20 poemas salvadoreños y centroamericanos

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El nido ALFREDO ESPINO

SALVADOREOS

El nido ALFREDO ESPINO

Es porque un pajarito de la montaa ha hecho,en el hueco de un rbol, su nido matinal,que el rbol amanece con msica en el pecho,como que si tuviera corazn musical.

Si el dulce pajarito por entre el hueco asoma,para beber roco, para beber aroma,el rbol de la sierra me da la sensacinde que se le ha salido, cantando, el corazn.

Caal en flor ALFREDO ESPINO

Eran mares los caalesque yo contemplaba un da(mi barca de fantasabogaba sobre esos mares).

El caal no se enguirnaldacomo los mares, de espumas;sus flores ms bien son plumassobre espadas de esmeralda...

Los vientos-nios perversos-bajan desde las montaas,y se oyen entre las caas como deshojando versos...

Mientras el hombre es infiel, tan buenos son los caales,porque teniendo puales,se dejan robar la miel...

Y que triste la moliendaaunque vuela por la haciendade la alegra el tropel,porque destrozan entraaslos trapiches y las caas...Vierten lagrimas de miel!Dibujo Del Regreso Claudia Lars

Alza la dulce muerta su carne soterradaen verdes que se extienden del suelo a la retina.Con un gesto de flor responde a tu llamada;sobre su nombre nuevo un pjaro se inclina.

Lo dems gracia rota, palabra peregrina,corazn exprimido y sueo sin morada,como fuego celeste -trmula serafina!-permanece en tu amor y quema en tu mirada.

La dulce muerta vive bajo signo de ausencia:en visiones fugaces, en hundida presencia,y guarda tu secreto una piedra de llanto.

Un da sin nostalgia, recobrada y exacta,-vuelo, corola y rostro de primavera intacta-ha de entregarla a todos el clima de tu canto.

Hermanos Claudia Lars

Peso del aire, vuelo de la tierraen opuesta verdad y simbolismo;doble color del cielo y del abismoque el ojo exacto de la vida encierra.

Sal aceptada, dulcedumbre en guerra,paisaje del espejo y de ti mismo;isla del sueo, mgico bautismo,ngel sin voz que llama y que destierra.

Vamos -nios de polvo, gotas ciegas-en ansias verticales o vencidascumpliendo lo mandado por entregas.

Es anillo de muerte el que nos junta.Y en asombro de encuentros y partidasse vuelve de ceniza la pregunta.Caminar Jos Roberto Cea

Caminar en las rosas es tener un amor especial y rotundo por las blancas palomas; es olvidar por un momento la cada celeste de la lluvia, es apagar el agua, purificar el cuerpo, nacer para la aurora Y retener el sol...! (Llevar canciones en las manos como lmparas de azules encendidos ms all de la luz y los cocuyos Es elevar un grito de protesta!) Caminar sin cadas sobre el vino ms dulce de las voces ante el vidrio sin fondo del crepsculo, frente a la incertidumbre de los viajes Es levantar la frente! Caminar siempre ha sido mi querencia ms vieja y desmedida Y aqu estoy...!

Como T Roque Dalton

Yo como tamo el amor,la vida,el dulce encanto de las cosasel paisaje celeste de los das de enero.

Tambin mi sangre bulley ro por los ojosque han conocido el brote de las lgrimas.Creo que el mundo es bello,que la poesa es como el pan,de todos.

Y que mis venas no terminan en m,sino en la sangre unnimede los que luchan por la vida,el amor,las cosas,el paisaje y el pan,la poesa de todos.

Como los dioses en su audaz vigilia David Escobar Galindo

Como los dioses en su audaz vigilia,me asombro de estar vivo y de estar muerto.La palabra revienta en el silencioy el silencio se nutre de palabras.Cul es la diferencia entre estar vivoy estar muerto? Los dioses son balanzas.

Dos pjaros que beben David Escobar Galindo

Dos pjaros que bebenen una sola gota de roco.Dos lgrimas de lluviaque caen juntas desde un solo alero.Dos hojas que se duermenen un solo recodo del follaje.Dos manos que descubren el destinoen una sola rosa.Dos mstiles que inventan la distanciaen una sola imagen.Y as t y yo en poder de la unidad.Dormiremos Aqu Hugo Lindo

Dormiremos aqudonde la hormigaacumula su srdida riqueza.

Aqu, donde el verano no se atrevea hincar la azadani a plantar la flecha.

Aqu donde el festn de las racesse agazapa y enreda. Dormiremos.

Donde el agua inefable del inviernose filtra,leve, queda,hasta mojar los prpadosy la sonrisa yerta.

Aqu, taller sombro en que se forjanlas cosechas. Dormiremos aqu.

Cerrad la puerta.

GLOSA (roque dalton)Salv la vida en el lechoen las jornadas de Abrilfue leve y carmelitanoen sus ganas de morirse ha rascado la barrigay el denodado pip

Canbal de la barajaprincipio maceta y findesembarc estornudandoplegado muelle y sutilpero eran cuatro pualesy tuvo que sucumbir

EL SALVADOR SER (roque Dalton)El Salvador ser un lindoy sin (exagerar) serio pascuando la clase obrera y el campesinadolo fertilicen lo peinen lo talqueenle curen la goma histricalo adecenten lo reconstituyany lo hechen andar.El problema es que hoy El Salvadortiene como mil puyas y cien mil desnivelesquinimil callos y algunas postemillascnceres cscaras caspas shuquedadesllagas fracturas tembladeras tufos.Habr que darle un poco de machetelija torno aguarrs penicilinabaos de asiento besos de plvora.Poema Sonetos De La Palabra (poeta) de Serafn Quiteo

Oh, t!, el abandonado entre puales,entre densos fantasmas, en perdidosmares de sombra, selva de gemidosy ausentes golondrinas y rosales.

Oh, t!, el ciego, el confiado entre fanaleshoscos de noche y muertos sumergidosconfiado entre lebreles contenidosy solo ante los dioses inmortales.

Con todo, sosegado en la agona,Fuerte en el llanto, casto en la alegraResurrecta de oscuros manantiales.

Ah un rodar de lgrimas te guaY una palabra pura frente al daAlza sus infantiles catedrales.

Abr por ti mi corazn... Claudia Lars

Abr por ti mi corazn enteroY en l pudiste ver sin velo alguno.Lo que hacerme sentir pudo ningunoSinti por ti mi corazn sincero.

Amor entre los grandes el primero:Amor de aquello que entre mil hay uno.Se te ofreci inocente y fue importuno.Y lo call tu voluntad de acero.

Por qu quieres vivir vida divinasi de la forma humana ests vestido?Acaso el mismo Dios no se adivina

tras de la oscura puerta del destino?Si el alma entre la carne va escondida,por qu este empeo es sofocar la vida?

Oswaldo Escobar Velado Retorno de la ausencia

Vienes desde la ausencia, taciturna,Traes islas de humo entre las manos,Tu pupila como una flor nocturnaAroma mis dolores ms lejanos.

Vienes desde la ausencia y sin embargoParece que jams te hubieras ido,Has estado conmigo en este amargoDolor que nunca me quit el olvido.

Vienes desde la ausencia, ah viajeraAgitando tu negra cabelleraEn una fuga luminosa y loca.

Vienes desde la ausencia y tu regresoTrae la lejana de aquel besoQue tembl sobre el trbol de tu boca.

Oswaldo Escobar Velado, Barcas submarinas

El mar y el cielo azul duerme la arenaSu placidez de brazos siempre abiertos;Mientras la tarde en lacitud morenaSe tiende en el cansancio de los puertos.

El tiempo en su liturgia se nos llenaDe locuras y besos inexpertos,Se nos entrega como el alma plenaComo el nirvana de los budas muertos

Estamos los dos solos tus pestaasSon una sombra larga de montaasSobre un fondo de lmparas lunares.

Sobre tu cuerpo azul de aguas cetrinasVan mis caricias -barcas submarinas-A naufragar en medio de tus mares

Mirndome en tu cuadro Matilde Elena Lpez Quiero captar la poesa de tus ojos-me dijiste mientras en el cuadroles dabas vida irradiadoray toda yo surga como diosa.

Si pintar el objeto es poseerloObjeto de tu amor fueron mis ojosPor un acto de magia que conoces.

Tan pura luz le diste a mis pupilasQue hasta parece ahora que te besan,pues si ya los robaste? Qu me quedasino seguir el robo que robaste?

Mi imagen en tu cuadro es una ermitaQue guarda una sonrisa misteriosaY la boca dibujas de tan leveQue hasta parece que aletea el beso.

Me pintaste quiz un poco tristePorque acaso sabas, sin saberlo,Que slo t podras darme vida.

Arbol de sangre Claudia LarsEsta herida me duele con dolor deleitoso.Abierta como un surco, en su fondo germina semilla amarga y dulce que ha de erguirse, callada, en el tronco de fuerza y en la rama florida.

rbol gigante y bello que juega con las nubes: su cabellera densa, peinada por la brisa, esconder el arrullo de la paloma viuda y el primor delicado de la frgil orqudea.

Llegarn en bandadas mariposas de junio, han de libar sus mieles abejas bailarinas y en la quietud nocturna, lucirnagas fugaces mecern en las hojas sus tenues candelitas. Ser la casa oculta del animal hurao, ha de lamer la bestia su raz retorcida y quebrando jornadas el viajero del mundo apoyar en su tronco la carga de fatiga.Matilde Elena Lpez

Cielo escondido Me ofreces ese cieloQue no alcanzo.Serio me dicesQue te d la mano.

Mucho tendremos que lucharpor ese cielo!

Porque dmelo t,Si vendes ese cuadro!Nos podra alcanzarpara ese sueo?

Y si vendo mis libros,t qu dices?Podrn tus manosalcanzarme el cielo?

No juego a soldados Claudia LarsNo me den clarines.No juego a soldados!Es clara y perfectami casa de cantos.Bandera de solizada tan altoque puede mirarsepor rumbos lejanos.En la mano amigapjaros confiados.La rosa de todos;de todos el grano.Ronda que comienzatrenzando el milagroInicial del a tiemposin hora de llanto.Frente coronada con ensueos blancos.Mi panal de amorno lo exprime el diablo!

- Mes de mayo Claudia LarsOjo celeste del daabre pestaas de sol.La tierra, mojada y fresca,traje verde se visti.El ro amarra los juncoscon transparente listny ensaya la rama erguidadanzas que al viento aprendi.A la orilla del caminoy bajo el rbol de olorasoma el jacinto tiernosu frgil cliz tembln.Vuela la abeja ambarina,zumba ellerdo moscardny la ranita de inviernoredobla ya su tambor.Quin borda el primorsencillo del encendido festnque en la loma y en el llanomultiplica su color?Quin esponja el buche rubiodel pajarillo cantor?Quin encumbra, sin temores,el ala fina y veloz?Quin mece a las olas niasen su cuna tornasol?Quin traza sobre la playadibujos de caracol?Quin pinta la mariposacon polvillo del fulgor?Quin mueve el resorte ocultodel vibrante picaflor?Mayo baja de las nubesjubiloso y juguetn.Trae manojos de besosy cantos de lluvia y sol!

CENTROAMERICANOSNassau OTTO RAL GONZLEZ (Guatemala, 1921)Se contradice piedra con caballo,

luna de alpaca y mseros harapos,

sangre vertida con pulido mrmol,

opulencia sajona y negro llanto,

besos de luna con heridos labios,

fina canela y elefante blanco,

jardn de rosas y traidor disparo,

niebla cerrada y hojas de tabaco,

espaldas negras y zumbante ltigo.

La isla de Nassau por todos lados:

sangrante herida en medio del ocano.

He visto hombres... JORGE DEBRAVO (Costa Rica, 1938-1975)He visto hombres saliendo de la piedra

como de un profundo y sudoroso parto.

He visto hombres tumbados en la angustia

y sacando las islas de sus brazos.

He visto hombres quemar su esclavitud

y emerger transparentes como vasos.

He visto hombres beber la libertad

y seguir arrastrando un corazn de esclavo

He visto hombres mirar las multitudes

con las pupilas tiernas como heridas,

y hombres contemplando a un degollado

con los ojos ajenos como guijas...

Y he visto hombres huir de la batalla

y era como si huyeran de su vida.

Veo mi patria TULIO GALEAS (Honduras, 1942)Veo mi patria, es triste,

incrdula, asustada,

como una gota de agua perdida

multiplicando arrugas,

antigua y desusada y

en un mundo que no le pertenece

como una vieja honda entre fusiles.

Y me duele su da arrinconado y sucio,

su color de sepulcro perfumado,

y el sabor a blasfemia que se arrolla en sus calles.

Solitaria, parece el lamento extraviado

de un planeta remoto, de un planeta

amasado con el odio y el fuego

de todos los infiernos presentidos,

de un planeta maldito que nos hizo

semejantes al hombre y a la tierra.

JARDIN ANTIGUO Vilma Vargas Costa Rica

En tardes calurosasoigo nuestras voces:rondas inquieto como yo,sin encontrar el agua acampada en las rocas.

Pero hay algo ms,un sol inatrapado,ojos lmpidos en la noche.

Aqu debi empezar la vida.El fuego aclara y permanecenlas cosas que fueron el mundo.Nunca me he idoni me ir. Soyel guardin y la puerta.

"1844" Csar Braas Guatemala

No lo vieron, no lo vieron.Tuvo amigos oscuros, inciertos confidentes;tuvo amantes fugaces, platnicas novias.Pero no lo vieron, ay, no lo vieron.

Sus amigos decan: Qu genio tan extrao!Sus amantes decan: Qu ardor tan fro!Y no lo vieron, no lo vieron. Y se desangraba!

El viento lo amortaj en sus grumas;el silencio call sobre l.No se sabe, torvo, por qu sendero se fue.

Otros vinieron y por l preguntaron.Nadie lo conoci en sus das, nadie.Nadie sabe por dnde se fue.

Y anda en leyendas y madrigales;lo repiten las novias, lo cantan los nios;pero sus hermanos no lo vieron, no.

Y es el crimen de todos los tiempos,y es la tristeza de todos los siglos.Es tan deslumbrante su luz,que nadie la ve!

DIANA MORN(Panam, 1957-1987)Tirados al aireRequisaron

los ojos

las uas

los cabellos

esposaron

la lengua

los libros

la madre

y como

entre las argollas

el puo se multiplicaba

herrados

desnudos

sin pasaportes

nos tiraron al aire.

JOAQUN PASOS (Nicaragua, 1914-1947)TormentaNuestro viento furioso grita a travs de palmas gigantes sordos bramidos bajan del cielo incendiados con lenguas de leopardos nuestro viento furioso cae de lo alto.

El golpe de su cuerpo sacude las races de los grandes

rboles salen del suelo los escarabajos

las serpientes machos.

Nuestro viento furioso sigue su camino mojado es el jugo oscuro de la tarde que beben los toros salvajes

es el castigador del campo.

Los hombres oyen en silencio los gemidos del aire con el alma quebrada, el cuerpo en alto

los pies y la cara de barro.

Las indias jvenes salen al patio, rompen sus camisas ofrecen al viento sus senos desnudos, que l se encarga de afilar como volcanes.

Pjarosde Delia Quinez Guatemala

La tarde se ti de pjaros,fue prendose de plumas...

La vi alzarseprofunda como una campanada.

Pero fue quedndose quieta,tornndose lejana:se borraron las plumas,su tintura de pjarosfue murindose toda...