miradas, valores y usos sociales del paisaje cultural
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Miradas, valores y usos sociales del Paisaje Cultural Cafetero y los
imaginarios proyectados en la oferta del territorio turístico
Urte Duis
Universidad del Quindío
Temática: Territorio y turismo
urteduis@gmail.com
Palabras clave: Territorio turístico, valores patrimoniales, imaginarios, autenticidad
Foto (U. Duis): Cartografía cultural en Escuelas rurales
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Problemática
El Paisaje Cultural Cafetero fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial por su valor
excepcional y universal que se argumenta en cuatro líneas. Son estos valores que se
evalúan por parte de las instituciones y la UNESCO para medir los avances en cuanto a
la conservación del patrimonio cultural, la sostenibilidad ambiental, la gestión social y la
sustentabilidad de la caficultura.
Es de destacar, que Colombia entró a formar parte de la “Convención sobre la
Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, mediante la Ley 45 de 1983,
incluyó los paisajes culturales en la definición de patrimonio (Ley 1185/2008) y
reconoció el Paisaje Cultural Cafetero como Patrimonio Cultural de la Nación mediante
la Resolución 2079/2011. El CONPES 3803/2014 considera el PCC como “referente
para el desarrollo integral de territorios que comprenden paisajes culturales productivos,
con el fin de que el patrimonio cultural sea un motor de desarrollo social.” Pues, esto es
un signo importante - tal vez equivocado o no - sobre la importancia del patrimonio en
los procesos de construcción y desarrollo de región.
Ahora bien, el desarrollo endógeno busca revalorar lo rural, afirmar la identidad
territorial y generar una dinámica local de acuerdo a la multifuncionalidad del territorio
rural. Es un concepto que muestra una renovada importancia del territorio y de su
patrimonio como una herramienta para generar alternativas económicas como el
turismo, la agroindustria, y otras actividades económicas compatibles con el campo. En
este marco, nació el turismo rural en el Quindío promoviendo alternativas de ingresos a
los caficultores.
El paisaje cultural es propicio para mostrar la relación entre turismo, patrimonio y
territorio ya que ofrece diversidad de aspectos culturales y naturales de interés para una
oferta de recreación, descanso, contemplación y estudio. Pero “la marca” de Paisaje
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Cultural en la actualidad solo se usa para promover el destino, más no para diseñar
productos que muestran los atributos y valores auténticos y menos para aportar a la
conservación y protección de este patrimonio o generar bienestar socioeconómico a los
caficultores. Hoy el desarrollo turístico se encuentra en manos de inversionistas de
hoteles campestres, propietarios de chalets, instituciones con enfoque comercial y
operadores que carecen de criterio social y cultural.
¿Pero cuáles son estos valores culturales, ambientales, sociales y productivos
auténticos por los cuales ha sido inscrito el PCC en la Lista de Patrimonio Mundial?
¿Cuáles son los saberes tradicionales y los usos sociales del patrimonio, parte de la
identidad cultural? Y ¿Cuáles son los imaginarios que se venden en los productos y
paquetes turísticos que dominan el mercado?
La variedad de miradas sobre el patrimonio muestra matices que se tratan a revelar
mediante la contrastación de valores patrimoniales detectados en los diferentes grupos
poblaciones con la oferta de productos turísticos y su material promocional. Este trabajo
es una compilación de estudios realizados en torno al patrimonio del Paisaje Cultural
Cafetero y tiene como objetivo estudiar las miradas, saberes y usos sociales del
territorio patrimonial frente a sus imaginarios comercializados en la oferta turística
evidenciando una discrepancia entre los sentidos de los lugares y los productos que en
la actualidad predominan en el mercado turístico del Quindío.
De valores y factores reales en el Paisaje Cultural Cafetero
Los paisajes culturales expresan gran variedad de interacciones entre el hombre y su
entorno, por lo tanto, la UNESCO plantea que “deberían ser elegidos sobre la base de
su valor universal excepcional, su representatividad en términos de región geocultural
claramente definida y su capacidad de ilustrar los elementos culturales esenciales y
distintivos de dichas regiones” (UNESCO, 2005, 84). Pues, este valor universal
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excepcional en el caso PCC se conforma por cuatro grandes líneas determinadas en el
expediente (Mincultura, FNC 2009):
“Esfuerzo humano, familiar, generacional e histórico para la producción de un
café de excelente calidad en el marco de un desarrollo humano sostenible”
“Cultura Cafetera para el mundo”
“Capital social estratégico construido alrededor de una institucionalidad”
“Relación entre tradición y tecnología para garantizar la calidad y sostenibilidad
del producto”
Los Paisajes Culturales son portadores de símbolos y valores. Estos valores tienen que
ser percibidos e interpretados por los habitantes locales para así identificar los
elementos de apropiación en su entorno cotidiano. La coincidencia fundamental sobre la
imagen de un lugar entre los integrantes de un mismo grupo genera “imágenes
colectivas” que se buscan sistematizar precisamente en los primeros estudios de la
Universidad del Quindío sobre el tema (Duis, 2007 y 2009). Tener en cuenta los valores
de los habitantes era clave para definir las líneas de actuación para el PCC, y mediante
talleres de valores dirigidos a los caficultores se identificaron los “factores reales” que
simbolizan estos valores intangibles. “El café por ejemplo es el cultivo emblemático
como factor real a partir del cual se han elaborado los valores de la cultura regional”
(Pinzón 2008, 2). Max Scheller al respecto diferencia la sociología cultural de la
sociología de los factores reales (Real-Soziologie). “Los datos culturales según Scheller
son “ideales” y se definen por metas o intenciones ideales, los “factores reales” están
orientados hacia la producción de cambios en la realidad de la naturaleza o de la
sociedad (…), son hechos como por ejemplo geopolíticos, relaciones de producción,
etc.“ (Pinzón, 2008, 2). Derivado de un factor real asociado a la cultura cafetera cada
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municipio tiene un símbolo cultural como p.ej. las Fiestas del Canasto de Filandia,
elemento que representa la cosecha del café.
“De los valores pueden proceder identidades; las identidades nacen de los valores.
Habría (…) dos tipos de valores, primero de los hechos en sí, de los componentes
valiosos y valorados, que surgen de una mirada cultural sobre ellos, y segundo de los
otorgamientos culturales, como la mencionada “creación” poética del paisaje. La
realidad es una mezcla entre ambos. (…). El tipo, estado, consciencia, valoración y
cuidado del paisaje son entonces parte de la identidad y son también proyección de un
cierto sentido de esa identidad” (Martínez de Pisón, 2010, 13-14).
Por tanto, se debe diferenciar entre miradas desde las diferentes disciplinas,
instituciones, culturas, grupos poblacionales y se pueden identificar valores, saberes y
usos sociales que hacen parte de lo que se denomina el Valor universal excepcional
que tiene que comprobar su integridad y autenticidad.
De la autenticidad de los Valores patrimoniales
El Documento de Nara en Autenticidad (1994) indica que un requisito básico para
afirmar los aspectos de autenticidad son las características originales y últimas del
patrimonio cultural y su significado – son los valores que se le atribuyen a ese
patrimonio y hay que tener un buen conocimiento y comprensión sobre las fuentes de
información para emitir un juicio. Pero todo juicio de valor puede diferir para cada cultura
y dentro de la misma cultura. En la Carta de Brasilia se introduce el tema a partir del
concepto de particularismo cultural, de las diferencias, del sincretismo y la resistencia y
se propone considerar en el momento de juzgar la autenticidad las diferentes vertientes
que integran una sociedad, sus lecturas a lo largo del tiempo y de lugar. ¿Qué es
entonces la autenticidad? ¿Quién puede juzgar qué es auténtico?
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Entre las ambigüedades del concepto se optó para el caso del Paisaje Cultural Cafetero
por un camino intermedio, uniendo la concepción popular o sea de la población que vive
la realidad a diario (valores, saberes y usos sociales) y contrastarla con el conocimiento
de los expertos. La Metodología participativa piloto de valoración social y cultural
aplicada en el estudio (Duis 2007, Duis 2009) nos permite identificar claramente los
valores en términos productivos (factores de producción), estéticos y ambientales,
culturales y sociales por parte de la población local. El esquema es sencillo: 1.
Introducción al taller 2. Distribución aleatoria por mesa de trabajo 3. Rondas de trabajo
de acuerdo a las preguntas y áreas temáticas siguiendo las siguientes preguntas: ¿Qué
valores o atributos se encuentran en el paisaje cafetero? ¿Cuál es el estado de los
valores patrimoniales? ¿Cuál es el uso de estos valores? ¿Cuáles son los limitantes o
problemas? ¡Propone acciones para el cambio/ mejoramiento de la situación actual!
¿Cuáles son los responsables para gestionar las propuestas? 4. Plenaria: Cada mesa
va presentando sus resultados en plenaria.
Estos talleres son de tipo funcional, “herramienta de participación cuyo fin es el
reconocimiento narrativo de valores patrimoniales, generando un espacio grupal de
reflexión sobre sus usos y amenazas, con la cual se busca evocar una historia, ―una
narración en torno a determinados eventos en los que se proyectan los valores
humanos y patrones significativos de una cultura particular” (López, 2007, 3), en este
caso el Paisaje Cultural Cafetero. Los talleres aportan a:
• Identificar y describir los valores del PCC desde la comunidad
• Determinar el estado de conservación y su uso
• Identificar los problemas y amenazas para su sostenibilidad
• Determinar alternativas y propuestas para su mantenimiento y responsables
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Se muestra que estos grupos sociales, los caficultores, son conscientes de los valores
del Paisaje Cultural Cafetero, son conocedores de su entorno y es más, son poseedores
de mapas mentales de este paisaje. Relacionados con la caficultura se identifican las
bondades de los sistemas productivos del café y los cultivos asociados como plátano,
cítricos, maíz, yuca, caña, fríjol, la producción pecuaria y de hortalizas. Esto refleja que
el café siempre está asociado con cultivos múltiples. Conocen los bordes de fincas, de
veredas y municipios establecidos y transmitidos de generación a generación guiándose
por hitos de la naturaleza y usos del territorio como guaduales, quebradas, caminos.
En cuanto a la variable de arquitectura/ ingeniería los participantes diferencian entre: la
arquitectura tradicional en vivienda de Bahareque y tapia, la arquitectura en material
(cemento y ferroconcreto) y el uso de la guadua. También se distingue la infraestructura
social y religiosa, las vías de acceso, los servicios públicos como necesidades básicas.
La categoría medio ambiente y paisaje comprende las categorías: Paisajes y belleza
escénica, Recursos hídricos; Bosques y guaduales; Biodiversidad y Factores naturales
de producción (suelo, clima, sol, aire, topografía/altura, tierra). Curiosa la importancia de
valores estéticos relacionados con el paisaje, como miradores, altos, vistas
panorámicas, que contrasten aparentemente con el análisis netamente funcional y
económico del paisaje en términos productivos.
La variable cultura y arqueología incluye las expresiones materiales e inmateriales de la
cultura cafetera como Vestigios y sitios arqueológicos; festividades; fiestas religiosas;
fondas y caminos; equipamiento y herramientas. Es de destacar que el término de
arqueología no evoca asociaciones, pero el de guacas sí se relaciona con las riquezas
prehispánicas. La guaquería, hoy prohibido por ley, persiste en las tradiciones y el
imaginario de las familias cafeteras.
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Los valores humanos y sociales son producto de cambios y transformaciones a lo largo
de la historia, generalmente están relacionados a costumbres culturales o principios
religiosos. En este sentido, se identificaron Valores vitales que permiten el desarrollo
normal de la vida; Valores sociales que permiten la convivencia en comunidad como
solidaridad, responsabilidad, amabilidad; Valores morales como el respeto, la honradez,
sencillez, sentido de pertenencia, etc.; Valores relacionados con el trabajo en este
contexto son constancia, tesón, emprendimiento, persistencia; Valores religiosos se
refieren a los principios cristianos. En ningún momento se identificó la asociatividad, el
capital social o la institucionalidad cafetera en esta categoría.
Son estos valores atribuidos al paisaje que deben ser objetivos originarios de la
conservación, porque reflejan el significado que les asigna un grupo social. Estas
valoraciones se confirman una vez más con el trabajo ampliado realizado en 14 circuitos
con más de 800 habitantes de 72 veredas del área principal del Quindío (Duis, 2009) y
con la encuesta que se dirigió de manera aleatoria a un pequeño grupo de 50
habitantes del territorio. El cuestionario semiestructurado para las entrevistas considera
los siguientes aspectos: características sociodemográficas, percepciones del desarrollo
histórico, valores y atributos, institucionalidad y proyecciones. Algunos resultados a
destacar son:
La identificación de cambios (irreversibles) en el entorno, sea por dinámicas
económicas, la intensificación y tecnificación de la producción, el turismo y la
urbanización, los conflictos y amenazas ambientales.
Con el Paisaje se asociación olores (café, pulpa, flores, bosque, frescura,
humedad, agua de panela, leña, fincas, pasto, sonidos y colores.
Lo que más les gusta a los encuestados en su municipio con un 54% son
elementos de la naturaleza.
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Los lugares o elementos más bellos del departamento son en su orden: Parque
del Café, Salento y Filandia, Reservas naturales, Paisaje verde y cafetero,
viviendas tradicionales, arquitectura antioqueña y Fincas cafeteras. Es
importante destacar la importancia que han adquirido los parques temáticos que
representan elementos identitarios para muchos de los habitantes.
En cuanto a las asociaciones con la palabra Paisaje cafetero se destaca con un
52% la actividad cafetera. Con 30% siguen las asociaciones con la naturaleza y
con 28% los elementos culturales.
Por tanto, se puede derivar una importancia económica, visual, cultural y social de los
cafetales, sin que por parte de los habitantes se haga una determinada diferenciación
entre “Café de montaña”, “Predominancia de café”, “Cultivo en ladera” o “Renovación de
cafetales”, estos son los atributos que los expertos seleccionaron para la delimitación y
caracterización del Paisaje Cultural Cafetero. La “colcha de retazos” de los variados
cultivos se complementa con los parches de bosques (y otros espacios naturales),
elemento de gran valor para la mayoría de los encuestados. El atributo de pequeña
propiedad como sistema de propiedad - criterio de los expertos – no se puede derivar ni
de los talleres ni de las encuestas, y la institucionalidad cafetera solo se reconoce en las
encuestas.
Las encuestas reconocen la relación estrecha del café con la cultura, la historia regional
y factores identitarios. El criterio de los expertos “Tradición histórica en la producción de
café” se refleja en los talleres y encuestas. Sin embargo, es de constar que hay una
dinámica migratoria permanente relacionada con la compraventa de fincas, o sea esta
tradición en el caso del Quindío no es estática ni predominante.
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En los espacios de análisis hay coincidencia en el valor del conjunto de fachadas, la
muestra arquitectónica rural (arquitectura tradicional en bahareque) y la importancia de
la estructura urbana centrado en un parque (patrimonio urbanístico).
Según los expertos el medio ambiente se caracteriza por una alta oferta hídrica y un
hábitat biodiverso. Los resultados de la encuesta y de los talleres son acordes con estos
atributos demostrando un gran conocimiento de su entorno natural.
De los saberes y usos sociales
Otro elemento de interés para establecer las imágenes sobre el territorio desde una
perspectiva local son los saberes y usos sociales. Para acceder a ellos se planteó una
investigación narrativa con herramientas desde la antropología cultural. A través del
dialogo con los habitantes se descubren percepciones, cogniciones y valoraciones. Son
estos valores que crean y caracterizan el espacio local y el comportamiento y la
percepción de la población local. Para Bruner (1986 en López, 2007) la narrativa es uno
de los modos naturales de funcionamiento cognitivo, una forma de construir la realidad
donde la reflexión personal se integra en un contexto social. O sea lo relatado se
relaciona con la historia local, el entorno y el contexto en general.
En el marco de los proyectos de Concertación con la Secretaría de Cultura del
Departamento se realizaron cuatro proyectos de investigación patrimonial en este
sentido (Duis, 2010, 2012, 2013ª, 2013b): Memorias del Paisaje cultural Cafetero –
Insumos para una ruta cultural, Historias para contar – una propuesta de interpretación
patrimonial, Diálogos del Paisaje Cultural Cafetero: Saberes, Miradas e Historias – una
aproximación a la gestión sostenible del territorio”, Memorias del Paisaje Cultural
Cafetero - Aportes a la sostenibilidad desde los saberes y oficios de sus pobladores.
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Los dos primeros buscaron identificar a partir de la memoria unos insumos para la
interpretación patrimonial en nuevos productos turísticos en el marco de rutas culturales
que revaloren lo local. Los dos siguientes buscaron un enfoque más amplio en la
gestión sostenible del territorio desde las prácticas y saberes sociales de sus
habitantes. Así que estos proyectos son un aporte al registro de la memoria, las
historias, los oficios, como referente a los usos sociales y saberes del entorno natural en
el cual los pobladores se establecieron. Nos permiten conocer las miradas sobre el
territorio y construir una historia local “auténtica” desde el ángulo local. La autenticidad
se intuye mucho más que se pueda comprobar, de estos temas se pueden deducir
pertenencia, identidades y las pautas culturales. El patrimonio cultural en este sentido
es “una fuente compartida de la memoria, la comprensión, la identidad, la cohesión y la
creatividad, así como de los ideales, principios y valores, derivados de la experiencia
(….)” y “constituye un recurso económico y un factor de vínculo social, de diálogo
intercultural y de comprensión mutua entre los grupos de población de orígenes
diversos que conforman la riqueza cultural” (Convenio marco de Faro 2005, 2).
Respecto a los valores de este patrimonio se pueden diferenciar dos aspectos en
cuanto a su relación con el territorio turístico: el valor del consumo de los objetos
patrimoniales o, el valor que presenta para la identidad cultural de la comunidad o el
valor de uso. “En el primer caso, el valor de consumo, se consideran prioritarios
aquellos bienes que presentan atractivos ya sea por su valor artístico o cultural
relevante o simplemente por su originalidad, curiosidad o extravagancia. En este caso la
presencia de la población será evaluada positivamente en tanto contribuya a reforzar la
imagen pintoresca y será tratada como un objeto de consumo más (…). El tratamiento
del patrimonio se inclinará, desde esta perspectiva, a congelar situaciones “valiosas”,
para lo cual se propondrán restauraciones o arreglos más o menos escenográficos, que
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“pongan en valor” los elementos considerados de mayor atracción y, por tanto, crear
una falsa autenticidad. (…) Si, por el contrario, la trascendencia se asocia a la
consolidación de la identidad cultural del grupo social, el patrimonio adquirirá valor en
función de su capacidad como elemento de identificación y apropiación del entorno
inmediato y del paisaje por parte de la comunidad. Las teorías y métodos, (…),
conducirán a operaciones de rescate y conservación más creativas. Los valores por
reconocer serán entonces los que hacen referencia a cuestiones relacionadas con las
vivencias sociales, con la historia de la comunidad, esto es, al papel que el objeto ha
desempeñado en la historia social. Se debe atender también a la lectura que de este
patrimonio hace la gente” (Martín, 2003, 4).
En este caso, es el valor que presenta el patrimonio para la identidad de la comunidad
que nos interesa. Pero para su protección y conservación primero hay que conocerlo
más a fondo para así no confundirse con un valor estético o superficial de lo que es
paisaje y “venderlo como imagen de territorio” ya que la supuesta autenticidad puede
sufrir según Martín (2003, 5) - cuando se desconocen contextos, valores e imaginarios
locales - al menos de cinco “tropiezos” que vale la pena enumerar:
1. Idealiza algún momento del pasado y lo propone como paradigma sociocultural
del presente, decide que todos los testimonios atribuidos son auténticos y
guardan por eso un poder estético, religioso o mágico insustituible.
2. Elimina demasiado rápidamente (con la velocidad del prejuicio), todas las
oportunidades de ampliar el acceso a la experiencia y la comprensión del propio
pasado, y de otras culturas, que ofrecen las técnicas de reproducción
contemporáneas (original y copia).
3. Puede olvidar que toda cultura es resultado de una selección y una combinación,
siempre renovada, de sus fuentes (congelar la escena).
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4. Un objeto original puede ocultar el sentido que tuvo – original, pero sin relación
con el origen– porque se lo descontextualiza, o porque ha perdido su contexto.
5. Las narrativas históricas que cambian con la investigación (se van haciendo
auténticas cada vez más) no llegan a los folletos y a los guías patrimoniales, por
tanto, a veces tampoco es auténtico, no ya el patrimonio, sino lo que se cuenta
de él.
Frente a la dinámica del patrimonio ¿quién puede definir lo que se conserva, lo que es
auténtico? Aquí el análisis de la autenticidad necesariamente se concentra en el
entendimiento de los elementos principales reflejados en valores y atributos en un
continuum de tiempo reconociendo cambios y dinámicas.
¿Autenticidad de la oferta de turismo?
Miremos ahora que pasa en el turismo. El turismo del Quindío si bien está basado sobre
una supuesta valoración de lo rural y cafetero, con el auge de sus propuestas artificiales
e inversiones foráneos en el territorio, tiende a perder esta esencia. El turismo para ser
exitoso tiende a promover, impulsar y crear escenarios artificiales o ficticios de manera
que genera imágenes para atraer turistas adecuando o reinterpretando la historia, el
patrimonio y la cultura local. Muchas veces, las poblaciones tienen que asumir nuevos
papeles y funciones en esta “turistización” de lugares e identidades (Prats, 2011).
Los conceptos de mercadeo obligan al turismo de crear imaginarios como
condicionantes de éxito y estos no necesariamente tienen que ver con la realidad local.
Se puede preguntar si este patrimonio de lo cual estamos hablando puede ser valioso
para una oferta turística y así entrar en los imaginarios reales vendidos en los mercados
turísticos. Pero ¿qué son estos imaginarios en el contexto del turismo? Hiernaux-
Nicolas (2002, 8-9) lo define como siguiente: “Se entiende por imaginario al conjunto de
creencias, imágenes y valoraciones que se definen en torno a una actividad, un
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espacio, un periodo o una persona (sociedad) en un momento dado. La representación
que el imaginario elabora de un proceso, es construida a partir de imágenes reales o
poéticas (inmersas en el campo de la fantasía). Variable y distendido, el imaginario es
una construcción social – (…). Así el imaginario turístico sería aquella porción del
imaginario social referido al hecho turístico, es decir a las numerosas manifestaciones
del proceso societario de viajar, cuya construcción es compleja, subjetiva, intervenida
por la transferencia tanto de las impresiones subjetivas captadas a través de
experiencias de vida, como de datos recogidos de otras personas o medios de difusión”.
La imagen es la representación visual – que también contiene elementos mentales – de
este imaginario. De acuerdo a Baloglu y McCleary (1999) la imagen turística está
constituida por un componente cognitivo/perceptivo, vinculado a los elementos tangibles
del destino, y un componente afectivo, relacionado con los sentimientos que evoca el
destino. Si se entiende la imagen como la totalidad de impresiones, creencias, ideas,
expectativas y sentimientos hacia un lugar, acumulados a lo largo del tiempo (Kim y
Richardson, 2003) es clara que se trata de una visión externa de este destino, una
representación mental que se forma el turista antes y durante del viaje. El éxito del
producto depende en gran medida de la coherencia entre expectativa antes del viaje y
las experiencias durante la estadía. La imagen en este concepto es individual y
subjetiva, de tal forma que puede diferir ostensiblemente de su realidad objetiva
(Gartner, 1993), y aun más de los imaginarios locales que se entienden como
construcción social, y por tanto son colectivos. De ahí, per se unas discrepancias entre
imaginarios locales y los imágenes en el mercado turístico. Estos últimos no requieren
de la visión local sobre el patrimonio.
Ahora bien, para vender el destino la inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial cayó
de perlas ya que esto siempre trae consigo una cantidad de publicaciones a nivel
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nacional e internacional que pueden beneficiar los destinos. La relación turismo-
patrimonio se lleva al primer plano y se integra en la promoción. Esto por sí solo no
significa una integración de los valores patrimoniales en el diseño de los productos sino
“una apropiación indebida del contenido material y simbólico, buscando satisfacer las
necesidades de la demanda turística. Esto significa disfrazar el discurso, hacer un
remedio, un discurso cultural cafetero inventado sin cumplir con los requisitos – los
valores y atributos del Paisaje Cultural Cafetero” (Rincón, 2013).
Quizás el mayor reto es el de mantener la autenticidad dentro del sistema de mercados
o a pesar del turismo, habida cuenta de la indiferencia por gran parte de la industria
turística y los consumidores hacia las verdaderas cualidades de las atracciones
patrimoniales. Tomamos como base los valores y los atributos del Paisaje Cultural
Cafetero y miremos entonces ¿Cuál es la realidad de la oferta dominante del Quindío?
Para tal fin, analicemos los atributos y cómo se reflejan en la oferta turística.
Tabla 1: Los atributos del Paisaje cultural Cafetero y su reflejo en el territorio y turismo
Atributos Descripción Oferta turística
Café de montaña,
café en ladera,
renovación del café,
predominancia del
café
Estos se refieren a la producción cafetera,
se pueden identificar fincas con procesos
ejemplares de certificación, de cafés
especiales, de renovación, de diferentes
variedades, beneficio y secado, catación, o
similar.
Algunas pocas fincas (de
alojamiento o no) ofrecen
el recorrido por el cafetal,
por ejemplo Terraza San
Alberto, La Morelia, Don
Elías, Villa Nora.
Pequeña propiedad
cafetera
Se pueden identificar fincas que muestran
esta calidad.
Pocas de las fincas que
ofrecen circuitos cafeteros
son pequeñas y
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Atributos Descripción Oferta turística
manejados por los
propietarios.
Cultivos múltiples Fincas con diversidad de productos
agropecuarios para la soberanía
alimentaria que destacan en su
organización, variedad de productos,
conservación de semillas, etc.
Este tema no se ha
posicionado en la oferta
turística. Se está iniciando
un proceso de fincas
agroecológicas en
Calarcá y Córdoba.
Institucionalidad
cafetera y redes
afines
Además de las intervenciones del Comité
de Cafeteros pueden ser de interés
procesos de asociatividad de cafeteros,
procesos comunitarios u otro tipo de
organización social.
La visita a una
Cooperativa de
Caficultores solo se
ofrece en un paquete de
los pueblos cordilleranos.
Los sitios del Comité son
de uso exclusivo del
gremio.
Recurso hídrico Se pueden identificar fincas donde hay una
gran importancia y un trabajo de
conservación de los recursos hídricos, la
recuperación de cañadas, la protección de
nacimientos, o similar. También se podría
integrar cascadas o ríos en la oferta.
De manera individual se
inicia diseñar producto de
cascadas. Fincas con
potencial hídrico hay
muchos pero no son
turísticas.
Patrimonio natural Fincas que poseen áreas en bosques o
guaduales y realicen trabajos de
El tema de la
biodiversidad poco se ha
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Atributos Descripción Oferta turística
conservación, Áreas protegidas
municipales o de la Sociedad civil,
Procesos de identificación participativa de
aves, fincas donde se hace investigación
de la fauna y flora.
trabajado. Hay varias
AICA, RRNN y Parques
Naturales con poco
desarrollo de la oferta.
Influencia de
modernización
Se refiere a la infraestructura vial, puentes,
escuelas rurales, electrificación, etc.
Pueden ser de interés la rueda pelton,
arietes, la evolución de tecnologías, los
caminos de herraduras, etc.
Realmente son los
medios para facilitar
desplazamiento y
servicios. El componente
histórico no se incluye
sino con fines ilustrativos
nostálgicos.
Tradición histórica de
producción
Aquí el factor importante es la tradición de
la finca, de la familia, del proceso histórico
y los acontecimientos en el transcurso del
tiempo.
Pocas fincas muestran
esta tradición, de hecho
ya hay un desplazamiento
de estos tradicionales
sitios en la oferta turística.
Arquitectura en
bahareque
Se identifican fincas construidas en forma
tradicional en bahareque que conservan
estas estructuras.
Es un mero recurso
pintoresco sin aprovechar
el contexto y el significado
local.
Tecnologías y formas
de producción
sostenible
Conjugan factores de producción y
beneficio, pueden ser de interés los
procesos tradicionales de secado (elba,
Parte integral en los
recorridos cafeteros.
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Atributos Descripción Oferta turística
patio quindiano) para mostrar en diferentes
fincas la evolución de la tecnología
cafetera.
Estructura urbana en
damero
Relacionado principalmente con el casco
urbano y su forma de diseño y evolución
desde un parque principal adaptado a
ladera.
Se integra la “vuelta por el
parque” sin mayor
contenido histórico
cultural en algunos
paquetes.
Poblamiento
concentrado y
estructura de
propiedad dispersa
Se refiere a los asentamientos en toda la
zona cafetera creando municipios,
corregimientos, poblados, caseríos y el
sistema de propiedad que predomina.
Se desconoce por
completo.
Patrimonio
arqueológico
La presencia de hallazgos arqueológicos o
tumbas en la finca, muestras arqueológicas
del pasado indígena y su influencia en el
territorio y la historia.
Solo el Museo Quimbaya
y algunas colecciones
privadas hacen parte de
la oferta.
Manifestaciones
culturales
Todo lo relacionado con las memorias de
los habitantes al respecto del desarrollo
local y la caficultura, sobre los caminos de
herradura, la arriería, la gastronomía, las
tradiciones, el folclor, costumbres, música,
el uso de las herramientas, el uso social de
la biodiversidad, la poesía, las artes, la
literatura, todo ello hace parte de la cultura
Aquí juegan un gran
papel el folclor (música,
baile) y las fiestas. Como
necesidad básica es
importante la
gastronomía. Hay eventos
culturales como el
Encuentro Nacional de
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Atributos Descripción Oferta turística
cafetera.
Como tal los saberes de flora y fauna, de la
historia, de los cuentos etc. hacen parte de
esta herencia.
Literatura Luis Vidales en
Calarcá que no está
difundido lo suficiente.
Se muestra que poco se reflejan los atributos del Paisaje Cultural Cafetero en los
productos y paquetes turísticos del Quindío. Pues, tres años después de la inscripción
como Patrimonio Mundial esto nos muestra “poco compromiso de potencializar los
valores naturales y culturales como elementos diferenciadores reales de la oferta
turística del destino buscando el beneficio cortoplacista e individual ante el comunitario y
el bien de interés común. No se debe perder la esencia de la comunidad y del Paisaje
cafetero” (Rincón, 2013). Miremos ahora los productos principales y su relación con los
atributos del PCC.
Tabla 2: Productos principales en relación con los atributos del PCC
Producto Atributos del PCC Comentario
Parque del Café Café de montaña, en
ladera, tecnologías y
formas de producción,
patrimonio arqueológico,
manifestaciones
culturales, estructura
urbana
El Parque del Café se planteo como un proyecto
que muestra la caficultura y su cultura, y de
hecho en su parte museológica y el sendero
siguen persistiendo estos elementos. Pero su
esencia cambió hacia un parque de atracciones
mecánicas. Realmente muestra variedad de
atributos pero son una réplica de lo real.
PANACA Cultivos múltiples de En relación con el café siempre había producción
20
Producto Atributos del PCC Comentario
forma indirecta
pecuaria, pero como atributo no hace parte de los
valores del PCC. Indirectamente se pueden
asociar los cultivos múltiples. Además de no
ubicarse en área del PCC.
Recuca Atributos del café,
tecnologías de
producción, tradición
histórica de producción,
patrimonio arquitectónico,
manifestaciones
culturales
Muestra cultura cafetera de manera lúdica, su
énfasis es la recreación y diversión. Muestra
elementos de producción y tecnologías de café.
La arquitectura del sitio conserva elementos
funcionales, sin embargo la casa fue reconstruida
y la casita pequeña fue diseñada con fines
demostrativos. En enfoque no es el aprendizaje
sobre el PCC.
Combia
Inspiración
Atributos de café,
manifestaciones
culturales asociadas,
patrimonio natural,
tradición histórica,
tecnologías y formas de
producción
Proyecto que muestra de manera coherente los
valores y atributos del PCC. Si bien no es
minifundio cafetero, combina de manera creativa
los atributos que aplican en un producto de
aprendizaje, lúdico y estético.
Rutas del Paisaje
Cultural Cafetero
(Ruta del Café)
En los productos que
reúne se muestran
atributos como los
relacionados con el café,
con manifestaciones
Proyecto que inició con el nombre ‘Ruta del Café’
buscando el desarrollo socioeconómico del
Departamento mediante el turismo enfocando en
el montaje de una página web y la capacitación
de sus beneficiarios. No está creando nuevos
21
Producto Atributos del PCC Comentario
culturales, entre otros. productos sino organiza los existentes en rutas y
circuitos para su fácil promoción y venta. En este
orden de ideas une a los actores alrededor de la
Ruta de cafés especiales, del artesano maestro,
de miradores, entre otros.
Ruta de los
artesanos – Ruta
del Maestro
Artesano
Manifestaciones
culturales
Producto que busca promover la visita a talleres
de artesanos maestros. Se inscribe en la línea de
productos experienciales con poca difusión aún.
Jardín Botánico y
Mariposario
Patrimonio Natural,
recurso hídrico,
arquitectura tradicional
Producto que relaciona los valores ambientales y
naturales pero que tiende abrirse a propuestas
con tecnologías modernas como el robotario de
insectos, perdiendo la esencia de lo que puede
ser realmente un producto de naturaleza. Es una
oferta didáctica educativa.
Rancho California
– Territorio
Aventura
En un sentido amplio el
paisaje, el patrimonio
natural
Si bien este proyecto se sitúa en un paisaje que
contiene bosques y recursos hídricos para la
actividad como tal los valores del Paisaje
Cafetero son de ninguna importancia.
Huerta de
Calocho
Paisaje Si bien se sitúa en área del PCC y muestra una
re-creación de la arquitectura local, su enfoque
es el deporte, la aventura y la recreación, los
valores del PCC no son de importancia.
22
Producto Atributos del PCC Comentario
Parque de los
Arrieros
Manifestaciones
culturales, cultivos
múltiples
Es una recreación lúdica de algunas
manifestaciones culturales, una imitación de
pueblos cafeteros con énfasis en la recreación y
la diversión, sin haber profundizado en el
patrimonio cultural.
Casco urbano de
Salento
Estructura urbana en
damero, patrimonio
arquitectónico
Es el municipio más antiguo del Quindío sin
embargo no hace parte del área principal. Su
arquitectura tradicional está fuertemente
amenazada por los proyectos comerciales y
urbanísticos que no consideren la conservación
como una opción de desarrollo. Los
asentamientos de tiendas y comercio foráneo
desvirtúan la oferta artesanal local. Muestra
desplazamientos de habitantes tradicionales de
la calle real a favor de negocios y hoteles.
Fincas de
alojamiento rural
Patrimonio arquitectónico,
atributos del café, cultivos
múltiples
Entre estos alojamientos rurales todavía es muy
común el alquiler de finca por días sin establecer
un valor agregado al producto. En su mayoría se
trata de las casas campestres que cuentan
generalmente con una dotación moderna y
piscina. Si bien no contamos con estadística
sobre el número de fincas tradicionales con
producción agropecuaria y casas campestres o
chalets, es importante indicar que este último
tiende a reemplazar la finca tradicional con
23
Producto Atributos del PCC Comentario
alojamiento rural.
Recorridos por
los pueblos
Atributos del café, recurso
hídrico, patrimonio
natural, patrimonio
arquitectónico,
arqueológica, otros
Dependiendo del operador y del guía estos
recorridos pueden mostrar todos los valores del
PCC, los diferentes atributos que se percibe en el
paisaje (café, cultivos múltiples, recursos
hídricos, patrimonio natural), en las fincas
(tecnologías y formas de producción, patrimonio
arqueológico, tradición histórica, minifundio) y en
los pueblos (patrimonio arquitectónico, estructura
urbana, institucionalidad cafetera).
Se promociona el Destino turístico con la marca del PCC sin contemplar los valores y
atributos en su oferta. Así se afirma lo que dijo Fabio Rincón (2003) en su conferencia:
“Los territorios turísticos mercantilizan los atractivos (atributos) culturales y naturales del
PCC dando origen a la creación y re-creación de los lugares.”
Resumiendo se puede decir que el turismo rural en el Quindío nace de la necesidad de
generar alternativas económicas valorando la identidad cafetera - basados en los
valores e imaginarios locales - pero en el transcurso del tiempo se desvirtuó esta
intención con la creación de mundos artificiales que contentan una demanda de
recreación y donde domina la imagen de una sociedad moderna, recreativa y alegre
recreando imaginarios del folclor campesino desvirtuando los sentidos originarios de los
lugares, descartando lo antiguo y viejo, alabando lo nuevo y artificial como panacea del
desarrollo turístico (ver: videos promocionales y proyectos de modernización urbana). El
patrimonio se vuelve objeto mercantil y marca de una oferta que vende imágenes más
no contextos, contenidos, sentidos o conocimientos. Las tendencias del patrimonio sin
24
embargo buscan preservar su autenticidad en destinos turísticos, con participación
social y sostenibilidad. La pregunta en este caso es: ¿Cuáles bienes se quieren
conservar, cuáles historias, cuáles valores? Los significados basados en memorias,
saberes e historias parecen no caber en la oferta comercial del turismo. Esta identidad
cultural que aún persiste en las fincas productoras y los municipios cordilleranos hoy se
ve rezagada y poco reflejada en las marcas oficiales del destino y desplazada por
imaginarios “importados” como son los mundos de recreación. Es más, estos mundos
creados generan dudas en los habitantes frente a sus propios valores, se imponen ante
la baja apropiación social del PCC y desvalorizan lo “auténtico” en el sentido de
autóctono de manera que muchos piensan que el turismo solo se hace con parques y
grandes inversiones no permitiendo desarrollar alternativas culturales con recursos
propios. Frente a la sustitución de los valores originales es indispensable buscar nuevas
formas de apropiación social del patrimonio y construir y fomentar sentidos de los
lugares desde la academia y la institucionalidad cultural. El miedo es que los recursos
patrimoniales se conviertan en fachadas y los habitantes en los actores de un drama
diario.
Para los que buscan integrar los sitios patrimoniales en la industria turística es
importante que se dediquen a estimular una demanda diferente. “Tienen que darse
cuenta que el público quiere autenticidad; quiere creer en lo genuino, en lo completo y
en la verdad del mensaje que se lleva cuando visita un sitio patrimonial” (Martín 2003,
5). Por tal razón, resulta necesario pensar en el uso y aprovechamiento sostenible de
los espacios, lugares y paisajes que cuentan con condiciones patrimoniales; pues, esto
implica no solo implementar un Plan de Manejo del patrimonio sino determinar la forma
y las reglas para su uso turístico. Esto implica según Miró (2009) de relacionar los
recursos con historias mediante un guion general de interpretación. Este conjunto
25
interpretativo tiene que explicar el territorio a través de sus recursos patrimoniales y
favorecer las actividades productivas y el emprendimiento de la población local. Esto ha
sido la propuesta para los municipios de la Cordillera, con propuestas de circuitos de
interpretación cultural (Duis, 2013c): La Ruta de los Fundadores, El pueblo narrado,
Camino de los arrieros, Tostando café con Leo, Ruta de café de conservación, La ruta
del bahareque, La ruta de los sentidos, Paseo por las nubes, son algunos de ellos.
En este sentido, generar productos y paquetes del PCC no es el simple proceso de
ecuación matemática de costo-beneficio de una inversión o un plan de negocio sino una
relación sensible entre territorio – patrimonio - actores – turistas que genera ojalá unos
aportes positivos a la conservación y salvaguarda de los valores patrimoniales. En este
marco de ideas, “la autenticidad constituye un elemento esencial del significado cultural
expresado a través de los materiales físicos, del legado de la memoria y de las
tradiciones intangibles que perduran del pasado. Los programas deberían presentar e
interpretar la autenticidad de los sitios y de sus experiencias culturales para mejorar el
aprecio y la comprensión del patrimonio cultural“ (2.3, ICOMOS 1999).
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