asistencia en la refomulación del plan hambre cero
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Trabajo final de grado para optar al título de Urbanista en la Universidad Simón Bolívar, en Caracas, Venezuela. 2013.TRANSCRIPT
UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
DECANATO DE ESTUDIOS PROFESIONALES COORDINACIÓN DE ESTUDIOS URBANOS
ASISTENCIA EN LA REFORMULACIÓN DEL PLAN HAMBRE CERO
Por:
Andrés Humberto Peñaloza Rengifo
INFORME DE PASANTÍA Presentado ante la Ilustre Universidad Simón Bolívar
como requisito parcial para optar al título de Urbanista
Sartenejas, Septiembre de 2013
i
UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
DECANATO DE ESTUDIOS PROFESIONALES COORDINACIÓN DE ESTUDIOS URBANOS
ASISTENCIA EN LA REFORMULACIÓN DEL PLAN HAMBRE CERO
Por:
Andrés Humberto Peñaloza Rengifo
Realizado con la asesoría de:
Tutor Académico: Luís E. Hernandez Ponce Tutor Industrial: Esmeralda Revette Martínez
INFORME DE PASANTÍA Presentado ante la Ilustre Universidad Simón Bolívar
como requisito parcial para optar al título de Urbanista
Sartenejas, Septiembre de 2013
ii
iii
ASISTENCIA EN LA REFORMULACIÓN DEL PLAN HAMBRE CERO
Autor: Andrés H. Peñaloza Rengifo
RESUMEN
En el marco de la nueva propuesta del Programa Hambre Cero
(PHC) de la Gobernación del estado bolivariano de Miranda en el
año 2013, se plantea diseñar criterios de elegibilidad para los
beneficiarios. Se realiza una revisión teórica sobre la pobreza
como punto de encuentro entre la planificación urbana y la
gestión pública, destacando los métodos de medición y los
enfoques que puede tener su estudio. En función de esto, se
propone un procedimiento de dos fases para elegir a los
beneficiarios con base en los criterio de elegibilidad previos de
diferentes planes y proyectos vinculados al PHC. Las fases
corresponden a la aplicación de una adaptación del índice de
Necesidades Básicas Insatisfechas, desarrollado por el Banco
Mundial y la aplicación del Análisis Multicriterio para el
desarrollo de matrices que permitan evaluar la situación de cada
postulante del plan y determinar si califica para recibir los
beneficios de cada programa de la gobernación vinculado al PHC.
En función de los resultados de la aplicación de ambos métodos de
estudio se definen los criterios de elegibilidad, estableciendo
tres niveles de prioridad de atención para cada plan o proyecto.
Palabras clave: Análisis multicriterio, necesidades básicas
insatisfechas, gestión pública, política social, elegibilidad,
beneficiarios, Programa Hambre Cero.
iv
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar un gran agradecimiento a mis tutores Luís
Hernández y Esmeralda Revette, cuyo apoyo incondicional durante
la realización de este trabajo de pasantía fue fundamental para
poder alcanzar todos los objetivos planteados. El agradecimiento
especial también a Marina Fernández, quien fue de extrema ayuda
en el desarrollo de las metodologías empleadas para la
construcción del mecanismo sobre el cual se basa este trabajo de
pasantía y a Ocarina Castillo, quien me brindó su ayuda en la
organización de los planteamientos de este informe.
Debo agradecer a todo el equipo del Programa Hambre Cero y la
Dirección de Participación Ciudadana de la Gobernación del Estado
Bolivariano de Miranda. De igual forma, extiendo el
agradecimiento específicamente a Esteban Cabrera, Marghy
Carrillo, Jesús Gómez, Laura Shapan, Claudia Toro, Escarlet
Mendoza, Richard Cabrera y Eduardo Rengifo quienes colaboraron en
las discusiones que permitieron la construcción de las matrices.
El agradecimiento también a mis profesores y amigos, quienes
me soportaron y apoyaron a lo largo este camino.
“And last but not least…”
v
ÍNDICE GENERAL
RESUMEN ...................................................... iii
AGRADECIMIENTOS ............................................... iv
ÍNDICE GENERAL ................................................. v
ÍNDICE DE TABLAS ............................................. vii
LISTA DE ABREVIATURAS .......................................... x
INTRODUCCIÓN ................................................... 1
OBJETIVOS ...................................................... 4
1.1. Objetivo General ........................................ 4
1.2. Objetivos específicos ................................... 4
MARCO TEÓRICO .................................................. 6
2.1. Planificación ........................................... 6
2.2. Planificación Urbana .................................... 7
2.3. Planificación y Urbanización ............................ 8
2.4. Planificación y Gestión Pública ......................... 9
2.5 Planificación y Política Pública ........................ 11
2.6. Calidad de Vida como Objetivo de la Gestión Pública .... 12
2.7. La Pobreza como Elemento Determinante de la Calidad de
Vida ........................................................ 13
2.8. Métodos para la Medición de la Pobreza ................. 16
2.8.1. Los Métodos Tradicionales ............................ 16
2.8.2. Nuevos Enfoques ...................................... 17
2.9. Políticas Sociales ..................................... 20
2.9.1. Modelos de Política Pública .......................... 21
2.10. Antecedentes .......................................... 24
2.11. Programa Hambre Cero de la Gobernación del Estado
Bolivariano de Miranda ...................................... 26
MARCO INSTITUCIONAL Y JURÍDICO ................................ 28
vi
3.1. Plan Estadal 2009-2011 ................................. 31
3.2. Programa Hambre Cero ................................... 33
3.3. El Proyecto de Pasantía ................................ 36
3.3.1. Ubicación Temporal del Proyecto de Pasantía en el
Programa................................................... 36
3.3.2. Cronograma y Actividades Realizadas................. 37
MARCO METODOLÓGICO ............................................ 40
4.1. Operacionalización de Variables ........................ 41
4.2. Descripción del instrumento ............................ 50
4.3. Bases Teóricas ......................................... 53
4.3.1. El Método de Necesidades Básicas Insatisfechas...... 53
4.3.2. Análisis Multicriterio.............................. 58
4.4. Procedimientos ......................................... 62
4.4.1. Planteamiento del índice de Necesidades Básicas
Insatisfechas.............................................. 62
4.4.2. Elaboración de matrices multicriterio............... 70
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS ................................... 115
4.1. Criterios de elegibilidad ............................. 115
4.2. Rol de la coordinación del PHC en la aplicación de los
criterios .................................................. 116
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ............................... 117
Etapas restantes ........................................... 117
Consideraciones finales .................................... 118
Problemas externos detectados que influyen en el PHC...... 118
El PHC como alternativa ante la lucha contra la pobreza... 119
El análisis multicriterio y su aplicabilidad en las políticas
sociales.................................................. 120
La potencialidad del índice NBI en la gestión pública..... 121
REFERENCIAS .................................................. 122
vii
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 3.1. Evolución de la pobreza y pobreza extrema del Estado
Bolivariano de Miranda 2002-2007. ............................. 30
Tabla 4.1. Regularidad del abastecimiento de agua potable por
medio de tubería. ............................................. 46
Tabla 4.2. Regularidad del abastecimiento de agua potable por
medio de cisterna. ............................................ 47
Tabla 4.3. Abastecimiento de agua potable por medio de Pozom Río
o Pila pública. ............................................... 47
Tabla 4.4. Niveles de satisfacción de la variable abastecimiento
de agua. ...................................................... 48
Tabla 4.5. Situaciones condicionantes de riesgo ............... 49
Tabla 4.6. Rangos de riesgo percibido ......................... 50
Tabla 4.7. Indicadores relacionados a la vivienda. ............ 64
Tabla 4.8. Indicadores relacionados a los servicios e higiene. 66
Tabla 4.9. Indicadores relacionados a la educación. ........... 67
Tabla 4.10. Indicadores relacionados a la educación. .......... 69
Tabla 4.11. Variables consideradas para el programa de inserción
escolar. ...................................................... 74
Tabla 4.12. Síntesis de atribuciones a alternativas del programa
de inserción escolar. ......................................... 75
Tabla 4.13. Prioridades de atención del programa de inserción
escolar. ...................................................... 75
Tabla 4.14. Variables consideradas para el programa de escuelas
de artes y oficios. ........................................... 76
Tabla 4.15. Síntesis de atribuciones a alternativas del programa
de escuelas de artes y oficios. ............................... 79
viii
Tabla 4.16. Prioridades de atención del programa de escuelas de
artes y oficios. .............................................. 80
Tabla 4.17. Variables consideradas para el programa del banco de
consultas. .................................................... 81
Tabla 4.18. Síntesis de atribuciones a alternativas del programa
del banco de consultas. ....................................... 82
Tabla 4.19. Prioridades de atención del programa del banco de
consultas. .................................................... 82
Tabla 4.20. Variables consideradas para el programa del fondo
quirúrgico mirandino. ......................................... 83
Tabla 4.21. Síntesis de atribuciones a alternativas del programa
del fondo quirúrgico mirandino. ............................... 84
Tabla 4.22. Prioridades de atención del programa del fondo
quirúrgico mirandino. ......................................... 85
Tabla 4.23. Variables consideradas para los proyectos de
construcción de nuevas viviendas. ............................. 86
Tabla 4.24. Síntesis de atribuciones a alternativas de los
proyectos de construcción de nuevas viviendas. ................ 89
Tabla 4.25. Prioridades de atención de los proyectos de
construcción de nuevas viviendas. ............................. 89
Tabla 4.26. Variables consideradas para los proyectos de mejoras
de viviendas. ................................................. 90
Tabla 4.27. Síntesis de atribuciones a alternativas de los
proyectos de mejora de viviendas. ............................. 93
Tabla 4.28. Prioridades de atención de los proyectos de mejoras
de viviendas. ................................................. 94
Tabla 4.29. Variables consideradas para los proyectos el plan
aguas de Miranda. ............................................. 95
Tabla 4.30. Síntesis de atribuciones a alternativas del plan
aguas de Miranda. ............................................. 98
ix
Tabla 4.31. Prioridades de atención del plan de aguas de Miranda.
.............................................................. 98
Tabla 4.32. Variables consideradas para el plan crecer. ...... 100
Tabla 4.33. Síntesis de atribuciones a alternativas del plan
crecer. ...................................................... 103
Tabla 4.34. Prioridades de atención del plan crecer. ......... 103
Tabla 4.35. Variables consideradas para los proyectos de entregas
de kits de herramientas y entrega de semillas certificadas. .. 105
Tabla 4.36. Síntesis de atribuciones a alternativas de los
proyectos de entregas de kits de herramientas y entrega de
semillas certificadas. ....................................... 106
Tabla 4.37. Prioridades de atención de los proyectos de entregas
de kits de herramientas y entrega de semillas certificadas. .. 107
Tabla 4.38. Variables consideradas para el programa de hogares
mirandinos desde la perspectiva de las madres. ............... 108
Tabla 4.39. Síntesis de atribuciones a alternativas del programa
de hogares mirandinos desde la perspectiva de las madres. .... 109
Tabla 4.40. Prioridades de atención del programa de hogares
mirandinos desde la perspectiva de las madres. ............... 110
Tabla 4.41. Variables consideradas para el programa de hogares
mirandinos desde la perspectiva de los cuidadores. ........... 111
Tabla 4.42. Síntesis de atribuciones a alternativas del programa
de hogares mirandinos desde la perspectiva de los cuidadores. 113
Tabla 4.43. Prioridades de atención del programa de hogares
mirandinos desde la perspectiva de los cuidadores. ........... 114
x
x
LISTA DE ABREVIATURAS
CEBM Constitución del Estado Bolivariano de Miranda
CRBV Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
FAO Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura
GEBM Gobernación del Estado Bolivariano de Venezuela
INE Instituto Nacional de Estadística
INVIHAMI Instituto de Vivienda y Hábitat de Miranda
NBI Necesidades Básicas Insatisfechas
ONU Organización de las Naciones Unidas
PHC Programa Hambre Cero
1
INTRODUCCIÓN
En el año 2013 la Dirección de Participación Ciudadana de la
Gobernación del Estado Bolivariano de Miranda (GEBM), planteó
entre sus metas elaborar una nueva propuesta para el Programa
Hambre Cero (PHC). Dicho programa inició originalmente en el año
2010 como un experimento, inspirado en experiencias del gobierno
de Brasil. El PHC pretendía brindar herramientas de superación a
los mirandinos que se encontraban en situación de pobreza
extrema, apoyándose también en proyectos sociales desarrollados
por otras direcciones de la GEBM. Se buscaba la incorporación
progresiva a los mercados laborales y el mejoramiento de sus
condiciones de vida. El programa tuvo éxito inmediato en temas de
alimentación, salud, vivienda, capacitación productiva, educación
para niños y para adultos, entre otros, pese a no haber
conseguido establecer una vinculación formal con los demás planes
y proyectos de la GEBM.
El éxito del programa provocó un crecimiento acelerado de las
demandas de los beneficiarios, de modo que el personal de la
gobernación se enfocó en los aspectos operativos del proyecto
para garantizar una mejor atención a las exigencias presentadas,
dejando a un lado bases teóricas para sustentar el programa.
Con la nueva propuesta se pretende ampliar el basamento
teórico actual del programa, e incorporar metodologías para
aumentar la efectividad del PHC, tomando como referencia la
experiencia adquirida durante los tres últimos años y estudios
recientes internacionales en materia de erradicación de la
pobreza, en especial, en países de Latinoamérica.
Es importante considerar que esta nueva propuesta del PHC
enfrenta una situación deficitaria del presupuesto de la GEBM, la
2
cual perjudica el desarrollo pleno de los proyectos estipulados
para el período de gestión 2013, y mientras perdure la situación.
En el marco del PHC, esto obliga a la Dirección de Participación
Ciudadana a establecer mecanismos que optimicen el uso de los
escasos recursos disponibles para atender a la población de la
entidad, que efectivamente se encuentra en pobreza extrema y que,
al mismo tiempo, tenga la potencialidad de superarla.
Con base en el planteamiento anterior, se pretende desarrollar
un mecanismo de elección de posibles beneficiarios del PHC por
medio de la evaluación de su situación de pobreza. Esto se
apoyaría en la evaluación de un Índice de Necesidades Básicas
Insatisfechas (NBI), y en el Método de Análisis Multicriterio
para establecer relaciones entre las necesidades de cada
beneficiario y el plan o proyecto de la GEBM que mejor se ajuste
a la atención de las mismas.
El presente informe contiene una propuesta de análisis y
manejo de los resultados que se deberían obtener, luego de la
implementación de un estudio socio-económico, para establecer
criterios de elegibilidad.
En el primer capítulo se realiza una revisión teórica de los
temas a través de los cuales se establece el vínculo entre la
Planificación Urbana, la Gestión Pública y la lucha contra la
pobreza, a fin de poder fundamentar las decisiones tomadas a
nivel metodológico.
El segundo capítulo corresponde a la presentación de la GEBM
como organización y la situación del PHC dentro de la misma.
También se presentan las circunstancias del programa en las
cuales se ubica este proyecto de pasantía.
3
El tercer capítulo comprende la exposición del fundamento
metodológico para la construcción del instrumento de recopilación
de información, y el diseño tanto del índice NBI como de las
matrices de análisis multicriterio. En este capítulo también se
exponen los procedimientos realizados, acompañados de la
discusión correspondiente a la toma de decisiones en cada una de
las etapas del proyecto.
En el siguiente capítulo se plantean las formas en las que
deben ser analizados los resultados obtenidos por medio de la
aplicación de las metodologías diseñadas.
Por último, las conclusiones y recomendaciones están referidas
a las ventajas y desventajas de incorporar las metodologías
desarrolladas a políticas sociales y a procedimientos
correspondientes a la gestión pública. También se hacen
sugerencias a nivel operativo, orientadas a brindar una mayor
coherencia a los diferentes planes y proyectos llevados por la
GEBM.
El diseño de este proceso se llevó a cabo durante el período
Abril-Julio del año 2013 en el marco de la pasantía intermedia,
correspondiente al trabajo de grado para optar al título de
Urbanista de la Universidad Simón Bolívar, y será incorporado a
la nueva propuesta general del PHC. Dado que dicha propuesta aún
forma parte de una fase preliminar, no incluye las pruebas
pilotos correspondientes.
4
CAPÍTULO I
OBJETIVOS
1.1. Objetivo General
El presente trabajo de pasantía tiene como objetivo principal
diseñar criterios de elegibilidad de los beneficiarios del
Programa Hambre Cero (PHC) de la Gobernación del Estado
Bolivariano de Miranda (GEBM), en función de los demás planes y
proyectos vinculados al mismo ya existentes en la GEBM,
estableciendo un orden de prioridad para la atención de quienes
califiquen como beneficiarios del programa.
1.2. Objetivos específicos
Para poder cumplir con el objetivo general de esta pasantía se
plantearon los siguientes objetivos específicos:
1. Identificar y estudiar los diferentes planes y proyectos
vinculados al Programa Hambre Cero.
2. Definir variables a considerar en el nuevo instrumento de recopilación de información, en función de los planes y
proyectos revisados.
3. Elaborar un instrumento de recopilación de información que permita evaluar condiciones personales y grupales de los
miembros de la familia, así como de la vivienda y los
servicios.
5
4. Formular un índice de necesidades básicas insatisfechas, con base en las variables consideradas para el instrumento de
recopilación de información.
5. Explorar los métodos de análisis multicriterio y seleccionar el que mejor convenga para elegir a los beneficiarios del
PHC.
6. Construir matrices multicriterio con base en las variables empleadas para la construcción del instrumento de
recopilación de información desarrollado, que permitan
elegir a los beneficiarios de los diferentes programas de la
GEBM vinculados al PHC.
7. Proponer procedimientos que den continuidad a este trabajo de pasantía.
6
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
2.1. Planificación
Lope-Bello (1994), enmarcado en la búsqueda de la modificación
intencional del entorno, define la planificación como “…el
ejercicio de una concepción no determinista de la historia, pero
sin desconocer las múltiples limitaciones impuestas, algunas
derivadas del carácter no absoluto de la racionalidad y otras de
ciertas condiciones ya existentes e inmodificables”. (p. 11)
El planteamiento de Lope-Bello (1994) establece la importancia
del reconocimiento del entorno y el contexto para identificar
elementos sujetos a posibles modificaciones y aquellos que por
ser estáticos o inflexibles no pueden sufrir cambios. A partir de
esto se deriva el primer paso de lo que Rodríguez (2011) define
como “…un método, proceso racional o conjunto de fases sucesivas
para escoger entre diversas alternativas de acción para el logro
de uno o varios objetivos (Morales, 1977; Rodríguez, 2006)”(p.
235).
Lope-Bello (1994) define seis etapas esenciales del proceso de
planificación con un enfoque genérico, de modo que pueden aplicar
a cualquier contexto en el que se utilicen.
1. Elaboración de un diagnóstico en el que se estudie la
realidad que se pretende alterar;
7
2. Establecimiento de los cambios que se quieren llevar a cabo (objetivos o fines);
3. Selección de los instrumentos o medios necesarios para
lograr los cambios establecidos;
4. Aprobación del plan definido; 5. Ejecución de las medidas pretendidas por medio de los
instrumentos seleccionados.
6. Evaluación del plan, con la finalidad de verificar si las metas fueron alcanzadas.
Otros autores han explicado el proceso desde otras
perspectivas, obteniendo resultados diferentes (Rodríguez, 2011).
Según explica Molins (1998), ninguna de estas visiones es
excluyente o contradictoria. De hecho, se pueden considerar
complementarias ya que identifican puntos evidentes de encuentro
a través del proceso. En particular, existe acuerdo en que,
concretada esta secuencia de pasos, el proceso de planificación
no se da por cerrado sino que, por el contrario, se
retroalimenta. De este modo, se considera como un proceso cíclico
y permanente.
El campo de aplicación de la planificación es tan amplio como
objetos puedan ser planificados, de modo que sea necesario un
esfuerzo particular para lograr un objetivo (Matus, 1984; Molins,
1998).
2.2. Planificación Urbana
Dada la complejidad del sistema urbano, la planificación
urbana se podría considerar una de las aplicaciones más
relevantes. De ésta depende, en gran parte, el bienestar social y
el equilibrio dentro de las mismas (Rodríguez, 2011).
8
Manteniendo el significado estricto de planificación sobre el
ámbito urbano, se podría establecer que se refiere a cualquier
actividad relacionada a la regularización, construcción y
desarrollo de la ciudad en la que por medio de un diagnóstico, se
identifica un problema o una serie de problemas y se
conceptualiza una intervención para solventarlos. La
planificación urbana se viene llevando a cabo desde que se
establecieron las primeras civilizaciones y se conformaron las
primeras estructuras urbanas, pues, se llevaba a cabo un proceso
de análisis y resolución de problemas básicos como la vivienda,
el mercado, el culto a la religión y la realeza, entre otros.
2.3. Planificación y Urbanización
Se genera el debate entonces sobre si es lo mismo urbanizar
que planificar la ciudad, pues el proceso de urbanización
necesita evidentemente de una planificación para concretarse. Sin
embargo, la planificación urbana comprende muchos más aspectos
que el mero crecimiento estructural. Lope-Bello (1994) señala que
desde sus inicios hasta la década de 1960, la planificación
urbana representaba una actividad “puramente técnico-
administrativa y, por tanto, apolítica” (p. 60). Sin embargo, con
el pasar de los años la concepción de la ciudad como organismo se
ha complejizado, incorporando nuevas variables para su
evaluación, tales como la economía (en todas las escalas), la
calidad ambiental, la percepción de riesgos, entre otros. Se
puede decir entonces, que el ejercicio de la planificación urbana
se ha complejizado a medida que el concepto de ciudad ha abarcado
nuevas dimensiones. Lope-Bello (1994), comentando una cita de
Castells (1979, p. 141) señala que:
Con estos enriquecimientos de la teoría urbanística, la planificación
pasó a ser una tarea científica e interdisciplinaria, cuyo énfasis, más
que en la estructuración directa del espacio físico, se puso en la
naturaleza de lo urbano, en el estudio de sus variables económicas,
9
sociales, geográficas y ambientales, las cuales, en su
interdependencia, son las que en última instancia configuraban el
espacio de las ciudades: “El considerar a la ciudad como la proyección
de la sociedad en el espacio es, al mismo tiempo, un punto de partida
indispensable y una afirmación demasiado elemental”. (p. 61).
El estudio y la planificación de la ciudad comienza además a
modificar el enfoque temporal de los planes, buscando orientar el
desarrollo futuro de las ciudades una vez cumplido el ciclo de
ejecución de los mismos. Asimismo, comienza a ser evidente cómo
la organización espacial, los parámetros para el crecimiento
vertical y horizontal dentro de las ciudades, y el incremento
demográfico, tienen un impacto directo en la localización y la
distribución territorial de los diferentes estratos socio-
económicos de la población.
2.4. Planificación y Gestión Pública
El ejercicio de la planificación urbana, dada su complejidad y
su alto costo, sólo puede ser asumido por las autoridades
públicas, específicamente los gobiernos de los diferentes ámbitos
territoriales. Por este motivo, la buena gestión pública
representa una de las claves del éxito del proceso de
planificación urbana.
La gestión pública debe mantener presente que el objetivo
principal del gobierno es la propia gente, enfrentar sus
problemas, resolverlos e intercambiarlos (Zambrano, 2008). Sin
embargo dicho reto se hace progresivamente más complicado, pues,
las instituciones públicas cuentan con presupuestos muy imitados
para la actuación, en contraste con las demandas, necesidades y
problemas cada vez mayores de la sociedad y más diversos.
Zambrano (2008) propone cinco puntos sobre los cuales debe estar
orientada la gestión pública.
10
1. Visión a largo plazo del desarrollo del territorio sobre el cual se ejerce la gestión, pues el futuro, de no ser
planificado puede generar mucha incertidumbre al mismo
tiempo que se pueden complejizar los problemas desatendidos
y dejando como una opción para actuar, la improvisación. De
esta forma, es necesario establecer claramente cual es el
rumbo que va a tomar la institución u organismo público, en
función de los problemas que tenga, para poder focalizar los
esfuerzos en las metas que permitan alcanzar dicho objetivo.
2. El gobierno debe estar organizado en función de la visión de estratégica del territorio y del plan de desarrollo del
mismo para poder apalancar la gestión. Esta organización
debe estar respaldada por un equipo capaz, motivado y
enfocado en el objetivo de las acciones.
3. El presupuesto público debe ser utilizado estratégicamente de modo que pueda obtener mayores beneficios por el mayor
tiempo posible, de aquí que la gestión financiera representa
uno de los puntos críticos de la gestión. La formulación,
ejecución y control del presupuesto público debe manejarse
con herramientas y métodos modernos que permitan acoplarlo
mejor al plan de gobierno.
4. La institución pública debe encargarse de establecer
vínculos con todos los sectores de la sociedad: hacia arriba
con otras instituciones gubernamentales de mayor jerarquía,
hacia abajo con organizaciones socio-políticas encargadas de
la representación de sectores más pequeños del territorio y,
hacia los lados con el sector privado, instituciones
educativas, religiosas y culturales. Estas alianzas apoyarán
la gestión financiera y el desenvolvimiento de las
estrategias, pero su éxito esta sujeto a la capacidad de
negociación del gobierno.
5. El diseño y organización del gobernante debe contar con los sistemas más capaces de distribuir la información y dirigir
al equipo con la mayor eficiencia.
11
Desde los gobiernos, la forma principal para enfrentar el reto
que representa el planteamiento anterior, es por medio de planes
urbanos, cuyos objetivos se adaptarán a la escala geográfica que
represente la institución, en los cuales por medio de un
exhaustivo diagnóstico se deberían identificar las deficiencias y
problemas dentro del espacio urbano (también asociadas a la
escala que se maneje). Del mismo modo, las oportunidades y
potencialidades, asociadas a los aspectos que conforman los
sistemas interdependientes de la ciudad. A partir de ellos se
plantean intervenciones principalmente estructurales y
estructurantes orientadas a brindar soluciones a dichos
problemas. Sin embargo, no todas las deficiencias y problemas
identificados pueden ser solventados por esta vía. En muchas
ocasiones, por múltiples motivos, ya sea la falta de viabilidad
económica, la imposibilidad física de intervención del espacio,
la solución a dichos problemas pasa por la creación e
implementación de políticas públicas complementarias a los
planes.
2.5 Planificación y Política Pública
Según Romero y Romero (2005) las políticas públicas son
estrategias implementadas por los gobiernos que involucran el
establecimiento de normas, ejecución de acciones que ayuden a
financiar la provisión de bienes y servicios que promuevan el
bienestar de la sociedad. En principio, con éstas se busca
obtener recursos de la sociedad, para redistribuirlos en su
beneficio, dando respuesta a sus necesidades, de modo que se
puede interpretar como una inversión de la sociedad en sí misma.
Según lo anterior, todas las acciones del gobierno en materia de
gestión pública y planificación urbana, están orientadas a
garantizar bienes y servicios, y en general, ciertos estándares
12
para mejorar la calidad de vida de la población que representan.
Sin embargo, el concepto de calidad de vida está determinado por
variables consideradas de forma diferenciada en cada país,
dependiendo de la situación socio-económica general del país.
2.6. Calidad de Vida como Objetivo de la Gestión Pública
Camargo (1999) plantea que el concepto de calidad de vida
aparece como un instrumento de la Planificación del Desarrollo
capaz de describir, analizar y superar problemas sociales, del
mismo modo que permite establecer las desigualdades socio-
económicas y sus componentes en un espectro geográfico. Sin
embargo, la calidad de vida como concepto no tiene una definición
universalmente aceptada (Fernández-Mayoralas y Rojo, 2005).
Nussbaum (1996, c. p. Camargo, 1999) explica que desde la
perspectiva utilitarista en la década de 1970, se proponía que
los bienes y servicios eran el elemento primordial para lograr
tener calidad de vida o bienestar, dándole espacio al surgimiento
del Estado benefactor o asistencialista.
Otros autores, entre los que destacan Sen y Nussbaum, proponen
la discusión entre dicho utilitarismo y el desarrollo humano
concebido desde el enfoque de las capacidades y funciones de la
persona, por medio de las cuales se puedan satisfacer ciertas
necesidades y desenvolverse en determinadas actividades que
permitan obtener un estado de bienestar.
Por su parte, Rapley (2003, c. p. Fernández-Mayoralas y Rojo,
2005) plantea que el punto de encuentro entre muchos de las
definiciones otorgadas a la calidad de vida es “…la
multidimensionalidad del concepto y, en menor medida, que se
trata de la una valoración subjetiva de la realidad material” (p.
122). Sin embargo, la evaluación de las capacidades y funciones
13
se traduce generalmente, en variables asociadas principalmente
con características educacionales, como el nivel de instrucción
de los miembros del grupo familiar, o con características
laborales como la ocupación. Mientras que la evaluación de la
disponibilidad de bienes y servicios, está relacionada
principalmente a variables como la situación de la vivienda y los
sistemas de eliminación de excretas, así como los niveles de
ingreso o la situación económica general de la familia.
A efectos de este informe, se plantea el análisis de la
pobreza y de la calidad de vida desde un punto de vista que
integra tanto la percepción de las necesidades y la satisfacción
material, como la percepción de las capacidades, como conjunto de
funcionamientos que permitan satisfacer cierto grupo de
necesidades, asociando el término de pobreza con una situación de
deficiencia en ambos aspectos.
2.7. La Pobreza como Elemento Determinante de la Calidad de Vida
Desde la planificación urbana y la gestión pública, garantizar
el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos es un fin
estrictamente ligada a uno de los principales retos que tienen
todas las sociedades en la actualidad: la reducción de los
índices de pobreza, entendiendo ésta como “una insatisfacción de
las necesidades esenciales” (Aguilera, 2005, p. 1), sin embargo,
tal situación es siempre relativa porque las personas son pobres
con respecto a otras. A pesar de ello, numerosos estudios se han
enfocado en determinar cuáles son esas necesidades esenciales y
cómo medirlas, para reconocer en qué punto se consideran
insatisfechas.
Al igual que en el caso de la calidad de vida, el estudio de
la pobreza se ha abordado desde múltiples perspectivas, tomando
en consideración “las ideas de subsistencia, necesidades básicas,
14
privación relativa (Townsend, 1993 y 2006) y más recientemente en
torno a los enfoques de capacidades y exclusión de derechos”
(Ponce, 2009).
En este sentido, España (2009,) también hace referencia a los
pensamientos de Sen (2000) en los que plantea que, al igual que
la calidad de vida, el enfoque correcto para los estudios de la
pobreza debían basarse en la capacidad que tienen las personas
para hacer cosas utilizando medios y recursos. Esta forma de
entender la pobreza propone la incorporación de nuevos
indicadores a los análisis tradicionales en los que se establece
la relación entre salario y la cesta básica. El establecimiento
de valores críticos en la evaluación del nivel educativo de los
miembros del grupo familiar (en especial el del jefe del hogar),
el acceso a agua potable y a sistemas de disposición de desechos
sólidos, la presencia de enfermedades, entre otros.
España (2009, cap. 1) logró, junto a su equipo de
investigadores, diseñar un ajuste a la estratificación para la
población utilizada previamente, entre otros, por el Instituto
Nacional de Estadística (INE), basada en indicadores socio-
económicos:
• Tipología de la vivienda.
• Tenencia de la vivienda.
• Servicios de la vivienda.
• Nivel de escolaridad promedio entre los mayores de 20 años
del hogar.
• Relación de dependencia económica por hogar, reflejada en la
relación entre miembros activos e inactivos.
• Disposición de puestos en vehículos particular.
• Ingreso promedio per-cápita del hogar.
15
La escala más baja de dicha estratificación corresponde a la
pobreza extrema (estrato E), y se refiere a los hogares en donde
el ingreso en promedio no cubre la canasta alimentaria, tienen
viviendas construidas con materiales de desecho o muy frágiles
(ranchos), sin papeles de propiedad (en muchos casos en terrenos
invadidos) carentes de puestos de estacionamiento formal y sin
contar con servicios básicos. El promedio de educación de los
miembros del hogar llega apenas a primaria y se mantienen
relaciones de dependencia muy altas (4 personas inactivas o más
por cada persona activa).
El estrato siguiente (estrato D) corresponde a la población
que en promedio logra apenas cubrir sus necesidades básicas con
su salario, viven en viviendas precarias que no necesariamente
son ranchos y que por lo general cuentan con algunos servicios
básicos, y cuya tenencia tiende a ser propia o alquilada y en
algunos casos cuentan con puestos para vehículos privados.
Cuentan con promedios de educación alrededor de la educación
media y relaciones de dependencia apenas inferior al estrato
previamente descrito.
Los estratos C, B y A corresponden a los grupos de población
cuya situación económica garantiza ciertas condiciones de calidad
de vida y los aleja de la esfera de la pobreza.
Esta estratificación permite identificar casos de pobreza en
la población y focalizar la atención de ciertos planes o
programas sobre determinados grupos de la sociedad. Sin embargo,
no representa una medición de la pobreza como tal, y a efectos de
este proyecto de pasantía dicha medición es imprescindible para
alcanzar los objetivos planteados.
16
2.8. Métodos para la Medición de la Pobreza
Con respecto a la evaluación y medición de la pobreza Ponce
(2009) establece que, con base en los diferentes enfoques que se
le da al estudio de la pobreza como fenómeno, éstos se pueden
agrupar en tres bloques, definidos a continuación:
• Aquellos que bordan la pobreza como carencia o insatisfacción de
necesidades básicas, dentro de éstos encontramos las metodologías de
Línea de Pobreza y Necesidades Básicas Insatisfechas.
• Aquellos que abordan la pobreza como la privación de las capacidades
básicas, dentro de las cuales se incluye el Índice de Desarrollo
Humano y el Índice de Pobreza Humana, ambos desarrollados por el
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
• La pobreza entendida como exclusión de derechos. Dentro de éstos, se
cita el Índice de Exclusión Social (Álvarez y Martínez, 2001)
propuesto por un conjunto de instituciones de la América Central,
concretamente Costa Rica, El Salvador y Guatemala en el conjunto de
su estructura político-administrativa de desagregación territorial
(departamentos), refiriendo al conjunto de procesos que excluyen y
descalifican a los individuos del disfrute de sus derechos. (p. 55)
2.8.1. Los Métodos Tradicionales
La evaluación por medio de Línea de Pobreza y Necesidades
Básicas Insatisfechas (NBI) son considerados como los métodos
tradicionales.
Por un lado el método de la Línea de Pobreza comprende la
valoración del ingreso total generado por los miembros del hogar
sobre la base de las canastas de consumo normativo y de consumo
de alimentos, definiendo umbrales de pobreza y pobreza extrema
respectivamente (OCEI-PNUD, 2001; Ponce, 2009).
17
El método de las NBI, desarrollado por el Banco Mundial, busca
por medio de la información recopilada por los censos de
población y vivienda, definir una serie de necesidades que se
consideren básicas y establecer en función de ellas indicadores
con puntos críticos de satisfacción o insatisfacción que
correspondan a situaciones de pobreza (Feres y Mancero, 2001).
De acuerdo a los postulados de Ponce (2009) y Feres y Mancero
(2001), las necesidades a considerar en el método de NBI se
pueden ubicar en las siguientes cuatro categorías.
1. Aquellas relacionadas con la vivienda: las condiciones
estructurales que cumplan con niveles mínimos de
habitabilidad, así como la situaciones de hacinamiento.
2. Las relativas a los servicios básicos que garanticen niveles sanitarios mínimos.
3. Aquellas relacionadas con el acceso a la educación básica. 4. Aquellas que responden a la capacidad económica
Una de las ventajas que tiene este método es su adaptabilidad
a las diferentes situaciones de pobreza en cada país. Debido a
que los censos cuentan con una importante desagregación
geográfica, la vinculación de la información del análisis NBI con
las localizaciones permite generar mapas de pobreza, los cuales
son extremadamente útiles a la hora de planificar políticas y
proyectos para combatir este problema, por medio de la
identificación de zonas prioritarias.
2.8.2. Nuevos Enfoques
Se han formulado, otros métodos para la medición de la
pobreza, en unos casos, en busca de un abordaje más completo
partiendo de metodologías ya aceptadas, y en otros casos,
18
buscando dar una perspectiva diferente de la pobreza como
fenómeno.
En primer lugar se tiene el Método Integrado, por medio del
cual se pretenden combinar los resultados de los umbrales de
pobrezas generados por medio de la Línea de Pobreza y por medio
del método NBI, obteniendo como resultado cuatro posibles
categorías relacionadas con la situación determinante de la
pobreza de las personas (OCEI-PNUD, 2001).
La Oficina Central de Estadística e Informática en conjunto
con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (OCEI-
PNUD, 2001) propusieron el método de Capacidades Básicas
Insatisfechas, el cual “…consiste en agregar al indicador NBI
otra incapacidad básica: la incapacidad para lograr una nutrición
adecuada, medida a través de la Línea de Pobreza por Ingresos”
(p. 42,43). Sin embargo, en torno a dichas capacidades básicas se
ha llevado a cabo una amplia discusión entre diferentes autores,
ya que algunos alegan que hay otras capacidades básicas aparte de
las ya nombradas.
Por un lado, Nussbaum (2011) plantea una lista de diez
capacidades básicas, las cuales son:
1. La capacidad de vivir una vida con una longevidad normal. 2. La capacidad de disfrutar de salud física. 3. La capacidad de poder movilizarse con libertad y con
seguridad, con la posibilidad de tomar elecciones propias en
temas relacionados a la satisfacción sexual y la
reproducción.
4. La capacidad de poder utilizar todos los sentidos para poder imaginar, razonar y crear.
5. La capacidad de sentir apego y afecto por cosas y personas.
19
6. La capacidad de generar criterios propios y tener libertad de consciencia.
7. La capacidad de relacionarse y generar empatía con los demás así como percibir la igualdad de condiciones entre las
personas.
8. La capacidad de poder convivir y preocuparse por las demás especies.
9. La capacidad de reír y jugar en libertad. 10. La capacidad de controlar el entorno propio.
En contraste con estos planteamientos, Hernández y Escala
(2012) propone que, pese al debate público, el enfoque de las
capacidades “…no ofrece, aparentemente, una consideración
normativa de las razones por las cuales una persona valora unas
capacidades más que otras” (p. 225), dando a entender que no se
pudiese hacer una lista, como la expuesta anteriormente.
Por otro lado, afirman Hernández-Ponce, Rodríguez y Giménez
(2010) que la medición de la pobreza a través del Índice de
Desarrollo Humano, corresponde a una propuesta de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU) con la que se buscaba reflejar el
esfuerzo hecho por cada país en la lucha contra la pobreza,
tomando en consideración tres capacidades básicas relacionadas
con el poder adquisitivo, la salud y la educación. Sin embargo
este método ha recibido críticas por no poder “… mostrar la
evolución del desarrollo humano de cada país sobre una línea
temporal” (p. 87) y, dado que las metodologías para su cálculo
han variado de forma interanual, sus datos no pueden ser
utilizados para hacer comparaciones interanuales.
Giménez, Hernández-Ponce y Rodríguez (2010) también destacan
que hay una serie de dimensiones relevantes para el estudio de la
pobreza que no son usualmente consideradas en los estudios del
fenómeno. Mencionan las siguientes:
20
• Calidad del empleo.
• Seguridad física.
• Agencia y empoderamiento.
o Global multidimensional (en dominios de la vida)
o Control y poder efectivos
o Libertad de actuar para el bienestar propio o de otros
o Autonomía
o Habilidad
• Mostrarse sin vergüenza (Dignidad).
• Bienestar psicológico. (p. 89)
Tomando en cuenta que se está asumiendo una visión de pobreza
basada tanto en las capacidades como en las necesidades, se
considera pertinente emplear el método NBI, con el cual es
posible abarcar aspectos de ambas visiones con suficiente
profundidad y para cumplir los objetivos planteados para este
proyecto.
2.9. Políticas Sociales
Como se expresó anteriormente uno de los mayores retos de la
sociedad actual mundial es la lucha contra la pobreza, de forma
tal que la principal “objetivo de desarrollo del milenio” de la
ONU (2005) es la erradicación de la pobreza y el hambre. Por este
motivo alrededor del mundo se han desarrollado diferentes
mecanismos para combatirla y mejorar la calidad de vida de los
sectores más deficiencias de la sociedad.
Los países luchan contra la pobreza es a través de políticas
públicas que establecen relaciones entre el gobierno y la
sociedad para atender las necesidades y demandas que se han
generado con su complejización (D’Elia, 2006). Estas políticas
públicas, suelen ser llamadas políticas sociales, ya que, de
acuerdo con lo planteado por D’Elia (2006), éstas últimas son
21
un conjunto de instrumentos a disposición del Estado para orientar sus
acciones, producto de una dinámica de tensiones y soluciones políticas
originadas en una sociedad y en un contexto histórico determinado, en
el que participan actores sociales y se da un papel al Estado para
intervenir en los asuntos de la vida social y económica. (p. 29)
Las políticas sociales siempre van a estar influenciadas por
la tendencia que siga el gobierno y, bajo ese principio D’Elia
(2006) planteó una serie de modelos correspondientes a los
diversos enfoques que pueden tener las políticas sociales, con
base en los diferentes individuos o grupos para los que esté
orientada la política. A continuación se explican esos modelos y
en cual se puede ubicar la política en cuestión que es el
Programa Hambre Cero.
2.9.1. Modelos de Política Pública
En primer lugar plantea el “Modelo Meritocrático (o enfoque
laborista)” (p. 32). La política social resulta como un mecanismo
para garantizar la igualdad de acceso a la calidad de vida y
brindar a las personas la capacidad de superar problemas
personales, sociales y ambientales, por medio de la
redistribución de los costos de riesgo entre los trabajadores,
las empresas y el Estado. En este caso la política social
funciona como un sistema de prevención de riesgo a corto y largo
plazo. El objetivo final de la política en este enfoque es “la
movilidad social dentro de la sociedad estratificada” (p. 32), lo
que quiere decir que las personas en peor situación económica
puedan, por medio de incentivos, incorporarse en el mercado
laboral y ascender en sus estructuras, por medio de proyectos de
educación y capacitación. Se brinda también apoyo ante las
contingencias, así como protección y asistencia a las familias
incapaces de contribuir en el mercado como es el caso de infantes
sin la compañía de adultos, entre otros. Estos incentivos
aparecerán a medida que exista un esfuerzo y una participación
22
efectiva por parte del jefe del hogar dentro de su ámbito
laboral, generando beneficios a su familia.
En segundo lugar plantea el “Modelo Institucional (enfoque
keynesiano)” (p. 33) cuya política social ejerce como mecanismo
regulador y estabilizador de la dinámica socio-económica. Se basa
en la premisa de que los mercados son espacios inestables
dominados por los intereses de los actores económicos, y por lo
tanto, la prestación de los servicios básicos no puede estar
sujeta a sus fluctuaciones. Del mismo modo, los individuos o
grupos sociales emergentes en el mercado son extremadamente
vulnerables a estos cambios y variaciones. El Estado aparece como
un apoyo para el crecimiento económico y un facilitador de bienes
y servicios básicos pues entiende que éstos son esenciales para
garantizar la calidad de vida de la población, evitando que
intereses económicos y políticos tenga un impacto negativo en
este sentido. En este modelo se tiene como precepto que la
política social es un derecho universal, es decir que todas las
personas tienen el derecho de satisfacer sus necesidades, es por
eso que los beneficiarios de estas políticas son aquellas
personas que tengan la mayor necesidad, “independientemente de su
contribución al proceso económico”.
El “Modelo Residual (enfoque neoliberal)” (p.35). Es una
medida extrema, totalmente separada de la política económica, que
busca garantizar un mínimo de prestaciones a quienes no logran
conseguirlas como consecuencia del mercado. El Estado entonces,
no pretende intervenir en el mercado ni en las actividades
económicas, sino prestar apoyo financiero para su expansión. Al
mismo tiempo que se encarga de ofrecer ayudas monetarias o en
bienes a la menor cantidad de personas posible durante un período
de tiempo limitado, de modo que no se genere un sentido de
pertenencia en la población sobre dichos bienes y servicios. La
política social en este modelo no va asignada o a quién más la
23
necesita, se asigna estratégicamente a grupos sociales
seleccionados con un fin. A esto se le llama ciudadanía
invertida, porque la asistencia del Estado aparece como
consecuencia de su fracaso, beneficiando principalmente a los más
afectados por las políticas neoliberales. “En una sociedad de
individuos libres y competitivos donde se polarizan las
desigualdades sociales, una de las funciones centrales de la
política social es aliviar los efectos negativos del mercado y
ejercer control social para contener los conflictos.” (p. 36)
En último lugar aparece el “Modelo Universal-Equitativo
(enfoque democratizador)” (p. 36). Éste plantea una cohesión
entre la política económica y la política social, considerando
que el crecimiento económico debe tener como principal objetivo
la mejora en la calidad de vida de los ciudadanos y la
integración social. Se cuenta entonces con una serie de
propuestas orientadas a “profundizar la democracia como espacio
de redistribución del poder político, fomentar la equidad como
mecanismo de redistribución del poder económico, social y
cultural” (p. 37). De esta forma, el Estado está obligado a ser
el único responsable y encargado de garantizar el bienestar de
las comunidades, puesto que se genera un tejido social más
dinámico e integrado, con un mayor número de actores capaces de
intervenir en los aspectos de la vida política, económica, social
y cultural. En este caso, la política social es, más que un
elemento de asistencia a la población, un generador de espacios
de participación en las diferentes esferas de la vida. Se
mantiene un precepto de derecho universal sobre la política
social, pero enfocado en otro fin. Se busca que todas las
personas tengan un lugar y puedan generar riqueza desde su
participación en las diferentes actividades que se desarrollen.
24
2.10. Antecedentes
Uno de los ejemplos del Modelo Institucional más relevantes en
la actualidad es precisamente el principal antecedente del
Programa Hambre Cero de la GEBM: el Projeto Fome Zero (Programa
Hambre Cero) desarrollado por el gobierno de Brasil desde el año
2001 durante el mandato de Luiz Inácio Lula da Silva. El éxito de
dicho proyecto se puede explicar gracias al estudio de los
conceptos expuestos anteriormente.
Dicho proyecto se formuló bajo la premisa de que la
alimentación de calidad es un derecho innegable para los
ciudadanos de un país y, dado que el Estado no cuenta con los
recursos para alimentar a todos los habitantes, tenían la
responsabilidad de crear las condiciones necesarias para que toda
la población pudiese disfrutar ese derecho (Da Silva, 2001). El
problema que se vivía en Brasil para aquel entonces lo describe
el Betto (2004):
Brasil tiene ciento ochenta millones de habitantes y figura entre los
cinco mayores productores de alimentos en el mundo; de modo que no
tenemos ni falta de alimentos, ni exceso de bocas; tenemos falta de
justicia, porque somos campeones no solamente de fútbol, sino también
de desigualdad social. (p. 1)
Betto (2004), plantea que la primera decisión que se tomó a la
hora de planificar y diseñar el programa fue que no iba a
consistir en un “maratón de distribución de comida” (p. 2) pues
ello no representaba ni una verdadera solución al problema ni era
económicamente viable. En este sentido, Da Silva (2001) plantea
que el eje central del programa estaría orientado al
establecimiento de políticas estructurales orientadas a la
redistribución de la renta, el aumento en la producción, creación
de fuentes de empleo y reforma agraria, entre otras.
Específicamente, se formularon cinco políticas estructurales que
25
permitieron definir líneas de actuación para implementar
políticas y proyectos más específicos, estas son:
1. “Políticas de generación de empleo y aumento de la renta. 2. Intensificación de la reforma agraria. 3. Previsión social universal. 4. Bolsa escuela de renta mínima. 5. Incentivo a la agricultura familiar” (República Federativa
de Brasil, 2001, p. 7-9).
Estas políticas se conciben con la finalidad de resolver
problemas profundos de la sociedad por lo que como explica Da
Silva (2001), quizás tarden años o décadas para obtener el cambio
deseado. Tomando esto en consideración, se pretendió sistematizar
las medidas que ayuden a solventar los problemas de las personas
en el corto plazo, sin dejar a un lado aquellas que tengan una
impacto más profundo en “la construcción de un nuevo Brasil” (p.
2).
Uno de los principales retos que se presentan en este tipo de
programas sociales, los cuales no cuentan con un presupuesto
ilimitado, es que se debe hacer un proceso de selección de
beneficiarios de modo que exista una coherencia con el modelo de
política social que se pretenda seguir. En el caso del Fome Zero,
Betto (2004) señala que se empleó una base de datos en la que
estaban registradas las familias más pobres del país. Sin
embargo, estableció un mecanismo que buscaba hacer la respectiva
verificación de que dichas familias estuviesen en condiciones de
formar parte de dicha pase de datos, al mismo tiempo que se
pretendía incorporar en la toma de decisiones a los diferentes
sectores de la sociedad, por medio de la organización de comités
municipales conformados por tres miembros propuestos por el poder
público (una por el poder federal, otra por el poder
departamental y la última por el poder municipal), y otros seis
26
miembros representantes de grupos organizados de la ciudad como
sindicatos y asociaciones de vecinos.
Las familias debían cumplir los siguientes criterios:
• No puede tener analfabetos (de tenerlos, éstos debían
asistir a cursos de alfabetización)
• Todos los niños deben estar en el sistema educativo.
• La familia debía seguir un programa de salud.
La evolución de las estadísticas de pobreza que ha presentado
Brasil en los últimos años, ha sido digna de admiración para
muchos países del mundo. Desde 1999 hasta el 2003 la tasa de
pobreza había aumentado del 27,8% al 28,1%. Luego, el impacto del
Fome Zero se notó en una importante reducción de 12,7 puntos
porcentuales para llegar al 15,4%. (Del Grossi, 2012).
Uno de los más importantes avances que se lograron con el Fome
Zero fue la coordinación con la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) durante todo
el proceso de diseño de las políticas y las metodologías
aplicadas. Da Silva, Belik y Takagi (2012) incluso consideran que
la FAO tiene el desafío de “… enfrentar el problema del hambre en
los países de población mayoritariamente urbana, especialmente en
aquellas regiones metropolitanas donde la pobreza extrema ha
crecido en función de los elevados niveles de desempleo e
informalización de la economía urbana” (p. 345).
2.11. Programa Hambre Cero de la Gobernación del Estado
Bolivariano de Miranda
En cuanto a la Gobernación del Estado Bolivariano de Miranda
(GEBM), se pueden notar iniciativas y proyectos que la ubican en
el Modelo Institucional (Keynesiano), explicado anteriormente.
Desde el año 2009 se han focalizado las actuaciones e
27
intervenciones en función de los cinco “Árboles para el Progreso”
(GEBM, 2009, p. 3) planteados en el Plan Estadal de Desarrollo
Económico y Social 2009-2012 que son educación, empleo, salud,
seguridad y vivienda, generando espacios de participación e
integración de aquellas personas menos privilegiadas para que
puedan sumarse a la dinámica socio-económica, y que ésta a su vez
se vea enriquecida y diversificada, procurando que ello no
perjudique a aquellos sujetos con una situación económica
estabilizada.
En este sentido, se puede enmarcar el Programa Hambre Cero
coherentemente dentro del modelo de política social que pretende
llevar a cabo la gobernación. Su orientación al crecimiento y la
superación individual del sector de la población con mayores
dificultades económicas, así como el apoyo en el gobierno estadal
para la promoción de una dinámica socio-económica más fuerte,
competente y suficiente en todos los sectores de la entidad, son
los pilares principales que avalan su existencia como política
pública.
28
CAPÍTULO III
MARCO INSTITUCIONAL Y JURÍDICO
La Gobernación del Estado Bolivariano de Miranda (GEBM) es la
institución que ejerce el poder ejecutivo dentro de los límites
territoriales del Estado Bolivariano de Miranda de la República
Bolivariana de Venezuela por medio del Gobernador o Gobernadora
de turno, de acuerdo con la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (CRBV, 1999, art. 160) y la Constitución
del Estado Bolivariano de Miranda (CEBM, 2006, art. 61). Está
conformada por el Despacho del Gobernador; nueve secretarías
entre las que destacan la Secretaría General de Gobierno,
Secretaría de Vivienda y Hábitat para el Progreso, Secretaría de
Progreso Económico, Secretaría de Progreso Educativo y la
Secretaría de Progreso Social; 16 direcciones centralizadas entre
las que aparecen la Dirección de Capital Humano, Dirección Civil
y Política, Dirección de Ecología y Ambiente y la Dirección de
Participación Ciudadana; 17 entes descentralizados como la
Corporación de Salud del estado Miranda, el Instituto Autónomo de
Deporte y recreación del estado Miranda y el Fondo de Desarrollo
Económico del estado Miranda (ver Apendice A).
La Dirección de Participación Ciudadana tiene como fin
desarrollar mecanismos que permitan integrar a los diferentes
actores sociales que forman parte de la dinámica regional a los
procesos de cambio que pretende implementar la Gobernación. Según
se establece en la Memoria y Cuenta (GEBM, 2012), su misión es:
29
Desarrollar Políticas Públicas de Participación Ciudadana orientadas a
la incorporación e intervención activa y protagónica de los ciudadanos
y ciudadanas del Estado, a través de la organización, articulación y
coordinación interinstitucional orientada a la ejecución y control de
la gestión pública a nivel Regional, logrando la consolidación de los
procesos de participación social del pueblo mirandino. (p. 817)
El Programa Hambre Cero aparece en la organización de la
Dirección de Participación Ciudadana como un integrador entre la
Coordinación General de Proyectos Comunitarios, la Coordinación
General de las Casas del Pueblo y la Coordinación General de
Desarrollo Comunitario y Formación Ciudadana (Figura 3.1).
Figura 3.1. Ubicación del PHC en el organigrama de la GEBM. 2013.
Nota: Tomado de “Memoria y cuenta 2012” (GEBM, 2012). Editada.
30
En la actualidad, esta dirección cuenta con tres ejes
principales de acción: En primer lugar aparece el proyecto de
“Aguas de Miranda”, originalmente a cargo del antiguo Instituto
de Vivienda y Hábitat de Miranda (INVIHAMI), por medio del cual
se gestiona la entrega de tanques de almacenamiento de agua a
familias mirandinas cuya situación de vivienda les imposibilita o
dificulta contar con agua potable de forma regular y tienen que
recurrir a sistemas alternativos de suministro como los camiones
cisterna para cubrir esta necesidad; En segundo lugar aparece la
coordinación de obras y proyectos comunitarios, en donde se
presta asesoría técnica y se otorgan recursos a comunidades
organizadas para mejorar las condiciones de su sector, con obras
como mejoras de acceso vial, reparaciones de equipamientos, etc.
Por último está el Programa Hambre Cero, orientado a atender las
necesidades básicas de en materia de alimentación, educación,
salud, vivienda y empleo de las familias más necesitadas de la
entidad con el fin de reducir significativamente el número de
mirandinos en situación de pobreza extrema.
Tabla 3.1. Evolución de la pobreza y pobreza extrema del Estado
Bolivariano de Miranda 2002-2007.
Año No pobres Pobres no
extremos
Pobres
extremos
Total
pobres
2002 65,1 22,6 12,3 34,9
2003 58,5 26,1 15,4 41,5
2004 62,2 24,4 13,4 37,8
2005 71,8 17,5 10,7 28,2
2006 79,1 15,6 5,3 20,9
2007 80,8 15 4,2 19,2
Nota: Tomado de “Plan de desarrollo socio-económico 2009-2012”
(GEBM, 2008, c.p. GEBM, 2009, p. 23).
31
En relación a la pobreza, las decisiones la Gobernación del
Estado Bolivariano de Miranda, se han basado, principalmente, en
información suministrada por el Instituto Nacional de Estadística
(INE), la cual se presenta en el Anuario Estadístico 2008 de la
GEBM, y que para el año 2008 estimaba el porcentaje de hogares en
situación de pobreza en 19,2%, incluyendo un 4,2% de pobreza
extrema (Tabla 3.1). Sin embargo, estas estadísticas se
obtuvieron por medio de el método de Línea de Pobreza por Ingreso
(Expuesta en la sección I.8) de modo que se pudo inferir en el
momento de la formulación del Plan de Desarrollo Socio-Económico
209-2012 (GEBM, 2009) que las cifras presentadas por el INE no
contemplaban la totalidad de hogares en verdadera situación de
pobreza de acuerdo a otras formas de medición.
3.1. Plan Estadal 2009-2011
En el Plan Estadal de Desarrollo Socio-Económico 2009-2012 se
plantea una imagen objetivo para la entidad que contempla una
importante reducción en los déficits de equipamientos
educacionales y asistenciales (incluyendo una mejoría en la
prestación del servicio) así como la consolidación de la
masificación deportiva, al mismo tiempo que se dará una mayor
promoción a iniciativas productivas y de emprendimiento con la
finalidad de generar mayores oportunidades laborales que
trasciendan a una mejor calidad de vida para los mirandinos. Por
otro lado plantea reducir el déficit de infraestructuras y
mejorar las condiciones de vida de los mirandinos.
Dicho plan también plantea una importante variación en el rol
de otra figura en la estructura organizacional del gobierno de la
entidad que permite establecer vínculos más fuertes con las
diferentes organizaciones sociales que hacen vida en el estado:
estas son las Casas del Pueblo, que corresponden a diferentes
sectores de los municipios que conforman el estado. Entre sus
32
atribuciones tienen los levantamientos de información para
estudios sociales y la coordinación de consejos comunales,
asociaciones de vecinos y demás organizaciones comunitarias para
la gestión de proyectos. Éstos organismos son de mucha
importancia para el Programa Hambre Cero ya que a través de sus
promotores se hace el registro de la mayoría los beneficiarios, y
son los primeros responsables de facilitar la información sobre
los avances en la gestión de los beneficios a quienes la
soliciten. De la misma manera, es por medio de las Casas del
Pueblo que se hacen las entregas de algunos de los recursos y
diferentes ayudas que brinda el Programa Hambre Cero.
De acuerdo con lo expuesto en el Artículo 32 de la Ley
Orgánica de Planificación Pública y Popular (2010) y el Numeral 3
del Artículo 3 de la Ley de los Consejos Estadales de
Planificación y Coordinación de Políticas Públicas (2002), dicho
Plan Estadal de Desarrollo Socio-Económico debe estar adecuado y
vinculado al Plan de Desarrollo de la Nación, y son precisamente
elementos como la nueva visión de las casas del pueblo y el
Programa Hambre Cero los que cumplen con tal condición. En este
sentido, la GEBM (2009) afirma en el Plan de Desarrollo Socio-
Económico lo siguiente:
Al igual que en el Plan Nacional de Desarrollo, nuestro Plan Estadal
hace énfasis en la atención e inclusión de grupos sociales que
tradicionalmente han sido desatendidos y excluidos. Queremos elevar la
calidad de vida del pueblo mirandino mediante la provisión de servicios
que satisfagan oportunamente las necesidades sociales básicas en las
áreas de salud, educación, vivienda y empleo. En particular, nuestros
objetivos incluyen la reducción de la pobreza, la expansión de la
matricula escolar, la atención primaria de la salud, y la mejora en las
condiciones de habitabilidad de las viviendas de los grupos sociales de
bajos ingresos. Adicionalmente, y en consonancia con el lineamiento de
la “Suprema Felicidad Social” promoveremos la participación
comunitaria, la educación ambiental y la identidad cultural (p. 5)
33
La Ley Orgánica de Ordenación Urbanística (LOOU, 1987) no
contempla a los gobiernos estadales como autoridades en
urbanísticas, siendo el Ejecutivo Nacional y los gobiernos
municipales los encargados de esta rama. Sin embargo, las
gobernaciones tienen competencias para incidir en el desarrollo
urbanístico de las regiones por medio de la ejecución de obras
públicas.
3.2. Programa Hambre Cero
Una de las principales vías con las que cuentan las
Gobernaciones para promover el desarrollo de las comunidades y de
sus residentes es por medio de políticas sociales. Es por ello
que desde el año 2009, el Programa Hambre Cero se planteó como
uno de los proyectos bandera de la GEBM considerando su elevado
impacto social, estrictamente ligado a cumplir las metas que
plantea la imagen objetivo ya expuesta.
El PHC tiene como fin identificar casos de familias en
situación de pobreza y pobreza extrema por medio de un estudio
socio-económico y la evaluación del personal encargado del
programa. Luego de su identificación, los beneficiarios se
incorporan por un año y de este modo, reciben mensualmente una
cesta alimentaria estandarizada para todos los beneficiarios, la
cual permite reducir los gastos de la familia en este grupo de
necesidades para poder invertirlos en la satisfacción de otras.
La permanencia de los beneficiarios se evaluará anualmente por
medio del seguimiento de su situación socio-económica en donde se
considera si la misma amerita que se le continúe brindando el
apoyo del programa.
De manera simultánea, el PHC busca ubicar a sus beneficiarios,
por medio de cuotas especiales, en los diferentes programas de
asistencia social con los que cuenta la GEBM en sus diferentes
34
direcciones a fin de aumentar su radio de acción y poder brindar
ayudas en más formas a la población, así como lograr que
progresivamente superen su situación de pobreza. En la actualidad
se ha logrado establecer vínculos con los siguientes planes y
proyectos:
• Inserción escolar: Busca aumentar la incorporación de niños
y niñas al sistema de educación dentro de la entidad, por
medio de la modificación de rutas escolares, apoyo
económico, etc.
• Escuelas de artes y oficios: Consiste en la creación de
escuelas y talleres en la que impartan conocimientos que
permitan a las personas desenvolverse en el mercado laboral,
como apoyo del Plan Crecer.
• Banco de consulta: Este programa tiene por objeto la
coordinación y procura por parte de la Gobernación de
Miranda y médicos especialistas de los servicios
profesionales de atención médica de carácter diagnóstico a
personas residentes del estado Miranda y que hayan sido
atendidos en la red primaria de salud del estado.
• Fondo quirúrgico mirandino: Funciona como una cuenta
especial del presupuesto destinado para proveer servicios de
alta complejidad en la atención médica, dispensada por
proveedores de manera directa a favor de las personas
naturales residentes del estado Miranda y sin costo alguno
que hayan sido atendidos en la Red Alterna de Salud
Francisco de Miranda. De igual manera, se facilitan
recursos financieros, previo estudio y comprobación de la
necesidad por parte de especialistas, a aquellas personas
que consignen solicitud de ayuda para llevar a cabo
tratamientos de alta complejidad.
• Vivienda semilla, consolido mi casa, mi casa crece y mi casa
taller: Estos planes tienen como objetivo el apoyo a
aquellas familias con situación más crítica en el tema de
35
vivienda, en la construcción de nuevas viviendas o
sustitución de viviendas precarias por medio de créditos
mirandinos de materiales de construcción que cubran la
inversión total de la vivienda y asesoría profesional.
• Creció mi familia, culmino mi obra, no más goteras, tengo
piso, construyo mi baño, mis reparaciones, administro el
agua: Son planes destinados a brindar apoyo, por medio de
los créditos mirandinos de materiales y asesoría
profesional, a aquellas familias cuyas viviendas presenten
deficiencias importantes en cuanto al estado de la
edificación o en cuanto a la suficiencia del espacio.
• Aguas Miranda: Con este plan se busca brindar una
oportunidad a quienes tienen dificultad para obtener agua
potable para que puedan acceder a este servicio por medio de
tanques de agua que pueden ser incorporados a su vivienda.
• Plan Crecer: Programa de formación que busca identificar y
potenciar las capacidades sociales, técnicas y organizativas
de las familias mirandinas y comunidades organizadas, con la
finalidad de lograr un desarrollo productivo tanto
individual como colectivamente.
• Entrega de kits de herramientas: Se brinda facilidad al
pequeño y mediano productor, otorgando maquinarias
agrícolas, yuntas de bueyes e implementos agrícolas para
labores de preparación de terreno siembra y cosecha.
• Entrega de semillas certificadas: Es un apoyo a los
productores de plátano, cacao, raíces y tubérculos (ocumo,
ñame y yuca) brindando financiamiento y entrega de semillas
al productor para incrementar su productividad.
• Hogares mirandinos: Son hogares de cuidado diario en horario
diurno que permiten a los padres mirandinos realizar su
jornada laboral sin preocuparse por sus representados.
Para el final del año de gestión 2012, así como lo refleja la
Memoria y Cuenta 2012 (GEBM, 2012), el Programa Hambre Cero tiene
36
un registro de 14.095 familias beneficiadas, más 9.551 postulados
para la sexta fase del programa. Del mismo modo se han logrado
avances tecnológicos en el nivel organizativo, como la
unificación de las bases de datos de todas las fases del
programa, correspondientes a las diferentes regiones y la
incorporación de 1.750 estudios socio-económicos,
correspondientes el mismo número de casos, al sistema de
tecnología.
3.3. El Proyecto de Pasantía
El presente proyecto de pasantía se llevó a cabo en la
Dirección de Participación Ciudadana, enmarcada en el Programa
Hambre Cero.
3.3.1. Ubicación Temporal del Proyecto de Pasantía en el Programa
Considerando el progreso y la aceptación por parte de las
comunidades que ha tenido el Programa Hambre Cero, para el año
2013 se planteó formular una nueva propuesta en la que se
planteen criterios operativos más claros, estrategias
organizacionales que fomenten los valores de la participación y
democracia, así como métodos para medir la pobreza. Por otro
lado, se pretende incorporar nuevos proyectos de diferente índole
que apoyen promuevan el desarrollo socio-económico que las
comunidades.
El presente proyecto de pasantía se ubica dentro de esta nueva
propuesta para el programa, principalmente en la etapa
correspondiente al establecimiento de criterios para la selección
de beneficiarios, ya que éste representa el objetivo principal
del proyecto. No obstante, para desarrollar estos criterios fue
imprescindible aplicar métodos para la medición de la pobreza, de
modo que también se ubica en dicha etapa (Figura 3.2).
37
Figura 3.2. Ubicación temporal del proyecto de pasantía en el
proceso de formulación de la propuesta del PHC.
3.3.2. Cronograma y Actividades Realizadas
El proyecto de pasantía se configuró para abarcar un período
de 12 semanas divididas en cuatro etapas, así como se refleja en
la Figura 3.3, en las cuales se llevaron a cabo todas las
actividades destinadas a cumplir los objetivos planteados.
Figura 3.3. Cronograma del proyecto de pasantía.
3.3.2.1. Etapa 1
Para lograr dichos objetivos, tomando en cuenta que se está
comenzando a realizar el proyecto de pasantía desde un punto de
vista externo, se tuvo que comenzar por realizar una revisión
exhaustiva de los instrumentos y mecanismos implementados en las
etapas anteriores del programa. Del mismo modo se realizó una
exploración sobre los planes llevados a cabo por la GEBM y en
especial sobre aquellos vinculados al Programa Hambre Cero.
38
3.3.2.2. Etapa 2
Una vez culminada la revisión se procedió a realizar una
reformulación del instrumento de recopilación de información de
modo que el nuevo se ajustase a las exigencias metodológicas
correspondientes a las etapas posteriores del proyecto.
3.3.2.3. Etapa 3
A continuación se prosiguió a construir una matriz que
permitiera, a través de diferentes indicadores, calcular un
índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), a fin de poder
medir la pobreza y generar criterios fundamentales para la
selección de los beneficiarios. En este punto, fue preciso
aplicar correcciones al instrumento de modo que con la
información recopilada se pudiesen obtener los indicadores
correctos.
3.3.2.4. Etapa 4
Para la última etapa del proyecto, se planteó originalmente
construir una matriz de análisis multicriterio en la que se
ponderaran todas las variables contempladas en el instrumento
diseñado y en función de las respuestas del postulantes, el cruce
de data en la matriz iba a resultar en la identificación de los
planes y proyectos de la GEBM compatibles su situación. Sin
embargo, en el proceso de revisión de dichos planes se llegó a la
conclusión de que la construcción de la matriz no era viable dada
la heterogeneidad con la que se consideran las variables en cada,
de modo que respondan a los objetivos de los mismos.
Dadas las circunstancias, fue preciso reformular las formas
para llevar a cabo esa etapa. En este sentido, se planteó como
solución alternativa construir una matriz única para cada plan o
39
proyecto, en la cual, cada variable fuese considerada
estrictamente en función de los objetivos de éste. Para ello, se
llevaron a cabo reuniones con representantes de estos planes, en
las que se discutieron uno por uno los criterios para la
construcción de las matrices. El resultado de éstas estaría
reflejado en la aceptación o descalificación del postulante para
recibir el beneficio de cada plan. Al igual que en la etapa
anterior, la construcción de las matrices condujeron a un nuevo
ajuste del instrumento.
40
CAPÍTULO IV
MARCO METODOLÓGICO
En el marco de la nueva propuesta del Programa Hambre Cero
(PHC), se pretenden diseñar mecanismos precisos de elegibilidad
de beneficiarios, estableciendo criterios estandarizados con
relación a los diferentes planes a los que está vinculado.
Dicho mecanismo debe tener un carácter universal con respecto
a la población perteneciente al territorio del Estado Miranda de
la República Bolivariana de Venezuela, por lo que debe ser
coherente con una serie de dinámicas socio-económicas diversas
correspondientes a las diferentes regiones de la entidad.
En función de este objetivo, y comprendiendo los principios
ideológicos sobre los que se fundamenta el PHC, se establece la
siguiente secuencia metodológica para la elaboración de dicho
mecanismo:
1. En primer lugar se debe formular un nuevo instrumento de recopilación de información que contemple todas las
variables necesarias para identificar las deficiencias de
los postulantes en los diferentes aspectos vinculados con la
pobreza, fundamentándose en los postulados teóricos sobre
calidad de vida y pobreza estudiados en el Capítulo I.
2. A fin de poder reconocer la situación de pobreza en los
postulantes se debe implementar una metodología que pueda
ser aplicable de forma universal y con una temporalidad
prolongada con la menor cantidad de ajustes posibles. En
41
este sentido se plantea la aplicación del índice de
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI).
3. Por último, es necesario aplicar alguna metodología por
medio de la cual se puedan considerar las características o
condiciones específicas que debe cumplir un postulante para
poder ser incorporado a los diferentes planes y proyectos de
la gobernación, de modo que se plantea utilizar el análisis
multicriterio.
Las tres fases descritas serán desarrolladas con mayor
profundidad en las próximas secciones.
Las herramientas diseñadas serán administradas por la
Dirección de Participación Ciudadana, específicamente por el
personal central del PHC. Se contará con el apoyo de los
promotores comunitarios, pertenecientes a las Casas del Pueblo
(señaladas en el capítulo III), por lo que se consideran las
parroquias como las unidades territoriales de estudio.
4.1. Operacionalización de Variables
Antes de la elaboración de un instrumento de recopilación de
información, es imprescindible concretar las definiciones y los
métodos de medición de las variables que se pretenden evaluar,
con la finalidad evitar malinterpretaciones conceptuales a la
hora de obtener la información, así como para aclarar los
criterios bajo los que se deberán analizar los resultados.
En este sentido, para el instrumento a desarrollar y las
metodologías a aplicar, se considerarán las siguientes variables
con sus respectivas definiciones operacionales:
42
• Ámbito: Permite discriminar entre sectores de carácter rural
de sectores de carácter urbano. Se plantea en una escala
nominal, con las opciones “Rural” y “Urbano”.
• Rol Familiar: Papel principal que desempeña dentro de la
dinámica familiar, en función del parentesco con los demás
miembros. Se establece una escala nominal y se asignan las
siguientes etiquetas a las posibles respuestas: Padre, 1;
Madre, 2; Hijo(a), 3; Esposo(a), 4; Hermano(a), 5;
Cuñado(a), 6; Sobrino(a), 7; Yerno y/o nuera, 8; Nieto(a),
9.
• Sexo: Representa la diferencia biológica entre el hombre y
la mujer. Se utiliza una escala nominal para su evaluación
cuyas alternativas son: Femenino, 1; Masculino, 2.
• Grado de Instrucción: Se refiere al nivel alcanzado dentro
del sistema educativo. Se considera una escala nominal con
las siguientes respuestas y sus respectivas etiquetas: No
sabe leer ni escribir, 0; Sabe leer y escribir (sin
estudios), 1; Primaria incompleta, 2; Primaria completa, 3;
Bachillerato incompleto, 4; Bachillerato completo, 5;
Técnico superior incompleto, 6; Técnico superior completo,
7; Universitaria incompleta, 8; Universitaria completa, 9;
Postgrado incompleto, 10; Postgrado completo, 11.
• Ocupación: Expresa la situación laboral del individuo y se
emplea una escala nominal. Se seleccionaron las siguientes
posibles respuestas con sus respectivas etiquetas: Del
hogar, 1; Desempleado (sin buscar trabajo), 2; Desempleado
(buscando trabajo), 3; Empleo fijo (con prestaciones
sociales), 4; Contrato a término (a renovar), 5; Contrato a
término, 6; Cuenta propia (formal), 7; Cuenta propia
(informal), 8; Jubilado(a), 9; Estudiante, 10 .
• Área laboral: Espacio del mercado laboral donde la persona
desempeña su actividades. Se plantea una escala nominal y
estas son las posibles respuestas con sus respectivas
etiquetas: Ninguna, 1; Medicina-Salud, 2; Industria
43
manufacturera, 3; Entretenimiento-Artes, 4; Académico, 5;
Administrativo-Empresarial, 6; Industria primaria, 7;
Producción agropecuaria, 8; Religión, 9; Servicios, 10.
• Ingreso: Representación monetaria total de los beneficios
económicos que recibe el individuo (salario, becas,
pensiones, etc.), en una escala de razón, medida en Bs..
• Enfermedad: Referido a la presencia de enfermedades
crónicas. Por medio de una escala nominal, se asignan las
siguientes etiquetas: Ninguna, 0; Hipertensión, 1; Diabetes,
2; Ambas, 3.
• Referencia médica para interconsulta: Algún recibo médico
que indique que el individuo debe asistir a una consulta con
un especialista de algún área de la atención médica. Se
utiliza una escala nominal y las posibles respuestas son:
No, 0; y Si, 1.
• Récipe médico para operación: Se refiere a algún informe
médico que señale la necesidad de llevar a cabo una
intervención quirúrgica. Se considera una escala nominal.
Las posibles respuestas son: No, 0; Si, 1.
• Discapacidad mental:
Se entiende por discapacidad la condición compleja del ser humano
constituida por factores biopsicosociales, que evidencia una
disminución o supresión temporal o permanente, de alguna de sus
capacidades sensoriales, motrices o intelectuales que puede
manifestarse en ausencias, anomalías, defectos, pérdidas o
dificultades para percibir, desplazarse sin apoyo, ver u oír,
comunicarse con otros, o integrarse a las actividades de
educación o trabajo, en la familia con la comunidad, que limitan
el ejercicio de derechos, la participación social y el disfrute
de una buena calidad de vida, o impiden la participación activa
de las personas en las actividades de la vida familiar y social,
sin que ello implique necesariamente incapacidad o inhabilidad
para insertarse socialmente (Ley para personas con discapacidad,
2006, art. 5).
44
Se utiliza una escala nominal y se toman en consideración
las siguientes condiciones asociadas a reducción de las
capacidades mentales: Ninguna, 0; Alzhaimer, 1; Autismo, 2;
Parálisis cerebral, 3; Síndrome de Down, 4; Demencia senil,
5; Retardo mental, 6; Síndrome de Parkinson, 7; Otro, 8.
• Discapacidad física: Con base en la definición ya expuesta
de discapacidad se plantean una escala nominal y las
siguientes respuestas condiciones asociadas con limitantes
físicas: Ninguna, 0; Cuadriplejia, 1; Paraplejia, 2;
Fractura, 3; Ausencia de alguna extremidad, 4; Ceguera, 5;
Sordera, 6; Otra, 7.
• Situación de embarazo: Se refiere al estado de gestación de
un bebé por parte de la mujer. Se emplea una escala nominal.
Las posibles respuestas consideradas fueron: No, 0; Si,1.
• Intención de esterilización: Es el deseo de un individuo de
someterse a una intervención quirúrgico por medio de la cual
quede inhabilitado para producir la célula, correspondiente
al sexo respectivo, necesaria para formar un feto. Se
utiliza una escala nominal y se consideraron dos posibles
respuestas: No, 0; Si, 1.
• Tipología de vivienda: En función de sus características
constructivas (la tecnología y los materiales empleados) de
la vivienda se pueden clasificar por tipos. Esta
clasificación por lo general está vinculada a diferentes
estratos socio-económicos (España, 2009). Las opciones se
establecen en una escala nominal y son: Apartamento, 1;
Mansión, quinta o casaquinta, 2; Casa, 3; Rancho, 4;
Refugio, 5; Rural, 6; Indígena, 7; Otro, 8. Sólo se permite
seleccionar una respuesta.
• Tenencia de la vivienda: Referente específicamente a la
característica de la propiedad de la vivienda como
edificación o estructura independientemente de la situación
de la parcela (España, 2009). Para esta variable se
plantearon las siguientes respuestas en una escala nominal:
45
Propia, 1; Propia (pagando), 2; Comunal, 3; Alquilada, 4;
Prestada, 5; Ocupada sin papeles, 6; Otra, 7. Sólo se
permite seleccionar una respuesta.
• Tenencia del terreno: Referente específicamente a la
característica de la propiedad de la parcela, lote o terreno
donde se encuentra emplazada la vivienda. Se utiliza una
escala nominal y se consideraron las siguientes respuestas:
Propio, 1; Propio (pagando), 2; Alquilado, 3; Ejido, 4;
Préstamo, 5; Ocupado sin papeles, 6; Otro, 7. Sólo se
permite seleccionar una respuesta.
• Deficiencias presentadas: Expresa aquellos problemas
notables en la estructura o en el acondicionamiento de la
vivienda. Se emplea una escala nominal. En este sentido se
tomaron en cuenta las siguientes deficiencias: Ninguna, 0;
Daños en los techos, 1; Filtraciones en el frisado, 2;
Camas, 3; Suelos, 4; Daños en las tuberías, 5; Goteras, 6;
Ventanas violentadas, 7; Enseres, 8; Puertas violentadas, 9.
Se permite seleccionar más de una respuesta.
• Carencia de servicios públicos: Referido específicamente a
la ausencia de servicios básicos cuyos prestación es
responsabilidad de entes correspondientes a la
administración pública. Se utiliza una escala nominal para
las posibles respuestas consideradas, que son: Ninguna, 0;
Vialidad, 1; Electricidad, 2; Aseo, 3; Gas, 4; Centro de
salud, 5; Teléfono, 6; Transporte, 7. Se admiten varias
respuestas. Se excluyen los servicios de abastecimiento de
agua potable y disposición de excretas y desechos sólidos
para ser evaluados como variables aparte.
• Abastecimiento de agua potable: Representa la capacidad del
sistema de acceso a agua potable, de satisfacer las
necesidades promedio del hogar. Esta variable se debe
analizar considerando la relación de regularidad del
servicio y el mecanismo de obtención. En este sentido se
plantea una función de agregación en la que se estudia por
46
separado y por medio de una matriz cada sistema de
abastecimiento con sus posibles rangos de atención
planteados en una escala nominal y se suma el resultado de
cada matriz, para luego generar rangos que indiquen la
calidad del servicio, con la sumatoria general. :
Tabla 4.1. Regularidad del abastecimiento de agua potable
por medio de tubería.
Modo Horas al día Regularidad
24-20 4 Todos los días - 6 días por semana 6
20-12 3 6 días por semana - 4 días por semana 5
12-6 2 4 días por semana - 1 día a la semana 4
6-0 1 1 día a la semana - Cada 10 días
3
No 0 Cada 10 días - Cada 2 semanas
2
Menos de cada 2 semanas 1
Tubería
No 0
Para el sistema de abastecimiento por medio de tuberías, se
toman en cuenta el número de horas al día en la que es
prestada el servicio, atribuyéndole una ponderación a cada
una en correspondencia con lo que se considera la mejor
opción. Se hace lo mismo con la regularidad del servicio en
cuanto a los días a la semana en que se presta el servicio.
El resultado de la matriz se obtiene de la multiplicación de
las ponderaciones correspondientes a la combinación de los
dos campos que mejor se adapte a la situación del
beneficiario (ver Tabla 4.1).
47
Tabla 4.2. Regularidad del abastecimiento de agua potable
por medio de cisterna.
Modo Regularidad
Todos - 4 días por semana 24
4 días por semana - 1 día a la semana 20
1 día a la semana - Cada 2 semanas 15
Cada 2 semanas - Cada 20 días 10
Menos de 1 vez cada 20 días 5
Cisterna
No 0
En el caso del sistema de abastecimiento por cisterna se
atribuyó un valor único (y equivalente a los resultados de
las operaciones en la matriz del servicio de abastecimiento
por tuberías) a los rangos en la regularidad de la
prestación del servicio haciendo corresponder el mayor valor
a la opción más aceptada (ver Tabla 4.2).
Tabla 4.3. Abastecimiento de agua potable por medio de Pozom
Río o Pila pública.
Modo Disponibilidad
Si 5 Pozo
No 0
Si 5 Río
No 0
Si 5 Pila
No 0
Las matrices correspondientes al abastecimiento por medio de
pozo, rió o pila pública se formularon de la misma manera
(ver Tabla 4.3). Dado a que la regularidad con la que se
48
puede acceder al agua depende directamente de la voluntad de
las personas para “recogerla” por su propia cuenta, se
consideró como único aspecto determinante, la disponibilidad
de alguno de estos medios y se le atribuyó un valor bajo en
relación a las demás alternativas de abastecimiento dado que
estos mecanismos no ofrecen la misma calidad del servicio y
su obtención implica un proceso complejo e implica un
esfuerzo “innecesario” para las personas.
Los rangos establecidos para determinar el nivel de
satisfacción de la necesidad en cuestión se presentan en la
Tabla 4.4:
Tabla 4.4. Niveles de satisfacción de la variable
abastecimiento de agua.
Valor Nivel de satisfacción
16 Alto
15 - 8 Medio
7 Bajo
• Disposición de excretas y desechos sólidos: La variable
atiende específicamente al mecanismo utilizado
primordialmente por los residentes de la vivienda para
llevar a cabo la disposición final de sus desechos sólidos.
Se contempla en una escala nominal Se consideraron las
siguientes posibles respuestas: Tuberías de aguas negras, 1;
Pozo séptico, 2; Letrina, 3; Patio, 4; Río o canal, 5; Otro,
6. Sólo se permite una única respuesta.
• Número de hogares por vivienda: Entendiendo hogar como el
grupo social que comparte la misma residencia y realizan el
consumo del mismo mercado. Se plantea una escala de razón.
• Número de dormitorios: Se emplea una escala de razón, y se
contabilizan las habitaciones destinadas a conciliar el
sueño de los residentes.
49
Tabla 4.5. Situaciones condicionantes de riesgo
Condición Valor
Está ubicada muy cerca de una quebrada? 3
Puede ser dañada por un deslizamiento de tierra? 3
Algún árbol cercano puede caer sobre su casa? 3
Se observan paredes o pisos con grietas? 3
Existen filtraciones? 2
Hay tuberías rotas? 2
Las instalaciones eléctricas son deficientes? 2
Hay cables eléctricos a la intemperie? 2
Hay bombonas de gas en lugar cerrado, sin ventilación? 3
Hay escapes de gas? Tuberías de gas sin mantenimiento? 3
Hay bibliotecas u otros muebles altos sin fijar a la pared? 2
Hay equipos eléctricos colocados en lugares inestables?
2
Hay ventanas o vidrios rotos? 1
Hay tomacorrientes defectuosos? 2
Hay camas ubicadas junto a ventanas de vidrio? 1
• Riesgo: Se refiere la probabilidad de ser afectado por algún
tipo de desastre generado por sucesos ambientales o por
actividad humana (IERU, 2010). La complejidad de este
concepto dificulta su análisis en este tipo de instrumentos,
sin embargo, se evaluará con una escala nominal, por medio
de una matriz diseñada para generar una idea muy general de
la situación de riesgo, en la cual a diferentes condiciones
(ítems) consideradas determinantes en este aspecto se les
atribuye un valor correspondiente a su relevancia en cuanto
a su influencia sobre el riesgo, para luego ubicar el
50
resultado de la sumatoria de las condiciones presentes en el
área dentro de rangos que clasifican como “Alto”, “Medio”,
“Bajo” el nivel de riesgo. Las opciones se plantean en la
Tabla 4.5:
Los rangos considerados se presentan en la Tabla 4.6:
Tabla 4.6. Rangos de riesgo percibido
Clasificación Rango
Bajo 0-8
Medio 9-18
Alto 19-34
4.2. Descripción del instrumento
La nueva propuesta del Programa Hambre Cero busca tener un
mayor entendimiento de la pobreza para poder estudiarla desde una
perspectiva que abarque tanto la perspectiva de las necesidades
como la perspectiva de las capacidades. Asimismo, busca ampliar
el rango de captación de beneficiarios para poder llegar a más
sectores de la entidad y así garantizar que los servicios y
ayudas que pueda brindar la institución le lleguen a las personas
que más lo necesiten.
En este sentido, se debe formular un nuevo instrumento que
funcione como estudio socio-económico, y en el cual se contemple
la información necesaria para poder identificar a los
beneficiarios de los diferentes proyectos vinculados al Programa
Hambre Cero. El instrumento consiste en una encuesta
semiestructurada, que será aplicada por los promotores de las
Casas del Pueblo de las diferentes parroquias del estado.
51
Para la elaboración del nuevo instrumento se plantearon tres
funciones que éste debe cumplir:
1. Debe permitir el registro del beneficiario principal,
incluyendo aspectos relacionados a la ubicación, la
situación conyugal, y demás información de contacto.
2. Debe permitir identificar a los miembros del hogar junto a cierta información personal básica como edad y sexo, sus
carencias y demás aspectos relacionados a la dinámica
económica.
3. Debe poder reconocer aquellos problemas que fuesen comunes para todo el grupo familiar por igual, relacionados
principalmente a la vivienda y servicios.
Tomando en consideración lo anterior se decidió estructurar el
instrumento en tres secciones principales en las cuales se
atienda a cada función por separado. En este sentido se tienen
Datos del beneficiario, Cuadro familiar y Vivienda, hogar y
servicios.
En la sección correspondiente a los Datos del beneficiario, se
solicitan los personales del beneficiario principal, es decir,
aquel que hace el registro en el programa, sin tener que
tratarse necesariamente del jefe del hogar. Específicamente se
solicita la siguiente información:
• Cédula de identidad.
• Nombres y apellidos.
• Sexo.
• Fecha de nacimiento.
• Situación conyugal.
• Región; municipio; parroquia; urb., sector o barrio.
• Calle o Avenida, y Dirección.
52
• Ámbito.
• Tiempo de residencia.
• Teléfono local, teléfono móvil.
La información solicitada en esta etapa representa
principalmente la plataforma para construir la base de datos.
A continuación, la sección correspondiente al Cuadro Familiar
está orientada a poder reconocer el conjunto de problemas que
presenta cada miembro del hogar como individuo para poder
identificar su cualidad como potencial beneficiario de los
proyectos destinados a la atención individual. Para ello se toman
en cuenta el siguiente grupo de variables.
• Rol Familiar
• Sexo
• Grado de Instrucción.
• Ocupación.
• Área laboral.
• Ingreso.
• Enfermedad.
• Referencia médica para interconsulta.
• Récipe médico para operación.
• Discapacidad mental.
• Discapacidad física.
• Situación de embarazo.
• Intención de esterilización.
El cuadro familiar deberá ser llenado únicamente con la
etiqueta correspondiente a la respuesta seleccionada para cada
columna, excepto en aquellas preguntas en las que no se plantean
preestablecidas.
53
En la tercera y última sección del instrumento se atienden las
carencias y deficiencias relacionadas a la situación de la
vivienda y el hogar, así como a aquellas referentes al acceso a
servicios básicos ya que éstas afectan a todo el grupo familiar
de la misma manera, además en algunos casos denotan la
posibilidad o imposibilidad de llevar a cabo ciertas actividades.
En este sentido se consideraron las siguientes variables:
• Tipología de vivienda.
• Tenencia de la vivienda.
• Tenencia del terreno.
• Deficiencias presentadas.
• Carencia de servicios públicos.
• Abastecimiento de agua potable.
• Disposición de excretas y desechos sólidos.
• Número de hogares por vivienda.
• Número de personas por dormitorio.
• Riesgo.
El instrumento propuesto se presenta en el Apéndice B.
4.3. Bases Teóricas
4.3.1. El Método de Necesidades Básicas Insatisfechas
Como se comentó en el marco teórico, dada la importancia que
tiene la pobreza como problema social, se han diseñado numerosos
mecanismos para abordar su estudio, siendo influenciados estos
por los diferentes enfoques sobre la percepción de la pobreza.
El PHC, en concordancia la visión social de la GEBM, contempla
la pobreza, basándose en los postulados de Sen (1982) y los
métodos tradicionales, como una situación de insatisfacción de
condiciones de vida consideradas mínimas, relacionadas tanto con
54
la disponibilidad de bienes y servicios, como con las capacidades
para poder adquirirlos.
En este sentido, se ha decidido incorporar a la nueva
propuesta, un mecanismo de análisis de NBI fundamentado en el
planteamiento anterior.
Tomando como guía la publicación de Feres y Mancero (2001) se
han considerado cuatro pasos generales para seleccionar los
indicadores que se emplearán en el análisis y la identificación
de la pobreza para el PHC.
1. Definición del grupo de necesidades a considerar en el
análisis como mínimas: Para lograr este objetivo, se debe
hacer una diferenciación entre aquellas necesidades
“absolutas” y “relativas, siendo las primeras aquellas
consideradas indispensables para el desenvolvimiento de la
vida. A medida que éstas se ven satisfechas, se comienza a
atender la satisfacción de otras necesidades
complementarias, que aumentan la calidad de vida de las
personas. En este sentido, se consideran cuatro categorías
en las cuales se pueden ubicar necesidades básicas que
concuerden con la visión de pobreza que se maneja en este
informe.
• “Acceso a una vivienda que asegure un estándar mínimo de
habitabilidad para el hogar.
• Acceso a servicios básicos que aseguren un nivel sanitario
adecuado.
• Acceso a educación básica.
• Capacidad económica para alcanzar niveles mínimos de
consumo” (p. 10).
2. Selección de los indicadores censales vinculados a las
necesidades: Dado que tradicionalmente este análisis se
lleva a cabo con base en los datos de la encuesta censal,
por las ventajas que éstas ofrecen por su desagregación
55
geográfica, se deben identificar las variables y los
indicadores que permitan obtener la información
correspondiente a las necesidades ya definidas. Estos
indicadores, a pesar de que no necesariamente deben estar
incluidos en una encuesta censal. Sin embargo, sí deben
pertenecer al mismo instrumento de recopilación de datos, el
cual debe contar con una sección en la que especifique toda
la información referente a la ubicación de quien la llene a
fin de poder manejar la información necesaria para generar
mapas de pobreza. En esta etapa, considerando también los
planteamientos de Ponce (2009), se establecen los siguientes
indicadores (los cuales serán profundizados en la sección
2.8.1):
• Habitabilidad de la vivienda: Compuesto por los indicadores
específicos condición estructural de la vivienda y el índice
de hacinamiento.
• Condiciones sanitarias: Se basa en los indicadores
específicos Disponibilidad de mecanismos de disposición de
excretas y Acceso a agua potable.
• Nivel de alfabetización: Está constituido por los
indicadores Asistencia de los menores de edad a institutos
educacionales y Nivel de alfabetización de los mayores de
edad.
• Capacidad económica: Se consideran los siguientes
indicadores específicos: Grado de instrucción del jefe del
hogar (miembro de la familia con mayor ingreso) y
Dependencia económica
3. Definición de niveles críticos de satisfacción de las
necesidades: Tomando en consideración los indicadores
seleccionados en el paso anterior se debe determinar para
cada uno, un punto de quiebre en el rango de respuestas en
el se pase a se pase de ser carente a no carente. Para
llevar a cabo esta tarea se debe tener en cuenta el criterio
de universalidad, el cual consiste en que las decisiones que
56
se tomen con respecto a los puntos críticos en los
indicadores, deben tener validez sobre todo el universo
poblacional sobre el cual se pretende aplicar el análisis.
Este paso es crítico a la hora del análisis porque, de no
ser bien determinados los criterios, los resultados
probablemente no reflejen fielmente la realidad de la
pobreza en el territorio bajo estudio.
4. Verificación de la representatividad de los indicadores: A continuación se debe establecer una correlación con otros
indicadores externos al instrumento empleado como la
relación del ingreso con la canasta básica. Cuando ambos
datos coinciden, significa que los criterios fueron
correctamente establecidos. Este tipo de verificaciones son
extremadamente complejas de llevarlas a cabo en países con
economías muy volátiles como es el caso de Venezuela, en la
cual el precio de la Canasta Básica (que incluye la canasta
alimentaria y otros productos de consumo básico) varía con
mucha regularidad como consecuencia de las elevadas tasas de
inflación.
Luego de completar este proceso, se debe obtener el índice
NBI. Tradicionalmente se asigna el valor de “1” a cada variable
cuya situación corresponda a un nivel crítico, y en el caso
contrario, el valor sería “0”. De este modo, si al realizar la
sumatoria final se obtiene un resultado con un valor por encima
mayor al que se considere que como determinante (número de
necesidades insatisfechas) se considera que la familia en
cuestión se encuentra en estado de pobreza.
Feres y Mancero (2001) plantean que esta última etapa de la
metodología es uno de los focos de las críticas al método. En
primer lugar, el índice NBI sólo permite discriminar si una
persona (o grupo familiar) pertenece a los umbrales de pobreza y
pobreza extrema, ignorando la gravedad y los determinantes de su
57
estado. Por otro lado, “el número de necesidades insatisfechas
que debe presentar un hogar para ser considerado pobre es
totalmente arbitrario” (p. 20), respondiendo a los diferentes
perspectivas del estudio de la pobreza. Por último, se critica la
carencia de sustento teórico sobre el cual fundamentar que todas
las variables cuenten con la misma ponderación ya que éstas
representan dimensiones diferentes de la pobreza y no son
comparables entre sí.
Ponce (2009), también reconoce tales afirmaciones como
críticas válidas, al mismo tiempo que destaca que, a diferencia
de otros métodos, el NBI permite realizar comparaciones
porcentuales a lo largo del tiempo, ya que éste no es sensible a
coyunturas económicas, lo cual representa una gran ventaja países
con economías inestables como es el caso de Venezuela.
Con respecto a la segunda crítica mencionada, relacionada a la
subjetividad de criterios, a efectos de la incorporación de este
método a políticas sociales, se puede considerar como una
ventaja, ya que permite realizar ajustes justificados de los
criterios a fin de que respondan efectivamente a situaciones
determinadas.
Por otro lado, método NBI permite aprovechar información
recopilada previamente para generar mapas de pobreza, los cuales
pueden ser bien aprovechados por organismos que decidan llevar
acciones relacionadas al estudio y la solución de este problema.
También pueden ser empleados con fines políticos, por medio de la
focalización de sectores críticos en donde, pese a no poder
identificar las necesidades específicas que no están cubiertas,
se puedan realizar jornadas para dar a conocer programas y
proyectos que puedan brindar soluciones a quienes lo requieran.
58
4.3.2. Análisis Multicriterio
Los análisis o evaluaciones multicriterios son metodologías
desarrolladas con la finalidad de complementar la toma de
decisiones, por medio de la contabilización y evaluación de
diferentes variables involucradas en la etapa del proyecto que se
tenga en consideración y discernir entre las posibles opciones
tomadas en cuenta para cumplir el objetivo establecido. Ana
Fernández Bustillos (2010) explica que el objetivo principal del
análisis multicriterio es poder generar un “juicio comparativo”
entre las opciones que se manejen para comprender y resolver
problemas de decisión.
Según Fernández Bustillos (2010) el origen del método de
análisis multicriterio se remonta a la segunda mitad de la década
de 1970, cuando comienza a ser considerado como una verdadera
herramienta científica, principalmente, en los campos de las
ciencias económicas y la ingeniería industrial. Sin embargo, se
ha demostrado que el método es versátil y puede tener
aplicaciones en diversos campos como la gestión pública, avalúos,
selección de metodologías o procedimientos, incluso planificación
de políticas. Fernández (2010) plantea que para poder fundamentar
correctamente la toma de decisiones complejas, en cualquiera de
los ámbitos ya mencionados, es necesario comparar sus elementos
con base a objetivos relevantes.
Se han diseñado diferentes tipos o aplicaciones para el
análisis multicriterio, atendiendo cada uno a exigencias de
diferentes tipos de problemas y relaciones de variables a
considerar en la toma de decisión. A pesar de ello, Fernández
(2010) plantea una serie de pasos generales que se deben seguir
en todo análisis multicriterio.
1. Definición y estructuración del problema.
59
2. Definición de las funciones objetivos, las restricciones y el tipo de variables de estudio (discretas o continuas).
3. Definición del sistema de jerarquías. Implica la selección de posibles soluciones para cada objetivo específico y
asignar las ponderaciones correspondientes.
4. Determinar si los modelos son determinísticos (no incluyen incertidumbre) o aleatorios en los que se deberían emplear
métodos de simulación y análisis probabilístico aplicando la
teoría de las preferencias sobre la contingencia utilizando
programación dinámica.
5. Definir los métodos de agregación a emplear dependiendo de los objetivos seleccionados.
En relación con los métodos de agregación se pueden
identificar cuatro que se consideran los principales:
• Ponderación Lineal (scoring): Es uno de los métodos más
conocidos y más utilizados para los análisis multicriterios.
Consiste en una suma de las ponderaciones de cada atributo,
y en el caso de tener varios criterios con diferentes
escalas se deben normalizar. Se construye entonces una
función de valor para cada alternativa (Aguilera y Molero,
2008; Fernández, 2010).
• Utilidad Multiatributo (TUMA): En este método se pretende
establecer una utilidad determinada a los diferentes
atributos a considerar, demostrando así la preferencia del
decisor. El funcionamiento de este método se basa en dos
supuestos:
o Los atributos son independientes entre ellos.
o El valor total que resulta de la presencia de
diferentes atributos se obtiene de forma aditiva.
Existen dos formas de obtener la función de utilidad
multiatributo: de forma “aditiva” en el cual agregar las
utilidades parciales sumándolas entre ellas, luego de
60
haberlas multiplicados por una ponderación correspondiente a
cada criterio; y la forma “multiplicativa”, mucho más
compleja por lo cual es poco utilizada (Fernández, 2010).
• ELECTRE (Elimination Et Choix Traduisant la Realité ó
Eliminación y elección por traducción de la realidad): Forma
parte de una familia de métodos llamada “Relaciones de
Superación” empleada con el fin de hacer comparaciones de
alternativas de dos en dos, criterio por criterio (Aguilera
y Molero, 2008). Este método es mayormente utilizado para
determinar soluciones que, pese a no ser óptimas, satisfacen
el objetivo, así como establecer un orden jerárquico entre
las alternativas consideradas (Fernández 2010).
• Proceso Analítico Jerárquico (AHP): Este método consiste en
la comprensión de problemas complejos por medio de una
estructura jerárquica. Busca organizar visualmente un
problema multicriterio por medio de un modelo de jerarquía
que contiene tres niveles: El propósito u objetivo, los
criterios que definen las alternativas, y por último las
alternativas. Este método sigue tres postulados
fundamentales (Fernández, 2010; Aguilera y Molero, 2008):
o La construcción de jerarquías: se definen por un
objetivo principal, los criterios, sub-criterios o
indicadores y, alternativas en orden de preferencia.
o Establecimiento de prioridades: Se basa en la
comparación a pares con respecto a un criterio dado
formando una matriz en la que se considere la
contribución de cada elemento a la jerarquía en
relación a los vértices inmediatamente superiores a los
que esté vinculado.
o La consistencia lógica: Se deben preservar dos
conceptos, el primero es la transitividad, referente al
mantenimiento de las relaciones de orden entre
elementos; el segundo se refiere a que las proporciones
entre los ordenes de magnitud deben cumplirse,
61
permitiéndose un rango de error. Fernández (2010)
plantea ocho etapas que deben cumplirse:
Definición del problema.
Definición de los actores involucrados en el
proceso de decisión.
Establecimiento del sistema de jerarquías.
Identificación de alternativas posibles.
Construcción del modelo jerárquico.
Definición y aplicación de juicios para cada par
de elementos.
Síntesis de resultados, representando la opción a
tomar.
Validación de la decisión.
Se presentan entonces múltiples métodos de agregación para
realizar el análisis multicriterio. La selección del más adecuado
debe tener en consideración aspectos como el tipo de resultados
que se necesiten y la cantidad de información disponible. Para
proyectos como el presentado en este informe, sujetos a futuras
modificaciones, se deben tomar en cuenta las condiciones o
preparación del capital humano encargado de realizar los ajustes
cuando se considere oportuno.
Para el establecimiento de criterios de elegibilidad de
beneficiarios del Programa Hambre Cero, en cada uno de los
proyectos involucrados, se ha considerado emplear el método de
Utilidad Multiatributo (aditiva). Fue necesario relacionar
posibles respuestas (atributos) a diferentes variables
(criterios) para generar diferentes alternativas por medio de los
posibles rangos en la utilidad final. En otras palabras, se
contaba con una serie de respuestas para las variables
consideradas determinantes en la selección de beneficiarios para
cada uno de los proyectos relacionados con el Programa Hambre
Cero. En este caso, no todas las variables cuentan necesariamente
62
con la misma relevancia dentro del sistema de elegibilidad de
determinado plan o proyecto, siendo unas más influyentes que
otras, del mismo modo que existe una percepción diferente entre
las posibles respuestas a cada variable ya que se cuenta con un
orden de preferencia en cada caso. El objetivo final del proceso
de análisis multicriterio es lograr clasificar a los potenciales
beneficiarios en tres grupos de prioridad, e identificar a los
que no califican.
4.4. Procedimientos
4.4.1. Planteamiento del índice de Necesidades Básicas
Insatisfechas
4.4.1.1. Descripción del procedimiento
Para la formulación del índice de necesidades básicas
insatisfechas que se pretende implementar para el Programa Hambre
Cero, se plantea un procedimiento de evaluación de variables
vinculadas a indicadores de pobreza correspondientes a diferentes
áreas de influencia, por medio de la definición de situaciones
aceptadas o no aceptadas para cada una. En este sentido se
establecen los siguientes pasos:
• Selección de áreas de influencia y sus indicadores
correspondientes.
• Definición de indicadores específicos relacionados con los
indicadores principales.
• Selección de variables pertenecientes al instrumento de
evaluación diseñado, asociadas a los indicadores
específicos.
• Establecimiento de los niveles aceptados y críticos en el
rango de respuestas de cada variable.
63
El análisis de las variables consiste en la atribución de una
ponderación específica a las respuestas correspondientes al nivel
crítico, y otra a las correspondientes al nivel aceptado, para
luego realizar un proceso de agregación basado en el cálculo del
promedio de los valores de las diferentes opciones seleccionadas
para cada indicador principal, para luego obtener el resultado
final de la matriz por de la misma operación pero en esta
oportunidad utilizando los valores obtenidos para los indicadores
principales. Matemáticamente si el resultado obtenido refleja
deficiencias en tres o más de los indicadores específicos se
ubicará a la persona dentro de la esfera de la pobreza y se podrá
considerar su participación en los planes vinculados al Programa
Hambre Cero, por medio de los otros medios de selección de
beneficiarios planteados en este informe.
A fin de que el índice pueda ser aplicable en el estado
bolivariano de Miranda se toma como referencia los planteamientos
de España (2009), buscando abarcar el estudio de la pobreza desde
el punto de vista del acceso a bienes y servicios, y desde la
perspectiva de las capacidades para satisfacer sus necesidades.
En función de lo anterior, se consideran los siguientes 4
temas relacionados a con indicadores de necesidad básicas e
indispensables: Vivienda, servicios e higiene, educación y
empleo.
A continuación se plantea el desarrollo correspondiente a cada
uno de los temas seleccionados.
4.4.1.2 Vivienda
El estudio de este tema está específicamente relacionado a la
situación física de la estructura en la cual reside la familia, y
como ésta satisface las condiciones mínimas para el alojamiento y
64
resguardo de las personas, por lo que se plantea evaluar el
indicador “Habitabilidad de la vivienda”.
Este indicador principal se debe evaluar en función de la
calidad de la vivienda y en función de la suficiencia espacial
para alojar a los miembros del grupo familiar. En este sentido,
se plantea evaluar dos indicadores específicos que contemplen
ambas perspectivas (ver Tabla 4.7):
Tabla 4.7. Indicadores relacionados a la vivienda.
Área Indicador Indicadores específicos
Variable involucrada
Nivel aceptable
(+1)
Nivel crítico (+2)
índice de hacinamiento
N° de miembros
del hogar / N° de
dormitorios
<3 3
Vivienda Habitabilidad
de la vivienda
Condición estructural
Tipología de vivienda
1, 2, 3, 6, 7 4, 5
• Índice de hacinamiento: Directamente asociado con la
disponibilidad de espacio en las habitaciones para alojar a
todos los residentes manteniendo ciertos estándares de
privacidad. Para estudiar este indicador se contabilizan los
miembros del hogar (número de personas en el cuadro
familiar) y se dividen entre el valor de la variable “N° de
dormitorios”. Se consideran los siguientes parámetros: El
nivel aceptable corresponde al rango “Menor que 3” y el
nivel crítico al rango “Mayor o igual que 3”.
• Tipología de la vivienda: Esta relacionado con la calidad
del espacio, los materiales de construcción y en que medida
satisface la función principal de la vivienda, que es la
protección y resguardo de las personas de los elementos. La
65
variable seleccionada para estudiar este indicador es
“Tipología de la vivienda” y se plantea los siguientes
parámetros para su evaluación: Las respuestas “Apartamento”
(1), “Mansión, quinta o casaquinta” (2), “Casa” (3), “Rural”
(6) e “Indígena” (7) representan el nivel aceptable, porque
son aquellas consideradas como vivienda formal; Por otro
lado, las opciones “Rancho” (4) y “Refugio” (5) representan
la carencia de vivienda o una insuficiencia estructural para
cumplir con sus funciones por lo que se ubican en el nivel
crítico.
4.4.1.3 Servicios e higiene
Éste área de estudio está relacionado con la disponibilidad de
mecanismos para acceder a servicios que garanticen una situación
de higiene mínima, así como una satisfacción de necesidades
básicas e imprescindibles para la vida humana.
En este sentido se plantea el indicador “Condiciones
sanitarias” basado en la posibilidad que tengan las personas de
asearse y de evitar la interacción con desechos, a fin de evitar
la contracción de enfermedades. Para su evaluación se emplean los
siguientes indicadores específicos (ver Tabla 4.8):
• Disponibilidad de mecanismos de disposición de excretas:
Considerando los desechos humanos como uno de los
principales contaminantes, es imprescindible que se cuente
con sistemas para deshacerse de ellos. Este indicador se
estudia por medio de la variable “Disposición de excretas y
desechos”, cuya evaluación se hace con base en los
siguientes criterios: Se consideran en el nivel aceptado las
respuestas “Tuberías de aguas negras” (1), “Pozo séptico”
(2) y “Letrina” (3) ya que por medio de estos sistemas las
personas se mantienen absolutamente separadas de los
66
desechos; Por el contrario, las opciones “Patio” (4) y “Río
o canal” (5) están asociadas a la interacción de la familia
con los desechos y a la contaminación del ambiente.
• Acceso a agua potable: Determina la regularidad con la que
las personas pueden abastecerse de agua potable, así como la
calidad de la misma, considerando ésta como un elemento
imprescindible para el desarrollo de la vida humana. En este
indicador se utiliza la variable “Abastecimiento de agua
potable” y se evalúa según los siguientes parámetros: El
rango “Mayor que 7” representa el nivel aceptado porque
implica que las personas pueden tener un acceso continuo al
agua; Por su parte, el rango “Menor o igual que 7”
corresponde al nivel crítico pues no garantiza la cobertura
completa del servicio además de estar asociado con una mala
calidad.
Tabla 4.8. Indicadores relacionados a los servicios e higiene.
Área Indicador Indicadores específicos
Variable involucrada
Nivel acepta ble (+1)
Nivel crítico (+2)
Disponibilidad de
mecanismos de disposición de excretas
Disposición de excretas y
desechos 1, 2, 3 4, 5
Servicios e
higiene
Condiciones
sanitarias
Acceso a agua potable
Abastecimiento de agua potable
>7 7
4.4.1.4 Educación
Este área esta relacionado a el nivel educativo de los
miembros de la familia como principal condición para la
integración en la dinámica socio-económica, de modo que se
67
plantea el indicador general “Nivel de alfabetización” que
pretende ser reflejo de ese proceso de integración o de la
capacidad de hacerlo.
En cuanto al análisis de este indicador se consideran dos
enfoques basados en la asistencia escolar, por un lado, desde el
punto de vista de la población en edad escolar, y por otro lado
desde el punto de vista de las personas con edades que no
corresponden a la educación básica o secundaria. En este sentido
se plantean los siguientes indicadores específicos (ver Tabla
4.9):
Tabla 4.9. Indicadores relacionados a la educación.
Área Indicador Indicadores específicos
Variable involucrada
Nivel aceptable
(+1)
Nivel crítico (+2)
Asistencia de los menores de
edad a institutos
educacionales
Ocupación 10
1, 2, 3, 4, 5, 6,
7, 8, 9 Educación Nivel de
alfabetización
Nivel de alfabetización de los mayores
de edad
Grado de instrucción
3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11
0, 1, 2
• Asistencia de los menores de edad a institutos
educacionales: Tomando en cuenta que las escuelas son los
principales espacios de intercambio e integración social de
los niños y jóvenes, además de representar la principal
fuente de conocimientos. Para estudiar este indicador se
emplea la variable “Ocupación” la cual se evalúa según los
siguientes parámetros: El nivel crítico corresponde a las
alternativas “Del hogar” (1), “Desempleado (sin buscar
68
trabajo)” (2), “Desempleado (buscando trabajo)” (3), “Empleo
fijo (con prestaciones sociales)” (4), “Contrato a término
(a renovar)” (5), “Contrato a término” (6), “Cuenta propia
(formal)” (7), “Cuenta propia (informal)” (8) y
“Jubilado(a)” (9) ya que representan actividades laborales,
que no corresponden con aquellas que deberían llevar a cabo
los menores de edad; Ello implica que la única opción que
pertenece al nivel aceptado es “Estudiante” (10).
• Nivel de alfabetismo de los mayores de edad: Esta
relacionado a las limitantes que representa el analfabetismo
para incorporarse en las dinámicas socio-económicas,
considerando la educación básica como un componente
elemental para el desarrollo de la persona pues implica el
manejo de herramientas como el lenguaje y las matemáticas.
Se evalúa por medio de la variable “Grado de instrucción”
con los siguientes criterios: Las opciones “No sabe leer ni
escribir” (0), “Sabe leer y escribir (sin estudios)” (1) y
“Primaria incompleta” (2), corresponden al nivel crítico por
representar situaciones de deficiencias importantes en este
aspecto; Mientras que las alternativas “Primaria completa”
(3), “Bachillerato incompleto” (4), “Bachillerato completo”
(5), “Técnico superior incompleto” (6), “Técnico superior
completo” (7), “Universitaria incompleta” (8),
“Universitaria completa” (9), “Postgrado incompleto” (10) y
“Postgrado completo” (11), implican una superación del nivel
educativo mínimo por lo que se ubican en el nivel aceptado
de este indicador.
4.4.1.5 Empleo
Este último área esta relacionado con la situación laboral en
el hogar y las oportunidades de empleo con las que cuentan las
personas mayores de edad en función de sus capacidades. En este
sentido se plantea el indicador “Capacidad económica”.
69
La capacidad económica se determina por la relación ingreso-
gasto, de modo que los ingresos deberían ser mayores que los
gastos a fin de poder generar ahorros. Dicha relación se puede
analizar con base en los siguientes indicadores específicos (ver
Tabla 4.10):
Tabla 4.10. Indicadores relacionados a la educación.
Área Indicador Indicadores específicos Variable
involucrada
Nivel aceptable
(+1)
Nivel crítico (+2)
Grado de instrucción del jefe del hogar
(miembro de la familia con mayor ingreso)
Grado de instrucción
5, 6, 7, 8, 9, 10,
11
0, 1, 2, 3, 4
Empleo Capacidad económica
Dependencia económica
N° personas con ingreso
/ N° personas
sin ingreso
0,33 < 0,33
• Grado de instrucción del jefe del hogar (miembro del grupo
familiar con mayor ingreso): Considerando el nivel educativo
como un determinante de las oportunidades laborales con las
que puede contar una persona, relacionadas a su vez con los
diferentes rangos de ingreso que puede tener. Para su
medición, se utiliza la variable “Grado de instrucción”, la
cual se evalúa por medio de los siguientes criterios: El
nivel aceptado corresponde a las alternativas “Bachillerato
completo” (5), “Técnico superior incompleto” (6), “Técnico
70
superior completo” (7), “Universitaria incompleta” (8),
“Universitaria completa” (9), “Postgrado incompleto” (10) y
“Postgrado completo” (11), las cuales están asociadas al
ejercicio de carreras profesionales; mientras que las
opciones “No sabe leer ni escribir” (0), “Sabe leer y
escribir (sin estudios)” (1), “Primaria incompleta” (2),
“Primaria completa” (3) y “Bachillerato incompleto” (4) se
encuentran en el nivel crítico porque representan un proceso
educativo inconcluso y limitante para el ejercicio laboral.
• Dependencia económica: Esta asociada con el consumo del
ingreso generado y se basa en la relación entre personas con
entradas de capital y las personas sin ingresos dentro del
hogar, de modo que se señala el rendimiento del capital
generado por el grupo familiar. Para evaluar este indicador
se utiliza la variable ingreso, sin embrago no se mide en
particular sino que emplea para identificar el número de
miembros de la familia con y sin ingresos para luego dividir
ambos valores y obtener la relación. El resultado se ubicará
en el nivel aceptado si pertenece al rango “Mayor o igual
que 0,33” que es equivalente a una persona con ingresos por
cada tres; y se ubicará en el nivel crítico si pertenece al
rango “Menor que 0,33”
4.4.2. Elaboración de matrices multicriterio
4.4.2.1. Planteamiento general
La construcción de un instrumento de análisis multicriterio
para la creación de criterios para la elegibilidad de
beneficiarios del Programa Hambre Cero, y por ende para todos los
planes y proyectos sociales desarrollados por la Gobernación del
estado bolivariano de Miranda, pretendía originalmente la
formulación de una única matriz que pudiese señalar aquellos
planes para los cuales calificaba cada beneficiario por medio de
71
un vaciado de información relevante para todos éstos. Sin embargo
a medida que se llevaron a cabo las primeras reuniones con el
personal encargado del programa, se hizo evidente la inviabilidad
de este primer acercamiento al problema. Esto se debió a que la
percepción de algunas variables cambiaba con respecto a los
diferentes programas, por lo tanto dicha matriz hubiese
necesitado la capacidad de evaluar bajo diferentes enfoques
algunas variables de modo que no se generaran contradicciones e
incoherencias en los criterios de evaluación. Por otro lado se
consideró esta solución extremadamente compleja para llevarla a
cabo en el tiempo disponible de pasantía, del mismo modo que para
aplicar los ajustes necesarios iba a representar un reto para el
equipo encargado puesto a que el diseño de este tipo herramientas
no es parte de su formación profesional.
En relación con lo anterior, se tomó la decisión de construir
una matriz individual para cada plan o proyecto, de modo que las
variables pudiesen ser evaluadas con un único enfoque dentro de
cada matriz, y haciendo ésta, a su vez, más simple para aplicarle
ajustes cuando sea necesario.
En el capítulo anterior se planteó que el método de agregación
que se emplearía en el análisis multicriterio sería el de la
“Utilidad Multiatributo”. En este sentido, se deben señalar los
diferentes elementos que conformarán la herramienta. A saber:
• Criterios: Son las ponderaciones asignadas a las variables
extraídas del instrumento de recopilación de información,
que se consideran dentro de cada matriz.
• Alternativas: Se refiere a las posibles respuestas asignadas
a cada variable por medio de etiquetas, a excepción de
aquellos campos abiertos, en los cuales se emplean rangos.
72
• Atributos: Representan el valor correspondiente a la
ponderación asignada a las diferentes respuestas de cada
variable.
• Utilidad: Representa la sumatoria de los productos obtenidos
de la multiplicación del valor ponderado de los criterios
por la ponderación del atributo correspondiente. Se expresa
de la siguiente función:
(1)
U = (xi.yi)
U: Utilidad; i: Criterios; x: Ponderación asignada al
criterio; y: Atributo.
El proceso general para la construcción de las matrices
consistió en cuatro etapas que se describen a continuación:
1. Definición de las variables vinculadas con el plan. 2. Asignar las ponderaciones a cada variable (criterio),
haciendo corresponder los valores más altos a las que tengan
mayor relevancia en el orden jerárquico pre-establecido para
seleccionar beneficiarios de cada plan. Se tomó un rango de
valores entre “uno” (1) y “cinco” (5) para las
ponderaciones, siendo éste último el de mayor relevancia.
3. Asignar ponderaciones (atributos) a las posibles respuestas (alternativas) de las variables. En este sentido se
consideró originalmente entre el “cero” (0) y el “tres” (3),
no obstante se agregó el valor “menos uno” (-1) como un
dispositivo que permite descalificar al beneficiario si
alguna de las respuestas implicase ello.
4. Elaborar escenarios posibles por medio de la selección
coherente de respuestas a las diferentes variables, de modo
de poder conocer el conjunto de valores que puede tener el
resultado final (utilidad) y en función de éste definir
73
cuatro rangos correspondientes a tres niveles de prioridad
de atención del beneficiario y uno que para el descarte del
mismo con respecto al plan o proyecto en cuestión.
En la siguiente sección se plantea la discusión sobre la
formulación de cada una de las matrices, a través del seguimiento
de las etapas recién establecidas.
4.4.2.2. Formulación de las matrices
Para la construcción de los instrumentos fue necesaria la
colaboración de representantes de las diferentes instancias de la
gobernación correspondientes a las direcciones y entes autónomos
responsables de la coordinación y ejecución de los planes y
proyectos en cuestión. Su aporte consistió en ayudar a
fundamentar la selección de las variables y criterios
correspondientes, del mismo modo que con las alternativas y
atributos para definir la elegibilidad de cada programa.
4.4.2.2.1. Educación
En la actualidad, la Dirección de Educación tiene en ejecución
dos planes vinculados al Programa Hambre Cero: El plan de
inserción escolar y las escuelas de artes y oficios. En la
discusión sobre la evaluación de éstos participó el coordinador
del área de educación para adultos.
4.4.2.2.1.1. Inserción Escolar
Con relación al plan de “Inserción escolar” se consideraron
dos variables únicamente (ver Tabla 4.11), las cuales son “Edad”
cuyo valor ponderado resultó cinco (5), y “Grado de instrucción”
que recibió una ponderación de dos (2).
74
Tabla 4.11. Variables consideradas para el programa de inserción
escolar.
Variables Ponderación Edad 5 Grado de instrucción 2
Para la variable “Edad” se generaron rangos de edad en función
de los grupos etáreos correspondientes a los diferentes niveles
de educación (preescolar, primaria, secundaria y el ciclo
diversificado), en este sentido, se plantean los siguientes
rangos: de 0 a 2, años al que se le asignó una ponderación de
“menos uno” (-1) ya que quienes pertenezcan a este grupo de
edades no pueden entrar en el sistema de escuelas básicas y
liceos; de 3 a 12 años representa el grupo de edades
correspondiente a la educación preescolar y primaria,
consideradas de primera prioridad ya que en estas etapas se lleva
a cabo el proceso de alfabetización y de introducción a los
conocimientos básicos de matemáticas, historia y lenguaje, por
ello se le asigna la ponderación más alta, que es “tres” (3); de
13 a 18 años representa el grupo de edades correspondiente a la
educación secundaria y al ciclo diversificado, a este rango se le
atribuyó una ponderación con el valor “dos” (2); por último los
mayores de 18 años representando a la población con edades
superiores a las correspondientes al sistema de escuelas básicas
y liceos, por lo tanto, al igual que al primer grupo de edades se
le asigna el valor “menos uno” (-1).
En el caso de la variable “Grado de instrucción” se
consideraron las alternativas más críticas con respecto al nivel
educativo y se les atribuyó un valor de “tres” (3), éstas son:
“No sabe leer ni escribir” (0), “Sabe leer y escribir” (1) y
“Primaria incompleta” (2). En segunda instancia se consideraron
aquellas alternativas que denotan una situación de instrucción
avanzado pero incompleto a nivel de escuelas básicas y liceos por
lo que cuentan con un valor atribuido de “dos” (2), estas son:
75
“Primaria completa” (3) y “Bachillerato incompleto” (4). Por
último se consideran una situación que representan la culminación
de la educación a nivel de escuelas básicas y liceo, por lo cual
se les asigna una ponderación de “menos uno” (-1), estas son:
“Bachillerato completo” (5), “Técnico superior incompleto” (6),
“Técnico superior completo” (7), “Universitaria incompleta” (8),
“Universitaria completa” (9), “Postgrado incompleto” (10),
“Postgrado completo” (11).
Tabla 4.12. Síntesis de atribuciones a alternativas del programa
de inserción escolar.
Variables -1 0 1 2 3 Edad 0-2, >18 13 - 18 3 - 12
Grado de instrucción
5, 6, 7, 8, 9, 10,
10 3, 4 0, 1, 2
Luego de estudiar la utilidad obtenida al generar escenarios
coherentes se establecieron los siguientes rangos: Si el valor es
“menor que 13”, la persona no califica para recibir atención por
medio de este plan; Si el valor pertenece al rango “entre 14 y
16”, la persona califica en tercera prioridad; Si el valor de la
utilidad es 19, la persona forma parte del segundo grupo de
prioridad; Por finalmente, si la utilidad es de 21, quiere decir
tiene prioridad 1, por lo que su situación es considerada de
mayor importancia para el PHC.
Tabla 4.13. Prioridades de atención del programa de inserción
escolar.
No califica
Prioridad 1
Prioridad 2
Prioridad 3
13 21 19 16-14
4.4.2.2.1.2 Escuelas de artes y oficios
Con relación a las “Escuelas de artes y oficios” se plantearon
seis variables involucradas en el proceso de selección de los
76
beneficiarios (ver Tabla 4.14), a saber: “Edad” a la cual se le
asignó una ponderación de “cinco” (5) ya que diferencia la edad
en la que se empieza a considerar aceptado que una persona se
involucre en actividades laborales; “Grado de instrucción” ya que
determina la preparación previa de la persona para llevar a cabo
oficios, tiene una ponderación de “cuatro” (4); “Ocupación” se le
asignó una ponderación de “dos” (2) ya que sirve para denotar la
necesidad de aprender nuevas aptitudes; “Área laboral” recibe una
ponderación de “uno” (1); “Discapacidad física” determina la las
dificultades que se pueden generar para transmitirles nuevos
conocimiento, por lo que se le asigna una ponderación de “cinco”
(5); “Discapacidad mental” está asociado principalmente a las
dificultades que puede tener la persona para obtener nuevos
conocimientos, de modo que se le asigna una ponderación de
“cinco” (5).
Tabla 4.14. Variables consideradas para el programa de escuelas
de artes y oficios.
Variables Ponderación
Edad 5
Grado de instrucción 4
Ocupación 2
Área laboral 1
Discapacidad física 5
Discapacidad mental 5
La variable “Edad” funciona en base a dos alternativas
generadas por un punto de quiebre, en este sentido: El grupo de
edades “menor que 15”, recibe una ponderación de “menos uno” (-1)
y el grupo de edades “mayor o igual que 15” recibe una
ponderación de “dos” (2). Esta diferenciación proviene de que
tradicionalmente se considera que a partir de los 15 años de edad
77
los jóvenes pueden empezar a incorporarse al mercado laboral a
fin de generar un aporte económico a sus familias.
En cuanto al “Grado de instrucción” se consideran
prioritarias, y por lo tanto se les atribuye una ponderación de
“tres” (3), las alternativas “Sabe leer y escribir (sin
estudios)” (1), “Primaria Completa” (3) y “Bachillerato
incompleto pues indican una situación del individuo en la que
gracias a su limitada educación presenta condiciones que le
permitan adquirir nuevos conocimientos, pero a su vez no cuenta
con herramientas ni conocimientos específicos que le permitan
guiar una carrera profesional ni desenvolverse correctamente en
el mercado laboral; Por su parte, aquellas alternativas que no
garanticen la presencia de dichos conocimientos básicos tienen
una ponderación de “dos” (2), a saber: “No sabe leer ni escribir”
(0) y “Primaria incompleta” (2); Se le asigna una ponderación de
“uno” (1) a aquellas alternativas que indican una situación del
individuo en la que ye cuenta con una serie de conocimiento que
le permitan guiar una carrera profesional como las alternativas
“Bachillerato completo” (5), “Técnico superior incompleto” (6),
“Universitaria incompleta” (8); por último, si la instrucción del
individuo refleja la concreción de la educación superior se le
asigna una ponderación de “menos uno” (-1), estas alternativas
son: “Técnico superior completo” (7), “Universitaria completa”
(9), “Postgrado incompleto” (10), “Postgrado completo” (11).
En la variable “Ocupación”, las alternativas con menor
ponderación son aquellas asociadas a una situación con un ingreso
estable, y reciben el valor “uno” (1), estas son: “Empleo fijo
(con prestaciones sociales)” (4) y “Jubilado” (9). En segundo
lugar se ubican las posibles respuestas que denoten desempleo
(sin compromiso para avanzar) o situaciones laborales
vulnerables, a saber: “Del hogar” (1), “Desempleado (sin buscar
trabajo)” (2), “Contrato a término (a renovar)” (5), “Contrato a
78
término” (6). La ponderación más alta se les atribuye a aquellas
alternativas relacionadas a situaciones que requieran mayor apoyo
como lo son “Desempleado (buscando trabajo)” (3), “Cuenta propia
(formal)” (7), “Cuenta propia (informal)” (8), “Estudiante” (10).
El análisis del “Área laboral” está determinado principalmente
por la disponibilidad de programas de enseñanza en los diferentes
campos laborales, en la medida que haya mayor disponibilidad de
cursos y programas en un área determinada, recibirá mayor
ponderación. Para ello se tomó como referencia la experiencia de
los últimos años resultando de la siguiente manera: “Industria
manufacturera” (3), “Entretenimiento-Artes” (4) y “Servicios”
(10), tienen una ponderación de “tres” (3); a las alternativas
“Ninguna” (1), “Medicina-Salud” (2), “Académico” (5),
“Administrativo-Empresarial” (6) e “Industria primaria” (7) se
les asignó una ponderación de “dos” (2); Por su parte “Producción
agropecuaria” (8) y “Religión” (9), reciben una ponderación de
“cero” (0).
Con respecto a la variable “Discapacidad física” se consideró
la forma en la que (en promedio) éstas discapacidades afectan la
capacidad de ejecutar los oficios y artes que se enseñan en los
programas. En primer lugar se considera la alternativa
“Caudraplejia” (1) como un limitante absoluto, de modo que tiene
una ponderación de “cero” (0); A las demás discapacidades
consideradas, a saber, “Paraplejia” (2), “Fractura” (3),
“Ausencia de alguna enfermedad” (4), “Ceguera” (5), “Sordera”
(6), “Otra” (7), se les atribuye una ponderación de “dos” (2)
pues, pese a ser limitantes, se ha demostrado que se pueden
obtener resultados positivos. Por último, la alternativa
“Ninguna” tiene una ponderación “tres” (3) pues es representa el
escenario ideal.
79
En el caso de las “Discapacidades mentales”, se evaluó la
medida en la que éstas reducen la capacidad de aprender oficios
sencillos, y este sentido, la ausencia de discapacidades, obtiene
una ponderación de “tres” (3) por se lo más deseable. Por su
parte las alternativas “Síndrome de Down” (4), “Retardo mental”
(6) y “Síndrome de Parkinson” (7) reciben una ponderación de
“dos” (2). En cuanto a la alternativa “Parálisis cerebral” (3)
tiene una ponderación de “cero” (0). Por último, se consideran
como absolutamente limitantes las alternativas “Alzhaimer” (1) y
“Demencia senil” (5), de modo que se les atribuye el valor “menos
uno” (-1).
Tabla 4.15. Síntesis de atribuciones a alternativas del programa
de escuelas de artes y oficios.
Variables -1 0 1 2 3
Edad <15 15
Grado de instrucción
7, 9, 10, 11, 5, 6, 8 0, 2 1, 3, 4
Ocupación 4, 9 1, 2, 5, 6
3, 7, 8, 10
Área laboral 8, 9 1, 2, 5, 6, 7
3, 4, 10
Discapacidad física
1 2, 3, 4, 5, 6
0
Discapacidad mental 1, 5 3 2, 4, 6,
7 0
La evaluación de los posibles escenarios condujo a la
definición de los siguientes rangos para la utilidad (ver Tabla
4.16): “menor o igual que 46” está asociada a la descalificación
de la persona con respecto a este plan; “desde 47 hasta 50”
representa la tercera prioridad; “desde 51 hasta 55” es la
segunda prioridad; la primera prioridad la determinan valores en
el rango “igual o mayor que 56”.
80
Tabla 4.16. Prioridades de atención del programa de escuelas de
artes y oficios.
No califica
Prioridad 1
Prioridad 2
Prioridad 3
46 56 55-51 50-47
4.4.2.2.2. Salud
La dirección de Salud de la Gobernación del estado bolivariano
de Miranda ha desarrollado en los últimos años dos proyectos de
atención social vinculados con el Programa Hambre Cero: el “Banco
de consultas” y el “Fondo quirúrgico mirandino”. Para la
elaboración de las matrices multicriterio se contó con la
colaboración de la directora de Salud Miranda.
4.4.2.2.2.1. Banco de Consultas
Para la evaluación del proyecto del “Banco de consultas” se
tomaron en cuenta las siguientes variables (ver Tabla 4.17):
“Enfermedad”, a la cual se le asignó una ponderación de valor
“dos” (2), ya que pese determinar la presencia de enfermedades
crónicas, su sola presencia no representa suficiente argumento
para obtener la ayuda que presta el proyecto; “Edad” pues hay
grupos de edades asociados a situaciones de salud más vulnerables
a enfermedades que otros, por lo tanto se le asignó una
ponderación de “dos” (2); por último, “Referencia para
interconsulta”, cuya ponderación es “cinco” (5) dado que la el
proyecto no contempla consultas generales o exploratorias, por el
contrario, el servicio se ocupa de atender las interconsultas.
En relación la variable “Enfermedad” se evaluó en función de
la presencia o ausencia de las enfermedades crónicas, en este
sentido, se toman en consideración las siguientes alternativas:
“Ninguna” (0), a la que se le atribuye una ponderación de “cero”
81
(0), pues señala la ausencia o desconocimiento de las
condiciones; Por su parte, las alternativas “Hipertensión” (1) y
“Diabetes” (2), representan la presencia de una de las
enfermedades en la persona, por lo que reciben un valor de “dos”
(2); por último la alternativa “Ambas” (3), representa el peor
escenario para el beneficiario y recibe la ponderación más alta
que es “tres” (3).
Tabla 4.17. Variables consideradas para el programa del banco de
consultas.
Variables Ponderación
Enfermedad 2
Edad 2
Referencia para interconsulta 5
La variable “Edad” se analiza en esta oportunidad tomando como
criterio la vulnerabilidad que generalmente puede presentar una
persona en ciertos grupos de edad ante dichas enfermedades. En
función de esto se plantearon las siguientes alternativas: “De 0
a 5 años”, edad en la que generalmente la persona todavía no ha
terminado de desarrollar sus cualidades físicas y su organismo
todavía es muy débil para combatir contra estas enfermedades,
recibe una ponderación de “dos” (2); el grupo de edades “de 6 a
64 años” representa las edades en las que la persona generalmente
puede llevar de mejor manera la lucha contra la hipertensión y la
diabetes, por este motivo, se atribuye una ponderación de “uno”
(1); Por último, el grupo de edades “mayor que 65” denota una
situación de salud del individuo, en la que el organismo
generalmente ya no es capaz de soportar ciertas dificultades por
lo que es muy vulnerable, de modo que se la asigna una
ponderación de “dos” (2).
82
En cuanto a la variable “Referencia para interconsulta” su
análisis es simple pues para acceder a los beneficios de este
proyecto es imprescindible que la persona haya atendido
previamente a alguna consulta con un médico perteneciente a
cualquier sistema de salud dentro del país y por medio de esa
consulta haya determinado que era necesario que el paciente fuese
atendido por algún especialista. Por lo tanto la alternativa “No”
(0) tiene asignada la ponderación “menos uno” (-1) pues no hasta
que no reciba una orden de interconsulta con un especialista no
puede acceder a los beneficios del proyecto; Asimismo, la
alternativa “Si” (1) se le asigna la ponderación “tres” (3).
Tabla 4.18. Síntesis de atribuciones a alternativas del programa
del banco de consultas.
Variables -1 0 1 2 3
Enfermedad 0 1, 2 3
Edad 6-64 0-5, >65
Referencia para interconsulta
0 1
La evaluación de los posibles escenarios generados arrojó los
siguientes rangos de utilidad: “menor que 5” no califica para
recibir la ayuda de este proyecto, “de 6 a 20” representa la
tercera prioridad, “de 21 a 23” se asocia con la tercera
prioridad, de modo que la primera prioridad está representada por
el valor “25”.
Tabla 4.19. Prioridades de atención del programa del banco de
consultas.
No califica
Prioridad 1
Prioridad 2
Prioridad 3
5 25 23-21 20-6
83
4.4.2.2.2.2. Fondo Quirúrgico Mirandino
Con respecto al proyecto “Fondo quirúrgico mirandino” la
evaluación se realizó con base en las siguientes variables (ver
Tabla 4.20): “Enfermedad”, cuya ponderación es de valor “uno” (1)
ya que la presencia de dichas enfermedades crónicas es, en
relación a este proyecto, solamente un indicativo de que la
persona padece de una condición que lo hace más vulnerable a
cualquier intervención quirúrgica; “Edad” recibe también una
ponderación de “uno” (1), pues al igual que en la variable
“Enfermedad” se toma en cuenta como un indicador de una situación
de mayor cuidado; por último se considera la variable “Récipe
para operación” con una ponderación de “cinco” (5), puesto a que
el proyecto sólo puede atender a aquellas personas que, luego de
revisiones médicas haya recibido una orden médica que refleje la
necesidad de ser sometida a una intervención quirúrgica.
Tabla 4.20. Variables consideradas para el programa del fondo
quirúrgico mirandino.
Variables Ponderación
Enfermedad 1
Edad 1
Ordenes de operación 5
El análisis de la variable “Enfermedad” se basa en la
diferenciación entre aquellas personas que presentan las
enfermedades crónicas para poder considerarlas como prioritarias
por su delicada situación, en este sentido, las alternativas son
“Ninguna” (0), a la que se le atribuye una ponderación de “cero”
(0), ya que se considera como el escenario predilecto; Por su
parte, las alternativas “Hipertensión” (1) y “Diabetes” (2),
indican que la persona presenta alguna de las condiciones, de
84
modo que reciben un valor de “dos” (2); por otro lado la
alternativa “Ambas” (3), representa el escenario más delicado
para el beneficiario y se le atribuye una ponderación “tres” (3).
Por su parte la variable “Edad” se evalúa considerando los
tres grupos de edad que se consideran como determinantes de la
vulnerabilidad en los beneficiarios, a saber: a los rangos “de 0
a 5” y “mayor que 65” se les atribuye un valor de “dos” (2) pues
dichos grupos están asociados generalmente a estados de salud
frágiles; y a las edades en e rango “de 6 a 64” se les asigna una
ponderación de “cero” (0) ya que dicho grupo de edad generalmente
presenta organismos con estados de salud más estables y
resistentes a enfermedades.
En cuanto a la evaluación de la variable “Récipe para
operación”, como se explicó anteriormente, dado que las políticas
del proyecto sólo permiten atender a aquellas persona que cuenten
con alguna orden médica que justifique una operación, se
fundamenta en dos alternativas posibles: “No” (0), a la cual se
le atribuye una ponderación de “menos uno” (-1); y “Si” (1) que
por significar la presencia de dicho récipe recibe la ponderación
de “tres” (3).
Tabla 4.21. Síntesis de atribuciones a alternativas del programa
del fondo quirúrgico mirandino.
Variable -1 0 1 2 3
Enfermedad 0 1, 2 3
Edad 6-64 0-5, >65
Ordenes de operación 0 1
La evaluación de los posibles escenarios en función de la
utilidad culmina en la formulación de los siguientes rangos (ver
Tabla 4.22): si el valor de la utilidad es “igual o menor que 0”,
85
la persona no califica dentro del proyecto; “de 1 a 17”, se
considera de tercera prioridad; “de 18 a 19” se encuentra en el
tercer grupo de prioridad; y la primera prioridad está en el
valor “20”
Tabla 4.22. Prioridades de atención del programa del fondo
quirúrgico mirandino.
No califica
Prioridad 1
Prioridad 2
Prioridad 3
0 20 19-18 17-1
4.4.2.2.3. Vivienda
Los proyectos de la gobernación relacionados directamente con
la vivienda son coordinados específicamente por Vivienda Miranda,
que funciona como un ente descentralizado. Para evaluar los
proyectos asociados a esta materia se contó de quien actualmente
ejerce como director metropolitano de vivienda para Vivienda
Miranda. Los planes y proyectos que maneja este instituto están
diversificados en muchas modalidades que buscan poder atender un
mayor rango de problemas relacionados con la vivienda, no
obstante, éstos se pueden agrupar en función de dos ejes de
acción que son las “Nuevas viviendas” y “Mejoras a las
viviendas”. También colaboraron las encargadas del programa de
“Aguas Miranda”. Este último programa dejó de estar vinculado al
INVIHAMI y actualmente está bajo la Dirección de Participación
Ciudadana, sin embargo sigue atendiendo una necesidad relacionada
con la vivienda.
4.4.2.2.3.1. Nuevas Viviendas
Con relación al los proyectos asociados a “Nuevas viviendas”
se consideraron pertinentes las siguientes variables (ver Tabla
4.23): “Riesgo” con una ponderación de “tres” (3) ya que
86
representa la probabilidad de que dicha vivienda se construya en
vano y los beneficiarios terminen estando en peores condiciones;
“Tipología de la vivienda” es la variable más valorada con una
ponderación de “cinco” (5), esto se debe a que esta variable esta
estrictamente vinculada a la calidad de vida, de modo que se
convierte en una de las prioridades de la gobernación; “Tenencia
del terreno” recibe una ponderación de “dos” (2) ya que permite
diferenciar entre una situación de ocupación legal o ilegal del
terreno donde se pretenda ubicar la nueva vivienda; Del mismo
modo, la variable “Tenencia de la vivienda” ayuda a crear una
percepción general de la necesidad de ocupar una nueva
edificación, por ello se le asigna una ponderación de “dos” (2);
Por último, la variable “N° de hogares por vivienda” esta
relacionada a una separación funcional de grupos de personas
dentro de la misma vivienda, indicando también la necesidad de
proveer espacios separados a los diferentes grupos que se vean
obligados a residir dentro de la misma estructura, en este
sentido se le asigna una ponderación de “tres” (3).
Tabla 4.23. Variables consideradas para los proyectos de
construcción de nuevas viviendas.
Variables Ponderación
Riesgo 3
Tipología de vivienda 5
Tenencia del terreno 2
Tenencia de la vivienda 2
N° de hogares por vivienda
3
Para la evaluación de la variable “Riesgo”, se estableció una
relación inversamente proporcional entre la percepción de riesgo
que representan las alternativas y la ponderación atribuida a
cada una, resultando de la siguiente manera: “Bajo”, recibe la
87
ponderación más alta que es “tres” (3) pues es lo más deseable;
Por su parte al nivel “Medio” se le atribuye un valor de “dos”
(2); en el caso del nivel “Alto”, se le asigna una ponderación de
valor “uno” (1) ya que a pesar de ser el peor escenario, dada la
poca disponibilidad de terrenos con los que cuenta la Gobernación
y la gran necesidad de vivienda en el estado, es necesario hacer
ciertos sacrificios.
Para la evaluación de la variable “Tipología de la vivienda”
se agruparon aquellas tipologías asociadas con diferentes niveles
de necesidad, y en función de esto se atribuyeron las siguientes
ponderaciones: Se asignó un valor de “tres” (3) a aquellas
alternativas que denotan mayor nivel de pobreza, estas son:
“Rancho” (4) y “Refugio” (5); por su parte la alternativa “Rural”
(6) recibe una ponderación de “uno” (1) ya que en la actualidad
se considera que las viviendas rurales no representan una
posibilidad de acceder a buena calidad de vida; En último lugar,
se encuentran todas las demás tipologías que, por lo general
están asociadas a los estratos socio-económicos medios y altos,
por lo que no demandan estas ayudas de la misma manera y por ello
se le atribuye un valor de “menos uno” (-1) implicando la
descalificación de la persona en relación con estos planes.
En relación a la variable “Tenencia del terreno” el análisis
se plantea en función del marco legal que permite que una persona
o familia ocupe un área determinada, y que en ella pueda
construir una edificación que satisfaga su necesidad de vivienda.
En este sentido las alternativas se plantean de la siguiente
forma: Dado que el peor escenario es la alternativa “Ocupado sin
papeles” (6), a ésta se le asigna el valor “cero” (0); Por su
parte, las alternativas “Alquilado” (3) y “Préstamo” (5) implican
que el terreno efectivamente no es propiedad de quienes lo ocupan
lo que puede desenlazar problemas sobre los derechos de la
bienechuría de una nueva vivienda por lo que se les atribuye una
88
ponderación de “uno” (1); Asimismo las alternativas vinculadas a
una situación de propiedad del terreno a ser afectado se
consideran como las predilectas y por lo tanto se les atribuye
una ponderación de “tres” (3), estas son: “Propio” (1), “Propio
(pagando)” (2) y “Ejido municipal” (4).
El análisis de la variable “Tenencia de la vivienda” se basa
en la necesidad de apropiación de un espacio que representa cada
alternativa, así como la situación legal vinculada a cada una.
Las alternativas se manejaron de la siguiente forma: Se le asigna
una ponderación de “uno” (1) a las alternativas “Comunal” (3) y
“Alquilada” (4) ya que implican una apropiación de la vivienda
que se rige bajo un contrato; Por su parte las demás alternativas
contempladas para esta variable representan situaciones en las
que las personas pueden estar ante la necesidad inminente de la
creación de una nueva vivienda, por lo que se les atribuye el
valor “tres” (3), estas son: “Propia” (1), “Propia (pagando)”
(2), “Prestada” (5) y “Ocupada sin papeles” (6).
Por último, para estudiar la variable “N° de hogares por
vivienda” se hacen consideraciones sobre la extensión de la
vivienda promedio de la familia perteneciente a los estratos
socio-económicos a los que está dirigido el Programa Hambre Cero,
y en este sentido, la cantidad de personas y/o hogares presentes
en una sola vivienda esta asociada a indicadores de hacinamiento,
de modo que se establecieron los siguientes rangos manteniendo la
definición de hogar planteada a lo largo de este informe: “de 1 a
2” se le asigna una ponderación de “dos” (2), en contraste con el
rango “Mayor o igual que 3” asociado directamente con situaciones
de hacinamiento crítico, por lo que se le atribuye una
ponderación de “tres” (3).
89
Tabla 4.24. Síntesis de atribuciones a alternativas de los
proyectos de construcción de nuevas viviendas.
Variables -1 0 1 2 3
Riesgo Alto Medio Bajo
Tipología de vivienda
1, 2, 3, 6 6 4, 5
Tenencia del terreno 6 3, 5 1, 2, 4
Tenencia de la vivienda 3, 4 1, 2, 5,
6
N° de hogares por vivienda
1, 2 >3
La evaluación de los escenarios posibles relacionados a los
planes orientados a la construcción de nuevas viviendas produjo
los siguientes rangos de utilidad para la priorización (ver Tabla
4.25): los valores ubicados en el rango “Menor o igual que 25”
descartan del plan a la persona, “de 26 a 41” corresponde al
tercer nivel de prioridad, por su parte, “de 42 a 44” representa
el rango asignado a la segunda prioridad, mientras que la primera
prioridad esta asociado al valor “45”.
Tabla 4.25. Prioridades de atención de los proyectos de
construcción de nuevas viviendas.
No califica
Prioridad 1
Prioridad 2
Prioridad 3
25 45 44 - 42 41 - 26
4.4.2.2.3.2. Mejoras a las Viviendas
Los planes relacionados a las “Mejoras a las viviendas”
comprenden en su análisis las siguientes variables (ver Tabla
4.26): “Riesgo” se emplea para poder identificar si efectivamente
vale la pena realizar una inversión para el crecimiento o mejora
90
de la vivienda en función de la situación de riesgo presente, por
ello se le asigna una ponderación de “uno” (1); la variable
“Tipología de vivienda” está profundamente vinculada con el
número y el tipo de mejoras que se le pueden realizar a una
vivienda (así como la necesidad de éstas), de modo que su
ponderación es “cuatro” (4); Por su parte la variable “Tenencia
del terreno” es considerada pues ayuda a establecer los derechos
de la bienechuría sobre un determinado terreno por lo que se le
asigna una ponderación de “dos” (2); lo propio sucede con la
variable “Tenencia de la vivienda” la cual permite comprender la
situación legal que permite intervenir una vivienda, por ende se
le asigna una ponderación de “dos” (2); La variable “Deficiencias
presentadas” se emplea para conocer específicamente el tipo de
mejoras que puede necesitar la vivienda, y por ello recibe la
ponderación más elevado, que es “cinco” (5); y “N° de personas
por dormitorio” expresa la necesidad inminente de aumentar el
área de construcción de la vivienda a fin de evitar situaciones
de hacinamiento, en este sentido se le asigna también una
ponderación de “cinco” (5).
Tabla 4.26. Variables consideradas para los proyectos de mejoras
de viviendas.
Variables Ponderación
Riesgo 1
Tipología de vivienda 4
Tenencia del terreno 2
Tenencia de la vivienda 2
Deficiencias presentadas 5
N° de personas por dormitorio
5
91
Con respecto a la variable “Riesgo” las alternativas reciben
una mayor ponderación en la medida que la probabilidad de que la
vivienda (y sus mejoras) sean menos propensas a verse afectadas
por cualquier eventualidad, por lo que a la alternativa “Baja” se
le asigna un valor de “tres” (3), la alternativa “Media” obtiene
una ponderación de “dos” (2) y por último se le atribuye un valor
de “uno” (1) a la alternativa “Alta” porque representa la mayor
posibilidad de que la inversión en la vivienda se pierda y el
beneficiario quede en peor situación.
El análisis de la variable “Tipología de vivienda” establece
la relación genérica que presentan las posibles alternativas con
el aumento en la calidad de vida con las mejoras que se puedan
llevar a cabo, en función de una visión de crecimiento
individual. En este sentido, las alternativas “Apartamento” (1) y
“Mansión, quinta o casaquinta” (2) están asociadas a niveles de
calidad de vida altos y por lo tanto, las posibilidades de
mejoras que ofrece el plan va a tener un impacto reducido en la
calidad de vida de sus habitantes, por lo que se le asigna una
ponderación de “cero” (0); Por su parte, a las alternativas
“Rancho” (4) y “Refugio” (5) se les atribuye un valor de “uno”
(1) puesto a que se considera que los dueños de dichas viviendas
necesitan ayudas para poder a construir una edificación y no
“consolidar su baja calidad de vida”; Para el caso de la
alternativa “Indígena” (7), se dispone a brindarle el apoyo
económico para puedan incrementar su calidad de vida en función
de las tecnologías constructivas desarrolladas por sus culturas,
de modo que se le asigna una ponderación de “dos” (2); Por
último, las alternativas “Casa” (3) y “Rural” (6), representan el
foco de atención de este proyecto a fin de que se promueva el
desarrollo de la vivienda formal, por este motivo se le atribuye
una ponderación de “tres” (3).
92
Para la evaluación de la variable “Tenencia del terreno” se
tomó en consideración los derechos legales de un individuo de
afectar el porcentaje de construcción de una parcela y de aplicar
mejoras a una edificación evitando que la inversión pierda su
efecto sobre el beneficiario a causa de un hipotético desalojo,
por ello se plantea: La alternativa “Ocupado sin papeles” (6)
representa el peor escenario en este aspecto por lo que se le
asigna una ponderación de “cero” (0); las alternativas
“Alquilado” (3) y “Préstamo” (5) representan situaciones de
ocupación legal del inmueble pese a su desposesión, de modo que
recibe una valor de “uno” (1); Las alternativas restantes, a
saber, “Propia” (1), “Propia (pagando)” (2) y “Ejido municipal”
(4), se consideran predilectas pues denotan la capacidad legal de
realizar intervenciones en el inmueble y aprovechar los
beneficios de dichas mejoras, por lo que se le atribuye una
ponderación de “tres” (3).
En relación a la variable “Tenencia de la vivienda”, se
evaluaron las alternativas de modo que las mayores ponderaciones
se le atribuyan a aquellas que permitan que el beneficiario
obtenga los mayores beneficios posibles: En este sentido, se
asigna un valor de “tres” (3) a las alternativas “Propia” (1),
“Propia (pagando)” (2) y “Prestada” (5), pues estas alternativas
garantizan un beneficio a largo plazo para el beneficiario; Por
otro lado, las alternativas que, en términos generales, no suelen
permitir intervenciones ni mejoras, las cuales son “Comunal” (3)
y “Alquilada” (4), reciben una ponderación de “uno” (1); Por
último, la alternativa “Ocupada sin papeles” (6), no permite
garantizar los beneficios pretendidos y por lo tanto se le
atribuye un valor de “cero” (0).
La evaluación de la variable “Deficiencias presentadas” se
fundamentó principalmente en la diferenciación entre las
viviendas con deficiencias y sin deficiencias, sin tomar en
93
cuenta cada una por separado pues la atención a éstas depende de
la disponibilidad de recursos con los que cuente la gobernación.
De este modo se plantean las siguientes alternativas: “Ninguna”
(0), obtiene una ponderación de “Menos uno” (-1), mientras que a
las alternativas “Daños en el techo” (1), “Filtraciones en el
frisado” (2), “Camas” (3), “Suelos” (4), “Daños en tuberías” (5),
“Goteras” (6), “Ventanas violentadas” (7), “Enseres” (8),
“Puertas violentadas” (9), se les atribuye una ponderación de
“tres” (3).
En último lugar, en el estudio la variable “N° de personas por
dormitorio” se considera esta como un importante indicador de
hacinamiento para la cual se emplean dos rangos que definen las
siguientes alternativas: “Menor o igual que 3” corresponde a la
cantidad tradicionalmente aceptada de personas que pueden
compartir un dormitorio, por lo que se le atribuye un valor de
“Menos uno” (-1); mientras que al rango “Mayor que 3” se le
asigna una ponderación de “tres” (3) ya que tradicionalmente se
asocian con situaciones de hacinamiento.
Tabla 4.27. Síntesis de atribuciones a alternativas de los
proyectos de mejora de viviendas.
Variables -1 0 1 2 3 Riesgo Alto Medio Bajo Tipología de vivienda 1, 2 4, 5 7 3, 6
Tenencia del terreno 6 3, 5 1, 2, 4
Tenencia de la vivienda 6 3, 4 1, 2, 5
Deficiencias presentadas Ninguna Todas
N° de personas por dormitorio
3 >3
94
Los escenarios elaborados con el cruce de las posibles
alternativas produjo los rangos que se presentan a continuación
(ver Tabla 4.28): Si la utilidad se ubica en el rango “Menor o
igual a 37” significa que no califica, “de 38 a 44” representa el
tercer nivel de prioridad, “de 45 a 55” están los valores
asociados a la segunda prioridad, y por último, el rango “de 56 a
57” implica que el beneficiario se ubica en la primera prioridad.
Tabla 4.28. Prioridades de atención de los proyectos de mejoras
de viviendas.
No califica
Prioridad 1
Prioridad 2
Prioridad 3
37 57 - 56 55 - 45 44 - 38
4.4.2.2.3.3. Aguas Miranda
En el caso del plan “Aguas Miranda” las variables evaluadas
para identificar a los beneficiarios son (ver Tabla 4.29):
“Riesgo”, considerándola una vez más como la probabilidad de que
la ayuda prestada pierda su efecto como consecuencia de algún
desastre de causa natural o por actividad humana, de modo que se
le asigna una ponderación de “dos” (2); “Tipología de la
vivienda” se considera como un indicador de carencias del en
cuanto al abastecimiento de agua potable, por ello se le asigna
una ponderación de “cuatro” (4); La siguiente variable
considerada es “Tenencia del terreno” que permita discriminar
entre aquellas ocupaciones de terrenos legales e ilegales para
poder tomar decisiones sobre si otorgar beneficios sin generar
discrepancias legales con el propietario, y por esto tiene una
ponderación de “tres” (3); Lo propio sucede con la variable
“Tenencia de la vivienda”, ya que desde la perspectiva de la
gobernación se busca evitar la promoción de la ocupación ilegal
de inmuebles, y con base en ello se le asigna una ponderación de
“tres” (3); La variable “Abastecimiento de agua potable”
95
representa el foco principal de la atención de estudio en este
plan, por lo que se le asigna una ponderación de “cinco” (5);
por último, la variable “N° de hogares por vivienda” hace
referencia al número promedio de usuarios del sistema de
abastecimiento de agua potable con el que se cuente en la
vivienda y tiene una ponderación de “uno” (1).
Tabla 4.29. Variables consideradas para los proyectos el plan
aguas de Miranda.
Variables Ponderación
Riesgo 2
Tipología de vivienda 4
Tenencia del terreno 3
Tenencia de la vivienda 3
Abastecimiento de agua potable 5
N° de hogares por vivienda 1
El análisis de la variable “Riesgo” pretende diferenciar las
personas con más probabilidades de disfrute de los beneficios que
se otorguen en un período de tiempo extendido, por esto se han
planteado las alternativas de la siguiente forma: La alternativa
“Alto” recibe una ponderación de “cero” (0) ya que en este caso,
el beneficio otorgado pede incrementar el riesgo de que la
familia termine sufriendo en peor manera a la hora de un
desastre; La alternativa “Medio” implica la presencia de riesgo
latente sin que represente una situación crítica que pudiese
verse afectada de gran manera como consecuencia del uso de este
beneficio, por lo que se le atribuye un valor de “dos” (2); por
último, la alternativa “Bajo” esta asociada a situaciones en las
que las personas pueden obtener beneficios sin aumentar en
96
absoluto la probabilidad de verse afectados por algún desastre,
en este sentido se le otorga una ponderación de “tres” (3).
Para el estudio de la variable “Tipología de vivienda” se
planteó el nivel de impacto que puede representar el beneficio de
este plan en relación a la situación original. En este sentido:
Las alternativas “Apartamento” (1) y “Mansión, quinta o
casaquinta” (2) implican una serie de comodidades entre las que
están incluidas sistemas de abastecimiento de agua potable, y por
este motivo se les atribuye un valor de “cero” (0); en cuanto a
la alternativa “Indígena” (7), se plantea que pese a contar con
tecnologías propias para la obtención de agua potable, de
requerir el apoyo de la gobernación para satisfacer dicha
necesidad, se les puede brindar, y en este sentido se le asigna
una ponderación de “dos” (2); Aquellas alternativas asociadas con
necesidades importantes en este tema, que son: “Casa” (3),
“Rancho”(4) y “Rural” (6) reciben una ponderación de “tres” (3);
La alternativa “Refugio” (5) esta asociada con la imposibilidad
de obtener el verdadero beneficio del plan, de modo que recibe
una ponderación de “cero” (0).
La variable “Tenencia del terreno” plantea la estricta
diferenciación entre la ocupación legal o ilegal del inmueble, ya
que el beneficio de este plan es un objeto mueble y puede ser
trasladado a otro espacio de ser necesario. En este sentido se
establece que a la alternativa “Ocupado sin papeles” (6) se le
asigna una ponderación de “cero” (0); Por el contrario, a las
demás alternativas, a saber: “Propio” (1), “Propio (pagando)”
(2), “Alquilado” (3), “Ejido municipal” (4) y “Préstamo” (5), se
les atribuye un valor de “tres” (3).
En cuanto a la variable “Tenencia de la vivienda”, se mantiene
el criterio empleado en la variable anterior, buscando desestimar
la ocupación ilegal de inmuebles, por lo que a aquellas personas
97
cuya situación legal de propiedad sobre la vivienda no les
permite, dentro del marco legal, afectarla no se les brinda el
beneficio del plan. En este sentido, las alternativas “Propia”
(1), “Propia (pagando)” (2), “Comunal” (3), “Alquilada” (4) y
“Prestada” (5), reciben una ponderación de “tres” (3), y en
cambio, a la alternativa “Ocupada sin papeles” se le asigna un
valor de “cero” (0).
El estudio de la variable “Abastecimiento de agua potable” se
plantea en función de los rangos considerados en la
operacionalización de dicha variable para determinar los niveles
de satisfacción de la misma, estableciendo una correlación
negativa, es decir que la alternativa “Menor o igual que 7” que
representa el mayor nivel de insatisfacción, recibe una
ponderación de “tres” (3); A su vez, a la alternativa “de 8 a 15”
correspondiente una situación de satisfacción mínima se le
atribuye una ponderación de “uno” (1); En cuanto al rango “Mayor
o igual que 16” asociado con una satisfacción plena de esta
necesidad, se le asigna un valor de “menos uno” (-1).
Por último, la variable “N° de hogares por vivienda” se
analiza con base en la demanda que puede generar una sola
vivienda dependiendo de la cantidad de personas que en ella
residan, por lo que la atención a esta necesidad en estos casos
se hace prioritaria. En función de esto, se plantean dos
alternativas definidas los siguientes rangos: “Mayor o igual que
2” que recibe una ponderación de “tres” (3) ya que representa una
elevada demanda, por encima de lo deseable; por tanto el rango
“Menor que 2” que refleja la situación ideal en este sentido, se
le atribuye un valor de “dos” (2).
El estudio de los escenarios posibles generó los siguientes
rangos de utilidad para clasificar a los beneficiarios (ver Tabla
4.31): La primera prioridad esta definida por el rango “de 49 a
98
54”, el segundo grupo de se ubica en el rango “de 46 a 48”, y el
último nivel de prioridad está en el rango “de 42 a 45”, de este
modo los valores en el rango “Menor o igual que 41” implican el
descarte de la persona con respecto a este plan.
Tabla 4.30. Síntesis de atribuciones a alternativas del plan
aguas de Miranda.
Variables -1 0 1 2 3
Riesgo Alto Medio Bajo
Tipología de vivienda 1, 2, 5 7 3, 4, 6
Tenencia del terreno 6 1, 2, 3,
4, 5
Tenencia de la vivienda 6 1, 2, 3,
4, 5
Abastecimiento de agua potable
16 15-8 7
N° de hogares por vivienda <2 2
Tabla 4.31. Prioridades de atención del plan de aguas de Miranda.
No califica
Prioridad 1
Prioridad 2
Prioridad 3
41 54 - 49 48 - 46 45 - 42
4.4.2.2.4. Capacitación Productiva
En los últimos años se han implementado diferentes iniciativas
y proyectos en el área de capacitación productiva de los
mirandinos, a fin de promover el crecimiento profesional de los
ciudadanos y facilitar su inserción en el mercado laboral, sin
embargo, se lograron unificar estos esfuerzos en un único
proyecto unificado llamado Plan Crecer. Para la discusión sobre
las variables involucradas en la aceptación de beneficiarios en
99
el plan se contó con el apoyo de la actual coordinadora del
mismo.
4.4.2.2.4.1. Plan Crecer
En el proceso de selección de los beneficiarios del “Plan
Crecer” se toman en consideración las siguientes variables (ver
Tabla 4.32): “Edad”, en la se toman en cuenta los grupos de edad
más indicados para recibir adiestramientos sobre nuevas
destrezas, se le asigna una ponderación de “cinco” (5); La
variable “Grado de instrucción” se considera en función de la
preparación previa que representa cada una de sus alternativas,
por lo que se le asigna un valor de “cinco” (5); Por otro lado,
la variable “Ocupación” hace referencia principalmente a la
situación laboral y por ende, a la necesidad de desarrollar
nuevas destrezas para desenvolverse en el mercado laboral, de
modo que se le asigna una ponderación de “cuatro” (4); La
variable “Área laboral” orienta en la determinación de los
trabajos que podría aprender a desarrollar una persona, por ello
se le da una ponderación de “uno” (1); Se consideran también la
variable “Discapacidades físicas”, ya que representan un
importante impedimento para el desarrollo de nuevas destrezas,
por lo que se le asigna una ponderación de “cinco” (5); Del mismo
modo la variable “Discapacidad mental”, asociada con dificultades
para el aprendizaje, también tiene una ponderación de “cinco”
(5).
Para la evaluación de la variable “Edad” se establecieron
rangos de edad basados en lo que se consideran las edades más
indicadas para aprender técnicas y oficios que permitan insertar
a la persona en el mercado laboral, a saber: “de 0 a 17” este
grupo de edades corresponde a la infancia y adolescencia de la
persona, por lo que no deberían desempeñarse en el mercado
laboral sino en el sistema educativo por lo que se le atribuye
100
una ponderación de “menos uno” (-1); la segunda alternativa es el
rango “de 18 a 29” señalada como el grupo de edades ideal para
desarrollar conocimientos y habilidades que ayuden a la persona
desenvolverse en el mercado y establecer una base económica, de
modo que se le asigna una ponderación de “tres” (3); la siguiente
alternativa la conforma el rango “de 30 a 45” en la cual la
persona ya debería tener conocimiento sobre destrezas y oficios
para poder ubicarse en el mercado laboral, de modo que se le
atribuye un valor de “dos” (2); La siguiente alternativa
corresponde al rango “de 46 a 59”, que dado a que representa a la
adultez avanzada, se le asigna un valor de “uno” (1); Por último,
se considera la alternativa “Mayor o igual que 60” que representa
a la tercera edad y por lo tanto al grupo de personas que ya debe
de disfrutar de otros beneficios que retribuyan su aporte a la
sociedad durante su vida, por lo tanto se le atribuye un valor de
“menos uno” (-1).
Tabla 4.32. Variables consideradas para el plan crecer.
Variables Ponderación
Edad 5
Grado de instrucción 5
Ocupación 4
Área laboral 1
Discapacidad física 5
Discapacidad mental 5
En cuanto a la variable “Grado de instrucción”, el estudio se
enfocó en la priorización de las personas que cuyo nivel
educativo represente una limitación para insertarse efectivamente
en el mercado laboral. En este sentido, las alternativas “Sabe
leer y escribir (sin estudios)” (1), “Primaria incompleta” (2)
“Primaria completa” (3), “Bachillerato incompleto” (4) y
“Bachillerato completo” (5), representan las situaciones más
101
limitantes, por lo que se les atribuye una ponderación de “tres”
(3); y por el contrario a las alternativas “Técnico superior
incompleto” (6), “Técnico superior completo” (7), “Universitaria
incompleta” (8), “Universitaria completa” (9), “Postgrado
incompleto” (10) y “Postgrado completo” (11), están asociadas al
nivel de educación superior por lo que se les asigna un valor de
“menos uno” (-1); A la alternativa “No sabe leer ni escribir”
(0), se le asigna una ponderación de “cero” (0) dado que
representa dificulta la transmisión de los conocimientos
deseados.
La variable “Ocupación” se analiza desde la perspectiva de la
necesidad de aprendizaje de nuevas técnicas y oficios, con
respecto a su situación de participación en el mercado laboral.
En función de esto se plantea que las alternativas “Del hogar”
(1), “Desempleado (sin buscar trabajo)” (2), “Desempleado
(buscando trabajo)” (3), “Cuenta propia (formal)” (7) y “Cuenta
propia (informal)” (8), tengan una ponderación de “tres” (3); por
el contrario, se les atribuye un valor de “cero” (0) a las
alternativas “Empleo fijo (con prestaciones sociales)” (4),
“Contrato a término (a renovar)” (5), “Contrato a término” (6),
“Jubilado(a)” (9), “Estudiante” (10).
En relación a la variable “Área laboral”, el enfoque del
análisis esta plantado en función de la disponibilidad de las
cursos puesto a que algunas áreas laborales tienen mayor oferta,
en este sentido de la alternativa “Servicios” (10), la cual
cuenta un muy amplio rango de labores y por ende se le atribuye
un valor de “tres” (3); La segunda alternativa con mayor oferta
suele ser “Producción agropecuaria” (8) por lo que se asigna un
valor de “dos” (2); La alternativa “Administrativo-Empresarial”
(6), usualmente cuenta con muy poca oferta, de forma que su valor
atribuido es de “uno” (1); por último, las alternativas “Ninguna”
(1), “Medicina-Salud” (2) “Industria manufacturera” (3),
102
“Entretenimiento-Artes” (4), “Académico” (5) y “Industria
primaria” (7), representan las áreas en las que sólo en ocasiones
muy extrañas hay disponibilidad de cursos.
El análisis de la variable “Discapacidad física” consiste en
la consideración de las limitaciones que tiene tanto la persona
con discapacidad para desenvolverse en las actividades
correspondientes, como las personas encargadas del curso para
transmitir la información. En este sentido, la alternativa
“Ninguna” (0), por ser el escenario ideal, obtiene una
ponderación de “tres” (3); por su parte, a aquellas alternativas
que no están asociadas a una limitación absoluta en cualquiera de
los dos sentidos se les atribuye un valor de “cero” (0), a saber:
“Paraplejia” (2), “Fractura” (3), “Ausencia de alguna extremidad”
(4); A aquellas alternativas que efectivamente limitan
absolutamente el proceso de enseñanza y aprendizaje, las cuales
son “Cuadriplejia” (1), “Ceguera” (5) y “Sordera” (6), se les
asigna una ponderación de “menos uno” (-1).
En cuanto a la variable “Discapacidad mental” se evalúa
básicamente en función de la falta de capital humano capacitado
para el reto que representa la enseñanza a personas con
discapacidad mental, por lo que a la alternativa “Ninguna” (0)
obtiene una ponderación de “tres” (3); Mientras que a todas las
alternativas asociadas a discapacidad mental, a saber:
“Alzhaimer” (1), “Autismo” (2), “Parálisis cerebral” (3),
“Síndrome de Down” (4), “Demencia senil” (5), “Retardo mental”
(6) y “Síndrome de Parkinson” (7), se les atribuye una
ponderación de “menos uno” (-1).
Luego de la evaluación de la utilidad resultante se definieron
los siguientes rangos para establecer el orden de prioridades
(ver Tabla 4.34): En primer lugar están los valores del rango
“Mayor o igual que 73”, en segundo lugar el rango “de 68 a 72”,
103
posteriormente los valores correspondientes al tercer lugar se
ubican en el rango “de 56 a 67”, esto quiere decir que el rango
“Menor o igual que 55” indica la descalificación de la persona.
Tabla 4.33. Síntesis de atribuciones a alternativas del plan
crecer.
Variables -1 0 1 2 3
Edad 1 - 17, > 60 46 - 59 30 - 45 18 - 29
Grado de instrucción
6, 7, 8, 9, 10, 11 0 1, 2 , 3,
4, 5
Ocupación 4, 5, 6, 9 1, 2, 3,
7, 8
Área laboral 1, 2, 3, 4, 5, 7 6 8 10
Discapacidad física 1, 5, 6 2, 3, 4 0
Discapacidad mental
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
0
Tabla 4.34. Prioridades de atención del plan crecer.
No califica
Prioridad 1
Prioridad 2
Prioridad 3
55 73 72-68 67-56
4.4.2.2.5. Corporación para el Desarrollo Agrícola de Miranda
(CORDAMI)
La Corporación para el Desarrollo Agrícola de Miranda busca
por medio de diferentes vías consolidarse como uno de los
principales promotores del crecimiento del sector agrícola en la
entidad por medio del aporte de materiales, asesoría, y otros
recursos a los pequeños y medianos productores. En función de
estas metas han logrado vincular dos de sus proyectos con el
104
Programa Hambre Cero, los cuales son “Entrega de kits de
herramientas” y “Entrega de semillas certificadas”. Para el
estudio de estos proyectos participó uno de los directores de
CORDAMI. Para la selección de los beneficiarios de dichos planes,
se debe estudiar caso por caso para realizar chequeos específicos
sobre las condiciones de la producción, por lo que, a efectos de
esta primera etapa de selección, ambos proyectos se evaluarán
bajo los mismos criterios.
4.4.2.2.5.1. Entrega de Kits de Herramientas y Entrega de
Semillas Certificadas
Conforme a lo anterior, se establecieron las siguientes
variables involucradas en el proceso de identificación de los
beneficiarios (ver Tabla 4.35): “Ámbito geográfico”, la cual
recibe una ponderación de “cinco” (5) dado que existe una
importante diferencia entre la relevancia entre la actividad
desarrollada en el ámbito urbano y el rural; “Área laboral” a fin
de evaluar la correspondencia entre los objetivos del plan y la
actividad económica de la persona, por lo que también se le
asigna una ponderación de “cinco” (5); “Ocupación se toma en
cuenta bajo la el estudio del rol que juega la persona dentro del
ámbito laboral y el provecho que pueda sacar del beneficio
otorgado, por lo que se le asigna una ponderación de “dos” (2);
Por último se considera la variable “Agua para riego”, ya que
evalúa un requerimiento imprescindible para ejecutar la actividad
agrícola de modo que se asigna un valor de “cinco” (5).
La evaluación de la variable “Ámbito geográfico” se realiza en
función de las dos alternativas posibles: Por un lado la
alternativa “Urbano” esta asociada a una dinámica económica cuyo
único vínculo con la producción agrícola lo establece el consumo,
por tanto, se atribuye un valor de “menos uno” (-1); En cambio,
la alternativa “Rural” está estrictamente relacionada con las
105
actividades de producción agrícola, de modo que obtiene una
ponderación de “cinco” (5).
Tabla 4.35. Variables consideradas para los proyectos de entregas
de kits de herramientas y entrega de semillas certificadas.
Variables Ponderación
Ámbito geográfico 5
Área laboral 5
Ocupación 2
Agua para riego 5
Para el análisis de la variable “Área laboral” se consideró la
relación que tienen las diferentes alternativas con las
actividades desarrolladas en el marco de la producción agrícola
resultando en lo siguiente: La alternativa “Producción agrícola-
pecuaria” (8) plantea una relación evidente, por lo que se le
asigna una ponderación de “tres” (3); por el contrario, a las
alternativas “Ninguna” (1), “Medicina-Salud” (2), “Industria
manufacturera” (3), “Entretenimiento-Artes” (4), “Académico” (5),
“Administrativo-Empresarial” (6), “Industria primaria” (7),
“Religión” (9), “Servicios” (10), se les atribuye un valor de
“menos uno” (-1), por no estar vinculadas de ninguna forma con la
actividad agrícola, de modo que el beneficio no tendría un
provecho óptimo.
Con respecto a la variable “Ocupación”, su evaluación se
fundamenta en la premisa de que, aquellas dedicadas plenamente a
la actividad agrícola, en cualquier escala, va a poder sacar el
mayor provecho de las ayudas que se le brinden. En función de
esto, las alternativas “Del hogar” (1), “Desempleado (sin buscar
trabajo)” (2) y “Desempleado (buscando trabajo)” (3), se
consideran como las menos convenientes por no desempeñar una
actividad propia del mercado laboral, por ende se les asigna una
106
ponderación de “cero” (0); Por su parte, la alternativa “Cuenta
propia (informal)” (8) recibe una ponderación de “uno” (1) puesto
a que pese a denotar una intención del ejercicio de la labor, no
ofrece las garantías deseadas; Las alternativas “Cuenta propia
(formal)” (7) y “Jubilado” (9), están asociadas con iniciativas
de emprendimiento y consumo personal, de modo que no genera un
beneficio generalizado para la comunidad y por ende se les
atribuye un valor de “dos” (2); Por último, las alternativas
relacionadas con el desarrollo de actividades agrícolas de forma
regular y en dimensiones que permiten generar beneficios a la
comunidad son “Empleo fijo (con prestaciones sociales)” (4),
“Contrato a término (a renovar)” (5) y “Contrato a término” (6),
y obtienen una ponderación de “tres” (3).
La variable “Agua para riego” se estudia como un discriminador
entre una de las condiciones básicas e imprescindibles para poder
llevar a cabo la actividad agrícola, en este sentido, la
alternativa “No” implica una limitante absoluta por lo que recibe
una ponderación de “menos uno” (-1), y por el contrario, a la
alternativa “Si” se le asigna un valor de “tres” (3).
Tabla 4.36. Síntesis de atribuciones a alternativas de los
proyectos de entregas de kits de herramientas y entrega de
semillas certificadas.
Variables -1 0 1 2 3
Ámbito geográfico
Urbano Rural
Área laboral
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 9, 10
8
Ocupación 1, 2, 3 8 7, 9 4, 5, 6
Agua para riego 0 1
107
Luego del estudio de los escenarios con base en la utilidad
generada, se plantean los siguientes rangos para el
establecimiento de prioridades (ver Tabla 4.37): Si la utilidad
resultante es “Menor o igual que 31” no se acepta a la persona
como beneficiaria del plan; “de 32 a 45” se encuentran los
últimos en orden de prioridad; el segundo lugar se ubica en el
rango “de 46 a 49”; por ello el primer lugar de prioridad está en
el rango “Mayor o igual que 50”.
Tabla 4.37. Prioridades de atención de los proyectos de entregas
de kits de herramientas y entrega de semillas certificadas.
No califica
Prioridad 1
Prioridad 2
Prioridad 3
31 51 46 - 49 45
4.4.2.2.6. Asistencia integral
El Fondo Social Miranda tiene como meta apoyar a las familias
mirandinas en su dinámica familiar, de modo que todos los
miembros puedan desenvolverse en sus actividades correspondientes
y obtener el mayor provecho de ellas. En función de esto se han
desarrollado diferentes iniciativas y proyectos, que han ayudado
abastecer las viviendas de familias con enseres y otras ayudas.
Se ha desarrollado también un proyecto llamado “Hogares
Mirandinos” o “Hogares de cuidado diario” que consiste en el
apoyo principalmente a las madres en el cuidado de los menores de
edad. Sin embargo ha generado beneficios desde dos enfoques:
Principalmente desde la perspectiva de las madres, y desde la
perspectiva de los cuidadores. Para realizar los análisis
correspondientes a ambas enfoques del plan, se contó con la
colaboración de el coordinador de Atención al Ciudadano del Fondo
Social Miranda.
108
4.4.2.2.6.1. Hogares Mirandinos (Perspectiva de las Madres)
En cuanto a la evaluación del proyecto “Hogares Mirandinos”
desde la perspectiva del beneficio a las madres se plantearon las
siguientes variables (ver Tabla 4.38): En primer lugar, se
considera “Rol familiar” como un determinante, ya que
efectivamente, su rol en la familia debe estar asociado con la
responsabilidad de la crianza y cuidado de los niños menores, por
ello se le asigna una ponderación de “cuatro” (4); Se toma en
cuenta también la variable “Ocupación” como pues refleja la
necesidad de la persona de cumplir con compromisos laborales, de
modo que se hace corresponder un valor de “cuatro” (4).
Tabla 4.38. Variables consideradas para el programa de hogares
mirandinos desde la perspectiva de las madres.
Variables Ponderación
Rol Familiar 4
Ocupación 4
En cuanto a la variable “Rol familiar”, se analiza el vínculo
de la persona con los posibles menores de edad del hogar, y en
este sentido se establecen las siguientes alternativas: “Madre”
(2) representa, desde la perspectiva tradicional, el vínculo más
directo con el cuidado de los niños, por lo que se le atribuye un
valor de “tres” (3); La alternativa “Padre” (1) también está
vinculado a la atención de los menores de edad, principalmente en
situaciones de ausencia de la madre, de modo que se le asigna una
ponderación de “dos” (2); por último, se consideran las
alternativas cuyo vínculo con el cuidado de los niños es muy poca
o nula, recibiendo una ponderación de “menos uno” (-1), a saber:
“Hijo(a)” (3”, “Esposo(a)” (4), “Hermano(a)” (5), “Cuñado(a)”
(6), “Sobrino(a)” (7), “Yerno y/o nuera” (8) y “Nieto(a)” (9).
109
En el estudio de la variable “Ocupación” se consideran las
diferentes alternativas en función de la necesidad la persona de
atender y respetar compromisos laborales, principalmente lejos de
la vivienda, justificando el beneficio que podría ser otorgado.
Las alternativas se plantearon de la siguiente manera: Aquellas
que impliquen la permanencia de la persona dentro de la vivienda
o que no justifiquen su separación del niño menor, obtienen una
ponderación de “menos uno” (-1), estas son “Del hogar” (1),
“Desempleado (sin buscar trabajo)” (2) y “Jubilado(a)” (9); Por
su parte las alternativas correspondientes a situaciones
laborales que en efecto justifiquen que la persona desatienda las
necesidades de menor son: “Desempleado (buscando trabajo)” (3),
“Empleo fijo (con prestaciones sociales)” (4), “Contrato a
término (a renovar)” (5), “Contrato a término” (6), “Cuenta
propia (formal)” (7), “Cuenta propia (informal)” (8) y
“Estudiante” (10), y se les atribuye una ponderación de “tres”
(3).
Tabla 4.39. Síntesis de atribuciones a alternativas del programa
de hogares mirandinos desde la perspectiva de las madres.
Variables -1 0 1 2 3
Rol Familiar
3, 4, 5, 6, 7, 8,
9 1 2
Ocupación 1, 2, 9 3, 4, 5, 6, 7, 8,
10
La elaboración de los escenarios basados en la utilidad final
genera el siguiente orden de prioridad (ver Tabla 4.40): Si el
valor final es igual a “24” se ubica en el primer lugar, mientras
que si el valor es igual a “20” corresponde a la segunda
posición en el orden. Sin embargo, los valores en el rango “Menor
o igual que 19” indican el descarte de la persona.
110
Tabla 4.40. Prioridades de atención del programa de hogares
mirandinos desde la perspectiva de las madres.
No califica
Prioridad 1
Prioridad 2
19 24 20
4.4.2.2.6.2. Hogares Mirandinos (Perspectiva de los Cuidadores)
Por otro la evaluación del beneficio de los “Hogares
Mirandinos” desde la perspectiva de los cuidadores se realizó en
función de las siguientes variables (ver Tabla 4.41): “Edad”
tomando en cuenta los grupos de edades en los que se considera
ideal llevar a cabo estas labores, se le asigna una ponderación
de “cinco” (5); La variable “Grado de instrucción” se estudia en
función de la complejidad de las labores en relación a las
oportunidades de trabajos disponibles para personas con menor
nivel educacional, por lo que se le otorga una valoración de
“cinco” (5); “Ocupación” representa un indicador de la necesidad
de a persona de insertarse en el mercado laboral y por ello se le
asigna un valor de “tres” (3); También se toma en cuenta la
variable “Área laboral” y se le da una ponderación de “dos” (2)
ya que esta asociada a las aptitudes de la persona para
desenvolverse en las labores; Por último, la variable
“Discapacidad mental” se considera como un limitante para el
cuidado de menores de edad, de modo que recibe una ponderación de
“tres” (3).
En cuanto a la variable “Edad” se definen rangos
correspondientes los grupos etáreos en los que se considera
apropiado formar parte de la dinámica económica, y en este
sentido, las alternativas planteadas son: “Menor o igual que 17”,
período en el que se considera ilegal que la persona ejerza
activamente dentro del mercado laboral, de modo que se le
atribuye un valor de “menos uno” (-1); “de 18 a 59” corresponde a
111
la adultez y al grupo de edades ideal para desenvolverse en
actividades económicas por lo que tiene una ponderación de “tres”
(3); el rango “Mayor o igual que 60” está asociada a la tercera
edad, en donde la persona debería poder disfrutar de los
beneficios de la seguridad social y la pensión, de modo que
también se le asigna un valor de “menos uno” (-1).
Tabla 4.41. Variables consideradas para el programa de hogares
mirandinos desde la perspectiva de los cuidadores.
Variables Ponderación
Edad 5
Grado de instrucción 5
Ocupación 3
Áreal laboral 2
Discapacidad mental 5
La variable “Grado de instrucción” esta relacionada a la
capacidad que tienen las personas con mayor preparación para
conseguir empleos conformes con su nivel educativo y las
dificultades que tienen las personas menos preparadas para
insertarse en el mercado laboral. En este sentido, a las
alternativas “Sabe leer y escribir (sin estudios)” (1), “Primaria
incompleta” (2), “Primaria completa” (3), “Bachillerato
incompleto” (4) y “Bachillerato completo” (5) se les atribuye un
valor de “tres” (3) por representar un nivel educativo
insuficiente que brinde condiciones aptas para la incorporación
efectiva de la persona a la dinámica económica; por otro lado se
le asigna una ponderación de “uno” (1) a aquellas alternativas
asociadas con una preparación suficiente para lograr este
cometido, a saber: “Técnico superior incompleto” (6), “Técnico
superior completo” (7), “Universitaria incompleta” (8),
“Universitaria completa” (9), “Postgrado incompleto” (10) y
“Postgrado completo” (11); Finalmente a la alternativa “No sabe
112
leer ni escribir” (0) se le asigna un valor de “menos uno” (-1)
por representar una importante limitación para el adiestramiento
y el ejercicio de las labores.
Con respecto a la variable “Ocupación” su análisis se
relaciona específicamente con las oportunidades de empleo
percibidas por cada persona, de modo que aquellas personas
efectivamente ocupadas, se encuentran en mejor situación que
aquellas desocupadas. En este sentido, las posibles alternativas
se evalúan de la siguiente manera: “Empleo fijo (con prestaciones
sociales)” (4), “Contrato a término (a renovar)” (5), “Contrato a
término” (6), “Cuenta propia (formal)” (7), “Estudiante” (10) son
las alternativas asociadas a una situación laboral estable por lo
que se les asigna un valor de “cero” (0); Las alternativas
“Cuenta propia (informal)” (8) y “Jubilado(a)” (9) corresponden a
situaciones laborales muy flexibles en las que se pueden acoplar
las labores implicadas en el plan, de modo que se les atribuye
una ponderación de “uno” (1); Por último, se tienen como
situaciones laborales predilectas las alternativas “Del hogar”
(1), “Desempleado (sin buscar trabajo)” (2), “Desempleado
(buscando trabajo)” (3) ya que permiten atender su situación de
desocupación, de modo que se le da una ponderación de “tres” (3)
El estudio de la variable “Área laboral” plantea la evaluación
de la vocación de la persona para ejercer las labores
correspondientes al cuidado de niños menores. En este sentido,
las alternativas “Industria manufacturera” (3), “Académico” (5) y
“Servicios” (10) son consideradas las más indicadas para
desempeñarse en este ámbito por lo tanto se les asigna una
ponderación de “tres” (3); También consideradas como
satisfactorias son las alternativas “Ninguna” (0) y “Religión”
(9) pero en su caso se les atribuye un valor de “dos” (2); en
cuanto a las alternativas “Medicina-Salud” (2) “Entretenimiento-
Artes” (4), “Administrativo-Empresarial” (6), “Industria
113
primaria” (7) y “Producción agropecuaria” (8), no se consideran
indicadas para llevar a cabo las labores relacionadas con el
cuidado y atención de niños menores, de modo que se les atribuye
una ponderación de “cero” (0).
Finalmente la evaluación de la variable “Discapacidad Mental”
se realiza en función de la capacidad del personal del plan de
adiestrar a personas con tales condiciones, aunado con la
desconfianza que se genera en las madres. Por este motivo a las
alternativas “Alzhaimer” (1), “Autismo” (2), “Parálisis cerebral”
(3), “Síndrome de Down” (4), “Demencia senil” (5), “Retardo
mental” (6) y “Síndrome de Parkinson” (7) se les asigna un valor
de “menos uno” (-1); de modo que a la alternativa “Ninguna” (0)
se le atribuye un valor de “tres” (3) por ser la única que
satisface las condiciones definidas para el ejercicio de las
labores del plan.
Tabla 4.42. Síntesis de atribuciones a alternativas del programa
de hogares mirandinos desde la perspectiva de los cuidadores.
Variables -1 0 1 2 3
Edad 17, 60 18-59
Grado de instrucción 0 6, 7, 8,
9, 10, 11 1, 2, 3, 4, 5
Ocupación 4, 5, 6, 7, 10
8, 9 1, 2, 3
Áreal laboral
2, 4, 6, 7, 8
1, 9 3, 5, 10
Discapacidad mental
1, 2, 3, 4, 5, 6,
7 0
Al analizar los escenarios para determinar las prioridades en
función de los posibles resultados de la utilidad se
establecieron los siguientes rangos (ver Tabla 4.43): “Menor o
igual que 40” implica que la persona no puede ser beneficiada por
114
el plan en cuestión, “de 41 a 45” representa el tercer lugar en
el orden de prioridades, “de 46 a 57” corresponde a la segunda
prioridad, y en primer lugar están las personas cuya utilidad
resultante se ubique en el rango “de 58 a 60”.
Tabla 4.43. Prioridades de atención del programa de hogares
mirandinos desde la perspectiva de los cuidadores.
No califica
Prioridad 1
Prioridad 2
Prioridad 3
40 60-58 57-46 45-41
115
CAPÍTULO V
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
Una vez culminado el diseño de los métodos a aplicar, se deben
definir los procedimientos para la presentación, análisis y
manejo de los resultados que se pretenden obtener con la
implementación de los mecanismos planteados.
4.1. Criterios de elegibilidad
Los criterios de elegibilidad diseñados consisten en un
proceso que, como ya se mencionó, presenta dos fases: En primer
lugar, el indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) se
aplica de modo que quede reflejada la población perteneciente a
la entidad en situación de pobreza (población objetivo). El
sector de la población que, por medio de la aplicación de este
método, no pertenezca al umbral de pobreza o de pobreza extrema,
no puede ser elegido para recibir los beneficios del Programa
Hambre Cero (PHC), pues está prevista la atención únicamente a
personas en situaciones de pobreza y pobreza extrema. El análisis
multicriterio se aplica a la población que efectivamente se
encuentre en estos umbrales y, por medio de éste, se
identificarán los planes y proyectos que representen las mejores
alternativas para la superación de la pobreza, con relación a las
condiciones determinantes de la situación específica de cada
beneficiario.
El análisis multicriterio permite agrupar a los beneficiarios
por niveles de prioridad de atención con respecto a los
116
diferentes planes y proyectos. Este orden condiciona las
posibilidades de recibir el beneficio de un determinado programa
en casos en los no se puedan cubrir toda la demanda. Del mismo
modo, estas prioridades sugieren el orden en el que cada
beneficiario debe incorporarse a los planes proyectos para los
cuales calificó.
4.2. Rol de la coordinación del PHC en la aplicación de los
criterios
Los criterios de elegibilidad aquí expuestos, no son
absolutos, lo que significa que los resultados obtenidos deben
estar sometidos a evaluación y discusión. Esto se debe a que, al
igual que en el estudio de la pobreza como fenómeno, hay una
serie consideraciones especiales sujetas subjetividades, que no
pueden ser medidas o comparadas por medio de métodos como los
aplicados en este proyecto. En este sentido, el personal
encargado de la administración y coordinación del PHC, deberá
estar en capacidad de evaluar casos especiales, relacionados a
esas dimensiones que no pueden ser tomadas en cuenta por las
herramientas diseñadas.
Los procedimientos desarrollados en este proyecto permiten
entonces, fundamentar las decisiones que tome la Dirección de
Participación Ciudadana en cuanto a la selección de beneficiarios
del PHC, por medio de un sustento matemático y teórico.
117
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Etapas restantes
En primer lugar, se debe desarrollar el sistema digital que
permita llevar a cabo el vaciado y análisis de la información de
forma organizada. Éste debe poder generar una base de datos
organizada que permita ordenar a los grupos de familias de modo
que se puedan clasificar por tamaño del grupo familiar,
identificando si en el mismo hay personas calificadas para
recibir los beneficios de algún plan o proyecto. Del mismo modo
el sistema debe poder permitir organizar a los beneficiarios en
función de todos los datos relativos a su locación geográfica a
fin de poder generar mapas de pobreza.
En segundo lugar, corresponde realizar una selección de
parroquias tipo, en las cuales se aplique el instrumento diseñado
y que permita la prueba piloto del mecanismo elaborado en este
trabajo. Con estos ensayos posiblemente se revelarán ajustes que
deban ser realizados en cuanto a la redacción de algunos ítems
del instrumento para que sean de más fácil comprensión para los
potenciales beneficiarios; o en cuanto a las matrices, ya sea en
la ponderación asignada a los diferentes criterios y
alternativas, o en los rangos definidos para la determinación de
las prioridades.
A continuación, se pueden tomar varias rutas de actuación,
dependiendo de la satisfacción que ofrezcan los resultados de las
pruebas piloto:
• Si la satisfacción es alta los escenarios más viables son:
118
1. Se pone en práctica de forma inmediata, sin tomar en
consideración los demás aspectos relativos a la nueva
propuesta del programa.
2. Se incorpora a la nueva propuesta del Programa Hambre
Cero (PHC), y se ejecuta en la medida que se apruebe
dicha propuesta.
• Si la satisfacción es baja se pueden dar varios escenarios
entre los que destacan:
1. Se aplican nuevos ajustes en los aspectos considerados
como insatisfactorios de modo que se puedan obtener los
beneficios planteados por medio de la implementación de
este mecanismo.
2. Se descartan las propuestas presentadas en este informe y se dispone a evaluar la aplicación de otros mecanismos
que permitan mejorar la calidad del servicio ofrecido en
el PHC.
Consideraciones finales
Problemas externos detectados que influyen en el PHC
Incongruencia de criterios
Existe entre las diferentes direcciones y coordinaciones de
una heterogeneidad de criterios en aspectos fundamentales para
desarrollar proyectos, planes, y en general, una gestión
coherente. Llama la atención el caso de las diferentes
perspectivas que se manejan en cuanto a las edades en las que las
personas pueden o deben incorporarse al mercado laboral. En este
sentido, es de notar que para la incorporación de beneficiarios
para las “Escuelas de artes y oficios” se exige una edad en el
rango “Mayor o igual que 15”, tomando en cuenta que dicho plan
119
está dirigido a personas en busca de mejorar sus posibilidades en
el mercado laboral, contradice las consideraciones hechas para
otros planes como el “Plan crecer” en donde se toma como edad
mínima los 18 años. La solución a este tipo de problemas se debe
hallar por medio de mesas de trabajos entre representantes de las
diferentes direcciones y planes en las que se plantee la
discusión sobre el enfoque que se le dará a la consideración de
cada variable.
En este sentido, el análisis multicriterio aparece como una
solución para enfrentar esta situación.
Situación de desabastecimiento generalizada en el país
En la actualidad, Venezuela vive una situación muy crítica en
cuanto al abastecimiento de los mercados, de modo que se ven
mermadas las posibilidades de ofrecer ayudas que involucren la
entrega o facilitación de bienes, como es el caso de los créditos
mirandinos de materiales, e incluso planes como “La entrega de
kits de herramientas” para productores agrícolas (también se ven
afectados muchos otros planes y proyectos sociales de la
gobernación que no están vinculados con el PHC).
El PHC como alternativa ante la lucha contra la pobreza
La lucha contra la pobreza, desde el punto de vista de los
entes gubernamentales, debe llevarse a cabo abarcando el problema
desde todos los ejes de acción que posibles, ya que la pobreza
esta vinculada a deficiencias en múltiples áreas de la vida de
las personas. En este sentido, el PHC representa una alternativa
real para la superación de la pobreza y la pobreza extrema, pues
ofrece ayudas en la adquisición de bienes y servicios básicos, al
mismo tiempo que motiva y promueve el desarrollo y crecimiento
personal. Sin embargo estas políticas deben estar acompañadas de
120
un apoyo del Estado central con el que actualmente no cuenta, que
daría una mayor proyección al programa y permitiría obtener
mejores resultados.
El análisis multicriterio y su aplicabilidad en las políticas
sociales
Frente a estas situaciones en las que los recursos disponibles
no son suficientes para que un proyecto pueda alcanzar todo su
potencial, es necesario implementar todos los mecanismos de
gestión posibles para poder optimizar su uso y generar, en este
caso, el mayor beneficio para la mayor cantidad de personas
posibles. En el presente informe se demuestra como los métodos de
análisis multicriterio se adaptan perfectamente a dichas
situaciones y permiten organizar y seleccionar las mejores
alternativas para optimizar los recursos en un proyecto, al mismo
tiempo que cuentan con la flexibilidad suficiente para ajustarse
a diferentes escenarios que varíen en cuanto a disponibilidad de
recursos, demanda, entre otros.
Considerando la importancia de buscar nuevas formas de abarcar
problemas en materia de gestión de recursos y beneficiarios en
políticas sociales, a fin de ello se traduzca en una mejoría en
la calidad de vida de los ciudadanos, la incorporación del índice
de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) y el método de
Análisis Multicriterio al proceso de selección de beneficiarios
del PHC, representa la posibilidad de contar con un sustento
matemático y cuantificable, basado en criterios estandarizados.
Esto permite generar confianza entre los personas atendidas por
el programa ya que se reducen significativamente los medios por
los que pudiese haber corrupción y efectivamente se atendería a
quienes más lo necesiten, reafirmando el enfoque de política
social que lleva la actual gestión de la Gobernación del estado
bolivariano de Miranda. Sin embargo, estas metodologías se pueden
121
adaptar a cualquier enfoque de política social por medio del
ajuste de las ponderaciones y criterios considerados en las
matrices.
La potencialidad del índice NBI en la gestión pública
El índice NBI desarrollado en este trabajo de pasantía puede
cumplir una doble función con relación al PHC y el
desenvolvimiento general de algunos aspectos de la gestión en la
Gobernación del estado bolivariano de Miranda. La posibilidad de
generar mapas de pobreza y de identificar las deficiencias
generales y a gran escala en los diferentes sectores de la
entidad, permite organizar los gabinetes parroquiales (de gran
relevancia en el proyecto de gobierno de la actual gestión) u
operativos de diferente naturaleza, con base en información
procesada y analizada que permita definir un orden de actuación.
122
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APÉNDICE A
Organigrama general de la Gobernación del Estado Bolivariano de Miranda
A-2!
APÉNDICE B
Propuesta de instrumento de recopilación de información
A-4!
DIRECCION DE PARTICIPACION CIUDADANA
PROGRAMA HAMBRE CERO
PLANILLA DE REGISTRO DE BENEFICIARIOS
A-5!
GOBERNACION DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MIRANDA - DIRECCION DE PARTICIPACION CIUDADANA
PROGRAMA HAMBRE CERO - PLANILLA DE REGISTRO DE BENEFICIARIOS
Datos del beneficiario
Rellene las casillas con la información personal que se solicita.
V
E
H
M
RuralUrbano
Unido(a)
Región:
Cédula
Sexo Fecha de Nacimiento:
Nombre: Apellidos:
Situación Conyugal Soltero(a) Casado(a) Viudo(a) Divociado(a) Concubino(a)
Municipio: Parroquia: Urb, Sector o Barrio:
Observaciones
Tiempo de Residencia: Tlf. Local: Tlf. Móvil:
Calle, Av: Dirección:
Ambito
A-6!
CUADRO FAMILIAR!
Complete la información solicitada en el siguiente cuadro familiar empleando (en las columnas numeradas) los valores asignados a cada posible respuesta en las tablas correspondientes a cada pregunta, ubicadas más abajo.
--
Utilice la primera fila para los datos del beneficiario. (en todos los casos se admite una sola respuesta, excepto en Rol Familiar, donde se aceptan máximo las dos opciones más relevante
Tablas-guías para la elaboración del cuadro familiar.
Cédula
1) P
aren
tesc
o co
n el
Ben
efic
iario
2) S
exo
Fech
a de
N
acim
ient
o
3) G
rado
de
Inst
rucc
ión
4) O
cupa
ción
5) Á
rea
Labo
ral
Ingr
eso
(Bs.
)
6) E
nfer
med
ad
7) R
efer
ncia
par
a in
terc
onsu
lta
8) R
écip
e p
ara
oper
ació
n
9) D
isca
paci
dad
Men
tal
10) D
isca
paci
dad
Físi
ca
11) E
mba
raza
da
12) I
nten
ción
de
este
riliz
ació
n
ApellidosNombre
A-7!
2) SexoFemenino 1 Masculino 2
NOTA:No sabe leer ni escribir 0 Técnico Superior Incompleto 6 Opciones 0, 1, 2, 4, 6, 8, 10Sabe leer y escribir / Sin estudios 1 Técnico Superior Completo 7 Indicar motivo de deserciónPrimaria Incompleta 2 Universitaria Incompleta 8Primaria Completa 3 Universitaria Completa 9Bachillerato Incompleto 4 Postgrado Incompleto 10Bachillerato Completo 5 Postgrado Completo 11
3) Grado de Instrucción
Del Hogar 1 Contrato a término 6Desempleado, sin buscar trabajo 2 Cuenta propia, formal 7Desempleado, buscando trabajo 3 Cuenta propia, informal 8Empleo fijo (tiene prestaciones soc) 4 Jubilado(a) 9Contrato a término, a renovar 5 Estudiando 10
4) Ocupación
5) Área laboralNinguna 1 Administrativo / empresarial 6Medicina / Salud 2 Industria primaria 7Industria manufacturera 3 Producción agrícola - pecuaria 8Entretenimiento / Artes 4 Religión 9Académico 5 Servicios 10
Ninguna 0 Hipertensión 1Diábetes 2 Ambas 3
6) Enfermedad
Padre 1 Cuñado(a) 6Madre 2 Sobrino(a) 7Hijo(a) 3 Yerno/Nuera 8Esposo(a) 4 Nieto(a) 9Hermano(a) 5
1) Rol Familiar
A-8!
No 0 Si 17) ¿Tiene referencia para una interconsulta con algún médico especialista?
No 0 Si 18) ¿Tiene algún récipe médico para ser operado?
Ninguna 0 Demencia Senil 5Alzhaimer 1 Retardo Mental 6Autismo 2 Síndrome de Parkinson 7Parálisis Cerebral 3 Otro (especifique) 8Síndrome de Down 4
9) Discapacidad Mental
Cuadriplejia 1 Ceguera 5Paraplejia 2 Sordera 6Fractura 3 Otra (especifique) 7Ausencia de alguna extremidad 4 Ninguna 0
10) Discapacidad Física
No 0 Si 111) Situación de Embarazo
No 0 Si 112) Intención de esterilización
A-9!
VIVIENDA, HOGAR Y SERVICIOS
A continuación se presentan unas preguntas referentes a la vivienda, el hogar y los servicios del beneficiario. Señale las respuestas a dichas preguntas rellenando las casillas correspondientes en los cuadros asignados a cada una.
--
1. Observe detenidamente las características de la vivienda en cuanto a los materiales de construcción y la situación general de la misma determine la tipología de la vivienda (puede apoyarse en el glosario de términos ubicado al final). Luego, con base en los títulos de compra y/o propiedad de la vivienda y el terreno determine la situación de la tenencia de la vivienda y del terreno. (sólo se admite una respuesta en cada cuadro)
2. Al observar las condiciones de la vivienda identifique deficiencias que se presenten. (se admiten múltiples respuestas)
3. Indique si la vivienda o terreno dispone de agua para riego. (sólo se admite una respuesta)
0) No 1) SiDisponibilidad de agua para riego
1. Apartamento 1. Propia 1. Propio2. Mansión, quinta o casaquinta 2. Propia (Pagando) 2. Propio (Pagando)3. Casa 3. Comunal 3. Alquilado4. Rancho 4. Alquilada 4. Ejido Municipal5. Refugio 5. Prestada 5. Prestamo6. Rural 6. Ocupada sin papeles 6. Ocupada sin papeles7. Indígena 7. Otro (Especifique) 7. Otro (especifíque)8. Otro (especifíque)
Tenencia del terrenoTenencia de la viviendaTipología de vivienda
0) Ninguna 5) Daños de tuberías1) Daño en los Techos 6) Goteras2) Filtraciones en el frisado 7) Ventanas violentadas3) Camas 8) Enseres4) Suelos 9) Puertas violentadas
Deficiencias presentadas
A-10!
4. De la siguiente lista señale los servicios que presenten deficiencias e irregularidades. (se admiten múltiples respuestas)
5. Indique la opción que se adapte mejor a la situación del servicio de abastecimiento de agua potable. (sólo se admite una respuesta por cuadro)
24-20 Todos los días - 6 días por semana
20-12 6 días por semana - 4 días por semana
12-6 4 días por semana - 1 día a la semana
6-0 1 día a la semana - Cada 10 días
No Cada 10 días - Cada 2 semanas
menos de Cada 2 semanasNo
Horas al día RegularidadAbastecimiento de agua potable por tubería
Todos - 4 días por semana Cada 2 semanas - Cada 20 días
4 días por semana - 1 día a la semana Menos de 1 vez cada 20 días
1 día a la semana - Cada 2 semanas No
Abastecimiento de agua potable por cisterna
0) Ninguna 4) Gas1) Vialidad 5) Centro de Salud2) Electriciadad 6) Teléfono3) Aseo 7) Transporte
Carencia de Servicios públicos
A-11!
6. Indique la opción que se adapte mejor a la situación del servicio de disposición de excretas y desechos (aguas negras). (sólo se admite una respuesta)
7. Indique cuántos hogares censales habitan en la vivienda (puede apoyarse en el glosario de términos ubicado al final). Luego indique cuántas personas duermen por dormitorio.
Si NoAbastecimiento de agua potable por pozo
Si NoAbastecimiento de agua potable por río
Si NoAbastecimiento de agua potable por pila
1) Tubería de aguas negras 4) Pozo séptico2) Letrina 5) Patio3) Río o canal 6) Otro (especifíque)
Disposición de excretas y desechos
N° de hogares por vivienda N° de dormitorios
A-12!
RIESGO
A continuación se presenta un listado de condiciones sobre la vivienda y su entorno. Identificar cuales de ellas se cumple y cuales no.
PonderaciónEstá ubicada muy cerca de una quebrada 3Puede ser dañada por un deslizamieto de tiera 3Algún árbol cerano puede caer sobre su casa 3Se observan paredes o pisos con grietas 3Existen filtraciones 2Hay tuberías rotas 2Las instalaciones eléctricas son deficientes? 2Hay cables eléctricos a la intemperie? 2Hay bombonas de gas en lugar cerrado, sin ventilación? 3Hay escapes de gas? Tuberías de gas sin mantenimiento? 3Hay bibliotecas u otros muebles altos sin fijar a la pared? 2Hay equipos eléctricos colocados en lugares inestables? 2Hay ventanas o vidrios rotos? 1Hay tomacorrientes defectuosos? 2Hay camas ubicadas junto a ventanas de vidrio? 1
Bajo 0-8Medio 9-18Alto 19-34
TOTAL