I n t r o d u c c i ó n a S a n P a b l o

9 . - C A R TA A L O S R O M A N O S ( 3 )

D I Ó C E S I S D E J A É N

Jaén. Octubre 2008

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Lectura Bíblica Romanos 12,9-16

V uestra caridad sea sin fingimiento; detestando el mal, adhiriéndoos al bien; 10 amándoos cordialmente los unos a los otros;

estimando en más cada uno a los otros; 11 con un celo sin negligencia; con esp1ritu fervoroso; sirviendo al Señor; 12 con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración; 13 compartiendo las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. 14 Bendecid a los que os persiguen, no maldigáis. 15 Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran. 16 Tened un mismo sentir los unos para con los otros; sin complaceros en la altivez; atraídos más bien por lo humilde; no os complazcáis en vuestra propia sabiduría. 17 Sin devolver a nadie mal por mal; procurando el bien ante todos los hombres: 18 en lo posible, y en cuanto de vosotros dependa, en paz con todos los hombres.

En esta tercera charla sobre la carta a los Romanos vamos a hacer una lectura cursiva de la parte moral y la despedida. La parte moral es bastante larga, Rom 12,1-15,13 y se organiza en torno a las relaciones entre los miembros de una comunidad compuesta de personas que tienen mentalidad muy diversa; y a las relaciones con los no cristianos con los que también conviven. La despedida es doble, 15,14-33 por un lado y 16 por otro. El capítulo 16 puede considerarse como una carta de recomendación de Febe

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La carta a los Romanos 3. Lectura de la parte moral (Rom 12,1-15,13)

En la Iglesia primitiva se solía añadir una exhortación a la exposición de una doctrina. Se significaba con ello que la doctrina y la vida han de ir siempre uni-das.

Aquí no nos encontramos con un tra-tado de ética ya que el pensamiento no se desarrolla sistemáticamente, pero hay un claro deseo de dejar claros los princi-pios morales fundamentales que regulan las relaciones del cristiano con los de-más. Hay que exponer el fundamento ético que sustituye a la Ley ya superada. La ética cristiana depende de la unión con Jesús y del don del Espíritu Santo . La moral cristiana no es un código, sino un dejarse llevar por el amor que nos infunde el Espíritu Santo.

San Pablo en esta carta trata de pro-blemas generales de la vida cristiana. La mayor parte de lo que dice ya lo ha tra-tado en otras cartas. Se trata de ejem-plos de situaciones que pueden darse en todas partes. De ahí la doble sensación de que se está tratando de algo muy general y muy concreto a la par.

Principios morales Plan de la carta

1,1-17 Saludo y propósito

1,18-11,36 Parte teórica: Justifi-cación por la fe en Jesucristo:

12,1-15,13 Parte moral: expone las exigencias morales de la justi-ficación: humildad, sumisión, caridad, ser hijos de la luz .

A.– Culto en el Espíritu 12,1-13,14 * Afirmación general 12,1-2 1 Respetarse y amarse entre her-

manos 12,3-16 2 No vengarse de los que hacen

daño 12,17-21 2´ Sumisión a las autoridades

13,1-7 1´ Entre hermanos amarse 13,8-

10 * Exhortación escatológica 13,

11-14 B.– Caridad con los débiles 14,1-

15,13 * Problema de la carne 14,1-4 * Las fiestas 14,5-12 * Principios de actuación 14,13-

15,6 * Llamamiento a imitar a Cris-

to,15,7-13

15,14-16,27 Conclusión: planes, recomendaciones, saludos.

A.– Justificación final de la carta 5,14-33

B.– Carta de recomendación de Febe 16,1-24

C.– Doxología final 16,25-27

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La técnica expositiva de esta sección consiste en hacer una serie de afirmaciones que luego son justificadas o desarrolladas. Se comienza con una afirmación general que es desarrollada en toda la sección que se cierra con una consideración referida al tiempo definitivo de la salvación.

* Afirmación general 12,1-2 En 12,1-2 se nos ofrece el

principio fundamental en torno al cual se van a organizar todos los demás principios y aplicaciones concretas:

1 Os exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, a ofre-cer vuestros cuerpos como una vícti-ma viva, santa, agradable a Dios: ese será vuestro culto espiritual. 2 Y no os acomodéis al mundo presente, sino transformaos renovando vues-tra mentalidad, de modo que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto.

Se trata de ofrecerse en sacri-ficio a Dios, no destruyéndose, sino renovándose mediante una conversión. Hay que cambiar de mentalidad, dejando de pensar como la gente y aceptando los valores que Dios nos ha presen-tado en Cristo.

Esta parte tiene una estructura concéntrica: al principio y al fi-nal se habla de la relación entre

A.- Culto en el Es-píritu 12,1-13,14

cristianos, en el centro se habla de la relación con los paganos.

1 Respetarse y amarse entre hermanos 12,3-16

En virtud de la gracia que me fue dada, os digo a todos y a cada uno de vosotros: No os estiméis en más de lo que conviene; tened más bien una so-bria estima según la medida de la fe que otorgó Dios a cada cual.

Hay que ser conscientes de que en una comunidad cada uno tiene una tarea que le es propia y que tiene que realizar respetando las funciones de los demás. Aparece así la metáfo-ra del cuerpo humano con sus diver-sos miembros, metáfora que también había empleado varias veces en 1Cor (6,15-20; 10,16-17;12,12-31). Por eso expone los diversos dones y ta-reas y exhorta a vivir el amor en to-das sus manifestaciones sobre todo en las que fomentan la armonía so-cial.

2 No vengarse de los que hacen daño 12,17-21

Sin devolver a nadie mal por mal; procurando el bien ante todos los hom-bres

La buena relación del cristiano ha de ser sólo con los hermanos en la fe, sino con todos, incluso con los perseguidores, pero hay que buscar la respetabilidad y la paz, sin dejarse vencer por el mal. El mal no se solu-ciona con otro mal, sino con la sere-na oferta del bien.

2´ Sumisión a las autoridades 13,1-7

Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que

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no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas.

Este párrafo, que algunos consi-deran una interpolación posterior, es un desarrollo de la idea anterior. Hay que vivir en armonía con todos y hay que aceptar el orden social garantizado por la autoridad, sin actitudes extremistas de rechazo global del gobierno.

1´ Entre hermanos amarse 13, 8-10.

Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor. Pues el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.

Vuelve a insistir en el amor entre cristianos. Este amor es la fuente de todos los deberes y el principio éti-co que desbanca por superación to-dos los principios éticos de la Ley antigua.

* Exhortación escatológica 13, 11-14

Estamos en la frontera entre dos modos de vivir y ser.

Unos todavía viven en el mundo antiguo de la oscuridad y la maldad, el mundo de la desnudez de buenas obras que expone al hombre inde-fenso a la perdición.

Otros vivimos ya en la luz del día que ha traído Cristo, el sol ra-diante que ilumina nuestra vida y nos reviste con su misma persona y nos defiende de la maldad y nos prepara para presentarnos digna-mente ante el Padre.

Revestirse de Cristo es estar unidos a Él por la fe que nos abre a la acción del Espíritu Santo y rompe nuestra vieja mentalidad egoísta.

B.– Caridad con los débiles 14,1-15,13 Afirmación general 14,1 Acoged bien al que es débil en la

fe, sin discutir opiniones * Problema de la carne 14,2-4 Las prescripciones sobre ali-

mentos en la Ley antigua eran muy complicadas. Uno que no viva en un ambiente “puro” no puede cumplirlas a no ser que se abstenga en absoluto de comer carne y se haga vegetariano. Al comienzo del libro de Daniel se nos cuenta que los tres jóvenes judíos que entraron en la corte del Rey se negaron a comer lo que no fuera verduras. Pablo no quiere que en la comunidad haya polé-mica entre los que comen de todo y los que se abstienen de carne. El principio es respetarse mutua-mente. Pero esto en definitiva es dar la razón al que come de to-do…

* Las fiestas 14,5-12 Los judíos celebraban muchos

días santos y días de ayuno con prescripciones alimenticias espe-ciales (ver p. e. Zac 7,5; 819).

En algunas comunidades cris-tianas se ayunaba algunos días (Did 8,1; PastorH v5.p5,1 (54))

También en este caso es nece-sario respetarse mutuamente, ya que en la comunidad unos llevan esta cuestión con escrupulosidad y otros se desentienden de esas nor-mas.

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Todos somos del Señor y nuestra norma es agradar al Señor. Cada uno debe hacerlo según su concien-cia, pero nadie debe juzgar la con-ciencia del otro, porque el único señor y juez de todos es Cristo, ante el que cada uno tiene que dar cuen-tas de su conducta.

* Principios de actuación 14,13-15,6

Pablo parte de que todos los ali-mentos son puros y que su impure-za solo está en la conciencia del que los ve impuros.

Pero el que ve todo puro no debe herir la conciencia de sus hermanos que consideran deben guardar nor-mas alimenticias. Por encima de los derechos personales está la paz en la comunidad y el respeto a la con-ciencia de los demás. Dios no reina cuando se come o no se come deter-minado alimento sino cuando hay honradez, paz y alegría en la comu-nidad.

* Llamamiento a imitar a Cristo,15,7-13

Cristo nos acogió tal como so-mos, a los judíos según su modo de vivir y cumpliendo lo que Dios les había prometido desde siempre y a los gentiles haciendo que entre ellos reine Dios y su salvación.

Así tenemos que ser nosotros, viviendo nuestra fe con alegría y paz para desbordar de esperanza. En 15,13 encontramos una verdade-ra despedida y final de la carta.

La colectade Pablo a favor de Jerusalén

Al final de la carta a los romanos, pablo hace una alusión preocupada a la colecta que había hecho entre las Igle-sias de Grecia a favor de los cristianos pobres de Jerusalén.

Para Pablo la colecta tenía un doble sentido. Por una parte era una obra de caridad y solidaridad cristianas a favor de unos cristianos que vivían en una extrema pobreza, y, por otra parte, era la expresión del agradecimiento de los gentiles a las iglesias de Judea que los habían hecho participar de los dones de la salvación por la predicación del Evan-gelio que se había realizado entre los judíos, así mediante la solidaridad en los bienes terrenos se mostraba la solidari-dad en los bienes espirituales. La colecta era por tanto un acto y una expresión de la comunión entre las iglesias nacidas de la predicación de Pablo y las iglesias nacidas del judaísmo.

Pablo estaba preocupado con razón porque sus temores se cumplieron de la peor manera. Los cristianos de Jerusa-lén, con Santiago a la cabeza, no acepta-ron la colecta como puro signo de comu-nión, sino que exigieron que Pablo la empleara en un acto de culto que signifi-cara su adhesión a la Ley pagando los gastos del voto de nazireato de dos cris-tianos. Pablo aceptó pero no sirvió de nada. Unos exaltados lo acusaron de introducir a los gentiles sin circuncidar en el templo y fue apresado.

Pablo tuvo que ir a Roma pero como preso. Los judíos no le perdonaron nun-ca que introdujera a los gentiles en la salvación sin tener que hacerse judíos previamente

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A.– Justificación final de la car-ta 5,14-33

Dando noticias de sí mismo pablo recupera para concluir el contenido de la carta y muy espe-cialmente haciendo reaparecer los temas de la introducción: La fide-lidad desbordante de Dios a sus promesas, Pablo es el apóstol de los gentiles, tiene deseo y propósi-to de ir a Roma de paso para Es-paña, su orgullo no viene de ser judío, sino de pertenecer a Cristo, pero no quiere que se produzca una ruptura definitiva con los ju-díos y menos con los cristianos judíos por lo que manifiesta su preocupación por el viaje a Jeru-salén a llevar la colecta.

En el v.33 aparece el segundo saludo de despedida de la carta.

B.– Carta de recomendación de Febe 16,1-24

El capítulo 16 tiene algunos problemas que ya tratamos en la primera charla.

Se divide en 2 partes, la primera de las cuales tiene cuatro párrafos:

1 16,1-2 Recomendación de Fe-be, la portadora de la carta. Se la designa como diconisa pero eso no implica una ordenación como la actual para los diáconos.

2 16,3-16 Saludos a 26 conoci-dos de Pablo. En el v. 16 aparece la 3ª despedida de la carta

3 16,17-20 Advertencia contra los que crean disensiones en las comunidades intentando que practi-quen las normas alimenticias. Un nuevo final de carta en el v. 20

4 Saludos de los colaboradores de Pablo 16,21-24. El v. 20 tiene la 5ª despedida.

Tanta despedida hace sospechar que se han recogido en etos finales de la carta fragmentos de otras car-tas de Pablo.

C.– Doxología final 16,25-27 El estilo de esta alabanza final a

Dios no es el habitual de Pablo. El autor bendice a Dios que, mostran-do su sabiduría, ha hecho surgir la buena noticia que tenía prometida: la salvación para todos los seres humanos y que da constancia a los creyentes

Conclusión

Para la Oración

Dos breves oraciones conclusivas de la carta a los romanos pueden ayudar-nos a dar gracias a Dios por la salvación que nos ha concedido por Jesucris-to, injertándonos en el viejo olivo que es su pueblo santo, no por nuestros méritos, sino por la gracia de Jesucristo.

Q ue el Dios de la esperanza haga rebosar vuestra fe de alegría y de paz,

para que con la fuerza del Espíritu Santo desbordéis de esperanza Rom 15,13

A l que puede fortaleceros según mi evangelio y la proclamación de Jesucristo;

de acuerdo con la revelación del plan que se ha mantenido callado en el tiempo anterior, pero que se ha manifestado ahora, por disposición del Dios eterno, por medio de los Escritos Proféticos, y se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan, con la fe. Al único Dios, que es sabio, sea la gloria por medio de Jesucristo, para siempre. Amén Rom 16,26-27

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