zuberman - psicoanalisis y hospital
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8/18/2019 Zuberman - Psicoanalisis y Hospital
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El t-losp ti.il
es
el luoar
donde
llnun
aquello de la
sociednd
que no and> l
bien,
que
no _carnina.
que
no funt iona; los res-
tos,
el
rosto, p0Uríari-1os decir
en nuestro
lonuuuje.
Si
el unulist¡¡ decide atender
en ol
Hospital
es porque le
interesa
interrogar esos
restos, eso
lo
causa.
A un
analista
siempre lo causa i n t ~
rrogar aquello que no
funciona. Para Fruud
fue
interrogar
el
síntonla histérico,
el sínto-
rna
neurótico
funúarnentaln1ente. Interrogan-
do
eso
que
no funciona
en
un sujeto,
y a
lo
que
la medicina no daba respuesta,
dá
lu
gar al psicoanálisis;
a
los conceptos
de
inconciente.
pulsión,
transferencia, repati-
ción. Dejando hablar y
escuchando eso que
no "anda", y
a
partir de
esa
tarea, puede
legarnos un cuerpo teórico que nos pern1ite
interrogur, escuchar
e
intervenir
en la cura
de
los sujetos
que consultan
cuando
el sa
ber que
los
habita no
dá
respuesta al pade-
cer que los afecta.
La
hi :iloriu
del p :iÍcoanálisis y los psi-
coan,t l is tas
con
el l · lospital
u .>.
con1ploja.
Aceptado a
veces en
el 1-tospital porque trae
respuestas u aquello con que In n1edicina
no puede,
es rechazado otras tantas veces
por interrogar
el discurso rnédico. Qué le
ocurre a
la rnediCina
con el psicoanálisis
en
este
jueoo
ele
convocarlo
para
rechazarlo
apenas siente el cuestíonarniento,
es
biJ5··
tante
conocido
\do1nits de
ser
un proble-
n1a
dB discursos, la relación. dependió
de
la
mayor
o
rnenor tolerancin de
los r n é d i c o ~ e
un saber que
excede
el discurso
en
que se
sostienen.
Nos tbca pensar critica1nente no sólo
qué le ocurre a la
otra parte,
sino
que,
en
tanto anaiista·s. poder interrogar
nuestra
parte
en la cuestión: qué le ocurre a quien
sicoanálisis y /lo: .tJital
José
A.
Zuberman
con10
nnu isla acci:dH
< . n institución hos-
pita ariD.
En la Arnentína. la relación de los
pri
n1eros analístas con el 1--lospital fue de un
diálogo intenso y nac Ll sencillo.
Lns clases
do nr ique P ichón Riv iere en o
Neuropsiquiátrico se poblaron
ele
jóvenes
entusiastas
ele
las
novedades que
el psicoa-
nálisis traía
por
su boca. Siempre había un
capítulo en los Conqrosos de Neurolouía y
Psiquiatría
en que se invitaba a exponer a
los
analistas.
Un viraje in1portante se
produce con
la renuncia
de
Arnaldo Rascovsky al Hospi-
tal
ele
Nif\c,is. Su
texto difunde
una ideolo-
gía en
que trabajar
por n1ngro.s sueldüs 'con
pacientes mucho
rnás
graves que
los
que
acudían al
consultorio era
umelancótrcO" v
por
lo
tanto inconveniente
para
la
aprecia-
da idea de "snlucl
mental""
cle
aquellos
analistas.
Curiosan1entc
un psicoanálisis 'que
se
aproxin1aba tanto
a la rnedicina
en tanto
cotizaba alto el i( ea ele la "salud n1ental",
y
biologizaba los
c:onr:eptos freudianos de
pulsión
y
o ~ j e t o alejaba del Hospitn pú-
blico. Coexistía el alejarse del 1-lospitn con
e
acercar
e psicoaniilisis n ran1a de la n1e
dicina.
A
fines
de los afias '60 y en
los
'70,
la situación vuelve a revertirse. Los psicólo-
gos
egresados
de
la
recreada
9nrrera de
la
UBA. los
residentes
médicos y psicólogns
co1nienzan
a
invitzir
n
los analistas
que se
prestan t l
esta
tarea n éxponer
en
los iospi-
talHs,
a supervisar su clínica, a
realiznr
gru-
pos donde
ponsar a
posición
del andlista
en el
:hospital público.
Suroe asi
un
diálogo
íntenso que produjo diversas consecuencius
para el psicoanólisi .l y paro
el
Hosf)ilal.
Los analistas
que
se prestan a cstu
tarea
estón tornados
por
ecturns e
ideas
que los
llesrle el
Centro 1 9
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aleja de un posicionamiento médico. Algu-
nos subrayan
el
aspecto
social
y
político
de
su
tarea.
y otros
ton1ndos
por la creciente
influencia del discurso de
Lacan rnarcan
el
corte del psicoanálisis
con la tnedicinn
y la
psicología. El
subrayar
este
corte pern1ite
otra locturcl
de
cuanto
(}curro
en la
prf lc t icn
hospitalaria y propicia unt i creativü:fnd bas-
tante alejada de
f o
que
"lo n1elancólico"'
podría indicar.
Para
los
analist•:is y ei psic0;1n{ilisis
surgen preguntas novedosns ¿O.uó
hacer
con
aquellos
pacientes que consultan
precisa-
mente
en
el Hospital y
que
no se presentan
corTlO
síntorna
neurótico?
El
síntotrHJ neu-
róticp
es
para el psiconnúlisis nfgo
bien di
fnreqtc·
qun
un si11ton1a para
la n1ndicina.
El
tlisc9rso
111ódíco
llntlln síntonin n nqunlln
n1a
nif
es
t«1ción
que
sn
aleja
de
la
norn1al
~ ¡ a u s s i u n n ,
y que
cunnto n1ás
alnjadn. titula
n1ás;
pcitofógica.
Para el
psicoanálisis el
sin-
torr1a
in1p icn
una
frase repri1nida que tiene
un efecto
en
to
Real
que interroga
al
sujeto.
Pero
no
tod
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i
1
1
1
1
1
1
'
que le decía que deje la
puerta
a h i e r t ~ o
que
e ln
sienlpre
ac/i
y él allá n1tis cercíl de
la puert
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confundido
n1ús. Era
un;i
in Brvención en
lo
irnaginario
del
espacio
y en lo real de
su
(JOCf .
Nin ún e s q ~ i e r n n s; lni tar ista ni
rnodicnrnontoso podría
resolver
así este
c0so.
E;
paciente en cur:stión
es
sostenif o
por
e
equipo a p