colecta de insectos

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    Boletn Sociedad Entomolgica Aragonesa, n1 37 (2005) : 385 408.

    Tcnicas de colecta y preservacin de insectos

    Juan Mrquez Luna

    Laboratorio de Sistemtica Animal,

    Centro de Investigaciones Biolgicas, Universidad Autnoma del Estado de Hidalgo.

    Apartado postal 1-69, Plaza Jurez, CP 42001, Pachuca, Hidalgo, Mxico

    CONTENIDO

    PRLOGO......................................................................................................................................................386 AGRADECIMIENTOS.....................................................................................................................................386 INTRODUCCIN........................................................................387 PORQU COLECTAR INSECTOS?.........................................................................................................387 TCNICAS DE COLECTA.....................................................................388 COLECTA DIRECTA....................................................................388 Hojarasca y suelo Sobre plantas Troncos en descomposicin Hongos Epifitas vasculares Diferentes tipos de materia orgnica en descomposicin Insectos acuticos Insectos asociados con nidos de insectos sociales Ectoparsitos de mamferos y aves. COLECTA INDIRECTA..................................................................392 Trampas sin atrayentes Trampas con cebos Trampa de luz Embudo de Berlese. CULES TCNICAS DE COLECTA UTILIZAR?.......................................................................................396 MTODOS PARA SACRIFICAR A LOS INSECTOS EN EL CAMPO.........................................................396 PRESERVACIN DE INSECTOS.........................................................397 PRESERVACIN EN LQUIDOS..............................................................398 Alcohol etlico Lquidos fijadores PRESERVACIN EN PREPARACIONES..........................................................398 Preparaciones permanentes Preparaciones semipermanentes Preparaciones temporales. PRESERVACIN EN SECO...........................................................................................................................399 Preservacin temporal Montaje en alfileres entomolgicos Montaje directo Montajes especiales Ablandamiento de ejemplares secos y limpieza de organismos previamente Montados. DATOS DE COLECTA: SU IMPORTANCIA Y UTILIDAD............................................................403 IMPORTANCIA DE LAS COLECCIONES ENTOMOLGICAS...........................................................404 Breve resea histrica de las colecciones Mexicanas Problemtica en Mxico Colofn LITERATURA CITADA..................................................................407 Apndice 1 Apndice 2.............................................................................................................................408

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    Prlogo

    As pues, no te gustan los insectos? prosigui el Mosquito tan tranquilamente como si nada hubiera pasado. Me gustan cuando hablan dijo Alicia. En el lugar de donde yo vengo ninguno de ellos habla. Con qu clase de insectos te diviertes all de donde vienes? pregunt el Mosquito. No me divierto con ningn insecto explic Alicia mas bien les tengo miedo, al menos a los mayores.

    A diferencia de lo expresado por Alicia en este ex-travagante dilogo de A travs del espejo (Lewis Carroll, 1872), a muchos nos gustan los insectos. Pese a que otros animales son ms carismticos las aves y los mamferos estn entre los ms atractivos la enorme diversidad de insectos los hace el grupo predilecto de muchos naturalistas, profesionales y aficionados. Qu es lo que motivar esta vocacin temprana por estudiarlos? Quin sabe? Yo solo s que hay muchos insectos que ya han sido descritos por la ciencia. Del 1,800,000 especies de seres vivos que se conocen, se estima que un 57% corresponde a los insectos. Comparados con otros grupos, conocemos tres especies de insectos por cada especie de plantas o 188 por cada especie de mamferos. Yo solo s que hay muchos insectos an por describir. La mayora de los entomlogos coincide en que las especies descritas de este grupo representan slo una mnima parte de las existentes en el planeta. Por ejemplo, sabemos que cada ao se describen 2,300 especies nuevas de escarabajos. Terry Erwin, de la Smithsonian Institution, estim que el nmero de especies de insectos que se encontraran en las selvas tropicales del mundo alcanzara la increble cifra de 30,000,000. Yo solo s que hay muchos insectos que se extinguen da a da. Sabemos que las selvas tropicales, donde se alber-gara una parte importante de la diversidad de insectos, son destruidas diariamente a una gran escala (unos 7,400,000 de hectreas anualmente). Algunos consideran que entre el 10 y el 25% de las especies de seres vivos podran extinguirse en las prximas dos dcadas. Otros han calculado una tasa de extincin de entre 24 y 72 especies diarias. Resulta preo-cupante, entonces, que la mayora de los insectos habrn de desaparecer sin que hayamos logrado descubrirlos. Yo solo s que los insectos mexicanos son muy diver-sos. Dada su posicin biogeogrfica privilegiada, entre las

    regiones Neotropical y Nertica, la biota mexicana posee un gran nmero de especies, con un elevado grado de endemi-cidad. Por ello, el estudio de la biodiversidad de artrpodos mexicanos debera ser prioritario. Yo solo s que los insectos deberan importarnos mucho. Ellos constituyen los componentes ms numerosos de los ecosistemas terrestres, tanto en nmero de especies como de individuos; son fundamentales para la polinizacin de muchas especies vegetales y para el control de plagas y malezas; y son una fuente alimenticia para otros animales (e incluso para el hombre). Muchas especies poseen valor industrial (por ejemplo, las cochinillas que producen car-mn), medicinal, forense y artstico, adems de ser tiles para la investigacin cientfica y la enseanza (por ejemplo, la mosca Drosophila melanogaster). Por otra parte, algunas especies se emplean para determinar la calidad de los eco-sistemas. La biotica es otro aspecto que deberamos con-siderar, ya que las dems especies con las que compartimos el planeta tambin tienen derecho a la supervivencia. Por todas estas razones, conocer la entomofauna es fundamental. Cmo podramos conservar y explotar de modo sustentable aquello que no conocemos? En el caso de los insectos, esta tarea es vastsima, pero lo primero que habra que hacer es comenzar a colectarlos. En este trabajo, Juan Mrquez nos introduce de modo claro y ameno a las tcnicas ms usuales para colectar y preservar insectos. Ya se trate de insectos terrestres o acuticos, ya sea que vuelen o caminen por el suelo, ya sean adulto o larvas, Juan nos dice cmo atraparlos, matarlos y preservarlos. Constituye una excelente base para despertar la conciencia acerca del estudio de estas fascinantes criatu-ras. Lanlo y disfrtenlo!

    Juan J. Morrone Mxico, D. F, agosto del 2005

    Agradecimiento

    A Julieta Asiain lvarez, por su gran ayuda en el desarrollo de este trabajo, la revisin crtica del mismo y por compartir conmigo su vida y amor. A ella dedico esta contribucin. A Juan J. Morrone (Museo de Zoologa, Facultad de Ciencias, UNAM), Gabriela Castao Meneses (Mi-croartrpodos, Facultad de Ciencias, UNAM), Hugo Fierros-Lpez y Jos Luis Navarrete-Heredia (Centro de Estudios en Zoologa, Universidad de Guadalajara) por la revisin crtica del trabajo y la aportacin de co-mentarios e informacin valiosa para el mismo. Al programa PROMEP de la Secretara de Educacin Pblica, por brindarme apoyo econmico para mi incorporacin acadmica en la Universidad Autnoma del Estado de Hidalgo, y para llevar a cabo un proyec-to personal.

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    Introduccin Los insectos constituyen una parte importante de la diversi-dad biolgica, ya que de cada diez seres vivos, ms de cinco son insectos, y de cada diez animales al menos siete son insectos (Wilson, 1992; Morrone et al., 1999). Tienen una larga historia biolgica, ya que los fsiles ms antiguos se conocen desde antes del Carbonfero, hace ms de 300 millones de aos. Consumen casi cualquier tipo de alimen-to, participan en un gran nmero de procesos ecolgicos y tienen un gran impacto en la economa y salud del ser humano (Wilson, 1992). Desde que el hombre ha podido documentar su exis-tencia, tambin ha manifestado su inters por los insectos, y hasta nuestros das ste persiste, ya que se siguen estudian-do, aunque nuestro conocimiento sobre este grupo an se considera reducido. Un aspecto fundamental en el estudio de los insectos es poder observarlos con detalle, puesto que la mayora son pequeos y sus caractersticas distintivas no son apreciadas adecuadamente sin la ayuda de un microsco-pio. Desafortunadamente para los insectos, es una necesidad sacrificar algunos organismos para su estudio, pero debe-mos cuestionarnos en qu grado se debe llevar a cabo la colecta de organismos. Igualmente importante es el trata-miento que se de a los insectos colectados. Para ello debe-mos tener en cuenta que se han sacrificado algunos orga-nismos y que es pertinente darles el mejor tratamiento o preservacin posible, y as alcanzar el objetivo que nos llev a su colecta, su estudio. La finalidad de este trabajo es hacer accesible al p-blico en general, y en especial a los estudiantes de biologa que cursen materias de biologa de animales, artrpodos, entomologa o materias afines, las principales tcnicas de colecta y preservacin de insectos, proporcionando ejem-plos e ilustraciones, ya que en Mxico no existe este tipo de informacin con un enfoque exclusivo para tal grupo, o se proporciona muy someramente y para grupos especficos. Adems, se discuten las razones de la colecta y preserva-cin, y la importancia de las colecciones entomolgicas. Hay otros tpicos estrechamente relacionados con el tema de este trabajo, tales como el estudio de insectos en laboratorio, el arreglo de ejemplares para envos (cuando se prestan para estudios), el marcaje, la fotografa y el dibujo cientfico, la necesidad de directorios de colecciones y de especialistas, entre otros, que no sern incluidos aqu, pero reconocemos la necesidad de abordarlos en un futuro inme-diato.

    Porqu colectar insectos? Actualmente nos encontramos inmersos en una crisis aguda de la biodiversidad (Morrone et al., 1999). Nuestra especie ha incrementado enormemente su nmero y somos la prin-cipal causa de extincin de la flora y fauna, as como de las consecuencias que esto tiene y tendr en mayor grado con-forme pase el tiempo. La tecnologa ha logrado avances inimaginables y, sin embargo, no conocemos los aspectos ms bsicos de la mayora de las especies con las que com-partimos la Tierra. Ante esta perspectiva, es necesario re-flexionar sobre el efecto que causamos cuando matamos cualquier ser vivo y sobre las razones que nos han llevado a esta accin.

    No es la intencin de este trabajo promover la colecta (y por lo tanto la muerte) de los insectos, sino de hacerla cuando sea necesaria para alcanzar los fines de estudio que se persiguen, colectando y preservando a los organismos adecuadamente y de la mejor manera posible. Para el estu-dio de los insectos es necesario primero su identificacin taxonmica (Steyskal et al., 1986) y a partir de ella generar cualquier otro tipo de conocimiento, ya que sin sta, todo lo que podamos decir de esa entidad quedar en el aire. La identificacin de los insectos es una labor difcil para la mayora de los grupos, con excepcin de aquellos grandes y exticos, y requiere la revisin de estructuras especficas de su cuerpo con ayuda de microscopios. Un gran nmero de insectos que estn desde hace muchos aos en colecciones cientficas no se han podido identificar a nivel de especie, debido al poco conocimiento que existe sobre ellos y a la falta de especialistas. Si aun teniendo fsicamente los orga-nismos para su anlisis en las colecciones no se han podido estudiar en lo bsico, sera casi imposible hacerlo sin contar con ellos, por ejemplo, cuando se intenta su identificacin mediante fotos, restos u observaciones de campo. sta es la razn de mayor peso para colectar algunos ejemplares de insectos, situacin muy diferente si se compa-ra con cualquier grupo de vertebrados y algunos de plantas, donde el nmero de especies es mucho menor, son de mayor tamao y se han estudiado a tal detalle (salvo algunas ex-cepciones), que incluso existen guas de campo para la identificacin a nivel de especie de muchas regiones del mundo y stas son tan eficientes que no hacen necesaria la colecta de ejemplares. Existen algunos casos similares para insectos de tama-o grande y formas exticas; muchos de ellos estn bien conocidos, pero pocos se incluyen en guas de campo o trabajos similares que faciliten su identificacin especfica. stos ayudaran a evitar su colecta, reduciendo el efecto que tal accin pueda causar, ya que la mayora de los insectos de talla grande presentan menor cantidad de descendencia en comparacin con los medianos o pequeos. Adems de que es una necesidad, la colecta de insec-tos no causa un efecto tan severo en sus poblaciones, debido a que la mayora de las especies presentan poblaciones de cientos o miles de individuos. Su tamao pequeo les per-mite ocultarse eficientemente de los colectores. En la mayo-ra de los casos, colectamos organismos adultos, que corres-ponden a la ltima fase de su vida; esto es importante por-que hay posibilidades de que los adultos ya hayan dejado descendencia y porque muchos de los papeles ecolgicos son desempeados de manera ms importante durante la fase juvenil, a tal grado que algunos insectos adultos no se alimentan, slo se reproducen. Esta estrategia explica, en parte, el xito evolutivo de los insectos, especializndose en una fase alimenticia (juvenil) y una reproductiva (adulto). Actualmente se ha intensificado el estudio de los estados juveniles, pero su colecta es notablemente menor que la colecta de adultos. Sin duda, la transformacin de las reas naturales por el hombre es el factor de mayor efecto en los insectos y en toda la biota. Los dos objetivos ms importantes de la colecta de insectos son la investigacin y la docencia. Ya se ha hecho referencia al primero. Cuando se va al campo con fines de docencia, como a practicar las distintas tcnicas de colecta,

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    a observar aspectos conductuales y ecolgicos, y a identifi-car a distintos niveles taxonmicos los grupos de insectos, es importante que la asesora de los profesores conduzca a los alumnos a razonar la importancia que tiene la actividad de colectarlos y preservarlos adecuadamente. Un ejemplo de lo anterior puede ser que, durante la actividad de campo, se practique la mayor cantidad de tc-nicas de colecta posibles para conocerlas, pero llevando un plan de trabajo elaborado antes de la prctica y revisado por el profesor, en el cual se desarrolle un pequeo proyecto especfico que sea de inters de cada equipo de trabajo. Este proyecto requerir de la aplicacin de tcnicas de colecta particulares y adecuadas para alcanzar los objetivos plan-teados, de tal forma que slo se colectarn los ejemplares bajo estudio, dejando libres aquellos colectados con otras tcnicas que slo se aplicaron para practicarlas. Por los antecedentes de estudios con insectos, se conoce que cada sustrato particular cuenta con fauna exclusiva a ellos, que difcilmente se les localiza en otros sitios, adems de orga-nismos que se encuentran ocasionalmente o estacionalmente en stos, as que los equipos de trabajo pueden seleccionar un sustrato para conocer los insectos que lo habitan o com-parar dos de ellos. Otro enfoque puede ser por grupos taxo-nmicos, de acuerdo con el inters de los estudiantes. Exis-ten muchas actividades que se pueden llevar a cabo en el campo por parte de los estudiantes que pueden dirigirse a reducir el nmero de insectos a colectar con fines de docen-cia y a aumentar el inters por parte de los alumnos, esta combinacin puede reducir el efecto de la colecta con fines docentes, ya que desafortunadamente muchos profesores llevan dos veces al ao a distintos y numerosos alumnos a los mismos sitios y desde hace varios aos, lo cual si puede causar un impacto en las poblaciones de insectos. Las colecciones de docencia pueden servir tambin para la investigacin (como colecciones cientficas), siem-pre y cuando los alumnos hayan aplicado las tcnicas de colecta y preservacin de manera adecuada.

    Tcnicas de colecta La colecta de insectos requiere aplicar una variedad amplia de tcnicas debido al gran nmero de especies y variedad de hbitos de vida que presentan. La mayora de las tcnicas utilizadas responden a objetivos especficos de cada tipo de estudio; sin embargo, pueden ser divididas de manera muy general en tcnicas de colecta directas (activas) y tcnicas de colecta indirectas (pasivas, Steyskal et al., 1986). Una segunda forma general de dividirlas, no slo para los insec-tos, sino para los artrpodos en general, es por ambientes, teniendo colecta terrestre y acutica. En este trabajo se sigue la primera propuesta de divisin entre las tcnicas de colec-ta, estn basadas en la experiencia personal y en informa-cin bibliogrfica (Martn,1977; Dennis, 1974; Llorente et al., 1985; Steyskal et al., 1986; Morn & Terrn, 1988; Borror et al., 1989; Imes, 1992; Merritt et al., 1996; Contre-ras-Ramos, 1999).

    COLECTA DIRECTA Es aquella en la que el colector busca de manera activa a los organismos en su ambiente, en los sitios donde stos se distribuyen. Esta estrategia es utilizada ampliamente por la

    mayora de los colectores, quienes se apoyan de herramien-tas e instrumentos que varan segn el sustrato o sitio de bsqueda. Implica poseer cierta informacin biolgica sobre los grupos que se desea colectar, principalmente su distribu-cin geogrfica, ocurrencia estacional y hbitos alimenticios. En la naturaleza, las plantas, cadveres, hojarasca, suelo, musgo, hongos, nidos de vertebrados e invertebrados, etc., son sitios especficos donde pueden existir especies de insectos con diferentes grados de asociacin a ellos. Las plantas a su vez pueden estar habitadas, y ser consumidas, en cada una de sus partes por organismos que se especiali-zan en raz, tallo, hojas, flores, frutos y semillas. Adems, los diferentes recursos en la naturaleza presentan una suce-sin en la fauna de insectos que los consumen. Todos estos elementos deben ser tomados en cuenta cuando se colecta de manera directa, junto con el objetivo del estudio. Para comentar la colecta directa mediante el uso de herramientas, se har mencin a los principales sustratos donde se pueden colectar insectos. Sin embargo, el mtodo ms simple es tomar a los insectos con los dedos y es el ms comn en muchos grupos que no son peligrosos para el ser humano (Steyskal et al., 1986). Hojarasca y suelo: se puede colectar de manera directa en hojarasca y suelo utilizando un cernidor (Fig. 1), el cual permite retener las partculas grandes y deja pasar partculas e insectos pequeos a la parte baja, donde pueden ser vistos y colectados con mayor facilidad, mientras que los organis-mos medianos y grandes quedan por encima de ste y ex-puestos. En esta tcnica se usan comnmente palas de jardinero (Fig. 2) para depositar el sustrato en el cerni-dor, tambin se utilizan aspiradores (Fig. 3) para colectar los ejemplares pequeos sin daarlos. Es necesario colocar una muestra tan grande como sea posible encima del cernidor y proceder al cernido por varios minutos; se recomienda repe-tir la accin varias veces para obtener una mejor representa-cin de ejemplares, ya que algunos grupos, como colmbo-los y hormigas, son numerosos en este sitio, pero otros son muy escasos. Tambin se pueden buscar ejemplares solo moviendo la hojarasca y el suelo con alguna pala, pero la observacin y captura de los organismos pequeos resulta fortuita. Sobre plantas: la colecta directa en plantas es apoyada frecuentemente por una red de golpeo, en la cual caen insec-tos que estn sujetos a las plantas, ya que muchos de ellos tienen la conducta de dejarse caer cuando se encuentran en peligro. Se procede a golpear la vegetacin arbustiva en varias plantas (o las plantas bajo estudio) por periodos cor-tos de tiempo y se revisa la red, los insectos pequeos y de cuerpo blando pueden ser colectados con el aspirador (suc-cionando) y luego depositarlos (soplando) en un frasco colector. Tambin se usa cualquier superficie anloga a la red de golpeo, que sirva para retener y hacer evidente a los organismos que, al mover las plantas, caigan en esa superfi-cie, tales como sbanas o paraguas invertidos (Fig. 4). Cuando se usa un tipo de paraguas, se apoya el golpeo de la vegetacin con un palo o tubo de metal, dando mayor precisin en la planta y sitio especfico del muestreo. Si es necesario el muestreo de plantas altas, se pueden tender mantas blancas (para hacer evidentes los organismos) en su base y proceder a mover lo ms posible la planta.

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    Figs. 1-6. 1. Cernidor (tomada de White, 1983); 2. pala de jardinero; 3. dos tipos de aspiradores (a y b; tomada de Martn, 1977); 4. superficie para colecta por golpeo de vegetacin (tomada de Imes, 1992); 5. red area (tomada de Steyskal et al, 1986); 6. herramienta metlica para colecta directa sobre troncos en descomposicin

    Las redes areas (Fig. 5) pueden ser tiles para la captura de insectos que se localizan en las partes altas de las plantas, como en flores y frutos de rboles (algunas tienen mango telescpico, que permite extenderlas considerable-mente). Tambin se utilizan frecuentemente para la captura de insectos de vuelo rpido, como mariposas, abejas, mos-cas, liblulas, neurpteros, etc. Es necesario practicar un tiempo con la red para aumentar la eficiencia de captura de estos insectos, la forma general es mover con la mayor velocidad posible la red hacia el insecto, ya sea que ste se localice posado en la vegetacin, alimentndose de flores, frutos, etc., o en vuelo; inmediatamente se girar la red para evitar que salga. Hay variacin en el tamao de las redes areas que dependen del grupo de insecto volador que se desee colectar, generalmente las redes usadas para maripo-sas y liblulas son de un dimetro mayor, la bolsa de la red ms profunda y el mango ms largo; mientras que para mosquitos, abejas, avispas e insectos similares suelen ser ms pequeas.

    Las semillas pueden ser examinadas directamente para la colecta de ejemplares que las consumen; por ejemplo las semillas de leguminosas presentan diferentes especies de colepteros brquidos. La fumigacin del dosel de bosques (Fig. 7) es una tcnica que ha proporcionado una alta cantidad de especies y ejemplares de muchos grupos, que difcilmente pueden ser colectados con otros mtodos y que incluso ha permitido pronosticar un incremento importante en el nmero de espe-cies de insectos existentes (Erwin, 1982; Wilson, 1992). Requiere una fumigadora especial (Fig. 7b), insecticida biodegradable en concentraciones conocidas y la colocacin de superficies (Fig. 7a) debajo del dosel que ser fumigado para la retencin de los ejemplares. El aparato expulsa el insecticida en forma de nube que sube hacia el dosel de los rboles en un sitio seleccionado, despus de varios minutos los insectos afectados comienzan a caer en las superficies colocadas previamente.

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    Fig. 7. Fumigacin de dosel de bosque: 7a, superfi-cies de plstico en forma de cono instaladas en el sitio donde se fumigar; 7b, fumigadora aplicando la nube de insecticida mezclada con aceite mineral.

    Troncos en descomposicin: la colecta directa sobre tron-cos en descomposicin requiere de una herramienta metli-ca como machete, hacha o pala (Fig. 6) que sirve para des-prender la corteza y la albura del tronco para alcanzar los ejemplares que ah se localizan. Se requiere tener cuidado al desprender la madera para no daar los ejemplares de inte-rs, ni aquellos otros habitantes que no sern colectados. Hongos: los insectos asociados con hongos pueden ser colectados directamente tomndolos del sustrato o puede tenderse una manta blanca colocando en ella a los hongos y fumigando esta parte con cualquier insecticida comercial (preferentemente que est elaborado con productos biode-gradables), de esta manera los ejemplares saldrn de los hongos a la manta donde pueden ser capturados con ayuda de un aspirador o con los dedos. Por otro lado, se puede tomar los hongos del sustrato, colocarlos en bolsas de pls-tico para llevarlos al laboratorio y all separar los insectos con mayor cuidado. Esta actividad debe hacerse lo antes posible para evitar la descomposicin del sustrato. Epifitas vasculares: las epifitas vasculares, como brome-lias, orqudeas, helechos, lquenes y musgos, pueden ser

    muestreadas mediante su extraccin (cortndolas) y deposi-tndolas inmediatamente en bolsas de plstico para evitar el escape de los organismos. Posteriormente, se puede agregar insecticida dentro de las bolsas con las epifitas para que la mayora de los insectos mueran o, al menos, se reduzca su capacidad de huida. En cuanto el efecto del insecticida haya finalizado, se colectan los organismos que salieron de la planta a la bolsa, pasndolos a frascos con alcohol al 70 %. Es recomendable buscar hoja por hoja a los organismos que hayan quedado en ellas, muchos de stos de tamao peque-o (Stuntz et al., 2002; Yanoviak et al., 2003). La fumigacin de dosel comentada en prrafos ante-riores no ha resultado eficiente en la captura de insectos asociados con plantas epifitas, ya que una alta proporcin de ellos no son afectados por el insecticida y de aquellos que mueren a causa del ste, la mayora quedan entre las hojas de las plantas (Yanoviak et al., 2003). Por otro lado, varias especies de orqudeas y bromelias estn protegidas por la ley, debido a que son susceptibles a la extincin, por lo que su colecta est controlada y hace difcil estudiar los insectos que en ellas viven. La dificultad para colectar los insectos de epifitas vasculares sin daar las plantas, plantea la necesidad de buscar otros mtodos de

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    Figs. 8-12. 8. Tres tipos de pinzas entomolgicas (tomada de Martin, 1977); 9. esquemas de: 9a, pinceles, 9b, alfileres entomol-gicos, 9c, agujas de diseccin (tomada de Imes, 1992); 10. red acutica (tomada de Martn, 1977); 11. esquema de un coleptero estafilnido termitfilo (tomada de Jacobson et al., 1986); 12. colepteros mirmecfilos y las hormigas con las que se asocian (tomada de Hlldobler & Wilson, 1994).

    colecta que hasta ahora no han sido propuestos. Probable-mente se puede probar la instalacin de trampas de inter-cepcin de vuelo y trampas con cebos (comentadas ms adelante) colocadas en el dosel del bosque, al nivel donde se ubican las epifitas Diferentes tipos de materia orgnica en descomposicin: la materia orgnica en descomposicin es frecuentada por una diversidad de insectos que la consumen directamente o que acuden a depredar a otros organismos. Algunos ejem-plos son las frutas en descomposicin, la carroa y el ex-cremento de vertebrados. La colecta directa en este tipo de sustratos requiere del uso de una pala pequea o herramien-ta similar, la cual permite mover los sustratos sin hacer contacto directo con ellos. Al moverlos, los insectos que los habitan pueden ser tomados con pinzas entomolgicas (Fig. 8), pinceles (para organismos, Fig. 9a) o con la mano. Otra forma prctica de colectar insectos en este tipo de sustrato es colocndolos en una bolsa de plstico, esto provoca que los organismos salgan de stos queriendo alejarse, posible-mente por el incremento en la temperatura dentro de la bolsa y la reduccin de oxgeno. Algunos insectos, como los co-lepteros Scarabaeidae, elaboran galeras en el suelo (en

    ocasiones muy profundas) donde entierran excremento y oviponen, estos ejemplares pueden ser colectados rascando directamente en sus galeras. Insectos acuticos. La colecta de insectos acuticos se lleva a cabo principalmente en cuerpos de agua dulce, excepcio-nalmente en los litorales marinos. Puede hacerse de manera directa utilizando redes acuticas (Fig. 10), tambin llama-das redes de bentos (Contreras-Ramos, 1999), formadas por un mango rgido y la red plstica de malla fina. Se coloca la red en contra de la corriente y se mueve el sustrato debajo del agua para que los organismos sean llevados por la co-rriente a la red. En sitios donde no hay corriente, se procede a mover la red en el fondo y a golpear en la vegetacin acutica. En las orillas de ros y riachuelos suelen existir diversas especies de insectos que se ubican debajo de las rocas o en la hojarasca, stas pueden ser colectadas directa-mente moviendo el sustrato. Insectos asociados con nidos de insectos sociales: las colonias de insectos sociales pueden presentar otros insectos que viven estableciendo algn tipo de interaccin, como parasitismo o comensalismo. Por ejemplo, las hormigas

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    arrieras, Atta mexicana, producen basureros provenien-tes de desechos del cultivo de hongos; en ellos habitan una diversidad considerable de insectos que pueden colec-tarse directamente removiendo las partculas finas de que estn constituidos o mediante el uso de un cernidor (Mr-quez, 1994). En algunos casos extremos, donde los basure-ros de otras especies de hormigas arrieras son subterrneos, se han utilizado picos y palas para alcanzarlos y buscar insectos en ellos; en otros se ha llegado a utilizar maquina-ria para facilitar la bsqueda en los basureros. Otros insec-tos, por ejemplo colepteros, viven como mirmecfilos (asociados estrechamente con hormigas; Fig. 12) o termit-filos (asociados estrechamente con termitas; Fig. 11) y su colecta requiere la bsqueda directa entre las hormigas o las termitas dentro de sus nidos y ocasionalmente en las colum-nas de hormigas; sin embargo, es difcil distinguir algunos colepteros de sus huspedes por su gran similitud morfol-gica. Una alternativa para colectar este tipo de insectos es colocar una trampa de intercepcin de vuelo (comentada en colecta indirecta) cerca de los nidos. Ectoparsitos de mamferos y aves: existen insectos ecto-parsitos de mamferos y aves que deben ser colectados directamente del cuerpo de los huspedes o en sus madri-gueras, como piojos, pulgas, etc. Una posibilidad implica la captura de mamferos y aves, y posteriormente una bsque-da exhaustiva (cepillado) en su pelo o plumas. Otra alterna-tiva es buscar directamente en las madrigueras o nidos, aunque se debe aclarar que no todos los insectos que se colecten en estos sitios son ectoparsitos, pueden estar ali-mentndose de restos de pelo o plumas, excremento o restos de alimento del mamfero o del ave, entre otras cosas.

    COLECTA INDIRECTA Es aquella en la que se colectan organismos utilizando al-gn tipo de atrayente y que no implica bsqueda directa en los sustratos donde stos habitan. Comnmente este tipo de colecta utiliza trampas con distintos tipos de atrayentes e incluso existen trampas sin atrayente que se consideran como colecta indirecta porque no se buscan activamente a los organismos. El tipo y nmero de trampas, y el cebo a utilizar tambin dependen directamente de los objetivos de la investigacin. Trampas sin atrayentes: las trampas de pozo seco o de cada (conocidas en ingls como pit-fall traps) (Fig. 14) son recipientes de capacidad entre medio y un litro que se colocan enterradas a nivel de suelo. Su utilidad consiste en retener cualquier organismo que, al desplazarse por el suelo, caiga dentro del recipiente sin tapa, o del recipiente con un embudo que evita la huda de los organismos y su depreda-cin por vertebrados. Puede llevar alcohol etlico al 70%, etileno glicol o propileno glicol como lquidos conservado-res, o puede ir sin conservador. Weeks y McIntyre (1997) observaron que al usar etileno glicol y propileno glicol como conservadores en estas trampas, se colectan ms espe-cies de insectos que con aquellas sin conservador o usando agua, lo que demuestra que los conservadores pueden ser atrayentes para algunos organismos y repelentes para otros. En cualquiera de las dos modalidades, con conservador o sin l, la revisin de la trampa debe ser en periodos de tiem-

    po cortos, de horas a no ms de dos o tres das, ya que se encuentra descubierta y el alcohol se evapora rpidamente, o se inunda con lluvia, provocando la descomposicin de los organismos. Las trampas Malaise (Fig. 13) estn elaboradas con tela fina similar a la de las redes areas (tul) y tiene forma de casa de campaa pequea; se instala entre la vegetacin en sitios donde puedan volar los insectos, se amarra de sus extremos y se deja una entrada hacia alguna direccin, por ella entran los organismos volando y stos tienen la conduc-ta de que cuando estn atrapados intentan volar siempre hacia arriba, por lo cual llegan a la parte alta de la trampa y se meten a un frasco colector que contiene alcohol etlico al 70 % como lquido conservador. Es recomendable colocarla alejada de caminos donde pueda ser destruida. La obtencin de las muestras es, generalmente, mensual, pero puede ser en periodos de tiempo regulares menores al mes. Una trampa similar a la Malaise es la de intercepcin de vuelo (o de ventana, Figs. 15 y 16), la cual es una cortina de altura y anchura variable que se instala vertical en la vegetacin amarrada de sus extremos. Es recomendable que la tela sea obscura o transparente, para que no sea muy visible a los organismos que, volando por ese sitio, chocan con ella y caen hacia un canal o una serie de recipientes colocados exactamente debajo de la trampa y que contienen una mezcla de agua, jabn y lquido anticongelante para vehculo que funciona como conservador. Esta trampa pue-de durar hasta ms de dos semanas sin que se descompon-gan los organismos capturados, pero en poca de lluvias es comn que el recipiente colector se sature de agua y que los organismos sean arrastrados fuera de l. Al recoger la mues-tra, es importante colocar los organismos en alcohol etlico al 70% y hacerle varios cambios de alcohol posteriormente, ya que estuvieron expuestos al agua. Trampas con cebos: el nombre de las trampas est dado por el cebo que usan, las ms importantes son las copro-trampas (cebadas con excremento), carpotrampas (con fruta) y necrotrampas (con carroa). La intencin de cada una de ellas es atraer y capturar insectos afines a estos cebos, pero no todas las especies que recurren a ellos lo hacen para consumirlos, tambin pueden acudir especies que son de-predadoras y algunas otras que llegan de manera accidental. Por esto, es importante distinguir las especies que se ali-mentan estrictamente de algn recurso, de aquellas que son afines; por ejemplo las especies coprfagas se alimentan de excremento y las especies coprfilas son afines al excre-mento. La necrotrampa permanente modelo 1980 (NTP-80, Morn y Terrn, 1984; Fig. 17) ha sido muy utilizada en la colecta y estudio de una gran diversidad de insectos necrfi-los mexicanos debido a que su diseo permite colectar de manera sistemtica por largos periodos de tiempo, ya que puede permanecer en campo por ms de un mes, y el cebo utilizado, que puede ser calamar o pulpo, atrae una diversi-dad importante de organismos. Se instala armada a nivel de suelo, el bote incluye alcohol etlico al 70% como conser-vador, con un poco de cido actico que disminuye su eva-poracin; incluye un embudo que la protege del exceso de basura, agua de lluvia y conduce a los organismos hacia el lquido conservador evitando su salida; la tapa est despe-gada del bote por tres soportes atornillados y en ella se

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    Figs. 13-18. 13. Trampa Malaise (tomada de Martn, 1977); 14. trampa de pozo seco o de cada (tomada de Imes, 1992); 15. trampa de intercepcin de vuelo mediante una mica transparente (o de ventana; tomada de Martn, 1977); 16. trampa de inter-cepcin de vuelo mediante un plstico transparente; 17. necrotrampa modelo NTP-80 (tomada de Morn & Terrn, 1984); 18. necrotrampa modificada del modelo NTP-80 (sin soportes metlicos, ni embudo).

    atornilla un frasco pequeo de plstico con perforaciones donde se mete el cebo; toda la trampa es rodeada por pie-dras, con una en la parte superior a manera de tapa, stas la protegen de mamferos que buscan el cebo, secundariamen-te de la lluvia y de la vista del hombre. En periodos regula-res, de un mes, tres semanas o algn otro, se toma la mues-tra, se agrega ms lquido conservador y ms cebo; esto se puede hacer por periodos anuales o ms, dependiendo de los

    fines. Se recomienda instalar las trampas fuera de causes de ros, alejadas de caminos y en sitios lo ms plano posibles. Una modificacin de la NTP-80 (Fig. 18) que puede hacerla ms prctica consiste en usar un recipiente con tapa, hacerle dos o tres ventanas un poco debajo de la tapa, a sta instalarle el frasco que portar el cebo y que quedar a la altura de las ventanas por donde podr dispersarse el olor; se entierra al nivel de las ventanas, con el lquido conserva-

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    dor, la tapa con el cebo puesto y se protege como la NTP-80. Las modificaciones excluyen el embudo y separar la tapa con soportes metlicos. Para insectos acuticos se han utilizado escasamente trampas similares a las usadas para colectar jaibas o langostinos, que incluyen algn tipo de cebo (larvas, vsceras o trozos de pescado) en una canastilla depositada en el fondo de cuerpos de agua, que tiene una entrada angosta para dificultar la salida de los organismos (Merritt et al., 1996). Las coprotrampas pueden ser iguales que cualquier necrotrampa, pero el cebo debe ser excremento. El tipo de excremento ms utilizado es de caballo, pero puede ser de cualquier otro animal o de humano. Tambin estas trampas pueden hacerse de manera ms sencilla en comparacin con una NTP-80, colocando simplemente el excremento en el fondo de un recipiente, sin lquido conservador, tapndolo y con ventanas a los lados, cuando se revise la trampa se pasarn los organismos al alcohol al 70%. La mayor sencillez de la coprotrampa se debe a que sus olores no son tan fuertes como el de la carroa y requiere estar ms expuesta para que stos se dispersen, pero una diferencia importante es que su duracin est limitada (dos o tres das), debido a que el excremento tiende a secarse rpidamente. Las carpotrampas son muy similares a las coprotram-pas, pero usan fruta fermentada como atrayente. La fruta que ms se utiliza es el pltano, la pia y el mango, a veces combinadas o por separado. Se les puede agregar un poco de cerveza para acelerar su fermentacin. Este tipo de tram-pas presentan las mismas limitaciones que las coprotrampas en comparacin con la NTP-80. La mayora de las carpo-trampas (Fig. 19) son instaladas entre 2 y 4 m del suelo, sujetas de algn rbol. A esta altura o ms arriba recurren los insectos que se alimentan de frutos de manera natural. Una modificacin de carpotrampa (Fig. 20) es usando un envase de plstico de 1,5 a 2 litros, como los de refrescos o agua desechables, se cortan en la parte superior al nivel donde se pueda formar un embudo, se coloca el cebo dentro de la botella cortada, se amarra a la altura deseada y se coloca el embudo en la parte superior; por ste entrarn los organismos e impedir su salida. Dependiendo de los objetivos particulares de cada estudio, se pueden utilizar trampas similares con los cebos deseados. Incluso, se pueden utilizar esencias para la atrac-cin de algunos insectos especficos; por ejemplo, la esencia de clavo atrae a machos de abejas de orqudeas (Euglosini) y el hielo seco (CO2 slido) atrae a dpteros hematfagos. Estos organismos se colectan combinando el uso de la red area (colecta directa) con el atrayente (colecta indirecta). Existen muchos olores, colores e incluso formas que pueden resultar atrayentes a grupos especficos de insectos, pero tambin pueden ser repelentes; sin embargo, estos aspectos se han estudiado principalmente con el fin de combatir insectos plaga y an se necesitan ms investigaciones al respecto. Una prctica entomolgica sencilla y de inters es observar la preferencia de los insectos por diferentes cebos. Trampa de luz (Fig. 21): esta trampa se utiliza en colectas nocturnas y sirve para atraer insectos voladores con fototro-pismo positivo. Una alta diversidad de insectos nocturnos es atrada a la luz, entre ellos varios de los ms exticos. No se conoce con certeza porqu muchos insectos nocturnos son atrados a la luz, pero se ha postulado que muchos de ellos

    se orientan en su vuelo tomando como referencia algn punto luminoso en el cielo, que puede ser la luna o las estre-llas ms cercanas a la tierra. La orientacin es similar a la que tienen las abejas de la miel utilizando la posicin del sol. Tal vez por esta razn, es poco eficiente colectar en noches con luna, ya que muchos organismos se orientarn con ella en lugar de ser atrados a la trampa. La luz de tipo mercurial o luz negra es la que atrae mejor a los organismos. La trampa de luz utiliza una variedad de herramientas y equipos, pero siempre con el mismo principio. Cuenta gene-ralmente con un foco de luz negra que se conecta a una fuente de electricidad, el foco es colocado en la parte media o superior de una manta blanca extendida que acta como reflector de la luz y es en ella donde se posan la mayora de los organismos. Tambin puede ser colocada una manta blanca en el suelo por debajo de la manta extendida, ya que en esta zona tambin se posan varios organismos (Fig. 21d). Otras trampas de luz no usan sbanas blancas en el sistema, sino algn tipo de recipiente donde entran aquellos organismos que son atrados (Fig. 21b y c), esta diferencia respecto a la forma inicial permite hacer una colecta no selectiva y sistemtica de los organismos que son atrados, ya que entran indistintamente al recipiente colector, mien-tras que con las mantas extendidas el colector escoge los ejemplares. La potencia o voltaje de los focos que se utilizan tam-bin es muy variable, pero los focos con poco voltaje son ms utilizados (10 a 50 voltios; Fig. 21a) debido a la nece-sidad de contar con una fuente de energa con la capacidad para generar esta corriente, esta fuente de energa puede ser algn tipo de pila, un acumulador de vehculo o un genera-dor que trabaja con combustible. El generador de luz, ca-bles, mantas, focos, gasolina, aceite para motor, embudos, frascos para colectar, etc. son parte del equipo de colecta nocturna y tanto su costo como lo difcil para llevarlo a los sitios de colecta, son los principales problemas que condu-cen a utilizar equipo ms pequeo, de menor peso y menor capacidad. Los sitios para efectuar colecta nocturna deben carecer, preferentemente, de otras fuentes luminosas que sean causa de ruido para la trampa de luz y sta debe dirigirse hacia los sitios ms conservados desde un lugar relativamente abierto que permitir una mejor dispersin de la luz. Al igual que con muchos otros atrayentes, cuando se utilizan en cantidades muy grandes pierden su poder de atraccin, tal como se reduce la atraccin de las trampas de luz cuando existen muchas fuentes luminosas (un pueblo o una ciudad), o tal como se reduce la atraccin de los insec-tos a superficies de colores demasiado amplias. La experiencia de algunos colectores es que los focos que producen luz negra mercurial y en un alto voltaje (200-250 v), son las ms eficientes en la atraccin de ciertos grupos, como colepteros Melolonthidae, otro tipo de volta-je puede atraer grupos diferentes de insectos; sin embargo, no hay estudios al respecto. Embudo de Berlese (Fig. 22): esta tcnica utiliza el foto-tropismo de los organismos y el calor para lograr que pasen de un sustrato determinado a un frasco colector colocado debajo del sistema, el cual es cerrado e incluye un foco en la parte superior, una malla donde se colocan las muestras, y en la parte baja el frasco colector. Los organismos con foto-tropismo positivo pueden bajar al frasco colector en el pe-rodo de oscuridad al que se somete la muestra (3 o ms

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    Figs. 19-20. 19. Carpotrampa cilndrica para mariposas (tomada de Morn & Terrn, 1988); 20. carpotrampa elaborada con en-vase desechable de refresco. Fig. 21. Diferentes tipos de trampas de luz (a-c tomadas de White, 1983; d tomada de Morn & Te-rrn, 1988): 21a, tubo de luz fluorescente con convertidor para conectarse a bateras de vehculos; 21b, foco de bulbo con embu-do y frasco colector; 21c, dos tubos de luz mercurial con lminas que conducen a los ejemplares hacia la cubeta que funciona como recipiente colector; 21d, trampa de luz completamente instalada con tubo de luz mercurial y manta blanca.

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    das) y los organismos con fototropismo negativo lo pueden hacer en el perodo de luz, que normalmente tiene la misma duracin que el primero. Este proceso de muestras especfi-cas es usado para fauna de insectos del suelo y sustratos similares, donde abundan organismos de talla pequea. La colecta inicia con la toma de muestras, que se puede hacer de manera sistemtica en periodos de tiempo y cantidad de sustrato regulares. El muestreo sistemtico es una diferencia importante respecto a la bsqueda directa con ayuda de cernidores.

    Cules tcnicas de colecta utilizar? Un aspecto relevante de este tema es que para colectar in-sectos se utilizan casi todas las tcnicas conocidas para artrpodos, debido a la diversidad de especies y de formas de vida del grupo. Al igual que con cualquier grupo biolgi-co, las tcnicas de colecta a utilizar dependen directamente de los objetivos de estudios especficos (Contreras-Ramos, 1999) y las tcnicas convencionales pueden ser adaptadas o modificadas para alcanzarlos. Tambin se debe de conside-rar la posibilidad de que el uso de tcnicas de colecta directa combinado con colecta indirecta puede brindar mejores resultados por su complementariedad (Steyskal et al., 1986). Otro aspecto que es relevante est relacionado con si las colectas se hacen de manera sistemtica o no; en el pri-mer caso implica un muestreo planeado y que evita del todo o lo ms posible que los resultados obtenidos estn afecta-dos por los mtodos de muestreo, esto permite hacer compa-raciones de distinta ndole, obtener informacin ecolgica y etolgica ms confiable y completa que con los muestreos no sistemticos. Estos ltimos limitan una serie de interpre-taciones debido a que dependen de factores como la expe-riencia del colector, la intensidad del muestreo y principal-mente porque suelen ser colectas espordicas u ocasionales. Es claro que las colectas sistemticas aportan mayor y mejor informacin biolgica que las no sistemticas, pero no siempre es posible hacer este tipo de muestreos, no slo por el esfuerzo humano y econmico que implican, sino tam-bin porque puede no ser un objetivo el obtener informacin ecolgica de los grupos que se colectan, por ejemplo en estudios sistemticos y biogeogrficos. Se puede concluir que, mientras sea posible, hay que realizar colectas sistemticas que puedan responder a dife-rentes objetivos en distintos tiempos, y cuando no sea posi-ble este tipo de muestreo, continuar con la colecta de grupos que estn bajo estudio sistemtico y biogeogrfico. En el caso de colectar insectos para estudiarlos vivos en cautiverio (en el laboratorio), es necesario conocer lo mejor posible sus ciclos de vida, sus hbitos alimenticios y sus requerimientos ecolgicos. Esta informacin permitir mantenerlos vivos y alcanzar los objetivos del estudio. En los captulos siguientes no se har referencia a este tipo de estudios con insectos.

    Mtodos para sacrificar a los insectos en el campo Las formas de sacrificar a los insectos en el campo, en el momento de su colecta, dependen directamente de las tcni-cas de colecta que se utilicen. Cuando se utilizan trampas con cebos, normalmente stas cuentan con alcohol etlico al 70% como lquido conservador, el cual mata a los organis-

    mos (se puede utiliza alcohol etlico entre el 70% y el 80 %, es menos comn el uso de alcohol etlico al 95%, que se recomienda para preservar insectos acuticos; Steyskal et al., 1986; Contreras-Ramos, 1999). Cuando se usan mto-dos de colecta directa y varios de colecta indirecta, como la trampa de luz, existen dos posibilidades de sacrificar a los organismos, las cuales estn en relacin con el tipo de in-secto de que se trate. Los insectos con alas delicadas, del tipo de alas mem-branosas (avispas, abejas, liblulas, moscas, etc.), tegminas (mantis religiosas, chapulines, insectos palo, etc.) y escamo-sas (mariposas), son sacrificados utilizando una cmara letal (Figs. 23 y 24), que puede contener cianuro de potasio, acetato de etilo, ter o cloroformo como sustancias txicas que provocan la asfixia ms o menos rpida en los insectos. El cianuro de potasio es altamente txico para el ser huma-no, no presenta olor perceptible que alerte sobre su efecto y un accidente puede causar problemas de salud y de conta-minacin ambiental; sin embargo, se prefiere su uso para ciertos grupos de insectos, como abejas, porque los mata ms rpido y los mantiene blandos para una adecuada pre-servacin posterior. El acetato de etilo es lquido, con olor claramente perceptible y no es tan txico para el ser humano como el cianuro, pero se debe tener cuidado de mantenerlo alejado de los nios y de no emplear cantidades tan grandes que mojen los ejemplares o tan pequeas que no los maten lo ms rpido posible. El cloroformo y el ter tambin son recomendables porque pueden ser detectados por su olor y porque matan de manera rpida a los organismos sin causar-les dao a su color, como puede ocurrir con el cianuro (Dennis, 1979). Se recomienda el uso del acetato de etilo respecto a las otras substancias, pero la eleccin depender del grupo de insectos que se desee colectar y de las posibili-dades prcticas para conseguir alguna de ellas. Una vez muertos los organismos en la cmara letal, se pasan a bolsas de papel glasine, bolsas o sobres de papel albanene o de papel normal (uno por bolsa; Fig. 27). Las bolsitas pueden ser protegidas colocndolas en cajas de cartn o de aluminio. Se recomienda usar una cmara letal para mariposas u ortpteros y otra diferente para el resto de los insectos, ya que las alas de las mariposas se maltratan con mucha facilidad, mientras que los ortpteros pueden regurgitar el alimento o el aparato digestivo como meca-nismo de defensa, ensuciando el resto del material. Un caso especfico es con las liblulas y caballitos del diablo (Odonata), ya que muchas especies presentan colores vistosos que se usan en su identificacin. Para mantener este color, es necesario inyectar a cada ejemplar colectado un poco de acetona comercial en la regin del trax. Adems, se recomienda mantener sumergidos los ejemplares en ace-tona por 24 horas. Para las mariposas (Lepidoptera) se recomienda desar-ticularles las alas antes de colocarlas en la cmara letal, para que no se daen stas cuando el organismo est tratando de volar dentro del frasco, ya que las escamas de las alas se utilizan en la identificacin. Para la desarticula-cin, es necesario tomar la mariposa de las alas con una mano y con otra apretar ligeramente el trax, a nivel de la insercin alar, con dos dedos. Los ejemplares de este grupo pueden ser sacrificados inyectndoles (con jeringa para insulina) entre el trax y el abdomen una mezcla de cido actico glacial (1 ml), formol (2 ml), glicerina (10 ml), agua

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    Fig. 22. Embudo de Berlese (tomada de Martn, 1977). Figs. 23-27. 22. Embudo de Berlese (tomada de Martn, 1977); 23. cma-ra letal en un frasco de vidrio de boca ancha; 24. cmara letal en tubo de vidrio con tapa de corcho (tomada de Martin, 1977); 25. frasco de vidrio saturado con alcohol y con tubos que contienen muestras de insectos (tomada de Martin, 1977); 26. un tipo de tubo de vidrio (tomada de Martin, 1977); 27. pasos principales para elaborar sobres hechos con papel normal (tomada de Martin, 1977).

    destilada (75 ml) y nipasol sdico (5 ml) (Llorente et al., 1985). Este mtodo no solo sacrifica el ejemplar, sino que mantiene sus colores, por ello puede ser utilizado para cual-quier otro grupo de insectos en el que se desee preservar el color. Otra posibilidad para preservar la coloracin de los insectos, principalmente aquella de origen qumico, prove-niente del alimento o de desechos metablicos (principal-mente el color amarillo, blanco y verde), que puede perderse si se matan con cmara letal o con alcohol, es esperando a que el organismo muera por si solo (al final de su fase adul-ta) o retirndole el alimento. Otro caso particular es con las larvas de megalpteros (Megaloptera), que son acuticas, a ellas se las inyecta oralmente alcohol cido (9 partes de alcohol etlico al 80% y una parte de cido actico glacial) para que conserven su color y flexibilidad, facilitando su manipulacin e identifi-cacin (Contreras-Ramos, 1999). La mayora de los estados inmaduros (larvas, ninfas, nyades y pupas) son sacrificadas con alcohol al 70 %. La forma ms utilizada para sacrificar a los insectos de cuerpo duro, cuyas estructuras no son tan blandas o no se usan en la sistemtica, es utilizando alcohol al 70 %, que adems es el principal conservador en lquido. Se utilizan frascos (Fig. 25) de plstico o de vidrio y de diferentes

    tamaos con alcohol al 70 % para colectar y sacrificar este tipo de insectos. Se recomienda que las tapas de los frascos sellen lo mejor posible para evitar la prdida del alcohol, y el uso de frascos de plstico en lugar de los de vidrio, por los posibles accidentes y por su mayor ligereza. Cuando se trata de insectos de cuerpo duro, pero de tallas grandes y/o de colores metlicos, como escarabajos gema, se recomienda sacrificarlos usando cmara letal, ya que el alcohol al 70 % puede endurecerlos demasiado para el montaje en alfiler o puede opacar los colores metlicos.

    Preservacin de insectos La preservacin consiste en mantener a los ejemplares co-lectados en las mejores condiciones posibles para su estu-dio. Los insectos pueden ser preservados en tres formas, en lquido, en preparaciones y en seco. Al igual que con las tcnicas de colecta, la eleccin de cada uno de los mtodos de preservacin depende de los fines y posibilidades de cada investigacin. Los siguientes mtodos de preservacin estn basados en la experiencia personal y en informacin bibliogrfica (Martin,1977; Dennis, 1974; Llorente et al., 1985; Steyskal et al., 1986; Morn & Terrn, 1988; Borror et al., 1989; Imes, 1992; Merritt et al., 1996; Contreras-Ramos, 1999).

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    PRESERVACIN EN LQUIDO Alcohol etlico: el lquido comnmente utilizado en la pre-servacin de insectos es el alcohol etlico al 70%, que puede variar entre 70% y 80%; incluso, los insectos acuticos deben ser inicialmente preservados en alcohol etlico al 95%, ya que sus cuerpos poseen una alta cantidad de agua, posteriormente pueden ser cambiados a alcohol al 75% (Merritt et al., 1996). Los ejemplares son colocados en frascos de plstico o de vidrio de diferentes capacidades, dependiendo del tama-o y nmero de stos. Es frecuente utilizar tubos o viales de vidrio (Figs. 25 y 26) para preservar muestras de un mismo taxn, taxones cercanos, de un mismo sitio o de sustratos particulares; los viales son etiquetados cada uno y se colo-can juntos en un frasco mayor que los satura con alcohol, el propio frasco puede ser rotulado para una mejor ubicacin de las muestras. Este tipo de preservacin requiere la revi-sin peridica de las muestras para reponer el alcohol que se evapore y para el cambio de alcohol sucio en algunas mues-tras, tambin es recomendable colocar las muestras en luga-res frescos, secos y obscuros para disminuir la evaporacin y la decoloracin que pueda provocar la luz a los organis-mos (anaqueles o gabinetes entomolgicos cerrados). El etiquetado de organismos en alcohol al 70 % puede hacerse con plumones indelebles o con lpiz, tambin se pueden imprimir etiquetas elaboradas en computadora y obtener copia fotosttica de stas para usarlas sin problema de per-der los datos (aunque las impresiones con calidad laser no se pierden con el alcohol). Actualmente se usa alcohol etlico o isoproplico abso-luto para sacrificar y preservar insectos que sern destinados a estudios moleculares, los cuales deben ser conservados en fro para evitar la desnaturalizacin de las protenas, cuyas secuencias pueden ser estudiadas (Steyskal et al., 1986). Lquidos fijadores: existen algunos fijadores de tejidos internos que se usan cuando es necesario conservar esas partes para su estudio. Algunos ejemplos de fijadores son el XA (xilol y alcohol al 95 % en partes iguales), el XAAD (4 partes de xilol, 6 partes de alcohol isoproplico, 5 partes de cido actico glacial y 4 partes de dioxano) y el KAAD (1 parte de queroseno, 7-9 partes de alcohol al 95 %, una parte de cido actico glacial y una parte de dioxano). Otros ejemplos son la solucin de Hood, que est formada por alcohol etlico al 70-80% (95 ml) y glicerina (5 ml); la solu-cin de Kahle, integrada por alcohol etlico al 95% (30 ml), formaldehdo (12 ml), cido actico glacial (4 ml) y agua (60 ml); y la solucin de Bouin, conformada por alcohol etlico al 80% (150 ml), formaldehdo (60 ml), cido actico glacial (15 ml) y cido pirico (1 g) (Borror et al., 1989; Llorente et al., 1985). Despus de dejar a los organismos, muchos de ellos estados inmaduros, un tiempo en los fijadores (hasta que recuperen el volumen original) se transfieren a alcohol al 70 %, donde pueden preservarse de manera definitiva. Las larvas pueden ser colocadas en agua caliente entre 1 a 5 minutos (dependiendo de su volumen) para fijar sus tejidos, pasndolas posteriormente al alcohol al 70% (Steyskal et al., 1986).

    PRESERVACIN EN PREPARACIONES Las preparaciones (Fig. 31) pueden ser permanentes, semi-permanentes o temporales; las primeras son las ms comu-nes. Este tipo de preservacin se utiliza principalmente para hexpodos pequeos, que es difcil observarlos usando microscopio estereoscpico (Fig. 28) y se requiere el uso de microscopio compuesto (Fig. 29). Preparaciones permanentes: la tcnica para llevar a cabo estos tipos de preparaciones consiste en hacer una pequea puncin con un alfiler, o con una aguja de diseccin muy fina, en la regin ventral del abdomen del organismo. Poste-riormente, colocarlo en un tubo de ensayo agregndole hidrxido de potasio al 10% para aclararlo; se calienta poco a poco para evitar una reaccin fuerte o que se aclare dema-siado; se revisa al microscopio estereoscpico o compuesto hasta haber obtenido slo el exoesqueleto del insecto. Ya obtenido el exoesqueleto, se puede teir con colorante, como la violeta de genciana, por cinco minutos; en caso de que el organismos sea de color muy oscuro, tal vez no es necesario teirlo. Posteriormente se deshidrata con alcoho-les graduales al 30, 50, 60, 70 y alcohol absoluto. El tiempo que debe permanecer el organismo en cada alcohol es de un minuto, escurriendo el exceso entre cada cambio. Se transparenta con xilol para eliminar lo opaco provocado por el alcohol, se monta con resina sinttica en un porta objetos y se cubre con el cubre objetos. El exceso de resina se puede eliminar con xilol, se deja secar, para posterior-mente etiquetarlo (Aguilar-Morales et al., 1996; Gavio et al., 1977). Preparaciones semipermanentes: es frecuente que se requiera una observacin detallada de estructuras especfi-cas de un organismo, como las antenas, las patas, las alas, el aparato bucal y principalmente los genitales. Es en estos casos cuando las preparaciones temporales o semiperma-nentes son tiles. Esta tcnica consiste en colocar la estruc-tura de inters sobre un portaobjetos, primero tiene que ser hidratada con agua, despus se le puede colocar lugol o gelatina glicerinada, posteriormente agregarle algn colo-rante, como azul de metileno, azul de lactofenol o safrina acuosa al 1%. Cuando se utiliza gelatina glicerinada es frecuente que se formen burbujas en la preparacin, stas se pueden eliminar con vapor de agua caliente, y el exceso de glicerina con un lienzo hmedo con agua (Aguilar-Morales et al., 1996; Gavio et al., 1977). Preparaciones temporales: otra estrategia ms sencilla es disecar la estructura que se desea observar, colocarla en un portaobjetos excavado, saturarla con glicerina, colocarle un cubreobjetos y observarlo al microscopio compuesto. Des-pus de esto se puede pasar a una cpsula o microvial de plstico con glicerina y colocarlo en el mismo alfiler donde est el ejemplar al que pertenece la estructura (Fig. 37). Si las estructuras que se desea observar requieren de un proce-so de aclaracin, como los genitales, se pueden incluir en una solucin de agua con hidrxido de potasio (potasa) al 10 %, hasta que se aclare al nivel deseado. Si se desea ace-lerar el proceso de aclaracin, se puede calentar la potasa que contiene las estructuras mediante bao mara o inclu-yndola en agua caliente, teniendo cuidado de no sobreca-lentarla.

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    Figs. 28-33. 28. microscopio estereoscpico; 29. microscopio compuesto; 30. gabinete mostrando las cajas entomolgicas (toma-da de Imes, 1992); 31. ejemplo de una preparacin permanente (tomada de Martin, 1977); 32, sitio especfico del cuerpo de dis-tintos insectos donde se coloca el alfiler entomolgico dependiendo de su anchura (tomados de Steyskal et al, 1986); 33. vista la-teral de insectos montados en alfiler a una altura correcta (izquierda), debajo de la altura correcta (centro) y a la altura correcta, pero no horizontal (derecha, tomados de Steyskal et al, 1986).

    PRESERVACIN EN SECO Preservacin temporal: este mtodo de preservacin pue-de ser de transicin mientras se estn montando los ejempla-res en alfiler (Steyskal et al., 1986). Incluye la preservacin de organismos en bolsas o sobres de papel glasine, albanene o normal, o en frascos. No es un mtodo comn ni reco-mendado porque no cumple con la funcin de facilitar la observacin y el estudio de los insectos. Sin embargo, pue-den funcionar por algunos meses o aos, dependiendo de las condiciones del lugar y del cuidado brindado. La preserva-cin de insectos en bolsas, sobres o frascos est muy rela-cionada con la forma en que stos se sacrificaron, que debi haber sido utilizando cmara letal. Cuando los insectos se preservan de esta forma, es recomendable acompaarlos de papel absorbente o de aserrn rociado con acetato de etilo y

    sellado firmemente. El acetato de etilo repele eficientemente a los dermstidos (escarabajos pequeos cuyas larvas se comen por dentro a los insectos de las colecciones) y posi-blemente tambin a los hongos; adems los mantiene blan-dos y listos para el montaje en alfiler si es necesario, pero se evapora en poco tiempo. Aquellos organismos que son preservados en bolsas o frascos sin papel absorbente, ase-rrn, ni acetato de etilo, se endurecen y pueden ser atacados por plagas. Montaje en alfileres entomolgicos Montaje directo: esta es la tcnica de preservacin ms conocida y utilizada en insectos. Consiste en pinchar el ejemplar con un alfiler en la regin del trax. Para insectos de cuerpo delgado, por ejemplo insectos palo, dpteros,

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    mantis, entre otros, el alfiler debe quedar vertical en el cen-tro del trax, y debe salir ventralmente entre el segundo y tercer par de patas (Fig. 32). En los insectos de cuerpo an-cho o robusto, el alfiler debe quedar vertical en el lado dere-cho del trax, saliendo tambin entre el segundo y tercer par de patas (Fig. 32). La ubicacin del alfiler sealada con anterioridad (sitios donde los insectos son ms resistentes y por ello menos daados), as como la altura a la que debe quedar el ejemplar (a una distancia de la cabeza del alfiler donde pueda ser tomado con los dedos sin tocar el organismo y arriba de la mitad de la longitud del alfiler, Fig. 33) y las etiquetas (un poco abajo del ejemplar) (Figs. 38 y 39), se han estandarizado a nivel internacional. Los alfileres ento-molgicos (Fig. 9b) difieren de los de costura en ser ms largos y hechos de acero inoxidable; el grosor es variable y ste se reconoce con el nmero de cada tipo de alfiler ento-molgico, los ms delgados son del nmero doble cero, los ms comunes para ejemplares medianos y grandes son del nmero tres, y existen alfileres entomolgicos del nmero siete que se utilizan para ejemplares excepcionalmente grandes (Borror et al., 1989). Una vez seleccionados los ejemplares que sern mon-tados, el primer paso recomendable es disecar uno o ms ejemplares machos para acceder al genital masculino (o edeago) cuando sea necesario (muy comn para la identifi-cacin a nivel de especie); para esto se utilizan una o dos pinzas entomolgicas finas, dependiendo del tamao del organismos y de la habilidad que se tenga, en ejemplares grandes se sostienen con un dedo y se introduce la punta de la pinza en el poro genital para tomar y jalar el genital, en ejemplares pequeos el cuerpo se sostiene con unas pinzas y con las segundas se jala el genital; esta labor se hace bajo un microscopio estereoscpico. El genital puede ser aclara-do con hidrxido de potasio diluido colocndolo por varios das en la solucin, la aclaracin de la estructura facilita su observacin y esquematizacin cuando se observa al mi-croscopio. Posteriormente se puede colocar en microviales de plstico (Fig. 37) especiales, previamente llenados con glicerina que evita la desecacin de la estructura; el micro-vial con la estructura incluida en l se coloca debajo del ejemplar al que corresponde. La diseccin en fresco para obtener el genital masculino evita la necesidad de aplicar otra tcnica especial con este fin cuando ya estn montados, sta es ms difcil y puede daar los ejemplares. El segundo paso es limpiar los ejemplares con un pincel fino y alcohol al 70 %, esto evitar que se pierda la nitidez de las estructuras al observarlos con el microscopio. Como tercer paso, despus de unos minutos para secar el alcohol (se pueden colocar el papel absorbente), se pro-cede a colocar el alfiler entomolgico (Fig. 32). Para mayor facilidad se puede utilizar una estructura o montador (Fig. 36) elaborado con hojas enrolladas compactas y en forma circular que cuenta con una altura estndar y permite que todos los ejemplares queden a la misma altura en el alfiler, las hojas de papel de las que est formado facilitan la entra-da y salida del alfiler. Se pueden elaborar montadores de diferentes materiales, como unicel, corcho o las hojas de un directorio telefnico, lo importante es la altura deseada y que facilite el montaje; de la misma manera se pueden ela-borar montadores a una menor altura para colocar las eti-quetas a un nivel estndar en cada ejemplar. Una vez colo-

    cado el ejemplar en el montador, se introduce el alfiler en el sitio preciso y completamente vertical, de tal manera que el cuerpo del ejemplar y el alfiler formen un ngulo de 90 grados (Fig. 33). El cuarto paso consiste en levantar el ejemplar del montador y colocarlo en una placa de unicel (Fig. 34), fo-rrada en su superficie con papel bond para que sta sea lisa y protegerla del escurrimiento del alcohol. El ejemplar se asienta horizontalmente en la placa y se procede a acomodar los apndices sujetndolos (sin perforarlos) con alfileres entomolgicos o de costura en las posiciones siguientes: el primer par de patas se dirige hacia adelante, el segundo y tercero hacia atrs, los tres pares en una posicin natural y paralela al cuerpo, las mandbulas pueden abrirse o dejarse cerradas (en muchos grupos son tiles para la sistemtica), si las antenas son cortas, pueden ubicarse hacia cualquier posicin, pero si son largas deben colocarse simtricamente hacia atrs, siguiendo el contorno del cuerpo para reducir los riesgos de ruptura; el resto del cuerpo debe estar lo ms horizontal posible. La duracin en estas circunstancias pue-de ser de una semana o ms, hasta que el cuerpo del insecto se seque y sus estructuras queden firmes. Se debe tener cuidado de etiquetar cada ejemplar o la serie de ejemplares montados en la placa y de guardar sta en un sitio protegido. En algunos grupos de insectos, como himenpteros, dpteros, neurpteros y otros ms, es necesario montarlos con las alas extendidas y sin que se traslapen la anteriores con las posteriores (la excepcin son los dpteros porque poseen un solo par de alas), ya que la forma y las venas de stas se utilizan para la identificacin taxonmica. Para sujetar las alas en la posicin adecuada se usan tiras de papel, que se colocan encima de stas pinchadas con un alfiler en cada extremo (Fig. 35). Las mariposas se montan como en la explicacin anterior, usando comnmente un restirador (Fig. 35), en cuya ranura se ubica el cuerpo del insecto y en las tablas laterales se extienden las alas. El uso del restirador puede ser tambin para montar otros insectos con alas largas. En un quinto paso se procede a quitar los alfileres que sujetan los apndices de los insectos montados en la placa, previa verificacin de que estn secos, que es cuando al quitar los alfileres no se muevan los apndices. Es reco-mendable tener cuidado al quitar los alfileres, sacndolos en el mismo sentido en que fueron colocados, para evitar la ruptura de estructuras. Un sexto paso corresponde al etiquetado (Figs. 38 y 39), que es un proceso muy importante, ya que incluye informacin valiosa de los organismos (discutida ms abajo) y es sta la que nos permite elaborar estudios. Cada ejem-plar montado debe contar con su etiqueta (en ocasiones dos), que debe ser lo ms pequea posible, para que no dificulte la observacin ni el arreglo posterior del organis-mo. Se recomienda utilizar un montador similar al que se usa para pinchar los organismos, pero de un nivel ms bajo, esto otorgar un nivel homogneo de las etiquetas en todos los insectos. Es muy til elaborar las etiquetas con ayuda de la computadora, ya que permite usar letra pequea (4 o 5 puntos) que se ve claramente, as como imprimirlas con calidad laser para reducir los riesgos de dao por humedad. Se utiliza papel ms grueso y de mejor calidad que el tipo bond, por ejemplo, opalina o similares.

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    Figs. 34-39. 34. placa de unicel con colepteros montados en proceso de secado; 35. esquema de un restirador (tomada de Steys-kal et al., 1986); 36. tipo de montador a base de corcho con tres niveles (tomada de Imes, 1992); 37. insecto montado en alfiler con un microvial de plstico que contiene su genital masculino (tomada de Steyskal et al., 1986); 38. montaje de ejemplares pe-gados en tringulos de cartoncillo mostrando la altura de las etiquetas y del organismo (tomada de Martin, 1977); 39. montaje de ejemplares en microalfileres y en tringulo de cartoncillo, en uno de los esquemas se aprecian los datos de las etiquetas (tomada de Steyskal et al., 1986).

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    La fase final de esta tcnica, pero no del estudio de los insectos, es el arreglo sistemtico de los ejemplares en cajas entomolgicas (Fig. 30) y stas dentro de gabinetes entomo-lgicos. Un arreglo sistemtico consiste en acomodarlos con base en propuestas filogenticas del grupo de insecto de que se trate, iniciando con categoras taxonmicas mayores y continuando hasta el nivel ms fino posible, que es el de especie. Esta es una fase difcil por el grado de complejidad que representa la sistemtica de los insectos y es una labor atribuible a los curadores de colecciones, quienes son especialistas en los grupos. Es importante brindar el cuidado necesario a los ejem-plares previamente montados en cajas y gabinetes entomo-lgicos porque reducen en gran medida el dao que puedan sufrir por accidentes, por dermstidos, por pececitos de plata (Zygentoma) y por hongos. Para estos fines, es muy til colocar una o dos bolitas de naftalina dentro de cada caja entomolgica, bien fijas para que no destruyan los insectos con el movimiento, el paradicloro benceno tambin es muy eficiente en la proteccin de los insectos montados, pero este tipo de sustancias pueden ser cancergenas, por lo que su uso en exceso resultar daino. Otras alternativas son rociar con insecticida comercial los anaqueles entomolgi-cos de manera peridica (cada mes o cada dos meses) o colocar pastillas para bao dentro de ellos (que contienen paradicloro benceno). En regiones con clima templado o fro, es suficiente con mantener las cajas y anaqueles ento-molgicos cerrados hermticamente para evitar el dao de los organismos; en sitios clido-hmedos se requiere una mayor proteccin. Es ideal si los gabinetes entomolgicos se resguardan en sitios donde se pueda controlar la tempera-tura y humedad ambientales, as como que cuenten con sistema de alarma contra incendios. Todo esto en su conjun-to, ms una hemeroteca especializada, constituyen una co-leccin entomolgica (Fig. 40) formal. Montajes especiales: una forma de montar ejemplares pequeos, que no pueden ser atravesados por los alfileres, es pegndolos en la punta de un tringulo de cartoncillo (Figs. 38 y 39). Se procede de la misma manera que con el montaje directo, incluso puede ser necesario acomodar los apndices y el organismos completo bajo microscopio este-reoscpico; una vez listo, se coloca el tringulo de cartonci-llo con la punta hacia fuera y la parte ancha pinchada por el alfiler, debe quedar a la misma altura que en montaje direc-to, la punta fina del tringulo se puede doblar ligeramente hacia abajo y en este sitio se coloca una pequea gota de goma entomolgica, barniz para uas o pegamento transpa-rente, el ejemplar puede ser levantado con una pinza ento-molgica y colocado en su costado derecho, entre el segun-do y tercer par de patas, o se puede colocar con el lado derecho hacia arriba y llevar a su costado la punta de la laminilla. Se debe cuidar la cantidad de pegamento a usar, ya que si es demasiado ocultar varias estructuras del ejem-plar y si es muy poco ste se despegar con facilidad. Una vez pegado el organismo, no es recomendable asentarlo en la placa de unicel porque los residuos del pegamento tam-bin lo adhieren a la placa y cuando se dese levantar se despegar del tringulo, as que es suficiente dejarlo varios minutos sin moverse para que seque el pegamento y despus ya puede ser etiquetado y arreglado. Una modalidad del mtodo anterior es usar dos tringulos de cartoncillo atrave-

    sados por un solo alfiler, dirigiendo la punta de cada carton-cillo a distintas partes del insecto largo, lo que le dar una mejor estabilidad (Borror et al., 1989). En la tcnica anterior se utiliza normalmente tringu-los de cartoncillo para pegar a los organismos, sin embargo, se pueden utilizar tringulos de acetato, que es plstico relativamente duro y transparente, cuya ventaja es que los organismos pueden ser observados con menor dificultad por la relativa transparencia. El tipo de pegamento y la alterna-tiva de usar acetato en lugar de cartoncillo dependen de las condiciones climticas donde permanecern los ejemplares, ya que en lugares calurosos es ms fcil que se despeguen los organismos respecto a sitios ms frescos. En algunos casos especiales los ejemplares se montan completamente arriba de una placa rectangular de cartonci-llo (Fig. 41), en lugar de ser en forma triangular; esto se puede hacer, por ejemplo, para el montaje de tipos (ejempla-res importantes porque en ellos se basan las descripciones originales de las especies), ya que de esta forma el ejemplar queda ms protegido de rupturas; sin embargo, dificulta completamente la observacin de la parte ventral y dificulta ver las estructuras laterales. Tambin pueden ser utilizados rectngulos de acetato, aunque son poco transparentes, no permiten una buena observacin de la parte ventral, por ello puede no ser adecuado el montaje de ejemplares completa-mente encima de placas, aunque se trate de tipos que requie-ren de un cuidado especial. Otro caso especial es el montaje de algunos insectos en el campo, que se da principalmente para el grupo de abejas y avispas (Hymenoptera). Los especialistas en estos grupos montan los organismos que colectaron durante un da o unas horas, poco despus de la captura, ya que es cuando se facilita substraer completamente la lengua (parte especializada del aparato bucal), abrir las mandbulas y extraer el genital masculino. En estos casos se debe llevar al campo todo lo necesario para el montaje de ejemplares, as como una caja entomolgica para protegerlos. Ablandamiento de ejemplares secos y limpieza de orga-nismos previamente montados: cuando es necesario mon-tar ejemplares que estn preservados en bolsas de papel glas o en frascos sin lquidos (estn secos), se debe usar una cmara hmeda (Fig. 42), ya que sin el proceso de hidratacin de los ejemplares, stos son completamente quebradizos y no se conseguir un montaje adecuado (Bo-rror et al., 1989). La cmara hmeda se puede elaborar con un recipiente plano y largo, como los topers grandes, con tapa que cierre firmemente, a ste se le agrega una cama de piedrillas para peceras, arena, algodn o papel absorbente, mezclada con cristales de fenol (la cantidad depender del tamao del recipiente). A esta mezcla se le satura con agua de llave (hasta que no escurra ms agua al ladear el reci-piente). La funcin del agua es hidratar a los organismos y ser retenida por las piedrillas, los cristales de fenol evitan la proliferacin de hongos encima de los insectos. Una vez lista la cmara, se coloca una malla de plstico o de un material similar para que los insectos no estn en contacto directo con el sustrato, incluso pueden servir algunas hojas de papel, sobre ellas se colocan los insectos (con sus datos de colecta o clave) y se cierra lo mejor posible el recipiente. Despus de varios das (casi una semana) los insectos esta-rn rehidratados y blandos, listos para el montaje.

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    Figs. 40-43. 40. Panormica de la Coleccin Nacional de Insectos, Instituto de Biologa, UNAM; 41. ejemplar montado sobre una placa rectangular de cartoncillo (tomada de Martin, 1977); 42. cmara hmeda (tomada de Martin, 1977); 43. insecto monta-do con los apndices encogidos (tomada de White, 1983).

    Otra posibilidad de ablandar insectos secos es colocar-los por unos minutos en agua caliente, ya sea de manera directa o slo con el vapor del agua. Adems existen algu-nos fluidos de relajacin que se aplican a los insectos secos tambin por unos minutos. Uno de ellos es el de Barber, constituido por alcohol etlico al 95% (50 ml), agua (50 ml), acetato de etilo (20 ml) y benceno (7 ml) (Borror et al., 1989). Otro es el amoniaco o nitrato de amonio diluido aproximadamente al 10 %. Es comn que los ejemplares montados se ensucien por el tiempo que han permanecido preservados, dificultan-do su observacin cuando se estudian. En estos casos se requiere limpiarlos con ayuda de un pincel fino mojado en agua o alcohol con un poco de jabn, tambin se utiliza ter, cloroformo o acetona que pueden remover hasta la grasa (Borror et al., 1989). Muchos insectos ya montados y depositados en colec-ciones cientficas no cuentan con un arreglo simtrico de sus apndices ni con el genital masculino expuesto; por el contrario, estn montados con los apndices encogidos (Fig. 43). Esta estrategia de montaje es utilizada porque reduce el espacio que ocupan los ejemplares y los riesgos de ruptura de los apndices; sin embargo, dificultan enormemente la observacin y por lo tanto el estudio de los ejemplares. Considerando que el objetivo ms importante del montaje es facilitar la observacin, es relevante montar lo mejor posible a los insectos.

    Datos de colecta: su importancia y utilidad Los ejemplares de insectos depositados en colecciones cien-tficas deben incluir una serie de datos mnimos que permi-tan la elaboracin de diversos tipos de estudios, desde listas taxonmicas hasta revisiones sistemticas y estudios bio-geogrficos. Estos datos son: localidad de colecta, coorde-nadas geogrficas del sitio de colecta, altitud, tipo de vege-tacin, sustrato donde se colect el ejemplar o mtodo de colecta utilizado, fecha de colecta y nombre del o los colec-tores (Fig. 39). Hay otros datos de colecta complementarios que se deben anotar para grupos especficos, pero los ante-riores pueden considerarse los ms importantes. Es en el campo donde se deben tomar todos estos datos, para lo cual es muy til la libreta de campo. La colec-ta de insectos debe llevarse a cabo teniendo cuidado de tomar todos los datos de campo y de separar en diferentes frascos o bolsas de papel glas, los insectos colectados en cada sustrato y en cada localidad, sin mezclar ejemplares colectados en diferentes sitios, con diferentes mtodos, de fechas o localidades diferentes. Al final de cada sesin de colecta, es necesario hacer un esfuerzo por anexar a cada frasco o a cada bolsa, una etiqueta temporal con los datos ms importantes, o al menos un nmero que relacione la muestra con su informacin en la libreta de campo. Se debe recordar siempre hacer las etiquetas con lpiz o plumn indeleble para evitar que se borren los datos. Si solo se

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    anota una clave de colecta en cada muestra, se debe recor-dar siempre hacer la etiqueta con todos los datos lo antes posible, ya que la libreta de campo se puede perder o daar, o incluso nos puede pasar algn accidente grave que nos impida que otras personas usen los datos de colecta. Los datos de localidad deben ser arreglados en orden jerrquico, iniciando con el pas, estado, municipio, poblado o algn otro dato como kilometraje. Es recomendable tomar las coordenadas geogrficas con un aparato de geoposicin (gps) o mediante cartas topogrficas. La altitud puede ser tomada con un altmetro ms que con un aparato gps, pues este ltimo es ms afectado por los cambios de presin atmosfrica. El tipo de vegetacin se puede basar en alguna de las clasificaciones existentes para Mxico, por ejemplo la de Rzedowski (1978). El sustrato es el sitio o recurso de la naturaleza donde fue colectado el organismo; tambin puede indicarse que se us algn tipo de trampa o mtodo particu-lar. La fecha de colecta debe incluir el ao completo, ya que existen ejemplares del siglo XIX (o antes), XX y XXI con los que se pueden confundir, se recomienda usar nmeros romanos o letras para indicar los meses y evitar que se con-fundan con los das. El nombre del colector se escribe con la inicial del nombre propio seguido de su apellido paterno y la abreviacin col. (Mrquez & Asiain, 2000). Los ejemplares ms tiles en una coleccin son aque-llos con identificacin a nivel de especie, de stos, los ejem-plares tipo son los ms valiosos. Debajo de la etiqueta de datos de colecta se incluye una o ms etiquetas de identifi-cacin (cuando se han identificado por diferentes personas), que incluyen el nombre de la especie, el autor y ao de su descripcin, la inicial del nombre personal seguida del ape-llido de la persona que realiz la identificacin, el ao en que se realiz la identificacin y la abreviacin det., que significa determin, palabra que se utiliza comnmente como anloga a la de identific, aunque no todos los especialistas en insectos las consideran anlogas. Los datos de localidad son esenciales para conocer la distribucin geogrfica de los taxones, informacin bsica para estudios biogeogrficos; tambin pueden apoyar estu-dios ecolgicos y de conservacin. Los datos de altitud y vegetacin nos informan sobre los requerimientos ecolgi-cos de los organismos y el tipo de comunidades que inte-gran. El sustrato o mtodo de colecta aporta informacin sobre los hbitos alimentarios y sitios que pueden frecuentar los organismos; stos a su vez, pueden darnos idea del papel ecolgico que desempean los organismos en la naturaleza. La fecha puede utilizarse para conocer la ocurrencia de los organismos a travs del tiempo. El nombre del colector es til para solicitar notas de campo o su reconocimiento como colaborador. De la informacin que puede ser obtenida a partir de las etiquetas de los insectos se destaca la taxonmica, en especial la identidad de las especies o de otras categoras. Todo tipo de estudios deben especificar sobre qu entidad taxonmica estn haciendo referencia, los estudios en sis-temtica parten de la identificacin de las especies de un grupo de inters, teniendo como principales objetivos pro-poner un arreglo taxonmico que refleje la filogenia de ese grupo y facilitar el reconocimiento de sus integrantes (Llo-rente, 1990). Los estudios biogeogrficos parten de conocer la dis-tribucin de distintos taxones, sta se puede obtener de la

    literatura y directamente de las etiquetas de ejemplares. La informacin bibliogrfica, a su vez, fue obtenida inicialmen-te directamente de las etiquetas de ejemplares.

    Importancia de las colecciones entomolgicas Las colecciones cientficas representan la materia prima para la generacin del conocimiento biolgico en los dife-rentes mbitos, forman parte del patrimonio cultural de la humanidad, constituyen el germoplasma de la vida, repre-sentan la memoria de la naturaleza y nuestra biodiversidad; por lo que preservarlas de manera adecuada y fomentar su desarrollo es de gran importancia (Mrquez & Asiain, 2000). Independientemente de la rama de la biologa que se trate, la unidad de estudio de los bilogos es el organismo, y los organismos deben ser asignados a una especie, de lo contrario, todo el conocimiento que de ellos se genere quedar ambiguo. Para asignar los organismos a la especie a la que pertenecen es necesario su identificacin taxonmica y sta se basa siempre en informacin que se obtuvo direc-tamente de organismos depositados en una o varias colec-ciones (Barrera, 1974).

    BREVE RESEA HISTRICA DE LAS COLECCIONES MEXICANAS Michn y Llorente (2002) detallan la historia de la ento-mologa en Mxico, que involucra de manera directa las colecciones entomolgicas; aqu se sealan solo aspectos generales. A pesar de que las colecciones son muy importantes, en Mxico existe una enorme e histrica problemtica sobre colecciones cientficas (Barrera, 1974; Reyes-Castillo & Brailovsky, 1981; Michn & Llorente, 2002). La ento-mologa en Mxico, as como otras ciencias, ha estado in-fluenciada por los eventos histricos de nuestro pas y no ha sido sino hasta mediados del siglo XX que se ha desarro-llado de manera ms adecuada (Sarukhn, 1992). Durante la colonia espaola, los naturalistas espaoles y criollos se dedicaron a recopilar el conocimiento biolgico que tenan nuestros antepasados (y en algunos casos se sigue teniendo), principalmente aquel conocimiento til o perjudicial para los conquistadores. Poco despus de nuestra independencia se cre el primer Museo Nacional de Historia Natural con un nmero muy escaso de ejemplares de insectos; durante este periodo de inestabilidad poltica tampoco hubo un impulso por el estudio entomolgico. Destaca la llegada a Mxico del naturalista francs Eugenio Dugs, quien fue un precursor de la entomologa en Mxico (Zaragoza, 1999), gener un nmero considerable de artculos sobre colepteros mexica-nos y form una de las colecciones ms importantes sobre colepteros de Mxico, principalmente del Bajo y Mi-choacn. Tuvo la intencin de publicar la Coleopterografa de Mxico, pero desafortunadamente muri antes de lo-grarlo. Su trabajo indito est actualmente en resguardo del Instituto de Biologa, UNAM, junto con los ejemplares que se lograron rescatar de su coleccin particular, ya que muchos de ellos se perdieron. Unos aos despus de la Revolucin Mexicana se cre la Direccin General de Estudios Biolgicos y en 1932, con

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    la autonoma universitaria, se transform en el Instituto de Biologa, UNAM, que por su historia es la coleccin ento-molgica ms importante del pas y actualmente la Colec-cin Nacional de Insectos. La Escuela Nacional de Ciencias Biolgicas del Insti-tuto Politcnico Nacional tambin cuenta con una historia entomolgica importante, con el impulso de estudiosos como Gonzalo Halffter. Otra Institucin importante por su coleccin ento-molgica es el Museo de Historia Natural de la Ciudad de Mxico, creado en 1962 por Alfredo Barrera. Esta insti-tucin debi su desarrollo en el rea entomolgica, adems del impulso de Barrera, a la contratacin de entomlogos como Gonzalo Halffter, Pedro Reyes-Castillo y Miguel ngel Morn, quienes son actualmente personalidades importantes en sus reas y que trabajaron en conjunto Museo de Historia Natural - Instituto de Ecologa, A. C.; as como a la compra de colecciones privadas, como la de mariposas Mller. En los aos ochenta se separ el Instituto de Ecologa para cambiar su sede a Xalapa, Veracruz, y con ello tambin su coleccin entomolgica. Este Instituto es actualmente quien posee las colecciones ms importantes sobre colep-teros Scarabaeioidea de Mxico, en su mayora per-tenecientes a colecciones particulares de los mismos inves-tigadores que ah laboran. A mediados del siglo XX se present un impulso general en el estudio de los insectos y la formacin de colecciones debido a la llegada de intelectuales espaoles, tales como Cndido Bolvar, Arturo Bonet, Dionisio Pelez, Federico Islas, etc. As que se increment el nmero de instituciones que cuentan con colecciones entomolgicas, ya no slo la UNAM, el IPN y el MHN.

    PROBLEMTICA EN MXICO La problemtica de las colecciones entomolgicas ha existi-do desde sus orgenes, pero desde que un grupo de entom-logos fund la Sociedad Mexicana de Entomologa en 1952, se ha incrementado la preocupacin por el establecimiento, mantenimiento y desarrollo de las colecciones que son bsi-cas para la formacin de recursos humanos. En los aos sesenta ya hubo esfuerzos por hacer propuestas para su solucin. Barrera (1974) seala que en Mxico se ha tenido la mala costumbre de copiar las modas, que son dictadas por los pases desarrollados. Por ejemplo, en las ciencias biolgicas se ha conside