yuku jeeka 57

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Revista Cultural

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  • 1Un debate urgente

    Entre las diversas y profundas crisis que vive Mxico en estos das,

    hay una de la que poco se habla pese a que tiene mayor trascendencia

    que el desplome de la bolsa de valores. Me refiero a la crisis de

    identidad y, en trminos ms amplios, a la ausencia de un debate

    filosfico, humanista, sobre el ser mexicano en estos tiempos. Claro

    que la sola mencin del tema pone los pelos de punta a quienes opinan

    que un debate as sera anacrnico y que eso slo fue til durante el

    siglo XX, en el ambiente posrevolucionario donde germin la obra de

    Jos Vasconcelos, Samuel Ramos, Leopoldo Zea y Octavio Paz.

    Sugerir una revisin del tema es correr el riesgo de ser tachado como

    obsoleto, fuera de lugar e ignorante. El cacareado discurso de la

    sociedad global hace poca atractiva la discusin sobre la mexicanidad.

    Sin embargo, razones de peso indican que nos urge revisar este tema

    esencial. Una de esas razones es la afirmacin de la identidad nacional

    en pases que hoy son modelos a seguir. El caso ms ilustrativo es

    China, pero igual nos sirven como ejemplos Espaa, Estados Unidos,

    Brasil, India y muchos pases ms. Otra razn, que me parece la ms

    importante, es el extravo en el que parecemos sumergidos los

    mexicanos cuando hablamos de identidad nacional. Nos da miedo

    hablar seriamente del tema, y lo cubrimos con expresiones folclricas

    que van de lo religioso a lo meditico. Mientras tanto una nueva

    identidad la del mexicano violento, mafioso, un ser al margen de la

    ley- se consolida como modelo de vida por miles, si no es que millones

    de compatriotas. Puede decirse que esto es la expresin superficial de

    algo ms profundo. Est bien, entonces hay que analizar qu es eso

    ms profundo. Es necesario retomar el tema de la identidad nacional y

    discutirlo, no para resolverlo, porque no se trata de un problema a

    resolver, sino para enriquecer nuestra perspectiva como pueblo o

    sociedad. Un tema espinoso, s, y tal vez requiere el debate de

    pensadoras y pensadores como los antes mencionados. De esa talla,

    porque no se puede dejar la discusin a opinadores(as) mediticos que

    todo lo trivializan y lo diluyen en sus simpatas y fobias polticas.

    Mientras surge y se consolida el debate, la gente de cultura tiene

    mucho que hacer para reducir la influencia de la nueva identidad

    criminal que permea entre los mexicanos.

    Sergio Anaya, editor

    Yuku JeekaNo. 57, Oct. Dic., 2009

    Editada por

    Agrupacin para las Bellas Artes, A. C.

    Presidenta

    Irma Arana Rodrguez

    Editor

    Sergio Anaya

    Consejo Editorial

    Margarita Montoya

    Gregorio Patrn

    Juan Manz

    Lilia Navarro

    Colaboradores

    Jess NoriegaPerla Ortiz Murray

    Jos Escobar ZavalaWill Rodrguez

    Jorge Luis HerreraJuan Manz

    Francisco Snchez

    Portada

    Foto: Soldados yaquis se

    renen con los federales

    durante la conferencia

    de paz en el Bakatete.

    Yuku Jeeka es una publicacin cultural sin

    fines de lucro. Se distribuye gratuitamente

    y es editada con apoyo del Instituto

    Sonorense de Cultura, Secretara de

    Educacin y Cultura del Gobierno del

    Estado de Sonora, el Centro de Culturas

    Populares e Indgenas de Cajeme y el H.

    Ayuntamiento de Cajeme.

    Agrupacin para las Bellas Artes

    Calles 200 y Colima

    Gimnasio Municipal

    Ciudad Obregn, Sonora. Mxico

    Tel. y fax 416 55 53

    [email protected]

    Yuku Jeeka, No. 57

  • 2Tras el retorno de los restos de guerreros yaquis quedevolvi el Museo Americano de Historia Natural deNueva York a las autoridades tradicionales de esta etnia,hay historias desgarradoras de crueldad, muerte, ausencia ydolor que impresionan.

    La historia es larga, pero har una sntesis apretadsima,cuidando que la brevedad mantenga objetividad y veracidad.

    Entre los das 17 y 18 de noviembre del 2009, los peridicosdel mundo y de Mxico informaron sobre la historia queacompaa a los restos de una docena de guerreros yaquis.

    La noticia del viaje de Nueva York a Vcam que hicieron losrestos prdigos de los yoremes, dio vuelta al orbe en todos losidiomas. La simple bsqueda de la noticia con las palabrasyaqui indians warriors, arroja ms de veinte mil sitios deinternet relacionados.

    Muchos de los peridicos reprodujeron el reporte que MarkStevenson entreg a Associated Press News; incluso enMxico, la prensa nacional y la gran mayora de los mediosimpresos o electrnicos de Sonora, basaron sus notas con elexpediente de traducir o interpretar la nota del periodistaamericano.

    A nuestro modo de ver, es necesario sacar los puntosvaliosos de la nota de Stevenson y, a la luz de la historiaconocida y los documentos disponibles, poner contexto a ladesgracia humana de la que proceden los restos de losguerreros yaquis.

    Los yaquis mantuvieron la defensa del territorio durante elsiglo XIX, pero a finales del mismo y principios del siglo XX,sufrieron el embate frontal y salvaje de parte del grupogobernante, que los tena por enemigos por el reclamo deautonoma comunitaria e independencia territorial, y que elgrupo dominante consideraba vergenza de Mxico.

    En esos aos se concentr en el Yaqui el mayor ejrcito delpas, superado solamente por los contingentes queresguardaban la capital de la repblica. Los yaquis finalmentederrotados pactaron la paz y vieron los avances de lacolonizacin, y cmo se pisoteaba su autonoma con losproyectos de deslinde de terrenos.

    Un incidente ocurrido en Bcum en el ao de 1899 motivque los yaquis se levantaran, a causa del incumplimiento de

    Volver a casa

    JESS NORIEGA

    los tratados de paz. Los gobiernos federal y estatal, ante lasituacin reinante, optaron por el genocidio y la lucha con losyaquis quedara marcada por los conflictos sangrientos, eldespojo y el destierro.

    De todos los combates, por la crueldad y el derramamientode sangre inocente, sobresale el ocurrido la maana del 8 dejunio de 1902, en el que 124 miembros de la tribu yaqui, entrelos que hubo mujeres y nios, fueron masacrados en el Cande la Ubalama en los cerros de la Sierra de Mazatn.

    El 8 de junio de 1902 se publicaron en el New York Times;declaraciones de paz del general Luis E. Torres. Menta almundo, pues pocas horas despus los soldados a su mandomasacraran a los integrantes de la tribu yaqui.

    De ese da, la historia de la regin y de Sonora guarda en elrincn de las miserias humanas las acciones horrendas delCan de la Ubalama, en la sierra de Mazatn.

    Las tropas del 4, 11, 12 y 19 Batallones a las rdenes delgeneral Agustn Garca Hernndez, acribillaron sin misericor-dia a los miembros de la tribu yaqui que huan del exterminio.

    Dice el primer parte de combate del general Torres: Entrelos enemigos hay muchos muertos, y mujeres y niosprisioneros. Y luego aade: Las prdidas por nuestra parteson insignificantes.

    En el parte detallado del general Garca, se lee: Reconocidoel campo, se descubri que el enemigo sufri las siguientesprdidas: muertos, 78 hombres, 26 mujeres y 20 nios, yprisioneros 234 individuos de ambos sexos y diferentesedades, no contndose en ellos hombres mayores de ms de10 aos.

    Y remata el brigadier, en clara alusin al general Torres:Felicito a Ud. por el triunfo de este hecho de armas, y mehonro en acompaarle los documentos respectivos por correoextraordinario.

    Ambos militares anotaron en sus registros que la maanadel 8 de junio de 1902, da domingo por cierto, los soldadosdispararon durante dos horas a la muchedumbre amontonadaen el Can de La Ubalama; describen el cajn que hacen lasmontaas, y dicen que por un lado choca con paredes muyescarpadas, y por el otro, termina en paredes que es casiimposible treparlas.

    Un siglo despus

    Gente de la ciudad observa a los yaquismuertos a manos del ejrcito porfirista.

  • 3As, a partir del ao de 1902, con la campaa militar reiniciadaapenas el mes anterior a la masacre, se intensificara el intentode exterminio y dispersin de la tribu yaqui. En lo sucesivo,los indgenas seran asesinados o capturados para venderloscomo esclavos en plantaciones caeras del Istmo deTehuantepec o en las haciendas henequeneras de Yucatn.

    Entre 1902 y 1910, al menos ocho mil, pero posiblemente,tantos como quince mil yoremes, de una poblacin total detreinta mil -las cifras varan de autor a autor- fueron vendidoscomo esclavos a 75 pesos cada uno.

    A principios del siglo XX, poco ms de doscientos yaquisemigraron a Arizona para escapar a la subyugacin y ladeportacin a las regiones sureas del pas. Hoy en da,alrededor de 10,000 indios yaquis viven en el pueblo llamadoBarrio de Pascua, a dos millas al oeste de Tucson, Arizona, enlos Estados Unidos. Muchos de ellos son descendientes delos refugiados polticos que huyeron de su patria y llegaronhace ms de un siglo.

    El antroplogo Ales Hrdlicka form parte de la ExpedicinHyde del Museo Americano de Historia Natural que investigabalas etnias de Mxico; vir el viaje a tierras sonorenses, porquele interesaba particularmente el estudio de los yaquis. Semanasdespus de la masacre, Hrdlicka se dedic a recolectarartefactos, huesos y crneos de los yaquis muertos.

    Con frialdad que asusta, Hrdlicka escribi en su diario decampo los muchos trabajos que pas para trasladar los restoshumanos en los furgones del ferrocarril, pues a pesar derellenarlos con la arena que introdujo a las cajas mortuorias,los restos humanos estaban en estado de putrefaccin.

    A escondidas, desprendi a machetazos las cabezas, y lashirvi, aunque al final lo descubrieron y lo bajaron del trencon todo y carga. Despus escribira un artculo que titulNotes on the indians of Sonora, Mexico; escrito al que enbuena parte se debe que los detalles de la masacre del Cande la Ubalama ahora sean conocidos.

    El paleopatlogo Ventura R. Prez, profesor de la Universidadde Massachusetts, estudioso de las lesiones de guerra encadveres, revis en los aos recientes las osamentas ydescubri otros detalles de la horripilante historia que guardan.

    A partir de sus investigaciones, propuso que algunos indiosfueron golpeados hasta matarlos -probablemente paraahorrarse municiones-, tras la emboscada. Incluso, Venturadocument que algunos tenan las heridas de bala que dejanlas ejecuciones en la parte posterior de la cabeza, en tanto quea otros, parece que les cortaron las orejas para tenerlas detrofeos.

    Segn los funcionarios del museo de Nueva York, sta es laprimera vez que devuelven parte del patrimonio a cualquiergobierno extranjero. Otros en cambio aducen que la devolucinobedece a que las sensibilidades culturales y valores dentrode la comunidad de los museos cambiaron, con respecto alos que haba en la poca en la que Hrdlicka los concentr.

    Aquellas osamentas humanas, incluida la de una mujerembarazada, que llev Ales Hrdlicka al Museo Americano deHistoria Natural a mediados de 1902, son los restos que porinters de las autoridades tradicionales de la Nacin Yaqui, ytras arduas gestiones burocrticas y diplomticas, volvierona casa el pasado 17 de noviembre. 107 ausentes y largos aosdespus.

    Los restos humanos y pertenencias devueltos a la NacinYaqui, quedaron al amparo de la madre tierra en el paraje llamadoMetetoma, en las cercanas de Vcam en el estado de Sonora.

    Detrs del regreso de los cados en la masacre del 8 de juniode 1902, aparece nuevamente el legado de la Nacin Yaqui, laque ni fue ni ser decadente ni sumisa; all est, inclume, laresistencia histrica del Pueblo Yaqui a la invasin del territorioy a la dominacin del pensamiento, as como la lucha por lajusticia y la libertad.

  • 4 Yuku Jeeka, No. 57

    El 5 de abril de 1974 fue, para m, un viernes de rayaverdadera. Sufro, ese da, por la tarde, un severoaccidente automovilstico en una de las arteriasprincipales del Valle del Yaqui, no tanto por lo aparatoso delmismo, sino por la fatal consecuencia en que deriv dichoevento inesperado. Para mi desgracia, alcanc a golpear conel fanal derecho de mi camioneta, el cuerpo de una nia deescasos ao y medio, que se atraves a mi paso por esa rapavimentada, de cara hacia el oriente.

    Hay golpes en la vida, tan fuertes, yo no s!

    Esos golpes sangrientos son las crepitaciones

    de algn pan que en la puerta del horno se nos quema

    La nia falleci instantes despus, dejando en m una heridaprofunda y duradera, pues aunque nunca dej de ser un hechofortuito, tampoco dio tregua a mi dolor por mucho tiempo.Este, fue el azaroso camino por donde la poesa volvi a m, alos 29, despus de haberla cultivado en mis treceadolescentes, y de haberla abandonado justo al terminar lasecundaria; es decir, tan slo dos aos despus de habernosencontrado, frente a frente. Yo no lo s de cierto, lo supongopero imagino que, a veces, una mujer y un hombre alencontrarse se deslumbran, como yo y la poesa, a primeravista, cremos, desde un principio, que nuestro amor seraeterno.

    Nada, a esa necesaria distancia que nos separ por tantosaos, pareci estar ms alejado de la realidad, pues, como sepuede ver, tuvieron que pasar otros catorce aos, para quepor un hecho ciertamente doloroso, volviramos aconfrontarnos, para esta vez construir nuestro amor de laruina moral que padecamos; da con da, luchando, verso averso, por conquistarnos el uno al otro. Por eso ahora pienso,que no es el poeta, como el hombre, quien decide abandonarla poesa; es la poesa, como la mujer, quien opta por ausentarsede quien no la cortejado con la pasn que sta se merece.

    Concluyamos finalmente, que fue la diosa de la Lrica, quienvolvi a m en el momento ms oportuno para consolarme;para prestarme su voz, en la cual recreara y diluyera, con sumsica, mi pena; en resumidas palabras, para redimirme. Lacorrespondencia, al principio, si hemos de ser honestos, fue

    lenta y escasa por ambos bandos, Yo, por esos aos, del restode los setentas, estuve a la busca de una suerte de gua, o dechamn; alguien que, al menos, hablara en el mismo idiomaque me dictaban las musas, hasta que por el 1979, en sus mesesfinales, conoc a quien sera mi primer maestro: Ramn IiguezFranco, ya desde entonces, director de la Biblioteca PblicaMunicipal.

    Por esos mismos meses, haba hecho ya mis pininos literarios,publicando unos cuantos poemas breves en la culturalDomingo Literario, de Diario del Yaqui, coordinada, en esetiempo, por el periodista, Moiss Ortiz Lpez. Luego, por esasmismas fechas, fui invitado a colaborar en el peridico Tribunadel Yaqui, o sea, como quien dice, por la competencia, Habaseregistrado, al interior de ese medio impreso, una especie desismo, provocado, como siempre, por los egos y las diferenciasde criterio entre dos de los colaboradores de la pgina culturalque tambin sala los domingos. Esto, como todo lo anterior, ycomo todo lo que venga con los das, fue para m, como solemosdecir: slo por amor al arte

    Un buen da, ya entrados en el 1980, llegu al auditorio de laantiga biblioteca, enviado por el coordinador de la pginamencionada lneas arriba, Pedro Beltrn Lizrraga, agricultor,como yo, y metido a periodista, a un evento cultural en el quese mostrara al nuevo director de la recin inaugurada Casa dela Cultura de Hermosillo, capital de nuestro estado, un mosaicode las artes que daban colorido a nuestra joven ciudad. Porentonces, ya colaboraba con Beltrn Lizrraga, publicando, ensu seccin, mis primeros poemas, apoyando en el formato dela misma, as como consiguiendo nuevas colaboraciones entrelos escasos y noveles escritores de Ciudad Obregn, y deCajeme, su Municipio.

    Fue en esa ocasin que, por primera vez, me encontr conRamn, y de inmediato, emergi entre nosotros una granempata hacia lo literario, y por supuesto, una grande amistad,que nos ha llevado a trabajar por la cultura a travs de treintaaos. Pronto, surgi la idea de hacerle taller a nuestros textos,encontrando en l la orientacin que tanto haba buscado.

    Un nio lleg hasta m para preguntarme: Qu es la

    hierba? Cmo podra responderle / yo mismo no lo s / pero

    supongo que es el pauelo de Dios dejado caer a propsito /

    con un nombre grabado en la punta / para que nos

    preguntemos de quin...?

    Quiero dejar constancia en este escrito, que la labor de IiguezFranco, tanto en la antiga como en la nueva biblioteca, rebascon mucho el cumplimiento de sus obligaciones; l, convirti

    MI LABORPROMOCIONAL

    JUAN MANZ

    Ledo en el II Festival de Poesa Jos Guillermo Vargas,

    celebrado en Catamarca, Per, donde el autor fue

    galardonado por su trayectoria como poeta.

  • 5Yuku Jeeka, No. 57

    este recinto bibliogrfico, en un verdadera casa de cultura,donde lo mismo se daba una lectura en voz alta, que una muestrade teatro, o presentaciones de libros, o conferenciasmagistrales, o el cine club que fund por los ochentas, y quean sigue en funciones hasta nuestros das.

    Por el 1982, Iiguez Franco, decide instituir el premioNacional de Poesa Bartolom Delgado de Len, primerconcurso a ese nivel en el estado de Sonora. Colaboro con len ese proyecto desde el principio, coadyuvando en la tareade planeacin, organizacin y promocin de este evento anualque ya cumple con su XVII emisin. Posteriormente, funda, en1999, el Premio Nacional de Narrativa Gerardo CornejoMurrieta, con 9 emisiones a la fecha.

    Nuestro personaje, acaba de retirarse de la direccin de suamada biblioteca, tras 36 aos de fecunda y fructfera labor.Honor, a quien honor merece, y para m, la mejor manera dedemostrarle a mi amigo de parrandas culturales mi gratitud yadmiracin por su inmensa labor cultural, es dando seguimientoa su creacin ms importante: Los Juegos Trigales del Valledel Yaqui, certmenes literarios nacionales a los que nos hemosestado refiriendo.

    Y es, precisamente, en 1982, a raz de la primera convocatoriaa estos juegos, que escribo mi primer poemario: Oro verde, labiografa del trigo, desde el noviembre de su siembra, hasta elabril de su cosecha, publicado a finales de ese ao.Posteriormente, en 1984, el Instituto Tecnolgico de Sonora,nos convoca a entregar 20 poemas para editar, en la ColeccinGranos de trigo, el poemario Con un rumor de cancin, y en1986, en la segunda vuelta de la misma recolecta Para repasarel crculo, segundo y tercer poemarios publicados. Despus,sobreviene una larga sequa de nueve aos sin publicar unlibro en forma; slo publico poemas sueltos en peridicoslocales y estatales, y en algunas revistas de circulacin re-gional, hasta que, en 1995, edito con la Agrupacin para lasBellas Artes, el poema histrico largamente postergado Baladade tierra adentro, dedicado, en su unidad temtica, al Valledel Yaqui.

    Ese mismo ao del 82, mi inquietud por la composicin decanciones -primordialmente como letrista- me lleva a afiliarmea la Asociacin Sonorense de Autores y Compositores,presidida, en esos aos, por el inspirado compositor de sanJos de Bacm: Csar Valenzuela Ramos. All, junto a ManuelSoto Hernndez, Jos Manuel Franco, Manuel Antonio Cam-pos, Gustavo Rojo, Francisco Duarte, y una plyade deexcelentes compositores, planeo, organizo, y posteriormentecoordino, festivales de canciones, tanto regionales, comoestatales, e incluso dos a nivel nacional, celebrados en el Teatrodel Instituto Tecnolgico de Sonora, nuestra mxima casa deestudios obregonense, con quien entramos en coordinacin,al igual que con la Secretara de Cultura del estado de Sonora,a mediados de los ochenta.

    Participo en la asociacin de autores y compositores pordiez aos, asistiendo tambin a festivales nacionales endiversas ciudades importantes de la provincia de nuestro pas,y en 1985, en el nacional de Mazatln, de nuestro vecinoSinaloa, es cuando gano, en ausencia, el primer lugar en temalibre, con la balada Quimera de papel, unos das despus dehacerme acreedor al premio en el festival regional Fuerontiempos de esfuerzo, de aprendizaje, de promocin cultural;tambin fueron momentos de grandes satisfacciones,desengaos y alegras, y un remanso de paz y de sanadistraccin, en el diario trajinar de mis actividades agrcolas.

    Avanzado el tiempo, en 1986, y coincidiendo con lapublicacin de mi tercer poemario publicado Para repasarel crculo, inicio con un proyecto que vena acariciando desdeprincipos de los ochenta: la instauracin de un taller decreacin literaria, que se finc primero en la Casa de la Culturade Cajeme. Obvio es decir, que el espaldarazo inicial me lo diotambin mi mentor estrella, Ramn Iiguez, impartindonosuna conferencia literaria en la primera sesin de taller. Tambinquiero mencionar, por la importancia que represent para men esa etapa de mi vida, la gran labor de convocatoria quetuvimos de parte del destacado dramaturgo sonorense SergioGalindo, que el presidente municipal de entonces, Lic.Sstenes Valenzuela Miller, haba trado de Hermosillo, paraque organizara y dirigiera, en su trienio, las reas decomunicacin social y de cultura.

    Luego de dos aos y medio de trabajo en dicho centro cul-tural, trasladamos el taller a la Biblioteca Pblica, no sin antesorganizar unas lecturas abiertas, a manera de evaluacin, conlos poetas y narradores que haban terminado los cursos. Comoconsecuencia de todo esto, en 1989, editamos, bajo losauspicios del Patronato de la propia biblioteca, del cual ya eramiembro desde su fundacin, un libro colectivo al quetitularamos Y se hicieron de palabras. Esta accin nos permiticonsolidar el taller de creacin literaria que tanto habamossoado, haciendo intercambios con los talleres de la Casa dela Cultura de Hermosillo, y con el de la Universidad de Sonora,dirigidos, en esos entonces, por la Lic. Josefina de vila, y elMaestro Antonio Villa, respectivamente.

    Ahora, cabe sealar, que la Biblioteca Pblica lleva el nombredel destacado periodista Jess Corral Ruz, fundador y direc-tor hasta su muerte de Diario del Yaqui, atalaya desde dondeimpuls a los autores cajemenses, va su seccin cultural, quean se publica domingo a domingo. Dirigida, desde 1993, porquien ya ustedes se estarn imaginando, el mismo RamnIiguez, la seccin, que por 10 aos dirigi el destacado poetay periodista Bernardo Elenes Habas cambia de nombre de TallerLiterario, a Quehacer Literario, para a la vuelta de un ao,tomar su identidad definitiva como Quehacer cultural,espacios stos en donde he colaborado durante tres largasdcadas.

  • 6 Yuku Jeeka, No. 57

    Es necesario destacar que Iiguez, inicia su carreraperiodstica desde muy joven en su natal Guadalajara.Destacado editorialista, poeta y narrador de tiempo completo,librero de corazn, pues mantuvo, en los ochenta tardos, suLibrera Len Felipe contra viento y marea, es autor delpoemario Memoria a golpe de teclas, de la entraableColeccin Granos de trigo, del Instituto Tecnolgico deSonora, que dirigiera la siempre bien recordada, CeciliaMilslavich Montes, y de sus dos libros de cuentos El corazndel paraso, memorias en donde reconstruye cuadros familiaresy parte importante de su niez y adolescencia. Hijo adoptivode Ciudad Obregn, desde 1969, Ramn, es Ciudadanodistinguido por el H. Ayuntamiento de Cajeme, en 2008. Dealguna forma, proseguiremos manteniendo con l, su mismoafn de llevar, por este y otros medios, cultura y esparcimientoa los pueblos de Cajeme y de Sonora.

    Un hecho muy destacable para los que amamos la cultura,sobreviene en 1993, cuando la poeta y promotora cul-tural obregonense, Irma Arana Rodrguez, nos convoca parafundar la Agrupacin para las Bellas Artes, organismo que hasido, desde su fundacin, un importante parteaguas en la vidacultural de Ciudad Obregn, trascendiendo sus logros msall de los lmites de nuestro estado y pas. Hoy, esta agrupacinejemplar, bajo la infatigable labor y direccin de AranaRodrguez, ocupa un lugar preponderante dentro de los grupospromotores de la cultura en la repblica mexicana..

    Entre las principales aportaciones de la Agrupacin para lasBellas Artes, entre muchas, figuran la publicacin de su revistaYuku jeeka, (Viento de Lluvia, en lengua cahta) por ms de14 aos, y la de sus Coleccines de narrativa y poesa Bakateteardiente e Instantes, que publica a destacados autoresmexicanos contemporneos.

    Las 5 jornadas culturales Espritu y color de Cajeme, en lacapital del pas, muestra de artes plsticas, presentaciones delibros de las Colecciones de narrativa y poesa Bakateteardiente e Instantes, as como conferencias sobre temticanetamente sonorense, han catapultado a nuestro grupo anuevos y seeros destinos culturales. No est de ms decir yproclamar a los cuatro puntos cardinales, que me honra elformar parte de esta agrupacin singular desde su fundacin,y el haber sido distinguido con el cargo de coordinador cul-tural de la misma, en primera instancia, y posteriormente, conel de director de las colecciones antes mencionadas.

    Retomando los hilos de la memoria que, en ciertas ocasiones,nos parecen hasta cierto punto inextricables, desenmaraamos,poco a poco, sus aosos nudos, para despejar las imgenesque me lleven a contemplar el cuadro de recuerdos de losnoventa muy tempranos, poca fecunda, a travs de la cualme adentro en la lectura de poetas fundamentales en nuestralengua: Vallejo, Huidobro, Neruda, que me incitan a emprenderuna espavorida carrera contra el tiempo, y una persecusinsin trega de la poesa.

    Como resultado de esta vorgine lrica, publico, en 1996,Tres veces espejo, no sin antes vivir una de las experienciasms enriquecedoras de que tenga memoria: la de hacer tallerliterario y recibir orientacin, con, y de parte, de la reconocidaescritora sonorense Ins Martnez de Castro, coordinadora dedifusin cultural del Colegio de Sonora, en Hermosillo. Laintervencin del reconocido escritor sonorense GerardoCornejo Murrieta, entonces rector del colegio, fue decisivapara que esta vinculacin llegar a realizarse.

    Ciudad de siempre, en 1998, es otro detonante en mi sendaliteraria, pues gracias a mi libro Tres veces espejo y a la seoraIrma Arana, es que conozco a otro de los escritores claves enmi vida: el destacado escritor, traductor, narrador y ensayistaMarco Antonio Campos, quien me invita a publicar en laprestigiosa coleccin de poesa de la Universidad NacionalAutnoma de Mxico, El ala del tigre, luego de haberme ledoen los espejos.

    Padre viejo, en 2000, y una segunda edicin en 2001, merepresenta tambin un sonoro timbre de orgullo, ya que bajoun dictamen decididamente aprobatorio, es publicado, enambas ediciones, por la Universidad de Sonora. Panal deluces, en 2002; Sonata de tierra adentro, en 2002, editado porel H Ayuntamiento de Cajeme, en su 75 aniversario; Aguareparada, en 2005; Molinar sin aspas, en 2006; Recital enfuga, en 2007 y, Para repasar el crculo / Poesa reunida [1996-2007], completan el cuadro de lo que ha sido mi trabajo literarioa lo largo y a lo ancho de ms de 35 aos, a partir de aquel abrilherido y viejo del 74. En mi proyecto futuro de edicin, acorto y mediano plazo, figuran la tercera edicin de Padreviejo, traducido al francs; Poemas al margen / poesa reunida[1995-2005] y los ttulos ReVelatorio, libro de relatos ymemorias, Trashumo de mirada y Dispensario, libros depoemas.

    No quisiera terminar mi lectura, sin antes comentar un hechomuy importante para mi vida literaria. El 27 de abril de2009, la Agrupacin para las Bellas Artes instituye en CiudadObregn, el festival cultural Juan Manz Alanz, con el queconmemora su XVI aniversario, en ceremonia de inauguracincelebrada en el Auditorio de la Universidad Tecnolgica delSur de Sonora. En el propio evento se otorga la medalla JuanManz Alaniz, al destacado poeta, narrador, traductor yensayista Marco Antonio Campos, como reconocimiento a suimportante trayectoria literaria. Ese mismo da, por la noche, ycomo parte del programa del festival antes mencionado,comparto una lectura en voz alta con el escritor homenajeadoMarco Antonio Campos, en el Auditorio Ana Mara OleaEncinas, de la Biblioteca Pblica Jess Corral Ruz.

    Voy a permitirme dar por terminada esta exposicin de milabor al frente de la promocin cultural en mi regin msadmirada, intentando hacer un resumen del mayor proyectoque hoy nos rene en torno suyo: El Encuentro Internacionalde Escritores Bajo el asedio de los signos. La tierra del Yaqui,

  • Yuku Jeeka, No. 57 7

    solar donde emparentan a diario la espuma y el sahuaro, lasierra del bakatete y el mezquite: rbol profeta que nos hablacon palabras nuevas del antigo memorial de los yoremes, lasiempre vieja y rica historia que danza ante nosotros suantigedad de espectros y leyendas, ha sido, es, y seguramenteser, la inspiracin que nos gue siempre.

    Este festival anual nace el 2003, bajo la iniciativa de un grupode entusiastas talleristas que fue consolidndose a travs delos aos, con el objetivo de crear un foro para que los escritoressonorenses expusieran su obra literaria y, de esa forma, sedieran a conocer en su regin de origen. Nombres como lapoeta y narradora Mara Romero, coordinadora general delevento, el propio Ramn Iiguez, Irma Arana, Trinidad Ruz,Vilma Edith Prez, Silvia Rouseau, Ismael Serna, Aldo Len,Vernica Cibrin, y los coordinadores de las universidades yorganismos culturales convocantes, han consolidado esteevento como uno de los ms importantes de nuestro pas.

    Para el ao 2004, el comit organizador extiende el II Encuentroa dos das y, considerando la buena respuesta hacia suconvocatoria, decide, en 2006, extenderlo a nivel nacional. Apartir de este momento, los objetivos de nuestro festivalliterario adquieren un carcter ms comprometido con laliteratura y sus nuevos hacedores: Que el principio poticoque genera el pensamiento contemporneo no se agote; an-

    tes bien, se vea fortalecido para la buena salud de las letras

    y de los pueblos que le dieron origen.

    Para el 2007, el encuentro se convierte en iberoamericano,con la participacin de escritores de la talla de FranciscoHernndez (Mxico), Sal Ibargoyen (Uruguay), ElmerMendoza (Mxico), Jorge Calvimontes y Calvimontes (Bolivia),Inmaculada Luna, Antonio Orihuela y Uberto Stabile (Espaa),as como Dante Medina, Csar Arstides, Federico CorralVallejo, Will Rodrguez y Miguel Espinoza (Mxico), entre otros.

    Para el 2008, en la VI emisin de nuestro evento, contamosentre los participantes con escritores nacionales y extranjerostan destacados, como Beth Brait (Brasil), Enrique Moya (Aus-tria), Carlos Mart (Cuba), Gonzalo Mrquez Cristo (Colom-bia), Miguel Mndez (Estados Unidos). Marco Antonio Cam-pos, Eduardo Hurtado, Csar Arstides, Dante Medina, SilviaEugenia Castillero, Eve Gil, Rosina Conde, Lina Zern, JorgeSouza, Luis Manuel Amador, Federico Corral Vallejo, ArmandoAlans, Roberto Arizmendi (Mxico). lvaro Salvador, Anto-nio Orihuela, Luis Felipe Comendador, Uberto Stabile, (Espaa).

    Para este 2009, anunciamos con bombo y platillo, quetendremos entre los escritores invitados al sptimo asedio delos signos, a vuestro viejo tigre de las letras, el poeta quetodos celebramos en este encuentro internacional de la palabra,nuestro hermano mayor, Jos Guillermo Vargas. Nuestrosobjetivos para el VII Encuentro, del prximo noviembre, siguensiendo los mismos de siempre: reunirnos para conocernos ycompartir nuestra obra; festejar, como cualquier humanofesteja, el advenimiento de aires nuevos en la atmsferacontempornea de nuestras letras, bajo el amparo y el asediode los signos. Por la sociedad y la cultura, celebremos ahorala palabra / Por la Vida / por la Poesa / por el Hombre.

    Septiembre de 2009

    Juan Manz.

  • 8 Yuku Jeeka, No. 57

    Fue el entonces gobernador de Sonora, Gral. FaustoTopete Almada, quien expidi el 29 de noviembre de1927 el decreto que convirti a la Comisara de Cajemeen Municipio, a partir de su aparicin el da siguiente en elDiario Oficial. En este canje con Ccorit que hasta esa fechaostent el rango de cabecera municipal, constituy el puntode partida para el desarrollo sostenido de nuestra comunidada lo largo de estos 82 aos.

    La primera sesin de cabildo, el 2 de enero de 1928, fuepresidida por el alcalde Ignacio Ruiz Armenta, y cont en lapresencia del diputado Alberto F. Moreno, que trajo larepresentacin personal del gobernador del Estado. Su firmaconsta en el acta al lado derecho de los dems signantes, losregidores Joaqun Ibarra, Ignacio Mondaca, Francisco J.Rodrguez, Eduardo Gaxiola, Alejandro Mndez Limn y CarlosH. Mzquiz.

    Desde esa fecha hoy queremos destacar los siguientesacontecimientos.

    1929.- A principios de abril tiene lugar el primer bombardeoen el pas cuando aparecen dos aviones biplanos que

    Cronologa Mnima de CajemeJOS ESCOBAR ZAVALA, CRONISTA DE CD. OBREGN

    En el 82 aniversario de nuestro Municipio

    concentran su ataque en una locomotora que realizabamaniobras entre Ciudad Obregn y Esperanza. No hubomuertos, solo una persona lesionada que perdi un ojo. Eraun humilde lustrabotas conocido como Pancho El Bolero.Fue alcanzado por una esquirla cuando trataba de alejarse dela zona de peligro, la explanada del ferrocarril, en unin deotros aterrizados vecinos.

    1930.- Con el apoyo del gobierno del Estado y la participacindirecta de Rodolfo Elas Calles se crea en lo que actualmenteson las instalaciones del ITA-21, el Campo agrcola Experi-mental para la investigacin de de cultivos como arroz, gar-banzo, trigo y maz.

    1933.- El 23 de julio Plutarco Elas Calles inaugura el BancoAgrcola Sonorense, en la esquina sureste de las calles Guerreroy Sonora. Nace as la primera institucin bancaria de la ciudad,antecedente de lo que hoy es una sucursal bancaria HSBC.

    1935.- El 13 de agosto el Gral. Lzaro Crdenas, presidente deMxico, decreta el primer reparto agrario; el segundo sera enoctubre de 1937, y de ambos nacen los primeros ejidos delValle del Yaqui, que en sus inicios seran sealados como

  • 9Yuku Jeeka, No. 57

    ejemplo de organizacin social productiva. Ese mismo aoinicia sus trasmisiones de la radiodifusora XEAP, primeraestacin de radio en la ciudad.

    1939.- La noche del primero de septiembre las sirenas de losmolinos despiertan a los cajemenses, a la vez que los vehculosde la autoridad municipal difunden la noticia del comienzo dela segunda guerra mundial. La regin del yaqui aport a lacausa aliada el bombardero Sonora.

    1942.- El 7 de diciembre se inaugura la Unin de CrditoAgrcola del Yaqui (UCAY), primera institucin de este tipo enel pas, El primer presidente del consejo de Administracin fuedon Jos Mara Parada, y el gerente, Don Carlos Torres. Esemismo se fund la Colonia Irrigacin (Hoy Municipio BenitoJurez). El gerente local del Banco Nacional de Crdito Agrcola,Ing. Benjamn Lagarda Snchez, se encarg de la organizaciny financiamiento de los colonos, entre los cuales se encontrabala familia Beltrones.

    1945.- El Dr. Norman Ernest Borlaug inicia sus investigacionesen el Valle del Yaqui, con la colaboracin de tcnicos de laSecretara de Agricultura. El objetivo era encontrar lneasmejoradas de trigo con resistencia a al roya.

    1946.- Se coloca la primera piedra de la Presa Alvaro Obregn(Oviachic). Gracias a esta obra se logra el despegue aceleradode la economa regional, al cubrir una superficie de riego de235 mil hectreas.

    1955.- Nace el Instituto de Estudios Superiores Justo Sierra,que despus tomara el nombre de Instituto Tecnolgico delNoroeste (ITNO), y a principios de los sesenta adopta sunombre actual : Instituto Tecnolgico de Sonora.

    1958.- Este ao se escenifica la ms violenta lucha por elpoder municipal. Aparece el Partido Democrtico de Cajeme(PDC), para apoyar la candidatura independiente delcarismtico lder catemista Rafael Contreras Monten, quienhaba sido en dos ocasiones Diputado Federal por el PRI. Suantagnico fue inicialmente Gabriel Gallegos Campoy, ydespus Gilberto Oroz, ambos conocidos agricultores. Fueuna campaa aciaga, salpicada de violencia y represin porparte de las autoridades que avalaban al candidato del partidooficial. En consecuencia, se anularon las elecciones y el poderqued en manos de un Consejo Municipal, cuya titularidadrecay en el Sr. J. Encarnacin Chvez, quien cubri sinmayores sobresaltos el trienio 1958-1961.

    1960.- Consagracin del Primer Obispo de la Dicesis del Surde Sonora, Jos Soledad Torres Castaeda. La ceremoniaestuvo a cargo del Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, quecont con la representacin del Vaticano, Monseor LuigiRaymondi.

    1962.- El 12 de julio nace en Ciudad Obregn el boxeadorJulio Cesar Chvez, quien de nio de muy corta edad haradicado en Culiacn, donde curs estudios de primaria, ydesde la adolescencia comenz a practicar el boxeo, primerocomo boxeador amateur y despus en lo profesional, llegandoa obtener tres ttulos mundiales. Dos de sus hijos sonactualmente boxeadores profesionales.

    1964.-Inicia transmisiones el Canal 2 de Televisin. La era delas comunicaciones modernas llega a Ciudad Obregn. Losprimeros aparatos de televisin son en blanco y negro.

    1967.- Es demolida la antigua estacin del ferrocarril para darpaso a modernas y funcionales instalaciones, complementadascon una explanada y una plaza cuyo centro se encuentra laestatua del Heroe Blanco de la Humanidad, Jess GarcaCorona. Recientemente la estatua fue retirada al ser construidoel Centro de Usos Mltiples, recientemente inagurado por elgobernador saliente, Eduardo Bours Castelo. El ayuntamientoen funciones que encabeza el Ing. Manuel Barro Borgaro,tienes planes para colocar la estatua antes mencionada en elsector, siempre cerca de las paralelas del ferrocarril.

    1972.- Se construye la unidad Hospitalaria del IMSS, basedel actual Centro Mdico del Noroeste. Ah mismo, en lasafueras del Centro Mdico de Especialidades destaca un bustoen bronce del malogrado Lic. Luis Donaldo Colosio Murrieta.

    1975.- Siete campesinos son asesinados por la fuerza pblicaen San Ignacio Ro Muerto. La masacre tuvo lugar en un predioagrcola invadido por peticionarios de tierras, encabezadospor el lider Juan de Dios Tern, que fue la primera de las sietevctimas. Esto origin la cada del gobernador Carlos ArmandoBibrich Torres.

    1976.- El 19 de noviembre el Presidente de Mxico, Lic. LuisEcheverra Alvarez, decreta la expropiacin de 37 mil hectreascon riesgo de gravedad y 57 mil de agostadero. Los afectadosfueron 587 agricultores, la mayora pertenecientes a la UCAY,y 25 ganaderos. A partir de este suceso se integran

    57 ejidos de beneficiarios con esa superficie, para crear laCoalicin de Ejidos Colectivos de los Valles del Yaqui y Mayo,bajo la dirigencia de Emilio Melgoza Solorio.

    1979.- Uno de los efectos de la expropiacin fue la primeraderrota local del PRI, que perdi todas las posicioneselectorales ante el Partido Accin Nacional. El alcalde fueAdalberto Rosas Lpez.

    1994.- El 30 de mayo se cre el Organismo Operador de AguaPotable, Alcantarillado y Saneamiento de Cajeme, como unaentidad descentralizada de la administracin municipal, conpersonalidad jurdica y patrimonio propio. Por lo dems, restanen este recuento los ltimos quince aos, considerados comohistoria reciente, razn por la cual, los dejo en lista de esperapara la siguiente recopilacin.

  • 10 Yuku Jeeka, No. 57

    I. Netzahualcyotl

    Hoy, hace tres semanas inici el tratamiento para el insomniocon el doctor Wirell; en la actualidad somos cuatro lospacientes.

    He mejorado relativamente con los ejercicios que l plantea:concilio el sueo por dos horas y media sin interrupciones.Exagerado quizs, pero hasta hace dos meses me resultabadifcil de lograr; estoy mejor y mi estrs disminuye. Sin em-bargo, en estos das, hemos iniciado nuevos experimentos:nos programa para dormir conectados a una mquina queregistra nuestras ondas cerebrales, mientras recordamossucesos del pasado o nos lee obras de grandes escritores.

    Estamos preparados, slo escuchando el zumbido de losaparatos.

    - Bueno, haremos algo similar a lo de esta semana, peroutilizando un sedante especial, que nos ayudar a adentrarnosen el subconsciente dijo el doctor, mientras la enfermeracomenzaba a administrar el medicamento

    - Comencemos

    La aguja penetr mi piel y la sustancia hizo efecto casi alinstante. Mis prpados se volvieron pesados y ca en un sueoprofundo. Vagando entre mis pensamientos, escuchaba anla voz del mdico.

    De pronto, estaba en un aula de clases, bastante pequea.Frente a m haba una gran mesa, un pizarrn, dos sillas vacashacia mi derecha y slo una a la izquierda.

    Parpade un instante, ahora mi profesora de Literatura (aquin conoc cuando cursaba el primer ao en la universidad)se encontraba junto al pizarrn. A mi izquierda estaba Carlos,uno de mis compaeros con problemas de insomnio, deestatura promedio, tez apionada, cabello oscuro, ojos grandesy complexin delgada, algo distrado pero muy divertido a lavez, con buenas opiniones y cuya dificultad para dormir eragracias a su demandante trabajo. A la derecha, Jos, simptico,activo, alto, de complexin media, cabello y ojos caf oscuro,cuyo insomnio es debido a una preocupacin exagerada porlos dems y sus planteamientos existenciales. Junto a l sehallaba Eduardo, de tez morena, alto, cabello oscuro y ojoscastao, algo despistado pero interesado siempre por aprender,le debe su falta de sueo a las mltiples actividades que realizay que le impiden adaptar bien su tiempo.

    En un momento me transporto (al menos mentalmente) a laspocas de las obras que estoy escuchando. Es raro, puedohablar con las personas de la realidad falsa percibida en mimente. Ser acaso un problema mental? Habr descubiertouna maquina del tiempo alternativa? Creo que tengo unproblema de aficin a la literatura.

    Ah estbamos todos, un poco desconcertados peroescuchando lo que la profesora deca. Hablaba -entre otrosautores- sobre Netzahualcyotl y uno de sus poemas;comienzo de pronto a escuchar msica clsica y las notas semezclan con las voces. Veo las imponentes pirmides aztecas,un cenzontle revoloteando y el mercado lleno de gente. Caminosin saber a donde mis pies no parecen obedecerme y subola escalinata de piedra, hacia el palacio real.

    Inconscientemente saludo a los guardias que, vestidos contaparrabos y capas de fina piel, en sus manos sujetan afiladaslanzas; contino hasta llegar a una gran sala, donde un hombreescribe un cdice, mientras susurra algunas frases:

    -amo el color del jade pero ms amo a mi hermano elhombre! - habla subiendo el tono de voz, de forma tal que laltima palabra la dice en voz alta y con entusiasmo, en algunalengua indgena que sin saber bien como- logr entender.

    - Disculpe seor no s cmo llegue aqu - digotitubeando.

    El hombre se da la vuelta: Nariz aguilea, ojos rasgados yuna barba rala solo tres o cuatro pelos- nada notable tal vez,excepto por su mirada, penetrante y serena, de majestuosatranquilidad: Me encuentro ante el mismsimoNetzahualcyotl!

    II. El cantar de los cantares

    El piquete de la aguja me trae una sensacin de calma haciendocaer mis parpados: las ultimas palabras del doctor pierdensentido a mis odos, que registran solo frases al azar:esperaba toc a mi puerta pas de largo flores

    Repentinamente despierto frente a una casa y me levantoasustado por tan extraa situacin. Miro alrededor: es unpueblo pequeo con viviendas de adobe y piedra; la que estfrente a mi no es muy distinta a las dems: una fachadamaltratada y un pedazo de madera mal tallado haciendo las

    Viaje en el tiempoHistoria en tres momentos, escrita en colectivo por estudiantes del ITESCA inscritosen el taller Invitacin a la Literatura, impartido por la maestra Perla Ortiz Murray.

  • 11Yuku Jeeka, No. 57

    veces de puerta. Al dar una ojeada de nuevo, veo salir a unamujer que murmura algo mirando a los lados; me acerco peroparece no darse cuenta de mi presencia; voltea a la izquierda,luego a la derecha dejando sus ojos fijos en un hombre queaparentemente se dirige a la casa, pero al final cambia deopinin y pasa de largo.

    Ella reacciona ante el cambio y da unos pasos quedando asolo centmetros de m; entonces me doy cuenta que sumurmullo es en realidad el canto de otro Rey: Salomn

    Es una sensacin extraa todo empieza a difuminarse ylos cantos se vuelven ecos lejanos:

    -Les suplico, muchachas de Jerusaln/ si encuentran a miamado qu le dirn?/ Dganle que me muero de amor!.

    III. El medieval

    La inyeccin de Wirell no me ha dolido; en cambio me haprovocado un estado de indecisin en cuanto a donde estoy.De repente, su consultorio se ha transformado en mi cama, enmi recmara concretamente y el da, en un sbado de esos enque te da flojera levantarte por la maana. Me veo obligado air a mi clase de Invitacin a la Literatura. En el camino nopasa nada interesante, tooodo es igual que otros das.

    Sigo mi camino mirando distradamente a las personas quese dirigen apresuradas a su trabajo. Ay!, se me ha hechotarde y me aumento el paso para llegar a la escuela, un edificiopequeo y con un patio extenso y arbolado: Tardo solo quinceminutos en llegar al saln. Para mi mala suerte, no escuchsonar el despertador y quedndome dormido. Ojal que laprofesora no me regae de nuevo, pues la ltima vez tuve unparpadeo muy largo y eso bast para sacarme del saln por elresto de la clase; espero que esto no se repita, pues el da estnublado y eso me provoca sueo.

    Pero en fin, estoy por cruzar la puerta del aula; al parecer lamaestra ya se encuentra dentro.:

    -Qu horas son stas de llegar Carlos?

    -Lo siento maestra, tuve un problema y no pude llegar mstemprano.

    -Siempre es lo mismo contigo; me gustara sentarte al frente,pero no ser injusta con tus compaeros que s llegarontemprano; por favor, sintate atrs, pero donde te pueda ver,para poder continuar.

    Al parecer no est tan de malas, pero sentarme hasta atrssolo consigue provocarme sueo. Al dirigirme o a mi lugarnoto un estante que nunca haba visto, quizs por tomarsiempre mi lugar enfrente para salir corriendo en cuanto laclase termina. Est lleno de libros y uno de ellos llama miatencin, por grueso y por lo atractivo de su ttulo: Losmejores autores de la Literatura ja, veamos pues quetiene para ofrecerme:

    -Los cuentos de Canterbury. mmm, nooo.

    -Las oraciones franciscanas nooo, tampoco, quizs algo como dir- no tan espiritual; en fin, sigamos buscando.

    Antes que de lo oscuro me desgaje,

    maestro, dije cuando estaba erguido,

    squeme de mis dudas tu lenguaje.

    Dnde est el hielo? y cmo est invertido

    ste? Y cmo del vspero a la aurora

    tan deprisa ha hecho el sol su recorrido?

    Las palabras parecen flotar en el libro, mi cabeza da vueltas ycaigo en un estupor profundo: un hombre con toga pasa a milado siguiendo un camino trazado en espiral y desciende,desciende, desciende. y yo tras l. Solo al llegar ante unasgrandes puertas con una inscripcin comprendo:

    -UNO: que estoy en el infierno.

    -DOS: soy el espectador incmodo de La divina comedia y

    -TRES: el de la toga no es otro sino el abogado DanteAlighieri, quien ha pasado a mi lado buscando a su Beatriz,aunque en el infierno seguro no la va a encontrar. Pero vamos,tomemos nota, parece ir murmurando en una lengua rara,parecida al italiano y .

    -stas vueltas, Dios, que lo! ach! joder!

    Entro al infierno pero.. uno que se masca a tres cristianosen un rincn ha odo mi ltima expresin y se me ha dejadovenir enojadsimo:

    -Seor, este tipo est re grandote. y tiene cuernos y cola!

    FIN.

    Son autores de esta historia:

    Adriana Leyva Garca

    Jos Francisco Arreola Surez

    Jess Carlos Matus Ocampo

    Reyna Marisela Velsquez Cejudo

    Csar de Jess Pea Valenzuela

    Rogelio Cota Anguamea

    Eduardo Daniel Vera Muoz

    Hctor Rodrguez Vega

  • 12 Yuku Jeeka, No. 57

    Francisco Snchez Lpez

    CCORITMEDIO AMBIENTE, URBANISMO Y ARQUITECTURA

    Me gusta pueblear por la comisara de Ccorit donde gozo delas magnficas vistas panormicas agrcolas, La Alameda deAntonio Valds Herrera, las huertas frutcolas, los paisajes delcanal Porfirito, del cauce seco del ro Yaqui, el viejo camino a

    Tajimaroa y el recorrido turstico por los barrios antiguos deSan Jos. La Bomba, El Alhuate, guiado por autnticas

    cocoreas que aman su terruo.

    Me gusta pueblear por el urbanismomilitar tpico de este poblado

    mestizo mexicano quenos muestra su

    p a s a d ohistrico:

    Desde su fundacin en 1890 por el general ngel GarcaPea como colonia agrcola yaqui; la ocupacin delejercito constitucionalista durante la pasada guerra civilde 1910; inclusive, su involucin urbana y abandonoen 1930 por las familias adineradas para radicar en CiudadObregn hasta llegar al crecimiento actual y su futurainminente conurbanizacin con la comisara deEsperanza y la zona norte de nuestra ciudad.

    Me gusta bajarme del democrtico camin enfrente dela Plaza Ignacio Zaragoza o Miguel Hidalgo y Costilla,para caminar entre motitas blancas de las ceibas,sentarme en mi banca preferida para observar el entornoy sus escasas casonas neoclsicas vernculas con

    muros de adobe y techos de viguera, reprobandosus remodelaciones modernas y apreciar la

    arquitectura nativa original sinarquitectos de las viviendas

    modernas post construccin dela presa El Ovichic hasta 1970.

  • 13Yuku Jeeka, No. 57

    Desde el punto de vista del ecologismo, Ccorit est ubicadoen un sitio privilegiado cercano a la vega y micro clima del roYaqui seco, entre dos canales de irrigacin, campos de cultivoagrcola y bella vegetacin endmica y extica introducida asu medio ambiente por culturas anteriores.

    A partir de la ptica del urbanismo, difiere mucho de ser unasentamiento tradicional yaqui caracterstico de esta etnia,excepto, el espacio abierto entre la iglesia y las cruces delbarrio de El Conti. No tiene un plano urbano colonial novoespaol como el de lamos con su plaza de armas, kioscomorisco, portales con arcadas, la parroquia con altas torresbarrocas y cpulas; ni fue estacin de tren como CiudadObregn con su desarrollo agroindustrial y el antiguo Zcaloalrededor del centro histrico de la Plaza lvaro Obregn.

    Su pasado histrico urbano mediato es el de un destacamentomilitar en las Guerras del Yaqui durante el porfiriato en Sonoray como pueblo o ejido de las colonias yaquis alrededor de laplaza y barrios antiguos ocupado por el colono mestizosonorense, mexicano y norteamericano.

    Desde mi banca preferida y caminando por sus calles, observoen el entorno del centro y de sus barrios un dialogo entre lasformas arquitectnicas de las casonas neoclsicas y susexpresiones tangibles de identidad cocorea conceptualizadaentre 1890 a 1930, poca de oro del pueblo. Con las viviendasvernculas de los vetustos chinames, casas con muros deadobe y el fantstico bicolor de sus fachadas entre 1940 a1960 construidas junto a viviendas y edificios institucionalesde la clnica del IMSS e internado ITAM al estilo internacionalfuncionalista, el neo colonial hacendado exuberante de la QuintaRosala en las dcadas de 1970 al 2000, hasta la modernidad delas casonas remodeladas para residencias seoriales yrestaurante de carne cecina, la nueva tecnologa constructivadel sper OXXO y ausencia de la arquitectura estilo Robinsondel Plan Sonora Proyecta en el 2009.

    Ante estas circunstancias descritas, puedo concluir queCcorit tiene, desde 1890, criterios de identidad histricos yculturales por su ubicacin en su entorno natural ribereo,llanura costera, campos agrcolas y canales de irrigacin, a lapar con razonamientos simblicos de sus espacios urbanos yestticos por su reiteracin cultural comunitaria que losengrndese y apreciamos como el pueblo de Ccorit, que si:Hemos estado dormidos por largos aos; Hoy exige loque es propio: Su cultura e historia, sus tradicionalesfestividades ante la inminente Obregonizacin delcentralismo municipal que la agobia y menoscaba sus derechoshumanos y culturales constitucionales por la Direccin deCultura de Cajeme, Fundacin Ccorit, Centro Cultural Ccority otras ms.

    Me atrevo a proponer soluciones viables para que elcocoreo y la autoridad municipal valore la calidad del espaciourbano original, tradicional e histrico y recupere el estilo neoclsico de su arquitectura verncula definiendo lo antiguo ysu regionalismo propio con el nuevo Ccorit en vas de laglobalidad por el modelo de ciudad moderna de Cajeme.

    Las casonas circundantes a la plaza nos muestran unaasociacin de la arquitectura artesanal con la identidad criollaespaola y extranjera; la arquitectura de los pobres con elestilo popular del colono mexicano inmigrado y las nuevascolonias desordenadas de la periferia con la realidad econmicadel Sonora contemporneo.

    Es prioritario conservar los espacios naturales histricos yproveer reas campestres, ampliar el puente peatonal sobre elcanal Porfirito de la calle lvaro Obregn agregndoleespacios, bancas e iluminacin, para el esparcimientocontemplativo de las magnficas perspectivas ambientales enlos barrios de La Bomba-San Jos y del Conti.

    Remozar el rea verde de ex La Alameda y las plazas delbarrio de La Bomba e Ignacio Zaragoza, magnfico espacioencerrado por interesante arquitectura estilo gtico tardo dela Parroquia, el moderno de las escuelas primarias y el neoclsico de las casonas antiguas an no remodeladas.

    Debido a que la poblacin regional y el turista extranjero,buscamos el exotismo arquitectnico de la bella tendencia neoclsica porfirista y el confort de la arquitectura moderna conInternet: Es vital conservar el Ccorit de antao ante lainminente modernizacin de Cajeme.

    Otra opcin sera re disearlo para el turismo obeso por susabrosa gastronoma y el ecolgico culto que deroga grandessumas millonarias en los lugares que visitan...

    Esquina donde estuvo una tienda de chinos a principios del

    siglo XX.

  • 14 Yuku Jeeka, No. 57

    Recibo con placer el libro de la escritora chihuahuense Alicia Acosta, quien desde hacemuchos aos contribuye desde la ciudad de Mxico al enriquecimiento de la literaturanacional a travs de la poesa y la narrativa. Editado por Doble Sol, con sede enArgentina, este libro de cuentos y relatos titulado El cajero automtico es realmente un viajefantstico a travs del pensamiento, los sueos y las vivencias de los animales, entre ellosnosotros. Insectos, batracios, aves y mamferos dpedos y cuadrpedos intervienen en estashistorias narradas en lenguaje fluido y accesible.

    El cuento inicial es precisamente el que le da nombre al libro: El cajero automticoImagina que te urge pagar o comprar algo y no tienes dinero en efectivo; vas al cajero y alinsertar tu tarjeta la mquina te absorbe a ti tambin y te encarcela en su interior metlicopara enfrentarte a los personajes y hroes nacionales que ves a diario retratados en losbilletes. Benito Jurez, Morelos, Nezahualcyotl, Hidalgo, Zaragoza y Sor Juana te abrumancon sus consejos no pedidos, lo cual no es lo peor, sino que estando t adentro da la casualidadde que el cajero es arrancado de sus cimientos por unos bandidos Y as como esta mquinate absorbe como personaje, las narraciones siguientes te atrapan como lector al grado de queno dejas de leer hasta que las pginas se acaban, amn de que se trata de un libro de extensinmuy breve.

    Uno de los textos ms representativos del libro es la fbula titulada Razonable y pequeouniverso, en la cual nos identificamos como individuos adictos al descanso y la contemplacinde la naturaleza, sin darnos cuenta de que dicha adiccin ecolgica provoca seriosdesequilibrios en la existencia de los ms insignificantes bichos que a diario construyen yreconstruyen el planeta. No menos interesantes son Los muertos no vuelven y La trotacalles.El primero nos traslada a un hospital en el que un doctor irresponsable provoca un gran sustotras dormirse en el lugar menos apropiado. Y el segundo cuenta la historia de cuando alguiende la calle llega a una casa decente y se instala para siempre.

    Con este libro Alicia Acosta confirma su versatilidad creativa, pues a pesar de su brevedadaborda dos tipos de narracin: por un lado, las reflexiones en torno a la vida superficial, lasituacin de los rarmuri de la sierra tarahumara y lo que puede significar el amor; y, por elotro, el cuento preciso, acertado, dndole vida y voz a los animales y a seres inanimados comolos personajes de los billetes ya descritos, las mquinas de escribir Smith Corona, las arrugasque delatan nuestra edad e incluso los conceptos polticos que se convierten en seres que seburlan de nuestra paciencia ciudadana.

    Las mayores virtudes de esta entrega editorial son la brevedad de los textos, la accesibilidaddel lenguaje, el ingenio de las ancdotas y, sobre todo, la potencial universalidad, ya que es unlibro que pueden disfrutar nios, jvenes y adultos. En cada pgina surge un sarcasmo elegantey una crtica mesurada hacia nuestras acciones cotidianas, lo cual influye en la identificacincon los personajes y en el inters por seguir leyendo y conocer ms sobre la autora. Muchasfelicidades a Alicia por este logro y a la Editorial Doble Sol por apostarle a la buena literaturamexicana.

    Cajero automtico:mquina fantsticaWILL RODRGUEZ

  • 15Yuku Jeeka, No. 57

    Cre que venan a descansar a mi lado los ejrcitos de las palabras

    por eso nunca dispar mis armas,

    cenizas ajenas y mortuorias

    incineraron los pueblos cansados de mi boca

    colapsando el aliento de esta casa que se derrumba

    sin que pueda

    salir de mis pulmones

    Aunque ya no caminan ms a mi lado los apstoles

    sigo apostando por un abrazo fuerte para la flagelacin de las horas

    ms largas

    por esa mirada capaz de revelar

    todo el remordimiento que atesora el minotauro que recorre

    las calles

    de mi vida

    como si fuera lo ms importante o lo nico

    que tiene

    Yo s que algn da el agua bendita manchar mis dientes

    y mover mi lengua de manera correcta, ya no tendr nuseas

    la tristeza

    y mi almuerzo podr evitar el jugo estomacal de las serpientes

    y los escorpiones

    Que dolor siento desde el da en que nac

    pero s que no es este cuerpo de vsceras perfectas el que solloza

    son mi alma y cerebro

    los que claman sobre la piedra inmensa de los sacrificios

    la inmediata amputacin

    de estos pensamientos amargos

    y podridos

    Esta que es la conflagracin de Virgo

    este desprendimiento de todo lo que soy ahora, en qu lugar

    estar

    de mi cdigo gentico?

    A veces pienso,

    que si yo no lo hice conmigo, Dios nunca debi

    de haberme perdonado

    LVA

    RO B

    ALTA

    ZAR C

    HAN

    ON

    A YZA

    Las

    confl

    agra

    ciones

    de

    Vir

    go

  • 16 Yuku Jeeka, No. 57

    Escribir encadena. Cuida tu libertad

    Paul Valry

    ICuando Hermes necesitaba escribir se perda a s mismo. El deseo lo lanzaba hacia un profundo

    abismo y la penumbra lo perturbaba tanto, que le resultaba imposible separar la tierra del fuego.

    Hermes recordaba quin era l slo si reconoca una mirada ajena en su espejo esmeralda; enaquel momento surga otro ser: incapaz de distinguir los lmites entre fantasa e imaginacin, perosuficientemente lcido como para recrear el mundo con el pensamiento. nicamente deba tomarconciencia de su inconsciencia y convertirse en su propio reflejo.

    Hermes supona que no poda sobrevivir sin el espejo y sin la mirada que de l emerga. Por esolo cuidaba ms que a nadie y ms que a nada; incluso ms que a s mismo.

    El espejo era su nico resguardo. Acuda a l cuando la imposibilidad para escribir lo afliga y,hasta que no recobraba la libertad creadora, repeta sin cesar: Espejo de cristal. Espejo deconocimiento. Espejo de smbolos. Espejo de ideas. Espejo de recuerdos. Espejo de sentimientos.Espejo de reflejos. Espejo de fuego. Espejo de tierra. Espejo.

    La historia siempre era la misma: la realidad: las nubes: la asfixia: la lluvia: la luna: el mensaje: laconciencia: la angustia: la inundacin: la fantasa: el espejo esmeralda: el reflejo: el hallazgo: lamirada: el reencuentro: la soledad: las ideas: la escritura: el sol.

    Cuando Hermes descubri las cualidades del espejo encontr, por fin, el sentido de su existenciay advirti que es posible convertir los pensamientos ms intrascendentes en oro.

    El hallazgo ocurri mientras dorma: una rfaga lo envolvi en la oscuridad y lo transport de latierra al cielo y del cielo a la tierra. En aquel viaje descifr el misterio de los smbolos y se percatde que su poder era ilimitado; entonces fue capaz de vencer lo sutil y de penetrar lo slido.

    Esa noche cre el mundo de los vivos y de los muertos con su caduceo dorado.

    IIUna maana, entre sueos, Hermes escuch el silencio, se entreg al olvido, intuy que la

    fantasa es la esencia misma de la realidad y, luego de colocar otro espejo frente al espejo, traspassu propia sombra y se top con la muerte. Por primera ocasin identific el brillo de aquella miradavivificante y supo que para crear no poda ignorar la conciencia, aunque s deba prescindir de ellaterminantemente.

    Ese da perdi el inters por el pensamiento, por la escritura y por l mismo, pues comprendique la realidad es una expresin tangible de la fantasa.

    Entonces grab en su espejo esmeralda la siguiente inscripcin: Lo que est adentro es comolo que est afuera, y lo que est afuera es como lo que est adentro.

    Finalmente se recost bajo la sombra de una piedra impenetrable y cedi ante sus sueos.

    El espejo esmeraldaDOS TEXTOS DE JORGE LUIS HERRERA

    Para Uma Ballester

  • 17Yuku Jeeka, No. 57

    Jorge Luis Herrera es licenciado en Historia del arte. Ha colaborado con cuentos, entrevistas, reseas, ensayos y/o fotografas en diversaspublicaciones como el suplemento cultural El ngel del peridico Reforma y en las revistas Los Universitarios, Juku Jeeka, Tierraadentro, Literal, Casa del tiempo, Siempre!, Universo de El bho, La colmena, Ciencia ergo sum, Opcin y Desarrollo acadmico (UPN).

    El Amor es lo que es amado y no lo que ama.

    Platn

    Sin ella no soy nada... Nada ni nadie.

    Hemos estado ligados desde hace mucho tiempo... imposible asegurar cunto, porqueno siempre he tenido la certeza de su existencia, y menos de nuestro vnculo.

    Ahora resulta innegable que inconscientemente supe que nacimos para estar juntos.So con encontrarla (la deseaba porque no estaba seguro de poseerla) y me afan enello, hasta que un da tuve una especie de revelacin y confirm, sin temor a equivocarme,que es mi mitad perdida. Entonces comprend que no se puede carecer de lo que seposee. Tan cerca y tan lejos. Ignoro por qu no lo descubr antes; sin embargo eso yaresulta intrascendente: el vnculo es indisoluble.

    Me siento satisfecho cuando estoy con ella... aunque tampoco puedo negar que, pormomentos, su existencia agobia... Ni modo: la felicidad absoluta es una utopa. Losinstantes de bienestar que ofrece son los nicos incentivos que permiten soportar ladesdicha.

    En ocasiones intento olvidarla, pero, paradjicamente, es cuando est ms presente.Es inevitable. El olvido no garantiza la extincin de un sentimiento... ni de un ser... ni deuna realidad.

    Cuando confirmo que soy incapaz de controlarla, su presencia me exaspera yentristece... Aunque si sufre o hace sufrir es sin coaccin, siendo la violencia incom-patible con ella.

    Es imposible serle infiel; difcil traicionarla... incluso con los pensamientos. Si hayalgn vencedor entre nosotros, se no soy yo ni lo ser nunca, porque quien posee esms fuerte que quien es posedo.

    Siento como si nicamente fuera capaz de contemplar al mundo desde una jaula... Mijaula... Nuestra jaula... Su jaula.

    Invariablemente est conmigo. Supongo que no me abandonar. Muchas vecespreferira, as lo creo, que no existiese, y sin embargo, si esto sucediera, estoy

    convencido de que sera yo an ms desgraciado.

    A pesar de todo, en mis penas, en mis temores, en mis disgustos, en mis palabras, esmi consejera, mi sostn y mi salvacin.

    A final de cuentas agradezco su existencia.

    As es ella.

    Ella: la ausenteen el banquete

  • 18Yuku Jeeka, No. 57

    Hubo un rbol que hablaba esto ocurri en tiempos muy remotos.

    El rbol era profeta.

    Un pueblo de yaquis enanos (los ules, primeros habitantes de Pusolana, hoy Sonora) viva en lasinmediaciones. A estos indgenas el rbol les ense los nombres de todos los astros del cielo, perotambin les hizo un vaticinio trgico: habra de llegar del norte un monstruo feroz.

    En prevencin de lo dicho, los yaquis establecieron guerreros permanentes en diferentes puntosestratgicos con el objeto de vigilar los caminos en espera del fabuloso animal.

    Un grupo se situ en Tetabampo (piedra en el agua), otro en Bejulbampo (en el agua angosta). Eneste ltimo lugar hizo su aparicin el monstruo, una gran serpiente. Se trab la primera gran batallacampal, pero las flechas de los guerreros se estrellaban sobre la caparazn escamosa de la bestia sinconseguir hacerle mella. Los yaquis decidieron entonces empear una segunda lucha en el SauwoMuiri (sahuaro flechado) y esta vez las consecuencias fueron funestas para la tribu.

    Sin embargo Napowisimjiskame (va lctea) no se amilan. Mientras un grupo de guerreroshostilizaba al enemigo impidindole continuar su camino, comision a Wokobabasela (golondrina)para pedir auxilio a Wochimea (chapuln); en raudo vuelo parti la golondrina sobre las extensasllanuras y los montes. Al llegar ante el chapuln brujo le dijo:

    - Mi seor te saluda reverente y, en nombre de los ocho pueblos, te pide que acudasen su auxilio para exterminar a la serpiente que anunci el rbol que hablaba

    pues ya apareci y est acabando con los yaquis.

    Al escuchar esto, el chapuln, profundamente pensativo, inclin su rostro venerable y despus demeditar alz la cabeza, recomendando a la golondrina que transmitiera con prontitud el mensaje.

    - Di a tu jefe que pronto tendr el honor de poner mis humildes servicios a lasrdenes suyas y de los 8 pueblos.

    La mensajera se fue cruzando los aires con toda la velocidad que le permitan sus alas. Entre tanto elchapuln afilaba los serruchos de sus patas. Luego subi al cerro Juupa roh (mezquite negro) yprinunciando ciertas palabras misteriosas dio un fuerte golpe con sus espolones sobre la cumbre. Deall se lanz en salto tan prodigioso que cualquier persona necesitara caminar once das y mediopara recorrer la distancia que el chapuln salv de un brinco.

    El chapuln brujo

    SANTOS GARCA WIKIT

    TRADICIN ORAL YAQUI

  • 19Yuku Jeeka, No. 57

    Era ya la tarde en el sitio de Kuta Wisai (cucharn de palo), los guerreros desesperaban,siempre con la vista en el cielo por si regresaba la golondrina con la respuesta. De repente,como cado del cielo, el chapuln apareci en el centro del campamento yaqui, ah dondeestaban los principales jefes y entre ellos Napowisaimjisakame (va lacta) y Sapawisai(copete de hielo). Todos se llenaron de jbilo y renaci en sus espritus la esperanza. Posedosde asombro dieron la bienvenida a su salvador con reverentes reflexiones. El chapuln brujohabl:

    - Juya bakuliam sia sasawaim newem toja (triganme ramas verdes).

    Con rapidez procedieron a cumplir la orden, juntaron ramas y hojas verdes y las machacaronextrayndoles el jugo.

    Nueva orden del chapuln:

    - Nechem a uba sime takachi waet kutat jikat nee yechane (benme todo elcuerpo con ello y pnganme encima de aquel rbol).

    En el rbol sealado se le sent y todos se retiraron. Por ah tendra que pasar la serpiente yno podra ver al chapuln porque el cuerpo de ste baado por el lquido tena el mismo colorverde esmeralda del follaje y se confunda con l. El monstruo se iba acercando y cuando elchapuln tuvo la cabeza de la bestia a su alcance se le ech encima, propinndole dos brutalesespolonazos que separaron el cuerpo del monstruo, y la cabeza se fue rodando a cuatroleguas de ah hasta el punto Ten jawei (boca abierta).

    Un rato agoniz la bestia, pero su cabeza por s sola poda hablar y, dirigindose con fuertevoz a Yasikue (muy alto), general en jefe de la tribu, le dijo:

    - Yo no puedo exterminar el yaqui porque fui vencido por el chapuln y mipropsito era reinar sobre ustedes, pero como me derrot, ahora te advierto

    que se cuiden mucho, porque pasando los aos vendrn del oriente y del sur

    unos hombres blancos con armas poderosas que vomitan fuego... Si quieren

    salir avantes en la lucha, qutenles sus armas y combtanlos sin miedo y sin

    descanso, de lo contrario, todos seran esclavizados y desposados de sus

    tierras.

    Yasikue mand emisarios a comunicar el fatal vaticinio a los jefes yaquis. As lo fueronsabiendo Watachomkame (quine tiene por sombrero una canasta), Omteme (el corajudo),Korasepe (falda de cerro), Repkame (el que tiene aretes) y Aakimore (el pensador). Lanoticia corri entre los yaquis causndoles gran preocupacin el peligro que sobre ellos secerna, pues desde entonces dieron por seguro que se cumplira el vaticinio hecho por lacabeza de la serpiente. Yasikue agreg al aviso la orden de que todos estuvieran listos y quela vigilancia fuera redoblada. Del cuerpo de la serpiente convertida en piedra se form uncerro el Bakot Takaa (cuerpo de culebra)*.

    * Este cerro puede ser localizado entre Gusimas y Cruz de Piedras.

  • 20 Yuku Jeeka, No. 57

    Hugo Gutirrez Vega

    Una estacin en Amorgs

    Antes de partir

    A la izquierda est el mar. La alta montaa con su ermita y su senda entre lospinos se recorta en lo azul y las gaviotas van hablando de viajes, llegadas o

    naufragios.

    Recuerdo los primeros das en la isla, el verano de fuego y, en la alta madrugada,el olor de la sal, el aroma e los pinos y las voces de las muchachas escondidas

    entre las ruinas.

    Una de ellas, la ms alta, flame su cabellera al lado de una columna rota, irgui elpecho, abri los brazos al cielo y me dej, adolorido y deslumbrado, a merced delmisterio. Los dioses rieron desde lo alto y se hizo el da. La muchacha comenz acaminar y agua, fuego, tierra y aire vibraron a un tiempo. Era Afrodita o Helena oFrin, era la cautelosa Artemisa clavando su flecha para siempre en el corazn

    que se niega a envejecer.

    X

    Para Miltos Sajturis

    Aret es la nica y verdaderamente virtuosa prostituta de la isla.

    Tiene treinta y dos aos y es alta y morena. Lo ms notable de su rostro son lascejas pobladas y los ojos casi negros y siempre brillantes. Tiene senos pesados y

    redondos, anchas caderas y piernas largas e inquietas. Un ligero bozo agregamisterio a su boca de labio gruesos y hmedos.

    Habla poco, pero sabemos de su llegada a la isla con un marinero de Cefalonia,hace unos diez aos.

    El marinero se fue para no regresar.

    Aret se qued sola, con un hatillo de ropa y una casita cuya renta deba pagarpuntualmente.

    Se ofrece por una precisa cantidad de dracmas, ajena a los regateos.

    Se entrega de una manera honesta y total y es amable y comprensiva hasta conlos violentos y los despreciativos.

    No agradece nada ni espera agradecimientos.

    Hasta las ms rezanderas de la isla aceptan su funcin indispensable, y PapaYorgos jams ha censurado su conducta.

    Cuando amanece, antes de irse sola a la cama, se queda en la pequea terrazaesperando el primer rayo del sol.

    Se retira cuando la isla es un juego de colores tenues y de nubes veloces.

    Es entonces cuando Aret llora un poco sin pensar en los motivos de sus lgrimas.

    Se limpia los ojos y, mientras bebe caf canta la vieja cancin aprendida de sumadre en la isla remota apenas dibujada en su memoria.

  • 21Yuku Jeeka, No. 57

    XVIII

    Para Marco Antonio Campos

    No logro, desde que llegu a la isla, poner en orcen los pensamientos taly como lo haca en tiempos ms apegados a la razn.

    Las sensaciones, en cambio, aparecen y desaparecen en filas bienordenadas. Dejan en la boca sabores contradictorios y en el cuerpo el

    acuciante deseo de seguir deseando.

    En la noche con nubes y estrellas, los perros de mi rumbo le ladran auna luna que aparece y se oculta: La miro desde la ventana y como en

    la infancia, me pongo a pedirle cosas. No me las conceder, pero eldilogo entre mis ojos y ese fantasma luminoso ser el ltimo asidero

    para la esperanza.

    Esta noche recupero la infancia: juguetes tirados por el suelo, el lechorevuelto por los sueos, los ojos entreabiertos y la luz de plata

    haciendo del cuarto un bello lugar desconocido. Por la maana, el solliquidaba esa magia. Llamaba a lo lejos la rgida campana de la

    aritmtica.

    XX

    Para Vicente Fernndez

    rbol de la esperanza

    mantnte firme.

    De nuevo nos vamos, esposa, amiga, amante de siempre, suave

    presencia en el lado de la cama habitado por tus sueos y tus miedos.

    A prepararlo todo y a empezar a dejar personas amadas, lugares, sillas

    hospitalarias, las tazas de caf de la maana. Otras veces partimos con

    menos angustia y mayor esperanza. Ahora, una sensacin indefinible se

    apodera de todos los preparativos y dificulta el viaje. Tal vez, gran

    parte del corazn se nos queda en la isla y es el vaco el causante de

    este desasosiego.

    Esposa, amiga, amante de siempre, t la ms fuerte de esta casa de

    humo, seala el rumbo. Yo apenas puedo hacer los movimientos

    necesarios para alejarnos. Nos sostienen los das aqu pasados, las

    cosas descubiertas en las amanecidas o bajo la luz de la luna de todos

    los veranos, y este amor asido al rbol de la esperanza.

  • 22

  • 23Yuku Jeeka, No. 57

    Sobre su chamarra de deportista, al lado del cierre, lleva unescudo: 24 Horas y unas condecoraciones militares.

    -Estas las compramos todas en la esquina (se re).

    -Son mgicas?

    -No Mgico slo Garca Mrquez.

    -Significa que te burlas del militarismo?

    -No me burlo de nada.

    -Ni siquiera de ti mismo?

    -No.

    -Y ese reloj de ferrocarrilero?

    -En realidad es menos grande que los relojes de losferrocarrileros; es bonito, rojo, casi plano.

    -Este es para medir los cortes que vamos a meter en elnoticiero. Son las once de la maana; todo el equipo prepara24 horas.

    Trabajan 92 personas entre cablegrafistas, reporteros,tcnicos, camargrafos, mozos Cuando entro, sale GracielaLeal de abrigo largo y pestaas muy largas; despus entrauna despampanante rubia, muy sonriente, muy amable y, sobretodo, muy sencilla tirando hacia la modestia- porque no sesiente cuando le pregunto su nombre: Cristina Rubiales. Losque aparecen en la televisin siempre quieren que losreconozca uno en un abrir y cerrar de ojos, y a Cristina Rubialesle pareci normal que esto no sucediera. Luego entra un jovenvestido de casimir verde oscuro: Una peticin, seorlicenciado. No oigo lo que murmura. A otro muchacho desuter le dice: Ponle msica.

    -Esto es un peridico, Jacobo?

    -Es ms que un peridico dice orgullosamente Zabludovsky.

    Lo llaman de afuera y se mueve entre los escritorios conhabilidad de boy-scout. La puerta de su oficina permaneceabierta: ninguna secretaria o cancerbero defiende su privaca.Las fotos colgadas de los muros comprueban que JacoboZabludovsky ha ido evolucionando de viejo a joven: en susprimeros retratos, el pelo cortado a la Boston, el rostro solemnede anteojos redondos; muy tieso a lado de potentados yluminarias parece un joven tmido, algo as como un traductorcuya vida pende de un hilo; una palabra que se va, un traspisal lado del presidente Ms tarde, se va relajando, se muevean discretamente, se deja crecer el pelo, un chino ondulasobre su frente. Opta por sonreir de oreja a oreja, una sonrisaque le cubre bien el rostro, y cuando no la boca se le ania,pachona. Hoy por hoy, Jacobo Zabludovsky se desenvuelvecomo una serpentina, con muchas horas de vuelo ( y no es undecir: no en balde ha seguido tantos vuelos interespaciales ),maneja a la gente como l quiere, conoce a su equipo, lo sabe

    llevar. En su oficina misma, Jacobo tiene en la mano el controldel mando de esta entrevista, apoya do en el alto respaldo quele dan sus fotos con Tito cuando vinos a Mxico, con Gagarin,con Valentina Tershkova muy peinada de saln, con Batista,donde Zabludovsky parece un estudiante terriblemente serioy Batista tiene facha de granadero, con Garca Mrquez que lebrinda un fortsimo abrazo y todo su afecto, con SalvadorDal, Eugenio Yevtuchenko, Jos Luis Cuevas y David AlfaroSiqueiros.

    -Yo los reconcili, Elena, all frente al Polifrum.

    -Ay, a poco de veras estaban peleados?

    Zabludovsky con Josephine Baker, Zabludovsky con BenGurin y, por fin, un bonito rostro clido, natural: Sara.

    -Es mi mujer.

    -Qu bueno! Es la nica que no tiene cara de creerse mucho.

    Al lado de Sara, una carta de felicitacin de Agustn Lara:Merci beaucoup.

    -Fue cursi hasta el ltimo momento, verdad?

    El comentario parece no gustarle mucho a Zabludovsky. Encambio, se extiende frente a la foto de un viejo de hermosacabeza: el cientfico Ari Sterenfeld.

    - Sterenfeld previ el viaje a la Luna. Lo resolvi antes quenadie cientficamente, y yo encontr en una librera de la callede Bucareli su manual de Cmo ir a la Luna comentaorgulloso.

    Ahora entra Rosa Mara Campos con suter de cuello detortuga bajo su cara redonda de muchachito bonito, enfundadaen una falda pantaln que la ahce parecer una colegiala dignade Love Store. Pero lo ms bonito en ella es su voz, una vozalegre, fresca; le sale la voz de ese ladito del pecho, ondea, secruza con otras y surge nueva, a pesar de tan trabajada,sobresale, gana. Las otras voces pajarean, otras ms se diluyenamariposadas, la de Rosa Mara Campos se posa sobre lascosas, redonda, retozona y jugosa, a veces infinitamente dulcey sedante. La Voz de Zabludovsky tambin es buena. Mandaentre rosas, ordena entre bromas, afirma mientras todos creenque anda preguntando; total, que cuando se acuerdan, ya losinterlocutores cayeron en un cuarto de vuelta y media, y nohay poder humano que los saque.

    Yo iba a escribir un libro, pero me agarr la rutina: el maquinazodiario, y aqu estoy.

    Jacobo, como periodista siempre me he planteado algoque me duele.

    S que el peridico dura un da y al siguiente el papel sevuelve hasta amarillento; que tambin la televisin est

  • 244 Yuku Jeeka, No. 57

    condenada al olvido y que poner lo mejor de nosotros mismosen estas empresas es en cierta forma un desperdicio. Nuncate has planteado este tipo de problemas?

    Recuerdo a un periodista viejito de Novedades que me dijoun medioda: Yo iba a escribir un libro, pero me agarr larutina: el maquinazo diario, y aqu estoy.

    -Yo nunca me he planteado ese problema porque estaprofesin me llena tanto que no tengo tiempo de pensar ni ella trascendencia de mi trabajo ni en mi propia muerte. Qudejar a mi muerte? No lo s; ni siquiera me pongo a meditar enello.

    -Por qu te llena tanto tu profesin?

    - Porque preparar un programa de hora y media diaria en lacadena de televisin ms importante de Amrica Latina esapasionante. Todos los das empieza uno de cero.

    -Pero todos los das hay noticias?

    -S, pero no se trata de llenar hora y media, sino de mantenerun auditorio durante una hora y media.

    -Y no hay programas que te salen como de relleno?

    -No. Siempre nos sobran temas. Cuando empezamos con 24horas pensamos que el problema iba a ser con qu llenar, yahora nos encontramos con que siempre nos sobra material.

    -Pero, a poco esto es seal de excelencia? Ests satisfecho?

    -No, creemos (y cuando hablo en plural pienso siempre enTelesistema, donde me form e hice toda mi carrera) quepodemos mejorar constantemente y todos los das cambiamosel formato: todos los das probamos a un nuevo joven quequiera formar parte de nuestro equipo.

    Todos los jvenes de ahora tienen algo que decir

    -Un jven que tenga algo que decir?

    -S, todos los jvenes de ahora tienen algo que decir.

    -Pero, pensabas as en 1968? Creste en 1969 que los jvenestenan algo que decir?

    -S

    -Los estudiantes no solo creyeron que no estabas con ellosen 1968, sino que te declararon un enemigo declarado. Escierto?

    -Antes de que yo dijera o dejara de decir algo, sacaroncampaas contra m, y la campaa de Prensa vendida fuecontra todos los periodistas. No hicieron excepcin alguna.

    -En tus noticieros y en tus actividades periodsticas, quesiempre han sido de largo alcance, no has contado siemprecon el definido y definitivo apoyo del gobierno?

    -No. Con Lpez Mateos fui jefe de radio y televisin de lapresidencia, pero este puesto lo acept con la condicin de nodejar los noticieros de televisin y radio que tena.

    - Y t crees que un periodista resistira un ofrecimiento de lapresidencia? Crees que haya alguien capaz de rechazar esepuesto?

    -S, hay periodistas capaces de rechazar un puesto: JosPags Llergo, Julio Scherer Garca, Alberto Peniche, t yhay otros. Pero ante de entrar como jefe de radio y televisina la presidencia, ya me dedicaba desde hace muchsimos aosal periodismo. Antes trabaj en una estacin de radio, la XEQR,en la cual daba yo la hora exacta. Esto fue en 1944; yo pasabalos anuncios y me pagaban $1.25 por hora. Luego entr en laCadena Radio Continental.

    Nunca pens ejercer como abogado...

    -Por qu decidiste estudiar la carrera de Leyes?

    -Me recib, pero nunca pens ejercer leyes, porque no meinteresaba ser abogado sino que pens que la carrera podraservirme para el periodismo. Entr a la Facultad de Derecho en1945 y me recib muchos aos despus. En 1947, mientrasestudiaba, fui subdirector de noticieros y luego, en 1950 en elcanal 4, empec a escribir programa-noticiero de quinceminutos que conduca Guillermo Vela; se transmita a las 7:30de la maana y dur ms de cinco aos. Desde entonces no hedejado de hacer noticieros diarios en televisin. Tambintrabaj en El redondel, en Novedades, en Ovaciones conAbel Quezada, en el que hacamos una plana entre los dos. EnSiempre! llevo trece aos. Finalmente, en televisin hice Hoyda y luego 24 horas, que ya tiene ms de un ao; quincemeses, para se exactos.

    La fascinacin del espacio

    -Por qu te fascina tanto el espacio? Por qu hiciste conMiguel Alemn todos esos programas sobre lanzamientos?

    -Fundamentalmente, porque siempre he tenido un esprituque me lleva al descubrimiento, al porqu de todas las cosas yporque v crecer desde el primer instante los lanzamientos.Asist al Grison, en Cabo Caaveral, que fue un brinco depulga segn los propios cosmonautas-, un brinco para probarel cohete. Despus, John Glenn fue el primer norteamericanoen rbita. Miguel y yo entrevistamos a muchos cosmonautasrusos; fuimos a todos los lanzamientos en Cabo Caaveral;finalmente, hicimos la transmisin de la llegada del hombre aka Luna. Julio Verne, que fue maravilloso en sus predicciones,previ que el cohete saldra de Florida, lo cual es extraordinario;lo que nunca imagin, fue que todo el mundo iba a poder verlosimultneamente, y me pareci esplndido el hecho de haberparticipado en la transmisin para nuestro pas.

    -Sin embargo, Jacobo, el lenguaje de los cosmonautas y ellenguaje en el cual se transmiti la llega da a la Luna, estabamuy por debajo de este gran suceso: mientras suceda en elespacio un acontecimiento por dems fantstico, nosotrosaqu nos debatamos en medio de palabras por demspedestres. Qu dijeron los astronautas? Gee whiz. This is

  • 25Yuku Jeeka, No. 57

    beautiful! Gosh, Ive never seen anything like this befote!

    Mientras tanto, Ken Smith eso s, con perfecto acento ingls adems de reportarse continuamente en Houston, nos dabala hora: Seoras y seores, han pasado nueve horas contreinta y cinco minutos, cuarenta y tres segundos y dieciochotaquimecangrafas!, y se le iban los ojos.

    -Bueno, es que es muy difcil ponerse a la altura de un hechoque parte en dos la historia.

    -Pero, insisto, no se us un lenguaje muy debajo de losacontecimientos? No es que yo quiera que un locutor digaque hay que hincarse, llorar y desgarrarse las vestiduras, comolo preconiz uno que cubri el eclipse (en el sentido estrictode la palabra), pero s que todos aprendiramos a estar a laaltura de las circunstancias. Dar, por ejemplo, datos tcnicosexactos La primera pisada del hombre sobre la Luna sevolvi familiar, tan al alcance de todos, que uno se preguntabasi no estaran todos encerrados en un set de plstico en Hous-ton, hacindola de emocin, y todo el mundo embobado contantos disfraces y mangueras.

    -Mira, Elena, por lo que se refiere al locutor, lo nico que yote puedo decir es que es mi amigo.

    -Y ser smigo, no es decir la verdad?

    -Se lo puedo decir en privado, pero no para que todo elmundo lo lea.

    -Me sobreestimas, Jacobo. Todo el mundo ve la televisin,no lee el peridico. Oye, cambiando de tema, nunca has tenidogente que rechace ir a tus programas?

    -Cuntos espectadores tienes?

    -Segn las ltimas estadsticas, catorce millones demexicanos.

    -Y cmo manejas tu simpata?

    -Mi simpata no entra en mis clculos de trabajo. Creo que unprograma es bueno o malo porque depende de las noticiasque se dan, no de la simpata del hacedor del programa.

    -Pero, si el hacedor es un plomo?

    -Hemos visto plomos que hacen programas muy buenos.

    Hugo Latorre Cabal, editorialista de 24 Horas

    -Por qu no comentas las noticias que das?

    -Porque son dos funciones distintas: una la del reportero yotra la del editorialista.

    -El noticiero es siempre subjetivo. Lo de la objetividad es unmito. Un fotgrafo no es objetivo, porque hace su toma desdeun determinado ngulo, la agranda, la recorta, segn su antojoy su intencin. En mi caso, tambin priva un criterio subjetivodesde que empiezo a dar las rdenes en la maana. Veo lo quehay y, de acuerdo con mi criterio, le doy a una nota quincesegundos o dos minutos. Incluso, la misma redaccin de unanota influye de distintas maneras, y hasta la entonacin de lavoz puede cambiar la fuerza de una noticia.

    Fragmento de la entrevista a J. Zabludovsky publicada en ellibro Todo Mxico de E. Poniatowska (Edit. Diana).

    Una imagen familiar en el Mxico de los setentas.