092- el linaje escogido

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El linaje escogido Pastor Geovanni Sandoval Estudio de Pastores Guatemala, 10 de marzo del Año de la Abundancia Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo. www.ebenezer.org.gt 1 Como ministros primarios debemos comprender que fuimos llamados por la misericordia de Dios para trabajar en lo que Él más ama que es Su novia. Según vemos en Ap 19:7 RVA, cuando lleguen la bodas del Cordero la novia debe estar preparada, pero si analizamos la situación de la Iglesia, nos damos cuenta que aún hace falta mucho para estar listos para las bodas, sin embargo, los encargados de esta preparación somos nosotros los ministros, de tal forma que debemos tomar la responsabilidad para que podamos decir como dijo el Señor: “de los que me diste ninguno se perdió” (Jn 17:12). Al mismo tiempo debemos considerar que para preparar a la novia, antes nosotros debemos ser preparados por el Señor. Nuestra labor es ir a aquellos que han de ser novia para prepararlos, de la misma forma que lo hizo Eleazar al ir a buscar esposa para Isaac en Gn 24:4 RVA. Sabemos que Eleazar es figura del Espíritu Santo, de tal forma que sin Él es imposible que realicemos esta labor de preparación, por lo que uno de los primeros pasos que debemos dar es buscar que toda la iglesia sea llena del Espíritu para que puedan ser parte de la Novia (Ap 22:17). La llenura del Espíritu hace que podamos resistir la tentación, como lo hizo Jesús cuando fue llevado al desierto para ser tentado. Podemos ver en el llamamiento a Isaías, en Is 6:8-9 RVA, que primero hay un llamado de Dios a nivel pre-existencial, que cuando lo recibimos, respondimos “heme aquí”, pero si seguimos leyendo el último paso es: “ve y dile a este pueblo”, lo que significa que debemos ir a donde Dios nos ha llamado, porque allí es donde Dios nos prosperará. Si el Señor nos ha enviado, no debemos dejar que nadie nos haga dudar de nuestro llamado pastoral, ya que este es un servicio eterno, que el mismo Señor hará, como podemos ver en Ap 7:17 VMP, y que comenzó desde Gn 4:4 LBA con Abel. El oficio pastoral es muy importante, pero el enemigo también lo sabe y buscará hacernos caer porque al herir a un Pastor, las ovejas serán dispersas y es por eso que las tentaciones que el enemigo pone a los pastores son más fuertes que las que les presenta a las ovejas. En el pasaje de 1P 2:9 RVA vemos que hay cuatro tipos de cristianos, el último que se menciona es el pueblo adquirido, que son todos los que conforman la iglesia, aquellos que fueron comprados con la sangre de Cristo y a partir de allí podemos escoger el volver a pecar o avanzar y buscar la santidad, que sería el segundo grupo, la nación santa, los que huyen de la tentación. Jesucristo nos dio la clave para vencer la tentación, pues Él nos dijo que debemos orar para no entrar en tentación, es decir antes que se presente, para que seamos santos y podamos ver al Señor (He 12:14). El tercer grupo que podemos ver es el real sacerdocio, que son todos los que sirven en la obra del Señor, no solo los ministros primarios. Nuestra labor con ellos es equiparlos para que no dañen a los que todavía están en la faceta de pueblo adquirido o nación santa. El grupo del linaje escogido somos los ministros de Señor, escogidos por Su misericordia pero con una gran responsabilidad. Si logramos comprender este proceso en las ovejas que ministramos, podremos ministrarlas adecuadamente con misericordia, según sus necesidades. Debido a la importancia que tiene la preparación de la novia del Señor debemos demostrar que somos del linaje escogido, ya que en Neh 7:63-64 RVA vemos que algunos sacerdotes fueron excluidos del sacerdocio por no tener registro de su genealogía. Nosotros somos sacerdotes según el orden de Melquisedec, en un templo no hecho de manos, donde el sacrificio ya fue hecho, pero debemos documentar nuestra genealogía estudiando la Palabra y hablándola bien, como lo hizo Aarón en Ex 4:14-15 LBA, pidiendo al Señor que ponga Su palabra en nuestra boca, según la necesidad del pueblo. Los sacerdotes y el pueblo no podrían traspasar los límites, según vemos en Ex 19:24 RVA, por eso el Sumo Sacerdote debía entrar al Lugar Santísimo para interceder por sus pecados y por los del pueblo, y esa también debe ser nuestra función. Otra función que debemos desempeñar, si somos del linaje escogido, es el capacitar al pueblo, según vemos en Ef 4:12 RVA. En resumen, podemos ver estos cuatro tipos de cristianos en estos versos, relacionados con los niveles del río de Ez 47:3-5: Pueblo adquirido Rom 10:9 Tobillos (se mueve fácilmente a donde quiere) Nación Santa Lv 19:2 Rodillas (todavía se puede mover) Real sacerdocio Ap 1:6 Cintura (se le dificulta ir contra la corriente) Linaje escogido Nm 1:50 Todo el cuerpo (se deja llevar por el rio de Dios) Redactado por: Hna. Nancy de Ávila

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Page 1: 092- El Linaje Escogido

El linaje escogido

Pastor Geovanni Sandoval Estudio de Pastores Guatemala, 10 de marzo del Año de la Abundancia

Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo.

www.ebenezer.org.gt

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Como ministros primarios debemos comprender que fuimos llamados por la misericordia de Dios para trabajar en lo que Él más ama que es Su novia. Según vemos en Ap 19:7 RVA, cuando lleguen la bodas del Cordero la novia debe estar preparada, pero si analizamos la situación de la Iglesia, nos damos cuenta que aún hace falta mucho para estar listos para las bodas, sin embargo, los encargados de esta preparación somos nosotros los ministros, de tal forma que debemos tomar la responsabilidad para que podamos decir como dijo el Señor: “de los que me diste ninguno se perdió” (Jn 17:12). Al mismo tiempo debemos considerar que para preparar a la novia, antes nosotros debemos ser preparados por el Señor. Nuestra labor es ir a aquellos que han de ser novia para prepararlos, de la misma forma que lo hizo Eleazar al ir a buscar esposa para Isaac en Gn 24:4 RVA. Sabemos que Eleazar es figura del Espíritu Santo, de tal forma que sin Él es imposible que realicemos esta labor de preparación, por lo que uno de los primeros pasos que debemos dar es buscar que toda la iglesia sea llena del Espíritu para que puedan ser parte de la Novia (Ap 22:17). La llenura del Espíritu hace que podamos resistir la tentación, como lo hizo Jesús cuando fue llevado al desierto para ser tentado. Podemos ver en el llamamiento a Isaías, en Is 6:8-9 RVA, que primero hay un llamado de Dios a nivel pre-existencial, que cuando lo recibimos, respondimos “heme aquí”, pero si seguimos leyendo el último paso es: “ve y dile a este pueblo”, lo que significa que debemos ir a donde Dios nos ha llamado, porque allí es donde Dios nos prosperará. Si el Señor nos ha enviado, no debemos dejar que nadie nos haga dudar de nuestro llamado pastoral, ya que este es un servicio eterno, que el mismo Señor hará, como podemos ver en Ap 7:17 VMP, y que comenzó desde Gn 4:4 LBA con Abel. El oficio pastoral es muy importante, pero el enemigo también lo sabe y buscará hacernos caer porque al herir a un Pastor, las ovejas serán dispersas y es por eso que las tentaciones que el enemigo pone a los pastores son más fuertes que las que les presenta a las ovejas. En el pasaje de 1P 2:9 RVA vemos que hay cuatro tipos de cristianos, el último que se menciona es el pueblo adquirido, que son todos los que conforman la iglesia, aquellos que fueron comprados con la sangre de Cristo y a partir de allí podemos escoger el volver a pecar o avanzar y buscar la santidad, que sería el segundo grupo, la nación santa, los que huyen de la tentación. Jesucristo nos dio la clave para vencer la tentación, pues Él nos dijo que debemos orar para no entrar en tentación, es decir antes que se presente, para que seamos santos y podamos ver al Señor (He 12:14). El tercer grupo que podemos ver es el real sacerdocio, que son todos los que sirven en la obra del Señor, no solo los ministros primarios. Nuestra labor con ellos es equiparlos para que no dañen a los que todavía están en la faceta de pueblo adquirido o nación santa. El grupo del linaje escogido somos los ministros de Señor, escogidos por Su misericordia pero con una gran responsabilidad. Si logramos comprender este proceso en las ovejas que ministramos, podremos ministrarlas adecuadamente con misericordia, según sus necesidades. Debido a la importancia que tiene la preparación de la novia del Señor debemos demostrar que somos del linaje escogido, ya que en Neh 7:63-64 RVA vemos que algunos sacerdotes fueron excluidos del sacerdocio por no tener registro de su genealogía. Nosotros somos sacerdotes según el orden de Melquisedec, en un templo no hecho de manos, donde el sacrificio ya fue hecho, pero debemos documentar nuestra genealogía estudiando la Palabra y hablándola bien, como lo hizo Aarón en Ex 4:14-15 LBA, pidiendo al Señor que ponga Su palabra en nuestra boca, según la necesidad del pueblo. Los sacerdotes y el pueblo no podrían traspasar los límites, según vemos en Ex 19:24 RVA, por eso el Sumo Sacerdote debía entrar al Lugar Santísimo para interceder por sus pecados y por los del pueblo, y esa también debe ser nuestra función. Otra función que debemos desempeñar, si somos del linaje escogido, es el capacitar al pueblo, según vemos en Ef 4:12 RVA. En resumen, podemos ver estos cuatro tipos de cristianos en estos versos, relacionados con los niveles del río de Ez 47:3-5:

Pueblo adquirido Rom 10:9 Tobillos (se mueve fácilmente a donde quiere) Nación Santa Lv 19:2 Rodillas (todavía se puede mover) Real sacerdocio Ap 1:6 Cintura (se le dificulta ir contra la corriente) Linaje escogido Nm 1:50 Todo el cuerpo (se deja llevar por el rio de Dios)

Redactado por: Hna. Nancy de Ávila