celebraciones litúrgicas de semana santa guiadas por fieles laicos

CelebracioneslitrgicasdeSemanaSantaguiadaspor

fieleslaicos

PreparadoporPbro.SixtoEdo.VarelaSantamara

VicarioEpiscopaldeComunicacinDicesisdeAlajuela

2011

CelebracioneslitrgicasdeSemanaSantaguiadasporfieleslaicos

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Presentacin La presente gua es un subsidio litrgico preparado especialmente para las celebraciones en ausencia de presbteros que los fieles laicos deben animar durante los das de la Semana Santa en distintas parroquias de nuestro pas. Ante la falta de un instrumento publicado por la Comisin Nacional de Liturgia, he querido tomar uno de los instrumentos que utilizan los fieles para ese fin y reformarlo en su totalidad, corrigindole aquellas cosas que implicaran abusos litrgicos graves y que se prestaran para confusin por parte de los fieles de las comunidades. Junto a los esquemas de las celebraciones, e querido incluirle unas primeras pginas de formacin, donde explico a partir de la Instruccin sobre algunas cuestiones acerca de la colaboracin de los fieles laicos en el Sagrado Ministerio de los Sacerdotes del 15 de agosto de 1997, la diferencia entre el sacerdocio comn de los bautizados y el sacerdocio ministerial as como la colaboracin que los fieles pueden prestar a quienes por gracia de Dios participamos del Orden Sacerdotal. He incluido adems, la explicacin de los cuatro polos en los que gira la celebracin, a saber el templo, como lugar de la asamblea, el altar, lugar de la Eucarista; el ambn, lugar de la Palabra y la sede, lugar del presidente, a partir del captulo V de la nueva Institutio Generalis Missale Romanum 2000, para que los fieles, entendiendo que durante la celebracin los ritos se realizan no indistintamente, sino en lugares muy concretos, aprendan a valorar y respetar esta riqueza que debe hablar por s misma. Finalmente, este subsidio tiene carcter provisional, por lo que est sujeto siempre a mejoras, inclusiones y correcciones que el autor o expertos en la materia quieran agregar para su mejora. No s, tal vez sea este el inicio de un futuro ritual definitivo que nos ayude a todos a tener confianza que nuestros fieles no slo estn llenos de muy buenas intenciones al querer compartir los das santos con algunas comunidades donde la falta de ministros ordenados imposibilita la celebracin de los misterios de la fe, sino que adems lo que estn animando, lo estn haciendo de acuerdo a las enseanzas de nuestra Iglesia.

Pbro. Sixto Edo. Varela Santamara


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ndice Presentacin Pag. 2 Formacin de fieles laicos para las celebraciones litrgicas de Semana Santa. Pg. 4 PRINCIPIOS TEOLGICOS: El sacerdocio comn y el sacerdocio ministerial. Pg. 4 La colaboracin de fieles no ordenados en el ministerio pastoral. Pg. 6 La participacin de los laicos en las celebraciones litrgicas. Pg. 7 Las celebraciones dominicales en ausencia de presbtero. Pg. 8 Los cuatros polos de la celebracin. Pg. 9

I. La iglesia-TEMPLO: lugar de la ASAMBLEA. Pg. 9 II. EL ALTAR: lugar de la EUCARISTIA. Pg. 9 III. EL AMBON y EL Leccionario: lugar de LA PALABRA. Pg. 10 IV. LA SEDE: lugar del presidente de la asamblea, no del que dirige o anima. Pg.11

PRESIDIR: rol del ministro ordenado... Y LOS LAICOS?... Pg. 12 Recomendaciones Importantsimas. Pg. 13 Domingo de Ramos en la Pasin del Seor. Pg. 16 Lunes Santo. Pg. 27 Martes Santo. Pg. 36 Mircoles Santo. Pg. 45 Jueves Santo: Inicio del Triduo Pascual. Pg. 54 Viernes Santo. Pg. 67 Sbado Santo: Solemne Vigilia Pascual. Pg. 84


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Formacin de fieles laicos para las celebraciones litrgicas de Semana Santa

Justificacin1

Es necesario tener presente la urgencia y la importancia de la accin apostlica de los

fieles laicos en el presente y en el futuro de la evangelizacin. La Iglesia no puede prescindir de esta obra, porque le es connatural, en cuanto Pueblo de Dios, y porque tiene necesidad de ella para realizar la propia misin evangelizadora.

Debemos constatar, con viva satisfaccin, que en muchas Iglesias particulares la

colaboracin de los fieles no ordenados en el ministerio pastoral del clero se desarrolla de manera bastante positiva, con abundantes frutos de bien, en el respeto los lmites fijados por la naturaleza de los sacramentos y por la diversidad de carismas y funciones eclesiales, con soluciones generosas e inteligentes para hacer frente a las situaciones de falta o escasez de sagrados ministros2. De este modo se ha aclarado aquel aspecto de la comunin, por el que algunos miembros de la Iglesia se ocupan con solicitud de remediar, en la medida en que les es posible, no siendo marcados por el carcter del sacramento del Orden, a situaciones de emergencia y crnicas necesidades en algunas comunidades3. Tales fieles son llamados y delegados para asumir precisas tareas, tan importantes cuanto delicadas, sostenidos por la gracia del Seor, acompaados por los sagrados ministros y bien acogidos por las comunidades en favor de las cuales prestan el propio servicio. Los sagrados pastores agradecen profundamente la generosidad con la cual numerosos consagrados y fieles laicos se ofrecen para este especfico servicio, desarrollado con un fiel sensus Ecclesiae y edificante dedicacin. Particular gratitud y estmulo va a cuantos asumen estas tareas en situaciones de persecucin de la comunidad cristiana, en los ambientes de misin, sean ellos territoriales o culturales, all en donde la Iglesia an est escasamente radicada, y la presencia del sacerdote es slo espordica4. PRINCIPIOS TEOLGICOS El sacerdocio comn y el sacerdocio ministerial Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, ha deseado que su nico e indivisible sacerdocio fuese participado a su Iglesia. Esta es el pueblo de la nueva alianza, en el cual, por la regeneracin y la accin del Espritu Santo, los bautizados son consagrados para formar un templo espiritual y un sacerdocio santo, para ofrecer, mediante todas las actividades del cristiano, sacrificios espirituales y hacer conocer los prodigios de Aquel que de las tinieblas le llam a su admirable luz (cfr. 1 Pe 2, 4-10)5. Un slo Seor, una sola fe, un solo bautismo (Ef 4, 5); comn es la dignidad de los miembros que deriva de su regeneracin en Cristo, comn la gracia de la filiacin; comn la

1 Para la elaboracin de esta formacin se sigue de cerca la Instruccin sobre algunas cuestiones acerca de la colaboracin de los fieles laicos en el Sagrado Ministerio de los Sacerdotes del 15 de agosto de 1997 2 Cfr. Juan Pablo II, Discurso en el Simposio sobre Colaboracin de los laicos en el ministerio pastoral de los presbteros (22 abril de 1994), n. 2: L'Osservatore Romano, 23 abril 1994. 3 Cfr. C.I.C., cann. 230, 3; 517, 2; 861, 2; 910, 2; 943; 1112; Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Christifideles laici, n. 23 y nota 72: l.c., p. 430. 4 Cfr. Juan Pablo II, Carta enc. Redemptoris missio (7 diciembre 1990), n. 37, AAS 83 (1991), pp. 282-286. 5 Conc. Ecum. Vat. II, Const. Lumen gentium, n. 10.


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llamada a la perfeccin6. Vigente entre todos una autntica igualdad en cuanto a la dignidad y a la accin comn a todos los fieles en orden a la edificacin del Cuerpo de Cristo, algunos son constituidos, por voluntad de Cristo, doctores, dispensadores de los misterios y pastores para los dems7. Sea el sacerdocio comn de los fieles, sea el sacerdocio ministerial o jerrquico, aunque diferentes esencialmente y no slo de grado, se ordenan, sin embargo, el uno al otro, pues ambos participan a su manera del nico sacerdocio de Cristo8. Entre ellos se tiene una eficaz unidad porque el Espritu Santo unifica la Iglesia en la comunin y en el servicio y la provee de diversos dones jerrquicos y carismticos9.

La diferencia esencial entre el sacerdocio comn y el sacerdocio ministerial no se

encuentra, por tanto, en el sacerdocio de Cristo, el cual permanece siempre nico e indivisible, ni tampoco en la santidad a la cual todos los fieles son llamados: En efecto, el sacerdocio ministerial no significa de por s un mayor grado de santidad respecto al sacerdocio comn de los fieles; pero, por medio de l, los presbteros reciben de Cristo en el Espritu un don particular, para que puedan ayudar al Pueblo de Dios a ejercitar con fidelidad y plenitud el sacerdocio comn que les ha sido conferido10. En la edificacin de la Iglesia, Cuerpo de Cristo, est vigente la diversidad de miembros y de funciones, pero uno solo es el Espritu, que distribuye sus variados dones para el bien de la Iglesia segn su riqueza y la necesidad de servicios (cfr. 1 Cor 12, 1-11)11.

La diversidad est en relacin con el modo de participacin al sacerdocio de Cristo y es

esencial en el sentido que mientras el sacerdocio comn de los fieles se realiza en el desarrollo de la gracia bautismal vida de fe, de esperanza y de caridad, vida segn el Espritu el sacerdocio ministerial est al servicio del sacerdocio comn, en orden al desarrollo de la gracia bautismal de todos los cristianos12. En consecuencia, el sacerdocio ministerial difiere esencialmente del sacerdocio comn de los fieles porque confiere un poder sagrado para el servicio de los fieles13. Con este fin se exhorta el sacerdote a crecer en la conciencia de la profunda comunin que lo vincula al Pueblo de Dios para suscitar y desarrollar la corresponsabilidad en la comn y nica misin de salvacin, con la diligente y cordial valoracin de todos los carismas y tareas que el Espritu otorga a los creyentes para la edificacin de la Iglesia14.

Las caractersticas que diferencian el sacerdocio ministerial de los Obispos y de los

presbteros de aquel comn de los fieles, y delinean en consecuencia los confines de la colaboracin de estos en el sagrado ministerio, se pueden sintetizar as:

a) el sacerdocio ministerial tiene su raz en la sucesin apostlica y esta dotado de una potestad sacra15, la cual consiste en la facultad y responsabilidad de obrar en persona de Cristo Cabeza y Pastor16; 6 Ibid. n. 32. 7 Ibid. 8 Ibid. n. 10. 9 Ibid. n. 4 10 Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Pastores dabo vobis (25 marzo 1992), n. 17: AAS 84 (1992), p. 684. 11 Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen Gentium, n. 7. 12 CEC. Catecismo de la Iglesia Catlica, n. 1547. 13 Ibid. n. 1592. 14 Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Pastores dabo vobis, n. 74: l.c., p. 788. 15 Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen Gentium nn. 10, 18, 27, 28; Dec. Presbyterorum ordinis n. 2, 6; Catecismo de la Iglesia Catlica nn. 1538, 1576. 16 Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Pastores dabo vobis, n. 15: l.c., p. 680; Catecismo de la Iglesia Catlica, n. 875.


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b) esto es lo que hace de los sagrados ministros servidores de Cristo y de la Iglesia, por

medio de la proclamacin autorizada de la Palabra de Dios, de la celebracin de los Sacramentos y de la gua pastoral de los fieles17.

Poner el fundamento del ministerio ordenado en la sucesin apostlica, en cuanto tal

ministerio contina la misin recibida de los Apstoles de parte de Cristo, es punto esencial de la doctrina eclesiolgica catlica18.

El ministerio ordenado, por tanto, es constituido sobre el fundamento de los Apstoles

para la edificacin de la Iglesia:19 est totalmente al servicio de la Iglesia misma20. A la naturaleza sacramental del ministerio eclesial est intrnsicamente ligado el carcter de servicio. Los ministros en efecto, en cuanto dependen totalmente de Cristo, quien les confiere la misin y autoridad, son verdaderamente 'esclavos de Cristo' (cfr. Rm 11), a imagen de El que, libremente ha tomado por nosotros 'la forma de siervo' (Flp 2, 7). Como la palabra y la gracia de la cual son ministros no son de ellos, sino de Cristo que se las ha confiado para los otros, ellos se harn libremente esclavos de todos.21 La colaboracin de fieles no ordenados en el ministerio pastoral

En los documentos conciliares, entre los varios aspectos de la participacin de fieles no marcados por el carcter del Orden a la misin de la Iglesia, se considera su directa colaboracin en las tareas especficas de los pastores22. En efecto, cuando la necesidad o la utilidad de la Iglesia lo exige, los pastores pueden confiar a los fieles no ordenados, segn las normas establecidas por el derecho universal, algunas tareas que estn relacionadas con su propio ministerio de pastores pero que no exigen el carcter del Orden23. Tal colaboracin ha sido sucesivamente regulada por la legislacin post-conciliar y, en modo particular, por el nuevo Cdigo de Derecho Cannico.

Este, despus de haberse referido a las obligaciones y los derechos de todos los fieles,24 en

el ttulo sucesivo, dedicado a las obligaciones y derechos de los fieles laicos, trata no solo de aquello que especficamente les compete, teniendo presente su condicin secular25, sino tambin de tareas o funciones que en realidad no son exclusivamente de ellos. De estas, algunas corresponderan a cualquier fiel sea o no ordenado26, otras, al contrario se colocan en la lnea de directo servicio en el sagrado ministerio de los fieles ordenados27. Respecto a estas ltimas tareas o funciones, los fieles no ordenados no son detentores de un derecho a ejercerlas, pero son hbiles para ser llamados por los sagrados pastores en aquellos oficios eclesisticos y en

17 Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Pastores dabo vobis, n. 16: l.c., pp. 681-684; Catecismo de la Iglesia Catlica, n. 1592. 18 Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Pastores dabo vobis, nn. 14-16: l.c., pp. 678-684; Congregacin para la Doctrina de la Fe, Carta Sacerdotium ministeriale (6 agosto 1983), III, 2-3: AAS 75 (1983), pp. 1004-1005. 19 Ef 2, 20; Ap 21, 14. 20 Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Pastores dabo vobis, n. 16: l.c., p. 681. 21 Catecismo de la Iglesia Catlica, n. 876. 22 Cfr. Conc. Ecum. Vat. II, Dec. Apostolicam actuositatem, n. 24. 23 Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Christifideles laici, n. 23: l.c., p. 429. 24 C.I.C., cann. 208-223. 25 Ibid., cann. 225, 2; 226; 227; 231, 2. 26 Ibid., cann. 225, 1; 228, 2; 229; 231, 1. 27 Ibid., can. 230, 2-3, en lo relacionado con el mbito litrgico; can. 228, 1, en relacin a otros campos del sagrado ministerio; este ltimo pargrafo se extiende tambin a otros mbitos fuera del ministerio de los clrigos.


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aquellas tareas que estn en grado de ejercitar segn las prescripciones del derecho28, o tambin donde no haya ministros (...) pueden suplirles en algunas de sus funciones (...) segn las prescripciones del derecho29.

A fin que una tal colaboracin se pueda inserir armnicamente en la pastoral ministerial,

es necesario que, para evitar desviaciones pastorales y abusos disciplinares, los principios doctrinales sean claros y que, de consecuencia, con coherente determinacin, se promueva en toda la Iglesia una atenta y leal aplicacin de las disposiciones vigentes, no alargando, abusivamente, los lmites de excepcionalidad a aquellos casos que no pueden ser juzgados como excepcionales. La participacin de los laicos en las celebraciones litrgicas

1. Las acciones litrgicas deben manifestar con claridad la unidad ordenada del Pueblo de Dios en su condicin de comunin orgnica30 y por tanto la ntima conexin que media entre la accin litrgica y la manifestacin de la naturaleza orgnicamente estructurada de la Iglesia.

Esto se da cuando todos los participantes desarrollan con fe y devocin la funcin propia

de cada uno. 2. Para que tambin en este campo, sea salvaguardada la identidad eclesial de cada uno, se

deben abandonar los abusos de distinto tipo que son contrarios a cuanto prev el canon 907, segn el cual en la celebracin eucarstica, a los diconos y a los fieles no ordenados, no les es consentido pronunciar las oraciones y cualquier parte reservada al sacerdote celebrante sobre todo la oracin eucarstica con la doxologa conclusiva o asumir acciones o gestos que son propios del mismo celebrante. Es tambin grave abuso el que un fiel no ordenado ejercite, de hecho, una casi presidencia de la Eucarista dejando al sacerdote solo el mnimo para garantizar la validez.

En la misma lnea resulta evidente la ilicitud de usar, en las ceremonias litrgicas, de parte

de quien no ha sido ordenado, ornamentos reservados a los sacerdotes o a los diconos (estola, casulla, dalmtica).

Se debe tratar cuidadosamente de evitar hasta la misma apariencia de confusin que puede

surgir de comportamientos litrgicamente anmalos. Como los ministros ordenados son llamados a la obligacin de vestir todos los sagrados ornamentos, as los fieles no ordenados no pueden asumir cuanto no es propio de ellos.

Para evitar confusiones entre la liturgia sacramental presidida por un clrigo o un

dicono con otros actos animados o guiados por fieles no ordenados, es necesario que para estos ltimos se adopten formulaciones claramente diferentes.

28 Ibid., can. 228, 1. 29 Ibid., can. 230, 3; cfr. 517, 2; 776; 861, 2; 910, 2; 1112. 30 Conc. Ecum. Vat. II, Const. Sacrosanctum Conciium, nn. 26-28; C.I.C., can. 837.


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Las celebraciones dominicales en ausencia de presbtero 1. En algunos lugares, las celebraciones dominicales31 son guiadas, por la falta de

presbteros o diconos, por fieles no ordenados. Este servicio, vlido cuanto delicado, es desarrollado segn el espritu y las normas especficas emanadas en mrito por la competente Autoridad eclesistica32. Para animar las mencionadas celebraciones el fiel no ordenado deber tener un especial mandato del Obispo, el cual pondr atencin en dar las oportunas indicaciones acerca de la duracin, lugar, las condiciones y el presbtero responsable.

2. Tales celebraciones, cuyos textos deben ser los aprobados por la competente autoridad

eclesistica, se configuran siempre como soluciones temporales33. Est prohibido inserir en su estructura elementos propios de la liturgia sacrificial, sobre todo la plegaria eucarstica, aunque si en forma narrativa, para no engendrar errores en la mente de los fieles34. A tal fin debe ser siempre recordado a quienes toman parte en ellas que tales celebraciones no sustituyen al Sacrificio eucarstico y que el precepto festivo se cumple solamente participando a la Santa Misa35. En tales casos, all donde las distancias o las condiciones fsicas lo permitan, los fieles deben ser estimulados y ayudados todo el posible para cumplir con el precepto.

LOS CUATROS POLOS DE LA CELEBRACIN El captulo V de la nueva Institutio Generalis Missale Romanum 200036, titulado Disposicin de las iglesias para la celebracin eucarstica ha sido bastante remodelado respecto a la anterior. Distingue claramente los 4 polos de la celebracin eucarstica:

I. El templo: lugar de la Asamblea II. El altar: lugar de la Eucarista III. El ambn: lugar de la Palabra IV. La sede: lugar del Presidente

I. La iglesia-TEMPLO: lugar de la ASAMBLEA Se construye un templo para una Asamblea. La Asamblea es el primer y bsico signo de todo acto litrgico. Y es uno de signos de la presencia de Cristo: All donde dos o tres estn reunidos (no se renen) en mi Nombre, Yo estoy en medio de ellos - Siendo la Asamblea, el actor principal de la celebracin (Asamblea celebrante), la

disposicin del lugar debe expresar algo de lo que significa ser Asamblea: lo ideal es la disposicin en medio crculo, iglesia en forma redunda o triangular o hexagonal, cuyo

31 C.I.C., can. 1248, 2. 32 Cfr. Ibd., can. 1248, 2; Sagrada Congregacin de los Ritos, Instr. Inter oecumenici (26 septiembre 1964), n. 37; AAS 66 (1964), p. 885; Sagrada Congregacin para el Culto Divino, Directorio para las celebraciones dominicales en ausencia de presbtero Christi Ecclesia (10 junio 1988): Notitiae 263 (1988). 33 Juan Pablo II, Alocucin (5 junio 1993): AAS 86 (1994), p. 340. 34 Sagrada Congregacin para el Culto Divino, Directorio para las celebraciones dominicales en ausencia de presbtero Christi Ecclesia n. 35: l.c.; cfr. tambin C.I.C., can. 1378, 2, n. 1 y 3; can. 1384. 35 Cfr. C.I.C., can. 1248. 36 Institutio Generalis Missalis Romani


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centro es el altar. Pero en general en nuestros templos, los fieles ocupan una nave en forma rectangular.

La IGMR desea que el lugar facilite la participacin activa de los fieles y permite la posibilidad de algunos desplazamientos... Para el que entra en una celebracin, la imagen que sta le da es decisiva para su participacin y su posible comunin: La Asamblea es acogedora? Ferviente? Alegre? Comunicativa? Respetuosa de cada uno? Atenta a la Palabra? Orientada hacia Dios ?... son algunos puntos que merecen una atencin especial. La mala costumbre de nuestra gente de llegar atrasada a la celebracin no favorece la constitucin en Asamblea de un grupo de personas. Y precisamente, los primeros ritos que inician la celebracin, tienen como finalidad, la constitucin en Asamblea de un grupo de personas reunidas: canto inicial (unir las voces para unir los corazones), saludo de apertura, acto penitencial, himno, oracin colecta sobre la asamblea, (colecta, es decir, congregada). Se fomenta as la conviccin de que es Cristo mismo el que convoca y congrega a sus hermanos. El Evangeliario llevado en la procesin de entrada ya lo significa. Tambin la mala costumbre, en ciertos lugares, de dispersarse en el templo, en vez de agruparse cerca del altar, no es signo de una asamblea que visibilice ser el Cuerpo de Cristo, lo que es la finalidad de la Eucarista: cristificar a la asamblea... Otra mala costumbre es la de disponer hojas o folletos en las bancas antes de la celebracin (le toca a quien le toque!): no es signo de acogida, virtud tan tpica del pueblo costarricense... (Cf. Los Evanglicos que saben acoger a la puerta a los que llegan... muchos son los acomodadores...) Llama la atencin el lugar de los cantores (n.312): pide que se vea que son parte de la asamblea de los fieles en la que desempean una funcin particular, y que permite la plena participacin en la misa, es decir, la participacin sacramental: o sea, sera incoherente que el coro no participe en la comunin o que se quede sentado durante toda la misa, como si fuera un conjunto musical contratado para un acto que le es extrao, o que cante para lucirse. El mejor coro no es el que canta hermoso, sino el que hace participar a la asamblea. II. EL ALTAR: lugar de la EUCARISTIA El altar es la piedra angular de un templo: Ara Christus est (El Altar es Cristo) Es al mismo tiempo37: - la mesa de la Eucarista alrededor de la cual se renen los cristianos para dar gracias a Dios y

alimentarse con el Cuerpo y la Sangre de Cristo; 37 IGMR 296


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- y el altar (lugar alto), donde se hace presente el sacrificio de la cruz que se perpeta a travs de los siglos hasta que Cristo vuelva.

Signo de Cristo la Piedra viva38, el altar se venera por parte de los ministros ordenados, con algunos signos expresivos: al llegar al altar, se le saluda con una inclinacin profunda, se le besa, (se le inciensa), se deposita sobre l el Evangeliario. Pero estos signos de veneracin se tornan incoherentes si no se respeta la veracidad de lo que representa: si adems de las velas y flores (que no deben colocarse encima sino a los lados), se encuentran: cliz, copones, vinajeras, copones de hostias, libros de canto, hojas de todo tamao, cuadernos de avisos y de intenciones, caja de fsforos con los palitos quemados... solideo del obispo... como si fuera una mesa cualquiera sobre la que se deposita todo... Tambin a veces, delante del altar, ocultndolo, se ha tomado la mala costumbre de colocar una silla (incluso una silla del comedor!), o una banca para el sacerdote y sus acompaantes. No es el lugar. Urge devolver al altar su nobleza y su belleza, despojndolo de todo lo que contradice su verdadero significado. Que el mantel sea limpio, que cliz y vinajeras estn en la credencia, que las flores sean hermosas, las velas limpias y colocadas a las lados del altar. Solo se prev sobre el altar, y mejor cerca de l, la cruz (a no ser que ya est al fondo del bside), las velas, algn adorno floral con moderacin39 - excepto slo durante la Cuaresma-. Despus de hacer una inclinacin profunda el altar -espalda a la asamblea - el que dirige se vuelve al pueblo e inicia la celebracin. El altar sirve exclusivamente para despus de la oracin de los fieles cuando se prepara la mesa colocando sobre l el corporal, para luego traer la Reserva del Santsimo Sacramento. El centro del altar, lo utilizan exclusivamente el Obispo o el sacerdote; nunca el dicono, menos el laico, porque es all donde se realiza l memorial del Seor, la Eucarista. Para una Accin Dominical en Ausencia del Presbtero con distribucin de la comunin, las normas prevn que el dicono (o el laico) deposita el copn con las Hostias Consagradas sobre el altar, y se arrodilla delante de l, espalda a la asamblea, para un breve canto de adoracin. El resto de la celebracin lo har espaldas al pueblo (pues el que dirige es parte del pueblo!) y slo cuando tome el Cuerpo de Cristo para presentarlo a los fieles se volver hacia ellos y elevando la Forma Consagrada dir: Este es el Cordero de Dios III. EL AMBON y El Leccionario: lugar de LA PALABRA

La dignidad de la Palabra de Dios exige que en la iglesia haya un lugar adecuado desde donde se la anuncie y hacia el cual converja espontneamente la atencin de los fieles durante la liturgia de la Palabra40.

38 Ibid. 298 39 Ibid. 305 40 Ibid. 309


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Conviene que este lugar sea un ambn fijo, y no un simple atril movible. Ms que un simple mueble, el ambn debe ser un lugar destacado que significa otra forma de la presencia del Seor. All est el Libro (Leccionario) de la Sagrada Escritura que se convierte en Palabra de Dios o Palabra del Seor (Evangeliario), pues, cuando se leen en la Iglesia las Sagradas Escrituras, es Dios mismo quien habla a su pueblo, y Cristo, presente en su Palabra, quien anuncia el Evangelio41. El ambn debe servir exclusivamente para la proclamacin de la Palabra: lecturas bblicas, evangelio, homila. Ni el gua o monitor, ni el animador del canto deben utilizarlo. Tampoco es el lugar de donde se dan avisos. Se debe disponer de otro pedestal, con micrfono si es necesario, en otro lugar que no est necesariamente en el presbiterio. El salmo responsorial se proclama desde el ambn si se dirige a la asamblea: (p. ej. Aclamen al Seor...); o bien puede proclamarse desde la Asamblea en otro lugar de donde el salmista se orienta hacia la cruz, s el salmo se dirige a Dios (p. ej. Piedad, Seor, porque pequ contra ti), lo que es el caso ms frecuente. La reflexin que el que dirige la asamblea dir, NO SE DIR DESDE EL AMBN, SINO DESDE DONDE EST SU SILLA. Las intenciones de la Oracin universal tambin, al igual que el salmo, pueden se ledas por un lector desde el atril de las moniciones, o mejor desde la asamblea, estando el que dirige en su lugar. Si un gasto se impone, es ms bien para un Libro digno. No se debe acostumbrar hacer las lecturas frente a una Asamblea en un pequeo libro (Misa de cada da), ni menos en una hoja y peor an si se muestran a la asamblea y no se dejan quietos en el ambn. IV. LA SEDE: lugar del presidente de la Asamblea, no del que dirige o anima. Tambin Cristo se visibiliza por la persona del ministro ordenado que hace las veces de Cristo cabeza y le presta su persona para realizar sus gestos.

En la Misa o Cena del Seor, el pueblo de Dios es congregado bajo la presidencia del sacerdote celebrante que oficia in persona Christi para celebrar el memorial del Seor o Sacrificio eucarstico42.

Lo mismo que el ambn respecto al Libro de la Palabra, as tambin la sede respecto al ministro que preside.

La sede del sacerdote celebrante debe significar su funcin de Presidente de la asamblea y de moderador de la oracin. Por tanto, su lugar ms conveniente es de cara al pueblo... (Se sugiere al fondo del presbiterio), a menos que lo impide otra

41 Ibid. 29 42 Ibid. 27


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circunstancia, por ejemplo, si a causa de la excesiva distancia, resulta difcil la comunicacin entre el sacerdote y la asamblea de los fieles43.

Es este ltimo criterio que hay que tener en cuenta ante todo: la comunicacin entre el sacerdote y la asamblea. Por eso, en muchos casos, ser preferible ubicar la sede del otro lado del ambn en paralelo con l. (Nunca delante del altar) No es slo un mueble utilitario para sentarse, sino un lugar simblico que visibiliza el rol del que va a hacer las veces de Cristo-cabeza. No debe tener apariencia de trono. Basta una silla curul, o faldistorio, (sede mvil bastante elegante que utiliza el Obispo, delante del altar, para las ordenaciones o la confirmacin). La sede es nica. Hay un solo Animador de la accin litrgica. En ninguna parte de las normas de la misa se mencionan acompaantes a la derecha e izquierda, ni otros sacerdotes, ni menos monaguillos. Incluso si hay otros obispos o presbteros, hay que prever otro lugar que destaque el colegio episcopal o el colegio presbiteral. Se debe evitar toda apariencia de co-presidencia. En cuanto a la ubicacin de los otros ministros, en el mismo prrafo de la IGMR se dice:

Tambin en el presbiterio, se han de colocar los asientos para los sacerdotes concelebrantes y otros para los presbteros que, revestidos con la vestidura coral, asisten a la celebracin aunque no concelebren. El asiento para l dicono colquese cerca (no a la par) de la sede del celebrante. Para los otros ministros, ubquense de tal modo que se distingan claramente de los asientos del clero y ellos mismos puedan cumplir con facilidad el oficio que se les ha confiado44.

Por esta razn la silla que se colocar para el que dirige la celebracin no ser NUNCA la sede del Presbtero, sino OTRA silla distinta. No se colocar frente al altar, sino frente al presbiterio, de cara al pueblo pero al mismo nivel de los fieles, nunca elevada cerca del altar o detrs de ste. Desde all iniciar la celebracin y la concluir, esa ser su sede, si queremos llamarle de alguna forma.

PRESIDIR: rol del ministro ordenado... Y LOS LAICOS?... Se reserva exclusivamente el vocabulario de la presidencia al ministerio ordenado, y se

opta por otros trminos (dirigir, guiar, conducir, animar...) en lo que se refiere al ministerio de los laicos. En este subsidio, el trmino utilizado ser animador.

El cargo propio del presbtero que es la presidencia de una comunidad se expresa teolgicamente en trminos de participacin del ministerio apostlico.

No es lo mismo para los laicos cuyo ministerio se fundamenta en los sacramentos de la iniciacin cristiana y los carismas particulares.

43 Ibid. 309 44 Ibid.


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Adems, es a partir de las acciones litrgicas mayores de la Iglesia, aquellas que tienen un carcter de eclesialidad primera, que se puede definir la presidencia de la liturgia cristiana.

El P. Congar establece una diferencia entre las acciones litrgicas: Pertenecen a la eclesialidad primera las celebraciones de la Iglesia local presidida por su Obispo (o un sacerdote que lo representa), p. Ej. Iniciacin cristiana, la Eucarista dominical o festiva, la reconciliacin de los penitentes, as como las horas principales del Oficio divino...

Pertenecen a la eclesialidad secunda (no secundaria) ritos como los del matrimonio, la oracin de las exequias, el oficio monstico. Segn las pocas, la Iglesia ha asumido o no a su cuenta estas celebraciones...

Recomendaciones Importantsimas: 1. Cuando moderen una celebracin de la Palabra en ausencia del Presbtero, los laicos no deben NUNCA utilizar los saludos como el ministro ordenado, ni realizar los gestos que normalmente utilizan stos. Nunca deben utilizar una frmula que d pie a que los fieles respondan: Y con tu espritu, sino que deben terminar el saludo distinto, posibilitando que los fieles respondan: Amn. Esto tanto para el saludo inicial, antes del Evangelio, antes del Padre Nuestro, al saludo de la paz y antes de terminar la celebracin. Adems, las oraciones siempre se hacen con las manos juntas y nunca extendidas, como normalmente las hacen los ministros ordenados. Veamos por ejemplo la celebracin del Jueves Santo que aparece en el folleto: Semana Santa en la Familia Cristiana de la Comisin Nacional de Liturgia de Costa Rica, Serie Liturgia y Laicado N 1, pginas 31-38: A. El saludo inicial que aparece es:

Que el amor de Dios Padre de nuestro Salvador, que muri para darnos vida, permanezca siempre con nosotros por Cristo nuestro Seor: Amn

Como vemos no hay posibilidad de respuesta: y con tu espritu, pues esa respuesta es slo para darla a los ministros ordenados, dado su carcter sacramental. B. La oracin Colecta: La indicacin dice claramente:

A continuacin el que dirige dice, con las manos juntas, la siguiente oracin C. Antes del Evangelio:

Hermanos: que, de manera especial en la proclamacin del Evangelio, sintamos la presencia entre nosotros de Jesucristo, nuestro Seor. Amn

No se extienden las manos, ni se dice el saludo que corresponde al ministro ordenado. Inmediatamente se enuncia: Lectura del Santo Evangelio segn San Lucas. Y todos los fieles se signan con tres cruces, una en la frente, otra en la boca y otra en el pecho. D. Al Padre Nuestro:

Hermanos: mientras recitamos la Oracin del Seor, comprometmonos a conservarnos siempre unidos en la paz y el amor. Digamos: Padre Nuestro


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Se dice la oracin con las manos juntas, no extendidas, pues este gesto es propio de los ministros ordenados. No se dice la continuacin del Padre Nuestro que slo recitan los ministros ordenados: Lbranos de todos los males, y concdenos la paz en nuestros das E. Saludo de la paz:

Hermanos: que la paz que nos vamos a dar mutuamente, sea expresin del amor cristiano y del perdn mutuo. Saludmonos con un gesto de paz.

Como es claro, nunca se dice la oracin que dice los ministros ordenados: Seor Jesucristo que dijiste a tus apstoles Ni tampoco la invitacin se hace de la forma ordinaria utilizada por los ministros ordinarios: La paz del Seor est siempre con vosotros. F. Oracin despus de la Comunin: Se dice con las manos juntas. G. Bendicin y despedida: Con las manos juntas, el que dirige implora la bendicin sobre l y los presentes:

Hermanos: Ammonos como Jess nos am, y que descienda sobre nosotros y sobre el mundo entero, redimido con su sangre, la bendicin de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espritu Santo.

Sin embargo es ms recomendable utilizar las conocidas frmulas de terminar nuestras oraciones personales, para evitar que los fieles piensen que se les da la bendicin. Sugerimos por ejemplo:

Nos cubrimos con la Sangre de Cristo, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo.

El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.

2. Ninguno de los fieles laicos que dirigen la celebracin en ausencia del presbtero debe considerarse sacerdote o clrigo de cuarto grado u orden. No se trata de una consagracin o una institucin, sino de delegacin, designacin o nombramiento para el momento o acto por determinado tiempo. 3. Consideren seriamente que esta condicin de guas no es un privilegio, sino un servicio para bien de los dems. Esto les exige dignidad y ante todo humildad al desempear su funcin u oficio, pues siguen siendo laicos. 4. Aparezcan siempre como laicos sin necesidad de asimilarse al Clero; permanezcan laicos a la vista de la comunidad. El vestido, por consiguiente, ha de ser digno y adecuado; han de tener cuidado con la limpieza de sus manos y uas. No han de usar vestiduras sagradas del ministro ordenado. 5. No se arroguen o atribuyan el derecho de presidir, sino considrense animadores, guas o moderadores de la asamblea reunida, por tanto aydense de otros laicos en la celebracin: no hay necesidad que quien gua la celebracin lo haga todo solo, sera ms significativo que se haga


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ayudar de otros, distribuyndose los distintos servicios: proclamar el evangelio, hacer el comentario a las lecturas, distribuir la Comunin. 6. No busquen reverencias ni recompensas. No hay derecho a remuneracin de ninguna clase; es un servicio sin nimo de lucro que se presta con desinters, alegra y mucha fe 7. Nunca utilicen el ambn o lugar de la Palabra para hacer las moniciones, entonar los cantos, dar avisos, pronunciar palabras de agradecimiento u ocasin etc. y aydenles a los fieles a hacer lo mismo. Este lugar es exclusivo de la Palabra de Dios. 8. Valoren el significado del saludo de la paz, que debe ser signo de fraternidad (antes de comulgar con Cristo entramos en comunin con los hermanos) y apenas debe darse a los que estn a nuestro lado. El ideal es no devaluar este gesto convirtindolo en un recreo litrgico. 9. Enseen a sus hermanos a comulgar como es debido: manos colocadas adecuadamente: la derecha por debajo de la izquierda. Esperen la respuesta que da el comulgante. 10. Cuidado con quienes reciben el Cuerpo de Cristo en la mano. Se escuchan comentarios sobre los gravsimos abusos que se dan: bajo este pretexto se estn valiendo para llevar el Pan Consagrado a cultos satnicos. Otros no saben comulgar en la mano: manos sucias, en una sola mano (la otra ocupada) y otros hacen la seal de la cruz con la hostia. Pongamos ms atencin y no seamos ingenuos. Bibliografa Utilizada: Instruccin sobre algunas cuestiones acerca de la colaboracin de los fieles laicos en el Sagrado Ministerio de los Sacerdotes del 15 de agosto de 1997, Librera Editrice Vaticana. IGMR2000. Comentarios de la CONALI Conferencia Episcopal de Chile, 2002.


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Domingo de Ramos en la Pasin del Seor

En el Domingo de Ramos, tal como el Misal indica, la Iglesia conmemora la entrada de Cristo, el Seor, en Jerusaln para consumar su misterio pascual. Las dos fases del misterio de Cristo aparecen con un relieve especial en la liturgia de este da y conviene presentarlas como partes indisolubles de un todo: el aspecto triunfal en la procesin y el aspecto pasionario en la Eucarista.


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Qu debemos preparar para este da? 1. El da de hoy se utiliza el color litrgico rojo. Atencin: el mantel del altar siempre es blanco, pero el frontal del mantel puede ser del color litrgico correspondiente y si se puede tambin las velas. Se podra por ejemplo, colocar el mantel del color litrgico primero y sobre ste, el mantel blanco de forma que color litrgico se vea siempre debajo del mantel blanco.

2. Personas que ayuden y participen en la procesin y en una celebracin. El gua no debe hacerlo todo slo, si son varios misioneros, uno puede proclamar el evangelio, otro hacer la pequea predica, otro las oraciones y otro distribuir la Comunin (en caso que en la comunin no exista ya un ministro extraordinario designado por el prroco. Si en la comunidad ya existe ese servicio, el fiel o los fieles designados como ministros extraordinarios de la Comunin sern quienes distribuyan la Comunin). 3. Buscar un lugar cercano al templo para iniciar la celebracin y la procesin (a 500 metros como mnimo). Los fieles deben ser convocados para llegar all 4. Palmas u otras ramas para la procesin. Se deben distribuir a los fieles con anticipacin, para que las tengan en sus manos a la hora de la oracin. 5. Agua bendita (solo se utiliza para la bendicin de palmas, al finalizar la celebracin se desecha discretamente en la tierra o se lleva al templo para las dems celebraciones. No se regala). Esta se le pide al sacerdote de la parroquia donde van a servir. No se debe tomar agua de santuarios marianos para ese fin (santuario de La Negrita, por ejemplo) 6. Recipiente para el agua bendita y ramita para la aspersin de las palmas.

7. Cruz alta (se utiliza para la procesin). 8. La celebracin inicia con la bendicin de las palmas, por eso al ingresar al templo se continua la misma, de all que las velas del Altar, deben estar encendidas al ingresar al templo. 9. Lectores, tanto para las lecturas como para la proclamacin de la Pasin del Seor. 10. La lectura del evangelio de la pasin del Seor se har, normalmente, con tres lectores: C: cronista +: Cristo y S: sinagoga. Se deben tener por lo menos 3 copias de la Pasin. 11. Para la proclamacin del Evangelio antes de la procesin y la Pasin de nuestro Seor Jesucristo se utilizarn los correspondientes al ciclo litrgico:

Ciclo A: San Mateo Ciclo B: San Marcos Ciclo C: San Lucas

Por esta razn no los incluimos en este folleto sino que deben tomarse de la Misa de Cada da u otro subsidio anual. 12. La procesin sustituye el acto penitencial de esta celebracin. Por eso la celebracin simplemente se contina al llegar al templo. Durante la procesin se pueden entonar cantos (siempre catlicos, nunca de otras denominaciones) que hagan referencia a lo que estamos celebrando.


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Celebracin de este da 1. Monicin Inicial Hoy iniciamos la Semana Mayor, la Semana Santa, centrada de toda ella sobre la pasin, muerte y resurreccin de Jesucristo. La Palabra de Dios nos invita a abrir nuestro corazn, a vivir cada paso de estas celebraciones porque nos muestran la realidad del cristiano. Hoy hemos venido con ramos en las manos para proclamar la realeza de Jesucristo, la realeza de su amor y de su Paz. En esta semana se corre por completo el teln que oculta el ministerio de Dios, Misterio de Amor y salvacin. Pero al mismo tiempo, se descubre el profundo drama del hombre y de la Iglesia, drama de vida y muerte, traicin y entrega. El mismo pueblo que hoy le aclama como rey, es el que das despus pide a gritos su muerte. Las actitudes de cobarda y negacin de los discpulos de Cristo son las nuestras ahora. Dejemos, pues que la Palabra Divina, entre y sea vivida en nosotros para que elimine todo aquello que nos aleja del amor de Jesucristo y podamos caminar junto con l a la pascua con nuestra cruz a cuestas. 2. Canto Inicial Animador: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espritu Santo. Fieles: Amn Animador: Palabras de bienvenida y explicacin en la que recalcar a los fieles lo que se

conmemora. Explicar que estas palmas son un signo y no se debe hacer un uso inapropiado o supersticioso de ellas. Que no se deben botar, sino mas bien darles todo el respeto y un lugar que se merecen

3. Oracin sobre las palmas El animador invita a los fieles a que levanten las palmas, los ramos o flores para la oracin. Luego con las manos juntas invita a los fieles a orar, pero sin decir oremos. Acrecienta, Seor, la fe de los que en ti esperan y escucha las plegarias de los que a ti acuden, para que quienes alzamos hoy los ramos en honor de Cristo victoriosos, permanezcamos en l. Dando fruto abundante de buenas obras por Jesucristo nuestro Seor. Fieles: Amn El animador, roca en silencio las palmas con el agua bendita..


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4. Monicin al Evangelio: Escucharemos ahora la proclamacin solemne del hecho histrico de la entrada de Jess en Jerusaln. En el entusiasmo de la alegra, no olvidemos que el Reino de Cristo no es de este mundo. Hoy no se hace ningn canto antes de la Pasin. El Animador o el lector designado proclama el santo evangelio sin saludar ni extender las manos, como la hara el ministro ordenado sino simplemente enunciando: Lectura del Santo Evangelio segn San N. Y todos los fieles se signan con tres cruces, una en la frente, otra en la boca y otra en el pecho. 5. Del Santo Evangelio segn San N. Todos (incluido quien proclama): Gloria a Ti Seor Se debe leer el correspondiente al ciclo litrgico

Ciclo A: San Mateo, Ciclo B: San Marcos, Ciclo C: San Lucas Al final de la proclamacin se dice: Animador: Palabra del Seor Fieles: Gloria a Ti Seor Jess. 6. Procesin hacia el templo -Primero va la Cruz alta (acompaantes con ramos de flores a cada lado de la cruz). -Luego el animador y dems colaboradores en la celebracin junto con todos los fieles. -Se pueden y deben hacer cantos apropiados, como por ejemplo: T reinaras, Anunciaremos tu reino, Tu reino es vida, Que alegra cuando me dijeron, Vienen con alegra, Hosanna al Hijo de David

Llegados al templo se pide los fieles que se mantengan en pie, el animador ubicado en su lugar (nunca el ambn, ni el altar, ni la sede del sacerdote, sino el sitio elegido con anterioridad) y sin extender las manos ni decir oremos, contina: Animador: Les invito hermanos a que pongamos nuestras vidas e intenciones en manos del

Seor. 7. Oracin Dios todopoderoso y eterno, tu quisiste que nuestro Salvador se hiciese hombre y muriese en la cruz, para mostrar al gnero humano el ejemplo de una vida sumisa a tu voluntad; concdenos que las enseanzas de su pasin nos sirvan de testimonio, y que un da particpenos en su gloria resurreccin, por nuestro Seor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Todos: Amn.


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8. Liturgia de la Palabra Monicin a la primera lectura Nunca de dice Monicin a la primera lectura, sino que simplemente se inicia la misma, de forma pausada para que los fieles estn atentos. Tener confianza en el Seor, es lo ms nos cuesta a los cristianos, cerrar los ojos, dejarnos guiar por l. En esta primera lectura se nos muestran las dificultades que hay en el camino, pero se puede avanzar si te abandonas en el Seor, as que afinemos nuestro odo, porque la Palabra de Dios es eficaz. Escuchemos. Lectura del libro de Isaas 50,4-17 Mi Seor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada maana me espabila el odo, para que escuche como los iniciados. El Seor me abri el odo. Y yo no resist ni me ech atrs: ofrec la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tap el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Seor me ayuda, por eso no senta los ultrajes; por eso endurec el rostro como pedernal, sabiendo que no quedara defraudado. Palabra de Dios. Fieles: Te alabamos Seor Salmo responsorial 21,8-9.17-18a. 19-20. 23-24 (R.: 2a) Monitor: Aun cuando sabe que afronta la muerte, Cristo canta su victoria final, es decir, su

glorificacin despus de haber cumplido con el designio de Dios Padre. Al salmo vamos decir juntos:

Dios mo, Dios mo, por qu me has abandonado?

Lector: Al verme, se burlan de mi, hacen visajes, menean la cabeza: Acudi al Seor, que lo ponga a salvo; que lo libre, si tanto lo quiere.

Fieles: Dios mo, Dios mo, por qu me has abandonado? Lector: Me acorrala una jaura de mastines, me cerca una banda de malhechores; me

taladran las manos y los pies, puedo contar mis huesos Fieles: Dios mo, Dios mo, por qu me has abandonado? Lector: Se reparten mi ropa, echan a suertes mi tnica. Pero t, Seor, no te quedes lejos;

fuerza ma, ven corriendo a ayudarme. Fieles: Dios mo, Dios mo, por qu me has abandonado? Lector: Contar tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabar. Fieles del

Seor, alabadlo; linaje de Jacob, glorificadlo; temedlo, linaje de Israel. Fieles: Dios mo, Dios mo, por qu me has abandonado?


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Monicin a la segunda Lectura Confiando plenamente en su Padre, Jesucristo acepta la misin que le fue encomendada y la realiza. Mientras nosotros aspiramos al xito y a la gloria, Jesucristo renuncia a los privilegios como Hijo de Dios, y se despoja de su condicin divina para dirigirse a los ms necesitados. Lectura de la carta del apstol san Pablo a los Filipenses, 6-1-1 Cristo, a pesar de su condicin divina, no hizo alarde de su categora de Dios; al contrario, se despoj de su rango y tom la condicin de esclavo, pasando por uno de tantos. Y as, actuando como un hombre cual quiera- y se rebaj hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levant sobre todo y le concedi el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jess toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Seor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Fieles: Te alabamos Seor Hoy no hay canto antes de la lectura de la Pasin. El Animador y los lectores designados proclaman la pasin sin saludar ni extender las manos, como la hara el ministro ordenado. El animador dir Pasin de nuestro Seor Jesucristo segn San N. Y todos los fieles se signan con tres cruces, una en la frente, otra en la boca y otra en el pecho. Monicin a la Pasin La Pasin de Jesucristo es el juicio de Dios a los hombres. Toda la iniquidad de la corrupcin humana sale a flote para enfrentarse con el Justo, el Hijo del Hombre. Dejemos que la Palabra de Dios penetre como fuego en nuestro interior, que Cristo reine en nosotros como una vida nueva. Animador: Pasin de nuestro Seor Jesucristo segn san N. Se debe leer el correspondiente al ciclo litrgico

Ciclo A: San Mateo Ciclo B: San Marcos Ciclo C: San Lucas

Todos: Gloria a Ti Seor. Al final de la proclamacin se dice: Animador: Palabra del Seor Fieles: Gloria a Ti Seor Jess. 9. Pequea reflexin: El animador o quien va a dirigir el mensaje de este da, se dirige a sus hermanos, no desde el ambn, sino desde un lugar adecuado. Debe tener presente, que no se deben hacer largas predicaciones. Hoy es un da para dejar que sea la Palabra la que hable por si sola. Ser suficiente un pequeo mensaje. Se termina con un momento de silencio.


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10. Profesin de fe: Credo Animador: Demos testimonio de la fe que profesamos respondiendo: Si creo (responder en

forma personal) Animador: Hermanos, creen en Dios Padre, creador del cielo y la tierra? Fieles: Si, creo. Animador: Creen en su Hijo Jesucristo, concebido por obra del Espritu Santo, que por

nosotros los hombres y por nuestra salvacin baj del cielo, se encarn de Mara Virgen, muri y resucit por nuestra salvacin?

Fieles: Si, creo. Animador: Creen en el Espritu Santo a quien adoramos con el Padre y con el Hijo, que nos

ensea todas las cosas, que habita en nosotros como un templo y que es alma gloriosa de la iglesia?

Fieles: Si, creo. Animador: Creen en la Iglesia de Cristo, Una, Santa, Catlica y Apostlica? Fieles: Si, creo. Animador: Creen en un solo bautismo para el perdn de los pecados, la resurreccin de los

muertos, la comunin de los santos y la vida eterna? TODOS: Esta es nuestra fe, esta la fe de la Iglesia que profesamos en el nombre de nuestro

Seor Jesucristo. En ninguna celebracin se hace colecta, pero al final de las celebraciones se invita a colaborar segn cada uno pueda y quiera, para sufragar los distintos gastos de la semana. Para ello en las puertas del templo se pueden designar fieles que estn con los instrumentos adecuados (canastas, bolsas etc.) 11. Oracin de los fieles u Oracin Universal: Animador: En este tiempo de la sagrada pasin, en que Cristo presento al padre suplicas y

oraciones con lagrimas, supliquemos humildemente a Dios para que se digne escuchar nuestra plegarias por amor a su hijo. Respondemos a cada intencin: TEN PIEDAD DE TU PUEBLO SEOR

Lector: Para que la Iglesia, esposa de Cristo, se purifique ms plenamente por la Sangre de

Cristo, en este tiempo santo de Pasin. Roguemos al Seor Fieles: Ten piedad de tu pueblo, Seor.


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Lector: Para que todas las cosas en el mundo se pacifiquen en orden a la salvacin, por medio de la sangre de Cristo. Roguemos al Seor

Fieles: Ten piedad de tu pueble, Seor Lector: Para que todos los que participen de la Pasin de Cristo por la enfermedad y los

sufrimientos alcancen fortaleza y paciencia. Roguemos al Seor Fieles: Ten piedad de tu pueble, Seor Lector: Para que nosotros, por la Pasin y Muerte de Cristo, lleguemos a la gloria de la

Resurreccin. Roguemos al Seor Fieles: Ten piedad de tu pueble, Seor Se pueden hacer peticiones espontneas Animador: Atiende, Seor, las suplicas de tu pueblo para que cuanto no se atreve a esperar por sus propios mritos, lo alcance por la pasin de tu hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Fieles: Amn 12. Rito de comunin -Para el rito de Comunin, el monitor pedir a los presentes que se postren de rodillas. Mientras se puede entonar un pequeo canto eucarstico. -Si en la comunidad existen ministros extraordinarios de la Comunin, en este momento uno de ellos ir al Sagrario (si no existen, entonces alguno de los misioneros; no tiene que ser por obligacin quien est animando la celebracin) y con mucho respeto y cuidado llevar el Santsimo Sacramento al altar. Lo har respetando el siguiente rito: -Antes de ir al Sagrario, extender un corporal al centro del altar, sobre el cual luego depositar el copn con las Hostias Consagradas, pero luego se arrodilla delante del altar quedando de espaldas a la asamblea. - Finalizado el canto se prosigue con la oracin de accin de gracias que realizar el animador arrodillado frente al altar (espaldas al pueblo, nunca al centro del altar mirando a los fieles). Animador: Hermanos, ahora alabemos y demos gracias al Padre, que es un Dios de

misericordia y de perdn. A cada intencin decimos: Bendito seas, por siempre Seor

Animador: Bendito seas, Dios Padre de bondad, porque tu paciencia es incansable y tu amor

nunca falla; t nos ofreces un tiempo favorable y unos das de salvacin; T eres grande Seor Dios nuestro. Bendito seas Seor.

Fieles: Bendito seas, por siempre Seor


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Animador: Bendito seas, Hijo de Dios vivo, t que eres fiel hasta la cruz; t que acoges con bondad a quien se arrepiente. Bendito seas Seor.

Fieles: Bendito seas, por siempre Seor Animador: Bendito seas Espritu Santo. Amor que aleja todo odio; T que invitas a los

hombres al silencio para hablarles al corazn; T que das fuerzas en las tentaciones y confieres la vida nueva; T eres fuerte bendito Espritu del Seor!

Fieles: Bendito seas, por siempre Seor Se invita al silencio y a la adoracin individual por unos breves instantes Padre Nuestro Luego puesto en pie y siempre de espaldas al pueblo, frente al altar invita a la oracin del Padre nuestro, la que har con las manos juntas, nunca extendidas, pues este gesto es propio de los ministros ordenados. Animador: Jesucristo nos ensea a hablar con el Padre desde la mayor sencillez, nos ensea a

mirarle con mucha ternura y amor; nos ensea a decirles Abba (papito), que no lo miremos lejano, sino ms bien muy cercano. Dirijmonos al Padre como nuestro hermano mayor nos ense:

Padre nuestro, que ests en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hgase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada da; perdona nuestras ofensas como tambin nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacin, y lbranos del mal. Amn.

Terminada la oracin no dice la continuacin del Padre Nuestro que slo recitan los ministros ordenados: Lbranos de todos los males, y concdenos la paz en nuestros das sino que contina con la invitacin al saludo de la paz, sin utilizar la frmula que se dice en la Santa Misa: Seor Jesucristo que dijiste a tus apstoles Ni tampoco la invitacin se hace de la forma ordinaria utilizada por los ministros ordinarios: La paz del Seor est siempre con vosotros. Atencin: El Canto del Cordero slo se hace en Misa, nunca en una liturgia de la Palabra


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Saludo de la paz: Animador: Hermanos: que la paz que nos vamos a dar mutuamente, sea expresin del amor

cristiano y del perdn mutuo. Saludmonos con un gesto de paz. Luego del gesto de la paz, que no debe extenderse por mucho tiempo, ni debe ser entendido como una oportunidad para saludar a todos los fieles, sino a los ms cercanos, el animador invita a los fieles a prepararse para la Comunin, retomando el silencio. Animador: Nos hemos dado la paz como signo de hermandad, ahora dispongmonos a recibir

a Cristo, presente en el Altar. Los ministros extraordinarios (de haberlos) o los misioneros que van a dar la Comunin, se acercan al altar pero sin colocarse de frente al pueblo. Slo el animador con mucha reverencia se dirige al centro del altar, hace genuflexin (dobla la rodilla derecha ante Jess) y luego toma con mucho respeto el Santsimo Sacramento y mostrndolo a los fieles dice: Ministro extraordinario Hermanos, este el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo o el Animador: dichosos los llamados a la Cena del Seor. Todos juntos, incluido el ministro extraordinario o el animador dicen:

Seor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya bastar para sanarme

Luego, el ministro extraordinario o el animador comulgan con respeto y luego le dan la Comunin a los otros ministros extraordinario o misioneros que ayudarn a distribuir la Comunin. No est permitido que cada uno se acerque al altar para tomar por s mismo la Comunin. Una vez que han comulgado, le dan la comunin a los fieles, cuidando que estos comulguen delante de ellos y estando atentos a que nadie se lleve el Santsimo Sacramento a las bancas. Monicin de Comunin: Se puede hacer una pequea monicin de forma espontnea en la que se aclara que solo los que se encuentran en Gracia estn invitados a comer el Pan Eucarstico, las personas que no se han confesado o estn en pecado grave, no deben comulgar. (Motivarlos a la Reconciliacin con Dios, mediante la Confesin). Mientras se distribuye la Comunin se pueden entonar cantos apropiados. Terminado el rito de Comunin, quienes han distribuido la Comunin llevan el Santsimo al Altar, pero no se colocarn al centro del mismo, sino hacia uno de los lados, donde depositarn las Hostias Consagradas en el copn que llevarn al Sagrario. Si se han utilizado otros copones, estos se retiran y se colocan en la credencia (mesa pequeita que normalmente est cerca del altar), para purificarlos despus de la celebracin. Esto nunca lo harn en el altar ni en la celebracin, sino una vez finalizada esta.


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Comunin Espiritual El monitor aclara que ahora se va a realizar la comunin espiritual para que aquellas personas que no pudieron comer el Cuerpo de Cristo, lo puedan recibir en forma espiritual. Animador: Hermanos. La Eucarista es el signo de la unidad que debe prevalecer entre

nosotros, Porque somos Iglesia de Cristo. Hoy no podemos recibir a Jesucristo en especie, pero vamos a pedir a Jess que venga de otro modo a cada uno de nosotros, de manera espiritual.

Seor Jess, creemos que tu nos alimentas con tu Palabra y con la Eucarista. Eres el Pan Vivo bajado del cielo. Sabemos y creemos que quien te come, si est bien dispuesto, aumenta sus fuerzas para luchar contra las tentaciones y alcanza el premio de la vida eterna. Seor Jess muchas hermanos no han podido participar hoy de la Eucarista, por eso te pedimos que vengas a ellos espiritualmente. Ven a esos corazones necesitados de Ti. (Momento de silencio) Seor qudate con nosotros, acompanos siempre. Da a nuestros hermanos la gracia de poder recibirte Sacramentalmente pues adems de tu Palabra necesitamos tu Cuerpo y tu Sangre, T que vives y reinas con el Padre Celestial y el Espritu Santo por los siglos de los siglos. Amn 13. Oracin Conclusiva El animador invita a la accin de gracias sin extender las manos ni decir oremos. Fortalecidos con tan santos ministerios, te dirigimos estas suplicas Seor: del mismo modo que la muerte de tu hijo nos ha hecho esperar lo que nuestra fe nos promete, que su resurreccin nos alcance la plena posesin de lo que anhelamos. Por Jesucristo nuestro Seor. Fieles: Amn. 14. Avisos Se dan los avisos de inters para la comunidad, sobre todo invitando a participar en las celebraciones de los prximos das, e informando con exactitud de los horarios y actividades; as como insistiendo en la importancia que tiene para todos participar de la celebracin de la Fiesta de Pascua. 15. Ritos de Despedida Animador: Amigos: ahora regresemos a nuestras casas; comuniquemos a nuestros amigos y

familiares la alegra de nuestra esperanza y la seguridad de nuestra fe. Pidamos al Seor su bendicin para nosotros y para toda la comunidad.

Bendicin final: (Se dice mientras todos hacen la seal de la cruz). Animador: El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Fieles: Amn. Animador: Bendigamos al Seor. Fieles: Demos Gracias a Dios. Canto Final


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Lunes Santo

Tras el esplendor del domingo, la liturgia entra en la angustia de la pasin siguiendo los ltimos

das de vida de Jess.

El Evangelio nos presenta el episodio de la Magdalena lavando y ungiendo los pies de Jess, con el escndalo de Judas. En l se han inspirado algunos pasos y procesiones.


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Celebracin de este da El animador, el monitor y los dems misioneros que participarn en la celebracin estarn en la puerta del templo, recibiendo a los fieles. Luego de la monicin inicial entran juntos, mientras se hace el canto inicial. Hacen la genuflexin (doblar la rodilla derecha) al Santsimo que estar en el Sagrario y cada uno ocupa su lugar. 1. Monicin Inicial Paso a paso la liturgia nos va acercando a los ltimos episodios de la vida mortal de Jess aleccionndonos a seguir su ejemplo. La vivencia de esta celebracin nos ayude a perfilar cada da en nosotros las actitudes del discpulo que comparte la misin y el destino de su maestro. Iniciemos pues con alegra nuestra celebracin. Canto de Entrada. (No podemos olvidar que estamos todava en Cuaresma) Animador: En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo. Fieles: Amn Animador: Que el amor de Cristo nuestro Salvador, que muri para darnos vida, permanezca

siempre en nuestros corazones hoy y siempre. Fieles: Amn Como vemos no hay posibilidad de respuesta: y con tu espritu, pues esa respuesta es slo para darla a los ministros ordenados, dado su carcter sacramental. 2. Acto Penitencial Animador: Hermanos al iniciar esta celebracin, el Seor nos pide reconocer humildemente que somos pecadores. En silencio pidamos perdn: Deja unos instantes de silencio y luego invita a todos a rezar juntos. Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisin. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa Mara siempre Virgen, a los ngeles, a los santos y ustedes hermanos, que intercedan por m ante Dios nuestro Seor. TODOS: Dios Todopoderoso y eterno, tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros

pecados y nos lleve a la vida eterna. Amn. Seor ten piedad (se puede cantar o rezar) Seor, Ten Piedad, Seor, Ten Piedad Cristo ten piedad, Cristo ten piedad Seor ten piedad, Seor ten piedad


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3. Oracin Colecta: El animador sin extender las manos ni decir oremos, invita a los fieles a hacer oracin y luego de unos instantes de silencio hace la oracin con las manos juntas. Animador: Les invito hermanos a que pongamos nuestras vidas e intenciones en manos del

Seor. Padre Todopoderoso, mira la fragilidad de nuestra naturaleza y levanta nuestra dbil esperanza con la fuerza de la pasin de tu Hijo. l, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Fieles: Amn. 4. Liturgia de la Palabra Monicin a la primera Lectura El siervo del Seor es presentado como elegido por Dios y lleno de su Espritu con la misin de hacer valer el derecho y la justicia salvadora en el mundo. Su modo ser pacifico pero su propsito firme. Ser alianza y luz para todos los pueblos que lo estn esperando. Escuchemos. Lectura del libro del Profeta Isaas 42,1-7 Este es mi Servidor, a quien yo sostengo; mi elegido, en quien se complace mi alma. Yo he puesto mi espritu sobre l para que lleve el derecho a las naciones. l no gritar, no levantar la voz ni la har resonar por las calles. No romper la caa quebrada; ni apagar la mecha que arde dbilmente. Expondr el derecho con fidelidad; no desfallecer ni se desalentar, hasta implantar el derecho en la tierra, y las costas lejanas esperarn su Ley. As habla Dios, el Seor, el que cre el cielo y lo despleg, el que extendi la tierra y lo que ella produce, el que da el aliento al pueblo que la habita y el espritu a los que caminan por ella. Yo, el Seor, te llam en la justicia, te sostuve de la mano, te form y te destin a ser la alianza del pueblo Ja luz de las naciones, para abrir los ojos de los ciegos, para hacer salir de la prisin a los cautivos y de la crcel a los que habitan en las tinieblas. PALABRA DE DIOS. Fieles: Te alabamos Seor. Salmo Responsorial (Salmo 26) Lector: Seor es mi luz y mi salvacin Lector: Seor es mi luz y mi salvacin, a quin temer?

El Seor es el baluarte de mi vida, quin me har temblar? Fieles: El Seor es mi luz y mi salvacin Lector: Cuando se alzaron contra m los malvados, para devorar mi carne,

fueron ellos, mis adversarios y enemigos, los que tropezaron y cayeron. Fieles: El Seor es mi luz y mi salvacin


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Lector: Aunque acampe contra m un ejrcito, mi corazn no temer; aunque estalle una guerra contra m, no perder la confianza.

Fieles: El Seor es mi luz y mi salvacin Lector: Una sola cosa he pedido al Seor, y esto es lo que quiero:

vivir en la Casa del Seor todos los das de mi vida, gozar de la dulzura del Seor contemplando su Templo.

Fieles: El Seor es mi luz y mi salvacin Monicin al Santo Evangelio La fragancia del perfume con que ser ungido Cristo es signo adelantado de la uncin que va a recibir con la muerte. Nosotros tambin debemos salir de este mundo ungidos para poder ir al Padre. Les invito a ponerse pie. Se puede hacer un pequeo canto que no sea aleluya El Animador o el lector designado proclama el Santo Evangelio sin saludar ni extender las manos, como la hara el ministro ordenado sino simplemente enunciando: Del Santo Evangelio segn San N. Y todos los fieles se signan con tres cruces, una en la frente, otra en la boca y otra en el pecho. Animador o lector: Hermanos: que, de manera especial en la proclamacin del Evangelio,

sintamos la presencia entre nosotros de Jesucristo, nuestro Seor. Amn

Del Santo Evangelio segn San Juan (12, 1-11) Todos: Gloria a ti Seor. Seis das antes de la Pascua, Jess se fue a Betania, donde estaba Lzaro, a quien Jess haba resucitado de entre los muertos. Le dieron all una cena. Marta serva y Lzaro era uno de los que estaban con l a la mesa. Entonces Mara, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungi los pies de Jess y los sec con sus cabellos. Y la casa se llen del olor del perfume. Dice Judas Iscariote, uno de los discpulos, el que lo haba de entregar: -Por qu no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres? Pero no deca esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrn, y como tena la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella. Jess dijo: -Djala, que lo guarde para el da de mi sepultura. Porque pobres siempre tendris con vosotros; pero a m no siempre tendris. Gran nmero de judos supieron que Jess estaba all y fueron, no slo por Jess, sino tambin por ver a Lzaro, a quien habr resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron dar muerte tambin a Lzaro, porque a causa de l muchos judos se les iban y crean en Jess. Palabra del Seor. Todos: Gloria a ti Seor Jess


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5. Pequea reflexin: El animador o quien va a dirigir el mensaje de este da, se dirige a sus hermanos, no desde el ambn, sino desde un lugar adecuado. Debe tener presente, que no se deben hacer largas predicaciones. Ser suficiente un pequeo mensaje que se habr preparado con base a las lecturas. Nunca se debe improvisar. Se termina con un momento de silencio. En ninguna celebracin se hace colecta, pero al final de las celebraciones se invita a colaborar segn cada uno pueda y quiera, para sufragar los distintos gastos de la semana. Para ello en las puertas del templo se pueden designar fieles que estn con los instrumentos adecuados (canastas, bolsas etc.) 6. Oracin de los fieles u Oracin Universal: Animador: Dios Omnipotente, Altsimo y Misericordioso, escucha tu Pueblo Santo, aqu

reunido en tu Santsimo Nombre y acoge nuestras peticiones que te hacemos en atencin al mandato de tu nico Hijo, Nuestro Seor: Respondemos a cada intencin: Te lo pedimos Seor

Lector: Para que el Redentor del mundo, que se entrego a la muerta por su grey, libre a la

iglesia de todo mal. Roguemos al Seor. Fieles: Te lo pedimos Seor. Lector: Para que el Redentor del mundo, que or con lgrimas en la cruz, interceda ante el

Padre por todos los hombres. Roguemos al Seor. Fieles: Te lo pedimos Seor. Lector: Para que el Redentor del mundo, que tuvo tanta angustia y tristeza, socorra a los

que sufren, les de paciencia en la tribulacin y alivie sus dolores. Roguemos al Seor.

Fieles: Te lo pedimos Seor. Lector: Para que nosotros, sus siervos, que recordamos con veneracin su cruz, nos

reanimen con la fuerza de su Resurreccin. Roguemos al Seor.

Fieles: Te lo pedimos Seor. Se pueden hacer peticiones espontneas Animador: Todo esto te lo pedimos Dios Misericordioso por Jesucristo nuestro Seor. Fieles: Amn.


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7. Rito de comunin -Para el rito de Comunin, el monitor pedir a los presentes que se postren de rodillas. Mientras se puede entonar un pequeo canto eucarstico. -Si en la comunidad existen ministros extraordinarios de la Comunin, en este momento uno de ellos ir al Sagrario (si no existen, entonces alguno de los misioneros; no tiene que ser por obligacin quien est animando la celebracin) y con mucho respeto y cuidado llevar el Santsimo Sacramento al altar. Lo har respetando el siguiente rito: -Antes de ir al Sagrario, extender un corporal al centro del altar, sobre el cual luego depositar el copn con las Hostias Consagradas, pero luego se arrodilla delante del altar quedando de espaldas a la asamblea. - Finalizado el canto se prosigue con la oracin de accin de gracias que realizar el animador arrodillado frente al altar (espaldas al pueblo, nunca al centro del altar mirando a los fieles). Animador: Hermanos, ahora alabemos y demos gracias al Padre, que es un Dios de

misericordia y de perdn. A cada intencin decimos: Bendito seas, por siempre Seor

Animador: Bendito seas, Dios Padre de bondad, porque tu paciencia es incansable y tu amor

nunca falla; t nos ofreces un tiempo favorable y unos das de salvacin; T eres grande Seor Dios nuestro. Bendito seas Seor.

Fieles: Bendito seas, por siempre Seor Animador: Bendito seas, Hijo de Dios vivo, t que eres fiel hasta la cruz; t que acoges con

bondad a quien se arrepiente. Bendito seas Seor. Fieles: Bendito seas, por siempre Seor Animador: Bendito seas Espritu Santo. Amor que aleja todo odio; T que invitas a los

hombres al silencio para hablarles al corazn; T que das fuerzas en las tentaciones y confieres la vida nueva; T eres fuerte bendito Espritu del Seor!

Fieles: Bendito seas, por siempre Seor Se invita al silencio y a la adoracin individual por unos breves instantes Padre Nuestro Luego puesto en pie y siempre de espaldas al pueblo, frente al altar invita a la oracin del Padre nuestro, la que har con las manos juntas, nunca extendidas, pues este gesto es propio de los ministros ordenados. Animador: Jesucristo nos ensea a hablar con el Padre desde la mayor sencillez, nos ensea a

mirarle con mucha ternura y amor; nos ensea a decirles Abba (papito), que no lo miremos lejano, sino ms bien muy cercano. Dirijmonos al Padre como nuestro hermano mayor nos ense:


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Padre nuestro, que ests en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hgase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada da; perdona nuestras ofensas como tambin nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacin, y lbranos del mal. Amn.

Terminada la oracin no dice la continuacin del Padre Nuestro que slo recitan los ministros ordenados: Lbranos de todos los males, y concdenos la paz en nuestros das sino que contina con la invitacin al saludo de la paz, sin utilizar la frmula que se dice en la Santa Misa: Seor Jesucristo que dijiste a tus apstoles Ni tampoco la invitacin se hace de la forma ordinaria utilizada por los ministros ordinarios: La paz del Seor est siempre con vosotros. Atencin: El Canto del Cordero slo se hace en Misa, nunca en una liturgia de la Palabra. Saludo de la paz: Animador: Hermanos: que la paz que nos vamos a dar mutuamente, sea expresin del amor

cristiano y del perdn mutuo. Saludmonos con un gesto de paz. Luego del gesto de la paz, que no debe extenderse por mucho tiempo, ni debe ser entendido como una oportunidad para saludar a todos los fieles, sino a los ms cercanos, el animador invita a los fieles a prepararse para la Comunin, retomando el silencio. Animador: Nos hemos dado la paz como signo de hermandad, ahora dispongmonos a recibir

a Cristo, presente en el Altar. Los ministros extraordinarios (de haberlos) o los misioneros que van a dar la Comunin, se acercan al altar pero sin colocarse de frente al pueblo. Slo el animador con mucha reverencia se dirige al centro del altar, hace genuflexin (dobla la rodilla derecha ante Jess) y luego toma con mucho respeto el Santsimo Sacramento y mostrndolo a los fieles dice: Ministro extraordinario o el Animador: Hermanos, este el Cordero de Dios que quita el

pecado del mundo, dichosos los llamados a la Cena del Seor.

Todos juntos, incluido el ministro extraordinario o el animador dicen:

Seor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya bastar para sanarme


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Luego, el ministro extraordinario o el animador comulgan con respeto y luego le dan la Comunin a los otros ministros extraordinario o misioneros que ayudarn a distribuir la Comunin. No est permitido que cada uno se acerque al altar para tomar por s mismo la Comunin. Una vez que han comulgado, le dan la comunin a los fieles, cuidando que estos comulguen delante de ellos y estando atentos a que nadie se lleve el Santsimo Sacramento a las bancas. Monicin de Comunin: Se puede hacer una pequea monicin de forma espontnea en la que se aclara que solo los que se encuentran en Gracia estn invitados a comer el Pan Eucarstico, las personas que no se han confesado o estn en pecado grave, no deben comulgar. (Motivarlos a la Reconciliacin con Dios, mediante la Confesin). Mientras se distribuye la Comunin se pueden entonar cantos apropiados. Terminado el rito de Comunin, quienes han distribuido la Comunin llevan el Santsimo al Altar, pero no se colocarn al centro del mismo, sino hacia uno de los lados, donde depositarn las Hostias Consagradas en el copn que llevarn al Sagrario. Si se han utilizado otros copones, estos se retiran y se colocan en la credencia (mesa pequeita que normalmente est cerca del altar), para purificarlos despus de la celebracin. Esto nunca lo harn en el altar ni en la celebracin, sino una vez finalizada esta. Comunin Espiritual El monitor aclara que ahora se va a realizar la comunin espiritual para que aquellas personas que no pudieron comer el Cuerpo de Cristo, lo puedan recibir en forma espiritual. Animador: Hermanos. La Eucarista es el signo de la unidad que debe prevalecer entre

nosotros, Porque somos Iglesia de Cristo. Hoy no podemos recibir a Jesucristo en especie, pero vamos a pedir a Jess que venga de otro modo a cada uno de nosotros, de manera espiritual.

Seor Jess, creemos que tu nos alimentas con tu Palabra y con la Eucarista. Eres el Pan Vivo bajado del cielo. Sabemos y creemos que quien te come, si est bien dispuesto, aumenta sus fuerzas para luchar contra las tentaciones y alcanza el premio de la vida eterna. Seor Jess muchas hermanos no han podido participar hoy de la Eucarista, por eso te pedimos que vengas a ellos espiritualmente. Ven a esos corazones necesitados de Ti. (Momento de silencio) Seor qudate con nosotros, acompanos siempre. Da a nuestros hermanos la gracia de poder recibirte Sacramentalmente pues adems de tu Palabra necesitamos tu Cuerpo y tu Sangre, T que vives y reinas con el Padre Celestial y el Espritu Santo por los siglos de los siglos. Amn


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8. Oracin Conclusiva El animador invita a la accin de gracias sin extender las manos ni decir oremos. Ven, Seor y protege con amor solcito al pueblo que has santificado en esta celebracin, para que conserve siempre los dones que ha recibido de tu misericordia. Por Jesucristo nuestro Seor. Todos: Amn. 9. Avisos Se dan los avisos de inters para la comunidad, sobre todo invitando a participar en las celebraciones de los prximos das, e informando con exactitud de los horarios y actividades; as como insistiendo en la importancia que tiene para todos participar de la celebracin de la Fiesta de Pascua. 10. Ritos de Despedida Animador: Amigos: ahora regresemos a nuestras casas; comuniquemos a nuestros amigos y

familiares la alegra de nuestra esperanza y la seguridad de nuestra fe. Cristo nos anima siempre a alcanzar la liberacin de todos los males que nos esclavizan. Pidamos al Seor su bendicin para nosotros y para toda la comunidad.

Bendicin final: (Se dice mientras todos hacen la seal de la cruz). Animador: El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Fieles: Amn. Animador: Bendigamos al Seor. Fieles Fieles: Demos Gracias a Dios. Canto Final


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Martes Santo

El martes Jess acude al Templo por el camino tantas veces recorrido. Los rostros de los que le acompaan estn serios; ya no hay vtores de los acampados alrededor de Jerusaln, ni en la misma ciudad. Pero muchos quieren or y ver al Maestro, al Hijo de David, al que resucit a

Lzaro, al que se ha proclamado Hijo del Padre eterno. Este da todos los grupos que se oponen a Jess se van a unir y emplear sus armas dialcticas para destruirle. Siguieron observando y le enviaron espas que simulaban ser justos para cogerle en alguna palabra y entregarlo al poder y

jurisdiccin del gobernador(Lc).

Muchas cosas van a quedar claras en este da y mucha va a ser la luz para los de mente y corazn abiertos.


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Celebracin de este da El animador, el monitor y los dems misioneros que participarn en la celebracin estarn en la puerta del templo, recibiendo a los fieles. Luego de la monicin inicial entran juntos, mientras se hace el canto inicial. Hacen la genuflexin (doblar la rodilla derecha) al Santsimo que estar en el Sagrario y cada uno ocupa su lugar. 1. Monicin Inicial Caminamos hacia la celebracin de la Pascua. La vida de Jess est signada por la fidelidad a la misin encomendada por el Padre. La maldad de los hombres teje su desenlace final. Esta celebracin nos introduce en el misterio de Dios que por amor se ha entregado por nuestra redencin. Iniciemos nuestra celebracin con la certeza de sabernos salvados. Canto de Entrada. (No podemos olvidar que estamos todava en Cuaresma) Animador: En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo. Fieles: Amn Animador: Que el amor de Cristo nuestro Salvador, que muri para darnos vida, permanezca

siempre en nuestros corazones hoy y siempre. Fieles: Amn Como vemos no hay posibilidad de respuesta: y con tu espritu, pues esa respuesta es slo para darla a los ministros ordenados, dado su carcter sacramental. 2. Acto Penitencial Animador: Hermanos al iniciar esta celebracin, el Seor nos pide reconocer humildemente que somos pecadores. En silencio pidamos perdn: Deja unos instantes de silencio y luego invita a todos a rezar juntos. Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisin. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa Mara siempre Virgen, a los ngeles, a los santos y ustedes hermanos, que intercedan por m ante Dios nuestro Seor. TODOS: Dios Todopoderoso y eterno, tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros

pecados y nos lleve a la vida eterna. Amn. Seor ten piedad (se puede cantar o rezar) Seor, Ten Piedad, Seor, Ten Piedad Cristo ten piedad, Cristo ten piedad Seor ten piedad, Seor ten piedad


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3. Oracin Colecta: El animador sin extender las manos ni decir oremos, invita a los fieles a hacer oracin y luego de unos instantes de silencio hace la oracin con las manos juntas. Animador: Les invito hermanos a que pongamos nuestras vidas e intenciones en manos del

Seor. Padre Todopoderoso, concdenos participar tan vivamente en las celebraciones de la Pasin del Seor, que alcancemos tu perdn. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo, en la unidad del Espritu Santo y Dios por los siglos de los siglos. Fieles: Amn. 4. Liturgia de la Palabra Monicin a la primera Lectura En esta lectura el siervo del Seor se presenta a s mismo en un contexto universal, Su llamado y su eleccin viene desde la misma raz de su existencia. Es llamado a ser luz para los pueblos con el mensaje de su persona. La llamada de Dios es Salvacin. Lectura del libro del Profeta Isaas (IS. 49,1-6) Escchenme, costas lejanas, presten atencin, pueblos remotos! El Seor me llam desde el seno materno, desde el vientre de mi madre pronunci mi nombre. l hizo de mi boca una espada afilada, me ocult a la sombra de su mano; hizo de m una flecha punzante, me escondi en su aljaba. l me dijo: T eres mi Servidor, Israel, por ti yo me glorificar. Pero yo dije: En vano me fatigu, para nada, intilmente, he gastado mi fuerza. Sin embargo, mi derecho est junto al Seor y mi retribucin, junto a mi Dios. Y ahora, ha hablado el Seor, el que me form desde el seno materno para que yo sea su Servidor, para hacer que Jacob vuelva a l y se le rena Israel. Yo soy valioso a los ojos del Seor y mi Dios ha sido mi fortaleza. l dice: Es demasiado poco que seas mi Servidor para restaurar a las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; yo te destino a ser la luz de las naciones, para que llegue mi salvacin hasta los confines de la tierra. PALABRA DE DIOS. Fieles: Te alabamos Seor. Salmo Responsorial (Salmo 70) Seor, t eres mi refugio. Lector: Yo me refugio en ti, Seor, que nunca tenga que avergonzarme!

Por tu justicia, lbrame y resctame, inclina tu odo hacia m, y slvame.

Fieles: Seor, t eres mi refugio. Lector: S para m una roca protectora, t que decidiste venir siempre en mi ayuda, porque

t eres mi Roca y mi fortaleza. Lbrame, Dios mo, de las manos del impo, de las garras del malvado y del violento!


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Fieles: Seor, t eres mi refugio. Lector: Porque t, Seor, eres mi esperanza y mi seguridad desde mi juventud.

En ti me apoy desde las entraas de mi madre; desde el seno materno fuiste mi protector, y mi alabanza est siempre ante ti.

Fieles: Seor, t eres mi refugio. Monicin al Santo Evangelio La intimidad de una cena de amigos es el preludio de una traicin que estar marcada por la oscuridad del que ha dejado espacio al pecado. Les invito a ponerse de pie. Se puede hacer un pequeo canto que no sea aleluya El Animador o el lector designado proclama el Santo Evangelio sin saludar ni extender las manos, como la hara el ministro ordenado sino simplemente enunciando: Del Santo Evangelio segn San N. Y todos los fieles se signan con tres cruces, una en la frente, otra en la boca y otra en el pecho. Animador o lector: Hermanos: que, de manera especial en la proclamacin del Evangelio,

sintamos la presencia entre nosotros de Jesucristo, nuestro Seor. Amn

Del Santo Evangelio segn San Juan (13,21-33 y 36-38) Todos: Gloria a ti Seor.

Cuando dijo estas palabras, Jess se turb en su interior y declar: -En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregar. Los discpulos se miraban unos a otros, sin saber de quin hablaba. Uno de sus discpulos, el que Jess amaba, estaba a la mesa al lado de Jess. Simn Pedro le hace una sea y le dice: -Pregntale de quin est hablando. l, recostndose sobre el pecho de Jess, le dice: -Seor, quin es? Le responde Jess: -Es aquel a quien d el bocado que voy a mojar. Y, mojando el bocado, le toma y se lo da a Judas, hijo de Simn Iscariote. Y entonces, tras el bocado, entr en l Satans.

Jess le dice: -Lo que vas a hacer, hazlo pronto. Pero ninguno de los comensales entendi por qu se lo deca. Como Judas tena la bolsa, algunos pensaban que Jess quera decirle: Compra lo que nos hace falta para la fiesta, o que diera algo a los pobres. En cuanto tom Judas el bocado, sali. Era de noche. Cuando sali, dice Jess: -Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en l. Si Dios ha sido glorificado en l, Dios tambin le glorificar en s mismo y le glorificar pronto.

-Hijos mos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me buscaris, y, lo mismo que les dije a los judos, que adonde yo voy, vosotros no podis venir, os digo tambin ahora a vosotros. Simn Pedro le dice: -Seor, a dnde vas? Jess le respondi: -Adonde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirs ms tarde. Pedro le dice: - Por qu no puedo seguirte ahora? Yo dar mi vida por ti. Le responde Jess: -Que dars tu vida por m? En verdad, en verdad te digo: no cantar el gallo antes que t me hayas negado tres veces. Palabra del Seor. Todos: Gloria a ti Seor Jess


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5. Pequea reflexin: El animador o quien va a dirigir el mensaje de este da, se dirige a sus hermanos, no desde el ambn, sino desde un lugar adecuado. Debe tener presente, que no se deben hacer largas predicaciones. Ser suficiente un pequeo mensaje que se habr preparado con base a las lecturas. Nunca se debe improvisar. Se termina con un momento de silencio. En ninguna celebracin se hace colecta, pero al final de las celebraciones se invita a colaborar segn cada uno pueda y quiera, para sufragar los distintos gastos de la semana. Para ello en las puertas del templo se pueden designar fieles que estn con los instrumentos adecuados (canastas, bolsas etc.) 6. Oracin de los fieles u Oracin Universal: Animador: Dirijamos. Hermanos, nuestra mirada a Jess, levantado en la cruz, para que todos

los que creen en el tengan vida eterna, y oremos por todos los hombres. Respondemos a cada intencin: Te lo ped

celebraciones litúrgicas de semana santa guiadas por fieles laicos

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