La casa britnica de los frailes franciscanos4 la contra / El Convento abrir sus puertas este sbado Por Mara Jess Corrales/Fotos: MarCos Moreno/the Convent 3

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Este sbado, da 27, El Convento abrir sus puertas al pblico. Ubicado en la plaza que lleva el mismo nombre y frente a la sede del Gobierno del Pen, El Conven-to ofrece cada ao a los gibraltareos la oportunidad de conocer y disfrutar de sus instalaciones, desde la entrada al saln de baile, el claustro y tambin sus espectaculares jardines interiores.

La jornada comenzar con una ac-tuacin del coro de Christian Santos en el saln de baile, continuar con otra de los estudiantes de Susan Avellano y tambin se podr disfrutar de una exhi-bicin de la Seccin Canina de la Polica de Defensa (GDP), as como de la tradi-cional exposicin artstica de la Socie-dad de Bellas Artes, que en esta ocasin expondr en el claustro superior. En los jardines exteriores de El Convento po-dr verse la coleccin de bonsis de Ra-ymond Moonilall, que se instalar ese da para el disfrute del pblico. Comi-da, t, caf, pasteles y actividades de-portivas completarn una jornada que cada ao interesa a numerosos vecinos.

La oportunidad de visitar El Con-vento obedece a la responsabilidad del Gobierno britnico no solo de vivir y custodiar esta joya del patrimonio his-trico gibraltareo, sino adems de fo-mentar la difusin de este patrimonio entre los ciudadanos del Pen.

La historia de El Convento se remon-ta a 1480, cuando frailes franciscanos se instalaron en cabaas y estructuras similares en los actuales jardines del recinto. Unos aos antes, en 1462, la en-trada del ejrcito cristiano en el Pen haba acabado con siete siglos y medio de dominacin rabe. Hacia 1528 los monjes lograron hacer una construccin ms estable, que probablemente inclua la mayor parte del espacio cuadrado que actualmente ocupa el claustro.

La primera estructura permanente construida por los franciscanos a prin-cipios del siglo XVI fue probablemente la actual zona en la que se encuentra la oficina del gobernador. En 1531, una ge-nerosa donacin de tierra, fondos y pie-dra cortada permiti a los frailes cons-truir una capilla mucho ms grande de la que habran esperado. El benefactor adems proporcion sumas muy ti-les para la estructura permanente, in-cluyendo un atractivo claustro. Sin em-bargo, el ataque de los piratas en 1540, comunes en el Mediterrneo en aquella poca, provoc que, tras el asalto, los frailes tuvieran que llevar a cabo una importante reparacin del recinto.

Los acontecimientos histricos de 1704 cambiaron el futuro de El Conven-

to. Gibraltar haba sufrido el asalto y captura de los ejrcitos angloalemanes y el posterior contraataque de las fuer-zas leales a Felipe de Anjou, Felipe V, ese mismo ao. Los frailes franciscanos permanecieron en El Convento en pri-mera instancia, probablemente pensan-do que las cosas volveran a la norma-lidad relativamente pronto. Pero hacia 1711 pareca claro que Gibraltar se iba a convertir en una posesin britnica de manera permanente, situacin que con-firm el Tratado de Utrecht en 1713. As, en 1711 el entonces gobernador decidi requisar El Convento como su palacio y cuartel general. Entre 1714 y 1727, du-

rante el reinado del Rey Jorge I, la ca-pilla adjunta al edificio fue denominada Capilla del Rey, lugar que acaba de reci-bir una condecoracin del Imperio.

El Gran Asedio, entre 1779 y 1783, provoc grandes daos en el edificio, que tardaron en ser reparados ms de 18 aos. Cuando el Duque de Kent fue gobernador en 1802, se haba prepara-do una sala de banquetes usando parte de la capilla. La mitad occidental de la nave de la capilla se haba traspasado, reduciendo as el presupuesto para re-sarcir los daos de la atractiva capilla.

Las historias que alberga El Conven-to son curiosas. Entre ellas, el propio

nombre, que se ha usado durante siglos a pesar de que en el edificio nunca ha-bitaron monjas, solo frailes, por lo que debera haber sido llamado El Monas-terio. La traduccin literal del espaol, que puede denominar convento a una congregacin tanto de monjas como de frailes, ha hecho que este nombre per-sista durante siglos. En 1908, a raz de un incidente diplomtico por una con-fusin con el nombre, el Gobierno bri-tnico envi una carta a Gibraltar para que el edificio fuera denominado Casa del Gobierno. Pero el nombre dur has-ta la visita del rey Jorge VI en 1943 con motivo de la II Guerra Mundial. A su vuelta a las islas britnicas, el rey ex-pres su deseo de que el edificio recupe-rase su nombre histrico, El Convento.

Las obras acometidas en 1863-64 por el teniente general Sir William Co-drington cambiaron totalmente el ca-rcter del antiguo edificio, pero algu-nas de las estancias ms atractivas han sobrevivido hasta hoy. La fachada de ladrillo que da a la calle Real se cons-truy sobre esa poca, as como la lar-ga escalera de madera de la entrada. En 1879 se aadi un nuevo ala hacia el oeste. El periodo entre 1850 y 1880 po-dra denominarse como los aos dora-dos de El Convento como palacio del go-bernador. En este periodo las reformas se realizaron tras una planificacin.

En abril de 1951, el estallido del bar-co de municin SS Bedenham mientras descargaba su mercanca en el puerto, apenas a 300 metros de El Conveto, cau-s un importante dao al edificio y la capilla, adems de a todo Gibraltar. La onda expansiva lleg a Algeciras. Se hi-cieron importantes obras de reparacin, especialmente cuando se esperaba que la reina Isabel II visitara Gibraltar. Pero las arcas estaban muy restringidas por las importantes reparaciones necesa-rias por todo Gibraltar tras la explosin del Bedenham y algunas de las repara-ciones en El Convento no se hicieron.

Como ocurre con muchos edificios antiguos, El Convento alberga la leyen-da de que una monja espaola que fue llevada al edificio para ser ejecutada de una forma bastante extraa en el siglo XVI, convirtindose as en el fantasma residente en El Convento. Por otro lado, entre los residentes ilustres que se han alojado en este palacio estuvo, por ejem-plo, el presidente de los Estados Unidos Eisenhower, que se qued durante va-rios das en noviembre de 1942. Plane los movimientos finales de la Operacin Torch desde dentro del Pen, opera-cin que contribuy a cambiar el rumbo de la II Guerra Mundial.

Arriba, fotografa reciente de la fachada de la sede del Gobierno britnico en Gibraltar, The Convent.