aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

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124 Revista Difusiones, ISSN 2314-1662, Num. 19, diciembre 2020, p124-141 Fecha de recepción: 09-10-2020. Fecha de aceptación: 19-11-2020 Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el patrimonio religioso y los museos en San Salvador de Jujuy. Autor: Fabio Nestor Mendez Institución: UCSE-DASS E-mail: [email protected] Licenciado en Turismo. Maestrando en Desarrollo y Gestión de Destinos Turísticos en la UNQ. Investigador del Gabinete de Investigación en Estudios Culturales (GIEC) del DASS- UCSE. Docente universitario. En este sentido el Patrimonio adquiere un interés primordial, considerado como un capital cultural, que se acumula, se reconvierte, produce rendimientos y es apropiado de distinta manera por los diversos sectores. Patrimonio y Turismo son compatibles, por ello la gestión turística del patrimonio es primordial, para que forme parte de la oferta. Dentro del turismo cultural, cobra relevancia el turismo religioso que representa una Este trabajo se suma a los estudios sobre el turismo y pone atención en el turismo cultural que, surge como una posibilidad cierta, para ofrecer a los viajeros nuevas experiencias de distracción y esparcimiento, relacionadas con el conocimiento de sitios, monumentos y bienes culturales únicos. Resumen Dossier de turismo

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Page 1: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

124 125

Palabras clavegestión turística, museos, patrimonio religioso, turismo cultural.

Abstract

In this sense, Heritage acquires a primary interest, considered as cultural capital, which is

accumulated, reconverted, produces returns and is appropriated in different ways by the

various sectors. Heritage and Tourism are compatible, therefore tourist heritage

management is essential, so that it is part of the offer.

Within cultural tourism, religious tourism becomes relevant, representing an opportunity

for the development of tourist activities and at the same time visiting sacred places or

experiencing liturgical and paraliturgical ceremonies, since faith is its main vector. This

work reflects on the interesting possibilities offered by Jujuy's religious heritage in relation

to tourist appropriation of cultural spaces such as museums.

This work adheres to the studies on tourism and pays attention to cultural tourism, which

emerges as a true possibility, to offer travelers new entertainment and recreation

experiences, related to the knowledge of sites, monuments, and unique cultural assets.

Revista Difusiones, ISSN 2314-1662, Num. 19, diciembre 2020, p124-141Fecha de recepción: 09-10-2020. Fecha de aceptación: 19-11-2020

Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el patrimonio religioso y los museos en San Salvador de Jujuy.Autor: Fabio Nestor MendezInstitución: UCSE-DASSE-mail: [email protected]

Licenciado en Turismo. Maestrando en Desarrollo y Gestión de Destinos Turísticos en la

UNQ. Investigador del Gabinete de Investigación en Estudios Culturales (GIEC) del DASS-

UCSE. Docente universitario.

En este sentido el Patrimonio adquiere un interés primordial, considerado como un capital

cultural, que se acumula, se reconvierte, produce rendimientos y es apropiado de distinta

manera por los diversos sectores. Patrimonio y Turismo son compatibles, por ello la gestión

turística del patrimonio es primordial, para que forme parte de la oferta.

Dentro del turismo cultural, cobra relevancia el turismo religioso que representa una

Este trabajo se suma a los estudios sobre el turismo y pone atención en el turismo cultural

que, surge como una posibilidad cierta, para ofrecer a los viajeros nuevas experiencias de

distracción y esparcimiento, relacionadas con el conocimiento de sitios, monumentos y

bienes culturales únicos.

Resumen

oportunidad para el desarrollo de actividades turísticas donde a la vez se pueden visitar

espacios sagrados o vivenciar ceremonias litúrgicas y paralitúrgicas, ya que tiene como

principal vector la fe. En este trabajo se reflexiona sobre las interesantes posibilidades que

ofrece el patrimonio religioso de Jujuy en relación con su apropiación turística en espacios

culturales como los museos.

cultural tourism, museums, religious heritage, tourism management.t, museums

Key Words

Dossier de turismo

Page 2: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

124 125

Palabras clavegestión turística, museos, patrimonio religioso, turismo cultural.

Abstract

In this sense, Heritage acquires a primary interest, considered as cultural capital, which is

accumulated, reconverted, produces returns and is appropriated in different ways by the

various sectors. Heritage and Tourism are compatible, therefore tourist heritage

management is essential, so that it is part of the offer.

Within cultural tourism, religious tourism becomes relevant, representing an opportunity

for the development of tourist activities and at the same time visiting sacred places or

experiencing liturgical and paraliturgical ceremonies, since faith is its main vector. This

work reflects on the interesting possibilities offered by Jujuy's religious heritage in relation

to tourist appropriation of cultural spaces such as museums.

This work adheres to the studies on tourism and pays attention to cultural tourism, which

emerges as a true possibility, to offer travelers new entertainment and recreation

experiences, related to the knowledge of sites, monuments, and unique cultural assets.

Revista Difusiones, ISSN 2314-1662, Num. 19, diciembre 2020, p124-141Fecha de recepción: 09-10-2020. Fecha de aceptación: 19-11-2020

Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el patrimonio religioso y los museos en San Salvador de Jujuy.Autor: Fabio Nestor MendezInstitución: UCSE-DASSE-mail: [email protected]

Licenciado en Turismo. Maestrando en Desarrollo y Gestión de Destinos Turísticos en la

UNQ. Investigador del Gabinete de Investigación en Estudios Culturales (GIEC) del DASS-

UCSE. Docente universitario.

En este sentido el Patrimonio adquiere un interés primordial, considerado como un capital

cultural, que se acumula, se reconvierte, produce rendimientos y es apropiado de distinta

manera por los diversos sectores. Patrimonio y Turismo son compatibles, por ello la gestión

turística del patrimonio es primordial, para que forme parte de la oferta.

Dentro del turismo cultural, cobra relevancia el turismo religioso que representa una

Este trabajo se suma a los estudios sobre el turismo y pone atención en el turismo cultural

que, surge como una posibilidad cierta, para ofrecer a los viajeros nuevas experiencias de

distracción y esparcimiento, relacionadas con el conocimiento de sitios, monumentos y

bienes culturales únicos.

Resumen

oportunidad para el desarrollo de actividades turísticas donde a la vez se pueden visitar

espacios sagrados o vivenciar ceremonias litúrgicas y paralitúrgicas, ya que tiene como

principal vector la fe. En este trabajo se reflexiona sobre las interesantes posibilidades que

ofrece el patrimonio religioso de Jujuy en relación con su apropiación turística en espacios

culturales como los museos.

cultural tourism, museums, religious heritage, tourism management.t, museums

Key Words

Dossier de turismo

Page 3: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

126 127

Introducción

Por lo demás, nos interesa reflexionar acerca de la valoración turística del patrimonio

religioso como uno de los ejes centrales en este tipo de desarrollos, analizando su

capacidad para promover una mayor participación social en los beneficios de las

actividades turísticas, particularmente en el caso de los museos, respetando la libre

determinación de las comunidades de la provincia de Jujuy para adoptar al turismo como

potencial recurso de desarrollo de sus economías.

En este marco, pensamos que el turismo cultural puede adquirir una especial relevancia en

Jujuy, debido a su gran capacidad de valoración de las manifestaciones de las culturas

locales que promueve la planificación y el desarrollo de acciones respetuosas y amigables

con el ambiente a partir de una gestión turística responsable de los bienes culturales y

naturales en espacios como los museos.

En este trabajo compartimos reflexiones que se desprenden de un tema actual en relación

con la potencialidad que brindan las manifestaciones culturales de la provincia de Jujuy al

turismo religioso en relación con aspectos referidos a la gestión y promoción, entendiendo

a esta modalidad de turismo como una vía potencial de desarrollo económico de la región.

A partir de investigaciones previas, nos interesa observar nuevas tendencias que se

visibilizan para el desarrollo turístico, vinculadas con políticas turísticas estatales donde la

planificación estratégica adquiere un lugar predominante en función del desarrollo de

destinos a través de la promoción y el fomento de inversiones en infraestructura y servicios

turísticos. Sin embargo, uno de los rasgos actuales es la fuerte presencia de perspectivas

sustentables definidas desde propuestas conservacionistas que atraviesan los conceptos

de competitividad y sostenibilidad logrados a partir del desarrollo de sistemas de calidad

turística amigables con el ambiente.

Turismo: tendencias mundiales

La Organización Mundial de Turismo (OMT) ha definido al turismo como actividades que las

personas realizan durante sus viajes en lugares diferentes a sus sitios de residencia, con

Durante las últimas tres décadas, las tendencias globales han obligado a pensar el turismo

desde nuevas bases socioeconómicas, culturales y políticas. Podría afirmarse que no son

muchas las industrias que han evolucionado tan rápido como el turismo; el crecimiento

sostenido del mismo desde la Segunda Guerra Mundial, ha despertado un enorme interés

por conocer los desarrollos de este fenómeno socio-económico, que ha diversificado su

oferta y demanda, generando diversos tipos de turismo con un segmento específico para

cada uno.

En el caso de las comunidades receptoras, éstas ven al turismo, en general como una fuente

potencial de desarrollo económico local y regional. Algunos autores como Jafari (2005),

sostienen que esta disciplina está apoyada por empresas o instituciones relacionadas

directa o indirectamente con las perspectivas económicas del turismo. Estos grupos de

“interés” postulan que el mismo es una industria generadora de trabajo, que constituye una

solución económica viable en países y comunidades, fomenta la cultura y las relaciones

interculturales, y a la vez provoca leves modificaciones en los recursos naturales y

paisajísticos. Sin embargo, hasta hace algún tiempo, no existían definiciones claras en

relación a los impactos ambientales y culturales que las actividades turísticas generaban en

los destinos.

En consecuencia, en los destinos se están desarrollando nuevas prácticas relacionadas con

la sostenibilidad, que van tomando diversas formas, pero siempre teniendo en cuenta a las

comunidades anfitrionas; esto no solo favorece la participación del turista en nuevas

experiencias culturalmente enriquecedoras, sino que además conlleva una revalorización

de las culturas y su ambiente. La idea propuesta por diversos autores sobre sostenibilidad,

implica la relación de tres aspectos: la preservación del medio ambiental, la viabilidad

fines de ocio por un periodo de tiempo consecutivo inferior a un año (OMT 2001). La

actividad turística comprende varios aspectos a tener en cuenta: a) las personas que se 1

trasladan: los turistas b) los lugares hacia donde se dirigen: los destinos; c) los servicios que

se ofrecen: alojamiento, gastronomía, visitas, entre otros; d) el conjunto de relaciones que

se generan: económicas, humanas, ecológicas, jurídicas, y otras; e) los impactos que dichas

acciones provocan en el destino; f) la configuración del espacio turístico continuo; g) los

actores involucrados en las actividad; h) las políticas públicas propias del sector y las que

influyen en el mismo; i) los movimientos , conformados por una red de flujo, muchos de los

cuales se dan en el espacio físico y virtual.

El turismo, en la actualidad, no podría comprenderse fuera del mercado internacional

globalizado que conlleva desplazamientos de diversos actores por diferentes destinos del

mundo; esto genera una doble circulación sociocultural y económica: por una parte los

visitantes suelen alejarse de los destinos más tradicionales desafiándose a recorrer nuevos

horizontes en búsqueda de experiencias innovadoras en destinos exóticos; por la otra, las

comunidades receptoras se encuentran cada día con nuevos visitantes de países muchas

veces remotos, que traen con ellos diferencias culturales profundas.

En cuanto a los turistas, sus desplazamientos suelen estar ocasionados por la necesidad de

distracción, de esparcimiento y de disfrutar el tiempo libre en un contexto diferente al

cotidiano, el deseo de conocer y generar nuevas experiencias, pero ante todo por la

disponibilidad de recursos económicos para poder realizarlos.

1 Es importante destacar que para que el visitante sea considerado turista, no debe insertarse en el mercado laboral del lugar

visitado, y en su desplazamiento debe retornar al lugar de origen.

Page 4: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

126 127

Introducción

Por lo demás, nos interesa reflexionar acerca de la valoración turística del patrimonio

religioso como uno de los ejes centrales en este tipo de desarrollos, analizando su

capacidad para promover una mayor participación social en los beneficios de las

actividades turísticas, particularmente en el caso de los museos, respetando la libre

determinación de las comunidades de la provincia de Jujuy para adoptar al turismo como

potencial recurso de desarrollo de sus economías.

En este marco, pensamos que el turismo cultural puede adquirir una especial relevancia en

Jujuy, debido a su gran capacidad de valoración de las manifestaciones de las culturas

locales que promueve la planificación y el desarrollo de acciones respetuosas y amigables

con el ambiente a partir de una gestión turística responsable de los bienes culturales y

naturales en espacios como los museos.

En este trabajo compartimos reflexiones que se desprenden de un tema actual en relación

con la potencialidad que brindan las manifestaciones culturales de la provincia de Jujuy al

turismo religioso en relación con aspectos referidos a la gestión y promoción, entendiendo

a esta modalidad de turismo como una vía potencial de desarrollo económico de la región.

A partir de investigaciones previas, nos interesa observar nuevas tendencias que se

visibilizan para el desarrollo turístico, vinculadas con políticas turísticas estatales donde la

planificación estratégica adquiere un lugar predominante en función del desarrollo de

destinos a través de la promoción y el fomento de inversiones en infraestructura y servicios

turísticos. Sin embargo, uno de los rasgos actuales es la fuerte presencia de perspectivas

sustentables definidas desde propuestas conservacionistas que atraviesan los conceptos

de competitividad y sostenibilidad logrados a partir del desarrollo de sistemas de calidad

turística amigables con el ambiente.

Turismo: tendencias mundiales

La Organización Mundial de Turismo (OMT) ha definido al turismo como actividades que las

personas realizan durante sus viajes en lugares diferentes a sus sitios de residencia, con

Durante las últimas tres décadas, las tendencias globales han obligado a pensar el turismo

desde nuevas bases socioeconómicas, culturales y políticas. Podría afirmarse que no son

muchas las industrias que han evolucionado tan rápido como el turismo; el crecimiento

sostenido del mismo desde la Segunda Guerra Mundial, ha despertado un enorme interés

por conocer los desarrollos de este fenómeno socio-económico, que ha diversificado su

oferta y demanda, generando diversos tipos de turismo con un segmento específico para

cada uno.

En el caso de las comunidades receptoras, éstas ven al turismo, en general como una fuente

potencial de desarrollo económico local y regional. Algunos autores como Jafari (2005),

sostienen que esta disciplina está apoyada por empresas o instituciones relacionadas

directa o indirectamente con las perspectivas económicas del turismo. Estos grupos de

“interés” postulan que el mismo es una industria generadora de trabajo, que constituye una

solución económica viable en países y comunidades, fomenta la cultura y las relaciones

interculturales, y a la vez provoca leves modificaciones en los recursos naturales y

paisajísticos. Sin embargo, hasta hace algún tiempo, no existían definiciones claras en

relación a los impactos ambientales y culturales que las actividades turísticas generaban en

los destinos.

En consecuencia, en los destinos se están desarrollando nuevas prácticas relacionadas con

la sostenibilidad, que van tomando diversas formas, pero siempre teniendo en cuenta a las

comunidades anfitrionas; esto no solo favorece la participación del turista en nuevas

experiencias culturalmente enriquecedoras, sino que además conlleva una revalorización

de las culturas y su ambiente. La idea propuesta por diversos autores sobre sostenibilidad,

implica la relación de tres aspectos: la preservación del medio ambiental, la viabilidad

fines de ocio por un periodo de tiempo consecutivo inferior a un año (OMT 2001). La

actividad turística comprende varios aspectos a tener en cuenta: a) las personas que se 1

trasladan: los turistas b) los lugares hacia donde se dirigen: los destinos; c) los servicios que

se ofrecen: alojamiento, gastronomía, visitas, entre otros; d) el conjunto de relaciones que

se generan: económicas, humanas, ecológicas, jurídicas, y otras; e) los impactos que dichas

acciones provocan en el destino; f) la configuración del espacio turístico continuo; g) los

actores involucrados en las actividad; h) las políticas públicas propias del sector y las que

influyen en el mismo; i) los movimientos , conformados por una red de flujo, muchos de los

cuales se dan en el espacio físico y virtual.

El turismo, en la actualidad, no podría comprenderse fuera del mercado internacional

globalizado que conlleva desplazamientos de diversos actores por diferentes destinos del

mundo; esto genera una doble circulación sociocultural y económica: por una parte los

visitantes suelen alejarse de los destinos más tradicionales desafiándose a recorrer nuevos

horizontes en búsqueda de experiencias innovadoras en destinos exóticos; por la otra, las

comunidades receptoras se encuentran cada día con nuevos visitantes de países muchas

veces remotos, que traen con ellos diferencias culturales profundas.

En cuanto a los turistas, sus desplazamientos suelen estar ocasionados por la necesidad de

distracción, de esparcimiento y de disfrutar el tiempo libre en un contexto diferente al

cotidiano, el deseo de conocer y generar nuevas experiencias, pero ante todo por la

disponibilidad de recursos económicos para poder realizarlos.

1 Es importante destacar que para que el visitante sea considerado turista, no debe insertarse en el mercado laboral del lugar

visitado, y en su desplazamiento debe retornar al lugar de origen.

Page 5: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

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Teniendo en cuenta los conceptos desarrollados a priori, podemos afirmar que el desarrollo

del turismo sostenible solo es posible en un marco institucional plasmado por políticas

públicas, que consideren algunos principios fundamentales para garantizar la generación

de riqueza sin desmedro de los recursos naturales y culturales del destino. De este modo,

puede contribuir a lograr una mayor participación social en los beneficios de las actividades

turísticas, respetando la libre determinación de los pueblos a adoptar este recurso como

instrumento de desarrollo de sus economías, promoviendo la protección de los bienes, y el

respeto por las manifestaciones culturales locales.

Las políticas turísticas sostenibles y sustentables se han instalado en las agendas de los

gobiernos de los países desarrollados con mayor énfasis. En líneas generales se han

incorporado “ideas” como el desarrollo turístico, formalizadas a través de la centralidad

estatal de políticas nacionales, planificación racional, promoción o inversiones en servicios

turísticos. La sustentabilidad lograda a través de políticas conservacionistas y de protección

y por último la competitividad y sostenibilidad alcanzada por medio de la implementación

de sistemas de calidad y la integración de las iniciativas empresariales en proyectos

comunes (Velasco González 2010).

De este modo, han surgido nuevas posibilidades de diseño y desarrollo de modelos de

gestión del turismo tanto a nivel nacional y provincial, como regional que, contribuyen a

mejorar la calidad de vida de las comunidades anfitrionas, a preservar las condiciones del

destino y a ofrecer nuevas propuestas de calidad al turista; ello garantiza un equilibrio de las

tres dimensiones, sobre las que se apoya el desarrollo sustentable y sostenible del turismo.

En ciertos países, la sostenibilidad referida al modo en cómo se relaciona la actividad

empresarial y los bienes que componen la oferta turística (territorio, espacios naturales, la

cultura, entre otros) no ha penetrado las políticas públicas, ni el funcionamiento del sector.

Velasco González sostiene que tampoco se visibiliza como un modo que persigue la equidad

social, el empleo de calidad, la prosperidad local, que no ha conseguido modificar las pautas

del comportamiento social. La ausencia de resultados se debe a un desequilibrio entre las

tres dimensiones. Para paliar esta situación, es recomendable considerar además la

dimensión institucional, donde el liderazgo de los actores públicos es primordial, por su

capacidad para influir en el comportamiento de los diferentes actores turísticos (Velasco

González 2010).

económica de las acciones y la equidad social en el reparto de los beneficios (Bramwell

1996; Cooper 2002, Hall 2003, Ivars 2003, Pulido 2005).

Gestión turística de los bienes culturales

El concepto de Patrimonio que utilizamos en el presente trabajo refiere a una construcción

social, es decir un artificio ideado por alguien, en algún lugar y momento, para

determinados fines; esto implica que puede ser históricamente cambiante, de acuerdo con

nuevos criterios o intereses que determinan nuevos fines en nuevas circunstancias (Prats

2005, 1994).

De cierto modo, los procesos de producción cultural transnacional afectan el cotidiano de

las comunidades locales, generando en el caso del turismo, una relación de dependencia

económica con los bienes culturales, en consecuencia, el crecimiento del turismo y la

diversificación de sus productos fomentan la re-valorización de los bienes culturales; en

general se seleccionan aquellos que poseen un alto contenido simbólico para la sociedad, lo

que los hace merecedores de una especial atención relacionada a su conservación y uso

(Macarrón 2008). En este contexto, se dinamizan los procesos de construcción de

patrimonio natural y cultural.

Los bienes culturales han adquirido en las últimas décadas especial tratamiento tanto por

parte de organismos internacionales como UNESCO, y también por instituciones

nacionales, provinciales y locales. Los mismos sirven para promover demandas sobre

territorios ancestrales, fortalecer procesos identitarios y generar nuevas propuestas

culturales relacionadas con la educación y el turismo, entre otras acciones.

Además consideramos al Patrimonio como un capital cultural, que se acumula, se

reconvierte, produce rendimientos y es apropiado de distinta manera por los diversos

sectores (García Canclini 2001). En estos tiempos de globalización, la protección,

conservación, interpretación y presentación de la diversidad cultural y del patrimonio

cultural de cualquier región es un desafío para cualquier pueblo (ICOMOS 1999). Algunos

autores sugieren que en el caso particular de Sudamérica, “la complejidad de los

desarrollos enmarcados en el ámbito del multiculturalismo neoliberal, está produciendo

serios impactos en el plano cultural”. En este contexto, los bienes culturales adquieren

nuevas valoraciones y se visibilizan como recursos turísticos para sostener economías

regionales afectadas por la crisis económica global (Montenegro 2010, citado por Villarubia

Gómez 2012: 25).

En tal sentido se produce un encuentro de dos mundos diferentes, capaces de

complementarse como una vía de desarrollo local, regional o nacional, adaptándose a

nuevas circunstancias y a las exigencias del mercado, Patrimonio y Turismo, son altamente

compatibles, la interdependencia entre ambas áreas es inevitable. Algunas investigadoras

aseguran, que no es sencillo compatibilizar los valores y fines de dos sectores de naturaleza

diferente como el sector turístico y el sector del patrimonio cultural; por ello, piensan que la

gestión turística del patrimonio cultural debería estudiar de qué modo consensuar los

Page 6: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

128 129

Teniendo en cuenta los conceptos desarrollados a priori, podemos afirmar que el desarrollo

del turismo sostenible solo es posible en un marco institucional plasmado por políticas

públicas, que consideren algunos principios fundamentales para garantizar la generación

de riqueza sin desmedro de los recursos naturales y culturales del destino. De este modo,

puede contribuir a lograr una mayor participación social en los beneficios de las actividades

turísticas, respetando la libre determinación de los pueblos a adoptar este recurso como

instrumento de desarrollo de sus economías, promoviendo la protección de los bienes, y el

respeto por las manifestaciones culturales locales.

Las políticas turísticas sostenibles y sustentables se han instalado en las agendas de los

gobiernos de los países desarrollados con mayor énfasis. En líneas generales se han

incorporado “ideas” como el desarrollo turístico, formalizadas a través de la centralidad

estatal de políticas nacionales, planificación racional, promoción o inversiones en servicios

turísticos. La sustentabilidad lograda a través de políticas conservacionistas y de protección

y por último la competitividad y sostenibilidad alcanzada por medio de la implementación

de sistemas de calidad y la integración de las iniciativas empresariales en proyectos

comunes (Velasco González 2010).

De este modo, han surgido nuevas posibilidades de diseño y desarrollo de modelos de

gestión del turismo tanto a nivel nacional y provincial, como regional que, contribuyen a

mejorar la calidad de vida de las comunidades anfitrionas, a preservar las condiciones del

destino y a ofrecer nuevas propuestas de calidad al turista; ello garantiza un equilibrio de las

tres dimensiones, sobre las que se apoya el desarrollo sustentable y sostenible del turismo.

En ciertos países, la sostenibilidad referida al modo en cómo se relaciona la actividad

empresarial y los bienes que componen la oferta turística (territorio, espacios naturales, la

cultura, entre otros) no ha penetrado las políticas públicas, ni el funcionamiento del sector.

Velasco González sostiene que tampoco se visibiliza como un modo que persigue la equidad

social, el empleo de calidad, la prosperidad local, que no ha conseguido modificar las pautas

del comportamiento social. La ausencia de resultados se debe a un desequilibrio entre las

tres dimensiones. Para paliar esta situación, es recomendable considerar además la

dimensión institucional, donde el liderazgo de los actores públicos es primordial, por su

capacidad para influir en el comportamiento de los diferentes actores turísticos (Velasco

González 2010).

económica de las acciones y la equidad social en el reparto de los beneficios (Bramwell

1996; Cooper 2002, Hall 2003, Ivars 2003, Pulido 2005).

Gestión turística de los bienes culturales

El concepto de Patrimonio que utilizamos en el presente trabajo refiere a una construcción

social, es decir un artificio ideado por alguien, en algún lugar y momento, para

determinados fines; esto implica que puede ser históricamente cambiante, de acuerdo con

nuevos criterios o intereses que determinan nuevos fines en nuevas circunstancias (Prats

2005, 1994).

De cierto modo, los procesos de producción cultural transnacional afectan el cotidiano de

las comunidades locales, generando en el caso del turismo, una relación de dependencia

económica con los bienes culturales, en consecuencia, el crecimiento del turismo y la

diversificación de sus productos fomentan la re-valorización de los bienes culturales; en

general se seleccionan aquellos que poseen un alto contenido simbólico para la sociedad, lo

que los hace merecedores de una especial atención relacionada a su conservación y uso

(Macarrón 2008). En este contexto, se dinamizan los procesos de construcción de

patrimonio natural y cultural.

Los bienes culturales han adquirido en las últimas décadas especial tratamiento tanto por

parte de organismos internacionales como UNESCO, y también por instituciones

nacionales, provinciales y locales. Los mismos sirven para promover demandas sobre

territorios ancestrales, fortalecer procesos identitarios y generar nuevas propuestas

culturales relacionadas con la educación y el turismo, entre otras acciones.

Además consideramos al Patrimonio como un capital cultural, que se acumula, se

reconvierte, produce rendimientos y es apropiado de distinta manera por los diversos

sectores (García Canclini 2001). En estos tiempos de globalización, la protección,

conservación, interpretación y presentación de la diversidad cultural y del patrimonio

cultural de cualquier región es un desafío para cualquier pueblo (ICOMOS 1999). Algunos

autores sugieren que en el caso particular de Sudamérica, “la complejidad de los

desarrollos enmarcados en el ámbito del multiculturalismo neoliberal, está produciendo

serios impactos en el plano cultural”. En este contexto, los bienes culturales adquieren

nuevas valoraciones y se visibilizan como recursos turísticos para sostener economías

regionales afectadas por la crisis económica global (Montenegro 2010, citado por Villarubia

Gómez 2012: 25).

En tal sentido se produce un encuentro de dos mundos diferentes, capaces de

complementarse como una vía de desarrollo local, regional o nacional, adaptándose a

nuevas circunstancias y a las exigencias del mercado, Patrimonio y Turismo, son altamente

compatibles, la interdependencia entre ambas áreas es inevitable. Algunas investigadoras

aseguran, que no es sencillo compatibilizar los valores y fines de dos sectores de naturaleza

diferente como el sector turístico y el sector del patrimonio cultural; por ello, piensan que la

gestión turística del patrimonio cultural debería estudiar de qué modo consensuar los

Page 7: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

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Para optimizar la gestión turística de los recursos culturales es necesario que el Estado

La relación entre patrimonio y turismo es compleja e inevitable, el turismo puede ser 2favorable o no para el patrimonio, por ello la gestión turística del patrimonio cultural es

primordial para el encuentro de estos dos mundos, por lo que podría definirse como “la

aplicación de conocimientos específicos para la conversión de bienes de patrimonio

cultural en recursos turísticos. Los conocimientos pueden provenir de disciplinas

vinculadas a diversos campos de la gestión (como la dirección de empresas, la gestión

financiera o la gestión de recursos humanos) o de otras que se creen nuevos tomando como

referencia la realidad específica del turismo (como la gestión de destinos, la planificación

turística, la gestión de organizaciones turísticas o la promoción turística); su objetivo

fundamental es preservar la herencia que los bienes representan y una vez que esto se ha

garantizado, es posible relacionar el/los bienes en un contexto social y económico” (Velasco

González 2009:238).

valores que afectan a los actores implicados (Velasco González 2009).

Por ello, se vuelve necesario gestionar los bienes del patrimonio cultural para que formen

parte de la oferta turística de un destino. En cierto modo, estamos poniendo en contacto

dos mundos diferentes por un lado el turismo y por otro el patrimonio.

Asimismo, una vez garantizada la conservación es necesario establecer una tipología de

visitantes de acuerdo a sus características (niño, familia, tercera edad entre otros) y su

motivación, para poder realizar propuestas de uso que permitan aprovechar el potencial

turístico de ese bien patrimonial, por lo que es necesario determinar la información de cada

bien, trabajar sobre ellas e interrelacionarlas con el interés del visitante. Una vez definida

esta fase es necesario idear ciertas propuestas: desde lo pedagógico, como programas

escolares, realizando guías, presentaciones narradas, traducciones entre otras (Velasco

González 2009).

El patrimonio posee condiciones que permiten su adaptación como recurso turístico; su

valoración está relacionada principalmente con el desarrollo de destinos y las demandas

del turismo cultural. La utilización de algunos instrumentos básicos permitirá que la

interacción entre el sector turístico y el sector del patrimonio cultural permitan encontrar el

equilibrio, y mejorar el rendimiento de ambos. Para que la gestión turística sea consistente,

lo primordial es la elaboración de una política de conservación (Debreczeni 2003) ,

abordando principios de proteger el recurso de los daños causados, establecer estrategias

que permitan la conservación de los elementos que podrían ser dañados y por último

conservar el espacio que se pretende convertir en producto turístico (Velasco González

2009).

2 La gestión turística del patrimonio cultural es la aplicación de conocimientos específicos para adecuar los bienes del

patrimonio cultural en recursos turísticos.

garantice la participación social en las políticas turísticas que impulsa, de modo tal que haya

una participación efectiva de los diferentes sectores en dichas acciones.

Las distintas maneras de acceder al patrimonio y a la cultura admiten distintas formas de

turismo. Dentro de las posibilidades que ofrece el turismo cultural, cobra relevancia el

turismo religioso que representa una oportunidad para el desarrollo de actividades

turísticas donde a la vez se pueden visitar espacios sagrados o vivenciar ceremonias

litúrgicas y para litúrgicas, ya que tiene como principal vector la fe. Las actividades pueden

adoptar distintas formas: desde peregrinaciones a “lugares santos”, hasta las visitas a

templos y capillas, pasando por la participación en fiestas religiosas de distinta índole

(Montenegro 2011).

El Turismo Religioso como propuesta Dentro de las posibilidades que ofrece el Turismo Cultural, merece una importante

mención al turismo religioso. El mismo es una opción estratégica de desarrollo para varios

destinos, según Vázquez de la Torre (2012) requiere orientación al turismo, inversión de

capital privado y público y predisposición de las autoridades eclesiásticas para adaptarse a

esta actividad.

En opinión de algunos autores, el turismo religioso toma como base el patrimonio, y ha

emergido como una coyuntura religiosa, social y económica. La religión ha encontrado un

punto de desarrollo turístico, a través de su vínculo con el patrimonio cultural, lo que

podemos observar que el turismo religioso ha emergido en varias regiones como producto

importante, lo que permite un redescubrimiento turístico de lugares y rutas de carácter

religioso (Vázquez de la Torre y otros 2012). Otros aseguran que la religión deja huellas en la

historia de la humanidad, la cultura, la sociedad y el paisaje. Así monumentos y devociones

son parte del patrimonio cultural. Sin embargo, hoy la religión aparece como un cruce de

caminos entre patrimonio cultural, artístico y religioso (Fernández Poncela 2010).

Lo que guía a este trabajo es la relación dinámica entre patrimonio religioso y turismo en

Argentina que emerge como práctica socioeconómica (Burbridge 2001) y se instala

particularmente en contextos del Noroeste Argentino que presentan un rico patrimonio

cultural de tiempos tempranos de la colonia, heredero de manifestaciones del barroco

mestizo a las cuales los artesanos y constructores indígenas agregaron su modo particular

de ver el mundo.

El turismo religioso debe considerarse como un viaje turístico a lugares sagrados o actos

religiosos, cuya motivación principal es meramente religiosa, es decir sus visitas están

vinculadas con los atractivos religiosos, que adoptan la forma de estructuras o

emplazamientos cargados de significación religiosa con un gran valor histórico y/o artístico,

y por último las festividades o celebraciones que poseen connotaciones religiosas.

Page 8: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

130 131

Para optimizar la gestión turística de los recursos culturales es necesario que el Estado

La relación entre patrimonio y turismo es compleja e inevitable, el turismo puede ser 2favorable o no para el patrimonio, por ello la gestión turística del patrimonio cultural es

primordial para el encuentro de estos dos mundos, por lo que podría definirse como “la

aplicación de conocimientos específicos para la conversión de bienes de patrimonio

cultural en recursos turísticos. Los conocimientos pueden provenir de disciplinas

vinculadas a diversos campos de la gestión (como la dirección de empresas, la gestión

financiera o la gestión de recursos humanos) o de otras que se creen nuevos tomando como

referencia la realidad específica del turismo (como la gestión de destinos, la planificación

turística, la gestión de organizaciones turísticas o la promoción turística); su objetivo

fundamental es preservar la herencia que los bienes representan y una vez que esto se ha

garantizado, es posible relacionar el/los bienes en un contexto social y económico” (Velasco

González 2009:238).

valores que afectan a los actores implicados (Velasco González 2009).

Por ello, se vuelve necesario gestionar los bienes del patrimonio cultural para que formen

parte de la oferta turística de un destino. En cierto modo, estamos poniendo en contacto

dos mundos diferentes por un lado el turismo y por otro el patrimonio.

Asimismo, una vez garantizada la conservación es necesario establecer una tipología de

visitantes de acuerdo a sus características (niño, familia, tercera edad entre otros) y su

motivación, para poder realizar propuestas de uso que permitan aprovechar el potencial

turístico de ese bien patrimonial, por lo que es necesario determinar la información de cada

bien, trabajar sobre ellas e interrelacionarlas con el interés del visitante. Una vez definida

esta fase es necesario idear ciertas propuestas: desde lo pedagógico, como programas

escolares, realizando guías, presentaciones narradas, traducciones entre otras (Velasco

González 2009).

El patrimonio posee condiciones que permiten su adaptación como recurso turístico; su

valoración está relacionada principalmente con el desarrollo de destinos y las demandas

del turismo cultural. La utilización de algunos instrumentos básicos permitirá que la

interacción entre el sector turístico y el sector del patrimonio cultural permitan encontrar el

equilibrio, y mejorar el rendimiento de ambos. Para que la gestión turística sea consistente,

lo primordial es la elaboración de una política de conservación (Debreczeni 2003) ,

abordando principios de proteger el recurso de los daños causados, establecer estrategias

que permitan la conservación de los elementos que podrían ser dañados y por último

conservar el espacio que se pretende convertir en producto turístico (Velasco González

2009).

2 La gestión turística del patrimonio cultural es la aplicación de conocimientos específicos para adecuar los bienes del

patrimonio cultural en recursos turísticos.

garantice la participación social en las políticas turísticas que impulsa, de modo tal que haya

una participación efectiva de los diferentes sectores en dichas acciones.

Las distintas maneras de acceder al patrimonio y a la cultura admiten distintas formas de

turismo. Dentro de las posibilidades que ofrece el turismo cultural, cobra relevancia el

turismo religioso que representa una oportunidad para el desarrollo de actividades

turísticas donde a la vez se pueden visitar espacios sagrados o vivenciar ceremonias

litúrgicas y para litúrgicas, ya que tiene como principal vector la fe. Las actividades pueden

adoptar distintas formas: desde peregrinaciones a “lugares santos”, hasta las visitas a

templos y capillas, pasando por la participación en fiestas religiosas de distinta índole

(Montenegro 2011).

El Turismo Religioso como propuesta Dentro de las posibilidades que ofrece el Turismo Cultural, merece una importante

mención al turismo religioso. El mismo es una opción estratégica de desarrollo para varios

destinos, según Vázquez de la Torre (2012) requiere orientación al turismo, inversión de

capital privado y público y predisposición de las autoridades eclesiásticas para adaptarse a

esta actividad.

En opinión de algunos autores, el turismo religioso toma como base el patrimonio, y ha

emergido como una coyuntura religiosa, social y económica. La religión ha encontrado un

punto de desarrollo turístico, a través de su vínculo con el patrimonio cultural, lo que

podemos observar que el turismo religioso ha emergido en varias regiones como producto

importante, lo que permite un redescubrimiento turístico de lugares y rutas de carácter

religioso (Vázquez de la Torre y otros 2012). Otros aseguran que la religión deja huellas en la

historia de la humanidad, la cultura, la sociedad y el paisaje. Así monumentos y devociones

son parte del patrimonio cultural. Sin embargo, hoy la religión aparece como un cruce de

caminos entre patrimonio cultural, artístico y religioso (Fernández Poncela 2010).

Lo que guía a este trabajo es la relación dinámica entre patrimonio religioso y turismo en

Argentina que emerge como práctica socioeconómica (Burbridge 2001) y se instala

particularmente en contextos del Noroeste Argentino que presentan un rico patrimonio

cultural de tiempos tempranos de la colonia, heredero de manifestaciones del barroco

mestizo a las cuales los artesanos y constructores indígenas agregaron su modo particular

de ver el mundo.

El turismo religioso debe considerarse como un viaje turístico a lugares sagrados o actos

religiosos, cuya motivación principal es meramente religiosa, es decir sus visitas están

vinculadas con los atractivos religiosos, que adoptan la forma de estructuras o

emplazamientos cargados de significación religiosa con un gran valor histórico y/o artístico,

y por último las festividades o celebraciones que poseen connotaciones religiosas.

Page 9: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

132 133

Llegados a este punto, es importante realizar una diferenciación sobre los actores de este

tipo de turismo: promesantes, peregrinos, turistas religiosos y turistas seculares. Existen

diferencias marcadas entre turista religioso y peregrino. El primero es aquella persona que

viaja por motivos religiosos de fe, que visita lugares sagrados o participa en celebraciones

religiosas litúrgicas e incluso realiza actividades no relacionadas a su motivación principal.

El lugar al que se dirige es visitado, pero no se toma como destino final. En tanto el peregrino

emprende el viaje a un lugar considerado sagrado por actuar allí con Dios u otra deidad, su

motivación es la fe, y el destino final es el lugar considerado sagrado (Serralonga y Hakobian

2011).

En este marco también aparece el promesante que se desplaza al destino solo o en

procesión con la intención de la petición de perdón, de curación o cumplimento de voto.

Por último se encuentra el turista secular, cuyo desplazamiento está motivado por ocio,

relajación entre otros, pero que a su vez se interesa por las celebraciones religiosas, como

así también conocer el valor histórico y artístico de los sitios religiosos.

El turista religioso accede a los lugares elegidos a través de viajes organizados, o por su

propia cuenta (con familia o amigos), utilizando el automóvil, avión, colectivo y en ciertas

partes del mundo tren. En tanto el tipo de alojamiento que estilan ocupar es casa propia o

prestada, hoteles, hosterías, viviendas alquiladas y camping, cuya estadía oscila entre

cuatro a cinco días (Consejería de Turismo y ordenamiento territorial 2003).

La gestión turística del patrimonio religioso

Patrimonio, identidad, arte y religión, forman una compleja red alrededor de la devoción y

la fe. Como sugiere Fernández Poncela (2010), el patrimonio religioso es fuente de

identidad cultural; también es marcador de memoria y reflejo de la geografía local; pero

además, el patrimonio se transforma en potencial recurso de desarrollo económico, en su

faz de bien cultural y turístico. Desde este sentido en la sociedad occidental actual, lo que

se valora como patrimonio está marcada por el interés, la preocupación de que el

patrimonio sufra transformaciones e incluso desaparición por el avance de las industrias y

urbanización moderna (Troncoso 2010).

En la actualidad y luego de procesos de reflexión en lo científico y cultural se ha creado

conciencia del patrimonio religioso, no solo desde el punto de vista de la devoción sino

como foco de desarrollo económico local, debido al turismo y todas las actividades

comerciales. Pequeñas comunidades, como grandes ciudades que poseen bienes religiosos

de gran valor han comprendido la importancia de conservar su patrimonio como parte del

desarrollo social y económico.

Otra posibilidad para el turismo religioso son las manifestaciones propias de las culturas

locales como las celebraciones religiosas cristianas, entre las cuales incluimos las Fiestas

patronales, las festividades en honor de las advocaciones Marianas, la Conmemoración de

los Fieles Difuntos, el Complejo ceremonial de Semana Santa, las fiestas de los Santos, el

Nacimiento de Cristo, entre otras. En las mismas se generan espacios para compartir rasgos

culturales que incluyen canticos religiosos, danzas ancestrales, rituales del fuego y del agua,

decoraciones florales, hasta elementos gastronómicos propios del evento, que hacen las

delicias de turistas y visitantes.

Entre las diversas posibilidades que ofrecen las manifestaciones religiosas en relación a su

apropiación turística, están los museos, que se constituyen en espacios de encuentro

cultural con el pasado. Para algunas autoras los museos suelen ser considerados

instituciones depositarias de evidencias materiales de las culturas del pasado que son

puestas en valor, exhibidas y preservadas con el fin de activar la memoria social sobre

determinados eventos y/o procesos relevantes de una región a través de diversas

estrategias de comunicación. La selección de los bienes culturales que conforman las

colecciones suelen estar en manos de especialistas que otorgan valor y significación a

dichas materialidades, en el marco de la construcción de discursos relacionados con el

patrimonio (Montenegro y Aparicio 2013).

En la actualidad, se ha producido un proceso de redefinición de los museos y actualmente

tienen una función cultural y social importante. Además de resguardar los bienes

patrimoniales, su conservación, documentación y estudio, el museo tiene un papel

significativo como centro dinamizador de la cultura y de servicio a la sociedad, y por tanto al

turista (Barretto 2007). De las tres funciones que tienen los museos, educativa, científica y

social, es dentro de ésta última donde debe incluirse la misión del museo al servicio del

turista cultural (y dentro de este al turista religioso) que visita este tipo de recursos. Con un

componente destacado en oferta cultural y de esparcimiento, se configura como

importante foco de atracción turística.

El Patrimonio de Jujuy

Cuando se habla del patrimonio de la provincia de Jujuy, “puede referirse indistintamente a

un paisaje (Quebrada de Humahuaca), una colección pictórica (los ángeles arcabuceros),

obras arquitectónicas (capillas del norte, Posta de Hornillos), manifestaciones religiosas

(Virgen de la Candelaria, peregrinación a Punta Corral), festividades (carnaval, señalada) y

celebraciones (Día de las almas, la Pachamama)” (Montenegro 2010:39).

En nuestra opinión, el patrimonio cultural de Jujuy es muy diverso; aunque presenta rasgos

similares entre algunas regiones (sobre todo entre Quebrada y Puna), si bien resulta muy

diferente en relación con las Yungas y los Valles; un caso muy interesante de observar es el

del Carnaval, festividad muy popular en la provincia y que presenta diferentes modalidades

Page 10: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

132 133

Llegados a este punto, es importante realizar una diferenciación sobre los actores de este

tipo de turismo: promesantes, peregrinos, turistas religiosos y turistas seculares. Existen

diferencias marcadas entre turista religioso y peregrino. El primero es aquella persona que

viaja por motivos religiosos de fe, que visita lugares sagrados o participa en celebraciones

religiosas litúrgicas e incluso realiza actividades no relacionadas a su motivación principal.

El lugar al que se dirige es visitado, pero no se toma como destino final. En tanto el peregrino

emprende el viaje a un lugar considerado sagrado por actuar allí con Dios u otra deidad, su

motivación es la fe, y el destino final es el lugar considerado sagrado (Serralonga y Hakobian

2011).

En este marco también aparece el promesante que se desplaza al destino solo o en

procesión con la intención de la petición de perdón, de curación o cumplimento de voto.

Por último se encuentra el turista secular, cuyo desplazamiento está motivado por ocio,

relajación entre otros, pero que a su vez se interesa por las celebraciones religiosas, como

así también conocer el valor histórico y artístico de los sitios religiosos.

El turista religioso accede a los lugares elegidos a través de viajes organizados, o por su

propia cuenta (con familia o amigos), utilizando el automóvil, avión, colectivo y en ciertas

partes del mundo tren. En tanto el tipo de alojamiento que estilan ocupar es casa propia o

prestada, hoteles, hosterías, viviendas alquiladas y camping, cuya estadía oscila entre

cuatro a cinco días (Consejería de Turismo y ordenamiento territorial 2003).

La gestión turística del patrimonio religioso

Patrimonio, identidad, arte y religión, forman una compleja red alrededor de la devoción y

la fe. Como sugiere Fernández Poncela (2010), el patrimonio religioso es fuente de

identidad cultural; también es marcador de memoria y reflejo de la geografía local; pero

además, el patrimonio se transforma en potencial recurso de desarrollo económico, en su

faz de bien cultural y turístico. Desde este sentido en la sociedad occidental actual, lo que

se valora como patrimonio está marcada por el interés, la preocupación de que el

patrimonio sufra transformaciones e incluso desaparición por el avance de las industrias y

urbanización moderna (Troncoso 2010).

En la actualidad y luego de procesos de reflexión en lo científico y cultural se ha creado

conciencia del patrimonio religioso, no solo desde el punto de vista de la devoción sino

como foco de desarrollo económico local, debido al turismo y todas las actividades

comerciales. Pequeñas comunidades, como grandes ciudades que poseen bienes religiosos

de gran valor han comprendido la importancia de conservar su patrimonio como parte del

desarrollo social y económico.

Otra posibilidad para el turismo religioso son las manifestaciones propias de las culturas

locales como las celebraciones religiosas cristianas, entre las cuales incluimos las Fiestas

patronales, las festividades en honor de las advocaciones Marianas, la Conmemoración de

los Fieles Difuntos, el Complejo ceremonial de Semana Santa, las fiestas de los Santos, el

Nacimiento de Cristo, entre otras. En las mismas se generan espacios para compartir rasgos

culturales que incluyen canticos religiosos, danzas ancestrales, rituales del fuego y del agua,

decoraciones florales, hasta elementos gastronómicos propios del evento, que hacen las

delicias de turistas y visitantes.

Entre las diversas posibilidades que ofrecen las manifestaciones religiosas en relación a su

apropiación turística, están los museos, que se constituyen en espacios de encuentro

cultural con el pasado. Para algunas autoras los museos suelen ser considerados

instituciones depositarias de evidencias materiales de las culturas del pasado que son

puestas en valor, exhibidas y preservadas con el fin de activar la memoria social sobre

determinados eventos y/o procesos relevantes de una región a través de diversas

estrategias de comunicación. La selección de los bienes culturales que conforman las

colecciones suelen estar en manos de especialistas que otorgan valor y significación a

dichas materialidades, en el marco de la construcción de discursos relacionados con el

patrimonio (Montenegro y Aparicio 2013).

En la actualidad, se ha producido un proceso de redefinición de los museos y actualmente

tienen una función cultural y social importante. Además de resguardar los bienes

patrimoniales, su conservación, documentación y estudio, el museo tiene un papel

significativo como centro dinamizador de la cultura y de servicio a la sociedad, y por tanto al

turista (Barretto 2007). De las tres funciones que tienen los museos, educativa, científica y

social, es dentro de ésta última donde debe incluirse la misión del museo al servicio del

turista cultural (y dentro de este al turista religioso) que visita este tipo de recursos. Con un

componente destacado en oferta cultural y de esparcimiento, se configura como

importante foco de atracción turística.

El Patrimonio de Jujuy

Cuando se habla del patrimonio de la provincia de Jujuy, “puede referirse indistintamente a

un paisaje (Quebrada de Humahuaca), una colección pictórica (los ángeles arcabuceros),

obras arquitectónicas (capillas del norte, Posta de Hornillos), manifestaciones religiosas

(Virgen de la Candelaria, peregrinación a Punta Corral), festividades (carnaval, señalada) y

celebraciones (Día de las almas, la Pachamama)” (Montenegro 2010:39).

En nuestra opinión, el patrimonio cultural de Jujuy es muy diverso; aunque presenta rasgos

similares entre algunas regiones (sobre todo entre Quebrada y Puna), si bien resulta muy

diferente en relación con las Yungas y los Valles; un caso muy interesante de observar es el

del Carnaval, festividad muy popular en la provincia y que presenta diferentes modalidades

Page 11: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

134 135

para el festejo, según las regiones.

Acordamos con algunas autoras que, en Jujuy el patrimonio es un concepto cambiante pero

muy presente, y cada vez más notorio. Desde diversas instituciones tanto públicas como

privadas, le otorgan nuevas valoraciones al patrimonio: “considerado definitivamente por

algunos como recurso económico y por otros como bien cultural, el patrimonio es un tema

que ha convocado a distintas instituciones: desde organismos estatales, organizaciones no

gubernamentales, equipos de investigaciones científicas y comunidades indígenas, hasta

grupos económicos nacionales e internacionales” (Montenegro 2010:240).

Actualmente se hace hincapié en el patrimonio, en la manera de valorar ciertos lugares y

objetos, en ese sentido “se plantea que no existe otro tiempo que el presente a la hora de

definir qué elementos constituyen patrimonio: desde el presente se mira hacia el pasado

para seleccionar elementos en función de propósitos y necesidades actuales de una

sociedad” (Troncoso 2010: 208).

En la provincia el patrimonio se relaciona con la cultura, la identidad, la fe, y también con el

comercio, el consumo y el turismo. Lo que nos resulta interesante resaltar de nuestra

provincia, es la convivencia de diferentes rasgos culturales de los pueblos originarios que se

han mixturado con elementos de la cultura de países europeos. Dicho entramado de

significados podemos apreciarlo en los monumentos arquitectónicos de las Iglesias, los

cuadros pictóricos y las imágenes de vestir utilizadas por los conquistadores europeos para

la evangelización de los nativos.

El énfasis puesto en el turismo como negocio es asumido también por otros actores

sociales, que ven en él una estrategia para enfrentar las situaciones de crisis económica y

social que se instala en muchos lugares del país, abrevando en las propuestas vinculadas

con el turismo como impulsor del desarrollo local, conjugándose con las nuevas tendencias

que se imponen en la práctica turística, orientadas a formas específicas de turismo, entre

ellas el Turismo Cultural. Se trata de modalidades turísticas de los tiempos actuales, en

tanto se correlacionan fuertemente con las tendencias de fragmentación social y el

consumo que diferencian según nichos de demanda en el nuevo contexto (Bertoncello

2006, San Martín Gutiérrez y otros 2006).

En este contexto el patrimonio cultural es entendido como recurso turístico, dicha relación

se engloba en un marco que considera a la “cultura como recurso”. Así, el patrimonio se

transforma en un atractor, que a través de actividades económicas asociadas con el

turismo, se comercializa permitiendo niveles variables de rentabilidad. Esto conlleva un 3incremento de los procesos de activación patrimonial (Bergesio y Scalone 2014;

Montenegro et al. 2011).

La valorización de los bienes patrimoniales en función de su consumo los convierte en

atractivos turísticos. Las expresiones más diversas del Patrimonio Cultural (festividades,

celebraciones, gastronomía, textiles, peregrinaciones, edificios arquitectónicos, obras

pictóricas, museos, tradiciones populares) son activadas por el turismo para el desarrollo

de la actividad .En Jujuy hemos observado que los bienes culturales se han convertido en las

últimas décadas en la base de las políticas del Gobierno Provincial, re-apropiándose, re-

interpretándose y re-valorizándose en relación a variables socioeconómicas.

El turismo en Jujuy, es reconocido como actividad económica; hemos escuchado muchas

veces decir que el turismo es como una “industria sin chimeneas”, sin embargo las nuevas

tendencias obligan a re-pensar el turismo desde nuevas bases, teniendo en cuenta lo socio

cultural y ambiental; estamos aprendiendo a ver al turismo como un fenómeno económico

que está en medio de complejas relaciones geográficas, socioculturales y políticas.

Es en esta complejidad donde se inscribe la relación turismo y religiosidad. Algunos autores

han señalado acertadamente que, la religiosidad puede ser entendida hoy como un vector

de desarrollo turístico sostenible en Argentina. Aunque para que ello ocurra, deberían

poder articularse acciones entre los diferentes actores que diseñen e implementen los

productos turísticos para que propongan estrategias de mitigación de impactos no

deseados de esta actividad. Aún falta estudiar aspectos vinculados principalmente a los

servicios de alojamiento y transporte, para que las actividades del turismo religioso

generen mayores beneficios económicos en las comunidades receptoras (Cano 2008;

Villarrubia Gómez 2012).

La relación religión-turismo genera nuevos fenómenos socio-culturales que impactan el

contexto donde se desarrollan. En opinión de Puccio (2002), las prácticas religiosas

vinculadas a las visitas a centros religiosos han generado transformaciones territoriales

En el caso particular de la provincia de Jujuy, además de espacios de peregrinaje, hay sitios

religiosos (capillas, santuarios, museos), festividades (Patronales, Marianas), celebraciones

(Semana Santa, Día de las Almas), que se visibilizan como posibles productos de interés

turístico, pero aún no alcanzan estándares de promoción y marketing turístico ligados al

desarrollo sustentable de los destinos. 4

De todos modos, la relación entre turismo, patrimonio y religión y/o religiosidad , se ha

vuelto más dinámica y compleja, y nos desafía a re-pensar las prácticas de la comunidad

vinculadas a ceremonias y festividades religiosas. En este contexto los espacios están

vinculados a los centros religiosos, y las transformaciones son objetos de discusión entre los

actores que intervienen, en aspectos de acciones y actuaciones, en lo económico, cultural,

3 Activar un repertorio patrimonial significa escoger determinados referentes y exponerlos de una u otra forma. Ello equivale a

articular un discurso que dependerá de los referentes escogidos, de los significados de estos referentes que se destaquen, de la importancia relativa que se les otorgue y del contexto. Ninguna activación patrimonial es neutra o inocente, sean consientes o no de ellos los correspondientes gestores del patrimonio (Prats 1998).

4 Es importante diferencias los conceptos de religión oficial y religiosidad popular; en el primer caso se refiere a un conjunto de

advocaciones, rituales, prácticas y creencias del orden religioso que poseen una aceptación a nivel mundial y son reconocidos por la institución eclesiástica. En tanto, la religiosidad popular es entendida como el conjunto de prácticas devocionales situadas en un espacio- tiempo determinado que le otorga características únicas, ya que cada sociedad las impregna de sus modos de ver y vivir la realidad (García García 1989; Villarubia Gómez 2012).

Page 12: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

134 135

para el festejo, según las regiones.

Acordamos con algunas autoras que, en Jujuy el patrimonio es un concepto cambiante pero

muy presente, y cada vez más notorio. Desde diversas instituciones tanto públicas como

privadas, le otorgan nuevas valoraciones al patrimonio: “considerado definitivamente por

algunos como recurso económico y por otros como bien cultural, el patrimonio es un tema

que ha convocado a distintas instituciones: desde organismos estatales, organizaciones no

gubernamentales, equipos de investigaciones científicas y comunidades indígenas, hasta

grupos económicos nacionales e internacionales” (Montenegro 2010:240).

Actualmente se hace hincapié en el patrimonio, en la manera de valorar ciertos lugares y

objetos, en ese sentido “se plantea que no existe otro tiempo que el presente a la hora de

definir qué elementos constituyen patrimonio: desde el presente se mira hacia el pasado

para seleccionar elementos en función de propósitos y necesidades actuales de una

sociedad” (Troncoso 2010: 208).

En la provincia el patrimonio se relaciona con la cultura, la identidad, la fe, y también con el

comercio, el consumo y el turismo. Lo que nos resulta interesante resaltar de nuestra

provincia, es la convivencia de diferentes rasgos culturales de los pueblos originarios que se

han mixturado con elementos de la cultura de países europeos. Dicho entramado de

significados podemos apreciarlo en los monumentos arquitectónicos de las Iglesias, los

cuadros pictóricos y las imágenes de vestir utilizadas por los conquistadores europeos para

la evangelización de los nativos.

El énfasis puesto en el turismo como negocio es asumido también por otros actores

sociales, que ven en él una estrategia para enfrentar las situaciones de crisis económica y

social que se instala en muchos lugares del país, abrevando en las propuestas vinculadas

con el turismo como impulsor del desarrollo local, conjugándose con las nuevas tendencias

que se imponen en la práctica turística, orientadas a formas específicas de turismo, entre

ellas el Turismo Cultural. Se trata de modalidades turísticas de los tiempos actuales, en

tanto se correlacionan fuertemente con las tendencias de fragmentación social y el

consumo que diferencian según nichos de demanda en el nuevo contexto (Bertoncello

2006, San Martín Gutiérrez y otros 2006).

En este contexto el patrimonio cultural es entendido como recurso turístico, dicha relación

se engloba en un marco que considera a la “cultura como recurso”. Así, el patrimonio se

transforma en un atractor, que a través de actividades económicas asociadas con el

turismo, se comercializa permitiendo niveles variables de rentabilidad. Esto conlleva un 3incremento de los procesos de activación patrimonial (Bergesio y Scalone 2014;

Montenegro et al. 2011).

La valorización de los bienes patrimoniales en función de su consumo los convierte en

atractivos turísticos. Las expresiones más diversas del Patrimonio Cultural (festividades,

celebraciones, gastronomía, textiles, peregrinaciones, edificios arquitectónicos, obras

pictóricas, museos, tradiciones populares) son activadas por el turismo para el desarrollo

de la actividad .En Jujuy hemos observado que los bienes culturales se han convertido en las

últimas décadas en la base de las políticas del Gobierno Provincial, re-apropiándose, re-

interpretándose y re-valorizándose en relación a variables socioeconómicas.

El turismo en Jujuy, es reconocido como actividad económica; hemos escuchado muchas

veces decir que el turismo es como una “industria sin chimeneas”, sin embargo las nuevas

tendencias obligan a re-pensar el turismo desde nuevas bases, teniendo en cuenta lo socio

cultural y ambiental; estamos aprendiendo a ver al turismo como un fenómeno económico

que está en medio de complejas relaciones geográficas, socioculturales y políticas.

Es en esta complejidad donde se inscribe la relación turismo y religiosidad. Algunos autores

han señalado acertadamente que, la religiosidad puede ser entendida hoy como un vector

de desarrollo turístico sostenible en Argentina. Aunque para que ello ocurra, deberían

poder articularse acciones entre los diferentes actores que diseñen e implementen los

productos turísticos para que propongan estrategias de mitigación de impactos no

deseados de esta actividad. Aún falta estudiar aspectos vinculados principalmente a los

servicios de alojamiento y transporte, para que las actividades del turismo religioso

generen mayores beneficios económicos en las comunidades receptoras (Cano 2008;

Villarrubia Gómez 2012).

La relación religión-turismo genera nuevos fenómenos socio-culturales que impactan el

contexto donde se desarrollan. En opinión de Puccio (2002), las prácticas religiosas

vinculadas a las visitas a centros religiosos han generado transformaciones territoriales

En el caso particular de la provincia de Jujuy, además de espacios de peregrinaje, hay sitios

religiosos (capillas, santuarios, museos), festividades (Patronales, Marianas), celebraciones

(Semana Santa, Día de las Almas), que se visibilizan como posibles productos de interés

turístico, pero aún no alcanzan estándares de promoción y marketing turístico ligados al

desarrollo sustentable de los destinos. 4

De todos modos, la relación entre turismo, patrimonio y religión y/o religiosidad , se ha

vuelto más dinámica y compleja, y nos desafía a re-pensar las prácticas de la comunidad

vinculadas a ceremonias y festividades religiosas. En este contexto los espacios están

vinculados a los centros religiosos, y las transformaciones son objetos de discusión entre los

actores que intervienen, en aspectos de acciones y actuaciones, en lo económico, cultural,

3 Activar un repertorio patrimonial significa escoger determinados referentes y exponerlos de una u otra forma. Ello equivale a

articular un discurso que dependerá de los referentes escogidos, de los significados de estos referentes que se destaquen, de la importancia relativa que se les otorgue y del contexto. Ninguna activación patrimonial es neutra o inocente, sean consientes o no de ellos los correspondientes gestores del patrimonio (Prats 1998).

4 Es importante diferencias los conceptos de religión oficial y religiosidad popular; en el primer caso se refiere a un conjunto de

advocaciones, rituales, prácticas y creencias del orden religioso que poseen una aceptación a nivel mundial y son reconocidos por la institución eclesiástica. En tanto, la religiosidad popular es entendida como el conjunto de prácticas devocionales situadas en un espacio- tiempo determinado que le otorga características únicas, ya que cada sociedad las impregna de sus modos de ver y vivir la realidad (García García 1989; Villarubia Gómez 2012).

Page 13: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

136 137

social, ambiental. Cabe aclarar, que en este territorio, hablar de lo religioso es referir

principalmente al culto católico; hasta el momento no se han podido observar prácticas

relacionadas a patrimonio religioso en relación a otras religiones.

En Jujuy, se han comenzado a trazar puentes entre el patrimonio, el turismo y la

religiosidad, a partir de nuevas estrategias de gestión de bienes culturales, que producen

interacciones materiales y simbólicas en el transcurso de las manifestaciones religiosas

tradicionales (Montenegro y Aparicio 2012). Sin embargo, pensamos que en la actualidad

no se han diseñado estrategias turísticas de participación para los visitantes de modo tal

que puedan disfrutar estas ceremonias tradicionales, sin afectar negativamente a las

comunidades locales.

Potenciales atractivos turísticos relacionados con el patrimonio religioso en San Salvador de JujuyEn general, los museos han sido considerados importantes espacios culturales y destinos

obligados para el turismo cultural, así como, los monumentos, edificios históricos,

cementerios donde se encuentran personalidades destacadas, entre otros. Sin embargo, la

incorporación de los museos, de manera genérica, al turismo cultural es algo reciente, y

más aquellos que atesoran el arte sacro religioso, que hoy en día se encuentran en los

circuitos e itinerarios turísticos.

Algunos autores señalan que los museos pueden constituir un nuevo bien patrimonial, y

son atractivos turísticos de gran dimensión y flexibilidad. (Molinero y Oliver 2013). En el

caso de Jujuy, los museos son entendidos como espacios de promoción de la cultura, y en

los últimos años como vector de desarrollo de productos turísticos culturales. En nuestra

opinión los Museos de la provincia de Jujuy presentan un potencial para ser convertidos en

“productos” aptos para el consumo de los viajeros. Sin embargo, es necesario que se

desarrollen previamente, investigaciones que permitan relevar, registrar, y poner en valor

los bienes culturales y sus servicios, para luego, diseñar e implementar propuestas que

promuevan el desarrollo turístico sustentable de la región.

Hemos podido observar que a esta provincia arriban innumerables contingentes de

turistas, especialmente a la región Quebrada de Humahuaca, convocados por las

celebraciones y festividades, y además para apreciar el inmenso paisaje cultural incluido en

la lista de “Patrimonio Mundial”. Sin embargo, hasta el momento, son muy pocos los que

llegan, y menos aun los que pernoctan y permanecen algunos días en la Ciudad de San

Salvador de Jujuy.

Esto nos lleva a preguntamos: ¿Cuáles son las estrategias que deberían ponerse en juego

para ampliar la oferta turística de la Ciudad de San Salvador de Jujuy? ¿Los museos de arte

religioso pueden ser considerados atractores turísticos? ¿Qué propuestas podemos ofrecer

desde el turismo religioso para que los visitantes descubran y disfruten esta rica tradición

cultural ligada al desarrollo de los procesos de evangelización que operaron

aproximadamente por espacio de cuatro siglos en la región?

Advertimos la existencia de potenciales vectores de captación de nuevos segmentos de

mercado turístico que, a nuestro modo de ver contribuirían a posicionar a la Ciudad de San

Salvador de Jujuy como uno de los principales destinos de interés turístico de la provincia;

particularmente en el casco céntrico podemos mencionar: la Iglesia Catedral, la Iglesia San

Francisco, el museo de la Iglesia Catedral, el Museo de la Iglesia San Francisco, el Taller de

Arte Colonial Recrear, el Museo Histórico Lavalle, la capilla de Santa Bárbara y la Iglesia del

Buen Pastor que son valiosos espacios de patrimonio religioso que podrían gestionarse

para el turismo.

Consideramos que, para lograr que la gestión turística de los bienes culturales religiosos 5

resulte efectiva, deberán priorizarse las acciones destinadas a la preservación del

patrimonio y a la valorización turística del mismo. Para ello proponemos una secuencia de

actividades: a) definir un circuito turístico religioso; b) realizar un diagnóstico del estado de

gestión de los espacios y bienes culturales religiosos; c) observar las potencialidades

turísticas en función del contexto espacial y cultural del que forman parte; d) identificar los

requisitos que deben cumplir para lograr su valoración turística; e) definir mecanismos para

la preservación de espacios y bienes; y f) diseñar una propuesta de guion turístico para el

circuito.

En el caso de nuestra provincia los Museos de Arte Sacro Religioso son emergentes de una

realidad vinculada al auge del turismo cultural. El Museo de Arte Religioso de la Iglesia

Catedral, el Museo de Arte Sacro de San Francisco, la sala de Arte Sacro del Museo Histórico

Provincial “Juan Galo Lavalle” y el Museo Taller de Arte Colonial Recrear, son evidencias de 6este proceso. Tanto el Museo de la Iglesia Catedral como el de Arte Sacro Franciscano

fueron creados e impulsados por el Obispado de Jujuy y la Congregación Religiosa de

Hermanos Franciscanos respectivamente, en trabajo conjunto con la Secretaria de Turismo

y Cultura de la provincia.

Estas acciones tuvieron como propósito promover el Turismo Religioso en Jujuy dando a

conocer espacios y bienes artísticos y religiosos, y las distintas manifestaciones de fé y

celebraciones religiosas que atraen a turistas y peregrinos, impulsando la diversificación de

la oferta turística de esta ciudad capital de la provincia.

Los bienes y espacios culturales religiosos que hemos mencionado están ubicados en el

casco histórico de la ciudad de San Salvador de Jujuy, por lo que su localización es

5 Entendemos por preservación la acción de proteger un bien con anticipación a fin de evitar un eventual deterioro o su

destrucción.6 El museo fue inaugurado el 25 de mayo de 2012, como resultado de un convenio entre la Secretaría de Turismo y Cultura y el

Obispado de Jujuy, en el marco del “Bicentenario de la Bendición y Jura de la primera Bandera Argentina”, hecho social que tuvo lugar en la Catedral Basílica de San Salvador de Jujuy en el año 1812, y resultó significativo para la consolidación de la Revolución de Mayo.

Page 14: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

136 137

social, ambiental. Cabe aclarar, que en este territorio, hablar de lo religioso es referir

principalmente al culto católico; hasta el momento no se han podido observar prácticas

relacionadas a patrimonio religioso en relación a otras religiones.

En Jujuy, se han comenzado a trazar puentes entre el patrimonio, el turismo y la

religiosidad, a partir de nuevas estrategias de gestión de bienes culturales, que producen

interacciones materiales y simbólicas en el transcurso de las manifestaciones religiosas

tradicionales (Montenegro y Aparicio 2012). Sin embargo, pensamos que en la actualidad

no se han diseñado estrategias turísticas de participación para los visitantes de modo tal

que puedan disfrutar estas ceremonias tradicionales, sin afectar negativamente a las

comunidades locales.

Potenciales atractivos turísticos relacionados con el patrimonio religioso en San Salvador de JujuyEn general, los museos han sido considerados importantes espacios culturales y destinos

obligados para el turismo cultural, así como, los monumentos, edificios históricos,

cementerios donde se encuentran personalidades destacadas, entre otros. Sin embargo, la

incorporación de los museos, de manera genérica, al turismo cultural es algo reciente, y

más aquellos que atesoran el arte sacro religioso, que hoy en día se encuentran en los

circuitos e itinerarios turísticos.

Algunos autores señalan que los museos pueden constituir un nuevo bien patrimonial, y

son atractivos turísticos de gran dimensión y flexibilidad. (Molinero y Oliver 2013). En el

caso de Jujuy, los museos son entendidos como espacios de promoción de la cultura, y en

los últimos años como vector de desarrollo de productos turísticos culturales. En nuestra

opinión los Museos de la provincia de Jujuy presentan un potencial para ser convertidos en

“productos” aptos para el consumo de los viajeros. Sin embargo, es necesario que se

desarrollen previamente, investigaciones que permitan relevar, registrar, y poner en valor

los bienes culturales y sus servicios, para luego, diseñar e implementar propuestas que

promuevan el desarrollo turístico sustentable de la región.

Hemos podido observar que a esta provincia arriban innumerables contingentes de

turistas, especialmente a la región Quebrada de Humahuaca, convocados por las

celebraciones y festividades, y además para apreciar el inmenso paisaje cultural incluido en

la lista de “Patrimonio Mundial”. Sin embargo, hasta el momento, son muy pocos los que

llegan, y menos aun los que pernoctan y permanecen algunos días en la Ciudad de San

Salvador de Jujuy.

Esto nos lleva a preguntamos: ¿Cuáles son las estrategias que deberían ponerse en juego

para ampliar la oferta turística de la Ciudad de San Salvador de Jujuy? ¿Los museos de arte

religioso pueden ser considerados atractores turísticos? ¿Qué propuestas podemos ofrecer

desde el turismo religioso para que los visitantes descubran y disfruten esta rica tradición

cultural ligada al desarrollo de los procesos de evangelización que operaron

aproximadamente por espacio de cuatro siglos en la región?

Advertimos la existencia de potenciales vectores de captación de nuevos segmentos de

mercado turístico que, a nuestro modo de ver contribuirían a posicionar a la Ciudad de San

Salvador de Jujuy como uno de los principales destinos de interés turístico de la provincia;

particularmente en el casco céntrico podemos mencionar: la Iglesia Catedral, la Iglesia San

Francisco, el museo de la Iglesia Catedral, el Museo de la Iglesia San Francisco, el Taller de

Arte Colonial Recrear, el Museo Histórico Lavalle, la capilla de Santa Bárbara y la Iglesia del

Buen Pastor que son valiosos espacios de patrimonio religioso que podrían gestionarse

para el turismo.

Consideramos que, para lograr que la gestión turística de los bienes culturales religiosos 5

resulte efectiva, deberán priorizarse las acciones destinadas a la preservación del

patrimonio y a la valorización turística del mismo. Para ello proponemos una secuencia de

actividades: a) definir un circuito turístico religioso; b) realizar un diagnóstico del estado de

gestión de los espacios y bienes culturales religiosos; c) observar las potencialidades

turísticas en función del contexto espacial y cultural del que forman parte; d) identificar los

requisitos que deben cumplir para lograr su valoración turística; e) definir mecanismos para

la preservación de espacios y bienes; y f) diseñar una propuesta de guion turístico para el

circuito.

En el caso de nuestra provincia los Museos de Arte Sacro Religioso son emergentes de una

realidad vinculada al auge del turismo cultural. El Museo de Arte Religioso de la Iglesia

Catedral, el Museo de Arte Sacro de San Francisco, la sala de Arte Sacro del Museo Histórico

Provincial “Juan Galo Lavalle” y el Museo Taller de Arte Colonial Recrear, son evidencias de 6este proceso. Tanto el Museo de la Iglesia Catedral como el de Arte Sacro Franciscano

fueron creados e impulsados por el Obispado de Jujuy y la Congregación Religiosa de

Hermanos Franciscanos respectivamente, en trabajo conjunto con la Secretaria de Turismo

y Cultura de la provincia.

Estas acciones tuvieron como propósito promover el Turismo Religioso en Jujuy dando a

conocer espacios y bienes artísticos y religiosos, y las distintas manifestaciones de fé y

celebraciones religiosas que atraen a turistas y peregrinos, impulsando la diversificación de

la oferta turística de esta ciudad capital de la provincia.

Los bienes y espacios culturales religiosos que hemos mencionado están ubicados en el

casco histórico de la ciudad de San Salvador de Jujuy, por lo que su localización es

5 Entendemos por preservación la acción de proteger un bien con anticipación a fin de evitar un eventual deterioro o su

destrucción.6 El museo fue inaugurado el 25 de mayo de 2012, como resultado de un convenio entre la Secretaría de Turismo y Cultura y el

Obispado de Jujuy, en el marco del “Bicentenario de la Bendición y Jura de la primera Bandera Argentina”, hecho social que tuvo lugar en la Catedral Basílica de San Salvador de Jujuy en el año 1812, y resultó significativo para la consolidación de la Revolución de Mayo.

Page 15: Aproximaciones teóricas acerca del turismo cultural, el

138 139

inmejorable para cualquier propuesta turística. Los mismos están próximos a edificaciones

de gran relevancia histórica que contextualizan este rico patrimonio cultural y nos permiten

avizorar un pasado histórico colonial con gran presencia en esta Ciudad

El patrimonio religioso de Jujuy posee obras de incalculable valor histórico y artístico, ya

que proceden de escuelas de arte célebres por su combinación de temas religiosos de

tradición judeo-cristiana con formas de expresión hibridas que conjugan elementos

españoles y andinos, y dieron lugar a un movimiento cultural conocido como Barroco 7mestizo .

7 En el Barroco Mestizo las escuelas estaban organizadas, la composición se hizo más compleja y los temas inspirados por la

cultura incaica aparecen al lado de temas religiosos: Marianos, angélicos, hagiográficos, entre otros. Los artistas, en América no tenían la posibilidad de estudiar el cuerpo humano, no trabajaban a partir de modelos, ni estudiaban el paisaje, por consiguiente sus representaciones son estereotipadas. Indios, mestizos, devenidos en artesanos, incorporaron a los modelos europeos elementos regionales en pinturas, esculturas y decoraciones. Las fuentes iconográficas son en su origen europeas (flamencas, italianas o españolas), pero la copia y la técnica fueron adaptándose al gusto local. La pintura como otras manifestaciones artísticas sufrieron en suelo americano un proceso de adaptación al medio (Pizarro Gómez 2003).

ConclusionesEl acelerado crecimiento que presenta el turismo y la diversificación de las tipologías y

productos turísticos, se suman al aumento del valor de la cultura en el imaginario de las

comunidades locales. Estos factores tienen consecuencia en los bienes del patrimonio

cultural que, pasaron a ser considerados recursos turísticos por el sector del turismo, los

gobiernos (nacionales, provinciales y locales) y los ciudadanos.

Sin embargo no es sencillo compatibilizar los valores y fines de dos sectores diferentes,

como el sector turístico y el sector del patrimonio. Es por ello que proponemos la gestión

turística del patrimonio con el fin de consensuar los valores e intereses de los actores

implicados.

En este marco pensamos que el turismo cultural de tipo religioso adquiere mayor

importancia en Jujuy, como posible factor de desarrollo local, desde una perspectiva

sustentable y sostenible, con una adecuada planificación; debido a las celebraciones y

festividades religiosas que se realizan durante todo el año y los bienes religiosos que poseen

tanto las Iglesias como los Museos que, adquieren especial interés para los turistas y

locales, debido que son considerados espacios con un alto valor cultural-religioso que

permiten visibilizar la identidad de las comunidades locales.

Pensamos que San Salvador de Jujuy a pesar de ser la Ciudad Capital de la provincia, no se

constituye aun como destino turístico de interés principal, sino que asume la condición de

nodo de distribución turística (centro de escala) donde una de las principales dificultades

que presenta es la falta de propuestas para incentivar el pernocte. Entendemos que es a

través de los Museos de Arte Religioso y de las Iglesias, se podrían conformar nuevos

circuitos para ampliar la oferta del turismo religioso en San Salvador como en la provincia,

complementando las festividades, celebraciones del culto católico.

En un sentido convergente es importante la integración del Turismo con la Cultura, ya que

constituye un puente de beneficios, por lo que debemos vincular la Cultura con el

desarrollo sustentable, promoviendo el desarrollo del Turismo Cultural de tipo religioso.

Bibliografía

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138 139

inmejorable para cualquier propuesta turística. Los mismos están próximos a edificaciones

de gran relevancia histórica que contextualizan este rico patrimonio cultural y nos permiten

avizorar un pasado histórico colonial con gran presencia en esta Ciudad

El patrimonio religioso de Jujuy posee obras de incalculable valor histórico y artístico, ya

que proceden de escuelas de arte célebres por su combinación de temas religiosos de

tradición judeo-cristiana con formas de expresión hibridas que conjugan elementos

españoles y andinos, y dieron lugar a un movimiento cultural conocido como Barroco 7mestizo .

7 En el Barroco Mestizo las escuelas estaban organizadas, la composición se hizo más compleja y los temas inspirados por la

cultura incaica aparecen al lado de temas religiosos: Marianos, angélicos, hagiográficos, entre otros. Los artistas, en América no tenían la posibilidad de estudiar el cuerpo humano, no trabajaban a partir de modelos, ni estudiaban el paisaje, por consiguiente sus representaciones son estereotipadas. Indios, mestizos, devenidos en artesanos, incorporaron a los modelos europeos elementos regionales en pinturas, esculturas y decoraciones. Las fuentes iconográficas son en su origen europeas (flamencas, italianas o españolas), pero la copia y la técnica fueron adaptándose al gusto local. La pintura como otras manifestaciones artísticas sufrieron en suelo americano un proceso de adaptación al medio (Pizarro Gómez 2003).

ConclusionesEl acelerado crecimiento que presenta el turismo y la diversificación de las tipologías y

productos turísticos, se suman al aumento del valor de la cultura en el imaginario de las

comunidades locales. Estos factores tienen consecuencia en los bienes del patrimonio

cultural que, pasaron a ser considerados recursos turísticos por el sector del turismo, los

gobiernos (nacionales, provinciales y locales) y los ciudadanos.

Sin embargo no es sencillo compatibilizar los valores y fines de dos sectores diferentes,

como el sector turístico y el sector del patrimonio. Es por ello que proponemos la gestión

turística del patrimonio con el fin de consensuar los valores e intereses de los actores

implicados.

En este marco pensamos que el turismo cultural de tipo religioso adquiere mayor

importancia en Jujuy, como posible factor de desarrollo local, desde una perspectiva

sustentable y sostenible, con una adecuada planificación; debido a las celebraciones y

festividades religiosas que se realizan durante todo el año y los bienes religiosos que poseen

tanto las Iglesias como los Museos que, adquieren especial interés para los turistas y

locales, debido que son considerados espacios con un alto valor cultural-religioso que

permiten visibilizar la identidad de las comunidades locales.

Pensamos que San Salvador de Jujuy a pesar de ser la Ciudad Capital de la provincia, no se

constituye aun como destino turístico de interés principal, sino que asume la condición de

nodo de distribución turística (centro de escala) donde una de las principales dificultades

que presenta es la falta de propuestas para incentivar el pernocte. Entendemos que es a

través de los Museos de Arte Religioso y de las Iglesias, se podrían conformar nuevos

circuitos para ampliar la oferta del turismo religioso en San Salvador como en la provincia,

complementando las festividades, celebraciones del culto católico.

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