28- procesos de urbanizacion turistica-rec6

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    Resumen

    Las relaciones entre el turismo y las dinmicas residenciales han sido estudiadas atendien-do a los contextos sociodemogrfico, econmico, geogrfico o medioambiental en los questas han tenido lugar. Sin embargo, son escasos los trabajos en los que se propone un an-lisis del contexto ideolgico. Este artculo trata de realizar una aportacin al anlisis de lasdimensiones ideolgicas del fenmeno turstico-residencial, pues su explicacin puede ofre-

    cer claves sociolgicas que ayuden a comprender su dinmica. Aqu se lleva a cabo unaaproximacin cualitativa a los discursos producidos por las elites polticas, los agentes eco-nmicos fundamentales, los expertos y la ciudadana.

    Palabras clave: turismo, urbanizacin, contexto ideolgico, legitimacin, investigacincualitativa.

    Abstract. Urbanisation processes in tourist areas. A qualitative approach to their ideologicalcontext

    The connections between tourism and residential trends have been explored bearing inmind the socio-demographic, economic, geographical, or environmental context in whichthey have taken place. However, few studies have studied their ideological context. Thispaper tries to contribute to the analysis of the ideological elements present in residentialtourism, as they can provide us with valuable sociological keys to understanding the devel-opment of this phenomenon. This is a qualitative approach to the discourses of the polit-ical elites, the main economic agents, the experts, and the citizens of tourist areas.

    Key words: tourism, urbanisation, ideological context, legitimation, qualitative research.

    * Este artculo es el resultado del trabajo realizado en la tesis doctoral del autor y se enmarcaahora en dos proyectos de I+D: Problemas en la legitimacin ciudadana del turismo residen-cial(SEJ2006-14620/SOCI, del MEC) y La percepcin social del desarrollo turstico-resi-

    dencial(AE/2007/070, de la Generalitat Valenciana), ambos dirigidos por Toms Mazn.

    Papers 89, 2008 127-144

    Procesos de urbanizacin turstica. Aproximacincualitativa al contexto ideolgico*

    Alejandro MantecnUniversidad de Alicante. Departamento de Sociologa I y Teora de la EducacinEdificio de Ciencias Sociales, 2 planta

    Ap. 99. Campus de San Vicente del Raspeig. [email protected]

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    1. Introduccin

    Recientemente, a propsito de la publicacin de su trabajo La localizacin de

    la poblacin espaola sobre el territorio, Matilde Mas y Francisco Goerlich eranpreguntados sobre el futuro del modelo urbano de la Comunidad Valenciana.Segn estos investigadores: lo que por ahora no se aprecia es el agotamientode la demanda en la costa. Eso sigue siendo un potentsimo foco de atraccinde la poblacin al que no le veo final. El final ni siquiera llegar cuando yaest todo construido, ya que entonces la poblacin se ir desplazando hacialos valles del interior (Mas y Goerlich, 2006b: 14). El futuro de las pobla-ciones costeras mediterrneas parece estar ligado a los desarrollos turstico-resi-denciales. La proliferacin de viviendas secundarias mantiene, en el caso espa-ol, una relacin evidente con el desarrollo del turismo residencial. El censode 2001 revelaba que las diez provincias que concentran ms viviendas secun-darias agrupan al 42% del total estatal. Son, en orden decreciente, Madrid,

    Alicante, Valencia, Barcelona, Mlaga, Tarragona, Gerona, Murcia, Palma deMallorca y Castelln. Aunque no todas estn destinadas a un uso turstico-residencial, s que parece que su fin ltimo se ve determinado por localizarse enun contexto turstico, pues la mayor parte se hallan en las ciudades del litoral.

    En este artculo, la atencin se centra en el caso configurado por los muni-cipios tursticos de la costa alicantina, donde han tenido lugar dos desarrollosdistintos. Por un lado, el caso de Benidorm, una ciudad dedicada a la industriadel ocio en la que el turismo hotelero tiene una presencia mayor que en cual-quier otro lugar. Por otro lado, puede hallarse lo que se ha convenido en llamarturismo residencial, redefinido por algunos autores como turismo inmobi-liario, para enfatizar sus vnculos con la actividad especulativo-urbansticaque constituye la construccin y la venta de urbanizaciones (Mazn, 2002),o como modelo suburbano extensivo, para contraponer un modelo basado

    en la gestin del territorio a otro sustentado en la venta de su espacio de cali-dad (Iribas, 2000: 111). En el litoral alicantino, la mayora de los municipiosse han decantado por apoyar su desarrollo socioeconmico sobre el turismoresidencial. Una opcin que tambin ha triunfado en la mayor parte de losdestinos tursticos de las costas espaolas. En la provincia de Alicante se cons-truyeron unas 350.000 nuevas viviendas tursticas entre 1960 y 2000, lo cualgener un modelo de oferta cuyo eje han sido los promotores inmobiliarios,no los tursticos, guiados en su mayora por intereses especulativos (Mazn,

    2001: 265).

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    Sumario

    1. Introduccin

    2. Aproximacin al turismo residencial

    3. Objetivo y metodologa

    4. El contexto ideolgico: la legitimacincomo hilo conductor

    5. A modo de conclusin:nuevas lneas de trabajo

    Referencias bibliogrficas

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    2. Aproximacin al turismo residencial

    Pero qu es el turismo residencial? Bajo esta expresin se esconde un conjuntode procesos de difcil delimitacin en los que se entremezcla la actividad eco-

    nmica que gira en torno al negocio inmobiliario con elementos del turismotradicional y stos, a su vez, con algunas de las formas migratorias y de resi-dencialidad emergentes en las ltimas dcadas en Occidente. Procesos que hansido situados por los investigadores en el marco terico de las lneas de inves-tigacin sobre las migraciones internacionales de retirados y los estilos de vidatransnacionales (OReilly, 2000; Gustafson, 2001), el estudio de las socieda-des mviles (Salv, 2005; Urry, 2002), las tendencias de contraurbanizacin(Ferrs, 2000) o los estudios sobre los procesos de integracin europea (Schriewer

    y Garca, 2005). Antes de intentar realizar una definicin ms precisa, se comen-tan algunos datos que pueden ayudar a entender la naturaleza de este fen-meno social.

    El contexto socioturstico alicantino se esboza en referencia a cinco muni-cipios significativos: Denia, Altea, Benidorm, Santa Pola y Torrevieja. El desa-rrollo del turismo desde finales de los aos cincuenta ha transformado com-pletamente el entorno fsico y social de estas poblaciones, que, como se apreciaen las tablas 1 y 2, se sostienen hoy en la actividad constructora e inmobiliaria

    que rodea a las segundas residencias. El sector hotelero y la hostelera tienenun papel menor. No sorprende, entonces, que se hable del triunfo del sectorinmobiliario turstico sobre el turstico stricto sensu (Bote, Marchena y Santos,1999: 192). Benidorm, la excepcin, es un modelo mixto con una oferta hote-lera y hostelera de la que carecen los otros municipios.

    La descompensacin entre la oferta hotelera y la extrahotelera es conclu-yente. Los casos de Torrevieja y de Santa Pola son los ms llamativos, sus pla-

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    Tabla 1.Alojamiento turstico

    % Oferta % %Hotelera del total extrahotel. del total Cmping del total Total

    Denia Unidades 16 23.029 4 23.049

    Plazas 1.904 1,94 94.419 96,30 1.724 1,76 98.047

    Altea Unidades 7 6.555 1 6.563

    Plazas 1.229 4,25 26.875 92,97 803 2,78 28.907Benidorm Unidades 128 32.799 10 32.937

    Plazas 39.026 21,28 134.475 73,29 9.977 5,43 183.478

    Santa Pola Unidades 4 26.569 1 26.574

    Plazas 825 0,74 108.933 98,03 1.365 1,23 111.123

    Torrevieja Unidades 13 80.790 2 80.805

    Plazas 1.643 0,49 331.239 99,11 1.338 0,40 334.220

    Fuente: elaboracin propia a partir de la Agencia Valenciana de Turismo (2006) y el INE (2001).

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    zas hoteleras apenas suponen el 0,49 y el 0,74% de la oferta de alojamiento, altiempo que las de las segundas residencias se sitan en el 99,11 y en el 98,03%respectivamente. El cambio social ha sido inmenso. Uno de los ndices msllamativos quiz sea el de aloctona: en Denia, Altea y Santa Pola supera el60% y en Benidorm y Torrevieja el 80%.

    El concepto turismo residencial, que en su formulacin ya plantea unacontradiccin difcil de asimilar, ha sido definido de varias maneras. VicenteRodrguez (2004: 235-236) reconoce una mezcla de cuatro elementos forma-da por: a) un grupo humano con una presencia mayoritaria de personas mayo-

    res; b) que mantiene un comportamiento mvil oscilante entre la migracinpermanente, la temporal y la mera movilidad; c) con una motivacin tursticaprimaria consistente en la bsqueda de experiencias y el disfrute del tiempolibre, y d) que provoca impactos muy diversos, hasta dar lugar a un conjuntode categoras de difcil sistematizacin. Lpez de Lera (1995: 234-237) iden-tifica, en el turismo residencial protagonizado por los viejos europeos retira-dos, uno de los flujos inmigratorios principales que tienen lugar en Espaa.Toms Mazn y Antonio Aledo (2005: 18-19) lo definen como la actividad

    econmica que se dedica a la urbanizacin, construccin y venta de viviendastursticas residenciales que conforman el sector extrahotelero, cuyos usuarios lasutilizan para veranear o residir, de forma permanente o semipermanente, fuerade sus lugares de residencia habitual, y que responden a nuevas frmulas demovilidad y residencialidad de las sociedades avanzadas. Las viviendas turs-ticas residenciales son el subconjunto ms relevante de las viviendas secun-darias, aqullas que se utilizan, slo parte del ao, de forma estacional, peri-dica o espordica, por ejemplo, en vacaciones, fines de semana (Cortina,

    Martnez y Varela, 2002: 95). Estas definiciones slo aclaran algunas de las

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    Tabla 2. Empresas y empleo ligados directamente a los sectores del turismo y lavivienda

    Construccin y actividades inmobiliarias Hostelera

    Denia Empresas 512 22,9% 292 12,7%

    Empleados 2.497 25,2% 1.396 14,1%

    Altea Empresas 290 23,6% 182 14,8%

    Empleados 1.273 25,4% 621 12,4%

    Benidorm Empresas 597 14,8% 788 19,6%

    Empleados 3.097 13,9% 8.808 39,5%

    Santa Pola Empresas 204 21,0% 160 16,5%

    Empleados 793 18,8% 708 16,8%

    Torrevieja Empresas 851 28,5% 507 16,9%

    Empleados 3.886 26,9% 2.048 14,2%

    Fuente: elaboracin propia a partir de la Tesorera General de la Seguridad Social (2006).

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    dimensiones de un fenmeno conceptualmente difcil de acotar. Por un lado,la actividad urbanstica ligada a la construccin de segundas residencias enlugares prximos a los espacios tursticos y, por otro, la movilidad de carcter

    en parte turstico y en parte migratorio asociada a una idea de bsqueda deocio se revelan como las claves fundamentales. El turismo residencial es defi-nido aqu como un proceso de reasentamiento temporal de la poblacin enviviendas secundarias emplazadas en contextos tursticos (o en su proximidad)en las que sus ocupantes viven desde unos das al ao hasta ms meses de losque pasan en las viviendas consideradas principales. Estas viviendas secunda-rias, tendentes a concentrarse en urbanizaciones con edificaciones de baja altu-ra, son identificadas por sus residentes con un espacio de la vida cotidiana en

    el que el tiempo libre y de ocio es el dominante. La bsqueda del ocio en unespacio-tiempo diferente al habitual les une a los turistas tradicionales, aun-que los residenciales siguen una pauta de comportamiento ms similar a lapoblacin local que a la turstica (principalmente, menor inclinacin al gastoms all de la adquisicin y el acondicionamiento de la vivienda, mayorduracin de la estancia y menor nmero de desplazamientos en la regin dereferencia). Los llamados turistas residenciales del Mediterrneo espaol son,mayoritariamente, jubilados procedentes del interior y del norte del pas o dela UE que, normalmente, no se ven a s mismos como turistas, sino comoresidentes europeos, inversores o ciudadanos con varias viviendas o varioshogares1.

    3. Objetivo y metodologa

    El fenmeno turstico-residencial ha sido estudiado atendiendo a los contextosdemogrfico, socioeconmico o geoambiental en los que se ha desarrollado,pero no existen trabajos en los que se analice el contexto ideolgico. Aqu se pre-

    senta un estudio exploratorio que, en alguna medida, palia esa ausencia. Elhilo conductor es la comprensin del proceso de legitimacin del desarrolloturstico-residencial, es decir, del modo en el que se explica y se justifica. De talforma, se analizan las claves discursivas que determinan las ideas de los anfi-triones (no de los turistas) en la muestra de municipios citados en el aparta-do anterior, seleccionados por ser los de mayor peso demogrfico y con mayornmero de viviendas secundarias de las comarcas alicantinas que miran al mar2.

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    1. La variabilidad en el origen de estas personas, en la duracin de sus estancias, as como surechazo a ser percibidos como turistas, quedan registrados en estudios empricos, como losrealizados por Per Gustafson (2001) o bajo la direccin de Fernando Vera (1995).

    2. La comarca del Alacant se descart, porque la dinmica creada en torno a Alicante gene-ra una actividad no representativa de las tendencias dominantes. En la Marina Alta, Deniafue el municipio elegido (39.228 habitantes de derecho en 2003 y 23.029 viviendas secun-darias en 2001). En el Bajo Vinalop, Santa Pola es el municipio seleccionado (29.965habitantes de derecho en 2003 y 26.569 viviendas secundarias registradas en el censo de2001). Torrevieja es la ciudad principal del Bajo Segura (87.790 habitantes de derecho en

    2003 y 80.790 viviendas secundarias en 2001). La comarca de la Marina Baja es ms

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    La pregunta qu espera y qu obtiene del turismo la poblacin anfitriona?(Krippendorf, 1984/1987: 44-56) es reformulada as: cmo definen y valo-ran el turismo los residentes en las ciudades tursticas? El objetivo concreto es

    el estudio de los discursos producidos por cuatro fuentes clave de poder: pol-ticos, empresarios, expertos y ciudadana. Interesan aqu las representacionescon capacidad para determinar la visin de la mayora de los sectores (Gil de

    Arriba, 2002: 78), por lo que se adopta una perspectiva cualitativa y se utilizantcnicas que describen, descodifican y sintetizan los significados, no las fre-cuencias (Van Maanen, 1983: 9). Claro, se asumen limitaciones metodolgi-cas, pues slo se identifican y se exploran los discursos sin pretensin de gene-ralizar los resultados. Al respecto, y para este estudio en concreto, la

    cuantificacin ser una operacin que se abordar en futuros trabajos orien-tados a evaluar la representatividad estadstica de las ideas aqu expuestas.Se ha dibujado un esquema interpretativo de las fuentes del poder en el

    mbito municipal, inspirado en el modelo de planificacin turstica basado enla teora de las partes interesadas (Sautter y Leisen, 1999: 312-328), queresulta de la interaccin problemtica entre los grupos citados (grfico 1).

    Se ha credo que a partir de este esquema puede trazarse un argumento deinters y que la inclusin de otros actores iba a dificultar en exceso la presen-tacin de un hilo conductor coherente. No obstante, se remarca que este art-culo debe leerse en el contexto de unos municipios tursticos maduros. La mul-titud de destinos emergentes puede dar lugar a realidades diferentes, comoresultado de modificaciones legislativas o de la participacin de actores queanteriormente no han tenido poder de decisin.

    Para seleccionar a los entrevistados se combin un muestreo intencionalpor cuotas y un muestreo estructural, con el fin de salvar el hecho de que losresidentes no son un todo homogneo y se supone una variabilidad discursivaen funcin de su pertenencia a los distintos grupos3. Se eligi la entrevista cua-

    litativa como la tcnica apropiada para recabar la informacin de los polticos,los agentes econmicos y los expertos, y el grupo de discusin para recoger eldiscurso de la ciudadana. La aplicacin de los grupos viene dada por su ido-

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    problemtica. Altea es el municipio en el que mejor se aprecia el desarrollo residencial(18.976 habitantes de derecho en 2003 y 6.555 viviendas secundarias en 2001), sin embar-go, a 12 kilmetros de Altea est Benidorm, un caso nico que combina el turismo hotelerocon el residencial, aqu integrado en los apartamentos de las torres. Al final, se incluy a

    ambos. Altea por cumplir el criterio de representatividad tipolgica, criterio que no cum-pla Benidorm, aunque pareca absurdo investigar el turismo en la provincia sin incluir ala ciudad turstica ms importante.

    3. En el muestreo estructural los entrevistados se eligen segn la posicin que ocupan en elentramado de redes que conforma el sistema social. Es el caso de los polticos, empresarioshosteleros y tcnicos municipales para cada uno de los municipios. Con los promotoresinmobiliarios y los expertos acadmicos se tuvo en cuenta nicamente la condicin de tenercomo rea de trabajo fundamental la Costa Blanca. Los entrevistados pertenecientes a las eli-tes polticas, econmicas y los expertos fueron seleccionados mediante este tipo de muestreo.El establecimiento de cada una de las cuotas vino determinado por el criterio de saturacin

    discursiva en cada una de las categoras.

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    neidad para identificar los discursos expresados por los ciudadanos, a partir dela presuncin de que cuando una persona no est especializada en un temapor el que est afectada necesita escuchar las opiniones de otras para formarseuna opinin (Krueger, 1988: 18). Las entrevistas y los grupos se aplicaron uti-lizando un guin con cuestiones relacionadas con el medio ambiente, la eco-noma, la interaccin social, el modelo turstico y el cambio social4. El grupollamado ciudadana activa lo formaron los participantes en los grupos dediscusin5.

    El conjunto de las 37 entrevistas y los 6 grupos de discusin se realizaronentre el 1 de octubre de 2003 y el 17 de febrero de 2006. La distribucin de losentrevistados fue la siguiente (tabla 3).

    Despus de transcribir la informacin recogida, la prctica del mtodo cua-litativo consta de una operacin analtica y de una terica. La primera consis-te en la codificacin a partir de la generacin de cdigos. En este estudio cada

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    4. Para la identificacin de estos subtemas se parti del modelo terico sobre la estructuraconceptual del turismo de Mathieson y Wall (1986/1990: 27).

    5. stos no ocupaban posiciones destacadas en organizaciones y se seleccionaron a travs de per-sonas de la confianza del investigador. La expresin ciudadana activa se inspira en el librode Amitai Etzioni The Active Society (1968), en el que se presenta una crtica al anquilosa-miento de las democracias de masas guiadas a travs de planes diseados por elites buro-crticas. En su lugar, Etzioni propona un modelo de consenso entre las elites tcnicas y las

    comunidades ciudadanas comprometidas con sus objetivos.

    Grfico 1. Modelo sobre las partes interesadas. Fuente: elaboracin propia.

    Elites polticas Elites econmicas

    Ciudadana activa Expertos

    Tabla 3. Distribucin del total de los 71 entrevistadosEntrevistas Nmeroa presidentes Entrevistas de personasde asociaciones a empresarios Entrevistas Entrevistas entrevistadas

    Entrevistas de hostelera promotores a profesores a tcnicos en los gruposa concejales y comercio inmobiliarios universitarios municipales de discusin

    15 5 4 5 8 34

    Fuente: elaboracin propia.

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    uno de los cdigos que se identificaba era agrupado en familias de cdigos(recursos, vivienda, diversin, comercio, riqueza, residuos, bienestar, corrupcin,masificacin, autenticidad, cosmopolitismo, etc.), y a continuacin cada fami-

    lia se asociaba con las secciones temticas antes indicadas: el turista, la econo-ma, el medio ambiente, la interaccin social, el modelo turstico y el cambiosocial para, posteriormente, reclasificar el material reunido asociando ideas y,al final, descubrir tipologas, posicionamientos y lneas argumentales(Sandelowski, 1995: 374-375). La operacin terica consiste en la elaboracinde un argumento explicativo en el que se sintetice el esfuerzo interpretativo(Valles, 1997/2003: 223). Esta segunda operacin es la que se intenta realizaren las prximas lneas6.

    4. El contexto ideolgico: la legitimacin como hilo conductor

    A pesar de ser un rea de investigacin joven, en la actualidad ya existen distintasperspectivas tericas desde las que abordar el anlisis del fenmeno turstico. Enel campo especfico de los estudios de percepcin social sobre el turismo, quees al fin y al cabo donde encuentra su lugar este artculo, pueden identificarseal menos tres orientaciones terico-metodolgicas que, desde enfoques emi-nentemente cuantitativos, exploran la percepcin de la dinmica turstica porparte de las poblaciones receptoras. Esas orientaciones son aqullas que incidenen el estudio de 1) la percepcin del perfil socioeconmico de los turistas y lasegmentacin de categoras de residentes (Harril y Potts, 2003; Cavus yTanrisevdi, 2002); 2) la valoracin de la ocupacin de los espacios pblicos(Kora, 1998; Tyrell y Spaulding, 1984), y 3) los trabajos sobre la percepciny las actitudes de los residentes realizados al amparo de la teora de la vincu-lacin comunitaria, que interpreta los procesos de participacin social en la vidacomunitaria por parte del turista (McCool y Martin, 1994), la teora del inter-

    cambio social, que complementa a la teora anterior, aunque hace mayor nfa-sis en las acciones en las que tienen lugar intercambio de recursos entre turis-tas y residentes (Getz, 1994; Madrigal, 1993) y, finalmente, la teora de lamquina de crecimiento, que fija su atencin en la elaboracin de un mode-lo que atienda a aquellas variables vinculadas al turismo que impulsan o fre-nan el desarrollo econmico (Martin, McGuire y Allen, 1998; Canan yHennessy, 1989). Pero todas estas perspectivas se asientan sobre estudios que,en su prctica totalidad, se han adentrado en la comprensin del turismo enten-

    diendo a ste, en su sentido clsico, como una actividad sujeta inexorable-mente a motivaciones vacacionales asociadas a infraestructuras hoteleras o simi-lares. Sin embargo, no existe un marco terico sobre lo que aqu se entiendecomo proceso turstico-residencial, es decir, como una actividad que se aso-cia a la emergencia de nuevos estilos de vida y formas de residencialidad, con

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    6. El anlisis intensivo y la transcripcin ntegra de las entrevistas y de los grupos de discu-

    sin pueden consultarse en la tesis doctoral del autor.

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    una motivacin vacacional parcial, nula o slo inicial, que se vincula a activi-dades urbansticas ligadas a la construccin masiva de viviendas secundarias yque localiza su espacio de mximo apogeo mundial en la ribera norte del

    Mediterrneo. De este modo, resulta muy difcil establecer en qu estado sehalla el esqueleto conceptual de dicho proceso y, en consecuencia, marcar conclaridad los posibles puntos de partida para, a hombros de gigantes, aportarnuevo conocimiento. No obstante, de las primeras aproximaciones que se efec-tuaron en la prehistoria de esta investigacin, con el fin de conseguir una tomade contacto con el objeto de estudio (esencialmente, charlas informales conalgunos expertos y lectura de textos fundamentales), se desprenda una ideadominante: el turismo residencial est determinado e instrumentalizado por

    una expansin inmobiliaria perjudicial para las sociedades receptoras (Mazn,2001: 98; Vera y Marchena, 1996: 329). La ms o menos clara interaccinentre polticos y empresarios ha sido reconocida por la mayor parte de losentrevistados como la clave que ha determinado el devenir de un proceso carac-terizado por la ausencia de planificacin.

    El profundo cambio social derivado del intenso proceso de modernizacineconmica que ha resultado de la actividad turstica (transicin directa de eco-nomas sustentadas por el sector primario, en el rea de referencia principal-mente por la agricultura y la pesca, a otras que giran en torno a la construc-cin y los servicios) ha modificado integralmente las sociedades que hoy sondestinos turstico-residenciales en la regin en el marco de una insuficiente ydeficiente gestin turstica. Esta proposicin inicial es compartida por todoslos entrevistados. La primera y ms importante bifurcacin discursiva tieneque ver con la valoracin que se hace de este proceso: el enriquecimiento eco-nmico, casi incuestionable, ha sido acompaado por desarrollos en la esferamedioambiental y cultural considerados crticos por algunos (masificacinsocial y degradacin ecolgica) y positivos por otros (cosmopolitismo y reva-

    lorizacin del patrimonio natural). Pero esta bifurcacin slo aparentemente sematerializa en un contexto ideolgico dicotmico, pues no posee una tras-cendencia real en la prctica. La mayor parte de los entrevistados cree que elpeso de los impactos socioeconmicos positivos es, con mucho, superior acualquiera de los impactos negativos que se puedan identificar. Y esta inter-pretacin trasciende los distintos modos o tipologas de desarrollo turstico-residencial (de masas o de alto standing), tras convertirse no slo en unaposicin discursiva dominante, sino tambin en una suerte de lo que Berger

    y Luckmann denominaron estructura objetivada del mundo social, destina-da a ser interiorizada por las futuras generaciones. A ser uno de los principiosdirectores del orden institucional que contribuyen a su legitimacin, esdecir, a su explicacin y justificacin (Berger y Luckmann, 1966/1998: 122).

    La revisin de los modos en los que se ha llevado a cabo el estudio de la legi-timacin desde las diversas reas de la sociologa y la ciencia poltica muestraque este concepto queda vinculado a la supervivencia de las estructuras socia-les y culturales (Johnson, Dowd y Ridgeway, 2006: 53-54). A travs de la expli-

    cacin se concede dignidad normativa a los imperativos prcticos. Es decir,

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    existen unas dimensiones cognitivas y normativas de la legitimacin: la legiti-macin no slo indica al individuo por qu debe realizar una accin y no otra;tambin le indica por qu las cosas son lo que son. En otras palabras, el cono-cimiento precede a los valores en la legitimacin de las instituciones (Bergery Luckmann, 1966/1998: 122). El anlisis revel que la legitimacin del pro-ceso de desarrollo turstico-residencial en el rea de referencia se encuentra enalgn lugar entre el segundo y el tercero de los cuatro niveles de legitimacinpropuestos por Berger y Luckmann, es decir, entre aqul que se caracteriza por

    la articulacin de esquemas explicativos simples, muy pragmticos, orientadosa facilitar las acciones concretas, y aqul otro en el que se produce un posteriorrefinamiento de las explicaciones hasta convertirlas en teoras explcitas (Bergery Luckmann, 1966/1998: 122-125). Cathryn Johnson, Timothy J. Dowd yCecilia L. Ridgeway (2006: 59-73) tambin distinguen cuatro etapas de legi-timacin: innovacin, validacin local, difusin y validacin general.La primera etapa ya se ha cubierto, pues la propuesta turstico-residencial hacetiempo que se configur como una opcin de desarrollo factible; la segunda

    tambin, porque dicha propuesta, como prueba el paso del tiempo, ha tenidouna implantacin espectacular en numerosas comunidades costeras; el presen-te coincide con un momento crucial entre la tercera y la cuarta etapas, ya que elmodelo prcticamente se ha exportado a toda la franja litoral mediterrnea yahora cuando en la costa ya casi no queda territorio busca desarrollarse enel interior (como apuntaban Mas y Goerlich en la cita que iniciaba este texto)y, se aade aqu, en las provincias del norte, con escasa tradicin de turismo demasas. A la espera de lo que ocurra en los prximos aos con esos nuevos desa-

    rrollos, el estado de validacin general est todava por llegar. Ernesto Laclau

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    Grfico 2. Discurso sobre los impactos de la modernizacin socioeconmica basada en elturismo residencial. Fuente: elaboracin propia.

    Modernizacinsocioeconmicabasada en los distintosdesarrollosturistico-residenciales

    Acompaada deexternalidades positivasen los subsistemassociocultural

    y ecolgico

    Valoracin positivadel desarrollosi se analiza en sutotalidad

    Acompaada deexternalidades crticasen los subsistemassocioculturaly ecolgico

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    (1990: 39-41) haba profundizado en estas ideas para explicar que es en los pro-cesos de identificacin de la ciudadana con ciertos proyectos polticos donde searticulan los diferentes posicionamientos ideolgicos. Procesos que, una vez

    estabilizados, convierten a las personas en actores sociales con unas caractersticasy unos atributos concretos. De tal modo, como se ve en el cuadro 1, puedeidentificarse un contexto ideolgico desarrollista sustentado sobre una seriede posiciones ideolgicas bajo las cuales se agrupan estructuras discursivas espe-cficas. Por contexto ideolgico desarrollista, y en el marco de este estudio, seha entendido un rea social en el que los discursos ms prximos a ocupar unaposicin de hegemona son aqullos que promulgan una idea de crecimien-to indisociable a la idea de riqueza y bienestar, en virtud de la cual los cos-

    tes socioculturales y principalmente medioambientales que dicho crecimientolleva aparejado se aceptan como asumibles, ya sea por una motivacin sosteni-da en el convencimiento en los beneficios que genera, ya sea por estar la socie-dad envuelta en una atmsfera de resignacin hacia la realidad existente y dedesconfianza ante modos alternativos de garantizar el equilibrio del sistema.Los lmites, el ritmo y el modo de ese crecimiento son objeto de debate en losdistintos municipios, pero no lo es la idea de continuar creciendo sobre las basesdel modelo ya conocido.

    El concepto de hegemona (popularizado por Antonio Gramsci para elanlisis de las ideologas y los discursos sociales) es retomado por Laclau yMouffe (1985: 136-142) para dar cuenta de situaciones en las que diferentesproyectos polticos en competencia, y con fronteras ideolgicas difusas, seesfuerzan por producir discursos que den una explicacin acabada sobre deter-minados hechos sociales, con el fin de alcanzar una posicin hegemnicamediante la consolidacin de sistemas de significados capaces de lograr la ads-cripcin de la mayora de los sectores sociales. Las estructuras discursivas pre-sentadas a continuacin aglutinan el ncleo de los discursos, ms o menos cr-

    ticos, acerca del significado del turismo residencial. La lucha por dar formaa un discurso hegemnico enfrenta a polticos de todos los partidos, empre-sarios, residentes y expertos. Todos son conscientes de que el discurso hege-mnico se materializa en una gua a partir de la cual es posible articular pla-nes de desarrollo turstico y de sostenibilidad urbana. En el cuadro 1 se reflejancinco posiciones ideolgicas tpicas, identificadas tras completar la operacinanaltica antes apuntada, que se corresponden con cinco modos de interpre-tar la realidad social y turstica. La interaccin de unas y otras conforman el

    estado de la opinin y del discurso pblico en el contexto del sistema tursti-co-residencial, si bien los lmites entre ellas no se muestran claramente, por loque un mismo agente social aparece con frecuencia vinculado a diferentes posi-ciones.

    Las posiciones 2 y 3, que aqu se han denominado posicin permisiva ycrtica parcial-legitimadora, dan forma a los discursos principales (mainstre-am discourses), producidos por la mayor parte de los entrevistados:

    La posicin permisiva agrupa a quienes creen que el turismo residencial

    es el resultado natural de una respuesta a una determinada demanda del mer-

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    Cuadro 1. Cuadro semitico-estructural de las posiciones ideolgicas respecto alturismo residencial en el contexto de la Costa Blanca de Alicante

    Fuente: elaboracin propia a partir de Mantecn (2005: 405).

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    cado. Opinan que se han cometido errores a causa de una falta de planifica-cin del desarrollo, pero sta sera una crtica muy fcil de hacer desde el pre-sente. El incremento del bienestar socioeconmico de las poblaciones recep-

    toras es evidente (a travs de los efectos de arrastre positivos), aunque reconocenimpactos medioambientales que, sin embargo, no empaan el valor positivogeneral. Las propuestas de trabajo se dividen en tres lneas: a) la inversin eninfraestructuras; b) la diversificacin de la oferta de ocio y complementacin conel turismo hotelero, y c) la vinculacin del turismo residencial a un turista deelevados recursos econmicos (no es posible un turismo residencial de masas).En la que se ha llamado crtica parcial-legitimadora, el modelo no respon-de nicamente al laissez faire, pues se considera que los intereses privados de

    los empresarios (promotores sobre todo) y los dirigentes polticos locales inter-vienen decisivamente. Desde esta posicin, la crtica se centra en los impactosmedioambientales, el desorden urbanstico y una masificacin que habra per-

    judicado la vida social. La situacin se valora como muy compleja, al tiempoque se reconoce la imposibilidad de hacer valoraciones reduccionistas. Se hancometido muchos errores, pero en la balanza lo positivo pesa ms que lo nega-tivo. El turismo se estima como la industria fundamental en la que asentar elfuturo y no se vislumbran otras opciones realmente slidas. Pero se reconoce lanecesidad de cambiar la planificacin urbana, crear una red de infraestructu-ras, diversificar y mejorar la calidad de la oferta de ocio, minimizar el impac-to ambiental y promover un mayor desarrollo del sector hotelero, que es valo-rado como ms sostenible.

    La lectura del cuadro muestra que el turismo residencial es interpretadocomo un fenmeno beneficioso para las sociedades receptoras por la mayorade los agentes implicados, con independencia de que el anlisis emprico delos impactos reales ofrezca un balance positivo o crtico, de que exista, comoindicaba Jrgen Habermas (1973), una crisis de racionalidad (incapacidad del

    subsistema poltico-administrativo para gestionar el conjunto de recursos y deactividades sin poner en peligro el equilibrio del conjunto del sistema), por-que la mayor parte de las personas que ocupan posiciones de centralidad en ladireccin y en la valoracin del desarrollo social y turstico en el contexto de estassociedades definen la situacin como beneficiosa o, en su defecto, necesaria.Este ltimo matiz no tiene mayores implicaciones prcticas. Tampoco impor-ta si se trata con hombres verdaderamente culturales o con hipcritasculturales, clasificacin de la que Freud se serva para hacer una distincin

    entre aquellas personas que interiorizan y asumen unos determinados valoresde aqullas otras que simplemente los aceptan y los consienten porque les resul-ta ms ventajoso desde un punto de vista meramente pragmtico (Freud,1915/1990: 106-107). Las posiciones de resistencia o la formulacin de alter-nativas autnticas no surgen de ellas. No existira, siguiendo con el modeloexplicativo de Habermas, una crisis de legitimacin (incapacidad del sub-sistema poltico-administrativo para alcanzar el nivel de lealtad ciudadanarequerido). Conviene anotar, al hilo de la crisis de racionalidad, que muchos

    entrevistados provenientes de diferentes mbitos manifestaron su reticencia

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    a creer que existan actualmente elementos de juicio suficientes como para diag-nosticar claramente la existencia de esa crisis. Las opiniones que insistente-mente se orientaban al ensalzamiento del progreso econmico respaldado por

    la conservacin de reservas ecolgicas (susceptibles de ser promocionadas mer-cadotcnicamente) apuntaban en ese sentido. Igualmente, algunos entrevista-dos mostraron la dificultad de tomar en consideracin investigaciones en lasque se demuestre ntidamente que, en trminos estrictamente econmicos,los desarrollos turstico-residenciales son ms o menos rentables que los hote-leros.

    El turismo ha convertido la virtud de la hospitalidad en un negocio(Krippendorf, 1984/1987: 44) que, en ocasiones, se convierte en la fuente de

    ingresos fundamental de muchas familias. Es decir, crea situaciones en las quela mejora del bienestar social aparece ligada a la dependencia turstica. Aqu, lapercepcin de los procesos macrosociales se funde con la autopercepcin delos cambios que acontecen en la vida de los individuos, por lo que entran en

    juego variables psicosociales muy difciles de medir que tienen que ver con loque Peter L. Berger denomin alternacin (1963: 54 y s.). Ante esta situacin,resulta que los esfuerzos de algunos investigadores crticos por trasmitir losresultados y las reflexiones que surgen del estudio emprico de los procesos quegeneran la supuesta crisis de racionalidad no tienen demasiado xito. Lospolticos, conocedores de todo este entramado, saben que el coste que resul-tara de una modificacin parcial o total de los parmetros del desarrollo turs-tico a menudo no les compensa, pues el rendimiento electoral no es en abso-luto evidente. Las variaciones sobre la sostenibilidad de los desarrollos tursticosexistentes en el litoral alicantino quedan soterradas por un denominador comn:el xito que cada uno de esos desarrollos ha cosechado en su mercado electo-ral interno. No es la sostenibilidad del modelo lo que garantiza el xito de superpetuacin, sino el hecho de que la poblacin local percibe que ha mejora-

    do su situacin material gracias a un fenmeno ante el que no se presentanalternativas de desarrollo (de progreso) convincentes, lo dems queda en unsegundo plano. Es sta una cuestin que contribuye a explicar por qu la prc-tica totalidad de los entrevistados afirma que, gracias al especial carcter aco-gedor de los residentes en las ciudades mediterrneas, no existe ningn atisbode conflicto, y que la marcada ausencia de interaccin en muchas localidadessea vista desde el respeto y sin connotaciones problemticas.

    Los lentos avances que se han producido en los ltimos tiempos en las

    demandas, tanto de los turistas como de los propios residentes, a partir de laacentuacin del discurso crtico de algunos de los partidos polticos opositores(conocedores, en el mejor de los casos, de la literatura crtica producida poruna parte de los expertos) se encuentran lejos de llegar a ocupar posicionesdiscursivas hegemnicas.

    En la terminologa clsica de la ecologa humana (Park, 1936: 1-15), podradecirse que dos de los elementos de la comunidad se renuevan: la pobla-cin y la cultura tecnolgica; y dos no lo hacen: el espacio natural y la

    cultura no material. Este ltimo elemento es el que se ha tratado de explo-

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    rar. Si, como afirman algunos expertos, la crisis de racionalidad fuese un hechoya constatable en el sistema turstico-residencial (Mazn, 2006: 96-97 o Aledo,2005: 176-177), de continuarse con las dinmicas de crecimiento actuales,

    tarde o temprano se llegar a una situacin final cercana a la saturacin en laque la cultura tecnolgica tendr poco margen de actuacin. Esas dinmi-cas se relacionan con el progresivo agotamiento de un recurso escaso: el suelo.Esto es, con un problema estructural cuyas posibles soluciones no pasarn yapor la innovacin en el campo de la cultura tecnolgica, sino en el de la cul-tura no material de las creencias y las costumbres. A la luz de las caractersti-cas de las posiciones ideolgicas dominantes identificadas y exploradas, pare-ce que la cultura no material no muestra sntomas claros que permitan pensar

    en grandes cambios a corto plazo. Entonces, es posible que, en cuestin de nodemasiado tiempo, llegue la etapa legitimadora de validacin general a laque se haca referencia.

    5. A modo de conclusin: nuevas lneas de trabajo

    La aportacin de este artculo consiste en una reformulacin, en concreto, enuna propuesta de nueva orientacin de los trabajos de investigacin empricasobre los desarrollos turstico-residenciales en el Mediterrneo espaol, y muyespecialmente de aqullos que, ya sea desde una perspectiva cuantitativa, cua-litativa o mixta, abordan la cuestin de la percepcin social, teniendo en cuen-ta que resulta de gran importancia considerar la posibilidad de que exista uncontexto ideolgico desarrollista en el que los discursos de legitimacin ten-gan una presencia mayor que los discursos que promulgan la crtica o la resis-tencia social, al menos entre las partes interesadas que tradicionalmente hantenido una capacidad real de decisin en las sociedades receptoras. Aqu se haintentado demostrar que este proceso de urbanizacin turstica, y para la regin

    de referencia (con atencin especfica a los municipios tursticos consolida-dos), tambin ha tenido lugar en los mrgenes de un contexto ideolgico legi-timador y sustentado por el conjunto de la sociedad. Un contexto que, debesubrayarse, viene configurado histricamente (Mantecn, 2005: 396-402).Sin embargo, el estudio de la legitimacin social como factor cultural expli-cativo no ha sido suficientemente estudiado, a pesar de que puede ayudar aentender por qu el ocio turstico asociado a la dinmica residencial-inmobi-liaria ha dado lugar a procesos de tanta intensidad y calado en las costas medi-

    terrneas.La confirmacin de la perpetuacin de la expansin turstico-urbansticaen las costas espaolas (tal y como se sealaba a propsito del trabajo antescitado de Mas y Goerlich) dara lugar, siguiendo los discursos ms crticos, a lgi-cas contradictorias que provocaran inflacin y subida del precio del suelo,impactos ambientales graves, dficits estructurales, colapso urbano e, incluso,un incremento de la inseguridad ciudadana y de los conflictos intergrupales. Elresultado sera un modelo turstico que linda el agotamiento (Vera, 1994) y

    que genera un preocupante escenario de riesgo (Aledo, 2005). Esta visin, por

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    un lado, debe tener en cuenta que hay determinadas cuestiones ante las quelas personas no suelen realizar un anlisis pormenorizado de los costes y losbeneficios, sino que, mayormente, lo que hacen es construir una opinin gene-

    ral resultado de la percepcin de los discursos principales que tratan el asunto,y, por otro lado, que el anlisis de la interaccin entre turistas y locales se ins-cribe en la tradicin heredada de los pesimistas resultados obtenidos en dis-tintas partes del mundo a travs de multitud de estudios socioantropolgicosen los que se constata la decepcin sufrida habitualmente por los anfitrionesen su experiencia del turismo (Castao, 2005: 200-213). Sin embargo, con-viene indicar que una parte considerable de esos estudios, de corte antropol-gico, se han realizado en el seno de sistemas sociales en los que, o bien la depen-

    dencia econmica de la actividad turstica no es tan evidente, o las desigualdadesson muy agudas, por lo que no existe nada parecido a lo que pudiera enten-derse como una estructura de clases medias y/o una red de mecanismos parasocializar, adems de los costes, al menos una parte de los beneficios.

    La perspectiva metodolgica cualitativa adoptada ha permitido abrir una ven-tana al contexto ideolgico y el anlisis de los datos recopilados ha dado comoresultado la identificacin de un mapa bsico de posicionamientos, de utili-dad para comprender el papel que desempea la legitimacin social en el desa-rrollo del proceso turstico-residencial e, igualmente, de utilidad para anclarun punto de partida en prximos estudios cuantitativos dedicados a medir larepresentatividad estadstica de las ideas expuestas.

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