FILIPENSES, TESALONICENSES1-2

YFILEMÓN LECTIO DIVINA CON LAS CARTAS DE PABLO

"Cristo Jesús, mi Señor: por él he sacrificado tocias las cosas y todo lo tengo por basura, í * ,^ con tal de ganar a Cristo'l FU ¡penses 3, 8

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Sociedad Bíblica Peruana A. C.

Pablo y sus Comunidades, III

Filipenses, Tesalonicences 1-2

Fllemón Lectio Divina

las cartas de Pablo

"Cristo Jesús, mi Señor: por el //r sacrificado todas las cosas

y todi ,o tengo por basura, con tal de ganar a Cristo" Filipenses 3, 8

Lima, 2011

Con las debidas licencias.

M o n s . A n t ó n Zerdin B. OFM Obispo Vicario Apostólico de San Ramón

Presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis, Pastoral Bíblica y Pastoral Indígena

© Conferencia Episcopal Peruana - Comisión Episcopal de Catequesis, Pastoral Bíblica y Pastoral Indígena Estados Unidos 838 - Jesús María - Lima 11 Tel. 4631010

© Sociedad Bíblica Peruana Av. Petit Thouars 991 - Lima 1 Tel. 4430332/ 4336608 Fax: 4336389

Ia. Edición. Lima, Enero 2011 Tiraje: 5000 ejemplares

Distribuyen:

Comisión Episcopal de Catequesis, Pastoral Bíblica y Pastoral Indígena Sociedad Bíblica Peruana

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2011 - 00786 ISBN: 978-612-45427-2-5

Diseño de carátula: Sociedad Bíblica Peruana Diagramación interiores: Gonzalo Espinoza Lamas

Impreso en Gráfica Editora Don Bosco S.A. Av. Brasil 220 - Breña Telf.: 423-5225 / 423-5782 Anexo: 153 administración® editoradonbosco.com / editoradonbosco@hotmail.com

Acaba de publicarse la Exhortación Postsinodal "La Palabra del Señor" (Verbum Domini), que recoge las reflexiones del El Sínodo de la Palabra, celebrado en Roma en Octubre 2008. Este hermoso documento, que se pone en la línea de la Dei Verbum, del Concilio Vaticano II, nos ayudará a comprender la importancia de la Palabra de Dios en todas las expresiones de la vida y la misión de los seguidores de Jesús. Será particular estímulo para quienes nos sentimos misioneros de la Palabra, a fin de que multipliquemos los intentos y modos, para canalizar las abundantes riquezas de la Palabra de Dios a fin de alimentar la fe de nuestro pueblo.

Los miembros del Equipo Interconfesional de Pastoral Bíblica del Perú tenemos mucha satisfacción de presentarles la tercera Guía para acercarnos a las cartas de San Pablo: "PABLO Y SUS COMUNIDADES, III: FILIPENSES, 1-2 TESALONICENSES, FILEMÓN". Lectio Divina con las cartas de Pablo. Este es el tercer subsidio, en la serie iniciada en el Año Paulino, después de la Guía a los Gálatas y a los Romanos, y a Corintios 1-2.

Reconocemos que son cartas muy diversas, a comunidades distintas, e incluso a una persona -Filemón- en una situación muy particular. Ello pone en evidencia que las cartas de Pablo no fueron tanto documentos programados, sino escritos "casuales": motivados por la necesidad que se presentaba en concreto.

Nuestras comunidades se sentirán reflejadas y estimuladas en la lectura y estudio de estas cartas de Pablo. Estimulan tanto a quienes nos consideramos del común del "pueblo de Dios", llamados a vivir la fe en las situaciones concretas de nuestro tiempo, como a los ministros-servidores (sacerdotes, pastores, animadores...), ya que Pablo, escribiendo desde la cárcel, invita a la fidelidad a Cristo, más allá de la prueba. La profunda experiencia de Cristo y su total entrega de amor de Pablo nos desafía a vivir su experiencia intensa de discípulo y misionero del Señor. Por ello hemos elegido, para ubicar en la carátula, la invitación:

"Cristo Jesús, mi Señor: por él he sacrificado todas las cosas

y todo lo tengo por basura, con tal de ganar a Cristo" Filipenses 3, 8

Que la Palabra de Dios, que llevó a Pablo a afirmar con plena seguridad que Jesús es el Cristo, conduzca la acción pastoral y misionera de nuestras comunidades eclesiales.

EQUIPO INTERCONFESIONAL DE PASTORAL BÍBLICA

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£tí$k *f?¿VtHñ

¿Qué dice el texto? Lo que el texto dice en sí mismo Estudiar atentamente el texto Leer, leer, leer... y volver a leer...

¿Qué me (nos) dice el texto? Lo que el texto dice para nosotros Encontrar la verdad escondida en el texto Escuchar, escuchar, escuchar... y volver a escuchar... ¿

3. ÍJkmSH ¿Qué me (nos) hace decir el texto?

Nuestra oración Abrir el corazón a Dios Pedir perdón, alabar, agradecer, suplicar, entregarse... ¿

4- Cmffaf>óméi - Cmf?im¿c& ¿Qué me (nos) hace vivir el texto?

Nuestro compromiso Saborear las alegrías de la dulzura eterna (el amor de Dios) Contemplar la realidad y la vida con la misma mirada de Dios y buscar las maneras de concretizar la Palabra orada. ¿

jthfi^dmcíéi

Habiendo recorrido en los años anteriores los cuatro evangelios y el libro de los Hechos de los Apóstoles, nuestro Equipo Interconfesional de Pastoral Bíblica está ofreciendo por cuatro años consecutivos

"Guías Bíblicas", que intentan acercarnos a las cartas del Apóstol de los gentiles. Primera etapa fueron las cartas a los Gálatas y a los Romanos; el año pasado fueron las dos cartas a los Corintios. Para el presente año 2011 planteamos las cartas a los Tesalonicenses, la escrita a los Filipenses y la enviada a Filemón.

Este libro continúa el título del anterior: «PABLO Y SUS COMUNIDADES III. Filipenses 1-2, Tesalonicenses y Fuentón». Lectio Divina con las cartas de Pablo.

Elegimos como versículo inspirador: "Cristo Jesús, mi Señor: por él he sacrificado todas las cosas y todo lo tengo por basura con tal de ganar a Cristo", Filipenses 3, 8.

Dada la diversidad entre estas cartas, las hemos trabajado por separado: Ofrecemos una Introducción a la carta a los Filipenses y a las de los Tesalonicenses; luego son desarrollados algunos temas particularmente importantes de estas cartas. Finalmente se aborda la carta a Filemón, que tiene características muy propias. Por ello ofrecemos los temas con este esquema:

I. Introducción

1. Introducción: Pablo y las comunidades de Tesalónica y Filipos

II. Cartas a los Tesalonicenses

2. Cualidades de la comunidad cristiana 3. La venida del Señor: El "Día del Señor" 4. Vivir como hijos de la luz 5. Exigencias cristianas del trabajo 6. La oración

III. Carta a los Filipenses

7. El Himno a Cristo 8. Cristo en la vida de Pablo 9. El mandamiento de la alegría 10. La solidaridad cristiana

IV. Carta a Filemón 11. Pablo escribe a su amigo Filemón de Colosas 12. Postura de Pablo frente a la esclavitud

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Continuando con el modelo de años anteriores, hacemos notar que esta Guía tiene dos modalidades:

a. La dinámica bíblica, planteada en la línea de la Lectio Divina.

b. Los comentarios bíblicos, destinados sobre todo a los animadores, están ubicados al final, en ANEXO.

1. Para empezar

a) Campaña de motivación en la comunidad, grupo, diócesis o parroquia. El presente año 2011, la Exhortación Postsinodal "LA PALABRA DEL SEÑOR", es ocasión excelente para plantear la importancia de la Palabra de Dios

Hacer de manera que se vaya creando un ambiente favorable, de creciente interés por la Palabra de Dios, en particular por las cartas de San Pablo.

b) Adecuada formación de los animadores. Con ellos se trabajará previamente los contenidos y la metodología de las reuniones, asegurando las actitudes de interiorización y oración. Recordemos que el capítulo primero es fundamental, ya que ofrece la Introducción, que deberá ser trabajada con ellos, para que tengan una buena base.

c) Ambientar previamente la sala de reuniones. Poner siempre en un sitio destacado la Biblia abierta, que puede estar en un atril o mesa y junto a ella colocar un cirio. Hacer del lugar de reuniones un ambiente agradable para la reflexión. Una música suave y cantos de animación completarán la acogida. En la presente Guía se indica algún símbolo, en relación con el tema de cada encuentro.

d) Material para cada participante: Es necesario que cada participante tenga su propia Biblia, para que puedan leer y releer el pasaje; por ello no hemos transcrito los textos. Además lo ideal es que cada participante tenga un ejemplar de la presente Guía Bíblica.

e) Lectura orante de la Biblia. Sabemos todos que desde Juan Pablo II recibimos frecuentes invitaciones no solo a conocer la Biblia, sino a orarla, para que sea efectivamente alimento de la fe y del camino de santidad. Aparecida y el último Sínodo de la Palabra nos reiteran la invitación. Nuestros subsidios siempre han seguido los pasos de la Lectura Orante; pero ahora lo estamos explicitando, para que resulte más evidente.

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2. En cada reunión En cada reunión se siguen los siguientes momentos, claramente señalados:

0. Ambientación

En un párrafo previo, en cursiva, se dan indicaciones prácticas de algunos elementos que sería conveniente disponer en el ambiente donde se desarrollará la sesión de reflexión bíblica.

1. INVOCAMOS AL SEÑOR

Bienvenida a los participantes. Lo hace el/la guía, indicando el tema que se va a trabajar.

Oración inicial. Aveces ofrecemos una propuesta explícita de oración, pero lo ideal es que el/la guía anime a participar, o lo exprese con sus propias palabras; siempre en relación con el tema.

2. NUESTRO ENCUENTRO CON LA VIDA x Ofrecemos algún texto que nos acerque a la realidad actual, a través de

un hecho de vida, un poema o algunas imágenes.

3. NUESTRO ENCUENTRO CON LA PALABRA

El/la guía ofrece una breve motivación, que ayude a contextualizar el pasaje bíblico que será estudiado.

a. Lectura del texto bíblico. Que la proclamación esté bien preparada: leer pausadamente, con unción y reverencia. En algunos casos podrían intervenir varios lectores. Después, conceder un adecuado tiempo de silencio para ( ) dejar que la Palabra penetre en nuestro corazón. W Cada participante vuelve al texto en su propia Biblia.

Siguiendo el método de la Lectura Orante, se ofrece preguntas que aseguren una real «lectura» y comprensión de los diversos elementos del texto; quien guía seleccione las más adecuadas. Hay un primer grupo: «Lo que dice el texto en sí mismo», que lleve a los participantes a descubrir los elementos más importantes del texto.

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b. Y luego «Lo que el texto dice para nosotros, hoy» (MEDITACIÓN), que invita a aplicar la Palabra a la propia realidad. Estos dos primeros pasos podrían hacerse compartiendo en grupos.

ANEXO: UNA AYUDA PARA LA REFLEXIÓN x En anexo ofrecemos una pista de profundización del

pasaje bíblico, su mensaje y la posible aplicación a nuestra realidad actual. Quien guía el encuentro debe prepararse con la suficiente anticipación con estos elementos y otros textos bibliográficos.

4. ORACIÓN

c. Nuevamente algunas sugerencias invitarán a interiorizar y orar el texto bíblico. Este es uno de los momentos más importantes, pues quisiéramos que las personas puedan lograr una real experiencia de oración, a partir de la Escritura. Para ello, asegurar el ambiente de silencio y tiempo conveniente para la oración. Una música suave puede ayudar.

Se invita a los presentes a compartir algún eco o resonancia de la Palabra de Dios. Se habla espontáneamente, en primera persona, dirigiéndose al Señor y no a los presentes.

5. CONTEMPLACIÓN - COMPROMISO

d. Siguiendo la Lectura Orante, se invita a buscar caminos para aplicar la Palabra escuchada, a la vida personal y a la comunidad.

6. PRÓXIMO ENCUENTRO

En los minutos finales se da a conocer el tema que se tratará en la próxima reunión.

Se distribuyen pequeñas tareas para la reunión siguiente.

Hacer una evaluación con los participantes, animadores y agentes de pastoral, a partir de la experiencia vivida.

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Ambientación x Preparar un atril, mesa o lugar destacado para colocar la Biblia abierta.

Velas encendidas junto a la Biblia. x En lo posible, junto a la Biblia un globo terráqueo o mapamundi. x Preparar unos letreros de cartulina, cada uno con una frase bíblica

correspondiente a cada uno de los temas de la Guía. Situarlos en diferentes lugares del lugar de reunión, para ser leídos por todos.

x Cada persona tendrá su Biblia entre las manos.

1. Motivación x Hermanas y hermanos, nos hemos reunido alrededor de la Palabra de

Dios, en la persona y en las cartas de San Pablo a las comunidades de Filipos, a los de Tesalónica y a un cristiano notable: Filemón. Quizás Pablo no lo imaginó, pero sus cartas ya no la leen sólo esas comunidades, sino también nosotros, porque en ellas reconocemos a Dios que sigue hablando a su pueblo.

x En estas cartas somos invitados a reconocer nuestra realidad comunitaria, con sus problemas y sus dones, y descubrir en ella a Jesús Resucitado, Señor de la gloria que nos acompaña e ilumina, que nos muestra los caminos para no dejarnos envolver por la sociedad que nos rodea, sino ser para todos irradiación de la luz del Señor.

Canto inicial:

2. Procesión de la Biblia

Que la Biblia sea introducida solemnemente por miembros de la comunidad.

El grupo avanza procesionalmente: la Biblia es llevada en alto, teniendo a los lados dos velas encendidas.

3. Oración

Señor Jesús, ven a presidir nuestra reunión alrededor de tu Palabra; que tu Espíritu aliente entre nosotros y nos permita descubrirte a ti, nuestro Maestro,

9 i

en el texto bíblico, Como los cristianos de Filipos, o los de Tesalónica, también nosotros necesitamos tu Palabra que nos ilumine y aliente. Señor, que tu Espíritu nos muestre tu rostro glorioso; que nos alimentemos de ti para sanar nuestras dolencias y poder anunciarte, como la gran noticia, a la gente de nuestro tiempo. Amén.

4. Pregón de la Palabra

Levantando la Biblia y las velas se proclama el Pregón:

He aquí, hermanas y hermanos, la Palabra que nos llega como un regalo del Amor sin fronteras. Tu Palabra, que resuena desde siempre en el ámbito eterno de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu, se nos viene, peregrina en nuestra historia, pronunciando nuestros nombres y llamando a nuestras puertas.

Es la voz del silencio sonoro de Dios; la voz de la eternidad hecha tiempo, la voz del misterio hecho luz, la voz de Dios hecha letra, y sílaba, y palabra.

Tu Palabra tiene un rostro humano: Jesucristo, tu Hijo Amado. Él que pudo decirnos: "hermanos" Y es ahora la Palabra que pronuncia nuestros nombres y llama a nuestra puerta.

Abrámosle, hermanos y hermanas, la puerta... todas las puertas y ventanas. Abrámosle las manos y los brazos, los ojos y los oídos. Abrámosle el corazón y todo nuestro ser, y pongamos de rodillas el alma para acogerla.

Jesús-Palabra pondrá su luz radiante en la noche oscura de nuestras mentiras, alumbrará su fuego ardiente en el frío de nuestro egoísmo, nos liberará de las esclavitudes antiguas y nuevas, y llenará de esperanza nuestros ojos cansados.

Jesús-Palabra derramará su Espíritu de Resucitado en nuestros corazones, para nacernos capaces de amar; pondrá en nuestros labios palabras de profecía y esperanza,

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nos hará ver las necesidades de los hermanos para que aprendamos a compartir, y dará a nuestros corazones el aliento de una oración semejante a la suya.

Abramos, pues, hermanos y hermanas, nuestros corazones y nuestra casa a la Palabra de Dios. AMÉN.

Lectura de la Biblia

Lectura de la carta a los Filipenses 3, 7-12

Reflexión

Breve comentario: Sabemos que Pablo era un rabino, había estudiado la Biblia con los mejores maestros de

su tiempo. Sin embargo, desde que se encontró con Cristo, todo eso pasó a segundo plano. Todo su ser quedó

centrado en Jesucristo.

Presentación de símbolos

Algunas personas traen al centro la Guía para el estudio bíblico de las Cartas a los filipenses, Tesalonicenses

y Filemón, y el globo terráqueo o mapamundi, que simboliza la universalidad de la predicación de San Pablo.

Peticiones

Ahora, expresamos nuestras oraciones con la confianza de los hijos que se dirigen a su Padre.

Lector 1. También este año escucharemos al Señor a partir de las palabras de San Pablo, su gran discípulo y misionero. Preguntémosle a Pablo cuál fue su secreto; cómo así de perseguidor pasó a ser discípulo y apóstol de Jesucristo. x Señor, también nosotros queremos vivir como discípulos y

misioneros de tu Reino. Ven a ubicarte en el centro de nuestra vida; danos tu Espíritu, que aliente en nuestros corazones y que nos lleve a ti.

Lector 2. Nos acercaremos también a las comunidades que Pablo fundó en las ciudades de Tesalónica y Filipos. Entraremos en sus fortalezas y en sus debilidades, para comprender mejor los mensajes que el Apóstol les comunica. x Señor, también nosotros, comunidad cristiana de ,

tenemos problemas y tentaciones. Danos tu Espíritu que aliente en nuestros corazones y nos enseñe a serte fieles.

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Lector 1. Leeremos también la pequeña carta que Pablo dedicó a Filemón, un rico cristiano cuyo esclavo Onésimo se había escapado, robándole cosas. En tiempos en que era tristemente normal la esclavitud, Pablo escribe finamente, invitando a considerar a ese esclavo fugitivo como "hermano en la fe". x Señor Jesús, también en este tiempo hay muchas formas de

esclavitud. Haznos comprender tu mensaje, siempre portador de libertad y vida plena.

Lector 2. Nosotros, en este tiempo, queremos ser como esas comunidades de los inicios: con cantidad de problemas, pero con un gran deseo de ubicar a Jesucristo como lo más importante de la vida, y su anuncio como la tarea más importante a desarrollar. x Señor Jesús, ven a ubicarte en el centro de nuestra vida. Danos tu

Espíritu que aliente en nuestros corazones y nos muestre tu rostro amado.

Expresar oraciones espontáneas o preparadas con anticipación.

Oremos

Señor, Padre de Jesús y Padre Nuestro, te agradecemos por habernos enviado a Jesucristo, tu Hijo Amado. Gracias especialmente por San Pablo, gran apóstol y evangelizador de los primeros años de la Iglesia. Y gracias por todos aquellos hombres y mujeres que has elegido y enviado como tus misioneros. También nuestro tiempo necesita del Evangelio de Jesucristo, con su mensaje de justicia y de paz, de redención y salvación para todos. Derrama tu Espíritu en nuestros corazones y haz de nosotros los discípulos/as y misioneros/as que anuncien la novedad y belleza de tu presencia salvadora. AMÉN.

9. Despedida

Se invita a todos a participar con alegría y constancia en este estudio bíblico de las cartas de San Pablo a los

Filipenses, Tesalonicenses y a Filemón. Se sugiere que es preciso traer cada vez su Biblia y la presente Guía.

Indicar asimismo el lugar y el horario de los encuentros.

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10. Bendición final y canto

El guía o animador toma la Biblia y la levantándola, dice:

>- Que el Padre, que desde el principio de la creación busca dialogar con sus hijos y que para ello nos ha enviado a Jesús, su Hijo, Palabra de Vida, cuide providentemente de todos nosotros.

Todos Alabado seas por siempre, Señor x Que Nuestro Señor Jesucristo, Palabra viva del Padre, que nos

invita a seguir sus pasos y continuar su misión, nos acompañe, ayudándonos a ser sus discípulos y discípulas fieles.

Todos Alabado seas por siempre, Señor x Que el Espíritu Santo, que el Padre y el Hijo enviaron sobre su

pueblo, nos enseñe a escuchar la Palabra que nos salva y nos haga anunciadores entusiastas de que el Reino ya ha empezado.

Todos Alabado seas por siempre, Señor x Y la bendición de Dios Todopoderoso: Padre, Hijo y Espíritu Santo

descienda sobre nuestra comunidad y sobre cada uno de nosotros. Amén.

Todos Alabado seas por siempre, Señor

Canto final

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En medio de las contrariedades y problemas, hay detalles de amigos que emocionan. Hacia ellos se vuelve uno cuando quiere dejar que el corazón se expanda. Con ellos se puede hablar libremente en un clima de franca confianza. Les compartimos los temores, las esperanzas, las más profundas aspiraciones.

Es también la oportunidad de estar cerca, de alentar y de compartir las preocupaciones de los que queremos o de ayudarles a ver algunos aspectos de su comportamiento, y hacerlo con la confianza que permite hablar francamente. Es la oportunidad de expresar los propios sentimientos y decir con franqueza y libertad lo que uno siente por ellos.

La epístola a los Filipenses es el agradecimiento de Pablo a una comunidad muy querida, en la que manifiesta sus sentimientos después de pasar un grave peligro. Es la única de sus cartas (excepto las advertencias del cap. 3), que no responde a un objetivo pastoral inmediato. Nada que combatir, nada que persuadir. Es una sencilla charla con unos hermanos en la fe.

Pablo estuvo poco tiempo en Tesalónica: tres semanas, de creer a los Hechos; probablemente algún tiempo más si tenemos en cuenta toda la actividad a que hace referencia en sus epístolas.

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Sin embargo, había tenido tiempo suficiente para sentar los fundamentos de una comunidad viva. Por lo que parece, Pablo había vivido con esos convertidos una intensa experiencia de fe en Cristo. El apóstol, sin embargo, no está tranquilo respecto a los cristianos de esta comunidad. Tan sólo les había podido dar una formación rudimentaria. ¿Qué va a ser de aquellos que son para él hijos muy queridos? La comunidad de Tesalónica tiene el privilegio de haber recibido la primera carta de Pablo que, además es el primer escrito del Nuevo Testamento.

9 Para conversar un poco: x ¿Es lo mismo escribir una carta de negocios que una carta

de amigos? ¿Una carta a una persona que se quiere, que a cualquier otra persona?

x ¿Qué decimos en una carta a los amigos? ¿De qué hablamos? x ¿Qué sentimos cuando recibimos cartas de algún amigo?

¿Qué efectos produce en nosotros?

¿2<J^A ufkmm deltmím En la carta a los Filipenses se da a entender que Pablo la escribe desde la prisión; e incluso por un momento había temido por su vida. Ahora el peligro ha pasado y espera su pronta liberación. Los Hechos de los Apóstoles refieren tres cautiverios del misionero: en Filipos, durante una noche, en el año 50 (Hch 16, 23-40); en Palestina, desde el 58 al 60, primero en Jerusalén y luego

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en Cesárea (21,33 - 26,32); por último en Roma, del 61 al 63 (27,1 - 28,16). Sin embargo, el apóstol dice que desde el año 57 había estado varias veces en prisión (2 Co 11,23). Los Hechos no refieren, pues, todos sus cautiverios.

El tenor de la carta, las preocupaciones que en ella muestra y el hecho de que el prisionero parece encontrarse cerca de los destinatarios hacen suponer que este cautiverio no es el de Palestina ni el de Roma. Se ha propuesto la hipótesis de que se trata de un encarcelamiento que habría tenido lugar en Éfeso. En este caso la carta a los Filipenses sería de los años 56-57 y sería anterior a la de los Gálatas y Corintios.

Pablo había comenzado la evangelización en la ciudad de Tesalónica hacia el año 50 (Cfr. Hch 17,1-9). Llegó allí en compañía de Timoteo y Silas, pero pronto tuvo de salir debido a la persecución promovida contra ellos por la comunidad judía. Personalmente no puede ir a verlos y desde Atenas envió a Timoteo para saber lo que pasa; se calcula que la primera carta la escribió hacia el año 51 d.C. Se deduce que no está en prisión cuando escribe a los tesalonicenses.

% Para conversar un poco: x ¿Cómo nos afectan las situaciones que pasamos en la vida?

¿Influyen en lo que pensamos, sentimos, decimos o hacemos? x Si escribimos una carta a personas que queremos, ¿influyen

en la carta las situaciones que estamos pasando? x ¿Cómo habrán influido en las cartas de Pablo a sus amigos

las situaciones que estaba viviendo? x ¿Podremos encontrar temas o ideas relacionados con esa

situación en estas cartas?

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3.1. Una comunidad que va progresando con tranquilidad aunque con dificultades.

Filipos, situada en Macedonia, colonia romana desde el 42 a.c, había sido la primera ciudad europea evangelizada por Pablo (Hch 16,12-40). Sus habitantes eran en gran parte militares retirados del ejército romano por lo que tenían privilegios económicos y políticos. La desigualdad social era muy grande en un contexto en el que unos

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lucran, tienen privilegios y se enriquecen a costa de la esclavitud y la explotación de los indefensos y pobres. Un ejemplo de esto lo encontramos en el caso de la joven esclava explotada por su don de adivinación que les dejaba ganancias a sus amos (Hch 16,16-18)

Teatro de Filipos

El apóstol la visitó varias veces. Las conversiones de gentiles (no judíos) habían sido allí sinceras. La acogida de los misioneros y el nacimiento de la comunidad se realizaron a partir de un grupo de mujeres que se reunían junto al río, entre las que destaca Lidia (Hch 16,13). Ella acoge a Pablo y a sus amigos en su casa y allí nace esta comunidad a la que Pablo quiere tanto (Flp 1,3-8). Es la única de la que recibe ayudas económicas para atender a sus necesidades (Flp 4,15-16).

Los nuevos cristianos se habían encariñado con su misionero y habían dado muestras de gran generosidad con él (2 Co 8,2; 11,9). Al enterarse de que Pablo estaba en prisión, habían comisionado a uno de entre ellos, Epafrodito, para atenderlo. El principal motivo de la carta es, ciertamente, la ternura, el cariño, la relación que tiene Pablo hacia la comunidad.

Sin embargo, a lo que parece estas gentes sencillas habían comenzado a tener que sufrir los tumultos provocados por los judaizantes y demás enemigos de Pablo (Flp 3,1 -4 ,1) . Cuando el apóstol habla de la

I Restos de Filipos

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í

circuncisión y de la postura de los que quieren obligar a cumplir la ley judía para ser cristiano lo hace más bien para prevenir que para curar, a diferencia de lo que sucede en la carta a los Gálatas o Romanos. De cualquier manera, cuando siente la amenaza contra los que ama, el tono cambia y pasa de la ternura a la fuerza, llegando a llamar a aquellos "perros", "falsos apóstoles", "mutiladores" (Flp 3,2).

En esta carta Pablo expone su espiritualidad y los principales temas de su pensamiento. Tiene un tono de paz y alegría que la caracteriza aunque no faltan las advertencias. Pablo abre su corazón y comparte su experiencia de Cristo desde su condición de prisionero, agradece la solidaridad de los filipenses y denuncia a los falsos hermanos que confunden a la comunidad.

Para conversar un poco: x En nuestras comunidades, ¿encontramos situaciones

semejantes? Algunos de los logros y de las dificultades que vivían los filipenses, ¿se parecen a los que vivimos en nuestras comunidades?

A ¿Hoy también hay personas que confunden a las comunidades cristianas con exigencias moralizantes?

x ¿Hemos tenido estas experiencias de querer mucho y ser muy queridos por nuestros misioneros?

í

¿ Pablo se siente hombre libre; Cristo le salió al encuentro y lo hizo vivir la experiencia de la libertad. El entusiasmo que desde entonces lo anima ha producido en su espíritu una disponibilidad total. Vive en la luz de la Pascua, luz que pone él de manifiesto en un maravilloso himno a Cristo, tomado probablemente de la liturgia de la comunidad; es uno de los textos más antiguos, una especie de "credo" en el que se manifiesta la fe en Jesús y sus consecuencias para la vida (Flp 2,6-11).

La carta a los Filipenses nos presenta lo fundamental del pensamiento de Pablo: x La alegría. Es una característica de las primeras comunidades

cristianas (Hch 2,46). Es un hilo de ternura y amistad que teje la carta a los filipenses ((Flp 1,3-4; 1,18; 4,1; 4,10). Fue escrita como manifestación clara y sincera de sentimientos humanos de afecto, de amistad y pide ser leída con sentimientos de ternura, paz y gratitud.

x La opción radical por Jesús, el Cristo. Jesús es el centro de la comunidad; debe experimentarse cercano. La relación personal con Él es la primera condición radical del seguimiento y llega a

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cambiar toda la vida y la manera de entender y vivirla; incluso la manera de vivir la fe y relacionarse con Dios (Flp 3,7-9). Hay que mantenerse en el camino y mantener la dirección.

x La perseverancia en la lucha. Seguir a Jesús significa tener los mismos sentimientos y ser militante en la causa del Reino. En la comunidad deben estar unidos, luchando juntos por anunciar la "Buena Noticia" (Flp 1,27). Se necesita valor para no asustarse ante los adversarios (Flp 1,28).

x La vida de Jesús y la nuestra. El vaciamiento de Jesús hasta hacerse hombre, asumir la condición de siervo y dar la vida por los más necesitados es la clave principal para entrar en la carta y comprender su sentido. ¿Quién es Jesús? ¿Cómo se vive el discipulado? La dinámica de la vida de Jesús expresa la máxima solidaridad con la persona humana, especialmente los más lastimados e indefensos, y por eso Dios lo exalta y lo constituye Señor de la historia.

x

Para conversar un poco: x ¿Hemos experimentado lo mismo que Pablo? ¿Hemos hecho

experiencia viva de Jesús en nuestra vida?

¿Estos son los sentimientos que predominan en nuestras comunidades?

¿La solidaridad con los más pobres y necesitados es la característica principal de nuestras comunidades?

¿También para nosotros, es más importante el compromiso de solidaridad en la historia que el cumplimiento de la ley? ¿

3.2. ¿El miedo o la fe ante la perspectiva del fin del mundo?

Cuando nuestro mundo industrializado vivía en la euforia del desarrollo, la idea cristiana del fin del mundo parecía totalmente fuera de lugar. Desde entonces las cosas han cambiado. A la pesadilla de las armas se añade ahora la inquietud ante la contaminación. ¿Estará condenada la humanidad a desaparecer en un futuro más o menos cercano?

El temor que esta perspectiva ocasionó es, sin embargo, todo lo contrario de la esperanza que debería producir el pensamiento de la vuelta del Señor. Para el creyente lo que aparece en el horizonte no es la muerte, sino una energía nueva para este mundo; significa un comienzo. Alienta a una espera positiva, y por tanto, gozosa, del porvenir.

Las dos epístolas a los Tesalonicenses son reflejo de una comunidad dinámica, con la mirada puesta en el "Día del Señor".

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Tesalónica era en tiempos de Pablo una importante ciudad comercial. Siempre fue blanco de la codicia imperial por su situación a la orilla del mar junto a una cadena de colinas. Los romanos la convirtieron en la capital de Macedonia y la llenaron de favoritismos; hasta su nombre fue puesto en homenaje a Tesalia, hermana de Alejandro Magno y esposa de Casandro. Augusto le concedió la condición de ciudad libre, lo que le permitía tener su asamblea popular y sus magistrados. Sin embargo dependía ideológicamente de Roma y en tiempos de la evangelización la Asamblea popular estaba desarticulada.

Era una ciudad con presencia de muchos cultos locales, de las divinidades del Olimpo griego y de los cultos romanos del imperio.

Quizá dos tercios de la población eran esclavos que sostenían a la clase superior de la población formada por funcionarios públicos, comerciantes, industriales, terratenientes y militares retirados. Estos graves conflictos los encontramos en las cartas.

Durante tres sábados Pablo y sus amigos predican a los judíos (Hch 17,1-2) y ante la posibilidad de éxito en la sinagoga convocan a los fieles a la casa de Jasón. Allí los fueron a buscar los amotinados contra ellos y los entregaron al senado de la ciudad (Hch 17,5). En la fuga nocturna, se dirigieron a Berea y luego a Atenas.

Desde Atenas, Pablo envió a Timoteo para saber lo que pasaba en la comunidad y las noticias que éste le trae lo llenan de alegría. Está emocionado, y la primera carta que les envía es una larga acción de gracias en reconocimiento a Dios. Al considerar el pasado, subraya las dificultades superadas, la fuerte oposición junto a la maravilla de la fuerza arrebatadora del Evangelio. Humanamente hablando, el Evangelio estaba condenado a la esterilidad. Pero, de hecho, ha sido fuente de vida. ¡La Pascua de Cristo continúa en la comunidad!

Esta epístola nos pone ante los ojos lo que era el entusiasmo de una comunidad cristiana recién nacida: aquellos cristianos, movidos por el Espíritu, se habían liberado de sus mezquindades, vivían unidos en fraternal amor y con espíritu de generosidad; su mirada estaba puesta en el mundo nuevo que iba a comenzar con la vuelta del Señor.

En su fervor, los creyentes están persuadidos de que pronto van a ser testigos de la vuelta del Señor. Esta convicción los llena de felicidad. Pero hay una sombra... ¿Y si uno muere antes? ¿Supondrá eso que no se hallará en el gran acontecimiento?

Pablo responde a este problema: Estén tranquilos. Aquel día los muertos volverán a la vida, como Jesús. Ellos serán los primeros en ir a su encuentro. En un momento posterior se les unirán los que todavía vivan. Todos juntos vivirán entonces la experiencia de ir al encuentro de Dios. Tengan esperanza con esta seguridad. Para exponer ese futuro, el apóstol usa ciertas descripciones tradicionales del «Día de Yahvé", tomadas de los escritos apocalípticos judíos.

La segunda carta a los Tesalonicenses se escribe poco después de 211

la primera. Pero su estilo y su contenido prueban que son otras las preocupaciones de su autor. No encontramos en ella aquellas largas relicitaciones por el pasado.

La primera carta de Pablo había dado lugar a interpretaciones desviadas. El entusiasmo que había suscitado había sido tergiversado hacia cierto delirio utópico. El resultado fue el desorden y los conflictos dentro de la comunidad y el abandono del trabajo. ¡Para qué atender a esas pequeneces cuando se está en vísperas del gran acontecimiento!

Esta segunda epístola viene a poner las cosas en claro. Sería un error creer que la vuelta del Señor podría suceder antes de que sobrevengan graves tribulaciones. Cierto que éstas han comenzado ya. Satanás está actuando y lo muestra en la persecución. Pero eso sólo es un comienzo. Un día aparecerá el Anticristo, el que se hará pasar por Dios; llevará a muchos a la apostasía. La revelación definitiva del Señor vendrá en un tiempo posterior.

En esta exposición, la segunda carta a los Tesalonicenses utiliza una ideas ya tradicionales en la apocalíptica judía, que recogieron los primeros cristianos, Las volveremos a encontrar, ampliamente desarrolladas, en el Apocalipsis de Juan.

Atención, pues, dice Pablo. Esa manera de pensar y vivir es nociva. Los cristianos deben vivir en el presente su fe, que exige un compromiso con el mundo real en que se vive, y no una espera del más allá y el después abandonando el compromiso de construir el reino en esta sociedad. Sí, los cristianos tienen la mirada puesta en un porvenir luminoso, pero eso no les debe apartar de las exigencias de la vida presente y del compromiso con la sociedad aquí y ahora.

• jf,,,, - --——-

v Para conversar un poco:

j - ' - E n nuestras comunidades, ¿encontramos situaciones semejantes?

Algunos de los logros y de las dificultades que vivían los tesalonicenses, ¿se parecen a los que vivimos en nuestras comunidades?

¿Hoy también hay personas que confunden a las comunidades insistiendo en el más allá, que ya viene el fin del mundo, olvidándose del compromiso aquí y ahora?

¿Hemos tenido estas experiencias de pensar mucho en el cielo para no pensar y no ver la situación de los esclavos a nuestro lado?

Entre los contenidos principales de las cartas a los Tesalonicenses encontramos:

i 22

x

x

Los conflictos. Hay persecuciones y tribulaciones por parte del Imperio (1 Ts 3,7; 2 Ts 1,4); dificultades con los paganos (1 Ts 4,3-8); enfrentamientos con la sinagoga (1 Ts 2,14-16); dificultades dentro de la misma comunidad (2 Ts 3,6-14). Frente a estos conflictos es necesario la perseverancia, el valor, el compromiso y no dejarse engañar por falsos "evangelios" o enseñanzas de la fe.

La espera del Señor. Es otro núcleo de dificultades. El regreso del Señor no es inminente y su espera no debe engañarnos y hacer que nos olvidemos de nuestro compromiso aquí y ahora, viviendo como Jesús nos enseñó para construir el reino.

El trabajo. Es una de las grandes riquezas de estas cartas; Ofrece el sentido cristiano del trabajo "con las propias manos" (1 Ts 4,11; 2 Ts 3,6-12). Pablo y sus compañeros habían evangelizado la ciudad por medio del trabajo e insistían en su propuesta como alternativa en contra de la mentalidad de la época; es una manera de colocarse junto a los más pobres, los esclavos, y marcar distancia de las estructuras injustas y de las personas que las mantienen dentro del sistema romano esclavista.

í Para conversar un poco:

x ¿Qué conflictos hay en nuestras comunidades? ¿Con quienes tenemos los conflictos? ¿Cómo los enfrentamos?

¿La solidaridad con los más pobres y necesitados es la característica principal de nuestras comunidades?

¿Nuestras comunidades se colocan al lado de los trabajadores empobrecidos y de los "sin trabajo" de nuestra sociedad? ¿O al lado de los ricos?

¿En nuestras comunidades hay personas que no quieren trabajar y quieren vivir del trabajo de los otros? ¿Cómo actuamos antes estas situaciones?

i

¿

231

AMBIENTACIÓN

Ubicar al centro una Biblia abierta y una vela.

El animador da la bienvenida a todos indicando que el tema central del encuentro es: reflexionar acerca de las cualidades de la comunidad cristiana, a partir de la primera carta a los Tesalonicenses.

Se puede introducir con la oración de San Francisco de Asís:

SEÑOR, Haz de mí un instrumento de tu paz.

Donde haya odio, ponga yo el amor Donde haya ofensa, ponga yo el perdón Donde haya discordia, ponga yo la verdad Donde haya duda, ponga yo la fe Donde haya desesperación, ponga yo la esperanza Donde haya tinieblas, ponga yo tu luz Donde haya tristeza, ponga yo tu alegría

25 1

¡oh, Maestro! Que no busque yo tanto

Ser consolado Como consolar Ser comprendido Como comprender Ser amado Como amar

Porque:

Dando, se recibe Olvidando, se encuentra Perdonando, se alcanza el perdón Muriendo, se resucita a la vida eterna.

¿2< &MK&lft& ¿$H Ut VÍcfa,

Se cuenta que, en tiempo de San Francisco, la ciudad de Gubbio, cercana a Asís, se sentía asolada por un lobo que diezmaba los rebaños y atacaba a los pastores. Avisado el hermano Francisco, se internó en el bosque y se puso a dialogar con el lobo, invitándolo a dejar de hacer daño a las criaturas de Dios. La gente de Gubbio se comprometió a alimentar al lobo, el cual se volvió un animal manso, que paseaba tranquilamente por la ciudad. Tiempo después, Francisco volvió a recibir un mensaje: ¡el lobo ha vuelto a su crueldad! Francisco buscó de nuevo al lobo en el bosque, y le preguntó: x ¿Por qué, hermano lobo, te has vuelto nuevamente fiera

salvaje? El lobo contestó: x Hermano Francisco, tú me pediste que dejara mis raíces

salvajes para vivir mansamente con los humanos; pero he visto que muchos de ellos son peores que yo. No usan colmillos, pero igualmente matan y destrozan. Y no lo hacen solamente cuando tienen hambre, sino por el afán de prepotencia y el gusto de aplastar a su contrincante. ¡Yo no quiero ser como ellos!

Una lágrima surcó el rostro del hermano Francisco, que le respondió: x Vuelve, hermano lobo, a la naturaleza que el Señor te ha

dado. Yo seguiré predicando la conversión a los humanos.

* ¿Qué nos ha impresionado de este relato? Más allá de los elementos legendarios, ¿qué encuentran de verdadero y actual?

i 26

3- ^MKehftk e&t {a ^ 4 ^ f e

a. Proclamación del texto: 1 Tesalonicenses 2,1-12

b. Lo que dice el texto en sí mismo (LECTURA)

1. ¿Cómo fue el trato que recibió Pablo de algunas personas en Tesalónica?

2.

3.

4.

(Cf. Hechos 17,1-9;"1 Tesalonicenses 2,1-3)

¿En qué forma Pablo habló el mensaje de Dios a los Tesalonicenses? (1 Tes 2,4-8)

¿De qué manera Pablo no fue carga a Tesalonicenses? (1 Tes 9,1-27)

¿Cómo era el afecto de Tesalonicenses? (1 Tes 2,9-10)

Pablo hacia

c. Lo que dice el texto para nosotros, hoy (MEDITACIÓN)

1. Hoy en día nos enfrentamos continuamente a la r

violencia ya sea física o también verbal. Pablo recuerda el trato que dio a los tesalonicenses; ¿cuáles de esos rasgos debiéramos aprender en las familias y en las comunidades?

2. Muchas personas que reciben y se interesan por la Palabra de Dios, pero muchas otras ya no desean saber nada, pues existen muchos "charlatanes". ¿Cuál sería la mejor manera de hablar de Dios a la gente de nuestro tiempo?

ANEXO, Página 83

4< JUKecftft, $hméi

Ante la creciente indiferencia religiosa, provocada también por la variedad de mensajes y experiencias religiosas, se nos pide ante todo ser "testigos" de lo que anunciamos. Oremos para ello:

27 i

Señor, en esta hora deseamos agradecerte por tu Palabra. Gracias por el momento que hemos tenido, gracias por la intervención de cada una de las personas del Te pedimos que nuestro andar diario sea guiado por tu Espíritu Santo, para que la gente pueda ver en nosotros la presencia tuya en nuestra vida, que les ayude a encontrarte como el Viviente, el que da sentido a la vida. Gracias Señor por este momento. En el nombre de Jesús. Amén.

(Contemplación-Compromiso)

Es importante lo que hemos hecho hoy día al estudiar la Carta a los Tesalonicenses y observar las recomendaciones que dio Pablo a esta iglesia.

1. ¿Cuál es la recomendación de Pablo que más te ha llamado la atención? ¿De qué manera podríamos aplicar estas recomendaciones en nuestra vida?

2. ¿En qué nos parecemos nosotros a la comunidad de Tesalónica? ¿De qué manera podríamos acrecentar lo positivo?

CANTO FINAL

Próximo encuentro x Tema: La venida del Señor -"Ll día del Señor x Texto bíblico: 1 Tesalonicenses 5,1-11

o.

~\

i 28

Dependerá de las posibilidades y del momento, pero fundamentalmente traer al ambiente dispuesto con fotografías o recortes de revistas en donde se muestren avisos o anuncios delfín del mundo o catástrofes de consideración universal, así como otros anuncios de paz y seguridad y que todo está bien. Si se tiene acceso a algún video alusivo sería mejor.

Con toda la disposición del caso nos ubicamos para tener una experiencia nueva con el Señor a través de su Palabra. Tomados de la mano en círculo, o según sea el caso, nos dirigimos a Él en oración.

Oración

Señor, tú me llamas a vivir en comunidad. Y quieres que edifique la comunidad. Me quieres en comunión con los otros, no para estar mejor, ni ser más fuerte, sino para que sea yo mismo. La comunidad es fuerte si espera. La comunidad es verdadera si ama.

291

La comunidad es santa si cada uno es santo. Ser comunidad es existir para los demás. Es encontrarse con los otros. Es orar con ellos. Es dar muestras de la propia esperanza. Sólo así podremos acercarnos a los que no recibieron la fe y ponerlos en tus manos. Sólo así podremos sostenerla en los que a duras penas la conservan. Amén.

5 J2< ^mmh¡% e$H tñ vufa,

Estamos en el año 1831 en la zona conocida como «Nueva Inglaterra» en el noreste de los Estados Unidos. Cierto agricultor que además es predicador, William Miller, está ganando mucha publicidad por su anuncio de que había calculado cuidadosamente mediante las profecías bíblicas el tiempo preciso de la segunda venida de Cristo. El señor Miller dice que esto se dará entre el 21 de marzo de 1843 y el 21 de marzo de 1844; coincidentemente en este período se observa una lluvia de estrellas fugaces que dura por seis horas y los terremotos en la India, en México, en Inglaterra, y en las Antillas. Llega el año y muchos están expectantes. «¡Ya viene! ¡Ya viene!» gritan. Pero, el día pasa sin que nada ocurra.

No obstante, el señor William Miller nos explica que hubo un mal cálculo, y que quiso decir que Cristo viene el 22 de octubre de 1844, sólo siete meses más tarde. Pero, por fin llega el día y Cristo no viene. Este día es llamado «El Gran Desengaño». Muchos están afligidos. Hasta algunos se suicidan. Y otros pierden su fe por completo.

y ¿ Cómo sentiría Ud.si de veras hubiese experimentado ese día ? Hay que entender que ese «gran desengaño» fue el resultado de otro gran engaño. El señor William Miller simplemente se había engañado a sí mismo y a muchos otros. No fue el principio. Algunos en el tercer siglo se preocuparon por tales alegatos. Y otros en el décimo siglo. Algunos fanáticos entre los reformadores lo predijeron mal, y también Emanuel Swendenborg que decía en el siglo 18 no tenemos que esperar el Juicio Final porque ya ha tenido lugar en 1757 (científico sueco, teósofo y místico 1688-1772), como algunos siguen prediciendo hoy día.

x ¿Podemos predecir cuándo pasará la segunda venida de Cristo? ¿Podemos saber algo «acerca de los tiempos y de las ocasiones»?

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130

3< fímenfa C$H ái O^ñ/ñéki

El encuentro con la Palabra siempre es una experiencia nueva. Con la Primera Carta a los Tesalonicenses damos una mirada a la primera misiva que el Apóstol escribía a la Iglesia, que él mismo había iniciado meses atrás. En forma concreta en ITes 5,1-11 tenemos el aliento de que somos de Cristo, por tanto de la luz y del día

a. Proclamación del texto: 1 Tesalonicenses 5,1-11

b. Lo que dice el texto en sí mismo (LECTURA)

1. El tema de la segunda venida del Señor era importante para los tesalonicenses: ¿qué les dice Pablo al respecto según el v. 2? ¿Qué significa?

2. ¿Qué quiere decir "todo está en paz y tranquilo" en contraste con "los dolores de parto a una mujer que está encinta" del v. 3?

3. ¿Entonces que está queriendo decir Pablo a los tesalonicenses con: "En cuanto a las fechas y los tiempos, hermanos, no necesitan que les escribamos."

4. ¿Qué debían de hacer los de la Iglesia de Tesalónica para que el día del regreso del Señor no los sorprendiera?

5. ¿Qué querría decir Pablo con "No somos de la noche ni de la oscuridad " en la segunda parte del v. 5?

6. ¿Qué contraste encuentra entre la primera parte del v. 5 "Todos Uds. son de la luz y del día" con lo visto en la pregunta 5?

7. Según Pablo, para ser "del día", ¿qué debían hacer los cristianos tesalonicenses según los vs. 6 y 8a?

8. Una observación de la realidad, también en Tesalónica (v.7), es que duermen y se emborrachan de noche, pero viendo en forma figurada ¿qué significará cuando Pablo les dice: "...no debemos dormir como los otros, sino mantenernos despiertos y en nuestro sano juicio"?

9. Pensando en la Iglesia de Tesalónica, ¿cómo ayuda a los(as) cristianos(as), según el v.8b, tener una coraza y un casco (como en el v.8b) a animarse y fortalecerse unos a otros, como dice Pablo: "para que, ya sea que sigamos despiertos o que nos durmamos con el sueño de la muerte, vivamos juntamente con él"?

10. ¿Cómo entender el v.9, cómo razón o argumento principal del mensaje que Pablo transmite a los tesalonicenses?

31 i

c. Lo que el texto dice para nosotros, hoy (MEDITACIÓN)

1. Creer en Jesucristo es creer en su segunda venida, pero ¿es de primer orden saber la fecha?, ¿que es lo más importante? ¿Cuál sería la paz y seguridad para el/la creyente en Cristo?

2. Ser hijos e hijas de Dios es ser de la luz y del día, no de la oscuridad y de la noche, ¿Qué significa esto para la vida cotidiana, o es sólo por que esperamos la venida de Jesucristo?

3. ¿Porqué y para qué, según los vs. 6 y 8a, los cristianos y las cristianas debemos mantenernos despiertos(as), en nuestro sano juicio y sobrios(as)?

4. ¿Cree Ud. que "Jesucristo murió por nosotros" y que "... Dios no nos destinó a recibir el castigo, sino a alcanzar la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.", pero, cómo se condice con nuestra vida diaria? Enumere y comente cómo debemos protegernos y qué papel juega aquí la comunidad.

ANEXO, Página 88

4< {/Jmcfiéi $kw¿%H

• Previa o espontáneamente se invita a dos o tres personas para que oren por los tiempos y momentos que vive la Iglesia y la comunidad de alrededor, porque en la sociedad siempre estemos alertas y sobrios para buscar el bien común y la salud.

Gracias a ti, Señor de los días y de la historia, del tiempo y de la eternidad, a ti que lo tienes todo controlado, a ti que nos amas eternamente, porque en tu gran misericordia has previsto una plenitud de tiempo para introducirnos de tu mano, por la fuerza de la salvación y el puente del tiempo, en tu misterio de ser y de vida eterna sin tiempo. Enséñanos, Señor, a vivir para morir, y a morir para vivir. Y que cuando pensemos en la muerte, reaccionemos con moral de vencedores, porque sabemos que tú, Señor de la vida, has vencido a la muerte,

132

nos has hecho participes de tu victoria sobre ella y, en consecuencia, participes también de vida eterna. ¿Qué más podemos pedir? Amén. (Calvo, Maximiliano. Cosas de arriba y de abajo)

£>. jUwsfa CtiMfWMfo

1. La armadura propuesta en el v.8a (coraza y casco) está pensada para resistir hasta el repentino día en que vuelva el Señor. La intención no es eliminar al enemigo, sino mantenerse dentro del grupo de los hijos de la luz. ¿Cómo hacer esta tarea de modo que interactuemos con "los que duermen y se emborrachan de noche"?

2. Para Dios sus seguidores(as) están puestos(as) para salvación no para ira. La salvación en Jesucristo, la muerte de Jesús "por nosotros" debe identificarnos como los(as) que morimos como él resistiendo a la oscuridad, en la certeza de resucitar como él. ¿Cómo hacer para resistir la oscuridad de la violencia, de la corrupción, de la injusticia, del desenfreno, de la indiferencia a lo antes dicho?

3. La comunidad de Tesalónica no precisaba que se le hablara de sus pecados sino que se le alentara, pues su contexto era de resistencia, de dolor y persecución (ITes 2,11-16), por tanto su cristianismo respondía, también a tal necesidad. ¿Cómo hacer lo mismo con comunidades que pasan como los tesalonicenses, hoy?

4. Mirando la diversidad de personas y comunidades en Cristo: ¿qué acciones concretas deben realizar nuestras Iglesias para llevar adelante la espera, la exhortación y edificación de unos a otros?

Próximo encuentro x Tema: Vivir como hijos de la Luz x Texto bíblico: 1 Tesalonicenses 5,4-28

331

1. Sentarse alrededor de una mesa. En caso no haya mesa para albergar a todo el grupo (si es que el grupo es grande), sentarse alrededor de la mesa de centro de una sala.

2. En la mesa colocar una vela encendida al frente de la Biblia. Alrededor de la vela poner fotos y recortes de periódicos con noticias del mundo de violencia, accidentes, conflictos, contaminación ambiental, destrucción de la naturaleza, etc. Aparte, en un sobre manila tener fotos y noticias positivas: solidaridad, familia, medio ambiente sano, personas que buscan la justicia y la paz, etc.

El animador o animadora da la bienvenida a los participantes del encuentro invitándoles a ver lo que hay en la mesa de centro.

Puedes pedirle que cada uno tome un recorte o fotografía y preguntar: ¿qué ven en las noticias y fotos de la mesa? Y, luego de que todos hayan aportado, preguntar: ¿qué les dice del mundo en que vivimos? Después animarles a abrir el sobre manila y sacar las otras noticias y nuevamente preguntar: ¿qué ven en los recortes y noticias de periódicos? ¿Cuál es la diferencia entre uno y otro conjunto de recortes?

351

Se invita a dar lectura a 1 Tesalonicenses 5,4-28, los versos escritos en esta sección, para luego pedir a alguien que eleve una oración a Dios, para que guíe nuestro encuentro con su Palabra.

¿2. JjHecftfc eHewhftfo e$H {a vida

A Julio su papá le compró su primer reloj a los 13 años, siendo todavía un niño, por las notas que había sacado en el colegio. Orgulloso lo llevaba a todos lados, a la escuela, al templo, a las reuniones familiares, hasta a jugar fulbito en la canchita del barrio.

Cuando tenía 16 años, un día estando distraído leyendo un libro mientras esperaba el microbus en el paradero, un joven le arranchó su querido reloj. El susto que se pegó no fue tan grande como el dolor de perder el hermoso regalo de su padre.

Hoy Julio tiene 39 años, y siempre recuerda con dolor ese momento, pero nunca más le volvieron a robar de esa manera. Cada vez que se pone en el paradero, deja de leer y de una forma natural, pero precavida, esta siempre mirando quien está a su lado, o quien está en una actitud sospechosa, incluso ha podido advertir y aconsejar a otras personas que están en el paradero a que estén siempre atentas. A Julio esa experiencia le enseñó a vivir.

Uno de los temas centrales de la predicación apostólica de los primeros años fue la inminente venida del Señor. A un año de la predicación del evangelio anunciado por Pablo, los cristianos de Tesalónica están esperando esa venida "inminente" en algunos casos de forma exagerada. Este es uno de los temas centrales de la carta y, en ese contexto es que el apóstol va a llamar a los Tesalonicenses a "vivir como hijos de la luz".Escuchemos:

a. Proclamación del texto: 1 Tesalonicenses 5,4-28

Leer el texto indicado con claridad y luego cada uno vuelve a leer con atención el pasaje. Interiorizar el texto en silencio

b. Lo que dice el texto en sí mismo (LECTURA)

No olvidemos el encuentro anterior, en el que hemos trabajado sobre la venida del Señor.

1. Veamos en los versos 4 al 8: ¿qué palabras se repiten constantemente?

136

x Nota que en el verso 4 el apóstol hace mención a la lección anterior de la venida del Señor o del día del Señor como se menciona aquí (confronta los versos 1-3).

x ¿Qué nos recuerda de cómo será el día del Señor? Según el verso 4, ¿para quienes esto será una sorpresa?

x Entonces, ¿qué preocupa al apóstol de la actitud de los creyentes en Tesalónica? ¿Qué dice acerca de su actitud ante ese día esperado? Confrontar el verso 6.

x Según los versos 4 al 7, ¿cuál es la primera característica de un hijo de la luz? ¿Cómo se manifiesta ésta en relación al "día del Señor"?

2. En el verso 8 el apóstol Pablo recomienda en forma figurada a los Tesalonicenses que deben estar "vestidos con una armadura": ¿qué tipo de armadura es esta? x ¿Cómo influyen estas virtudes, de las que Pablo habla, en la

situación de los creyentes Tesalonicenses en ese momento? x Pueden leer los versos 9-18 del capítulo 4 para darse cuenta de qué

situaciones están viviendo los Tesalonicenses. ¿Cómo es vivir en la luz, según estos versos del 4-11?

3. En los versos 6 y 10 el apóstol habla del "dormir" con dos sentidos distintos: ¿a qué se refiere cuando dice que no debemos quedarnos dormidos en el verso 6? Y, ¿a qué se refiere con el dormir en el verso 10? x Desde esta perspectiva de la esperanza en la salvación en Jesucristo,

¿cómo se ve el paso de la muerte? (sugiero que compare con la versión Dios Habla Hoy el verso 10). Aún la muerte se puede afrontar desde la perspectiva de vivir en la luz.

4. En los versos del 12 al 22 el apóstol va a dar una serie de indicaciones a los tesalonicenses: ¡enumérelas! x ¿Qué nos dice esto de vivir en la luz? x Piense en cómo deberán ser las relaciones en la comunidad que vive

según estas recomendaciones. Observe que el verso 11 podría ser un resumen de lo que a continuación dice el apóstol en los versos 12-22. En la versión Biblia de América dice "Por tanto, anímense mutuamente y contribuyan al bien de unos para con otros como ya lo están haciendo".

5. Note el hermoso párrafo de despedida del apóstol Pablo a los tesalonicenses en los versos 23-28. x ¿Qué muestra la calidez de sus palabras? x ¿Cómo compromete Pablo a los tesalonicenses a vivir como hijos

de la luz? x ¿Por qué es posible este ideal de vida? Ver el verso 24. x ¿En quién debe estar depositada nuestra confianza de vivir de esta

manera?

c. Lo que el texto dice para nosotros, hoy (MEDITACIÓN) x Recordando las noticias que hemos visto al inicio, ¿dónde podemos

identificar las tinieblas de esta sociedad y este sistema?

T7I

X

X

¿Quiénes están durmiendo desde esta perspectiva? ¿De qué manera podemos estar durmiendo o viviendo en las tinieblas también nosotros, cristianos como los tesalonicenses? Vivir en la luz demanda una actitud diferente a la manera, de vivir en nuestra sociedad. ¿Cómo vivir en la luz en medio de nuestra realidad actual? "Pero nosotros, hijos del día, seamos sobrios..." dice el verso 8. ¿Qué significado tiene el término "sobriedad"? ¿Es nuestra relación con el medio ambiente, moderada, mesurada, sensata, sobria? ¿En quién debe estar centrada nuestra confianza y esperanza, en medio de esta loca carrera del mundo actual? ¿Cómo hacer visible esa comunidad de hijos de la luz?

ANEXO, Página 93

Tengamos un espacio de oración comunitaria. Piense cada uno en una oración de unas 7 palabras como máximo que exprese un pedido a Dios. Luego de que todos hayan concluido su oración, tomados de la mano juntos oremos como nos enseñó el Señor: el Padre nuestro. Concluyan con un amen y un abrazo y beso.

5 '. ¡sJwsftfr ewpíftMícb x "Un poco de levadura fermenta toda la masa".

Comprometámonos como cristianos a vivir en la luz en medio de las tinieblas. Que nuestra luz alumbre las vidas de las personas que están sin rumbo, sin dirección.

x Seamos comunidades de luz, que anuncian la luz, en nuestra sociedad que ha perdido la luz de Cristo y viven en egoísmo, injusticias, opresión, desprecio por el otro. Enumeremos las maneras en que, como comunidad, podemos dar luz a este mundo, y de esa manera anunciar la fe, amor y esperanza en Jesucristo y en su venida.

-*- Comprometámonos personal y comunitariamente a ser sobrios con la creación que Dios nos ha encargado administrar, cuidándola y viviendo sabiamente sin dañarla, ni destruirla, y anunciando la venida del Señor.

Próximo encuentro x Tema: x Texto bíblico:

Exigencias cristianas del trabajo 1 Ts 2,9-10; 2 Ts 3,6-12

i 38

Ambientación

Se sugiere tener la Biblia abierta y junto a ella una vela encendida. Colocar alrededor objetos que identifiquen diferentes trabajos o profesiones según sea el lugar o región donde se realice el ejercicio (libros, computadora, pala, pico, podadora, ollas, etc).

"Te doy gracias, Señor, porque puedo trabajar dignamente, en un centro de labores o en el hogar. Bendice mis labores y las de mis compañeros. Danos la gracia de conocerte a través del trabajo de todos los días. Ayúdanos a ser servidores incansables de los demás. Ayúdanos a hacer de nuestro trabajo una oración. Ayúdanos a descubrir en el trabajo una posibilidad de construir un mundo mejor. Maestro, tú eres el único que puede saciar nuestra sed de justicia, concédenos la gracia de liberarnos de toda vanidad y de ser humildes. Te doy gracias, Señor, porque puedo trabajar. Amén."

39 i

%< ̂ Mwhftfa e$H ái i>td&

¿Nos hemos puesto a pensar la cantidad de personas, el trabajo, esfuerzo y tiempo que se necesitan para que una bolsita de papas fritas llegue a nuestras manos?

Muchas familias en los andes deben sembrar la papa en sus chacras a más de 3,000 metros de altura y seleccionarlas con mucho cuidado.

Una vez cosechadas, participan otras personas quienes transportan esas papas a las varias ciudades,o a la fábrica. ¿Qué sucede allí? Son lavadas, peladas y cortadas en finas hojuelas, son procesadas de una manera sencilla, manteniendo así su sabor natural. ¿Quién realiza esas labores? No son quienes plantaron y cosecharon ni tampoco quienes transportaron las papas. Son otro grupo de personas que seguro operan máquinas, que fueron construidas por otras personas.

Las papas son fritas en aceite vegetal y se les añade el toque preciso de sal o los condimentos necesarios de acuerdo con las diferentes presentaciones que se desea dar.

De esta manera, tras un dedicado y esmerado proceso de producción que inicia en zonas de cultivo de Huánuco, Huancayo, Cusco, Ayacucho entre otros, los consumidores pueden disfrutar del mejor sabor de las papas fritas, las que compras en una bodega, o en un supermercado.

x ¿Podríamos calcular el número de personas que intervienen desde la cosecha de la papa hasta que las tenemos en nuestras manos? I

c?« ^Mwtift&em (ñ 'Pfilñébí

a. Proclamación del texto:

1 Tesalonicenses 2,9-10 2 Tesalonicenses 3,6-12

b. Lo que dice el texto en sí mismo (LECTURA)

1. ¿De qué manera trata Pablo a los Tesalonicenses?

2. ¿Cómo se expresa sobre el trabajo?

140

3. ¿Para qué trabaja Pablo?

4. ¿A qué se refiere Pablo con "conducta indisciplinada"?

5. ¿Cuál es la regla que había dado Pablo a los Tesalonicenses con respecto al trabajo?

6. ¿Cuál es el mandato que da Pablo por la autoridad del Señor Jesucristo?

c. Lo que dice el texto para nosotros, hoy (MEDITACIÓN)

1. Compartir nuestra actividad laboral. ¿Sentimos que con nuestro trabajo servimos al Señor?

2. ¿Se puede conjugar trabajo y evangelización?

3. ¿Qué pensamos de los desempleados?

4. ¿Consideramos a alguien como carga en nuestra comunidad? ¿Por qué?

5. ¿Qué piensa de la siguiente expresión de Pablo: "El que no quiera trabajar, que tampoco coma"?

ANEXO, Página 98

•^ Dejar momentos de silencio y oración personal, para que cada uno aplique a su vida y a la comunidad lo que hemos reflexionado.

•̂ Invitar a recoger alguno de los instrumentos-símbolos de trabajo, ubicados en la ambientación, y expresar alguna oración espontánea

41 i

¿T. jUitocftb effltfrf&rie»

1. ¿Cuál deberá ser nuestra actitud frente a nuestras labores diarias?

2. ¿Cómo valoraré el trabajo de los demás, por más pequeño que éste sea?

CANTO FINAL

Próximo encuentro x Tema: La oración en las dos Cartas a los Tesalonicenses x Texto bíblico: 1- 2 Tesalonicenses: ITs 1,2-3; ITs 3,9-13; ITs 5,16

19. 23-25 y 28 ; 2Ts 1,3.11 yl2 ; 2Ts 2,13-17; 2Ts 3,1.2.5.16 y 18

^

i 42

x Preparar el recinto con cartulinas que destaquen las oraciones de creyentes tanto en el AT como en el NT.

x Colocar letreros con la frase clave, que estén a la vista. x Fomentar un ambiente de libertad, fraternidad y oración. Dar una cordial

bienvenida a todos, especialmente a quienes participan por primera vez. Seleccionar con cuidado los cánticos que se entonaran.

ORACIÓN

Eterno Dios y Padre nuestro te agradecemos porque Tú escuchas nuestras plegarias y nos respondes. Gracias, Señor Jesús por tu promesa que es garantía de la respuesta del Padre: "Todo lo que pidieres al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo". Gracias, Espíritu Santo porque "nos ayudas en nuestra debilidad; pues que hemos de

43 i

pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles". Gracias, nuestro Dios, Padre, Hijo y Espíritu por el precioso don de la oración. Amén

í ¿2< ^HÓMkftfa Ó$H áí i?¿fó,

Que el guía del grupo solicite a una persona que lea Isaías 65,24.

Luego, se lee esta historia, escrita por una Doctora que trabajó en Sudáfrica...

"Una noche, yo había trabajado intensamente para ayudar a una madre en su parto; pero a pesar de todo lo que hicimos, ella murió, dejándonos con un bebé prematuro, diminuto y una hija de dos años que lloraba. Teníamos dificultad en mantener con vida al bebé, ya que no había una incubadora ni tampoco electricidad.

Como las noches a menudo eran frías con corrientes de aire traicioneras, una estudiante fue a traer la caja que teníamos para esos bebés y la frazada de algodón en la que deberíamos envolverlo. Otra, fue a avivar el fuego y a llenar una bolsa con agua caliente. Regresó apenada para decirme que al llenar la bolsa, ésta había reventado (el plástico fácilmente se echa a perder en los climas tropicales). Exclamó: "¡Y es nuestra última

i bolsa para agua caliente!". No es bueno llorar sobre la leche derramada... no es bueno tampoco llorar sobre una bolsa para agua caliente reventada. Estas no se dan en los árboles, y no hay farmacias en los recovecos de la selva.

"Está bien" le dije, "ponga al bebé tan cerca del fuego con todo el cuidado que pueda, y duerma entre el bebé y la puerta para librarlo de los vientos. Su trabajo es mantener al bebé con calor." La tarde siguiente, tal como lo hacía la mayoría de días, fui a orar con algunos de los niños del orfanato que elegían reunirse conmigo. Yo les les conté del diminuto bebé. Les expliqué nuestro problema de mantener al bebé lo suficientemente cálido, mencionando lo de la bolsa para agua caliente, y que el bebé podría morir fácilmente si se enfriaba. También les conté de la hermanita de dos años, que lloraba porque su mamá había muerto.

Durante la oración, Ruth, una niña de diez años, oró en la forma directa de nuestros niños africanos. "Por favor, Dios, envíanos una bolsa para agua caliente. No nos servirá mañana, Dios,

144

porque el bebé ya estará muerto, así que por favor envíala esta tarde". Mientras yo tomaba una bocanada de aire ante la audacia de su oración, ella agregó, "¿Y a la vez, podrías por favor enviarnos una muñeca para la pequeña hermana para que sepa que realmente la amas?".

Simplemente no creí que Dios pudiera hacer esto. ¡Por supuesto, yo sé que Dios todo lo puede, la Biblia dice así! Pero hay límites, ¿o no? La única forma en que Dios podía responder esta oración tan particular sería enviándome un paquete desde mi país. Yo había estado en África por casi cuatro años, y para ese entonces, nunca, nunca, había recibido un paquete.

A media tarde, cuando estaba dando clases a las enfermeras, recibí el mensaje de que un automóvil se había estacionado en la puerta de mi casa. Cuando llegué, el auto ya se había ido, pero allí, sobre la baranda, había un paquete grande de diez kilos. Sentí que lágrimas mojaban mis ojos. Mandé a llamar a los niños del orfanato y juntos tiramos de las cintas, deshaciendo cuidadosamente cada nudo. Unos treinta o cuarenta pares de ojos estaban fijos en la gran caja de cartón.

De encima, saqué unos jersey de punto de colores brillantes. Los ojos relumbraban conforme los levantaba. Después había vendas de punto para los pacientes leprosos, luego venía una caja de pasas mixtas, eran pasas de Esmirna -estas serían un ingrediente para el bizcocho del fin de semana. Cuando volví a meter la mano, pensé ¿...estoy sintiendo lo que en realidad es? Agarré y saqué, ¡sí, una bolsa para agua caliente, nueva! Lloré. No le había pedido a Dios que me la enviara; porque realmente no creí que El pudiera hacerlo. Ruth se abalanzó, afirmando, "¡Si Dios nos envió la bolsa, debió mandarnos también la muñeca!"

Hurgando hasta el fondo de la caja, ella sacó una muñeca pequeña y bellamente vestida. ¡Sus ojos brillaron! ¡Ella nunca dudó! Viniendo hacia mí, me preguntó: "¿Puedo ir con usted y darle esta muñeca a la niña, para que ella sepa que Jesús la ama de verdad?".

El paquete había estado en camino por cinco meses completos.' Empacado por mis antiguos alumnos de la clase bíblica, cuyo líder había escuchado y obedecido a Dios urgiéndole a enviar una bolsa para agua caliente, a pesar de que iba para una zona tórrida. Y una de las niñas había puesto una muñeca para una niña africana -cinco meses antes, en respuesta a la oración de esa niña de diez años que creyó y pidió que lo trajera "esa tarde."

x Comentemos: ¿Qué nos enseña sobre la oración este hermoso hecho?

En estas dos cartas de San Pablo encontramos oraciones y exhortaciones para orar en los siguientes pasajes.

A. lTs 1,2-3 B. lTs 3,9-13 C. lTs 5,16-19. 23-25 y 28 D. 2Ts 1,3.11 yl2 E. 2Ts 2,13-17 F. 2Ts 3,1.2.5.16 y 18

Se sugiere que se haga una lectura de estos pasajes para todos los participantes y luego, se formen 6 grupos para considerar estas porciones bíblicas en profundidad.

Proclamación de los textos

a. Lo que dice el texto en sí mismo

A. ITesalonicenses 1,2-3

1. ¿Cómo denominaríamos a esta oración?

2. ¿Quiénes oran y por qué oran?

3. ¿Cuál era la situación de los receptores de la carta?

B. ITesalonicenses 3,9-13

1. ¿Qué emociones tienen Pablo y sus compañeros?

2. ¿Cuándo, cómo y por qué oraban?

3. ¿Cómo clasificarían esta oración?

C. ITesalonicenses 5,16-19. 23-25.28

1. ¿Qué deseo y mandatos expresa el apóstol en estos versículos?

2. ¿Existe alguna relación entre la oración y el Espíritu Santo?

3. ¿Cómo llamaríamos a la oración del v.28?

D. 2Tesalonicenses 1,3.11-12

1. ¿Por qué el apóstol entiende como un 'deber' dar gracias a Dios?

2. ¿Por quienes y por qué asuntos ora el apóstol y su equipo misionero?

3. ¿Cuál es el fin último de las oraciones?

I zLA

E. ITesalonicenses 2,3-17

1. ¿Por qué siempre deben dar gracias a Dios Pablo y sus compañeros?

2. ¿Qué solicitan que hagan el Señor Jesucristo y Dios nuestro Padre por los creyentes en Tesalónica?

3. ¿Cuál es la relación de Dios con los creyentes?

F. 2Tesalonicenses 3,1-2.5.16.18

1. ¿Pablo, apóstol, solicita las oraciones de los cristianos? ¿Por y para qué? Y, ¿qué solicita al Señor por ellos?

2. Reparemos en los ingredientes de las oraciones en ambas cartas: Fe, amor, esperanza, paz, gracia.. .podemos añadir otros...

b. Lo que dice el texto para nosotros, hoy

1. Las oraciones que tenemos en estas cartas de San Pablo son modelos de oraciones misioneras, de profunda preocupación por el bienestar espiritual y social de los creyentes. Su nota predominante es la acción de gracias. ¿Cómo podemos emular estas oraciones, hoy?

2. Son oraciones dirigidas a Dios, nuestro Padre, en el nombre de Jesucristo, 'con gran insistencia' ofreciendo sus deseos por el desarrollo "en amor" de los creyentes? ¿En qué se parecen y en qué se diferencian nuestras oraciones, hoy?

3. El apóstol y su equipo misionero interceden por los creyentes de Tesalónica porque el Señor los guarde en santidad. ¿Qué significa esta solicitud en nuestros días?

ANEXO, Página 103

4* i/jKecfoi $kw¿éi

Como los discípulos de antaño debemos acercarnos al Señor y pedirle: "Señor, enséñanos a orar" (Lucas 11.1).

Expresemos espontáneamente la necesidad que tenemos de aprender a orar....

471

¿T< ( X / W ^ ffltífrtowíto No debiera resultar difícil orar, pues la oración es la actividad más normal del mundo. Uno de los hechos más significativos de la condición humana consiste en que no se ha podido encontrar una tribu, por más primitiva que fuese, que no orara a sus dioses. En este sentido, la oración no es un arte adquirido; es un instinto. ¿Por qué entonces necesitamos, especialmente los creyentes, una motivación para orar? No existe en el género humano nada tan común como la respiración, y pese a ello, debemos aprender a respirar, porque hay una manera correcta y otra incorrecta de hacerlo, y nuestra salud dependerá de cuál de las dos usamos. Las acciones más simples y comunes necesitan de un aprendizaje.

Con la oración ocurre exactamente igual. Debemos aprender a orar. Poseemos un don muy valioso y debemos saber cómo utilizarlo. Debemos hacer de la oración parte de nuestra vida diaria.

1. ¿Qué hemos aprendido en estas dos cartas de Pablo sobre la oración?

2. ¿Qué elementos de las oraciones que hemos considerado han quedado impresas en nuestras mentes y corazones, y decidimos practicarlas?

3. ¿Por quienes te comprometes a orar regularmente?

Próximo encuentro x Tema: El himno a Cristo Jesús x Texto bíblico: Filipenses 2,1-11

1

148

El himno a Cristo Jesús

AMBIENTACION

1. Colocar en un lugar destacado el pedido de Pablo a los Filipenses: "Tengan entre Ustedes los mismos sentimientos que Cristo" (Flp 2,5)

2. Debajo de la cita colocar una Biblia abierta en Flp 2

3. Al lado izquierdo de la Biblia colocar unas cadenas; a la derecha, un cetro y una corona de laureles.

f. J^HVbctmbc cdS>eH&

El animador o animadora saluda y da la bienvenida a los asistentes indicándoles que en este encuentro vamos a estudiar el himno cristológico de Filipenses 2,1-11.

Luego, los invita a cantar un himno que guarde relación al tema y a proclamar la siguiente oración:

Mi prójimo, Señor; sí, mi prójimo, que este sea mi lema. Ayúdame a vivir para los demás, para que pueda vivir como tú.

491

Un día toda lengua confesará que tú eres Dios. Un día toda rodilla se doblará. Aún el tesoro más grande permanece para aquellos que con alegría se deciden por ti, ¡hoy! Amén

En una comunidad cristiana existía una serie de pleitos e incomprensiones entre los hermanos y hermanas. Los enfrentamientos se agudizaban cuando había que elegir a los/as nuevos/as coordinadores/as de los distintos grupos pastorales; la gran mayoría aspiraba a los cargos por figuración; en tanto, una vez electos, su trabajo era deficiente y, sobre todo, imponían su "autoridad" que daba la impresión de ser sagrada... en más de una ocasión se escuchaban frases como: "Este es mi grupo; el/ la coordinador/ra soy yo; aquí mando yo".

El equipo animador de la comunidad decidió hacer un retiro con los grupos involucrados, para buscar una salida a la situación. Reflexionarían sobre lo que estaban viviendo, iluminándolo con la carta de Pablo a los Filipenses, 2,1-11, empleando la Lectura Orante de la Palabra. El retiro tuvo resultados que superaron largamente las expectativas de sus organizadores; así, tomaron conciencia que su cargo era para servir y no ser servidos, que tenían que imitar

i a Jesús que se vació de su forma divina, haciéndose servidor/ ( esclavo de todos y todas. Surgió la necesidad de que no hubiera más coordinadores sino servidores de los distintos grupos pastorales.

Obviamente, no fue fácil romper esquemas y resistencia de algunos de los "líderes consagrados"; creían que perderían "poder" y, sobre todo, "autoridad"... Pero, al final, en medio de lágrimas, besos y abrazos, todos, los unos a los otros, se perdonaron. Los y las "coordinadores/as históricos/as" decidieron dejar paso a nuevos/as servidores y, se procedió a la elección en un clima de gran fraternidad.

Está demás decir, que la gran mayoría de los y las servidores realizaron una excelente gestión con un liderazgo participativo y horizontal.

,. Lo que has leído, ¿tiene alguna relación con lo que pasa en tu comunidad? Comentar.

2. Para el plenario, cada grupo presentará el caso más interesante.

n

i e n

3< &tmnftb em fot 'féfi/úéki

a. Proclamación del texto: Filipenses 2,1-11

b. Lo que dice el texto en sí mismo (LECTURA)

1. ¿De qué trata este texto? Es decir, ¿Cuál es el tema tratado?

2. ¿Qué título le pondrías? (Ojo: no te quedes con los títulos de tu Biblia)

3. ¿En cuántas partes lo puedes dividir? ¿De qué versículo a qué versículo?

4. Pon subtítulos a cada una de las partes

5. Pistas: x Para que Pablo escriba esto, ¿qué estará

pasando al interior de la comunidad filipense? ¿Cuál es tu sospecha? ¿Por qué?

x En este texto, ¿todo está en prosa?, es decir, ¿hay un solo género literario?

x En la parte poética-himno (versículos 6-11), x ¿Qué imágenes de Jesús, el Cristo, presenta? x ¿Cuál crees que es el versículo-corazón del texto? x ¿Qué crees que hizo Jesús? ¿Por qué? x ¿Qué crees que hizo Dios? ¿Por qué?

c. Lo que dice el texto para nosotros, hoy (MEDITACIÓN)

1. ¿En nuestras comunidades, existen rivalidades y enemistades?

2. Si existen, ¿cuál es la causa, motivo de esta situación? (Explicar)

3. En nuestra pastoral bíblica, ¿a quién realmente proclamamos: a Jesús siervo/esclavo o al Cristo divino? Poner ejemplos y explicar.

ANEXO, Página 111

R] i

4- úUwcfai $bmái

x Jesús amigo, te damos gracias por permitirnos participar en este taller, para...

x Hermano Jesús, te pedimos que nos des tu fuerza espiritual y tu valor para aceptar ser servidores como tú lo fuiste, y así...

'. X W % e8¡*ft(8Ht¿& &

Estudiando, orando y haciéndolo nuestro el himno con que los filipenses expresaban su amor y compromiso con Jesús:

x Nos comprometemos a ser auténticos servidores en nuestros hogares y donde quiera que vayamos, porque...

x Nos comprometemos a vivir en igualdad y fraternidad con nuestros semejantes, porque...

x Nos comprometemos a rumiar el himno de Flp 2,6-11, porque..

CANTO FINAL

Próximo encuentro x Tema: Cristo en la vida de Pablo

^ Texto bíblico: Flp 3.8-16

1. Colocar una foto o dibujo del rostro de Jesús sobre una mesa

2. Colocar, al costado del rostro de Jesús, un cartel con este versículo bíblico: "Para mí el vivir es Cristo" (Filipenses 1,21)

El animador da la bienvenida a todos, indicando el tema central del encuentro. Luego juntos hacen esta oración:

Cristo conmigo, Cristo dentro de mí, Cristo delante de mí, Cristo detrás de mí, Cristo en mi casa, Cristo en la calle, Cristo en el camino, Cristo en mi puesto de trabajo, Cristo en todos los que me ven, Cristo en todos los oídos que me escuchan, Cristo en la boca de todo hombre que me habla,

531

Cristo en el corazón de todo hombre que piensa en mí, Cristo conmigo, y yo con Cristo, siempre y en todas partes. Amén (Oración de San Patricio)

9 ¿2< ^nemhf^ e&H 6% i?¿fa

La música me dio muchas cosas, fama, gloria, pero mi corazón estaba vacío...una de las cosas que más quería era ganar un Grammy... Dios permitió que lo ganara, pero a pesar de ello había un vacío en mi corazón que nada podía llenar. Un día dos personas me hablaron de Jesús, me dijeron que en Él yo podía tener paz. En esa época tomaba muchas pastillas para dormir, vivía perturbado. Ellos me invitaron a recibir al Señor en mi corazón; yo lo hice, le dije que él viniera a mi vida y me entregué a él, hicimos una oración sencilla y le dije que lo aceptaba como Señor y Salvador. Dios tocó mi corazón de una forma increíble y me dio la paz que buscaba.

Juan Luís Guerra (cantante)

Para saber más de su testimonio x http://www.youtube.com/watch?v=nqLNYMXLNJY x http://www.youtube.com/watch ?v=P61qkUKfu8E

1. ¿Qué efectos produjo en Juan Luis Guerra su encuentro con Jesús?

2. ¿Crees que todos debemos de experimentar un encuentro con Jesús? ¿Por qué?

3. ¿Qué podríamos hacer para poder experimentar a Jesús en nuestro corazón?

v

3< &tmtiftb ¿m át %/kéfa Jesús está buscando entrar a nuestra vida para transformarnos y llenarnos de su paz y de su amor. Debemos disponernos para Él, entregar nuestro corazón y creer en Él. Escuchemos a Pablo que nos abre su corazón y nos comunica su experienciad e Cristo.

i S4-

a. Proclamación del texto: Filipenses 3,8-16

Leer el texto indicado con claridad y luego cada uno vuelve a leer con atención el pasaje.

b. Lo que dice el texto en sí mismo (LECTURA)

1. ¿Cómo consideraba Pablo su vida antes de conocer a Cristo?

2. ¿Qué se tiene que hacer para unirnos a Cristo?

3. ¿Qué deseaba experimentar el Apóstol en su unión con Cristo?

4. ¿Qué hacía Pablo para avanzar en su camino espiritual?

c. Lo que el texto dice para nosotros, hoy (MEDITACIÓN)

1. ¿Qué valor le damos a Jesús en nuestras vidas? ¿Pensamos que Él es lo mejor que tenemos?

2. ¿Qué hemos perdido por seguir a Cristo? ¿Vale la pena haber perdido todo eso al comprometernos con Jesús? O quizás no hemos perdido nada por él...

3. ¿Qué significa tener fe en Jesús? ¿Qué relación debe haber entre la fe y la vida? ¿Es incompatible la fe con las obras?

4. ¿Cómo debemos de esforzarnos en nuestro camino cristiano? ¿Cuál es la meta y el premio que ganaremos al final de nuestro camino?

ANEXO, Página 121

4> {/Jmcfín $bw¿$H x Dejar momentos de silencio y oración

personal, para que cada uno aplique a su vida y a la comunidad lo que hemos reflexionado.

x Cantar y meditar algún canto a Jesucristo o Salmo.

55 i

x ¿Qué pasos vas a dar para lograr un encuentro más profundo con Jesús?

x ¿Qué cosas del pasado, que obstaculizan tu camino cristiano, debes de arrancar de tu corazón?

x ¿Qué te propones hacer, a partir de hoy, para fortalecer tu camino con Cristo?

Próximo encuentro x Tema: El mandamiento de la alegría x Texto bíblico: Filipenses 3,1; 4,4-9

A

Ambientación

Colocar en el centro la Biblia abierta en la carta a los Filipenses, con flores y una vela encendida.

Posiblemente, cerca de la Biblia, una guitarra, quena, charango, pandereta u otros instrumentos musicales.

El animador da la bienvenida a todos, indicando el tema central del encuentro: reflexionar sobre la alegría cristiana, a partir de la carta de Pablo a los Filipenses.

ORACIÓN:

Señor Jesús, ven a presidir nuestra reunión alrededor de tu Palabra; que tu Espíritu aliente entre nosotros y nos permita dar un paso más de acercamiento a ti, nuestro Señor y Maestro. Hoy te escucharemos desde las palabras de Pablo, tu fiel servidor.

571

Los artistas no lo pintaron sonriente, como tampoco a ti, Jesús. Y sin embargo tu Evangelio es anuncio de vida y alegría y con frecuencia te presenta "estremecido de gozo en el Espíritu". También a Pablo le gusta hablar de la alegría, del canto, aunque misteriosamente lo presente muy unido a la cruz. A nosotros, que nos gusta la alegría de la bulla, de la jarana, de la buena comida y sonidos intensos, que tu Espíritu nos enseñe los caminos de la alegría auténtica, la que habita en el corazón y que el mundo no puede quitar. Amén.

¿2< &tóxeHft$ ¿&M áo t>tdfo

En el patio del Hospital San Juan de Dios, un niño de 7 años acaba de caer y no logra levantarse. Los músculos de sus piernas han quedado atrofiados por la polio y él se revuelve en el suelo, buscando la mejor posición para utilizar la fuerza de sus brazos sanos.

Un joven educador pasa casualmente por ahí y el niño le tiende la mano gritando:

x ¡Levántame!

Pero el educador se acerca y le dice: x No, Miguelito; levántate tú.

El niño tiene una crisis de cólera y golpea el piso con sus puños-El educador no cede, pero le va repitiendo cómo debe hacer. Entonces, más tranquilo, el niño vuelve a intentarlo y, poco a poco, encuentra el modo de apoyarse hacia atrás y, ayudándose con sus brazos, logra enderezarse lentamente hasta ponerse de pie.

Una inmensa sonrisa ilumina su rostro cuando se arroja en los brazos del adulto gritando:

x ¡Oye!, ¡Tú no me has ayudado!, ¿Se lo dirás a los otros, verdad?, ¡Que me levanté yo solo!

Luego, después de reflexionar un poco, añade: x Sí, tú también me has ayudado... x "Siempre te ayudaré así", contesta el joven educador-x ¿Qué hubieras hecho tú para ayudar a Miguelito? ¿Que

era lo más fácil y qué lo más valioso?

x Comenten "la inmensa sonrisa" de Miguelito al poderse \( levantar... ¿Será posible la alegría dentro del dolor?

3< %5mMwft$ em 6% ffitáiáfa

La alegría abre las páginas del Evangelio, acompañando el nacimiento de Jesús; pero es la alegría de los pobres, que ven nacer a su niño en una humilde gruta. En esa línea no es extraño que Pablo, encarcelado, hable e invite reiteradamente a la alegría a sus cristianos de Filipos. En realidad es una constante de sus cartas a las diversas comunidades por él fundadas. El texto bíblico es proclamado con claridad por un lector. Luego podría repetirse por varios lectores: uno cada versículo. Cada participante vuelve a leer el texto, para entenderlo mejor.

Proclamación del texto: Filipenses 3,1; 4,4-9 a. Lo que dice el texto en sí mismo (LECTURA)

1. (3,1; 4,4-5). Comentar la invitación-mandato con que Pablo exhorta reiteradamente a la alegría. ¿Cuál es el fundamento de esa alegría?

2. Pablo es conciente de que hay situaciones que producen temor y que pueden quitar la alegría; ¿cuál es la fuerza del cristiano en esos casos? (4,6-7).

3. (4,8). Comentar la relación entre una vida digna y la verdadera alegría.

4. (4,9). Comentar la importancia del testimonio para la animación de la comunidad.

5. (vv 7.9) Pablo relaciona la alegría con la paz; ¿qué relación podrá haber entre la alegría cristiana y la paz?

b.Lo que dice el texto para nosotros, hoy (MEDITACIÓN) a. Hoy más que nunca, todos buscamos la alegría. Pero muchas veces

la identificamos con el dinero, la mucha bulla, la juerga. ¿Qué características de la alegría auténtica nos enseña Pablo en esta carta?

b. Quizás inconcientemente se piensa que ser cristiano coherente equivale a ser muy serio/a, siempre controlado/a, sin alegría y espontaneidad. Recordemos nombres y hechos de auténticos cristianos que fueron/son muy alegres y festivos.

c. También inconcientemente se piensa que sólo se es feliz cuando

59 i

no hay ninguna dificultad o esfuerzo. Recordemos la alegría de Miguelito al poderse levantar con sus muletas, la alegría de una mamá atendiendo a su bebé, de un médico que salva la vida a un paciente, de.. . (seguir dando ejemplos).

ANEXO, Página 125

4< jUwcflfo $km$H

Nosotros, que andamos tan sedientos de alegría y felicidad, pero eme quizás corremos el riesgo de buscarla en "el mercado de H\ baratijas", necesitamos pedir al Señor que nos conduzca a \J las fuentes de la verdadera alegría.

POLISALMO DE LA ALEGRÍA Y EL GOZO x Tú, Señor, me has infundido más alegría, que

cuando vivo en la abundancia. x Que mi corazón se regocije en ti con una

alegría sin fin, Señor, Mi corazón se alegra en tu salvación. Llena mi corazón de gozo con tu presencia, Señor. Tu lealtad será, Señor, mi gozo y mi alegría. Yo me alegro en el Señor y proclamo su grandeza. Me acerco a ti, Dios de mi gozo y mi alegría. Que canten de alegría las naciones porque riges el mundo con justicia. Amanece la luz para el honrado y la alegría para el recto de corazón.

3 '. u\Jwcft$ cSMpfyHiítS.

No basta estudiar y orar la Palabra de Dios; es preciso que vaya pasando a nuestra vida.

x ¿Qué hemos aprendido hoy de Pablo, en su carta a los Filipenses?

x ¿Qué expresiones de esta carta nos han quedado más grabadas en el corazón?

x ¿De qué maneras nuestro rostro, los gestos, las palabras, pueden comunicar la alegría de Cristo, incluso en medio de las dificultades?

Próximo encuentro x Tema: x Texto bíblico:

Solidaridad cristiana Filipenses 4,14-19 1

160

J Solidaridad cristiana

QgaflhMtfhH

3K AMBIENTACION:

1. Colocar en un lugar apropiado la Biblia abierta, con flores, una vela encendida.

2. Y junto una pizarra o mural donde colocaremos el afiche, dípticos de la Campaña de Solidaridad Compartir, y/u otras campañas de solidaridad en las que se hayan participado o se piensa participar; también se podría ubicar alguna de las canastillas para las ofrendas, de las que se usan en las asambleas.

f. jtwtefiMt&t aíBéfi&t

Damos la bienvenida a todos, presentando el tema a desarrollar, LA SOLIDARIDAD EN LA COMUNIDAD DE LOS FILIPENSES, para ello debemos iniciar con una breve oración, para que el Espíritu Santo acompañe nuestra reunión.

Oración para pedir generosidad Señor, enséñame a ser generoso/a, a dar sin calcular, a devolver bien por mal, a servir sin esperar recompensa, a acercarme al que menos me agrada, a hacer el bien al que nada puede retribuirme

611

u iiiimr siempre gratuitamente, ti trabajar sin preocuparme del reposo. Y, al no tener otra cosa que dar, a donarme en todo y cada vez más a aquel que necesita de mí esperando solo de ti la recompensa. O mejor: esperando que Tú mismo seas mi recompensa. Amén

¿2< %5mMhft$ C$H ú% vífó,

1985: Cuando la tierra tembló

El 19 de septiembre de 1985 hubo un fuerte terremoto en la Ciudad de México. Cientos de edificios se cayeron, muchas personas quedaron atrapadas entre los escombros y miles más perdieron su hogar. Nadie había previsto que pudiera ocurrir algo así y los planes de emergencia que había resultaron insuficientes.

Pero los habitantes del Distrito Federal reaccionaron de una manera inesperada. Muchos de ellos, sin experiencia alguna, realizaron tareas de rescate. Otros organizaron centros de acopio para reunir ropa, agua y medicamentos para los damnificados. Algunos más trabajaron en los albergues atendiendo a los niños pequeños y los ancianos, y muchos más les abrieron las puertas de su hogar. Hubo historias de peligro, heroísmo y grandes logros compartidos. A ello se sumó una buena respuesta internacional, pues decenas de países enviaron ayuda humana y material.

Con el temblor, de la tierra de México brotó la solidaridad. La acción comunitaria de aquellos hombres y mujeres transformó el rostro político y social del país en las dos décadas siguientes.

x También en el Perú hemos tenido cantidad de terremotos; ¿cómo ha reaccionado nuestro pueblo? Los que estamos aquí presentes, ¿De qué maneras colaboramos a favor de nuestros hermanos?

x ¿Hemos hecho algo por Haití?

• <

i 62

3< &t£Mtftb ¿%H (ñ l^fi/ñélñ

En este pasaje no hallamos la palabra "agradecimiento", señal de que Pablo ha querido decir algo más. Prefiere utilizar la palabra que, como puede verse, contiene el término: comunión, participación, compartir, solidaridad. Todo esto va más allá del simple ofrecer dinero y deviene una liturgia, un servicio que, en el fondo, se rinde a Dios.

Escuchamos con atención el pasaje de la carta a la comunidad de Filipo, capitulo 4, versículos 14 y 19.

El texto bíblico es proclamado con claridad por el lector.

Luego se deja unos minutos en silencio para que cada uno interiorice lo leído.

a. Proclamación del texto: Filipenses 4,14-19

b. Lo que dice el texto

1. ¿Cómo explica Pablo la solidaridad hacia él, en la misión?

2. ¿Cuántas veces recibe ayuda y cómo la interpreta para Dios?

3. ¿Qué promesa hace a quienes compartieron con El?

c. Lo que el texto dice para nosotros, hoy

1. ¿Qué significa para nosotros ser solidarios hoy?

2. ¿Nuestra comunión/solidaridad que culmina en Dios fortalece nuestra Comunidad? ¿Cómo?

3. ¿Cuál es la recompensa que recibimos por compartir con el hermano?

4. "Mi Dios proveerá", ¿Qué nos dice?

ANEXO, Página 133

63 i

^- wwtftú, frfaeSt Jesús, maestro bueno, queremos seguir tus pasos. Danos tu Espíritu, para aprender a vivir la generosidad. Muéstranos el camino de la entrega, infunde en nuestros corazones la alegría por dar. Ayúdanos a descubrir y experimentar que "dando se recibe", como nos enseña San Francisco. Danos tu Espíritu, jesús, rompe las cadenas que limitan y hacen estrecho nuestro corazón, enséñanos a vivir en la generosidad y el amor concreto. Amén.

& • JJwsftb e&Mf><m¿c& El texto que hemos estudiado nos ilumina particularmente en este tiempo, en que se nos viene diciendo que cada cual piense solo en sí mismo.

x Identifiquemos con claridad la población necesitada en nuestra comunidad. ¿Qué podríamos hacer por ellos?

Próximo encuentro x Tema: Introducción a la carta a Fuentón x Texto bíblico: Carta a Filemón

164

La Carta a Filemón, fue escrita por Pablo desde una situación de prisión: para unos en Roma, entre el 61 y el 63, y para otros en Éfeso, entre 55-57.

Es una carta personal, de una composición literaria bella y de calidad. En ella Pablo utiliza la psicología humana con bastante habilidad, sutileza, tino y tacto, para "clavar" sus ideas y lograr evangelizar.

Filemón era cristiano y, al parecer, un miembro importante de la Iglesia de Colosas, ciudad que estaba bajo la jurisdicción romana, formando parte de la provincia de Asia. Era un comerciante, posiblemente dueño de algunos de los talleres domésticos donde se procesaba lana. Debía mucho a Pablo que lo había convertido al cristianismo. Pablo lo quería y en la carta le expone su demanda con toques de humor, y con mucho tacto y amor.

Existen diferentes hipótesis con relación al personaje Onésimo, el esclavo, que, de acuerdo a la tradición, llegaría a ser el obispo de Éfeso:

a. es un esclavo que, después de haber huido de la casa de su amo, conoce el evangelio y regresa voluntariamente para seguir sometido a sus labores. (Esta interpretación fue defendida por amos cristianos que tenían esclavos y no querían liberarlos),

b. es esclavo de Filemón, un rico miembro de la comunidad cristiana de Colosas (v. 1); se escapa de su amo robando algunas cosas o haciendo

651

alguna otra fechoría. Conoce a Pablo, se convierte compartiéndole su situación frente a Filemón. Esto motiva al apóstol a escribir a Filemón para que le acepte como una persona libre,

c. en algún momento circunstancial Qnésimo, esclavo de Filemón, escucha predicar a Pablo sobre la libertad en Cristo; se escapa y sigue al apóstol para que le ayude a conseguir su libertad. Es evangelizado y Pablo decide escribir a Filemón para que Qnésimo sea completamente libre.

d. es un esclavo con cierta libertad de movimiento, portador de un salvoconducto de su patrón para encontrarse lejos de su lugar de residencia, deambulando de manera libre al punto de acercarse al amigo de su patrón, que está encarcelado. En esa línea de pensamiento se puede ver a Onésimo como: x un administrador del comerciante Filemón; enviado para realizar

gestiones de su patrón, realizó mal sus negocios y perdió el dinero y ahora requiere de ayuda; o

x un aprendiz del artesano Filemón, que ha resultado ser un flojo e inútil y que fue abandonado a su suerte; el encuentro con Pablo le hace cambiar de actitud y desea regresar.

e. es un esclavo enviado por Filemón para aliviar el sufrimiento de Pablo en la prisión (A. Winter).

De todas maneras, la carta nos pone frente a las implicancias de permanecer esclavo o de ser libre dentro del contexto cultural del tiempo, además de visualizar cómo se afectaron las relaciones entre Onésimo, Filemón, su casa y la comunidad (Caring).

Aunque el asunto del que trata esta carta es meramente particular, resulta que este escrito llega a tener implicancias teológicas por varias razones:

x podemos conocer la realidad social por la que atravesaba buena parte de la población del Imperio: los esclavos;

x nos permite conocer las características personales del apóstol, en la medida que trata con mucha delicadeza una difícil situación social;

x podemos conocer la posición de la iglesia ante la esclavitud: devolver a los esclavos la dignidad de seres humanos;

x Pablo nos muestra en la práctica lo que significa el evangelio.

La conservación de esta carta en el Canon, nos hace pensar que la mediación del apóstol tuvo éxito.

x La carta a Fuentón y la carta a los Colosenses

En Colosenses 4,9 ya se presentaba a Onésimo: "Y con él (Tutu:co), les envío a Onésimo, el hermano fiel y su querido compatriota".

En Colosas, Pablo había predicado el Evangelio y había fundado una comunidad, al frente de la cual estaba una familia: Filemón (v. 1),

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"jefe" en cierto modo (pero Pablo se dirige a él por ser el "esclavista"); Apia su esposa, y Arquipo su hijo, (v. 2) encargado de la comunidad de Colosas (Col 4,17). Esta familia fue convertida por Pablo.

Aunque la Carta estaba dirigida a una sola persona (Filemón), relacionó e involucró a toda la comunidad (v. 2), a toda la "iglesia doméstica" de Colosas.

x Los saludos al principio y al final de la carta nos sugieren que a Pablo le interesaba que esta carta se compartiera con la iglesia que se reunía en la casa de Filemón en Colosas

Debía ser leída en la comunidad, que es garante de lo que hará Filemón. Así, Apia, Arquipo y toda la "Iglesia de la casa" pasaban a ser testigos legales y espirituales de Onésimo.

Esto nos hace pensar que las relaciones entre las personas de la iglesia no es un asunto meramente personal sino que allí debe de estar involucrada la comunidad.

¿Cómo la comunidad cristiana responde al hecho de la esclavitud? ¿Qué hacer?

x Situación de los esclavos

La triste realidad de la esclavitud, a lo largo de la historia, se originó por: x La guerra (Nm 31,9-18; Dt 20,10-18; 2Cr 28,8-25; Nm 31,26-47). x La piratería. Flavio Josefo dice: "Nosotros en verdad, no

habitamos un país marítimo y no nos agrada el comercio, ni el trabajo frecuente con los extranjeros que se deriva de él... Por otra parte nuestros antepasados tampoco se dedicaron a la piratería como otros". Sin embargo, se puede decir que los Israelitas sufrieron las incursiones y los ataques de pueblos piratas (11.4:4-8).

x El pandillaje (Ex 22, ls; Za 5,3s; Jr 2,26; Mt 27,38; Me 11,17; Le 10,30; Jn 10,10. La ley establecía que si un ladrón no podía pagar lo robado sería vendido (Ex 22,2).

x Por venta de uno mismo. Es probable que haya sido para conservar la vida por hambre. La venta se hacía a un compatriota, en este caso se imponía a los parientes el deber de rescate (Lv 25,47-52).

x Por venta de los hijos por situaciones diversas: comer, obtener trigo por escasez, para pagar el tributo al Rey (Ne 5,1).

x Por deudas. Se contemplaba la posibilidad de que familiares y esclavos de un deudor insolvente pasasen al servicio del prestamista para garantizar el pago de la deuda (2Re 4,1-7; Ne 5,4s). Las XII Tablas (Derecho romano) decían que el deudor

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pagaba con la pérdida de toda su hacienda la incapacidad de devolver lo que se le había prestado. Hay que decir que la Escritura muestra su preocupación por estas situaciones (Ex 22,24; IRe 4, Ne 6, Is 50,1; Am 2,6; Ez 22:1-2), aún más considerando que casi siempre la deuda era por usura de los prestamistas.

>- Por crecimiento natural de la población esclava. Esto era promovido por los amos.

x Por abandono de los niños ("expósitos") por diferentes razones: pobreza, deseo de desembarazarse de ellos, eliminación de individuos débiles o deformes, etc. Una vez abandonados cualquier persona podía recogerlos y llevarlos como esclavos.

A Por comercio. Este era un modo de distribuir a los esclavos obtenidos. En el siglo I a.C, el comercio de esclavos alcanzó niveles considerables. Poseer esclavos representaba un valor considerable, además eran tratados como medio de producción de riqueza. Es probable que los amos hayan sido gravados con algún impuesto por posesión y trafico.

Existían 2 tipos de sistemas de esclavitud: x Esclavitud moderada o integradora: Este sistema preservaba la

vida de unos seres humanos sometidos por una situación desfavorable a cambio de su fuerza de trabajo. Este sistema permitía sobrevivir al esclavo y al amo obtener sus servicios. Por este sistema el esclavo podía llegar a ser integrado a la familia, ganando así seguridad.

x Esclavitud clásica de marginación y explotación: en este sistema los esclavos desempeñaban un importante papel en la economía que les exigía el máximo rendimiento y sólo les proporcionaba los medios mínimos de subsistencia.

Al parecer en el mundo helenista, y en el Egipto greco-romano, existió una muy escasa importancia económica de la esclavitud e incluso ciertos esclavos gozaban de una libertad bastante grande. Eso muestra la aplicabilidad del "sistema moderado de esclavitud".

El sistema esclavista de Israel Antiguo era "moderado". Los esclavos se integraban a una familia, los amos tenían hijos con las esclavas (Gn 13,1-3), daban en matrimonio sus hijas a un esclavo (lCr 2,34ss), el esclavo puede dominar al hijo (Pr 17,2), eran circuncidados (Gn 17,12), participaban de la fiesta de la pascua (Ex 12,43-49), en la fiesta de las semanas (Dt 16,10), en la de los Tabernáculos (Dt 16,13). También guardaban el sábado (Ex 20,10) y otras festividades. Antiguamente existía la orden de exterminarlos (Dt 7,2-16; 20,16-18) ; sin embargo, también encontramos situaciones donde se preserva la vida de las mujeres y niñas (Nm 31,7-19). También se les utilizó para los trabajos duros del templo (ISam

l íSS

30,21-29; lCr 22,2). Se puede decir que aún cuando el trabajo de esta masa de cautivos, era importante, no era fundamental en un sistema económico basado en la agricultura y la ganadería. Así también, que la situación de esta población sometida era la de una vida relativamente independiente en sus lugares de origen, pagando tributos y prestando servicios ocasionales (2Sam 8,6; IRe 9,20-22; lCr 22,2). Sin embargo, a esta población no se le va a considerar como pertenecientes a Israel (Jos 9,27).

Los romanos hicieron uso del "sistema de esclavitud clásica de explotación y marginación". Para ellos el esclavo era considerado un ser inferior, como un animal o cosa. Para el I siglo se calcula que cerca de un 30% de los habitantes del Imperio estaban sometidos a distintas formas de esclavitud. Los propietarios de esclavos eran brutales, haciendo de su vida una pesada carga y maldición. Sin embargo, se conoce que algunos pocos esclavos, mayormente griegos, se convirtieran en maestros de escuela para los familiares de sus amos. Cabe aclarar que una significativa cantidad de hombres y mujeres libres estaban sumergidos en la mayor pobreza y por lo tanto su condición era de mera subsistencia y en algunos casos, peor que la de los esclavos.

La esclavitud era considerada como una necesidad económica. El trabajo de los distintos tipos de esclavos generaba el excedente económico del que se apropiaban los sectores poderosos. La producción de esclavos era importante en todos los campos de la economía, tanto en la zona rural como urbana, donde se desarrollaba el grueso de la producción industrial; sea a través de los grandes talleres (del Emperador o destinados a la producción de armamentos del ejército) o talleres domésticos de mediana o pequeña dimensión, dirigidos por el propio maestro artesano e incluía un reducido grupo de esclavos propios, un artesano libre y algunos aprendices. Es probable que esto último haya sido el contexto de Onésimo.

En la época de Pablo, había varias categorías de esclavos: x Los esclavos que trabajaban en las grandes factorías del campo,

en las minas o en las obras públicas; estos se encontraban en la peor situación.

x Esclavos públicos o funcionarios, de la ciudad o del "emperador", estaban destinados a diversos menesteres, desde cargos administrativos hasta el mantenimiento de baños públicos y acueductos.

x Esclavos domésticos, cuya situación dependía del humor de sus dueños y de sus tareas.

En esta sociedad esclavista el propietario tenía un dominio real sobre el esclavo como ser humano. Así, de acuerdo a la ley, los esclavos no tenían ningún derecho y no existía ningún deber con

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respecto a ellos. El amo podía usar del esclavo según quisiese y llegar a quitarle la vida sin tener que responder de este acto. Para el esclavo no había ni matrimonio, ni familia, ni parentesco; al llegar a la vejez se les abandonaba como un objeto inútil. Los esclavos judíos tuvieron alguna excepción. A ellos se les reconocía el derecho a su propia religión, a guardar el sábado, a mantener sus reglas alimenticias y de pureza.

Un esclavo que robaba podía ser marcado en la cara por su amo con las letras C E (Cave Furem: He aquí el ladrón). Desde el punto de vista de los amos la huida de un esclavo era considerada como tiempo y dinero perdido y legalmente se veía como propiedad robada, de lo cual era responsable el que le brindará albergue. La ley Romana demandaba la devolución de los esclavos a sus amos. Una vez en su poder, éste podía marcarlos, aumentarles la labor acostumbrada, o podía mandarlos a matar (crucifixión) si así lo deseaba. El abuso sexual de mujeres y niños esclavos no tenía restricción alguna y el abandono de niños era práctica normal.

Filósofos como Aristóteles, quien desarrolla las ideas comunes de la época, decían: "el esclavo no es un hombre, sino una especie de instrumento animado".

Contrario a este pensamiento Zenón, el fundador del estoicismo, favoreció una lenta evolución de estas prácticas. Séneca, otro representante del estoicismo, llegó a decir: "¿Quién va a atreverse a regatear la liberalidad de los que llevan la toga? La naturaleza nos ordena ser útiles a los demás hombres, sean esclavos o libres, nobles o libertos, liberados ante el magistrado o ante los amigos; ¿Qué más da? Donde hay un hombre, allí siempre hay un sitio para hacer el bien" ... "Debes decirte que ese ser al que llamas esclavo ha nacido de la misma semilla que tú, que goza del mismo cielo, que respira el mismo aire, que vive y muere como tú, puedes verlo libre a él, lo mismo que él esclavo a ti Procura no despreciar a un hombre cuya condición puede ser la tuya...".

Es probable que estos pensamientos hayan favorecido para que la ley permitiese que el esclavo sea reinstalado con misericordia, por la intercesión de un amigo especial del amo; así como la posibilidad de ser libertado, aunque con ciertas restricciones. Así, encontramos 3 clases de libertos: x Libertos dediticios no podían contraer matrimonio legítimo ni

comerciar. Estos eran los que habían cometido actos contra Roma. x Libertos ciudadanos romanos, los que tenían más de 30 años,

quedaban libre conforme a ley, inscritos en los registros del censo o por testamento; y

x Libertos latinos, los menores de 30 años, los hijos de esclavos (el amo no los reconocía jurídicamente como hijo, pero podía liberarlos).

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Entre las diversas formas de liberación, la más interesante es la compra del esclavo por un Dios (el esclavo pagaba de su peculio, pero la transacción se hacía en el templo y gozaba de la protección divina). El contrato de algunos libertos contenía ciertas reglas de conducta a seguir.

Los judíos adoptaron esta costumbre, como lo indica una inscripción del I siglo: "Yo doy libertad en la casa de oración a Elpias (¿hijo?) de mi esclavo, educado en mi casa; que ninguno de mis herederos le ponga dificultades o le reprenda, a no ser que falte a su deber de asistir asiduamente a la casa de oración; la comunidad de Judíos y los piadosos se encargará conmigo de la tutela de este liberto".

Comunidades cristianas conformadas por personas libres y esclavos/as

Las primeras comunidades cristianas presentan analogías con los diversos modelos asociacionistas grecorromanos y judíos de la época. x En el mundo grecorromano el asociacionismo no representaba

un hecho excepcional. Los artesanos se reunían en cofradías de artes y de oficios bajo la protección de alguna divinidad. En los gimnasios, los adultos varones formaban sociedades culturales, deportivas y políticas. Eran también numerosas las congregaciones estrictamente religiosas, caracterizadas ordinariamente por su participación en un banquete común. En estas sociedades era restringido el número de los participantes (unas docenas, no más de un centenar de personas).

x Más estructuradas se presentaban las comunidades judías, tanto de Judea como de la diáspora: dirigidas por un consejo de ancianos que aplicaba un reglamento interno disciplinar, basado en la Torah. El factor primario de cohesión era la fe en el Dios del éxodo y la fidelidad a la Torah como norma suprema de vida. En Qumrán se practicaba la comunión de bienes. Finalmente cabe mencionar las cofradías locales de Fariseos (haburot), construidas bajo el signo del estudio e interpretación de la Torah, que se reunían para comidas rituales comunes, donde el comentario de la Escritura jugaba un papel importante.

x Las comunidades cristianas son de difícil definición, dada la pluralidad de modelos comunitarios existentes. Desde el punto de vista sociocultural estaban conformado por ricos y pobres, esclavos y libres, personas con buena preparación cultural y personas incultas, pertenecientes a capas sociales privilegiadas y plebeyos, varones y mujeres, célibes y casados: todos coexistían unos al lado de los otros. Los creyentes del grupo social medio y medio-alto eran una minoría, pero una minoría cualificada: era el grupo que arrastraba a los demás miembros de la comunidad; eran éstos, además, los interlocutores privilegiados de Pablo en las comunidades por él fundadas. Estos cristianos con mayores

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posibilidades económicas albergaban en su 'casa' las reuniones comunitarias: así, por ejemplo, Filemón en Colosas albergaba a la comunidad y la ayudaba generosamente. Por otra parte, las comunidades también contaban con una presencia importante de esclavos, tal como se atestigua en ICo 7. Por tanto no tiene nada de extraño que surgieran tensiones, divisiones y contraposiciones, y hasta rupturas.

La fe, el culto y la fraternidad caracterizaban la vida interna de las comunidades cristianas, y constituían su eje vital. Se agregaban a la comunidad por el bautismo, la exigencia cultual se continuaba en la celebración de la cena del Señor. Los cantos, las plegarias, los sermones y aclamaciones reavivaban las asambleas, caracterizadas por la amplia participación activa de los creyentes. Si Pablo se hallaba presente no dejaba de tomar la palabra largamente (cf. Hch 20,7); pero incluso desde lejos hacía sentir su voz por medio de las cartas, que estaban destinadas intencionalmente a ser leídas durante las reuniones eucarísticas comunitarias (cf. lTs 5,27).

x Ante el problema de unas estructuras sociales inhumanas

¿Hay que cambiar interiormente al hombre para que lleguen a desaparecer unas estructuras sociales opresoras, o hay que revolucionar esas estructuras para que cambie el hombre?

Esta alternativa divide hoy a muchos hombres, incluidos a veces los cristianos.

Los antiguos no la conocían. Cierto que ellos sabían de luchas políticas y sociales. Pero no veían la relación que podía existir entre esas luchas y el progreso espiritual y moral de la sociedad.

Además estaban convencidos de que poner radicalmente en entredicho el orden social existente suponía oponerse a Dios o provocar la reacción de funestas fuerzas oscuras.

En el caso del apóstol Pablo había además otras razones que le impedían plantearse el problema social en los términos en que hoy lo hacemos.

Su formación farisea debía de ponerle seguramente en guardia ante la utopía de un mundo humano perfecto, realización inmediata del reino de Dios en la tierra.

Por otra parte, se encontraba demasiado enfrascado en la urgente tarea de crear una comunidad eclesial como para ponerse a pensar en las implicaciones de su obra en la evolución de la civilización.

Finalmente, consciente de su condición de ciudadano romano, admiraba el orden y la paz que el Imperio parecía haber procurado. En política, Pablo no era un revolucionario en el sentido que hoy damos al término.

i 72

No podía, sin embargo, pasar por alto ciertos problemas planteados en la sociedad de su época.

A uno de ellos, al de la esclavitud, responde en la epístola a Filemón.

El imperio romano era una sociedad esclavista y la mayoría de la población vivía como esclava, produciendo riqueza para una minoría

Pablo está en prisión. Ha conocido por entonces a Onésimo, un esclavo que se había escapado de la casa de su amo en Colosas. Lo ha convertido y bautizado. Es ahora un hermano que colabora con él en el apostolado.

Pero la situación de un esclavo fugitivo es peligrosa. Además compromete al que lo protege.

Pablo se mueve dentro de las estructuras sociales y legales de su época:

a) solicita el consentimiento de Filemón para cualquier situación que pueda pasar con Onésimo: esto estaba estipulado en la ley.

b) asume la responsabilidad económica, si acaso se comprueba que hay algún perjuicio que Onésimo pudiera haber causado. Es enfático y firme en esta restitución: emplea el lenguaje usado para formalizar una deuda (escribir "yo lo pagaré" con la firma del puño y letra del deudor; cfr. v. 18). Como la carta estaba escrita esta oferta era legal, si Filemón la aceptaba.

Pablo va a enviar, pues, al esclavo a su dueño, Filemón, su otro "hijo" de bautismo y dirigente de la comunidad.

Pero a la vez le escribe una carta y la envía junto con otra para la comunidad.

En su carta a Filemón expone la nueva relación que ha de existir en adelante entre el amo y el esclavo.

Sin mandarlo expresamente, pide que el hermano conceda la libertad al hermano y le devuelva al que ya es su colaborador.

Solución de un caso particular, se dirá, que no resuelve el problema de la esclavitud.

¡Cierto! Pero no ignoremos la transcendencia de una actuación como esta. En ella se ponen las bases de una nueva sociedad en la que todos seamos hermanos.

Para conversar un poco: x En nuestras comunidades, ¿encontramos situaciones semejantes? x ¿Hoy también hay personas que piensan que pueden ser

cristianos y estar en la Iglesia y seguir tratando a los demás como esclavos?

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x ¿Hay dirigentes de comunidades que no se sienten mal y no se dan cuenta de la contradicción de oprimir y aplastar a los más pobres y débiles?

x ¿Hemos tenido estas experiencias de pensar mucho en el cielo para no pensar y no ver la situación de los esclavos a nuestro lado?

En este contexto, la carta ofrece muchas claves de lectura: x Pablo plantea relaciones incompatibles con las relaciones de

dominación existentes en su tiempo: la reivindicación a la que Pablo se refiere, elimina tanto la función del amo como la del esclavo y elimina la relación entre ambos en esas condiciones.

x Para Pablo las transformaciones sociales que se requieren se darán no en la medida en la que cambien las estructuras sino en la medida que Cristo transforme la vida de los individuos.

x Para Pablo lo más importante es la obra redentora que Cristo había hecho en la vida de Onésimo y Filemón. Onésimo es más que un esclavo, para Filemón es hermano en la fe. Aquí se pide la concretización, a nivel práctico, de la declaración teológico-bautismal de Gálatas 3,26-28.

x La nueva relación que Pablo anuncia entre los hombres tiene como base el reconocimiento del amor de Dios hacia todos. Ahí se encuentra el fundamento imprescindible de la verdadera fraternidad.

x La epístola a Filemón proclama de manera luminosa la dignidad de todo hombre ante Dios v la igualdad de todos. Ha acabado el antiguo orden de cosas. Comienza un orden que por fin es humano.

x Al centro de la carta está el pedido de Pablo sobre el establecimiento de nuevas relaciones de solidaridad cristiana. En torno está la destrucción de la esclavitud y su cambio por la práctica del ágape y caridad cristiana.

x El ágape cristiano que se traduce por solidaridad, es más que una actitud subjetiva y sentimental de amor. Expresa una dinámica de las relaciones sociales de iguales y de servicios voluntarios y mutuos.

x Los cristianos, asociados en esta práctica, viven como hermanos responsables en conjunto por el bien de todos.

x La comunidad que se establece en la solidaridad y en la igualdad, es generadora de una nueva sociedad.

Para conversar un poco: x ¿Cómo la comunidad cristiana responde al hecho de la esclavitud? x Dentro de nuestra comunidad, ¿hay relaciones de igualdad o

de desigualdad? x ¿El amor, la caridad, es sólo un sentimiento o nos lleva a una

solidaridad real con los más oprimidos y explotados de la sociedad?

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1. Preparar con anticipación: una mesa con una Biblia abierta y un cirio encendido. Que las sillas estén dispuestas en forma circular para que todos se sientan cercanos.

2. En lo posible, colocar cerca de la Biblia, unos recortes de periódicos o revistas que representen realidades de esclavitudes que se viven hoy, en diferentes ámbitos y en diferentes países.

El animador da la bienvenida a todos, indicando el tema que se trabajará en este encuentro: la postura de Pablo frente a la esclavitud. Una postura que tiene mucho que ver con nuestra realidad de hoy.

Luego invita a los presentes a escuchar este poema titulado: MAPJA, del cantautor chileno Leonardo Alvarez.

Se llama María y en el barrio la han visto llorando casi a diario. Y tiene dos hijos para amar.... Ella tiene algo que ocultar Un rostro herido y algo más... un corazón en soledad María se ha encerrado en su rincón, Y va masticando su dolor y va marchitándose el amor...

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María tiene un sueño, una ilusión de empezar de nuevo con el sol, En una mañana sin prisión. // ¿Quién sabe cuándo alumbrará, el sol en su ventana gris? María no puede esconder los golpes de un marido cruel// Abran los espacios que María está buscando... Vamos a escucharla, que nos diga cómo y cuándo Tiene que cambiar esa oscuridad Abran los espacios que María está llorando... Vamos a contarle, de ese amor que ha sido eterno. El de aquel que dio su vida para hacerla vocera de esperanza, vocera del amor //María busca su lugar en esta sociedad actual// Hay que hacerlo demos prisa, que la vida nos invita Hay que hacerlo sin prejuicios, nos convoca lo divino Abran los espacios que María está buscando, Vamos a escucharla, que nos diga cómo y cuándo Tiene que cambiar esa oscuridad Abran los espacios que María está llorando.. Vamos a contarle, de ese amor que ha sido eterno. El de aquel que dio, su vida para hacerla ////vocera de esperanza, vocera del amor////

Cuando se termina de leer alguien puede dirigir la oración por todas las personas que como María están buscando su lugar en nuestra sociedad; y por nosotros, para aprender a abrir los espacios que personas como María necesitan.

¿2< &tep0tft& C$H ui vídtí,

9 La situación de esclavitud del tiempo de Pablo era muy cruel. Los que caían en esta condición no eran considerados personas, sino cosas, herramientas útiles para atender la producción económica del Imperio. No tenían ningún derecho y no existía ningún deber, por parte del amo u otro, con respecto a ellos. El esclavo no podía acceder al matrimonio, ni a la familia, ni al parentesco. Al tiempo de su vejez (mayormente pasados los 30 años), se les abandonaba como un objeto inútil. El abuso sexual de mujeres y niños esclavos no tenían restricción alguna y el abandono de niños era una práctica común.

Mirando a nuestra sociedad de hoy, percibimos muchas señales de una esclavitud que todavía no fue abolida:

x La desnutrición crónica aumentó entre los niños más pobres: sus padres y / o madres no pueden comprar alimentos porque han aumentado de precio.

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x

•̂ Cada año 1400 embarazadas contraen el virus del Vih y 450-700 niños heredan esta enfermedad.

*• Actualmente hay 11 cárceles funcionando en el país, para diciembre del 2009 habían 44,254 personas recluidas de las cuales el 94% eran varones. Nuestras cárceles sólo pueden albergar a 24,961 personas; es decir, hay una sobrepoblación promedio del 77%.

^ 5 de cada 10 trabajadores del hogar son víctimas de maltrato psicológico y 1 de cada 10 es víctima de maltrato físico. 95,749 casos de violencia familiar se presentaron en el año 2009. Este número se incrementa año a año.

-̂ Hasta septiembre del 2010 se han registrado en el MIMDES 109 casos de feminicidio a nivel nacional.

x Según UNICEF más de diez millones de niños sufren de explotación sexual forzada en el mundo. Esto quiere decir que hay aproximadamente 2.700 casos nuevos cada día del año.

x En el Perú una en cada 3 niñas es abusada sexualmente antes de los 15 años, y uno de cada 6 niños sufre del mismo abuso antes de los 15 años.

** ¿Conocemos situaciones concretas de esclavitud a nuestro alrededor?

-̂ ¿Qué posiciones tomamos ante estas situaciones? x ¿Cómo respondemos ante estas situaciones? V

3< ^nemnf^ em {& ̂ 4 ^ W La carta a Filemón es un testimonio impresionante sobre cómo Pablo enfrentó y dio respuesta frente a una situación tan difícil como conflictiva, porque involucra a personas libres o esclavas, sus circunstancias, sus pensamientos, sus saberes, sus decisiones y éstas frente a la propuesta de las Buenas Nuevas del Reino para toda criatura.

a. Proclamación del texto: Carta a Filemón lÉAK-^te

Leer el texto indicado con claridad y luego cada uno vuelve a n * '" leer con atención el pasaje.

Interiorizar el texto en silencio

771

b. Lo que dice el texto en sí mismo (LECTURA)

1. En la sociedad romana, el esclavo fugitivo, cuando era capturado, era reconducido a su dueño, castigado y marcado con fierro incandescente o hasta crucificado. A pesar de conocer esta costumbre romana, Pablo envía a Onésimo a su dueño Filemón. ¿Cómo entender tal propuesta?

2. ¿Cuál es la postura de Pablo ante Filemón? 3. ¿Cuál es la postura de Pablo frente a Onésimo? 4. ¿Cuál es la relación que Pablo establece entre el "Evangelio" (Onésimo)

y el sistema esclavista (Filemón)? 5. En su carta, Pablo va explicando cómo encarnar el ágape, la caridad

cristiana. ¿Cuáles son los versículos - claves para aclarar esta práctica del ágape?

c. Lo que el texto dice para nosotros, hoy (MEDITACIÓN)

Pablo tenía otras soluciones para el caso de Onésimo: x comprar su libertad en una negociación con

Filemón, su hijo de fe; x usar su autoridad eclesial para obligar a Filemón

a dar la libertad a Onésimo o por lo menos a tratarlo como hermano;

x buscar un refugio seguro para Onésimo. Pero Pablo acepta el desafío de responder al hecho de la esclavitud y pregona la fuerza del ágape que es capaz de crear una nueva sociedad de libertad y solidaridad (Koinonía).

1. Esta práctica de Pablo, ¿qué desafíos y qué mensajes trae para nosotros, cristianos insertados en la realidad latinoamericana?

2. ¿Quiénes son los "Fuentones" de hoy? 3. ¿Quiénes son los "Onésimos" de hoy? 4. La "koinonía" que vivimos hoy, ¿es "exclusiva" o inclusiva"

ANEXO, Página 138

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4- (XJitecftíz $<*mm 0

X

Dejar momentos de silencio y oración personal, para que cada uno aplique a su vida y a la comunidad lo que hemos reflexionado. Invitar a recoger alguno de los recortes de periódicos o revistas sobre situaciones actuales de esclavitud y expresar alguna oración espontánea que manifieste nuestro deseo de dar respuestas a estas mismas situaciones. Cantar y meditar el "Magnificat", en que María y el pueblo de Israel manifiestan su sueño por la nueva sociedad de igualdad y solidaridad.

"Hermanos, ustedes fueron llamados para ser libres. Que esa libertad, entonces, no se vuelva disculpa para que vivan satisfaciendo los instintos egoístas. Por el contrario, pónganse al servicio unos de los otros a través del ágape" (Ga 5,13). Así Pablo resume el ágape, el amor cristiano.

La eficacia de la fe, a partir del Evangelio, transforma al "esclavo-cosa" en "ser humano-hermano".

x ¿Qué exhortaciones de Pablo sentimos que fueron dichas como para nosotros?

x ¿Tenemos el coraje para hacer hoy propuestas alternativas de relaciones sociales?

x ¿De qué maneras podríamos responderle al Señor que nos habla?

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Guía Filipenses, 1-2 Tesalonicenses

y Filemón

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Introducción

En este pasaje 2,1-12 vamos a ver la defensa de su ministerio del Apóstol Pablo. Sus enemigos hablaron mucho de su ministerio. Ellos decían que tenía algún tipo de ganancia personal, así también le acusaban de subversión por predicar a un Rey que no era César. Pablo hace su defensa y va a actuar de acuerdo con la seguridad de la venida del Señor Jesús.

x La conducta de algunas personas criticando el ministerio de Pablo: v. 1

El ministerio del apóstol Pablo entre los Tesalonicenses no fue en vano. Esta palabra "en vano" tiene el sentido de "engañoso" o "inflado". En el caso de Pablo todo su ministerio no se fundó sobre información engañosa o inflada, sino más bien real y verídica. Su ministerio entre los tesalonicenses fue muy efectivo para Dios y para los tesalonicenses. Sólo algunas personas de Tesalónica le acusaron que su ministerio no tenía fundamento.

También ahora se puede pensar que nuestro ministerio puede ser inflado o engaño; es más, otras personas pueden decirnos algo así acerca de nuestro ministerio. Pero si este tiene un crecimiento no sólo numérico, sino también en madurez de las personas, quiere decir que es señal de la acción del Señor.

x La conducta de los tesalonicenses debería ser de valor al esparcir la semilla: v. 2

A Pablo no le gustaba hacer alarde de lo que había hecho, pero era necesario mencionar como fue su ministerio. El hacer un recuento y dar un pequeño relato de lo que pasó en Tesalónica fue muy importante para mostrar lo que el mismo Pablo había realizado en ese lugar.

Pablo usa dos términos para mencionar la forma como fue tratado. Los misioneros habían "padecido" y se refería tanto al sufrimiento físico que tuvo que enfrentar en Filipos y en Tesalónica, como a la contradicción y persecución de sus enemigos. Hechos 16:11-14 nos dice cómo fueron maltratados: azotados públicamente, luego puestos en una prisión. Y el otro término es "maltratados", se refiere a un daño en su dignidad humana, se burlaron de su condición de preso y además de su ciudadanía romana.

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Entre estas dificultades fue anunciado el evangelio del Señor Jesús: en ambientes desfavorables. Pablo anunciaba las Buenas Nuevas en medio de lucha y agonía.

La "parábola del Sembrador" (Marcos 4,1-9) enseña que la Semilla de la Palabra del Señor se debe esparcir en todas partes y Dios será el que da el crecimiento.

x La conducta de los tesalonicenses debería ser íntegra: v.2-7a

En esta parte el apóstol Pablo hace defensa de su ministerio en una forma valiente y vigorosa. Su conducta debería ser imitada por los tesalonicenses.

a. No engañadores: v. 3

Pablo comienza diciendo que su exhortación es urgente, de esta manera acepten el desafío del reino y la venida del Señor. Tres son las Palabras que usa para describir lo que no es un ministerio y lo que sí es un ministerio cristiano.

x Error. Su significado es andar deambulando, sin saber de dónde viene ni a donde va. Pablo sí tenía un mensaje verdadero y seguro: 1 Ts 1,5

x Motivos impuros. Es posible que acusaban a Pablo de ser un inmoral, era muy común que los líderes religiosos paganos eran practicantes de grandes orgías sexuales disfrazadas con el término de sagradas

x Engaños. Pablo está afirmando la forma como se conducen los falsos maestros: es con error e impureza, usando el engaño. La palabra engaño indica astucia que se usa para atrapar un pez mediante el "cebo", y nos dice que nuestro mensaje no debe ser un "cebo" para atrapar a los ingenuos con el evangelio.

Los tesalonicenses deberían comunicar el mensaje de Jesús sin error, ni impureza, ni engaño. Esta comunicación debería ser como lo hizo Pablo.

b. Aprobados por Dios: v. 4-6

La comunicación de las buenas nuevas de Pablo se debe realizar a través de personas auténticas. No está hablando de perfección, pero si habla de integridad.

Pablo no buscó agradar a los hombres; el no servía a los intereses de seres humanos, sino a los intereses de Dios y de su Reino. Esto se vuelve muchas veces una tentación, cuando proyectamos las cosas según la mirada de la gente a quien queremos agradar o conseguir algún beneficio.

Es importante escoger a quién servimos: o los halagos de los hombres, o mantenernos fieles al evangelio.

En los versos 5 y 6 Pablo nos dice cómo debe ser esta comunicación; estas son las palabras que llaman la atención.

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x Lisonjear. Esta palabra sugiere algo de adulación, o usar palabras agradables con el propósito de seducir al otro dándole un sentido de seguridad y así obtener lo que se desea. En otras palabras manipular a la gente por medio de adulaciones para conseguir algunos propósitos.

x Avaricia. Pablo no trabajaba por codicia. La codicia es una marca del falso apóstol, cuando se está pendiente sólo de conseguir más y más cosas o poder (2 Pedro 2,3.14). La Biblia insiste que esto es pecado o también idolatría (Col 3,5). Pablo recomienda a los Tesalonicenses a ser un ejemplo en cuanto a los bienes materiales que poseen, y esta actitud será real si lo es delante de Dios.

x Gloria de parte de los hombres. La tarea de comunicar el evangelio de las Buenas Nuevas no será para buscar la aprobación de otros, sino más bien el crecimiento de la obra del Señor.

c. Negándose a uno mismo: v. 7a

Pablo continúa hablando a los Tesalonicenses y menciona otra característica del ministerio íntegro y es ceder sus derechos con el propósito de servir. Y esto implica dos cosas: uno está relacionado con la parte económica: Pablo hubiera podido recibir ayuda económica de los Tesalonicenses; ellos estaban en la obligación de hacerlo, para retribuir en cierta manera su servicio evangelizados Así hacían los numerosos charlatanes y "profetas" de esa época. Pero Pablo no quiso aceptar esa ayuda, sino que prefirió asumir una vida de obrero, "trabajando con sus propias manos". La otra implicación es que podía ejercer el derecho de autoridad como apóstol, y por tanto imponerse a ellos; sin embargo, Pablo y sus compañeros no lo hicieron.

Las características de comunicador de las buenas nuevas deben ser íntegras. Ello se ve nítidamente en Jesús, el Maestro, que siendo Dios se negó asimismo y se hizo hombre y siervo de los hombres. Filipenses 2,1-11 no es tanto un mandato a que renunciemos como siervos a nuestros derechos, sino más bien que pensemos en primer lugar en nuestras obligaciones.

x La Conducta de los tesalonicenses será tierna: v. 7b-9

La preocupación de Pablo ahora se describe de tres maneras

a. Siendo tiernos: v. 7b

La Palabra "tierno" se traduce como amable, afectuoso y preocupado. El mundo de hoy no tiene consideración de las personas, es un mundo impersonal e individualista, donde cada uno busca sólo sus propios intereses. De allí la necesidad de ser tiernos con nuestros semejantes.

El ejemplo que usa es el de una nodriza o una madre. Pablo no nos dice de la preocupación de la nodriza por el hijo ajeno, sino más bien por su

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propio hijo. Es decir la nodriza que ha trabajado, dando su fuerza, su alimento al hijo ajeno, regresa a casa cansada para tomar a su verdadero hijo y brindarle su amor, alimento, fuerzas, de lo poco que le queda.

b. Siendo servidores: v.8

Sigue con la misma idea que el verso anterior y la palabra usada aquí es "cariño". Es la primera vez que se usa esta palabra en el Nuevo Testamento y expresa profundo afecto. Pablo quiere decir que su afecto era de tal magnitud que con mucho gusto daría todo lo que tenía, incluso la vida. No puede haber una motivación mayor para demostrar que amamos, que entregar nuestra vida.

Nuestro servicio debe ser hecho hasta las últimas consecuencias. Marcos 10,45 dice: "porque el Hijo del Hombre tampoco vino para ser servido sino para servir y para dar su vida en rescate de muchos". Servicio y dar la vida están relacionados.

c. Trabajando arduamente: v. 9

El ministerio de Pablo a los de Tesalónica fue de mucha bendición; pero para llegar a este punto, el apóstol Pablo trabajó arduamente. Este término usado implica un trabajo hasta el cansancio, hasta el agotamiento. Un trabajo que se realizó de día y de noche, no hay tiempo de descansar, la gente está demandando todo el esfuerzo, la fortaleza y el tiempo del siervo de Dios.

El término "gravoso": Pablo no comenta que el obrero no reciba ningún sustento, pues en otras cartas Pablo nos dice que el "obrero es digno de su sustento" (1 Co 9,1-27; Ga 6,6; Flp 4,15-16; 1 Tm 5,18). Lo que Pablo dice aquí es que el servidor debe trabajar arduamente en su ministerio; la comunidad no le considere como un gravamen, sino más bien una bendición.

Esta conducta debe ser notoria entre los de Tesalónica al comunicar el mensaje de las buenas nuevas de salvación. La ternura, el servicio y el trabajo son elementos del estilo de vida de los cristianos.

x La conducta de los Tesalonicenses será responsable: v. 10-12

Ahora Pablo va a recomendar a los tesalonicenses su responsabilidad como servidores. Inmediatamente pone a Dios como testigo: él sabe de todos los actos que han visto los de Tesalónica, además de las intenciones del corazón. Estas son las características de un ministerio responsable.

a. Es santo, justo e irreprensible: v- 10

Santidad. Condición de haber sido apartados por Dios y de estar caminando hacia lo que Dios desea de nosotros, por medio de la acción del Espíritu Santo, que es el agente principal de la santificación.

Justa. Significa que el equipo de Pablo se estaba ciñendo a la ley divina o a las normas que Dios da para que nos conduzcamos en ella. Hay dos

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clases de justicia: la primera es aquella que se nos imputa por lo que Cristo hizo en la cruz del calvario para redimirnos, y la segunda es la justicia práctica. En otras palabras: nuestro comportamiento diario deberá ceñirse a lo que Dios demanda de nuestras vidas, en relación con él y con nuestro prójimo.

Irreprensible. Significa que no tenían ninguna causa para que se les reproche o se les saque en cara. Este fue el comportamiento de estos ministros, la mejor carta de presentación del siervo de Dios. No basta la comunicación del mensaje de Dios, el buen contenido teológico, sino la buena conducta del mensajero.

b. Con autoridad: v. 11-12

Un servicio con autoridad es primero una responsabilidad personal pero también lo es con otras personas.

Pablo y su equipo fueron buenos ministros porque cumplieron con su trabajo con cada persona, en forma individual. Su trabajo también se realizo como si fueran padres y no paternalistas.

Es bueno mencionar las tres maneras como comunicaban el mensaje: x Exhortábamos. Esta palabra tenía el sentido de imprimir en los

oyentes la urgencia de cumplir con responsabilidad el mensaje de Dios.

x Animábamos. Pablo y su equipo era consciente que la vida cristiana no era fácil, por lo tanto se necesitaba dar y recibir aliento para perseverar.

x Insistíamos. La idea es que se debe tomar en serio la responsabilidad de ser hijos de Dios. Pablo y su equipo exigía que cada uno de ellos cumpliera con lo que Dios había dado; ternura y exigencia en un ministerio responsable.

El ministerio de Pablo servidor fue rechazado por algunos en la iglesia de Tesalónica, sobre todo por los "judaizantes". Pero es bueno notar que a partir de allí Pablo da una serie de recomendaciones que la iglesia debe de considerar para tener un ministerio eficiente. Cada una de estas recomendaciones pueden ser trasladadas a nuestras comunidades de hoy, para tener un ministerio que sea ejemplo cristiano; no solo de palabras sino de conducta.

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1. Introducción

La Primera Carta a los Tesalonicenses está escrita a una Iglesia naciente que es confrontada y perseguida por sus convicciones religiosas, por su fe en el nuevo Señor de sus vidas: Jesús. Esto se puede ver en la preocupación que muestra Pablo en los capítulos dos y tres. Dicha preocupación tenía que ver con la posibilidad de que los recientes creyentes dejaran su fe y volvieran a los dioses que antes los habían convocado (1,9-10)

La carta tiene en general un tono y un énfasis de exhortación, consuelo y ánimo, esto se puede ver en el capítulo cuatro (4,13-18). Este párrafo está limitado en el principio y el final por palabras de preocupación por la esperanza de los tesalonicenses y por palabras de exhortación, de aliento, además de tener un lenguaje que nos recuerda al Apocalipsis. Es un lenguaje con mucho interés por el consuelo de los tesalonicenses, que refuerza el sentir de ser un grupo minoritario y sin poder social, por la confirmación de su fe y esperanza. Pero se saben seguidores de Jesús y con la expectativa de la su pronta venida para un comienzo nuevo. Un lenguaje que remarca el valor del testimonio como elemento de construcción de la vida personal y comunitaria.

Por tanto nos acercamos a 1 Ts 5,1-11 con esta clave de lectura y en ese sentido buscamos encontrar cómo Pablo intenta reconstruir o reforzar la esperanza de los tesalonicenses. Nuestro texto, tiene que ser leído como continuación de la preocupación surgida en 1 Ts 4,13-18, que busca responder a la desesperanza que ocasiona la incertidumbre por el destino de los muertos en Cristo. Ahora la incertidumbre es por los que aún viven: ¿cómo esperar ese día, en que el Señor vendrá triunfante? Y surge además la pregunta del que está en sufrimiento: ¿hasta cuándo tendremos que esperar?

2. Análisis del texto

Nuestro texto pertenece a la segunda parte de la Primera Carta a los Tesalonicenses (4,1 - 5,22): aquí la atención está puesta en el presente y el futuro. Como hilo conductor tenemos aquí el tono exhortativo,

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las instrucciones, avisos y recomendaciones. El telón de fondo para esta segunda parte es la segunda venida del Señor Jesucristo; también responde a la siguientes partes: 4,1-8 sobre la castidad, 4,9-12 una invitación al amor fraterno y al trabajo, 4,13-18 a dónde van los muertos en Cristo, 5,1-11 y 5,12-22 sobrevivir en armonía evitando el mal.

En esta parte ya se anuncia el tema de "los acontecimientos finales de la historia de la salvación" (4,13 - 5,11). Se trata de responder a las preocupaciones y preguntas de los tesalonicenses: ¿qué pasaba con los cristianos que habían muerto antes de la venida del Señor y con los que estaban vivos? Al parecer, aunque no hace a un lado la pregunta, el apóstol Pablo, precisa que lo más importante es "alcanzar la salvación", lo demás es accesorio (en todo caso pertenece al misterio). Por esta razón usa el "género apocalíptico" (género que evoca el proceso de la acción divina a base de símbolos e imágenes llamativos), en boga por entonces.

El texto de Tesalonicenses 5,1-11 se puede dividir así:

ITes 5,1-3: El día del Señor vendrá inesperadamente

ITes 5,4-5: Ustedes son hijos de Dios

ITes 5,6-8a: Los que no esperan duermen y se emborrachan

ITes 5,8b-ll: Tenemos la salvación por medio de Jesucristo

3. Los tiempos de Dios

Pablo usa dos palabras relativas a la medición del tiempo: jronos y kairós (la Biblia Dios Habla Hoy traduce del griego "las fechas y los tiempos" respectivamente, pero puede quedar mejor "el tiempo y el momento circunstancial"). En sentido general jronos sirve para medir lapsos de tiempo más o menos extensos, y kairós periodos precisos, puntuales. Así el primero es usado para medición de partes del día, mientras que kairós era comprendido como un momento específico adecuado para determinada ocasión. Ambos indican una necesidad de saber si la llegada del Señor es temprana o todavía hay que aguardar.

En relación al término kairós había sido utilizado religiosamente para expresar el momento final de la historia de la humanidad y la intervención divina. Es la percepción del tiempo como cargado, "preñado" de eternidad. Es el momento de la irrupción de Dios en la historia humana.

Mientras tanto jronos, entendido en clave escatológica (lo que se espera), podía dejar ver una periodización de la historia. La historia dividida en etapas que llegaba a un final, estaba presente en los tiempos de los primeros cristianos, puesto que había sido muy desarrollado durante la época intertestamentaria. Esto se había llevado a cabo en varios grupos religiosos que se ubicaban a sí mismos dentro del último periodo de la historia.

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4. Como ladrón en la noche

La expresión "como un ladrón que llega de noche" del v. 2, es inquietante para unos y reconfortante para otros. Inquieta a quién cree tener asegurado el futuro y quién cree tener el poder en sus manos para conducir ese futuro. Reconforta y alienta a quienes no ven una salida en el presente ni en el futuro, quienes no poseen poder y no se ven con capacidad de tenerlo.

Pablo no propone un plan divino con etapas, sino una intervención repentina de Dios en la historia de la humanidad (no hay periodización de la historia). Anula toda posibilidad de cálculo humano a la vez que deja abierto el misterio divino. ¿Quién puede saber si vivimos la última etapa? ¿Quién sabe si será hoy, mañana o dentro de mil años? La venida repentina del Señor tiene la fuerza renovadora y de resistencia que posee lo inesperado, la cual hace totalmente imposible predecir el lugar y el tiempo del suceso. Pone en tela de juicio la constante intención de todo poder (el romano en el caso de Pablo) y de aquellos que se sienten seguros de su amparo de mantener el control sobre la historia, sobre la ciudadanía.

A la vez que el imperio romano se construye a la sombra del poder de destrucción que poseía su ejército, esta venida repentina imposibilita todo tipo de acción para tratar de detenerla. Nada podía hacer el ejército más poderoso del mundo ante una venida repentina, sorprendente, la de Jesús.

5. Paz y seguridad

Pablo enfrenta al ciudadano del Imperio Romano en su discurso de afirmación de estar al amparo de un reino de paz y seguridad, con la esperanza de un cambio repentino, quizás con el fin del Imperio. No olvidar que el Imperio Romano tenía sus lemas: pax romana, pax et securitas (paz y seguridad), etc. Y estos lemas se podían ver en monedas, monumentos, discursos imperiales, etc. Esta impresión de los lemas en diferentes objetos de la vida cotidiana hacía que se volvieran parte de la comprensión del común de la gente ¿Quién podía dudar que Roma hubiera establecido un reino de paz?

Los seguidores de Jesús tenían la firme esperanza que lo visible no era la última palabra. Ante la aversión y agravio de que eran objeto, quizás esperaban un caos repentino sobre la estructura estatal; y luego de ese caos el verdadero Reino de Paz, traído por Dios. Pablo pone el discurso imperial atado al caos, la mención "paz y seguridad" evoca en los primeros cristianos no una tranquilidad sino todo lo contrario. Aquel que afirmaba haber establecido la paz y la seguridad está proclamando el caos repentino.

Como ayer, también hoy, mientras algunos escuchan "estabilidad" otros viven "hambre", mientras unos escuchan "orden y justicia" otros experimentan "corrupción e injusticia", etc.

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6. Hijos del día y de la luz

El lenguaje luz-oscuridad, hijos de luz - hijos de la noche (vs.4 y 5) recuerda a Qumrán, el movimiento apocalíptico que se retiró al desierto a esperar la batalla final entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas. Allí, en el desierto, se preparaban para la batalla final.

Pero por supuesto que hay diferencias con la comunidad de Qumrán: x No hay una separación de la vida cotidiana ni de la participación

social como en Qumrán (como se puede ver muy bien a lo largo de la carta a los Tesalonicenses)

x No hay una batalla final. El seguidor de Jesús es un testimonio viviente de otra forma de vida. Es un adelanto, una primicia del nuevo ser humano, de la nueva creación, de la luz. Pero, a diferencia de Qumrán y otros movimientos similares, no hay una expectativa de batalla puesto que en el final es Dios quién decide la irrupción repentina del nuevo reino.

x El lenguaje de Tesalonicenses mantiene una dualidad simple, no se ve al ser humano como alguien totalmente santo o totalmente pecador; en cambio para el apocalíptico existen los que son totalmente buenos (hijos de la luz) y los que son totalmente pecadores (de las tinieblas). No hay lugar para un ser humano simultáneamente justo y pecador.

En estos versículos se puede ver el "mientras tanto" cómo debemos ser. Si bien el futuro con Cristo está asegurado y el fin del dominio de la oscuridad se va a dar, hay que saber cómo vivir mientras esto sucede.

7. La propuesta de Dios y el vestido ético

El v. 8 nos habla de la coraza y del casco, estas son partes de una armadura, pero no pensada para una batalla sino para la resistencia necesaria hasta el repentino día en que vuelva el Señor. De hecho no hay armas sino sólo coraza y un casco de defensa. La intención no es eliminar al enemigo, sino defenderse y mantenerse dentro del grupo de los hijos de la luz. Hay una diferencia importante con la armadura del capítulo 6 de la Carta a los Efesios donde hay espada y el alistamiento para una lucha contra principados y potestades.

La propuesta y voluntad de Dios es que los y las creyentes en Cristo estén puestos(as) para salvación, no para ira. En cierta forma los vs 9 y 10 es un pequeño resumen de la voluntad de Dios para con sus seguidores(as).

Se destaca también la acción salvífica de Jesús. En este contexto la muerte de Jesús "por nosotros" no debe ser leída en forma sacrificial (cordero sacrificado para perdonar nuestros pecados) sino una muerte que identifica a quienes le siguen. La muerte y resurrección de Jesús pone a los que mueren como él en la certeza de resucitar como él. Deben resistir hasta la muerte. Deben seguir el ejemplo de Jesús. La muerte de Jesús se transforma en una compañía para el que resiste.

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La comunidad de Tesalónica no precisaba que se le hablara de sus pecados sino que se le alentara. En este sentido la doctrina de Cristo que emerge no es la que se ve en otras cartas de Pablo. La cristología en Tesalónica tiene que responder a un contexto de resistencia, de dolor y persecución.

8. Conclusión

La Ia Carta a los Tesalonicenses deja ver un contexto de opresión y un grupo que está resistiendo dentro del marco de la fe en Jesús. La comunidad como base para la resistencia, la construcción y aliento de sus miembros nos remite a una Iglesia con estas características. La fe que ayuda a vivir es la fortaleza para afirmar hoy, que la supuesta estabilidad y capacidad de control de los poderes de la oscuridad son pasajeros y pueden durar tanto como su propia enunciación.

x Nuestra fe es una alternativa para no depositar nuestra confianza incondicional en la seguridad del estatus quo. En el mundo que nos ha tocado vivir somos llamados a saber discernir entre lo que es luz y lo que es tinieblas, entre los que viven en las tinieblas aunque se presenten como hijos de la luz y los que verdaderamente son hijos de la luz.

x "Las fechas y los tiempos" del creyente y de la creyente están o deben estar controlados por él mismo o ella misma (en sentido de tranquilidad). La tranquilidad se basa en saber que "el día del Señor" vendrá en cualquier momento, sin avisar; y que sí, ciertamente se dará. "Las fechas y los tiempos" no son sólo la "paz y seguridad" (anunciada por la pax romana), en contraste con "los dolores de parto de la embarazada".

x Por supuesto, aquí son figuras y metáforas dirigidas a los cristianos tesalonicenses, no es para los paganos (no cristianos). La enseñanza es: ustedes no se preocupen de los tiempos que vivimos (kairós), ni de los días, meses y años o siglos (jrónos), en cuanto vivan cristianamente; porque la venida del Señor se dará en el jrónos/ kairós preciso, y no importa si habremos muerto o estamos vivos, igual nos iremos con él. Lo importante es estar preparados.

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La epístola a los Tesalonicenses es la primera carta del apóstol Pablo, es una carta sencilla y eminentemente pastoral. Tesalonicenses es una carta muy hermosa que va a darnos un lindo panorama de la iglesia en Tesalónica.

Como ya hemos visto, Pablo predicó en Tesalónica en el invierno del 49 al 50, fue el primer lugar donde la predicación de Pablo dio como resultado seguidores numerosos y socialmente prominentes (Hch 17,4). La carta es escrita en el verano del 50 (meses después de haber abandonado la ciudad) o del 51(un poco más de un año, según otros cálculos), es decir no mucho tiempo después de la predicación allí. La salida de Pablo fue abrupta, debido a la persecución de los judíos, quienes no aceptaron el mensaje de Pablo. La epístola es escrita por el apóstol Pablo para dar respuesta a algunas dificultades que comenzaban a experimentar los creyentes de Tesalónica.

Pablo había enviado desde Corinto a Timoteo, para ver cómo estaban los creyentes, y este, luego de la estadía allí, había regresado con buenas noticias de los hermanos de Tesalónica. Sin embargo, había dado un informe a Pablo de algunos problemas con la conducta de los creyentes. Por el testimonio interno de la misma carta podemos darnos cuenta de esos problemas. Como en todo el imperio romano, Tesalónica no estaba libre de las conductas sexuales libertinas, estas incluso no habían sido abandonadas totalmente por los hermanos. En segundo lugar, estaba también el malentendido de la venida del Señor. Al parecer, algunos creyentes ante la "inminente" venida del Señor, habían dejado de trabajar, y esto se estaba volviendo una conducta que traía mal testimonio para la iglesia naciente. Otra dificultad que Timoteo había informado, era la muerte de algunos hermanos y la pregunta de aquellos creyentes en Tesalónica era: ¿qué pasará con aquellos que murieron y no estarán en la venida del Señor? Es así que Pablo va a dar respuesta por medio de esta primera carta al informe que había recibido de Timoteo.

La sección de la epístola que estamos profundizando en este encuentro, tiene que ver con la ética del creyente en Tesalónica. Para Pablo el tiempo de la venida del Señor se acerca. Aunque este tiempo no es posible saber cuando será, es posible y necesario vivir en una actitud cristiana vigilante para no ser sorprendidos.

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El apóstol Pablo va a utilizar figuras que provienen del Antiguo Testamento y del judaismo. Es importante que tomemos en cuenta que estas son figuras tradicionales y que no necesariamente deben ser entendidas literalmente. Para los judíos la historia se dividía en dos tiempos: la era presente, mala en todo sentido; y la era venidera, que era el tiempo de Dios, en que Dios gobernaría con su justicia en medio de su pueblo. Su pueblo no eran solamente los judíos, sino todas las naciones que habían aceptado hacer el pacto con el Dios de Israel. No olvidemos que la Promesa a Abraham fue que su descendencia sería de bendición para todas las naciones. Por tanto, no se limitaba al pueblo judío. Entre ambas eras estaba el "Día del Señor", en el que todo este mundo sería juzgado. Ese día se caracterizaría por:

(i) Se produciría repentina e inesperadamente.

(ii) Implicaría un cataclismo cósmico en el que el universo sería sacudido desde sus cimientos.

(iii) Sería un tiempo de juicio.

Nuevamente repetimos, estas son imágenes para expresar lo que sucedería en ese día en que Dios intervendrá; no hay que tomarlas literalmente. Los judías lo expresaban en un lenguaje de "revelación", es decir, estilo "apocalíptico".

El apóstol va presentar varias figuras antitéticas, contrastantes, para resaltar la contradicción que hay entre la vida de los creyentes con la de los no creyentes. Luz vs tinieblas, día vs noche, despiertos vs dormidos, sobrios vs borrachos, vida vs muerte. La vida del cristiano debe estar marcada por estas antítesis. La vida del no creyente está descrita con las figuras de las tinieblas, la noche, la borrachera, el estar dormidos, la muerte. La palabra griega que utiliza para oscuridad es OKOTEI (skotei) proviene de la palabra OKona (skotia) y significa también maldad. Pablo no sólo está haciendo comparaciones literarias, sino que está trasmitiendo contenidos teológicos.

Por otra parte, la vida del creyente es descrita como la luz, el día, despierto, sobrio, vida. La palabra griega traducida aquí como luz es cbüreoq (fotos), que también puede traducirse como fuego o resplandor. Para Pablo la vida del creyente no puede permanecer escondida, o pasar desapercibida, mucho menos donde se manifiesta la oscuridad, pues es allí donde esta vida se hace más visible: resplandece.

Es interesante notar que en este pasaje Pablo no hace referencia a la vida antigua de los tesalonicenses. No menciona para nada su condición anterior. La actitud de Pablo es más bien la de resaltar su vida actual. Para el apóstol, es la condición actual de los tesalonicenses la que hay que destacar. Los creyentes son hijos de la luz y por lo tanto su vida debe ser luz en medio de las tinieblas de la sociedad en que viven. Esta nueva condición de los tesalonicenses que forman parte de la comunidad cristiana, se manifiesta en una nueva manera de vivir, por ello les llama a "vivir como hijos de luz".

Características de vivir como "hijos de la luz"

1. Perseverancia y vigilancia.- Es una de las primeras características y se encuentra en los versos 4 al 11. Una y otra vez, con las figuras

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antitéticas, se va a destacar que la vida del creyente es una vida de perseverancia y vigilancia, a la espera de la venida del Señor. Si bien no sabemos cuándo vendrá el Señor, sí debemos vivir vigilantes de tal manera que no nos encuentre desprevenidos. Quienes viven en la oscuridad podrán ser sorprendidos, pero quienes viven en la luz, no.

Unido a esta característica el apóstol va a destacar la sobriedad con la que debemos conducirnos, tener control de lo que hacemos y estar en su sano juicio, es decir, con todas las facultades alerta. Cuando hace mención al embriagarse, está describiendo a la persona que en el momento de la embriaguez ha perdido sus facultades de control y de sano juicio, vive descontroladamente, llega a excederse en las cosas que hace, no puede relacionarse adecuadamente. Esta persona no tiene dominio de sí mismo, es todo lo opuesto a la sobriedad.

2. Fe, amor y esperanza.- (v.8).- Algunos hermanos tesalonicenses han muerto y en medio de sus preguntas de lo que acontecerá con ellos, los tesalonicenses deben tener también desconfianza acerca del mensaje que se les predicó. Pablo, les llama a confiar en Dios. Para explicar esto, usa la metáfora de la armadura del soldado romano: los soldados llevaban una armadura que estaba compuesta por una coraza que cubría todo el pecho y abdomen, por delante, y la espalda, por atrás, pues allí están los órganos vitales, además estaban protegidos los hombros; tenían un casco que cubría la cabeza casi totalmente, dejando libre solo la parte frontal de la cara. Con esta armadura el soldado romano se protegía de los embates del enemigo en la lucha cuerpo a cuerpo, así como de las flechas que podían tirarles. El apóstol, identifica la fe y el amor como coraza, y la esperanza como casco protector, para el creyente. Vivir en la luz, en un medio donde la duda y el temor comienzan a hacer mella en el cristiano, es aferrarse a Jesucristo confiando en su salvación y siguiendo su ejemplo de amor. Seguir esperando su venida, que fiel es el Señor que cumplirá su palabra.

3. Unidos al Señor.- En la Epístola a los Romanos, Pablo les va a decir que nada podrá separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús. En otras palabras les dice a los tesalonicenses lo mismo. Sea que vivamos o que estemos dormidos, es decir muertos, vivamos unidos a él. ¿Cómo vivir unido a él si es que estamos muertos? A lo que Pablo está haciendo referencia es a la promesa de vivir con él. La esperanza cristiana no se limita a esta vida, es un llamado a la trascendencia. La vida del creyente debe estar construida en unión con Jesucristo; una unión que dura más allá de la muerte. Esto debe ser el sentido a nuestra existencia y a cómo vemos el misterio de la muerte.

4. Contribuyendo al bien de unos para con otros.- Una cuarta característica del vivir en la luz, es la vida en comunidad. La vida no se vive individualmente, la vida cristiana es vida solidaria, comunitaria. No se puede vivir en la luz, sin pensar en los demás, siendo indiferente a las necesidades, sufrimientos, alegrías de los

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otros. Los creyentes son convocados a formar comunidades de vida, comunidades solidarias. Preocupándonos unos por otros; por ello, las palabras del apóstol apuntan a animarse mutuamente, a fortalecerse, edificarse o contribuyendo al bien unos para con otros. Esta forma de vivir en la luz, tiene sus aplicaciones prácticas en la vida de los creyentes de Tesalónica. En los versos 12 a 22 el apóstol va a enumerar una serie de recomendaciones de aplicación práctica: x Reconocer el trabajo de los que dirigen la comunidad. Hacia el año

50, es decir a 20 años de la muerte de Jesús, ya se ve una cierta organización dentro de las comunidades cristianas. El apóstol está recomendando que aquellas personas que están dirigiendo la comunidad sean reconocidas, es decir, sean respetadas. No parece aquí hablar de jerarquías, pues, las recomendaciones de preocuparse unos por otros se las da a todos los hermanos sin distinción.

x Vivir en paz. La vida en comunidad por su naturaleza misma, a veces trae algunos conflictos propios de ser una comunidad de personas de distinta educación, cultura, condición social, sexo, etc. La recomendación paulina es: vivan en paz.

x Corregir, alentar, sostener, tener paciencia. La recomendación paulina que a continuación se da es para todos los creyentes de Tesalónica. Es una comunidad de mutuo pastoreo, donde unos a otros deben cuidarse.

x Hacer el bien. No basta no hacer el mal, sino ser proactivo en el bienestar de los otros. No olvidemos que dos de las cualidades del fruto del Espíritu son bondad y benignidad.

x Estén alegres. Vivir como hijo de la luz, implica también tener una actitud distinta en la vida. La alegría es resultado de la vida en esperanza, que no permite que nos dejemos llevar por las situaciones desagradables o desesperanzadoras. En medio del dolor y la muerte es posible vivir la alegría del Reino.

x Orar. La vida de comunión con aquel que es la luz, es importante si queremos vivir como hijos de la luz. La oración es también expresión de la confianza en Dios y la dependencia de su Espíritu. La oración nos conecta con Dios, para encontrarnos con el hermano.

x Una actitud siempre agradecida. En medio de las dificultades, el que tiene esperanza y confía que Dios acompaña su caminar, siempre vive agradecido.

x No apagar al Espíritu, ni menospreciar las profecías. El apóstol llamaría más adelante a la iglesia de Corinto a la libertad en el Espíritu, quien se manifiesta de manera original. Al respecto han surgido muchas interpretaciones de lo que signifique las profecías. Si tomamos en consideración que los profetas comunicaban la Palabra de Dios, podemos entonces decir que las profecías eran las palabras de Dios para la iglesia.

x Examinarlo todo. Lejos de propiciar una actitud oscurantista, la recomendación paulina es a examinarlo todo. Sin embargo, tampoco es un llamado a aceptar todo lo que venga. Al contrario, ello debe llevarnos a tener una actitud crítica, que nos permita retener lo bueno y rechazar lo malo.

Despedida de Pablo

El apóstol, concluye esta sección de una forma muy cariñosa, llamándolos a la esperanza y confianza en el Señor que ha prometido y que cumplirá su palabra. Les pide que oren por él y sus acompañantes, despidiéndose con un beso, y animándoles a compartir la carta con los otros hermanos.

Desafíos para la Iglesia hoy x Vivir como hijos de la luz demanda de nosotros una comunión entre

hermanos que se preocupan unos por otros. Esa preocupación no puede estar lejana de las necesidades de ellos, de sus preocupaciones, sus anhelos, sus esperanzas. Vivir como hijos de la luz nos llama a dejar de pensar en nosotros mismos y buscar el bienestar de los hermanos. Vivir sobriamente en un sistema neoliberal, donde cada día se hace más énfasis en el tener que en el ser. Incluso los cristianos nos dejamos seducir por este sistema.

x Debemos aprender a ver las manifestaciones de la oscuridad en la sociedad actual. Las familias que se destruyen, los maridos que abusan de sus esposas, los padres que maltratan a sus hijos, las autoridades que sólo piensan en sacar beneficios para sí mismos, la ausencia de justicia, la falta de oportunidades para todos, la destrucción del medio ambiente, que es creación de Dios, la ambición de lucro, la pérdida del valor de la vida, etc.

x En medio de ese marco, Dios nos convoca a vivir como "hijos de la luz". Oremos porque la voluntad de Dios se haga como en el cielo, así también en esta tierra.

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La primera carta a los Tesalonicenses deja entrever que detrás de ella hay un equipo que trabaja en la evangelización; se trata de Pablo, Silvano y Timoteo (1 Ts 1,1)- Nuestro tema por ende no es una actividad individual sino más bien un trabajo en equipo que permanece en comunión con su comunidad. Los cinco capítulos de la carta son un recuerdo de la fundación de la comunidad. La carta es una exhortación.

El tema del trabajo que aborda Pablo es de carácter intracomunitario, así como los otros temas. El Apóstol busca cohesionar a la comunidad cristiana de los Tesalonicenses, sosegando a los que estaban agitados y confusos respecto a la posible inminente segunda venida del Señor.

Veamos cual es la definición de la palabra "trabajo" en el diccionario de la Real Academia Española:

Trabajo es ocuparse en cualquier actividad física o intelectual, como por ejemplo trabajar en la tesis doctoral. Trabajar es también tener una ocupación remunerada en una empresa, una institución, finalmente es ejercer determinada profesión u oficio. Trabajar como periodista. Trabajar de jardinero.

La palabra "trabajo" en el idioma del nuevo testamento, es decir en griego, es fflpyov, que quiere decir trabajo, sin embargo en 1 Tesalonicenses se emplea la palabra ixHvoc, que es trabajo duro, fatiga, dificultad.

La expresión "fatiga y arduo trabajo" (o trabajamos y luchamos, en la versión Dios Habla Hoy - palabras que en el original riman: KÓTIOC,—nóxOocJ se refieren a la fatiga y cansancio de los misioneros, que habían trabajado noche y día para sus propias necesidades, y "además" habían estado predicando.

Debió haber sido muy duro, indudablemente, hallar tiempo para todo esto y no ser quebrantados por tanta carga. Sin embargo, por causa del evangelio de Dios y su gran amor por los tesalonicenses, siendo en su mayoría simplemente obreros, habían soportado la carga con alegría.

¿Por qué fue que los misioneros "trabajaban para sostenerse noche y día"? Una de las razones ya ha sido dada, a saber, "para no ser carga a ninguno de ustedes".

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x

Otra razón, estrechamente relacionada con la primera, se añade ahora: "para ofrecernos a nosotros mismos como ejemplo para que nos imiten".

"Recuerden, hermanos, nuestras penas y fatigas; cómo trabajamos día y noche, a fin de no ser una carga para ninguno de ustedes, mientras les anunciábamos el Evangelio de Dios" lTs 2,9). Una y otra vez Pablo insiste en su derecho, vigente incluso entre los paganos, de que la comunidad provea al mantenimiento del predicador. Este tema aparece en varias de sus cartas. Sin embargo, Pablo y sus colaboradores renunciaron a este derecho y prefirieron trabajar para no resultar gravosos a la comunidad. De este modo se identificaban con los pobres, con los esclavos, que eran los únicos que realizaban los trabajos fatigosos, denunciando tácitamente la costumbre greco-romana del "ocio" de los patricios, que no trabajaban y por ello se dedicaban sólo a conversar en las plazas, los areópagos, etc.

Habrá que saber, que esta clase vivía de los ingresos en impuestos y éstos eran impresionantes. Sólo así podían hacer frente, y a veces ni así, a los cuantiosos gastos de sus lujos y despiltarros. Herodes Antipas, por ejemplo, percibía en impuestos de su territorio 200 talentos; Filipo, 100; Arquelao, y es de suponer que luego los procuradores romanos, unos 500. Es decir, que la totalidad del territorio judío podía aportar unos 800 a 1000 talentos. En época de Herodes el Grande, incluso, esta cifra podía ser mayor. Tómese como comparación que un talento de la época equivalía a 6000 denarios y que 1 denario era el pago por el jornal del día.1

Pablo y su equipo cristiano misionero querían que los tesalonicenses, cada uno a su manera y según sus oportunidades, pudieran imitar el ejemplo de trabajo desinteresado. Ello significaba valorizar a todas las personas y en particular el trabajo: ya no considerarlo como tarea de los esclavos, sino como una actividad que nos dignifica y nos permite servir a los demás. "Cuando estábamos con ustedes les dimos esta norma: El que no quiera trabajar, que no coma. Porque tenemos noticia de que algunos de ustedes viven ociosamente, pero metiéndose en todo" (2Ts 3, 10-11). Pero en la comunidad de Tesalónica la expectativa de una inminente venida del Señor se llegó a vivir con una particular intensidad, de manera que les hizo cuestionarse sobre la situación de los cristianos que habían muerto y la de los que todavía estaban vivos. En particular, algunos se dijeron: ¿para

1 Acordémonos de la parábola de los trabajadores de la viña, que cuenta cómo un hombre contrató a un grupo de obreros para trabajar en su campo, y acordó en pagar a cada uno un denario (Mt 20,1-16). Pero a la hora de cobrar, algunos pretendieron más paga, a lo que el dueño de la viña se negó, mostrándonos que para Dios todos los servicios hechos con amor tiene el mismo valor. Gracias a esta parábola, sabemos que el denario era el salario de un día de trabajo de un obrero. También aparece en la primera multiplicación de los panes, cuando Jesús pide a sus discípulos que den de comer a la gente, y éstos responden que necesitan unos 200 denarios para alimentar a los 5.000 hombres con sus mujeres y niños (Me 6,37; Jn 6,7). Es decir, 200 días de trabajo: para alcanzar un talento, sería necesario multiplicar 200 por 30.

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qué trabajar? Si ya todo esto se acaba... Ello explica la fuerte advertencia de Pablo en la segunda carta.

Pablo describe a estos individuos desordenados como "nada activos en trabajo útil pero muy activos en mezclarse en asuntos ajenos". En el original se expresa por medio de un juego de palabras. Con el fin de obtener aunque sea en parte un sabor del original podríamos expresarlo así: "no activos trabajadores sino activos entrometidos"; otros traducen como: "muy ocupados en no hacer nada".

Es fácil imaginarse a estas personas —había algunos, no muchos— dejando sus herramientas abandonadas, corriendo y yendo de un hermano a otro para contar fantásticas historias acerca del inmediato regreso de Cristo —¡el "día" ya ha llegado!— aduciendo extravagantes argumentos para convencerles de la veracidad de sus conmovedores cuentos, volviendo al hogar sin el diario sustento, luego aprovechándose de otros o aun del "fondo de los diáconos" de la iglesia, mezclándose en los asuntos que correspondían a las autoridades, etc.2

Para tales irregulares personas Pablo tiene un mandamiento formal objetivo, un mensaje. El precepto definido, es: "Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma" (2 Ts 3,10). Es una expresión fuerte, dicha para cortar esa postura. Concierne no sólo a a la clase de aquellos que no trabajan, como lo es la clase rica, a saber, la corte y la clase adinerada, sino también a los obreros y libertos que, en vista de la venida del Señor, ya no querían trabajar y se hacían mantener por la comunidad. El mandamiento de Pablo equivale a: "No se permita a tal persona comer", esto es, "No provean sus necesidades materiales". Si tal persona rehusa trabajar, que pase hambre. Esto le dará una lección.

x "A esos individuos les mandamos y exhortamos en Jesucristo, el Señor, a que trabajen en paz y se ganen el pan que comen" (2Ts 3,12). Pablo conserva un equilibrio perfecto, además no tiene simpatía alguna con la actitud de las personas que rehusan dedicarse al trabajo. Esta actividad es además mandato de Dios, el cual era seguramente muy conocido por los conocedores de la Ley (Gn 3,19a). Es lo que Pablo re-propone una y otra vez a los que considera que llevan una conducta indisciplinada, muy ocupados en no hacer nada

La esencia del mandamiento y la amonestación es que "trabajando sosegadamente por su sustento" estos irregulares "coman su propio pan", en lugar de andar de aquí para allá febrilmente, dando vueltas y agitando, esparciendo noticias alarmantes por todas partes. Tales personas deben trabajar sosegadamente.

Pero, ¿qué persigue Pablo con todo el discurso sobre el trabajo? Exhortar a todos a la necesidad de sujetarse a las tradiciones en que habían sido enseñados, ya fuese por palabra o por carta, prevenir en

2 William Hendriksen. 1 y 2 Tesalonicenses. 1100

contra de cartas imaginarias, tendientes a falsear la doctrina de la segunda venida, reprender a los que andaban fuera de orden (que al parecer habían abandonado sus ocupaciones motivados por un concepto fanático de la segunda venida), y dar enseñanza tocante a aquellos que no obedecían las instrucciones recibidas (véase 2 Ts 2,13-3:18; cf. 2 Ts 2,2).

Los tesalonicenses fueron sacudidos de su normal modo de pensar (2 Ts 2,1-2), estaban intranquilos (1 Ts 4,11), a causa de su concepto erróneo acerca del retorno de Cristo. Este es evidentemente el motivo según se declara en 2 Ts 2,2. Ellos pensaban que el día del Señor ya había llegado. Fue esta actitud perturbada la que les instigó a dejar sus diarias ocupaciones y a andar fuera de orden (1 Ts. 4:11; cf. 5,14; luego 2 Ts 3,6), aun hasta el punto de depender de los demás para su sustento económico (2 Ts 3,7-8).

Es verdad que las circunstancias de los Tesalonicenses no son las que tenemos hoy en día, es decir no estamos en la espera inminente de la segunda venida a manera de aquella comunidad que los llevó a dejare toda ocupación. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿encontramos situaciones parecidas en las que personas o tal vez hermanos de la comunidad no trabajan o se dedican a meterse en asuntos ajenos en lugar de estar ganándose su propio sustento?

Pablo invita a valerse por si mismos mediante el trabajo, a no tener que ser una carga para los demás pudiendo valerse por si mismo. Y a aquellos que se valen de otros les corresponde la exhortación de mantenerse en las tradiciones, de tener principios cristianos.

CONCLUSIONES

Si bien en un contexto concreto de espera inminente del "Día del Señor", las cartas a los Tesalonicenses nos da oportunidad para escuchar de labios de Pablo el sentido cristiano del trabajo. Resumamos:

x Podríamos preguntarnos: ¿valoramos el trabajo que tenemos? ¿Cómo vemos al trabajo? ¿Un regalo de Dios? ¿Un fruto de nuestro solo esfuerzo? ¿Un castigo, tal vez o una bendición?

x El hombre no fue "condenado al trabajo"; de hecho, trabajaba antes del primer pecado según Gn 2. Lo que entró con la caída fue el dolor, la fatiga, la esterilidad del trabajo. Desde los relatos de la creación del mundo se deja entrever que el trabajo del hombre lo hace cuidador, pues el hecho de trabajar la tierra supone el cuidado de la misma para que ésta pueda ser apta para la siembre y dar buenos frutos.

El trabajo como un fuente de bendición: el mismo Señor Jesucristo es identificado como "el carpintero" o el "hijo del carpintero", alguien dedicado como toda persona humana a un oficio, lo cual manifiesta la gran dignidad del trabajo del hombre (cfr. Mc6, 2-3).

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x

x El mundo laboral se convierte en escenario para el Evangelio del Reino, así entendemos mejor el valor del trabajo, como una forma para alcanzar la santificación y la verdadera vida (cfr. Mt 13,1-33).

x Parte de la confrontación de Jesús con los líderes religiosos de su tiempo son por "trabajar" en sábado (cfr. Le 6,1-11). Y cómo entender a Pablo en cuanto al tema del trabajo cuando lo usa como símil para explicar lo que es la Iglesia (cfr. 1 Co 3,1-15). O cuando él mismo desempeñó un oficio para no ser una carga para sus hermanos (cfr. Hch 18,3) y sobre todo aquella frase contundente "El que no trabaje que no coma" (cfr. 2 Ts 3,10-12).

^ Pablo finalmente dice a los Tesalonicenses que llevar una vida de parásito no es digno del cristiano; al contrario, al trabajar mostramos el amor a los demás no siendo una carga para ellos.

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a. Oración de Acción de gracias (lTs 1,2-3)

La oración de acción de gracias de San Pablo no es un simple inicio convencional, sino una expresión genuina de sus sentimientos hacia los creyentes que habían recibido el Evangelio por su mediación. Su oración es constante, y habla dando gracias por todos ellos. Como los filipenses, los tesalonicenses parecen haber sido un continuo gozo para el apóstol.

Los asuntos particulares por los cuales él da gracias son listados, y vemos una conjunción de las llamadas virtudes teologales: fe, esperanza y amor, como aparecen también en lTs 5,8, Rm 5,2-5, Ga 5,5ss, Col, l,4ss, Hb 6,10-12, IPe. l,21ss, y especialmente ICo 13,13. Este abanico de referencias parecen mostrar que fue una práctica cristiana ampliamente aceptada el relacionar estas tres gracias, y no necesariamente que debemos esta relación a Pablo.

El sustento inmediato de la acción de gracia es el recuerdo de las virtudes cristianas que los lectores habían manifestado. El fundamento último es la conciencia de la elección divina de que han sido objeto. Esta elección se demuestra en el modo en que el Evangelio había sido predicado entre ellos, en la forma en que lo recibieron y, además, en la fama de la fe y de la vida renovada de los convertidos (vs. 4-10).

Los escritores, Pablo, Silvano y Timoteo afirman que, siempre que oran, recuerdan a sus amigos de Tesalónica, y que al recordarlos el primer sentimiento que experimentan es el de la gratitud a Dios. La vitalidad de esta gratitud se ve en que es constante e inclusiva: "Siempre...por todos ustedes..."

El recuerdo que causa esa gratitud es el de la "fe", del "amor" y de la "esperanza" de sus lectores. Esta es la primera vez, en los escritos paulinos, que se menciona esta terna de virtudes cristianas. El orden en las que son presentadas se relaciona con la experiencia: la fe se inició en el pasado, el amor actúa en el presente, y la esperanza mira hacia el futuro.

Las virtudes mencionadas son productivas. Se trata de "por sus actos de fe; por su trabajo, que es fruto de su amor, y por su sufrida esperanza en nuestro

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Señor Jesucristo". Lo primero, es la obra que la fe realiza en la vida del cristiano; lo segundo, es lo que se hace por otros; lo tercero es la paciencia de quienes centran su esperanza en Cristo.

"La obra de fe" no tiene el significado popular moderno de una empresa religiosa, filantrópica o evangelizadora, acometida en dependencia exclusiva de Dios. Se refiere, más bien, al efecto completo de la fe en la vida, experiencia y carácter del creyente.

La palabra "trabajo" es la traducción de una palabra griega, que implica esfuerzo, fatiga, y actividad llevada al límite de la resistencia. En consecuencia, "el trabajo de amor" denota el esfuerzo fatigoso que el amor está dispuesto a realizar en servicio de los demás. La "constancia": no se trata de la paciencia pasiva. Es la perseverancia heroica. El tesón imperturbable por alcanzar la meta. En este pasaje, la esperanza sostiene a esta virtud. Se describe como puesta en Cristo y en su venida (v.10).

b. Oración constante (lTs 3,9-13)

La primera nota de este párrafo es de "gratitud a Dios" por el gozo que disfrutan Pablo y sus colegas por los creyentes tesalonicenses. La presencia de Dios era una realidad que daba sentido a las oraciones del equipo misionero: "delante de nuestro Dios y Padre" (1,3; 3,9.13). ¡Dios está presente! A la distancia de una oración. Nuestra voz no va al vacío ni hacia el techo, ¡llega a Dios!

Pasa el apóstol a dar a conocer a sus lectores el cuándo y el cómo de sus oraciones. "Día y noche"..."con gran insistencia". Enseguida nos presenta la esencia de la oración, el ofertorio de nuestros deseos: "rogamos a Dios que nos permita verlos personalmente". Y sus deseos tenían una finalidad: "ayudar a los creyentes de Tesalónica a confiar completamente en Dios". El deseo de ellos está sujeto a la dirección de Dios Padre y del Señor Jesucristo. Después de todo, la disposición de estas cosas está en las manos de Dios.

Los creyentes no somos perfectos. El discipulado es exigente y debemos crecer en nuestra fe y en nuestro amor. El crecimiento en amor no es sólo dentro de la comunidad cristiana sino más amplio que ella: "hacia los demás". Y los misioneros se presentan como modelo de este amor. La fuente de ese amor es el Señor Jesucristo mismo. Y es a Quien Pablo le pide que haga que los tesalonicenses crezcan y abunden en amor.

El resultado del amor es la santidad. Una santidad sin amor no es santidad cristiana. Es idolatría de los preceptos. Debilita el corazón. Demanda una obediencia servil. Cosa diferente es la obediencia del amor y la conciencia de estar en la presencia de un Dios que nos ama y a quien amamos. Quien ama así no puede dejar de ser santo. La prueba final de esta santidad se asocia a la venida gloriosa de nuestro Señor Jesucristo.

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c. Oración: intercesión y bendición (lTs 5,16-19. 23- 25.28)

Las tres exhortaciones que encontramos en estos textos han sido llamadas "los mandatos sobresalientes de la Iglesia cristiana", porque cualesquiera que sean las circunstancias, estos mandatos siempre tienen vigor: "Estén siempre gozosos. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en todo". Desde un punto de vista, estos tres mandatos tienen que ver con la oración. Una manera de expresar el gozo es cantando; de hecho, Pablo recomienda en otra de sus cartas, "el que esté alegre, cante salmos". De modo que el cristiano que canta 'ora dos veces'.

El requerimiento a estar siempre gozosos ha sido llamado "esencialmente cristiano". Primero, porque anuncia las "buenas nuevas", "nuevas de gran gozo"; y segundo, porque Pablo relaciona el gozo con la oración, especialmente en estas cartas.

"Oren sin cesar". El obedecer este mandato le permitirá al creyente "estar siempre gozoso". Es un requerimiento específico. No hay que forzarlo en demasía. No significa abandono de los deberes y tareas cotidianos; ni de los tiempos necesarios de descanso. Tampoco significa la dedicación de la vida al único ejercicio de la comunión con Dios, a través de la oración. Es bueno recordar el dictum de San Benito: "Ora et labora", ora y trabaja. También lo que repetía Santa Teresa a sus novicias: "También entre los pucheros anda el Señor". "Por debajo de la corriente del pensamiento debería discurrir el manantial profundo de la comunión inconsciente con Dios y el sentido de su presencia, curso que una y otra vez se transformaría en petición, adoración y alabanza conscientes".

La persona que vive así, por necesidad y naturalmente, obedecerá el mandato, "den gracias en todo"; el cual resulta en una oración de acción de gracias. Es importante notar que enseguida viene la exhortación: "No apaguen el Espíritu". Y el Espíritu es apagado cuando el odio o el resentimiento expulsan el amor; cuando nos negamos a percibir las bondades de Dios en nuestras vidas y las de otros creyentes, y el gozo es expulsado; cuando se hace de la ingratitud y la falta de perdón un estilo de vida, y nos quejamos de todo; hemos expulsado la gratitud.

Obedecer estos tres mandatos es difícil. En realidad, parecen imposibles. Sin embargo, se agrega una palabra de aliento: "porque esta es la voluntad para ustedes en Cristo Jesús": "Esto es lo que Dios espera de ustedes como cristianos que son". San Agustín lo expresó así: "Señor, dame lo que me pides y pídeme lo que quieras". Este ideal ha sido realizado en Cristo y el Padre lo puede hacer realidad en sus seguidores.

De la exhortación Pablo pasa ahora a la oración (vs. 23-25.28). Quería que sus lectores, "estén siempre contentos. Oren en todo momento. Den gracias a Dios en cualquier circunstancia". Esta carta ha sido en gran parte una expresión de alabanza gozosa; y ahora, una vez que el apóstol ha dado algunos consejos prácticos, cae en la cuenta, que todo esfuerzo humano es inútil sin la ayuda de Dios. De modo que se dirige a Dios con una petición insistente. Dirige su oración al Dios de paz. El significado es "el Dios que es fuente de paz". Tal vez

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quiere establecer un contraste con la carencia de armonía provocada por las faltas morales, en contra de las cuales, los lectores han sido amonestados. Sin embargo, "paz", puede ser considerada como la principal, o incluso la síntesis, de todas las gracias divinas.

La oración expresa el deseo de Pablo para los cristianos de la iglesia en Tesalónica: "Que el mismo Dios de paz los santifique por completo". "Que el Dios de paz los mantenga completamente dedicados a su servicio. Que los conserve sin pecado hasta que vuelva nuestro Señor Jesucristo...". Esta santificación es un proceso que se completará en la venida gloriosa del Señor Jesús.

Luego de haber orado así por sus lectores, el apóstol pide que los tesalonicenses oren por él y por sus compañeros. Una y otra vez en sus cartas, Pablo menciona esta petición. Las palabras que emplea no son una fórmula de humildad vacía. El gran apóstol de los gentiles anhelaba que sus amigos lo recordaran. El gran misionero del mundo no judío, creía que la intercesión de estos paganos conversos a Dios a través de Cristo (1,9), sería respondida por el Señor, y lo ayudaría en el servicio que realizaba, y lo fortalecería en la tarea que desarrollaba.

Finalmente, en lugar de una palabra de despedida con la que solían concluirse las cartas de esa época, tenemos una bendición apostólica en su forma más breve. Es una oración pidiendo "la gracia" para sus lectores. "Gracia" es la palabra que se encuentra al final de todas las cartas de Pablo. Y recordemos que este fue el primer libro de Nuevo Testamento que se escribió. Pablo pide para sus lectores, el favor inmerecido e inagotable de Dios, revelado y recibido por medio de nuestro Señor Jesucristo.

d. Oración: acción de gracias (2Ts 1,3.11-12)

Aunque la acción de gracias de 2Ts es semejante a la de Primera Carta, contiene ciertos rasgos particulares: se refiere al progreso de la fe y el amor de los tesalonicenses, y menciona la complacencia consiguiente de Pablo con ellos. La expresión es más enfática: "siempre debemos dar gracias por ustedes". La acción de gracias por ello además de ser un privilegio es un deber. A Dios le debemos una acción de gracias por todos los beneficios y cosas buenas que recibimos. Es una obligación personal que tenemos. "Así debe ser" escribe Pablo, para indicar que una acción de gracias así es necesaria, no debido a la bondad de Dios, sino por el mérito de los tesalonicenses. Su fe testificante y su conducta justifican tal gratitud.

En la Primera Carta, parece que Pablo sentía cierta ansiedad por el desarrollo de la fe de los creyentes, quería "completar" lo que les faltaba. Ahora da gracias a Dios, "ya que la fe de ustedes va creciendo". También si el amor se hace manifiesto en una forma orgánica y democrática. Es decir, no sólo en forma individual sino en todo el cuerpo de creyentes. Este amor amplio y abundante era la respuesta a la oración que Pablo había hecho en la carta anterior (lTs 3,12).

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Pablo nos deja una lección sobre la actitud cristiana; reconoce todas las gracias cristianas que hemos señalado, en una iglesia en la que existían muchas imperfecciones. Él ha mencionado y censurado la ignorancia, el engaño, fanatismo y desorden. Sin embargo, el apóstol no cierra los ojos a las virtudes debido a las faltas existentes. Algunas personas disfrutan descubriendo y condenando las debilidades morales de otros cristianos. Sin costo alguno adquieren un sentimiento de superioridad. Pero de ese modo se alejan del espíritu de Cristo.

Notemos también, que Pablo no felicita a sus lectores; da gracias a Dios. Relaciona las virtudes que exhiben con la fuente de donde proceden, el Dios de gracia. Además, Pablo no sólo se siente agradecido, sino que se enorgullece de ello (v.4)

A la oración de acción de gracias sigue la que encontramos en los vs 11 y 12. Es muy común que estén estrechamente vinculadas. En algunos casos se funden con las corrientes principales de las cartas. En esta segunda Carta a los Tesalonicenses, la acción de gracias inicial, ha llegado a su punto culminante en una alusión al esplendor que acompañará la venida gloriosa de Cristo. Luego habla de que los que sufren siendo inocentes serán liberados de sus angustiadores; y los creyentes leales compartirán la gloria del Señor a su regreso. En consecuencia, Pablo ruega para que sus lectores puedan experimentar tal crecimiento espiritual y moral que puedan ser considerados dignos de participar de esa futura bienaventuranza y puedan hacer que siempre se atribuya el mérito al nombre de Cristo.

"Por eso siempre oramos por ustedes". Hace énfasis en "ustedes". La preocupación central de Pablo está centrada en los conversos de Tesalónica, que se encontraban afligidos por la persecución; "para que nuestro Dios los considere dignos de su llamamiento". Este "llamamiento" se refiere a la invitación eficaz del evangelio para seguir a Cristo, que los tesalonicenses recibieron y aceptaron, la cual incluye la bienaventuranza final.

La petición del apóstol prosigue: ".. .para que nuestro Dios.. .cumpla con su poder todo propósito de bondad y toda obra de fe,...". "Le pedimos a nuestro Dios...que, con su poder, cumpla todo lo bueno que ustedes desean, y complete lo que ustedes ha empezado a hacer gracias a su confianza en él". Lo que se pide es que todos estos deseos se realicen y que todas estas obras tengan éxito.

El objetivo último de la oración es la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Y que ella se manifieste en los tesalonicenses, que lleguen a su mayor crecimiento espiritual y moral por medio de su unión con Cristo. La respuesta a tal oración solo puede proceder de "la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo".

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E. Oración: acción de gracias, exhortación y testimonio (2Ts 2,13-17)

Del cuadro triste de las víctimas incrédulas y engañadas por "el hombre de pecado"', Pablo pasa con un suspiro de alivio, a dar gracias a Dios por los conversos a Dios, que reciben la salvación por la fe en Cristo. Los vs. 13 y 14, están llenos de significado, y un comentarista ha dicho que constituyen un "sistema teológico en miniatura". Comenzando con la elección eterna de Dios, Pablo describe la salvación de los creyentes, como producida en la historia, por el poder santificador del Espíritu Santo; y completada cuando compartan la gloria misma de Cristo en la vida venidera. Es de suprema importancia notar y meditar, que esos temas "teológicos" los presenta el apóstol en un marco de acción de gracias, de alabanza, de adoración. Algo similar hace en Efesios 1,1-13. La nota vibrante es la adoración.

Pablo recuerda a sus lectores que han sido llamados a esta salvación por el Evangelio que él ha proclamado. La elección de Dios pasa a través del Evangelio de Dios. La experiencia cristiana tiene tanto un lado divino como humano. La elección divina va acompañada de la respuesta libre del hombre a la invitación del Evangelio. La operación santificadora del Espíritu requiere "la fe en la verdad". El propósito y fin de este llamamiento es "alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo" (v.14).

Así pues, la "salvación", tal como Pablo la emplea es un término amplio y comprensivo. Incluye la experiencia total del cristiano. Comienza con un nacimiento espiritual, un nuevo nacimiento, obra del Espíritu y de la Palabra. Continúa durante toda la vida en crecimiento espiritual y perfeccionamiento moral. Encuentra su culminación en la intimidad eterna con Cristo en la gloria celestial. Cuando Pablo compara el destino de los creyentes con el de los incrédulos, es natural que dé gracias a Dios y solo a El.

De la acción de gracias, el apóstol pasa a la exhortación. En realidad, el tema de la acción de gracias es el sustento del mandato: "Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y retengan la doctrina que personalmente y por carta les hemos enseñado". ¡Importante! ¡La gracia de Dios no excluye el esfuerzo humano! Las bendiciones de Dios: su elección, su llamamiento a la fe y a la gloria debían ser el incentivo espiritual para su fidelidad cristiana en palabra y obra. La exhortación es bastante específica. Se refiere a la expectativa que permea toda la carta. Puesto que los creyentes tesalonicenses saben que la venida del Señor es inminente, aunque no inmediata, y que su salvación es un don de la gracia de Dios, ellos deben permanecer firmes en medio de toda oposición, persecución y falsa doctrina. Han de retener con firmeza las "tradiciones" que Pablo y sus compañeros les han enseñando. Estas tradiciones se refieren a las instrucciones que el apóstol les ha dejado, y tienen que ver tanto con el evangelio que les ha sido predicado, cuanto con la segunda venida del Señor. Lo cual había hecho Pablo en forma oral y escrita. Su predicación y enseñanza así como su Primera carta.

A la exhortación le sigue una oración (vs.16 yl7). Pablo es consciente que su exhortación y deseos sólo pueden ser cumplidos con el auxilio del "Señor Jesucristo y de nuestro Dios y Padre". La unión y el orden de los nombres no dejan de sorprender. A ambos se les tributa el mismo honor, aunque el

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Hijo es primeramente mencionado. Al mismo tiempo, ambos están unidos en su amor por la iglesia y en la obra salvadora. Del amor y de la gracia de Dios fluyen todos los bienes que Él concede a su pueblo. El apóstol pide que Dios les "infunda ánimo y los confirme" no sólo en "la buena palabra" que proclamen o enseñen sino en "todo obra buena" que realicen.

F. Intercesión, petición, bendición (2Ts 3,1-2.5.16.18)

Pablo ha orado por sus lectores; ahora pasa a solicitar que oren por él y su equipo apostólico. La oración que pide tiene dos fines específicos. El primero es, "para que la palabra del Señor corra y sea glorificada". Y agrega: "tal como sucedió entre ustedes". El significado genérico de la primera petición es "que el evangelio siga su curso triunfal". "Que corra" indica, posiblemente, un progreso que no solo es rápido sino sin obstáculos. "Glorificada" quizás indica, que el poder del evangelio se exhibe en la vida de quienes lo acogen. Este progreso y este triunfo han sido evidentes entre los tesalonicenses.

El segundo objetivo de esta oración intercesora, que Pablo solicita a los creyentes es: la liberación de Pablo y sus compañeros. Que sean librados de las manos de gente perversa, gente mala. Probablemente tenía presentes a los judíos de Corinto quienes los atacaban y se le oponían con violencia. La razón principal de su oposición era su antipatía al Evangelio de Cristo. Porque "no todos quieren confiar en Jesucristo". Pablo expresa la confianza que tiene en el Señor que fortalecerá y cuidará a los creyentes de Tesalónica; y también la confianza que tiene en ellos.

Y concluye con una oración de petición: "Deseamos que el Señor Jesús los ayude a amar a los demás, así como Dios ama a todos, y les dé su fortaleza para resistir en medio del sufrimiento". Esta experiencia hará que los lectores obedezcan el mandato que Pablo enseguida les dará (vs. 6-15).

Por el contexto (v.5), "el Señor de paz" se debe estar refiriendo a Jesús, quien a sus discípulos les dio como testamento: la paz. "Mi paz les dejo, mi paz les doy". Por medio de Él tenemos paz para con Dios; y por su gracia, debemos y podemos estar en paz unos con otros. Es importante señalar que esta carta tempestuosa llega a este final pacífico y de solicitud de la presencia del Señor. Presencia permanente que el Señor Jesús había ofrecido a sus discípulos. El Señor vivo y presente los acompañe a todos siempre.

La bendición final que el apóstol escribe de su propia mano tiene la forma conocida: "Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes. Amén". Para Pablo, la gracia no solo estaba al principio y al fin de sus cartas, sino que la gracia es el principio y el fin del Evangelio. Toda la experiencia del cristiano y la Iglesia se resume en "la gracia de nuestro Señor Jesucristo".

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CONCLUSIONES / ACTUALIZACIÓN

Hemos realizado un recorrido rápido, y esperamos haya sido edificante, sobre el tema de la oración en estas dos cartas de San Pablo. Concluyamos y actualicemos:

x En una situación marcada por el sufrimiento, la oposición, distorsiones doctrinales, violencia de gente mala y la acción de un hombre inicuo, donde el celo apostólico se enciende con frases muy duras, la oración en sus diferentes formas: acción de gracias, petición, intercesión y bendiciones, no sólo dan a conocer la espiritualidad del apóstol y su equipo, sino que es ejemplar para los cristianos de todas las edades.

x La comunión cristiana a través de la oración es otro elemento destacable. Sin duda, existe una responsabilidad de los pastores y dirigentes de orar por la grey; sin embargo, la responsabilidad de los creyentes de orar por sus dirigentes se deja escuchar con notas muy nítidas. Las comunidades cristianas tienen la responsabilidad y el privilegio de orar por sus dirigentes.

x Tratando de resumir lo que es la oración según los textos que hemos examinado podemos expresar lo siguiente: la oración es el ofrecimiento de nuestros deseos a Dios, en el nombre de Cristo, y con la ayuda de Su Espíritu, confesando nuestras reales necesidades, espirituales, emocionales, sociales y materiales; reconociendo con gratitud los bienes y beneficios de Dios nuestro Padre.

x ¿Qué uso hacemos de esta gracia en forma personal, conyugal, familiar y eclesial?

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<9tyz/-fD A modo de Introducción

Amigos/as lectores/ras, como Uds. bien saben, para que pueda entenderse cualquier libro de la Biblia, primero debemos hacer un esfuerzo por contextualizarlo, es decir, esclarecer la situación que se estaba viviendo y que motivó la producción del escrito.

Cuando Pablo dicta la carta a los Filipenses, la más personal de sus misivas auténticas3 que han llegado hasta nosotros/as, está preso en Efeso.

1. Filipos

Filipos se encontraba situada en una colina de cara a la llanura de Macedonia oriental, al noreste de la Grecia actual. Rodeada de montañas, la ciudad estaba abierta solamente hacia el oeste. Por allí desembocaba el río Angites que se abre paso entre los montes Orbelos y Pangeo. Filipos comunicaba con el mar Egeo por un camino que, cruzando el monte Symbolon, llevaba tras unas cuatro horas de camino al puerto de Neapolis (Hch 16,12), hoy Kavalla.

3 Joaquim Gnilka, Carta a los Filipenses. p.2 lili

Filipos debe su nombre a Filipo II, rey de Macedonia y padre de Alejandro Magno, que por los años 358-357 a.C, hizo de unas cuantas localidades oscuras una ciudad fortificada. La región abundaba en minas de oro, muy provechosas para la hacienda real.

Filipos era una ciudad famosísima en el mundo romano, porque allí se libró la célebre batalla que lleva su nombre en la que Bruto y Casio, los asesinos de César, fueron derrotados por Marco Antonio y Octavio el año 42 antes de Nuestro Señor. En memoria de este acontecimiento Filipos fue transformada en una colonia romana en la provincia de Macedonia y, por ser colonia, se regía por las leyes romanas y tenía un estado jurídico legal especial, lo que significaba que su gobierno era considerado extensión directa del de Roma... ¡Era una pequeña Roma!

Ahí radicaban parte de los soldados licenciados al término de la Guerra Civil, quienes recibieron tierras en compensación por sus años de servicio e hicieron de Filipos una colonia militar con el nombre oficial de Colonia Julia Augusta Philippensis, regida por el "derecho Itálico". (Néstor Míguez, J. González, Simón Légasse).

La población filipense tenía conciencia de ser "romana" (cf. Hch 16,21). Pero, a pesar de eso, estaba compuesta por gente de diversas nacionalidades, ya que a los autóctonos se habían unido la masa de antiguos soldados; así, aparte de los nativos tracios, también vivían griegos, italianos, anatolios, sirios, egipcios, lo que implicaba la práctica de diversos cultos incluyendo el imperial. Junto a esta variedad de religiones y cultos, coexistía una minoría judía con su estricto monoteísmo.

Así era Filipos cuando Pablo llegó y fundó una comunidad que le quiso mucho y fue la única a la que le aceptó ser ayudado económicamente (Flp 4,15-16).

La ciudad se mantuvo durante la edad media hasta que fue destruida por los turcos... Ahora, de ella sólo quedan algunos restos, que hablan de su gloria de un tiempo.

2. Lugar y fecha de composición de la carta

Pablo no nos dice cuándo y dónde escribió Filipenses; por eso, para superar este vacío, mediante una lectura atenta y fina de la carta, tenemos que dejar que ella nos hable y debemos prestarle mucha atención a los pocos datos que nos da; los mismos que deben ser coherentes con la actividad misionera de Pablo indicada en las otras cartas. El Libro de los Hechos, puede ser un complemento que nos ayude. x Pistas

* Pablo está "en cadenas"', es decir, está encarcelado (1,7).

* Sentía que estaba a punto de perder la vida mediante una posible sentencia de muerte; lo que significa que el caso judicial debía ser de gravedad (1,19-21).

1112

* La ciudad desde donde escribe la carta debe tener importancia política, pues Pablo habla del pretorio (1,12-13), o sea, el edificio oficial del gobernador romano.

* Igualmente, Pablo manda saludos de parte de los de la casa del César (4,22), esto es, de algún modo, algunos miembros de la comunidad cristiana estaban ocupados en oficios de la administración imperial.

* Timoteo le acompaña. 1,1: "Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús..."; 2,19: "Espero en el Señor Jesús poder enviaros pronto a Timoteo...".

* Entre su lugar de prisión y Filipos era común y fácil el movimiento de personas y el intercambio de noticias; así:

x Los filipenses envían a uno de sus miembros, Epafrodito, para ayudar a Pablo en prisión (4,16).

x Fácilmente se enteran de que Epafrodito ha estado enfermo (2,25-26). x Epafrodito llega a saber que sus conciudadanos están preocupados

porque se han enterado de su enfermedad (2,26). x Pablo va a enviar a Epafrodito a Filipos, posteriormente a Timoteo, quien

ha de regresar trayéndole noticias (2,19). x De ser liberado, Pablo no pierde la esperanza de visitar a los filipenses

(2,24).

De acuerdo con todos estos datos: x ¿En qué ciudad estuvo Pablo encarcelado, cuando escribió Filipenses ?

Algunos de los expertos se inclinan por la ciudad de Roma, por lo del pretorio y los de la casa de César, así como, por la presencia de Timoteo; otros, en cambio, prefieren Cesárea Marítima.

La dificultad mayor de estas hipótesis es la lejanía de Filipos, respecto a Roma o Cesárea, lo que no podría explicar con facilidad la movilidad de personas y la facilidad del intercambio de noticias. De otro lado, cualquier ciudad importante de una provincia imperial tenía su pretorio y miembros de la casa del César, independiente de que esta frase no indica nada preciso.

Por último, no olvidemos que en Roma, Pablo tenía intención de viajar a España (Rm 15,24.28), no a Filipos. (Antonio Pinero).

¿Entoces...? ¡En Efeso!

Ante las dificultades antes señaladas, desde fines del s. XIX se ha pensado que Pablo estuvo preso en Éfeso de Asia Menor, cuando escribía Filipenses. A lo que hay que añadir las siguientes razones:

* Allí estuvo Pablo mucho tiempo.

* Allí había un "pretorio" y "gente del César".

1131

* Timoteo habría estado al lado de Pablo en esa ciudad, según Hch 19,22: "Envió a Macedonia a dos de sus auxiliares, Timoteo y Erasto, mientras él se quedaba algún tiempo en Asia", pero Hechos no dice nada de una prisión de Pablo en Efeso. Sólo habla del motín de los orfebres contra Pablo que no terminó con él preso (Hch 19,23-40).

* Las comunicaciones de Éfeso con Filipos eran más sencillas y fáciles.

* Desde Éfeso se habrían redactado las Cartas a los Gálatas y 1 Corintios, que tienen un lenguaje y un modo de discutir similar; en suma, una atmósfera muy parecida entre ellas. Filemón también se habría escrito en esta ciudad, aunque ya avanzada su prisión.

El mismo Pablo indica que estuvo muchas veces prisionero durante su vida:

* 2 Co 6,3-5: "A nadie damos ocasión alguna de tropiezo, para que no se haga mofa del ministerio, antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios: con mucha constancia en tribulaciones, necesidades, angustias; en azotes, cárceles, sediciones; enfangas, desvelos, ayunos"

* 2 Co 11,23: "¿Ministros de Cristo? - ¡Digo una locura! - ¡Yo más que ellos! Más en trabajos; más en cárceles; muchísimo más en azotes; en peligros de muerte, muchas veces".

* 2 Co 1,8-10: Pablo dice que estando en Asia Menor recibió una condena a muerte, "una 'tribulación' tan abrumadora hasta el punto de perder la esperanza de conservar la vida".

* 1 Co 15,30-32: "Y nosotros mismos ¿por qué nos ponemos en peligro a todas horas? Cada día estoy a la muerte ¡sí hermanos! gloria mía en Cristo Jesús Señor nuestro^ que cada día estoy en peligro de muerte. Si por motivos humanos luché en Éfeso contra las bestias ¿qué provecho saqué?".

Es posible que todas estas alusiones se refieran a Éfeso, porque, sería la que mejor concuerda con los datos que ofrece Filipenses sobre las circunstancias de su composición. Además, si Rm 16 es una carta dirigida a la comunidad de Éfeso, entonces, se fortifica su prisión en esta ciudad, en tanto, en 16,3-4 dice:

Saluden a Prisca y a Áquila, mis compañeros de trabajo en Cristo Jesús.

Por salvarme la vida, ellos arriesgaron la suya. Tanto yo como todas las iglesias de los gentiles les estamos agradecidos.

Prisca y Aquila algo hicieron, arriesgando sus propias vidas, para salvar a Pablo de la prisión efesina, lo que significa que el apóstol habría salido de manera irregular, lo que a su vez implica que ya no puede regresar a Éfeso, porque sería automáticamente condenado a muerte.

1 M *

x ¿Cuándo se escribió?

Por todo lo expuesto, se puede inferir que Filipenses se escribió entre fines del año 53 y la primavera del año 54, estando Pablo junto con algunos colaboradores sufriendo prisión en la ciudad de Éfeso.

3. Filipenses: ¿una o varias cartas? x Sólo hay una y nada más

Si tomamos la carta tal y conforme nos ha llegado, como si fuera una carta unitaria - tesis defendida por algunos expertos - , entonces podemos dividirla en las siguientes partes:

A. Introducción: 1,1-11.

B. Cuerpo de la carta: 1,12 - 4,20.

C. Saludos finales y conclusión: 4,21-22. x ¡No puede ser...! Son varias cartas

Sin embargo, si la leemos y releemos con atención y con ánimo de "rumiarla", entonces descubriremos cambios de pensamiento, variedad de temas, saltos bruscos de contenido, cambios en el estilo. Estas pistas han llevado a muchos expertos a considerar que Filipenses está compuesta en base a dos o tres cartas.

x ¿Cuál podría ser el orden lógico de los acontecimientos?

Sea unitaria o no, tal como nos ha llegado, Filipenses da la impresión que los hechos mencionados no están en orden. Éste orden, según Antonio Pinero, podría ser:

* Pablo tras su salida de Filipos se encuentra en mala situación.

* Los filipenses le envían ayuda económica por medio de Epafrodito (4,18).

* Nota de agradecimiento por parte de Pablo, que sería la carta primera (4,10-20).

* Enfermedad grave de Epafrodito (2,27).

* Epafrodito se cura y Pablo escribe lleno de alegría ( l , l -3, la + 4,4-9 + 4,21-23), lo que sería la segunda carta. En ella alude a la enfermedad de Epafrodito (2,25) y a su preocupación por los filipenses. Manifiesta el propósito de devolver a Epafrodito, ya sano, a Filipos.

* Presencia en Filipos de ciertos adversarios (3,1b - 4,3), que sería una tercera carta. Expertos como Senén Vidal sólo consideran sería una amplia añadidura con una polémica que está reflejando una separación radical entre el cristianismo y el judaismo, situación que sólo se dio después de que los fariseos ser reúnen en el concilio de Jamnia (fines del siglo I d.C.) y deciden expulsar a los cristianos de las sinagogas.

1151

4. Finalidad de la carta

De lo expuesto en el anterior acápite y de la propia carta, se aprecia que hay varios objetivos al escribir la Carta a los Filipenses:

* Agradecer (4,10-20), con alegría, por la ayuda recibida, aunque no lo dice claramente; contrariamente insinúa su incomodidad, a la vez que señala la excepcionalidad de haber aceptado este auxilio para su labor misionera (4,15: únicamente a los filipenses). Lo que Pablo quiere evitar es que se interprete que él se ha hecho cliente de un patrón; tampoco pretende ser patrón.

* En 1,1-3, la. 4,9.21-23 se observa que Pablo afronta dos dificultades al interior de la comunidad:

x El desánimo que se vive por la hostilidad del entorno. Pablo los anima con su propio ejemplo: está en prisión por Cristo Jesús. Esta finalidad es el tema central de esta carta: 1,3-11; 1,12-26; 1,27-30; 2,12-18 y 4,4-7).

x Reforzar la unidad y cohesión interna, debilitada por las tensiones surgidas por las divergencias y luchas entre dos comunidades domésticas. Este tema está tratado especialmente en el cap. 2, en el himno 2,6-11 y en las recomendaciones concretas del final 4,2-3.

El amor fraterno los unía

La Carta a los Filipenses revela una relación profunda de amor y amistad entre el equipo misionero de Pablo y la comunidad cristiana de Filipos, la misma que se expresó en ayuda no sólo de oraciones y bendiciones, sino también económicamente y en varias ocasiones durante su misión en Grecia (Flp 4,15-16; 2 Co 11,8-9); así como en Efeso (4,10-18), cuando está preso, pese a que esta circunstancia era considerada una deshonra y vergüenza, por eso, Pablo aclara que está preso no por delincuente, sino por Cristo Jesús.

5. Eí himno a Cristo Jesús: Flp 2,6-11* x Introducción

Gracias al aporte de E. Lohmeyer (1927) se acepta que este himno o salmo a Cristo es pre-paulino, es decir, es anterior al Apóstol de los gentiles; es más, este experto señaló que el original está en arameo.

Coincidiendo con esta apreciación, J. Gnilka señala:

"Son extraños a Pablo el vocabulario, las ideas, la estructura de las estrofas, etc. Pero el Apóstol hace suyo el himno. No se limita a citarlo; expresa a través de él su propio pensamiento, aduce sus personales reflexiones, lo reviste con adiciones y lo inserta en su contexto".

4 Seguimos la traducción y la estructura concéntrica propuesta por Severino Croatto, complementada con opiniones de Senén Y Vidal y José I. González Faus.

1116

x Texto

A 6"E1 cual [Cristo], teniendo la "forma' de Dios B no consideró como presael ser igual a Dios

C 7sino que se vació5 a sí mismo, tomando la forma'de esclavo

D Llegado a ser a semejanza de los hombres. D ' En su porte encontrado como hombre;

C 8se humillo a sí mismo, haciéndose sumiso hasta la muerte, y muerte de cruz.

B' 9Por eso Dios le exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre.

10 Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble (en los cielos, en la tierra y en los abismos,)

A' n y toda lengua confiese que Señor es Jesucristo -para gloria de Dios Padre-".

^ Apreciación

Como se ha podido notar, este himno tiene una estructura concéntrica: A-B-C-D D'-C'-B'-A', lo que significa que lo más importante está al centro D (7c) y D' (7d), de ahí su nombre de concéntrica.

De otro lado, 10b y 11c son extraños al himno original: 10b es una glosa, sea o no por mano de Pablo, y 11c es conclusión del propio apóstol (Cf. Senén Vidal).

Según este salmo/himno:

* La forma (v. 6) en griego, nos remite al original hebreo imagen (demut) (Gn 1,26), pero Jesús no es "a imagen de Dios" como Adán, sino que Jesús es la misma imagen de Dios.

* Jesús es el modelo a seguir, porque, teniendo la forma de Dios (A) y Señor (A') - lo que significa que el Emperador no tiene esta condición - , se rebaja/humilla y se hace como hombre, idea central del himno (D y D').

* Y no cualquier hombre, sino de un esclavo (C) que muere en una cruz (C'), encarnando así en su vida lo que profetiza Is 53, especialmente el versículo 12: "Derramó su vida hasta la muerte."; todo lo contrario del primer hombre Adán que pretendió ser como Dios (Gn 3,5.22) y del emperador quien no es el Señor.

5 Este se vació asimismo es lo que llamamos la kénosis

1171

* Ser esclavo es lo último de la sociedad romana, una persona que toda su vida tendrá que servir a otros aunque no lo desee; vive para que otros puedan vivir... ¡No vive para sí mismo!

* O sea que, este himno no estaría mirando la pre-existencia divina de Jesús, sino su condición humana; la oposición no se establecería entre naturaleza divina y naturaleza humana, sino entre dos maneras de ser hombre: la forma divina y la forma humana.

* Pero, ¿cómo poder reconocer la forma divina en la vida de un esclavo que muere crucificado? ¿Será posible?... ¿Será creíble?

* ¡Qué difícil se nos hace reconocer a un Dios encarnado en una vida de debilidad y puro servicio! De ahí, la importancia de la kénosis, la decisión voluntaria de Jesús de humillarse y vaciarse de su forma divina - con todos los poderes que ésta pueda conllevar.

De ahí la importancia de su vida, que los primeros cristianos y Pablo intuyeron claramente... Una vida de voluntaria sumisión a vivir como esclavo de la humanidad aceptando el reto que esta decisión conlleva, aunque implique morir de una manera crudelísima, escándalo para los judíos, locura para los gentiles (1 Co 1,23).

Por eso creemos que en esta kénosis/vaciamiento no se trata tanto de su obediencia a Dios, porque no concebimos a un padre que mande a morir a su hijo crucificado, sino, de respetar su libre decisión... ¡Gracias Jesús! ¡Gracias Padre y Madre nuestro/a por aceptar que tu Hijo amado asuma una vida de oblación/sacrificio total!

* Por su vida kenótica y de esclavo, es que Dios le exalta, ¡a Él y no al emperador!... Jesús es el único Señor.

x Llamados a vivir kenóticamente

Ante los problemas internos de los Filipenses, Pablo se da cuenta que por el testimonio de Jesús el Cristo, la comunidad tiene que ser kenótica, tiene que vaciarse de los "honores" de raza, cultura, dignidad, porte, etc. Por eso, ubica este himno en Flp 2, luego de haber hecho una exhortación/paraklesis6

a la comunidad cristiana: a la unidad en la humildad y a que los hermanos y las hermanas deban tener:

"Un mismo sentir, un mismo amor, un mismo espíritu, unos mismos sentimientos" (Flp 2,2) cuyo modelo es Cristo: "Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que Cristo" (Flp 2,5).

6 Paraklesis (Cf. Rm 12,8; ICo 14,3; 2Co 8,17;lTs 2,3). Cuando se traduce por exhortación, se restringe su significado. Su sentido es más amplio. Desborda lo que es aliento o consuelo, para ser animación, exaltación, exhortación viva, abarcando así la total amplitud, el calor y la viveza de la palabra de que un pastor de almas es y debe ser capaz ante su comunidad. Que no desciende a la trivialidad, queda garantizado por su peculiaridad de ser paraklesis en Cristo. Ésta debe ser por igual henchida de amor y llevada por el Espíritu que los une a todos entre sí. (]. Gnilka).

1118

Observar que no dijo los mismos pensamientos, sino los mismos sentimientos que Cristo.

Al carácter kenótico de la comunidad cristiana, por el cual sus integrantes tienen que vaciarse, negarse a sí mismos como mandó el mismo Jesús en vida (Me 8,34), se suman otras características. Así, a tenor de Hch 2 y 4, en la comunidad se vive:

* La koinonía, todo lo tienen en común. No hay pobres entre ellos.

* La didajé, enseñanza de los apóstoles.

* La diaconía, el servicio a los hermanos (Cfr. Me 10,43-45).

* La Misión, predicando a Jesús encarnado en la historia. Llenos del Espíritu Santo y proféticos.

* Participación activa de mujeres.

* Se reúnen en casas, no en templos, donde oran y celebran la eucaristía (1 Co 11,17-29) y experimentan la didajé, koinonía, diaconía.

Esta propuesta no debe haber sido fácil de ser aceptada sobre todo por parte de las personas "importantes" que entran a las comunidades cristianas, las mismas que tienen metido en todo su ser el sistema de patronazgo y lo quieren imponer al interior de las mismas. Esto explica el porqué Pablo no acepta ayuda económica de los Corintios ni de otras comunidades como los Tesalonisenses, pues, de aceptar, pasaría a ser cliente de ellos:

"Pues recuerden, hermanos, nuestros trabajos y fatigas. Trabajando día y noche, para no ser gravosos a ninguno de ustedes, les proclamamos el Evangelio de Dios".

" Ustedes son testigos,y Dios también, de cuan santa, justa e irreprochablemente nos comportamos con ustedes, los creyentes". (1 Ts 2,9-10).

"A otras Iglesias robé I despojé, recibiendo de ellas con qué vivir para servirles. Y estando entre ustedes y necesitado, no fui gravoso a nadie; fueron los hermanos llegados de Macedonia los que remediaron mi necesidad. En todo evité el serles gravoso, y lo seguiré evitando". (2Co 11,8-9).

Pablo, acepta la ayuda únicamente de los Filipenses, porque se supone aceptan su propuesta de vivir las primicias del Reino, con las nuevas fraternales y solidarias relaciones humanas:

"Y saben también ustedes, filipenses, que en el comienzo de la evangelización, cuando salí de Macedonia, ninguna Iglesia me abrió cuentas de «haber y debe», sino ustedes solos".

"Pues incluso cuando estaba yo en Tesalónica enviaron por dos veces con que atender a mi necesidad". (Flp 4,15-16).

1191

"Tengo cuanto necesito, y me sobra; nado en la abundancia después de haber recibido de Epajrodito lo que me han enviado, suave aroma, sacrificio que Dios acepta con agrado", (Flp 4,18).

Ahora, el desafío está ante nosotros:

* O asumimos nuestro ser de personas a la forma divina como Jesús: a servicio.

* O nos quedamos en la forma "humana", que más parece inhumana por la bestialidad que viene caracterizando a las sociedades de los tiempos actuales que nos ha tocado vivir.

* No hay una tercera posición y no podemos evadir nuestra responsabilidad histórica, de ser seguidores del Hijo Amado.

120

(9fy3£-f7) La relación de Pablo con Jesús es íntima y profunda. Pablo se convierte en seguidor de Jesucristo, no porque estuviera convencido de su doctrina o sus enseñanzas; todo lo contrario, él estaba persuadido que el cristianismo era falso y por ello perseguía a los cristiano buscando su exterminio.

Entonces, ¿cómo Pablo se convierte al cristianismo? Fue a través de un encuentro personal, muy intenso, con Jesús. Esta experiencia produce en él la convicción de que Cristo era real, estaba vivo y quería algo con su vida (Hechos 9).

Para Pablo, Cristo no era una idea, una filosofía ni una religión. Cristo era una persona real con la que podía relacionarse y de esa manera experimentar cercanía con Dios. Su experiencia de Cristo fue más allá de la razón, tocó su alma y le dio una dimensión nueva a su espiritualidad, a todo su ser. A partir de allí Cristo se convierte en un ser real para Pablo: habla con él, confía en él y se deja transformar por su poder.

Cristo se convierte en el centro de su reflexión y de su fe; en Él basa toda su espiritualidad y su camino hacia Dios. Podemos resumir los conceptos paulinos sobre Jesús en el siguiente cuadro:

LA CRISTOLOGIA DE PABLO

La humanidad de Cristo. Pablo habla del Cristo como de alguien que fue hecho a semejanza de los hombres (Rm 8,3; Flp 2,7). Su humanidad era real pero sin pecado (lTm). Llama a Cristo el segundo o último Adán (Rm 5,15; 15,21; 15,45-49): este título se refiere a la vida terrenal de Cristo. Como último Adán no sólo deshace lo que Adán hizo (Rm 5) sino que funda una humanidad enteramente nueva basada en la resurrección (ICo 15).

La divinidad de Cristo. Pablo menciona frecuentemente la existencia preencarnada de Jesús (Flp 2,5-8; Rm 8,3; ICo 15,47;

1211

2Co 8,9; Ga 4,4). Declara la divinidad de Cristo, él siempre ha sido Dios porque la naturaleza divina reside inherente en Cristo (Col 2,9). Filipenses 2,6 es el texto en el que Pablo afirma con más contundencia la divinidad de Jesús.

El señorío de Cristo. Pablo enfatiza a Cristo como "Señor" (Col 2,9; ICo 2,8, Flp 2,9; Rm 14,9). Algunas veces utiliza el término como equivalente a Maestro (Ef 6,9; Col 4,1). En otras ocasiones lo relaciona con su obra mediadora entre Dios y los hombres (ICo 11,3; 15,27-28; lTm 2,5).

En resumen, puede decirse que la Cristología paulina no desdeña la humanidad de Jesús, sino que incluye un fuerte énfasis en su completa deidad y subraya la majestad de Jesús

Pero, más allá de analizar las convicciones cristológicas de Pablo, es más trascendente para nosotros conocer en detalle como él explica la relación personal que tiene con Jesús y como cada uno de nosotros podemos también experimentarlo de la misma manera.

Veamos Filipenses 3,8-17 y descubramos estos principios. x Jesús era alguien con quien Pablo se había encontrado y del

cual estaba enamorado:

"Aún más, a nada le concedo valor si lo comparo con el bien supremo de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por causa de Cristo lo he perdido todo, y todo lo considero basura a cambio de ganarlo a él" (v. 8). Pablo había conocido a Cristo. Ese conocer no era una idea o un contacto con la ideología de Jesús, sino un encuentro real y experimental con El. Este encuentro llenó su corazón y le dio sentido a su vida, de tal manera que se convirtió en lo más valioso y verdadero que tenía. Todo lo demás ya no tenía valor, incluso estaba dispuesto a perderlo con tal de tener a Cristo en su vida.

No sólo lo contaba todo como pérdida, sino que podía decir que a causa de Cristo lo he perdido todo: su lugar en el judaismo, entre los fariseos, probablemente hasta su propia casa. Aun así no se afligió, las consideraba "inútil basura comparadas con tener a Cristo en su vida".

Vemos en estas palabras pasión y entrega total a Jesús; el Apóstol verdaderamente estaba enamorado del Señor, estas expresiones son una declaración de su amor a El.

x Pablo se unió a Jesús al creer en él y no al cumplir la ley:

"Y encontrarme unido a él; no con una justicia propia, adquirida por medio de la ley, sino con la justicia que se adquiere por la fe en Cristo, la que da Dios con base en la fe" (v. 9). Como fariseo, el camino que había tomado para acercarse a Dios era el cumplimiento y exacta observancia de la ley; él creía que el tratar de vivir de acuerdo a los mandamientos lo hacía

1122 i

justo delante de Dios y de esa manera se ganaba el derecho de ser aceptado por Él. Este era un camino pesado e irreal, pues nadie es capaz de cumplir la ley y mucho menos de ganarse el perdón y la aceptación de Dios por sus propios méritos. Pablo nunca experimentó la paz del perdón en su vida; nunca se sintió libre de verdad. Sólo era una persona que se auto exigía y se decía irreprochable sin serlo en verdad.

De pronto se encuentra con Cristo, cree en Él y experimenta libertad y perdón de sus pecados. Es allí cuando comprende que como fariseo estaba equivocado, que gara unirse a Dios sólo era necesario creer en Jesús y ser "justificado" por Él, es decir que la justicia y perfección de Jesús es puesta sobre nosotros en el momento en que tenemos fe en Él, y de esa manera somos declarados justos por los méritos de Cristo. Dios nos recibe, perdona y rescata gracias a Jesús y como respuesta a nuestra fe puesta en Él.

Para Pablo creer en Jesús implicaba morir juntamente con Él:

"Lo que quiero es conocer a Cristo, sentir en mí el poder de su resurrección y la solidaridad en sus sufrimientos; haciéndome semejante a él en su muerte, espero llegar a la resurrección de los muertos" (v. 10.11).

Creer para Pablo no era solo aceptar la existencia de Jesús o tener una comprensión intelectual sobre su persona. Creer en Jesús implica morir en la cruz juntamente con ÉL es decir, entregar nuestra vida llena de pecado y egoísmo a Jesús para que Él lo cargue en la cruz y así nosotros podamos morir al mal. Creer implica entregarse a Dios y morir al pecado, como consecuencia de ello experimentamos la presencia de Jesús en nuestras vidas y el poder de su resurrección cae sobre nosotros transformando nuestra existencia. Para Pablo el camino de fe nos lleva a unirnos a Jesús y recorrer junto con Él su muerte y resurrección, y en ese proceso experimentar su poder y liberación.

Mantenernos en unión con Cristo nos perfecciona progresivamente:

"No quiero decir que ya lo haya conseguido todo, ni que ya sea perfecto; pero sigo adelante con la esperanza de alcanzarlo, puesto que Cristo Jesiís me alcanzó primero. Hermanos, no digo que yo mismo ya lo haya alcanzado; lo que sí hago es olvidarme de lo que queda atrás y esforzarme por alcanzar lo que está delante, para llegar a la meta y ganar el premio celestial que Dios nos llama a recibir por medio de Cristo Jesús" (v. 12-14).

Nuestro encuentro con Jesús y la justicia que recibimos de él, no nos hace perfectos de la noche a la mañana, más bien inicia un proceso de santificación. Somos justificados por Cristo para ser perdonados y aceptados como hijos, pero esa justicia no es nuestra propia justicia sino la de Jesús, la cual es imputada o puesta sobre nosotros para salvación, pero luego será necesario que caminemos en unión con Dios, para que progresivamente Él nos santifique, y con su poder podamos desarrollar progresivamente una vida justa, que refleje los valores del reino de Dios y el carácter de Jesús.

A eso se refiere Pablo cuando dice "No quiero decir que ya lo haya conseguido todo, ni que ya sea perfecto". No somos perfectos pero es nuestro anhelo serlo, por eso Pablo nos dice que él sigue adelante y se esfuerza para llegar a la

1231

meta y ganar el premio celestial. Por supuesto, Pablo no se refiere aquí que debemos de ganarnos el cielo con nuestro esfuerzo personal, en los versos anteriores el dejó en claro que somos salvados por la fe en Cristo; más bien nos está tratando de decir que luego de experimentar y recibir la gracia del perdón de Dios y la salvación de Cristo, debemos de colaborar con el proceso de santificación y perfeccionamiento que Dios, a través del Espíritu Santo, obra en nosotros. Para ello es necesaria nuestra colaboración, nuestro esfuerzo, nuestro obrar, para que junto con su poder podamos avanzar en la madurez y perfección cristiana. Este proceso no concluirá en esta vida, en realidad sólo se logrará algunos avances, es en la eternidad, cuando seamos totalmente transformados en cuerpo y alma a semejanza de Cristo, cuando verdaderamente seremos perfectos.

El premio celestial que recibiremos será la vida eterna, esa es la meta a que se refiere Pablo, pero esta no la logramos alcanzar con nuestro propio esfuerzo, como claramente Pablo lo señala en este texto, sino por la fe en Jesucristo, pero la fe tiene que tener frutos de justicia para ser verdadera y genuina, no es sólo confiar en Dios o entregar nuestras vidas a Él. La fe incluye la decisión de morir al mal y vivir en la luz, por ello la fe nos impulsa a tener obras de justicia (Ef 2,8-19; Santiago 2,17). Es por ese motivo que el apóstol, nos pide aquí que obremos y nos esforcemos, no para comprar o merecer nuestra salvación, sino para ser coherente con la gracia que hemos recibido y así, al final de todo, podamos recibir la corona de la vida en virtud de nuestra fe en Jesucristo que obró de acuerdo con los valores del reino de Dios.

Pablo nos exhorta en el v. 15 a que todos pensemos de esta manera, sólo así podremos experimentar a Jesús en verdad y no tener sólo convicciones o ideas correctas sobre Él, sino una relación cercana, real y transformadora con su santa presencia.

124

« &p*Wtofattí&t$ d& (a almtáí

Ciertamente cada generación y cada persona buscan la felicidad y la alegría. Son palabras y realidades mágicas que indiscutiblemente atraen a todos. La cosa es definir dónde buscarla, o qué tipo de alegría es la que se busca.

Nuestro pueblo es tradicionalmente festivo. La música, la danza, el folklore, las comidas... son elementos vivos que acompañan cada fiesta del santo patrón, de los cumpleaños, del techado de una casa, etc. Incluso en situaciones de mucha pobreza, siempre hay pía tita para celebrar... hasta con excesos.

Por otro lado, en el libre mercado de las ciudades hay muchas ofertas de alegría: desde los megaconciertos de música de todos los géneros a las pequeñas fiestas de barrio; desde los grandes iconos de la moda o del deporte, a un campamento en una playa lejana; desde un viaje maravilloso en un yate de lujo, a la alegría de pasear con la familia, o de jugar con el hijito pequeño..., etc. ¡Incluso hay encuestas en las que se intenta medir qué porcentaje de felicidad gozan los países!

Por ello no es banal preguntarse en qué hacemos consistir nuestra felicidad y alegría. Pero ahora nos referimos a la felicidad y la alegría auténticas: la que nace y florece en lo hondo del corazón, la que no depende de la cantidad de dinero disponible o de triunfos de película.

Lamentablemente se tiende a pensar que los cristianos somos gente muy seria, con poca sonrisa en los labios y con muchas privaciones de auténticas alegrías. Y probablemente es así en demasiados casos: un cristianismo presentado sólo en la dimensión ritual y moralizante, como negación de auténticos goces humanos, no es significativo ni atractivo para nadie, menos para los jóvenes. Por eso hay tantos intentos de eliminar a ese dios que no quiere que su criatura sea feliz.

Pero, ¿será eso lo que Jesús vivió y anunció? ¿No lo habremos traicionado en el tema de la felicidad y la alegría?

Descubrimos en la Biblia que la alegría es una constante en la persona que abre su corazón al Dios verdadero. Muchos salmos lo expresan, alabando al Dios creador: "Alégrense los cielos y salte de alegría la tierra ante Dios que viene" (Sal 96,11), o por sus grandes obras: "Yo tengo mi gozo en el Señor" (Sal 104,31).

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En oposición a las divinidades que rodean a Israel, temibles y terrificantes, que incluso piden el sacrificio de niños, el Dios de Israel es fuente de vida y de alegría para sus fieles.

Para comprender la insistente invitación a la alegría que Pablo hace en todas sus cartas, sobre todo en ésta a los Filipenses, es preciso acudir antes a Jesús y a la originalidad de su mensaje.

1. El gozo del Evangelio

Sobre todo Lucas nos presenta la alegría como constante en el "evangelio de la infancia" con el que introduce a Jesús en la historia. El anuncio en boca del ángel mensajero, la visita a la prima Isabel y el nacimiento, están entretejidos de expresiones de alegría y cánticos:

x "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo..." (Le 1,28).

*• "En cuanto oí tu saludo, saltó de alegría el niño en mi seno..." (1,44). x "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador...

Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones..." (1,47-48). x "Les anuncio una gran alegría, para ustedes y para todo el pueblo: les ha

nacido el Salvador..." (2,10-11).

La persona de Jesús es portadora del Reino, y por ello es portadora de vida plena y de gozo para todos. El es el Esposo, percibido con gozo por el Bautista (Jn 3,29); por ello sus discípulos no deben ayunar (Le 5,34). Cuando Mateo introduce el anuncio del Reino pone en labios de Jesús la proclamación de una alegría profunda y desbordante, aunque contracorriente: las Bienaventuranzas, a las que sólo pueden acceder los que son pobres, tienen limpio el corazón y trabajan por la paz (Mt 5,2-12).

A pesar de admirar tanto al Bautista, impresionante profeta en las austeridades del desierto, Jesús se presenta como un profeta y un maestro cercano a la vida y a las alegrías del pueblo: acepta las invitaciones a participar en bodas y a comer con quien le invite, incluso con pecadores. Es importante captar este rasgo de Jesús, pues si bien la alegría del Reino que él anuncia es don de Dios y en el cielo tiene su realización plena, es también verdad que ya aquí, en la vida concreta y sencilla, tiene sus inicios.

Mateo y Lucas (fuente Q) nos presentan a los discípulos llenos de alegría después de su primera experiencia misionera y a Jesús mismo que exulta de gozo al contemplar la realización del plan salvador de Dios entre los pequeños (Le 10,17-24; Mt 11,25-27). Sus discípulos no deben alegrarse tanto por haber hecho milagros, sino sobre todo porque "sus nombres están escritos en el cielo".

Pero la alegría anunciada y vivida por Jesús, está tomada de la mano con su cruz. En el 'Discurso Sacerdotal', Jesús anuncia: "Ustedes llorarán y gemirán, mientras que el mundo se sentirá satisfecho; ustedes estarán tristes. Pero su tristeza se convertirá en gozo" (Jn 16,20). Así como el

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discípulo es invitado a seguir a Jesús hasta la cruz, se le anuncia que también el gozo del Señor Resucitado le iluminará y dará fuerza en las dificultades y persecuciones. No se trata de una alegría fatua, pasajera, sino que es don del Espíritu de Dios; por ello, aunque la muerte de Jesús los dejara totalmente desconcertados, sólo después de la resurrección, y sobre todo desde Pentecostés los discípulos tendrán la fuerza para empezar el anuncio del Evangelio. Desde ahí empezarán a experimentar la persecución; sin embargo "estaban llenos de gozo de ser juzgados dignos de sufrir por el nombre de Jesús" (Hch 5,41; 4,12).

2. La alegría en la experiencia de Pablo

Por sus cartas y por el libro de los Hechos sabemos que Saulo-Pablo de Tarso, antes de su conversión, se consideraba un perfecto judío. Precisamente en la carta a los Filipenses, afirma: "Fui circuncidado a los ocho días de nacer; soy de la descendencia de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de pies a cabeza, fariseo en cuanto al modo de entender la Ley, fanático perseguidor de la Iglesia e irreprochable en lo que se refiere al cumplimiento de la Ley" (Flp 3,5-6).

Por lo que sabemos del grupo de los fariseos, eran gente que sinceramente buscaba ser fiel al Dios de las promesas, a través de la exacta observancia de la Ley. Pero lo que empezó como búsqueda de fidelidad a Dios y a la Tora, fue decayendo en un legalismo frío. Por este motivo encontramos que Jesús critica a los fariseos, pues su interpretación literalista les llevaba a olvidar lo más importante del Dios revelado en la Tora: el amor y la misericordia.

Volvamos al texto de Pablo y observemos las últimas cualidades que él mismo se atribuye: "Fariseo en cuanto al modo de entender la Ley, fanático perseguidor de la Iglesia e irreprochable en lo que se refiere al cumplimiento de la Ley". Descubrimos que ese joven rabino, que podía llamarse a sí mismo "irreprochable", era tal por su "exacto cumplimiento de la Ley", lo que no le impidió ser también "fanático perseguidor de la Iglesia", es decir, llegar a excesos de intolerancia y probablemente de violencia para quien no pensaba como él. Y ello era también parte de su fidelidad a Dios. Si le hubiéramos preguntado en ese momento en qué consistía su felicidad, nos hubiera respondido eso: "El exacto cumplimiento de la Ley".

Cuando Saulo se encuentra con Jesús, o más bien Jesús le sale al encuentro en el camino de Damasco ("He sido conquistado por Cristo", afirma en esta carta 3,12), entran en crisis todas las seguridades del joven rabino, porque descubre que el Dios de Israel se identifica con ese Jesús, ajusticiado por los romanos, y con esos pocos cristianos perseguidos. Además el Señor Jesús no es vengativo con él, sino que le regala también al perseguidor, la misma gracia de salvación que está donando a quienes lo aceptan con fe. Descubre sobre todo que ya no deberá ganarse el cielo a punta de muchas observancias y cumplimiento de leyes, sino que la salvación, desde Jesús, es regalo, es "gracia".

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Por ello, en adelante anunciará no ya la necesidad de cumplir leyes, por muy santas que sean, para agradar a Dios; sino que invitará a abrir el corazón a Jesús, el Cristo crucificado, único autor de nuestra salvación. Por ello, a continuación del texto antes citado, afirma: "Pero lo que entonces consideraba una ganancia, ahora lo constato pérdida por amor a Cristo. Más aún, pienso incluso que nada vale la pena si se compara con el conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él he sacrificado todas las cosas, y todo lo tengo por estiércol con tal de ganar a Cristo y vivir junto a él con una salvación que no procede de la ley, sino de la fe en Cristo; una salvación que viene de Dios y se funda en la fe" (Flp 3,7-9).

De ahí entendemos cómo en vez del frío legalismo y el fanatismo ciego, el corazón de Pablo queda colmado de gratitud y alabanza al Señor, de gozo y alegría. Son éstos los temas que reiteradamente constituyen la introducción a sus cartas: dar gracias y alabar al Señor por lo que gratuitamente ha hecho en tal comunidad cristiana, y dar gracias también por los signos de autenticidad de fe que van manifestando esos primeros cristianos.

En la carta a los Gálatas, donde encontramos una acalorada defensa de este planteamiento de "gracia", en oposición al legalismo de los judaizantes, la alegría es presentada como una expresión o manifestación del amor, fruto del Espíritu: "En cambio los frutos del Espíritu (en oposición a los "frutos de la carne ) son: amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio de sí mismo" (Gal 5,22-23).

3. La alegría en la carta a los Filipenses

Doce veces habla Pablo de la alegría en esta pequeña carta: x "Los recuerdo con alegría" (Flp 1,4): Introducción de la carta. x "Si Cristo es anunciado, hipócrita o sinceramente, eso me llena de alegría"

(1,18): Entre envidias y rivalidades. x "... para provecho y alegría de su fe" (1,25): Optar por vivir en Cristo o

quedarse a servir a sus cristianos.

-*- "Llénenme de alegría teniendo unos mismos sentimientos" (2,2): Intensa invitación a la unidad.

x "Me alegraría y regocijaría con ustedes" (2,17): Aunque tuviera que ofrecer su vida por sus Filipenses.

x "Alégrense también ustedes y regocíjense conmigo" (2,2): Los Filipenses compartan la experiencia de su apóstol.

x "Recíbanlo (a Epafrodito) con alegría" (2,29): Epafrodito se ha salvado de la muerte y ha estado sirviendo a Pablo.

x "Hermanos, alégrense en el Señor" (3,1): Invitación a la alegría "en el Señor".

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x "Estén siempre alegres en el Señor" (4,4): Nueva invitación a la alegría "en el Señor".

x "Les repito: estén alegres" (4,4b): Reitera la invitación a la alegría. x "Mi alegría en el Señor fue grande..." (4,10): Los Filipenses se han

acordado de Pablo y le han enviado ayudas.

Notar que es una carta escrita "desde la prisión", en la que varias veces Pablo alude a las persecuciones y contrariedades de que es objeto. Es conmovedor notar cómo el corazón del discípulo-apóstol se ha ido moldeando sobre el corazón de Cristo: está viviendo la dureza de la cruz, pero ello no le impide gustar el gozo y el consuelo que vienen de Dios, lo cual le permite ver todo con esperanza:

x Pablo en cárcel: "Sepan que mi situación ha contribuido al progreso del Evangelio..., Así los hermanos se animan a confiar en el Señor a causa de mi prisión, y se muestran con más valor para proclamar sin temor el mensaje" (Flp 1,12-14)

x Rivalidades: " ¿ Qué importa ? Al fin y al cabo, hipócrita o sinceramente, Cristo es anunciado, y eso me llena de alegría" (Flp 1,15.18).

x Posibilidad de la muerte: "Y continuaré alegrándome... Así lo espero en la certeza de que no quedaré defraudado, sino que, tanto si sigo viviendo, como si muero, Cristo manifestará en mi cuerpo su gloria" (Flp 1,18-20).

Pero ciertamente no se trata de una alegría fatua. En esta carta Pablo indica a sus queridos Filipenses la raíz y condición de esa esperanza y alegría: "Lleven una vida digna del Evangelio de Cristo" (Flp 1,27). Llevando una vida según el Evangelio, los filipenses gozarán de fortaleza y esperanza: "No se dejen atemorizar en lo más mínimo por los enemigos, pues Dios ha dispuesto que lo mismo que para ellos es señal de perdición, para ustedes lo sea de salvación" (v.28). E incluso Pablo les propone como motivo de alegría y como privilegio la experiencia que ya tienen de la cruz: "A ustedes, en efecto, se les ha concedido la gracia, no sólo de creer en Cristo, sino también de padecer por él, librando el mismo combate en el que me han visto empeñado y que, como saben, continúo sosteniendo" (vv.29-39).

Vamos notando entonces que Pablo está muy lejos de las categorías de alegría que suelen circular en nuestros noticieros y en la publicidad actual. Alegrías frágiles, que dependen de la posesión de cosas o del disfrute de ciertas posiciones: producen personalidades frágiles y expuestas. Pablo, siguiendo a Jesús, plantea certezas muy profundas: la fuerza y confianza que viene de estar arraigados en el misterio de muerte y resurrección de Jesús: "De esta manera conoceré a Cristo y experimentaré el poder de su resurrección, y compartiré sus padecimientos hasta asemejarme a él en su muerte, a ver si logro la resurrección de entre los muertos" (Flp 3,10-11).

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4. "Alégrense en el Señor"'/El mandamiento de la alegría x "Estén siempre alegres en el Señor. Lo repito: estén alegres"

(3,1; 4,4). Ya sabemos que el tema de la alegría se ha anunciado desde el inicio de la carta, y que ha ido unida a la cruz, no sólo la de Cristo, sino la de Pablo y la de los Filipenses. Ahora la alegría es propuesta como un mandato. Cabe preguntarse: ¿Se puede ordenar, imponer, mandar a alguien que sea feliz y que esté alegre? Estamos probablemente frente a una de las paradojas del misterio cristiano: así como el amor, que todos buscan pero que nadie puede imponer, sin embargo lo encontramos como el mandamiento principal en el Primer y en el Segundo Testamento. Y ese mandato está justificado porque Dios mismo es el que "nos ha amado primero" y nos hace capaces de amarlo y de amar a nuestros hermanos.

En esa línea Pablo insiste y convierte en mandamiento el vivir alegres. En realidad Pablo aquí está sacando las consecuencias de la fe vivida como don de Dios, aplicándolas a esa mezcla de certeza, fortaleza y confianza que es la base sólida de la alegría cristiana, y que produce en la persona el gozo de la alabanza, la esperanza, la capacidad de mirar positivamente las situaciones y de reaccionar con alegría. Así el corazón del/ la creyente, se convierte en lugar de paz y serenidad, y puede también comunicar esa misma alegría a los demás.

x "Que todo el mundo los conozca por su bondad. El Señor está cerca" (4,5). Se nos sigue indicando las raíces de la alegría cristiana: un corazón bueno, habitado por el amor. Es consecuencia de la intensa invitación anterior: ' Tengan los sentimientos que corresponden a quienes están unidos a Cristo Jesús" (2,5). Ciertamente el corazón de Jesús es todo misericordia y voluntad de bien: ha sido capaz de entregarse para redimir y salvar a todos, incluso a quienes lo crucifican.

El creyente que ha acogido en su corazón la misericordia salvadora de Jesús, se hace capaz de reflejarla en actitudes de bondad y misericordia. Pablo quiere que sea una alegría no intimista sino difusiva, haciendo felices a los demás con la propia bondad. La alegría y la sonrisa serán la punta exterior de ese hermoso y profundo iceberg.

Pero es preciso recordar que ese corazón bondadoso y esa alegría son don del Señor; por eso Pablo recuerda: "El Señor está cerca": de él nos viene la fuerza y la capacidad. Por otro lado, el testimonio del cristiano / a sereno/a y gozoso/a es ya proclamación del Reino, adelanto de la venida del Señor.

x "Que nada los angustie; al contrario, en cualquier situación presenten sus deseos a Dios orando, suplicando y dando gracias" (4,6). La alegría anunciada por Pablo hunde sus raíces en la confianza en el Padre, que conduce los acontecimientos de

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modo que "todo contribuye al bien de los que aman a Dios, de los que él ha llamado según sus planes" (Rm 8,28). Por ello, si la persecución, la dificultad, la cruz, son ingredientes del proyecto cristiano, no lo es la angustia, la desesperanza.

Para los momentos de cruz - y los filipenses ya lo están viviendo -Pablo exhorta a orar: notemos que sugiere dos tipos o dos actitudes de oración: la súplica, que pide la fuerza para asumir los momentos de cruz, y la acción de gracias para alabar y agradecer porque en definitiva "todo contribuye al bien de los que aman a Dios".

x "Y la paz de Dios, que supera cualquier razonamiento, protegerá sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús" (4,7). El resultado de esa fe confiada del creyente en Cristo, es ciertamente la paz. Sabemos que el saludo y bendición del israelita se resumían en la expresión "Shalom". También Jesús, que ha pedido a sus discípulos ir a la misión desprendidos de todo, los provee abundantemente de paz, de modo que puedan compartirla con quienes acogen el anuncio evangélico. El primer anuncio-don del Resucitado a los discípulos desconcertados será también la paz.

Pablo habla aquí de una paz que va más allá de "todo razonamiento" y de toda circunstancia, incluso más allá del dolor. Se trata ciertamente de una paz que es don de Dios, y al mismo tiempo fruto de una fe confiada y abandonada en las manos del Padre. Por eso, así como anuncian muchos salmos del Antiguo Testamento, los corazones cristianos quedan protegidos de todo temor y sobresalto, por estar cimentados en Cristo Jesús.

^ "Por último hermanos, tengan en cuenta todo lo que hay de verdadero, de noble, de justo, de limpio, de amable, de elogiable, de virtuoso y de recomendable" (4,8). Pablo alude aquí a las virtudes, tan elogiadas por lo mejor del pensamiento griego, especialmente por los estoicos. Sabemos que con cierta frecuencia va haciendo elencos de pecados y de virtudes que eran en cierto modo conocidos por la mentalidad pagana. En este caso está planteando nuevamente la relación entre la alegría verdadera y "una vida digna del Evangelio de Cristo" (Flp 1,27).

Estamos en las antípodas de una alegría tipo bacanal, frecuentes en las fiestas orgiásticas de la antigüedad y que se intenta reproducir también en nuestro tiempo: tanto más "alegres" cuanto más desinhibidos y "libres" de todo código moral. Sabemos que en realidad son manifestaciones de personas y de grupos que están perdiendo el sentido de lo auténticamente humano.

Pablo está planteando la felicidad y la alegría como flor y fruto de una vida recta, digna, vivida sobre las huellas de Jesús, el Viviente.

x "Practiquen lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí" (4,9). Quizás estamos habituados a ver imágenes de Jesús y de Pablo siempre muy serios. Menos mal que los estudiosos

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nos van desvelando el buen humor, la amistad, el afecto entrañable en los evangelios así como en las cartas de Pablo.

Es interesante que el apóstol puede ponerse aquí como ejemplo, porque ha sido TESTIGO viviente de lo que ha anunciado. Sabemos que esta carta a los Filipenses transluce mucho más que otras el cariño que circulaba entre Pablo y los cristianos por él conducidos a la fe. Hay expresiones fuertes, pero hay también, en todas, manifestaciones de amor y ternura, que por momentos lo llevan a compararse a una madre en relación con sus hijos pequeños. Podemos deducir que también en el aspecto de la esperanza, la confianza, la sana y continua alegría, así como el agradecer, la acción de gracias y la alabanza, el antiguo rabino de Tarso expresaba toda la novedad de la vida y de la oración cristiana.

"Y el Dios de la paz estará con ustedes" (4,9). Se concluye esta hermosa parte de la carta recogiendo todo en el Shalom, la paz. Quizás tendríamos que traducirlo como: "El Dios de la paz habitará en ustedes". Se trata, así como de la alegría, de una paz que no es pasajera, no condicionada a alguna circunstancia agradable o contradictoria, sino que es fruto y expresión del Señor resucitado habitando en el corazón de su discípulo/a.

CONCLUSIONES/ACTUALIZACIÓN

Hemos planteado un tema atractivo: la felicidad, la alegría. Esperamos haber puesto de relieve la novedad de "la alegría cristiana", vivida y anunciada por Jesús y proclamada por Pablo, el fiel servidor.

Dado que para todos en nuestro tiempo, en especial nuestros jóvenes, es tan importante el tema de la felicidad y la alegría, cabe preguntarnos:

* ¿Cuáles son los elementos de novedad que hemos descubierto? ¿Van en la misma onda las expresiones de alegría que nos ofrece la propaganda y los espectáculos, y la que Pablo propone? ¿Cómo descubrir, cultivar, expresar esa alegría verdadera?

* Es innegable que mucha gente anda triste, sin rumbo. Nos duele que tantos jóvenes se refugien en la droga y hasta se quiten la vida. Los informativos anuncian sobre todo la violencia y muertes que cada día ocurren... ¿No estaremos todos un poco enfermos de tristeza y pesimismo?

* Desde siglos atrás los cristianos tenemos fama de "aguafiestas". Y no nos referimos a quienes por vocación siguen la línea del Bautista (¡a quien también el evangelio presenta rodeado de alegría!), sino a una interpretación del Evangelio como constante negación o desconfianza de las alegrías sanas de la vida. ¿Cómo nos reconocemos en este punto? Cada uno de nosotros, nuestro grupo o comunidad cristiana, ¿nos caracterizamos por la alegría, el entusiasmo, la sonrisa?...

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Este pasaje de la carta a los Filipenses está tan fuertemente delimitado que algunos creen que hay que ver en él una carta independiente. Sin que tenga que imponerse esta opinión, puede comprobarse que realmente hay un objeto único que coordina el conjunto. Pablo da las gracias a los Filipenses por el regalo que le han hecho mandándole a Epafrodito (2,25-30). Pablo debió haber expresado ya antes su gratitud en un informe oral anterior (2,26). Pero ahora quiere hacerlo por escrito. La razón salta a los ojos al leer este trozo: lejos de ser un simple agradecimiento, desarrolla en estas circunstancias una autentica catequesis «mientras que nosotros con frecuencia fingimos que no queremos oír hablar de dinero porque esto nos parece indigno del verdadero apóstol, Pablo nos muestra en este texto todo el significado teológico y pastoral que puede tomar una ofrenda» (B. Rolland).

SOLIDARIDAD, LA NUEVA LITURGIA

Pablo está encarcelado y sufre necesidad. Los Filipenses ya le habían ayudado en el viaje precedente, cuando estaba en Tesalónica (4,16). Llegan ahora a conocer los hechos y, tras varios intentos de socorrer al apóstol en la tribulación, logran por medio de Epafrodito hacerle llegar una ayuda económica. No se conoce la entidad de esta ayuda, pero se nota la satisfacción de Pablo. Hemos de recordar que el prisionero ha puesto en marcha una red de colaboradores, que recorren las ciudades cercanas fundando y animando comunidades. Él personalmente continúa la obra de evangelización por medio de sus cartas, y todo ello tiene un costo que tantas veces no tomamos en consideración: pergaminos, copistas, viajes de los portadores, etc. No tenía necesidad sólo para su sustento personal.

Pablo no se limita a decir sencillamente "muchas gracias", sino que aprovecha de este hecho, aparentemente simple, para entablar una reflexión. No hace teología partiendo de lo abstracto, sino a partir de la realidad. En este pasaje no hallamos la palabra "agradecimiento", señal de que ha querido decir algo más. Prefiere llamar a los Filipenses syn-koinoné-santés (v. 14): esta palabra que, como puede verse, contiene el término tomoma=comunión, participación, solidaridad. Los Filipenses se han hecho solidarios con Pablo en sus necesidades materiales y en sus proyectos apostólicos. Todo esto va

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más allá del simple ofrecer dinero y deviene una liturgia, un servicio que, en el fondo, se rinde a Dios. Nótese el lenguaje litúrgico y cultual del v. 18: la ayuda de los Filipenses se recibe como incienso perfumado, que recuerda el aroma de los sacrificios en el Antiguo Testamento; cf. Ex 29,18.25; Lv 2,12; 4,31; 6,14; 8,21; 17,4.6 etc.), sacrificio aceptable que agrada a Dios, que sustituye los sacrificios antiguos; cf. Lv 17,4; 19,5 etc.).

En esta perícopa se percibe un intercambio y una comunión solidaria entre los Filipenses y Pablo. El análisis literario permite captar una alternancia entre el ustedes y el yo, que concluye en Dios: una comunión/solidaridad que culmina en Dios y Este sabrá recompensar. Pablo, que se declara deudor con todos (Rm 1,14), no tiene con qué retribuir y por ello apela a Dios para que provea a los Filipenses (vv. 19-20). La expresión "mi Dios cubrirá todas sus necesidades" (v. 19a) lleva a pensar en el sacrificio de Abrahán (Gn 22,8.14), ¡tan grande es el aprecio de Pablo hacia la solidaridad de los Filipenses!

En el v. 17 se usa el lenguaje comercial (don, crédito, cuenta), pero Pablo invierte completamente los parámetros comerciales. Solidaridad no es comercio. Quien da, gana; en línea con la tradicional expresión: "Quien da a los pobres, presta a Dios", o, como dice Sir 35,2: "El que da limosna ofrece sacrificio de alabanza".

Es interesante detenerse en el perfil de Pablo. Está encarcelado, pero muestra gran gozo por la "liturgia" de los Filipenses. La alegría es un tema recurrente en toda la carta, tanto que se la llama "la carta de la alegría" (se puede leerla entera en esta perspectiva). No es una alegría cualquiera, sino "en el Señor", no obstante tantas tribulaciones. El Apóstol no se siente rehén de los sufrimientos y necesidades. En efecto, demuestra poseer los ideales morales de los filósofos tenidos en mayor consideración por entonces -los estoicos, por ejemplo- que enseñaban los principios de la autarchéia (v. 11: autárkes=ser autosuficientes) y de la ataraxia (imperturbabilidad, v. 13: "Para todo me siento con fuerzas, gracias al que me robustece"). Su fuerza viene del Señor, y no se turba ni a causa de las carencias ni a causa de la abundancia; los dos extremos pueden llevar a perder la fe y confianza en Dios. Resulta cómodo no turbarse cuando hay recursos. ¿Y cuando uno se encuentra en penuria?

Pablo ha alcanzado el equilibrio del hombre sensato. Vale la pena recordar la oración del hombre sabio y equilibrado de Pr 30,7-9: "Dos cosas te he pedido a ti; no me las rehuses mientras viva:... no me des pobreza ni riqueza, concédeme mi ración de pan; no sea que me sacie y reniegue de ti, diciendo: ¿Quién es el Señor?; no sea que necesitado robe y abuse del nombre de mi Dios».

Encontramos en Mateo 10,10 (Le 10,7) un precepto del Señor muy del gusto del grupo conservador de Jerusalén, que monopolizaba el título de apóstol. Cuando envió a los Doce en misión, Jesús les garantizó el sustento: el obrero merece su salario. En Lucas esta consigna se extiende a todos los evangelizadores, incluidos en el número 72. Sin embargo, Pablo nunca hizo de la evangelización el medio de ganarse la vida; prefirió trabajar con sus propias manos, garantizando el sustento para sí y para sus compañeros. La ayuda recibida de los Filipenses no entra en el "toma esto, dame aquello". Ellos le ayudan espontáneamente más de una vez, después que ha dejado

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Filipos (Flp 4,16; 2Co 11,8-9). Este "después" confirma que él nunca ha mezclado la evangelización con el dinero. Sólo lejos de los Filipenses y necesitado, es cuando acepta la ayuda. Crea así una frontera que preserva su independencia y libertad ante los bienes. Y hace cuanto puede para ello.

A primera vista, parece fácil responder por qué Pablo ha aceptado la ayuda de los Filipenses, llegando incluso a construir una teología de la solidaridad. La dificultad surge cuando nos preguntamos por qué no hizo lo mismo con los corintios y en la región de Acaya (2Co 11,10). El obstinado rechazo a aceptar ayuda material de los corintios le costó a Pablo duros conflictos, descritos ampliamente en 2Co 10-13.

Parece que los principales motivos para instaurar una especial relación con las comunidades de Fiipos, sean estos:

1. La condición social de las personas (Lidia y otros) y también de las comunidades, y la probable ausencia (o casi) de pobres, al contrario de la situación de Corinto, donde la mayoría era pobre (cf. lCo 1,26. Si esto es verdad, sería interesante estudiar el tema "Pablo y los pobres», tan importante para los proyectos apostólicos).

2. La presencia (y guía) de mujeres en las comunidades de Filipos: Lidia, Evodia y Síntique.

LA INDEPENDENCIA DEL APÓSTOL

¿Será acaso un discreto reproche lo que se dice en el v. 10? Podría ser debido a ese "por fin» (cf. Rom 1,10) que señala la nueva expresión de la solicitud comunitaria por Pablo. Sea lo que fuere, aquí es la alegría lo que prevalece, como indica la primera palabra de la perícopa. De esa alegría, el "Señor" es al mismo tiempo la fuente y la razón de ser, pero se experimenta en iglesia, ya que es inseparable de las relaciones de caridad que se establecen entre sus miembros. Por eso, a diferencia de una alegría puramente natural y espontánea y lo mismo que el amor del que es la derivación normal, esa alegría puede ser también objeto de un precepto (3,1a; 4,4; 2 Cor 13,11).

Pablo excusa a sus corresponsales, aunque ignora cuáles son las circunstancias que pudieron motivar el retraso A sus ojos, es mucho más importante que no sospechen que él está buscando sus donativos bajo la presión de la necesidad.

Su "oficio" de apóstol le ha enseñado a vivir libre de toda ayuda de los hombres, no solamente a vivir en la pobreza sino también -a pesar de que es mucho más difícil- a pasar de la satisfacción razonable de las necesidades físicas y económicas al hambre y la desnudez (cf. 1 Co 4,11,2 Co 6,3-10; 11,23-24). Porque aquí se habla de libertad, no de ascesis.

Pablo se parece un poco a los filósofos estoicos que intentaban poner en paz su conciencia por medio de la indiferencia ante las condiciones físicas de su existencia. Pero ese parecido de Pablo con las corrientes estoicas es meramente superficial; la independencia que él busca y exige "en toda ocasión" no es de hecho más que el signo de otra dependencia más profunda.

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Pablo, como cualquier otro cristiano, no puede considerar de otra forma la libertad: sus "cadenas» (1,7.13-17) son precisamente el signo que demuestra que esa libertad es efectiva.

El Cristo a quien se entrega el apóstol, liberado de toda traba moral, es el Cristo proclamado, y la autonomía en cuestión es también ese vacío que permite a la caridad apostólica invadir plenamente al predicador del evangelio, someter al pastor a la solicitud atenta por su comunidad: "Soy libre; cierto nadie es mi amo; sin embargo, me he puesto al servicio de todos para ganar a los mas posibles" (1 Co 9,19, cf. 9,1).

Por otra parte, hay una frase que nos aparta definitivamente de los círculos filosóficos. Pablo sigue siendo el mismo cuando para acabar con sus protestas de independencia, afirma: "para todo me siento con fuerzas, gracias al que me robustece" (4,13).

Esas fuerzas deben entenderse según el contexto. No se trata tanto de una posibilidad total de realización como de una capacidad sin límites para soportarlo todo. Pablo es invencible en el terreno de la prueba y puede estar orgulloso de ello, puesto que añade en seguida que ese poder no lo saca ni mucho menos de sus propias fuerzas. Cristo no le ocultó nada cuando le dijo: "te basta con mi gracia, la fuerza se realiza en la debilidad" (2 Co 12,9). Y Pablo repite esa paradoja "Con muchísimo gusto presumiré de mis debilidades porque así residirá en mi la fuerza del Mesías" (2 Co 12,10). Esa fuerza -de la que Pablo puede jactarse sin vacilación- es la de la resurrección de Cristo (3,10), con la que el hombre comulga por la fe y el bautismo, mientras va pereciendo en él el ser orgulloso e incapaz.

EL SENTIDO DE UNA AYUDA ECONÓMICA

Dicho esto, Pablo, lejos de criticar la actitud benéfica de los Filipenses, reconoce su oportunidad. Por tanto, aquí no hay nada de sistemático, si Pablo se niega a "traficar con el mensaje de Dios" (2 Co 2,17), sabe apreciar esa ayuda material por lo que significa una autentica comunión en la obra apostólica que el realiza actualmente en "las cadenas" (1,7.12-14), pero que es fácil concebir en otras circunstancias

Por lo demás Pablo nos invita a ver así las cosas cuando recuerda las diversas ayudas de los Filipenses. No es la primera vez que la comunidad ha mostrado su generosidad: poco después de haberse marchado Pablo tras su fundación los Filipenses le enviaron dinero a Tesalónica (cf. Hch 16,40 - 17,1).

Pero -aquí es donde nos sorprende Pablo- toda esa generosidad no es tanto una ayuda para el apóstol como una ventaja para los bienhechores.

Pablo utiliza el vocabulario comercial cuando escribe que lo que él busca al aceptar los regalos que le hacen, no son tanto los mismos dones, sino "que los intereses se acumulen en vuestra cuenta" (4,17). Hay un buen negocio para los fieles. Contribuyendo a la evangelización, atraen sobre si los beneficios de Dios: "Mi Dios, por su parte, cubrirá todas vuestras necesidades con sus inagotables riquezas por medio del Mesías Jesús" (4,19). 1136

La recompensa no está lejos, pero mientras esperan (3,20), la generosidad de los Filipenses se inscribe en la serie de esos actos morales que Pablo asemeja a los actos del culto: "incienso perfumado (cf. Gn 8,21; Ex 29,18.25.41; etc. ) un sacrifico aceptable que agrada a Dios" (4,18 b).

El culto verdadero se realiza en la caridad y por la caridad. Así se dice en la carta a los Hebreos: "No se olviden de la solidaridad y de hacer el bien, que tales sacrificios son los que agradan a Dios" (Hb 13,16).

Por tanto, no hemos de extrañarnos de que, para poner el broche final, Pablo celebre a Dios en una de esas doxologías que aparecen también en otros lugares de las cartas (Ga 1,5; Rm 16,27; Ef 3,21; 2 Tim 4,18) y que reproducen sin duda alguna a las formulas de la liturgia cristiana en sus comienzos: «A Dios nuestro Padre la gloria por los siglos de los siglos. Amén" (4,21). Es que realmente "la gratitud del apóstol se dirige ante todo a Dios" (J F Collange), autor de toda gracia y de toda obra buena (Rm 8,28).

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1. ALGUNAS CONSIDERACIONES PARA LA LECTURA DE LA CARTA

La Carta utiliza muchos juegos de palabras para puntualizar algunas ideas claves. Pablo juega con los términos contrapuestos "esclavo-amo", "esclavo-hermano". También con los términos "útil-inútil": a tal propósito hay que tomar en cuenta que, en griego, "Onésimo" significa precisamente "útil".

Viendo de cerca el desarrollo de esta carta, se descubre el siguiente esquema:

1-3 Dirección y saludo 4-7 Agradecimiento y elogio al ágape de Filemón 8-14 El ágape destruye la esclavitud 15-17 La Koinonía, una nueva relación de comunidad 18-19 El valor de la gracia destruye el valor del cambio 20-22 Confianza y elogio al ágape de Filemón 23-25 Despedida

Al centro, está el pedido de Pablo sobre el establecimiento de nuevas relaciones de solidaridad cristiana. En torno de este centro, hay la destrucción de la esclavitud y su relación de cambio por la práctica del ágape y caridad cristiana.

Esta estructura muestra que Pablo invoca el poder del ágape, que es el centro del Evangelio cristiano, para crear una nueva sociedad de solidaridad.

Por medio de la Carta, Pablo implícitamente declara ilegítima la institución vigente de la esclavitud. Mientras que la solidaridad (ágape) practicada por la comunidad (Koinonía) cristiana es capaz de superar estructuras de dominación y de formar una nueva relación entre iguales y libres.

Pablo utiliza con fineza la diplomacia para construir la nueva sociedad, en vez de enfrentarse abiertamente al sistema esclavista.

S138

3. DE "ESCLAVISTA" A "HERMANO" (postura de Pablo frente a Filemón)

En el v.l, Filemón es presentado como "querido amigo" y "compañero de trabajo", colaborador. Es bueno, está unido a Pablo, muy allegado a él, deudor de la fe que le transmitió el mismo Pablo (v.19).

En los vv. 4 y 7, se alaba a Filemón por su fe y caridad: es un prójimo muy caritativo.

Sin embargo, todavía no ha llegado a ser "hermano".

En los vv. 7 y 20, Pablo se dirige a Filemón con el término "hermano"', pero lo hace con un vocativo: expresa más el deseo de que Filemón se comporte como hermano, que la realidad de su ser hermano.

Es significativo, al respecto, el hecho de que Pablo se dirige a Apfia, la esposa de Filemón, definiéndola enfáticamente "hermana" (v. 2). Lo mismo hace con Onésimo, definiéndolo (v. 16) como "un hermano querido". Los dos se dejaron evangelizar y convertir.

v.2

v.7

v.16

v.20

Pero, Pablo no llama a Filemón: "hermano"', solamente utiliza el término como vocativo, como un ruego: como una invocación: ¡compórtate como hermano!

Finalmente, Filemón es también un esclavo en su "rol esclavista": esclavo del sistema del que necesita liberarse para llegar a ser "hermano".

En el v. 16, podemos descubrir este cuadro de las relaciones sociales según el sistema esclavista romano.

ESCLAVO - AMO: los dos términos son contrarios. Para pasar de uno a otro se necesita negar el primero y así llegar al segundo por implicancia: negar el ser amo para llegar a identificarse con el esclavo, o negar el ser esclavo para identificarse con el amo (esta segunda posibilidad no es aceptada en Flm).

1391

"TE ADELFE" < (la hermana - Apfia) (Vocativo)

"ADELFE" « — (¡Hermano!) (Vocativo)

"ADELFÓN" < (el hermano - Onésimo)

"ADELFE" « — (¡Hermano!) (Vocativo)

. _ . . . , _ ^ CONTRARIOS w « . . _

ESCLAVO < • AMO

NO AMO CONTRARIOS • NO ESCLAVO

Entra aquí el término "hermano(a)": es una palabra clave para romper el piso del sistema esclavista.

Como hemos visto, Pablo, en relación a Filemón, lo utiliza enmarcado en un vocativo, un ruego, desde donde "ordena" indirectamente.

Sutilmente, Pablo confronta a Filemón y lo reta para que su fe sea eficaz al invitarle a ser otro Onésimo ("para que me sirviera en tu lugar" v.13), útil para Pablo.

Así, Pablo exige a Filemón ser cristiano, no sólo de palabra, sino en hechos concretos.

Los "Santos" a quienes Filemón ayudaba (v.5), eran de su clase social. Era una comunión exclusiva. Ahora Pablo le invita que incluya en ella también a Onésimo (v. 16; cfr. Col 4,9 : "Onésimo... uno de ustedes").

La comunión (ágape) de Filemón tiene que abarcar también a Onésimo, porque la fe nos hace hijos de Dios, nos hace hermanos y anula toda diferencia entre personas.

Pablo no obliga a Filemón, le deja en libertad para que su fe sea eficaz al acoger a Onésimo como un hermano.

Pablo suplica y ruega a Filemón, desde la fe cristiana, para que cambie sus relaciones sociales y se libere así del sistema esclavista.

"Astutamente", Pablo se apunta para visitarle y "ver" de cerca la eficacia de su fe para este caso (v.22).

4. DE"ESCLAVO"A'HERMANO" (postura de Pablo frente a Onésimo)

El mismo Pablo se presenta en igualdad de identificación con Onésimo (ver. v. 13.16.17). Ya desde su saludo, Pablo se presenta como otro esclavo: "preso de Cristo" (v. 1), como para identificarse con el esclavo Onésimo, para construir nuevas relaciones desde esta situación, según su fe cristiana.

Pablo presenta a Onésimo en el mismo nivel de Filemón.

1140

Así como Pablo había engendrado a Filemón en la fe (v. 19), ha anunciado el evangelio también a Onésimo, liberándolo y engendrándolo a una nueva vida (v.10).

Además, en el v.ll, Onésimo (= útil) mientras es esclavo es inútil a Filemón: lo pierde (por eso se lleva algo de Filemón). Ahora, como cristiano le será útil (aquí, en griego, no se usa el término Onésimo, sino un sinónimo "Eukrestos" = útil).

En el v. 16, Pablo presenta a Onésimo no como un esclavo, sino como un hermano muy querido, dentro de una nueva relación cristiana. La relaciones sociales ocasionadas por la fe en Cristo, son totalmente nuevas. El evangelio nos hace iguales unos a otros. Pablo pone a Onésimo en el lugar que le corresponde como hijo de Dios, como hermano.

ESCLAVO-HERMANO: la Carta establece que la condición de "esclavo" es contraria a la de "hermano". Para pasar de la situación de esclavitud a la de hermandad, se tiene que negar la primera. Así, negar que Onésimo sea esclavo (= no esclavo) de Filemón, es aceptarlo como hermano. Negar que sea su hermano (= no hermano) es considerarlo como su esclavo: aspecto y posibilidad que la carta rechaza.

Por eso, en el v. 17 Pablo afirma tajantemente que, por su fe cristiana, Onésimo, debe entrar en la comunidad que existe entre Pablo y Filemón.

ESCLAVO < C0NTRAR'0S • HERMANO

NO HERMANO^ CONTRARIOS NO ESCLAVO

Pablo trata a Onésimo como fuera un hijo suyo, engendrado en la fe. Se identifica con él para interceder por él ante su amo. Lo valora como persona y se pone como su garante.

Con sutileza usa el término "hermano" para minar los cimientos del sistema esclavista y liberar a Onésimo de su situación social y a Filemón de su estructura mental esclavista (a pesar de ser un dirigente cristiano).

La finalidad de Pablo es establecer entre ambos las mismas relaciones personales que deben existir entre los cristianos

1411

5. DE LA ESCLAVITUD AL EVANGELIO

En nuestro texto la oposición verdadera no es "esclavo-amo", sino más bien "esclavo-hermano(a)".

El evangelio devuelve a las personas en una condición de igualdad: si quieres ser "hermano", tienes que renunciar a ser "esclavo-esclavista". ¡Ambos responden al sistema!

Lo "hermano" se opone a todo aquello que margina, separa, levanta barreras en las relaciones sociales. Transforma al "esclavo-cosa" en "persona".

Todo aquello que se opone a "hermano" no es cristiano, es anticristiano.

Pablo trata de asentar un nuevo modo de relaciones entre las personas a partir del evangelio.

La comunión a la que Pablo llama no es exclusiva, sino inclusiva, abierta especialmente a los "Onésimos", los excluídos(as) del sistema social.

Pablo tiene el coraje de hacer propuestas subversivas, que revierten las actitudes y la situación del esclavismo.

Exige "la eficacia de la fe" (v.6) dentro de las relaciones sociales y busca modelos alternativos: modifica el grupo social al que pertenece Filemón. Con astucia y sutileza, consigue subvertir el orden aprovechándose de la amistad que le une a Filemón.

Si los esclavos llegan a ser "hermanos" cae el sistema de relaciones económicas del Imperio Romano (el sistema esclavista). Por eso persiguen a los cristianos que subvierten este orden. Llegan a ser un problema de "defensa nacional".

6. ¿Y HOY?

La lectura de la Carta a Filemón nos ayuda a responder y a tomar una posición ante la esclavitud en que sigue encontrándose la mayoría del pueblo todavía hoy.

El imperio romano era una sociedad esclavista y la mayoría de la población vivía como esclava, produciendo riqueza para una minoría: los señores. Los esclavos no eran considerados personas, sino simple medio de producción, patrimonio de su señor. Ellos no tenían derechos, vivían en una miseria absoluta y podían ser vendidos como objetos.

Situación semejante, todavía hoy, sigue viviendo mucha gente.

En ese contexto, la Carta a Filemón nos ofrece importantes llaves de lectura:

1. El ágape cristiano, que se traduce por "solidaridad", es más que una actitud subjetiva de Amor. Expresa una dinámica de las relaciones sociales de iguales, y de servicios voluntarios y mutuos (cfr. Ga 5,13-15)

1142

2. Los cristianos, los asociados en esta práctica de ágape, viven como hermanos responsables en conjunto por el bien de todos (cfr. Rm 8,28; 2 Co 5,14)

3. La comunidad, koinonía, que se establece en la solidaridad y en la igualdad de esos asociados, es la generadora de una nueva sociedad (cfr. 1 Co 8,1).

Con estas claves de lectura, podemos leer e interpretar la Carta a Filemón, un proyecto para crear también hoy una nueva sociedad de libertad y solidaridad.

Ayer fue Pablo quien, desde su identificación con el esclavo, subvirtió el orden y planteó un nuevo orden de relaciones sociales, producto de la fe cristiana.

Hoy son nuestras Iglesias las que tienen que subvertir el orden de relaciones entre las personas humanas y asumir este reto de proponer modelos de nueva sociedad con criterios evangélicos.

7. UN DIOS CON CABEZA DE ESCLAVO (Mí 25,14-30)

Proponemos un texto de "teología narrativa", que une el texto de Mí 25,14-30 con la Carta a Filemón. Nos puede ayudar a ver las implicancias del Evangelio en la vida concreta de las comunidades, cuando es asumido con coherencia y en profundidad.

En las últimas reuniones, la comunidad de Mateo se ha dedicado a organizar los dos capítulos del evangelio de su líder que reunirán el último de los cinco grandes discursos de Jesús: el discurso de la vigilancia. En la última reunión han hablado de la parábola de las diez vírgenes, las cinco prudentes y las cinco necias. Hoy se reúnen para hablar de otra parábola, la délos talentos...

Mateo tiene algunas dudas: «A ver, ¿por qué tendría que poner esta parábola en el último discurso de Jesús?... ¿Qué relación tiene con el tema de la vigilancia?...».

Teudas, el joven de la comunidad, comienza a molestar: «Mateo, si quieres un consejo de amigo, deja de lado esta parábola de los talentos: es demasiado controvertida...».

María, junto con su esposo Cleofás, era del grupo de los discípulos de Jesús. Tiene mucho que decir: «Esto es cierto. Es controvertida. Ya he escuchado a alguien que le quiere quitar fuerza con una lectura puramente simbólica: los talentos representan los dones que tenemos, el hombre rico es Dios que nos dio tales dones, y nosotros tenemos que actuar como los esclavos haciendo fructificar los talentos del Señor...».

«¡Es la única interpretación posible! - reacciona Teudas - ¿Qué otra lectura se puede hacer de ella?».

1431

Mateo está pensativo: «¿Sabes qué, Teudas?... Yo tengo muchas dificultades con esta parábola... ¿Será posible pasar tan rápidamente al nivel simbólico sin tener en cuenta los elementos concretos, cotidianos, de la parábola misma...».

«Tú has sido un cobrador de impuestos, mi querido Mateo - es Cleofás quien ha intervenido - Sabes muy bien que "talento" no significa "capacidad", "don", sino que es un valor monetario e indica una gran suma de dinero. ¡Son como 34 kilos de oro! (Mt 18,24)... Yo gano, como todos, un denario por un día de trabajo (Mt 20,1-15): ¡necesitaría más de 15 años para poder juntar un único talento!».

María lo interrumpe: «¡Y esto si no vas a gastar nada ni para ti ni para nuestra familia!. ¡Ni en sueños vamos a juntar un talento a lo largo de toda nuestra vida!».

Mateo insiste: «Justamente por eso me parece que no se debe pasar tan rápidamente por la palabra "talento" y atribuirle sólo un sentido figurado. ¡Las sumas de dinero y riqueza que están siendo presentadas son exorbitantes, imposibles de ser acumuladas por la mayoría de la población!».

María aumenta la dosis: «Además, ¿será posible identificar tan rápidamente y fácilmente al dueño de los talentos con Dios?...».

Onésimo hasta ahora había quedado cabizbajo, en silencio. Viste muy pobremente. Interviene casi con miedo: «Disculpen si me atrevo a pedir la palabra... pero... no puedo callarme, frente a esta última pregunta de María...».

Teudas lo mira con desprecio: «¿Y tú quién eres? Seguro uno de los últimos pordioseros que se han integrado a la comunidad, para aprovecharse de nuestra generosidad...».

«Me disculparás, hermano Teudas - Onésimo casi ni lo mira - soy esclavo, pero no pordiosero. Y si me he integrado a la comunidad, es porque he encontrado un espacio que me devuelve dignidad a pesar de mi condición. Pero lo importante no es mi condición, lo importante es la pregunta que acaba de hacer María...».

«Esclavos y mujeres: ¡una buena compañía!», es el comentario sarcástico de Teudas.

Mateo lo calla en seguida: «Déjalo hablar, Teudas... ¿Cómo te llamas?...».

Onésimo sigue hablando sin levantar la cabeza: «Soy Onésimo, de la casa de Filemón. He escuchado muchas veces repetir esta parábola en la casa de mi amo. Soy esclavo. No tengo otra cabeza que la de un esclavo. Es con esta cabeza que he pensado mucho sobre...».

Teudas no puede con su lengua: «Los esclavos trabajan, no piensan...».

1144

«Trabajo, y pienso. Y desde mi realidad de esclavo, yo también tengo dificultad a identificar al dueño de los talentos con Dios...».

«A ver - se escandaliza Teudas - ¡un esclavo ahora nos da clases de teología!».

Onésimo se limita a decir: «Si prefieren, puedo callarme...».

«¡No, no! Me interesa mucho conocer tu opinión - lo anima Mateo -Entre nosotros hay muchos esclavos y esclavas. Y también entre mis lectores, habrán muchos que vivirán en situaciones de esclavitud, quizás diferentes a las tuyas, pero siempre de esclavitud».

Onésimo se anima: «El último esclavo de la parábola dice de su dueño: Sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste...».

Cleofás ya ha captado por donde quiere llevar el discurso del esclavo Onésimo: «En otras palabras, está diciendo que el dueño se apodera de aquello que no es suyo, se apropia del fruto del trabajo de otras personas: ¡por lo tanto, roba!...».

Onésimo continua con sencillez: «Y hay que subrayar que el dueño sabe que actúa así: "Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho dónde no sembré y recojo donde no esparcí...". ¿Una persona así presentada sirve para representar a Dios?».

«Esto es, Onésimo - María rompe su silencio - ¿Es posible representar a una persona querida con un símbolo que nos trae recuerdos tan desagradables?...».

Mateo sigue con todas sus dudas: «A lo largo y ancho de todo mi Evangelio, he subrayado mi preocupación con la justicia y he presentado a Jesús, el Maestro, que se identifica con los más pequeños e indefensos. Si pongo esta parábola, estaría comparando a Dios con la figura de un dueño que construye su riqueza con la explotación intensa del trabajo de otras personas. Sería una contradicción... Mejor la dejamos de lado, esta parábola...».

Onésimo va adquiriendo siempre más seguridad: «¿Por qué, Mateo? Tú sigues identificando a Dios con el dueño... ¿Por qué no te ubicas tú también del lado del esclavo, de aquel que recibió sólo un talento?... ¿Te asusta un Dios que piensa con cabeza de esclavo?...».

«Bueno, no... pero... - Mateo no está muy seguro - Sí, definitivamente me asusta... Sin embargo, ¿cuántas veces nos asustó Jesús?... A ver, Onésimo, ¿tú, como esclavo, como interpretarías esta parábola?...».

Onésimo ya habla sin miedo: «Como esclavo, no logro identificarme con el dueño... solo logro identificarme con los esclavos... pero, entre ellos, me siento muy cercano al esclavo que recibió un solo talento... Sólo este último esclavo se atreve a romper con la lógica de concentración y dominación que su dueño desenvuelve, aunque al precio de un castigo muy pesado. Su miedo es más que justificado: conoce a su dueño...».

1451

Cleofás le sigue el discurso: «Con este miedo, lo más lógico hubiera sido que él también actuara como sus compañeros esclavos: someterse a las órdenes del dueño y seguir reproduciendo los mismos mecanismos de concentración y acumulación de riquezas...».

Teudas sigue jalando agua para su molino: «Sí, esto hubiera sido lo más lógico: estar a las reglas de su patrón, intentar conservar su "empleo"...».

«Y seguir siendo eternamente esclavo como los otros dos - contraataca Onésimo - Esta es la lógica del amo... Pero no fue la lógica del tercer esclavo...».

Mateo necesita aclarar: «A ver... Para ti, Onésimo, la actuación de este esclavo fue un acto de osadía: se atrevió a romper con el modelo que empobrece a muchos para hacer la riqueza de uno solo... ¿O me equivoco?».

«No te equivocas - lo tranquiliza Onésimo - Se atrevió, a pesar de que a partir de esta opción su futuro se volvió tremendamente incierto... Será "excluido", será echado "a las tinieblas de fuera, donde hay llanto y rechinar de dientes"...».

Cleofás ya está convencido: «Esto es evidente. Siempre ha sido así, y siempre será así. Para el dueño y para quien piensa y actúa como él, no es posible la existencia de alguien que tenga conciencia, que hable lo que piensa y que muestre lo que realmente acontece a todos...».

María le sigue la corriente: «Es necesario que el fraude, el robo, la mentira y la explotación sigan ocultos...».

«Ya basta de historietas - Teudas todavía no se ha dado por vencido -Lo único cierto es que "a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará". Así funcionan nuestras sociedades: no hay escapatorias...».

Mateo parece ya no tener dudas: «Sí, es cierto: así funcionan nuestras sociedades del siglo uno, y así funcionarán las sociedades de los siglos venideros... Por eso no hay dinero para salud, educación y habitaciones, pero hay mucho dinero para banqueros y para pagar deudas y más deudas ahora a las romanos, y en el futuro a los dueños de turno...».

María lanza una pregunta provocadora: «¿Será posible romper con esta mentalidad, pensar en una forma diferente de organizar la sociedad y el poder?».

Mateo parece perdido en algún recuerdo lejano: «Nosotros ya le pusimos esta misma pregunta a Jesús, cuando nos habló de camellos y agujas para amonestarnos sobre el peligro de las riquezas... ¿Y saben cuál fue la respuesta de Jesús?... "Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible"».

1146

Onésimo vuelve a tomar la palabra: «Una respuesta muy sabia... Yo también pensaba que era imposible... hasta ayer... hasta cuando mi amo Filemón me comunicó su decisión de devolverme la libertad...».

Mateo, Teudas, María y Cleofás y la comunidad toda quedan con la boca abierta, incrédulos... Onésimo sigue contando: «Varias veces comentamos en la casa de mi amo Filemón esta parábola de los talentos... nuestro amigo Pablo hasta le escribió una carta a mi amo sobre esto... bueno, y ayer decidió...».

«Es una gran noticia - María corre a abrazarlo - ¡Felicitaciones, Onésimo!...».

Cleofás está radiante: «Ya no hay dudas, Mateo. Tienes que poner esta parábola de los talentos en el último discurso de Jesús, que trata de la vigilancia y del sentido de la vida y de la historia de los seres humanos...».

«Mateo - también María echa chispas - primero pones esta parábola y después, para concluir el discurso, pones la otra comparación del pastor que separa las ovejas de los cabritos, que Jesús usó para describir el juicio final...».

«A ver, María - Mateo ya tiene la pluma en la mano - Estás sugiriendo que primero ponga la parábola de los talentos como para afirmar que el dueño que explota y roba no tiene la última palabra sobre la historia... Y sí la tendría, por el contrario, el rey que separa cabritos y ovejas mostrando que lo que realmente decide es la solidaridad con los pobres, los hambrientos, los sedientos, los enfermos, los prisioneros, los esclavos...».

Onésimo le concluye el pensamiento: «Con seguridad, quien piensa y actúa con la mentalidad del dueño de los talentos no tendrá ojos ni corazón para percibir el camino de la justicia que pasa por la fraternidad y por el compromiso con las personas necesitadas, los pequeños... Sólo quien es capaz de romper con la mentalidad dominante, que favorece la acumulación y provoca el empobrecimiento y la destrucción de la vida de tanta gente, descubrirá a su Señor en medio de excluidos y excluidas... Y esto es exactamente lo que experimentó mi amo Filemón...».

Mateo ya ha superado todas las dudas: «Sí, es una parábola controvertida... Pero la voy a poner igualmente en mi Evangelio... Serán mis lectores, después, los que la interpretarán, a partir de su propia situación...».

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Presentación 3

Introducción 5

Orientaciones Prácticas 6

Entrronización de la Biblia 9

1. Introducción: 15

Pablo y las comunidades de Tesalónica y de Filipos

2. La Comunidad cristiana 25 - 83

3. Esperar en los tiempos de Dios 29 - 88

4. Vivir como hijos de la luz 35 - 93

5.Exigencias del trabajo cristiano 39 - 98

6. La oración en las cartas a los Tesalonicenses 46 -103

7. El himno a Cristo Jesús 49 -111

8. Cristo en la vida del apóstol Pablo 53 -121

9. El mandamiento de la alegría 57 -125

10. Solidaridad cristiana 61 - 133

11. La carta a Filemón. 65

Pablo escribe a su amigo Filemón de Colosas

12. De esclavo a hermano 75 -138

Anexos 81

índice 148

1148