1er reporte de hegel

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Universidad Autónoma Metropolitana UEA: Historia de la Filosofia VIII (Hegel) Imparte: Dr. Sergio Pérez Cortés Alumno: Fernando Daniel Ramírez González Reporte de lectura #1: Las tareas científicas del presente 1 1.1 La verdad como sistema cientifico La costumbre a lo largo de la Historia de la Filosofia ha sido que los autores elaboren una suerte de apartado preliminar donde se esbocen grosso modo los aspectos generales de la obra en cuestión: los objetivos, la metodologia de investigación, etc. Para Hegel, empero, esto resulta superfluo y hasta adverso, pues, a su manera de ver, la verdad filosófica debe ser expuesta de otro modo; a saber: delegando la importancia y el peso de la investigación no a los resultados, sino al desarrollo de aquella. Quizá el problema de raiz dimane de la dicotomia verdadero-falso 2 que ha imperado prácticamente siempre en la Filosofia occidental. Esto supondria una especie de antagonismo con otro sistema filosófico que no compagine -en alguno de los presupuestos- con el -sistema- que se está construyendo, pues, bajo esa lógica, “no se concibe la diversidad de los sistemas filosóficos como el desarrollo progresivo de la verdad, sino que sólo se ve en la diversidad la contradicción”. Asi pues, nuestro autor ve en la unidad orgánica de los modelos (o sistemas) -aparentemente contradictorios-, la vida constitutiva del todo. De tal manera, parece inadecuado reducir la cosa a su fin; más bien habria que fijar nuestra atención hacia el desarrollo mismo de la cosa, o en otras palabras, al resultado deviniendo eso que lo hace ser resultado del proceso. El camino de la verdad, entonces, debemos hallarlo en el sistema completo de la Filosofia, en el itinerario de ésta; sólo asi, transformando el quehacer filosófico, es decir, pasando del amor a la sabiduria a la sabiduría real, sólo en esa medida la filosofia podrá aproximarse -y eventualmente llegar- a la forma de la ciencia. 1.2 La formación del presente Con Hegel entramos a una nueva cientificidad. La Filosofia de su tiempo era una filosofia de la resignación, la verdad era inalcanzable. Lo única aspiración que teniamos concedida alcanzar era la de la representación de la cosa, 3 por un lado, o a la inmediatez de la cosa a través de la intuición, por el 1 Primer apartado del Prólogo a la Fenomenología del Espíritu, G. W. F. Hegel, Fondo de Cultura Económica, México, 2010, trad. Wenceslao Roces. 2 Propia de una argumentación basada en una lógica monoléctica. 3 Nos referimos a la filosofia kantiana.

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Page 1: 1er Reporte de Hegel

Universidad Autónoma Metropolitana

UEA: Historia de la Filosofia VIII (Hegel)

Imparte: Dr. Sergio Pérez Cortés

Alumno: Fernando Daniel Ramírez González

Reporte de lectura #1: “Las tareas científicas del presente1”

1.1 La verdad como sistema cientifico

La costumbre a lo largo de la Historia de la Filosofia ha sido que los autores elaboren una suerte de

apartado preliminar donde se esbocen grosso modo los aspectos generales de la obra en cuestión: los

objetivos, la metodologia de investigación, etc. Para Hegel, empero, esto resulta superfluo y hasta

adverso, pues, a su manera de ver, la verdad filosófica debe ser expuesta de otro modo; a saber:

delegando la importancia y el peso de la investigación no a los resultados, sino al desarrollo de

aquella. Quizá el problema de raiz dimane de la dicotomia verdadero-falso2 que ha imperado

prácticamente siempre en la Filosofia occidental. Esto supondria una especie de antagonismo con otro

sistema filosófico que no compagine -en alguno de los presupuestos- con el -sistema- que se está

construyendo, pues, bajo esa lógica, “no se concibe la diversidad de los sistemas filosóficos como el

desarrollo progresivo de la verdad, sino que sólo se ve en la diversidad la contradicción”. Asi pues,

nuestro autor ve en la unidad orgánica de los modelos (o sistemas) -aparentemente contradictorios-, la

vida constitutiva del todo.

De tal manera, parece inadecuado reducir la cosa a su fin; más bien habria que fijar nuestra atención

hacia el desarrollo mismo de la cosa, o en otras palabras, al resultado deviniendo eso que lo hace ser

resultado del proceso. El camino de la verdad, entonces, debemos hallarlo en el sistema completo de la

Filosofia, en el itinerario de ésta; sólo asi, transformando el quehacer filosófico, es decir, pasando del

amor a la sabiduria a la sabiduría real, sólo en esa medida la filosofia podrá aproximarse -y

eventualmente llegar- a la forma de la ciencia.

1.2 La formación del presente

Con Hegel entramos a una nueva cientificidad. La Filosofia de su tiempo era una filosofia de la

resignación, la verdad era inalcanzable. Lo única aspiración que teniamos concedida alcanzar era la de

la representación de la cosa,3 por un lado, o a la inmediatez de la cosa a través de la intuición, por el

1 Primer apartado del Prólogo a la Fenomenología del Espíritu, G. W. F. Hegel, Fondo de Cultura Económica, México, 2010, trad. Wenceslao Roces.

2 Propia de una argumentación basada en una lógica monoléctica. 3 Nos referimos a la filosofia kantiana.

Page 2: 1er Reporte de Hegel

otro.4 Para nuestro autor, sin embargo, no es la intuición el camino hacia la verdad, toda vez que ésta

sólo es aprehensible por via de la conceptualización. De lo contrario, caeriamos -como de hecho

sucedió- en irrisorias vaguedades tales como el pensar que en lo bello, lo sagrado, lo eterno y lo

religioso (en suma, en el entusiasmo y en el éxtasis) se encuentra el camino correcto para aprehender el

progresivo despliegue de la riqueza de la sustancia. Y en efecto, “hubo un tiempo en que el hombre

tenia un cielo dotado de una riqueza pletórica de pensamientos y de imágenes. El sentido de cuanto es

radicaba en el hilo de luz que lo unia al cielo”. No obstante, perplejo por la oscuridad de lo

supraterrenal, el hombre tuvo la necesidad imperiosa de regresar a tierra firme, sobrevalorando ahora la

importancia de su estancia en ella, revitalizando nuevamente al presente, a lo que se osa llamar:

experiencia. Vemos pues, que para Hegel, tanto el Racionalismo como el Empirismo, son momentos

importantes y necesarios en el devenir del sistema, pero no son, de ninguna manera, verdaderos per se.

1.3 Lo verdadero como principio, y su despliegue

Hemos visto cómo nuestro autor ha otorgado a la Filosofia un nuevo rol en el itinerario de la verdad.

A su vez, revisamos que dicha verdad no está supeditada únicamente a los resultados de la

investigación, sino también al desarrollo -proceso- de ésta. Dado que la vida constitutiva del todo

(como unidad orgánica) siempre está en constante devenir, Hegel da cuenta -en este apartado- del

nuevo camino que se avecina. En el itinerario incesante del espiritu, éste ha tomado conciencia de las

trabas que él mismo labró5 y que le impidieron llegar al conocimiento verdadero. El siguiente paso es,

entonces, el regreso a si, y la transformación de si.

Sólo tomando en consideración el desarrollo completo de la forma es como la ciencia podrá poseer

inteligibilidad universal, ya que de lo contrario será “patrimonio esotérico de unos cuantos”. Siendo

accesible (comprensible, inteligible), la ciencia deja de ser el lujo de unos cuantos para convertirse en

patrimonio de todos. “[...] el llegar al saber racional a través del entendimiento es la justa exigencia de

la conciencia que accede a la ciencia”. La tarea de la Filosofia consistirá, pues, en llevar de la mano a

dicha conciencia hacia la ciencia.

Finalmente, nuestro autor hace hincapié en aquellas filosofias que adquieren la tediosa apariencia de

la diversidad. Son tantos los materiales del conocimiento previamente dado, que terminan ocupándose

de cuestiones extrañas y curiosas con la astuta pretensión de prosperar en forma de ciencia desplegada;

empero, no hacen sino repetir ingenuamente la misma fórmula y obteniendo los mismos resultados.

4 En referencia a la filosofia de Schelling. 5 Naturalmente, me refiero a las filosofias que Hegel critica en los apartados anteriores. Sin embargo, cuando el autor

afirma que “la frivolidad y el tedio que se apoderan de lo existente y el vago presentimiento de lo desconocido, son lossignos premonitorios de que algo se avecina”, sin duda parece referirse a la piedra de toque que significó la RevoluciónFrancesa en la historia moderna de Occidente.