afrontamiento preventivo y tratamiento de problemas

63
Afrontamiento preventivo y tratamiento de problemas A continuación se indican diferentes procedimientos para promocionar la emocionalidad positiva. 1. Meditación: Los budistas han destacado la importancia de ejercitar "una atención plena" para la regulación y el control emocional (Goleman, 2003). En la actualidad, los estudios neurocientíficos confirman la importancia de esta práctica milenaria. Concentrar la atención en lo que sucede en la mente, tomando a ésta como objeto de observación, reconociendo que los contenidos mentales que emergen constituyen un proceso cambiante y no permanente.. La meditación implica la focalización de la atención en el momento presente; observando los propios pensamientos y sentimientos; no juzgando, dejando de lado el pasado y las expectativas futuras, las ideas preconcebidas; el cultivo de la receptividad. Se ha considera el efecto "rasgo" que puede tener la práctica meditativa, en los procesos atencionales, es decir, cambios psicofisiológicos estables beneficiosos (Davidson y Goleman, 1977; Davidson, Goleman y Schwartz, 1976). 2. Terapias de relajación: las mismas contribuyen a un estado de bienestar y crean condiciones favorables para estar bien, anulando la ansiedad y el miedo. La relajación neuromuscular reduce la tensión muscular y lleva a facilitar la acción. Las contracciones de los músculos faciales pueden inducir emociones específicas. El control de las expresiones faciales facilita procesos neurológicos favorables para una emocionalidad positiva. 3. Ejercicios de imaginería (visualización) dirigida o receptiva: las imágenes de ambientes naturales son especialmente efectivas para evocar sentimientos positivos en la gente; anulando estados disfóricos. También, la visualización de experiencias de logro, de experiencias pasadas agradables, etc. Las imágenes positivas inducen emociones y percepciones positivas. 4. Ejercicio físico: está científicamente fundamentada la importancia benéfica del ejercicio físico en los casos de depresión, estados de ansiedad, etc., y su importancia básica para la promoción de procesos emocionales saludables. 5. El sentido del humor y la risa, incorporados en los procesos de enseñanza y de aprendizaje, habiéndose comprobado que se aprende más y mejor cuando la situación de aprendizaje se presenta con humor. Es mucho más probable que recordemos experiencias emocionales positivas cuando nos sentimos optimistas, mientras que las experiencias emocionales negativas se recuerdan más fácilmente cuando estamos de mal humor. No sólo la memoria es afectada por el humor, sino que también lo es el comportamiento (Pert, 1997).

Upload: maria-chisa

Post on 28-Sep-2015

18 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Afrontamiento Preventivo y Tratamiento de Problemas

TRANSCRIPT

Afrontamiento preventivo y tratamiento de problemasA continuacin se indican diferentes procedimientos para promocionar la emocionalidad positiva.1. Meditacin: Los budistas han destacado la importancia de ejercitar "una atencin plena" para la regulacin y el control emocional (Goleman, 2003). En la actualidad, los estudios neurocientficos confirman la importancia de esta prctica milenaria.Concentrar la atencin en lo que sucede en la mente, tomando a sta como objeto de observacin, reconociendo que los contenidos mentales que emergen constituyen un proceso cambiante y no permanente.. La meditacin implica la focalizacin de la atencin en el momento presente; observando los propios pensamientos y sentimientos; no juzgando, dejando de lado el pasado y las expectativas futuras, las ideas preconcebidas; el cultivo de la receptividad.Se ha considera el efecto "rasgo" que puede tener la prctica meditativa, en los procesos atencionales, es decir, cambios psicofisiolgicos estables beneficiosos (Davidson y Goleman, 1977; Davidson, Goleman y Schwartz, 1976).2. Terapias de relajacin: las mismas contribuyen a un estado de bienestar y crean condiciones favorables para estar bien, anulando la ansiedad y el miedo. La relajacin neuromuscular reduce la tensin muscular y lleva a facilitar la accin. Las contracciones de los msculos faciales pueden inducir emociones especficas. El control de las expresiones faciales facilita procesos neurolgicos favorables para una emocionalidad positiva.3. Ejercicios de imaginera (visualizacin) dirigida o receptiva: las imgenes de ambientes naturales son especialmente efectivas para evocar sentimientos positivos en la gente; anulando estados disfricos. Tambin, la visualizacin de experiencias de logro, de experiencias pasadas agradables, etc. Las imgenes positivas inducen emociones y percepciones positivas.4. Ejercicio fsico: est cientficamente fundamentada la importancia benfica del ejercicio fsico en los casos de depresin, estados de ansiedad, etc., y su importancia bsica para la promocin de procesos emocionales saludables.5. El sentido del humor y la risa, incorporados en los procesos de enseanza y de aprendizaje, habindose comprobado que se aprende ms y mejor cuando la situacin de aprendizaje se presenta con humor. Es mucho ms probable que recordemos experiencias emocionales positivas cuando nos sentimos optimistas, mientras que las experiencias emocionales negativas se recuerdan ms fcilmente cuando estamos de mal humor. No slo la memoria es afectada por el humor, sino que tambin lo es el comportamiento (Pert, 1997). El altruismo est ligado al buen humor, mientras que la depresin est ms asociada a la ausencia de conductas prosociales. El aprendizaje por modelado se considera el medio ms poderoso de transmisin de pautas y valores emocionales constructivos.6. Mantener un estilo explicativo positivo: cmo explicamos los eventos adversos, condiciona reacciones fisiolgicas, emocionales y de comportamiento. Al ejercitar un estilo optimista, aludiendo a causas especficas, temporales y externas, se circunscriben en tiempo y lugar los eventos (pensar especficamente en lo que pas, sin generalizar, creyendo que las situaciones futuras pueden ser distintas: "no siempre ser as"). El reconocimiento acerca de que cada individuo construye el significado de lo que sucede. Actualmente se destaca la importancia de incorporar, en instituciones escolares, programas de entrenamiento emocional dirigidos principalmente a los docentes, desarrollando habilidades intra e interpersonales para prevenir la violencia en los nios. La escuela constituye el mbito ideal para promocionar un entrenamiento sistemtico, para el desarrollo de una conciencia emocional y prosocial, principalmente, en los primeros aos de la vida (Greenberg y Kusch, 1998). Pero se necesitan adultos capacitados, que sirvan de modelos adecuados para facilitar este aprendizaje social.Se ha sealado que los programas escolares exitosos se caracterizan por centrarse en ciertos aspectos importantes: Primero, ayudar a los nios a calmarse cuando estn emocionalmente perturbados (reduccin de la activacin). Segundo, desarrollar la conciencia de los estados emocionales de los dems. Tercero, aprender a expresar los sentimientos en la resolucin de los conflictos interpersonales. Cuarto, ejercitar la capacidad de pensar y planificar el afrontamiento de situaciones difciles. Quinto, desarrollar la capacidad emptica; aprender a reconocer el impacto que nuestras conductas tienen en los dems (Greenberg, en: Goleman, 2003).Ha sido destacada la importancia de una prctica repetitiva, constante y sistemtica de las nuevas habilidades por incorporar.Las terapias psicolgicas actuales estn orientadas a cultivar un pensamiento positivo. Actualmente se le da importancia al sentimiento de religiosidad o espiritualidad intrnseca que puede experimentar la persona y todo aquello que contribuya a dar sentido a su vida. Se entiende que el individuo tiene que encontrar significados con sentido personal y generar motivaciones vitales. ConclusionesLas emociones positivas nos llevan a ampliar nuestras tendencias de pensamiento y accin. Es importante recordar que los recursos personales acumulados durante los estados emocionales positivos son perdurables. Estos pueden ser utilizados en momentos posteriores y pueden constituir una fuente de significativa de ayuda. La teora de Fredickson presenta un nuevo enfoque acerca de la importancia evolutiva de las emociones positivas. Gracias a estos recursos, los ancestros podan enfrentarse a inevitables amenazas vitales y disponan de mejores estrategias de supervivencia. Las emociones positivas ayudan a crecer, beneficiando a las personas a largo plazo. Dado que la resiliencia psicolgica es un rasgo, un recurso personal estable, se puede predecir que estas emociones no slo reflejan la resiliencia sino que tambin la construyen. Las mismas contribuyen a aumentar recursos estables de afrontamiento, aumentando el bienestar psicolgico de los seres humanos. Un estilo atribucional positivo (la forma en que explicamos los hechos que nos suceden) lleva a experimentar emociones positivas y viceversa (se da un condicionamiento recproco). As es como los efectos positivos se van acumulando, en una espiral ascendente, y se posibilita el incremento del bienestar emocional del individuo.Por el contrario, en los estados depresivos, el pensamiento pesimista lleva a estados de nimo cada vez peores, hasta configurar niveles clnicos difcilmente reversibles. Las emociones positivas son vehculos de crecimiento y conexin social.La reconsideracin de las situaciones adversas desde un enfoque positivo (proceso de reevaluacin); el aprender a ver las circunstancias de la vida diaria con un valor positivo; el establecimiento de metas realistas; sentirse conectado con otros; aprender a tomarse el tiempo para distraerse; recibir validacin o afirmacin de otros; alimentar esperanza y optimismo: son todos aspectos importantes para el desarrollo de procesos cognitivo- emocionales saludables. El efecto de otorgar significados positivos es emocionalmente benfico porque al ensayar la construccin de significados positivos se induce un mejor futuro.Desde esta perspectiva psicolgica positiva, se valora el descubrimiento y prctica de actividades placenteras, que ayuden a disfrutar de la vida cotidiana, como un aspecto fundamental para la salud.El estudio de la emocionalidad positiva ocupa un lugar destacado en la ciencia psicolgica. Se necesita explorar un rango ms amplio de emociones y en relacin a diferentes contextos; investigaciones que expliquen los mecanismos fisiolgicos subyacentes de las emociones en los procesos saludables y de bienestar. Dado que, en gran medida, las emociones dependen de las evaluaciones que hacemos de los eventos de la vida diaria, necesitamos interpretar y encontrar significados positivos a los sucesos; desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas para liberarnos del distrs y tomar conciencia de la propia capacidad para generar procesos emocionales adaptativos.La psicologa actual focaliza diferentes estrategias de evaluacin perceptiva de los hechos, intentando flexibilizar los esquemas interpretativos y acrecentando recursos emocionales positivos. La implementacin de programas psicoeducativos en docentes, en nios y preadolescentes, orientados al aprendizaje del optimismo y al desarrollo de la conciencia emocional e interpersonal son tareas acordes con esta postura terica. LA CONSTRUCCION DE LA RESILIENCIA EN ELMEJORAMIENTO DE LA CALIDAD DE VIDA Y LA SALUDMaria Teresa FiorentinoUniversidad Nacional De San Luis - ArgentinaIntroduccinEdgardo Esteban fue uno de los miles de soldados argentinos, de apenas dieciocho aos, enviados por la dictadura militar imperante en la poca, a recuperar las Islas Malvinas, el 2 de abril de 1982. Sin preparacin previa, sin armamentos ni equipos adecuados, aquellos soldados se encontraron en total desventajas frente a las fuerzas militares inglesas. Todos vivieron el horror de una guerra irracional y desigual. Vio llorar, morir, incluso, suicidarse a sus compaeros. El fue uno de los sobrevivientes. A pesar de la experiencia traumtica vivida reconstruy su vida. Es periodista, trabaj como productor para CBS Telenoticias y en la actualidad es corresponsal de dicha cadena, trabaj en radio. Es autor del libro "Malvinas, diario del regreso", respecto al mismo dice: "no es simplemente mi testimonio de una guerra en la que nunca so estar, ni la muerte que tanto esper, ni el dolor que tanto me tortur, ni el miedo que no me dejaba crecer, ni la indiferencia que padecimos despus, ni la marginacin que hoy contina. , puesto que ninguna de esas cosas me hizo perder el amor a la vida". Su libro sirvi de guin cinematogrfico para la pelcula "Iluminados por el fuego". Este filme recientemente ha recibido premios y reconocimientos en festivales de cine internacionales.Boris Cyrulnik, con solo seis aos y su familia exterminada, escap de un campo de concentracin nazi en 1943. Despus de aquella terrible experiencia logr reconstruir su vida, estudiar medicina y psicoanlisis y ser reconocido por sus trabajos sobre etologa y sus conceptos sobre resiliencia. Ha escrito numerosos libros, artculos y ha dictado conferencias.Ambos casos son, entre muchos otros, ejemplos paradigmticos de resiliencia, entendida como la capacidad de resistir el sufrimiento y de superar los traumas psquicos. Este concepto de resiliencia ha generado, en las ltimas dcadas, gran atencin y numerosas investigaciones en el mbito de las Ciencias Sociales y Humanas. Lo valioso de esta perspectiva, y sus potenciales aplicaciones, es la construccin de un cuerpo terico, que garantiza a los profesionales de la salud y de la educacin una metodologa y les provee de un marco para la elaboracin de proyectos y programas, orientados a recuperar la salud, la dignidad y la condicin humana de millones de personas inmersas en situaciones de adversidad.En la Argentina, as como en la mayora de los pases del Tercer Mundo, en las ltimas aos, progresivamente se ha profundizo el desempleo, la inestabilidad laboral, el hambre, el debilitamiento de los sistemas de proteccin social, el deterioro de la educacin, de las prestaciones de salud, justicia y seguridad. Y, fundamentalmente, ha aumentado la percepcin de un futuro incierto en los adolescentes y jvenes, lo cual incide negativamente en su esperanza y expectativas de realizacin y progreso (Roldn, 2004).Desde una perspectiva socio-poltico-econmico, Melillo (2002) sostiene que la globalizacin de la economa y las polticas neoliberales en el mundo, con sus evidentes consecuencias de empobrecimiento y exclusin de varios sectores de la poblacin van dejando generaciones marcadas por la enfermedad, la crcel, el deterioro personal, familiar y social. Agrega, que es necesario utilizar plenamente el concepto de resiliencia en las acciones educativas, sociales y de salud, que abarquen a sujetos de todas las edades, familias y comunidades, para ser asistidas por programas que promuevan y refuercen sus caractersticas resilientes. La psicologa, la antropologa, la sociologa, el trabajo social y el derecho se han visto enriquecidos con el desarrollo de este enfoque y estrategias implementadas en esta rea del conocimiento Grotberg (2002) afirma que la resiliencia ha sido reconocida como un aporte a la promocin de la salud mental y que la infancia temprana es un periodo excelente para comenzar con su promocin. Sostiene que la comunidad internacional se ha entusiasmado y comprometido mucho con esta perspectiva porque resulta fecunda y enriquecedora del potencial humano, ya que la realidad muestra que no todas las personas sometidas a situaciones crticas sufren enfermedades o cuadros psicopatolgicos, por el contrario, hay personas que superan la situacin y logran capitalizar esa experiencia. Lo importante es detectar y analizar las variables que permiten salir enriquecidos frente a la adversidad.Seligman y Czikszentmihalyi, (2000), autores pertenecientes a la corriente de la Psicologa Positiva, sostienen que la resiliencia contribuye a la calidad de vida, adems de ser un eficaz amortiguador del estrs. La psicologa positiva, de reciente aparicin, busca comprender, a travs de la investigacin cientfica, los procesos que subyacen a pensamientos, actitudes y emociones positivas del ser humano. El objetivo es aportar nuevos conocimientos para ayudar, a las personas o grupos para resolver problemas de salud y mejorar la calidad de vida.Czikszentmihalyi (1998) observ que algunos hombres que sufrieron los horrores de la guerra, podan luego adaptarse y tener una vida feliz en el exilio. Se pregunt cules eran las caractersticas que les permita lograrlo y realiz estudios a fin de establecer los parmetros que influyeron para tener una vida feliz a pesar de la adversidad.Desde la psicologa positiva el concepto de resiliencia se centra, fundamentalmente, en las fortalezas y aspectos positivos presentes en los seres humanos. Es decir, ms que centrarse en las condiciones de alto riesgo para la salud fsica y mental de las personas, se preocupa por estudiar las condiciones que posibilitan un desarrollo ms sano y positivo. En el rea de la prevencin psicosocial se ha fortalecido el concepto de privilegiar los aspectos positivos, creativos, saludables y resilientes de las personas, la familia, la escuela y la comunidad. En este sentido se trata de superar el modelo de enfermedad por una perspectiva que promueva y valore las potencialidades, capacidades, talentos y los recursos propios.Los primeros proyectos de investigacin sobre resiliencia se concentraron en el mbito educativo y en programas sociales. En La Haya, la Fundacin Ernest Van Leer estudia y desarrolla el concepto de resiliencia desde hace, aproximadamente, dos dcadas. En el ao 1997 se cre en la Argentina dependiente de la Universidad Nacional de Lans el Centro Internacional de Informacin y Estudio de la Resiliencia (CIER), apoyado por la fundacin Bernard Van Leer (Holanda). Este centro tiene como objetivos el desarrollo y promocin de los principios de resiliencia aplicados al enfoque social y comunitario. El objeto de estudio de estas investigaciones son las habilidades, las capacidades, las respuestas exitosas, la adaptacin positiva, el enfrentamiento efectivo, los procesos sociales y psquicos, que constituyen el conjunto de recursos del individuo o de la comunidad.Concepto de resilienciaEn Ciencias Humanas se utiliza el concepto de resiliencia para designar la capacidad que permite a las personas salir transformados y enriquecidos al enfrentar situaciones adversas. En muchos estudios, se la ha relacionado a la manera sorprendente en que muchos nios maltratados (hijos de padres alcohlicos, abusivos, delincuentes, etc.) o que viven en situaciones de alto riesgo (en comunidades de extrema pobreza, zonas de guerra o de desastre natural) han tenido la capacidad de sobreponerse y mantener su salud y bienestar psicolgico. Tambin, se han referido a cmo muchos pueblos pudieron resistir frente a la destruccin y salir fortalecidos construyendo programas y proyectos superadores.Werner y Smith (1992), Werner (1993), realizaron un estudio epidemiolgico en Kauai (Hawai) donde hicieron un seguimiento durante treinta y dos aos de unas aproximadamente 500 personas sometidas a condiciones de extrema pobreza. A pesar de ello, observaron que muchos nios lograron sobreponerse y construirse como personas saludables. Haban desarrollado un sentido de coherencia, una conviccin de que los obstculos pueden ser superados y crear expectativas de control personal, de construir una vida mejor a travs de sus esfuerzos y relaciones. La primera hiptesis que elaboraron los investigadores, era que esto se deba a variables biolgicas, especialmente referidas a condiciones genticas, que los hacan invulnerables. Posteriormente se constat que todos ellos se desarrollaron junto a un adulto significativo que los haba apoyado incondicionalmente. Este estudio apoya fuertemente la teora del apego (Bowlby, 1989). Se consider, entonces, que el vnculo afectivo estaba en la base de tales desarrollos exitosos. La relacin ms importante en la vida de un nio es el apego a su cuidador primario, en el caso ptimo, la madre. Esto es as, ya que esta primera relacin determina el molde biolgico y emocional para todas sus relaciones futuras. Un apego saludable, construido con experiencias de vnculo repetitivas durante la infancia, provee una base slida para futuras relaciones. Por el contrario, problemas en vinculacin y apego pueden resultar en una base biolgica y emocional frgil para maneras de relacionarse.En el concepto de resiliencia, podemos enfatizar sobre diversos aspectos, lo cual se ve reflejado en la definicin formulada por diferentes autores. Grotberg (1995) afirma que se trata de la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e, inclusive, ser transformado por ellas Vanistendael, (1995) distingue dos componentes: la resistencia frente a la destruccin; es decir, la capacidad de proteger la propia integridad bajo presin y, por otra parte, la capacidad de forjar un comportamiento vital positivo pese a circunstancias difciles Rutter (1991) sostiene que la resiliencia se ha caracterizado como un conjunto de procesos sociales e intrapsquicos que posibilitan tener una vida "sana" en un medio insano. Estos procesos se realizan a travs del tiempo, dando afortunadas combinaciones entre los atributos del nio y su ambiente familiar, social y cultural. As, la resiliencia no puede ser pensada como un atributo con que los nios nacen o que los nios adquieren durante su desarrollo, sino que se trata de un proceso que caracteriza un complejo sistema social, en un momento determinado del tiempo.Surez Ojeda (1993) afirma que la resiliencia significa una combinacin de factores que permiten a un nio, a un ser humano, afrontar y superar los problemas y adversidades de la vida, y construir sobre ellos. Osborn (1994) considera la resiliencia como un concepto genrico que se refiere a una amplia gama de factores de riesgo y su relacin con los resultados de la competencia. Puede ser producto de una conjuncin entre los factores ambientales y el temperamento, y un tipo de habilidad cognitiva que tienen algunos nios an cuando sean muy pequeos. En general, como podemos observar, los autores consideran la resiliencia, no como un rasgo, sino como un estado, producto de un proceso dinmico entre factores protectores y de riesgo que puede ser construido, desarrollado y promovido. Se edifica desde las fortalezas del ser humano, desarrollando las potencialidades de cada individuo. Se apunta a identificar y desplegar las competencias y recursos con los que cuentan las personas, estimular la autoestima, una concepcin positiva de s mismo y del entorno, generar conductas adecuadas de resolucin de problemas, y expectativas de control sobre la propia vida. Las intervenciones para aumentar la resiliencia implican, bsicamente, estimular a las personas para que pongan en juego sus capacidades y recursos a fin de promover la salud y la calidad de vida. Esta teora se fundamenta en las diferencias individuales, en las diversas reacciones que manifiestan las personas cuando se enfrentan a circunstancias adversas; algunas personas enferman y se desequilibran manifestando diversos trastornos, mientras que otras, se desarrollan y salen fortalecidas. El concepto de resiliencia implica un conjunto de habilidades y actitudes que promueven un proceso de adaptacin y transformacin exitosa a pesar de los riesgos y de la adversidad. En los ltimos aos, diversos investigadores se han abocado a determinar los factores que inciden en el enfrentamiento exitoso al estrs.Tradicionalmente se ha considerado a los factores de riesgo desde la biologa y la medicina como relacionados a enfermedades. Por ejemplo, el sedentarismo, la obesidad y el consumo de tabaco asociado a las enfermedades cardacas. Pero esta perspectiva resulta limitada por cuanto no explica cmo factores de ndole social, econmica y cultural resultan perjudiciales para el desarrollo integral de las personas. Fernndez DAdam (2004) seala que identificar y reconocer los riesgos de un individuo, grupo o comunidad, significa poder estimar la probabilidad de que se produzcan daos o problemas. Agrega que esto permite anticiparse a situaciones y evitarlas mediante intervenciones adecuadas y oportunas. En el consumo de drogas, por ejemplo, identifica los siguientes factores de riesgo: - la predisposicin gentica (ser hijo de padres consumidores),- la edad y el gnero, - una menor percepcin de riesgo, - impulsividad, hostilidad, actitudes de rebelda, - deficiente repertorio de habilidades sociales, - fracaso y desercin escolar, - conflictos familiares, normas de convivencia familiar no claras, - tolerancia social frente al uso de ciertas sustancias, Garmezy (1991) afirma que estn en situacin de riesgo ambiental aquellas personas que se enfrentan a:- Pobreza crnica - Madre con bajo o nulo nivel de educacin - Problemas crnicos de salud

- Enfermedad crnica o problemas de salud de alguno de los miembros de la familia - Muerte de algn miembro de la familia - Separacin de los padres - Nueva pareja de alguno de los padres - Nuevo hermanoEn cuanto al tema de la pobreza, Garmezy sostiene que es un factor de riesgo. Sin embargo, otros autores como Edith Grotberg (2002), afirman que no existe tal relacin, ya que pueden existir nios con escaso poder resiliente en un contexto socioeconmico elevado. En este sentido Boris Cyrulnik, en una entrevista para la Revista del Diario Clarn (Buenos Aires, abril 2005) afirma que no es la pobreza lo que arruina el desarrollo de un nio sino la privacin de afecto y de cultura. Agrega, que conoce pases pobres donde la gente es muy afectuosa y culta. En cambio, en culturas de pases desarrollados los nios estn cada vez ms aislados; ahora los cuidan televisores y heladeras llenas de dulces y grasas. Los nios se vuelven obesos, agresivos, suicidas, desdichados, y si se produce una desgracia, son muy vulnerables.En un artculo aparecido en el Diario La Nacin (Buenos Aires, Argentina, mayo 2004), se destaca la posibilidad de desarrollar factores de proteccin en nios que viven en extrema pobreza la cual afecta seriamente su desarrollo, especialmente el desempeo cognitivo, mediante un programa de estimulacin adecuado. El equipo de investigadores de la Unidad de Neurobiologa Aplicada del Centro de Educacin Mdica e Investigacin Clnica Noberto Quirno (Cemic), dirigido por Dr. Colombo, mostr que si se expone a chicos de entre 3 y 5 aos provenientes de hogares con necesidades bsicas insatisfechas (NBI) a pruebas que demandan la resolucin de problemas, stos no slo mejorarn notablemente su desempeo, sino que alcanzarn y, a veces, superarn a los de familias con necesidades bsicas satisfechas (NBS). Este trabajo es un ejemplo de la superacin de factores de riesgo mediante procedimientos que aumentan la resiliencia a partir del estmulo de funciones cognitivas. La pobreza y la indigencia conducen inevitablemente a la desnutricin y a la deficiencia cognitiva. La desercin escolar conlleva mayores ndices de inadaptacin social y aparicin de una serie de patologas psicosociales en la sociedad. Esta cadena de acontecimientos es relevante acerca del camino que debe seguir la prevencin. El Programa de Intervencin Escolar en chicos de hogares con necesidades bsicas insatisfechas de escuelas de la ciudad de Buenos Aires, patrocinado por las fundaciones Bunge y Born y Conectar, y por Unicef Argentina, estudi el impacto de exponer semanalmente a grupos de chicos de entre 3 y 5 aos a pruebas que involucran circuitos nerviosos de la regin prefrontal (procesos cognitivos ejecutivos). En este estudio se seleccionaron 189 chicos sanos, que no hubieran padecido trastornos durante su gestacin o el parto. Todos recibieron suplemento con hierro y cido flico para evitar variaciones durante el desarrollo de la investigacin. Se los dividi en dos grupos. El "grupo control" mantuvo un encuentro con los operadores para desarrollar una actividad que se consideraba "neutra" (dibujar). Otro recibi la estimulacin semanal, con pruebas especficas. Los resultados indicaron que, a pesar de haberse implementado una intervencin de baja intensidad (slo una vez por semana), los desempeos son recuperables. Es ms, en algunas de las pruebas, los chicos de NBI incluso superaron el desempeo de una poblacin de chicos de hogares de NBS sin estimular. Otro resultado igualmente sugestivo es que todos los chicos mejoraron con respecto a los de NBI que nunca recibieron estimulacin ni hierro, incluso los que no fueron expuestos a pruebas especficas. Colombo afirma que esto muestra cun delicada y plstica es la mente de los chicos, y que tanto la mera exposicin al operador y a una tarea neutra produjo una mejora en el desempeo. Subraya que "No hay que olvidar que el desarrollo de un chico es multifactorial: no slo depende de la escuela, sino del hogar, del nivel de educacin de los padres, en especial de las madres, y del ambiente de salubridad que lo rodea".En cuanto a los factores protectores, el supuesto del cual se parte es que la existencia de ciertos aspectos de resiliencia individuales y sociales nos permiten salir enriquecidos y fortalecidos sin caer en la enfermedad. Son aquellos que funcionan como amortiguadores del estrs. Se consideran fuerzas internas y externas que contribuyen a que la persona resista los efectos del riesgo, por tanto, reducen la posibilidad de disfuncin y problemas en estas circunstancias. Implican variables genticas, disposiciones personales, factores psicolgicos, situacionales y sociales. Dentro de los personales se incluyen habilidades comunicativas y de resolucin de problemas, sentido del humor, autoestima elevada, creatividad, autonoma, mayor tolerancia a las frustraciones, capacidad de pedir ayuda. En la familia se han detectado factores como presencia de apoyo incondicional por al menos una persona significativa y emocionalmente estable, creencias religiosas que promuevan la unidad familiar y la bsqueda de significados en momentos difciles.En el mbito comunitario, se han considerado la presencia de pares y personas mayores en la comunidad que brinden la posibilidad de transiciones positivas en la vida. Para ello es importante implementar programas de educacin comunitaria dirigidos a padres, maestros y miembros de organizaciones no gubernamentales, para constituirlos en agentes efectivos de resiliencia.Los diferentes factores protectores, al igual que los de riesgo, no actan de manera aislada sino ejerciendo un efecto de conjunto donde se establecen complejas relaciones funcionales, que en definitiva, traen como resultado la atenuacin de los efectos de las circunstancias adversas y eventos estresantes. Este proceso de amortiguacin del estrs y su conocimiento es imprescindible para comprender los mecanismos que subyacen a los factores protectores y a la resiliencia en general. Dentro de estos factores protectores se distinguen factores internos como la autoestima, el optimismo, la fe, la confianza en s mismo, la responsabilidad, la capacidad de elegir, de significar las experiencias y de buscar apoyo social. Por ello es importante, adems de desarrollar factores internos, afianzar los apoyos externos de promocin de la resiliencia mediante programas que permitan la participacin comunitaria. En resumen y de acuerdo a diversos autores, los factores que fortalecen internamente a nios y adolescentes son:1. Vinculo estable (apego seguro) con al menos uno de los padres u otra persona significativa. 2. Apoyo social Actitud de comprensin, cuidado y amor por parte de los cuidadores.3. Ambiente educativo regido por normas claramente establecidas y relaciones afectivas positivas.4. Modelos sociales que estimulen un aprendizaje constructivo. 5. Responsabilidades sociales y exigencia acordes a la edad cronolgica y madurez de los sujetos. 6. Oportunidades de desarrollo de destrezas y competencias cognitivas, afectivas y conductuales. Reconocimiento y atencin a los xitos y habilidades7. Estrategias de afrontamiento que favorecen la resolucin eficaz de los problemas. 8 Expectativas de auto eficacia, confianza en s mismo y un auto-concepto positivo. 9. Actitud optimista y fuertes expectativas de auto eficacia frente a situaciones generadoras de estrs. 10. Capacidad de otorgar sentido y significado al sufrimiento. Apoyo de un marco de referencia tico, moral y espiritual. Se trata de brindarle al nio y al adolescente los elementos necesarios para que posean expectativas positivas respecto al futuro, puedan establecer relaciones ntimas y comprometidas, se muestren activos y flexibles; puedan comunicarse abiertamente, demostrar afecto y se relacionen armoniosamente con su familia y su comunidad.La construccin de la resilienciaLa construccin de la resiliencia se ha resumido en un esquema que se desarroll en Chile, denominado internacionalmente "la casita". Esta metfora, divulgada por Vanistendael (2002), sintetiza todos los elementos bsicos para edificar la resiliencia en el nio y el adolescente. La "casita" puede servir para encontrar puntos fuertes y dbiles de un nio y del entorno en el que vive. Esto no quiere decir que, en ciertos casos, deba recurrirse a un diagnostico profesional profundo. La resiliencia es solo un enfoque y la "casita" solo una herramienta de trabajo. En la casa cada habitacin o piso representa un campo de posible intervencin para la construccin o el mantenimiento de la misma. El esquema es aplicable al nio y al adolescente y desde una perspectiva de atencin integral a la salud, se puede utilizar para un adulto, una familia y para una comunidad. En primer lugar se encuentra el suelo (cimientos) sobre el que est construida. Se trata de la satisfaccin de las necesidades bsicas como la alimentacin y los cuidados elementales para la salud. Este autor hace referencia a un programa para nios de la calle donde encontr que la necesidad de dormir deba ser satisfecha antes que ninguna otra, debido a la explotacin que se haca de los mismos a nivel laboral. Luego de esta etapa de recuperacin fsica (sueo y alimentacin) se poda comenzar a trabajar prontamente por la recuperacin psicolgica de los mismos. En el subsuelo encontramos la aceptacin incondicional del nio al menos por una persona significativa de su entorno. El amor autntico significa aceptar sin condiciones a una persona independientemente de su apariencia, salud, comportamiento etc. Un ejemplo de esto lo ilustra lo acontecido en un Hospital de Mendoza, Argentina, en los primeros meses de 2005, en el que naci un beb con sndrome de Down. Primero sus padres denunciaron que les haban cambiado a su beb. Intervino la Justicia, se hicieron los anlisis de ADN y se comprob que era hijo de la pareja denunciante. Cuando fueron informados de los resultados, decidieron darlo en adopcin. A los pocos meses un matrimonio, en lista de espera, realiz los trmites correspondientes y se lo entregaron en adopocin. De esta manera podemos afirmar que estos padres adoptivos aceptaron y amaron de forma incondicional al beb, no as sus padres biolgicos.La aceptacin incondicional se da con mayor facilidad en las relaciones informales con familiares y amigos. Esta es una de las razones por las cuales son tan importantes las redes sociales de apoyo. Los amigos, familiares y maestros desempean un rol fundamental en el desarrollo psicosocial integral del nio. Una familia y una escuela que funcionan adecuadamente, acepta incondicionalmente a sus miembros. Amar genuinamente a un nio, a un adolescente, es creer en l, descubrir sus talentos, motivaciones y aptitudes y darle oportunidades para desarrollarse.En la planta baja encontramos la capacidad de encontrar un sentido a la propia vida. Para un nio la responsabilidad de cuidar su mascota, de proteger a su hermano desvalido, cuidar su madre enferma, le da la oportunidad de establecer una relacin que le da sentido y coherencia a su estar en el mundo. El relato autobiogrfico de Viktor Frankl (1979), que realiza en el libro "El hombre en busca de sentido", muestra la forma en que el significado influye en el comportamiento. El autor, sobreviviente de los campos de concentracin, estuvo sometido a las experiencias ms extremas a que puede estar sujeto un ser humano. Sin embargo, logr salir con vida. Su estrategia de supervivencia fue su actitud personal ante las circunstancias a que estuvo expuesto durante su prisin consistente en otorgarle un sentido al sufrimiento. "El prisionero que perda la fe en su futuro estaba condenado... Con la prdida de la fe en el futuro perda, asimismo, su sostn espiritual; se abandonaba y decaa y se converta en sujeto de aniquilamiento fsico y mental... y se converta en presa de la enfermedad... y mora". La verdadera razn de su muerte era la prdida de la esperanza por la ausencia de significado. Desde una perspectiva constructivista, cuando las personas experimentan acontecimientos adversos y no pueden encontrarle un sentido ("por qu a mi", "que es esto"), permanecen como algo extrao y ajeno a su vida y por ello perturban, slo cuando logran encontrarle un significado pueden integrarlas a su historia de vida, a su narrativa. En el primer piso distinguimos tres habitaciones: la autoestima, las competencias y aptitudes y el humor.La autoestima es un concepto que suscita mucho inters entre psiclogos, educadores y profesionales de la salud mental. Para la construccin de la autoestima es fundamental la calidad de la relacin afectiva del nio con sus padres o cuidadores, as como los logros alcanzados. Un apego seguro (Bowlby, 1989) permite al nio explorar el entorno y regresar, sabiendo que sus padres estarn disponibles y accesibles si l los necesita. Esto les permite adquirir seguridad en s mismos y en los dems. Desde esta perspectiva, los seres humanos adquieren el conocimiento y la valoracin de s mismos a travs de la interaccin con los otros significativos. Popper y Eccles (1977) sostienen que "As como nosotros aprendemos a vernos en un espejo, el nio se hace cada vez ms consciente de s mismo al ver su reflejo en el espejo de la consciencia que otros tienen de l". En este sentido, la familia resulta un elemento crucial para el desarrollo de la valoracin de s mismo y el sentimiento de responsabilidad hacia s mismo y los dems.Vanistendael y Lecomte (2002) sostienen que una interpretacin ingenua de los efectos de la autoestima condujo a poner en marcha programas basados en que la misma era la causa determinante del equilibrio psicolgico y del xito escolar. Sin embargo, agregan, que parece ser mejor ayudar al nio a desarrollar sus fortalezas y aptitudes, lo cual permite estimularlo y formar su autoestima a partir de sus ejecuciones exitosas. La autoestima, o el modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos, afectan todos los aspectos de nuestra vida y es un requisito fundamental para una vida plena. En general, de acuerdo a diversos autores, en la autoestima podemos distinguir dos componentes: sentimientos de capacidad personal y sentimientos de vala personalBranden (1991) sostiene que la autoestima es la suma de la confianza y el respeto por uno mismo y es un reflejo del juicio que cada uno hace de su habilidad para enfrentar los desafos de la vida y de su derecho de respetar y defender sus intereses y necesidades. Tambin implica sentirse capaz para resolver los problemas cotidianos.Burns (1990), la describe como el conjunto de actitudes del individuo hacia l mismo. Tener una autoestima baja como persona conlleva al temor de no merecer ser amado ni merecer la felicidad. La inseguridad y la desconfianza en nosotros mismos es el resultado de no valorarnos en lo que somos, y no reconocer y apreciar las cualidades y talentos que poseemos, y de no aceptar nuestras limitaciones. Es importante un auto conocimiento profundo y de autocrtica para poder reconocer tanto lo positivo como lo negativo de nuestras caractersticas personales. Una de las influencias ms poderosas para el desarrollo de la autoestima es la educacin proveniente de los padres y educadores. De acuerdo a Satir (1967), Ginott (1965) y Coopersmith (1967), los nios que se sienten amados y respetados, tal como son, y que no sienten que su valor se cuestiona continuamente, poseen una inapreciable ventaja en la formacin de una sana autoestima. Coopersmith resalt lo que los padres pueden hacer para estimular el desarrollo de la autoestima en sus hijos. Uno de los puntos ms interesante es que la autoestima de un nio no se relaciona con la posicin econmica de la familia, ni con la educacin, rea geogrfica del domicilio, clase social, ocupacin del padre, ni el hecho de que la madre siempre se encuentre en el hogar. Lo que es verdaderamente importante en la vida de un nio, es la calidad de la relacin que exista entre el adulto y el menor. Este autor describi cuatro condiciones que se asocian frecuentemente con la elevada autoestima en los nios:- Cuando los menores experimentan una total aceptacin de sus pensamientos, sentimientos y valor de su existencia.

- Cuando se sienten que se les respeta su dignidad como seres humanos y que los padres toman en cuenta sus necesidades y deseos, mostrndose dispuestos a negociar las reglas familiares dentro de lmites cuidadosamente establecidos. Cuando se le da ms importancia a estimular y reafirmar el comportamiento positivo y se recurre menos a los castigos y se demuestra inters por la vida social y acadmica de sus hijos y estn dispuestos a conversar con l cuando ste as lo desea.- Cuando los padres manifiestan un alto nivel de autoestima y sirven como modelos en el modo en que se relacionan con las dems personas y consigo mismas.Por el contrario, cuando no se trata a un menor con respeto, no se le atiende, no se le escucha y ste no siente que es merecedor de la confianza de los dems, es natural que no se respete a s mismo y que contine sintiendo lo mismo cuando es adulto. Cuando se maltrata o rechaza a un nio se ve afectada su autoestima. Asimismo, la sobreproteccin tambin puede afectar la valoracin que hace el nio de s mismo al no permitrsele correr riesgos, ste intuye que no puede enfrentar los desafos normales de la vida y que es incapaz de sobrevivir solo. Asimismo, debemos esperar de nuestros hijos lo mejor que puedan dar de s; proponerles metas elevadas, para que tengan que esforzarse, pero que las mismas sean accesibles a sus posibilidades reales para evitar la frustracin y proporcionarles oportunidades para que puedan experimentar el xito.En resumen, podemos afirmar, que la autoestima se encuentra estrechamente ligada con la aceptacin incondicional del individuo y con el ejercicio de sus aptitudes y destrezas. La estimulacin de las destrezas y aptitudes de cada nio, sus fortalezas personales, son de capital importancia para su desarrollo integral y su bienestar personal. Se debe procurar involucrarlo en actividades placenteras y proporcionarle los medios necesarios para que pueda progresar de acuerdo a sus talentos, lo cual le permitir experimentar logros que sern las fuentes efectivas de sus expectativas de auto eficacia personal.La adquisicin de habilidades sociales, asertividad y de resolucin de problemas, as como crear fuertes expectativas de control sobre la propia vida, son parte del repertorio de habilidades de auto manejo imprescindibles para afrontar eficazmente la adversidad.El humor permite liberar energas y, fundamentalmente, nos permite construir otra perspectiva sobre la adversidad. El autntico sentido del humor es ms que un simple mecanismo de escape o de evitacin. Estos implican no afrontar una realidad desagradable, pero si hay sentido del humor, podemos incorporarla a nuestra historia de vida con un nuevo significado, desde otra perspectiva, de manera de transformarla en algo ms soportable y ms positivo. El sentido del humor escasamente se menciona en las investigaciones sobre resiliencia. Implica comprender la irracionalidad de las expectativas de una vida sin sufrimientos. Parte de la vida son los problemas, los obstculos, el sufrimiento. Pero si somos resilientes, sabremos tomarnos a nosotros mismos y a las cosas que nos acontecen con humor. El sentido del humor permite sobrellevar lo imperfecto, la aceptacin madura de los fracasos, y tener confianza, aun frente a la adversidad. No hay forma de ensear a las personas a desarrollarlo, pero existen juegos y otras actividades que se pueden practicar dentro de la familia y en los centros educativos que ayudan a estimularlo. En el altillo encontramos la apertura a otras experiencias que pueden contribuir a la resiliencia. Estar abiertos a distintas vivencias, perspectivas y opiniones, nos permite reflexionar acerca de nuestra manera habitual de interpretar y valorar las situaciones adversas. Integrarnos a grupos de personas que comparten nuestros sufrimientos nos fortalece, nos da esperanza y sentido a nuestras vidas.Comunidades que promueven la resilienciaCuando las caractersticas individuales y las variables protectoras del medio interactan, pueden promover un desarrollo sano y positivo en los miembros de una comunidad. Uno de los factores protectores primordiales es el apoyo de los otros, incluyendo los miembros de la familia nuclear o extensa, maestros, grupo de pares, prestadores de salud, vecinos, etc. Tambin las familias pueden ser consideradas resilientes cuando son capaces de afrontar la adversidad o los montos significativos de tensin, desarrollando su fuerza colectiva para responder a los desafios futuros. Las condiciones familiares asociadas con una respuesta resiliente incluyen la estabilidad, la cohesin, la flexibilidad y la comunicacin. Otros atributos son la adaptabilidad y disponibilidad de apoyo interno y externo, tanto de la familia extensa como de amigos u otros agentes.Fernndez DAdam (2004) distingue factores ambientales protectores que revierten circunstancias potencialmente negativas tales como:- Relaciones afectuosas: sensibilidad, comprensin, respeto e inters promueven un sentido de seguridad y confianza entre las personas. - Expectativas realistas, acordes a las capacidades y motivaciones de las personas, focalizar sobre las fortalezas, no sobre los defectos o problemas, promueven la salud y bienestar de los sujetos.- Oportunidades de participacin comunitaria y contribucin significativa en la sociedad, incentivan para asumir responsabilidades propias y colectivas y aplicar la capacidad personal en beneficio de la comunidad.La resiliencia comunitaria, que hace fuerte a los pueblos y los capacita para enfrentar la adversidad, tiene que ver con fomentar la identidad cultural, la jerarquizacin de su historia, tradiciones y valores, la promocin de la autoestima colectiva (actitud de orgullo de pertenecer a un pas) y su vida cultural (eventos artsticos, literarios, de formacin ciudadana). Slo ejerciendo una democracia activa en lo cotidiano (con participacin genuina), sosteniendo valores ticos en todas las reas ciudadanas, respetando todas las prcticas religiosas y teniendo acceso a todos los servicios (salud, justicia, educacin, seguridad) podr construirse una comunidad saludable. Construccin de la resiliencia y familiaLa familia es un factor preponderante en la formacin de personas sanas fsica y psquicamente. Si un nio tiene sus necesidades bsicas satisfechas, tiene ms opciones de xito en el futuro, si a esto le aadimos el contacto fsico, las caricias y el respeto de sus padres o familiares, su desarrollo en todos los aspectos ser armnico.Greenspan (1996) enumera una serie de condiciones familiares que favorecen la resiliencia entre los nios y jvenes:- Estructura y reglas claras dentro del hogar- Apoyo entre los cnyuges- Estrategias familiares de afrontamiento eficaces- Prcticas de cuidado y crianza efectivas- Interaccin y apego entre padres e hijos (la presencia de una relacin clida, nutricia y de apoyo al menos con uno de los padres, protege o mitiga los efectos nocivos de un medio adverso)- Expectativas positivas de los padres sobre el futuro de sus hijos- Responsabilidades compartidas en el hogar- Apoyo de los padres en las actividades escolares de los hijos- Redes familiares fuertemente extendidas y redes de apoyo externas (por ejemplo, familiares, amigos, vecinos, etc.)- Participacin de la familia en actividades extra familiares ( iglesia, clubes, escuelas, entre otros.)- Oportunidades de desarrollo y responsabilidades extra-familiares.Construccin de la resiliencia y escuelaPara formar nios y adolescentes resilientes, en el mbito escolar, resulta fundamental el desarrollo y estimulacin intelectual, social y afectiva, ya que esto conforma una base slida para poder enfrentar de manera eficaz las situaciones adversas. El objetivo fundamental es la promocin de factores protectores personales con el fin de desarrollar estilos exitosos de afrontamiento. Resulta fundamental potenciar en los alumnos factores protectores internos tales como la autonoma, la autoestima, la creatividad y el humor infantil, expresado este ltimo en la alegra, la capacidad de jugar y relacionarse con los otros.Burguess (2003) considera fundamental ayudar a los maestros a comprender la importancia de un ambiente agradable en el que reine el buen humor; convencerlos de que la risa puede ser un elemento esencial para el aprendizaje; ayudarlo a sacar provecho del aspecto cmico que ya existe en clase y mostrarle maneras de combinar la risa con el aprendizaje.Muchos investigadores han sealado que el humor es una variable que influye positivamente en la salud y en el aprendizaje. Fry (1970) sostiene que la risa y las emociones positivas producen cambios qumicos benficos que contribuyen al proceso curativo en las personas enfermas. Agrega que la risa mejora la presin sangunea, estimula la circulacin y el sistema inmunolgico, eleva los niveles de endorfina y beneficia el sistema cardio-respiratorio. McGhee (1980, 1989) demostr en sus investigaciones que los alumnos aprenden mejor cuando las clases son dictadas con humor y que los alumnos recuerdan ms y la retencin es ms prolongada cuando los ejemplos son presentados de manera humorstica. Soebstad (1995) seala que el humor debe ser incorporado en los establecimientos de educacin preescolar por su influencia en la salud fsica como mental de los nios. Plantea que el humor es una disposicin innata que puede ser estimulada desde el entornoPert (1997) afirma que es ms probable que recordemos experiencias emocionales positivas cuando nos sentimos optimistas, mientras que las experiencias emocionales negativas se recuerdan con mayor facilidad cuando nos sentimos tristes y pesimistas. La risa y el humor atraen la atencin y el inters de los alumnos, de esta manera el procesamiento de la informacin resulta ptimo, en cuanto a los procesos de retencin, bsqueda y aplicacin de la informacin. Tambin ayudan a reducir el estrs, tanto en docentes como en alumnos, creando ambientes agradables que favorecen el aprendizaje y la salud.Una relacin afectiva con un maestro alienta a los jvenes a superarse, estudiar y trabajar ms. Adquieren un compromiso con aquellos maestros que quieren y en los que confan. La creacin de un ambiente solidario y de respeto en la escuela crea oportunidades para relaciones saludables entre los estudiantes, entre los maestros, y entre los maestros y los padres.Los maestros que estimulan y desarrollan la resiliencia estimulan:1) Relaciones afectivas: demostrar afecto, apoyar, escuchar, valorar, respetar, no juzgar; 2) Expectativas mayores y elevadas: Desafiarlos a alcanzar mayores logros, reconocer las fortalezas, ayudar al auto-reconocimiento y evitar rtulos (fracasado, vago)3) Evaluar los obstculos, la adversidad como un desafo que se puede afrontar y que es algo transitorio 4) Permitirse errores, fallas, aprender que estos son parte del aprendizaje; 5) crear oportunidades para la participacin activa, instarlos a resolver problemas, dar responsabilidades, estimular la creatividad Los maestros que construyen la resiliencia estn centrados en las habilidades, las fortalezas y talentos de los alumnos como punto de partida para su desarrollo integral, crean situaciones donde puedan desarrollarse y tienen la capacidad de detectar los intereses particulares de cada uno de ellos para generar proyectos que le otorgue un sentido a su vidaConclusinLa importancia de este enfoque de la resiliencia, como un estado que se construye, es que se constituye como relevante el rol que juega la familia, la escuela y la comunidad como fuentes generadoras de factores protectores. Esta perspectiva permite elaborar teoras y disear estrategias de intervencin y programas preventivos a fin de promover actitudes y comportamientos saludables y resilientes en nios, adolescentes y adultos afectadas por niveles significativos de estrs.La resiliencia es una capacidad que se puede promover en nios y adolescentes mediante la estimulacin cognitiva, afectiva y conductual. En este sentido es fundamental que desde pequeos los nios se sientan amados y valorados, que se les reconozcan y estimulen permanentemente sus comportamientos saludables, lo que hacen bien, ignorando sus conductas nocivas y reforzando todas aquellas que sean incompatibles o alternativas, que permitan el desarrollo psicosocial de los mismos.Uno de los factores protectores que contribuyen a desarrollar la resiliencia, es el tener expectativas realistas de lo que cada uno puede lograr de acuerdo a sus talentos, capacidades y recursos propios. Esto motiva y da oportunidades a los sujetos para involucrarse en actividades que incrementen sus recursos y destrezas, que les permitan superar las situaciones difciles y salir enriquecidos y fortalecidos frente a ellas. Al desarrollar las fortalezas y al estar convencido de que todos las tenemos, esto proporciona al campo de la educacin, de la prevencin y del desarrollo de comunidades saludable, una clara perspectiva acerca de lo que es funcional, y nos sugiere que no debemos focalizar en identificar riesgos, ya que esto estigmatiza a las personas, sus familias y su comunidadExisten reas de desarrollo de la resiliencia que se relacionan con los recursos personales y sociales de un individuo tales como los vnculos afectivos significativos, la autoestima, la creatividad, el humor positivo, una red social de pertenencia, una ideologa que permita dar un sentido al sufrimiento, y la posibilidad de elaborar alternativas de solucin frente a la adversidad. Tambin contribuye crear expectativas realistas en las personas y proporcionarles oportunidades para que puedan experimentar ejecuciones exitosas que aumenten sus expectativas de auto eficacia. De esta manera estamos promoviendo la salud y la calidad de vida de los miembros de una comunidad que incrementa su condicin de resiliente.Estilos de vida. DefinicinTal y como expone Gil-Roales (1998) se pueden detectar tres aproximaciones al concepto de Estilo de vida. Se puede considerar, en primer lugar, el estilo de vida de una forma genrica en la que se conceptualiza el estilo de vida como una moral saludable que cae bajo la responsabilidad del individuo o bajo una mezcla de responsabilidad del individuo y la administracin pblica, segn el mbito cultural. En esta conceptualizacin estaran las definiciones de Singer (1982) y Ardell (1979). El primero define el estilo de vida como una forma de vivir o la manera en la que la gente se conduce con sus actividades da a da, mientras que Ardell al aplicarlo a la salud lo delimita como aquellas conductas sobre las que un individuo tiene control y que incluyen todas las acciones que afectan a los riesgos para la salud.Desde esta misma perspectiva, algunos autores han propuesto la idea de 2 estilos de vida:a) estilo de vida saludable con dos dimensiones que califican como a) sobriedad, definida por comportamientos que implican no fumar, tomar alimentos saludables, abstinencia del alcohol, etc. y b) actividad, dimensin que viene definida por la participacin en deportes y ejercicio regular, mantenimiento de un bajo ndice de masa corporal, etc.).b) estilo de vida libre caracterizado por comportamientos totalmente contrarios al anterior: consumo de alcohol, toma de alimentos no saludables y no preocupacin por la apariencia fsica.

En este punto de vista genrico se engloba el trabajo de la OMS cuyo objetivo principal es la promocin de estilos de vida saludables, esto es, una forma de vivir de la gente que tanto individual como colectivamente y de una forma cotidiana, permitan una mejora de calidad de vida. En el siguiente cuadro, se recogen los principales postulados de dicho trabajo.Desde esta perspectiva, se propone un nuevo paradigma de salud pblica dominante en el mundo industrializado que proclama la prevencin de enfermedades a travs de los cambios en los estilos de vida. Sin embargo, el peligro inherente a esta perspectiva es su excesiva concentracin sobre la responsabilidad individual y su falta de sensibilidad sobre circunstancias supraindividuales que pueden estar manteniendo estilos de vida insalubles.Una tendencia alternativa de conceptualizacin del estilo de vida se caracteriza por socializar el concepto (Gil-Roales, 1998) por lo que hablaramos de un estilo de vida socializado. Desde esta perspectiva, el estilo de vida no se refiere nicamente a una cuestin de hbitos personales, sino que tambin tiene que ver como las sociedades organizan el acceso a la informacin, la cultura, y a la educacin. Esta dimensin social entiende el estilo de vida como una interaccin de responsabilidad individual y responsabilidad poltica al entender que, por ejemplo, el individuo no es el nico responsable de morir de cncer tras cuarenta aos como fumador. Esto es, el estilo de vida no es slo una cuestin de voluntad o sentido de responsabilidad y se critica, por tanto, la sobreestimacin del nivel de control sobre su propio estilo de vida puesto que muchos elementos con poca o ninguna posibilidad de alteracin personal son, precisamente los ms peligrosos para la salud a nivel epidemiolgico (pobreza, desempleo, etc.). Desde esta perspectiva, se pretende cambiar los estilos de vida a travs del cambio de las condiciones de vida. En esta aproximacin destaca la definicin de estilo de vida propuesta por Abel (1991) quien establece que los estilos de vida en salud comprenden patrones de conducta relacionados con la salud, y valores y actitudes adoptados por los individuos y los grupos en respuesta a su ambiente social y econmico.Listado de hbitos de vida que favorecen el desarrollo de un estilo de vida saludable

Saber utilizar la publicidad, el consumo en generalUtilizacin adecuada de servicios pblicosCultura fsicaRespeto a las normas de trficoHigiene personalUtilizacin racional del agua y de los recursos energticosHbitos de limpieza urbanaBuenos hbitos alimentariosHbitos culturales del empleo del ocio/tiempo libreReconocimiento de las conductas positivasPotenciar redes de apoyo socialTener prcticas sexuales responsablesBuenos hbitos de convivenciaHbito de escolarizacinHbito de vacunacinConciencia de que los accidentes se pueden prevenir

Listado de hbitos que dificultan el desarrollo de un estilo de vida saludable

Abuso de drogasConsumo de tabacoConsumo de alcoholIncultura hacia la valoracin de especies animales protegidasContaminacin del aire por el humo del tabacoContaminacin del aire por las fbricasContaminacin acstica

Adaptado de Gil-Roales (1998), pg. 128.El problema de esta conceptualizacin reside en la dificultad en operacionalizar un concepto tan amplio y el posible enfoque a efectos de intervencin. Sin embargo, ha tenido su influencia en los objetivos de la OMS puesto que se ha incorporado a un concepto de estilo de vida ms socializado puesto de manifiesto en los intentos de promocin de la salud en el tercer mundo.Finalmente, existe una tercer aproximacin al concepto de estilo de vida. Se trata de un enfoque pragmtico. Se parte de la evidencia emprica que demuestra que ciertas formas de hacer, decir y pensar parecen ser mejores que otras para la salud. Las definiciones que engloba este enfoque pragmtico comparten la caracterstica comn de centrarse en ciertas pautas de comportamiento cuyo efecto es la promocin de la salud o la potenciacin de los riesgos. Asimismo, se caracteriza por intentar fijar empricamente los componentes del estilo de vida que son de relevancia para la salud, aspecto ste en el que no se ha llegado a un acuerdo unnime sobre cules son las conductas que promueven la salud, pues los distintos estudios en este campo dan como resultado agrupaciones de conductas ms o menos consistentes pero que han coincidido en sealar la naturaleza multidimensional del comportamiento prosalud y de riesgo. Definiciones representativas de este enfoque pueden ser por ejemplo, la de Mechanic (1986) quien se refiere al concepto de "conducta de salud" a los patrones de respuestas relacionados con la salud cuando la persona no tiene sntomas especficos, o la de Matarazzo (1984) quien define inmungenos conductuales a las actividades o hbitos de vida que reducen el riesgo de morbilidad y muerte prematura, representando por tanto, una especie de defensas conductuales contra la enfermedad.Ms recientemente y an desde esta perspectiva, Millar y Millar (1993) proponen la distincin entre:a) Conductas de deteccin de enfermedades, entendidas como aqullas que proporcionan la posibilidad de deteccin de trastornos y que por s mismas no permiten que la persona mejore su salud.b) Conductas de promocin de la salud, entendidas como aquellas que por s mismas permiten que la persona mejore su salud.La mayora de las definiciones anteriores pueden englobarse en esta ltima propuesta puesto que defienden tanto la prevencin como la promocin de la salud, reas indiscutibles de intervencin en Psicologa de la Salud.TEORA Y ESTRATEGIA PARA DESARROLLAR E INSTRUMENTAR INTERVENCIONES PARA LA PROMOCIN DE LA SALUDSusan Pick*Martha Givaudan***Instituto Mexicano de Investigacin de Familia y Poblacin (IMIFAP) Universidad Autnoma Nacional de Mxico (UNAM)

**Instituto Mexicano de Investigacin de la Familia y Poblacin (IMIFAP)MxicoIntroduccinTanto en pases desarrollados como en aquellos en vas de desarrollo, existe un enorme vaco en lo que se refiere a modelos de salud basados en las necesidades reales de las poblaciones que atienden, que cuenten con las bases necesarias para ser evaluados y difundidos en cada una de sus etapas y que adems puedan ser adoptados para ser instrumentados en gran escala. Se han desarrollado programas de promocin de la salud a lo largo y ancho del planeta. Algunos estn basados en investigacin formativa, otros incorporan algn elemento de evaluacin, aunque muchas veces muy precario (tipo "le gust el programa, por lo tanto debe funcionar", o como hay cambios en conocimientos, se deriva (casi, por arte de magia) que se estn dando cambios en las conductas). Otro problema es que por lo general estn enfocados a un tema especfico, como por ejemplo, prevencin de diabetes, de abuso de alcohol o de enfermedades cardiacas, en lugar de ser integrales en las temticas que abarcan. En cuanto a la poblacin a la que van dirigidos, lo que suele pasar es que se toma slo a una seccin de sta o se aplica el mismo contenido con ligeras adaptaciones a varios grupos, por ejemplo, de edad. En lo que se refiere a la difusin de los resultados, se encuentran algunos esfuerzos, pero al igual que en el caso de las evaluaciones, rara vez son incorporados como parte del programa mismo o de su plan de instrumentacin. Asimismo el proceso mediante el cual se pasa de un piloto a un programa final o la justificacin para ello, generalmente no se hace explcita. Por otro lado, es importante considerar que la Psicologa cuenta con muchas de las herramientas necesarias para poder desarrollar, instrumentar y evaluar programas integrales para la promocin de la salud. Este capitulo est basado en dos artculos en los que se explican el marco y la estrategia para desarrollo e instrumentacin de programas que aqu se presentan (Pick, Givaudan y Poortinga, 2003 y Pick, Poortinga y Givaudan, 2003). Presenta: 1) un marco conceptual para el desarrollo y evaluacin de las intervenciones en el rea de salud y 2) una estrategia para instrumentar programas de intervencin con base en dicho marco. 3) un tercer apartado en el que se ejemplifica el marco conceptual y se ilustra el proceso para ir de la investigacin a la accin en la instrumentacin de un programa a travs del programa de habilidades para vivir la salud "Yo quiero, yo puedo", que integra varios temas de salud tomando como base el desarrollo de habilidades para vivir, tiene versiones para medio urbano y rural, desde preescolar hasta edad adulta, tanto para replicadores como para usuarios, y se explica como se replica usando un sistema de cascada con supervisin, actualizacin y acompaamiento.La supervisn tiene como objetivo apoyar en la aclaracin de problemas y dudas, el acompaamiento cumple la funcin de apoyar y dar confianza sobre todo en las primeras etapas de replicacin. Por ltimo, es a travs de la actualizacin como se mantienen al da los conocimientos y habilidades adquiridas.Tanto la salud como la enfermedad dependen de mltiples factores que, en gran medida, tienen que ver con las condiciones fsicas, sociales, psicolgicas, culturales y econmicas de las comunidades en las que viven las personas. Estas condiciones representan factores determinantes para el desarrollo de los conocimientos, actitudes, creencias y acciones de los seres humanos respecto a su salud y la vida en general.Marco conceptualLa Figura 1 presenta un marco conceptual que ilustra los diferentes componentes que requiere un programa para la promocin de la salud. Estos son: el contexto, la persona, y las demandas de la situacin. Asimismo explica cmo a travs del desarrollo de habilidades cognitivas y psicosociales y de la adquisicin de conocimientos y la aclaracin de creencias equivocadas, tambin conocidas con el nombre de mitos, se ofrecen alternativas para desarrollar y favorecer factores protectores que disminuyen los riesgos a la salud.A continuacin se describen los diferentes componentes del marco conceptual:ContextoSe refiere a las circunstancias socioeconmicas y culturales en las cuales viven las personas. El aspecto central lo constituyen los factores socioeconmicos. Se puede hablar de un continuo que va desde contar con gran cantidad de recursos econmicos teniendo acceso a todo tipo de facilidades tanto materiales como humanas, hasta los niveles sociales ms bajos que cuentan con una cifra mnima de acceso a este tipo de oportunidades. Ejemplos de dichos recursos, los cuales tambin pueden ser definidos en trminos de factores protectores, son el acceso a escuelas de calidad, a una nutricin adecuada, a agua potable, a servicios mdicos de calidad, as como acceso a informacin (Berry, Poortinga, Segall y Dasen, 2002).Dentro de una sociedad, se encuentran circunstancias en trminos de valores, normas y creencias. A travs de la socializacin, los individuos aprenden qu reglas y expectativas son las que son socialmente aceptadas en su entorno. Por ejemplo, el papel tradicional que tienen las expectativas de roles de gnero, tiene un importante efecto en la conducta sexual, tanto de los adolescentes como de los adultos (Amuchastegui, 1998), y la influencia de los pares juega un papel determinante tanto en el fomento como en la prevencin de conductas de riesgo en los jvenes (Ej. Dreyfoos, 1993).Se puede entonces resumir el contexto en trminos de las oportunidades y limitaciones que una persona tiene para cuidar su salud. PersonaEl segundo cuadro de la Figura 1, se refiere a las caractersticas permanentes que tiene una persona. En Psicologa se ha definido a la persona en trminos de las disposiciones que mantienen continuidad a travs del tiempo y a travs de diferentes situaciones que se le van presentando o sea rasgos dimensionales (McCrae y Costa, 1996). Asimismo existen disposiciones que se refieren al desarrollo de la persona. A este respecto, en la Figura 1 se incluye la autoeficacia y la autoestima (Bandura, 1997). La autoestima ha sido definida como el valor que nos asignamos a nosotros mismos con base en el autoconocimiento y el autoconcepto. Bandura por su parte, se refiere a la autoeficacia como la auto-percepcin que se tiene de ser capaz de realizar una conducta (Bandura, 1997).En algunos de los programas recientes de promocin de la salud, se habla del empoderamiento (Venguer, Quezada, Pick, Cabral, Flores, Mireles, Montero y Morales, 2000). Este trmino es una traduccin literal de la palabra inglesa "empowerment" y a pesar de no ser una palabra en castellano, ha sido integrada en los programas ya que es la que ha tenido mayor aceptacin con los potenciales usuarios de los programas, despus de haber probado varias palabras equivalentes. Empoderamiento se refiere al sentimiento de tener poder sobre sus vidas, de sentirse capaz de tomar de decisiones e instrumentarlas y de percibir que se es capaz de cambiar situaciones para mejorar la calidad de vida (Stein, 1997).En este cuadro tambin se incluyen las actitudes personales (Fishbein y Ajzen, 1975) as como las normas individuales que se refieren a la influencia que ciertos grupos o personas importantes para el individuo tienen sobre l o ella. Entre stas, por lo general destacan la familia y las amistades.Las actitudes y normas personales se localizan en esta parte del marco conceptual, ya que al igual que otros rasgos de la persona, tienden a ser estables a travs del tiempo, a menos que las personas las cuestionen o hagan esfuerzos especiales por modificarlas. Tal sera el caso de personas que han hecho suyas a lo largo de gran parte de sus vidas las normas sociales de su comunidad sin cuestionarlas, muchas veces a pesar de que les hacen dao o que las adoptan ciegamente y a veces hasta con una actitud favorable, rdenes que reciben sin siquiera analizarlas, hasta que tiene alguna influencia que las lleva a analizar sus opciones y probar nuevas alternativas. Figura 1. Marco conceptual para el desarrollo de programas de prevencin a la salud Demandas situacionalesEl tercer cuadro de la Figura 1 se refiere a las situaciones especficas que las personas enfrentan. Contar con las habilidades apropiadas le permite a una persona reaccionar adecuadamente, de acuerdo con sus propios estndares y expectativas y de esta manera proteger su salud; le da los elementos necesarios para aplicar conocimientos y as pasar de slo tener informacin a llevar a cabo conductas. Ejemplos de habilidades relevantes para los cambios de conductas en la salud preventiva son: toma de nuestras propias decisiones, uso de una comunicacin abierta, directa, y asertiva; manejo de estrs y expresin de sentimientos. stas se encuentran entre las habilidades para la vida que la Organizacin Mundial para la Salud (1999) ha identificado como prioritarias y que promueven factores protectores. Tambin en este cuadro se incluyen los conocimientos y las creencias individuales. Los conocimientos se refieren a la informacin factual que se tiene, como por ejemplo, efectos a largo plazo del abuso de sustancias txicas, alternativas para una adecuada alimentacin, conocimientos sobre la diabetes, prevencin y cuidado, los derechos sexuales y reproductivos, higiene personal y ambiental, o conocimientos especficos sobre cmo prevenir el VIH/SIDA y los embarazos no deseados. Las creencias incluyen categoras de conocimientos para las cuales no hay bases empricas y que puede demostrarse que son incorrectas. Por ejemplo, la creencia de que las dietas bajas en azcares no ayudan a proteger contra la diabetes, que el destino ya est marcado por lo que no vale al pena procurar cambiar hbitos de higiene y salud, que el uso de anticonceptivos lleva a que se acumulen los bebs en el abdomen causndole dao a la mujer, que comer verduras causa infecciones intestinales, que una alta autoestima es seal de arrogancia o que el alcohol solo alegra la vida y no le hace dao a la salud. Entre los programas ms efectivos desarrollados en materia preventiva en salud, se encuentran los que definen a las habilidades psicosociales y conocimientos especficos como factores protectores. Un factor protector es una actitud, comportamiento, situacin o accin que construye resiliencia en un grupo, organizacin, comunidad o a nivel del individuo. Por el otro lado, se tiene al factor de riesgo que es una actitud, comportamiento, creencia, situacin o accin que puede exponer a un individuo, un grupo, una organizacin, o comunidad a conductas no deseables. Si se reducen los riesgos y se promueven los factores protectores, hay menor vulnerabilidad con respecto a problemas sociales y de salud (Hawkins, Catalano y Miller, 1992). De ah que la exposicin a un nmero importante de situaciones de riesgo, no necesariamente significa que se presenten problemas cuando existen factores protectores de por medio (Mrazek y Haggerty, 1994).Los factores protectores y los factores de riesgo existen en cualquier mbito de la vida social. Cada persona cuenta con una serie de habilidades y conocimientos que aplica en diferentes circunstancias o interacciones sociales (Kotliarenco y cols., 1997; Luther y Zigler, 1992; Rutter, 1987).ConductasLa conducta se refiere a la accin misma, es decir, al comportamiento. Los cambios en conductas no se dan sbitamente sino por pasos o en etapas; en forma de un proceso. As por ejemplo, Fishbein y Ajzen (1975) hablan de que los antecedentes inmediatos y mejores predictores de las conductas son las intenciones y que existe una relacin uno a uno entre la intencin de llevar a cabo una conducta y la conducta misma. As por ejemplo, si tengo la intencin de irme a hacer un Papanicolau maana las 10 a.m. en la clnica del pueblo, habr una alta probabilidad que eso haga. Dentro de una lnea semejante, en lo que se refiere al cambio de conducta como un proceso, Prochaska y DiClemente, (1982) describen los cambios en etapas: que van desde la contemplacin del cambio a la preparacin para el cambio, la realizacin de los cambios y finalmente el mantenimiento de la nueva conducta. La contemplacin es la etapa en la que se est apenas empezando a considerar la posibilidad de buscar alternativas, en la que se da el cuestionamiento inicial acerca de lo que est sucediendo y la necesidad de cambiarlo. Por ejemplo, una mujer vctima de violencia domstica, en esta etapa empieza a pensar que no se merece dicho trato y a preguntarse qu puede hacer para protegerse. En la etapa de preparacin para la accin ya se hacen indagaciones. Por ejemplo, en este caso tal vez se empiece a buscar un lugar alterno adonde irse a vivir para alejarse de la violencia de la pareja. En la etapa de accin puede ya irse a vivir a otro lugar. Tambin es muy posible que poco tiempo despus regrese al ser convencida por su pareja de que esto ya no ocurrir. Esto indica que se ha empezado a dar la conducta protectora pero que no se ha mantenido y no se ha resuelto el problema. El mantenimiento de la conducta se da una vez que la persona se queda a vivir en su nuevo hogar y no regresa a su antigua casa en la que haba violencia domstica.El Banco Mundial (1997) ha hecho recomendaciones sobre cmo promover la salud bsica, la nutricin y la utilizacin de los servicios preventivos y de salud, por parte de la poblacin. La visin de adquisicin gradual de conductas que favorecen la salud fsica y mental es compatible con la que habla de etapas tales como: sensibilizacin ante el problema, identificacin del problema especfico, anlisis de alternativas para sobreponerse a los obstculos y acciones para lograr aumentos en la motivacin para el cambio. Es a travs del fortalecimiento y adquisicin de conocimientos y del desarrollo de habilidades psicosociales que se logran avances en estos aspectos, aumentando asimismo la probabilidad a largo plazo del sustentamiento de las intervenciones.Finalmente, en la Figura 1 se observa retroalimentacin entre los diferentes componentes del modelo conceptual, indicando que los cambios en los patrones de conducta a travs del tiempo pueden provocar: a) cambios permanentes en las caractersticas de la persona. En la medida que la persona se da cuenta que es capaz de llevar a cabo con xito diferentes conductas, se va sintiendo mejor consigo misma, valorndose ms y sintindose capaz de probar nuevas experiencias, i.e., de llevar a cabo nuevas conductas. b) cambios en nivel del contexto. Entre ms gente est cambiando su conducta en una comunidad, ms se facilita el cambio en el nivel contextual, y a su vez, en un contexto favorable es ms probable que se den conductas saludables. Etapas en el desarrollo e instrumentacin de los programasPara estructurar el diseo e instrumentacin de programas de promocin de la salud, hay varias etapas parcialmente sobrepuestas entre s. stas van desde la realizacin de un plan inicial en el que se determinan las necesidades de y con la poblacin. Con base en ello se plantea el problema, se desarrolla y pilotea un programa de intervencin, se disea la evaluacin y ms adelante se toman las medidas necesarias, en caso de que los resultados de las evaluaciones indiquen que as lo amerita, de aplicarlo a gran escala, es decir, instrumentarlo con un nmero significativamente mayor de personas.

Tabla 1 - Estrategia para el desarrollo e implementacin de programas de intervencin 2 MetasMtodos y ActividadesEvaluacin

Etapa 1: Identificacin de las necesidades y definicin del problema

Definicin del ProblemaNivel ContextualInformacin demogrfica La definicin de lasnecesidades est clara?

Establecimiento de mbito para intervencin (nivel individual y comunitario)EncuestasInformacin EtnogrficaNivel IndividualExiste una definicin clara de la meta hacia la gente?

Establecimiento de meta en el cambio de conductas (limitaciones y oportunidades)Grupo FocalEntrevistasCuestionariosCul es la calidad de la informacin sobre antecedentes?Calidad psicomtrica de los datos (grupos focales, etc.?

Etapa 2: Desarrollo del programa de intervencin

Preparacin de la versin preliminar de todos los programasNivel ContextualPlaneacin de apoyoConstruccin de los mensajes en mediosEl contenido es valido en todos los programas (en trminos de definir necesidades y descripcin)?

Nivel IndividualSeleccin de los contenidos y tpicos de los programasSeleccin de mtodos didcticos

Etapa 3: Piloteo del Programa

Aplicabilidad de los contenidos y mtodos de entregaNivel contextualPruebasRevisionesLos clientes estn abiertos al programa?Tasas de asistencia?

Preparacin de la versin final del programaNivel IndividualPruebasRevisionesHay efectos observables Ej. valoracin con el grupo control?

Etapa 4: Cabildeo y diseminacin

Facilitar las condiciones contextuales para los cambios conductualesNivel Contextual (principalmente)Dirigir instituciones y autoridades administrativasHan sido abordados los grupos importantes apropiadamente?

Facilitar la distribucin deprogramasCampaas en medios masivosFueron el cabildeo y diseminacin suficientes y exitosos?

Etapa 5: Aplicacin a gran escala

Maximizar el alcance del programaEstablecer un sistema para la distribucin de materialesExisten cambios a largo plazo?

Capacitar facilitadoresEs el programa eficiente y efectivo?

Especficamente, la primera etapa consiste en identificar las necesidades de la poblacin meta y definir el problema. Tanto el contexto como los recursos personales tienen que ser estudiados para poder realizar una descripcin integral del problema con el que se va a tratar (ver Tabla 1). En otras palabras, el primer paso es preguntarles a las personas tanto a nivel individual como colectivo, cules son sus necesidades y qu ideas tienen acerca de cmo se les podra dar solucin. En esta primera etapa tambin se define el diseo de la evaluacin para decidir quin(es) integrarn el(los) grupo(s) experimental(es) con el(los) que se va a trabajar la intervencin y qu medidas se tomarn para elegir al(los) grupo(s) control(es) o en su defecto, medidas que sirvan como controles y que permitan anlisis comparativos con el (los) grupo(s) experimental(es). Estos son indispensables para poder atribuir de manera confiable los cambios a la intervencin. La meta principal de esta fase es identificar los problemas que pudieran limitar la disponibilidad o el acceso a oportunidades, as como conocer las condiciones locales que puedan fortalecer el que se den los cambios necesarios para lograr que la intervencin sea exitosa. Es decir, la investigacin exploratoria o formativa que se realiza para conocer las necesidades y para definir el problema, va a permitirnos conocer adems, qu facilidades y qu dificultades existen para apoyar o limitar la salud. En dicha investigacin se podr saber, por ejemplo, si hay acceso a servicios de salud, de qu tipo, con qu calidad, qu tan fcil o difcil es el acceso, con qu costos directos (pago del servicio y/o medicamentos) e indirectos (ej. transporte).En el nivel contextual, los mtodos de obtencin de informacin incluyen la recopilacin de reportes estadsticos y encuestas, tanto gubernamentales como particulares, as como la consulta de fuentes etnogrficas. En el nivel individual, se usan grupos focales, entrevistas a profundidad y observaciones sistematizadas adaptadas a circunstancias locales (Enrquez, 1990). Esta es la base para desarrollar el contenido del programa a fin de que sea compatible con las necesidades reales de la poblacin meta. De esta manera tambin se brinda el apoyo necesario para asegurar que el usuario del programa se apropie de ste y participe de manera activa ("lo sienta suyo"). Una evaluacin crtica en esta etapa tiene por objetivo examinar la calidad de los mtodos de recoleccin de informacin y la compatibilidad entre el objetivo del programa y las necesidades planteadas. En la segunda etapa a la que se refiere la Tabla 1, se desarrolla del programa de intervencin (i.e. la informacin recolectada en la primera etapa se traduce en mdulos o unidades del programa as como materiales educativos y promocionales). El desarrollo del programa incluye intervenciones en niveles grupales e individuales y mensajes a travs de los medios masivos, que podrn ser utilizados para la difusin en un momento dado. En esta etapa es importante tomar en consideracin los mtodos didcticos que se van a usar. As por ejemplo, se puede decidir si se requiere una metodologa participativa como la de los programas de educacin para la salud que realiza IMIFAP3 o si se prefiere usar nicamente materiales escritos o tcnicas tipo conferencias masivas, que limitan la participacin individual pero pueden llegar a un mayor nmero de personas en menor tiempo. Es tambin en esta fase cuando se determina la forma en la que se va a replicar el programa. As por ejemplo, se puede formar a las madres para que ayuden a mejorar la salud de sus hijos, o a jefes del sector educativo y/o directores de escuelas para que repliquen los programas con los maestros o con madres y padres de familia o tal vez en el caso de clnicas de salud, formar al personal mdico de cabecera para que forme a aqullos que llevan a cabo su servicio social en el hospital durante un periodo de tiempo relativamente corto. La evaluacin en esta fase consiste en ver si el contenido es vlido, es decir, si va de acuerdo con las necesidades detectadas en la etapa anterior.En la tercera etapa de desarrollo de programas de salud, se prueba y revisa el programa a travs de una intervencin y evaluacin piloto. El objetivo es que al trmino de esta fase se cuente con una versin final de la intervencin para ser aplicada en gran escala. En esta fase son necesarias las valoraciones objetivas que permitan evaluar si el programa es efectivo. Una pregunta tpica de la evaluacin en esta fase est dirigida a entender si a los participantes les gusta el programa, qu han aprendido, si es suficiente, as como si hubo algn cambio en sus conocimientos, habilidades y en sus patrones de conducta._______________________________________3 IMIFAP A.C. es una organizacin mexicana no gubernamental que con base en investigacin, desarrolla, instrumenta y evala programas de educacin para la salud con un enfoque en habilidades para la vida. www.imifap.org.mx Como se muestra en la Tabla 1, la cuarta etapa del desarrollo de programa se refiere al cabildeo y la diseminacin (i.e. buscar las condiciones necesarias para que el programa pueda ser instrumentado a gran escala). La distincin entre estos dos trminos tiene que ver principalmente con la poblacin meta a la que se dirigen. El cabildeo va directamente a los legisladores, en su sentido ms amplio, desde autoridades locales, maestros, directores de escuelas, asociaciones profesionales, organismos no gubernamentales, mdicos, miembros del congreso, gobernadores, subsecretarios y secretarios de estado y el presidente de la Repblica. El cabildeo es importante de dos maneras: a) para dar a conocer la existencia del programa y sus resultados y b) para conseguir el apoyo necesario que permita desarrollar las condiciones contextuales que faciliten la aceptacin del programa por parte de las comunidades meta. La diseminacin, por su parte, va dirigida directamente al pblico en general. Incluye la difusin de mensajes a travs de conferencias de prensa, artculos en peridicos y publicaciones, as como en radio y televisin.La ltima etapa de desarrollo de un programa de intervencin, una vez que se ha visto que sus resultados realmente logran la proteccin y/o la salud, es aplicarlo en una mayor escala para as alcanzar al mayor nmero posible de beneficiarios de ste. Para llegar a tener un programa exitoso y que pueda ser utilizado por un gran nmero de personas tendr que contar con los elementos necesarios para formar a grupos numerosos de personas, supervisarlas y acompaarlas. Asimismo deber contar con estrategias para lograr la distribucin masiva de los materiales tanto promocionales como educativos que incluye determinado programa. Una manera de hacerlo es utilizando la capacitacin a travs de un sistema en cascada supervisada. Consiste en formar a un grupo de asesores que conocen todos los componentes y fases del programa, el cual a su vez forma a multiplicadores en programas o actividades especficas. Estos forman a replicadores que finalmente llegan a los usuarios, es decir, la poblacin meta (ver Figura 2). Claro est que muchas veces no es necesario pasar por todas las etapas de la cadena. As por ejemplo, los asesores pueden formar directamente a replicadores o inclusive a los usuarios. La decisin al respecto depende de la disposicin de personal y la estructura de la institucin que replicar el programa. Los principios bsicos de un procedimiento como este son:a. Primeramente se forma a la persona para su propio beneficio, es decir, para fomentar en ella y para s misma las habilidades y conocimientos. Uno no puede dar lo que no tiene. Por lo tanto, darle a alguien los elementos que tiene que multiplicar sin antes haberle dado las habilidades y conocimientos necesarios para que cuide de su propia salud, dificultar el proceso de enseanza-aprendizaje. Muy probablemente cometa varios errores y proporcione solo parte de la informacin, por lo general la que se puede memorizar, no la que incluye la formacin de habilidades cognitivas y psicosociales que es la que lleva a los verdaderos cambios de conductas. stas requieren de una mayor experiencia e implican un proceso ms largo.b. Una vez que se cuenta con las habilidades y conocimientos necesarios para su propio desarrollo, se puede proceder a darle al replicador o multiplicador aquellos contenidos que impartir en cada una de las siguientes etapas de la cascada.c. Se debe asegurar que haya acompaamiento en cada etapa. ste ayuda a fortalecer la seguridad de la persona en sus capacidades para seguir con el proceso y le permite aclarar dudas que vayan surgiendo a lo largo de ste. Adems brinda informacin sobre las reas a reforzar, constituyendo as un componente adicional a la capacitacin.d. La actualizacin de conocimientos y la aplicacin de las habilidades en diferentes temas, lleva a aumentar la probabilidad de que el programa permanezca e inclusive se vaya haciendo auto sustentable. Asimismo le ayuda a mantenerse al da.e. Cada una de las etapas de la multiplicacin incluye un componente de evaluacin. sta se realiza con el objeto de ir retroalimentando el proceso y asegurarse que se lleve a cabo de manera exitosa. Muchas veces se le teme a la evaluacin por que se cree que puede ser una forma de juzgar, calificar o clasificar a las personas. Es importante hacer las aclaraciones necesarias en cada etapa para evitar malos entendidos como estos.f. La duracin y la informacin que se da en cada una de las etapas de capacitacin va hacindose cada vez ms concreta. As, mientras en las primeras se toman por lo menos 60 horas y con frecuencia ms de 180 para consolidar el proceso formativo, en la etapa de capacitacin que se da para trabajar con la poblacin meta, se requieren entre 20 y 30 horas de trabajo frente a grupo.Para realizar la evaluacin en la etapa de aplicacin en gran escala, se hacen preguntas tales como qu cambios y en qu grado (por ejemplo, estadsticamente significativo o no) se dieron en actitudes, conocimientos, diferentes etapas de cambio de las conductas, en las habilidades y si el programa fue eficiente en trminos, por ejemplo, de costo - efectividad.INFLUENCIA DEL ESTADO EMOCIONAL EN LA SALUD FSICAEnrique Barra Almagi Departamento de Psicologa, Universidad de Concepcin

Concepcin - ChileAunque tal vez desde siempre se ha tenido la nocin de que nuestras emociones y la forma en las expresamos pueden relacionarse con nuestro estado de salud, hasta hace poco no se tena una comprensin suficiente de cules son los mecanismos especficos que permiten vincular los estados emocionales con la salud fsica. Para mejorar tal comprensin se ha hecho necesario considerar un rango amplio de factores fisiolgicos, cognitivos, sociales y conductuales que pueden ayudar a explicar la influencia de las emociones en la salud. Algunas de las formas en que las experiencias emocionales pueden influir en la salud son mediante sus efectos directos en el funcionamiento fisiolgico, en el reconocimiento de sntomas y bsqueda de atencin mdica, en la involucracin en conductas saludables y no saludables como estrategias de regulacin emocional, y en la compleja relacin entre apoyo social y salud. A continuacin revisaremos someramente las principales evidencias disponibles acerca de tales influencias y examinaremos la importante relacin existente entre salud y expresin emocional.Estado Emocional y Funcionamiento FisiolgicoLas experiencias emocionales pueden influir en la salud fsica mediante sus consecuencias fisiolgicas, existiendo ya muchas evidencias de que los estados emocionales negativos pueden prolongar las infecciones y retardar la cicatrizacin de heridas (Kiecolt-Glaser, McGuire, Robles & Glaser, 2002), as como hacer al individuo ms vulnerable a diversas enfermedades (Salovey, Rothman, Detweiler & Steward, 2000). El estado anmico parece relacionarse con la liberacin de inmunoglobulina secretora A, el anticuerpo considerado la primera lnea de defensa contra el resfro comn, existiendo evidencias que el nimo positivo reforzara la respuesta inmune mientras que el nimo negativo la reduce. As, el nivel de inmunoglobulina secretora A en estudiantes decae durante los exmenes finales y aumenta nuevamente despus que los exmenes han terminado, y cuando las personas experimentan varios eventos negativos en un determinado perodo, aumenta no solamente su estrs percibido sino tambin su susceptibilidad al resfro comn (Cohen, Tyrrell & Smith, 1993).Adems, cuando los individuos son expuestos a un virus respiratorio en el laboratorio, se observa que aquellos que experimentan mayor nimo negativo desarrollan sntomas ms severos que los individuos cuyo estado de nimo es ms positivo (Cohen, Doyle, Skoner, Fireman, Gwaltney & Newsom, 1995), y las personas que enfrentan estresores severos por un tiempo prolongado son significativamente ms susceptibles al resfro comn inducido experimentalmente (Cohen, Frank, Doyle, Skoner, Rabin & Gwaltney, 1998).Aunque la activacin emocional tendra efectos inmediatos en algunos aspectos del sistema inmune, no existe aun total claridad acerca de cun duraderos seran tales efectos y si las diferencias persistentes en el estado anmico producen diferencias significativas en la resistencia de los individuos a las enfermedades. Sin embargo, hay algunas evidencias que apuntaran en esa direccin. En un estudio particularmente interesante por su carcter prospectivo, Siegel y Brown (1988) encontraron que la acumulacin de eventos vitales negativos predeca ms problemas menores de salud 8 meses despus en mujeres adolescentes, an cuando se controlaran las variables