cuadernos maristas 33

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Publicación impresa, editada en Roma, que recoge aportaciones de la investigación del patrimonio marista.

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ÍNDICE DE MATERIAS

EDITORIALH. André Lanfrey

ARTÍCULOS

La prueba de la guerra para los Hermanos: un centenario

El Instituto en la Primera Guerra MundialH. André Lanfrey

Los Hermanos maristas de Bélgica durante la 1a guerra mundialH. Augustin Hendlmeier

Los Hermanos Alemanes en la Primera Guerra MundialH. Augustin Hendlmeier

Jean-Claude Berne, (H. Claude Casimir): soldado de 1914-1918Sr. Éric Perrin

ESTUDIOS

Colin y Champagnat - 2a Parte: Revelaciones de las cartas - Correspondencia: 1828-1835H. Frederick McMahon

El H. Francisco en su correspondencia personal - Gobierno del Instituto y dirección espiritualH. Louis Richard

Un icono de la misión marista : el adolescente MontagneH. Manuel Mesonero [email protected]

[email protected]

[email protected]

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101

[email protected]

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DOCUMENTOS

Mathieu Patouillard, vecino del HermitageH. André Lanfrey

Los Hermanos muertos en la guerra del 14-18H. André Lanfrey

Recopilación de pensamientos del Hermano Francisco en sus cuadernosH. Louis Richard

Dos documentos inéditos relativos a ChampagnatH. André Lanfrey

NOTAS BREVES

Una mirada al corazon de Marcelino ChampagnatH. Patricio Pino

Ensayo del Dr Pedro Felipe MonlauH. Antonio Martinez Estaún

IN MEMORIAM

H. Henri RéocreuxH. André Lanfrey

FMS CUADERNOS MARISTASN° 33 Año XXV Mayo 2015

Responsable de redacción:Commissión de Patrimonio

Dirección técnica:Sr. Luiz Da Rosa

Colaboradores de este número:H. André LanfreyH. Antonio Martinez EstaúnH. Augustin HendlmeierSr. Éric PerrinH. Frederick McMahonH. Louis RichardH. Manuel MesoneroH. Patricio Pino

Traductores: H. Aimé Maillet, H. Aloísio Kuhn, H. Carlos Martín Hinojar, H. Charles Filiatrault, H. Claudio Girardi, H. Edward Clisby, H. Fabricio Galiana Martínez, H. Gilles Hogue, H. Joannès Fontanay, H. Moisés Puente, Sr. Ricardo Tescarolo, Sr. Robert Clark, H. Salvador Durante.

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Foto de portada: H. Adolphe-Louis (Héctor Ammel), de la ex-provincia de Beaucamps. Nació el 20 de enero de 1883, en Halluin (59-Francia) y murió en Pommeroel (Bélgica) el 1 de junio de 1940. Fue herido el 11 de junio de 1915 por un trozo de metralla a Hébuterne (62 - Francia). Está representado comosoldado y en sotana, con sus medallas militares.

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Nos disponemos a celebrar el bi-centenario de la Sociedad de María(1816) y de nuestro Instituto (1817). Esuna buena ocasión para recordar queel centenario tuvo lugar durante la pri-mera guerra mundial (1914-1918), pe-riodo en el que más de 1000 hermanosfueron movilizados, cerca de 150 mu-rieron, y muchos otros resultaron pro-fundamente afectados por las heridas,enfermedades y diversos traumatis-mos.

Por otra parte, la revolución perse-guidora y la guerra acompañaron lahistoria de la Sociedad de María des-de el principio ya que ésta se consti-tuyó inmediatamente después de laRevolución Francesa y el Imperio na-poleónico. Los primeros aspirantesmaristas conocieron periodos de per-secución y la evasión al servicio militarpor su compromiso con el estadoeclesiástico. En los decenios siguien-tes, reinó una paz precaria. Hasta1840, el servicio militar fue una de lasgrandes preocupaciones del P. Cham-pagnat. Las etapas revolucionarias

(1830, 1848, 1870-71) no faltaron y sibien no afectaron de forma duraderaal Instituto, crearon un sentimiento deprecariedad. La ley de 1889 que obli-gaba a los religiosos y a los eclesiás-ticos al servicio militar, será interpre-tada por el Instituto como una de lasseñales más claras de un regreso alánimo perseguidor de la Revolución.

La guerra del 14-18, como resulta-do del choque de los militarismos, seconvierte en matriz del trágico siglo XX,marcado en todos los continentespor revoluciones, guerras civiles, to-talitarismos, a los que un gran núme-ro de hermanos tuvieron que enfren-tarse, soportando exilios, peligrosmortales, persecuciones, prisiones… Siel Instituto ha estado atento para hon-rar la memoria de los hermanos már-tires, no guarda quizás suficiente-mente el recuerdo de estos numero-sos hermanos que padecieron duran-te largo tiempo una militarización mul-tiforme y, con frecuencia, violenta,haciendo lo posible para no perder enello su humanidad ni su identidad.

3

EDITORIAL

H. André Lanfrey

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Page 7: Cuadernos Maristas 33

EL INSTITUTO EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

H. André Lanfrey

5

La guerra que estalla en Europa aprincipios de agosto de 1914 afecta aun instituto multinacional, si bien, elpersonal francés (en torno al 50%del total) se encuentra muy dispersodesde 1903. Así pues, numerososhermanos movilizados deberán re-gresar de China, de América, deOriente medio. Los hermanos ale-manes formados en Arlon constitu-yen ya un grupo muy importante. Losmás jóvenes (80 novicios y postu-lantes y 140 juniores)1 son conduci-dos a la frontera holandesa para en-trar en Alemania, mientras que losnovicios alemanes y húngaros de Ita-lia son llevados a Friburgo, en Suiza.

El dispositivo del Instituto resultapues muy afectado: en Francia evi-dentemente; en Bélgica, donde en-señaban hermanos belgas, france-ses y alemanes; también en elImperio otomano, en China y en lascasas de formación. Sin embargo,

aunque la guerra afecta indirecta-mente al mundo entero, la moviliza-ción solo afectará a hermanos origi-narios de cuatro países: Francia,Alemania, Italia2, Bélgica. En el ReinoUnido y en el conjunto del Imperiobritánico, los clergymen están dis-pensados del servicio militar y, a pe-sar de las alertas de 1915 y 1917, nin-gún hermano al parecer, ha sidomovilizado3.

1. MOVILIZADOS Y MUERTOS EN LAGUERRA DE 1914-1918

Hubieron 9281 religiosos france-ses movilizados4 (708 HermanosMaristas) y 1517 (16,3%) han muerto(101 Hermanos Maristas). Entre 45congregaciones, los Hermanos Ma-ristas están en el 3er. lugar despuésde los F.E.C. (1896 movilizados, 280

1 H. Augustin Hendlmeier, “Los inicios de la provincia de Alemania”, en Cuadernos Maristas n° 27, p. 68. 2 Entra en guerra más tarde, el 23 de mayo de 1915. 3 Brother Clare, History of the province, New Edition, 2011, p. 154. 4 Christian Sorrel, La República contra las congregaciones, Cerf, 2003, p. 211.

A R T Í C U L O S

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6 El instituto en la Primera Guerra Mundial

muertos) y los Jesuitas (855 movili-zados, 177 muertos5).

Para los Hermanos Maristas, elbalance global más fiable respecto alos hermanos involucrados en laguerra, se encuentra en las actas delcapítulo general de 1920:

“Durante la guerra, hemos tenido1037 movilizados; 154 muertos y des-aparecidos; 193 citaciones a la ordendel día: 140 cruces de guerra; 5 meda-llas militares; una cruz de la Legión deHonor y otras 4 condecoraciones”6.

En cuanto al número de heridos,se elevaría, del lado francés, a 91hermanos, totalizando 120 heridos,pues varios han sido heridos en dis-tintas ocasiones7.

La estadística de los archivos ti-tulada “Hermanos maristas solda-

dos durante la guerra 14-18”8 queha servido de base a estas cifras,revela por lo demás, el número re-ducido de hermanos franceses lle-gados de España, de Canadá, delos Estados Unidos, de Brasil9, delImperio británico… mientras que lasprovincias francesas de Méjico, deChina, de Constantinopla y de Siriason muy afectadas. La Obra de S.Francisco Javier resulta particular-mente golpeada ya que incluye anumerosos aspirantes franceses,alemanes e italianos. Este cuadroes también un buen índice delgrado de internacionalización delas provincias: resulta particular-mente visible con la provincia deBeaucamps, que cuente con ungran número de hermanos alema-nes, asimismo la de Constantinoplay la provincia de Saint Paul en laque los hermanos italianos son nu-merosos.

5 Estadísticas extraídas de Le prix du sang. Le livre d’or du clergé français, t. II, 1925. Otras fuentesaportan cifras un poco inferiores.

6 Si las cifras de movilizados y de muertos afectan al conjunto del Instituto, las condecoraciones serefieren, al parecer, solo a los Hermanos franceses.

7 Esta cifra es sin duda, inferior a la realidad y podría referirse solamente a los heridos graves.8 AFM France 600. dossier sin fecha, portafolio “cartas del año 1914”.9 No se dice nada de Colombia.

fms Cuadernos MARISTAS33

Movilizados Muertos

Provincias Fr. It. Ale Belg Otras Total Fr. It. Alem. Total

St Genis L. 85 2 5 92 17 2 19

Hermitage 95 17 112 18 18

St Paul 49 53 102 10 5 15

Aubenas 45 45 5 5

Beaucamps 49 169 20 238 4 39 43

Varennes 56 10 66 6 1 7

Lacabane 27 27 1 1

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André Lanfrey, fms 7

De hecho, son once provincias (lamitad de las unidades administrativas)y la obra de S. Francisco Javier lasque aportan más del 90% de los mo-vilizados y las que tendrán casi todoslos muertos. Como la mayoría de es-tas unidades contaban con hermanosde edad, la guerra del 14-18 va a re-forzar una disociación anterior del Ins-tituto entre las zonas de expansión(esencialmente Américas y Oceanía)y las áreas en crisis (Europa, Orien-te Medio, China).

2.¿LEGITIMIDAD DE LA MOVILIZACIÓN?

Volvamos a 1914. La movilizacióngeneral decretada en Francia el 1º deagosto de 1914 es susceptible deafectar no solo a los hombres de lareserva, de las promociones de1900 a 1910, sino también a los ve-teranos; es decir, a las levas de1886-1899. En Francia, es necesariotener más de 48 años para no serllamado a filas.

mayo2015

10 Catorce húngaros, un rumano, un búlgaro.

Movilizados Muertos

Provincias Fr. It. Ale Belg Otras Total Fr. It. Alem. Total

Islas 1 1

España 17 17 1 1

Canadá 20 20 2 2

Estados-Unidos 17 17 2 2

México 58 58 15 15

China 32 32 1 1

Constantinopla 59 8 1610 83 9 3 12

Siria 58 58 5 5

Brasil central 11 11 3 3

Brasil sur 1 1

Brasil norte 6 1 7

Africa del sur 1 1 2

Nva. Celanda 1 1

Nva. Caledonia 2 2

Seychelles 3 3

St Fr. Xavier 16 5 21 42 2 4 6

Total 708 88 205 20 16 1037 101 6 48 155

% 68 8,4 19,7 1,9 1,5 65 3,8 30,9

Observación: El Volumen XIV de las Circulares (p. 348) da la última lista de los difuntos, inclu-yendo profesos, novicios y postulantes muertos en la guerra. A la lista de difuntos mostradaarriba, se podrían añadir 3 novicios y 3 postulantes, no tenidos en cuenta anteriormente.

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La mayoría de los religiosos fran-ceses residentes en el extranjeropueden objetar que, habiendo sidocondenados al exilio por la ley de 1901y los decretos Combes de 1903, notienen obligaciones respecto a unapatria que les ha rechazado, aunqueesta actitud de rechazo categórico sehaya suavizado en la circular del mi-nistro del interior, Louis Malvy, en laque pide a los prefectos, el 2 deagosto de 1914, suspender la aplica-ción de los decretos contra las con-gregaciones. Pero esta medida pue-de pasar por hipócrita e incluso odio-sa, pues el objetivo del gobierno erael de recuperar a los religiosos exi-liados para servir de carne de cañón11

sin ofrecerles como contrapresta-ción la menor apertura seria, ya quela circular no concede nada a largotérmino12. En un plazo breve, estasuspensión queda sin efecto prácti-co pues, desde 1906, el Estado eracasi impotente contra los seculariza-dos y las escuelas de las congrega-ciones estaban casi todas cerradas.

Esta movilización puede parecerirracional para un gran número dehermanos franceses que no hancumplido el servicio militar. Habiendoabandonado Europa antes de la edaddel servicio militar, se han beneficia-do del artículo 50 de la ley de 1889que dispensa del servicio militar (sal-

vo en caso de guerra) a los jóvenesresidentes en el extranjero en el mo-mento de su incorporación con unperiodo de al menos diez años. Sininstrucción militar y obligados a rea-lizar largos viajes de regreso, ya noconsideran su utilidad como comba-tientes.

Los superiores de las congrega-ciones no tienen evidentemente, nin-guna simpatía por la república per-seguidora. Por ejemplo, el H. Jean-Joseph, superior de los Hermanos dePloërmel, considera que los debereshacia Dios son superiores a los inte-reses de la patria y desea que nin-guno de sus hermanos en misión seuna al ejército13. Pero, como no setrata de imponer a los hermanosuna norma a este respecto, los su-periores de los Hermanos Maristasbuscarán atenuar al máximo los efec-tos de la movilización gracias a con-tactos establecidos antes de la gue-rra entre el ministerio francés deAsuntos Exteriores y el Instituto convistas a la apertura de noviciados mi-sioneros en Francia.

Así, una carta del R.H. Estratónicoal ministerio francés de la guerra, el 6de octubre de 191414, expresa que, enrelación con los 250 hermanos em-pleados en Medio Oriente y en China,la mitad están ya movilizados. En

El instituto en la Primera Guerra Mundial8

fms Cuadernos MARISTAS33

11 La ley de 1904 que prohibía la enseñanza de las congregaciones les había concedido 10 años paracerrar.

12 Se le verá en 1924-26, cuando el Bloque de Izquierdas, presidido por Edouart Herriot, tendrá la des-vergüenza de relanzar la política anti-congregacional.

13 Christian Sorrel, La république contre les congrégations, Cerf, 2003, p. 210-211. 14 Carta n° 14798. Una duda queda sobre la fecha: puede ser el 6 de septiembre de 1914.

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9André Lanfrey, fms

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cuanto a los hermanos con destinoposterior, su movilización en los ser-vicios auxiliares destruiría los treinta yseis centros mantenidos hasta en-tonces en esos países. Pide pues,que estos últimos sean dispensadosdel servicio militar y añade:

“Ellos solo podrían ser para Francia un refuerzoinsignificante; ya que, estando la mayoría muyalejados y siendo las comunicaciones raras y difíciles,se puede presumir que, antes de que puedanincorporarse, la guerra no estará lejos de haberfinalizado”15

Otra carta del 10 de noviembre de1914 pide al ministro de Asuntos Ex-teriores que las casas de Italia nosean privadas de sus formadores, loque será concedido16.

Sin embargo, los superiores estánsuperados por los acontecimientos:desde finales de 1914 un gran núme-ro de hermanos son expulsados delImperio otomano que ha tomadopartido por los Imperios Centrales.Las provincias de Siria y Constanti-nopla son destruidas y “el consejo ge-neral tolera que (los hermanos ex-pulsados) trabajen momentánea-mente en nuestros centros de Fran-cia”17 para reemplazar a los seculari-zados movilizados. Por ellos el Rdo.Hermano escribe al ministro Delcas-sé (asuntos exteriores) para “que lessea permitido aceptar en la ense-

ñanza libre las ofertas de empleo queles son presentadas casi por todaspartes, y ello, sin la obligación deprescindir de su titulación ni de su há-bito religioso.”

Tal petición no tiene ninguna pro-babilidad de ser atendida, pero es unmedio para recordar al gobierno fran-cés que «la Unión sagrada», decididapor el parlamento el 4 de agosto de1914, debería tener como conse-cuencia un restablecimiento efectivodel derecho de los religiosos y no soloconcesiones formales. A lo largo dela guerra, el Instituto sabrá hacervaler los servicios prestados: en 1916,los superiores recordarán que 2600hermanos franceses están en el ex-tranjero; cerca de 600 en el serviciomilitar y que 55 ya han muerto por lapatria18.

3.LOS HERMANOSINSUMISOS

La mayoría de los misioneros, y enparticular, los Hermanos Maristas,son patriotas que asocian fácilmentela defensa de la patria y la de la Igle-sia: se sienten, como recuerda uncanto célebre: “católicos y France-ses” y la mayoría considerarán la lla-mada de la patria como un deber a lavez cívico y religioso. Pero, por mo-tivos coyunturales (lejanía, dificultades

15 Esta idea de una guerra de corta duración está muy extendida, incluso entre los militares.16 Ver cartas 14880, 14882… 17Ibid.18 Carta 14926.

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19 Christian Sorrel, op. cit. p. 212-216. 20 AFM, France 600, dossier 1918. Ficha matrícula: Théodore Naudet (1882-1983) nacido en París, de

la provincia de Beaucamps, llegado a Porto Alegre en 1902, profeso perpetuo en 1906. No ha hecho laguerra en Francia. En 1923 hace el segundo noviciado en Grugliasco. Entre 1924-31 es administrador enGravatahy. Parece que ha sido enviado a Francia para una misión.

21 Un dossier de 1914 señala cincuenta y seis franceses insumisos en Brasil central y veintitrés en Bra-sil meridional.

22 Volumen VI a, ch. XI p. 354.

El instituto en la Primera Guerra Mundial10

fms Cuadernos MARISTAS33

de comunicación) o más razonados,un número importante de hermanosfranceses convocados por las auto-ridades no obedecen.

Este problema será particular-mente molesto hacia 1920-25, cuan-do los superiores querrán que el go-bierno francés autorice la apertura denoviciados en Francia para las obrasextranjeras19. Los archivos de losHermanos Maristas han conservadoun informe del H. Joseph Prosper20

(enero-febrero de 1925) después desus entrevistas con militares y per-sonalidades políticas en relación conla insumisión de los hermanos, es-pecialmente importante en Brasil21. Yen su historia manuscrita del Institu-to22, el H. Marie-Nicet, insumiso élmismo, expone con detalle los argu-mentos que legitiman el rechazo pararesponder a la movilización.

“En las nuevas provincias: China, África del sur,Colombia, Brasil, Méjico… formadas casiexclusivamente por ‘juventud’, la salida en masa de los movilizados iba a causarfatalmente la ruina de las obras. En esta ocasión, es decir, en esta circunstanciaexcepcional, el cónsul de Río, no pudiendo decir a los hermanos ‘quédense’ hizo esta observación juiciosa: ‘Los Alemanes se quedan; si ustedes se van, serán reemplazados.’ Era sincero y lúcido: Intelligent in pauca!”

Poco después, el senador Baudin,de visita por los países de América la-tina había dicho:

“¿Cómo abandonar en el presente estas obrasmagníficas que hacen honor a Francia? Sería uncrimen; o mejor, un gran disparate: abandonar laventaja por una esperanza vana.”

Sin embargo, los superiores estánperplejos. A veces, es más difícil co-nocer su deber que practicarlo. “Sesirve mejor a su patria haciéndoleamigos que matando a sus enemi-gos”, esto es indudable. Pero, porotra parte, la orden de movilización esgeneral…; las familias de los insumi-sos serán, por así decir, deshonra-das…; y ¿si la extradición se llevara acabo…?

Observemos también que el ma-yor número de expatriados afectadospor la movilización eran expatriadosvíctimas de la persecución combista,puestos fuera de la ley después demúltiples vejaciones, borrados delnúmero de los ciudadanos… Estáclaro que ello les dispensaba de ir aservir a una madrastra que había re-negado de ellos.

El nuncio apostólico en Brasil, con-sultado por el Hermano Provincial deCentro, mantiene el mismo criterio:

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11André Lanfrey, fms

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“Si, al menos, los sectarios que les persiguen fuesenpaganos honestos, abolirían en esta hora trágica lasleyes de excepción que han dictado contra losreligiosos, para que pudiesen regresarconvenientemente a la patria de ustedes y cumplir allícon valentía sus deberes militares. Pero les estotalmente ilógico regresar, por así decir, de formaclandestina en un país que ha rechazado susservicios y les ha tratado contra el derecho degentes23. Tanto más cuanto que realizan aquí, enAmérica, una misión no solo humanitaria sinoeminentemente patriótica: pues ustedes contribuyena amar y apreciar Francia, lo que otros (pordesgracia) parecen esforzarse en vilipendiarla.”

Finalmente, los provinciales deBrasil establecen una línea de actua-ción de tres puntos:

“1º Abstenerse de comentar en público (es decir, en comunidad) este asunto espinoso;

2º A los que insistan en marchar, permitírselo; 3º A los que soliciten consejo, invitarlos

a que se queden.”

En 1914, el riesgo de extradición noes puramente teórico ya que es difí-cil prever la política futura del país deacogida en favor de uno o de otrobando. Por otra parte, en Méjico, lahostilidad del gobierno hacia los reli-giosos obliga a cincuenta y nuevehermanos a regresar a Francia24. Al

contrario, los países de América delnorte y el Imperio británico ofrecenuna gran seguridad, lo que explica enparte el escaso número de hermanosque regresaron y permite suponer ca-sos de insumisión y otros conveniosdiversos25. Así, el H. Léonida, nacidoel 25 de febrero de 1886 y desplaza-do a México el 5 de agosto de 1902,antes de la edad de ser reclutado, bri-llante profesor en 1915, será dispen-sado de toda obligación militar por laDelegación de Francia26.

Aunque la desobediencia a la mo-vilización no afecta màs que a los her-manos de Brasil, parece ser el únicasituación que haya creado un pro-blema por dos motivos: el rechazomasivo y la carta de un provincial a lasautoridades francesas, probable-mente para justificar la insumisión27.Un tal rechazo no es, por otra parte,exclusivo de los Hermanos Maristas:un estudio histórico muestra que enLozère, país muy católico, el núme-ro de insumisos es más numerosoque en otros lugares; muchos her-manos (de diferentes congregacio-nes) desplazados a España no re-gresaron con la movilización28. Entrelos Hermanos de la Sagrada Familiade Belley, cincuenta hermanos fran-

23 Estas palabras ayudan a comprender la petición de los superiores, evocada anteriormente, en re-lación con la sotana.

24 H. Gabriel Michel, Nos supérieurs. F. Léonida, Casa general, Roma, 1976, p. 35.25 Ningún hermano francés habría regresado desde Colombia. En la Historia del Instituto de 1947, p.

121, el H. Jean-Emile precisa que en China y en Nueva Caledonia, la movilización se realiza allí. 26 F. Gabriel Michel, Nos supérieurs. F. Léonida, Casa general, Roma, 1976, p. 36-37.27 El H. Joseph Prosper precisará que no está firmada y por lo tanto, sin valor jurídico. En todo caso,

la insumisión masiva de los hermanos franceses de Brasil explica el número reducido de hermanos queregresaron de este país: diecinueve en total, tres de los cuales encontraron la muerte.

28 Antoine Prost, Jay Winter, Penser la grande Guerre, Seuil, 2004, p. 122.

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29 Información procedente del H. Teodoro Berzal, archivista de la Sagrada Familia. 30 Es el caso de Bélgica.31 Paul Christophe, Ibid. p. 41.

El instituto en la Primera Guerra Mundial12

ceses residentes en Uruguay, decla-ran que no quieren regresar29.

4.PATRIOTISMO EINCULTURACIÓN

Si el H. Marie-Nicet pone en evi-dencia un violento resentimiento ha-cia la República anticlerical y milita-rista, exalta un servicio pacífico a lapatria, el único apropiado para mi-sioneros. Pero sugiere otro senti-miento: los hermanos han rehecho suvida en otro lugar y no quieren elegirentre la antigua y la nueva patria. Enresumen, se han inculturizado y esteapego a su país y a su provincia deadopción se manifiesta a veces en lascartas y en las biografías de los her-manos soldados. Conociendo desdeahora el mar abierto, pueden consi-derar a Francia como un mundo es-trecho, malévolo y por otra parte, malconocido. En fin, el anticlericalismopuntilloso del gobierno francés, que elinicio de la guerra exalta más que ate-núa, contrasta singularmente con lalibertad religiosa y el respeto de quegozan los Hermanos en la mayoría delos países donde se han implantado.Por eso, ya sean insumisos o con-sientan en regresar, muchos de ellosalimentan hacia su patria un senti-miento ambivalente de resentimien-to y de servicio. Una vez terminada laguerra, la mayoría marcharán denuevo a los países que habían aban-donado provisionalmente.

5.DETRÁS DE LAS NACIONALIDADES,LAS RIVALIDADESRELIGIOSAS

Los hermanos pueden considerarincluso su insumisión como un deberreligioso pues la opinión pública in-ternacional está sorprendida de queun país que se dice católico obligueal servicio militar a los sacerdotes oa los religiosos. Está sobre todoescandalizada de que se les impon-ga el servicio de armas, en lugar deasignarlos a servicio auxiliares (ca-pellanía, salud30…). Al principio de laguerra, un obispo francés, misione-ro en Corea31 relata que, a los ojosde los protestantes « Francia no po-día presentarse como un país cató-lico, puesto que, en contra de lasnormas de la Iglesia, imponía el ser-vicio armado a todo el clero. Eraconveniente pues, decían, desear lavictoria de Alemania, nación muchomás cristiana que Francia». Y cuan-do el H. Marie-Nicet dice “Los ale-manes se quedan” mezcla sin dudados aspectos: la nación enemiga y elpoder protestante. El problema sub-sistirá a lo largo del conflicto: inclu-so cuando el servicio obligatorio seestableció en Inglaterra, en enero de1916, los ‘clergymen’ y por consi-guiente, los hermanos, fueron exen-tos.Todavía en 1917, el director de lapropagación de la fe en New York,indica que la opinión de los católicosamericanos ha sido particularmente

fms Cuadernos MARISTAS33

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32 Paul Christophe, Misioneros involucrados en la Gran Guerra. Carta de las Misiones extranjeras deParís, Cerf, 2012, p. 326.

33 Algunas cartas provienen de los hermanos italianos.

13André Lanfrey, fms

terjiversada por “la iniquidad come-tida por el gobierno francés al obli-gar a los presbíteros a llevar armas.”No obstante, critica también a lospresbíteros que han abandonadosus misiones sin intentar “librarse deuna mala ley, dictada por el odio a lareligión.”32

Se comprende pues, que el go-bierno francés haya tenido que darmuestras de flexibilidad en relacióncon las congregaciones que com-batían en el extranjero por las acu-saciones lanzadas contra una Fran-cia enemiga del cristianismo. Aunqueya, para los Hermanos de 1914, serinsumisos suponía afirmarse comoadeptos al universalismo católicoantes que ser francés. Se era “ca-tólico y francés” pero los dos térmi-nos dejaban de ser equivalentes. In-cluso entre los hermanos que con-sintieron en regresar, la fibra patrió-tica estaba de alguna manera equi-librada por una visión más amplia delmundo.

6.TOMA DE CONCIENCIADE UNA GUERRALARGA Y MORTÍFERA

Evidentemente, los primeros me-ses de la guerra son particularmen-

te confusos y poco a poco el Insti-tuto percibe el carácter inaudito delacontecimiento: une guerra muymortífera y cuyo fin no se vislumbra.A partir de septiembre de 1915, elBoletín del Instituto introduce unasección “Nuestros soldados” quemuestra una relación de los nombresde los hermanos muertos y a veces,su provincia, los lugares y fecha desu muerte, cuando son conocidos.En los números 37-51, apareceránveinte biografías de hermanos muer-tos durante la guerra, casi todosfranceses ya que las comunicacio-nes con los Imperios centrales sonmuy difíciles33. Se menciona rara-mente a los heridos y prisionerospero siempre a los que han sido ci-tados en el orden del día del ejérci-to o condecorados, pues son bue-nos argumentos contra los anticle-ricales franceses que sostienen quela Iglesia no colabora en el esfuerzopatriótico. Sin embargo, internacio-nalidad obliga, todo nacionalismo odeclaración ultrajante para el adver-sario está prohibida, incluso si des-punta por un motivo o por otro laidea de un combate justo por la jus-ticia y el derecho.

El siguiente cuadro menciona al-gunas de las principales informacio-nes.

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34 La supresión de estas correspondencias en el Boletín al final de la guerra parece ser debida a lasdificultades económicas por conseguir el papel.

El instituto en la Primera Guerra Mundial14

N° de Boletín Movilizados Muertos Año Observaciones

36 (1915) 3 a 400 7 Solo están indicados los nombres de los muertos.

37 (1915) Ningún nuevo muerto

38 (1915) Ningún muerto mencionado

39-40 (sept. 1915) 12 1914 22 muertos desde el inicio de la guerra.

10 1915 Señala a los heridos (30…) y una mediadocena de prisioneros

41 (nov. 1915) 8 1915 11 heridos

42 (1916) 10 1915

43 (1916) 4 1 muerto en 1914, 1 en fecha desconocida, 2 en 1916.

44 (1916) 6 1916

45 (sept. 1916) 8 1916 Señala un total de 62 hermanos muertos.(58 en la lista)

46 (nov. 1916) 4 1916

47 (marzo 1917) 9 19165 1917

48 (1917) 8 1916 Un muerto en 1916; los demás, en 1917.1917 Señala un total de 85 muertos (84 en la lista)

49 (dic. 1917) 850 15 1917

50 (1918) 6 1918

51 (1918) 13 1918

52 (1918) 10 1918 Señala un total de 145 hermanos muertos (128 en las listas)

Totale 128

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7.LAS CARTAS DE LOS HERMANOSSOLDADOS

El nº 36 del Boletín (enero de1915, p. 53) comienza a publicar unaserie de extractos de cartas de her-manos soldados que llegarán a ser un

elemento importante de los boletineshasta julio de 191734. Estas ochentacartas, dirigidas lo más a menudo alH. Asistente y a veces, al Superior ge-neral o a otros superiores (provin-cial…) cuentan con una relativa pre-cisión la dureza de los combates, lavida penosa de los campamentos y

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35 ¿Han pasado por la censura militar o han sido transmitidas por otros conductos?

15André Lanfrey, fms

del frente35, los trabajos más tran-quilos (hospitales, secretaría), inclusola cautividad. Muchos de estos her-manos han regresado de Méjico, deSiria, de la provincia de Constantino-pla y evocan recuerdos de la vida an-terior en esos países a los parecensentirse ya vinculados. Estas cartasresponden con mucha frecuencia acartas-circulares de los asistentesque envían también el Boletín y las cir-culares del Superior general así como,con moderación, dinero. Como con-viene, uno de los temas recurrentesde estas cartas es el amor a la con-gregación, a la sotana, a la vida reli-giosa y fraterna; en definitiva, evoca-ciones bastante dulces comparadascon la dura vida militar. Es una devo-ción al Instituto más que al P. Cham-pagnat, bastante poco citado.

El tono de las cartas cambia no-tablemente. Al principio, marcadospor los acontecimientos de 1903-1905 que les han hecho creer en unaFrancia antirreligiosa, los hermanos

están muy sorprendidos al ver ungran número de oficiales muy religio-sos y a personal de tropa respetuo-so con su condición. Luego, parecenmás pesimistas incluso aunque noden muestras de hostilidad haciaellos. Destacan la indiferencia, la ig-norancia religiosa, las blasfemias delgrupo de soldados; y algunos sesienten un poco aislados o agrupadosen pequeñas redes de presbíteros,de religiosos y de algunos soldados,intentando e incluso llevando a caboa veces, actividades apostólicas. Vi-ven la experiencia práctica de unmundo ya muy secularizado.

Evidentemente, los hermanos dancuenta de su vida espiritual en uncontexto que nada tiene que ver conla vida conventual. Para muchos, lapráctica de los sacramentos es raray apenas tienen libros para mante-nerse espiritualmente. Ninguno deellos indica que posee una biblia, y elnuevo testamente tampoco pareceformar parte de su equipaje. Su reli-

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Hermanos veteranos de la guerra del 14-18 de la ex-provincia de Beaucamps.De izquierda a derecha: H. Marie-Gervais (sentado), H. Laurent (de pie), H. Edmond-Paul (de pie), H. Adolphe-Louis (sentado) yH. Mathurus (de pie).

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gión está basada en los sacramentos:misa, confesión y comunión en la me-dida de lo posible. Muchos señalan LaImitación de Cristo. En cuanto a lasprácticas personales, el oficio parvo,más o menos fácil de rezar en un am-biente de marchas, de trabajos ago-tadores y de numerosas dificulta-des; se sirven con mucha frecuenciadel rosario, de oraciones jacultatoriasy de la meditación, sobre todo du-rante sus largas centinelas.

Un hermano, procedente de Orien-te en agosto de 1914, presenta inclu-so su programa de retiro (T. VI, p. 464)personal de tres días en agosto de1916, basado en meditaciones pro-puestas por la revista El presbítero enel ejército, la lectura de La Imitación deCristo y el rosario. Evoca con nostal-gia su entrada en la congregación y losretiros vividos en el exilio. Una carta del8 de enero de 1916 (T. VI, p. 176) de unhermano que se apresta a marchar alfrente por primera vez, nos parece laexpresión de un estado de ánimo bas-tante general:

“¡Feliz año! Este epíteto ‘feliz’ parece bien irrosorioen medio de los tristes acontecimientos actuales[…] ¡Que acabe la guerra con sus horroressangrientos! ¡Que haya un lugar para la pazvictoriosa, para la paz conforme al derecho, a lacivilización! ¡Que el cristianismo glorificadoreemprenda libremente sus dones sobre la nuevasociedad!”

Otra carta de un hermano “encampaña” venido del Líbano (invoca aNtra. Sra. del Líbano) que escribebajo su “guitoune” (tienda) expresa unsentimiento más profundo (T. VI, p.177):

“Tenemos necesidad de víctimas puras que expíen yconmuevan al cielo. ¿Dónde encontrar estas víctimasinocentes? ¿Por qué no ante todo entre losreligiosos?… ¿Qué corazón de soldado apóstol noha soñado con ser un holocausto agradable a Dios, ysufrir, a ejemplo de Jesucristo, en sacrificio por lasalvación de querida patria? […] Por mi parte, les puedo decir que, a Dios gracias, no pierdo nunca de vista este doble objetivo: expiar y merecer, considerando que la Providencia ha hecho de los acontecimientosactuales un elemento de mejora personal. Y sisupieran ustedes, ¡cómo gozo de paz interior desdeque me he acogido sin reservas en sus brazosmaternales!

Hay pensamientos que son un gran consuelo en lashoras de angustia […] ‘Cristo ha sufrido más quetú… Unidos a sus sufrimientos, los tuyos serán deun precio inestimable… Realizarás así, en sentidoestricto, la palabra del Evangelio: lleven su Cruz yserán mis verdaderos discípulos’ […] No creeríancómo razonando de este modo se llega a aceptarfácilmente la muerte.”

Es la espiritualidad fundamental demuchos de los hermanos soldados,basada en el abandono en la divinaprovidencia, a imitación del Cristocrucificado. Esta espiritualidad sa-crificial que mezcla íntimamente pa-triotismo y espíritu cristiano no impi-de algunas preguntas ante la ampli-tud de la masacre, las destruccionesy sobre todo la duración de la guerra.Mientras que en 1915 la guerra esconsiderada a veces como pruebaregeneradora, en 1917 el tono esmenos positivo. En una carta del 10de julio de 1917 (T. VII, p. 221), un her-mano soldado declara no poder ha-cer el bien sino a través el buen ejem-plo, pues dice:

16 El instituto en la Primera Guerra Mundial

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36 Al parecer, no había sido profeso temporal sino que había pronunciado aún el voto de obedien-cia. Hizo el segundo noviciado. Por otra parte, su folleto parece basado parcialmente en notas de estaépoca.

« Por desgracia, mi regimiento esta formado en granparte por hombres que me parecen ajenos a todanoción religiosa y apenas tienen cuidado enrespetarse con sus palabras ».

En la misma época (Tomo VII, p.223), otro hermano confiesa:

“Me es imposible, después de haber visto lo que hay,permanecer indiferente, estable (en la vida religiosa):uno llega a ser peor o mejor.”

En resumen, enfrentados a losacontecimientos inauditos, los her-manos soldados abandonan un uni-verso mental relativamente sencillopara entrar en una espiritualidad máspersonal y más profunda que no im-pide su percepción de lo absurdo deuna guerra sin fin y cuyo aspecto re-generador apenas es evidente. Confrecuencia perciben con claridad quesu vida, si no les es arrebatada, ya noserá como antes y que incluso elmundo cambiará. Es lo que evoca unhermano oficial de artillería (T.V, p.150)el 18 de febrero de 1915:

“El progreso tan ponderado se constata por todas partes en esta horrible guerra solamente (por) su triste y único papel de destrucción.”

Los hermanos que han vivido laguerra y que, en su mayor parte, sereintegrarán en las filas de la con-gregación, serán, humana y espiri-tualmente, hombres nuevos.

8.EL APÉNDICE A LA CIRCULAR DEL 24 DE MAYO DE 1917

Se comprende que todos los her-manos movilizados no hayan partici-pado de los sentimientos evocadosmás arriba. Por otra parte, la guerracreaba para los profesos temporalesy los novicios una situación inédita:noviciado interrumpido y votos tem-porales con fecha caducada. Paramuchos hermanos en servicio militar,el vínculo canónico con el Instituto sehabía roto y la duración de la guerraamenazaba con transformar en ale-jamiento definitivo, lo que al principio,se había considerado solamentecomo una situación transitoria.

Para responder a este peligro, lacircular del 24 de mayo de 1917 estáacompañada de un folleto de cua-renta páginas, escrito en septiembre-diciembre de 1916 por un hermanomovilizado36 desde hacía más dedos años, titulado: “Favores de micongregación. Su belleza interior y ex-terior, sus grandes hombres”. La in-troducción del Rdo.Hno. insiste sobreel espíritu de familia, el espíritu so-brenatural “en la mayoría de nuestroshermanos soldados” pero delata almismo tiempo, una inquietud encuanto a su fidelidad tras una sepa-ración interminable. El mismo folletoes un himno al Instituto como cuerpomístico:

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“Te compararé, como sociedad, a las demásorganizaciones creadas por el hombre, y estoyconvencido que no encontraré ninguna cuyasconstituciones sean tan perfectas; luego veré tuexpansión rápida en todos los países del mundo;contaré los centros fundados, los niños instruidos,los religiosos salvados en tu seno; en fin, examinarébrevemente la vida y las obras de su santo fundadory de sus primeros discípulos, las virtudes de tusmiembros, sobre todo aquéllos que una guerraterrible retiene lejos de ti y de los cuales más desesenta han muerto ya por su patria.”

Y es una invitación a los hermanossoldados a permanecer dignos de talelección:

“A ti mi vida; quiero entregarme a tus obras hasta mi último suspiro. Dios mío, concédeme esta gracia. Santa María, consigue que yo sea siempre tu hijo.”

Este poderoso recuerdo preparala circular a los hermanos soldadosdel 25 de diciembre de 1917 en la queel Rdo. Hno. Informa a los profesostemporales que, no habiendo podidorenovar sus votos mientras su servi-cio militar activo no acababa, podránen adelante hacerlo gracias a un in-dulto obtenido de Roma el 3 de di-ciembre de 1917 (Circulares, T. XIV, sinpágina). Es sorprendente la fecha tar-día de esta medida; muestra que seha esperado durante largo tiempo unfinal próximo de la guerra.

9.GUERRA YSECULARIZACIÓN

En el capítulo de 1920, la comisiónde la secularización precisará que,sobre 197 secularizados movilizados180 han reingresado en la congre-gación y que 12 han muerto. Será unargumento para rehabilitar a los se-cularizados e invitar al capítulo a pro-porcionales una ayuda más durade-ra. Pero, como hemos visto ante-riormente, el problema de la secu-larización de los hermanos reinte-grados y libres de los deberes mili-tares, se plantea desde 1915 con laexpulsión de los hermanos del Im-perio Otomano. También es ciertoque algunos hermanos que espera-ban su movilización o heridos en laguerra e incluso liberados de las obli-gaciones militares a lo largo delconflicto, se quedaron en Francia.Sobre los cincuenta y nueve herma-nos franceses de la provincia de Mé-xico alistados en la guerra, quincemorirán y solo una decena regresa-rán37. Así pues, en 1915-18 y hasta1922 los permisos de seculariza-ciones llegan a ser numerosos. Heaquí el cuadro, elaborado según losregistros de las deliberaciones delconsejo general:

18 El instituto en la Primera Guerra Mundial

37 Ibid. p. 39.

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Provincia 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 Total

Lacabane 1 1

St Paul 3 1 7 1 12

Aubenas

Varennes 2 1 11 2 17 33

Hermitage 1 2 2 20 4 14 2 +2 47

St Genis 2 1 2 2 4 3 14

Beaucamps

TOTAL 107

Observación: las cifras subrayadas indican los hermanos que han cambiado de provincia y no han ob-tenido solamente un permiso provisional. Después de 1922, ya no se encuentra huella de autorizacionesdel consejo general. La ausencia de cifras para Beaucamps es debida tal vez, al hecho de que esta pro-vincia, situada en la zona de combates y de la ocupación alemana, está desorganizada.

Se puede cifrar en torno a 750(688 sin Beaucamps) los seculariza-dos en 1913, que no serán más que664 en 1920, con una media de edadmuy elevada38. El refuerzo recibidodurante la guerra y en la inmediatapost-guerra solo compensa parcial-mente la movilización de los elemen-tos secularizados más jóvenes.

10. EL INSTITUTO EN PAÍS OCUPADO

Desde la primeras semanas de laguerra, casi toda Bélgica y una granparte del norte de Francia están ocu-padas por el ejército alemán. Por estemotivo, casi todo el territorio de la

provincia de Beaucamps, Alemaniaincluida, está aislada del resto del Ins-tituto, encontrándose el H. Diogène,asistente general, bloqueado en lacasa provincial junto con los herma-nos ancianos. Durante toda la guerraél servirá de mediador entre el ocu-pante y la población civil mientras queel internado está ocupado como hos-pital militar. Al final de la guerra, con-seguirá evacuar a los hermanos an-cianos de la casa, primeramente aBélgica y luego a St. Genis-Laval pa-sando por Suiza39. La historia de laprovincia de Beaucamps40 recuerdaque en Francia como en Bélgica —yen Alemania— los hermanos tuvieronque pasar hambre, numerosas requi-siciones, extremas dificultades para el

38 Según las provincias, los hermanos con edad superior a sesenta años representan un tercio y uncuarto del total.

39 Nuestros Superiores, St Genis-Laval, 1953, p. 352-363. 40 Histórico de la provincia de Beaucamps, 1838-1944.

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20 El instituto en la Primera Guerra Mundial

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desplazamiento y ausencia de comu-nicación con el resto del Instituto.Varios internados y casas de forma-ción (Péruwels, Pommeroeul, Lille-Ozanam…) estaban, como Beau-camps, parcialmente ocupados porhospitales militares y por tropas. Has-ta 1918, las escuelas funcionan más omenos bien con la ayuda de profeso-res laicos, pero en 1918, los hombresson evacuados hacia Bélgica y, en elmomento de su retirada, el ejércitoalemán destruye el internado de Be-aucamps y una gran parte del pueblo.

11. INTERNACIONALIZACIÓNRÁPIDA DE LOS EFECTIVOS

La guerra ha contribuido a acele-rar la internacionalización de la con-gregación y los superiores van a ser-virse enseguida de este hecho comoargumento ante el gobierno francéspara obtener la apertura de novicia-dos en su territorio41. En un históricocon fecha de 20 de noviembre de1920, el H. Estratónico, superior ge-neral, constata que el elemento fran-cés en el extranjero, que era de 50%en 1914, ha bajado a 37% en 1920.

Año Escuelas Total hermanos Hermanos Alumnos(profesos) franceses

1914 395 2646 1370 69090

Octubre 1920 418 2778 1044 84087

Para el Instituto, este resultado esimportante pues, a pesar de la gue-rra, la cifra total de efectivos ha au-mentado, habiendo tomado el rele-vo otros países (particularmente Es-paña) distintos de Francia, mientrasque en muchos otros lugares (Ca-nadá, Estados Unidos, Oceanía…) elcrecimiento es endógeno. Incluso sepuede plantear le pregunta sobre elefecto positivo del repliegue de loshermanos franceses que obliga a lasprovincias a contar más con el re-clutamiento local.

La guerra tampoco ha afectadoseriamente la perseverancia de loshermanos tal como se habría podidoesperar. Ciertamente, las Actas delcapítulo de 1920 constatan:

“Desde 1908 a 1918, las salidas de Hermanosprofesos perpetuos había seguido una progresiónconstantemente decreciente, pasando de 71 el primero de estos años a 26 el último; por desgracia, en 1919 ha subido a 94, sobre todo como consecuencia de los movilizadosque no han regresado.”

Un sondeo realizado a partir delas fichas individuales de los herma-nos42 muestra 93 salidas de profe-

41 Lo que conseguirán parcialmente en 1929.42 Realizado por el H. Henri Réocreux.

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sos perpetuos en 1919, de los cuales,54 hermanos franceses43, 4 alema-nes, 4 italianos y 1 belga reciente-mente desmovilizados. Casi todoshabían sido movilizados en 1914 o1915 y por consiguiente, habían vi-vido mucho tiempo alejados del Ins-tituto. Pero es preciso observar queen 1914, el número de salidas de pro-fesos perpetuos se elevaba a 35 yque la media de 1915-1918 había ba-jado a 24. En 1921 se está en 43 y en1922, las 37 defecciones de profesosperpetuos parece alcanzar el ritmode 1914. Así pues, la guerra habríaaminorado primeramente el movi-miento de salidas para concentrarloen los años 1919-21.

Es muy difícil de saber cuál hasido la perseverancia de los profesostemporales. Sin embargo, el capítulode 1920 anota que entre 1907 y 1920,sobre 3086 hermanos admitidos a laprofesión, 35, 4%, han salido y 7,7%han muerto (de ellos, cerca de 90 enla guerra, o sea 2,9%). Pero en lamisma horquilla temporal, sobre 1437hermanos admitidos a la profesiónperpetua, 32% han salido. No haypues mucha diferencia entre la per-severancia de unos y de otros. Glo-balmente considerado y según esta-dísticas, las muertes y abandonosocasionados por la guerra han te-nido solo una importancia secunda-ria: en 1907 había 4093 profesos y4513 en 1920. El impacto de la gue-

rra ha sido más cualitativo que cuan-titativo.

12. LA GUERRA VIVIDAPOR LOS HERMANOSCOMBATIENTES

Ya he dicho que desde 1915 a1918, el Boletín del Instituto había pu-blicado 20 biografías de hermanosmuertos en la guerra44. Hasta losaños 1960, las noticias biográficasrecuerdan con frecuencia la guerravivida por tal o cual hermano, peromás bien como un paréntesis dolo-roso en una vida apostólica. No obs-tante, en mi opinión, tres biografíasconstituyen tres casos extremos enel abanico de actitudes de unos yotros.

El H. Salutaris (Louis Goutaudier,1880-1966) ingresado en la provinciade Varennes en 1900, luego enviadoa Oriente Medio, regresa a Francia alprincipio de la guerra de 14-18. Serevelará en la guerra como un des-tacado líder, combinando sin com-plejos patriotismo y devoción al Sa-grado Corazón: “Todo el Regimientolo sabía, y un teniente de artillería,hombre de fe, viéndolo marchar parauna misión difícil, decía: ‘Regresará,puesto que tiene la insignia del Sa-grado Corazón en el brazo iz-quierdo.’” El rosario, su plegaria fa-vorita, es su “arma de combate”. Lo

André Lanfrey, fms 21

43 Pero la mitad de ellos había regresado antes de 1914, tras una estancia más o menos dilatada enel extranjero.

44 Cinco son profesos temporales y un estable. Diecinueve son franceses y uno, italiano (H. Bru-none).

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Distinta sensibilidad manifiesta elH. Felice (Noël Bertrand 1886-1961),nacido en el pueblo de Chabotte(Hautes Alpes), formado en el novi-ciado de St. Paul y luego desplazadoa Méjico. Con ocasión de su segundonoviciado, antes del regreso, expresaen sus notas una sorprendente ac-ción de gracias: “¡Gracias, Dios mío!¿Qué tengo que hacer para liberarmede este barro que me cubre? ¡VirgenSanta!, cuento con vos, pues tengonecesidad de vuestro auxilio”. Y eldía de la clausura, escribe: “Siento,Dios mío, que si no me dedico, conuna voluntad decidida a reparar loque estos cinco años de guerra handestruido en mí, estoy perdido…” Laguerra que el H. Salutaris parece ha-ber vivido como monje-soldado, el H.Felice la ha experimentado como unacorrupción del alma.

Así pues, la guerra ha marcadoprofundamente a muchos hermanosen lo más íntimo de ellos mismos,tanto más cuanto que un cierto nú-mero regresarán con heridas físicasy problemas crónicos de salud. Porotra parte, sabemos que las secue-las psicosomáticas han sido con fre-cuencia serias entre los antiguoscombatientes. Tenemos un ejemplocon el caso del H. Joseph-Lucien45,

22 El instituto en la Primera Guerra Mundial

45 Boletín del Instituto, n° 80, 1930.

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Los hermanos fallecidos de la Provincia de l’Hermitagedurante la guerra 14-18.Placa recientemente dada por un anticuario a la Casa Provincial de l’Hermitage. Esta placa debió de ser instalada en el cementerio del Hermitage pocodespués de la guerra y más tarde reemplazada por una placa de mármol, más discreta, que es la que existehoy en día a un lado del pedestal de la cruz del cementerio.

reza en las trincheras, bajo los obu-ses, y lo hace rezar a sus soldados.El hecho es que, a pesar de una gue-rra, es encargado por el ejército fran-cés de llevar alimentos al Líbanohambriento. Habiendo regresado aFrancia, ejercerá especialmente lasfunciones de reclutador vocacional yecónomo.

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(Lucien Gillard, 1878-1929), hermanobelga movilizado como camillero enel frente del Yser. A lo largo de unaevacuación, un accidente de ferro-carril y un bombardeo aéreo creanun tal pánico que el Hermano quedaconmocionado y en adelante afec-tado de temblores que le convertiránpoco a poco en un impedido46.

Puede ser que, globalmente, loshermanos hayan estado mejor arma-dos que los “civiles” para superar eltraumatismo de la guerra, gracias asu cultura bastante alta y a su fe. Sualta tasa de perseverancia abogaríaen este sentido, pero sería necesarioexaminar el tema más de cerca.

13. ¿UN MUNDO NUEVO O UN SENCILLOPARÉNTESIS TRÁGICO?

En un plano más global, la guerraanuncia el fracaso de una penetra-ción amplia del Instituto en la Europacentral y en el Oriente medio iniciadaantes de 1914 por dos vías: por unaparte, la expansión de la provinciade Beaucamps en el oeste y el surde Alemania; por otra parte, la de laprovincia de Constantinopla que pe-netra en Bulgaria, Hungría, Grecia,mientras que la provincia de Siria co-menzaba a afianzarse en Líbano-Si-ria, Irak (Bagdad), en Egipto y en Pa-lestina. La Historia del Instituto de1947 ya da una idea de las dificulta-

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46 El historiador de la provincia de Beaucamps menciona (p. 175) varios casos de hermanos afecta-dos de una enfermedad en la médula espinal llamada “parálisis convulsiva”.

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des a lo largo de la guerra: disolucióndel juniorado de Orsova en Hungría;los Hermanos de Monastir, en Servia,refugiados en Grecia. Finalmente, losHermanos de Grecia obligados a re-fugiarse durante algún tiempo enGrugliasco. La caída de los Imperiosaustro-húngaros y otomano va a po-ner muy difícil una nueva expansiónen esta zona. No es menos ciertoque el efecto de la guerra sobre elconjunto del Instituto es, en lo inme-diato, relativamente limitado y no sinconsecuencias positivas. De ahí latentación de considerar este con-flicto como un paréntesis, aunqueacelera una secularización global delos Estados y de las sociedades y li-

Placa de mármol: Los hermanos fallecidos de la Provincia de L’Hermitage durante la guerra 14-18

Page 26: Cuadernos Maristas 33

mita el campo de expansión. El perí-odo de un mundo ampliamenteabierto a las iniciativas misioneras

está a punto de concluir y el con-cepto de civilización cristiana ha per-dido su credibilidad.

24 El instituto en la Primera Guerra Mundial

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Page 27: Cuadernos Maristas 33

25

El año 1914 marcó de una formaespecial la historia de los Hermanosmaristas de Bélgica. La ocupación delpaís por las tropas alemanas y lasconsecuencias de dicha ocupaciónse hicieron sentir en muchas denuestras casas y conllevaron profun-dos cambios y muchas dificultades.Numerosos hermanos fueron alista-dos en el ejército y algunos dejaron suvida, como fue el caso del hermanoEmile-François, muerto con ocasiónde un combate en la zona del Marne,cerca de Verdun (ver anales de Ver-viers). Varios hermanos decidieron,asimismo, abandonar el país.

Las tropas alemanas y las tropasaliadas a partir de 1918, ocuparon unaparte de nuestras escuelas. Aunqueéstas intentaban funcionar como po-dían, hubo numerosas perturbacionese incluso pérdidas de vidas humanas.

Desgraciadamente, disponemosde pocas informaciones de este difí-cil periodo. Los archivos de la Pro-vincia belga en Bruselas-Linthout in-cluyen los anales de muchas casas

aunque no de todas y revelan esca-sa información sobre los aconteci-mientos de este periodo difícil del 14-18. Es probable que, vistas las cir-cunstancias, se evitaba hacer co-mentarios sobre los sucesos políticosdel momento.

Yo he podido descubrir en tresanales indicaciones más precisas so-bre los acontecimientos de estosaños. Se trata de los anales de las ca-sas de Mouscron-Centre, Warne-ton y de Verviers (Los hermanos es-taban encargados de la escuela pri-maria del Colegio S. Francisco Javier,dirigido por los Padres Jesuitas). Asípues, basándome en los anales de lacasa de Mouscron, he intentado ha-cerme una idea de la vida de nuestroshermanos y de la situación de nues-tras casas en Bélgica durante estossucesos trágicos. He intentado pre-sentar aquí un resumen fiel y conciso.También es preciso señalar que la ciu-dad de Mouscron estaba situada en lazona de combate. Es de suponerque algunas otras de nuestras casasconocieron situaciones parecidas.

LOS HERMANOS MARISTAS DE BÉLGICA DURANTE LA 1ª GUERRA MUNDIAL

H. Augustin Hendlmeier

A R T Í C U L O S

Page 28: Cuadernos Maristas 33

1. PRIMERA PARTE: EN LA CASA DEMOUSCRON-CENTREHe aquí pues, lo que podemosleer en los anales de nuestracasa de Mouscron-Centre:

1915-1916

Regreso de vacaciones sin acon-tecimientos particulares.

De vez en cuando, algunos avionesdistraen la atención de nuestros alum-nos. Distribución de sopa cada día a las9 h. Los primeros días de enero, mien-tras rezábamos el Oficio, un oficial ale-mán (boche en el texto), acompañadode 4 soldados, irrumpió en la casa. Re-quisó cerca de 500 botellas de vino parasus soldados. ¡Se nos liberó de unadeuda que sería sin duda, pagada a sutiempo! Los militares realizaron igual-mente una inspección de nuestra pe-queña granja. Apenas se marcharon,nos dimos prisa para ocultar los nu-merosos pollos que aún se encontrabanallí, para que los “boches” no se apro-vecharan de ellos. El número de alum-nos de este año pasó de 435 a 465.

1916-1917

La reanudación de las clases sehace normalmente. El número dealumnos pasa de 465 a 485. Se eco-nomiza el combustible e incluso de-bemos cortar algunos árboles paratener leña con que calentarnos. Ase-guramos todavía la sopa escolar losdías de clase.

El ocupante nos obliga a entregartoda la lana contenida en los colcho-nes. Cada semana, una persona estáencargada de presentarse, en nues-tro nombre, al aprovisionamiento. Al-quilamos un campo para aseguraruna cosecha de patatas. No hay me-dio de encontrar cerveza. A causa dela carestía de combustible y falta deluz, nos vemos forzados a suspenderel patronato durante el domingo.

Intentamos proveernos de ali-mentos entre los granjeros de lazona: cereales, huevos…etc. El gasllega a faltar con regularidad; lo quenos obliga a limitar la iluminación. De-bemos dirigirnos a la “Kommandan-tur” para obtener vino de misa.

Algunos hermanos abandonan lacasa del Centro para ir a Pommero-eul. A partir de estas fechas, ya no te-nemos relación con los Superiores dela provincia. Ya no les es posible ve-nir a visitarnos.

1917-1918

Reanudamos aún las clases a pe-sar de que varios padres piensan re-tirar a sus hijos a causa de los peligrosque los amenazan.

Un depósito de municiones se hainstalado a 200 m. de la escuela. Su-cede que, por la noche, algunasbombas caen en los alrededoresmás próximos,… pero estamos bajola protección de Dios que acogenuestras plegarias. Por otra parte,contamos con un buen pararrayos

26 Los Hermanos maristas de Bélgica durante la 1ª Guerra Mundial

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en la persona del santo hermano An-gonius.

Algunos soldados alemanes sehan instalado en la propiedad pero noocupan las clases de nuestra casa. Te-nemos que lamentar la muerte de dosalumnos, con ocasión del bombardeode la estación de ferrocarril. Intenta-mos aprovechar el más pequeño tro-zo de terreno para nuestros cultivos.Cada jueves, habitualmente día deasueto, nos dedicamos a la búsquedade alimentos. De este modo, sucedeque nos situamos en la zona de com-bates y que marchamos al lado de nu-merosas tropas. Pero estamos bajo laprotección de la Providencia. Con al-gunos alumnos cosechamos las pa-tatas. Ya no hay animales en el co-rral,…excepto el perro.

1918-1919

Nos es imposible reanudar lasclases: nos falta el combustible y losalemanes ocupan todas las clases.En marzo, logramos instalar algunasclases en los edificios cercanos y encasas particulares. El 7 de octubre,suspendemos las clases pues losalemanes nos dan a entender queserá necesario abandonar nuestracasa, pero… los aliados nos liberanel 18 de octubre. Hemos pasadoocho días en el sótano. Mouscronha sido bombardeado durante treshoras. El 29 de octubre, reanuda-mos las clases sin interrupción puesel clima es más bien templado. El ar-misticio se ha firmado el 11 de no-viembre.

Poco a poco nos « reinstalamos ».Tropas irlandesas ocupan la propie-dad y la sala de estudio. El patio derecreo está ocupado por caballos ymulos. ¡Se hace lo que se puede! Losingleses nos aprovisionan de vívereso de otros productos. Un grupo de 25prisioneros alemanes son conduci-dos, durante ocho días, para restau-rar los desperfectos hechos… por losingleses. Nosotros recibimos algunasindemnizaciones por el alojamiento delas tropas.

2.SEGUNDA PARTE:SUERTE DE ALGUNOSHERMANOS

En los « Anales » de nuestra casade Verviers, podemos destacar es-casas observaciones sobre los acon-tecimientos de la guerra 14-18. Noobstante, algunas indicaciones nos in-forman sobre la suerte reservada a al-gunos de nuestros hermanos. Pro-bablemente, otros hermanos, enotros lugares, conocieron situacionesparecidas.

1914-1918

Dispersión de la comunidad

Desde la declaración de la guerra,los hermanos Alphonse-Adrien yEmile-François, aptos para su mo-vilización en el ejército francés, aban-donaron precipitadamente Verviers.

El 4 de agosto, las tropas alema-nas ocuparon la ciudad. El número de

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militares no cesó de aumentar cadadía y las tropas tomaron como acuar-telamiento el Colegio S. Francisco Ja-vier. Las clases, la sala de fiesta yotros locales fueron ocupados por lossoldados. Los caballos encontraronrefugio bajo los cobertizos y en algu-nas clases.

Los tres hermanos que quedaronen el Colegio, pasaron allí sus vaca-ciones y no fueron molestados de nin-guna forma. El 15 de octubre, algunoscarteles colocados en el muro por laautoridad ocupante invitaban a to-dos los hombres aliados a presen-tarse ante una comisión de control. Elhermano Charles-Gabriel, fran-cés, juzgó más oportuno abandonarBélgica. Mr. Maystadt, dentista, leayudó a atravesar la frontera con se-guridad. Tomó el barco en Vlissingen,Holanda y llegó a Inglaterra, dondedebería permanecer varios meses.Reconocido apto para el “servicio au-xiliar” por un nuevo consejo de revi-sión, fue llevado a Francia e incorpo-rado en la Intendencia donde sirvióhasta el final de la guerra. El herma-no Joseph-Liguori, por el contrario,abandonó la congregación como ha-bía previsto desde hacía algún tiem-po. Consiguió llegar igualmente aGran Bretaña. El último hermano,era el hermano Urban-Joseph,encargado del 1er. año de la escuelaprimaria. Las demás clases prepara-torias tuvieron como profesores du-rante los primeros meses, a Padres,a Sacerdotes, o a Laicos. Estos cam-bios frecuentes perjudicaron muchola formación y el adelanto de losalumnos.

El llorado hermano Emile-Fran-çois había sido enrolado en el 310º re-gimiento de infantería de Dunkerque,al inicio de las hostilidades. Conoció suprimer bautismo de fuego el 20 deagosto y tuvo que soportar todos loscansancios y privaciones de esta rá-pida retirada hacia el Marne. Heridoprimeramente por la explosión de unobús en la misma batalla del Marne,fue evacuado y cuidado en Bretaña.Totalmente recuperado, en torno a Na-vidad, fue destinado al 8º regimiento deinfantería, en el sector de Eparges, alsur de Verdun. Fue allí donde el her-mano Emile murió en el campo del ho-nor, por Francia. A lo largo de un vio-lento bombardeo que niveló las trin-cheras y destruyó los refugios se per-dió su rastro. Las cartas que le escri-bían sus padres y sus cohermanos leseran remitidas con la mención “des-aparecido”. Durante algunas semanasse mantuvo un rayo de esperanza,pero, finalmente fue preciso rendirse ala evidencia. El hermano Emile habíaformado parte de la comunidad deVerviers durante tres años: 1911-1914.Excelente religioso, de una piedadsólida, estaba dotado además, demuy buen carácter, alegre y acogedor.Gozaba del aprecio de todos susalumnos. Su nombre figura en el cua-dro de honor de profesores y alumnosdel Colegio S. Francisco Javier, muer-tos por Dios y por la patria.

El hermano Alphonse-Adrien,movilizado a la 1ª sección de Enfer-meros, fue destinado al Hospital Mi-litar de Bergues (Nord) y permanecióallí un año. Incorporado luego a ungrupo de camilleros, pasó el 2º año

28 Los Hermanos maristas de Bélgica durante la 1ª Guerra Mundial

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en diferentes sectores de Oise y deSomme. Después marchó a Oriente.Salió de Marsella el 1º de enero de1917, desembarcó en Salónica el 10 ya continuación se dirigió, por etapasen Servia, al sector de Monastir. Des-pués de 16 meses en Macedonia, es-taba de regreso en Francia, en elfrente de Verdun. Con el armisticio,marchó por etapas hacia el Rin paraocupar en la ribera derecha (divisióndel general Marchand) una parte dela cabeza de puente de Coblence. Elhermano Alphonse-Adrien fue des-movilizado en marzo de 1919.

El hermano Urbain-Joseph erael único hermano que se quedó en elColegio. Por Navidad, se dirigió a Ar-lon, con el director de nuestra escuelade Dison, con la intención de obtenery llevar consigo a otros hermanos. Di-cha gestión no tuvo éxito y regresa-ron solos, el 28 de diciembre. A fina-les de enero de 1915, el hermano Ur-bain escribió, con la autorización de

los Padres, al hermano Raymond-Ce-lestin de Recklinghausen para solici-tarle los hermanos Meinrad y Denis-Adrien. Por las mismas fechas, el her-mano Visitador, Marie-Agathon, es-taba justamente de paso por Verviersy no dudó en hacer la clase de 1º deprimaria durante quince días. Loshermanos Meinrad y Denis-Adrienllegaron el 5 de febrero a Verviers. Sinembargo, el hermano Meinrad debíamarchar de nuevo al día siguiente.

El ejemplo del hermano Emile-François puede servirnos de señal enrelación con la suerte reservada a al-gunos hermanos belgas muertos enla 1ª guerra mundial. No podemos ol-vidar a todos esos hermanos muer-tos por su país. Tal vez este artículonos puede incitar a recordarlos. ¡Quedescansen en paz, al lado de todossus cohermanos alemanes que tam-bién conocieron un destino trágicodurante estos acontecimientos horri-bles de la historia mundial.

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Había 70 Hermanos alemanes queservían ya en el ejército en las prime-ras semanas de la guerra en 1914. Almismo tiempo había también 28 Her-manos belgas y 26 franceses de laProvincia de Beaucamps en el ejérci-

to1. A lo largo de la guerra, el númerode Hermanos alemanes en primera lí-nea fue de 160, o quizás hasta 205; 45de ellos perdieron la vida. Estas cifrasse encuentran en el informe “Distritode Alemania - Origen y desarrollo”2:

31

LOS HERMANOS ALEMANES EN LA1ª GUERRA MUNDIAL

H. Augustin Hendlmeier

A R T Í C U L O S

“Cuando terminó la guerra, los Hermanos liberados encontraron morada en Furth, gracias a laremodelación del edificio. La guerra, que fue un verdadero desastre, diezmó las filas de nuestrosHermanos. De los 120 que fueron llamados a filas, 45 perdieron la vida. Otros volvieronexhaustos o enfermos. ¡Qué alegría fue para el superior de la casa ver el celo y el cálido afectoque reinaba hacia estos Hermanos!” 3

1 Familienchronik (revista de la Provincia Marista de Alemania), 1971, p. 8. Citando: Relève, revista dela Provincia de Beaucamps, N. 40.

2 AFMS: Doc. 612. H. 007: informe manuscrito en francés, anónimo, sin fecha, probablemente de 1927,12 páginas en A4. En éste y en otros documentos, el número de Hermanos que participan en la guerrao en el servicio militar (por ejemplo, los Hermanos que trabajaban en el hospital de Recklinghausen) esde 120. Sin embargo, según una investigación reciente del Hermano André Lanfrey, el número asciendea 205, según indican las listas del Archivo de Roma. La diferencia en las cifras se explica por la dificultada la hora de definir quién era realmente “Hermano alemán” y a quién podía realmente considerarse comomiembro del ejército. Y, sobre todo, el porcentaje de Hermanos que murieron (45 de 120) sería dema-siado elevado y nada realista. La cifra de 205 parece ser más exacta.

3 En el archivo de la Provincia en Furth hay una lista de todos los Hermanos, novicios y postulantesdifuntos, desde 1914 hasta 1969, que enumera 45 Hermanos y 3 postulantes fallecidos en la guerra. Elprimer Hermano, Michael Ferdinand Hamacher, murió en agosto de 1914; el último, Kamillus Wagner, el1º de septiembre de 1918. Se desconoce el lugar de la muerte de 11 Hermanos. En cuanto a los demás,7 perdieron la vida en Rusia, 17 en Francia, 6 en Flandes, uno en Palestina, uno en el mar, y 3 de ellos mu-rieron en hospitales militares. Hay una lista en el Archivo de la Provincia de Beaucamps que indica los nom-bres de todos los Hermanos alemanes, incluidos los de Alsacia-Lorena, que formaron parte de la Pro-vincia de Alemania desde 1871 hasta 1918. La lista señala que 41 de ellos murieron siendo soldados (“Hel-dentod” o “muerte heroica en batalla”). Desafortunadamente la lista no es muy sistemática y también haydatos erróneos. El número de Hermanos de nacionalidad alemana es de 313. Todos ellos pertenecían ala Provincia de Beaucamps, de la cual formaba parte Alemania hasta 1920. De ellos, 64 provenían de Al-sacia-Lorena.

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Pronto también fueron admitidosen la casa muchos soldados heridosde Francia, Bélgica, Italia, Gran Bre-taña y otros países. El celo de los Her-manos encontraba así su plena ex-presión. Los prisioneros de guerra

pronto tuvieron la sensación de estaren una gran familia, y competían poragradar a los Hermanos, cuyo celo ycompromiso —que les permitía su-perar todas las dificultades— admi-raban mucho.

32 Los Hermanos alemanes en la 1ª Guerra Mundial

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“La Gran Guerra estalló tres meses después de la apertura de la casa. Los juniores tuvieron queregresar a sus familias, ya que la casa fue transformada en hospital militar. Los Hermanos fueronpreparados para ser enfermeros4 y tenían que cuidar a los soldados heridos, que eran muy numerosos. El bien que los Hermanos hicieron allí seguirá siendo un misterio de Dios”.

“Apreciaban especialmente al Superior, el Hermano Laurian, quien además de cuidar de todo elaspecto material, atendía sobre todo su bienestar espiritual y emocional. En este sentido,organizó con gran éxito un día de retiro cada tres meses. Muchos de los soldados encontraronel camino hacia Dios, por lo que celebraban la primera comunión y la conversión de algunosherejes. La enorme gratitud, que para estos soldados ásperos no era sólo una palabra vacía, seexpresó a través de los muchos regalos que hicieron a la casa.La celebración del centenario de nuestra congregación el 2 de enero de 1917 fue una granfiesta para Hermanos y prisioneros. Y hubo sin duda algunas celebraciones sin paragón en lahistoria de nuestro Instituto: ya en la mañana se llevaron a cabo presentaciones especiales enhonor de los hijos del Venerable Fundador, y los prisioneros expresaron su agradecimiento portodo el trabajo y atención de parte de los Hermanos.La despedida al final de la guerra fue muy conmovedora y permanecerá siempre en el corazónde todos aquellos que fueron testigos. Hubo 7000 heridos que fueron atendidos por nuestrosHermanos. De ellos, 82 fueron guiados a la primera comunión”.

En Recklinghausen (primer casacmarista en Alemania, abierta en1914) se instaló un hospital militar. En

el informe mencionado encontramoslas siguientes observaciones sobre di-cha comunidad:

Hermanos que se quedaron en la Comunidad para cuidar a los prisioneros de guerra heridos

4 Algunos Hermanos ya habían sido entrenados para este trabajo en la escuela normal en Arlon y re-cibieron un “Diploma de Ambulancia”. Ver: Metzger, Anton: Chronik der deutschen Ordensprovinz der Ma-risten-Schulbrüder, Erster Teil, Furth 1975, p. 57. También se menciona que algunos Hermanos trabaja-ron en el hospital de los Hermanos de San Juan de Dios en Dortmund desde 1914 hasta 1916, y que viví-an allí en una comunidad de 10 a 20 Hermanos.Durante el mismo período, dos Hermanos trabajaron en una institución de beneficencia de Rüdesheim. De estamanera dichos Hermanos estuvieron exentos del servicio militar hasta 1916. Los Hermanos de Recklinghau-sen quedaron exentos durante todo el período de guerra, porque la casa fue declarada hospital militar.

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En el Extracto de los Anales Provinciales de Furth (Baviera 1918/19)5 seencuentra la siguiente anotación:

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5 AFMS: Doc. 612. H. 010. 0 4.6 Chronologie de L’Institut des Frères Maristes, Rome 1976, p. 198; Rome 2010, p. 315.7 Sitios de consulta (en alemán) sobre los fallecidos en la guerra: www.volksbund.de/graebersuche

y www.weltkriegsopfer.de. La información es a veces bastante vaga e incompleta, pero ésta es la insti-tución oficial de investigación sobre las víctimas de la guerra y los soldados muertos en acción militar du-rante las guerras mundiales.

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“Los Hermanos movilizados vuelven gradualmente; 43 quedaron en el campo de batalla”.

Esto no incluye a los 3 postulantes.Con ellos el número subiría a 46. Es-tas cifras también podrían ser exac-tas, ya que hay datos contradictoriosen las estadísticas.

Oficialmente, las comunicacionesdel Instituto sostienen que hubo 1037Hermanos Maristas de todas las na-ciones en guerra que participaroncomo soldados en la guerra, de loscuales 118 murieron6. Esto significaque el 37% de los Hermanos alema-

nes perdieron la vida, mientras que elporcentaje general fue del 17%.

Hasta ahora han podido ser iden-tificadas con precisión las tumbas de14 Hermanos y dos postulantes ale-manes que murieron en la guerra. Lasdemás no han sido localizadas debi-do a que la información es vaga o in-cierta. Estas tumbas se encuentranen Flandes y en el norte de Francia,como por ejemplo en Menen y Neu-ville-Saint Vaast7.

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Los registros del hospital militar‘Konvikt’ (‘seminario’) de Reckling-hausen indican: Prisioneros de guerra:números 1261-4141. Alemanes: núme-ros 368-740. Dichos registros contie-nen información exacta sobre el nú-mero de pacientes, sus datos perso-nales, el tipo de enfermedad, la dura-ción de la estancia y otros datos. Seconserva en el archivo local de los Her-manos Maristas en Recklinghausen.

Estos meticulosos registros danuna idea bastante clara de la vida delos prisioneros de guerra en un típicohospital militar durante la PrimeraGuerra Mundial. Hay 2880 prisionerosde guerra registrados, junto con 382soldados alemanes, para hacer un to-tal de 3262 pacientes. Esto se refie-re al período comprendido entremayo de 1916 y abril de 1919. La listade ex-pacientes no aparece en los ar-chivos.

Las estadísticas del hospital con-tienen datos exactos sobre la edad,lugar de nacimiento, fecha de entra-da, fecha de salida, tipo de enferme-dad y lugar de trabajo de los prisio-neros. También se mencionan losdecesos y sus causas. De modo quedichos registros pueden ser conside-rados como una fuente importante ala hora de investigar la historia de losprisioneros de guerra en Alemania du-rante la Primera Guerra Mundial.

Los dos primeros pacientes queingresaron en el hospital, registrados

en el libro el 31 de mayo de 1916, pue-den mencionarse por su nombre:François Addé, de Ste. Nidoque,Francia, 37 años, que sufría de bron-quitis. Fue dado de alta el 30 de junio.El segundo fue Constantin Michews-ki, de Jaklowo, Rusia, 34 años deedad, que presentaba una lesión enla mano. Fue dado de alta el 21 de ju-nio y trabajó en la mina de carbón deEwald.

La gran mayoría de los pacienteseran rusos y franceses, pero el nú-mero de prisioneros británicos eraconsiderablemente alto. Eran 430,entre ellos 22 de Escocia (7 de Glas-gow, 4 de Edimburgo, y el resto deotros lugares). Hubo 8 de Irlanda(entre ellos un hombre llamado HarryCastello, de Dublín), 97 de Bélgica,39 de Italia, y algunos de Suiza, Por-tugal, Estados Unidos e incluso Ar-gentina.

Además de estos pacientes deotros países, la mayor parte eran deRusia y de Francia, como dijimos. Casitodos trabajaban en las minas de car-bón cerca de Recklinghausen y en lafamosa zona del Ruhr, que proba-blemente era el área minera másgrande de Europa en aquel entonces.

Desde mayo de 1916 hasta no-viembre de 1918, hubo un intermina-ble ir y venir de pacientes. Algunosdías ingresaron hasta 16 nuevos ca-sos, cuando generalmente el núme-ro iba de 2 a 5 al día.

34 Los Hermanos alemanes en la 1ª Guerra Mundial

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ANEXO sobre el hospital militar “konvikt” (casa marista)

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La hospitalización se debía gene-ralmente a lesiones de trabajo, comopor ejemplo contusiones y fracturas,pero también se trataba a menudo deenfermedades como bronquitis, gri-pe, neumonía, enteritis y otras.

Durante este período, 74 prisio-neros de guerra murieron en el hos-pital, la mayoría de ellos de neumo-nía. Entre los fallecidos hubo también8 de Gran Bretaña. El último prisio-nero admitido fue John Brown, deEdimburgo. Ingresó el 7 de noviem-bre de 1918 y fue dado de alta el 15 denoviembre. Además de los prisione-ros de guerra, desde el 12 de abril de

1918, un número creciente de solda-dos alemanes fue ingresado en elHospital Militar ‘Konvikt’ para some-terse a cirugía. Finalmente el 15 deabril de 1919 todos los pacientes fue-ron dados de alta o enviados a loshospitales de la ciudad.

De esta manera, una obra deapostolado única y especial en la his-toria de la Congregación de los Her-manos Maristas llegaba a su fin. Me-rece todo nuestro recuerdo y admi-ración.

Marcelino Champagnat cierta-mente habría hecho lo mismo.

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Un grupo de Hermanos enfermeros en el juniorado de Recklinghausendurante la guerra (Boletín del Instituto, n. 72, 1927, p. 395).

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Sr. Eric Perrin 37

1 Agradecimientos a la Sra. y al Sr. Panel por la información de sus documentos familiares. 2 A 45 km de Notre-Dame de l’Hermitage.

Las conmemoraciones del sigloque nos separa de la declaración dela primera guerra mundial son la oca-sión para recordar la experiencia deguerra de uno de los Hermanos Ma-ristas cuya correspondencia, con-servada por su familia, se ha inter-puesto un día en mi camino.

Jean-Claude Berne nace el 3 dejulio de 1885 en una familia de pasa-maneros de la aldea de Lachaud,municipio de St. Médard-en-Forez(Loira)2. Su padre, Jean Marie Bernehabía nacido el 28 de agosto de1852. Fallecerá el 4 de noviembre de1919. Se había casado con CatherineTisseur y de este matrimonio nace-rían 5 niños:

– Michel Marius, el 8 de enerode 1883, (fallecido el 16 deenero de 1973) que será pasa-manero como su padre.

– Jean-Claude —el hermanomarista objeto de estas lí-

neas— el 3 de julio de 1885 (fa-llecido el 22 de julio de 1974)

– Benoît, el 21 de mayo de 1887,(fallecido el 28 de febrero de1938) que se casará con Fran-çoise Clavel el 31 de diciembrede 1919.

– Claude-Marius, el 5 de no-viembre de 1890

– Pierre-Marie, llamado Pétrus,el 22 de octubre de 1893, (fa-llecido el 1 de octubre de 1954)que se casará con ElisabethMeiller el 30 de diciembre de1922.

Jean-Claude es pues el segundode los hijos Berne y el último de loshermanos en morir. Frecuenta sinduda, la escuela de los HermanosMaristas fundada en 1842. Hace suprimera comunión el 2 de mayo de1897 en la iglesia de St. Médard,como lo indica el diploma-recuerdode su primera comunión, cuyo re-verso preferirá más tarde para ano-tar sus peripecias de guerra.

JEAN-CLAUDE BERNE, (H. CLAUDE-CASIMIR)SOLDADO DE 1914-19181

Sr. Eric Perrin

A R T Í C U L O S

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Evocando más adelante « su des-tino » que le había « arrancado de lacasa paterna » y de una vida de fami-lia sembrada de insidias, se acordabade la tarde del 6 de febrero de 1898,cuando, con apenas 12 años y acom-pañado de su padre, pasaba su pri-mera noche en una de las habitacio-nes desnudas y angostas del Hermi-tage. Aquella misma mañana, al aban-donar Lachaud, se había despedido desu abuelo, Michel Berne, quien, comoJacob en la historia sagrada, le habíapuesto la mano sobre la cabeza, di-ciéndole en el dialecto del país «Adjimon Daude, preï bien la Sainte Viergiparme, te serez le plus heureux detous frores!» (¡Adiós, Daude3, reza mu-cho a la Virgen Santa por mí, tú serásel más feliz de tus hermanos! 4)

Uno de sus correos recuerda a«nuestro santo hermano Casimir», sutío abuelo Jacques Berne, nacido el17 de marzo de 1811 en St. Médard yfallecido el 10 de enero de 1887 en elHermitage5. Había sido HermanoMarista antes que él y Jean-Claudese acordaba de haber visitado sutumba “en el lado izquierdo de laavenida central del cementerio delHermitage”. Sin duda, en memoriade este tío recibirá el nombre de H.Claude-Casimir. En los Anales de las

casas (escuela de St. Médard), el H.Avit anota que el H. Casimir “ha pa-sado su vida en el huerto del Hermi-tage, donde actualmente (julio de1886) está el cementerio”.

Jean Claude Berne entra en el ju-niorado de La Valla el 6 de febrero de1898. En junio, es confirmado en laiglesia de Izieux por el cardenal Cou-llié, arzobispo de Lyon. Entra comopostulante en el Hermitage en octu-bre de 1900 y toma el hábito el 19 demarzo de 1901. Pronuncia sus prime-ros votos temporales el 15 de agostode 19026. Luego, es nombrado coci-nero, como era costumbre en laépoca7, a Moret-sur-Loing (Seine-et-Marne, al este de París). Sin duda,allí obtiene su diploma elemental(‘brevet’) en 1903.

Es un año especialmente dolo-roso ya que el 3 de abril, el gobiernoCombes notifica a la congregaciónsu disolución. Cada Hermano debepues hacer una opción difícil: mar-char al extranjero o bien quedarsecomo secularizado, vestido de civil ycon la amenaza de ser acusado porreorganización de congregación. Encontra de la mayoría de los jóveneshermanos, Jean-Claude Berne seráun hermano secularizado8.

38 Jean-Claude Berne, (H. Claude-Casimir) soldado de 1914 – 1918

3 Diminutivo de Claude. 4 Más feliz que tus hermanos. 5 Su ficha de inscripción indica que hizo su profesión temporal (voto de obediencia) el 10 de octubre

de 1841. Como nació en 1811, se trata pues de una vocación tardía. Hizo profesión perpetua el 25 de sep-tiembre de 1853.

6 Informaciones sacadas de su ficha de inscripción. Probablemente, con ocasión de su toma de há-bito o de sus primeros votos fue tomada su foto de joven hermano.

7 El hermano cocinero ayudaba también al hermano de la pequeña clase y preparaba su ‘brevet’. 8 Como era menor, su familia pudo oponerse a su marcha al extranjero o bien él mismo pudo optar

por la secularización.

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Así pues, llega a ser maestro enSt. Médard, su país natal desde octu-bre de 1903 a 1910, con una interrup-ción debida al servicio militar9. Con-vocado con la promoción 1905,10 seincorpora como soldado el 6 de oc-tubre de 1906, al 16º regimiento de in-fantería. Llega a ser cabo el 20 de ju-lio de 1907 y obtiene su certificado debuena conducta. Está en el serviciomilitar hasta el 25 de septiembre de1908. Pronuncia sus votos perpetuosen Arlon (Bélgica) en agosto de191011y luego, es profesor en el inter-nado de Valbenoîte, en St. Etienne,desde 1910 a 1913 y en St. Félicien

(Ardèche), desde 1913 a 1914. Desdeel 21 de agosto al 12 de septiembrede 1911, había realizado un periodode entrenamiento en el mismo regi-miento antes de ser «llamado al ser-vicio activo», con la declaración deguerra. Se incorpora a su cuerpo mi-litar el 4 de agosto de 191412.

Como muchos de los antiguoscombatientes “poilus”, hablará pocode su experiencia de la guerra, siendolo indescriptible por definición, difícilde expresar en lenguaje común. Aun-que ninguna de las menciones del re-gistro de inscripción nos informa so-bre su primer contacto con la guerra,la historia del 16º regimiento de infan-tería cuenta que tres trenes abando-nan Montbrison (Loira) el 6 de agostode 1914 en dirección a Los Vosgos, enla frontera franco-alemana. Despuésde tres días de detención y de ins-trucción acelerada, se reanuda lamarcha hacia el frente. El 14, el regi-miento pasa por el primer pueblodestruido donde reina un olor a carnequemada y atraviesa la frontera conla Lorena alemana el 16, bajo los pri-meros bombardeos enemigos13.

Únicamente dos cartas postalesdirigidas a su hermano mucho mástarde, en 1958-59, permiten adivinarel choque físico y psicológico de

Sr. Eric Perrin 39

9 Su ficha de inscripción solo indica su presencia en St. Médard en 1908. 10 ADL 1R153 – Registro de inscripción de la subdivisión de Montbrison para la promoción 1905. 11 Como las congregaciones estaban oficialmente suprimidas en Francia, las casas de formación y

de retiros están situadas en el extranjero. 12 16e Regimiento de infantería. Histórico del regimiento durante la guerra 1914-18. Montbrison, im-

prenta militar J.-L. Serre, 1919.13 El estado mayor francés había previsto una ofensiva en Alsacia-Lorena desde el inicio de la gue-

rra. Fracasa muy rápidamente.

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Jean-Claude Berne, joven hermano

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esta inhumanidad. La primera, desdeSt. Félicien, fechada el 13 de sep-tiembre de 1959, recuerda: “Esta fe-cha, 13 de septiembre, me recuerdade pronto, el 13 de septiembre de1914, justamente un domingo, sinduda, el más dramático de mi vida:hecho prisionero desde las 5 h. de lamañana, lluvia y balas durante todoel día, y para terminar, la metralla denuestro 7514 y ¡liberación por los za-padores alpinos!...”15. La historia del16º RI menciona en esta fecha la lle-gada a Picardía después de 15 díasde retirada. Error o no de memoria,el combate de Dreslincourt, donde elregimiento soporta el fuego nutridode los alemanes con grandes pérdi-das, tiene fecha del 16 y 17 de sep-tiembre de 1914. Siempre desde St.

Félicien, el 20 de septiembre de1958, una segunda carta postalanota “la más admirable escapadade mi vida”, evocando el 20 de sep-tiembre de 1914 “fecha de uno demis días de guerra más trágicos”.

En efecto, es el periodo de la gue-rra de progresión especialmente mor-tífero, antes de que los ejércitos seentierren en las trincheras. La mayoríade los 1037 hermanos maristas movi-lizados no conocerán esta fase al te-ner que regresar desde el extranjero,y entrarán en conflicto a partir de 1915.

Una carta postal dirigida por Jean-Claude Berne desde Puy-en-Velay el20 de enero de 1915, nos indica unabreve pausa en su vida militar:

El registro de inscripción mencionaluego, con fecha del 21 de febrero de1915, el destino de Jean-Claude Berneal 175º regimiento de infantería18. De

este periodo bajo la bandera del 175º RI,contará más tarde con ironía su «viajede bodas de 1915»19, en realidad, sutraslado a la batalla de los Dardanelos:

40 Jean-Claude Berne, (H. Claude-Casimir) soldado de 1914 – 1918

14 Nombre familiar del cañón en servicio en el ejército francés de calibre 75 mm. 15 Ninguno de los diarios de marcha de las unidades de Jean-Claude Berne se ha conservado. Es pues

difícil saber a qué acontecimientos precisos hace alusión (www.memoiredeshommes.sga.defense.gouv.fr).16 El internado de los Hermanos Maristas adonde quiere hacer una visita cuya duración calcula mal. 17 Neologismo. Una escapada es un acto que consiste en eludir sus obligaciones para divertirse. 18 En la web www.gallica.bnf.fr se puede consultar Historia del 175º regimiento de infantería durante

la guerra 1914-1918. 19 Carta leída en las bodas de oro de su hermano Michel Berne, el 14 de julio de 1961.

fms Cuadernos MARISTAS33

Queridos padres:

Les escribo delante de una complaciente botella de vino rosado antes de dejar a Benoît. He conseguido 4 días de permiso a contar desde el 21. […] Llegaré a St. Médard mañana juevespor la tarde o el viernes. Esto depende de Valbenoîte16.

Su aventurero (‘escapadeur’)17, Jaude 

Page 43: Cuadernos Maristas 33

En Moulins, stop, un bromista nos dice en voz alta: « ¡Vamos a Marseille!...» […] Al día siguiente, de mañana, en pleno sol del Midi, el regimiento desembarca en el parque de la ciudad de Marseille.Luego algunos gritos: « ¡Embarcamos! ». ¿Adónde vamos ?... ¿a Servia,… a Turquía,… a Grecia?...Saludamos a Bizerta, nos dirigimos hacia Malta, Creta, Mar Egeo, Patmos, Lemnos… Espera. De repente, nos movemos de nuevo para dirigirnos directamente hacia el Sur: 15 días en las costasde Alejandría… (de Egipto, vi algunas mansiones suntuosas, la invasión de pequeñas ranas, unanube de langostas, pero no divisé las pirámides)… Luego, cuando todas las alambradas estuvieronpreparadas hasta el agua, fuimos a desembarcar en los Dardanelos20. Herido el 11(¿o el 15?) de junio, fui evacuado a Lemnos y 15 días después era trasplantado al frente de los Dardanelos... Al ir a embarcarme, me cruzaba sin saberlo con alguien que conocía bien. Algunos días después,

Esta imagen, distribuida sin dudaa los soldados en la estación de Pa-ray-le-Monial, es típica de la sensi-bilidad de los católicos que com-bina el amor a la patria (bandera

tricolor) y la devoción al SagradoCorazón.

Pero el relato del « viaje de boda »continúa:

En la primavera de 1915, exactamente el 4 de marzo, Claude marchaba de nuevo al frente.

Del inicio de su viaje conservarátoda su vida una imagen-recuerdo,grapada a su diploma de comunión,acompañada del siguiente texto:

Bandera del Sagrado Corazón de Jesús que me fueofrecida a mí, Berne Jean-Claude, el 22 de marzo de 1915 cuando, soldado de la granguerra, atravesaba Paray-le-Monial creyendo que iba al frente francés y, sin embargo,marchaba a Oriente según un itinerario cambiado.Esta bandera me ha acompañado fielmente portodas partes hasta hoy en el Hermitage, el 24 de agosto de 1969 .

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20 La batalla de los Dardanelos o de Gallipoli tenía por objetivo apoderarse del mar de Mármara para po-der asediar a los turcos, controlar los flujos marítimos del Bósforo y eliminar el Imperio otomano de la guerramediante una acción naval. Después de la campaña naval, se emprendió una campaña terrestre. 75000 sol-dados aliados desembarcaron el 24 de abril de 1915. Pero el efecto sorpresa esperado no tuvo éxito. Un nuevodesembarco de tropas, el 6 de agosto, solo contribuyó a alargar la lista de víctimas. En el calor del verano, lossoldados aliados conocieron el infierno de las ratas, de la disentería, de la sed y de los insectos. Esta opera-ción fracasada produjo cerca de 250000 víctimas del lado de los aliados, y cerca de 211000 del lado otomano.Los supervivientes fueron evacuados desde diciembre de 1915 al 9 de enero de 1916. ¡Extraño viaje de bodas!

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Bandera del Sagrado Corazón de Jesús

Page 44: Cuadernos Maristas 33

Jean-Claude Berne y su hermanoBenoît, licenciados ambos, hacen usode una tradición folclórica favorecidapor el ambiente de fiesta de la gran

feria de Santa Catalina cantando unacanción tradicional en dialecto: la delsoldado de regreso de la guerra quequiere que su querida lo reconozca.

42 Jean-Claude Berne, (H. Claude-Casimir) soldado de 1914 – 1918

21 ADL 1R155 – Registro de inscripción de la subdivisión de Montbrison para la promoción 1907. Benoît Berne,nacido el 21 de mayo de 1887 en St. Médard. Promoción 1907. Herido el 1º de abril de 1917, está mencionadoen la orden del día del regimiento nº 40 del 3 de junio, “ametrallador bravo y valiente; ha continuado sirviéndosedel arma con calma y sangre fría a pesar de un violento combate de artillería”: Cruz de guerra, estrella de bronce.

22 Buenos de nuevo para el servicio. 23 Gran feria en St. Galmier (a una decena de km. de St. Médard) 24 Palabra de dialecto que significa « a » o « hacia » 25 En la versión francesa, por el H. Michel Fatisson.

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Benoît, del 2º Colonial, me cuenta su llegada a los Dardanelos21.Clandestinamente, hago averiguaciones y encuentro a mihermano. ¡Qué abrazos!... ¡en qué circunstancias!... ¡en quélugar!... Tres meses después, Benoît me dice: « ¡Estoyevacuado! »… Ocho días después, yo también […] Al cabo deocho días pasa un barco hospital […] Nos conduce aAlejandría… Un régimen obligado de 4 lavados por día paralavar la ictericia y 2 tazas de leche por el asunto de laalimentación y al cabo de ocho días, el médico que no nos habíavisto, declara que habíamos ganado la partida. Henos aquí depie a los dos: ¡mi hermano 42 kg., yo, 44!... 45 días deconvalecencia y ¡repuestos (‘re-bons’)22 para el servicio!… 23de noviembre (1915) desembarco en Marseille tras unatravesía muy agitada (una tarde, el balanceo me hizo sentarsobre un plato de macarrones…) Y el 25 de noviembre, día deSanta Catalina, fiesta de mamá y grand fèri vé Saint Garmin23.Llegado a las 10 ½ de la noche a Viricelles y a medianoche a‘vé’ 24 Lachaud, donde yo creía enferma a mi madre. Una ideaoriginal, como con bastante frecuencia, me atravesó el cerebro.

Original en patois (dialecto)

Et pan, pan, pan ! à grands coups de bo-ton à la petchita porta !… Veux-tu savoil’histoire d’un grenadier !… Il partit pour laguerre… Elle dura bien sè-tan-an !…Et pan,pan, pan ! Au bout de la septième sa portevint frapper pan, pan, pan ! Ouvrez-moidonc main’zello. Ouvrez au grenadier !…

Traducción al español25

Y ¡pan, pan, pan! con fuertes golpes debastón en la puertecita… ¿Quieres conocerla historia de un granadero? ... Se marchóa la guerra… que duró bien siete años... Y¡pan, pan, pan! Al final del séptimo vino agolpear su puerta ¡pan, pan, pan! ¡Ábreme,señorita. Abre al granadero !...

Los dos hermanos Berne hospitalizados.Jean-Claude está de pie.

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La canción continúa:

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Sorpresa de la familia que protesta:

J’entends le loquet de la porta de la méson

qu s’ure… Et le père Jean Marie que guèle;

« Ou fodre po to zou crevo !… Et de la fe-

nêtra de la chombra la Marie que criait :

« Ou vé de soulans que venons de la fairi…

laissi lou don guélo… ».

Oigo el postigo de la puerta de la casa que

se abre… y el padre Jean-Marie que vo-

cea: «No sería necesario reventar todo» Y

desde la ventana de la habitación María26

que gritaba: «Son unos borrachos que vie-

nen de la feria… déjalos vociferar».

Bon jou, bon jou ma demoisello, connais-tu

grenadierer ? (parlé) Non, non beau mili-

taire, connais point grenadier !... (chanté)

Qu’on apporte des cartes, aux cartes allons

jouer, allons jouer la bello... La bello connai-

trezez mé. Et pan, pan, pan.

Buenos días, buenos días señorita, ¿cono-

ces al granadero? (hablado) ¡No, no buen

soldado, no conozco al granadero! (can-

tado) Que traigan cartas, juguemos a las

cartas, juguemos a la “belote”… A la “be-

lote” me reconocerás. Y ¡pan, pan, pan!

Le papo djize plus rin et Marie s’ètche qué-

zia, et la maman malade… et je me dis :

« Faudrait pas leur faire trop peur fât. Et moi

qui n’en savais plus de la chanson… Allons

chanta don Benoît, que je nin sé plus !...

El padre ya no dice nada y María se ha ca-

llado, y la madre enferma… y me digo: «No

sería necesario causarles demasiado miedo,

¿no? Y yo que ya no sabía la canción… Va-

mos, canta Benoît, ¡ya no sé más!...

La familia está perpleja y el bromista se dirige a su hermano, revelando suidentidad.

Ah !... il an trop parlo... il an trop parlo !... Etle père Jean Marie vint ouvrir la petchitaporta... Vous devinez le reste... ».

¡Ah! ¡han hablado demasiado!...¡han habladodemasiado!...Y el padre Jean-Marie vienepara abrir la puertecita… adivinan el resto…».

La familia los reconoce: los abre y se felicitan gozosamente.

26 ¿Sirvienta o pariente?

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27 En la web www.gallica.bnf.fr se puede consultar Historia del 52º regimiento de infantería durantela guerra 1914-1918.

En cuanto a J.C. Berne, como lomenciona el registro de inscripción,está incorporado al 52º R.I. desde el 26de abril de 1916. Desde esta fecha has-ta el final de la guerra, su vida nos esconocida únicamente por los honoresmilitares que recibe. Está mencionadoen la orden del 52º de infantería nº 167del 30 de mayo de 1918: “Agente deenlace, con gran sangre fría, ha cum-

plido su servicio con abnegación y va-lentía durante 12 días en circunstanciasverdaderamente difíciles y peligrosasa causa de los violentos bombardeosenemigos”. Es nombrado sargento el23 de junio de 191827. Herido tres ve-ces a lo largo de la guerra, es conde-corado con la Cruz de guerra y con laMedalla militar el 15 de septiembre de1918, con esta mención:

44 Jean-Claude Berne, (H. Claude-Casimir) soldado de 1914 – 1918

fms Cuadernos MARISTAS33

Muy querido hermano.

He recibido tu simpática carta que me ha complacido al saber que estás bien de salud en la Palud, y sobre todo al calor en tu cocina. En cuanto a mí, después de haber pasado una mala temporada enlas trincheras, estoy ahora descansando y con buena salud menos en los pies que habíancomenzado a helarse. Aquí, tenemos un clima húmedo y frío. En fin, cada tarde voy a la iglesia para reanimarme en la oración. En ese momento pienso en toda la familia. Recibe, querido hermano, el afecto de tu hermano que te quiere y que piensa en ti.

Berne

Este relato nos presenta unamuestra excepcional de la culturagenuina de numerosos hermanosprocedentes de familias donde eldialecto franco-provenzal perma-nece aún muy vivo y donde la vidasocial y familiar no descarta laschanzas y bromas. La guerra ace-lerará con fuerza el ocaso de estacultura.

Pero esta autorización solo es unapausa extraña en una guerra intermi-nable. Una carta de su hermano Be-noît del 10 de marzo de 1916, escrita alápiz en un papel a causa de la cen-sura militar, nos permite saber queJean-Claude es cabo en el 175º de in-fantería, compañía C, en La Palud(Vaucluse), muy lejos del frente. Mani-fiesta a la vez, humor, estoicismo, pie-dad sincera y afecto:

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Reintegrado como Hermano Ma-rista profesor, figura como profesor-director en Monastier sur Gazeilledesde 1919 a 193528, en Panissièresdesde 1935 a 1936, en St. Julien Mol-hesabate desde 1936 a 195729. Pro-fesor y más tarde jubilado en St. Fé-licien desde 1957 a 1969. En una cartade 1959, con ocasión de un resfriadoque le ha obligado a guardar cama,recuerda con discreción, el regresode sus traumatismos de guerra:

“Todo aparece de nuevo: disentería de los Dardanelos y fiebre palúdica… y cuanto más alboroto arman todos estos microbios,más me callo”.

Retirado en N.D. del Hermitage apartir de 1969, el Hermano ClaudeCasimir Berne fallece el 22 de julio de1974.

Jean-Claude Berne (H. Claude-Casimir) es, en el más pleno sentidodel término, un antiguo combatienteque ha conocido, en poco más decuatro años, tres formas de guerra:la de los primeros meses que, al pa-recer, le ha dejado los recuerdos

más profundos; la expedición de losDardanelos (1915), descrita de formabastante detallada, donde ha sidoherido y víctima de la enfermedad; fi-nalmente, la guerra de trincheras(1916-1918), sin duda la más penosay sobre la que se ha mantenido dis-creto a pesar de sus heridas y desus condecoraciones. Como la ma-yoría de los antiguos combatientes,

Sr. Eric Perrin 45

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Excelente sub-oficial que se ha distinguido por su valentía y su sangre fría a lo largo de las operaciones de los días 27, 28 de julio de 1918. Ha sido herido en el curso de un contraataque. Dos heridas anteriores. Una mención de honor.

Pétain

28 Su ficha de inscripción señala que ha emitido el voto de estabilidad el 15 de septiembre de 1927y que está destinado al Hermitage como reclutador en 1931-32.

29 Según el hermano Joannès Fontanay, que lo ha conocido, habría sido muy apreciado en este municipio.

H. Claude Casimir (J.C. Berne)

Page 48: Cuadernos Maristas 33

quedará señalado de por vida acausa de las penalidades sufridas.

Como Hermano Marista, resulta nomenos interesante. A lo largo de sucorrespondencia distinguimos ras-gos característicos de la cultura demuchos Hermanos procedentes deambientes rurales, cercanos geográ-

fica y culturalmente al Instituto en la bi-sagra de los siglos XIX y XX. Es bas-tante simbólico de una generación deHermanos nacidos hacia 1885, falle-cidos hacia 1960-70, que habrán atra-vesado un corto siglo XX, hecho deconvulsiones y de tragedias, sin re-nunciar a una fidelidad cuyos mereci-mientos apenas sueñan en proclamar.

46 Jean-Claude Berne, (H. Claude-Casimir) soldado de 1914 – 1918

fms Cuadernos MARISTAS33

Page 49: Cuadernos Maristas 33

INTRODUCCIÓN

En esta sección en la que analiza-mos el desarrollo de Colin y Cham-pagnat como maristas, vamos a cen-trarnos en las cartas del período queva, más o menos, de 1828 a 1835.

El primer aspecto que destaca eneste tiempo es el asunto de la elec-ción de un “superior central” porparte de los padres maristas, conautoridad sobre los presbíteros aspi-rantes de las diócesis de Lyon y Be-lley. Champagnat insiste mucho eneste tema, lo que da como resultadola elección de Colin como líder. Los

maristas de Lyon eligen después aChampagnat como cabeza dentrode la archidiócesis, iniciativa que esconfirmada por las autoridades ecle-siásticas.

A continuación vienen los contra-tiempos causados a los maristas porla Revolución Francesa de 1830, a locual le sigue una exposición de losproblemas que se producen a raíz deltraslado de algunos de los presbíterosmaristas a la localidad de Valbenoîte.Ante las circunstancias, Colin proponeque se elija un nuevo superior en la ar-chidiócesis, pero al ver que allí seoponen a dicha idea, decide dar lar-

Frederick McMahon, fms 47

CHAMPAGNAT Y COLINMaristas en su procesode desarollo

H. Frederick McMahon

E S T U D I O S

Estudio en tres partes del desarrollo personal y espiritual de Jean-ClaudeColin SM y Marcelino Champagnat SM, y la relación entre ambos en sus res-pectivos apostolados. También se examinan las cartas por su contenido entorno a acontecimientos y personas.

2ª PARTE

Revelaciones de las cartasCorrespondencia: 1828-1835

Page 50: Cuadernos Maristas 33

gas al asunto. También habrá desen-cuentros con el asunto de los Herma-nos José, cuando los planes de Colinsiembran el malestar en Champagnaty algunos de sus Hermanos.

La marcha de algunos padresmaristas de Lyon que estaban en elHermitage para irse a otros camposde apostolado se refleja en las acti-vidades de Pompallier y Forest enlas misiones parroquiales, así comoen la asociación de Pompallier conuna confraternidad terciaria de hom-bres y un grupo de “vírgenes cristia-nas” para mujeres. La propuesta di-ferida de Colin de elegir a otroresponsable para el grupo de maris-tas de Lyon se materializa finalmentey concluye con la elección del padreSéon como líder.

Colin viaja a Roma en busca de laaprobación de la congregación ma-rista. Dentro de su diócesis, está deacuerdo con monseñor Devie, quequiere que Champagnat abra unaescuela de formación agrícola enBresse.

La fastidiosa Valbenoîte aparecede nuevo en escena cuando Cham-

pagnat manifiesta su honda preocu-pación por la salud espiritual de lospresbíteros maristas aspirantes queresiden allí. Como remedio, ofrece ala archidiócesis una magnífica pro-piedad, en un lugar apartado, paraalojamiento de los presbíteros. Por loque se refiere a este tema, Colinmuestra su apoyo al padre Séon, su-perior del grupo de Valbenoîte.

La sección final de la 2ª Partetrata de la correspondencia en tornoal asunto de los Hermanos José enel movimiento marista, así como elrechazo de Champagnat a la pro-puesta de dedicar hermanos maris-tas al oficio de sacristanes.

Examinaremos ahora las cartasde Colin a Champagnat, en todo o enparte, reflexionando en las clavesque ofrecen para la interpretación delos acontecimientos relevantes de lahistoria marista y en lo que revelanacerca de las personas implicadas.

Tenemos una temprana carta deColin a su compañero Champagnatfechada el 22 de mayo de 1828, en laque se dice lo siguiente, entre otrascosas:

48 Champagnat y Colin

fms Cuadernos MARISTAS33

Mi querido amigo:

No le contaré nada sobre los viajes que hemos realizado en la última campaña. El buen Dios tuvo abien seguir protegiéndonos y coronar nuestros pequeños esfuerzos con cierto éxito para lasalvación de las almas. Yo contraje una enfermedad que me duró casi dos meses, pero finalmenteaquí estoy, dispuesto a ponerme en marcha de nuevo. Cuando venga usted a Belley, verá el nuevoedificio que se está construyendo en Bon Repos, y también a la novicia que envió a la comunidad.Las Hermanas están muy contentas con ella. El P. Déclas se alegrará de volver a verle y, entretanto,

Page 51: Cuadernos Maristas 33

He aquí una carta optimista y go-zosa de un hombre que ha sufrido fí-sicamente a causa de las exigenciasdel trabajo apostólico que está des-arrollando con entusiasmo.

Hay también alguna fina ironía enla parte final de la carta (que aquí noregistramos). Colin bromea sobre elascenso de Terraillon en la archidió-cesis, a quien todavía espera man-tener como marista.

La referencia al crecimiento de lacongregación de las Hermanas esclara, como lo es también —en la ex-hortación espiritual del penúltimo pá-rrafo— la conciencia visible de lide-razgo por parte de Colin.

Luego, en 1829, cuando el P. Pi-chat falleció repentinamente a los

cuarenta y un años dejando vacanteel cargo de superior del seminariomenor, monseñor Devie nombró aColin para ese puesto a pesar de susreticencias. De esta manera los ma-ristas de Belley estaban ahora com-prometidos en dos apostolados prin-cipales: como misioneros diocesanos,predicando en las parroquias; y comomiembros del profesorado de un se-minario menor que era, a la vez, uncolegio de secundaria. Conviene re-cordar que en las aulas del semina-rio se admitía también a un cierto nú-mero de alumnos que no spiraban alpresbiterado.

Es posible que, al designar a Co-lin para esta nueva función, Devie es-tuviera influenciado por los comen-tarios del Vicario general De la Croix,quien era consciente del cansancio

Frederick McMahon, fms 49

1 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 182.

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le expresa sus mejores deseos, lo mismo que hacen el P. Pichat y mi hermano.En medio del rápido éxito que tiene su obra, me complace que la cruz aparezca de cuando encuando. Es la mejor prueba del amor que Dios tiene a sus hermanos. Dígales que los llevo siempreen mi recuerdo, que los abrazo a todos y que me encomiendo a sus oraciones.

Recibiremos con agrado y gratitud los estipendios de misas de los que nos habla, porque en estaregión montañosa apenas recibimos alguno que otro. Podría traerlos consigo cuando venga, si no lesupone mucha molestia. He encontrado en mi breviario un recuerdo del P. Séon; lo guardo como oroen paño. Para los dos, mil abrazos en los corazones de Jesús y María.

Tengo el honor de ser, con estima y afecto especial,su humilde y obediente servidor

Colin, junior, misionero.1

Page 52: Cuadernos Maristas 33

que hacía mella en los misioneros delBugey, en particular Colin. Aunque co-nocía la falta de experiencia de Jean-Claude en el terreno de la enseñan-za secundaria, Devie había quedadoimpresionado por su excelente laboren la misión del Bugey. Confiaba en elhombre que había elegido.

Tras su nombramiento como su-perior del centro de Belley en la Pas-cua de 1829, Colin se entregó a lasmúltiples tareas que que le surgíanaquí y allá. A primeros de enero de1830 los Padres Champagnat, Bour-din y Pompallier —que había reem-plazado a Séon en el Hermitage en el

otoño de 1829— volvieron del retirode Belley. Lo que propusieron enaquella ocasión los aspirantes maris-tas, tanto de Belley como del Hermi-tage, sobre la reunión proyectada enLyon para la elección de un superiorcentral, viene relatado en la siguientecarta de Jean-Claude Colin. Se tra-taba de una idea pensada para for-talecer la unidad de los dos grupos ala vez que se mantenía a sus miem-bros bajo la dependencia inmediatade las autoridades eclesiásticas. Enestas líneas, Colin invita a Champag-nat a preparar el camino para laaprobación de esta idea por partedel Consejo archidiocesano:

50 Champagnat y Colin

fms Cuadernos MARISTAS33

M. Champagnat (o en su ausencia, el que lo reemplace). Belley, 25 de enero de 1830.

Querido cohermano:

He tratado de encontrar tiempo para escribirle, y finalmente —aunque a duras penas— lo heconseguido. Todos nos alegramos de saber que tuvo un feliz viaje de vuelta de Belley al Hermitage,lo mismo que los dos misioneros [Padres Bourdin y Pompallier]. Fue muy grato tenerlos connosotros en Belley; el retiro transcurrió muy bien [se trata de un retiro que dieron Bourdin yPompallier a los seminaristas menores de Belley]. Estoy seguro de que el recuerdo que dejarondurará mucho tiempo. Fue una pena que los tres tuvieran que marcharse tan pronto.En el frente de Belley, todo parece conducir al éxito de la obra de María. No sé cómo lo ven los deLyon. Ustedes podrían preparar el camino gradualmente y predisponer los corazones a favor de uncentro de unidad, es decir, intentar convencer al Consejo archidiocesano de Lyon para que dé suacuerdo al nombramiento de un superior central. Esto se realizaría sin apartarnos, por ahora, delcontrol de nuestros respectivos superiores [los obispos De Pins y Devie], teniéndolos al corriente delas cosas, e incluso indicándoles la fecha de nuestra reunión en Lyon, a fin de disponerlos para quelo vean favorablemente y nos den su consentimiento. Nuestros misioneros aún siguen con su labor. Uno de ellos, el P. Girard, ha estado gravementeenfermo, pero ya se ha recuperado.Los Padres Pompallier y Bourdin han prometido volver a Belley en la Cuaresma. Nuestro obispo, queparece tenerles en alta estima, me ha encargado que les haga recordar su promesa. Ellos daránvarios sermones en la catedral o en cualquier otra parte. Trate de hacer lo que esté en su mano paraque no nos veamos privados del placer de volver a verlos pronto. Vaya mi abrazo cordial para ambos.

Page 53: Cuadernos Maristas 33

Unas tres semanas más tarde,Colin escribe de nuevo a Champag-nat, quien ya le había informado sobrelos pasos que quería dar para obte-ner la autorización de los Hermanos.Champagnat había sugerido también

que los maristas eligiesen un superiorcentral para los presbíteros sin ha-blar con los obispos respectivos. Co-lin no tardó en responder, aprobandola primera parte de la propuesta, perorechazando con firmeza la segunda:

Frederick McMahon, fms 51

2 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 209.3 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O. M. 1, Doc. 212t.

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Mientras estamos a la espera de reunirnos en Lyon, tal como se decidió, pidamos a nuestra tiernaMadre que prepare los corazones y las mentes para que finalmente pueda ella reunir a sus hijosdispersos bajo una misma Regla y nos inflame a todos con el fuego del divino amor, llenándonos deun santo celo por la salvación de las almas. En Belley están todos bien; hablo de los que son de suincumbencia.

Créame que soy, con mi afecto más sincero,su humilde y entregado cohermano,

Colin, Superior.2

Belley, 13 de febrero de 1830.Querido cohermano:

No he podido contestarle antes porque en dos ocasiones fui a casa de monseñor y en ambas me fueimposible hablar con nuestro digno obispo. Al final, me insistió que le aconsejara a usted queconsiguiera la aprobación de los Hermanos sobre la base de Estatutos de Hermanos ya autorizados.Él piensa que por este camino habría menos obstáculos. Ha escrito a Valence.Por lo que se refiere a la propuesta de elegir un centro de unidad en secreto, lo rechazamos con másfirmeza que nunca. Nosotros nunca hemos hecho nada en favor de la obra de María ocultamente y sinconocimiento de los superiores. No empecemos a cambiar esta manera de actuar; debemos seguirpor el camino recto hacia la meta. La obra sólo está encontrando dificultades en Lyon, en ningún otrolugar. Dios lo quiere así para purificarla, pero no nos desalentemos. Pienso que usted debería dirigiruna petición a sus superiores y, si se puede hablar así y usted está de acuerdo, ya le diremos en quésentido creemos que habría que impulsar el asunto. Mándenos respuesta y, si la propuesta le pareceadecuada, trasladaremos nuestras ideas con prontitud. Reciba mi abrazo cordial.

Soy, con respeto, su humilde y obediente servidor,

Colin, Superior.3

Page 54: Cuadernos Maristas 33

Viendo que era imposible obtenerla aprobación para una reunión decarácter interdiocesano de aspiran-tes maristas o para conseguir unacta que afirmara la naturaleza reli-giosa de la Sociedad y su caráctersupradiocesano, Colin estaba entrela espada y la pared. Habían pasadonueve meses desde el encuentro de

Belley donde los maristas habían de-cidido en principio realizar la elec-ción. Champagnat, sintiendo que elretraso podría “alargarse hasta el díadel juicio final”5, presionó a Colin. Ensu respuesta del 10 de septiembrede 1830, Colin se mostraba sutil-mente cauteloso al sugerir razonespara la dilación:

Champagnat ya había habladoanteriormente con monseñor Deviesobre el tema de la autorización legalde los Hermanos. Devie, que habíasido antes Vicario general de Va-lence, donde los Hermanos de la Ins-trucción Cristiana habían obtenido laaprobación en 1823, podía ser unapersona muy útil en lo relativo al pro-yecto de autorización. Lamentable-mente para Champagnat, el arzo-

bispo de Lyon, monseñor De Pinsprefería un método distinto: el re-curso directo al gobierno.

El señor Cattet, Vicario general,en una carta dirigida a Champagnatcon fecha de 18 de febrero, da en-tender que Champagnat ya habíacontactado con las autoridades deLyon en lo relativo a la reunión pro-puesta de los maristas:

52 Champagnat y Colin

4 Carta del P. Cattet al P. Champagnat, O. M. 1, Doc. 213, Líneas 30-34.5 W. Shakespeare, “Macbeth”, Act IV. i. 117.

fms Cuadernos MARISTAS33

No podemos hacer nada en lo que se refiere a los presbíteros. Para celebrar la reunión y extender la Sociedad más alla de la archidiócesis es necesario o que el Papa intervenga o que los obispos estén de acuerdo.4

Al P. Champagnat, presbítero, Belley, 10 de septiembre de 1830.residente en Nuestra Señora del Hermitage, cerca de St Chamond, Loire.

Querido amigo:

He tardado bastante en contestar a sus cartas. No me lo tome en cuenta, ya que no se debe aindiferencia u olvido. Luego irá viendo las razones que me movieron a dedicar largo tiempo aconsiderar los asuntos.

Page 55: Cuadernos Maristas 33

Es posible que el encuentro enLyon entre Champagnat y Colin, su-gerido por éste en la carta, se reali-zase finalmente, dado que fue enseptiembre u octubre de 1830cuando se reunió el grupo marista.Septiembre, en mitad de las vaca-ciones, era sin duda un momentooportuno. Obviamente, los recelosde Colin sobre un encuentro clan-destino venían motivados por la crisispolítica de la Revolución de julio y porla posible reacción adversa de lasadministraciones diocesanas.

Nos consta, por ejemplo, que lacancillería de Lyon se había manifes-tado contraria a la cita. A pesar detodo, la vacilación de Colin había ido re-mitiendo paulatinamente y había pre-valecido el empuje de Champagnat.Los hombres de Lyon viajaron a Belley(con la excepción de Terraillon). Allí, elgrupo combinado eligió a Jean-Clau-de Colin como superior central de lasdos secciones. También se acordóque el grupo de Lyon eligiera un su-perior local (rector provincial), quedependería del superior central.

Frederick McMahon, fms 53

6 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 220.A pesar de las primeros dudas de Colin, los maristas de Lyon en este período estuvieron mejor acep-

tados por las autoridades archidiocesanas que sus compañeros de Belley con sus autoridades ecle-siásticas. En una carta del P. Cattet fechada el 18.12.30 (O.M. 1. Doc. 226—18) se le nombraba oficialmentea Champagnat superior de la Sociedad de María en Lyon.

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Yo todavía valoro la obra de la Bienaventurada Virgen María, más que nunca; las circunstancias deestos tiempos sólo sirven para aumentar mi confianza y mi coraje. Pero no sé si sería prudente enestos momentos tener la reunión que usted pide. Sé que es necesario para nuestra piadosaempresa buscar un punto de encuentro central. Yo lo deseo tanto como usted, pero no me parecesensato poner a la gente en viajes en estos tiempos. Más aún, para la elección tendríamos que estartodos juntos. Nosotros somos siete; ustedes sólo cuatro; les resultará más fácil moverse a ustedesque a nosotros.Inclusive, si nos reunimos, aunque sea durante unos pocos días, sin el consentimiento de nuestrossuperiores, ellos se ofenderán. Creo, por tanto, que debemos esperar a que llegue una ocasión máspropicia, salvo que tomemos la decisión de realizar esta elección secretamente por carta,recogiendo los votos de allá y de acá. Este último método no me parece el mejor.Seamos pacientes; trabajemos en formarnos bien. A mí no me molestará que ustedes aumenten.Escríbanos para indicarnos lo que piensa de nuestra manera de ver las cosas.El P. Terraillon, a quien abrazo de corazón, ha enviado 300 misas y usted 100. Les doy las gracias alos dos. Si tiene que viajar a Lyon, escríbame; cabe la posibilidad de que yo vaya allá para hablar conusted. Transmita mis mejores deseos a sus tres compañeros; a todos, un abrazo cordial. Nuestrospresbíteros también les envían afectuosos saludos. Los nuevos miembros estarían encantados deconocerles.

Creame por siempre, con una estima y afecto especial,su entregado servidor y hermano,

Colin.6

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La carta siguiente, que nos familia-riza directamente con estos hechos,no revela ni la fecha exacta ni los nom-bres de los participantes, ni se guar-daron las actas de la elección efec-

tuada. Pero el hecho en sí de la elec-ción es incuestionable, y Jean-ClaudeColin, ansioso ante todo de mantenerla unidad de la obra, se dirige a suscompañeros en calidad de superior:

54 Champagnat y Colin

fms Cuadernos MARISTAS33

Belley, 22 de octubre de 1830.

Queridos cohermanos,

Que la gracia, paz y misericordia de Nuestro Señor Jesucristo estén con todos ustedes. He tardadoen escribirless más tiempo de lo que deseaba. No se ha debido al olvido, ya que les tengo presentesen mi recuerdo todos los días y varias veces cada día, sino a un sentimiento de confusion y sorpresaante esta elección que yo no esperaba, y que sólo puede dañar al proyecto al que todos aspiramos ypor el que me siento dispuesto a sacrificarlo todo, si tal fuera la voluntad de Dios y María nuestraMadre. Me consuela, sin embargo, que su elección sea sólo provisional y que, en otra reunión, elSeñor les mostrará a quién tenía destinado desde toda la eternidad para dirigir nuestra piadosa obrapara su mayor gloria y para la salvación de cada uno de nosotros.Mientras tanto, queridos cohermanos, amémonos unos a otros como miembros de un mismo cuerpo,del cual Cristo es la cabeza. Que no haya entre nosotros ni controversia ni especie alguna decontrariedad que, sin destruir la caridad, empañan su dulzura. Sin ser religiosos, debemos tratar deaprender las virtudes del religioso, para acostumbrarnos a amar la pobreza como a nuestra madre,así como la humildad y obediencia siguiendo el ejemplo de Jesús y María, nuestros divinos modelos.Estas virtudes, tan necesarias para el religioso, serán para nosotros una fuente inagotable de esapaz que disfrutan los hijos de Dios incluso aquí abajo. Es en el noviciado donde los novicios seforman particularmente en la virtud. Considerémonos nosotros como novicios y, para tener el méritode la obediencia, escojan entre ustedes el que ha de estar al frente de los demás. Quizá lespreocupe el tema de la edad. Recordemos que el mérito se halla mucho menos en el mando que enel hecho de la dependencia, y que el hombre más feliz no es el que manda sino el que obedece poramor a Dios. A su debido tiempo, y por medios seguros, le enviaré el plan de la Sociedad, que usted podráentregar a los que solicitan agregarse. Y para ustedes propiamente, un sumario de reglas prácticaspara el presente. Mientras tanto, éstas son nuestras prácticas en Belley: empleamos unas sietehoras en dormir; rezamos tres avemarías y el Sub al ir a acostarnos y al levantarnos; tenemos laoración de la tarde y la de la mañana y la meditación en común; también recitamos juntos el Oficio alas horas fijadas; cada día los presbíteros reciben una conferencia sobre Teología cuando están encasa. Por lo que se refiere al establecimiento de los Hermanos y un grupo de misioneros en la Côte-St-André, diócesis de Grenoble, si usted no ve dificultad en ello, daremos los pasos necesarios paraapoyarlo y entrar en las miras de ese presbítero [P.Douillet]. Pero debemos dejar claro que losHermanos dependen de la casa madre de Lyon y también que el grupo de misioneros está unido alos otros miembros de la Sociedad. Todo lo demás, lo dejamos en su mano. Si alguno de ustedes

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Esta es una carta muy significativaen la que se muestra la reticencia deColin a asumir el cargo de superiordel grupo, pero, al mismo tiempo, yen beneficio de la Sociedad de Maríaen su conjunto, conscientementeejerce sus funciones como líder. Eluso del “nosotros” —plural mayestá-tico— pone de manifiesto la acepta-ción del liderazgo; la directriz quemarca para la expansión en la dió-cesis de Grenoble refleja lo mismo.Más aún, sus exhortaciones espiri-tuales están decididamente en la lí-nea del papel de superior.

Cabe advertir que la referencia aBourdin y Séon —“a los que lleva-mos sin ver largo tiempo”— es unaseñal de que estos presbíteros qui-zás no estuvieron presentes en laelección del superior central.

También hay que indicar que lospresbíteros maristas aspirantes deLyon y Belley se estaban moviendo

ahora en apostolados similares. Lospresbíteros de Belley estaban com-prometidos en las misiones parro-quiales y en la enseñanza secunda-ria del seminario menor. Y lospresbíteros maristas que vivían en elHermitage, comenzando con Pom-pallier y Bourdin, se estaban impli-cando ahora en la impartición de re-tiros, en las misiones parroquiales yen la formación de los Hermanos deChampagnat para la vida religiosa yel apostolado educativo.

Poco después de su vuelta al Her-mitage, los padres maristas de Lyonse reunieron para elegir un rectorprovincial. Pasaron cinco días en ora-ción, reuniones y debates antes deproceder a la elección. Las actas deestos procedimientos se han conser-vado, y constituyen el primer registroconocido de una reunión de los aspi-rantes maristas. También se elaboróun sumario de reglas para la vida co-munitaria, probablemente redactado

Frederick McMahon, fms 55

7 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 221.

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tiene ocasión de ver al obispo de Grenoble, que no dude en informarle sobre nuestros objetivos y losplanes de nuestra Sociedad. Los padres de Belley que están particularmente vinculados a usted, le abrazan de corazón. Y yohago lo mismo, especialmente respecto de los padres Bourdin y Séon, a los que llevamos sin verlargo tiempo.Llenémonos de coraje y pongamos nuestra confianza únicamente en Jesús y María. No permitamosque los problemas o el desaliento se adueñen de nuestras almas. Llega el tiempo en que nuestraunión se hará todavía más perfecta en la tierra y eterna en el cielo.

Créanme, todos, que soy con especial afecto, su entregado servidor,

Colin, Superior.7

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por Pompallier. Los jóvenes presbíte-ros eligieron al miembro más vete-rano, el experimentado Champagnat,como líder, a pesar del intenso trabajoque tenía dirigiendo la congregaciónde los Hermanos educadores, quese hallaba en continua expansión.

Un mes después de escribir a suscohermanos de Lyon, Colin se pusoen contacto con Champagnat denuevo en torno a un tema que des-pués habría de causar mucho ma-lestar: la situación de Valbenoîte. Es-cribe:

56 Champagnat y Colin

8 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 222.

fms Cuadernos MARISTAS33

Belley, 24 de noviembre de 1830.Querido cohermano:

Me alegró mucho recibir carta suya, así como del P. Bourdin. Pensamos que sus acuerdos con elpárroco de Valbenoîte [P. Rouchon] han de traer grandes ventajas para nuestro proyecto. Losestablecimientos que se fundan en período de tormentas suelen ser más sólidos y más estables.[Ésta es una referencia a las incertidumbres que provocaba la situación política en Francia por aquelentonces, no a problemas con las acuerdos]…Si puedo ausentarme algunos días, con sumo gusto iré al Hermitage. Qué alegría verles a todos ypoder discutir varios asuntos relativos a nuestra Sociedad. Podrían indicarme la semana exacta enque coincidirán todos allí. Pero yo apenas soy dueño de mi propia casa. Cuanto más lo analizo, más dificultades veo para elaborar un sumario de las Reglas para ustedes, yes por una razón: las tendríamos que lee y debatir entre todos a fin de evitar serios inconvenientesmás tarde. Dígame si no es esto correcto. Pienso que las regulaciones para la semana, el mes y el año, junto con los ejercicios de cada día les bastaránpor el momento. Insisto una vez más, no serán practicables a menos que la comunidad se halle presente.Le escribo con alguna prisa; nuestro retiro está para comenzar y sólo tengo tiempo para decirle quehe anotado 600 misas a su crédito.He escrito una larga carta al P. Cholleton. Espero verle, si puedo ir al Hermitage. Sus cohermanos deBelley le mandan un abrazo, al igual que yo.

Su entregado servidor, Colin, Superior.

P.S. Se me olvidó decirle que estoy pensando en renovar nuestra correspondencia con el anteriorNuncio en Paris, actualmente Cardenal. Pero de eso ya le hablaré más adelante.8

El prelado aludido es VincenzoMacchi, nombrado cardenal el 2 deoctubre de 1826. Parece obvio queColin espera perseguir el estableci-miento de la Sociedad de María conel apoyo de su anterior amistad.

Por lo que se refiere al P. Rouchon,los presbíteros maristas del Hermitagehabían recibido indicaciones del Vica-rio general Cattet para que enviaran auno de sus miembros a Valbenoîte aayudar a Rouchon en el tiempo de Pas-

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cua. Rouchon tenía intención de unir-se a los maristas a través de un acuer-do más estable, que él estableceríamás tarde, con harto sentimiento deChampagnat por diversos motivos.

Dos semanas después de lacarta que escribió Colin a finales denoviembre llegó otra para Cham-pagnat y los otros maristas del Her-mitage:

Frederick McMahon, fms 57

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Belly, 6 de diciembre de 1830.Queridos cohermanos:

…No me es posible viajar al Hermitage esta vez: 1º. Porque dicen que los presbíteros son arrestadosa las primeras de cambio. 2º. Porque nuestra casa exige que yo esté presente en estos momentosdifíciles. 3º. Porque, desde un aspecto importante, mi viaje no daría el resultado que deseo. … Sinembargo, les ruego que me crean que no estoy menos ansioso que ustedes de poder realizar este viajepara hablar y deliberar juntos. No creo que sea aconsejable para ustedes que envíe el sumario de lasreglas. Sopesándolo bien, creo que deberíamos discutirlas entre todos, reunidos en consejo. LaProvidencia nos brindará oportunidad. Mantengámonos fuertes; muy pronto llegará el tiempo en que nuestra obra se expansione más y más.Actúen siempre en común, para que tengan la recompensa de la obediencia y reine así la mayor uniónentre todos. Me parece que éste no es el momento de establecerse en Valbenoîte; estarán quizá másseguros en el Hermitage. Consulten bien con el Señor. Estos tiempos no son propicios para la acción,sino más bien para formarse en las virtudes religiosas, especialmente en la abnegación.No comentemos nada, todavía, de lo que sucedió en nuestra última reunión en Belley. La elección se harealizado como si fuese una iniciativa llevada a cabo entre nosotros solamente, pero con el tiempodebe hacerse obvia a nuestros superiores. Escribí al P. Cholleton comunicándole la necesidad de que laSociedad tenga un centro de unidad. Él me respondió de manera muy satisfactoria. Su carta me fue degran consuelo y me animó mucho. Lyon no nos pondrá obstáculos, pero en principio nos aconsejanaplazarlo a causa de las actuales circunstancias. Si llegan nuevos sujetos, recíbanlos si les pareceoportuno. En lo que concierne a nosotros, también habríamos recibido candidatos si hubiésemosdispuesto de habitaciones en el seminario. Nuestros presbíteros les mandan abrazos; están llenos deánimo y buena voluntad. Hace tiempo que no veo al P. Bourdin, y más tiempo aún al P. Seón. ¡Quéalegría me daría poder ir al Hermitage! De momento esa alegría está en compás de espera.Tengo intención de escribir al cardenal Macchi, anterior Nuncio en París. Aquí estamos rezando con esaintención; únanse a nosotros en la oración. Les dejo en los Corazones de Jesús y de María, y soy, con afecto sincero y entrega total,

su humilde y obediente servidor, Colin, Superior.

P.S. Al otorgarnos misas, nos hacen un gran servicio. Les pido que dejen el dinero donde la señoraGoiffon, Hermana de San Carlos, Superiora de un refugio en la parroquia de St Nizier, Rue 4 Chapeauxnº 12, y que me avisen por carta.9

9 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 225.

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Esta carta pone de manifiesto queel anticlericalismo estaba aún latentetras la revolución de julio de 1830.Los presbíteros no estaban muy se-guros en las calles. Los maristas ex-perimentaron esta zozobra con lainspección oficial del Hermitage enjulio de 1831. El magistrado que veníaa investigar la existencia de un de-pósito de armas y las señales de en-trenamiento de tropas se fue sin lle-varse nada, salvo la admiración porla cooperación decidida de Cham-pagnat en esta pesquisa infructuosa.

La mención del “dinero para mi-sas” se refiere a la costumbre deofrecer estipendio para celebraciónde misas por los difuntos. Teniendoen la mente el gran desastre de lasindulgencies que fragmentó la Iglesiaen el siglo XVI, es preciso dar algunaexplicación sobre tales estipendios.Su justificación radica en el pago, nopropiamente de la misa en sí misma,sino del tiempo del presbítero y eluso de instalaciones y recursos de laiglesia. Es obvio que Colin, cuyoshombres recibían poca cosa por es-tipendio de misas durante las misio-nes en las aldeas, estaba agrade-cido por el apoyo monetario quevenía de sus compañeros, mejor si-tuados en las áreas populosas.

Parece que Colin se olvidaba deque, por el tiempo en que escribeesta carta, sus cohermanos de la ar-chidiócesis de Lyon se estaban reu-niendo para trazar unas reglas y ele-

gir un superior regional. Cierto esque unas reglas elaboradas en elHermitage no entraban en los planesde Colin, que quería “discutirlas enconsejo todos juntos”.

En la archidiócesis de Lyon, el ar-zobispo y su Consejo, habiendo sidoinformados de la elección de Cham-pagnat como líder comunitario de lospresbíteros del Hermitage, se apre-suraron a nombrarlo oficialmente su-perior de la Sociedad de María enLyon. Tuvieron mucho cuidado, sinembargo, en evitar toda referencia aelecciones. Aun así, el Consejo re-conocía en terminos explícitos tantola existencia de la Sociedad de Maríacomo su nombre, a la vez que de-signaban un superior:

Todos los presbíteros y hermanos de María le obedecerán como a su Padre… Usted tendrárealmente los sentimientos de un padre para con los que hayan de ser miembros de dicha Sociedad.10

En Lyon, aparecían ya los deste-llos del reconocimiento archidioce-sano de los presbíteros maristas.En Belley, sin embargo, los maristasno conseguían divisar esos rayosirradiando esperanza en sus cora-zones.

Poco después, en enero de 1831,el P. Séon, que estaba en Charlieu,fue nombrado (por la archidiócesis)coadjutor de la parroquia de Valbe-noîte, cerca de St Etienne. El párro-

58 Champagnat y Colin

10 Carta del P. Cattet al P. Champagnat 18/12/1830 O.M. 1, Doc. 226, Líneas 22-26.

fms Cuadernos MARISTAS33

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co, P. Rouchon, había adquirido lavieja abadía cisterciense de Valbe-noîte en 1817, y ofrecía esta propie-dad a los maristas a condición de quele ayudaran como coadjutores. Abri-gaba incluso la idea de unirse a la So-ciedad, pero Colin le disuadió. Elnombramiento de Séon fue seguidopor el del P. Fontbonne, formándoseasí una segunda comunidad maristaen la archiócesis (ubicada en Valbe-noîte). La carta de Cattet a Cham-pagnat en esta ocasión anunciabatambién que el P. Chanut se queda-ría en el Hermitage y que el P. Bour-din tenía permiso para trasladarse aBelley por dos años, a enseñar hu-manidades en el seminario menor. Dehecho, aunque no con palabras, la ar-chidiócesis se estaba moviendo ha-cia un reconocimiento más amplio dela rama de los presbíteros y del ca-rácter supradiocesano de la Sociedadde María.

Colin se puso nuevamente en con-tacto con Champagnat el 25 de enerode 1831. Evidentemente, contestaba auna carta de Champagnat en la que elnuevo superior de Lyon informaba al su-perior central acerca de varias cosas:la elección de Lyon efectuada en di-ciembre; la compilación de reglas parala comunidad de Lyon; y la instalaciónde Séon en Valbenoîte. La respuesta deColin ratificaba estas diferentes inicia-tivas pero con recelos por su parte enlo referente a las reglas redactadas enel Hermitage: las aceptaba sólo de ma-nera provisional. Con esta carta la nor-malización de la situación jurídica de losdos grupos quedaba completada,exactamente un año después de las in-vitaciones preliminares de Colin a ele-gir un centro de unidad. La carta con-tiene muchos pasajes de exhortaciónespiritual, como solía ser habitual en unsuperior en aquellos tiempos. Veamosalgunos extractos:

Frederick McMahon, fms 59

11 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 227, Líneas 13-23.

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25 de enero de 1831.Querido cohermano:

…Nos tranquiliza mucho que hayan tomado posesión de Valbenoîte; los establecimientos que seabren en tiempo de tormenta suelen ser más perdurables, ya que se fundamentan, por lo general,en una mayor confianza en Dios. No nos alegra menos el hecho de que hayan elegido un superiorentre ustedes. Eso contribuirá a la formación en la obediencia. Aún espero tener pronto ocasión depasar unos días con ustedes y entonces, todos juntos, ratificaremos una regla común. Mientrastanto, sigan la que han ideado, pero con disposición de aceptar después la que se reconozca comomás útil para la gloria de Dios y salvación de nuestras almas.11

Colin se vio incapaz de venir a visi-tar a los maristas del Hermitage, que

estaban ansiosos de ver a su superiorcentral. En su lugar, les escribió, ins-

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Para agosto Colin no había visitado todavía a los maristas de la archidiócesisde Lyon, pero en una carta escrita ese mes nos habla de un encuentro cercano:

tándoles a permanecer constantes en su celo y entrega a la obra de María:

60 Champagnat y Colin

12 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 228, Líneas 14-33.

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Belley, 6 de mayo 1831.Queridos cohermanos:

…Tengamos paciencia. En junio, si las condiciones de estos tiempos difíciles no nos lo impiden,tendremos la alegría de verles y abrazarles. Entre tanto, esto es lo que parece más útil y más acordecon Dios en estos momentos. Creo que en el mes de mayo deberíamos suspender todo tipo deproyectos y no pensar en fundaciones. Desterremos de los corazones toda solicitud, toda ansiedad;pensemos sólo en el día de hoy y echemos a un lado todo pensamiento de futuro. Si me permitendarles un buen consejo, ofrezcamos este acto de obediencia en honor de la Bienaventurada VirgenMaría. A partir de ahí, todo serán ventajas, para nosotros y la Sociedad. Contengámonos incluso dehablar de nuestros piadosos proyectos. Dediquemos este mes entero a nuestro adelanto en lavirtud. Ofrezcámonos a nosotros mismos sin cesar a la Bienaventurada Virgen María para trabajarpor la gloria de su Divino Hijo y para la suya. Les estoy muy agradecido por la amabilidad que han mostrado al suministrarnos misas; lasguardaremos para nosotros.Les ruego pidan al Señor, junto con nosotros y con sus queridos cohermanos, las luces necesariaspara el contacto que deseamos establecer con la corte romana. Podríamos rezar el Veni Creator y elAve Maris Stella. …

Soy de ustedes su seguro servidor, Colin.12

Belley, 9 de agosto de 1831.Queridos cohermanos:

… Por fin se acerca el tiempo en que podremos verles en el Hermitage. …Ayer recibimos una carta de Roma a nombre del Cardenal Macchi, anterior Nuncio en París, que noscomplació mucho. Su Eminencia nos invita a proseguir nuestra obra con celo y viajar a Roma parahablar con Su Santidad. Él nos promete su mediación para el éxito de la aventura. Este viaje, noobstante, no podrá realizarse por espacio de algún tiempo todavía.Tenemos que terminar muchas cosas juntos antes de Todos los Santos. Estamos pensando en tenerun retiro todos en común en Belley. Invitaremos al mismo a todos nuestros compañeros de la

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Frederick McMahon, fms 61

13 Carta del P. Colin a sus cohermanos del Hermitage confrères, O.M. 1, Doc. 233.

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diócesis de Belley que están pidiendo ser admitidos y que parecen convenirnos. También deseamosmucho verles a ustedes, al menos a la gran parte; va a ser muy necesario. Pero de esto hablaremosahí, cuando vaya al Hermitage.Aspiramos a tener en nuestra casa el próximo año solamente a profesores vinculados a la Sociedady tenemos intención de instaurar un nuevo horario en el establecimiento, que sea conforme anuestros propósitos. Yo no sé si alguno de ustedes quiere entrar en la enseñanza; en ese casopodría obtener la autorización de Lyon.Redoblemos más si cabe nuestras oraciones, queridos cohermanos. Vivimos tiempos tormentosos yes ahí donde las obras del Señor se hacen sólidas. [Este es un tema muy querido de Colin]. Esentonces cuando el coraje que tiene su fuente sólo en Dios se vuelve más fuerte, más audaz…

Soy, con el más tierno afecto, su devoto cohermano. Colin.

P.S. Saludos afectuosos de mi parte para el P.Terraillon. ¡Qué alegría me da poder verle de nuevo yabrazarle! Yo no le considero un desertor.13

Belley, 7 de noviembre de 1831.Querido cohermano:

No me apeno por las pequeñas contradicciones que encuentra usted en su camino; la obra de laBienaventurada Virgen María avanza solamente entre cruces y sufrimientos. Por tanto, muéstresecontento. Hemos de atravesar períodos de críticas punzantes; al principio seremos despreciados, aveces incluso calumniados, antes de estar sólidamente establecidos. El asunto de Valbenoîte esimportante para los intereses de la Sociedad. Le aconsejo que lo encomiende a Dios de maneraespecial. Haga una novena con esta intención, esto es, para conocer la voluntad de Dios. Hágala contodos los Hermanos que están en la casa. Por nuestra parte estamos buscando ante Dios conocer

Al hablar de Terraillon, Colin se re-fiere a que que no ve a Terrailloncomo perdido para la Sociedad.Champagnat mantenía la misma es-peranza, pero no duda más tarde encalificar como deserción la maneraen que Terraillon abandonó el Her-mitage en 1826.

Hacia noviembre de 1831 la situa-ción en Lyon había cambiado. Otromarista, Fontbonne, había sido de-signado por la archidiócesis para Val-benoîte (en septiembre), de modo queahora había una segunda comunidadde maristas en la archidiócesis. Colinescribe a Champagnat pidiendo ora-ciones por la solución del problema:

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Una segunda carta escrita porColin (31 de diciembre de 1831) cau-só gran consternación entre los pres-bíteros del Hermitage y Valbenoîte.Habiendo sido elegido superior cen-tral un año antes, Colin pensó llevar acabo lo que él estimaba mejor parasus compañeros de la archidiócesisde Lyon. Temía que el grupo de pres-bíteros pudiera estar subordinado a laobra de los Hermanos y que ello lesimpidiera adquirir autonomía y carác-

ter propio. Por ello, Colin decidió quehubiera líderes distintos para los Her-manos y para los presbíteros. Cham-pagnat mantendría la autoridad sobrelos Hermanos, y se elegiría otro su-perior para los padres. Ésa era la sus-tancia de la carta y la propuesta queprovocó tanto desasosiego.

He aquí parte de los comentarioscontenidos en la carta dirigida aChampagnat:

62 Champagnat y Colin

14 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 239, Líneas 5-10, 20-23, 27-32.

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los designios de la Providencia en esta cuestión… La jerarquía de Lyon parece bien dispuesta respecto a la obra; nos han garantizado al diáconoBordat, como profesor. Así que ya ve, la Providencia nos pone a prueba con una mano, y nos da consuelo con la otra. …Abrazos al P.Pompallier y a sus otros cohermanos. Me encomiendo a sus Santos Sacrificios.

Soy, con afecto, su humilde servidor, Colin, Superior.

P.S. Recuerdos a todos sus buenos Hermanos.14

Belley, 31 de diciembre de 1831.Querido cohermano:

… Desde el día de Todos los Santos llevo rezando a Dios para que nos ilumine y nos dé a conocerlo que más importa para su gloria. Después de examinar el asunto detenidamente y habiéndomeaconsejado con nuestros compañeros de Belley, creo que ha llegado el momento de dar másestabilidad y fortaleza a la Sociedad en la archidiócesis de Lyon a fin de que, si los tiempos se tornanmás favorables, pueda ir extendiéndose y así procurar más ayuda a los fieles. Con tal objeto,pensamos que el grupo de misioneros debe estar separado del grupo de los Hermanos, teniendocada grupo su superior correspondiente. De ahí se derivará un beneficio visible para cada una de laspartes. Si, por tanto, después de tomar consejo de nuestros cohermanos de Lyon, especialmente losveteranos, no ve ningún obstáculo a lo que proponemos, le pedimos que proceda a la elección de unsuperior para el grupo de misioneros de Lyon. …

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Por una vez, Colin hizo mal loscálculos. Sólo un año antes, los ma-ristas de Lyon habían pasado cincodías en oración para establecer unaregla de vida y elegir un líder, un líderque subsiguientemente había sidonombrado —no meramente apro-bado— por la archidiócesis. Ahorase sentían disgustados por las direc-trices de Colin y no fueron lentos enhacérselo saber. Después de todo, élhabía indicado: “Si no ven ningúnobstáculo a lo que proponemos”.¡Estaba claro que lo veían!

Obsequiado con estos “obstácu-los” y protestas, Colin tuvo la buenagracia y prudencia de posponer losasuntos. Pero no cambió sus puntosde vista, porque tenía intención deconsultar con las autoridades de

Lyon (que habían nombrado aChampagnat como superior) y con elP. Rouchon de Valbenoîte, cuyaoferta de propiedad era muy tenta-dora, no sólo por la posesión de lasinstalaciones de la abadía, sino tam-bién porque el alojar allí a los presbí-teros maristas abriría perspectivaspara la tarea apostólica, no tan es-trechamente supeditada a los com-promisos del Hermitage.

Sabiamente, Colin decidió quesería prudente no promover elasunto en aquellos precisos mo-mentos. La carta conciliatoria de Co-lin, escrita a Champagnat, pero diri-gida al grupo entero de presbíteros,aplazando el tema del nuevo supe-rior de Lyon, está fechada el 3 de fe-brero de 1832:

Frederick McMahon, fms 63

15 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 241, Extractos.

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Ordenará usted tres días de oración y un ayuno con la intención de conocer la voluntad de Dios.Luego, se reunirán todos ustedes en el Hermitage para hacer el escrutinio de los votos. …Considere al P. Terraillon como miembro de la Sociedad; él depositará su voto como los demás. [El P.Terraillon, junto con otros dieciocho, había tomado parte en el retiro marista de Belley en septiembrede 1831 y, con ellos, firmó el Acta de Consagración a la Bienaventurada Virgen María al acabar elretiro]. Le doy las gracias por todas las misas que nos ha enviado. Puede retener el dinero; esperorecogerlo yo mismo cuando tenga el honor de verles.

Le aconsejaría que la elección se haga a la mayor brevedad. Posteriormente, informaremos a los superiores de Lyon sobre esta elección, y discutiremos la manera de dar una nueva estructuraal grupo de nuestros misioneros.15

La carta termina de la manera habitual. En la postdata insiste Colin:

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64 Champagnat y Colin

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Belley, 3 de febrero de 1832.Queridos cohermanos:

No sé cómo pudieron tomar así mi propuesta relativa a la elección de un superior para el grupo demisioneros de la (archi)diócesis de Lyon. Sólo mi interés en la obra, el deseo de verla adquirir mayorestabilidad y prevenir mayores dificultades en adelante, me movieron a plantear tal sugerencia. Estoyseguro de que no he ofendido a ninguno de ustedes; y ciertamente no era ésa mi intención.Debemos estrechar los lazos que nos unen y no desechar nada que pueda redundar en beneficio deesta Sociedad por la que hemos hecho tantos sacrificios.No nos tiene que sorprender ver que el P. Rouchon piensa a veces de forma distinta a nosotros. Porotra parte, nosotros no debemos oponernos a él ni causarle aflicción, sin que ello signifique, enningún momento, desviarnos de nuestros fines o variar en nuestros sentimientos. Tengamos encuenta su edad y mostrémosle todo respeto posible. Personalmente creo que sería mejor que el P.Rouchon no entrase como miembro en nuestra Sociedad, porque le resultaría difícil aceptar nuestrasideas y le costaría tener que depender de personas más jóvenes que él. [No obstante, la firma deRouchon, aparece en la Consagración a la Bienaventurada Virgen María del 8 de septiembre de1831] Pero como tiene voluntad de realizar una buena obra, creo que podría ceder a los misioneroslas habitaciones que tiene libres. Los misioneros podrían colaborar ayudándole en el ministerio de suparroquia y en las localidades vecinas. En ese caso, les resultaría fácil a ustedes reunirse enValbenoîte y elegir un superior y un vicesuperior. Me aventuro incluso a decir que, si las cosas searreglasen de esa manera, no me importaría ir a pasar algún tiempo con ustedes para ayudarles aestablecer en Valbenoîte los mismos procedimientos, el mismo espíritu que en Belley. Pero, para ello,deben estar de acuerdo todos, y deben intervenir las autoridades de Lyon. Mientras tanto, redoblensus oraciones con espíritu de humildad y caridad. Aquí todavía pensamos que el grupo de los presbíteros maristas adquirirá poca estabilidad mientraspermnezca en la casa de los Hermanos; que el superior de los Hermanos no puede ser el superiorde los presbíteros, y que la primera cosa que ustedes tienen que hacer es ver, cuando llegue elmomento, en qué lugar deben instalarse los presbíteros misioneros y quién será la personaapropiada para estar al frente de ellos. Eso, queridos cohermanos, es lo que no me atrevo aestablecer —y nunca estableceré— sin el consentimiento y consejo de los superiores eclesiásticosde Lyon. Por tanto, permanezcan todos como estaban hasta ahora, sumisos al P. Champagnat hastanueva orden. Espero tener pronto una entrevista con el P. Cattet, VG, y luego podremos abordar losasuntos con el P. Rouchon y hacerle algunas propuestas. Pero, hasta entonces, permanezcantranquilos y continúen formándose en la sólida virtud y en los conocimientos necesarios para unmisionero. Aceptemos de buen grado las humillaciones, para sufrir por Jesús y María. Que las mirastemporales nunca influyan en nuestra conducta. Que sólo la gloria de Dios y de María, así como elbien de la Sociedad, rijan nuestros pasos y esfuerzos. Dios es suficientemente rico; Él nos procurarácuanto necesitamos.Por lo que concierne al asunto de los Hermanos Maristas y los Hermanos José, del cual ya hemoshablado, aquí en Belley pensamos en un solo grupo de Hermanos que estaría compuesto por dostipos de Hermanos, los Hemanos Maristas y los Hermanos José. Los que han sido recibidos comoHermanos José no podrán convertirse en Hermanos Maristas, a menos que haya una razón grave,

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Esta carta expresa la determina-ción de Colin de separar, al menos, aalgunos de los presbíteros maristaslioneses del Hermitage y de elegir unnuevo líder para el grupo de Lyon.Sus palabras: “Estoy seguro de queno he ofendido a ninguno de uste-des”, muestran claramente insensi-bilidad hacia Champagnat, que nosolamente había sido elegido supe-rior por sus compañeros, sino quetambién había sido nombrado por lasautoridades archidiocesanas. Quizála larga amistad que unía a ambos ledaba la certeza de que Champagnatera suficientemente humilde y sufi-cientemente generoso para aceptarlos cambios que Colin de momentodeja de lado pero tiene intención dellevar a cabo. Cabe suponer que lode “Aceptemos de buen grado lashumillaciones” fuera un sentimiento

muy interiorizado por Champagnat,porque ciertamente estaba encon-trando muchas oportunidades depracticar la humildad.

En esta carta tenemos la primerareferencia escrita de otro grupo deHermanos aparte de los HermanosMaristas, un grupo destinado a ta-reas materiales, no a la enseñanza.El proyecto de estos hermanos yaestaba contemplado en la época dela Promesa de Fourvière, y el au-mento de presbíteros en Belley hacíanecesario establecer esta secciónde hermanos auxiliares que Colinquería integrar en el plan general dela Sociedad, con riesgo de provocaralteraciones en el Instituto de Cham-pagnat. Éste es un asunto que habríade causar fricciones en los años ve-nideros.

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16 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 242.

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pero los Hermanos Maristas sí podrán hacerse Hermanos José. La dedicación que se les asignemarcará entre ellos la distinción entre ser Hermanos Maristas o Hermanos José. Más adelanteveremos si éstos llevan el mismo hábito religioso. Lo examinaremos posteriormente.Cuando llegue el momento de establecer en Belley una casa de Hermanos, tendré sumo gusto enescribirles. He contestado en términos favorables al P. Douillet. Si tienen que hacer algún viaje aGrenoble, les agradecería que obtuvieran alguna información sobre las Hermanas de Santa Clara.Podrían ustedes verlas y averiguar a qué grupo están vinculadas, y si todavía piensan en la Sociedad de María.Las dificultades que están atravesando, y que parecen poner obstáculos a su organización, meconsuelan y me animan, y se convierten para mí en la prueba de que la empresa está en el deseo deDios ya que lleva el carácter de sus obras.Mis cohermanos y yo les abrazamos a todos en Cristo y María, y soy, con el mayor afecto, su devoto servidor y cohermano,

Colin, Superior.16

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Por lo que se refiere al posibleviaje de Champagnat a la diócesis deGrenoble, parece visible la falta deinterés y de conocimiento de Colinacerca de los asuntos de Courveilledesde 1826. Sin saber nada sobre elestablecimiento de las Hermanas deSan Antonio, Colin piensa que estasHermanas están todavía en St Clair,donde Marie Jotillon, primera com-

pañera de Jeanne Marie Chavoin, ha-bía vivido durante varios años, ayu-dando en la dirección de la escuelalocal. Marie Gardet, la tercera candi-data, también había estado con Ma-rie Jotillon en St Clair.

Jean-Claude Colin prosigue conalguno de los temas ariba mencio-nados en una carta escrita en abril:

66 Champagnat y Colin

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Belley, 8 de abril de 1832.

Apreciado cohermano:

…Esperaba que usted hubiera decidido con el P. Cattet si era aconsejable, o no, establecer un grupo de presbíteros en Valbenoîte u otra parte; que hubiera hecho algunas propuestas al P. Rouchon, y, a partir de lo que él respondiera, ver si era posible pensar en Valbenoîte enestos momentos. Si yo hubiera adivinado que usted no iba a hacer nada al respecto, habría hecho esfuerzos por ver al P. Cattet en el momento de su partida y le habría pedidoacompañarle al Hermitage. … Incluso me aventuro a decirle que hice el viaje de Lyon conintención de hablar con él, pero habiendo sabido que usted se me había adelantado algunos díasen verle, me volví sin estar con él por temor a manifestarme en desacuerdo con usted… Desde entonces he dejado el asunto en las manos de Dios. Todavía me parece que la primera cosa que tiene hacer es organizar el grupo de presbíteros en Lyon. En su situación actual, unos en Valbenoîte y otros en el Hermitage con los Hermanos,varios de ustedes corren el riesgo de formarse falsas ideas sobre la obra, y quizás hasta de perder la vocación.En lo relativo a los Hermanos llamados “de San José”, mi idea sería unir este grupo con los suyos,de manera que los dos grupos, ya fueran juntos o separados, dependieran del mismo superior.Con ello restringiríamos nuestro plan e incluso lo haríamos más fácil. Pero, si sus Hermanos no comulgan con este arreglo, o si hay dificultades con ello, formaremos el grupo de Hermanos José en Belley; Ya tengo cinco o seis disponibles. Si usted hubiera podidodarnos al menos un Hermano exprimentado lleno de virtud y entrega, le habríamos puesto ya al frente de ellos.No sería aconsejable que los Hermanos dedicados a las tareas manuales en las escuelas u otras casas de la Sociedad llevaran el hábito que usted ha dado a los Hermanos Maristas. Su vestimenta será mucho más sencilla y más conforme con su empleo. Muestre mi carta a sus cohermanos y al P. Terraillon y deme la respuesta final. No veo que las circunstancias actuales sean un obstáculo a nuestros esfuerzos.

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No tenemos datos de que Cham-pagnat fuese comisionado por Colinpara hablar con Cattet sobre la situa-ción de Valbenoîte ni sobre la rees-tructuración de los maristas en la ar-chidiócesis. Tal como había hechootras veces, Champagnat no em-prendió ninguna acción, esperandoquizá que el tiempo y la labor de la Di-vina Providencia trajeran un final feliz aeste problema sin tener que remover-lo. ¡Al revés que Mr Micawber, que es-taba siempre “esperando que algoocurriera”, aquí tenemos a Champag-nat esperando que no ocurriera nada!

Es evidente que Colin estaba de-cidido a llevar adelante el asuntoValbenoîte, a la vez que resolvía lacuestión del liderazgo marista en laarchidiócesis de Lyon, pero espera-ba la ocasión propicia. Ahora tratabade clarificar el tema sobre sus Her-manos José y los Hermanos educa-dores de Champagnat. Sus ideas notraerían ningún sosiego a Champag-nat y los Hermanos Maristas, que adi-vinaban las dificultades que sobre-vendrían si aquellos pensamientos se

materializaban. Champagnat, que erauno de los más firmes defensores deun superior central, estaba encon-trando problemas ahora con esemismo superior. De manera seme-jante a lo que pasó cuando Courvei-lle asumió el liderazgo, ahora, con laelección de Colin para ese liderazgo,todo eran dolores de cabeza y ata-ques cardíacos para el fundador delos Hermanos Maristas.

El plan de Colin de unir los dosgrupos de Hermanos bajo un mismosuperior suscitó la oposición de losHermanos de Champagnat, ya queponía en cuestión la estructuramisma del Instituto de HermanosMaristas. Del mismo modo, la pro-puesta de utilizar diferentes atuen-dos para los Hermanos no encon-traba el favor entre los hombres deChampagnat.

La parte de la carta que se refierea las Hermanas Maristas revela el he-cho de que la casa de ellas estabaahora repleta (Colin no se mostrabamuy entusiasta con la expansión de las

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17 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 246.La Capucinière fue adquirida a principios de noviembre de 1832 a cambio (con monseñor Devie) de

una propiedad dejada al P. Colin por su amigo fallecido, el P. Pichat. Esta casa en la diócesis de Belley, yValbenoîte en la archidiócesis de Lyon, fueron dos residencias reservadas para los Padres Maristas.

La Hermana Superiora de Bon Repos podrá recibir a dos o tres de las candidatas que usted lepresenta. Ella está de acuerdo en que haga usted la elección; las otras quedarán en espera.Sus cohermanos de Belley le abrazan de todo corazón, lo mismo que el que escribe, que es, con lamayor estima, su humilde y obediente servidor,

Colin, Superior.17

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Hermanas Maristas). También pone demanifiesto la campaña activa de Cham-pagnat para reclutar candidatas para lacongregación de las Hermanas.

Pompallier, en una carta escrita aChampagnat con fecha de 2 de mayode 1832, relata con entusiasmo lostrabajos de las tres misiones parro-quiales dirigidas por los dos presbí-teros del Hermitage, Pompallier yForest. Muestra también que lospresbíteros maristas de Lyon y los deBelley, en aquella época de su des-arrollo, estaban comprometidos enapostolados similares: las misionesparroquiales y la educación. Ambos

grupos eran activos en las misionesparroquiales diocesanas y, mientraslos presbíteros maristas de Belley di-rigían el colegio integrado en el se-minario menor, otros presbíteros ma-ristas de Lyon estaban en el Hermi-tage, colaborando en la formación delos Hermanos Maristas.

Un año después de su petición deelección de nuevo superior para lospresbíteros de la archidiócesis de Lyon,Colin dio respuesta afirmativa. Sèon,que residía en Valbenoîte, fue elegido yposteriomente aprobado por el arzo-bispo De Pins. Colin escribió sobre elloa Champagnat, el superior saliente:

68 Champagnat y Colin

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Belley, 13 de noviembre de 1832. Apreciado cohermano:

Recibí sus dos cartas a su debido tiempo. Me merezco sus reproches por haber tardado tanto en responder, pero no quería intervenir de ningún modo en sus asuntos por respeto a los superiores de Lyon.Acabo de recibir carta del P. Séon, superior de los presbíteros de Valbenoîte, el cual me dice quetodo está completado y que las autoridades eclesiásticas de Lyon han dado su aprobación. No puedo decirle cuánto bendigo al Señor por ello. Admiremos, querido cohermano, las formas de que se vale la Divina Providencia para procurar imperceptiblemente sus fines. No nos olvidemosde dar humildemente las gracias a Jesús y a María por ello. Esta separación de sus compañerosquizá le resulte dolorosa, pero es parte de los designios de Dios. Aunque estén separados en el cuerpo, no lo estarán en el espíritu. Que la mayor unión reine entre todos nosotros, cualquieraque sea la rama de la Sociedad a la que pertenezcamos y, como miembros del mismo cuerpo,estemos siempre dispuestos a servirnos los unos a los otros, a apoyarnos, alentarnos y ayudarnosrecíprocamente. Considerémonos hijos de la misma Madre, la gloriosa María. Que el corazón de esta tierna Madre sea el vínculo que nos une a todos. Creo que mi carta llegará antes de su separación. Si me lo permite, les diré esto a todos ustedes,queridos cohermanos: desempeñen bien su tarea; correspondan a los designios que el Señor tienepara ustedes; contemplen al P. Séon como a otro Jesucristo en medio de ustedes; confórtenle en las dificultades inherentes al cargo de superior mediante su docilidad, su cordialidad, etc. Nosotros aquí estamos de manera muy parecida a una casa noviciado. Somos sólo tres, con cinco

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Esta carta menciona muchas delas ramificaciones de la actividad ma-rista, algunas de las cuales requierenexplicación:

La referencia a Pompallier y el Sr.Collard alude a un paso significativodado en la formación de la TerceraOrden de María. Algunos hombresaltamente cualificados, leales al Rey“legítimo” y disgustados con el régi-men del volteriano Luis Felipe, lla-mado el “Rey Ciudadano”, abando-naron sus situaciones oficiales y sededicaron a otras ocupaciones, es-pecialmente a dirigir internados. Eran

personas que aspiraban a un des-arrollo espiritual más rico y buscabanorientación como miembros de unaTercera Orden, escogiendo a los ma-ristas como guías. A Pompallier se leencomendó su dirección.

En este período, en Burdeos, el P.Chaminade estaba en vías de esta-blecer la congregación marianista.Parece que Colin escribió a Chami-nade y que éste le invitó a ir a verle aAgen. Como Chaminade disponía deautorización gubernamental para sucongregación, Champagnat, que an-daba en busca de la aprobación del

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18 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O. M. 1, Doc. 255.

Hermanos; los otros están ocupados en el seminario. Yo no he podido dejar el seminario, pero las dos casas forman solamente una.En estos momentos no puedo viajar a Burdeos. Creo, incluso, que no me será posible hacerlo esteaño. Encarecidamente le apremio a usted a hacerlo, si puede. En ese caso, haga todas las pesquisasposibles. Acabo de recibir una carta del P. Chaminade, Superior de la Sociedad de Burdeos, en la que nos dice que estará en Agen durante un tiempo aún y que podríamos reunirnos con él allí.Ahora creo que entra en los designios de la Providencia rendir servicio al Sr. Collard y sus asociadosa través del P. Pompallier.Las Hermanas de Bon Repos están dispuestas a establecerse en St. Chamond si los superiores lopermiten. Tenga la bondad de reunirse con el P. Terraillon, y hagan los dos esta solicitud. Una de las señoritas que usted presenta ha venido a Belley; las hermanas la recibirán. Por lo que se refiere a las demás, tendrán que esperar, porque en estos momentos ya no queda sitio en Bon Repos.Abrace a todos sus cohermanos de mi parte. Tan pronto como pueda iré a verle. También voy a escribir al P. Séon.Acepte la plena seguridad de mi sincera amistad y mi entera devoción. Sus hermanos de Belleycomparten el gozo que trae el éxito de su obra y le saludan calurosamente. Yo le estoy infinitamenteagradecido por haberme dejado al P. Bourdin para este año.

Su humilde y obediente servidor,

Colin, Superior.18

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gobierno para sus Hermanos edu-cadores, estaba particularmente in-teresado en analizar alguna formade vinculación; Colin quería ayudarleen este asunto. La archidiócesis deLyon, sin embargo, no era favorablea estas iniciativas. Finalmente, sedescartó cualquier fórmula de uniónpara estas sociedades porque los fi-nes propuestos por cada una deellas eran diferentes.

Las elevadas esperanzas de unafundación de Hermanas Maristas enla archidiócesis de Lyon (en St Cha-mond, tan cerca de otros centrosmaristas) se volatilizaron al ser re-chazado el proyecto por MonseñorDe Pins, probabemente debido a laexistencia de suficientes estableci-meintos de Hermanas cerca de laciudad de Lyon.

En lo relativo a los nuevos planespara los presbíteros maristas de laarchidiócesis de Lyon, Colin final-mente encontró solución. Séon eraahora el superior de los maristas enla archidiócesis de Lyon y ya existíandos establecimientos de maristas allí,uno en el Hermitage, el otro en Val-benoîte. Muy pronto hubo otro tercercentro, con Pompallier viviendo se-parado como director de la TerceraOrden y capellán de su internado.

La preocupación de Colin por eldesarrollo de la rama de presbíterosen Lyon caminaba en paralelo con lapreocupación de Champagnat por laformación de los Hermanos, en la

que los presbíteros maristas jugabanun papel relevante. Después detodo, aparte del entusiasmo deSéon, estaba de por medio el ca-risma y la capacidad de Champagnatque condujeron a los presbíterosmaristas de Lyon a intentar un nuevocomienzo tras el desastre de 1826.Su preocupación por tener suficien-tes presbíteros en el Hermitage es,por tanto, comprensible. Pero éstano fue la única razón para queChampagnat se opusiera a tener alos presbíteros centrados en Valbe-noîte. Como veremos, había otrosmotivos.

En el plano espiritual, los ingre-dientes para remediar el dolor de ca-beza de Valbenoîte eran: humildad(Champagnat), paciencia (Colin),oración y espíritu de familia (todos).El espíritu de caridad fraternal, dedar y recibir, que animaba a estosprimeros maristas, estaba induda-blemente fortalecido por su partici-pación en los retiros anuales realiza-dos conjuntamente, alternándose enlas diócesis de Lyon y Belley. En elretiro de 1831 compusieron una ora-ción de consagración a María quefue rezada y firmada en retiros pos-teriores. Esta consagración nos re-trotrae a la promesa de Fourvière ymuestra la su decisión de continuarcon sus esfuerzos espirituales yapostólicos en compañía de laBuena Madre. Estas líneas nos danalguna idea de lo que subyacía trasesa constante determinación que losimpulsaba:

70 Champagnat y Colin

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Esta oración manifiesta en brevestrazos el fuego espiritual que ardía enlos corazones de estos hombres deMaría.

En 1833 los problemas que ha-bían surgido por la Revolución de ju-lio de 1830 comenzaban a amainar.Se percibía menos animadversiónhacia el clero católico y, como resul-tado, ya no había tanto peligro en

viajar. Dado que también en Roma sehabían producido contratiempos enaquellos años, Colin no había hechoningún intento de llegar a la CiudadEterna para abogar por la aproba-ción de la Sociedad de María, talcomo le había aconsejado su amigoel cardenal Macchi. En una carta aChampagnat, escrita en marzo de1833 habla, entre otras cosas, deeste tema:

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19 Consagración marista a María, formulada en el retiro de Belly, 8 sept. 1831. O.M. 1, Doc. 236, Lí-neas 8-17.

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…Madre tierna y amante, en este momento y para siempre, ponemos en tus manos nuestroscorazones, nuestros deseos, nuestras personas, nuestros bienes, todo nuestro ser. Te prometemosperseguir, con todos los medios a nuestra disposición, el éxito y extension de tu Sociedad; trabajardurante toda nuestra vida por la gloria de tu divino Hijo, así como por la tuya; extender la devoción ati todo lo posible; y nunca hacer nada, ni emprender nada, sin implorar tu asistencia. Sé siemprepara nosotros, Virgen santa, una Madre llena de ternura y misericordia. Sé nuestra abogada yprotectora ante Dios.19 …

Belley, 17 de marzo de 1833.

Apreciado cohermano:

No he podido dar respuesta a su carta antes porque nuestro obispo [monseñor Devie] estáhaciendo su visita pastoral [en Bresse]. Yo le escribí para hablarle del ofrecimiento queamablemente me hizo usted de dos Hermanos para la fundación diocesana de Bresse y hasta ahorano he recibido contestación. … Espero volver a escribirle hacia la Pascua, y entonces le comunicaréla respuesta que nos da Su Señoría.Le pido que diga al P.Terraillon que hemos anotado 700 misas en su crédito, y que le damos lasgracias expresándole nuestro más sincero afecto. También hemos apuntado 50 misas en la cuentade usted a 1 franco y 20 céntimos. Todos debemos dar gracias al Señor por habernos dado al P. Cholleton para encauzar los esfuerzosque hemos de hacer por la Sociedad. Es una admirable señal de la Providencia.

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Un nombramiento importante de ladiócesis, transmitido a Colin porChampagnat, fue el del Vicario gene-ral Cholleton como custodio de losasuntos maristas en la archidiócesis.Cholleton había sido un gran apoyopara los maristas, y acabó uniéndosea sus filas. Sin embargo, en una oca-sión, cuando se estuvo sopesando eltema de la fusión de los hermanos deChampagnat con los del P. Querbes,casi provocó un infarto a Champagnat.

El establecimiento diocesano quese proyectaba abrir en Bresse era unaescuela agrícola o granja modelo,para la cual Champagnat no disponíade ningún hermano en aquellos mo-mentos. Finalmente, la escuela seabrió sin los hombres de Champagnat.Hay que decir que acabó siendo undesastre económico.

A ROMA

La elección de Jean-Claude Colincomo superior central de los Maris-tas en 1830 espoleó a este clérigo

retraído a planificar y actuar de caraa un mundo que se extendía másallá de las diócesis de Belley y Lyon.Roma se convirtió en un objetivoprioritario. Conservando el título de“superior” del seminario menor [talera el deseo del obispo], pero con-tando con un vice-superior para lagestión de los asuntos de cada día,Colin pudo dedicarse a pensar enlas estrategias tendentes a conse-guir la aprobación de la Sociedad deMaría. El hecho de que ahora hu-biera casas para los presbíteros ma-ristas en las diócesis de Lyon y Be-lley significaba que Colin podríaacudir a los dos obispos con la con-fianza de que al menos le escucha-rían. Además, Colin era muy cons-ciente del impacto que causaban losHermanos de Champagnat en elarea de la educación, y de la eficaciade los presbíteros maristas de Lyonen la formación de los Hermanos yen el ministerio de las parroquias dela archidiócesis. En lo referente aBelley, el líder marista podía apuntaren su haber el fermento espiritualque venía de las misiones interiores

72 Champagnat y Colin

20 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 266.

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Nosotros, en Belley, tenemos intención de escribir de nuevo al cardenal Macchi, anterior Nuncio enParís, para preguntarle si le parece adecuado que efectuemos el viaje a Roma. Es posible que ustedy yo nos veamos antes, y hablaremos de todo lo que haga falta. Le pido que haga una novena por eléxito de este nuevo acercamiento a Roma. Vaya mi afecto para todos los Hermanos, a cuyasoraciones me encomiendo, así como a las suyas, y soy con respeto y afecto sincero.

su humilde y devoto servidor,Colin, Superior.20

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y de la buena dirección del semina-rio menor de Belley, obras —am-bas— de los padres maristas. Todosestos elementos le daban confianzay esperanza.

Colin poseía algo más: capacidadcomo negociador y paciencia paraconseguir sus fines. Dada la natura-leza supradiocesana de la Sociedadde María (los Hermanos de Cham-pagnat estaban también en las dió-cesis de Viviers y Grenoble), Colin po-día hacer uso de la “rivalidad” entrelas dos principales diócesis para im-pulsar la causa de la Sociedad. “Las

pongo en juego, una contra la otra, yasí se realiza la obra de Dios”.21

Estas palabras reflejan muy bienla mezcla de sagacidad humana yconfianza sobrenatural que se mani-fiestan en las cartas de Colin, espe-cialmente en las que tratan de asun-tos diocesanos. Ahí se nos muestraColin en estado puro: fino humor, feauténtica y profundo conocimientodel factor humano.

Jean-Claude Colin se puso encontacto con Champagnat de nuevoa mediados del año 1833:

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21 Palabras atribuidas por el P. Maîtrepierre al P. Colin, O. M. 2, Doc. 752, Líneas 337-338.22 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 272.

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Belley. 24 de junio de 1833.Apreciado amigo:

El obispo de Belley desea que usted le proporcione dos Hermanos para una fundación en Bresse. EnPascua estaba usted dispuesto a otorgárselos; espero que no haya cambiado de opinión. El obispo losnecesita cuanto antes; también querría contar con uno para Marboz. En principio, se dedicarán a laagricultura. Posteriormente, al cuidado de huérfanos. Dando por supuesto que sean sólidos en suvocación, no es absolutamente preciso que estén bien instruidos. Le ruego que me dé una prontarespuesta, ya que Su Señoría está a la espera.Lo que quisiera, antes que nada, es que usted venga a ver por sí mismo la casa, la situación. Podría llegarhasta Meximieux y el P. Maîtrepierre, que es el superior del seminario de allí, le llevaría a su destino. Y desde allí podría venirse a Belley. El cardenal Macchi mandó su respuesta al obispo de Belley, pidiendo a Su Señoría que nos permita ir aRoma. El obispo no se opone a ello, así que estoy pensando en viajar a principios de septiembre. Peroantes nos veremos. Mientras tanto, prepare un sumario de las Reglas de sus Hermanos. Espero escribirpronto al P. Terraillon. Me sentiría feliz si hubiera en La Côte [St-André] una comunidad de Hermanas,porque confío en que el colegio llegue un día también a pertenecer a la Sociedad. Haga lo que esté en su mano para que la aventura tenga éxito. El obispo de Belley espera una respuesta rápida, y nosotros ansiamos verle pronto de nuevo. Estoy escribiendo a toda prisa. Vaya nuestro afecto para todos ustedes. Un abrazo a todos de todocorazón [totocorde], y soy por siempre,

su humilde y entregado servidor, Colin.22

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Aunque Terraillon acudió y firmó,Champagnat no pudo ir, así que Co-lin firmó por él. Por lo que se refierea las recomendaciones de los obis-

pos, a Colin le llegó por correo unacarta testimonial del obispo de Gre-noble, allá a principios de octubre, yfue incluida en el dossier marista en

Esta carta revela con claridad elejercicio de la presión “política” (o“eclesiástica”) de Colin sobre Cham-pagnat, y de Devie sobre Colin. De-vie quiere Hermanos para su pro-yecto agrícola, pero Champagnat nodispone de ninguno. Es posible, tam-bién, que Champagnat se mostrasecauto en esto de entrar en un nuevocampo de apostolado (dirigir una es-cuela agrícola) y que tuviera dudasen establecer una comunidad en ladiócesis de Belley, cuyo obispo habíasido en ocasiones adverso con Coliny sus compañeros presbíteros ma-

ristas. El proyecto de Bresse fue fi-nalmente asumido por un tal P. Gran-jard, y fue una ruina económica.

Por lo que se refiere a la Côte StAndré, mencionada en la carta, losHermanos educadores de Cham-pagnat llevaban ya dos años allí.

Se acercaba el día en que Colin ydos compañeros maristas (padresBourdin y Chanel) iban a viajar aRoma. Con el deseo de tener algunainformación de Champagnat antesde partir, Colin escribía en agosto:

74 Champagnat y Colin

23 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 283.

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Belley, 25 de agosto de 1833.Padre y querido cohermano:

Ha llegado el momento de partir para Roma; saldré de Lyon el día 29, jueves, por la mañana. Variosde nuestros compañeros me acompañan hasta Lyon. Nos agruparemos allí, entre 7 y 8 de lamañana, en casa de la señora Chavassieu, calle Little Bombard. De allí, hacia las 8, subiremos todosa Fourvière a poner nuestro viaje bajo la protección de nuestra Madre común. Uno de nosotrosoficiará la misa, a la que asistirán los demás. Es necesario que usted esté en el encuentro, ya quetiene que firmar la petición a Su Santidad que los demás ya hemos firmado en Belley. Esta firma noimplica ningún compromiso. Si alguno no puede venir, tendrá que autorizar a otro para que firme porél. Aprovecho este correo para escribir a la vez al P. Séon. También el P. Terraillon puede firmar,muéstrele mi carta. Creo que ha obtenido la certificación en favor de sus Hermanos por parte de los obispos deGrenoble y Viviers; le ruego me la haga llegar. Mis mejores deseos para sus buenos Hermanos, acuyas oraciones me encomiendo encarecidamente.

Soy, con respeto y afecto muy especial,Colin, Superior.23

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Roma. Pero el obispo de Viviers, alparecer, nunca escribió.

Los tres delegados llegaron debi-damente a Roma, fueron presenta-dos al Papa Gregorio XVI, y expusie-ron el asunto de la fundación de laSociedad de María: las cuatro ramas.Colin se quedó en Roma para deba-tir lo concerniente a su aplicación;Bourdin y Chanel regresaron a Fran-cia (no exactamente por la ruta másdirecta), para volver a sus puestosdocentes.

Colin escribió a Champagnat el 28de septiembre de 1833, dando noti-cias del viaje a Roma e informando desu estancia en la ciudad. El 27 de fe-brero de 1834, recién llegado a Belleyprocedente de Roma, Colin volvió aescribir a Champagnat. Sin dar deta-lles de las conversaciones manteni-das en Roma, declaraba que los ma-ristas sencillamente tenían que es-perar el resultado de las deliberacio-nes de las autoridades del Vaticano.También hablaba de un encuentroque concernía a Champagnat y quetenía que ver con la solicitud deRoma, pero no daba ningún detalle.

LA IRRITANTEVALBENOÎTE

A fines de 1832 Séon reemplazóa Champagnat como superior delos padres maristas de la archidió-cesis de Lyon. Eso no significabaque hubiera disminuido el interés de

Champagnat por sus cohermanospresbíteros. Al contrario, pronto sedesató en él una fuerte ansiedadpor su futuro como maristas. A susojos, el problema estaba en la resi-dencia de Valbenoîte, donde el cui-dado de la parroquia le parecía in-compatible con la vida religiosa ymisionera a la que aspiraban losmaristas, y en la que había que for-mar a los candidatos. Ése era elpunto de vista de Champagnat y elmotivo de su queja a las autorida-des de la archidiócesis que se ocu-paban de los nombramientos ecle-siásticos. No era una lamentaciónvacía, ya que proponía una solución.Los aspirantes maristas podrían ir avivir a La Grange Payre, la magníficapropiedad donada a Champagnatpor una generosa bienhechora. Másaún, dicha finca podría ser final-mente donada a la archidiócesispara tal fin. Era un gesto altruista,representativo de la grandeza decorazón de Champagnat. Era tam-bién la medida de la preocupaciónde Champagnat por los padres dela Sociedad. Seguro que los Her-manos del Hermitage no dejabande lamentarse al ver la largueza desu fundador, porque, con las deu-das que tenía la Casa Madre, po-drían hacer un buen uso de la pro-piedad que con tanta generosidadse transfería a los presbíteros.

El siguiente extracto de la cartade Champagnat al Vicario generalCholleton nace de lo hondo del co-razón:

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La propuesta de donar la GrangePayre venía en esta carta.

Champagnat manifestó tambiénsu ansiedad a Jean-Claude Colin porescrito. Parece que los responsablesmaristas de Belley pensaban de ma-nera semejante a Champagnat, esdecir, que había que afrontar el asun-

to de los presbíteros de Valbenoîte,tratando, en lo posible, de ubicarlosen una casa separada bajo la direc-ción de Pierre Colin. La carta deJean-Claude a Champagnat revelacon claridad su estima y afecto por sucompañero trabajador de la primerahora. Ésta es la respuesta de Colin alas dos cartas de Champagnat:

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24 El P. Champagnat al P. Cholleton, O.M. 1, Doc. 321, Líneas 3-10, 31-32.25 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 322, Líneas 1-34.

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La situación de mis cohermanos en Valbenoîte no trae ninguna ventaja. Esta parroquia, con su servicio de coadjutores, no es lo adecuado para la Sociedad, especialmente tal como estáncolocados los presbíteros en estos momentos. La administración de los asuntos parroquiales les tiene ocupados a todos y eso no va a hacer sino aumentar. Los mejores candidatos pierden su vocación allí. Los que sienten alguna atracción por la vida religiosa no se atreven a dar el paso,por temor a ser empleados como coadjutores. ...No hay sacrificio que no esté dispuesto a hacer para remediar esto.24

Belley, 4 de septiembre de 1834.Apreciado cohermano:

Todas las cartas que me escribe me son muy queridas y agradables, pero ciertamente no herecibido ninguna que me haya resultado tan grata como la penúltima, en la que me informaba de loque le comunicó a al P. Cholleton. Vi entonces su desinterés y su devoción por la Sociedad de Maríaen general. Convenzámonos de que seremos capaces de trabajar con eficacia por la gloria de Diossólo en la medida en que vivamos por la fe y esperemos más de Él que de los hombres. …Tan pronto como le conteste el P. Cholleton por carta, le ruego, si le place, me transmita larespuesta, porque mi hermano no saldrá para Valbenoîte antes de que sepamos la decisión delConsejo [del arzobispo De Pins] en esta materia. Trate de aceptar esta tregua asumida por nuestrosqueridos compañeros de Valbenoîte.Todavía mantengo la intención de enviarle dos de nuestros Hermanos para que se formen con ustedy reciban en su casa el santo hábito. Es hora de centralizar a estos hermanos diferentes yvincularlos a la Casa Madre de los Hermanos. Ya sabe que mi idea es que los Hermanos Maristas ylos Hermanos José formen un único cuerpo. No pensaba que iban ustedes a hacer su retiro tan pronto; creía que tendría lugar en el mes deoctubre. Bendito sea Dios. Los dos candidatos viajarán probablemente en octubre, con mi hermano.Pero usted debe prepararme un buen Hermano que haga de cocinero. Cuento con ello.25

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Colin continúa hablando de la re-cepción del Sumo Pontífice de los tresBreves para establecer la confrater-nidad “que llamamos Tercera Or-den”.26 Hay también una petición deoraciones para el reconocimiento dela Sociedad por Roma y el deseo deque los maristas aumenten en Lyon.La carta termina de la manera habitual.

Champagnat escribió de nuevo aCholleton, Vicario general, probable-mente alentado por la carta de Coliny ciertamente ansioso por obteneruna decisión de las autoridades ar-chidiocesanas que, por supuesto,

eran responsables de los nombra-mientos parroquiales, incluidos losde Valbenoîte. Champagnat habíaoido que Rouchon, párroco de Val-benoîte, había organizado la reco-gida de los diezmos parroquiales através de sus coadjutores, los jóve-nes maristas, de una manera seme-jante a lo que hacía el Estado en elAntiguo Régimen al encargar la re-caudación de impuestos a sus fun-cionarios. Esta carta toca el tema deldinero y también recoge las hondasconvicciones de Champagnat sobrela vida religiosa. Una vez más, lossentimientos salen a flor de piel:

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26 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 322, Línea 36.27 Carta del P. Champagnat al P. Cholleton, O.M. 1, Doc. 323, Líneas 18-107 (partes).

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Veo claramente que el trabajo de los presbíteros se va a venir abajo completamente en Valbenoîte,porque está en falsa situación. Dios mío, ¿qué pides de mí? No hay nada que no esté dispuesto asacrificar para salvar la obra de María del naufragio. Le aseguro que creo con más fuerza que nuncaque Dios quiere esta obra, pero en un situación distinta a la de ahora. La preocupación y el deseode enriquecerse lo arruinarán todo. Dios me libre de juzgar a mis compañeros. Su generosidad yentrega me han edificado tanto desde que tengo el honor de estar con ellos. Sólo quiero señalar alos que los aconsejan de tal modo. … Dejen que los padres Pompallier, Séon, Forest y Bourdin, oalguno de Belley en lugar de él, se agrupen, vivan su Regla, sin otro ministerio por ahora que losretiros y las misiones en las parroquias rurales, y verá cómo luego las cosas toman otro rumbo. …Le prometo de nuevo que no dejaré a mis cohermanos en necesidad alguna, aunque tenga quevender mi última camisa. Se lo digo con lágrimas en los ojos. … Sólo viviendo retirados del mundo, ypor la meditación en las grandes verdades, podemos mantener el espíritu religioso.27

Champagnat informaba luego aColin de su segunda carta a Cholleton.Colin, el “superior central”, a la vez queapoyaba a su colega, entendiendo lasrazones que le movían, discretamen-te deslizaba un tono de cautela en su

respuesta, porque era consciente deque se podían herir sensibilidades. Lepreocupaba, sobre todo, la situaciónde Séon, el nuevo superior marista dela archidiócesis, ratificado como tal porlas autoridades eclesiásticas:

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Esta carta expresa la maestríacon que sabía actuar Colin comoconciliador. Las dos primeras frasesno son mera adulación, porque Colinestaba auténticamente conmovidopor la generosidad de Champagnat ysu preocupación por los compañe-ros de Valbenoîte. Parece que lacarta de Champagnat a Colin conte-nía la esencia de lo que Champagnatescribió a Cholleton el 8 de septiem-bre. Colin admira la generosidad ygrandeza de corazón de su compa-ñero.

Sigue luego una petición de con-sejo sobre el modo de actuar y elmomento en que habría de mandarColin a su hermano Pierre para con-tribuir a mejorar la situación. Hastaentonces se le deja toda la iniciativaa Champagnat. Luego vienen los“pequeños temores” relativos a la“excelente propuesta” de Champag-nat. El terreno queda así hábilmentepreparado para introducir la granpreocupación de Colin: ¡Séon puedesufrir con esta injerencia hasta elpunto de abandonar! Recordemos

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28 Carta del P. Colin al P. Champagnat. O.M. 1, Doc. 324.

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Belley, 23 de septiembre de 1834.Apreciado cohermano: Las buenas disposiciones que, según veo, ha puesto el Señor en su corazón nos llenan de alegría ysuscitan nuestra emulación. Pedimos al Padre de todo don perfecto que le fortalezca, cada vez más,en este espíritu de fe y en el desinterés que le anima. Cuando reciba respuesta del P. Cholleton, leruego nos la haga llegar; y, ya sea afirmativa o negativa, se nos diga en ella amablemente qué es lomejor que podemos hacer, y cuándo tendrá que partir mi hermano. Me sentiría muy feliz si pudierandefenderse sin él hasta al menos después de nuestro retiro, que tendrá lugar probablemente haciafines de octubre. Me corresponde, sin embargo, transmitirle algunos temores con respecto a su excelente propuestade transferir la cuna de la Sociedad de María en Lyon a la casa que ofrece cerca de St Chamond. Metemo que el P. Séon pueda sentir cansancio y tener la tentación de dejarlo todo, lo cual sería un seriocontratiempo. Gestiónelo todo con sosiego y dulzura. Sus ideas son buenas, pero si no pueden serllevadas a cabo sin perturbar la paz y la unión de los corazones, tendremos que adaptarnos ytomarnos el tiempo necesario para conocer lo mejor posible el santo deseo de Jesús y María.Espero que me mande un Hermano cocinero inmediatamente después de su retiro. Estoy esperandosu llegada para organizar nuestra casa de una manera distinta. Mis humildes respetos al P. Terraillony a todos nuestros compañeros y hermanos. Les dejo a todos en los Sagrados Corazones de Jesús yMaría, y soy, con el afecto más sincero,

su humilde servidor,Colin, Superior.

P.S. El P. Fontbonne nos vendría perfectamente como profesor de Teología. Por favor, asegúrese desu consentimiento y yo se lo pediré a los de Lyon. Escríbame pronto sobre este asunto.28

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que Séon había sido elegido superiorpor sus compañeros de Lyon en no-viembre de 1832 y había sido confir-mado en el liderazgo por las autori-dades de la archidiócesis. Colin obramuy correctamente en esta ocasión.Su comentario final es un golpemaestro. A la vez que reconoce denuevo que las ideas de Champagnat“son buenas”, pide que “todo searregle con dulzura y paz” y, si es ne-cesario, adaptándose a las circuns-tancias, lo cual apela a un espíritu decompromiso y disponibilidad porparte de Champagnat. Al elevar lospensamientos de Champagnat alplano espiritual de búsqueda de “lamás santa voluntad de Jesús y Ma-ría”, Colin alcanza el punto álgido deuna carta de persuasión magnífica-mente tejida.

Colin ejercita las cualidades deprudencia, cautela y medición de lasconsecuencias que caracterizan suliderazgo. En estas circunstancias,Champagnat, que se encuentraemocionalmente agitado, necesitacautela y contención. Es el reversode la situación de 1830 en la que elimpulso decidido de Champagnat fue

esencial para cortar las vacilacionesde un Colin excesivamente dubitativoante el tema de elegir un superiorcentral.

Otros puntos que se advierten enla carta son: 1º. La constancia de Co-lin con relación a Terraillon; constan-cia que se vio recompensada al final,ya que Terraillon hizo los votos conlos otros padres maristas en 1836;2º. Fontbonne estuvo con los maris-tas de Lyon durante algunos años,pero finalmente dio su nombre parair a la misión norteamericana. Cha-nut, otro padre que había estado conChampagnat, acabó haciéndosecargo de la materia de Teología enBelley. 3º. Aunque la oferta de LaGrange Payre no fue acogida en estaocasión, Colin, en una carta fechadael 17 de enero de 1835, sugiere laidea de trasladar el noviciado de lospadres maristas de Valbenoîte a LaGrange Payre; pero esa idea nuncase materializó.

Tres semanas después de estacarta clásica de fines de septiembre,Colin escribe de nuevo unas líneas asu amigo:

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Belley, 10 de octubre de 1834.Apreciado cohermano:

Le escribo con prisa para decirle que nuestro retiro comenzará el 10 de este mes. No tenemospredicador; nos dedicaremos a meditar al pie de nuestro crucifijo. Luego regularemos variosartículos sobre el desarrollo de nuestra obra. Deseo profundamente que venga. Incluso creo que esnecesario que esté usted aquí, ya que tenemos que precisar algunas cosas relativas a la casa deLyon. Si no puede estar al principio, trate al menos de salir del Hermitage el 19 para que puedallegar aquí el 20. Le ruego que traiga consigo a un Hermano cocinero. Al volver, viajarán con usted

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La referencia a la casa de Lyon serefiere a trasladar o no el grupo deValbenoîte a La Grange Payre; tam-bién alude a su intención de enviar aPierre Colin allá.

Pierre Colin llegó finalmente a Val-benoîte, donde, como presbíteromarista con experiencia y ascen-diente, fue capaz de asegurar la es-tabilidad de la comunidad. Todavíase siguió hablando de recolocar alos jóvenes presbíteros aspirantes,pero no se llegó a ninguna conclu-sión, a pesar de una oferta que hizoel P. Forest en enero de 1836 para

organizar un noviciado de presbíte-ros en La Favourite, cerca de Four-vière. Por último, después de laaprobación pontificia de los padresmaristas en 1836, el noviciado de lospresbíteros quedó establecido en lacalle Montée St Barthélemy, de Lyon,en la colina de Fourvière. Era en no-viembre de 1836.

Para enero de 1835 no se habíanrecibido aún noticias sustanciales deRoma, pero en una carta posterior di-rigida a Champagnat, Colin expresasus ideas respecto de los HermanosJosé y los Hermanos Maristas:

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dos de nuestros Hermanos para hacer el noviciado en el Hermitage. Si el P. Bourdin está ahí,comuníquele, por favor, las fechas de nuestro retiro. Pregúntele al P. Fontbonne si continúa dispuestoa aceptar la clase de Teología.Tan sólo me queda abrazarle en el espíritu y decirle que soy, con respeto, su humilde servidor,

Colin, Superior.

P.S. No falle en venir, se lo ruego.29

Belley, 7 de enero de 1835.Apreciado cohermano:

Recibí su carta y agradezco los buenos deseos para el Nuevo Año que nos enviaba, a mí y a susotros compañeros de Belley. No abrigue duda alguna de que aquí deseamos lo mismo para usted ytoda su casa. Usted siempre tiene un lugar en nuestro recuerdo ante la presencia de Dios.Me alegro de que mi hermano preste un buen servicio a nuestros queridos compañeros deValbenoîte y que ellos se sientan a gusto de tenerle entre ellos. Espero que el Señor les bendiga porsu bondad y que su número vaya aumentando día a día. Aquí estamos felices, como no podia sermenos, con el P. Chanut. El único temor que tengo es que su salud no pueda resistir el trabajo queestá llevando. Nuestro pequeño noviciado marcha razonablemente bien; pronto un nuevo candidatose sumará a los otros novicios. Así que, poco a poco, la Sociedad de María se irá estabilizando.

29 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 325.

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Por la época en que se escribióesta carta, Pierre Colin había ido ya aValbenoîte. Pierre era un hombre deprofunda experiencia religiosa, ca-paz de asegurar la estabilidad deaquella pequeña comunidad.

Chanut, mencionado en la carta,fue de Valbenoîte a Belley, quizás amodo de cambio por Pierre Colin, ytomó la clase de Teología que enprincipio iba a dar Fontbonne.

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30 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 330.

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Me alegra saber que está usted contento con los dos Hermanos que le enviamos. Observo que lesva a dar el hábito muy pronto, pero lo dejo a su juicio. Creo que lo adecuado sería reservar a ambospara el trabajo manual, en la cocina, en la huerta, etc. El mayor apenas sabe hacer otra cosa, y elmás joven tiene un gusto especial por este tipo de tareas; pienso que sería bueno asignarle tambiéna esos menesteres. Quisiera, si lo ve adecuado, que el mayor se dedicase un poco a la carpintería, lahuerta y otras cosas semejantes, y el pequeño a la cocina y a la ropería. Necesitamos Hermanos quesepan hacer esas cosas. Estoy también muy contento con el buen hermano Timoteo. Tiene muybuena voluntad y ganas de hacer las cosas bien, será un buen religioso. En cambio el hermanoAndré no tiene gusto por nada, no sabe cocinar ni trabajar en la huerta y no muestra habilidad paranada. El hermano Timoteo no siempre se atreve a darle indicaciones al respecto. Creo que, cuandose acerque la Cuaresma, haría usted bien en volver a llamar al hermano André al noviciado paraprepararle para una vida más laboriosa dentro de los quehaceres manuales. Y, a estas alturas, creoque deberíamos tener un hortelano. El hermano Timoteo sería Hermano José o Hermano Jerónimo,pero, antes de eso, espero poder escribirle.También me parece que sería bueno que los Hermanos empleados en trabajos manuales no sepusieran rabat y que, en lugar de la cruz sobre el pecho, llevaran un rosario colgando de la cintura.Examine todo esto con su sabiduría y prudencia. …Vaya mi cálido abrazo para todos sus queridos cohermanos, y de manera especial a los dos que leenvié. Mis mejores deseos para el Nuevo Año a su compañero presbítero, cuyo nombre no consigorecordar. El hermano Timoteo y el hermano André le desean mucha felicidad.

Soy, con el más sincero afecto,su humilde y devoto servidor.

Colin, Superior.

P.S. Mis recuerdos al P. Terraillon. Y ofrézcale las sinceras oraciones que nunca dejo de hacer por suconversión. Cuando digo “conversión”, él ya sabe a qué me refiero.

P.P.S. La Madre superiora de Bon Repos tiene aún en el mundo a dos sobrinos, hermanos del jovenMillot que está con usted en su casa. Ella desea sacarlos del mundo y verlos entrar en la Sociedadde María. El mayor tiene 15 años, y el otro, 12. Con el tiempo podrían llegar a ser Hermanos quetrabajan en las escuelas u otras casas parecidas, pero primero tendrían que ser instruidos yformados. Vea lo que su caridad puede hacer por ellos.30

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Las palabras jocosas sobre Te-rraillon se refieren a la esperanza quetenía Colin de que Terraillon, al final,se decidiría claramente por la Socie-dad de María y dejaría su puesto depárroco de Notre Dame en St Cha-mond. Tuvieron que pasar tres años,después de profesar como maristaen 1836, para que Terraillon dejara suparroquia.

No hay duda de que Champagnatmandó una rápida respuesta a la car-ta antedicha, en la que Colin proponíaideas acerca de la formación de losHermanos José y el hábito distinto quehabrían de llevar. Evidentemente, Co-lin había tocado un nervio sensible yChampagnat insistió una vez más enque no quería diferencias entre losHermanos. Colin vuelve a la carga re-plicando a estas objeciones:

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Belley, 17 de enero de 1835.Apreciado cohermano:

Las observaciones que le hice sobre el atuendo de los Hermanos no pueden aplicarse de momento,pero hay que analizarlas a los ojos de Dios. Creo que, andando el tiempo, nosotros tampocollevaremos el rabat; no sería adecuado que los Hermanos lo lleven, hablo sólo de los Hermanos queestén en casas de los presbíteros. Los capuchinos, los jesuitas en Italia y otras variascongregaciones llevan el rosario colgando de la cintura. Me parece que este hábito nos vendríamejor a nosotros, que estamos bajo la protección de María de una manera muy especial. Si un díaadmitimos esta regla para los presbíteros, lo propio sería que los Hermanos Maristas, que formanuna rama de la Sociedad, fueran también coherentes en este punto. Le doy estas ideas sólo paraconsiderarlas ante Dios; ni yo mismo tengo una idea formada sobre este tema, así que,seguramente, no hay ninguna prisa.Debe entender que los Hermanos que se van a dedicar a empleos manuales no pueden serformados como los otros. Durante su noviciado deberían emplearse especialmente en diversasocupaciones manuales, ya que de otra manera perderían el gusto por el trabajo y se acostumbraríanasí a cierto aletargamiento que les incapacitaría para sus funciones. Creo firmemente que losHermanos que han pasado varios años enseñando no estarían luego en condiciones de convertirseen Hermanos criados. Esta impresión es la que me mueve a aconsejarle que inculque el amor por el trabajo manual, desde el comienzo del noviciado, a los novicios que le parecen hechos para este tipo de empleo.De todos modos, dejo a su juicio ver si el joven Millot está adaptado para llevar las tareas de lacocina o cualquier otro trabajo de este estilo. No se me escapa el hecho de que es voluble; piensoque con los años se le corregirá este defecto.Mi opinión sería que usted vuelva a llamar al hermano André a su lugar y que, bajo la guía de unbuen Hermano, se dedique de manera continua a tareas manuales. Dirigido de esa manera, seríacapaz de rendir un buen servicio. Sentimos una gran necesidad de Cartier, ahora H. Eugene. Él permanecería en La Capuchinière, trabajando en la huerta y encargándose de la despensa del seminario. Mire a ver si puede mandármelo a mediados de la Cuaresma, a la vez que se lleva

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En lo referente a los dos Herma-nos de Belley, sabemos que Francis-Xavier Girod recibió el hábito en elHermitage en julio de 1835, lo cual daentender que Champagnat no acep-tó la solución propuesta por Colin.Respecto al otro, Joseph-Mary Luzy,no aparece en los registros de losHermanos Maristas, y los registros deBelley no concuerdan con el diario deeste Hermano. Él fue uno de los pio-neros de las misiones del Pacífico, yestá enterrado en el cementerio delos Padres Maristas en Villa Maria,Sydney.

La Grange Payre y Valbenoîte sa-len a relucir de nuevo, demostrandoque Colin era favorable a tener los no-vicios de los presbíteros maristasubicados en La Grange Payre. Sinembargo, mantenía su actitud decongelar esta propuesta a causa dela oposición que pudiera venir de al-gunos de los de Valbenoîte.

La Grange Payre nunca albergóuna comunidad de presbíteros ma-ristas; fue vendida por los Hermanosen 1853 para pagar parte del coste dela construcción de la nueva Casa ge-neral de los Hermanos Maristas, en StGenis-Laval.

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31 Carta del P. Colin al P. Champagnat, O.M. 1, Doc. 331.

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al hermano André. No obstante, someto todo esto a su prudencia. También tenemos aquí en Belley a dos Hermanos que son ya bien conocidos. Si le parece oportuno,tomarán el hábito aquí, aunque seguirán perteneciendo a la casa de los Hermanos. Usted lesasignará un nombre religioso y ellos quedarán así bajo su dependencia. Deme a conocer su opinión.De este modo ahorraremos los gastos de viajes.He sabido que el P. Fontbonne está en el Hermitage. Insístale en que venga a ayudarnos a predicarel jubileo; nos prestaría un gran servicio a la vez que se prepararía para la gran misión a la que su celo le llama. No me atrevo a preguntarle al P. Séon sobre ello; creo que su presencia es necesaria en Valbenoîte.Asegúrese de que el buen Dios le destina para fundar el noviciado de los presbíteros en su Grange Payre. No abandone la idea. Me parece que muy pronto podrá proponérselo de nuevoa sus hermanos de Valbenoîte. Les abrazo a todos con todo mi corazón [totocorde], y soy, con respeto, Padre,

su humilde servidor,Colin.31

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Después de la canonización denuestro Fundador en 1999 y de las be-atificaciones, celebradas o por cele-brar, de nuestros mártires de España,quizá ha llegado el momento de ha-cer una reevaluación de aquel que fueel brazo derecho y el primer sucesordel P. Champagnat, pero que perso-nalmente considero como una espe-cie de cofundador. Mi interés por el H.Francisco proviene en particular por elhecho de que he informatizado susnumerosos Cuadernos y también susCartas, que me han mostrado unapersonalidad bastante diferente a laidea que yo había recibido.

UNA BIBLIOGRAFÍA YA MONUMENTAL

Quien quiera conocer al HermanoFrancisco, lo tiene fácil: de él tene-mos cinco biografías: L’Abbé L.Ponty, capellán en Notre-Dame de

Lacabane, escribió la primera en1899, editada por E. Vitte, en Lyon.

Un hermano, Felipe, es autori-zado por el Consejo General, el 8 demayo de 1923 a publicar una vidaabreviada del H. Francisco (24 pági-nas) inspirada en la de Ponty. Serápublicada en 1924, en Turín, con al-gunas ilustraciones.

En 1949, Guy Chastel escribió unavida del H. Francisco, editada por Al-satia, en Colmar. Es una obra conuna escritura bastante agradable.

El Hermano Louis-Laurent (PierreZind) publica “En las huellas del Her-mano Francisco”; es un trabajo dehistoriador, con muchas fotografías.

Por último, en 1996, el H. Gabriel Mi-chel escribió a su vez una biografía ex-plorando bastante ampliamente en suscuadernos y colecciones de cartas1.

Louis Richard, fms 85

1 [301 Miscelánea. Apuntes personales y otros.* 302, 303, 304 apuntes de sus retiros de 1825 a 1869* 305 Viaje a Roma. Varia. * Retiros de 1872 a 1880. * 306 Proyectos de instrucciones 307, 308, 309 * Ins-trucciones * 310,311 Notas diversas * 312 Temas diversos * 313 Asuntos civiles, informes, circulares ma-nuscritas. * 10, 11, 12 Cuadernillos de cartas, de p. 1 a 1086 * 13 Otro carnet de cartas * 41 a 49 * Carnetso cuadernos científicos o médicos * Circulares impresas (los volúmenes 1 y 2 le conciernen)]

EL H. FRANCISCO EN SU CORRESPONDENCIA PERSONALGobierno del Instituto ydirección espiritual

H. Louis Richard

E S T U D I O S

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También hay referencias a las bio-grafías de L. Ponty y de G. Chastel.

Sin embargo, faltan referencias aotros autores: El H. Avit y sus “Ana-les” ricos y pintorescos; El H. JuanBautista que, en la Vida del Funda-dor, ofrece informaciones significati-vas; “El Hermano Silvestre noscuenta a Champagnat.” Veremosmás adelante que estos diferentestestigos, que conocían bien al H.Francisco, muestran sobre él inter-pretaciones bastante divergentes.

Por último, el Hermano GiovanniMaria Bigotto, en 2003, ha escrito unpequeño folleto, titulado “El HermanoFrancisco, la alegría de ser her-mano”, en el que el aporte de lasCartas Personales se menciona demanera muy relevante en la página 4:

Estas Cartas “permiten, por medio de un contactodirecto, conocer a un Hermano Francisco muyinteresado en todo lo que los hermanos viven; es un interés que viene del corazón, de su largaexperiencia en el gobierno, y del tiempo que él sabepasar ante Dios. Estas cartas son un tesoro sin igualen los documentos que tenemos del Hermano, ¡qué riqueza de fraternidad y qué arte en el diálogo con el Señor y con la Buena Madre!”

Más adelante, se citan numero-sos testimonios en el proceso dioce-sano de beatificación.

BREVE RESEÑABIOGRÁFICA

Un sencillo recordatorio históricono es quizá inútil: Gabriel Rivat nació

en 1808 y pronunció su primer com-promiso en las manos del PadreChampagnat en 1819. Después deun corto tiempo en la cocina y declase en Marlhes, Boulieu y Vanosc,se convierte en secretario del P.Champagnat en el Hermitage y sucorresponsal durante su estancia enParís. Fue nombrado Director Gene-ral en 1839 y después, Superior Ge-neral en 1852. En 1860, se retira en elHermitage, donde muere en 1881 alos 73 años.

Se trata de un personaje que nosparece lejano, pues las dimensionestemporales son creaciones de lamente, mientras que las medidas es-paciales que vinculan lugares con-cretos son fáciles de ver. Si se mepermite una nota personal, mi bis-abuela paterna nació unos diez añosdespués de la muerte de Champag-nat. Ella tenía unos treinta añoscuando murió el H. Francisco y tengoun recuerdo muy claro de su bondady amabilidad. Estamos, pues, antecasos parecidos y cercanos... Perovolvamos al tema que nos ocupa, esdecir a las cartas del H. Francisco.

LAS CARTAS PERSONALES DEL H. FRANCISCO

En las estanterías de los Archi-vos, entre las riquezas de nuestrosorígenes, conservamos las 18.063Cartas Administrativas del Institutoen 17 volúmenes, desde 1834 hasta1953. Tratan de todos los problemasinherentes a la administración de lasescuelas y otras casas del Instituto,

86 El H. Francisco en su correspondencia personal

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dirigidas a toda clase de órganos ad-ministrativos.

Otra serie de cartas va dedicadaprincipalmente a los hermanos: sonlas Cartas personales del H. Fran-cisco, de las que a menudo desco-

nocemos el destinatario. Inicialmenteescritas en ocho cuadernos, proba-blemente después de la muerte delH. Francisco, fueron encuadernadasen dos colecciones organizadas se-gún se muestra en el siguiente dia-grama:

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Volumen 1 Volumen 2

Cartas p. 1-514 (1842-1852) Cartas p. 527-1104 (1852-1858)

Índice p. 515-519 Cartas administrativas, p. 1-144 (1852-1860)

56 páginas no numeradas, de las cuales 9 de “índice” para los dos volúmenes.

En resumen, estos cuadernoscontienen 1.091 páginas de cartas fe-chadas desde 1842 hasta 1860 y 13páginas de índice relativas a las pá-ginas de los volúmenes.

En el momento de la publicaciónde las Cartas personales del H. Fran-cisco en 1996, sus artífices y divulga-dores, los Hermanos Paul Sester yJean-Pierre Cotnoir, numeraron lascartas y añadieron unas treinta quese encontraban en otras fuentes,con la ventaja de estar fechadas conprecisión. Así pues, la colección nosda un conjunto de 701 cartas perso-nales, unas 670 provenientes de lasdos colecciones del H. Francisco.Las cartas se dividen en orden cro-nológico desde 1841 hasta 1860,pero sin fechas precisas, en general,y de un año a otro, el número decartas que figuran es muy variable.Por ejemplo, en el Volumen II, los au-tores datan 136 cartas de 1853, pero

sólo 21 de 1858.

Al escribir sus cuadernos, el Her-mano Francisco, realizó probable-mente una selección de sus cartas,con el propósito de utilizarlas comouna base de datos para sus instruc-ciones y conferencias, como lo hizoen la mayor parte de sus muchoscuadernos. Como, por lo general, notenemos los textos originales, pode-mos suponer que él los destruyó; amenos que, después de su muerte,por negligencia o cambios de lugar ode manera deliberada, desaparecie-ron. En cualquier caso, no debemosconsiderar estas cartas como unsimple ejercicio de conservación,sino como una base de datos, y deahí vienen los índices establecidospor el propio H. Francisco.

Actualmente la colección de 1996se presenta, pues, de la siguientemanera:

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Por otro lado, el contenido de am-bas colecciones es diferente: en laprimera, si la mayoría de las cartasestán dirigidas a los hermanos, otrasmuchas se refieren a presbíteros, asuperiores, a diversas autoridades yespecialmente su contenido se re-fiere esencialmente a cuestiones degobierno. Es en la segunda colec-ción donde se encuentran las cartasde dirección espiritual que corres-ponden a lo que pedía la Regla de1837:

1. Los Hermanos primeros Directo-res escribirán al Superior cadames, y los Hermanos Directoresde cada establecimiento, cadados meses, para informarle detodo lo que sucede en su casa.

2. En cuanto a los demás Herma-nos, escribirán igualmente cadacuatro meses. La visita del Supe-rior no les dispensa de esta obli-gación.

Sabemos que el Hermano Fran-cisco, hasta la elección del H. Pascalcomo asistente, el 20 de mayo de1854, estaba encargado de la pe-queña Provincia del Nord (29 herma-nos en 1852), además de su cargode Superior General. La comparaciónentre las fechas y el número de car-tas nos lleva a creer que, efectiva-mente, una gran parte de su direc-ción espiritual correspondía a losHermanos de esta Provincia comoparece revelarlo el fuerte descensode su correspondencia en 1855.

88 El H. Francisco en su correspondencia personal

fms Cuadernos MARISTAS33

• Volumen I: Cartas 1001-1418 (1841-1852)

• Volumen II: Cartas 1419-1701 (1853-1860)

1849 1850 1851 1852 1853 1854 1855 1856 1857 1858

26 15 8 60 36 49 14 9 16 21

Por consiguiente, cualquier her-mano podía recurrir a él como Supe-rior General y la dirección espiritual deéste iba dirigida ciertamente tambiéna Hermanos de otras provincias.

De todos modos, es en las co-rrespondencias del segundo volumendonde mejor ha dejado reflejado sussentimientos personales. Y es en esevolumen, personal incluso íntimo, cu-yos beneficiarios desconocemos casisiempre, en el que yo quisiera dete-nerme para poner de relieve su per-

sonalidad y también las principales lí-neas de su espiritualidad.

INDICES INESTIMABLES

Como esos índices fueron esta-blecidos por el propio H. Francisco,tenemos derecho a considerar quedan una buena idea de lo que le pa-recía importante para él. En total, ensu índice general, H. Francisco re-tuvo 107 artículos relacionados casitodos ellos con la espiritualidad o con

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la vida ascética. Aquellos que él con-sideraba más importantes fueron di-vididos en subtemas, pudiendo llegarhasta ocho. Por ejemplo, “tentación”,“vocación”, “niños” tienen 8 aparta-dos cada uno; “Jesús”, “María”, “di-rectores” 6 artículos o apartados;“empleo”, “regla”, “oración” 4 apar-tados. En cada uno de los artículos seindican a continuación las páginas co-

rrespondientes. A veces algunos artí-culos muy similares podrían estarmezclados. Por ejemplo, “la oración”(16 referencias) y “la piedad” (18 refe-rencias); o “la regla” (8 referencias) yla “regularidad” (11 referencias). En latabla a continuación, damos una vi-sión general de conjunto de los temasque presentan por lo menos 10 refe-rencias a las Cartas.

Louis Richard, fms 89

2 Número de citas a las páginas3 Es decir, oraciones jaculatorias.

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R.2 Temas Subtemas

43 Vocación beneficio, agradecimiento, tentación, indecisión, parecer del confesor, pensamiento palabra contra, turbación inquietud, constancia

37 Lucha obstinado, caída, Dios y demonio

33 Director cargo, conducta, para los hermanos, penas, cualidades, confianza

33 Oración distracción, sequedad, temas

30 Niños progreso, educación, recompensa, oración vigilancia, confesión, amistad sensual, relaciones, vigilancia

30 Tentación ventajas, valor, astucias del demonio, medios para resistir, desprecio, invocaciones, victoria, higiene

28. Jesús imitación, sufrimientos, amor celo, en los niños, confianza, todo

25. Empleo penas, deberes, indiferencia, temporal, cocina

18 Piedad

16 Ayuda

16 Generosidad

16 Oraciones; aspiraciones3

15 Avisos religiosos

15 María recurso, protección, tentación, amor filial, por los niños,consagración

14. Cambios peticiones, renuncia, de la Congregación

14 Caridad unión fraterna

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Estos temas son, obviamente, re-flejo del contenido de las cartas de loshermanos que exponen a su Superiorsus dificultades: tentaciones (30), des-ánimo (13), tristeza (11), sufrimiento(11), penas, tristezas (12), defectos desus cohermanos (12) o problemas con

la caridad (14)... A lo que el superior res-ponde con recordatorios saludables: enprimer lugar la vocación (43), el com-bate espiritual (37), la oración (33), launión con Jesús (28) y María (15)... Unresumen de todas las rúbricas de esteíndice podría sintetizarse así:

90 El H. Francisco en su correspondencia personal

Grandes verdades 57 combate 37, muerte del religioso 10, mundo 5,estado del alma 5

Oración 67 oración, meditación 33, piedad 18, oraciones 16

Espiritualidad 82 Jesús 28, María 15, confianza en Dios 10, voluntad de Dios 8, amor de Dios 7, presencia de Dios 5, gracias 5, comunión 4

Caridad 29 caridad fraterna 14, defectos, comprensión 12

fms Cuadernos MARISTAS33

14 Noticias de la Sociedad, Capítulo general, Hermanos de Oceanía

14 Sociedad proyecto de salida, petición de reingreso, salida

13. Desaliento

12. Corrección de HH.

12 Defectos comprensión, ánimo;

12 Obediencia respeto unión al Director, defecto consecuencia

12 Sanción angustia, miedo del religioso malo

11. Espíritu del Instituto espíritu de fe, espíritu de familia

11 Regularidad

11 Males; dolores

11 Superior apertura, docilidad, correspondencia

11 Tristeza

10. Confianza en Dios

10 Muerte del religioso el buen, pensamientos

10 Perfección de suestado medios

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Pero toda sistematización conllevaun lado aleatorio y muchos temas sesuperponen o se repiten con variasreferencias posibles. Así pues, he de-cido presentar extractos significativosde este corpus en cuatro áreas:

1. Tratamiento de problemas per-sonales (570 referencias)

2. Todo lo que concierne a la vidainterior de cada uno (314 refe-rencias)

3. La educación y la enseñanza(226 referencias)

4. El Instituto (138 referencias)

El Superior mantuvo con sus her-manos una correspondencia man-dada por la Regla; es normal que lostemas más numerosos estén direc-tamente orientados hacia sus pro-blemas. Primero hay que mantener-los y confirmarlos en su vocación

(43). El Instituto es joven y los Her-manos aún más, por lo cual la direc-ción (en el sentido espiritual e insti-tucional: 33 citas) es una necesidadfundamental para continuar el tra-bajo de un breve postulado y novi-ciado o para completar la formaciónde los directores. Alienta, pide gene-rosidad y energía, anima en los ca-sos de desolación, de sufrimiento ode enfermedad.4

Sus hermanos son religiosos yeste carácter tiene que reforzarse pormedio de una intensa vida interior. Lameditación, la oración, la relaciónfrecuente con Dios (amor, confianza,voluntad) por medio de Jesús y deMaría, la caridad fraterna, el apoyomutuo, el estudio religioso: son todosmedios esenciales para mantenersecomo buenos religiosos, fieles discí-pulos del Fundador.

Louis Richard, fms 91

4 Es, sin embargo, interesante hacer notar que el H. Francisco, oficialmente, no fue nunca directorde comunidad antes de ser nombrado Director General y que sólo lo será después de ser Superior enNotre-Dame del Hermitage, es decir cuando ya ha terminado de escribir.

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Virtudes 51 alegría 8, energía 7, auténtica devoción 3, estudios religiosos 4, voluntad 3, discreción 3, generosidad 16, celo 7

Defectos 21 tibieza 4, pecado 4, desaliento 13

Vocación 103 vocación 43, perfección de su estado 10, regularidad 11, dirección 33, examen particular 3

Exhortaciones 19 ayuda y apoyo 16, éxitos 3

Problemas existenciales 91 tentaciones 30, sufrimientos 11, penas, inquietudes 12, tristeza 11, aflicciones 11, enfermedad 8, contrariedad 8

Educación, empleo 86 niños 30, empleos 25, celo 7, establecimiento 6, pensionistas 4, cambios 14, recreos 3

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Pero también son maestros, y elhecho de recordarlo aparece comoalusión anexa, pues es un problemamás estructural que se trata oficial-mente con los Directores. Todas es-tas circunstancias giran en torno a losniños, a los recreos, al celo, pero tam-bién a los destinos y a los empleos.

Estas cartas son personales, perono olvidan al Instituto, a la “Sociedad”,como escribe a menudo el H. Fran-cisco. Contienen consejos e informa-ciones generales, el recordatorio delespíritu del Instituto y de las Reglas, no-ticias de los capítulos generales, de losmisioneros de Oceanía, de la marchadel Instituto. El Superior necesita a ve-ces informaciones o aclaraciones quebusca, y también responde a las feli-citaciones y deseos de Año Nuevo.

Pero es importante pasar de lasgeneralidades a ejemplos concretosque muestran en el H. Francisco uncorazón de madre, sufriendo con losque sufren, instruyendo, explicandosin descanso, pero manteniéndosesiempre con gran firmeza.

LECTURA DE LAS CARTAS

La primera impresión que se des-prende de la lectura de estas cartases el tono cálido de sus preámbuloso de sus conclusiones, ya sea conlos hermanos jóvenes, ya sea con

los directores. Por ejemplo, con loshermanos jóvenes, probablemente:

1424 He recibido su carta que me ha causado unagran satisfacción;

1495 Le mando un fuerte abrazo con todo micorazón, y le prometo que no le olvidaré y queaceptaré de usted todas sus paternalesatenciones.5

Y a un Hermano Director:

1582 Usted sabe que siempre le he querido desdeque le conocí. Le quiero todavía más ahora queme representa y que me va a formar a unafamilia de santos. Usted rece por mí y yo rezarépor usted todos los días...

No es un ejecutivo que dirige delejos y desde arriba a toda la tropade sus súbditos, sino un padre —yuna madre— solícito con todos y ha-ciéndoles saber con toda sinceridady verdad el fondo de su corazón y laprincipal preocupación que le anima.Y este amor personal lleva natural-mente a la búsqueda del amor fra-terno, de la unión en las pequeñascomunidades de la época:

1421 Por favor, mantengan la paz entre ustedes, estadulce unión, esta caridad fraterna que son eldeleite y la dicha de la vida religiosa y que noshacen tan fuertes como para superar lasdificultades y los obstáculos que se oponen anuestra salvación.6

No se trata de un amor mera-mente humano, sino de la aplicación

92 El H. Francisco en su correspondencia personal

5 También 1427, 1430, 1472, 1481, 1653.6 Ver también 1422, 1428, 1447.

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de los sentimientos que reinaban enla Sagrada Familia. Este amor lleva alH. Francisco a entristecerse por elsufrimiento de sus hermanos como aregocijarse en los acontecimientosfelices de sus corresponsales, sin ol-vidar el papel positivo de la alegría.

1425 Me solidarizo con su dolor y su preocupación enel trabajo que le ha sido encomendado.

1434 Tengo un gran deseo de verle contento, feliz,alegre y satisfecho en medio de sus buenosHermanos..7

Cierto humor aparece incluso enlas imágenes utilizadas:

1436 Siga cultivando siempre con esmero su huertaespiritual, cave la tierra, quite las piedras, paseel rastrillo, siembre, plante, riegue, arranque,corte, pode, vuelva a plantar, etc. Siempre hayalgo que hacer en la huerta, todos los días y entodas las estaciones.

1572 Es en el combate, y no en el cuartel, como elsoldado gana la cruz de honor.8

Pero este calor humano no essólo sentimiento. Debe ser imitadopor los Directores que deben, ade-más de sus alumnos, dirigir y formara los jóvenes llenos de buena volun-tad y de ignorancia. Deberán, pues,dar pruebas de paciencia, de bon-dad, de apoyo sereno pero decidido:

1470 La primera cosa que tienen que hacer con susHermanos es no estar más sorprendidos oasustados de sus defectos e imperfecciones, nide todos los problemas que les ocasionan, quede oír el viento soplar en invierno. Incluso no

hay que extrañarse de que así ocurra y saberque las cosas son así. Y cualesquiera que seansus defectos, sus faltas e infracciones, nuncadesesperar de ellos.

Las cosas de la virtud son pareci-das a las de la ciencia; ésta no se ad-quiere sino gradualmente, poco apoco, con gran esfuerzo, por mediode lecciones frecuentes, a menudorepetidas, testigos de ello, nuestrosniños. Del mismo modo, la virtud noentra en el corazón sino poco apoco, paso a paso, con el tiempo, y,por así decirlo, gota a gota. Se debeverter lentamente, introducirla en elcorazón de un joven, más o menoscomo se introduce un líquido en unfrasco que tiene un cuello muy es-trecho. Si se echa precipitadamenteeste líquido, se cae todo fuera. Y noentra apenas nada. Si lo echamoslentamente, gota a gota, o como unpequeño hilillo, entonces entra fácil-mente, no se pierde ni gota, y elfrasco se llena pronto y enseguida.

1491 Otra cosa que les recomiendo es que cuidenbien a los Hermanos jóvenes, y que nodescuiden ningún detalle que esté encaminadopara su bien, y así formaran Hermanosexcelentes. No se extrañen ni se preocupendemasiado por las pequeñas dificultades queexperimenten con ellos. Son cosas inherentes ala debilidad humana. Cada uno tiene sus gustos,sus momentos de mal humor, su carácter, susinclinaciones, su pequeña voluntad, incluso suscaprichos o manías a los que está apegado, queno vence sino con gran dificultad y de los quebastante a menudo está dominado por ellos,

Louis Richard, fms 93

7 Ver también: 1439, 1540, 1559.8 También 1462, 1617.

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muy a pesar suyo. Este Hermano se descuida aveces, comete puerilidades, se muestra indócil,descuida sus cosas. Lejos de mí el excusarle, y menos aún el aprobarle, pero cuántosesfuerzos, cuántos sacrificios tiene que hacer, a sus años, para vencerse a sí mismo, paracontenerse en varias circunstancias y noabandonarlo todo.

¿Sería a causa de su salud, a me-nudo frágil, por lo que el H. Fran-cisco siempre estuvo interesado porlos cuidados médicos proporciona-dos a sus Hermanos? Igualmente,como dice el H. Avit (2a Etapa, 1819porque “el bondadoso Padre le diolecciones de latín a su discípulo y lehizo estudiar medicina. El futuro Ge-neral fue, primero, mentor de los en-fermeros y amigo de los enfermosque siempre cuidó en todo con ca-riño”. Ya más tarde, siendo enfer-mero en el Hermitage, desarrollarásus conocimientos médicos, comolo demuestran los numerosos cua-dernillos en donde transcribe con-cienzudamente los diagnósticos y losmedicamentos de su tiempo. Sabe-mos que la esperanza de vida, a me-diados del siglo XIX, era inferior a lanuestra, pero las condiciones sanita-rias, el trabajo y la alimentación, lahacían más corta en el caso de losHermanos. Entendemos, pues, lapreocupación de un superior que vemorir a muchos religiosos jóvenes.

1475 Usted me dice que tiene dos niños muy enfermos.Se puede imaginar que esto me llega al corazón yque si quiero saber la enfermedad que tienen

con todas las circunstancias, estoy aún máspreocupado por conocer los remedios que se lesda y los medios que se utilizan para curarlos.

Quiero, pues, que me diga contoda la franqueza y la bondad de sucorazón:

1 Dígame si quiere a estos dos niños pobres como alos demás, e incluso más que a los demás, porqueestán más enfermos, y por que, por consiguiente,necesitan un amor más fuerte, más generoso.9

En este caso, ofrece sus propiosremedios, el primero —y el más sa-bio— que consiste en una vida orde-nada, regular, equilibrada y en unaalimentación adecuada y suficiente.

1591 Quiero también que usted tenga un cuidadorazonable de su salud y de la de sus Hermanos.Aliméntese bien como manda la Regla. Nocometa ninguna imprudencia. Tenga cuidado enlos viajes, en los paseos, no se exponga al calorni al frío. No grite, no hable demasiado fuerte enclase. Entre y salga exactamente a tiempo,cuando es la hora.

1664 Con respecto a su enfermedad, lo que tiene quehacer usted, salvo lo que diga el médico, esseguir una dieta adecuada, es decir, tomar laalimentación que más le convenga, sinpreocuparse ni hacerse mala sangre. En cuantoa las dolencias y enfermedades crónicas, cadauno tiene que ser un poco su propio médico, ycuando se ha encontrado lo que se necesita,quedarse tranquilo.

Utiliza incluso la tipología médicacomo imagen de la vida espiritual.

94 El H. Francisco en su correspondencia personal

9 1524, 1688.

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1563 Una buena infusión de esas virtudes tomadadiariamente por la mañana, a mediodía y por lanoche, qué pronto calmaría la fiebre y suavizaríala amargura que usted pudiese sentir en esasreuniones, y le procuraría ese grato sosiego,esa paz, esa dulzura y esa santa satisfacciónpropias de un alma que recibe todo de la manode su Dios y que se alegra por tener que sufriralgo por su amor.

La bondad, tan visible en él, no lequita un ápice de determinación y fir-meza que manifiesta claramentecuando es necesario. Con un direc-tor que parece falto de esta virtud nose anduvo con rodeos y le dijo:

1475 Estoy acostumbrado a pelear, pero no puedoterminar cediendo. No quiero que el diablotenga la sartén por el mango, ni que laspasiones triunfen. Prefiero hacerles la guerratodos los días del año, y durante toda la vida.Hay directores que han tenido dificultadesextraordinarias, sobre todo este año, ya sea consus Hermanos ya sea con extraños. No hecedido y tengo motivos para estar satisfecho deello, porque los asuntos se han solucionado yporque los Hermanos Directores estáncontentos.

Si usted lee atentamente mis cartas, verá quetienen un propósito muy diferente y que desdeel comienzo del año, he tratado de hacerleasumir el espíritu de la Sociedad, y de formarleen lo que atañe a la buena dirección de losHermanos y del establecimiento. Usted mesustituye, es mi representante acerca de losHermanos. Me gustaría, pues, que usted hable,actúe, que les trate en todo como usted sabeque yo lo hago, que tenga para con ellos, los

mismos sentimientos, las mismas disposicionesque yo, entonces no es posible que losHermanos no se sometan ni se entreguen: unalarga experiencia nos lo enseña.10

Tiene sentido de responsabilidad.Y, como buen administrador no tienemiedo en descender a detalles y por-menores, al ponerse en contacto sinduda con un maestro de novicios:

1449 Recibí con sumo interés las diversascomposiciones de sus excelentes novicios yestoy contento de ver que algunos estánbastante adelantados en diferentes capítulos dela enseñanza. Pero también me gustaría que mediese unos apuntes sobre cada uno de ellos,como lo hacía el querido H. Marie-Protais, el añopasado. Para ello, usted podría ponerse deacuerdo con él y con el Hermano Director,cuando regrese. Esos apuntes contendrían elnombre, la edad, el país o la región, la fecha deentrada en religión de cada novicio. Ustedseñalaría después ¿cuál es su estado de salud,sus aptitudes, su carácter; cuáles son susmedios, sus disposiciones, si es piadoso, dócil,sociable, apegado a su vocación, si tienesentido común, buen juicio, si se comporta conalegría para hacer lo que le dicen y si lo hacebien, en fin, me daría todos los detalles y toda lainformación necesaria para que yo tenga unbuen conocimiento de la persona y en losucesivo poder dirigirle y formarle bien.

En 1860, el H. Francisco descarga-do de la dirección del Instituto, vive enel silencio y el recogimiento del Her-mitage, sin embargo no tolera cualquierinfracción o violación a la Regla. Por esoriñe a un Director un poco negligente:

Louis Richard, fms 95

10 1547, 1561

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1672 Me he enterado con tristeza que sus Hermanosvinieron ayer a nadar en el estanque, sindecirme ni una palabra, y sin presentar escritoalguno manifestando que estaban en regla.Usted entiende y sabe que es un escándalopara la casa, y que causa una gran tristeza paralos Superiores. ¿Acaso no hemos recibido yabastantes fuertes lecciones acerca de esto? ...Si sus Hermanos necesitan bañarse, que siganel reglamento establecido, y que puedan darprueba de ello. Esta es la segunda vez, en unaspocas semanas de diferencia, que me veoobligado a dirigirme a usted para llamarles laatención. Desde que estamos juntos, esto no mehabía sucedido nunca.

Una carta en la que manifiesta suespíritu de pobreza parece informar-nos sobre las circunstancias de susalida de St Genis-Laval en 1860 queno parece, en principio, haber sidopensada como definitiva.

1679 Como, según parece, voy a permanecer aquídurante algún tiempo, en donde me heencontrado muy a gusto con mi numerosa yvaliente familia de novicios y postulantes queregresan a su casa de usted, por favor le ruegoque me envíe, con la primera ocasión, mi viejasotana, mis viejos pantalones y dos pares decalcetines. Usted los encontrará en el cajóninferior de la cómoda de mi habitación.

Si hay una preocupación, nuncaconcluida, y siempre vigente, cuyoequilibrio se obtiene por un desequi-librio por aquí, y otro por allá, es eltema de los destinos y el de los des-plazamientos y cambios. El superiordebe maniobrar entre la necesidad yla obligación. Por ejemplo, a un her-mano de la Provincia de Beaucamps:

1701 Varias veces pensé en enviarle un ayudante,pero sabiendo la enorme deuda que le dejó suantecesor, siempre me he echado atrás y no hecumplido, en contra de mi buena voluntad. Porotra parte, usted mismo ha podido comprobar,en su visita que hizo a Beaucamps, la escasezde personal que existe actualmente en la casa.Ya le dijeron que estaban obligados a emplear ajóvenes que no tenían el brevet y que ni siquierahabían terminado su noviciado.

Ante esta difícil tarea uno podríadesanimarse, pero Francisco, fiel imi-tador de su maestro, MarcelinoChampagnat, se basa en la mismaconvicción de que María nos pro-tege, y a menudo usa las mismaspalabras. En varias cartas (1433.1510,1513), recuerda la dulzura de la pro-tección de María: “Con María, ¡québien que se está!”. A otro, aconseja:

1538 Encomiéndese a menudo a la Santísima Virgen,y conságrese a ella cada día. Esta buena Madreque le ama como a su hijo le cuidará. Siga sushuellas, y usted nunca se extraviará. Récela yusted siempre saldrá victorioso. Le dejo conconfianza en sus bondadosas manos.

No puedo concluir estos extrac-tos sin volver a mencionar lo que nocesa de repetir a sus Hermanos: laRegla, el Instituto, es el “buen Pa-dre”.

1650 Estoy con los sentimientos del afecto máscordial, y en unión con sus oraciones, en lacapilla, en la casa y postrado ante la tumba delPadre Champagnat.

1666 También le insto a que interiorice y medite bienLas Reglas y las Constituciones, para podercitarlas con acierto en sus avisos y

96 El H. Francisco en su correspondencia personal

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recomendaciones, de manera que los Hermanosse den cuenta de que no es usted el que habla,el que da órdenes, o el que exige, sino que sonlas Reglas, que es el Padre Champagnat.

1678 (1872) Es con un grandísimo consuelo y granfelicidad como veo que la familia de nuestrovenerado Fundador crece y se multiplica demanera tan admirable a pesar de las dificultadesde los tiempos.

LAS CARTAS PERSONALESY LAS TRADICIONESSOBRE EL H. FRANCISCO

Estas cartas corroboran su ima-gen de primer y ferviente discípulodel Fundador. Pero también le pre-sentan como un superior a la vez fra-terno y firme. Sobre estos dos pun-tos, las cartas parecen contradeciruna tradición que nos ha sido trans-mitida, en particular por los Herma-nos Louis-Marie, Jean-Baptiste yAvit:

Nada más llamativo en este sen-tido que la circular (Vol. IV, pág. 239)dedicada al H. Jean-Baptiste por el

H. Louis-Marie, después de sumuerte en 1872, mientras el H. Fran-cisco vivía todavía. Para él, “el Vene-rable Padre debe (al H. Jean-Bap-tiste) el haber podido sobrevivirse así mismo treinta y dos años” por loque “¿no es para nosotros como unsegundo Fundador”? El H. Jean-Baptiste “tuvo una misión particular-mente especial en el Instituto, la deconstituirlo, y completarlo,” nadiecomo él fue capaz de “penetrar,como él sólo podía hacerlo, en lospensamientos íntimos y primeros delPadre Fundador [...] retroceder, conel mismo conocimiento de las perso-nas y de las cosas, hasta los oríge-nes del Instituto; determinar, con lamisma autoridad, el espíritu, la finali-dad, las reglas, en conformidad conel Régimen y el Capítulo General”.

El H. Francisco, a pesar de ser elprimer Superior y el discípulo másveterano, parece pues, bastante ol-vidado. Pero ya en la biografía del H.Louis (Biografía de algunos Herma-nos, p. 30, 1868), el H. Jean-Bap-tiste había hecho un elogio bastanteambivalente:

Louis Richard, fms 97

El Hermano Francisco siempre se distinguió por una fuerte inclinación y afecto hacia la vida oculta, elespíritu de oración y de unión a los misterios de Nuestro Señor. Así fue como consiguió ese alto nivelde virtud que todos admiramos en él y cómo prestó eminentes servicios al Instituto. Ya en la etapade Superior, por lo general, deja los asuntos y problemas de la administración a sus asistentes: lesencarga que traten estos asuntos con los hombres, mientras que él, levantando las manos al cielo,los trata con Dios, y obtiene de Dios las gracias de bendición que fueron la causa principal deldesarrollo y la prosperidad extraordinaria del Instituto.

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Evocando (1850, § 53) la circularsobre el espíritu de fe, publicada porel Hermano Francisco a partir de184811, parece como que se extrañade la eminente doctrina que en ellase encuentra y continúa:

“Nos permitimos decir que la Circular era sobre todoobra del P. Matricon y del querido H. Louis-Marie12.

Por otra parte, el querido H. Fran-cisco empezaba a estar cansado porfrecuentes dolores de cabeza, lo que

hacía que cualquier trabajo serio leresultase penoso.

Cuando el Hermano Franciscopresenta su dimisión en 1860, el Her-mano Avit insistirá de manera untanto pesada sobre el afecto y cariñodel H. Francisco por el Hermitage ysu deseo de verse descargado delgobierno del Instituto (1860 § 25, 67).Por último, al comentar la noticia desu muerte (1881 § 35) se limitará aestas palabras:

98 El H. Francisco en su correspondencia personal

11 Estará publicada en cuatro partes.12 Sí, es verdad que el H. Francisco no fue el único redactor de esta circular, pero el H. Avit exagera

al atribuirle una participación mínima.13 21 veces el H. Louis-Marie y muy poco el H. Jean-Baptiste. Pero sí es cierto que su texto se re-

fiere constantemente a la Vida del Fundador.

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En sus Anales, el H. Avit formulará, como de costumbre, juicios más críticosy amargos:

A pesar de que era muy estimado por todos, el querido H. Francisco no tenía el carácter, la iniciativa,la energía y el entusiasmo del P. Champagnat. No sabía ganarse los corazones y no dominaba lasvoluntades como lo hacía tan exitosamente el fallecido y añorado Padre. A los Hermanos no lesgustaba mucho su estilo frío, lento y sentencioso en sus instrucciones. Lo encontraban demasiadometiculoso, atribuyendo a veces una importancia excesiva a las pequeñas faltas, aceptandodifícilmente las excusas y temiendo demasiado las observaciones por su parte.

“Sin embargo, no vamos a añadir nada más a lo que ya hemos dicho varias veces de este virtuosofallecido, a no ser que aunaba sus conocimientos de medicina y su dulce y agradable propensión porla poesía religiosa. Fue él quien escribió cuatro de los cánticos de nuestra colección”.

El H. Sylvestre es el transmisor dela tradición opuesta. En sus memo-rias sobre el P. Champagnat, cita 35

veces el nombre del H. Francisco13 ylo presenta no sólo como un Her-mano modelo. Cuando expone el

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“maravilloso desarrollo de la congre-gación”, después de la muerte del P.Champagnat (p. 224-25), hace es-pecial hincapié en el papel promi-

nente del H. Francisco y evita recor-dar el nombre del H. Louis-Marie enla adquisición y construcción de StGenis-Laval:

Louis Richard, fms 99

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“Bajo su sucesor inmediato, las vocaciones se hacen más numerosos, las fundaciones se multiplican,por lo que el Hermitage, ese gran relicario del Padre Champagnat, como lo llamaba el HermanoFrancisco, primer Superior general, ya no es una casa ni suficientemente amplia ni lo suficientementeadecuada para ser el centro del Instituto. [...]Saint-Genis-Laval, localidad a pocos kilómetros [225]de Lyon, es designado para ser el lugar donde se va a ubicar la nueva Casa-Madre de laCongregación, de la que el Hermitage ya no es más que una sucursal, valiosa y preciosa bajo todoslos conceptos. [...] Más tarde, todavía bajo su sucesor, el Hermano Francisco, tuvo lugar laaprobación de la Congregación por la Santa Sede, con la facultad de elegir canónicamente a unSuperior General y de pronunciar los votos simples de religión.”

UNA INVITACIÓN PARA PROFUNDIZAR

Me parece que el estudio de lasCartas realizado anteriormenteayuda a reforzar la tesis del H.Sylvestre, a fragilizar las declaracio-nes o apreciaciones del H. Avit y amatizar las del H. Louis-Marie y delH. Jean-Baptiste. De hecho, es bajoel generalato del Hermano Franciscocuando se produjeron cambios fun-damentales en el Instituto, los cualesno se deben atribuir únicamente asus dos asistentes. Y el H. Avit pa-rece olvidar que, después de su di-misión, el H. Francisco todavía tuvonumerosas actividades en la forma-ción de los Hermanos (conferencias,retiros) como lo demuestran suscuadernos. Pero es lamentable y ex-traño que no nos haya quedadonada de su correspondencia poste-rior a 1860, pues es poco probable

que su actividad como director espi-ritual hubiese cesado. Sin embargo,también es difícil ignorar hechos pro-bados (sus problemas de salud, sujubilación anticipada...) y opinionesreservadas sobre el personaje. A pe-sar de los estudios realizados sobreel H. Francisco, éste sigue parecién-donos demasiado “desconocido yoculto.”

En conclusión, ¿qué nos ofrecenestas páginas sobre el HermanoFrancisco? En su mayoría confirmanlo que ya sabíamos de él.

El niño de 10 años, presentado alrecién nombrado vicario de Lavalla,primero por su hermano mayor, pararecibir una estampa piadosa, y luegopor su madre que se lo entrega, ig-norando y haciendo caso omiso delo que va a ser de él; al que Cham-pagnat le hace comenzar el estudio

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del latín (cuando él mismo había te-nido tantos problemas) y permiteque le den rudimentos de medicina;y que lo asociará al Instituto naciente,viendo en él a uno de sus primerosdiscípulos, es para nosotros un mo-delo de obediencia y docilidad, comolo especifica el H. Avit en sus Anales.Él siempre fue reservado, reflexivo yprudente, pero cuando le propusie-ron responsabilidades y vio en ellasla voluntad de Dios por medio de susuperior, aceptó la responsabilidady las preocupaciones con compe-tencia y conciencia. Todos sus her-manos eran para él verdaderos her-manos de corazón. Y cuando le llegó

el atardecer de la vida, se retiró conla mayor discreción posible, mante-niéndose siempre al servicio de lossuyos en la casa del Hermitage, reli-quia de su maestro y modelo, Mar-celino Champagnat. Así, pues, estascartas personales, que revelan elfondo del corazón del H. Francisco,iluminan al lector del siglo XXI sobrela quintaesencia de nuestra especifi-cidad. Aunque hoy día las condicio-nes de todo tipo son diferentes, ennuestra congregación y en el mundoque nos rodea, este espíritu denuestros orígenes debe seguir inspi-rándonos en la necesaria evolucióndel Instituto.

100 El H. Francisco en su correspondencia personal

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INTRODUCCIÓN

El relato “del joven Montagne seha convertido en el arquetipo detodos aquellos niños y jóvenes a losque debe dirigirse la misión ma-rista.1” Para encontrar el significadopreciso y completo del encuentro deMarcelino con el adolescente Mon-tagne, necesitaremos conocer elcontexto en el que se produjo, perosobre todo, comprender el signifi-cado que él dio al hecho y el impactoque le produjo a pocas semanas dela fecha fundacional de su obra.

Para lograr este objetivo te pro-pongo conocer y analizar los autó-grafos de Marcelino que trasmiten elorigen de su inspiración para fundarla obra marista. De este modo po-dremos hacernos una idea global delo que significó para él el encuentroprovidencial con nuestro protago-nista: el adolescente Montagne. Por

tanto, antes de llegar al relato delencuentro con el adolescente, esnecesario ver qué sucedió antes deél, para tener una visión amplia ypoder ofrecer un significado globaldel acontecimiento. De ahí la nece-sidad de que este escrito tenga unrecorrido más amplio, que te animoa realizar conmigo.

UNA INSPIRACIÓN YAPRESENTE EN SU CONVERSIÓN:CATEQUIZAR

Los autores sitúan la conversiónde Marcelino después de haber pa-sado la mitad de su carrera ecle-siástica, durante el curso en el quemurió su madre, en 1810. El sufri-miento y el duelo por su ausencia,unida a la mejora notable de la mar-cha del seminario de Verrières2, su-puso para él una ocasión favorable

Manuel Mesonero, fms 101

1 Cf. OM. IV, p. 120.2 El cambio lo propició su nuevo director, Jean Joseph Barou, de personalidad más organizativa y con

mayor autoridad sobre los jóvenes seminaristas.

Un icono de la Misión MaristaEL ADOLESCENTE MONTAGNE

H. Manuel Mesonero

E S T U D I O S

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para reflexionar sobre el sentido desu vida y las metas que quería al-canzar en ella. Nuestro seminaristatenía 21 años. Dos datos que confir-man esta conversión fueron el cam-bio positivo que dieron suscalificaciones en el apartado de con-ducta y su cuaderno de propósitos,que contienen sus resoluciones3:

Oh Señor y Dios mío, prometo no ofenderos... novolver más a la taberna sin necesidad; huir de lasmalas compañías; en una palabra, no hacer nadaque vaya contra vuestro servicio. Al contrario, darbuenos ejemplos... instruir a los demás en vuestrosdivinos preceptos; enseñar el catecismo tanto apobres como a ricos. Haced, Divino Salvador, quecumpla todas estas resoluciones tomadas.4

El manuscrito recoge todos loselementos esenciales que se dan enuna verdadera y sincera conversión.La primera resolución, “no ofende-ros más,” es diáfana: Marcelino va-lora su vida desde la moralidad ybusca alejarse de la ofensa a Dios. Elcompromiso de “no volver a la ta-berna sin necesidad” nos advierteque la actividad de ir a los bares ensu tiempo libre fue persistente. Laexpresión “no volver” indica dejaralgo que todavía se está haciendo yque afectaba al desapego de unacostumbre arraigada. La resolución“huir de las malas compañías” re-coge una estrategia muy conocida,pues es una consigna de todos los

tiempos: la huida. Las malos amigoscorrompen las buenas costumbres yde ahí la necesidad de dejarlos.

La segunda serie de propósitoscomienza por “dar buenos ejem-plos.” Marcelino se percibe tambiéncomo luz y testigo: “vosotros sois laluz del mundo.” (Mt 5, 14). Continúadespués con el de “instruir a losdemás,” donde se percibe su deseode ensayar su misión de guiar comopastor que un día será de su rebaño.

Y el último propósito, “enseñar elcatecismo,” no puede menos queemocionarnos pues nos deja vislum-brar, desde su primer escrito, su in-clinación más singular: la de enseñara los niños, evangelizarlos, llevarlosa Dios. Catequesis es el término pre-ciso para instruir a un público deter-minado: el de la infancia. Un día, nomuy lejano, encontrará, precisa-mente en esta labor, su misión comofundador. Desde la primera hora desu conversión se percibe cómo elEspíritu le inspira en esta dirección.

En los testimonios de sus vaca-ciones en Rozey tenemos la pruebaque confirma que sus propósitos losllevó a término:

“Dijo él (Champagnat) a algunas personas del Rosey:“Si vienen, les daré catecismo y les diré cómo tienenque vivir”. La pequeña habitación se llenó; los

102 Un icono de la Misión Marista: el adolescente Montagne

3 Este manuscrito está sin fechar. La fecha de 1812, es sólo una posibilidad remota. Este texto es au-tónomo y anterior al manuscrito fechado en ese año, porque se ve un comienzo, unos propósitos de-terminados y un final. Balko lo fecha a finales de curso de 1810, y es la que nos parece más razonable yla que más se ajusta al contexto y al resto de los datos que tenemos de Marcelino.

4 Resoluciones 28.

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domingos siguientes acudían de las aldeas de LaFrache, La Faye, Ecotay, Marconière, Montaron, Allier;la habitación resultaba insuficiente. Él se ponía de piesobre el umbral de la puerta y hablaba al auditorio,que llenaba el cuarto y otra estancia vecina. A pesarde que era muy joven, predicaba tan bien que losniños y los mayores permanecían con frecuencia doshoras sin aburrirse. En cuanto a mí, si bien muyjoven, pues sólo tenía 12 años, no me cansaba deescucharlo. ¡Explicaba las cosas tan bien...!5”

La niña Juliana Epalle, su vecina,se da cuenta del cambio que se pro-duce cuando Marcelino vuelve aRozey en sus vacaciones estivales yvalora la explicación del catecismocomo un don particular que tiene eljoven seminarista.

LA INSPIRACIÓN SE CONFIRMA

Si seguimos analizando sus autó-grafos, comprobamos que al finalizarel primer año de teología en Lyon, en1814, escribió su plan de vacaciones.Marcelino volvía a su hogar donde yano vivía ninguno de sus progenito-res. En este plan se reivindica a sí

mismo. Frente al rigor y la meticulo-sidad del modelo de vacaciones delManual del seminario6, él se man-tiene libre, lanzándose hacia el amora la familia y la pasión por sus apos-tolados favoritos. En referencia a lafamilia, la sitúa como su primer obli-gación, incluso por delante de la ora-ción7. En las relaciones con ellos sealeja de los privilegios sociales queya le daban el “vestir la sotana” yse propone “acomodarse al vivir desus familiares”. Y las propuestassobre sus apostolados favoritos re-tratan los elementos más genuinosde su personalidad:

12º Instruiré a los ignorantes, ricos o pobre, en cuanto atañe a su salvación.

13º Visitaré a los enfermos en cuanto me sea posible.8

Su programa incide de nuevoen la catequesis para todos, “ricoso pobres,” y nos advierte de laconstancia de esta accion repetidaen el tiempo. La confirmación deeste plan lo dan los testimonios delos ancianos, que tienen los re-cuerdos de su niñez grabados en la

Manuel Mesonero, fms 103

5 (SUMM 44) Sra. Juliana EPALLE SUMMARIUM, PRIMA POSITIO, 1910 También confrontar con CARAZO,Agustín (Postulador), “Témoignages sur Marcellin Champagnat”, Enquête Diocésaine, Roma 1991. Pág. 197.

6 El manual del seminario dedicaba veinte páginas dando indicaciones a los estudiantes para sus va-caciones dentro de un apartado llamado: “Reglamento de vida para las vacaciones”. En esta sección sedaban muchas orientaciones concretas y prácticas sobre ellas. Gastón de Pins. J.P. Petit manuel a l usagedu séminaire de S. Irénée. Lyon. Rusand. 1833. p. 214 -235

7 Estos son los propósitos relacionados con la familia:”

1º Pasaré mis vacaciones con mi familia.

2º Haré muy pocos viajes.

3º Me acomodaré, en cuanto me sea posible, a la manera de vivir de mis familiares. Los tra-taré a todos con suavidad y caridad. Procuraré ganarlos a todos para Jesucristo con misejemplos y mis palabras. No les diré ninguna palabra que pudiera enfadarles o causarles al-guna pena”. RESOLUCIONES. Marcelino.

8 RESOLUCIONES.

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memoria: “Los ancianos aún recuer-dan conmovidos las piadosas instruc-ciones que les daba durante las vaca-ciones, estando en el seminario ma-yor...9” Estos niños nos hacen com-prender que la primera localidad don-de se descubrió su carisma personalcomo educador y catequista fue ensu aldea natal. Este don personal diolugar, pocos meses después, a lo quesería su carisma como fundador:

Nos hablaba con frecuencia de las misiones y de ladicha de convertir las almas a Jesucristo. Y cuando mi hermano, martirizado en Oceanía en 1845, huboabandonado la casa paterna sin decir nada a nadie,mi padre demostraba resentimiento contra el padreChampagnat, pues estaba persuadido de que la idea de irse a las misiones provenía de las exhortaciones del seminarista Champagnat.10

Junto a este don de enseñar,aparece también, por primera vezen sus escritos, las visitas a los en-fermos. Percibimos en esta acciónapostólica su corazón compasivo,que le empuja a realizarlas. Nos in-teresa, de modo especial, seguiratentos a la evolución de estas dosactividades apostólicas de Marce-lino, porque el caso Montagne esjustamente la unión de dos cir-cunstancias: la atención a un en-fermo grave y la urgencia que éstetiene de ser catequizado.

LA LLAMADA COMO FUNDADOR DE UN NUEVO CARISMA

Cuando Marcelino vuelve de susvacaciones para comenzar 2º de Te-ología (1814-15), reinaba una monar-quía que no logró estabilizarse. De ahíque Napoleón volviera al primer planode la actualidad, al regresar de Elba yhacerse con el trono, mientras los Bor-bones huían a Bélgica. Fue el periodoconocido como los Cien Días11. El 23de junio de 1815, cinco días después dela derrota de Napoleón en la campa-ña de Waterloo, el obispo de Greno-ble ofició la ceremonia del diaconadode Marcelino y sus compañeros.

Con la Restauración de Luis XVIII,la iglesia comenzó a organizarse yvolvió un clima de religiosidad popu-lar, con el objetivo de re-cristianizar ala sociedad francesa. Este cambiopolítico se vivió en el seminario deLyon con entusiasmo. Al abrigo deeste sentir eclesial propagado porlos profesores, que intuían que paratal inmensa tarea los seminaristaseran imprescindibles12, salieron dis-tintas instituciones religiosas, comola Sociedad de María.

El origen de esta sociedad fue ungrupo de unos quince seminaristas,

104 Un icono de la Misión Marista: el adolescente Montagne

9 CPO, fol. 315.10 El testimonio es de Julienne Épalle. Su hermano era más pequeño que ella, se hizo sacerdote y

murió martirizado. El hermano marista Gennade Rolland fue testigo del asesinato de monseñor Epalle, enlas islas Salomón, en 1845. SUMM 71

11 Comprende desde el 20 de marzo de 1815, hasta el 28 de junio de 1815, fecha de la segunda res-tauración de Luis XVIII como rey de Francia. Esta vez la monarquía duraría más tiempo.

12 En este contexto se dio una explosión de instituciones que, con gran rapidez y en pocos años, ocu-parán un puesto notable al lado de las grandes órdenes antiguas.

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que se formó alrededor de JuanClaudio Courveille. Él se convirtió ensu iniciador y líder13. Marcelino, con-vocado también por él, se encon-traba entre ellos. Sus reunionesproyectaban un futuro apostólico ymisionero lleno de entusiasmo.

Marcelino, dentro del grupo, tuvouna participación activa y particular.Él sentía fuertemente que, dentro delproyecto de esta congregación ma-riana, tenía que haber una rama dehermanos catequistas. Repetía: “ne-cesitamos hermanos.” Los demásmiembros del grupo no se oponían,pero para ellos la idea de Marcelinoles parecía de mínima importancia14.Tras mucho insistir, el grupo se re-signó a la fundación de los herma-nos: “Está bien: encárguese de loshermanos, puesto que suya es laidea.15” Desde entonces, esta tareaconstituirá para él la misión de suvida. Su compañero Colin, que serámás adelante el primer superior ge-neral de la Sociedad de María, re-cuerda, muchos años después,estos hechos y la posición específicade Marcelino:

La idea de ese Instituto le corresponde a élexclusivamente (al señor Champagnat). Él fue quien,recordando lo que le había costado instruirse, decíaa sus compañeros del seminario mayor: tenemos quefundar también hermanos educadores.16

Y llegó el día esperado para suordenación, después de once añosde formación. Fue un 22 de julio de1816. Marcelino tenía 27 años. Y aldía siguiente, 23 de julio, un grupo dedoce jóvenes sacerdotes se enca-minaron al santuario de la SantísimaVirgen en Fourvière, donde hicieronla promesa escrita de fundar la So-ciedad de María. Este acto se consi-dera como el fundacional de laSociedad de María:

Todo a mayor gloria de Dios y honor de María, Madrede Nuestro Señor Jesucristo. Nosotros... tenemos...firme voluntad de consagrarnos... a la fundación dela piísima congregación de los Maristas... para gloriade Dios y honor de María, Madre de Nuestro SeñorJesucristo... Prometemos... que ofrecemos nuestraspersonas... para salvar las almas por todos losmedios posibles... Así sea.17

Nos interesa ver el texto con losojos de Marcelino: ¿qué significabapara él la promesa de Fourvière?Significaba un compromiso de fun-dar una “congregación” que abar-caba diferentes ramas: padres,hermanos y hermanas, pero dentrode una sola congregación. En espe-cial, él sintió el compromiso particu-lar de sacar adelante la rama de loshermanos:

Elevado al sacerdocio en 1816, aun antes de dejar elseminario de Lyon, pensé seriamente en crear una

Manuel Mesonero, fms 105

13 Se trataba de un seminarista nuevo, que había entrado en san Ireneo el curso de 2º de Teología.Courveille confiesa que le había sido inspirado el 15 de agosto de 1812 en el Puy (cfr. OM 2, doc. 718 (5),pág. 580).

14 P. Zind, V-M, No. 138, p. 3.15 Es una expresión que viene en la biografía. VIDA, c. 316 OME, doc. 171, pág. 470.17 OME, doc. 15, págs. 58-64.

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sociedad de maestros que creí deber consagrar a la Madre de Dios.18

El texto no ofrece dudas: “antesde terminar en el seminario de Lyon”está indicando que estando en laproximidad ya de su sacerdocio,pero “antes de terminar” como se-minarista, pensó con seriedad en elinstituto de los hermanos. Y la con-sagración a María de la institucióncomenzó en Fourvière. Ignorantesde los problemas que vendrían, losjóvenes sacerdotes se encaminaronllenos de entusiasmo a sus respecti-vos nombramientos. Marcelino lo ha-ría en La Valla.

Antes de acudir a su parroquia,escribió cuatro puntos básicos parasu futura vida sacerdotal. Este pro-grama refleja una síntesis entre susiniciativas personales y la formaciónrecibida de sus profesores. De nuevoMarcelino, en su pequeño plan, sereivindica a sí mismo. “Ante la pers-pectiva de una acción apostólica in-minente vuelve a su dinamismo na-tural y su espontaneidad.19” En suprimer compromiso se aprecia supredilección por la compasión:

1° Después de la comida me dedicaré a visitar a los enfermos de la parroquia, si los hubiere. Pero antes de salir, haré una visita al Santísimo Sacramento, lo que repetiré cada vez que salga,

ya sea fuera de la parroquia, ya sea al pueblo; a mi regreso visitaré de nuevo al Santísimo...”

Por encima de sus propias obli-gaciones, como eran la celebraciónadecuada de la Eucaristía, el re-paso obligatorio de las rúbricas, ola meditación diaria, asume, porpropia iniciativa, el compromiso decuidar a los enfermos20. Se dejallevar, una vez más, por su corazóncompasivo. Esta actividad apostó-lica la enmarca dentro de su devo-ción al Santísimo, al que se pro-pone visitar antes de ver a losenfermos y al regresar de verlos.

No puede menos que llamarnosla atención que, a tan solo unaspocas semanas del suceso deladolescente Montagne, Marcelinotenga la visita a los enfermos comosu primer compromiso. Desdeluego tenía las puertas abiertas alas inspiraciones del Espíritu y suánimo estaba preparado para se-cundarlas.

EL ENCUENTRO CON MONTAGNE

Marcelino llegó el jueves 13 deagosto a la parroquia de La Valla.Se trata de una población disemi-nada en profundos valles o escarpa-

106 Un icono de la Misión Marista: el adolescente Montagne

18 CARTA 34. Al rey Luis Felipe.19 BALKO, Volviendo a las Fuentes, p. 6420 El texto de las resoluciones es éste: “2.° Repasaré, una vez al año, las rúbricas del misal. 3.° Mi me-

ditación, que durará media hora, la haré siempre, a ser posible, antes de salir de mi habitación. 4.° No diréjamás la misa sin antes haber hecho un cuarto de hora de preparación, más o menos, y otro tanto de ac-ción de gracias.” RESOLUCIONES.

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das montañas del Pilat21, a tan sólo23 kilómetros de su ciudad natal. Elsábado, fiesta de la Asunción, ce-lebró su primera misa, dándose aconocer a sus parroquianos. Mar-celino, al comenzar su vida apos-tólica, no improvisó, sino que obrósegún un plan ya trazado, cum-pliendo con realismo sus propósi-tos escritos.

El 6 de octubre, cuando apenasllevaba ocho semanas residiendoen la parroquia, se fijó en un joveny decidió hablar con él para intere-sarle por su proyecto. Se llamabaJuan Bautista Granjón y tenía 22años22. La decisión la llevó a caboel sábado 26 del mismo mes23.Juan Bautista le pidió que visitara aun enfermo de su aldea de La Rive,que queda de la parroquia a unosquince minutos andando. Durante elcamino sondeó al joven, y al día si-guiente, en circunstancias pareci-das, le hizo su propuesta y le invitó apensarla24.

Y al día siguiente, lunes 28 de oc-tubre, ocurrió el acontecimientoMontagne. Por la mañana le llama-ron para atender a un enfermo que

se encontraba en Le Bessat25. Latradición no guardó el nombre dequién vino a dar la noticia. Una posi-bilidad es que fuera Francisco, elhermano del enfermo, que era car-pintero. Esta aldea, la mayor de laparroquia, era la más alejada y la demayor dificultad de acceso. En pocomenos de diez kilómetros se tieneque salvar un desnivel de más de600 metros. Se necesitan un par dehoras para llegar a ella en el buentiempo. En el invierno, sin embargo,se hacía inaccesible, pues estabacubierta de nieve la mitad del año.

Marcelino, sin soslayar las dificul-tades, acude con diligencia, pues loconsidera una prioridad de su minis-terio: la atención a los enfermos. Fueen casos como éste donde el coad-jutor se ganó a su parroquia, y mástarde dirían de él cosas como ésta:

El padre Champagnat amaba a los enfermos con toda el alma. Los visitaba, los cuidaba y ayudaba a bien morir con ternura paternal. Nada le detenía: ni la nieve, ni la aspereza de los caminos, ni la oscuridad de la noche, con tal de procurar a los moribundos el consuelo de los últimos sacramentos de la iglesia...26

Manuel Mesonero, fms 107

21 Parroquia populosa situada en el cantón de Saint-Chamond (Loira). El censo de 1820 le asigna2423 habitantes.

22 OM II, 74123 OM II, 75424 Ese mismo día 27, domingo, acudía a St. Chamond otro joven de La Valla, Juan Bautista Audrás,

para solicitar el ingreso en los hermanos de La Salle. Pero al comprobar su edad, 14 años, le dijeron queesperara y mientras tanto hablara con su confesor, que era Marcelino. OM IV, 189.

25 Le Bessat pertenece al término municipal de Saint- Étienne, del canto de Saint-Genest-Malifaux.Situada a una altura de 1179 m. Contaba con 71 hogares y una población de unas 500 personas.

26 CARAZO, Agustín (Postulador), “Témoignages sur Marcellin Champagnat”, Enquête Diocésaine,Roma 1991. TESTIMONIOS. Angélique Séjourbard.

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Marcelino, recién llegado al lugar,se dejó guiar hasta su destino. El ca-mino discurre por pendientes muypronunciadas, bosques, rocas y to-rrentes, que le daban un paisaje es-pectacular en aquella época del año.Cuando llegaron a Le Bessat, a 1179metros de altura, los caminantes aúntuvieron que andar medio kilómetromás, pues la familia del enfermo vivíaen los caseríos de Les Palais.

Cuando llegó al domicilio, JuanBautista Montagne, de 52 años, yClemencia Porta le estaban espe-rando, pues su hijo Juan Bautista, de16 años, estaba muy enfermo. Elconsuelo y dedicación que Marce-lino podía proporcionarle a través desu ministerio era prepararle a bienmorir.

La labor pastoral de Marcelino sealargó mucho por las dificultades es-peciales en las que tuvo que aten-derle. A la gravedad del enfermo seañadió la gran ignorancia religiosa enla que se encontraba el adolescente.Marcelino tuvo que sacar sus mejo-res dotes de catequista para hacercomprender a Juan Bautista las ver-dades básicas de la fe en un mo-mento tan delicado. Cuando le con-sideró preparado, aunque fuera demanera muy precaria, le confesó27.

Al finalizar esta primera atenciónal adolescente, Marcelino se ausentópor un tiempo para ver algún en-

fermo más de la zona, con intenciónde volver a visitar a la familia y acom-pañarla en la situación crítica en laque se encontraban. Pero cuandoregresó al hogar de los Montagne, eladolescente había muerto a las sietede la tarde. Lo máximo que pudo ha-cer el sacerdote fue consolar a unafamilia que lloraba la ausencia de unhijo de tan temprana edad. Marcelinono pudo prorrogar mucho su estan-cia con la familia Montagne, pues lanoche se echaba encima y le espe-raba un largo camino de vuelta.

De regreso a La Valla, Marcelinovolvió a sentir la llamada expresadaen el seminario ante sus compañe-ros: “necesitamos hermanos.” Perolos acontecimientos del día le dabanun realismo inusual: terminaba deatender a un adolescente con unaignorancia religiosa tal que no podíani recibir los sacramentos en un mo-mento crucial de su vida. Y todo porla falta de educación cristiana en suniñez: “¡¿Cuántos niños se hallaráncomo éste, lejos del camino de lasalvación?!28” Marcelino, despuésde un día en Le Bessat, entraba denoche por la puerta de la casa sa-cerdotal, cansado y con un senti-miento hondo por LA URGENCIA decomenzar su obra.

Pasados cinco días del encuentrocon Montagne, el sábado 2 de no-viembre, día de los difuntos, un ado-lescente vino a confesarse. Tenía 14

108 Un icono de la Misión Marista: el adolescente Montagne

27 Las disposiciones sinodales del tiempo decían que no se podía dar la absolución en distintos casos.En el 8º figuraba: “8º A los que ignoran los principales misterios de la fe”.

28 Cfr. OM 754. La expresión no es textual, pero contiene su significado básico.

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años y se llamaba Juan Bautista Au-drás. Le habló de su inquietud por lavida religiosa y cómo en La Salle nole habían admitido por la edad. Mar-celino vio esa circunstancia comoprovidencial para tener a su segundocandidato. Le confesó sus proyectosy le dio tiempo para pensar su res-puesta29. Al mes siguiente se las in-genió para comprar una casa cercade su vivienda parroquial.30 Marce-lino empleó dos meses de duro tra-bajo para hacerla habitable. Y el jue-ves, 2 de enero de 1817, los dosjóvenes comenzaron a vivir juntos.Es la fecha que se tiene como iniciode la congregación de los hermanosmaristas.

HISTORICIDAD DEL RELATO

La historicidad del relato Mon-tagne no está en entredicho. En re-ferencia a los hechos, el H. GabrielMichel nos proporcionó en 1966 losdatos necesarios para confirmarloscon la partida de nacimiento y losdatos de la defunción del adoles-cente31. Estos documentos sirvenpara confirmar el nombre del en-fermo, su localización precisa, su fa-milia y la fecha de su muerte. Es unainformación básica que la biografíano proporcionaba.

Un dato que se ha podido aclarares la edad del adolescente. La bio-grafía le describe como un “niño,”mientras que el hermano Francisco,hablando de él, le adjudica 17 años,pues seguramente conoce sólo lafecha de defunción32. El error sesubsana al encontrarse su partidade nacimiento con la fecha del 10 demayo de 1800 y compararla con lafecha del escrito de la defunción: el28 de octubre de 1816, a las 7 de latarde. El joven, por tanto, tenía 16años.

En cuanto a la narración, el testi-monio más antiguo que tenemos esun escrito del sacerdote Bourdin,que vivió con Marcelino en el Hermi-tage de 1828 a 1831. Él tomó notasde las conversaciones que mantuvocon el fundador. Sus apuntes espon-táneos confirman el núcleo de la na-rración ofrecida:

[6] Lo que requirió prisa en la fundación de la obra:el niño enfermo en las faldas del Pilat, necesidad demedio... Salió un momento a visitar un enfermo;cuando regresa se encontró al niño muerto.Reflexión: “cuántos niños se hallan lejos del caminode la salvación...33

Las anotaciones dejan constanciade lo esencial del relato: el lugar,aunque impreciso; el enfermo y sumuerte; la época aproximada del su-

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29 OM IV, 189. Le dio el librito “Piénsalo bien.”30 Se trataba de un edificio antiguo de un vecino, el señor Bonner.31 En el Boletín del Instituto nº 204.32 En la fecha de defunción se da una confusión, pues figura con 17 años, pero no hay duda que son

16 al comparar la fecha de defunción con la de nacimiento. 33 OM 754.

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ceso, anterior a la fundación, y el malcálculo de la edad del mismo Mar-celino, por motivos que desconoce-mos.

LAS MITIFICACIONES DEL RELATO

A partir del relato de los hechoses posible analizar algunas inter-pretaciones, que han sobrecar-gado el sentido del mismo,llegando a mitificarlo. He aquí unostextos que pueden ayudarnos ensu explicación:

– El desconocimiento que el muchacho tenía sobreJesús le convenció (a Marcelino) de que Dios lellamaba a fundar una congregación de hermanos.34

– Con el episodio de Juan Bautista Montagne la resolución de Marcelino Champagnat cuajó enfirme. Se imponía como deber pasar del proyecto a la realización...35

La expresión “le convenció deque Dios le llamaba” es desafortu-nada porque contradice a los autó-grafos de Marcelino y a lostestimonios del grupo fundacionalde la Sociedad de María, que ma-nifiestan que la decisión de Marce-lino de fundar la rama de loshermanos estaba tomada antes deser coadjutor en La Valla.

Tampoco la visita al enfermocausó el efecto de “pasar del pro-yecto a la realización.” De hechosabemos que, un día antes del su-ceso, Marcelino ya se había movili-zado en la realización práctica dela obra marista, proponiendo aJuan María Granjón su proyecto.

Marcelino, refiriéndose a esteperíodo, escribe lo que significó laexperiencia de los primeros mesesen La Valla y del plan que él yatenía asumido antes de llegar allí:

Elevado al sacerdocio en 1816, fui colocado comovicario en una parroquia rural; lo que vi con mispropios ojos me hizo sentir todavía más vivamente la importancia de poner sin más en ejecución el proyecto que meditaba hacía tiempo.36

“Lo que vio con sus propiosojos” está significando una situa-ción general de la parroquia en re-lación a la necesidad de educaciónque ésta tenía. Marcelino no espe-cifica una situación, ni nos da nom-bres. Por otra parte, al decir “mehizo sentir todavía más vivamente”está indicándonos un convenci-miento anterior. Y el borrador de lamisma carta, ligeramente diferentepor las correcciones, especificó laépoca de su decisión de fundar lainstitución: fue “desde antes dedejar el seminario Mayor.37”

110 Un icono de la Misión Marista: el adolescente Montagne

34 AGUA DE LA ROCA. ESPIRITUALIDAD MARISTA35 Pierre Zind.36 CARTA 34 B. Al rey Luis Felipe, el 28 de enero de 1834.37 CARTA 34 A. Al rey Luis Felipe, el 28 de enero de 1834.

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Es cierto que el Espíritu Santopuede actuar inmediatamente y sinconexión con la historia preceden-te del sujeto. Pero también lo es quelas cosas no suelen suceder así. Elcaso Montagne ha de considerarsecomo “la culminación de un itinerariocuyo esbozo se percibía ya desde1810-1812.38” No es casualidad quedesde su conversión Marcelino tu-viera como uno de sus propósitosenseñar el catecismo. Tampoco lofue que entre sus resoluciones pu-siera la primera el cuidado de losenfermos. Ni que sintiera la necesi-dad de una rama de hermanos enlas reuniones del grupo fundacionalde la Sociedad de María.

Si tenemos en cuenta todosestos datos, veremos el caso Mon-tagne como providencial, cau-sando en el santo un gran impacto.Desde luego le movió enorme-mente en el sentido de la urgenciade una obra que no admitía es-pera. Fue la gota que colmó unvaso que estaba ya lleno.

EL SIGNIFICADO DEL ICONO

Un icono es un “signo que man-tiene una relación de semejanza conel objeto representado.39” De ahí laimportancia de entender el signifi-

cado que tuvo para Marcelino el en-cuentro con este adolescente. Paraello volvamos a las notas que nos daBourdin en los diálogos con Marce-lino. Sobre la reflexión que el funda-dor se hizo de este encuentro,anotó:

[6] Lo que requirió prisa en la fundación de la obra: el niño enfermo en las faldas del Pilat,necesidad de medio... Salió un momento a visitar un enfermo; cuando regresa se encontró al niño muerto. Reflexión: “cuántos niños se hallan lejos del camino de la salvación...40

El razonamiento de Marcelino esclaro: Montagne está muy necesi-tado de instrucción religiosa y de ahíque no sepa lo que es la confesión(arrepentirse). Si a ellos les llegara lainstrucción religiosa adecuada, noestarían en esta situación dramá-tica... El relato de la biografía hace lamisma reflexión poniéndola en bocade Marcelino: “Cuántos niños se en-contrarán en la misma situación...por no tener a nadie que les enseñalas verdades de la fe.41”

El impacto que la carencia reli-giosa y su urgencia producen enMarcelino fue un sentimiento de ur-gencia para subsanarla. La expre-sión “requirió prisa42” confirma estefruto del acontecimiento, moviéndolea actuar sin dilación.

Manuel Mesonero, fms 111

38 H. André LANFREY, FMS. Ensayo sobre los orígenes de la espiritualidad.39 RAE. Vocablo icono.40 OM 754. 41 BIOGRAFÍA. c. VI42 En francés “ Ce qui nécessita LA HATE de l’oeuvre”

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Hoy se da una tendencia a ver eneste adolescente al prototipo de po-bre, necesitado y marginado social, alque la misión marista ve como can-didato por excelencia de su misión.Un texto que podría interpretarse deesta forma es éste:

Salgamos deprisa... al encuentro del joven Montagne.Llevemos a Jesucristo a los niños y jóvenes, especialmente a los niños más pobres, en todas las diócesis del mundo.43

Es cierto que el adolescenteMontagne podría pertenecer a unafamilia pobre. El dato, sin embargo,no aparece en las fuentes citadas.En un buen relato se expresa lo másimportante. Si algo no se describe,lo lógico es pensar que no existió oque se consideraba un aspecto se-cundario del hecho sucedido.

Las dos circunstancias que con-mocionaron a Marcelino, expresadasen el relato, fueron: la falta de instruc-ción religiosa y la urgencia de obtenerla.Pero se omite el dato socio-económi-co, que hasta ahora ignoramos. Poreso, parafraseando al Capítulo Gene-ral, podríamos matizarle así: “Llevemosa Jesucristo a los niños y jóvenes,especialmente a los que más necesi-tados están de instrucción religiosa...”

Este hecho no niega, ¡faltaría más!,que los maristas nacieran para educar

y evangelizar principalmente a los ni-ños y jóvenes más pobres y necesita-dos. Para ello nos basta con tomar in-formación detallada de las escuelitasque él fundó o con ver algunos textosbásicos del fundador como éstos:

Tenemos demasiado interés en promocionar buenoscristianos y buenos ciudadanos en el mundo rural.44

El fin del Instituto de los Hermanos es también dirigircasas de providencia o de refugio para jóvenes.45

La sociedad rural era la que con-taba con menos recursos en aqueltiempo. Además, el Instituto teníatambién el fin de una educación “noreglada,” llevando casas de provi-dencia o refugio, donde vivían niños yjóvenes marginados, normalmentehuérfanos, que no podían ser atendi-dos por sus familias.

El icono Montagne puede encon-trar un significado más completo siacudimos a una fuente más: la laborque Marcelino hizo en Le Bessatdespués del encuentro con él en esaaldea. Él tomó nota de la situación dela infancia en Le Bessat donde la ins-trucción no llegaba desde hace si-glos: “sus habitantes vivieron pormás de tres centurias en una francaignorancia y con una brutalidad quees realmente deplorable”46. Por eso,en cuanto Marcelino pudo disponerde jóvenes para ser educadores y

112 Un icono de la Misión Marista: el adolescente Montagne

43 XXI cap. general.44 CARTA 27345 REGLA 1837. 1. 2. p. 1046 “Délibération du Conseil Municipal de Lavalla, 28 mars 1827: Lettre du préfet de la Loire à Frayssi-

nous, 7 juin 1827”. ARCHIVES NATIONALES, PARIS, F-19, 750B.

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catequistas, envió al hermano Lo-renzo para atender al resto de ado-lescentes Montagne que había enella.

La iniciativa de la misión fue de Mar-celino. Éste se la presentó a los her-manos para contar con su parecer yesperar sus reacciones a la propues-ta. De ahí que, cuando el hermano Lo-renzo se la pidió con insistencia, el fun-dador se la adjudicó a él47.

La misión de Le Bessat es unsímbolo de osadía y valor para ir másallá de los lugares convencionaleseclesiales, con el fin de llegar allídonde la necesidad de instrucciónreligiosa es mayor. El mismo bió-grafo describe esta labor pastoralcomo si se tratara de un modelo ca-rismático propio de los orígenes, queluego, con la normativa vigente, nopuede imitarse ni se vuelve a repetir.

A través de muchos actos de celoy sacrificio, el hermano Lorenzo lo-graría resultados fantásticos. Se alo-jaba en una casa particular; prepara-ba sus propios alimentos; se acer-caba cada jueves a La Valla paraabastecerse de provisiones; dabacatequesis dos veces al día, reu-niendo a los niños al sonido de unacampana. Este trabajo lo realizó du-rante dos años ganándose tal respetoque los paisanos se quitaban el som-

brero cuando él pasaba. La aldea su-frió una auténtica transformación.

A finales de 1822, el hermano fueenviado a inaugurar la escuela e Ta-rantaise, vecina de Le Bessat, porpetición de su párroco, P. Préher. Allídaba clase en un granero y siguió vi-sitando Le Bessat los domingos y losjueves.

Los datos que tenemos del her-mano Lorenzo reflejan que fue uncatequista nato y que lo que másañoró de sus misiones fue su laborpastoral en Le Bessat. He aquí cómosolicita al hermano Francisco unamisión como aquella de los primerostiempos:

Usted me había dicho que esperara... a catequizar alos niños de la diócesis de Angouléme. ¡Oh! Le ruegoque me deje ir cuanto antes. Sólo necesito uncatecismo y una campanilla. Me parece oír a esospobres niños que me dicen: ¡Ah! Si conociéramos aese gran Dios que nos ha creado, que ha dado suvida por nosotros, le serviríamos mejor que nuestrosdesafortunados padres...48

El texto del hermano Lorenzo esmagnífico, pues nos señala el signifi-cado primigenio que él dio a su mi-sión hasta el final de su vida: lacatequesis como esencia de un ca-risma. Este significado refleja de ma-nera fiel la que Marcelino había dadoal encontrarse con el adolescente

Manuel Mesonero, fms 113

47 El fundador obraba así en algunas de las misiones para los hermanos: primero les presentaba lalabor pastoral y luego esperaba la reacción que surgía en los hermanos para decidir a quién enviar.

48Carta al hermano Francisco, 26,12, 42. Lorenzo tenía ya 49 años. Delorme, Alain. Nuestros prime-ros hermanos, p. 35

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Montagne: llevar la instrucción reli-giosa a los niños allí donde más senecesita.

CONCLUYENDO

Después de estas líneas estamosen disposición de concluir nuestrasreflexiones sobre el significado delicono Montagne:

– El encuentro de Marcelino fue laculminación de un proceso deinspiración del fundador, que leimpulsaba a remediar la necesi-dad de instrucción religiosa.Desde su conversión, Dios sus-cita en él el don de catequizarcomo un carisma personal. Losprimeros testigos que certificaneste don son los niños vecinos desu aldea natal: Rozey, siendo se-minarista. Este carisma, unido asu inquietud por la educación, lellevó a reclamar la rama de loshermanos en el grupo fundacio-nal de la Sociedad de María,cuando estaba en el seminariomayor. El compromiso de Four-vière, recién ordenado, significópara él una obligación adquiridaen público de llevar adelantetodas las ramas, en especial la delos hermanos. Por eso, al llegar asu parroquia, “lo que vio con suspropios ojos” le hizo confirmar sudecisión y, el encuentro con eladolescente Montagne, provocó

en él un sentimiento hondo de ur-gencia. Fue el “remache” de unclavo ya puesto.

– Las fuentes fidedignas que tene-mos del relato, coinciden y repi-ten lo esencial: el impacto deladolescente en Marcelino estuvoprovocado por una carencia muygrave de educación religiosa. Laesencia de la misión marista con-siste en subsanarla.

– El destinatario prioritario del nue-vo instituto, es decir, aquél por elque es necesario comenzar, es elque esté más necesitado de estaformación. Son aquellos niños o jó-venes a los que no llegan el restode instituciones eclesiales49.

– El relato Montagne y la misión deLe Bessat a que dio lugar está pre-sentada como el modelo carismá-tico del Instituto marista, por lo quedesborda de ilusión y por no aco-modarse a los parámetros de laRegla que vino luego. Es la vida he-roica representada por el herma-no Lorenzo en Le Bessat, viviendode la limosna de los hermanos deLa Valla, pues allí no había una es-cuela con ingresos. Sin embargo,con el tiempo, la institución sedesarrolla y crece, adquiriendocompromisos pastorales y educa-tivos con las grandes obras reali-zadas, muy complicados de dejar.Entonces comienza un drama ins-

114 Un icono de la Misión Marista: el adolescente Montagne

49 Desde este punto de vista, los destinatarios maristas prioritarios están en las fronteras, es decir,en esos sitios lejanos, apartados, no desde el punto de vista físico, sino de desatención.

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titucional, que podríamos llamar derenovación o renacimiento: dejar loque tenemos y volver a los lugaresque nos vieron nacer, allí donde

nos esperan los niños y jóvenes alos que nadie, o muy pocos, llegan.¡Difícil, muy difícil, pero emocio-nante y retador!

Manuel Mesonero, fms 115

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La casa actual del Hermitage sesitúa a ambos lados del Gier, perono siempre fue así. Cuando, el 13 demayo de 1824, M. Champagnat yCourveille compran, en el municipiode Saint-Martin-en-Coailleux, el te-rreno donde querían levantar la casadel Hermitage de Nuestra Señora,al otro lado del río, que pertenece almunicipio de Izieux, se establecierontalleres o edificios industriales perte-necientes a Antoine Thiollière-Laro-che1 que los venderá a partir del 3Julio 1824 a Mathieu Patouillard,quien se convertirá de este modoen el vecino del Hermitage hasta el 1de enero de 1839, fecha de la ventade esta propiedad a Champagnatpor el importe elevado de 39.000francos. Así, a pesar de su nombre,el Hermitage seguirá siendo durante15 años una casa obligada a tenerun vecindario muy cercano, perocon una vocación completamentedistinta.

Conocemos un poco al Sr. Pa-touillard por las fuentes maristas,gracias al acta de compraventa rea-lizado en 1839 (OFM3, doc. 677 p.480). Tiene como esposa a Fran-çoise Touillieu y tres hijos: Jeanne,Vincent y André. El acta le señalacomo “batanero” y describe con pre-cisión la propiedad adquirida en1824: “consistente en un batán, untaller para el blanqueo de algodones,una casa vivienda, un pajar o granero,una cuadra, un tanque, un dique, unaacequia, las aguas y las tomas deagua en el río Gier, un prado, unahuerta con árboles frutales, pastos,tierras, bosque y rocas, desagües,otras posesiones y dependencias”.Es, pues, un pequeño industrial espe-cializado en el desengrase y el car-dado de la lana (batán) y el acabadode tejidos de algodón, gracias a lafuerza motriz proporcionada por lasaguas del Gier. También es dueño depropiedades agrícolas en Izieu y en

André Lanfrey, fms 117

1 Según los Anales del Instituto, este establecimiento había sido creado en 1688 por la familia Dugas(T.2, 1840, $22).

MATHIEU PATOUILLARD, VECINO DEL HERMITAGE

H. André Lanfrey

DOCUMENTOS

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St. Martin-en-Coailleux2. Al comprartodo esto, Champagnat duplica máso menos la superficie del Hermitagey adquiere el derecho a utilizar lafuerza motriz del Gier.

El acta de matrimonio de los cón-yuges Patouillard3, el 19 de enero de1813, nos da precisiones importantessobre sus familias. Mathieu Patouillardes a la sazón carpintero en el térmi-no de Bruyère, en el municipio deIzieu, donde nació el 11 de septiembrede 1784. Es hijo de Jean Patouillard,que murió en Lavalla el 21 de octubrede 1806, y de Jeanne Salichon. Su es-posa, Françoise Touilleux, costurera,nació el 30 de septiembre de 1792 yreside todavía en el Moulin de Soula-ge en la zona más baja de la orogra-fía de Lavalla. Ella es hija de FrançoisTouilleux, herrero (“tailliandier”)4 (sic)que reside en el mismo lugar, y de An-toinette Dumaine que murió en Izieuel día 30 del mes de Ventôse del año115. Los testigos, es decir el padre dela novia y su tío, herrero, así como Ma-thieu Lassablière, de cincuenta añosde edad, cantinero en el término deCreux (Izieux), firmaron el acta. Sólo,Vincent Rivori de cuarenta y cincoaños, agricultor, no sabe firmar.

Estamos, pues, en un mundo detrabajadores artesanos, próximo to-davía a sus orígenes rurales, pero yaalfabetizado. En el momento de su

casamiento, Mathieu Patouillard tieneveintinueve años (cinco más queChampagnat) y su esposa veintiuno.Se trata de una diferencia de edad,corriente en aquel entonces, pues elnovio necesitaba tiempo para esta-blecerse antes de fundar un hogar. Éleligió a su esposa proveniente delmundo del artesanado del que élmismo formaba parte. Se trata, por lotanto, de una muy pequeña burgue-sía, pero que demuestra ganas desuperación o de ambición, pues lacompra de la propiedad de Gaux en1824 obliga ciertamente al endeuda-miento y a los empréstitos.

118 Mathieu Patouillard, vecino del Hermitage

2 El acta señala que esas fincas fueron causa de un pleito contra la viuda Motiron, proceso que ter-minó en1837.

3 Registro de Actas de Matrimonio, Archivos del Departamento del Loira.4 Un ‘taillandier’ es un artesano que fabrica y vende instrumentos que sirven para podar y talar ár-

boles (hachas…).5 21 de marzo de 1803.

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Retrato de Mathieu Patouillard - Foto tomada por el H. André Lanfrey el 5/12/2011, en casa

de la Srta. Maryvonne Arnaud en Saint-Chamond, en presencia del Sr. Marius Arnaud, su primo

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Mientras tanto nacieron dos hijos:Jeanne el 20 de noviembre de 1813 enIzieu, cuando su padre es probable-mente todavía carpintero; pero su her-mano Vincent nació el 13 de febrero1816 en Moulin Soulage, en el munici-pio de La Valla. Con la compra de lapropiedad de Thiollière-Laroche, la pa-reja Patouillard se acerca, pues, a laciudad y se convierte en el dueño deun taller de industria textil cuandoChampagnat está construyendo elHermitage al otro lado del río Gier. De-bemos añadir un tercer hijo nacidoaños más tarde en marzo o abril de18316. En el acta de 1839, lleva el nom-bre de André, pero en el acta de sumatrimonio el 17 de octubre de 1855,se le nombra como Vincent, de 24años de edad y cinco meses7.

Obviamente, una vecindad de 15años, ha dejado su huella en los Ana-les del Instituto. Pero por otra parte,podemos considerar una cuestiónpreliminar: ¿Por qué M. Champagnaty Courveille que compran las rocas ylos prados en frente del estableci-miento industrial no se presentaroncomo compradores de un taller quehubiera cuadrado perfectamente conuno de los artículos contenidos en elproyecto del Prospecto de 1824:

La educación de los niños en general yespecialmente de los huérfanos pobres es el fin denuestro establecimiento. Tan pronto comoterminemos la casa del Hermitage y nuestros medios

nos permitan sacar provecho de una buena entradade agua […] recibiremos a los niños de las casasde beneficencia; les daremos un empleo dándolesigualmente una educación cristiana.(Hno. Pedro Herreros, La Regla del Fundador p. 23).

Podemos suponer dificultadesmúltiples: un precio demasiado alto,el deseo de respetar el uso y la vo-cación industrial de la propiedad yde los terrenos, un espacio conside-rado demasiado exiguo... pero lapregunta merece ser planteada. Eincluso nos podemos preguntar siChampagnat y Courveille no espera-ron que algún día comprarían la pro-piedad Thiollière-Laroche y su en-trada de agua.

En cualquier caso, las relacionesentre Champagnat-Courveille y el Sr.Antoine Thiollière-Laroche, comer-ciante residente en St Etienne, noson malas ya que el 3 de julio de1824, el mismo día en que vendió aPatouillard su propiedad en la mar-gen izquierda del Gier, vende a losdos sacerdotes “una propiedad derocas y bosque” de 57 áreas con 40centiáreas ubicados en la margenderecha, por tres mil francos ade-lantados por el Sr. Benoît Bonnard,de Rive-de-Gier8.

Los Anales (T. 1 1824 § 51) seña-lan que desde la construcción de lacasa, los hermanos y el padreChampagnat se alojan en una “casa

André Lanfrey, fms 119

6 Archivos del Departamento del Loira, Registros del Estado Civil.7 Para los niños que tenían varios nombres de pila, la costumbre establece un nombre de pila pre-

dominante. Probablemente, de hecho, el último hijo se llamaba André Vincent, (su hermano hubiera po-dido ser su padrino), pero se le conocía en St Chamond por el nombre de Vincent.

8 OFM 3 doc. 647.

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del Sr. Patouillard”9. El 6 de enero,cuando Champagnat, muy enfermo,hace su testamento, “Mathieu Pa-touillard, batanero y propietario10,con domicilio en el término dicho losGauds, municipio de Izieux” es unode los testigos firmantes. Y en 1839(T. 1, p. 469-470), los Anales resu-men de este modo los 15 años de re-laciones entre los dos vecinos:

La familia Patouillard a veces había acusado a los Hermanos de echar piedras en su pradera y de tomar agua del Gier para regar el jardín.Además, la proximidad de esta familia, especialmentelas numerosas personas que tenían negocios con ella, quitaban a los Hermanos todos los beneficios y ventajas de la soledad, ventajas que habían decidido al piadoso Fundador, en 1824, a colocar aquí la casa madre de su Instituto.

Dejemos a un lado lo de las pie-dras lanzadas a la huerta y al pradodel Sr. Patouillard, que parece anec-dótico, y demos más importancia a lacuestión del agua, pues la casa delHermitage no disponiendo del dere-cho de realizar una acometida deagua, y sacando su agua del Gier,aguas arriba de la acequia del Sr. Pa-touillard, las sequías debían causarconflictos11.

En cuanto a la preocupación pordisfrutar de la soledad o aislamiento,es un asunto a relativizar, pues Cham-pagnat buscaba el equilibrio menos

malo posible entre el deseo de reti-rarse del mundo y las necesidadesde un establecimiento de formaciónpara docentes. Por lo tanto, su com-pra en 1839 corresponderá cierta-mente a motivaciones espirituales,pero los factores materiales (agua,proximidad a la ciudad...) tienen tam-bién su importancia. También habríaque preguntarse sobre su deseo derealizar por fin una compra que veníaproyectando desde 1824.

Los registros de contabilidad y al-gunos otros documentos muestranque, en general, las relaciones no eranmalas entre la familia Patouillard y lafamilia Champagnat, pues el primeroen beneficiarse de la vecindad es Phi-lippe Arnaud, hijo de Marie-AnneChampagnat y de Benoît Arnaud,aquel maestro con quien el joven Mar-celino pasó algún tiempo antes del se-minario. Los Anales (T. 1 p. 8 § 32)nos dicen que Felipe, nacido en 1805,primero había recibido lecciones delatín con su tío en Lavalla en 1821 y eraincluso capaz de enseñar a los Her-manos la lectura de los manuscritos,que era la última etapa del aprendizajede la lectura. Aunque tiene una buenaformación e instrucción, no continúasus estudios, sino que se convierteen carpintero y se junta con Cham-pagnat en el Hermitage en 182812.Los libros de contabilidad del Hermi-tage reflejan sus actividades durante

120 Mathieu Patouillard, vecino del Hermitage

9 Pero, como Patouillard sólo compró en julio, podemos suponer que al principio se alojan en casadel Sr. Thiollière-Laroche.

10 Es decir, labrador propietario.11 En las compras hechas por Champagnat, la cuestión del agua viene evocada varias veces.12 ¿Dónde hizo su aprendizaje entre 1821 y 1828? Puede ser que durante cierto tiempo estuviera tra-

bajando en casa de Patouillard.

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muchos años, como carpintero y per-sonal de mantenimiento. El 29 deenero de 1834, se casó con Jeanne(o Jeannette) Patouillard13 creandouna relación lejana de parentesco en-tre Champagnat y los Patouillard, loque, sin duda, ayudó a la conclusiónde la venta de 1839. Por otra parte,Philippe Arnaud y Jeannette Patoui-llard estarán presentes en la firma dela escritura de venta de 1839.

Los libros de contabilidad son tam-bién un testimonio, en cierto modo,de las relaciones de negocio mante-nidas entre Champagnat y Patouillard.Desde el 20 de octubre de 1824,Champagnat recibe 200 Francos desu vecino que probablemente se estáinstalando. (Orígenes de los Herma-nos Maristas (OFM, doc. 105.8). Acontinuación, las transacciones prosi-guen con bastante regularidad.

André Lanfrey, fms 121

Documento Fecha CantidadOFM

121.5 20/8/1827 Entregado a P. como saldo de toda la cuenta 180 F.

125.2 7/2/1831 Convenido con Patouillard todas cuentas pagadas hasta el 1 de febrero de 1831 8

126.4 27/2/1832 Entregado a P. como paga completa 27

111.3 27/2/1832 Convenido con P. para nuestros pequeños transportes desde Saint Chamond al Hermitage por 20 francos al año

126.17 26/10/1832 Entregado a P. como paga completa 87

127.5 6/6/1833 Prestado a P. para comprar una vaca 140

9/6/1833 Patouillard ha entregado 140

128.4 5/7/1834 Cuenta de Patouillard. 4 pares de zapatos 26Poner suelas y reparación de calzados 4, 5

129.2 21/2/1835 Entregado a P. como paga completa 246

27/2/1835 Entregado a P. para pago de transportes de St Chamond al Hermitage 30

25/3/1835 Recibido de P. 1000

129.3 Févr. 1835 Convenido con P. para transportes… 30

129.3 8/4/1835 Entregado a P. para la cuenta de Remilieu de Sorbiers y para saldo 211, 50

130.13 19/10/1837 Entregado a P. como paga completa 263

130.16 19/12/1837 La cal de P. queda pagada 30

130.17 26/12/1837 Entregado a P. (por) dinero prestado 100

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13 Cartas de Champagnat, T.2, p.55

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Si nos podemos fiar de estascuentas, las relaciones entre Cham-pagnat y Patouillard, bastante espa-ciadas antes de 1830, se estrechanmás con posterioridad. Pero esta di-ferencia puede provenir de los librosde contabilidad, al principio llevadospoco fielmente. En 1832, las relacio-nes son evidentemente buenas, por-que Champagnat y Patouillard con-vienen un acuerdo estable y durade-ro, siendo éste último responsableencargado a favor del Hermitage delos pequeños transportes y despla-zamientos y de hacer los encargos enSaint Chamond. También vemos losempréstitos y préstamos mutuos tí-picos de las personas que viven enarmonía y buen entendimiento.

En cuanto a la venta de 1839, porun importe de 39.000 Francos ofi-cialmente, pero de hecho probable-mente mayor, los pagos anticipadosanteriores a la muerte de Champag-nat son los siguientes14:

Fecha Importes

1/3/1839 10 000

5/8/1839 500

7/9/1839 300

20/12/1839 1000

? 200

20/1/1840 4000

20/4/1840 1000

Fin mai 1200

Total 18 200

La deuda restante será una de lasprincipales preocupaciones del Hno.Francisco, sucesor de Champagnat.El Hermano Avit (Anales T. 2, 1840, §19-21) nos da, por otra parte, lascondiciones de un préstamo de 22000 Francos por 5 años, realizadopor el Hermano Francisco y el Her-mano Jean-Marie junto los dos hijosdel notario Finaz, con una tasa del4,5% y el precio de una inscripciónde hipoteca sobre todos los bienesactivos de la Sociedad civil ubicadosen Gaux y en la Grange Payre. Afor-tunadamente, el Sr. Antoine Thio-llière, industrial de St Chamond ybienhechor de la Congregación, notardaría en pagar el importe adeu-dado para la compra de esta “pe-queña fábrica”.

Pero antes de que este pago pro-videncial hubiera intervenido, el Her-mano Francisco vislumbra la posibi-lidad “de utilizar el batán, el molino yla prensa de aceite15, que se encon-traban en los dichos edificios”, paracrear recursos y fuentes de entradas.Sus dos asistentes, que no están deacuerdo, recurren al P. Colin, que des-aprueba enérgicamente el proyecto(Anales, T. 2, 1841, § 41-53). Así pues,en los edificios Patouillard, se instalan“los establos, el taller de herrería y ce-rrajería, la panadería y varios depósi-tos que ocupaban los edificios situa-dos en el patio. Estos edificios fuerondemolidos”. Es legítimo preguntarse,sin embargo, si el Hno. Francisco noquería realizar, adaptándolo, el deseo

122 Mathieu Patouillard, vecino del Hermitage

14 OFM 1, doc. 136.715 El acta de 1839 no menciona esta prensa.

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de Champagnat en 1824: estableceruna especie de centro de aprendiza-je para adolescentes huérfanos, al-gunos de los cuales hubieran podidollegar a ser Hermanos.

En cuanto a Philippe Arnaud y aJeanne Patouillard, tendrán ocho hi-jos; los cuatro primeros nacieronmientras Philippe y su esposa vivíantodavía en el Hermitage, debajo de laactual capilla, en el espacio conme-morativo renovado. El hijo mayor,Jean-Baptiste, nacido en 1835, in-cluso habría asistido con su padre ala lectura del testamento del PadreChampagnat, quien habría aconse-jado a Philippe la compra del bosquede Patouillard sito en la margen iz-quierda del Gier, encima de los edifi-cios actuales16. Philippe establecerámás tarde su negocio de carpinteríaen La Bruyère, tal vez en la antiguacarpintería Patouillard, en el caminoque une Saint Chamond con La Valla.Murió el 1 de agosto de 1886, a los 81años de edad. Su esposa tenía en-tonces 73 años.

Pero volvamos al Sr. Patouillard ypreguntémonos por qué vendió su“fábrica”. En 1839, su esposa (47años) y él (55 años) son todavía re-lativamente jóvenes. Pero en el mo-mento de la venta, ésta no puedefirmar el acta, “en razón de la grandebilidad en que se encuentra por suenfermedad”; y por el acta de matri-monio de su hijo Vincent, se nos diceque murió el 8 de enero de 1839. Por

tanto, la venta tiene algo que ver conla muerte de la Sra. Patouillard, sinduda predecible desde hacía algúntiempo. Su hija Jeanne tiene familia ycasa propia desde 1834; su primerhijo, Vincent, se casará en 1848 a los32 años. Por aquel entonces, es car-dador de lana en Moulin Dion en elmunicipio de Izieu, hijo de “MathieuPatouillard que todavía vive”, carda-dor de lana en el mismo lugar. Encuanto al segundo hijo, sabemosque, según reza en el acta de su ma-trimonio en 1855, regenta una pana-dería en Saint Chamond, “hijo legí-timo de Mathieu Patouillard, que vivetodavía, propietario y cardador delana, de setenta y dos años de edad,residente en el lugar dicho delCreux”.

Resumiendo lo que nos dicen lasdiferentes actas mencionadas ante-riormente: Mathieu Patouillard en-viudó unos días después de la ventade su propiedad de Gaux, se retirócon sus hijos a un lugar llamadoMoulin Dion en Izieu, donde pareceespecializarse en el cardado de lalana. Su primer hijo tiene entonces 23años y el segundo sólo tiene 8 añosde edad. En 1855, a la edad de 72años, Mathieu Patouillard no es unjubilado, sino que todavía ejerce suactividad profesional, sin duda consu hijo mayor. En cuanto al segundohijo, éste tuvo que hacer el aprendi-zaje temprano en la panadería. Aun-que no sabemos la fecha de sumuerte, sabemos lo suficiente sobre

André Lanfrey, fms 123

16 Boletín del Instituto, Nº 218, 1976, “La ‘descendencia’ Champagnat, por el Hno. C. Déchaux.

mayo2015

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el Sr. Patouillard para explicar y es-clarecer su retrato presentado al co-mienzo de este artículo.

Este lienzo de 61 cm de alto por50,5 cm de ancho fue conservadohasta 2012 por Maryvonne Arnaud,recientemente fallecida. Procede desu padre, Jean-Baptiste Arnaud, hijomayor de Camille Arnaud, hijo dePhilippe. Existía un cuadro similar deJeanne Patouillard conservado porun tiempo en la familia Verdier, la Se-ñora Jeanne Verdier que era enton-ces muchacha soltera Arnaud, her-mana de Camille. Como sabemos lafecha de la muerte de Madame Ar-naud, podemos suponer que las dospinturas fueron ejecutadas al mismotiempo, es decir, antes de enero de1839. Es poco probable que la fechade la realización sea muy anterior,pues Mathieu Patouillard se nos pre-senta como un hombre de rasgosmarcados. Le podríamos dar alrede-dor de unos cincuenta años. Y comoen 1839 tiene 55 años, podemospensar en aquellos cuadros realiza-dos entre 1835 y 1838, en una épocaen que los Patouillard viven tiemposde cierta holgura económica.

Al pedir la realización de estos re-tratos, Mathieu Patouillard y su es-posa se sitúan muy consciente-mente en el mundo burgués, el únicocon los recursos financieros y el sen-timiento de su honorabilidad, parapermitirse este tipo de operación. Enresumen, estos retratos reflejan laascensión social, la solidez y la esta-bilidad de una familia a principios delsiglo XIX. Por eso, el traje que lleva el

Sr. Patouillard - levita de color negro,sombrero de ala ancha, chalecoabotonado muy arriba, poco hiloblanco - nos parece típico de unapequeña o mediana burguesía. Perodebería ser un especialista en histo-ria del arte el que clarificase o corri-giese este comentario. Una restau-ración del cuadro, actualmente muyennegrecido por el paso del tiempo,permitiría un nuevo enfoque de loque podemos considerar como unretrato típico de mediados del sigloXIX. Por otra parte, queda la cuestiónde saber quién fue el pintor, que bienpodría ser Joseph Ravery.

EPÍLOGO

Maryvonne Arnaud, habiendo fa-llecido en 2012, la familia donó gene-rosamente a la casa del Hermitageelretrato del Sr. Patouillard.

124 Mathieu Patouillard, vecino del Hermitage

fms Cuadernos MARISTAS33

Maryvonne y Marius Arnaud a ambos lados del retratode Mathieu Patouillard, el 5 de diciembre de 2011.

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Las fuentes maristas presentanuna gran variedad de cifras en cuan-to al total de Hermanos muertos en laguerra. Así que hemos tratado de ha-cer una verificación a partir de las lis-tas proporcionadas por el Boletín delInstituto, y las fichas de registros con-sultados por el Hermano Henri Réo-creux. El Hno. Augustin Hendlemeieraportó algunas precisiones sobre los

reclutas nacidos en Alemania. De estacomprobación aparece que las cifrasmás fiables son las proporcionadaspor las Actas del Capítulo General de1920: 1037 Hermanos fueron movili-zados y 155 murieron 1. La identifica-ción nominal de los Hermanos muer-tos en la guerra da los resultados sin-téticos siguientes ligeramente inferio-res a los del Capítulo General.

André Lanfrey, fms 125

1 La última edición de la cronología ha conservado una evaluación de 118, muy inferior a la realidad.2 Desaparecido en 1916.

LOS HERMANOS MUERTOS EN LA GUERRA DEL 14-18

H. André Lanfrey

DOCUMENTOS

Año Franceses Alemanes, Otros Total Profesos Profesosalsacianos- Temporales Perpetuos

lorenos

1914 14 14 2 12

1915 24 6 1 italiano 31 15 16

1916 23 10 1 húngaro 34 20 14

1917 18 16 1 italiano 35 27 8

1918 21 11 2 italianos

1 rumano2 35 29 6

Totales 100 43 6 149 93 56

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Estamos, pues, seguros de que elInstituto ha tenido al menos 149 pro-fesos muertos en la guerra, de loscuales 62.4% eran de votos tempo-rales. Las listas que dan las Circularesmencionan además un novicio y trespostulantes alemanes así como unnovicio francés, lo que daría un totalde 101 Franceses, 46 Alemanes, 6

Hermanos de otros países (ningúnbelga) o sea 153. Pero es probableque no se tomaron en cuenta una se-rie de Hermanos (desaparecidos,profesos temporales perdidos devista a lo largo del conflicto...) y que elbalance real de la guerra habría quesituarlo más bien en torno a los 160profesos muertos o desaparecidos.

126 Los Hermanos muertos en la guerra del 14-18

Año+ Nombre Nombre de Año Lugar País Provincia Prof. Temp. Prof. Perp. Fallec.y apellido Hermano Nac. Nac. Nac.

1914 CHAREYRE Adelaido 1893 Ardèche Francia España 1910-09-27 1914-08-20Aimé (n° 37)

1914 NEGRIÉ Marius Léon 1893 Aveyron Francia Carmagnola 1912-11-01 1914-09-00Marius Joseph

1914 BRUN Jean Marcel 1886 Haute-Loire Francia Siria 1903-09-20 1908-08-13 1914-09-09Pierre Bernard

1914 JACQUIN Paul Marcel 1888 Doubs Francia Grugliasco – 1905-04-23 1912-09-10 1914-09-12François Louis trabajos man

1914 RESSICAUD Dioscore 1883 Rhône Francia Constantinopla 1900-09-16 1906-07-15 1914-09-30Pierre Antoine Antoine

1914 COMPAGNON Ange Emile 1883 Loire Francia Canadá 1900-09-26 1905-08-23 1914-10-15Claude (n° 38)

1914 MISSONNIER Pierre 1878 Puy-de-Dôme Francia Varennes 1895-08-29 1901-09-19 1914-10-23Pierre Sénateur

1914 PION Joseph 1885 Isère Francia China, 1902-09-04 1907-07-28 1914-10-31Joseph Antoine Procule Grugliasco

fms Cuadernos MARISTAS33

LISTA DE NOMBRES ESTABLECIDA SEGÚN ELBOLETÍN DEL INSTITUO Y LAS FICHAS DE REGISTRO

La mención de las Provincias essólo indicativa, pues los registros noindican claramente la pertenencia a laProvincia. Pero el lugar de nacimien-to permite determinar con certeza lasnacionalidades, excepto a veces paralos Alsacianos-Lorrenos movilizadosen el ejército alemán. Para los Her-manos jóvenes o para los Hermanos

que trabajaban en las casas de for-mación de Italia, he indicado la casadesde donde salen para la guerra.Con el nombre de religión se indica elnúmero del Boletín del Instituto que dala biografía de tal o cual hermano. Lasfechas de defunción de los Hermanosdesaparecidos indican únicamente elaño y 00.00 para el mes y día.

Page 129: Cuadernos Maristas 33

Año+ Nombre Nombre de Año Lugar País Provincia Prof. Temp. Prof. Perp. Fallec.y apellido Hermano Nac. Nac. Nac.

1914 DEPALLE Cassiodore 1873 Lapalisse, Francia Varennes 1894-09-09 1907-09-15 1914-11-04Louis Allier

1914 BAUQUIN Joseph Albert 1882 Doubs, Francia Constantinopla 1899-09-19 1905-08-15 1914-11-16Marie Léon Emile

1914 CROSET Marie Théotiste 1881 Haute-Savoie Francia Seychelles 1898-09-28 1902-08-28 1914-12-08Alexis (n° 39) (St Paul)

1914 DUCULTY Léon Casimir 1881 Ardèche Francia Hermitage 1898-09-13 1907-09-15 1914-12-20Jean Henri

1914 LIEFOOGHE Marcellianus 1884 Nord Francia Beaucamps 1901-08-15 1911-09-10 1914-12-03Henri Rémi

1914 CROSET Marie Théotiste 1881 Haute-Savoie Francia Seychelles 1898-09-28 1902-08-28 1914-12-08Alexis (St Paul)

1915 HOCKE Jules Xavier 1893 Palatinat Beaucamps 1909-09-02 1915-00-00Adam Antoine

1915 DUPUY Joseph 1875 Loire Francia Hermitage 1894-09-06 1900-09-16 1915-03-02Jean Adonis

1915 PETITJEAN Marie Donat 1890 Meurthe-et- Francia Beaucamps 1906-09-11 1915-04-01Rémi René Evariste Moselle

1915 PARA Didace 1882 Hautes-Alpes Francia St Paul 1899-09-17 1907-09-15 1915-04-08Albert Henri (n° 39-40) (Italie)

1915 LEININGER Louis 1894 Palatinat Beaucamps 1911-03-19 1915-04-09Louis Boniface

1915 CHAVAS Louis Vitalien 1883 Loire Francia Canadá 1900-09-26 1905-08-23 1915-04-25Henri Joseph (n° 39-40)

1915 BAUD Louis Adrien 1894 Ardèche Francia Grugliasco 1910-09-04 1915-04-28Joseph Noé Camille

1915 DEVIERS Joseph 1881 Gourdon, Lot Francia Lacabane 1898-09-23 1911-09-10 1915-05-09Albert Néophyte

1915 PINQUIÉ Louis 1896 Constantine Argelia San Maurizio 1912-11-01 1915-05-17Louis Isidore Marcellin (Trabajo man.)

1915 SARRAZIN Vit 1887 Hautes-Alpes Francia Méjico 1903-12-16 1908-09-03 1915-06-14Alexandre Marius (n° 39-40)

1915 MAIRE-D’ÉGLISE Louis Kostka 1890 Haute-Saône Francia China 1906-09-17 1911-08-15 1915-06-16Joseph Honoré

1915 MAZET Daniel 1894 Haute-Loire Francia Hermitage 1911-09-10 1915-06-16Jean-Claude Joseph (San Mauro)

1915 AUTH Laurentius 1894 Prusse Beaucamps 1911-03-19 1915-06-17Henri Rhénane

1915 MERCADIÉ Fidel 1892 Tarn-et- Francia España 1908-12-08 1914-08-05 1915-06-21Emilio Garonne

1915 POTHAIN Marie Augustalis 1879 Ain Francia Constantinopla 1896-09-13 1901-07-28 1915-06-24Charles Constant (n° 39-40)

1915 BADIE Gélasin 1887 Pyrénées- Francia España 1903-08-06 1908-12-08 1915-08-07Vincent (n° 41) Orientales

1915 KRELLMANN Henri 1895 Westphalie Alemania Beaucamps 1913-08-15 1915-09-08Henri Ferdinand

André Lanfrey, fms 127

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Año+ Nombre Nombre de Año Lugar País Provincia Prof. Temp. Prof. Perp. Fallec.y apellido Hermano Nac. Nac. Nac.

1915 JUNG Marie 1888 Territoire Francia Constantinopla 1904-02-02 1910-10-30 1915-09-25René Louis Germain de Belfort

1915 DELDON Artémidore 1880 Ardèche Francia Aubenas 1896-09-17 1901-09-19 1915-09-25Bruno Firmin

1915 CHEVALLIER Paul Gabriel 1894 Savoie Francia Constantinopla 1911-01-06 1915-09-26Candide Louis (n° 43)

1915 HOFFMANN Joseph 1895 Palatinat Alemania Beaucamps 1911-09-01 1915-10-00Charles Mauricius

1915 AYGALENC Louis Marie Attale 1884 Aveyron Francia Hermitage 1912-09-12 1915-10-03Urbain Daniel (Trab. manual)

1915 CHALIER Brunone 1892 Torino Italia Italia 1909-09-29 1915-10-09Onorato (n° 42) (St Paul)

1915 BOUVRESSE André Chanel 1893 Jura Francia Constantinopla 1909-10-16 1915-10-15Albert Eugène

1915 RÉVOL Rupert 1875 Le Grand-Serre, Francia St Paul 1892-08-21 1897-09-21 1915-10-25Joseph (n° 42) Drôme

1915 MONÉ Gentius 1885 Pyrénées- Francia Méjico 1902-08-15 1907-12-25 1915-11-03Joseph Jean (n° 42) Orientales

1915 DENIS Joseph 1884 Dunkerque, Francia Beaucamps 1902-03-30 1909-09-12 1915-11-10Constant Charles Alexandre Nord

1915 REYBARD Jules Ernest 1892 Jura Francia Constantinopla 1909-03-19 1915-11-14Jules Joseph

1915 CHABERT Honeste 1870 Gard Francia St Paul 1889 1894-09-16 1915-12-10Victor Hippolyte (n° 46) (Italia)

1915 VANOOSTEN Emile 1886 Nord Francia Beaucamps 1903-03-19 1911-09-10 1915-00-00René Auguste C. François

1915 BERAUD Louis Régis 1894 Haute-Loire Francia Siria, 1911-08-02 1915-07-17Jean-Baptiste Varennes

1916 SUTAK Marie 1897 Hungría Fribourg 1914-10-04 1916-00-00Michel Bernardin (Suiza)

1916 MAURIN Ulpien 1875 Ardèche Francia Hermitage, 1892-09-14 1900-09-16 1916-01-29Jean Baptiste Seychelles

1916 LAUX Louis 1896 Grand Duché Constantinopla 1912-08-24 1916-02-17Louis Bertrand de Bade

1916 BRUNEL Jean Louis 1885 Lozère Francia China, 1902-09-04 1907-08-15 1916-03-00Baptiste, Jean Pierre Benoît Constantinopla

1916 PLANCHON Elie 1893 Mende, Lozère Francia Brasil 1911-08-02 1916-03-03Henri Philippe Etienne (Francia) (Mendes)

1916 ROBERT Joseph 1886 Loire Francia USA 1903-11-09 1908-08-25 1916-03-04Jean Baptiste Floribert

1916 BLANCHET Dimitrien 1883 Savoie Francia Méjico 1900-09-13 1904-12-19 1916-03-07Pierre-Marie (n°45)

1916 HAUSTEIN Léon Corsini 1896 Bavière Alemania Beaucamps 1914-03-19 1916-03-08Germain

1916 AOUSTET Régis Ignatius 1889 Haute-Loire Francia USA ( ?) 1906-05-06 1911-08-22 1916-03-09Marius Joseph (n° 45)

128 Los Hermanos muertos en la guerra del 14-18

fms Cuadernos MARISTAS33

Page 131: Cuadernos Maristas 33

Año+ Nombre Nombre de Año Lugar País Provincia Prof. Temp. Prof. Perp. Fallec.y apellido Hermano Nac. Nac. Nac.

1916 MOULIN Illidius 1881 Ardèche Francia España 1901-08-06 1904-12-08 1916-04-14Léon Jean-Pierre

1916 ZWICK Paul 1895 Palatinat Alemania Beaucamps 1912-03-19 1916-04-24Hermann Georges

1916 DAVIN Chrysanthien 1887 Hautes-Alpes Francia Méjico 1905-12-08 1909-12-25 1916-05-24Adrien-Louis (n° 46)

1916 RICHIER Marie Fidèle 1880 Bouches- Francia Méjico 1897-09-16 1903-12-08 1916-06-12Paul Denis du-Rhône

1916 LINDEMANN Gerhard 1895 Palatinat Alemania Beaucamps 1912-03-19 1916-06-12Nicolas

1916 LENHART Etienne 1890 Palatinat Alemania Beaucamps 1907-08-29 1912-09-10 1916-07-02Jacques Marius

1916 VEZIN Théophile 1894 Lozère Francia Grugliasco 1912-09-12 1916-07-08Théophile Joseph

1916 ROTERING Edgar 1896 Mülheim Alemania Beaucamps 1913-08-24 1916-07-17Bernard Frédéric

1916 CAYLA Pierre 1895 Cantal Francia Siria 1913-08-02 1916-07-30Pierre Maurice

1916 THOMACHOT Marie Thomas 1882 Saône-et- Francia Siria 1900-08-15 1905-08-15 1916-08-01Jean-Antoine (n° 46) Loire

1916 PAND Dominique 1896 Palatinat Alemania Beaucamps 1914-08-15 1916-08-04Joseph Joseph

1916 MOURET Solemnis 1881 Drôme Francia Méjico 1898-09-20 1905-01-01 1916-09-00Auguste Antoine

1916 PIOTTE Marie Abel 1883 Allier Francia Brasil, 1900-08-15 1904-01-21 1916-09-13Siméon China

1916 DUSSERRE Epagathe 1886 Hautes-Alpes Francia Méjico 1902-09-11 1908-01-01 1916-10-24Fernand

1916 BOYER Pablo José 1895 Hautes-Alpes Francia Argentina 1911-03-19 1916-11-02Pierre

1916 ROSTAIN Paolo 1896 Hautes-Alpes Francia Italia 1913-07-16 1916-11-02Emile Jean

1916 WESSENDORF Joseph 1896 Westphalie Alemania Beaucamps 1913-03-19 1916-11-13Joseph-François Patrice

1916 BERTRAND Marie Gatien 1896 Ardèche Francia Chippis 1914-08-15 1916-12-00Victor-Pierre (Suiza)

1916 BLASS Joseph 1899 Prusse Alemania Beaucamps 1915-00-00 1916-12-06Joseph Georges Ernest

1916 LABROSSE Louis Louis Etienne 1894 Saône-et-Loire Francia Bairo 1910-10-02 1916-12-15

1916 CHAZALON Jean Arsène 1893 Ardèche, Francia Méjico 1912-12-08 1916-12-21Jean Baptiste Francia

1916 RIEUBON Joseph François 1896 Ardèche Francia Aubenas 1912-03-19 1916-12-29Paul André Ernest (n° 47)

1916 DIONNET Ezéchias 1873 Haute-Loire Francia Hermitage 1890-09-14 1898-09-20 1916-07-12Frédéric Charles Joseph

André Lanfrey, fms 129

mayo2015

Page 132: Cuadernos Maristas 33

Año+ Nombre Nombre de Año Lugar País Provincia Prof. Temp. Prof. Perp. Fallec.y apellido Hermano Nac. Nac. Nac.

1916 ROTERING Edgar 1896 Mülheim Alemania Beaucamps 1913-08-24 1916-07-17Bernard Frédéric

1916 MALLET Marie 1896 Haute-Loire Francia San Mauro 1913-08-15 1916-10-30Jean François Amédée

1917 JOHANN Georges 1897 Palatinat Alemania Grugliasco 1914-08-15 1917-01-05Auguste Auguste

1917 SCHMITT Charles 1896 Palatinat Alemania Beaucamps 1912-08-24 1917-01-13Charles Ignace

1917 PERRELLE Paulin 1897 Rhône Francia San Maurizio 1913-10-06 1917-01-20Claude-Marie Antoine

1917 BLASS Marie Ernest 1896 Rheinprovinz Alemania Fribourg 1913-10-06 1917-02-07Ernest Ludwig (Suiza)

1917 KELLER Reinhold 1897 Palatinat Alemania 1914-03-19 1917-02-17Albert

1917 BAUER Bonaventure 1884 Bayern Alemania Copenhague 1904-07-27 1909-09-12 1917-03-12Auguste Léon

1917 BERAUD Antoine 1896 Haute-Loire Francia Siria 1913-08-02 1917-04-06Antoine Emile

1917 SCHÖNEBERGER Agathon 1895 Palatinat Alemania Beaucamps 1912-08-24 1917-04-12Eugène-Hugues Eugène

1917 ALLEC Noël Natale 1893 Hautes-Alpes Francia Italia 1910-03-19 1917-04-16Victor-Antoine (St Paul)

1917 LANIEL Joseph 1878 Haute-Loire Francia Varennes 1895-08-29 ? 1917-04-17Maurice Alphons Victoire

1917 LAMERS Armandus 1894 Dusseldorf Alemania Beaucamps 1913-03-19 1917-04-29Gérard

1917 SÉRAYET Marie Victor 1887 Ardèche Francia San Maurizio 1905-12-08 1911-09-10 1917-05-00Claudius-Ambroi

1917 BILLAMBOZ Marie Kostka 1896 Doubs Francia San Maurizio 1913-10-06 1917-05-05Louis Marie

1917 CAMPELS Henri Marie 1891 Aveyron Francia San Maurizio 1910-10-16 1917-05-25Henri Louis

1917 BILLARD Louis Daniel 1893 Palatinat Alemania Beaucamps 1909-09-02 1917-06-07Louis

1917 SPLENGER Paul Antoine 1894 Palatinat Alemania Beaucamps 1910-08-31 1917-06-07Hubert

1917 IMHOF Galdius 1897 Westphalie Alemania Beaucamps 1914-03-19 1917-06-08Guillaume Bruno Norbert

1917 CLERC Louis Rémi 1896 Haute-Savoie Francia San Maurizio 1913-10-06 1917-06-19Louis Félix

1917 MÜLLER Marie Emile 1893 Palatinat Alemania Beaucamps 1909-09-02 1917-06-20Eugène

1917 SIEGENTHALER Marie 1897 Palatinat Alemania Beaucamps 1914-03-19 1917-07-01Alois Sigisbert

1917 DUNY Humérien 1879 Ardèche Francia Aubenas 1895-09-10 1900-09-16 1917-07-06Pierre Basil C. (n° 50)

130 Los Hermanos muertos en la guerra del 14-18

fms Cuadernos MARISTAS33

Page 133: Cuadernos Maristas 33

Año+ Nombre Nombre de Año Lugar País Provincia Prof. Temp. Prof. Perp. Fallec.y apellido Hermano Nac. Nac. Nac.

1917 FISCHER Joseph 1893 Palatinat Alemania Beaucamps 1914-03-19 1917-07-29Joseph Willibrord

1917 RAYNAL Joseph 1886 Aveyron Francia Brasil central 1904-01-21 1909-01-15 1917-07-31Lucien Othon

1917 DODANE Joseph 1885 Doubs Francia Constantinopla 1901-09-05 1906-09-08 1917-08-00Louis Gustave Emmanuel

1917 BAUMGARTEN Marie Adon 1886 Haute-Alsace Alemania Constantinopla 1905-12-08 1910-12-08 1917-08-28Marcel-René-Emile

1917 PONS Jean 1897 Lozère Francia Grugliasco 1914-08-02 1917-09-03Jean Baptiste Sébastien

1917 PRADIER Ildefonsus 1895 Gard Francia Aubenas 1911-08-15 1917-10-13Fernand-Laurent (Pontos)

1917 SARRAZIN Maurizio 1897 Hautes-Alpes Francia En su familia 1914-07-16 1917-10-23Louis

1917 PASTOUR Carlo 1893 Aosta, Italia Italia 1910-03-19 1917-11-01Alessandro Balt Borromeo (St Paul)

1917 RANCHER Mario Pietro 1896 Alpes- Francia Vintimille 1913-07-16 1917-12-27Barthélemy Maritimes

1917 DUFFAUT Lucis 1873 Haute-Loire Francia Hermitage 1890-09-14 1897-09-21 1917-00-00François-Baptiste

1917 LAURENT Charles 1898 Loire Francia San Mauro 1915-08-15 1917-00-00Pierre Louis Joseph

1917 BLASS Marie Ernest 1896 Rheinprovinz Alemania Fribourg 1913-10-06 1917-02-07Ernest Ludwig

1917 SÉRAYET Marie Victor 1887 Ardèche Francia San Maurizio 1905-12-08 1911-09-10 1917-05-00Claudius Ambroi

1917 MÜLLER Marie Emile 1893 Palatinat Alemania Beaucamps 1909-09-02 1917-06-20Eugène

1918 GADIN Giulio 1893 Aosta Italia Italia 1909-09-29 1918-01-15Carlo Basilio

1918 GASTAUD Ariston 1884 Var Francia España 1901-09-12 1906-12-18 1918-02-18Roch Claude

1918 CHASTEL Charles 1886 Savoie Francia China 1902-09-04 1907-08-15 1918-03-25Marius Auguste

1918 GERTZ , Edgard-Louis ? ? ? 1918-4-4Joseph3

1918 REITH Joseph 1897 Hesse Prusia ? 1914-03-19 1918-04-19Joseph Lambert

1918 WEIMAR André 1896 Palatinat Alemania Beaucamps 1913-08-24 1918-04-24André Joseph Camille

1918 LINDNER Emmanuel 1894 Bavière Alemania Beaucamps 1912-08-24 1918-04-30Joseph Joseph

1918 REY Léon Xavier 1897 Savoie Francia Carmagnola 1913-10-06 1918-06-09René Julien

André Lanfrey, fms 131

3 Hermano del que tenemos pocos datos, probablemente alemán, que murió en Palestina.

mayo2015

Page 134: Cuadernos Maristas 33

Año+ Nombre Nombre de Año Lugar País Provincia Prof. Temp. Prof. Perp. Fallec.y apellido Hermano Nac. Nac. Nac.

1918 MATHON Crescentius 1887 Drôme Francia España 1904-12-08 1909-12-25 1918-06-10Emmanuel

1918 HIRBÉ Marcel Louis 1897 Territoire Francia Lausanne 1913-10-06 1918-06-11Marcel Emile de Belfort

1918 BILLE Joannès 1897 Ardèche Francia Grugliasco 1915-08-15 1918-06-22Léon-Clair Louis (n° 51)

1918 MAZET Armand 1892 Haute-Loire Francia San Mauro 1909-08-30 1918-07-19Jean Pierre Joseph

1918 ESCOT Emile Léon 1897 Loire Francia Sangano 1913-08-15 1918-07-23Pierre Marie

1918 TEYSSIER Gabriel José 1898 Privas, Francia España 1914-11-21 1918-07-25Edmond-Marius Ardèche

1918 MERCIER Marie 1895 Rhône Francia San Maurizio 1913-10-06 1918-08-30Claudius-Antoine Maximin

1918 BRÉDY Brunone 1900 Aoste Italia Italia 1917-07-26 1918-10-03Michele Giovanni

1918 MARTIN Régis Henri 1888 Loire Francia Hermitage 1905-08-30 1913-09-10 1918-10-07Jean Gabriel (San Mauro)

1918 MALZIEUX Marie 1896 Haute-Loire Francia San Mauro 1913-08-15 1918-10-20Charles-Louis Cécilien

1918 LIABEUF Ansbert 1886 Le Puy, Francia Santa Maria 1903-11-09 1918-10-20Jean Pierre Aug Haute-Loire

1918 MARTEL Bernard 1898 Haute-Loire Francia San Mauro 1915-08-15 1918-10-29Jean Baptiste Louis

1918 PICAUD Louis 1887 Jura Francia Constantinopla 1905-02-02 1910-08-15 1918-12-11Francis Charles Clémentin

1918 BOURRET Pierre Marie 1895 Haute-Loire Francia Polistena 1911-09-10 1918-12-22Jean Claude Liguori

1918 DIETL Louis 1895 Palatinat Alemania Beaucamps 1912-03-19 1918-00-00Aloys Sébastien supérieur (Copenhague)

1918 FUCHS Léon 1895 Palatinat Alemania Beaucamps 1912-03-19 1918-00-00Philippe Martin Dominique

1918 ANHALT Joseph 1896 Prusse Beaucamps 1915-05-28 1918-00-00Joseph Emiliani Rhénane

1918 GEISELMANN Gottfried 1895 Wurtemberg Alemania Beaucamps 1912-08-24 1918-00-00François

1918 VINCENT Henri Albert 1896 Ardèche Francia Grugliasco 1914-08-15 1918-04-24Ludovic Albert

1918 GÉRARD Isidore 1894 Lorraine Alemania Beaucamps 1910-08-31 1918-05-00Jean Pierre Pierre

1918 SCHNEIDER Joseph 1895 Wurtemberg Alemania Beaucamps 1911-09-01 1918-07-14Joseph Engelbert

1918 PATUEL Sérapien 1884 Pyrénées- Francia Méjico 1901-08-23 1905-12-08 1918-07-18Barthélemy Améd Orientales

1918 MAZET Armand 1892 Haute-Loire Francia San Mauro 1909-08-30 1918-07-19Jean Pierre Joseph

132 Los Hermanos muertos en la guerra del 14-18

fms Cuadernos MARISTAS33

Page 135: Cuadernos Maristas 33

Año+ Nombre Nombre de Año Lugar País Provincia Prof. Temp. Prof. Perp. Fallec.y apellido Hermano Nac. Nac. Nac.

1918 MARCÉROU Alphonse 1896 Aude Francia Grugliasco 1914-08-15 1918-07-27Alphonse Léon

1918 BRUNEL Marius 1898 Lozère Francia San Maurizio 1916-10-01 1918-08-24Albert Albert

1918 WAGNER Camille 1893 Lorraine Alemania Beaucamps 1910-03-19 1918-09-01Nicolas Nicolas

1918 SCHEER F. Antonius 1896 Palatinat Beaucamps ? 1912-24-08 1918-13-02Anton

1918 JOVANELLI François 1896 Rumanía Constantinopla 1912-11-01 1920-00-004

Romulus Gonzague

André Lanfrey, fms 133

4 Sin noticias desde 1916.

mayo2015

Bergner Joseph F. Joseph-Clémentin 1898, Palatinat Beaucamps Novicio/ Postulante 1918-17-.2

F. Pierre Léon Nov. 1918-5-19

Thiewe Johannès Post. 1918/5/31

Spittler Frantz Post. 1918-6-4

Mettendorf Post. Desaparecido

A esta lista, podemos añadir algunos novicios y postulantes:

Page 136: Cuadernos Maristas 33
Page 137: Cuadernos Maristas 33

Es una gran sabiduría la que serevela en estas citas: la sabiduría ad-quirida que nace de la vida, de la ex-periencia y de la vida interior. Des-pués de santo Tomás de Aquino y dela “Rerum Novarum”, la subsidiarie-dad ha sido recordada por el Conci-lio Vaticano II: el Hermano Francisco,en sus Cuadernillos, ya había sentidofuertemente su importancia a fin deevitar que los responsables localesasemejaran su ser a las funcionesque desempeñaban. Estas sabiasconsideraciones, ¿no serían válidastambién para nosotros?

La expresión puede variar, perodesearía que el significado se man-tuviera.

CUARDERNILLO 303

La vejez es un tirano que prohíbe,bajo pena de muerte, todos los pla-ceres de la juventud (p. 448).

Hay que hablar poco; hay que ha-blar bajo; hablar sin pasión; hablar

con razón; hablar en voz baja; hablarcon sencillez; hablar con sinceridad;hablar sin afectación; hablar sin pre-cipitación; hablar sin vanidad; hablarcon caridad; hablar cuando hay quehablar; callar cuando hay que callar(Ibid., 6º sábado).

Es raro que los que no saben ca-llarse sepan hablar bien (p. 517).

Seríamos mucho más felices sipensásemos menos en serlo (p. 640).

Es un gran defecto en aquel quetiene a su cargo la dirección de losdemás, el querer ir y venir de un ladopara otro, en las cosas de la casa oen cualquier otro asunto, y hacer élmismo y por su cuenta varias cosasexteriores que debería confiar aotros (p. 706).

Nada se parece más a lo que sehará que lo que ya se hizo (p. 718).

Las luces de los que enseñanprovienen a menudo de los que es-cuchan. (p. 759).

Louis Richard, fms 135

RECOPILACIÓN DE PENSAMIENTOS DELH. FRANCISCO EN SUS CUADERNOS

H. Louis Richard

DOCUMENTOS

Page 138: Cuadernos Maristas 33

CUADERNILLO 304

Los Superiores que trabajan, quehacen las cosas expeditivamente, losque más asuntos llevan son los quegobiernan menos. Hacen el trabajo delos demás; y sin embargo, su propiotrabajo, no lo hacen: y nadie lo hace.

El auténtico Superior es el que,aunque parezca que no hace nada,hace que todo se haga; es el quepiensa, el que inventa, el que tiene vi-sión de futuro, el que vuelve la mi-rada hacia el pasado, el que com-para, el que resuelve, el que decide,el que coordina, el que equilibra, elque prepara en segundo plano, elque se mantiene firme y no cedeante las dificultades, el que se man-tiene vigilante de noche y de día paraque nada se deteriore por la negli-gencia de aquellos que deben traba-jar bajo sus órdenes.

Como no se deja acaparar pordetalles agotadores y extenuantes,tiene la mente más libre para consi-derar de un solo vistazo el conjuntode su gran obra, y para examinar sifunciona, si progresa hacia el fin prin-cipal que se pretende. En una pala-bra, un verdadero Superior no debehacer más que las cosas que nadiepuede hacer sin él. Debe supervi-sarlo todo, pero no debe poner todosu empeño sino en lo que constituyela toma de decisiones en las cosasimportantes. La acción forma alhombre, fortalece el carácter, iluminala mente, da experiencia; pero no hade ser una acción excesiva ni agota-dora. (p.801)

Las cosas más arduas se nos ha-cen agradables cuando las hacemosde buena gana y con voluntad, comotambién las que son agradables por símismas se vuelven molestas cuandolas hacemos por obligación. (p.825)

La norma de todos los placeres yde todas las satisfacciones en estavida, es la necesidad, la utilidad o laconveniencia. Pero el solo placer nodebe ser el motivo (p. 877).

No atreverse a ser prudente estener un alma ruin, pues los insensa-tos se mofan de ello. Se consideraun gran defecto en un Superior el noaceptar el asesoramiento y los con-sejos que se le dan; hasta el puntode que se dice que un hombre cortode luces, pero que conoce sus faltasy pide consejo, es más apto para elgobierno que el que tiene más dotesintelectuales, pero que por otra partees engreído de sí mismo, y cree quelo sabe todo, y está molesto cuandose le avisa o se le aconseja (p. 932).

Los que han sido ascendidos enlos grandes cargos, que se dispon-gan para que Dios los ilumine, y quegocen usando los medios comunesy ordinarios y siguiendo el consejo delos demás. Pues no deben imagi-narse que están tan arriba por en-cima de todos los demás hombrespor sus propias luces, sino que estánpor su autoridad. (p.933)

El Superior debe dejar que cadacosa la lleve la persona encargada,sin querer decidirlo todo o regirlotodo por sí mismo. Nuestro Señor

136 Recopilación de pensamientos del H. Francisco en sus cuadernos

fms Cuadernos MARISTAS33

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manda a san Pablo a Ananías. El án-gel le dice a Cornelio que llame a sanPedro. (p.1070)

Hay que suponer que, cuando senos advierte de nuestras faltas, sólose nos dice la mitad, pero cuando senos habla de las de los demás, se lasduplica. (p.1088)

Por lo general, uno no es culpablede calumnia por el hecho de contarcosas que la persona de la que es-tamos hablando no puede razona-blemente desear que se mantenganocultas. (p.1123)

Los Superiores normalmente noreciben ningún talento especial de lanaturaleza, pero tienen la ventaja in-estimable de poder usar los talentosde los demás. (p.1124)

Los Superiores que usan para sílas cosas más bellas en este mundopuede que no tengan las más her-mosas en el cielo. (p.1128)

No se debe nunca ni condenarlotodo, ni aprobarlo todo, ni negarlotodo, ni creerlo todo, ni permitirlotodo, ni prohibirlo todo, sino seguir larazón, la justicia. (p.1489)

Los hombres suelen tener o ha-cer suyos los sentimientos, las pala-bras y el comportamiento que lesinspira el trato que se les da. Ellos secomportan como niños o como per-sonas serias, razonables o capricho-sas, reservadas o atrevidas, hijos dela casa o criados, según se les tratecomo tales. (p.1501)

Amoldarse, por medio de un diá-logo inteligente, a lo que la opinióngeneral considera justo, es el signode la capacidad de un hombre quegobierna, y la sinceridad en la expo-sición de las circunstancias y de lassituaciones es la primera condiciónde una persona con carácter. Conesta condición es como la confianzamutua se establece entre superio-res y subordinados. (p.1505)

Los sermones que cuestan pocoal predicador, cuestan mucho a losoyentes. (Ibid.), es decir, cuando elpredicador no se molesta en prepa-rar sus sermones, los fieles tienendificultades en entenderlos. (p.1508)

Una ocupación constante, un tra-bajo asiduo, ahuyenta el aburri-miento y las tentaciones, así como elviento del sur elimina las nieblas.(p.1525)

El Superior está clavado en laCruz por tres clavos: su propia mise-ria, la de sus hermanos, y por la ad-ministración del Instituto o de la casa.(p.1532)

A medida que envejecemos, lamemoria se debilita; pero el juicio seva perfeccionando. Es mejor tenerpoca memoria y buen juicio, que te-ner buena memoria y poco juicio.

Al igual que los mejores vinos secrían en terreno pedregoso, las vir-tudes más sólidas crecen entre aflic-ciones.

Si debemos ser pacientes con to-

Louis Richard, fms 137

mayo2015

Page 140: Cuadernos Maristas 33

dos, debemos serlo primeramentecon nosotros, que somos más in-quietos con nosotros mismos quecualquier otra persona. Es mejor ha-cer poco y bien, que acelerarse porhacer mucho. Apresurarse pero sinprecipitación, pues siempre es bas-tante pronto si las cosas se hacenbien. (p.1554)

El hombre no puede vivir largotiempo sin ningún placer, ya le pro-venga de la tierra o del cielo. (p.1585)

No se necesitan menos conoci-mientos para hacer preguntas acer-tadas que para dar respuestas ade-cuadas; y a veces se enseña, tantohaciendo preguntas como respon-diéndolas. (p.1586)

El primer elemento para el éxitoen la vida espiritual es el buen humor.(p.1558)

Medios para vivir en paz:

1. Coloquios frecuentes con Dios,que es la misma paz.

2. Pocas conversaciones, o ningu-na, con la gente de fuera, puesapenas dicen palabras de paz.

3. No preocuparse de lo que nonos interesa, ni de la conductade los Superiores: es cosa inútil.

4. No ocuparse más que del pre-sente, sin preocuparse por elpasado o por el futuro. Haz loque estás haciendo.

5. Moderar los deseos y anhelosrespecto de las cosas de estavida: porque nos atormentan.

6. Sumisión total a la voluntad deDios: Dios lo quiere; estoy feliz.

7. Amar sólo a Dios en todo y entodos: no apegarse a nadamás. (p.1601)

8. Asumir todo su cargo, toda laRegla, sin querer descuidarparte de ella.

9. Considerarse como un bloquede mármol donde Dios quiereque nuestros Hermanos tallenla imagen de Jesús crucifi-cado, con sus palabras, susdefectos, sus costumbres, sucarácter, etc.

10.Amar la vida oculta, el ser des-conocido, quedarse en casa yocuparse de sus cosas.

11. Esperarse a momentos de di-ficultades, de cansancios e im-potencias, de abandono total,como Jesús en la cruz: laprueba más dolorosa.

12.No contar sino con Dios sólo ypara todo. (p.1602)

Los Superiores no deben inmis-cuirse demasiado en la conducciónde los negocios de los que están en-cargados los que ocupan [a un nivelsubalterno] cargos importantes, ha-ciendo de ellos de esa manera sim-

138 Recopilación de pensamientos del H. Francisco en sus cuadernos

fms Cuadernos MARISTAS33

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ples instrumentos que ejecutan susórdenes. He aquí varias razones aeste respecto:

1. Por lo general, Dios concede acada uno las gracias apropia-das al empleo que se le confía.

2. Si vemos que el Superiorquiere hacerlo todo por símismo, el súbdito no pondráen el cumplimiento de sucargo ni el interés ni la dedica-ción necesaria para llevarlo acabo de manera satisfactoria.

3. La experiencia en el cumpli-miento directo de un empleoenseña al que lo ejerce másde lo que un Superior puedacalcular y prever por sus pro-pias reflexiones.

4. Ocurren muchas cosas en lasque no se puede tomar unadecisión acertada sino en cir-cunstancias especiales, queno puede conocer ni apreciarel que no lleva habitualmentela dirección de esos asuntos.

5. Por último, es mejor que el Su-perior pueda reprender a sussubordinados, si faltan en al-gunos puntos, que recibir él lasobservaciones que le haganpor su falta de conocimiento,en aquellos asuntos que él qui-siera dirigir. (p.1624)

Un Superior debe evitar dos de-fectos importantes: el de no hacernada, o el de querer hacerlo todo; yel de no mandar en nada o el de que-rer mandar en todo; pues obrandoasí, o se anula a sí mismo, o anula alos demás. (p.1630)

Louis Richard, fms 139

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Page 143: Cuadernos Maristas 33

El 20 de marzo de 2014, la SeñoraRichard, con domicilio en Caluire, enlos suburbios de Lyon, entregó en No-tre-Dame de L’Hermitage dos docu-mentos, y el más importante de ellos,firmado por el Padre Champagnat,contiene la siguiente declaración:

“Yo, el abajo firmante, he recibido del Sr. párroco dela valla la cantidad de doscientos francos que mefueron asignados por las últimas voluntades del Sr.Jean Louis Basson fallecido en el lugar dicho la vallael 3 xbre (de diciembre) de 1826.La Valla, a 15 xbre (de diciembre) de 1826. Champagnat

André Lanfrey, fms 141

DOS DOCUMENTOS INÉDITOS RELATIVOS A CHAMPAGNAT

H. André Lanfrey

DOCUMENTOS

DOCUMENTO FIRMADO POR EL PADRE CHAMPAGNAT EN 1826

Una donación del Sr Basson al padre Champagnat

Page 144: Cuadernos Maristas 33

El segundo documento es unaimagen o retrato de MarcelinoChampagnat que el Instituto en-tregaba a sus bienhechores, es-pecialmente a aquellos que sos-tenían la obra de los juniorados. Sinser excepcional, esta imagenmuestra claramente la tradicióniconográfica derivada del retratoRavery con el objetivo de ofrecerdel Fundador un retrato menosaustero que el retrato originario oprimero. Como el P. Champagnatno tiene todavía el título de Vene-rable, esta imagen es anterior a1896 y sin duda posterior a 1877-1879, momento de la creación dela obra de los juniorados.

142 Dos documentos inéditos relativos a Champagnat

fms Cuadernos MARISTAS33

UNA IMAGEN O RETRATO DE MARCELINO CHAMPAGNAT

COMENTARIO

El primer documento justifica uncomentario un tanto detallado. En pri-mer lugar, corrobora lo que la Vida delFundador nos dice del señor Basson,en el capítulo 12 de la primera parte.Durante la bendición de la primerapiedra del Hermitage, en mayo de1824, los hermanos siendo demasia-do pobres para ofrecer una comidaconveniente al Vicario General pre-sente en esta ocasión, el P. Cham-pagnat, dijo al H. cocinero:

“Vaya a decir al señor Basson que iré a comer a sucasa en compañía del señor Vicario General.” Y el H.

Jean-Baptiste añade: “El tal señor Basson era muyrico y amigo de los Hermanos, y tuvo a mucha honrarecibir en su casa a tan ilustre huésped. Hay queadvertir que no era la primera vez que el PadreChampagnat se permitía aquella confianza con suamigo; lo hacía siempre que se hallaba en parecidosaprietos.”

Por otra parte, sabemos por uncenso que hubo en 1815 que el Sr.Jean-Louis Basson es el único habi-tante de La Valla a quien se le da eltítulo de “burgués”. Ésta es proba-blemente la razón por la que el P.Champagnat le da el título un poco ar-

Page 145: Cuadernos Maristas 33

caico de “señor”. Ciertamente yaviejo y viudo, por aquel entoncesvive con dos sirvientas. La carta de laSeñora Richard, que acompaña el re-galo de este documento, señala porotra parte que ha sido conservadopor su abuela, la Señora Verne, naci-da Anne Basson. Por lo tanto, no lle-ga a nosotros por casualidad, sino através de una familia consciente delvalor patrimonial de este documentoy que ha mantenido contactos pro-longados con la obra del P. Cham-pagnat como lo demuestra esta ima-gen de finales del siglo XIX.

Resulta un poco extraño que estadonación le llegue a M. Champagnatde manera informal —y no por testa-mento— por intermediario del Sr.Etienne Bedoin, establecido comopárroco en La Valla desde 1824. Es

una señal de las buenas relacionesentre los tres hombres. Es especial-mente importante tener en cuentaque esta cantidad (el equivalente a200 días de trabajo de un trabajador)es un gran estímulo y una gran ayu-da para un hombre cuya obra ha sidoduramente afectada por la enferme-dad y la retirada de sus dos compa-ñeros presbíteros: el Sr. Courveille enmayo y el Sr. Terraillon hacia el día deTodos los Santos.

Añadamos, por último, que estadonación se incluye en el libro decuentas del Hermitage (Orígenes delos Hermanos Maristas, 2011, t 1, doc111/5) en diciembre de 1826 donde sedice: “recibido del Sr. Boisson (sic):200”. Ahora sabemos claramente quese trata de una donación del Sr. Bas-son, fiel amigo del Padre Champagnat.

André Lanfrey, fms 143

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El hermano Manuel Mesonero, dela Provincia Ibérica, nos ha regaladoen estos últimos años tres aportesimportantes sobre el proceso interiorde nuestro Fundador. El primertexto: “San Marcelino Champag-nat, experiencia de Dios y vidamística”, es un relato profundo dela intimidad de Marcelino en su ex-periencia de la “noche oscura” en suvida personal. Está enfocado sobretodo en la gran crisis múltiple quevive Champagnat —y con él suobra— a fines del año 1825 y hasta el1827. Pero también profundiza elconjunto de su vida mística, que lelleva, confiado y abandonado, a lamisión apasionante que el Espíritu leencarga.

El segundo texto: “Sencillez yAbandono en Dios, San Marce-lino Champagnat”, el autor, en un

estilo coloquial, donde hace hablar aMarcelino con el hermano Estanislaoy con otras personas, desgrana laenseñanza del mismo sobre la sen-cillez y el abandono en Dios, comodos ejes carismáticos de su espiri-tualidad.

En el tercer texto: “Historia deun amor, itinerario espiritual deSan Marcelino Champagnat”,Mesonero explora detalladamente elproceso interior de conversión y se-guimiento de Cristo del santo, ba-sándose en el esquema de LasMoradas, de Santa Teresa, propor-cionándonos una visión de conjuntode su camino espiritual. Son textosde una excelente calidad literaria yreflejo, a la vez de una intensa y ac-tual investigación de nuestro patri-monio marista, aplicada a la vidacotidiana.

NOTAS BREVES 145

N O T A S B R E V E S

UNA MIRADA AL CORAZON DE MARCELINO CHAMPAGNAT H. Patricio Pino

Page 148: Cuadernos Maristas 33

El laico marista Santiago Vascon-cellos, de la Provincia Santa Maríade los Andes, realizaba estudiospara obtener un diplomado sobre elpatrimonio marista cuando encontró,mediante una búsqueda casual enInternet, el libro titulado De la ins-trucción pública en Francia. Ensayosobre su estado en 1838 y 1839, di-gitalizado por Google. El hermanoPatricio Pino, que orientaba los estu-dios del diplomado, compartió la no-vedad con los miembros de la Comi-sión del Patrimonio en su reunión dejunio de 2013. Tras la reunión, unavez llegado a Curitiba, tuve la opor-tunidad de analizar el contenido dellibro y encontré que recoge algunosdatos de interés que constituyen unaprimicia informativa histórica. La co-pia digital es un libro que, durantegeneraciones, se ha conservado enlas estanterías de la biblioteca de la

Universidad Complutense (Códigode barras: 5315634802), hasta queGoogle ha decidido escanearlocomo parte de un proyecto que pre-tende que sea posible descubrir enlínea libros de todo el mundo. Ha so-brevivido tantos años como para quelos derechos de autor hayan expi-rado y el libro pase a ser de dominiopúblico. Por tanto no se podrá co-mercializar. Pero el interés del librono es comercial sino histórico.

Para los investigadores del patri-monio marista este libro ofrece unatractivo particular porque se es-cribe cuando Champagnat todavíavive. En sus páginas se recogendatos de la enseñanza en Franciacorrespondientes a los años 1838 y1839 y da noticia de la existencia delos maristas como segunda gran ins-titución educativa del país:

146 NOTAS BREVES

fms Cuadernos MARISTAS33

ENSAYO DEL Dr PEDRO FELIPE MONLAUUn documento nuevo e interesante para el patrimonio marista H. Antonio Martinez Estaún

“En 1824 se formó en el Departamento del Loira bajo la dirección del abate Champagnat, otra corpo-ración de institutores que tomaron la denominación de Hermanitos de María. Enseñan la lectura, la es-critura, el cálculo, el dibujo lineal, los rudimentos de jeometría. Cada Hermanito tiene un oficio mecá-nico y lo ejerce durante las horas de recreo de los niños, á fin de dar el ejemplo del trabajo é inspirarsu amor á los alumnos. Así es que el Hermitage, capital ó metrópoli del instituto, está cultivado por losHermanitos, y ellos mismos se han construido el edificio que les sirve de escuela normal. Su enseñanzaha adquirido una rápida estensión. En el dia cuentan ya 40 escuelas bien establecidas en el Loira y otrosdepartamentos limítrofes. En Lion dirijen el hospicio de los huérfanos; y cada dia reciben nuevas de-mandas para establecer y dirijir escuelas primarias. El celo de los Hermanitos de María no se limita áFrancia, sino que forma misioneros para difundir la instrucción por todas las partes del mundo. Tienen

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Podemos afirmar que se trata dela primera noticia en español cono-cida hasta ahora de la existencia delInstituto escrita por alguien que nopertenece al Instituto marista, publi-cada varios lustros antes de la lle-gada de los hermanos a España.Otra novedad que aporta, entre otrasmás que merecen un estudio en pro-fundidad, es el uso por primera vezen español de la traducción de “PetitsFrères de Marie” por “Hermanitos deMaría”, traducción realizada por al-guien que conoce bien el francés y elespañol y no pertenece al Instituto.

El libro se publica en Barcelonaen 1840, en la Imprenta de D. Anto-nio Bergnes y Compañía, situada enla Calle Escudillers n. 2. En su inte-rior, junto con abundante y bien do-cumentada información estadísticasobe la “Administración, de la Ins-trucción Primaria, de la Instrucción

Secundaria, de la Instrucción prepa-ratoria, y de la Instrucción Profesio-nal (Administración pública, Teologíay Derecho)” hay informaciones muyútiles para estudiar la pedagogíamarista en Francia en los últimosaños de la vida de Champagnat.

El autor es el “Dr. D. Pedro FelipeMonlau. Médico-cirujano del Hospi-tal Militar de Barcelona, catedráticode Jeografía y Cronolojia en la Aca-demia de Ciencias naturales y artesde la misma ciudad, catedrático deHistoria y Literatura en la Universidadde Barcelona y miembro de la RealAcademia Española (sillón D), etc”.Monlau murió el 18 de febrero de1871. Su obra escrita es extensa y al-canza numerosas temáticas, todasdentro del ensayo. Exiliado en Fran-cia por motivos políticos se dedicó arecoger toda la información que mástarde publicó en este libro.

NOTAS BREVES 147

ya una escuela fundada en la Polinesia, y antes de poco van á establecer otras en las poblaciones eu-ropeas del norte de Africa. En 1838, el director de la comunidad hizo una solicitud al ministro, pidiendoque su instituto fuese declarado como establecimiento de utilidad pública destinado á formar instituto-res primarios. El ministro, antes de proponer el decreto al rey, consultó á los consejos jenerales del de-partamento del Loira y del departamento del Ródano. El primero informó muy favorablemente; mas elsegundo dió un dictamen de todo punto contrario. No sé que el ministro haya tomado todavía una re-solución definitiva”.

mayo2015

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El lunes 20 de enero de 2014, unagran asamblea celebraba en el Her-mitage el funeral del Hno. Henri Ré-ocreux. Nacido el 19 de mayo de1945 en la aldea de La Rivoire, enIzieux, muy cerca del Hermitage yluego junior en La Valla, Henri havuelto a reunirse definitivamente consus orígenes, a la vez familiares yespirituales.

Fue profesor de matemáticas envarias escuelas y colegios maristasde Francia: en Chazelles, en Char-lieu, en Toulouse, en Valbenoite, enSt Etienne y también en Nouméa(Nueva Caledonia) desde 1970 a1973. De 1997 a 2004 fue SecretarioGeneral Adjunto de la Congregaciónen Roma, donde sus conocimientosde informática fueron particular-mente apreciados. De regreso aFrancia, se dedicó a la animación es-piritual de las Fraternidades del Mo-vimiento Champagnat de las que fueasesor y, en estos últimos años, delos jóvenes, en las dos comunida-des maristas de la ciudad de Mul-house (Alsacia).

Su calma y cierta lentitud contrasta-ban un poco con su gran inteligencia, so-bre todo en matemáticas y en las cien-cias de la computación y de la informá-tica, pero no sólo eso: también fue unerudito y un técnico experto. Además,durante su estancia en Roma, tuvo laprecaución de recoger los documentosinformatizados de nuestros archivos, ypor lo tanto, se convirtió en un hombre-recurso en el estudio de nuestro patri-monio. Por eso, desde 2006 hasta2012, fue secretario de la Comisión delPatrimonio creada en 2004. Entre otrasactividades, participó en la redacción yen la presentación de Cuadernos Ma-ristas. Siguió cuidadosamente y con es-mero la realización de Orígenes de losHermanos Maristas del Hno. Paul Ses-ter, que fue publicado en 2011.

La Comisión del Patrimonio maris-ta pierde, pues, un colaborador valio-so y desea recordar y dejar constan-cia de un aspecto importante, aunquepoco conocido, de la rica personalidadde Henri Réocreux y manifestar suagradecimiento por el trabajo que élrealizó.

IN MEMORIAM 149

I N M E M O R I A M

HERMANO HENRI RÉOCREUX H. André Lanfrey

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Finito di stampare nel mese di maggio 2015presso la CSC Grafica – Roma

ww.cscgrafica.it

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