brasil criminalidad organizada y violencia

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  • 8/20/2019 Brasil Criminalidad Organizada y Violencia

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     LA  H E R E N C IA  D E L 

     P R Ó X I M O  G O B I E R N O

     E L E C C I O N E S

      2011

    El  candida to  que  g

    ane  las  elecciones 

    presidenciales  de 

    oc tubre, deberá hac

    erle  fren te a cua tro p

    roblemas es truc-

     turales  de  la  econo

    mía  nacional:  la  cre

    cien te  in flación, 

    cuen tas  fiscales  y c

    omerciales cada  vez

     más erosionadas, 

     y un aumen to en la  f

    uga de capi tales. 

     O P I N A  N: Bernardo Kosaco f f, Juan Jos

    é Llach  y Mario Brode

    rsohn. 

    Escribe el analis ta 

    polí tico Rosendo Fraga.

    >MUERTE DE BEN LADEN >SEGURIDAD EN BRASIL

    >EL HOMBRE EN LA NATURALEZA CHINA

     Año 2 Número 6

     julio / agosto 2011

     Argentina $40

    ISSN 1853-1253

     Año 2 Número 6

     julio / agosto 2011

     Argentina $40

    ISSN 1853-1253

    ECONOMÍA

    La no reforma del sistema

    impositivo argentino

    POLÍTICA

    Elecciones en Perú

    Escenario electoral en la Capital

    E   D  I   C  I   Ó   N    1   

     A  N   I   V   E   R  S   A  

    R  I   O  

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    S E G U R I D A D

    CRIMINALIDAD

    ORGANIZADAY VIOLENCIA

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     BRASIL

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    POR DALMA VARELA* Y MARIANO BARTOLOMÉ **

    Es mucho lo que se ha hablado y

    discutido sobre el problema del

    narcotráfico en todos los países del

    mundo contemporáneo. Durante el

    2010 los casos de Brasil y México

    parecieron destacarse del resto, siendo

    especialmente relevante el de nuestro

    vecino limítrofe y socio del Mercosur,pues gozaba de cierta estabilidad desde

    hace meses, al contrario de lo que se

    observa en tierra azteca.

    En Brasil, el narcotráfico comenzó a tomarnotoriedad en la década del ochenta, apartir del incremento del consumo dedrogas ilegales como el LSD, la cocaínay el cannabis (marihuana). Con el pasodel tiempo, se hizo notorio que en esteaspecto el vecino país desempeña un do-

    ble rol: vía de tránsito y mercado de consumo. Dos fac-tores, que se potencian entre sí, permiten comprender

    el importante papel que le cabe en materia de tráfico;por un lado, lidia con los tres productores mundiales decocaína (Colombia, Perú y Bolivia) y uno de los prin-cipales productores de marihuana, Paraguay; por otraparte, sus fronteras terrestres son porosas y buena partede su territorio nacional es selvático y tiene una muy

    * Dalma Belén Varela, estudianteavanzada de Relaciones Internacionales

    en la Universidad de Belgrano, donde

    coordina el Modelo de Simulación Na-

    ciones Unidas (MONUB); forma parte

    del grupo de investigación del proyecto

    "Defensa de los Recursos Naturales

    Estratégico" en la Escuela Superior de

    Guerra; pasante de BLapp, consultora

    de asuntos públicos y parlamentarios.Fuente: Info Sur, 2009.

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    baja densidad poblacional. En cuanto al consumo, éstese concentra geográficamente en las grandes ciudades ylos territorios del este y sur, destacándose la marihuanaen primer lugar, seguida por la cocaína, las anfetaminasy el opio.

    En las últimas décadas, la situación del país en tér-minos de criminalidad organizada sufrió importantescambios cualitativos, no sólo por el ingreso al mercadode consumo local de nuevos estupefacientes y sustan-

    cias psicotrópicas, sino también por la forma que adop-tó, tanto en materia geográfica como organizacional. Alcontrario de lo que se observa en otros países del área,en Brasil las grandes organizaciones que regentean estaactividad ilegal asumieron un perfil nítidamente urba-no, concentrándose en los barrios marginales o “fave-las” de las grandes ciudades del país, especialmente en el

    triángulo Río de Janeiro – Belo Horizonte – San Pablo.Específicamente en el caso de Río de Janeiro, estos barriosmarginales no se limitaron a las periferias deprimidas yproliferaron por las laderas de toda la ciudad, asomandosobre lugares turísticos como las playas de Copacabanae Ipanema y en la falda del monte del Corcovado, quecorona la estatua del Cristo Redentor. Se calcula que su-man cerca de un millar y albergan a más de dos millonesde personas (30% del total). Su estructura carece de plan

    urbanístico ni arquitectónico y se caracteriza por los calle-jones intrincados y laberínticos, donde en forma caótica ydesordenada se levantan viviendas de frágil estructura. Porlo general carecen de redes cloacales y en consecuenciason usuales las corrientes de aguas servidas sin canaliza-ción, un problema que favorece la proliferación de enfer-medades como la tuberculosis y el dengue.

    Capitalizando una ausencia estatal en materia socialy de infraestructura, en muchas favelas de Brasil losnarcotraficantes sustituyeron al Estado y se erigieronen benefactores de la población, ofreciendo servicioscomo luz, gas o televisión por cable y organizando

    concurridas fiestas, en las que acuden armados conpistolas y fusiles para exhibir su poder. Por cierto, lamayoría de estos grupos no inició sus actividades con

    **Doctor en RR.II (USAL), Master enSociología (Universidad Rep. Checa),

    Docente UBA, UNLP, UB, USAL, Escuela

    Superior de Guerra, Becario posdocto-

    ral del CONICET, autor de varios libros y

    un centenar de artículos en sus áreas

    de expertise: seguridad internacional y

    política internacional contemporánea.

    Fuente: GB

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    el tráfico de drogas, sino que arribaron a ese estadíaluego de un proceso en el cual fueron incrementandoprogresivamente la gravedad de sus ilícitos, y conse-cuentemente sus ganancias. Un ejemplo es elocuente:el conocido Comando Vermelho (CV), que hoy regen-tea la droga en la zona carioca, inició sus actividadescon el “jogo do bicho”, una lotería clandestina paragente de escasa cultura y recursos.

    Existen diferentes aspectos a destacar de los grupos

    que manejan el tráfico de drogas. Uno de ellos enfatizaen el carácter de “familia sustituta” que los mismosllegan a tener frente a jóvenes, muchas veces migrantesinternos, carentes de un núcleo familiar que los con-tenga. En esta línea, que guarda puntos de contactocon las “maras” centroamericanas, los grupos crimi-nales suelen proporcionar sentido de pertenencia; au-toestima (vinculada con el respeto del entorno); unafuente de ingresos y una perspectiva de futuro, en uncontexto de falta de trabajo, al menos para quienesno están calificados. Pero un segundo enfoque subra-ya en la cuestión de la violencia, indicando que entre

    los requisitos que una persona u organización debencumplimentar para permanecer y progresar en estenegocio, ocupa un lugar destacado la capacidad para

    emplear la violencia como un instrumento racional depolítica, incluso con altas dosis de crueldad, debido asu efecto de amedrentamiento.

    Por cierto, los habitantes de las favelas no siemprereaccionan de manera dócil y resignada a la presenciade narcotraficantes en sus barriadas, que suele incluirla apertura de “bocas de fumo” (puntos de venta dedrogas) y, para los comerciantes, el pago de un canonen concepto de “protección”. Si el recurso a la policía

    no brinda los resultados esperados, sea porque esa ins-titución se encuentra sobrepasada en sus capacidades,o porque ha sido corrompida, aparece la opción de lasllamadas “milicias”, recreación de los “escuadrones dela muerte” que asesinaban a los opositores entre 1964-1985. Estos grupos, que algunos sugieren que estánintegrados por personal policial, ofrecen protección alos habitantes de las favelas a cambio de una tasa de se-guridad; con el paso del tiempo, sus actividades fueronmás allá e incursionaron en algunos servicios públicoscomo la distribución de gas y el transporte de pasajeros,además de la televisión por cable.

    Confirmando un patrón que se observa en otraspartes del hemisferio, particularmente en México, en elvecino país la cuestión de las drogas se encuentra per-

    Capitalizando una ausencia estatal

    en materia social y de infraestruc-

    tura, en muchas favelas de Brasil

    los narcotrafcantes sustituyeron

    al EstadoBRASIL – RJ Novi embre 2010, 28

    NOV Morro Alemao.

    Enfrentamientos entre criminales

    y fuerzas de seguridad en Morro

     Alemao, Río de Janeiro.

    Fuente: GB

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    meada por el tráfico de armas. Y aunque desde el puntode vista técnico esas armas tipifican como “pequeñas ylivianas”, en la práctica alcanzan a lanzacohetes portátiles

    y ametralladoras antiaéreas, de cuya efectividad dan felos helicópteros policiales derribados. No es casualidadque los efectivos policiales hayan desarrollado pesadoscamiones blindados para entrar a los reductos del narco-tráfico, ni que hayan debido pedir vehículos de combatea las Fuerzas Armadas, para cumplir con ese objetivo.

    En este íntimo vínculo entre drogas y armas, estas úl-timas parecen seguir una doble orientación. Por un lado,ingresan al país procedentes de naciones limítrofes, enespecial Paraguay. En este sentido, los principales puntosde acceso serían las ciudades guaraníes de Pedro Juan

    Caballero y Capitán Bado, frente a las ciudades brasileñasde Ponta Porá y Coronel Sapucaia, respectivamente. Elgran lago formado por la represa de Itaipú, con sus in-

    numerables caletas, también es utilizado para este tráfico.En estos y otros lugares, las organizaciones criminalesbrasileñas suelen trocar con sus contrapartes paraguayas

    esas armas por autos robados de alta gama, que luegoson “blanqueados” y comercializados en suelo guaraní.

    Pero por otra parte, las armas también saldrían delBrasil por el noroeste del territorio nacional, hacia Co-lombia, donde los insurgentes suelen pagar estos equi-pos con droga. De esta manera, el referido ComandoVermelho y otras organizaciones criminales brasileñasse han involucrado con las Fuerzas Armadas Revolucio-narias de Colombia (FARC) y el área fronteriza Leticia-Tabatinga se ha transformado en un epicentro de estecomercio ilegal.

    Frente a un cuadro como el descripto, el Estado bra-sileño ha delegado la lucha contra las organizacionescriminales en los organismos de Policía Civil y PolicíaMilitar que allí son de alcance estadual y dependen delos gobernadores. Mientras la Policía Civil enfoca enpesquisas e investigaciones, la Policía Militar asume unrol preventivo y de combate a la delincuencia. Comple-mentando las actividades de estas dos fuerzas, la PolicíaFederal siempre ha tenido entre sus principales priori-dades la lucha contra las drogas, además de ser respon-sable por el control de fronteras.

    Históricamente, si la PM se veía sobrepasada por

    las bandas del narcotráfico en materia de capacidades opoder de fuego, al no existir en el vecino país organis-mos federales de seguridad similares a la Gendarmería

    La PM se veía sobrepasada por

    las bandas del narcotráfco 

    en materia de capacidades: era

    usual que convocara a las

    Fuerzas Armadas

    EN LOS PRIMEROS DÍAS DE DICIEMBRE, LAS ESTADÍSTICAS FUERON LAS SIGUIENTES:

    C I F R A S

    118

     

    200PISTOLAS

    140 FUSILES73 REVÓLVERES35 AMETRALLADORAS38 GRANADAS

    21MENORESDE EDAD

    ARMAS INCAUTADAS

    518DETENIDOS

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    argentina o los Carabineros chilenos, era usual que seconvocara a las Fuerzas Armadas. En este sentido, Río de

     Janeiro ha sido testigo de grandes operaciones militares

    en algunas de sus favelas, donde tropas del Ejército oinfantes de marina se enfrentaron en forma directa conlas organizaciones criminales.

    Sin embargo, la última participación nítida y direc-ta de las instituciones castrenses en estos menesteresse registró en marzo del año 2006, en la favela cariocaMangueira. Desde ese momento y hasta el presente, seha explorado una nueva opción, consistente en una no-vedosa Fuerza Nacional de Seguridad (FNS) de carácterfederal. Esta institución fue constituida en los albores dela gestión presidencial de Luíz Inácio “Lula” da Silva y

    está integrada por policías y bomberos de los diferen-tes estados del país, especialmente seleccionados por sudesempeño y aptitudes. En caso de necesidad, desde elPoder Ejecutivo se activa esta Fuerza y los efectivos quela integran abandonan sus tareas cotidianas, trasladán-dose a lugares predeterminados para incorporarse a lamisma; pasada la crisis, los miembros son desafectadosy retornan a sus rutinas.

    Las opiniones con respecto a la FNS y su efectividadpara luchar contra los grupos criminales asentados enlas grandes ciudades del país están divididas. Aunquetodas las lecturas reconocen el alto grado de prepara-

    ción de sus efectivos, algunos expertos señalan comoun hecho positivo que sean movilizados desde diferen-tes lugares del país, pues de esa manera se reducen drás-

    ticamente los riesgos de corrupción. Otros especialistas,en cambio, consignan que esa heterogeneidad es unafuente de debilidad, pues los policías movilizados no

    conocen en detalle los lugares donde son llamados aactuar, mermando su eficacia.

    Hoy, quien visita Río de Janeiro verá, en algunasde sus autopistas de acceso, puestos de control de laFNS, sobre los cuales no hay expectativa de remociónen el corto plazo. Pero las expectativas del gobernadoren materia de lucha contra las bandas de traficantes nodescansan tanto en este organismo federal, sino en lasnovedosas Unidades de Policía Pacificadora (UPPs) quedependen de la Secretaría de Seguridad local. Estas uni-dades apuntan a vedarle el territorio de las favelas a los

    narcos y simbolizar la presencia estatal en los mismos,estableciendo una nueva relación cordial con sus habi-tantes. De acuerdo a un sondeo efectuado el año pasadopor el Instituto Brasileño de Investigación Social (IBPS),más del 90% de los habitantes de las comunidades don-de se despliegan las UPPs aprueban su presencia. Ade-más, en esos lugares cayeron los índices de homicidios,usos de armas de fuego y robo de automóviles.

    Lo cierto es que el accionar de las bandas criminalesde las grandes ciudades de Brasil, dedicadas al tráficode drogas, están lejos de haber sido anuladas y su pe-ligrosidad no debe soslayarse. Esto se pudo constatar a

    finas de año pasado en Río, donde desataron una olea-da criminal que incluyó ataques a efectivos policialesy la quema de más de 70 vehículos. Para contrarrestar

    34TONELADAS DE DROGA APREHENDIDA

    33.800 kg DE MARIHUANA

    314 kg DE COCAÍNA54 kg DE CRACK2kg DE HACHÍS

    BRASIL (Policía Militar-BOPE).

    Fuente: GB

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    estas acciones la Policía Militar (PM) carioca desarro-lló grandes operaciones en casi treinta favelas que lle-

    garon a involucrar a más de una decena de batallonessimultáneos, generando el arresto o detención de doscentenares de personas; laconfiscación de drogas yarmas; y una treintena demuertos, en su mayoríatraficantes.

    El momento culmi-nante de ese enfrenta-miento entre las organi-zaciones criminales y elEstado tuvo lugar cuando

    las unidades policialesingresaron por la fuerzaen la favela Vila Cruzeiro,transformada en un re-ducto de la organizaciónComando Vermelho enla zona norte de la capi-tal fluminense. Ante estaofensiva, los criminalesobstaculizaron el acceso policial montando barricadas eincendiando vehículos en los accesos a esa urbanización,

    huyendo luego hacia el cercano Complejo Alemão, unconjunto de barriadas marginales en las que viven cercade 400 mil personas. La operación duró aproximadamen-te cuatro horas de intensos combates e involucró a unos350 efectivos.

    Un elemento clave del exitoso desenlace de la ope-ración ejecutada en Vila Cruzeiro fue el empleo de ve-hículos blindados aportados por la Armada, que facili-taron el desplazamiento y despliegue del personal enadecuadas condiciones de seguridad. Como consecuen-cia de estos acontecimientos, el gobierno estadual ca-rioca solicitó al Poder Ejecutivo nacional el despliegue

    de contingentes militares adicionales para auxiliar a lapolicía local en el combate contra la criminalidad. El

    pedido fue respondido favorablemente y el mismo Luladispuso el inmediato envío de unos 800 efectivos delComando Militar del Este (CML) del Ejército, al mandode un oficial de alta graduación que articuló sus accio-nes con las fuerzas policiales estadual y federal.

    Los soldados serían utilizados “en la protección delperímetro de áreas en conflicto a ser tomadas por lasfuerzas estaduales y por la Policía Federal”, según de-claraciones del entonces ministro de Defensa, Nelson

     Jobim. Complementando el envío de tropas, el gobier-no federal también mandó a Río dos helicópteros de laFuerza Aérea, más una decena de vehículos blindadosde transporte de tropas, además de equipos de comuni-caciones entre aeronaves y tierra, y de visión nocturna.

    En definitiva, Brasil trasunta una compleja situa-ción en materia de seguridad, debido al asentamiento

    de poderosas y complejas organizaciones criminalesen las favelas de sus urbes más importantes. Desde allíse dedican al tráfico dedrogas, además de otrosilícitos, teniendo presen-te tanto el mercado local(cada vez más amplio)como a consumidoresen el extranjero. Frente aeste estado de cosas tantolos gobiernos estadualescomo el Poder Ejecutivo

    han desarrollado diversasestrategias que incluyenun empleo intensivo delas instituciones policia-les; sobrepasadas éstas, seevita el empleo directo delas Fuerzas Armadas enestos menesteres, a favorde la Fuerza Nacional de

    Seguridad, aunque las instituciones castrenses puedenser convocadas para cumplir roles de tenor logístico,

    como se observó hace pocos meses. Teniendo en vistatanto los Juegos Olímpicos de Río como el Campeona-to Mundial de Futbol, con su multimillonario costadoeconómico que demanda ciertas condiciones de segu-ridad, no debe esperarse que los gobiernos estadualesy federal de Brasil disminuyan su esfuerzo por derrotar,o al menos disminuir sensiblemente, el accionar de lasbandas criminales. ◊

    Fuente: México Alto Nivel, 2010

    Lucha en las favelas

    Brasil trasunta una compleja

    situación en materia de seguridad,

    debido al asentamiento de pode-

    rosas y compelas organizacionescriminales en las favelas de sus

    urbes más importantes