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ANEXO
A. Estrategias regionales de la OMS sobre salud, medio ambiente y cambio climático
Las anteriores estrategias de la OMS sobre salud y medio ambiente son la Estrategia Mundial OMS de Salud y Medio Ambiente, 19931 y el panorama general de la estrategia mundial OMS sobre salud
pública y medio ambiente, 2011.2 Estas estrategias se han reforzado con otras estrategias mundiales y
regionales recientes de la OMS en diversas áreas de salud ambiental, en particular las que se
mencionan a continuación.
Cuestiones transversales
• Ostrava Declaration of Environment and Health (2017)3
• Regional Strategy for the Management of Environmental Determinants of Human Health in the
African Region 2017-2021
• Arab Strategy on Health and Environment and Strategic Action Guideline 2017-2030
• Reunión de Ministros de Salud y de Ambiente de las Américas. Declaración de Mar del Plata
(2005)
• Resolución CD50.R16 (2010) de la OPS – Salud, seguridad humana y bienestar
• Resolución CD51.R4 (2011) de la OPS – Estrategia y Plan de acción sobre la salud urbana
• Resolución CD53.R2 (2014) de la OPS – Plan de Acción sobre la Salud en todas las Políticas
• Resolución 70/1 (2015) de la Asamblea General de las Naciones Unidas - Transformar nues tro
mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
• Resolución WHA69.11 (2016) – La salud en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
(enfoque multisectorial respecto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible)
• Resolución WHA67.14 (2014) – La salud en la agenda para el desarrollo después de 2015
(medidas multisectoriales para abordar los determinantes ambientales de la salud)
• Regional strategy on health and the environment and plan of action 2014-2019 (Región del
Mediterráneo Oriental)
• Health 2020 – the European policy framework for health and well-being (Región de Europa,
adoptado en virtud de la resolución EUR/RC62/R4 (2012))
• Resolución WHA66.11 (2013) – La salud en la agenda para el desarrollo después de 2015
• Resolución EUR/RC60/R7 (2010) – The future of the European environment and health process
• Resolución WHA66.10 (2013), en virtud de la cual la Asamblea de la Salud decidió hacer suyo
el Plan de acción mundial para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles
2013-2020
1 Estrategia Mundial OMS de Salud y Medio Ambiente adoptada en virtud de la resolución WHA46.20 (1993) .
2 WHO Public Health & Environment: Global Strategy Overview 2011 (http://www.who.int/phe/publications/PHE_
2011_global_strategy_overview_2011.pdf?ua=1), consultado el 11 de junio de 2018.
3 Documento final de la Sexta Conferencia Ministerial sobre Medio ambiente y Salud, celebrada en Ostrava, Chequia,
del 13 al 15 de junio de 2017.
2
Calidad del aire
• Regional plan of action to implement the global roadmap on air pollution and health
2017-2021 (Región del Mediterráneo Oriental, documento EM/RC65/INF.DOC.3)
• Decisión WHA69(11) (2016) – Salud y medio ambiente: proyecto de hoja de ruta para reforzar
la respuesta mundial a los efectos adversos de la contaminación del aire en la salud
• Resolución WHA68.8(2015) – Salud y medio ambiente: impacto sanitario de la contaminación
del aire
Agua y saneamiento
• Resolución WHA64.24 (2011) – Agua potable, saneamiento y salud
Seguridad química
• Decisión WHA70(23) (2017), en virtud de la cual la Asamblea de la Salud aprobó la hoja de
ruta para fortalecer la función del sector de la salud en el Enfoque Estratégico de la Gestión
Internacional de los Productos Químicos de cara al objetivo fijado para 2020 y años posteriores
• Resolución WHA67.11 (2014) – Repercusiones de la exposición al mercurio y a los compuestos
mercuriales en la salud pública: la función de la OMS y de los ministerios de salud pública en la
aplicación del Convenio de Minamata
• Resolución WHA63.26 (2010) – Mejora de la salud mediante la gestión racional de los
plaguicidas y otras sustancias químicas en desuso
• Resolución WHA59.15 (2006) – Enfoque estratégico de la gestión de los productos químic os a
nivel internacional
• Resolución CD52.R10 (2013) de la OPS – La enfermedad renal crónica en comunidades
agrícolas de Centroamérica
Salud de los trabajadores
• Resolución WHA60.26 (2007) – Salud de los trabajadores: plan de acción mundial
• Resolución WHA70.6 (2017) en virtud de la cual la Asamblea de la Salud adoptó «Working for
Health», un plan de acción quinquenal de la OIT, la OCDE y la OMS para el empleo en el
ámbito de la salud y el crecimiento económico inclusivo (2017-2021)
• Resolución WHA70.15 (2017) – Promoción de la salud de refugiados y migrantes
• Documento CD54/10Rev.1 de la OPS – Plan de acción sobre la salud de los trabajadores para el
periodo 2015-2025
Gestión de desechos
• Resolución 71/3 (2016) de la Asamblea General de las Naciones Unidas – Declaración Política
de la reunión de alto nivel de la Asamblea General sobre la resistencia a los antimicrobianos
• Resolución WHA69.4 (2016) – Función del sector de la salud en el Enfoque Estratégico de la
Gestión Internacional de los Productos Químicos de cara al objetivo fijado para 2020 y años
posteriores
3
• Resolución WHA63.25 (2010) – Mejora de la salud mediante una gestión de desechos segura y
ecológicamente racional
Cambio climático
• Resolución EM/RC64/R.3 on climate change and health: framework for action (2017-2021, en
la Región del Mediterráneo Oriental)
• Resolución CD51.R15 (2011) de la OPS – Estrategia y Plan de acción sobre el cambio climático
• Resolución WHA61.19 (2008) – Cambio climático y salud
B. Áreas de intervención prioritarias para la Secretaría relativas a salud, medio
ambiente y cambio climático
B1. Agua, saneamiento, desechos e higiene (WASH)
En la resolución WHA64.24 se establecen las actividades de la OMS sobre agua potable, saneamiento
y salud.
Objetivos relativos al cambio
Liderazgo, coordinación y políticas
• WASH y la gestión de los desechos sanitarios en los centros de salud se enmarcan en las
políticas y los programas mundiales y nacionales de salud. Esto incluye áreas prioritarias tales
como la resistencia a los antimicrobianos, la prevención y el control de infecciones, la salud de
la madre, el recién nacido y el niño y la cobertura sanitaria universal. La elaboración y
aplicación de esos planes exige que las principales instancias decisorias, así como el personal y los usuarios de los centros sanitarios promuevan la iniciativa WASH en los Grupos de Acción
Sanitaria. Para 2025, 50 países de medianos ingresos tendrán normas y políticas nacionales
sobre WASH en los centros de salud.
• Por medio de la iniciativa WASH y del análisis de aguas residuales se han identificado los
elementos ambientales que propician la resistencia, y en los planes de acción nacionales sobre
resistencia a los antimicrobianos se reflejan las estrategias de gestión de riesgos.
Conocimientos y pruebas científicas
• La base de conocimientos científicos se ha fortalecido y, consiguientemente, las intervenc iones de gestión ambiental están concebidas para reducir la carga de morbilidad por enfermedades
transmitidas por vectores relacionadas con el agua, en el contexto del desarrollo y la ges tión de
recursos hídricos y en relación con las metas 3.3, 3.9, 6.3, 6.5 y 6.6. de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible.
• Existe información sólida disponible sobre entornos propicios para la iniciativa WASH, flujos
financieros para esa iniciativa, así como financiación, prioridades y actividades de organismos de apoyo externos; esto fortalece la formulación normativa y la programación basadas en
pruebas científicas, así como la asignación y el aprovechamiento de fondos para la iniciativa
WASH, que en última instancia mejora el acceso a servicios de WASH.
• La base de datos del Programa Conjunto OMS/UNICEF de Monitoreo del Abastecimiento de
Agua y del Saneamiento se ha ampliado y actualizado a fin de determinar valores de referencia
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y tendencias sólidas relativas a indicadores WASH establecidos y nuevos. Ese Programa sigue
siendo el custodio mundial de los datos WASH y una fuente fiable de estimaciones oficiales
sobre los progresos hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y otras metas
WASH internacionales.
Intervenciones
• Para contribuir a la consecución de la meta 6.2 los Objetivos de Desarrollo Sostenible relativa a
la gestión segura de los servicios de saneamiento se promueven enfoques innovadores del saneamiento (orientados a proporcionar acceso más amplio, mejor seguridad, tratamiento
adecuado y servicios accesibles).
• Se presta apoyo al mejoramiento constante y sostenible de la seguridad del agua y al logro de la
meta 6.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relativa a servicios de agua potable
gestionados de manera segura.
• Se han reducido las desigualdades en el acceso gracias a la aplicación de la iniciativa WASH en
zonas de enfermedades endémicas y entre grupos vulnerables, y mediante la adaptación de
intervenciones destinadas a interrumpir mejor la transmisión de enfermedades.
• Se fortalecieron pequeños sistemas comunitarios de abastecimiento de agua, saneamiento y
gestión de desechos, particularmente en lo relativo a la escasez de agua y el cambio climátic o y
con especial atención a los pequeños estados insulares en desarrollo.
• Las políticas de saneamiento arrojaron beneficios y las intervenciones se fortalecieron mediante
la incorporación, en las políticas nacionales, de nuevas directrices de la OMS sobre saneamiento
y salud y directrices actualizadas sobre el uso de aguas residuales.
Exposición del problema/oportunidad
El agua potable, el saneamiento y la higiene son cruciales para la salud y el bienestar de las personas.
No son solo una condición previa para la salud, sino que, además, contribuyen a mejorar los medios de
subsistencia, la asistencia escolar y la dignidad, y ayudan a crear comunidades resilientes que viven en
entornos saludables. El agua insalubre menoscaba la salud con enfermedades tales como la diarrea, y
las excretas no depuradas contaminan las aguas subterráneas y superficiales que se utilizan para consumo, riego, higiene y fines domésticos, lo que genera una pesada carga de morbilidad en las
comunidades. Las defunciones por diarrea debidas a servicios de WASH inapropiados se redujeron a
la mitad en el periodo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (1990-2015), en el que los notables
avances en los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento desempeñaron un papel esencial. En
general, las mejoras alcanzadas en ese periodo tuvieron repercusiones positivas en los medios de subsistencia de muchas personas y redujeron la carga de morbilidad relacionada con servicios de
WASH inapropiados.1
1 OMS y UNICEF. Progresos en materia de agua potable, saneamiento e higiene. Informe de actualización de JMP
2017 y línea de base de los ODS. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2017 (http://www.who.int/water_sanitation_
health/publications/jmp-2017/es/), consultado el 12 de junio de 2018.
5
Sin embargo, los servicios de WASH deficientes aún provocan 842 000 defunciones anuales por
diarrea,1 y dificultan la prevención y la gestión eficaces de otras enfermedades y trastornos, en
particular la malnutrición, las enfermedades tropicales desatendidas y el cólera. Las pruebas sugieren
que el mejoramiento de los servicios para conseguir una gestión segura del agua potable o el saneamiento (indicadores de las metas 6.1 y 6.2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible), por
ejemplo, el agua corriente regulada o las conexiones de alcantarillado con depuradoras de aguas
residuales, pueden mejorar enormemente la salud. El acceso a servicios de WASH sostenibles es un
aspecto crucial de la equidad; es un elemento esencial de la cobertura sanitaria universal de calidad, y
las Naciones Unidas lo ha reconocido como un derecho humano fundamental.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible ofrecen oportunidades sin precedentes para mejorar la salud
mediante un aumento considerable de la disponibilidad y el uso de servicios de WASH. La OMS
puede contribuir mediante su apoyo a los países para que mejoren sus políticas, gobernanza y
seguimiento. Por otra parte, los Objetivos plantean mayores demandas de asistencia técnica de la OMS
en las esferas de formulación de metas nacionales, establecimiento de sistemas eficaces de
reglamentación y vigilancia, gestión de riesgos e indicadores WASH. Esta labor cuenta con el respaldo de la tradicional función de seguimiento de la OMS, que abarcará el establecimiento de sólidos valores
de referencia para la consecución de los Objetivos y el seguimiento de los progresos hacia el logro de
las metas WASH nacionales e internacionales.
Más allá del Objetivo 6, centrado en WASH, la iniciativa WASH es importante en el ámbito de la
colaboración intersectorial y los esfuerzos sinergéticos necesarios para alcanzar los ambiciosos
Objetivos relativos a salud, educación, cambio climático, nutrición, energía y pobreza. El logro de numerosos Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el Objetivo 3 sobre salud y el Objetivo 13
sobre cambio climático, no se puede materializar sin progresos significativos en el Objetivo 6.
Función singular y valor añadido de la OMS
Gracias a sus iniciativas establecidas e incipientes, la OMS está en buena posición para influir en los
beneficios sanitarios de WASH por los motivos siguientes:
• La atención particularmente centrada en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 concerniente a la gestión segura de servicios de WASH, en cuyo contexto la «seguridad» implica una dimens ión
sanitaria esencial, reafirma la necesidad de gestionar y vigilar los servicios de agua potable y
saneamiento con arreglo a las normas y la orientación de la OMS internacionalmente aceptadas.
• La formulación de la meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible relativo al acceso a WASH
para «todos», que alude a todos los entornos, junto con pruebas recientes que revelan los problemas de los sistemas pequeños y las zonas rurales, así como la extrema desatención
de WASH en los centros sanitarios y educativos, ha despertado el interés de los países y
asociados para adoptar medidas y recabar asesoramiento de la OMS, con miras a mejorar y
vigilar esos entornos particularmente vulnerables.
• En reconocimiento del déficit de financiación para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como de la necesidad de utilizar más eficientemente los recursos disponibles, los
1 Preventing diarrhoea through better water, sanitation and hygiene: exposures and impacts in low- and middle
income countries. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2014 (http://www.who.int/water_sanitation_health/
publications/gbd_poor_water/en/), consultado el 12 de junio de 2018.
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países y asociados han aumentado su demanda de instrumentos, entre ellos TrackFin,1
de la OMS, para apoyar a los países en el seguimiento de la financiación de los servicios de
WASH y, de ese modo, aumentar su capacidad para recaudar y/o asignar recursos con mayor
eficacia.
• La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible hace hincapié en respuestas integradas y
multisectoriales, lo que implica una creciente necesidad de coordinación y liderazgo por parte
de la OMS, tanto en la Organización como más allá.2 El reconocimiento de la interconexión
entre los distintos Objetivos de Desarrollo Sostenible pone de relieve la importancia de
incrementar la colaboración de la iniciativa WASH con programas relativos al cambio climático, la resistencia a los antimicrobianos, el cólera, las emergencias, la prevención y el
control de infecciones, la salud de la madre, el recién nacido y el niño, las enfermedades
tropicales desatendidas y la nutrición.
• La particular atención prestada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible a la función rectora de
los países y los gobiernos respecto del establecimiento de metas nacionales y el seguimiento,
aumenta la demanda de:
• La función de la OMS en procesos regionales y acuerdos multilaterales que ayuden a los
Estados Miembros a traducir y poner en práctica las metas de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible relativas a WASH, mediante el diálogo normativo, los trabajos intersectoriales y
los enfoques que abarquen todo el gobierno; y
• La colaboración técnica de la OMS para fortalecer los sistemas nacionales de seguimiento y
los mecanismos de examen anuales relativos a los servicios de WASH.
Actividades y productos para el periodo 2018-2019
Liderazgo y políticas
• Desarrollar y difundir informes sobre políticas y otra orientación técnica sobre barreras de
saneamiento y aguas residuales con el fin de luchar contra la resistencia a los antimicrobianos.
• Desarrollar una estrategia orientada a mejorar los servicios de WASH en los centros de salud,
como un medio para elevar la calidad de la atención y alcanzar la cobertura sanitaria universal.
Síntesis de pruebas científicas
• Desarrollar, actualizar y difundir directrices sanitarias sobre agua potable, incluidos los
suministros pequeños
1 T rackFin: Tracking financing to sanitation, hygiene and drinking-water [sitio web]. Ginebra, Organización Mundial
de la Salud, 2018 (http://www.who.int/water_sanitation_health/monitoring/investments/trackfin/en/), consultado el 13 de
junio de 2018.
2 Por ejemplo, en las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: 3.8 – lograr la cobertura sanitaria universal,
WASH se incluye como indicador de referencia para un conjunto de indicadores; 3.9 – reducir el número de muertes por productos químicos peligrosos y por la polución y contaminación del aire, el agua y el suelo; 4.a – adecuar las instalaciones
educativas, WASH en las escuelas; y otros indicadores relacionados con WASH incluyen los concernientes a las
metas 1.4, garantizar servicios básicos para los pobres; 2.2, poner fin a todas las formas de malnutrición; y 5.5 asegurar la
participación plena y efectiva de las mujeres a todos los niveles.
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• Ultimar, difundir y poner en marcha mecanismos de apoyo a los países para la aplicación de
nuevas directrices de la OMS sobre saneamiento y salud.
• Evaluar las tecnologías domésticas de depuración de agua; publicar los resultados de las pruebas
de las rondas II y III y los protocolos simplificados para entornos de escasos recursos.
• Desarrollar, actualizar y difundir directrices sanitarias sobre calidad de las aguas de recreo.
• Producir metodologías, datos y estimaciones para elaborar un informe mundial de referencia
sobre seguridad de las aguas depuradas, en relación con la meta 6.3 de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible.
• Publicar un informe mundial sobre carga de morbilidad por agua, saneamiento e higiene.
• Se completó el ciclo de presentación de informes de la iniciativa de las Naciones Unidas sobre
Análisis y evaluación mundiales del saneamiento y el agua potable (GLAAS) para el
periodo 2018-2019, y se distribuyeron informes basados en datos de no menos de 100 países y
30 organismos externos de apoyo.
• Apoyar la presentación de datos financieros de 18 países en lo concerniente a WASH, mediante
instrumentos multilingües de capacitación y asistencia técnica, orientación y material de
capacitación de TrackFin de la OMS.
• Agilizar y mejorar los métodos de seguimiento de los servicios de WASH: poner en práctica el
módulo para pruebas de calidad del agua en al menos 12 países, y perfeccionar y normalizar
módulos para gestionar de manera segura los servicios de saneamiento.
• Elaborar informes mundiales y regionales sobre el estado de los servicios de WASH en escuelas
y en centros de salud.
• Desarrollar y publicar orientación para la recogida de datos sobre el terreno, en particular el uso
de instrumentos de seguimiento en tiempo real, por ejemplo, plataformas digitales de acopio y
análisis de datos.
Apoyo a los países
• Proporcionar instrumentos y apoyo a los países para la planificación y el establecimiento de
normas relativas a la seguridad hídrica y la resiliencia al clima.
• Prestar apoyo específico a los países para la planificación y puesta en práctica de la seguridad
hídrica y el fortalecimiento de los programas de vigilancia de la calidad del agua potable.
• Ultimar instrumentos y prestar asistencia técnica y apoyo sobre el terreno a fin de mejorar los
servicios de WASH en los centros de salud (instrumento WASH FIT), en particular en el
contexto de respuestas a emergencias.
• Intensificar la capacitación y el apoyo a los países en materia de planificación de saneamiento seguro y uso seguro de aguas residuales, excreta y aguas grises, con incorporación de la
resiliencia al clima.
• Impartir capacitación específica en países seleccionados, a fin de mejorar las prácticas y la
infraestructura para la gestión de desechos sanitarios, y publicar una recopilación de tecnologías
para la gestión de desechos sanitarios.
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• Suministrar información y asistencia técnica a los países, a fin de integrar la iniciativa WASH
en los esfuerzos de prevención y control del cólera.
• Fortalecer las capacidades del sector sanitario en materia de vigilancia de enfermedades
relacionadas con el agua y sistemas de gestión de brotes, así como en lo concerniente a
preparación y respuesta para emergencias relacionadas con los servicios de WASH.
Alianzas y promoción
• Desarrollar y difundir material de información destinado a mejorar los servicios de WASH en
los centros de salud.
Apoyar la aplicación de la iniciativa WASH y la estrategia sobre enfermedades tropicales
desatendidas,1 mediante la promoción, los instrumentos y la asistencia técnica a los países.
B2. Cambio climático y de los ecosistemas
Objetivos relacionados con el cambio
En consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la OMS procura asegurar que para 2030
los sistemas de salud de todo el mundo sean resilientes a la variabilidad y el cambio del clima, y que
las principales economías reduzcan las emisiones de carbono a un nivel que permita cumplir las metas del Acuerdo de París sobre el cambio climático (2015) y obtener los beneficios sanitarios indirectos
derivados de la mitigación, gracias, en particular, a la reducción de la contaminación atmosférica. El
programa de la OMS sobre cambio climático y salud apoya la consecución de ese objetivo y, en ese
contexto, proporciona a las autoridades sanitarias nacionales apoyo político, técnico, científico y
financiero para:
• comprender y afrontar mejor los efectos del cambio climático en la salud, en particular los derivados de los impactos del cambio climático en los principales determinantes de la salud (o
sea, alimentos, aire, agua y saneamiento);
• mejorar la resiliencia de los servicios de salud al cambio climático y su sostenibilidad
ambiental;
• promover la aplicación de medidas de mitigación del cambio climático en los sectores más
contaminantes (por ejemplo, salud, transporte, energía, alimentación y agricultura) a fin de
maximizar los beneficios sanitarios indirectos.
Exposición del problema/oportunidad
Se prevé que para 2030 el cambio climático provocará más de 250 000 defunciones adicionales c ada
año. Simultáneamente, los mismos aspectos que propician el cambio climático, a saber, los sistemas energéticos contaminantes e ineficientes y formas de desarrollo insostenibles, están causando también
enormes impactos sanitarios y socioeconómicos. La contaminación atmosférica provoca unos siete
millones de defunciones cada año, y la contaminación del aire exterior por sí sola ocasiona más de
US$ 2500 billones en perjuicios sanitarios no compensados. El mundo aún no está respondiendo a la
1 Water sanitation & hygiene for accelerating and sustaining progress on neglected tropical diseases: a global strategy
2015-2020. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2015 (documento WHO/FWC/WSH/15.12, http://www.who.int/
iris/handle/10665/182735), consultado el 13 de junio de 2018.
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altura del problema. Si bien más del 95% de los países menos adelantados identifica la salud como un
sector prioritario para la adaptación, menos del 1,5% de la financiación internacional para la
adaptación al cambio climático se asigna actualmente a proyectos sanitarios.
El fortalecimiento de la resiliencia de los sistemas de salud por medios que abarquen la vigilancia y la gestión de los factores de riesgo ambientales salvaría vidas en el presente y mejoraría la resiliencia a
los riesgos climáticos en el futuro. Se espera que la aplicación de medidas específicas para hacer frente
a los contaminantes climáticos de corta vida salve unos 2,4 millones de vidas cada año y reduzca el
calentamiento global en 0,5oC para 2050. Según se estima, la fijación de precios del carbón en
consonancia con la salud y otros daños ambientales podría reducir a la mitad la contaminación del aire exterior y en un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero, al tiempo que generaría ingresos
anuales por más de US$ 3 billones.
Función singular y valor agregado de la OMS
Durante más de 25 años la OMS ha desarrollado un programa mundial sobre cambio climático y salud que actualmente puede prestar amplio apoyo para proteger la salud contra los riesgos climáticos y
asegurar que las medidas de mitigación del cambio climático protejan y mejoren también la salud de
las personas.
El programa trabaja eficazmente en diferentes áreas temáticas de las actividades de la OMS, que
incluyen la contaminación atmosférica, el agua y saneamiento, la vigilancia de enfermedades y la
preparación para desastres, y abarcan los tres niveles de la Organización; más del 80% de los recursos humanos y financieros se distribuyen entre las oficinas regionales y en los países, a fin de apoyar la
aplicación en los países con el respaldo del liderazgo, las alianzas, la movilización de recursos y la
asistencia técnica de la sede. Además, el programa establece alianzas con otros organismos de las
Naciones Unidas, incluida la OMM en lo que respecta a información sobre el clima para la salud,
el PNUD en relación con la ejecución de proyectos en los países, y el PNUMA en lo concerniente a
medio ambiente y política de salud en general.
Actividades y productos para el periodo 2018-2019
Promoción y alianzas
• Finalización de la Tercera Conferencia Mundial de la OMS sobre la Salud y el Clima, una
conferencia de ámbito mundial centrada en llegar a los países vulnerables más aislados, a saber:
los pequeños estados insulares en desarrollo.
• Desarrollo y ejecución de iniciativas y proyectos conjuntos con principales asociados de las Naciones Unidas, entre ellos la secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre
el Cambio Climático, la OMM, el PNUMA y el PNUD, incluso por conducto de la Health,
Environment and Climate Change Coalition.
Pruebas científicas
• Ampliación de la cobertura de perfiles nacionales OMS/CMNUCC sobre el clima y la salud
como sistemas mundiales establecidos para suministrar información adecuada y hacer un
seguimiento de los progresos nacionales relativos a cambio climático y salud, que llegarán a
más de 60 países para el final de 2019.
• Suministro de estimaciones mundiales y regionales de los progresos sanitarios que los países pueden esperar a raíz del cumplimiento de sus compromisos contraídos en virtud del Acuerdo
de París sobre el cambio climático, mediante la reducción de la contaminación atmosférica.
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Aplicación
• Suministro de un programa integral de apoyo normativo y técnico a los Estados Miembros,
basado en el Marco operacional para el desarrollo de sistemas de salud resilientes al clima. 1
• Diseño y aplicación, dirigidos por el país, de la Iniciativa de la Presidencia de la Conferencia de
las Partes en la CMNUCC sobre cambio climático y salud en los pequeños Estados insulares en
desarrollo.
• Ampliación de la cobertura de la OMS con proyectos nacionales a gran escala relativos a la adaptación sanitaria al cambio climático, a fin de llegar a más de 30 países de ingresos bajos y
medianos.
• Acceso mejorado de los ministerios de salud nacionales a las principales corrientes
internacionales de financiación relacionada con el clima, con miras a triplicar para 2023 el nivel
actual de inversión de esa financiación en relación con la salud.
B3. Contaminación atmosférica
Los objetivos descritos se basan en la estructura y los productos recogidos en la hoja de ruta para una
respuesta mundial fortalecida ante los efectos sanitarios adversos de la contaminación atmosféric a, y
fueron acogidos favorablemente en 2016 por la 69.ª Asamblea Mundial de la Salud.2 Sobre la base de las prioridades y el apoyo para mitigar los efectos sanitarios de la contaminación atmosférica, las
actividades de la OMS en esa esfera giran en torno al conjunto de objetivos siguiente:
Liderazgo y coordinación a escala mundial
• Apuntalar al liderazgo y la coordinación del sector de la salud a escala mundial, regional, nacional y local, a fin de posibilitar una respuesta apropiada y adecuada a este importante
problema de salud pública, y asegurar sinergias con otros procesos mundiales (por ejemplo, la
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París).
Ampliación de la base de conocimientos
• Ampliación de la base de conocimientos: Generar y difundir pruebas y conocimientos
mundiales en relación con las repercusiones sanitarias de la contaminación del aire, la eficacia
(en materia de salud) de las políticas, y las intervenciones para hacer frente a la contaminac ión
del aire y sus fuentes realizadas en diferentes sectores.
Seguimiento y presentación de informes
• Reforzar los sistemas, estructuras y procesos necesarios para apoyar el seguimiento y la
presentación de informes sobre las tendencias sanitarias asociadas a la contaminación del aire y
sus fuentes, cumplir los requisitos de la resolución y, al mismo tiempo, contribuir al
1 Marco operacional para el desarrollo de sistemas de salud resilientes al clima. Ginebra, Organización Mundial de la
Salud, 2015 (http://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/259518/9789243565071-spa.pdf?sequence=1), consultado el 27 de
julio de 2018 y Lessons learned on health adaptation to climate variability and change: experiences across low- and middle-
income countries. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2015 (http://www.who.int/globalchange/publications/
health-adaptation-climate-change/en/), consultado el 27 de julio de 2018.
2 Véase la decisión WHA69(11).
11
seguimiento de los progresos en lo concerniente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en
particular las metas 3.9; 7.1 y 11.6.
Fortalecimiento de la capacidad institucional
• Fortalecer la capacidad del sector de la salud para analizar y orientar los procesos normativos y
decisorios que respalden medidas conjuntas en materia de contaminación atmosférica y salud
(por ejemplo, para apoyar la aplicación de las recomendaciones dimanantes de las directrices de
la OMS sobre la calidad del aire.).
Exposición del problema/oportunidad
Según estimaciones de la OMS, unos siete millones de personas mueren cada año por exposición a los
efectos combinados de la contaminación del aire en el medio ambiente y los hogares. Es imperioso
adoptar medidas firmes y concertadas de inmediato.
Considerado tradicionalmente como un «problema urbano», en la actualidad se sabe que la contaminación atmosférica está afectando a todas las poblaciones que viven fuera de los límites de las
ciudades, y que repercute en las vidas de quienes viven en zonas rurales y periurbanas. Los riesgos
sanitarios planteados por la contaminación atmosférica son particularmente graves para las
poblaciones más vulnerables (por ejemplo, pobres, ancianos, niños, mujeres y trabajadores al aire
libre). Por consiguiente, es preciso asegurar la disponibilidad del apoyo y la creación de capac idad en los países, a fin de proteger la salud de esas poblaciones contra los efectos adversos de la
contaminación atmosférica.
Para afrontar los efectos sanitarios de la contaminación atmosférica se requieren medidas
intersectoriales concertadas y coordinadas del sector sanitario y otros sectores, que permitan
desarrollar y aplicar políticas e intervenciones eficaces. La base de pruebas científicas que relac ionan
la contaminación atmosférica con riesgos para la salud es abrumadora. La orientación normativa de la OMS define claramente los niveles inocuos de contaminación atmosférica (directrices de la OMS
sobre la calidad del aire) y formula recomendaciones sobre los combustibles y tecnologías domésticos
que se pueden considerar inocuos para la salud; los países también pueden acceder fácilmente a datos
sobre las tendencias de la contaminación atmosférica en sus territorios. Estos y otros recursos de
información suelen ser inaccesibles o no muy bien entendidos por quienes trabajan en el sector sanitario, y menos aún por los trabajadores de otros sectores, tales como los de energía, transporte y
desechos. Además, en lo que atañe a la salud, faltan evaluaciones fidedignas de los costos y la eficac ia
de intervenciones relativas a la contaminación atmosférica, así como de sus repercusiones sociales y
ambientales en general.
Función singular y valor añadido de la OMS
Durante más de tres decenios, la OMS proporcionó la base probatoria, la orientación normativa y el
seguimiento exhaustivo para sensibilizar acerca de la contaminación atmosférica y vigilar sus
repercusiones en la salud. Gracias a su gran poder de convocatoria, la OMS se halla en una s ituac ión
singular para congregar a diversas partes interesadas en hacer frente a la contaminación atmosférica y a sus consecuencias sanitarias. Asimismo, por mandato de todos los ministros de salud, la OMS debe
crear la capacidad y proporcionar los recursos para que el sector sanitario y otros sectores afronten las
causas profundas de la contaminación atmosférica y los riesgos sanitarios conexos, según se recoge en
la resolución WHA68.8 (2015) sobre salud y medio ambiente: impacto sanitario de la contaminación
del aire.
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Actividades y productos para el periodo 2018-2019
Liderazgo y coordinación a escala mundial
• Organizar la primera conferencia mundial sobre contaminación atmosférica y salud, en la que se
espera que representantes técnicos y de alto nivel de los países comprendan más profundamente las repercusiones sanitarias y contraigan compromisos para hacer frente al problema mundial
que supone la contaminación atmosférica para la salud.
• Acrecentar la sensibilización respecto de la contaminación atmosférica, sus repercusiones
sanitarias y las intervenciones eficaces, a través de la campaña Breathe Life y otros canales de
comunicación.
Ampliación de la base de conocimientos
• Proporcionar síntesis de pruebas científicas relativas al análisis de la relación costo-efic ac ia de
las intervenciones contra la contaminación atmosférica, y orientación a los países para que
puedan realizar análisis similares.
• Actualizar las recomendaciones de las directrices concernientes a la calidad del aire, a fin de
reflejar nuevas pruebas científicas sobre los efectos sanitarios de diferentes contaminantes.
• Proporcionar síntesis de pruebas científicas relativas a los efectos sanitarios de las tormentas de
arena y polvo, la eficacia de intervenciones a nivel personal (o sea, máscaras, filtros de aire) y
sensores de bajo costo.
Seguimiento y presentación de informes
• Proporcionar estadísticas actualizadas sobre exposición a la contaminación atmosférica (al aire
libre y en los hogares) y carga de morbilidad y mortalidad conexas.
• Cumplir el mandato, como organismo custodio de los indicadores 3.9.1 (salud), 7.1.2 (energía)
y 11.6.2 (ciudades) de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la contaminación atmosférica, mediante la presentación de informes periódicos y la colaboración con otros
mecanismos y organismos que presentan informes concernientes a los Objetivos de Desa rrollo
Sostenible.
• Mantener y desarrollar su función de seguimiento mediante la ampliación de la recopilación de
datos actuales, a fin de incluir:
– datos sobre los niveles de otros contaminantes nocivos para la salud (por ejemplo, NOx)
– niveles de exposición y efectos sanitarios de las diferentes fuentes de contaminación
atmosférica
– datos más desglosados por región geográfica, sexo y estación.
Fortalecimiento de la capacidad institucional
• Fortalecer la capacidad del sector sanitario y otros sectores (por ejemplo, energía) para elaborar
y aplicar políticas orientadas al uso de energía limpia en los hogares, en consonancia con las
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WHO indoor air quality guidelines: household fuel combustion.1 Gran parte de esa labor se
completará con desarrollos y ensayos ulteriores del Clean Household Energy Solutions Toolkit
(CHEST),2 sobre los que se basará. Los instrumentos y recursos de CHEST se centran en:
– evaluación de las necesidades energéticas y sanitarias de las familias e identificación de
partes interesadas;
– identificación de intervenciones normativas y técnicas;
– orientación sobre el desarrollo y la aplicación de normas relativas a combustibles y
tecnologías domésticos;
– seguimiento y evaluación del uso de energía en los hogares y la salud;
– fortalecimiento del compromiso y la capacidad del sector sanitario;
– aumento de la sensibilización y comunicaciones.
• Proporcionar instrumentos y recursos (por ejemplo, el software para la evaluación de riesgos
sanitarios Air Q+)3 a fin de apoyar al sector sanitario para que participe y apoye eficazmente la
selección de intervenciones relativas a la contaminación atmosférica y el seguimiento de su
eficacia en los países.
B4. Seguridad química
Objetivos relativos al cambio
Los objetivos descritos a continuación están tomados literalmente de las declaraciones finales de las
cuatro áreas de acción recogidas en la Hoja de ruta para fortalecer la participación del sector de la
salud en el Enfoque Estratégico de la Gestión Internacional de los Productos Químicos de cara al
objetivo fijado para 2020 y años posteriores4 (la Hoja de ruta sobre los productos químicos), aprobada
por la 70.ª Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2017.5
Liderazgo y coordinación
• Acrecentar la sensibilización y la integración de las consideraciones sanitarias y fortalecer la
participación del sector de la salud en actividades de gestión de productos químicos a nivel nacional, regional e internacional, inclusive en lo que respecta a la colaboración con otros
sectores, a fin de dar mayor notoriedad y prioridad a la gestión racional de los productos
químicos a lo largo de su ciclo de vida.
1 WHO guidelines for indoor air quality: household fuel combustion. Ginebra, Organización Mundial de la Salud,
2014 (http://www.who.int/iris/handle/10665/141496), consultado el 13 de junio de 2018.
2 Clean Household Energy Solutions Toolkit (CHEST) [sitio web]. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2018
(http://www.who.int/airpollution/household/chest/en/), consultado el 13 de junio de 2018.
3 http://www.euro.who.int/en/health-topics/environment-and-health/air-quality/activities/airq-software-tool-for-
health-risk-assessment-of-air-pollution.
4 Hoja de ruta sobre los productos químicos: Hoja de ruta para fortalecer la participación del sector de la salud en el
Enfoque Estratégico de la Gestión Internacional de los Productos Químicos de cara al objetivo fijado para 2020 y años
posteriores publicación en línea. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2018 (http://apps.who.int/iris/bitstream/ handle/10665/273146/WHO-FWC-PHE-EPE-17.03-spa.pdf?ua=1), consultado el 13 de junio de 2018.
5 Véase la decisión WHA70(23).
14
Capacidad institucional
• Mayor capacidad y resiliencia de los sistemas de salud para abordar todos los aspec tos.
Conocimientos y pruebas científicas
• Conducir a un mayor compromiso del sector sanitario en el contexto de los esfuerzos de
cooperación destinados a subsanar las deficiencias en materia de conocimientos y metodologías para evaluar los riesgos, realizar labores de vigilancia biológica y vigilancia de las
enfermedades, estimar la carga de morbilidad y medir los progresos. Ello incluye una mayor
participación en las redes existentes y la creación de nuevos mecanismos de cooperación que
sean necesarios para facilitar el intercambio de conocimientos y la colaboración en el sec tor de
la salud sobre cuestiones técnicas concretas.
Reducción de riesgos
• Mejorar la salud a corto y largo plazo, y también para las generaciones futuras, mediante la
reducción de los riesgos para la salud derivados de la exposición a productos químicos durante
todo el periodo de actividad de esos productos, incluso como desechos, como consecuenc ia del
aumento de las actividades de protección de la salud llevadas a cabo por el sector sanitario a nivel nacional, regional e internacional, y debido a un mayor interés y sensibilización del sec tor
de la salud y de la población en su conjunto.
Exposición del problema/oportunidad
• Según estimaciones, en 2012 se perdieron unos 1,3 millones de vidas por exposición a determinados productos químicos, entre ellos plomo y plaguicidas. Sin embargo, solo se
dispone de datos relativos a la exposición a unos pocos productos químicos, mientras que en la
vida cotidiana las personas se ven expuestas a un número mucho mayor de esos productos
(OMS 2016). Muchos países aún carecen de los marcos reglamentarios y normativos y de las
capacidades institucionales necesarios para evaluar y prevenir los efectos sanitarios noc ivos de los productos químicos. La participación del sector sanitario es crucial para identificar los
riesgos y colaborar con otros sectores, en su caso, con el fin de seleccionar y aplicar
intervenciones eficaces, habida cuenta de la importancia de la prevención en lo que concierne a
la exposición a productos químicos.
Función singular y valor añadido de la OMS
La hoja de ruta de la OMS relativa a los productos químicos identifica medidas concretas en las que el
sector sanitario debe desempeñar una función de liderazgo, o un papel importante, en apoyo de la
gestión racional de los productos químicos en los ámbitos nacional, regional y/o internacional. Para
tener las mejores probabilidades de éxito será necesaria la coordinación y colaboración reforzadas en el sector sanitario y de este con otros sectores. Teniendo en cuenta el mandato y los tres niveles
estructurales de la OMS (mundial, regional y nacional), la Organización está en buena situación para
dirigir esta labor. Cabe señalar la particular responsabilidad que tiene la Organización con respecto a
la contaminación química, con arreglo a los requisitos relativos a capacidades básicas establecidos en
el Reglamento Sanitario Internacional (2005).
Actividades y productos para el periodo 2018-2019
La Secretaría de la OMS se centrará en las siguientes medidas de la hoja de ruta:
• Poner en funcionamiento la recientemente establecida red mundial sobre productos químic os y
salud, a fin de facilitar la aplicación de la hoja de ruta en el sector sanitario.
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• Proporcionar orientación en materia de prevención de efectos sanitarios negativos derivados de
productos químicos específicos de particular preocupación; ultimar las directrices sobre
prevención y gestión del saturnismo.
• Seguir desarrollando y reforzando instrumentos, orientación, creación de capacidad y otros elementos de apoyo a los países, a fin de fortalecer las capacidades básicas relativas a incidentes
y emergencias de origen químico.
• Coordinar actividades de la Red OMS de Evaluación del Riesgo Químico, que abarca más de
80 instituciones de todo el mundo.
• Promover la inclusión de las prioridades del sector sanitario en instrumentos internacionales, en particular el Convenio de Minamata sobre el Mercurio (de conformidad con la resolución
WHA67.11 (2014)) y el marco para la gestión de productos químicos más allá de 2020.
B5. Riesgos ocupacionales y entorno de trabajo
Objetivos relativos al cambio
• Todos los trabajadores, en particular los de la economía informal, las pequeñas empresas y la
agricultura, junto con los trabajadores migrantes, tienen acceso a intervenciones esenciales de
prevención y control de enfermedades y traumatismos ocupacionales y relacionados con el
trabajo.
• Los sistemas de salud disponen de capacidades para evaluar los efectos sanitarios del trabajo y
el empleo y colaborar eficazmente con el sector del trabajo y otros sectores, con miras a lograr
un entorno de trabajo más seguro y un futuro laboral más saludable.
• Los servicios de salud tienen capacidad para detectar y contribuir al registro y la prevenc ión de enfermedades y traumatismos ocupacionales, velar por la salud de los trabajadores y contribuir a
la productividad en el trabajo.
Exposición del problema/oportunidad
El trabajo y el empleo están cambiando rápidamente. Con frecuencia se introducen nuevas formas de trabajo, empleo y procesos tecnológicos sin evaluar sus posibles repercusiones sanitarias ni adoptar
medidas de prevención de riesgos sanitarios en las fases iniciales de su desarrollo. Es preciso evaluar
plenamente los efectos sanitarios del trabajo con robots e inteligencia artificial, el teletrabajo, las
economías basadas en plataformas, los servicios las 24 horas y las cadenas de suministros mundiales.
El trabajo sedentario, las jornadas de trabajo largas, los riesgos psicosociales (estrés laboral y
sufrimiento en el trabajo) y la falta de acceso a alimentos saludables son los principales factores de riesgo para la epidemia de enfermedades no transmisibles (cáncer, cardiopatía isquémica y ac cidente
cerebrovascular, enfermedades respiratorias, diabetes, depresión y ansiedad. La contaminación
ambiental, la contaminación atmosférica, la gestión de desechos y el cambio climático también
influyen significativamente en las condiciones de trabajo de los trabajadores al aire libre y los que
realizan trabajos no contaminantes, así como en el fortalecimiento de la resiliencia al clima.
La actual organización de los servicios de salud ocupacional y seguridad en el trabajo y de atención de
salud para los trabajadores debe evolucionar y adaptarse a las nuevas tendencias del mundo laboral.
Por ejemplo, los servicios de salud ocupacional creados en virtud del Convenio 161 de la OIT no son
adecuados para las pequeñas empresas, el trabajo basado en plataformas, el trabajo doméstic o y en el
hogar, ni para otras nuevas formas de empleo y relaciones laborales. El sistema actual de presentac ión
16
de informes, registro e indemnización por enfermedades profesionales y accidentes laborales depende
de la presentación de informes por parte del empleador, y no funciona para el 70% de las personas que
trabajan en el sector informal de la economía y en trabajos basados en plataformas sin empleador.
Función singular y valor añadido de la OMS
La OMS dirigió la ejecución de un plan de acción mundial sobre la salud de los trabajadores 2008-
2017. Si bien el plan propició el desarrollo de algunos productos mundiales y regionales para afrontar
todos los determinantes de la salud de los trabajadores, sus objetivos no se han alcanzado totalmente
en los países. Aún persisten en todo el mundo lagunas en la disponibilidad de datos para evaluar y vigilar la salud de los trabajadores, así como las buenas prácticas y pruebas científicas para hacer
frente a los problemas de salud de los trabajadores del sector informal de la economía, los trabajadores
migrantes y el trabajo infantil peligroso. En colaboración con la OIT, la OMS dirige las actividades
mundiales relativas al fortalecimiento de las capacidades de los países para proteger la salud
ocupacional y la seguridad del personal sanitario y de emergencias.
Actividades y productos para el periodo 2018-2019
• Prestación de asistencia técnica a los países para permitirles desarrollar políticas y planes de
acción nacionales relativos a la salud de los trabajadores, elaborar programas nacionales
específicos, desarrollar las capacidades del personal sanitario en materia de salud ocupacional y
seguridad en el trabajo, y responder a emergencias de salud pública.
• Establecimiento de un observatorio mundial de la salud de los trabajadores, con datos que
midan los determinantes de la salud de los trabajadores a escala nacional e internacional, y
desarrollo, en colaboración con la OIT, de una metodología para estimar los efectos sanitarios
del trabajo.
• Desarrollo de un conjunto de instrumentos para elaborar programas nacionales y planes de acción relativos a la salud de los trabajadores sensibles al clima, incluidas medidas específicas
sobre prevención y control de enfermedades sensibles al clima relacionadas con el trabajo, tales
como el estrés calórico y las enfermedades transmitidas por vectores en el lugar de trabajo.
• Recopilación, análisis y difusión de pruebas científicas y buenas prácticas para hacer frente a
problemas sanitarios específicos de los trabajadores en el sector informal urbano y en las pequeñas explotaciones agrícolas, en particular los trabajadores migrantes nacionales e
internacionales.
• Desarrollo de métodos de detección precoz de enfermedades ocupacionales prioritarias y
asistencia técnica a los países para que integren intervenciones esenciales de prevención y
control de enfermedades ocupacionales y relacionadas con el trabajo, en los servicios de
atención primaria de salud centrada en la persona.
B6. Radiación
Objetivos relativos al cambio
Reducir la carga de morbilidad asociada a las exposiciones a radiaciones en situaciones planificadas,
naturales y accidentales.
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Pruebas científicas y conocimientos
• Participación del sector sanitario y otras partes interesadas pertinentes en esfuerzos comunes por
subsanar las actuales falencias en materia de conocimientos y metodologías para la evaluación
de riesgos de irradiación, dosimetría de las radiaciones, vigilancia sanitaria y epidemiología de
las radiaciones. Esto incluye el establecimiento de prioridades de investigación y el intercambio
de conocimientos.
Creación de capacidad
• Desarrollo de normas, criterios, directrices y otros instrumentos técnicos y actividades de apoyo
(por ejemplo, educación, capacitación y ejercicios), así como acceso a conocimientos téc nicos
en todo el mundo con el fin de aumentar la capacidad nacional para abordar todos los aspec tos
de la seguridad radiológica y responder a emergencias radiológicas.
Intervenciones y comunicación de riesgos
• Políticas e intervenciones coherentes basadas en pruebas científicas en los ámbitos nacional,
regional e internacional; mayor concienciación en el sector sanitario y el público en general,
mediante la eficaz comunicación de riesgos; reducción de riesgos sanitarios derivados de la
exposición a radiaciones, lo que dará lugar a mejores resultados de salud a corto y largo plazo.
Coordinación y liderazgo
• Integración de consideraciones de salud y compromiso del sector sanitario en actividades
relativas a la gestión de riesgos radiológicos en los ámbitos nacional, regional e internacional, incluida la colaboración con otros sectores, lo que aumenta la sensibilización y la prioridad
acordada a la gestión de la exposición radiológica.
Exposición del problema/oportunidad
Según estimaciones, anualmente se realizan en todo el mundo unos 3600 millones de procedimientos radiológicos de diagnóstico, de los cuales un 10% corresponde a niños. El uso de la radiación en
medicina se ha extendido a todo el mundo, y aunque ello ha permitido mejorar sustancialmente la
atención sanitaria, el manejo inapropiado de las tecnologías radiológicas también puede entrañar
riesgos para la salud de los pacientes, los profesionales sanitarios e incluso el público. En 2013, el
cáncer de pulmón debido a la exposición al radón causó unas 93 000 defunciones, y otros dos millones
de años perdidos por discapacidad; 55 500 defunciones se debieron a melanomas por expos ic ión a la radiación ultravioleta, una estimación prudente teniendo en cuenta que muchos otros cánceres de piel
no se notifican. Muchos países carecen aún de los marcos reglamentarios y normativos y las
capacidades institucionales necesarios para evaluar y prevenir los riesgos sanitarios relativos a la
radiación. El compromiso del sector sanitario es importante para identificar riesgos y coordinar con
otros sectores y partes interesadas, en su caso, a fin de identificar y realizar intervenciones eficaces.
Función singular y valor añadido de la OMS
La OMS está en una situación única para dirigir los esfuerzos mundiales sobre seguridad radiológica
realizados con el fin de proteger la salud humana mediante: 1) el desarrollo y la aplicación de normas
de seguridad internacionales sobre radiación ionizante y no ionizante; 2) el poder de la Organización para convocar a las partes interesadas y tratar temas concernientes a la salud, y la capacidad de in fluir
en las políticas de salud pública; 3) el recurso a alianzas sólidas y complementarias con organizaciones
pertinentes, entre ellas la OIT, el OIEA, la FAO, el PNUMA, la OMM y la UIT, con el fin de apoyar
medidas coordinadas. La Secretaría tiene un mandato mundial para prestar apoyo a todas las regiones
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y países en lo concerniente a protección radiológica y preparación y respuesta a emergencias
radiológicas.
Actividades y productos para el periodo 2018-2019
La Secretaría de la OMS se centrará en las medidas siguientes:
• Proporcionar criterios, normas y orientación sobre protección contra riesgos radiológicos para la
salud derivados de la exposición del público, los pacientes y los trabajadores a la radiación
ionizante y no ionizante en circunstancias planificadas, naturales y accidentales.
• Desarrollar y difundir instrumentos para prestar apoyo a los países en lo relativo a radiación y
salud.
• Apoyar la aplicación de las medidas prioritarias descritas en el Llamamiento a la acción de
Bonn,1 en el contexto de la iniciativa mundial de la OMS por la seguridad radiológica en los
entornos de atención sanitaria.
• Coordinar actividades de las siguientes redes mundiales de expertos: Red de Preparación y
Asistencia Médica para las Situaciones de Emergencia relacionadas con la Radiación (REMPAN);2 red mundial de biodosimetría y BioDoseNet de la OMS,3 y contribuir a la
aplicación del RSI en lo relativo a emergencias radiológicas.
• Desarrollar y promover un programa de evaluación e investigación de riesgos sanitarios
relativos a radiación no ionizante (campos electromagnéticos y radiación ultravioleta).
Áreas de intervención prioritarias en entornos clave
B7. Ciudades
Objetivos relativos al cambio
• Se incorporaron criterios de salud pública en políticas sectoriales y urbanas, planes generales de las ciudades y planes de movilidad urbana, y se realizaron intervenciones específicas para
asegurar la protección de la salud contra los principales riesgos sanitarios en el entorno urbano.
• La base de pruebas científicas respecto de los efectos de las políticas sectoriales sobre la salud
en el ámbito urbano y las intervenciones para afrontarlos se ha fortalecido y ofrece fundamentos
sólidos para la acción.
• La planificación y la colaboración intersectorial se facilita en todos los niveles con recursos
suficientes y elaboración de programas dirigidos a las actividades mencionadas.
1 Bonn Call for Action: Joint Position Statement by IAEA and WHO (http://www.who.int/ionizing_radiation/
medical_radiation_exposure/call-for-action/en/), consultado el 14 de junio de 2018.
2 Ionizing radiation: REMPAN collaborating centres and liaison institutions [sitio web]. Ginebra, Organización
Mundial de la Salud, 2018 (http://www.who.int/ionizing_radiation/a_e/rempan/en/), consultado el 14 de junio de 2018.
3 Ionizing radiation: WHO BioDoseNet [sitio web]. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2018
(http://www.who.int/ionizing_radiation/a_e/biodosenet/en/), consultado el 14 de junio de 2018.
19
Exposición del problema/oportunidad
El rápido crecimiento de las poblaciones urbanas está planteando una demanda cada vez mayor sobre
los limitados recursos habitacionales, alimentarios y de otra índole requeridos para satisfacer
necesidades básicas, y está ejerciendo presión sobre los sistemas de transporte y otra infraes tructura
urbana. Importantes cambios tecnológicos y económicos están modificando los tipos de empleos
disponibles, lo que genera perspectivas inciertas para determinadas poblaciones. Más del 90% de las
personas que viven en zonas urbanas están expuestas al aire contaminado. Cada vez más residentes de esas zonas están adoptando modos de vida sedentarios que contribuyen al incremento de la obesidad y
las enfermedades no transmisibles y, al mismo tiempo, las temperaturas más altas debidas al cambio
climático fortalecen a vectores de enfermedades infecciosas. Las persistentes y, en algunos lugares,
crecientes desigualdades limitan el acceso a servicios de salud básicos. Para superar todos estos retos ,
y muchos otros, es crucial hacer hincapié en la salud.
Las decisiones estratégicas adoptadas en sectores tales como los de vivienda, transporte, energía,
planificación del uso del suelo, agricultura urbana y gestión de desechos tienen importantes
repercusiones en la salud de las poblaciones urbanas, al igual que las políticas relativas a educ ac ión y
servicios humanos. La adopción de decisiones racionales puede generar sustanciales beneficios
sanitarios y, al mismo tiempo, reducir costos, propiciar el progreso económico y fomentar la resiliencia medioambiental. Para que muchos programas mundiales consigan sus objetivos (incluidos
los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París 2015 y la Nueva Agenda Urbana) los
principales agentes y partes interesadas en la planificación urbana, la gobernanza y las finanzas
deberán incorporar la salud como una consideración central en sus procesos decisorios . Los efectos
sanitarios previstos se deberían evaluar durante el desarrollo de las políticas urbanas. Los resultados
sanitarios y la equidad en materia de salud deberían ser indicadores clave en el seguimiento de los
efectos de esas políticas.
La participación del sector sanitario en los procesos de elaboración normativa es esencial. Los costos y
beneficios económicos y sanitarios se han de modelar y prever al adoptar decisiones pertinentes a la
salud, con el fin de asegurar que se esgriman los argumentos apropiados en favor de la salud y otros
sectores. Esa información se debería utilizar eficazmente para apoyar políticas sectoriales de prevención de enfermedades y promoción de la salud; fortalecer la capacidad para analizar, evaluar y
comunicar oportunidades de beneficios sanitarios indirectos derivados de políticas e intervenciones
intersectoriales; y ayudar a tender puentes entre las instancias decisorias para reforzar de ese modo la
cooperación intersectorial.
Función singular y valor añadido de la OMS
La OMS puede añadir valor mediante el fortalecimiento de las competencias y el liderazgo del sector
sanitario para influir sobre otros sectores y generar demanda de políticas e intervenciones urbanas que
mejoren la salud, tanto en el ámbito nacional como en el subnacional. Asimismo, la OMS puede
inspirar y complementar los trabajos de otros organismos de las Naciones Unidas, gobiernos, sectores
y agentes no estatales.
La OMS se centrará en el desarrollo y la adaptación de instrumentos y orientación de carácter
normativo, a fin de incorporar motivos de salud en todas las políticas locales, incluida una serie de
instrumentos de procedimiento (por ejemplo, evaluación de las consecuencias sanitarias, orientación
para el desarrollo de comunicaciones locales) e instrumentos para la evaluación cuantitativa de riesgos y aspectos económicos relacionados con la contaminación atmosférica y las soluciones para reduc ir la
20
(por ejemplo, AirQ+1 y HEAT2), junto con el fortalecimiento de la supervisión y el liderazgo en
materia de salud pública.
Además, la OMS promoverá las relaciones con diversos programas sanitarios, a fin de influir en las
inversiones destinadas a mejorar los entornos urbanos en favor de la salud y la equidad en materia de salud, particularmente para los grupos vulnerables y los países menos adelantados, así como para las
ciudades que experimentan una urbanización rápida y no planificada. Las actuales actividades de
seguimiento concernientes a los sectores urbanos pertinentes (por ejemplo, transporte ( SUM4ALL) y
agua y saneamiento (GLAAS3)) se orientan a fortalecer la comprensión, la planificación y el
seguimiento de la salud urbana mediante información desglosada y sólida que, al mismo tiempo,
minimice la carga que supone la recopilación de datos para los países y las ciudades.
Actividades y productos para el periodo 2018-2019
• Ensayar un proceso modelo y elaborar estudios monográficos que pongan al sector sanitario en
una posición de liderazgo, con capacidad e instrumentos para demostrar al público y a las instancias decisorias la gama completa de beneficios sanitarios y climáticos que se pueden
obtener mediante la aplicación de políticas urbanas sostenibles. Esto se logrará con la
culminación de un primer proyecto piloto ejecutado en dos ciudades en el marco de una
iniciativa para la salud urbana dirigida a generar demanda de medidas contra los contaminantes
del aire y el clima, mediante estrategias que pueden arrojar los máximos beneficios sanitarios
indirectos.
• Desarrollar y adaptar instrumentos de evaluación comparativa y cuantitativa de riesgos con
miras a respaldar la estimación de los efectos sanitarios derivados de riesgos ambientales (por
ejemplo, AirQ+), y políticas sectoriales (por ejemplo, transporte, uso del suelo y energía), y
aplicarlas en diferentes contextos de todo el mundo.
• Desarrollar material técnico y de capacitación, así como programas de estudio sobre salud
urbana y trabajo multisectorial para médicos de la salud pública y profesionales sanitarios.
• Colaborar con otros organismos clave de las Naciones Unidas y redes importantes, a fin de
incorporar consideraciones sanitarias en la planificación, aplicación y vigilancia de la política
sectorial. Por ejemplo, la OMS, junto con ONU-Hábitat, está desarrollando mecanismos de
apoyo y conocimientos sobre la manera de integrar consideraciones sanitarias en la
planificación urbana y territorial.
• Aportar pruebas científicas y ejemplos de buenas prácticas en lo relativo a los principales
riesgos sanitarios en zonas urbanas, e identificar y evaluar los beneficios para la salud derivados
de intervenciones clave dirigidas a mejorar las viviendas.
1 AirQ+: software tool for health risk assessment of air pollution [sitio web]. Ginebra, Organización Mundial de la
Salud, 2018 (http://www.euro.who.int/en/health-topics/environment-and-health/air-quality/activities/airq-software-tool-for-
health-risk-assessment-of-air-pollution), consultado el 14 de julio de 2018.
2 Health economic assessment tool (HEAT) for cycling and walking [sitio web]. Ginebra, Organización Mundial de la
Salud, 2018 (http://www.euro.who.int/en/health-topics/environment-and-health/Transport-and-health/activities/guidance-and-
tools/health-economic-assessment-tool-heat-for-cycling-and-walking), consultado el 14 de junio de 2018.
3 UN-Water Global Analysis and Assessment of Sanitation and Drinking-water (GLAAS) [sitio web]. Ginebra,
Organización Mundial de la Salud, 2018 (http://www.who.int/water_sanitation_health/monitoring/investments/glaas/en/),
consultado el 14 de junio de 2018.
21
• Preparar la intensificación de actividades en el marco de la labor prevista para los dos
próximos años.
B8. Hogares
Objetivos relativos al cambio
Salvar vidas, reducir la incidencia de enfermedades, mejorar la calidad de vida, ayudar a mitigar el cambio climático y contribuir al logro de algunos Objetivos de Desarrollo Sostenible mediante el
mejoramiento de las condiciones en los hogares.
Exposición del problema/oportunidad
Las viviendas pueden exponer a las personas a riesgos cuyas repercusiones sanitarias pueden ser importantes. Esos riesgos incluyen deficiencias en los sistemas de agua, saneamiento e higiene; uso de
cocinas contaminantes; humedad en interiores que provoca asma infantil; y viviendas inseguras o
actividades inseguras en su interior, que pueden causar traumatismos. El hacinamiento se ha
relacionado con altas tasas de defunción por tuberculosis, y la exposición de los niños al plomo se ha
asociado a disfunciones cognitivas. Además, las viviendas residenciales son importantes emisoras de
gases de efecto invernadero que propician el cambio climático. En la actualidad, unos 828 millones de personas viven en tugurios, y ese número va en aumento. La vivienda se está volviendo cada vez más
importante para la salud debido al cambio demográfico y climático. Para 2050 la población urbana de l
mundo se habrá duplicado y demandará soluciones habitacionales apropiadas.
El desarrollo y la aplicación de estrategias de viviendas saludables pueden reducir significativamente
los actuales riesgos que amenazan la salud y el bienestar de la población. En consonancia con los
trabajos intersectoriales de la OMS dirigidos a crear entornos que promuevan la salud, la prevención de esos riesgos exige un enfoque sectorial que integre todos los aspectos de la vivienda, en partic ular
la infraestructura vital, el espacio físico, el uso de la vivienda y su ubicación. Los riesgos
habitacionales suelen presentarse como un conjunto y, consiguientemente, abordarlos
simultáneamente suele ser el método más eficaz en relación con los costos. En consecuencia, la
vivienda se ha identificado como punto de entrada en el contexto de un enfoque multifactorial.
Función singular y valor añadido de la OMS
Garantizar viviendas saludables y seguras para todos exige pruebas científicas y medidas de múltiples
sectores. Las actividades de la OMS en las esferas de salud y medio ambiente abarcan una amplia
gama de factores de riesgo relacionados con la vivienda (particularmente agua y saneamiento, y
contaminación del aire en interiores); el liderazgo para asegurar que las consideraciones de salud influyan en los reglamentos relativos a la vivienda; la elaboración de normas y orientación (por
ejemplo, las directrices de la OMS sobre viviendas saludables); y la creación de capacidad para
promover, aplicar y evaluar el enfoque de la salud en todas las políticas.
Actividades y productos para el periodo 2018-2019
• Desarrollar directrices de la OMS sobre vivienda y salud, basadas en las directrices existentes
de la OMS pertinentes a la vivienda (en particular las relativas a la calidad del aire en interiores ,
agua y saneamiento) y formular nuevas recomendaciones sobre otras cuestiones cruciales, entre
ellas: temperatura en interiores, hacinamiento, accesibilidad de las viviendas, traumatismos en el
hogar, proximidad de la vivienda a infraestructura para desplazamientos a pie y en bicicleta.
• Apoyar la aplicación de directrices mediante el desarrollo de una estrategia de aplicación que
abarque instrumentos y estrategias destinados a traducir los requisitos reglamentarios de las
viviendas en medidas nacionales (por ejemplo, planes de vivienda y salud; recopilación de
22
estudios monográficos sobre intervenciones que propicien viviendas saludables; y legislac ión y
reglamentación modelo en materia de vivienda que conlleven un beneficio indirecto de gran
equidad en el ámbito urbano).
• Proporcionar pruebas científicas sobre los principales riesgos sanitarios en los tugurios e identificar y evaluar los beneficios sanitarios derivados de intervenciones y ejemplos de buenas
prácticas esenciales y orientados al mejoramiento de las viviendas.
• Abogar por la adopción de medidas prioritarias concernientes a las repercusiones sanitarias de
las políticas de vivienda, junto con otros organismos clave de las Naciones Unidas (en particular
ONU-Hábitat y la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas). En la actualidad, la OMS trabaja para integrar normas de salud en las directrices urbanas y territoriales de ONU-
Hábitat.
• Desarrollar material de comunicación específico sobre recomendaciones clave en materia de
vivienda saludable, dirigido a diversas partes interesadas, desde las instancias normativas has ta
los usuarios.
Iniciativas relativas a los grupos vulnerables
B9. Salud ambiental de los niños
Objetivos relativos al cambio
• Al ver un niño, cada profesional sanitario piensa «prevención ambiental».
• Todos son conscientes de que la salud y el desarrollo de los niños se pueden proteger mediante
las soluciones ambientales disponibles.
• Protección de los niños contra amenazas ambientales incipientes y poco conocidas, por ejemplo,
los perturbadores endocrinos.
Función singular y valor añadido de la OMS
La reducción de riesgos ambientales podría evitar más de una cuarta parte de los 5,9 millones de
defunciones de niños menores de cinco años (2015). Las defunciones infantiles por riesgos clave
(2012) varían de casi 600 000 defunciones prevenibles por año debidas a enfermedades relac ionadas
con la contaminación atmosférica, a unas 200 000 defunciones por casos de malaria prevenibles mediante la gestión medioambiental La OMS puede ejercer el liderazgo en cuestiones normativas;
puede desarrollar instrumentos destinados a los profesionales de la salud y otros agentes pertinentes,
sobre la base de síntesis de pruebas científicas y soluciones formuladas en el marco de las actividades
de la OMS relativas a los factores de riesgo ambientales; puede abogar por su aplicación; y puede
prestar apoyo a los países para promover esta crucial iniciativa.
Actividades y productos para el periodo 2018-2019
En colaboración con los asociados del sistema de las Naciones Unidas, los centros colaboradores de
la OMS, los agentes no estatales y los círculos académicos, la OMS trabaja constantemente en las
áreas siguientes:
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• Aumento de la concienciación con respecto a los efectos de los riesgos ambientales sobre la
salud de los niños, y soluciones conexas en consonancia con los Objetivos de Desarrollo
Sostenible.
• Desarrollo de material técnico y formativo para ayudar a los profesionales de la salud a reconocer y prevenir enfermedades de la infancia relacionadas con los principales riesgos
ambientales, entre ellos la contaminación atmosférica.
• Creación de capacidad en el sector sanitario a fin de prevenir enfermedades de la infancia de
origen ambiental.
• Defensa de la inclusión de la prevención primaria de riesgos sanitarios relacionados con el
medio ambiente en programas y estrategias de salud infantil, según proceda.
• Desarrollo de intervenciones experimentales orientadas a reducir la exposición y la carga de
morbilidad entre los niños.
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