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  • 7/27/2019 C E Schorske_Viena_De Wagner a Loos.pdf

    1/10

    E Schorske

    en Viena

    ensanche de W agner a las villas

    e

    Loos

    la

    Vi

    ena de fin de siglo se dieron cita varias de las

    nt

    es

    culturales ms creativas de la poca. Frente a la

    los artistas de la Sezession, Loos defenda la

    arquitecto como un artesano que aplicaba su

    prctico a los objetos que produca, desde un picapor

    hasta una casa. Schorske nos describe la efervescente

    de la capital austraca, que

    se

    debata entre los

    s de lo pblico

    y

    lo privado, de lo social

    y

    lo psicolgico.

    aparicin rpida y confusa de la

    co- Fue

    tal la fuerza simblica del nuevo

    m

    ode

    rna a finales del siglo

    XIX

    ,

    barr

    io que los austracos

    le

    pusieron el

    un amplio movimiento cultural nombre de die Ringstrasseniira a toda la

    de su ruptura con

    la

    historia, poca

    de domin

    io liberal, al igual que los

    secuelas

    en

    la arquitectura

    de

    toda ingleses dieron al mismo perodo

    el

    n

    om

    Pero en ningn sitio dej tantas bre de su reina: the Victorian Age. La

    en

    Viena. La razn no hay que ir a Ringstrasse, bien provocando orgullo o

    lejos. Se debe a la

    gran

    produciendo repulsin , hi

    zo de

    la arqui

    i

    n

    urbanstica

    de

    la ciudad

    en

    el tectura un tema fundamental

    que

    foment

    XIX: la Ringstrasse. All, el liberalis- la pasin y la controversia pblicas. As,

    , a la manera

    de

    los movi- Heinrich Friedjung, historiad

    or

    liberal del

    tos triunfantes, construy despus

    de

    momento, saludaba las actuaciones

    de

    la

    su acrpolis exaltando a travs de la Ringstrasse

    como

    el c

    ump

    limiento de

    una

    los victoriosos valores del Rec t promesa histrica, en la que los esfuerzos

    ho), tico y racional, y de la

    Kultur

    y sufrimientos seculares

    de

    los ciudadanos

    ltura), esttica y refinada. La zona de corrientes -cuya riqueza y talento

    ll

    eva

    Ringstrasse se construy dent

    ro de

    la

    ban

    mucho tiempo enterrados- se exhu

    ial al igual

    que Canberra

    o

    maban

    finalmente como enormes yaci

    lo hicieron en plena naturaleza. mientas de carbn en el siglo XIX.

    En

    la

    io

    grand

    ioso y homogneo se poca liberal, escriba Friedjung,

    e1

    po

    conjunto de

    edificios pbli-

    de

    r pas, al men

    os en parte

    , a la bur

    monumentales - museos, teatros, se- =-suesa; y en ningn caso alcanz sta una

    del rgimen constitucional, etc.- y

    de

    vida ms ampleta y pura

    que

    en la re-

    residencia l

    es de

    aspecto

    pa

    la- const ruccin

    de

    Viena . P

    or otro

    lado, el

    para

    albergar a

    la

    clase dirigente. En arquitecto Adolf Loos, en una

    de

    sus

    de

    ciudad

    dentro de

    la ciu- primeras y ms llamativas incursiones cr

    ostensiblemente un lugar ticas, asign en 1898 a

    la

    Viena

    de

    la

    los trabajadores industriales y

    pa

    ra Ringstrasse un sobrenombre

    que

    caus

    vida laboral, sobre la que descansaba sensacin: la ciudad de Potemkin.

    No

    lmente el poder

    de

    quienes la vea su arquitectura como el smbolo

    de

    una vida ms completa y ms pura sino

    Dos caractersticas confirieron a la como un rostro fal

    so

    que ocultaba la

    n

    gstrasse su importancia en lo que res- vacuidad y la corrupcin

    de la

    socie

    dad

    n del movimiento moderno austr aca .

    Austria: su poder como smbolo cul- En la batalla simblica sobre la cultura

    y su estilo historicista, segn el cual liberal

    de

    mediados

    de

    siglo , la

    ll

    amada

    ficios se construan siguiendo mo- arquitectura de est

    il

    o - elegida para

    gticos, renacentistas y neoclsicos. erigir el Ring- se convirti en un tema

    1

    decisivo. Para Jos constructores y los de

    fensores

    de

    la Ringstrasse,

    la

    multiplici

    dad

    de estilos histricos c da cual aso

    ci

    ado

    normalmente a la fu ncin del edifi

    cio que revesta- era en s misma un

    signo de la asimilacin de las riquezas del

    pasado por parte

    del nuevo h

    ombre

    ilu

    s

    trado.

    Cada

    edificio se reali

    zaba

    en

    el

    estilo

    de

    una poca asociada a su funcin:

    el P arlamento, en clsico griego; la Ra

    thaus

    (ayu

    nt

    amiento),

    en

    gtico, el estilo

    que se asociaba a la municipalidad medie

    val; la universi

    dad

    a la manera renacen

    tista; y el

    teatro

    , a la barroca. Los edifi

    cios

    de

    viviendas se inspiraban en los

    palazzi

    renacentistas.

    Para

    l

    os

    rebeldes y

    los

    detractores, por otro lado , los estilos

    histricos

    era

    n un signo de

    que

    los bur

    gueses

    estaban

    escondiendo

    su

    identidad

    bajo mscaras del pasado; o bien -

    la

    otra cara

    de

    la

    moneda- de

    que no

    haban

    conseguido encontrar una expre

    sin estilstica

    adecuada

    a su

    propia

    ver

    dad. Al rechazar la legitimidad

    de

    la ar

    quitectura de los estilos histricos, los

    fun

    dado

    res de la modernidad a finales de

    los aos 1890 encontraron inicialmente

    una causa

    que co

    mparti r.

    Si

    bien tenan

    un infierno comn que los mantena uni

    dos -concretamente las deficiencias mo

    rales

    de

    l historicismo del Ring- pronto

    _qued claro que los crticos tenan para

    sos muy diferentes. Di stinguir entre las

    diversas tendencias criticas es revelador

    para

    entender el movimiento moderno y el

    lugar

    de

    Loos

    dentro de

    l.

    Dos tendencias

    En la crtica arquitectnica

    de

    la R ings

    trasse se pueden distinguir

    cuatro

    escue

    las, cada una de las cuales est imbuida de

    una

    idea distinta

    de

    lo que

    es

    la cultura.

    Do

    s

    de

    e

    ll

    as se

    basa

    n

    en

    criterios pblicos

    y sociales, y las otras dos, en normas

    privadas y psicolgicas. Los crticos

    de

    la

    c u e l

    pblica-social y los de la priva

    da-psicolgica pertenecan a generaciones

    dist intas. Los dos crticos sociales ms

    importantes,

    Otto

    Wagner y

    Camilla

    Sit

    te, haban nacido a principios

    de

    la dca

    da de 1840,

    y

    haban

    vivido su madurez

    15

    (1

    988)

    A V

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    2/10

    Cartel conmemorativo de la

    apertura

    de la

    en

    1860.

    El Kunstmuseum de Viena.

    a

    Ringstrasse.

    en pleno apogeo del liberalis

    es decir, durante las tres dcadas

    cuando se construy la

    Fue

    slo al

    final de

    su vida

    ,

    los aos 1890, cuando ambos perso

    -

    Wagner

    y Sitte-

    formularon sus

    contra la Ringstrasse.

    os arquitectos-crticos de

    la

    escuela

    pertenecan a la generacin

    haban

    nacido

    en torno

    a 1870.

    su madurez en los aos 1890,

    el gran programa de construccin

    Ring prcticamente estaba ter

    y los

    encargos

    de edificios repre

    haban agotado.J?e este

    , independientemente de los

    cambio

    s

    y culturales, la situacin

    econ

    de

    la

    propia arquitectura bast para

    realmente las oportunidades

    pro

    de la generacin ms joven a la

    privada, y

    principalmente

    a la resi

    os dos principales crticos de la prime

    generacin, Sitte y

    Wagner

    , vean

    en

    el

    de la

    Ringstrasse

    dos el

    ementos

    la

    arquitectura puestos en

    arte y

    la

    utilidad. Cada

    uno

    por

    uno

    de estos valores. Sitte se

    en defensor del

    aspecto

    artstico

    lo que consideraba

    la

    fra planifi-

    espacial de

    la

    Ringstrasse,

    que

    se

    al fluir del trfico. Aceptando el

    lo histrico en arquitectura con toda

    capacidad de significacin simblica ,

    igualmente

    la revitalizacin del di

    tambin en el espacio

    urba

    , haciendo hincapi en las plazas m s

    en las calles dominadas por los veh

    que era el

    caso

    del diseo de

    la

    Para

    l, la extensa calle circu

    produca

    anarqua y

    agorafobia

    am

    asociadas con el

    spero

    individualis

    la vida moderna. La propuesta de

    era recuperar la plaza con

    objeto

    de

    flujo torrencial de

    personas

    dentro de

    un

    espacio que

    la

    sociabilidad y

    la

    congrega-

    a

    plaza

    era para

    l

    la

    forma urbana

    generar y sustentar

    una

    comu

    , que poda

    recuperar

    ese

    sentido

    de

    a

    una

    polis que la enfebrecida

    V

    (1988) 5

    3

    cultura

    comercial

    moderna estaba

    des

    t

    ruyendo.

    Al igual que Sitte,

    Otto

    Wagner critica- _

    ba

    la

    R

    ingstra

    sse

    por

    la

    contradiccin

    existente entre

    su

    declaracin estilstica en

    favor

    de

    la tradicin en la arquitectura

    ,

    su

    modernidad racional en el trazado qe

    las calles y el diseo espacial. Pero mien

    Tras que Sitte exiga

    mayor

    fidelidad a

    la

    historia

    ,

    Wagner

    buscaba superar

    esta

    an

    tinomia desde el extremo opuesto.

    De

    fenda la primaca de la utilidad y de la

    funcin

    moderna. su proyecto

    de

    expansin de

    la

    ciudad

    Wagner

    escogi

    un lema que a Sitte le habra dejado

    lielado:

    rtissola domina necessitas

    (

    la

    ,

    necesidad es la nica duea del arte).

    n nu

    ev

    o

    estilo

    Wagner haba sido

    durante

    dos

    dcadas

    un brillante arquitecto de edificios resi

    denciales de estilo neorrenacentista. Lue

    go se

    ocup

    del diseo de la red del

    ferrocarri l

    metropolitano

    de Viena. Su

    imaginacin se encendi

    con

    las posibili

    dades

    ofrecidas a

    la ciudad por la

    nueva

    5

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    3/10

    loga, y proclam la ciudad moderna

    crecimiento infinito, la

    mega/polis.

    La

    el urbanismo deban

    la imagen de la ciudad al hom

    abiertamente

    Wagner lo imaginaba enrgi

    y urbano,

    un metro-

    prctico, un burgus con poco

    , mucho dinero y buen gusto para

    su innovador manual,

    Architektur,

    Wagner exiga el

    de la funcin (o, como l

    der Zweck,

    el propsito) como

    la forma. Durante el siglo

    ,

    deca, el ritmo de los cambios socia

    haba sido tan rpido que los arquitec-

    haban tenido que recurrir a los estilos

    , ideados para responder a las

    las civilizaciones anterio

    el momento de crear un

    ciudad que fuera

    con las nuevas tecnologas y

    s de construccin,

    se haba hecho ya en

    el

    caso

    de

    los

    los puentes del ferrocarril. La

    arte, proclamaba Wagner,

    consagrar todo lo que surge con obje

    de satisfacer objetivos prcticos

    2

    . Los

    los urbanistas deban hacer

    y hacer justicia a

    colosales logros tecnolgicos as como

    carcter fundamentalmente prctico de

    humanidad.

    Wagner seal el camino desarrollando

    estilo constructivo radicalmente sim

    , adaptado a la perpectiva de los

    vas urbanas. La

    -

    anarqua no

    le

    produca terror a este fer-

    viente

    par

    tidario

    de

    una bulliciosa

    mega-

    /polis

    donde millones

    de

    habitantes resi

    diran en grandes manzanas

    de

    vivien

    das. En estas grandes manzanas, pensaba

    Wagner, la uniformidad

    se

    elevara al

    rango de una monumentalidad que sera

    expresin directa del hombre econmico

    moderno, a quien los constructores de la

    Ringstrasse haban escondido tras la vesti

    menta

    de

    la arquitectura de estilo.

    As pues, Sitte y Wagner atacaron, des

    de posturas opuestas, la sntesis historicis

    ta de arte y utilidad que supona la Ring

    s-

    trasse; Sitte, con el propsito de recuperar

    el espritu comunitario; y Wagner , con la

    intencin de crear una metrpolis moder

    na para la nueva sociedad comercial. Am

    bas figuras estaban comprometidas con la

    esfera pblica, en la cual

    el

    individuo

    adquira

    segn ellos

    su significado, y

    de la cual la arquitectura reciba tanto su

    funcin como su forma.

    La ciudad de la hipocresa

    Mientras tanto, una joven generacin de

    intelectuales austracos preparaba una re

    belin ms minuciosa contra la sntesis

    cultural

    de

    los

    padres

    liberales: primero en

    poltica, luego en literatura y finalmente

    en arte y arquitectura. La expresin orga

    nizativa de esta revuelta en el arte y la

    arquitectura era

    el

    movimiento denomina

    do

    Sezession, fundado en

    1897.

    Su propio

    nombre implicaba el abandono de la cul

    tura de sus predecesores.

    El

    lema inscrito

    en la sala de exposiciones de la Sezession

    proclamaba la ruptura con el pasado:

    A

    cada poca, su arte; a cada arte, su liber

    tad. Al principio, este compromiso se

    extenda por igual a la cultura pblica y a

    la privada. La revista de la organizacin,

    Ver Sacrum

    La

    primavera sagrada ,

    pro

    clamaba en sus nmeros de 1898 la rege

    neraci

    n

    de la sociedad austraca

    por me-

    dio de la cultura, acusando de corrupto y

    moribundo al arte

    hi

    storicista tradicional

    de mediados del siglo

    XIX.

    Fue

    Adolf

    Loos - posteriormente el ms implacable

    adversario

    de

    la Sezession- quien acu

    para sta la acusacin contra la Ringstras

    se y su cultura con el ttulo ya reseado de

    La ciudad de Potemkin (uno de los

    ensayos recopilados ms tarde en su libro

    lns Leere gesprochen).

    La imputacin fun

    damental era la hipocresa. Todos los

    palacios que produjo la Italia renacentis

    ta, escriba, han sido usurpados para

    presentar una nueva Viena a su majestad

    la plebe. Los edificios de viviendas del

    Ring estaban ocupados

    por

    estafadores,

    advenedizos que, pese a tener dentro una

    sola habitacin pequea y un bao, se

    presentaban como seores feudales gra

    cias a las fachadas de sus residencias

    3

    .

    Todos los

    secesionistas

    podan estar de

    acuerdo en la hipocresa, en lo que era

    falso en el pretencioso mundo

    de

    la l-

    dung

    (educacin) burguesa expresada en

    la Ringstrasse. Para recuperar su honesti

    dad, Sitte y Wagner haban

    adoptado

    una

    parte de

    lo

    que a mediados de siglo era

    la sntesis del estilo histrico y el espa

    cio urbano moderno; Sitte, lo primero,

    y

    Wagner, lo segun

    do

    . Loos

    y

    la crtica

    moral y

    esttica de la Sezession rechaza-

    15 ( 1988) A V

  • 7/27/2019 C E Schorske_Viena_De Wagner a Loos.pdf

    4/10

    sntesis entera en nombre de la

    de la verdad.

    ica

    y

    moral

    qu era la verdad moderna? Y cul

    el

    papel del arte

    en

    la vida moderna?

    die Jungen (los jvenes), tanto en

    como en otros campos de la

    cultura, estaban divididos en dos ban

    y los moralistas. Ambos

    se interesaban no tanto por la

    como

    por

    la

    psique, no tanto por

    hombre econmico y comunitario de

    y Sitte como por el Gefhlmensch

    de los sentimientos.

    Lo

    s artistas

    compartan las preocupa

    (la joven Viena) como Schnit

    y Hofmannsthal: por un lado, explo

    la vida instintiva, especialmente la

    , y

    la

    disolucin de las fronteras

    yo

    y el

    mundo

    ,

    entre

    el pensa

    y

    el

    sentimiento;

    por

    otro lado,

    crear una belleza nueva y

    en la arquitectura y en las

    aplicadas,

    que

    pudiera satisfacer los

    de quienes posean una

    Inspirados en el movi

    l

    as

    Arts and .Crafts, pero

    en

    su teora social, los diseadores de

    ezession se esforzaban en transformar

    vida cotidiana

    obras de arte. Del supuesto cliente, del

    hombre de la Bildung - al contra

    su predecesor,

    que

    enriqueca

    con obras de una cultura histrica

    - se esperaba que se interpreta

    a s mismo desde dentro, que purificara

    propia psique hasta convertirla en arte.

    modo de vida - la casa, su mobiliario y

    ar te-

    deba ser una expresin personal

    y el alma de cada hombre.

    En tales circunstancias el arquitecto

    era

    vez menos constructor y

    ms

    artista.

    el cam

    el arquitecto se convirti

    en

    Raum

    er (artista del espacio) y la arquitec

    se denomin

    Raumpoesie

    (poesa del

    (Otto Wagner hizo todo lo con

    cambi el ttulo de Moderne Arch

    por el de Moderne Baukunst es

    (1988) 15

    ~ ~ ~ ~ ~

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    decir, el

    arte

    de

    construir

    no

    de poetizar

    en el espacio.)

    Hermano

    Bahr, un escritor que

    haba

    encargado el diseo de su casa al arquitec

    to

    del edificio de la Sezession, Josef 01-

    brich, describe cmo se debera uno diri

    gir en principio a su arquitecto:

    y Primero tendra que hablar con el ar

    quitecto de mi belleza interior .. por me

    dio de mi color, mi poema y mi cancin

    favoritos, mi hora preferida del da .. As

    me conocera, podra sentir mi esencia.

    Luego l tenqra

    que

    expresarla mediante

    una

    lnea

    para

    encontrar as

    el

    gesto de tal

    esencia. Sobre la puerta se hara una ins

    cripcin con un verso: el verso de mi

    esencia. Y lo mismo que este verso dice

    con palabras ha de decir cada color y cada

    lnea; y cada silla, cada papel pintado y

    cada

    lmpara

    seran ese mismo verso una

    y otra vez.

    En

    esa casa yo

    podra

    ver

    por

    todos lados mi alma como en un espejo.

    sta sera mi casa. Aqu podra vivir yo,

    mirando mi propia imagen, escuchando

    mi propia msica

    4

    .

    Puesta enseguida de moda, esta esttica

    personalista no

    lleg

    muy a menudo a

    tales extremos narcisistas, pero algunas de

    las obras ms importantes de los arquitec

    tos de la Sezession reflejaban su espritu.

    1 y 2 Vis

    ta

    del Heinrischof y

    el

    Maximilianhof

    en la Ringstrasse.

    3 Portada para Ver Sacrum revista de la

    Sezession.

    4 Pgina ilustrada

    por

    Josef HoiTmann para Ver

    Sacrum enero de 1899.

    Especialmente notable

    era

    la concepcin

    integral del exterior y el interior, mediante

    motivos comunes que

    servan

    para

    unifi

    car el espacio interno y

    el

    mundo externo.

    En el cuarto de los nios de la Villa

    Friedmann, de Olbrich, se pueden ver no

    slo las inscripciones, sino tambin el in

    tento de disolver simblicamente las pare

    des, introduciendo la naturaleza mediante

    pinturas murales congruentes con el esce

    nario exterior. El pan-psiquismo y

    el

    pan

    naturalismo se funden en las formas org

    nicas del mobiliario expresamente disea

    do para la casa.

    En el famoso Palais Stoclet, construido

    por Josef Hoffman n -con Gustav Klimt

    y otros artistas de la Sezession a cargo de

    la decoracin

    -,

    la intenci

    n

    era propor

    cionar tanto un escenario para la buena

    vida como un smbolo de sta. El exterior

    -con

    sus ribetes modelados delimitando

    los bloques recubiertos de mrmol que

    componen la

    casa-

    es un autntico joye

    ro

    para la vida

    cu

    lta y refinada que deba

    albergar.

    En

    consonancia con

    el

    tan cita

    do propsito de Osear Wilde de imbuir de

    arte la vida entera, incluso los vestidos del

    matrimonio

    Stoclet se disearon para ar

    monizar con

    el

    rico decorado, uniforme

    mente estilizado, de su casa. La ornamen

    tacin se integraba completamente en la

    propia estructura, de manera que haca

    sensual el ambiente y unificaba tanto el

    exterior y el interior como la casa y sus

    ocupantes. Los retratos de Klimt que da

    tan de la poca de la construccin del Pa

    lais S oclet (1904-1911) revelan la misma

    reclusin hermtica de la figura humana

    en

    un lujoso interior cuyos smbolos care

    cen de toda referencia histrica.

    La virtud de la verdad

    Frente a esta especie de glorificacin del

    arte y a su apropiacin por parte de la

    buena vida sibartica que pronto domin

    la Sezession, Adolf Loos y su aliado lite

    rario,

    Karl

    Kraus, abrieron

    un

    segunde

    frente

    en

    esta cruzada

    en

    favor de une

    cultura purificada. Disolvieron la b a n d ~

    de

    hermanos

    que se haba vuelto c o n t r ~

    los padres de la Ringstrasse, haciendc

  • 7/27/2019 C E Schorske_Viena_De Wagner a Loos.pdf

    5/10

    2 HofTmann, dibujos de la sala de entrada

    y

    , Bruselas,

    Kokoschka , retrato de

    Adolf

    Loo s

    1916.

    Loos, vestbulo de la casa Moller,

    ,

    1927

    .

    una

    guerra fraticida,

    una

    guerra

    moralistas contra estetas. Mientras que

    jung Wien haban roto la

    de cultura esttica y racional que

    la Ringstrasse, dando primaca a

    esttica del sentimiento y los

    , Loos y Kraus

    adop

    t

    aro

    n la

    otra

    de la tradicin, exaltando el Geist, el

    secesionistas

    recurran a las

    por

    su

    poder

    de redencin y de

    , o por su capacidad

    para

    produ

    vida de refinada belleza, de poesa.

    ellos, Loos y Kraus sostenan y di

    lo

    que

    consideraban las virtudes

    y las

    ades honestas contenidas en el len

    ya fuera en las palabras o

    las cosas. Hacia 1900, Loos y Kraus,

    autnticamente puritanos, se

    las virtudes

    la verdad frente a las corrupciones de

    sta historicista en su

    como

    en

    el

    caso de los

    padres,

    como en el de los hermanos.

    aus expresaba as la idea de esta

    de dos frentes, al tiempo parricida

    raticida, que l y Loos haban desa

    Adolf Loos y yo - l con los artefac

    y yo con las palabras- no hemos

    poner de manifiesto que

    una distincin entre un jarrn y un

    y que la cultura se asienta en esa

    embargo, los otros, los

    con un

    punto

    de vista positivo,

    divididos entre quienes

    tratan

    el

    como un orinal (los historicistas)

    tratan el orinal como un

    jarrn

    s modernistas)

    5

    .

    Kraus,

    por

    su parte, escogi dos tribu

    para su actividad crtica: la prensa y el

    , los dos medios de comunicacin

    cultura libe-

    vienesa del siglo XIX El delito de la

    era la deformacin de la

    pura

    alusiva del lenguaje en la crnica

    el sesgo personal

    El arte o, mejor, el artificio

    era

    el medio

    por

    el cual la

    en el poder y sus servidores periods

    al pblico. El mtodo

    2

    de

    Kr

    aus para redimir la palabra de la

    corrupcin esttica de la prensa era el

    profundo an lisis crtico de algunos rela

    tos concretos de los diarios. Saba cmo

    hacer

    que

    el

    lenguaje distorsionado de las

    crnicas revelara su ms profunda verdad

    factual y tica, lo que pona de manifiesto

    el abuso al que haba si

    do

    sometido. En

    su peridit.;o unipersonal,

    Die c

    kel La

    antorcha) , Kraus expona como un airado

    profeta la corrupcin y la hipocresa que

    prevalecan en el terreno pblico.

    Al tiempo que exiga rgidas normas

    morales en la esfera pblica de la poltica

    y la

    ley

    ,

    Kr

    aus

    defenda la libertad sexual

    y el libre albedro en la esfera privada. En

    general,

    Kr

    aus era una suerte de burgus

    antiburgus que esgrima los valores mo

    rales tradicionales de su clase en contra de

    las costumbres de esa misma clase. Uno

    de los rasgos distintivos de su crtica cul

    tural

    era que

    consideraba el

    arte

    y la

    esttica como instrumentos cruciales para

    la corrupcin del pblico, instrumentos

    que servan ms a la venalidad que a la

    veracidad. Segn la visin de Kraus, era

    mejor que el arte, como expresin de la

    vida afectiva, quedase confinado a la ex-

    periencia personal, aislado del mundo p

    blico del

    poder

    y la promocin.

    Incluso en el teatro, Kraus esperaba

    recupera r la pureza mediante el ret iro a la

    esfera privada. Pensaba que el pblico

    teatral de Viena

    estaba corrompido por

    el

    acento excesivo en la perfeccin de las

    funciones y en el culto

    popular

    por los

    actores a expensas de los textos. Cuando

    Lessing cre en

    el siglo

    XVIII

    el teatro

    nacional alemn por motivos morales y

    sociales, anunci que iba a convertir

    el

    escenario en un plpito.

    Kr

    aus, ms de

    un

    siglo despus, tomaba el camino opuesto:

    pa ra salvar el texto, la verdad de la pala

    bra

    , trasladaba la obra del escenario p

    blico al atril. Desde l haca lecturas pri

    vadas para aud itorios selectos. En ellas la

    fuerza moral de la

    palabra poda

    hacerse

    realidad sin el arte corruptor de la repre

    sentacin .

    l

    sentido prctico

    Con el mismo espritu realista que Kraus

    ll

    ev a la crtica cultural mediante el an

    lisis de las crnicas de noticias, Adolf

    Loos comprobaba el estado de salud de la

    cultura

    explorando los objetos utilitarios

    senci llos de la vida cotidiana: utensilios

    caseros, mobiliar io, vestimenta, equipaje,

    fontanera, etc. Como para Kraus , su

    bete

    naire,

    su

    pesadilla,

    era

    el arte que

    se

    introduca en terrenos donde slo debera

    reinar

    el

    sentido prctico. Para Loos, los

    trminos ornamento y embellecimien

    to eran sinnimos de

    un

    arte apartado de

    su funcin falschangewandt e Kunst . El

    arte y la ornamentacin, proclamaba,

    pertenecen en su origen al reino de Eros,

    y por tanto al terreno privado

    6

    . No es

    el artista sino el artesano quien debera

    guiarnos. A L

    oos

    no le interesaba la belle

    za salvo

    cuando

    era el resultado natural

    del descubrimiento de una respuesta for

    mal y material a

    una

    necesidad prctica.

    Su primer blanco fue de nuevo el estilo

    histrico: En los dos ltimos decenios,

    5

    (1988) A V

  • 7/27/2019 C E Schorske_Viena_De Wagner a Loos.pdf

    6/10

    Loos, hemos tenido en las pal

    de las manos callos renacentistas,

    y rococs gracias a los pomos de

    puertas

    7

    .

    Contaba

    que haca frecuen

    peregrinaciones a un edificio nuevo

    a ver

    un

    picaporte. Pero probablemen

    l lector se sentira engaado si fuese a

    , pues su principal caracterstica era

    discrecin.

    idad , modestia, discrecin: tales

    las virtudes que Loos vinculaba al

    ido prctico y que contrapona a

    la

    s

    estilsticas que prevalecan en la

    del diseo histrico de mediados

    siglo xr

    x

    Obsrvese que todas estas

    eran ticas adems de estticas.

    crticas de Loos a los objetos

    eran

    al

    mo tiempo crticas a la cultura que los

    Loos no era ms que

    ; la civilizacin ms desa

    , deca, era la que resolva el pro

    de vivir del

    modo

    ms sincero y

    posible. Los griegos trabaja

    el punto de vista prctico ..

    querer hacer realidad exigencia estti

    lguna.

    Cuando un

    objeto era

    tan

    prc

    que no poda serlo ms, era

    cuando

    lo

    bello. Hay alguien tan civili

    en nuestra poca? S, contestaba

    L

    os

    ingleses y los ingenieros

    son

    helenos. De ellos recibimos nues

    ; de ellos se esparce sobre todo

    8

    .

    y el caballero ingls: estos

    ideales

    son

    recurrentes en las

    iniciales

    de

    Loos.

    Con

    su anglofi

    Loos simplemente comparte

    una

    acti

    fundamental del liberalismo austraco

    siglo XIX. El caballero representa para

    elevada combinacin de pragma

    burgus

    y

    gracia aristocrtica, lo

    se manifiesta en

    su

    buen sentido

    para

    te

    y

    lo apropiado. Loos se

    de

    la

    vestimenta como vehculo

    para

    Los alemanes, observa,

    si

    un

    hombre va bellamente

    slo preguntan si va

    , correctamente vestido. Y es que

    un

    no

    busca destacar, sino pasar

    trata de ir convenientemente

    para la

    ocasin, ya sea sta mon-

    V 1988) 5

    4

    tar en

    bicicleta o asistir a

    un

    acto protoco

    lario. L

    oos

    considera que ese mismo nivel

    de adecuacin prevalece en la Wohnkultur

    l a

    cultura del habitar- de los ingle

    ses, desde los vagones del ferrocarril hasta

    el mobiliario. Los ingleses

    han

    lib

    erado

    al

    artesano del diseador-artista. La refor

    ma de nuestro

    entorno

    habitable, sostena

    Loos, nunca vendra de arriba, sino de

    abajo. Y ese abajo es el taller

    9

    .

    rte

    artesana

    As pues, la posicin adoptada por Loos

    como crtico consista en una modernidad

    congruente con la de Otto Wagner en

    cuanto a su acento en el sentido prctico.

    Sin embargo, Wagner pensaba a

    la

    gran

    diosa escala de

    la

    res pblica como un

    urbanista comprometido con la metr

    polis comercial. Buscaba deliberadamente

    un nuevo estilo que puiera representar la

    modernidad,

    un

    arte que consagrara lo

    prctico. Loos pensaba a la pequea esca

    la de la multitud de objetos prcticos de la

    vida cotidiana. Su sentido prctico recha

    ,zaba

    la

    fbrica

    en

    favor del artfice y el

    artesano, con quienes se poda contar

    para no

    recargar sus objetos con orna

    mentos ajenos a sus propsitos.

    La

    pro

    duccin artesanal con

    un

    propsito es

    pecfico aspira a la mxima eficacia y al

    mnimo coste, ya sea en trabajo, capital o

    ideas. Los artistas que aaden ornamen

    tos para

    dar

    rango y significado poticos

    a os objetos tiles violan la tendencia en

    favor de la economa y

    la

    funcin racio

    nal, que es la

    marca

    del hombre civiliza

    do. Aqu es donde se la tendencia

    asctica de Loos.

    As pues, Loos

    no

    trataba de encontrar

    un

    nuevo arte aplicado, sino de dejar

    el

    arte era de la artesana, al igual que

    Kraus intentaba dejar el

    arte

    literario fue

    ra del periodismo. El arte no deba pene

    trar durchdringen} en

    la

    vida -como

    preconizaban los estetas secesionistas- ,

    si

    no

    ,

    por

    el contrario, retroceder a

    la

    esfera expresiva puramente pdvada donde

    los hombres y l

    as

    mujeres pudieran dedi

    carse libremente a sus deseos y a sus

    maneras de crear significados, sin dicta

    dos provenientes del mundo exteriorJ ni

    siquiera

    por

    parte del arquitecto. Este

    poda ayudarles a realizar su hbitat, pero

    no

    poda ni deba

    dar

    significado a sus

    vidas

    co

    n formas simblicas.

    El gesto ms polmico de Loos en con

    tra de

    la

    concepcin secesionista del arqui

    tecto como poeta del espacio fue declarar

    que

    no

    era

    en absoluto

    un

    artista, sino

    un

    artesano. La labor del arquitecto era del

    mismo rango que

    la

    del guarnicionero o el

    sastre: satisfacer una necesidad prctica

    del modo ms econmico posible. La fan

    tasa,

    tan

    apreciada en la ideologa de los

    secesionistas,

    era

    algo propio del artista,

    pero

    no

    del arquitecto. Loos distingua

    drsticamente una cosa de

    otra

    con estas

    palabras:

    La obra de arte es

    un

    asunto privado

    del artista. La casa no lo es .. La obra de

    arte no tiene responsabilidad ante nadie;

    la casa

    la

    tiene ante

    c u a ~ q u i e r a

    La obra

    de

    arte

    quiere arrancar a los

    ho

    mbres de

    su comodidad

    (o

    de

    su

    complacencia:

    Be-

    9

  • 7/27/2019 C E Schorske_Viena_De Wagner a Loos.pdf

    7/10

    Portada de la revista

    Das Ander

    e

    dir

    igida

    por

    olf Loos. Viena, 1903.

    3 Adol f Loos, interior de la tienda Knize,

    1-191

    3.

    S Ad

    olf Loos. casas Steiner 19 10), Mo

    ller

    1928)

    y

    reforma

    de

    la casa

    Ju

    schnitz.

    la casa ha de servir a dicha

    La obra de arte es revolucio

    es conservadora

    10

    .

    se

    colocaba en

    Loos poda,

    o con Kraus, defendera Kokoschka y

    jvenes expresionistas radicales. El

    fro y geomtrico de una casa

    Loos y el febril

    psicologismo

    de

    un

    Kokoschka o Schiele repelan

    casa bella y su

    simblica como espejo privado y

    sin pblica de la personalidad de su

    ingl s s

    llev sus esfuerzos

    por

    despojar al

    de su rango de artista directa

    su propio trabajo. Con una

    de modestia confiada, se presenta

    a

    s

    mismo n especial a los clientes

    viviendas

    como consejero del

    habitable, como asesor en renova

    ro. Incluso teniendo en cuenta la irona

    de su retrica, hay que reconocer que

    Loos evit en principio la tentacin estti

    ca, propia de los arquitectos, de disear

    no slo la casa sino tambin todos sus

    enseres. El procedimiento declarado por

    Loos

    a l

    menos antes de la 1 Guerra

    Mundial

    consista en exhortar a los

    clientes a que aprendieran a equipar sus

    casas al igual que se aprende esgrima, es

    decir, practicando, cogiendo la espada

    con la mano. El arquitecto servira, al

    igual que.el maestro de esgrima, de profe

    sor y consultor.

    En la prctica, lo que result de esta

    definicin que hizo Loos del papel del

    arquitecto fue, de hecho, una serie de

    interiores, tanto en pisos como en sus

    propias casas, amueblados a la manera

    inglesa, con paneles, armarios, muebles

    Sheraton y otros enseres tradicionales, en

    consonancia con el ideal de Loos de una

    comodidad y una sobriedad propias de un

    caballero. Este conservadurismo no impi

    di la creacin, en ocasiones, de un am

    biente diseado para la vida amorosa. Al

    contrario, el principio de la organizacin

    interior era la libertad. El propio Loos era

    3

    un hombre con un poderoso apetito

    se

    xual. Atrado

    por

    las mujeres antes de

    los

    veinte aos, se cas tres veces, tuvo otras

    aventuras y, como su amigo el escritor

    Peter Altenberg, intent seducir a nios.)

    El

    piso que reform y amuebl para l

    y su primera esposa, Lina, mostraba una

    combinacin de sobria comodidad inglesa

    en

    el

    cuarto de estar y

    una

    franca sensuali-

    . dad en

    das

    immer

    meiner Frau,

    la

    habitacin de su mujer. Loos public fo

    tografias de ambos cuartos en su efimera

    revista

    Das Andere,

    cuyo propsito

    se

    declaraba provocativamente en el subttu

    lo:

    Ein Blatt zur Einfhrung abendliindis-

    cher Kultur in Osterreich

    boletn para

    la

    introduccin de la cultura occidental

    en

    Austria). El cuarto de estar, con las

    vigas

    vistas y el acogedor rincn de la

    chime

    nea, podra haber sido diseado

    por Mo

    rris o Philip Webb; pero

    el

    dormitorio,

    con su ingeniosa integracin de la cama

    y

    el suelo mediante revestimientos de piel ,

    es un antecedente de los sensuales decora

    dos de Hollywood en los aos veinte.

    Lo

    que cuenta en el interior es, pues, la

    inti-

    midad,

    el libre albedro en la vida privada.

    Si

    observamos el exterior de las casas

    5

    1988)

    A V

  • 7/27/2019 C E Schorske_Viena_De Wagner a Loos.pdf

    8/10

    Loos, encontramos un carcter com

    un geometris

    absolutamente asctico. El exterior es

    , mejor, inexpresivo. No trans

    ningn tipo de mensaje, no simboliza

    , no representa nada. Tiene la virtud

    atuendo de un caballero: es unauffa-

    pasa inadvertido, literalmente no

    , escriba Loos, no

    decir nada al exterior; en cambio,

    el

    11

    . De esto se puede extrapolar la

    lo

    privado en la cultura: la

    eza no pertenece a lo externo, al terre

    pblico, sino a lo interno, al terreno

    El

    exterior ya no refleja lo prime

    ms que lo segundo. Es una mera

    no proclama

    , que no impone

    mida, que no recibe

    fuera, que no transmite

    nada

    a

    Es un muro

    , debido a que no

    nada

    , no desfigura nada. No

    sino que delimita.

    hallamos en un momento en que el

    de Loos en la trayectoria de la

    ntendida como crtica puede

    V (1988) 5

    6

    resaltar con toda su singularidad. El tema

    principal que su crtica tica a la cultura le

    impuls a formular sobre la arquitectura

    fue la relacin entre el exterior y el inte

    rior. En esto, y no en el

    arte

    dotado de

    la funcin que le era propia, radicaba

    el problema del hombre moderno para

    Loos.

    En la arquitectura histrica de la Rings

    trasse, que constitua su punto de partida,

    el exterior era descaradamente falso con

    respecto al interior. Lo que todos los

    crticos culturales

    Wagner

    y Sitte en la

    generaci

    n

    de los mayores, y los estetas y

    moralistas en la de los

    jvenes

    conside

    raban como una falsificacin, poda verse

    tambin como una inspiracin.

    El

    Mietpa

    last

    (palacio de alquiler) de la Ringstrasse

    era toda ua declaracin, a travs del

    vocabulario histrico, acerca de la impor

    tancia la fortuna de los residentes. Tras

    las fachadas renacentistas la gente viva en

    pisos decorados en una extensa variedad

    de estilos: Biedermeier, Imperio, Alto Vic

    toriano, etc

    .

    por no mencionar la orna

    mentacin inspirada en la propia Sezes

    sion.

    Si

    la fachada desfiguraba la organi

    zacin interior del espacio,

    lo

    haca con

    objeto de proclamar mejor la categora de

    sus habitantes como gentes que haban

    adquirido una elevada cultura.

    El

    exterior

    cumpla una funcin de representacin; se

    presuma que la mscara pblica configu

    rara al hombre privado. En la dialctica

    entre exterior e interior, la fachada era

    prioritaria; se esperaba que el hombre

    privado viviera de acuerdo con los valores

    histricos que trasluca el mundo pblico.

    os

    tipos de hombres modernos

    En la arquitectura que Wagner desarroll

    de acuerdo con su crtica de la Ringstrasse

    en

    el

    terreno urbanstico y utilitario,

    el

    interior comenz a reafirmarse sobre el

    exterior, pero principalmente a travs de

    los mtodos de construccin y la eleccin

    de los materiales. Wagner aspiraba a la

    verdad tecnolgica en ..sus formas cons

    truidas. Sus edificios - ya fueran oficinas,

    viviendas o estaciones de

    tr

    empie

    zan a ser volmenes cerrados ms que

    masas vaciadas. Pero sus exteriores siguen

    siendo declaraciones pblicas adems de

    expresiones de una nueva verdad cons

    tructiva. La arquitectura se concibe como

    un elemento de un conjunto urbano ms

  • 7/27/2019 C E Schorske_Viena_De Wagner a Loos.pdf

    9/10

    cuyas funciones sociales y valo

    comerciales y cultu rales gobiernan su

    El hombre econmico de

    gner ya

    no

    oculta su modernidad tras

    telones histricos como los Brger de

    Rings

    tr

    asse), sino que

    uno

    se lo imagi

    como

    un

    apasionado y convencido

    e la escena pblica metropo-

    Wagn

    er

    fue el arquitecto cuya ac ti

    crtica y profesional li

    ber

    las real i

    econmicas y tcnicas que hasta

    haban estado reprimidas, en

    los estilos histrico

    s.

    Su

    itu

    moderno

    es el

    de

    un nu

    evo hom

    pblico el horno econor cus , y sus

    estaban

    hechos para ser experi-

    mentados

    .

    de

    ese

    modo

    ,

    por

    fuera y

    por

    dentro.

    Los arquitectos

    de

    la Sezession

    cons

    truan la casa para otra clase de hombre

    moderno el horno psychologicus , un

    hombre con sensibilidad y amplia cul

    tura

    esttica. Con ellos se subvirti la primaca

    de la esfe

    ra

    pblica. La casa lleg a ser

    ---

  • 7/27/2019 C E Schorske_Viena_De Wagner a Loos.pdf

    10/10

    s posmo erno

    s arquitectos posmodernos, como Aldo

    ssi

    y Peter Eisenman, se han visto im

    Loos como si fuera un

    aventajado. En la introduccin

    libro de Loos

    Jn s Leere gesprochen,

    sealaba un aspecto de la postura

    arquitecto viens que nos ayuda a

    ender por qu Loos era enemigo de las

    la cual m itificaba sus relacio

    con la industria y con la poltica

    sta. Austero en su inexpresividad

    en su deliberada aspiracin

    de Loos ha servi

    en efecto, a aquellos que han estado

    el espritu tecnolgico y so

    la primera mitad de nues

    l formalismo hedonstico de

    ltimos decenios.

    esde la II Guerrra Mundial, al tiempo

    la despolitizacin de nuestra propia

    la pan

    de la antiideologa, los intereses de

    racionalismo tecnolgico francs de

    del idea

    li

    smo social ale

    e la Bauhaus, y acercndose a la

    esttica austraca de Adolf

    Nuestros arquitectos posmodernos

    considerarle tambin como el

    de la arquitectura, entendida sta

    o un lenguaje que expresa esencial

    su propia naturaleza; como un ar

    cuya causa no es cierta

    id

    eologa

    a la arquitectura, sino el arte de

    tout court,

    nada ms; en reali

    purista

    qu

    e rescat la ar

    cultura y la sociedad; y

    almente, como un pionero de esa forma

    l art pour l art en la que la

    itectura

    se

    hace-a'utoalusiva, una ar

    ra sobre la arquitectura.

    Desde el punto de vista de la forma y el

    itectnicos, la apropiacin de

    por parte de los arquitectos posmo

    seguramente es comprensible. Pero

    se mira a Loos en su propia poca,

    entre l y sus admiradores de

    plantea algunos problemas. Y es que,

    V (1988)

    5

    2

    3

    como hemos visto, Loos era sobre todo

    un crtico cultural, despiadado en su de

    nuncia .de la sociedad desde un punto de

    vista tico bastante ajeno a las preocu

    paciones esencialmente estticas de la

    mayora de los arquitectos posmodernos.

    Si Loos, como sugiere Rossi, no deca a la

    gente cmo deban viv ir, s les deca de un

    modo nada ambiguo cmo no deban ha

    cerlo. Les deca que no interpretaran la

    vida moderna a travs de la historia y que

    no confundieran

    el

    arte con la vida.

    No obstante, en la formulacin crtica y

    arquitectnica de Loos sigue habiendo

    cierta afinidad con las posiciones posmo

    dernas.

    Se

    trata de la reivindicacin de

    una

    vida centrada en lo privado y lo

    personal, enfrentada a la exigencia de ha

    cer de la esfera pblica la fuente de la

    identidad y el significado del hombre.

    Loos lleg a ser

    el

    inexorable adalid de la

    persona que se define a s misma, y de su

    derecho a una vida psicolgicamente gra

    tifrcante. Para ese hombre, Loos, como ar

    qu_tecto y como crtico, construa refugios.

    1 Heinrich Friedju ng, Osterreich

    o

    1848 bis 1860. Stuttgart

    Berln, 1912 .

    3.

    ed . parte 11. pp. 427-428.

    2 Otto Wagner. Die 8aukunst unserer Zeit, Lcker. Viena, 1914,

    reimpresin de la 4. ed

    p. 76.

    3

    Adolf

    Loos, Siimtliche Schriften, Franz Gluck, Viena Mniclt,

    1962. (Patte de estas obras completas

    se

    pueden encontrar en Orna

    menro y delito. y otros escritos, Gustavo Gili, Barcelona, 1972,

    traduccin de

    Lourd

    es Cirlot Pau Prez. Tambin hay versin

    castellana de 1ns ere gesprochen. 1897-1900, Geo rges Cres, Pars,

    192

    1:

    Dicho en el vac/o. 1897-1900, Colegio Oficial de Aparejadores

    Arquitectos Tcnicos, Murcia, 1984, traduccin

    de

    lrma Hui ci.

    La

    cita

    a que se refiere es ta n

    ota

    procede de La ciud

    ad de

    Potemkin, julio

    de 1898, en Ornamento y delito .. pp. 206 y 207. N del T.)

    4 Hermano Bahr,

    Sezession.

    Wiener Verlag, Viena,

    1900,

    p. 37.

    5

    Adol/

    Loos zum 60. Geburslllg .. Festschrift, Viena, 1930, p. 27.

    6 Adolf

    Loos,

    Smtliclre Schriften

    (versin castellana: 9

    de

    mayo

    de

    1898, en

    Ornamento y

    delito ... p. 98. N. del T.).

    8

    Adolf

    Loos.

    Samtliche Schriftell

    (versin caste

    ll

    ana:

    Cristal

    arcilla, 26 de junio de 1898, en Dicho en el acio, p. 91; en

    Ornanrmto y delito .,

    p. 100

    .

    N

    del T

    .}.

    9 Adolf Loos. Siimtliche Schriften (versin castellana: >, 30

    de oc

    tubre

    de

    1897,

    en Dicho en el vacio, p.

    20.

    N. del

    T.).

    10 Adolf Loos. Sii.mtliche Schriftell (versin castellana: Arquitectu

    ra>> 1910, en Omamemo y deliro...

    p.

    229, N. del T.).

    11

    Ado lf Loos,

    Slimtliche Schriften

    (versin castellana: El art>, 1914, en Omammto y delito .. , p. 238, N. del T.).

    12 Juego de pa

    labras

    co

    n el d icho ingls

    A

    Englislunans houst iJ

    his castle.

    la casa

    de un

    ingls es s u cas tillo.

    ( N. del T.

    Traduccin

    de

    Jorgt Sainz

    Carl E. Schorske. historiador y profesor norteamericano. recibi e.

    premio Pulitzer 1980 de ensayo por su libro Viena fin

    de

    siglo.