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Birongo ¿Mito o realidad?Autor: Bartolomé García MoscosoHistoria de Birongo, mitos y tradiciones

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  • Birongo es la expresin de dos, tres y hasta cuatro

    tiempos diferentes a la vez, ya que retoma da a da de su

    pasado las fuerzas necesarias para no dejarse avasallar por

    el futuro impuesto por los otros. Y eso mismo lo rescata el

    autor cuando nos pasea por una geografa de contrastes y,

    con un delicioso detallismo, nos hace querer a Birongo tal

    como es, sin imposiciones de ningn tipo.

  • Bartolom Garca Moscoso

    Birongo Mito o realidad?

    Quirn Ediciones Caracas, 2005

  • Birongo Mito o realidad?

    Autor: Bartolom Garca Moscoso

    Hecho el depsito de Ley

    Depsito legal If54820051332241

    ISB 980-6306-44-9

    Editado por

    Ediciones Quirn S.A.

    Coordinacin editorial: Marcos Fidel Barrera Morales

    Arte: Jacqueline Hurtado de barrera

    Noviembre 2005

    Derechos exclusivos reservados para todo el mundo

    Ediciones Quirn, Caracas, Venezuela.

    Est prohibida la reproduccin total o parcialmente de esta publicacin por

    cualquier medio mecnico, electrnico, qumico o telemtico.

    Comunicaciones:

    Telefax (+58, 212) 943 21 12 - 944 25 83

    Coelec: [email protected]

    Impreso en Venezuela por Impresos Notimer, C. A.

    Printed in Venezuela

  • Agradecimiento

    Agradezco a Dios todopoderoso y a mis padres y

    muy especialmente a Cristo aparecido en Birongo, quienes

    me dotaron de fuerza, estmulo y amor en la realizacin de

    esta investigacin. Igualmente a la Dra. Rosa Montas su

    colaboracin en la clasificacin, estructuracin y lectura de

    los originales. Al Dr. Jos Marcial Ramos Gudez por su

    apoyo, revisin y orientacin desinteresada en la

    conformacin de este material y al periodista Marcos Fidel

    Barrera Morales, Director General de la Fundacin Sypal, por

    la diagramacin y publicacin de esta obra. A todos ellos y

    muchas otras personas que voluntariamente dedicaron parte

    de su tiempo a una preocupacin ma. Es grande y profundo

    mi agradecimiento.

    Bartolom Garca Moscoso

  • ndice

    Presentacin..9

    Prlogo....11

    I. Datos geogrficos de Birongo15

    II.Birongo,sus sectores, su gente..21

    Los birongueros honran a Bolvar..35

    Despus de siglos: la escuela unitaria.38

    La casilla policial42

    Dulceras.....46

    III. Las cuevas Un incalculable atractivo turstico.55

    IV.La canoa. Un medio de transporte contra es aislamiento.61

    La tripulacin: Patrones y proveedores66

    Los protagonistas y sus condiciones.69

    La practica comercial..70

    Luego del auge la cada..72

    V. El aguacate: otro factor econmico de importancia75

    El cochino como antecedente...77

    Una nueva actividad econmica80

    Nuevos entusiasmos..81

    Movilidad socioeconmica..82

    Aos de auge y aos de declive...............................................84

    VI. La salud, un gran esfuerzo en Birongo87

    Las mujeres: una presencia decisiva para la salud94

    VII. Las parteras, aliadas de la vida en Birongo..99

  • Sus precursoras...101

    Los preparativos.....103

    El proceso....104

    Sus nombres....106

    VIII. La construccin de viviendas, un trabajo mancomunado109

    Sus tcnicas. Las estructuras..111

    El techo.....113

    Las paredes .....115

    El piso .....117

    Fases finales.....118

    IX. Birongo, un pueblo que se organiza119

    1948: El sindicato agrario.....121

    1960: Intento de la primera Junta Pro-Mejoras.123

    1960: La Liga Agraria....123

    1963: Comit Pro-Defensa del Pueblo Nuevo..124

    1972: Segunda Junta Pro-Mejora..125

    El Club Cultural y Deportivo Birongo..128

    El Comit por la Unidad y Defensa de los Derechos de Birongo..129

    De nuevo el Despojo....132

    La Asociacin de Vecinos..133

    Hacienda la integracin regional....137

    La unin Cultural Races Pueblo Nuevo-Birongo..144

    El Bironguero: un Peridico aliado ...147

    X. Los caminos de Birongo, penurias y solidaridades151

    El Callejn, especie de infierno inevitable.....155

    En Curiepe.158

    Importancia del camino Curiepe-Birongo.160

    Arreos y Aperos..161

    Organizacin y solidaridad a lo largo del camino162

    La amistad entre Birongo-Capaya...165

  • XI. Sabidura intuitiva en la siembra de conucos.....169

    Las cabauelas: un procedimiento antiguo para controlar el tiempo172

    De la mano de la sabidura natural.....173

    Cada paso..175

    Las herramientas....177

    En sus Inicios....179

    La siembra de cacao...180

    XII.La madera como medio de subsistencia.183

    Aserrando y algo ms187

    Los precios, las remuneraciones y los costos....190

    El transporte por el ro...190

    A pesar de todo, la vida sigue igual.......191

    XIII.Un milagro que se niega a morir.193

    La curiosa historia del Cristo aparecido en Birongo195

    El retorno de la Cruz a Birongo ..197

    La aparicin del Cristo.198

    Discrepancias con el cura..200

    Reaccin de la comunidad...202

    El Cristo desaparece....206

    XIV. El Nio Jess de Birongo..209

    Tradicin y Poltica....216

    Fiestas para los nios....218

    XV. Birongo, un pueblo de brujos?...........................................................221

    Un inevitable prembulo.223

    Salud a la manera de Birongo...225

  • Presentacin

    Ojala todos los pueblos de Venezuela y de Amrica contaran con un Bartolom Garca Moscoso, interesado en narrar la historia de

    su localidad, las ancdotas ms queridas, hablar de cmo se fue

    configurando el imaginario y cmo sus habitantes fueron plasmando

    en el da a da esa fisonoma tan particular de cada contorno. Ojal

    todos los pueblos pudieran contar con documentos que legaran a la

    humanidad testimonios repletos de autenticidad. Porque as es Birongo,

    una obra para perdurar, un documento para el futuro, un esfuerzo de

    alguien que quiere a su gente, que ama a su pueblo, que respeta sus

    tradiciones, como tambin que acusa recibo de los cambios e indaga

    en las fuentes del pasado el sentido del presente y los rasgos de

    porvenir.

    Al autor de esta obra, la colectividad de Birongo y del estado

    Miranda deben agradecerle el propsito de consignar recuerdos,

    sentires y evidencias, como registro histrico de manera que para

    siempre queden en la memoria colectiva constancia de los hechos y

    de las circunstancias propias de una cultura con sabor a crisol, con

    expresiones hispanas, de frica y de Amrica. Una regin que bien

    puede ser smbolo cultural de integracin.

    Birongo es una obra para todo pblico. Para los nios, para

    propiciar en su lectura la fascinacin propia de los

  • chiquillos por las cosas ms inmediatas. Para los jvenes, para

    ensearles verdades ya recorridas y otras por recorrer. Para los adultos,

    para que sepan agradecer a la vida y apreciar el esfuerzo que hacen

    en pro de la patria grande.

    Que sea visto este libro, adems, como prueba del

    esfuerzo, de la constancia y del apego de sus hijos, como tambin de

    las virtudes del autor interesado solamente en abrir sendas a nuevos

    caminantes, con audacia, con optimismo.

    Marcos Fidel Barrera Morales

  • Prlogo

    Prologar un libro sobre Birongo significa nada ms y nada

    menos que adentrarse en la espesura de un bosque africano, donde

    siembran matas de cacao Amaznico, venezolanos de carne y hueso

    que tienen miradas puestas en un futuro universal muy cercano.

    Porque Birongo es la expresin de dos, tres y hasta cuatro

    tiempos diferentes a la vez, ya que retoma da a da de su pasado las

    fuerzas necesarias para no dejarse avasallar por el futuro impuesto por

    los otros. Y eso mismo lo rescata el autor cuando nos pasea por una

    geografa de contrastes y, con un delicioso detallismo, nos hace

    querer a Birongo tal y como es, sin imposiciones de ningn tipo.

    Porque la honradez de un escritor pasa por no imponer

    ningn esquema prefijado a su relato, porque lo deja fluir libremente a

    medida que transcurren fechas, datos, nombres, sitios y ancdotas.

    En un pas que se debate entre una modernidad

    inconclusa o excluyente, que es casi de lo mismo, y un nuevo proyecto

    histrico de futuro, el slo hecho de rescatar las leyendas menudas de

    todos los das de los pueblos annimos tiene un gran sentido de lo

    prctico, recordando que, como

  • Alguien dijo alguna vez, no hay nada ms practico que una buena

    teora.

    Porque detrs del rescate de lo local, del lugar, de la ntima

    afectividad por lo que llam una vez Andrs Eloy Blanco la patria

    chica, est el desea involuntario de trascender a lo cotidiano para

    poder ser llamado por su nombre, para haber tenido la dicha de

    sembrar apenas un rbol, construido una casa, engendrado un hijo,

    escribir un libro.

    En un momento en que la ciudad masa aniquila, borra con

    su paisaje homogneo todo vestigio de lo diferente, de lo particular o

    de lo familiar, surge un relato como ste, de historias menudas y

    sencillas. Por eso Birongo esta all, descrito con gran majestad por un

    autor que se identifica hoy con su pueblo, pero que lo hace perdurar

    con sus palabras.

    Por eso es que Birongo es universal y, como dijo una vez

    Gabriel Garca Mrquez en referencia a Macondo, no es un lugar en s,

    sino un estado del alma. Hay un Birongo en cualquier lugar del planeta

    donde alguien se enfrente a esta globalizacin avasallante.

    La cultura, las tradiciones, las comidas o los dimes y diretes

    que fascinan a lo largo de estas pginas no son ms que las

    maravillosas pero insuficientes expresiones alfabticas de un alma

    conmovida, porque es indiscutible que es muy difcil expresar con

    palabras lo que se siente al baarse en un ro como el de Birongo, al

    comerse una bola de cacao, o al vagar por la montaa libremente. El

    lenguaje es as, maravilloso y tosco a la vez, y lo ms til de sus frases

    que nos hace sentir

  • profundamente y con esto, experimentamos a la vez contradictoria

    sensacin de no poder decir con palabras lo que se siente. Eso es la

    garanta ms plena de que hemos llevado Birongo al alma.

    Hoy cuando por influjos externos se pretende mercantilizar

    su principal producto y como antes, cargar los barcos con el crudo

    cacao, ahora convertido en chocolate para paladares lujosos,

    aparece la voz al desunsono

    del autor que reivindica lo propio, lo nativo, lo autntico, para rescatar

    as un pueblo de su triste historia pasada y proyectarlo hacia el futuro

    con la alegra de estas tradiciones, no como una tableta de chocolate

    en algn mostrador iluminado de un lujoso centro comercial, sino como

    la estirpe orgullosa de su gente, bailando tambor y cantndole al

    santo.

    Para una editorial como sta, Birongo sintetiza todas las

    nociones de la holstica en una sola palabra y en un texto que, sin

    hacer concesiones petulantes, nos lleva a conocer la magia del todo,

    la maravilla de la unidad espacio tiempo expresada slo en un

    nombre: Birongo

    Omar Ovalles

  • I

    Datos geogrficos de

    Birongo

  • I

    Datos geogrficos de Birongo

    Birongo se encuentra situado en el municipio autnomo

    Lus Brin del Estado Miranda, entre las poblaciones de Curiepe y

    Capaya, en la depresin central de la cordillera de la Costa, en la

    porcin Centro-Norte de Venezuela. Su geografa muestra pequeos

    valles e inclinadas laderas, as como empinadas lomas con abundantes

    ros y quebradas, tierras todas propicias para el cultivo de cacao,

    cambur, pltano, aguacate, maz, caraota, arroz, millo, tabaco, etc.

    Una exuberante y variada vegetacin cubre su conformacin nter

    montaosa y da lugar a frecuente y recia lluviosidad. Por otra parte,

    Birongo constituye una sierra baja localizada entre las serranas del

    litoral y el interior de Barlovento.

    Al norte de Birongo se encuentran los poblados Guayabal y

    Chuspa, por la fila maestra con el Distrito Federal y el Estado Vargas. Al

    sur limita con ganga y tacarigita, subiendo por la fila de Turupa y la

    piedra del Dorado. Por su lado Oeste se encuentran los municipios

    Capaya y Araira (hoy parroquia), mientras por el este limita con la

    oficina de la

  • Hacienda de Villegas, en lnea recta hacia agua Negra con las

    parroquias Curiepe e Higuerote.

    La diseminacin actual de la poblacin de Birongo se vincula

    inevitablemente a su peculiar geografa. Las fuertes y frecuentes lluvias

    sobre sus seculares bosques que determinan la abundante y continua

    crecida del ro Birongo-Curiepe y sus quebradas as como su

    privilegiada conformacin geogrfica, dieron lugar a la asimetra

    estructural que hoy muestra la ubicacin de las viviendas en Birongo,

    las cuales se encuentran diseminadas sobre pequeas cimas, a

    excepcin del sector conocido como La Placita. Sin embargo, adems

    de protegerse de las crecientes, no hay que descartar que la

    construccin de viviendas en estas simas haya obedecido, tambin, a

    una estrategia de defensa contra los diferentes embates de incursiones

    colonizadoras, ya que estas alturas puede haber permitido visualizar a

    tiempo al enemigo.

  • II

    Birongo,

    sus sectores,

    su gente

  • II

    Birongo, sus sectores, su gente

    La antigedad de la progresiva formacin de Birongo como poblado,

    se remonta y se encuentra hermanada a la fundacin de Curiepe,

    municipio al cual estuvo adscrito, segn lo da a conocer el primer

    censo de la Repblica de Estados Unidos de Venezuela (Ministerio del

    Ambiente y los Recursos Naturales renovables, pp. 127 y 513). Segn

    Guillermo Castillo Lara, Curiepe fue fundado en 1721 por Juan del

    Rosario Blanco; para 1748 Curiepe contaba con 1.360 habitantes

    dispersos entre los caseros San Nicols de la Marciana, Vallesco,

    Pimpollo, Ganga y Virongo (sic), como tambin se conoce su

    ortografa. De acuerdo al censo de 1883, en Virongo existan 32 casas y

    160 habitantes.

    La poblacin de Birongo, en el inicio del siglo XXI, se

    encuentra claramente distribuida en tres bloques habitacionales

    bastante definidos; cada uno de estos conglomerados pareciera

    haber tejido su propia historia; a pesar de ello, todos los nacidos en esta

    tierra se hermanan en una sola he inconfundible historia, la de Birongo.

    A continuacin se

  • Describen tales sectores.

    La Placita es un sector situado sobre un pequeo valle

    bordeado casi totalmente por el ro, en cuyos mrgenes funcionaron

    dos puertos para carga y descarga de canoas que transportaban

    productos agrcolas y bienes adquiridos en otros centros poblados. Esta

    posibilidad convirti a La Placita, probablemente desde la misma

    formacin de Birongo, en un polo de atraccin comercial y cultural.

    Durante la colonia y loa aos de la Independencia fue habitual

    en La Placita la presencia de sacerdotes que provenan en bestia

    caballar desde Curiepe y Capaya para ofrecer misas en el saln de

    fiestas. La posibilidad de escuchar la palabra divina, as como el

    disfrute del saln de fiestas, la mesa de juegos de dados y barajas, el

    corral para le pelea de gallos y el patio para los torneos de pelota de

    mano, constituyeron atractivos suficientes para afianzar la presencia de

    La Placita como el polo de intercambio comercial, cultural y deportivo

    con poblaciones circunvecinas.

    En 1935 arrib a La Placito el primer carro de motor que subi a

    Birongo. La hazaa fue lograda por Rafael Curvelo, quien logr

    incursionar ro arriba con su vehculo gracias a que ese ao hubo

    prolongado verano y el lecho del ro permaneci seco. Para entonces,

    agrupadas en unas seis u ocho viviendas, la poblacin de La Placita

    estaba formada por

  • Las familias Gonzlez, Sojo, Lonja, Surez, Ascanio, Mota, Garca,

    Lovera, Quintana, entre otras pocas, y todos los miembros de Birongo

    vivieron con gran admiracin la hazaa de Rafael Curvelo.

    Pueblo Nuevo, es un sector que se encuentra ubicado en

    la parte alta del valle donde se asienta La Placita. Geogrficamente se

    trata de la prolongacin del mencionado valle, el cual asciende en

    una larga loma cuya topografa dibuja en su parte ms empinada,

    denominada Santa Cruz, la forma de un papeln. Esa pintoresca

    configuracin natural adquiere la semejanza de una pennsula que

    finaliza en un lugar conocido como Dos Bocas. Debido a su nacimiento

    en el valle, Pueblo Nuevo est igualmente bordeado por agua salvo

    por su lado este, por donde se une a La Placita y al espacio montaoso

    denominado Serrana Benavides. Hacia los siglos XVI y XVII en esta cima

    se instalaron varias familias, en coincidencia con el momento en que se

    produjeron asentamientos poblacionales en otros sectores que hoy

    ocupa Birongo. De aquellos primeros pobladores de Pueblo Nuevo se

    pueden Mencionar a los Moscoso, Pea, Castillo, Tovar, Surez, Sojo,

    Aponte, Escobar, Flores entre otros.

    Con el tiempo Pueblo Nuevo adquiri gran relevancia

    sociocultural dentro de Birongo; entre los acontecimientos que le

    dieron fortalecimiento recordamos la

  • Fundacin oficial, en 1936, de la Escuela Estadal No. 11. Previamente a

    esta importante reivindicacin, Pueblo Nuevo contaba con una

    carpintera, un patio para jugar pelota de mano y una escuela de

    msica para instrumentos de cuerdas. En el ao 1951, Patricio Longa

    construye la primera casa con techo de zinc en todo Birongo. En 1956,

    Severiano Flores adquiere para su negocio la primera lmpara de

    gasolina que llegara a Birongo; para ese mismo ao llega a la casa de

    Marcelino Pea el primer motor para el alumbrado pblico de la

    comunidad. En 1963 tiene lugar la primera fiesta navidea infantil que

    tradicionalmente se continu celebrando los das 25 y 26 de diciembre

    de cada ao.

    Figura 2. Cruz de mayo Pueblo Nuevo

  • Por estos mismos aos abre sus puertas el primer club social y

    deportivo propiedad de los hermanos Pea. En 1970 es construida en

    Pueblo Nuevo la primera Plaza Bolvar de Birongo y son asfaltadas las

    calles de este sector, pasando as a ser el primero en recibir este

    beneficio; igualmente, la Gobernacin del Estado Miranda construye el

    primer estanque para el almacenamiento de agua que surtira a

    Pueblo Nuevo. En 1992 se realiza en casa de Ral Nieves la primera

    reunin de vecinos, convocada por Bartolom Garca, con el propsito

    de acordar la solicitud de elevar a Parroquia el casero de Birongo;

    aos despus esta reivindicacin continu siendo un deseo

    insatisfecho.

    Chaguaramos es un sector ubicado entra guayabal y

    Pueblo Nuevo, frente a Los Garca. Es uno de los sectores mas antiguos

    de Birongo que toma su nombre por la presencia de un enorme y

    hermoso chaguaramo en sus predios. En sus inicios el numero de

    viviendas no pasaba de tres (3), en ellas habitaban entre otras la

    familia Robles y Moscoso.

    Las Mercedes se expande al sur de La Placita, el oeste de

    Pueblo Nuevo, al frente de la posesin Benavides, al oeste del sector

    Vista Hermosa y el poblado El Salgado, paralelo al ro Birongo. En Las

    Mercedes se hallan an vestigios de algunas ruinas cuya identificacin

    no pudo precisarse ni siquiera a travs de las personas de mayor edad

    entrevistadas al respecto.

  • Hacia el siglo XVII, en la Serrana Benavides habitaban

    frente a frente, las familias Militern Maravilla y Muoz. En 1907, Mximo

    Escobar compr a la sucesin Muoz una propiedad y construyo su

    vivienda en una lomita frente a los vendedores. En 1926 ocurren ventas

    sucesivas de propiedades: Maximiano Escobar vende a Gregorio Ortiz,

    y luego ste vende, en 1928, a Eusebio Garca Fermn. Por mandato de

    su padre, ese mismo ao, Mercedes Garca Verd (hijo de Garca

    Fermn), ocupa con su esposa, Carmen Moscoso de Garca, el

    inmueble que inicialmente fuera de Maximiano Escobar. Aos ms

    tarde, el mencionado matrimonio construye nueva vivienda donde

    antiguamente viviera la familia Muoz.

    Mercedes Garca Verd, de quien deriva el nombre de

    este sector, promovi diversas actividades socioculturales y

    econmicas en la comunidad. Este espritu de lucha fue transmitido a

    sus seis hijos; de all que Ofelia, Antonia, severa y Jovita hayan

    impulsado distintos programas de transformacin de Birongo, mientras

    que sus hermanos Vctor y Bartolom Garca, junto a otros jvenes

    vecinos, son reconocidos lderes naturales de las reivindicaciones

    socioculturales de Birongo.

    Marasmita exhibe en la quebrada Santa Teresa un muro de

    piedras cubierto por tierra por efecto de la erosin, el cual se supone

    sirvi de trinchera a los indios Marasma para defenderse del exterminio

    de los espaoles en los aos de la

  • colonizacin.

    Este sector, ubicado entre las quebradas Marasmita y

    Quiniquichipe, rodeado de pequeos valles, fue conocido

    anteriormente como Sitio Alto. Para entonces apenas agrupaba unas

    10 viviendas, donde residan varias familias que tenan la peculiaridad

    de contar cada una con una persona apedillada Verd. Por la forma

    geogrfica de un cintillo, el nombre de este sector fue cambiado por el

    de El Guindillo. Hasta tomar finalmente su actual nombre a partir de los

    aos 40, del siglo XX.

    Hacia 1940, sus pobladores mantuvieron por cierto tiempo

    la tradicin del baile de tambores de San Juan, cada 24 de junio, as

    como la celebracin de frecuentes bailes de joropo. Estas tradiciones

    ms el echo de disponer de un patio de bolas criollas y pelota de

    mano, as como un corral para peleas de gallo y juegos de dados,

    generaban afluencia permanente de visitantes que adems

    disfrutaban de actos culturales y competencias deportivas.

    Guayabal se encuentra localizado al norte de Marasmita.

    Antes de 1900 se encontraba en este lugar slo familias que llevaban

    apellidos Sojo y Quintana. Entre todos ocupaban unas cinco viviendas

    levantadas en una pequea llanura situada en la cima de una loma.

    Desde all parte el camino hacia Quebrada Seca. Zona

    eminentemente agrcola.

  • Entre 1900 y 1920, las familias de Eulogio Lovera, Antonio

    Garca Fermn, Barvina Verd y Santana Sojo, se instalaron en un lugar

    llamado el Sitio. A partir de esos aos, los grupos familiares

    mencionados en el prrafo anterior tambin se mudaron a esta nuevo

    casero, dejando vaci el anterior Guayabal pero mudando con ellos

    este nombre. As desaparece el Sitio como poblado. La poblacin de

    Guayabal se ha caracterizado siempre por una alta vocacin agrcola.

    Los Quintana. Aproximadamente cinco viviendas

    ocupadas por las familias Quintana, Sojo y Castillo, entre otras, le dieron

    origen. En ese primer ncleo surgen presencias como la de Gabriel

    Quintana y Atanacio Sojo Ponce; este ltimo contrae matrimonio con

    Petronila Sojo Gonzlez, unin de la que proviene la familia Sojo Sojo.

    De Atanacio Sojo puede decirse que fue persona clave en

    la vocacin de agricultores de los habitantes de Los Quintana, pues

    adems de poseer grandes haciendas de cacao y cra de cerdos, era

    tambin propietario de un ingenio de caa destinado a la produccin

    de papeln.

    Atanacio Sojo tambin protagoniz otros hechos

    importantes para el devenir del sector. Gracias a el, a finales del siglo

    XIX fueron contratados los primeros servicios del primer maestro que

    arriba a Birongo, Marcelino BIhom, quien ensea a leer y escribir no

    solamente a los hijos de Sojo, sino a los de

  • Jess Mara Pea. El resto de la poblacin no tuvo acceso a este

    beneficio. De aquella poca se recuerda tambin que Atanacio Sojo

    alquil a Juan de Dios, habitante de Curiepe, una vitrola con la que

    ameniz fiestas en su domicilio.

    Pardillar est conformado por una proporcin de tierra de

    topografa muy irregular. Inicialmente este vecindario se denomin La

    Zurita, debido a la presencia de la familia de Bonifacia Zurita y otras

    familias de igual apellido; luego con el advenimiento de nuevos grupos

    humanos, pero sobre todo por la existencia en el lugar de abundantes

    rboles de pardillo, el sector tomo su nombre definitivo.

    En Pardillar destacan presencias como la de Silverio Sojo,

    especialista en curacin de picadura de serpiente, alacranes y

    ciempis; tambin se menciona a Bonifacia Zurita, ensalmadora.

    Los Garca est situado entre Pueblo Nuevo y el sector La

    Capilla, y hoy forma parte del bloque de Birongo Arriba. Su nombre

    deriva de la abundancia de este apellido entre las familias que

    inicialmente lo habitan, entre estas se puede citar la de Jernima

    Garca. Posteriormente, se residenci all un hijo de Jernima, Eusebio

    Garca, quien procrea una numerosa descendencia que

    progresivamente incrementa el nmero de viviendas de este sector.

  • Vista Hermosa es un pequeo sector conformado por apenas

    unas cuatro casas donde habitan familias que en su mayora llevan el

    apellido Castillo; se encuentra ubicado entre la zona este de Birongo y

    oeste de Salgado.

    La Capilla es otro sector que se conform en Birongo. La

    primera vivienda fue la de Eulogio Lovera, seguida de la de Juan Rivas,

    un forastero en todo el pueblo; luego creci muy rpidamente el

    nmero de viviendas en este sector. Fue a La Capilla a donde trajeron

    la primera nevera conocida en Birongo, el hecho se debi a la

    iniciativa de Cornelio Verd, se trataba de un aparato marca Electrolux

    que funcionaba can kerosn.

    La Capilla vivi6 tambin otros privilegios: en 1928 cont con la

    primera iglesia construida en Birongo; en 1959 se le dot de local para

    el funcionamiento del grupo escolar Antonio Vaamonde y un ao

    despus fue dotado del dispensario( Andrs Eloy Blanco; en 1975 en La

    Capilla se construy la segunda Plaza Bolvar de todo el pueblo; en

    1981 cont con casilla policial; en 1982 con la casa comunal, y el 28 de

    mayo de 1992 fueron iniciados los trabajos para la instalacin en el

    sector de los primeros telfonos con los que cont Birongo

    reivindicacin esta ltima cuyos trmites se haban iniciado desde

    enero de 1980 por la Asociacin de Vecinos, gracias a la decisiva y

    constante participacin de Bartolom Garca Moscoso

  • Bartolom Garca Moscoso

    Figura 3. Grupo Escolar Antonio Vaamonte

    Figura 4. Casa de la Cultura

  • y el apoyo del ingeniero Freddy Molina, fue lograda.

    Cambural se encuentra entre Birongo, Capaya y Araira.

    Inicialmente su poblacin era muy escasa y, en contraste con el resto

    de los habitantes de la zona de Barlovento, su gente era de piel

    blanca y pelo liso. Se caracteriza por ser un sector eminentemente

    agrcola cuya produccin sale bsicamente hacia los Municipios Brin

    y Acevedo. El 1950 Juan Sosaya adquiri una hacienda en este sector

    y por iniciativa propia abri vas de acceso que repercutieron en el

    mejoramiento del comercio; luego, hacia 1980, e1 gobierno mejor la

    vialidad y con ello se facilit el trnsito de camiones hasta bastante

    cerca de las quebradas cercanas a la Cueva Tapa de Cambural.

    Salsal est ubicado al oeste de Birongo, al sur de

    Cambural y al norte de Capaya. Est conformado por unas seis

    viviendas en las que habitan las familias Cartagena, Verd, Moscoso,

    Carrillo y Ascanio, entre otras, cuyo sustento proviene

    fundamentalmente del trabajo agrcola. Desde siempre sus habitantes

    han mantenido una estrecha relacin cultural con los poblados vecinos,

    incluso en los tiempos en que el acceso entre unos y otros lugares slo

    se alcanzaba por caminos usando burros y mulas.

    Finalmente, debe precisarse que como resultado de este

    lento y sostenido desarrollo histrico, con el tiempo quedaron

    claramente definidos tres bloques poblacionales que

  • conforman a Birongo: Birongo Arriba, integrado por Los Quintana,

    Pardillar, La Capilla, Chaguaramos y Los Garca, cuyos habitantes

    conforman una unidad sociocultural muy importante desde el punto

    de vista de su evolucin y crecimiento. Un segundo bloque es Birongo

    Abajo, integrado por La Placita, Pueblo Nuevo, Las Mercedes y Vista

    Hermosa, sectores estos que se caracterizan por su proyeccin

    organizativa y reivindicativa, al promover y alcanzar logros

    socioculturales y econmicos de relevancia para la poblacin de

    Birongo. Con una topografa que semeja un tringulo, el tercer bloque

    poblacional est localizado en la zona oeste de Birongo. En l se

    encuentran los sectores Guayabal, Marasmita, Salsal y Cambural.

    Los birongueros honran a Bolvar

    Conformado Birongo de esta manera, y teniendo como

    rastros su presencia en nuestra historia indgena, colonial e

    independentista, sus pobladores no podan dejar de honrar a El

    Libertador. La inquietud surge en Pueblo Nuevo, donde un grupo de

    habitantes se dedic durante varios aos a tramitar ante los

    organismos competentes la construccin de una Plaza Bolvar. En 1970

    es trado al sector La Capilla (Birongo Arriba) el material y las mquinas

    destinadas a adelantar la obra; sorpresivamente, los habitantes de

    este sector se negaron

  • Bartolom Garca Moscos

    rotundamente a ceder el terreno para tales efectos. La situacin

    se torn confusa y conflictiva, hasta tal punto que los constructores

    decidieron retirar del lugar el material y depositar lo concerniente en las

    dependencias de Obras Pblicas en la poblacin de Higuerote.

    Afortunadamente la intervencin de quienes haban estado luchando

    por esta reivindicacin logr el traslado de los equipos y el material

    hacia Pueblo Nuevo, donde gustosamente fue cedido el terreno para

    tan deseada construccin. Es as como la primera Plaza Bolvar de

    Birongo

    Figura 5. Plaza Bolvar

  • Bartolom Garca Moscoso

    Fue construida en Pueblo Nuevo.

    Cuatro aos ms tarde, tras un prolongado trabajo de los integrantes de la Junta Pro-Mejoras de Birongo, la Gobernacin del Estado Miranda demarc el terreno en el sector La Capilla donde habra de construirse la segunda Plaza Bolvar. Los funcionarios oficiales explicaron a los habitantes de esta zona, que se trataba de una obra social de gran importancia y que por ello deban ceder los terrenos, lo cual les sera reconocido econmicamente por los organismos oficiales.

    En horas de la maana del 27 de octubre de 1974, el ingeniero Rmulo Contreras, Director de Obras Pblicas Estatales, dio formal inicio a la construccin de esta segunda Plaza Bolvar, y en esta misma fecha, a las 12 del medioda., fue inaugurada la primera de estas dos plazas que, como se

    Figura 6. Segunda Plaza

  • dijo qued ubicada en Pueblo Nuevo.

    En esta oportunidad se encontraban presentes, adems de

    Contreras, Juan Arroyo, Secretario de Gobierno de Miranda, Carlos

    Vliz, presidente de la Federacin de Juntas Pro-Mejoras de Venezuela,

    integrantes de la Junta Pro-Mejoras de Birongo y la comunidad en

    general.

    Despus de siglos: la escuela unitaria

    Hacia 1940 la apreciable cantidad de poblacin joven de

    Birongo impuls la iniciativa de alfabetizar a sus habitantes, El joven Rito

    Sojo, llamado El Cojo Rito, improviso una "escuelita" que funcion en la

    casa del matrimonio de Teodoro Castillo y su esposa Catalina. Atrs

    quedaron aquellas lejanas dcadas del siglo XVIII, cuando las

    poqusimas familias adineradas del pueblo, propietarias de las grandes

    haciendas de cacao, contrataban maestros privados para sus hijos,

    como 10 hicieron las familias Pea, Sojo y Quintana; de esta manera,

    iniciado 1900, solo los descendientes de tales grupos y aquellos otros

    que lograron adquirir conocimientos en Curiepe y Capaya, saban leer,

    escribir y manejar las cuatro operaciones aritmticas bsicas; de resto,

    la mayora de los nios y jvenes, por ser de extraccin humilde y

    carecer de recursos econmicos, permanecan sin acceso a estos

    conocimientos.

    Dos bolvares semanales deba pagar cada nio o

  • Cada joven para recibir la enseanza de las letras y los nmeros. EI

    maestro Rito Sojo, hijo de Birongo, exiga para sus labores el mtodo del

    famoso "Libro Mantilla", utilizado en todo el pas por aquellos aos. Pero

    un poco antes, exactamente en 1936, haba sido decretada

    oficialmente la apertura de la primera Escuela No. 11, cuyas

    actividades se iniciaron en el domicilio de Jess Maria Pea, en Pueblo

    Nuevo. La primera maestra de esta escuela fue Micaela de Liendo,

    proveniente de Curiepe, quien de lunes a viernes pernoctaba en casas

    que le ofrecan amablemente los vecinos, mientras los fines de semana

    se diriga a su pueblo.

    La Escuela No. ll era de carcter unitario, es decir, no estaba

    separada por grados. La situacin varia un poco con el traslado de las

    clases al domicilio de Mateo Garca, en el sector La Placita, momento

    para el cual se incorporaron otras dos maestras -una de ellas llamada

    Esperanza- y una cocinera, ya que la comunidad haba logrado que

    se dotara a los estudiantes del servicio de comedor.

    Los padres y representantes tomaron parte muy activa en el

    proceso de escolaridad de sus hijos; dado que muchos de los

    estudiantes vivan en zonas muy retiradas y tenan que atravesar a pie

    caminos llenos de animales muy peligrosos (toros salvajes, tigres,

    leones, culebras, etc.), los adultos organizaban cayapas que

    mantuvieran limpios los caminos;

  • adems, los padres asumieron la tarea de controlar la calidad de la

    alimentacin que reciban sus hijos en la escuela; precisamente fue

    esto lo que suscito un grave problema en 1940: los nios comenzaron a

    quejarse de la calidad de la alimentacin escolar y para comprobarlo

    llevaban muestras de esta a sus padres. Convencidos de que en efecto

    haba que corregir la anormalidad, una comisin integrada por

    Severiano Flores, Cleto Marciliano Surez, Lus Lovera, Vicente Verd,

    Mercedes Garca, Juan Bautista Sojo, Etanislao Garca, Jos de los

    Reyes Pea y Sambo Catalino Surez, denuncio la situacin ante el

    Inspector General de Educacin del Estado Miranda, seor Castro

    Nez; el funcionario prometi cambiar la maestra, lo que les avisara

    par va telegrfica.

    La queja desat la ira de la maestra Esperanza, quien

    ca1ific como "bandidos" a los denunciantes, desacreditndolos y

    amenazndolos con hacerlos ir presos. En su defensa, la maestra logr

    recoger 100 firmas entre habitantes de los caseros y con ello se

    traslad donde el Comisario Mayor, Pedro Mara Sojo, quien accedi a

    citar a su despacho a los denunciantes. Pero mientras esto ocurra, los

    representantes recibieron el telegrama de anuncio de nombramiento

    de la maestra Miriam Blanco en sustitucin de Esperanza.

    Los citados por el Comisario acataron la orden

    comparecencia y al llegar al despacho de este se encontraron

  • con gran cantidad de representantes y alumnos que apoyaban a la

    maestra Esperanza. El Comisario Sojo expuso la razn de la citacin,

    mostr el papel con las 100 firmas y de inmediato comenz una

    discusin en la que se fueron exaltando los nimos, situacin que solo

    fue contenida cuando Catalino Surez y Mercedes Garca mostraron

    el telegrama emanado de la Inspectora General de Educacin que

    daba cuenta del nuevo nombramiento.

    "Usted ya no es la maestra de Birongo y yo no la acompao mas en

    esto. Estos seores que usted acusa de bandidos, mataron la culebra

    por la cabeza", fue lo que atin a decir el Comisario Mayor a la maestra

    Esperanza luego de leer en voz alta el contenido del telegrama. Luego

    de tan bochornosa situacin, la maestra sustituida se retiro llorando del

    lugar, seguida por sus partidarios. Fue entonces cuando Miriam Blanco,

    proveniente de Curiepe, se incorpora como la nueva maestra y los

    representantes conformaron una nueva comisin que observara el

    funcionamiento general de la escuela.

    A finales de 1940, de nuevo la Escuela No. 11 es trasladada a

    Pueblo Nuevo, esta vez a la casa de Juan Onofre Pea. Un tiempo

    despus es creada una segunda institucin educativa, concretamente

    en Birongo Arriba. Ambas escuelas funcionaron hasta 1960, cuando

    fueron absorbidas por el Grupo Escolar "Antonio R. Vaamonde",

    construido por organismos

  • oficiales en 1959 en el sector La Capilla, el cual se convirti finalmente

    en el nico centro educativo de todo Birongo hasta 1987, ao en que

    se comienzan la construccin de un nuevo plantel de nivel primario en

    Marasmita; aparte de este fue creado un Pre-Escolar en La Placita.

    Hacia 1970 se sabe que por primera vez algunos jvenes

    birongueros comenzaron a trasladarse hacia Higuerote con el fin de

    iniciar estudios de educacin media.

    El anterior recuento evidencia el lento proceso a travs del

    cual los hijos de Birongo han ido accediendo a la escolaridad; sin

    contar que este pueblo, para la fecha de edicin de esta obra,

    carece de reas para el esparcimiento y el entrenamiento deportivo,

    actividad de primer orden para el sano desarrollo psicofsico de los

    jvenes.

    La casilla policial

    La sectorizacin habitacional que por va espontnea se ha

    dado en Birongo, ha. significado un crecimiento demogrfico que,

    igual que en otras regiones, debera ser objeto de estadstica a fin de

    categorizar su presencia en la vida nacional; lo mismo debera ocurrir

    respecto a las relaciones socio-econmicas que progresivamente han

    ido fortalecindose en este poblado; sin embargo, no ha sido as.

    En 1981 se crey que la construccin de un local al

  • lado de la iglesia de La Capilla, destinado al funcionamiento de la

    Casilla Policial, iba a constituir un punto de partida que, junto a las

    labores normales de seguridad social, avanzara hacia el inicio de un

    registro propio de nacimientos, matrimonios y defunciones, pero no fue

    as.

    En 1990, ao en que se recogi 1a presente informacin, en

    Birongo continuaba ejerciendo un Comisario Mayor y dos subalternos,

    quienes deban mantener el orden pblico. Tales funcionarios no

    incluan ejecutar arrestos, tampoco usar uniforme ni portar armas; estos

    funcionarios ejercan sus funciones en sus respectivos domicilios y se

    limitaban a recibir quejas, denuncias y reclamos para luego pasar estos

    casos a la Jefatura del municipio Curiepe del para entonces Distrito

    Brin. Por supuesto, los funcionarios en cuestin tampoco llevaban

    registros demogrficos, y lo peor es que an la situacin contina igual.

    Aparte de que esta absurda situacin obliga a los pobladores

    de Birongo a trasladarse a otro lugar para cumplir con sus obligaciones

    civiles, resulta an ms grave el hecho consecuente de que los

    registros en mencin estaran incrementando o disminuyendo

    errneamente las tasas de natalidad y mortalidad, en este caso, de

    Curiepe.

    La cierto es que Birongo contina subsistiendo como una

    poblacin subordinada dependiente de un subregistro

  • demogrfico, sin que oficialmente se registre su crecimiento humano

    propio. En este sentido resultara conveniente encausar, con miras a

    solucionar esta absurda situacin, los registros formales o no- que

    deben llevar instituciones como la iglesia (respecto a bautizos y

    matrimonios), las escuelas (matricula, sexo, edad, desercin), el centro

    de salud (natalidad, morbilidad, vacunaciones), y las asociaciones de

    vecinos (movilidad habitacional y residencial por sexo y edad). De esta

    manera se mancomunara la informacin diseminada en todas estas

    instituciones y con ellos se podra conocer con mas propiedad el real

    comportamiento poblacional de Birongo.

    Figura 7. Casilla Policial

  • Para finalizar, conviene dejar claro que tantos aos despus,

    de la casilla policial solo queda el cascarn.

    En la poblacin de Birongo se notaban en el siglo XIX

    manifestaciones sociales y culturales, distintas alas afirmaciones de

    algunas personas que han hecho escritos sobre el particular.

    Quienes afirman que Birongo fue un cumb, al parecer slo

    porque la palabra Birongo la asocian con hechos mticos y religiosos y

    no por conocimiento realmente de quienes fueron fundadores:

    aborgenes, europeos y africanos. Esta triloga es una incgnita que

    hay que descifrar, por lo que no deben darse juicios sobre esta

    poblacin sin estar seguros de quin lo fund o de quienes lo poblaron.

    En el aspecto musical y en los bailes se destacaban la guasa,

    la porca, la danza, la contradanza, el barse y el pasodoble, que eran

    acompaados por instrumentos como el cuatro, la guitarra, maracas,

    capacho y tambor, con los cuales se hacan fiestas familiares, los

    velorios de la Cruz de Mayo y las parrandas de aguinaldos.

    A principio del siglo XX se incorporan en Birongo el joropo, a travs de

    msicos y cantadores de la zona de Araira; posteriormente es

    promovido el tambor en el sector de Pueblo Nuevo por la seora

    ngela Sojo de Flores, quien contrat

  • tocadores de tambor de la comunidad de Tacarigita. Los Birongueros

    se convierten en fabricantes y tocadores de tambores largos y

    redondos, simultneamente se fortaleca en algunos jvenes la idea de

    conformar grupos musicales a fin de incorporar la guaracha, el bolero,

    los merengues, entre otros ritmos. Era un reto para esos jvenes, ya que

    no exista otro medio de hacer fiestas. Eso impuls la creacin de

    conjuntos musicales y la formacin de grandes msicos en la

    comunidad.

    Dulceras

    En la comunidad, desde los primeros pobladores se elaboraba

    diversidad de dulces, con variados componentes, como parte de esos

    valores culturales que ellos fueron desarrollando y poniendo en

    prctica. De all se destacan:

    - La panela hecha de polvo de yuca, leche de coco, papeln, ans,

    sal, envuelta en hoja de cambur y asada en budare con lea.

    - Cafuga de maz, con cambur maduro, leche de coco y papeln

    asada igual a la panela.

    - Conserva de coco, hecha con coco, papeln, canela cocida en un

    recipiente movindola con un trozo de madera llamada paleta; al

    estar cocida la colocaban en hoja para el consumo

    - Bollo de coco: Lo elaboran con harina de maz, leche de

  • coco, ans dulce en grano, concha de canela, papeln rayado,

    asado en budare.

    - Bollo de manzano: hecho de cambur manzano verde rayado, leche

    de coco y papeln, clavo de especie, envuelta en hoja de cambur y

    hervido en un recipiente con agua.

    - Pan cernido: Lo elaboraban con maz sarrazo, es decir, cuando la

    mazorca de maz esta en un estado que no es jojoto, ni est seca;

    ese maz lo molan, le agregaban leche de coco, ans dulce en

    grano, papeln, luego lo asaban en budare en un fogn.

    - Conserva de batata: Hecha con masa de batata cocida, papeln o

    azcar, luego la echan en un recipiente movindola can un trozo de

    madera llamada paleta, el estar cocida la colocaban en hoja de

    naranja para el consumo.

    - Conserva de pltano: Elaborada con pltano rayado, papeln y

    canela cocida.

    Gofios:

    - Gofio de maz Cariaco: Para su elaboraci6n tostaban el maz, lo

    molan, obtenan harina, la echaban en un recipiente con agua,

    papeln, ans dulce en grano, lo meneaban con una paleta hasta

    darle punto; luego tendan la masa y la picaban en tiras y en

    pedacitos para el consumo.

  • - Gofio de casabe: Molan el casabe en un molino y obtenan harina,

    esa harina la echaban en un envase con melao de papeln el cual

    movan con una paleta y realizaban la misma operacin hecha con

    el gofio de maz.

    - Merengue de pltano: El pltano maduro le quitaban la corteza, lo

    picaban en pedazos y echaban en un caldero con leche de coco,

    agua, canela y clavo de especie, dejaban que hirviera hasta que

    estuviera a punto, es decir, cocido, para luego comer.

    - Dulce de pltano: Pelaban el pltano maduro, lo picaban, lo

    echaban en un caldero con melao de papeln, clavo de especie,

    canela y lo dejaban hervir cierto tiempo hasta que diera punto de

    cocido, para ser consumido.

    - Majarete de maz: Cocinaban el maz, lo molan, lo colocaban en un

    recipiente, le agregaban leche de coco rayado, clavo de especie,

    canela, raz de jengibre y sal, lo cocinaban para el consumo.

    - Buuelo de yuca: Cocinaban la yuca, la trituraban con molino,

    hacan las bolitas de yuca y la frean en manteca; despus la

    echaban en un envase con melao de papeln.

    - Carato de arroz. Remojaban el arroz de un da para otro; es decir,

    ms de 12 horas, luego lo molan en molino, lo colaban en un

    pedazo de tela o en un manare fino. Despus

  • de colado se le echa agua, azcar, esencia de vainilla, concha de

    naranja o de limn, lo ponan a enfriar, ya cocido le agregaban

    esencia de vainilla, luego lo consuman.

    - Mazamorra de maz jojoto: Picaban el maz, lo molan y lo colaban, le

    echaban papeln, agua, canela, clavo de especie, leche de coco,

    jengibre. Lo montaban a cocinar en el fogn y lo batan con una

    paleta hasta que estuviera bien cocida para ser consumida.

    - Mazamorra de maz pelao: Su elaboracin consista en cocinar el

    maz con concha sin estar seco; luego lo lavaban con ceniza del

    fogn, lo molan, lo colaban y lo introducan en una olla grande con

    agua, papeln, leche de coco, clavo de especie, concha de

    canela. La montaban al fogn y la iban moviendo con una paleta

    hasta que se cocinara.

    - Mazamorra de pltano: Para hacer la mazamorra de pltano

    rayaban el pltano verde, lo colaban en un manare, le echaban

    agua, papeln, leche de coco, clavo de especie, canela y lo

    montaban al fogn y lo meneaban con una paleta hasta que se

    cocinara bien. La mazamorra tiene caractersticas similares a un

    manjar, el sabor de cada una de ellas varia por los componentes

    usados y la buena preparacin de quien la elaboraba. Este

    producto era usado con mucha frecuencia en los cumpleaos,

    conjuntamente con los sancochos de gallina en los hogares

    birongueros.

  • - Arroz con coco: Preparaban el arroz y le agregaban papeln, clavo

    de especie, canela, jengibre, lo cocinaban en un fogn durante

    cierto tiempo hasta que quedara apto para ser comido. Es el

    llamado arroz con dulce.

    - Dulce de martinico: Sacaban la corteza de la fruta, la lavaban con

    agua, la ponen a cocinar con papeln, canela en concha, clavo

    de especie; igual procedimiento realizaban en la elaboracin del

    dulce de lechosa y pia.

    Arepas de ajonjol: Se preparan los granos de la mata seca; luego lo

    tostaban y los molan, le agregaban maz y papeln molido; hacan

    una masa con lo que preparaban la arepa y la asaban en budare

    de tierra.

    - Almidoncito: Rayaban la yuca, la expriman, obteniendo el jugo de la

    yuca. Este lquido se asentaba, luego botaban el agua y recogan el

    almidn producido, lo sacaban, lo molan y lo echaban en un

    recipiente con melao de papeln o azcar. Despus lo cocinaban

    en horno de tierra con lea.

    - Cachapas de olla y de budare: Ambos se elaboran de maz tierno

    picado y molido. La de olla la cocan en hoja de maz jojoto dentro

    de un recipiente con agua, la de budare la asaban en hoja de

    cambur sobre budares.

    - Jaleas de guayaba y de mango: Ambas frutas las cocinan, las trituran

    y las colocaban en un recipiente a fuego lento hasta

  • que daban puntos; se hacan en forma separada cada una.

    Deportes:

    En cuanto al deporte y la recreacin se obtuvo informacin

    de personas en edades comprendidas entre 50 y 100 aos; muchos de

    ellos fueron deportistas y narraron su propia experiencia y

    conocimientos:

    Juego de pelota de mano: Deporte con alta relevancia

    en la comunidad de Birongo en el cual se destacaban grandes

    jugadores y equipos de pelota de mano que competan con otros

    poblados circunvecinos. Se caracterizaba en cuanto a la

    estructura del campo de juego y el nmero de jugadores por

    equipo, similar al que se usa en el siglo XXI en los equipos de

    voleibol; con la fundacin de Birongo, se cree, se inicia la pelota

    de mano como el deporte de mayor importancia de los

    pobladores, compartidos con otras comunidades de la zona. Su

    tcnica y su mtodo son los siguientes:

    Utilizaban un patio largo de tierra, de aproximadamente 20

    metros por 4 metros de ancho. En el mismo marcaban una raya de

    ambos lados, en el medio del patio hacan una raya llamada "bolea";

    la raya de los lados se llamaba "escales"; en una punta del patio

    colocaban una botadera, que era un trozo de madera, donde

    colocaban un jugador, el cual sacaba la pelota golpendola con la

    palma de la

  • mano; antes de golpear la pelota haca una sea a su contrario de

    juego. Con movimiento de mano azuzaba al resto que estaba en la

    parte alta para restar la pelota que el saque enviaba desde la

    bateadera, hacia donde estaba la bolea, el resto y el contrarresto; los

    tres seores que estaban en el patio que llevaban por nombre palas de

    orilla, pala del medio y detrs. De la pala del medio estaba el resto y el

    contrarresto, cinco en total, que tambin golpeaba la pelota de

    ambos lado para cambiarla al resto, los tantos se contaban de la

    siguiente forma: los partidos eran de doce tantos que se ganaban

    cuando el contrario zumbaba la pelota fuera de los escales sin rebotar

    en el centro del patio; cuando la pelota bateaba dentro del patio y

    sala fuera de los escales se haca una raya, se cambiaban el saque a

    restas. Cuando alguno de los dos equipos llevaba dos pelotas buenas

    se deca "treinta", y cuando llevaban tres pelotas se ceda "cuarenta", y

    si cualquiera de los dos equipos llevaba cuarenta, se deca "cuarenta y

    raya". Se cambiaban de saque al resto, no del resto al saque, si el que

    llevaba cuarenta y raya ganaba la raya y jugaba a un juego que son

    cuatro pelotas y el otro llevaba dos tantos, quedaban en cero. El que

    llevara un juego que son cuatro tantos y si llevaba seis se ponan a

    juego que es cuatro a cuatro y si llevaba diez quedaba en ocho que se

    dice dos juegos; esto significa que doce tantos es partido y son tres

    juegos nunca la partida puede estar tres por tres, siete por siete, once a

    once. Tiene que estar dos por dos que treinta a treinta, seis a seis, o

  • diez a diez, porque si alguien lleva once y el otro lleva diez y agarra un

    tanto ms el que lleva diez al mismo diez y el que lleva once baja a

    diez. He aqu la forma del patio:

    Pelea de gallos: Esta actividad la ejercieron con mucha

    frecuencia en varios lugares de Birongo, ya que existan salones o pistas

    para la pelea de gallos, donde realizaban apuestas y acudan personas

    a los centros de juegos en la placita, en sitio alto (actualmente

    Maramista), en Pueblo Nuevo, en las Quintanas, entre otros. En dichos

    lugares tambin acondicionaban un espacio para jugadores de bolas

    criollas, para el juego de dados, domin, juego de barajas (truco,

    agiley, siete y medio). Al principio del siglo XX se incorporan el bisbol, al

    bsquet y el voleibol como disciplinas deportivas entre los jvenes de

    Birongo.

  • III

    Las cuevas: un incalculable atractivo turstico

  • III Las cuevas

    Un incalculable atractivo turstico

    Birongo cuenta con varias cuevas -la mayora de ellas an no

    exploradas- cuya formacin y extraa belleza natural constituyen un

    inigualable atractivo turstico. La Cueva de la Tapa de Cambural es la

    ms conocida de estas formaciones geolgicas, tanto por los nativos

    de la regin como por los visitantes forneos, incluyendo en stos a

    quienes han levantado estudios cientficos sobre ella. El nombre de

    Tapa de Cambural se cree que obedece a que la corriente de agua

    de la Quebrada Marasmita penetra en la cueva y no se observa su

    salida por ninguna parte, lo que significa que prosigue su curso en el

    interior de la misma.

    Ubicada en la afluencia de la quebrada Marasmita-

    Birongo, la entrada de esta cueva esta rodeada de piedras y una bella

    capa, de vegetacin recubre su parte superior. Fue descubierta por los

    primeros pobladores de Cambural y Birongo gracias a sus incursiones

    en labores agrcolas, de pesca y de caza. Para los cazadores de lapa

    era preocupacin constante

  • que sus perros, tambin cazadores, no persiguieran sus presas hasta la

    cueva, pues se asegura que si las lapas entran en ella, no salen ms,

    de manera que lo mismo pudiera ocurrirle a los perros.

    Juan Antonio Tronchoni, Eugenio de Bellard Pietri y Roberto

    Contreras visitaron esta cueva el 19 de marzo de 1952 con fines

    cientficos, llegando hasta a ella gracias a la gua, entre otras

    personas, de Marcelino Pea, Armando Castillo y Concho Nieves,

    quienes trasladaron en burros y mulas desde Birongo hasta la caverna

    los implementos y equipos de estos exploradores, quienes se

    hospedaban en la casa de Marcelino Pea, en el sector Pueblo

    Nuevo. Estos guas, nativos de la zona, conocan por tradicin y

    practica lo relacionado con el lugar, incluso el temor que inspiraba y

    an inspira a los moradores de la regin.

    La tradicin autctona y el significado de la cueva para los

    pobladores de Cambural, Birongo, Capaya y alrededores, no fueron

    respetados por los cientficos antes mencionados; por ello, a partir de

    1956 la cueva es identificada oficialmente con el nombre de "Alfredo

    Jahn". Los cientficos se atribuyen el "descubrimiento" de la misma, y

    aseguran que su longitud es de 4.292 Km.

    El propio Eugenio de Bellard Pietri, en su obra Trabajos y

    Estudios Cientficos (Ed. Sociedad Venezolana de

  • Espeleologa, Torno I, 1950-1975), omite el nombre original de la cueva y

    asigna a sus diversos salones o cmaras internas, designaciones que

    nada tienen que ver con el entorno y la cultura del lugar (por ejemplo:

    Galera Pittier, Boca de los Espaoles, Galena Codazzi), borrando

    oficialmente los nombres autctonos preexistentes: el Dorado, el Salsal,

    Casupal, Guacamaya, Marasmita, Peleojo, Birongo, entre otros;

    tampoco hace mencin a la identificacin de las personas que fueron

    sus guas hasta la cueva y a los detalles de la travesa.

    Otras cuevas de Birongo menos conocidas, son la Cueva de

    Juan Rivas, la Piedra del Castillo, la Cueva Paso la India, La Encantada,

    Cueva Paso Los Garca, casi todas sin explorar, pero s mencionadas en

    algunos trabajos cientficos. De este grupo se puede decir que la

    cueva de Juan Rivas se encuentra situada en un lugar denominado

    Graciliano; su nombre obedece a que Rivas tena una hacienda de

    cacao en sus cercanas. Los exploradores ya mencionados antes le

    cambiaron el nombre por el de "La Cueva de la Encrucijada".

    El ejemplo al que hemos hecho alusin constituye una

    muestra de que generalmente los exploradores e historiadores ignoran

    el valor y la sabidura natural del campesino; a pesar de ello es

    importante expresar que si estas riquezas naturales fueran exploradas

    respetuosamente y su verdadero valor se diera a conocer, se estara

    contribuyendo

  • Significativamente a la expansin y fortalecimiento de este potencial

    emporio turstico de Birongo y del municipio Brin.

  • IV La canoa:

    un medio de transporte contra el aislamiento

  • IV

    La canoa Un medio de transporte contra

    el aislamiento

    A lo largo de su historia, ha quedado claro que el coraje y la

    capacidad han sido atributos de los birongueros, gente que no

    obstante disponer de generosas riquezas naturales, se ha sentido

    obligada a luchar tenazmente para resolver el aislamiento impuesto

    por su ubicacin geogrfica y la carencia de vas y medios de

    comunicacin. La falta de contacto con el medio exterior significaba

    un impedimento para el desarrollo de Birongo, slo que esta misma

    precariedad impuls en los nativos un proceso de creatividad que los

    condujo a apoyarse en sus propios recursos naturales para superar esta

    dificultad.

    El ro Birongo-Curiepe, con su gran caudal de agua en casi

    todas las pocas del ao, fue el gran aliado de este pueblo. Los

    rboles de jabillo para la fabricacin de canoas, as como las ramas de

    mangle para la confeccin de palancas, las conchas de la mata de

    majagua para hacer mecates, y otros rboles de donde se

    elaboraban los remos, la herramienta especial que

  • Birongo

    Figura 8. El ro Birongo

    usaban los pobladores, fueron decisivos elementos naturales que

    permitieron a la inteligencia y valenta de los birongueros, organizar un

    exitoso sistema de transporte fluvial entre Birongo, Higuerote y Curiepe.

    En sus inicios, el comercio fluvial de productos agropecuarios

    tena como nico medio de transporte las balsas fabricadas a la

    usanza de los indgenas: trozos de palo amarrados con bejucos. Esta

    modalidad acarreaba riesgos y prdidas graves,

  • puesto que con frecuencia la carga se mojaba y las balsas

    zozobraban. Fue precisamente la permanente presencia de estas

    dificultades la que impuls el surgimiento de la canoa como una

    alternativa de mayor seguridad frente a los peligros naturales: las

    caramas (amontonamiento de materiales) de palos y las puntas de

    piedras; remolinos, aguaceros y crecidas; caimanes, culebras, babas;

    sol inclemente y espesa oscuridad, eran algunos de los obstculos a

    sortear. Pero en el recorrido del ro existan tambin lugares peligrosos

    que requeran mucha precaucin para el viaje exitoso de una canoa,

    entre estos sitios se citan el Calicante de Mamn y la Vuelta del

    Gallego, donde se encuentran tres calderas: la primera de ellas tan

    inmensa, que para entonces daba origen a una pequea catarata

    como consecuencia de su borde; la segunda, (que tiene ahora en su

    centro un frondoso rbol) y una tercera, que en 1945 fue trasladada a

    la casa de Justo Longa en Birongo, para luego pasar definitivamente

    domicilio de Galo Sojo.

    Otro lugar de peligro era el Paso del Pimpollo, cerca de la

    oficina de Miguel Mejas, dueo de una plantacin de cacao. All, el

    pozo de mayor riesgo era el Paso del Tambor hacia la boca de la

    Laguna de la Reina cerca de La Peita, entre Curiepe e Higuerote-. La

    dificultad consista en que el ro mantena mucha tranquilidad en su

    cauce y en que sus aguas son muy oscuras. Otro problema a enfrentar

    es que en algunos de estos lugares la poca de crecida del ro es

    cambiante.

  • El conjunto de todos estos peligros supone el grado de coraje

    que acompaaba a los hombres responsables de la conduccin de las

    canoas, embarcaciones que alcanzaban unos cinco metros de

    longitud por uno de ancho. Para enfrentar todos estos riesgos y

    sobrellevar la rutina del viaje, estos hombres slo contaban con un

    machete y un hacha cada uno, un mecate, velas en lugar de luces

    por si tenan que pasar la noche en la embarcacin; una muda de

    ropa y aguardiente o caa clara para contrarrestar el fro y el

    cansancio.

    Adems de los productos agropecuarios, los viajeros

    llegaban a Higuerote con apreciables cantidades de pescado que

    iban llenando la canoa como consecuencia del fuerte movimiento de

    esta sobre el agua. Luego de descargar y pesar los productos, la

    tripulacin disfrutaba el sabor de estos pescados que eran cocidos por

    la seora Mara Antonia, vecina de un Jugar que hoy se conoce como

    Playa del Cuchibano. Los transportistas pasaban la noche en la

    posada de Mateo Romero, frente a la estacin del ferrocarril que para

    entonces estaba ubicada cerca del ro en la calle Comercio. Por el

    servicio de posada cancelaban unos pocos bolvares.

    As llamaban a quienes conducan las canoas. La travesa, de

    30 km., se iniciaba habitualmente entre cinco y seis de la maana y

    normalmente finalizaba entre las cinco y ocho

  • de la noche del mismo da, si el ro contaba con abundante caudal; en

    poca de sequa, contrariamente, el viaje poda prolongarse hasta el

    amanecer del da siguiente.

    El provero permaneca en la prova (parte delantera de la

    embarcacin); era el encargado de guiarla sin que se saliera del

    cauce por donde poda desplazarse. La ubicacin del provero le

    permita divisar con antelacin cualquier tipo de obstculo que se

    presentara en el can del ro, lo cual deba avisar inmediatamente al

    patrn, quien viajaba en la parte posterior de la canoa. Ante estas

    circunstancias el patrn ordenaba al provero que se lanzara al agua y

    condujera con sus manos la punta de la canoa hacia una u otra

    direccin a fin de evitar el peligro. Este tipo de situaciones ocurra

    aguas abajo, es decir, durante el desplazamiento Birongo- Higuerote, y

    a pesar de estas precauciones, el nmero promedio de

    embarcaciones que zozobraban alcanzaba unas cuatro diarias.

    En pocas de caudal normal, el provero y el patrn utilizaban

    unas palancas fabricadas con ramas de mangle que se adquiran en

    Higuerote a un valor de tres bolvares, y que con el uso se desgastaban

    pero no se partan. Estas palancas eran afincadas en la arena y de esta

    forma impulsaban la canoa hacia delante. Durante las temporadas de

    creciente, provero y patrn deban manipular tambin dos remos de

    madera de aproximadamente un metro de largo par 30 cm. de ancho.

    Estos

  • remos eran empleados en las aguas ms profundas donde no

    bastaban las palancas.

    Figura 9. Las canoas en Birongo

  • Los protagonistas y sus condiciones

    Varios hijos de Birongo fueron propietarios de canoas, en

    algunos casos de ms de una. Eusebio Garca, por ejemplo, era dueo

    de las canoas Ana y Petaquita; Eustoquio Lovera tena una llamada La

    Golosa; la de Pedro Maria Sojo era conocida como Usonia, a esta los

    conductores le teman mucho por su gran peso; Gregorio Ascanio era

    dueo de La Gata. Entre los que se desempeaban como patrones de

    canoa se recuerdan a Ezequiel Lovera, Jos de los Reyes Pea,

    Mercedes Garca Verd, Lorenzo Pea, Adolfo Sojo, Mercedes Vliz,

    Jess Mara Pea, mientras que como proveros destacaron Cleto

    Marcelino Surez, Juan Tovar, Lus Lovera, Juan Bautista Sojo, Vicente

    Verd, Felipe Santiago Garca Verd, entre otros.

    Dado el precio de estas embarcaciones, la mayora de los

    canoeros slo eran personas que las alquilaban directamente a sus

    propietarios. Se dice que el precio de venta de una canoa poda

    oscilar entre 20 y 50 pesos, o sea, entre 80, 120 y 200 bolvares, de tal

    manera que en general los jvenes no podan convertirse en

    propietarios, conformndose con arrendarlas por unos cinco bolvares

    cada viaje. Entre los jvenes la excepcin fue Mercedes Garca Verd,

    pues su padre era propietario de dos de estas embarcaciones.

    El viaje (ida y vuelta) tenia un costa de 20 bolvares por

    canoa, de los cuales se restaba el alquiler de la misma y el

  • pago del provero quien reciba entre dos y cuatro bolvares por viaje.

    La prctica comercial

    Hasta cerca de 1960 se mantuvo el auge del comercio fluvial

    entre Birongo e Higuerote. Los puertos de Birongo donde se cargaba

    con mayor frecuencia eran: El Paso de Birongo Arriba en la entrada de

    El Bagre, La Solapa, Paso Los Zurita, La Ceiba (en La Placita), el Paso de

    Eusebio Garca, el Paso de Jess Mara Pea en Dos Bocas, el Paso de

    Estefana (en la entrada de Pueblo Nuevo). En estos lugares

    permanecan amarradas las canoas hasta que partan hacia Higuerote

    con una carga cuyo peso oscilaba entre 500 y 1000 kg. -dependiendo

    de la resistencia y tamao de la canoa-. La carga consista entre 10 y

    20 sacos contentivos de maz, cacao, caraotas, verduras, pltanos,

    cambur...

    De regreso, las mismas embarcaciones trasladaban a Birongo

    diversos productos procedentes de Higuerote, ya que a este puerto

    arribaban botes, lanchas y barcos cargados de pescado y mercancas

    tradas de Margarita y otros centros comerciales del pas. El punto de

    carga, descarga y pesado de la mercanca en Higuerote funcionaba

    donde posteriormente se radic el Palacio Municipal.

    Como consecuencia de las dificultades de la

  • travesa, frecuentemente cuando la carga llegaba mojada a su

    destino, en este caso, luego de pesarIa deban ponerla a secar en e1

    patio del almacn receptor y al da siguiente volvan a pesarla,

    determinando la merma producida entre los dos momentos de

    pesado. Luego de estas operaciones el dueo del almacn

    cancelaba a los canoeros el valor real de los productos, tras lo cua1

    emprendan el regreso. Al llegar a Birongo los canoeros rendan

    cuentas a los productores de vendido y lo comprado en Higuerote.

    Los productores contrataban tambin los servicios de los cargadores

    de fletes quienes exigan que les trasladaran los bultos hasta los puertos

    de embarque; era en este momento cuando se contrataba la canoa y

    sus conductores. El auge de este comercio fluvial estuvo determinado

    por dos factores importantes: la gran produccin agrcola y pecuaria

    de Birongo, y las caractersticas de Higuerote como puerto receptor de

    una amplia gama de productos provenientes de varias partes del pas.

    Ambos factores propiciaron un intercambio comercial importante que

    se tradujo en una prctica competitiva entre los almacenes de

    Higuerote. Este auge lleg hasta provocar que en el momento de

    arribar una lancha de pescado seco, fresco o salpreso, los

    comerciantes llegaran a disputarse la adquisicin de la carga. En e1

    fondo haba una doble motivacin, pues de antemano los

    comerciantes saban que tendran venta segura para los productos

    que aguardaban en sus almacenes.

  • Con el tiempo esta dinmica provoc tambin la presencia

    de una red de contestas del puerto, es decir, personas encargadas de

    avisar con anticipacin el momento del arribo de cargamentos, tras lo

    cual los propietarios de los almacenes enviaban inmediatamente a sus

    empleados al puerto para que formalizaran las negociaciones de

    compra-venta. Toda esta prctica favoreca a los productores de

    Birongo y Curiepe, porque no obstante vender su produccin a precios

    relativamente bajos, reciban el beneficio de que los almacenes les

    daban considerables facilidades de pago para la adquisicin de

    mercancas, sobre todo implementos de trabajo, adems, en caso de

    necesitarlo, les faci1itaban sus patios para el secado de las cargas.

    Luego del auge la cada

    Fue difcil conocer el momento del inicio de la actividad del

    comercio fluvial en Birongo, sin embargo, s se tiene la certeza de que

    cerca de 1960 comenz a disminuir esta actividad. Se trata del ao en

    que el pas estrena la "democracia". A partir de ese momento

    comienza a percibirse una participacin oficial que se orientaba hacia

    los grandes capitalistas en detrimento del campesino, quien durante

    siglos haba mantenido la produccin agrcola en Birongo.

  • Los agricultores fueron los grandes olvidados de la Reforma

    Agraria manejada por AD, COPEI y URD, partidos que mediante la Ley

    respectiva controlaron las tensiones del campesinado venezolano en

    su legtimo derecho de poseer tierra propia. Estas esperanzas nunca

    fueron satisfechas, al contrario, en la medida en que se profundizan las

    nuevas formas de colonialismo, ahora norteamericano, ya no slo el

    campesino, sino todo venezolano carente de dinero se aleja cada vez

    ms de ese derecho. Los nativos de toda la zona de Barlovento viven

    claramente esta situacin, pues da a da han ido perdiendo no slo la

    esperanza de poseer tierras, sino incluso el derecho a transitar por ellas.

  • V

    El aguacate

    otro factor econmico

    de importancia

  • V

    EI aguacate:

    otro factor econmico de importancia

    El papel desempeado por el aguacate como elemento que

    impulsa la economa, parece revelar, una vez ms, que el avance de

    Birongo ha descansado sobre el esfuerzo y la tenacidad de sus

    habitantes. Todo indica que hacia 1940, el cultivo de aguacate

    constituy una excelente fuente de ingresos para un vasto sector de

    agricultores birongueros y adems, para quienes se entrelazaron como

    agentes de su comercializacin.

    El cultivo de aguacate se inici en Birongo como apoyo al

    desarrollo de las haciendas de cacao. Lo que se deseaba entonces en

    tales momentos era que el aguacate beneficiara con su sombra al

    cacao. Inevitablemente el fruto comenz a ser apreciado como

    alimento humano, y muy rpidamente, junto con otros rubros, comenz

    a ser utilizado para el engorde del cochino, cuyas cras abundaban en

    la zona. Hasta tal punto contribuy el aguacate al robustecimiento del

    cochino, que gracias a este fruto se intensific el comercio de estos

    animales

  • con las poblaciones de Barlovento, Curiepe, Capaya, Salmern, La

    Colonia de Guatire, y otras, quienes adquiran cada animal a precios

    que variaban entre 20 y 150 bolvares en Birongo, segn su tamao y

    calidad.

    Dos compradores de cochino provenientes de La Colonia,

    Vctor Mrquez y Dionisio Muoz, haca 1942 llegaban a adquirir hasta

    100 animales en una sola compra, transportndolos durante un

    recorrido a travs de un camino de unos 50 km. de largo, que les

    tomaba varios das para llegar hasta su pueblo, por trocha, a pie,

    atravesando camburales y quebradas diseminados a lo largo de sitios

    conocidos con los nombres de Pelelojo, Marasmita, Capaya, Guarata,

    La Tovar, Nonico, Las Palmitas, Salmern, Agua Blanca, Chuspita, Alto

    Limn ... Esta larga y accidentada travesa hacia La Colonia, durante la

    que perecan numerosos cochinos, prosegua luego hasta su destino

    final: los mataderos de Petare, en Caracas.

    Estos constantes desplazamientos permitieron a Muoz y

    Mrquez observar la abundante prodigalidad del aguacate en la

    zona y, como buenos comerciantes, asociaron este hecho con la

    demanda de este fruto en el Mercado de San Jacinto en Caracas.

    Rpidamente estas personas acordaron can Ricardo Verd (quien les

    servia de enlace en Birongo para la adquisicin de cochinos) un

    engranaje para comercializar aguacates en Birongo; para ello

    contaban de antemano con sus

  • dos arreos, de 9 mulas y 9 burros respectivamente, en los que

    comenzaron a trasladar los frutos hasta La Colonia, desde donde

    posteriormente saldran en camiones hacia Caracas.

    De esta manera tan inesperada y rudimentaria comienza en Birongo

    una actividad comercial que progresivamente adquiri complejidad,

    generando ocupacin para una cantidad apreciable de sus

    pobladores. Ricardo Verd se convirti muy pronto en el primer

    promotor del negocio entre los propietarios de matas y Muoz y

    Mrquez; se desempe como comprador, tumbador y arriero, ya que

    los dos comerciantes le entregaron uno de los arreos para que lo

    mantuviera en su potrero y de esta forma se le facilitara su trabajo;

    Verd tambin tuvo la oportunidad de ir personalmente a comerciar a

    Caracas al mercado de San Jacinto.

    A otra escala, los arrieros tambin fueron pioneros de esta nueva

    actividad: contratados por compradores como Muoz y Mrquez, eran

    las personas encargadas de trasladar los frutos y los animales, labor

    que era pagada a un precio nfimo: dos bolvares diarios por jornada a

    cada persona y Bs. 2,50 por cada carga de 100 aguacates. Por

    supuesto, tan bajos fletes permita a los comerciantes realizar

    adquisiciones significativas de ambos rubros. Lo cierto es que de este

    comercio ocasion un enorme impacto entre quienes cultivaban

    aguacate, ya que hasta ese momento este fruto no

  • haba adquirido valor de cambio, sino que su beneficio se limitaba al

    consumo humano y animal.

    Por supuesto que tan inesperada oportunidad signific la

    modificacin de las formas como se realizaba tradicionalmente la

    cosecha, ya que a partir de ese momento este trabajo deba realizarse

    evitando toda posibilidad de maltrato. Las bolsas de mecate con aro

    de alambre, adquiridas en La Colonia, sustituyeron la popular tcnica

    del garabato, conservando de este tradicional procedimiento las varas

    de bamb, majagua, mangles, de una longitud de 4 a 6 metros, a las

    que les amarraron las bolsas.

    EI negocio oblig a los compradores a contratar a quienes

    asumieron el oficio de "tumbadores" y estos a su vez contrataban

    "atajadores", estos ltimos deban estar provistos de unos sacos

    acondicionados con dos varitas para prensar, a fin de que los frutos no

    se daaran.

    El precio de venta poda ser acordado con base en la

    cosecha total, independientemente de la cantidad, la calidad o el

    tamao del fruto, o poda acordarse considerando lotes de a 100

    unidades. En promedio, el comprador pagaba al vendedor entre 3 y

    10 bolvares cada lote.

  • Al tumbador se le cancelaba 1 bolvar por cada 100

    aguacates manejados, mientras el atajador ganaba Bs. 0,50 por la

    misma cantidad.

    Nuevos entusiasmos

    Progresivamente la comercializacin del aguacate despierta

    el inters de muchos jvenes de Birongo. Puede afirmarse que se

    estaba ante el nacimiento de una nueva actividad econmica que

    rompe de alguna manera con las tradiciones socio-culturales. Esta

    nueva generacin de comerciantes ofrece la venta de aguacates a

    varios propietarios de camiones y de esta forma va naciendo otro nivel,

    tal vez econmicamente menos importante, de la misma actividad

    comercial. Los camioneros que se interesaron en este negocio

    comenzaron a llevar el producto directamente a Caracas, entre ellos

    se destac especialmente Juan Milano. El punto de carga en Curiepe

    era el almacn de Abigail Landaeta, all los camioneros adquiran los

    frutos por guacales o por bultos de 50 kg.

    Alrededor de 1950 el incremento del comercio de aguacates

    llego a ser tal, que oblig a un grupo de birongueros a gestionar ante

    la administracin de La Hacienda de Villegas, propiedad de la familia

    Co1n, permiso para instalar all el punto

  • de carga, lo cual implicaba la presencia en el lugar de los arreos y los

    camiones. La solicitud fue aceptada y desde ese momento se evitaran

    las terribles dificultades del paso entre Villegas y el Callejn, hacia

    Curiepe.

    Da y noche desfilaban por el camino Birongo- Villegas los

    arreos de burros y mulas; esto, junto con el notable incremento de

    productores, tumbadores, atajadores, arrieros, compradores,

    camioneras, e incluso arrendadores de animales de carga, era la

    caracterizacin de aquel momento, sobre todo en poca de cosecha

    entre junio y septiembre de cada ao. Era obvio el auge econmico

    de la poblacin.

    Un alto porcentaje de la poblacin posea suficiente siembra

    de aguacates para su consumo y para la venta; de all que las familias

    de Birongo vieron crecer sus ingresos y eso les permiti adquirir bienes

    que hasta ese momento les haba sido difcil obtener.

    En 1954, Jos Nieves y Evangelista Sojo, de Birongo,

    adquirieran un camin Fargo rajo y as pasaron a ser los primeros

    habitantes de este pueblo que transportaron sin intermediarios,

    aguacates y otras productos agrcolas hasta el Mercado de Quinta

    Crespo en Caracas, comercio ste que ampliaron comprando

    mercanca en los distintos almacenes de

  • Caracas y en el distrito Brin. Los das en que no haba viaje a la

    capital, este fue el nico vehiculo que poda ser guardado bajo la

    sombra de los naranjales de La Hacienda de Villegas.

    Pronto fueron ms de 7 los camiones adquiridos por

    pobladores de Birongo para trasladar la produccin agrcola a

    Caracas, donde se extendi tambin hasta el mercado de Coche. En

    otro nivel del negocio, otras personas compraron ms animales de

    carga para facilitar el transporte entre los conucos y las haciendas. Fue

    as como se beneficiaron unidades agrcolas como Graciliano,

    Paraguito, Quebrada Seca, Las Pailas, Cambural, Salsar, Don Narciso,

    Quiniequichipe, Arenal, Vadre, entre otras de la geografa de Birongo.

    La alta demanda de aguacates en los mercados de Caracas

    hacia 1950, se tradujo en que Birongo se convirti en una unidad

    econmica prspera, cuyos habitantes vieron mejorar su nivel de vida.

    Por ejemplo, las viviendas dejaron de ser construidas de bahareque

    con techo de palma y piso de tierra, para convertirse en casas de

    bloque con techo de zinc o asbesto y pisos de cemento, materiales

    estos comprados en Curiepe, Higuerote y hasta en Caracas.

    Algunos de estos materiales terminaban llegando al pueblo

    en bestia y a veces hasta sobre la cabeza de los hombres, como en el

    caso del asbesto que no poda ser cargado par animales.

  • En 1960 abren la carretera Birongo-Curiepe y esto reviste

    suma importancia para el negocio aguacatero, ya que las cargas

    comenzaron a recogerse directamente en Birongo. La carretera,

    adems, mejoraba notablemente todos los aspectos de la vida de los

    birongueros.

    A lo largo del periodo 1950-1980, el negocio del aguacate

    pas a ser ms rentable que el negocio del cacao, la verdura y los

    granos. El precio de venta en Caracas variaba entre 50, 80, 100, 150,

    200, 300 Y ms bolvares cada guacal, de acuerdo al tamao del fruto;

    adems la demanda siempre fue creciente. Birongo tena cmo

    responder a esta demanda: sus tierras eran muy frtiles, y el trangulo

    precio-demanda-calidad se mantuvo siempre a niveles satisfactorios

    para todos los implicados. Durante los meses de junio a septiembre de

    cada ano, la cosecha llegaba a arrojar mas de dos millones de frutos.

    Otras cifras sealan que aproximadamente entre 1970 y hasta 1982,

    semanalmente, y durante los cuatro meses de cosecha, salan de

    Birongo aproximadamente 20 camiones, cada uno can un promedio

    de 70.000 frutos, de all que el aguacate fue calificado como el

    petrleo verde de Birongo.

    En 1982 se desat sbitamente una enfermedad que

  • sec el 90% de las matas de aguacate y con ello ocurri la ruina de los productores.

    Produccin Valor de la produccin Variacin

    Tonelada mtric a Miles de bolvares (1978) porcentual dela

    1981 1980 1981 1980 produccion

    46.266 44.595 97.575 94.051 3,5

    Fuente: Anuario Estadstico Agropecuario ano 1981. Pg. 7. Ministerio de Agricu1tura y Cra.

    Superficie Rendimiento

    Cosechada RC/HA

    1981 1980 1981 1980

    10.513 10.292 4.401 4.333

    Fuente: Anuario Estadstico Agropecuario ano 1981. Pg. 13. Ministerio de Agricultura y Cra.

    Exportacion 1981

    TM Bolivares

    625.039 5.027.026

  • Esta enfermedad afect todo el territorio del Municipio Brin,

    luego de haber ocurrido el envenenamiento masivo de peces en la

    baha de Carenero. Cabe preguntarse si la misma sustancia que

    ocasion la muerte de los peces, pudo haber sido arrastrada por los

    vientos o por las aguas afectando el oxgeno que purifica las plantas o

    las aguas de riego. Este ecocidio no fue estudiado oficialmente y

    tampoco la accin gubernamental hizo esfuerzos por controlar la

    situacin cientficamente, mediante el uso de algn recurso

    tecnolgico propio de los sistemas agrarios.

  • VI La salud, un gran

    esfuerzo En Birongo

  • VI

    La salud, un gran esfuerzo en Birongo

    Las pulgas y las niguas convivan con los birongueros haciendo estragos

    en su salud; por ello, la lepra, la buba y el clavo (una especie de brote

    que afecta los pies) llegaron a ser enfermedades endmicas en

    Birongo, hasta 1937. Esta situacin revela tambin el estado de

    aislamiento que por largos aos enfrent esta poblacin; fueron aos

    durante los cuales la salud dependa de la capacidad de

    autoproteccin y sta, a su vez de los conocimientos del potencial

    curativo de las plantas medicinales. Hasta entonces Birongo slo era

    conocido como una mquina de producir riquezas para los amos de

    los grandes almacenes de Curiepe e Higuerote.

    En 1937 el gobierno del General Eleazar Lpez Contreras

    desarrollo un programa de saneamiento y salubridad rural. Dentro de

    este marco, obedeciendo rdenes de la gobernacin del Estado

    Miranda, el seor Alfredo Perdomo arriba en 1938 a Birongo y se

    contacta de inmediato con la nica autoridad del pueblo, el

    Comisario Pedro Mara Sojo, quien lo recibe en su domicilio, ubicado

    en Birongo Arriba,

  • frente a donde hoy se localiza el Grupo Escolar "Antonio R. Vaamonde".

    Desde ese mismo momento, tras las explicaciones necesarias y el

    requerimiento de un lugar apropiado, comienza a prestarse asistencia

    mdica en ese mismo inmueble. El enviado oficial traa consigo una

    gran cantidad de un medicamento conocido con el nombre de

    Bimuto, as como suficientes inyectadoras y materiales diversos para

    ejercer tareas de enfermera.

    Las afecciones de la piel entre la poblacin llegaban a ser

    tan graves, que los enfermos se vean impedidos de usar ropa, adems

    de que sus cuerpos despedan malos olores por la presencia de

    pstulas. Los afectados presentaban problemas para caminar y

    cuando podan hacerlo, iban al ro a lavarse con sal y a frotarse con

    naranja o limn agrios, luego se rociaban con Polvo Juan,

    medicamento muy popular por aquellos aos, o con otro remedio

    conocido con el nombre de cardenillo. Tambin se curaban con sumo

    de plantas, pero a pesar de todos sus esfuerzos los resultados eran muy

    poco efectivos.

    En su condicin de Comisario Mayor, Sojo emprendi una

    campaa en toda la comunidad, dando a conocer el nuevo servicio

    y tratando de convencer a los vecinos para que acudieran a

    inyectarse contra estos padecimientos. Como era de esperarse, la

    noticia suscit una gran movilizacin y una honda esperanza.

    Perdomo se convirti en la primera persona

  • que inyect en Birongo, y a partir de este hecho hubo alegra

    colectiva, porque en efecto, las personas inyectadas comenzaron a

    ver y sentir como se sanaba su cuerpo, y en lugar de pstulas, vieron

    formarse costras parecidas a escamas de pescado, hasta que el

    cuerpo sanaba totalmente.

    Cada adulto enfermo reciba un tratamiento consistente en 8

    inyecciones de 2 cc. Cada una, mientras para los nios las dosis eran

    de 1 cc. A lo largo de cuatro meses que dur la campaa de salud,

    haban sido inyectadas unas 400 personas a quienes se les aplic un

    total de tres mil 200 dosis. Ms tarde Alfredo Perdomo debe trasladarse

    a otra poblacin para proseguir su misin, y pide al Comisario Sojo que

    le localice una persona que garantizara la continuacin de esta labor.

    Responsablemente el Comisario reconoce que en toda la poblacin

    no hay quien sepa inyectar, por lo que Perdomo decide ensearle a l

    (Sojo), para lo cual ofrece una de sus piernas para la prctica. De esta

    forma tan peculiar comenz a existir un dispensario en Birongo: en la

    casa del Comisario Pedro Mara Sojo, pasando a ser el mismo, el primer

    enfermero del pueblo.

    Cerca de 23 aos continuos permaneci Sojo al frente del

    dispensario, desempeando estas funciones en forma totalmente

    gratuita. Durante los 10 primeros aos, en 1958 un grupo de activistas

    del partido Accin Democrtica, coordinado por Jos Nieve,

    provoc un incendio parcial del dispensario,

  • argumentando que Sojo era perezjimenista y obviando que el