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Arquitectura medieval

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  • ARQUITECTURA MEDIEVAL

    FUNDAMENTOS SOCIALES,

    POLITICOS. ECONOMICOS

  • A m mtxdM. LucXi.

    A JoKgt, Svig.co y ttvilo

    A m alumno*.

    A a/mvtC&d,

  • Universidad Nacional seccional manizales

    ARQUITECTURA MEDIEVAL fundamentos socialesf polticos, econmicos y filosficos

    Patricia Noguera de E.

    A G O S T O DE 1984

  • TABLA DE CONTENIDOS

    INTRODUCCION pag

    1. ANALISIS HISTORICO DE LA EDAD MEDIA 1

    1.1. POSICION AHISTORICA 3

    1.2. POSICION ROMANTICA k

    v 1.3. POSICION DIALECTICA . .. 5

    -2. ANTECEDENTES SOCIOPOLITICOS Y ARQUITECTONICOS DE LA EDAD

    MEDIA 8

    2.1. CAIDA DE ROMA 10

    2.2. LLEGADA DE LOS BARBA POS 10

    2.3. LA ROMA CRISTIANA ANTERIOR A LA CAIDA 11

    2.3*1 Cristianismo y poltica 13

    2.3.2. Cristianismo y cultura 13

    r 3. POLITICA, ECONOMIA Y APTE DESPUES DE LAS INVASIONES BAR-

    BARAS 16

    , 3.1. GENESIS DEL CASTILLO MEDIEVAL 16

    ,3.2. SIGNIFICADO DEL CASTILLO MEDIEVAL 17

    3.3. DESAPARICION DE LA ARISTOCRACIA CIUDADANA 18

    3.4. DECADENCIA DE LA CIUDAD IMPERIAL Oh/NA Y APOGEO DE LA

    CIUDAD MEDIEVAL 20 / - k. ISLAMISMO EN EUROPA. SIGLO VII 24

    /,.l. PROBLEMAS CREADOS POR LOS ARABES EN EUROPA 25

    IV

  • 1 4.2. UNIFICACION DE SPOPA CON BASE EN LA PELIGIO?. CRIS "IANA 26

    +.3. AL 3;JC ,'.::TPC DE DOS CULTIPAS 29

    .3.1. Arquitectura Islmica en Eiropa y su simbologa 29 4.3.2. Un nuevo modelo de vivienda para Europa y para Hispa-

    noamrica 32

    5. SURGIMIENTO EN EUPOPA DE UN GRAN IMPERIO 37

    5.1. LA RELIGION, UN MECANISMO DE UNIFICACION 37

    5.2. LA EDUCACION ECLESIASTICA 38

    5.3. LAS INSTITUCIONES MONASTICAS 41

    5.4. CULTURA Y ARTE 43

    5.4.1. Cultura 43 5.4.2. Arte 44 5.4.3. Arquitectura 44

    6. NUEVAS INVASIONES BARBARAS E- EL SIC-LC X 49

    6.1. CISMA POLITICO 49

    6.2. VULNERABILIDAD DE EUROPA 51

    6.3. LOS NORMANDOS I UNA NUEVA EUROPA 52

    6.3.1. Evolucin econmica y nueva tecnologa 54 6.3.2. Evolucin cultural 60 6.3.3. "volucin urbanstica 68

    7. NACI?- I E K T C DE UN N, EVO ESTILO 75

    7.1. F UN DA MEE T A CIOE FILOSOFICA DEL GOTICO 76

    7.1.1. Toms de Aquino 77 7.1.2. Francisco de Asis y Domine-o de Suzmn 77

    7.2. EL GOTICO Y LA NUEVA SOCIEDAD 79-/ 7.3. EL GOTICO/? LAS NUEVAS TECMCAS CO.. :TR JCtIVAS SO

    '7.4. C NOL!.>'. i:...-,S 06

    BIBLIOGRAFIA 89

    V

  • LISTA DE FIGURAS

    FIGURA 1. Planta basilica! romana. Basilica de Pompeya, planta esquemtica. Esquema de planta basili-cal paleocristiana.

    Pag 15

    FIGURA 2 . Castillo medieval. Los muros medievales de Carcasona.

    18

    FIGURA 3 . Ciudad imperial romana. Plano de Roma en la poca de Constantino.

    19

    * IGURA 4 . Arquitectura bizantina. Planta de Santa Sofia. Santa Sofa. Vista exterior.

    20

    FIGURA c ^ Mapa de Austrasia. 24

    FIGURA 6 . Arquitectura rabe. " ausoleo del ^ah Mahal. 28

    FIGURA 7 . Planta de una vivienda rabe. Casa en Damsco. 28

    FIGURA Planta ce la catedral de Santiago de Compos-tela.

    29

    FIGURA 9 . Planta de catedral romnica: Sainte- Foy de Conques.

    31

    -'TGURA 1 0 . Planta de la iglesia de Cluny III. Bveda de arista. Bveda de can.

    34

    "IGURA 1 1 . Esquema de contrafuertes. Contrafuertes y arbo-tantes de fines del siglo XIII.

    72

    FIGURA 1 2 . Vitrales del gtico. Vitral de la catedral de Gloucester. Estilo perpendicular. (s.XIV).

    72

    FIGURA 1 3 . Planta de catedral gtica. Planta de la catedral de ^eims iniciada en 1211.

    74

    FIGURA 1 4 . Esquema de catedral gtica: Chartres (Francia)

    VI

    88

  • INTRODUCCION

    Dada la experiencia de carcter interdisciplinario que se ha ve-

    nido realizando en la carrera de arquitectura, de la Universidad

    Nacional sede Manizales, especficamente en el rea de historia

    y que ha consistido en que estas ctedras sean diccadas por un ar-

    quitecto y un humanista de tal manera que en el estudio de esta

    materia se trabaje haciendo un ensamblaje entre el aspecto formal

    del anlisis arquitectnico con el aspecto conceptual del anlisis

    socioeconmico, he decidido como profesora humanista dentro del -

    rea de historia realizar el presente ensayo sobre los fundamentos

    sociales, polticos, econmicos y filosficos ce los cuatro esti-

    los arquitectnicos ms sobresalientes de la Edad Media: Bizanti-

    no, Islmico, Romnico y Gtico.

    Este ensayo reco-ila una serie de lecturas, apuntes par clase,

    documentos e ideas propias, sobre la edad rr.edia y el hecho arqui-

    tectnico, que han formado parte del material particular para la

    realizacin de 1 a ctedra. Busca tambin convertirse con las de-

    bidas sugerencias de los compaeros profesores v estudiantes de

    la materia/' en un texto resumen que a la vez que sintetiza de al-

    guna manera la relacin entre la evolucin arauitectnica y la

    evolucin social en la Europa medieval, puede servir de base pa-

    VII

  • ra la realizacin, mucho ms completa, documentaba y detallada

    de un texto ^ua para la ctedra de Historia IV, realizado por un

    grupo interdise i-linario.

    Les limitaciones de este trabajo, son las mismas de los campos di-

    ferentes que toca la historia de 1- arquitectura. Sin embargo, y

    para tratar de obviar las limitaciones que existen en el desarro-

    llo de este ensayo, dentro del campo del anlisis formal, estruc-

    tural arquitectnico, me asesor de estudiantes y profesores ar-

    quitectos para que al menos pudiesen quedar esbozadas ciertas l-

    neas comparativas de anlisis arquitectnico y formal dentro del

    camco conceptual.

    La metodologa era oleada para la realizacin de este ensayo, fu

    la recopilacin de datos e ideas por medio de lecturas, discusio-

    nes, mesas redondas, confer ncias dictadas ror los compaeros ar-

    quitectos y estudios bibliogrficos. Luego, y siguiendo un orden

    hasta cierto punto cronolgico, orden estos datos para darles

    coherencia y redact sucesivos borradores que leaos varias veces

    fueron complementados, corregidos y reorganizados, para dar como

    resultado final este trabajo.

    La finalidad ./que persigo es que este texto sea utilizado ror los

    estudiantes de historia IV, cuyo programa es la evoca de la edad

    media; por esta razn he tratado de que el vocabulario sea senci-

    llo pero adecuado al nivel; he buscado as mismo, ilustrar con

    im.?enes los puntos que creo fundamentales dentro de los temas a-

    VIII

  • nalizados, de manera q e haya una relacin entre la imagen y el

    discurso, la imagen como resultado del discurso, y este como ba-

    se de la imagen: por esto tambin busqu realizar una clara conceo-

    tualizacin y explicar algunos trminos que pueden ser desconoci-

    dos para algunos estudiantes. Es mi deseo que este trabajo sirva

    como punto de apoyo para los estudiantes dado que su funcin es

    eminentemente didctica y espero que al ser ledo, sea comrlemen-

    tado y criticado con seriedad de tal manera que sea el punto de

    partida de otra serie de trabajos de este estilo, que son funda-

    mentales dentro de la bsqueda de un meyor rigor investigativo

    que existe dentro de la universidad, y que sta actualmente se em-

    pea en desarrollar.

    Suiero finalmente agradecer la gran colaboracin, tanto intelec-

    tual como material de mi esposo y amigo Jorge Echeverri, y mis

    queridos amigos y colaboradores Carlos Felipe Meja y Jorge Her-

    nn Valencia, lo mismo que a los estudiantes y compaeros de c-

    tedra que en una u otra forma han tenido que vor con la realiza-

    cin de este trabajo.

    IX

  • 1. ANALISIS HISTORICO DE LA EDAD MEDIA

    Uno de los problemas epistemolgicos ms profundos que ha tenido

    el hombre, es el problema del conocimiento. Es tal vez el motor

    que ha movido la historia, siempre tomando domo panto de partida

    la realidad, es decir, la constante interrelaci&n entre el hom-

    bre y el mundo que lo rodea. Un conocimiento errneo o superfi-

    cial de la realidad, nunca nos llevar a un concepto claro, ob-

    jetivo y autntico de ella.

    En nuestro caso concreto, la realidad en cuesti&n es la realidad

    hist&rica, que debe ser vista como una relacin constante entre

    el sujeto y el objeto que hacen la historia. En este sentido, "la

    realidad no es pues, algo esttico, sino que vive en un movi-

    miento permanente que lleva a establecer diversas relaciones que

    le den vida y sentido"."*"

    Pero, cules son los 'caminos' para conocer la realidad? A tra-

    vs de todas las pocas de la historia del hombre, se ha visto

    como ste ha querido conocerse a s mismo, conocer los misterios

    del mundo, y explicarlos.

    ^"LOPEZ, Jos Oscar. La toma de conciencia. Kanizales, Universi-dad Nacional de Colombia, 1982. pag. 14.

    1

  • Los caminos que el hombre ha tomado son m&ltiples y complejos,

    adems de que son el reflejo de sus necesidades e intereses his-

    tricos.

    Un camino ha sido la experimentacin, el contacto con el 'obje-

    to' de estudio, relacionndolo con su entorno y explicndolo por

    medio de leyes desde su origen hasta su fin tiltimo.

    Otro camino ha sido el del desarrollo de la idea, dndole expli-

    cacin por si misma, aislada del contexto natural o material,

    negando incluso la identidad de lo material, explicndolo slo

    como concretizacin transitoria o pasajera de la idea.

    Tambin se ha utilizado como camino para conocer y explicar la

    realidad, el de interrelacionar la idea con la materia, sin ne-

    gar la necesidad de las dos, pero yuxtaponiendo la idea como

    'principio' o esencia fundamental del ser de la materia.

    El camino filosficamente inverso al anterior, es explicar la

    realidad del hombre interrelacionando el devenir del pensamiento

    con el devenir material, en forma inseparable, pero fundamentan-

    do el pensamiento en las transformaciones materiales. Sin que

    esa fundamentacin niegue la libertad del pensamiento de propo-

    ner cambios materiales.

    Los dos dltimos caminos corresponden a los planteamientos filo-

    sficos de Hegel y de Marx respectivamente, el primero con su

    2

  • explicacin idealista dialctica de la historia, el segundo con

    su explicacin materialista dialctica de la historia.

    De los caminos anteriormente planteados ha dependido el grado de

    explicacin y profundizacin de la historia como quehacer funda-

    mental del hombre. Como este trabajo quiere hacer una fundamenta-

    ci6n social y poltica a la par que econmica de los estilos Ro-

    mnico, Bizantino, Gtico e Islmico en la arquitectura, es me-

    nester enfrentar el camino o los caminos que metodolgicamente

    vamos a seguir para dar tal fundamentacin. Y antes que todo, se

    debe partir de la base de que existen diversas posiciones en tor-

    no a la importancia y trascendencia de la Edad Media dentro del

    desarrollo de la historia y en particular dentro del desarrollo

    de la historia de la arquitectura.

    1.1 POSICION HISTORICA

    Para algunos historiadores, la Edad Media no signific para el

    hombre ms que una 'noche oscura', donde hubo un estancamiento

    del progreso material, tecnolg ico y c i entfico. Niegan la nece-

    sidad de que se hubiera dado esa poca, lo que a su vez nos hace

    pensar en que la historia se puede dividir en pocas, donde una

    nada tiene que ver con la otra. Donde ademas, los acontecimien-

    tos no tienen un desencadenamiento unos en otros, sino que per-

    fectamente se pueden estudiar aislados.

    La posicin de estos historiadores, en nuestro concepto, es sim-

    3

  • plista y cae en el esquematismo. Quince siglos de devenir humano

    en los que se desarrollan acontecimientos tan importantes para

    la historia de Occidente como son, entre otros, las invasiones

    brbaras en el siglo V, las invasiones musulmanas en los siglos

    VII y X, las invasiones normandas, vikingas y hngaras en el X,

    la formacin del Imperio Carolingio, las guerras de las cruza-

    das, la aparicin de los burgos y el renacimiento humanista y

    cientfico... Quince siglos en los que se da un desarrollo del

    arte y de la arquitectura de profundo significado a nivel est-

    tico, filosfico y tecnolgico no pueden ser negados tan fcil-

    mente.

    1.2. POSICION ROMANTICA

    Una segunda posicin, contraria a la anterior, es la de aorar

    la Edad Media como una poca donde se impusieron una serie de

    valores ticos y morales que el hombre de hoy ya no 'respeta' en

    absoluto. Admirarla desde esa perspectiva. Es esta entonces, una

    posicin positivista en lo referente a las exigencias que hace

    el positivismo lgico sobre cmo debe ser el comportamiento del 2 hombre en la sociedad, desde el punto de vista moral . Cae tam-

    2 El positivismo lgico fue un movimiento del carcter filosfico

    que se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIX y que tiene por objeto proponer una organizacin adecuada de la sociedad europea, bsicamente con dos elementos: el queha-cer cientfico y la formulacin de leyes sobre comporta-miento social, y la exigen o la de un comportamiento personal de una 'tica basada en los valores feudales. Augusto Comte es uno de 1 os rincinales exponentes de esta filosofa.

    k

  • bin en un romanticismo, en el sentido de anhelar el pasado, de

    acuerdo con el refrn que dice "todo tiempo pasado fu mejor"

    1.3. POSICION DIALECTICA

    La tercera posicin, que es la que se tratar de fundamentar en

    este trabajo, es la que ha dado el materialismo dialctico como

    mtodo de anlisis de la historia. Se parte de que la historia

    es una concatenacin progresiva donde todos los elementos con-

    llevan a la concepcin total de un momento o poca determinados.

    Concibe que en el estudio de la historia no se puede eliminar

    un aspecto o poca de ella, porque se destruira la posibilidad

    de conjunto.

    Por tanto, la Edad media, como cualquier poca de la historia,

    fu necesaria ;ara el devenir del hombre. Fu el resultado de

    una serie de fenmenos de orden social, econmico y poltico que

    transformaron la cultura, la filosofa y la ciencia anteriores.

    An ms, la edad media fu el resultado del conflicto de estos

    rdenes, que relacionados entre s, dieron origen a la caida del

    esclavismo en Europa, generaron su decrepitud y su transforma-

    cin en un nuevo orden social, econmico y poltico que se ha

    Romanticismo es un movimiento de carcter artstico 'ero que trasciende a muchas de las actividades del hombre. Se gene-ra principalmente en el siglo XIX y tiene ;or objeto la bsqueda de la libertad de expresin, la a.ioranza de la na-turaleza, el retorno a la paz buclica y s la tranquilidad

  • llamado feudalismo, y que es uno de los modos de produccin ms

    importantes que se.desarrollan en la Edad Media y que su evolu-

    cin posterior se constituye en el origen del capitalismo.

    La Edad Media es adems una poca que desarrolla una cultura fun

    damentalmente eclesistica, hilvanada toda por la fe, la cateque

    sis y la expansin espiritual y temporal del poder religioso.

    Esto lo puede hacer la Iglesia por el poder econmico que tiene,

    ya que se ha constituido como la primera seora feudal del mundo

    occidental. Esta supremaca econmica le da a la Iglesia, duran-

    te muchos siglos, un completo dominio sobre el desarrollo de la

    cultura, el arte y un tiro de ciencia, lo mismo que sobre la po-

    ltica y el pensamiento del hombre occidental.

    La arquitectura refleja tal situacin hacindose monumental, pe-

    sada, slida, con un trabajo interior de la luz que lleva al

    hombre a fijar su vista en una serie de puntos claves (por ejem-

    plo el altar, lug^r donde se desarrolla el sacrificio de la Eu-

    carista) como es el caso de le arquitectura romnica; o por el

    contrario, hacindose liviana, difana, iluminada, con un eje

    vertical que hace a los hombres mir-r al cielo, como es el caso

    de la arquitectura gtica.

    De cmo vamos a relacionar en este trabajo la resultante arqui-

    tectnica medieval, con los fundamentos de la economa, y de la

    de la viua pastoril, como rechazo al apogeo de la ciudad industria"1 iz-da

  • politica, en el medioevo, es el objetivo de este trabajo, 'rata-

    remos de que esta relacin no se quede solamente en el aspecto

    conceptual sino que tambin pueda pasar al aspecto formal.

    7

  • 2 ANTECEDENTES SOCIOPOLITICOS Y ARQUITECTONICOS

    DE LA EDAD MEDIA

    Tomaremos como punto de partida, para 'delimitar' la Edad Media,

    dos aspectos muy importantes, correlacionados entre s de una

    manera dialctica. Son estos, las invasiones de los brbaros

    -pueblos venidos del norte de Asia y del noreste de Europa- y la

    cada del imperio romano.

    Hasta el siglo V d.c. se haban desarrollado en Europa una serie

    de culturas, civilizaciones ;e grsn poder y creatividad como la

    egipcia, que haba llegado 8 ser todo un gran imperio tributario

    esclavista, y la griega, que defini los cnones de la cultura

    de occidente r.c-sta nuestros alas. Despus de la cada oel impe-

    rio macednico, continuador natural de los griegos, se desarro-

    ll el magnfico y terrible imperio romano, dentro del cual se

    sucedieron en el mundo mediterrneo hechos ton trascendentales

    como la creacin de la re\,fJb ica romana, la dinasta de los C-

    sares y de innumerables eir rr'dres que luchrron sicm-re por la

    defensa del poder absoluto y tirnico de Roma sobre el resto del

    mundo, y la aparicin del Cristianismo.

    17

  • Roma era el centro del mundo. La creciente centralizacin del im-

    perio hizo de Roma un paraso para unos, un infierno para otros,

    pero para todos un verdadero mito. Nadie que se preciara realmen-

    te poda dejar de visitar a Poma y todos los caminos hacia ella

    conducan. La ciudad desarroll una arquitectura donde por ejem-

    plo, interrelacionaba la columna griega con el arco etrusco, para

    dar a entender que en su arquitectura se reflejaba tanto la cul-

    tura griega como la civilizacin etrusca. Vitruvio, ya en el si-

    glo I, escribi un "tratado de la arquitectura" obra en la cual

    hacia todo un anlisis de los rdenes clsicos griegos, y del or-

    den compuesto, queriendo de esta manera sistematizar los estilos

    clsicos griegos y su relacin con el estilo romano.

    Ful entonces la ciudad de Roma, en la poca del apogeo del impe-

    rio (siglos I y II d.c.) totalmente significativa, desde el punto

    de vista arquitectnico y urbanstico, no solo para las dems

    ciudades del imperio, sino para las pocas venideras. El trazado

    ortogonal de sus calles, sus plazas, sus edificios civiles y sus

    templos, que h^ba sido tomado del modelo clsico griego, sirvi

    de arquetipo en la inspiracin crolingia, otoniana, y posterior-

    mente en el renacimiento, en la poca moderna y la contempornea.

    Finalmente es necesario hacer nfasis en el hecho de que Roma en

    la poca del antiguo imperio fue el centro del mundo porque era

    el centro del poder y le ella sala la irradiacin cultural, po-

    ltica, econmica y social del resto del imperio y tal vez del

    mundo. 9

  • 2.1. CAIDA DE ROMA

    Hacia la ciudad que se ha constituido en el centro del mundo se

    irisen los pueblos brbaros que mencionamos arriba, pero en el

    momento en que se dirigen a Roma, la ciudad est prcticamente

    acabada. El ^oder se le ha salido de las manos. La ambicin de

    dominio se ha hecho comn en todos aquellos que presencian de

    cerca y ac'.an en las decisiones gubernamentales. Unos a otros en

    el seno del gobierno se exterminan para no correr el riesgo de

    perder. Quedan los ms astutos, los ms sagaces. Parece que

    triunfan. Pero hacia afuera, Roma ha descuidado sus provincias.

    Los representantes del poder imperial han tobado determinaciones

    unilaterales, sin consultar con el eje central; los ejrcitos,

    conformados la mayora por prisioneros de guerra 6 por mercena-

    rios, han perdido la mstica, el amor al imperio. En general, el

    pueblo romano se ha dado cuenta de la corrupcin interna de los

    principales estamentos del -oder, de los gobernantes que dilapi-

    dan el dinero de los impuestos aue el mismo pueblo paga, en fies-

    tas descomunales, orgisticas, consecuencia de la degradacin hu-

    mana causada POP el exceso de porer.

    2.2. LLEGADA DF. LOE 3^ EE/,:-;CS

    La coyuntura descrita en el numeral anterior que, segn mi con-

    cepto, es una de las orine i ses causas ce la cada del imperio

    romano, es aprovechada por los "eclo1- del noreste, quienes de-

    10

  • seosos de llegar al Mediterrneo han iniciado su avance en b&s-

    queda de tierras de mayor fertilidad y de vias para el comercio

    y la navegacin. Han llegado a principios del siglo V a las fron-

    teras norteas del imperio y han pasado estas fronteras, con la

    complicidad muchas veces del ejrcito romano que est cansado de

    defender un imperio del cual no. disfruta absolutamente ning&n be-

    neficio.

    Es entonces la decadencia interna del imperio, la corrupcin del

    poder y la necesidad de los pueblos brbaros de llegar al Medi-

    terrneo y de dominar a Roma* lo que hace que sea invadida, in-

    cendiada y destruida como metrpoli y que tras su caida y destru

    ci&n se caiga el imperio romano de occidente.

    2.3 LA ROMA CRISTIANA ANTERIOR A LA CAl-A

    Salamente un fenmeno, a la vez religioso y poltico hace que la

    cultura romana prevalezca en occidente y determina que sea la

    generadora de una cierta unidad entre los pueblos con herencia

    romana, de la b&squeda de una nueva cohesin poltica y de la

    creacin de estilos artsticos y arquitectnicos que, a la vez

    que tienen cariz religioso, representarn en el futuro (siglo

    YIII en adelante) el poder. Este fenmeno es el cristianismo.

    En los primeros siglos de su aparicin, el cristianismo fu un

    fenmeno que amenazaba el poder de la Roma imperial. Planteaba

    una serie de principios y normas de vida que iban en contra de

  • los desafueros y abusos que a diario cometan los emperadores ro-

    manos. Jess y sus sucesores fueron tomados por los altos mandos

    del poder romano como sus competidores demagogos, que con sus

    planteamientos doctrinarios sobre la igualdad entre los hombres,

    Ir necesidad de justicia y de amor, convencan a las clases des-

    posedas, es decir, a los miles de esclavos y trabajadores explo-

    tados brutalmente por el imperio.

    Los cristianos fueron perseguidos, apedreados, difamados, encar-

    celados y torturados durante varios aos pero, paradjicamente,

    su fama creca como una llama e incendiaba los corazones de todos

    los pobres del imperio. Finalmente algunos patricios y hombres

    con cierto poder, comprendieron tambin el mensaje de la doctri-

    na de Cristo e ingresaron tambin y en forma casi clandestina, en

    la nueva religin. El cristianismo fu penetrando en el imperio

    y dejando a los imperios sin artas, al punto que los emperadores

    romanos de finales del siglo III teman ya or su -restigio y

    por su poder si seran persigu'-ndo a los cristianos.

    Finalmente, y como culmen de esta apoteosis del cristianismo,

    Constantino en el siglo IV, no solo legaliza ls presencia de la

    religin cristiano en el imperio, sino que la convierte en la re-

    ligin ;el estado romano, por medio del edicto de ".antes en el

    ao 33? d.c. Con sta legalizacin del cristianismo podemos de-

    cir o ue comenz una nueva era prrs su desarrollo en el mundo oc-

    c Ldental.

    12

  • 2.3.1. Cristianismo y poltica

    Con la oficializacin de la religin cristiana como religin del

    estado, Poma adquiere de nuevo un poder y una importancia como

    capital del imperio que estaba perdiendo a grandes pasos. Se re-

    vitaliza el poder poltico, pues los cristianos de toda Europa

    entran a hacer parte de los ejrcitos del imperio, se cumple el

    sueo de muchos europeos de conocer a Roma que se haba converti-

    do para todos casi en un mito. Hay una reaccin de gratitud hacia

    el emperador por haber salvado a los cristianos de ms persecu-

    siones y el imperio ..-israo se encarga de catequizar y cristiani-

    zar a los que ahora se llamarn brbaros, y de consolidar su po-

    der por medio de ls unidad religiosa.

    2.3*2. Cristianismo y cultura

    Todas las actividades de orden cultural como las letras y las

    artes se comienzan a desarrollar en torno a la defensa de la f

    cristiana. Aunque no se conocen trabajos de orden literario so-

    bre ste tpico por el incendio de '"orna, se s-'be sin embargo que

    numerosos poetas y escritores romanos cristianos, dedicaron lar-

    gas meditaciones acerca de la f. La escultura se inspirar en

    los numerosos mrtires que el mismo poder produjo y er; los per-

    sonajes de la biblia en los perseguidores de Cristo.

    Los templos cristianos imitarn entonces los edificios civiles

    13

  • romanos y sern construidos siguiendo parmetros similares sobre

    todo en lo que corresponde a la planta. Es decir, la planta ba-

    silical cristiana ser una imitacin de la planta basilical ro-

    mana (ver figura 1). Los lugares de reunin y de liturgia de los

    cristianos dejarn de estar en la oscuridad de las catacumbas y

    saldrn a la luz. Dejarn de ser los subterrneos ubicados de ma-

    nera que no fueran encontrados por los ejrcitos romanos y que

    les servan de lugares de reunin, de sitio de liturgia y de se-

    pultura de los muertos cristianos y empezarn a ser majestuosos

    templos que se convertirn en los modelos de la arquitectura me-

    dieval cristiana.

    14

  • FIGURA 13

    F * *

    4 * * m * u ti * n 3

    PLANTA BASILICAL ROMANA.

    BASILICA OC POMPE YA, PLANTA ESQUE NATICA

    1

    1 4 J -

    M:::m:-n-zm

    - ESQUEMA DE PLANTA BASILICAL PALEOCRISTIANA.

    15

  • 3 POLITICA, ECONOMIA Y ARTE

    DESPUES DE LAS INVASIONES BARBARAS

    La llegada de los brbaros a Europa durante el siglo V y la cai-

    da del imperio romano marcan el inicio de una nueva poca en to-

    dos los rdenes y determinan una serie de consecuencias que hacen

    de la arquitectura, del arte y de la concepcin urbanstica una

    serie de novedades determinantes en el desarrollo de occidente.

    3.1 GENESIS DEL CASTILLO MEDIEVAL

    Desde mediados del siglo V, Europa entra en un caos poltico bas-

    tante marcado. No existe en este momento un poder que centralice

    o dirija las acciones. No hay cohesin. Pequeras comarcas gober-

    nadas por prncipes brbaros, bastante primitivos en algunas as-

    pectos, o por principes cristianos, son el espectculo deprimente

    de la Europa dividida. El nico factor de unin entre las comar-

    cas cristianas es cierta dependencia del papa que, a su vez, de-

    pende politicamente de Bizancio, capital del imperio romano de

    oriente. Europa vivir entonces, aproximadamente dos siglos de

    divisin total, casi insalvable, en la que adems el comercio,

    la economa urbana, las ciudades y puertos esclavistas sobre el

  • Mediterrneo, el mercado de numerosos productos suntuarios trai-

    dos de lejanas tierras de oriente va Bizancio, quedaron reduci-

    dos casi a cero, dando motivos para que los terratenientes, gran-

    des patricios del cado imperio romano, se refugiaran en sus tierras

    y dedicaran sus casas de campo a vivienda permanente, con algunas

    adaptaciones arquitectnicas, que les permitieran adems defender-

    se de los brbaros por una parte, y de los esclavos insurrectos por

    la otra, pues muchos, aprovechando la situacin de caos, se libe-

    raron y tomaron serias represalias contra sus explotadores.

    Grandes murallas pesadas y resistentes, rodearon las antiguas ca-

    sas de veraneo de los patricios, que a su vez crecieron un tanto

    para albergar los nuevos habitantes permanentes., lo cual las fu

    convirtiendo en castillos- fortalezas impenetrables.

    3.2. SIGNIFICADO DEL CASTILLO MEDIEVAL

    Los esclavos no se insurreccionaron ni se liberaron; continuaron

    al servicio vitalicio de su seor, pero dentro de una estructura

    de relacin. En el nuevo concepto de asentamiento permanente del

    terrateniente en su casa de veraneo, se les entreg una parcela

    de tierra para que la explotaran y con el producto sobrevivieran

    y cagaran tributos en especie o, algunas veces en moneda. 31 se-

    or en su nueva situacin econmica, no tiene la fluidez para sos-

    tener el tren de esclavos. En su situacin sedentaria adems no

    los necesita. Se construyeron entonces, dentro de la fortaleza,

    17

  • simples y sencillas viviendas para los siervos con sus familias,

    y espacios dedicados a la manufactura de algunos -roductos de

    primera necesidad, de uso diario, lo mismo que bodegas . e alma-

    cenamiento de ,roductos escasos en ciertas estaciones del ao.

    La nueva situacin crea un habitat que es reflejo y sntesis de

    la estructura socioeconmica de la sociedad de ese tiempo. Si

    miramos cualquier castillo feudal de esa poca, vamos a poder

    leer claramente y sin lugar a ambigedades cmo era su sociedad:

    la necesidad de refugio, la pobreza en los materiales de cons-

    truccin que denotaba a su vez el escaso comercio y, en general,

    el autoabastecimiento en cualquier orden, incluso el espiritual,

    ya que cada feudo tena su tem-lo, muestran cmo era la socioe-

    conomia feudal (ver figura 2).

    3.3. DESAPARICION D 1:1 LA ARISTOCRACIA CIUDADANA

    La tenencia de la tierra se va convirtiendo en la principal fuen-te de riqueza de los .otentados y de la iglesia que, aunque est pasando por una gran crisis espiritual por la aparicin de nue-vas teoras frente a los dogmas incuestionables, predica la sal-vacin del alma, el cercano final del mundo, la conversin al cristianismo, el desdeo por lo.^ bienes materiales, la espiri-tualizacin total del hombre- hecho que se refleja fundamental-mente en el arte primitivo cristiano- y la Tctica de la cari-

    18

  • FIGURA 13

    - LOS MUROS MEDIEVALES DE CARCASONA.

    19

  • *dad cristiana, que consiste en dar limosna, y en pagar diezmos

    a la misma iglesia, justos diezmos eran pagados en especies y la

    tierra era uno de los regalos que ms empieza a apreciar el pa-

    pado. Pero mientras Bizancio contine con la hegemona del co-

    mercio en Oriente con la centralizacin del poder econmico y

    poltico, Roma y el papado no podrn reponerse del golpe de las

    invasiones. Por ello Roma, de alguna manera, tiene que volver a

    adquirir el poder, aunque sea lentamente, y el arma es el cris-

    tianismo y el dominio espiritual de la Iglesia.

    Todas estas situaciones, hasta cierto punto caticas, en Europa

    occidental cristiana, confluyen en la desaparicin casi total de

    una aristocracia ciudadana, cosa que no sucedi en Bizancio, don-

    de los terratenientes tenan que poseer una casa en la ciudad de

    Constantinopla, y por tanto, la ciudad no deja de ser centro de

    actividad econmica, poltica y cultural.

    3.4 DECADENCIA DE LA CIUDAD IMPERIAL ROMANA Y APOGEO DE LA CIU-

    DAD MEDIEVAL

    La decadencia de ese tipo de ciudad (ver figura 3) -ncleo, cen-

    tro de una actividad econmica de carcter comercial, mercanti-

    lista, la metrpoli al estilo de Alejandra, en la poca de Ale-

    jandro Magno, de Roma imperial, con sus trazados ortogonales,

    con sus arcos conmemorativos, sus columnas escultricas, como la

    de Trajano, sus obeliscos, trados de Egipto conquistado, con

    20

  • FIGURA 13

    21

  • sus edificios civiles, sus plazas, sus circos y sus innumerables

    espacios creados para dar respuesta a una necesidad social- la

    decadencia de este tipo de ciudad da cabida a otro estilo nuevo,

    campestre, alejado lo ms que se pueda un ncleo de otro, que-

    riendo ebstaculizar la llegada en vez de facilitarla , queriendo

    encerrarse cada familia en su ncleo, en vez de abrirse... es

    esta la nueva 'ciudad' medieval, hasta cierto punto tranquila,

    sosegada, podramos decir pasiva, quieta, en contraposicin con

    las ampulosas ciudades de la antigedad grecorromana.

    La Iglesia, tanto en oriente como en occidente, aunque de manera

    diversa, se erige como la duea y seora del mundo. En Bizancio

    (Ver figura 4) es la primera institucin del estado, que es fun-

    damentalmente teodrtico. En occidente, es la fiscal .que nombra,

    critica, decide o dirime nombramientos de emperadores y reyes.

  • FIGURA IO

    "SANTA SOFIA VISTA EXTERIOR. 23

  • k.ISLAMISMO EN EUROPA. SIGLO VII

    La 'tranquilidad' y el caos poltico de Europa occidental se ven

    cuestionados en el siglo VII con la llegada de los musulmanes o

    sarracenos, casi todos rabes, al sur de Europa. Estos venan de

    la pennsula arbiga, regin desrtica y bastante inhspita, au-

    sente de lluvias y de ros. Los rabes, mercaderes por excelen-

    cia, haban conformado una religin basada en las predicaciones

    de Mahoma, rabe y tambin comerciante, que a mediados del s. VI

    d.c. reuni una gran masa de seguidores de su doctrina, entre

    cuyos postulados estaba la creencia en un solo Dios, que l lla-

    maba Allah, la vida espiritual, asctica, la practica de las vir-

    tudes como la abstinencia, el ayuno, la oracin, la castidad, la

    prudencia y la necesidad de predicar y convertir o islamizar a

    todo el orbe. Esa es la tarea que vienen a cumplir los rabes en

    el siglo VII en Europa Pero tambin vienen buscando una salida

    al Mediterrneo, tierras frtiles, no desrticas como las suyas,

    y el dominio religioso y poltico de todo el mundo, cuya bsque-

    da contina hasta hoy.

    Su expansin desde principios del siglo VII, haba lleg-do hasta

    los confines de Persia, Asia Menor, India, Irn, Irak, Egipto y

  • ahora llegaban a Europa. Su objetivo era dominarla. Mahoma ya

    haba muerto, pero sus sucesores, no solo queran hacer cumplir

    su voluntad de islamizar a todo el mundo sino que haban mezcla-

    do tambin intereses polticos, geogrficos y por ende econmi-

    cos a su empresa.

    El mundo musulmn era bien diferente al de Europa occidental

    cristiana. Una de sus mayores semejanzas e~a la de tener una re-

    ligin monotesta y que despertaba el fanatismo entre sus adeptos.

    Las guerras por la religin han sido siempre violentas, sangrien-

    tas, duras, porque el impulso afectivo de la fe es tambin dema-

    siado fuerte.

    4.1 PROBLEMAS CREADOS POR LOS ARABES EN EUROPA

    Los cristianos y los musulmanes nunca se pudieron entender, por-

    que el deseo de dominio total de su religin era en ambos eviden-

    te. Al igual que el idioma haba unificado en parte, junto con la

    religin, al pueblo rabe, el latn y la religin cristiana ha-

    ban contribuido a que no se viniera a pique definitivamente y

    en forma irreparable, el mundo de Europa occidental.

    La presencia de los musulmanes en Europa era nociva para los po-

    deres establecidos del cristianismo, que adems de no tener mu-

    cha fuerza poltica, no tenan ninguna fuerza militar, ni mate-

    rial. Europa, y Roma, se sienten sostenidas en un hilo, ante la

    25

  • presencia de loa rabes. Si europa estaba desanida politicamente,

    los rabes tenan todos el mismo ideal poltico religioso. Si la

    fe cristiana y el papado estaba en crisis, los rabes estaban

    convencidos de su fe, fanatizados por la doctrina y decididos a

    islamizar por doquier. Europa cristiana tenia que hacer algo pa-

    ra salvaguardar el poco poder temporal que tena, y los restos

    que a&n quedaban de un gran imperio, como haba sido el imperio

    romano. Es preciso complementar este punto con la siguiente cita

    que nos da un testimonio de lo que los rabes hicieron en Europa:

    los Srafces no tenan ejrcitos muy numerosos -10.000 era el mximo de hombres que componan un ejrcito- pero sin embargo, lograron en los siglos VII y VIII, extenderse desde el extremo de Espaa y el norte de Africa hasta el Indo, uniendo en una civilizacin con caracteres comunes el prximo oriente con la cuenca del Mediterrneo y al-canzando los pases del Indico y del Asia central en unas cuatro generaciones. Los rabes aclimataron en Es-paa, Egipto, Sicilia, productos exticos como la caa de azcar, el arroz, la morera para la cria del gusano de seda, y frutales como el naranjo y el limonero. Desa-rrollaron asi mismo, una gran actividad comercial, mar-tima y terrestre, explotaron los materiales preciosos, importaron oro del Sudn, y lo acuaron, marfil africano esclavos negros o eslavos, algodn de la India, pieles de Asia central, armas de occiciente, y realizaron pin-ges negocios.

    4.2 UNIFICACION DE EUROPA CON BASE EN LA RELIGION CRISTIANA

    Como anunciamos arriba, Europa, contra viento y marea se ve abo-

    cada a tomar una posicin como continente, como vestigio de un

    antiguo imperio y como representante de una religin, ante el

    ^LOS FUNDAMENTOS DEL SIGLO XX, Biblioteca bsica Salvat, # 94 segunda parte, pag 90.

    26

  • enemigo rabe.

    Es Pipino de Heristal, mayordomo del palacio de Austrasia (ver

    figura 5), grande y poderoso feudo situado en la regin de los

    francos, quien logra reunir un gran ejrcito y con la venia pa-

    pal, y la total adhesin de Roma a su empresa, envia una serie

    de tropas, entre las que se destacan los ejrcitos comandados

    por Carlos Martel, uno de los hijos bastardos de Pipino de Heris-

    tal, que atacarn a los musulmanes y detendrn su expansin; al

    mismo tiempo se realizar la ms grande unificacin de Europa

    cristiana, despus del antiguo imperio romano; con los xitos de

    Pipino de Heristal y de su hijo Carlos Martel, se consolida de

    nuevo, no solo el poder del palacio de Austrasia sobre el resto

    de Europa, sino la alianza de ste con el papa Gregorio II, y en

    l, con todo el poder de la Santa Sede. Alianza que cada vez ms

    fuerte, permite que en el ao 751 Pipino sea elegido rey de los

    francos, siendo ungida su frente con el leo santo por San Boni-

    facio, haciendo sagrada la calidad de monarca.

    Los mismo sucede, cuando Carlomagno, hijo legtimo de Pipino, es

    nombrado emperador en el ao 800, el da de Navidad. La ceremonia

    se realiza en la baslica de San Pedro, de Roma, y recibe la dia-

    dema siendo aclamado como emperador de los romanos. Dos aos ms

    tarde, Bizancio reconoce oficialmente la restauracin del imperio

    de occidente. RENACE EL IMPERIO ROMANO DE OCCIDENTE, y Carlomagno

    busca que su grandeza sea como ">a del antiguo imperio romano.

    ?.7

  • FIGURA IO

  • 4.3. AL ENCUENTRO DE DOS CULTURAS

    El hecho de cae hayan sido detenidos los musulmanes en su ascenso

    hacia Europa central y norte, no quiera decir que estos no hayan

    permanecido en Europa, rendientes de una coyuntura, un momento de

    debilidad de los ejrcitos del imperio reestablecidos por su causa,

    para arremete1" y conquistar toda Europa. Adems, su presencia en

    Europa signific para la cultura occidental una se.^ie de transfor-

    maciones, una serie de aportes, una cantidad de novedades, como

    fueron entre otros, los nuevos vocablos tomados por los europeos

    del rabe, una serie de costumbres, su actividad comercial que

    no ces durante FU permanencia en Europa y que mantuvo movimiento

    en puertos sobre el Me iterrneo, lo mismo que en puertos conti-

    nentales.

    Pero el aborte que ms nos interesa denotar aqu, es el arquitec-

    tnico, que se noto perfecta ente en la arquitectura rabe pre-

    sente en Espaa y e- la aro uitect ira mozrabe: cristiana a la

    manera rabe. ( . ) .

    4.3.1. Arquitectura islrni 05 er. Europa

  • FIGURA IO

    MAUSOLEO DE TAJ MAHAL AGRA

    -ARQUITECTURA ARABE

    FIGURA 7

    \ \

    \ ' \ / y ' \

    \

    \ / \ /

    \ / h / \

    / \ \

    \ / \ / y / \

    -PLANTA DE UNA VIVIENDA ARABE. -CASA EN DAMASCO . 30

  • Por ejemplo, la necesidad de agua en el pueblo frabe se refleja

    en las diversas reas destinadas a la presencia del agua, dentro

    del espacio arquitectnico. Se encuentran fuentes en el centro

    de los patios, pequeos canales creados y dirigidos por los mis-

    mos constructores, que recuerdan a cada paso la necesidad mate-

    rial del agua y tambin su funcin religiosa, espiritual, de pu-

    rificacin que ejerce, simblicamente, este precioso lquido.

    La necesidad existencial del hombre, de tener un centro, siempre

    como referencia individual y social, se refleja en la arquitec-

    tura, en especial en la vivienda de cualquier poca y sociedad.

    Dice Norberg-Schulz^ que "si el 'centro del mundo', pues, desig-

    na una meta ideal p&blica o un'paraso perdido', la palabra 'ho-

    gar' tiene tambin un significado ntimo y ms concreto. Nos dice

    simplemente que el mundo personal de cada hombre tiene su centro"

    y agrega este arquitecto que el centro de referencia es necesa-

    rio para el hombre pues "representa *lo conocido' en contraste

    con el 'desconocido' y algo terrible mundo circundante. Es el

    punto donde tomo posicin como ser pensante en el espacio, el

    punto donde 'mora' y 'vive' en el espacio". Norberg-Schulz re-

    cuerda aqu la famosa afirmacin de Arqumedes: "Dadme un punto

    de apoyo y mover el mundo!"

    ^NORBERG-SCHULZ, Cristiani Existencia, Espacio y Arquitectura. Barcelona: editorial Blume, 1975 pag* 22.

    31

  • 43*2 Un nuevo modelo de vivienda para Europa y para Hispanoa-

    mrica

    En la arquitectura rabe que se encuentra en Espaa, todas las

    habitaciones se sitan alrededor de un patio rectangular , en

    cuyo centro .hay una pila, o una fuente, que da frescura y re-

    cuerda la importancia en el ambiente del agua. La importancia

    de la fuente en el espacio urbano de Espaa lleg a ser tan fuer-

    te que en el siglo XX uno de los mayores poetas espaoles, Anto-

    nio Machado (1375-1939) hace de la fuente uno de sus temas cen-

    trales de inspiracin:

    Misterio de la fuente, en ti las horas sus redes tejen de invisible hiedra; cautivo en ti mil tardes soadoras , el smbolo ador de agua y de piedra...

    Son considerables en nmero las poesas de Machado en que apare-

    ce la fuente, con todas sus manifestaciones posibles: fuente de

    jardn, con su taza de mrmol casi siem-re, o de iedra. Califi-

    ca esta agua de clara -su adjetivo predilecto-, riente, muerta,

    cantora, borbollante, de alegre y de triste monotona, de clara

    '.armona (sic), de bellos espejos; la llamar repetidas veces

    cristal. Las fuentes dicen leyendas antiguas, tristezas de amores 7

    y de penas...

    ^MACHADO, Antonio. Soledades. Madrid, Taurus, 1969. Pag 73. 7 Para un estudio jns detenido de este aspecto, ver el estudio de

    ECHEVERRI, Jorre y N O G U E R A , Patricia. Temas centrales de la poesa Antonio Machado. Indito, 1973, USTA.

    32

  • Violst Le Duc hace una descripcin de una vivienda rabe, o al

    estilo rabe, situada en Palermo:

    Esta residencia... est constituida por varias plantas sus muros enteramente organizados por medio de silla-res de piedra. Entre los jardines que rodean la vivien a por tocios lados -que es otro de los elementos pre-sentes en la arquitectura rabe en Europa- se puede observar segfrn la costumbre mora, ligeros edificios que ubicados s escasa distancia del edificio principal contienen los baos, las cocinas, las dependencias destinadas a la servidumbre y los prticos, extendidos sante las celdas que sirven de alojamiento a los foras-teros. *. la amplia portada ifcrinda acceso a un vestbulo de sentido muy alargado, en cuyos extremos figuran dos habitaciones una destinada al criado asignado perma-nentemente al servicio de los visitantes, y la otra oficia de antesala de los locales de recibo. Las dos habitaciones que siguen a cada uno de estos locales, se destinan a aposentos de la familia. En el centro de la composicin, existe una vasta sala que comunica con el exterior a travs de un vano que enfren-ta a la portada. Su planta afecta la forma aproximada de cruz griega y-est techada con sistema de bveda. En el centro del pavimento , un surtidor de mrmol vierte una pequea cascada de agua, que por medio de un canal, se distribuye en cuatro r-lbercas. (ver fi-gura 7)

    En las descripciones que contina haciendo Le Duc, hace nfasis

    en la presencia de canales de agua que est an presentes en casi

    todo el edificio, y en los jardines, la resencia fresca de la

    naturaleza que en la pennsula arbiga era bastante pobre, y que

    por reaccin est presente en toda vivienda mora. Uno de los apor-

    tes que trajeron los espaoles a Amrica, fu esa forma de vivien-

    da que podemos encontrar, con algunas pequeras variantes, en in-

    numerables casas, como la casa de la moneda de Santa f de Bogot

    o LE DUC, Violet. Historia de la habitacin huma'na. Buenos Aires,

    Editorial Vctor Leru, 1945. Pags. 309 y 310 ( i'l subrayado es nuestro)

    33

  • el convento Ecce Tromo en Villa de Leyva, el convento de San Fran-

    cisco en Bogot, y en general las casas conventuales construidas

    durante la colonia.

    Hasta ocu es bueno apreciar cmo un fenmeno religioso, poltico,

    eonmico, como fueron las invasiones rabes a Europa, gener

    transformaciones en las construcciones arquitectnicas, fundamen-

    talmente en las regiones donde ms permanecieron ellos. En el sur

    de Europa, y en Espaa donde lograron penetrar posteriormente

    (siglo X) se encuentran hechos arquitectnicos tanto rabes como

    el caso de le Alhssifora, como de imitacin rabe como el el caso

    de Santiago de Comprtela, que testimonian sobre sta influencia

    tanto en el aspecto formal coto espacial (ver figura 8).

    55

  • FIGURA 13

    - PLANTA DE LA CATEDRAL DE

    SANTIAGO DE COMPOSTELA.

    36

  • 5 SURGIMIENTO EN EUROPA DE UN GRAN IMPERIO

    Pero, mientras los rabes presentes en Europa, ejercen todos este

    cmulo de influencias, la unificacin poltica, de que hablamos

    en el captulo anterior, cada vez se estructuraba ms. En el ao

    800, CarloMagno era nombrado emperador de los romanos, y de nuevo

    como en los tiempos del gran imperio romano, un poderoso ejrcito

    enfrentaba tenazmente a los 'brbaros', deteniendo su avance ha-*

    cia el interior de Europa, mientras se acentuaba la preocupacin

    por crear de nuevo, vnculos de unidad real entre aquellas comar-

    cas que durante ms de dos siglos haban estado aisladas unas de

    otras.

    Es as como Carlomagno y sus desdendientes se empean en crear

    mecanismos de unificacin tales como el idioma, la cultura, la

    religin, la educacin... explicaremos brevemente cmo se impu-

    sieron estos mecanismos y cmo se logr as renovar los ideales

    del viejo imperio romano.

    5.1 LA RELIGION, UN MECANISMO DE UNIFICACION

    Es la religin catlica, romana, la que de nuevo empieza a ganar

  • numerosos adeptos, por medio de exposiciones costeadas por Roma y

    el imperio que tienen como objetivo catequizar, evangelizar y

    bautizar a los pueblos brbaros, es decir, no cristianos. Al la-

    do de esta misin catequtica exista una misin militar, que se

    encargaba de recuperar los lugares santos, los tesoros de la

    Iglesia perdidos en el momento de las invasiones, misin reali-

    zada por soldados cristianos, que adems de ser elevados muchas

    veces al catlogo de los santos catlicos, por sus proezas, reci-

    ban numerosos estmulos de orden temporal, como tierras y rique-

    zas y un mejor rango social. Es bueno aqu tener en cuenta que

    del palacio de Austrasia, de donde haba salido Carlomagno, de-'

    penda un reino brbaro, no cristiano, pero que al cristianizar-

    se se haba constituido como uno de los 'modelos' de la moral y

    la tica escolsticas.

    5.2 LA EDUCACION ECLESIASTICA

    Y con la expansin desmesurada de la religin y de la fe, fu ne-

    cesaria la creacin de escuelas teolgicas, donde los madres de

    la Iglesia se dedicaran a fundamentar los dogmas, los principios

    las doctrinas y en general la religin catlica. Esta actividad

    que se desarroll junto con el arte litrgico fundamentalmente

    en los monasterios, como el de Cluny, lleg a todo su esplendor

    en el siglo IX.

    Cluny se convirti en modelo tonto arquitectnico (ver figura 9)

  • FIGURA 13

    39

  • como espiritual . La orden benedictina, fundamentada en la regla

    de San Benito que exiga una vida rigurosa que iba de la oracin

    , la meditacin y la lectura de textos sagrados al tra bajo mate-

    rial e intelectual. En la orden existan categoras de trabajos

    siendo realizados los intelectuales por los monjes de mayor aseen

    dencia noble, y los manuales por los de menor ascendencia noble.

    Las labores agrcolas eran realizadas por siervos quienes renta-

    ban las tierras episcopales y rendan tributo al seor feudal,

    que en este caso era el abad.

    Con el transcurso del tiempo, la orden benedictina fundada hacia

    el siglo V y que era la nica vigente en Europa y la abanderada

    dentro de la vida monstica, comenz a caer e.n una serie de de-

    srdenes e inmoralidades. Era por tanto, necesaria una reforma

    dentro de la orden misma

    que restableciera el antiguo espritu y la piedad desapa-recida. La reforma parti de Cluny, una casa benedictina de Borgoa fundada a principios del s. X y su idea ini-cial consista en acabar con la disgregacin e indepen-dencia en que hablan vivido hasta entonces los benedic-tinos. . .9

    Con esta re-forma se logr reunir a los diversos monasterios y ca-

    sas religiosas con un mnimo de jerarqua para mantener la disci-

    plina . Con la obra de San Odn y San Mayolo, los siguientes aba-

    des de Cluny, adquiri la orden de San Benito nuevo esplendor y

    lleg a producirse un gran renacimiento monstico. Recordemos que

    ^HISTORIA DEL ARTE SALVAT. Mxico: impresora y editora mexicana, 1979. Tomo 4, pag. 9.

    40

  • Cluny haba sido fundado por el duque Guillermo de Aquitania,

    hacia el ao 909."Viollet Le duc copia el testamento del duque

    de Aquitania haciendo el debido honor a quien habla fundado

    aquella casa desde la cual el arte francs dtobia irradiar por

    toda Europa"10.

    Con la importancia que adquiere Cluny como centro metropolitana

    de todos los monasterios, la Iglesia puede cumplir mejor su pa-

    pel de educadora que en la poca carolingia se le haba impues-

    to ya, por medio de la reforma sobre la vida monstica y de

    otro tipo de reformas, cuyos principios, proclamados en los tres

    concilios que entre 742 y 744 se celebraron sucesivamente en

    Austrasia y Neustria, se haban tratado de seguir al pie de la

    letra, hasta llegar al siglo X, en el que todas las institucio-

    nes eclesisticas estaban ya, por entonces, renovadas, y la

    Iglesia medieval definitivamente fundada.

    Como conclusin podemos decir que el monasterio, como lugar y

    modelo de la vida medieval seria otro vehculo de dominio y di-

    fusin del imperio carolingio.

    5.3 LAS INSTITUCIONES MONASTICAS

    Los monasterios benedictinos por excelencia son los germnicos,

    10HISTORIA DEL ARTE SALVAT. Idem pag 9

    41

  • en los cuales se desarrollan tendencias anglosajonas del mona-

    quisino, es decir, que los abades no fueron, como lo hubiera de-

    seado san Benito, directores sedentarios de comunidades cerradas

    sino apstoles que dirigan la evangelizacin y dependan direc-

    tamente de la Santa Sede. Por otra parte, entre las actividades

    monsticas los estudios fueron adquiriendo prioridad sobre el

    trabajo manual. Pipino y Cario Magno se esforzaron por mantener

    la prosperidad de los monasterios, disfrutando las comunidades

    monsticas de una situacin desahogada. El patrimonio de seoro

    rstico liberaba a los monjes de la necesidad de trabajar, y

    siendo los abades escogidos entre la alta nobleza, y enviados

    muchas veces a misiones administrativas importantes, los monaste-

    rios se convirtieron en asilo de cultura y primer laboratorio del

    renacimiento intelectual y artstico, hecho que coadyuv a la

    prosperidad del imperio carolingio. La riqueza y el poder de las

    rdenes monsticas, como es el caso de Cluny, hicieron que no so-

    lo se -iidiera extender el monacato, sino que sus edificios se

    constituyeron en los mejores modelos de la cristiandad occidental,

    mayores y mejores an que las propias baslicas de los apstples

    en Poma.

    Se refleja, como ya dijimos arriba, todo el poder monstico caro-

    lingio en la arquitectura. Veamos el oroceso:

    La pequea iglesia primitiva del duque Guillermo, cons-truida ba.jo el abad Bernardo, ya haba sloo sustituida por la llamada Cluny II, edificada ent-e 955 y 1000 pe-ro sta fu destruida a su vez para levantar Cluny III (ver figura 10), con arreglo a un r-lan colosal a partir

    i+2

  • de 1088. 1 1

    5-4 CULTURA Y ARTE

    Hemos enunciado hasta ahora tres mecanismos de unificacin del

    imperio carolingio a saber: la religin, la educacin eclesisti-

    ca y las instituciones monsticas, a travs de las cuales se pu-

    do mantener el poder poltico. Estos tres mecanismos institucio-

    nales crearon a su vez e hicieron parte de un nuevo desarrollo

    de la cultura, del arte, y por tanto de la arquitectura.

    5.4.1 Cultura

    Los reyes carolingios reviver, la formaci'n cultural romana, vol-

    viendo a imponer el latin como el idioma oficial y la literatura

    romana como la mas importante, vero, y como es obvio, refractada

    del arte cristiano. "La po-"--* de Lr-r L o.r--"no se- conforme con reci-

    bir de segunda mano, lo herencia e - '-n 1 guedad. . . La poca ca-

    rolingia busca con preferencia imitar actitudes grandiosas,

    hinchadas y orgullos-3 ^e los - m*-.r: ., j>ero no halla, sin embar-

    go, acceso a la antigedad ms "ue tr-vs do a forma refre-

    tada riel arte cr;ptiano..."1^

    1:LHI3T0?IA DEL ARTE JAL'/aT . I -e.:.. ag. II

    12HAUSEP, Arnold. Madrid, Gu-^ d

    Historia siripi oe 1. a, 19tcK Toso I,

    te" arte.

  • 5.4.2 El arte

    Del aspecto anterior se desprende el arte como forma tambin de

    unificacin por medio de la creacin de un estilo grandioso, so-

    lemne, poderoso, que reflejar, por un lado, la gran herencia de

    la Roma imperial y por otro, la austeridad de los materiales da-

    da por la filosofa tica del momento y por la ausencia de co-

    mercio de materiales de construccin: este estilo es el llamado

    Romnico.

    Al respecto nos dice Hauser:

    el arte carolingio super, sin embargo, el estilo orna-mental plano de la poca de las invasiones consiguiendo por ejemplo, reproducir el cuerpo humano en su especia-lidad tridimensional, rasgo que recuerda por s, ms a la antigedad clsica que a la cristiana. Pero en con-traste con el punto meramente decorativo de la poca de las invasiones, en el arte carolingio encontramos una concepcin artstica figurativa, y por otra parte, en oposicin al arte cristiano primitivo, encontramos tam-bin aqu, una concepcin en parte ilusionista. Este arte, renueva no solo el sentido estatuario y monumen-tal, sino tambin la visin pictrica e impresionista de los antiguos.13

    5.4.3 La arquitectura

    Podemos deducir entonces, que el arte y la arquitectura carolin-

    gios , fueron una mezcla del arte y la arquitectura grecorromanos

    con el arte cristiano primitivo. Pero que de todas maneras no se

    quedaron en un simple eclecticismo formal, sino que constituye-

    1"HAUSER, Arnold. Idem, pag 5

    44

  • ron los orgenes de los que fueron posteriormente el arte y la

    arquitectura romnicos.

    La arquitectura romnica que se desarrolla posteriormente al

    imperio carolingio tiene caracter isticas formales y espaciales

    propias y exflicatiTas del momento histrico en que se desa-

    rrolla. Como primera medida, resaltaremos su pesadez que da una

    sensacin de inmovilidad, reflejo de una visin del mundo de-

    terminista y finalista; las ideas fundamentales sobre las cua-

    les se mueve el hombre de los siglos VIII, IX y X ligadas a tal

    reflejo, son las del fin del mundo y la esperanza pasiva del ms

    all.

    Como segunda medida tenemos que resaltar su tosquedad de mate-

    riales, producto de una poca donde el comercio es exiguo y como

    tercer punto, el trabajo de la luz que tiene como finalidad crear

    penumbra en los lugares menos importantes del templo e iluminar

    los lugares mas imt ortantes.

    Es bueno anotar aqu que el trmino 'catedral' en el perodo ro-

    mnico se debi a que en el momento en que se disolvieron las

    cortes carolingias, por el enriquecimiento desmesurado de much-

    simos vasallos, los lugares de reunin y de creacin artstica

    o cultural se centralizaron en las catedrales imperiales, "edi-

    ficios imponentes y poderosos,,l+ (ver figura 10)

    1/fHAUSEP, Arnold. Idem, pag 2k2

  • FIGURA IO

    -PLANTA DE LA IGLESIA DE CUUNY III.

  • e x p r e s i n de un Oder i l i m i t a d o y de unos medios inago-taeles. Se l e s na l l a m a d o f o r t a l e z a s de Dios, y r e a l m e n -t e son g r a n d e s , f i r m e s , y macizas, como l o s castillos y f o r t - , lezas la poca, y demasiado r r a n d e s '"ara los f i n e s e i s n o s . P o n no f u e r o n c o n s t r u i d o s cara l o s fieles, si-no |7~ra I s g l o r i a de Dios y s i r v e n l o mismo que l a s c o n s -"Ueciones s a g r a d a s de l a n t i c u o o r i e n t e , para simboli-znr id S&prema autoridad.1-

    Como s e ve e n t o n c e s , l a c a t e d r a l r omni ca es ms un s m b o l o de

    p o d e r que un e d i f i c i o para b e n e f i c i a r a l hombre . Es 1-. e x p r e s i n

    p a r a d j i c a m e n t e de l a r e a l i d a d h i s t r i c a ".ero f u e r a de su r e a l i d a d .

    Agresa F a u s c e r que

    l a i g l e s i a de Santa Sofa ( t e n a c iara mor t e d irnensione za e s t a b a fundao.n en c i e r t - j c a s p u e s era ] a i c~ 1 p s i a r r i o r o l i t a . Las i . ' l e s i a s rom? e n c u e n t r a n en el me jor de 1 des t r a n q u i l a s , cues er. el r r a n u e s o 1 uda' ,es .

    por ejem-lo1 (ver figura s enormes, pero su ^ranee-medida, en razones -rc ci-

    o Lpal de una ^etr;oli eos-nicas, pon el contrario, se os car'OS en pequeas ciuua-occidente ya no existan

    Es e n t o n c e s una razn de r - - - r ec onnmico , our-l es 1*-. l e n i t ud

    del feudalismo- d o m i n i ' territorial, r i q u e z a 0ue d i r .dUp?ncen-

    s c*.;;-ar ^ue dan o n i r e n a l

    r e n e r a i es n r t e s i m p l e ,

    c 1 ' ' o 1 t i c s v e c o n

    e s c i o r orr, ' n i c o .

    ; un j.m-LCe- ' oe

    arts romn1c7

    i e f o r r e s e s t i l i z a d a s i somot r i e a s , e m f.r-~-d o m i n i o c a r a c t e r

    r j i g i os o , en e l que l o es i r ; t y Lo t e m p o r a l d e c i r s e

    que no e s t n s e p a r a d o s , -.;&:; no r e he p o d i d o d i s t i n g u i r cu"1 era

    U finali dee io eclesistica como tr\ . n , pero r> r* ! r. v> t c r c

    lf- - T' '

  • se intuye que era P\> instrumento de ^roraganda de la iglesia rae-

    ileval. Y ah est se carcter educativo que se ha tratado de

    e>-'lcar. Su misin slo poda c on^istir en insnirar a las masas

    un e--ritu solemne y religioso, pero bastante indefinido. Pode-

    mo; citar aqu la descri-cion de Cluny III, edificada en 1088:

    "11 templo tena un largusimo atrio nrtex con tres naves, vasto or s slo como una gran iglesia; despus, por una i:uerta decorada con innumerables esculturas, se entraba en la baslica de cinco naves, con dos transep-tos, cada uno con varios bsides canillas y un gran co-ro en el fondo, tambin con otros bsides pequeos y gi-rla... A cada lado de la* ^ uerta del nrtex haba dos grandes campanarios cuadrados con su flecha, el uno des-tinado a archivo y el otro a encierros prisin de la abaria. La nave central, inmensa, estaba cubierta con b-veda de medio punto; las 'laterales con bveda de arista.

    Recordemos que Sluny fu rrodel o

  • 6 NUEVAS INVASIONES BARBARAS EN EL SIGLO X

    La plenitud del feudalismo, la consecuente disolucin de las cor-

    tes csrolingias, el dominio (5-mnipotente de los terratenientes y

    de la Iglesia, la presencia de un rey que reinaba pero que no

    gobernaba porque ya no tena casi riqueza -dominios territoriales-

    hicieron que el imperio carolingio se fuera a pique.

    6.1 CISMA POLITICO

    Uno de los ltimos reyes francos, Ludovico Pi, formado total-

    mente dentro de la caridad y la justicia cristianas, para tener

    contentos a sus tres hijos, "vacil enore el deseo de preservar

    la unidad del imperio y Is preocupacin por respetar las anti-

    guas costumbres familiares legando a cada uno de sus hijos una 18

    porcin igual de la herencia". Este hecho llev a la discordia

    a los hijos contra el padre y a los hermanos entre s, discordia

    que di como resultado una prdida general del poder del imperio,

    el enriquecimiento de la nobleza, cue servan a los hijos de

    Ludovico y que vendan su fidelidad al mejor postor, hasta que

    l3HISTORIA GENE~-;AL DE La' C1VI1IZACIONES. La ed.-^ d media. Tomo 3 pag 156

  • finalmente, en el ao 843 por el tratado de Verdn, la Europa

    occidental quedS definitivamente dividida en reinos indepen-

    dientes:

    Separados por fronteras de orientacin meridiana, cada uno de stos qued formado por una de las tres regio-nes cuya autonoma conservara Car1omagno: Aquitania, Baviera e Italia, y por una parte de las provincias francas. As nacieron el reino de los francos del oes-te, cuyos limites fueron marcados por el Escalda, el Mosa, el Saona, y los montes Cevennes; el reino de los francos del este, ms all del Phin y de los Alpes; y un estado intermedio alargado desde el mar del Norte a la Italia del sur, que contena las dos ciudades im-periales: Soma, capital del imperio romano de occiden-te, y Aquisgrn, capital del imperio carolingio. Esta ltima porcin de territorio era la del emperador, pe-ro su dignidad no le vala ms que una autoridad comple-tamente terica.

    A su vez, estos tres reinos tuvieron evoluciones diferentes: la

    institucin monrquica fu ms duradera en el reino de oriente,

    por ser m's reciente, mientras que en el reino medio, la disolu-

    cin territorial continu, por la gran independencia y poder de

    marqueses, condes y rte^s vasallos q ;o deseat-? < una total auto-

    noma poltica.

    Esta disgregacin del i -nerio no .ej 5e p e5" j udic ar la unidad de

    la iglesia, ya que numerosos arzobispos fueron independizndose

    de la instilacin -ontificia "r^.na, dir5 rida r-.or el papa Nico-

    ls I q uien trat ae defende- su roder, * or -icdio de leyes pon-

    tificias, pero ca1 e-itridc e "o-pn;- ol estado romano, de

    19Idem, pag. 1'?-"!!-

    0

  • poder feudal, se sumi progresivamente en la ms profunda de las

    decadencias.

    6.2. VULNERABILIDAD DE EUROPA

    Los acontecimientos anteriores hacen a Europa del siglo X, ms

    vulnerable a las invasiones de los pueblos brbaros, que desde los

    cuatro puntos cardinales amenazan desde hace siglos la estabili-

    dad de Europa. Algunos de stos pueblos venan del norte, como

    es el caso de los normandos, otros venan del sur como es el ca-

    so de los musulmanes. Pero tambin del oriente de donde venan

    por ejemplo los Hngaros.

    La coyuntura estaba dada: Europa estaba de nuevo dividida, sin

    ejrcitos, sin cohesi&n poltica... era el momento ideal para

    arremeter de nuevo contra Europa cristiana. De las invasiones de

    los sarracenos dir el historiador Edouart Perroy:

    En el siglo VIII los ejrcitos francos haban detenido el empluje musulmn, y luego, progresivamente, hicieron retroceder al islam ms all de los Pirineos, la marca hispnica mantenida vigorosamente por una dinasta de jefes militares... constituy un bastin muy eficaz: la caballera rabe no penetr nunca ms en Aquitania. Pero el mar quedaba libre. Desde Espaa y el Kagreb, los piratas musulmanes ocuparon primero las islas del Mediterrneo occidental, las Baleares, Crcega a par-tir del ao 806, luego Sicilia, metdicamente conquistada entre 827 y 902. Desde ellas lanzaron expediciones de saqueo sobre todas las costas cristianas: Niza en 810, Marsella en 8 3 8 , Arls en 342, Roma en 846, la Apulia, la Campania, fueron sucesivamente asoladas. En los lti-mos aos del siglo IX, un grupo de aventureros sarra-cenos se estableci permanentemente en la corte de Mau-res, infiltrndose por los alpes, y cortando las rutas

    51

  • entre Italia y las galias, exigieron rescate a tres gene-raciones de traficantes y p e r e g r i n o s . 2 0

    6 . 3 LOS NORMANDOS Y UNA NUEVA EUROPA

    Pero sin lugar a dudas, las invasiones ms importantes para los

    cambios que a partir del siglo X se dieron en la Europa cris-

    tiana, fueron las normandas. Estos pueblos eran seminmades, ha-

    bitantes de zonas de latitudes altas, con intensos fros y vera-

    nos ms cortos que en la Europa Meridional. Por tanto, hablan

    desarrollado diversos mtodos para el cultivo de la tierra, la

    recoleccin y almacenamiento de los productos, demanera que en

    los cortos veranos y primaveras alcanzasen a surtir todo el c-

    mulo de necesidades primarias. Adems, hablan desarrollado sis-

    temas sofisticados de navegacin, incluyendo el transporte sobre

    la nieve, pues sus ros y mares se congelan durante mucha parte

    del ao.

    Su mentalidad, dada la situacin geogrfica, ya descrita, y las

    condiciones materiales, era eminentemente prctica y emprica,

    pues necesitaban sacarle el mayor provecho a la tierra, en el

    menor tiempo posible, y con el mejor resultado. Eran hbiles

    tambin como militares, pues su permanente caminar en busca de

    mejores tierras, les haba hecho enfrentarse a numerosos pueblos.

    Por tanto, el desarrollo de las armas, era tambin bastante no-

    torio, y mucho ms eficaz, con respecto a las armas de los ejr-

    20IBIDEM. Pag 159 52

  • citos de la Europa cristiana

    siglo X, eran nulos.

    Sus religiones, politestas,

    el desarrollo de las fuerzas

    trabajo material, para poder

    que en la Europa continental

    fectamente del autoconsumo y

    que en el momento de la invasin,

    no fueron nunca un impedimento en

    productiTas, pues la necesidad del

    abastecerse, era mucho ms marcada

    cristiana, donde se poda vivir per

    subsistir con un comercio exiguo.

    Los normandos eran en general hombres muy activos, que no sola-

    mente haba desarrollado la agricultura y la pesca, sino tambin

    el comercio, inevitable, por su pobreza de productos, y que de

    hecho los mantena en contacto con comerciantes cristianos del

    mar del norte, conociendo as la prosperidad de las regiones

    francas y anglosajoas.

    Cuando los normandos detectan la situacin de debilidad de Euro-

    pa cristiana

    abandonaron el trueque, se apoderaron violentamente de las riquezas, robaron los esclavos, el oro y la plata, y enbusca de nuevos botines, llevaron adelan-te sus incursiones. En primer lugar asolaron las cos-tas, las de Frisia a partir de 810, las de Inglaterra y las proximidades de la desembocadura del Sana, lue-go dejando el canal, saquearon Noirmountier hacia 820, las de Inglaterra y las proximidades del pas vasco en 859; rodearon la penncula Ibrica, saquearon va-rios puertos del Atl'antico (La Corua, Lisboa y tam-bin Sevilla( y entraron en el Mediterrneo. Cuando nada quedaba para saquear en las costas, avanzaban hacia el interior remontando los ros, y er. ocasiones dejando sus embarcaciones ara convertirse en jinetes. Nada ilustra mejor el proceso de su penetracin que el lar-go xodo de los monjes de san Phillibert que huyendo

    61

  • ante ellos, abandonaron el monasterio de Noirmutir an-tes del ao 819 y, despus de haber buscado en vano la tranquilidad en refugios cada vez ms alejados del mar, no encontraron seguro asilo ms que en Tournus, a ori-llas del Saona, en 8?5. 2 1

    6.3.1* Evoluci&n econmica y nueva tecnologa

    Si bien la Europa cristiana despus de las invasiones qued su-

    mergida en un terrible caos, por las luchas contra los brbaros,

    el abandono de los monasterios, la destruccin de numerosos cas-

    tillos, templos y obras de arte, y la prdida de cohesin pol-

    tica, a medida que se fueron consolidando los nuevos reinos nor-

    mandos, ya fuera independientemente de Poma a .heridos a ella,

    se fu dando una mezcla cultural, poltica, religiosa e incluso

    racial, que fu mucho ms notaria en las regiones ms afectadas

    por la presencia de estos pueblos, como *'ueron las islas britnL

    cas, el norte de la Galia y la Provenza.

    Gracias a los contactos que se establecieron, se ampli la comunidad crsitiana: muchos vikingos que haban asi-milado en ultramar algunos elementos del cristianismo los llevaron a Escandinavia, uonoe se mezclaron con cre-encias paganas; la poca de la f mezclada, precedi a la de la conversin definitiva, favorecida por los sobe-ranos Harold de Dinamarca y Olaf de Noruega. Las invasio-nes estimularon as mismo los intercambios comerciales; la transicin entre la piratera y los trueques pacficos se hizo insensiblemente y los campamentos permanentes de Normandos en los intervalos entre las hostilidades, eran tambin lugares de feria; la circulacin comercial en el mar del Eorte, un tanto aminorada al empezar los ataques violentos, no tard en florecer de nuevo. Por ltimo cier-tas regiones asistieron al establecimiento de loo vi-in-

    21HI3T0:-'IA GE. ERAL DE LAS CIVILIZACIONES, op. cit. pag. 160

  • gos, bajo formas diversas: dominio de pescadores y de transportistas limitaron a los puertos y a las costas en Irlanda. Colonias agrcolas en Inglaterra del norte implantacin de una aristocracia militar que se impuso a los indgenas en la proximidades del Sena. Y sta l-tima Normanda tena que convertirse muy pronto en una de las provincias ms vigorosas de Occidente, lo que prue-ba la fecundidad d~ la aportacin e s c a n d i n a v a . 2 2

    En Inglaterra, fu definitivamente ms marcado ste aporte. Se

    instauraron numerosos reinos brbaros normandos, que comenzaron

    a desarrollar ana intensa actividad econmica y comercial. La

    pesca en el mar del Norte, la ganadera en las frtiles tierras

    de ricos pastos, la agricultura y la navegacin para el comercio,

    fueron formas evidentes de progreso material de stos pueblos,

    que aplicando su filosofa pragmtica transformaron de manera ra-

    dical los ideales y las costumbres lo mismo que la economa del

    pueblo ingls.

    Este es uno de los hechos que explica el por qu Inglaterra to-

    m la delantera en el campo del cominio martimo y comercial en

    Europa, y cmo sto concluy con la colonizacin de los Estados

    Unidos de Amrica, y las revoluciones burguesa e industrial in-

    glesas, que conmovi en el siglo XVII les pilares de la Europa

    feudal.

    6.3.1.1. Renacimiento econmico

    22HI3T0KIA G . A L DE LAS CIVILIZA C 0.1 ES , or. cit. oag. 163

    55

  • Pero explicitemos un poco ms sta evolucin econmica. Como con-

    secuencia de las invasiones normandas, el comercio tom de nuevo

    un auge creciente, y aunque en los siglos anteriores, se habla

    visto seriamente detenido, por las restricciones ticas y morales

    de la iglesia feudal, por las sucesivas guerras, la arbitrariedad

    de la ley privada, y en general por la economa de subsistencia

    y autoconsumo del feudalismo, despus de las invasiones, se ci

    un renacimiento econmico, que incluy el rescate del comercio.

    Es cierto que la moneda era escasa, y que lleg un momento en que

    se tenia por su valor material, no por su valor de uso cambio,

    p^ro tambin es cierto que sta no desapareci en la poca ante,

    rior al imperio Carolingio, y que muchos siervos, pequeos arte-

    sanos, vendan parte de los productos que les sobraban y as a-

    tesoraban monedas.

    Los monarcas carolingios se reocu-aron por acuar monedas, que

    representaran de alguna manera su poder, y que de todas formas,

    eran necesarias psra el roco comercio que se desarrollaba en las,

    ferias, cada aso.

    Pero es neces-rio sealar aqu, cmo, despus de 7 as invasiones

    brbaras del siglo }', el comercio tom un ecisivo viraje hacia

    su plenitud. Una de las causas, fu entonces, el hecho de que los

    normandos eran grandes navegantes, .""na ; , lo -nismo c ? los

    rabes. Otra, el keepo de que se iiera .JO ae los ruerzas oro

  • ductivas, con las innovaciones tcnicas aportadas por los norman-

    dos.

    ...En los decenios que preceden al ao mil, es cuando se extienden por las reconstruidas campias de la cris-tiandad, diversas invenciones tcnicas de fecundas conse-cuencias, invenciones antiguas, ms cuya aplicacin en occidente haba sido hasta entonces muy limitada. A de-cir verdad, es imposible seguir de cerca sta penetra-cin, pus los testimonios directos, los vestigios de los instrumentos sus representaciones figuradas son extremadamente raros, difciles de fechar y los textos a-portan muy pocos detalles. No obstante todo induce a pen-sar que el gran esplendor del occidente "edieval est intimamente ligado a una renovacin fundamental de las prcticas agrcolas, a una verdadera revolucin con rit-

    / ao de verdad lento, pero que permitiendo producir mayor cantidad de subsistencias con menor trabajo, transtorna las condiciones de la vida e c o n m i c a . 2 3

    6.3.1.2. Avances tcnicos

    Entre los adelantos tcnicos que se obtienen en sta poca, te-

    nemos una mejor utilizacin de la fuerza motriz de las aguas co-

    rrientes, con procedimientos conocidos de antiguo, pero aplica-

    dos de nuevo, en occidente, desde el siglo Z. As se regulan los

    cursos de las aguas, derivando acequias, disponiendo reas de a-

    gua, y saltos destinados a accionar molinos de grano de aceite.

    Estos molinos, liberan la mano de obra ~'el trabajo de preparar

    el grano, permitindale dedicarse a otras tareas mas productivas.

    Es tambin un avance, el mejoramiento en los mtodos de traccin

    animal, mtodos de enganche del caballo, del yugo del cuey, y de

    formas de arado y riego.

    23HI:1E0RIA GENERAL EE LAS CIVILIZACIONES, OP. cit.

  • Con stas innovaciones tcnicas, en el campo de la agricultura,

    la produccin agrcola mejora sustancialmente; nuevos cereales,

    entran a formar parte de la dieta alimenticia. La avena, comien-

    za a emplearse en la alimentacin humana, y tambin para los ca-

    ballos. Estos a su vez mejoran su condicin fsica, y comienzan

    a aventajar al buey, en las labores agrcolas. Se torna en el me-

    dio de transporte ms apetecido, y se introduce en la guerra, de-

    finitivamente. Hay ur. aumento de la poblacin europea, que se ve-

    r eclipsado por las guerras de la religin. Este crecimiento de-

    mogrfico se debi, como ya dijimos, a las mejoras en la dieta ali-

    menticia, ya que la misma extensin de tierra que anteriormente

    nutra a mil hombres, ahora va a nutrir a tres cuatro mil. Es-

    to contribuye a su vez, a la necesidad de nuevas tierras, para ser

    explotadas y habitadas. El hombre del siglo X y XI, inicia el des-

    monte y roturacin de tierras inhabitadas hasta ese momento,

    baldas, con la colaboracin de campesinos y seores rurales. Es-

    ta iniciativa, se debe tambin a que el trabajo para el campesino,

    se ha aminorado, y tiene ms tiempo que antao, para cultivar nue-

    vas tierras, y ensanchar sus propiedades. Durante el invierno,

    el campesino quema las malezas, derriba los grandes rboles de

    los bosques, desentierra las raices: en primavera, el matorral se

    ha convertido en un gran or?do de siega, que al ao siguiente se

    podr labrar y sembrar, y s tarde plantar con viedo. De sta

    y otras formas el campesino va creando nuevos hbitats, y a la vez

    nuevas formas de produccin.

  • Esta filosofa se reflej en las nuevas formas artsticas, los

    nuevos temas literarios y los nuevos espacios arquitectnicos de

    la Europa dividida, e invadida El arte dej de ser espiritualiza-

    do, desligado- si cabe el trmino- de la forma, para convertirse

    al paso del tiempo, en la expresin de los sentimientos, afectos,

    emociones e ideales del hombre. Las formas del romnico tardo y

    del gtico a partir del siglo XII, tenan mayor movilidad; su ac-

    titud humana no era la del hombre espectante, carente de toda po*

    sibilidad de ser por si mismo, pleno de nostalgia por el ms all,

    temeroso de la justicia implacable de Dios, deseoso de partir hacia

    el cielo, de d^pojarse de todo lo humano y material. La actitud

    del arte ahora, es la del hombre que se est encontrando consigo

    mismo, que est conociendo el valor de la naturaleza que lo rodea,

    que comprende que parte de la vida es producir, superarse, inda-

    gar sobre las posibilidades infinitas del conocimiento del mundo,

    curiosear las formas vegetales, animales y humanas; y expresar

    todo sto en la obra de arte. Esta nueva posicin del arte viene

    a tener toda su plenitud en el arte renacentista de los siglos

    XV y XVI, pero ya aqu, en la baja edad media (siglos XII, XIII y

    XIV) es evidente un anticipo de esa plenitud.

    .Adems, el arte se va liberando de la obligacin eclesistica, y

    se permite muchas libertades "profanas", por ejemplo, tomando mu-

    chas veces un cariz pico como lo ilustra Hausser:

    El placer con que el arte romnico tardo puede abismar-se en la ilustracin de una materia pica, se manifiesta de la manera ms directa en la tapicera de Bayeux, obra que a pesar de estar destinada a una iglesia, manifiesta

    59

  • Muy pronto, los nuevos campos se encuentran alejados de la aldea. Quienes los han conquistado instalan en ellos su vivienda y de sta manera se van creando nuevas pobla-ciones: con frecuencia, los roturadores acaban por encon-trar en los limites de la jurisdiccin los de las aldeas cercanas y el cintur&n de tierras incultas que antes ais-laba por completo las parroquias tienden a reducirse a unos pocos territorios, constituidos por los suelos ms ingratos. ^

    Los seores territoriales aprovechan tambin las ventajas de las

    nuevas formas de explotacin de la tierra, haciendo crecer sus ren-

    tas, y dedi^ndo a la explotacin agrcola, lo que anteriormente

    estaba destinado a "reserva": bosques pastoreo.

    6.3*2.Evolucin cultural.

    Junto con la evolucin econmica que se d en Europa a partir de

    las invasiones normandas, las artes, la literatura y la arquitec-

    tura sufrieron tambin una gran transformacin evolutiva*

    6.3*2.1. Nueva filosofa y riqueza temtica

    El arte en general, fu tornndose ms humano. Los normandos, em-

    pricos por excelencia, degustadores del bienestar material, y usu-

    fructuarios al mximo de los bienes de la naturaleza, tenan una

    concepcin diferente a la idealista cristiana, que haba reinado

    en el corazn del hombre medieval; sta concepcin era la del cono-

    cimiento del mundo, su exploracin, la utilidad de sus posibilida-

    des, el amor al trabajo material por s mismo, y para beneficiar

    al hombre mismo.

    HISTORIA GENERAL DE LAS CIVILIZACIONES, op. cit. pag. 278 6o

  • una concepcin distinta de la del arte eclesistico. Con un estilo admirablemente fluido, con muy variados episo-dios y con un amor sorprendente por el pormenor realista, narra la historia de la conquista de Inglaterra por los normandos. Se manifiesta en ella una difusa manera de na-rrar los acontecimientos, que anticipa la composicin c-clica del arte barroco marcadamente contrapuesto a los pc-principios de unidad de la concepcin artstica romnica...

    Esta liberacin del arte de las restricciones eclesisticas, le d,

    como ya dijimos, m$or fuerza temtica, que es complementada con

    los viajes que en lo sucesivo realizar el hombre influenciado

    por la filosofa normanda; crece el deseo de conocer nuevas tierras,

    descubrir y colonizar territorios hasta entonces olvidados, enri-

    quecerse y ser libre. Estos viajes, stas nuevas aventuras, son

    tambin aportes temticos para el quehacer artstico, literario

    y arquitectnico. Estos temas sern unas veces picos, como es el

    caso de los temas inspirados en las guerras de las cruzadas; re-

    ligiosos, tambin por inspiracin de los ideales caballerescos de

    los cruzados, romnticos: el deseo de la paz, de la vida pasto-

    ril y buclica, del amor humano.

    Con la aparicin cada vez ms creciente de aventureros y colonos

    adquiere un mayor auge el juglar, sea aquel hombre de pueblo,

    que va por toda Europa en las pocas de feria, de burgo en bur-

    go cantando a veces de manera burlona, otras romntica, las cos-

    tumbres, aventuras e ideales del pueblo.

    69

    KAUSSER, Arnold., op. cit. cap. IV, numeral 7, pag. 251. l

  • Es bueno anotar aqu, como el arte juglaresco, se convertira pos-

    teriormente, en un testimonio histrico y crtico, de las costum-

    bres medievales, y que con base en los temas literarios esbozados

    por los juglares se inspirarn los escritores humanistas de fina-

    de la Edad Media y del Renacimiento. El arte de este momento,

    denota en general, una mayor sensibilidad, un mayor acercamiento

    a los sentimientos, aflicciones y placeres humanos, anteriormente

    reprimidos por la rigurosa moral cristiana.

    Como testimonio de sto, tenemos los manuscritos encontrados cer-

    ca al castillo de Bauren, en la regin germnica, que contienen

    una serie de canciones cuyos versos son cantos al amor carnal, al

    vino, a la vida y al placer. Estos versos son annimos, lo que

    sin duda refleja su origen popular. Son los aventureros, los go-

    liardos, los vagabundos, ios colonos, los salteadores de caminos,

    y en general, los hombres que han renunciado a la servidumbre,

    los autores de sta literatura.

    6.3.2.2. Dinero y florecimiento artstico.

    La alianza que se va dando poco a poco, entre los intereses de la

    burguesa naciente, y de la nobleza * finales del siglo II, la

    roturacin de nuevas tierras muchas anexadas al dominio inicial,

    la irrupcin del comercio, sutilmente apoyado por muchos prnci-

    pes feudales con la amnista (no pagar impuestos ni aduanas) en

    poca de ferias, la afirmacin de la moneda ce* o nueva fuente de

    opulencia, hacen que er. Europa se despierte ?na tinamente en las

    mentes de la nobleza, y r r i..gmer.t

  • deseo de enriquecimiento. Ya muchos de los dineros producidos en

    las ventas, era absorbido por el erario seorial, por medio de

    lajpultirlicaci&n de exacciones, la instituci&n de tallas y de

    impuestos en general. Estos dineros enriquecieron tanto a las

    instituciones civiles o laicas, como a la iglesia y fueron utili

    zados por los eclesisticos para

    ...el embellecimiento de los santuarios; con sus capitales emprenden construcciones nuevas, abren talleres de escul-tura y enriquecen las sacristas con nuevos ornamentos. El florecimiento artstico de finales del siglo XII,asi como el desarrollo de la artesana especializada, particularraen te la de la cantera, estn ntimamente relacionadas con el renacimiento de la economa monetaria.

    Esta opulencia se refleja en los monasterios de la Orden de Cluny

    sobretodo en su riqueza decorativa:

    Los arranques de las bvedas estn avalorados con fajas bellsimas de entrelazados rizos de parra, y los capite-les muestran escenas bblicas o simblicas entre capri-chosas espiras de tallos de vid o hiedra estilizados... Pjaros que se persiguen, centauros y leones, profetas y cantores enredados en las espirales de una decoracin vegetal. El estilo decorativo de los frisos ornamenta-les, con esculturas menudsimas repletas de pjaros, hombres y animales que se persiguen por entre los rizos de las hojas de la vid (he aqu cmo hay ya una presen-cia de la naturaleza en los temas decorativos religio-sos) fue aplicado no solo en la arquitectura sino tam-bin en los pequeos objetos suntuarios, muebles y pie-zas de orfebrera. ^

    Tambin se refleja en la aparicin del mecenazgo que se comenz

    26 HISTORIA ti .NEPAL DE LAS CIVILIZACIONES., op. cit. , pSg. 282

    27 HISTORIA DEL ARTE SALVAT. Mxico: editora mexicana, 1979.Tomo

    IV, pg. 12.

  • a desarrollar en el siglo XIII, y que lleg a su plenitud en el

    XVII.

    Los recenas, nobles burgueses ricos, arcaron los talentos ar-

    tsticos llevando a sus castillos y posteriormente a sus palacios,

    a los artistas ms afamados, para que trabajaran a su servicio.

    5e d entonces una gran competencia artstica lo que aumenta la

    producci&n de obras con una gran riqueza temtica, y con una ma-

    yor libertad, sobre todo en el arte que iba dirigido al gusto bur-

    gus. Es clara la difer-ncia que se em :ieza a vislumbrar entre el

    tipo de arte que va dirigido a la rrobleza feudal, y el tipo de ar-

    te que va dirigido al burgus, l'l primero conserva la austeridad,

    la espiritualizacin de las formas y los valores conceptuales del

    arte eclesistico carolingio, y del romnico cieno, mientras que

    el otro comienza a incluir temas, formas y tcnicas que sern los

    precursores de un nuevo estilo. Pero en la medida en que la noble-

    za va perdiendo poder econmico y 1 a burguesa lo va adquiriendo

    con el dominio del comercio,- fundamentalmente por el mar del Nor-

    te y el Bltico,- y de la produccin manufacturera,- no ya arte-

    sanal como es el caso de Holanda e Inglaterra con la produccin

    paera,- en sa medida se va realizando una fusin de gustos es-

    tticos, que van consolidando ese nuevo estilo enunciado arriba,

    y del que hablaremos en otro cactulo: el gtico.

    72

  • . .5 2.3* Reaccin c