caminantes y caminos en el oeste norteamericano español (1519-1821) - luis laorden

7/25/2019 Caminantes y Caminos en El Oeste Norteamericano Espaol (1519-1821) - Luis Laorden

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Ciclo de Conferencias sobre la Historia de Espaa en los

Estados Unidos

I. CAMINANTES Y CAMINOS EN LA FRONTERADEL OESTE NORTEAMERICANO ESPAOL,

1519-1821

Luis Laorden Jimnez Doctor Ingeniero de

Caminos, Canales y Puertos

Valencia, 22 de diciembre de 2009

Mapa de Nueva Espaa que incluye el Oeste norteamericano espaol, por Alexander Von Humboldt,

editado en Mxico en 1822, y en el que se han sealado los cinco caminos espaoles que son National

Historic Trails para los Estados Unidos.


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CAMINANTES Y CAMINOS EN LA FRONTERA DEL OESTE NORTEAMERICANOESPAOL, 1519-1821.

INDICE1. INTRODUCCIN

2. LA FRONTERA.La gran frontera Norte de Nueva Espaa.La expansin defensiva espaola.Frontera de inclusiny no de exclusin.Las Misiones como instituciones de frontera.El sistema defensivo de los presidios y los cambios estratgicos de 1763.Los tratados de paz y las ferias de comercio con los indios.

3. LOS CAMINANTES.3.1 Los primeros caminantesen la frontera.

Alonso lvarez de Pineda en la costa del golfo de Mxico en 1519.Nuo de Guzmn en Nueva Galicia en 1529.

Alvar Nez Cabeza de Vaca, 1528-1536.Fray Marcos de Niza, 1539.Francisco Vzquez de Coronado, 1540-1542.Francisco de Ybarra en Nueva Vizcaya en 1554

3.2 La segunda etapa que empieza a finales del siglo XVI.Las Ordenanzas ovandinasde 1573.El redescubrimiento de Nuevo Mxico 1580-1594.Juan de Oate en Nuevo Mxico, 1598.La firma de Juan de Oate en la roca de El Morro.El Memorialde fray Alonso de Benavides en 1630.La revuelta de los indios puebloen1680 y la reconquista por Diego de Vargas en 1692.La labor del padre a caballo Eusebio Kino en la Pimera 1687-1711.

3.3

Los caminantes de la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX.Juan Bautista de Anza, (1735-1788).El dictamen del Ingeniero Miguel de Costanso en 1772.La primera expedicin exploratoria de Juan Bautista de Anza, 1774.La segunda gran expedicin colonizadora de Juan Bautista de Anza, 1775-1776.Los caminos y las relaciones de Juan Bautista de Anza con los comanchescomo Gobernador

de Nuevo Mxico, 1778-1788.El camino entre Santa Fe y Sonora por Jos de Ziga en 1791.Recuerdo de Juan Bautista de Anza.Fray Francisco Garcs, prncipe de los caminantes solitarios.(1738-1781).El camino de los frailes Domnguez y Escalante en 1776.

El caminante Pedro Vial entre Nuevo Mxico y el Ro Mississippi, de 1785 a 1814.4. LOS CAMINOS

Los caminos espaoles en los National Historic Trails de los Estados Unidos.El Camino Real de Tierra Adentro.El Camino de Anza.El Viejo Camino espaol.El Camino de Santa Fe.El Camino Real de los Tejas.Los caminos espaoles que no tienen el ttulo de National Historic Trails.El Camino Real de Santa Fe a San Antonio.El Camino Real de las Misiones de Alta California.

BIBLIOGRAFA REFERENCIADAREFERENCIAS EN EL TEXTO


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CAMINANTES Y CAMINOS EN LA FRONTERA DEL OESTENORTEAMERICANO ESPAOL, 1519-1821.1

Luis Laorden JimnezDoctor Ingeniero de Caminos Canales y Puertos

1.

INTRODUCCIN

El tema objeto de esta Conferencia es de gran amplitud, en primer lugar por la enormeextensin del territorio considerado del Oeste norteamericano espaol que abarcaba todo elllamado actualmente Southwesto Far Westestadounidense y se extiende desde el gran roMississippi hasta la costa del Ocano Pacfico con una distancia entre estos lmites indicados deEste a Oeste de ms de 3.500 kilmetros que es una distancia parecida a la que hay en Europaentre Madrid y Mosc, y con una superficie dentro de los Estados Unidos que incluira a losactuales Estados de California, Nevada, Arizona, New Mxico, Utah, Colorado, Texas,

Oklahoma, Kansas, Louisiana, Arkansas, Missouri, Nebraska, que suman ms de 3 millones ymedio de kilmetros cuadrados es decir algo as como 7 veces la superficie total de Espaa ycontina hacia el norte por la costa hasta Alaska y hacia el sur en los Estados fronterizos deMxico. Una caracterstica de este gran territorio es su belleza natural. En l estn los msfamosos Parques Nacionales de los Estados Unidos, que los espaoles fueron los primeroseuropeos en ver. Todo es grande y bello en este territorio. Grandes llanuras con horizontesilimitados que segn contaba Pedro de Castaeda en su crnica de cuando acompa a Vzquezde Coronado de 1540 a 1542, impresionaban por la soledad y la falta de referencias que hacansentirse perdido y desamparado. Grandes ros caudalosos, a veces en imponentes desfiladerosimposibles de cruzar, como el Gran Can del Colorado que Lpez de Crdenas fue el primeroen divisar, o en cursos suaves y cristalinos por verdes praderas que permitan vadearlos a

caballo. Imponentes montaas coronadas de nieve junto a sorprendentes desiertos como los deNevada y el interior de California. Tierras de color rojo como las de las Sangre de CristoMountains, o amarillo o negro. Bosques con rboles tan altos como montaas, pjaros enormes,reptiles, animales depredadores, manadas de bisontes en nmero infinito.Es el territorio de losimpresionantes paisajes con grandes horizontes y un cielo luminoso al que adoraban los indiosque lo poblaban antes de la llegada de los espaoles.

El tema es tambin muy amplio porque abarca un perodo dilatado de Historia, desde lasprimeras aproximaciones de Alonso lvarez de Pineda por el golfo de Mxico en 1519 y deNuo de Guzmn por el noroeste de la entonces Nueva Espaa en 1529, hasta el cambio de la

bandera de Espaa por la de la nueva nacin independiente de Mxico en 1821, y en esos casitrescientos aos la actividad de los espaoles que all estuvieron fue enorme. Para hacerse ideade la extensin del tema puede mencionarse que el Acadmico de la Historia CesreoFernndez Duro en un informe que present en 1882 daba noticia de 129 expedicionesespaolas importantes en el Oeste de Amrica del Norte y solamente entre los aos 1523 y1783.2Nos quedara sealar que por ser esta actividad espaola en el Oeste norteamericanomenos conocida que la que tuvo lugar en otras partes de Amrica, todava en nuestros das sesiguen descubriendo documentos en los grandes Archivos Histricos que amplan el campo denuestra curiosidad por saber ms de lo que hicieron all los espaoles. Como ejemplo eldescubrimiento casual en 1974 del investigador americano Janet Fireman entre los legajos del

1La presente Conferencia es un resumen de temas tratados con mayor detalle en el libro en preparacin del mismo

Autor con el ttulo Caminos en el Oeste. La Historia de Espaa desde 1519 hasta 1821 en el territorio de losEstados Unidos entre el ro Mississippi y el ocano Pacfico.


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Archivo Histrico Militar de Madrid del Diario de la expedicin de Juan Antonio Mara de Riveraen 1776 que parti de Abiquiu en el noroeste de Nuevo Mxico y se adentr hacia el norte enlo que ahora es el Estado de Utah hasta el curso alto del ro Colorado, expedicin de la queslo se tenan referencias indirectas antes de este decubrimiento.

El orden que seguiremos en esta Conferencia, de acuerdo con su ttulo, ser tratar en primer

lugar de cmo era la gran frontera espaola en el Oeste norteamericano, a continuacin de loscaminantes ms importantes en ella, exploradores, soldados y misioneros o civiles, y por ltimode los caminos que dejaron estos caminantes espaoles, con especial atencin a los que hanmerecido la distincin de ser considerados por los actuales Estados Unidos como CaminosHistricos Nacionales o National Historic Trails.

2. LA FRONTERA.

La gran frontera Norte de Nueva Espaa.

La frontera Norte de la Nueva Espaa en el Oeste de Norteamrica fue siempre motivo depreocupacin para los gobernantes espaoles porque no era una frontera fija y estable. Lafrontera que estamos considerando no estaba bien definida por ros o montaas que marcasensus lmites, y en vez de ser una lnea como eran las fronteras en Europa, la frontera en Amricadel Norte era un territorio inmenso y vaco o poblado de indios nmadas que cambiaba y seampliaba o se reduca segn los acontecimientos. Al otro lado de esta frontera no existannaciones organizadas con las que se pudiese mantener una relacin estable de respeto mutuo,de amistad o de enfrentamiento, y con las que se pudiese dialogar y negociar o pactar, incluso enla guerra, como se haca en Europa. Los vecinos de las posesiones espaolas al norte de Mxicoeran muchas tribus indias independientes para las que en general la pelea era la forma natural devivir y practicaban la guerra casi por gusto, con todo el que estuviese cerca, fuesen espaoles o

otros indios, de forma feroz y sin descanso, desplazndose de un lado a otro del territorio. Noera una guerra de grandes ejrcitos, porque Espaa no los tena, ni los poda tener en aquellosremotos lugares, y adems no habran servido para esta guerra porque el enemigo apareca ydesapareca y no atacaba frontalmente. Era una guerra de astucias y de valor personal decapitanes intrpidos que en aquel escenario arriesgaban todo, y en primer lugar sus vidas.

La expansin defensiva espaola.

La estrategia espaola en esta frontera fue de expansin progresiva hacia el norte seguida de lacolonizacin de los nuevos territorios ganados a medida que se iban ocupando. Es la estrategia

en Amrica del Norte que el historiador Herbert Eugene Bolton (1870-1953) llam en inglscomo defensive spanish expansin, la expansin defensiva espaola, concepto que explicmagistralmente en una brillante conferencia que ley en 1929 en la Universidad de Colorado3enuna reunin de historiadores americanos con la que continu la labor que ya haba empezadotras sus estancias en Mxico a partir de 1902 para estudiar los archivos histricos espaoles enese pas y con ello abri una escuela de nuevos estudios sobre la presencia espaola en losEstados Unidos, y en particular sobre las borderlandso tierras de frontera de su pas. Hay dosconferencias de Bolton, la citada de 1929, y la que pronunci en 1932, siendo Presidente de laAmerican Historical Association, con el ttulo The Epic of Greater America,4 que y son unhomenaje a las ms brillantes tesis universales espaolas en Amrica y deberan ser incluidas enlos libros de texto de nuestros jvenes para su formacin bsica primera como espaoles. Al

hacer esta mencin es de justicia como espaoles hacer honor al historiador Herbert EugeneBolton que es sin ninguna duda el investigador, profesor y escritor que ms ha hecho para quese conozca la Historia de Espaa en el Oeste norteamericano.5


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Frontera de inclusiny no de exclusin.

Al hablar de la frontera de la Nueva Espaa en el lejano oeste es natural que el pensamiento setraslade a su transformacin posterior en el Far-West o Lejano Oeste de la American Frontierque vino despus con la expansin de los Estados Unidos de Amrica y nos vamos a referir a

ello aunque nos salgamos del horizonte temporal marcado en el ttulo de esta conferencia ysuponga por tanto una pequea desviacin en el tema tratado. Cuando la expansin de losEstados Unidos se llev a cabo en la segunda mitad del siglo XIX, la primera consecuencia fue elencuentro entre los dos conceptos de frontera, el nuevo estadounidense que avanzaba y el viejoespaol que se mantena, aunque Espaa ya no estaba presente, porque su puesto haba sidotransmitido a su heredera, la nacin mexicana. Estos dos conceptos de frontera fuerondiferentes aunque se aplicasen sobre el mismo territorio y compararlos y juzgarlos es difcil, igualque es difcil escribir la Historia de un pas o de toda la Humanidad de forma objetiva. Unfamoso historiador dijo que para tener garanta de objetividad al comparar la historia dediferentes pases, el que lo intentase debera ser ciudadano de la luna.6

La American Frontier de los Estados Unidos de Amrica en el siglo XIX fue tambin unafrontera expansiva igual que lo haba sido la de Espaa en el mismo continente desde el sigloXVI. En el juicio comparativo entre ambas, la estadounidense tiene a su favor que loshistoriadores de origen anglosajn la han idealizado mucho ms de lo que los nuestros hanhecho de la espaola. La diferencia entre las expansiones espaola y estadounidense es que la delos Estados Unidos en los territorios indios fue mucho ms rpida que la de Espaa y en nadafue defensiva,como se ha dicho que fue la espaola. En menos de tres cuartos de siglo desde laDeclaracin de Independencia del 4 de julio de 1776, la joven y pujante nacin de los EstadosUnidos de Amrica complet su extensin territorial desde la costa Atlntica a la costa delPacfico. Respecto a las caractersticas globales comparativas lo que Espaa pretenda era unafrontera de integracinmientras que Estados Unidos en su expansin prefera una frontera deexclusin.7 A lo largo de la Historia, fronteras de integracin, o ms propiamente, deasimilacin, fueron las que correspondieron a las colonizaciones romana, rabe y espaola, yfronteras de exclusin fueron la estadounidense, canadiense, australiana y sudafricana. Elresultado final en los Estados Unidos es que ambos conceptos con el tiempo se han fundido. Ahestn los elevados porcentajes de poblacin hispana y la asimilacin de las minoras y de losinmigrantes en el melting potde la sociedad estadounidense.

Las Misiones como instituciones de frontera.

En la estrategia espaola en el Oeste norteamericano jugaron papel importante los misioneros

que a menudo iban con los militares en sus expediciones, o a veces se adelantaban a ellos, o ibandespus, y se ocupaban de la asimilacin religiosa, cultural y social de los indgenas. Las Misioneshan sido calificadas como instituciones de frontera. Si la frontera poltica era entre espaoles yindios, los misioneros con sus Misiones pretendan establecer un tipo especial de frontera, queera la frontera entre el cielo y la tierra. El tema de las Misiones de frontera ser tratadomonogrficamente en otra conferencia y no nos extendemos por ello sobre l ahora.

El sistema defensivo de los presidiosy los cambios estratgicos de 1763.

Sera interesante detenerse a comentar el sistema defensivo espaol a lo largo de esa granfrontera basado en los fuertes militares llamados presidiosy en los famosos soldados de cuera

del siglo XVIII con los sucesivos Reglamentos pero no podemos hacerlo por limitacin detiempo y espacio. En 1763 cambi el mapa poltico de Amrica del Norte como consecuenciadel Tratado de Pars que puso fin a la guerra de los Siete Aos en la que Inglaterra derrot a


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Francia y a sus aliados en Europa y signific para Francia la prdida de sus posesiones de laNouvelle France o Canad y de la Louisiana oriental que pasaron a Inglaterra y de la Louisianaoccidental que pas a Espaa, quedando por tanto como potencias nicas en Amrica del Norteslo Espaa e Inglaterra. El rey Carlos III emprendi en ese momento una profundareorganizacin de su presencia en Amrica del Norte dirigida fundamentalmente por elvisitadorJos de Galvez con diversas medidas en la organizacin de la Administracin Pblica y

otras diversas, entre ellas la creacin de las Misiones de Alta California.En el aspecto militar o defensivo el 7 de agosto de 1765, se pidi desde Madrid a don CayetanoMara Pignatelli Rub Corbera y Sant Climent, Marqus de Rub y Mariscal de Campo del ejrcitoespaol que hiciese un viaje de inspeccin por los presidios existentes en la frontera y redactaseun informe detallado. Con este viaje se comprob que la frontera desde el Golfo de Californiahasta el Golfo de Mxico, alrededor de la latitud 30 norte tena un desarrollo de ms de 600leguas, equivalentes a cerca de 3.000 kilmetros. Dentro de esa frontera quedaban todos losterritorios de la Nueva Espaa excepto los de Nuevo Mxico y los de Texas que constituan unaprolongacin o avanzadilla hacia el norte y el Este con importante vida propia ambos. El viaje deRub en el que visit casi todos los puestos militares, incluso los remotos de Nuevo Mxico y

Texas, dur veintitrs meses, entre marzo de 1766 y febrero de 1768, y recorri en l casi3.000 leguas, acompandole el Ingeniero Nicols de Lafora que dej un diario con planos yanotaciones sobre todos los detalles observados8. Con el Reglamento de 1772 y la puesta enmarcha de la organizacin de las Comandancia General de las Provincias Internas quedconfigurada una nueva lnea defensiva en la retaguardia de la frontera abandonando los presidiosque se consideraron innecesarios.9Un recorrido parecido al de Rub lo hara en 1777 Teodorode Croix, que fue el primerComandante General de las Provincias Internas del Norte de NuevaEspaa10, con Fray Agustn de Morfi como capelln y consejero que tambin dej escrito otrointeresante diario11. Las llamadas Provincias Internasconstituan una unidad operativa autnomarespecto a Ciudad de Mxico para dar mayor agilidad en la toma de decisiones que incluafundamentalmente Alta California, Arizona, Nuevo Mxico y Texas de los actuales Estados

Unidos, y tambin en unas o en otras pocas los estados mexicanos septentrionales de BajaCalifornia, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Durango, Coahuila, Nuevo Len y Tamaulipas.12 Laexpansin espaola continu ms all de la lnea defensiva establecida yendo hacia el Oeste enAlta California, hacia el Norte en Nuevo Mxico y hacia el Este en Texas, con una nuevaexpansin importante en la cuenca alta del ro Mississippi. Se debe sealar por ltimo que apesar del gran esfuerzo realizado para mantener los presidios y dotarlos de medios, estos nofueron nunca suficientes para atender a todos los problemas planteados por los indios hostiles ysiempre fue necesaria la colaboracin autodefensiva de los colonos civiles en los pobladosaislados. No eran los gobernadores y los militares los nicos que estaban preocupados por lasituacin de la frontera, tambin lo estaba la Iglesia. Don Pedro Tamarn y Romeral, que fue

obispo de Durango de 1758 a 1768, recorri los poblados del norte de Nueva Espaa, que visiten cuatro largos viajes de ms de mil seiscientas leguas, y escribi interesantsimos informes queenviaba al Consejo de Indias pidiendo ms clrigos, que era su competencia, y tambin elrefuerzo de tres o cuatro mil soldados.13

Los tratados de paz y las ferias de comercio con los indios.

La directriz seguida por la presencia espaola en el Oeste fue la de conseguir vivir en paz con losindios hostiles pero para ello los militares espaoles tuvieron que hacer la guerra muchas vecesen campaas duras y difciles. Un ejemplo ilustrativo de la poltica seguida es este aspecto fue lacampaa en 1779 contra los comanches de Juan Bautista de Anza, al que nos referiremos ms

adelante, y a la que sigui el Tratado de Paz firmado en Santa Fe el 25 de febrero de 1786 yratificado en Pecos el 28 del mismo mes, que se mantuvo despus de Espaa por Mxico hastaque los Estados Unidos lo anularon en 1846.


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Al mismo tiempo que se negociaba el Tratado de Paz con la nacin comanche las autoridadesespaolas fomentaban la integracin de los indios por medio del comercio. Fueron los indios losque dieron los primeros pasos para el comercio con los espaoles. Amando Represa lo cuentaen base a manuscritos y documentos originales que se conservan en el Archivo General deSimancas.14Al amanecer del 12 de julio de 1785 se presentaron a las puertas del pueblo de Taos

en el norte de Nuevo Mxico cuatrocientos indios comanches con ocho jefes, mostrandoostensiblemente que no venan en son de guerra porque incluan a mujeres y nios. Taos era unode los pueblos ms antiguos de la regin, anterior a los espaoles, y en l vivan en aquellos dasunos mil habitantes, de ellos 403 espaoles y el resto indios pueblopacficos y convertidos alcristianismo la mayor parte. Los visitantes comanches pidieron permiso para entrar en el pobladopara intercambiar mercaderas y el Alcalde Mayor, sorprendido pero sin desconfianza, se loconcedi. Los indios comanche estuvieron varios das en Taos y el cambalache y Feria secelebr con el mayor orden y sosiego segn las disposiciones del Justicia local, dejando muchaspieles, cueros al pelo, carne y ms de 60 caballerasa cambio de otros efectos.

Despus de este agradable acontecimiento, los pobladores de Taos recibieron la visita de dos

capitanes comanches con veinticinco guerreros de otros grupos o rancheras que preguntaron sila feria de comercio se iba a repetir porque ellos vivan lejos, a unas treinta y cinco leguas, yqueran empezar a preparar pieles y ganado para el comercio. Se fij una nueva feria para el mesde octubre pero antes ce celebr otra porque el 24 de septiembre se presentaron en Taos otrosciento diez comanches, con sus familias, que queran hacer comercio. El 29 de octubre se celebrla feria que se haba previsto antes. A partir de estas tres ferias primeras de 1785, la celebracinde ferias qued institucionalizada y se siguieron desarrollando peridicamente en Taos bajo lavigilancia y ordenacin de un funcionario local nombrado por la autoridad espaola quegarantizaba las operaciones mercantiles y actuaba como los Jefes de Mercado de las feriasmedievales en Castilla y Len. Se sealar ms adelante que la celebracin de estas feriascontribuy al ambiente de entendimiento y a la firma del tratado de paz con la nacin Comanche

en 1786. Un detalle que estableci este tratado de paz es que adems de la feria de Taos se debacelebrar otra similar en Pecos.

No se sabe bien si fue por el xito de estas ferias en Taos o por otras razones, en agosto de1786 el Virrey Bernardo de Glvez, Conde de Glvez, redact unas Instrucciones dirigidas alComandante General de las Provincias Internas, Don Jacobo Ugarte y Loyola, para el gobierno,administracin y fomento de las ferias de comercio con los indios. Estas instrucciones, con msde 220 puntos, eran prolijas y detalladas, y en ellas se deca que el inters del comercio enlaza yestrecha las voluntades de los hombres, y es lo que deseo se establezca con los Indios de esas Provincias,

concedindoles la paz en cualquier parte que la soliciten(punto 47), ya que, otorgada sta, se les ir

atrayendo ms suavemente a las dulzuras de la vida cristiana y racional, por los interesantes medios dela trata y del comercio (punto 195). Como remate se propona la celebracin de otras ferias conlos apaches en el pueblo de El Paso, ya que el cambalache de ganado puede proporcionarlesabundantes cras en el sosiego de la paz, con lo cual cesar la primera causa de sus robos, o sern estos

menos frecuentes (punto 63).

El Tratado de Paz con la nacin comanche de 1786 no fue el nico que firm Espaa con losindios en el Oeste norteamericano. Hay un interesante estudio de las relaciones con los indiosdel valle del Mississippi escrito en 1916 por el Catedrtico de la Universidad de ZaragozaManuel Serrano y Sanz con el ttulo Espaa y los Indios Cherokis y Chactas en la segunda mitad delsiglo XVIII. Los espaoles dedicaron mucho tiempo a conocer y a procurar entender a los indios

del Mississippi y les trataron como leales y respetados aliados y firmaron con ellos tres Tratadosde paz y alianzaen fechas respectivas del 14 de julio de 1784, 10 de julio de 1793 y 28 deoctubre de 1793, cuyos textos completos tomados del Archivo de Indias, con interesantsimas


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descripciones de los esfuerzos para su negociacin, figuran en el libro citado de Manuel Serranoy Sanz. Los indios estaban divididos en muchas tribus y se reunan en asambleas deliberativas quelas podemos imaginar largas y calmosas, y difciles en lo que se refiere a entender las diferenteslenguas que cada uno hablaba. Como ejemplo se puede citar que ms de setenta participantes delugares distintos figuraron reunidos en convencin con el gobernador Estaban Mir en elTratado de 1784.15

3.

LOS CAMINANTES.

Hasta aqu nos hemos dedicado brevemente al concepto de frontera. Hablamos ahora de losprimeros caminantes en ella, y va a ser difcil hacerlo de forma que pretenda ser completaporque no se dispone de tiempo suficiente en una conferencia y si se tratase de un libro serannecesarios muchos volmenes.

3.1 Los primeros caminantesdel siglo XVI.

Alonso lvarez de Pineda en la costa del Golfo de Mxico en 1519.

El primer espaol al Oeste del Mississippi no fue un caminante sino un navegante, Alonsolvarez de Pineda, que en 1519 a la edad de 26 aos recorri toda la costa del golfo de Mxicodesde Florida a Yucatn, remont el Mississippi y tom tierra en la costa de Texas donde ahoraest la ciudad de Corpus Christi, e hizo el primer mapa del Caribe. La conclusin delreconocimiento costero de lvarez de Pineda y de las expediciones martimas que le siguieronfue que no haba nada de inters en esta costa de Texas y que el valor estratgico estaba en lapennsula de Florida desde la que se poda controlar el paso de barcos al interior del SenoMexicano.

Nuo de Guzmn en Nueva Galicia en 1529.

La expansin de la frontera hacia el Norte en Nueva Espaa empez muy pronto con lasexploraciones y conquistas de Nuo de Guzmn en 1529 orientada al Noroeste en el territorioque se denomin Nueva Galicia, que si hubiese continuado en la misma direccin en la que iban,habra sido el primero en llegar a la Alta California por tierra. Francisco de Ibarra en 1554ampliara estas exploraciones y conquistas en las tierras contiguas del Norte de Mxico,bautizadas como Nueva Vizcaya.

Alvar Nez Cabeza de Vaca, 1528-1536.

En 1536, siendo Antonio de Mendoza el primer Virrey de la Nueva Espaa, lleg a la frontera deNueva Galicia Alvar Nez Cabeza de Vaca, superviviente de la expedicin de Pnfilo deNarvez a la Florida, despus de atravesar la mitad de los Estados Unidos y de superar todas lasdificultades imaginables en una aventura de ocho aos. Cabeza de Vaca cont en Ciudad deMxico su vida con los indios y dio noticias de los fabulosos reinos de la Gran Quivira y las SieteCiudades de Cbola en el norte que deca haber conocido y con sus relatos la Nueva Espaavivi en aquellos momentos una fantstica ilusin, como antes la haba vivido con la islamaravillosa de la Reina Calafia y en otros lugares se pensaba en El Dorado o en la fuente de laeterna juventud.

Fray Marcos de Niza, 1539.


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El Virrey Mendoza quiso comprobar lo que deca Cabeza de Vaca y para ello actu con diligenciaenviando en 1539 una expedicin mandada por el fraile saboyano Marcos de Niza que recorrien sentido inverso la parte ms prxima del camino que haba seguido Cabeza de Vaca. Elinforme de Fray Marcos de Niza confirmaba lo que haba contado Cabeza de Vaca y lo que devez en cuando decan los indgenas que habitaban en la frontera norte de la Nueva Espaa acercade la existencia del reino grandioso en el que estaban las siete ciudades de la leyenda, llenas de

riquezas y pobladas por indios amables que podran fcilmente ser convertidos al cristianismo ysometidos al Rey de Espaa. Mendoza se entusiasm con el informe de Marcos de Niza, no lopuso en duda, y decidi organizar una gran expedicin, al mismo tiempo conquistadora ycolonizadora, que fuese tan importante como la que con Hernando de Soto se haba enviado a laFlorida y los territorios centrales del Mississippi apenas unos meses antes. En estos aos se hacatambin la expedicin por el ocano Pacfico hacia el norte, para buscar el estrecho de Anin alo largo de la costa de California, que empezara Cabrillo y terminara Ferrelo, y otra expedicin,la de Lpez de Villalobos, para cruzar el Mar del Sur hacia las Molucas. Los espaoles llevabaninstalados en Ciudad de Mxico muy pocos aos y es sorprendente el nivel de actividad que yadesarrollaban.

Francisco Vzquez de Coronado, 1540-1542.

El encargado de llevar a cabo la gran expedicin del Virrey Mendoza en el Oeste fue FranciscoVzquez de Coronado. Complementaria y al mismo tiempo fue la expedicin por mar deHernando de Alarcn que lleg a pisar territorio de la actual California, como lo recuerda unaseal colocada por las autoridades de este Estado en el lugar donde lo hizo.16

Los preparativos de una gran expedicin como sta de Vzquez de Coronado eran complejos yrequeran atender a muchos detalles en el reclutamiento del personal y en la dotacin dearmamento, caballos, medios de subsistencia e indgenas auxiliares. Todo estuvo bienorganizado. Respecto al personal fue fcil encontrar el nmero suficiente de voluntarios aunque

en general los que tenan ms experiencia preferan en aquel momento marchar al Per dedonde las noticias que llegaban decan que las riquezas eran ciertas y abundantes para todos. Hayque explicar que segn el sistema establecido por los gobernantes espaoles cada participantedeba aportar sus medios materiales, en dinero o en montura y armamento propio, con lo cualse converta en socio y partcipe de los resultados de la expedicin. Los que se aventurabanpodan perder la vida o los bienes que haban puesto pero si la expedicin tena xito podanconseguir una gran fortuna. Era una forma inteligente de motivacin y de conseguir financiacinprivada, y la nica posible, en un momento en que toda la hacienda de la Corona habra sidoinsuficiente para sufragar los gastos de tantos emprendimientos como hacan los espaoles entodas las partes del mundo. Los historiadores han estimado que la inversin necesaria para

poner en marcha la expedicin de Vzquez de Coronado, actualizada a nuestra moneda actualdebi ser superior a los siete millones de euros. El Virrey Mendoza puso 60.000 ducados yVzquez de Coronado 50.000 que provenan del patrimonio de su esposa, y el resto se repartientre participantes o patrocinadores del la Nueva Espaa sin que la Corona tuviese que hacerninguna aportacin econmica.17

El Virrey Mendoza acudi en persona a Compostela en la costa oeste de Nueva Espaa parapresidir la ceremonia de salida de la expedicin y la acompa en su primera etapa deCompostela a Tepic. Eran ms de 330 soldados montados en caballos o a pie, algunos de loscuales llevaban a sus esposas e hijos, y varios centenares de indios leales como sirvientes opastores, y ms de mil caballos y mulas para el transporte de pertrechos y provisiones adems

de varios miles de cabezas de ganado, ovejas, cabras y vacas, para el alimento durante el viaje yel establecimiento previsto. Como era costumbre, iban varios frailes, entre ellos Fray Marcos deNiza cuyo informe haba sido determinante para decidir la expedicin y que se supona era el


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que mejor conoca el camino a seguir, y Fray Juan de Padilla que ms tarde morira mrtir en laexpedicin. El da 22 de febrero de 1540, despus de participar en la Misa, escuchar el discursodel Virrey Mendoza y prestar los juramentos pertinentes la expedicin se puso en marcha haciael norte. Al frente de ella iba el joven Francisco Vzquez de Coronado, que con slo 29 aos yahaba mostrado sus excepcionales condiciones de lder, luciendo una esplndida armaduradorada y penacho de plumas. Para algunos historiadores la expedicin de Vzquez de Coronado

fue un fracaso porque no encontr el oro que buscaba y regres sin haber fundado ciudades quepermaneciesen despus de l. Para otros de gran prestigio como el profesor de la Universidadde San Francisco Dr. Miguel Mathes, fue la exploracin terrestre ms grande del mundo que abri lapuerta al conocimiento de un nuevo continente.Desde su salida de Compostela en la Nueva Galiciael 22 de febrero de 1540 hasta su regreso a Ciudad de Mxico en junio de 1542, Vazquez deCoronado recorri con sus soldados y acompaantes ms de 5.000 kilmetros,18en territoriosque ningn europeo haba pisado antes que l, en lo que ahora son los estados de Arizona,Nuevo Mxico, Texas, Oklahoma y Kansas, adems de Mxico.

Francisco de Ybarra en Nueva Vizcaya en 1554.

En 1546 Juan de Tolosa estaba recorriendo la parte oriental de Nueva Galicia con un pequeogrupo de acompaantes y entr en territorio indio y descubri minas de plata en Zacatecas.Este acontecimiento revolucion el norte de Nueva Espaa. Inmediatamente Diego de Ybarraque era sobrino de Miguel de Ybarra, uno de los acompaantes de Nuo de Guzmn en NuevaGalicia, prepar un considerable ejrcito a su costa y lo puso al mando de su sobrino Franciscoque a la sazn tena tan slo diecisis aos. Esta juventud no fue obstculo para que Franciscode Ybarra tuviese un completo xito y fundase en el nuevo territorio la provincia o reino deNueva Vizcaya cuya primera capital fue Durango. Con esta expedicin de Francisco de Ybarracontinu y se consolid la saga de conquistadores vascos en el norte de Nueva Espaaempezada con los Ybarra que se han mencionado, con los Oate y otros vascos como Juan deTolosa, Juan de Samaniego, Domingo de Arteaga, Jernimo de Arceneaga, Martn de Rentera,

Jernimo de Orozco, etc. La consolidacin de la actividad en Nueva Galicia dio origen a laapertura del primer tramo del Camino Real de Tierra Adentro que comunicaba los nuevospoblados mineros del norte con Ciudad de Mxico y a partir de este momento la expansinhacia el norte sera desde esta Nueva Vizcaya en la parte norte central de Nueva Espaa.

(Con la plata de Nueva Vizcaya se acuaran ms tarde en Ciudad de Mxico las monedasespaolas que en una de las caras tenan las dos columnas de Hrcules y una bandaalrededor en la que se lea el lema plus ultra que seran las de mayor circulacin en lanueva nacin de los Estados Unidos al principio de su independencia cuando no tenanmoneda propia y durante un tiempo fueron la moneda oficial de los Estados Unidos y las

columnas espaolas de Hrcules con la banda mencionada quedaron como smbolo deldlar.)

3.2La segunda etapa que empez a finales del siglo XVI.

Las Ordenanzas ovandinasde 1573.

En 1573 se produjo la promulgacin de las Ordenanzas 1573, llamadas ovandinasen homenajea la extraordinaria labor que realiz su inspirador Juan de Ovando al frente del Real y SupremoConsejo de Indias, que pretendan mejorar las Leyes de Indias de 1542-1543. Las disposicionesde estas ordenanzas ovandinas obligaban a proteger y tratar mejor a los indios, eliminando

expresamente el vocablo conquista, como concesin a las peticiones de Fray Bartolom de lasCasas, y as se deca en su captulo 29:19


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Los descubrimientos no se den con ttulo y nombre de conquistas, pues havindose de hacer con

tanta paz y caridad como deseamos, no queremos que el nombre d ocasin ni color para que se

pueda hazer fuera ni agravio a los indios

En lugar de la palabra conquista,Ovando arbitra el uso del trmino que mejor podra cuadrar ala nueva poltica iniciada a partir de la Junta de 1550: pacificacin; pues misin de paz y no

accin de guerra era la encargada ahora a los espaoles descubridores. Al mismo tiempo serestringa la discrecionalidad del comportamiento de los conquistadores, que ya no seranllamados as, y cuya figura se sustitua por la de personas que seran seleccionadas si se probabansus virtudes cristianas reconocidas y su espritu de paz y amor hacia los indios, adems de sucapacidad de gobierno, conduciendo estos criterios al establecimiento de verdaderos contratosprevios a las exploraciones que eran menos discrecionales que las anteriores capitulaciones.

El redescubrimiento de Nuevo Mxico 1580-1594.

Tuvieron que pasar casi cuarenta aos para que continuase la exploracin del norte de NuevaEspaa y fue a partir de 1580 en una etapa diferente caracterizada por ser los protagonistas

emprendedores personales atrevidos y temerarios a su riesgo y ventura, traspasando en algunasocasiones los lmites de las leyes, y que partieron desde la zona de los poblados mineros deNueva Vizcaya en la parte norte central de Mxico, en vez de hacerlo desde las ciudades en elGolfo de California, o Mar de Corts, al oeste de la Sierra Madre Occidental, como lo habahecho antes Vzquez de Coronado. Fueron expediciones de exploracin que no tenan todas ens mismas un objetivo primordial de colonizacin, a veces eran slo de bsqueda rpida deriquezas. Lgicamente, estas expediciones, por ser de particulares, fueron muchsimo msreducidas en sus medios que la de Vzquez de Coronado y son menos conocidas por el pblicoen general, aunque tuvieron el gran valor de redescubrimiento del Nuevo Mxico y con elloservir como preparacin para la gran expedicin definitiva de colonizacin de Juan de Oate,que parti en 1598 desde Nueva Vizcaya, y que sin las expediciones previas mencionadas,

probablemente no habra pensado en hacer la suya.

Respecto a estas expediciones de particulares podemos preguntarnos: Qu impuls a FrayAgustn Rodrguez a pedir autorizacin a su Superior en 1580 para ir a un territorio nuevo, y ados frailes a ir con l, con el peligro de indios desconocidos que podan ser hostiles, yefectivamente lo fueron, porque a sus manos murieron todos cuando decidieron quedarse conellos?, Qu movi a ocho soldados y a su jefe Francisco Snchez Chamuscado en Santa Brbarade Mxico en 1581 a creer en los rumores de la existencia de gente diferente en una tierramejor, en algn sitio lejos al norte, y a acompaar a Fray Agustn Rodrguez en su bsqueda?,Por qu decidi Antonio de Espejo gastar toda la fortuna que haba acumulado en sus

actividades exitosas para llevar a cabo una expedicin al ao siguiente de la expedicin deRodrguez y Chamuscado por el mismo camino y a los mismos sitios?, y cuando el pequeogrupo de catorce personas que iban con Espejo volvi despus de haber recorrido casi todo elsuroeste americano, desde Arizona a Texas, contando cosas que nadie sensato creera, qullev a Gaspar Castao de Sosa a desmontar su floreciente colonia de 170 personas en laprovincia de Nuevo Len para conducirlas a todas al pas de los indios Pueblo, y a llevarlo acabo, no slo sin la autorizacin pertinente, sino en contra de la orden expresa del Virrey deno hacerlo, entregada en persona por el Capitn Juan Morlete ?, o cmo fue posible que loscapitanes Francisco Leyva de Bonilla y Antonio Gutirrez de Humaa hiciesen lo mismo queGaspar de Sosa a pesar del mal resultado que ste haba tenido?. La respuesta no puede ser tansimple como decir que lo nico que les mova era hacerse ricos, porque ya se saba que en estas

nuevas tierras la existencia de riquezas de oro y plata era dudosa, aunque era verdad que laagricultura y los campos en esos pases lejanos eran ms frtiles que en los ridos parajes de lospoblados en el Norte de la Nueva Espaa dedicados a la explotacin de las minas que, por otra


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parte, estaban en un perodo de crisis. Aunque no fueron fciles ni tuvieron el xito quebuscaban sus protagonistas, las expediciones de redescubrimiento indicadas en este prrafotuvieron el efecto en los inquietos pobladores de Nueva Espaa de aumentar la curiosidad porconocer mejor los territorios del Norte y por ello aument el nmero de emprendedores yaventureros deseosos de lanzarse a continuar la exploracin para encontrar sus supuestasriquezas.

Juan de Oate en Nuevo Mxico, 1598.

El Virrey Luis de Velasco, por expresa indicacin del Rey Felipe II en su Real Cdula de 19 deabril de 158320, buscaba a la persona adecuada para llevar a cabo la expedicin definitiva alNuevo Mxico y tuvo en su mesa numerosas candidaturas. La primera fue la de CristbalMartn, persona distinguida de Ciudad de Mxico, que se comprometa a explorar mil leguas msall de Nuevo Mxico y a establecer poblaciones en las costas de los mares del Norte y del Sur(ocanos Atlntico y Pacfico). Es interesante en esta propuesta ver cmo se crea quecaminando hacia el norte se llegara hasta el paso del Norte o estrecho de Anin, que debacomunicar los dos ocanos, y cuya posible existencia motiv los viajes reales o figurados de los

tres navegantes apcrifos,Lorenzo Ferrer Maldonado en 1588, Juan de Fuca en 1592 y PedroBartolom de Fonte en 1640 y ms tarde la extraordinaria expedicin cientfica de AlejandroMalaspina en 1789-1794. Tambin presentaron sus candidaturas Antonio de Espejo y HernnGallegos que alegaban como mrito haber recorrido parte del territorio sealado en lasexpediciones de redescubrimiento que han sido comentadas antes, y Francisco Daz de Vargas,de la ciudad de Puebla, y Francisco de Urdiola, de Nueva Vizcaya, y de forma destacada elcapitn Juan Bautista de Lomas y Colmenares reputado como el ms rico de Nueva Vizcaya,pero ninguno de estos se consider que cumpla todos los requisitos.21

El seleccionado fue Juan de Oate, que entonces tena cuarenta y cinco aos y contaba conbuenas referencias y mritos en su currculo de gobernador y en las luchas contra los indios

adems de una buena fortuna personal proveniente de las explotaciones mineras en la regin deZacatecas y de los ranchos ganaderos fundados por su padre el gran patriarca Cristbal deOate. Juan de Oate formul una ambiciosa propuesta en la que era notorio que aparte de lasriquezas lo que buscaba principalmente eran fama y honores y la autoridad sobre los nuevosterritorios para los que soaba en constituir un nuevo Virreinato independiente, tan brillantecomo el que tena por capital a Ciudad de Mxico. La propuesta de Juan de Oate fueminuciosamente discutida por el Virrey Velasco y finalmente aprobada, sujeta a confirmacin delRey, con numerosos comentarios o modificaciones aadidas en columnas al margen en el mismopapel en que Oate haba escrito su propuesta original, y este documento de treinta y unartculos22 en once pginas, con apretada letra de caracteres floridos, firmado en Ciudad de

Mxico en presencia del notario real el 21 de septiembre de 1595, se conserva en el ArchivoGeneral de Indias de Sevilla.23

Oate se comprometi a reclutar los expedicionarios, que deban ser como mnimo doscientoshombres preparados para actuar tanto como soldados, si necesario, como de colonos civiles, yde soportar todos sus gastos y los de las familias que los casados llevaran con ellos, incluyendoel sustento, la ropa, los caballos y los medios de transporte en mulas y en carretas, el ganado,herraduras, sillas de montar, las semillas y aperos para agricultura, herramientas de minera, queaunque fuesen pesadas y molestas de llevar eran importantes porque se pensaba encontrar ricasminas de plata, regalos para los indios y todo tipo de provisiones. Se preferan losexpedicionarios con esposa e hijos jvenes porque se pensaba que haran vida familiar y seran

ms estables en las nuevas poblaciones. Por su parte el Rey conceda a Oate y a susexpedicionarios ttulos y honores como compensacin por sus esfuerzos, de los cuales el msimportante era el de Adelantadopara Oate, que inclua los poderes de Capitn General de la


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milicia y de Gobernador de los nuevos territorios con autoridad para impartir justicia, tanto civilcomo penal, y a todos los expedicionarios despus de cinco aos de permanencia en la misinse les otorgara el ttulo de hidalgos, que era el principio de la nobleza,. Este ttulo daba a susposeedores el codiciado derecho a anteponer a su nombre el distintivo Don, que resuma lasinciales De Origen Noble.Se ve que el Rey otorgaba algo que slo l poda conceder y no lecostaba dinero pero sus sbditos apreciaban mucho. Tambin se estableca una cosa que para

Oate era muy importante, consistente en que toda su actividad pasaba a dependerdirectamente del Rey y del Consejo de Indias en Sevilla, que por ser autoridades lejanasdifcilmente podran ejercer un control efectivo, y en la prctica, Oate se libraba de la envidia ylas interferencias de los funcionarios y la molesta burocracia de la administracin en Ciudad deMxico. Oate se vea a s mismo emulando a Corts y construyendo su imperio en el NuevoMxico como un nuevo virreinato o reino que perdurara durante siglos y con l como fundadorde una dinasta de gobernantes en la que su nombre y su familia pasaran a la Historia, y por esopidi, y consigui, que los ttulos concedidos fuesen a perpetuidad para l y para susdescendientes. Los poderes de Oate eran casi ilimitados y incluan la facultad de aprovecharsedel trabajo de los indgenas y cobrar impuestos, dividir el territorio en provincias y nombrar loscargos para su administracin, y de construir fuertes y ciudades, as como la explotacin de las

riquezas encontradas. A cambio la Corona, sin exponer nada, recibira la parte en las riquezas ylos impuestos que marcasen las leyes. Por el ejercicio de las funciones de gobernador el Reyconceda a Oate un salario de 6.000 ducados anuales y las armas principales y el prstamo detres piezas de artillera con tres mil libras de plvora y diez mil balas de arcabuces24. El Rey secomprometa tambin, como Monarqua cristiana, a enviar a los nuevos territorios a cincosacerdotes misioneros y un hermano lego para ocuparse de la conversin de los indios y elcuidado espiritual de los expedicionarios.

Despus de varias vergonzosas dilaciones por causas administrativas, la expedicin de Oate sepuso en marcha en 1598. La caravana en aquel momento la componan 400 hombres, 150 deellos con familias, incluyendo sirvientes, y llevaban 83 carretas, con grandes ruedas de madera,

tiradas por mulos o bueyes, para los pertrechos diversos, con un rebao de 7.000 cabezas deganado25. Toda la caravana en movimiento tena una longitud de ms de cuatro kilmetros yavanzaba lentamente, recorriendo ocho o doce kilmetros cada da. En la vanguardia destacabael estandarte de Oate con la Virgen en brillantes colores y intercalados entre los diferentesgrupos lucan banderolas vistosas. Muchos de los soldados llevaban piezas metlicas dearmaduras que brillaban al sol y se vean las tres pequeas piezas de artillera que haba facilitadoel Virrey. Los pertrechos iban en las carretas y los hombres con las mujeres y los nios iban acaballo o a pie, mezclados con el ganado en un ajetreo ruidoso. Una nube de polvo envolva elmovimiento. En los laterales y por delante iban soldados de descubierta y proteccin a caballo.

La epopeya de Oate fue narrada en verso por uno de sus capitanes, Gaspar Prez de Villagr,con el ttulo Historia de Nuevo Mxico. Maravilla conocer que aquellos soldados manejaban lapluma igual que la espada, haciendo suyo el lema de Cervantes en su discurso de las Letras y lasArmas. De todos los momentos picos de la hazaa de Oate el ms recordado es sin duda labatalla de Acoma y el castigo que infligi a los indios supervivientes prisioneros. Al Autor deesta conferencia le gustara sealar tambin el momento de su paso por la roca de El Morro,donde dej su firma que hoy puede verse junto con las de otros muchos caminantes espaolesque ms tarde por all tambin pasaron.

Como colofn de la referencia a Juan de Oate puede mencionarse la polmica que su figura hadespertado a veces en la poblacin india de Nuevo Mxico descendiente de los primeros

pobladores. Por razones polticas las autoridades de este Estado prefirieron al indio Pop,cabecilla de la rebelin de 1680, para que les representase en el National Statuary Hall delCapitolio de Washington. A pesar de la polmica, en el territorio del ro Grande que es el actual


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Muevo Mxico y Texas, hay grandes estatuas que recuerdan a Juan de Oate en Albuquerque,Santa Fe, Alcalde y El Paso, erigidas en la mayora de los casos por suscripcin popular.

La firma de Juan de Oate en la roca de El Morro.

Uno de los lugares que ms emocin puede despertar a un espaol que desee sentir la Historia

de sus antepasados en el Oeste norteamericano es la roca del Morro donde firm Juan deOate en 1605, que est situada a unas ciento veinticinco millas al oeste de Albuquerque entreAcoma y Zui y catalogada actualmente como Monumento Histrico Nacional por los EstadosUnidos. Esta roca es un imponente macizo que se levanta aislado con paredes verticales de msde sesenta metros que se divisan desde lejos en la planicie suavemente ondulada del oeste deNuevo Mxico y en el que hay un manantial que llena una profunda oquedad formando unapiscina natural con agua transparente todo el ao por lo que era punto obligado de parada detodos los exploradores y viajeros para descansar y reponer fuerzas en la poca espaola ytambin en la poca posterior de los aventureros y militares angloamericanos. En losalrededores de esta roca vivan indios que la consideraron como lugar sagrado y grabaron enella dibujos religiosos. El primer espaol que pas por este lugar fue Antonio de Espejo el 11 de

marzo de 15832

y quizs lo hizo antes Francisco Vzquez de Coronado en su expedicin de1540-1542. En 1605 pas por esta roca Juan de Oate de regreso de su expedicin al Mar delSur en la que lleg hasta la costa del golfo de California. La inscripcin que dej Juan de Oatees sencilla y perfectamente legible como si su autor estuviese presente ahora: Pas por aqu elAdelantado Don Juan de Oate a el descubrimiento de la mar del Sur a 16 de abril de 1605. Despusde Juan de Oate dejaron su dedicatoria y firmaron tambin muchos espaoles, entre ellos elgobernador Juan de Eulate en 1620, el soldado Lujn en 1632, el capitn Diego de Vargas en1692 despus de la reconquista de Zui, Ramn Garca Jurado en 1709 y muchos ms. En estaroca del Morro hay unos dos mil petroglifos indios y varios centenares de inscripcionesespaolas y estadounidenses.

El Memorial de fray Alonso de Benavides en 1630.

En Nuevo Mxico Juan de Oate encontr a los indios puebloque ya haba conocido FranciscoVzquez de Coronado. Podemos saber cmo eran estos pobladores indios de Nuevo Mxico enlos primeros aos despus del establecimiento de los espaoles gracias a los dos Memorialesque escribi el Custodio franciscano encargado de las Misiones, Fray Alonso de Benavides, elprimero en 1630 dirigido al Rey Felipe IV y el segundo en 1634, dirigido al Papa Urbano VIII,escritos ambos con el propsito de destacar la importancia de la poblacin india en la provinciay para animar a las autoridades tanto civiles como religiosas a que apoyasen la labor iniciada,especialmente de los misioneros, y diesen ms medios para su continuacin. Benavides recorri

el territorio que se le haba asignado visitando todos los pueblos indios que contaban conMisiones ya establecidas y los pueblos importantes en los que todava no haba presencia demisioneros. En sus viajes se ocupaba l mismo de predicar el evangelio y de dar el bautismo. Eneste momento, segn sus escritos, haba en Nuevo Mxico 25 Misiones en funcionamiento quecuidaban 50 frailes franciscanos y 6.000 indios bautizados de una poblacin total de 34.630indios.26 La opinin de Benavides era que haba un prometedor futuro para la conversin denuevos cristianos, y en general para los intereses espaoles, y esta es la impresin quetransmiti al Virrey, que le pidi que fuese a Espaa para que formulase l mismo en persona esaimpresin al Rey, y consiguiese ms apoyos, y al mismo tiempo investigase la relacin que podraexistir entre la famosa Sor Mara de Jess en el pueblo soriano de greda con la misteriosadama, toda vestida de azul, que ciertas tribus de indios decan que les haba visitado y predicado

el evangelio antes de que lo hiciese ningn misionero.

2SLATER, p. 4. y MURPHY, p. 5.


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En lo que respecta al desarrollo del territorio, Fray Alonso de Benavides tena mucho interspor los caminos y formul la propuesta de abrir una nueva va de comunicacin desde elcorazn del Nuevo Mxico hasta el mar ms cercano que era el Golfo de Mxico en la costa dela actual Texas, precisamente en la baha del Espritu Santo donde desembarcara el francs RenRobot Cavalier de La Salle en 1685 para dar comienzo a la presencia francesa en la Louisiana.

Con este camino de Benavides la comunicacin sera mucho ms corta y menos peligrosa quepor el largo Camino Real de Tierra Adentro a Ciudad de Mxico.

La revuelta de los indios pueblo en 1680 y la reconquista por Diego de Vargas en 1692

En 1680 se produjo en Nuevo Mxico la tremenda revuelta de los indios Pueblo encabezada porel indio Pop que expuls a los espaoles que tuvieron que refugiarse al sur en El Paso. Lareconquistamilitar la llev a cabo exitosamente en 1692 Diego de Vargas, que en 1693 partinuevamente de El Paso con una expedicin que se esperaba fuese simplemente de colonizacinsin tener que emplear las armas. Con Diego de Vargas iban en esta segunda expedicin un buennmero de colonos con sus familias venidos de Nueva Espaa y de Espaa que llevaban

dieciocho carretas, mil mulas de carga, dos mil caballos y novecientas cabezas de ganado yacompaaban cien soldados de escolta. Representando a la Iglesia iban diecisiete franciscanos.Tambin iban en el grupo dos jvenes franceses supervivientes de la fracasada expedicin de LaSalle al Mississippi que haban cruzado Texas y se haban refugiado con los espaoles. El viaje fuems duro de lo que esperaban y se estima que treinta mujeres y nios murieron en el caminopor las privaciones. Para colmo, cuando llegaron ante Santa Fe se encontraron con que losindios tanoque la ocupaban haban levantado fortificaciones y no aceptaban dejar sus casas paraque se alojasen los recin llegados. Diego de Vargas decidi acampar a las afueras de Santa Fe ypasar all las Navidades, esperando convencer a los indios por el dilogo para que le dejasenentrar en la ciudad. El rigor del invierno aquel ao fue excepcional y veintids mujeres y niosmurieron en el campamento donde esperaban la solucin al mismo tiempo que se les acababan

las provisiones. Estas fueron las segundas Navidades tristes de los espaoles en Nuevo Mxico.Las primeras fueron en 1598 cuando Juan de Oate recibi el 21 de diciembre en San Juan delos Caballeros la noticia de la traicin de los indios de Acoma y la muerte de su sobrino Juan deZaldvar. Finalmente Diego de Vargas tuvo que pelear y vencer a los indios tanoy a los tewaque acudieron a ayudarles.

La labor del padre a caballoEusebio Kino en la Pimera, 1687-1711.

En los mismos aos que se colonizaba Nuevo Mxico los espaoles hacan una labor parecida enel territorio difcil de la Pimera, que inclua las tierras del noroeste del Mxico y el sur de

Arizona actuales. El artfice principal de esa labor en la Pimera fue el jesuita Eusebio FranciscoKino, que en los 24 aos entre 1687 y 1711 en que estuvo asignado a su Misin central deNuestra Seora de Dolores hizo ms de cincuenta viajes y recorri ms de 33.000 kilmetros acaballo abarcando un territorio de ms de 130.000 kilmetros cuadrados. Varios de sus viajesfueron atravesando el Camino del Diablo, desde Sonita al ri Gila, llamado as por la falta totalde agua, y en el que muchos que no tenan la energa y la determinacin de Kino haban muertoantes que l. Algunos de los viajes de Kino fueron de ms de 1.600 kilmetros. 27El viaje quehizo de la Misin de Nuestra Seora de Dolores a Ciudad de Mxico, cuando tena cincuentaaos, que en aquella poca era una edad respetable, fue de 2.500 kilmetros y lo recorri a unamedia de cincuenta kilmetros diarios, sin contar las paradas en Guadalajara y otras ciudadesimportantes, entre el 16 de noviembre de 1695 y el 8 de enero del ao siguiente, y como ste

hizo muchos viajes ms.28


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Kino fue sacerdote jesuita y adems matemtico y astrnomo, y otras muchas cosas, como porejemplo arquelogo por su estudio de las ruinas de la Casa Grande, actualmente ParqueHistrico del Estado de Arizona. En su destino en la Pimera dedic todo su esfuerzo a predicarel Evangelio y a hacer cristianos a los indgenas, de los que bautiz a ms de cuatro mil, y paraello fund 20 Misiones y pueblos en los dos lados de Sonora en Mxico y Arizona en los EstadosUnidos, en los ros Magdalena, Altar, Sonoita y Santa Cruz, con escuelas y hospitales, enseo

carpintera y herrera y agricultura a los indios y entre otros progresos les introdujo en elcultivo del trigo y de los frutales que llev de Mxico, organiz explotaciones ganaderasenormes29con las que socorri a otras Misiones, como por ejemplo con el envo que hizo de300 cabezas de ganado al Padre Salvatierra que no consegua hacer lo mismo en Baja California,y el de otras 1.400 cabezas a la Misin no lejana de San Javier que envi desde su Misin deDolores, o el envo de otras 1.500 cabezas de ganado por las que el Padre Saeta le dio lasgracias en una carta,30y todava le qued tiempo para escribir y enviar Informes detallados a sussuperiores que se conservan en los Archivos de Indias, y llevar un diario de sus actividades conel ttulo Favores Celestiales de Jess y Mara Santsima, de 431 pginas manuscritas y un ndice decatorce pginas,31en el que incluye detalladas observaciones geogrficas de sus exploraciones, ya hacer un mapa completo de todo el territorio de la Pimera, incluyendo su continuacin unida

a Baja California, con lo que demostraba que sta era una pennsula y no una isla, y escribir msdetalles de sus exploraciones en su obra manuscrita Historia de Sonora, mencionada porVenegas.32 En muchos de sus viajes estuvo acompaado por el capitn Juan Mateo Mange queescribi un diario de las exploraciones con el ttulo Luz de la Tierra Incgnita en la AmricaSeptentrional. Kino fue persona de cualidades humanas extraordinarias, por su simpata y don degentes, y aprendi y hablaba varios idiomas indios. Todo ello con una vida austera y condicionesfsicas de atleta que le permitan hacer sin cansancio las largas cabalgadas que se han mencionadoal principio.

El Padre Kino muri el 15 de marzo de 1711 en la Misin de Santa Mara Magdalena, en laciudad que actualmente se llama Magdalena de Kino en el Estado de Sonora en Mxico, a unos

setenta kilmetros al sur de la frontera con los Estados Unidos, a donde haba acudido paracelebrar la Misa inaugural de la nueva Iglesia de la Misin. Kino tena entonces 66 aos que enaquella poca era una edad de vejez pero ello no le impeda seguir haciendo largos viajes acaballo. Su lecho de muerte no tuvo colchn. Fue simplemente una piel de res extendida en elsuelo y estaba tapado tan solo con la manta india que sola llevar en sus viajes, igual que habadormido siempre.33

La memoria de Kino se respeta tanto en Mxico como en los Estados Unidos. En Mxico hayvarios lugares que llevan el nombre de Kino. Adems de la ciudad citada de Magdalena de Kino,est la baha de Kino en el Golfo de California, y una de las calles principales de la ciudad de

Hermosillo se llama bulevar Kino. En la ciudad de Tucson, en Arizona, en la Arizona PioneersHistorical Societyhay una exposicin con numerosos recuerdos del Padre Kino y de Espaa y enel jardn posterior del Ayuntamiento de esta ciudad hay un relieve en bronce dedicado en losaos de 1930 en memoria del Padre Kino.34Tambin en Tucson, en 1989 se coloc una granestatua en bronce de Kino a caballo. En Estados Unidos, el Padre Kino est en el lugar demximo recuerdo de esta nacin, que es el National Statuary Hallen el edificio del Capitoliodel Congreso en Washington. En este lugar de recordatorio de las personas que ms hancontribuido a la formacin de la Historia de los Estados Unidos de Amrica, cada Estado tenaderecho a proponer a dos representantes y uno de los que escogi el Estado de Arizona porunanimidad en 1965 para que le representase, fue el Padre Eusebio Francisco Kino, igual que elEstado de California escogi a Fray Junpero Serra. Espaa puede estar orgullosa de esta

representacin de sus misioneros en el corazn del patriotismo estadounidense. La eleccinhonra a las personas que la hicieron, teniendo en cuenta, que ninguna de estas dos personaselegidas conocieron a la nacin que despus iban a representar, porque ambas fueron anteriores


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a su independencia. El paralelismo de estas dos vidas, la de Kino en Arizona y Sonora al norte deMxico y la de Serra en Alta California, es muy grande. Ambos sacerdotes catlicos hanrecorrido o estn en el mismo camino del cielo. La Iglesia Catlica, con el Papa Juan Pablo II,elev a los altares a Fray Junpero Serra el 25 de septiembre de 1988, y el proceso debeatificacin del Padre Eusebio Francisco Kino est muy avanzado.35

3.3 Los caminantes de la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX.Juan Bautista de Anza, (1735-1778).

En 1769 empieza la colonizacin de Alta California con la Santa Expedicin de Gaspar dePortol y Fray Junpero Serra que tena como objetivo asimilar este territorio y parar con ello laaproximacin rusa. Muy pronto se vio que la viabilidad de los nuevos asentamientos depoblacin alrededor de las Misiones en sus primeros aos de vida sera ms fcil si se contabacon una comunicacin por tierra desde las posiciones del norte de la frontera de Nueva Espaa.La persona escogida para explorar esta comunicacin fue Juan Bautista de Anza que era unejemplo perfecto de militar profesional y Capitn de frontera espaol en Amrica del Norte en

el siglo XVIII. Naci Juan Bautista de Anza en 1735, en el poblado de Fronteras, cerca de Arizpeen Sonora, en el noroeste de Nueva Espaa, donde su padre, que se llamaba igual y era deorigen vasco, de la villa guipuzcoana de Hernni, era entonces capitn del presidio. Juan Bautistade Anza hijo se educ en la milicia y despus de desarrollar una intensa vida militar llevando laguerra contra las rebeliones continuas de los indios en la Pimera, y de colaborar en laorganizacin civil y hacer sus famosas dos expediciones a la Alta California, en una de las cualeslleg hasta San Francisco, y posteriormente ser Gobernador de Nuevo Mxico durante diezaos y dirigir all personalmente una gran campaa contra los apaches y comanches para pacificaresta regin, y al mismo tiempo explorar nuevos caminos entre Santa Fe y Sonora, muri el 19de diciembre de 1788 en su tierra natal de Arizpe, donde haba empezado su carrera, en un viajeque hizo desde Tubac cuando se preparaba para el retiro. Los restos de Juan Bautista de Anza

reposan en la Iglesia de Nuestra Seora de la Asuncin de Arizpe, junto al altar, en un sarcfagode mrmol rodeado de una barandilla de madera y con dos placas de bronce en las que figuraninscripciones que resumen su vida y dan fe del aprecio que dej en la Historia. La primera deellas es un resumen de su vida:36

Sepulcro del capitn Juan Bautista de Anza. Naci en Fronteras, 1735. Falleci en Arizpe, 1788.

Lo mismo que su padre y su abuelo en tiempos pasados, el capitn de Anza dedic su vida a la

pacificacin y al desarrollo de los territorios fronterizos del noroeste. En 1774 este capitn hizo

su inolvidable jornada hacia el oeste de Sonora, a travs del hasta entonces intransitable desierto,

y de este modo lleg a ser el primero que arrib por tierra a la costa pacfica de Alta California.

Dos aos ms tarde, en 1776, el capitn de Anza condujo a un grupo de 240 hombres, mujeresy nios atravesando los desiertos, las sierras y los territorios de indios hostiles para fundar una

colonia cerca de la baha de San Francisco. Llegado a la costa el capitn De Anza escogi los

sitios para un presidio y una misin. Su grupo de colonizadores se estableci permanentemente

en las mrgenes de la baha. De aquella poblacin pequea ha crecido la gran ciudad de San

Francisco de California. En los aos siguientes el capitn De Anza consigui muchos otros

beneficios para los territorios de la frontera, siendo por algn tiempo gobernador de las

provincias del noroeste. Fue justamente descrito por los historiadores como un hombre de

distinciones heroicas, duro como el roble y callado como el desierto que le dio nacimiento. Esta

placa conmemorativa es un regalo al pueblo de Arizpe, Sonora, por el de San Francisco, Alta

California.

La segunda de las placas es de agradecimiento de la ciudad de San Francisco en recuerdo de sufundacin por Juan Bautista de Anza.37


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El dictamen del Ingeniero Miguel de Costanso en 1772.

Antes de aventurarse en la expedicin de descubierta a Alta California se consider convenientepedir dictamen al ingeniero Miguel de Costanso sobre tres puntos concretos:38distancia entre elpresidio de Tubac en Sonora y los establecimientos de San Diego y Monterrey en Alta

California, si exista posibilidad de que los indios pimas, habitantes de las orillas de los ros Gila yColorado, pudieran tener noticia de esos establecimientos, y si sera til abrir la comunicacinpropuesta por el capitn Anza. Costanso calcul que la distancia en lnea recta entre el presidiode Tubac y el establecimiento de San Diego debera ser de unas ciento ochenta leguas comunesdel reino, que constan, como todos saben, de cinco mil varas de Castilla cada una. La vara castellanameda 83,59 centmetros y debe mencionarse que otros utilizaban la legua oficial que era de dosterceras partes de 10.000 varas, es decir 6.666 varas en vez de las 5.000 de Costanso. Ladistancia estimada por Costanso equivaldra a 752 kilmetros que es una cifra algo superior a lareal por las carreteras actuales.

La primera expedicin exploratoria de Juan Bautista de Anza, 1774.

Resueltos todos los problemas, la primera expedicin de Anza se puso en camino desde elpresidio de Tubac el 8 de enero de 1774. En total eran veintin jinetes y cinco arrieros, unintrprete, un carpintero y dos sirvientes, y dos frailes franciscanos, el aragons FranciscoGarcs y Juan Marcelo Daz de Alcaraz. En el cargamento llevaban treinta y cinco medidas deprovisiones, armas y municiones de guerra, tabaco, regalos, equipaje diverso y otrosabastecimientos necesarios para atravesar territorios desconocidos. Era un equipo ligero, dehombres curtidos en la vida en aquellas tierras speras, que conocan cmo eran los indios, yque avanzaban rpidamente sin importarles a veces pasarse das sin tener agua para beber. En sutrayecto atravesaron el territorio de los indios yuma, cuyo jefe, de nombre Olleyquotequiebe,haba conocido antes a Fray Francisco Garcs que en el verano de 1771 se adentr en su

territorio en solitario, con slo tres guas indios y una caballera39. Este jefe indio estabaexpectante por encontrarse con los espaoles de los que haba odo hablar, y aunque el consejode la tribu era partidario de un recibimiento hostil, opt por recibir pacficamente a losexpedicionarios y dar un margen para aumentar el conocimiento mutuo. En un ambiente decierto recelo inicial se produjo el encuentro entre Anza y Olleyquotequiebe que seratrascendental para la historia espaola en esos territorios. Eran dos grandes personalidades yAnza, que respetaba y apreciaba la manera de ser india a pesar de que su padre haba sidomuerto por ellos, se dio cuenta enseguida del inters que tena el encuentro, y acept lahospitalidad y las tiendas que le ofrecieron y decidi quedarse varios das en el campamentoindio para dialogar y establecer amistad personal con ellos. Anza habl a Olleyquotequiebe de su

Rey y de la Nueva Espaa, y de su forma de gobernar y de la religin cristiana, y le propusohacerse igual que los espaoles, y bautizarse y cambiar su nombre por el de Salvador Palma.Olleyquotequiebe acept entusiasmado y pidi a Anza ir con l a Ciudad de Mxico paraconocer mejor todo lo que le haba contado. Anza, conocedor de la psicologa india, regal aOlleyquotequiebe un medalln y un bastn como smbolo de su autoridad, pero consider quela nueva situacin que se ofreca necesitaba tiempo para confirmarse y aplaz este viajeprometiendo que en una nueva expedicin volvera a pasar por all y dispondra todo para elrecibimiento que mereca como jefe indio en Ciudad de Mxico. El nuevo contacto se produjoen la segunda expedicin de Anza a California al ao siguiente, y a continuacin,Olleyquotequiebe viaj con los principales caciques de la tribu y cuantos quisieron ir con l aCiudad de Mxico, donde fue recibido por el Virrey y bautizados todos en la catedral con gran

solemnidad el 24 de febrero de 1777.40

La segunda gran expedicin colonizadora de Juan Bautista de Anza, 1775-1776.


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La segunda expedicin de Juan Bautista de Anza a la Alta California march por el camino que yahaba sido recorrido pocos meses antes por la primera expedicin y no fue por tanto unaexpedicin de nuevos descubrimientos. El objetivo de esta segunda expedicin era ayudar a lacolonizacin iniciada en Alta California demostrando que era posible llevar colonos y ganado yabastecimientos por el camino que se haba encontrado, y este objetivo se cumpli plenamente.

Lo que maravilla en esta segunda expedicin de Juan Bautista de Anza es la forma como se lleva cabo, con el entusiasmo colectivo y el esfuerzo individual de todas las personas queintervinieron en ella y el extraordinario liderazgo de Anza, que tena treinta y nueve aoscuando se puso al frente de ella. Con l iba un gran equipo. En la parte militar iba como segundoel teniente Jos Joaqun Moragas, con el sargento Juan Pablo Grijalva y ocho soldados veteranosde los presidios de Sonora y treinta del presidio de Tubac y veinte soldados reclutas. Ibantambin ciento treinta y seis colonos, veintinueve mujeres, ciento veintiocho nios y jvenes,veintisiete sirvientes, tres indios intrpretes y indios auxiliares.41Charles Edgard Chapman, en suobra A History of California. The Spanish period hace una relacin detallada de las personas quecomponan la expedicin y suma un total de 240.42El nmero indicado de personas quizs nofuese exacto, Font dice en su diario cuando salieron de Horcasitas el 29 de septiembre de 1775

que el nmero no lo apunto por no haber podido saberlo,43

y en otro momento anot que por elcamino se les juntaban indios y llegaban a las mil almas.44La expedicin llevaba unas mil cabezasde ganado menor y trescientas de ganado mayor, ciento sesenta mulas y trescientos cuarentacaballos, yeguas y potros, y se transportaban unas ocho toneladas de carga, entre alimentos,tiles de cocinar, herramientas y municiones, hierro para herraduras, clavos, sillas y accesoriospara montar, tiendas, etc. y todo ello se montaba y se desmontaba diariamente. La disciplina erarigurosa y aceptada por todos. Al frente de la expedicin marchaban cuatro jinetes exploradoresy un destacamento militar para prevenir dificultades imprevistas. A continuacin iba Anza con suuniforme nuevo de teniente coronel y cerraba la comitiva la escolta militar. La columna enmarcha se extenda en una longitud de casi dos kilmetros y avanzaba a una velocidad media deuna legua o algo ms por hora, y eran frecuentes jornadas de nueve o ms horas. Los colonos

que se quedaron en California y haban salido desde Hermosillo recorrieron casi quinientasleguas, y Anza que fue y volvi y se desplaz en California hacia el sur y hacia el norte recorriotras mil ms, es decir, quizs 5.500 kilmetros en total. De las mujeres participantes, cincoestaban embarazadas cuando iniciaron el viaje y tres nios nacieron durante la expedicin yhubo dos partos que se malograron. Tambin se celebraron en la expedicin tres matrimoniosde parejas que no quisieron esperar a California para estar casadas. En la parte eclesial la jefaturala ostentaba Fray Pedro Font que adems tena encomendada la lectura de las declinacionessolares para el clculo de las posiciones y de las distancias recorridas y la redaccin de un Diarioy para ello dispona de unas tablas astronmicas que el ingeniero Jorge Juan haba hecho para elmeridiano de Cdiz, por lo que deban ser corregidas, y Font se quejaba de que con las prisas no

se haba podido hacer con una buena brjula. Font era un hombre muy minucioso y quizs algocascarrabias. En la referencia de Donald Grate45se dice que Font pas todo el viaje enfadadoporque Anza le haba pedido que llevase su arpa, en la que nuestro buen franciscano era artistavirtuoso, para consuelo musical de los viajeros en el descanso al acabar las jornadas, y Fontcumpli, preocupndose todos los das de subirla y atarla a los lomos de una mula al empezar lascaminatas, y desatarla y bajarla al llegar a las paradas, para que luego Anza ni un solo da lepidiese que la tocase. Adems de ste hubo otros conflictos igualmente menores y divertidosentre Font y Anza, que tambin seala Grate en sus publicaciones, como cuando la viuda MaraFeliciano Arballo cant y bail fandangos impdicos una noche en la velada alrededor de lashogueras, para alegrar los espritus cansados, que todos aplaudieron, y al da siguiente, en laSanta Misa, Font se despach con un sermn recriminatorio que no gust a Anza. Jay W. Sharp

menciona otro conflicto cuando Anza quiso dar un premio a sus fatigados hombres y con unasuvas fabric coac que reparti y fue bien degustado, cosa a la que Font quiso oponerse, porquedeca que los soldados se emborracharan y eso era contra la ley de Dios, y aunque Anza le


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deca que si no saban beber y se emborrachaban no era culpa suya, Font le contest que si nose lo daba no se emborracharan y por tanto Anza era un colaborador necesario y el primerresponsable de lo que pasase, ante lo cual Anza despach la conversacin diciendo que el Rey lehaba dicho que se preocupase del bienestar y de la felicidad de sus expedicionarios y que el quemandaba era l y era el nico al que corresponda decidir en cada momento lo que le pareciesemejor para las personas a su cargo.46Afortunadamente estos incidentes no pasaron a mayores

por el buen espritu que todos tenan y la alegra que reinaba entre los expedicionarios. Fontdeca que si en ningn momento la expedicin sufri ataques de los apaches, aunque pasaronpor su territorio, fue por sus oraciones y por la proteccin que todos haban pedido a la Virgende Guadalupe. Otro clrigo que iba en esta segunda expedicin fue Fray Francisco Garcs,aunque esta vez no como superior religioso, quizs porque Anza pensaba que no lesacompaara todo el viaje ya que se le iba a encargar abrir otros caminos, como as se hizo alllegar al ro Colorado el da 9 de diciembre47.

La expedicin sali de Tubac el 23 de octubre de 1775 y tuvo la tristeza de empezar esta partede su viaje con la muerte al da siguiente de Manuela Pincuelar, que iba con su esposo el soldadoVicente Flix y toda su familia, que se puso de parto y muri en el alumbramiento del que habra

sido su octavo hijo. Correspondi a Fray Francisco Garcs desandar el camino recorrido parallevar el cadver de Manuela Pincuelar a su enterramiento en la Misin de San Javier del Bac. Elapellido Flix, luego sera famoso en California, y en su honor uno de los bulevares msimportantes de Hollywood en Los ngeles lleva el nombre de Los Feliz, que as escribiran sunombre en ingls, por la hacienda que all tuvieron sus descendientes. No falt ningn fenmenonatural en la expedicin, hasta un terremoto hubo. El da 26 de diciembre de 1775, Font anoten su diario seran las cinco de la tarde cuando sentimos un temblor con apariencias de terremotoque dur muy poco, acompaado de un estruendo instantneo y recio. Tambin se preocupabande los detalles pequeos, en la Misin de San Antonio les dieron cuatro gatos para llevar a lasMisiones de San Gabriel y de San Diego porque tenan una necesidad desesperada de ellos por laabundancia de ratones.48El diario de Font est lleno de observaciones que revelan el ambiente

de solidaridad entre todos los participantes y cmo la expedicin se detena cuando haba algnproblema o era necesario esperar a alguien que se haba perdido o estaba enfermo. Elhistoriador Bolton compara la expedicin de Anza con la famosa de Lewis y Clark en 1803 quetanto veneran los angloamericanos y concluye que la de Anza fue muy superior en todo, 49comolo haba sido la de Francisco Vzquez de Coronado doscientos treinta y cinco aos antes.Cronolgicamente, la expedicin de Anza fue la tercera gran expedicin espaola en el Oesteamericano, despus de las de Vazquez de Coronado y Oate. Sera la cuarta o la quinta siconsideramos como grandes expediciones las de Antonio de Espejo o Gaspar Castao de Sosaque tambin llevaron un nmero apreciable de colonos. Anza fue una persona de enormeactividad que escribi un diario y numerosos informes y cartas. El historiador Herbert E. Bolton

en su monumental obra sobre Anza en cinco volmenes, Anzas California Expedition, publicadoen 1930 por la Universidad de California en Berkeley, incluye como Anexos adems del diariode Anza, los de Daz, Garcs, Font y Palou relacionados con las expediciones de Anza.

Los caminos y las relaciones de Juan Bautista de Anza con los comanches comoGobernador de Nuevo Mxico, 1778-1788.

Despus de estas expediciones Juan Bautista de Anza fue nombrado Gobernador de NuevoMxico y se traslad a Santa Fe donde inmediatamente de tomar posesin del cargo se propusocomo uno de los primeros objetivos terminar con los ataques de los indios comanches, querealizaban continuas incursiones en la zona norte de Taos atemorizando a los colonos espaoles,

y para ello organiz un ejrcito de 600 o 800 soldados, entre espaoles y indios leales, con msde dos mil caballos, que sali de Santa Fe el 15 de agosto de 1779 en una expedicin punitivapara buscar y capturar al famoso jefe comanche Cuerno Verde, que ya fue citada antes..


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Otros objetivos de Anza en Nuevo Mxico que requirieron plazo ms largo fueron elentendimiento estable con las diversas tribus indias del territorio y la apertura del camino entreSanta Fe, como capital de Nuevo Mxico, y Sonora, como puesto estratgico de la fronteranoroeste de Nueva Espaa. Para las buenas relaciones con los indios ayud mucho lacelebracin de ferias de comercio de productos indios y espaoles en Taos y en otras

poblaciones. El entendimiento con los indios culmin en el Tratado de Paz con la NacinComanche firmado en 1786 que se mantuvo en vigor hasta que Estados Unidos lo anul en1846. Con la apertura del camino de Santa Fe a Sonora, Anza pretenda completar la estrategiaen abanico para el oeste americano propugnada por el Visitador Glvez, que consista en tomarSonora como centro de relacin del noroeste y desde all abrirse hacia el Oeste en direccin deAlta California, ya conseguido con las expediciones de Anza de 1774 y 1775-76, y completar elabanico en la otra direccin hacia el Este, con el camino hasta Santa Fe. Con este camino entreSanta Fe y Sonora se quera mejorar notablemente la comunicacin de la prspera provincia deNuevo Mxico, que sin l dependa exclusivamente para sus relaciones con el resto de NuevaEspaa del llamado Camino Real de Tierra Adentro que iba a Chihuahua y segua a Ciudad deMxico. Los nuevos caminos facilitaban el comercio y, aparte de razones de tipo estratgico o

militar, Anza crea firmemente en el principio que luego fue adoptado por Felipe de Neve, quefue el segundo Comandante General de las Provincias Internas sucediendo a Teodoro de Croix,que escribira que el comercio es uno de los medios que ms encargan las Leyes para civilizargentiles.50El plan de Anza era que al mismo tiempo saliesen dos expediciones principales pararecorrer el territorio, la suya que saldra de Santa Fe en noviembre de 1780 y otra mandada porJos Antonio de Vildsola que lo hara desde Tubac en Sonora, en el otro extremo, parajuntarse en un lugar intermedio alrededor del ro San Francisco que era el punto ms alejado alque haba llegado la exploracin del Padre Menchero que parti de Tubac en 1749, y se contabacon una tercera expedicin de auxilio y seguridad.

La expedicin de Vildsola tuvo un carcter ms militar que la de Anza y su misin principal era

la de proteger a los expedicionarios de Anza cuando se aproximasen al territorio hostil de losApaches en la cercana de Tubac que Vildsola conoca mejor. Las instrucciones de Croixfueron muy concretas y disponan que Vildsola deba mandar un cuerpo de ejrcito dedoscientos cuarenta y nueve hombres de armas en total, obtenidos agrupando un oficial ytreinta hombres del presidio de Tubac, el mismo nmero del presidio de Santa Cruz, un oficial ycuarenta hombres del presidio de Fronteras, un oficial y veinte hombres de la Compaa deVoluntarios, un sargento y veinte hombres del piquete de Dragones, y alrededor de cien indiosopatas y cincuenta indios pimas altos. Croix dio plenos poderes a Vildsola para dirigir laexpedicin:51

La tercera de las expediciones planeadas por Anza fue la del capitn del presidio del CarrizalFrancisco Martnez52, que tena como objetivo proteger a la caravana que saldra al mismotiempo de Santa Fe por el Camino Real de Tierra Adentro. Esta expedicin fue menos numerosay ms breve la de Anza, y que la de Vildsola.

El camino entre Santa Fe y Sonora por Jos de Ziga en 1791.

El mrito de encontrar el camino directo definitivo entre Santa Fe y Sonora correspondi alcapitn Jos de Ziga, que reclut un ejrcito de 151 soldados espaoles y indios auxiliares delos presidios de Frontera, Santa Cruz, Tubac, Altar y Fronteras y en un rpido viaje del 9 deabril al 29 de mayo de 1791 cubri el recorrido en casi lnea recta de 108 leguas entre Tucson y

el pueblo de Zui en Nuevo Mxico, superando las fuertes nevadas que les sorprendieron enfechas tan avanzadas como el mes de mayo y los ataques de los apaches en varias ocasiones.Ziga lleg hasta Zui y desde esta poblacin regres a su puesto en Tubac de donde haba


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partido. Zui en 1791 era un pueblo con Misin regida por franciscanos y pobladoexclusivamente por indios con excepcin del Alcalde espaol, del que Ziga en su diario diceque era un viejo que disputele muy poco en darme explicacin a lo que deseaba saber53.Zigapermaneci con sus hombres en Zui los das del 2 al 6 de mayo y fue bien agasajado por suspobladores indios, que se regocijaron de vernos transitar, y oir las noticias de que los cordones queabrieran comercio con esta Provincia, pudieran hacer escala por aquel Pueblo, segn anot en su

diario54

. De esta observacin se deduce la importancia que se daba a la apertura de caminos y elestablecimiento de comercio como medio de pacificar y hacer progresar a los indgenas. ElDiario de Ziga, redactado con lacnico estilo castrense, contiene informacin muy detalladasobre los accidentes topogrficos que se encuentran en el recorrido y menciona a los TenienteCoroneles Jos Sez Rico y Manuel Echegaray que haban realizado expediciones similares por elmismo camino despus de Anza y antes que l, y agradece al indio apache Stoci que le gui. EsteDiario de la expedicin de Ziga se conserva en el Archivo General de Simancas y ha sidopublicado, junto con otros documentos similares, por su ex-Director Amando Represa en ellibro patrocinado por la Junta de Castilla y Len con el ttulo La Espaa Ilustrada en el lejanoOeste. Viajes y exploraciones por las provincias y territorios hispnicos de Norteamrica en el s.XVIII.55

Recuerdo de Juan Bautista de Anza.

Juan Bautista de Anza es uno de los espaoles cuyo recuerdo ms se conserva en Californiasuperado slo por el de Fray Junpero Serra. El momento en que este recuerdo se materializde manera ms emotiva debi ser cuando en 1963 los restos de Anza fueron recuperados de suhumilde enterramiento en la iglesia de Nuestra Seora de la Asuncin en Arizpe y colocados enel mausoleo de mrmol donado por la Universidad de California y la ciudad de San Franciscocon las placas y las leyendas explicativas a las que se ha hecho referencia al principio de esteapartado. Despus de esta ceremonia el recuerdo se sigue manteniendo de la forma ms elevadaque puede haber, que es la celebracin todos los aos de una reunin acadmica para el estudiode su vida y de su aportacin a la historia de los territorios de la frontera entre Mxico y

Estados Unidos. La dcima de estas reuniones tuvo lugar en Yuma, Arizona, del 16 al 19 defebrero de 2007. Las anteriores fueron en poblaciones de Sonora en Mxico, o de California yArizona en los Estados Unidos. Ese recuerdo histrico se mantiene en el Museo del NationalHistoric Park (Parque Histrico Nacional)de Tumacacori instalado en la Misin reconstruida de SanJos, al sur de Tucson en Arizona, cerca de la frontera con Mxico, en la misma zona en la queest la hermosa Misin de San Javier del Bac y estuvo el presidio de Tubac, lugares ambos unidosa Juan Bautista de Anza, y en el que se mantiene una exposicin permanente sobre su vida y supoca. Tambin en el centro de visitantes de este Parque Histrico hay un centro deinformacin y se realizan estudios que luego se divulgan a travs de una muy bien hecha web deAnza gestionada con un programa cultural de la Universidad de Oregon de los Estados

Unidos

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.Adems del recuerdo cultural mencionado, las expediciones de Juan Bautista de Anza aCalifornia son parte de la celebracin festiva en la ciudad de Los Angeles, donde todos los aosse celebra una cabalgata o romera popular para conmemorar la fundacin de la ciudad, quesuele presidir el alcalde, en la que no faltan nativos norteamericanos sin complejos y inmigrantescastizos mexicanos, ataviados todos fraternalmente con trajes de la poca espaola, y msicamexicana por supuesto, aunque la comida sea de barbacoas y hamburguesas con coca-cola, pararecorrer parte del camino que hizo Anza con sus acompaantes en el paso por la Misin de SanGabriel y a partir del cual pocos aos despus se consider fundada la ciudad. Tambin en 1992se celebr un recorrido de reconstruccin histrica entre Tubac y Tumacacori, con soldados

espaoles a caballo y a pie, y frailes y colonos, todos vestidos como si realmente lo fuesen, yestos recorridos se repiten peridicamente, segn las simpticas fotos de recuerdo que puedenverse en la web de Anza. El Autor de esta Conferencia tuvo ocasin de participar en uno de


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estos recorridos acompaando a Donald T. Grate, director del museo de Tumacacori, el da 25de octubre de 2008.

Fray Francisco Garcs, prncipe de los caminantes solitarios,(1738-1781).

Al hablar de los caminantes en esta poca en el Oeste norteamericano se debe mencionar

especialmente a Fray Francisco Garcs que fue un aragons extraordinario que naci el 12 deabril de 1738 en Morata de Jaln y poda haber tenido una vida tranquila en Espaa, como suspadres y sus hermanos, pero a los 16 aos ingres en el convento franciscano de San Carlos deAlpartir, muy cerca de Morata y tan pronto como se orden sacerdote pidi ir a hacerapostolado a Amrica y cuando tena 24 aos sus superiores le enviaron a Nueva Espaa, endonde, despus de un perodo de formacin como misionero en el Colegio de Santa Cruz deQuertaro, se le asign la Misin de San Javier del Bac, que era la ms alejada y la ms sometidaa los ataques de los indios de todas las que haba en la frontera noroeste, y a la cual lleg el 30de junio de 1768, con una edad de treinta aos.57

El historiador Herbert Eugene Bolton, citado muchas veces por otros temas de la herencia

espaola en el Oeste americano, fue el que en su estancia en Mxico entre 1903 y 1908investigando en el Archivo General de la Nacin descubri los diarios de varios de los viajes deGarcs hasta entonces no conocidos58y le calific como el prncipe de los caminantes solitarios59.Salvo en la participacin que tuvo en las expediciones de Anza en 1774 y 1775-76, en todas susdems exploraciones Garcs fue un explorador solitario, a pie o a caballo, con la nica compaaa veces de dos o tres indios o no muchos ms, y estos acompaantes indios los ibareemplazando durante su viaje porque atravesaba zonas dominadas por tribus enemigas entre s,en las que los miembros de una tribu no eran bien recibidos en la siguiente. Para entendersemejor Garcs estudi los idiomas indios y hablaba varios de ellos. No es fcil hacer un clculodel nmero de leguas que recorri Fray Francisco Garcs en sus recorridos por la Pimera Altay por los caminos que le llevaron a Alta California y a Nuevo Mxico. Slo en el viaje de 1771,

que no fue el ms largo, recorri 300 leguas, sin contar los desvos que en ocasiones hizo, segnestimacin de Bolton.60En su viaje ms largo, que fue el de 1775-76, incluyendo la parte despusde separarse de Anza, recorr

caminantes y caminos en el oeste norteamericano español (1519-1821) - luis laorden

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