anderson, kevin j. - trilogía de la academia jedi 2 - el discípulo de la fuerza oscura

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    EL DISCPULO DE

    LA FUERZA OSCURA

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    La enorme esfera anaranjada de Yavin, el planeta gaseoso, fue subiendo sobre elhorizonte de su cuarta luna. Una suave claridad neblinosa se extendi por encima de lacontinua agitacin de las junglas y los antiguos templos de piedra.

    Luke Skywalker utiliz una tcnica de tonificacin Jedi para eliminar el cansancio de suorganismo. Haba dormido profundamente, pero el futuro de la Nueva Repblica y de toda lagalaxia era un peso tan grande como agotador.

    Luke se encontraba en el cuadrado que serva de cima al Gran Templo, que haba sido

    abandonado haca milenios por la ya desaparecida raza massassi. Los rebeldes habanconstruido una base secreta en las ruinas durante los primeros enfrentamientos entre laAlianza y el Imperio, y la haban utilizado para lanzar su desesperado ataque contra la primeraEstrella de la Muerte. Haban transcurrido once aos desde la marcha de los rebeldes, y Lukehaba vuelto a la cuarta luna de Yavin.

    Se haba convertido en un Maestro Jedi. Sera el primero de una nueva generacin deJedis, como aquellos que haban protegido a la Repblica durante un millar de generaciones.Los antiguos Caballeros Jedi haban sido respetados y poderosos hasta que Darth Vader y elEmperador iniciaron una persecucin implacable contra ellos y acabaron prcticamente contodos.

    Luke haba recibido el apoyo de Mon Mothma, la Jefe de Estado de la Nueva Repblica,para emprender la bsqueda de quienes tuvieran el potencial de utilizar la Fuerza y encontrarcandidatos al adiestramiento que pudieran acabar formando parte de una nueva orden Jedi.Luke ya haba conseguido llevar una docena de estudiantes a su academia de Yavin 4, peroan no estaba muy seguro de cul sera la mejor manera de adiestrarlos.

    La instruccin que le haban proporcionado Obi-Wan y Yoda no haba sido muy larga, ydesde aquel entonces Luke haba ido descubriendo ciertas facetas de la sabidura Jedi que lehaban hecho comprender lo mucho que ignoraba todava. Incluso un Jedi tan grande comoObi-Wan Kenobi haba fracasado con su estudiante y haba permitido que Anakin Skywalker

    acabara convirtindose en el monstruo que haba sido conocido con el nombre de Darth Vader.Luke se encontraba en una posicin donde se esperaba de l que instruyera a otros sincometer errores.

    Hazlo o no lo hagas haba dicho Yoda, porque el intentarlo no existe.

    Luke permaneci inmvil sobre las fras y lisas piedras de la cima y contempl la junglaque iniciaba su despertar. Poda oler la mirada de aromas tanto dulces como almizclados queiban surgiendo a medida que la atmsfera se calentaba bajo la luz del amanecer. El perfumede las enormes orqudeas y el acre olor a especias de los matorrales de hoja azul subanflotando desde el suelo hasta l.

    Luke cerr los ojos y dej que sus manos colgaran relajadas a los lados con los dedosextendidos. Despus permiti que su mente se fuera abriendo y se relaj. Extrajo energa de laFuerza, y fue rozando con sus pensamientos las ondulaciones creadas por las numerosas

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    formas de vida de las selvas que se extendan por debajo de l. Sus sentidos agudizados por laFuerza le permitan or el susurrar de millones de hojas, los chasquidos de las ramitas y elveloz correteo de los pequeos animales que iban y venan por entre la espesura.

    Un roedor se debati y muri dejando escapar un chillido de dolor y terror cuando undepredador lo aplast entre sus mandbulas. Criaturas voladoras se cantaban canciones de

    apareamiento unas a otras a travs del espeso follaje de las copas de los rboles. Grandesmamferos herbvoros se alimentaban con hojas, arrancando brotes tiernos de las ramas msaltas o hurgando entre la vegetacin medio podrida de la selva para encontrar hongos.

    Un caudaloso ro de aguas clidas, una cinta azul zafiro sobre la que flotaban remolinos ycorrientes de fango marrn, flua junto al Gran Templo, apenas visible bajo la exuberancia delos rboles. El ro se bifurcaba para enviar un tributario que dejaba atrs la antigua central deenerga de los rebeldes, que Luke y Erreds haban reparado mientras hacan los preparativospara instalar la Academia Jedi en la luna. Luke capt la presencia de un gran depredadoracutico que acechaba en las sombras all donde el ro envolva un rbol sumergido a mediopudrir, esperando que criaturas parecidas a peces mucho ms pequeas pasaran junto a l.

    Las plantas crecan. Los animales se multiplicaban. La luna despertaba a un nuevo da.Yavin 4 estaba vivo, y Luke Skywalker se sinti refrescado y lleno de energas.

    Luke aguz el odo y oy cmo dos personas se iban aproximando por entre la frondosaespesura. Avanzaban sin hablar y sin hacer ruido, pero aun as Luke pudo percibir el cambioque se iba produciendo en la jungla a medida que dos de sus candidatos a convertirse ennuevos Caballeros Jedi se abran paso a travs de la vegetacin.

    Su momento de introspeccin haba terminado. Luke sonri v decidi bajar a recibirles.

    Gir sobre s mismo para bajar a las salas y pasillos de piedra repletos de ecos del

    templo, y alz la vista hacia el cielo con el tiempo justo de ver los rastros de vapor dejados poruna lanzadera que estaba descendiendo a travs de la hmeda atmsfera de Yavin 4. Luke sesorprendi un poco al comprender que ya haba llegado el momento de que recibieran unnuevo envo de suministros.

    Haba estado tan absorto en la tarea de adiestrar nuevos Jedi que ya no estaba muy alcorriente del curso de la poltica galctica, pero cuando vio la lanzadera sinti un deseo tanrepentino como intenso de tener noticias sobre Leia, Han y sus nios. Esperaba que el piloto letraera alguna.

    Luke hizo caer la capucha de su capa Jedi marrn con un encogimiento de hombros. Laprenda resultaba un poco calurosa en la humedad de la jungla, pero Luke ya no notaba las

    pequeas incomodidades fsicas. Haba caminado a travs del fuego en Eol Sha y haba ido alas minas de especia de Kessel, y un poco de transpiracin era algo tan insignificante que yano poda molestarle.

    Cuando los rebeldes instalaron su base oculta en el templo massassi eliminaron laabundante vida vegetal de las cmaras y pasillos. Al otro lado del ro se alzaba un segundotemplo de grandes dimensiones, y segn las inspecciones llevadas a cabo desde una rbitacercana, haba ms estructuras enterradas bajo aquella implacable capa de vegetacin, pero laAlianza estaba demasiado ocupada en su guerra contra el Imperio y no poda dedicar sutiempo a las investigaciones arqueolgicas detalladas. La raza desaparecida de losconstructores de templos segua siendo un misterio tan insondable como lo haba sido cuando

    los rebeldes pusieron los pies por primera vez en Yavin 4.

    El suelo enlosado de los pasillos del templo tena algunos baches y desniveles, pero

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    continuaba estando notablemente intacto despus de siglos de exposicin a los elementos.Luke utiliz un turboascensor para bajar desde la cima hasta el tercer nivel, donde otrosestudiantes dorman o meditaban bajo los primeros rayos de luz del amanecer. Erreds rodhacia l para recibirle cuando Luke sali del turboascensor. Las ruedas del androide girabancon un suave zumbido sobre las desigualdades de las losas, y su cabeza hemisfrica gir enun sentido y en otro emitiendo un chorro de parloteo electrnico dirigido a Luke.

    S, Erreds, ya he visto bajar la lanzadera replic Luke. Te importara ir al claro paradarles la bienvenida en mi nombre? Gantoris y Streen estn regresando de su estancia en lajungla. Quiero saludarles y enterarme de qu han encontrado.

    Erreds accedi con un pitido y fue hacia una rampa de piedra. Luke sigui avanzandopor la fresca penumbra del templo, percibiendo el olor a moho de la atmsfera estancada y losacres olores polvorientos de las piedras que se haban desprendido de la estructura. En lospasillos an haba unos cuantos estandartes de la antigua Alianza colgados sobre las puertasde habitaciones vacas.

    La Academia Jedi de Luke no tena nada de lujosa y, de hecho, apenas se la podaconsiderar cmoda. Pero tanto l como sus estudiantes estaban llevando a cabo una labor muyimportante que absorba todas sus energas y no les dejaba tiempo para pensar en laspequeas comodidades cotidianas. Luke no haba hecho desaparecer todos los daosprovocados por el paso del tiempo, pero haba reparado y modernizado los paneles luminosos,los sistemas de agua y los preparadores y dispensadores de alimentos que haba instalado laAlianza en su da.

    Lleg al primer nivel del templo, y vio las puertas medio levantadas del hangar alzndoseante l como la oscura hendidura de una boca colosal. Luke capt ecos del pasado en elinterior del hangar, un residuo casi imperceptible de combustible y refrigerante para cazasmezclado con los restos de polvo y grasa que haban quedado acumulados en los rincones.Sali a la jungla, y parpade bajo la acuosa y dbil claridad del sol mientras las nieblasbrotaban del suelo hmedo y se evaporaban en la atmsfera.

    Luke haba sabido calcular el momento a la perfeccin, y oy aproximarse a sus dosestudiantes mientras se abra paso por entre la abundante vegetacin.

    Luke enviaba a sus estudiantes a la jungla en parejas para que aprendieran a utilizar almximo sus recursos y tuvieran una oportunidad de practicar la concentracin sininterrupciones. Estar a solas y no disponer de ms capacidades que las suyas propias permitaque los estudiantes desarrollaran sus poderes de concentracin percibiendo y estudiando otrasformas de vida y entrando en contacto con la Fuerza.

    Luke alz la mano en un gesto de saludo cuando los dos estudiantes emergieron de entrelos helechos plumosos y los exuberantes matorrales de hoja azul. Gantoris, alto y moreno,separ unas gruesas ramas y fue hacia Luke. Su frente, amplia y despejada, se haba vueltoan ms grande mediante el rasurado de las cejas, y su piel estaba curtida por lasinclemencias del tiempo. Gantoris haba vivido sin inmutarse entre los giseres y las mareas delava en Eol Sha, pero pareci sobresaltarse un poco al ver al Maestro Jedi. Aun as, logrocultar su primera reaccin al instante.

    Cuando viva en su mundo infernal, Gantoris haba utilizado el talento innato con laFuerza que posea para mantener unido y con vida a un grupito de colonizadores que habansido olvidados por todos. Gantoris haba tenido pesadillas en las que vea a un terrible hombreoscuro que le tentara con la promesa del poder para acabar destruyndole. Al principio habapensado que Luke era aquel hombre, y haba credo que Luke, que haba aparecido vestidocon su oscura capa Jedi y haba cruzado un campo de giseres para pedirle que viniera a su

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    academia, era el desconocido de sus pesadillas. Gantoris haba puesto a prueba a Lukeobligndole a atravesar un mar de lava y a trepar por entre los giseres.

    Detrs de Gantoris vena Streen, el segundo candidato que Luke haba encontrado en subsqueda de potenciales Jedi. Streen haba vivido como buscador de gases en una ciudadflotante abandonada del planeta Bespin. Streen era capaz de predecir los momentos en que

    tendran lugar las erupciones de gases valiosos dentro de las capas de nubes. Luke habatentado al buscador de gases, con la capacidad de mantener fuera de su cabeza el continuoclamor de voces, que Streen oa siempre que iba a una zona habitada.

    Los estudiantes le saludaron con una reverencia, y Luke les estrech la mano.

    Bienvenidos dijo. Contadme qu habis descubierto.

    Hemos encontrado otro templo massassi! jade Streen mientras volva rpidamente lacabeza de un lado a otro.

    Su fina cabellera canosa, que siempre haca pensar en una nube, estaba despeinada y

    llena de briznas de vegetacin.S dijo Gantoris. Su rostro rubicundo y su cabellera oscura recogida en una gruesa

    trenza estaban manchados de sudor y barro. El nuevo templo no es tan grande como ste,pero parece ms potente aunque no sabra explicar de qu manera. Fue construido congrandes bloques de obsidiana, y se encuentra en el centro de un lago no muy profundo.Tambin hay una estatua de un gran seor.

    Es un lugar de mucho poder! exclam Streen.

    Yo tambin sent la presencia de ese poder aadi Gantoris, irguiendo los hombros yechndose la trenza a la espalda con un enrgico meneo de cabeza. Deberamos averiguar

    todo lo que podamos sobre la raza massassi. Al parecer eran muy poderosos, pero handesaparecido por completo. Qu fue de ellos? Existe algo a lo que debamos temer?

    Luke asinti con expresin grave y pensativa. l tambin haba percibido el poder de lostemplos. Cuando puso los pies por primera vez en Yavin 4, Luke apenas era un muchacho quese haba visto bruscamente involucrado en la rebelin contra el Imperio. Apenas habacomprendido hasta dnde llegaba el poder de la Fuerza y, de hecho, haca muy pocos das queconoca su existencia.

    Pero haba vuelto a la luna selvtica convertido en un Maestro Jedi, y poda percibirmuchas cosas que antes se hallaban ocultas para l. Conoca la existencia del poder oscuroque haba detectado Gantoris, y aunque siempre deca a sus estudiantes que deban compartirtodo lo que aprendiesen. Luke tambin saba que ciertos conocimientos podan llegar a resultarletales.

    Darth Vader haba descubierto la clase de conocimiento equivocada, y Luke no podapermitirse descartar la posibilidad de que uno de sus estudiantes acabara siendo seducido porel lado oscuro.

    Luke les puso las manos sobre los hombros.

    Entrad y bebed algo dijo. Una lanzadera de suministros ha iniciado el descenso, asque debemos ir a recibir a nuestros invitados.

    Cuando llegaron a la pista despejada en la jungla, Erreds estaba esperndoles junto alcobertizo de control de la parrilla enviando un chorro de coordenadas electrnicas a unabarcaza espacial X23 Trabajadora del Espacio que descenda hacia ellos.

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    Luke ech la cabeza hacia atrs para ver cmo la nave descenda con un ensordecedorsilbido de sus motores y un atronar de chorros de gases despedidos por las toberas. Labarcaza consista en un mdulo de carga trapezoidal al que se haban unido unos motoressublumnicos Incom. El aparato intrasistmico haba conocido das mejores: el metal gris de sucasco mostraba las decoloraciones producidas por el fuego de los caones desintegradores,as como un sinfn de abolladuras y seales causadas por los encuentros con los meteoros.

    Pero el rugir de los motores para desplazamientos atmosfricos era lmpido y regular, y labarcaza llev a cabo la maniobra de descenso rpidamente y sin ningn contratiempo.

    La barcaza espacial encendi la hilera de luces de descenso que circundaba su vientre yse pos suavemente. Luke entrecerr los ojos intentando ver algo por la diminuta mirilla frontal,y una bandada de criaturas aladas emprendi el vuelo de repente lanzando graznidos deprotesta y reproche a la cosa metlica que haba irrumpido tan estruendosamente en su jungla.

    Los gruesos soportes de plastiacero brotaron del casco y entraron en contacto con elsuelo despus de descender acompaados por el siseo de la presin hidrulica. Los oloresacres del aceite y los gases surgidos de los escapes flotaron en el aire hmedo, mezclndose

    con los aromas dulces y especiados de las flores y las hojas de la jungla.Aquellos olores mecnicos hicieron que Luke se acordara de la ajetreada metrpolis de

    Ciudad Imperial, el centro gubernamental de la Nueva Repblica. Ya llevaba varios mesesviviendo apaciblemente en Yavin 4. pero aun as Luke sinti el cosquilleo del sudordescendindole por la espalda. No poda bajar la guardia ni un solo momento, pues tena unamisin que cumplir para la Nueva Repblica. Aquello no eran unas vacaciones.

    El casco de la barcaza espacial sigui emitiendo dbiles sonidos, como si hablara consigomismo mientras terminaba de aposentarse. Las puertas de carga traseras se fueron separandolentamente con un siseo entrecortado, como si dos gigantes las estuvieran haciendo retrocederpoco a poco. Una claridad blanco azulada ba las cajas y recipientes envueltos en redes dealmacenamiento o asegurados a las paredes que contenan alimentos, equipos decomunicaciones, ropa y artculos para hacer un poco ms agradable la vida en Yavin 4.

    Gantoris y Streen cruzaron el claro sin hacer ruido y se detuvieron junto a Luke. Los ojosde Streen se abrieron considerablemente y se llenaron de asombro, pero en los de Gantorishaba una expresin entre perpleja y amargada. Su piel siempre tena un tono rojizo, como siestuviera perpetuamente irritado.

    Necesitamos todas estas cosas, maestro Skywalker?

    Luke ech un vistazo al contenido de la bodega de carga. A juzgar por el material

    innecesario que haba sido incluido en el cargamento, Leia deba de haberse encargadopersonalmente de redactar la lista del envo. Haba sintetizadores de alimentos exticos, ropasde excelente calidad, calentadores, neutralizadores de humedad e incluso unas cuantascampanillas de viento ithorianas.

    No nos vendrn mal dijo Luke.

    Una angosta rampa brot del compartimiento de pilotaje con un gemido de pistones yrodillos. La silueta de un hombre que llevaba un casco redondo, botas y un mono de vueloacolchado y lleno de arrugas apareci en la rampa. El hombre empez a bajar y se quit elcasco blanco, y sus manos enguantadas taparon durante unos momentos el smbolo del arcoazul de la Nueva Repblica. El piloto mene la cabeza, haciendo oscilar su corta cabellera

    oscura de un lado a otro.

    Wedge! grit Luke, y sonri. Es que la Nueva Repblica no tiene ninguna tarea

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    mejor en la que ocupar a sus generales? Te has convertido en un camionero espacial quelleva suministros de un lado a otro!

    Wedge Antilles se puso el casco debajo de la manga acolchada de su mono de vueloanaranjado y extendi la mano hacia Luke. Luke rode a Wedge con los brazos, y los doshombres se fundieron en el apretado abrazo de dos amigos que llevan demasiado tiempo sin

    verse.Tienes que admitir que estoy cualificado para el trabajo dijo Wedge. Adems, acab

    hartndome de hacer trabajos de demolicin en los peores suburbios de Ciudad Imperial, yantes de eso ya me haba hartado de recoger los restos de naves en rbita alrededor deCoruscant. Pens que ser camionero y entregar suministros siempre resultara ms agradableque trabajar de basurero.

    Wedge lanz una rpida mirada por encima del hombro de Luke, y otra sonrisa hizoaparecer un hoyuelo en cada una de sus mejillas. Gantoris sali de la bodega de carga yestrech la mano de Wedge en un apretn breve y casi brutal mientras su mirada seencontraba con la del piloto.

    Tiene alguna noticia de mi gente, general Antilles? pregunt. Confo en que todoshabrn llegado sanos y salvos a su nuevo hogar en Dantooine.

    S. Gantoris, todos han llegado sin problemas y se encuentran estupendamente.Dejamos caer todo un complejo de mdulos de alojamiento con sistemas automticos demontaje. Tambin les hemos enviado unidades de programacin y androides agricultores paraque puedan empezar a crear una colonia autosuficiente sin perder ni un segundo. Dantooine esun planeta muy acogedor. Hay montones de animales que cazar y mucha vegetacin nativacomestible... Le aseguro que estarn mucho mejor de lo que estaban en Eol Sha.

    Gantoris asinti solemnemente.No lo dudo.

    Sus ojos de mirada profunda y brillante se apartaron del rostro de Wedge y se posaron enlas copas de los rboles. La luz anaranjada que brotaba del gigante gaseoso que iba subiendoen el horizonte hizo que sus pupilas destellaran con reflejos muy parecidos a los de aquelloscharcos de lava que haba hecho atravesar a Luke en Eol Sha.

    Gantoris, Streen... Podrais empezar a ocuparos de la descarga? pregunt Luke.Creo que un pequeo empujoncito con la Fuerza har que no tengis ningn problema a lahora de ir bajando esas cajas. Considerarlo como un pequeo examen, de acuerdo? Erreds,

    di a Kirana Ti y Dorsk 81 que vengan a echar una mano.Streen y Gantoris fueron hacia la rampa de la bodega de carga. Erreds cruz zumbando

    la zona de descenso y desapareci entre la penumbra del enorme hangar del Gran Templopara ir en busca de los otros dos candidatos a convertirse en Caballeros Jedi.

    Luke dio una palmada en el hombro a su amigo.

    Estoy hambriento de noticias. Wedge dijo. Espero que hayas trado unos cuantoschismes contigo.

    Wedge enarc las cejas. Su mentn estrecho y rasgos delicados hacan que pareciese

    ms joven que Luke. Haban pasado por muchos momentos difciles juntos: Wedge habavolado junto a Luke en aquel periplo por el pasillo de la Estrella de la Muerte que habaterminado de manera tan triunfal, haba colaborado en la defensa de la base Eco en el planeta

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    helado de Hoth y se haba enfrentado a la segunda Estrella de la Muerte en los cielos deEndor.

    Cotilleos? pregunt, y se ech a rer. Bueno, no me parece el tipo de cosas quepuedan interesar a un Maestro Jedi.

    Me has pillado, Wedge. Qu tal estn Leia y Han? Cmo est Mon Mothma? Qu talvan las cosas en Coruscant? Cundo traer Han a Kyp Durron a mi centro de adiestramiento?Ese chico tena un potencial enorme, y quiero empezar a trabajar con l lo ms pronto posible.

    Wedge mene la cabeza ante la andanada de preguntas.

    Kyp vendr, Luke, no te preocupes por eso... Ha pasado la mayor parte de su vida en lasminas de especia de Kessel, y slo lleva un mes fuera de ellas. Han est intentando ensearlea vivir un poco antes de que el chico venga aqu.

    Luke no haba olvidado al adolescente de cabellos oscuros que Han haba rescatado dela negrura de las minas de especia. Cuando Luke utiliz una tcnica de comprobacin Jedi

    para averiguar si Kyp tena el potencial de usar la Fuerza, la respuesta del chico haba sido tanpotente que Luke haba salido despedido al otro extremo de la habitacin. Luke nunca se habaencontrado con un poder semejante durante toda su bsqueda de candidatos a estudiar en laAcademia Jedi.

    Y qu hay de Leia? Wedge puso expresin pensativa, y Luke se dio cuenta de que nose haba limitado a responder con un simple Todo va bien, naturalmente.

    Bueno dijo por fin, parece que cada vez dedica ms y ms tiempo a sus deberescomo Ministra del Estado. Mon Mothma le ha transferido muchas responsabilidadesimportantes mientras que ella apenas sale de sus aposentos privados y gobierna desde lejos.Eso ha puesto un poco nerviosa a mucha gente, sabes?

    Aquella conducta pareca altamente inusual para la gobernante enrgica y siemprecompasiva que Luke recordaba.

    Y qu tal lo lleva Leia?

    Luke anhelaba saber mil cosas a la vez y le hubiese gustado poder hallarse de nuevo enel centro de toda aquella actividad, pero otra parte de su ser prefera la paz de Yavin 4.

    Wedge se sent en el borde de la rampa. Apoy una pierna en un soporte, y despuscoloc el casco en equilibrio sobre la rodilla.

    Leia est haciendo un trabajo magnfico, pero si quieres saber mi opinin... Bueno, creoque est intentando abarcar demasiadas cosas a la vez. El pequeo Anakin todava sigueoculto, pero aun as ahora tiene que cuidar de los gemelos. Cetrespe la ayuda, pero Jacen yJaina slo tienen dos aos y medio. Eso da bastante ms trabajo que un empleo a jornadacompleta, y Leia est empezando a acusar el agotamiento.

    Tendra que venir aqu para disfrutar de un descanso sugiri Luke. Ah, y que traiga alos gemelos... Despus de todo, he de empezar a adiestrarles en el dominio de lascapacidades Jedi bsicas.

    Estoy seguro de que a Leia le encantara venir aqu dijo Wedge. Se dieron la vuelta yvieron cmo Streen y Gantoris salan de la barcaza transportando unas cajas enormes. Los doscandidatos Jedi caminaban con paso rpido y fluido a pesar de que llevaban una carga quepareca imposible de soportar, y Wedge abri mucho los ojos ante aquella impresionantehazaa de fortaleza. Tuve que utilizar androides de carga para meter todo eso a bordo...

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    Antes lo intent yo solo hasta quedar molido, pero no consegu mover las cajas ni uncentmetro.

    Bueno, eso quiere decir que mis estudiantes estn empezando a hacer progresos dijoLuke asintiendo con la cabeza. Y qu hay de ti, Wedge? Piensas pasar el resto de tu vidahaciendo de camionero?

    Wedge sonri, y despus arroj el casco rampa arriba con un veloz giro de la muecahacindolo desaparecer en el compartimiento de pilotaje. El casco rod ruidosamente por elsuelo.

    No. De hecho, he venido aqu porque tengo un nuevo trabajo y no tendr ocasin devolver a verte durante algn tiempo. El Consejo de la Nueva Repblica piensa que la doctoraQwi Xux puede correr un cierto peligro de ser espiada. La almirante Daala sigue acechando enalgn lugar del espacio con su flotilla de Destructores Estelares, y tengo el presentimiento deque empezar a destruir planetas al azar en cualquier momento lanzando ataques porsorpresa. Quiz intente recuperar a Qwi.

    Luke asinti con expresin preocupada. Qwi Xux haba sido la cientfico de mayor valacon que contaba la institucin de investigacin imperial de la que haba escapado Han Solo...,con la ayuda de Qwi.

    E incluso suponiendo que la almirante Daala no quiera recuperar a la doctora Xux, estoyseguro de que habr alguien ms que quiera contar con sus servicios.

    S dijo Wedge, y por eso me han nombrado escolta y guardaespaldas personal suyo.El Consejo todava no ha decidido qu hacer con el Triturador de Soles capturado por Han. Wedge suspir. Lo que te he contado slo es una pequea parte de lo que ha estadoocurriendo ltimamente en Coruscant, desde luego.

    Luke volvi la mirada hacia Gantoris y Streen, que continuaban vaciando la bodega decarga y atravesaban el claro para depositar las cajas y bultos en la fra penumbra del hangarvaco. Un instante despus Erreds sali del templo con un zumbido de servomotores, seguidopor dos estudiantes.

    Oyndote hablar se dira que ahora necesitis a los nuevos Caballeros Jedi ms quenunca, verdad? pregunt Luke.

    Wedge se mostr totalmente de acuerdo con l.

    Ms de lo que te puedes llegar a imaginar...

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    Leia Organa Solo estaba empezando a desear llegar al final del largo viaje en el caza Bexpandido mientras permaneca inmvil y en silencio al lado del almirante Ackbar. Los dos

    estaban sentados en la pequea cabina que ola a metal mientras la nave avanzaba a todavelocidad por el hiperespacio.

    Ser Ministra de Estado mantena a Leia en un estado de actividad incesante que laobligaba a ir de un acontecimiento diplomtico a una recepcin en una embajada, y de all aremediar una emergencia poltica. Leia saltaba obedientemente de un punto a otro de lagalaxia apagando incendios y ayudando a Mon Mothma a mantener unida una frgil alianza enel vaco que haba dejado la cada del Imperio.

    Leia ya haba repasado docenas de veces los hologramas de referencia bsica delplaneta Vrtice, pero no lograba concentrarse en el Concierto de los Vientos al que se disponaa asistir. Los deberes diplomticos la mantenan alejada de Coruscant durante un tiempoexcesivo, y Leia aprovechaba los momentos de tranquilidad para pensar en su esposo Han yen Jacen y Jaina, sus gemelos. Llevaba demasiado tiempo sin sostener en los brazos alpequeo Anakin, quien segua viviendo en el aislamiento protector de Anoth, el planeta secreto.

    Pareca como si cada vez que Leia intentaba pasar una semana, un da o incluso unahora a solas con su familia, hubiera algo que la interrumpa. Leia se enfureca cada vez queeso ocurra, pero no poda mostrar sus autnticos sentimientos porque las exigencias de lapoltica la obligaban a llevar una mscara de impasibilidad.

    Cuando era ms joven, Leia haba dedicado toda su vida a la Rebelin. Haba trabajadoentre bastidores en su calidad de princesa de Alderaan y como hija del senador Bail Organa, y

    se haba enfrentado a Darth Vader y al Imperio, y ms recientemente, al Gran AlmiranteThrawn. Pero de eso ya haca mucho tiempo, y ltimamente haba empezado a sentirsedesgarrada entre sus deberes como Ministra de Estado y sus deberes como esposa de HanSolo y madre de tres hijos. Una vez ms. Leia acababa de permitir que la Nueva Repblicatuviera preferencia sobre su familia.

    El almirante Ackbar movi con fluidez sus manos de anfibio, manipulando varias palancasde control en su asiento de la cabina de pilotaje al lado de Leia.

    Vamos a salir del hiperespacio dijo con su voz ronca y gutural.

    El aliengena de piel color rosa salmn pareca estar muy cmodo y a gusto dentro de su

    uniforme blanco. Ackbar hizo girar sus gigantescos ojos vidriosos de un lado a otro como siquisiera abarcar hasta el ltimo detalle de su nave. Leia no le haba visto dar muestras de lams mnima inquietud ni una sola vez durante todas las horas que haba durado su viaje.

    Ackbar y el resto de habitantes del planeta acutico Calamari haban sufrido mucho bajola bota de hierro del Imperio. Haban aprendido a guardar silencio sin dejar de prestar atencina cada detalle, y tambin haban aprendido a tomar sus propias decisiones y cmo actuardespus para llevarlas a la prctica. Ackbar haba sido un leal miembro de la Rebelin, y habajugado un papel decisivo en el proceso de desarrollo de los cazas B que haban hecho tantosestragos entre los escuadrones de los cazas TIE imperiales.

    Leia le observ pilotar el caza modificado, un aparato de aspecto no muy maniobrable, ypens que Ackbar pareca formar parte de aquella nave que daba la impresin de ser toda alasy torretas turbolser instaladas alrededor de una carlinga doble. La dotacin de calamarianos

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    de Ackbar, unos aliengenas parecidos a peces que obedecan diligentemente las rdenes deTerpfen, su astromecnico jefe, haba expandido el antiguo monoplaza convirtindolo en lalanzadera diplomtica personal de Ackbar y haba aadido un asiento de pasaje.

    Luke volvi la mirada hacia la cpula de las ventanillas de la carlinga y vio cmo losnudos multicolores del hiperespacio se disipaban y eran sustituidos por un panorama

    tachonado de estrellas. Los motores sublumincos entraron en accin, y el caza B avanz atoda velocidad hacia el planeta Vrtice.

    La tela del uniforme de gala de Leia se le pegaba a la piel con un rocedesagradablemente hmedo, y trat de ajustar los pliegues para estar un poco ms cmoda.Ackbar segua concentrado en la maniobra de aproximacin al planeta, y Leia sac sucuaderno de datos de un bolsillo y coloc la delgada placa plateada sobre su regazo.

    Es precioso dijo mientras contemplaba el planeta que se extenda por debajo de ellos.

    La bola azul y gris metlico flotaba en el espacio, un orbe solitario carente de lunas. Suatmsfera mostraba los complejos bordados de muchos bancos de nubes y sistemas de

    tormentas, y tambin se podan distinguir las espirales de nubes lanzadas a toda velocidad quese arremolinaban formando huracanes terriblemente potentes.

    Leia no haba olvidado los datos astronmicos referentes al planeta que le habanproporcionado. La pronunciada inclinacin del eje planetario produca severos cambiosestacionales. Al comienzo del invierno, los gases atmosfricos que se congelaban daban comoresultado la rpida formacin de un enorme casquete polar. La repentina cada en la presincausaba inmensas corrientes de aire en un efecto muy parecido al de un torrente que seprecipitara por un desage, y las nubes y el vapor salan disparados en direccin sur con lapotencia de un ariete para llenar la zona vaca en la que se haba solidificado la atmsfera.

    Los vors, humanoides de huesos huecos con un conjunto de alas tan delicadas queparecan hechas de encaje en la espalda, pasaban la estacin de las tormentas en el suelo,refugiados en moradas semisubterrneas que asomaban de la superficie formandopromontorios redondeados. Pero los vors tambin conmemoraban la llegada de los vientos, y lohacan con una celebracin cultural que haba llegado a ser conocida en toda la galaxia.

    Leia decidi repasar los detalles una vez ms antes de que descendieran y empezara larecepcin diplomtica, y roz los iconos incrustados en el marco de mrmol sinttico de sucuaderno de datos. La Ministra de Estado de la Nueva Repblica no poda permitirse el lujo dedar ningn traspis poltico.

    Una imagen traslcida apareci entre un centelleo iridiscente y fue aumentando de

    tamao y emergiendo de la pantalla plateada hasta convertirse en una proyeccinminiaturizada de la Catedral de los Vientos. Los vors haban construido una enorme estructuraetrea que haba desafiado los vendavales huracanados que hacan estragos a travs de suatmsfera y haba resistido los terribles vientos tempestuosos durante siglos. Delicada eincreblemente compleja, la Catedral de los Vientos brotaba del suelo como un castillo hechocon cristales delgados como cscaras de huevo. Miles de pasarelas serpenteaban a travs delas cmaras huecas, las torretas y los pinculos. La luz del sol caa sobre la estructura con unsinfn de destellos, reflejando los campos ondulantes de pastizales agitados por el viento quese extendan sobre las llanuras circundantes.

    Al comienzo de la estacin de las tormentas, las rfagas de viento entraban por millares

    de aberturas de distintos tamaos practicadas en los delicados muros y creaban una msicamelanclica e impregnada de ecos al deslizarse por conductos de varios dimetros.

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    La msica del viento nunca llegaba a repetirse del todo, y los vors slo permitan que sucatedral la crease una vez al ao. Durante el concierto, miles de vors entraban volando en lospinculos y conductos del viento o trepaban hasta ellos, abriendo y cerrando las vlvulasatmosfricas para dar forma a la msica igual que si fuese una escultura, una obra de artecreada por los sistemas climatolgicos del planeta de las tormentas y la raza que lo habitaba.

    Leia fue pasando archivos en el cuaderno hologrfico. La msica de los vientos llevabadcadas sin ser oda, y no haba sonado desde que el senador Palpatine anunci lainstauracin de su Nuevo Orden y se autodeclar Emperador. Los vors se haban opuesto a losexcesos imperiales, y haban sellado los orificios de su catedral negndose a permitir quecreara msica para nadie.

    Pero aquella estacin de los vientos los vors haban invitado a representantes de laNueva Repblica a que vinieran a escuchar la msica.

    Ackbar abri un canal de comunicaciones y acerc su rostro de pez al receptor vocal. Leiavio cmo las diminutas protuberancias sensoras que rodeaban su boca se iban moviendomientras hablaba.

    Pista de descenso de la Catedral de Vrtice, aqu el almirante Ackbar dijo elcalamariano. Estamos en rbita, y nos aproximamos a su posicin.

    La voz de un vor surgi de la rejilla, un seco canturreo que haca pensar en dos ramitasfrotndose la una con la otra.

    Lanzadera de la Nueva Repblica, estamos transmitiendo coordenadas de descensoque toman en consideracin la fuerza del viento y los sistemas de tormenta que se hallan en sutrayectoria de bajada. Nuestras turbulencias atmosfricas son totalmente impredecibles ybastante peligrosas. Le rogamos que siga las instrucciones con toda exactitud.

    Entendido. Ackbar se reclin en su asiento. Sus grandes omplatos rozaron los surcosacolchados del respaldo, y cruz las tiras del arns de seguridad sobre su pecho. Ser mejorque te pongas el arns. Leia dijo. Creo que vamos a tener un descenso un poquito movido.

    Leia apag su holocuaderno y lo guard en el compartimiento lateral de su asiento.Despus se puso el arns, sintindose aprisionada por las tiras, y trag una honda bocanadadel aire reciclado que ola a rancio. La sombra casi imperceptible de olor a pescado que flotabaen la atmsfera de la carlinga indicaba que el calamariano estaba un poco preocupado.

    Ackbar gui su caza B hacia la atmsfera repleta de torbellinos del planeta Vrtice, yendodirectamente hacia los sistemas de tormentas sin apartar la mirada de ellos ni un instante.

    Ackbar saba que los humanos eran incapaces de leer expresiones en los rostroscalamarianos, y esperaba que Leia no se diera cuenta de lo nervioso que le pona tener quevolar a travs de una climatologa tan infernal.

    Leia no saba que Ackbar se haba ofrecido como voluntario para aquella misin porquepilotar la nave que transportara a una personalidad tan destacada como la Ministra de Estadoera una tarea tan delicada que slo confiaba en l mismo para llevarla a cabo, y no habaningn vehculo que le inspirase ms confianza que su caza B personal.

    Ackbar hizo girar sus ojos marrones hacia adelante para observar las capas de nubes quese estaban aproximando rpidamente a ellos. La nave se abri paso a travs de los estratos

    exteriores de atmsfera, y entr velozmente en las turbulencias. Los afilados bordes de las alasdel caza hendieron el aire y dejaron una estela de viento detrs de ellas. Los bordes de las alasno tardaron en ponerse de un color rojo cereza debido a la friccin causada por el veloz

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    descenso.

    Ackbar sujetaba firmemente los controles con sus manosaletas, concentrado al mximopara reaccionar deprisa, tomar decisiones en fracciones de segundo y asegurarse de que todofuncionaba correctamente. Aquel descenso no era de los que permitan errores. Movi su ojoderecho hacia abajo para examinar las coordenadas de descenso que haba transmitido el

    tcnico vor.La nave empez a vibrar y temblar. Ackbar sinti que el estmago le daba un vuelco

    cuando una corriente de aire ascendente surgi de la nada y los arrastr varios centenares demetros hacia arriba, dejndolos caer despus en un pronunciado picado hasta que elcalamariano consigui recuperar el control del aparato. Los puos impalpables de las nubesgolpeaban las mirillas de transpariacero, dejando regueros de humedad condensada que sedesplegaban rpidamente hasta evaporarse.

    Ackbar hizo un barrido de los paneles de control con su ojo izquierdo y verific laslecturas. No haba ninguna luz roja. Su ojo derecho retrocedi un poco para lanzar una rpidamirada de soslayo a Leia, que permaneca rgidamente inmvil y silenciosa, unida a su asientopor las tiras negras del arns. Sus ojos oscuros parecan casi tan enormes como los de unhabitante de Mon Calamari, pero haba ido apretando los labios hasta que formaron unadelgada lnea blanca. Pareca un poco asustada, pero tena una confianza tan grande en lascapacidades como piloto de Ackbar que no se atreva a dejarlo traslucir. Hasta el momentoLeia no haba dicho ni una palabra por temor a que eso pudiera distraerle.

    El caza B fue descendiendo en una prolongada espiral para esquivar una gigantescaperturbacin ciclnica. El viento se aferr a las temblorosas alas del caza, haciendo que elcasco se bambolease de un lado a otro. Ackbar extendi los alerones secundarios en unintento de recobrar la estabilidad, y ocult las torretas lser dentro del casco para reducir todolo posible la resistencia al viento que ofreca el caza B.

    Nuestras pantallas indican que se ha salido del curso, lanzadera de la Nueva Repblicadijo la voz frgil y quebradiza del controlador de trfico espacial vor, quedando casi ahogadapor el rugido del viento. Efecte correcciones.

    Ackbar movi su ojo izquierdo para comprobar la lectura de las coordenadas, y vio que elcaza espacial se haba desviado del rumbo. El calamariano no perdi la calma, e intent llevarel aparato hacia el vector correcto. Apenas poda creer que se hubiera desviado tanto, a menosque hubiera ledo mal las coordenadas cuando las recibi.

    Ackbar estaba dirigiendo el caza B hacia un muro de nubes que se movan en una veloz

    espiral, cuando de repente fueron embestidos por una galerna huracanada que hizo girarlocamente el casco e incrust a Ackbar en el respaldo de su asiento. El caza sigui girando demanera incontrolable, azotado por la terrible tempestad.

    Leia dej escapar un grito ahogado, pero cerr la boca casi enseguida y tens los labios.Ackbar tir de las palancas con todas sus fuerzas al mismo tiempo que disparaba las toberasestabilizadoras, llevando a cabo una maniobra que pretenda hacer girar el caza en sentidocontrario a las agujas del reloj para contrarrestar los locos giros provocados por la fuerza delvendaval.

    El caza B respondi poco a poco, y las toberas estabilizadoras fueron frenando suincontrolable descenso. Ackbar alz la mirada y vio que estaba rodeado por un torbellino de

    neblina. No tena ni idea de qu direccin era arriba y cul abajo. Despleg el juego de alasperpendiculares de su aparato y las fij en una posicin que le proporcionara una mayorestabilidad de vuelo. El caza responda con lentitud, pero los paneles le dijeron que las alas

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    haban quedado colocadas tal como deseaba.

    Tenga la bondad de responder, lanzadera de la Nueva Repblica.

    El vor no pareca nada preocupado.

    Ackbar por fin consigui enderezar el caza B, pero descubri que haba vuelto a perder su

    alineacin con las coordenadas. Alter el rumbo y fue volviendo hacia ellas, intentando reduciral mnimo las sacudidas y vibraciones. Ech un vistazo a los paneles de altitud y lapreocupacin hizo que se le secara la boca de repente al ver lo mucho que haban descendido.

    El roce con la atmsfera haba hecho que el metal del casco se pusiera de coloranaranjado y echara humo. Los rayos zigzagueaban en todas direcciones a su alrededor. Bolasazules de electricidad esttica surgan repentinamente de las puntas de las alas y se disipabanen el aire. Las lecturas de los sistemas de control desaparecieron engullidas por estallidos deesttica, y volvieron a aparecer un instante despus. El flujo de energa a la carlinga se debilit,pero la luz recobr la intensidad normal en cuanto los sistemas de reserva entraron en accin.

    Ackbar corri el riesgo de lanzar otra rpida mirada de soslayo a Leia, y vio que tena losojos muy abiertos y que estaba luchando desesperadamente contra el miedo y la impotencia.Saba que era una mujer de accin y que estara dispuesta a hacer cualquier cosa paraayudarle a salir de aquel lo..., pero no haba nada que pudiera hacer. Si no le quedaba msremedio. Ackbar poda eyectar el asiento de Leia ponindola a salvo, pero todava no estabadispuesto a perder su caza B. El calamariano crea que an era capaz de hacerlo bajar intacto.

    Y entonces las nubes se desgarraron ante l tan repentinamente como si fueran un trapomojado que alguien acababa de arrancar de sus ojos. Las llanuras azotadas por los vientos deVrtice se extendan debajo del caza, enormes extensiones de tierra recubiertas de hierbaprpura y marrn dorado. Los pastizales parecan ondular lentamente de un lado a otro

    mientras el viento deslizaba sus dedos invisibles por entre los tallos. Crculos concntricos derefugios vor parecidos a bnkers rodeaban el centro de su civilizacin.

    Ackbar oy el jadeo ahogado que lanz Leia cuando el asombro logr abrirse paso atravs del terror que senta. La enorme Catedral de los Vientos destellaba con un hervidero deluces y sombras en contina agitacin, y las nubes desfilaban a toda velocidad sobre ella. Lagigantesca estructura pareca demasiado delicada para poder resistir el embate de lastormentas. Criaturas aladas suban y bajaban velozmente por los lados de las cmarascilndricas, abriendo pasadizos para que el viento pudiera soplar por ellos y crear la famosamsica de la catedral. Ackbar pudo or las dbiles y lejanas notas impregnadas de una dulzuramelanclica y casi fantasmal.

    Est siguiendo un curso equivocado, lanzadera de la Nueva Repblica. Esto es unaemergencia. Debe abortar su descenso.

    Ackbar qued perplejo al ver que las coordenadas del panel haban vuelto a cambiar.Luch con los controles, pero el caza B no respondi a sus rdenes. La Catedral de los Vientosse haca ms grande a cada segundo que pasaba.

    Ackbar movi un ojo hacia arriba para atisbar por la cpula de la mirilla, y vio que un alaperpendicular haba quedado inmovilizada en un ngulo muy pronunciado que estabaofreciendo la mxima resistencia posible al viento. El ala chocaba con la turbulencia, y tirabadel caza espacial desvindolo continuamente hacia la derecha.

    Sus paneles de control insistan en que las dos alas se haban desplegado correctamente,pero sus ojos le estaban diciendo otra cosa.

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    Ackbar volvi a luchar con los controles e intent enderezar el ala en un esfuerzodesesperado para recuperar el control. Ackbar sinti cmo la mitad inferior de su cuerpo seenfriaba con una peculiar sensacin de cosquilleo cuando canaliz todas sus reservas deenerga hacia su mente y sus manos, que seguan aferrando las palancas de control.

    Algo anda terriblemente mal aqu dijo.

    Leia volvi la mirada hacia una ventanilla.

    Vamos en lnea recta hacia la catedral!

    Un alern se dobl y empez a desprenderse del casco de plastiacero, arrastrando cablesde alimentacin detrs de l a medida que se desprenda. Hubo un diluvio de chispas, y elviento arranc ms placas del casco.

    Ackbar logr contener el grito que quera salir de su garganta. Las luces de los paneles decontrol se debilitaron de repente y se apagaron. Oy un zumbido chirriante, y todos los panelesprincipales de la carlinga dejaron de funcionar. Ackbar activ el sistema de control secundario

    que haba diseado personalmente para su caza B.No lo entiendo dijo, y el pequeo recinto de la carlinga hizo que su voz sonara todava

    ms gutural que de costumbre. La nave acaba de ser revisada a fondo... Mis mecnicoscalamarianos fueron los nicos que la tocaron.

    Lanzadera de la Nueva Repblica... insisti la voz del vor por la radio.

    Los cuerpos multicolores de los vors empezaron a bajar apresuradamente por los ladosde la Catedral de los Vientos, huyendo lo ms deprisa posible al ver que la nave se lanzabasobre ellos. Algunas criaturas emprendieron el vuelo, y otras se quedaron inmviles con losojos clavados en el caza B que se aproximaba a toda velocidad. La inmensa estructura

    cristalina contena a millares de vors.Ackbar movi los controles hacia la derecha primero y hacia la izquierda despus,

    desesperado y dispuesto a intentarlo todo para que el caza B se desviara del curso que estabasiguiendo, pero los controles no respondieron. Todos los sistemas se haban quedado sinenerga.

    No poda levantar ni bajar las alas de la nave. Se haba convertido en un gigantesco pesomuerto que se precipitaba sobre la catedral. Ackbar conect las bateras de reservaponindolas al mximo. Saba que no podran hacer nada por los subsistemas mecnicos, peroal menos le permitiran envolver el caza B en un escudo anticolisiones de mxima potencia.

    Y antes de hacerlo, podra salvar a Leia.

    Lo siento, Leia dijo. Diles que lo siento...

    Puls un botn del panel de control que hizo abrirse todo el lado derecho de la carlinga,creando una abertura en el casco y haciendo salir despedido por ella el asiento instalado en elcaza B modificado.

    Mientras lanzaba a Leia hacia las garras de los vientos. Ackbar oy el aullido del vendavalque entraba por la abertura de la carlinga. El escudo de energa se activ con un zumbidomientras segua cayendo hacia la colosal estructura cristalina. El motor del caza se habaincendiado y estaba envuelto en humo.

    Ackbar sigui mirando hacia delante hasta el final, y sus enormes ojos de calamariano noparpadearon ni una sola vez.

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    Leia se encontr volando por los aires. El asiento eyectable haba salido despedido a talvelocidad que la haba dejado sin respiracin.

    El viento se adue de su asiento y lo hizo girar tan deprisa que Leia ni siquiera pudogritar. Los haces repulsores del mecanismo de seguridad del asiento entraron en accin, y Leiase sinti delicadamente sostenida por una mano invisible que empez a bajarla poco a poco

    hacia los grandes tallos de hierba parecidos a ltigos que se agitaban debajo de ella en laspraderas.

    Alz la mirada y pudo ver la lanzadera B de Ackbar en el ltimo instante antes de que seestrellara. El caza se precipit hacia el suelo con un gemido estridente y dejando una estela dehumo, bajando tan velozmente como si fuese una limadura metlica atrada por un potenteimn.

    El tiempo pareci detenerse, y durante un momento interminable Leia oy el melanclicoaletear de los vientos que silbaban a travs de millares de cmaras cristalinas. La brisa seintensific un poco, haciendo que la msica pareciese convertirse en un repentino jadeo deterror. Los cuerpos alados de los vors se debatieron locamente e intentaron emprender elvuelo, pero la gran mayora no consigui reaccionar lo bastante deprisa.

    El caza B de Ackbar se incrust en los niveles inferiores de la Catedral de los Vientos,abrindose paso a travs de ellos con la potencia incontenible de un meteoro. El retumbar delimpacto hizo estallar las torres cristalinas, convirtindolas en una granizada de cuchillosafilados como navajas de afeitar que salieron despedidos en todas direcciones. El sonido delcristal que se haca aicos, el rugido de los fragmentos rotos, el aullido del viento, los gritos delos vors que perecan degollados por las dagas de cristal... Todo se combin para formar elsonido ms terrible que Leia haba odo en toda su vida.

    La estructura cristalina pareci tardar una eternidad en desmoronarse, y torre tras torre se

    fueron desplomando hacia el centro de la Catedral de los Vientos.Los vendavales seguan soplando y arrancaban notas cada vez ms sombras a las

    columnas huecas, y la meloda cambi poco a poco. La msica se fue convirtiendo en ungemido que se debilitaba progresivamente, hasta que slo qued un puado de tubos de cristalintactos esparcidos sobre los escombros cristalinos.

    Y el asiento eyectable fue bajando lentamente hasta el suelo, y se pos sobre la hierbaque se agitaba entre susurros mientras Leia lloraba con sollozos incontenibles que parecandesgarrarla por dentro.

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    Han pens que las regiones polares de Coruscant le recordaban bastante a Hoth, elplaneta helado de Hoth, pero haba una diferencia crucial. Han estaba all en compaa de su

    joven amigo Kyp Durron porque as lo haba decidido y para disfrutar de unas vacacionesmientras Leia parta con el almirante Ackbar en otra de sus misiones diplomticas.

    Han se encontraba en la cima de los escarpados riscos de hielo blanco azulado,sintindose caliente y cmodo dentro de su chaquetn aislante color gris alquitrn y susguantes rojos provistos de un sistema calefactor. Las auroras eternamente presentes en elcielo purpreo emanaban telones irisados repletos de chispazos y centelleos que serefractaban en el hielo. Han trag una profunda bocanada de aquel aire limpio y seco, y tan froque casi pudo sentir cmo se le encogan los pelitos de la nariz.

    Se volvi hacia Kyp, que estaba junto a l. Preparado para empezar, chico?

    El joven de dieciocho aos y oscura cabellera se inclin por quinta vez para ajustar lassujeciones de sus turboesqus. Eh... Casi dijo Kyp.

    Han se inclin hacia adelante para contemplar la brusca pendiente de hielo de la pistapara turboesqus. Sinti que se le formaba un nudo en la garganta mientras la observaba, perono estaba dispuesto a permitir que se le notara que tena un poco de miedo.

    Glaciares blanco azulados relucan bajo la tenue claridad de aquel crepsculo que durabameses. Las mquinas taladradoras haban trabajado durante mucho tiempo royendo profundostneles en las gruesas capas de hielo, y las excavadoras haban creado grandes terrazas enlos riscos durante el proceso de explotacin hidrolgica de aquellas montaas de nieve que

    tenan centenares de aos de antigedad. La nieve y el hielo haban sido derretidos con hornosde fusin, y despus el agua haba sido transportada hasta las reas metropolitanasdensamente pobladas de las zonas templadas mediante caeras de dimensiones titnicas.

    Realmente crees que ser capaz de hacer esto? pregunt Kyp, irguindose yaferrando sus palos deflectores.

    Han se ri.

    Vers, chico, teniendo en cuenta que has sido capaz de sacarnos de un cmulo deagujeros negros pilotando una nave a ciegas... S, creo que tambin sabrs arreglrtelas enuna pista para turboesqus del planeta ms civilizado de la galaxia.

    Kyp contempl a Han con una sonrisa en sus ojos oscuros. El chico siempre le recordabamucho a Luke Skywalker de joven. Kyp Durron no se haba separado de l desde que Han lehaba rescatado de su esclavitud en las minas de especia de Kessel. Aos de cautiverioimperial, que no hizo nada para merecer, haban hecho que Kyp se perdiera los mejores aosde su vida, y Han se haba jurado a s mismo que le compensara por todo ese tiempo perdido.

    Vamos, chico dijo.

    Se inclin hacia adelante y conect los motores de sus turboesqus. Han aferr los palosdeflectores con sus manos protegidas por los gruesos guantes y los activ. Un instantedespus not la aparicin repentina del campo repulsor que emanaba de cada punta y que

    haca que los palos quedaran suspendidos en el aire para permitirle mantener el equilibrio.

    De acuerdo dijo Kyp, y conect los motores de sus turboesqus. Pero olvidmonos de

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    la pista para nios, eh?

    El joven dio la espalda a la espaciosa calzada de hielo y seal una pista lateral que seextenda a lo largo de varias cornisas bastante traicioneras y sobre el hielo quebradizo de unglaciar medio derretido para acabar pasando por encima de una cascada helada y terminar enuna zona de recepcin y rescate. El parpadeo rojizo de las balizas lser indicaba con toda

    claridad el trazado de aquella peligrosa pista.Ni lo suees, Kyp! Es demasiado...

    Pero Kyp ya se haba lanzado hacia adelante y estaba descendiendo a toda velocidad porla pendiente.

    Eh! grit Han. Sinti que se le formaba un vaco en el estmago, y por un momentoestuvo seguro de que acabara teniendo que recoger el cuerpo destrozado de Kyp en algnpunto del trayecto. Pero ya no le quedaba ms eleccin que salir disparado en persecucin delmuchacho. Has cometido una autntica estupidez, chico...

    Cristales de nieve pulverulenta salieron despedidos por detrs de los turboesqus de Kypcuando se inclin hacia adelante, rozando el suelo de vez en cuando con sus palos deflectores.Conservaba el equilibrio como un autntico experto, sabiendo de manera intuitiva qu debahacer en cada momento. Han slo llevaba un segundo de vertiginoso descenso, pero ya habacomprendido que Kyp quiz tuviera ms posibilidades de sobrevivir a aquel viaje que l.

    Han baj a toda velocidad por la pendiente con el hielo y la nieve siseando detrs de lcomo un chorro de aire comprimido. De repente se encontr con un promontorio helado que lehizo salir volando por los aires, y gir locamente sobre s mismo mientras agitaba sus palosdeflectores en todas direcciones. Los diminutos cohetes estabilizadores de su cinturnconsiguieron enderezarle justo a tiempo, un instante antes de que volviera a caer sobre la

    nieve. Han sigui bajando por la pendiente tan deprisa como un rebao de banthas enestampida.

    Entrecerr los ojos detrs de sus gafas para el hielo, y se concentr al mximo en lacomplicada tarea de mantenerse erguido. El paisaje pareca demasiado ntido, y Han podadistinguir con toda claridad cada montaa nevada de bordes afilados como cuchillos y losdestellos de una pared de hielo. Era como si cada detalle pudiera ser el ltimo que vea en suvida.

    Kyp se desvi hacia la derecha y dej escapar un ruidoso grito de placer al meterse en eltranco ms peligroso de la pista para turboesqus. El grito rebot tres veces en los escarpadosriscos, creando otros tantos ecos antes de apagarse definitivamente.

    Han empez a maldecir la temeridad del joven, pero un instante despus se sintiinvadido por una repentina oleada de clido afecto hacia l al comprender que en realidad erajusto lo que haba esperado de Kyp. Decidi disfrutar al mximo de la experiencia, y respondial grito de Kyp con otro mientras viraba para seguirle.

    Las balizas lser se encendan y se apagaban, guiando a los imprudentesturboesquiadores con sus parpadeos de advertencia a lo largo del camino. La superficieondulada susurraba bajo la blandura invisible de los campos repulsores de sus turboesqus.

    El camino de hielo pareca haberse acortado de repente delante de ellos, y despussegua discurriendo a un nivel distinto. Han se percat del peligro un momento antes de llegaral precipicio.

    Un risco! grit.

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    Kyp se inclin tanto que pareci haberse convertido en un componente ms de susturboesqus. Peg los palos deflectores a los costados, y despus activ los cohetes traserosde sus esqus. El joven sali disparado por el borde del precipicio, y fue bajando en una larga ysuave trayectoria curva hasta llegar al punto en el que se reanudaba el sendero.

    Han activ sus cohetes justo a tiempo y se lanz por encima del vaco. Su estmago cay

    en un picado todava ms veloz del que poda provocar el tirn de la gravedad, y el viento hizotemblar los pliegues de la capucha de su chaquetn.

    Han slo tuvo tiempo de tragar una bocanada de aire mientras la meseta de hielo suba atoda velocidad hacia l para recibir sus turboesqus con un estrepitoso chasquido, y tens losdedos sobre sus palos deflectores en un esfuerzo desesperado por no perder el equilibrio.

    Una cinta de nieve tan fina que pareca polvo apareci de repente ante ellos obstruyendosu camino. Kyp baj bruscamente sus palos reflectores, saliendo disparado hacia arriba ysalvando limpiamente el obstculo.., pero Han se incrust en l.

    La nieve cubri sus gafas y le ceg. Han se tambale y movi locamente sus palos

    deflectores de un lado a otro. Consigui deslizar una mano enguantada sobre los cristales desus gafas justo a tiempo de girar a la izquierda y evitar chocar con un monolito de hielo quesobresala del suelo.

    Han todava no haba tenido tiempo de recuperar el equilibrio cuando sali disparado porencima de un abismo que se abri de repente debajo de l. Durante un momento que lepareci eterno se encontr contemplando un precipicio que pareca medir un milln dekilmetros de profundidad, y despus aterriz al otro lado. Un instante despus oy un golpeahogado detrs de l cuando un bloque de nieve que deba de llevar siglos all perdi suprecario asidero en la pared y se precipit por el abismo.

    Kyp acababa de encontrarse con una lengua de glaciar repleta de rocas. Las balizas lserde aquella zona estaban mucho ms espaciadas, como si se hubieran dicho que sus esfuerzoseran intiles y hubiesen decidido permitir que los turboesquiadores lo bastante temerarios parallegar hasta all escogieran el camino a seguir sin su ayuda. Los turboesqus de Kypempezaron a chocar con pequeos promontorios de nieve y hielo, y los impactos hicieron quese tambaleara de un lado a otro. El joven increment la intensidad del campo repulsor paramantenerse un poco ms por encima de la superficie.

    La lengua del glaciar empez a volverse todava ms escarpada, y no tard en quedarllena de nieve muy granulosa que haba sido llevada hasta all por el viento. Han no paraba demurmurar quejas y maldiciones ahogadas entre dientes. Logr conservar el equilibrio sin saber

    muy bien cmo, pero Kyp haba perdido parte de la ventaja que le llevaba y Han no tard enencontrarse respirando la estela de nieve pulverizada que dejaba el chico. Estaba cada vezms cerca de Kyp y no paraba de acelerar..., y de repente la carrera volvi a tener unsignificado para l. Cuando estuvieran sentados en la cantina intercambiando historias un ratodespus, Han ya se las arreglara de alguna manera para convencerse a s mismo de que todala experiencia haba resultado increblemente divertida.

    De repente Han sinti aquel mismo impulso de cometer una temeridad que habamaldecido antes en Kyp, y activ sus cohetes para salir disparado hacia adelante en unabrusca aceleracin que acab colocndole al lado del joven.

    Estaban llegando a un gigantesco campo de nieve. La gran extensin de blancura

    reluciente que se extenda ante ellos no mostraba ni una sola huella de turboesqus a pesar deque haca ms de un mes que aquellos parajes de clima tan fro no conocan una nevada, locual indicaba con toda claridad que haba muy pocos esquiadores que fuesen lo

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    suficientemente amantes de los riesgos como para tratar de recorrer aquella pista tanpeligrosa.

    La zona de rescate y recepcin delimitada con cordones se desplegaba delante de elloscomo un santuario. Contena equipo de comunicaciones, barracones con sistemas decalefaccin, androides mdicos en modalidad de reposo que podan ser activados al instante y

    un viejo puesto de bebidas calientes que se haba quedado sin clientela haca ya muchotiempo. La meta por fin estaba a la vista... Lo haban conseguido!

    Kyp le lanz una rpida mirada de soslayo, y Han pudo ver las finas arrugas de tensinque rodeaban sus ojos entrecerrados. El joven se encogi sobre sus turboesqus y los puso aplena potencia. Han se inclin hacia adelante para disminuir al mximo la resistencia queofreca al aire. Surtidores de nieve impoluta salan despedidos en todas direcciones a sualrededor, siseando en sus odos.

    La hilera de balizas lser se apag de repente como otros tantos ojos metlicos que secerraran al unsono. Han no tuvo tiempo para preguntarse qu poda haber ocurrido, porque derepente la lisa manta de nieve que se extenda ante l se hinch para volver a derrumbarsecasi enseguida.

    Un rechinar atronador acompa el repentino estrpito de unos gigantescos motores.Chorros de vapor brotaron del campo de nieve repentinamente alterado, y el reluciente morrorojizo de una perforadora trmica emergi de un agujero en el centro de la blancura. La puntaen forma de sacacorchos sigui girando mientras roa el hielo slido para acabar de abrirsepaso a travs de l.

    Cuidado! grit Han.

    Pero Kyp ya se haba desviado hacia la izquierda, apoyndose con todas sus fuerzas en

    un palo deflector mientras acuchillaba el aire con el otro. Han encendi sus cohetesestabilizadores y sali disparado hacia la derecha en el mismo instante en que la colosalmquina procesadora de hielo agrandaba un poco ms la abertura del tnel por el que habaemergido y se aferraba a las paredes con sus orugas tractoras provistas de pinchos.

    Han pas a toda velocidad junto al pozo surgido de la nada, y sinti cmo una rfaga devapor caliente le rozaba las mejillas. Los cristales de sus gafas quedaron cubiertas de vapor,pero logr llegar a la cascada de hielo, el ltimo obstculo que se interpona entre l y la lneade llegada. El borde del precipicio estaba lleno de hileras de carmbanos parecidos a cablescolgantes que haban ido formndose all a lo largo de los siglos durante los cortos deshielosprimaverales.

    Kyp se lanz sobre el borde del ro congelado volviendo a encender los cohetes de susdos turboesqus en el mismo instante. Han le imit y peg sus palos deflectores a los costadosmientras vea cmo la nieve suba hacia l con la velocidad del rayo, y sigui contemplndolahasta que la dura capa blanca y el fondo de sus turboesqus entraron en contacto con un golpeseco que reson a lo largo de los campos de hielo, produciendo un sinfn de ecos que seconfundieron con los que acompaaron el aterrizaje de Kyp.

    Los dos siguieron avanzando unos momentos a toda velocidad, y despus fueron girandopara frenar hasta que se detuvieron delante del grupo de barracones prefabricados. Kyp echhacia atrs la capucha de su chaquetn y empez a rer. Han se apoy en sus palosdeflectores, sintiendo cmo todo su cuerpo temblaba a causa del alivio y de una sobredosis de

    emociones. Despus tambin empez a rerse.

    Eso ha sido una autntica estupidez, chico consigui decir por fin.

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    Oh, s? Kyp se encogi de hombros. Y quin ha sido lo bastante estpido comopara seguirme? Despus de haber estado en las minas de especia de Kessel, no me pareceque bajar por una pequea pendiente en turboesqus sea demasiado peligroso... Eh, cuandovolvamos quiz podramos pedirle a Cetrespe que nos calculara cules son las probabilidadesde bajar por esa pista y llegar al final del trayecto enteros.

    Han mene la cabeza y contempl a Kyp con una sonrisa torcida en los labios.No me interesan las probabilidades replic. Lo hicimos, y eso es lo nico que importa.

    Kyp clav la mirada en la lejana helada. Sus ojos parecieron seguir las lneas rectascomo flechas que trazaban los conductos de agua no reflectantes, rodeados a intervalosregulares por estaciones de bombeo y conexiones de presin.

    Me alegra mucho que nos hayamos divertido tanto, Han dijo mientras contemplaba algoque slo l pareca poder ver. Desde que me rescataste lo he pasado tan bien que... Bueno,es como si llevara una vida entera recuperndome de todo lo que me haba ocurrido antes.

    La intensa emocin que capt en el tono de voz de Kyp hizo que Han se sintiera un pocoincmodo, e intent ponerle de mejor humor.

    Bueno, chico, t jugaste un papel tan importante en nuestra huida como yo.

    Kyp no pareca haberle odo.

    He estado pensando en lo que dijo Luke Skywalker cuando descubri mi capacidad parautilizar la Fuerza murmur. S muy poco sobre ella, pero parece estar llamndome... Podraprestar un enorme servicio a la Nueva Repblica. El Imperio ha arruinado mi vida y destruy ami familia, as que me encantara tener una ocasin de cobrarme las deudas pendientes quetengo con l.

    Han traz saliva. Ya haba entendido lo que estaba intentando decirle el chico.

    As que crees estar preparado para irte a estudiar con Luke y los otros candidatos Jedi,eh?

    Kyp asinti.

    Preferira quedarme aqu y dedicar el resto de mi vida a divertirme, pero...

    Ya sabes que te lo mereces, no? le interrumpi Han en voz baja y suave.

    Pero Kyp mene la cabeza.

    Creo que ha llegado el momento de que empiece a tomarme un poco en serio a mmismo. Si realmente poseo el don de utilizar la Fuerza, no puedo permitirme no sacarleprovecho.

    Han le puso una mano en el hombro y apret con fuerza, sintiendo la delgadez de Kyp atravs de sus gruesos guantes.

    Me ocupar de buscarte una buena nave para que vayas a Yavin 4.

    El zumbido de unos haces repulsores rompi el silencio que haba seguido a suspalabras. Han alz la mirada y vio aproximarse a un androide mensajero que avanzaba por

    encima de los campos de hielo a tal velocidad que pareca un proyectil cromado. El androidefue en lnea recta hacia ellos.

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    Si tiene algo que ver con la estacin de turboesqu, presentar una protesta formal por lode esa mquina minera que sali del hielo mascull Han. Podramos habernos matado.

    Un instante despus el androide mensajero se detuvo por encima de ellos, baj hastaquedar al nivel de los ojos de Han y abri un panel sensor en su estructura.

    Le ruego que confirme la identificacin, general Solo dijo con su voz montona yasexuada. Bastar con una comparacin vocal.

    Han dej escapar un gemido.

    Oh, vamos, estoy de vacaciones! No quiero que me molesten con deberes diplomticosde ninguna clase...

    Comparacin vocal satisfactoria. Gracias dijo el androide. Preprese para recibir elmensaje codificado.

    El androide sigui flotando delante de Han y empez a proyectar una imagen hologrficasobre la limpia blancura de la nieve. Han reconoci al instante la silueta de Mon Mothmagracias a sus cabellos castao rojizos, y se irgui mientras pona cara de sorpresa. La Jefe deEstado rara vez se comunicaba directamente con l.

    Han... dijo Mon Mothma en voz baja y llena de preocupacin. Han se dio cuenta alinstante de que le haba llamado por su nombre en vez de usar el tratamiento formal de surango, y sinti cmo un puo de miedo surga de la nada y le apretaba el estmago. Te envoeste mensaje porque ha habido un accidente. La lanzadera del almirante Ackbar se haestrellado en el planeta Vrtice. Leia iba a bordo con l, pero se encuentra a salvo y no hasufrido ningn dao. El almirante la lanz fuera del aparato en el asiento eyectable antes deperder el control y acabar chocando con un centro cultural de grandes dimensiones del planeta.El almirante Ackbar tambin consigui activar los escudos de energa de su nave, pero toda laestructura qued destruida. Hasta el momento, se ha confirmado la muerte de trescientoscincuenta y ocho vors entre los restos.

    Es un da trgico para todos nosotros. Han, Vuelve inmediatamente a la Ciudad Imperial.Creo que Leia puede necesitarte tan pronto como haya regresado.

    La imagen de Mon Mothma tembl y se disolvi en una nube de copos de nieve deesttica que se esfumaron en el aire.

    Gracias dijo el androide mensajero. Aqu tiene su recibo.

    Una ranura escupi una diminuta ficha azul, que cay sobre la nieve a los pies de Han.

    Han mantuvo la mirada fija en el androide mientras ste giraba sobre s mismo y sealejaba en direccin al campamento base, y despus hundi la ficha azul en la nieve con labase de un turboesqu. Estaba muy afectado. Todas las intensas emociones que acababa deexperimentar y toda la alegra que haba vivido al lado de Kyp acababan de evaporarse,dejando en su interior nicamente el peso insoportable del temor.

    Ven, Kyp dijo. Tenemos que irnos.

    Cetrespe estaba pensando que si su centro de control motriz lo hubiese permitido, en

    aquellos momentos todo su cuerpo dorado estara temblando de fro. Sus unidades trmicasinternas no haban sido diseadas para enfrentarse a las glidas regiones polares deCoruscant.

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    K e v i n J . A n d e r s o n E l d i s c p u l o d e l a f u e r z a o s c u r a

    Era un androide de protocolo y dominaba con fluidez ms de seis millones de formas decomunicacin distintas. Era capaz de llevar a cabo un nmero increble de tareas distintas, y enaquellos instantes todas y cada una de ellas le parecan ms atractivas que cuidar de un par denios de dos aos y medio totalmente imposibles de controlar y que lo consideraban como unmero juguete con el que entretenerse.

    Cetrespe haba llevado a los gemelos a la zona de juegos que se extenda debajo de lasladeras cubiertas de nieve, donde podran montar en tauntauns domesticados. El pequeoJacen y su hermana Jaina parecan estarlo pasando en grande con aquellas criaturas enormesy torpes que no paraban de bufar y gruir, y el ranchero umguliano que haba trado lospeludos animales a Coruscant tambin pareca muy satisfecho de la marcha de su negocio.

    Despus Cetrespe haba aguantado estoicamente cuando los gemelos insistieron entransformarle en un androide de nieve y dejaron su resplandeciente cuerpo metlico ocultobajo un montn de capas de nieve. An poda sentir la presencia de los cristales de hielo quese haban formado dentro de sus articulaciones. Cetrespe aument la capacidad de captacinde sus sensores pticos, y tuvo la impresin de que el metal dorado con el que estaba

    construido haba adquirido un tono decididamente azulado debido a las bajas temperaturas.Los gemelos estaban dando vueltas por una pista para trineos, riendo y chillando mientras

    rebotaban contra las protecciones acolchadas a bordo de un deslizador de las nieves paranios. Cetrespe les esper durante un buen rato al final de la pista, y despus inici el largoascenso colina arriba remolcando el deslizador para que los nios pudieran repetir la diversin.Se senta igual que un androide de trabajos manuales de baja capacidad cuya potencia decomputacin fuese demasiado reducida para comprender lo penosa que llegaba a ser suexistencia.

    Oh, cmo deseo que el amo Solo vuelva pronto... dijo.

    Lleg al comienzo de la rampa y asegur a Jacen y Jaina en sus asientos, cerciorndosede que estaban cmodos y bien sujetos. Los gemelos alzaron la cabeza al unsonocontemplndole con sus caritas de mejillas sonrosadas. Los humanos afirmaban encontrartonificante el fro invernal, pero Cetrespe estaba deseando que sus constructores lo hubieranprovisto de lubricantes dotados de una mayor eficiencia en situaciones de bajas temperaturas.

    Y ahora tened mucho cuidado durante el descenso, nios dijo. Os estar esperando alfinal de la pista y os subir hasta aqu... Hizo una pausa. Otra vez.

    Despus dio un empujn al deslizador y lanz a los nios pendiente abajo. Jacen y Jainarieron y chillaron mientras el vehculo giraba y se bamboleaba y los chorros de nieve salan

    despedidos por toda la pista. Cetrespe empez a bajar por la larga rampa con veloceszancadas.

    Cuando lleg al final de la pista, los gemelos ya estaban intentando quitarse los arneses.Jaina haba conseguido abrir una hebilla a pesar de que el empleado de la estacin de alquilerde equipos haba asegurado a Cetrespe que los arneses eran totalmente a prueba de nios.

    No toquis los arneses, nios! orden.

    Cetrespe volvi a cerrar la hebilla del arns de Jaina y conect el campo de repulsinque se extenda por debajo del deslizador. Despus agarr las asas y volvi a iniciar elascenso por la pendiente en direccin a la plataforma de lanzamiento.

    Apenas lleg arriba los dos gemelos gritaron Otra vez! en el mismo instante, como situvieran una conexin mental. Cetrespe decidi que haba llegado el momento de prevenir alos nios contra los peligros de un exceso de diversiones, pero una lanzadera repleta de

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    pasajeros lleg a la plataforma antes de que hubiera podido componer un discurso que tuvieralos niveles adecuados de firmeza y vocabulario. Han Solo sali de ella con los turboesquesencima del hombro izquierdo y ech hacia atrs la capucha de su chaquetn gris. Kyp Durronsali del transporte inmediatamente detrs de l.

    Cetrespe alz un brazo dorado.

    Estamos aqu arriba dijo. Estamos aqu, amo Solo! Pap! exclam Jaina, y Jacencore su exclamacin una fraccin de segundo despus.

    Gracias al cielo dijo Cetrespe, y empez a soltar las tiras de los arneses protectores.

    Nos vamos enseguida dijo Han.

    Fue hacia ellos con el rostro inexplicablemente lleno de preocupacin. Cetrespe dio unpaso hacia adelante disponindose a iniciar su letana de quejas, pero Han dej caer losturboesqus en los brazos del androide.

    Ocurre algo, amo Solo? pregunt Cetrespe, intentando sostener los pesados esqussin que se le cayeran.

    Lamento tener que acortar vuestras vacaciones de esta manera, nios, pero debemosvolver a casa dijo Han sin prestar ninguna atencin al androide.

    Cetrespe se irgui cuan alto era.

    Me alegra mucho orle decir eso, seor observ. No es mi intencin quejarme, pero nohe sido diseado para soportar temperaturas tan extremas.

    Un segundo despus sinti un impacto en la parte de atrs de la cabeza, y una bola denieve de dimensiones considerables se esparci sobre su espalda.

    Oh! exclam Cetrespe, y alz los brazos en un gesto de alarma, faltando muy pocopara que se le cayeran los turboesqus. Debo protestar, amo Solo! dijo.

    Jacen y Jaina rieron y se apresuraron a coger otra bola de nieve para arrojrsela alandroide.

    Han se volvi hacia los gemelos.

    Dejad de jugar con Cetrespe. Tenemos que volver a casa.

    Lando Calrissian se encontraba en los hangares de reparaciones del reconstruido PalacioImperial de Coruscant, y no consegua entender cmo se las arreglaba Chewbacca para metersu enorme cuerpo peludo por el angosto tnel de mantenimiento del Halcn Milenario. Lando,de pie en el pasillo, vea al wookie como una masa de pelaje marrn incrustada entre elgenerador de energa auxiliar, el compensador de aceleracin y el generador del escudoantiimpactos.

    La llave hidrulica que Chewbacca estaba utilizando se le escurri entre los dedos, y elwookie solt un chillido. La herramienta rebot y cay con una serie de golpes metlicos paraacabar deteniendose en un lugar totalmente inaccesible. El wookie gru, y un instantedespus dej escapar un segundo chillido al golpearse la cabeza con una caera derefrigeracin.

    No, no, Chewbacca! dijo Lando, echando hacia atrs su elegante capa mientras meta

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    el brazo en el tnel de mantenimiento e intentaba sealar los circuitos. Eso va ah, y esto vaaqu!

    Chewbacca solt un rugido gutural en wookie indicando que no estaba de acuerdo con l.

    Mira. Chewie, yo tambin conozco esta nave tan bien como la palma de mi mano...

    Supongo que ya sabes que fui su dueo durante algunos aos, verdad?Chewbacca emiti una retahla de sonidos ululantes que crearon ecos en el pequeo

    recinto.

    De acuerdo, hazlo a tu manera. Utilizar las escotillas de acceso externo del casco yrecuperar tu llave hidrulica. Quin sabe? Puede que encontremos un montn de trastosms perdidos por ah...

    Lando gir sobre s mismo, fue hacia la rampa de entrada y baj por ella hasta entrar enla cacofona de peticiones formuladas a gritos y ruidos de motores que haca vibrar el hangarde naves espaciales. La atmsfera estaba impregnada de un fuerte olor a aceite que la volva

    casi irrespirable, y tambin se podan percibir los olores de los refrigerantes gaseosos y losvapores que brotaban de los tubos de escape de aparatos de todos los modelos y tamaosimaginables, desde las pequeas lanzaderas diplomticas hasta los mercantes de grandesdimensiones. Ingenieros humanos y aliengenas trabajaban en sus naves. Ugnaughts bajitos yrechonchos desaparecan por las escotillas de acceso o parloteaban entre s, solicitandoherramientas y diagramas para reparar motores que no funcionaban correctamente.

    La cuadrilla de astromecnicos calamarianos cuidadosamente seleccionada por elalmirante Ackbar estaba supervisando las modificaciones especiales en las naves mspequeas de la flota de la Nueva Repblica. Terpfen, el jefe de mecnicos de Ackbar, iba deuna nave a otra con la tablilla de situacin interna del hangar en la mano, verificando las

    reparaciones solicitadas y examinando el trabajo con sus vidriosos ojos de pez.Lando abri la escotilla de acceso externa del casco del Halcn. La llave hidrulica sali

    por el hueco con un tintineo metlico y cay en sus manos extendidas, junto con ciberfusiblesquemados, un cambiador de hiperimpulsin averiado y el envoltorio de un paquete de comidadeshidratada.

    Ya la tengo, Chewbacca! grit.

    La respuesta del wookie apenas pudo orse fuera de la pequea escotilla de acceso altnel.

    Lando inspeccion las quemaduras y marcas negras esparcidas sobre el maltrecho cascodel Halcn. La nave pareca ser una gigantesca coleccin de remiendos y reparaciones. Landodesliz una mano encallecida a lo largo del casco acariciando el metal.

    Eh, qu le ests haciendo a mi nave'?

    Lando apart rpidamente la mano del Halcn y gir sobre s mismo con una expresinentre sorprendida y culpable en la cara para ver a Han Solo viniendo hacia l. Chewbacca rugiun saludo atronador desde el tnel de mantenimiento.

    El rostro de Han mostraba toda una tormenta de preocupacin y mal humor mientrascruzaba el suelo lleno de herramientas y piezas sueltas del hangar de reparaciones.

    Necesito mi nave ahora mismo dijo. Est lista para volar?

    Lando puso los brazos en jarras.

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    Estaba haciendo unas cuantas reparaciones y modificaciones, viejo amigo. Cul es elproblema?

    Y quin te ha dicho que hicieras ninguna modificacin en el Halcn? Han parecainexplicablemente enfadado. Tenemos que despegar ahora mismo. Chewie. Por qu haspermitido que este payaso metiera las narices en mis motores?

    Espera un momento, Han! No s si recuerdas que hubo un tiempo en el que esta naveme perteneca dijo Lando, sin tener ni idea de qu poda haber provocado tal ira en suamigo. Y adems, quin sac esta nave de Kessel? Quin te ayud a salir de aquel locuando estabas siendo perseguido por la flota imperial?

    Cetrespe entr a toda prisa en el hangar de reparaciones con su cuerpo metlico tantieso y envarado copio de costumbre.

    Ah, general Calrissian... Saludos dijo.

    Lando no hizo ningn caso del androide.

    Perd el Dama Afortunada rescatando tu nave sigui diciendo. Creo que eso mereceun poquito de gratitud, no te parece? De hecho, y dado que sacrifiqu mi nave para salvarte elpellejo, pens que quiz me lo agradeceras lo suficiente como para devolverme el Halcn.

    Oh, cielos! exclam Cetrespe. Esa idea quiz merezca ser tomada enconsideracin y meditada, amo Solo.

    Cierra el pico, Cetrespe dijo Han sin volver la mirada ni un solo instante hacia elandroide.

    Parece que tienes un pequeo problema emocional, Han dijo Lando.

    Acompa sus palabras con una sonrisa que saba irritara todava ms a su amigo, peroHan se haba saltado todas las normas de la cortesa con sus secas acusaciones, y Lando noestaba dispuesto a permitir que se saliera con la suya.

    Han pareca encontrarse a punto de estallar. Lando no entenda por qu estaba tantrastornado.

    Mi problema es que has estado saboteando mi nave dijo Han. No quiero que vuelvasa ponerle un solo dedo encima nunca ms, entendido'? Consguete una nave. Teniendo encuenta que an no te has gastado esa recompensa de un milln de crditos que obtuviste enlas carreras de amorfoides de Umgul, creo que podras comprar la nave que te d la gana y

    dejar de trastear en la ma.Una idea excelente, seor intervino Cetrespe, siempre dispuesto a ayudar. Es cierto,

    general Calrissian. Con esa cantidad de dinero podra comprarse una nave realmentemagnfica.

    Silencio, Cetrespe dijo Lando, y volvi a ponerse las manos en las caderas. Noquiero comprar otra nave, viejo amigo aadi, poniendo un nfasis lleno de sarcasmo en lasdos ltimas palabras. Si no puedo tener la Dama Afortunada, entonces quiero el Halcn. Tuesposa es la Ministra de Estado, Han. Puedes conseguir que el gobierno te proporcione elmedio de transporte que ms te apetezca... Por qu no te consigues un caza de ltimomodelo recin salido de los astilleros calamarianos?

    Estoy seguro de que sera factible, seor se mostr de acuerdo Cetrespe.

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    Cierra el pico, Cetrespe repiti Han sin apartar los ojos de Lando. No quiero ningunaantigualla. El Halcn es mo y slo mo.

    Lando fulmin a Han con la mirada.

    Me lo ganaste en una partida de sabacc, y si quieres que te sea sincero..., viejo amigo...

    siempre he sospechado que hiciste trampas.Han se puso lvido y dio un paso hacia atrs.

    Me ests acusando de hacer trampas? exclam. Me haban llamado granuja, peronunca me han llamado tramposo! De hecho, tengo entendido que t ganaste el Halcn en unapartida de sabacc antes de que yo apareciese en escena aadi en voz baja yamenazadora. Acaso no le ganaste las minas de gas de la Ciudad de las Nubes de Tibannaal antiguo Barn Administrador en otra partida de sabacc? Qu pudiste poner sobre la mesacomo apuesta para que el Barn Administrador se jugara las minas? Eres un condenadoestafador, Lando, y ser mejor que lo admitas.

    Y t eres un pirata! dijo Lando.Dio un paso hacia adelante con los puos tensos a los lados. Lando Calrissian se haba

    labrado toda una reputacin como experto jugador.

    Chewbacca gru dentro del Halcn y produjo una serie de estrepitosos ruidos metlicosal salir del angosto pasadizo. El wookie baj tambalendose por la rampa de acceso, se detuvoy se agarr a los pistones del mecanismo.

    Han y Lando ya estaban lo bastante cerca el uno del otro para empezar a darsepuetazos cuando Cetrespe consigui interponerse entre ellos.

    Disclpenme, caballeros, pero me estaba preguntando si me permitiran hacer unasugerencia... dijo. Si es cierto que los dos ganaron la nave en una partida de sabacc, y siahora no estn conformes con la forma en que terminaron esas partidas, quiz podranlimitarse a jugar otra partida de sabacc para resolver este problema de una vez por todas.

    Cetrespe volvi sus relucientes sensores pticos primero hacia Lando y luego haciaHan.

    He venido aqu para recoger mi nave, pero ahora has convertido esto en una cuestin dehonor dijo Han.

    Lando sostuvo la mirada de Han sin inmutarse. Puedo vencerte cualquier da de la

    semana, Han Solo. ste no dijo Han, bajando la voz todava ms. Pero no estoy dispuestoa conformarme con una mera partida de sabacc. As que jugaremos al sabacc aleatorio.

    Lando enarc las cejas, pero sigui sostenindole la mirada a Han.

    Y quin se encargar de llevar las cuentas? Han movi el mentn hacia un lado.

    Utilizaremos a Cetrespe como nuestro modulador dijo. El viejo Bastn Dorado no eslo suficientemente listo para hacer trampas.

    Pero seor, la verdad es que no cuento con la programacin necesaria para... empeza decir Cetrespe.

    Cierra el pico, Cetrespe! gritaron al unsono Han y Lando. Muy bien. Han dijoLando un momento despus. Hagmoslo antes de que pierdas el valor.

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    T habrs perdido algo ms que eso antes de que esta partida haya terminado. Lando dijo Han.

    Lando se ocup de preparar las cartas y la mesa de sabacc mientras Han Solo expulsabaal ltimo integrante del grupito de burcratas que haba estado disfrutando de un rato dedescanso en la salita.

    Fuera dijo llevndolos hacia la puerta. Venga, largo! Tenemos que utilizar este sitiodurante un rato.

    Hubo protestas y objeciones formuladas en toda una variedad de lenguajes, pero Han semantuvo inflexible y fue dirigiendo a los burcratas hacia la salida con suaves empujones.

    Presentad una queja a la Nueva Repblica. Despus cerr la puerta, activ los sellos yse volvi hacia Lando. Todava no has terminado?

    La estancia era muy distinta de las salas de juego de atmsfera asfixiante y saturada porel humo del tabaco en las que Han sola jugar al sabacc, como aquel garito subterrneo donde

    haba ganado un planeta para Leia en un intento de conseguir su afecto.Lando despleg sobre la mesa un puado de car