asedio a aracillum

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Complurum, lO, 1999: 195—212 EL ASEDIO ROMANO DEL CASTRO DE LA ESPINA DEL GALLEGO (CANTABRIA) Y EL PROBLEMA DE ARACELIUM Eduardo Peralta Labrador RESUMEN. - Se presentan los resultados de un proyecto de prospección y excavación de varios yacimientos cántabros fechados a fines de la Edad del Hierro e inicios de la ro,nanización y que corresponden a un castro indígena (Espina del Gallego) y dos campamenzos romanos (Cildá y El Cantón) levantados para sitiar al prime- ro. El trabajo defiende la posible identificación de este castro con el Araceliura de las fuentes romanas, cuya conquista en 25 a.C. nzarcó un hito en las guerras cántabras. Se trata de la primera documentación arqueológi- ca de un asedio militar de época augustea. ABS2’RÁcr- The rornan siega of a Cantabrian hill fon (Espina del Gallego) and te problem of Aracelium. The main results are presented of a project of survey and excavation in a group of Cantabrian sites of Late ¡ron Age and Early Roman chronology. The most imporranr sites are a Cantabrian hillfort (Espina del Gallego) and two Roman military camps (Cildá and El Cantón) that besieged it. In this paper ihe idenrification is put forward of the hill fon and the sironghold Aracelium quoted in the Roman written accounts of the Cantabrian wars, which was conquered in 2S BC. This is thefirst archaeological documentation of a military siegefroni Augustan times. PALABRAS CLAvE: Edad del Hierro, Romanización, Guerras Cántabras, Aracelium, Cantabria. KEY WORDS: ¡ron Age, Roman period. Cantabrian wars, Aracelium, Cantabria. 1. INTRODUCCIóN En el año 25 a.C. el emperador Augusto hizo erigir el trofeo de Lugdunum Con venarum (Saint-Ber- trand-de-Comminges, Haute-Garonne) para conme- morar su triple victoria en Aquitania, en la batalla na- val de Actium y en el norte de Hispania, monumento de singular importancia en el que se representó a las gentes devictae, los expolia navalia y se aludía sim- bólicamente a los estandartes romanos recuperados por sus ejércitos de manos de los bárbaros de Hispa- nia y de la Galia (Picard 1947, 1957: 257-259, 266, 270-274~ May 1986: 102-107). A esta victoria del año 25 a.C. sobre los cán- tabros y los astures, la historiografía moderna unani- memente la ha relacionado con el desembarco en la costa cántabra de la classis Aquitanica para apoyar al ejército de la Tarraconense, detenido por la resisten- cia del oppidum de Aracelium, al tiempo que el ejér- cito de Lusitania derrotaba a los astures en tanda (Syme 1976-77: 313-314; Schulten 1962: 171-172; González Echegaray 1979: 106-1 10, 1997: 150; 1999; Rodríguez Colmenero 1979: 121; Solana 1981: 109, 112, 320; Fernández Ochoa 1981: 711; Canal 1985; Santos Yanguas 1981a: 24; Le Roux 1982: 66-67; Martino 1982: 56-57, 98 ss, 148; Montenegro 1982: 184; Horrent 1953; Schmitthenner 1962: 55-56, 62; Lomas 1989: 178-179). La identificación de ese en- clave cántabro de Aracelium con la localidad de Ara- dillos (Enmedio, Cantabria) terminaría por imponerse como algo indiscutible desde que Flórez y Masdeu sostuvieron en el siglo XVIII tal posibilidad (Flórez 1981: III; Masdeu 1789). Sólo Magie, entre los tra- tadistas modernos de estas guerras, prefirió llevar Aracelium hasta Huarte-Araquil (Navarra) (Magie 1920: 143), basándose en la existencia entre los vas- cones de unos Araceli¡ani (Plinio, N.U., III, 24) y de una mansio Aracaelí citada en el Itinerarium Antoní- nianum (Caro Baroja 1985: 61; Sayas 1994: 165-66), hipótesis actualmente descartada por la investigación. Con el objetivo de revisar el fundamento de estas localizaciones tradicionales dc las guerras cánta- * C/Alto de los Leones, 2. 4O~ 39010 Santander.

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Page 1: Asedio a Aracillum

Complurum,lO, 1999: 195—212

EL ASEDIO ROMANO DEL CASTRO DE LA ESPINA DELGALLEGO (CANTABRIA) Y EL PROBLEMA DE ARACELIUM

Eduardo PeraltaLabrador

RESUMEN. - Sepresentanlos resultadosde un proyectodeprospeccióny excavaciónde varios yacimientoscántabrosfechadosafinesde la Edaddel Hierro e inicios de la ro,nanizaciónyquecorrespondena un castroindígena(EspinadelGallego)ydoscampamenzosromanos(Cildá yEl Cantón)levantadospara sitiar al prime-ro. El trabajo defiendela posible identificaciónde estecastro con el Araceliurade lasfuentesromanas,cuyaconquistaen 25 a.C. nzarcó un hito enlas guerrascántabras.Setratade la primeradocumentaciónarqueológi-ca deun asediomilitar deépocaaugustea.

ABS2’RÁcr- Therornan siegaof a Cantabrianhill fon (Espinadel Gallego)and te problem of Aracelium.Themain resultsarepresentedof aprojectof surveyandexcavationin a groupofCantabriansitesofLate ¡ron AgeandEarly Romanchronology.Themostimporranr sitesarea Cantabrianhillfort (EspinadelGallego)andtwoRomanmilitary camps(Cildá andEl Cantón) that besiegedit. In this paperihe idenrification is putforward ofthehill fon andthesirongholdAracelium quotedin theRomanwritten accountsof theCantabrianwars, whichwasconqueredin 2SBC. This is thefirstarchaeologicaldocumentationofa military siegefroniAugustantimes.

PALABRASCLAvE: EdaddelHierro, Romanización,GuerrasCántabras,Aracelium,Cantabria.

KEY WORDS: ¡ron Age, Romanperiod. Cantabrianwars, Aracelium,Cantabria.

1. INTRODUCCIóN

En el año 25 a.C. el emperadorAugustohizoerigir el trofeodeLugdunumConvenarum(Saint-Ber-trand-de-Comminges,Haute-Garonne)para conme-morarsutriple victoria enAquitania,en la batallana-val deActium y en el nortedeHispania, monumentode singular importanciaen el quese representóa lasgentesdevictae,los expolia navalia y se aludía sim-bólicamentea los estandartesromanosrecuperadospor susejércitosde manosde los bárbarosde Hispa-nia y de la Galia (Picard 1947, 1957: 257-259,266,270-274~May 1986: 102-107).

A estavictoria del año 25 a.C. sobrelos cán-tabrosy los astures,la historiografíamodernaunani-mementela ha relacionadocon el desembarcoen lacostacántabrade la classisAquitanicaparaapoyaralejércitode la Tarraconense,detenido por la resisten-cia del oppidumdeAracelium,al tiempoque el ejér-cito de Lusitania derrotabaa los asturesen tanda(Syme 1976-77: 313-314; Schulten 1962: 171-172;

GonzálezEchegaray1979: 106-110, 1997: 150; 1999;RodríguezColmenero1979: 121; Solana 1981: 109,112, 320; FernándezOchoa 1981: 711; Canal 1985;Santos Yanguas 1981a: 24; Le Roux 1982: 66-67;Martino 1982: 56-57,98 ss, 148; Montenegro1982:184; Horrent 1953; Schmitthenner1962: 55-56, 62;Lomas 1989: 178-179). La identificaciónde eseen-clave cántabrode Araceliumconla localidadde Ara-dillos (Enmedio,Cantabria)terminaríapor imponersecomo algo indiscutible desdeque Flórez y Masdeusostuvieronen el siglo XVIII tal posibilidad (Flórez1981: III; Masdeu1789). Sólo Magie, entre los tra-tadistas modernos de estas guerras,prefirió llevarAracelium hasta Huarte-Araquil (Navarra) (Magie1920: 143), basándoseen la existenciaentre los vas-conesde unosAraceli¡ani (Plinio, N.U., III, 24) y deunamansioAracaelícitadaen el Itinerarium Antoní-nianum (CaroBaroja 1985: 61; Sayas1994: 165-66),hipótesisactualmentedescartadaporla investigación.

Con el objetivo de revisarel fundamentodeestaslocalizacionestradicionalesdc las guerrascánta-

* C/Alto de los Leones,2. 4O~ 39010Santander.

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EDUARDOPERALTA LABRADOR

Fig. 1.-Castrode la Espinadel Gallego.

bras y de indagarsobreel desconocidopoblamientocastreñode la vertientecosterade Cantabria,duranteel año 1996 se llevó a cabounacampañade prospec-cionesque se centraronen el áreadel nacimientodelBesayay en las zonasmas abruptasy montañosasdeIguñay de Toranzo,dos valles del sectorcentral deCantabriasituadosrespectivamenteen las cuencasdelBesayay del Pas’. Duranteestostrabajosde prospec-ción se descubrieronuna serie de emplazamientoscastreñosinéditosen las altascumbresdela SierradeBárcenaMayor, concretamenteen el monte de LosAgudos (1.227 m), y, más al norte, en el Alto delCueto(607 m) (Peralta ¡998) y en la laderaestedelCuetodel Agua (646 m) (Peraltay Ocejo 1996: 32-35; Peralta 1999). Se comprobóigualmenteque los

restosmencionadospor el arquitectoJavierGonzálezde Riancho (1988: 55-61) en el ramal que desdelaSierradel Escudoseprolongahaciael norteformandola divisoria entreIguña y Toranzo,correspondena unimportantísimocampode operacionesmilitares de lasguerrascántabras,que comprendeel castroindígenade la Espinadel Gallegoy el campamentoromanodeCildá (Peraltay Ocejo 1996: 35-38), completándosela prospecciónde la zonacon el descubrimientodeotro campamentoromanoen El Cantóny degrandesatrincheramientosromanosen las zonasde CoterodelMedio y Coterode Marojo <Peralta1997,1998).

Se trata de unosyacimientos de una impor-tanciaexcepcionalporque son los primeros de estanaturalezaque se han localizado arqucológicamente

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EL ASEDIO ROMANO DE LA ESPINA DEL GALLEGO (CANTABRIA) 197

delas guerrascántabrasy porqueconstituyenel únicocampode operacionesmilitares de una campañademontañaque seconoceenel mundoromano.

Durante 1997 las investigacionesque dirijose concretaronen una campañade sondeosen losprincipalesenclavesdel asedio descubierto2,cuyosprimerosresultadosse dieron a conoceren el marcodel “1 Simposiosobreguerrascántabras,ejército ro-manoy resistenciaindígena”,que tuvo lugar en San-tanderduranteel mesdeOctubrede dicho año graciasal patrocinio de la FundaciónMarcelino Botín (VV.AA. 1998).

2. EL CASTRO DELA ESPINA DEL GALLEGO (Hg. 1)

Este castroestásituadoen el afilado estre-chamientodel cordalqueseproduceen el montede laEspina del Gallego (967 m) (Longitud: 30 58’ 32”.Latitud: 430 1W 50”). Desdeestelugarse controlavi-sualinentepor el estey por el norte todo el valle deToranzoy la cuencadel Pashastala bahíade Santan-der, y por el oestetodo el valle de Iguña.Estáen co-municaciónvisual de cumbrea cumbrecon los cas-tros de Los Agudos,Cuetodel Agua y Alto del Cue-to, divisándosetambién por el norte los castrosde laSierradel Dobra(Buelna)(Muñóz, San Miguel y Gó-mez 1991:29-35,39-40; Reigadas1995) y el de Cas-til Negro(en laSierraGándara,juntoa PeñaCabarga).

Cerrabael paso por estecordal, que, tal co-momostróel estudiodeGonzálezde Riancho,consti-tuyó desdeantiguounavíanaturalde penetracióndes-de eláreadeCorconte,en la cuencadel Ebro(Gonzá-lezde Riancho1988). En tomo a la cumbrehay unaacrópolisde forma alargaday vagamentetriangularen cuyointerior se apreciantanto sobreel terrenoco-mo en foto aérealas estructurasde un gran edificioestrechoy alargadoorientadoN-S. Estaacrópolisestádelimitadapor los restosbastanteclarosdedoslíneasdefensivasconcéntricasconsistentesen alineamientosde bloquesdeareniscade medianoy de grantamaño,o los lomosde derrumbecubiertosde tierra y de ve-getacion.

Una terceralínea exterior, que al igual quelas anterioresprotege preferentementelos sectoresmásvulnerablesdel castropor el sur y por el oeste,yque conectacon la abruptapendientedel este, com-pletabalas defensasdel emplazamiento.Quedandeella importantesrestosconsistentesen un gran can-chal de derrumbeo el lomo de esederrumbecubiertode tierra y vegetación,y en otros puntosdondetoda-vía se conservanvarios lienzos de murallade mam-posteríaa basede bloquesmáso menosescuadradostrabadosa hueso.En aquellospuntosdondeha podidosermedida,estamuralla tieneunaanchuraque oscila

entrelos 2’50 y los 260 m. A juzgar por el canchal,en el que se conservanvarios portillos flanqueadospor murcIes y dotadosderampasde acceso,tuvo queserunamuralladegrandesproporciones.

Dentrodel recintodefensivo,junto al sectoroestede la murallaexterior, existe un manantialhoycasicegado.Fueradel castro,en direcciónsury al piedel cercano monte de Cueto Redondo,existe otrafuente.

El levantamientoplanimétrico ha permitidoverificar que el castro ocupaunaextensiónde 3’2hectáreas.La excepcionalidaddel mismoprovienedelhechode haberaparecidoen él las primeraseviden-ciasarqueológicasde las guerrascántabras,consisten-tes en unapuntade hierro de seccióncuadradade unproyectil de catapulta(pilum calapultarium) localiza-daen superficieen la acrópolisjunto al edificio estre-choy alargado.Este tipo de pila catapultaria, carac-terístico de los campamentosromanos o de lugaresdonde ha habido guarnicionesromanas,era lanzadopor los scorpiones, pequeñascatapultasde torsiónabundantementeutilizadas por el ejército romanodeépocarepublicanay de comienzosdel principadodeAugusto

No lejos de dondeaparecióel pilum catapul-tarium, ya dentrodel sectornortedel edificio alarga-do tipo barracón,en unazonadescarnaday removidapor el ganadose encontródurantelas prospeccionesun denariodel 42-39a.C. de la familia Mussidia lulia(Peralta1997: 16-17).

2.1. Excavacionesrealizadas

En la murallaexterior (área6), paradocumentarla anchuray las característicasconstructivasde la línea de-fensiva, se instalóun cuadrode6 x 2m. enel sectorsurdelcanchaldederrumbede murallay se procedióa desescom-braría.La murallaestáformadapordosparamentosexterio-resdegrandeso medianosbloquesquesustentanun rellenode cascajo. El paramentointernoapareciódesplomado,al-canzandola murallaen su estadoactual 2 m deanchura.Elparamentoexterno,en cambio,conservaun lienzo de I’20m dealtura formadopor seis hiladasa basede bloquesdeareniscade medianoy degrantamaño trabadosahueso.Labasede la murallala formaunacimentaciónabasede cu-ñas de piedra encajadasque sostienenel muro, elementoconstructivodocumentadoaquípor primeravez enun cas-tro de la Edaddel Hierro deCantabria(Lám. 1).

El hechode queestamurallaexteriorseamáspo-tentey de facturamáselaboradaquelas líneasdefensivasinternasposiblementese debaaquecorrespondaaunaant-pliación tardía del perímetrodefensivo del castro, tal vezparahacer frenteal peligro llegadopor el sur durantelasguerrascántabras.Indiciosque parecenapuntarenestesen-tido son que la segundalínea defensivade murallainternatieneun foso, lo que sugiereque estepudo serel perímetrooriginal del castro,y quelas murallasexteriorescierranúni-camentelas laderasoestey sur,queson las másvulnerablesy en las que seencuentranloscampamentosromanos.

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198 BDUARDO PERALTA LABRADOR

Lám. 1.- Muralla exterior de la Espina del Gallego (hea 6).

En la ladera oeste de la Espina del Gallego, junto a la cara interna de la muralla superior de la acrópolis, se abrieron dos cuadros de 4 x 4 m para comprobar si había vi- viendas adosadas a la muralla, según sugería un posible mu- ro (área 3). No aparecieron estructuras de cabañas, pero sí un gran derrumbe de bloques que en el nivel inferior apare- cían hincados en arcilla estéril.

Muy superficiales, retirada la cubierta vegetal, en- cima de los bloques se encontraron un clavo de hierro de sección cuadrada que mide 9 cm de largo y un objeto curva- do de hierro con filo en la parte interior (puede correspon- der a un cuchillo afalcatado o a una podadera), objeto este último asociado a unos terrones de barro de enlucido de pa- redes de cabaña o de suelo apisonado y a un canto rodado.

Se instaJó un cuadro de 16 x 8 m (Área 1) en el sector norte del edificio estrecho y alargado que existe en la cima del castro (barracón de la acrópolis). En este Área 1 se abrieron tres catas de 2 x 2 m (B-3, C-2, D-l) para descu- brir la pared norte del edificio, encontrándose sus esquinas en B-3 y D-l. Al bajar en estos cuadros afloraron numero- sas rocas de arenisca y un muro derrumbado del que queda una hilera clara de varios sillares. Además de este muro norte del barracón se dejó al descubierto en B-3 el muro oeste del edificio, constituido por otro lienzo derrumbado de grandes bloques toscamente alineados. En este sector el barracón mide unos cinco metros de ancho.

Para verificar cómo era la estructura interna del edificio se abrieron detrás otras tres catas (D-4, D-5, D-6). Se comprobó que el interior del edificio estaba enlosado con un encanchado muy irregular de losas de piedra arenis- ca, en algunos puntos bastante alterado y revuelto por la ac- ción de las raíces del arbolado que en otras épocas parece haber existido en la zona. El encanchado apareció muy su-

perficial, nada mas retirar la cubierta vegetal y la capa de humus.

En el centro del pavimento de losas de D-4 se en- contró un agujero de un poste de madera rodeado en la par- te superior de pequeños bloques de piedra para calzarlo (Lám. 2). El relleno del agujero de poste era de tierra suelta, diferente del nivel de arcilla en el que está excavado, y en ella aparecieron carboncillos y restos de óxido de hierro. A 1’60 m del anterior agujero de poste, en el cuadro D-5, se localizó otro agujero de poste más estrecho y profundo. Mi- de 75 cm de profundidad y 15 x 17 cm de anchura en la bo- ca. En la parte superior es de sección circular y en la infe- rior de sección cuadrada. En el fondo de este agujero de poste, que estaba hueco, aparecieron fragmentos de un obje- to de hierro que parece que recubría la base del poste o sus esquinas. Se tomaron muestras de los cqboncillos encontra- dos en ambos agujeros de poste para su datación por C-14.

En la zona de D-5 contigua a D-6, donde ya había aparecido un denario en superficie durante la campaña de prospecciones (no 9), se encontraron siete denarios republi- canos con una intensa pátina negra (no l-2-3-4-6-7-8). Se encontró otro denario junto al cuadro anterior af abrir D-6 (no 5). Todos estos denarios aparecieron dispersos en una pequeña área sobre los restos de enlosado y estaban muy superficiales. La concentración indica que se trata de un te- sorillo, posiblemente disperso al derrumbarse las paredes del edificio donde pudo haber sido ocultado. En el extremo S.E. del mismo cuadro D-6 se encontró sobre el encanchado un canto rodado de arenisca, traído hasta aquí para ser utili- zado probablemente como molino.

En un lugar del centro del edificio (area 4) donde afloraban algunas hiladas del muro exterior, se abrió una cata de 8 x 2 m. Este cuadro, instalado perpendicularmente

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EL ASEDIO ROMANO DE LA ESPINA DEL GALLEGO (CANTABRIA) 199

Lám. 2.- Restos de enlosado y agujeros de postes de madera del barracón de la Espina del Gallego (Área 1).

a la estructura del barracón, permitió averiguar que en este punto la anchura del edilicio es de 4’90 m. Los muros, a ba- se de sillares superpuestos sin elementos aglutinantes, son de una anchura de 65 o 70 cm. Por la cara interior de los muros se documentó la existencia de unos bancos o bases artiñciales de arcilla cuya finalidad pudo ser la de actuar de aislante contra la humedad.

Dentro del barracón, sobre el encanchado de pie- dra, que en algunos puntos aprovecha grandes bloques natu- rales, se encontró un objeto alargado de hierro de 20’5 cm.

En el extremo sur visible del barracón se instaló un cuadro de 8 x 8 m (área 2) donde se apreciaban algunas estructuras latentes. Al profundizar fueron apareciendo mu- ros de bloques de arenisca que llegan a alcanzar cuatro hila- das de altura. Corresponden a una estructura compleja con muros de estancias internas y de las paredes exteriores del edificio. En una esquina de la pared externa del edificio ha aparecido un calce de lajas de piedra para un poste de ma- dera de sección cuadrada, lo que indica que en esta parte del edificio hubo una puerta o un porche cubierto.

Se puede apuntar que en esta parte del edificio se @recia un ensanchamiento que pudiera corresponder a la estancia de los mandos de la unidad, tal como se constata en otros barracones militares romanos con estos ensancha- mientos de la estructura en uno de los extremos del edificio (Johnson 1983: 166 SS.). No obstante, los sondeos eléctricos han revelado que el barracón no termina en esta zona, sino que sus muros se prolongan bajo tierra hacia el sur, en di- rección a la muralla interna. La excavación de este área ha- brá de rematarse en la próxima campaña.

2.2. Conclusiones

Los sondeos realizados en el castro sólo han suministrado por el momento algunos posibles mate-

riales indígenas junto a la muralla del Área 3, pero las dos catas que se abrieron en el Área 5, en la zona lla- na de la parte alta del castro, resultaron estériles ar- queológicamente. En estas zonas llanas de la parte su- perior existe una escasa potencia, llegándose casi in- mediatamente debajo de la capa de humus al nivel in- ferior de arcilla estéril o a un nivel de bloques de are- nisca. Todo apunta a que los movimientos post-depo- sicionales causados por la lluvia, y en especial por la intensa nivación y posterior’fusión, han provocado el arrasamiento de la escasa potencia estratigráfica exis- tente en las partes altas del castro. Se trata de un he- cho bastante común en otros castros de la Edad del Hierro, tanto en la vertiente cantábrica como al sur de la Cordillera. Cabe esperar por ello que, tal como se ha comprobado en las excavaciones del castro de Kosnoaga (Gernica-Luma, Vizcaya), los materiales arrastrados por los movimientos postodeposicionales ladera abajo aparezcan retenidos en las murallas y en los fosos (Unzueta y Martínez 1990: hoja 10, cap. 2). Otro ejemplo caractenístico es el del castro de Las Ra- bas (Celada Marlantefs,‘Cantabria), cuya parte alta, de escasa potencia, res& prácticamente estéril, locali- zándose los materiales más abundantes en la vaguada situada al pie del castro (García Guinea y Rincón 1970: 12-13, 16).

De confirmarse en las futuras excavaciones esta escasez de materiales, cabría plantearse también una explicación de tipo histórico, pues los textos clá- sicos sobre las guerras cántabras nos indican expresa- mente que en ocasiones los cántabros se atrincheraron en determinados lugares que fortificaron en el trans-

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200 EDUARDO PERALTA LABRADOR

curso de esa misma contienda (Dión LIV, 11,2). Si la Espina del Gallego es uno de estos lugares, algo que todavía esta por verificar, tendrfa un único nivel de ocupación y una escasa potencia arqueológica.

Por lo que respecta al barracón, los trabajos arqueológicos en este edificio han permitido compro- bar que desde el muro norte (Area 1) hasta el muro sur del ensanchamiento (Área 2) mide 83 m de largo por 4’90 o 5 m de anchura (XVI pies y %). Los muros del edificio, según se ha detectado en los sondeos eléctricos continúan hacia el sur, por lo que el edificio pudo tener cerca de 100 m de largo. Su estructura tie- ne una forma ligeramente quebrada para adaptarse a la forma de la acrópolis del castro, en lo que se aleja de las plantas perfectamente regulares de los barraco- nes de los campamentos romanos estables.

El edificio tema un zócalo formado por va- rias hiladas de bloques de piedra que sustentaba unas paredes de madera, características normales en los ba- rracones militares romanos, al modo como los que se han reconstruido en el campamento de la Saalburg (Bad Homburg, Westfalia) (Johnson 1983: 168). El interior estaba cubierto por un rústico enlosado en cu- ya parte central había una línea de postes de madera calzados con lajas (Lám. 2), elementos ambos docu- mentados también en los barracones del campamento de Atxa (Vitoria) (Iriarte 1995: 368-369, láms. 73- 74). Esta línea de postes sostenía una techumbre a dos aguas con cubierta de madera y otras materias vegeta- les, como se deduce al no haber aparecido tégulas.

En zonas aún no excavadas del barracón se ven aflorar muros de estancias internas que probable- mente correspondan a cubiculu de los contubemiu

(grupos de ocho hombres) del destacamento que ocu- paba el edificio. Teniendo en cuenta que los barraco- nes de una centuria comprendían diez cubiculu para diez contubemia y otro módulo mayor para el mando y sus subordinados, o los 6-8 cubiculu que solían té- ner los barracones de una unidad auxiliar o de caba- Ilerfa (Johnson 1983: 166-176, 294-297), podemos hacer un calculo provisional del número de hombres que pudo albergar el barracón de la Espina del Galle- go basándonos en las dimensiones habituales de los cubiculu de otros barracones excavados, que pueden variar entre los 4’50 x 3’40 de los cubiculu del cam- pamento estable de la Le& VIII Augusta en Mire- beau (Dijon) (Reddé 1996: 197), los 3 x 3 m del ba- rracón del campamento de Aquis Querqkennis (Oren- se) (Rodríguez Colmenero 1983: 254, 1980) o los 2’40 x 3’80 del campamento de Atxa (Vitoria) (Iriarte 1995: 366-367,370).

Si los cubicuZu del barracon de la Espina del Gallego tuvieron unos 3 m de anchura, en los 83 m visibles del edificio habrfa espacio para 28 cubiculu de otros tantos cor?ubemk.z, lo que hace un total de unos 224 soldados, (tcerca de tres centurias?). Tales efectivos serfan más reducidos en caso de tratarse de un barracón para varias turne de caballerfa al nece-

’ sitar una parte del edificio para establos. El tesorillo de denarios encontrados en el in-

terior del edificio (Lám. 3) lo sitúan en las guerras cán- tabras del período augústeo, pues ninguna de sus pie- zas llega a sobrepasar esas guerras (uno es de finales del siglos II a.C. y los demás del siglo 1 a.C.): l-Fon- teia (116 a.C. o 114-113 aC.), 2-Volteiu (80 a.C.>, 3- Cdpumiu (67 a.C.), 4-Futiu (63 a.C.), 5-Scriboniu (55

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EL ASEDIO ROMANO DELA ESPINADEL GALLEGO (CANTABRIA) 201

a.C.),6-Julia (50 a.C.047-46a.C.),7-Caecilia (81-77a.C.),8-Valeria (43 a.C.) y 9-MussidiaJulia (42-39a.C.). Tresde ellossondenariosforrados (n0 3-5-8). Setrata de unos materiales numismáticostardo-republi-canosmuy significativos, en especiallas acuñacionescesarianasy pompeyanas(n0 5-6-8-9) porqueera lamonedaquecirculabamásabundantementeen las le-gionesde inicios del principadodeAugusto.

El barracónde la Espina del Gallego es eledificio romanomás antiguoque se ha documentadoen Cantabriay correspondea una guarnicióndejadaen estecastroparavigilar la zonae impedir que elcastrovolviesea serocupadopor los indígenas.

3. EL CAMPAMENTO ROMANODE CILDÁ (Fig. 2)

Estásituadounos2 1cm al sudestedel castrode la Espinadel Gallego, en un monte de la mismasierrallamadoCildá, a 1.066 m dealtitud (Longitud:3057’ lO”. Latitud: 430 10’ 04”). El parajeestáenladivisoria entre los ayuntamientosde Corverade To-ranzoy ArenasdeIgufla, y desdeél sedominavisual-menteel valle del Paspor el estey por el norte, asícomoel valle del Besayapor el oeste.

El estudiodetalladodel lugar, sobre el queya hacemuchosañoscirculabannoticias de materia-les romanosaparecidosen la cumbre,y sobreel quese apuntabasuposiblecaráctercastreño(GonzálezdeRiancho 1988: 55-61), nospermitió descubrir,en es-pecial graciasa las fotos aéreas,que las líneasdefen-sivas a basedeterraplenesy fosos de tierra existentesen estemontecorrespondena un campamentoroma-no de grandesdimensiones.Durante las prospeccio-nes de la zonase localizaroncon posterioridadotroscampamentosromanosen la mismasierra,todosellosbastantebien conservadospor encontrarseen zonasde montañaqueno hansidoalteradaspor la agricultu-ra y queno se hanvisto demasiadoafectadaspor re-plantacionesforestalesmodernas(Peralta1997).

Las estructurasdefensivasde Cildá, segúnseha comprobadoal hacerel levantamientoplanimétri-co, correspondena un recinto campamentalde 23 o25 hectáreas(la desapariciónde la mayor partedelperímetrodefensivode la laderanortepor la erosiónno permite mayoresprecisiones).Estáadaptadoa lacima y a las laderasde Cildá. El hechode que se en-cuentreasentadoen una montañaes de gran impor-tanciaporquenosencontramosanteuno de lospocosejemplosque se hanlocalizadode castra in monte,elcuartotipo de emplazamientocampamentalquese es-tableceen la clasificacióndel Pseudo-Hyginio,mien-tras que de los demástipos, como el campamentodecampañaen pendientesuave(in eminentiamleniter),enterrenollano Qn plano), encolina(in colle) o enun

lugar donde la topografíao las necesidadesdel mo-mento imponíanla construcciónde atrincheramientosirregulares(casiTa necessaria)(Pseudo-HyginioDemunilionihuscasu-orum, 56), ya se conocíanarqueo-lógicamentediferentesasentamientos.

El costra de Cildá tiene un recinto campa-mentalcentralde forma rectangularqueocupaunas5hectáreasy mide 260’9 m de largo por 217’4 m deancho.En el centrodeesterecintoexisteun amuralla-miento de piedraque cierra la cumbredel monte.Desdeesteamurallamientosaleen direccióna lasde-fensasdel sur del campamentoun largo muro de pie-dradeun posibleedificio tipo barracón.

Este recintocentralde 5 hectáreasestáprote-gido enlos sectoresestey surpor un aggerdetierra yrestosde un foso. En el sectornortese conservasólola esquinadel oeste,que tiene la típica formaredon-deadade las esquinasde los campamentosromanos.El sectoroeste,guarnecidocon obrasdefensivasdemayorenvergadura,comprendeun agger de tierra degrandesdimensionesy unafossaduplexperfectamen-te visiblesenfoto aéreay sobreel terreno.

A 165 m de distancia(LV pies)de la anteriorfossaduplexdela laderaoesteexisteotralíneadefen-siva. Correparalelaa losatrincheramientossuperioresy estáformadapor un aggery otrafossaduplex.En laesquinanoroeste,de forma redondeada,se apreciaunúnico foso, perdiéndosea continuaciónel perímetrodefensivoen la erosionadaladeranorte. La esquinasudoeste,igualmenteredondeadapara evitar ángulosdemasiadosalientesquedebilitarían la eficaciade lasfortificacionesdestinadasa protegera los defensores,como explicael Pseudo-Hyginioa propósitode estaforma de los ángulosde los campamentos(¡‘seudo-Hyginio, 54),gira en ángulorectoy remontala laderaparaunirsea la líneadefensivasuperior.

La existenciade dos líneasdefensivaspara-lelas (vallum duplex)en la laderaoestesituadafrenteal castrode la Espinadel Gallego,dotadasambasdedos fosos paralelos contiguos<fasso duplex), indicaqueesteera el flancodel campamentosituadocaraalenemigo.Estoselementos<valIum duplexyfossadu-plex)se handocumentadotambiénen los atrinchera-mientosde Césaren la montañade Nointel (Ile-de-Francey Picardie)(lvlatherat1943: 115-116).

En el lugar dondela línea defensivaexteriorenlazacon la interior tras remontar la laderaoesteexisteunapuerta.Pudieratratarsede la portopraeto-ría del campamento,que siempre se ponía cara alenemigo(Pseudo-Hyginio,56; Vegecio Epitomo reímilitaris, 1, 23; TácitoAnn., 1, 66, 2), casode que laportopraetoriano estuvieseen realidaden otro puntode la laderaoesteactualmentearrasadopor la erosión.La puertaque comentamosdisponede un muro avan-zado.Parecetratarsede un tiíulum, sistemadefensivode las puertasde los campamentosromanosdel que

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202 EDUARDOPERALTA LABRADOR

PEOLDA

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Fig. 2.-El campamentoromanodeCiIdá.

hablanlos textos(Pseudo-Hyginio,49 y 50),quecon- ya asociadoscomo será común en los posterioressistíaen un terraplény un foso dela mismaanchura campamentosde épocaimperial (Reddé 1995; John-que la puertaerigidos delantede ella pararomper la son1983:50-51; Lenoir 1979:82).formacióndeun posibleasaltante. La laderaestedel campamento,de pronun-

Los campamentosrepublicanosde Renieblas ciadaspendientesinterrumpidaspor un abruptocantil,y de Almazán(Soda)estándotadosdeestostitula en no necesitéatrincheramientostan considerablescomolas puertas(Morillo 1991: 155-156, 163), al igual que los de la laderaoeste.Estesectordispone,al otro ladolos campamentoscesarianosde Alesia (Alise-Sainte- de la pistamoderna,deun agger y, aparentemente,deReine,Cóte-D’Or), dondetitula y claviculaeaparecen un único foso. En el sectornordeste,dondehay un ac-

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EL ASEDIO ROMANO DE LA ESPINA DEL GALLEGO (CANTABRIA) 203

cesomás fácil por unazonade laderamenospronun-ciada,existeunapuertaa basede terraplenesartificia-les de tierra que formandosestrechosy profundospa-sillos quese bifurcan cadauno en otrosdospequeñoscallejosde accesoal interiordel campamento,sistemaquepermitíacontrolardesdelo alto de los terraplenesa quien entrasepor los pasillos.Parecetratarsede laporta decumana,la principal del campamento,queerasituadaen el ladocontrarioal quese encontrabaelenemigo y en un lugar elevadoy dominante,segúnsabemospor los tratadistasen castramentaciónmilitarromanos(Pseudo-Hyginio,56; Vegecio,1, 23;César,BO., II, 24, 2), y como se ve en estecampamentodeCildá, en el que tambiénsedocumentacómola puertadecumanaes la únicaqueseapartadel tipo de defen-sasen claviculae o en titula de las demáspuertas,algocaracterísticode los castra malora de campaña(Ma-therat1943: 118-119, 123-124;Johnson1983:77ss.).

Al surdel recintocampamentalcentralde 5hectáreasdescritoal principio se extiendeunasuavependienteprotegidapor otras dos líneas defensivasqueocupa4’4 hectáreas.La más internacomprendeun aggerde tierra que se dirije haciael surparavirardespuésendirecciónnortetrazandounacurvao semi-círculo, zonaqueha sido destrozadaengranparteporla pistamoderna.La líneadefensivaexterior disponeen la laderaoestede un agger de tierra y unafossaduplex,cuyo trazadorectilíneolevementecurvadoendirecciónsudestedurante243 m terminaenunapuer-ta encíavicula excepcionalmenteconservada.

El sistemadepuertasen claviculaeparapro-tegerlas entradasde los campamentoses uno de loselementosmás característicospara poder identificarun atrincheramientocomo romano (Grenier 1931:193; Kahrstedt1937;Lenoir 1972:697; Reddé1995).Consistíaen unaprolongacióndel parapetodel aggerformandoun semicírculohacia el interior del campa-mento. Como se explica en De munitionibuscastro-rum, estedispositivoestabadestinadoa impedir queun posibleasaltanteentraseen trombaen el campa-mento y le desviabahacia la izquierda,obligándoleadejaral descubiertosudesprotegidocostadoderecho,ya que el escudocubríael costadoizquierdo de losguerreros(Pseudo-Hyginio,55). Las últimasexcava-cionesen los campamentosde Alesia (Alise-Sainte-Reine,Cóte-D’Or) handemostradoqueen épocace-sarianaya se utilizabanlas claviculae (Reddé et alii1995: 118-122;Reddé1995).cronologíaa laque tam-bién correspondenlas claviculaede loscampamentosde Mauchamp(Beny-au-Bac,Aisne) (Peyre1978;Re-ddé 1987:344-347).En los campamentosromanosdecampañadeGran Bretaña,Alemania,Francia,IsraelyRumaniaquese conocende épocaimperial la utiliza-ción de claviculaeestádocumentadaentreel 43 d.c.y el 145 d.C. (Lenoir 1972;Reddé1995).Algunosdeellos correspondena camposde operacionesmilitares

comoel queestudiamos,casode los campamentosdelasediode Masada(Israel) en 72-73 d.C. (Richmond1962) o de loscampamentosde asediodeBurnswark(Escocia)en el 82 d.C. (Schulten1914; Lenoir 1977:714). En Españael únicocampamentoque seconocíaconunapuertaen clavicula, en estecasodoble,era eldeValdemeda(Manzaneda,León), de épocaaugústea(Fernández-Possey Sánchez-Palencia:148-151).

El castro maiora de Cildá pudo albergarensu recinto central de 5 hectáreas5.000 hombresentiendasde campaña(unalegión), si nos basamosenlos cálculosde ChristianPeyreparalos campamentoscesarianosde campañaen el Aisne, queconsideranquecadasoldadoocuparía8’4 metroscuadrados;aes-te contingentehabríaqueañadirentre3.000 y 4.000auxiliaresquepudieronacamparen el recintode 41hectáreasde la laderasur. Si hacemosel cálculosobrelos5 ‘6 metroscuadradospor hombreque tambiénhaconsideradoPeyre,en el recinto central pudo haberunos8.900 hombres (¿doslegiones incompletas?)yen la laderasur hasta7.800 auxiliares(Peyre 1978:210-215).

3d. Excavacionesrealizadas

En las defensascampamentalessuperioresde laladeraoestedeCildá(área3) seinstalóun cuadrode16 x 2mpara abrirunatrincheraperpendicularquepennitiesedo-cumentarel perfil original del talud de tierra (agger)sobreel que iba la empalizada(valIum) y de los dosfosos (fossadupla) separadospor el contra-agger interno,al modo co-mo sehahechoenotroscampamentosromanosdecampañaconestructurasde fosos y terraplenesde tierra, casode loscampamentosprovisionales de la Legio JX Hispano enCawthorn (Yorkshire) (Richmond 1932) y de los campa-mentoscesarianosde Nointel (Clermont-de-l’Oise)(Mate-rat 1943)o Alesia(Reddéet dii 1995).

Los fososdeestalíneadefensivasefueroncegan-do por un procesodedecantaciónde materiaorgánicapro-piciadopor el arrastredehumusrealizadoporel agua.Reti-radoel nivel de tierra orgánicaquehabíarellenadolos fososy suavizadola pendientedel agger, se llegó al nivel de arci-lias amarillentasen las que habíansido excavadasorigina-riamentelas estructurasdefensivas.El foso exterior, trans-formadoenunaturberade tierra negrasueltaquecontrasta-baconel nivel dearcilla, esun típico fosoenV conparedesinclinadas<fossafasrigata) de 145 m de anchura(unos Vpies) y 070 ¡u deprofundidad(II pies y 1/3), que son lasmedidasnormalesde los fosos romanos,cuyaprofundidadsolíamedir la mitadde loqueteníandeanchura.En el con-tra-agger del bordeexterior conservauna seriede bloquesde piedra irregulannentecolocadosque posiblementesir-vieron para afianzardefensaso estacasde maderatipo su-des stipitesquepraeculio cervi (Matherat1943: 90-95).

Detrásdel foso exteriorselevantaun contra-aggerinterno en cuyaparte superioraparecenel mismo tipo debloquesde areniscade pequeñoy de medianotamaño quesujetaríanobstáculosdemadera.Entreestecontra-agger In-terno y el terrapléndel aggerhay otro foso menosprofun-do, tambiénde paredesinclinadas,quemide 1 ‘90 o 2 m de

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204 EDUARDOPERALTA LABRADOR

anchura(VI pies y 1/3) y 0’60 m de profundidad(II pies).El conjuntodelos dosfososy el contra-aggerquelos sepa-ramide 510m (XVIII pies)(Fig. 3).

El aggero parapetode tierra tiene unaalturade214m entreel fondodel foso interno y la basedela empa-lizadasuperior(valium). En el bordesuperiordel aggerseapreciauna hilera muy irregular de pequeñosbloquesdepiedracuya finalidad seríasostenerla empalizada,aunqueen estacatano sehan localizadoagujerosde postecon elcorrespondientecalcedepiedrascomolos quese conocenenotros campamentosromanosde campaña,situadosa in-tervalospara sujetarun valIuma basedetrenzadoderamaje(tonca)(Matherat1943: 88).

Sobreel aggerse apreciaun caminode rondani-velado.Detrásde estecaminoderondaexisteunapequeñaplataformaartificial de tierraquepudieraestarrelacionadacon las máquinasde guerra (tormenta) tipo scorpionesoballistae, puessabemospor el Pseudo-Hyginioqueen loscampamentossituadosen territorio enemigose levantabandetrechoen trechounasplataformas(lo rmenhistribunalia)paralas catapultas,especialmentealrededorde las puertas,en los salientesy dondeiban las torres (Pseudo-Hyginio,58). Se tratade un elementode la castramentaciónromanaquese habíadocumentadoen los campamentosdemanio-brasdela Legio IX HispanaenCawffiorn (Yorkshire)(Rich-mond 1932: 33, 57-58, fíg. II, pl. VIII y XX), conociéndo-se tambiénplataformasde mayoresdimensionesparacata-pultas(ballisrania) enel campamentoestabledeépocaclau-dia deHod Hill (Dorset)y enel de épocaseverianade HighRochester(Johnson1983: 94-95, 241-242).

La línea defensivaexteriorde la laderaoestedelcampamento(área5) conservatodavíaun buen alzadodelaggeren el sectorpróximoala esquinaen ángulorectore-dondeadodondelos atrincheramientoscambiande direc-cióny remontanla laderaendirecciónal valIumsuperior.

Tras instalarun cuadrode 12 x 2 m perpendiculara las estructurasdefensivas,se comprobéqueen el bordesuperiordel aggerexisteunairregularbasedepiedrasparaafianzarel valium. Al no haberaparecidoningunaestructu-ra clara para basesde postesen este irregular empedrado,no puedesabersepor el momentosi la empalizadacorres-pondíaal tipo denominadode lorica (Pseudo-Hyginio,50),

compuestaporestacascadacienosintervalosparasustentarun parapetorealizadoabasede un trenzadoderamaje(Ma-therat1943: 88), o si aquí seutilizaron únicamentelasesta-caspreparadasquelos legionariosllevabanconsigoparaloscampamentosprovisionales(Vegecio1, 24). Sisepudocom-probarqueenla pendientedel aggery enel fondodel pri-mer foso habíalosetasde piedradeslizadasdesdela partesuperior,dondeposiblementehubo algúntipo de enlosadoenel caminoderonda.

Segúnseconstatóal retirarla cubiertavegetaly elmaterialde tierra orgánicaquelos cegaba,los fososdeestalínea defensivaexteriorerande mayoresdimensionesquelos dela línea superior.Estánexcepcionalmentebien con-servados.Tienen forma en U, otra modalidadde la fossafastigata, la fossa lateribus curvis. El foso exterior mide

1 ‘SO m de ancho(V pies) por 0’60 m de profundidad(IIpies).El foso interno,separadodel anteriorpor un contra-aggercentral,mide 210m de ancho(VII pies) por0’80 mdeprofundidad(II piesy 2/3). Desdeel fondoplanodelfo-so interno hastael borde superiordel aggerhay unadife-renciadealturade 260 m, queoriginalmenteseveríaacre-centadapor laalturadelvaliumdemadera.

Ambos fosos y el contra-agger central ocupan4’80 m deanchura(XVI pies).Estetipo de sistemadefensi-yo a basedefossaduplex(dos fosos paraleloscontiguos)cumplíala mismafunciónqueun foso únicodeXVI piesdeabertura,pero resultabamenostrabajosode excavary eramássólido: el espacioa franquearpor un posibleasaltanteera el mismo y la dificultad quedabaacrecentadapor laexistenciadedos barrerasenvez de una. En campañaestetipo de atrincheramientoscon fososdobleseranutilizadossobretodo cuandohabíaun ejércitoenemigoen las proxi-midades(CésarB.G., VII, 36 y 72; VIII, 9).

La pendientedela laderadondeseencuentranlosfososdeCildáacrecentabala alturay la eficaciadelasobrasdefensivasromanasexcavadasenella. Porello, aunquelasmedidasde estos fososse aproximana las dimensionesdelos fososde campañanormales,queteníanVI pies (1 ‘80 mx W90m) o V pies(ESOm x W75 m) (Matherat1943: 90),queeran los característicosprecisamentede unafossadu-pía del períodocesariano(foso externode V pies y fosointernodeVI pies)(Matherat1943: 115), setrataen el caso

Fig. 3.-Aggery fososdel campamentoromanode Cildá.

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EL ASEDIO ROMANO DE LA ESPINA DEL GALLEGO (CANTABRIA) 205

de Cildá de atrincheramientossituadosen la laderadeunamontañacon fuertependiente,lo quehacíainnecesarioobrasdemayorenvergadura.

En líneasgeneraleslas estructurasdefensivasdeCildá vienenacorrespondero superanlos V pies deanchu-raqueteníaquetenercomomínimo un foso campamental(Pseudo-Hyginio,49), o los VI pies de alturareglamentariadeun aggerde tierra y tapinesde césped(Pseudo-Hyginio,50), sin alejarsetampocomuchode las que Vegecioreco-mendabaparaun campamentoquepeligrasede seratacado:aggerde XIII pies dealturay foso únicodeXII piesdean-chura(Vegecio 1, 24), queen ocasionespodíaaumentarsehastaXVII o XIX pies de anchura(VegecioIII, 8), si tene-mos en cuentaquela prácticahabitualde los romanoseraexcavardosfososparalelosqueocupabanla mismaanchuraqueun granfosoumco.

En los vestigiosdel amurallamientodepiedraquerodeala cumbrede Cildá se instaléun cuadrode 5 x 2 ¡u

(Área 1) paraabrir unacataperpendicularala muralla.Di-chamuralla estáformadaa basede bloquesdeareniscademedianotamañoen las carasinternay externade la mismasin llegar a formar un verdaderoparamentode muro, quesustentanun relleno interno de cascajomenudo.Mas queunamuralla,parecetratarsedeun alomamientoartificial depiedraqueenesteÁrea 1 alcanzalos 5 m deanchura,y so-breel quepudoir unaempalizada.

Masal esteseabrióotracata(Area7)enestamis-ma línea defensiva y se comprobó que en estepunto elamurallamientoestabaformadoa basede grandesbloquesde areniscaalineadose hincadosentierra, algunodeellosconmarcasdecincel,queservíande paredesde contencióndel rellenodecascajointerno.La anchuradela línea defen-sivaenestepuntoesde 1 VS m (VI piesy Vi).

Como hipótesisaverificar en las futurasexcava-cionespuedeplantearsela posibilidadde queestalínea de-fensivadepiedrapuedacorresponderaun campamentomásestabledealgunaunidadauxiliar dejadaparavigilar la zonacuandomarchóel gruesodel ejército.Tambiénpudieranco-rrespondera unasdefensassuplementariaspara protegerelpretoriodel general.

Juntoa la pistamodernay el refugió deCildá, si-tuadosen las proximidadesde estalíneadefensivasuperior,seexcavóparcialmenteunaestructuratumuliforme (Atra 2)de forma circular que mide unos 3 m de diámetro. Estáconstruidaa basede bloquesde areniscade medianotama-ño bajo los queaparecióunabaseartificial de arcilla apiso-nadacon restosdealgunoscarboncillos.La mitadexcavadadela estructurano dio materialesqueaclarenla funciónali-dado la cronologíade la misma y habráqueesperara losresultadosdelas muestrastomadasparaC-14.

4. EL CAMPAMENTO ROMANODE EL CANTON (Fig. 4)

Fue descubiertodurantenuestrasprospeccio-nes de 1996. Estásituadoen el lugar denominadoElCantón,en la divisoria entreMenasde Iguñay Mo-lledo (Longitud: 30 59’ 5W’. Latitud: 430 10’ 04”).Ocupaunazona de praderíacortadaal nortepor unareplantaciónde pinos. Desdeestelugar se controlael

ramal que desdeel castro de la Espina del Gallegodesciendehaciael oesteendireccióna Silió.

Consisteen una estructuradefensivaa basede terraplenesde tierra queformanun agger de me-noresdimensionesquelos del campamentode Cildá.Delantedelagger existeun único foso. El recintodis-ponede unapuertaen claviculaenel sectoreste,caraal castrode la Espina del Gallego, formadapor unmuretede bloquesde piedracon forma de cuartodecírculo. Existe otra puertaen clavicula con la mismacaracterísticaprolongacióninternadel aggeren formade cuartode círculo al noroestedel perímetrodefensi-vo, dentro del bosquedepinos.

Por su forma ovaladaestecampamentoco-rrespondeal castra lunata o al castra rotunda men-cionadospor Vegecioy Césaral describir las formasde los campamentosromanos(Vegecio 1, 23; III, 8;CésarBelloAfricano, 80; Saglio 1969: 949-950). Setrata de un castra minora que en sus 7.210 metroscuadradosha podido albergar a lo sumo unos 800hombres,es decir, dos cohortesde infantería, o unasolacohortede 400 hombres(5 centuriasde 80 hom-brescadauna). Pudocorrespondertambiéna un alaquingenariade 16 turmasdecaballería(500hombres).

En la superficiedel campamentose aprecianalgunossondeosmineros modernosrelacionadosconla mina de hierro que se explotó al pie de El Cantón.Parala replantaciónde pinos del tercio noroestedelcampamentose hizo un cortafuegosde quincemetrosde anchuraque atraviesael campamento.Esapistacortafuegosha alteradocompletamentela superficiedel campamentoy ha destruidolos terraplenesy fosospor dondepasa.En ella seencontróen superficieunplomo derestañar,elementotípico de los campamen-tosromanos,unapuntadeun posiblepilum arrojadizode legionariomuy deteriorada,un fragmentode moli-no y un metatedemolino o yunquede piedra.

La escasezde materialesencontradospor elmomentoenestoscampamentosesexplicable,enpar-te, porquelos sondeosse handirigido preferentementeal estudiodelasestructurasdefensivasantesquealaszonasde acampada,perotambiénporquese trata decampamentosdecampañaestacionales(castra aestiva)en los queno puedenaparecertantosmaterialescomoencampamentosestables(castrahiberna o castrasta-tiva) quehayanexperimentadounaprolongadaocupa-ción (Le Bohec 1990: 138-141, 164-173).En campañacadalegionariollevabaúnicamentela impedimentaes-tnctamentenecesaria(Apiano Iher., 85; CicerónTusc.,II y XVI, 37), recogiéndolaal levantarel campamentoyllevándolacolgadade lafurca (Feugére1993: 72-73).

4.1. Excavacionesrealizadas

En el centro del campamento,a mediadistanciaentrelasdospuertasenclaviculae,se instaléun cuadrode4

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206 EDUARDOPERALTA LABRADOR

x 4 m (Área 1) porquela zonaparecíala másadecuadaparahabersidoocupadapor las tiendasdecampaña.Los prime-ros sondeosque se abrieronresultaronestérilesarqueológi-camente,llegándoseinmediatamentedebajode la capadehumusal nivel de tierra arcillosaestéril.Sóloen unode lossondeosqueseabrieronal sur del cuadro(enB-4) aparecie-ron objetosde hierro muydeformadospor la oxidación(unobjeto alargadode 16 cm y otrapiezamás pequeña).Estosobjetosestabanjunto a un suelo irregularde piedra sueltaque pudieraser un empedrado,extremo a verificar en lasfuturascampañas.

En la líneadefensivaseinstalóun cuadrode 10 x2 m en lazonasurdelperímetrocampamental(Área2) paradocumentarsu estructura,quequedóperfiladatrasretirarelnivel de humusy el rellenode tierra negradel foso.Se tratade un valium completo (vallum ac aggerfossaque) com-puestoporunafossafastigatade paredesen V quemide266m de anchopor043m deprofundidad,y de un aggerde tierra quejunto a la profundidaddel foso presentaunabarrerafrontalde 1 82 m de altura (unos VI pies), justa-mentela alturareglamentariadeunaggerdeun campamen-to decampañanormal(Pseudo-Hyginio,50).

5. OTROS ATRINCHERAMIENTOSROMANOS

Durantelas prospeccionesde 1996 se descu-brió un posiblecasretiumo pequeñocampamentoenla líneade cumbresque forma la divisoria de los mu-nicipios de Molledoy Luena,en el lugardenominadoCotero de Marojo (Longitud: 30 56’ 45% Latitud: 430

06 l0’9. Estáunos7km al suren línea rectadel cam-pamentodeCildá.

Se tratade unaplataformaartificial de tierrasituadaen un estrechamientode la sierra.No parecetenerpuertasen claviculaeni lasdemáscaracterísti-casde un campamentoromano.Por suscaracterísticasseasemejamás alos castella romanos,queeran pe-queñosfortines construidossobreuna plataformadetierra sin el característicoagger delos castra (Mathe-rat 1943: 102-105). Esteposiblecastellum es menorqueel castraminora de El Cantón,y estábastanteal-teradopor las rodadasdel caminode canos.Todavía

Fig.4.- El campamentoromanodeEl cantón.

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EL ASEDIO ROMANO DE LA ESPINADEL GALLEGO (CANTABRIA) 207

no se hanrealizadotrabajosarqueológicosenél.Siguiendopor la línea de cumbresque for-

man la divisoria entreMolledo y Luena,un kilómetroal surdel posiblecastellum,se produceun estratégicoestrechamientode la sierra en el lugar denominadoCoterodel Medio (Longitud: 30 57’ 10”. Latitud: 43005’ 45”). En estelugar, situadoa 1200 m de altitud,existeun gran agger de tierra de enormesproporcio-nes adosadoa la ladera sur del montede CoterodelMedio, delantedel cual hay una granfossafastigataen y. Entre la partesuperiordel agger de tierra y elfondo del foso hay unos4 m de altura. Esta líneade-fensivacortael paso por la sierra cara al sur y bajapor la laderaoeste,comose apreciaensuperficiey enfoto aérea.Delante de la mismaexisteotra líneade-fensiva exterior formadapor un agger y unafossafastígatade menoresdimensiones.

Se trata de un valIum duplex queprotegíalaretaguardiadel ejército acampado8 lun al norte enCildá, y que,junto al castellum,controlabala vía es-tratégicaque discurríapor toda la sierraparaabaste-cer al ejército. En este sentidosabemospor Vegecioquelos castellaseconstruíanen parajesapartadospa-ra dejar en ellos guarnicionesque controlasenel ca-minopor dondellegabanlos convoyesde aprovisiona-mientodel ejército, impidiendoasíal enemigoatacar-losporquelas columnasde suministrosquedabanpro-tegidaspor el frente y por la espalda(VegecioIII. 8).

6. CONCLUSIONES:LA ESPINA DEL GALLEGO YEL BELLUM CANTABRJ’CUM

Los únicosenclavesarqueológicosqueseha-bían localizadode las guerrascántabras(29-16 a.C.)del períodoaugústeoeran la ciudadasturde Lancia(cerrodel Castrode Villasabariego,entrelas localida-desleonesasdeMansilla de las Mulas y Villamoros)(Jordá1962;Mañanes1983: 175-177),tomadaporTi-to Carisioconel ejércitode la Lusitania enel año25a.C. (Dión Historia RomanaLIII, 25, 8; FloroEpito-rime II, 33, 57; Orosio Historiarum adversuspaganosIV, 21, 1O)~, y un campamentoestablede la Legio XGemina situado en Rosinos de Vidriales (Zamora)(Martín Valls, Mañanesy Delibes de Castro 1975;SantosYanguas 1981a: 43-46, 51; Le Roux 1982:103-104, fíg. 4; Morillo 1991: 164-166).En los últi-mos añosse hapodido documentartambiénel origencampamentalde ciudadescomo Lugo, Astorgao He-rrerade Pisuerga,y se ha descubiertoen Leónunaes-tructurade un campamentoanterioral establecimien-to conocidode la Legio VII Gemina,correspondiendotodosellos a tropasacantonadasen las guerrascánta-bras o en el períodoinmediatamenteposteriora lasmismas(Morillo 1996:77-79).

Todaslas demáslocalizacionesdeloshechosde armasde esasguerrassebasabaneninterpretacio-nesbastantelibresde los textosclásicosy en aventu-radasconjeturastoponímicassin ningúnrespaldoar-queológicoconvincente,comorecientementeha seña-lado JoseLuis RamírezSádaba(1999a;1999b). Buenejemplo de esto ha sido la tradicional identificacióndel oppidumdeAracelium,donde,segúnlas fuentes,los cántabrosofrecieron unadesesperadaresistenciaal ejércitodela Tarraconense(floro II, 33, 50; OrosioVI, 21, 5), con la localidadde Aradillos (Enmedio,Cantabria).Tal identificación partió, comoya hemosseñalado,de algunoshistoriadoresdel siglo XVIII(Flórez1981: III; Masdeu1789), y fue retomadaennuestrosiglo por Adolf Schulten,que identificó esteenclavede lasguerrasconunos dudososrestosexss-tentesen el lugar denominado“PradoFontecha”, alnorte de Aradillos (Schulten 1942, 1962: 170-171).Aparentementeapoyabaesta identificación la men-ción en el “Itinerario de Barro” de Astorga de unamansiodeA racillum cincomillas al nortede Iuliobri-ga (ciudadquela tradiciónhistoriográficacreepoderidentificarconel asentamientode Retortillo, Reinosa)(Sobreel Itinerario: Roldán1972-73;GonzálezEche-garay1979-80;DiegoSantos1985:254-272).

En realidad,tal como ha mostradoJoseLuisRamírezSádaba,desdeel punto de vista lingúisticoAradillos no puedeprocederde Araceliuni,ya queesun diminutivo de un participio del verbo“arar”, rela-cionablecon otrostopónimosde CantabriacomoMa-doso Amos (Ramírez1999b: 180),o conAradius (SanPedrodel Romeral)y el otro lugarde Aradillos exis-tente en Penagos.Por otra parte, las prospeccionesrealizadassobreel terrenoen el lugar de “PradoFon-techa” y todoslos alrededorespor otros autores(Frai-le 1990: 219 ss.,593 ss.)y por nosotrosmismos hanpermitidocomprobarquelos restosen losque se apo-yaba la tradicional identificación de Aradillos conAraceliumcorrespondenen realidad a un recinto ga-nadero(el Midiajo de Arriba) situadoen unaindefen-dible y pronunciadaladera del monte de Las Matas.Seexploró igualmentetoda la sierraen direcciónnor-te, comprobándosela inexistenciaen ella de campa-mentosromanoso de castros,salvo el castroquehe-mosdescubiertonuevekilómetros al nortede Aradi-líos enel monte de Los Agudos.La laborde prospec-ción se dirigió también a otros posiblesenclaveses-tratégicosdel áreadel nacimientodel Besaya,verifi-cándosela inexistenciaen ellos de restosarqueológi-cosrelacionablescon lasoperacionesmilitares de Ara-celium5.

Como sabemospor Dión Casio,en el DC Con-suladode Augusto(año 25 a.C.) el emperadoraban-donó Cantabriaa causa de su enfermedady de losproblemasquele acarreóaquellacampaña,dejandoalfrente del ejércitoal legadodela Tarraconense,Cayo

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208 EDUARDO PERALTA LABRADOR

Antistio Vetus, que consiguióvencera los cántabroscuandoéstospresentaronpor primeravezbatallacam-pal en el llano, tomándolesa continuaciónalgunasdesusciudadelas,al tiempo queen el frente astur Cari-sio tomabaLancia (Dión LIII, 25, 2-8). Tanto Florocomo Orosio sitúanestaprimerabatallacampalcon-tra los cántabrosbajo las murallas de una ciudadde-nominadasegúnlos diferentescódicesBérgida, Velíl-ca,Bélgica.Bélgida o Attica, relatandoquela campa-ña continuó con el asediode los cántabrosfugitivosen el monteVindiuso Vinnius, y finalmenteconla to-ma del oppidum de Aracelium (Floro) o Racilium(Orosio)(floro II, 33, 49-51;Orosio VI, 21,5-6).

El texto de floro indica queAraceliumtuvoque seratacadacon gran cantidadde tropas: ..teflioAracelium oppidummagna vi repugnat (floro II, 33,50). Orosio especificaquedespuésde la toma de Ra-cilium, queresistió tenazmentedurantemuchotiem-po, Antistio inició la conquistade la abruptay bosco-sa vertiente costera de Cantabria: Racilium deindeoppidum magna vi ac diu repugnanspostremocap-tum ac dirutum est, praetereaulteriores Gallaeciapanes,quaemonribussilvisqueconsitaeOceanoter-minantur, Antistius er Firmius legan magnis gravi-busquehe/lisperdomuerunt(OrosioVI, 21, 5-6).

Estas“partesulterioresde Gallaecia...que li-mitan con el Océano” correspondena la Cantabriaseptentrional,puesel propio Orosio aclaraque seestárefiriendoala provinciadeGallaeciadesutiempo(elsiglo v/, que incluía el territorio de los cántabrosyde los astures:Cantabri et AsturesGallaecia provin-ciaportiosunt(OrosioVI, 21, 1). La conquistade es-tos territorios septentrionalessería completadaañosdespuéspor Cayo Fumio, el cual, como indica DiónCasio,fue el legadode la Tarraconenseen el 22 tC.y vencióa los cántabrosen un gran asedioen el queéstosse suicidaronen masa(Dión LIV, 5, 1), episo-dio que las otras fuentesmencionan en esas“panesulteriores” despuésdela campañadeAraceliumy quelocalizanen el Mons Medullius (floro II, 33; OrosioVI, 21, 7).

De estostextos se deducequealrededordeloppidum de Aracelium se desarrollaronlas últimasoperacionesmilitares antesdeque los romanosconsi-guiesenpenetraren esaspartes“que llenas de monta-ñas y pobladasde bosqueslimitan con el Océano”,cuyaconquistainició Antistio, segúnindica el textode Orosio.Todos los tratadistasde las guerrascánta-bras,como ya hemosseñalado,hanestadode acuerdoen que los refuerzostraídospor mar desdeAquitaniapor unaflota deguerraenapoyodel extenuadoejérci-to deAntistio, queatacaronla retaguardiade loscán-tabros(Floro II, 39, 40; Orosio VI, 21, 4), desembar-caronparaapoyarla tomadeAraceíium7.

Descartadaasíla tesistradicionalde lahisto-riografía,segúnla cual las fuerzasdesembarcadasha-

bríanavanzadopor la peligrosay accidentadacuencadel Besaya,llena de desfiladerosy controladapor elsistemadefortalezascastreilasquehemosdescubiertoen las cumbresquedominanlospasospor estosdesfi-laderos,por los colladoso por los cordalesde las sie-rrasen direccióna Aradillos (dondeno hay nada),elpresuntoorigen militarque seatribuíaa la vía romanadel Besaya(Iglesiasy Muñiz 1992: 98-99) carecedefundamento8- En territorioenemigo,como se sabepordiversasfuentes,el ejército romanotenía por normano internarseen desfiladeroso pasosestrechoscomolos quehabríatenido queatravesarpor la cuencadelBesaya,evitandolos fondos de los valles si antesnocontrolabalas alturas(Le Bohec 1990: 137).

Contrariamente,el grancomplejo militar ro-mano descubiertoen tomo al castrode la EspinadelGallego(Fig. 5) havenido a demostrarque aquítuvolugar unaoperaciónmilitar de envergadurarelaciona-da con el avancedel ejércitoromanodesdeel surporla Sierradel Escudo,y queesteejércitosevio obliga-do a atrmncherarseen el castra maiora de Cildá, en elcastra minora deEl Cantóny en las demásfortifica-cionesdescubiertas,a causade la resistenciaindígenaen el castrode la Espinadel Gallego,emplazamientoestratégicamentesituadoen un afilado cordal de lasienaquecerrabael pasohaciala costa.

Otro hechoa tenerencuentaesquetodoses-tos yacimientosse encuentranfrente a la bahía deSantander,el mejor puerto de la región, que tras laconquistaromanarecibió el nombrede Portus Victo-riae (FernándezOchoay Morillo 1994: 107-112; Ca-sado Soto y GonzálezEchegaray1995),y quedesdeel mismo,casode sera estepuntode la costadondearribó la flota de Aquitania,los refuerzoshabríanpo-dido avanzarfácilmenteen dirección a la EspinadelGallego(queseve desdela bahíade Santander)avan-zandocómodamentepor el anchovalle del Pas,en elque no existen pasoscomprometidoscomo los de lacuencadel Besaya.

Pudieraobjetarseque todo el complejocam-pamentaldescubiertoen estasierrade Toranzo y deIguñacorrespondiesea cualquierade los otros episo-dios bélicos citados por las fuentes.Sin embargo,labatallade Bérgida tuvo lugaral comienzodela cam-palía, quese inició conun avancehaciael nortepro-bablementepor el valle del Pisuerga,como unanime-mentehan sostenidolos tratadistas,y el Vindius nopuedeencontrarselejos del anterior enclave porqueallí se refugiaronlos supervivientesde aquellaprime-ra batallacampal.En cuantoal Mons Medullius, co-rrespondeya a lacampañadel 22 a.C, y no existeal-rededorde la Espina del Gallego el granfoso de 15millas con el que los romanosrodearonaquelmonte(Floro II, 33, 50; Orosio VI, 21, 7-8). Estáclaroade-másquefue aquí,enla Sierradel Escudoy suprolon-gación hacia el norte, por dondeel ejército romano

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210 EDUARDOPERALTA LABRADOR

forzó el pasodela CordilleraCantábricapara llegar ala costa. No puededescartarsede todas formas quelos estratégicoscampamentosquehemosdescubierto,situadosen una línea de cumbresdesdela quesedo-minagranpartede la región, y quecustodianel cami-no quepor la sierrapermitíamantenerabiertaslas co-municacionesconel surpararecibir refuerzosy apro-visionamientos,volviesen a ser utilizadosen las su-blevacionescántabrasque se sucedierondesdeel 24a.C. hastael 16 a.C. (Dión LIII, 2, 9, LIV, 5, 1, LIV,11, 1 y LIV, 220, 2).

Aunque somos plenamente conscientesdelosriesgosqueentrañacualquierintentode identifica-ción de un yacimientoarqueológicocon los lugaresmencionadospor las fuentesclásicas,nuestrahipóte-sis de quenosencontremosanteel verdaderoenclavedondetuvo lugarel episodiobélico deAracelium,tie-nela virtudde contarcon unasevidenciasarqueológi-casde envergaduradatadasen épocade Augusto, asícomo con argumentosmucho más sólidos que otraslocalizacionespropuestaspor teóricosquenuncahanrealizadoprospeccionessobreel terreno ni presentadoningunapruebaarqueológicaqueapoyesustesis. Larevisión históricade las guerrascántabraso cualquierintentode reconstrucciónde las mismashabráde ba-sarsea partirde ahoraen la localizaciónsobreel te-

rreno de los verdaderosenclavesarqueológicosde esacontienda,antesqueen eruditasdeduccionesfilológi-co-toponímicaso abusivase injustificadasinterpreta-cionesde las fuentesquepoco han contribuidoal es-clarecimientode dichasguerras.

La importanciaexcepcionaldel asediode laEspinadel Gallego,el único localizadoen el mundodelperíodoaugústeoy el primerotambiéncorrespon-diente a una campañade montaña,es patente.Losúnicos asediosdeépocaromanaqueseconocíanhas-ta ahora eran los de Numancia en Soria (Schulten1927,1929;Blázquezy Corzo 1986),Ateguaen Cór-doba(BlancoFreijeiro 1983;Blázquezy Cono 1986),Alesia en Borgoña (Le Galí 1980; Reddé a alii1995),GergoviaenAuvernia (Guichard1998),Burn-swarken Escocia(Schulten 1914;Lenoir 1977: 714)y Masada en Israel (Richmond 1962; Yadin 1979).Estamosanteel primer acontecimientobélico de lascampañasaugústeascontralos cántabrosdocumenta-do arqueológicamente.De confirmarseademásnues-tra hipótesisde queestosmonumentalesrestosde undestacadohechode armasde esasguerrascántabrascorrespondana Aracelium,nosencontraríamosantelalocalizaciónde uno de losepisodiosclave citadosporlas fuentesclásicasque tratansobredichacontienda.

NOTAS

El Proyecto de investigaciónsobre los castrosde la Edad delHierro deCantabria”hasidorealizadopor los investigadoresFede-ricoFernándezFernández,RobertoAyllón Martínezy EduardoPc-raliaLabrador,contandoconel permisodela Consejeríade Culturade Cantabria.

SobrePublio Carisio y lacampañacontralos astures:SaniosYan-guas 1981b.

‘El únicocastroexistenteen lascercaníasde Aradillos esel de LosPeños(Fresnodel Río) (Fraile 1990: 127-128),pero esde escasovalordefensivoo estratégicoy carecede vestigiosdeasedio.

2 Esta1 campañaarqueológicaen los yacimientosdeCildá. Espina

del Gallegoy CuetoHelguerahapodidollevarsea cabograciasa lafinanciaciónde la ConsejeríadeCultura deCantabriay el apoyodel ayuntamientode Corverade Toranzo.En ellahan participadolos arqueólogosdel Colectivopara la Ampliación deEstudiosdeArqueologíaPrehistórica”de Camargo.estudiantesde lasUniversi-dadesde Cantabriay Autónomade Madrid, los topógrafosdeCE-TYMA y el equipodesondeoseléctricosdel GAEM, SC. La cam-pañaarqueológicasedesmoliódurantelos mesesdeJulio, Agostoy Septiembrede 1997.

Cadacenturiade 80 hombresdisponíade un scorpio. Dos deestosscorpionessehanencontradoenAmpuriasy enTeruel.Sobreestasmá-quinasy lospila catapultaría:LeBohec1990: 146 Ss.; Feug~re1993:205 Ss.:Bishopy Coulston1993: 55-7,80-1, 114-5, 139-41,166-7.

6 La provinciadeGallaecia fue creadaenel siglo III d.c., e incluía

no sóloel territorio delos galaicos,sino tambiéntodaAsturia.Canta-

fn-ja y otros territoriosdelValle del Duero(Tranoy 1981: 389403).‘Estas tropasdesembarcadasseríanunapartedel ejércitocon el queValerio MesalaCorvino aplastéla sublevaciónde los aquitanosen elaño28 a.C.(Tibulo Eleg. 1,7,9:ApianoSC. IV, 38; Roddaz1984:70). Estrabón(III, 4, 18) serefierea los aprovisionamientostraídosdesdeAquitaniaparaabasteceral ejércitoque luchabaen Cantabria.

Lavía romanadelBesayacomunicabalos puertosde lacostacon

el asentamientocivil de luliobriga, ciudad fundada tras la guerradurantela reorganizaciónadministrativade la región efectuadaporAgripay por el propioAugustodurantesu segundavenidaaHispa-nia (Roddaz1984: 408 Ss.), por lo quesu pretendidoorigen en unacampañamilitar esaltamenteimprobable.

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EL ASEDIOROMANO DE LA ESPINADEL GALLEGO (CANTABRIA) 211

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