Congregándome Para Lo Mejor Apóstol Pedro Rodríguez Cuarto Servicio Santa Cena Guatemala, 1 de abril del Año De La Revelación

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Cada vez que se proclama Santa Cena, es una invitación del Espíritu Santo para reunirnos y cumplir con esta instrucción que le fue revelada al Apóstol Pablo, y que nos hace reflexionar. Sabemos que cada vez que Dios permite que nos congreguemos es para algo bueno, aunque eso traiga una confrontación, una liberación o una confesión de pecados, pero es para mejor. Dios tiene el deseo que cada vez que nos congregamos y nos sentemos a Su mesa, produzca lo mejor de nosotros. Es por ello que pareciera que cada vez que hablamos de la santa cena, se repitieran los textos o lo que predicamos y escuchamos, porque no podemos dejar por un lado lo que está escrito en la palabra de cómo debemos efectuar esta ordenanza. A algunos nos fue revelada la santa cena en un lugar donde no se celebraba de manera correcta, donde la religión había establecido cómo efectuarla, por ello no producía el propósito de Dios, excepto en aquellos, que en su corazón estaban recibiendo la revelación de cómo se debía efectuar esta ordenanza. Algunos de nosotros participamos de la Santa Cena como algo normal, es decir, ya sabemos como se hace en nuestra congregación, primero escuchamos la prédica y sabemos que después de eso está la ministración de la santa cena, sabemos que debemos examinarnos y que debemos arrepentirnos, pero lo hacemos de forma mecánica; aunque sabemos que el participar de la santa cena significa morir y entregar lo que somos. Por eso cada vez que vamos a participar de esta ordenanza debemos revisar cómo fue revelada en la misma Palabra. 1 Corintios 11:17 Artur Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. Pablo veía el congregarse y acercarnos a la mesa como algo mejor, sin embargo, lo podemos convertir en algo peor, eso depende de nosotros, pues la comida que nos presentan ya es perfecta, el Cordero de Dios es perfecto, y Su sangre es perfecta, no es problema de la comida y la bebida, sino es la condición interna con la cual la comemos. 1 Corintios 11:17 S Ausejo Al haceros estas recomendaciones, no puedo alabaros; porque os reunís, no para provecho, sino para daño vuestro. Esto nos indica que todas nuestra reuniones deben tener un provecho, y más si son para tomar la santa cena, pero esto depende de cómo nos acerquemos a la mesa y comamos de ella. Hay algunas versiones de la Biblia que dicen que los seres vivientes de Apocalipsis, tenían ojos afuera por y adentro, algunas dicen que arriba y abajo. El punto es que nosotros seremos vivientes y por lo tanto debemos revisarnos por dentro y por fuera y que debemos hacer las cosas con convicción, es decir, de adentro hacia fuera, es decir, que el Espíritu Santo nos tiene que revelar nuestro interior, pues es posible que no conozcamos muchas cosas de dentro de nosotros. 1 Corintios 11:17 DHH L 2002 17 Al escribiros lo que sigue no puedo felicitaros, pues parece que vuestras reuniones os hacen daño en vez de haceros bien. Debemos reconocer que no lo sabemos todo, que dentro de nosotros hay muchas cosas que ignoramos, por lo cual Dios tiene que ministrarnos constantemente. Al presentarnos en cada Santa Cena deberíamos pensar en los pecados que cometimos y arrepentirnos, pero también deberíamos buscar los frutos que produjo la santa cena anterior, si nos sirvió para mejorar o

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empeorar. Si no lo hacemos, cometemos un pecado del cual no pedimos perdón, pues pecamos contra el cielo y contra el Señor. Malaquías 1:7 NTV »Mostraron su desprecio al ofrecer sacrificios contaminados sobre mi altar. »Entonces preguntan: “¿Cómo hemos contaminado los sacrificios?”.* »Los contaminaron al decir que el altar del SEÑOR no merece respeto. Debemos revisar cómo nos sentamos a la mesa del Señor, si nos sentamos con respeto a escuchar instrucción, no como en las mesas de algunas personas donde hay pleitos. La Biblia dice que nosotros somos templo del Espíritu Santo, por lo que si nos sentamos a la mesa del Señor irrespetando las instrucciones, podemos contaminar el templo del Señor. Ahora bien, examinemos el protocolo de la Santa Cena descrito en el siguiente versículo. 1 Corintios 11:27 TLA 27 Por eso, si una persona come del pan o bebe de la copa del Señor Jesucristo sin darle la debida importancia, peca en contra del cuerpo y de la sangre de Jesucristo. Al no dar la importancia debida al sentarnos a la mesa del Señor, estamos pecando. ¿Cómo entonces no le damos la debida importancia a esta ordenanza? Cuando no estamos pensando en eso, y estamos pensando en lo que haremos después de salir de la iglesia. Debemos estar en lo que estamos, y al sentarnos a la mesa debemos degustar lo que estamos haciendo, concentrados en eso. 1 Corintios 11:28 NT "Peshitta" 28 Por este motivo, examínese cada uno a sí mismo y entonces coma de este pan y beba de esta copa, Por eso debemos darle la debida importancia, y después hacer un examen y revisar si hemos cambiado para bien después de la última que tomamos. La santa cena debe producir un fruto grande, pues es una de la fuentes más grandes de revelación. Muchos en la santa cena son corregidos. Debemos revisar si nos enfermamos después de la última santa cena, o bien, si tenemos debilidad en el alma, sensibilidad a cualquier palabra que nos digan, o podemos estar dormidos. Debemos escudriñar dentro de nosotros si le estamos dando la debida importancia a la invitación que el Señor nos hace para la santa cena, pues cuando somos invitados significa que somos importantes para Él, pero un invitado cuando llega a donde lo invitaron, hace ver a su anfitrión que también es muy importante, pues dejo cualquier otra cosa que tenía que hacer por acudir a su invitación. Cuando escuchamos a alguien importante para nosotros, le vemos a los ojos y atendemos lo que nos dice, de igual manera debemos actuar al ser invitados a la santa cena, atender lo que nos quiere decir el Señor y ser ministrados por Su palabra. La mayor bendición que Dios nos puede dar, es ver los frutos en nosotros mismos de lo que se nos ministra en la santa cena. Por ejemplo, podemos ver los frutos de una comida con amigos o conocidos, cuando nos levantamos de la mesa pensando lo bendecida que fue la reunión, pero en muchas ocasiones nos hemos levantado de una mesa pensando el tiempo que perdimos al estar en ella. La bendición entonces depende de los que se sientan a la mesa.

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Hoy, el mismo Señor nos está sirviendo, nos ministra Su cuerpo y Su sangre, y dice la Biblia que se pasea en medio de nosotros, y en este tiempo de revelación podríamos verle en un momento así; tal como le sucedió a los de Emaús, a quienes les abrieron los ojos al comer la santa cena y vieron que quien les había ministrado era el mismo Señor. 1 Corintios 11:29 BLS Porque Dios va a castigar al que coma del pan y beba de la copa sin darse cuenta de que se trata del cuerpo de Cristo. Naturalmente la santa cena es un pedazo de pan y una copita de vino, pero espiritualmente es el cuerpo de Cristo y Su sangre, es un evento solemne y sobrenatural que no hemos llegado a entender totalmente. Este es entonces un llamado para que pidamos al Señor que nos revele, al tomar los elementos de la santa cena, que son Su cuerpo y Su sangre, y que éstos produciran un fruto adecuado en nosotros. 1 Corintios 11:31 CST-IBS 31 Si, pues, nos examináramos cuidadosamente antes de ponernos a comer, no tendríamos por qué ser juzgados y castigados; Eso significa que la santa cena puede ser una corrección, pero no debería ser así necesariamente, pues por eso se nos imparte instrucción y enseñanza, para no acercanos a Su mesa indignamente. 1 Corintios 11:30 OSO Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros; y muchos duermen. Este versículo se ha aplicado como disciplina para el cuerpo (enfermos), alma (débiles) y espíritu (duermen), sin embargo, en Tesalonicenses 5:23 dice que el Dios de Paz debe santificarnos en todo, en el orden espíritu, alma y cuerpo; por lo cual la corrección también tiene el mismo orden, espíritu, alma y cuerpo. La palabra examinar o discernir es G1252 diakrino, que significa separar completamente, retirarse de, oponerse; contender, diferencia, discernir, disputar, distinción, distinguir, examinar, hacer diferencia, juzgar. Esto nos indica que al examinarnos debemos estar dispuestos a separarnos completamente de lo que hemos hecho mal. Dios nos da la oportunidad de juzgarnos a nosotros mismos, pero no podemos ser jueces injustos, pero tampoco debemos justificarnos, pues después de venir a Cristo, sabemos conscientemente cuando pecamos. El Señor nos pide que nos examinemos, por lo que debemos estar conscientes de que no podemos engañar al Señor, pero tampoco podemos justificarnos. Al discernirnos nosotros mismos, no solo nos habla de arrepentirnos de nuestros pecados, sino también estamos librando una batalla interna, pues cuando queremos hablar, el enemigo se levanta acusándonos. La palabra diakrino se encuentra también en el siguiente versículo: Judas 1:9 RV 1602 Pues cuando él arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a usar de juicio de maldición contra él, ántes le dijo: El Señor te reprenda.

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Moisés es figura de Cristo, por lo cual hubo una batalla por el cuerpo de Cristo, y cada vez que vamos a comer el cuerpo de Cristo hay una batalla, pues aparece el enemigo, por eso es que hay acusación cuando nos discernimos, el enemigo nos dice que no confesemos lo que hicimos. Entonces debemos reprender al enemigo y a los miembros que participaron en lo hecho, pelear con nosotros mismos, es decir, contra nuestra carne y nuestra sangre, pues en ellas también están ocultas cosas que han de ser reveladas. Judas 1:22 RV 1960 A algunos que dudan, convencedlos. No debemos venir con duda a sentarnos a la mesa del Señor. Romanos 14:23 RV 1960 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado. Debemos salir con convicción de perdón después de una santa cena. Podemos pecar al no tener la fe necesaria de que la sangre y el cuerpo de Cristo tienen poder para cambiarnos. Santiago 1:6 S Ausejo Pero pida con fe, sin ninguna duda pues el que duda es semejante al oleaje del mar, agitado por el viento y llevado de una parte a otra. Si vamos a tomar la santa cena, debemos hacerlo con fe. Creer que Dios ya nos dio la victoria, para que podamos verla. Santiago 2:4 LBLA ¿no habéis hecho distinciones entre vosotros mismos, y habéis venido a ser jueces con malos pensamientos? La palabra distinciones es la G1252 diakrino, lo cual nos dice que hacemos distinción entre nosotros mismos, por lo cual nos justificamos de nuestros hechos, pero nuestro deber es morir a nosotros mismos y arrepentirnos. 1 Corintios 6:5 RV 1602 5 Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aún uno, que pueda juzgar entre sus hermanos; Para sentarnos a la mesa del Señor debemos ser sabios para poder juzgarnos, no podemos ser necios y venir a poner excusas delante del Señor. Debemos tomar la actitud del publicano que no se justificó al orar. Romanos 4:20 T. Amat No dudó él ni tuvo la menor desconfianza de la promesa de Dios, antes se fortaleció en la fe, dando a Dios la gloria, Dios prometió que en la ministración de la santa cena seríamos restaurados, cambiados, liberados pero si nuestra carne se pone rebelde, la corrección vendrá para que se cumpla Su promesa, y entonces se cumplirá que nos reunimos para lo mejor.