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ORIGINAL REV NEUROL 2008; 46 (1): 13-17 13 INTRODUCCIÓN Múltiples factores de riesgo cardiovascular se han identificado también como factores de riesgo de deterioro cognitivo, en ge- neral, y de la enfermedad de Alzheimer (EA), en particular [1]. El síndrome metabólico (SM) constituye un conjunto de facto- res de riesgo cardiovascular caracterizado por anormalidades en el metabolismo de la insulina, la glucosa y las lipoproteínas, asociado a hipertensión arterial (HTA) y obesidad [2-7]. Ade- más, se ha sugerido que podría contribuir en la patogenia de la EA [8]. Los mecanismos vasculares podrían ser los responsa- bles de la contribución de los factores de riesgo cardiovascular en el deterioro cognitivo [9]. Se ha registrado una asociación entre SM y EA en muestras clínicas [10]. pero existen discre- pancias entre los estudios con muestras comunitarias [11,12]. El SM, a su vez, se ha relacionado con un incremento del deterio- ro cognitivo en muestras geriátricas jóvenes [13] pero no en edades superiores a los 85 años [14]. Actualmente todavía se desconocen las posibles diferencias en las manifestaciones clí- nicas y la evolución de los pacientes con y sin SM. La prevalencia del SM se incrementa con la edad; en mues- tras geriátricas alcanza una prevalencia de entre el 22,6% [12] y el 40,0% [13]. La variabilidad puede explicarse por los criterios diagnósticos utilizados [14]. La relación entre la EA y la edad [15] y que el SM puede formar parte de los mecanismos fisiopa- togénicos de la EA [10,11] permitirían esperar una prevalencia todavía superior en estos pacientes. El SM en la población general se ha asociado a la diabetes, a las enfermedades cardiovasculares, a la mortalidad global [16, 17] y a la mortalidad por enfermedad coronaria [17,18]. El in- cremento del riesgo de enfermedades cardiovasculares parece ser superior en el sexo femenino [19]. En la población geriátri- ca se mantiene la asociación entre el SM y la enfermedad car- diovascular [20], pero se pierde la relación con la mortalidad [21]. No se dispone de estudios concluyentes sobre la influencia en la mortalidad del SM en la EA [22-24]. Los objetivos del presente estudio son conocer las diferen- cias clínicas y evolutivas de los pacientes con EA con y sin SM en una muestra clínica a los que se les ha prescrito inhibidores de la colinesterasa o memantina. PACIENTES Y MÉTODOS Se efectúa un análisis retrospectivo de una serie clínica. Los pacientes in- cluidos en el presente estudio fueron seleccionados entre los pacientes del dispensario de la Unitat de Valoració de la Memòria i les Demències, e in- cluyen a todos los pacientes diagnosticados de EA entre enero de 2001 y ju- nio de 2005, y a los que se les prescribió donepezilo, rivastigmina, galanta- mina o memantina. Se excluyó a los pacientes de quienes se desconocía su estado vital o no habían realizado por lo menos una visita de control duran- te el año previo a su muerte o a la finalización del período de estudio, en el caso de los supervivientes. Diagnóstico de enfermedad de Alzheimer El diagnóstico clínico de EA probable incluye una historia clínica completa, una exploración médica, neurológica y neuropsicológica, tomografía axial computarizada (TAC) craneal y una analítica que incluye hemograma, bio- química, vitamina B 12 , ácido fólico y tirotropina (TSH). La valoración cog- SÍNDROME METABÓLICO EN LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER: INFLUENCIAS CLÍNICAS Y EVOLUTIVAS Resumen. Introducción. El síndrome metabólico (SM) comporta un incremento del riesgo para desarrollar la enfermedad de Alzheimer (EA), pero se desconocen las implicaciones que comporta su presencia cuando la enfermedad ya está establecida. Objetivo. Valorar la influencia del SM en las manifestaciones clínicas y sus efectos sobre la mortalidad en pacientes con EA tra- tados con fármacos contra el Alzheimer. Pacientes y métodos. Estudio de cohorte retrospectivo con 751 pacientes ambulatorios de un servicio de demencias que fueron diagnosticados de EA y a los que se les prescribió inhibidores de la colinesterasa y/o me- mantina. Se efectúa una recogida estandarizada de los datos de la historia clínica de los pacientes. Resultados. El tiempo medio de seguimiento es de 27,52 ± 12,15 meses. La frecuencia del SM es del 24,6% (n = 185). La mortalidad durante el período de estudio fue del 14,0% (n = 105). Los pacientes con SM son más jóvenes, presentan un menor deterioro cognitivo y funcional, una mayor comorbilidad orgánica a expensas de enfermedades cardíacas, consumen más fármacos y reciben con menor fre- cuencia antipsicóticos atípicos a expensas sobre todo de la olanzapina. Incluyendo en el modelo la edad, el sexo, las subescalas de actividades básicas de la vida diaria y trastornos de la conducta de la escala de Blessed (BDRS), el índice acumulativo de en- fermedad (CIRS)-corazón y el test minimental de Folstein (MMSE), el SM no incrementa el riesgo de mortalidad. Conclusiones. Los pacientes con SM son diagnosticados de EA en una edad más joven a pesar de un menor deterioro cognitivo y funcional. El SM no comporta un incremento de la mortalidad de los pacientes con EA. [REV NEUROL 2008; 46: 13-7] Palabras clave. Deterioro cognitivo. Deterioro funcional. Enfermedad de Alzheimer. Inhibidores de la colinesterasa. Meman- tina. Mortalidad. Síndrome metabólico. Aceptado tras revisión externa: 26.10.07. ª Unitat de Recerca. b Unitat de Valoració de la Memòria i les Demències. Hos- pital Santa Caterina. Institut d’Assistència Sanitària. Salt, Girona, España. Correspondencia:Dr. Joan Vilalta-Franch. Unitat de Valoració de la Me- mòria i les Demències. Hospital Santa Caterina. Institut d’Assistència Sa- nitària. Doctor Castany, s/n. E-17190 Salt (Girona). Fax: +34 972 189 015. E-mail: [email protected] Los autores manifiestan no haber recibido honorarios ni compensación al- guna por la elaboración de este manuscrito. © 2008, REVISTA DE NEUROLOGÍA Síndrome metabólico en la enfermedad de Alzheimer: influencias clínicas y evolutivas J. Vilalta-Franch a,b , S. López-Pousa a,b , J. Garre-Olmo ª, A. Turón-Estrada b , I. Pericot-Nierga b

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Page 1: Z010013

ORIGINAL

REV NEUROL 2008; 46 (1): 13-17 13

INTRODUCCIÓN

Múltiples factores de riesgo cardiovascular se han identificadotambién como factores de riesgo de deterioro cognitivo, en ge-neral, y de la enfermedad de Alzheimer (EA), en particular [1].El síndrome metabólico (SM) constituye un conjunto de facto-res de riesgo cardiovascular caracterizado por anormalidades enel metabolismo de la insulina, la glucosa y las lipoproteínas,asociado a hipertensión arterial (HTA) y obesidad [2-7]. Ade-más, se ha sugerido que podría contribuir en la patogenia de laEA [8]. Los mecanismos vasculares podrían ser los responsa-bles de la contribución de los factores de riesgo cardiovascularen el deterioro cognitivo [9]. Se ha registrado una asociaciónentre SM y EA en muestras clínicas [10]. pero existen discre-pancias entre los estudios con muestras comunitarias [11,12]. ElSM, a su vez, se ha relacionado con un incremento del deterio-ro cognitivo en muestras geriátricas jóvenes [13] pero no enedades superiores a los 85 años [14]. Actualmente todavía sedesconocen las posibles diferencias en las manifestaciones clí-nicas y la evolución de los pacientes con y sin SM.

La prevalencia del SM se incrementa con la edad; en mues-tras geriátricas alcanza una prevalencia de entre el 22,6% [12] yel 40,0% [13]. La variabilidad puede explicarse por los criterios

diagnósticos utilizados [14]. La relación entre la EA y la edad[15] y que el SM puede formar parte de los mecanismos fisiopa-togénicos de la EA [10,11] permitirían esperar una prevalenciatodavía superior en estos pacientes.

El SM en la población general se ha asociado a la diabetes,a las enfermedades cardiovasculares, a la mortalidad global [16,17] y a la mortalidad por enfermedad coronaria [17,18]. El in-cremento del riesgo de enfermedades cardiovasculares pareceser superior en el sexo femenino [19]. En la población geriátri-ca se mantiene la asociación entre el SM y la enfermedad car-diovascular [20], pero se pierde la relación con la mortalidad[21]. No se dispone de estudios concluyentes sobre la influenciaen la mortalidad del SM en la EA [22-24].

Los objetivos del presente estudio son conocer las diferen-cias clínicas y evolutivas de los pacientes con EA con y sin SMen una muestra clínica a los que se les ha prescrito inhibidoresde la colinesterasa o memantina.

PACIENTES Y MÉTODOS

Se efectúa un análisis retrospectivo de una serie clínica. Los pacientes in-cluidos en el presente estudio fueron seleccionados entre los pacientes deldispensario de la Unitat de Valoració de la Memòria i les Demències, e in-cluyen a todos los pacientes diagnosticados de EA entre enero de 2001 y ju-nio de 2005, y a los que se les prescribió donepezilo, rivastigmina, galanta-mina o memantina. Se excluyó a los pacientes de quienes se desconocía suestado vital o no habían realizado por lo menos una visita de control duran-te el año previo a su muerte o a la finalización del período de estudio, en elcaso de los supervivientes.

Diagnóstico de enfermedad de Alzheimer

El diagnóstico clínico de EA probable incluye una historia clínica completa,una exploración médica, neurológica y neuropsicológica, tomografía axialcomputarizada (TAC) craneal y una analítica que incluye hemograma, bio-química, vitamina B12, ácido fólico y tirotropina (TSH). La valoración cog-

SÍNDROME METABÓLICO EN LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER: INFLUENCIAS CLÍNICAS Y EVOLUTIVAS

Resumen. Introducción. El síndrome metabólico (SM) comporta un incremento del riesgo para desarrollar la enfermedad deAlzheimer (EA), pero se desconocen las implicaciones que comporta su presencia cuando la enfermedad ya está establecida.Objetivo. Valorar la influencia del SM en las manifestaciones clínicas y sus efectos sobre la mortalidad en pacientes con EA tra-tados con fármacos contra el Alzheimer. Pacientes y métodos. Estudio de cohorte retrospectivo con 751 pacientes ambulatoriosde un servicio de demencias que fueron diagnosticados de EA y a los que se les prescribió inhibidores de la colinesterasa y/o me-mantina. Se efectúa una recogida estandarizada de los datos de la historia clínica de los pacientes. Resultados. El tiempo mediode seguimiento es de 27,52 ± 12,15 meses. La frecuencia del SM es del 24,6% (n = 185). La mortalidad durante el período deestudio fue del 14,0% (n = 105). Los pacientes con SM son más jóvenes, presentan un menor deterioro cognitivo y funcional,una mayor comorbilidad orgánica a expensas de enfermedades cardíacas, consumen más fármacos y reciben con menor fre-cuencia antipsicóticos atípicos a expensas sobre todo de la olanzapina. Incluyendo en el modelo la edad, el sexo, las subescalasde actividades básicas de la vida diaria y trastornos de la conducta de la escala de Blessed (BDRS), el índice acumulativo de en-fermedad (CIRS)-corazón y el test minimental de Folstein (MMSE), el SM no incrementa el riesgo de mortalidad. Conclusiones.Los pacientes con SM son diagnosticados de EA en una edad más joven a pesar de un menor deterioro cognitivo y funcional. ElSM no comporta un incremento de la mortalidad de los pacientes con EA. [REV NEUROL 2008; 46: 13-7]Palabras clave. Deterioro cognitivo. Deterioro funcional. Enfermedad de Alzheimer. Inhibidores de la colinesterasa. Meman-tina. Mortalidad. Síndrome metabólico.

Aceptado tras revisión externa: 26.10.07.

ª Unitat de Recerca. b Unitat de Valoració de la Memòria i les Demències. Hos-pital Santa Caterina. Institut d’Assistència Sanitària. Salt, Girona, España.

Correspondencia: Dr. Joan Vilalta-Franch. Unitat de Valoració de la Me-mòria i les Demències. Hospital Santa Caterina. Institut d’Assistència Sa-nitària. Doctor Castany, s/n. E-17190 Salt (Girona). Fax: +34 972 189 015.E-mail: [email protected]

Los autores manifiestan no haber recibido honorarios ni compensación al-guna por la elaboración de este manuscrito.

© 2008, REVISTA DE NEUROLOGÍA

Síndrome metabólico en la enfermedad de Alzheimer:influencias clínicas y evolutivas

J. Vilalta-Franch a,b, S. López-Pousa a,b, J. Garre-Olmo ª,

A. Turón-Estrada b, I. Pericot-Nierga b

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J. VILALTA-FRANCH, ET AL

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nitiva y funcional se realizó con el test minimentalde Foltstein (Minimental State Examination, MMSE)[25] y la escala de valoración de la demencia(Blessed Dementia Rating Scale, BDRS) [26].

Todos los pacientes cumplían los criterios paraprobable EA del National Institute of NeurologicalDisorders and Communicative Disorders-Alzhei-mer’s Disease and Related Disorders Association(NINCDS-ADRDA) [27].

Recogida de datos

Se realizó una recogida estandarizada de los datosde la historia clínica de los pacientes entre los quefiguraban la escala de deterioro global (Global De-terioration Scale, GDS) [28], el MMSE, la BDRS yel índice acumulativo de enfermedad (CumulativeIllness Rating Scale, CIRS) [29] en la visita basal,además de datos demográficos como: edad en elmomento del diagnóstico, sexo, escolaridad, si es-taban o no institucionalizados y diversos trata-mientos realizados durante el período de estudio.

Se definió como diabetes cualquier anteceden-te de este diagnóstico con o sin tratamiento espe-cífico o registrar unos niveles de glucemia > 125mg/dL en la analítica basal. Un diagnóstico dediabetes o una cifra de glucemia > 110 mg/dL seregistró como resistencia a la insulina [30].

Se catalogó, a su vez, como paciente con HTA aaquel sujeto con los antecedentes de este diagnósti-co, con o sin tratamiento específico; como pacientecon hipercolesterolemia, a aquel que presentabaantecedentes de este diagnóstico, con o sin trata-miento específico, o cifras > 200 mg/dL en la ana-lítica basal, y como paciente con hipertrigliceride-mia, a aquel que en sus antecedentes constaba estediagnóstico, con o sin tratamiento específico, o ci-fras de triglicéridos > 150 mg/dL en analítica basal.

Quienes presentaron tres de las anteriores con-diciones se consideraron pacientes con SM [31].

Durante las visitas de seguimiento se registra-ron todos los tratamientos concomitantes y el tiempo de su consumo.

Durante el primer semestre de 2005 se contactó telefónicamente con lospacientes y con sus familias para recoger información sobre su estado vitaly, en el caso de muerte, sobre su causa.

Análisis estadístico

Para analizar las diferencias clínicas y demográficas entre los pacientes cony sin SM se utilizó el test de χ2 y la t de Student. Con el objetivo de identi-ficar el riesgo del SM se construyó un único modelo mediante la regresiónde Cox con el estado vital del paciente al final del estudio como variable de-pendiente. También se contempló como factor tiempo (en días) el períodotranscurrido desde la primera visita hasta el final del estudio o muerte en ca-da caso. Como variable independiente principal se incluyó el SM (0 = au-sencia; 1 = presencia), independientemente de los resultados del estudiounivariante, puesto que el objetivo es conocer sus posibles efectos sobre lamortalidad. Asimismo, se incluyeron como covariables las variables consignificación estadística en el cribado univariado y que además han demos-trado a nivel teórico varios posibles efectos de confusión, como sexo (0 =femenino; 1 = masculino), edad (edad del paciente cuando se diagnosticódemencia), presencia de trastornos psicológicos y de conducta (Blessed be-havioral disorders), deterioro funcional (Blessed behavioral disorders) y de-terioro cognitivo (MMSE). Se excluyeron las variables que podían contenerinformación redundante. Todos los análisis estadísticos fueron bilaterales yel intervalo de confianza se calculó con unos niveles del 95% (IC 95%).

RESULTADOSSelección de la muestra

Se seleccionaron 771 pacientes, de los cuales se excluyó a 20 por desconoci-miento de su estado vital o por no tener ningún control durante el año ante-

rior o, en el caso de los supervivientes, al finalizar el estudio. El tiempo me-dio de seguimiento fue de 27,57 meses –desviación estándar (DE) = 12,22–con un rango de 1-54 meses.

Características de la muestra

La media de edad fue de 79,92 años (DE = 6,68; rango: 49-97 años) y un70,7% fueron mujeres. El 13,8% de la muestra estaba institucionalizada enresidencias geriátricas. Un 4,4% se catalogó con un GDS de 3; el 58,1%, de4; el 20,1%, de 5, y el 16,0%, de 6. En un 1,5% no fue posible establecer lagravedad de la demencia. La puntuación media en el MMSE fue de 15,41(DE = 5,25; rango: 3-29) y de 7,68 puntos (DE = 4,08; rango: 0,5-22) parala BDRS. La media de la puntuación total del CIRS fue de 2,16 (DE = 2,09;rango: 0,11). La frecuencia de HTA fue del 44,9%; de la dislipidemia, del43,5%, y de la diabetes, del 22,5%. En la intención de tratar, el 33,0% reci-bió donepecilo; el 27,7%, rivastigmina; el 24,4%, galantamina, y el 14,9%,memantina. El 18,1% (n = 144) recibió algún tipo de tratamiento antipsicó-tico, un 93% de los cuales (n = 134) eran de segunda generación. La rispe-ridona, en un 10,3% (n = 77), y la olanzapina, en un 7,7% (n = 58), fueronlos más prescritos. El 26,0% recibió algún tipo de fármaco antidepresivo, ya un 24,1% de la muestra se le prescribió una benzodiacepina.

Síndrome metabólico

El 24,6% (n = 185) de la muestra presentaba un SM. Los pacientes con SMson más jóvenes (78,62 ± 6,44 frente a 80,35 ± 6,71; t de Student = 3,13;p = 0,002), obtienen mayores puntuaciones en el MMSE (16,41 ± 4,75 fren-te a 15,08 ± 5,36; t de Student = 3,18; p = 0,002), puntuaciones menores enla BDRS (7,00 ± 3,80 frente a 7,09 ± 4,15; t de Student = 2,73; p = 0,007),un mayor índice de comorbilidad orgánica en el CIRS (3,93 ± 1,70 frente a2,25 ± 1,72; t de Student = 11,634; p = 0,000) y consumen un mayor núme-ro de fármacos (3,47 ± 1,91 frente a 2,46 ± 1,89; t de Student = 6,26; p =

Tabla I. Diferencias entre los pacientes con enfermedad de Alzheimer con y sin síndrome metabó-lico (SM): variables cuantitativas (media ± DE).

Con SM (n = 185) Sin SM (n = 566) t p

Edad (años) 78,62 ± 6,44 80,35 ± 6,71 3,13 0,002

Años de escolaridad 4,66 ± 3,28 5,08 ± 3,69 1,400 0,162

MMSE 16,41 ± 4,75 15,08 ± 5,36 3,18 0,002

Blessed 1 3,10 ± 1,53 3,54 ± 1,55 3,39 0,001

Blessed 2 0,63 ± 1,38 0,96 ± 1,65 2,46 0,014

Blessed 3 3,26 ± 2,05 3,39 ± 1,97 0,726 0,468

Blessed total 7,00 ± 3,80 7,90 ± 4,15 2,73 0,007

CIRS-corazón 0,48 ± 1,07 0,25 ± 0,80 2,70 0,007

CIRS-hipertensión 1,06 ± 0,81 0,51 ± 0,78 8,13 0,000

CIRS-vascular 0,13 ± 0,49 0,15 ± 0,53 0,521 0,602

CIRS-respiratorio 0,12 ± 0,44 0,08 ± 0,37 0,90 0,368

CIRS-otorrinolaringología 0,02 ± 0,21 0,01 ± 0,12 1,18 0,238

CIRS-digestivo alto 0,16 ± 0,37 0,14 ± 0,36 0,78 0,434

CIRS-musculoesquelético 0,05 ± 0,23 0,05 ± 0,22 0,33 0,740

CIRS-sistema nervioso 0,07 ± 0,30 0,05 ± 0,22 1,25 0,210

CIRS-endocrino-metabólico 1,37 ± 0,91 0,51 ± 0,88 11,11 0,000

CIRS-total 3,93 ± 1,70 2,25 ± 1,72 11,634 0,000

N.º fármacos 3,47 ± 1,91 2,46 ± 1,89 6,28 0,000

N.º psicofármacos 1,03 ± 0,99 1,07 ± 1,02 0,53 0,593

CIRS: Cumulative Illness Rating Scale; MMSE: Mini-Mental State Examination.

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SÍNDROME METABÓLICO EN ALZHEIMER

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0,000). Estos pacientes presentaban una menor gravedad en la GDS y reci-bían con menor frecuencia antipsicóticos atípicos (15,7% frente a 21,8%;χ2 = 4,90; p = 0,027), a expensas, sobre todo, de una menor prescripción deolanzapina (3,2% frente a 9,2%; χ2 = 6,912; p = 0,009). A pesar de que noexisten diferencias en cuanto a la prescripción de inhibidores de la acetilco-linesterasa (IAChE), los pacientes con SM presentaron con mayor frecuen-cia (24,2% frente a 15,9%; χ2 = 6,39; p = 0,011) diferentes efectos adversosque determinaron la retirada o sustitución del IAChE inicial (Tablas I y II).

Mortalidad

La mortalidad global durante el período de estudio fue del 13,98% (n = 105).Las causas de muerte fueron varias: 22 casos se debieron a un deterioro pro-gresivo del proceso de la demencia (20,9%), 19 casos a una insuficienciacardíaca (18,1%), 15 casos a una neumonía (18,1%), 8 casos a una enferme-dad cerebrovascular (7,6%), 7 casos (6,7%) debidos a otros procesos infec-ciosos, 7 casos de otras complicaciones pasada una enfermedad (6,7%), 6casos debidos a procesos oncológicos (5,7%), 12 casos debidos a otras cau-sas (11,4%) y 9 debidos a causas desconocidas (8,6%).

Para poder determinar los efectos sobre la mortalidad del SM se realizóuna regresión de Cox en la que las variables que se relacionaron de formasignificativa con la mortalidad fueron: la edad (razón de riesgo, RR = 1,074;IC 95% = 1,036-1,112; p = 0,000), el sexo femenino (RR = 0,380; IC 95%= 0,249-0,579; p = 0,000), el MMSE (RR = 0,934; IC 95% = 0,892-0,977;p = 0,003), la subescala de actividades básicas de la vida diaria de la BDRS(RR = 1,218; IC 95% = 1,098-1,350; p = 0,000), la subescala de conducta

de la BDRS (RR = 1,201; IC 95% = 1,087-1,326;p = 0,000) y el CIRS-corazón (RR = 1,368; IC95% = 1,150-1,628; p = 0,000). El SM no se in-corporó en el modelo. Tampoco se evidenciaroninteracciones entre el SM y los antecedentes deenfermedad cardíaca (CIRS-corazón).

DISCUSIÓN

Mientras algunos autores afirman que elSM no aporta como entidad un mayorsignificado que sus componentes indivi-duales [32], otros lo avalan claramentecomo concepto por sus implicaciones pro-nósticas [22] y terapéuticas [4]. Las dife-rencias nosológicas [14], la discusión desi cada uno de los componentes tienen elmismo valor [33] y su utilidad en sujetosde edad avanzada [14] pueden incremen-tar las dudas sobre la utilidad del SM.

La prevalencia del 24,6% registradaen nuestro estudio se sitúa entre las másbajas en muestras geriátricas, aunque essimilar (22,6%) a las halladas en los estu-dios que utilizan criterios diagnósticos si-milares [12] y muy próxima a la prevalen-cia del 30% observada en muestras clíni-cas con EA [10]. Las características me-todológicas de nuestro estudio y los crite-rios NCEP que aportan menores preva-lencias [5] podrían explicar en parte latendencia a la baja de nuestros resultados.

Al no poder controlar algunos facto-res de riesgo, como el índice de masa cor-poral o la excreción urinaria de albúmina[30], determina que los criterios diagnós-ticos de nuestro estudio son más restricti-vos y permite explicar, en parte, nuestrabaja prevalencia de SM. La obesidad es el

segundo factor de riesgo más frecuente [15] y, desde un puntode vista cualitativo, ha adquirido un papel primordial en lasnuevas nosologías para definir el SM [3]. Se considera que laobesidad visceral es la determinante en el diagnóstico clínico deSM basándose en un incremento de la circunferencia de la cintu-ra, a pesar de que no es suficiente para determinarla [34]. Existeuna escasa evidencia de que la medida de la circunferencia de lacintura por sí sola sea un factor de riesgo independiente parala enfermedad cardiovascular [34]. Mientras algunos estudiossugieren que la obesidad es un factor de riesgo independientetanto para la enfermedad cardiovascular como para la mortali-dad global [35-37], otros apuntan a que el incremento de lamortalidad por obesidad se debe a otros factores de riesgo comola HTA, la diabetes y la hiperlipidemia [38,39]. Todos estos da-tos avalan que tiene una escasa traducción cualitativa el sesgocuantitativo en la determinación de la prevalencia del SM en laEA que hemos cometido en nuestro estudio al no incluir la me-dida de la circunferencia de la cintura como una de las variablesdiagnósticas del SM. Desconocemos el sesgo que se ha podidocometer en nuestro trabajo al incluir el colesterol total y no elcolesterol unido a lipoproteínas de alta densidad como criterioen la definición de SM.

Tabla II. Diferencias entre los pacientes con enfermedad de Alzheimer con y sin síndrome metabó-lico (SM): variables cualitativas (%).

Con SM Sin SM χ2 p (n = 185) (n = 566)

Sexo femenino 73,5 69,8 0,934 0,334

Institucionalización 10,3 15,0 2,634 0,105

IAChE

Donepecilo 35,3 32,2

Rivastigmina 28,8 27,4 4,121 0,249

Galantamina 25,5 24,0

Memantina 17,0 16,4

Efectos adversos de los IAChE 24,2 15,9 6,392 0,011

Fallecimiento 13,5 14,1 0,045 0,903

Global Deterioration Scale

3 7,6 3,4

4 60,0 57,4

5 16,8 21,211,112 0,025

6 13,0 17,0

? 2,7 1,1

Tratamiento con antipsicóticos 15,7 21,8 3,232 0,072

Tratamiento con antipsicóticos atípicos 12,4 19,6 4,902 0,027

Tratamiento con olanzapina 3,2 9,2 6,912 0,009

Tratamiento con risperidona 8,1 11,0 1,227 0,268

Tratamiento con antidepresivos 24,9 26,3 0,155 0,694

Tratamiento con benzodiacepinas 23,8 24,2 0,014 0,907

IAChE: inhibidores de la acetilcolinesterasa.

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J. VILALTA-FRANCH, ET AL

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Nuestros resultados registran una mayor comorbilidad, engeneral, y cardíaca, en particular, en el grupo de pacientes conSM. Sin embargo, son los antecedentes de enfermedad cardíacay no el SM los que influyen en la mortalidad. Estos datos apoyanla teoría de que en la EA el comportamiento del SM no difieredel observado en la población geriátrica general, en la que se ob-serva una asociación entre el SM y la enfermedad cardiovascular[23] que no influye en el riesgo de mortalidad [24]. Hay que se-ñalar, sin embargo, que el componente vascular puede influir enel incremento de mortalidad del deterioro cognitivo leve [40].

A pesar del indiscutible efecto de los factores cardiovascu-lares como mecanismo fisiopatogénico del deterioro cognitivo,en general, y de la EA, en particular [41-46], no queda clara suinfluencia en las características clínicas y en la evolución de losaspectos cognitivos una vez establecida la demencia. En la EA,la afectación vascular no comporta un mayor deterioro cogniti-vo global [47,48], a excepción de los estadios iniciales de la en-fermedad [43], que sí pueden influir en su evolución [49] deter-minando un patrón neuropsicológico específico [40]. Nuestrosresultados muestran que el grupo de pacientes con SM son másjóvenes y presentan un menor deterioro cognitivo y funcional.Probablemente, la presencia de SM posibilita realizar el diag-nóstico de EA con una mayor precocidad.

Una afectación vascular subcortical no influye en los aspec-tos cognitivos, pero sí en los no cognitivos [40], lo que permiteapoyar nuestros resultados, en los que se registran menores pun-tuaciones en la subescala ‘cognitiva’ sin evidenciar diferencias

en la subescala de cambios de personalidad y de la conducta.Así pues, el grupo de pacientes con SM, a pesar de una grave-dad funcional menor, presenta cambios similares de la persona-lidad y de la conducta, aunque probablemente sean de menorintensidad puesto que se les prescribe con menor frecuencia an-tipsicóticos atípicos a expensas sobre todo de la olanzapina.

Las limitaciones de nuestro estudio son: a) la muestra elegi-da son pacientes con EA a los que se les ha prescrito algún tipode IAChE o memantina, con el sesgo que puede comportar la noinclusión de los pacientes que a pesar del diagnóstico de EA nose ha prescrito ninguno de los anteriores tratamientos; b) la va-loración psicométrica cognitiva se realiza sólo con el MMSE, loque impide conocer diferencias neuropsicológicas cualitativasentre los pacientes con y sin SM; y c) no se han utilizado estric-tamente los criterios recomendados [31] para el diagnóstico deSM. Asimismo, la recogida de la presencia de HTA se ha reali-zado a través de los antecedentes sin poder aplicar los criterioshabituales para su diagnóstico [50].

En conclusión, los pacientes con SM son diagnosticados de EAa una edad más joven y con un menor deterioro cognitivo y fun-cional. Por otra parte, tras el control de la edad, el sexo, las pun-tuaciones en el MMSE, en la escala de Blessed (la subescala decambios en las actividades básicas de la vida diaria y la subes-cala de cambios de personalidad o conductuales) y los antece-dentes de enfermedad cardíaca, el SM no influye en un incre-mento de la mortalidad en muestras clínicas de EA.

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METABOLIC SYNDROME IN ALZHEIMER’S DISEASE: CLINICAL AND DEVELOPMENTAL INFLUENCESSummary. Introduction. Metabolic syndrome (MS) results in an increased risk of developing Alzheimer’s disease (AD), but itsimplications when the disease is already well established remain unknown. Aim. To assess the influence of MS in the clinicalmanifestations and its effect on mortality among AD patients treated with anti-Alzheimer drugs. Patients and methods. Weconducted a retrospective cohort study with 751 outpatients from a dementia clinic who were diagnosed with AD and who hadbeen prescribed cholinesterase inhibitors and/or memantine. Data was collected in a standardised manner from the patients’medical records. Results. The mean follow-up time was 27.52 ± 12.15 months. Frequency of MS was 24.6% (n = 185). Themortality rate throughout the period of study was 14.0% (n = 105). Patients with MS are younger and present lower degreesof cognitive and functional impairment, with greater organic comorbidity at the expense of heart diseases. They take moremedicines and are given fewer atypical antipsychotics at the expense of olanzapine, above all. When age, sex, the basicactivities of daily living and conduct disorders subscales from the Blessed scale (BDRS), the Cumulative Illness Rating Scale(CIRS) for heart disease and the Folstein Mini-Mental State Examination (MMSE) were included in the model, MS did notincrease the risk of mortality. Conclusions. Patients with MS are diagnosed with AD at an earlier age despite having a lowerdegree of cognitive and functional impairment. MS does not give rise to an increase in the mortality rate of patients with AD.[REV NEUROL 2008; 46: 13-7]Key words. Alzheimer’s disease. Cholinesterase inhibitors. Cognitive impairment. Functional impairment. Memantine. Metabolicsyndrome. Mortality.