cantar de roldan - juan victorio

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 Cantar de Roldán Kdición de Juan Victorio CATEDRA

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Cantar de Roldan Cátedra. Letras Universales de Cátedra, épica medieval.

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  • Cantar de RoldnKdicin de Juan Victorio

    CATEDRA

    LETRAS UNIVERSALES

  • L e t r a s U n iv e r s a l e s

  • Cantar de RoldnEdicin de Juan Victo rio

    Traduccin de Juan Victorio

    NOVENA EDICIN

    CA TED R A

    LETRAS UNIVERSALES

  • Ttulo original de u obra: Chanson da Roland

    I .u edicin, 1983

    9.:l edicin 2008

    Diseo de cubierta: Diego L:ira

    Ilustracin de cubierta: Manuel Luca de Tena

    Reservados todos ios derechos. El contenido de esta obra est protegido por la Ley, que establece penas de prisin y/o multas, adem s de las

    correspondientes indemnizaciones por daos y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren pblicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artsticao cientfica, o su transformacin, interpretacin o ejecucin artstica fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a travs de cualquier medio, sin la preceptiva autorizacin.

    Ediciones Ctedra (Grupo Anaya, S. A.), 1983, 2008 Juan Ignacio Luca de 'lena, 15. 28027 Madrid

    " Depsito legal: M-22.008-2008 ISBN: 978-84-376-0426-8

    Printed in Spui//Impreso en Muertas I. G., S. A.

    Fucnlabrada (Madrid)

  • mis padres

  • INTRODUCCIN

  • El Cantar de Roldan imagina una Espaa, del ao 778, completamente en manos de ios musulmanes. Este dato (
  • costa de sus vecinos, y que su venida a Espaa responde w esa intencin, todo lo cual es rigurosamente cierto, pero le da el ttulo de emperador prematuramente, ya que no fue coronado como tal hasta el ao 800 l .

    As pues, lo que se observa en el Cantar es la presentacin de dos grandes bloques antagnicos en todos los conceptos, encamados en dos personajes dotados de gran autoridad, Ms tarde se ver a qu es debida toda esta transformacin.

    Los hechos histricos que explican el desastre de Roncesvalles2

    Aqu tambin, el autor se aleja de lo que ocurri realmente, alterando incluso lo referente a sus protagonistas.

    Como la historicidad de stos ser objeto de posteriores notas aclarativas, fijmonos ahora solamente en los hechos.

    Como consecuencia de la declaracin de independencia por parte del omeya Abd al-Kanhman I con respecto a los califas absidas de Damasco, se produjo en Espaa una situacin de enfrentamientos entre el nuevo emir y los seores que an seguan obedeciendo a estos califas, y que; como por casualidad, eran los ms alejados de Crdoba, tanto geogrfica como vasallticamente.

    Pensaron aprovecharse de esta revuelta para emanciparse ellos mismos?

    Lo cierto es que Suleimn ibn Yakzan ibn al-Arab, gobernador de Barcelona y de Gerona, se levant contra el emir, hacindose fuerte en Zaragoza en compaa de otros notables, contra los cuales envi Abd al-Rahman un ejrcito al mando de Thalaba, que fue derrotado y hecho prisionero (ao 774).

    1 Datos histricos recogidos de Cari Grimberg, La Edad Media, Barcelona, Daimon, 1973; Montgomery Watt, Historia de la Espaa islmica, Madrid, Alianza, 1974; J. A. Garca de Cortzar, La poca medieval (Historia de Espaa Alfaguara), Alianza, 1976.

    2 Recojo lo aportado por Martn de Riquer, La Chanson de Roland. El Cantar de Roldn y el Roncesvalles Navarro, Barcelona, El festn de Eso- po, 1983.

    l*]

  • Pero esta victoria no debi de asegurar totalmente a al- Arab y sus amigos, pues l mismo encabez una embajada a Paderbom (Westfalia), donde se encontraba .Carlomagno, que acababa de someter a los sajones (777), al cual propusieron, muy lgicamente, que viniera en su ayuda: ellos se consideraran a salvo de los ataques del sur, mientras que el rey de los francos conseguira crear una barrera a las posibles veleidades expansionistas del emir cordobs.

    Qu haba de sinceridad en estas negociaciones por parte de los musulmanes? Ciertos detalles dejan pensativo... Independientemente de que despus hicieron traicin, es por lo menos muy curioso el hecho de que en aquella embajada se encontrara Thalaba, en calidad de rehn segn se cree. Sorprendente manera de dar seguridades a Carlos, dejndole como aval a un enemigo.

    Fuera como fuere, Carlos, en la cima de su poder expansivo, vio una ocasin magnfica, tanto como precipitada quizs, de extender an ms su frontera. Acepta, pues, y le comunica al papa Hadriano I su proyecto, el cual lo bendice, dndole el carcter de cruzada.

    En 778, Carlos se pone al frente de una de las doscolumnas de su ejrcito. Llega al pas de los navarros, cristianos independientes, que, le abren las puertas de su capital, Pamplona. En su marcha a Zaragoza, los diferentes seores musulmanes de la regin se apresuran a presentarle rehenes para asegurarle su fidelidad; se presenta incluso el propio al-Arab. Esta columna llega ante Zaragoza en mayo de 778, en donde se rene con la segunda columna, que haba seguido la ruta de los Pirineos occidentales y Catalua.

    Mas no pueden entrar en ia ciudad. Al-Ansar, que erauno de los sublevados, se haba hecho vasallo de Abd al-Rahman y se haba apoderado de Zaragoza, dejando en muy mal lugar a sus ex-cmplices, particularmente a Arab', que es hecho prisionero por el ya receloso Carlos, el cual, al no haber venido preparado para el asedio de una ciudad amurallada, y temiendo algn ataque en territorio que ya considera muy hostil, decide el regreso a Francia de las dos columnas, ahora juntas.

    [ 13]

  • Segn fuentes rabes, el ejrcito franco, que contara entre 5.000 y 10.000 hombres, sufre ya un ataque llevado ;\ cabo por los hijos de al-Arab, quienes consiguen liberarlo* Carlos, llegado de nuevo a Pamplona, manda destruir sus murallas, no se sabe bin por qu motivo, y contina hacia los Pirineos.

    Eginhardo, en el ao 830, cuenta en su Vita Karo/i lo que le esperaba al desventurado ejrcito, que iba a conocer la perfidia de los vascos (Wasconicam perfidiam). El ejrcito, obligado por la estrechez de los pasos, caminaba en una estirada columna. Los vascos, emboscados en las alturas, se lanzaron sobre la retaguardia, mataron a todos sus componentes y se llevaron la impedimenta, huyendo seguidamente y perdindose por aquellos parajes que tan bien conocan, sin poder ser perseguidos por el resto de la tropa franca, impedida por la pesadez de las armas y por encontrarse en un lugar que en nada les era propicio. Era el 15 de agosto del ao 778.

    Entre las vctimas se encuentra un prefecto de la marca de Bretaa, al que se ha querido identificar con el hroe de nuestro cantar, y el desastre se produce en un lugar indeterminado de los alrededores de Roncesvalles. En cuanto a esos vascosy pudieran tratarse de los gascones (mascones) o de los bispani rvascones et nabarros, quizs aquellos mismos que le haban acgido en un primer momento y a quienes Carlomagno haba derribado las murallas.

    Significado del Cantar de Roldan

    Nada de esto aparece en el Cantar de Roldn, salvo algunas circunstancias necesarias para poder saber que se alude a la expedicin de Carlos en Espaa. Tres siglos separan los acontecimientos histricos de los episodios literarios, margen ms que suficiente para poder adulterar lo que sea necesario y poder presentar un relato cuyo significado va mucho ms all del simple acontecimiento. Pues lo que se pretende es mostrar una sociedad, juzgada modlica porque refleja una ideologa que se pretende ejemplar.

    [14]

  • Esa sociedad y esa mentalidad son las feudales, y en ese adjetivo hay que incluir aspectos polticos y aspectos religiosos, ntimamente unidos. Un seor decide, dispone indi- fdualsimamente lo que hay que hacer, por mucho que oiga a sus consejeros o a sus allegados, pues su ciencia y su fuerza le vienen de lo alto. Alrededor de l, y en un nivel netamente ms bajo, sus vasallos obedecen ciegamente, dndose en cuerpo y alma. Justamente, sus vidas carecen de importancia ante el ideal perseguido: servir la causa de aquel seor, que no es otra que la causa del Seor. Por lo tanto, quien mejor la sirve es quien ms ciegamente obedece: la fidelidad es la virtud ms destacable. Y la guerra, la guerra santa se entiende, es la mejor ocasin para ponerla en prctica. Y para conseguir el martirio.

    Carlomagno, tal como nos es presentado tambin por las artes plsticas de la poca, es una imagen cabal del Panto- crator, adornado con una barba florida y blanca y rodeado de sus doce pares, que hacen pensar irremisiblemente en los apstoles. Y, para que no quepa duda, est el traidor, Judas/Ganeln, causante del desastre, alterador del orden y, por lo mismo, vctima de su fechora.

    En todo ello y en el maniquesmo empleado en la presentacin de los musulmanes y cristianos se ve la pluma de un autor eclesistico. Dejemos para despus su identificacin y detengmonos en aspectos que ataen muy directamente a la gestacin y a la propagacin de este relato.

    pica culta o popular

    Como es sabido, han existido dos escuelas, los individualistas y los neo-tradicionalistas, que han debatido, speramente en algunos casos, acerca de los orgenes cultos o populares de la pica de una y otra parte de los Pirineos. No entraremos en el detalle, pues ambas posturas son muy conocidas.

    El autor del Cantar que hoy podemos leer es un clrigo, entendido este trmino como hombre de iglesia y culto. Pero este hombre, segn ha demostrado palmariamente

    [m 3

  • Jules Horrent3, aprovechaba una materia anterior, como evidencian las diferentes versiones que se han conservado del Cantar. Ms difcil resulta precisar de qu tipo, si juglarescas o cronsticas4, puesto que, si se ha de juzgar por la deformacin histrica ya aludida, los cronistas no se quedaban atrs en esta labor. Del testimonio del Silense, de principios del siglo x i i , se deduce que los historiadores transpirenaicos haban tergiversado ya al mximo, abultando la actividad del emperador, la accin de este personaje en Espaa.

    Los juglares, pues, no seran responsables del contenido, sino de la mera recitacin, para lo cual empleaban unos recursos que facilitaban su memorizacin.

    Desde luego, es impensable que un juglar, ni por su cultura ni por el carcter moralizante del Cantar, pudiere ser autor. Lo ms generoso que se puede decir en su favor, es que fueran los iniciadores del gnero, los autores de aquellas cantilenas o los cantos noticieros que cantaban ciertos hechos notables con carcter muy diferente sin duda alguna.

    La propagacin ha sido tema menos debatido que Ja gestacin, y generalmente se est de acuerdo en admitir que corri a cargo exclusivo de los juglares. Pero hay datos que merecen no olvidarse.

    Fijmonos un instante en las copias conservadas del Cantar de Roldan. Adems de la de Oxford, la ms antigua y conocida, y la que aqu se presenta, existen tambin la de Venecia IV, Venecia VII, Chateauroux, Lyon, Cambridge, los llamados fragmentos lorrains y los de Lavergne, todos ellos en verso, de distinta medida y rima, a los que habra que aadir un Ronsasvals provenzal, un Roncesvalles navarro, una Roulandes Liet alemana, y una Karlamagnis saga islandesa, que reflejan tres siglos de inters por el tema.

    3 La Chanson de Roland dans es litteratures franfatse et espagnok au moyen age, Bibliotheque de la Facult de Philosophie et Lettres de l Universit de Liege, 1951.

    4 Evidentemente, el mximo representante del neo-tradicionalismo, Ramn Menndez Pidal, cree que son juglarescas. Vase su apasionada obra La Chanson de Roland. (Vid. Bibliografa.)

    [ i 6 ]

  • A esta amplitud temporal corresponde la geogrfica, como se ve en las distintas versiones. Y una pregunta surge: independientemente de la novelizacin progresiva que sufri, lo cual podra ser explicado parcialmente, cmo es posible que en lugares tan diversos se extendiera la fama de un personaje que perteneci a una poca y a un pas diferentes?

    La respuesta es que, como hemos visto, el Cantar no es el relato de una expedicin guerrera, sino el vehculo ideolgico de. unos contenidos gratos a ese otro imperio, la Iglesia. Para que esta leyenda sagrada, pues lo es, tuviera su eficacia en reinos tan diferentes, eran imprescindibles las operaciones ya citadas (alejamiento del dato histrico riguroso, enriquecimiento con un significado simblico). Pero sin llegar al extremo de que pudiera parecer una mera obra de ficcin, pues perdera esa verosimilitud (y por ende esa eficacia) que da la historia5.

    Pero si el xito que conoci fue imperial, le ocurri que, como a los ejrcitos, encontr un rincn que le opuso una resistencia feroz.

    Este fue Castilla, que empezaba a encamar un espritu nacionalista espaol. Y ocurri que el Cantar de Roldn, que presentaba una situacin peninsular muy denigratoria, se encontr adems enfrentado a una tradicin pica muy cultivada, circunstancias que no encontr en otros lugares.

    De todo ello se dar cuenta ms tarde.

    Fecha. Autor. Forma.

    Como se acaba de decir, los hechos fundamentales de nuestro cantar son conocidos en varias versiones literarias (y a las que se podran aadir documentos de carcter histrico).

    De todas aquellas, las que los crticos consideran ms perfecta, y con seguridad la ms antigua, est contenida en

    5 Vase el artculo de J. R. Ru2 Domnec, La contrautopa arcaica en la Chanson de Rolando, Acias del VUI Congreso de la Sociedad Roncesvals, Pamplona, 1978, pgs. 417-25.

    [ i? ]

  • el manuscrito Digby 23 de la Biblioteca Bodleiana de Oxford, escrita en anglo-normando (dialecto del antiguo francs) y fechada en el siglo xn, ms probable en su segunda mitad que en su primera.

    Del estudio comparativo de las versiones aludidas, se deduce que se trata de una refundicin de un texto (o de varios quizs) anterior (fechados a finales del siglo xi), refundicin ms artstica que mecnica, es decir, obra de mucho ms que un mero copista6. Y, como se ha visto, es debido a la pluma de un eclesistico, o, como diramos en Espaa, del mester de clereca.

    Segn el ltimo verso ci falt la geste que Turoldus declinet, sera obra de un tal Turoldus. Pero se plantea el problema del significado que se le d a esa frase para conocer su verdadera labor.

    Segn el pormenorizado estudio de J. Horrent, la palabra gesta que aparece en este ltimo verso tiene un alcance diferente al que ofrece en otros versos, en los que ese vocablo hace referencia a otras fuentes de diversa ndole. La gesta del verso 4.002 final parece hacer alusin al relato que se acaba de ofrecer, al poema que se nos ha presentado.

    Ms problemtico es el significado de dec/inet, que Martn de Riquer7 traduce por declina. Si gesta se refiere a la versin que leemos, parece que sera lgico que el concepto de ese verbo fuera el de ofrece, o sea, la propia versin de Turodo. Este verso sera, pues, como una confesin y una firma al mismo tiempo: l nunca se presenta como el autor original (no podra, por otra parte), sino de esa versin. Pero no es tampoco, como se acaba de decir, un mero copista, en cuyo caso hubiese empleado el verbo escribir, que, en la poca medieval, y a uno y otro lado de los Pirineos, designaba frecuentemente la labor de dibujar las letras, copiadas, como lo atestigua el famoso explicit al final del Cantar de Mo Cid: Per Abbat l escrivio.

    e Para todos estos detalles tcnicos, consltese J. Horrent (citado anteriormente).

    7 M. de Riquer, Chanson de Roland. Cantar de Roldn y el Roncesvalles navarro, Barcelona, El festn de Esopo, 1983.

    [ 1 8 ]

  • Turoldo sera, pues, el responsable de esta versin que hoy podemos leer, y de entre los diferentes candidatos con ese nombre, la crtica se inclina por Turoldo de Fcamp, pues rene a su favor las circunstancias de ser normando y abad de las casas inglesas de Malnesbury y Peterborough (abada en la que figuraron dos manuscritos sobre su batalla de Roncesvalles). Como se sabe, la Chanson est escrita en anglo-normando, Pero antes de pasar a las islas, este Turoldo fue cannigo de Bayeux, cuyas celebrrimas tapiceras tan estrechamente estn relacionadas con nuestro texto. Y, por si fuera poco, de una manera u otra particip en la no menos famosa batalla de Hastings (1066), que permiti a Guillermo el Conquistador apoderarse de Inglaterra: para enardecer a los soldados, parece ser que se cant, por un juglar llamado, o apodado, Taillefer, algo relacionado con Roldn. El personaje, o la empresa, de este Guillermo famoso no estaran muy lejos de la inspiracin de Turoldo, muerto en 1098, cuando se imaginaba a Carlomagno.

    Queda, finalmente, describir el metro del Cantar. Cada verso consta de diez slabas, de rima asonantada y repartidos en tiradas de desigual longitud. Es decir, segn nuestra clsica divisin entre mester de clereca y mester de juglara, el Cantar de ILoldn participara de ambos. Con el primero coincide en el nmero regular de versos (en varias de. las otras versiones aludidas, los decaslabos alternan con los alejandrinos franceses) y tambin en la existencia de una cesura interna, que divide el verso en dos partes, la primera de ellas de cuatro slabas y la segunda de seis.

    Con el mester de juglara coincide en la agrupacin de los versos asonantados en iaisses o series de desigual longitud.

    El Cantar de Koldn en Espaa

    Las noticias sobre este asunto, y sobre otros temas picos franceses, se conocieron en Espaa, y desde edad muy temprana. El medio de introduccin pudo haber sido el Camino de Santiago, sin olvidar el asentamiento de ciertas

    [*9]

  • colonias de franceses, o el matrimonio entre miembros de ambas monarquas (por ejemplo, las hijas de Alfonso VT, en pleno siglo xr, con nobles franceses) y, desde luego, implantacin en nuestro suelo de rdenes religiosas de allende los Pirineos, que lograron una expansin considerable, tanto cuantitativa como cualitativamente. Pinsese, por ejemplo, que supusieron la ruina del rito litrgico autctono, el mozrabe. El siglo xi es, por as llamarlo, el siglo francs en Espaa.

    Algunas de esas noticias son incluso contemporneas o anteriores a la fecha del Cantar dk Soldn de Turoldo, empezando por la llamada Nota Emilianense (de finales del siglo xi) que ofrece un brevsimo resumen de la expedicin y derrota de Carlomagno, citando a algunos de los Doce Pares, entre ellos a Roldn, Oliveros y Turpn.

    Otros testimonios: La Chronica Adephonsi Imperatoris, redactada, a partir de 1157, en honor de Alfonso VII, contiene el llamado Poema de Almera, en el que se cita expresamente a Roldn y Oliveros. La Crnica Na/erense> tambin en latn, datada hacia 1160, parece hacerse eco, como la anterior, de un Cantar de Roldn no conservado. En esta misma lnea se encuentra la Vida de San Milln, que Berceo escribi casi un siglo ms tarde, en la que se cita directamente a la famosa pareja Roldn y Oliveros. En los Anales toledanos primeros, de los alrededores de 1219, se alude a los doce pares muertos en Roncesvalles. Y en pleno siglo xiv, siguiendo en muchos aspectos a la crnica citada en primer lugar, se escribe el llamado Poema de Alfonso Onceno, en el que se cita no slo a la famosa pareja, sino tambin al arzobispo Turpn.

    Y, por supuesto, una prueba evidente de cantares peninsulares con ese tema es el fragmento conservado que conocemos con el nombre de Roncesvalles (inicios del siglo xiv) del que slo quedan un centenar de versos, que narran el planto de Carlomagno al descubrir los cadveres de sus campeones, y que damos en Apndice; y para terminar, algunos romances del ciclo carolingio, en el otoo de la Edad Media.

    Esta tradicin tiene tambin huellas en otras lenguas

    [20]

  • peninsulares, exactamente en cataln y en galaico-portugus.Y desde muy pronto. As, en la segunda mitad del siglo x i i , el juglar Guiraut de Cabreira, en rplica a la ignorancia de un colega y competidor, el juglar Cabra, da un resumen del contenido del cantar, citando a Carlos y los ms conocidos de los doce pares, pero tambin a los enemigos Ganeln y Marsil.

    Por el otro extremo, Alfonso Lpez de Baiao, de poco antes de mediados del siglo xm, alude a esta famosa leyenda.

    Todos estos testimonios podran incluirse en una lnea laudatoria. Qu es lo que se alaba?

    Desde luego, la valenta, en lneas generales, de aquellos personajes, que debieron convertirse en paradigma del buen guerrero. En los textos castellanos citados, bien los latinos bien los romances, la cita viene a cuento de una comparacin con el protagonista respectivo. Y estos textos castellanos se caracterizan, como se poda prever, porque de tal comparacin se deduce que nuestros hroes no desmerecan de ningn modo al lado de aqullos, lo que quiere significar, en definitiva, que los franceses eran incluso su-

    Qu otra cosa podra resultar? Pues, a cuento de qu se iba a citar una materia no dir extraa, sino ms bien hostil, como lo demuestra otra corriente claramente francfoba?

    Esta cuenta con ilustres testimonios, juglarescos unos, cronsticos otros. Entre estos ltimos, quien inicia el rechazo es la Crnica Silense (principios del siglo x i i ), la cual se alza indignada contra la historiografa francesa, que asegura que Carlomagno haba tomado muchas ciudades hispanas y abierto el camino de Santiago. El monje de Silos es tajante en su desmentido: Franci falso asserunt.

    El arzobispo de Toledo, Jimnez de Rada, en su De rebus Hispaniae (1243) acusa por su parte a los juglares de ser los inventores de dicha fabulacin, en lo cual es seguido por la llamada Primera Crnica General, mandada redactar por Alfonso X el Sabio pocos aos despus. Y, tras sta, otras crnicas en ella inspiradas. Pero, entre tanto, ya se haba creado, mejor sera decir inventado, un hroe nacional que habra tomado el papel de Marsil y sus sarracenos y vencera

    M

  • a los franceses en Roncesvalles. Me estoy refiriendo ai? famoso Bernardo del Carpi.

    De este personaje se puede decir que todo lo que le rodcfl es confuso, cuando no contradictorio. Vamos a exponen solamente su esencia. Para ms detalles, habr que remi tic al imprescindible libro de Jules Horrent, citado anterior mente.

    Para hacer que se enfrentaran el hroe espaol y el francs, era necesario cambiar los motivos expuestos en el famoso cantar. As, en la versin espaola que ms se prolong, (como lo demuestra el Poema de Fernn Gon^le^ que recoge esta tradicin), todo empieza con Alfonso el Casto, de quien Bernardo es sobrino (como Roldn de Carlomagno). A Alfonso, que careca de heredero, Carlos magno enva la orden de que le pague el tributo, es decir, que considera al espaol inferior en rango. En otra versin, Alfonso le cede el reino. En una y otra, hay una reaccin en contra de la soberana del francs, lo que se traduce en un combate, que se produce en los Pirineos. Y lo que es el nacionalismo: Bernardo, que es quien capitanea las tropas espaolas, no tiene el menor inconveniente en aliarse con el rey moro de Zaragoza, Marsil, con el mismo nombre y potestad que le da el Cantar de Roldn. El resultado de la batalla no ofrece ninguna duda. Morirn los Doce Pares, cuyos nombres ni siquiera se citan. Esta es, en esencia, la versin ms castellanizada, la ltima tambin por la misma razn. Su origen parece, encontrarse en la Historia Silense ya mencionada, y, hasta ahora, se ha explicado por un nacionalismo literario. Pero un nacionalismo literario no puede darse libremente, independientemente, de un nacionalismo, y una francofobia, ms generales. Es decir, polticas. Como ejemplo de un estado de nimo existente, vamos a mostrar la francofobia que rezuma el poema conocido con el nombre de Mocedades de Rodrigo 8, la ms virulenta que se haya dado nunca en un texto medieval castellano.

    8 Constituy mi aportacin al VII* Congrs International de la Socit Rencesvals; con el ttulo Las Mocedades de Rodrigo: texto antifrancs, publicado en las Actas, vol. II, Lige, 1978, pgs. 697-705.

    M

  • El joven Cid capitanea las tropas de los cinco reynos espaoles que van a mostrarle al rey e emperador francs que no se nos puede pedir alegremente un tributo. Como se ye, es el argumento de una de las versiones de la leyenda de Bernardo, pero extremndolo: las tropas espaolas van a llegar hasta Pars, en donde Rodrigo retar a los Doce Pares, despus de haber vencido a un ejrcito muy superior.

    En este poema no se citarn los nombres de los enemigos, acaso para evitar caer en anacronismos o contradicciones con la tradicin. Pero las alusiones a Roldn y a Carlomagno son claras, tanto como la humillacin a que se ven reducidos. El honor espaol, al menos literariamente, queda ya definitivamente lavado, y este episodio produjo algunos romances. Y hay quienes piensan que por s solo constitua un cantar separado.

    En el artculo citado hablo de la gnesis de las Mocedades de Rodrigo9, en la que hay que distinguir dos momentos. El primero a finales del xm, y otro posterior, ya en pleno siglo xiv, al que corresponden, respectivamente*' dos pocas muy agitadas polticamente: las relaciones son muy tensas entre Castilla y la regin navarro aragonesa, esta ltima estrechamente aliada a Francia e imbuida de su espritu, como demuestra la propia existencia del Koncesvailes, de esa poca.

    Ms concretamente, el segundo de los momentos mencionados corresponde a la poca de la guerra civil que sufri Castilla y que llevara a su trono a Enrique de Trastamara, ayudado por el monarca francs10 y el de Aragn, a expensas de Pedro el Cruel (o Justiciero), rey encubiertamente glorificado en las Mocedades.

    Como se puede observar, la vigencia de este gnero tena tanto en cuenta su posible aprovechamiento como arma de propaganda, como sus propias virtudes literarias. La presencia o ausencia de versiones, la cantidad de stas, sus refundiciones, etc., no se explican de otro modo. Y no es muy

    9 Y tambin en el estudio que ptecede a m edicin, en Espasa Calpe, col. Clsicos Castellanos, Madrid, 1983.

    10 Que se llamaba casualmente Carlos (V), para que las alusiones fueran ms obvias.

    [*5]

  • arriesgado asegurar que estos dos textos deben su existencia, entre otros motivos, a aquella rivalidad poltica.

    pica francesa y pica espaola

    Es no menos tradicional, cuando se habla de este tema, la comparacin entre los dos monumentos de ambas literaturas, el Cantar de Roldan y el Cantar de Mo Cid..

    Como es bien conocido, don Ramn Menndez Pidal, profundo conocedor de esta materia, es autor de las comparaciones ms famosas, en las cuales no puede evitar mostrar, y de una forma muy clara, sus preferencias.

    En primer lugar, en esas tan apasionadas afirmaciones que le caracterizan tanto como su enorme erudicin, se trasluce una inclinacin muy nacionalista (a lo Bernardo del Carpi casi) en favor del Cantar del Cid. En su caso, es totalmente comprensible: el de Bivar le dio no poca guerra.

    Y como considera que el realismo, o la verosimilitud, es la nota ms caracterstica de ese monumento literario* resulta ser el rasero por el que se deben medir todos los textos picos. Vistas as las cosas, es obvio que la Chanson sale desfavorecida.

    Y tememos que Menndez Pidal hubiese hecho la misma seleccin en otras comparaciones, pues, a su juicio, el realismo es una de las caractersticas, de nuestra literatura, porque lo es de nuestro carcter.

    Lamentamos no estar de acuerdo con dicho planteamiento. No slo el realismo no es la peculiaridad de nuestra literatura, ni siquiera en la Edad Media, sino que, adems, hay textos medievales de carcter pico, como el Poema de Fernn Gon^le^ muy acusadamente inspirados en el espritu (y algunas frmulas) de ese texto francs.

    As pues, la comparacin entre esos dos monumentos literarios slo tendra explicacin para verificar si hubo puntos de contacto entre ellos y, ms concretamente, si la pica castellana debe algo a la francesa. Es decir, slo desde el plano cientfico, no desde el afectivo.

    Y quienes conozcan ambos textos saben las dificultades

  • que presenta establecer esa relacin. Jules Horrent, que los conoce muy bien, afirma que el cantar castellano no necesit del francs para nada. Hay, claro est, ciertas coincidencias, derivadas de unas circunstancias histricas que tenan algn parecido, o de cierta fraseologa ciertamente extendida. Pero las diferencias entre ellos, y aqu es donde se da la comparacin afectiva, son muchsimo ms grandes, y sus peculiaridades muy propias.

    Muchos ms puntos comunes presenta el Cantar de Roldn con el Poema de Fernn Con^/e .^ Ambos se centran en dos aspectos fundamentales: el espritu y la tcnica.

    En cuanto al primero, es obvia su religiosidad. La sociedad vista en uno y otro es un reflejo del modelo que predica la iglesia: gobernante sacralizado, concordia perfecta. Los milagros, las conversaciones con la divinidad, el espritu de cruzada, visiones profticas, desautorizacin del contrario, etc., se dan aqu y all bastante profusamente.

    En la tcnica narrativa, las coincidencias son tambin abundantes. Cabe sealar, a ttulo de ejemplo, la estereotipa- cin en la narracin de batallas, en la descripcin de lugares, aspectos ambos que recuerdan al arte romnico: se abstrae para simbolizar, para lo cual bastan los elementos ms constitutivos." Otro punto de contacto es el respeto del isosilabismo.'

    Esto, que parece elemental, se olvida con frecuencia.Pero no se agotan aqu las coincidencias.En efecto, fruto de una preceptiva comn, podemos ver

    aqu y all la presentacin de ejrcitos maravillosos, formados por autnticas muchedumbres. En ellos se encuentran unos campeones de armas no abandonar, que se lanzan ciegamente en lo ms arriesgado de la lucha dejando una estela de cadveres, cual modernas trilladoras. Y esta gallarda no se les niega, bien al contrario, a los enemigos: cuando nos son presentados, si nuestra ingenuidad es grande, nos asalta el temor de que jams podrn ser vencidos. En realidad, no son sus cualidades las que se nos presentan, sino la de los nuestros, pues, como es sabido, a mayor calidad (o cantidad) del adversario, ms mrito tendr la victoria que se obtenga sobre ellos.

  • As, hay un recurso que se repite. El ejrcito cristiano pasa siempre apuros en los inicios de un combate. Se inicia el suspense para el no acostumbrado. Lgicamente, los guerreros de la cruz empiezan a decaer (y a caer). Ha llegado el momento en que el jefe lance ardientes exhortaciones a la lucha, recordndoles su condicin, para pasar a dar ejemplo de arrojo. Es tambin el momento en que Dios est con nosotros, y, para mayor comprobacin, se realiza el prodigio, la aparicin (all del ngel San Gabriel, aqu del Apostol Santiago), etc.

    Se puede argir que el Poema de Fernn Gon^le^ no tuvo irradiacin de su comparado. Desde luego. No slo porque es de una calidad bastante inferior, sino tambin porque el Poema es de un nacionalismo castellano a ultranza, tanto, que le haca irrepresentable fuera de los lmites de ese reino, y quizs incluso dentro. Su monje compositor tuvo ms en cuenta los intereses de un monasterio que los de la Iglesia.Y no se despega tanto de la historia, sino que incide en ella continuamente. Adulterndola, desde luego.

    Criterios de esta traduccin. Ediciones

    Partiendo del principio de que, al tratarse de una traduccin, el texto original va a ser forzado, y doblemente, pues no se trata slo de un cambio de lengua, sino tambin de poca, he intentado aproximarme a aqul en la medida que lo permita este doble obstculo.

    Para empezar, se trata de darle al verso una de sus caractersticas bsicas, el ritmo. Para ello, he elegido un metro, el alejandrino espaol, con su disposicin acentual consecuente.

    Los versos del Cantar ponen dos acentos principales, situados siempre en las slabas cuarta y dcima, y otros secundarios, que oscilan entre la primera y la segunda, y la sptima y la octava. En mi versin, los acentos principales estn localizados en las slabas sexta y treceava, como era de esperar, y los secundarios, en la segunda o tercera, y en la novena sobre todo.

    La eleccin del alejandrino se debe a varias razones. Se

    [ 26]

  • acaban de citar los puntos de contacto con el Poema de Fernn Con^le^ que emplea ese verso. Podra aducir tambin que en el fragmento del Roncesvalles domina el hemistiquio de siete slabas.

    Por otra parte, hay que tener en cuenta que, por las caractersticas de ambas lenguas, una traduccin espaola literal siempre supone algunas slabas ms. Veamos un ejemplo:

    Las est li reis, car la peine est mult grand, (2519)(Laso es el rey, pues la pena es muy grande.)

    Parece, entonces, adecuada la eleccin de un metro que proporcione cierta holgura a la traduccin.

    Se ha intentado realizar una traduccin al tiempo respetuosa (lo ms prxima posible a la literalidad) y gil. Pequeas licencias y alteraciones han sido, por supuesto, necesarias a veces para lograr la forma mtrica.

    Por otra parte, una de las versiones castellanas que ms apoyo me ha dado, la del profesor Martn de Riquer, verdadero maestro en la materia, contiene en su prosa no pocos alejandrinos, que me han evitado otros tantos esfuerzos. He aqu algunos:

    La parte del espinazo sin buscar las junturas (CIV)Dnde est vuestra espada, que Altadara se llama? (CVI)Y lo revuelca muerto en medio de un barbecho (CVHI)Que nuestro emperador tuvo buenos vasallos (CXI), etc.

    Existen traducciones en prosa, como la de Benjamn Jarns, cuya ltima edicin, la 4.a, Madrid, Alianza, 1979, he consultado; las de Martn de Riquer, una de divulgacin, Madrid, Austral, 1982, y otra crtica, Barcelona, El Festn de Esopo, 1983.

    En verso estn tambin las de Luis Corts Vzquez, Salamanca, 1975, y Angel Crespo, Barcelona, 1983, que apenas tuve tiempo de consultar. En estos casos, se ha querido dar un paso ms, dndole tambin rima, lo cual es siempre a costa de una violentacin, es decir, un alejamiento del texto original.

    [*7]

  • As, Luis Corts, se ve obligado a construcciones tan curiosas como:

    Se ha el emperador matinal levantado (v. 163)Ni a m ni a otro ninguno, si de provecho es no (v. 221)A ambos los mat sin remedio valiente (v. 650), etc.

    En cuanto a ngel Crespo, los problemas surgen por el metro empleado, el dodecaslabo. Ya he expuesto la conveniencia de un metro mayor. Crespo se ve en la necesidad de omitir algunas palabras. Vase por ejemplo su ltimo verso, que ya conocemos:

    Aqu de Turoldo la gesta termina

    en el que ha desaparecido la palabra ms importante (declinet ) y adems de apropiarse el autor de la gesta de su protagonista.

    Para llevar a cabo mi trabajo, me he apoyado en las ediciones crticas de Martn de Riquer (que se acaba de mencionar), al que sigo tambin en la espaolizacin de ciertos nombres propios, as como en las de J. Bdier, G. Bertoni, A. Roncaglia y C. Segre, citadas en la Bibliografa.

    Como Roldn, espero que de mi trabajo no se cante mala cancin (v. 1014) y, muy al contrario, sea til. Si no al especialista, que necesariamente habr de recurrir a las que se acaban de citar, s al lector curioso de la literatura en general, y de la pica en particular.

    [281

  • Bibliografa

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    [29]

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  • CANTAR DE ROLDN

  • [L a cort e de M a r s i l ]

    I

    El rey Carlos el Magno, nuestro emperador, siete aos completos permaneci en Espaa, conquistando hasta el mar esa tierra altanera.No hubo un slo castillo que se le resistiera,ni muro ni ciudades que no se le rindiera, 5excepto Zaragoza, que est en una montaa.La tiene el rey Marsil, enemigo de Dios: a Mahoma obedece, a Apolo reverencia.Mas de nada le sirve, su mal es un designio.

    1-9 Estos versos iniciales nos servirn para mostrar la fbulacin que impera en el texto: en el ao de la derrota de Roncesvalles, el 778, Carlos no era an emperador; slo estuvo en Espaa tres meses; su nico dominio, si es que se puede emplear esa palabra, lo ejerci en la ruta Re mees val es-Pampiona-Tudela* Zaragoza, ciudad que nunca tom ni esta ubicada en ninguna montaa; Marsil, como el resto de los personajes rabes que se citarn, no existi, ni siquiera sus nombres son rabes; como es sabido, Mahoma no es un dios, sino un profeta, Apolo es una divinidad romana y Tervagn, que aparecer ms adelante, es una ficcin, con objeto de formar una trinidad, cuando e! islamismo es monotesta.

    3Sl

  • II

    Ese rey Marsil estaba en Zaragoza, 10a un vergel se dirige, est bajo una sombra.Sobre una grada azul de mrmol se recuesta y en tomo a l se juntan ms de veinte mil hombres.All llama a sus duques, all llama a sus condes:Od dice seores, el mal que nos acecha: 15Carlos, emperador y rey de dulce Francia, viene a nuestro pas a fin de sometemos.Me encuentro sin ejrcito para darle batalla, ni mi gente podra derrotar a su gente.Quiero vuestro consejo, pues sois mis consejeros; 20evitad que me venga o deshonor o muerte.No hay pagano ninguno que all le respondiera, excepto Blancandrn de Castil de Valhondo.

    III

    Entre gente pagana es Blancandrn odo:por su gran valenta era buen caballero 25y un gran hombre de pro al servicio del rey.Di joles: Rey, no es hora de sucumbir al miedo; enviad al rey Carlos, hombre orgulloso y ero, palabras de vasallo y mensaje de amigo.Mandad como presente leones, osos, perros, 30setecientos camellos, mil azores mudados y cuatrocientos mulos de oro y plata cargados,

    14 Son ttulos que nada tienen que ver con la administracin rabe. Se trata de una presentacin segn el modelo feudal cristiano.

    31 El azor era durante la Edad Media un animal apreciadsimo para la cetrera, especialmente si haba hecho ya la

  • tambin cincuenta carros, con que har un buen convoy: muy bien podr pagar con esto a sus soldados.Decidle que esta tierra la tiene ya asolada, 35que lo mejor sera volverse a Aix, a Francia,que el da de San Miguel estaris en su corteen donde tomaris la fe de los cristianos:con gran honor y bien os haris su vasallo.Si quisiera rehenes, vos debis enviarlos, 40que sean diez o veinte, por darle confianza.Aunque sean los hijos de nuestra propia esposa, yo enviara al mo aun si fuera a su muerte.Ms valdra que todos perdieran sus cabezasque perdamos nosotros honor y seoro, 45ni alcemos nuestras manos ansiosas de limosnas.

    IV

    All habl Blancandrn: Por mi mano derecha, por la barba que flota al viento por mi pecho, veris cmo se esfuman las huestes de los francos.Los franceses se irn a Francia, que es su tierra: 50cuando est cada uno en su anhelada casa y Carlos est en Aix, en su sala sagrada, por San Miguel habr una fiesta solemne: el da llegar, se pasar ese plazo,de nosotros no oir palabras ni noticias. 55El rey es orgulloso, tiene el alma perversa: cortar la cabeza de esos nuestros rehenes.Ms vale para todos que pierdan sus cabezas que nosotros perdamos a Espaa clara y bella, o suframos mil males, o suframos desgracias. 60Los paganos responden: Bien puede resultar.

    38 Aix es la ciudad conocida en francs como Aix-la-Chapelle y en espaol Aquisgrn, nombres que designan a la ciudad alemana de Aachen, en cuya bellsima catedral se cree que est enterrado Carlomagno. Cerca de ella, pero ya en territorio belga, se encuentra Herstal, que tambin fue sede del emperador.

    [37]

  • VUna vez acabado el consejo, Marsilha llamado a Clarn, seor de Balaguer;tambin a Estamarn y a su par Eudropn;tambin a Priamn y a Garln el Barbudo; 65tambin a Maquiner y a su to Maheu,a Joumer y Malbin, que viene de Ultramar,y a Blancandrn tambin. Va a exponer la razn.Ha llamado a diez hombres de entre los ms felones: Seores, mis barones, iris a Carlomagno, 70que est poniendo cerco a la ciudad de Cordres.Llevaris en la mano sendos ramos de olivo para significarle acatamiento y paz.Que vuestra lengua logre obtener un tratado:recibiris por ello de m mucho oro y plata, 75tambin feudos y tierras y todo cuanto os plazca.Los paganos dijeron: Es una buena paga.

    VI

    Una vez acabado el consejo, Marsil ha ordenado a sus hombres: Seores, partiris; llevaris en la mano sendos ramos de olivo 80y diris al rey Carlos este mensaje mo:

    B7 Ultramar designaba en la Edad Media a las regiones costeras del Mediterrneo (=ms all del mar). De la misma manera, para los espaoles de la poca ((ultramontano designaba todo lo que haba detrs de los Pirineos.

    71 Cordres designa probablemente a Crdoba, ciudad que, por ser la capital del mundo rabe en Espaa, deba de sonar ms. Hay que decir que la geografa no era muy conocida por los literatos de la poca cuando sobrepasaba ciertos lmites. Los grandes caminos de peregrinacin provean de ciertas informaciones, muy elementales por cierto, a autores que no se movan de sus sillas.

    [E m b a j a d a de M a r s i l a C a r l o m a g n o ]

    [3 8]

  • por amor de su dios, que me tenga piedat;que no pasar un mes desde el da de hoy,que yo no vaya a verlo con mil de mis vasallos;que all recibir la ley de los cristianos, 85hacindome su hombre por amor y por fe.Si quisiera rehenes, en verdad los tendr.Dijo all Blancandrn: Obtendris un buen pacto.

    VII

    Diez muas todas blancas manda traer Marsil,regalo que le hizo el rey de Suintila: 90los frenos son de oro y de plata las sillas.Ya cabalgan los hombres que llevan el mensaje,en sus manos portaban sendos ramos de olivo,van en busca de Carlos, que es de Francia seor:por mucho que se guarde, ellos le han de engaar. 95

    VIII

    Est el emperador muy alegre y con ten to : ya est tomada Cordres, sus murallas en ruinas, y con sus catapultas ha abatido sus torres.Sus caballeros tienen un inmenso botn:es de oro y de plata y ricos guamimientos. 100La ciudad ha quedado desierta de paganos:el que no ha sido muerto, ya se ha hecho cristiano.En un florido huerto est el emperador: . all tiene consigo a Roldn y a Oliveros, a ese duque Sansn y al altivo Anses, 105Godofredo de Anjou, que es su gonfalonero, y Gern y Gerers estn all tambin.

    ae Hacerse hombre de alguien significaba en el lenguaje feudal declararse vasallo de alguien.

    108 El gonfaln era el estandarte del rey, por lo que constitua un gran honor ser su portador. Iba fijo en la parte superior de la lanza y equivale al pendn del Cantar del Cid.

    39l

  • All donde se encuentran hay otros muchos hombres: hay de la dulce Francia quince mil caballeros.Sobre blancas alfombras estn esos barones; 110para pasar el tiempo, jugaban a las tablas, o bien al ajedrez los prudentes y viejos, mientras que los noveles se ejercen con la espada.Bajo un umbroso pino, junto a un rosal silvestre, instalan un escao, labrado en oro puro: 115all se sienta Carlos, rey de la dulce Francia.Blanca tiene la barba, la cabeza florida, lozano tiene el cuerpo, su postura es altiva: aquel que lo buscare, no debe preguntar.Llegan los mensajeros, descienden del caballo 120y saludan al rey con amor y con bien.

    IX

    El primero de todos ha hablado Blancandrn diciendo al rey: Salud, en el nombre de Dios, el Glorioso, que todos debemos adorar!Escuchad el mensaje de Marsil, el muy noble: 125que lo ha aprendido todo de la ley redentora,de sus muchas riquezas, muchas os quiere dar:muchos osos, leones, lebreles con cadenas,setecientos camellos, mil azores mudadosy cuatrocientos mulos de oro y plata cargados, 130con lo que se podr cargar cincuenta carros;tendris tal cantidad de bezantes valiososcon que muy bien podis vuestras huestes pagar.

    111 Segn Riquer, Jas tablas era un juego parecido a las damas, pero con la particularidad de que se jugaba con previas tiradas de dados, es decir, con intervencin del azar.

    115 Traduzco la palabra faldestoed por escao, trmino que aparece en el Cantar de Mo Cid. Segn el estudio de R. Menndez Pidal, era un asiento porttil y con un lujo en relacin de su propietario. Poda ser de grandes dimensiones, hasta el punto de que el Cid duerme la siesta en el suvo.

    132 Los befantes eran monedas de oro de B2anciq.

    [40]

  • Y a que en este pas llevis bastantes aos,es bueno que volvis a Aix, a vuestra Francia. 135Mi seor os promete que all os piensa seguir.All el emperador a Dios alza sus manos, inclina la cabeza y se pone a pensar.

    X

    Su cabeza inclinada tuvo el emperador.Nunca haba sido hombre de palabra ligera, 140tal era su carcter: hablar con gran mesura.Cuando alz su cabeza, su cara estaba altiva;dice a los mensajeros: Habis hablado bien;no obstante, el rey Marsil es mi gran enemigo:de estas vuestras palabras que acabis de decir, 145en qu medida puedo tener confianza en l?A cambio de rehenes responde el sarraceno;te entregaremos diez, o quince o veinte hombres:aun si fuera su muerte, te entregara a mi hijo,y si no es suficiente, os los dar ms nobles. 150Cuando en vuestro palacio soberano ya estis,de San Miguel la fiesta, llamado del Peligro,all os encontrar: lo dice mi seor.Dentro de vuestros baos, que Dios hizo por vos,all mismo querr tomar fe de cristiano. 155All responde Carlos: An se puede salvar.

    XI

    Hermosa era la tarde, el sol era muy claro.Los diez mulos cargados mand Carlos guardar.El rey en el vergel manda alzar una tienda:

    152 Alude aqu al patrn de la clebre abada llamada Mont Saint Micbei. 154 Los baos o las aguas son las que dan el nombre a la ciudad

    (Aquis).

    [42]

  • a los diez mensajeros los hizo all hospedar, 160con doce servidores que estn a su servicio.All pasan la noche hasta que el da es claro.A las primeras luces, se ha levantado Carlos, ha asistido a la misa, rezado los maitines.A la sombra de un pino se ha dirigido el rey. 165Manda por sus barones para tener consejo: quiere que los franceses le aconsejen en todo.

    [C o n s e j o d e C a r l o m a g n o ]

    XII

    A la sombra de un pino est el emperador,manda por sus barones para tener consejo:vienen Ogier el duque, Turpn el arzobispo; 170vienen Ricardo el Viejo y Enrique, su sobrino,tambin el noble conde Aceln de Gascua,Teobaldo de Reims y su primo Miln;y Gerers y Gern vienen all tambin;junto con todos ellos vino tambin Roldn, 175as como Oliveros, hombre de pro y lozano.De franceses de Francia hay all ms de mil.Ganeln tambin vino, el que hizo traicin.Comienzan el consejo, el que caus desgracia.

    170-7 Digamos unas palabras sobre estos personajes. Ogier, originario de Dinamarca como se citar ms tarde, es el hroe de dos chansons y citado en la Nota Emianense parece aludir a un histrico Autcharius. Turpn es efectivamente el nombre de un arzobispo de Reims (774-91) pero no particip en esta expedicin, pues muri pacficamente en su cama. Roldn pudiera tratarse del cronstico Hruodlandus Brittannici limitis praefectus de Eginhardo, autor de una Vita karoli maeni, escrita hacia el ao 830, pero no se puede establecer con certeza su historicidad. En cuanto a Oliveros, es un personaje de pura ficcin. Y lo mismo puede decirse, en el estado actual de nuestros conocimientos, de Ganeln. De los nombres de los otros no vale, pues, la pena ocuparse: o son ficticios o, en el menos grave de los casos, anacrnicos.

    [43]

  • XIII

    Dijo el emperador: Seores, mis barones; 180el rey Marsil me enva aqu sus mensajeros.De sus riquezas manda un valioso presente: lebreles con correas, y osos y leones, setecientos camellos, mil azores mudados y cuatrocientos mulos con mucho oro de Arabia, 185adems de todo esto, ms de cincuenta carros.Pero me pide a cambio que volvamos a Francia,que l me ha de seguir a mi palacio en Aix,que all recibir nuestra ley ms segura,y que, siendo cristiano, de m tendr sus marcas. 190Mas de estas sus palabras ignoro la intencin.Responden los franceses: Debemos desconfiar.

    XIV

    Dichas estas razones, calla el emperador.All el conde Roldn, que en ello no consiente, se levanta muy firme y va a contradecirlo. 195Dice al rey: Mala hora si creis a Marsil!Hace ya siete aos que vinimos a Espaa;por vos he conquistado a Noples y Commibles,he tomado Val tema y la tierra de Pina,y tambin Balaguer, y Tudela y Sezilla. 200El rey Marsil entonces hizo una gran traicin:quince de sus paganos nos mand mensajeros,

    190 Marca era el territorio fronterizo del imperio carolingio, y estaba defendido por un marqus. Tena, pues, una gran importancia en el sistema defensivo de un reino. En la realidad hispana, se empleaba el trmino extremadura, como consta en el nombre de dicha regin, pero tambin en el escudo de Soria.

    200 Se alude aqu a un relato que recogen la Karbmagntis saga islandesa y el cantar Entr'e en Espagne.

    [44]

  • llevaban en la mano sendos ramos de olivo y os dijeron las mismas palabras que ahora dicen.All a vuestros franceses les pedisteis consejo: 205fuisteis aconsejado bastante locamente;a dos de vuestros condes mandasteis al pagano,el uno era Basn, el otro era Basilio:cortles la cabeza en los montes de Altilia.Continuad la guerra que tenis iniciada, 210llevad a Zaragoza vuestra hueste levada, asediadla muy fuerte mientras sigis con vida, as podris vengaros del que mat a traicin.

    XV

    Tiene el emperador la cabeza inclinada,su barba se acaricia y se atusa el bigote, 215ni bien ni mal responde a dichos del sobrino.Los franceses se callan, excepto Ganeln.En pie se ha levantado, se dirige ante Carlos, muy orgullosamente comienza su razn.Dice al rey: Mala hora, si creis al bribn, 220sea yo o sea otro, que no hable en vuestra pro!Si el rey Marsil enva a vos este mensajey jura por su vida convertirse en vuestro hombre,que tendr toda Espaa en comienda de vosy tomar la ley que nosotros tenemos, 225a aquel que os aconseje despreciar tal tratadono le incumbe, seor, de qu muerte muramos.Consejo de orgulloso debemos despreciar; dejemos a los locos y que hablen los sensatos.

    216 Hay muchsimas leyendas acerca del parentesco entre Carlomagno y Roldan y entre stos y Ganeln. Para el que precise ms documentacin, remito a la edicin de Riquer. Independientemente de esas notas literarias, conviene saber el papel que tenan los sobrinos en la sociedad de aquellos aos. En breves palabras, era muy importante para los tos el tener cerca de s, crindolos incluso, a los herederos de una rama familiar para aspirar a tutelajes y afirmar relaciones (Vase G. Duby El caballero, la mujer y el cura, Madrid, 1982).

    [45]

  • XVI

    230

    235

    240

    duque.

    XVII

    Seores mis barones, a quin enviaremos que vaya a Zaragoza, la corte de Marsil? 245l duque Naimn dice: Yo ir, con vuestro acuerdo; entregadme al momento el guante y el bastn.All responde Carlos: Sois hombre de consejo: mas por esta mi barba, por estos mis cabellos, no os iris por ahora tan lejos de mi lado. 250Id de nuevo a sentaros, nadie os ha requerido!

    247 E\ guante y el bastn son en este caso los signos de una misin, algo as como las cartas credenciales. Estos objetos se entregaban tambin, como smbolo de autoridad, en los actos de investidura.

    249 La barba, representacin masculina, tena un significado muy importante durante la Edad Media, dando lugar a toda una fraseologa. Se poda emplear como epteto para referirse a un individuo (en este texto veremos el de la barba florida, o cana, o blanca, referido siempre a Carlomagno) y los actos ms graves o solemnes eran mostrados con referencia a ese trmino.

    Dichas estas palabras, se adelant Naimn: en la corte no haba un vasallo mejor.All le dijo al rey: Muy bien lo habis odo: el conde Ganeln muy bien ha respondido.Su respuesta es juiciosa, sea bien entendida.El rey Marsil est de esta guerra vencido, pues todos sus castillos se los habis tomado con vuestras catapultas sus muros estn rotos, sus ciudades quemadas y sus hombres vencidos. Ahora que os suplica que le tengis piedad, harais un pecado en hacerle ms dao.Ya que con los rehenes os quiere asegurar, esta terrible guerra debiera terminar.Responden los franceses: Muy bien ha hablado el

    [46]

  • XVIII

    Seores mis barones, a quin enviaremos que vaya al sarraceno que tiene a Zaragoza?Responde all Roldn: Me presto voluntario.Dice el conde Oliveros: Vos no podis hacerlo. 255Vuestro carcter es spero y altanero, y yo mucho me temo que la violencia surja.Si el rey lo permitiese, yo ser el enviado.All responde el rey: Uno y otro, callos!Ninguno de los dos pondris all los pies. 260Por esta barba ma que ya veis blanquear, ninguno de los Doce Pares ser enviado!Los franceses se callan, todos estn calmados.

    XIX

    Turpn el arzobispo de Reims se ha levantado y al rey le dice as: Queden en paz los francos! 265Siete aos enteros hace que estis aqu: muchas penas sufrieron, tambin muchos afanes.Dadme, seor, a m el guante y el bastny ser yo quien vaya a ver al Sarraceno:podr as contemplar cmo tiene el semblante. 270Lleno de una gran ira, dice el emperador:Que no os vuelva a escuchar s yo no lo ordenara!

    XX

    Dice el emperador: Caballeros franceses,elegidme un barn que sea de mi marca 275que le lleve a Marsil de mi parte el mensaje.All dice Roldn: Ganeln, mi padrastro.Responden los franceses: Este muy bien lo har; si l no fuera elegido, no lo hallaris ms apto.

    [47]

  • El conde Ganeln con esto se ha irritado: 280arroja de su cuello grandes pieles de martay en su brial de seda slo queda vestido;sus ojos son brillantes y el rostro muy altivo;el cuerpo tiene noble y su pecho es muy ancho:es muy lozano el conde, todos lo estn mirando. 285All dice a Roldn: Loco! Por qu esa rabia?Todos aqu conocen que yo soy tu padrastro t osas designarme para ir a Marsil.Mas si Dios lo permite que de all vuelva un da,har lo que yo pueda para hacerte tal dao, 290que el resto de tus das no puedas olvidarlo!Respondile Roldn: Es orgullo y locura.Todos lo saben bien: no cuido de amenazas; de hombres prudentes es realizar embajadas, y, si el rey lo quisiera, yo lo hara por vos. 295

    XXI

    Responde Ganeln: T no lo hars por m!Ni yo soy tu seor, ni t eres mi vasallo.El rey Carlos me manda que lleve su mensaje: ir yo a Zaragoza a ver al rey Marsil.Mas yo prometo hacer alguna ligereza 300para poder calmar esta mi indignacin.Cuando lo oye Roldn, se comienza a rer.

    XXII

    Cuando ve Ganeln que se re Roldn, se pone tan colrico, que cree morir de ira, y muy poco le falta para perder el juicio. 305All le dice al conde: Yo ya no os puedo amar, pues sobre m lanzsteis una indigna opinin.

    282 El brial era una amplia tnica, generalmente de gran riqueza, como en este caso: de seda y con pieles de marta.

    [48]

  • Aqu estoy ante vos, el recto emperador, pues yo quiero cumplir por vos esta misin.

    XXIII

    Yo he de ir a Zaragoza. Es preciso, lo s. 310Quien lleve tal misin no podr ya volver.Mas no lo olvidis nunca: mi esposa es vuestra hermana. Con ella tengo un hijo, no los hay ms hermosos! Baldovinos se llama, el cual ser un gran noble.A l le dejo yo mis honores y feudos. 315Tenedlo en vuestra guarda, nunca volver a verlo.Carlos le respondi: Os veo el corazn tierno.Mas ya que yo os lo pido, vos debis preparaos.

    XXIV

    Dice el rey: Ganeln, venid a mi presenciapara que recibis el guante y el bastn. 320Son los francos, lo osteis, quienes han elegido.Seor Ganeln dice, slo Roldn ha sido.Ya nunca le amar mientras dure mi vida, ni tampoco a Oliveros, que es su fiel compaero.Y a esos Doce Pares, ya que lo quieren tanto, 325los desafo a todos aqu en vuestra presencia.All responde el rey: Os veo muy airado.Pero tenis que ir: soy yo quien os lo ordena.Ir, pero no habr para m garanta:no la tuvo Basilio, ni su hermano Basan. 330

    XXV

    All el emperador le da el guante derecho. Ganeln no quisiera haber estado all.Cuando fue a recogerlo, el guante cae al suelo.

    [49]

  • Los franceses se dicen: Dios!, qu significar?De esta mensajera nos vendr gran perjuicio. 335Les dice Ganeln: Ya tendris mis noticias!

    XXVI

    Ganeln dice al rey: Seor, dadme licencia; puesto que debo irme, me quiero ya partir.Marchad con mi licencia y con la de Jess.Con su mano derecha lo santigua y absuelve; 340despus le da el bastn y con l la misiva.

    [ E m b a j a d a d e G a n e l n ]

    XXVII

    El conde Ganeln se dirige a su tienda:se pone a preparar entre los guarnimientoslos mejores de todos que puede conseguir:unas espuelas de oro se coloca en los pies, 345ha ceido su espada Murgleis en su costadoy monta en su caballo, llamado Tachebrn.El estribo le tiene su to Guinemer.All verais llorar a tantos caballeros,todos le estn diciendo: En mala hora nacisteis! 350En la corte del rey habis estado mucho,todos solan decir que erais noble vasallo.Aqul que os design a hacer esta embajada no podr Carlomagno defender ni salvarlo.

    346 Como en el caso del Cid, en el que se da nombre a las espadas y al caballo, en el texto presente se refleja la misma costumbre. El hecho de que sean precisamente la espada y el caballo, y no otros elementos, es debido a que son los instrumentos ms determinantes de la ideologa feudal: caballero es, desde luego, el que posea un caballo, v era armado tal despus del espaldarazo dado con la espada de calzarse las espuelas.

    [50]

  • Kse conde Roldan no debi imaginarlo, pues de un linaje noble habis nacido vos.Y terminan diciendo: Con vos queremos ir. Responde Ganeln: No lo quiera el Seor! Mejor es que uno muera que tantos caballeros. Vos a la dulce Francia, seores, volveris: a mi querida esposa llevadle mis saludos, tambin a Pinabel, que es mi par y mi amigo, y a mi hijo Baldovinos, que muy bien conocis: prestadle vuestra ayuda, tenedlo por seor.Ya ha tomado su ruta, al camino ya ha entrado.

    XXVIII

    Cabalga Ganeln. Y bajo un alto olivo se une a los sarracenos que dieron el mensaje.Al verlo, Blacandrfn a su lado cabalga y se dicen palabras de prudencia y tanteo.Le dice Blancandrn: Gran hombre es el rev Carlos! 370 Ha conquistado Apulia y toda la Calabria, pas la mar salada para ir a Inglaterra, ganles el tributo en favor de San Pedro.Pues, qu ms quiere el rey, que viene a nuestra tierra? Ganeln le responde: Esa es su voluntad. 375No habr nadie en el mundo que oponrsele pueda.

    XXIX

    Responde Blancandrn: Los franceses son nobles y hacen un dao grande estos duques y condes a su rey y seor si le dan tal consejo: a l y a los suyos agotan y confunden. 380Responde Ganeln: No le aconseja nadie exceptuando a Roldn: pero tendr su paga.Estaba aver maana bajo la sombra el rey,

    355

    360

    365

  • all lleg el sobrino, vestido con la cota,el cual, en Carcasona, haba hecho un botn. 385En su mano traa una manzana roja:Tomad, mi buen seor djole al rey Roldn: de todos esos reyes te traigo la corona/Su orgullo, que es muy grande, le tiene que perder, pues cada da que pasa a la muerte se expone: 390si alguno lo matase, tendremos total paz.

    XXX

    Djole Blancandrn: Roldn es muy odioso, pues a todos los reinos los quiere reducir y quiere conquistar a todas las naciones.Con qu ejrcito cuenta para cumplir sus planes? Responde Ganeln: Gracias a los franceses.Le tienen tanta estima, que no le han de faltar.Presentes de oro y plata les da en gran cantidad, y mulos y corceles, y sedas y armaduras.AI mismo emperador lo tiene a su merced: reinos hasta el Oriente l le conquistar.

    XXXI

    Ganeln, Blancandrn, tanto cabalgan ambos, que juran uno a otro ayuda y confianza: van a procurar ambos la muerte de Roldn.

    384 La cota y la loriga, que tanto se citarn en este texto, eran aimaduras de defensa. Segn la detallada descripcin de Menndez Pidal en su estudio sobre el vocabulario del Cantar de Mo Cid, consistan en una prenda recubierta de metal, o de cuero con escamas o anillos de metal (cota) o toda de mallas, que colgaba desde el almfar hasta las rodillas, con dos aberturas, delantera y trasera, para poder montar a caballo, quedando entonces dos faldas.

    La loriga desterr definitivamente a la cota. Su precio lleg a ser ms de la mitad de un caballo. La de los sarracenos se teja hasta con tres capas de mallas muy ligeras, especialmente en pecho y espalda. A veces se vestan lorigas o cotas dobles (vase v. 711).

    395

    400

  • Mucho cabalgan ambos por vas y caminos, 405llegan a Zaragoza, se paran bajo un tejo.A la sombra de un pino se ha instalado un escao: seda de Alejandra lo cubre enteramente.All se sienta el rey que tiene a toda Espaa,hay a su alrededor veinte mil sarracenos. 410Ninguno de ellos habla, no se escucha una voz:todos estn atentos para or el mensaje.All los dos se acercan: Ganeln, Blancandrn.

    XXXII

    Se acerca Blancandrn adonde est Marsilllevando de la mano al conde Ganeln. 415Dice: Salve, seor, en nombre de Mahomay en el nombre de Apolo, cuyas leyes guardamos!A Carlos el mensaje ya le hemos transmitido:levant sus dos manos, tendidas hacia el cielo,a su Dios alab, no tuvo otra respuesta. 420Conmigo os ha enviado uno de sus barones:natural es de Francia y es muy noble varn.Por l escucharis s tendris paz o no.Dice Marsil: Que hable, queremos escucharlo.

    XXXIII

    El conde Ganeln lo haba pensado bien 425y con gran maestra as comienza a hablar como hombre de experiencia muy bien acostumbrado. Salud le dice al rey en nombre del Glorioso, ese Dios al que todos debemos adorar!Escuchad el mensaje de Carlomagno el noble: 430quiere que recibis la santa ley cristiana; a cambio, media Espaa en feudo os piensa dar.Si acaso no quisirais aceptar el acuerdo, preso seris y atado sin ninguna piedad.A la sede de Aix vos seris conducido 435

    [5 5]

  • donde, bajo sentencia, seris ajusticiado y acabaris los das de forma vergonzante.El rey Marsil por ello se altera enormemente.Tiene un dardo en la mano, con unas plumas de oro, quiere herirlo con l, pero ha sido impedido. 440

    xxxrv

    El rey Marsil all ha mudado el color, esgrimiendo despus el asta de su dardo.Al verlo, Ganeln echa mano a la espaday dos dedos de ella la saca de la vainamientras le est diciendo: Muy bella y clara eres! 445Cuntas veces te tuve en la corte del rey!Ya no podr decir el rey Carlos de Francia que he muerto abandonado en una tierra extraa sin que a los ms valientes hayas costado cara.Los paganos exclaman: Evitemos la lucha. 450

    XXXV

    Tanto se lo han rogado los nobles sarracenos, que vuelve el rey Marsil a sentarse en su escao.All dice el califa: Mala la hubirais hecho de haber llegado a herir a este conde francs: mucho ms os conviene escucharlo y orlo. 455Responde Ganeln: Tengo que soportarlo.Mas yo no he de dejar por el oro del mundoni todas las riquezas que hay en este pasde decir lo que debo, si tengo que decirlo:lo que le manda Carlos, el poderoso rey, 460por m se lo transmite, su mortal enemigo.Vestido va el francs de un manto cibelino que estaba recubierto de seda alejandrina.

    4e2 El manto se pona por encima del brial. Si Ganeln se desembaraza de l aqu, no es solamente para poder desenvainar la espada, sino porque esa prenda significaba paz. Como se puede ver, el manto que lleva es de

    [54]

  • Lo ha lanzado por tierra, Blancandrn lo recoge,todo ello sin soltar la mano de la espada: 465en su puo derecho tiene el pomo dorado.Los paganos exclaman: Este es un gran barn.

    XXXVI

    Ganeln se aproxima hacia donde est el reyy le dice: Seor, vuestra ira es injusta,pues esto os dice Carlos, que es de Francia seor: 470que debis recibir la ley de los cristianosy a cambio l os dar en feudo media Espaa,y Roldn, su sobrino, tendr la otra mitad:tendris por copartcipe un hombre orgullossimo!Y si acaso este acuerdo no queris aceptar, 475a Zaragoza mismo l os vendr a sitiar; seris a viva fuerza preso y encadenado y a la ciudad de Aix seris muy mal llevado.All no os harn falta palafrn ni corcel,tampoco mulo o mua con los que cabalgar, 480pues seris colocado sobre una mala acmila.All os condenarn a perder la cabeza.Es el emperador el que os enva el mensaje.En la mano derecha se lo entrega al pagano.

    XXXVII

    El rey Marsil est de clera temblando. 485Est rompiendo el sello, ha quitado la cera y examina el mensaje, leyendo lo que dice:Esto me pide Carlos, seor de toda Francia:

    gran lujo: la ostentacin es frecuente en los textos picos, como signo de poder e importancia.

    479 El palafrn era un caballo de camino, de viaje, mientras que el corcel era el caballo para los combates.

    [55]

  • que no debo olvidar su dolor y su iraes decir, de Basn y su hermano Basilio, 490los que decapit en los cerros de Altilia;si quiero conservar en el cuerpo la vida,a l debo enviar a mi to el califay, si no hiciera esto, ya nunca me amara.El hijo de Marsil se dirige a su padre 495diciendo: Ganeln ha dicho una locura.Os ha ofendido tanto, que no debe vivir: entregdmelo a m, que yo le har justicia.Ganeln, que lo oye, echa mano a la espada,va a apoyarse en un pino, la espalda contra el tronco. 500

    [L a t r a i c i n d e G a n e l n ]

    xxxvinA un vergel se retira el pagano Marsil llevndose consigo a sus mejores hombres.All est Blancandrn, el del cabello cano, y tambin Jurfaret, su hijo y heredero, tambin est el califa, su to y consejero.Comienza Blancandrn: Convocad al francs: l nos ayudar, segn l me ha jurado.Le responde Marsil: Haced que venga vos.Conduce a Ganeln, al que trae de la mano, y lo lleva al vergel donde se encuentra el rey.Entre todos se trama una innoble traicin.

    XXXIX

    All dice Marsil: Muy gentil Ganeln, acabo de trataros con cierta ligereza: estaba muy airado y os quise golpear.Como prenda os entrego esta piel cibelina, 515

    515 La piel cibelina, que ya se ha citado en el verso 462, era una variante de la piel de mana.

    [5 6]

    505

    510

  • su borde de oro vale ms de quinientas libras de que os compensar maana a ms tardar.Responde Ganeln: No la rechazar.Y Dios, si as le place, bien os lo tenga en cuenta.

    XL

    Esto dice Marsil: En verdad, Ganeln, 520yo tengo la intencin de amaros grandemente; a vos de Carlomagno os quiero or hablar.Muchos son ya sus aos, ya ha empleado su tiempo, doscientos aos tiene, s no estoy en error.Por muchsimas tierras ha llevado su cuerpo, 525su escudo broquelado recibi muchos golpes, a muchos ricos reyes redujo a mendigar:Cundo estar cansado de tanto guerrear?Responde Ganeln: Carlos no es de esos tales.No hay en el mundo hombre que lo conozca un poco 530 que no dga de l: es gran emperador.Es tal, que no sabra alabarlo cual debo, no hay nadie que posea tanto honor y bondad.Pues de su gran valor, quin lo podr expresar?De una tan gran nobleza lo ha iluminado Dios. 535Ms quisiera l la muerte que faltar a su honor.

    XLI

    Le responde el pagano: Mucho me maravillo de tu rey Carlomagno, que ya est viejo y cano!Doscientos o ms aos tiene ya, segn s;por tantsimas tierras su cuerpo ha trabajado, 540

    i26 escU(j0^ segn detallada descripcin de Menndez Pdal, era de tabla, a veces recubierta de cuero. En su centro estaba la boda, guarnicin de metal que sola representar una figura de animal, de donde salan radios de metal tambin, llamados fustes (vase v. 3583). El escudo se sola llevar colgado del cuello por medio del tiracol, que se estiraba o acortaba a voluntad. Las formas ms usuales son grande y alargado, como una almendra, o pequeo v redondo (vase tambin vv. 3425 y 3361).

    [57]

  • sufrido tantos golpes de lanzas y de picas, a tantos ricos reyes les hizo mendigar:Cundo estar cansado de tanto hacer la guerra?Ganeln dice: Nunca, mientras viva el sobrino.No hay tal noble vasallo bajo el manto del cielo. 545 Muy valiente es tambin Oliveros, su amigo, como los Doce Pares, tan queridos de Carlos; con ellos, en vanguardia, veinte mil caballeros.Muy seguro est Carlos, a nadie hay que temer.

    XLII

    Responde el sarraceno: Mucho me maravillo 550de tu rey Carlomagno, que ya est viejo y cano! Doscientos o ms aos tiene ya, segn s.Tantas y tantas tierras l ha ido conquistando, recibi tantos golpes de lanzas cortadoras, vencidos tantos reyes y muertos en la lid: 555Cundo estar cansado de tanto hacer la guerra?Ganeln dice: Nunca, mientras viva Roldn; no hay un vasallo tal desde aqu hasta el Oriente.Muy valiente es tambin Oliveros, su amigo,como los Doce Pares, tan queridos de Carlos; 560con ellos, en vanguardia, veinte mil caballeros.Muy seguro est Carlos, a nadie hay que temer.

    XLIII

    Dice Marsil el rey: Muy gentil Ganeln, mi ejrcito es muy grande, no lo veris mejor: cuatrocientos mil hombres yo podra reunir: 565Carlos y los franceses, los puedo combatir?

    ,41 Traduzco la palabra espiet por pica, en lugar de alcona, versin que aventura Riquer. Tanto la lanza como la pica son armas de choque, no arrojadizas, como la alcona, cosa que l mismo explica.

    [58]

  • Responde Ganeln: No ser por ahora: de vuestros sarracenos habra muchos muertos.Olvidad las locuras, tenos a la prudencia!Dad al emperador cuanto podis reunir, 570que no haya ni un francs que no se maraville.Con slo veinte rehenes que podis enviarle hacia su dulce Francia se volvera el rey; slo su retaguardia dejar de esta parte.Ah estar Roldn, su sobrino, yo creo, 575y tambin Oliveros, el noble y el corts: ambos pueden morir, si me queris creer, y el rey Carlos ver cmo su orgullo cae: nunca ms tendr ganas de luchar contra vos.

    XLIV

    All dice Marsil: Muy noble Ganeln, 580de qu modo podra yo matar a Roldn?Responde Ganeln: Os lo voy a mostrar: el rey piensa pasar por los puertos de Scera, slo su retaguardia dejar de esta parte.En ella ir 3 sobrino, Roldn, el rico conde, 585y tambin Oliveros, en el que tanto fa, y veinte mil franceses les harn compaa.De vuestros sarracenos enviadles cien mil para que los combatan una primera vez.Ser maltrecha y rota esa gente francesa, 590mas tambin de los vuestros habr gran mortandad.Iniciad de inmediato una segunda lid:Roldn, en una u otra, de all no escapar.Habris as logrado gentil caballera,ninguna guerra ms tendris en vuestra vida. 595

    83 pj va|je de Scera est situado entre Roncesvalles y San Juan Pie de Puerto.

    [5 9]

  • XLV

    Quien pueda conseguir que all muera Roldn sin su mano derecha dejara al rey Carlos y esas terribles huestes quedarn reducidas; nunca ms podr Carlos juntar ya tantas fuerzas: nuestros antepasados quedarn as en paz. 600Lo ha escuchado Marsil y le besa en el cuello, ordenando despus que traigan los tesoros.

    XLVI

    Dcele all Marsil: Hablar no es suficiente, no es vlido el consejo si no siguen los actos: aqu debis jurar la muerte de Roldn. 605Responde Ganeln: Sea como gustis!Y sobre las reliquias de su espada Murglis la traicin ha jurado, hacindose culpable.

    XL VII

    Un escao se yergue labrado de marfil.Ha ordenado Marsil que le traigan el libro: 610es la ley de Mahoma, la ley de Tervagn, y sobre el libro jura el pagano espaol:que si en la retaguardia encontrara a Roldn, sera combatido con toda su mesnada: si pudiera lograrlo, sera all su muerte. 615Responde Ganeln: Que lo podis lograr!

    [6o]

  • XLVni

    All llega un pagano, Valdabrn es su nombre, al cual apadrin el propio rey Marsil.Se estaba sonriendo, y dice a Ganeln:Aqu tenis mi espacia, mejor no la habis visto, 620slo su guarnicin ya vale mil mancusos.Seor, por amistad, yo os la quiero ofrecer: haced que sea posible que a Roldn el barn podamos encontrarlo en esa retaguardia.Dadlo por hecho dice el conde Ganeln. 625All se besan ambos la cara y la barbilla.

    XUX

    Despus llega un pagano, Ciimborn es su nombre, que con sonrisa clara le dice a Ganeln:Aqu tenis mi yelmo, no existe otro mejor.Haced que sea posible que a Roldn el marqus 630pudiramos cogerlo para luego afrentarlo.Eso, dadlo por hecho, responde Ganeln.All se besan ambos los labios y la cara.

    618 Debe entenderse que lo apadrin en el acto de armarse caballero, lo cual era considerado como un sacramento. Aqu tambin se traspasa al mundo rabe una realidad cristiana,

    621 Mattcuso era el nombre con que se designaba a la moneda de oro musulmana entre los cristianos (Riquer).

    626 El besarse de esa forma era muestra de gran amistad. El mismo Cid besa al rey Alfonso VI en la boca en el acto de su reconciliacin.

    629 El yelmo en aquella poca era ovoide o cnico, reforzado en su borde por un aro metlico, con una defensa delantera que protega la nariz (el nasal). Poda ir decorado ms ricamente, y se sujetaba a la loriga por medio de lazos de cuero. Debajo de l poda haber un casco muy ceido, llamado capellina (v. 3435) y una cofia de tela (v. 3436) para evitar el roce. Vase tambin nota al verso 1293.

    f 61]

  • LEntonces aparece la reina Bramimonda:Mucho os amo, seor all le dice al conde, 635pues os aprecian mucho mi seor y sus hombres.A vuestra esposa quiero enviar dos collares,hechos todos de oro, amatistas, jacintos:es de menos valor todo el haber de Roma,ni vuestro emperador nunca los vio tan bellos. 640Ganeln los acepta y los mete en su huesa.

    LI

    El rey llama a Malduit, su tesorero es:Los presentes de Carlos, estn aparejados?Le responde Malduit: Seor, perfectamente: setecientos camellos de oro y plata cargados 645y los veinte rehenes, los ms nobles que hay.

    LII

    Marsil a Ganeln lo toma por el hombroy le dice: Vos sois muy noble y muy discreto:por esta vuestra ley, que tenis por muy santa,no queris olvidar la amistad que hemos hecho. 650De mis riquezas quiero daros gran cantidad:diez mulos muy cargados de oro fino de Arabia,y no pasar un ao que no os ofrezca tanto.Aqu tenis las llaves de esta rica ciudad.Presentad al rey Carlos estos grandes tesoros 655y obligad a Roldn que est en la retaguardia: si en puerto lo encontrara o en desfiladero, no dejar de darle una mortal batalla.

    !,a huesa era una bota de caa alta.

    [62]

  • Responde Ganeln: Mucho me estoy tardando. Cabalga en su caballo, a los caminos entra. 6 6 0

    [ R e g r e s o d e G a n e l n ]

    LUI

    Est el emperador acercando sus tiendas habiendo ya llegado a la ciudad de Galna, tomada y destruida por el conde Roldn: qued desde aquel da desierta por cien aos.Est el rey esperando de Ganeln noticias 665junto con el tributo de Espaa, esa gran tierra.A las primeras luces, al levantarse el da, el conde Ganeln al campamento llega.

    LIV

    Pronto el emperador se haba levantado, la misa y los maitines ya los haba odo.Ante su tienda est, sobre la verde hierba.All estaba Roldn, y Oliveros el noble, con el duque Naimn, as como otros ms.Llegaba Ganeln, el traidor, el perjuro, el cual, con gran astucia, all se puso a hablar, dicindole as al rey: Dios os salve, seor!De Zaragoza ved que os presento las llaves y muy grandes riquezas traigo aqu para vos, y los veinte rehenes: mandadlos custodiar.Ved aqu lo que os dice Marsil el valeroso: si no os manda al califa, no os debis enfadar: cuatrocientos mil hombres vi que estaban armados, las lorigas vestidas, los yelmos bien sujetos, ceidas las espadas de pomos hechos de oro: llevaban al califa, que iba a cruzar el mar; 685del rey Marsil huan, y de la cristiandad que ninguno quera ni tomar ni guardar.

    670

    675

    680

    [6 3]

  • Antes que ellos hubieran singlado cuatro leguas,se abati una tormenta, una gran tempestad:all se ahogaron todos, nadie ya los ver. 690Si el califa viviera, yo os lo hubiera trado.En cuanto al rey Marsil, vos le debis creer:apenas transcurrido un mes lo habis de verque ir tras vuestras huellas hasta el reino de Francia:all recibir la ley que vos guardis 695y con sus manos juntas por vuestro se tendr,y las tierras de Espaa l las tendr por vos.All responde el rey: Demos gracias a Dios!Muy bien me habis servido, tendris gran recompensa. Por medio de la hueste se escuchan mil clarines: 700los francos desacampan, cargaron las acmilas, hacia la dulce Francia ya todos se encaminan.

    LV

    El rey Carlos el Magno ha devastado Espaa, tomado sus castillos, quebrado sus ciudades.La guerra ha terminado, dice el emperador. Hacia la dulce Francia cabalgaba el rey Carlos: all el conde Roldn ha plantado la ensea en la cima de un cerro y hacia el cielo la eleva. Los franceses acampan por toda la comarca.Los paganos cabalgan por los valles inmensos las lorigas vestidas y con sus cotas dobles, los yelmos bien sujetos, ceidas las espadas, los escudos al cuello, las lanzas preparadas. Encima de los montes, en un bosque descansan:

    707 La ensea era una bandera con los signos distintivos del seor. El acto que se menciona de Roldn tena el significado de partida para toda la hueste (es la sea aleada del Cid). Tambin hemos empleado esta palabra para designar el grito de guerra propio de un ejrcito. Entre este verso y el siguiente hay que suponer, por consiguiente, una marcha y una posterior parada.

    705

    710

    [64]

  • son cuatrocientos mil los que esperan el alba. 715jDios, qu gran dolor: los franceses lo ignoran!

    [ S u e o s d e C a r l o m a g n o ]

    LVI

    El da ya se ha ido, la noche est llegando.Carlos est durmiendo, el poderoso rey.All le vino un sueo: en los puertos de Scera * tena entre las manos su gran asta de fresno. 720El conde Ganeln all se la arrebata: con una fuerza tal la sacude y la rompe, que vuelan hacia el cielo las astillas que ha hecho.Carlos est dormido, no puede despertarse.

    LVII

    Despus de esta visin, otra visin le vino: que se encontraba en Francia, en su capilla en Aix, y en el brazo derecho le muerde un jabal; procedente de Ardenas ve venir un leopardo que en carrera veloz le ataca fieramente; del fondo de una sala se abalanza un lebrel: va en ayuda de Carlos al galope y a saltos y la oreja derecha le arranca aJ jabal, y despus, con gran furia, ataca al leopardo.Comentan los franceses: Qu gran batalla dan!No saben cul de ambos al otro vencer:Carlos sigue dormido, no puede despertarse.

    7'28 Las Ardenas es un bosque que comprende parte de Francia, Luxem-burgo, Blgica y Alemania, en las lneas divisorias de estos pases.

    725

    730

    735

    [65]

  • [ R e g r e s o a F r a n c i a .R o l d a n f o r m a l a r e t a g u a r d i a ]

    LVIII

    La noche ya ha pasado y llega el alba clara, por medio de la hueste se escuchan mil clarines, por ella, altivamente, cabalgaba el rey Carlos.Seores, mis barones dice el emperador: 740observad esos puertos y esos pasos estrechos: decid quin de los mos tendr la retaguardia.Responde Ganeln: Roldn, este mi hijastro; no hay barn que le iguale en lealtad hacia vos.El rey, cuando lo oye, le mira duramente 745y dice estas palabras: Sois un vivo demonio.Os ha entrado en el cuerpo una furia mortal.Y quin ir delante formando mi vanguardia?Responde Ganeln: Ogier de Dinamarca:ningn barn tenis que la guarde mejor. 750

    LIX

    Cuando el conde Roldn se ha odo designar, responde estas palabras a fuer de caballero:Seor padrastro dice, mucho os debo querer:para la retaguardia vos me habis elegido!No perder all Carlos, el rey que a Francia tiene, 755corcel ni palafrn, si yo no me equivoco,ni una mua ni un mulo que est de cabalgar,ni la menor acmila, ni un rocn perderque, la espada en la mano, no se hayan disputado.Responde Ganeln: S que lo haris as. 760

    [66]

  • LX

    Cuando Roldn oy que ira en la retaguardia, le dice a su padrastro muy airadas palabras:Ah, mal hombre le dice, de una puta familia!,creisteis por azar que mi guante caeracomo el bastn a ti delante del rey Carlos? 765

    LXI

    Muy justo emperador dice el barn Roldn; entregadme ese arco que tenis en la mano.Segn mi parecer, nadie me acusarque caiga de mi mano, como hizo Ganeln:de su mano derecha dej caer el bastn. 770Tiene el emperador la cabeza inclinada,la barba se alis, pellizc su bigotey nada pudo hacer por evitar el llanto.

    LXII

    Despus de estas palabras, se aproxima Naimn,nunca tuvo la corte un vasallo mejor. 775Dice al emperador: Muy bien lo habis odo;Roldn el conde est muy saudo y airado, pues le ha sido asignado ir en la retaguardia.No hay nadie aqu como l que la guarde mejor. Entregadle a l el arco que ya le habis mostrado 780y designadle a alguien que le ayude muy bien.El rey le entrega el arco y lo toma Roldn.

    767 Segn Riquer, el arco simboliza el mando de tropas. Por esta vez, no puedo suscribir incondicionalmente su afirmacin. Pues segn l mismo indica, no era arma de caballeros al no suponer valor matar desde lejos. Dicho esto, ignoro qu significado puede tener esta frase.

    [7]

  • LXIII

    Llama el emperador a Roldan, su sobrino:Gentil seor sobrino, vos lo sabis muy bien:la mitad de mis tropas estar a tu servicio. 785Guardad bien a estos hombres, son vuestra salvacin.El conde respondi: Yo no la necesito:que me confunda Dios si desmiento mi estirpe!Con veinte mil franceses ya tendr suficiente;vos pasaris los puertos sin ninguna inquietud: 790a nadie tengis miedo mientras que yo est vivo!

    LXIV

    Ese conde Roldn ya monta en su corcel.Hacia l se aproxima Oliveros, su amigo;vienen tambin Gern y Gerers, noble conde;viene tambin Otn, junto con Berenguer; 795vienen tambin Astor y Anses el altivoas como Gerardo de Roselln el Viejo,y ese duque Gaiferos, el rico caballero.El arzobispo dice: Por mi cabeza, ir.Y o os acompaar dice el conde Gualterio: 800de Roldn soy vasallo, no le puedo faltar.Entre todos eligen veinte mil caballeros.

    LXV

    A Gualterio del Hum llama el conde Roldn:Tomad a mil franceses de Francia, nuestra tierra, y guardad las alturas y los desfiladeros, 805que no pierda el rey Carlos ninguno de los suyos.Le responde Gualterio: Bien lo he de hacer, por vos. Junto con mil franceses de Francia, que es su tierra,

    [68]

  • Gualterio rompe filas, va hacia alturas y pasos:de all no ha de bajar, por malas nuevas que haya, 810hasta que se desnuden setecientas espadas.Ese rey Almars, del reino de Belfema, esa misma jomada les libr una batalla.

    [ P a s o d e R o n c e s v a l l e s ]

    LXVI

    Altas son las montaas, los valles tenebrosos; grisceas son las rocas y los pasos siniestros. 815Muy mal pasan los francos esa dura jomada, de ms de quince leguas se escuchaba el fragor.Cuando a tierra llegaron de sus antepasadosy entraron en Gascua, tierra de su seor,al recuerdo les vienen sus feudos y sus bienes, 820de las bellas doncellas, de sus nobles esposas:all se ponen todos a llorar de ternura.Ms que todos los otros Carlos est angustiado: en los puertos de Espaa al sobrino dej.Por l est llorando, no lo puede evitar. 825

    LXVII

    Todos los Doce Pares han quedado en Espaa y veinte mil franceses les hacen compaa.Ninguno siente miedo, nadie teme morir.Entra el emperador en la tierra de Francia,bajo su manto oculta como puede su angustia. 830A su lado cabalga el buen duque Naimn;dice al rey: Seor, qu es lo que os atormenta?All responde Carlos: Me ofende tal pregunta!; un gran dolor yo tengo, no lo puedo ocultar: por Ganeln, lo temo, ser Francia destruida. 835Un ngel me avis anoche con un sueo:

    [69]

  • me quit de las manos y me rompi la lanza aquel que a mi sobrino envi a retaguardia.Y yo lo he abandonado en una tierra extraa Dios! Si lo perdiera, nadie lo har olvidar.

    [ M a r s i l p r e p a r a e l a t a q u e .C o m p o s i c i n d e s u e j r c i t o ]

    LXVIII

    Carlomagno no puede retener ms el llanto y los cien mil franceses sienten por l piedad, y sienten por Roldn un grandsimo miedo:Ganeln el traidor busc su perdicin.Del pagano Marsil recibi grandes dones: mucho oro y mucha plata, sedas y ciclatones, y mulos y caballos, camellos y leones.Marsil ha convocado de Espaa a los barones, a condes y vizcondes, a duques y almanzores, a los emires todos, hijos de los contores: cuatrocientos mil hombres se juntan en tres das.Suenan en Zaragoza redobles de tambores, levantan a Mahoma a la ms alta torre: no hay un solo pagano que no rece o lo adore.Poco despus cabalgan con aparato grande 855por la tierra segura, por valles y por montes:

    8,16 El cicla ton era un tipo de seda muy apreciado, generalmente teida de oro.

    849 Almanzores (almajars) designa probablemente una alta graduacin militar rabe en opinin de Turoldo, originada con toda seguridad por la fama alcanzada por Almanzor. Por su parte, los cantores del verso siguiente alude a una dignidad feudal equivalente a los condes, pues su etimologa es la misma.

    856 La tierra segura ( tere certeine, aunque se han propuesto otras lecciones) debe ser interpretada aqu como territorio en el que no se poda temer peligro a emboscadas ( tierra llana, como traduce Riquer) ni a ninguna otra eventualidad.

    [70]

    840

    845

    850

  • cie las tropas francesas vieron los gonfalones.Aquella retaguardia, la de los Doce Pares, no perder ocasin de presentar batalla.

    LXIX

    De Marsil el sobrino ante el rey se presenta, 860cabalga sobre un mulo, con un bastn lo arrea, y le dice a su to, riendo alegremente:Noble seor, mi rey; yo mucho os he servido, por recompensa tuve slo penas y afanes:cuntas batallas hice y cuntas he vencido! 865A cambio, el primer golpe quiero dar a Roldn.Yo lo pienso matar con mi pica afiladay, si Mahoma quiere protegerme la vida,a las tierras de Espaa yo pienso liberar,desde los puertos de Aspa hasta do Durestant. 870Cansado estar Carlos, los franceses rendidos,nunca ms tendris guerras en toda vuestra vida.Le ha dado el rey Marsil el guante que peda.

    866 Dar el primer golpe (lo que supona recibirlo tambin) significaba iniciar el combate, por lo que constitua un gran honor para los ms aguerridos. Los w . 886-890 de las Mocedades de Rodrigo son prcticamente una parfrasis de stos.

    870 Los puertos de Aspa era la designacin genrica durante la Edad Media de los Pirineos (vase en las Mocedades de Rodrigo), empleada frecuentemente como expresin de un lmite geogrfico y poltico. Por eso mismo, sospecho que el Durestant, topnimo no identificado hasta ahora, pudiera referirse a una extremadura, que, como se dijo, designaba a las regiones limtrofes con el territorio enemigo en suelo espaol, del que se est tratando en estos versos.

    [71]

  • LXX

    Bn la mano sostiene el guante ese sobrino,que le dice a su to muy altivas razones: 875Noble seor y rey, un gran don me habis dado;elegidme al presente doce buenos barones:combatir con ellos contra los Doce Pares.Antes que ningn otro responde Falsarn,el cual era el hermano del rey de Zaragoza: 880Gentil seor sobrino, yo luchar con vos.Ambos esta batalla haremos firmemente contra la retaguardia de la hueste de Carlos.Los hados ya lo han dicho: los aniquilaremos.

    LXXI

    Viene de la otra parte ese rey CortabHs: 885un berberisco es, y de muy malas artes.Este comienza a hablar a fuer de buen vasallo, por el oro de Dios, no quiere ser cobarde[.............................................. ]A galope se acerca Malprimis de Brigant,ms rpido va a pie que galopa un caballo. 890Delante de Marsil exclama en