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ITURBIDE

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  • CAPITULO X.

    )rincipiO de In rep(iblici federal inejicana.Cornparacion do In (iltima reoiu-don con In de Iguala.Independencia tie Guatemala.alen de aquella re-publica Ins tropas mejieanas.Estableci mien to del gobierno en Mtjieo.-l'otler ejeentivo.Ministerio.Diversns providencias del congreso y go-hiernoMedidns sobre bncienda.Prstamos in.leses.Division de lospartidos.lnquietudes en la g provincias.Convocatoria para nuevo congre-so eonstituyento.Expedicion contra Guadalajara.Honores decretados Lantigtios insiirgentes.Entierro solemne de Hidalgo y sus compaileros en lac.q tedral (IC Mjieo.Ley de prernios.Servieio iniportante becho por D. Ni--eoifis llravu.Otras disposicioiies del eonrreso.Ley de 27 tie Setiembre de183. contra conspiratlores y ladrones.lnstalacion (let segundo congresoonstituyente.Aeta constitutiva.Nuevas inquietudes en los Estados.-

    Revolucion do Lobato en Mjico.Llegada tie los cornisionados ingleses.-egunda expedicion contra Guadalajara.Estado critico do la g cosas.itur-

    bide marcha do Italia (i In., laterra.Ernbrease par M(jico.S.0 arribo (.Soto In \larina.Es aprelienditlo par el general Garza y eon(lucido a Padi-lla.El congreso do Tamaulipas to nanda fusilar.Muerte y entierro delturbide.RefIedunes sobre estt' fanet4 acontecimiento.

    1823 y 1824.

    1823. La o'randeza V poder del emperador Iturbi-Ma yo Afueron de un instante.1)etiihre. de,

    El misino ejrcito que habta prornovido un uiotin para

  • 512 HIS1'ORIA DE MEJICO.

    elevarle ad trono, le habia derribado de gil. P' otr() movi-miento revolucionarjo.

    Este era un precedente que hacia esperar mu-,- pocode la fidelidad que guardaria a lo nuevo que se estable-ciese.

    Haciendo D. Licas Alainan algunas reflexiones sobreIa revolucion quo derrocO a Iturbide. dice que.

  • FF

    CAPfTtLO X. 513

    el recinto de la capital: la desercion es la mism, igualesJos medios de seduccion que se emplearon contra la domi-nacion espaflola y contra la autoridaci imperial, y ci em-perador es precipitado del trono al cabo de diez meses deocuparlo, por efecto de los propios desaciertos y del mis-mo espiritu de novedad que hicieron desplomarse un do-minio consolidado por la duracion de tres siglos. Nada ala 'verdad contribuyO tanto a la ruin a del gobierno 1111pe-na1 c.omo la falta de recursos pecuniarios, los consejos de-sacertad-os de las 1)erSoflaS c1ue influian sobre Iturbide, eldisgusto que sus proviclencias habian causado en la clasemas reSpetal)ie de la sociedad, y sobre todo su ele'vacional trono y el ensaizarniento de su familia; pero ci instru-mento de su ruina fu la falta de fidelidaci del ejrcito deque el mismo le diO el ejemplo: la leccion habia sido de-masiado bien enseflada, para que no fuese bien aprendiday para quo no sirviese de fanesto antecedente para lo ye-nidero.

    1823. >Faltaba todavIa un rastro para que la se-Mayo (

    Octubre. rnejanza fuese do todo punto perfecta, y esteera que en la nueva revolucion, alguno desempeflase unpapel sernejante al de O-Donojft en ci plan do Iguaa, yesto fu lo quo hizo Filisola en Guatemala. Habia logra-do este general sujetar la proviucia disidente de San Sal-vador, ocupando su capital en la ciue dejO una guarnicionmejicana, e Iturbide, cediendo a la propension cl ue desdeentonces habian manifestado las provincias de aquel rei-no de segregarse unas de otras, habia forinado de cadauna una comandancia y gobierno separado, que dependiadirectamente del gobierno supremo do Mjico. Sin em-

    TOM0 XI. 65

    k L.

  • 514 HISTORIA. DE MEJICO.bargo, se resentiari en Guatemala por Sn ufli011 con Mjico, los mismos inconvenientes que se habian notado entoda la America por su union con Espafla bajo una mis-ma constitucion: ni el congreso de Mjico podia hacercon acierto leyes para Guatemala, ni podian venir a. Me-jico los diputados de aquellas provincias. a que se daba elnombre de provincias orientales del imperio, sin inuchamolestia y dispendio. Mgunas de las providencias que sedictaron, muy perjudiciales al comercio e industria deaquel pais, tales como el arancel para el comercio exte-rior, la alcabala interior y del 'viento que nunca se habianconocido all, la guerra con Espafia, que impedia la ex-portacion de los aililes, granas y cacao, ilnicos objetosde su comercio, causaron mucho descontento, aumentn-dose con ellas el partido que siempre habia habido en fa-vor de la independencia absoluta. (1) En estas circuns-taicias, se supo la revolucion de Veracruz y proclamaciondel plan de Casa Mata, al mismo tiempo que Bravo ocu-paba zi Oajac.a y establecia en aquella ciudad una juntade gobierno. F'ilisola Se hallO incierto entre las coinuni-caciones de Echvarri, invitndole a. declararse por aquelplan en ci que Se protestaha no atentar contra la personadel cinperador, y las de Bravo en que se hablaba de rep1-blica: 'veia agitarse de nuevo el partido vencido; careciade recursos para mantener sus tropas: le parecia incorn-

    1 Manifiesto (IC Filisola en contestacion a Barrundia. Puebla 1821. En laspiezas justificativas, oticio de F'ilisola al marques de Vivanco de 9 de Abril.V.anse talnl)jen Ins Mernorias para Ia rvoluciou d Centro Amtrica. por unosIhLtemaltecos. Jalapa. 1832.

  • F CAPITULO X. 5 1patible que cuando el ejrcito libertador se esforzaba pararestablecer la libertad de su patria, otra parte del ejrci-to Inejicano se ocupase en sofocarla en la agena, (1) ypara dar una prueba de la liberalidad de los principiosque profesabati los mejicanos, consultando con los jefes yoficiales de su division, publicO un decreto el 29 de Marzoconvocando un congreso que habia de reunirse en Guate-mala, con arreglo a lo acordado en la acta de 13 de Se-tiembre del aflo anterior, que habia sido anulada por launion posterior al imperio. Aunque Filisola continu conel mando hasta la reunion del congreso, las elecciones sebicieron bajo la influencia del partido opuesto a la unionA Mjico, y habindose instalado el congreso el 24 do Ju-nio, expidiO el 1.0 de Julio el deoreto de independenciaabsoluta, formaudo una repablica federal con el nombrede: > (2) Fili-sola saliO de Guatemala el 3 de Agosto, dejando la repu-

    1823. tacion de hombre honrado lo ciue no es nocoMayo t

    Octubre. en las cirounstancias en que gobernO: condu-jo consigo los cuadros de los cuerpos de su division, ha-biCndose querido quedar en aquel pais muchos oficiales ysoldados, y se retirO a. Chiapas, que no solo permaneciOunida a. Mjico, sino que por un acto posterior do sus au-toridades y diputados de los partidos en plena libertad,

    (1) Son las fluismas palabras de F'iflsola en su oiieio ci tado al marquis deVivanco.

    (2) Este decreto lo redact, corno individuo de Ia cotuisioii title entcndiden el negocio, el Lie. D. Jos Francisco (Ordoba. ii quien los acontecimicittosposteriores obligaron a huir de su patria.

  • 516 HISTORIA DE MEJICO.declarO su voluntad de hacer parte de la repiblica meji-cana. Desde entonces la republica de centro America, hapasado corno todas las dems de la antigua America espa-flola, por una srie no interrumpida de revoluciones yguerras civiles, hasta ilegar a la completa separacion detodas las provincias que forman ahora pequeflos estadosindependientes, frecuentemente en revoluciones en su in-terior y en guerra entre Si mismos.

    Don Nicolas Bravo, despues de haber conducido a Itur-bide hasta el sitio de su embarque y de haber sido obse-quiado en Veracruz por las autoridades, regresO a la ca-pital. Con su ilegada, el Poder Ejecuti'vo quedo formadodel expresado Bravo, del general Negrete y de Michele-na. El nuevo ministerio se compuso de Don Lucas Ala-man, en el departamento de relaciones exteriores O inte-riores: de D. Pablo de la Liave, en el de justicia y nego-cios eclesiasticos; del coronel D. Ignacio Illueca en el deguerra, y de D. Francisco Arrillaga, antiguo comercianteespafiol establecido en Veracruz, que habia dado pruebasde su adhesion a la indepndencia desde la epoca de Mo-relos, en el de hacienda. Los iridividuos que componianel Poder Ejecutivo, asl como los que formaban el ministe-rio, eran hombres amantes del Orden y del progreso de supatria, siendo notable, p' su capacidad, los ministros derelaciones, de hacienda yjusticia. Habiendo fallecido po-Co despues el de guerra, fu nombrado en su lugar l bri-gadier D. Jos Joaquin de Herrera, no inenos probo yamante de su patria que sus compafleros de ministerio.

    En el nuevo Orden de cosas c1uedaron extinguidas lascapitanIas generales, y en su lugar se establecieron co- I

  • CAPITULO X.

    517mandancias en cada provincia. La de Mejico continuO acargo del marquess de Vivanco, separada del gobierno po-litico que se encargO a D. Francisco Molinos del Campo:ci general D. Jos Antonio Echvarri a la de Puebla, yD. Guadalupe Victoria permaneciO en la de Veracruz,hasta que teniendo que pasar a Jalapa con el encargo detratar con los comisionados espafloles que habian ido aesta 'i:iltima villa, dejO el mando de aquella ciudad al CO-ronel D. Eulogio de Villa-Urrutia. D. Anastasio Busta-mante que, como he dicho, se liabia mantenido fiel aIturbide, renunci la comandancia de las provincias in-ternas, y volvieron a separarse las de Oriente, cuyo man-do se diO al brigadier D. Felipe de la Garza, de las deOccidente. Don Anastasio Bustamante paso a Guadala-jara, su pals natal, cuya coinandanc.ia general se le Ile-6A dar.

    1823.

  • HISTORIA DE MEJICO.

    por la sexta parte de los derechos causados en las aduanasinteriores, sin volverlo a poner en giro, quedO en pocotiempo amortizado: (1) diOse una satisfaccion al ministrode Colombia, iuvitndole a regresar a Mjico al ejerciciode sus funejones: declarOse nulo el nombramiento de mi -nistros del tribunal supremo de justicia: suprimiose ciconsejo de Estado: mandOse quitar [a corona que el agui-la tenia en las armas nacionales, ' se hizo desaparecertodo cuanto era referente al irnperio y a la monarquia,pues aunque todavia no se habia declarado cual debia serla forma de gobierno, ya se daba por supuesta: otras co-sas cayeron por si mismas en desuso, como la Orden doGuadalupe. En cuanto a los negocios de Guatemala, seacordO lo mismo que tenia ya ejecutado Filisola, mandan

    -

    do se retirasen las tropas mejicanas y retirandose tambiendel congreso los diputados de aquellas provincias, de los.cuales D. Juan de Dios Mayorga, que tenia la doble representacion de diputado y agente diplomatico de la deSan Salvador, permaneciO en Mjico como ministro de lanueva repiIblica de centro America. (2) El gobierno dis-puso se desbaratase la plaza de toros formada en la ma-yor, que habia venido a ser abrigo de maihechores, sien-do peligroso el trnsito pi sus inmediaciones en la no-che, y para evitar que fuese destruida la esttua ecuestrede Crlos IV que estaba en ci centro de ella, como repe-tidas veces se intentO, se trasladO al patio de la Univer-

    (1) Hoy es una curiosidad rara algun peso en este papel.(2) RegresO despues ella y pereciO vietima de las revoluciones que la han

    agitado, habiendo sido degollado en una finca de campo de su pertenencia.

  • CAPITULO X. 119sidad, en el que perinaneeiO por mucho tiempo, salvandoasi de la ruina al unico monumeuto de esta clase que hayen America, y a si mism.o de la ignominia de haberlaperrnitido.

    1823. >>Para proveer de prontos recursos al era-Mayo ;Uctubre. rio, se hizo una yenta con baj a considerable

    de precio de los tabacos existen.tes labrados O en rama,acordada ya por el congreso desde los ltimos dias del go-bierno de Iturbide: se diO Orden para procurar la prontaenageflaciOfl de las temporalidades de los jesuitas, bienesde los hospitalarios y de la Inquisicion, sin conseguir rea-lizarlos. y no bastando estos arbitrios, la casa inglesa deStaples hizo un adelanto que se le pagO con fondos delemlirst ito de diez y seis millones, que poco despues con-tratO en Inglaterra D. Francisco de Borja Migoni. Al mis-mo tiempo que se hacia este negocio en Europa, se trata-ba de otro de igual naturaleza y cantidad en Mejico, di-rectamente por el gobierno con un aventurero ilamadoRichards, que hizo por entonces mucho papel dindose unaimportancia ridicula, en cuyo lugar so sustituyO la casade Manning y Marshall en representacion de la de Bar-clay Herring, Richardson y C. de LOndres. Aunque conla primera de estas operaciones bastaba, la incertidumbrede efectuarla, decidi al gobierno t contratar la segunda,que se consideraba de mas prOximos y seguros resultados,estableciendo en el contrato el modo de amortizar unaparte del primer prstamo con el segundo. El poder eje-cutivo ilevaba tambien en esto una mira polltica: Se creiacomprometer al gobierno ingles al reconocimiento y apo-yo de la independencia, ligando a los individuos de aque-

  • 5 2 0 HISTORIA DE MEJICO.ila nacion por medio de grandes intereses a. La suerte dela repiibiica. Las condiciones con que estos einprstitos senegociaron fueron tanto mas gravosas, cuanto que unaparte de los fondos procedentes del segundo. se

    percibie-ron en armainento, buques y vestuario contratados a pre-cios exorbitantes, que resuitaron en parte de poco prove-..cho. Sin embargo, a. aquellos buques se debiO dos aflosdespues, la rendicion del castillo de San Juan de Ulua, ypor ci desahogo que los fondos de los emprstitos propor-cionaron, se pudo destinar una parte de los productos delas aduanas marItimas, al pago de la conducta de Mani-la, de la detenida en Perote y de los prestamos forzosos,quedando ask satisfechas unas deudas que comprometianci honor y la reputacion de la repblica.

    iLos partidos despues del triunfo obtenido sobre Itur-bide, habian mudado de composicion y se agitaban conmas fuerza que nunca. Los republicanos se dividieron en-tre centralistas y federales: formaban el primero los ma-sones y los antiguos monarquistas, p' lo que se daba aesta fraccion ci nombre de borbonistas y a. ella perteneciael goliierno y el congreso restableeido: a los federalistasso unieron los iturbidistas, por odio a los que habian he-cho bajar del trono a Iturbide, y por esta causa vinierona incorporarse en ci partido liberal mas exagerado, losque profesaban las opiniones mas opuestas a. el. Cada par-

    1823. tido tenia su periOdico, habiudose restable-Ma yo (.Octtibre. cido el Sol, no ya para defender la monar-

    qula, sino para sostener la repbliea central y al gobiernoy congreso que la promovian. Los federalistas comenzarona. J)ubhcar ci Archivista, quo tomO despues el tItulo de la I

  • CAP!TULO X. 521

  • 522 HISTORIA DE MEJICO.instaare el 31 de Octubre. Las bases de la eleccion fue-ron un diputado por cada 30,000 habitantes, teniendo elderecho de votar todo hombre libre mayor de diez y ochoaflos, sin otra restriccion, pero quedando siempre subsis-tentes los tres grados de eleccion quo se han creido indis-pensables, y que son el punto de apoyo de las intrigaselectorales de los partidos.

    1823. >'Satisfechos los deseos de los que de hue-M8v4, aOctiiljre na f solo aspiraban al establecirniento del

    sistema federal, volvieron a la obediencia al gobierno Ca-si todas las provincias, y en la de San Luis, la resisten-cia enrgica de las autoridades, apoyada por ci generalArmijo con ci inf-iujo que en ella tenia y empleaiido conprudencia las fuerzas que se pusieron a su disposicion,obligaron pronto 6L Santa-Anna a desistir del protectoratoy a preentarse en Mjico a responder de su conducta enUn juicio, quedando el cuerpo do su mando en QuerOta-ro : pero en otras, en que solo se consideraba la federa-cion coino medio del restablecimiento do Iturbide, no seaquietaron con esto; y aunque protestaron obedecer, Se-guian en oposicion al gobierno y preparandose para unaresistencia formal, especialmente Guadalajara, en dondese haflaban los generales Quintanary Bustarnante, eon-siderados entonces como los principales jefes del partidoiturbidista. Para reprimir tales intentos, ci gobierno ere-y6 necesario hacer uso de la fuerza y so dispuso una ex-pedicion de dos mil hombres, a cuya cabeza se queriafuese ci general Negrete; mas como ya iban tomandocuerpo las voces contra los espaiioles, so procurO aprove-char ci inliujo quo este general se creia tener en aquefla

  • CAPITL'LO X.

    provincia y disirnular su nombre, dando el mando a Bra-Vo l y yendo Negrete solo como acornpaante; mas paraesto era menester hacer nueva alteracion en los indivi-duos que compOfliafl el poder ejecutivo. Victoria perma-necia en Veracruz, lo que se creyO necesario para evitarque Santa-Anna por sus emisarios, suscitase una revolu-cion como la que lialiia promovido en San Luis, y habiendo de marchar con la expedicion Bravo y Negrete.solo quedaban los dos supleutes Michelena y Dominguez,pero se salvo esta dificultad nombrando el congreso otrosuplente mas, cuya eleccion recayO en el general I). Vi-cente Guerrero. No era este a propOsito para tener parteen el gobierno, por lo que hasta entonces, a pesar del em-peo que los partidarios de la insurreccion habiau tornadopara hacerlo valer, nunca se le habia empleado ni en laregencia ni en el consejo de Estado, pues aunque teniabastante penetracion y buen sentido natural, su falta deinstrucc ion era tan absoluta, que apenas sabia firmar sunombre, y acostumbrado a vivir entre los insurgentes,con la continua desconfianza que estos tenian unos deotros, habia adquirido tal hhito de suspicacia y disimu-lacion, que cuando hablaba, se podia asegurar que lociue aecia era contrario a lo que pensaba: y corno D. Mi-guel Dominguez por su edad avanzada, no podia dar to-da la atencion necesaria al despacho de los negocios, elgobierno en sustancia se reducia a Michelena, ejerciendoen todo grande intlujo el ministro de Colombia Santa Ma-ria. Al aproximarse las fuerzas qne marchaban a la pro-vincia de Nueva-Galicia bajo las Ordenes de Bravo, hizoNegrete que Colima con todo su distrito, se separase de

  • 524 HISTORIA. DE MEJICO.la obediencia de las autoridades de Guadalajara, ponien-.dose el coronel Correa con las tropas que mandaba A dis-posicion de Bravo, siendo ste el origen de que Colimafuese creado territorio de la federacion, y esta circuns-tancia contribuyO mucho a que las cosas de Guadalajarase arreglasen por entonces, en la entrevista que tuvieronen Lagos Quintanar y Bravo. Este Ultimo volvi con sustropas a Guanajuato, situandose despues en Celaya, for-mando estas fu.erzas un cuerpo de observacion, para aten-der prontamente a donde la necesidad lo demandase.^

    1823. La union de los jefes principales que haMayo a

    Octubre. bian combatido en las filas liarnadas insurgen-tes y de los del ejOrcito para derrocar del poder a Iturbide,produjo un efecto altarnente favorable para el partido dela primera insurreccion hecha en 1810 por el cura DonMiguel Hidalgo. Todos, con muy raras excepciones, eranenemigos de Iturbide, y como los que dirigieron la revo-lucion contra el emperador necesitaron del auxilio deaquellos, al paso que ensaizaban los servicios prestados aIa patria, rebajaban el de Iturbide, con el objeto de queel pueblo que se manifestaba adicto a este, juzgandole sulibertador, le perdiese el afecto que le tenia.. Asi el ejr-cito que habia luchado pocos aflos antes contra los caudi-lbs de la prirnera insurreccion, no porque no estuviesede acuerdo en el fondo, sino en los medios, y que dada laforma por Iturbide en Iguala liego a realizar el gran pen-samiento de la independencia, abjuraba, por espIritu departido, su gloria, haciendo que se trasladase, toda ente-ra, a los mismos que antes habia combatido. Este fu elorigen de que viniese a quedar olvidado, por mucho tiem-

  • CAPITULO X. 525p0, el dia 27 de Setiembre, aniversario de la entrada delejrcito trigarante en Mejico, que se habia declarado jus-tamente de fiesta nacional, y que solo se celebrase el 16de Setiembre que recordaba el grito de emancipacion da-do por el anciano cura de Dolores. Ambos hechos sin em-bargotenian igual derecho a la gratitud nacional, y siem-pre debieron celebrarse con igual pompa, honrando lamernoria asl del caudillo que se presentO el primero a in-char por la emaflcipac.iOfl de su patria, como del que larealizO con el plan que proclamO en Iguala. La necesidadque tuvieron los jefes del ejrcito que promovieron lacaida de Iturbide del auxilio de los personajes principa-les de los (jue militaron en las filas ilamadas insurgeutes,hizo que fuesen nombrados individuos del Poder Ejecuti-vo I). Nicols Bravo y D. Vicente Guerrero.

    Para hacer que los adictos a Iturbide fuesen dando alolvido su memoria como realizador de la independ.encia, yno procurasen promover una revolucion para traerle al p0-der excitando en el pueblo el sentimiento de la gratitud,se empezO por dejar pasar desapercibido el dia que hizosu entrada triunfal al frente del ejrcito, en que comenzOla era de indepeudeiicia del pais, y por celebrar con elmayor esplendor posible ci 16 de Setiembre. .Justo eraesto ilitimo; pero justo hubiera sido tambien festejar nocon menos pompa el 27, como lo deseaba la nacion agra-decida, sacrificando los hombres politicos sus mezquinaspasiones al deseo general de los pueblos que, dotados desentirnientos nobles y generosos, ban deseado siempreque se consagre igual respeto a la memoria del caudillodel primer inovimiento, que al c1ue afianzO la emancipacion

  • 526 HISTORIA. DE MEJICO.del pais en Iguala. Pero los hombres que manejaban lapolitica en aquellos momentos en que las pasiones de par-tido se hallaban en toda su eferveseencia, considerabanpeligroso cjue se conservase la memoria del notable ser-vicio hecho a la patria por Iturbide, - procuraron evitartoda demostracion que pudiese recordarlo al pueblo. En

    1823. consecuencia, el 16 de Setiembre fu el ni-Mayo

    Octubre. Co que se siguiO celebrando contribu, yendoparte de la prensa, los oradores con sus discursos en lasfiestas nacionales, y algunos historiadores poco impar-ciales, . cjue el pueblo, eon el transcurso de algunosaos, solo consagrase su admiracion al cura Hidalgo quelevantO la bandera de independencia en 1810, y casiechase en completo olvido al caudillo que once aos des-pues realizO la emancipacion de la Nueva-Espaila de sumetrOpoli, haciendo a Mjico nacion independiente y so-berana. Pero si los hombres que viven de la politica, loscuales no dehen confundirse con los hombres politicos,sacrifican no pocas veces a sus pasiones de partido todaslas dems consideraciones, tratando de que se borre de lamemoria pablica los servicios prestados d la patria por al-gunos individuos, la nacion, siernpre generosa, siemprenoble, siempre justa, consagra interiormente su gratituda los liijos que se han distinguido, y logra al fin, disipa-das las nubes formadas por las pasiones, que se les yeacon las virtudes civicas que tuvieron, y que se rinda jus-to homenaje a su memoria. Esto aconteciO con Iturbide.Si las nieblas formadas por el espIritu de partido de algu-nos hombres pudieron velar el hecho mas importaute desu vida; el hecho con que se hizo dig de la gratitud

  • F^CAPfTULO X. 527

    nacional haciendo la independencia de su patria, la na-cion, agena a. esas miserias que acompaflan a los politi-cos, empezO a. honrar de nuevo su mernoria en 1830, sien-do vicepresidente de la repiThlioa el general D. AnastasioBustarnante. (ensrense, si se quiere, los ac.tos del curaHidalo coino gol)ernante y los de Iturbide comb empera-dor: haganse ver enhorabuena los errores en que incur-rieron como homlres de gobierno: pero no se 'vulnere atcaudillo do Dolores ni at de Iguala: elOgiese ci pensa-iniento de ainor a. la pitria c1ue guiO a. los dos, at dar elgrito de independencia en diversas pocas, y celbrese el.dia 16)de etiembre de 1810 y el 27 del mismo hues delao de 121, entonando hiinnos de gratitud a los queproclamaron la emancipacion del suelo en que nacieron.

    Derrocado el trono de Iturbide, el nuevo gobierno, tom6 la marclia que juzgO debia seguir para cuinplir conlos deberes que sobre t pesaban. El congreso aprobO eldictmen de la cornision de premios que habia sido pre-sentado antes de que huhiese sido disuelto en la poeadel irnperio, y declarO por decreto de 19 de Julio de 1823,

    huenos y meritorios los servicios hechos a. la patria enlos once pr1me10s aflos de la guerra de independencia, ybenemritos, en grado herOico al cura D. Miguel I-Tidalgo, I). Ignacio Alleude, D. .Juan Aldama, Abasolo, Morelos, Matamoros, D. Leonardo v I). Miguel Bravo, DonHermenegildo Galiana, .Jimenez, Mina, Moreno y Rosa-les:i se mandaron inscril)ir sus nombres, en letras de oroen el salon do sesiones del congreso; que se erigiesen mo-numentos a. su memoria en los puntos en que habian sidofusilados. y que se exhumasen sus cadveres, en los casos

  • 528 HISTORIA DE MEJICO.que pudieran ser hallados, haciendo que fuesen conduci-dos a Mjico, donde se les haria el 17 de Setiembre unsolemne funeral en la suntuosa catedral.

    1823. Con efecto, en ese dia, se les hizo . losMa yo j

    ()ctubre. caudillos que habian sucumbido luchandodesde 1810 a 18,15, unas suntuosas houras, ; que asistie-ron no pocos de los jefes realistas que habian combatidocontra ellos, no porcjue no huhiesen estado de acuerdo enel fondo, sino por los medios puestos en ejecucion. Iturbi-de, reseutido de que se honrase la memoria de los hom-bres de 1810 mientras se procuraha borrar la suya de lagratitud pblica, se expresa duramente de esas disposi-ciones en su maniflesto, escrito en Italia.

  • ICAPfTtLO X. 520eStal)a la fnerza de Hidalgo, que ascendia a noventa muhombres: ningun auxilio esperaba y hubiera muerto enaquel punto, si no hubiera recibido Orden del gobierno aque pertenecia, Para pasar a Toluca.,, Asienta qu.e si to-m las armas Para coinbatir en las filas realistas, no fuPara hacer la guerra a los americanos,> sino a los guerri-ileros que, sin opinion politica, vivian extorsionaudo a lospueblos; y con ci fin de hacer ver que tenia la conviccionde haber obrado bien combatiendo la priulera insurrec-cion, rio en la idea de independencia, sino por los meJoadoptados por los jefes para realizarla, dice: , El congresode Mjico tratO de erigir esttuas a. los jefes de la insur-reccion, y hacer honores fnebres a. sus cenizas. A. estosmismos jefes habia yo perseguido y volveria a. perseguirsi retrograda.sernos ti aquel tiempo: Para quo pueda decir-se quien tiene razon, Si ci congreso O yo, es necesario noolvidar que la voz de insurreccion no signiflcaba indepen-dencia, libertad justa, ni era ci obj eto reclamar los dere-chos de la nacion; sino exterminar a. todo europeo, des-truir las posesiones, prostituirse, despreciar las le

    .-es de

    la guerra y liasta las de la religion: las partes beligeran-tes se hicieron la guerra a. muerte: ci desOrden precedia alas operaciones de americanos y europeos; Pero es precisoconfesar que los prirneros fueron cuipables, no solo porlos males que causaron, sirlo porque dieron margen a. lossegundos Para que practicasen las misruas atrocidadesque veian en sus enemigos. Si tales hombres merecen es-ttuas, ,qu se reserva Para los que no se separaron delas sendas de la 'virtud? (1)

    1: Munitlesto de Iturbide, edicion de Mjico, piginas 4, 5 y ().ToMo XI. 67

  • 730

    RISTORIA DE MEJICO.

    1823. Asi el lencruaje del reentin1iento era el1: 1 v 0 :

    Octubrt'. que usaba, a su vez, Iturijide contra el congreso, tratando do hacer 'ver que la independencia fudebida a su plan de Iguala que supo reunir las opinionesy los intereses de todos lo-, habitantes del pais.

    Celebradas, como he dieho, las honras de los caudillosde hi insurreccion de 1810 it 1819, de una manera solem-ne en la catedral el U de Setiembre, se depositaron sushuesos en la bO'veda del altar do los Reyes, y se entrega-ron las dos haves de plata de la urna que los contenia,una al presidente del congreso, para que se guardase enel archivo do ste, y la otra al del poder eecutivo, que sepuso en el archivo del ministerio de relaciones. Con mo-tivo de estas honras y oraciou fnebre pronunciada por eldoctor Argandar, trataron algunos, que hasta en las co-sas mas sagradas busean motivo a satisfacer sus lnnol)lespasiones, de excitar un tumulto en el pueblo para violarel sepulero do Hernan Corts quo estaba en la ig'lesia delhospital de ,Jess Nazareno, fundado por aquel notablehombre que han elogiado todas las plurnas de los maseminentes escritores de los diversos paises del mundo,quemar sus Ituesos, y ecliar sus cenizas al viento. El go-bierno, para evitar q,ue se cometiese ese atentado que laparte sensata de los mejicanos no podia menos quo desa-probar, diO el paso Iinico que le quedaba que dar en aque-ilas circunstancias crIticas. El, ministro de relaciones cx-teriores interiores D. Lucas Alaman, que era apoderadodel duque de Monteleone, de acuerdo con sus colegas DonPablo de la Liave, de D. Jos Joaquin de Herrera, y deD. Francisco Arrillaga, rnandO deshacer el sepuloro en el

    *1

  • CAPfTtLO X. 531espacio de una noche, y colocar en lugar seguro los hue-SOS que en l estaban depositados.

    Dc los monumentos que el congreso dispuso que se le-vantaran a los jefes de la primera insurreccion que habiansido fusilados durante la lucha, en los misinos sitios enque fueron ejecutados, no llegO . erigirse mas que uno enel paseo de Puebla, en ci lugar en que fu 1)asado por lasarmas D. Miguel Bravo, y otro en Morelia en el sitio enque muriO Matamoros. El que se dispuso se construyeraen la capital, en el punto ilamado el Egido, a D. Leonar-do Bravo, aunque se einpezO a preparar el terreno, no secontinuO la obra; y empezado quedO tambien ci sepuicroque debia haherse colocado en la capilla de los Reyes, enla catedral, habiendo hecho para colocarlas en l dos es-ttuas, el escultor mejicano Patiflo. Los huesos de DonMariano Abasolo, no se pudieron reunir a los de sus corn-pafleros de armas, por haber muerto en Cadiz, ni tampo-Co se pudieron encontrar los de Galiana y D. LeonardoBravo.

    A. los nombres que por ci decreto del congreso se dis-puso se inscribieran en el salon de sesiones, se agregarondespues, por diversos decretos, los de Barragan, Muzc1uiz,D. Guadalupe Victoria y D. Miguel Ramos Arizpe; y elgeneral Santa-Anna hizo poner tambien los de D. Vicen-

    1823. te Guerrero v D. Ionacio Rayon. Por dispoMayo 'iOctubre. sicion del congreso se colocO en rnedio de to-

    dos ci nombre de Iturbide y ci sable que lievaba cuandoentrO al frente del ejrcito trigarante en Mjico.

    Desde ese mornento en que ci congreso decretO las dis-posiciones referidas para honrar la mernoria de los jefes

  • 332 HISTORIA DE MEJICO.que habian combatido en las filas insurrectas desde 1810;i 119, empezO a liarnarse a la lucha sostenida contra elgobierno espaol desde el.grito dado por el cura Hidal-go hasta el plan de Iguala, > Aderns de los honores concedidos a la me-mona de ellos, se concedieron otros mas efectivos a susfarnilias, y a los que existian aun de los que habian to-rnado parte en ella; y aunque, diceD. Lucas Alaman, debiesen ser excluidos de obtenerlos losque se hubiesen induitado y prestado servicios al gobier-no espaflol, con lo que el nrnero de los agraciados debiahaber sido muy corto, no se hizo caso de esta condicion,habindose establecido una junta de ellos mismos paraexaminar el mrito de cada uno, la que, como compuestade los interesados, fu muy parcial en sus calificaciones,adniitiendo por pruebas, documentos en grail parte apO-crifos. ASI fu corno aquellos que para iinpetrar el indultode los jefes espalloles, liabian alegado 110 haber prestadoservicio alguno a la insurreccion, en la que habian torna-do parte por alguna ligereza 6 casualidad, ahora presen-taban certificados de mil. acciones seilaladas y de los nies-gos a que habian estado expuestos, en cuya virtud lajunta proponia al gobierno que se les diesen empleos decoroneles y de generales 6 las pensiones correspondientes,con que erecieron extra ordinariarnente esas largas listasde viudas, retirados y pensionistas, que son ci torinentode todos los ministros de hacienda, y en cuyo pago se baninvertido enormes sumas. D. Nicols Bravo hizo entoncesun servicio de la mayor importancia y que hasta ahoranadie ha dado a conocer, pues cuando al regreso de la ex-

    I

  • CAPITULO X. 533pedicion de Guadalajara, volviO a tomar su asiento en elPoder ejecutivo, conociendo a todos los que pretendianpreiflioS, y sabiendo bien el gnero de mritos que habiancontraido, reducia stos a su verdadero valor y hacia queaquelloS se negasen O se limitasen a mucho nienos que loque la junta proponia, evitando el gasto de muchos muhones de pesos. (1)

    Fueron tambien nombrados benemritos de la patria,por diversos decretos, los generales D. Vicente Guerreroy D. Nicolas Bravo, dispensandosele honor igual al coro-nel D. Joaquin Leo que habia caido herido, corno que-da dicho en su lugar correspoudiente, cuando Santa-An-na atacO la villa de Jalapa en Diciembre del ailo ante-rior. Trasladado de alil a la ciudad de Veracruz para su

    1823. curacion rnuriO de resultas de su herida laMayo t

    Octubre. vIspera del embarque de Iturbide, hacindoseun suntuoso entierro, con asistencia del general D. Giladalupe Victoria. (2) Se inandO adernas, que el ayunta-miento de Jalapa le hiciese solemnes honras en el temploprincipal de la villa; que todos los meses pasase revista

    (1) Don Lucas Alainan en una nota do su obra Historia de Mjico, dice:

  • 534 HISTORIA DE MEJICO.de presente en su cuerpo, y cjue su viuda continuase per-cll)iendo s sueldo, y cuando esta muriese, su hijo.

    Declarados benemritos de la patria los jefes de la in-surreccion desde 1810 a 1819, se mandaron reconocer,por decreto de 28 de Junio del aflo siguiente, como crdi-tos nacionales, los contraidos por aquellos y por las juntasde Citcuaro, Chilpancingo y Jaujilla. Esto diO motivo aque entre las reclamaciones que Mjico tuvo que satisfa-cer haciendo grandes sacrificios de parte de la nacion alos Estados-Unidos, liayan sido comprendidas las quealgunos ciudadanos de esta repblica presentaron porsuplementos hechos para armamento y buques on acueflapoca.

    El congreso, en el curso de sus deliberaciones, no se1imit6, dice D. Lucas Alaman, solo las funciones deconvocante, i que se le quiso reducir por las diputacionesprovinciales. DeclarO vigente el decreto de las cOrtes deEspafla sobre desvinculaciones, debiendo tener efecto des-de ci dia de su publicacion en Madrid: redujo el estancodel tabaco a solo la rama, dejando libre la manufactura:estableciO ci estado mayor general, cuyo primer jefe fuel marques de 'Vivanco, ocupando su lugar en la coman-dancia general do Mjico el general Barragan:> fijO elmimero de generales en doce de division y diez y ocho debrigada, quo despues han ilegado a ser muchos mas: hizoun nuevo arreglo del ejCrcito, reduciendo los regiinientosde infanteria a doce batallones con nueve compaflIas: ar-reglo igualmente las divisiones de milicias provinciales,disoiviendo los cuerpos que habia hecho formar Iturbide,y variO los grados y di'visas do los generales, reduciCndo-

    II

  • CAPITULO X. 333

    les a dos clases; de division, en que fu.eron comprendidostodos los que eran tenientes generales O mariscales decampo, y algunos que no tenian estos cuerpos como DonGuadalupe Victoria y D. Nicolas Bravo; y de brigada,que fueron los brigadieres con letras, en cuyo grado fuOincorporado Michelena, que no liabia sido mas que tenien-te coronel en Espafla; y a algunos oficiales mejicanosliegados de la peninsula, se les dieron cuerpos c1ue man-dar, como it Facio y zi Ayestarn. (1)123.

  • 536 HISTORIA. DE ME.JICO.

    debia mandar la causa al comandante general mas mine-diato, cuya sentencia dada dentro del misulo trmino,debia lievarse a efecto. Esta ley vino a ser desde entoncesla araia de que se sirvieron los partidos, unos contra otros.DiOse ademas facultad al gobierno para destinar a lospuntos que couviniese al bien piblico, a algunas perso-nas de cuya criininalidad estuviese convencido, aunqueesta no fuese probada en juicio, liasta que la tranquilidadse hubiese restablecido, dejando a los que fuesen asitrasladados, sus dereclios a salvo para hacer las reclarna-ciones a que se creyesen con derecho. 'fodas estas medi-das rigurosas fueron efecto de haberse descubierto unaconspiraciou, que estuvo a punto de estallar el 4 de Oc-tubre, en que estaban compronietidos 'varios jefes y cuer-pos de tropa, (1) siendo el principal de aquellos el gene-ral Andrade, que aunque diputado, fu apreheudido, ydudndose en el congreso Si debia donsiderdrsele compren-dido en la ley contra los conspiradores, quedO sin resol-verse hasta que cerradas las sesiones, el gobierno lo hizodeportar a Guayaquil, en donde falleciO.

    i>No produjeron resultado alguno las conferencias teni-das por el general Victoria en Jalapa con los comisiona-dos espailoles, aunque se tratO de formar un tratado pro-visional de comercio, para el cual el congreso, a reservade su aprobacion, facultO al gobierno: los comisionadosregresaron a San Juan de Ulua, y habiendo cesado pocodespues el regimen constitucional en Espafia por la inva-

    (1) Se publicO la lista de los sugetos aprehendidos por esta conspiracion.en los Soles del mes do Octubre de 123.

  • CAPITULO X. 537SiOfl de esta por el ejrcito frances, mandado por el duquo de Angulema, Fernando VII restablecido en el po-der absoluto, no solo no adoptO 'via ninguna pacIfica, sinoquo pens en reconquistar la Nueva-Espana, cuya em-presa al regresar de Cdiz a Madrid, a su transito por Se-villa, confiO al condo del Venadito, que so hallaba enaquella ciudad, nombrndole al mismo tiempo capitangeneral de la isla de Cuba, cuyo empleo no llegO a ejer-cer. (1) Todo esto condujo al rompimiento de los fuegosdel castillo de LTlua el 25 de Setiembre sobre la ciuclad

    1823. de Veracruz, (2) la cual sufriO mucho conMayo aOctubre. ellos y con la cesacion del comercio en su

    puerto, quo fu la causa del engrandecimiento momenta-neo de Alvarado y del mas permanente de Tampico, arri-bando al primero de estos puntos los buques cuyos carga-mentos eran destinados a Mjico y las provincias inme-diatas, y al segundo todos los que surtiau a las del interiorpor la via de San Luis Potosi, que fu por algun tiem-po el lugar de depOsito para todo el giro de la atierraadentro.>

    FuOronse haciendo entre taiito en todas partes laselecciones para el nuevo congreso, que recayeron, cornoera de esperar, en su mayoria en federalistas; tainbien

    (1) Puede verse mas por menor todo lo relative e.sto Ilowbramielkto.elllos Apuntes biogrdlicos del conde del 'Venadito, publicados p' su ijieto ticapitax-i de artilieria D. Fernando de Gabriel. reixnpresos en Brgos en 1819.

    (2) Vtase ci manifiesto del Poder ejecutiro de 8 de Octubre. y ci diario 1los sucesos de Veracruz desde ci rompimiento do los fitegos, insertos ambos enel Sol de los meses de Octubre y siguientes.

    ToMo XI. 68

  • 53S HISTORIA DE MJICO.fueron noml)rados algunos centralistas, unos y otros igual.mente enemigos de Iturbide. Los masones perdieror lapreponderancia que teniari en el cougreso anterior, y losmonarquistas quedaron excluidos, no siendo reelegidosFagoaga, Tagie ni otros que profesaban aquellos principios: diOse sin embargo el f101fll)re de borbonistas a losque se inanifestaron partidarios de la republica central,pero esto era solo con el fin de hacerlos odiosos, mas noporque perteneciesen a aquel partido, que habia quedadocasi del todo extinguido, y lo habria sido enteramento, silos desaciertos de los republicanos no le hubiesen dadodespues nueva vida. El congreso cerrO sus sesiones ci 30de Octubre, un ao cabal despues de haber sido disueltopor Iturbide: cayO entonces de una manera estrepitosa,oprirnido por ci poder del trono, y ahora tuvo que deere-tar OI mismo su cesacion, cediendo a la voluntad no menos imperiosa de aquellas corporaciones que pocos mesesantes se habian sublevado contra Iturbide para ob].igarle(i restablecerlo. AbriO las suvas el nuevo ci 7 de Noviem-bre, en ci mismo dia y hora en que fu ahorcado en lapIaziela de la Cebada en Madrid D. Rafael del Riego. (1)T)ividiOse desde luego en dos partidos; los federalistas,entre los cuales ejercia grande influencia Ramos Arizpe,nomi)rado diputado por Coahuila, y los centralistas, Cu-yos mas distinguidos rnieml)ros eran ci Dr. Becerra, ciP. Mier v D. Carlos I3ustamante. Como ci grande objeto

    (1) Se entiende aten(lRla In diferencia de longitudes: esto es, jue eran lasonce do In in:ifiana en Madrid cuandQ fu in ejecucion (le Riego. y has once doIn rnaiana en Mjico cuando ci congresoabri5 sus sesiones.

  • CAPITULO X. ' 539del congresO debia ser, satisfacer los deseos de las provin-

    estableciendo la forma do gobierno la que estascias, se habian declarado, el ministro de j ustica, por Ordendel Poder ejecutivo, promo-66 en hi sesion del 14 quoesto so hiciese sin dernora. y Ramos Arizpe, corno pro-sidente de la comision de constitucion, ofreciO presentardentro do tercero dia Un proyecto de ley orgrnica quelienase aquel objeto y rigiese hasta que se publicase laCoiistituCiofl.

    1b23. Este fu el ori ren de la Acta constituti-Noviembro C'y Diciemln'e. Va, cuyo proyecto se circulO a todas las au-

    toridades el 22 de Noviembre, y la discusion sobre ellaso abriO con macha solemnidad y concurso el 3 de Di-ciembre. El punto esencial era Ia fijacion del sistema degobierno, aunque en el estado presente de las cosas, erainitil deliberar sobre ello, pues habia venido a ser indis-pensable, ceder a lo quo las provincias querian: esto eralo quo eontenia el artIculo 5.', que fu el asunto princi-pal de la, discusion. El P. Mier so opuso a la federacioncompuesta de estados soberanos, y con este motivo hizoun discurso quo pudiera liamarse proftico, en que pintotan al vivo todas las consecuencias que iban a dimanarde aquel principio, que despues ha sido reimpreso y cita-do frecuentemente, (t inedida que so han ido cuinpliendGsus anuncios. (1) Aprobado el articulo, so publicO consolemnidad, y cuando se hubo concluido la discusion dela acta toda, el congreso y ci gobierno la acompaflaron

    (1) Puede verse este discurso en el torn. VI del Cuadro histrico do Bus-tarnante, fol. 200, y en los nCuneros del Sol del mes de Dicienibre.

  • 540 HISTORIA DE MEJICO.con manifiestos en que expusieron ci espIritu con que sehabia formado y los felices efectos que de ella debian es-perarse. La ada constitutiva venia a ser una traduccionde la constitucion de los Estados-Tjnidos del Norte, conuna aplicaci6n inversa de la que en aquellos habia teni-do, pues all sirviO para li-ar entre si partes distintas,que desde su orIgen estaban separadas, formando con elconjunto de todas una nacion, y en Mjico tuvo por ob-jeto dividir lo quo estaba unido, y lacer naciones diver-sas de la que era y debia ser una sola. Esta debiO habersido la Constitucion de la reiniblica, pues contenia lasbases fundamentales del gobierno, dejaudo todo lo con-cerniente a su ejecucion para establecerlo por leyes, cu-ya variacion no hubiese estado sujeta a las mismas for-mas requeridas para modificar aquella, la que habria sidode esta manera mas sul)sistente, facilitandose su obser-vancia por las mejoras que sin tocar en sus partes esen-ciales, podian haberse introducido en las accesorias: masel congreso hizo que fuese en parte de la constitucionmisma, y como muchas de estas, tales como ci modo dela eleccion de diputados y las facultades del congreso ypresidente, se tomaron de la constitucion espafiola, lamejicana vino a ser un ingerto monstruoso de la de losEstados-Fnjdos sobre la de Cadiz de 1812. La distribu-cion de rentas entre la federacion y los Estados se hizopor una ley, y en esta y otras cosas concernientes al ar-reglo del nuevo sistema, se procediO entonces con mayoracierto que el que despues ha habido, quiza por no ha-berse desarrollado todavIa en toda Sn extension las pre-tensiones excesivas de los Estados y todos los dems

  • CAPTCLO X. 541inconveflientes que han sido efecto de la prctica delsistema rUiSUlO, y que naturahuiente van cada dia en au-mento.

    1824. >Parecia que con la publicacion del ar-Enero :JuniO. ticulo . de la Acta constitutiva, hubiese

    debido calmar la inquietud quo agital)a la nacion: peroen vez de esto las revoluciones se multiplicaron desdeentonces con diversos intentos. Causha1as a veces lafalta de disciplina introducida en el ejrcito por las re-voluciones mismas, y este fu el origen de la que aeon-teciO en Quertaro, excitada por el l)atallon de infauterianimero S. que puso en prision al comandante generaly en riesgo de ser saqueada la ciudad: el general Bravoque Se hallaba con su division en Celaya, en cumpli-miento de las disposiciones del Poder Ejecutivo, paracastigar aquel desOrden disolviO el cuerpo que lo causO ehizo aplicar la pena debida a los principales motores,sufriendo la capital algunos sargentos. (1) En Puebla, sequiso acelerar el establecimiento de las autoridades le-gislativa y ejecutiva del Estado, sin esperar el decretoque para ello habia de darse por el congreso, previniendoel modo de proceder It ejecutarlo, y en una junta que secelebr, se nombrO un gobierno de tres individuos, sien-do uno de los motivos que se presentaron para este atro-pellado procedimiento, la ruina de las fiIbricas de aquellaciudad por la introduccion de los tejidos de algodon ex-

    (1) 'Vnse ci decreto del Poder Ejecutivo y la prociama de Bravo de 9 deEnero al disolver ci cuerpo. en la Gaceta extraordinaria de ii de Enero, to-mo III. utim. 9. fol. 29.

    I

  • I542 HISTORIA DE MEJ1CO.tranjeros, cosa que no podia ser remediada por las auto...ridades del Estado. pues segun la misma acta que estabadiscutindose, dependia del congreso general la forma.cion de los aranceles de las aduanas maritimas. El co-mandante general Echavarri se manifestO decidido a sos-tener lo que se lialiia heelio en Puebla, y conio con estaocasion el Poder Ejecutivo hubiese dispuesto que fuese cigeneral Gornez Pedraza a recibir el maiido politico y mi-litar, Echvarri se puso en defensa juntando las miliciasnacionales que se habian formado en lit provincia. El Po-der Ejecutivo comisionO entonces al general Guerreropara que eon la fuerza que lievaba, unida t la que enCholula habia reunido Pedraza, pusiese a Oste en pose-sion del mando, como lo ejecutO sin mas oposicion, ha-.bindose dado Orden a Echvarri para presentarse al go-bierno en Mjico. (1) Nuevas turbulenejas promovidasen Cuernavaca por el teniente coronel Hernandez y porotros en Cuautla, pidiendo el despojo de empleos de losespafloles y aun la expulsion de estos, obligaron a Guer-rero a marchar al Sur, hahiendo logrado tranquilizarlotodo con solo su presencia. (2)

    1824. >>Pero mientras se sofocaban fdilmente to-Enero iJunjo. dos estos movirnientos en las inmediaciones de

    la capital, dentro de ella misma estallo otro mucho maspeligroso. El general Lobato pidiO a mano armada lo mis-mo que habia pretendido Hernandez en Cuernavaca: en elcuartel de su cuerpo, que era el convento extinguido de

    (1) (faceta d& gobierno del ines de Enero.(2) Ider,j.

  • CAPITULO X. 543Belernita s , se fueron reuniendo casi todas las tropas tie laguarnicion. y el Poder Ejecutivo. reduciclo entonces aMichelena y Dominguez por ausencia dc Guerrero. viOpasar delante de los balcones de su despacho, en el pala-cio, al batallon nmero 3, con milsica y banderas, quesali de su cuartel en el mismo palacio para trasladarse alde Belemitas. El Poder ejecutivo entonces, abandonadode todos, paso al salon del congreso que se habia reunido,para infor'uarle del triste estado en que las cosas se en-contraban, no contando ci gobierno con mas fuerza quecon la escasa que tenia el hatallon ni'imero 7, mandado porDon Felix Merino, y la guardia nacional recientementele'vantada, cuyo comandante era D. Pablo Obregon. Ha-llbase en Mjico procesado D. Antonio Lopez de Santa-Anna, que ansioso per distinguirse en alguna revolucion,se ofreciO como mediador: mas el congreso conducindo-se con suma energfa, a pesar de la situacion apurada enque se encontraba, rehusO oir exposicion alguna de losrevoltosos, mientras estos no hubiesen dejado las ar-mas, (1) y mandO que todos los oficiales del ejercito queno se hallasen con los facciosos, se presentasen a la de-fensa tie la 1)atria, declarando traidores y fuera de la leya. todos los que no compareciesen dentro del trmino pieci Poder Ejecutivo sealase. (2)

    >>Esta resolucion del congreso, autorizada por ci respe-to que entonces se tenia a este cuerpo, y el transcurso detiempo a que las contestaciones que mediaron dieron lu-

    (1) J)ecrt'to d' 21 de Euero as dos de la mailana. Gaceta de 31 del inismo.(2) Deer,-to t l 2, 1)de Enero. Gaceta de 31 do idern.I

  • 544 HISTORIA DE ME.JICO.gar, amedrentaron a los sediciosos, quienes viendo quenadie les seguia y c1ue Bravo con las tropas que tenia ha-jo sus rdenes en Celay a. Guerrero con las de Cuernava-ca y Pedraza con las de Puebla, se disponian a marcharal socorro del gobierno, se sometieron a este. El Poderejecutivo habia regresado al palacio acompaflado proce-sionalmente por el cougreso, que por algunos dias tuvosus sesiones en ci salon del mismo palaeio, pero aunquetodos los cuerpos de la guarnicion hubiesen vuelto a laobediencia, quedaban todavIa insubordinados los gra-naderos a caballo, que mandaba Stboli: redujOselessin embargo, y Stboli fue condenado a la pena capi-tal, que no se ejecutO, eonmutndosele en destierro. (1)

    ReprimiOse con esto la revolucion que se atrihuy(5 adiversas causas, acusando Lobato ii Michelena y a Santa-Anna de ser los principales promovedores de ella: mas nopor esto quedO sofocada la pretension del despojo de losespaoles que cada dia tomaba mas fuerza, y se la diO

    1824. aun mayor la proposicion que al mismo in-Enero aJunjo. tento hizo en el congreso Ramos Arizpe.

    Santa-Anna fu absuelto en la causa que Se le habia for-mado, conformndose ci comandante general Barragancon el parecer del asesor Lie. Alvarado, quien asentO en

    (1) Una de las razones que se tuvieron para esta conmutacion de peita,fu estar casado Stboli con una hija del escultor Tolsa, que hizo la esttuaecuestre de Carlos IV. Vanse para todo este suceso las Gacetas y dems pe-riOdicos deEnero. El Sol quo tenia el eplgrafe Post nubila Plioebiis.> lo caiu-bW en aquellos dias en solo kNubila,o y luego clue se ealm in reo1ucioii pusopor algunos chas Post nubila clarior.>

  • CIP1TCL0 X. .45

    o, que muy lejos do merecer castigo por la revolucion deSan Luis, era digno de elogio y prenhio. no menos quepor la de Veracruz de que aquella no era mas que unacontinuacion, pues habiendo adoptado la nacion el siste-ma federal que proclamO, hal)La de este modo sincerado laconducta de aquel general. Este dict.men y el auto deaprobacion do Barragan, se mandaron insertar en Ia Ga-ceta del gol)ierflo y copiar en la rdtn general de la pla-za: no es extraflo, pues, que el es 1nritu de revolucion ha-ya ecliado tantas raices, cuando so encontral)a apoyadopor la sancion judicial que le daban tales declaracio-nes. (1) Santa-Anna fuO nomlirado cornandante generaldo Yucatan y paso a aquella peninsula a desempeflareste ernpleo, al que se agregO el de gobernador del Es-tado.

    Por ese tiempo fallecieron de enferinedad varios jefesde los que liabian figurado en la insurreccion de 1,910 a119. Entre ellos se contaba. D. Jos Francisco Osorno,jefe principal de las fuerzas do los ilanos de Apan. Falle-ciO en la hacienda de Teeoyuca el 20 do Marzo de 1824,y so le diO seputura en la parroquia de ('hirnahuapan.En su partida do eutierro se le llaIflal)a

  • 340 HISTOR1A DE MEJICO.ron los comisionados noiubrados por el gobierno ing1sPara reconocer el estado del pals infortuar sobre la Se-guridad y ventajas que ofrecia, Para eutrar en relacioiiescon el gobierno establecido. Furonlo los Sres. Harvey.Ward y U-Gorman: este ltimo vino Para quedar en. Ca-lidad de cOnsul general, en la que fuO reconocido. Eusu trusito de Veracruz, se evitO que pasasen por Pue-bla, ciudad todavIa coumovida con las recientes inquie-tudes y mal dispuesta contra los extranjeros: en Mji-co, fueron recihidos con ostentacion y obsequiados por elPoder ejecutivo, y aunque liubiesen presenciado la revo-lucion de Lobato, durante la cual jasaron una nota in-dicando que se retirarian si aquel desOrden iba aclelan-te, los informes que hicieron a su gobierno hubieronde ser satisfactorios, segun los resultados que produ-jeron.

    1824.,iPubticada Ia acta coristitutiva el 31 deEnero A

    Junjo. Enero, se diO Orden por el congreso iara quolos iudividuos propietarios del Poder ejecutivo, se presen-tasen a desempeflar SUS funciones, y a Miclielena se leconcediO permiso Para retirarse cuaudo hubiese Ile-adoalguno de los propietarios. (1) Ecectuolo a principios deMarzo el general Bravo, v el Poder ejecutivo quedo corn-puesto de Oste, Dominguez y Guerrero, pues aunque tarn-bien vino Negrete, i pretexto do enfermedad, no quisovolver al go1)ierno. Michelena fuO nombrado ministro pie-nipotenciario y enviado extraordinario en Inglaterra, diu-dosele por secretario D. Vicente Rocafuerte, uativo de

    (1\ Gaceta del nies de Abril y prtncipios de Mayo.

  • CAPITtLO X. 547Quito, en consideracion a su conocimiento de idiomas ad-quirido en sus 'viajes en Europa. Michelena fu revestidode amplias facultades para cornpra de huques, armas yvestuario con el producto de los emprstitos, y aunque nosiempre procediO Con acierto en este encargo, lo hizo porlo menos con honradez. EnibarcOse en la fragata deguerra inglesa Valerosa, que se hizo % la vela el 21 deAbril.

    En Guadalajara, que liamaremos en adelante con cinombre de Estado de Jalisco, que se le diO en la actaconstitutiva, se manifestaba siempre un espIritu de opo-sicion a todas las providencias del congreso y del gobier-no, que hacia sospechar que las miras de los que alli go-bernaban eran otras que las de federacion, y lo mismoacontecia, aunque por diversos motivos, en ci Estado ye-cino de Zacatecas. Con tal motivo, se dispuso por ci go-bierno que fuese a tomar el mando militar del primero, cigeneral Herrera, en cuyo lugar entrO en el ministerio deguerra el general D. Manuel de Mier y Tern. (1) Por cimismo tiempo habian estallado en el de Puebla sedicio-nes en diversos puntos, de la naturaleza mas temible, ala -,-oz de expulsion de espafloles. Vicente Gomez, de tanhorrenda nombradla en la insurreccion, levantO una cua-drilla de asesinos con la que entrO en Izcar, donde 'viviaretirado y ocupado en sus negocios el c.oronel D. Felix deLa Madrid, a quien sacO de su casa asi como a su cajeroD. Domingo Abariega y a un dependiente de la hacien-da de San Nicols, y conducindolos a las inmediaciones

    (1) Este nombramiento se hizo el 11 tie Marzo. Gaceta del 13 del mismo.

  • 548 HISTORIA DE MEJICO.

    de Huejocingo. los hizo colgar de los rboles y atravesarcon las espadas. (1) EscapO de igual riesgo ci coronel DonCalixto Gonzalez de Mendoza, por su resolucion y extraor-dinario esfuerzo, (2) y en la falda opuesta del volcan ha-cia iguales correrias Loreto Catao, de no menos mala fa-ma que Gomez. El teniente coronel Reguera, que en IaCosta chica se habia manifestado decidido realista y habiasido cruel perseguidor de los insurgentes, se declarO aho-ra contra los espafloles hacindose fuerte en ci memorableCerro Colorado. Para contener tales movimientos, habien-

    1824. do sido removido del mando de la provinciaEnero tJunju. de Puebla y mandado procesar Gomez Pedra-

    za, por haber heclio salir de aquella ciudad al generalArana y por el accidente ocurrido al comandante de lafragata inglesa Valerosa, que fu robado y maltratado porlos ladrories en ci camino de Puebla (. Perote, (3) fu iioin-brado Filisoia, quien con la division de Guatemala se ha-ilaba acuartelado en Orizaba: nias como por ci tino conque Gomez evitaba todos los golpes que contra el se corn-hinaban, se tenia en ci Poder ejecutivo un despacho par-

    (1) Vtase ci parte de Filisola tie 21 tie Abril. en euyo dia en el anterior secornetieron estos asesinatos. Gaceta tie L de Mayo.

    (2) Al retirarse de Atlixco t Puebla. f'u sorprenditlo por una partida degente de Gornez en una yenta estando sus caballos a la puerta. y toinando enla mano ci rasero de la medida do ]as sernillas, asaitti hizo huir it los asesi-nos. recobri sus caballos v arinas y se puso en salvo. Le acompailaba su hijoel general Mendoza. que se lo reflriO a D. Licas Amman.

    (3) Pedraza fu absuelto tie estos cargos. Vtase ci parecer tie asesor y de-creto relativo. en las Gacetas del gobierno, y adeius se publicO en la tirden tiela plaza.

  • CAPITULO X. 549ticular, en el que se acordaban todas las providencias con-cernientes la persecucion de aquel. Gomez durO largotiempo haciendo la guerra de montafla en que era tan(hestro, y habiendo acabado por tener que ponerse a dis-posicion del gobierno, se le maridO con finado a Califor-nias, de donde pasO a Sonora y allI fu muerto de unapuilalada en rifla con uno de sus compaileros. Regueratuvo tambien que entregarse en el Cerro Colorado al co-ronel Villa Urrutia, quien lo mandO preso a Puebla, (1)liabiendo logrado fugarse en el camino.

    Eran mas graves cada dia las ocurrencias de Guada-lajara. No solo rehusaron aquellas autoridades recibir yreconocer al general Herrera, sino que daban acogidatodos los enemigos del gobierno: ejercian facultades queestaban lejos de competirles, segun la acta constitutiva,desarrollndose mpliamente los principios de indepen-dencia que Cruz habia planteado en oposicion a los vire-yes, y por la imprenta se daban zt luz los papeles massediciosos, atizando la discordia el ex-ministro Herrera,que se liabia retirado a aquella ciudad i la casa del canO-nigo D. Toribio Gonzalez, conocido por iturbidista, condiversas publicaciones especialinente contra Negrete. (2)Hablabase sin rebozo del regreso de Iturbide, y todas las

    (1) (laceta extraordinaria de 28 (Ic Mayo.(2) Tales corno ci folleto titulado: .0bservaciones a la carta que el general

    Negrete dirigid ni ciudadano gobernador de Jalisco Luis Quintanar.> Vansesobre todo esto los discursos pronunciados por los ministros de relaciones yguerra. en la sesion del congreso de 8 de Junio. que 8e imprimierOn separada-mente v ftieron la deelaracion de guerra contra las autoridades de Jalisco.

  • 550 HISTORIA DE MEJICO.disposiciones se encaminaban a levantar fuerzas ocupan-do con eflas los puntos mas importantes por el lado deColima. En vista de estos hechos, se acordO por el go-bierno que Bravo y Negrete volviesen a aquel Estado conuna fuerte division, y para que la falta del primero no sehiciese notar en el Poder ejecutivo, vino a reemplazarleVictoria, quedando entonces aquel cuerpo formado porste, Guerrero y Dominguez. Bravo y Negrete ilegaronA los linderos de .Jalisco, y aunque se tratO de detenerloscon las contestaciones ental)ladaS por acjuellas autorida-des, marcharon sobre la capital, la que ocuparon sin re-sistencia el 11 de Junio, mediante una especie de conve-nio con los generales Quintanar y Bustamante. D. Jos(,-Joaquin de Herrera quedO en posesion del mando militar,y habiendo querido hacerse fuertes en Tepic D. EduardoGarcia, pariente de Iturbide, y el Baron de Rosseinberg,aventurero aleman, a quien el mismo Iturbide habia dadoel grado de teniente coronel en el ejrcito mejicano, fue-ron atacados por el coronel D. Luis Correa, quien habin-doles derrotado y cogido, los mandO fusilar con algunosotros. Quintanar y Bustamante fueron tambien presos enGuadalajara, en donde habian pernianecido en virtud delconvenio que celebraron, y se les puso en carnino paraAcapulco, con el objeto de embarcarlos para la Americadel Sur, lo que no ilego a tener efecto. Por tal motivo hasido Bravo acusado de perfidia, inas todo lo que en el Ca-so ejecutO, fu por Orden expresa pie al efecto se le diOpor el Poder ejecutivo. (1)

    1) Todos los porinenores de los sucesos (le Guadalajara y Tepic, se hallanen las Gacetas de Junio y Julio.

  • CAPLTCLO X. 551Todos estos movimientos habian puesto al congreso en

    tal aprieto, que se tratO de tomar la inedida extrema deconcentrar la autoridad en uno solo de los mieinbros delPoder ejecutivo, nombrado por ellos mismos con el titulode Suprerno director,)) para lo cjue se desigual)a al gene-ral Bravo, dndole rnuv extensas facultades, pero defini-das por la ley. (1) La creacion de este supremo magistra-do, no solo no fu proinovida por el Poder ejecutivo, sinoque se opuso a ella, y todo quedO sin efecto habiendo Va-riado las circunstancias, prn la ocupacion de Guadalajarapor las tropas del gohierno.>>

    1824. Los partidarios de Iturbide vieron descon-Eiiero iJunjo. certados todos sus planes con este golpe. Eu-

    tre tanto el caudillo cuya vuelta al pals anhelaban, se ha-ilaba en Europa, afectado profundainente por los sucesosque se operaban en su patria. Referido dejo que despuesde una larga navegacion, Iturbide Ile-6 i Liorna el 2 deAgosto de 1823 y touiO una casa de campo en las inme-diaciones, donde vivia con su fainilia. Negoeiadas lasletras que lievaba sobre Cadiz, que representaban la mi-tad de su pension anual, vino I. reducirse la suina, he-chas las deducciones de derechos de exportacion y per-dida en el cambio, a nueve mil setecientos duros. Iturbi-de penso marchar a vivir a Roma; pero por influjo delministro de Espafla en aquella corte D. Antonio de Var-gas, no se le perinitiO, y siguiO en su casa de campo,

    (1) Vase e dict'unen presentado por una coin sion extraordinaria del con-greso tie que era miembro Rai-nos Arizpe, en 6 de Abril. publicado en las dos41tims Gacetas de aquel Iues y en la primera de Mayo.

  • I352 HISTORIA. DE MJ1CO.donde, segun todos los preparativos que hacia, parecia quefuese larga su residencia en ella. En Liorna so le presen-tO D. Mariano Torrente. Habia sido este, cOnsul de Espa-Tia en aquel puerto, y se le destituyO de su einpleo, comeliberal, cuando se efectuO en la peninsula ci cambio delsisterna. Torrente so manifestO muy adicto a Iturbide, yste le correspondia con sincero afeeto, establecinWseentre ellos intimas relaciones de ainistad. El ex-empera-dor mejicano escrihiO durante su permanencia en Liornasu manifesto, fechado el 27 de Setiembre, segundo ani-versario de su entrada triunfal en MOjico, at frente delejrcito de las Tres Garantlas, y el 20 do Octubre hizoun 'viaje a Florencia, donde fuO recibido con muestras de

    mas distinguida consideracion por el gran duque deToscana. En aquella ciudad tuvo una entrevista eonLord Burgersh, y resolviO marehar a. Inglaterra, no juz-gandose muy seguro en un pais sometido a. la Santa Alian-za. Iturbide tratO do publicar en Toscana ci maniliestoquo habia escrito en Liorna; pero no habindoselo permi-tido las autoridades, so imprimiO mas adelante on LOndres,por su amigo D. Miguel Jos Quin, y fuO traducido eningles y frances. El. no haberle permitido dar a. la pren-sa su manifesto, unido at cuidado quo tenia ci goberiia-dor do vigilar su conducta, auiuentO su texuor respectoA creerse poco seguro en Italia, y, en cousecuencia, hizotodos los preparativos para no retard.ar su viaje a. Ingla-terra. I)ispuesto rpidamente cuanto era uecesario, sauddo Liorna ci 30 do Noviernhre de 1823, en un bergantmmercante ingles, con direccion a. LOndres. Le acoinpafla-ban en ci viaje sus dos hijos mayores, su sobrino U. Jos

  • CAPITULO X. 533Ramon Malo, D. Mariano Torrente y el padre Trevio.Aunque la salida se hizo con buen tiempo, cambiO muypronto este, y viendo que el temporal iba en aumento, cibuque tuvo que voiver al puerto despues de ocho dias deborrasca. Continuando agitada la mar, Iturbide resolviOsalir por tierra, y dos dias despues, esto es, el 10 do Di-ciembre, habiendo tornado dos pasaportes, el uno en noal-bre de Torrente y ci otro en el suyo, emprendiO la mar-cha con los mismos individuos. En cuanto la corte doToscana tuvo noticia do la salida de Iturbide, ci ministro

    t324. frances mandO en su seouimiento a su secre-EneroJuuio. tario para procurar su detencion; peroItur-

    bide pasO rpidarnente por el Piamonte, y en lugar cleentrar a Francia, se volviO a Ginebra, desde donde si-guiO a lo largo del Rhin para Ostende. Sin detenerse eneste puerto mas que lo preciso, se embarcO para. LOndres,a donde llegO el L ' de Enero de 1824.

    Como los gastos quo habia hecho Iturbide con su nu-merosa farnilia eran crecidos y necesitaba guardar unadecente posicion social en el extranjero, como correspon-dia al elevado puesto quo habia ocupado, pretendiO cjueD. Francisco do Borja Migoni, encargado de negociar ciprirnero de los emprstitos que se contratO, le these de losfondos, la segunda mitad do su pension anual, por hallar-se escaso de redursos. Por la carta oficial que, en virtudde esta peticion de iturbide recibiO ci gobierno mejica-no, escrita en LOndres el 9 de Febrero por Migoni, se yeclararnente que el ex-emperador se habia manej ado conpureza en ci manejo de caudales durante su pod.er, y queno contaha con otros recursos que con los que la nacion

    ToMo XI.

    11

  • 554 HISTORIA DE MEJICO.

    le habia seflalado. "Iturbide,> dice la carta referida, ('su-

    plica o exige que Ic den doce mil pesos fuertes del pres-tamo que acaha de hacerse, a cuenta de su sueldo, 6 6 Lcuenta tie los intereses cjue tiene en Mjico, para lo queesta cornisionado el Sr. Navarrete. V. E. bien vera queestas solicitudes del Sr. Iturijide me son penosas; puessin instruccion de nuestro gobierno, nada puedo hacerpor . > Luego afiade, que segun el exmen que creehaber liecho bien, Iturl)lde no tenia recursos numera-rios; y en seguida dice, confirmando su opinion. "Elmismo Iturbide me ha asegurado que, para sul)sistir, havendido va algunas aihajas, y a su paso por FrancfortdejO un hilo y sarcillos de perlas de su mujer que costa-ron en Mjico catorce rnil pesos, y le adelantaron. porellos en F'rancfort tres mil quinientos pesos.>

    Este era el estado que guardaban los bienes de fortunapertenec.ientes al ex-emperador de Mjico cuando liego aLOndres. Ectre tanto que para vivir con la correspon

    -

    diente decencia al puesto que liabia ocupado, reciamabaque se le entregase la cantidad correspondiente 6. la otramitad de su pension anuai, cada buque que liegaba deVeracruz a Inglaterra, le lievaba cartas de diversas per-sonas en que le supheaban que volviese al pals. En ellasle decian que la repiThlica federal mantenia con dbil la-zo solamente unas poeas provincias; que los partidos sedisponian a hacerse una desoladora guerra que destruiriapor completo el pals; que entre los republicanos no habiasuficiente energia ni tacto para organizar un gobiernoestable, ni aun bastante influencia personal, aun cuandoaquel fuese duradero. para volverlo popular; que la socie-

  • CAPITELO X.

    dad vivia en el sobresalto y la desconfianza;. que lasfuentes de la riqueza publica estabau obstruidas, y enfin, que la disolucion social seria inevitable, sirlo volviaal suelo de la patria para salvarle de los males que le

    124. amenazaban. Al mismo tiempo que sus par-Enero aJunio. tidarios le pintaban con los mas 'vivos colores

    la situacion que guardaba Mejico, Iturbide sospechabaque Fernando VII intentaba enviar una expediciou parahacer que el pals 'volviese a ser colonia de Espafla. Domi-nado por esta idea, comunicO al congreso mejicano, enuna exposicion escrita en LOndres el 13 de Febrero, susalida de Italia, dando por inotivo el deseo de servir a supatria en los peligros que amenazaban su independencia,contra la que se dirigian las miras de la antigua metrO-poli, auxiliada por la Santa Alianza. Iturbide ofrecia algobierno, en esa comunicacion, no solo su persona paracombatir contra el eneinigo extranjero, sine que lievariaconsigo armas, municiones y dinero. Esla exposicion deIturbide fuO ridiculizada de una manera custica en Me-jico, por uno de los mas picantes papeles del capitanChinchilla. Entre tanto que ilegaba a su,destino el escritodel ex-emperador, ste, despues de haber permanecido enla capital de la Gran-Bretaa hasta el 0 de Marzo, saliOpara Bath, una de la ciudades mas hermosas de Inglater-ra, en el condado de Sommeset. En ci momeuto que re-parO sus averias el bergantin en que iturbide hizo susalida de Liorna y c1ue habia fletado para LOndres, volviOA hacerse a la vela, marchando a. su bordo el padre Tre-viflo, un italiano liamado Morandini que servia de inter-prete, y Alvarez con su familia. El tiernpo era bonanci-

  • 3:56 HISTORIA DR MEJICO.

    ble, y el buque no encontro contratiempo ninguno desdeque partiO de Liorna. Alvarez, con su faniilia. desenibar.c en Gibraltar para regresar a Sevilla en que tenia sucasa. -v escribiO una carta A Iturbide dicindole que ledispensara que no continuase acompaiindole. El padreTrevio y el intrprete italiano Morandini, siguieron sunavegacion a Inglaterra. La esposa de Iturbide, con sushijas v sus hijos menores, se dirigio por tierra a Inglater-ra, atravesando la Francia. El ex-emperador saliO a reci-birles a l)ouvres, a donde liegaron el 9 de Abril, y todosjuntos fijaron su residencia en Lndres. D. Mariano Tor-rente se separo de Iturbide para ir a. buscar a. su familiaa Liorria; pero aunque le ofreciO volver para acompailar-le, no IlegO a cumplirlo. Torrente se habia manifestadosurnamente adicto al ex-emperador, y ste le correspon-diO siempre con las mas sinceras pruebas de aprecio. Elprirnero sin embargo, ya fuese porque quiso hacer elrnedio de su reconciljacjon con Fernando VII el venderlelos secretos que le habia con fiado el segundo, bien otracausa cualquiera, es lo cierto quo despues trat muy des-favorableinente a Iturbide en su > lo cual de ninguna manera lefavorece a aquel escritor.

    1824. Durante la permanencia del ex-em peradorEnroJunjo. en Bath, le liegaron nuevas cartas de sus

    partidarios, solicitando con mas vehemencia que nunca,que volviese a Mjico para poner trmino a los males quoaquejaban a la patria. Los peridicos habian hablado dotodos los movimientos de Iturbide desde su liegada a.Liorna hasta el momento de haberse fijado en LOndres, y

  • PV

    CAPITULO X. 557adems di cuenta de ellos, al gobierno de Mejico, DonFrancisco de Boija Migoni, encargado, como antes he di-ebo, de negociar el primero de los emprstitos.

    El congreso mejicano, queriendo poner a raya a los par-tidarios de Iturbide y evitar cjue ste these impulsp a larevolucion Si se presentaba en el pals, como anhelabansus adictos, diO un decreto el 28 de Abril, haciendo verla, Pena que les estal)a reservada a los que fuesen aprehen-didos haciendo arnias contra lo ciue estaba establecido.Por el artleulo primero de ese decreto,

  • 558 HIST0RIA DE ME.JICO.El de ' reto dado por el congreso, se circulO I todas las

    autoridades, recomendndoles su exacto cumplimiento.No liallndose entonces ya en ci ministerio D. L(icas Ala-man, pues se habia retirado desde el mes de Enero, le to-CO firmar y circular lo dispuesto por el congreso. A DonPablo de la Liave, ministro de justicia, que estal)a en car-gado interinamentede1despaclio del de relaciones. D. Lii-cas Alarnan no 'voviO a servir ci ministerio hasta el 13 deMayo.

    Mientras el congreso ponia fuera de la ley a Iturbide,Oste, ignorando la providencia dictada contra l, y cre-yendo, por el contrario, que seria recibido en su pals co-mo el salvador de la patria, a juzgar por lo que sus parti-darios le escribian, dispuso su viaje para las costas doMjico. Su primer cuidado fu poner seis de sus niliosmayores, en diferentes establecimientos de enseflanza,donde estuviesen perfectamente atend.idos de todo, no Ile-van dose con el mas que dos rnuy pequenos, que eran DonSalvador y D. Felipe.

    Desde el momento que resolviO volver a su patria, diOaviso al ministro inglos Canning, de su prOximo viaje.

    1824. En la nota que le paso le decia, que le llama-EneroJunio. ban repetidamente de diversos puntos, con

    suma urgencia, a fin de que ci pals marchase por la sell-da de la paz y do la prosperidad; que juzgando un debertrabajar por el bien de sus compatriotas, obsequiaba el de .

    -seo manifestado por Ostos en sus continuas solicitudes, yle ofrecia que uno de sus primeros cuidados seria estable-cer relaciones de mucho inters entre Mjico y la Gran-Bretafla. En esta nota Iturbide da por imnico motivo do su

  • PF

    CAPITULO X. 559viaje, las invitaciones que de Mejico se le hacian paraquo volviese al pals, sin hacer ni la mas love mencion dotemores a invasion ninguna extranjera, cuando en su exposicion al congreso mejicano, daba per causa las dispo-siciones hostiles que atribuia a la Santa Alianza: igualcosa rpitiO a Lord Cockrane. invitndole zi ir :' tomar elcastillo de San Juan de Uua, y lo mismo se advierte enuna carLa circular que antes de ponerse en marcha din-giO en LOndres, el 6 de Mayo de 1824, a sus amigos DonMiguel J. Quin. Mathe-w Fletcher y otros. Es proba-ble, > les dice on ella,

  • HISTORIA DE MEJICO.

    cuando abdique la corona de Mjico, lo lice con gusto, ymis sentitnientos no varian. Si logro dar 'Ui plan todoel-lieno que deseo, muy pronto se vera consolidado el go-bierno de Mjico, se uniformar la opinion, y se dirigiranlos pueblos a un punto. Reconoceru todos los gravme-nes que por el estado actual pesarian solo sobre unos p0cos, y las negociaciones de minas y comercio, tomaruel vigor y estabilidad de que ahora carec-en.(reo quela nacion inglesa, que sabe pensar, deduciri muy bienpor los antecedentes, el resultado politico de Mejico.-Coucluyo con repetir a V. la recomendacion de mis iiijos,en cuya separacion dolorosisima se encontrar una nuevaprueba de los verdaderos sentimieiitos que animaii el co-razon de su muy amigo.i

    En breve tiempo quedaron hechos los preparativos parael viaje. Arreglado ya todo, Iturbide se embarcO, Bevan-do en su compaIa a su esposa, sus dos hijos mas peque-os D. Salvador y D. Felipe; su sobrino D. Jos RamonMalo, los padres Lopez y Treviflo, el italiano Morandini,y el teniente coronel polaco D. Crlos Beneski, a quienhabia recibido en Mjico, al servicio de acueI pals. Tam-bien lIevO dos impresores para dirigir una impreuta quecomprO y embarcO para lo que fuese preciso. No faliandonada para emprender la marcIa, saliO de LOndres el 4 deMayo, y se embarcO en el bergantin ingles Spring, que,por casualidad maudaba el mismo capitan Quelch que lecondujo a Liorna, saliendo de la isla de Vight el 11 delexpresado mes, el mismo dia precisainente en que un afloantes labia salid.o de la Antigua.

    No obstaute las repetidas instancias que se le habian I

  • CAPITTJLO X. 56 hecho por sus partidarios para que 'voiviese a Mejico. pin-tndole lo anhelada que era en el pais su liegada, Iturbi-de esperaba, sin duda, encontrar obstaculos que pudie .

    -ran poner en peligro su vida. Algunas palabras de unacarta que antes de embarcarse escrihiO a su hijo mayorAgust.in, jOven de diez y seis aflos a quien dejaba educan-do en el coiegio de Arnpleforch, revelan que su presagocorazon le anunciaha que su vuelta a la patria podia serde fatales resultados para su persona. En esa carta, escri-ta ci 27 de Abril de 1824, le decia: ''Varnos a separarnos,hi mio Agustin; pero no es fcii caicular el tiempo denuestra ausencia: 1T'1.1 ce: no voi calizos a re,,ios! Esta con-sideracion traspasa ci corazon mio y casi aparece mayormi pesar a la fuerza que debo oponerle: ciertamente, mefaltaria el poder para obrar, O ci dolor me consumiria, sino acudiese a los auxilios divinos, nicos capaces de ani-

    1824. marme en circunstancias tan exquisitas yEiuro aJuuiu. tan criticas. A tiempo mismo que mm espi -

    ritu es mas dbil, conozco que la Providencia divina secomplace en probarme con fuerza: si, hijo mio, quisieraentregarme a meditaciones y a cierto reposo, cuando losdeheres me impelen y ci amor me ohliga a hahiar, por-que nunca necesitas mas mis consejos y advertencias, quecuando no podras oirme, y es preciso quo te proporcioneen pocos renglones que leas frecuentemente, los recuer-dos mas saludables y mas precisos, para que por ti mis-mo coriijas tus defectos y te dirijas sin extravio al bien.Mis donsejos aqul seran mas que otra cosa, una indicacionquo recuerde lo cjue tantas veces, y con la mayor efica-cia, te he dicho. Le dice en seguida . 'que se halla en la

    ToMo XI. 71

  • 562 HISTORIA DE MJICo.

    edad mas peligrosa, porque es la de las pasiones mas vi_vas, la de la irreflexion y de la presuncion en que se creeque todo se puede;. le recornienda que

  • CAPITtLO X. 503

    1824.Muy preocupado con los sucesos .que p0

    Julio. drian sobrevenir con su ilegada al suelo de lapatria debia marchar Iturhide durante la navegacion. El29 do .Julio arribO a. la bahIa de San Bernardo, en la pro-vincia do Tejas. Acaso le llevO el objeto de ver si se hafla-ba alli el coronel Trespalacios que el ailo anterior habiaintentado hacer una revolucion en su favor. Saltaron a.tierra el coronel polaco D. Crlos Beneski y D. Jos RamonMalo para ver si encontraban alguna poblacion: pero noviendo ninguna, volvieron a. bordo, y el bergantin so hi-zo de nuevo a la vela, con direccion a Tampico, el L' deJulio. Fuertes vientos contrarios se desataron de repenteque hacian penosa la navegacion, y habiendo escaseado abordo el agua, Iturbide hizo echar el ancla en la barra doSoto la Marina en 14 do Julio. Inmediatarnente mand atierra a. P. C.rlos Beneski para quo tomase informes del es-tado que guardaba el pals y poder obrar en consecuencia.Con el fin de que no se sospechase su liegada y de tonerinforines exactos, I3eneski so preseutO a. D. Felipe de la Gar-za, cornandante general del estado de Tamaulipas a que per-tenecia ci puerto de Soto la Marina, con una carta de reco-mendacion del padre Trevio, confesor de Iturbide, con fe-cha supuesta en LOndres. En ella se fingia quo l3eneski yun compaflero ingles que con l iba, que so habia quedadoa. bordo, marchaban con ci objeto de presentar al gobiernoUn plan de colonizacion par gente irlandesa, propuestopor tres casas principales do Inglaterra. Garza recibiOafablemente a. Beneski, creyendo que realinente no teniasu viaje otro objeto que el que la carta decia, y le pre-gunto par Iturbide. Beneski le coutestO que le habia deI

  • I504 HISTORIA. DE MEJICO.jado bueno en Inglaterra con su faniilia, y tocando coprudencia el punto respecto a la opinion que el gobiernotenia formada do el, supo que so hallaba puesto fuera dela ley. Obtenido el permiso para que desembarcase con sucompariero ingles, l3eneski volvi a. bordo en la maanadel 15, Ilevando la carta que Garza le diO contestando a.la que le habia presentado del padre Treviflo. (1)

    No obstante la mala noticia que le diO Beneski a. Itur-bide, del decreto dado por el congreso, resolviO saltar atierra y tener una conferencja con Garza. Le habian lie-vado a su pais las mas sanas intenciones de ver si podiaunir la opinion para que establecida hi paz, la nacion soencoutrase fuerte para rechazar cualquiera invasion cx-tranj era que so intentase, y quiso saber, por Si mismo, elestado que guardaba la opinion pblica. Conociendo, sinembargo, el peligro a que so exponia Si saltaba a. tierra,pero resuelto 6, verificarlo, escribiO una carta, antes dedesembarcar, a su corresponsal de Lndres P. Mateo Flet-cher, que decia asI:

    iMi apreciable amigo: hoy voy a. tierra acompaado so-

    (1) Beneski (lice, en la relacion que publicO, ciue Garza Ic babia dado unacarta para Iturbide. IIaLu'in(loIe cinperador d inst;udoIe i que bajase l tierra;pero esto es del to(lo falso. cotno lo prohd Garza de la manera inns cumplidacon las deciaraciones que Iiizo se tornasen al padre Trevino y al sobrino de Itur-bide I). Jose Ramon Malo. Puede verse sobre e. to ci opiseulo quo en 1826 pu-ljljcO en Mjico D. Crlos Maria Bustarnante con ci titulo de

  • CAPiTULO X. 565lo de Beneski, a tener una conferencia con el general quemanda esta provincia, esperando que sus disposicionessean favorables a ml, en virtud de que las tiene muybuenas en beneficio de mi patria. Sin embargo indican noestar la opinion en el punto en que me figuraha, y no se-r dificil que se presente grande oposicion y a? ' )? ocuiian(les(Jiactas. Si entre est.as oez'iuiesc i/ fallecimie;ito, miinujer entrar con usted en contestacion sobre nuestrascuentas v negocios pendientes; inas yo, entre tar1tO, nopuedo prescindir de renovar po'ia este caso, los encargos ilusted con respec.to it mis hijos, it quienes ruego prestelos mismos auxilios, por iiuestra arnistad, a su bcneficio,cuidando especialmente de que se conserven siempre enla religion de su padre. No puedo decir mas sino que esde usted su afectisimo amigo Q. S. M. B.Agustin deJ(uiithle .Sr. D. Mateo Fletcher.LOndres.

    1824. Escrita esta carta, Iturbide mand dispo-Julio. ner ci bote, y entrando en ol on Beneski, se

    dirigiO, it las cinco de la tarde del mismo dia 13, al sitioilamado la Pescaderia, situado a una legua, rio arriba, sintocar en el destacamento de la harra, creyendo acaso quealli no hubiera 'vigilancia y que podria presentarse a Gar-za antes de ser visto por alguno. l3eneski saltO a tierra,dejando el bote retirado con los marineros que habian idorernando, 'v pidiO que se le these un mozo y dos caballosensillados para ir it Soto la Marina con su compailero, aver al comandante general Garza, mostrando la licenciaclue ste le habia dado. Iturbide, entre tanto que facili-taban it Beneski los corceles y ci guia, se quedO en el ho-te, reclinado junto al timon, cuinerto con un capote que

  • .)U) HISTORIA DE MEJICO.

    le tapaba rostro y cabeza, (1) como persona que se hafla-se algo iridispuesta de salud. Dispuestos los caballos, ymontados en los suyos Beneski v el mozo que pidi, queera soldado nac.ional, se acercaron a la orilla con el quodebia montar el supuesto ingles, cornpaero de Beneski.Los marineros tomaron entonces en brazos a Iturhide,que continuaba cubierto y en la misma postura, y asile sacaron a tierra. Entonces el exemperador se quitoel capote, que lo entregO I uno de los marineros, c1ue-dando vestido con levita y pantalon negros, pero cubier-ta en parte la cara con un paflueo, y montO a caballocon una destreza y agilidad que llamO la atencion, porno ser cornunes en los ingleses. Eran ]as seis de la tardecuando esto acontecia, y sin detenerse un momento, em-prendieron la rnarclia para la villa de Soto la Marina. Lagallardia y facilidad con que habia montado a caballo, elhaber perivanecido en el bote envuelto en el capote y lainanera con c1ue saliO a tierra sin despojarse del paflue-lo que le cubria parte del rostro, parecieron cosas algoextraflas al cabo Jorje Espino, encargado de aquel punto,y, en consecuencia, despacho a poco un correo al generalGarza, con ci parte de lo ocurrido, duindoie Orden de queen la noche adelantara a los pasajeros a fin de liegar an-tes que ellos. Poco despues de haber enviado el correocon ci parte, hablando sobre ci suceso el eabo con DonJuan Manuel de Aznzolo, tenieute coronel retirado, ycornerciante de Durango que se hallaba casualmente alili,

    (1) Asi consta de la importaute relacion quo Garza (116 al ministro do laguerra, al referir el desembarco do Iturbide. I

  • CAPfTULO X. 507por motivo de sus negocios, vino a. confirinarse en SU SOS-pechas. P. Juan Manuel de AzUnzolo liabia conocido a.Iturbide en Mjico, y le dijo al cal)o que el individuo dis-frazado se parecia en el cuerpo al exemperador. Actocontinuo hizo montar el cabo tres soldados, dndcles Or-den de que alcanzasen ;i los viajeros y les condujesen zila presencia del comandante general P. Felipe de la Gar-za. I). Agustin de Iturbide, Beneski y el mozo que lieva-ban, se habian quedado a. dormir en una rancherIa ha-inada de los Aioyos, distante siete leguas del punto enque habian desembarcado. Como en ac1uel sitio apartadono habia posada ninguna, se hallaban acostados al raso,tapados con sus capotes. Los soldados que liahian mar-chado en su alcance, caminaban entre tanto a toda prisa,y a. las cuatro do la maana liegaron al sitio en que dormian. Al ruido de los caballos y a las voces dadas por losque habian ido en su alcance, despertaron sobresaltados.Los soldados les liicieron saber el objeto que lievaban de

    1824. acompaflarles a. la presencia de Garza. BeJulio. neski resistia el que les acornpaasen; pero

    los soldados, manifestaron quo no podian prescindir decumplir con la Orden que el cabo Jorje Espino les habiadado. Beneski les propuso entonces que escrihirian unacarta a. Garza para que uno de los soldados ha lievase y soquedasen los otros dos alli con ellos. En todo esto Iturbi-de no tornaba parte, sino que seguia callado y cubierto.Aceptada la proposicion, Beneski escribiO la carta, y elsoldado partio inmediatarnente con ella. Entre tanto quodesempeflaba su comision, Iturbide y Benesid entraron a.una clioza hecha do paja que habia alli cerca, a fin de es-

  • 568 HISTORIA DE MEJICO.tar con alguna mas comodidad, pero siempre acostado ycubierto el primero. Eran las diez del dia cuando el cor-reo enviado por el cabo y el soldado que llevai)a la cartade Beneski, se presentaron a D. Felipe de la Garza. Sinprdida de moniento reuniO Oste los soldados que pudo, yacompaado de los oficiales, marcliO en seguida hwia elrancho do los Arroyos donde se liabian quedado los viaje-ros. A las cuatro do la tarde Ile-6 Garza con su geate alexpresado sitio, y entrando en la choza en que estaianBeneski y su compaflero, so acercO 't ste, y reconociendoinmediatamente al ex-emperador, le dijo: Qu es esto?,Que anda usted haciendo por aquI?
  • CAPITtLO X. 569despues de hacerlo, Iturbide saludO a. los oficiales queacompaflaban al comandante general. ('He querido ye-nir a. esta proviucia,> afladiO en seguida, porque es jus-tamente la que menos me quiere, desearido evitar asi queun grito de cualquier imprudente comprometiese la quie-tud y el Orden.? -

    Don Felipe de la Garza mand a su gente que eusilla-se los caballos para dirigirse todos a Soto la Marina, yentre tanto dispuso que se le sirviese chocolate a. Iturbi-de, como era costumbre entonces en Mjico y en Espa-a de tomarlo ;k las cuatro de la tarde, adems del quese tomaba en el desayuno. El ex.-emperador, saboremndo-lo, dijo que era el prirnero que tomaba despues do su sa-lida de Mjico. Durante el tiempo que durO el chocolate,Garza le hablO del parte ciue el cabo Jorje Espino le habiaenviado de la costa, pintndole la manera extrafla conque se habia presentado y salido a tierra; a lo que Iturbi-de contestO: 4y que el no se habia disfrazado; que estuvorecostado por el mareo continuo de los viajes; y que el pa-fluelo se lo puso en el rostro para evitar el piquete de losinfinitos mosquitos.

    1824. Dispuesta la marcha por Garza, volvieronJulio. a. montar Iturbide y Beneski, y todos juntos

    se dirigieron a. la villa. El ex-emperador que iba al ladode Garza, dijo gozando con la vista de la pintoresca cam-pia que le rodeaba, Despues de algunas horas de marchar caminando,le preguntO a. Garza,

  • 57 HISTORIA. DE MEJICO.

    prepare -N. ponga en defensa contra las tramas que seurden en los gahinetes de Europa Para restablecer el do-minio colonial.> La noche y las incomodidades del cami-no cortO la conversacion, marchando todos en silencio.Liegados a Soto la Marina, se le puso en prision con sucompaflero Beneski, custodiado por quince soldados conun oficial. v se le sirviO en segnida la cena, en la quetom con sumo placer, las alubias, ilamadas en el palsfrijoles, que es un Plato dispuesto de una manera espe-cial que suele servirse al ltimo. Beneski repu.gnabaocupar una mesa desnuda; Pero Iturhide le dijo: aNNuncaes malo lo que el tiempo ofrece. Terminada la cena, sopuso ;i escribir por largo rato, y en seguida se acostO enun catre que se le habia dispuesto. Sn sueflo fu tran-quilo y profini. Hahiendo despertado -como a. las ochode la maana del dia siguiente 17, se levantO y se puso a.escribir. A las diez entrO un ayudante de Garza ii decirleque Se dispusiese Para morir zi las tres de la tarde. Al oiresta intimacion, se puso en piO y dijo con serenidad: ContinuO en se-guida escribiendo una exposicion que habia empezado a. hacer Para dirigirla al soberano congreso. La peticion de quose ilamase al capellan qu.e estaba a bordo, le fu negada,.porque en enviar por el y on que ilegase era preciso quetranscurriesen algunos dias. Entonces entregO al ayu-dante que fu6 a. ilevarle la negativa, la exposicion Parael congreso, suplicando que se pusiese en sus manos, yque se le permitiese hablar con Garza. Esto iItimo le fu I

  • CAPITULO X. 571negado. Entonces pidiO un sacerdote y que se le diesen tresdias para disponerse como cristiano. D. Felipe de la Garza,dominado de nobles sentimientos y sindole en extremo pe-noso tener que cuinplir con la dura obligacion que, comocomaudante general, le tocaba contra un hombre que sehabia presentado indefenso y solo, y hacia quien teniamotivos de gratitud, pues en la revolucion que promoviOcontra l no solo le perdono sino que le dejO con el mando de la provincta, juzgO que bien podia conceder al pre-so el plazo que pedia, sin faltar a. su deber, como militar.Inclinado a. la piedad por sus sentiinientos humanitarios,resolviO suspender la ejecucion, viendo que en ese plazode tres dias que pedia Itu.rbide, podia preseutarle al con-greso