History of Mathematics

    (1936), en la que sealaba que la historia de la

    ciencia era una

    historia secreta

    -y la historia de las m atem ticas un secreto

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    17/19

    L L U L L 1 6

    ATEMATICAS LA PERSPECTIVA DE UN HISTORIADOR

    dentro del secreto-, porque mientras muchos estudiosos podan conocer algo de

    la historia de la ciencia en general, no se poda esperar que muchos

    matemticos, cientficos o incluso especialistas en historia de la ciencia

    pudieran saber mucho sobre historia de las matemticas2 8 . Si deseamos que

    esta disciplina sea menos un secret secretorum ms una parte de la historia

    de la ciencia y de la cultura en general del Este y del Oeste entonces debemos

    apoyar y no limitar su desarrollo. Cualquiera que disponga de los medios y el

    intzrs para poder hacer esto debera ser animado a unirse al creciente esfuerzo

    internacional para estudiar, ensear y escribir la historia de las matemticas.

    OT S

    1 W EIL , A. (1 98 0) History of Mathematics: W hy and How . In: O. L ehto,

    (ed.)

    Proceed ings of the International C ong ress of M athem aticians H elsink i ,

    1978) .

    Helsinki, Academia Scientiarum Fennica, vol. 1 , 2 2 7-2 36 .

    2 GRABINER, J. (1975) The Mathematician, the Historian, and the

    History of Mathematics . H istoria M athem atica,

    2 , 439-447; esp. p. 443.

    3 GRABINER [1975, p. 439].

    4 Citado en W eil [1 98 0, p. 22 71 de C. I. GERH ARD T (ed.)

    Mathematische

    Schri f ten, vol. 5, p. 392 .

    5 Vase KEILL, J. (1714) Rponse aux auters des remarques, sur le

    diffrence entre M. de L eibniz et M. Newton .

    Journal L itraire de la Hay e, 2

    (julio-

    agosto), 445-453 y AITON , E. J. (1972 )

    T he V ortex T heory of Planetary M otions.

    L ondon, Macdonald, p. 138 .

    El mismo tipo de argumento fue usado tambin por L eibniz y especialrrtente

    por Joharm Bernoulli, quienes hicieron todo lo que pudieron para desacreditar la

    competencia de N ewton como matemtico tal y como se reflejaba en los

    Principia.

    Com o ha dicho A. R . Hall:

    S e hic ieron todo t ipo de es fu erz os para conden ar a

    N ew ton] por error e ignorancia porque no se po da concebir qu e u n m atem tico tan

    db il hubiera inve ntado el clculo.

    [HALL , A. R. (198 0)

    Philosophers at W ar. T he

    Q uarre l B etw een N ew ton and L eibniz .

    Cambridge, Cambridge U niversity Press, p.

    193].

    6 RAPHSON, J. (1715)

    T h e H is to ry o f Flu x io n s , S h e w in g i n a

    Com pendious M anner the f irs t R ise of , and v arious Im prov em ents m ade in that

    Incomparab le Method .

    London, W. Pearson, p. 19. Newton intervino tambin

    secretamente en el libro de R aphson. Contribuy6 a la preparacin de una v ersi6 n

    latina para el continente, y en una segtmda edici6n inglesa Newton hizo sus

    propias adiciones. Como ha dicho Hall [198 0, p. 2 2 6 ] al respecto, N ewton amold6

    el libro de Raphson firmemente y secretamente a sus propios fmes.

    7 Existen varios estudios biogrficos sobre Robinson, entre ellos:

    SEL IGMA N , G. (1 979) Biography of Abraham Robinson . En: H. J. Keisler

    (exls.), S elected Papers of A braham R obinson. N ew Haven. Yale U niversity Press,

    vol. 1 , x iii-xx x ii; y DA U BEN , J. (1 990) Abraharn Robinson . In:

    The Dictionary

    of S cienti f ic B iography .

    N ew Y ork, Scribners, Supplement II, 748 -751 .

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    18/19

    40

    OSEPII W. DAUBEN

    LULL 16

    8 ROBINSON, A. (1966)

    N on-S tandard A naly sis.

    Am sterdam, North-

    Holland. 2 edicin, 1974.

    9 LAKATOS, I. (1978) "Cauchy and the Continuum: The Significance of

    Non-standard Analysis for the History and Philosophy of Mathematics". In: J.

    W orrall y G. Currie (eds.),

    M athem atics , Science and Epistem ology : Philosoph ical

    Papers .

    Cam bridge, Cambridge U niversity Press, vol. 2, 148-151. R eirnprimido

    en

    T he M athem atics Intelligencer, 1

    (1979), 151-161, con una nota, Introducing

    Imr Lakatos , en pp. 148-151.

    Una discusin ms detallada de la aplicacin de Lakatos del anlisis no

    estndar en su

    rec onstrucc in racional

    de la comprensi6n de Cauchy de los

    infinitsimos se presenta en DAUBEN, J. (1987) "Abraham Robinson and

    Nonstandard Analysis: History, Philosophy and Foundations of Mathematics . In:

    P. Kitcher y W . Aspray (eds.),

    N ew Perspectives on the H istory and Philosophy of

    M ath e m atic s .

    Minneapolis, University of Minnesota Press, 177-200; vase

    tambin (1989) Abraham Robinson: Les Infinitesimaux, l'Analyse Non-Standard,

    et les Fondem ents des Mathmatiques . In: H. Barreau (ed.),

    L a M a th m a t i q u e N o n

    Standard

    (Fondements des Sciences). Paris, Editions du C NRS, 157-184.

    10 Weil [1978 p. 2321.

    11 No se debera pasar por alto que a lo largo de todo el artculo W eil insiste

    en el fastidioso uso del trrnino

    historia rnatem tica

    cuando realmente qu iere decir

    h istoria de las rnatem ticas.

    Los dos trminos no son equivalentes. La historia

    m atem tica , MH, es la historia analizada con los instrumentos de las matemticas

    y la estadstica, generalmente conocidos como

    cliom tricos.

    La

    h istoria de las

    m atem ticas, HM , es cualquier intento de entender cano eran las matemticas en el

    pasado y c6mo llegaron a ser as. iLos conceptos o conmutan MH HM. Una

    til discusi6n de esta distincin se puede ver en GRATTAN-G UINNES S, I. (1990)

    "Does History of Science Treat of the History of Science? The Case of

    Mathematics . H istory o f Sc ience , 28 ,

    149-173, especialmente p. 149.

    12 Weil [1978, p. 230].

    13 Weil [1978 p. 2301.

    14 En el tema del infmito W eil afiade, con aire condescendiente, que por otra

    parte podra ser de inters para la filosofa, lo que le lleva a decir en tono de brom a

    que

    alg unas unive rsidades h an establec ido cte dras para la h istoria y f ilosof a de

    las m aterrulicas ; nte e s dific il im aginar lo que estas dos m aterias pue den te ne r en

    c o m

    n sta afirmacin resulta verdaderamente extxaa, teniendo en cuenta que

    Weil, escribiendo desde su posicin en el Institute for Advanced Study de

    Princeton, conoca entre sus colegas del centro la figura dominante de K urt Gadel,

    en cuya obra puede decirse que la historia y filosofa de las matemticas se

    encuentran de un modo especiahnente relevante. Pero esta idea de que la filosofa es

    irrelevante para las matemticas parece ser un sello de la escuela Bourbaki.

    15 Carta indita de Albert Einstein a Max von Laue 15 de mayo de 1947

    citada en la introduccin de Armin Herrnann a la edicin especial de la obra:

    SZAB O, I. (1976)

    G eschichte der m ech anische n Prinz ipien urz d ihrer w ichtigsten

    A n w e n d u n g e n .

    Basel, Birkhuser Verlag; el

    B eg le i tw ort

    de Armin Hermann

    acompaa la 2

    edici6n, 1979, p. xi. Agradezco a Christoph Scriba el haberme

    sefialado este notable caso de la introduccin de Hermann a esta edicin de la

    historia de Szab6 .

  • 7/25/2019 Dauben Historia de La Matematica

    19/19

    L L U L L 1 6

    A T E M A T I C A S L A P E R S P E C T IV A D E U N H IS T O R I A D O R

    16 Vase la discun de este punto en la incroduccin de Hermann a Szab

    [1979 pp. xi-xiii].

    1 7 MACK EY, G. (1 975) Remarks made at the W orkshop on the Evolution

    of Modern Mathematics . Historia M cuhem atica, 2,

    446-447.

    1 8 Grattan-Guinness [199 0, p. 1 57].

    19 SARTON, G. (1936) The Study of the History of Mathematics.

    Cambridge Mass. Harvard University Press. Reimpresin New York Dover

    1 957, p. 6 . L a figura de Sarton aparece a la izquierda; la versin Grattan-Guinness

    est a la derecha. Diag rama reproducido con perrniso de Harvard U niversity Press.

    20 L as figuras 1 y 2, respectivamente, proceden de: MEH RTE NS, H. (1979 )

    Die Entstehung der Verbandstheorie.

    Hildesheirn, Gerstenberg Verlag, p. 12; y

    MOORE, G. H. (1982) Z erm elo s A xiom of Choice. Its Origins, Developm ent, and

    Influence.

    New York, Springer-Verlag, p. 326. Diagramas reproducidos con

    permiso de G erstenberg Verlag y Springer-Verlag, respectivamente.

    21 FETZER, J. (1988) Program verification: The Very Idea .

    Com m unications of the A ssociation for Co m puting M achinery, 31 (septiembre),

    1 0 4 8 - 1 0 6 3 .

    22 HOARE, C. A. R. (1969) An Axiomatic I3asis for Computer

    Programming .

    Com m unications of the A ssociation for Com puting M achinery,

    12 576-580.

    23 BARWISE, J. (1989) Mathematical Proofs of Computer System

    Correctness .

    Notices of the American Mathematical Society 36

    (septiembre),

    844-851, esp. pp. 845-846.

    24 MAY, K. O. (1975) What is Good History and Who Should Do It? .

    H istoria M athem atica, 2,

    449-455.

    25 Mehrtens [1979].

    26 Sarton [1936, p. 4].

    27 Sarton [1936, p. 4].

    28 Sarton [1936, p. 7].