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7/27/2019 C E Schorske_Viena_De Wagner a Loos.pdf
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E Schorske
en Viena
ensanche de W agner a las villas
e
Loos
la
Vi
ena de fin de siglo se dieron cita varias de las
nt
es
culturales ms creativas de la poca. Frente a la
los artistas de la Sezession, Loos defenda la
arquitecto como un artesano que aplicaba su
prctico a los objetos que produca, desde un picapor
hasta una casa. Schorske nos describe la efervescente
de la capital austraca, que
se
debata entre los
s de lo pblico
y
lo privado, de lo social
y
lo psicolgico.
aparicin rpida y confusa de la
co- Fue
tal la fuerza simblica del nuevo
m
ode
rna a finales del siglo
XIX
,
barr
io que los austracos
le
pusieron el
un amplio movimiento cultural nombre de die Ringstrasseniira a toda la
de su ruptura con
la
historia, poca
de domin
io liberal, al igual que los
secuelas
en
la arquitectura
de
toda ingleses dieron al mismo perodo
el
n
om
Pero en ningn sitio dej tantas bre de su reina: the Victorian Age. La
en
Viena. La razn no hay que ir a Ringstrasse, bien provocando orgullo o
lejos. Se debe a la
gran
produciendo repulsin , hi
zo de
la arqui
i
n
urbanstica
de
la ciudad
en
el tectura un tema fundamental
que
foment
XIX: la Ringstrasse. All, el liberalis- la pasin y la controversia pblicas. As,
, a la manera
de
los movi- Heinrich Friedjung, historiad
or
liberal del
tos triunfantes, construy despus
de
momento, saludaba las actuaciones
de
la
su acrpolis exaltando a travs de la Ringstrasse
como
el c
ump
limiento de
una
los victoriosos valores del Rec t promesa histrica, en la que los esfuerzos
ho), tico y racional, y de la
Kultur
y sufrimientos seculares
de
los ciudadanos
ltura), esttica y refinada. La zona de corrientes -cuya riqueza y talento
ll
eva
Ringstrasse se construy dent
ro de
la
ban
mucho tiempo enterrados- se exhu
ial al igual
que Canberra
o
maban
finalmente como enormes yaci
lo hicieron en plena naturaleza. mientas de carbn en el siglo XIX.
En
la
io
grand
ioso y homogneo se poca liberal, escriba Friedjung,
e1
po
conjunto de
edificios pbli-
de
r pas, al men
os en parte
, a la bur
monumentales - museos, teatros, se- =-suesa; y en ningn caso alcanz sta una
del rgimen constitucional, etc.- y
de
vida ms ampleta y pura
que
en la re-
residencia l
es de
aspecto
pa
la- const ruccin
de
Viena . P
or otro
lado, el
para
albergar a
la
clase dirigente. En arquitecto Adolf Loos, en una
de
sus
de
ciudad
dentro de
la ciu- primeras y ms llamativas incursiones cr
ostensiblemente un lugar ticas, asign en 1898 a
la
Viena
de
la
los trabajadores industriales y
pa
ra Ringstrasse un sobrenombre
que
caus
vida laboral, sobre la que descansaba sensacin: la ciudad de Potemkin.
No
lmente el poder
de
quienes la vea su arquitectura como el smbolo
de
una vida ms completa y ms pura sino
Dos caractersticas confirieron a la como un rostro fal
so
que ocultaba la
n
gstrasse su importancia en lo que res- vacuidad y la corrupcin
de la
socie
dad
n del movimiento moderno austr aca .
Austria: su poder como smbolo cul- En la batalla simblica sobre la cultura
y su estilo historicista, segn el cual liberal
de
mediados
de
siglo , la
ll
amada
ficios se construan siguiendo mo- arquitectura de est
il
o - elegida para
gticos, renacentistas y neoclsicos. erigir el Ring- se convirti en un tema
1
decisivo. Para Jos constructores y los de
fensores
de
la Ringstrasse,
la
multiplici
dad
de estilos histricos c da cual aso
ci
ado
normalmente a la fu ncin del edifi
cio que revesta- era en s misma un
signo de la asimilacin de las riquezas del
pasado por parte
del nuevo h
ombre
ilu
s
trado.
Cada
edificio se reali
zaba
en
el
estilo
de
una poca asociada a su funcin:
el P arlamento, en clsico griego; la Ra
thaus
(ayu
nt
amiento),
en
gtico, el estilo
que se asociaba a la municipalidad medie
val; la universi
dad
a la manera renacen
tista; y el
teatro
, a la barroca. Los edifi
cios
de
viviendas se inspiraban en los
palazzi
renacentistas.
Para
l
os
rebeldes y
los
detractores, por otro lado , los estilos
histricos
era
n un signo de
que
los bur
gueses
estaban
escondiendo
su
identidad
bajo mscaras del pasado; o bien -
la
otra cara
de
la
moneda- de
que no
haban
conseguido encontrar una expre
sin estilstica
adecuada
a su
propia
ver
dad. Al rechazar la legitimidad
de
la ar
quitectura de los estilos histricos, los
fun
dado
res de la modernidad a finales de
los aos 1890 encontraron inicialmente
una causa
que co
mparti r.
Si
bien tenan
un infierno comn que los mantena uni
dos -concretamente las deficiencias mo
rales
de
l historicismo del Ring- pronto
_qued claro que los crticos tenan para
sos muy diferentes. Di stinguir entre las
diversas tendencias criticas es revelador
para
entender el movimiento moderno y el
lugar
de
Loos
dentro de
l.
Dos tendencias
En la crtica arquitectnica
de
la R ings
trasse se pueden distinguir
cuatro
escue
las, cada una de las cuales est imbuida de
una
idea distinta
de
lo que
es
la cultura.
Do
s
de
e
ll
as se
basa
n
en
criterios pblicos
y sociales, y las otras dos, en normas
privadas y psicolgicas. Los crticos
de
la
c u e l
pblica-social y los de la priva
da-psicolgica pertenecan a generaciones
dist intas. Los dos crticos sociales ms
importantes,
Otto
Wagner y
Camilla
Sit
te, haban nacido a principios
de
la dca
da de 1840,
y
haban
vivido su madurez
15
(1
988)
A V
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Cartel conmemorativo de la
apertura
de la
en
1860.
El Kunstmuseum de Viena.
a
Ringstrasse.
en pleno apogeo del liberalis
es decir, durante las tres dcadas
cuando se construy la
Fue
slo al
final de
su vida
,
los aos 1890, cuando ambos perso
-
Wagner
y Sitte-
formularon sus
contra la Ringstrasse.
os arquitectos-crticos de
la
escuela
pertenecan a la generacin
haban
nacido
en torno
a 1870.
su madurez en los aos 1890,
el gran programa de construccin
Ring prcticamente estaba ter
y los
encargos
de edificios repre
haban agotado.J?e este
, independientemente de los
cambio
s
y culturales, la situacin
econ
de
la
propia arquitectura bast para
realmente las oportunidades
pro
de la generacin ms joven a la
privada, y
principalmente
a la resi
os dos principales crticos de la prime
generacin, Sitte y
Wagner
, vean
en
el
de la
Ringstrasse
dos el
ementos
la
arquitectura puestos en
arte y
la
utilidad. Cada
uno
por
uno
de estos valores. Sitte se
en defensor del
aspecto
artstico
lo que consideraba
la
fra planifi-
espacial de
la
Ringstrasse,
que
se
al fluir del trfico. Aceptando el
lo histrico en arquitectura con toda
capacidad de significacin simblica ,
igualmente
la revitalizacin del di
tambin en el espacio
urba
, haciendo hincapi en las plazas m s
en las calles dominadas por los veh
que era el
caso
del diseo de
la
Para
l, la extensa calle circu
produca
anarqua y
agorafobia
am
asociadas con el
spero
individualis
la vida moderna. La propuesta de
era recuperar la plaza con
objeto
de
flujo torrencial de
personas
dentro de
un
espacio que
la
sociabilidad y
la
congrega-
a
plaza
era para
l
la
forma urbana
generar y sustentar
una
comu
, que poda
recuperar
ese
sentido
de
a
una
polis que la enfebrecida
V
(1988) 5
3
cultura
comercial
moderna estaba
des
t
ruyendo.
Al igual que Sitte,
Otto
Wagner critica- _
ba
la
R
ingstra
sse
por
la
contradiccin
existente entre
su
declaracin estilstica en
favor
de
la tradicin en la arquitectura
,
su
modernidad racional en el trazado qe
las calles y el diseo espacial. Pero mien
Tras que Sitte exiga
mayor
fidelidad a
la
historia
,
Wagner
buscaba superar
esta
an
tinomia desde el extremo opuesto.
De
fenda la primaca de la utilidad y de la
funcin
moderna. su proyecto
de
expansin de
la
ciudad
Wagner
escogi
un lema que a Sitte le habra dejado
lielado:
rtissola domina necessitas
(
la
,
necesidad es la nica duea del arte).
n nu
ev
o
estilo
Wagner haba sido
durante
dos
dcadas
un brillante arquitecto de edificios resi
denciales de estilo neorrenacentista. Lue
go se
ocup
del diseo de la red del
ferrocarri l
metropolitano
de Viena. Su
imaginacin se encendi
con
las posibili
dades
ofrecidas a
la ciudad por la
nueva
5
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loga, y proclam la ciudad moderna
crecimiento infinito, la
mega/polis.
La
el urbanismo deban
la imagen de la ciudad al hom
abiertamente
Wagner lo imaginaba enrgi
y urbano,
un metro-
prctico, un burgus con poco
, mucho dinero y buen gusto para
su innovador manual,
Architektur,
Wagner exiga el
de la funcin (o, como l
der Zweck,
el propsito) como
la forma. Durante el siglo
,
deca, el ritmo de los cambios socia
haba sido tan rpido que los arquitec-
haban tenido que recurrir a los estilos
, ideados para responder a las
las civilizaciones anterio
el momento de crear un
ciudad que fuera
con las nuevas tecnologas y
s de construccin,
se haba hecho ya en
el
caso
de
los
los puentes del ferrocarril. La
arte, proclamaba Wagner,
consagrar todo lo que surge con obje
de satisfacer objetivos prcticos
2
. Los
los urbanistas deban hacer
y hacer justicia a
colosales logros tecnolgicos as como
carcter fundamentalmente prctico de
humanidad.
Wagner seal el camino desarrollando
estilo constructivo radicalmente sim
, adaptado a la perpectiva de los
vas urbanas. La
-
anarqua no
le
produca terror a este fer-
viente
par
tidario
de
una bulliciosa
mega-
/polis
donde millones
de
habitantes resi
diran en grandes manzanas
de
vivien
das. En estas grandes manzanas, pensaba
Wagner, la uniformidad
se
elevara al
rango de una monumentalidad que sera
expresin directa del hombre econmico
moderno, a quien los constructores de la
Ringstrasse haban escondido tras la vesti
menta
de
la arquitectura de estilo.
As pues, Sitte y Wagner atacaron, des
de posturas opuestas, la sntesis historicis
ta de arte y utilidad que supona la Ring
s-
trasse; Sitte, con el propsito de recuperar
el espritu comunitario; y Wagner , con la
intencin de crear una metrpolis moder
na para la nueva sociedad comercial. Am
bas figuras estaban comprometidas con la
esfera pblica, en la cual
el
individuo
adquira
segn ellos
su significado, y
de la cual la arquitectura reciba tanto su
funcin como su forma.
La ciudad de la hipocresa
Mientras tanto, una joven generacin de
intelectuales austracos preparaba una re
belin ms minuciosa contra la sntesis
cultural
de
los
padres
liberales: primero en
poltica, luego en literatura y finalmente
en arte y arquitectura. La expresin orga
nizativa de esta revuelta en el arte y la
arquitectura era
el
movimiento denomina
do
Sezession, fundado en
1897.
Su propio
nombre implicaba el abandono de la cul
tura de sus predecesores.
El
lema inscrito
en la sala de exposiciones de la Sezession
proclamaba la ruptura con el pasado:
A
cada poca, su arte; a cada arte, su liber
tad. Al principio, este compromiso se
extenda por igual a la cultura pblica y a
la privada. La revista de la organizacin,
Ver Sacrum
La
primavera sagrada ,
pro
clamaba en sus nmeros de 1898 la rege
neraci
n
de la sociedad austraca
por me-
dio de la cultura, acusando de corrupto y
moribundo al arte
hi
storicista tradicional
de mediados del siglo
XIX.
Fue
Adolf
Loos - posteriormente el ms implacable
adversario
de
la Sezession- quien acu
para sta la acusacin contra la Ringstras
se y su cultura con el ttulo ya reseado de
La ciudad de Potemkin (uno de los
ensayos recopilados ms tarde en su libro
lns Leere gesprochen).
La imputacin fun
damental era la hipocresa. Todos los
palacios que produjo la Italia renacentis
ta, escriba, han sido usurpados para
presentar una nueva Viena a su majestad
la plebe. Los edificios de viviendas del
Ring estaban ocupados
por
estafadores,
advenedizos que, pese a tener dentro una
sola habitacin pequea y un bao, se
presentaban como seores feudales gra
cias a las fachadas de sus residencias
3
.
Todos los
secesionistas
podan estar de
acuerdo en la hipocresa, en lo que era
falso en el pretencioso mundo
de
la l-
dung
(educacin) burguesa expresada en
la Ringstrasse. Para recuperar su honesti
dad, Sitte y Wagner haban
adoptado
una
parte de
lo
que a mediados de siglo era
la sntesis del estilo histrico y el espa
cio urbano moderno; Sitte, lo primero,
y
Wagner, lo segun
do
. Loos
y
la crtica
moral y
esttica de la Sezession rechaza-
15 ( 1988) A V
-
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sntesis entera en nombre de la
de la verdad.
ica
y
moral
qu era la verdad moderna? Y cul
el
papel del arte
en
la vida moderna?
die Jungen (los jvenes), tanto en
como en otros campos de la
cultura, estaban divididos en dos ban
y los moralistas. Ambos
se interesaban no tanto por la
como
por
la
psique, no tanto por
hombre econmico y comunitario de
y Sitte como por el Gefhlmensch
de los sentimientos.
Lo
s artistas
compartan las preocupa
(la joven Viena) como Schnit
y Hofmannsthal: por un lado, explo
la vida instintiva, especialmente la
, y
la
disolucin de las fronteras
yo
y el
mundo
,
entre
el pensa
y
el
sentimiento;
por
otro lado,
crear una belleza nueva y
en la arquitectura y en las
aplicadas,
que
pudiera satisfacer los
de quienes posean una
Inspirados en el movi
l
as
Arts and .Crafts, pero
en
su teora social, los diseadores de
ezession se esforzaban en transformar
vida cotidiana
obras de arte. Del supuesto cliente, del
hombre de la Bildung - al contra
su predecesor,
que
enriqueca
con obras de una cultura histrica
- se esperaba que se interpreta
a s mismo desde dentro, que purificara
propia psique hasta convertirla en arte.
modo de vida - la casa, su mobiliario y
ar te-
deba ser una expresin personal
y el alma de cada hombre.
En tales circunstancias el arquitecto
era
vez menos constructor y
ms
artista.
el cam
el arquitecto se convirti
en
Raum
er (artista del espacio) y la arquitec
se denomin
Raumpoesie
(poesa del
(Otto Wagner hizo todo lo con
cambi el ttulo de Moderne Arch
por el de Moderne Baukunst es
(1988) 15
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tm
UNSTGENIESSRN.
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J C . . GENIESSEN. Du
Vcru.chcllo
u11(ftuu ,,.
~
~ ~ ~ ~ ~
decir, el
arte
de
construir
no
de poetizar
en el espacio.)
Hermano
Bahr, un escritor que
haba
encargado el diseo de su casa al arquitec
to
del edificio de la Sezession, Josef 01-
brich, describe cmo se debera uno diri
gir en principio a su arquitecto:
y Primero tendra que hablar con el ar
quitecto de mi belleza interior .. por me
dio de mi color, mi poema y mi cancin
favoritos, mi hora preferida del da .. As
me conocera, podra sentir mi esencia.
Luego l tenqra
que
expresarla mediante
una
lnea
para
encontrar as
el
gesto de tal
esencia. Sobre la puerta se hara una ins
cripcin con un verso: el verso de mi
esencia. Y lo mismo que este verso dice
con palabras ha de decir cada color y cada
lnea; y cada silla, cada papel pintado y
cada
lmpara
seran ese mismo verso una
y otra vez.
En
esa casa yo
podra
ver
por
todos lados mi alma como en un espejo.
sta sera mi casa. Aqu podra vivir yo,
mirando mi propia imagen, escuchando
mi propia msica
4
.
Puesta enseguida de moda, esta esttica
personalista no
lleg
muy a menudo a
tales extremos narcisistas, pero algunas de
las obras ms importantes de los arquitec
tos de la Sezession reflejaban su espritu.
1 y 2 Vis
ta
del Heinrischof y
el
Maximilianhof
en la Ringstrasse.
3 Portada para Ver Sacrum revista de la
Sezession.
4 Pgina ilustrada
por
Josef HoiTmann para Ver
Sacrum enero de 1899.
Especialmente notable
era
la concepcin
integral del exterior y el interior, mediante
motivos comunes que
servan
para
unifi
car el espacio interno y
el
mundo externo.
En el cuarto de los nios de la Villa
Friedmann, de Olbrich, se pueden ver no
slo las inscripciones, sino tambin el in
tento de disolver simblicamente las pare
des, introduciendo la naturaleza mediante
pinturas murales congruentes con el esce
nario exterior. El pan-psiquismo y
el
pan
naturalismo se funden en las formas org
nicas del mobiliario expresamente disea
do para la casa.
En el famoso Palais Stoclet, construido
por Josef Hoffman n -con Gustav Klimt
y otros artistas de la Sezession a cargo de
la decoracin
-,
la intenci
n
era propor
cionar tanto un escenario para la buena
vida como un smbolo de sta. El exterior
-con
sus ribetes modelados delimitando
los bloques recubiertos de mrmol que
componen la
casa-
es un autntico joye
ro
para la vida
cu
lta y refinada que deba
albergar.
En
consonancia con
el
tan cita
do propsito de Osear Wilde de imbuir de
arte la vida entera, incluso los vestidos del
matrimonio
Stoclet se disearon para ar
monizar con
el
rico decorado, uniforme
mente estilizado, de su casa. La ornamen
tacin se integraba completamente en la
propia estructura, de manera que haca
sensual el ambiente y unificaba tanto el
exterior y el interior como la casa y sus
ocupantes. Los retratos de Klimt que da
tan de la poca de la construccin del Pa
lais S oclet (1904-1911) revelan la misma
reclusin hermtica de la figura humana
en
un lujoso interior cuyos smbolos care
cen de toda referencia histrica.
La virtud de la verdad
Frente a esta especie de glorificacin del
arte y a su apropiacin por parte de la
buena vida sibartica que pronto domin
la Sezession, Adolf Loos y su aliado lite
rario,
Karl
Kraus, abrieron
un
segunde
frente
en
esta cruzada
en
favor de une
cultura purificada. Disolvieron la b a n d ~
de
hermanos
que se haba vuelto c o n t r ~
los padres de la Ringstrasse, haciendc
-
7/27/2019 C E Schorske_Viena_De Wagner a Loos.pdf
5/10
2 HofTmann, dibujos de la sala de entrada
y
, Bruselas,
Kokoschka , retrato de
Adolf
Loo s
1916.
Loos, vestbulo de la casa Moller,
,
1927
.
una
guerra fraticida,
una
guerra
moralistas contra estetas. Mientras que
jung Wien haban roto la
de cultura esttica y racional que
la Ringstrasse, dando primaca a
esttica del sentimiento y los
, Loos y Kraus
adop
t
aro
n la
otra
de la tradicin, exaltando el Geist, el
secesionistas
recurran a las
por
su
poder
de redencin y de
, o por su capacidad
para
produ
vida de refinada belleza, de poesa.
ellos, Loos y Kraus sostenan y di
lo
que
consideraban las virtudes
y las
ades honestas contenidas en el len
ya fuera en las palabras o
las cosas. Hacia 1900, Loos y Kraus,
autnticamente puritanos, se
las virtudes
la verdad frente a las corrupciones de
sta historicista en su
como
en
el
caso de los
padres,
como en el de los hermanos.
aus expresaba as la idea de esta
de dos frentes, al tiempo parricida
raticida, que l y Loos haban desa
Adolf Loos y yo - l con los artefac
y yo con las palabras- no hemos
poner de manifiesto que
una distincin entre un jarrn y un
y que la cultura se asienta en esa
embargo, los otros, los
con un
punto
de vista positivo,
divididos entre quienes
tratan
el
como un orinal (los historicistas)
tratan el orinal como un
jarrn
s modernistas)
5
.
Kraus,
por
su parte, escogi dos tribu
para su actividad crtica: la prensa y el
, los dos medios de comunicacin
cultura libe-
vienesa del siglo XIX El delito de la
era la deformacin de la
pura
alusiva del lenguaje en la crnica
el sesgo personal
El arte o, mejor, el artificio
era
el medio
por
el cual la
en el poder y sus servidores periods
al pblico. El mtodo
2
de
Kr
aus para redimir la palabra de la
corrupcin esttica de la prensa era el
profundo an lisis crtico de algunos rela
tos concretos de los diarios. Saba cmo
hacer
que
el
lenguaje distorsionado de las
crnicas revelara su ms profunda verdad
factual y tica, lo que pona de manifiesto
el abuso al que haba si
do
sometido. En
su peridit.;o unipersonal,
Die c
kel La
antorcha) , Kraus expona como un airado
profeta la corrupcin y la hipocresa que
prevalecan en el terreno pblico.
Al tiempo que exiga rgidas normas
morales en la esfera pblica de la poltica
y la
ley
,
Kr
aus
defenda la libertad sexual
y el libre albedro en la esfera privada. En
general,
Kr
aus era una suerte de burgus
antiburgus que esgrima los valores mo
rales tradicionales de su clase en contra de
las costumbres de esa misma clase. Uno
de los rasgos distintivos de su crtica cul
tural
era que
consideraba el
arte
y la
esttica como instrumentos cruciales para
la corrupcin del pblico, instrumentos
que servan ms a la venalidad que a la
veracidad. Segn la visin de Kraus, era
mejor que el arte, como expresin de la
vida afectiva, quedase confinado a la ex-
periencia personal, aislado del mundo p
blico del
poder
y la promocin.
Incluso en el teatro, Kraus esperaba
recupera r la pureza mediante el ret iro a la
esfera privada. Pensaba que el pblico
teatral de Viena
estaba corrompido por
el
acento excesivo en la perfeccin de las
funciones y en el culto
popular
por los
actores a expensas de los textos. Cuando
Lessing cre en
el siglo
XVIII
el teatro
nacional alemn por motivos morales y
sociales, anunci que iba a convertir
el
escenario en un plpito.
Kr
aus, ms de
un
siglo despus, tomaba el camino opuesto:
pa ra salvar el texto, la verdad de la pala
bra
, trasladaba la obra del escenario p
blico al atril. Desde l haca lecturas pri
vadas para aud itorios selectos. En ellas la
fuerza moral de la
palabra poda
hacerse
realidad sin el arte corruptor de la repre
sentacin .
l
sentido prctico
Con el mismo espritu realista que Kraus
ll
ev a la crtica cultural mediante el an
lisis de las crnicas de noticias, Adolf
Loos comprobaba el estado de salud de la
cultura
explorando los objetos utilitarios
senci llos de la vida cotidiana: utensilios
caseros, mobiliar io, vestimenta, equipaje,
fontanera, etc. Como para Kraus , su
bete
naire,
su
pesadilla,
era
el arte que
se
introduca en terrenos donde slo debera
reinar
el
sentido prctico. Para Loos, los
trminos ornamento y embellecimien
to eran sinnimos de
un
arte apartado de
su funcin falschangewandt e Kunst . El
arte y la ornamentacin, proclamaba,
pertenecen en su origen al reino de Eros,
y por tanto al terreno privado
6
. No es
el artista sino el artesano quien debera
guiarnos. A L
oos
no le interesaba la belle
za salvo
cuando
era el resultado natural
del descubrimiento de una respuesta for
mal y material a
una
necesidad prctica.
Su primer blanco fue de nuevo el estilo
histrico: En los dos ltimos decenios,
5
(1988) A V
-
7/27/2019 C E Schorske_Viena_De Wagner a Loos.pdf
6/10
Loos, hemos tenido en las pal
de las manos callos renacentistas,
y rococs gracias a los pomos de
puertas
7
.
Contaba
que haca frecuen
peregrinaciones a un edificio nuevo
a ver
un
picaporte. Pero probablemen
l lector se sentira engaado si fuese a
, pues su principal caracterstica era
discrecin.
idad , modestia, discrecin: tales
las virtudes que Loos vinculaba al
ido prctico y que contrapona a
la
s
estilsticas que prevalecan en la
del diseo histrico de mediados
siglo xr
x
Obsrvese que todas estas
eran ticas adems de estticas.
crticas de Loos a los objetos
eran
al
mo tiempo crticas a la cultura que los
Loos no era ms que
; la civilizacin ms desa
, deca, era la que resolva el pro
de vivir del
modo
ms sincero y
posible. Los griegos trabaja
el punto de vista prctico ..
querer hacer realidad exigencia estti
lguna.
Cuando un
objeto era
tan
prc
que no poda serlo ms, era
cuando
lo
bello. Hay alguien tan civili
en nuestra poca? S, contestaba
L
os
ingleses y los ingenieros
son
helenos. De ellos recibimos nues
; de ellos se esparce sobre todo
8
.
y el caballero ingls: estos
ideales
son
recurrentes en las
iniciales
de
Loos.
Con
su anglofi
Loos simplemente comparte
una
acti
fundamental del liberalismo austraco
siglo XIX. El caballero representa para
elevada combinacin de pragma
burgus
y
gracia aristocrtica, lo
se manifiesta en
su
buen sentido
para
te
y
lo apropiado. Loos se
de
la
vestimenta como vehculo
para
Los alemanes, observa,
si
un
hombre va bellamente
slo preguntan si va
, correctamente vestido. Y es que
un
no
busca destacar, sino pasar
trata de ir convenientemente
para la
ocasin, ya sea sta mon-
V 1988) 5
4
tar en
bicicleta o asistir a
un
acto protoco
lario. L
oos
considera que ese mismo nivel
de adecuacin prevalece en la Wohnkultur
l a
cultura del habitar- de los ingle
ses, desde los vagones del ferrocarril hasta
el mobiliario. Los ingleses
han
lib
erado
al
artesano del diseador-artista. La refor
ma de nuestro
entorno
habitable, sostena
Loos, nunca vendra de arriba, sino de
abajo. Y ese abajo es el taller
9
.
rte
artesana
As pues, la posicin adoptada por Loos
como crtico consista en una modernidad
congruente con la de Otto Wagner en
cuanto a su acento en el sentido prctico.
Sin embargo, Wagner pensaba a
la
gran
diosa escala de
la
res pblica como un
urbanista comprometido con la metr
polis comercial. Buscaba deliberadamente
un nuevo estilo que puiera representar la
modernidad,
un
arte que consagrara lo
prctico. Loos pensaba a la pequea esca
la de la multitud de objetos prcticos de la
vida cotidiana. Su sentido prctico recha
,zaba
la
fbrica
en
favor del artfice y el
artesano, con quienes se poda contar
para no
recargar sus objetos con orna
mentos ajenos a sus propsitos.
La
pro
duccin artesanal con
un
propsito es
pecfico aspira a la mxima eficacia y al
mnimo coste, ya sea en trabajo, capital o
ideas. Los artistas que aaden ornamen
tos para
dar
rango y significado poticos
a os objetos tiles violan la tendencia en
favor de la economa y
la
funcin racio
nal, que es la
marca
del hombre civiliza
do. Aqu es donde se la tendencia
asctica de Loos.
As pues, Loos
no
trataba de encontrar
un
nuevo arte aplicado, sino de dejar
el
arte era de la artesana, al igual que
Kraus intentaba dejar el
arte
literario fue
ra del periodismo. El arte no deba pene
trar durchdringen} en
la
vida -como
preconizaban los estetas secesionistas- ,
si
no
,
por
el contrario, retroceder a
la
esfera expresiva puramente pdvada donde
los hombres y l
as
mujeres pudieran dedi
carse libremente a sus deseos y a sus
maneras de crear significados, sin dicta
dos provenientes del mundo exteriorJ ni
siquiera
por
parte del arquitecto. Este
poda ayudarles a realizar su hbitat, pero
no
poda ni deba
dar
significado a sus
vidas
co
n formas simblicas.
El gesto ms polmico de Loos en con
tra de
la
concepcin secesionista del arqui
tecto como poeta del espacio fue declarar
que
no
era
en absoluto
un
artista, sino
un
artesano. La labor del arquitecto era del
mismo rango que
la
del guarnicionero o el
sastre: satisfacer una necesidad prctica
del modo ms econmico posible. La fan
tasa,
tan
apreciada en la ideologa de los
secesionistas,
era
algo propio del artista,
pero
no
del arquitecto. Loos distingua
drsticamente una cosa de
otra
con estas
palabras:
La obra de arte es
un
asunto privado
del artista. La casa no lo es .. La obra de
arte no tiene responsabilidad ante nadie;
la casa
la
tiene ante
c u a ~ q u i e r a
La obra
de
arte
quiere arrancar a los
ho
mbres de
su comodidad
(o
de
su
complacencia:
Be-
9
-
7/27/2019 C E Schorske_Viena_De Wagner a Loos.pdf
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Portada de la revista
Das Ander
e
dir
igida
por
olf Loos. Viena, 1903.
3 Adol f Loos, interior de la tienda Knize,
1-191
3.
S Ad
olf Loos. casas Steiner 19 10), Mo
ller
1928)
y
reforma
de
la casa
Ju
schnitz.
la casa ha de servir a dicha
La obra de arte es revolucio
es conservadora
10
.
se
colocaba en
Loos poda,
o con Kraus, defendera Kokoschka y
jvenes expresionistas radicales. El
fro y geomtrico de una casa
Loos y el febril
psicologismo
de
un
Kokoschka o Schiele repelan
casa bella y su
simblica como espejo privado y
sin pblica de la personalidad de su
ingl s s
llev sus esfuerzos
por
despojar al
de su rango de artista directa
su propio trabajo. Con una
de modestia confiada, se presenta
a
s
mismo n especial a los clientes
viviendas
como consejero del
habitable, como asesor en renova
ro. Incluso teniendo en cuenta la irona
de su retrica, hay que reconocer que
Loos evit en principio la tentacin estti
ca, propia de los arquitectos, de disear
no slo la casa sino tambin todos sus
enseres. El procedimiento declarado por
Loos
a l
menos antes de la 1 Guerra
Mundial
consista en exhortar a los
clientes a que aprendieran a equipar sus
casas al igual que se aprende esgrima, es
decir, practicando, cogiendo la espada
con la mano. El arquitecto servira, al
igual que.el maestro de esgrima, de profe
sor y consultor.
En la prctica, lo que result de esta
definicin que hizo Loos del papel del
arquitecto fue, de hecho, una serie de
interiores, tanto en pisos como en sus
propias casas, amueblados a la manera
inglesa, con paneles, armarios, muebles
Sheraton y otros enseres tradicionales, en
consonancia con el ideal de Loos de una
comodidad y una sobriedad propias de un
caballero. Este conservadurismo no impi
di la creacin, en ocasiones, de un am
biente diseado para la vida amorosa. Al
contrario, el principio de la organizacin
interior era la libertad. El propio Loos era
3
un hombre con un poderoso apetito
se
xual. Atrado
por
las mujeres antes de
los
veinte aos, se cas tres veces, tuvo otras
aventuras y, como su amigo el escritor
Peter Altenberg, intent seducir a nios.)
El
piso que reform y amuebl para l
y su primera esposa, Lina, mostraba una
combinacin de sobria comodidad inglesa
en
el
cuarto de estar y
una
franca sensuali-
. dad en
das
immer
meiner Frau,
la
habitacin de su mujer. Loos public fo
tografias de ambos cuartos en su efimera
revista
Das Andere,
cuyo propsito
se
declaraba provocativamente en el subttu
lo:
Ein Blatt zur Einfhrung abendliindis-
cher Kultur in Osterreich
boletn para
la
introduccin de la cultura occidental
en
Austria). El cuarto de estar, con las
vigas
vistas y el acogedor rincn de la
chime
nea, podra haber sido diseado
por Mo
rris o Philip Webb; pero
el
dormitorio,
con su ingeniosa integracin de la cama
y
el suelo mediante revestimientos de piel ,
es un antecedente de los sensuales decora
dos de Hollywood en los aos veinte.
Lo
que cuenta en el interior es, pues, la
inti-
midad,
el libre albedro en la vida privada.
Si
observamos el exterior de las casas
5
1988)
A V
-
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Loos, encontramos un carcter com
un geometris
absolutamente asctico. El exterior es
, mejor, inexpresivo. No trans
ningn tipo de mensaje, no simboliza
, no representa nada. Tiene la virtud
atuendo de un caballero: es unauffa-
pasa inadvertido, literalmente no
, escriba Loos, no
decir nada al exterior; en cambio,
el
11
. De esto se puede extrapolar la
lo
privado en la cultura: la
eza no pertenece a lo externo, al terre
pblico, sino a lo interno, al terreno
El
exterior ya no refleja lo prime
ms que lo segundo. Es una mera
no proclama
, que no impone
mida, que no recibe
fuera, que no transmite
nada
a
Es un muro
, debido a que no
nada
, no desfigura nada. No
sino que delimita.
hallamos en un momento en que el
de Loos en la trayectoria de la
ntendida como crtica puede
V (1988) 5
6
resaltar con toda su singularidad. El tema
principal que su crtica tica a la cultura le
impuls a formular sobre la arquitectura
fue la relacin entre el exterior y el inte
rior. En esto, y no en el
arte
dotado de
la funcin que le era propia, radicaba
el problema del hombre moderno para
Loos.
En la arquitectura histrica de la Rings
trasse, que constitua su punto de partida,
el exterior era descaradamente falso con
respecto al interior. Lo que todos los
crticos culturales
Wagner
y Sitte en la
generaci
n
de los mayores, y los estetas y
moralistas en la de los
jvenes
conside
raban como una falsificacin, poda verse
tambin como una inspiracin.
El
Mietpa
last
(palacio de alquiler) de la Ringstrasse
era toda ua declaracin, a travs del
vocabulario histrico, acerca de la impor
tancia la fortuna de los residentes. Tras
las fachadas renacentistas la gente viva en
pisos decorados en una extensa variedad
de estilos: Biedermeier, Imperio, Alto Vic
toriano, etc
.
por no mencionar la orna
mentacin inspirada en la propia Sezes
sion.
Si
la fachada desfiguraba la organi
zacin interior del espacio,
lo
haca con
objeto de proclamar mejor la categora de
sus habitantes como gentes que haban
adquirido una elevada cultura.
El
exterior
cumpla una funcin de representacin; se
presuma que la mscara pblica configu
rara al hombre privado. En la dialctica
entre exterior e interior, la fachada era
prioritaria; se esperaba que el hombre
privado viviera de acuerdo con los valores
histricos que trasluca el mundo pblico.
os
tipos de hombres modernos
En la arquitectura que Wagner desarroll
de acuerdo con su crtica de la Ringstrasse
en
el
terreno urbanstico y utilitario,
el
interior comenz a reafirmarse sobre el
exterior, pero principalmente a travs de
los mtodos de construccin y la eleccin
de los materiales. Wagner aspiraba a la
verdad tecnolgica en ..sus formas cons
truidas. Sus edificios - ya fueran oficinas,
viviendas o estaciones de
tr
empie
zan a ser volmenes cerrados ms que
masas vaciadas. Pero sus exteriores siguen
siendo declaraciones pblicas adems de
expresiones de una nueva verdad cons
tructiva. La arquitectura se concibe como
un elemento de un conjunto urbano ms
-
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cuyas funciones sociales y valo
comerciales y cultu rales gobiernan su
El hombre econmico de
gner ya
no
oculta su modernidad tras
telones histricos como los Brger de
Rings
tr
asse), sino que
uno
se lo imagi
como
un
apasionado y convencido
e la escena pblica metropo-
Wagn
er
fue el arquitecto cuya ac ti
crtica y profesional li
ber
las real i
econmicas y tcnicas que hasta
haban estado reprimidas, en
los estilos histrico
s.
Su
itu
moderno
es el
de
un nu
evo hom
pblico el horno econor cus , y sus
estaban
hechos para ser experi-
mentados
.
de
ese
modo
,
por
fuera y
por
dentro.
Los arquitectos
de
la Sezession
cons
truan la casa para otra clase de hombre
moderno el horno psychologicus , un
hombre con sensibilidad y amplia cul
tura
esttica. Con ellos se subvirti la primaca
de la esfe
ra
pblica. La casa lleg a ser
---
-
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10/10
s posmo erno
s arquitectos posmodernos, como Aldo
ssi
y Peter Eisenman, se han visto im
Loos como si fuera un
aventajado. En la introduccin
libro de Loos
Jn s Leere gesprochen,
sealaba un aspecto de la postura
arquitecto viens que nos ayuda a
ender por qu Loos era enemigo de las
la cual m itificaba sus relacio
con la industria y con la poltica
sta. Austero en su inexpresividad
en su deliberada aspiracin
de Loos ha servi
en efecto, a aquellos que han estado
el espritu tecnolgico y so
la primera mitad de nues
l formalismo hedonstico de
ltimos decenios.
esde la II Guerrra Mundial, al tiempo
la despolitizacin de nuestra propia
la pan
de la antiideologa, los intereses de
racionalismo tecnolgico francs de
del idea
li
smo social ale
e la Bauhaus, y acercndose a la
esttica austraca de Adolf
Nuestros arquitectos posmodernos
considerarle tambin como el
de la arquitectura, entendida sta
o un lenguaje que expresa esencial
su propia naturaleza; como un ar
cuya causa no es cierta
id
eologa
a la arquitectura, sino el arte de
tout court,
nada ms; en reali
purista
qu
e rescat la ar
cultura y la sociedad; y
almente, como un pionero de esa forma
l art pour l art en la que la
itectura
se
hace-a'utoalusiva, una ar
ra sobre la arquitectura.
Desde el punto de vista de la forma y el
itectnicos, la apropiacin de
por parte de los arquitectos posmo
seguramente es comprensible. Pero
se mira a Loos en su propia poca,
entre l y sus admiradores de
plantea algunos problemas. Y es que,
V (1988)
5
2
3
como hemos visto, Loos era sobre todo
un crtico cultural, despiadado en su de
nuncia .de la sociedad desde un punto de
vista tico bastante ajeno a las preocu
paciones esencialmente estticas de la
mayora de los arquitectos posmodernos.
Si Loos, como sugiere Rossi, no deca a la
gente cmo deban viv ir, s les deca de un
modo nada ambiguo cmo no deban ha
cerlo. Les deca que no interpretaran la
vida moderna a travs de la historia y que
no confundieran
el
arte con la vida.
No obstante, en la formulacin crtica y
arquitectnica de Loos sigue habiendo
cierta afinidad con las posiciones posmo
dernas.
Se
trata de la reivindicacin de
una
vida centrada en lo privado y lo
personal, enfrentada a la exigencia de ha
cer de la esfera pblica la fuente de la
identidad y el significado del hombre.
Loos lleg a ser
el
inexorable adalid de la
persona que se define a s misma, y de su
derecho a una vida psicolgicamente gra
tifrcante. Para ese hombre, Loos, como ar
qu_tecto y como crtico, construa refugios.
1 Heinrich Friedju ng, Osterreich
o
1848 bis 1860. Stuttgart
Berln, 1912 .
3.
ed . parte 11. pp. 427-428.
2 Otto Wagner. Die 8aukunst unserer Zeit, Lcker. Viena, 1914,
reimpresin de la 4. ed
p. 76.
3
Adolf
Loos, Siimtliche Schriften, Franz Gluck, Viena Mniclt,
1962. (Patte de estas obras completas
se
pueden encontrar en Orna
menro y delito. y otros escritos, Gustavo Gili, Barcelona, 1972,
traduccin de
Lourd
es Cirlot Pau Prez. Tambin hay versin
castellana de 1ns ere gesprochen. 1897-1900, Geo rges Cres, Pars,
192
1:
Dicho en el vac/o. 1897-1900, Colegio Oficial de Aparejadores
Arquitectos Tcnicos, Murcia, 1984, traduccin
de
lrma Hui ci.
La
cita
a que se refiere es ta n
ota
procede de La ciud
ad de
Potemkin, julio
de 1898, en Ornamento y delito .. pp. 206 y 207. N del T.)
4 Hermano Bahr,
Sezession.
Wiener Verlag, Viena,
1900,
p. 37.
5
Adol/
Loos zum 60. Geburslllg .. Festschrift, Viena, 1930, p. 27.
6 Adolf
Loos,
Smtliclre Schriften
(versin castellana: 9
de
mayo
de
1898, en
Ornamento y
delito ... p. 98. N. del T.).
8
Adolf
Loos.
Samtliche Schriftell
(versin caste
ll
ana:
Cristal
arcilla, 26 de junio de 1898, en Dicho en el acio, p. 91; en
Ornanrmto y delito .,
p. 100
.
N
del T
.}.
9 Adolf Loos. Siimtliche Schriften (versin castellana: >, 30
de oc
tubre
de
1897,
en Dicho en el vacio, p.
20.
N. del
T.).
10 Adolf Loos. Sii.mtliche Schriftell (versin castellana: Arquitectu
ra>> 1910, en Omamemo y deliro...
p.
229, N. del T.).
11
Ado lf Loos,
Slimtliche Schriften
(versin castellana: El art>, 1914, en Omammto y delito .. , p. 238, N. del T.).
12 Juego de pa
labras
co
n el d icho ingls
A
Englislunans houst iJ
his castle.
la casa
de un
ingls es s u cas tillo.
( N. del T.
Traduccin
de
Jorgt Sainz
Carl E. Schorske. historiador y profesor norteamericano. recibi e.
premio Pulitzer 1980 de ensayo por su libro Viena fin
de
siglo.