1 · s."aquello" quedistingue alorador eneste punto queremos responder lasiguien-te...

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S. "Aquello" que distingue al orador En este punto queremos responder la siguien- te cuestión: ¿qué es lo que distingue a un buen orador? Hemos de decir que no es la buena voz, ni la talla, ni la perfección del gesto, ni la agudeza de la mirada. ni el lema que trata, ni el dominio de las técnicas de expresión y comunicación, ni si- quiera la brillantez de la oratoria. El secreto de la fuerza en la comunicación oral es algo más complejo y lotal: es el don de una vida. Recordemos lo que decíamos al princi- pio: el orador es ante todo una persona. Por eso el '1 orador que más se comunica con el auditorio es aquel que lo que dice lo saca de su propia vida. Es la persona que habla con toda su vida; es la persona que habla como vive y como piensa. Co- mo principal fuente de inspiración, están la vida. la existencia, las propias convicciones. No una doctrina o la repetición de eslóganes impactantes. Quien no está convencido de lo que dice, quien ~ no vive lo que expresa, nunca será un auténtico orador. Un gran especialista en "triquiñuelas" de persuasión ret6rica,_como .Dale_Carnegie, lo re- coooce: "Los oradores que hablan de lo que la vi- da les ha aportado de experiencia, siempre atraen la atenciúo al público. Por experiencia. sé que muchos no aceptan este punto de vista. Creen que su experiencia es insignificante y sin interés para 48 r , los otros. Prefieren quedarse en generalidades y principios fi losóficos demasiado abstractos des- gracÍil(lamente ... Hable de lo que le ha enseñado la vida y le escucharé atcntamente."4 En algunos discursos se encuentran palabras, colorido, manejo del lenguaje, buena dicción, pe- ro... la persona "no está", no vibra ninguna exis. tencia. Hay palabras, pero éstas ;10 salen de lo más hondo del propio ser, simplemente son pala. bras que se dicen, pero no se vivén. Esto es lo sustancial: sacar de la vida lo que se dice. que delrás de las palabras se perciba la pre.o:;enciade una persona, de una existencia cuya fuerza vital es la potencia que, desde el fondo de esa persona, engendra y transmite vida ... Tender a ser en plenitud lo que se vive y expresarlo es "aquello" que distingue al orador. Cualquiera sea el lenguaje 'que empleemos, nunca lograremos decir otra cosa que lo que somos. /:,'merson 6. Condiciones y cualidades del orador Hemos dicho que la elocuencia es un don y una-conquista~N(n:'abe-duda-deqiJe ciertas con~ diciones y cualidades ayudan para ser un buen orador o conferenciante. Desarrollarlas es impor- tante para quienes tienen que hablar en público. Veamos en qué consisten y cuáles son las que 49

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S. "Aquello" que distingue al orador

En este punto queremos responder la siguien-te cuestión: ¿qué es lo que distingue a un buenorador?

Hemos de decir que no es la buena voz, ni latalla, ni la perfección del gesto, ni la agudeza dela mirada. ni el lema que trata, ni el dominio delas técnicas de expresión y comunicación, ni si-quiera la brillantez de la oratoria.

El secreto de la fuerza en la comunicaciónoral es algo más complejo y lotal: es el don deuna vida. Recordemos lo que decíamos al princi-

pio: el orador es ante todo una persona. Por eso el '1orador que más se comunica con el auditorio esaquel que lo que dice lo saca de su propia vida.Es la persona que habla con toda su vida; es lapersona que habla como vive y como piensa. Co-mo principal fuente de inspiración, están la vida.la existencia, las propias convicciones. No unadoctrina o la repetición de eslóganes impactantes.Quien no está convencido de lo que dice, quien ~no vive lo que expresa, nunca será un auténticoorador. Un gran especialista en "triquiñuelas" depersuasión ret6rica,_como .Dale_Carnegie, lo re-coooce: "Los oradores que hablan de lo que la vi-da les ha aportado de experiencia, siempre atraenla atenciúo al público. Por experiencia. sé quemuchos no aceptan este punto de vista. Creen quesu experiencia es insignificante y sin interés para

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r,

los otros. Prefieren quedarse en generalidades yprincipios fi losóficos demasiado abstractos des-gracÍil(lamente ... Hable de lo que le ha enseñadola vida y le escucharé atcntamente."4

En algunos discursos se encuentran palabras,colorido, manejo del lenguaje, buena dicción, pe-ro ... la persona "no está", no vibra ninguna exis.tencia. Hay palabras, pero éstas ;10 salen de lomás hondo del propio ser, simplemente son pala.bras que se dicen, pero no se vivén.

Esto es lo sustancial: sacar de la vida lo quese dice. que delrás de las palabras se perciba lapre.o:;enciade una persona, de una existencia cuyafuerza vital es la potencia que, desde el fondo deesa persona, engendra y transmite vida ... Tendera ser en plenitud lo que se vive y expresarlo es"aquello" que distingue al orador.

Cualquiera sea el lenguaje 'que empleemos,nunca lograremos decir otra cosa que lo quesomos.

/:,'merson

6. Condiciones y cualidades del orador

Hemos dicho que la elocuencia es un don yuna-conquista~N(n:'abe-duda-deqiJe ciertas con~diciones y cualidades ayudan para ser un buenorador o conferenciante. Desarrollarlas es impor-tante para quienes tienen que hablar en público.Veamos en qué consisten y cuáles son las que

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! II

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más ayudan para que se produzca una buena co-municaci6n.

Condiciones:Naturalidad. Actuar con naturalidad es ser

uno mismo, sin artificios, sin afectación, sin dis-frazar la voz, ni emplear palabras o frases rebus-cadas. Sin embargo, y aunque parezca contradic-torio o paradójico, hay que ejercitarse y practicarpara hablar con naturalidad. Si bien esto no es di-fícil en una conversación amistosa, al tomar lapalabra en público, sin percatarnos tendemos aperder la. naturalidad. UsalllOs un tono más so-lemne y con frecuencia comenzamos a mostrar el"personaje" que queremos ser, llámese profesor,obispo, diputado. abogado, general o lo que fue-re. Y. cuando nos ponemos ceremoniosos, hemosperdido toda la naturalidad.Claridad de ideas. Una buena intervención

oral debe contener ideas (de lo contrario, seríahueca o vacía), pero además éstas deben ser fácil-mente entcndibles para los oyentes. Para ello. no5610 deben ser comprensibles, también han de es~tal' articuladas de manera lógica y coherente. Só-lo los que noJienen ideas claras_hablan (}escribende manera oscura, incomprensible o esotérica.

Una idea que no se puede expresar es unamala idea; una palabra que no se puedecomprender es una mala palabra.

Ch('sf('rtOll

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I-~

Facilidad de expresión. Consiste en la habili-dad para encontrar palabras apropiadas, organi-zarlas en frases correctas -en lo posible, be-llas- y disponerlas, enlazándolas unas con otras,con un cierto modo o estilo personal. con el finde comunicar ideas o sentimientos. Esta facilidadpara efcctuar engarces más o mcnos afortunadosdc palabras necesarias. se adquiere leyendo y semejora haciendo ejercicios. Corno ya lo dijimosal comienzo del trabajo, expresarse bien no cons-tituye ninguna garantía para lograr una buena co-municación. pero es una excelente ayuda.

Memoria. Una excelente memoria es una delas principales condiciones para lograr una buenaoratoria. pues <lsegura en cU<llquier 1lI0mento unarsenal disponible de ideas, hechos e im:.ígenes, ti

las que se puede recurrir en un discurso. Es un te-soro para el orador, ya que puede utilizar en cual-quier oportunid<ld frases, vocablos, citas. imáge.nes. sentimientos, ideas, pensamientos, datos,anécdotas. etc. Posecr una bucna mcmoria cs. enparte, hereditario; no todas las personas tienenuna buena memoria; sin embargo, todos podemosmejorarla. Para ello hay que aplicar las llamadas"leyes naturales dc la recordación~: concentrarsepara tener una impresión profunda de lo que de-seamos memorizar, repetir hasta fijar en la me-moria (pero vaya grabándolo poco a poco), y aso-ciar formando diversas y mllltiples relaciones.

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Sensibilidad. Podemos definirla como "la ca-pacidad de conmoverse ante el espectáculo de lavida y de los hombres, de experimentar emocio-nes y pasiones en relación con las cosas, de co-municarse mediante el corazón. Todo orador hade saber que los hombres se relacionan más porel corazón que por el cerebro"; un discurso sinemoción no conmueve. El secreto de la sensibili.dad (que nada tiene que ver con la sensiblería,pues ésta es sólo una caricatura) "está en el amora las personas y a las cosas". Se siente emociónpor aquello que se ama, y este sentimiento afec-tivo despierta simpatías, fe y generosidad.5 Elque quiere comunicarse bien no debe limitarse aser entendido, pues ello supondrfa por parte delreceptor un esfuerzo exclusivamente intelectual,sino que ha de ser también comprendido, lo cualhace entrar en juego el mundo afectivo del quecomunica. El público prefiere la sensatez y la hu-manidad, al tono magistral y autoritario.

Cualidades:lIe aquí las cualidades que Folliet' considera

más importantes en un conferenciante u orador.Sinceridad. Esta virtud, que debería ser la ca-

racterística de toda persona que habla en público,consiste en el acuerdo lo más lotal posible entreel pensamiento y la palabra, y entre las palabrasy los actos. Nunca hay que decir algo que no secrea o no se viva, ni adelantar algo de lo que no

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se esté seguro, O adoptar una actitud exterior queno esté dc acueruo con la interior. Cuando se ig-nora algo. hay que confesar: "No sé"; cuando secomete un error. hay que reconocer; "Me he equi-vocado."

Como bien lo ha indicado Folliet. la oratoriatoma su verdadera fuerza de la energía y profun-didad de la convicción. Aunque hable eon torpe-za, un orador sincero despierta la emoción deaquellos que le escuchan, ya que" la sinceridadprofunda es casi tangible. De nada sirve fingirsimpatías o sinceridades que no se sienten, cuan-do se trata de comunicarse con un auditorio.

Culto a la I'erdad. Si se emplea la palabra, hade ser para difundir o hacer conocer lo que el ora-dor considera como verdadero. Más valdría ca-llarse que prostituir la palabra con la mentira; és~ta es la corrupción por la palabra, 'mediante suuso falso o mendaz. Hay que esforzarse por serveraz y en lo posible exacto, decir siempre la ver-dad en lo grande y en lo pequeño. Es Ifcito queuna persona se equivoque, lo que no es lícito esque mienta. Un orador que no siente odio y fobiapor el error y la falsedad, fácilmente puede pros-tituir con la palabra, instrumento que expresa lanobleza o el envilecimiento de la persona.

Pero el culto a la verdad no significa certezade estar en la verdad. No se Irata de la petulanciay autosatisfacción de creerse en la verdad, sinode la fidelidad y coherencia con las propias con-

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'.

:1Ii¡~

vicciones. Lo importanle es que lodo nuestro \'Í.

vir sea verdadero. no tanto por lo que decirnoscomo por lo que hacemos.

Hahlar hace bueno al homhrc ~iés!c cumplecualllO ha dicho.

Wifhdm BUJeh

Humildad. No es unu virlud oratoria en senti-do estricto. como nos dice Follict. pero sí una vir-tud indispensable en el orador. Éstc, en la escalaoe vanidades. suele ocupar un lugar enlre ellenory el pavo real... El silencio alento del audilorioen el que las palabras resuenan. los contenidosdel aplauso. la admiraci6n que suele suscilar. ...todo ello puede conducir a la vanidad. Hay ora-dores que desean escucharse a sí mismos. que "seescuchan hablar"; haciendo un juego de palabras.podemos decir que los que se escuchan no hablanbien. se nota que se escuchan y desde ese mo.menlo ya no se les escucha más. Cuando el ora-dor cae en la arrogancia, produce un efecto des-favo;ablc en el auditorio.

Cor;.~e. El orador ha de decir verdades que al-gunas veces le pueden ocasionar molestias y ries.gas. No basta con ver críticamente la realidad so-cial. especialmente las injusticias y falsedades.hay que tener el coraje de decirlo. Cuando es ne-cesario que así proceda. debe h~cerlo y acept~rlos riesgos. diciendo en voz alta lo que otros ca-llan o sólo se atreven a decir en voz baja. Este co-

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mjc no quita que el orador leng~l que saber cu;í1es el liempo y el lugar para hablar.

Paciencia. Es necesaria para convertirse enorador y m5s tarde para cumplir su tarca. Hayque repetir y repetir sin cesar las verdades. conmuchas posibilidades de no ser comprendido ode ser comprendido a medias. Aunque no por ellohay que desalentarse: el orador o conferenciantecon la palabra pública puede realizar una larca deeducación. y el secrcto de la tarea educativa resi-de en la paciencia. en el senlido de lograr proce-sos paso a paso, pero persistentes. Los resultadosasí logrados son mucho más duraderos y eficacesque los obtenidos con un impacto ruidoso o emo-cional. pero Iran'sitorio.

11m/{¡ aquí h('11/(U hecho t'/ wltiliJi.{ del ora-dor /) nmfl'rl'fldal/fe, o de lo q/le 1'1/el lell-~1I(ljede la ciencia de la comwlicacilÍlI IId-n/(/mfl.~ el "('misor".

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Bibliografía citada

'PROCIINOW, Herber!, The Succe"jul Spea-ker s Haudbook, Englewood Cliffs, Pren-tice-Hall, n.o 3, 1958.

2 CARNEGlE, Dale, Cómo hablar bieu enpúblico, Buenos Aires, Cosmos, 1947.

3 FURET. lves, Saber hablar ... en cualquiercircunstancia. Bilbao, Mensajero, 1977.

4 CARNEGIE: Dale, op. eil.5 LOPRETE, Carlos A., IlItroduccióll a la

oratoria moderna, Buenos Aires, Nova,1967.

6 FOLLJET, Joseph, Oratoria, Buenos Aires,All,íntico, 1958.

l/ parte

La elaboración del discurso,conferencia o preparación de

la intervención pública

El éxito en dirigirse a un auditorio depende,en primer lugar. de lener algo que decir, tenerun mensaje. Hablamos con t'l propósito detransmitir ideas. A menos que tengamos ideasvaliosas pam presentar a Jos oycntes. 110 po_demos esperar refener su alenciÓn y apoyo,porque no tenemos derecho a quitarles sutiempo. No hay excusa pam hacer UlI l!iscur~so público, a menos que se hayan preparado aconciencia ideas valiosas para presentar alauditorio.

Habal V. I'rochnow--¿sa~1Il0S qaé'lac<elllo.sh.hlar (eltema) y sahemos también. con frecuencia.qué que remo." conseguir (el propósito). Peroeso no significn que sepamos qué debemosdecir para tralar el lema de una manera ade.cuada a nuestro propósito.

l,vrefllO Gomis

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(

I

El tema

Cuamlo hablamos del lema. hacemos referen-cia al mensaje que se quiere comunicar. Lo queaquí nos proponemos es presentar algullos conse-jos útiles y sugerencias pr:ícticas sobre la prepa-ración úe una charla. conferencia. discurso {)unaintcrvcnci6n ptíblica (debate en una asamblea.simposio, etc.).

Ya hemos hablado de la preparación del ora.Jor; aquí nos vamos a ceñir a la preparaci6n deldiscurso o conferencia. Ésta es una tarea funda-rncntal:Sin preparar cltema, el contenido del dis-curso puede quedar en una palabrería vana y sinsentido; se puede habl::u sin decir nada (y, comoes bien conocido, hay oradores que tienen esas"cualidades").

1. ¿De qué hablar?

Nn existe ninguna persona que pueda pronun-ciar conferencias sohre cualquier tema. Y quiense diga en condición de hacerlo no es otra cosaque un charlatán ignorante o un audaz irrespon-sable úe aquellos que tienen el "método de hablurimportante sin decir nada".

¡,Acerca de qué hablar'! ... La regla fun;la-mental es ésta: hay que hablar de lo que la vidanos ha enseñado, oc asuntos o cucstiones que co-

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nOI.'ClllllS y nos interesan y que. además, conside-ramos importante tmllsmitir a otros. Si tuviése-mos qlle decirlo en pocas palabras. diríamos: ha~blc de lo que sepa. Nunca acepte desarrollar unlcma perteneciente a un orden de preocupacionesque le rcsuha completamente extraño. Quienacepta hablar de cuestiones ajenas a su ámhito deconocimientos y preocupaciones. corre el riesgode pronunciar una conferencia hucca e inútil. obien puede decir una sarta dc bani.lIidades.

Por lo general. el conferenciante no elige eltcma, sino que acepta o rechaza el tcma que leproponen. Tall1bi~n es cierto que existe. por par-te de los conferenciantes. una oferta potencial uclemas. Todo conferenciante responsable s610acepta pronunciar conferencias sobre temas in-cluidos en el círculo d~ sus cOllodmientos. expe-riencias e inquietudes. Es una irresponsabilidadaceptar hablar de cualquier tema. porque estoconduce a la trivialid~Hj y a la charlatanería ...Hay quc hablar de lo que se conoce y. en cada ca-so concreto, ponerse a trabajar para preparar laconferencia de acuerdo con el público y las cir-cunstancias específicas.

No se trata dc tener, al instante mismo dc con-tmer el compromiso, la suma dc conocimientos to-tales accrCll del terna que será motivo de la confe-rencia. Lo que importa es estar potencialmente encondiciones de adquirir con relativa profundidlldun conocimicnto del tema. habida cuenta Jcltiem-

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po disponible hasta el momento de la disertación.Quienes habitualmente pronuncian conferenciastienen un repertorio de temas que constituyen loque podríamos llamar su "oferta temática", queluego adecuan para cada circunstancia concreta.

Hay que señalar. además. que. mientras cier-tos temas pueden ser comprendidos por la gene-ral idad de las personas, otros, por su carácter téc-nico o científico, están reservados a especialistas.

Por último. caDe destacar, en relación con loscriterios que han de regir la selección del tema,que no sólo estarán en función de la voluntad yposibilidades del emisor. sino también en funciónde la necesidad y demanda del receptor. En otraspalabras: el conferenciante tiene una gama de po-sibilidades en cuanto a temas para desarrollar. yel público potencial. una serie de necesidades eintereses; hay que hacer converger unas y otros.

H",)' que lenl:r algo qUI:decir wbre algo qUI:uno conozca y con lo que está convencido. yesto debe ser valioso o interesante para el pu-blico.

2. ¿Para qué hablar?

Cuando se pronuncia una conferencia o dis-curso, se puede tomar la palabra con propósitosmuy diferentes: es de suponer que siempre se ha-bla para algo. Desde Cicerón se viene diciendoque los fines de un discurso hablado pueden rc-

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ducirsc ;] cuatro: "Deleitar la imaginación. ilus-trar el conocimiento. influir sobre la voluntad ymover las pasiones." Según los propósitos quequeramos conseguir con nuestra intervención. laforma de expresar el mensaje será distinta. Debe-mos tener claro. en primer lugar, pam qué vamosa hablar y cuál es el propósito de "esta conferen-cia" en concreto ... y este propósiio se refieresiempre a lo que deseamos que el público sepa.comprenda. haga. disfrute, sienta o se movilice.

Ateniéndonos a los fines generales (no al pro-pósito concreto de una conferencia). se suelendistinguir cuatro lipos de intenciones en una di-sertación, conferencia o charla:

Illfonnar. Se trata de dar a conocer. lo más ob-jetivamente posible, una serie de datos. informa-ción y hechos referentes a una cuestión que es eltema central de la conferencia o intcrvención.

Distraer. Esto se hace c~ando se quiere entrc-tener. divertir o llevar a un relajamiento agrada-ble. Generalmente. en estos casos, el orador utili-zará anécdotas y. sobre todo. una buena dosis dehumor e ironía; todo ello. dicho con gracia y vi-vacidad.

Convencer. En este caso, se tiene el propósitode influenciar. modificar y transformar opiniones.Para convencer. en primer lugar es necesario estarconvencido uno mismo y ser sincero. excluyendotoda trampa. toda manipulación y toda demago-gia. La adhesión a ideas (el convencimiento) se

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hace principalmente por el conducto de la ral6n.COllsecucnt~mente. el phm y la estrategia de lapresentación dehen estar dc:stin~Jos a conv~ncer.y para ello han de apoyarse básiliuníeílte sobre ar~gumelllOs; hay que ofrecer datos. hechos. 1)I~üe-has. o sea. dirigirse en especial ~ la inteligencia.

Pa:wadir. No sólu se presenta una realidad oproblema. sino que también se asume una P9si-ción. y se trata de persuadir al auditorio para quetambién la asuma" Con ello se pretende intluen~ciar fuertemente las actitudes y las conductas quellevan a la acción. A diferencia del convenci.miento. 'que es racional. la persuasión es básica-mente emocional. Para persuadir hay que movili-zar las emociones del auditorio. ¿Cómo'? l\los-tmndo paralelamente las necesidades y las posi~bilidades reales de satisfucerlas. demostrandosinceramente que es por su acción como pucd~nconseguir sus objetivos y salir de la situación ac-tual frustradora e injusta. En tina intervencióndonde se pretende persuadir. se emplearán pala-bras cargadas emocionalmente: "libertad". "lu-cha". "justicia". ctc.

Si hien hemos hecho estas distinciones. yac1dsicas en la oratoria con rcferencia aL "paraqué hablar". cahe señalar que en buena parte delos discursns existe una silllulfaneielad elepropó-sitos. En una misma intcrvenci6n pública. -sesue)e informar, convencer y persuadir. No sepucde convencer y persuadir si no proporciona-

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ml)$ informad,)n. Y. .:uando informamos y IlUcs.

Ira información es aceptada. en cierto modo es.tamos persuadiendo y convenciendo. Y. paramantener atento al auditorio. también hay queentretener/distraer; esto evita que los que escu-chan se cansen. Lo que ocurre frecuentemente esque cada discurso pone énfasis (por la índole desu contenido o de sus propósitos) en llllO u ntroaspecto. pero ello no implica descuidar los dcm<Ís.

3. Cómo preparar el discurso, conferenciao debate

Prcp¡tr:tr un lli~curso significa reunir los penosamicll(os rn1pios. la•• idens propias. tas COll.\'i~'cioncs pn1pias. las nece.sidadcs pn'pias ...La verdadera prcparadón consistc en extra!.'ralgo de no~olro ••mismos.

Antes de resp(lllllero explicar la cucstión quese plantea en este parágrafo. queremos poner én-fasis -una ve7. más- en la necesidad de prepa-rar siempre las intencnciones en pl¡blico. No sedehe improvisar jamás.. La vieja chanza que nosrecuerda Follict de "una improvisación larga-mente preparada" expresa una gran vcrdad. Oaquello que cuenta André Maurois. del funciona-rio al que se le concedió la palabra. cuando no es-taba previsto que interviniese. y él se limitó a de-cir: "Señores y scilllras. lo siento mucho pero nosoy capal. de illllJTO\'isarcuando no mc he prepa-

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- •

Entrando ahora en el problema que nos ocu-pa. hemos de señalar que la preparación de cual-quier tipo de intervención pública, una vez deter-minado aquello de lo que se quiere hablar. com.prende cuatro momentos:

a) acopio dc materiales (datos. información.hechos. ideas, etc.);

b) selección y ordenamiento de los materiales_ rec-9gLdos.:_~ _

c) maduración y renex ión del lema:d) organización del discurso o conferencia.

Habní temas sobre los que el conferenciante

Seleccionar 10.•• medios ylos pnX"t'dimienlos: obvia-mente lll!e d principal me.dio es la palabra. pero lam-bién se puede pensar enapoyos visuales y en alfOSprocedimielllos que ayudena una mejor comunicación.

Oeh::mlinar los ohjetivns:es. decir. cuáles s.on los pro-pósilos (informar. anunciar.sugerir. motivar. sensibili.Lar. promover. ensenar. per.suadir, cOllvencer).

Las tareas que comporta la prepara-ción de un discurso o conferencia

(

Tema o men ••aje que se vaa transmitir: para ello hayque lener en cuenta el in(e-rés, necesidades y proble-mas del público, y lo que sepropone la persona o insti-lución que transmite elmensaje.

Cuál es el público destina-tario: informarse sobreedad. sexo. procedencia.condición social, situación

_e~2-n~f!lica med!~._profe-sión u ocupación de la ma-yofia, ni ve! cultural medio.aficiones, menfalidad. reli-gión, costumbres. modos devida. ele.

rado previamente."Es una irresponsabilidad (personal. pt,ofesio-

nal, mililanle o pedagógica) hablar en público sinprepararse previamente. Y es, además, una faltade respeto para el auditorio. Aun cuando se tratede una intervención breve (3 a 5 minutos), es ne~cesario planear lo que se va a decir. Sin tener unesquema o plan de lo que se va a decir, siemprese corre el riesgo de divagar.

Las cuestiones básicas que debemosformularnos para preparar un discurso oconferencia

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IJ' 64 65

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Iya ha realizado el trabajo de acopio de material,e incluso su selección y on.lcnamicnto. En talescasos, no hace falta. claro cSH1,repetir toJo elproceS(l. Se plIcde empezar pnr ordenar las iJeas,procurando una puesta al día () actualización deltema. para proceder a elaborar un esquema. plano gui6n.

En otros casos. el tcma estará preparado. Sinembargo, ningún tcma está "totalmente prepara-do": siempre hay -algo para "ajustar"; al menos.hay que adaptarlo al audilOrio al que se va a diri-gir. No basta saber lo que se va a hablar, hay quesaber a quién se le va a Jecir. Cuando una confe-rencia se repite. hay que actualizarla. rccrearla yadaptarla a los destinatarios com:rctos a quienesva dirigida. /"

La t."xplicaci6n que vamos a han:r es para elcaso cn que: la conrérelll'ia o discur~o se prc-

. /

para por pnmera vel.

~a) Acopio de materialCuando uno va a preparar un tema. lo prim~.

ro que tiene que hacer es desplcgar una especiede radar que lo sensibiliza y lo hace rcceptivo pa.ra \"..artar un determinado tipo de información ...De este modo. la mente quc<.!aabierta, despiertay receptiva acerca de todo lo que tiene que vercon el problema o cuestión que será el tema de laconfercncia.

Esta tarea de acopio de material consiste en

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reunir toJo d material (datos. información. he-chos. iJeas. etc.) que se I.Teaútil para desarrollarel rema que es motivo dc la conferencia, discursoo Jehmc ... Por ca/.lllles de responsahilidad --eo.1110 ya se c.\pliL'ó-. no se debe improvisar nun-ca; y para no impn,>\o'isarhay que documentarse.aunque sólo sea ordenando los propios pcn:-,;¡mientos. conocimientos y reflexiones. Si bieIll':-'lo es lo básiL:o. hay que reconocer que si se queda s610 en esto sería dcmasiado pobre: no se pu,de sacar lOdo dd propio peculio.

Para que el acopio de material de cara a 1"preparación de un discurso sea lo más completoposible. ha dc realizarse 3. partir de tres fuentes:

• uno mismo: la propia experiencia;• la documentación escrit;J: lo que se ha Ji-cllo;

• lo que pueden aportar otros: lo que se vivey picnsa.

Uno mismo: la propia experiencia ... PIEN-SE Y RAZONE A PARTIR DE LA PROPIA EX.PERIENClA.

Todos tenemos experiencia. Lo que nos faltacs el modo Je hacerla at1urar y. sobre lodo. desistcmatizarla. Para ello. nada mcjor que ir nno-tanuo y ordenando las propias iJeas. opiniones yconvil.:'ciones sobre el lema que es motivo o temaJe la conferencia. Para esta tarca de sistematila.cióo de la propia experiencia. el ideal sería ir rca-

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lizando un trabajo más o menos permanente deartesanía intclectunl: se tmía de recoger y clasifi-car información, datos. hechos, reflexiones, etc.,con los que 'registramos nuestra experiencia.

Como son pocas las personas que realizan unatarea de este tipo de manera más o menos pcrrna-oente, lo conveniente en este punID es dejar atlo-rar las propias ideas de acuerdo con la índole delas cuestiones que a uno le interesan y preocupan,y que pueden ser temas de conferencias.

No lodo se puede sacar de la propia experien-cia. hay que recurrir a otras fuentes.

La documentación escrita LEA.

El acopio de material comporta también laconsulta bibliográfica. Hay que hacerse de algu-nos libros, folletos, revistas. ceeOeles de prensa.etc., que traten sobre el terna. Ellos conducirán aotros libros o fuentes cuando así fuere necesario.Sin duda. la lectura es una de las principalesfuentes de información, pero ello no significa quela calidad de una conferencia mejore. necesaria~mente, con el aumento de lectura sobre el terna.Normalmente. cuando se lee demasiado con vis-tas a la preparación de una conferencia, se correndos riesgos:

• Quedar ahogados en la jungla de la propiainformación y documentación; una infor-mación o fuente de consulta conduce a

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otras. y cada una de ellas, a airas muchas.Este efecto de "bola de nieve" puede am-pliar.sc casi hasta el infinito. Hay que .saberseleccionar y limitarse a lo que es más sig-nificativo y fundamental.

• Que las propias ideas queden desplazadaspor ideas ajenas; si esto ocurre! se pronl1n~ciará un discurso sin vida.

Cuando estamos en la tarea de preparar undiscurso o conferencia. todo lo que se estudia olee debe hacerse con un modo de "leer intencio~nado"; o sea. hay que leer. como ya se dijo. te-niendo desplegado un radar que ayude a detectartodo lo que concierne directa o inoírectamente altema de la conferencia o intervención.

Al realizar la consulta bibliogr;ílka, se Jebeprocurar sncnr el mejor partido de ella. En estesentido, presentamos algunas sugerencias pr;kti.cas:

• No hay necesidad de imponerse necesaria-mente la lectura de un libro en su totalidao,salvo que ello resulte indispensable paracomprender lo que interesa o para docu~mentarse sobre el lema. Hay que consultarprimero el ínoire y las tablas analíticas. y

luego. durante la lectura. murcnr los pasajesque tengan relación con el tema de la con-ferencia. Y, como es obvio, habrá que leer-los, comprcnoerlos y asimilarlos.

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••

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70

• No leer simplemenle (lln los ojos. sino ti.llll-

hién con hl,)lígrafo tJ lüpiz en mano; hay quehacer :lllOtilcillllCS. apuntes. subr:lyar lo que¡x!rcc'(' interesante. !Jal.:cr fichas. indicar almargen pasajes más car.lcteríslicos. desta-car las definiciones y las cuestiones esen- \ciaks. Tamhién es útil resumir por escrito.prcfL'rclllCTlIcnte en forma de cuadro sill6p-lico. los cap~lUlos J1l:lSimportantes, o los te.mas que hacen llI,ís directamente allcm:.t ucla conferencia. Este trahajo. que exige "me-terse en el tema". ayuda a captar la esenciade lo que se esl:í leyendo y la forma comoel aulOr ha eslnH:turaJ(l su pensamiento.

• Después de esto, .Hlol"'f en fichas () l'n uncuaderno los le.xtos rn;Ís útiles para la PfC-paradón de la conferencia. discurso o deba-te. No pecar ni por exceso ni por defecto:no junlar demasiadas tichas o anotaciones,pues sólo sirven para confundir. En el sen.tidn opuesto, no hay que confiar JelllasiJdnen la fllcmnria. Las fichas y anotacionesbien hechas contienen extractos breves deun lihro o de un documento (1 informe. re-súmenes y- síntesis de algüll trahajo que sehaya manejado. datos. estadísticas. gdfi-coso etc. Cabe advertir que el modo de COll-

feccionar fichas o hal..'er anotaciones tienemucho de personal.

• No sólo hay que ~lI1otaracerca de lo que se

lcc. hay que ir anot •.mdo las propias ideas.ya sea que ¿stas surjan de la reflexión. de lalectura II de la consulta 3 otras personas.

Pero. 3dem<Í.sde la consulta de libros. un m3-

teriall1luy útil lo constituyen también h)s rt'cortesde periódicos o re\'ist.i.ls. pues suelen traer inf~)r.macilln de actualidaJ. In que ayuda a organizar eldiscursn con datos y hechos que están sobre el ta-pete y. por lo tanto. resultan Ill~ísinteresantes.

También es recomendable recurrir a fucntesestadísticas. pero que sean confiables. Los Jatosestadísticos suelen uar un toque de objetividad yseriedad al discurso. Sin embargo. cuando se uti-licen cuadros estadísticos. conviene hacer unapresentaciúl1 :.ígil y dilli.llllica de éstos. Si se trat~lde un cuadro o tabkt estadística con Illucha infor-mación. no hay que leer todos los d:.üos en deta-lle (esto lo haría demasiado pesado y ahurrido).Los cuadros estadísticos ayudan a la compara-ción y el contraste. Y los números -con frecllen.cia ingratos y pesados- se h:.lcen mi.ís llevaderosy :.lUIl agradables. cuando tienen una presentacióngráfica y comparativa. que los hace comprensi-bles a los ojos del profano. que suele ser el reccp.to!' medio de la mayoría de los públicos.

F..f jmposihh' Ctm.w/tar todo /0 qUf' se Iwl'scri.to .whn' /In tellla: nadie /1Uedt'/ea e.,lwlHtim.

!IIt'rJfe lo qlle SI' hll l'scrito .whrr ("lid/quin

cltl'.\"¡ifín lit j"ji.ml/ocitiTl Ili.fpo"ih1e .\"it'l"prt' n

7\

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almmUldom. lo importtlnll! es tl.w!gllmrse deque se dispone de la informadón bá.sica yfim.dlllllellfa/ sobre e/lema que S('desarrolhmf.

Lo (lile pueden aportar los otros CON-SULTE.

Además de lo que nosotros poúemos sacar dela propia experiencia, y de lo que uno puede do-cumentarse, es muy útil recurrir a otros que tie-nen información o experiencia sobre el lema mo-tivo de nuestra conferencia. Diríamos más: resul-ta imprescindible "hojear libros vivientes" ...Averigüe tanto cuanto pueda qué piensan otrossobre el 'lema. "Casi cualquiera puede aprenderde los libros. Muchos aprenden bastanre por laobservación. Pocos aprenden todo lo que podríande otras gen les. Sin embargo, casi cualquier per-sona puede enseñarle, puede decirle o mostrarlealgo valioso, si usted sabe cómo hacer preguntasinteligentes y si está realmente interesado enaprender. La persona que desee crecer, debe serun punto de interrogación humano."l

No hay que hablar, por ejemplo, de temas so-ciales, políticos, económicos o culturales, consul-landa tan s610 Jibros que hablen de esas cuestio-nes. Hay-que- acercarse a- esas -realidades en loque tienen de vivo y actual. Mejor todavía, cuan-do lino es protagonista de .'aquello" sobre lo queva a hablar; pero nadie puede ser prolagonista detodo lo que acontece. Hay problemas que otros

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viven más intensamente que uno mismo; y. si eseproblema es motivo de la conferencia que debe-mos pronunciar, nada mejor que consultarlos.Muy mal puede hablar de un problema quien vi-ve encerrado en la torre de marfil de su interiori-dad, sin saber qué piensan. viven y sienten otraspersonas sobre ese problema o lema ..

b) Selección y ordenamiento de los materia-les recogidos

Reunidos, agrupados. incluso amontonados,todos los materiales que se han ido recogiendodeben ser seleccionados y ordenados. No todo elmaterial reunido puede y debe ser utilizado. Deahí la necesidad de seleccionar toda la informa-ci6n y datos recogidos. ¡Menudo problema!. ...¿c6mo hacerlo?, ¡,con qué criterio? E;sto es muypersonal, pero alguna recomendación puede serútil. Primero hay que podar (excluir todo el ma-terial que no será utilizado). Luego, hay que cla-sificar: de acuerdo con grandes temas y cuestio-nes centrales; mejor todavía si eSlas cuestionestienen que ver con los puntos centrales que se de-sarrollarán en la conferencia. Otra cosa importan-te es de distinguir, en todo momento, 105-hechosde las opiniones, los juicios de existencia de losjuicios de valor.

Digamos, por último, que toda esta tarea deselecci6n debe hacerse en función de: el tema, eltiempo disponible. la clase de auditorio, los obje-

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.

,

, ,

. ,

I \

t¡vos del discurso y el enfoque personal con quelino piensa desarrollarlo.

l') l..ll maduració;l y rej7exión e/l'l temaNo son suficientes. para el completo dominio

de un asunto, la ordenación de los datos y la in-formación que se puede obtener por la lectura. laconsulta con otras personas. el diálogo y la propiaexperiencia'; hay que "madurar" y "digerir" esosdalos, hechos. infonnaciones e ideas recogidas.

ESla tarea de la propia renexión y el empleode la capacidad crcativll son necesarios para rela-cionar nuestros conocimienlos y nuestra expe-riencia. con el fin de organizar los datos de ma-nera que formen un conjunto de ideas sistemáti-co y coherente, madurado en nosotros mismos.De lo que se trata es de que. en torno al tcma quese va a desarrollar, se adquiera un saber asimila-do: que las ideas y opiniones que se van a expo-ner sean las propias.

Aunque el discurso no se pronuncie de me.moria -lo cual no es nada recomendable-, hayque estudiar el texto. No está mal memorizar <ll-gunas partes, especialmente el esquema queconstituye la estructura o esqueleto del discurso.Estudiarlo es asimilarlo y madurarlo. Es muy re.cornendablc ir haciéndolo poco a poco; no de undía para otro. Si no se está muy cansado. ayuda'mucho hacer este estudio por la noche, antes deacostarse.

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-~

\

d) La mga1/i;'.ació1/ {l composich>1/ del discursoUna ve'!. terminado el trabajo de documenta-

ción. acopio y ordenaci6n lkl material y madura.ción del tema. (1 bi~n mientras se realiza esa ta.rea. hay que proceder a elaborar el discurso oconferencia. Para ello. lo mejor es hacer un plan,esquema. guión o boccto conforme con los cua-les se presentarán las ideas al público destinatariodel discurso.

Pnr respeto a uno mismo y hacia los oyentes,no hay que consentir jamás -salvo en el caso deun brindis o de una alocución coT1a e imprevis-ta- hablar sin haber hecho un plan o esquema so-bre lo que se va a decir. Ninguna persona cuerdaedificaría una casa sin tener un plan de cómo ha.cerla; en el caso de la oratoria. ocurre lo mismo .

¡.Cómo se puede hablar sin un plan o guitSnsobre lo tlue se va a decir? S610 un irresponsablese levanta para hablar. sin haber reflexionado an-tes acerca de 10 que va a decir. Esto conducesiempre a las frases hechas y a los lugares comu-nes; lo que. indefectihlemente, engendra una in-sípida palabrería que constituye una forma de ha-blar sin decir naJa.

Ahora bien. todo el material y la documenta-ción que van a ser elaborados y organizados de-ben estructurarse teniendo en cuenta que en toJodiscurso (1 conferencia hay un patrón básico queconsta de tres pasos () fases distintas:

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..

I ,

• introducción (el aperitivo) anuncim Jo quese va a decir .

• cuerpo (el plaLOfuerte) ,' decir lo que sedice .

• lill,lI (el postre) decir lo que se ha dicho.Este patrón blÍsico de organización, cualquie-

ra que sea su contenido. ayuda a estructurar unaconferencia y a lograr una mejor comunicación.Las razones de estructurar la conferencia de estamanera se irán descubriendo a medilla que expli-quemos cada una de estas parles.

Pero, antes, una advencllcia. Respecto al pro-ceso de .composición u organización, hemos dedecir que nunca el plan o esquema para organizarel material se hace de una vez; es un proceso deaproximaciones sucesivas: primero se comienzacon un esquema provisional y luego se van ha-ciendo ajustes a medida que se dispone de más in-formación. se avanza en el estudio y en la refle-xión sobre el tema. Mientras el Irabajo de prepa-ración del discurso avanza. el plan se revisa. Hayque corregirlo hasta que quede perfectamente cla-ro y con riguroso encadenumiento 16gico. Luego.se puede copiar bajo la forma de un cuadro sin6p-tico o esquem,a. empleando palabra'i, números.flechas o llaves, que nos permitan capt~-;:¡; es'truc-turaci6n fundamental de nuestro discurso.

Este ejercicio de composición -siempre queno sen una copia o repetici6n- desarrolla la ca-pacidad de organizar nuestro pensamiento, acre-

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\centar la imaginación y. sobre todo. nos ayuda aque pongamos en claro nucstms ideas, sentimien-tos y actituúes.

Una vez escrito todo el discurso o elahoradoel esquema. conviene subrayar con diferentes co-lores sus diferentes partes. usando el procedi-miento que más ayuda a captar de una sola mira-da el hilo conduclOr del discurso o" su estmcturafundamental.

Es recomendable que. cuando elahoremos elesquema. tengamos en claro qué es lo que hayque decir necesariamente. lo que se puede decircomo idea o ilustración ampliatoria. y lo que sepodría decir si las reacciones de la gente que es-cucha así lo recomiendan.

No hay q/le quedarse satúlecha Iuu/(J que unplan dara JI' imponga a nueslra l1lendón.conteniendo /0 sU.sWncial dI' lo que queremosdecir. Estas ¡¡neos fUlldamentales de nuestmd;.reuno Jan lo que debemoJ grabar en nues-tm lIIemoria.

H"y que prepmar con cuidado la introducci6ny el final del discurso (dicho en fornJa más retóri-ca. el exordio y la peroración). Ex.celentes orado-res y conferenciantes pierden _rnucho_de_ sujn-fluencia por descuidar este detalle, que ellos esti-man sin importancia. y porque hacen discursos li-teralmente sin pies ni cabeza. Buen principio ybuen final son dos aspectos esenciales: claro está.con un cuerpo del discurso igualmente aceptable .

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t:' ,

i \

,~ I'x\)nJio denc ~er muy cuhbdo, ingenioso,pkno de conlenítlu, de exprc"~kmcs aiLlslat.la~y. sonre Iodo, bien "Japladll a la \,';)"II",a quedt'fendcmos; el exordio es el que tia una ideil<Id resto del di.~CllrsOy el qUt' le sirve de re-comendación; es, pues, prcei~lI que eautivc alos o)'Cll1cs.

Comenzar bien es de primcrísimu importan-cia; a través de la introducción, se cntra en comu-nicaci6n con el auditorio, A menudo se lo pierdeo se lo ga.na en las primeras frase.

Cuando se acude a escuchar un discurso oconferencia, aun cuando se conozca el tema, elpúblico se pregunta: ¿de qué se va a hablar?, ¿c6-mo se va a presentar el tema?, ¿qué cuestiones sevan a c.:onsiderar? .. En la introducción, huy queresponder a estos interrogantes, anunciando, ade-tmis, las grandes líneas de disertaci6n.

El objetivo de la introducción es triple:• Captar y Jespertar el interés del auditorio,

conseguir -o al menos estimular- suatención. Para el logro de ese prop()sito, Insprimcras pnlabras tienen una influencia de-cisiva, ya que la introducci6n es~eJ primerpuente que se tiende entre el orador y el pú-blico .

• Situar intelectualmente al auditorio en el fe_oma. Esto se logra enunciando el lema que

78

se quiere exponer de modo que d plíblico,desde el primer momcnto, sepa de qué setrata y cuáles son los temas °cuestiones ge-nerales de la conferencia.

• Si fucse posible -esto supone una mayorexperiencia en el orador-, hay que sitll<lrpsicológica y emocionalmente al auditorioen el tema. Lo corriente es que el público,cuando (..'omicnza la conferencia, esté de-sambientado. De lo que se trat" es de queentre en el clima del tcma que se va a desa-rrollar.

Se puede comenzar de muy diversas maneras:con una frase interesante. una cita famosa. un rc-lato que lIamc la atención ... Un comicnzo apa-rentemente casual, pero que hace al lema, tienegran valor. Lo importante es que el conferencian-te se gane la confianza y la atención del auditorio.y eSIO, como ya se dijo. depende en gran purte delmodo como empiece y l,:omo enfoque el tcma. y

de la actitud que adopte ante el público. Todo es-to se pon\: en juego desde el primer momento enque se entra en comunicación con el auditorio.

¡,Qué hacer para lo~rar I1l1a buena intro~ducción'! A la luz de algunos trabajos que tratnnesta cuestiónl y de nuestrn experiencia, hacemosalgunas sugerencias concrctllS:

• Adoptar una actitud sinceramente cordial.abierta y amistosa. Esto ayuda mucho mása captar la benevolencia del auditorio, que

79

.,

•,

f \

80

si se asumen aires de experto. La sonrisaayuda mucho a un buen comienzo, siempreque sea auténtica. Por el contrario, las pos-turas arrogantes y despectivas producenuna ruptura con el auditorio desde el co-mienzo.

• Enunciar claramente el objetivo de la con-ferencia, o sea, decir explícitamente el temaque se va a desarrollar y las grandes cues-tiones en que se va a dividir el discurso. Setrata de situar al auditorio en el tema, demodo que sepa a qué atenerse en cuanto alos puntos y cuestiones que se van a tratar.

• Adecuar la introducción al auditorio y al te-ma que se va a tratar .

• Evitar excusas, diciendo por ejemplo queno se ha tenido tiempo para preparar la con-ferencia; tampoco expresar humildades fic-ticias invocando incompetencia o débilesrecursos oratorios. Si no ha tenido tiempopara preparar su charla, discurso o confe-rencia, es un irresponsable. y si no sabe ha-blar no necesita anunciarlo, el público lonotará enseguida.

• C.2!!!en?3r.con palabras iniciales expresivasy dichas Con tono pausado, con seguridadpero sin pedantería; el titubeo inicial puedeser un elemento que desmerece de entradala calidad del confcrencianle.

• Evitar crear un alto nivel emocional, que

luego sea imposible sustentar. Si se cometeeste error, el clímax de la introducción con-duce inevitablemente al anlicJimax delcuerpo del discurso.

• Eliminar las expresiones convencionales yel palabrería allisonante; esta recomenda-ción, que es válida para lodo el contenidodel discurso, lo es mucho más para el co.mienza. Los eslóganes o frases hechas y laspalabras infladas y ampulosas, pronuncia-das al comienzo de la disertación, constilU-yen el mejor sistema para no sinlOnizar conel auditorio .

• Relacionar el tcma que se va desarrollarcon cuestiones o intereses vitales para elauditorio.

• Crear una atmósfera de cierto "suspense"que facilite la atención inicial. Para elJo noes necesario recurrir al sensacionalismo, nise trata de prometer m,ís de lo que luego seva a dar.,

• Contar una historia vivida o despertar la cu-riosidad planteando una pregunta y guar-dando un breve tiempo de silencio. Olraforma de hacerlo es -demostrar cÓmo el te-ma que se va a tratar afecta los intereses delauditorio .

• Comenzar con una introducción acorde eDil

la extensión del discurso. No se puede en-cabezar un discurso corto con una larga in-

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. .'

Oo'

IroJucción (el aperitivo pasaría a ser el pla~ro fuerte), ni un discurso largo con un C.\;Of-

dio insignificante. En relación con la Jura-ción de touo el discurso. la introducciónnunca puede ser más del 5 % del tiempo 10-

lal de exposición. De ordinario. bastan unoo dos minutos para una charla lIc cincuentaminutos a una hora .

• Excluir todo lo que no se refiera al lema: enel cuerpo del d"iscurso, se permiten digre-siones; en la introducción, nunca.• No olvidar, cuando las circunstancias loexijan, la'-palabras de protocolo y saludo,una alusión a los organizadores y. en algu-nos casos, a los oradores que nos han pre-cedido () a quien nos ha presentado.

Estas primcms palabras pueden ser -y de he-cho suelen SCf- decisivas. Es necesario medirlasy escogerlas con especial atención y con criterioexigente. Un ritmo más lento del normal. unasfrases muy medidas y muy intencionadas ayudana crear el clima. Incluso hay que recurrir a la l11e-moria. Al aeierlO o desacierto de esta e/eccidnpuede deberse el aciel10 o desacierto del discurso() conferencia. Hace dos mil años lo recomenda-ba uno de los más famosos oradores romanos; elte.'~tocon que comenzamos este parágrafo es hírnsignificativo... Una buena introducción es oegran importancia. pero sirve de l11uypoco si no

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I1-I

hay 1In discurso con sustancia y contenido.De ordin,lril', lo último qlle Sf" ¡"epura n 1"immdu,'doll. ClIfllld,. )'e' W' ha elaburado ddi.f('IIf~~,lY S," xlI/li' nifll,1 ('sra,,; t'SlrtlClllI"ad,J,será /l/I/cho mcís júdl c1l1h,>rllr 1(/ illlrodlu'-cid"

Cuerpo del discurso

Un discurso no debe ser un amontonamientode ideas. ni pensamientos fragmentados que seyuxtaponen unos con otros. En su preparaciónhay que elaborar un esquema. boceto o guión quecontengan Ins cuestiones fundamentales que sevan a desarrolla.r. con divisiones y subdivisiones.y con una sucesión regular y orden<lda de ideas,Estos puntos principales del cuerpo del discurso() conferencia son los pivotes en los que descan-sa la línea discursiva que sigue el emisor (confe-renciante u orador); y son además las secciones opartes en que se divide el discurso.

El eSlluellHI inicial se \'a reelaborando y rea-justando; en torno a las cuestiones principales sevan desarrollando las ideas secundarias. asegu-rándose de que tienen relación y coherencia conla idea central. EstO se hace-dividienao y -subdi.vidiendo el cuerpo del discurso, con lo que se lo-gra que las panes queJen claramente definidas ybien coordinadas. cumpliendo con las exigenciasde unidad. orden, progresión y transición. de las

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'.-''lJ ,

,

que hablaremos más adelante. Con esto se da es-tructura .Ycoherencia al discurso.

Como es obvio. el cuerpo del discurso es sunúcleo central. En él se desarrolla el a~unto o te-rna, se dan argumentos, se demuestra, se refutanideas, se adopta una posición, se persuade o con-vence, ctc. Para lograr la coherencia y la estruc-turación antes aludidas. el cuerpo del discursodebe cumplir ciertas exigencias."' a saber:

• Unidad. Todo'lo que se diga debe estar re-lacionado con el tema del discurso. No hayque salirse del tema haciendo mezclas sinsentido de dife~entes 'c'uestion~s o' pa~lo-tcando de todo lo que viene a la cabel",1.Atentan contra la unidad las digresiones ylas repeticiones innecesarias. los detallessupernuos y los alargamientos en los análi-sis. Cuando el orador acumula digresionesy se extiende cn consideraciones margina-les. la ¡¡tención de los oyentes se dispersainevitablemente.

• Orden. En todo discurso hay que aseguraruna secuencia lógica del pensamiento; lasideas deben ser desarrolladas con un orden16gico. y los raz{)namientos han de derivar-se unos ue otros. Tiene que existir un "hiloconductor" del discurso que no debe pcr.derse en ningún momento (ni siquieracuando se hacen digresiones l. de modo quese exprese ordenadamente lo que el con fe-

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..,

renciante tiene en la mente y ha elabor<1uopara presentarlo a otros. Un conferencianteque expresa sus ideas en forma desconecta-da o desordenada nllnca podrá hacer unapresentación comprensible y convincente .

• Progresión. El conjunlo del lema debe de-sarrollarse poco a poco: mar,:har en formacreciente. avanzando por aproximacionessucesivas y yendo de lo simple a lo comple-jo. Se trata de una estrategia de gradaciónoratoria. que es común a la que utiliza todohuen pedagogo: cada afirmación está arti.culada con la que la precede .

• Transición clara y diferenciada de un temaa otro. o de un asunto a otro. El discurso nopuede ser un simple amontonamiento deideas, argumentos. datos. hcc~os. anécdo-tas, etc. Hay que sepmar nítidamente las di-ferentes cuestiones en las que se divide eltema central. de modo que en la mente delos que escuchan se pueda reproducir la cs-truet'lJración básica del mens¿tie.

En cuanto al contenido. éste será. obviamen-le, acorde con el tema y al auditorio. Sobre -estepunto. la recomendación más importante es la detener presente que las ideas se manejan y se pre-sentan en forma diferente según se trate de un au-ditorio constituido por gente que realiza habitual-mente un trabajo intelectual. o gente que no tiene

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ese h<ibilOy realiza rll<.lsbien tareas de lipo ma-nual: los primeros tienen el h<ibito de la abslra~-d6n, pcro la mayoría dc la gente avanza por in-ducción. a partir de los hechos.

Otra cllcsli()n para tener cn cuenta es qul'.dentro del discurso, hay que estudiar las formasde vencer las barreras, obstáculos y resistendasen el auditorio. tanto en el orden psicológico (rc~chazo a comprender mediante un bloqueo frentea lo que se dice. actitudes refractarias al cambio,postUr<1Sdefensivas. etc.), como las de orden 16~gkn (en todo lo concerniente al razon •.ulliento).

Final

Denominado también conclusión o perora-ción. es el punto más estratégico del discurso. Loque lino dice al terminar. las últimas palabrasquedan sonando en los oídos del auditorio y pro-bablemente sean las m;,ls recnrdadas; son las quedejan el sabor m~¡sfuerte del discurso (para bieno para mal). El discurso hay qu~ till~lizarlo, perocon una terminnci<S1lpreparada. No Jiga: "Esto estodo. gracias": o como algunos suelen decir: "Hetermin~ldo; ¿hay alguna pregunta :'iobrc el te-ma'!" ... Estas formas abruptas deben quedar to-t31mente desechadas.

Cuando lo sustancial ha siJo anunciado en laintroducci6n y desarrollado en el cuerpo del dis-curso, ¡,qué qw:da para el tinal'! Las sugerencias

86

sohre este punto puedcn resumirse en lo siguientl':• hay que resumir las grandes Iínt~asdel dis-curso o sus cuestiones centrales. poniendode relieve lo que se (,.'rcemás importante;

• utilizar un estilo breve, enérgico, conciso.dirigiJo a la inteligencia. pero sobre todohay que apelar a los sl'ntimief!tos (dirigirseal corazón de los oyentes);

• si la índole del discurso lo exige, la perora-ción final puede ser unJ llamada en favorde una causa o una exhortación a la acción:esto se hace en forma de lIna petición direc-ta hecha al auditorio, al que, presumible-mente, se ha ml>tivado, COItvencido y per-suadidll a lo largo de la diserta~ión;

• se puede terminar con una cita o lIlIOS ver-sos que resuman lo expresado, o que seanuna invitaci61l a la reflexión y a la acci6n;

• cuando en ellinal se alcanza un clímax. hayque tenninar indefectiblemente. Cualquierfrase pronunciada despu¿s que se haya al-canzhdn este punto s610 sirve para debilitarlo ya dicho. Hay que saber "aterrizar".

Digamos que la fOffila de terminar dependede la índole del discurso:- si es informativo. nonecesitamos poner mucha emoción; y todo Incontrario si buscamos persuadir y convencer.

Decíamos que el tinal es un punto estnltégicodel discurso. Y así es. en efecto: Ulldiscurso muybueno que termina Illal puede causar una pésima

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,,

impresilSn; por el contrario, un buen final hastapuede corregir algunos desaciertos producidos enel cue'110 del discurso,

Por ello re..:omcndamn~ un "final planifka-do", que e~ la flu:jor manera de dejar un bu(.'nsabor de espíritu.

El secreto de todo arte de expresarse con-siste en decir la misma cosa tres veces:

se dice lo que se va a decir,se dice,sc dice lo que se ha dil.:ho,

""1 ,.,~,¡ '.' ,,~Jeall 9Uj'.1Pll,

4. El lenguaje y el estilo de los discursospara la comunicación con los sectores po-pulares

El lenguaje utilizado por un orador o confe-renciante debe servir de real instrumento para lacomunicación ... Ésta es una verdad elemental y

básica; y. sin embargo. con alguna frecucncia seutiliza un lengullje que constituye un obstáculopara una bue-"a comunicación, ya qU7 res~lta po-co comprensible para la gente, Olvidan una ver-dad de sentido común: cuando se habla. es paradarse a entender.

Frente a esta situación de incompetencia parautilizar un lenguaje comprensible por los sectores

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,-,"'¡'"" ...

populares, cn este pafi.lgrafo querernos desarrollaralgunas ideas en tumo a las ('uracterísticas de un1(,lIgU~ljl'y de un: estilo capaces de comulli(' ••rcon 1•• gente. Se puel.lcn resumir en lo siguiente:

a) Bre,'cdadCuando el pensamicnto queda envuelto en la

profusión de p.dabras y en rodeos in'necesarios, elderroche verbal oscurece las ideas y diticulta lacomunicaci6n,

La brevedad es uno de los rasgos distinlivosde un estilo eficaz para comunicar con la gente,y esto por una razón fundamcntal: las oraciones)' los párrafos ('Orlos t~lcilitan la comprensi6n delo que se escucha. Esta brevedad y concisión a laquc aludimos se logrará:

• usando un mínimo de palabras para exprc-sur una idea;

• escribiendo frases COrlas.y• párrafos breves.

Usa Un ",r"imo dt' pala!Jra,\' para exp1't'saruna idea

Hay (¡ue ser concisos y eliminar toJo lo su~perfluo; ir siempre "al grano", sin rodeos, niadornos, eliminando las palubras innecesarias.

No hable a<¡:í: Hahle así:

Tc:nga bkn prc$CnlC que es Tcnga mucho cuidado (.'on el

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imprescindible ser muy cui. "Gramosán". Es venenoso.dadoso con el "Gramosán",ya que ~e lralíl de un pmduo,:.lO vcnenoso.4

Escribir eDil frases cortasCuantas más palabras lenga tina frase, más di-

fícil se hará la lectura del texto. Por el contrario,la brevedad de las frases es una cualidad que fa-cilita la comprensión; claro está. sin llegar a fra-ses tan corlas que .den la sensación de un "estiloasmático". Se ha demostrado que la frase corta deunas ocho palabras hace más comprensible untexto. SIn embargo, cuando es necesario tIecirfrases más extensas. hay que descomponerlas ensubunidades tIc unas ocho palabras cada una, sinacumular ideas en cada oración y, en lo posible,sin sobrepasar las 24 palabras.

Quien adquiere la cualidad de ser conciso ensus intervenciones. con facilidad sabrá distinguirlo esencial dc lo accesorio, y con mucho menorriesgo de caer en el "blablismo".

I ,

No hable a.~i:

Más o menos con cuarentadías de - antil'ipnción-ll-Iasiembra, debe efeculólrse unaarada más bien profunda,rastreando el sucIo despuéshasta dejarlo mullido y repi-tiendo las rastreadas, ya seapara impedir la evaporación

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Hable asi:

Más o menos cuarenta drasantes de la siemhra. are pro-fundamente una VCl.. Des-pués, rastree el suelo hastaque quede mullido. Rastrl'cde nuevo para que cl agua nose evapore y para enterrar lamala yerba.

I

I!III¡I,

dcl agua o p.lra cnlerrar lamala yerha.5

Si comparamos los dos textos. preccdCIlICS.en-contramos que la primera frase liene 41 palabras.En el otro se dice lo mismo. pero en tres oraciones.Ninguna llega ni siquiera a 20 palabras.

CI/ondo se /'1I('t!a corlar /;1 /nl.l"e, "ay (jlleapre.wmrsC' (l ¡/(leN/O. Ull//(í.~ b('/la frase (',~/a ,11th breve. UIJ jnnl'S amplim .r ",t'/or/ío-5tH comíC'lIlun por II/l'c.('rr¡os J' u/"alNI/I pordorlllínlOS.

/?elllÍlI

Que los párrafos sean hrevesNo b<tsta que las frases sean breves; también

es recomendable que los párrafos lo sean. Cuan.do un párrafo -cada uno de los trozos de un es-crito que empieza con maY(lscula y' termina conpunlO y aparte- liene más de 120 pal<.lbras.co~mienza a resultar difícil de comprender en suconjunto,

Por otra parte. hay que evitar cl "hlablislllo".al que son lím afeclos los especialistas en cienciassociales, como también los políticos. Las fórmu-las hue<;as, las frases t6picas. los clichés y los lu~gares comunes son los ingredientes del blablis-mo, Para practicarlo. basta hacer una simple lareade corte y confección de frases, con lo cual sepuede hablar mucho y no decir nada.

91

..

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No hable asf:La proporcionalidad e1~l'li\'a C~un mé.

todo democrático lJUC ravorece la unidadsindical en la bast', pues les da la oportuni-dad a todas las tendencias de tener miem-bros en la dirección dd SindicalO y evitaque los miembros de las planchas perdedo-ras. al no tener a nadie en la dirección. sedesentiendan de [os problemas del Sindica-to. Además de que es injusto que en un sin-dicato. por ejemplo. de 200 miembro.;;, enlas elecciones participen dos planchas y unasaque 103 votos y la otra 97 votos, lo quesignifica que amlla!'! cuentan prácticamentecon la misma ruerza, pero al no aplicarse elmétodo de las proporcionalidades. un solosector se queda con el control absoluto de ladirección del Sindicato. E.l; lógico que estoes ant¡democrático y que no contribuye a launidad.)' para no~otros.los obreros. el prin-cipal principio sindical delle ser la unidad.6

Hable así:En los sindicatos gcneralmente hay va-

rias tendencias. Todas las tendcncias debcntener oportunidades. de llevar miembros a ladirecci(ln del sindicato.

Se ha creado un método de e1ccd(lnque les da esa oportunidad a la.<;(endencias.Ese método cs el de la proporcionalidadelectiva. Dicho método garanliza a las plan-chas ganadoras y_ perdedoras llevar miem-bros a la dirección en pro(X)rci6n a los vo-tos que saquen.

A veces una sola tendencia se quedacon el control absolulo de la dirección porhaber sacado dos {) (res votos más que laplancha perdedora. Es. por ejemplo. el caso

dc un sinJicalll tic 200 miembros cn queI';lrtkipen llo.s planchas y una saca 103 vo-los y la olra 97; a la primcn¡ plancha le co-rrcsponde el control absoluto de: la din:l,:-ción si no se aplica el método de la propor-cionalidad. Yeso cs antidemocrálico. Asíno se conlribuyc ('(}n la unidad. Para noso-

Ims. los obreros. el principal principio sin-dical debe ser la unidad.

h) Claridad J simplicidadEste requisito -ser c1af(}-- se apoya en el

más elemental sentido común: hablamos pélra co-municarnos con los otros. y esta comunicación sedificulta si no nos expresamos con claridad.

Un discurso claro tiene más posibilidades decomunicar un mensaje y de enseñar, persuatlir oconvencer. que uno poco comprendido. Hay queesmerarse en beneficio de la claridad. Esto es ab-solutamente necesario p~lfaque el mens:lje llegueal receptor y pueda ser entendido e interpretadosi n gran esfuerzo.

Para lograr claridad y sencillez en el lengua-. h 'JC, ay que tener en cuenta algunas cuestionesque "yudan " ello:

• evirar el uso de una terminología especiali-zada,• cxp.oner una o dos ideas por frase,• no usar palabras rebuscudas.• utilizar lo menos posible adjetivos y adver.bios,

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• preferir las palabra~ que lienen sentil10 Cl)Il-

creto.

EI'iwr el /lJO ele 1010 taminvlog(a eSjJ£'cill/i-

;(/(10

Hay términos que son propios de determina-das ciencias. mtes o disciplinas. y sólo se han deutilizar si ellu es absolutamente necesario. En es-tos casos debe aclararse su significado.

No sólo hay i.llH~ evitar el LISO de términoscientíficos y técnicos cuando lino se dirige i.I lossectores populares. también hay que ser cuidado-sos con el uso de expresiones extrañas. Así, porejemplo, en el campo del trabajo con grupos sehahla con mucha frecuencia del líder Illissezflli~re ... ¿Qué puede significar esta expresión para lamayoría de la gente que no conoce francés'! Enun curso sobre técnicas de conducción. destinadoa organizaciones de base. recuerdo que, despuésde escuchar esa expresión por p.u1e del profesor.los participantes hablaban del "líder lucifer" ...Era lo que sonaba IlHís parecido.

La utilización de tecnicismos lleva siempre aoscurecer la comprensión del mensaje, salvo queuno hable () se dirija a un plíhlico que conoce elvocabulario peculiar de esa ciencia. Por otra par-te, suele ser una pedantería y una ostentación -delas cuales los médicos son los más enfermos-oque no es otra cosa que una ridícula vanidad.

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-1--,

Expoller /lIIU o dos idell.\' por/raseTanto en el lenguaje escrito como en el len-

guaje hablado. una de las mayores dificultadespara comprender lo que se quiere oecir es la oeexponer varias ¡ocas en una sola frasco Lo ideales que en cada frase no haya más que una idea. Si~l<lY una enlace directo e inmediato entre dosIdeas. en e ..:;tecaso hay que incluirlas en la mismafrase.

No usar palabl'lls rebuscculllS. ~Igunos profesionales, además de emplearlermlllos científicos y (écnicos, tienen una tenden-cia a utilizar palabras pn:tenoidalllcnte cultas ('1)que, aparentemenle, dan categoría a su discurso.Este "cull.'.." ., cr.lmSIllO , que fue un rebuscamientoen el hablar y el escribir durante el siglo XVII, si-gue siendo una enfennedad de algunos. En elfomin, no es más que pura vanidad oe pavo real.

En vez de usar utiliceulteriormente , despuésincremento , aulllentopostrero últimoaposento , habitaciónlecho , , , .. camacan ., " perro!Jeooo , borrachoinmueble. , c<.lsa

inopinado , .. ,imprevistofortuitamente , por casualidad

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"

Procurar utilizar expresiones y !,(llabras queempIca la gt'nte

Hay que emplear palabras que resulten fami-liares al grupo con que se trabaja, o que utiliza 1;.1

gente con frecuencia. También ayuda a la buenay mejor comunicación el uso de refranes y dichospopulares.

Cuando un trabajador o promotor social (indi-vidualmente o en equipo) realiza actividades consectores con los que no ha trabajado habitual-mente, conviene hacer una recopilación de pala-bras. giros, expresiones, refranes y dichos que seutilizan más frecuentemente. No necesariamentetiene que ser una tarea sistemática (como, porejemplo. llegar a elaborar un índice de frecuenciadel uso de cada palabra o expresión), pero en al-guna medida esta labor debe reaIi7,arse. Lo me-nos que se ha de hacer es escuchar a personaspertenecientes al grupo con el que se va a traba-jar, y hacer un recuento de palabras y expresionesutilizadas.

Utilizar lo menos posible adjetivos y adver-bios

No se trata dc no utilizarlo~, sino d~ emplear-los s610 en casos verdaderamente necesarios. Sialgo es útil o bueno, en vez de decir "sin lugar adudas es el mejor de los procedimientos ... ". esmás conveniente señalar las razones por las cua.les el procedimiento es bueno.

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Preferir las palabras qU(' tienen sentido con-creto

Cada palnbm es símbolo de un concepto y rc-presenta "algo" de una realidad. Y en cuanto re.prescnta algo tiene el matiz de la person3 que 13interpreta. La lectura de cada palabra despierta enel lector la imagen que corresponde i.l su expe-riencia.

Ahora bien. existen palabras que tienen signi-ficados concretos; otras, en c3mbio, son palabrasabstractas. Ésta es una cuestión muy elemental degramática. Si hablo de río, lluvia, naranja, auto-móvil..., estas palabras me evocan algo muyconcrelo. Pero, si hablo de dignidad humana, au-todeterminación, institucionalización, actitud,grandeza, estructura, coyuntura, instancia ... , es-toy utilizando términos que designan cualidadeso fenómenos separados o abstraídos de los obje.tos a que se refieren y a los cuales se les puedeutilizar con alcances diferentes. Por otra parte,ellos pueden evocar también realidades diferen-tes, aun siendo una misma palabra.

Es preciso evitar el uso de sustantivos abs-tractos y de adjetivos derivados. S610 se han deusar en casos imprescindibles; en esas situacio-nes. hay que procurar poner ejemplos concretosque ayuden a aclarar el concepto.

e) Sentido de lo prácticoAdemás de ser breve, simple y claro, el len-

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, \

guaje. pllTacomunicar mensaje.s. enseñar. promo-ver. etc .• debe tener sentido de lo pr~ktico.

Para que ellenguuje sea práctico, es recomen.unble:

• transformar los sustantivos abstractos enverbos.

• preferir el verbo transitivo al intransitivl1.• la frase directa a la circunlocución.• lo corto a lo largo.

Los párrafos cortos. con frases breves y COIl-

cretas. dividen el tema y promueven la concen-tración de los pensamientos. permiten que se en-tienda punto por punto lo que se quiere decir.

d) Renexión personalLa reflexión personal se ha de entender en un

doble sentido: personal en cuanto al que emite elmensaje y personal en clIanto a los receptores.No es conveniente escribir de modo impersonal.o dirigirse a un público despersonalil.ado. Cuan-do nadie se siente aludido. la comunicación re-sulta fría y las frases pueden parecer vacías o se-cas. "La lengua --como decía Gabelents- nosirvc.so)amente paraJr~fI.~r:Di_tir_kl~s~sino tam-bién para que el hombre se exprese a sí mismo."

Hay que escribir como si uno se estuviera di-rigiendo a una persona amiga o conocida. y no auna masa amorfa. Por ello es aconsejable: usarpronombres y referencias personales, "usteJes.

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los ". "su vivienda "nuestros pwblem3s".CuanJo en un discurso existen retlc\ioncs

personales. los oyentes sentin.in que es una pcr:;;o-na que habla para ()(ras personas. y (.sto permiteuna comunicación más profunda y efica7 .

En síntesis:• Ilre\'cuau .• Clariunu )' simpliciuau .• Sentido de lo pr.ktico .• Retlex i6n personal.

5. Los apoyos \'¡suales

Un \-cr c¡; Illt"j\\r <¡uc den dedre- ••.PnH'erhin jdl"'lIés

Una imagl:1I vale má ••que- mil p¡¡la!lrilS,, Refrt/!/cm

Toda~ía hoy. la mayoría de los conferencian-tes se comunican con su público sin utilizar apo-yos visuales. Y lo que es más extraño es que lohagan cuando lodos sabemos que buena partc delo aprendido lo helllós 5dquiriJó-por el sentido dela vista. y sabemos lambién que el auditorio rc~cuerua del 10 al 15 % de In lJue escucha.)' uel 30al 35 % ue In lJue \'e.

Además. estamos en una civili/adón en dnll-

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de la imagen nos envuelve y nos penetra por do-quier; inmersos en una atmósfera de mensajesicónicos. Esto tiene sus consecuencias e implica-ciones en la comunicación oral entre individuos ygrandes grupos. La gente está cada vez más sen-sibilizada o más dispuesta a la recepción de men-sajes audiovisuales. frente a los cuales las confe-rencias no aparecen como algo muy atractivo.Menos aún cuando el conferenciante lee y estásentado; en estos Casos. para buena parte de loscontemporáneos. el conferenciante es apenas una"inanidad sonora". más o menos soporífera yaburrida:

Actualmente, como consecuencia de la im-portancia tan relevante que han adquirido los me-dios de comunicación de masas en la vida social.la utilización de las ayudas visuales en las confe-rencias se ha hecho mucho más necesaria que an-tes. La comunicación verbal necesita de comple-mentos no verbales. Sin embargo. hemos de ad-vertir que los apoyos o ayudas visuales no susti-tuyen el mensaje oral, ni reemplazan la acciónpersonal. pero la refuerzan y complementan. Y,en algunos casos. actúan corno incitador/dispara-doeque.mejora las posibilidades de comunica-ción interactiva.

Se ha de tencr en cuenta. asimismo, que la va-lidez pedagógica y la utilidad de las ayudas vi-suales en una conferencia o discurso dependen desu capacidad para fijar la atención, estimular,

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motivar, ilustrar, en fin, para mejorar la comuni4cación.

Reiteramus e insistimos en la id~a de que hoyes absolutamente necesario utilizar ayudas visua-les, pero al mismo tiempo advertimos que estosmedios no son válidos en sí, ni pueden rcempla4zar lo que transmite la persona (oradorlconferen-ciunte). Así estimulados acerca de su importan-cia, y prevenidos de hacer un uso fetichista deellos. ahora podemos intentar un listado de susfunciones como ayuda y apoyo a la comunica-ción oral.

Funciones de los apoyos visuales

En general, podernos señalar las siguientes:• permiten y facilitan centrar la atención delos oyentes;

• estimulan el interés por el tema;• facilitan la memorización () rClención delos datos e ideas más importantes. lo queayuda para tomar notas o para un coloquioposterior (si lo hubiere);

• ayudan al público a tener una visión deconjunto de los problemas que se están tm-tanda y a comprender las relaciones entrelas diferentes cuestiones, conceptos. he-chos o fenómenos;

• permiten simplificar la información com-pleja, expresando aspectos que hacen al

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(1

meollo de la cuestión:• ilustran ideas o relaciones que son difícilesde captar con .,ólo escuchar su explicación,pero.quc se entienden mejor si son visuali.zadas;• facilitan la comparación de los datos esta-dísticos que se proporcionan.

Tipos de ayudas visuales

No existe una forma de apoyo visual: existenmuchas y variadas. Para cada circunstancia, hayque saber elegir la m~lsadecuada según la índoledel tema que serd desarrollado, el auditorio y ladisponibilidad del material de apoyo.Se pueden distinguir dos tipos principales de

apoyos visuales: los de uso individual que com-plementan la palabra y los medios audiovisualespropiamente dichos.

Apoyos visuales de uso individual quecomplementan la palahra

Son los 111<í.S empleados y más fáciles de utili-zar. Sirven de complemento o apoyatura de la pa.labra. He aquí los principales medios que permi-ten que no sólo se utilice el oído, sino también lavista:

• la pizarra o pizarrón,• el franelógrafo,

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• el tablero magnético,• el bloc de papel.• el proyector de cuerpos opacos.• el retroproyeclor,• grabaciones (cintas de audio).• transparencias dinámicas (curall'ays),• símbolos visuales:

- mapas.- gráficos,- diagramas (por ejemplo,organigramas).

- cuadros o tablas estadísticas.• demostración con objetos reales,• modelos en escala.• modelos sintéticos.

Los medios audiovisuales propiameutedichos

Estos medios implican el uso de aparatos oinstrumentos técnicos que suponen no s610 dis~poner de 'ellos, sino contar con una serie de con-diciones adicionnlcs que permitan utilizarlos(pantallas. posibilidad de oscurecer la sala. etc.).Dentro de esta categoría existen tres medios prin-cipales:• el montaje audiovisual;• la televisión, el video;• el cinc .

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..

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Tanto el uso del video como el del cine pue.den desplazar completamente al conferenciante,y reducir su actuación a la de simple animador. Siasí fuese. ya no podremos considerar su uso co~mo apoyo a la comunicación oral. Sería otra co.sao útil y necesaria, pero fuera del ámbito de loque aquí triltamos.

Criterios para el uso de apoyos visualesen una conferenciu

No basta con estar convencidos de que lasayudas visuales son necesarias y con que se hayadecidido utiliiarlas: es menester saber usarlas ca.rrectamente. Aquí proporcionamos algunos crite-rios básicos de cómo hacerlo.

Partiendo del supuesto de que se conocen lascaracterísticas del apoyo visual que piensa utili.zarse. del lugar en que se va a desarrollar la con.ferencia. y de que se ha planeado y practicado elmodo de utilizarlo, los criterios para tener encuenta pueden resumirse en lo siguiente:

• Debe ser opropiado pora el público, lo oca-sión, el tema y el conferenciante u orador,de modo que constituya un apoyo y refuer.zo efectivo a las ideas del tema de la confe.rencía o discurso.• El apoyo o ayuda visual tiene que tener untamaño adecuado para que el público lopueda ver, y para que el conferenciante lo

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maneje con facilidad.• I-Inde ser cmpleauo en el momento adecua-do, para que sirva a los efectos que se pre-tenden.

• Tiene que estar localizado delante {)al ladodel conferenciante/orador .

• Ha de ser sencillo en lo que presenta y re-presenta, de modo que se pueda compren-der de una "ojcllda" sin tener que descodifi-car su significauo mientras se desarrolla eldiscurso .• Cuam.lo se está utilizando una ayuda visual.hoy que seguir hablando 01 público y no alapoyo visulll (pizarra, gráfico, mapa).

La duración del discurso

Cuando se prepara una conferencia. no hayque olvidar "tomarse el tiempo", reloj en mano. afin de evitar un discurso largo. o bien una breve.dad extrema. que deja el tema sin desarrollar y alauditorio\insaciado. En torno a los cuarenta y cin-co minutos es lo ideal; una hora y media, lo má-ximo. Siempre debemos tener en cuenta que hayque terminar cuando el auditorio todavía quiereseguir escuchando.

No se debe abusor delliempo. El qoe dice co-sas interesantes, pero en un discurso o conferen .cia muy larga. se quedará sin auditorio o con unauditorio que está presente deseando que termine

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o, lo que es lo mismo, está C0l110 si no estuvieseen cuanto a la recepción del mensaje. Saber ter-minar a tiempo -siempre se ha dicho- es unacualidad de lodo buen orador o conferenciante.

Una vez frente al auditorio, es recomendableque el conferenciante coloque el reloj en la mesay controle el tiempo. Conviene que lo haga tam-bién en los relojes de la gente que escucha ... ¿Leparece extraño? Hay un tiempo psicológico se-gún la recepción 'que el auditorio hace del discur-so, y ello sólo se puede controlar en la cara de lagente que está escuchando y ... en la forma enque nlira el reloj. Cuando la gente comienza amirar con alguna frecuencia la hora de su reloj, ymás todavía cuando hace algún gesto como preo-cupado de que el reloj se hubiese detenido, se tie-ne la prueba inequívoca de que la conferencia seestá haciendo insoportable. Otros mensajes noverbales -toses, cuchicheos, movimientos enlos asientos- pueden indicarnos que la confe-rencia se ha hecho demasiado larga y que ya nointeresa ... En estos casos, lo mejor es "redon-dear" lo que se está diciendo y terminar de la me-jor manera posible y cuanto antes.

El orador que no abrevia su Jiscurso a fin deponerse a lono con C~[C siglo, apresurado yfehril, será mal venido y aun repulsado por lobajo.

Da!e Camexie

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Rara VCl nos arre~nlimo~ de haber h;lhl<1dop411,:O;mUl'ha~ \'ecl'~, de hahcr dicho demasia-do. Máxim:llrivial que todo el mundo salle)todo d mundo olvida.

!..(I Ilruyi'lt.

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