Junto a Don Manuel Con Jesússoy feliz

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Campamento RIE 2016¡Vamos a conocernos!

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MelodíasCanciones para toda la familia

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Revista infantil eucarísticaSeptiembre 2016 / Año 80 N. 1.081

Depósito legal: M-12221-2016 ISSN: 2340-1222Edita: Misioneras Eucarísticas de Nazaret

Administración: Tutor 15-17 / 28008 Madrid - ESPAÑATel: 915 420 887 / rie@revistarie.net

Hacemos Revista RIE

Mónica M. Yuan Dirección y maquetación

Laura M. JaimeEl papa nos habla y Chistes

Verónica M. WasingerTu Palabra me da vida y Valora-Test

Silvana M. TerzaghiHazlo tú también

M. Andrea ChacónWindows RIE

M. Cecilia AppendinoPasatiempos y diseño

Java Alarcón GonzálezInternautas

Mª Soledad FerreroJunto a Don Manuel

David Rodríguez MartínMelodías que acercan a Dios

Sara M. Álvarez Mesa Hablamos con Jesús

José Manuel BacalladoDe película

Sofía Baroni Imágenes para orar

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En este número3 Junto a Don Manuel

Con Jesús soy feliz

4 Vamos a conocernosCampamento RIE 2016

6 Vamos a conocernosEl regalo más emocionante de mi vida

8 El papa nos hablaDios te está invitando a soñar

10 Tu Palabra me da vidaDios nos colma de regalos a cada instante

12 Windows RIE¡Tú también estás invitado!

14 Melodías que acercan a DiosCanciones que nos ayudan a sentirnos familia

16 Valora-Test¿Se nota que eres cristiano?

18 De películaBuscando el hogar

20 PasatiemposPronto san Manuel

22 ChistesSonRÍE tú también

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EN PORTADA:Ale (de Jaén) y Pablo

(de Valencia) en ConviRIE 2016.

¡Hola amigos que leéis revista RIE!. Me llamo Natalia. He nacido en Málaga y vivo en Torremolinos con mis padres, mi hermana y mi perrita. Ahora voy a comenzar cuarto de primaria en el colegio del Pinillo.

E n mis ratos libres me gusta ir al parque porque me lo paso muy bien jugando con mis amigas. Lo que más me gus-ta hacer es bailar. Siempre que escucho música me pon-

go a bailar. Estoy en la RIE desde octubre del año pasado. Lo que más

me gusta hacer en ella es escuchar cosas sobre Jesús y jugar. De Don Manuel conozco que fue el fundador de la RIE entre otras cosas. Y ya he participado de mi primer encuentro RIE en Málaga en la casa de las Misioneras Eucarísticas el cual me ha encantado y me lo pase súper bien aprendiendo y descu-briendo cosas nuevas.

El día de mi Comunión fue un día muy esperado para mí y mi familia, estuve muy contenta porque tenía mucha ilusión de recibir a Jesús después de estar tres años preparándome.

Os animo a formar parte de este grupo porque te lo pasas muy bien, haces amigos y aprendes sobre Jesús.

Con Jesús soy feliz

Yo soy la de la izquierda. Aquí estoy con mi catequista y mis amigos el día de nuestra primera Comunión.

Encuentro RIE en Málaga.

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D el 3 al 10 de julio nos reunimos un buen grupo de niños y moni-tores de muchos lugares de Espa-

ña (Madrid, Canarias, Andalucía, Va-lencia, Palencia, León…); nos alegra-mos de vernos de nuevo y también de encontrarnos con gente nueva con quienes, sin duda, nos haríamos muy buenos amigos. Durante esos días he-

mos tenido tiempo para todo: hemos aprendido un montón de cosas mien-tras jugábamos, por ejemplo, a traba-jar en equipo, a interesarnos por las costumbres de las diferentes provin-cias de España o a ponernos en la piel de otras personas que necesitan de nosotros. También hemos disfrutado en la gymkhana de agua, en la piscina,

en medio de la naturaleza y conocien-do el museo de la Catedral de la Al-mudena y el “Madrid de los Austrias”.

Nos lo hemos pasado genial en los concursos, juegos y fiestas de la noche. Pero no queda todo ahí; también he-mos podido compartir nuestras ilusio-nes y nuestros deseos de crecer y de que nuestra amistad con Jesús sea cada día más y mejor. Este año nos hemos detenido en las Obras de Misericordia; a través de los temas y las oraciones que

han preparado los RIE monitores, y vien-do ejemplo de Don Manuel, hemos apren-dido a estar atentos a las necesidades de

los que nos rodean para poder ayudarles.

Nos ha encantado descubrir y recor-dar que, más allá de nuestras ciudades, hay muchos más niños y jóvenes que, como nosotros, han descubierto que Jesús Eucaristía les quiere un montón. Todos los que hemos estado en el cam-pamento hemos vuelto a casa con la ilu-sión de anunciar a todos que tienen un gran Amigo (Jesús) que les está espe-rando en la Eucaristía, y que vale la pe-na tenerlo como compañero de cami-

no, porque con Él el día a día se llena de alegría.

Todos hemos puesto mucho de nues-tra parte en estos días: los niños han pues-to su ilusión y colaboración, y los RIE mo-nitores, como cada año, se han entrega-do de lleno en esta misión que Jesús Eu-caristía pone en sus manos. Él cuenta con nosotros para hacerse presente, y nuestra disponibilidad y esfuerzo lo han hecho posible. ¡Gracias de corazón!

¡Hola RIE amigos! Os escribimos otro año más para contaros las aventuras de nuestro campamento de la RIE en Buitrago del Lozoya, Madrid.

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El regalo más emocionante de mi vida

E n teoría, el primer encuentro fue cuando apareció en la pantalla gi-gante del Estadio Olímpico, donde

nos aconsejó que usáramos menos el móvil (fue lo que pude entender, ya que hablaba en italiano, y lo único de

italiano que sé es para pedir un hela-do…) y que dedicásemos más nuestra vida a Cristo.

Al acabar, uno de nuestros párro-cos (Rubén Tejedor), se levantó para ir al servicio, y, gracias a eso, los especta-

dores que estaban sentados delante nues-tro le regalaron pases para ver al papa, y casi casi en primera línea. Nos volvi-mos todos locos de emoción, aunque, más que por eso, fue porque nos die-ron la noticia de que dos de nosotros podríamos ver al santo padre cara a ca-ra. Fui rezando todo el camino de vuel-ta (o casi todo) para que me tocase a mí, pero no era posible tanta suerte. Pero no me importó, ya que había con-seguido estar muy cerca de su santidad.

Llegó el gran día. A las 5:00 está-bamos todos despiertos y muy nervio-

sos. No sabía si caerme de sueño o po-nerme a dar saltitos de los nervios que tenía. Al llegar nos pusimos a hacer co-la (dos horas esperando) con nuestros pases especiales. Cuando nos coloca-ron (al lado del altar), se suponía que debíamos estar esperando otras tres ho-ras para la misa.

¿Me tocaría de nuevo a mí?Cuando faltaba media hora, mis ner-vios aumentaron por el hecho de que uno de los organizadores se acercara a pedir a otro de los párrocos (Tomás Oli-va) dos jóvenes para sentarse en prime-ra fila. Escogió a los dos que más edad tenían. Uno de esos dos fui yo. La otra persona es una chica de veinte años lla-mada Belén.

Al empezar la Misa, estaba a punto de explotar de la emoción. Voy a pasar directamente al resumen de la homilía: en ella se nos pregunta si queríamos acoger la invitación de Jesús para ser sus discípulos, si queríamos vivir con el amor que él nos entrega, si damos gra-cias a Dios todos los días. A esas tres preguntas respondo: Sí. El Santo pa-dre también nos dice: “Vuestra felici-dad no tiene precio y no se negocia; no

es una app que se descarga en el mó-vil, en la que ni siquiera la versión más reciente puede ayudaros a ser felices y grandes en el amor”. Para ser felices con una app solo hay que descargarse un juego, pero esa felicidad no llena. Solo Dios nos da la felicidad que nos lle-na por completo, y, sin esa felicidad (y, por tanto, sin Dios), no se puede vivir en condiciones.

Al finalizar la Misa, mis compañeros Rubén y Nacho subieron entre otros veinte jóvenes a recibir de las manos del santo padre un crucifijo, y fueron en-viados misioneros por el mundo.

Un regalo sin igualEsta experiencia ha sido un regalo que mi familia me ha hecho, y a todos ellos les doy gracias. También les doy gracias a los sacerdotes que nos acompañaron y nos aguantaron; y, por último, a mi abuela, por ayudarnos y hacernos com-pañía en esta peregrinación (pero so-bre todo por soportarme).

El día 25 de abril, después de tantas emociones y alegrías compartidas jun-tos, regresamos a España cargados de ilusión. Esta ha sido mi experiencia. ¡Has-ta pronto!

Hola. Mi nombre es Álvaro. Tengo 15 años, y os mando mi experiencia de mis días en Roma. En la mañana del jueves 21 de abril, partimos a las 8:30 con destino Roma. Estaba a punto de cumplir mi gran sueño: conocer a la persona más importante del mundo, aunque solo fuese a verlo a cien metros o más. Lo he pasado muy bien a lo largo de todo el viaje, y he tenido muy buena experiencia, pero voy a relatar directamente nuestro encuentro con el santo padre.

En la Plaza de San Pedro. Visitamos las catacumbas.

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P ero pensaba que eso nunca sería posible: ¡bah, yo nunca podré ir a una JMJ! Tal vez te ha pasado al-

guna vez: sueñas con algo, pero lo ves imposible. Demasiadas veces nos su-cede que nos cuesta creer que algu-nas cosas puedan hacerse realidad. Sin embargo y aunque parezca increíble, ¡mi sueño fue posible! Primero en la JMJ de Madrid (España), que fue la pri-mera en la que pude participar y fue genial. Y ahora en Cracovia (Polonia), donde junto con cerca de un millón y medio de jóvenes de tantos países que no he podido contar, nos reuni-mos para vivir unos días de fiesta; sí, ¡de fiesta! porque celebramos la ale-gría de saber que Dios nos ama tan-to, que está cerca de nosotros, que acompaña cada uno de nuestros pasos y que… nos invita a soñar.

Por eso quería compartir contigo uno de los mensajes que el papa Fran-cisco nos transmitió allí: «Dios te está invitando a soñar». Claro que el papa hablaba de este y de otros muchos sue-ños, distintos, algunos más grandes y

otros más pequeños. Y es que los sue-ños (esos que soñamos despiertos) mu-chas veces nos hablan de Dios y de lo que Él espera de nosotros. El papa nos lo explicó muy bien en Polonia. Él nos decía: «Dios espera algo de ti… Dios quiere algo de ti, Dios te espera a ti. Dios te está invitando a soñar, te quie-re hacer ver que el mundo contigo pue-de ser distinto. Eso sí, si tú no pones lo mejor de ti, el mundo no será distinto. Es un reto».

Siempre en caminoLa verdad es que esto me hizo pensar. El papa nos decía que hay jóvenes que confunden la felicidad con un sofá. Sue-na gracioso, pero creo que lo decía en serio. «Sí, creer que para ser feliz ne-cesitamos un buen sofá. Un sofá que nos ayude a estar cómodos, tranqui-los, bien seguros. Un sofá -como los que hay ahora, modernos, con masa-jes adormecedores incluidos- que nos garantiza horas de tranquilidad para trasladarnos al mundo de los videojue-gos y pasar horas frente a la compu-

tadora». ¿Qué te parece lo que dice el papa Francisco?

Pero los que queremos seguir a Je-sús no queremos vivir en el sofá. El pa-pa Francisco nos habló también de es-to. Léelo tú mismo: «Para seguir a Je-sús, hay que tener una cuota de valen-tía, hay que animarse a cambiar el so-fá por un par de zapatos que te ayuden a caminar por caminos nunca soñados y menos pensados, por caminos que abran nuevos horizontes, capaces de contagiar alegría, esa alegría que nace del amor de Dios, la alegría que deja en tu corazón cada gesto, cada actitud de misericordia».

Nosotros nos animamos. Nos pusi-mos los zapatos y empezamos a soñar. Con la JMJ y con muchos otros sue-ños. ¿Y tú? ¿Te animas a elegir a Jesús y a escuchar su propuesta, su llamada?

«Cuando el Señor nos llama no pien-sa en lo que somos, en lo que éramos, en lo que hemos hecho o dejado de ha-cer. Al contrario: él, en ese momento que nos llama, está mirando todo lo que podríamos dar, todo el amor que somos capaces de contagiar.

Por eso, amigos, hoy Jesús te invita, te llama a dejar tu huella en la vida, una huella que marque la historia, que mar-que tu historia y la historia de tantos. Que el Señor bendiga vuestros sueños».

¡Hola! Soy Mª Cecilia, Misionera Eucarística. Cuando tenía más o menos tu edad, un día vi en la tele la retransmisión de la Jornada Mundial de la Juventud. Ese encuentro de tantos jóvenes de todo el mundo junto al Papa, compartiendo la vida y la fe, me impresionó bastante y despertó un sueño dentro de mí: ¡me encantaría estar en una JMJ!

Dios te está invitando a soñar

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¡Vale la pena regresara la casa del Padre!Dgo. 18 de septiembre: Lucas 16, 1-13:

A los discípulos Jesús les decía: El que es de fiar en lo poco, es de fiar en lo mucho; el que es deshonesto en lo po-co, es deshonesto en lo mucho. Pues si con el dinero sucio no habéis sido de fiar, ¿quién os confiará el legítimo? Si en lo ajeno no habéis sido de fiar, ¿quién os encomendará lo vuestro? No podéis estar al servicio de Dios y del dinero.

Este evangelio puede resultar un po-co confuso, pues parece que Jesús nos invitara a ser deshonestos y eso no pue-de ser. Entonces, ¿qué nos quiere de-cir cuando dice que nos ganemos ami-gos con el dinero injusto? De sobra sa-be él que en nuestro corazón conviven buenos deseos y malas intenciones, y que muchas veces no hacemos todo el bien que deberíamos sino que elegi-mos lo que está mal. Por eso, nos di-ce: cuando te des cuenta de que has hecho algo malo a los ojos de Dios, no te agobies y tires la toalla, sino procu-ra ayudar a otros aun en tus momen-tos de maldad. Jesús sabe que no so-mos ni del todo buenos, ni del todo malos. Somos como los dálmatas: blan-cos con manchas negras. Sin embar-go, gracias a la ayuda de Dios, podemos ir borrando esas manchas y volvernos cada vez más blancos. ¡Ánimo! Todos los días puedes ser un poco mejor, aun-que sigas fallando. Jesús lo sabe y con-fía ciegamente en ti.

Dgo. 25 de septiembre: Lucas 16, 19-31Había un hombre rico, que vestía de púrpura y lino y banqueteaba espléndi-damente cada día. Y había un pobre, llamado Lázaro, cubierto de llagas y echa-do a la puerta del rico que ansiaba sa-ciarse con lo que caía de la mesa del ri-co; y hasta los perros iban a lamerle las llagas. Murió el pobre y los ángeles lo llevaron junto a Abrahán. Murió tam-bién el rico y lo sepultaron. Estando en el lugar de los muertos, en medio de tormentos, alzó la vista y divisó a Abra-hán y a Lázaro a su lado. Lo llamó y le dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y envía a Lázaro, para que moje la pun-ta del dedo en agua y me refresque la lengua; pues me torturan estas lla-mas”. Respondió Abrahán: “Hijo, re-cuerda que en vida recibiste bienes y Lázaro por su parte desgracias. Ahora él es consolado y tú atormentado”.

Leyendo este evangelio es inevita-ble pensar que un día todos vamos a morir. Eso lo sabemos de sobra. Segu-ramente nos queden muchos años por delante, pero un día nuestra vida se aca-bará. Ese día, el día de nuestra muerte, seguro que todavía nos quedarán cosas por hacer, pero lo más importante es que no nos encontremos reprochán-donos no haber amado y ayudado a los que nos necesitaban. Es lo que le pasa al rico de la parábola, el día de su muer-te se arrepiente de no haber atendido

a Lázaro, pero ya es tarde. ¿Qué te pa-rece si esta semana dedicas un rato a ayudar a alguien de tu entorno que es-té necesitando que le eches una mano?

Domingo 2 de octubre: Lucas 17, 5-10El Señor dijo: Si tuvierais fe como una semilla de mostaza, diríais a esta more-ra: “Arráncate de raíz y plántate en el mar, y os obedecería”. Si uno de voso-tros tiene un siervo arando o pastorean-do, cuando este vuelva del campo, ¿le dirá, acaso, que pase enseguida y se pon-ga a la mesa? No le dirá, más bien: pre-párame de comer, cíñete y sírveme mientras como y bebo, después come-rás y beberás tú. ¿Tendrá que agrade-cer al siervo que haga lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho cuanto os han mandado, decid: Somos siervos inútiles, solo hemos cumplido nuestro deber.

Aquí Jesús nos enseña dos cosas: a tener fe y a hacer lo que tenemos que hacer sin quejarnos. La fe es necesaria para afrontar los momentos difíciles de la vida y para agradecer y recono-cer la presencia de Dios a nuestro la-do. Tal vez, nos dé lo mismo dónde está plantada una morera, pero lo que no nos da lo mismo son las heridas y los deseos negativos que podemos te-ner plantados en el corazón y que, si pedimos con fe a nuestro Padre Dios que nos ayude a cambiar, él nos ayu-dará. La segunda enseñanza es muy práctica: haz bien lo que tienes que ha-cer sin pedir recompensa, pues es tu deber. ¡Nadie tiene derecho a recibir un regalo por aprobar los exámenes, pues es su obligación! Por eso ¿qué te parece si esta semana te propones ha-cer bien tu deber, sin esperar nada a cambio?

Domingo 9 de octubre: Lucas 17, 11-19Yendo él de camino hacia Jerusalén, atra-vesaba Galilea y Samaría. Al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez leprosos, que se pararon a cierta distan-cia y alzando la voz, dijeron: - Jesús, Maestro, ten piedad de nosotros.

Al verlos, les dijo: - Id a presentaros a los sacerdotes.

Mientras iban, quedaron sanos. Uno de ellos, viéndose sano, volvió glorifi-cando a Dios en voz alta, y cayó de bru-ces a sus pies dándole gracias. Era sa-maritano. Jesús tomó la palabra y dijo: - ¿No se sanaron los diez? ¿Y los otros nueve dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios, sino este extranjero?

¿En qué irían pensando los otros nue-ve leprosos que se olvidaron de dar las gracias? No lo sabemos, pero es una ac-titud que tomamos muchas más veces de lo que creemos. Por ejemplo, ¿ has dado gracias a Dios por el día que has vivido?; ¿le agradeces tener una familia, tener amigos, tener la posibilidad de leer esta revista? Casi siempre es más fácil pedir que agradecer. Aún más difícil de imitar es la actitud de Jesús: él hace el bien a todos, aun a los que no se lo agra-decen. ¿Has escuchado alguna vez el re-frán “el sol sale sobre buenos y malos”? Así es nuestro Dios, creador del sol que sale, un Padre bueno para todos. ¿Qué te parece si le damos gracias?

Domingo 16 de octubre: Lucas 18, 1-8Jesús, para inculcarles que hace falta orar siempre sin cansarse, les contó una parábola: - Había en una ciudad un juez que ni te-mía a Dios ni respetaba a los hombres y una viuda que acudía a él para decir-le: “Hazme justicia contra mi rival”. Por un tiempo se negó, pero más tarde se dijo: “Aunque no temo a Dios ni respe-to a los hombres”, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no va-ya a acabar a golpes conmigo. Fijaos en lo que dice el juez injusto; y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos si claman a él día y noche? ¿Les dará largas? Os di-go que les hará justicia pronto. Solo que, cuando llegue el Hijo del Hombre, ¿en-contrará esa fe en la tierra?Jesús nos anima a orar, a contarle a Dios lo que necesitamos, a no cansarnos de golpear a las puertas de su corazón mi-sericordioso. Dios es el Padre bueno que siempre nos escucha, siempre, siempre, aunque parezca que no. A veces, nos da largas y parece que lo que necesita-mos nunca llega, en ese momento no te canses de orar, pues Él sabe lo que necesitas. Y Dios siempre responde a nuestra necesidad, somos sus hijos y nos ama. Reza todos los días, no te canses de rezar el Padrenuestro, de pedir por la paz, por tu familia, por tus amigos, Dios te está escuchando y quiere lo me-jor para todos.

Dios nos colma de regalos a cada instante de nuestra vida

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2. Presentación de dones

Llevamos al altar el pan y el vi-no, y agradecemos al Señor los dones recibidos de su generosi-dad. En este momento también se realiza la colecta de dinero, para ayudar al sostenimiento de la iglesia y a los pobres de la co-munidad.

1. Liturgia eucarística

La Liturgia eucarística, como la Li-turgia de la Palabra, tiene un orden. Primero se preparan los dones. Des-pués son bendecidos. Finalmente, la comunidad se une en comunión para recibir el Cuerpo y Sangre de Jesús.

11. Comunión

Comunión: el sacerdote eleva la forma eu-carística y el cáliz y dice: “Este es el Corde-ro de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor”. Y todos contestamos: “Señor, no soy dig-no de que entres en mi casa, pero una pa-labra tuya bastará para sanarme”. Después, al acercarnos a recibir la Comunión el mi-nistro nos dice: “El Cuerpo de Cristo”, y nosotros respondemos: “Amén”.

9. Rito de la paz

Cuando el sacerdote pide a Jesús la paz para el mundo, nos invita a intercambiar un gesto de paz. Son palabras y gestos exteriores, pero que deben expresar la unión y el amor que intentamos vivir entre nosotros.

6. Aclamación de la asamblea (anámnesis)

Al terminar la Consagración, el sacerdote dice: “Misterio de la fe”, y nosotros, recordando la muerte, resurrección y ascen-sión al cielo de Jesús, decimos con fe: “Anunciamos tu muer-te, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!”.

4. Santo

La Plegaria eucarística continúa con el canto o recitación del “Santo”, en el que toda la asamblea aclama y se une al coro de los ángeles (cf. Ap 4,8) para alabar a Dios. La palabra “Hosanna”, que significa “Sálvanos”, es un grito de aclamación y adoración, y nos recuerda la entrada de Jesús en Je-rusalén el Domingo de Ramos (cf. Lc 19,38).

12. Oración después de la Comunión

Después de la Comunión rezamos unos minutos en silencio mientras el sacer-dote o los ministros reservan en el Sa-grario las formas eucarísticas que no fue-ron distribuidas durante el rito y se pu-rifican los vasos sagrados. Luego, pues-tos todos en pie, el sacerdote dice: “Ore-mos”, y recita una oración en la cual da gracias a Jesús por el don de la Eucaris-tía. Al finalizar todos respondemos: “¡Amén!”

3. Prefacio y Plegaria eucarística

El Prefacio es una introducción a la Plegaria eucarística en el que el sacer-dote nos desea que el Señor esté con nosotros, a lo que respondemos: “Y con tu espíritu”. Nos exhorta a levantar el corazón, y decimos: “Lo tene-mos levantado hacia el Señor”. Nos recuerda que debemos dar gracias a Dios, y contestamos: “Es justo y necesario”.

8. Padre nuestro

Con el Padre Nuestro ini-ciamos los Ritos de Comu-nión. Esta oración repre-senta nuestra comunión con Dios y la fraternidad que nos une con los de-más (cf. Lc 11).

5. Memorial - Consagración

Sigue la Plegaria eucarística con la narración de las cosas maravillosas que Dios ha hecho por nosotros. Un momento importantísimo es la invoca-ción del Espíritu Santo (en griego “epíclesis”) para que santifique los do-nes y los convierta en el Cuerpo y Sangre de Jesús. Sigue el relato de la ins-titución de la Eucaristía (Mt 26,26-29; Mc 14,22-25; Lc 22,19-20). El mo-mento en el que el sacerdote repite las palabras y gestos de Jesús durante la Última Cena se llama Consagración. El sacerdote bendice la forma eu-carística grande y la eleva, y hace lo mismo con el vino. Después de esta elevación se arrodilla y se inclina ante el altar.

10. Cordero de Dios

Esta aclamación, que recitamos o cantamos, remite a las pala-bras de San Juan Bautista (Jn 1,29). Jesús es el Cordero de Dios porque muere voluntaria-mente en la cruz para redimir-nos de los pecados, víctima ofre-cida por nuestra salvación.

7. Amén La Plegaria eucarística fina-liza con una gran aclama-ción de alabanza y adoración a Dios Padre en Cristo, a la cual toda la asamblea es in-vitada a unirse con un “Amén” unánime y alegre.

¡Bienvenidos! Continuamos navegando

y conociendo las partes de la Misa.

Este mes toca un tema muy especial

para la RIE: ¡la Liturgia eucarística!

Foto

: Joa

n So

l.

¡Tú también estás invitado!

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CANCIONES

P or eso esta vez quiero hablar en general de esas canciones que lla-mamos infantiles, esas que están

pensadas sobre todo para vosotros, pero que muchas veces nos gustan mucho también a los mayores. Y no hago más distinción: lo mismo las can-ciones populares de siempre, que las de artistas que se han dedicado a ac-tuar para los niños, que incluso las de programas de televisión… Aunque, sin lugar a dudas, las más especiales son las que juntan esas características: han nacido de artistas infantiles pero ya las consideramos de siempre.

¿”Eso” nos acerca a Dios?¡En menudo lío me he metido! Habien-do canciones con letras profundas ¡Qué difícil parece defender que nos acercan a Dios las que muchas veces no tienen

ningún sentido! Sé que buscando un poco alguna habrá que transmita valo-res, pero me proponía hablar en gene-ral y ya me contaréis qué conclusiones sacamos de que las llaves estén en el fondo del mar o los cinco lobitos de-trás de una escoba, si una gallina está mal de la cabeza y pone los huevos por todas partes menos en el corral o cuán-tos pelos constituyen una barba, que si la tarara sí o la tarara no…

Ya está: os puedo hablar de su cali-dad musical… o quizá tampoco, pues es más variada aún que las letras. Cada canción la podéis escuchar en varias ver-siones mejores y peores, y no siempre os gustará la mejor. Estoy seguro.

Pero es que estoy convencido de que, de alguna manera, nos acercan a Dios: yo he visto a niños de distintas edades, algunos con problemas de mo-

vilidad, cantando, jugando, disfrutando juntos; con una alegría tan sana y con-tagiosa que tiene que venir de Dios.

Y ¿qué es lo que tienen de especial? La letra suele ser fantasiosa e imagina-tiva y la música animada y rítmica pe-ro, salvo eso, varía bastante. Lo que más diferencia esta música es que no pare-cen muy apropiadas para irlas escuchan-do uno solo con los auriculares. Lo pro-pio es oírlas con los compañeros y ami-gos. Son más para ser compartidas que para oírlas solo, más para ser cantadas que para ser escuchadas. Incluso yo di-ría que más para ser jugadas y vividas.

Nos ayuda a ser más niñosJesús os valora mucho a los niños y nos dice a todos que debemos ser como vo-sotros. No es que no haya que ir cre-ciendo y progresando. ¡Claro que sí! Pero sí que hay algo de lo que tenéis los niños y niñas que debemos esforzar-nos por no perder cuando nos vamos haciendo mayores. Creo que cantar, ju-gar e imaginar con otros niños os ayu-da a mantener lo mejor de vuestra edad.

También nos ayudan a ser más par-ticipativos: Cantando y jugando es co-

mo nos implicamos y participamos de verdad en la música. Eso tampo-co quiere decir que cuando solo es-cuchamos estemos totalmente pasi-vos. La verdadera escucha tiene que ser también activa. Pero es verdad que al cantar hacemos la música más nuestra y nos dejamos mover por ella.

Nos ayuda a ser más comunita-rios: Creo que compartir el juego y la canción nos capacita a compartir mucho más. Nos ayuda a sentir con los demás, a estar más unidos. Eso nos lleva a comprenderlos mejor, con-solar mejor a quien lo pasa mal y re-cibir más consuelo de quien está pa-sándolo bien. En resumen nos hace ser más comunidad.

Ya que me metí en este lío, me meteré del todo: los cantos litúrgi-cos, los “de Misa”, tienen más en co-mún con las canciones infantiles de lo que pueda parecer. Aunque ten-gan diferencias muy grandes, en las dos vemos estas características que nos llevan a Dios: cantar, participar y compartir juntos, haciendo comuni-dad. Quizá no sean para ser jugadas pero sí para ser vividas.

Creo que esta es la primera vez que decido el tema del que hablaros más por la vista que por el oído. Me explico: en esta ocasión ni he oído una canción nueva que me guste ni he recordado una que ya escuché hace tiempo; es que he quedado sorprendidísimo al ver las reacciones de un grupito de niños y niñas al escuchar una selección de canciones muy variada pero todas muy especiales para la gente de su edad.

que nos ayudan a sentirnos FAMILIA

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1- ¿Llevas algún signo cristiano conti-go, por ejemplo una cruz o un rosario?

a- Nob- Síc- A veces

2- ¿Participas de la Eucaristía?a- Solo para las grandes ocasiones:

bautizos, bodas, etcb- Sí, todos los domingos y fiestas im-

portantesc- Procuro, pero a veces le doy más

importancia a otras cosas

3- ¿Eres capaz de contar algún pasaje bíblico completo?

a- Solo recuerdo anécdotas perdidasb- Sí, soy capaz de contar varios pa-

sajesc- Sí, aunque no me sé muchos

4- Cuando alguien te ofende ¿cuál es tu actitud?

a- Me molesto muchísimo

b- Procuro perdonarc- Me enfado un poco, pero luego se

me pasa5- ¿Cuál es en el Nuevo Testamento el equivalente a los 10 mandamientos del Antiguo Testamento?

a- No tengo ni ideab- Las bienaventuranzasc- No lo hay

6- ¿Hablas de Jesús con tus amigos y tu familia?

a- Casi nuncab- Me gusta compartir mi fe y que

Jesús es un verdadero amigoc- Depende del grupo, a veces me da

mucha vergüenza

7- ¿Te atreverías a dar testimonio pú-blico de tu fe?

a- Nob- Síc- Necesitaría que alguien me infun-

diera seguridad

8- ¿Rezas por el papa y por la Iglesia en general?

a- Casi nunca. No estoy acostumbra-do a ello

b- Muy a menudoc- Cuando voy a Misa o lo hacemos

en grupo

9- ¿Colaboras en tu parroquia en algún apostolado o ayudando al párroco?

a- Puntualmente, si me lo piden. Es que no estoy comprometido

b- Sí, además, y disponible para cuan-do haga falta

c- Algunas veces. El párroco sabe que puede contar conmigo

10- ¿Te sientes amigo de Jesús?a- Me siento cerca, pero no amigo.

Como no lo he visto nunca...b- Me siento su amigo y le quiero un

montónc- Siento que podría estar más cerca

de Él

Jesús nos invita a no alardear de las buenas obras que hagamos. Sin embargo, aunque no lo prediques con palabras, hay

signos que demuestran si tu fe es algo importante en tu vida. ¿Se reconoce por tu forma de ser y estar que eres cristiano?

¿Se nota queeres cristiano?

Mayoría de respuestas A:

Si has respondido a la mayoría de las preguntas con la opción A, eres de los cristianos más alejados. Crees en Jesús y lo conoces, pero no es para ti tan impor-tante. Pero no te preocupes, estás a tiempo de acer-carte. Todos, siempre, estamos a tiempo de acercar-nos más a Jesús (incluso el más cercano puede acer-carse todavía más). Te animo a que aproveches cual-quier oportunidad que tengas para leer la Biblia, o ver una película cristiana, o entrar en la parroquia un ra-to, etc. Dios siempre está buscándonos y no sabes cuándo llegará el momento de que te encuentre a ti.

Mayoría de respuestas B:

Si has respondido a la mayoría de las preguntas con la opción B, estás cercano a Jesús y realmente es un

amigo para ti, una persona importante en tu vida. Te animo a que no pierdas esta amistad, a que la cui-des. Seguro que tienes otros amigos y sabes que lo que no se cuida se puede perder. También te animo a que des testimonio de tu fe en tu ambiente, con tu gente ¡Hace mucha falta!

Mayoría de respuestas C:

Si has respondido a la mayoría de las preguntas con la opción C, eres de los que están un poco a medias, de la misma clase que la mayoría de los cristianos. Te animo a que te replantees tu fe, a que te inser-tes en tu parroquia de forma responsable y ayudes a quienes te necesitan. Ser un cristiano comprome-tido no es fácil, pero no es imposible y tú puedes.

G i r a p a r a v e r s i s e n o t a q u e e r e s c r i s t i a n o

V olvemos al fondo del mar para descubrir la historia de la peque-ña Dory, un pececillo que pierde a

sus padres en el momento que menos espera. Cuando crece, Dory recuerda de forma repentina a sus padres y, co-mo hicieran Nemo y Marlin, cruza to-do el océano para buscarles, aunque sea en un acuario público de Califor-nia. Allí encontramos a nuevos perso-najes, como un pulpo cascarrabias pe-ro con buen corazón, una pareja de

alegres osos marinos, dos simpáticas ballenas (que dan posiblemente el ma-yor juego a la trama: ¿recordáis cómo se hablaba en balleno?) y cientos de brillantes peces que hablan e interac-túan, a veces como un coro, para ayu-dar a Dory a reunirse con su familia.

Un pez muy especialEl caso es que “Buscando a Dory” llega trece años después de “Buscando a Ne-mo”, y se le parece en muchos de sus

apartados, aunque con algunos de ellos mejorados técnicamente. Nemo era mucho Nemo, pero Dory no se queda atrás para nada.

La familia es lo más importanteEn esta aventura que emprende, Dory tendrá a Nemo y Marlin detrás de ella, intentando ayudarla a su modo y evi-tando que cometa demasiados desas-tres en su empeño. Después de ver la película nos preguntamos:· ¿Cuál es la relación que tengo con

mis padres? ¿Y con mis hermanos?· ¿Qué es lo que más valoro de mi fa-

milia?· ¿Yo qué hago y qué estoy dispuesto

a hacer para mantener unida a mi familia?

Disfrutarla en verano“Buscando a Dory” es puro entreteni-miento familiar lleno de ternura, emo-tividad y ciertos momentos de humor y diversión. Así que ya sabéis, chicos… este verano no puede terminar sin que hayáis visto esta peli que seguro que os dejará un buen sabor de boca. Quienes conocéis a Nemo, ya lo sabéis.

P.D: Hay que verla hasta que termi-nen los créditos… puede que haya al-guna sorpresa…

Buscando el verdadero hogarParece mentira, pero han pasado ya 13 años desde que descubrimos el arrecife del pez payaso más famoso del mundo. “Buscando a Nemo” fue una película que consiguió que todos deseáramos, mientras estábamos delante de la pantalla, que el pequeño pez se reencontrara con su padre.

Buscando a DoryDirectores: Andrew Stanton,

Angus MacLaneGuionista: Victoria Strouse

País: Estados UnidosAño: 2016Género: Animación

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RIE18

PUNTOS MÁGICOS

HAY QUE PONER ORDEN AQUÍ TAMBIÉN... SOPA DE PALABRAS IMPORTANTES

DIFERENCIAS

¡MÁS DESORDEN!

C P R C O M U N I O NO O S N T O P O D E OM R A E M J E S U S IP O C S D E C C I R SA S E A N M A A N U AÑ E R L G R M O Z A PI L D E I Z Q A U E MA T O S A G R A R I OR A T I M I E P A I CR I E E C E ? A D I AA Z N A I F N O C O S

En esta sopa podrás encontrar 11 palabras que son impor-tantes en la vida de don Manuel. Con las letras sobrantes descubrirás un mensaje.

Este es el escudo de obispo de don Manuel. Pero si te fijas bien no son los dos iguales. Encuentra las siete diferencias. Y dinos después cuál de los dos es el verdadero.

Mdare ienpsabrlae ed Jsesu, menseañe a necrolarnto otginco ne doto y ne sodot.

Ordena las letras de cada palabra y podrás leer esta sencilla oración que se inventó D. Manuel.

¿Te animas a unir estos 127 puntos de forma correcta y descubrir la imagen que se forma? Ten cuidado, que si no sigues bien las líneas te saldrá cualquier cosa. Solo te pe-dimos que no unas el 108 con el 109. Al final, verás que no todas las líneas tienen números. ¿Te animas a unir las que quedan? ¡A ver si te sale bien! Lo último sería darle color... ¡y entonces sí que sí!

Creo que a simple vista puedes saber de quién se trata, pero decirme en qué or-den deben colocarse los números pa-ra que la imagen quede bien formada... eso es otra cosa. A ver si eres capaz.

Cada sílaba está colocada en la columna correspondiente, pero no siempre en la fila correcta. Si las ordenas encontrarás unas cuántas palabras que le gusta-ban mucho a don Manuel.

LAM DO RIOCO GRA NARPER TUI CIONSA PA NIÓNVI SEN TUDCE RA TARO TI DAD

PRE PA SIÓNGRA SI CIACOM MU BRARGRA LE RA

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RIE20

TÚ TAMBIÉNSON¡OLÉ!

Un turista norteamericano le pre-gunta a un andaluz cuál es el prin-cipio básico del arte de torear, y él le contesta: - Es muy sencillo: que viene el to-ro, se quita usted. Que no se quita usted, le quita el toro...

REQUISITO LEGAL

Va Venancio a renovar su pasaporte y le

dice el oficial:

- ¿Me podría decir su número de DNI

sin la última letra, por favor?

- Claro. Anote: Siet..., cinc..., nuev...,

och..., cuatr...

COMPRENSIÓNEn la mili, un soldado le pregunta a otro: - ¿A quién estás escribiendo? - A un amigo, le responde. El otro, sorprendido, insiste:- ¿Y por qué escribes tan despacio?

- ¡Es que el pobre apenas sabe leer!

DULZURA EXTREMA

- ¿Me das un pequeño trozo de pastel?

Pero así, súper chiquitito, que estoy a

dieta.-¿Así? ¿como los otros siete?

- Sí, porfa.

AUTO-ENGAÑO

Un loco se encuentra con un amigo en la estación de trenes y le cuenta:- ¿Sabes? ¡Acabo de engañar al hombre de la ventanilla!El otro, muy sorprendido, le dice:- ¿En serio? ¿Pero cómo lo has hecho?- He sacado billete de ida y vuelta, ¡pero no pienso volver!

INSOMNIO ESCOLAR

La profesora mira a Jaimito, incapaz de mantenerse despierto y le dice:- ¡Jaimito, en clase no se puede dormir!- Ya me he dado cuenta, profesora. ¡No para usted de hablar!

100 H2O

Muy enfadado ya, un señor grita al camarero:- ¡Camarero, ya le he pedido cien veces un vaso de agua!- ¡Sí! ¡Ahora mismo! ¡Cien va-sos de agua para el señor!

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SOLUCIONESHAY QUE PONER ORDENEl orden de los números debe ser: 7 2 9 5 4 8 1 10 3 6

AQUÍ TAMBIÉNLas palabras que puedes formar son:Compasión, Lámpara, Comunión, Perdonar, Sagrario, Visitar, Celebrar, Oración, Presencia, Gratitud, Gratuidad.

MÁS DESORDENLa oración dice: Madre inseparable de Jesús, enséña-me a encontrarlo contigo en todo y en todos.

SOPA DE LETRASLas palabras son: Comunión, Jesús, Sagrario, imi-tar, confianza, compañía, sacerdote, compasión, Eu-caristía, María. La frase que se forma es: Pronto po-dremos decir: san Manuel González. ¿Qué te pare-ce? Adiós. CCOMUNION

OSEOMAJESUSIPCCSAEAAÑRRMPIDIAMAOSAGRARIORATIMIIC

IEAAZNAIFNOC

El próximo número de revista RIE será un número especial , doble, correspondiente a los meses

de octubre y noviembre, con motivo

de la canonización

de don Manuel.

¡No te lo pierdas!

Sale el 16de octubre

CanonizaciónManuel González

16octubre

info@manuel16.org / 911 69 75 88 / www.manuel16.org

ApóstolEucaristíade la

Cuando estés alegre,

mira al cielo.

Cuando estés triste,

mira al cielo.

Cuando estés preocupado

mira al cielo.

Cuando cualquier

sentimiento invada

tu corazón, mira al cielo.

Vas a encontrar

la paz, la compañía,

la calma y la misericordia,

que solo el Padre

te puede dar.

Imágenes para orar