comitÉ de cultura - gaceta nicolaita · de corazón, porque si, cuesta mucho trabajo renunciar a...

4
Comisión para la Conmemoración del Centenario de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo Rodrigo Pardo Fernández, responsable.Ana Cristina Ramírez Barreto, Patrimonio cultural. Helmut Horkheimer Vázquez Torres, director de la Facultad Popular de Bellas Artes, Actividades artísticas Continuar leyendo pág.2 ... COMITÉ DE CULTURA María Zambrano Memoria del exilio (fragmentos escogidos) E l exilio, por tanto, ha sido ante todo, y más que nada, diáspora: los amigos perdidos, las oca- siones frustradas, el intento siempre abierto de una nueva patria que las abrace a todas (...).

Upload: others

Post on 06-Aug-2020

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: COMITÉ DE CULTURA - Gaceta Nicolaita · de corazón, porque si, cuesta mucho trabajo renunciar a ello. Yo he renunciado a mi exilio y estoy feliz, y estoy contenta, pero eso no me

Comisión para la Conmemoración del Centenariode la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Rodrigo Pardo Fernández, responsable. Ana Cristina Ramírez Barreto, Patrimonio cultural. Helmut Horkheimer Vázquez Torres, director de la Facultad Popular de Bellas Artes, Actividades artísticas

Continuar leyendo pág.2 ...

COMITÉ DE CULTURA

María Zambrano

Memoria del exilio(fragmentos escogidos)

El exilio, por tanto, ha sido ante todo, y más que nada, diáspora: los amigos perdidos, las oca-

siones frustradas, el intento siempre abierto de una nueva patria que las abrace a todas (...).

Page 2: COMITÉ DE CULTURA - Gaceta Nicolaita · de corazón, porque si, cuesta mucho trabajo renunciar a ello. Yo he renunciado a mi exilio y estoy feliz, y estoy contenta, pero eso no me

C2 Lunes 4 de julio de 2016. Año 6 No. 102.

Rumbo al CentenarioRumbo al Centenario

La derrota que dio origen al exilio mío y de millones de gentes inclusive durante muchos años fue, ya lo he dicho, diáspora; no se sabía dónde estaba nadie, a veces entre la niebla se los encontraba, a veces aparecían con una forma distinta: eran los nuevos amigos (...). De ahí que mi ferviente voto, ofrenda, es que no se repita, que no se repita más la guerra civil en parte alguna del mundo, que los hombres encuentren una patria común que, sin dejar de ser patria y singularmente suya, sea al par de todos los hombres. (El exilio, alba interrumpida, 1988)

La Patria es como el Mar que recoge el rio de la muchedumbre. Esa muchedumbre en la que uno va sin marcharse, sin perderse, el Pueblo, andando al mismo paso con los vivos y con los muertos. Y al salirse de ese mar, de ese río, solo entre cielo y tierra, hay que re-cogerse a sí mismo y cargar con el propio peso; hay que juntar toda la vida pasada que se vuelve presente y sostenerla en vilo para que no se arrastre. No hay que arrastrar el pasado, ni el ahora; el día que acaba de pasar hay que llevarlo hacia arriba, juntarlo con todos los demás, sostenerlo. Hay que subir siempre. Eso es el destierro, una cuesta, aunque sea en el desierto. Esa cuesta que sube siempre y, por ancho que sea el espacio a la vista, es siempre estrecha. Y hay que mirar, claro, a todas partes, atender a todo como un centinela en el último confín de la tierra conocida. Pero hay que tener corazón en lo alto, hay que izarlo para que no se hunda, para que no se nos vaya. Y para no ir uno, uno mismo haciéndose pedazos…

Si yo no vuelvo, no puedo volver porque yo no me he ido nunca; yo he llevado a España conmigo, detrás de mí, en el secreto y al par, luminoso o dramático o visible simplemente del corazón. Nunca se ha ido de mi corazón ni de mí, España. Yo diría, inclusive, que he sido exiliada para ser española de un modo más total. (La tumba de Antígona, 1988)

... pero al decirlo me quemo los labios, porque yo querría que no volviese a haber exiliados, sino que todos fueran seres humanos y la par cósmicos, que no se conociera el exilio. Es una contradicción, qué le voy a hacer; amo mi exilio, será porque no lo busqué, por-que no fui persiguiéndolo. No, lo acepte; y cuando se acepta algo de corazón, porque si, cuesta mucho trabajo renunciar a ello. Yo he renunciado a mi exilio y estoy feliz, y estoy contenta, pero eso no me hace olvidarlo, sería como negar una parte de nuestra historia y de mi historia. Los cuarenta años de exilio no me los puede devolver nadie, lo cual hace más hermosa la ausencia de rencor. Mi exilio está plenamente aceptado (Las palabras del regreso, 1995)

*

*

Page 3: COMITÉ DE CULTURA - Gaceta Nicolaita · de corazón, porque si, cuesta mucho trabajo renunciar a ello. Yo he renunciado a mi exilio y estoy feliz, y estoy contenta, pero eso no me

C3Lunes 4 de julio de 2016. Año 6 No. 102.

Rumbo al Centenario

La prenda que el exiliado conserva entre sus manos, mientras mira al cielo sin interrogación y sin llanto, debe ser esa. Désele voz y palabra. No pide otra cosa sino que le de-jen dar, dar lo que nunca perdió y lo que ha ido ganando: la libertad que se llevó consigo y la verdad que ha ido ganando en esta especie de vida póstuma que se le ha dejado. (La razón de la sombra, 1993)

Por amor a recuerdos y a vuestra generosa compañía, se-guidme hasta una hermosa ciudad de México, Morelia, cuyo camino no busqué, sino que el mismo me llevó a ella, igual que a tantos otros españoles recién llegados al destierro. Allí me encontré yo, precisamente a la misma hora que Ma-drid –mi Madrid– caía bajo los gritos bárbaros de la victoria. Fui sustraída entonces a la violencia al hallarme en otro re-cinto de nuestra lengua, el Colegio de San Nicolás de Hidal-go, rodeada de jóvenes y pacientes alumnos. Y, ajena desde siempre a los discursos, ¿sobre qué pude hablarles aquel día a mis alumnos de Morelia? Sin duda alguna, acerca del nacimiento de la idea de libertad en Grecia. Era una forma natural de acordarme de España y del ya melancólico, re-signado y esperanzado fracaso. Era la forma de situarse en aquella hermandad de una cultura que anunciaba la España del fracaso: la más noble tal vez, la más íntegra. La que for-zosamente tuvo que fracasar, porque había ido más allá de su época (Discurso de la entrega del Premio Cervantes, 1988).

*

* ...al hallarme en otro recinto de nuestra lengua, el Colegio de San

Nicolás de Hidalgo, rodeada dejóvenes y pacientes alumnos...

Page 4: COMITÉ DE CULTURA - Gaceta Nicolaita · de corazón, porque si, cuesta mucho trabajo renunciar a ello. Yo he renunciado a mi exilio y estoy feliz, y estoy contenta, pero eso no me

C4 Lunes 4 de julio de 2016. Año 6 No. 102.

Rumbo al Centenario

Comité de Vinculación y ExtensiónComisión para la Conmemoración del Centenario de la UMSNH 1917-2017

... poner en alto el nombre de nuestra universidad en diversos congresos y concursos nacionales de

investigación...

*El bachillerato

Todavía recuerdo con emoción el primer día que me presenté en el edi-ficio de la escuela preparatoria número 2, “Ingeniero Pascual Ortiz Rubio” de la Universidad Michoacana. La primera actividad como universitario fue buscar en el muro de avisos las materias, horarios y ubicación de mi nueva sección. Plenamente convencido de que estudiaría odontología al término del bachillerato, me sorprendí al encontrarme con materias como lógica, literatura, filosofía y otras de corte humanista que con posteriori-dad reconocí importantes en el proceso formativo. Tuve la fortuna de te-ner profesores en su mayoría entregados con pasión a la docencia, quienes me inspiraron a desarrollar el pensamiento crítico, tener una postura libre y abierta, a ser más analítico, clasificar la información y desarrollar otras capacidades para asumir una actitud práctica en la resolución de proble-mas personales y sociales de mi entorno.

OdontologíaRecuerdo la sensación de euforia al ver mi nombre en la lista de acep-

tados para cursar la licenciatura de Cirujano Dentista, desde antes me había visualizado atendiendo pacientes y haciendo procedimientos. Cre-cí rodeado de libros, varios de ellos de medicina que pertenecieron a mi padre y algunos de odontología que él mismo había adquirido para que yo empezara a familiarizarme con las materias correspondientes. Desde entonces y hasta ahora cada día por la mañana disfruto del privilegio de poder dedicarme a lo que me gusta.

El posgradoDespués del año de servicio social y otro de experiencia profesional

llegó el momento de decidir dónde cursar la especialidad. Ya había con-templado mi ingreso al Centro Universitario de Estudios de Posgrado e In-vestigación (CUEPI) de la Universidad Michoacana, y curiosamente en una plática casual con profesores del posgrado en endodoncia de la Ciudad de México me comentaron de la reestructuración de dicha especialidad en Morelia, lo cual aumentó mi motivación para ingresar al CUEPI.

Tuve la fortuna de contar con excelentes maestros tanto de endodoncia como del área médica, pero fue el doctor Gerardo Hurtado Vingardi, nues-tro coordinador, quien nos motivó y dirigió para eventualmente poner en alto el nombre de nuestra universidad en diversos congresos y concursos nacionales de investigación, donde tuvimos la oportunidad de convivir y competir con todos los posgrados del país; fueron varios los premios y re-conocimientos que obtuvimos en ese periodo.

Cada vez que me invitan como conferencista a un congreso o como pro-fesor invitado en diversas instituciones del país proyecto, en primer lugar, el escudo de nuestra querida Universidad Michoacana a la que debo gran parte de mi formación académica y humana; orgullosamente nicolaita.

Testimonio nicolaitaDavid Chacón García