apercepciones sobre la iniciación

8/17/2019 Apercepciones Sobre La Iniciación

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APERCEPCIONES(*) SOBRE LA INICIACIÓN

RENE GÜENÓNRené Guénon, fallecido en 1!1, e"c#i$o# e%$#ao#dina#io, fue un &e#"ona'e &oléico Se coni#$i+ al I"la "u o-#a alcan.+ /#an o&a/aci+n Su in$enci+n e"encial e#a e%&lo#a# lo" inci&ale" "0-olo" de laciencia "a/#ada, del ace#o unie#"al ance"$#al del "i-oli"o 0"$ico 2 #eli/io"o E"$e li-#o, "e/3ne%&lica en "u +lo/o, e" una #eco&ilaci+n de a#$0culo" #elacionado" con la Iniciaci+n, no de unainiciaci+n en &a#$icula#, "ino de la iniciaci+n en /ene#al 4i"f#u$énlo

INDICE

Prologo

I Vía iniciática y vía mística XXV De las pruebas iniciáticas

II Magia y misticismo XXVI De la muerte iniciática

III Errores diversos concernientes a la iniciación XXVII Nombres proanos y nombres iniciáticos

IV !as condiciones de la iniciación XXIX El simbolismo del teatro

V De la regularidad iniciática XXX "#perativo" y "especulativo"

VI $íntesis y sincretismo XXXI Iniciación eectiva e iniciación virtual

VII Contra la me%cla de las ormas tradicionales XXXII De la ense&an%a iniciática

VIII De la transmisión iniciática XXXIII !os límites de la mente

IX 'radición y transmisión XXXIV Conocimiento iniciático y "cultura" proana

X De los centros iniciáticos XXXV Mentalidad escolar y pseudo(iniciación

XI #rgani%aciones iniciáticas y sectas religiosas XXXVI Iniciación y "pasividad"

XII #rgani%aciones iniciáticas y soc) secretas XXXVII Iniciación y "servicio"

XIII Del secreto iniciático XXXVIII El don de lenguas

XIV De las caliicaciones iniciáticas XXXIX *osacruces y rosacrucianos

XV De los ritos iniciáticos X! +randes misterios y pe,ue&os misterios

XVI El rito y el símbolo X!I Iniciación sacerdotal e iniciación real

XVII Mitos- misterios y símbolos X!II .lgunas consideraciones sobre el /ermetismo

XVIII $imbolismo y ilosoía X!III 'ransmutación y transormación

XIX *itos y ceremonias X!IV $obre la noción de elite

XX . propósito de la magia ceremonial X!V De la 0erar,uía iniciática

XXI De los pretendidos "poderes" psí,uicos X!VI De la inalibilidad tradicional

XXII El rec/a%o de los "poderes" X!VII $obre dos divisas iniciáticas

XXIII $acramentos y ritos iniciáticos X!VIII "Verbum- !u1 et Vita"

XXIV El ruego y el encantamiento X!IX El Nacimiento del .vat2ra


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)PROLOGO

$e nos /a pedido-

repetidas veces y desde di(

versos sectores- reunir en un

volumen los artículos ,ue /i(cimos aparecer- en la revista

Etudes Traditionnelles- sobre

cuestiones directamente rela(

cionadas con la iniciación3 no nos /a sido

posible satisacer directamente estas peti(

ciones- pues consideramos ,ue un libro debe

ser algo distinto a una simple colección de

artículos- y tanto más cuando- como en el

caso presente- estos artículos escritos pormotivos circunstanciales y sirviendo para

responder a las cuestiones ,ue nos eran

e1puestas- no se encadenaban en orma de

sucesivos capítulos de un libro3 nos ue

preciso entonces modiicarlos- completarlos y

disponerlos de otro modo- y es lo ,ue /emos

/ec/o a,uí) Ello no signiica- por otra parte-

,ue /ayamos ,uerido /acer de este modo una

especie de tratado más o menos completo yen cual,uier caso "didáctico"3 esto todavía

sería concebible- en rigor- si se tratara

solamente de estudiar una orma particular de

iniciación- pero- desde el momento en ,ue- por

el contrario- se trata de la iniciación en

general- sería una labor del todo imposible-

pues las cuestiones ,ue pueden e1ponerse a

este respecto no son en n4mero determinado-

oponi5ndose la naturale%a misma del su0eto atoda delimitación rigurosa- de manera ,ue no

se podría en modo alguno tener la pretensión

de tratarlas todas sin omitir ninguna)

'odo lo ,ue se puede /acer- en suma- es

considerar ciertos aspectos- situarse ba0o

ciertos puntos de vista- ,ue ciertamente-

incluso si son de a,uellos cuya importancia se

de0a ver inmediatamente por una u otra ra%ón-

de0an de lado sin embargo puntos a los cuales

sería igualmente legítimo considerar3 es porello ,ue /emos pensado ,ue el t5rmino

aperçus 678 era el ,ue me0or podía carac(

teri%ar el contenido de la presente obra- tanto

más cuando- incluso en lo ,ue concierne a las

cuestiones tratadas- no es sin duda posible el

"agotar" completamente una sola) Es dema(

siado evidente ,ue no podía ser cuestión de

repetir a,uí lo ,ue ya /emos dic/o en otros

libros sobre los puntos concernientes al mismotema3 nos debemos contentar con remitir al

lector cada ve% ,ue ello sea necesario3 por lo

demás- en el orden de conocimiento al cual se

reieren todos nuestros escritos- todo está

ligado de tal orma ,ue es imposible proceder

de otro modo)

.cabamos de decir ,ue nuestra intención

/a sido esencialmente tratar asuntos concer(nientes a la iniciación en general3 debe ,uedar

claro entonces ,ue- en todas las ocasiones en

las ,ue nos reerimos a tal o cual orma

iniciática determinada- lo /acemos 4nicamente

a título de e0emplo- con el in de precisar y

/acer comprender me0or lo ,ue- sin la ayuda

de estos casos particulares- correría el riesgo

de perderse en vaguedades)

Es importante insistir especialmente

sobre este asunto cuando se trata de ormas

occidentales- a in de evitar toda conusión y

todo malentendido9 si /acemos recuentes

alusiones a ellas es por,ue las "ilustraciones"

,ue pueden ser orecidas nos parecen- en la

mayor parte de los casos- deber ser más

ácilmente accesibles ,ue otras a la gene(


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ralidad de los lectores- incluso ya más o

menos amiliares a un cierto n4mero de ellos3

es evidente ,ue esto es por completo

independiente de lo ,ue cada uno pueda

pensar acerca del presente estado de las

organi%aciones por las cuales esas ormas

iniciáticas son conservadas y practicadas)

Cuando se percibe el grado de dege(

neración al cual /a llegado el #ccidente

moderno- es demasiado ácil comprender ,ue

muc/as cosas de orden tradicional- y con

mayor ra%ón de orden iniciático- apenas pue(

den subsistir mas ,ue en estado de vestigios-

poco más o menos incomprendidos por

a,uellos mismos ,ue las conservan3 es esto

por otra parte lo ,ue /ace posible la eclosión-

0unto a los restos aut5nticos- de m4ltiples

"alsiicaciones" de las cuales ya /emos tenido

ocasión de /ablar- pues no es sino en

seme0antes condiciones cuando 5stas pueden

/acerse pasar por lo ,ue no son3 pero- sea

como sea- las ormas tradicionales siempre

permanecen- en sí mismas- independientes de

estas contingencias) .&adiremos todavía ,ue-

en el momento en ,ue lleguemos por el

contrario a considerar estas mismas contin(

gencias y a /ablar- no de las ormas

iniciáticas- sino del estado de las organi(

%aciones iniciáticas y pseudoiniciáticas en el

#ccidente actual- no /aremos mas ,ue e1po(

ner la constatación de unos /ec/os a los cua(

les no a&adimos evidentemente nada- sin

ninguna otra intención o preocupación ,ue la

de decir la verdad a este respecto como en

todo otro asunto de los ,ue /emos conside(

rado en el curso de nuestros estudios- y de

una manera tan completamente desinteresada

como es posible) Cada uno es libre de e1traer

las consecuencias ,ue le pare%ca3 en cuanto a

nosotros- no estamos en absoluto tratando de

introducir o ganar ad/erentes para ning4n tipo

de organi%ación- no obligamos a nadie a pedir

la iniciación a,uí o allá- ni a abstenerse de

ello- y estimamos incluso ,ue ello no nos

concierne de ninguna manera y ,ue no po(dría

en absoluto enca0ar en nuestro papel)

.lgunos ,ui%á se sorprenderán de ,ue

nos creamos obligados a insistir tanto sobre

ello- y- a decir verdad- esto debería en eec(to

ser in4til si no uera necesario contar con la

incomprensión de la mayoría de nuestros

contemporáneos- y tambi5n con la mala e de

un n4mero demasiado grande de ellos3

desgraciadamente- estamos demasiado acos(

tumbrados a ver cómo se nos atribuyen toda

clase de intenciones ,ue 0amás /emos tenido-

y ello por parte de gente proveniente de

círculos opuestos- al menos en apariencia-

como para no tomar a este respecto todas las

precauciones necesarias3 por otra parte no

osamos pretender a&adir las suicientes- pues-

:,ui5n podría prever todo lo ,ue algunos son

capaces de inventar; No debe e1tra&ar ,ue

nos e1tendamos a menudo sobre los errores y

las conusiones ,ue se cometen más o menos

com4nmente con el tema de la iniciación-

pues- aparte de la evidente utilidad ,ue e1iste

en disiparlos- es precisamente constatandolos

como /emos sido inducidos- en muc/os

casos- a ver la necesidad de tratar más

particularmente tal o cual aspecto deter(

minado- sin lo cual nos /ubiera podido parecer

evidente o al menos no tener necesidad de

tanta e1plicación)

!o ,ue es digno de subrayar es ,ue algunos

de estos errores no son 4nicamente producto

de proanos o de pseudoiniciados- lo ,ue en

suma no tendría nada de e1traordinario- sino

tambi5n de miembros de organi%aciones

aut5nticamente iniciáticas- y entre los cuales

los /ay incluso ,ue son considerados como


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"luces" en su ambiente- lo ,ue posiblemente

sea una de las pruebas más sobresalientes

del actual estado de degeneración al cual

/icimos alusión /ace unos instantes) . propó(

sito de ello- pensamos poder e1presar- sin

dema(siado riesgo a ser mal interpretado- el

deseo de ,ue- entre los representantes deestas organi%aciones- se encuentren al menos

algunos a ,uienes las consideraciones ,ue

e1ponemos contribuyan a /acer tomar con(

ciencia de lo ,ue realmente es la iniciación3 no

mantenemos por otra parte e1ageradas

esperan%as a este respecto- no más ,ue /acia

todo lo ,ue concierne más generalmente a las

posibilidades de restauración ,ue #ccidente

puede todavía llevar en sí mismo) No obstan(te- /ay a ,uienes seguramente el conoci(

miento real le es más necesario ,ue la buena

voluntad3 pues esta buena voluntad no es

suiciente- y toda la cuestión consistiría en

saber /asta dónde su /ori%onte intelectual es

susceptible de e1tenderse- y tambi5n si están

cualiicados para pasar de la iniciación virtual

a la iniciación eectiva3 en todo caso- no pode(

mos- en cuanto a nosotros- /acer nada más,ue suministrar algunos datos ,ue posible(

mente aprovec/arán a,uellos ,ue sean capa(

ces y ,ue est5n dispuestos a sacar partido de

ello en la medida en ,ue se lo permitan las

circunstancias)

Estos no serán 0amás ciertamente muy

numerosos- pero- como ya /emos dic/o re(

cuentemente- no es el n4mero lo ,ue importa

en las cosas de este orden3 o0alá- sin embar(

go- en este caso especial- ,ue sea al menos-

para comen%ar- el ,ue re,uiere la constitución

de las organi%aciones iniciáticas3 /asta a,uí-

las pocas e1periencias ,ue /an sido inten(

tadas en un sentido más o menos parecido a

a,uel de ,ue se trata- a nuestro entender- no

/an podido- por ra%ones diversas- ser llevadas

tan le0os como para ,ue sea posible 0u%gar los

resultados ,ue /abrían podido obtenerse si las

circunstancias /ubieran sido más avorables)

Está claro por otra parte ,ue el ambiente

moderno- por su propia naturale%a- es y será

siempre uno de los principales obstáculos ,ue

deberá inevitablemente encontrar toda tenta(

tiva de restauración tradicional en #ccidente-

tanto en el dominio iniciático como en cual(

,uier otro3 es cierto ,ue- en principio- este

dominio iniciático debería- en ra%ón de su

carácter "oculto"- estar más al abrigo de las

inluencias /ostiles del mundo e1terior- pero-

de /ec/o- /ace ya demasiado tiempo ,ue las

organi%aciones e1istentes se están de0ando

atacar por ellas- y ciertas "brec/as" están

a/ora demasiado abiertas como para ser ácil(

mente reparadas) .sí- para no tomar sino un

e0emplo típico- adoptando ormas administra(

tivas imitadas de las ,ue los gobiernos pro(

anos- estas organi%aciones /an dado pie a

acciones antagonistas ,ue de otra orma no

/ubieran encontrado ning4n medio de e0ercer(

se contra ellas y /abrían desaparecido en el

vacío3 esta imitación del mundo proano cons(

tituyó- por otra parte- en sí misma- una de las

inversiones de las relaciones normales ,ue- en

todos los dominios- son tan características del

desorden moderno)

!as consecuencias de esta "contami(

nación" son /oy en día tan maniiestas ,ue es

preciso ser ciego para no verlas- y sin embar(

go dudamos ,ue muc/os sepan rela(cionarlascon su verdadera causa3 la manía de las "so(

ciedades" está demasiado arraigada entre la

mayor parte de nuestros contemporáneos co(

mo para ,ue conciban si,uiera la simple

posibilidad de superar ciertas ormas pura(

mente e1teriores3 pero esta misma ra%ón es

,ui%á contra la ,ue debería en primer lugar


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reaccionar ,uien,uiera ,ue ,uisiera empren(

der una restauración iniciática sobre bases

verdaderamente serias) No iremos demasiado

le0os en estas rele1iones preliminares- pues-

digámoslo una ve% más- no es a nosotros a

,uien corresponde intervenir activamente en

las tentativas de este g5nero3 indicar la vía a,uienes ,uieran y puedan comprometerse es

todo lo ,ue pretendemos a este respecto3 y-

por lo demás- el alcance de lo ,ue acabamos

de decir está bien le0os de limitarse a la

aplicación ,ue pueda /acerse de una orma

iniciática particular- ya ,ue se trata ante todo

de principios undamentales ,ue son comunes

a toda iniciación- sea de #riente o de

#ccidente)

!a esencia y el ob0etivo de la iniciación

son- en eecto- siempre y en todas partes los

mismos3 sólo las modalidades diieren- por

adaptación a las 5pocas y a los lugares3 y

a&adiremos seguidamente- para ,ue nadie

pueda e,uivocarse- ,ue esta adaptación- para

ser legítima- no debe ser 0amás una "inno(

vación"- es decir- el producto de una antasía

individual cual,uiera- sino ,ue- como la de las

ormas tradicionales en general- debe siempre

proceder en deinitiva de un origen "no /uma(

no"- sin lo cual no podría /aber realmente ni

tradición ni iniciación- sino 4nicamente alguna

de esas "parodias" ,ue tan recuentemente

nos encontramos en el mundo moderno- ,ue

no provienen de nada y no conducen a nada- y

,ue tampoco representan verdaderamente- si

puede decirse- mas ,ue la nada pura y simple-

cuando no son los instrumentos inconscientes

de algo todavía peor)

Volver al Indice)

I LA 56A INICI78ICA

!a conusión entre el

dominio esot5rico e iniciático y

el dominio místico- o- si se

preiere- entre los puntos de

vista ,ue respectivamente les

corresponden- es una de las ,ue más

recuentemente se cometen /oy en día- y ello-

nos parece- de una manera no siempre

completamente desinteresada3 /ay a,uí- por lo

demás- una actitud nueva- o ,ue al menos- en

ciertos ambientes- se /a generali%ado dema(

siado en los 4ltimos a&os- y es por lo ,ue nos

parece necesario comen%ar por e1plicarnos

claramente sobre este punto)

Está a/ora de moda- si puede decirse

así- el caliicar de "místicas" a las doctrinas

orientales- incluidas a,uellas en donde no /ay

ni si,uiera la sombra de una apariencia e1te(rior ,ue pudiera- en a,uellos ,ue no ven más

allá- dar lugar a una caliicación seme0ante3 el

origen de esta alsa interpretación es natu(

ralmente imputable a ciertos orientalistas- ,ue

pueden por otra parte no /aber sido inducidos

de principio por una segunda intención clara(

mente deinida- sino 4nicamente por su in(

comprensión y por un pre0uicio más o menos

inconsciente- ,ue les es /abitual- al pensarsólo desde puntos de vista occidentales 6


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talistas y de su clientela3 y esto es más grave-

no solamente por,ue es ante todo por ello ,ue

esta conusión se diunde cada ve% más- sino

tambi5n por,ue no es diícil advertir las

se&ales ine,uívocas de una tentativa "ane(

1ionista" contra la cual es preciso protegerse)

En eecto- a,uellos a los ,ue aludimos

son a los ,ue se puede considerar como los

negadores más "serios" del esoterismo3 ,uere(

mos reerirnos con ello a los e1oteristas

religiosos ,ue se niegan a admitir nada más

allá de su propio dominio- pero ,ue estiman

sin duda esta asimilación o esta "ane1ión" más

/ábil ,ue una negación brutal3 y- viendo de

,u5 manera algunos de ellos se esuer%an en

transormar en "misticismo" las doctrinas más

claramente iniciáticas- realmente parecería

,ue esta labor reviste a sus o0os un carácter

particularmente urgente 6=8)

. decir verdad- /abría no obstante en el

mismo dominio religioso al cual pertenece el

misticismo- algo ,ue- en ciertos aspectos- po(

dría prestarse a un acercamiento- o me0or

dic/o a una apariencia de acercamiento9 es lo,ue se designa con el t5rmino "asc5tica"- pues

reviste a,uí al menos un m5todo "activo"- en

lugar de la ausencia de m5todo y de la

"pasividad" ,ue caracteri%an al misticismo y

sobre los cuales /emos de volver más

adelante 6>83 pero no /ay duda de ,ue estas

similitudes son por completo e1teriores- y- por

otra parte- esta "asc5tica" no tiene posible(

mente sino ob0etivos demasiado visiblementelimitados como para poder ser venta0osamente

utili%ada de esta orma- mientras ,ue- con el

misticismo- no se sabe 0amás e1actamente a

dónde se llega- y esta misma vaguedad es con

seguridad propicia a las conusiones) ?nica(

mente a,uellos ,ue se entregan a este traba0o

deliberadamente- y no los ,ue los siguen más

o menos inconscientemente- no parecen dudar

de ,ue- en todo lo ,ue se reiere a la

iniciación- no /ay en realidad nada de vago ni

de nebuloso- sino por el contrario elementos

precisos y "positivos"3 y- de /ec/o- la iniciación

es- por su propia naturale%a- incompatible con

el misticismo)

Esta incompatibilidad no resulta- por otra

parte- de lo ,ue originalmente implica el

t5rmino "misticismo"- ,ue está incluso mani(

iestamente emparentado con la antigua desi(

gnación de los "misterios"- es decir- con algo

,ue pertenece por el contrario al orden

iniciático3 pero este t5rmino es de a,uellos por

los cuales- le0os de poderse reerir 4nicamente

a la etimología- se está rigurosamente obliga(

do- si uno ,uiere /acerse comprender- a tener

en cuenta el sentido ,ue le /a sido impuesto

por el uso- y ,ue es- de /ec/o- el 4nico al ,ue

actualmente se le víncula)

./ora bien- cada uno sabe lo ,ue se

entiende por "misticismo"- durante ya varios

siglos- de manera ,ue no es posible emplear

este t5rmino para designar algo distinto3 y esesto lo ,ue- como di0imos- no tiene y no puede

tener nada en com4n con la iniciación- en

primer lugar por,ue este misticismo compete

e1clusivamente al dominio religioso- es decir-

e1ot5rico- y despu5s por,ue la vía mística

diiere de la vía iniciática en todos sus

caracteres esenciales- y esta dierencia es tal

,ue de ella se deriva una verdadera incompa(

tibilidad)

Precisemos por otra parte ,ue se trata de

una incompatibilidad de /ec/o más bien ,ue

de principio- en el sentido en ,ue no se trata

en absoluto de negar el valor- al menos

relativo- del misticismo- ni de poner en duda el

lugar ,ue legítimamente le pertenece en


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ciertas ormas tradicionales3 la vía iniciática y

la vía mística pueden perectamente coe1istir

6@8- pero lo ,ue ,ueremos indicar es ,ue es

imposible ,ue nadie siga a la ve% ambas-

incluso sin 0u%gar de antemano el in al cual

pueden conducir- aun,ue por lo demás se

pueda ya presentir- en ra%ón de la proundadierencia entre los dominios a los cuales se

reieren- ,ue este in no podría ser en realidad

el mismo)

Aemos dic/o ,ue la conusión ,ue /ace

,ue algunos vean misticismo allí donde no /ay

la menor tra%a de ello tiene su punto de

partida en la tendencia de reducirlo todo a los

puntos de vista occidentales3 y es ,ue- eneecto- el misticismo propiamente dic/o es

algo e1clusivamente occidental y- en el ondo-

especíicamente cristiano) Por este motivo-

vamos a aprovec/ar la ocasión de indicar algo

,ue nos parece lo bastante curioso como para

,ue lo mencionemos a,uí9 en un libro del cual

ya- en otro lugar- /emos /ablado 6B8- el

ilósoo ergson- oponiendo lo ,ue el llama la

"religión estática" a la "religión dinámica"- ve lamás alta e1presión de esta 4ltima en el

misticismo- al ,ue por otra parte apenas

comprende- y al cual admira especialmente

por todo lo ,ue nosotros podríamos por el

contrario encontrar de vago e incluso- ba0o

ciertos aspectos- de deectuoso3 pero lo ,ue

puede parecer realmente e1tra&o por parte de

un "no cristiano" es ,ue- para 5l- el "misti(

cismo completo"- por poco satisactoria ,ue

sea la idea ,ue de /ec/o es- no es sino el de

los místicos cristianos) . decir verdad- por una

consecuencia necesaria de la poca estima ,ue

5l siente por la "religión estática"- olvida ,ue

a,uellos son cristianos antes incluso de ser

místicos- o al menos- para 0ustiicarles el ser

cristianos- sit4a indebidamente al misticismo

en el origen mismo del Cristianismo3 y- para

establecer a este respecto una especie de

continuidad entre 5ste y el udaísmo- llega a

transormar en "místicos" a los proetas 0udíos3

evidentemente- del carácter de la misión de

los proetas y de la naturale%a de su

inspiración no tiene la más mínima idea 68 )

$ea como sea- si el misticismo cristiano-

por deormada o menguada ,ue sea su

concepción- es a sus o0os el tipo mismo del

misticismo- la ra%ón es- en el ondo- bien ácil

de comprender9 es ,ue- de /ec/o y

estrictamente /ablando- apenas e1iste otro

misticismo ,ue 5ste3 e incluso los místicos ,ue

se /an llamado "independientes"- y ,ue debuen grado caliicaríamos de "aberrantes"- no

se inspiran en realidad- debido a su igno(

rancia- sino en ideas cristianas desna(

turali%adas y más o menos completamente

vacías de su contenido original) Pero tambi5n

esto- como tantas otras cosas- escapa a

nuestro ilósoo- ,ue se esuer%a en descubrir-

anteriormente al Cristianismo- los "esbo%os del

uturo misticismo"- cuando se trata de cosastotalmente dierentes3 /ay a,uí parti(

cularmente- sobre la India- algunas páginas

,ue atestiguan una inaudita incomprensión)

'ambi5n están los misterios griegos- y

a,uí la apro1imación- undada sobre el

parentesco etimológico ,ue se&alábamos- se

reduce en suma a un mal 0uego de palabras3

por lo demás- ergson se ve obligado areconocer ,ue "la mayor parte de los misterios

no tenían nada de místico"3 pero entonces-

:por ,u5 /abla sobre este vocablo;) En

cuanto a lo ,ue ueron los misterios- se /ace

la representación más "proana" ,ue pueda

/acerse3 ignorándolo todo acerca de la

iniciación- :cómo podría comprender ,ue


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/abía allí- tanto como en la India- algo ,ue en

primer lugar no era en absoluto de orden reli(

gioso- y ,ue iba incomparablemente más le0os

,ue su "misticismo"- e incluso- es preciso

decirlo- ,ue el aut5ntico misticismo- ,ue al

mantenerse en el dominio puramente

e1ot5rico tiene or%osamente sus limitaciones;6F8

No nos proponemos actualmente e1poner

en detalle y de orma completa todas las

dierencias ,ue separan en realidad a los

puntos de vista iniciático y místico- pues sólo

para ello se necesitaría todo un volumen3

nuestra intención es sobre todo insistir a,uí

sobre la dierencia en virtud de la cual lainiciación- en su proceso mismo- presenta

unos caracteres totalmente distintos a los del

misticismo- incluso opuestos- lo ,ue basta

para demostrar ,ue /ay a,uí dos "vías" no

solamente distintas- sino tambi5n incompati(

bles en el sentido ,ue /emos indicado) !o ,ue

a menudo se dice a este respecto es ,ue el

misticismo es "pasivo"- mientras ,ue lainiciación es "activa"3 esto es por otra parte

muy cierto- a condición de determinar

e1actamente la acepción en la ,ue debe

entenderse)

Esto signiica principalmente ,ue- en el

caso del misticismo- el individuo se limita

simplemente a recibir lo ,ue se le presenta- y

tal como se le presenta- sin ,ue 5l mismoact4e para nada3 y- digámoslo a continuación-

en esto reside para 5l el principal peligro- en el

/ec/o de ,ue est5 así "abierto" a todas las

inluencias- sean del orden ,ue sean- y ,ue

por lo demás- en general y salvo raras

e1cepciones- no tiene la preparación doctrinal

,ue sería necesaria para permitirle establecer

entre ellas una discriminación cual,uiera 6G8)

En el caso de la iniciación- por el

contrario- es al individuo a ,uien corresponde

la iniciativa de una "reali%ación" ,ue se

perseguirá metódicamente- ba0o un control

riguroso e incesante- y ,ue deberá normal(mente conducir a superar las posibilidades

mismas del individuo como tal3 es indispen(

sable a&adir ,ue esta iniciativa no es

suiciente- pues es demasiado evidente ,ue el

individuo no podría superarse a sí mismo por

sus propios medios- pero- y esto es lo ,ue nos

importa por el momento- es ella lo ,ue

constituye obligatoriamente el punto de partida

de toda "reali%ación" para el iniciado- mientras,ue el místico no tiene ninguna- incluso para lo

,ue no va en absoluto más allá del dominio de

las posibilidades individuales)

Esta distinción puede ya parecer bastante

clara- ya ,ue demuestra bien ,ue no podrían

seguirse a la ve% las vías iniciática y mística-

pero sin embargo no podría ser suiciente3

podríamos incluso decir ,ue no responde

todavía mas ,ue al aspecto más "e1ot5rico" dela cuestión- y- en todo caso- es demasiado

incompleta en lo ,ue concierne a la iniciación-

de la ,ue está bien le0os de incluir todas las

condiciones necesarias3 pero- antes de

abordar el estudio de estas condiciones- nos

,uedan todavía algunas conusiones por

disipar)

*egresar al Indice


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II 9AGIA : 9IS8ICIS9O

!a conusión entre la iniciación y

el misticismo es sobre todoproducto de a,uellos ,ue ,uieren-

por una ra%ón cual,uiera- negar

más o menos e1presamente la realidad de la

iniciación reduci5ndola a algo distinto3 por otra

parte- en los ambientes ,ue por el contrario

tienen pretensiones iniciáticas in0ustiicadas-

como los ambientes ocultistas- tienen tenden(

cia a considerar- como ormando parte inte(

grante del dominio de la iniciación- si noincluso como constituy5ndola esencialmente-

a una multitud de cosas de otro g5nero ,ue le

son completamente e1tra&as- y entre las

cuales la magia ocupa recuentemente el

primer lugar)

!as ra%ones de este error son tambi5n- al

mismo tiempo- las ra%ones por las cuales la

magia presenta peligros esencialmente gravespara los occidentales modernos- y de los

cuales el primero es su tendencia a atribuir

una importancia e1cesiva a todo lo ,ue son

"enómenos"- como lo atestigua por otra parte

el desarrollo ,ue /an dado a las ciencias e1(

perimentales3 si son tan ácilmente seducidos

por la magia- y si se imaginan /asta tal punto

acerca de su alcance real- es por,ue es-

tambi5n- una ciencia e1perimental- aun,uebastante dierente- con seguridad- de a,uellas

a las ,ue la ense&an%a universitaria conoce

ba0o esa denominación)

No es preciso entonces enga&arse9 se

trata de un orden de cosas ,ue no tiene en sí

mismo absolutamente nada de "trascendente"3

y- si una ciencia seme0ante puede- como todas

las demás- estar legitimada por su relación

con los principios superiores de los cuales

todo depende- siguiendo la concepción gene(

ral de las ciencias tradicionales- no se situará

sin embargo mas ,ue en el 4ltimo rango de las

aplicaciones secundarias y contingentes- entrelas ,ue están más ale0adas de los principios-

luego entre las ,ue deben ser consideradas

como las más ineriores)

Es así como la magia está considerada

en todas las civili%aciones orientales9 ,ue ella

e1iste es un /ec/o innegable- pero está muy

le0os de ser tan estimada como se lo imaginan

demasiado a menudo los occidentales- ,ueprestan tan gustosos a los demás sus propias

tendencias y sus propias concepciones) En el

'íbet mismo- tanto como en la India o en

C/ina- la práctica de la magia- en tanto ,ue

"especialidad"- si puede decirse así- es

abandonada a a,uellos ,ue son incapaces de

elevarse a un orden superior3 esto- por

supuesto- no signiica ,ue los dem ás no

puedan tambi5n producir de ve% en cuando-

e1cepcionalmente y por ra%ones particulares-

enómenos e1teriormente seme0antes a los

enómenos mágicos- pero el ob0etivo e incluso

los medios puestos en práctica son entonces

en realidad totalmente distintos) Por lo demás-

para atenerse a lo ,ue es conocido en el

mundo occidental- ,ue se tomen simplemente

las /istorias de santos y de /ec/iceros- y ,uese vean cuántos /ec/os similares se

encuentran en una y otra parte3 y esto

demuestra bien ,ue- contrariamente a la

creencia de los modernos "cientiistas"- los

enómenos- sean cuales sean- no podrían en

absoluto probar nada por sí mismos 67H8)

./ora bien- es evidente ,ue el /ec/o de


10/210

ilusionarse sobre el valor de estas cosas y

sobre la importancia ,ue es conveniente

atribuirles aumenta considerablemente el

peligro3 lo ,ue es particularmente molesto para

los occidentales ,ue ,uieren implicarse en la

magia es la completa ignorancia en ,ue

necesariamente están- en el actual estado delas cosas y en ausencia de toda ense&an%a

tradicional- acerca de a,uello en ,ue se

ocuparían en otras circunstancias) Incluso

de0ando de lado a los arsantes y a los

c/arlatanes tan numerosos en nuestra 5poca-

,ue no /acen en suma nada mas ,ue e1plotar

la credulidad de los ingenuos- y tambi5n a los

simples capric/osos ,ue creen poder impro(visar una "ciencia" a su manera- los mismos

,ue desean con seriedad intentar estudiar

estos enómenos- no teniendo datos suicien(

tes ,ue les guíen- ni una organi%ación

constituida para apoyarles y protegerles- se

ven reducidos a un grosero empirismo3 se

comportan verdaderamente como ni&os ,ue-

libres a sí mismos- ,uisieran mane0ar uer%as

terribles sin conocerlas- y- si ocurren dema(siado a menudo deplorables accidentes por

una imprudencia seme0ante- no /ay lugar para

asombrarse más de la cuenta)Aablando de

accidentes- ,ueremos especialmente /acer

alusión a los riesgos de dese,uilibrio a los

cuales se e1ponen ,uienes act4an así3 este

dese,uilibrio es en eecto una consecuencia

bastante re(cuente de la comunicación con lo

,ue algunos /an llamado el "plano vital"- y ,ue

no es en suma otra cosa ,ue el dominio de la

maniestación sutil- considerada por otra parte

principalmente en a,uellas de sus modali(

dades más cercanas al orden corporal- y por

ello más ácilmente accesibles al /ombre

ordinario)

!a e1plicación es simple9 se trata a,uí

e1clusivamente de un desarrollo de ciertas

posibilidades individuales- e incluso de un or(

den demasiado inerior3 si este desarrollo se

produce de una manera anormal- desor(

denada e inarmónica- y en detrimento de

posibilidades superiores- es natural y encual,uier caso inevitable ,ue se deba desem(

bocar en seme0ante resultado- sin /ablar de

las reacciones- ,ue no son en absoluto

despreciables y ,ue algunas veces llegan a

ser terribles- de las uer%as de todo g5nero

con las cuales el individuo se pone

desconsideradamente en contacto)

Decimos "uer%as"- sin precisar- pues ello

importa poco para nuestro propósito3 pree(

rimos utili%ar esta palabra- por vaga ,ue sea- a

la de "entidades"- ,ue- al me(nos para los ,ue

no están suicientemente acostumbrados a

ciertas maneras simbólicas de /ablar- corre el

riesgo de dar lugar demasiado ácilmente a

"personiicaciones" más o menos antasiosas)

Este "mundo intermedio" es- por otra

parte- como a menudo /emos e1plicado-

muc/o más comple0o y más e1tenso ,ue el

mundo corporal3 pero el estudio de ambos

enca0a- igualmente- en lo ,ue se puede llamar

las "ciencias naturales"- en el sentido más

aut5ntico de esta e1presión3 ,uerer ver algo

más es- repitámoslo- ilusionarse de la orma

más e1tra&a) No /ay a,uí absolutamente nadade "iniciático"- no más por otra parte ,ue de

"religioso"3 se encuentran incluso- de manera

general- muc/os más obstáculos ,ue apoyos

para alcan%ar el conocimiento verdaderamente

trascendente- ,ue es algo completamente

distinto a las ciencias contingentes- y ,ue- sin

tra%a alguna de un "enomenismo" cual,uiera-


11/210

no proviene sino de la pura intuición

intelectual- ,ue es la 4nica y pura espiri(

tualidad)

.lgunos- tras entregarse durante más o

menos tiempo a esta b4s,ueda de enómenos

e1traordinarios o supuestamente tales- acabansin embargo por abandonarla- por una ra%ón

cual,uiera- o por ,uedar decepcionados por la

insigni(icancia de los resultados obtenidos y

,ue no responden a sus previsiones- y- cosa

digna de se&alar- ocurre recuentemente ,ue

se vuelven entonces /acia el misticismo 67783

y es ,ue- por e1tra&o ,ue pueda parecer a

primera vista- este responde a4n- aun,ue ba0o

otro aspecto- a necesidades o aspiracionessimilares)

Con seguridad- estamos bien le0os de

decir ,ue el misticismo tenga- en sí mismo- un

carácter notablemente más elevado ,ue la

magia3 pero- a pesar de todo- si se va al ondo

de las cosas- puede uno darse cuenta de ,ue-

ba0o un cierto aspecto al menos- la dierencia

es menos grande de lo ,ue podría creerse9a,uí todavía- en eecto- no se trata en suma

mas ,ue de "enómenos"- visiones o no-

maniestaciones sensibles y sentimentales de

todo g5nero- con los cuales se permanece

siempre e1clusivamente en el dominio de las

posibilidades individuales 6783

pero lo ,ue sería un error- e incluso una

inversión de las relaciones normales- es

,uerer encontrar a,uí una "conirmación" de

dic/os datos- de la ,ue no tienen por otra

parte ninguna necesidad- y ,ue son- por el

contrario- la 4nica garantía de ,ue /ay

realmente en las visiones en cuestión algodistinto a un simple producto de la imaginación

o de la antasía individual)

*egresar al Indice


12/210

III ERRORES 4I5ERSOS

CONCERNIEN8ES A LA INICIACIÓN

No creemos superluo- paradespe0ar el terreno en cual,uier

caso- se&alar todavía algunos otros

errores concernientes a la

naturale%a y el ob0etivo de la ini(

ciación- pues todo lo ,ue /emos tenido

ocasión de leer acerca del tema- a trav5s de

los a&os- nos /a aportado casi diariamente

pruebas de una incomprensión poco más o

menos general) Naturalmente- no podemosso&ar con /acer a,uí una especie de

"revisión" en la cual nos reiramos a todos los

errores uno a uno y en detalle- lo ,ue sería

demasiado astidioso y desprovisto de inter5s3

me0or nos limitaremos a considerar algunos

casos en cual,uier manera "típicos"- lo ,ue- al

mismo tiempo- tiene la venta0a de dispen(

sarnos de /acer alusiones demasiado directas

a tal autor o tal escuela- pues debe ,uedarclaro ,ue estas indicaciones tienen para

nosotros un alcance completamente indepen(

diente de toda cuestión de "personalidades"-

como se dice com4nmente- o- me0or dic/o-

para emplear un lengua0e más e1acto- de

individualidades)

*ecordaremos en primer lugar- sin insistir

más de la cuenta- las concepciones dema(

siado e1tendidas seg4n las cuales la iniciación

sería algo de orden simplemente "moral" y

"social" 67@83 5stas son demasiado limitadas y

"terrenales"- si uno puede e1presarse así- y-

como a menudo /emos dic/o con otros

motivos- el error más grosero está le0os de ser

siempre el más peligroso)

$olamente diremos- para terminar pronto

con toda conusión- ,ue tales con(cepciones

no se adecuan ni si,uiera real(mente a esa

primera parte de la iniciación ,ue la

antigedad designaba ba0o el nombre de

"pe,ue&os misterios"3 5stos- como más

adelante e1plicaremos- conciernen a laindividualidad /umana- pero en el desarrollo

integral de sus posibilidades- luego más allá

del dominio corporal cuya actividad se e0erce

en el dominio ,ue es com4n a todos los

/ombres) No vemos realmente cual podría ser

el valor o incluso la ra%ón de ser de una

pretendida iniciación ,ue se limitara a repetir-

encu(bri5ndose ba0o una orma más o menos

enigmática- lo ,ue /ay de más banal en laeducación proana- lo ,ue vulgarmente está "al

alcance de todo el mundo") Por otra parte- no

pretendemos en absoluto negar con ello ,ue el

conocimiento iniciático pueda tener aplica(

ciones en el orden social- tanto como en

cual,uier otro orden3 pero 5sta es otra

cuestión9 en primer lugar- estas aplicaciones

contingentes no constituyen de ninguna

manera el ob0etivo de la iniciación- al igual ,uelas ciencias tradicionales secundarias no

constituyen la esencia de una tradición3

seguidamente- 5stas tienen en sí mismas un

carácter totalmente dierente de a,ue(llo de

,ue estamos /ablando- pues parten de

principios ,ue no tienen nada ,ue ver con los

preceptos de la "moral" corriente- sobre todo

cuando se trata de la muy amosa "moral laica"

tan ,uerida de nuestros contemporáneos- y-por lo de(más- proceden de vías inase,uibles

para los proanos- en virtud de la naturale%a

misma de las cosas3 luego están dema(siado

le0os de lo ,ue alguien llamó un día- con estas

mismas palabras- "la preocu(pación por vivir

convenientemente") En tanto todo se limite a

"morali%ar" sobre los símbolos- con inten(


13/210

ciones tan loables como se ,uiera- no se

reali%ará ciertamente la obra de la iniciación9

pero volveremos sobre ello más adelante-

cuando /ablemos más particularmente de la

ense&an%a iniciática)

!os errores más sutiles- y por consi(

guiente más temibles- se producen a veces

cuando se /abla- a propósito de la iniciación-

de una "comunicación" con los estados

superiores o los "mundos espirituales"- y- ante

todo- se da demasiado a menudo la ilusión

,ue consiste en tomar por "superior" lo ,ue

realmente no lo es- sino ,ue simplemente

aparece como más o menos e1traordinario o

"anormal")

Nos ,uedaría en suma repetir a,uí todo

lo ,ue ya /emos dic/o en otra parte acerca de

la conusión entre lo psí,uico y lo espiritual

67B8- pues es el más recuentemente cometido

a este respecto3 los estados psí,uicos no

poseen- de /ec/o- nada de "superior" ni de

"trascendente"- ya ,ue 4nicamente orman

parte del estado individual /umano 6783 y-

cuando /ablamos de estados superiores delser- sin ning4n abuso de lengua0e-

entendemos por ello e1clusivamente los

estados supraindividuales) .lgunos llevan

incluso más le0os la conusión y /acen de lo

"espi(ritual" poco más o menos un sinónimo de

lo "invisible"- es decir- toman por tal-

indistintamente- todo lo ,ue no cae ba0o los

sentidos ordinarios y "normales"3 /emos visto

caliicar así /asta al mundo "et5rico"- es decir-simplemente la parte menos grosera del

mundo corporal) En estas condiciones- es muy

de temer ,ue la "comunicación" de ,ue se

trata- se redu%ca en deinitiva a la

"clarividencia"- a la "clariaudiencia"- o al

e0ercicio de cual,uier otra acultad psí,uica del

mismo g5nero y no menos insigniicante-

incluso aun cuando sea real) Es esto lo ,ue

ocurre siempre de /ec/o- y- en el ondo- todas

las escuelas pseudo(iniciáticas del #ccidente

moderno desembocan a,uí3 algunos toman

incluso e1presamente por ob0etivo "el

desarrollo de los poderes psí,uicos latentes

en el /ombre"3 deberemos todavía volver- másadelante- sobre esta cuestión de los preten(

didos "poderes psí,uicos" y de las ilusiones a

las cuales dan lugar)

Pero esto no es todo9 admitamos ,ue- en

el pensamiento de algunos- se trata verdade(

ramente de una comunicación con los estados

superiores3 ello estará todavía le0os de ser

suiciente para caracteri%ar a la iniciación) En

eecto- una comunicación seme0ante es esta(

blecida tambi5n por los ritos de orden

puramente e1ot5rico- especialmente por los

ritos religiosos3 no debe olvidarse ,ue-

igualmente en este caso- las inluencias

espirituales- y no simplemente psí,uicas-

entran realmente en 0uego- aun,ue para ines

totalmente dierentes a los relacionados con el

dominio iniciático) !a intervención de un

elemento "no /umano" puede deinir- de

manera general- a todo lo ,ue es aut5n(

ticamente tradicional3 pero la presencia de

este carácter com4n no es ra%ón suicien(te

para no establecer las necesarias dis(

tinciones- y en particular para conundir el

dominio religioso con el dominio iniciático- o

para ver entre ellos todo lo más una simple

dierencia de grado- cuando realmente /ay

una dierencia de naturale%a- e incluso-

podríamos decir- de naturale%a prounda)

Esta conusión es tambi5n muy re(cuente- sobre todo entre a,uellos ,ue pre(tenden estudiar la iniciación "desde uera"- conintenciones ,ue pueden ser por otra parte muydiversas3 tambi5n es indispensable denun(


14/210

ciarla ormalmente9 el esoterismo es esencial(mente algo distinto de la religión- y no laporción "interior" de una religión como tal-incluso cuando toma su base y su punto deapoyo en 5sta- como ocurre en ciertas ormastradicionales- en el Islamismo- por e0emplo

67F 8 3 y la iniciación es una especie de religiónespe(cial reservada a una minoría- comoparecen imaginarse- por e0emplo- los ,ue/ablan de los misterios antiguos caliicándolosde "religiosos" 67G8) No es posible desarrollara,uí todas las dierencias ,ue separan a losdominios religioso e iniciático- pues- a4n más,ue cuando se trataba solamente del dominiomístico- ,ue no es sino una parte del primero-ello nos llevaría con seguridad demasiado

le0os3 pero bastará- para lo ,ue pretendemosa/ora- precisar ,ue la religión considera al ser4nicamente en el estado individual /umano yno aspira en absoluto a /acerle salir de 5l-sino por el contrario a asegurarle lascondiciones más avorables en ese mismoestado 6


15/210

I5 LAS CON4ICIONES 4E LA INICIACIÓN

Podemos volver a/ora a la

cuestión de las condiciones de la

iniciación- y diremos en primer lu(

gar- aun,ue pueda parecer eviden(

te- ,ue la primera de estas condi(

ciones es una cierta aptitud o disposición

natural- sin la cual todo esuer%o sería vano-

pues el individuo no puede indiscutiblemente

desarrollar sino las posibilidades ,ue lleva en

5l desde el origen3 esta aptitud- ,ue /ace lo,ue algunos llaman el "iniciable"- constituye

propiamente la "cualiicación" re,uerida por

todas las tradiciones iniciáticas 6


16/210

/ace ,ue se est5 le0os de simpliicar la

cuestión3 en todo caso- /ay algo ,ue escapa a

todo control- lo ,ue podríamos e1presar

diciendo ,ue no /ay para el místico ning4n

"medio de conocimiento" 6


17/210

entonces- :por ,u5 no surgieron al estado

corporal por sí mismos- sin padres;) No es

esto una imposibilidad absoluta- y puede

concebirse un mundo en ,ue ocurra así3 pero-

de /ec/o- ese mundo no es el nuestro) Nos

reservamos- por supuesto- la cuestión de las

anomalías3 puede ,ue e1istan casos e1cep(cionales de "generación espontánea"- y- en el

orden espiritual- /emos aplicado /asta a/ora

esta e1pre(sión en el caso del místico3 pero

tambi5n /emos dic/o ,ue 5ste es un

"irregular"- mientras ,ue la iniciación es algo

esencialmente "regular"- ,ue nada tiene ,ue

ver con las anomalías) 'odavía altaría por

saber e1actamente /asta dónde pueden 5stasllegar3 deben- tambi5n- a0ustarse en deinitiva

a alguna ley- pues todas las cosas no pueden

e1istir sino como elementos del orden total y

universal) $ólo esto- si se ,uisiera rele1ionar-

podría bastar para /acer pensar ,ue los

estados reali%ados por el místico no son

precisamente los mismos ,ue los del iniciado-

y ,ue- si su reali%ación no está sometida a las

mismas leyes- es ,ue eectivamente de tratade algo distinto3 pero a/ora podemos de0ar por

completo de lado el caso del misticismo- sobre

el cual ya /emos /ablado bastante para lo ,ue

nos proponíamos establecer- para no consi(

derar e1clusivamente mas ,ue el de la

iniciación)

Nos alta en eecto precisar el papel de la

ad/esión a una organi%ación tradicional- ,ueno podría- por supuesto- dispensar de ning4n

modo del traba0o interior ,ue no puede cumplir

cada uno sino por sí mismo- pero ,ue es

necesaria- como condición previa- para ,ue

este mismo traba0o pueda eectivamente dar

sus rutos) Debe ,uedar comprendido- desde

a/ora- ,ue los ,ue se /an constituido en

depositarios del conocimiento iniciático no

pueden comunicarlo de una manera más o

menos comparable a como un proesor- en la

ense&an%a proana- comunica a sus alumnos

órmulas librescas ,ue deben almacenar en su

memoria3 se trata a,uí de algo ,ue- en su

propia esencia- es propiamente "incomuni(cable"- ya ,ue son estados a reali%ar interior(

mente) !o ,ue puede ense&arse son 4ni(

camente los m5todos preparatorios para la

obtención de estos estados3 lo ,ue puede ser

proporcionado desde uera a este respecto es

en suma una ayuda- un apoyo ,ue acilite

enormemente el traba0o a cumplir- y tambi5n

un control ,ue aparte los obstáculos y lospeligros ,ue puedan presentarse3 todo ello

está muy le0os de ser despreciable- y ,uien se

viera privado de esto correría el riesgo de

desembocar en un racaso- pero todavía esto

no 0ustiicaría completamente lo ,ue /emos di(

c/o cuando /ablábamos de una condición

necesaria) De modo ,ue no es esto lo ,ue

teníamos a la vista- al menos de manera

inmediata3 todo ello no interviene sino se(cundariamente- y en cual,uier caso a título de

consecuencias- tras la iniciación entendida en

su sentido más estricto- tal como /emos

indicado- y desde el momento en ,ue se trata

de desarrollar eectivamente la virtualidad ,ue

ella constituye3 pero a4n es preciso- ante todo-

,ue esta virtualidad pree1ista)

Es entonces otra cosa lo ,ue debe serentendido por la transmisión iniciática

propiamente dic/a- y no podríamos caracte(

ri%arla me0or ,ue diciendo ,ue 5sta es

esencialmente la transmisión de una inluencia

espiritual3 deberemos volver sobre ello más

ampliamente- pero- por el momento- nos

limitaremos a determinar más e1actamente el


18/210

papel ,ue desempe&a esta inluencia- entre la

aptitud natural propiamente in/erente al

individuo y el traba0o de reali%ación ,ue a

continuación se eectuará)

Aemos se&alado en otro lugar ,ue las

ases de la iniciación- al igual ,ue las de la"+ran #bra" /erm5tica ,ue no es en el ondo

sino una de sus e1presiones simbólicas-

reproducen las del proceso cosmogónico 6


19/210

5 4E LA REG;LARI4A4 INICI78ICA

!a ad/esión a una

organi%ación tradicional regular-como /emos dic/o- no es sola(

mente una condición necesaria

de la iniciación- sino ,ue es- incluso- lo ,ue

constituye la iniciación en el sentido más

estricto- tal como lo deine la etimología del

nombre ,ue la designa- y es ello lo ,ue está

en todas partes representado como un

"segundo nacimiento"- o una "regeneración")

$egundo nacimiento por,ue abre al ser a unmundo distinto a a,uel en el cual se e0erce la

actividad de su modalidad corporal- mundo

,ue constituirá para 5l el campo de desarrollo

de posibilidades de un orden superior3

"regeneración"- pues restablece así a este ser

en las prerrogativas ,ue eran naturales y

normales en las primeras edades de la

/umanidad- cuando 5sta no estaba todavía

ale0ada de la espiritualidad original para/undirse cada ve% más en la materialidad-

como debía /acerlo en el curso de las 5pocas

posteriores- y por,ue debe conducirle

principalmente- como primera etapa esencial

de su reali%ación- a la restauración del "estado

primordial"- ,ue es la plenitud y la perección

de la individualidad /umana- residiendo en el

punto central 4nico e invariable de donde el

ser podrá a continuación elevarse a losestados superiores)

Es preciso a/ora ,ue insistamos todavía

a este respecto sobre un punto de capital

importancia9 la ailiación de ,ue se trata debe

ser real y eectiva- y una supuesta ailiación

"ideal"- tal como algunos se complacen en

considerar de ve% en cuando en nuestra 5po(

ca- es por completo vana y de nulo eecto 6= 8 ) Deberemos

retornar más ampliamente sobre estas

consideraciones cuando /ablemos de los ritos

iniciáticos y de su eicacia3 por el momento- essuiciente retener ,ue /ay leyes a las ,ue es

or%osamente preciso tener en cuenta- a alta

de las cuales el resultado deseado no podría

ser alcan%ado- tal como un eecto ísico no

puede ser obtenido si uno no se sit4a en las

condiciones re,ueridas en virtud de las leyes a

las cuales su producción está condicionada3 y-


20/210

cuando se trata de una transmisión

eectivamente operada- esto implica maniies(

tamente un contacto real- sean cuales sean

por otra parte las modalidades por las cuales

podrá ser establecido- modalidades ,ue

estarán naturalmente determinadas por dic/as

leyes de la acción de las inluenciasespirituales a las cuales /emos /ec/o alusión)

De esta necesidad de una ad/esión

eectiva resultan inmediatamente numero(sas

consecuencias e1tremadamente importantes-

sea en cuanto al individuo ,ue aspira a la

iniciación- sea en lo ,ue concierne a las

organi%aciones iniciáticas en sí mismas3 y son

estas consecuencias lo ,ue nos proponemos

e1aminar a/ora) $abemos ,ue /ay- incluso

muc/os- a ,uienes estas consideraciones

parecerán muy poco agradables- sea por,ue

alterarán la idea demasiado cómoda y

"simplista" ,ue se /abían ormado de la

iniciación- sea por,ue destruirán algunas

pretensiones in0ustiicadas y algunas aser(

ciones más o menos interesadas- pero

desprovistas de toda autoridad3 pero estas son

cosas ante las cuales no podríamos dete(

nernos- por poco ,ue uera- no teniendo ni

pudiendo tener- a/ora como siempre- ninguna

otra preocupación ,ue la de la verdad)

En primer lugar- en cuanto al individuo-

es evidente- despu5s de lo ,ue acaba de ser

dic/o- ,ue su intención de ser iniciado- incluso

admitiendo ,ue sea real en 5l el intento de

unirse a una tradición de la cual /a podidotener alg4n conocimiento "e1terior"- no podría

en ab(soluto bastar para asegurarle la

iniciación real 6=@ 8 ) En eecto- no se trata a,uí

en ning4n modo de "erudición"- lo ,ue- como

todo lo ,ue depende del saber proano- no

tiene a,uí ning4n valor3 y no se trata tampoco

de ensue&os o de imaginación- no más ,ue de

cual,uier otra aspiración sentimental) $i uera

suiciente- para poderse llamar iniciado- leer

libros- aun,ue ueran las escrituras sagradas

de una tradición ortodo1a- acompa&adas

incluso- si se ,uiere- de sus comentarios más

proundamente esot5ricos- o de pensar más o

menos vagamente en cual,uier organi%aciónpasada o presente a la cual se otorga con

complacencia- y tanto más ácilmente cuando

es muy mal conocida- su propio "ideal" 6esa

palabra ,ue se emplea en nuestros días a

cada paso- y ,ue- signiicando todo lo ,ue se

,uiera- en el ondo no signiica realmente

nada8- esto sería ciertamente demasiado ácil3

y la cuestión previa de la "cualiicación" se

encontraría incluso por ello completamentesuprimida- pues cada uno- estando

naturalmente inducido a estimarse "bien y

debidamente cualiicado"- y siendo así a la ve%

0ue% y parte de su propia causa- des(cubriría

con seguridad sin diicultad e1ce(lentes

ra%ones 6e1celentes al menos a sus propios

o0os y seg4n las particulares ideas ,ue se

/aya or0ado8 para considerarse como iniciado

sin más ormalidades- y no vemos por ,u5debería detenerse a mitad de camino y no

desearía atribuirse de una sola ve% los grados

más trascendentes) .,uellos ,ue se imaginan

,ue se /an "iniciado" a sí mismos- tal co(mo

/emos dic/o- :no /an rele1ionado nunca en

las consecuencias más bien molestas ,ue

implica su airmación;) En estas condi(ciones-

no /ay nada de selección ni de control- nada

de "medios de reconocimiento"- en el sentidoen ,ue ya /emos empleado esta e1presión-

ninguna 0erar,uía posible- y- por supuesto-

nada de transmisión- sea cual sea3 en una

palabra- nada de lo ,ue caracteri%a

esencialmente a la iniciación y de lo ,ue de

/ec/o la constituye3 y- sin embargo- es esto lo

,ue algunos- con una asombrosa inconscien(


21/210

cia- osan presentar como una concepción

"moderni%ada" de la iniciación 6bien mo(

derni%ada- en eecto- y con seguridad di(gna

de los "ideales" laicos- democráticos e

igualitarios8- sin dudar de ,ue- en lugar de

/aber al menos iniciados "virtuales"- lo ,ue

despu5s de todo es todavía algo- no /abríanasí mas ,ue simples proanos erigidos

indebidamente en iniciados)

Pero abandonemos a,uí estas divaga(

ciones- ,ue pueden parecer despreciables3 si

/emos creído deber mencionarlas es por,ue

la incomprensión y el desorden intelectual ,ue

desgraciadamente caracteri%an a nuestra 5po(

ca les permiten propagarse con una deplo(

rable acilidad) !o ,ue debe comprenderse es

,ue- cuando se plantea el tema de la ini(

ciación- se trata e1clusivamente de cosas

serias y de realidades "positivas"- algo ,ue

diríamos de buen grado si los "cientiistas"

proanos no /ubieran abusado tanto de esta

palabra3 ,ue se acepten estas cosas tal como

son- o ,ue no se /able ya más de la iniciación3

no vemos ning4n t5rmino medio posible entre

estas dos actitudes- y más valdría renunciar

rancamente a toda iniciación ,ue dar este

nombre a lo ,ue no sería mas ,ue una vana

parodia- incluso sin las apariencias e1teriores

,ue tratan al menos todavía de salvaguardar

algunas otras alsiicaciones de las ,ue

deberemos /ablar despu5s)

Para volver a lo ,ue ue el punto de

partida de esta digresión- diremos ,ue espreciso no solamente ,ue el individuo tenga la

intención de ser iniciado- sino ,ue debe ser

"aceptado" por una organi%ación tradicional

regular- estando cualiicada para conerirle la

iniciación 6=B 8 - es decir- para transmitirle la

inluencia espiritual sin el reuer%o de la cual le

sería imposible- a pesar de todos sus

esuer%os- llegar 0amás a liberarse de las

limitaciones y obstáculos del mundo proano)

Puede ocurrir ,ue- en ra%ón de su alta

de "cualiicación"- su intención no en(cuentre

ninguna respuesta- por sincera ,ue pueda ser

por otra parte- pues 5sta no es la cuestión- y

en todo esto no se trata en absoluto de

"moral"- sino 4nicamente de reglas "t5cnicas"

reeridas a leyes "positivas" 6repetimos esta

palabra a alta de otra más adecuada8 y ,ue

se imponen con una necesidad tan ineluctable

como- en un orden distinto- las condiciones

ísicas y mentales indispensables para el

e0ercicio de ciertas proesiones) En seme0ante

caso- no se podrá 0amás considerar como

iniciado- sean cuales sean los conocimientos

teóricos ,ue llegue a ad,uirir por otros

conductos3 y es de presumir- por lo demás-

,ue- incluso con respecto a ello- no irá 0amás

muy le0os 6/ablamos naturalmente de una

comprensión verdadera- aun,ue todavía

e1terior- y no de la simple erudición- es decir-

una acumulación de nociones /aciendo

4nicamente llamamiento a la memoria- tal

como tiene lugar en la ense&an%a proana8-

pues el conocimiento teórico en sí mismo-

superando un cierto grado- supone ya

normalmente la "cualiicación" re,uerida para

obtener la iniciación- ,ue le permitirá

transormarlo- mediante la "reali%ación"

interior- en conocimiento eectivo- y así nadie

podría ser impedido de desarrollar las

posibilidades ,ue lleva verdaderamente en sí

mismo3 en deinitiva- no son apartados sino

a,uellos ,ue se ilusionan por su cuenta-

creyendo poder obtener algo ,ue- en realidad-

de(muestra ser incompatible con su natu(

rale%a individual)

Pasando a/ora a la otra parte de la

cuestión- es decir- la ,ue se relaciona con las


22/210

organi%aciones iniciáticas mismas- diremos

esto9 es muy evidente ,ue no se puede

transmitir lo ,ue no se posee3 en

consecuencia- es necesariamente preciso ,ue

una organi%ación sea eectivamente deposi(

taria de una inluencia espiritual para poderla

comunicar a los individuos ,ue se unen a ella3y esto e1cluye inmediatamente a todas las

ormaciones pseudoiniciáticas- tan numerosas

en nuestra 5poca y desprovistas de todo

carácter aut5nticamente tradicional)

En estas condiciones- en eecto- una

organi%ación iniciática no podría ser el

producto de una antasía individual3 no puede

estar undada- a la manera de una asociación

proana- sobre la iniciativa de algunas

personas ,ue deciden reunirse adoptando

unas ormas cuales,uiera3 e- incluso si estas

ormas no son por completo inventadas- sino

adoptadas de ritos realmente tradicionales de

los cuales sus undadores /abrían tenido

alg4n conocimiento por "erudición"- no serán

por ello más válidas- pues- a alta de iliación

regular- la transmisión de la inluencia

espiritual es imposible e ine1istente- si bien- en

seme0ante caso- no se tiene relación mas ,ue

con una vulgar imitación de la iniciación) K con

mayor ra%ón cuando no se trata mas ,ue de

reconstrucciones puramente /ipot5ticas- por

no decir imaginarias- de ormas tradicionales

desaparecidas tras un tiempo más o menos

remoto- como las del Egipto antiguo o las de

Caldea- por e0emplo3 e- incluso si /ubiera en el

empleo de tales ormas una voluntad seria de

ad(/erirse a la tradición a la cual /an perte(

necido- no serían más eicaces- pues nadie

puede unirse en realidad sino a algo ,ue tenga

una e1istencia actual- y todavía altaría para

esto- tal como di0imos en lo concerniente al

individuo- ser "aceptado" por los represen(

tantes autori%ados de la tradición a la cual se

reiera- de tal manera ,ue una organi%ación

aparentemente nueva no podrá ser legítima

mas ,ue si es como una prolongación de una

organi%ación pree1istente- de orma ,ue man(

tenga sin interrupción la continuidad de la

"cadena" iniciática)

En todo esto- no /emos /ec/o en suma sino

e1presar en otros t5rminos y más

e1plícitamente lo ,ue ya /abíamos di c/o

acerca de la necesidad de una ailiación

eectiva y directa y de la vanidad de una

ad/esión "ideal"3 y nadie debe- a este

respecto- de0arse enga&ar por las denomi(

naciones ,ue se atribuyen ciertas organi(

%aciones- a las ,ue no tienen ning4n derec/o-

pero ,ue intentan darse con ello una

apariencia de autenticidad) .sí- por tomar un

e0emplo ,ue ya /emos citado en otras

ocasiones- e1iste una multitud de agrupa(

ciones- de origen totalmente reciente- ,ue se

dicen "rosacrucianas"- sin /aber tenido 0amás

el menor contacto con los *osacruces- ni

si,uiera a trav5s de alguna vía indirecta y

degradada- y sin incluso saber lo ,ue ellos /an

sido en realidad- ya ,ue se los representan

casi invariablemente como /abiendo constitui(

do una "sociedad"- lo cual es un error grosero

y especíicamente moderno) No se debe ver

en esto- lo más recuentemente- sino la

necesidad de engalanarse con un título o la

voluntad de imponerse a los ingenuos3 pero-

incluso considerando el caso más avorable-

es decir- si se admite ,ue la constitución de

algunos de estos grupos proviene de un deseo

sincero de ad/erirse "idealmente" a los

*osacruces- no será todavía esto- ba0o el

punto de vista iniciático- mas ,ue una pura

nada) !o ,ue decimos acerca de este e0emplo

particular se aplica por otra parte de orma

parecida a todas las organi%aciones

inventadas por los ocultistas y otros


23/210

"neoespiritualistas" de todo g5nero y deno(

minación- organi%aciones ,ue- sean cuales

sean sus pretensiones- no pueden- en verdad-

ser caliicadas sino de "pseudoiniciáticas"-

pues no tienen en absoluto nada real ,ue

transmitir- y lo ,ue presentan no es sino una

alsiicación- incluso muy a menudo unaparodia o una caricatura de la iniciación 6=8)

.&adiremos todavía- como conse(

cuencia de lo ,ue precede- ,ue- a4n cuando

se trata de una organi%ación aut5nticamente

iniciática- sus miembros no tienen el poder de

cambiar las ormas a su anto0o o de alterarlas

en lo ,ue tienen de esencial3 ello no e1cluye

ciertas posibilidades de adaptación a las

circunstancias- ,ue por otra parte se imponen

a los individuos más bien ,ue derivan de su

voluntad- pero ,ue- en todo caso- están

limitadas por la condición de no atentar contra

los medios por los cuales está asegurada la

conservación y la transmisión de la inluencia

espiritual de la cual es depositaria la

organi%ación considerada3 si esta condición no

uera observada- resultaría una verdadera

ruptura con la tradición- ,ue /aría perder a

esta organi%ación su "regularidad") Por otro

lado- una organi%ación iniciática no puede legí(

timamente incorporar a sus ritos elementos

tomados de ormas tradicionales distintas a las

,ue seg4n la cual está regularmente

constituida 6=F83 tales elementos- cuya adap(

tación tendría un carácter totalmente artiicial-

no representarían sino simples antasías

redundantes- sin ninguna eicacia desde el

punto de vista iniciático- y ,ue consecuen(

temente no a&adirían absolutamente nada de

real- pero cuya presencia no podría ser- en

ra%ón de su /eterogeneidad- sino una causa

de disturbios y de desarmonía3 el peligro de

tales me%clas está por lo demás muy le0os de

,uedar limitado al dominio iniciático- y es un

punto lo demasiado importante como para

merecer ser tratado aparte) !as leyes ,ue

presiden el mane0o de las inluencias

espirituales son por otra parte algo demasiado

comple0o y delicado como para ,ue a,uellos

,ue no poseen un conocimiento suiciente

puedan permitirse impunemente aportarmodiicaciones más o menos arbitrarias en las

ormas rituales- en las ,ue todo tiene su ra%ón

de ser- y cuyo alcance e1acto se les escapa)

!o ,ue claramente se desprende de todo

esto es la nulidad de las iniciativas individuales

en cuanto a la constitución de las

organi%aciones iniciáticas- sea en lo ,ue

concierne a su origen mismo- sea en relación

con las ormas ,ue revisten3 y puede

se&alarse a propósito de esto ,ue- de /ec/o-

no e1isten ormas rituales tra(dicionales a las

cuales puedan asignár(seles como autores

individuos determinados) Es ácil comprender

,ue sea así- si se piensa ,ue la meta esencial

y inal de la iniciación sobrepasa el dominio de

la individualidad y sus posibilidades particu(

lares- lo ,ue sería imposible si estuviera

reducido a medios de orden puramente

/umano3 de esta simple indicación- sin ir

si,uiera al ondo de la cuestión- puede

entonces deducirse inmediatamente ,ue es

necesaria la presencia de un elemento "no

/umano"- y este es en eecto el carácter de la

inluencia espiritual cuya transmisión

constituye la iniciación propiamente dic/a)

*egresar al Indice


24/210

5I S6N8ESIS : SINCRE8IS9O

Aace un momento di0imos

,ue no solamente es in4til-sino a veces incluso peligro(

so- pretender me%clar ele(

mentos rituales pertenecien(

tes a ormas tradicionales

dierentes- y ,ue por otra

parte esto no es 4nicamente cierto para el

dominio iniciático al cual nos dedicamos

principalmente3 en eecto- tambi5n lo es en

realidad para todo el con0unto del dominiotradicional- y no creemos carente de inter5s

considerar a,uí esta cuestión de orma

general- aun,ue ello pueda parecer ,ue nos

ale0e un poco de las consideraciones ,ue se

reieren más directamente a la iniciación)

Como la me%cla de ,ue se trata no representa

por otra parte sino un caso particular de lo ,ue

puede propiamente llamarse "sincretismo"-

debemos comen%ar- a este propósito- porprecisar lo ,ue debe ser entendido por ello-

tanto más cuanto ,ue a,uellos de nuestros

contemporáneos ,ue pretender estudiar las

doctrinas tradicionales sin penetrar en abso(

luto en su esencia- especialmente ,uienes las

consideran ba0o un punto de vista "/istórico" y

de pura erudición- tienen recuentemente una

molesta tendencia a conundir "síntesis" por

"sincretismo") Esta indicación se aplica- demanera general- al estudio "proano" de las

doctrinas de orden e1ot5rico tanto como a las

de orden esot5rico3 la distinción entre unas y

otras se /ace por otra parte raramente como

debería /acerse- y es de esta orma como la

supuesta "ciencia de las religiones" trata una

multitud de cosas ,ue no tienen en realidad

nada de "religioso"- como por e0emplo- tal

como ya indicamos anteriormente- los

misterios iniciáticos de la antigedad) Esta

"ciencia" airma sin ambages su carácter

"proano" en el peor sentido de la palabra-

planteando de principio ,ue a,uel ,ue está

uera de toda religión- y ,ue- en consecuencia-no puede tener de la religión 6diríamos más

bien de la tradición- sin especiicar ninguna

modalidad en particular8 sino un conocimiento

por completo e1terior- es el 4nico cualiica(do

para ocuparse de ello "cientíicamente") !a

verdad es ,ue- ba0o el prete1to de un

conocimiento desinteresado- se disimula una

intención claramente antitradicional9 se ocupa

de una "crítica" destinada ante todo- en elespíritu de sus promotores- y ,ui%á menos

conscientemente entre ,uienes les siguen- a

destruir toda tradición- no ,ueriendo- intencio(

nadamente- ver sino un con0unto de /ec/os

psicológicos- sociales o de otro tipo- pero en

todo caso puramente /umanos) No insisti(

remos por otra parte más sobre todo esto-

pues- aparte de ,ue ya /emos tenido recuen(

temente ocasión de /acerlo- no nos pro(ponemos por el momento mas ,ue se&a(lar

una conusión ,ue- aun,ue característica de

esta especial mentalidad- puede evidente(

mente e1istir tambi5n independientemente de

esta intención antitradicional)

El "sincretismo"- entendido en su sentido

real- no es nada mas ,ue una simple

yu1taposición de elementos de procedencias

diversas- agrupados "desde uera"- por así

decir- sin ,ue ning4n principio de orden más

proundo venga a uniicarlos) Es evidente ,ue

un ensambla0e seme0ante no puede constituir

realmente una doctrina- al igual ,ue un

montón de piedras no constituye un ediicio3 y-

si a veces da esta impresión a ,uienes lo

consideran supericialmente- esta ilusión no


25/210

podría resistir a un e1amen un poco serio) No

/ay necesidad de ir muy le0os para encontrar

aut5nticos e0emplos de este sincretismo9 las

modernas alsiicaciones de la tradición- como

el ocultismo y el teosoismo- no son otra cosa

en el ondo 6=G83 nociones ragmentarias toma(

das de dierentes ormas tradicionales- ygeneralmente mal comprendidas y más o

menos deormadas- se encuentran me%cladas

con concepciones pertenecientes a la ilosoía

y a la ciencia proana) #curre lo mismo con las

teorías ilosóicas ormadas casi e1clusi(

vamente de ragmentos de otras teorías- y

a,uí el sincretismo toma /abitualmente el

nombre de "eclecticismo"3 pero este caso es

en suma menos grave ,ue el anterior- ya ,ueno se trata sino de ilosoía- es decir- un

pensamiento proano ,ue- al menos- no

pretende /acerse pasar por algo distinto a lo

,ue es)

El sincretismo- en todos los casos- es siempre

un m5todo esencialmente proano- por su

propia "e1terioridad"3 y no solamente no es

una síntesis- sino- en un cierto sentido- incluso

todo lo contrario) En eecto- la síntesis- por

deinición- parte de los principios- es decir- de

lo más interior3 va- podría decirse- del centro a

la circun(erencia- mientras ,ue el sincretismo

se mantiene en la circunerencia- en la pura

multiplicidad- en cual,uier caso "atómica"- y en

el detalle indeinido de los elementos tomados

uno a uno- considerados en sí mismos y por sí

mismos- y separados de su principio- es decir-

de su verdadera ra%ón de ser) El sincretismo

tiene entonces un carácter totalmente

analítico- lo ,uiera o no3 es cierto ,ue nadie

/abla tan recuentemente ni tan de buen grado

de síntesis como algunos "sincretistas"- pero

ello no prueba sino lo siguiente9 y es ,ue

sienten ,ue- si reconocieran la naturale%a real

de sus teorías compuestas- conesarían con

ello ,ue no son los depositarios de ninguna

tradición- y ,ue el traba0o al cual se entregan

no diiere para nada de a,uel ,ue el primer

"investigador" ,ue apareciera podría /acer

ensamblando bien o mal las variadas nociones

,ue /ubiera e1traído de los libros)

$i 5stos tienen un evidente inter5s en

/acer pasar su sincretismo por una síntesis- el

error de a,uellos de ,uienes /ablábamos al

principio se produce generalmente en sentido

inverso9 cuando se encuentran en presencia

de una verdadera síntesis- de0an raramente de

caliicarla de sincretismo) !a e1plicación de se(

me0ante actitud es en el ondo bien simple9

manteni5ndose ba0o el punto de vista lo más

estrec/amente proano y e1terior ,ue se

pueda concebir- no tienen ninguna consciencia

de un orden distinto- y- como no ,uieren o no

pueden admitir ,ue algunas cosas se les

escapan- buscan naturalmente reducirlas a los

procedimientos ,ue están al alcance de su

propia comprensión) Imaginándose ,ue toda

doctrina es 4nicamente obra de uno o varios

individuos /umanos- sin ninguna intervención

de elementos superiores 6pues no debe

olvidarse ,ue 5ste es el postulado unda(

mental de toda su "ciencia"8- atribuyen a estos

individuos lo ,ue ellos mismos se(rían

capaces de /acer en un caso parecido3 y no

es preciso por otra parte decir ,ue no se

preocupan en ning4n modo de saber si la

doctrina ,ue estudian a su manera es o no

e1presión de la verdad- pues tal cuestión- no

siendo "/istórica"- no se plantea para ellos) Es

incluso dudoso ,ue conciban 0amás la idea de

,ue pueda /aber una verdad de un orden

distinto a la simple "verdad del /ec/o"- la 4nica

,ue puede ser ob0eto de erudición3 en cuanto

al inter5s ,ue un tal estudio pueda presentar

para ellos en estas condiciones- debemos

conesar ,ue nos es del todo imposible


26/210

tomarlo en cuenta- ya ,ue proviene de una

mentalidad ,ue nos es a0ena)

$ea como sea- lo ,ue es particularmente

importante se&alar es ,ue la alsa concepción

,ue ,uiere ver sincretismo en las doctrinas

tradicionales tiene como consecuencia directa

e inevitable lo ,ue se podría llamar la teoría de

los "pr5stamos"9 cuando se constata la e1is(

tencia de elementos similares en dos ormas

doctrinales dierentes- se apresura a suponer

,ue una de ellas debe /aberlos tomado

prestados a la otra) Por supuesto- no se trata

en absoluto a,uí del origen com4n de las

tradiciones- ni de su iliación aut5ntica- con la

transmisión regular y las adaptaciones suce(

sivas ,ue ello comporta3 todo esto- escapando

por completo a los medios de investigación de

,ue dispone el /istoriador proano- no e1iste

literalmente para 5l) $e desea /ablar 4nica(

mente de pr5stamos en el sentido más

grosero de la palabra- de una especie de copia

o de plagio de una tradición por otra con la

cual se /a puesto en contacto a causa de

circunstancias totalmente contingentes- de una

incorporación accidental de elementos sueltos-

no respondiendo a ninguna ra%ón prounda

6>H83 y es esto- eectivamente- lo ,ue implica la

deinición misma de sincretismo)

Por otro lado- nadie se pregunta si no es

normal ,ue una misma verdad reciba e1pre(

siones más o menos seme0antes o al menos

comparables entre ellas- independientemente

de todo pr5stamo- y no pueden preguntárselo-ya ,ue- como anteriormente di0imos- se está

decidido a ignorar la e1istencia de esta ver(

dad) Esta 4ltima e1plicación sería por lo de(

más insuiciente sin la noción de la unidad tra(

dicional primordial- aun,ue al menos represen(

taría un cierto aspecto de la realidad3 a&adire(

mos ,ue no debe en absoluto ser conundida

con una teoría distinta- no menos proana ,ue

la de los "pr5stamos"- aun,ue de otro g5nero-

y ,ue apela a lo ,ue se /a convenido en

denominar la "unidad del espíritu /umano"- en(

tendiendo 5sta en un sentido e1clusivamente

psicológico- en el cual- de /ec/o- no e1iste tal

unidad- e implicando- además- ,ue toda doc(trina no sea sino un simple producto de este

"espíritu /umano"- de manera ,ue este

"psicologismo" no considera la cuestión de la

verdad doctrinal más ,ue el "/istoricismo" de

los partidarios de la e1plicación sincr5tica) 6>78)

$e&alaremos a4n ,ue la misma idea del

sincretismo y de los "pr5stamos"- aplicada es(

pecialmente a las Escrituras tradicionales- da

nacimiento a la b4s,ueda de "uentes" /ipot5(

ticas- así como a la suposición de "interpola(

ciones"- ,ue es- como se sabe- uno de los ma(

yores recursos de la "crítica" en su obra des(

tructiva- cuyo 4nico ob0etivo real es la nega(

ción de toda inspiración "supra/umana")

Esto se vincula estrec/amente con la

intención antitradicional ,ue indicábamos al

principio3 y lo ,ue ante todo debe retenersea,uí es la incompatibilidad de toda e1plicación

"/umanista" con el espíritu tradicional- incom(

patibilidad ,ue en el ondo es además evi(

dente- pues no tener en cuenta el elemento

"no /umano" es propiamente desconocer lo

,ue es la esencia misma de la tradición- sin la

cual nada /ay ,ue mere%ca llevar este nom(

bre) Por otra parte- es suiciente- para reutar

la concepción sincretista- recordar ,ue todadoctrina tradicional tiene necesariamente co(

mo centro y punto de partida el conocimiento

de los principios metaísicos- y ,ue todo lo ,ue

además comporta- a título más o menos se(

cundario- no es en deinitiva sino la aplicación

de estos principios en dierentes dominios3 es(

to signiica ,ue es esencialmente sint5tica- y-


27/210

despu5s de lo ,ue ya /emos e1plicado- la

síntesis- por su propia naturale%a- e1cluye

todo sincretismo)

$e puede ir un poco más le0os9 si es

imposible ,ue /aya sincretismo en las

doctrinas tradicionales- es igualmente im(

posible ,ue lo /aya entre ,uienes ver(

daderamente las /an comprendido- y ,ue- por

esto mismo- /an comprendido or%osamente

tambi5n la vanidad de tal procedimiento- así

como de todos los ,ue son propios del

pensamiento proano- y no tienen- por lo

demás- ninguna necesidad de recurrir a ellos)

'odo lo ,ue realmente está inspirado en el

conocimiento tradicional procede siempre del

"interior" y no del "e1terior"3 cual,uiera ,ue

tenga conciencia de la unidad esencial de

todas las tradiciones puede- para e1poner e

inter(pretar la doctrina- recurrir- seg4n el caso-

a medios de e1presión procedentes de ormas

tradicionales diversas- si estima ,ue con ello

tiene alguna venta0a3 pero 0amás /abrá a,uí

nada ,ue pueda ser asimilado de cerca o de

le0os a un sin(cretismo cual,uiera o al "m5todo

compa(rativo" de los eruditos) Por una parte- la

unidad central y principial lo ilumina y lo

domina todo3 por otra- estando ausente esta

unidad- o- me0or dic/o- oculta a las miradas

del "buscador" proano- 5ste no puede sino

tantear en las "tinieblas e1teriores"- actuando

vanamente en medio de un caos al ,ue solo

podría organi%ar el Fiat Lux iniciático- ,ue-

alto de "cualiicación"- 0amás será proerido

por 5l)

*egresar al Indice

5II CON8RA LA 9E


28/210

esor%arse por comprender las demás ormas

tan completa y proundamente como sea

posible- sino 4nicamente ,ue- en la práctica-

no debe /acer uso de medios rituales o de

otro tipo pertenecientes a ormas dierentes- lo

,ue- como di0imos- sería no solamente in4til y

vano- sino incluso per0udicial y peligroso endiversos aspectos 6>>8)

!as ormas tradicionales pueden ser

comparadas a vías ,ue conducen a un mismo

in 6>@8- pero ,ue- en tanto vías- no de0an de

ser distintas3 es evidente ,ue no se pueden

seguir muc/as a la ve%- y ,ue- cuando se está

ligado a una de ellas- conviene seguirla /asta

el inal y sin desviarse- pues ,uerer pasar de

una a otra sería el me0or medio de no avan%ar

en realidad- incluso de correr el riesgo de

e1traviarse completamente) No es sino ,uien

/a llegado al t5rmino ,uien- por eso mismo-

domina todas las vías- y ello sin necesidad de

seguirlas3 podrá entonces- si /a lugar-

practicar indistintamente todas las ormas-

pero precisamente por,ue las /a superado y

por,ue- para 5l- están en adelante uniicadas

en su principio com4n) +eneralmente- por lo

demás- continuará entonces ateni5ndose e1te(

riormente a una orma deinida- aun,ue no sea

sino a título de "e0emplo" para ,uienes le

rodean y no /an alcan%ado el mismo punto

,ue 5l3 pero- si las circunstancias particulares

lo e1igen- podrá tambi5n participar en otras

ormas- ya ,ue- desde el punto en ,ue se

encuentra- no /ay entre ellas ninguna

dierencia real) Por supuesto- desde el

momento en ,ue estas ormas están así

uniicadas para 5l- no podría en absoluto

/aber en ello ning4n tipo de me%cla o

conusión- lo ,ue necesariamente /ace

suponer la e1istencia de la diversidad como

tal3 y- repetimos- se trataría solo de a,uel ,ue

eectivamente está más allá de esta

diversidad9 las ormas- para 5l- no poseen el

carácter de vías o de medios- de los cuales no

tiene necesidad- y no subsisten mas ,ue en

tanto e1presiones de la Verdad una- e1pre(

siones de las cuales es tan legítimo servirse

seg4n las circunstancias como lo es el /ablar

en dierentes lenguas para /acerse com(prender por a,uellos a ,uienes se dirige 6>B8)

Aay en suma- entre este caso y el de una

ilegítima me%cla de ormas tradicionales- tanta

dierencia como la ,ue /emos indicado- de

manera general- entre síntesis y sincretismo- y

esta es la ra%ón por la ,ue /a sido necesario-

a este respecto- precisar esto de principio) En

eecto- ,uien considera a todas las ormas en

la unidad de su principio- como /emos dic/o-

tiene por ello una visión esencialmente sint5(

tica- en el más riguroso sentido de la palabra3

no puede situarse sino en el interior de todas

por igual- e incluso deberíamos decir en el

punto ,ue es para todas el más interior- ya

,ue verdaderamente es su centro com4n)

*etomando la comparación ,ue empleába(

mos antes- todas las vías- partiendo de puntos

dierentes- se van apro1imando de más en

más- aun,ue permaneciendo siempre dis(

tintas- /asta ,ue desembocan en ese centro

4nico 6>8 3 pero- vistas desde el centro- no son

en realidad sino rayos ,ue emanan y por

medio de los cuales se está en relación con

los m4ltiples puntos de la circunerencia 6>F8)

Estos dos sentidos- inversos el uno del otro-

seg4n los cuales pueden ser consideradas las

propias vías- corresponden e1actamente a los

puntos de vista respectivos de ,uien está "de

camino" /acia el centro y de ,uien /a llegado

a 5l- y cuyos estados- precisamente- son re(

cuentemente descritos- en el simbolismo

tradicional- como el del "via0ero" y el del

"sedentario")


29/210

Este 4ltimo es tambi5n comparable al de

,uien- permaneciendo en la cima de una

monta&a- observa igualmente- sin tener ,ue

despla%arse- las dierentes vertientes- mien(

tras ,ue ,uien escala esta misma monta&a no

ve sino la parte más cercana a 5l3 y es

evidente ,ue solo la visión ,ue tiene el primeropuede ser llamada sint5tica)

Por otra parte- ,uien no está en el centro

or%osamente está siempre en una posición

más o menos "e1terior"- incluso con respecto a

su propia orma tradicional- y con mayor ra%ón

con respecto a las demás3 luego si ,uiere- por

e0emplo- cum(plir los ritos pertenecientes a

otras ormas dierentes- pretendiendo utili%arsimultá(neamente unos y otros como medios o

"soportes" de su desarrollo espiritual- no podrá

asociarlos sino "desde uera"- lo ,ue viene a

decir ,ue no /ará sino sincretismo- ya ,ue

5ste consiste 0ustamente en una tal me%cla de

elementos incone1os ,ue no uniican real(

mente nada) 'odo lo ,ue se /a dic/o contra el

sincretismo en general sirve entonces para

este caso en particular- e incluso- podríamosdecir- con ciertos agravantes9 en tanto ,ue no

apercepciones sobre la iniciación

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