Publieaeión mensual -de laLOTERIA NACIONALDE BENEFICENCIA

LieeneIadaAmanda V. de SavaraÍn

Directora

Aristides Martínez OrtegaEdi tor

Oficina: Departamento deRelaciones pQblicas

Avenida 7a. - CentralTel.: 22-7300 - Aptdo.: 21

PanamA 1, R. de Panamá

Distribución gratuita

Impresa en:"Impresora PanamA, S. A."

Pág,

ENSAYOS y MONOGRAFIAS

Documentos ......................................

La nueva codificación -Lic. Jorge Fábrega

Educación y realidad -08man Leonel Fergu80n .............. 46

Seguridad, salud y cambiosocial -M. A. Gandá8egui, Hijo ............ 63

Octavio Méndez PtreIra -Quintero, Ga8teazoro,Bermúdez ........................ ............. 63

Lord Bertrand Russell, irreligio-sidad, cristología y mística -

Dr. Alberto 08orio ................................. 74

CRONICA y ANECDOT A

La calle de las chancletas -Fray Rodrigo ................................................. 96

Foujita, el pintor más célebredel mundo -Demetrio Korsi ................................... .......... 98

Doña Soledad Román Pardo ..........103

Panameños de la época colonial-Juan A. Susto ............................................108

Proclamación y jura de laconstitución española 1812Ernesto J. Castilero ..... ..................111

La batalla de las piraguas -Manuel Alba C. .......................................

i

La llave en el suelo -Lo/a C. de Tapia ...... .........................115

3 OBRAS Y AUTORES

29Exposición de Rodríguez

Porcell ..............................................1 1 7

Exposición de alumnosde Sinclair ...117

El mund oalucinante -Alfredo Figueroa Navarro .... ......118

La idea de Dios enCharles Hartshore ..........................120

POESIA

Introducción a la poesíade la colonia en Panamá -Rodrigo Miró ................................................121

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Lo~ ~ig'uient('~ docuii('nto~ q\l" a ('ontinua('ión puliliëanw, ~"n pagin'L'

dE nuestni historia (lU€ muestran un pueblo ('un~ci('iitc y con\'cncidc d, ,~oberaní: y ~Ug der('cho~ en tudo 1'1 tl'rritorio nacionaL. La n'\'i~ta L\,ter'~\reconoce con esta publila('óli el patrioti"mo de lo~ dIl'i¡!cnte~ nacIoiiak,que en esta hora histórIta han ~ido voceros de nUeHl'O auttntIco ~,.ntir.

COMUNICADO CONJUNTO DE PRENSA

La República de Pánamá y los Estados Unidos de Amé-rica han convenido en que la autorización para el uso exclu-sivo del área de Río Hato por los Estados Unidos de AmèriC¡1,con el propósito de realizar maniobras y entrenamiento mili-tar de sus fuerzas armadas, expirará el 23 de Agosto de 1970como se especifica en el acápite (A) del Artículo VIII delTratado de.Mutuo Entendimiento y Cooperación de 1955. Con-forme a la disposición citada, la República de Panamá habiapermitido a los Estados Unidos de América la utilización ex-clusiva, sin costo y libre de cualquier gravamen, del área deRío Hato, como se indica arriba, por un período de quince (15)años, sujeto a prórroga mediante acuerdo entre los dos Go-biernos. Esta autorización comprendía el libre acceso a, salidaòe, y movimiento dentro y sobre dicha área.

20 de Agosto de 1970

3

r----.-

Sei1ol' Secretario d" Estado:

Tengo el honor de referirme a la entrevista que, a solicitudel" Su Excelencia, celebramos en la secle de la Organizacicn deE"t ados Americanos el dia 26 de junio del presente año, a lacual asistieron los señores Charles Mayer, Sub'Secretario deEstado Adjunto para Asuntos Latinoamericanos; Daniel Rof'gren. :\Iiembro de la Comisión Negociadora de los Estados Uni-dO:i de América y Brandon Grove, funcionario del "PanamaDe:ik" d"l Departamento de Estado. Estuvo también presenteen la entrevista el Encargado de Kegocios aj, de Panamá, Li-cenciado Renry Kourany.

Inició Su Excelencia la entrevista expresándose que había(,(iIvocado dicha reunión con el único propósito de manifestar-me el deseo clel Gobierno de los Estados Unidos de América decontinuar las negociaciones para la celebración de nuevos tra-tados.

Yo me limité en esa entrevista a contestarle que transmi-tiría al Presidente de la República de Panamá el deseo mani-f€::taclo por Su Excelencia.

Cúmpleme manifestarle que el Gobierno de Panamá con-sidera que los tres proyectos de tratados que fueron recomen-dados por los negociadores de ambos países, según acta firma-da por ellos el 22 de junio de 1967, en la ciudad de NUevaYork, no satisfacen la finalidad expresada en la DeclaraciónConjunta expedida por los Presidentes de la República de Pa-namá \' de los Estados Unidos de América con fecha 3 de abrilde 1964, de "procurar la pronta eliminación de las causas deconflicto entre los dos países".

Tengo el honor de informar le que, el Presidente de la Re-pú blica de Panamá me ha dado instrucciones para que le comu-nique que está anuente a que continúen las negociaciones paratratar de encontrar soluciones justas a los conflictos que hansurgido entre la República de Panamá y los Estados Unidos, alos cuales se refiere la mencionada Declaración Conjunta.

Aprovecho la oportunidad para re.novar a Vuestra Exce-lf'nda los sentimientos de mi más alta y distinguida considera-ción.

.JUAN ANTONIO TACKMinistro de Relaciones Exteriores

A Su ExcelenciaWilliam RogersSecretario de EstadoWashington, D,C,

4

FUNDAMENTOS Dl~ LAPOSICTON DE LA CANClLLER1APANAMEÑA EN RELACION .CÖNEL RECHAZO POR PARTE DE

PANAMA DE LOS TRESPROYECTOS DE TRATADO

DE 1967.

Lr, lucha tenaz y penosa quePanamá sostuvo !)or más de sesentaaños contra las injustIt:ias e iniqui.dades de la ConvenciÓn del Canal

lstmico, suserita el lS de noviembrede 190B, tuvo su culmi nación en lostrágicos, dolorosos .v sangrientos su-cesos del 9 de enero de 196,1, que

causaron la l'uptUl'a, pOI' parte dePanamá, de sus relu;ÎoIles diplomá-ticas con el Gobierno de 'Washington,niptura que brindÓ a Panamá, enmedio de la conmoción que creó, lairnpn:vista ~' oportuna coyuntuni

¡¡m'a lognii' la a¡H'l'tura de negocici-

cioiie:- pan. un nuevo tratado que,ustituyera el de I!H);I, como condi-

dÚn para reanudar la:- relacionesdiplomáticas.

Durante casi tre:- meses de con-tados, con la mediación de la Orga-

n.ización de Estados Americanos, latenaz resistencia del CoÜiel'llo de losEsbdos Unidos de América paniadmitir negociar nuevos convenios,

se vio enfrentada por la igualmente

teliaz insistencia de Panamá en Sllinflexible posición.

Cuando todo pilrecía augul'i!r dniás rotundo frac~'.so de la Mediaciónpor estarse disipando las posibilida.des de un acuerdo ~ntre los rep,re.sentantes de ambos Gobiernos, hizo

el Presidente Lyiidon E. .J ohnsoii,en conferencia de prensa el día:!l

de marzo de 1.964, declaraciones delas cuales copiamos las siguientesfrases cuyo efecto sedante no se hizo

esperar:

"Est~mos plenamente conseientesde que las demandas que hace elGobierno de .Panamá y la mayoríadel pueblo panameño no surgen demalicia o del odio hacia los Esta-dos Unidos de América".

"Tan pronto com sea invitadopor Panamá, nuestro Emb1ijadorse pondrá en camino, Designare-

mos también un representante es-pecial, quien llegará con plenos po-deres para tratar cualquier difi-cultad, Se le encomendará la res-ponsabilidad de 11U8car u.na 8olu-

ción que recvrwzca /tu; dernwndas

ra.zonables de Parwmá",

Trefl días después, el Presidente

Hobei'to F. Chiari hizo una declara-

ción a la prensa, -de la cual eopia-

mofl las siguientes fraseo;:

" . . . ambas naciones han tenidoserias dificultades debido a cláu-sulas eontral'uales existentes oes-

de 1903 que le8Ùnuin la ll'gnÙla,d dePaiiamá. Es all donde está la cc.u-.~a de los graves conflictos que enIn actualidad nos liul.ntienen dis-tancÙido8".

" . , . no comprendo por que se(~iude la necesidad .de ir al fondo

de la cuestión para ITradicar ins~'all,~a8 de conj'licto... ."

"Si esto nos ha de llevar a un

convenio justo y equitativo, yo es-

5

toy dispuesto a actuar en ese sen-

tido",

Fue así como, después de nuevos

esfuerzos mediadores del Consejo dela Organización de Estados Ameri-

canos, los representantes de Panamáy Estados Unidos su¡:cribieron el 3de abr'il de 1.964 una Dee!araciÓn

Conjunta en la cual acordaron los

tres puntos siguientes:

"1. Re¡:tablecer relaeiones diplo-

mátic,s.

"2, Designar ¡:in demora Emha-

jadores Especiales con pode-

res suficientes para procurarla pronta elÙninaciÔn de las

causas d~ conflicto entre losdo.~ países, sin limitai.:une3 ni

precondiciones de ningunaclase.

"3. En consecuencia, lo:: Embaja~

dore¡: designados iniciarán deinmediato lo:: procedimientosnecesarios con el objeto de lle-gar a nnconvenio jiisto !Iequitativo que estaría sujeto

11 los procedimientos consti-tucionales de cada país".

Quedó, pues, claramente entendidoque las negociacione¡: que se inicia-ron entre Panamá y Estados UniÜosde América en cumplimiento de laDeclaración Conjunta d'(- g de Abrilde 1964, tenían por objeto "proc/rtarla pronta elÙninacÙ¡n de los COll8as

de conflicto entn, 108 dos países" me-

diante "los procedimientos nece::ar;oscon el objeto de llegar o iin convenio

justÓ 11 equitativo".

De¡:pués de tres años de negocia-

ci'Os,el Ministro de Relm:Îones Ex-

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teriores de Panamá, Ing. FernaüdoEleta, y los negociadores panameñosseñores Roberto Alemán, Diógenes

de la Ro¡:a y Ricardo M. Arias Espi-nosa, presentaron al Presidente de

la República, Don Marco A, Robles,

como resultado final de las negocia-eÎones conducidas por ello::, tres pro-yectos de tratados que deberían ser

firmados simultÚneamente, y CUYO¡:

título:: son los siguiente¡:: (1) Tra-tado del Canal de Panamá; (2) Tra~tado para la Construcción de un Ca-

nal a Nivel del Mar por Panamá; y(::)Tratado de Defensa del Canal dePanamá y de su Neutralidad",

Eì camino más expedito y. obvio a::egu ir para formnrse un juiciocrítico sobre lo aceptable, Pana-

má- de lo¡: tres proyecto¡: men-eionados, e¡: el doe determinar si ellos

responden o no a los objetivos () fi-nalidades qU(~ tanto Panamá como Es-tados Unidos de Amériea paetaron

en la Dedar(wÙín Crnifwdii del ;J dealn'il de l.9fj.L' es decir, si esos pro-yecto¡: son "fustos ?I eq/Útotíiios" pa-

ra Panamá y si ellos "pr-ocu.ran la¡n'o/¡fa. diminación de las caCUROS de

conflicto entr-e los dos países",

11

Siguiendo la sencilla lógica del si-golismo, comenzaremos por buscarcomo pr'emisa mayor, cuáles son, pa-ni Panamá" las causas de conflictoque tienen su origen en los f1'atadoshoy vigentes COIi E8tados Unidos de.4nl/l'icli.

Conviene aclarar que estas causa::de conflicto aluden únicamente a lasrelaciones contractuales vigentes qu'¿

emanan del actual Canal de Esclusas,

ya que como el proyecto de Tratadopara el Canal a Nivel y el proyecto

de Tratado lle Defensa aún no nohan sido firmados, no pu'cden ellos

ser todavía causa de confl ictos.

Las causas de co/llUdo que ariiin-can de la Convención de I !)(). IJlieitenresuiwirse, por su importancia y tras-c::mdencia, así:

1 R-La PCIIJctuidad. Toda esf.ipu-lación a perpetuidad ilevu, en derechointernacional, la semiila de su propiaineficacia por el principio univen;al~

mente admitido de rdJ//s sil' staiif'-Irus que deja f;in eficacia una estipu-lación cuando han variado las dr-cunstancias que prevalecieron aladoptarse.

2 ¡¡-E 1 ejercicio ,:ire¡;lricto de ./11-

l'sdicción políica !J autoridad admi-ni.~traliv(l de Estados Fnidos en InZona del Canal, COii e:rdlisÙín y me-no,~precio de los deTechos que se re-servó el solwl'wno ten'dorial. Eo; lo

que un estadista norteamericano lla-mó "the oVClwhelliing presencc ofthe United Sta teN iii Ponama". En elTratado Geneml de 1936, EstadosUnidos y Panumá declararon que "lasest'ipulacim¡.eN de la Convención de18 de N oviernlne de 1.'08 tienen enmira el uso, ocupación 11 control porlos Estados UnidoN de A 'InérÙ~a de laZ.ona del Canal y de las tierras y

aguas adicionales bajo la jurisdicciónde los Estados Unidos de América,

para los lines del eficiente manteni-miento, funcionamiento, sane(imÙm-

to 11 proti!cc'ión del Cnnal 11 de susobras a;uxÜinres",

Según esta dara eOltipulaeión delTratado General de 19:36, lo que no

fuera necesario parama:nfeiier, fiin-Òmwr, .~aiiewl 11 jil'of¡;ger el Canal,quedaba excluido de las ef;tipulacio-nes ,j~ ia citada Conveneión de 1903y sometido a la juriOldiedón y leyes

de la R(j,ública, cOOla éOlta que ";oita~

dos UnL~()s de América se ha nega~

do a rct:..noeer, con lo cual ha crea-do y mantenido, ¡¡l'Ütrariamente,una fuente permanente y abundante

de conflictos entre laf; doOl naeiones,

epee:alm::mte en lu. adminiBt.J'u.cÙíndI' .il( ;tir.:n; en la. aufoJ'Ùlad de poli-tia; en actividades comerciales e ín-

du:,tl'u:~s en competeneia con Puna-mÚ; en 1'.1 restriceiÓn -de entrada deprcdi:ctos panameños a los mercadosde la Zona del Canal; en la evasión

de ingresos fiscales de la República;en la inaccesibilidad a la Zona del

Canal para los funcionarios pana-meños que podrían exigir allá el cum-plimiento de la ley panameña a per-sonas que están obligadas a acatar-la; en la falta de coordinación de

actividades adniinistrativas en lasáreas colindantes de la jurisdicciónpanameña con la de la Zona del Ca-nal; en acti vidadef; de toda cI¡Ü'le (so-ciales, culturales, científicas, carita-tivas, religiosas); en la prestación

de servieios públicos; y en muehosotros caOlos análogos que sería muylargo enumerar aquí.

3l;-En el Tratado General de 1936,

"en vista de la apertura formal y ofi-cial del Canal de Panamá", Panamáy Estados Unidos de América acor-daron suprimir de los fines del Tra-tado de 1903, la pu.lal¡ra "con8truc~

dón", quedando así reducidos esosfines al "mantenimiento, funciona-

miento, saneamiento y proteceiÓn delCanal". No obstante esta estipula-

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ción acordada en 19a6, FJs/ados L'//i-dos hn co'/dinuado, !:in coii!:ultal' LI iiisiquiernÓljormar n Panamá, el ec-tUl/iido O/iras de gran magnitud, den-tro de In Zoiia del Cannl, que no tienenrelación alguna con pl nwntenimien-to y protecciÓn del Canal, crean-ùo y

manteniendo así otra fuente inago-table d'e conflictos entre las dos na-ciones.

4R-EI Tratado de i !lOa eonculiÓa Estados Unidos el derecho de ¡:')'O-teger el Canal y ese derei~ho lue re-

gulado por el Artilulo XXIII de di-cho Tratado, limitándolo a "iisar 811

Po/icin LI SUB fuerzo!: terr(wtres !/ na-

1!nles y pa.ra. estn/ileeer fortificacio-

nes" "para, la protecciÓn !/ seglf )'Ùladdel Com;ol o de la,s iia,ves que lo 1f8elf,o de los ferrocarriles y olil'!: aiui-/ia.res"

No obstante las limItadonesim-puestas a Estados U nijos por '2; ci-tado Artíeulo XXIII, el Gobierno ilor-teamerieano, Kin consultar y ni si-quiera informar a Panamá, Iw he-eho grandiosos insfii/ocioiiesm ilita-I'es, navales y (1(;I'e08, de/d.ro de la, Zo-nii del Cnuol, que no guardan ningu-na reladÚn con la "seguridad y pro-tecciÓn del Canal", con lo cual agra-va los peligros d'2 Panamá ,~omo ob-jetivo militar de represalia Y,.. ade-

más, da a Panarhá la apariencia des-dorosa de que toda la Repúbliea es-

tá supeditada a los interesps milna-res exclusivos de Estados Unidos, yasean regionales, continentales o ex-tracontinentalcs, en los cuales ningu-na participación tienp Panamá.

El poderío milítar que Estados Uni-dos deo;pliega dentro del territorio

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de la República, sín aprobaciÓn ni

conocimicnto de l'anamÚ, ',"s UI!; (Iclas causas más j\'cundas de COIl! ,,('-tUlientrc cJ Gob:er110 y e: piwbio (l'èPanamá Y Estados Lindos dp Am~,-n.ca.

5,'-lnsulù:ù'n,cùl, dc lieiiej'icios di-rectos lJntn PmwinÛ. Antes de 1£10:3

'¡\ Compud.iê' i1''1 Fe l' o c a r l' i 1de Panamá pagaha al GobiErno '.I:!Cü.dmb~ü UfLd antiaiÎr.bÜ de i;Sr,:r¡,,:.-000.00. Coii la Coh'v'énciÓn de Iri!):.Panamá perdiÓ esa nnu lidad por la('oiwesión ferrocarri!era; y ¡.:staciosl;nidos dp AmÓric.a se obiigÓ a piq,'ara Panamá una anulidad dp:rS$2GO,-ÜUO.OO oro, comenzando Ill1i\'e ailosrlCSPUi'S del caiij,~ de ratiiïcacjoii',"s.Es decii', I-m1amÚ nada recibió enconcepto de anulidad o dc ccncc:-',;óndel ferrocarril, durante l;UCVC arii-,s,/)cspu('s de I Di.l!! Panamá C("lSm;Ó arecibir una aini1irlad, 'en dÓiarcs (L'-va;uados,.de U8$1:30,000.OO qiic eran

equiva1cntcs a los U8!j250.000.00 oro

i'stipuJados en 1 r-O:.I. T.h~sdt~ lD57 :?a-namá comenzÓ a recibir, como anua-lidad, la suma de US$1,fJ:30.000.00, de

un pe.Je?: adqu ¡:"iti vo muy in (ericl' alos dÓbres rlevaluados de 1 !!:I!L. 1"21'0en el Tratado de 1955, se le f~xigióa Panamá, qU'2 ':'dxijal'll en un 73'/;el ;rrpupsLo (h~ licores que eran ven-ddos (jinpoi't.:ido,:) para la Zuna delCanal, con el n'SU ltudo de que Pal!a~

rrÚ perdiÓ, en ese concep~l), \l na sumamayor que los US$l ,500,000.00 en quefue au mentada la anualidad del Ca-naL.

La clespl'opol'ÔÓn enorme entre losincon1l,ènsurabIes heiwfieios de te doonkn que Estados Unidos ha 1'~Ô-bielo ,Üempre por nl7.Ún del Canal, y

las mezquinas cantidades pugadasanualmentt~ a Panamá pOI' la ('once-siÓn que hi~o posible la eon;;b'ucción

del Canal, ha sido .Y ('ontinuarÚ sien-do causa permanente de insastifae-ciones de Panamá y de con ri ieto (.n-tre PanamÚ y Estados Unidos,

6;I-InsufÙ.lenÒo de /ll'nejïcios in-directos paTa f'au(uná. En cuando abeneficios indirectos provenienÜ~'i de

la operación del CanaL, dçb(~ reeor-

darse que en el Artículo 1 del Tnmi-do General de 1936, lo;; do:- Gobier-nos "declaran su vol u ntad de coope-

nll en euanto le:- :-ea bctible al pro-pÓRito de ase!! iirnr 1./ .l0ce vleilO !Ipel'petuu de los lwneficios de todo or-den que el Canal debe ¡Jroporciouar a

las dos naCÙIlI?8 qiie hÙ.ierol! posilJlcsu conBh'uccián", Con resDecto a Imihendidos recibidos por Estados Uni-dos, ellos están a la v; :Üa en el creci-miento de su marina mercante queha convertido a ese país en el mayorusua.\o dd Canal, en el eredrni,~nh)de su i:omei'(io de importadÚn y ¡;x-portaeión y, para citar sólo los b(;ne-fiÓos d!~ mayor bulto. en la verdad

histórica de que el Canal de Panamáfue la llave que abriÚ a 'ese paíl: el¡:¡miino para converti";;e en la pri-

meni potencia dd 1\ u nelo.

En eambio, son plwo;; .v dudosos1m; beneLcios pe/'maneiites que la Re-

púb;ka pueda haber recibido indi-i'edameiite P(y la prc,wncia dei Ca-

nal de PanamÚ 'en su Iprritorio. Po/'el Cwnul, Pnnamá jW/'(I;'¡ .'IiS ¡JUcrtosde Panamá 11 Coläii; :,c;' el Can¡¡1 y'-U método de oper¡¡eii:,n, Pnnamá noha podido desarrüllaï nis p()ten,,~ia-les actividades produeti vas en el in-tercambio internacional; po): al ea-

nal de Panamá y sus métodos de ad-mini:-traciÓn. el Canal es un eompe-tidor desleal para el eomercio y laindustria de Panamá; el CanaL. en

vez de abrir a Panamá sus puerta;;hacia el comercio mundial, le ha obs-bculizado o cerrado las avenidas que

directamente pueden comuniearia con

los mercados exteriores de exporta-eiÓn o importación; el Canal de Pa-namá ereó una numerosa e1ase privi-legiada con derecho a abastecerse de

todo sin pagar inipue:-tos a Panamá,con lo cual no sÓlo se privó al comer-eIo panameño de esa clientela de al-to pode!' adquisitivo, Rino que se

abrieron incontenibles corrientes decontrabandos proeedentes de la Zonadel Canal; todo lo cual ha sido y si-g-ue siendo una fecunda fuente de con-flictos y desavenencias entre los dmipaíses.

MudlO se ha Iw.1Jlndo de las entra-das ane la ecol!o'mia jJal!Ulneñn reci-ile por T¡¡,:ón Ûe los salm'los pagadusen In Zona del Canal; pero no debe

olvidarse que esos salarios no son

una regalía que paga Estados Uni-dos, ya que si éste necesita usar lamano de obra panameña, tiene quepagarJa porque rec:be :-';õrvicio:- equi-valentes y a veceR mayores a los sa-larios que paga, N o podría preten-

derße que los panameños estaban obli-gados a servir de balde al Canal de

Panamá como parte de las obligaeio-ne:- eontraídas por Panamá en adi-e'Ón a la concesión canalera.

7\I-Por último, para no hacer in-

terminable la li;;ta de causas de con-Lcto, citamus la 'Iiueiiu/, CIlUM, lacansa con,gtante, la que diariamenteha contribi.ido a mAJtener vivo el re.

9

iientimiento de los panamerios y aalimentar en ellos un sentimiento de

rebeldía contra la presencia hiriente

en parte del territorio nacional de un

Gobierno extraño que actúa en formaarbitraria; omnímoda y absoluta conmenoiipreeio de la presencia del 100-

berano territoriaL. Noii I'eferinws a lacondiiäa invaTial¡le dd Gobierno dcEHtados Unidos de AmÓ'Ù;a, (lf; intct-iyrctar las cláusutas de los fnifadosvigentes en la forma más convcnien-te pa,ra Wu.s íld.c'N;ses !J contraria a

los derechoH de Paiwimá e imlJOnel'SUR interpt'etationeH arbitrarias c in-

.iU¡¡ta,9 con el poder aiW tiene, y quePanamá, no ha podido contralJ'tiòtay'ha¡;ta ahora, de excluir y arrojar fue-

ra de la Zona del Canal la presencia

oficial de Panamá y la viveneia denueRtras leyes,

lIHabiendo esbozado así, en tÓrminos

generales, siete causas de conflictosentre Panamá y Estados Unidos, dc-jamo!! presentada la premisa mayordel silogismo,

Pasemos a la presentaeiÓn de lltprMnísu, menor Y determinar si lo:;3 proyectos de tratados nuevos, men-,

c;onados más arriba, han logrado di

minar las C(¡u.sas de conflicto enlilclO,9 dos países, surgidas del ConV'cn io,

de 1903.

Para llegar a la enunciaciÓn de es

ta premisa menor, compararemos,

muy someramente, y con relación aeida uno de esos tres proyectos de

tratado, las siete causas de conflicto

que hemoi listado arriba.

io

L '!-La PI'I'IH't iiidnd.

Cierto es que al abi'ogarse, se1!ún

el proyecto de nuevo Tratado para elCamil de Panamá. la ConvenciÓn de

Ul03, S'2 abrogarían, con ella, lasclÚusulas dc' perpetuidad que en esaConvención se estipularon. En el nue-vo proyecto para ese mismo canal seestipula su posible vigMwÙi ha8tH- el

Ill0 ¿OO? En el proyecto de tratadopara un canal a nivel del mar, se fi-ja f:U vig-c'lti:i (.'11 60 a¡iuiò a partir dela fecha en que ¡;omience a operar

ese canal a nivel; pel'o como, según

sus estipulaeiones, esa fecha podríacoincidir con la tef'linaeiÓn de la vi-gerllia del nu',"vo proyedo de tratado'.Jara el Canal ahora existente, quie-re eHo decir que la vigencia del tra-tado que se eelebrar:i pan! el cunal anivel del mar, podría prolonuar.9c

lwsta el nFio :tOIJ7, 1) sea, po.- el lar-go término de .'7 a'nos (vntados :i par-tii' del presente año.

La ConvenciÓn de 1 flO:i fue nacta.da a perpetuidad. Sin embargo, en

1936, es deÓl', 3i~ años después, fueella reformada eon un nuevo trata-do (el Tratado General de 1936) ; en

1957, es dedr, 21 afios después del

Tratado de 1 !l:iß Y 51 años despuésde firmada la Convención de 1903,

fue ésta modificada por S'~gunda vez;

y ahora, 13 años después de esa se-gunda reforma, nos encontramos en

preseneia de nuevas negoeiaciones,

tcmpOJalmente suspendidas, con mi-ras a abrogar totalmente esa Con-

vención para sustituirla por tres tra-tados eoncurrentes que éW celebra-rian simultáneamente.

Según el proyecto presentado porlos negociadores norteamericanos pa.

ra la celebración de uno de esos tres

tratados (el de Defensa), la duraci6nde éste coincidiría con la terminacióndel Tratado para la Construcción del

Canal a Nivel del Mar, 'o que equi~

vale a decir que el primero estaría

vigente hasta el año 2067, o sea, por

97 años contados a partir del presen-te año. Sin embargo, en el proy~cto

presentado por los negociadoI'l! deEstados Unidos para el Tratado de

Def~nsa, incluyeron una c1ásula se-gún la cual ese Tratado de Defensa

continuaria en 'vigor', indefinidamen-te, mientras no se celebrara un tra-tado nuevo que lo su.stituyera, lo queequivaldría a una estipulación de per-petuidad para el Tratado de Defen-

sa que es, precisamente, el que mayorpreeminencia le daría al poder de Es-tados Unidos en el Istmo de Pana-

má 1/ el que, por tanto, re~mltaría máshiriente para la dignidad y ;a sobe-

ranía de la R'epública, Panamá no haaceptado esa propuesta de perpetui-dad; pero ésta es clara indicación de

'a', prehns:ones de los negociadores'" nrte'imericanos.

Si existe ya un consenso entre los

dos Gobiernos 'en el sentido de quela Convención de 1903 debe ~.'er abro-gada, cuando sólo habían transci.rri-do sesenta años desde su firma, no

obstante haber sido ceJebradaa per-petuidad, pretender ahora celebrartratados que tengan una duración fi-ja de 97 años, es tanto como insistiren pactos d'2 una duración mayor dela que históricamente pueden durar.

Si algo debe haber aprendido la

Repúbliea, a través de las muy durasexperiencias sufridas, es que los tra-tados qu~ se refi'2ren a la presenda,

dentro de su territorio, de Gobiernos

extranjeros; deben contener cláusu-

las que permitan 'a revisión de esostratados por períodos n!) mayore:i de

veinte o veinticinco años, pam ajus-tar'os a los progresos del derecho m:ternacional y a los c::mbio;en la ccn-

vivencia pacífica entre las ~T acioncs,

Conclusión: esta causa de conf'ic-tos subsiste en 10, tratados estuda-dos.

2a.-/urisd;cción politiCQ 1/ mÛori-

dad administrativa.

No obstante hahi.rse reducido \lU elTratado de 1936 las finalidades de laConcesión de 1903 al mantenimÙnto,funcio'namiento, saneamÙ-;nto y pro-

tecci6n deieana! ya constru"-Jo en

1936, el Gobie:no de EstadoN Unidosha continuado ejerciendo la plena ju-risdicciôn T)òlítica y la autoridad ad-ministrativa e:i la Zorw, del Canal,

con t-otal exc!usiôn de la República dePan::má, aún en los casos y mabl"asno relacionados con las finalidadesde la Concesión pactadas en 1936_ Es-ta ha sido la c.¡sa de IOll confïcto

someramente explicado:; en el punt.o~Q de la S'eceión II de este Memorán-dum.

Todas e,wis C':1I8a,~ d? conflicto,~continuarian vigentes wi se adopta.'fael proyecto de Tratad-o num.o para

el Canal de Panwmá, porque l-on esteproyecto las autoridades panameñas('ontinuarÍan sin jurisdkdón ii' ('om-p:.tancia para actuar dentro de la",áreas del Canal; y .Estados Unidos

qu:)daría liberado d(c las obligacio-nes y re,pensabjl idHr!úS que ahora

tiene contraidas por k:s Tratadøs vi-gentes.

ii

En efecto, en la actualidad el Go-bierno de Estados Unidos tiene laobligación y la responsabilidad de

mantener y funcionai' el Canal dePanamá; pero de acuerdo con el pro-yedo de nuevo Tratado para e:,teCanal, esa obligación y responsabili-dad pasarían a una Mitidad intcrna-ciono1 cm/, p/,:rsoneTía J!TOJ!ÙL qV.e se

llamaría Adminish'(wiún Conj-nnto.de cuya actuación Estados Unidos nosería responsable quedando Jibr(" deSUH compromisos actuaL)s a Ceie I"CS-pecto sin que Panamá tuviera ningu-na garantía, con la agravant'ede queel Gobierno de Estados Unido~l ten-dría el ('ontrol defin iti vo de esa A d-min.ish"(w'ión Conjunto, por el \litO

mayoritario en \¡:ò decÜ:ionrs de lamisma, sin asumir ninguna resporl-sabiidad directa por el mantenIllic')l-to y funeíonamienh de: Cana!. LaÚnica garantia qu'e ahora tiene Pa-

namá para lo:, beneficios que deì Ca-nal puede derivar, es la obligai:ióndel Gobierno Norteamerieatlo demantenerlo y operarlo, y esta ga~'lIn-tia desaparecería i:on la a'eación de

la i:itada AdministraÒÓn Conju,uta enla forma indicada en el proyecto.

En la. actualidu.d existe, pOI' 'razÓnde los tTaladosui!lelilcs,unu. 'relaciÓn

./1 comunÙ:acÙín di'reda,~ de Estado tiEs/ado, en/.re Panarná !i Estu.dos r ni-dos, y Panamá puede enderezar 1.0-dns sus queja:; .Y l'eclamai:iones con-tra el Gobierno de Estados Unidos,

como lo ha ven:,jo hac'erido, ince:mn-t','m("nte, ~kisilp que s', firmÓ ;,," Con-wl!eiÚri (h 1 U08. Pero, eon : a ¡\(hn¡~

n;8!rudón Conjmdu, prevista en elproyecto (le tratado, Panamá cornoEc~bdo Sob~¡'ano territorial tendríae.l ade'ant-" que entelidérS\è'as, de

12

igual a igual, con esa entidad jurídi-

ca de inferior categoría y hasta so-

meterse a las deCÎ::Üones de la mismaen la cual el voto mayoritario lo ten-drían ciudadanos de Esta,dos Unidos.La posición no podría ser más depri-mente y lesiva para la dignidad na-cionaL.

Y, i:omo si todo esto no fuere su-

ficiente-, la aludida AdrniiiistmciónCÖn,juntn tendría, segÚn el proyedo,atribueiol1es, fiine:ones y poderes quehoy día no tienen ni aÚn el Gobierno

de Washington, dentro de los trata-dos vigentes; y muchas actuaciones

qu'" ese Gobierno mantiene en la Zo~na del Canal con violación de esos

tnitados y ql.l. ya han ('ausado con~

flido:. .Y ocaHionado PI'OÜIHÜt:, de PHl'-

te (b PanamÚ, vendrían a qu(idai' ('0-honestadas y rivalidades, con elarol'elroeeso de posiciones que el Gobier-no de Panarnit ha venido manÜcJ::en~

di) i:on patr:¡)t.ieo t.esÓn,

Poi' ejemplo, pani eitai' una mues-tra, no ob"Jante la obligaeiÓn que

aparentemenh' se estipula en el pro-yedo en el Sfintido d'e que la Admi-nÙ;lniciÓn Con:iiinfn traspasaría a em-:'.as privadas panameñas las activida-dfH eoil:'2reia1es que ahora S'2 explotanpn la Zona de' Canal, el mismo pro-yedo estipula que ei",a Administraciónpoilrá continuar ('.on ta;es uctividade:,!Con la :,'Ó1a cbligiición de pagar a Pa-li:mÚ ¡'urnas eqiiivalentelò a los im-PU,"stc:, que J'arwmá habria pereibi-tlo si sr: tratara de empresas priva-dWi, lo i:ual significaría que esas ae-1.vÜlades no estarían sujetas al :.i:.te-nn tribut.ar'o panameño ni queda-rían somet.idas a la jurisclcciÓn de

1",; h~YfS y de las aut')I'idt'!les de Pa-

namá, lo cUal es una justa aspiración

permanente de Panamá.

Conclusión: LaR causas de con-flctos por r¡:zón de la jurisdicción

política y administrati va que irres-trictamente ejerce el Gobierno de

Estados Unidos no se resuelven ni seeliminan en el proyecto de Tratado

para el Canal de Panamá, sino que

por el contrario se agravan,

3G.-Ejecuión de obnw civiles noautorizad en los Tratados, Deacuerdo con el Preámbulo y con elArticulo II de la Convención de! Ca-

nal lstmico de 1903 Pan:;má conc'edió

a Estados Unidos el uso, ocupación

y control de una zona de tierra y de

tierra cubierta por agua "para laconstrucción, mantenimiento, funcio-namiento, saneam 'ento y protereión"de "un canal para buques a través delIstmo de Panamá para comunicar losocéanos Atlántico y Pacífico". En

virtud de esa concesión los Estò.dos

Unidos construyeron el Canal dePanamá que comenzó a operarel 15 de agosto de 1914 y que tuei,.auinirado oficialmente øl 12 de ju-lio de 1920, "En vista de la apertu-ra formal y oficial ihi\ Canal de Pa-namá el 12 de julio de 1920", Pana-má v Estados" UnidoR dedararon ene! Artículo l de; Tratado General de1.936 que las estipuladones de la Cnn-v"nción de 1903 "tienen en mira eluso. ocupaci6n y control de la Zona

d'2' Canal y de las borras yaguasadicionales bajo jurisdicción (h~ 10£1

Estados Unidos, para 1mi fines deleficienb mantenimiento. funcioiia-mI?nto. funramiento y protección delCai-a'''.

Como se ve la palabra CONSTRUC-

ClON fue eliminadR de los fines pa-ra los cual'es Panamá otorgó a losEstados Unidos la eonøer.:ón di,) 1903.Obsérvese que la concesión de 1903

era para la construcciÓn "de UN CA-NAL para buques a través del btmode Panamá"; y en el Trab.do de1936 los fines de la conc0s'ón, ya fX-cluida la palabra CONSTRUCClûJfueron para el "manten:miento, fun-

cionamiento, saneamiento y protec-ciÓn DEL CANAL", Es decir el Tra-tado de 1903 ge refería única y exc'u-r-lÍvamente AL CANAL que ambos Go-biernos declararon despuég ya cons-

truido en el Tratado de 1936. Enconsecuencia, las obras que el Gobier-

no de Estados Un'dos quedó autori-zado a realizar en la Zona del Canal,

a partir del Tratado de 1936 fueron,

únicamente, las obras relacionadas

~on el "mantenimiento, fu"c:ol1ti-miento, ,"aneamiento y protecc'óiDEL CANAL",

No obstante esta clara interpreta-ción de los tratados vigentes E~.ta-

dos Unidos ha continuado, como yahemos dicho más arriba,efectuandoobras de gran magnitud dentro de laZona del Canal que no tienen rela-c'ón al¡runa con 'Og fines para log

c'la"2s fue limitada la concesión deJ 903, en el Tratado de 1936. Todas('SUS obra" adiciona'eg, no autorizadas

ror los Tratadog han sido realizac:aspor el Gobierno de ElgtadOlI Ui~id('s!~jn consultar ni informar a P:m'lmiLlO cual ha creado v niant~~nj,-io ot,.;:fu"nte il1ag-otab'e rlr~ cnnflictOR e"b'c

las dos nacioneg. Est!" ::ituae'ó~ ~"agrava enorm'emente con la Nota NI)72 de fech'l 12 de febrero de 1970 queel Embajador de lag Estados Unidos

en Panamá envjÓ a' '\1inistro il(' H",.

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¡aciones Exteriores, en la cual pre-

tende que el cruce de notas efectuado

en 1939 entre el Enviado Extraordi-nario y Ministro Plenipotenciario de

"Panamá en Washington y el Secreta-rÎ) de Estado, auce de notas en elcual se aclara el sentido de la pala-

bra "m'inten;'miento" incluida en ese

Trabdo, comprende no sÓlo obra8 dema~tenimiento del Canal existente si-no cualquier otra obra o expamiión

qU'~ el Gobierno amerieano quiera ha-c'.; dentro dci dicha Zona, La inter-pretación que el Señor Embajador deles Estados Unidos pretende dar a lapa'abra "mantenimÏtmto" no se ajus-ta al verdadero sentido del lenguaJe

usado en el mismo cruce de notas aque él se refiere, lenguaje que lo Úni-co que hace es admitir que la paìabra"mantenim'::ento" incluye construc-ción y expansión dentro del sentidode mant'ener el Canal que se declarÓ

ya construido en el Tratado de 1936,

Esta nueva interpretación qu.: elrepresentante del Gobierno de Esta-dos Unidos en Panamá ha queridohacer al cruce -de notas arriba men-donado ha venido a agravar, comocausa de conflictos entre los dos paí-

s.es, la pretensiÓn que yu, en la prac-tica, ha :levado a efecto el Gobierno,le Washington, de que ese (;Juce de!lJtas autoriza construcciones y ex-pansione:3 distintas de las que puedencaber d'entro del coneepto de la pala-b"a "m.a.ntenhnientn" DEL CAN AL.

Esta situaeiÓn no solamente ;;ub-s'stirh si el proyc:cte de tratado pa-

'..,~ el Canal de Po.'lamá fuera ¿¡tep-t~d0 sino que S'2 haria más desfavo-rab".' :'ara Panamá por cuanto que:" ."arÍa n la ent'dad que en él se

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denomina "la Administración Con-junta del Canal" un mayor radio deacciÓn que le permitiría legalizar ac-tividades que ahora se hacen al mar.gen de los Tmtados vigentes, y lepermitiría también nuevas activida-des de construcciÓn a las cuales elG)bi,:,no de Estados Unidos no tienehoy derecho de acuerdo eon esos tra-tados que hoy rigen.

Conclusió'n: Esta causa de eon~

flietos no sólo subsistiría íntegramen-te en el nuevo proyecto de Tratado

de'i Canal de Panamá sino que seagravaría ereando conflictos adicio-nales a los que ya se han producidoen relación con los tratados hoy día

vigentes,

4R~P1'otecc;Ôn del Canal de

Panam.á,

Ya se ha explicado que una de i asfinalidad'2s para las cuales PanamáotorgÓ a Estados Unidos la Conce-

siÓn contenida en la ConvenciÓn del

Canal Istmico, firmada cl 18 de no-

v:embre J.e 1903 fue la protección delcita.do CanaL Dicha Convención esti-puló, con toda claridad, los derechos

que fueron conC'edidos por Panamá aEstados Unidos para esa protección,asi:

"ARTICULO XXIII. Si en eual..qui~r tiempo fuere necesario em-

p\~ar fusrzas armadas para la se-guridad y protecciÓn det Canal o

de las naves qU'2 10 u~en, o de los

ferrocarriles y obras auxiliares, losEsta-los Unidos tendrán derecho,

en todo tiempo y a su juicio, parausar su po;icía y sus fuerzas te-rrestreó: y navales y para estable-c~r fortifieacioncs con '2se objeto",

Ya hemo:- explicado en la ReniÓIiII de este Informe Pr'elirninar, quela forma como Estados Unidos hainterpretado y aplieado este Artículo

XXIII de la Convenciim de ID03, ha

sido una d'e las causas permanentesde conflieto:- entre 'as dos Nacione"por razón de la preeminencia que el

poderío d-elos Estado:- Unido:- lJre-:-ente en territorio de la República,

sin que tal pr'eeminencia, que ha re-

:-ultado dewloro:-a para Panamá, pu~diera justificar:-e para las necesida-

de", especificas de proteger el Canal,"si en cualquier tiempo fuere nece-

sario".

En los tres proyeetos de tratadosQue han sido presentados conjunta-mente por los Negociadore:- Paname-no:- y los Negociadores Norteameri-canos, la materia relativa a la pro-

tección del cunal, que en la Conven-ción de 1903 quedó circunscrita en elArtículo XXIII arriba copiado, ha si-do dividida en do" partes: (a) lo re-lativo a las fuerza:- de Policía ha si-do inclui,do en el Proyecto de Tratadopara el Canal de Panamá; y (b) lorelativo a laoi fuerzas militares ha si-do incluido en el Proyecto de Trata-do de Defensa del Canal y de su Neu-tra!idad, Ya hemooi explicado que

el primero de estooi proyectos man-

tiene y amplía las causas de conflic-tos que han surgido por razón delejercicio i'reoitrietCl de autoridad po-lítica por Estados Unidos en la Zonadel Canal, en materias que no guar-dan relación con las finalidade:- d-ela conceoiión otorgada por Panamá,entre ellas 'el ejercicio i rrestricto delas funciones y servicios de Policía.

Veámos ahora cómo pueden compa.

raroie las 'esU pu 1 al: ÎOI1'S so!)I\' 1'1 ie rzasmiiitares en los tratados hoy vIgen-

tc:-, con laR e~.tipulacioii('s ill(l''¡dw.;en el lreyecto de Tratado (k Dc-fe lua,

Ba8Üi una oiimple lectura d'.' e~Ü'último PJ'oy,~do de Trat:\(~() y ii, losinfürmes de los N egüciadoJ'es ::1na"

menos sobre laoi iiUmel'ORas 1'21:11,:-ile:- eelebradaR (:on los N egiic"" lore;' de Estados Unidos y qllE',~I:,ili.m:rol1 con l¡¡ presentacilll de J".; L'-tados treoi Pi'oY2dos dtJ Tratadu",

par'a negar a la conclusiÚn (b ¡¡U'e'

el propuesto Tratado de Defensa lWsÚlo no eliminaría ninguna d'" lascausas de conflictos que la prc.:'u.lciainnecesariamente impresionante de

llctividadeoi militai'es de todo orden-incluyendo las didácticas y de en-trenamiento, que en suelo paname-

ño, ha mantenido el Gobierno de Es-tados Unidos"" sino que, por el con-tral'o, agravaría esas causas ya exis-tentes y agregaría otriis nuevas.

En efecto, e:-e Proye(:to de T,mta-do de Defensa amplia los derechosele Estados Unidos para toda clasede instalaçiones defensivas y ofenoii-vas no prevista:- en 10R tratados hoy

vigentes aumentando IOR peligros derepreSalití y ,riesgos a la poblaci6n

~ívil; y, lo que es peor, otorgaría alÇ.obierno Norteamericano el de.re-dio para utilizar niievaR áreas fUe-

ra de la Zona del Canal, sin que paracilo se requiera la ce!ebncióii de uniiueva Convenio o TratadO' entre lo'';dos países, con lo cual Panam:í re-

nunciaría, sin justificación alguna

a una de las más valiosas conquistas

15

,ic L; dipll'll1;I(:;¡ imii¡i.nw:-i: "1;':,1':"1

'',11 ej Ti'atado Genelal dc' 1~);16"

¡I (lcnIÚs, el IIUPI'¡ lH'()~('Cj l. ,L.: tla-

hido de d('lcii~a l)tOl','~dl;';". "- h"f'uei':cas miiiiai'i'" (1.' k: i:"lar!n,;L!nido~ el dC'l"_'dio de trÚiisito Ebn, e

il're~.tlido en el U~i..i,ito!'i() !l'ii.io;i:il,iii el 1" ('1;0 pei'nii:,o del CobipriH'

p¡',miineiìo, que fue otra C.OIIl!'.Ii:;t:,dil 'J'I':itado (~el1lnil di: 1 r):G,

('Oiidii,,¡tí¡¡: El pIT,yeci" 1\;.' i 1..;('1,1:Tratado de 1)2lem,a no ha e!ini ¡nadoliiiigima de las cm)'a,': qiv\ de,:de'

1 !)(:1, vienen dan!lo !ug:1l a COi) :', :('-tos por razón de lo:; p,1'i\-ii('~!;i'''i ,11.ielas fuerzas annadas de T":,:';.((lo.:Unidos hau preteudido ;ll('Og¡\lSC enf:l territorio ¡le la R2pÚbl iea,

5"'-hlsufÙ'ieneia de beneficio;)dh'ectoil paia PanWlnå.

Ya hemo:; expl;,:ado en la NeeeióiiII de este lnlonne PrelimillH,I', (jUCPanamá no i'eeibió uinguna nniulidi:d por la ColicesiÚli del Canal (1u

nmte lo:, primeros nueve años de vi-geiieia de la ConvenciÓn de 1 nO?

Desde inl2, RstadosUliidos coine:n-zÚ a pagar una anualidail dnUS$2¡)(),OOO.OO oro, igual a la anua-

I idad qiW la Cia, del Fenoearrì! (10Panamá paf':aha a Coloini..ia pOI" laconeesión fplToealiilera, concesiÓn

(,,'ta que en 1 ~)O:) pasÚ a Edadospnidos :,in nigima eoiiipensaeiÓn en

fnvor de Pammiá, lo que quier2 de,eir que Estados Unidos comeiid) t"n1912 a pagai' a Panamá por la Con-o

cesión del Canal 10 ql'e la Compaiìb(id Ferrocarril de Panamá pagah",

,.1 G obie1'o colombi:no. Desde 1 !l:Whasta 1957 la anualidad fue fijada

16

c'i el Tratado G~'iieral de i !1::6 en la~uma eJe U~:)$4:)(,OOO,OO dev:luados,('(luivaientes a los US$2,j(),OO(),OO

oro f,stipuladof¡ eii la Con\'~nd(¡n de1 !lV\; e:,; dei.ir, hubo aumento ('n laUll1iidild de dÚlare;: pero no ~,n el'::;101' riJa! ,k esos dÓIarc:;, cau:;andoaPün:iiná uiin pérdida igiial a la'!C\'.iliiaeión pi'ogresil"a del dÓlar a'.';I~tT l:f. esa fecha, A esto :;e puede:IVrcga l' que, d2i',le 1\101 hasta 1957ei (;r;hierno de K'I:V!i':i l'l1id()~ perei-j¡in j/T alquileres de lotes Ulb¡;lOS

~?¡l las ciudade~, (iC Pii-la,lI'l ~" ColÓ;!,

que ante~ pertenecieron a la Cia. delFen'ocanil de l'anainÚ silll'ompen-0::":';(11' alguna pRl'a l'HllaniÚ, todo:,1m' ÚlOS sumas iguales o mayores ain i¡iiualidad que, por la Concesión

del Canal,pagnba n n Panamá,

Qnierc ello dec.ir que el Gobiernode Panainá ininea recibiÓ, ('OILO 1)2-

nefíe¡os dlreetos por la Coneesi(¡1l

del Canal, sumHS que :Jeaiiniran~i."quiera a eom¡wnsar 10 que Panamá

ek',jaha de percibir tomo eonH'cucncia de e~a eontesión,

Dei'puéri del \);)7 Erih1lJo;: Unido:;(omenzCi a pagar a PanamÚ un au-Iliento de US:ii,500,OOO,OO en la

L1lUuli(lad, de acuerdo eon el Tndn-do (l,e E155; pero eomo ya hemos expli(:ado, por ese mismo Tratado Pa-nhmá dejó de perdhir, en toneeptos(L~ impuerito de importaciÓn de lieo-n's una suma mayor que elicho ,'ni-mento,

n.',~ aeuerdo con el nuevo i)ruyectode Tratado para el Canal de P¡¡namfi,

In RepÚb1ici. recibiría anualmente unpago mayor computado a base de

una suma fija por tonelada de cargaen tránsito por el Canal; pero la

efectividad de esos pagos resulta du-

dosa porque no se prevé la const&ntcdep.reciación del poder adquisitivodel dólar norteamericano, con, la

agravante de que Panamá no tieneparticipación en la fijación de pea"

jes. Además, la duración máxima delnuevo TriÜado para el Canal de Pa-namá que se firmaría, siguiendo elproyecto presentado, sería hasta elaño 2009, pero termina.ría antes siel Canal al Nivel del Mar es con~,

truido antes de ese año, sin que en

ninguno de los tres proyectos pre-sentados para los nuevos tl'at&dos ;,d~estipulen las ventajas o. beneficios

que quedarán a Panamá al expirarel nuevo tratado que se firmara pa,-'ael Cana.l de Panamá, constrúyase i)no se construya por el Istmo de Pa-namá el anunciado Canal a Nivel delMar, ni los ;remedios que quedarían

en favor de Panamá para hacerfren-te a los graves perjuicios que suf.i..ría con la cesación del Canal de Es-clusas y la apertura del Canal l, Ni.vel.

Conviene hacer notar que el pro-yecto presentado para l~ construc-

ción de un Canal a Nivel del Mar, notrae ninguna certeza de que eseCa-naL. será construido ni de que, si es

ccnstruido, ello sea en territ.orio pa-nameño, y ni siquiera la obligaciÓnde Estados Unidos de construido.Ese proyecto de trat¡,do está coll~e-bido en forma de una opción que Es-tados Unidos podría ejercer o no, yque para Panamá representa, por noestipularse en él beneficios económi-

ros para Panamá, una enorme yobscura interrogación del futuro de

sus derechos e intereses tan arraig&-

dos en el destino de la Nación pana-meña.

En el proyecto de tratados parala defensa del canal no se estipuianingún beneficio directo para la Re-pública de Panamá,

Conclusión: Los tres proyectos de

nuevos tratados no resuelven ni eli-minati las causas de conflietos que

han surgido PO!' razón de la irillfi-ciencia de beneficios directos para

la República; por ei contral'o, esosbeneficios directos aparecen en esosproyectos envueltos en densas incer-tidumbres que son de mal augurio

p"l'a la República que crearían nue~vas causas de conflictos sin que sr'hubie.ran eliminado las que ya sur-gen de los tratados hoy vigentes.

61J-Insufioieneia de l)enefiC'o~irulirecto para Panamá.

Ya hemos explicado en la Sección11 de este Informe Preliminar que lapresencia, dentro del territorio pa-numeño, de un canal interoceánicooperado y administrado por Estados

Unidos de América, con total y ab-soluta exclusión del soberano terri-torial, no sólo no sirve a los fines deldesarrollo de la economía nacional,

de los servicios que éshi puede pres-tar al comercio internacional y de

los beneficios que aquélla puede re-cibir con el incremento de éste en eltránsito transístmico, sino que, por

el contrario, el Canal de Panamá, porla manera como es manejado y admi..nistrado, constituye un obstáculo a

17

\(-',h iiisuperable en el desa rrollo de

L IJai:íoiialidad panameiìa, en el des-('ii\'ol\'iniiento de su comercio inter-nacional y en la adecuada:~xpiota-

ciÒn de sus recursos nahi,"ales,

LosÚ¡1 ¡tos beneficios jmlirec:osq\~2 ìa economía p:,nrunei'ia recibe(Iel fuiwionamientG del Canal de Pa-namá, coii¡.iste en la H'nb de servi-cios de 1::, mano de ('bni nacional y:- de mu) UliÜados producto" agr'O-

pecuarios. Pero, como :ya hemos ex-plicado antel'CJrmente, los pagos quela economía panameña ree:be concìin(:nis de EstadosCnidos, no sonu)ia regalía que ese país paga po.r laConcesiÓii que PanllmÚ le hizo en101m, sino el pago de servicios ,Y pro-ductos qutlcompra porque los necesi-ta y tiene que pagal' poi' eilos uiipreci.-, que no siempre alcanza al jus-to yalor de' los mismos,

Pcro, aún estos beneficios indir2c-ie, C(in:;istenle" en el flujo de dÓlares hacia Panamá, en varias ocasio-nes han servido de iii"tnimento p:Jareducir el volumen del medio circu-lante y causal' situaciones de cl'sis oagni val' las crisis ya pre:,;eiitadas.lria disminución drástica en esa

afluencia de dÓlares es suficiente pa-I'a ¡:rc ,'ocar trastornos econÓmicos ysociales 2ii la República. Por ello "eexplV'.l (iue la política económica ofinancie;'a (le la administraciÓn ddCanal de Panamá. ha sido, 'en mu-chas ocasione::;, cr.usa de conflictos ytrailtoi.'Il)S de lenta y demoi'ada recu-penieil)n.

En cstt punto donde el hOl'zonte

se jlrec.;('nta má" turbio p-ara Panamápo.i' l' proyecto de constl'ii l' un Canal

18

al Nivel del Mal' dentro o fuera del

Istmo, con el con"iguiente verticaldescenso del ingl'eso nacional al sns-pendni4e b operaciÓn del presenteCanal de esclusas.

~inguno de los tres proyectos detratados presentado". contiene las

medidas de previsiÓn que el cierredel canal de ('sdusas y la ape.rtura

del canal a nivel requieren para evi-tal' un colapso de ht economía naeio-na!.

Todos los conflictos qu~ con tantafrecuencia hnn surgido en los últi-mos sesenta ailos por causa de la in-suficiencia de los beneficios indirec-

tos que Panamá tiene el dei'echo derecibir, pe.ro que no recibe, por laoperaciÓn del Canal de Panamá, se-dtl pálidos '-~omparados coii los que

ocul'l'idm cuando, como consecuen-da de una incon::;ulta acepiaei6n delo" tres proY-êctos de tratados, cese

(le funcionar el presente canal iíe

esdnsm; y comience a fuiicionar uncanal i\ nivel dd mar aunque seconstruya en tevrítorio panameno,

ya que, se c:msiruYCl'1 fuera de Pana-má sin que se tomaran las medidas

conducentes ¡l sopor'ti-t el impacto,Panamá podría verse abocada a una(icpresión mÚs grave y profunda quecualquiera de la" que ya abatieron

a k poblaeiÔn del Istmo en sus cua-

trcc¡;.~ntos años largo" desde la Con-(¡iista,

TI'-lhjerencia8 de inter¡neta.ción

de lo,; tratados vigente8,

La experieneia de Panamií duran-te los 67 afios transeurridos desde

la firma de la Convención lstmica

de 190:3, ha sido, invariablem~nte, lade que Estados Unidos ha ~iduado

como Juez y parte de la interpreta-ción y aplicación de esa Convención

y de los Tratados posteriores que laadicionan o modifican, Estados Uni.

dos ha interpretado y aplicado esa

Convención yesos tiatados como me-

jör le ha convenido y a su acomodo,

y lo ha hecho con autorictad .Y poderomnimodos e Î11constl'stables, sinque Panamá haya tenido a su alcan-ce ningún recurso jurídico o políticopant oponerse a esas interpretacio-nes desorbitadas y a ejecuciones ar-bitra,rias, qur, no han tenido ni tienenrespaldo dentro del texto y el espi-ritu de los tratados, rectamente (,ll-tendidos y rectamente interpi'etados,

En su impotencia parh exigir untrato más justo, PanamÚ lo que hahecho es acumulai' injusticias, agra-vios y menosprecios que, espo,rádi-camente, han ocasionado explosionesdel sentimiento patriótico, con muypocos beneficios prád.kos, pelo conuna aquilhtación cada vez más ace-rada de sus empeños para la l2invin-dicación cte sus justos derechos e in-tere"es nacionales.

Mientras los Estados Unidos se

arroguen lo unilull'i'alÚlad 1'11 la 'Ín-

tCl'pl'.eación de los (''nvenÙ¡s 11 tra.tados, subsistirán to(las las causas

de conflictos que permanentementehan enturbiado las relaciones entrelos dos países y herido la dignidad

nacionaL.

Esa unilateralidad de ctecisiónpara Estr.dos Unidos, subsistiría si

;ie firmaran los tres proyectos detratados a que este I/lfo,t'me Pre\imiiiar se refiere, ya que en las pocasinstancias en que se prevén poe ¡blcs

arbitraje, en ellas se trata de ('U es-

tiones de orden secundario, pero iiode las relativas a la defeiisa i le laf,oberanía y digiiidad de la HepÚ-

blica.

y como si esto fuera poco, eso..,l¡l'oyectos de tratados dejaò'inii a la

decisión de funcionarios de in rel'orchtegoría de amboH Gobienios, le-formas o adiciones a esos m i;mOH

tratados, si se lIegaHen a firmar, COIi

la evictente intenei6n de exc1iii l. laintervencióv de nuestros Org:ulOs

Ejecutivo y Legislativo que es aquienes co.rresponde, conjuiitnmente, todo lo rëlativo a la aproba-

ción, modificación o adiei611 de tni-'(¡¡dos públicos que .ya han sido api'o-

bados poi' ellos,

ConclwiiÓn: las causas de conflic-tos que descte 1\)03 haii slll'gido porrazón de la interprdaciÓn ,v aplica.eIón unilateraleH de los tnltados vi-gentes, pOI' parte del Cobiel'no de

Estados lJiiidos, substi.rían ,v seagravarían en muchos as¡.eetos, Siesos proyectos de tl'atados n,,('bie-ran la' aprobacj¡)\ ele PanamÚ,

iv

En la Sección I (de este Informe

Preliminar) explicamos que "lasnegociaciones que se iiiieiaron eiiti'ePanamá y Estados Unidos de Arw:'-rica en cumplimiento de la Declara.('iÓl1 Con,junta cle ;\ de abril de 1\)(;1,tenían por objetivo 'proeu !'i/ la

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prol/ta eliminación de los c(¡iisas di:conflicto entre lol: dos 1)(íse8' me-

diante los procedimientos necesarios

('01' el ob,ieto de llegar a. '1m COJl1lenÙJ

í'usto 1/ equÜ,a.ti'lio'."

Terminamos esa Sección 1 con .laafirmación de que "el camino más

expedito y obvio a seguir para for-marse un juicio (:ítico sobre lo acep-

table para (la aceptabilidad por pa,"-te de) Panamá de los tres proyectosmencionados, es el de det.nninar ~'Ü

Ellos responden o no a los objetivof':, finalidades ane tanto Panan:1Ú ('o.

mo Estados Unidos pactaron en laDeclaración Conjunta del ;; de abrilde 1 !J6'1, es deci r si ellos han logl'-

do "pi'ocurai' la pronta diinin((('Ùín(11 108 ml/8a8 de conflicto cnli'c 108

'(10." paíl:cs'.

En la Sección 11 (de este Informel'reliminal' explicamos las~iet'.'principales causas de conflict.o;; SU1'-gidos entre Panamá y Ei.'Üuk"I'IIi-do;, ~. derivados de los t..atados J\'.lY.\ ¡gentes.

.En la SeeciÓn ni (de este In form;!Preliminar) anali7amos las ,::itadassieÍl' causas de cOl1f¡;e(os en rdaci.Ôncon los l:ies pn)yectos de I.htados

presEmtado,'1 VOl' 10'1 Negodado1'psl-Hliam',~ìícR y 'Nort(,anii':'kanos, y

llegamos a la conclusiÓn de que di-

20

('hos proyectos, :- llegaran a eele-

bl'a1'se, no resolverían ni eliminaríanninguna de 1 as siete pi'incipaleseaußas de conflictos analizadas.

El silogismo que anunciamos al

¡nidal' la SecciÓn II (de este Inroi'-nw Preliminar,) puede, pues, for-mularse así:

Premisama.l!ol': - Las negocia-

cienes iniciildn~. ton la Declaraei6nConjunta del :i di' nbriì de 1961

tenia por finalidad eX!)lesa: "pro.

curar l:l pronta ~'Iin,;nnci(íi~ ¡Te 1is

caUf'as de (:(l1il1:('lo f~lllle los dospaíses"

I'ieniil:ameiioi: --- Los tres pro-YCl'bs di' nili'\ieS tratados sometidosen 1067 n la consideraeilin del 01'-gano Ejecutivo, no eliminan l1igunn

de las siete pi'neipaks causas de

culiJlictos,

('i)lidli,sÙín: - T ,os tres pruyectosde tratados lll) cumplen con la fir~a.Jidad de "procurar la pronta elimi-naeión de las causas (le conflieto~'E'utre los dos países".

1'0.1' todm; estas 1'',iones, Panamáest.ima que !os Proyectos de Trata-dos en cuestiÓn no son utilizables nisiquiei'¡i como base de futuras nego-( ;¡\ciones,

Sefior Secretario de ERtado:

Tengo el honor de dirigirme a Vuestra Excelencia para en-carecer su atención sobre lo siguiente,:

El Artíeulo XVI de la Convención Istmica de 18 de noviem-bre de i $)03 dispone que los Gobiernos de Estados UnidoR y hiRepública de Panamá tomarán las medidas necesarias, median-te arreglos futuros, para la persecución, captura, priRión, de-tención y entrega a laR autoridades de la República de Panamáde las personaR acusadas de haber cometido crímenes, delito,,:o faltas fuera de la Zona del Canal, y para la persecución, cap-tu ra, prisión, detención y entrega a las autoridades de los Es-tados Unidos de las personas acusadas de haber cometido crí-meneR, delitos o faltas dentro de dicha Zona.

En desarrollo de esa estipulación, obligante para los doi'países, por Decreto Número 118 expedido por el Presidente dela República de Panamá el 22 de septiembre de 1906, se fijóel procedimiento qu regula la aprehensión y entrega, por auto-ddades de Panamá a las de la Zona de los fugitivos de la jus~ticia dE la Zona del Canal, y mediante Orden Ejecutiva expe-dida por el Gobernador de la Zona del Canal el 19 de septiem-bre de 1906 se adoptó el procedimiento que regula la aprehe,n-si6n y entrega, por autoridades de la Zona del Canal a las auto-ridades panameñas, de los fugitivos de la justicia de la Repú-blica dei Panamá.

El único caso contemplado en el arreglo concertado, en elcual un Gobierno está en libertad de declinar el cumplimientode una petición debidamente formulada que le hace el otro go-bierno para la captura y entrega de un fugitivo de la justicÏHes aquel en que dicho fugtivo es nacional del Estado requerido.

El 8de junio de 1970 se evadieron de la Cárcel Modelo.donde se encontraban legalmente detenidos, los ciudadanos pa-nameños Ramiro Silvera, Amado Sanjur y Luis Nenzen Franco,quienes buscaron refugio en la Zona del CanaL.

Conforme a lo previsto en el arreglo vigente solicité tele-gráficamente, en mi condición de Ministro de Relaciones Ex-teriores de la República de Panamá, al Gobernador de la Zonadel Canal, la detención de los fugitivos en referencia y, en re,s-puesta, recibí un telegrama por el cual me informó que los ex-presados fugitivos se habían presentado a la Policía de la Zonadel Canal y solicitado ..ilo políico, y que se encontraban bajocustodia,

2\

El Gobiemo de la República de Panamá no concibe qUten territorio panameîio de la Zona del Canal pueda brindarasilo político el Gobernador de la Zona del Canal o cualquieraotra autoridad del Gobiel'o de los Estados Unidos. pues elloes totalmente ajeno a los fines del Canal, no lo autoriza Tra-tado ni Acuerdo alguno vigente entre nuestros dos países y cons-tituiría una violación de lo estipulado en el Artículo XVI de laConvenciÓn Istmica y del arreglo que existe en desarrollo delmismo,

Aunque el texto del telegrama del Gcibernador no anun-ciaba iJue concedería el asilo político Eòolicitado, la vaga refe-rencia hecha a éste, resultaba tan extraña que para preveniruna arbitrariedad lesiva de intereses vitales de la República.dirigí a Su Excelencia Robert Sayre, Embajador de los Estado"Unidos en Panamá, mi nota nÚmero DM..192 de 15 deiunio dede 1970, indicando muy claramente la posiciÓn de la RepÚbli.ca de Panamá al respecto, v solicitando una aclaración del sen-tido de lo expresado por el Gobernador.

El Gobierno de Panamá, por la experiencia de muchas dé-cadas de funcionamiento del Canal de Panamá, sabe oue mu-chas de las causas de conflicto entre Panamá y los EstadosUnidos. tienen su origen en inieiativas de autoridades de Es-tados Unidos en la Zona que entrañan interpretaciones unilate-rales de las estipulaciones de los Tratados sobre el Canal dePanamá v cree nue los problemas entre los Estados Unidos yla República de Panamá, particularmente los que surgen de laexistencia de un Canal Interoceánico en territorio de la Re-pÚblica de Panamá deben ser resueltos por la vía diplomática,y no por comunicación entre el Gobierno de la Repúblicade Panamá y el Gobernador de la Zona. De allí la nota númeroDM-J 92 que dirigí al Embajador de los Estados Unidos en Pa-namá.

Para sorpresa del Gobierno de Panamá, sin haberse con-testado aún dicha nota por parte del Embajador de los EstadoHUnidos, el Gobernador de la Zona del Canal, en comunicaciónque me ha dirigido con fecha 24 de junio de 1970, se re,fierea solicitud que formalicé para la detención y entrega de lo'lfugitivos antes mencionados, y expresa que se le ha instruidoque su Gobierno considera que el Protocolo de las Nacione~UnidaR sobre el Estatuto de los refugiados y del cual los Es-tados Unidos es parte, se aplica a SUs actos y los rige en lo to-cante a la entrega a otro gobierno de perRonas que son refu-giadoR en el sentido de dicho protocolo; que las normas huma,nitarias de ese protocolo se conforman a las convenciones in-teramericanas sobre asilo y han sido respaldadas por la ARam-blea General de las Naciones Unidas en la Resolución 2312 dediciembre, de 1967 ; que para el Gobierno de los Estados Uni-dos, las personas a las cuales se refiere mi petición son refu

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giados, en el sentido del Protocolo de las Naciones Unidas, yque él está impedido por los términos del mismo para entre.garlas.

El Gobierno de la República de Panamá hace presenIt:que esa actitud del Gobernador de la Zona del Canal de Pa-namá e,s una violación grave de los pactos vigentes entre Pa-namá y los Estados Unidos.

La Zona del Canal no es un Estado; es telTitorio de LiRenública de Panamá sujeto al régimen jurídico que fluye dt'los Tratados y Acuerdos vigentes entre nuestros dos países, ~.no es posible olvidar como lo hace el Gobernador de la Zona,en ~'u comunicac:ón de 24 de junio, que el Articulo XVI de laConvencicn Isimica de 18 de noviembre de 1908, con el arre'glo hecho para desarrollarlo, es la parte de ese régimenjurídico que rige en especial la entrega a autoridades de Es-tados Unidos de personas acusadas de haber delinquido en laZona, y In entrega a autoridades panameñas de personas acii-sadas de haber delinquido fuera de la Zona, y que no es dadna los Estados Unidos desate.nder unilateralmente sus disposi.ciones.

La República de Panamá no discute el derecho de los Es.tados Unidos de América para dar asilo político a quienesdesee. pero en territorio de los Estados Unidos, y nO aceptaque dé asilo político, ni reconoce que tenga derecho a darloen la Zona del Canal de Panamá, que es te,rritorio panamenosujeto a un régimen jurídico especial del cual es parte delArticulo XVI y el arreglo recíproco de 1906, que ni siquieraadmite. que se permita la residencia en la Zona de refugiadospolíticos, y que no puede ser derogado ni alterado, sino poracuerdo entre Panamá y Estados Unidos.

La República de Panamá no ha convenido, jamás, que elProtocolo de las Naciones Unidas sobre Estatuto de Refugia-dos enmiende en forma al¡;una el régimen jurídico propio dI'la Zona del CanaL.

y obvio resulta que no cabe invocar dicho protocolo entrp.Panamá y los Estados Unidos de América, cuando nadie ig-nora que el mismo quedó abierto a la adhesión de los Estadospartes en la Convención sobre Estatuto de los Refugiados fir.mado en Ginebra el 28 de julio de 1951 y de cualquier otroestado miembro de las Naciones Unidas y rige entre los Es-tadosque se han adhe,rido a él, pero la República de Panamáno se ha adherido a dicho protocolo y éste no puede regir ensus relaciones con los Estados Unidos de América.

El Gobierno de los Estados Unidos no puede ignorar quela Zona del Canal, convertida en reducto de asilados políti-cos, constituiria una amenaza para la seguridad de la Repú-

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bl¡ca de Panamá, que de permitirse, por las autoridades delos E¡Üados Unidos en la Zona, equivaldría a una intervenciónen los asuntos internos de la República.

Por todo lo expuesto, presento a Vuestra Excelencia lamás fncrgiea protesta por la actitud asumida por el Gobiernode los Estados Unidos ante la solicitud que formulé para ladetención y entrega de los acusados Sil vera, Sanjur y Nc,mzenFranco, y de la presencia de estos fugitivos en la Zona delCanal por estimarlo violatorio de los pactos vigentes entrenuestros dos países y le¡;Iva de los derecho de la Repúblicad(O Panamá, hago expresa reserva de estos y pido se haga salirde la Zona del Canal de Panamá, de modo inmediato, a estospretendidos re,fugiados.

Reciba Vuestra Excelencia el testimonio de mi más altay distinguida cons,ideraci6n.

JUAN ANTONIO TACK.Ministro de Relaciones Exteriores.

26 de junio de 1970,

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Señor Presidente de la Primera Asamblea General Extraordina-ria, Señores Ministros de Relaciones Exteriores y Presidentesde Delegación,

Señores Delegados:

La DelegaciÓn de Panamá asiste preocupada a esta Pri-mera Asamblea General Extraordinaria que se celebra despuésde las reformas a la Carta de la O.E.A" introducidas por elProtocolo de Buenos Aires.

Es cierto que el objetivo principal que se ha trazado estaAsamblea es el de establecer las normas de acción y señalarlepautas a las nuevas instituciones que surjan de la reforma,Asimismo, la Delegación de Panamá entiende que esta vez,por reflejar nosotros un momento distinto de la vida de nues-tro país, debe hablar con toda claridad y formular plantea-mientos concretos sobre la repercusión de las actividades dela O.E.A., en los destinos de nuestros pueblos.

Senores: N o sigamos engañándonos y descartemos el eu-femismo, patrón del le,nguaje de estas reuniones. El hombrecomún latinoamericano no le encuentra ningún contenido aa estas tres siglas: O.E.A.

En el ano 1964, ante u n estalldo de violencia producidopor más de, medio siglo de injusticias contra el pueblo pana..meño en nuestras relaciones con los Estados Unidos, pedimosla presencia de este organismo con la intención de ser ampa-rados ante la agresión de un Estado fuerte. Los resultados de,su presencia se hicieron patentes en los letreros en lo que elingenio popular panameño tradujo esta frase: O.E.A. -sig-nifica- olviden este asunto. Y los años posteriores demostra-ron que esta definición popular tenía mucho de verdad. To.davía hoy sigue siendo una tarea sumamente difícil explicarleal hombre común latinoamericano que esta¡; reuniones no pa-san de ser un evento social más, en el cual los Cancileres deAmérica vuelven a saludarse e intercambiar abrazos v discur.sos, cuyos efectos no han llegado a operar positivamente enla vida social y e.conómica de los Estados Miembros.

La O.E.A, es sobre todo, un organismo regional de defen-sa en donde todos sus Acuerdos, Resoluciones y Convenios hansido encaminados a evitar un atatlue extracontinental que des-truya nuestra idiosincracia, nue,stra economía, nuestra pacífic~convivencia y para forjar una unidad de respuesta de los Go-biernos cuando estos ataques sucedieran.

Por orientar nuestro mecanismo defensivo solamente ellesta dirección, perdimos de vista que la guerra ya estaba den-tro y que había llegado a los alrededores de los puestos de~

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fensivos de este sistema de armas, inßtalados para repeler losesperados ataques extracontinentalse.

Díganme ustedes si es guerra o no, la forma como se vivten Latinoamérica '! Confesemos que la guerra ya llegó a Lati-noamérica. No puede haber paz en donde un alto porce.ntajede nuestra población es analfabeta o muere lentamente bajoel azote del hambre o las enfermedades. Seamos honestos yadmitamos que en este panorama de desigualdad no cabe lapalabra "PAZ", ni el concepto de convivencia pacífica. Con-fesemos que el temor a una agresiÓn nos hizo olvidar el frentedoméstico y que por vivir pensando en este tipo de amenaza,se le dio prioridad al cañón sobre el alfabeto.

Nuestros presupuestos le daban prioridad a las armas so-bre la salud, a los fusiles sobre los libros, a la opresión antesque al desarrollo de carreteras. Este desenfoque de la autén-tica realidad americana determinó una relaeIón directa entrenecesidad y estallido de violencia. Vivimos calificando a losgobiernos por su origen, más que por su intención y sus reali-%aciones fundamentalts, porque seguimos a ciegas el espe.iis-m(ì de las formas, olvidando el gran problema de fondo. Enmuchos de nuc,stros países hay muy poca diferencia entre loseventos electorales y los eventos carnestoléndicos, No son másque sucesos episódleos que actualizan tiempos romanos de pany circo, con la diferencia de que estos sucesos han sido fuertes",n eIrco y débiles en pan,

El latinoamericano consciente está convencido de que cier-tos congresos, por más constitucionales que sean, son frenosque obstaculizan el avance de su pueblo, Y dicho gráficamen-te, son anclas que impiden que la nave del estado se muevacon la velocidad de la marcha indicada hacia derroteros po-sitivos.

La democracia formalista se. ha convertido en un instru-mento ineficaz, incapaz de resolver problemas fundamentalesy sí muy capaz de negarle el derecho que tienen los pueblosa la igualdad de oportunidad,

La DelegaciÓn panameña, ¡Que habla en nombre de un paísde setentiséis mil kilómetros cuadrados y un milón, cuatro-cientos mil habibntes, está convencida de que quien se opon0a los cambios paeífieos, está propiciando transformaciones vio-lentas.

Dos formas tienen nuestros gobiernos de. enfocar los pro-blÐmas de nuestros pueblos:

Pretender destruir las inquietudes o colocarse al frente deellas. .En casi todas las manifestaciones de, alteración del orden

público quP ocurren en la América Latina, la razón está por logeneral, de parte del grupo hacia donde apuntan las bayone-

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taso El entierro de un estudiante o de ciudadano muerto enestas alteraciones, no significa que en ese féretro vayan sepul-tadas las causas del descontente por el cual murieron.

Cómo podríamos explicarle a un campesino de nuestracampiña, enfebrecido por el paludismo, que el Estado no cuen-ta con los recursos suficientes para proporconarle, tres pasti-llas antimaláricas, cuando él ve que los cielos de su patria losurcan aeronaves miltares con capacidad de romper la ba-rrera del sonido?

Mientras estas organizaciones no enfoquen sus solucionessobre esas realidades, nuestros pueblos seguirán pensando queestas siglas O.E.A. no pertenecen a este planeta.

Nuestra juventud universitaria, a quien el claustro le qui-tó la venda, se resiste a vivir en un escenario cargado de in.justicias, Su valor, determinado por la pureza de sus intencio-nes, los impulsa a convertir las principales avenidas de supatria en áreas de operaciones con el fin de buscar por suspropios medios la solución que los gobiernos no han sido ca-paces de proporcionarle. Nosotros en vez de, comprenderlos,los condenamos, olvidándonos que lo que hoy consideramosutopías, son las realid;:,des del mañana. Y si e:sta realidad seve clara, por qué desangrar nuestra nueva generación, en lu-gar de abrirle el camino?

La O.E.A. no ha demostrado ni la flexibildad ni la capa-cidad de respuesta suficiente para garantizar que los pueblosde América se desenvuelvan dentro de una tranquila conviven-cia, sino que en momentos verdaderamente cruciales para lapaz o la tran,quilidad de naciones americanas, se ha hecho pre-Rente después de los hechos cumplidos para justificar una con-ducta que, por tardía, es moralmente responsable de la pér.dida de bienes y vidas inocentes.

El método de trabajo de esta organización ha consistidoen posponer y volver a posponer la solución de los problemasque se le presenten. Siempre se piensa aquí que es mejoresperar hasta mañana, porque nunca estamos preparados hoypara tratar nada.

y cada día aumenta y se multiplica el presupuesto, seinventan nue,vas oficinas y se hace crecer la burocracia, conel socorrido cuento de que un porcentaje altamente mayorita-rio de los gastos sale deL bolsilo del Tío Sam; como si cadadolar y cada centavo que sale de las escuálidas arcas de unpaís latinoamericano no hubiera sido amasado con más dolory sacrificio que lo que le cuesta al Estado norteame,ricano laemisión de su moneda.

y no se diga que no se puede trabajar con eficiencia anivel hemisférico, porque existe el ejemplo del Banco Inter-

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americano de Desarrollo que ha demostrado en sus escasos diezaños de existencia que se logran éxitos tangibles y ciertos cuan-do se, trabaja con empeñosa conciencia. Panamá, con base ensus experiencias, quiere hacer público reconocimiento en estatribuna continental, que el BID sí ha tenido el coraje de rom-pf\r con los moldes tradicionales llevando la realización de susprogramas directamente a las áreas más necesitadas de solu~ciones urgentes.

A nuestros pueblos latinoamericanos no les interesa losdiscursos bonitos ni las brillantes polémicas jurídico-políticas.Ellos sólo quieren acción rápida, eficaz y sin ataduras deni-grantes, contra el hambre, la miseria y la injusticia. El futurode la O.E.A. no depende de las piezas oratorias que sepronuncien aquí, sino de su capacidad para enfrentarse al retoque plantean las necesidades de nuestros niños, los hijos pre~feridos de la Revolución panameña, de nuestros obreros y denuestros campesinos.

Señor Presidente, Señores Delegados: Comprendo que mispalabras no han de sonar a muchos como el discurso acostum-brado en ocasiones como la presente, pero, debo decirlo contoda claridad, que este no es un discurso, es el Credo de laRevolución Panameña.

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JORGE FABREGA P.

En virtud de iniciativa delPresidente de la Corte Supre-ma de Justicia, LicenciadoRamón Palacios P., el Gobier-no Nacional dictó el Decretode Gabinete No. 121, de 8 demayo de 1969, por medio delcual se creaba la ComisiónCodificad ora, encargada prin.cipalmentü de elaborar losProyectos de Códigos Adminis-trativo, Civil, Penal y JudiciaL.El propósito era el de dotar alpaís de nuevos instrumentosjurídicos acordes con las pro-fundas transformaciones quehabía sufrido la sociedad, y lasconcepciones políticas que ha-bían superado el liberalismoindividualista que a n i m a nlos códigos nacionales vigen-tes. Rigen aún en la actualidadlos códigos aprobados en 1917.que eran reproducciones casitextuales -como el civil- decódigos españoles de mediadosde siglo pasado, que a su vez

o una reforma integral,o nada.

- Chiovenda.

habían sido reproducciones decÓdigos europeos de principiosdel siglo, Se aspiraba, comoexpresó el Licenciado Palaciosen la sesión de instalación dela C o m i s i ó n codificad ora,"realizar una revolución co-pernicana en el ordenamien-to jurídico nacional".

El cargo de Presidente dela Comisión Codificadora sele adscribió al propio Presi-dente de la Corte Suprema,abogado de vasta experiencia,funcionario judicial, de unavisión moderna del estado ydel derecho. Y mediante De-creto de Gabinete No. 349 de14 de noviembre de 1969, sefijó como fecha de entrega delos Proyectos el 16 de marzode 1970. El expresado Decre.to de Gabinete facultaba alOrgano Ejecutivo para queprocediera a designar los co-misionados y así se nombraron

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a las siguientes personas: Dr.Galileo Solís, Códig-o Adminis-trativo; Dr. Narciso Garay,C6digo Civil; Dr. AristidesRoyo, Código Penal; y para elCódigo Judicial, los Licencia-dos Marcelino Jaén y JorgeFábrega P. Como Secretario dela Comisión, fue designado elLic. Juan Aparicio.

Integrada la Comisión, em-pezó de inmediato sus funcio-nes. Debido a que el propio De-creto de Gabinete había re.s-ponsabilzado a cada miembropor su respectivo Proyecto, yal plazo perentorio que se ha-bía señalado, no se JJevaron acabo de liberaciones plenarias,salvo en casos excepcionales, eindividualmente cada Comisio-nado se dedicó a laborar. Ha-bía incluso que preparar, paracada proyecto, una especie de"Baf"es" que servirían de di-rectrices.

El primer problema que sesuscitó era la carencia de an-te-proyectos. No se contaba,virtualmente, con anteceden-tes, con ciertas excepcionescomo se expondrá más adelan-te,

Había, pues, que sentar lasbases. Situación ésta que con-trastaba notableme.nte con lade otros países. En Argentina,por ejemplo, en 1967 se apro-bó el Código Procesal Civil yexistían más de 12 proyectos;y en Italia, en 1940 se adoptóel Código de ProcedimientoCivil, con más de 16 proyec-tos oficiales y de 12 pro-yectos privados.

Cada Comisión siguió un mé~todo distinto de trabajo, acor-

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de CDn la naturaleza de la ma-teria. En el Código Civil in~tervino, fundamentalmente, suautor, profesor universitario,quien había ido acumulandodurante su docencia un conjun-to de observaciones y quien sehabía mantenido en íntimocontacto con las corrientesdoctrinal es contem poráneas;para el CÓdigo Penal, el co-misionado Royo, P1'ofesor uni-versitario, constituyó un gru~po de trabajo, con el cualestuvo periÓdicamente cam-biando impresiones; y el Có-digo .Judicial (el "Código delAbogado") se elaboró con laparticipación activa y contínuadel foro y de la judicatura.

En una esquema de esta na-turaleza es totalmente imposi-ble hacer una síntesis de cadaProyecto ni un enjuiciamientoadecuado, máxime cuando elque escribe formó parte de laComisión Codificadora, por unlado, y por el otro, sus cono-cimientos se circunscriben aun campo limitado del dere-cho. Sin embargo, se procura-rá ofrecer, a grandes rasgos,las orientaciones, empezándo-se. -por razones que el lectorfácilmente comprenderá- conel propio Código JudiciaL.

CODIGO JUDICIAL

Por habérsenos asignado elCódig-o Judicial, y estar encondiciones de exponer su'~ an-tecedentes y métodos, empe-zaremos con éL. En la prepa-ración de este Proye.cto intel~vinieron, como comisionados,el Lic. Marcelino J aén y elsuscrito; y además numerososabogados, nacionales y extran-

jeros, así como funcionai'Ïosjudiciales que desempeñaronun papel de trascendencia, 10cual será objeto de una publi-cación especial en reconoci-miento de sus gene-osos y efi-caces esfuerzos,

En primer lugar, se decidi.ímantener el sistema vigentede un Código Judicial, en vezde tres Códigos distintos co-mo han hecho en otros paíse.:,y habían sugerido algunos ju-ristas nacionales, procurandouna unidad no meramente ma-terial sino además jurídica.La jurisdicción es una. La or-ganización judicial, el procesocivil y el proceso penal, inte-gran una unidad. La te.ndenciaactual es, precisamente, la deaproximar el proceso civil alproceso penaL. Existen por lodemás, antecedente recientes,ya que en Suecia se aprobó ha-ce poco años un Código Pro.cesal, único para el ramo civily penaL. Se decidió así mante-ner la tradición.

En materia de organizaciónjudicial, se introdujeron algu-nas reformas: elevar el núme-ro de jueces y personal subal-terno, proporcional a la can-tidad de procesos que debentramitarse en la respeetivucircunscripción territorial; ladefensa del pobre, del ausente,ofrecer medios materiales sufi-cientes y adecuados para laadministración de la justicia;un sistema de designación delos jueces .que asegure, su in-dependencia, su capacidad yuna carrera judicial, que lesofrezca dignidad y adecuadaremuneración; el MinisterioPúblico debe gozar el estatu-

to similar, etc,; se han racio-nalizado las normas sobrecompetencia y se han estable-cido los deberes, facultades yresponsabildades del Juez ydel personal subalterno.

En c u a n t o al "procesocivil", se examino e,l in'l-trumento de 1917, que a pe-sar de que requería cam-bios substanciales por razónde la época, contenía grandesaciertos e introducía notablesinnovaciones al sistema enton-ces vigentes. y como quieraque los Códigos Procesalescristalizan las aspiraciones detodos los pueblos para admi-nistrar justicia, se acudió en-tonces al Derecho Comparado,a la legislación extranjera yla base, la fuente gen ética, vi-no a ser el Código Italiano de1940, redactado por los tresProcesalistas más distinguidosde la ciencia procesal italiana(Calamandrei, Redenti y Cal'.nelutti), y el Magistrado di:Casación, Leopoldo Conforti.Sirvió de base los comentariosy las críticas al Código del 40.Después, se pasó a Argentinaen donde, se expidió, en el año67, un código modernísimo;después, a Guatemala en don-de, igualmente, se adoptó en1965 un código procesal, re-dactado por el Profesor MarioAguirre Godoy, que recoge lasenseñanzas del Derecho Pro.cesal Contemporáneo. Se acu-dió a esos instrumentos ju.rídicos y también a las Basespara el Código Procesal espa,-ñol; al proyecto de Couturepara el Uruguay (1945), al delProfeor Buzaid, de 1964, pa-ra el Brasil; y al de HernandoMorales y las revisiones de

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Rernando Devis Echandía pa-ra Colombia; el anteproyectode Código Procesal Civil parael distrito federal mexicano,de 1948, (convertido despuésen Ccdigo en los Estados deSonora, 1949; Morelos, 1954,y Zacatecas 1965) y las ob-servaciones del Congreso deJuristas celebrado en ese paísen 1950, respecto al mismo; alas deliberaciones y recomen-daciones de los Congresos Ibe-roamericanos de Derecho Pro-cesaL. La recientísima Ley co-lombiana sobre quie,bras sirvióigualmente. y con el objeto dpc¡uc el conocimiento de esa le-gislación no fuera meramenteacadémico, se viajó a esos paí-ses, se habló con los miembrosde la Comisión Codificadorade Argentina, luego se pasó aColombia, en donde AlvaroPérez Vives, Rernando Mora-les y Rernando Devis Echan-día, ofrecie,ron toda clase defisistencia.

De allí, con las directricesestablecidas, se regresó a larealidad nacional, porque e,e;imposible que un instrumento.sobre todo un instrumento co-mo el Código Procesal, fueraelaborado, exclusivamente, abase de consideraciones doc-trinales. Un código como elCódigo Procsal que no se nu-tra de la realidad, aunque re-coja las perfecciones de la téc-nica, no necesariamente mejo-ra la administración de la jus-ticia. La enseñanza italianafue de lo más reveladora. Apesar de que el Código de 1940tenía una labor preparatoriade más de cincuenta años, delas elucidaciones de la doctri-na, espe.cialmente de Cala-

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mandrei y de Carnelutt, y decontar con una cultura jurí-dica .que se ha ido sedimen-tando desde hace más de vein-te siglos, algunas de las inno.vaciones fracasaron y hubomcm0ntos aciagos en que sellegÓ a hablar de designar unaComisión Revisadora del Có-digo de 1940. y no porquefuera un código fascista, por-que no lo era; ni lo fue el mo-vimiento reformista propug-nado por Chiovenda, ,que lesirvió de antecedente, ni 10 fueCalamandrei, uno de sus au-tores.

Se revisaron las institucionesmodernas y los resultados quehabían dado en el extranjero.Por ejemplo, el juicio oral, queal principio había despertadotanto entusiasmo. El juiciooral como el juicio típico, ,quehabía idealizado Chiovenda,que recogió de Austria, que seadoptó en Italia en 1940, pe-ro que no había operado enla realidad; de all que si enItalia, con su cultura jurídicamilenaria no había dado re-sultados, menos iba a dar enPanamá, e,n donde las condi-ciones eran, sin duda alguna,inferiores. No se debía adop-tar un juicio oral típico, sinolimitarlo a aquellas causas derelaciones de famila. Se pre-firió acudir entonces al juiciosumario (o "plenario abrevia-do") y reglamentario y au-mentar su ámbito.

Las enseñanzas de la expe-riencia mexicana y la argen-tina coincidían con la opiniónque nos había formado y asíconcebimos que debían trami-tarse por la vía sumaria lascausas referentes a:

1. Servidumbre, división yventa de bien común, suspen-sión y término de la patria po-testad, inte,rdictos, controver-

sias derivadas del derecho deaccesiÓn respecto a inmuebles,rendición de cuentas, contro~versias entre condueños; 2.Controversias que surjan enprocesos no contenciosos; 3.Contratos de arrendamiento,depósito, comodato, aparcería.hospedaje y derecho de reten-ción; 4. Interpretación, ter-minación y rescisión de con-tratos; 5. Cobros de honora-rios de abogados, médicos.contabilistas, arquitectos, cons-

tructores, ingenieros, y ade-más personas que ejer2'an uiiaprofesión mediante título ex-pedido por autoridad compe-tente, Si los honorarios de pe-ritos y abogados y demás au-xiliares de la justicia procedande su intervención en un jui-cio podrán también reclamar-se dentro del mismo; 6. Res-ponsabilidad civil que se ori.gina de incumplimiento de('uale¡¡quiera de los contrat0senumerados; 7. Ampliación,división y cancelación de unahipoteca; 8. Cuestiones entrecopropietarios surgidos de laadministración, y de las de-mandas que se promovierenpor aplicación de la ley depropiedad horizontal, salvoque las leyes especiales esta-blederen otra clase de proce-dimiento; 9, Obligación de o~torgar escritura pública; io.Cobro de alquileres atrasados.cuando el acreedor no pueda,o no desea, acudir a la víaejecutiva.

Se permite, además que laspartes, en un convenio que

conste en documento auténtico,pu€'dan suj etarse al procesosumario para resolver sus con-troversias, y se establece asi-mismo ,que la resolución final,que decide, la preteni"ión, hacetránsito a cosa juzgada.

Recorrimos toda la Repúbli-ca y cambiamos impresionescon Jueces, funcionarios delMinisterio Público, abogadosde todos los sectores y se pro-curó recoger todas sus expe~riencias. Se revisó la jurispru-de,ricia, para recabar ideas so-bre los problemas y las defi-ciencias más importantes ydespués de unir todo ese ma-terial a nuestra propia expe-riencia profesional, se elaboróel Proyecto,

la supresión total del papelsellado en la gestión y en laactuación, la concesión de po-deres al Juez tanto respectoa la producción de la pruebacomo a la direcciÔn del proce-so, de suerte que pueda, porejemplo darle a la petición,incidente o demanda el trámi~te que corresponda cuandoaparezca equivocado, p e r osujeto al principio de la le-galidad; la libre valoraciónde la prueba, el principiode que las pruebas del nego-cio principal no necesitan serllevadas al incidente; el reco-nocimiento de los medios téc-nicos, el interrogatorio de par-te de oficio o a solicitud de lacontraria, la aceptación de los"hechos notorios" y de la "no~toriedad judicial", la vigenciadel régimen sobre excepcionesdilatorias que el Dr. Ricardo J.Alfaro genialmente introdujoen el Código de 1917 y quer e e u e r d a las enseñanzas

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de Von Bulow, el Despa-cho Saneador, el principio deque las obligaciones que "na_cen de hechos penados por lalev se hacen valer exclusiva-~~nte ante la jurisdicción ci-vil, la facultad del ,Juez Civil

de estimar libremente la tras-cendencia de la resolución cri-minal y de acuerdo con losotros elementos probatorios,la intervención de terceros(simple, autónoma, excluyen-te, el litis-consorcio necesarioy facultativo, la litis denuncia-ción a todos los casos de ga-radias personales, etc.), la a~cumulaci6n subjetiva de pre-tfmsiones, la restricción al mÍ-nimo de las nulidades, facul-tad de adieionar los sujetosprocesa les en la corrección dela demanda, la supresión deprovidencias innecesarias queordel'an alegatos o que correntra~lados de las pruebas; lainapelabilidad de las resolu-ciones de trámite, la virtualeliminación del llamado juicioordinario de contrario impe-rio, el principio de la buenafe y la lealtad procesal, la ra,.cionalizaci6n de los recursos,especialmente el de la Casa~ción que se había convertido,conforme diría Couture, enuna "misa jurídica"; el re~conocimiento de la apelaciónen el "efecto diferido" por lacual el inferior retiene la com-peteneia en el proceso, latrasnite al superior para exa-minar la resolución impugna-da, pero el acto no se cumple;la. ad opción de las "Astrein-tes"; una clasificación cientí-fica de los procesos ("Proce-sos de Conocimiento", "Proce~sos no-Contenciosos", y "Pro-cesos de Ejecución", que in-

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cluyen estos últimos los decjecueicn singular, que son losejecutivos, y los de ejecucióncclectiva, que son los con-curso de acreedores) ; la adop-cicn del juicio oral para cier-tas causas y del sumario ("ple-nario abreviado") para nume-rosas otras, la transforma bil.dad de la demanda en ciertossupuestos (ejecutivos en ordi-nario; interdicto de perturba-ción en el despojo, etc.), laconcesión provisional de am-paro de pobreza, la adopciónde una norma genérica paramedidas precautorias; el ase-guramiento de la prueba; lareducción de algunos término;;y de trámites innecesarios; laasistencia forense a persona;:de escasos recursos; la anota-ción preventiva de la de-manda en el registro no co-loca el bien fuera del co-mercio, sino que afecta a ter-ceros; la acción subrogatoria,que una jurisprudencia de laCorte había dejado inoperan-te; un procedimiento abrevia-do para las sucesiones y con-cursos de cuantía menor dedos mil Balboas; la regulaciónde los procesos s u m a r i o s("plenarios abreviados") y pa-ra los procesos no contencio-sos, con arreglo a la doctrinay teniendo en cuenta los pro-blemas y dudas que han sus-citado en el pasado; los juiciospor edictos públicos en casosde declaraciones de pertenen-cias de inmuebles y a la de3ervacantes o mostrencos deter-minados bienes; medidas eje-cutivas preparatorias para losefectos de la liquidación; cos-tas al vencido, salvo ,que hayaobrado de buena fe, caso enel cual sólo paga los gastos

procesales; tales son, entretantas cosas, las innovaciones.y solamente con carácte-r ilus-trativo, a decto de que se veael espíritu que anima el Pro-yecto, iW transl'ribirá el si-guicntv artíeulo:

"ARTICUL.O 11, Cualquier de-fl'do en la identificaciÓn, de,"

nominaciÓn o calificaciÓn de laacción, prl',eiisiÚn n incidf'ntl', ()del ado, d.., la l',lación o delnegocio que se impugna, no 1'8Óbice para qul' el tribunal accedaa lo pedido, dI' aCUl'rdo con los

lwcho8 invocados y ti la iH'ueba

practicada, si la intenciÓn de la

parte es clara",

Tómese el caso de la elimi-naci6n del papel sellado, conque se inició la enumeraciónde algunas de las innovacio-nes. A pesar de que es unprincipio reconocido por laciencia política que la admi-nistración de. justicia es unfín esencial del Estado, el pro-ceso entraña gastos conside-rables, q u e contradicen elprincípio enunciado, y lo re-ducen a una mera utopía. Loprimero que debe aspirar cual-quier movimiento reformistaes la eliminaciÓn de la in-tervenciÓn del Fisco en elproceso; y así se decidió lai'upresiÓn del papel sellado,El papel sellado es una remi-niscencia de la EpQca de laColonia; hoy no se justifica,según algunos autores ni si-quiera a la luz de sanos prin-cipios de hacienda pública, ypor 10 demás, lo irrisorio dela suma que se percibe en con~cepto de papel sellado (¡queno excede de cien mil balboasanuales) en un presupuesto deciento cincuenta milones a-

nuales, v teniendo en cuentalos defe'ctos y trastornos quecausa, hacen imperativa susupresión, poi' lo menos en elproculO. Austria, Alemania,los Estados Unidos, nunca hantenido papel ~;\(llado en losjuicios. Y también, guiadospor el mismo principio. y aefecto cle complementar, seha establecido que la omisiÓno falta de timbres fiscales enun documento no le alecta suvalor o ,"U eficacia (~n el proceso, Y es quc, como escrilwAllorio, el pobre tiene la sen..sación deq ue la justicia todaestá en contra de éL.

El Proyecto responde aldeseo que el proceso refleje,como un espejo. la verdad ma-terial, la verdad real; la a-proximacicn del proceso civilal proceso penal y al dp tra~bajo; que exista uiia igualdadreal entre las partes y no unaigualdad meramente formal;que el más débil pueda vencersin extraorclinarios sacli tkirnen sus derechos al más pode-roso o al más astuto; que elproceso sea breve, porque unproceso demorado no sólo en-traña denegación de justicia,sino que obstaciiliza la circu-lación de los bienes y de lariqueza; eliminar la opresiónde las formas; que, cuandiiexiRta una relaciÓn jurídicaplurilateral, la sentencia de-cida todas las pretensiones yno sea necesario una serie su-cesiva e ininterminable dejuicios; que el proceso sea unmétodo para obtener una sel~-tencia justa; que se,a una fuen-

te de estabilidad social, unHfuente de tranquilidad socialy no una fuente de perturba-

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cion; y en fin que sea un me-dio por el cual el Estado cum-pla, real y efectivamente, conla obligacicn pública -y ,queconstituye, según la cienciapolítica, uno de los fines delEstado- de acordai' protec-ción jurídica.

En cuanto al proceso penal,son varias las reformas intro-ducidas al nuevo Código. Pa-ra la mejor y más eficaz ad-ministración de justicia eneste ramo, se ha creado el Ins-tiuto Nacional de ;MedicinaForense, que habrá de contarcon el personal científico ne-cesario y tendrá agencias enlas cabeceras, estableciendonoi'ma" que permitan el escla-recimiento científico de los he~chos controvertidos en el pro-CE'E'. Los servicios tÓcnicos delaboratorios serán prestados adicho Instituto durante un lap-so, por el de la Universidad dePanamá, y el equipo espeeia-!izado con que cuenta el De-partamento Nacional de Inves-tigaciones. Se ha hecho unanueva clasificación de la fian-Za y de los delitos excarcela-bles mediante la misma: se haverificado un cambio integralen la mecánica relativaal sorteo de los jurados;se ha reafirmado el principiode la soberanía, al prescribir-se que no tendrán derecho ala excarcelación, m e di a 11 t efianza, .quienes residan en te-rritorio panameño donde la leyno tenga fuerza coercitiva; schan perfeccionado los trámi-tes y los presupuestos proce-sales en los juicios ante la A-samblea NacionaL.

Se ha rectificado y amplia-do, hasta donde ha sido posi-

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ble, la institucicn del careo yla declaración del testigo au-sente; las visitas de cárcel se~rán obligatorias en todas lasjurisd icciones donde aque!laexista; y se han introducidonuevos elementos, como lapaiticipacicn del ecónomo oadministrador del estableci-miento penal, Alcaldes y losDefensores de Oficio.

No nos corresponde enjui-ciar el Provecto. Pero sí nosatrcvemos ,t afirmar que he-mos tenido una intensa expe-rIcncia personal respecto alos actos y hechos que preten.demos regular y que hemosrealizado un esfuerzo par.,mejorar el proceso. Y que sehri puesto al servicio del Pro-

:rrcto también la experiencia~': los conocimientos de un sec-tor serio y abnegado del foro~' de la judicatura,

CODIGO PENAL

Desde el año de 1903 enque Panamá se emancipó deColombia y transitoriamentemantuvo en vigor las leyes quevenían rigiendo hasta enton-ces, se manifiesta una inquie-tud legislativa que fue adap-tando las viejas normas anuestra realidad nacional yque al fin da lugar a una re.yisión integral legislativa.

Como se recordará, la Co-misión Codificadora nombradaen 1913 durante la presiden-cia del Dr. Belisario Porras,presentc entre otros, el Códi-go Penal cuya redacción ~s-tuvo a cargo del Dr. AngelUgarte y qllP fue aprobadomediante la Ley 2a. de 22 deagosto de 1916.

Dicha excerta se inspirabaen e.I Código Penal Hondure-ño ,que a su vez tenía com.)fuente en el Español de 1870.El hecho de que dicho textose hubiese aprobado sin queel público lo conociese previa-mente y sin haber motivadodiscusión alguna en la Asam-blea N',acional, así como lascríticas por parte juristas, die,-ron lugar a que el Ejecutivoordenara la revisión de nues-tro primer Código PenaL.

Se.is años después de su pro-mulgacicn, termina su efímeraexistencia v Sp aprueba me-diante la (Py Ga. de 1962 unnuevo Código. Este instrumen-to se basa en el Código Italia-no de 1889 preparado por unacomísión presídida por el Mi-ni~tro de Justicia, Zanardell,nombre con el que comunmen-te se conoce. dicho Código,Pero en realidad el texto pa-nameño de 1922 es aún másantiguo, si se tiene en cuentaque el Código de Zanardelliactualizó e,l Sardo- Toscano de1853, que a su vez procedíadel francés de, 1807.

Luis Jiménez de Asúa, ensu obra "Tratado de DerechoPenal", Tomo 1, 3a. edición,Edit. Losada, Buenos Aires,1964, en pág. 1199 se refierea la legislación penal en Pa-namá y comenta respe,cto alCódigo' Penal de Panamá de1922 que "Trátase de un Có-digo de viejo espíritu en elque las penas se mantienenclasificadas como en los de laantigua fecha, sin que. figurenotras medidas que el manico-mio para los enfermos menta-les y el "encerramiento" delos menores en una casa de

correcclOn o educación que yase hallaban e,n el Código Es-pañol de 1970. Hasta el cas-tigo atenuado de los semi-irlfspom,ables se conserva enPanamá. También se le hacensurado el casuísmo en laaplicación de las penas. Se leha criticado la redacción dela legítima defensa y la in-c i usicn en la Parte Especialde la defensa de los bienes,como disposición común a losdelitos contra las personas(art. 323) revela un arcaísmoincompatible con la hora pre-sente". Quintana Ripollés ha.ce. comentarios más acervos.

En 1928 el Dr, Héctor Val-dés redactó un proyecto deCódigo Penal y luego una Co-misión Codificadora presentóen 1943 otro proyecto ,que fui~revisado por el Profesor Emi-lio González López, y los doc-ton:;s Ricardo A, Morales ;/Alejandro Tapia. Jiménez deAsúa, en la obra citada, críti-ca la ausencia de medidas deseguridad, el casuísmo en laaplicación de la pena y el e-nunciado taxativo de atenuan,.tes y agravantes copiado delCódigo Penal españoL.

En 1952 los juristas ManuelA. He,rrera L., Dámaso À. Cer-vera, M. A. Grimaldo, JoséDolores Moscote y Benito Re-yes Testa prepararon un pro~yecto de Código Penal y en1968 el Licenciado José Ma-nuel Faúndes preparó otro,ninguno de los cuales llegarona ser discutidos. Quedó así vi,.gente el texto de 1922, queahora se aspira sustituir.El proyecto de Código Pe-

nal elaborado por el Dr. Aris-

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tides Royo, Profesor de Dere,cho Penal en la CnÎ\'crsidadde Panamá, procura recogerlas t('ndcneia~ actuales quepreyalecen en Europa y Amé-rica L:itina, así com() con otiosmatices, en algunos países so-cialistas, tales como ;1 los có~el i g-os pena les de Y ugoesla viav Bulgaria (1951), Checoeslo-\'"quia (1956~i961),

En la parte general el autor a-dopta con algunas variantes elCódigo Penal Tipo para LaU-noamf'rica, elaborado por unacomisión de juristas quc através de una sf"rie de reuni(i-nes en distintos países vienentratando, desde 1961, unificarel derecho penal de este he.misferio. Los principios fun-damentales reconocen el afo-risma nullun crimen nulla poe-na sine previa lege p en;i. e, la

tipificaeión precisa de los de-litos, la prohibición de la anal-gía; la inexist0neia de delitosin culpabilidad; la necesidadde un proceso legal previo an-te tribunal competente, laprohibición del doble juzga-miento y la pi'esuncÎón de ino-cencia.

Además de las reformas yeliminaciones s()bre diverso::;articillos de la Parte General,el prO,\''cto contiene una cla-sificación de las atenuantes ,vagra \"a ntes específicas y ge-nr"ric;¡s que se inspira en lajurisprudencia nacional, orde-naciÓn que no es numerusc!;usus \' así el tribunal, den-tro del' margen de discrecio-nalidad de que goza segÚn eltexto, puede tomar en cuenta,para los efectos de la dosifi-cación, otras circunstanciasque puedan favorecer o per-

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judicar al reo de acuerdo conla peligiwddad de éste.

En lo que atañe a la legíti-ma defensa v al estado de ne-cesidad, aqilella se extiende ala persona o derechos propioso ajenos y se contemplan elexceso en la defensa y el ex-ceso por la emoción ("defen-sa subjetiva"). En el estadode necesidad, además de lastres circunstancias clásicas, seañaden al de que el mal pro-ducido sea menor que el evi-tado y qi.W el agente no tengael deber jurídico de afrontarel riesg-o.

En materia de culpabilidad,se ha afirmado que en el Có-dig-o vigente existe cierta im-perfecci-cn, el proyedo enun-cia qUe para la sanción penaltiene que haber dolo o culpa.Se con~.'agra asi el principio,ya reconocido desde el proyec-to alemán de. i 956, de que laculpaliilidad tiene que impe-rar en todas las reglas de unC6dig-o Penal v de allí que enla parte especial las penas seseñalen en atención a la acti-tud dolosa o eulposa del su je-to activo.

r a reincidencia y la habi-tualidad del delicuente apa-recen tratadas de manera am-plia no sólo en cuanto a laapreciación de las mismas sinorespecto a las cualidades aní-micas del agente re.veladorasde su mayor o menor peligro-sidad,

En cuanto a la imputabili-dad e inimputabilidad se a-tiende ,-t las modernas concep-ciones psicológicas y psiquiá-tricas y se exige que comoconsecuencia d e.l trastorno

mental transitorio el sujeto nohaya podido comprender ~enel momento en que ejecutó elhecho-, el carácter ilícito desu acción u omisión regular suconducta conforme a las nor-mas de derecho. Se incluye lasemi-inimputabilidad que seda nianclo el agente tiene a-feccion~~s de orden psíquicopero conserva cierta capaci-dad de ('omprensión de la ih.,citud de su acto.

En el capítulo dedicado alos autores v partícipes se alu-

de a los cómplices primario,;y secundarios o n1i~diatos, asícomo a los instigadores. Comodisposieion q (H' 1 h rna la aten-ción figura la referente a lacomunicabilidad de las cir-cunstancias agravantes \' ate-nuantes tanto en el ašpectopersonal como en el de la ejecucicn matrial del delito, enaquel incide, sobre las personasen quienes concurran dichascircunstancias y en el segundoaspecto Únicamente sobre losque tuYieron conocimíento de!las en el momento de la ac-ción o en el que de su coone.-ración para perpetrar el deli-to.

En el apartado correspondiente a las Penas, materia deque sirve para definir la orien-tación de un Código, el pro..yecto elimina la dive,rsidad depenas privativas de libertad,ya que, como afirman algunos,no existe razón alguna paramantener la diferencia entrereclusión, prisión y arresto.Se deja la pe,na de prisión ylos sancionados aparecen tra..tados de acuerdo con la per-sonalidad y a través de clasi-ficación por grupos pero COl!

estudio particular de cada ea.so. Se ha criticado la normasobre el límite máximo de laprisiÓn en 25 años, además desu carácter, por razón denuestro ambiente, Se estimaque debe mantenerse el máxi-mo de 20 años. Las penas lar-g-as no son las que influyenen la rehabilitacicn del delin-cuente ni en la preveneión delos delitos. En eambio sí seeonsidera correcta la elimina-ción del eonfinamiento porquelos perjuicios de esta pena sonmayores que los posibles be~nefieios.

Una de las instituciones quefiguran en el proyeeto es laque ve,rsa sobre las penas pe-cunarias que en vez de ,quedarestablecidas de manera fija ytaxativa se van a aplicar enatención a la capacidad eco-n6mIea del delincuente. Setrata de los días-multas quekgislativamente adoptó el Có-digo Portugué;. de 1 R52 Y qiieactualmente se aplica en paí-SfS como Sueeia, Perú, BrasiL,Cuba y otros. El importe deldía-multa se fijará en aten-ción a la situación económicadel condenado, su caudal, ren-tas, medios de subsistencia,€te. Si el sancionado vivieredel produeto de su trabajo eldía multa no podrá excederdel 50); de Sll salario diarío.Se trata así de evitar desigual-dades entre riem, v pobrespues para unos y ()tros B/.-200,00 no significa lo mismoni pueden satisfacerse. al Es-tado con igual facilidad. Sepuede pagar la multa a plazoso incluso amortizarla median-te trabajo libre remunerado yde allí detraerle la multa díaque le permíta vivir con el

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reHto. Sujeto a Ciel'taH reticen-ciaH, He considera el siHtemacemo sumamente interesantemerecedor de discusión. Re-queriría, n:Üuralmentc, parasu aplicaciÓn práctica, una re-glamentaci6n,

Otra innovación conHiste enel reemplazo de las penas cor-tas de privación de la libertadpor trabajo obligatorio e,nobraH o Hervieios públicoH y secontempla la amonestación pa-ra penaH inferiores a un año,El artículo 29 del código aC-tual que permite la sUHpensióncondicional de penas inferio-res a 4 meses, se amplía hasta3 años, pero con sujedón aciertos requisitos y de Her cum-plidos conllevan la extinciónde la pena. La libertad condi-cional que aparece ampliada,puede ser obtenida hasta porel reincidente, pero con pos-terioridad a un plazo de cum-plimiento de la pena mayorque para el exigido a los de-lincuentes primarios.

El proyecto considera queel inculpado sí puede renun-ciar a la prescripción, tesisque no comparten algunos ju-ristas por ser las normas delDerecho Penal de orden pú-blico y es el Estado, como de-fensor de los intereses de lasociedad que resulta lesionadaindirectamente de todo delio,al que corresponde l1,mpe-rativamente señalar h a s t acuando un acto ilícito pue,deser sancionado y el tiempo pa-ra la prescripción, y frente aetsa posición de Derecho Pú-blico no puede el agente opo-ner su voluntad individuaL.

Otra institución hasta aho-ra de,sconocida en nuestro de-

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rccho positivo eH la del per-dón judicial, o sea el reco-Tribunal le ofrece una opor-manera alguna. En la parteeHpecial se autoriza discrecio-nalmente el otorgamiento de.1perdón para delitos como elfalso testimonio siempre queel testigo se retracte y colabo-re, para el aborto honoris cau-sa y el motivado por el resul-tado de una violación carnal ypara el homicidio piadoso.

El proyecto incluye me,dida:'!de seguridad en forma siste~mática, las cuales requerirán,para su efectividad, la crea~eiÓn de los establecimientosadecuados para el respectivocumplimiento. Si bien podríaarguirse ,q u e la adopciónde tales medidas ocasionarágrandes erogaciones al Esta-do, no es menos cierto que ta-les sitios de trabajo puedenreportar ganancias que amor-ticen la inversión tal como sehace en otros países, siempreque se dé a tales estableci-mie,ntos de una organizaciónfebril o industrial productiva.

La exclusión de responsabi~lidad civil en casos de cum~plImiento de un deber legal yen la legítima defensa ha sidoobjeto de crítica, pues aún enestos casos de justificación hapodido produci~se un daño in~demnizable civilmente. El li~bro segundo, sobre los delitosse inicia como lo acostumbrael Estado y aquí, además deciertas re,formas parciales, setipifica el delio de espionaje,la violación de tregua o armis-ticio, sabotaje y violación .defronteras para la explotaciónde nuestros recursos natura-les.

En los delitos contra los po-de,res públicos y el orden cons-titucional se diferencian lasfiguras de la rebelión, sedicióny motín, tal como lo ha ve-nido haciendo la doctrina, es-pecialmente la colombianadesde el Código de 1936. Nue,-vos son los delitos contra elderecho internacional, entrelos cuales están los de tráficode esclavos, de blancas, dro-gas, e,l genocidio, hostilidadcon t r a Estados extranjeros,violación de convenios inter.nacionales.

Dentro de los delitos contralas libertades aparecen comoinnovación los que atentancontra la libertad de reunión,de huelga, y de prensa, con locual se desarrolla penalmentela protección que consagranlos artículos 39, 40 y 68 de laConstitución, En lo que atañea la revelación de secretos, elproyecto exceptúa la ilicitudcuando se trata de salvaguar~dar un interés superior al se-creto.

En los delitos contra la cosapública, se separa la malver-sación del peculado, figurasque a pesar de ser jurídica-mente distintas aparecen con-fundidaR en el actual artículo153, En la aplicación de laspenas Re dan g-ran flexibildadal juzg-ador p-ara que aprecielos hechos. LaR penas para es-tos delitos se hacen extensivasa los empleados de empresasen los que tenga participacióneconómica el Estado y estadisposición se aplicará sola-mente si en el futuro se cre,anen Panamá las sociedades deeconomía mixta.

Como artículos nuevos seintroducen la exacción ilegaly el enriquecimiento ilicito di:funcionarios públicos. Las fór-mulas para la recuperación delos bienes y valores mal habi-dos al parecer los considera elautor del Proyecto como ob-.ieto de texto legal especiaL.Se sanciona la explotación deinfluencia que una personapretende ejercer sobre un fun-cionario. Figura asimismo uncapítulo deditado a los frau-des en las su bastas o licitacio-nes públicas y la falta de su-ministro a la AdministraciónPública. Se pena la abstenciónde participar en licitacionescuando ello se haga con el finde lucro y el retiro de las mis-

mas con el mismo fin. El in-cumplimiento de contratos desuministro con el Estado husido sancionado en otros paí-ses, como Italia, como de.!itocontra la perRonalidad internadel Estado, No se le consideracomo una simple obligacióncivil que no podría dar lugara pena por razón de su incum-plimiento, En estos casos, deorden público, dicho incumpli-miento afecta la marcha nor-cha normal del Estado y vancontra la Administración Pú-blica.

Otro de los capítulos quellaman la ate.nción es el deaprovechamiento de cosas pro-venientes del delito, que en elproyecto se diferencia clara-mente del encubrimiento. Aquíse. trata de la presentación, deuna consecuencia del delitocomo lo es la adquisición delos bienes o valores adquiridosmediante hurto y robo y node la conducta de faciltar la

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impunidad como en el encubri-miento,

En los delitos contra In sa-lud pública se incluyen los decontagio, venéreo, suministrode estupefacientes y tráficode drogas, temas que actual-mente figuran en leyes espe-ciales. Para el consumo dedrogas se elimina la cárcel yse aplican medidas de seguri-dad de tipo curativo y de re-habilitación por el trabajo.

El incumplimiento de debe-res familares viene sanciona-do como delito en el proyecto,exclusivamente cuando hay o-misión deliberada de prestaralimento.

En los delitos contra laspersonas, aspira el autor me-jorar el capítulo de homicidiosy lesiones personales con unadivisión técnica, en e,1 abortl)se plantean eximentes y ate-nuantes que van de acuerdocon las legislaciones más avanzadas en esta materia. PUe-de haber exe,nción de penacuando se aborta por causasgraves de la salud, por pro-blemas de angustia económicay para eliminar fruto de unaviolación,

En los delitos contra el pa-trimonio se da una definicióndel hurto al parecer completay diferenciadora de los otrosdelitos de este género, Se re-baja la excesiva pena que ac-tualmente se aplica al hurtoPecuario (que, incidentalmen-te, el materialismo históricoe x p 1 i c aría satisfactoriamen-te) ; se, contempla el hurto deuso y el famélico como ate'nuantes y como agravantes elhurto de objetos de valor cien-tífico, histórico, cultural, etc,

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CODICO CIVIL

La codificación civil nacio.nal, tras el esfuerzo que ma-terializó en el Código Ciyilque entró a regir en 1917, ca.l';recía prácticamente de an-tecedentes nacionales, Ciertoes que desde entonces se de-signaron, una después de otra,comisiones codificadoras, perosu labor nunca llegó a crista..lizar en un proyecto de nuevoCódigo Civil, y ello a pesarde que la que actuaba en 1941contó con el asesoramiento delcélebre jurisconsulto españolDcmcfio de Buen, quien ela..bor6 un notable proyecto dePLAN para el Código CiviL.

El Dr. Narciso E. Garaypresentó su Proyecto de Có.,digo Civil, completo y ante-cedido por un Proyecto de Leyde Introducción, dentro de lostérminos del Decreto de Ga-binete regulador de la Comi-sión Codificadora.

El si~tema así propuesto pa.ra nuestra legislación civil se.,para del Código Civil la ma-teria relativa a la ley, su con.

cepto, vigencia, jerarquía, in-terpretación y aplicación, efec.tos en el tiempo y el espacio,y su derogación, eliminandola del antiguo Título Prelimi-nar para regularIa en una Leyde Introducción completamen-te de corte moderno, que res-ponde a las nuevas orienta-ciones, como se ha hecho enAlemania y Brasil, y como lotiene proyecto de Colombia.

El nuevo Código Civil, e.nproyecto, se divide en los seisIIBROS siguientes:

Libro Primero: PARTEGENERAL.

Este Libro está integradopor normas relativas a laspersonas, bienes, actos jurídi-cos, ejercicios y pruebas delos derechos, plazos, términos,prescripción y caducidad.

El Código vigente no tieneuna Parte General v ha sidojustamente criticad; por elloen el Dictamen para la Comi-sión Codifieadoraque rindió,el 17 de noviembre de 1941,Demófio de Buen, quien ex-presaba que "el Código inci-de en impresiones conceptua-les, carece de ciertas normasgenéricas indispensables, rom-pe la unidad de materias fun-damentales y se presta a con-fusionismos en orden a la na-turaleza y trascendencia dedeterminadas instituciones".

Con el Libro Primero se res-ponde ampliamente a esa crí-tica; se da a la doctrina dela pe,rsonaldad humana su au.téntico carácter de supuestogeneral de todas las relacio-nes jurídicas, destacándose laregulación que se hace de losderechos de la personalidad yla manera como se trata eltema de las personas jurídica",donde se contempla, incluso,el fenómeno de las asociacio-nes y fundaciones no recono-cidas y el de los, comités (aligual que el Código Procesal) ;se diferencian el concepto decontrato del de los demás ac-tos jurídicos y las normas a-plicables a estos y a aquellos,evitando perjudiciales confu-siones; se establecen princi-pios fundamentales sobre elejercicio de los derechos, que

deben presidir toda la activi-dad jurídica; se ubican debi-damente los preceptos sobrela influencia del tiempo en lasrelaciones jurídicas, la pres-cripción y la caducidad.

libro Segundo: DERECHODE LAS OBLIGACIONES

La materia de las obliga-ciones, que el Código de 1917relegaba al Libro IV con ladenominación "De las Obliga-ciones en General y de losContratos" encuentra en elProyecto su ubicación lógica ysu adecuada denominación,porque el Código trata no só-lo de los Contratos sino que delas demás fuentes de las Obli,.gaciones.

Con el Libro Segundo y atono con las corrientes másmodernas, se regulan las obli-gaciones con criterio integraly con la mira de hacer inne-cesaria la coexistencia de doslegislaciones -civil y mercan-ti- sobre obligaciones, y deunificar, simplificándolo, todoel régimen obligacional; seeliminan confusiones a ¡que daorigen el Código vigente y va-cíos que se advierten e,n él, re-gulándose el pago con subro-gación, de modo que no seconfunda con la novación,la mora del acreedor, losderechos auxiliares del acree-dor, la dación en pago y elmutuo disenso; se desarrollala teoría general del contratode manera completa, inclu-yendo la formación del con-sentimiento, los casos de res-ponsabilidad precontractual,el contrato por persona a nom-brar, la cesión de contrato yla terminación del contrato

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por excesiva onerosidad, te-mas de Derecho moderno so-bre los cualeR el Código actualguarda silencio; Re contem-plan particularizadamente to-dos los contratos conocidos,entre ellos el contrato estima-torio, el de suministro, el deempreRa, el de servidos pro-fesionales, el de agencia, lamediación, la cuenta corrien-te, 10R contratos bancarios dedepcsito, servicio di' cajasfuertes, apertura de crédito,anticipios, descuentoA y cuentacorriente. bancarios, el contra-to de seguro, el mandato decrédito, las diversas clases desociedad, el contrato de edi-ción y los de difusión por ra-dio, televiRión, cinematografiao grabación y representaciónteatral o eRcénica, hasta hoyignorados en nuestro CódigoCivil; y finalmente se ocupaeste Libro de dar normas ge-nerales Aobre laA promesasunilaterales y lOA títulos decrédito, de tanta importanciacn la vida actual, y sobre elenriquecimiento sin c a u s a,fuente de las obligaciones quereclamaba, desde hace muchosaños, sitio adecuado en la le-gislación civiL.

Por el especial intcrés quetiene, merece reproducción elartículo 1508:

"Quien se ha enríquecido Rincausa, a (,oRta o eon pcrjuicio de

otro, eRtá obligado, dentro de IOR

límites del enriquccimiento a in-demnizar a éRte de su corrl"lativadisminución patrimonial",

Libro Tercero: DERECHODE LAS COSAS

En e,ste Libro se armonizanlas dispoRiciones relativas alos bienes con los preceptos

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constitucionales que garantizala propiedad privada recono-ciendo que ésta impone obliga-ciones por razón de la funciónsocial que está llamada a lle-nar; se desarrollan, sistemá-ticamente, los modos de ad-quirir, dándose el lugar que lecorreRponde a la tradición; seregula el fideicomiso (reRpec-to al cual, incidentalmente elautor del Proyecto publicó unexcelente estudio) , actuali-zando la Ley 17 de 1941; yse incluye dentro del Proyec-to el régimen de la propiedadhorIí:ontal, por pisos o depar-tamentos, que tanto se usa ennuestros días.

El nuevo sentido de este Li-bro Segundo lo revela la dis.posición siguiente:

"A rticulo 15;) 1. El pl'opÎeta ¡'io

ti~'ne la facultad de !'o~,ar y dis..ponel' de las cosas objeto de su

propi"dad dl" modo pleno y ex-e!iIRivo, dentro de los limites ycon la ohsernmcia de las obli-gaciones estahlecidaR por el 01"

dcaiimiento juridico ('n razlÍn di'funcilÍn Rocial que ia propied"dprivada del)(' llenar",

Libro Cuarto: DERECHODE FAMILIA

En el Libro Cuarto, el Pro-yecto desarrolla las nuevasconce,pcioneR sobre derecho deFamilia, ya proclamadas enPanamá desde la Constitución,de 1916, que exigian una re-visión íntegra de la legislaciónsobre la materia.

Se trata allí con sentido derealidades, la promesa de con-traer matrimonio, estable.cien.do responsabilidades para elcaso de incumplimiento de lapromesa sin causa grave; se

contempla el matrimonio ensus formas civil y religiosa,la unión de hecho, que envuel-ve un matrimonio por equipa-ración, y se aclara el valor de

los matrimonios consulares; seincluyen en este Liuro las dis-posiciones que el Código vi-g-ente, critieablemente, trata aIJlopcsito de los contratos; sehace alguna innovación enmateria de divorcio; la fila-ción recibe el trato no discri-minatorio y más humano queun sentido unI\"ersal de justi-cia exige en las le~"es del pre.sente, ~" se regulan con proli-jidad las presunciones sobrefiliación, el reconocimiento deésta, y la adopción, que cobrauna nueva dimensión.

La patria potestad conjunta,visualizada en el texto cons-titucinal, recibe ahora, en elProyecto, adecuado desarro-llo.

Merece especial referenci:iel hecho de tratar (,1 Provec-to, en este Liuro. del patrimo-nio familiar, que es uno de losmedios q Ut' arbitra el Derechomoderno para protección efec"tiva de la familia, \- de ocu-parse de él sin restringirlo alas familias; campeginas po-bres;. Se anticipa aí el cumpli-miento del precepto constitu-cional seg-ún el cual "el Estdovelará por el fomento socialy económico de la familia 1:organizará el patrimonio få-milar dderminandola natu-raleza \' cuantía de los bien e.:que de'urn constituido. sobrela base de que es inalienablee inembargable".

Libro Quinto: DERECHOSUCESORIO

Con el Libro Quinto, el Pi'o-

yecto pone en armonía las dis-posiciones del Código con la::nuevas realidades en materiade familia. particularmente enlo referente a la sucesión in.testada donde se fijan con ni.tidez los principios generales\' seis órdenes sucesorios, cada~ino de los cuales excluye a losrestante según la remunera-ción, Se han fortalecido losderechos del cónyuge supers-tite, que participa en grad(\mayor dentro de los tres pri,meros crdenes v constituve asu vez el cuarto. Se mantieneel principio de la libertad detestar, con la limitación cono-cida de dejar asegurados losalimentos de los hijos meno~res e InYálidos,

Libro Sexto: DEL NOT ARIA-DO Y DEL REGISTRO

PUBLICOEl Proyecto cierra con un

Liuro Sexto que suma a latécnica más a\'anzada òel plandel nuevo Código la nota querecoge la tradición jurídicapanamei'a; pues; cabe recor-dar que la idea de este LibroSexto apar('ció por primeravez en el Código Cid! del Es-tado Soberano de Panamá, deGil Colunje, de adonde pasó alCódigo CI\'ilColombiano ~" lue-go al Código dg-ente d.'sò.e1917, ('onservándose por ra~zón histórica que se suma 1:1de su utilidad,

Ta les son, a gra ndes ragos,en lejanas lH'rslwctiYa~. lasori('ntaeiones de l()s Proyt'ctos,que ¡u~pinii no a reformal' losinstrumentos jurídicos yigen~tes, sino a sUl'tituirlos. PorqlH',

como dijo ChioyeiHia, () unareforma integral, o nada.

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OSMAN LEONEL FERGUSON

"Los fí1lísofos son los pensadores; se llaman así porrazón de que el pensar tiene lugar propiamente en lafiosofia" .(1)

Estas notas no pretendenposeer originalidad alguna departe nuestra. Son consecuen-cia de conversaciones soste,ni-das con otros educadores ypersonas preocupadas por elestado actual de la educaciónnacionaL. Tienen su origen enla lectura sobre temas educa-tivos, publicados en periódi,.eos y revistas, tanto de nues-tro medio como foráneos. Sefundamentan en la experien~cia obtenida, a través de va-rios años, en las cátedras deFilosofía e. Historia, del tratocon estudiantes del InstitutoNacional y de la Universidadde Panamá, Han nacido delas recomendaciones emana-das de diferentes seminariosde educación en los cuales he-mos participado, En fin, estas

no t a s pretenden denunciaruna serie de deficiencias entorno a la educación del pa-nameño.

1. Fracasos escolares:

Uno de los puntos más dis-cutidos y debatidos, en la pro-blemática que presenta la e-ducación nacional, es el rela-cionado con los fracasos esco-lares. Se han pre,sentado di-ferentes fórmulas para aliviar-los. Se han impuesto normasvarias para atemperar la si-tuación. Sin embargo, los fra-casos persisten.

En realidad de verdad, entoda labor humana hay unosque triunfan y otros que nologran el éxito. Otros llegana la meta en forma tardía. De

(1) Heidegger, Martin: ¿ QUE SIGNIFICA PENSAR? Trad. de HeraldoKahnemann. Colección La Vida del Espíritu. Editorial Nova. BuenosAires. 1968. p, 10.

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aquí, es lógico aceptar que,también se produzcan seresfracasados en la vida escolar.Lo que debe preocuparnos es,no el alumno fracasado, sinoel estudiante que en formanormal o sobresaliente, reali-za sus estudios.

Siempre recordaré la reac-ción que se producía en algu~nos profesores del InstitutoNacional cuando se discutíaeste tema sobre los fracasos;Decían, con mucha razón, quehabía una desmedida preocu-pación hacia el alumno defi~ciente, no así para el alumnoaventajado. El interés se vol-caba hacía el fracasado, entanto que no se prestaba a.tención por el buen estudian-te.

Existe un trabajo escritopor el Dr. Pedro I. Cohen entorno a este problema. Su au-tor, ex-profesor de Inglés enel Nido de AguiJas y actual-mente en la Universidad dePanamá, de mane,ra concisa yfirme presenta un informe va..líoso que debe ser tomado encuenta por quienes se preocu-pan por la cuestión. Nosotroslo recomendamos, a la Direc~ción de Educación Secunda-ria, en la reunión celebrada elpasado día 7 de Septiembredel presente año. Por ciertoque en las últimas entregasdel Boletín Informativo delBoletín Informativo del Insti-tuto Nacional, sus redactoreshan reproducido este trabajodel Dr. Cohen titulado "ElProblema de los Fracasos Es.colares" .

¿Por qué fracasa un estu-diante en sus estudios? Pre-

guntémonos mejor, cómo, pOrqué y cuándo no fracasa unalumno en sus estudios. Qui-zás, partiendo de esta situa-ción, nuestros preocupados einquietos pedagogos desentra-ñen el quid del asunto. Es po-sible que alguno de ellos en-cuentre material para una se-ria disertación de lo "metafi,sico del fracaso". Labor nopropia del fiósofo -pareceparadójico- sino del pedago-go.

2. ¿ Quién prepara a quién?En la actualidad nuestra es-

cuela se divide en tres etapas:primaria, secundaria y univer-sitaria. Esto, de inmediato, re-mite a entender que debe exis-tir una estrecha relación entreellas. una secuencia en los pla-nes de estudio. otra es la rea~lidad: La escuela primaria noprepara al estudiante paname-ño para continuar estudios su-periores. Muchos sostienen, asu vez, que la escuela de se-gunda enseñanza no debe serla antesala para los estudiosuniversitarios. Esta falta dearmonía ha perjudicado lapreparación eficaz de muchosprofesionales. En el Seminariode Profesores, convocado en1962 para hacer las reformaspertinentes a los planes y pro-gramas vigentes entonces, dis-cutimos y defendimos el puntode vista de que la escuela desegunda enseñanza debe pre-parar al panameño para con-tinuar estudios al nivel univer-sitario.3. Variedad de planes de

Estudios:Otro de los inconvenientes

con que tropieza la educación

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en Panamá es la serie de im~provisaciones que a menudose producen. No ha existidouna política sólidamente fun-damentada. Se recibe,n emba-jadas y misiones extranjerasque nos traen diversos siste-mas y métodos de enseñanza.Por esta razón ensayamos enel presente varios planes deestudios. Cualidad que nos dis-tingue a los panameños es lade ser amantes de las impro-visaciones y la de copiar mol-des y fórmulas extranjeras.Nuestra escuela se distinguepor las improvisaciones a lat'cuales ha sido sometida: Unbuen día se implantaron ideaspedagógicas importadas de losEstados Unidos. De repente,se experimentó con el "cono-cido" Plan Quignard. Otra mi-sión educativa extranjera nosvisita y nos deja el llamadoPlan Nacional de Educación.En otra ocasión se nos conven-ce de las ventajas del llamadoCiclo Básico de OrientaciónVocacional. Durante un tiem-po se experimentó con la es.cuela donde el estudiante es-cogía las materias que, a jui-cio de sus defensores "¡ servían

para la vida del profesionaldel futuro!" Tal política in-dica que no tenemos una metadefinida en materia de edu-cación.

La prensa ha publicado ldsopiniones de distintos ed uca-dores de mérito en torno a es-ta cuestión. No nos hemos de-cidido por ningún sistema enespeciaL. Hemos hecho ensaYOBimprovisados y al calor delentusiasmo del momento. Losinformes presentados sobreellos no han tenido acogida

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alguna. Hablamos, comenta-mos, discutimos y allí terminael asunto. La variedad de sis-temas continúa y, por consi-guiente, igualmente la confu-sión en lo educativo. ¿ Quéhacer?, nos preguntamos.

4. Falta ¿e publicaciones delMinisterio de Educación:La labor que se realiza a

través de los seminarios, me-sas redondas, estudios de co-misiones, trabajos de investi-gación personales, todo ellose pierde, no llega a las per-sonas que la necesitan, quepudieran sacar provecho deella, porque el Ministerio deEducación no cuenta con ór-ganos oficiales de divulgación.De otros paises nos lleganobras publicadas por los dife-rentes centros de educaciónque son muestra palpable dela labor realizada. Es con-veniente que desde ahora nosdemos a la tarea de realizaruna publicación periódica, pormodesta que sea, que sirva demedio de comunicación entreel Ministerio y los profesoresde los colegios de segunda en-señanza. ¿ Y por qué no pen-sar en algo similar para losmaestros de. enseñanza prima-ria?

Años atrás el Departamen-to de TextoR Escolares publi-caba el boletín Líneas. Su exis-tencia ter m i n ó demasiadopronto. Es necesario que el e~ducador, a través de mediospublicitarios auspiciados porel Ministerio, se informe deltrabajo que se hace en pro dela educación.

Con optimismo vemos el pro-yecto presentado por el Dr.

Laurentino Gudiño, DirectorGeneral de Educación, y laDra. Susana Richa de Torri-jos, Directora de EducaciónSecundaria, emproado a pu~blicar un boletín periódico yuna revista bimestral, que in-forml'n de modo positivo aleducador sobre la política iiii-nisterial y, al mismo tiempo,brinden su:, páginas para queel profesional de la educaciónpublique sus trabajos,

5, Los educadores, los semina-

rios y el Ministerio:

Hemos asistido a diversos'gemniarios, al igual que mu-chos colegas. Participamos enla organización de las Con-versaciones Preliminares delPrimer Seminario Panameñode Profesores en Filosofía, en1959; en el Primer Congresode Profesores de Filosofía eHistoria de la República, ",n1964, y en el Primer Semina-rio de Historia de Panamá, en1966. 1I ace pocos días, estu-vimos pi'esentes en el ?1"merSeminario de Educación Me-'dia, En todos ellos, las comi-siones de trabajo adelanbronrecomendaciones en beneficiode la educación panameña.

Pero, generalmente, talesrecomendaciones se quedan enel papeL. :,on archivadas, no

puestas en práctica. Ello hatenido como consecuencia queel escepticismo embarga a ungran número de profesoresque no aceptan lo positivo decontinuar reuniéndonos en se~minados, mesas redondas ypaneles, ya que el trabajo nose aprovecha como es debido.

Ahora que el Minsiterio deEducación está en manos dequienes hasta ayer fueronmaestros y profesores, debe~mos esperar .que la políticade esa entidad estatal cambiey dirija sus pasos en formasegura y firme, tomando encuenta las apreciaciones y re-comendaciones que los educa-dores presentan. Ello sería debeneficio para todos.

6. Los Estudios Sociales:

Tema candente, de, largas yprofundas discusiones es elrelacionado con los llamadosEstudios Sociales. Profesoresde la capacidad del desapa-recido Angel Rubio, dé CésarA. de León y Carlos M. Gas-te.zoro se pronunciaron, añosatrás, sobre lo ndasto de es-tos programas (2). Otros pro-fesionales de la educacióntambién hicieron sus plantea-mientos (3) , así como losmiembro:, de los grupos deno-minados Nómina "H" y Pai-dei., de la Facultad de Huma-

(2) Cfr.: "Al Ministro dl. Educación, Sobre los "~studiOR de la Geografía,de la Historia y de la Eiucación CivÎCa en vei dl. los Llamados Estu-

dios Sodales", por Angel Hubio, César A. De León y Carlos Manuel(~ast('a;rro, Revista Universidad, Organo de la Univel'sidad d", Panamá,Nr, 2£I-a(i, Panamá, R. P, 1951. pp, 15.20,

Ul) Perl.ira J" Bonifacio; "Importación Irreflexiva dl. una Filosofía Edu-cativa". Letras de Panamá, No. 2. Panamá, R,P. Enero de 1958. pp, 6-7.

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nidades de la Universidad dePanamá (4).

Fue durante la administra-ción ministerial en Educacióndel Lic. Alfredo Ramírez,cuando la escuela secundariapanameña pudo sacudirse desemejante aborto pedagógico,

Pero el pecado continúa hoyal nivel de nuestra EscuelaPrimaria. Si revisamos los pro-gramas de Estudios Socialesque en ella se practican, ve-remos con horror lo monstruo-so del error, ni se explica Geo-grafía, ni Historia ni Cívicaen la forma debida.

N os otros somos los primeros-con todo y haber redactadocon el maestro Mateo ArdineRunos manuales Robre EstudiosSociales- en recomendar alactual Ministro de Educación,Lic. José G. Aizpú, que losmencionados programas seanerradicados de nuestra escue-la primaria. La recomendaciónla hacemos con la autoridadque nos reviste, el estar alfrente de la Supervisión Na-cional de Filosofía e Historia.Y, podemos adelantar que es~ta es la apreciación del actualSupervisor Nacional de Geo~grafía y Gobierno, profesorCarlos A. De Diego O., y la delos profesores especializadosen el estudio y enseñanza dela Historia y la Geografía.

El Sr. Ministro de Educa-ción debe recordar el empla~zamiento que hicieron 10R e.~tudiantes del Instituto Fermín

Naudeau, al denunciar el des-conocimiento que el hombrepanameño tiene de su histori,ìpatria, La prensa se ocupó,durante. varios días, del pro-blema, Algunos profesoreR reR'pondimos al emplazamiento ehicimos nuestras recomenda-ciones,

7. Nuestros planteamientos:

HemoR presentado, en estasnotas, una serie de puntos re-lacionados con la situación ac-tual de la educación en el país.Advertimos que son conse.cueneIa. del trato directo cone2tudiantes, profesores y pa-dres de famila. Son proble-mas que a diario vivimos, so.portamos. Se han presentadosoluciones a muchos de ellos,soluciones que no han sido to-madas en cuenta. Hoy el Mi.nisterio está en manos de per-sonas que conocen a fondo ta-les asuntos. Ellos son quienespueden corregir los errores delpasado.El Seminario Nacional de

Educación 'Media, cefebradodurante los días del 3 al 7 deAgORtO del año actual, reco-mendó la conveniencia de es-tablecer una escue,la básica enPanamá, compuesta por 8 Ó9 grados. Esto es, una conti-nuidad de estudios integradapor los 6 grados de la EscuelaPrimaria y los 3 años del Ua..mado Primer Ciclo de Educa-ción Secundaria.

Implantar esta práctica o.bliga a reestructurar los pla-

(.) Véunse los números 6 al 24 de "Voz Universitaria" n Organo de la Uniónde Estudiantes Universitarios. Panamá, R.P. Años 1950 - 1.953.Ferguson, Osman Leonel: "¿ A dónde va nuestra Escuela 1" Letras dede Panamá, No. 3. Panamá, R.P. Julio de 1959. p. 7,

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nes de e,studios actuales. Deallí la posibilidad de aligerar,en mucho, los programas deestudios de la Escuela Media.Es decir, la escuela que com~prende, actualmente, los añosdel Segundo Ciclo.

Existe un crecido grupo demaestros con títulos de pro-fesores en Pedagogía. Ellosaún laboran en el nivel pri-mario. Con estos profesiona-les se podría conseguir el re-parto de las asignaturas de losprogramas del V y VI grados.Esto es: un maestro que se de-dicara a explicar tres asigna-turas; otro maestro explicaríaotras tres y, de ese modo, tra-bajarian en forma más des-cansada, mejoraría por enterola preparación del educando,quien, a la vez, se iría acos-tumbrando, poco a poco, a tra-tar con distintos profesores.Son los lIamado& profesore& deáreas. Se aliviaría, así, el cam-bio psicológico que experimen-ta el chico que es promovidodel VI grado al I año de se.cundaria: del trato directocon un solo maestro al tratocon diferentes profesores enlas distintas asignaturas de es~

tudio.

Esta Escuela Básica debepreparar al estudiante paralos eut'sos de la Escuela Me-dia. Es seguro que no todoKlos ,que lleguen hasta el finalde la Escuela Básica continua-rán e,studios más adelante. Pe.ro, es preferible la continui-dad en esos planes y progra-mas y no la presente situaciónque hemos denunciado.

La Escuela Media, al nivelde los estudios del Lieeo (ba-

chileres) debe tener tres o-rientaciones: el Liceo en Cien-cias, que estnictut'e sus pla..nes y programas de estudiocon el fin de preparar al es..tudiante para la Facultad deMedicina y la de Ciencias Na~turales y Farmacia; otro Liceoen Ciencias que oriente paralas Facultades dß Ingenieríay de Arquitectura, y otro Ci..clo para Bachilleres en Letraf,para los futuros estudiantesde Humanidades y Derecho.Esta distribución redundará enbeneficio de,l Estado, de laeducación y de los estudiantes.

Es más: podría establecer-se que en un colegio de la lo.'calidad se preparen exclusiva..mente, por ejemplo, bachile-,res en Letras y en otro, bachi.lleres en Ciencias. Los labora.,torios y bibliotecas serían me..jor acondicionados y el dine..ro, para su mantenimiento,mejor invertido. Igualmente,podría hacerse con la prepa-'ración de maestros y bachi~lleres en Comercio.

8. La reestructuración de laFacultad de Humanidade&de la Universidad dePanamá:

N oticias llegadas a nosotroshacen referencia a la reestruc-turación que experimentará laFacultad de Filosofía, Letrasy Educación de la Universidadde Panamá.

Se estudia la posibildad dereducir los e.studios a cuatroaños: un año de estudios ge-nerales y tres para los estu.dios de la especialidad. Es de..cir, el grado de profesor y delicenciado en X especialidad,

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se obtendrá en un tiempo me~nor ,que en la actualidad. Pos.teriormente, el egresado uni-versitario podrá continuar es.tu dios en los cursos de post.grado, siempre y cuando reú-na una serie de requisitos quüestán en estudio.

De llevarse a la prácticaeste proyecto, es ne.cesario quetambién se revise la estructu-ra de la Escuela Media pana-meña. Entre las recomenda-ciones fundamentales, que de-be,n tenerse presente para quenl!estros estudiantes estén me-jor capacitados, se halla lade no permitir que se gradúenalumnos que desconozcan elidioma nacionaL.

Es alalIDante la condiciónde un gr,in número de nues-

tros estudiante.s que práctica-mente no saben ní leer' ni es-cribir y, sin embargo, ostentanun diploma de maestro, comer-ciante o bachiller. "La gra-mática no es más qUE' la ex-presión sistematizada de loscomunidad hablante ha esta-supue.stos desde los cuales unablecido el valor significativode las palabras, las frases ylas oraciones, Por eso, no seaprende gramática para sabergramática, sino para poder ysaber hablar, escribir, leer. Esdecir, para aprender a pe.n-sar". (5)

Y es esto lo que debe dis-tinguir a un profesional efi-tiente: pensar. Pensar paraajustar sus aetos a la realidadque le circunda, a no perderel tiempo.

BIBLIOGRAFIA

Ademá¡, de las obras mencionadas, bemos tenido ('n cuenta, ('n el desa-rrollo de estas notas, la siguiente bibliografía:

Isaza Calderón, Baltasar: "Hacia un Cambio de Rumbo en la Universid.ad",Letras de Panamá, No. 3 - Panamá, R.P" 1959, pp. 11-12.

Neff, Frederkk C.: FILOSOFIA y EDUCACION. Traducción de Jorge LuisGarcia Venturini. Biblioteca de la Nueva Educación. Editorial Troquel,S.A. Buenos Aires, 1968. 145 pp.

I\emoriii del Primer Seminario de Hist.oria de Panamá. Universidad de Pa"namá. 1966, 145 pp,

Pl'mer Congreso de Profesoi'es de Fllosofia e Historia de la República. Re..vist.a Est.udios del Instituto Nacional de Panamá, No. 5. Agosto de 1965.pp, 108-129.

Dominguez Caballero, Dicg-o: FILOSOFIA y P¡.IDAGOGIA. (Pr'oblemas dela Escuela Panameña), Imprenta NacionaL. Panamá, R.P., 1952. 105 pp.

Kneller, George F.: INTRODUCCION A. LA FILOSOFIA DE LA EDUCA.CION, Análisis de laR Teorías Modernas, Editorial Norma. Cali, Colom.,bia, 1967. 176 p.

Plan Nacional de Educación 1963-1969. Panamá, R.P., 1969. 348 pp."EducaCIóli en Bancarrota" - ReviRta Est.udios, del Instituto Nacional de

Panamá, NQ 3. Julio de Hl64. pp, 5-7,

l5) Casares, Ang-el Jorge: "Fllosofia y Educación". En Educación, Publica-

ci6n del Departamento de Instrucción Pública, Estado Libre Asociado

de Puerto Rico, NQ 27, Diciembre, 1969, pp. 38,il9.

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M. A. GANDASEGUI, HIJO

Hay una tendencia a consi-derar la seguridad social comoun servicio que cubre a toda lapoblación económicamente acti-va, Desafortunadamente, haytodavia importantes grupos depoblación que aún no están encondiciones de participar en laorganización de seguridad socialexistente en Panamá.

La razón básica de esta noincorporación se debe a su fal.ta de participación en el siste-ma económico del país. Es decir,en la actualidad hay sectoresque no están integrados al sis-tema económico predominante,por lo que quedan excluidos delsistema de servicios.

A diferencia del servicio quepresta el Estado, la Caja de Se-guro Social limita sus servicios

a sus afiliados. Estos últimosproceden de los sectores más in-

tegrados al sistema. Sin embar-go, todavía se encont.rarán di-ferencias sustant.ivas al interiorde esa población afilada. Exis-tirán sectores que no participande igual manera; que están in-corporados en forma menos es-table, que están relativamenteaislados, que no han desarrolla-do una conciencia clara de suposición, etc.

Entre las áreas en la cual elSeguro ha incursionado con ma-yor ímpetu ha sido la salud. Lasalud de la población económi-camente activa, ocupada y en ac-tividades de una alta o estraté.gica productividad,

A cierto nivel estos servicios

tienden a ser duplicaciones delos programas de salud que de-sarrolla el Estado. La red decentros y servicios de salud queproporciona el Estado a la po-

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ii-- ._--_._- j

sector que no tiene participa-ción activa en el sistema econó-mico predominante. Son los sec-tores con economías autosufi-cientes, generalmente campesi-nos, que mantiene a una pobla-ción importante alejada de laestructura de empleos, ingresoy consumo más dinámica.

El sector inestable y de alt8productividad hace referencia auna dinámica económica ajenaa la realidad nacional, depen-diente de capital y técnicas im-

portadas, A difereneia del pri-mer sector, este no requiere unamano de obra especializada ogrupos capaces de establece!'vínculos con los intereses exter-nos: Algunos sectores de la es-tructura burocrática -públicay privada- que prestan servi-cios básicos al buen funciona-miento del sistema, pero quetienen una vinculación atrofia-,da con los sectores de mando.Estos sectores, más otros (obre.ros de construcción, etc,) , tien-

den a trabajar con capitales a-bundantes y técnicos por enci-ma del promedio nacional, dån-doles una productividad alta apesar de su poca preparación,Esto permite que exista una ro-tación relativamente rápida,creando inestabildad.

El sector inestable y de baJaproductividad, puede ser e.i re-sultado inmediato de cambiosestructurales, como puede, tam-bién, ser la expresión de unaforma de desarrollo vinculadoa la situación de dependencia.El sector se caracteriza por su

alta proporción àe desocupacióny subocupación. Los grupos tra-dicionalmente productores: arotesanos, maestros, ayudantes y

aprendices tienden a perder suclientela y su ingreso. J gualmen-te, el tradicional comerciante aldetalle con o sin locaL. El tra-bajador no especializado, quiendominaba "un poco de todo". yotros similares, están perdien-do su capacidad de neJ?ociacióii,perjudicándose seriamente en elrenglón de consumo. Igual ocu-rre con el pequeño Rgricultorque tiende a acumular pérdidasy deudas, por un lado, y quienes presionado para que abando-ne su tierra, por el otro.

Los diferentes sectores queparticipan en la dinámica so-cial y económica tendrán unaforma particular de adecuarsea los diferentes servicios y bie-nes formalmente producidos porla comunidad, La relación pro-ductividad - consumo logrará in-fluir en una forma sustancialen la capacidad de adquirir ser-vicios de salud. La politica desalud tendria que tomar en con-sideración estos diferentes as,pectos y, también, la distribu-ción de la población.

La Investigación Empírica:

En la investigación que serealiza en el Distrito di" La Cho-rrera, se reservó un importan-te papel al rol que juega el sis-tema de seguridad social en esaárea del país. La Chorrera pre-senta características muy inte-resantes, por ser sede de unade las ciudades más importan-tes y dínámicas de la Repúbli-ca. Por tener una población a-grícola significativa. y distribui-da en todos los sectores de laproducción. Además, por su par-ticularidad de ser ciudad saté-lite de la capital que recibe mi-graciones del interior del país,

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Seguro Social reune varios re-quisitos básicos que caracteri.zan la sociedad contemporánea.

El asegurado es un trabaja-dor en un sistema altamente di-versificado, donde la división deltrabajo social ha llegado a unnivel tal que está en condicionesde crear instituciones que ga-ranticen la estabilidad y la efi-ciencia del esfuerzo productivo,La participación de la pobla-ción en la estructura produc-tiva determinará su estabildadeconómica, en mayor o menormedida. Al formar parte de laestructura productiva, la red derelaciones adquiridas a travésde las demandas hechas por eltrabajo irán formalizando lOEhábitos, costumbres y actitudes,

Un buen indicador para me-dir esta relativa estabildad yparticipación es el ser asegu-rado. En primer lugar, es nece-

sario ser trabajador en un lu-gar que tenga una interrelaciónsignificativa con la red que com-pone el mercado nacional o in-ternacionaL. Segundo, hay unadelimitación de tipo geográficoque excluye a áreas determina-das -por su baja productivi-dad y la poca relación con elmercado nacional- de la afiia-ción al sistema de seguridadsociaL.

La red de relaciones produc-tivas no es exhaustiva, en elsentido de incluir a toda la po-

blación. Hay sectores que no seencuentran participando y, co.mo consecuencia, no están encondiciones de adquirir ciertaspautas de conducta que caracte-riza a la otra población. Estasituación se destacó a travésde los indicadores utilzados enel presente examen del Distri-to de La Chorrera.

l.ii pros ente trabajo forma parte de una investigaciÓn qllO se realiza enel Distrito de La Chorrera, bajo el titulo de "La Salud en una Comunidadeii Diimrrollo", Los datos recogidos pertenecon al Ministerio de Salud, en-tidad donde tm baja el autor,

La investigaeiÓn se inició en el mes de marzo. Se apiicó un cuestionario

a una muestra de 400 jefes de familia proporcionalmente 11istrib'.lidos en los17 cOl-regimientos del Distrito.

El erifo(jue teórico hace relación a la problemática de desarrollo y sub-desarmllo que eIl la aelualidad so ha constituido on base de todo esfuerzo

por comprenrler ia realidad nacional Y latinoamericana,

.EI autor es soci610/'0, con estudios universitarios en la Universidad deChile y estudios de espeeialización, a nivel de post grado, en la Facultad La-tinoamericana de Ciencias Soeiales, Tiene varios ensayos publicados, entrelos Últimos "Fuerzas Sociales y Estructura de Poder, Panamá, 1840-1940", pu-

blicado por LOTERIA.

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QUINTERO, GASTEAZORO, BERMUDEZ

OctaryioMeR:riezPet~ir4

EDUCADOR

El tema que he de abordaren este acto que nuestra Uni-versidad ofrece a quien lacreó, es a la par difícil y esti-mulante. Difícil, porqUe resul-ta punto menos que imposibleesbozar siquiera en esta bre-ve exposición la imagen de ungran educador que lo fue enmúltiples fases a través de to-da su activa vida; y estimu-lante, porque evocar, aunquesea someramente, la acción yel pensamiento educativos deOctavio Méndez Pereira, re-sulta siempre tarea ínspirado-l'a.

Educar es difundir culturaen genuino e integral sentido.No educa, por ello ~tan sóloinstruye~ quien se limita arepetir mecánicamente en el

aula ciertos conocimientos so-bre una asignatura y, termi-nada la clase, da por concluí-da su misión. El auténtico edu-cador imparte, a la vez, ins-trucción y cultura, dentro ofuera de aulas. Si su profesiónes la docencia, no sólo ejercefunción educadora en sus a-lumnos; la ejerce también so-bre todos aquellos en quienes,de una u otra forma, se pro-yectan sus actividades e ideas.Por eso, los pensadores y loshombres de acción, incluyendoentre éstos a los políticos decalidad superior, han sido edu-cadores de pueblos. De ahíque Justo Arosemena, en a-potegma que Octavio MéndezPereIra difundió y practic6,dij era: "Gobernar es educar".

Ahora bien, cuando se tratade un hombre que, por voca-

Estos ensayos sobre el Dr. Octavio Méndez Pereira fueron leídos porsus autores, Dr. César Quintero, Dr. Carlos Manuel Gasteazoro y Arq. Ri-cardo J. Bermúdez, en el homenaje que la Universidad de Panamá le rindióa quien fue su cerebro, nervio y brazo creador.

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ClOn incoercible, dedica su vi-da a la educación docente yllega, además, a dirigirla, tan-to en centros de ensebanza co-mo desde las altas esferas delGobierno, estamos frente a uneducador excepciona1.

Tal fue el caso de OctavioMéndez Pereira, pero con algomás, esencial y ejemplar, quees preciso añadir. Méndez Pe-l'eira como profesor, como rec-tor de instituciones ed ucati-vas, como Ministro de Estado,fue original y creador. Estascualidades y su penetrante eintegral visión de la educaciónpanameña lo sitúan como elmás destacado educador na-cionaL.

Veamos por qué hago estacategórica afirmación. Paraexplicarla aludiré primordial-mente a la labor del Maestrocon anterioridad a la creacióny consolidación de la Universi-dad de Panamá, su obra cum-bre, ya que e~a labor acabade ser brilantemente expues-ta por el distinguido coleg-aRicardo J, Bermúdez,

Méndez Periera regresó alpaís, graduado de profesor deEstado en la Universidad deSantiago de Chile, en 1913. LaRepública contaba apenasdiez años de existencia. Habíamucho que hacer para forta-lecerla. Méndez Pereira ad-vierte, y así 10 dice, que laseparación de Colombia impli-caba para Panamá grandesventajas y grandes peligros.Ve en la educación el caminohacia el desarrollo y la inde-pendencia nacionales; y porél dirige a las nuevas genera-ciones.

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El mismo año en que vuelvea la Patria se inicia como pro-fesor de español en el Institu-to Nacional, entonces el pri-mer centro de estudios. Muypronto se hace patente su in-fluencia, no sólo entre los es-colares, sino también en el me-dio sociaL. El joven profesorintroduce un nuevo estio deescribir; un estilo claro, ágil,directo, de períodos cortos yfiguras tersas. Rompe así conlos tradicionales moldes delargos, enrevesados y manidospárrafos que aún abundabanen nuestros circulos literarios.

Mas no sólo de esta manerlìO'u función educadora rebasaia labor del aula. Pues, a lavez que enseña, funda revis-tas, escribe artículos y dictaconferencias, Aunque entonceses, como hemos visto, profesorde segunda enseñanza, advier4te la necesidad de difundir laenseñanza primaria y, hallán-dola carente de textos, los es-cribe de primer orden para lafinalidad didáctica que persi-g-ue.

Pronto ocupa la rectoría delInstituto Nacional y unos añosdespués el Presidente Porrasle ofrece el Ministerio de E-ducación, llamado entoncesSecretaría de Instrucción PÚ-blica. El ofrecimiento es obje-to de aprensiones y críticasentre algunos políticos de laépoca allegados al mandata-rio. Consideran al candidatodemasiado joven e impetuoso.Pero, el sagaz estadista y grancivilzador que fue BelisarioPorras hizo caso omiso de lastimoratag crítcas y llevó a sugabinete al dinámico educa-dor. Las palabras de ;Méndez

Pereira al aceptar el elevadocargo fueron tan lacónicas co-mo reveladoras, "Mi labor"-dijo- "en el despacho deInstrucción Pública será deviva acción",

En efecto, su acción creado-ra fue pronto evidente. Llevóescuelas hasta las más apar-tadas regiones del país; fun-dc bibliotecas en diversos lu-gares; fortaleció la Asociaciónde Maestros de la República;estableció el fondo de recom-pensa para el maestro; elabo-rc una ejemplar y democráticaLey Orgánica de Educación;estableció el Día del Maestro;dotó a todas las escuelas pri-marias de libros de texto níti-damente impresos y empasta-rlos para casi todas las asig-naturas de los diferentes gra.-dos. Estos libros eran suminis-trados gratuitamente por elEstado a todos los alumnos.

Al año de ser Secretario deInstrucción Pública y presen-tar su Memoria como tal, envez de deshacerse en ditiram-bos para la política educativadel Estado, la enjuicia critica-mente. La tacha de poco rea-lista, de rutinaria y carente deideales, de no preparar alhombre para la vida del tra-bajo y del esfuerzo.

Esta opinión parece, a pri-mera vista, entrañar escepti-cismo. Pero, Méndez Pereirano fue nunca escéptico y, mu-cho menos, crítico contemrla-tivo. Si criticaba era para daren seguida soluciones. Y solu-ciones fuerOn las que dio alindicar que era preciso insti-tuir cursos industriales y agrí-colas, escuelas de economía

doméstica, de artes y oficios,escuelas nocturnas y bibliote-cas circulantes, escuelas rura-les con huertos escolares, es-cuelas reformatorias, coloniasescolares de vacaciones, etc..etc. "Es éste" ~decía- "todoun programa que urge acome-ter, pero que demanda dineroy más dinero que es precisosacar de alguna parte".

Este fue justamente el pro-grama que él acometió crean-do muchas de esas aludidasescuelas, bibliotecas y centrosde capacitación práctica.

Ya en la segunda décadadel siglo habló de los recursoshumanos de la nación, de sucapital humano, el cual -dt,.cÎa- debía ser "orientado ycultivado con el más celosoesmero".

Estos términos y concept.osson hoy de uso corriente y ge-neralmente aceptados. Perocuando él los usó -hace casimedio siglo- no eran siquie-ra entendidos en ciertos círcu-los influyentes. Es más, mu-chos personajes de la épocano vacilaban en condenar laextensión de la enseñanza,incluso de la primaria. Frentea estos -enemigos todos dela obra de Méndez Pereira-el Maestro reafirmó pública-mente su fe absoluta en la di-fusión de la escuela primaría."Por eso lucharé" -dijo-"y también por la difusión dela enseñanza secundaria y su-perior del país". Y, ante elestupor de sus adversarios, lesadvirtió que la Universidadconstituiría la culminación deese ideal educativo.

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Estas afirmaciones resumenfielmente la filosofía educati-ra de Octavio Méndez Perei.ra. Concibe la educación do-cente como una unidad forma-da por la enseñanza primaria,la media y la superior. Poreso, desde el comienzo de sueducación educadora, ve laUniversidad como una necesi-dad para el desarrollo nacio-naL. Sólo espera que surja lacoyuntura para crearla y, alsurgir, la creó.

Por otra parte, la educación,para Méndez Pereira, no de-bía limitarse a la docencia,Aquélla debía ser Ilna intensalabor cultural difundida entodo momento y por todos losmedios posibles.

La estimaba, sin embargo,una inversión a largo plazo.De ahí que dijera: "la laborde la educación no puede pal-parse ni silIuicra apreciarseen una generación".",

y ello, en cierto modo, esasí. Por eso, las generacionesque han advenido durante ydespués de Octavio MéndezPereira palpan hoy su laboringente. Por eso, en este actotodos sentimos la presenciadel Maestro, llena, como siem-pre, de fe, de entusiasmo y deesperanza en los valores de lacultura y del espíritu.

Dr. César Quintero

HISTORIADOR

Alguien podría preguntarpor qué hablar del MéndezPereira historiador, cuando sutalento circuló, especialmente,por los campos de la educa-ción, la gramática, la crítica

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literaria o las crónicas de via-jes; si dentro de su ampliaproducción intelectual son es.casos los títulos dedicados arastrear la vida y los hechosde nuestro pasado tan llenode cumbres y de abismos. Ala crítica posible, cabría al'-gumentársele que el hombreque con estilo correcto dejósus impresiones de Europa enla década del veinte, que supoimprimir al lado de los textosescolares de Instrucción Cívi-ca, profundas lecciones de mo-ral social y de patriotismo, nose dejó llevar por las tareasfáciles y las empresas inferio~res a su talento. Su dedicacióna la historia fue p'roducto desu paciencia y vocación deeducador; supo escudriñar elmensaje de otros hombres yotras épocas y como figura desu tiempo, completamente dis-tante de la hora presente, ago-biada por el especialismo, a-brió trocha como historiador ydejó libros ejemplares que seconvirtieron en compañeros a-provechables e instructivospara muchas generaciones.

Méndez Pereira, hombre deacción en cuanto a la culturase refiere, como hombre uni-versitario por la amplitud yvariedad de sus conocimientos,dejó obras imperecederas quepor sí solas tomaron el sende-ro de los clásicos en nuestroderrotero espirituaL.

Ya en su juventud hacía sUprimer intento por los prediosdel pasado panameño, cuandopublicó a los veintinueve años,una breve monografía sobreEl desarrollo de la InstrucciónPública en Panamá, en la cualrecogió una amplia informa*

clon dispersa y con la cualformó un cuadro orgánico,evolutivo y comprensible de laeducación en nuestro medio.Es cierto que sus noticias noson completas, pero una obrahistórica no puede juzgárselapor lo que le falta sino por 10que aporta. Además, un tra~bajo de síntesis como éste, seplantea la obligación de cu-brir la totalidad o siquiera los

hitos fundamentales del temaseleccionado y, en este senti-do, su resumen lo amplió casienseguida en una segunda edi-ción. Años más tarde 10 adi~cionó en sus Memorias comoSecretario de Instrucción PÚ-blica. Sus artículos como co~lumnista de La Estrella de Pa~namá, sus meditaciones sobrela "necesidad de una culturasuperior" y sus discursos uni-versitarios, forman todo unarsenal de pensamientos queno pueden desconocer el edu-cador ni el historiador de lacultura en Panamá.

No menos importantes comoobras de síntesis fueron: suhomenaje histórico a los "za-padores franceses del Canalde Panamá", obra grabada endiez placas de mármol en elpaseo hoy llamado "EstebanHuertas"; su planteamientosobre la situación cubana ypanameña ante el imperialis-mo y su sugestivo ensayo deinterpretacieón histórica inti-tulado Panamá, país y naciónde tránsito.

No campea en toda estaproducción, la paciente y ab~negada labor de investigaciónheurística; tampoco existenpuntos de vista definitivos queel autor no buscó. Su preocu-

pación fue la de una constan-te meditación sobre Panamá,no sólo como tarea sino tam-bién como destino. Hizo de lahistoria un gran auxilar desus reflexiones, porque al es~cribir sobre la experiencia ca-nalera, los conflictos interna-cionales o nuestra razón deser en el tiempo y el espacio,sintió como quería BenedettoCroce, que toda historia ver~dadera es historia idealmentecontemporánea, porique sóloun interés de la vida presentepuede mover a indagar la vidapasada.

Quizás fue por ello que elpasado lo concibió como evo-cación. Muy lejos estuvo desu temperamento y de su que-hacer intelectual el gastar susenergías y volcar su talentoen la búsqueda de los docu~mentos inéditos para recons~truir la vida de Balboa o latoma de Panamá por los pira-tas en 1671. Tanto en su Te-soro del Dabaybe, como en suTierra Firme o El Tesoro deMorgan, más que la exactitudde la noticia, la fría compro~bación de los hechos a basedel testimonio o la minuciosatarea de encontrar el dato pre-ciso, tuvo la preocupaciónfundamental de pintar am-bientes y revivir circunstan-cias. En este sentido, no lepuede ser regateado el méri-to que desarrolló con maestríanarrativa y familaridad conlas crónicas y relatos contem-poráneos, una pintura de cua-dros vivos atractivos en el co~lor y el movimiento, animado;;del dramatismo que tuvo estaetapa de la conquista y el a-fianzamiento hispano, en ple-

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no siglo XVII, cuando Pana~má vivía del esplendor aurí-fero por ser puente del tráficocolonial y del temor cotidianopor la amenaza de fuerzaS' fo-ráneas.

En estos libros no hay unaestricta reconstrucción histó-rica. Todos sabemos que la in-dia, hija del cacique Careta ycompañera de Balboa, no sellamó Anayansi; también sa-bemos que la muy bella pana-meña-española que el pirataMorgan encontró en Panamáy que le "absorbió el seso",no tenía el nombre de Inés deSanta Cruz, pero nadie puedeneg-ar que, en ambos casos, elaufor fue adepto a la bio.gra-fía como un género literarioque lo acercó más a un WalterScott o a un Lytton Stracheyo al más moderno RobertGraves, que a un José ToribioMedina, quien dejó una eru~dita y definitiva vida del des-cubridor del Mar del Sur, o aJuan Bautista Sosa que, conobjetividad y eficiente espíri-tu crítico, escribió una exce-lente monografía sobre el de-sarrollo y destrucción de la an-tigua ciudad de Panamá. Sise me permite un recuerdopersonal, he de decir que mu-chas veces me manifestó elDoctor Méndez Pereira suconcepción de que el biógrafoestá más cerca del novelistaque del historiador. Así, casilo declaró al señalar en el pró-logo de su Núnez de Balboa lainfluencia de Vicente BlascoIbañez, para quien este géne-ro literario no era un génerohistórico de reconstrucción, si-no de vivificación, en el cualla interpretación es lo princi-

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pal y la investigación, lo se-cundario.

Pero con todo yeso, se pue-de afirmar que poseía el en-trenamiento necesario parauna obra que cumpliera contodos los requisitos de la es~tricta ortodoxia científica quereclama la disciplina histórica.En forma plena lo demuestrasu admirable biografía de Jus-to Aroaemena. En esta obrade juventud, pues disculpandoimprudentes cronologías, esanterior a los libros antes co-mentados, campea en la vidadel federalista panameño ladoble eficiencia del trabajo deinvestigación junto a la laborinterpretativa y crítica, a talpunto, que no se sabe si ubi-carIa como una historia de loshechos del siglo XiX, en losque fue nuestro Arosemenapersonaje central, o si se tratade una brilante historia de lasideas políticas, económicas,jurídicas e internacionales delilustre patricio. Para el añode 1917, la Asamblea Nacio-nal de Panamá, con motivo decelebrar el aniversario de Aro-semena, abrió un concurso pa-ra escribir una biografía sobreel brilante pàtriota. Productode esta circunstancia son doslibros admirables, el de Mén-dez Pereira Que obtuvo el pre-mio y el de José Dolores Mos-cote y Enrique J. Arce que nollegó a tiempo al certamen li-terario, por razones que noson del caso explicar. A unadistancia de más de ocho lus-tros de escritas las obras, po-demos ver con claridad cómoambos trabajos se complemen-tan. Moscote y Arce supera-ron a Méndez Pereira en la

abundancia de noticias, en elbuceo de las ideas aroseme-nianas y en los aportes sustan-ciales para rectificaciones dehechos y apreciaciones históri-cas. Pero en cambio, el librode éste es una exposición másviva y emocionante de la aven-tura intelectual de Aroseme-nao En ella está el pensamien-to vivo de Don Justo, pues, alseleccionar, transcribir y or-ganizar los testimonios delbiografiado, deja que estos ha-blen y que después de muchotiempo, continúen cumpliendocon la finalidad que los inspi-ró, para ,que fueran un pro-fundo mensaje de patriotismoy civildad nacionaL.

En este sentido Méndez P~-reira realizó una amplia obrade investigación en los archi-vos particulares, donde se en..contraba inédita gran parte dela obra de Arosemena. La ex-posición de estos documentos,la critica y síntesis históricaestán hechas con imaginación,elegancia, rigor académico yenergía dialéctica. Por eso,. a10 largo de su extenso estudio,vemos cómo surge un Arose-mena íntimo, jugoso, sabio,lleno de perfiles irónicos ysiempre humanos y en el cualse le puede observar una son-risa amable que parecieraimposib.Ie a quien contemplesu retrato en el que se le vecon un rostro arrugado, unosgruesos bigotes y una calvainteligente.

Pero hay algo más. En estabiografía ejemplar, se alejóMéndez Pereira de las limita-ciones loca listas y junto a unA r o s e m e n a profundamentepanameño, nos mostró un

maestro americano compara-ble a Alberdi y a Satmientoen la Argentina, a GbnzálezPrada en el Perú o a JoséMartí en Cuba.

y es que biografiado y bió~grafo se dieron, la mano anteuna misma preocupación, cualera la de buscar los vínculosque unen a estos pueblos porencima de las fronteras arti-ficiales, las distancias intermi-nables y todos los elementosde diferenciación que nos im.,puso la geografía y rectificóla historia. Ambas figuras,una en el xix y la otra en elXX, sintieron una fe excesiva,si en ella caben los excesos, enel ideal de unidad americana.y en lo que a Panamá respec-ta, la ubicaron frente a la ta-rea de la cultura y el porvenir.

Fue por ello que la historiano la concibieron como un cú-mulo de fechas, datos y minu-cias, sino corno un instrumento creador que, con su legadode enseñanzas, nos permitie-ra comprender y tener espe-ranzas, porque s6lo con lostrabajos del espíritu se pue-den superar las adversidadesque salen al paso en la aven-tura vital del hombre pflname-ño.

Dr. Carloa M. Gaateazoro

ARQUITECTO DELA UNIVERSIDAD

La Universidad idealizadapor el Dr. Octavio Méndez Pe-reira contiene todos los ele-mentos distintivos de la šupre-ma fe que los grandes hom-bres tienen en los valores dela cultura. Es una idealizaciónconsciente y meditada cornoson los auténticos amores que

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transfiguran el espíritu y sa-cuden el corazón, a través desus avasalladoras persisten-cias. Vivía para darle vida ala Universidad, como si fuerael mayor tributario de su es-plendoroso acontecer, siempreEn demanda de sacrificios he-roicos y ejemplares. Al morirsiguió existiendo para la mi.tología universitaria que re-quiere de modelos sagrados, afin de enaltecer ideales degrandeza como los que él mis-mo le regalara con generosaprofusión y ático deleite.

"Sin cultui:a superior", nosdecía un mes antes de funda-da la Universidad en octubrede 1935, "sin investigaciónpropia, ,que enseñe a pensary obrar libremente y a sacarprovecho de nuestros recursosnaturales y de nuestra inteli-~'enc¡a, seguiremos siendo pue-l¡to mediocre, presa de todaslas limitaciones y todas lasconquistas". (1) Su eoncepciónde la Universidad era la delindispensable basamento delos múltiples apoyos que re-quiere una República como lanuestra, para robustecer losperfiles materiales y espiri-tuales de la nacionalidad. Pro-fetizaba entonces la tarea quele incumbiría cumplir a la U-niversidad, al dar a conocerel país y preparar a quienestienen el deber de transfor-marlo para beneficio de las

multitudes que pueblan la to-talidad de la nación.

En esta abarcadora concep-ción de la influencia culturalde la Universidad, no hay ves-tigios de una postura somno-lienta y romántica frente alquehacer universitario. Muyrealista es, por cierto, la ideade la Universidad como pro-motora de los cambios funda-mentales que demandan lospaíses en el instante transfor-mador que vive el mundo. Pa-ra transformar 10 que existees r&quisito indispensable co-nocer aquello que merece con-vertirse en objeto de nuevasapreciaciones. Méndez Perei-ra así lo concebía con percep-ción luminosa y por ello pre-dicaba la conveniencia de a.,mar ese instrumento de cultu-ra que es la Universidad, conlos refinados mecanismos quele permitieran a la nación pa-nameña conocerse y encon-trarse en el justo sendero desu destino indiscutible.

"La mayor parte de las uni-versidades latinoamericanasno han logrado hacer que susprogramas, su orientación ysus métodos respondan a laideología moderna científica ysocial que ya se nota en loscentros de cultura superior delos Estados Unidos", (2) nosadvertía en la misma fecha dela cita anterior. Por ello se

Nota: Todas las citas provienen de la edición especial en Homenaje a Oc-tavio Méndez Pereira, de UNIVERSIDAD, órgano de la Universidadde Panamá, NQ 35, 1955..56, Editora Panamá América. 184 páginas.Nov. 1955.

(1) Sobre la inauguración de la Universidad NacionaL. Pág. 110.

(2) Lo que será la Universidad NacionaL. Pág. 109.

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afanaba por crear "la univer-sidad cultural educadora y li-bre" y para ,que ello ocurrierala describía "sin resabios ar-caicos y viciosos, sin claustroscerrados ni divisiones artifi-ciales, nime,nosprecio por lasactividades práctîcas". (3) Esdecir, un criterio contemporá-neo de lo que es una Casa deEstudio Superior, anticipadotreinta y cinco años por el ilus-tre fundador de la Universidadde Panamá.

El Dr. Octavio Méndez Pe-rera meditó profundamente Ypor 10 tanto, tenía conceptosnítidos sobre 10 que no debíay debía constituir la Universi-dad en el acontecer nacionaL.Unos días antes de su estable-cimiento señalaba las siguien-tes atribuciones, a propósitode 10 que ella no debería ser:"un centro burocrático", --nosdice-, "fábrica de títulos Yvivero de profesionales, tanlimitada como un oficio ma-nuaL. Ni será sU propósito unamera instrucción informativaque comunica ciencia, pero noadiestra para hacerla; quecultiva la facultad de discu..sión y no la constructiva; ,queinculca principios dogmáticos,pero no educa, emancipa ydesenvuelve las energías la-tentes del carácter". (4) Enforma positiva estimaba quela naciente institución: "esti-mulará la mente creadora, lainiciativa y la acción, enseña-rá a pensar y obrar por sí

mismo y sobre todo, a unirsepor la acción común y el bien-estar social". (5)

En estos planteamientos seradiografía la inquietud espi-ritual de quien fuera el máxi-mo adalid en la lucha por lacreación universitaria en Pa-namá. Comprendía las incal'culables consecuencias que lainstalación de la Universidadpodría traer a un medio in-cauto y víctima de las sutiesestratagemas que suele em~plear el poder político irres-ponsable. Lo aterraba la ideade que la Universidad fueraun nuevo trofeo, intranscen-dente y vacuo, en manos frí-volas y soberbias. Un espejoempañado por las lacras delambiente, incapaz de transmi-tir la imagen de una sociedadradiante con la satisfacción desus más puras expectativas.

"La organización educativadel país no se completa sinoahora, después de seis lustrosde la ,República, al agregar laenseñanza superior sistemáti-ca a la enseñanza primaria ysecundaria q u e integrabannuestros sistemas". (6) Estaspalabras del Maestro nos re-velan que entendía la Univer-sidad como parte de un pro-ceso, como la cúspide de unapirámide cuyo conjunto abas-tece las necesidades de saberque todo hombre necesita pa-ra sobrevivir con éxito en unmedio vitaL. También son in-

(8) Obra cita Pág. 109.

(4) Obra citada. Pá¡, 109.

(6) Obra citada. Pág. 110.

(6) Sobre la lnau¡uión de la Universidad NacionaL. Pãg. 110.

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dicadoras de que Méndez Pe-reira poseía la intuición exac-ta del poder integrador de laUniversidad, como elementoculminante de la formaciónintelectual y física de los ciu~dadanos que a ella acuden ensolicitud de conocimientos ysabiduría.

Es en sustentación de tannobles concepciones como nosadvierte que la Universidad"tendrá que adueñarse de to-dos los aspectos de nuestravida para estudiarlos en la ra-za, en la población, en los re-cursos naturales, en sus capa-cidades científicas, sociales ypolíticas y en sus posibildadesy transcendencias económi-cas". (7) Estas ideas son con-secuentes con sus conviccionesde que el radio de acción uni~versitario cubre la totalidadde las iniciativas creadoras deun país. Por ese motivo llegaa considerar que si la Univer-sidad se organiza como él 10ha propuesto "ella llegará aser atalaya y baluarte de nues-tro pensamiento, de nuestracultura y de nuestras liberta-des como nación". (8)

La fe de Méndez Pereira enlos valores que sustentan elpoderío del espíritu es algoque palpita y sobresale en to-das sus actuaciones, aromarevelador de su propia idio-sincracia. "La cultura es labase de la vida nacional y elúnico substractum espiritual

capaz de mantener compactassus energías humanas", (9)nos dice al alejarse en agostode 1940 de la Universidad,como quien deja un testamen-to cargado de fórmulas edifi-cantes. Iba entonces a cumpliruna alta misión como funcio-nario de la UNESCO y su es-peranza en los benéficos po-deres que la cultura tiene so-bre las cosas y los hombres,le hacía dejar su palabra en~hiesta en los cielos panameñosigual que una bandera protec~tora de la Universidad.

Diez años más tarde, frentea las crecientes andanadas dequienes nunca comprendieronsu empuje civilzador, nos ha-bla una vez más el Dr. Octa-vio Méndez Pereira sobre laUniversidad, Ella, nos dice"deberá, sin duda, ser un re-ducto, pero el reducto de to-dos los que crean en una pa-nameñidad de superación porla fuerza de la cultura y enuna dignificación de la perso-na humana por el cultivo delos valores del espíritu; mejorque reducto, fragua de nues-tra nacionalidad, lámpara en-cendida para nuestra juventurlestudiosa, antena y atalaya denuestras libertades y atributosdel pueblo ,que tenía posiciónpor el estudio en el mapa delmundo libre y civilizado". (10)Son palabras rebosantes deamor, de una indestructiblefidelidad hacia el mágico pre-

(7) Obra citada. Pág. 110,

(8) Obra citada. Pág. 111.

(9) Mi DeRpedida de la Universidad. Pág. 112,

(lO) Mi Saludo a la Universidad. Pág. 113.

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dominio que la acción univer-sitaria puede ejercer en elánimo de los hombres que bus-can su amable lumbre reden-tora.

También, unos días antesde morir en 1954, el Maestrose adelantaba con visión cer-tera al devenir universitario,a la necesidad de que su ha-cer creador mereciera el justoreconocimiento de los gruposvitales y conscientes del país."Para que el material de lacultura sea un capital", nosdice, "exigen que existan hom-bres que la necesiten y .quepuedan servirse de ella, es de-cir, hombres que tengan sedde desarrollar su sensibildady sed de conocimientos y depoder de transformaciones in-teriores; que sepan, por otraparte, adquirir o ejercer lascostumbres, la disciplina inte-lectual, las convenciones y lasprácticas necesarias para uti-lizar el arsenal de documentos

y de instrumentos que los si-glos han acumulado". (11)

Todo cuanto me he permiti-do citar del Dr. Méndez Pe-reira, se ajusta con armónicae inteligente mesura a los cri-terios más adustos y avanza-dos de la concepción universi-taria. Como suprema creacióndel hombre para liberarse desus taras, temores, angustias eignorancias, la Universidadsimboliza la inconmovible to-rre iluminada en medio de laobscura tempestad de desaso-siegos que abate por doquierel mundo. Celebremos que elfundador de la Universidad dePanamá fuera un hombre debien, un soñador práctico ymagnífico, que supo dotarlade cuerpo y alma para quesirviera a hombres, que comoella, se han de autodescribiry engrandecer a medida queperfilen el destino irreductible

de nuestra nacionalidad.Arq. IUcardo J. Bermúdez

-(11) La Universidad y la CrisÍB Actual del Espíritu. P'~. 116.

'ß

por las masas, tal parece habe¡'sido su consigna.

El estilo sencilo del fiósofolo hizo asequible al público. In-

cisivo, analitico y penetrante,tuvo el cuidado de llevar a supensamiento los problemas ato-sigantes a los cuales se enfren-ta el angustiado hombre moder-no.

Es preciso reconocer en susteorías dos provincias con defi-nidos linderos: la estricta re-flexión fiosófica consistente enel logicismo matemático y lasconsideraciones sobre temas so-ciales, politicos y religiosos sin

excluir la acción pacificadoraentre los medios estudiantiles,las polémicas radiales y perio-dísticas, los ensayos encendidoscontra convencionalismos creen-cias y valores, contra l~s idea-rios trilados incompatibles conel momento nuevo que asoma-ba en las décadas primeras deesta centuria hasta producir elestremecimiento del hombre ydel mundo en todos sus órde-nes.

Su personalidad influyente enel ámbito de la Filosofia y lasMatemáticas es incontrovertible.Prolífico escritor, ampliamentecriticado y seguido por sus ac-titudes radicales, su producciónfiosófica y la mayoría de lostextos y articulos vieron la luzen el lapso interbélico, a pesarde que,

" . . . no acompaña siempre laprofundidad a la profusión". (1)

(1) 'lolchla Estrada, J. C. op. clt. p, 103

(2) Bochenski, i. M. op. cit. p. 67

Bochenski añade que Russellse refugia casi dogmáticamenteen el formato positivista y quereviste sus ideas de un "lengua-je extremadamente lúcido" crí-tico y acerbo, "Voltaire m~der-no", lo llama (2).

Hecho sintomático el invoca-do además de revelador: espíri-tu pacifista hasta sufrir prisio-nes por sus ideales, Russell pro-clamó la reforma social, el de-sarme de las potencias y la vul-garización del saber intelectualpara hacerlo accesible a círcu-los dilatados, impidiendo así elenclaustramiento de toda re-flexión.

Un pensamiento evolutivo co-mo el suyo desconoce el sistemacerrado de los conceptos. Has-ta el instante final -3 de febre-ro de 1970-, Russell mismo so-metió a enmiendas y reparacio-nes el contenido de la obra co-piosa que legó a los hombres an-helantes de pautas rectas. Suherencia es más popular queninguna sin menoscabo de la Fi-losofía, ya abrumada de espe-c~laciones venerables, y en grannumero alejadas de un conteni-do humanístico y de un mensa-je que dignificase la vida en sumás alta manifestación.

Russell propugnó entoncescon ilusiones que atenuasen eihorror de las guerras europeas,

por la formación humana de lasgeneraciones jóvenes a la luz delespíritu crítico que tamizara losvalores descaecidos de las insti-

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tuciones sociales consuetudina-rias (3).

En el aspecto ético se reafir-ma en la tesis de que los bienes,considerados un fin moral o losfines últimos e intrinsecos, sonemociones exteriorizadas que nopueden, a causa de su relativis-mo, ser tenidas por verdaderasni falsas.

Sin embargo, los deseos y ac-tividades del hombre deben in-tegrarse en forma convenientey prove2hosa para todos.

Las relaciones internaciona-les, economia, moral, educacióny matrimonio son los elementosque entran en juego para logrartal armonía,

Desde tal perspectiva, el opti-mismo humanista de Russell senos hace patente.

Sólo que para edificar unmundo nuevo, el pensador des-deñó intencionadamente los va-lores del pasado, coneretizadosen las estructuras civiles, socia-les y religiosas.

Rehusó construir sobre "rui-nas", prefiriendo un terreno vir-gen" es decir, una mentalidadfiosófico-cientifica. libre de pre-juicios, en concordancia con elmomento histórico.

Este prurito por la transfor-mación del mundo, contempla-do a través de un lúcido prismade optimismo, le condujo a es-tructurar teorias conflctivas

con la idiosincracia de sus como

patriotas. Lo que Russell pensósobre el régimen de propiedad,la educación masiva, los matri-monios experimentales, el paci-fismo beligerante y agresivo, elataque dii;ecto a las iglesias, elagnosticismo absoluto negadordel espíritu, todas estas posicio-

nes son aún inaceptables parala mente británica, de flemaconservadora y tradicionalistacomo lo es para los que transi-tan sobre viejos caminos y acep-tan sin ahondar racionalmenteverdades intocables en todos losdominios.

Junto a Wittgenstein y Moo-re es uno de los precursores dela fiosofia inglesa anti-metafí-sica. Cree que el fiósofo since-1'0 debe ahuyentar de su pensa-miento el romanticismo y losresabios religiosos, obstáculosdel conocimiento científico.

De hecho, la fiosofía se basaen las ciencias empíricas natu-rales y de ellas deríva la proble-mática, la metodología y las dí-rectrices de la especulación,

Filosofar corresponde a ha-cerse consciente de una temá-tica, plantearla y exponerla,aunque la solución sea distan-te o imposíble. Por esa razón,la Filosofía nunca ha respondi-do definítivamente a nada. Si seadosa a la ciencia, sus concep-tos tendrán el rigor y el méto-do de una seria disciplina conobjetos de contornos precisos.

(3) Vivacamente polemii:o contro loppre~Rione di Istituzioni polltiche, 80-cla.li, religiose ereditate del pasa.to o contro i pericoll del dominio dell.itecnlca nella societá futura.Enciclopedia Fllosoflca op. cit. P. 255.

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A su vez, en el seno de la Fi-losofía se encuentran Interro-gantes que la ciencia no es to-davía capaz de resolver. Vístadesde este ángulo, la Fílosofia

es propedéutíca a las ciencias.Para tal labor, interviene la ló-gica de índole esencialmenteanalítica y teoría precientífica.

Sobre dicho aspecto, una pa-labra concerniente al logicismcde Russell.Entre los años H110-1913,

nuestro pensador publicó suobra cumbre en tres volúmenes,PRINCIPIA MA THEMA TICA,en colaboración de otra menta-lidad de nuestro tiempo, AlfredNorth Whitehead.

Fundamento de la lógica sim-bólica, Russell pretende demos-trar en este trabajo monumen-tal (que lo encumbró a famauniversal) los siguientes puntos:

a) La matemática pura se de-duce de los principios generalesde la lógica.

Por ende, la primera se su-bordina en tanto que expresiónde la segunda.

b) En el afán de formaliza-ción del lenguaje en plano co-mún para lógica y matemática,se desea obtener un ideal de vo-cabulario mínimo con el objetode precisar las sentencias y pro-posiciones lineales.

Las "definiciones de uso" y"definiciones contextuales" in-troducen una innovación inespe-rada en la teoria del lenguaje.

c) Usando el método mate-mático, la fiosofía está llamadaa consagrarse como ciencia pues-to que, en sus problemas cam-biantes según las épocas, se sir-

ve de un léxico reducido que seaplíca al conocimiento no mate-mático, pero igualmente abstrac-to.

Sea lo que fue re sobre su fi-losofía, Bertrand Russell es porantonomasia el hombre de pen-samiento y acción.

La historia juzgará su obra,pero será difícil dictar sobre ellasentencia inapelable.

Cuanto dijo y escribió fue con-cebido de buena fe. Y la rectaintención, al decir de Santo To-más, es el más saludable incen-tivo para fiosofar.En el caso de Russell toma

fresca vigencia el antiguo pro-verbio latino: "Primum vivere,deinde philosophari". La suyafue una fiosofia para la vida.La vida misma se encargará dcdiscernir factores útiles o repro-bables, Una prueba más de quela Filosofia es resultado inequí-

voco del humano acontecer.Casi al borde de su centuria,

Russell es hoy por hoy visiblesigno de contradicción y el pro-totipo del hombre de nuestrotiempo, inmerso en una comple-ja y abrumadora problemáticaespiritual y técnica.

Unicamente está en nuestroánimo presentar los puntos sa-lientes de la meditación russe-llana en tres facetas, en un tríp-

tico de temas propios de la fi-losofia de la religión: Religión,cristología y misticismo.

A la exposición añadiremosobjeciones y críticas que consi-

deramos pertinentes.Imbuido de cientificismo prag-

mático, el ilustre fiósofo hizo

caso omiso de la especulación

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pura, de los valores trascenden.

tes del cristianismo y de las rea-lidades sobrenaturales que enesa religión constituyen la p:e-dra angular.

El panorama limitado de laciencia le impidió vislumbrarconceptos de contenido extra-te-rrestre, La inmanencia de losprincipios naturales y los estu-dios como El Análisis de la Ma-teria, Análisis de la Mente o ElABC de los Atamos obstaculi.zan la consideración de objetossituados fuera del tiempo o delespacio. En otros términos, si espermisible hablar de nocionesespirituales, debe hacerse encuanto epifenómenos de la ma-teria, realidad exclusiva.

Los integrantes finales deluniverso son eventos o puntosde fuerza que ocupan cantida-des finitas de espacio y tiempo.Se sigue que los "preceptos" sonconstitutivos del cerebro del su-jeto rertinente, Al fin y al ca-

bo, se niega al sujeto fiosóficoy gramatical, mera ficción o hazde percepciones,

Ya estudiaremos, en su opor-tunidad, las implicaciones lógi~cas, fiosóficas y religiosas de es-

ta singularisima posición,

El objetivismo realista preco-nizado por Russell le llevó a lapostre a negar la ma teria yadoptar la teoria energética yde los cuantos que cambiaron lavisión del mundo en las prime-ras décadas de este siglo vein-te.

Hemos hecho disgresión por-que los factores integrantes ~el

pensamiento de Russell son in-separables. Permiten asimismocomprender cabalmente las tc-

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sis irreligiosas y anticristiana~

que su filosofía involucra.La concepción ontológica de

Russell sobre la realidad desig-na los acontecimientos y hechos

acaecidos en el mundo con elnombre de "eventos".

Estos contrastan con los ele-mentos matemáticos primige~nios de la física, protones y elec-trones que son las "sustancias"irreductibks del universo.

Un atomismo lógico como elenunciado hace desaparecer elsujeto y el objeto, imprimiéndo-le cariz inaudito a la metafÍsica

(le siempre, a la teoria del co-

nocimiento y clasificación de lasciencias; en una palabra, la te-mática entera de la Filosofía.

El trabajo de la Filosofía y la

lógica se encamina a ofrecer alhombre una representación in-telectual de esta novísima tesisfisica.

En última instancia, la fisicadesaparece en puras abstraccio~nes donde la materia se resuel-ve en impulsos, conmociones l)energía libre.

Todo acusa propensión, avan.re, "pushiness" en el vocabula-rio de RusselL.

Puesto que toda realidad esfenómeno extra-mental, las enti-dades espirituales van a agotar-se en un simple fenomenismoque anula la concepción religio-sa -con especialidad el Cristia-nismo como fe y valor-; la éti-ca y las instituciones moralesdevienen en formas abstractasde un vetusto y resquebrajadoconjunto ordenado de la duali-dad antropo-cósmica y del con-texto social en sus estamento sy estructuras intrínsecas.

Abordemos ahora el tema queda titulo a este ensayo y al cualnos referimos en su etapa intro-dudoría.

1) La Religión:

Debido a su habitual inclina-clOn hacía el neopositívismo,Russell ha negado el valor de lareligión como elemento de pro-greso entre los pueblos.

Mediante la práctica religio-sa, el hombre no se forma ra-cionalmente; la ética se amp¡:.-ra en las nociones de gracia ypecado en lugar de sustituirlaspor la influencia de las discipli-nas cientificas.

Se àesprende la necesidad im-p2riosa de eliminar el guardiánque celosamente cierra a la hu-manidad la entrada en la edadde oro positiva; la religión dog-mática. Ninguna argumentaciónracional es lo suficientementepoderosa para convencer en ma~teria de fe.

Es más, Russell sostiene en-fáticamente que la naturalezano suministra elemento algunosusceptible de servir de apoyoa la creencia en Dios y en lainmortalidad del alma.

Para citar a Bochenski,

"La nJlig-ión arraiga en el temor )'representa, por lo tanto, un mal".

( 4)

En un denominador global"mentirosas y dañinas", Russellenvuelve a todas las religiones(5) .

Por herencia social, la perso-na la acepta ciegamente, sin sen-tir la necesidad de convertirlaen un objeto de critica severa.

Russell se declara un con ven.cido de la falsedad del fenóme-no religioso.

En cambio, admite el perjui-cio que las religiones inflgen alas sociedades. Dicha incidenciaconsiste en procurar cerrar losoidos del creyente a los argu-mentos contrarios al dogma. La-mentable situación, fanatismo yhostilidad entre los sistemas her..méticos de las distintas confe.siones son su consigna y secuf'-la.

El miedo es la base de la re-ligión y su fuerza motriz. Heaquí los textos en cuestión:

", "la fuente más importante de la

religión es el miedo; esto se puedever hada el dia de hoy, ya quecualquier cosa que despierta alar.ma suele volver hacia Dios los pen-samientos de la gente", (6)

En otra parte se lec:"Si no tuYiéramoH miedo a la muer.

te, no ereo que hubiera nacido laidea de la inmortalidad", (7)

Temor a lo desconocido, a lamuerte, y antes de que ella lle-gue, miedo al porvenir, a la vi-

(-1 ¡ Bochenski, i. M. oP. cit. p, ~3

(5) VH el Prefacio de Por Qué no soy Cristiano P, 14 y 15,

(6) Por qué." p, 49,i 7) Idem, P, 59.

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da que se está desarrollando in-cesantemente.

Del miedo brota la crueldad,crueldad refinada que es, diceRussell, la hermana ~emela dela postura religiosa.

Tal simbiosis explica que lareligión no hace virtuosos a loi'hombres.

El Cristianismo lo comprue-ba hasta la saciedad, Cuantomás intensa ha sido su prácticay ciertos pueblos se han aferra-do a sus verdades, mayores hansido las persecuciones, las lu-chas intestinas, el odio exorbi-tado.

La ciencia vence al temor y,por fcrtuna, la gnosis humanaha avanzado a pesar de su prin-cipal freno, el dogma cristiano,

Xuestra ciencia será el medieefectivo de liberar a la humani.dacl del sentimiento arcaico yterrifico de los postulados reli-giosos, las fes institucionales,las morales adustas y anacró-nicas,

Mediante la ciencia, léase co-nocimiento naturalista, el hom-bre romperá los nexos con unfingido ser celestial providente

para que el universo sea máòapto de ser habitado con sere.nidad y utilidad por y para eìpropio hombre.

1...a psicologia y la técnica, le-jos de canalizar estas El berracio-nes y transformarlas con arti.ficios fúties en cosas positivas,tratan de eliminarlas del exis-tir humano porque simplement.eson perjudiciales a la salud men-tal individual y colectiva,

I s, Idem, p, 48.

80

Pese a sus invectivas, queapuntan a demoler todas las re-ligiones, y que luego golpean confuria sobre el Cristianismo, Ru,ssell reconoce en el hecho cris-tiano una sobresaliente excep-ción: el valor inigualable deihombre y su dignidad ante Dios.El lo denomina "un cumplido"aunque emplea una peregrinametáfora para expresar su idea,

';S¡ el crIStianisino es verdadero, lahumanidad no está e::lllllUpsta dnlamentalilps gusar;os",: el hombrelnieresa al creador del unlvprso",..(8)

En verdad, Russell permane-ce en la primera y primitiva eta.pa de la evolución religiosa in-t uida por Bergson. La religiónestática de la sociedad cerrada

en la cual el horror a la muerteque es vacío o nada crea divi-nidades proteètoras y salvadorasde nuestra aniquilación.Lo útil o verdadero que ha

ya en las religiones son dos as-

pectos perfectamente discerni-bles.

Los humanos las aceptan ensu interioridad emocional con elpropósito de salvarse en la me-moria social o perpetuar el serdespués de la muerte corporal

El estudio racional del dog-ma creido es accesorio, jamásesencial a la fe que se profe-se,

En nombre de sus creencias,los hombres se han enfrentado,con la palabra, con la pluma ycon las armas en todos los tiem-pos. Ni siquiera el Cristianismo

está exento de las guerras reli-

giosas y conflictos teológicosque actualmente están demasia-do en boga.

Pero hacer del Cristianismoel prototipo y culpable de esat'esponsabilidad implica la adop-ción a priori de una posición ne-gativa con respecto al ideal desu Fundador,

Si la historia brinda plurale~ejemplos de religiones en pug-na, cabe recordar que hasta elheroísmo los hombres defiendensus convicciones personales ysus experiencias intimas cuandose sienten o se creen en pose-sión de la verdad, Por las idea&las porciones de nuestra espe-cie se baten y se combaten, Yhay que admitir que no siempreel Evangelio de la paz ha sidopredicado en atmósferas calma-das. Las empuñaduras de céle-bres espadas dibujan una cruz,

Por qué cargar la balanza dellado del convencimiento cristia-no que es una experiencia per-sonal, exclusivamente?

Si observamos de cerca, Ru-ssell objeta la legitimidad de lareligión, y este es su primerapremisa, con criterio dual:

No hay razones para insistiren la existencia de una religiónverdadera y lo que es más gra-ve, los mandatos religiosos fue-ron establecidos en pretérita~eras de maldad extrema. La in-humanidad que todavia se pro-yecta hunde sus raices en aque-llos tiempos de barbarie. De ha-berse removido el hecho religio-so, todo lo negativo en el hom-

bre habria sido superado concreces.

Conquistar el mundo por me-dio de la ciencia en vez de hu-milarse delante del Dios teoló-gico; confiar en las pOSibildades

virtuales del hombi'e equivale acaer en antropolatria. Crear envez de creer significa la supre-macía de la inteligencia sobre elmisterio que excede nuestro sa-ber; vivir libremente y sin mo-ral porque "Dios ha muerto"como supuso Nietszche implicadesconocer la moral de valoresdivinos o revelados y desarro-llar un entendimiento tan prác-tico, tan utiltarista que el serhumano no se aherroje a ideas yhábitos del pasado que impidie-ron la cristalización de un des-

tino más promisor'o para la tierra.

En lugar de "atarse" a unAbsoluto trascendente, infinitoy eterno, el hombre se adrierea una fe en si mismo como ges-tor de la cultura. En él duer-men potencias insospechada:,que a cada cual es dado actua-lizar.

Con buena dosis de humor osarcasmo, Russell condensa elaporte de las religiones a la ci-vilzación en dos aspectos: la fi-jación del calendario astrológiccque evoca la magia, la adivina-ción del misterio mediante sor-tilegios y el futuro de la vida enun fingido mundo ignoto; la pre-dicción exacta de los fenómenosastronómicos. Probable alusiónal tránsito, estio comtiano, del

periodo teológico al nivel cum-bre de la ciencia ( 9 ) .

(91 Idem, p, 34. Léase el cap. Ha hecho la religión contribuciones úties ala c!vlliiac!ón?

SI

En todo caso, a los ojos delfiósofo, la religión es un fac-

tum social, una aparición dentrodel transcurrir histórico con elrespectivo ascendiente en el pa-norama cultural.

Con ciencia y sin espirituali-dad, Russell ha profesado unoptimismo positivo humanista,

"Tenemos que niantenernos de piey mirar el mundo a la cara", verel mundo tal cual es y no tenermiedo de él", (lO)

Interesa saber si la religiónda la espalda al mundo, olvidaal hombre o socava los funda-mentos de ambos.

Las argumentaciones y razo-namientos centrales de Russellen contra de la religión contra-dicen el testimonio de la histo-ria, de la culturología, de la fi-losofia misma.

Es axiomático que no existeejemplo alguno de plH'blo des.pojado de una creencia que seexpresa en la ceremonia cultu-ral, en un sistema de prácticaséticas, en una cosmología queincluye al hombre en relacióndirecta con la divinidad perso-nal o incrustada en el mundonatural.

Resta preguntarse si, en eldecurso de los tiempos, la reli-gión ha significado progreso ensus distintas acepciones o si, porel contrario, la fe religiosa ha

hecho hudirse al ser humano enun letargo suicida, en la abuliaespirituaL.

Prácticamente identificado conlos marxistas, el pensamientodel gran Russell sin decirlo a-

(lo) ldem. p. 33.

82

biertamente sugiere que las re-ligiones son "el opio del pue-blo". Al análisis ha agregadoque concretamente, cristianismoy estancamiento son concepto~en sinonimia,

Al desconocer el basamentocristiano de nuestra civilzaciónoccidental se hace de la religiónun fenómeno emotivo ligado aestremecimientos nerviosos, aemociones producidas por cir-cunstancias tan variadas quevan del "misticismo" al estadopatológico o, en ûltimo término." la impronta de la sociedad so-

bre nuestra conducta.

Cuando se pretende implan-tar estas nociones, el hombre seve de sûbito rebajado a la con-dición puramente naturalista,instintiva, sin más visual que laque impone su condición fisio-lógica, animal, materia volubleRin dimensiones ni objetivos su-periores.

Russell ha supuesto que elhombre es una pieza mas en elengranaje de la naturaleza ma-teriaL. De qué modo cabría ensus reflexiones la noción de unacultura impregnada de espiritua-lidad' de una moral con valoresabsolutos, de una sociedad orien-tada hacia el bien y la justiciaen un plano sobrenatural.

En un sistema donde sólocampea la física, es lógico quela religión y su incidencia sean

barridas de un plumazo.

II) El Cristo:

A modo de gozne sobre elcual girará su "cristología", el

pensador de Trelleck declara in-consistentes los argumentos fi-sicos, metafísicos y morales, co-múnmente válidos para eclesiás-ticos, fiósofos e ideólogos quese han dado a la tarea de pro-bar conceptualmente una Exis-tencia superior.

La causalidad primera la en-cuentra vacía de sentido en tan~to que la fisica y la quimica hanrenovado la noción formal decausa.

De existir, la ley natural so-meteria al mismo Dios. La con-cepción cosmológica mecanicis-ta de Newton va a ser reempla-zada por el consabido evolucio-nismo que dió la tónica al Siglopasado.

Finalmente, Russell descartael plan organizador del mundosegún el cual las cosas ocupa~ban su sitio y cumplían a caba-lidad sus funciones dentro de laarmonía preestablecida,

Del concepto cósmico estáti.co se pasa al progreso ínsito enel darwinismo que tantas fio-sofías, escuelas de arte e hipó-tesis científicas hicieron y con-tinúan haciendo suyo.

La visión de la teodicea deLeibniz salta en pedazos. ParaRusseli. este mundo lleno de mi-serias no es el mejor que unser omnisciente y bueno hayalogrado producir en milones dE.

siglos de proyecto y ejecución.

Responderiamos que el con-cepto de causa, aún si varianlas ciencias y los logros porten-tosos del hombre, es invaria-

(11) ldem. p. 18,

ble. En su acepcion pura, librede determinaciones, causa es elmotivo, la génesis de algo,

En el segundo caso, Dios res-peta las leyes de la naturalezade las cuales es autor.

Russell niega lo ",!tIro. Reli~gión y evolucionismû :10 se con-tradicen, salvo que esa tesis dela evolución considere el abso-luto absorbido por la realidadsensible.

Que en el universo sea nota-ble la organización no podemosocultarlo.

La teoría evolucionista invo-lucra también una disposiciónde las cosas y de los hechos. Elerror estriba en confundir or-den y estatismo. Nada impideconcebir un mundo organizadoen perpetuo movimiento, enca-minándose a metas superiores,a propósitos siempre más per-fectos.

A la concepción univoca decristianismo, el fiel de Cristo yseguidor de su doctrina de amor,ha sucedido un significado laxoe impreciso. Hoy se entiende porcristiano el que cree en Dios yen la inmortalidad y acepta aCristo, si no como la divinidadencarnada, al menos como unhombre extraordinario y sabio.

Russell no se clasifica en lasegunda acepción,

"aunque le concedo (a Cristo) ungrado muy alto de virtud moral",(11)

Incluso esta frase es descon-

certnte. En otros párrafos de

13

la misma obra, el pensador pre-senta un estudio bastante pecu.liar del concepto que analiza-mos. Diferencia del cristiano co-mo hombre virtuoso y en esesentido el adjetivo se extenderiaa practicantes de todas las re-ligiones y sectas y cristiano es-trictamente entendido, os sea, elsujeto que admite el dogma deCristo, la inmortalidad del almay otros problemas bÚsicos inhe-rentes al sistema religioso enparticular.

Seguidamente, exige una ra-cionalización de la virtud paraamoldar tal idea a las nuevascondiciones de la vida presen-te.

Si vicio es todo cuanto el gru-po ("rebaño") detesta, virtud,su antitesis, parece recomenda-hle a la opinión general y se jus-tifica a si misma.

El uso unió virtud a justiciacuando, en verdad, se funda-menta en el sadismo. Asi, en eldevenir el profetismo judaico,la virtud y el vicio se engarzanmediante la revelación que, es-tablecida en iglesia orgánica, dic-ta fallos que admiten o recha~zan los actos laudables y los he-chos infames.

Este análisis atañe directa-mente a Cristo, sucesor, en cier-to modo de la tradición hebreay de su desvencijada moraL. Enotras palabras, Russell le con-cede a Jesús valor ético; no selo reconoce objetivamente porlo que El fue, por su vida, porsus actos.

(12) Idem. p, 27.

84

Cabe preguntarse: Fue Cris-to el más sabio de los huma-nos?

Sin precisar que es sabiduríae ignorando el contenido del E-vangelio que es la única infor-mación fidedigna sobre la per-sona de Cristo, Lord Russellcree equivocadamente que lomás importante en el Cristia-nismo no es el sujeto real e his-tórico de Cristo, sino el Cristo-institución, esto es, la Iglesia.

"HistÓrieallH'nte, es muy dudoso elque Cri~to existiera, y, ~i exiRtiu,

no sabemos nada acerca ile El, porlo cual no me ocupo de la (:ueRtiónhiRtórica que es muy dificil", (12)

Con reticencias y condicione:,admite el Evangelio, no en suunitaria conjunción de testimo-nios biográficos y circunstan-ciales sobre el personaje cen-tral, sino solamente aquellos pa-sajes que, interpretados de ma-nera amañada y arbitraria, pue-de servir de soporte a una crí-tica mordaz contra ese mismoprotagonista del escrito cuatri-forme.

La enseñanza del Cristo esexcelente, pero impracticable,especialmente en los dias quetranscurren.

Por una parte, acabamos decorroborarlo, Russell muestradesdén por el Cristo histórico yduda por sistema de su real ve-nida y existencia entre lQs mor-tales. A continuación, se ciñe alCristo evangélico, pese a que loshagiógrafos no reflejen la per-sonalidad integral del persona-je. Tratañdo de elaborar una

exégesis escriturística, Russellnos previene contra los textosen tanto que documentos pocofieles sobre el sujeto y objetode la narración.

Es evidente que si se le en-foca con ese criterio, el funda-mento del Cristianismo comofenómeno y presencia socialesno repose sobre si pilar origina-rio, el Cristo completo de losEvangelios.

Permeable al momento, argu-ye Russell, el sistema se dejacondicionar por las exigenciasambientales, dando de mano unespiritu permanente que lo in-forme.

De idéntica suerte, la lumino-sidad doctrinal de un GautamaBuda ha sido distorsionada porlas clases sacerdotales de la In-dia y el Tibet.

El poder de los intérpretes,en uno y otro caso, suplantó elpoder del ideólogo que sentó loscimientos de su teoria religio-sa.

Los autenticos heraldos de lafe anuncian verdades definiti-vas, completas e irrebatibles,Por el contrario, los discípulosy apóstoles, intocables como susprédicas, se interponen sinies-tramente entre el Fundador ycualquier avance sociaL.

Actualmente, agrega Russell,las iglesias se oponen con tan-ta acritud y virulencia a la jus-ticia social y al socialismo teó-

rico-económico como a n t a ñ ocombatieron la supresión de laesclavitud (13).

(13) Idem. P. 36

En concreto, el Cristianismo-aqui Russell vuelve a tomarla secuencia de sus denuestos-hay mandatos que los cambiosde épocas han colocado fuerade vigencia.

Volver la mejila luego delprimer golpe no es una doctrinanovedosa; sus rudimentos se en-cuentran ya en las enseñanzasde Lao-Tsé.

"N o juzgar para no ser juz-gado"; "Vende cuanto tienes ydalo a los pobres" son máximasbastante impopulares.

Russell es incapaz de distin-guir el espíritu de la letra. Ol-

vidando que los textos orienta-les se valen de imágenes meta-fóricas para expresar el pensa-miento, nuestro fiósofo se atie-ne a las formas literarias sin a-hondar en sus contenidos.

De la "distorsión" del dogmarevelado a su interpretación ala luz de los nuevos tiempos me-dia un abismo, Una formulaciónreligiosa que se quiera dinámi-ca deberá por fuerza expresar-se en el lenguaje de las cultu-ras, según sus psicologías, sintraicionar el fondo de verdadque la sostiene.

La miopia de análisis de Ru-ssell le lleva a escribir a tientas,por ensayo y error: el Cristia-nismo no ha mejorado los có-digos penales, no ha atenuadolas guerras ni abolido la escla-vitud en sus diversas formas; noha incrementado el trato justoa los hombres de color. Breve,el Cristianismo ha empeorado la

85

moral mundial, mostrándose suacérrimo enemigo.

Con toda seguridad, ningunareligión como el Cristianismo seha colocado a la vanguardia delas reformas sociales, Insinuarlo contrario es menospreciar lahistoria, Y es que el Cristianis-mo, en su teología y visión delhombre involucra una metamor-fosis de estructuras, relacióneconómica equilbrada, una di-mensión del ser humano con vi-sos sobrenaturales sin suprimirel aspecto terrestre que es unode sus constitutivos,

En el seno del Cristianismo lavida de Jesús se identifica ple-namente con su Buena Nueva,con el sentido etimológico de lavoz helénica "evangelio". Diso-ciar ambos factores significaromper arbitrariamente u n aunidad de doctrina y existenciaque no sabe de émulos.

Cristo viviendo es su enseñan-za llevada a la realidad.

Russell reprueba que Cristohaya creído en el infierno ya.menazara con sus tormentos alos que se hicieran sordos a laPalabra.

Los grandes maestros de lahumanidad nunca se ejercitaronen esa suerte de fulminantes a ~

natemas y temores deprimen-tes. La venganza y el terrorcristianos no tienen cabida enel mundo que vivimos."Yo no creo que ninguna persona

¡irofunda,mente humana pueda creeren un castigo eterno", (14)

(14) ldem. p. 28.(15) Idem. p. 29,

86

Separar los buenos de los ma-los, prometer a unos la felicidady a otros la condenación es, se-gún Russell, "doctrina de cruel~dad", palabra que surge insis-tentemente bajo su pluma.

La "crueldad" de Cristo con-dicionó la actitud y el pensarde generaciones por épocas.

Russell da en asegurar conénfasis que,

"El Cristo de los Evangelios, si se

le acepta como le representan suscronistas, tiene que ser consideradoen parte responsable de eso". (15)

En cuanto se refiere a equil-brio emocional, prudencia y sa-biduría en las actuaciones, Ru-ssell no vacila en ponderar, muypor sobre Cristo, las virtudes deBuda y la mansedumbre de Só-crates.

Y, a guisa de ejemplos, concapricho entresacados del con.texto en el que figuran: la con-

denación de los cerdos conmi-nados a precipitarse en el lago,cargados de demonios; la mal-dición de la higuera que no diófrutos estando fuera de tempo-rada.

Baste recordar que, en los doscasos, estamos frente a sucesosproféticos y simbólicos de Cris-to, los cuales no pueden ser to-mados en su sentido literaL. Enel primero, significa las fuerzasdel mal, la hostildad contra laobra salvifica y el apego a losbienes transitorios del mundo.

En el segundo, Cristo va abuscar frutos en una higuera

que no los tiene. "Maldice" porello a un árbol al cual no se leimputa responsabildad en la fal-ta. Luego la planta se secará,como se marchitará la gracia enIsrael que no reconoce la pre-sencia del Ungido, presencia po-co o nada fructifera en el ins-tante mismo de la llegada de unreino espirituaL.

Otro de los argumentos es-grimidos por Russell radica enla degradación del sexo operadapor Cristo, con la lógica rup-tura de lazos familares porquehabia venido a separar losmiembros unidos por nexos bio-lógicos yafectivos. Trató condesdén a su Madre a la cual laIglesia ha desagraviado con unculto excesivo (16).

Indudable es que Cristo divi-dió al mundo, escisión espiri-tual, intelectual y cronológica.

Espada de división, prometidadesde su nacimiento. El seriasigno de ruina y levantamiento."Conmigo o contra Mi" dirá encélebre pasaje. La separación seproduce más en el interior delhombre que en la célula fami-liar, Es all donde Cristo se vaa los extremos. La famila hasido el centro de las preocupa-ciones y el vértice de los esfuer-zos del Cristianismo. Una vezmás la alegoria reviste el con-cepto.

Consideramos poco apropiadala frase "degradación del sexo"La sensatez en su uso como po-tencia procreadora y su santifi-cación dentro del matrimonio

instituido como sacramento cho-ca al pensador inglés. Ocaso nodefendia él, contra toda socie-dad moderada y estable, los en-sayos de hogar, los juegos nup-ciales y el amor libertino?

Pasemos ahora a desentra-ñar, con análisis lingüisticos, larespuesta de Jesús a Maria enCaná. Todo el aparente conflc-to arranca de la frase "Qué nosva a ti y a Mi, mujer"?

En hehreo - "Ma li walak"En griego clásico -- "Ti effoi kai

(soi"En laUn escolástico - "Quid mihi

(et tibi?"

y en la propia lengua sirio-caldeaque habló Cristo,"Ma bain entée wa ana", (17)

La acepción biblico-rabinicaindica unión o separación de tér-minos. Pero al parecer en sen-tido interrogativo: Hay algo en-tre tÚ y yo; nos separa algunacosa?

"Itta", en lengua aramaica,Mujer, conlleva la idea de solem-

nidad y respeto, nunca un atis-bo remoto de frialdad o desco-nocimiento de la condición de hi-jo. Moribundo, cosido al leño,Cristo empleará la misma ter-minologia para hablar a su Ma-dre por última vez.

Las literaturas antiguas, es-pecialmente las crónicas orien-tales, contienen pasajes dondeeste epíteto ínvocatorio aparecenormalmente. Aún hoy, los o-rientales del Asia Menor hablan1;1 sus madres y esposas en tér-minos de "Mujer", significando

(16) Idem, p, 43,

(17) Ver Biblia Comentada. (V) B A C p, 1005 Y 1006,

87

con esa idea solemnidad, defe-rencia, como si dijeran "Señoramia". El carácter peyorativo no

aparece por ningún sitio.

Cristo, y es siempre el pensa-miento de Russell que se mani-fiesta, imprimió a su religiónuna característica despectiva porla inteligencia y la ciencia.

Recomendar hacerse infantepara penetrar en el Reino exi-ge adoptar una mentalidad ino-cente que subestima cl conoci-miento experimental y especu-lativo o cualquier forma de sa-ber que suscite el orgullo y con-duzca al escepticismo religioso.

", ,.los niños no pueden entender elcálculo diferencial, los principios

monetarios, o lOs métodos moder-nos de combatir la enfermedad",

(18)

La sencilez y la humildad,comprendidos en su esencial or-todoxia, no son sinónimos de es.cepticismo cientifico o de fugaante el progreso técnico. Lapuerilidad argumentativa la os-tenta Russell con estos ejem-plos y razonamientos que mu..cho desdicen de su talla fiosó-fica.

Hacerse niño, en la época deCristo, significaba la humildadconsumada, ser tenido por pocacosa porque Dios exalta a 1m;humildes y destrona a los po-derosos. La imagen empleada nopuede ser más estupenda!

La gracia se concede a los"pobres de espíritu", a los quegozan de paz íntima como lospequeñuelos en los cuales la hu-

(18) Idem. P. 62.

88

manidad canta un himno de pu-reza.

Russell volvió el rostro a es-tas sublimes realidades, Si laciencia ensoberbece al hombre.el orgullo nubla la clarividen-cia de la verdad y empaña esesentimiento de humildad antelo desconocido. Mientras el serhumano exista, él mismo \' eluniverso no dejarán de prèsen-tarle misterios que la metodo.logía de investigación jamá~agotará.

Si el cristiano asume una pru.dencia de serpientes y un can-dor de paloma es para defen-der sin dobleces pero con fir-meza su fe y conservar una rec-titud de pensamiento y actua-ción que, en el imperativo kan-tiano, han de ser paradigmáti-coso

Creencia y ciencia no se con-traponen. Paseal y una legiónde sabios que jalonan los siglosratifican el pensamiento de labúsqueda científica honesta, condimensiones humanísticas, acer-ca a Dios. La fragildad denuestra sapiencia y el enigmadel hombre --n el mundö-~nos convencen de este axioma:la razón y la fe son dos sende-ros que se entrecruzan para al.canzar una sola y única ver-dad.

Está Russell en lo cierto cuan-do dice que el hombre es el ar-tifice de su vida, el arquitecto

de su destino. Pero la vida de-be ser ayudada e impulsada porel saber. La sana pedagogía de

un pensamiento bien intencio-nado supera falsos temores, fa-ciltando así el progreso gene-ral y el perfeccionamiento delas personas.

Un pragmatismo utilitariocon la máxima del "mayor bienpara el mayor número" se avie-ne perfectamente con el pensa-miento cristiano existencial.

El defecto consiste en sacri-ficar la religiosidad innata alhombre en aras del auge cul-tural y sociaL. Sin religión o sin

humanidades nos parece mutia-do un ambiente que se jacte deautodenominarse civilzado.

Culturas sin una forma deexpresión religiosa no las hahabido. Con seguridad nuncalas habrá.

Asimismo, Russell proclamaen sus obras que la moral ver-dadera tiene la delicada misiónde incitar al hombre a vencer lafuerza a vasalladora y ciega dela materia que lo sojuzga y de-

termina.

El sino de la fatalidad que se

cierne sobre la especie censanteha de trocarse, por nuestra pro-pia actividad, en camino pro-misorio y estimulo optimistagracias a la acción ,individualy la realización de proyectos co-

lectivos que repercutan en elbien de los miembros asocia-dos.

El azar no es gobierno delmundo; sólo el hombre, cuandosobrepuja perímetros estrechos,podrá forjar su vida y darlenorte.

(19) Idem. P. 62.~

"La vida buena eRtá inspirada porel amor y guiada por ei conocimien-

to". (19)

Deploramos que Russell re-duzca el significado de conoci-miento al simple saber cientí-fico, Hay otras formas de sa-ber que exceden la capacidadde la experimentación, la hipó-tesis y el análisis,

Fe y razón se repelen? Omás bíen, esas dos formas desaber, hermanadas podrían con-tribuír eficazmente a la obra dereconstrucción de un nuevomundo, digno de las conquistasque ese hombre ha logrado entodos los campos donde ha pro-yectado su inteligencia y su sen-timiento para hacer del futurouna promesa optimista.

Para muchos, en el devenirde los siglos, Cristo ha sido elresorte de esa actividad, el mo-tor de tal inspiración, la pie-dra angular de esa construcciónrenovadora.

IlI) La Mística:

A priori vamos a aceptar conLord Russell que la ciencia noinvestiga valores, expresionesestéticas o elementos concomi-tantes a la vida interior, al es-tado espirituaL.

Otro método completa el es-fuerzo de la experimentacióncientífica y sus conclusiones: laprueba religiosa que, siguiendo

la idea de Dean rnge, es igual-mente experimental, pese al ca-riz distinto que pone de relie-ve.

119

La operación metodológico-religiosa se manifiesta progre-sivamente a través de tres va-lores: Bondad, Verdad, Belleza,

Hasta dicho nivel no hay opo-sición. La ciencia observa y ge-nera fenómenos fisicos; la reli-gión trata con valores, trascen-dentes los unos al hombre, in-manentes otros a la espirituali-dad del ser racionaL. El primergrupo se identifica con realida-des suprasensibles ante las cua-

les la ciencia reconoce su im-potencia.

Conocimiento experiencial evivencial de Dios y mistica sonconceptos equiparables, se im-plican entre sí.

La fiosofía de ascendencia"mística" se desenvuelve para-lela a la historia propiamentE:dicha del pensamiento occiden-tal. Va de Parmcnides a Hegelsostenida por la fe en LO QUEES, lo completo, inmóvil, indes-tructible e infinito. En otros tér-minos, la racionalidad apela a lacreencia.

Esta tradición ha disc.ernidosiempre entre apariencia y rea-lidad, ciencia y opinión, verdady falsedad, el absoluto de lo me-ramente temporal y relativo.

De ella no nos ocuparemos eneste capítulo. En el progreso fi-losófico, es obvio que la razónprive sobre el sentimiento reli-gioso.

Además de la linea raciona-lista, existe el hecho, el fenó-meno místico, esta palabra ensentidos menos lato y profun.damente religioso.

Se define como una intensa yextraordinaria vida espiritualque culmina en la unión conDios (vía unitiva). Es, por en-de, la vivencia del Absoluto, lapersuación de esa Existencia porvía experimental interna.

Hecho raro y extraño en nú-mero y contenido, Brugger es-cribe de él en su Diccionario:

"Cierto que esta experiencia no es

gi,neral, pero la atestiguan unåni.memente tantos hombres eximios alo largo de los siglos, que re¡mlta

imposible dudar del hecho". (20)

La experiencia aludida no esprivativa al Cristianismo y seproduce en todas las religionesorientales.

Haciendo abstracción de loshechos sobrenaturales que oca-sionalmente pueden acompañaral estado místico, la fiosofíaconsidera que la contemplacióny el mismo tipo de vida del su-jeto, son medios seguros y ex-perimentales para demostrar laexistencia divina, es decir, lapercepción directa del Objeto deconocimiento.

Debe advertirse que no setrata aqui de la deidad abstrac-

ta y conceptual de pensadores yde sabios, sino del Dios religio-so y personal que, revelándose,entra en relación con criaturashumanas.

Russell refuta la autenticidad

de ese testimonio.

Sus argumentos reprobato-rios se resumen en los siguien-tes acápites: A) En una judi-cación imaginaria de los místi-

90

(20) Brugger, W, Diccionario op, cit. p. 315.

cos-testigos, encontrariamos quelas visiones y éxtasis de católi-cos, protestantes, budistas ytaoístas no coinciden en un so-lo punto de sus aserciones y re-velaciones (21).

A lo cual se respondería conBergson que los propios mís-ticos estiman los raptos, éxta-..is y sisiones como estados anor-males (de hecho lo son) o "in-cidentes de ruta". El verdaderctransporte mistico se autentifi-ca por la certeza inconmoviblede una Presencia que invade to-do el existir humano, lo muevey lo hace agente de acción y,previamente, recipiente de fuer-za y gracia (22).

Desarreglos nerviosos siguenhabitualmente esa experiencia.Desde ese punto de vista, elmístico en nada difiere del mú-sico. La distancia se abre cuan-do se tiene en cuenta el origende cada experiencia, la causaque la promueve.

Las imágenes y símbolos quereflejan el contacto son pálidastraducciones de una realidad noconceptualizable que marca unaconciencia activa y activada.

Por su forma, las manifesta-ciones de la vida mística disien-ten debido al contexto religioso,cultural e histórico,

Por su fondo, los místicoscoinciden todos y perfectamenteestán de acuerdo al afirmar la

Existencia de un absoluto conel cual se comunican prescin-diendo de intermediarios.

Dentro de la originalidad, pun-to de natural disentimiento, los

místicos acusan similtudes: ca-rácter inefable de la experien-cia, imágenes y comparacionesque superan la unidad dogmá-tica y cultural a la cual perte-

necen. Señalan la misma meta,aunque las etapas que indicanel sendero sean distintas.

B) Anteriormente hemos ex-plicado con amplitud que, paraRussell, no existe fuera de laciencia, otro método apto paraesclarecer la verdad.

De suyo, las afirmacionesmisticas son inaceptables, ex-cepto cuando se refieren a va-lores pertenecientes al dominiode la emotividad. La costumbrelas ha asociado a erróneas fesdando por resultado beneficiosescasos y errores múltiples. Elbien sólo es admisible si apare-ce liberado de las creencias.

Cuántos, en el transcurrir delas épocas, se comportan segúnlas verdades que les han sido en-tregadas, actúan en certidum-bre y seguridad, de la mismamanera que el hombre corrientese conduce ante los objetos sen-sibles.

Por qué poner en tela de du-da realidades de indole tan es-pecial si la misma ciencia empi-

(21) "most mystlcs think most other mystlcs mistaken on most points",Por qué, y Mystlcism. p. 188.

(22) "" .elle sent lindéflnissable présence, ou la devine å travers unevlslon symbollque...""Dieu es la, et elle eiit en lui"Deux Sources op, cit. p, 243-244.

91

rica nos habla de objetos queindividualmente jamás hemosexperimentado?

La ciencia verifica su certezamediando una prueba natural;la mistica invoca lo creible pa-ra corroborar su visión ilumi-nativa.

Subjetivamente el mistico sa-be de un Objeto; objetivamen-te, el cientifico demuestra he-chos con hechos.

:\ o puede ser fuente de ac-ción ni de bien permanentes unefímero estado animico.

La historia de la mistica y laexistencia de los personajes a-

fectados en esta situación pococomún demuestran ampliamen.te y sin vacilaciones que la ac-

tividad creadora prolonga lacontemplación, la materializa.

Salud mental, equilibrio emo-cional y gusto desinteresado porlas acciones benéficas y de re-percusiones universales remitena su vez, en el caso d(~ los mís-ticos, a una facultad de adapta-ción frente a circunstancias va-riables; la firmeza de carácterse une a la flexibildad de espi-

ritu, el recto discernimiento en-tre los proyectos y posibilda-des, en una palabra, el buen sen.tido elevado a rango muy supe-rior (23),

C) Se hace imperioso al Cris-tianismo, asegura Russell, solu-cionar las siguientes dificultadescasi antinómicas en relacióncon sus místicos:

1) Si el mundo es sólo apa-riencias, Dios nada ha creado.

(2:ll Ver DeuJi Souices, p, 241.

92

La realidad correspondiente almundo sería un aspecto de Dios.Extensión como atributo divinoo ilusión de realidad inexisten.te es spinozismo o idealismo a.

berrante.2) Si el mundo posee efectiva-

mente un grado de distinción on-tológica con respecto a Dios, seabandona la totalidad que es unpostulado constante y clsico delmisticismo.

y al afirmar que el tiempo esirreal, se desea dar a entenderque es preciso concebir el uni-verso como un todo. Quizás Dim:mismo así lo concibió antes decrearlo.

Desde ese ángulo se aclaraque el misticismo es un estadoemotivo, no un fenómeno reaL.No corresponde a la ciencia con.firmarlo o contradecIrlo. Lacoincidencia parcial entre losmísticos no autoriza a la cien.cia a aceptar autoritariamentela naturaleza ni la veracidad desu testimonio. El dato compro-bable enmarca previamente laconclusión que se persigue.

Cuando el científico trasmitea otros sus comprobaciones yexperimentos, arregla y disponesus instrumentos de observa~ción y produce cambios en el::rden exterior de las cosas.

A la inversa, el místico exige

cambios en la persona, tantopsíquicos como fisiológicos, mo-do de vida, de pensar.

El ascetismo no precede im~prescindiblemente al misticismo.

Cientificamente hablando,

"no puede hacerse separaciÓn entreel (¡ue come poco y ve el cielo y elque bebe mucho y ve serpientes",(2'1)

Los dos perceptores son anor-males, La percepción corrientees digna de crédito cuando se lautilza en la lucha por la viday se limita a hechos concretos ydirectos.

Pensamos que Russell con-funde, sin método ni análisis,conceptos de difícil manejo.

Nunca en la tradición judeo-cristiana, el mundo ha sido te-nido por simple apariencia. Muyal contrario, la realidad creada

del universo, en su acepción me.tafísica, es indiscutible. Aqui,

realismo ni idealismo se inter-polan en alianza de dual reali-dad existente "ab alio".

Las cosmogonias antiguas ~ilos fiósofos griegos desconocie-ron la diferencia abismal entreel Ser Creador y la obra lanza-da a la existencia.

"Bara" en hebreo, creación,es concepto del cual el pensa-miento judío bien puede enor-gullecerse con justicia.

La confusión de las dos rea-lidades fue una de las causasdel proceso contra Spinoza, fi-lósofo que deliberadamente anu-ló la trascendencia divina. Elpanteísmo es opuesto al concep-to fundamental de la teologíabíblica.

Diferenciar a Dios del mundono rompe la totalidad de nin-guno de los dos seres. En el vo-cabulario de los místicos que Ru-

(24) Mysticism. p. 196.

ssell se empeña en no compren-der, la totalidad citada encie-rra un sentido dualIsta: la ar-monía, verdad, bondad y belle-za del universo que semeja unasinfonia acordada. La intuiciónes el procedimiento más apro-piado para captar su unidad. La"fusión" de voluntades. En elestrado superior, hombre y Ab-soluto combinan e identifican suquerer y su hacer.

Nunca se da una absorción enel Todo ni desaparición del yoen una nada confusa en el bra-hamanismo. En la mística cris-tiana, que Bergson confiesa lúmística por excelencia, mientrasmás completa es la unión, másse distinguen con nitidez los ele-mentos integrantes, ser divino yser humano, Creador y criatu-ra.

Todavía la ciencia no está encondiciones de penetrar el mis-terio místico. Difícilmente lodesentrañará. Es preferible quese mantenga a distancia de unsector del saber que por su ín-dole le es vedado.

Los dictados de la ciencia !lOson la última palabra en lacomprensión del mundo y delhombre. Por su naturaleza, lasdisciplinas experimentales se es-pecializan en parcelas reducidasde la realidad.

Una fiosofia completa nopuede soslayar la incidencia delhecho religioso en el proceso as-cendente de la historia huma-na.

Merece discutirse con o;ereni-dad la contribución del Cristia-

93

nismo dogmático, moral y so.cial en el mundo de oc~idente yen la incidencia de dicha trilo-gia en los hombres e institucio-nes de nuestro tiempo.

Russell ha condenado con re-pulsa ese aporte. De antemano,y antes de cualquier estudio con-

cienzudo y serio, denigra los sis-temas religiosos y execra lascreencias y códigos éticos fun-dados en valores espirituales.

El cáustico rechazo se ensa-ña en la figura de Cristo, ha-ciéndolo extensivo a los Evan-gelios, documentos que recogensus hechos y sentencias, a lasiglesias cristianas que mantie-nen viva la fe en las enseñan-zas del Maestro galieo.

Impregnado de cientifismoneorrealista y de un positivismo

llevados a sus consecuencias fi-nales, Russell se resiste perti-nazmente a reconocer en losmísticos la continuidad encar-nada de la doctrina religiosa encualquiera de sus modalidades ytipologías. En el mistico la ver.

dad de fe es sentida, ~ivida ypracticada.

Nuestro pensador ha restrin-gido el vocable "experiencia" altrabajo de las ciencias sobre rea-

lidades físico-naturales. Conse.

94

cuencia evidente, ningún misti-co acierta cuando proclama laexistencia de Dios.

En este campo, los argumen-tos de russell carecen de razo-nes de peso.

Portavoz del neo ateismo fio-sófico tan extendido en este si-glo y perteneciendo a la fioso-fia inglesa de estirpe objetiYis-

ta y cientificista hasta los ex-

tremos, el fiósofo ha dejadotraslucir actitudes subjetiyas en

pugna abierta con su habitualactitud intelectual y cientificaen el dominio de las matemáti-cas y la lógica.

Juzgamos necesario rebatir~us ideas con nociones más só-lidas que la filosofia. teodicea.

pensamiento cristiano, teoria dellenguaje y otras ramas afineionos han suministrado. A ellaiomodestamente añadimos nues-tras reflexiones personales.

La irreligiosidad, anti-cristia.nismo y refutación del misticis-mo constituyen la estructura delpensamiento de Russell sobre laproblemática del mundo actual.

Al lector de reflexionar y asu-

mir posiciones,

David, Agosto 3 de 1970, a. D.sexto mes de la muerte deB. Russell.

81BLIOGRAFIA

Bertrand Russell-Por qué no soy cristianoEd, HermesMéjico, 1962 -- 252 p,

-Heligion aiid ScienceHenry Holt and CompanyNew York, 1935, ch. Mystici8m p. 1/8-198,

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Sciacca, Michele FedericoLa Filosofía, hoyLuis Miracle, ed.Barcelona, 1947 - 444 p.

Torchla Estrada, Juan CarlosLa Filosofía en el siglo XXEditorial Atlåntlda, S. A.

Buenos Aires, 1955 - 346 p.

95

CrÚn ¡ea y ,11lécdutaFRA Y RODRIGO

Una de las calles de nuestraciudad capital más llena de re-cuerdos y más encumbrada pOi'la fama que el alma del arra.bal solía dar a aquellos sitios yrincones que fueron los verda.deros y honrosos baluartes delliberalismo panameño y a losque acudían los "blanquitos deadentro" a vivir la vida intensadel baile y del jolgorio fue lainolvidable Calle de Las Chan-cletas, a la que hoy conocemoscomo Calle 14 Oeste arriba, conel propósito de ir acabando, po-co a poco, con su altanero abo-lengo que subió de punto cuan-do aquel liberalazo que se lla.mó Carlos Antonio Mendoza,mantuvo en ella su residencia,en los tiempos en que despacha-ba y dirigia los asuntos del Es.tado desde la vieja casa presi.dencial.

Pero a pesar de este empeñoque tenemos de ir acabando contodo lo legítimamente nuestro,

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con todo aquello que parece con.tarnos a nuestro paso episodiosy secretos de una vida y tiem-pos mejores y con todo aquc.110s que se resiste a perder lasesenciales características del na-tivo solar, la Calle de Las Chan-cletas, a primera vista, ha cam-biado poco: aún se levantan mu-chas de las viejas casas de ma-dera de aquel entonces y aún re-siden en ella las mismas fami-lias de antaño que no quierenotra cosa sino la de gozar delos recuerdos, de las escenasinolvidables de esa calle que fue-ra alegre y honesta, pero quehoy se ha convertido en nido dehampones, de atracadores y derateros..,

La Calle de Las Chancletasfue una de las más selectas cu-nas del liberalismo del arrabal-que siempre ha, sido el autén-tico- que no ha sabido de ge-nuflexiones, ni de banquetes deiniciación para prender en el co-

razón de los hombres la llamasagrada de la libertad.

En esa Calle han vivido y vi-ven todavía liberales de puracepa" defensores de todas lasdoctrinas reivindicadoras; alltuvo su hogar por muchos añosy ,all murió aquel austero pa-triarca ~ateo Iturralde; all pormucho tiempo -casi todo el desu vida- el Negro Aparicio fue

como un gran cascabel de ale-gria y un motivo de acción queno detuvieron jamás los vaive-nes de la suerte y la fortuna'all aquel gran patriota sever~e integro, don Juan BauÚsta So-sa, decía su palabra serena y re-

posada y estudiaba viejos info-Hos para escribir historia patriaque completara más tarde conaquel soberbio diccionario de da-tos y fechas que se llamó Enri-que J. Arce; all el doctor Fran-cisco Filós, serio y estudioso ha-cía filgranas con su ingen'io ~se burlaba de juristas y jueces

9u~ no pudieron discutirle conexito un asunto, ni tenderle un

lazo cualquiera, porque él, maes-tro ,Y ab?gado, estaba muy pOl'encima, intelectualmente, de a-quellos hombres; all el doctorCarlos Antonio Mendoza, padresi bien se quiere, del liberalism~nacional, ejercía su cátedra depatriotismo y de justicia; alldon Antonio Elías Dorado G.,con esa serenidad de espíritu yconciencia que siempre rodea-ron de prestigio su vída ejem-plar, seguia con interés todo loque era de beneficio para elpaís, y all también la Vieja Yo-ya, altiva y valiente, decía su

canción de entusiasmo e incita-ba a los panameños a luchar porla libertad..,

Oh, cuán amarga en la tris-teza que hoy embarga a esa Ca-11e de Las Chancletas..! Qué de-

sencanto te ha puesto tan tris-te y qué recuerdos te hace llo-rar todas las noches cuando tevas quedando en silencio yc u a n d o un can vagabundo,muerto de hambre, ladra a laluna que no puede mirarse sinoen la mitad de la calle? En dón-d~ has bebido esa amargura quetienen tus aceras? Qué se hanhecho aquellas mujeres de tusaños mejores cuando la polleraera más panameña y el baile te-nía ese misterioso encanto queno tienen esos apuntes escanda-losos de hoy, pobrisimos plagío:,de las locuras de cabarets o sa-las de negocio?

Ah, pobre Calle de Las Chan-cletas..,! Cuando a media nochef'n fuga de cualquier escondrij~te cruzo, siento como tú unaenorme tristeza que me convidaal recuerdo y a la pena y parano detenerme en una esquiname voy diciendo: "aquí en estaesquina daba recetas, consejos,a.yuda monetaria y lecciones depatriotismo, el doctor Iturral-de; en esta otra esquina nació ymurió el inquieto Negro Apari,cio; aqui mi padrino JuanchoS?sa escribió brilantisimas pá-ginas de nuestra historia; aquíel doctor Francisco Filós con-cibió el argumento para una de-fensa magistral; aquí dió clasesde honradez Antonio Elías Do-rado y all vivió el doctor Car-los A. Mendoza, el enorme libe-ral cuyas lecciones han olvida-do sus discípulos más queridosy que no han sabido guardarcon el ejemplo, el glorioso re~cuerdo del Maestro de todos lostiempos..."

97

DEMETRIO KORSI

98

Claro eIelo primaveral sobre,la urbe babilónica. Dominguero,el sol flecha su oro antiguo so-bre el paisaje aristorcrático delparquc Mont-Souris. Los gorrio-nes se dan un festín de mendru-gos sobre la hierba lilputiense.Una glorieta rústica albcrga elbeso misterioso de dos enamo-rados, frente a la inocencia de

los niños que juegan. . . Parísque ama, París que ríe. . . A laderecha, el Square Mont-Souris.El número tres del pasaj e es lavila de Foujita, el más pari-siense de los artistas. Paradojasin complicaciones cuanùo se co-noce el medio y al hombre.

El estudio del pintor. Eñtro.Foujita yace por tierra, en cu-cimas, sobre un cojín. Tiene en-frente, en una de las indolentes

posiciones de sus dibujos más

característicos, una mujer des-nuda, una modelo encantadora.A mi llegada, la modelo, pudi.bunda huye a vestirse tras unbiombo bordado de arrozales diorù.

Foujita, que ostenta la exqui-

sita cortesía que encantara aBlasco Ibáñez, me indica un a-siento con un gesto de no estu-diada nobleza. y después va apreparar el té en el bar nipón,erguito en un rincón de la pie-za. Esta escena se repite y serepetirá siempre que se visitala casa de Foujita. Yo mismo,que cultivo con él una amistadque data de viejos tiempos, ycomo yo, Van Dong,en, o Picasso,o André Gide que son como desu casa, siempre encontraremosaHí la misma perfecta cortesía,que mantiene las distancias yhalaga el respeto a la personali-dad. Desde el bar nipón me dice,con el paréntesis de su más agra-dable sonrisa:

-The de Kobe, Tlie sagrado.Mi señora lo ha comprado ellamisma. Desdichadamente, la se-ñora de Foujita ha salido -talvez desde antier- y no podráacompañarnos a tomarlo.

El japonés lo sirve. La mode-lo, esbelta y linda, sale detrásdel biombo, ya vestida, orgullo-sa de ser bonita y modelo deFoujita. Este le desliza en lamano un bilete y la chica hacemutis por una puerta.

Foujita, que tiene en la actua.lidad cuarenta y cuatro años yha llegado al apogeo de la famamundial, es un hombre de esca-sa estatura. Viste ahora a la in-glesa. Tiene el cabello recorta.do en línea recta sobre 108 ojos,

y usa lentes de carey. Le conocetodo París. Ha casado y divor-ciado tres veces. Ha obtenido losmás altos premios por sus obrasy es caballero de la Legión deHonor. Su alma, semioriental,semioccidental, con todos los a-tavismos del Japón antiguo y losesnobismos del París moderno,es compleja e ingenua. La vidale ha sonreído y él sonríe, refle-jamente, contento de sí mismoy de su lápiz, que le entregó lafama con unos cuantos trazos so-bre una tela blanca. Este artis-ta acaba de llegar de un viajecircunterrestre. Fue a visitar asu padre al Japón. Noble rome-ría. Tenía diez y siete años dehaber 'abandonado su país y a suregreso, su patria lo acogió mag-níficamente. Pero Paris' lo recla-maba con su voz de sirena, y laexpedición sólo duró seis meses.

-No puedo vivír fuera de Pa~rís -me explica-o N o me di-vertí bastante en Tokio. No hayvida comparable a la de París.Además mi señora se aburría enel Japón. . .

Al hablar del llcogimiento que

su país le hiciera, se exalta:

-Hice dos exposiciones. Unaen Tokío, otra en Osaka. Las vi-sitaron treinta mil personas. Ca-da persona pagaba seis francoscincuenta céntimos por entrada.Mucho dinero. . . Comprende? Yluego fueron a ver mis telas ocho

príncipes de la famila real y elhermano del Emperador. El Em-perador no va nunca a ningunaExposición. Comprende?

Este artista tiene la manía dela meticulosidad en los detallesde cuentas. Así fue que me hizouna explicación técnica de lo que

99

gastó en el viaje -trescientosmil francos-, desde lo que cos-taron los pasajes hasta lo quepagaba en el Hotel Imperial deTokio, donde asombró a la ciu-dad con su equipaje de sesentabaúles, sus propinas principes-cas y su mujer francesa,

-Además -me dice- di diezy siete conferencias sobre arte.

y cigarrilo tras cigarrilo,continúa hablando de su viaje alJapón, de los precios de boletos,de la fatiga de su señora en unmedio ambiente donde la vidasocial no existe. De vez en cuan-do, indolentemente, con la yemade sus dedos amarilos, acariciauna tarjeta postal clavada sobreel muro, una tarjeta que dice:"Nos deux coeurs sont unis parla pensée". Nuestros corazonesestán unidos por el pensamien-to. Mientras me conversa, lo ob-servo profundamente. No hayduda que un desencanto, tal vezsentimental, desgarra esta po-bre alma de artista célebre: eldolor de saber que siempre seráun oriental, un incomprendidode esta civilzación, tan cerca-na y tan lejana. . . La tristezade la inferioridad racial, la re.pulsa para con el hombre ama-rilo, que "viene de lejos y va alporvenir". Porque a pesar de susdiez y siete años en París, a pe-sar de ser el más parisiense delos artistas, Foujita vive solo.Dentro de un rato le oiréis ex-plicarse acerca del amor, y so-bre todo del amor conyugal.

-Su religión, Foujita?

-Budista, siempre budista.

-Ha vendido muchas telas enlos Estados Unidos?

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--Los Estados Unidos no meinteresan. Exprofeso no he que-rido vender casi nada en esepaís. En cambio, México es unatierra que me encanta, y adondeiría de buena gana. Conocí unmexicano, un gran pintor, se lla-ma Diego Rivera.

Se recoge un instante y medice:

-Sabe? N o pagué aduana nien Francia ni en el Japón. Yesoque traía regalos importantes dela famila real: servicios de ar~gentería.

Mientras tanto el fotógrafo loejecuta, una, dos, diez, veinteveces. Foujita va amoldándose alas diferentes poses exigidas, ya veces abre un gran bulto deropa y saca vestidos exóticos,maravilosos, que se complace enponerse para que le fotografíenasí. Bien el traje soberbio de sa..muray, que perteneció a su bi-sabuelo, un Foujita de muchorango, o bien el traje de gala deteatro, que data del siglo XVIII;o el humilde traje negro de losobreros japoneses. Al ponerseuna banda sobre la cabeza paracompletar el tocado de este tra-je, me dice:

-Hay cincuenta maneras dehacer el lazo que sostiene estabanda. Observé que casi todoslos vestidos tienen bordados elnombre de la famila Foujita.Así, la servidumbre tiene quecomportarse correctamente enla calle, porque se reconoceríaen seguida a qué famila perte-nece el doméstico mal criado.

No puedo dejar de hacerle no-tar que sabe posar de una ma-nera admirable.

En París --responde-, Mis-tinguett y yo somos los que me.jor posamos. Soy muy amigo deMistinguett. Comprende?

Por algún incidente de la con-versación, volvemos a hablar dE;su viaje de vuelta al mundo, yañade:-A mi llegada a N ew York

me esperaban diez fotógrafos,veinte en San Francisco y cin-cuenta en Tokío.

--y a su regreso, Foujita,cuál fue su mayor sorpresa?

-Mi mayor sorpresa? Me lacausó mi cocinero. Este hombrejUgó al bacarrat ocho mil fran-cos del dinero que le había deja-do para gastos de mi casa, y losperdió.

Hablando del juego me dice:

-No amo el juego, porque nohay relación entre el tiempo quenecesito para ganar el dinero, yel tiempo en que lo perderia.Hay mucha lentitud en lo pri-mero y demasiada rapidez en losegundo. Detesto al juego, yaho-ra detesto a mi cocinero.

y me dice, cuando le pregun-to acerca de sus días iniciales enParís:

-Pasé momentos atroces.Días de hambre y de miseria,noches sin tener donde dormir.y ó' era un concurrente a la vie-ja "Rotonde". All conocí a An-dré Salmon y a Modigliani. Amenudo hice yo mismo de mo-delo. En las academias ganabatres francos por día como mode-lo. Fueron aquellos los momen-tos de mis excentricidades: usa-ba collar a la garganta y aretes.

-y su primer dinero, cómolo ganó?

-Es muy curioso. Mi primerdinero me lo dio a ganar un ca-marero de la "Rotonde". Estabapara casar, y me entregó su re-trato y el de su novia. Por todome pagó ciento cincuenta fran-cos. Aquella inverosímil canti-dad por poco me fue fatal: casime vuelvo loco de alegría.

"~y su prímer matrimonio,cómo fue aqueiio?

--El día que Fernande Barreyy yo casamos, la situación noera muy floreciente. Compren-de? Teníamos entre los dos tresfrancos.

Esta mujer, Fernande Barrey,fue, y tal vez sigue siendo, elgran amor, el único amor deFoujita. A través del tiempo, elpintor no puede recordarla sinque sus ojos se entristezcan.Fernande Barrey, la vieja "Ro-tondt", Modig1iani, la bohemia,en fin. Como que, a pesar de supompa actual, Foujita no hasido nunca más feliz que en a-quellos días. Por eso no ha per-donado ni perdonará a Koyanagui, su bello compatriota, en miconcepto más hermoso que SeSUEHayakawa. No porque Koyana-gui fuera mejor que él, física-mente, sino porque Koyanaguile arrebató a Fernande Barrey,y, al quitársela, le entristeció suvida para siempre.

-En su vida conyugal, Fou-jita, es usted feliz?

-Con mi señora actual, sí.Hemos llegado a un acuerdo per-fecto, muy moderno y muy pa-,risién: cada cual hace lo que

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quiere. EHa sale, se está en lacaHe todo el tiempo que quiere)y yo no digo nada. Comprende '1y yo hago por mi parte lo mis-mo; eHa tampoco dice nada.

Foujita es un filósofo. Oídle:

-Sin amor, la vida no valenada. Antes era celoso; ya no losoy, Antos tomaba cocaína. Yano la tomo. Hay que hacer detodo en la vida, para amar lavida a fondo.

-Cuántos grandes amores hatenido usted en su vida?

~Cinco. Pero hubiera queri-do ser como. . . Ese que les pegaa las mujeres, y ellas están con-tentas con éL. Los celos han sidoen mí a veces tan fuertes, quehe querido matar; pero el hom-bre que mata no vuelve a ser

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más el mismo, sino su fantasma.Comprende?

y las yemas amarilas de susdedos acarician la postal dondese lee: "Nos deux coeurs sontunis par la pensée".

Cuando salgo de la casa deFouita la noche ha caído. El par-

que Mont-Souris está desierto.Suena a lo lejos el ruido sordode París. En el ómnibus abro elálbum de los dibujos y pinturasde la Exposidón que Foujita ce-lebrará en Tokío y contemplo suauto-retrato. AHí se refleja unavez más su mirada misteriosa,tras de los grandes lentes de ca-rey, a lo Harold Lloyd, inventa-dos y usados por Foujita antesque Harold Lloyd.

París, 1926.

RICARDO A. PARDO

Extraordinaria mujer esa ilus-tre cartagenera que supo deamor y también de las vicisitu-des. Acompañó a su marido alo largo de su carrera politicade luchas afanosas y tesoneras,sufriendo la murmuración de lagente y el reproche a escondi-das de aquellos que censurabansus proclividades, sus amoriosy regodeos con "El Tirano Es-finge", con ese Rafael Nú~~zque proclamó la "RegeneracionAdministrativa o el Caos", yque echó por la borda y sinpiedad en regresión asombrosala Constitución radical de 1863.Ella Soledad Román Polanco,brio~, hermosa, inteligente ~de estirpe ultramontana, domi.nadora y atrayente, un algo cas-quivana. La juventud en p!-:noflorilegio. Ella amaba a Nunezy él se enternecía arrullado por

rl~::::.::::::f:~:~iíÌ!

la linda cartagenera, su paisa-na.

El doctor Rafael Núñez sehabía casado en David, en laProvincia de Chiriquí, con doñaDolores Gallegos, el 15 de ju-nío de 1851, y en esporádicasausencias a Bogotá y Cartage-na solia en sus momentos decaladas amarguras Y sufrimien-tos en aquellos momentos enqu~ volvía la vista hacía el Ist-mo, donde había dejado a la es-posa abandonada, sencila, her-mosa y sensual, en versos apa-sionados cantábale:

"Yo no lo se. Y o la amo con mi( vida,

y al mirarla de amor( estremecida,

me estremezco también. No es(esto amor?"

103

"Quisiera levantarle un para isocomo aquel que por Eva Adán

(deshizo,Tanto así, tanto, la idolatro

yo".

Así era Núñez, romántico,sensitivo, ave cantora, palomaarrulladora. Volcán en erupciór.en sus momentos tempestuosofy alma piadosa en sus ratos d(calma.

Sin embargo, padecia del de-fecto de la volubildad constan-te. En la política el estudioso, el

hombre de pro, gólgota y dra-coniano a la vez, era un mar dereflujo en los diferentes aspec-tos de su vida agitada.

Doña Sola era mujer muyperspicaz, activa, hábil y que-rendona, y en toda Cartagenala admiraba la gente del pue-blo, quíenes le profesaban ver-daderas símpatías y veneración.Según Daniel Lemaitre, en plá-tica sostenida con doña Sole-dad, esta sin par mujer le dijo:

"Me da risa cuando oigo a lagente decir que el doctor Nú.ñez hizo talo cual politica, por-que yo se lo exigí. En la vidaconyugal es lo más corrienteque la mujer pida y el maridcotorgue. Tal vez, en pequeñosdetalles me pudo complacer,pero nunca, se lo aseguro, ennada que cambiase las grandec.líneas de su obra".

y añadía la ilustre anciana:"Esta salíó de la forja de su

cerebro perfectamente meditaday no eran sus aristas materiablanda para que manos de mu-jer la torcieran a su antojo!Amigo mío, yo no pude hacer

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otra cosa que admirar siemprelas ideas de mi marido! ¡Erantan claras, tan precisas! Las ex-plicaba tan bien",

En su interesante conversa-ción con Lemaitre, doña Solase explayaba explicando la con-ducta de su marido Rafael Nú-ñez y llegaba a estas conclu-siones en defensa de la memo-ria de su ilustre esposo:

"La política trivial de las es-posas es la politica de oposi-ción a las empresas que lesplantea el marido. Si la cosamarchan calladitas! Si sobrevie-ne el fracaso, levantan el índi-ce sentencioso: Yo te lo decia"

y repite:"Yo 10 acompañé y lo sostu-

ve siempre con mi alíento, in-fundiéndole confianza en el éxi-to. Mi corazón estaba a su la-do constantemente, y si en al-gunos casos le hacia observa-ciones era en aquellos en que laagudeza femenina ve de bultolo que a los hombres escapa".

Hay un episodio deslumbran-te en el matrimonio civil de do-ña Sola con el doctor Núñezcontraído en Francia en 1877.Estando N ú ñ e z representadopor su cuñado Eduardo Román,doña Sole le cablegrafiaba al"Tigre del Cabrero", diciéndo-le: "Dr. Ballau dice corazón ex-celente". "Que era excelente,contestó él lo sabía. Que estuvie-ra enfermo lo dudaba".

Cuando todavía no había con-traílo compromiso conyugal via-jó doña Sole a Bogotá con eldoctor Núñez. Un sector de laalta sociedad santafereña, aris-tocrática y religiosa, apegada a

las antiguas fórmulas de los ;,a~cramentos de la Iglesia, parti-cularmente las familias de lina-je liberal, le hicieron el vacio ôla ilustre dama de la Ciudad He-roica.

No podían comprender queuna simple concubina pudiera al-ternar con las rancias familasdel altiplano, y menos de la ca-pital que por la época ostenta-ban sus luminosos pergaminosde gente noble y puritana.

Núñez sufrió en carne vivaeste desprecio y alejamiento delos grupos apergaminados deBogotá, y jamás perdonó a aque-llos que ofendieron a su futu-ra consorte con los flagelos desu desdén.

Los conservadores más listosque trabajaban afanosament.epor at.raerse la confianza y lassimpatias de Núñez, rodearonde toda clase de atenciones ygalanterías a la dama cartage-nera, concurriendo embellecidassus esposas con los mejores ata-víos de la época.

Zalameros hasta el extremo,los hermanos Carlos y JorgeHolguín, que capitaneaban lagrey goda, lograron en esta for-ma sus propósitos, y Núñez, a-lentado por doña Sola, empren-dió en brazo de su orgullo las-timado y de su inquebrantablesoberbia la marcha hacia el con-servatismo.

Aún cuando doña SoledadRomán en sus "Recuerdos" es-critos por Daniel Lemaitre, enprosa estimulante y subyugan-te, niega su influencia decisiva

en las actitudes y deternuna-cíones de su anciano esposo, las

circunstancias y las evidenciascontradicen en muchas de suspartes sus afirmaciones. Pues elviraje de Núñez provocó cam-bios radicales en las plataformasliberales y en los principios que

él, desde su juventud, había a-brazados y proclamados comosuyos.

Doña Sola fue sin duda com-pañera fiel y orientadora. Cla-ro está que muy sutilmente ycon clara inteligencia llevabade la mano a Núñez hacia lasfias del conservatismo, provo-cando en el panorama de la po-lítica colombiana el cambio re-gresivo que la Regeneración im-puso a sangre y fuego, destru-yendo en la Guerra del 85 elordenamiento jurídico y admi-nistrativo que imperaba en Co-lombia.

Indalecio Liévano Aguirre, ensu obra "Rafael Núñez", hacela apasionada defensa del "Ti-gre del Cabrero" en exposiciónde motivos que le dan lumbrey claridad a sus conceptos queparecieron contener mucho deevidencia, sin que por esto Lié-vano Aguirre deje sobresalirsus fuertes inclinaciones por la

espectacular regresión de Nú-ñez y su íntima satisfacción porla apostasía del regenerador.

No compartimos algunos delos conceptos de Indalecio Lié-vano Aguirre, escritor enjun-dioso, erudito, de estio gala-no, porque ellos reflejan la granadmiración, la entrañable ad-miración del notable apologis-ta hacia su biografiado, perso-

naje ilustre sin duda, admira-ble, que si bien produjo la trans-formación centralista en Colom-

ios

bia, ella no implicó en el ordenpolitico un ayance, una tenden-cia puriticadora, sino que oca-:;;onó grandes malestares, ahon,dandci las pasiones, los renco-ies y di\'isiones en el conglo-merado social de la tierra deSantander.

Dejemos de lado lo que conel correr del tiempo resultan he-chos ineYitables, irre\'ersibles ('irremediables. El propósito deeste trabajo es el de resaltar lapersonalidad de doña SoledadRomán de Núñez, como espejode fidelidad y de amor, comomujer de soberana estirpe le-gendaria; guapa, de perfil so-t-iesaliente entre las mujeresilustres de Colombia.

:' o se le pueden negar susgrandes arrestos y su varonilconducta al lado de su marido;y no se le pueden regatear tam-poco sus méritos que le sobrana la gentil cartagenera ya fa-llecida, Fue dechado de virtu-des y de n::bleza.

Hav un rasgo en su yida qucdescubre toda la gallardia de sutemperameuo. El Senado co-lombiano aprobó la Ley ¡:~r lacual se destina una partida vi-talicia de $100,000, en recom-pcnsa a la vi) ..,1 por los servi-cios prestados a la Repúblicapor el doctor Rafael Núñez, Enel recinto del Senado se escu-chó la voz vibrante y encendidadel doctor Luis A. Robles opo-niéndose enérgicamente a la gra-tificación. Algunos estimaronfalta de tacto la actitud del doc-

t or Robles, y al llegar la noti-eia hasta Cartagena donde do-ña Soledad se encontraba resi-d~('ndo. esta digna mujer se di-

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rigió al Senado en carta histi;-rica fechada el 14 de octubi'e de

1894, cuyo párrafo final trans-cribimos para mejor ilustraciónde la conducta de doña Sola.

"Honorables Senadores yRepresentantes:

"Que la difamación no digaque yo quedo anegada en rique-zas; abierto está el testamentode mi difunto esposo, y a lavista de todos la modesta fortu-na que he heredado. Hago es-ta manifestación penosa paraevitar las nuevas calumnias delos implacables enemigos que noretroceden ante el Tespeto quedebe imponer siempre la tum-ba, Para los de vosotros, queen este doloroso trance de mivida, habéis sólo procedido poramor al ilustre difunto, misnuevos y sinceros agradecimien-tos.

Honorables Senadores yRepresen tan tes:

Soledad Román, Viuda deRafael Núñez".

Doña Soledad, queda dicho,renunció a la patriótica recom.pensa, y allá, en las laderas delCerro de la Popa, en sitio soli-tario y lleno de plantíos, cubier-

tos de jardines de flores odo-rantes, se entregaba ella, lailustre dama cartagenera, aconservar el recuerdo de su es-poso, tejiendo recuerdos de lavida agitada y caldeada del re.nombrado "Tigre del Cabrero",que un día pretendió cambiar laHistoria de Colombia dándole laespalda a sus viejos principíos ya sus compañeros de aquellasluchas románticas de la PatriaBoba.

Los radicales, como don San-tiago Pérez, Aquileo Parra, Var-gas Santos, Ricardo Gaitán O-beso, Francisco Javier Zaldúa,Felipe Pérez y Pablo Aroseme-na, todos los que formaban elOlimpo Liberal, miraban con re-celo y aprensión las actitudestemperamentales de Núñez. Eldoctor Manuel Murilo Toro,desde 1876, ya abrigaba temo-res en un cambio en los proce-dimientos y principios de Nú-ñez,

El doctor Pablo Arosemenaen uno de sus escritos dejó en-trever que doña Soledad Ro-mán casó con el doctor RafaelNúñez, no tanto por amor sinopor cálculo, Es decir, que alen-tada y aconsejada por los con-servadores se entregó a los es-carseos amorosos del Regene-rador, Por esa razón, doña So-ledad era mal vista por los ra-dicales.

La guerra del 85 llegó al Ist-mo con sus trágicas consecuen-cias. Núñez, que había alcan-zado a ocupar las más altas po-siciones en Colombia, iniciandosu carrera como juez cantonalen Alanje, Provincia de Chiri-quí, ayudado por la influenciade don José Obaldia, se mostróingrato con los panameños, y aldestruír la Federación terminó.incontinenti, con el Estado So-berano de Panamá, imponiendoel centralismo a través de laConstitución de 1886 que paraesta sección constituyó un gol-pe de muerte a su economía yla ruina total de sus aspiracio-

nes.

La historia ha juzgado a Nû-ñez, si bien como personaje emí-

nente, como estadista preclaro,poeta y filósofo. N o por estoesa misma historia lo presentacomo gobernante aferrado a suscaprichos, soberbio, impulsivo,que durante su última adminis-tración dominó apoyado en elpoder inquisitivo de las bayo-netas y del soborno, traspasan-

do los linderos de la democra-cia para convertirse en el tráns-fuga de sus ideas y de su par-tido,

Doña Soledad Román de Nú-ñe no fue ajena al drama de lapolitica colombiana de a finesdel siglo pasado, Fue actoraprincipalisima y elemento de de-cisiva influencia en el cambio desu esposo en materia ideológica.Aún cuando Liévano Aguirreconsidera la Constitución del 86como un poder vigorizante quefortaleció al Estado, AntonioPérez Aguirre en su obra "Lo"Radicales y la Regeneración" es-tima que la Carta del 63, o seala de Río Negro, "simbolizaba elpensamiento liberal del siglopasado, con sus impulsos revo-lucionarios de libertades abso-lutas y de justicia humanita-ria", y que, en cambio la del 86"era emblema de la idea con-servadora, apegada a la tradi-ción y con marcadas tendenciashacia los gobiernos teocráticosy autoritarios".

Por lo demás el régimen re-generador no se distinguió porla pureza de sus acciones, por-que según respetables exposito-res Núñez prohijó los atracosal tesoro público enriqueciendoa los elementos influyentes quelo rodeaban y aupaban en susextravagancias de trocarse en elRedentor de Colombia.

107

JUAN A. SUSTO

11 - niego de ALl\AGRO,el Mozo. El Cronista Zárate ensu "Conquista del Perú" dice deAlmagro el Mozo lo siguiente:"Mancebo virtuoso, y de grandeánimo, y bien enseñado: y espe"cialmente se había ejercitado encabalgar a caballo, lo cual haciacon mucha gracia y destreza; ytambién en escribir y leer, locual liberalmente, y mejor delo que requería su profesión",

Nació en la ciudad de Pana-má el año de 1520, Hijo del A-delantado Diego de Almagro,descubridor del Perú, y de la in-dia Ana Martínez. Su padre letenía un cariño entrañable y lollevó consigo desde niño en suvida activa. Eran ambos igualesen el carácter franco y genero-

so, como en la violencia de suspasiones.

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Almagro muere el 8 de Juliode 1538 estrangulado y luegodecapitado en el Cuzco y en sutestamento le deja a su hijo eltítulo de Adelantado y la jefa-tura de sus territorios, bajo latutela de Juan de Rada. Desa-parecido su padre del escenariode la vida, Almagro el Mozofue perseguido de manera cruelpor Francisco Pizarro y paratcrminar con este enemigo deci-de matarlo, acontecimiento quetuvo lugar el domingo 26 de Ju-lio de 1541, dia en que los sol-dados de Almagro el Mozo conJuan de Rada a la cabeza ma-tan al descubridor del Perú. Enuna carta que tenemos a la vis-ta escrita desde Lima al Rey el14 de Agosto de 1541 por Al-magro hace éste con lujo de de-talles, exposición de los motivos

que lo indujeron a terminar conla vida del Marqués.

Lima declara a Almagro porsu Capitán General, pero duróesto poco, debido a que los ex-cesos de sus soldados le resta-ron simpatias y que los limeñospartidarios de Pizarro mirabanmal a los de Chile o sean los delbando de Almagro el Viejo.En los dos años de gobierno

tuvo la desdicha de perder a susmejores auxilares: Juan de Ra-da, Cristóbal de Sotelo que mue-re a manos de GarCÍa de Alva-rado y luego García de Alva-rado a manos del propio Alma-gro.

Vaca de Castro, el enviado delRey para poner término a lasdisputas entre los Pizarras y Al-magros, puso fin al gobierno deAlmagro el joven.

El Cuzco sirvió de asiento alMozo y all se preparó para lalucha contra los enviados delSoberano. Construyó cañones,corazas, yelmos y pólvora he-cha por el griego Pedro de Can-dia. DelInca Manco, enemigode Pizarro, recíbe numerosas ar-mas, Con 550 infantes y 200 ji-netes sale al encuentro de Vacade Castro, que traia fuerzas su..periores, y en la batalla de Chu-pas -16 de Septiembre de 1542-quedó Almagro el Mozo vencí-do,

Sus mismos soldaJos lo hicíe-ron prisionero y en el Cuzco loencerraron en el mismo calabo-zo donde estuvo su padre. Con-denado a muerte es decapitadoen la plaza pública y por elmismo verdugo de su progeni-tor. Sólo pidió ser enterradojunto a su amante padre.

"Pocos nombres ha habido enla historia -nos dice GuilermoH. Prescott- más desgraciadosque el de Almagro. Sin embar-go la muerte del hijo excita másprofunda simpatía que la del pa-dre, y esto no sólo por su ju-ventud, sino por las circunstan-cias de su situación. Su carre-ra, aunque corta, daba indiciosde un gran talento, que Sólo ne-cesitaba un buen teatro dondedesarrollarse" .

En el Archivo General de In-dias de Sevila existe en el Es-tante 109, Cajón 1, Legajo 6,Tomo III, del folio 334 al 336vuelto, la Real Cédula de Legi-timación de Diego de Almagroel Mozo, dada en la ciudad deToledo el 4 de Julio de 152~).

12 - Doctores Alvaro Joseiih~T Fernando de ANTEQUEUAHENRIQUEZ. Naturales ambosde la ciudad de Panamá, Hijosdel legítimo matrimonio de donJoseph de Antequera Henrí-quez, Caballero de la Orden deSantiago, Oidor por más de 28años de la Audiencia de Pana-má, Fiscal de ella y más tardeOidor de la Audiencia de Bue-nos Aires, y de doña Juana Ma-ria de Castro, ambos de distin-guida nobleza y oriundos de Es-paña.

AL V ARO JOSEPH hizo susestudios en el Colegio Real deSan Juan de la ciudad de la Pla-ta, en donde recibió los grados

de Maestros en Artes y Doctoren Teología. En el año de 1703sirvió con singular consagracióna la Iglesia de Cochabamba.

Habiendo vacada el Beneficiode la Parroquia de San Benito

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de la Vila Imperial de Potosi,se le confirió éste en el año dl-1707.

El mejor beneficio que le pu-do hacer a esa Vida Imperialfue construir una iglesia, puesla anterior la encontró derrui-da gastando más de doce mil pe-sos de su propio caudaL.

El Doctor FERNANDO, suhermano menor, hizo sus estu-dios de Teología y Facultad deSagrados Cánones en la Real U-niversidad de San Ignacio de laciudad de la Plata, con la mayoraplícación y desvelo. Habiéndo-sele conferido el grado de Ba-chiler en dicha facultad, pasóa la ciudad de Cuzco y en laReal Universidad de San Anto-nio Abad continuó sus estudios,recibiendo los grados de Licen-ciado y Doctor en f' año de1723.

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Sirvíó por algunos años el Go~

bierno de la ciudad ': Provinciade Cucuito y el Corregimientodel Marquesado de Urabamba yaños más tarde la ciudad deCuzco le confirió el nombra-miento de Alcalde Ordinario deprimer voto y después lo tuvopor Procurador General.

El Obispo de Cuzco, Fray Ga-briel de Arregui, le invistió con

las órdenes de Subdiácono, Diá-cono y Presbitero a titulo fami-liar en 1723 y 1724, Desempe-ñó los cargos de Cura Coadju-tor del Pueblo de Chupa y lue-go ejerció el curato y doctrina

de los pueblos de Langui y La-yo en el Obispado de Cuzco,

Estante 71, Cajón 5, legajo27. Archivo de Indias. Estante77, Cajón 4, Legajo 14. Archi-vo General de Indias.

ERNESTO J. CASTILLERO R.

En los comienzos del siglodiecinueve, como consecuenciade los acontecimientos trascen-dentales que estaban sucedién-dose en la madre patria Espa-ña, en que el soberano fue de-puesto por Napoleón y reem-plazado el rey Borbón por el in-truso Bonaparte, las coloniasespañolas de América creyeronllegado el turno -como lo hi-deron la francesa de Haiti y lainglesa del norte-, de sacudirel tutelaje real y formar suspropias nacionalidades bajo unrégimen democrático a base dela república.

El Istmo de Panamá fue ex-traño en un principio, como sesabe, a ese movimiento, y el go-bierno español, representado enuna Junta de regencia por au-

sencia de sus monarcas legiti-mos, elevó la categoría del te-rritorio al establecer en Pana-má el Virreinato de Santa Fe,cuyo mando encomendó al Bri-dier Don Benito Pérez.

Este funcionario, inspirándo-se en la política de la Junta deEspaña aceptó, y propúsose aca-tar la Constitución adoptadapor las Cortes Generales parael reino, y en virtud de órdenesrecibidas de sus mandantes,transmitió instrucciones a la ciu-dad de Natá, cabecera de la Al-caldía Mayor del mismo nom-bre y entonces la segunda ciu-dad en importancia de las pro-vincias istmeñas, para que pro-clamaran y juraran sus autori-dades la Constitución Políticade la Monarquía y los sobera-

111

nos Decretos que la sanciona-ban.

En obedecimiento a tales ins-trucciones de la superioridad, el20 de septiembre de 1812 el Co-mandante General de Natá, se-ñor Don Víctor de Sarcedo,transmitió las órdenes superio-res al Cabildo de la ciudad, cons-tituido ese año por los Alcaldes

Ordinarios Don Vicente Cano yDon Manuel Victo y los Regi-dores Capitulares Don Josef.\Iathías Yangües, Don ManuelJ osef Almilá tegui y Don JuanAntonio Pinzón. Reunido estEcuerpo en sesión ad hoc, acordófijar las fechas de la publica-

ción y jura de la Constituciónen los días 24 y 25 de octubresiguiente, de lo cual dejó cons-

tancia en el acuerdo que en se-guida se leerá:

"Sala Capitular de Natá y oc-tubre catorce de mil ochocien-tas doce. Por recibido con el ofi-cio con que el Exmo, Señor Vi-rrey del Reyno acompaña laconstitución Política de la Mo-narquia Española sancionadapor las Cortes generales y ex-traordinarias, guárdense, cúm-planse y execútense los Sobera-nos Decretos, Y para que lleguea noticia de todos los pueblo~:de esta Jurisdicción tan impor-tante Objeto, Señálase para suPublicación el día Sábado vein-te y quatro del presente mesque se hará en esta Plaza PraL.

de esta Ciudad y el siguientedia como festivo más inmedia-to se señala para la concurren-f'a a la Yglesia Matris de esta

dicha Ciudad en donde se cele-brará el Juramento conformea la fórmula prescrita por S. A.el Consejo de Regencia, lo quese comunicará por oficio al Se-f.or Vicario Juez Eclesiásticopara su cumplimiento en la par-te que le toca, y al PÚblico porvando en la forma acostumbra-da para su Observancia, y quepara hacer más plausible estetan recomendado acto se pon-gan luminarias en todas las Ca-sas de esta Ciudad y sus arra-bales, desde el Viernes veinte ytres en la noche hasta el Do-mingo veinte y cinco en que secelebra el Juramento. ManuelVieto. Josef Mathías Yangues.Manuel Josef Almilátegui. JuanAntonio Pinzón. Francisco Gó-mez Miró, Escribano de S. M.Público y de Cabildo". (i)

Y, en efecto, según las viejascrónicas que se conservan en losarchivos coloniales, en dicho día

24, que era sábado, la ciudad deNatá vistió de galas y e'1 suplaza principal se erigir, un al-to tablado que fue ocupado porel Cabildo y su "lucido acompa.ñamiento", solemnemente sen-tados en silas que de intento seinstalaron encima para es,~u-chal' la lectura por el Escriba-

no de S. M. y que b era tam-bién del Cabildo Don Francís'co Gómez Miró, de la Constitu-ción Política que por aquel ex-traordinario acto se daba a co-nocer al público natariego quellenaba la plaza, ávido de ente-rarse de la nueva forma del go-bierno monárquico, ,:.onstitudo-nal, decretada para la Penínsu-

i 11 SI' ha prociirado conservar la misma ortografía del documento Que setr¡iiiscribe, copiado dül orlglna.i qiie eXÎ'te en el Archivo d8 Indias.

ii2

la y las colonias por las Cortes

Generales de Cádiz.

Hace constar el Escribano enuna certificación, que cuandohubo terminado, los señores Al-caldes a una voz gritaron: j Vivala Constitución Política de laMonarquía Española! ¡Viva elCongreso Nacional! ¡Viva el Se-ñor Don Fernando VII, Rey delas Españas!; acompañando ta-les manifestaciones de regocijocon riego de dinero, lo que au-mentó el alborozo del numerosopueblo presente, contestando és-te y repitiendo clamorosa mentelos vivas a la vez que recogíadel suelo el donativo argentinode las autoridades.

Pasado el acto popular de laproclamación el día 24, despuéfde iluminar en la noche prece',dente del viernes y en la del pro-pio sábado las casas y calles enacatamiento de la orden oficial,las gentes se aprestaron paraasistir el dia 25, domingo, a lajura de la Constitución, que de-bía tener lugar en la iglesia. Ypara que fuese más solemneaquel segundo punto de la cívi-ca ceremonia, prestado el jura-mento de lealtad al nuevo Es-tatuto por requerimiento del Es-

cribano mediante la fórmulausual, fue ofrecida con la ma-yor pompa posible una misa deacción de gracias. Como exterio-rización extraordinaria del rego-

cijo de los habitantes de Natáese dia, se echaron a vuelo lascampanas, la guarnición hizosalvas de mosquetería y quemá-ronse por la noche fuegos deartificio.

Afirma Don Mariano Arose-mena que el Virrey de Panamá

Don Benito Pérez, polííco deespiritu amplio cuya autoridadtenia origen en el gobierno mo-nárquico y representativo de laJunta de Cádiz, "tomó a su car-go procurar que los istmeños noalimentaran la idea de emanci-parse de la metrópoli, que consus principios liberales -deciaél-, se hallaba en capacidad LIthacer felices a las que fueroncolonias suyas en América, yeran ya sus Provincias igua l('sen derechos a las peninsulares"

Pero situación tan halagüe-ña, al menos en apariencia, de-sapareció pronto al renunciar yfallecer el siguiente año (1813)el Virrey Pérez. Sus sucesoresencauzaron . los intereses politi-cos de Panamá sin acatar laConstitución jurada, la mismaque poco después repudió el pro-pio monarca Fernando VII, es-tableciendo un gobierno absolu-to, del cual fueron sus princi-pales agentes en el Istmo el Vi-rrey Don Juan de Sámano y elBrigadier General Don Juan dela Cruz Murgeón.

Ante el brusco e insoportabltviraje de las autoridades colo-niales, los istmeños propusiéron-se llevar a la realidad suspla-nes de emancipación. Entr.e IQsmentores de ese ideal, surgiÓ enprimera línea Don FranciscoGómez Miró, el mismo que vi-mos actuando de Escribano Pú-blico de Su Majestad y del Ca-bildo de Natá.

El Cabildo y los ciudadanosde la Vila de Los Santos seadelantaron a los demás patrio-tas istmeños en su actuación de-cidida. EllO de noviembre de1821 proclamaron la indepen-

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dencia de La Vila de la coronaespañola.

Al tenerse conocimiento enNatá de tan importante noticia,Gómez Miró en rápido acuerdocon sus amigos del Cabildo, se-ñores Gregorio José, Miguel yJosé Maria Tejada, Pedro JoséYangües, Francisco Pêrez, Joséde la Cruz Díaz, Juan BautistaHerrera y Enrique Castroverde,procedió en consonancia con losde La Vila, y el 15 del mismomes de noviembre proclamótambién en Natá la emancipa~ción de la Alcaldía Mayor. Masno se conformó con ello, sinoque encendido en fuego devora~dor del más acendrado patrio~tismo, se trasladó inmeâiata-mente a Los Santos para soste-ner en el ánimo de aquellos a-rrojados ciudadanos la heroica

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resolución de mantener en elIstmo el imperio le la democra~cia y no dejar perecer la repú-blica. All su verbo ungido delmás elevado sentimiento deamor al terruño, fue escuchadoy acatado.

Sus coterráneos le nombra-ron Comandante del BatallónCívico de Natá, y en tal carác~ter cooperó con el Comandantey libertador de Los Santos, Co-ronel Segundo de Vilarreal, apropagar el incendio revolucio-nario por los otros pueblos dePanamá, hasta conseguir quelos patriotas de la capital decla~

rasen formalmente el 28 delmismo noviembre, la indepen-dencia definitiva del territoriopanameño de la dominación deEspaña y su adhesión a Colom-bia.

LOLA C. DE TAPIA

"Y todos los hombres colocaban las manos e!i el hueco,esperando algo; pero solamente encontraron tierra y pie-dra".

Al principio, éramos un pe-queño grupo sigiloso, encabeza-do por Catalino Arrocha Graelly Leonidas Escobar, para pre-pararle a Ricardo J. Bermúdezel "bautizo" de su libro de poe-

mas, ganador en 1962, del Pri-mer Premio Ricardo Miró, enel concurso de Poesía; pero,pronto, ese Presidente magnífi-

co que es el Dr. Baltasar IsazaCalderón, percibió en el aire, laconjura y se aprestó a revestirel acto no de esa grave solem-bitos de la "Academia Paname-nidad que se respira en los ám-ña de la Lengua", sino ceñirlocon una orla de festiva gracia."La Llave en el Suelo" fue en-tregada por el Profesor JaimeIngram, en breves palabras. Noera lo que esperábamos los delbautizo, en su presentación: pe-queño, llarecía una edición de"bolsilo". Lo salvaban el CDn-

tenido y esa llave colocada a lolargo, creación de GuilermoTrujilo. Posiblemente, si eltiempo se lo hubiera permitido,Bermúdez habría vigilado el tra-bajo y hoy tendría la satisfac-ción de leer sus poemas en laforma que íntimamente anhela-ba; pero Dicky es hombre detareas múltiples y muchas ve-ces, distantes del afán poético.Sin embargo, el embrujo de susversos, comentados por Roge1ioSinán, iniciador de la poesia de

vanguardia en Panamá, con sulibro Onda, sus observaciones,su activo viaje por la literatura,citando con chispeante facildad

a Valle Inc1án y otros escrito-res del pasado, captó la profun-da atención de los invitados.Cuando el autor se levantó pa-ra leer, en ese tono cautivanteque lo caracteriza, una electri-zante ráfaga sacudió a los pre-

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sentes. "La Llave en el Suelo"era la expresión del hombre de-solado por la profunda desadap-tación y rebeldía del mundo mo-derno que busca la eternidad, yse encuentra que la llave mági-ca abre el paisaje del sueño, conlucientes imágenes que se en-trechocan, a veces absurdas pe-ro en todo momento palpitantesde inspiración y de transparen-te belleza. Es natural que asísea, porque el autor perteneceal grupo de los innovadores, de

los que encuentran en el surrea-lismo, la gimnasia de lo incons-

ciente. Esta revolución del ar-te, tiene raíces antiguas que ha-ce 50 años encontraron otros

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hombres, porque las formaspueden cambiar, pero el espíri-tu, la inspiración, son inmorta-les.

La angustia de la búsquedaen f'La Llave en el Suelo", merecuerda a aquellos que un diacavaban un hueco y buscabanuna huella, una llama; pero en-contraron sólo piedra y tierra,con la diferencia de que la res-puesta que anheloso busca el au-tor, no son piedras ásperas, si-no flexibles imágenes, con coco-drilos de ojos fosforescentes o

hipocambos, formados con ma-terias intangibles, de mariposasque nunca queman sus alas enel fulgor eterno del ideaL.

A su salida del calabozo, sito enCádiz, el clérigo mexicano Re va fa~milarizando con la geografía de la

Península. La España de J ovellanos,heteróclito purgatorio de mediocri-dades, revela sus supercherias, ana..cronismos y cicatrices a ia pupilafamélica de Fray Servando, De suer-te que Valladolid, Madrid y Pam,plona, surgen como círculos concén-trlcOR de adusta insalubridad y clep-tomanía.

En Paris, por el contrario, FrayServando traba amistad con SimónRodríguez y Madame de Stacl; cri..tica - cándidamente - las posesromanticoides, adoptadas por el viz-conde Francois-René de Chateau..briand; postula la plausibilidad deun Ristcma de expreRión americano;finge dialogar (luengaR horas) conMadame Recamier, Benjamín Gons-tant, Alejandro de Humboldt y conun "joven altanero", Simón Bolí-var,

En abreviatura, Francia post-en-ciclopedista le ofrece, hacia 1801,

asilo, y pule las múltipleR obrepcio..nes a las que RU razón se hallabasometida con anterioridad. He aquíejemplificada la noción germánicade bildungsroman: novela de didas-cálicas experiencias, relatos de ca-

tarsis y de progresión que apreRany ejercitan la voluntad de su prota-gonista.

Tortuga de carceleros gachupineR,que, con los venablos de más de ll-chenta encadenamientos tratan deamodorrarlo, Fray Servando, algozahorí, conserva inflexibles sus Ím-petus de libertad. Así, su obra - enprosa y en acción - desinfla la he.-gemonia colonial y - sustancial-mente - sirve de apoyatura a lasmil y una insurrecciones armadasque vieran la luz en tierra azteca '!nlos albores del decimonono.

Boileau quiso moldear el sigloXVIII a la imagen y semejanza desu Art Poétique, de modo que ésteno cubriera sino cien otoños de ra-zón, de raiiion. Fray Servando fue

insensible al clasicismo de Boileau.

A RUS OjOR, la ima~inación, virtudtropical, obnu bilaba la razón, sep.,tentrional carisma. Por ellO, Re leobserva, desde sus mocedades, talun viandante, siemprl" tramando,maquinando contni el establishmi'iltborbónÎCo, contra la tiranía chul'ri-guereRca dI' los últimos vi!Teyes,

Desde Inglaterra y los EstadosUnidos, nuestro trotamundos, auto,ungido a la sazón Obispo de Balti-more, se arma "hasta los dientes"con el fin de invadir aquel Méxicoque presenciara el fusilamiento delCura Hidalgo, Lamentablemente, suproyecto se consolida en nuevas tor-t uran "de varia !rcción",

Iturbide expulRado, Fray Servandoingresa a México triunfalmente, Suspostreros anos no vacilan en mos-trarRe adversos. Fray Servando escentralista; Guadalupe Victoria a-,porta su respaldo a los federalistas.Muere Fray Servando con olor asoledad, que no con olor a RantidadSu momia atraviesa el Atlántico.Para convertirse, a fines dei siglopasado, en hazmerreir al interior deun circo belga, Evidentemente, sushuesos aún no han encontrado latranquilidad deseable, el sORiego ape-

tecible.

Inaugura Reynaldo Arenas, en elcampo de indagación de nuestra ac-tual novelistica latinoamericana, una

descomunal y pantagruélica manerade ver las CORaR, Sin intención apo"logética, es dable advertir mayoressuspensos y desenlaces en la prORade El mundo alucinante que en lo~dos tomos de Conversación en La Ca-tedral, novela-monstruo de MarIoVargas Llosa, total acaso en virtudde sus hondas dimensioneR sociales~pero desprovista del thril, de los os-,tensibles tours de force, que despe-

rezan y estimulan al mãs desvaídode los lectores.

Gro880 modo, la vida de Fray Ser-vando reobra los fugaceR contenta-mientos de Vivaldi, se envuelve enpentallramas, en destilaciones ver-

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Es frecuente encontrar entre los estudiosos de las letrashispanbamericanas la idea de que nuestra historia literaria em-pieza con la independencia de España. Ese modo de ver consi~dera el período antecedente, no importa su complejidad y ex-tensión, como ajeno a una expresión auténticamente americana,señaladas, claro está, las excepciones que confirman la regla: elInca Garcilaso, del Perú; Juan Ruiz de Alarcón, de México. Enambos escritores la crítica advierte peculiaridades cuya explica-ción última está en su condíción de americanos. El resto de laexpresión válida nacida en América pertenece simplemente a laliteratura española,

Por otra parte, hay quienes opinan que la literatura quesurge en América desde los días del descubrimiento y conquistaimporta no solo por razones de historia cultural, en cuanto con-viene seguir la evolución de las formas y procesos de esa litera-tura, sino porque, de modo inevitable, esa expresión se impregnade las emanaciones que suben del suelo americano. Hecho partí.cularmente cierto en la obra de los primitivos cronistas, y, engeneral, en los textos de todos los españoles que viven la expe-riencia original de América. Más tarde amenguará el impactoproducido por lo nuevo y desconocido, y la expresión literariaperderá buena parte de las virtudes que nacen de todo descubri-miento,

Aunque el fenómeno no ha sido objeto de estudio, desde elpunto de vista de la cultura literaria en Panamá se dan, a latensión debida, los mismos hechos que se observan en otras partesdel Nuevo Mundo. Y en algunos casos por primera vez. "Laprimera copla de la conquista" nace de un acaecer panameño. Yen sus manifestaciones cultas o populares la poesía surgirá Cjmoun contrapunto del hecho cotidiano, para ofrecernos testimonios,hoy inapreciables, acerca de usos y costumbres de la vida pana-meña de entonces, cuando no son simples brotes de ingenio o mal-intencionado humor. Tal ocurre con las dos coplas que inicianla aventura de la poesía en Panamá.

La primera de ellas -nos informa D. Salvador Calderón Ra-mírez- fue la justa acotación al compromiso adquirido por JuanSánchez, el piloto a quien se encomendó la custodia del Quibián,jefe indígena de la costa atlántica de Veraguas(l). Sánchez dijoentonces que se arrancaría el pelo y la barba si el prisionero seescapaba, y la historia nos cuenta que escapó. La segunda cons.tituye una intencioinada caracterización, a juicio del autor, de lascualidades que distinguían a lOS' jefes de la empresa conquista-dora del Perú.

(1) Ver Caeåquea y Ccquiat-lrea.. Panamá, 1926.

lB

Cuando esto oCUrre vive en Darién Gonzalo Fernández deOviedo y Valdés, el famoso historiador del Nuevo Mundo, aficio-nado a las letras desde su mocedad, traductor de Boccacio, a quiense atribuyen una novela de caballerías y los versos que aparecenal final de La Conquista del Perú, de Francisco de Jerez, fiel re~trato del tipo de hombre que realizó la conquista y colonizaciónde América. Es razonable pensar que Oviedo y sus amigos distra-jeran sus ocios en menesteres literarios.

A partir de ese momento la actividad literaria prosigue, noimporta nuestro desconocimiento de la parte que nos correspon-de. ,Mucho de lo que acontece en el Perú durante los años in-mediatos al arribo de Pizarro sigue siendo historia panameña, porlo menos hasta el momento en que termina la impaciente moce-dad de Almagro el Mozo, "el primer panameño célebre".(2)

Por Gutiérrez de Santa Clara sabemos que las aventuras deHernando de Bachicao tuvieron su glosa poética en un poema deJuan Baptista de Escobar, "natural de las Riparias de Génova", de:¡uien "las gentes dixeron que fue su chismero mayor." Tras-puesto el medio siglo D. Alonso de Ercila vuelve de su experien~da de las guerras de Arauco, en plena gestación de su famosopoema, y pasa una breve temporada en Panamá. y antes de quetermine la centuria Mateo Rosas de Oquendo inicia aquí su ex-periencia de América. Fueron cuatro meses nada gratos de losque deja memoria en el romance que parcialmente ofrecemos,

Cuando amanece el nuevo siglo el panorama es otro.La obra educativa de los religiosos ha logrado positivos avances,y nos quedan algunas noticias de esos progresos. "Por el año demil seiscientos y diez y seis se hizo una fiesta muy extraordina~ria con ocasión que aquí diré: Cierta persona leyendo unas co-plas que había compuesto un devoto de la Virgen con elogios desU Concepción sin pecado original, hizo pedazos el papel en queestaba escrita la poesía. Esta acción rasgó los corazones de losque piadosamente defendían la opinión piadosa en honor de laPurísima Virgen, y despertándose y avivando más la devoción delos congregantes trataron de desquitarse de la rotura o rompi-miento de los elogios de la Purísima Concepción haciendo a estemisterio muy anticipadas fiestas a su día. En el de San Matíassalió de nuestra casa una solemne procesión hasta el conventode Nuestra Señora de las Mercedes que era el que estaba fun~

(2) En torno a las primeras manifestaciones poéticas en el Perú consúltese"La primera copla de la conquista", de Raúl Porras Barrenechea, en

"Mercurio Peruano", No, 169. Abril de 1941, Lima,

Sánchez, Luis Alberto: Los Poetas de la Colonia,- Lima, 1921;Lohman Vilena, Guillenno: Romances, Coplas y Cantares de la Con-quista del Perú, en '4Mar del Sur", No. 9, Enero-Febrero, 1960, Lima;

Perú, y la Antología General de la Poesía Peruana (1957) de Aledandro

Romualdo y Sebastián Salazar Bondy. También la Antolo¡fa de Poeta.Hispanoamericanos de D. Msrcelino Menéndez y Pelayo.

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dado casi al fin de la ciudad. La procesión se formó de la RealAudiencia y cabildo secular que iba Con sus maceros en formade ciudad. Iba en ella el cabildo eclesiástico llevando músicosque iban cantando piadosas letras qUe en defensa de la Concep-ción sin pecado original compusieron varios ingenios," Y al re.ferirse enseguida a las festividades organizadas el propio día dela Virgen, agrega: "La iglesia de la Compañia, que de suyo eramuy alegre por su excelente fábrica, se aderezó con doseles ycuadros; el altar de la Concepción se hermoseó primorosamentecon los mejores aliños de la ciudad, y el tabernáculo del SantísimoSacramento se aliñó tan vistosamente que pudiera parecer bien..ún a los ojos más amigos del buen aliño. Los congregantes pu-sieron en público un cartel ofreciendo con devota liberalidad tanricos como preciosos premios a los que más se aventajasen en lacomposición de las poesías que en elogios de la Concepción pe-dían afectuosos en desquite de la poesía que rasgó el indevoto.""La tarde inmediata a la fiesta se cantaron unas vísperas muypara oídas y se remataron con Una oración en verso español muyelegante en que se declamaron los elogios de la Concepción In-maculada de la Madre de Jesús." "En toda la octava se hicieronlas fiestas de día y de noche, De día con misas, con sermón ytambién 'con oraciones en verso tan elegantes como agudas." Yconcluye: "No dejaré de decir que en dos días de la octava serepresentó en nuestra casa un coloquio de San Marco y Marcelinotan devoto como bien compuesto." El Padre Mercado recuerdaque cuando comenzó la obra educacional de los jesuítas a losniños "'enseñábanles algunas canciones devotas en contraposiciónde algunos cantares no agradables a los oídos de Dios." (3)

Durante los primeros años del siglo XVII iban a producirsehechos de especial interés para nuestra historia literaria. Sonlos días en que vive en Portobelo D. Bernardo de Vargas Machuca,el elegante autor de la Milcia Indiana, que entonces compone susDefensa de las Conquistas Occidentales, para la que se escribieron,por tres frailes de la Orden de los Predicadores, no sabemos siaquí o posteriormente en la Isla Margarita, los consabidos sonetoslaudatorios; son los días de la formación de D, Fernando de Ri.bera, posteriormente Hermano Hernando de la Cruz, S. J.,pintor y poeta, nacido en la ciudad el año de 1591; sonlos años en que concluye en Lima D. Juan de Miramontes y Zuá.zola su poema Aras Antárticas; cuya parte histórica se apoya(3) Mercado S.J., Pedro de: Histori. de i. Provincia del Nuevo Reino y Quito.

Tomo 111, Bogotá, 1967. Págs. 277 y 290 Y siguientes. La historia delos jesuitas en Panamá ofrece numerosas noticias acerca de nuestravida intelectuaL. El Padre Jouanen recuerda la academia literaria cele"brada en el Colegio en 1741, '1que hizo época en Panamá, Recitáronsecomposiciones en verso y prosa, tanto en latín como en castellano, que

el maestro de Gramática, p. Lucas Portulani había hecho preparar a

sus discípulos". Ver Historia de la Compañia de Jeøúø en la antiguaProvincia de Quito, 1571)1773", Tomo 11, Quito, 1943, Pág. 182.

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íntegramente en experiencias panameñas, obra que podemos consi-derar, con todo derecho, nuestro poema épico de la Colonia. Mila~montes nos brinda auténticos paisajes panameños, y da a los ne-gros cimarrones una beligerancia en realidad sorprendente dadolos prejuicios y valoraciones de la época.

Entre los funcionarios civiles y eclesiásticos que viven aquío nos visitan no faltaron hombres de letras, y algunos de los acon-tecimientos de estonces iban a suscitar repercusiones literarias.En la literatura española e hispanoamericana encontramos fre-cuentes referencias a Panamá. Muchas octavas de D. Juan deCastellanos nos conciernen. En la obra de Lope de Vega aparecemás de una vez Panamá. Lo mismo que en la poesía de Góngora,y en los días auroral es de la historia nuestra, Pedro Mártir deAngleria cantó en pulidos versos latinos la riqueza de la Islade las Perlas, Al frente del Gobierno estuvo, en la aurora del sigloXVIII, Don Juan Eustaquio Vicentelo y Toledo, poeta que luegoveremos lucir en Lima,

Recién mudada la ciudad a su nuevo asiento Lucas Fernándezde Piedrahiata vino a oCupar la Sila Episcopal de Panamá, y sa-bemos de las aficiones literarias del ilustre historiador de laNueva Granada. De fines del siglo XVII es el poema "Alteracio-nes del Darién", obra del Dr. Juan Francisco de Páramo y Cepeda,comisario del Santo Oficio de la Inquisición de Cartagena en Pa-namá. El poema consta de dieciocho cantos, en octavas reales. Esun brote tardío de la épica ColoniaL. Por esos años el espíritu crí-tico asoma en la obra de poetas anónimos que divulgan irregu-laridades en la administración, espíritu que sigue manifestándose

a través de la centuria siguiente. En documentos seleccionadospor el doctor Carlos Manuel Gasteazoro en el Archivo de Indiasse incluyen algunos textos poéticos que abren risueñas perspec-tivas para el estudio de nuestras letras coloniales. Aquí se danalgunas muest-ras de los hallazgos anotados, que confirman el pos-tulado expresado al comenzar: nuestro país no estuvo en ningúnmomento marginado del proceso de la cultura intelectual y lasletras de Hispanoamérica, No importa su parquedad, hechosreales lo atestiguan. Ocurre tan sólo que aquí también, acaso másque en otros aspectos del acontecer panameño, una culpable ig-norancia nos priva de realidades que nos pertenecen.

Por último, cierran esta breve muestra de poesía de la colonialos textos extraídos de La política del Muudo; la obra teatral deD. Víctor de la Guardia y Ayala estrenada en Penonomé el añode 1809, Es obvio que quien escribió los versos aquí reproducidostuvo que haberse ensayado antes en muy diversos ejerciciospoéticos, lo que implica una nueva invitación a investigar.

Los textos aquí reunidos se ofrecen sin rigor crítico, con elpropósito único de mostrar una realidad apenas entrevista. Esobljgación de nuestros estudiosos descubrirla para delimitar sucontorno.

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COPLAS DE LA CONQUISTA1

El indio ruin y vilanosin temore ni relo,al .-l0to sevilano

arrMicóle todo el pelo.2

Pqs, señor Gobernador,míre bien por enteroque allå va el reiedory aquí queda el carnicero.

MATIl ROAS D:K OQ1!HDO

Nacid alreor de 151, viajó nmy ,jV81 al Nueo 11... Vivióen (Jl-hoy BeWiea Arge.ana, en Li, en México. Su experielJla ..erl-a ha que le~ en ver80S satirico que 00..tituyen iin pr dolt Me de cierts U80S y costumltft.Su breve pa80 por el hl- se Cl.. en un extenso romance al quepertDec lo verso .. siguD.

Llegu al Nombre de Dios,nombre buno y tierra mala,donde están las calenturashechas jues de aduana;pues, al rrigo de es pira,es menester que Otos hagaa los hombre de pasienciaconfirmad de su gracia.

Al fin llelUé . Panm4sive "Los Diblo la Bla",tanto que, por nO te,era mi cama unas talp.

Pero la nesidad,coo el lnxenio -l,balióm la poia,con que comy do seman

Porque haé un botiariotan rr a un mulata,que volv la nie fucon hazelle dos otabas.

Entonzes agradía las musas de Catalia,por este iusto prente,los dedenes rl-l dama.

No escapé de Pamásin tener chapetonadascuatro me por lo menos,y todos furon si blanca.

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JUAN DE MffAMONTES y ZUAZOLA

Elusivo persnaje del que apenas quedan noticias. En Panamávivi6 ,-:lgn:n tiempo, iniciándose el último cua~ de siglo x;VI, al ser"dlco de las armas del Rey. Hizo varias cainpañas contnP1rat&s ycimarrones, y hacia 1586 se avecind6 en Perú~ En 1604 i.liarece in.corporado a la compañía de Lanzas y Arcabuces del Vtrr~y, cuerpoal que seguía pertneciendo en 1607. Se presume que por entonces epcrlbi6 ARMAS ANTARTICAS. Luego se pierde su rastro.

CANTO QUINTO

DOn Luis Mazambique, Rey de 10SMgr ciinarraesde Ballano, viene a verBo JDn 0X'.. 00..fedéranse y pasan 108 ingleseia vlstá.. del Dìardel Sur por tierra, donde fabrican 1lna galerapara entrar a robir en el mar del Sur.

Quien escribir historias no rehusajuzgado puede ser de temerario,si, con ingenio angélico, no excusael libre proceder del vulgo vario.Pues yo, con tibia voz y ronca musa,que me arme de paciencia es necesario,

si he de condescender con mis secuaces,sin temor de satíricos mordaces.

363

Un ingenio maduro y consumadoprocua la sustancia de la cosa,por buen estio y término rodadode pluma y lengua fåcil y amorosa;otro, con verso grave y levantado,

que sea la materia artificiosa,de casos peregrinos adornaday en su composición organizada.

364

Pues ¿quién habré. que a tantas variedadesde gustos pareceres y opiniones,con vivas y eficaces propiedades

se pueda acomodar en sus razones,si aquéstos apetecen las verdadesy aquéllos las poéticas ficciones,a cuya causa el mundo no perdonaninguno que por célebre pregona?

365

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Temello todo es de ånimo encogido,

y no temer, temeridad parec,quien al fácil juicio inadvertido

del Ubre vulgo en público se ofrec;

pues ora de remiso o de atrevidonadie de vici, a su opinión, care.¡lgala al fin, que yo en JD intent08lgolo que a Jalcmga dice el enmi,o.(l)

366

Con término halagü y comedo,luego que Oxnán oyó la -iga, trataal etiop, dánciole ur v-lflyo"alán, coll, de ..llta,clño1 un fino estoque l\eedo,con sus tiros bOrda de or y'platay púsle ur soero pepUl,dePluma y me ad,

367

diciéndole: "Jalonga, la toraestá de pel-S ya CIday quiere que COmos to un,los tuyos y la gete de mi ar.Veráslo, si no te es cosa ImpOrtu:oa,

paa seguir la empre conzda,llevar ante tu Rey qui de mi partecaitule con él el mod, .1 arte.

368

"¿Ves tanto fin ~. ~lèerte,va tata munic16n yarl,tato birr joven .t0~.ien quid es natual la ~?Pues con ello, -ll, Be .......sólo afavot tu"" .Q)fM,deUda cl la. el vlt1que pa en su trat cautive.

369

"Sa poá a la luz del capo rasy a mi lado dejar la obøea grta,que traigo fuerza y arma para el cas,furza, armas, gente y orn reluta.Abriremos al mar del Sur el paso,proremos a ver cómo eleutael ,aUardo español en mi la espada,

con el tostado indio actaa.

3'0

(1) En el canto iv los inl'leøes, reconociendo la tierr, encuentran a Jalonl'a,nel'ro cimarrn, cazador, quien les cuenta la historia de su ¡'nte,

129

130

"No dudes de llevar los que contigovinieron, pues de amigo fe les diste,a que den relación de lo que digo,adonde tu valiente Rey asiste.y tú podrás decir, como testigo,las fuerzas y aparatos que aquí viste,para poder seguir la guerra en forma,si en amistad conmigo seconforma,v

371

dijo, y dióle un bruñido arnés listadode oro, una fulgente espada fina,un yelmo y un escudo entretallado,de obra singular y peregrina,

que un famoso maestro había forjado,para un príncipe inglés en su oficina.y encárgale lo dé, cuando le explique

lo que vió, a don Luis de Mazambique.

372

Jalonga, de la paz asegurado,promete de llevar, a do se alojasu Rey, los dos, y parten cuando al pradodistingue las colores la luz roja.Llévalos por camino inusitado,donde la amenidad de rama y hoja,en la siesta, la entrada al sol evita,hasta Ronconcholo, do el Rey habita.

373

Llegan, y el vulgo bárbaro, imprudente,vario, liviano, fácil, novelero,

altérase de ver entrar la g'ente

con talle, rostro y hábito extranjero,

sin que baste aquietalle el ver presentecon muestra de amistad a su guerrero;porque el temor cobarde de cautivö

para se reelar le da motivo.

374

Puesto ante su severo Itey, Jalonga,

çon indignados ojoscentellearlpole miró, reprendiéndole se ponga

lnte él, sus mandamientos quebrantando."Da licencia, Señor, a que propongasu embajada esta gente, dijo, y 'cuandovieres que en tu servicio no resulta,castiga en mí el mosfrar tu estancia oculta,"

375

Oyendo estas raznes, reprimidala ira, serenó el soberbio gesto,

a tiempo que su gente, de corrda,a ver lo que pasaba acudió presto,porque el inglés mensaje manifesto.fuese, en púbica .forma, al pueblo todo,a Guilermo esuchó, que haló a es modo:

376

"Mi Reina y de la .fte Ingalaterra,

que ya del resplandor d.sus hazaAatiene lleno el contorno de la tierray admirando el valor de las EQ,nos envía a ti, Re, poi'i. 0Ófl'..sabe que en estas áspiitañael espñol te allil', y 8l ti\1 ayiaquie, siquler que su -i aclidt.

377

"No el interé que la pa.._ .tade una humilde nación, cautiva, o prea,pobre, estéril y miøea, deama,la pudo peuadi a aque empre.Sólo la .fuerz de vird la llama que mostrando volunt: expresde deshacer tu agravio, -lha ligacapitule contigo de fe -l.

378

"Dl tú ahora, Ra,..i tus eraros,tus .fuetes y ma.flcueliutus tratos a la vida n~,tus férles y . JM1\1iillIll,la obligan a eniar por '.fI' IIarsu gente a pader nei..'Nada de aquesto es su vi solala muee a te lib de la eç.

379

"Mi Capitá Oxnán, en 8U real nombr,viene a traba en amilac cOftilO.tan esforzado, diestro y valiltøhombre,que estimarás tenelle po amigo.Mira, pues, si los dos haréis se asombreel más guerrero, el más.. bravo enemigo,viendo que, pues mi Rea se declara,vuestro dereco y libe ampaa.

38

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132

"Ya a mi se me figura, y así puedo 381asegurarlo, así tengo delante

aquel nuevo valor, aquel denuedoque cobra esta gente circunstante,y cómo, despedido el frío miedoque la oprime, síente que es bastante

con tal favor a levantar el vueloa la conquista del indiáno suelo,"

dijo, y en el prudente y cauto pecho 382sella con el silencio el dalle cuenta

de lo que pertenece a su provechoy el de su libertad le representa.

Quedó de sus razones satisfechoel Rey, y dando crédito a que intentapor bien de su nación cuanto publica,con grave rostro, aquesto le replica::

"Con la imaginación eternamente 383andaba discurriendo mi cuidado,sobre buscar el medio conveniente

a la conservación de un libre estado;pero del grave peso ya se sienteel oprimido cuello descargado,

porque en vuestro favor cobro esperanzade mostrar el valor de aquesta lanza.

"Bien que de ello confuso me parezca, 384muy duro de creer, caso admirable,que una tan alta Reina favorezcaa un hombre en väz.delmundo . miserable.Mas ¿qué dudo ? ellp es cierto, quiere crezca ( .)mi nombre igualå.tiempo perdurable.Tenga el fin que tuvii;re; yo loacetoy ser su fiel amigo le prometo.

"No sólo ser su fiel amigo ofrezco. 385pøro, si conquistar quiere esta tierra,verå su heroica gente que merezcodigna reputación, ganada en guerra;yo vengaré el agravio que padezco,yó haré que, de la cumbre de esta sierrahásta los hiperbóreos montes fríos,suene mi nombre y tíemblen de mis bríos."

Calló y sonó un murmullo, como cuandoquieren tomar el sueño las abejas,porque los etiopes platicandose hablaban úno a ótro a las orejas;los mozos juveniles aprobando

el tra to, mas los ya de edes viejastImen que el español con esta injuria,irritado vendrá con mayor furia.

386

Jalonra. que el hablør cofiø site,por estorbar tomase unflave ancan,e.ntre ellos reputado por prudente.(como empezaba) a razonar la mano.ardiendo en ira, dijo: "El más valiente

abraza esta amistad con peho sao;abrácela. que a todos nos conviene,

o mire el enemigo que en mí tiene,

387

"Si.ga el camino que yo sigo y sigala voluntad del Rey sin embarazos,pues ve que aquesta ilustre gente amigaviene en su ayuda a ejøc1tar lost)razos;y si no, el que rehusv tl.pacto y ligatema que aquesta le nar,,,edazos".'y, con soberbia voz y vi.ta airada.el sombrero apre.. emP'ó ..lewpada.

3S

No hubo nadie all que, o por respetodel Rey o por temor de aquel valiente.dejase de decir, con rostro quieto,que a todos es la liga coveniente.y si alguno otra cosa en lo secretodel frío y temeroso pecho siente,viendo que en contra voto no se admite,

a la prueba del tiempo lb remite.

389

El Rey mandó tocar sus tamborinos,marchar, publica el bando en que.se ordenaqu.e tengan por amigos fidelinosa los que a redimir vienèn su pena.

Cubre la gente valles y caminos,baten robustos pies la blanca arena,que, oprimida. estremece, tiembla y zumba,

así cual recio viento en hueca tumba.

390

13

la4

Cuål de pintado tigre piel curtida, 391cuál de león velloso el cuero duro,

cuál anta impenetrable trai vestida,cuál en arma enastado acero puro,cuál presa al tahalí espada ceñida,

hurtada al amo, incauto, mal seguro,

cuål arco corvo, aljaba, flecha o dardo,

cuál pólvora, cañón y plomo pardo;

de aquesta suerte el negro Rey . camina 392por entre una umbrosísima floresta,marchando de tropel a la matina,donde el inglés aguarda larespuestl1.el cual en tiertaya y en disciplina,como ve coronar de armas la cllesta,receloso que llegue, alerta esperaaquella gruesa tropa a la ribera,

Como vió el etiope de la cumbre 393un cuadrado escuadrón de cerca y. lejos,que en proporción y militar costumbre,formado tienen los soldados viejos,de cuyas armas con el sol la lumbrele daban en la vista los reflejos,fervorizado el corazón, se alegra

entre su cimarrona gente negra,

De tanta fortaleza como gala 394el General Oxnán estaba armadode 6tros, cuyo valor al suyo iguala,lustrosa y noblemente acompañado.A su costosa tienda, a la ancha salallegando el .negro Rey, como admiradodel orden, aparato y policía,le recibió con grande cortesía,

Contemplando el inglés que, en su semblante 395fuerte, aspecto nervioso, corpulento,

muestra un soberbio, ánimo arrogantede altivo y levantado pensamiento,con él trabó una plática elegante,para afirmar las cosas de su intento,hasta que, siendo ya la mesa puesta,le banqueteó y brindó con salva y fiesta.

Traen, con pomposo, espléndido aparato,los serviciales, dilgentes pajesaqueste diferente de aquel plato,ginebradas, manjares y potajes,que satisfeco el gusto y el olfato..jan de aquellos fuerespersonam;'$. al brindis, dan señale de alegrias,cørnetas, sacabuches,cbimías.

396

Después que las dul2inu yatll1eshicieron retefir los vaøo vl-to.tocan dos diestros músco getilssus bien organizados instrumento jy, con sonoras voc y sutÜe,cantan de los cetes moimtosel orden natural y en qué manase notan los planetas de la esfera.

397

Cantan all cóo la luna __.do,con curso al primer móvil difeenlê,en el menguante al sol se va a~ndo,lo mismo que se aparta en el creciete;y cómo sobre el mar piinana.los flujos y reflujos del jucente,

causa con cuatro quintos que variadel dia de hoy al veni.o dia.¡

398

Cantan cómo levanta el vapor levedel sol a la región, do es condensado

en cárdeno granizo, en piedra, en nieve,segÚn la calidad del aire helado;y cómo. convertido en pluvia, llueve.dando fertildad a lo sembrado;

y aquel maravilos curlleternode hacer verano, estín., otOO, invieno.

399

Esto con tal dulzura y tanta graciade divina y acorde melodía,que al excelente músico de Traday a su voz limitaba la armonía;

de cuyo suave acento la eficacialas almas y sentidos suspendía,deleitándose todas las potencias,

oyendo las melosas diferencias.

400

13S

136

Acabado el espléndido convite,levantadas las mesas sobre tabla,que es donde entre prudentes no se admiteque tenga en graves cosas, fuerza el habla;don Luis a Oxnán propone, Oxnánrepitetodo en orden al juego que se entabla,dándose el úno al ótro sus razonescon ya reconcilados corazones.

401

¡Monstruosa bestîa, hidrópica,iiedienta,torpe, viciosa, hinchada, detestable,que cuanto más el pasto se te aumenta,tanto despiertas la hambre insaciable!¿Quién sino tú, codicia fraudulenta,pudo trabar en liga inseparabledos diferentes géneros de gentes,remotamente en todo diferentes?

402

De esta consulta, al fin, salió acordado

que, para que su intento tenga efecto,cerca de un farellón, .a cuyo ladohace un recodo o seno el mar secreto,de jarcias y pertrechos despojado

que de un bajel varado dé respetO,y los demás sin jarcias, asimismo;den con barrenos al profundo abiiimo.

403

Ardua temeridad, notable, extraña,digna que se pondere y no se cåille,así como la otra ilustre hazañadel ínclito Cortés, Marqués del Valle.¡Bårbaros! ¿Dónde está el valor de España,que en tan poco estimáis el irritalle?¿ Cómo no os acordáis de aquella diestra,que al mundo ha dado ya bastante muestra?

404

Dicen que a su intención y pretensiones

es fuerza necesaria, es cosa urgente

desmantelar aquí los galeones,para que pase al Sur toda la gente.Así, la Artileria y municiones

sacan a la marina brevemente,y los vacíos cascos taladrados

quedan en las arenas soterrados.

405

El que se reservó de esta ruina,por mås ligero, fuerte y suficiente,remólcanlo a encallar en la marina,

do se pueda sacar con la creciente;y en la falda del mote.. en una aiina,.jaron enCfrrado eladntede aquella inmensidad .. coss varias,que a la navegación !I necria

406

¡Qué bravos, qué argante, qué literospira la nueva empsa se aperclbe!¡Qué de anuncios, prés8Qs, qué de agüerosde su fortuna próspea reiben!No faltan etiope hehiceque la cierta espeanz y voz aviven.diciendo, si pronticos crde lo que bafia el Sur reyes -i.

40

Nó porque so utrólops wi ílbios.que sepan tomar cuenta a 10i p1ta.con ballestas. cuadrante y astrolabios.de aspectos, conjuncion líneas retas;que sólo su saber está en los labiosy allá en las cuevas hó se,con la supersticiosa voz enoreapremia al demoio lo int.

40

Una dificultad se otr e_da.que fué con el repueto y lar"'..

reisitos de pi- de 1~y adj,icentes de armi. ..'1que machar pw riJa ~sin tenergasta,dQre ni ..Je.que por las aspe y pasabrésn pas fáciles v ll.

-

Pero la cimarrona gente fiera,que su libertad funda en el suceso,como aliviar el grave suyo espera,por leve en la cerviz se carga el peso;dispone y facilta de maeracualquier dificultad del monte espe,que pudieron llevar la artilleridelante su lucida infanteria.

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138

Sólo la sin ventura hermosa dama,que, violentada, había de ir entre ellos,tanta copia de lágrimas derrama,que dan tributo al mar sus ojos bellos,Su hado, su fortuna injusta llama;ofende, arranca, esparce los cabellos;culpa, maltrata y daña la hermosura,de do se originó su desventura,

411

Llámase triste, mísera, infelice,de signo fiero, cruel, sanguinolento,

llora suspira, quéjase y maldiceel que predominó en su nacimiento,El llanto del consorte de Euredice

no fué con más terneza y grave acento,cuando bajó por ella a reino escuroo la perdió a la luz del aire puro,

412

Oxnán, que, en tan profundo desconsuelo,ve que su dama así se martiriza,parécele que endechas hace al duelo,que su futuro mal le profetiza,y dicele: "Señora, sí es tu cielola gloría do mi alma se eterniza;si es tu gracia y belleza el altar rlco,a quien con humildad la sacrifico;

413

"si más que a mí te quiero: si te ofrezcouna ferviente voluntad dispuesta;si lo que por tus lágrimas padezco,mi herido corazón te manifiesta,en fe de fiel amante, bien merezco

que des a mi afición mejor respuesta,si ya no son de tigre tus entrañaso te criaron fieras alimañas.

414

"De Pigmalión el ruego fué bastantea que la cipria diosa, alma begnina,

infundiese un espíritu anhelante

en una bella estatua alabas trina.y a ti el servicio y ruego de tu amantecontra un rendido pecho más te indigna,redoblando, con ansias y quebranto,las fuerzas de mi pena y de tu llanto.

415

"Si ser Anaxarete, ingrata, quieres,mira el fin desastrado de su vida,

pues quedó por ejemplo a las mujeresen fría y dura piedra convertida.

~piilde, te suplico qu'. espere,i-estar en tu rigor ~rnida,a1n no iinginado fi ¥ilento,q~ apura tu desdén nu IUmiento."

416

Cearo las demada y _..ta.,9l,ndo cuatr etiop aeCaN .uus andas de juncia y flr co~s,y .. ellas. y en sus hombi- la aa..M.con balls, rnÚls y l-,a su pueblo de chlallWcantjni: mil n.s 10ial són de ros fluts y atambo.

417

li tanto, a da ra d. lo a,adodespacha el Rey un jov diligeteal sexo femenil, que amedrentadoeøtaba, por tener su amPl ausente,con orden que tuviese,..adoen el campo un banqU$ie...uficient~,para refocilar la hueste.. àmiga,

que a,Uvie del ~oi-lat_

418

En un ameno vaß-iettoso,los pies de cu)'øa árlel (copad-formaban agradablclau"øibro,è\i-o de los r-i ...~,cereade un claro aloyo,ào,clfr:~C08, vedet.. m~J-'..~d-'pø..dø.. risue, (it )el .. eristIentr junquillo, hieba y 1.01 cU;

419

sore mosquets y pU1il rosa,Je;ines, cløellnas ! .auceaø,a La vista y olfato d-tosas,de suave fragancia ybe~d llenas,tieen capaces mesa,e&ciosas,de todo artificioso ornato ajenas ;pero la natural sombra y verduralas borda, viste, adorna de herma.

420

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140

En tanto, por la umbrosa selva espesa,marchando al són de caja miltante,venía el escuadrón de gente inglesa.Al descubrir de Apolo radiantellega, descansa y siéntase a la mes,de rústicos manjares abundante,donde halla el gusto aquello que apetece

de lo que la montaña y valle ofrece:

421

el colmiludo jabalí, cerdoso,ananco, ánade, pato y perdiz parda,fértil conejo, gamo temeroso,verde yestea y trepadora arda,mico, zaino, ante poderoso,

tórtola, cordoniz, pava gallarday con la hermosa garza quiere que hayapintado papagayo Y guacamaya.

422

Despierta y satisface el apetltola piña, el aguacate y el zapote,

el plátano, mamey, ovo, caimito,la ps.paya, la yuca y el camote,el coco, la guayaba y el palmito,la guaba, la ciruela, el ají y mote,frutos de aquesta férti tierra propia,

do esparció su abundancia el cornucopia.

423

Todos en torno de la mesa estaban,sin que del negro al blanco diferenciahubiese, do los gustos recreaban

en dulce y agradable complacencia.y 'a menudo y sin orden se brindaban,tomando en el beber larga licencia,hasta que lenguas, ojos y sentidos

sienten del fuerte vino entorpeidos.

424

Cuando ya de Lutero los secuaces,de andar en el beber desenfrenados,~pletos los estómagos voracessintieron y cerebros vaporados,más fieros, más soberbios, más audacesque leones indómitos y airadosenseñan el semblante y juzgan tala ocasión que en el mar del Sur se aguara.

425

Aqueste, amenazate y furibundo, 426dice, con fi~ra y h6rrida braveza:"¿No veis, no veis cuál tiembla el Nuevo Mundoviendo mi aspeto?" Y tiembla su cabeza.Aquél, con melancólico, profundosueño, sueña de Marte la fiereza;'~., es la fiereza el vino que en la mentele figura y presenta arm gente.

Común alteración qut. a quien pre 427sin freno y en beber es_templado,conforme al humor tiene, le suideconfuso, triste, al., ~ aln.También mostró el amo aqi que puedevencer un peho de dinte arado,pues tiene paa ejemplo de estos puntosal fiero Marte y clpr Venu juto.

Andaba entr los hales de la fiesta, 428con que el Rey a sus huépees regaa,i- moza gallaia y b1e dispuestadi 'brio, .ercminto, Itacia y ..ala.No el atavío de que está compuestaco su bizarro garbo y ta iguala,auque el galán ropaje _ erladura,que adorna y acreielta la hermosur.

Convierte así lo ojo circunøntes, 429que, donde falta Un blanc y bello objeto,suele haber un donir, unos seblantes,que engendran en el alma un tirno afecto.Rindiéronsele al punto mil am,a quien le da cuidado en lo sereo;cércanla en torno y cada cual prededalle a entender el fueg en que se enciende.

Crec el de, la pofia cr 430y entre los tn '.puesto le ¡compitesobre quién digamente la merec;bien que ella, desdeñosa, a nadie admite,

Aqueste la impnrtuna, aqt la ofrecuanto el miltar hábito -iite.Excúsase de toos, mas Uriole dijo así, un galán joven, loz:

141

1.2

"Marta, si es el amor hijo de :Marte,

lícito le será amarte, quererte;si es hijo amor de Venus, de aquese arte,encedras al amor en sólo verte.Tú de madre de amor podrás preciartey yo de que con este brazo fuertesustentaré en el campo a quien seófrezca,que nadie hay como yo que te merezca".

431

En el rostro no muestra el accidente,Marta, y alteración, que siente de esto;porque naturaleza no consiente

que mude la color un negro gèiJto.Estaba de un su igual de amOr ardientepresa, y enagtadarle el gustopuestotenia; que entre iguales va adelante

creciendo amor dèuiño hasta liigante.

432

Pero quédense ahora, porque aguatdotratar de esta materia en coyuntura,

que sepa el juvenil inglés gallardoel daño que le hizo esta hermosura;respecto que me acusan de que tardocon larga digresión en mi escrituralos memorables brazos celebrados,que de mi proceder estån colgados.

433

Hay en Ballano sierras eminentes,

de cuyas claras fuentes, cristalinas,se bajan despeñando las vertieiites,a pagar su tributo a ,las marinas.

y puesto que son cortas las corrientes,por serles las dos mares tan vecinas,ríos caudales hacen de maneraque pueden navegarse con galera.

434

,Uno entre frescos årboles camina,

con plácido remanso Y paso lento,profundos y anchos límites, que inclinaal nuevo mar del Sur el movimiento.A su primer origen se avecinael pueblo que a los negros da aposento,y en golfo San Miguel, no a leguas largas,sus dulces aguas mezcla a las amargas.

435

Pasó Pedrarias de Avila, triunfandode los fieros caribes Uravaresque con rito diabólico, nefando,

bañan de sangre humana sus altares,por este río en balsas navegandohasta que vió los nunca vistos mares

del Sur, y en Panamá y en Costa Ricamagníficas ciudades edific.

De aquesto Mazambique a Oxnán da cuenta,mentiras ingiriendo entre verdades,que ya, con favor, se reprsentaUbre Rey y de libres calidde¡.Dice: "Si navegar por all intenta,podrá todos los puertos y ciudadeque baña el Sur, robar sin resistencia,no habiendo de él noticia ni expeiencia."

Ajústase al intento del guerreroasí la relación, que luégo mandaponer una galera en astillero,capaz de veintidós reos por banda;porque desea entrar al Sur primeroque el Drake, y haber hec en la demandaalgna grave empresa de importancia,de donde se le siga honra y ganancia.

Con esto al Rey el ánimo açreienta,dieiéndole: "Es, amigo. nlCeurlb

que en. casa le matas . pO la.. puérta,de súbito, la gurra a tuootrrio ;pues, cuando no la hal1áseft abrta,seguirás el común caio ordinio,que quien es de repete ac.está medio dispueto a ser ven."

Así el valiente Oxnán se prevenía,el codicios peho ardiendo en llama,

porque, a su parecer, le prometíala entrada al mar del Sur riqueza y fama.Mas el dolor, la pena, la agoníade sus compatriotas ya me llama,dando míseras voces de $US naves,a que publique sus forunas graves.

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143

HERMANO HERNANDO DE LA CRUZ, 8. J.

Nacido en la ciudad de Panamá, mostró temprana afición por lasartes )" las letras, ~. gran habild'1d para la esgrima, En Lima, segúnuno de sus biógrfos, estudió pintura y dejó muestras de su hablldadpoética. Marchó luego a Quito e ingresó a la Compañía de JesÚ8 en1622, como Hermano lego. Renunció a 1'1 poesía y se dedicó a laenseñanza de la pintura. Ya al final de su vida, luego de veinte añosde silencio, volvió a escribir versos de inspiración religiosa. Fue con-fesor y confidente de la Beata Marian,'1 de Jesús, a quien dedicó, con

motivo de su muerte, la Canción que aquí se incluye.

CANCION A LA BIENAVENTURADAVIRGEN MARIANA DE JESUS

Es de Jesús Marianatan de su agrado que la amó temprana.Desde la' tierna cuna,la miró en sus rayos Nueva Luna.Continuo relicariojamás distante de él pues fu~ Sagrarioen cuyo trono porque sol morabamortífero vapor no la manchaba;y el leve vaporcilo

advertido, veloz huyó admitilo.¿ Quién el candor no admirade aquesta Luna y Sol que en ella gira?¡Oh, poder infinitoque en el campo de Quitotal tesoro guardaba para el cielo!Téngale el patrio suelopor su tesoro más ufano,que si en el Orbe enanoAtlante puede competir grandezacon solo la purezade esta, que de Jesús toda es, Mariana,la gracia soberanala previno en su flor siempre florida

hasta el fatal ocaso de la vida.y porque de ella cante,desmaya el mås gigantesu rara penitencia,

que si se pone en competencia

con sólo sus ayunosa los Macarios vence Y a los Brunos.Cuando niña de pechoprincipió con precepto tan estrecho

el ayuno, que al díasólo dos veces como es profecíadel futuro el pezón la alimentaba.

144,

Después sólo pasabacon una onza de pan,mas, ¿ de qué suerte?De quince en quince dias. ¡Oh, qué fuera!y aún esto revesabay la cuaresma toda ayunabacon seis onzas de pan, que aún no coda.En conclusión, Marian no comla.Seis cilicios continuos la pautaban;ni sus plantas dejaban

de sentir en garbanzos su tormento;esos rigores eran su contento.El sueño que apacible se apoeralisonjeaba en cruz o en escalera.¡Tanto rigor, Mariana,mira que te devanala Parca el débil hilo de tu vida!

¿Por qué la tienes tan aborrecida?Mitiga rigor tanto

que al penitente Egipto das espanto.

Es de Jesús Marianaen quien Jesús estampa como en planade batido papel, porque sellado

esté de su pasión autorzado;que el blanco sin la cruz es prohibido,

y en su corte imperial no es admitido.Este sellado es pues nuestra doncellaporque Jesús pasible en él se sella.Anhelos de martiriofueron la causa de formarle lirio.Ejecutadas penaslas atestiguan sus cruentas venas;

en un año fatal fuentes corrieron,ciento y sesenta veces carmín dieron.¡Tanto licor cruentode este cadåver vivo sin sustento!¿De dónde Virgen, vena tan undosaque de AzUcèna blanca fueses rosa?Eres de Jesús Papel selado,de su Pasión cruenta trasudado,tanto que el Ag con la Sa juntaque su Carne en la cru virtió difunta.Agua y sangre tambié virdó tu venapor estar de su Sangre y Agua llena.Emula en esto, al Puerto Soberanoque abrió la llave de violenta mano.Por eso no beías

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146

porque el mar de Jesûs en ti tenías.Mas si la causa advierto,fuiste divino Injerto

con sangre cada día alimentado.Todo lo he dicho con decir aquesto,aqui Mariana echó todo su resto.y tú, Ildefonso grave, (1)

de clarín tan suave,

Paraninfo de Dios resucitaste.Con tu oración mil almas te ganaste,y si se estampa, esperoque ella será la flor, tú el jardinero.

POEMAS ANONIMOS DE LOS SIGLOSXVii Y XVIII

COPLA DE FINES DEL XVII

Día de la Caridelaria.vísperas de San Blas,a las muchachas de adentrose les quemÓ la ciudad.

CONVERSACION ENTRE UN CORTESANO QUESE LLAMABA PAROS, Y ALBANO

Albano: ¿Amigo, dónde caminay viene tan asombrado?Diga que le ha sucedido

que podré servirle en algo.

Paros: Señor mío, habrá seis mesesque por todos mis pecadosvine a la Corte, y me vuelvoporque ahora pocos añosestaba de otra manera,Hoy lo veo tan trocadoque habiendo venido a un pleitoque traigo con mi cuñadO,me dijo el ProcuradorSeñor Paior o su criado:-No puede tener Usteddo menear este caso,si no es que acaso se traigaun talego así tan largocon que poderle pagarconsuelo de regaloa este Señor Presidente

la Justicia de contado,

porque esto se vende ahora.

y usted irá despachado.

Albano: ¿Pues la Justicia se vende?¿De esta suerte anda el despacho?

Paros: Si señor, esta se vendecomo encajes lanreados,Dí~e el Procuradorque los Ministro legadosfu~ton maltratads muchOSpor,~e en este rePudiaron,y ~ndose af~spor. .no verse i- ajadosdos de ellos ei1.. ~s conventosse metieron re~ados.

Albano; ¿ y acaso uste oyó decirel nombre de estos hidalgos?Absorto he quedado oyendolas cosas que me ha cotado.

ParOs: Pues no se espante po esto.Es nada, Adelante paso:El un Ministro es Volíbar,

que siempre ha estado debajode la desestimaiónporque no quiere ser malo.Don Gerónimo de Córdoba es el otro.y siendo tan ajustadoa la verdad y justicia,temiendo ser _terradose refugió, como he dicho,a la quietud de sagrado.

Albano: ¿ Qué me d~ce,uJne, qué dice?Que me ha d~~tldoøaRantado.

Paros; Pues no se es.pante, que sonniñerías de muchacho.

Albano: De esterno nob¡bri Audiencia,y todo' estar¡l paado.

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ALIENTA UN AMANTE A SU CORAZON PARA QUE SEEXPLIQUE, CON LA OCASION DE HABER SU DAMADICHO LOS DOS VERSOS DE VIRGILIO SIGUIENTES:

Conticuere omnes intenti era tenebantinde Hora Pater Eneas su ossus ab alto.

Cobarde corazón mío,explica más tu dolor,que no es razón que le ocultessi le sientes, corazón,

¿ De qué te sirve el silenciosi no alivias tu pasión?¿ Y cuando el premio te faltade qué el silencio sirvió?La opinión es sospechosay disminuye el ardor,pues tarde encuentra el remedioel que la herida ocultó,

Si es que te obliga el respeto,

muere sin obligación,que el que no es capaz de alivioes muy dueño de su voz.Quien publica su dolenciasuele hallar su compasión,y es raro el que ha conseguidoque le den, si no pidió,A veces suele la quejaexplicarse en ocasión,

y a veces suele el callado

padecer porque calló.Quéjate, en fin, no malogrescon una acción otra acción,

sea el exterior descansode tu testigo interior.y si en callar prosiguieres

padece ocul to el ardor

para que más pronto acabesmongilebo corazón,

148

YICTOR DE LA GUARDIA Y AlALA(li72-1824)

Nacido en la ciudad de Penononll-, tUYO una destacada actuación

pública. FQe, entre otras co"'\8, ..lkalde Ordinario ~. Alcalde :\layor deNatá ~..... \'ila de~s Sant08, aetI\-idarles en la!; qm' se ocupó pormás de ii.te años. Xombrado Intendente de Pro\'inl'a en Guatemalahacia 1830, ocurrió la índependeseia de CentrÜ"lI11érica míentras se diri-

gía a su destino. Fue designado luego Jefe Politi('o dt' Granada porel Emperador Iturbidt', )' "icepresidente del Congresmo constitu-)'ente de Costa Rica, en 18%4, país donde se había radicado.

Aficio.'iido ,~ las letras, eserU.ió algURas pít'zas dt' teatro, entreellas, LA PQLITICA DEL llUNDO, produeto de su reacción ante laInvasión de España por Xapoleón, obra representada en Penonomé enel ano de 180. A esta obra pertenecen 108 trozos que siguen.

Elogio de Calpurnia

Músicos: Ya el sol con tibios reflejostímidamente madrugahasta beber claridadesen los ojos de Calpurnia,y mientras éstos. dormidos,en blancas nubes se ocultan,envuelto en negros celajesel sol empañado alumbra,

Porcia: Bizarra estás, ¡Ci.ánto dieraCésar por ver tu hermosura!

Tulio: El alma daria en albriciasal ver gallardía tan suma.

Calpurnia: Qué reparas en mí, Tulio?

Tulio: La más perfecta criaturaque prQdujo el Universoen cuanto b¡tña y ahimbrael sol, cuaridoardiente nacehasta que frío se sepulta,

Porcia: N o dudes verdad tan clara.pues si las antorchas puras,

símbolo de realidades,no hablasen con lenguas mudas,les oiría$ preconizar

tus excelencias augustas.

Músicos: Despierta hermosa deidad,y liberalmente ilustracon tu presencia los nobles

afectos que te circundan.

149

150

Tulio: Los astros y los planetascon emulación procuranpanegirizar las gloriasque desprecia tu hermosura.

MÚsicos: Mira que el aire ambiciosocon gran sutileza buscapenetrar hasta tu lechoy por dormirte te arrulla,

Las plantas que por ti.( obsequíocrect'ncon prestez'a. suma,son vÖces inanimadasque en tu festejo se.òètipan

('uando tus graciasnumeranen las hojas más robustas.Las aves que sobre èliiirete forman jardín de plumas,sólo por tu aplausoentÖnanla. armonía que tu repugniis.y últimamente las fieras,desde su mansión öbscura,los peces desde la urtdosa,

vaga est ación que fluctÚa;los hombres desde las aulasen donde el ingenio apuran,y los dioses desde el soliodonde rectamente juzgan,emplean sus mejores horasen mirarte.

Parcia:

JULIO CESAR

Calpurnia: Julio César, cuyo heroicocorazón nació sin dudapara cosas grandes, puescuando campea su fortunano hay peligro que no vértza,no hay glorias que no procura,

no hay ciencia que no penetra,no hay gracia que no disfruta,es de tal capacidad,

de tanta literatura,que cuando su entendimientoen altos empeños lucha,ni el estudio le atormentani los cuidados le ofuscs.n;

tan vehemente es la vivezadel genio que le estimulacomo una llama agitada

.

que a todas partes alumbra.Es prudente. liberal.agradable. atento; ;oh, nunca,César. hubieras tenidotantas perfecciones j4ntas!

;Y nunca corrieran tantolas ruedas de tu fortUna!a exponerte a ser objfttode los riesgos que te buscan i

Mas para que no se pienseque mi amor te(iill~i+laalgunas imperfeççiolfs(que no nay huma~i"crlatura,por excelenteÇtueØa,que en sus dei~~' no incurra);no he de n.r, no.. que César,olvidando su cørd\H~,

suele a veces ser eel9sode que sus.11Qniai; rèlUJcan;por eso en sus CQmentariosse elogia su prQpiagluma,También es no~ablé el jrtedoble con qu'.: ,lisimulala avilantez y la audacia

con que ante todo procura,destrozando las barreras

que a sus empresas repugnan,a fianzar sus" in,_~s,aún con acc,PMs iitu~tS;s;!\Ias al versubizar'tlly benevolencia sUml,todos les yerro s sè acabany los defectos se ocu,tan.

y así en cuanto b(ña el sol,en cuanto influye la luna,ya con vislumbres de fuegoy ya con madejas rubias,la altiva fama de Césartan gloriosa se divulga,

que siéndole estrecho el orbe

hasta los cielos se encumbra.

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CESAR ESCRIBE A CALPURNIA

"Mi amadísima Calpurnia:ardiendo mi alma suspira,siendo el tormento la llama,porque un corazón que amasólo con penas respira;mas aunque el hado conspira,tanto esfuerzo no atribuya

tu fé, que aunque se destruyami vida, no acaba el brío,

porque cada aliento míoes una memoria tuya,y así, aunque me veas rodeadode grandes contradiccionesal frente de mis legiones

o en el centro de mi estrado,no tengas, mi bien cuidado,vive en la satisfacción

de que en cualquier ocasión,por donde quiera que vas,los mismos pasos que dasesos da mi corazón."

HABLA CALPURNIAPolítica del mundo,

inquieta y relajada,es, pobre César, la que tu concibes,y en el seno profundode un mar alborotadoignoro si es que mueres o si vives;pues apenas recibesun transi torio alien tocuando escribes tu historia;creeme, esa falsa gloriaarrebátala el viento;y con aflcción tantatu misma sombra, César, ya te espanta.No hay política alguna,sabiduría ni ciencia

sin la virtud que baja de los cielos.Ella darA fortuna,ventaja y preeminencia

a todo el que procura en sus desvelosbuscarla con anhelos,

amarla y estudiarla,Esta es sabiduría

que da paz y alegríaa quien llega a lograrla,y sin ella es mentiracuanto escuches del hijo de la ira.