cliche's lingti'sticos y ambiguedad en pedro pdramo

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Cliche's Lingti'sticos y Ambiguedad en Pedro Pdramo In language and in the use of language, duplicity plays a cardinal role. Roman Jakobson Rulfo ha declarado que al escribir Pedro Piramo resolvi6 el problema de la "bsqueda de estilo" utilizando "el lenguaje del pueblo, el lenguaje hablado que habia ordo de mis mayores". ara que esa declaraci6n no liame a engafio conviene trasladarla a una ecuaci6n mas especrfica: Rulfo se ha valido de la lengua del pueblo, asediandola, para descubrir toda su ambigiiedad y por medio de ella reflejar duplicidades que sustentan el texto en todos sus niveles. Los personajes se relevan, sus atributos y funciones se superponen; las situaciones se reproducen con ligeras variantes en momentos cru- ciales; los destinos de unos personajes condicionan, preparan o rei- teran los de otros. Tambi6n, ciertos t6picos universales, desmembra- dos, se literalizan y son incluidos como elementos anecd6ticos nunca independientes del contexto. 2 En el nivel mis estrictamente l6xico, se destaca el especial use polis6mico que se hace en Pedro Paramo no solo del discurso mimeti- co -del "lenguaje del pueblo"- sino, dentro de 61, de ciertas estruc- turas organizadas como sintagmas fijos dentro de la lengua, especial- mente dentro de la dicci6n oral: coloquial y popular. Segin su grado de consolidaci6n, esas estructuras son gramatical y sintaicticamente clich6s -frases hechas- o giros idiomiticos; 3 en todo caso, se trata de formas mis o menos fijas que pareceri'an haber solidificado los signos que las integran en un solo significante con un significado inico. Los clich6s o frases hechas tienen en comun con los refranes

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Page 1: Cliche's Lingti'sticos y Ambiguedad en Pedro Pdramo

Cliche's Lingti'sticos y Ambiguedaden Pedro Pdramo

In language and in the use of language, duplicity plays acardinal role.

Roman Jakobson

Rulfo ha declarado que al escribir Pedro Piramo resolvi6 elproblema de la "bsqueda de estilo" utilizando "el lenguaje delpueblo, el lenguaje hablado que habia ordo de mis mayores". araque esa declaraci6n no liame a engafio conviene trasladarla a unaecuaci6n mas especrfica: Rulfo se ha valido de la lengua del pueblo,asediandola, para descubrir toda su ambigiiedad y por medio de ellareflejar duplicidades que sustentan el texto en todos sus niveles. Lospersonajes se relevan, sus atributos y funciones se superponen; lassituaciones se reproducen con ligeras variantes en momentos cru-ciales; los destinos de unos personajes condicionan, preparan o rei-teran los de otros. Tambi6n, ciertos t6picos universales, desmembra-dos, se literalizan y son incluidos como elementos anecd6ticos nuncaindependientes del contexto. 2

En el nivel mis estrictamente l6xico, se destaca el especial usepolis6mico que se hace en Pedro Paramo no solo del discurso mimeti-co -del "lenguaje del pueblo"- sino, dentro de 61, de ciertas estruc-turas organizadas como sintagmas fijos dentro de la lengua, especial-mente dentro de la dicci6n oral: coloquial y popular. Segin su gradode consolidaci6n, esas estructuras son gramatical y sintaicticamenteclich6s -frases hechas- o giros idiomiticos; 3 en todo caso, se tratade formas mis o menos fijas que pareceri'an haber solidificado lossignos que las integran en un solo significante con un significadoinico. Los clich6s o frases hechas tienen en comun con los refranes

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cierto tono sentencioso, ademis de la organizaci6n fija. Pero difierende ellos por la relativa contingencia del enunciado: aunque estable, susignificado es -por lo menos en el habla habitual- puramenteconnotativo, lo cual inhabilita a los clich6s o frases hechas paraaserciones generalizadoras. Porque siempre requieren un referente, nopueden apuntar, como lo hacen miximas y refranes, a una preten-didamente taxativa enunciaci6n de verdades universales. 4

El empleo de esos sintagmas en Pedro Paramo hace cues-tionables las afirmaciones precedentes: sistemiticamente, cuando seusan en la novela sintagmas consolidados en la lengua como clich6s es

para socavarlos hasta el punto de conferirles una suerte de flexibili-dad que equivale a la arbitrariedad y a la capacidad polis6mica de lossignos independientes. Pero como a la vez pareciera imposible despo-jarlos de la carga propia -aparentemente indestructible- debida a sucalidad de f6rmulas fijas, su uso refuerza la ambigiiedad del texto deuna manera en que no podri'an hacerlo signos independientes. Por lodemis -varios crfticos lo han consignado- los signos independientesa menudo se reiteran en Pedro Paramo con multiples connotaciones.En estas piginas me limitare a dar algunos ejemplos de la versatilidadque Rulfo descubre -que revela- en una gama de sintagmas querecorre todos los grados de la consolidaci6n.

Al comienzo de la novela, los enunciados de Juan Preciadoinstauran el equrvoco en el nivel temitico. El hijo, determinado a nocumplir la promesa hecha a su madre, se ha llenado de la ilusi6n deencontrar a su padre. Esa ilusi6n motiva el viaje a Comala, pedido porla madre. Yuxtapuesto a esos enunciados iniciales, el dialogo enta-blado con Abundio reitera, en otro registro, que la inteligibilidad deltexto requiere su lectura total. El intercambio, en el que aparecenpor primera vez en la novela clich6s del discurso oral, es acaso-ir6nicamente- una de las cifras mis significativas entre la multitudde equfvocos de Pedro Paramo. "- LY a qu6 va usted a Comala, si sepuede saber? " (p. 8),5 pregunta Abundio a Juan Preciado inmediata-mente de iniciado el dialogo. Esa formula casi neutra de cortesfaprecede a un significativo nicleo de ambigiedades:

-Voy a ver a mi padre -contest6.- iAh! -dijo l1.Y volvimos al silencio.

[. .I-Bonita fiesta le va a armar -volvi a oir la voz del que

iba allr a mi lado-. Se pondr contento de ver a alguien

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despues de tantos afios que nadie viene por aqul.Luego afiadib:-Sea usted quien sea, se alegrar4 de verlo. (p. 9)

La aseveraci6n de Abundio -"bonita fiesta le va a armar"- es unaanticipaci6n ominosa en su socarroneri'a. Como es sabido, el clich6

significa, por anti'frasis, 'usted lo va a pasar ma1 '.6 Sin embargo, elsintagma siguiente -"se pondri contento"- , simple giro idiomiticoy por lo tanto mis ambivalente que "bonita fiesta...", podriaadmitir un sentido literal.? Y aunque el contexto descarte la literali-dad, se produce un temporario efecto engafioso, que aparenta anularla antifrasis. Como resultado, toda la enunciaci6n de Abundio per-manece suspendida entre dos significados. Pero el equivoco vuelve aacentuarse: el signo fiesta, independizado del sintagma, remite a unode los nacleos tematicos de la novela: la ruina de Comala porvenganza de Pedro Pramo:

-Se ha muerto dofia Susana.[. ..Comenz6 a llegar gente de otros rumbos, atraida por

el constante repique. De Contla veni'an como en peregrina-ci6n. Y aun de mis lejos. [...] Y asi'poco a poco la cosase convirti6 en fiesta. [... .1

Don Pedro no hablaba. No sali'a de su cuarto. Jur6vengarse de Comala. (p. 121)

No parece exagerado apuntar que la fiesta literal que el pueblo deComala organiz6 en medio del duelo de Pedro Paramo es una explici-taci6n del sentido ir6nico de la antifrasis (bonita fiesta le arm6 el

pueblo a Pedro Paramo). Ademis, son sin duda los ecos de esa fiestaremota, petrificada en la Comala fantasmal, los que percibia DamianaCisneros, que despues de la muerte de Susana permaneci6 parapetadaen la Media Luna junto a Pedro Piramo ("Hasta aca legaba la luz del

pueblo, que parecra una aureola sobre el cielo gris. Porque fuerondias grises, tristes para la Media Luna".) (p. 121):

-Hubo un tiempo que estuve oyendo durante muchasnoches el rumor de una fiesta. Me Ilegaban los ruidos hastala Media Luna. Me acerque para ver el mitote aquel y viesto: lo que estamos viendo ahora. Nada. Nadie. Las callestan solas como ahora.

Luego deje de oirla. (p. 45)

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Volvamos al dialogo entre Abundio y Juan Preciado: la declara-ci6n "Sea usted quien sea, se alegrara de verlo" marca un hiato antesde que se revele el parentesco de los dos hijos de Pedro Piramo. Conese sintagma -por su significado muy codificado como convenci6nsocial- otra vez se aparenta atenuar el equi'voco. Con todo, el sintag-ma es tambien diplice. El primer miembro -sea usted quien sea-trasluce la curiosidad de Abundio a la vez que alude criptica-mente al motivo del viaje de Juan Preciado (buscar al padre.es buscarquien se es). El texto retoma disimuladamente el presagio, bajo laespecie de otro registro: en la descripci6n de un paisaje evanescente-cuyas lineas y formas se esfuman unas en otras- que ofrece acasomenos punto de apoyo que el dialogo ambiguo. 8

Despu6s de enterarse del motivo generico del viaje de Juan Pre-ciado a Comala, repite Abundio la f6rmula de cortesia para averiguarqui6n es el padre objeto de la busca:

- Y que trazas tiene su padre, si se puede saber?-No lo conozco -le dije-. S6blo se que se Ilama Pedro

Paramo.[. ..]-Yo tambi6n soy hijo de Pedro Piramo -me dijo. (p. 9)

La aventura de Comala revelari -implacable, aunque fragmentaria,oscuramente- a Juan Preciado que el motivo de su viaje no se podiasaber. Capta la imposibilidad cuando es demasiado tarde y s6lo lequeda no proporcionar a Donis, el incestuoso, la informaci6n com-pleta que habia dado a Abundio. 9

El dialogo siguiente comienza encubriendo sard6nicamente laterrible semejanza entre Comala y el infierno y culmina con unmalentendido:

-Hace calor aqui-dije.-Si, y esto no es nada -me contest6 el otro-. Calmese.

Ya lo sentiri mis fuerte cuando Ileguemos a Comala. A-quello est [... .] en la mera boca del infierno. Con decirleque muchos de los que alli se mueren, al llegar al infiernoregresan por su cobija.

- Conoce usted a Pedro Pramo? -le pregunt6. Meatrevi' a hacerlo porque vi en sus ojos una gota de con-fianza.

- Qui6n es? -volvi' a preguntar.-Un rencor vivo -me contest6 61 (pp. 9-10)

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La designaci6n de Pedro Piramo como "un rencor vivo" apoya suequi'voco sobre todo en el verbo en presente de la pregunta de JuanPreciado (" qui6n es? "), de alcance distinto para 61 y para el fan-tasma de Abundio. Dentro del sintagma, vivo connota 'personificado'-significante apto tambien para las cualidades de un muerto: PedroParamo era -o fue- un rencor vivo; pero el verbo en presente destacael significado de 'viviente'. 1 0 Ademis, otra vez -como en el caso debonita fiesta- uno de los componentes del sintagma remite, en cuan-to significante independiente, a un doble nicleo temitico: el rencorque determin6 la mortandad causada por Pedro Paramo despues de lamuerte accidental de su padre; el rencor que determin6 la ruina deComala despues de la fiesta en que el pueblo transform6 el duelo porSusana San Juan 1 1

El final del dialogo -serie de malentendidos con que culmina lasecuencia- entreteje juegos de palabras y clich6s del discurso oral:

El caso es que nuestras madres nos malparieron en unpetate aunque 6ramos hijos de Pedro Pramo. Y lo mischistoso es que 61 nos llev6 a bautizar. Con usted debehaber pasado lo mismo, jno?

-No me acuerdo.- i Vcyase mucho al carajo!-iQu6 dice usted?-Que ya estamos llegando, sefior.-Si, ya lo veo. Qu6 pas6 por aqui'?-Un correcaminos, sefior. Asf les nombran a estos pa-

jaros.-No, yo preguntaba por el pueblo, que se ve tan solo,

como si estuviera abandonado. Parece que no lo habitaranadie.

-No es que lo parezca. Asi es. Aqui'no vive nadie.- Y Pedro Paramo?-Pedro Paramo muri6 hace muchos afos. (p. 11)

La gradaci6n de escamoteos -Juan Preciado, para no reconocerse suhermano, replica "No me acuerdo" al comentario de Abundio conrespecto a su posible origen bastardo ("nuestras madres nos mal-parieron en un petate"12), y la ironia elude una posible aclaraci6n:pese a llevar, como bastardo, el apellido materno, Juan Preciado erahijo legi'timo de Pedro Paramo; Abundio no se atreve a mantener elinsulto cuando Juan Preciado lo encara; el facil recurso a la polisemia

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(" iqu6 pas6 por aqui'? ")- acusa lo sorprendente de la segunda reve-laci6n. Ademis de haber sido tambi6n padre de Abundio, "PedroParamo muri6 hace muchos ailos". Mas allh de su mero caracter dediscurso mimitico -inocuo solo en un nivel superficial- la serie deevasivas es parte de un continuum sostenidamente especioso, al queintegra y refleja.

La cohesi6n final del texto de Pedro Paramo se debe a que nohay duplicaciones simitricas de situaciones o atributos de los perso-najes, como tampoco se manipulan las f6rmulas fijas de manera me-canica. La fiesta macabra que sigui6 a la muerte de Susana se anticipaotra vez subrepticiamente, en la polisemia cazurra de los peones queacarrearon el feretro de Miguel Paramo:

-A mi' me doli6 mucho ese muerto -dijo TerencioLubianes. Todavi'a traigo adoloridos los hombros.

-Y a mi' -dijo su hermano Ubillado-. Hasta se meagrandaron los juanetes. Con eso de que el patr6n quisoque todos fu6semos de zapatos. Ni que hubiera sido dia defiesta, zverdad Toribio? (pp. 32-33)

Otra vez, el signo fiesta esta integrado en un contexto que remite aotro; en este aspecto, esta secuencia es comparable a las que remitena la involuntaria celebraci6n de la muerte de Susana: especialmente ala declaraci6n de Abundio en su di6logo con Juan Preciado comen-tada al principio de estas piginas. Pero tanto el tratamiento de lafrase hecha -que aqui es claramente ir6nico- como la situaci6n delsigno fiesta dentro de la secuencia difieren. Tambi6n difieren lasreacciones ante la muerte de Miguel y la de Susana. Salvo PedroParamo, Eduviges y Damiana nadie queri'a a Miguel; Susana mis bieninspiraba piedad. Advibrtase que el dolor fi'sico que la muerte deMiguel caus6 a algunos habitantes de Comala esta anticipado con untono grave, hasta ceremonioso, que no haria prever la mordacidad delos peones:

Aquel cadaver pesaba mucho en el animo de todos.Estaba sobre una tarima, en medio de la iglesia, rodeado decirios nuevos, de flores, de un padre que estaba detras de61, solo, esperando que terminara la velaci6n. (p. 29)

Estas repeticiones en o10 diverso dan su caricter paradigmitico a laescritura de Pedro Paramo. 1 3

No s61o las repeticiones se ensamblan en lo diverso: tambi6nvaria la manera en que las organizaciones paradigmaticas se combinan

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alrededor de un nicleo. Veanse por ejemplo algunos desarrollos cen-trados en el asesinato de Toribio Aldrete, que interesan aqui por lainserci6n y el tratamiento de los clich6s.

Damiana Cisneros denota lac6nicamente el origen del grito queaterroriz6 a Juan Preciado en la casa de Eduviges: "-Tal vez sea algineco que esti aqui encerrado. En este cuarto ahorcaron a ToribioAldrete hace mucho tiempo" (p. 37).14 En las secuencias siguientes,el narrador omnisciente se explaya en detalles de los atropellos con-cebidos por Pedro Piramo y ejecutados por Fulgor Sedano. En esassecuencias, el punto de vista de la tercera persona -que alterna entreel narrador y los personajes- alternadamente aproxima y aleja eldiscurso referido. Debido a la perspectiva multiple que se establece,el discurso de Toribio Aldrete -textura de frases hechas que roza elpatetismo- aparenta, curiosamente, cierto desapego que hasta parecequitar relieve a los insultos:

-A usted ni quien le quite lo hombre, don Fulgor. S6que usted las puede. Y no por el poder que tiene atris, sinopor usted mismo.

Se acordaba. Fue lo primero que le dijo el Aldrete,despues que se habfan estado emborrachando juntos,dizque para celebrar el acta: -Con ese papel nos vamos alimpiar usted y yo, don Fulgor, porque no va a servir paraotra cosa. [.. .] En fin, por lo que a usted respecta, [...]me quit6 de apuraciones; porque me tenifa usted preocupa-do, lo que sea de cada quien. [...]

Se acordaba. Estaban en la fonda de Eduviges. [...]-Pues ya le digo, don Fulgor -le dijo Toribio Aldrete-.

A usted ni quien le menoscabe lo hombre que es; pero meileva la rejodida con ese hijo de la rechintola de su patr6n.(pp. 37-38)

Dos de los clich6s del ahorcado son trasladados sarcasticamente delc6digo de Toribio Aldrete al de Fulgor Sedano; uno, sigue y concluyela secuencia reproducida en parte mis arriba:

Se acordaba. Fue lo ultimo que le oy6 decir en suscinco sentidos. Despu6s se habi'a comportado como uncoll6n, dando de gritos. "Dizque la fuerza que yo teni'aatrcis. iVaya! " (p. 38)

Piginas mis adelante, se retoma la secuencia: Fulgor Sedano va ainformar a Pedro Paramo que el asunto de Toribio Aldrete "esta

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liquidado"; mientras espera que le abran la puerta, se fija en los dosmonos de luto -por el abuelo de Pedro Paramo (p. 18) y por elpadre- superpuestos con afos de diferencia:

Toc6 nuevamente con el mango del chicote, nada mispor insistir [...1 Dijo mirando el dintel de la puerta: "Seven bonitos esos monos negros, lo que sea de cada quien".

(pp. 44-45)

La ironia macabra de las duplicaciones muestra ejemplarmente latenuidad del sentido de estos cliches. 1 5 Su vacuidad misma les per-mite cumplir, en el contexto, una funci6n neutralizadora: el sarcas-mo descarta matices, no caben la compasi6n ni la piedad; el horror

queda expuesto en estado puro.Una analogia arcana aproxima a Juan Preciado y Pedro Paramo.

Para mostrar c6mo los dos van "demasiado lejos", se desarrolla elmotivo de la ilusi6n -de conseguir al padre; de lograr el amor deSusana. La analogia entre padre e hijo esti concertada en secuenciasque funcionan como metonimias del t6pico "traspasar los limites". 1 6

Lexicamente, el cliche pagar caro recalca la analogra. Fulgor Sedanoadvierte a Pedro Paramo: "-Porque la familia de usted lo absorbi6todo. Pedi'an y pedi'an, sin devolver nada. Eso se paga caro" (p. 40).Dorotea replica a Juan Preciado, que reconoce haber viajado aComala impulsado por la ilusi6n: "- La ilusi6n? Eso cuesta caro" (p.64). Por fin, al enterarse de la muerte de Miguel, Pedro Paramoreconoce: "-Estoy empezando a pagar. Mas vale empezar temprano,para terminar pronto" (p. 72).

Caba agregar aqui' que aunque no faltan sintagmas de tono sen-tencioso -como los clich6s citados en el parrafo anterior y numero-sas expresiones no totalmente codificadas- 1 7 hay en la novela uninico refran. "Usted ha de venir cansado y el sueio es muy buencolch6n para el cansancio" (p. 14)-con que Eduviges replica a laobservaci6n de Juan Preciado de que no hay cama en el cuarto que leha destinado -trasciende la que podria ser su obvia funci6n in-mediata: subrayar la inconsistencia de esta clase de sintagmas. Ya laaplicaci6n de una trivialidad extrema a una experiencia limite -comola que esta viviendo Juan Preciado- implica que el acoplamiento nodebe leerse como pura ironi'a ni como mera paradoja. Por lo demis, alremitir -como o10 hace- a una de las secuencias culminantes deltexto (Juan Preciado llega extenuado de pavor a la casa de losincestuosos y, literalmente, usa el suenio como colch6n para su can-

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sancio (pp. 51-54), lo que no pudo lograr en la camara funebre dondelo instalo Eduviges), el sintagma prima facie fitil se reivindica comounidad potencialmente expresiva.

Los ejemplos analizados manifiestan una obvia -y fecunda-actitud cri'tica ante las f6rmulas fijas del discurso oral. Al socavarlas,se logran dos efectos. El primero -sin duda el mis importante en loque al texto de la novela respecta- es el de sacar a la luz polisemiasinesperadas, cuya verosimilitud contextual es tambi6n referencial:imposible dudar la afirmaci6n de Rulfo en cuanto al habla del pueblomexicano. Los empleos de las f6rmulas son, como se ha visto,variados: la frase hecha se usa como indicio temitico (bonita fiesta);una sinecdoque corriente y estereotipada (rencor vivo) sufre unaparente proceso de literalizaci6n; los juegos ficiles de palabras sir-ven, metaf6ricamente, para reflejar otros malentendidos, en que eltexto abunda; los clich6s neutralizados y desgastados por el uso sereactivan, como si se tratara de signos individuales, mis hibiles quelos sintagmas (el poder que tiene atris; lo que sea de cada quien). Porfin, una f6rmula ("pagar caro" o "costar caro") se usa estrictamenteen su sentido metaf6rico codificado. 1 8

El segundo efecto es el de mostrar, por el contraste flagranteentre la letra de las formulas usadas y sus connotaciones textuales,que el discurso literario de Rulfo se libera de toda paralisis in-expresiva tanto porque los recursos no se repiten mecinicamentecomo porque trascienden la reproducci6n puramente mimetica delhabla. Tambien es interesante advertir que el texto mismo pareceinsinuar lateralmente, en dos pasajes, el peligro latente -la potencialcarencia de sentido- en el apego fetichista a las f6rmulas rigidas:

Ya lo deci'a yo: "A la larga acabarin con todo. Bueno, puesacabaron. Aunque hay por aqui' quien se interese en com-prar los terrenos. [.. .] Se podri'an cubrir las libranzas pen-dientes y todavra quedari'a algo; aunque, eso si, algo mer-mado.

- dNo seras tu?

- iC6mo se pone a creer que yo!-Yo creo hasta el bendito [...]. (p. 40)-Anoche vino y la confes6. Hoy debi'a de haber com-

ulgado, pero no debe estar en gracia porque el padre Ren-teri'a no le ha traido la comuni6n. Dijo que o10 hara a horatemprana, y ya ve usted, el sol ya esti aqui'y no ha venido.No debe estar en gracia.

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- En gracia de quicn?-De Dios, sefior.-No seas tonta, Justina. (p. 114)

El trastrueque del sentido popular de el bendito -pauta suprema deveracidad- en su opuesto, asi como la ignorancia del referente deDios -implicito en el mundo cat6lico en la f6rmula en gracia- sonclaras marcas de la irreverencia de Pedro Paramo, manifestaciones desu idiosincracia aut6rquica, que el texto explicita con insistencia. Yamuy pronto Pedro Paramo anunci6 a Fulgor Sedano: "La ley deahora en adelante la vamos a hacer nosotros" (p. 44). "Hacer la ley"quiere decir -entre otras cosas- romper, ignorar y tambi6n acep-tar1 9 clich6s si es conveniente: la imprevisibilidad es una de lasfuerzas del cacique.

Pero esas no son las inicas lecturas de los clich6s. La adultera-ci6n del significado fuertemente socializado de "no creer ni el bendi-to" y la exclusi6n del determinante de Dios -nico que el sintagmaen gracia sobreentiende en el 4mbito del espatiol- implican una re-ducci6n al absurdo de esos sentidos socializados. Como si el discursode Pedro Pairamo propusiera, mientras despliega la productividad sub-

yacente aun en las organizaciones sintacticas mis fijas de la lengua,una denuncia; como si mostrara, por aiadidura y por contraste im-pliicito, la estolidez de una escritura cefiida a la reproducci6nmecinica -sin distancia- de cualquier dicci6n fuertemente codi-ficada.

Parece redundante -y hasta escolar- insistir en que la novela deRulfo posee una combinaci6n de logros sobresalientes. Pero acaso, aveintid6s afios de su publicaci6n valga la pena resumir la calidad deesos logros: reactivaci6n y reducci6n de mitos universales, no porsimple adaptaci6n, sino por srntesis y superposici6n de funcionesarquetpicas; tratamiento lirico de la materia narrativa; huecos narra-tivos que son funcionales, pues remiten a transformaciones o analo-gias del contexto;2 0 lcido e implacable control, que somete losreferentes extratextuales 2 1 a las necesidades anecd6ticas. Resultapertinente subrayar como uno de los sustentos principales de esosvalores la utilizaci6n no par6dica, no documental sino marcadamenteir6nica, diplice, de los aspectos mis imitables y mas tipificadores delhabla popular. Esa utilizaci6n ha dado como resultado una de lasobras mis anticonvencionales de una literatura -la de lengua espa-

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fiola- que viene luchando con despareja fortuna en los iltimos cin-cuenta aios por liberarse del mimetismo y del amaneramiento.

Herbert H. Lehman College, CUNY MARIA LUISA BASTOS

NOTAS

1. Cf. Joseph Sommers, "Entrevista", Hispamerica, 4/5 (1973), 103-107.Recogida en La narrativa de Juan Rulfo. Interpretaciones cri'ticas (Mexico: Se-cretarfa de Educaci6n Piblica, 1974).

2. Cf. Marfa Luisa Bastos y Sylvia Molloy, "La estrella junto a la luna:variantes de la figura materna en Pedro Piramo", M L N, 92 (1977). En otrotrabajo tratar6 de mostrar c6mo Rulfo utiliza t6picos universales como elemen-tos literales del relato.

3. Cliche o clise se han estado empleando en espanol con su connotaci6nmetaf6rica desde principios de siglo. Cf. Julio Casares, Critica profana (Madrid:Imprenta Colonial, 1916), p. 297 y siguientes. El Diccionario de la Real Acade-mia Espaniola incluye, finalmente, los terminos con esa connotaci6n en el suple-mento de la edici6n de 1970: 'lugar comun, idea o expresi6n demasiado repetidao formularia'. En este trabajo empleo indistintamente cliche, formula fija, frasehecha para designar los sintagmas fuertemente consolidados, que el Diccionariode Autoridades define bajo frase hecha como 'Locuci6n energica y por lo comunmetaf6rica, con la que se significa mis de lo que se expresa u otra cosa de lo queindica la letra'.

Diccionarios y gramdticas del espafiol usan anrquicamente -super-poniendo y hasta contradiciendo las acepciones- locucibn, frase hecha, fraseproverbial, giro idiomatico, expresipon idiomitica, idiotismo. La anarqufa ya fueadvertida por Julio Casares, quien intent6 remediarla en Introduccibn a la lexi-

cografia moderna (Madrid: Revista de Filologi'a Espanola, Anejo LII, 1950).Empleo en este trabajo giros idiomiticos en el sentido de 'maneras peculiares deun idioma de construir determinadas expresiones. [...] no es una expresi6n in-variable construida con elementos fijos, sino una manera de construir aplicable amultiples casos' (Marfa Moliner, subrayado mi'o). La manera de construir, elmolde -fijo en cuanto esquema de sintagma-, establece una relaci6n indudableentre esas determinadas expresiones y los cliches.

4. Julio Casares percibi6 la diferencia entre lo que 61 Ilama frase prover-bial y el proverbio: "la frase proverbial tiene el caricter de un dicho que arrancade un caso inico y concreto, real o fingido, y que se situa en el pasado. [...] Elproceso lingilfstico creador qued6 cerrado una vez forjada la frase, y su aplica-ci6n tendri siempre el valor de una cita. [...] El proverbio, en general, comofruto de experiencias acumuladas, tiene su fundamento en el pasado pero nacede cara al porvenir". Op. cit, p. 194.

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5. Juan Rulfo, Pedro Paitamo (Mexico: Fondo de Cultura Econ6mica,1966). Todas las citas corresponden a esta edicion. Todos los subrayados sonmi'os, salvo indicaci6n contraria.

6. Cf. Werner Beinhauer, El espafiol coloquial (Madrid: Gredos, 1968), p.194, n. 39:, "Vicente Garcia de Diego, en Lingiiistica general y espaiiola, p. 353,define acertadamente la ironi'a como 'paradoja semintica humorfstica [...], elsentido es una adivinaci6n para el interlocutor' (por ej., ibonito negocio! )."Subrayado del autor.

7. El sintagma ponerse contento es un giro idiomitico. Cf. supra, nota 3.8. "En la reverberaci6n del sol, la llanura parecfa una laguna transpa-

rente, deshecha en vapores por donde se trasluci'a un horizonte gris. Y mis alli,una Ifnea de montailas. Y todavi'a mis alli, la mis remota lejanfa" (p. 9).

9. Juan Preciado responde a Donis con deliberada reticencia: "Entoncesalguien me toc6 los hombros.

-zQud hace usted por aqui'?-Vine a buscar... -y ya iba a decir a quien, cuando me detuve-: vine a

buscar a mi padre" (p. 50).10. Es curiosa la organizaci6n de este tipo de giros idiomiticos, sintagmas

cuyo nicleo es lo que Pierre Fontanier llama "synecdoque d'abstractionabsolue" (cf. Pierre Fontanier, Les Figures du Discours, Paris: Flammarion,1968, p. 95). Rencor ha sido abstrafdo de hombre rencoroso; luego, un procedi-miento metaf6rico -el adjetivo vivo- refuerza, como reintegrandola en el orden delo concreto, la abstracci6n que origin6 la sinecdoque. V6ase, en el cuento"Anacleto Morones", c6mo se juega con el doble significado de diablo y c6mo seestablece una sin6cdoque similar:

"-Si no estuviera de por medio que eres el yerno del Santo Niflo, no tevendrfamos a buscar, contimis te pedirfamos nada. Siempre has sido muy diablo,Lucas Lucatero.

-Por algo fui ayudante de Anacleto Morones. El sf que era el vivodemonio." El llano en llamas (Mexico: Fondo de Cultura Econ6mica, 1965), p.135.

Marfa Moliner da como modelos de estos giros ejemplo vivo, viva estampa.11. "Pedro Psramo caus6 tal mortandad despuds que le mataron a su

padre, que se dice casi acab6 con los asistentes a la boda en la cual don LucasPsramo iba a fungir de padrino" (p. 83). "Hasta aci Ilegaba la luz del pueblo,que parecia una aureola sobre el cielo gris. [...] Don Pedro no hablaba. No salfadel cuarto. Jur6 vengarse de Comala" (p. 121).

12. En M6xico, nacer en un petate -en una estera- significa ser bastardo.Cf. el refrin "El que ha nacido en un petate, siempre anda apestando a tule",citado por Francisco de Santamari'a, Diccionario de Mejicanismos (Mexico: Edi-torial Porrfa, S.A., 1974).

13. Cf. Roland Barthes, Le Degr Zero de l'Ecriture (Utrecht: EditionsGonthier, 1965), p. 132: "Depuis Saussure, l'analyse du plan associatif a recu undeveloppement considerable; son nom mime a change; on parle aujourd'hui, non

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ESTUDIOS

de plan associatif, mais de plan paradigmatique [...] le plan associatif est evi-demment lie de tres pros a la 'langue' comme systeme alors que le syntagme estplus proche de la parole." Subrayado del autor.

Cf. tambien A.J. Greimas, Semantique structurale (Paris: Flammarion,1966), p. 40 "[... ] les semes, les lexemes et les 6noncis qui s'y rencontrentpeuvent entretenir entre eux des relations de conjonction ou de disjonction[...] Les premieres manifesteront, a I'interieur du discours, des unitis situ6essur la dimension paradigmatique, tandis que les secondes 6tabliront, dans lememe discours, la dimension syntagmatique." Subrayados mios.

14. El discurso de Damiana Cisneros la muestra como personaje adheridofielmente a las pautas establecidas por Pedro Piramo. Asflo manifiesta su desasi-miento frente a la suerte terrenal de Toribio Aldrete y frente al destino deultratumba de Eduviges, a quien el padre Renterfa neg6 ostensiblemente la ab-soluci6n por suicida. Cf. las sfplicas initiles de Marfa Dyada (pp. 34-35) y laescueta declaraci6n de Damiana Cisneros a Juan Preciado: "Pobre Eduviges.Debe de andar penando todavia" (p. 37). O la actitud de clara entrega de Damia-na a la voluntad de Pedro Paramo: "[...] con habermelo avisado, yo le hubieradicho a la Margarita que el patr6n la necesitaba para esta noche, y 61 no habrfatenido ni la molestia de levantarse de su cama. [...]

Despues volvi6 a oir otros golpes; pero contra la puerta grande, como si laestuvieran aporreando a culatazos. [...] Una limpara reg6 su luz sobre la carade algunos hombres. Despu6s se apag6. 'Son cosas que a mf no me interesan',dijo Damiana Cisneros, y cerr6 la ventana" (pp. 110-111).

15. La intercambiabilidad de muchos cliches los emparienta con los

shifters. Fulgor Sedano reacomoda las expresiones de Toribio Aldrete en unestilo peculiar: dificil de encasillar en las categorfas tradicionales de directo oindirecto porque parecen participar a la vez de ambas. Por eso, aunque simulanser reproducciones literales, tambien entran sin dificultad en la categorfa M/M,de "reported speech" descripta por Roman Jakobson: "shifters are distinguishedfrom all other constituents of the linguistic code solely by their compulsoryreference to the given message." Roman Jakobson, Selected Writings (TheHague, Paris: Mouton, 1971), II, 131. Tambien parecen aquf pertinentes lasobservaciones de Barthes con respecto al sintagma: "la 'proximit6' structurale dusyntagme et de la parole est un fait important [...] parce qu'elle permet d'ex-pliquer structuralement certains phinomenes de 'naturalisation' des discoursconnotes." Roland Barthes, op. cit., p. 136.

16. Rulfo anecdotiza y transforma en actantes del relato elementos lite-rales de t6picos universales. Cf., para el concepto y las "funciones" de losactantes, A.J. Greimas, op. cit., p. 122 y pp. 172-186. Se leva a cabo, en PedroPciramo, para esa concreci6n de las aristot6licas "lfneas generales de argumen-

tos", un proceso metoni'mico. Por ejemplo, muchas secuencias cuyas an6cdotasconstituyen "episodios" diferentes, muestran c6mo Pedro Pramo "traspas6 loslfmites" o "fue muy lejos": el casamiento con Dolores para no pagar lo quedeba a las Preciado; el asesinato de Toribio Aldrete; la manipulaci6n del padre

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REVISTA IBEROAMERICANA

Renterfa para que diese la absoluci6n post mortem a Miguel; la estratagema paraque Bartolom6 San Juan y Susana regresaran a Comala; su actitud con loscristeros. Las aventuras de Miguel son representaciones de c6mo traspas6 loslimites, y el viaje mismo de Juan Preciado es una expansi6n metoni'mica de "irmis lejos".

17. V6anse unas pocas muestras: "Que se resignen otros, abuela, yo noestoy para resignaciones" (p. 24); "Y es que la alegrfa cansa" (p. 45). "[...]Suspiraba mucho. -Eso es malo. Cada suspiro es como un sorbo de vida del queuno se deshace" (p. 46); "Y la vergiienza no cura" (p. 56).

18. En el cuento "El llano en llamas" se restituye a las frases hechas susentido literal: "Y el que cost6 mis trabajo fue aquel caporal flaco y largo comogarrocha de otate, que escurria el bulto s61o con ladearse un poquito. En cambioel administrador se muri6 luego luego. Estaba chaparrito y ovach6n y no us6ninguna maila para sacarle el cuerpo al verduguillo. Se muri6 muy callado, casisin moverse y como si 61 mismo hubiera querido ensartarse. [...][...] Ibamos mero en medio de la noche, con los ojos aturdidos de suefio y conla idea ida; pero 61, que nos conoci'a a todos, nos hablaba para que levantcramoscabeza. [...][...] Subimos a los montes mis altos y alli, en ese lugar que le dicen el Caminode Dios, encontramos otra vez al gobierno tirando a matar. " El llano en llamas,Op. cit., pp. 77-81.

19. Cf. el dialogo entre Pedro Piramo y Eduviges que 6sta refiere a JuanPreciado:"Yo le pregunt6 muchos meses despues a Pedro Paramo por ella.

'-Querfa mis a su hermana que a mi. Alli debe estar a gusto. Ademis, yame teni'a enfadado. No pienso inquirir por ella, si es eso lo que te preocupa.

'-iPero de qud vivirin?'-Que Dios los asista' " (p. 23). Como es sabido, la frase hecha tiene dos

significados: uno, literal; otro, por antffrasis, 'que se las arreglen': el que PedroParamo aplica en este dialogo.

20. En varios casos, las transiciones entre las secuencias de las dos vertien-tes narrativas de la novela aparecen, a la primera lectura, simplemente comoyuxtaposiciones discontinuas, cuando en rigor son enigmas cuya soluci6n seentiende a la luz del contexto total. Asf, por ejemplo, la breve secuencia de lapigina 24, que termina con la admonici6n de la abuela al dri'scolo Pedro Paramo("Siento que te va a ir mal, Pedro Piramo".) esta seguida por el relato queEduviges hace a Juan Preciado de la muerte de Miguel (pp. 25-27). Dentro de laorganizaci6n total del texto, la conexi6n es muy clara: con la muerte de Miguelempieza a irle mal a Pedro Paramo, como 61 mismo lo reconoce (p. 72). Por otraparte, la muerte de Lucas Piramo prefigura la de Miguel (pp. 27-28): este enigmas6lo se resuelve en la pigina 71.

21. Reiteremos una vez mis que tanto los modelos lingiilf'sticos como laslineas hist6ricas o los arquetipos mi'ticos estin siempre subordinados a la organi-zaci6n del relato.

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