trabajo los mapuches
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KIMAFIYIÑ MAPUCHE KIMÜN
CONOCIENDO LA CULTURA MAPUCHE
TRABAJO PRESENTADO PARA LA ASIGNATURA “DIVERSIDAD DE LA EXPRESIÓN DEL LENGUAJE” PSICOPEDAGOGÍA
U. DE ACONCAGUA
ALEX UNDA RIQUELME DANIELA GONZÁLEZ MUÑOZ
ESLI PINCHEIRA VALENZUELA
CHILLÁN – CHILEJULIO 2015
ÍNDICE
INTRODUCCION 3
CAPITULO I LA ETNIA MAS IMPORTANTE DE CHILE 4
1.1. Historia 5 1.2. Situación actual 6
CAPITULO II GASTRONOMIA, ARQUITECTURA Y VESTIMENTA 7
2.1.- Gastronomía 7 2.2.- Arquitectura 7 2.3.- Vestimenta 8
CAPITULO III EXPRESIONES CULTURALES 9
3.1. Cocina 9 3.2. Música 10 3.3. Artesanía 11 3.4. Idioma 11
CAPITULO IV ARAUCANIA, TIERRA DE MAPUCHES Y ARAUCARIAS 12
4.1. Ubicación Geográfica 12
CAPITULO V LA VIDA SOCIAL Y FAMILIAR DE LOS MAPUCHES 13
5.1. Jerarquía Social Clásica 13 5.2. La Familia 14
CAPITULO VI LA RELIGION MAPUCHE 15
6.1. Ceremonias y Rituales 15 6.2. La Creación 18
CAPITULO VII LA AGRICULTURA MAPUCHE 18
7.1. Actividades Agrícolas 18
CONCLUSIÓN 19
BIBLIOGRAFIA 20
INTRODUCCIÓN
Los mapuches (nombre que en mapudungun significa: gente de la tierra) son un
pueblo indígena originario de la zona centro-sur de Chile, que al comienzo del siglo XIX se
fue instalando en el suroeste de Argentina haciendo suyos los territorios de los
Tehuelches. Al pueblo mapuche también se le conoce como los araucanos, este nombre
algunos de los indígenas no les parece nada adecuado porque esta denominación proviene
de la Gran Guerra De Arauco. El nombre mapuche como ya vimos significa "gente de la
tierra" en su lengua, también se les conoce como mapunche. En algunas parte donde se
ubicaron se ocupaban los dos términos (mapuche o mapunche) pero con pequeñas
diferencias de su significado. El otro nombre con que se le llama es "Araucano", que
obviamente deriva de Arauco, el nombre que según los españoles era por el lugar donde
habitaban, que es incierto. Se puede decir que la derivación más adecuada es una
castellanización de la palabra mapuche "ragko" que significa "agua gredosa". Otra
derivación que puede ser cierta de este significado es la de la palabra quechua "Awqa" que
significa "salvaje" o "rebelde", "enemigo" o también puede ser de "Palau" que es
"silvestre", esta última palabra dada por los incas o españoles. Como se dijo al principio del
texto los mapuches rechazan el uso del nombre araucano, porque les fue otorgado por sus
enemigos, los españoles. También sabemos que la lengua mapuche es el mapudungum
lengua tradicionalmente oral, que en algunas rurales se habla todavía. Los mapuches como
pueblo tienen una tendencia a trabajar en comunidad y mantener fuertes lazos
familiares. La cultura mapuche también es rica en su folklore, ellos poseen diferentes tipos
de instrumentos musicales tales como la Trutruca y el Kutrum. También dentro de sus
costumbres están sus comidas y bebidas, como el muday y la chicha.
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CAPITULO I.- LA ETNIA MÁS IMPORTANTE DE CHILE
Los mapuches o gente de la tierra (de mapu = tierra y che = gente) ocuparon Chile
entre los ríos Itata por el norte y Toltén por el sur, mezclándose con los Picunches y los
Huilliches. Provenían de la región Argentina de Neuquén, y cuando llegaron a nuestro país,
cambiaron sus hábitos nómades por el sedentarismo. En el siglo XVI ellos conformaban el
conglomerado poblacional más grande de Chile, con más de un millón de habitantes.
Es uno de los pueblos originarios más numerosos que sobreviven en la actualidad.
Con una población cercana al medio millón de individuos conservan aún su lengua, el
Mapudungun, y en gran parte su cultura.
Se destacan los vínculos familiares y religiosos que los unen e identifican como una
verdadera nación. Antes del proceso de expansión Inca, los Mapuche, habrían habitado toda
la zona del valle central, replegándose parcialmente hacia el sur presionados por el avance
de los atacameños desde el norte. Es el pueblo indígena que por sobre todos los de América
resistió la dominación hispánica. El motor que impulsó dicha resistencia fue el concepto de
tierra, Mapu, colectiva o tribal; la autonomía de los clanes y la unidad tribal y social en
torno a la defensa de su territorio y su cultura. La dispersión de la autoridad política,
asentada en distintas jefaturas y ubicaciones territoriales dispersas, impidió el éxito de la
invasión y conquista española.
El pueblo Mapuche no constituyó poblaciones, vivían dispersos, en familias, como
en la actualidad. Los lof que reconocían un origen común formaban un Kawin y estos a su
vez al reunirse formaban un levo. Un lof constituía un conjunto de familias de un mismo
tótem. Los levos celebraban asambleas democráticas en las que las autoridades eran
elegidas por votación libre.
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1.1.- Historia
En el siglo XVI, los mapuche vivían en lo que los conquistadores llamaron Arauco
o Araucanía, las tierras comprendidas entre el valle de Illapel por el norte y la isla de Chiloé
al sur, en la actual Chile.
Los españoles lucharon duramente para conquistar a los mapuches, pero no
pudieron dominar a ese pueblo guerrero y tenaz. Anteriormente, hacia fines del siglo XV,
los Incas habían penetrado en sus tierras, y parecía ser que, en la zona norte ejercieron su
dominio, aunque no hubo una absorción de su cultura. Lo cierto es que ya en el XVI, en
medio de idas y vueltas, de ataques y contraataques, se fue desarrollando entre los dos
bandos, blancos e indios, un comercio fluido. Los mapuches adoptaron rápidamente el
caballo, un compañero que pronto se hizo imprescindible, y comenzaron a criar vacas y
ovejas, que obtenían en los malones. Además, empezaron a intercambiar bienes con otras
tribus del otro lado de la cordillera. Cada vez más a menudo, algunos grupos entraban en la
Pampa y la Patagonia en busca de ganado y mercancías.
Durante los siglos XVII y la primera mitad del XIX, el comercio, el contacto y la
guerra transformaron a la sociedad mapuche, modificando su economía que estaba
originariamente basada en la caza, la recolección y la horticultora, hacia la ganadería y la
mercantilización de productos. También se reformuló la organización social y política
mapuche, surgiendo una jerarquía social y una centralización del poder, antes inexistentes.1
La guerra de Arauco es uno de los hechos de más larga duración dentro de la
historia nacional, trescientos años, que marcan profundamente el carácter de Chile y los
chilenos. Se inicia el 22 de febrero de 1550 cuando guerreros mapuches atacan a las huestes
castellanas; mandadas por don Pedro de Valdivia, en las orillas del río Andalién. Esta larga
lucha de los araucanos por resistir a la ocupación de sus tierras, primero frente a los
españoles y luego ante soldados de la República, sólo termina en la década de 1880.
11. Gabriel Salazar y Julio Pinto (1999): “Las etnias indígenas capítulo IV”, en Historia Contemporánea de Chile, Tomo II. Actores, Identidad y Movimiento, Santiago, LOM Ediciones.
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1.2.- Situación actual
El Decreto Ley 2.568, tendiente a la división y liquidación de las comunidades
mapuche generó una fuerte resistencia al interior del Pueblo Mapuche, cuestión que va a
quedar reflejada en la creación y organización de los Centro Culturales Mapuche, la
primera organización post golpe de Estado con un carácter independiente y autónomo que
lucha por el reconocimiento constitucional como Pueblo Mapuche.
Con la promulgación de la Ley Indígena 19.253, se inicia un proceso de valoración,
respeto y desarrollo de las comunidades que presentan una situación socioeconómica crítica
y con altos índices de pobreza. El apoyo del Estado es fundamental para generar un
desarrollo con identidad que permita mejorar las condiciones de vida y mantener sus
tradiciones culturales.
En el Ngulu Mapu –territorio chileno actual– 604.349 personas pertenecen al pueblo
mapuche, aproximadamente un 4% de la población total del país. Respecto de la población
indígena, son el 87,3%, constituyéndose en la etnia más numerosa. Hoy viven distribuidos
en proporciones muy similares entre su territorio de origen, la región de la Araucanía
(33,6%) y la región Metropolitana (30,3%). Esto da cuenta de un proceso migratorio y de
urbanización con evidentes consecuencias culturales. Otros porcentajes menores residen en
las regiones del Biobío (8,8%), Los Lagos y Los Ríos (16,7% sumadas).2
22. Esta cifra corresponde a los resultados ante la pregunta por la pertenencia a la cultura mapuche, realizada en el Censo 2002 (Instituto Nacional de Estadísticas, Censo de población y vivienda de Chile, 2002).
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CAPITULO II.- GASTRONOMIA, ARQUITECTURA Y VESTIMENTA
2.1.- Gastronomía
Los mapuches vivían fundamentalmente del cultivo del maíz y de la papa, de los
frutos silvestres, de la carne de guanaco y de la pesca. Cazaban animales mediante las
boleadoras y la flecha y los pájaros por medio de trampas.
Pescaban con anzuelos de madera y de hueso y para ello se internaban en los ríos o
en los lagos en pequeñas canoas. Con el maíz y las frutas preparaban bebidas alcohólicas.
Los alimentos eran medios sancochados en ollas o fuentes de greda llenas de agua. El fuego
lo producían por la frotación de dos palos, lo que originaba chispas que encendían un
manojo de hierbas secas.
También recolectaban frutos y cazaban animales. Por esto, su alimentación fue
variada, incluía piñones, aves pequeñas, pescados y diferentes frutas silvestres, tortillas de
rescoldo, empanadas de horno de digüeñes, sopa de harina tostada, etc. Con flechas y trampas
cazaban guanacos y huemules, aunque no eran grandes consumidores de carne. Obtenían
maíz, papas, ají, calabazas y algunos cereales como la teca y el magu.
2.2.- Arquitectura
“El mundo para el mapuche es un todo coherente que integra bajo una estructura
ordenada. Lo sobrenatural y lo vivencial, en una relación íntima con el contexto natural en
que se desarrolla la cultura. Así, es posible reconocer una red de simbolismos,
significancias y valores en la vida cotidiana, en las costumbres y en las tradiciones, como
también en sus expresiones físicas del arte, por ejemplo, en la arquitectura. (...) la ruka es
expresión y símbolo de la cosmovisión mapuche”.3
33. Eliseo Huencho y Alfredo Urrutia (1994): La vivienda mapuche: búsqueda de conceptos fundamentales para el diseño en relación a su cultura y cosmovisión. Seminario para optar al título de Arquitecto, Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Universidad de Chile, Santiago, Chile.
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En el centro de los bosques y a la orilla de los arroyos, los mapuches construían sus
sencillas habitaciones. Estas eran las rucas, verdaderos ranchos de techo de paja o de totora
sostenidos por unos cuantos horcones enterrados en el suelo y unidos en su parte superior
por otros palos colocados horizontalmente. Podía ser redonda o rectangular, contaba con
varias entradas y, en su interior, estaba separada en diferentes piezas. Desde el punto
de vista físico, es una estructura circular con superficies que varían
entre los 120 y 240 metros cuadrados. Las paredes se hacen de adobe,
de tablas o de varas de colihue y se refuerzan por dentro con postes de
madera y se tapizan con totora (quincha). El techo es de junquillo o de
algún pasto semejante a paja brava. Solía tener funciones compartidas,
para cocinar y guardar, y en ocasiones, hasta dormir. En su centro hay
un fogón o kutralwe formado por piedras. Su acceso principal está
siempre orientado hacia el nacimiento del sol, al igual que en otras
culturas originarias.
2.3.- Vestimenta
El guanaco proporcionaba a los mapuches la lana con la que confeccionaban sus
ropas, aunque sus tejidos parecen haber sido de un solo color y sin adornos de figuras.
Hombres y mujeres vestían el chamal, especie de camisa larga que se ataba a la
cintura. También se cubrían con pieles de zorros, de guanacos y de pumas, y se
ornamentaban con collares de plumas y caracoles o de piedrecitas de colores. El uso del
poncho es posterior, ya que fue introducido entre los mapuches por los indios peruanos que
acompañaban a los españoles. Las mujeres llevaban trenzas y los hombres, el pelo corto o
amarrado en una cola. Usaban collares y otros adornos de plumas y de una piedra llamada
malaquita.
Después de la llegada de los españoles, los mapuche comenzaron a elaborar adornos
de plata, como el trapelacucha, un gran collar o pechera usado por las mujeres.
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CAPITULO III.- EXPRESIONES CULTURALES
3.1.- Cocina
La gastronomía mapuche es toda una tradición, en especial entre las mujeres; las
madres enseñan a cocinar a sus hijas desde pequeñas, logrando así que los conocimientos
sean traspasados de generación en generación.
Las principales preparaciones son guisos o cazuelas con legumbres acompañadas
por tortilla de rescoldo (pan de harina de trigo cocido en ceniza caliente). Esto es aliñado
con merkén (ají cacho de cabra ahumado y molido), el sazonador típico mapuche y que
hoy se ha extendido a la cocina internacional.
Otras preparaciones muy consumidas son el catuto o multrún (un tipo de tortilla de
trigo), las poñis o papas asadas, el changle (un hongo que crece en el suelo) y el piñón
(fruto de la araucaria). Con este último se elaboran recetas muy variadas, desde el chavi o
chavy (jugo de piñón), hasta sopas y ensaladas o, simplemente, se usa como agregado en la
cazuela o charquicán.
En cuanto a las bebidas, la más conocida y consumida es el muday o mudai, un
jugo de trigo o maíz fermentado que se sirve a cualquier hora del día. También están el
ñaco, que es harina tostada de trigo o maíz, azúcar y agua caliente; el murke, bebida
fermentada que se hace con trigo tostado molido en piedra con linaza, miel y agua; ulpo,
bebida que se prepara con agua bien fría y harina tostada de trigo o avellana (se le puede
agregar leche o miel); charcán, que es una mazamorra de harina tostada de trigo, con grasa,
azúcar y leche caliente, y el awarkuden o jugo de habas.
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3.2.- Música
La música tradicional mapuche, está completamente asociada a su actividad ritual y
espiritual. En la descripción del uso de los instrumentos característicos de esta cultura,
podemos observarlo con claridad.
Kultrún: es el más representativo de los instrumentos de percusión. Es un
membranófono que se construye con madera nativa y tiene la forma de un gran
plato hondo que se cubre con cuero de chivo. Esta membrana se decora con un
símbolo cósmico de alta significación.31 Dentro del kultrung se colocan monedas
de plata y piedras de colores.
Kashawilla: es otro instrumento de percusión. Es un cascabel metálico, de origen
europeo e incorporado a la cultura mapuche. La machi se acompaña de él en la
ceremonia de curación del enfermo (machitún).
Wada: es fabricado de calabazas que se llenan con semillas secas, piedras
pequeñas, a manera de una sonaja. Generalmente su función es acompañar al
kultrung.
Trutruka: el más característico de los instrumentos de viento o aerófonos.
Acompaña al mapuche en todo acto religioso o social. De longitud variable (de 2 a 4
metros), se fabrica con un coligüe ahuecado recubierto con un trozo de intestino de
caballo. En uno de sus extremos el ejecutante sopla; en el otro, termina con un
cuerno de vacuno que sirve de amplificador.
Pifüllka: es fabricada con un trozo de madera que tiene un solo orificio donde se
sopla. Existen de greda, piedras y de hueso.
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Trompe: introducido por el mestizaje, está hecho de metal. Tiene la forma de una
llave con una lengüeta que se tañe con un dedo y se le hace vibrar apretada en la
boca. Se le considera el instrumento del amor.
3.3.- Artesanía
En la actualidad, las principales expresiones del arte mapuche son la textilería (se
usa lana de oveja), la cerámica (jarros con modelos asimétricos), la cestería (se elabora,
principalmente, con boqui), el tallado en madera (se usa madera de los ricos bosques del
sur) y la orfebrería (se basa en sus creencias religiosas). Todos los conocimientos
ancestrales sobre la realización de estas artesanías son traspasadas de generación en
generación.
3.4.- Idioma
A pesar de la unidad lingüística, las investigaciones que han ahondado en el desarrollo
cultural del territorio mapuche reconocen algunas variaciones en las tradiciones. Estas
diferencias obedecerían principalmente a las distintas experiencias humanas ocurridas en
medios naturales tan diversas como la costa, la cordillera, las pampas orientales y los
valles. La singularidad de cada uno de estos espacios, y las diferentes formas de adaptación
al medio que los grupos generan para su subsistencia, produjeron con el tiempo
manifestaciones culturales diversas al interior del pueblo mapuche.
Antes del siglo XVI, el mapudungún era hablado hasta los territorios semiáridos
atravesados por el río Choapa. Aunque hasta hoy se discute sobre las familias lingüísticas y
la procedencia de esta lengua, se cree que su extensión involucraba la serie de valles fértiles
que descendían desde los Andes hacia el sur: el Aconcagua, el Maipo, el Mapocho, el
Cachapoal y el Maule, abarcando todo el centro sur de Chile hasta llegar a la isla grande de
Chiloé.
En tiempos históricos, las comunidades que utilizaban el mapudungún como lengua franca
se autodenominaban mapuches o reches. Más adelante estas comunidades serían conocidas
por los españoles como araucanos, término que pudo tener su origen en el
11
denominativo auka o purun auka que recibieron de parte de los incas. Este vocablo quechua
era utilizado por los incas para referirse a aquellas poblaciones rebeldes, enemigos o
salvajes, ubicadas en los confines del Tawantinsuyu durante los siglos XV y XVI.
CAPITULO IV.-
REGIÓN DE LA ARAUCANÍA, TIERRA DE MAPUCHES Y ARAUCARIAS
4.1.- Ubicación Geográfica
La Región de la Araucanía se extiende entre los paralelos 37° 35’ y 39° 37’ de
latitud sur y desde el meridiano 70° 50’ de longitud oeste hasta el océano Pacífico. Por lo
tanto, limita al norte con la Región del Biobío, al sur con la Región de los Ríos, al este con
Argentina y al oeste con el océano Pacífico. Tiene una superficie de 31.842,3 km2 (que
corresponde al 4,2% de Chile Americano e Insular).
Su población alcanza los 869.535 habitantes, que equivale al 5,8% del total
nacional, y su densidad regional alcanza los 27,3 hab/km2. Su capital es Temuco y está
dividida administrativamente en solo dos provincias, Malleco y Cautín. Posee 32 comunas;
la última creada fue Cholchol en 2004.
La ciudad de Temuco es, junto a Iquique, una de las ciudades con el crecimiento
poblacional más explosivo a nivel nacional. Según el Censo de 1970, en esta urbe vivían
cerca de 88.000 habitantes y 32 años después, para el Censo 2002, casi se triplicó la
cantidad, llegando a 245.347.
Como dijimos, esta región se divide en dos provincias:
Provincia de Malleco: tiene una superficie de 13.433,3 km2 y una población de
201.615 habitantes. La componen las comunas de Angol (su capital), Collipulli,
Curacautín, Ercilla, Lonquimay, Los Sauces, Lumaco, Purén, Renaico, Traiguén y
Victoria.En esta provincia viven 100.227 hombres y 101.388 mujeres. Lonquimay
es la comuna de mayor superficie (3.914,2 km2) y Renaico, la de menor superficie
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(267,4 km2). La comuna con más habitantes es Angol (48.996), mientras que la que
alberga menor cantidad es Los Sauces con sólo 7.581.
Provincia de Cautín: alcanza una superficie de 18.409 km2 y en ella residen
667.920 personas. Cautín está formada por las comunas de Temuco (su capital),
Carahue, Cunco, Curarrehue, Freire, Galvarino, Gorbea, Lautaro, Loncoche,
Melipeuco, Nueva Imperial, Padre Las Casas, Pitrufquén, Perquenco, Pucón, Puerto
Saavedra, Teodoro Schmidt, Toltén, Vilcún, Villarrica y Cholchol.
En áreas urbanas habitan 449.147 personas y 218.773 lo hacen en zonas rurales.
Cunco es la de mayor superficie (1.906,5 km2) y la menor es Perquenco (330,7 km2).
Asimismo, la que posee la mayor cantidad de habitantes es Temuco (245.347), mientras
que la que tiene menos población es Melipeuco, con sólo 5.628.
CAPITULO V.- LA VIDA SOCIAL Y FAMILIAR DE LOS MAPUCHES
5.1.- Jerarquía social clásica
A diferencia de otros grupos étnicos, en la cultura mapuche hay
dos autoridades que provienen de la más antigua tradición de estructura
social, y que conservan su vigencia, incluso en las comunidades
urbanas. Estas son:
Machi: es un líder femenino o masculino que se encarga de la curación
del alma y del cuerpo de los individuos y de la comunidad. Conoce los
protocolos de los rituales que le corresponde dirigir y tiene un amplio
manejo de hierbas medicinales, cánticos y sobre todo, de las prácticas
de vinculación con el mundo de los espíritus. Debe ser iniciada en un rito
de paso en el que se le asigna una jerarquía que está representada por
13
el número de peldaños labrados en un palo (kemú-kemú) y que
simbolizan su poder. Se supone que las machis son designadas por
fuerzas sobrenaturales o fileus, que en algunos casos se
reconocen como antepasados machis. Se le reconoce por su
atuendo e indumentaria: accesorios de plata como la trapelacucha
o el trarilonko. Algunas machis usan cintas de colores que
sobresalen sobre su cabeza dependiendo del sector en el que
viven. Existen los machis hombres y también se les reconoce por
su vestuario que consiste simplemente en el uso de un paño sobre
los hombros, una manta o capa y la misma trapelacucha sobre el
pecho.
El lonko, cacique, nillatufe es la otra autoridad fundamental o cabeza
de la comunidad. Es un cargo con connotaciones administrativas y
religiosas. Por lo general son personas mayores, no usan una vestimenta
uniforme, sino que es un líder que sobresale sobre el resto y es
reconocido por sus coterráneos que se encargan de enaltecerlo como
una autoridad. Es el oficiante del nillatún, ritual de la fertilidad.
5.2.- La familia
Es el núcleo fundamental de su organización social. Antes de la conquista española
los pueblos del centro-sur vivían bajo un tipo de matriarcado. Los hijos llevaban la filiación
y el tótem de la madre (el marido debía ir a vivir con la familia de la esposa), sin embargo
al momento de la conquista española, los hombres eran los jefes de familia, aunque los
hijos seguían llevando el apellido de la madre. A partir de allí se aceleró el cambio y la
esposa debió ir a vivir a la agrupación del esposo, predominando desde entonces el
concepto de familia patrilineal y virilocal.
El pueblo mapuche se identificaba fuertemente con la naturaleza. Por lo mismo,
desde que el niño era pequeño, padre y madre lo llevaban a diferentes lugares. La madre era
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la encargada de la alimentación, vestimenta y limpieza de sus hijos, así como también de
preservar la cultura.
El padre enseñaba a sus hijos las tareas relacionadas con el campo, como buscar las
ovejas, sacar el cuero de los animales, cortar leña, hacer pan o buscar agua.
Admitían la poligamía, por lo que era habitual que los hombres tuvieran cuatro o
cinco mujeres. A mayor cantidad de mujeres, mayor cantidad de bienes, pues ellas tejían
mantas, cultivaban y cuidaban a los animales.
CAPITULO VI.- LA RELIGIÓN
La visión religiosa del pueblo mapuche se basaba en la existencia de un mundo
poblado de espíritus y dioses. Sin embargo, este politeísmo se resumía bajo la existencia de
un ser todopoderoso, creador de todas las especies vivas, llamado Pillán o Neguechén,
quien habitaba en las alturas celestiales y tenía la facultad de conceder la vida y la muerte.
A esta deidad se asociaban manifestaciones de la naturaleza, como los truenos, el fuego, las
erupciones volcánicas y los sismos.
Asimismo, practicaban el culto a los tótemes, entre los que se puede mencionar
el cielo (huenu), el sol (antü), el mar (lavquen), el río (lenfu), la piedra (cura) y
el agua (co). Cada tribu invocaba a su tótem respectivo, cuyo nombre era utilizado en los
apellidos y del cual descendía de acuerdo a la alianza entre el Pillán y el tótem.
La tradición mapuche ha cuidado la reactualización y transmisión de sus creencias
por medio de rituales episódicos y la oralidad: “La institucionalidad de lo religioso, al estar
nucleada en el rito, supone la existencia, por un lado, de una comunidad que lo realiza, y
por el otro, de una tradición que constantemente se reactualiza”.4
44. Rolf Foerster (1993): Introducción a la religiosidad mapuche, Santiago, Editorial Universitaria.
15
6.1.- Ceremonias y rituales
El orden ceremonial regido por esta idea de ciclos, nos transfiere a otro nivel de
análisis en el cual se interrelacionan las dimensiones espacio y tiempo. Ejemplo de
prácticas cotidianas y profanas donde transcurre el tiempo en circuitos o giros circulares
completos son: la ingesta grupal de mate, vino o mudai (chicha detrigo) y que siguen el
orden de la rueda. De manera más destacada aún, este principio se reproduce en ceremonias
rituales religiosas como el nillatún (ritual de fertilidad) y el neikurrewén (ritual
postiniciático de la machi), o en las danzas y giros de los bailarines y jinetes circulando y
repitiéndose en múltiplos pares crecientes. El tiempo es percibido a través del eterno
retorno del giro circular alrededor del poste sagrado o el árbol cósmico que representa el
centro del mundo.5
El Nguillatún: Es una ceremonia de agradecimiento al padre creador
(Chaw Ngenechen). Se le agradecen todas las bendiciones
recibidas y se le ruega por el bienestar de la familia, de la
comunidad, de las tierras y las cosechas. Las autoridades de esta
ceremonia son el lonko, la machi, y las personas que bailan
alrededor del rehue, llamados choyke. Por otra parte existe una
persona que participa como vocero del lonko ya que éste no se
dirige directamente a los individuos reunidos allí. Como es un ritual
formal y de vital trascendencia para quienes participan de él, los afuerinos deben
comportarse de manera empática, respetuosa y restringida al rol de espectadores. En
el Manual para no mapuche,6 se sugiere que la vestimenta que lleve puesta sea
cómoda y si es mujer que lleve vestido.
55. Mircea Eliade (1967): Observaciones Metodológicas sobre el estudio del simbolismo religioso, en Mircea Eliade y Joseph M. Kitagawa, Metodología de la Historia de las Religiones, Buenos Aires, Paidós.66. Municipalidad Padre las Casas (2009): “Manual de protocolo para no mapuche”. Blogpadrelascasascultura.blogspot.com. Departamento de Cultura y Biblioteca. Publicado: 10 de mayo de 2010. <http://padrelascasascultura.blogspot.com/2010/05/lanzamiento-manual-de-protocolopara-no.html>
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El Machitún: La ceremonia del machitún se efectuaba para sanar a algún mapuche
enfermo. Para ello intervenía un curandero llamado machi, al que se le atribuía
poderes sobrenaturales que le permitían comunicarse con los espíritus. En el rito, el
machi colocaba hojas de canelo -considerado como el árbol sagrado mapuche- y las
encendía mientras realizaba cantos y danzas alrededor del paciente al son del
kultrún, un tambor utilizado para invocar la ayuda de los pillanes bienhechores. Así,
cuando la ruca se llenaba de humo, el machi, usando sus conocimientos de
hipnotismo, creaba un fenómeno de alucinación colectiva, y fingía clavar un
cuchillo en el enfermo. Después "urgaba" en el interior del mismo y les mostraba a
los parientes la causa del mal, representada en lagartijas o insectos.
Lakutun: Es un acto simbólico que se realiza dentro de las familias y consiste en
que el abuelo sella su pacto de linaje familiar, entregándole su nombre a su nieto
que está en edad previa a la adultez. La importancia de esta ceremonia tiene que ver
con la continuación del linaje y la preservación de las tradiciones y riquezas propias
de la cultura mapuche.
Pewutún: Es un rito de sanación para un enfermo que encabeza la machi. Consiste
en comunicarse con las divinidades a través de una serie de procedimientos, como
por ejemplo, utilizar una prenda de vestir del paciente; realizar cantos y oraciones
que terminan en un trance en el que la machi transmitirá los diagnósticos y mensajes
revelados por los dioses. Su cuerpo ha sido poseído por un espíritu al que consulta
sobre la enfermedad del atendido. También en estos trances recibe de la mano de
Dios los remedios de los cuales se servirá.
Wetripantu: También llamado Wiñoi Tripantu (regresa la salida del Sol). La
ceremonia comienza antes que el Sol se oculte en el horizonte. Habitualmente se
realiza durante la noche del 23 de junio, y se espera hasta el amanecer la llegada del
"nuevo Sol que regresa" por el oeste. El ritual, que invoca a los antepasados, es
dirigido por una machi o por el lonko del lugar. La celebración del We Tripantu
que es el año nuevo mapuche que comienza el 23 de junio por la noche. Se inicia
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con una rogativa encabezada por la machi, siguiendo la ceremonia con cantos
(pillantu) y danzas (purrún). Luego se continúa la celebración con una comida
(misagún). Durante la ceremonia los adultos cuentan hechos desconocidos de la
familia y de los miembros que se han reunido, narran el origen y la descendencia.
Se participa del conocimiento en general que los más antiguos tienen y se cuentan
cuentos epew; se baila choyque purrun y se toca la trutruka y el trompe.
6.2.- La creación según los mapuches
El pueblo mapuche explica el origen del mundo a partir de la creencia en un gran
cataclismo generado por la furia de dos grandes serpientes que se enfrentaron, Kai-Kai y
Treng-Treng. Kai-kai empezó a subir las aguas de los mares y Treng-treng comenzó a
levantar los cerros para que los mapuches se protegieran. Mientras Kai-Kai más subía las
aguas, Treng-Treng más levantaba los cerros. De ese modo, muchos mapuches se ahogaron
y, a medida que ocurría esto, Treng- Treng los convertía en peces o en piedras, para que
vivieran de otra forma. Después de esto, cesó la lucha, Kai- Kai abandonó el combate y se
hundió en el mar. De esta manera surgieron los diferentes elementos de la tierra, que fueron
vistos como los linajes de las piedras, de los peces y de las aves, entre otros.
CAPITULO VII.- AGRICULTURA MAPUCHE
7.1.- Actividades agrícolas
La base de la economía mapuche era la agricultura que, según las áreas geográficas
en que se ubicaban los grupos, era practicada de diferentes formas: entre los ríos La Ligua y
Cachapoal, dependían de la irrigación artificial; al sur del Cachapoal y hasta el río Biobío,
de la de secano, y al sur del Biobío, de la agricultura de roza.
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Los ambientes en los que se desenvolvió la cultura Mapuche en Chile, permitieron
el desarrollo de una agricultura en pequeña escala con cultivos de maíz, papa, quínoa, y ají
entre otros. Los instrumentos agrícolas -de muy poca elaboración- eran un palo aguzado
que se utilizaba para abrir agujeros e introducir las semillas; una piedra atada a un mango
para romper los terrones, y una horqueta hecha de madera para arar la tierra.
Cazaban guanacos, huemules y roedores, y de la costa lograban extraer pescados y
mariscos. Poseían, además, rebaños de ovejas, pero ellas rara vez eran sacrificadas, pues se
reservaban como moneda de cambio para comprar a las novias y también para obtener lana.
CONCLUSIÓN
En primer lugar hay que remarcar el valor que se le ha dado a la historia y a la
tradición en la comunidad Mapuche. Nunca se han olvidado de sus raíces ni de sus
antepasados, siempre han estado presentes tanto en su vida cotidiana como en sus rituales.
Esto hay que destacarlo porque muestra la personalidad de esta comunidad, que se niega a
despegarse de su pasado, porque es en él donde encuentran las respuestas para sus vidas, y
el valor para continuar a pesar de que hoy día son discriminados por no formar parte de las
masas.
Ahora ya sabemos mas de este pueblo de nuestra tierra y que originalmente, los
mapuches, "Gente de la tierra", habitaban por el norte desde el Valle del Aconcagua hasta
la isla Grande de Chiloé por el sur, alcanzando hasta la Patagonia de Argentina por el este.
Antes de la llegada de los españoles, los mapuches practicaban la pesca y la caza de
animales menores para alimentarse. A lo largo de los largos años de resistencia Mapuche
contra la dominación española, se destaca el valor de un guerrero cuyo nombre era Lautaro,
quien, después de vivir con los españoles como esclavo y aprender las técnicas de guerra de
éstos, vuelve a su pueblo para dirigirlo, como Toqui (“Caudillo“), en contra de los
invasores. Les demostró que los jinetes españoles no eran dioses, y que los guerreros
mapuches también podían utilizar sus caballos para luchar.
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BIBLIOGRAFÍA
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mapuche”. Blog padrelascasascultura.blogspot.com. Departamento de
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